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Nosferatu. Revista de cine (Donostia Kultura)

Título: Entrevista. Una manera de ver el mundo

Autor/es: Rimubau, Esteve; Torreiro, Casimiro

Citar como: Rimubau, E.; Torreiro, C. (2000). Entrevista. Una manera de ver el mundo. Nosferatu. Revista de cine. (33):4-28. Documento descargado de: http://hdl.handle.net/10251/41188

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Entidades colaboradoras:

Una manera de ver el mundo

lsteve Riambau / Casimiro TIJrreiro BafaeL4 zcaJw EspnininÁ·o.::.inemm "CJ.l-f!,~~z¡sin.da..&J:Q..QliuculwJ:-.-­ :ahal ela bikwi 1ean Marco R?1ren', 1Au:s Ca reía Berlanga, Carlos Saum, La ideología del humor 10mando Tmcúa, José t~w:s Cuerda celo } osf l~uis Carda Scíuc/w;:, hezalako Nosferatu: Casualm ente, ayer vi­ e1rmlizadoreak diht lagwz, eta herak parte harht dueneku film en egile izaleari mos dos escenas de películas ba­ uko egiten hadio ere, bere arrastoa begi histakoa da. Ondoren da ton-en sadas en guiones tuyos. Tanto (, 1958) elkarnzketan, gehien mat!.'a!ll dllfen e¿,perientzia autohiogrqfikuetako {)(flzllk como El verdugo 1 La ballata azal!zen ditu, bai etalan egiteko embiltzen duen metodoa el a bere gidoiek del boia (Luis García Berlanga, askotm1 ju¡mfzelt di!Ltzfr:tl. gaiak ere. 1963) abordan el tema de la vi­ vienda desde una perspectiva sar­ cástica derivada de la dificultad de onversar con es un verdadero placer. Ya habíamos los pobres para hacerse con un tenido la ocasión de comprobarlo en anteriores ocasiones, especialmen­ piso, lo cual plantea una doble te cuando compulsamos con él los datos biográficos y fílmográficos pregunta: ¿Hay un humor de dere­ que después publicamos en nuestro libro Guionistas en el cine español. chas y otro de izquierdas? ¿Es lí• Quimeras, picarescas y pluriempleo (Fihnoteca Española/Cátedra. Ma- cito reírse de los pobres? drid, 1998). Aquella inolvidable charla, que luego derivó por otros derroteros que nos resultaban particularmente cercanos, como su colaboración Rafael Azcona: Se dice que el con Marco Ferreri y sus relaciones con la Escuela de Barcelona, fue relativamen­ humor es de derechas. Es algo te infonnal o, para decirlo abiertamente, sin los formulismos ni los instmmentos que vengo oyendo durante toda -léase magnetofón- propios de una entrevista. mi vida, pero con lo que no acabo de estar de acuerdo. Habrá humo­ Sabido es que el guionista de El pisito ( 1958) o El verdugo 1 La ballata del ristas que como ciudadanos sean boia (1963), aduciendo motivos absolutamente respetables, rehuye particular­ de derechas y otros que sean de mente este género periodístico, pero precisamente eso, una entrevista -en pro­ izquierdas, pero el humor, hasta el fundidad, para ser más exactos- con Azcona, es lo que Nosferatu solicitaba de más cándido, siempre es corrosi­ nosotros para este número monográfico. No negaremos que tuvimos que vencer vo. Se han dado cincuenta mil de­ alguna reticencia, incluso la propuesta de utilizar el fax o el correo electrónico finiciones del humor; personal­ para evitar el "cara a cara", pero es de absoluta justicia reconocer la exquisita mente, me quedo con la que dice gentileza y disponibilidad de Azcona para hacer una excepción a su regla y que es una manera de ver el mun­ prestarse a nuestro cuestionario. Sobre todo, desde el momento en que, como do. Respecto a esas dos secuen­ reconoce más adelante, "cuando el hombre dice que sí a alguna cosa, se jode". cias que mencionáis, rechazo que Esperamos, muy sinceramente, que esta vez no sea así. hagan irrisión de los pobres. Para empezar, todos somos más o me­ Partiendo de la base de que los filmes basados en guiones suyos recorren más de nos pobres, más o menos paralíti­ cuarenta años y se acercan al centenar de títulos -indistintamente producidos en cos y más o menos estúpidos, España o en Jtalia-, rechazamos la insensatez de plantear un cuestionario indivi­ porque incluso Bill Gates qui ere dualizado en ejemplos concretos. Optamos por los grandes temas, ilustrados -eso tenei- más dinero, Fermín Cacho sí- con casos específicos, e intentamos, dentro de lo posible, que la conversa­ bajar sus marcas y Einstein, en su ción discurriera por senderos más próximos a los de La charla que a los del día, quiso dej ar claro, de una vez inten·ogatorio. Periódicas requisitorias suyas acerca de la hora en la que iríamos y para siempre, el lío ése del Cos­ a comer o si preferíamos carne o pescado fueron, junto con algunas llamadas mos: hay que ser definitivamente telefónicas, las únicas intem1pciones que sufi'imos durante tres deliciosas horas imbécil para creer que uno es per­ después prolongadas durante el almuerzo y una larga sobremesa en un territorio fecto. Dicho esto, jamás me he que Rafael Azcona, muy gentilmente, insistió que fuera el suyo. reído de los desgraciados -en todo caso, me he reído con ell os, Lo que sigue es el resultado de esa intensa jomada madrileña, primero fielmente corno un colega- y en la medida transcrita por nosotros y posteriormente revisada y corregida, según lo pactado, en que puedo ser tierno -algo que por el entrevistado. Las variaciones son mínimas y, en todo caso, creemos que el está por ver- sus desgracias me resultado final responde a nuestro objetivo: hacer emerger de entre las palabras han enternecido. De quienes en un retrato lo más fidedigno posible del personaje. No sólo del más insigne esas secuencias se hace irrisión guionista del cine español -unánimemente reconocido así por cuantos colegas es de aq uello y de aq uellos que suyos hemos entrevistado en otras ocasiones- sino del ser humano entrañable, condenan a esa pobre gente a ser jovial y divertido que sustenta al profesional que ha hecho de sus vivencias y de como es y a hacer lo que hace. A sus agudas dotes de observación sus mejores instrumentos de trabajo. primera vista parece que el hom­ bre, ante los problemas que le No nos olvidamos del humor. La entrevista comienza con una pregunta sobre plantea la vida, puede optar por el este aspecto indisociable de la obra de Azcona, pero va mucho más allá del "sí" o por el "no". Pero debe de ámbito estrictamente profesional. Decía Luis Buñuel que un día sin risas, no sonrisas sino carcajadas, era un día perdido. Podemos afirmar, en este sentido, que nuestra jornada con Azcona no tuvo un solo minuto de desperdicio. NOSFERATU 33 ser falso, porque demasiado a dad se le da una vuelta ele tuerca, he vuelto a leer, pero creo recor­ menudo se ve obligado por las y ahí está el humor. dar que en uno de esos artículos, circunstancias a decir "sí", y en­ ese hombre que ya estaba medio tonces el hombre se jode: en esas Nosferatu: Vol viendo a la ideolo­ gagá (si es que no lo estuvo toda películas, uno de los personajes gía del humor, no es lo mismo la vida) contaba que había visto di ce sí a ser verdugo y el otro a reírse de los personajes de El pi­ un a películ a que se desarrollaba casarse con una vieja, y en los sito o El verdugo 1 La ballata en la Bolsa de Nueva York y en la dos casos lo hacen bajo presiones del boia que de los Leguineche de que se trataban problemas fin an­ aplastantes que los dejan lamina­ La escopeta nacional (Luis Gar­ cieros que ni él, ni mucho menos dos. José Luis García Sánchez cía Berlanga, 1978) y sus secue­ el resto de la humilde audiencia, ex plicaba muy bi en todo esto las. podían entender. Sin embargo, cuando le preguntaban qué había decía Azo rín, todos seguían con detrás de Adiós con el corazón ... Rafael Azcona: De entrada, los muchísimo interés lo que sucedía (2000), la última historia que he­ Leguineche son tan pobres y tan en la pantalla. ¿Por qué? Porque mos hecho juntos. ¿Con qué frase miserables como los otros. Yo ja­ los personajes de la trama estaban se podría sintetizar la película?, le más me he ocupado de los ricos representados por egregios ejem­ preguntaban. Y él respondió: "Es de verdad: no sé cómo son, a mí plares humanos. Se refería a Gary facilísimo: Las sardinas intentan nunca me han invitado a comer. Cooper, supongo, y lo que le su­ no ser comidas por los tiburo­ Y me pasmo cuando leo novelas o cedía al viejo Azorín con esa pelí­ nes ". En El pisito el protagonista veo películ as que cuentan cómo cula me pasa a mí con muchísi• es víct ima no sólo de un Estado viven los millonarios. ¡Si ni Jos mas más, por ejemplo con El hal­ incapaz de ofrecerle una vivienda, novelistas ni los directores lo sa­ cón maltés (The Maltese Fa/con; sino también de su novia, obligada ben! ¡Si los ri cos de verdad sólo John Huston, 194 1) , que he visto por el genio de la especie a ser se relacionan con ellos mismos! vari as veces sin entenderla nunca fecu ndada y transmitir genes. En El viejo Azorín, cuando le dio por pero siempre sin ab urrirme. ¿Por El verdugo 1 La baUata del boia ir al cine porque hacía frío en su qué? Dejemos a los mi llonarios y sucede algo parecido, con la va­ casa y el cine resultaba más con­ hablemos un poco de cine negro riante de que en este caso el Esta­ fo rtable que el brasero, quiso sa­ que, aparte de contar con Hum­ do es capaz de convert ir al perso­ carle partido a las tres pesetas de phrey Bogart, utiliza personajes naje en asesino: legal, pero asesi­ la entrada y empezó a escribi r ar­ con apellidos dificilísimos de rete­ no. Claro, si eso se cuenta en cla­ tículos sobre cine en ABC, artícu­ ner (incluso para los ameri canos, ve realista, la cosa se puede que­ los que después reun ió en un li ­ que ya se sabe que se pasan la dar en un dramón, pero a la rea li - bro, El cine y el momento. No lo vida deletreándoselos). Pero haga usted El sueño etemo (The Big Sleep; Howard Hawks, 1946) con tíos que se apelliden García, Fer­ nández o Pérez y verá cómo el público no se deja embaucar.

Contra los tbpiros

Nosferatu: Leyendo el prólogo a la recopil ación de tus primeras novelas ( 1) , escrito por Josefin a Aldecoa, y por otra parte admira­ ble ...

Rafael Azcona: Admi rable de ge­ nerosidad ...

Nosferatu: Admirable ante todo por bien escrito y por la percep­ ción crítica que demuestra Al ele­ coa ... Decía ella de una de tus novelas que lo qu e tú pones en juego "es el germen de todos los males del hombre: la indefensión, Elpisito

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la debilidad, el autoengaiío". Es francesas son unas putas"; "To­ pedes se le encendió una bombilla lo que se ve en El verdugo 1 La dos los alemanes son trabajado­ encima de la cabeza: "De lo que ballata del boia, El cochecito res"; "Todos los italianos tocan la no hay duda es de que se trata de (Marco Ferreri, 1960) y tantas mandolina" ... Me acuerd o ahora 11/W mujer,· 1111 hombre se lo ha­ otras películas basadas en guiones de algo que presencié en el Hotel bría hecho en los pantalones". Y tuyos donde también aparecen, de la Vi lle, en Roma: al sal ir de mi all í fu e donde el botones generali­ ai"íadimos nosotros, el miedo y la habitación, en el pasillo, me en­ zó: "Una mujer. Y alemana. Las im perfección. ¿Hasta qué punto contré al director del hotel, a la alemanas ninguna lleva braga". responde todo eso a una visión camarera de pi sos, a un par de ontológica que tú tienes del ser huéspedes y a un botones estu­ Nosferatu: Eso podía ser un a no­ humano o son atributos exclusi­ cliando un rastro de mierda que vela policíaca: "El misterio de la vos del espaiiol? sa lía o entraba en el ascensor. Allí caca en el ascensor ... ". estaban, seri ecísimos, intrigados Rafael Azcona : Si uno puede por el indecente fenómeno e in­ Rafael Azcona: Decir que "nin­ leer a Dostoievski, a Faulkner, a tentand o identificar al autor de guna alemana ll eva braga" es un a rlaubert, a KaiKa o a un chino aq uella indecencia: "Quien sea. ha afi rmación similar a la que hace -chin os la verdad es que no he empezado a cagar dentro del as­ gent e muy responsable cuando leído a ningun o, sí a japoneses- y censor, porque la pri111era descar­ di ce que los negros huelen, que a comprende lo que le cuentan y lo ga está ahí, y después ha salido los pobres les gusta más la pesca­ que mueve a sus personajes, se corriendo en busca de un aseo o di lla que la merluza o que los chi ­ debe deducir que, en el fondo, los de una habitación ", deducía la nos son mal vados ... ¡Los chinos! rusos, los americanos, los japone­ camarera. El director, más fino, No sé si os acordáis de un a esce­ ses y supongo que los chinos son era de otra opini ón: "También na de El cochecito: un defi ciente iguales que nosotros. Lo que pasa puede ser que el excremento se le mental de fa milia noble, en silla de es qu e nos manifestamos de dis­ haya ido escapando por el pasi­ ruedas y con chofer u ni formado tinta manera, en cada caso se da llo, y ya cobijado en la intimidad para empujarla, ve que de un au­ una cierta singularidad. Pero eso del ascensor se le han aflojado tobús aparcado frente al Museo no nos da derecho a las mostren­ los esfinteres ". La discusión si­ del Prado bajan unos turistas ja­ cas general izaciones: "Todas las gui ó hasta que a tillO de los hués- poneses y el desgraciado empieza

NOSFERATU 33 a gritar, asustadísimo: "¡Los chi­ mente. En cualquier caso, si uno el mismo caso, porque tengo se­ nos, que vienen los chinos!". Y el no se contradice, más vale que lo tenta y tres y no me quiero perder chófer, después de tranquilizarlo, internen. la parte de progreso material qu e le explica a José Isbert: "Es lo esté a mi alcance, sobre todo si que le oye a su madre, la seí1ora Nosferatu: Lo que queremos de­ hace mi vida más confortabl e: marquesa" ... Volviendo a la pre­ ciJ es que, en tu trabajo, también desde que me pasé de la Olivetti al gunta, parece que todos venimos sacas un buen partido de esa de­ Macintosh, por ejemplo, ya no de África y que tenemos los mis­ bilidad ... sufro de las cervicales, y de paso mos genes y que nada que sea consum o menos papel con el humano a nadie nos debe ser aj e­ Rafael Azcona: ¿Vosotros tenéis consigui ente beneficio para los no, como decía no sé quién. Si noticia de alguien, si no se trata bosques. Por cierto, y hablando me permitís una di gresión más, de un caso clínico, que sea siem­ del progreso material: demasiado contaré algo que presencié en una pre igual, que no se contradiga a menudo hay gente que lo con­ ciudad del norte de los Estados nunca, que disponga de un siste­ dena con el argumento de que el Unidos, una de las veces que tra­ ma de ideas cerrado y perfecto? moral no progresa al mismo rit­ bajé allí en películas de produc­ Los hombres -y las mujeres, na­ mo, y eso me recuerda a esos ción italiana. Por el rodaje, y turalmente- configuramos nues­ tíos que cuando uno les di ce que acompañada por su madre, apare­ tras vidas con ideas que antes o le gustaría tener dinero, senten­ ció una chica que quería ser ac­ después se convierten en material cian que donde esté la salud que triz; gente puritanísima y de dine­ de derribo. De manera que, se quite todo. ¿La salud? ¡Pues ro; el padre negociaba en pieles, ¿cómo no va a haber contradic­ también me gusta tener salud, lo recuerdo porque aquella señora ciones? Pues claro que las hay. coño! repartió varios abrigos entre el ¿Cómo no va a haber contradic­ equipo. Pues bien: cuando Ugo ciones si uno no es el mismo para Nosferatu: Antes has dicho una Tognazzi, que era el protagonista su madre que para su padre, ni frase di gna de ser enmarcada: del film, estaba a punto de pene­ para su hijo que para su hija? Y, "Todos somos paralíticos". ¿Es trar a la hija en una pausa del ro­ eso, sin caer en la simulación, in­ una virtud a reivindicar o es una daje y en la cama de un escenario cluso pretendiendo ser sinceros, constatación irremediable? natural -la suite de un hotel- la empeño que nos puede ll evar al madre, argumentando que la chi­ fingimiento absoluto. Rafael Azcona: Es como ser ru­ ca era virgen, sacó a Ugo de la bio o moreno y no tiene ningún cama, lo llevó al bafto y para con­ Nosferatu: ¿En qué basas la de­ mérito. Somos así, ya lo decía Bi­ solarlo le hi zo una paja. Suena a fensa tan apasionada que haces lly Wilder en Con faldas y a lo cínica escena de comedia medite­ constantemente del ordenador, loco (Some Like Jt Hot, 1959): rránea, pero el caso es que suce­ Internet y las nuevas tecnologías? "Nadie es pe1jecto". Todos tene­ dió, más o menos dramáticamen­ mos algo de feminoides, o de sá­ te, al lado del Canadá. Rafael Azcona: Bueno, veréis ... dicos, o de masoquistas o de vaya Un día Berlanga y yo fuimos a usted a saber, y me resisto a ad­ los hombres ·Y las visitar a Tono (2), que estaba res­ mitir la existencia de alguien per­ fri ado. Tono ya era un hombre fectamente definido. Supongo que mujeres, naturalmente· mayor y fuimos a verl e. Vivía en por eso abomino de los géneros configuramos nuestras un pequeño apartamento, y en el en literatura y, naturalmente, en el dormitorio, frente a la cama, enci­ cine. Bueno, yo de un cine no me vidas con ideas que antes ma de una repisa instalada allí ex he salido nu nca, pero ante el tele­ odespués se convierten en profeso, tenía el primer televisor visor, por ejemplo, apenas me en color que nosotros habíamos huelo que lo que estoy viendo va material de derribo. visto, qui zá el primero vend ido en a ser trágico o cómico todo el Espafta. Berl anga, que es como rato, lo fu lmino con el mando a es, le dijo a Tono: "Has hecho el distancia. Lo que me parece estu­ Héroes y otras contradicciones primo comprando ese televisor. pendo es la confusión de los gé­ Los primeros aparatos que se fa­ neros, que es como hablar de la Nosfemtu: Trabajando en los re­ brican son los peores y además confus ión de la vida. Eso es lo gistros del humor, una de las cla­ carísimos; luego bajan de precio que a mí más me gusta y creo ves es la conh·adicción. Ésa es una y son mejores, porque les corrigen que es el camino por donde he de las constantes de tus guiones ... todos los fallos. Deberías haber transitado siempre. esperado". Y Tono, dulcemente, Rafael Azcona: Y de la vida tam­ le respondió: "Luis, yo ya tengo Nosferatu: Por eso te preguntá­ bién, afortunada o desgraciada- ochenta y dos a¡/os ... ". Estoy en bamos antes por tu apego a las

NOSFERATU 33 contradicciones. Pongamos, por cantador que personificaba Fer­ qué crees que hay misioneros?". ejemplo, el personaje de Jorge nán-Gómez. No sé por qué, de Yo le respondía: "Porque creen Sanz en Belle É poque (Fernando pronto recuerdo que, en mi juven­ en Dios". "Exactamente", me de­ Trueba, 1992), en la que interpre­ tud, cuando el miembro de una cía: "Y en el seminario, cuando se ta al supuesto héroe. Tú obligas a cuadrilla salía con una chica, los dan cuenta de que 1111 seminarista mirar con sus ojos, porque parece amigos se encabronaban con él se lo ha creído, dicen: Éste, para que es él quien conduce la acción una barbaridad. Pero, claro, era misionero". Volviendo a los hé­ pero, en definitiva, resulta ser un otra cosa: supongo que lo inter­ roes: los héroes también se ponen pobre tipo. Ocurre algo parecido pretaban como una traición al como ej emplo a imitar y eso te en La niña d e tus ojos (Fernan­ clan. puede costar carísimo: nadie te do Trueba, 1998), en la cual el exige que corras los cien metros destino del personaje que interpre­ Nosferatu: No te gustan nada los en menos de diez segundos, por­ ta Sanz acaba siendo patético. héroes ... que todo el mundo entiende que para ser campeón o límpico lo Rafael Azcona: Bueno, eso es un Rafael Azcona: Nada, nada. Los fundamental es escoger a los pro­ poco lo que os decía antes res­ héroes -y los santos, sobre todo pios padres, pero si llega el caso, pecto a lo peligrosísimo que re­ los mártires- han hecho un daño y por muy pacifista que te sien­ sulta decir "sí" : hablando concre­ horrible. El patriotismo, el nacio­ tas, te exigen que mueras por la tamente de Belle É poque, ¿qué le nali smo y la relig ión, por los que patria. A uno siempre le queda el ocurre al personaj e? Le ocurre ha muerto tanta gente, no se tie­ recurso de negarse con el argu­ que por decir "sí" lo casan con nen de pie sin héroes, sin márti­ mento de que no ti ene fuerza de una tía estupenda, y se queda con res. Siendo adolescente yo le te­ voluntad para tanto, pero, claro, ella en exclus iva, pero como con­ nía mucho respeto a un conocido en ese caso van y te fusil an. secuencia pierde a las otras her­ de mi fam ilia, don Godofredo manas, tan estupendas como ella. Bergasa: era la única persona a la Pero no creo que se trate de un que yo veía pensar por su cuenta, Franco y Goebbels fmal patético: simplemente, ha di­ s iempre he creído que fue él cho "sí", y como hubiera senten­ quien me hi zo un poco la cabeza. Nosferatu: Esa especie de des­ ciado mi madre, "en el pecado lle­ Yo le preguntaba cosas sobre casi confi anza ante el mundo y sus va la penitencia". De haber dicho todo, sobre la reli gión, por ejem­ normas forma parte de un cierto "no", allí seguiría, liado con todas plo, y sus respuestas, más o me­ reflejo generacional que compar­ las hennanas y disfrutando de la nos socráticas, eran contrapre­ tes con otros colegas. Perico Bel­ amistad de aquel multisuegro en- guntas: "Vamos a ver, ¿tiÍ por trán (3) decía que, a lo largo de la

NOSFERATU 33 ••••••• historia, han existido muy pocos ho rri ble. "¿Y eso, mi general?", tino en su epitafio : "Aquí yace el grandes hij os de puta. Lo común preguntó el médico. "Pues los za­ Aretino, que habló 111al de todo el es que el ser huma no sea un pe­ patos que 111 e envía 111i a111igo Se­ 111undo, excepto de Jesucristo, y se quel'io chanchullero, un superv i­ garra, que son durísi111os ", le in­ excusó diciendo: No lo conozco". viente ... formó el general. Y no mentía, Pero, la verd ad, no sé por qué porque en aqu ella época los zapa­ debería haber escrito una películ a Rafael Azcona: Bueno, di gamos tos en ge neral eran como de hi e­ sobre Franco; ya las han hecho que nuestra generación tu vo muy rro aunque, para decir toda la ver­ los que han querido hacerl as. mala suerte naciendo cuando na­ dad, la suela, paradójicamente, te­ ció. Tened en cuent a que, a los nía la cali dad del cartón y con la Nosferatu: Pocas, en todo caso .. . diez aiios, yo ya era súbdito de llu via dejaba pasar el agua. Bien, Franco. No ciudadano, súbdito, o pues cuando el doctor Pozuelo le Rafael Azcona: Sí, pero menos sea, suj eto a la autoridad ele un advirtió que era el zapato quien se han hecho sobre Hitler, e inclu­ superi or con la obligación ele obe­ debía hacerse al pie y no al con­ so la más fa mosa, Ser o 110 se•· decerl e. Y eso duró hasta qu e trario, Franco respondió: "¡Qué (To Be or Not To Be; Ernst Lu­ muri ó aquel hombre. En aquel delicados so11 ustedes los lllédi­ bitsch, 1942), no es en rea l id a el tiempo, por ejemplo, la juventud , cos!". Si un o era súbdito ele un una película sobre él. Hablando de desde un punto de vista placente­ país do nde el jefe del Estado pen­ cine históri co, tengo la impresión ro, no existía: a lo único que po­ saba de este modo, comp rend e­ de que con los personajes cerca­ díamos aspirar era a librarnos del réis que algo hay ele cierto en lo nos en el tiempo uno arriesga la servicio militar y a llegar a ser que decía Pedro Beltrán. caricatura. mayores, po rque entre la adoles­ cencia y la edad adulta el joven, Nosferatu: Sin embargo, en La seguramente porque no tenía ni cuando me pasan ese guión niña de tus ojos utilizas al minis­ un céntimo en el bolsillo, no era [la nifta de tus aJas 1, tro de Propaganda ele Hitler, Jo­ nad ie. Estaba todo muy bien pla­ seph Goebbels, sin ningún reparo neado: se crecía en el seno de una antes de firmar el contrato y, en cambio, con Franco parece fa milia, casi siempre represiva, y hago lo mismo que siempre que hay una especie de tabú. cuando empezabas a eludir su au­ tori dad te sometían a la ele la es­ que parto de un teHto Rafael Azcona: Franco, aparte cuela, preferiblemente reli giosa, previo: documentarme y ele hagiografías que le dedicó la donde a base de misas, rosarios y derecha, aparece en Espér ame ejercicios te preparaban para ser luego eHplicar cómo veo la en el ci elo (Antoni o Mercero, alférez -en el mundo uni versitario­ adaptación. 1987 ), M ad regilda (Francisco y so ld ado raso -en el del trabajo-, Regueiro, 1993) y Dragon Rapi­ y luego, ya disciplinado, de cabe­ de (Jaime Camino, 1986) y estas za al mat rim onio para formar un a Nosferatu: ¿Nun ca tuviste la ten­ películas las han hecho las perso­ familia, base de la sociedad. O tación ele incluir a Franco en algu­ nas que han querido hacerlas. sea, que el indi viduo pasaba de no de tus guiones? El personaje Qui zá la que más me gusta es institución en institución hasta que más se le parece es el que Dragon Rapide, porque es dond e que lo dejaban hecho una ma lva, interpreta José Lui s López Váz­ creo que hay menos caricatura, y yo, entre las instit uciones y el quez en El jardín de las delicias pero a mí nunca se me ha ocurri­ indi viduo, me pongo de la pa rte (, 1970). do hacer una película sobre aquel del indi viduo, que soy yo, claro, y hombre. En cuanto a Goebbels, el además me apoyo en los Evange­ Rafael Azcona: No, ese persona­ personaje lo puso en pie la docu­ li os: "No se ha hecho el hombre je no está inspirado en Franco, mentac ión que reuní sobre la épo­ pam el sábado, se ha hecho el sino en Juan March. Parece ser ca. Veréis: yo partí del guión que sábado pam el hombre", dicen, que cuando tuvo un acc idente en habían escrito Carlos López y más o menos, en alguna parte. Un el que se rompió todo, huesos, en Manuel Angel Egea sobre una in ciso: Franco no pensaba lo mi s­ fi n, un estropicio, y lo llevaban a idea magnífica, que sigue siendo mo, al menos en lo que se refería quirófano, lo úni co que decía el la base del film de Fern a ndo a sus pies y a los zapatos. El doc­ mallorquín aquél era: "¡ La cabe­ Trueba: en plena Guerra Civil, el tor Pozuelo contaba en un libro za, que no 111e toquen la cabeza!". cine franqu ista, que no contaba que, cuando se hi zo cargo de con estudios ni laboratori os, pues Franco como paciente y lo exami­ Nosferatu: ¿Y Franco? habían quedado en la zona repu­ nó, descubrió que tenía los pies blicana, es in vitado por la Alema­ deformad os por durezas, juanetes, Rafael Azcona: Yo podría traer nia nazi a ut i1 i zar los suyos. Bien. call os y patas de gall o. Una cosa aquí aquell o que decía Pietro Are- Aquel guión in cluía homenajes a ¡Ay Carmela! (Carlos Saura, UNA PRODUCCION JOSE FRADE 1990), Casa blanca ( Casablanca; Michael Curtiz, 1943) y Ser o no ser·, homenaj es que debilitaban la histori a: así, el protagonista mas­ culino, en 19 38, era deportado como mano de obra a un III Reich que en aquella época no necesitaba nada de nadie, pues para esclavos e incluso para hacer jabón ya te­ nía a los judíos ... En un feliz Ber­ lín -y no en un París amenazado­ los protagonistas hablaban de lati­ dos del corazón y de cat1ona­ zos ... En el reino de la Gestapo aparecía un urinario público con una taza más baja que las demás con el letrero: "Reservado para el Fülu-er"... Cuando me pasan ese guión, antes de firmar el contrato CONCHITA hago lo mismo que siempre que VELASCO parto de un texto previo: docu­ JOSEM~ mentarme y luego explicar cómo FLOTATS veo la adaptación. Entonces veo FERNANDO que el año 1938, que es cuando FERNAN los cineastas españoles van a Ber­ GOMEZ lín, es también el de la "Noche de los cristales rotos", en la que se levanta la veda del judío, y lo que propongo es que el protagonista masculino sea un judío sefardí que habla un castell ano del siglo ... XVI en su idilio con la folclórica, c¡o·----- recurso que a mí me parecía líci­ JAllO. to, pero que Fernando y David UN FILM DE PEDRO OLEA EASTMANCOLOR PANORAMICA Trueba desechan cuando le dan una última vuelta al guión defmiti­ Goebbels después de descubrir quier caso: Imperio, que en algún vo. De esa documentación, tam­ eso? momento supuso y dijo que La bién, emerge una cojonuda histo­ niña de tus ojos estaba basada ria privada de Goebbels: el hom­ Nosferatu: ¿Hablásteis de este en sus experiencias berlinesas, no bre, entre las muchas y ocasiona­ tema cuando fuisteis a ver a Im­ insistió luego, posiblemente por­ les amantes que tuvo, se volvió perio Argentina? que vio el film. Por lo demás, la loco por una actriz hasta el punto presencia de Goebbels en la pelí­ de pensar en dejar la Prensa y la Rafael Azcona: Lo que nos con­ cula no tiene ninguna pretensión Propaganda y largarse con ella a tó , guapísima y ideológica. Y, volviendo a Franco, Sudaméri ca, suet1o del que lo des­ encantadora, fue que Hitler se ha­ hará películas de Franco quien esté pertó Hitler obligándole a dejarla y bía prendado de ella viendo No­ interesado en hacer películas polí­ a volver con su esposa. Pues bleza batuna (Florián Rey, ticas, cosa que yo nunca he he­ bien, la mujer de Goebbels, al te­ 1935), que vio varias veces, y cho. ner noticia del romance, convocó que en Alemania la colmaron de a la actriz y le dijo, poco más o atenciones; si no le pusieron una Nosferatu: ¿Ninguna? menos: "lvfi marido tiene derecho alfombra desde la estación al hotel a e>.pansionarse, porque para eso debió faltarle poco. Pero de lo su­ Rafael Azcona: Ninguna. Ni si­ se sacrifica por Alemania; tú haz­ cedido la jodida noche de los cris­ quiera Pim, pam, pum... ¡fuego! lo f eliz en la cama, pero que no tales rotos no sabía nada; lógico, (Pedro Olea, 1975) o El año de se te ocurra quedarte embaraza­ debió de vivir en una campana de las luces (, da, porque entonces te liquido". cri stal, del hotel a los estudios y 1986), fi lmes ambientados en la ¿Cómo no iba a ocuparme de de los estudios al hotel. En cual- posguerra. Hombre, dej adme de- NOSFERATU 33 ······ cir que En brazos de la mujer Rafael Azcona: Hombre, claro. cuerdo que tengo de él se remon­ madura (Manuel Lombardero, Pero lo he dicho mal: a lo que me ta al año 31, cuando yo tenía cua­ 1997), que tiene como fondo la refería era al nacionalcatol icismo. tro y medio: lo veo en lo que no Guerra Civil , fue ninguneada por A mí, como a tantos súbditos de me atrevo a llamar "comedor" -mi la Crítica; en mi opinión es una la España de Franco -en su deli­ modesta casa no tenía esas fanta­ películ a estupenda que se valorará rio, aquel hombre creía firmemen­ sías-, colgando de la pared una con el ti empo, y sospecho que en te que España era suya- lo que de estampa en la que una orla trico­ la actitud de la Crítica i11fluyó el verdad nos amargó la vida fue el lor rodeaba los rostros de Galán y hecho de que su director, Manolo nacionalcatolicismo: no sólo pre­ García Hernández, fusilados me­ Lombardero, fue también su pro­ tendía que fuéramos mitad mon­ ses antes de la proclamación de la ductor. Y una vez desahogado, jes, mitad soldados, sino que san­ República, y lo vuelvo a ver, el volvamos al cine político: cine po­ cionó moralmente y durante años año 36, cuando yo tenía diez, lítico es el de Juan Antonio Bar­ y años las tropelías de aquel régi­ descolgando aquella ingenu a es­ dem o el de Costa Gavras; otra men: el poder de Dios, el Caudillo tampa y quemándola a toda prisa cosa es que los personajes -de no es un hombre providencial, y a antes de que entraran en mi ciu­ ser que vivan en la Luna- tengan joderse tocan. dad natal los Requetés, que llega­ un entorno no sólo político; sino ban de Navarra a la Rioja dispues­ también cultural, religioso ... Nosferatu: ¿Cuáles son h1s orí• tos a hacer limpieza general de re­ genes familiares desde el punto de publicanos y demás ralea. Esos vista político? dos recuerdos creo que respon­ Con la Iglesia hemos topado den a vuestra pregunta. Rafael Azcona: Mi padre era un Nosfcratu: ¿Lo dices por algún cándido republicano que votaba a Nosferatu: ¿Cómo fueron tus motivo en concreto? don Manuel Azaña. El primer re- primeros estudios?

Rafael Azcona: Iba a una escue­ la públi ca, Escuela Aneja a la Nor­ mal de Maestros, se llamaba, y de ell a tengo muy buenos recuerdos. Pero el año 36 la cierran, y como a mi padre no le pasa nada gracias a la intercesión de una familia muy católica que lo avala, para pagar aquel favor me hacen a mí el de conseguirme una plaza de grah1ito en los Escolapios, y allí se empeñan en salvarme del In­ fierno a fuerza de ayud ar a misa, misas que no sé si servirían para algo, porque como yo me aprendí sólo los movimientos y no los lati­ nes, acabé ayud ando exclusiva­ mente a un padre ochentón que las decía en el coro, en privado, porque el pobre viejo chocheaba y demasiado a menudo se le esca­ paban unas ventosidades tremen­ das. En cuanto a la enseñanza ... Yo salí de allí convencido de que sólo había naranjas en Valencia, y cuando me enteré de que también las había en otros sitios, y además si n pepitas, me quedé eshlpefac­ to. Cuatro años estuve en aquel colegio, y nunca se me olvidará la congoj a que me entraba al caer de la tarde, cuando terminadas las clases nos mantenían en los pupi- Rofoel Azcono (1935)

NOSFERATU 33 En brazos de la mujer madura

tres rezando rosarios mienh·as el negocio más rentable del mundo. pensable en la realidad de mi pue­ sol se ponía al otro lado de los Por ahí creo yo que empecé a blo, no sólo en mi vida familiar, ventanales... Una cosa espeluz­ perder el miedo. sino en la de todo el censo. Y una nante. Y lo peor es que el Papa no tarde, cuando salí del cine de ver ha pedido perdón por aqueUo. aquella vida tan maravillosa y me El descubrimiento del cine encontré en la call e con mi mun­ Nosferatu: ¿Cómo te libraste de do, un mundo en el que a los no­ esa opresión religiosa? Nosferatu: ¿Cómo empiezas a vios se les imponían multas de escribir? cinco pesetas por pasarl e a la no­ Rafael Azcona: Supongo que via el brazo por la cintura, gesto gracias a ese Godofredo Bergasa Rafael Azcona: En mi adoles­ considerado acto deshonesto, y del que os hablaba antes, el que cencia, y durante una temporada, donde los helados eran pequeñísi­ pensaba por su cuenta ... Qué tío. hice versos; mejor dicho, ripios, mos y además no los vendían en Arquitecto, abandonó la carrera ripios que sonaban al último poeta las Fountain Soda, sino en unos apenas comprendió que dependía leído. Pero, antes, lo primero que carri tos rodeados de moscas, me del mal gusto de quienes lo con­ escribí cuando tenía catorce o dije: ¿Serás gilipollas, pagar la en­ trataban, y como a él lo que le quince años, lo mandé a La Co­ trada para luego sentirte un mise­ gustaba era la independencia, hizo dorniz, y lógicamente no lo publi­ rable? O sea, que a mí no me iba di nero como cons tructor de caron. lo que al parecer le gusta tanto a obras, se retiró y dedicó el resto cierto tipo de espectador: escapar de su vida a tocar la guitarra, a Nosferatu: Y en esa época, ¿ya un rato de la realidad. De verdad, pasear en bicicleta, a hacer foto­ ibas al cine? nunca he entendido el cine como grafias y a inventar cosas: los klí­ una evasión. nex, por ejemplo, los inventó él, Rafael Azcona: Dej é de ir. Y ve­ que siempre llevaba en el bolsillo réis por qué: el cine me asomaba Nosfera tu: ¿Cuándo recuerdas un roll o de papel higiénico. Bien: a un mundo donde los chicos ha­ tener consciencia ele que empie­ pues este señor, más o menos blaban con las chicas e iban j un­ zas a disfrutar con el cine? volteriano, el día que yo le pre­ tos a unos bares llamados Foun­ gunté si había Infierno, en lugar tain Soda y se tomaban unos he­ Rafael Azcona: La primera pelí• de responder sí o no, me dij o que lados enormes, y los padres inclu­ cula que yo recuerdo haber visto eso no lo sabía, pero que estaba so dejaban que los chicos llevaran es El signo de la cruz (The Sign seguro de que el Purgatorio era el a las chicas a su casa. Algo im- of the Cross; Ceci l B. DeMill e,

NOSFERATU 331J!JI···· 1932). Me ll evó a verla mi madre, y cuando empiezo a ir asiduamen­ de lo único que estoy absoluta­ que iba a misa aunque mi padre te, y para hacerme una culturita mente seguro es de que es mejor fuera republicano, y salí con los cinematográfica, es cuando Fe­ colocar la cortina de la ducha por pelos de punta después de ver a rren me p ropone escribir un dentro de la batiera que por fuera, aquellos cristianos devorados por guión. pero me atrevo a afirmar que los leones. A la segunda, años Bergman sería de verdad un gran­ después, me llevó mi padre, afi­ Nosferatu: ¿Cómo te seduce Fe­ de del cine si en lugar de hacer cionado a los toros: era una pelí­ rreri para meterte en esta aventu­ tanta trascendencia hubiera basa­ cula mej icana, ¡Ora Ponciano! ra? do su cin e en las mi serias que (4) se titulaba: el torero llevaba un cuenta en La linterna mágica, sus bigotazo y la cosa no me pareció Rafael Azcona: Me expli caba memorias. Eso se vislumbra un seria. Y la tercera, años más tar­ quienes eran Antonioni, Visconti, poco en F anny y Alexander de, la vi siguiendo a una chica que Fellini, Rossellini, y al principio (Fanny och Alexander, 1982), me gustaba: ella entró en un cine, me temí que fuera un cuentista porque ahí habla de lo que ha vi­ yo enh·é h·as ella, y vi Casablan­ con mucha fantasía; dejadme de­ vido y no de lo que ha fantaseado. ca en ese estado de estupidez cir que luego, cuando me llevó a ¿Y el daño que hi zo cuando puso transitoria que según Ortega y Italia, comprobé que era un hom­ de moda que las parejas, en lugar Gasset es el enamoramiento. Lue­ bre estimado e incluso querido de aburrirse como Dios manda, go, al llegar a en el año tanto por Fellini como por Anto­ se dedicaran a bucear en los moti­ 51, no recuerdo haber visto más nioni. Pero en Madrid eso no me vos que tenían para aburrirse tan­ cine que las carteleras de la en­ constaba, y como además Marco to, que es lo que pasa en Secre­ tonces Avenida de José Antonio. no tenía dinero, pues eso, no me tos de un matrimonio (Scener ur Pero colaborando ya en La Co­ fiaba demasiado de él: ya se sabe, elf oklenscop, 1973)? Pero, hom­ dorniz, para ganar un poco más al prójimo hay que amarlo, pero, bre, ¡si ya se sabe que lo único de dinero, le propuse a Álvaro de ¿y si el prójimo es pobre? Bien. malo del matrimonio es la convi­ Laiglesia una crítica de películas Pues como Ferreri, como admitís vencia! No sé, quizá los suecos con el tíhllo "Donde no hay publi­ en la pregunta, era un seductor de son así, culpa del frío que les cidad resplandece la verdad". Y, mucho cuidado con su cara de hace quedarse en casa ... Pero no, al revés que el viejo Azorín, em­ luna llena, su ingenua mirada azul, porque durante años los suecos pecé a ir al cine no para calentar­ su expresivo castellano salpicado se extrañaban del éxito de su me sino para pagarme una estufa de italiano, su expresión angélica compatriota en el extranj ero. Vol­ con el producto de unas críticas y su sentido del humor, me sedu­ viendo a sus memorias: ¿recordáis que ni eran críticas ni nada, por­ jo: con nadie me he reído tanto, y el pasaj e en París, en el que dice que se reducían a sacarle punta al yo, que soy muy agradecido a la que cuando iba a un encuentro argumento. Me da mucha ver­ hora de reír, no sólo me metí a in1portante ponía Le Fígaro o Le güenza hablar de esto, pero como escribir para el cine, cosa de la A1onde en el asiento del taxi, por­ se publicaban sin firma, no hay que no tenía ni idea, sino que ade­ que con Jos nervios se cagaba en­ manera de atribuirme aquellos dis­ más pretendí aprender a hacerlo cima? Y respecto a la trascenden­ parates. viendo películas, y así vi demasia­ cia, a la existencia de Dios y todo das a destiempo. Porque -sucede eso: donde esté una misa mayor, ¡( ... ) ya se sabe que lo también con la lectura- cada edad con mucho órgano, mucho gre­ tiene sus libros y su cine, y si no gori ano y mucho incienso, que se único malo del matrimonio los lees y lo ves en sazón corres quite El séptimo sello (Det sjun­ el riesgo de no comprender sus de inseglet, 1956). Y dicho esto, es la convivencia! méritos y sus valores, y puedes paso a reconocer mis limitacio­ llegar a la injusta conclusión de nes: soy incapaz de disfiutar de que están sobrevalorados. nada que no tenga los pies en el Nosferatu: ¿Nunca firmabas? suelo. Nosferatu: ¿Puedes poner algún Rafael Azcona: No. Álvaro de ejemplo? Sabemos que Ingmar Nosferatu: En cambio, te gusta Laiglesia había creado una sec­ Bergman no te cae especialmente mucho Woody Allen, que en oca­ ción que se llamaba "Crítica de la bien ... siones se comporta como un vida". Era una página donde se Bergman a la americana ... criticaba, siempre con humor, lo Rafael Azcona: Pero no es por que nunca se critica públicamen­ esa razón que digo, sino porque Rafael Azcona: Woody Allen, te: camisas, jabones, productos es un pesado con esa manía de cuando emula a Bergman, es poca alimenticios, etc. En cualquier ponerse trascendente: yo, como cosa. Una de sus mejores frases caso, aquello no dura demas iado, Conrad Hilton, el de los hoteles, es ésa que dice, poco más o me-

NOSFERATU 33 Ra fael Azcona y Morco Ferreri durante lo preparación de los negros tam bién comen 1 Come so no buoni i bionchi 1 Y'o bon les bloncs nos, que sí, que va le, que de acuerdo, que la realidad puede ser engañosa, pero que a la hora de comerse un bistec uno sólo lo en­ cuentra en la realid.ad. Hombre, una vez Gillo Pontecorvo, que ha­ bía probado el LSD, me dijo que la experiencia había sido cojonuda y me propuso colaborar con él para contarlo en un film: "Bueno" -le dije yo-, ''pero, ¿podemos dar­ le el LSD a la cámara?". Y, cla­ ro, me mandó a hacer puñetas.

Cuestión de gustos y amistades

Nosferatu: Volvamos al cine que Ira y se enfrenta con el malhe­ de los adjetivos porque le corres­ no te gusta. chor, ¿no? Pues bien: yo no pue­ ponden al director pero, los ponga do prestar atención a lo que suce­ quien los ponga, en cine ti enen Rafael Azcona: Vamos con el de en ese momento culminante: que ser mucho más precisos que cine americano, que según todas estoy preocupadísimo pensando en el teatro. las autoridades es el mejor. Abo­ que el caballo está mal atado y se rrezco el melodrama, con esos puede escapar en cuanto empie­ Rafael Azcona: Lo son. Lo son, personajes tan enteri zos y con ca­ cen los tiros". Y luego, se hab la porque una silla no se describe, se ras de no merecer lo que les pasa. mucho de que el western es cine­ muestra. No me interesa demasiado la co­ cine, con los grandes espacios, media elegante, con esas historias los caballos, los indios, las cara­ Nosferatu: Has hablado del cine donde la pareja protagonista ll ega vanas y todo eso que no cabe en que no te gusta. ¿Con qué pelícu­ a un restaurante, le dan la mejor un escenario, pero la verdad es las disfrutas? mesa y luego no prueba la comida que en cuanto aq uel carrusel se para poder hablar con la boca va­ para y los personajes empiezan a Rafael Azcona: En el americano, cía. Abomino el género tntculento hablar, el western es tan teatro re­ con casi todas las de Chaplin, -¡El silencio de los corderos tratado como cualquier otro géne­ Keaton, los Marx, Woody Allen ... (The Silence of the Lambs; Jona­ ro. Y ahora que caigo en la cuen­ El inglés tiene una ventaja: aunque than Demme, 1990)!-, cine para ta, ¿el teatro no es infuútamente no sepas qué película estás vien­ audiencias capaces de retroceder más libre que el cine? Porque se do, inmediatamente sientes, notas a su edad mental infantil, por mu­ levanta el telón, a un escenario que es inglesa .. . cha exégesis que le eche la crítica vacío sale un tío que dice: "Henos más sesuda. No me gusta el wes­ aquí, en Samarkanda" y ya estás Nosferatu: ¿Estás hablando de al­ tern, aunque ad mito que vi Pasión en Samarkanda. En cambio el gún tipo concreto de cine inglés, de los fuertes (My Darling Cle­ cine, para llevarte a Samarkanda, qui zás de las comedias de la Ea­ mentine; John Ford, 1946) en el si se lo puede pagar se va hasta ling? momento justo y todavía me Samarkanda, esté donde esté esa acuerdo . Hombre, hablando del ci udad, y si no, intenta reprodu­ Rafael Azcona: Hablo en gene­ western: en La brigada del som­ cirla a base de escayola. Sí, pare­ ra l, aunque las generali zaciones brero (Mullholand Falls; Lee Ta­ ce que el cine tiene el cul o mucho sean siempre arriesgadas. Pero, mahori, 1996) van aquellos poli­ más pesado que el teatro. sí, las comedi as de la Eali ng, ade­ cías, todos con su sombrero más, me divertían mucho. En puesto, a cometer una salvajada (... 1 soy incapaz de cuanto al fra ncés ... no sé, para más, y refiriéndose al paisaje uno mí resulta demasiado literario. dice: "Mira, esto es como el Oes­ disfrutar de nada que no Curioso: el Jacques Prevert de te". Y otro le contesta: "Nunca tenga los pies en el suelo. Paro/es me deslumbró, y en cam­ me gustaron las películas del bio sus diálogos en el cine me so­ Oeste: llega el sheriff al poblado, naban a fal sos ... Bueno, para ser baja del caballo, tira descuidada­ franco: yo, con el cine que mejor mente las riendas a 1111 palo que Nosferatu: Siempre has dicho lo he pasado, quizá porque lo vi hay en la entrada del saloon, en- que un gui onista debe prescindir en el momento justo, ha sido con

NOSFERATU 33 ••••••• las comedias italianas posteriores Aboul Mmy; Peter y Robert Fa­ todo el cuerpo, que es lo que ha­ al neonealismo, comedias despre­ rrelly, 1998) y alú el humor deja cían Chaplin, Keaton o Grou­ ciadas por la crítica de su tiempo, en mantillas al más chocarrero cho ... Bueno, hay una película claro. Hombre: recuerdo la per­ producido entre nosotros. Un mo­ española, Mauolito Gafotas (Mi­ plejidad de un critico francés, mento: también me gustan, y mu­ guel Albaladejo, 1999), en la que creo que del primer Express, ante chísimo, los musicales. Para ter­ -que es una ex­ Venga a tomar café con noso­ minar: a mí me gustan las pelícu­ traordinaria actriz también de tono tras (Venga a prendere il ca.fle ... las donde nadie se ponga pehllan­ y de gesto- se pega una carrera da noi; Alberto Lattuada, 1970). te, lo opuesto a lo que hacía y que es un prodigio de conmove­ Aquel hombre, fuera quien fuera, decía un director español que, dora comicidad: su director, en se preguntaba: "Pero, ¿cómo es cada vez que gritaba: "¡Corten!", lugar de confiar a un primer plano posible hacer erotismo de lo hó• se volvía a su equipo y proclama­ de una madre su conmoción al rrido?". Bueno, a Albetto Sordi, ba, convencido: "¡Con esto, a to­ reencontrar a un hijo perdido, la tan respetado ahora, lo trataban mar por el culo la Gran Vía, Ho­ echa a correr hacia la criatura en de bufón para abajo, ¡con la im­ lly wood y quién lo inventó!". plano general. ¡Y cómo corre presionante galería de personajes Adriana, dobladas las rodillas y de la sociedad italiana que ha deja­ Ahora, cuando escribo en con el culo bajo, para llegar antes do el tío! ¿Sabéis que en esas co­ a abrazarlo! medias no hay ni un polvo bien el ordenador y quiero echado? En cambio, en las ameri­ escaparme de lo que estoy Nosferatu: ¿Has conocido perso­ canas, Cary Grant y Rosalind nalmente a Woody Allen? Russell orgasman muy finamente haciendo, hago poemas. incluso en aquellos restaurantes Pero los hago Rafael Azcona: No. Es que no donde ni sin siquiera catan sus conozco a casi nadi e del cine, ex­ apetitosos martinis. impunemente, porque luego cepto a aquéllos con los que tra­ los borro con la tecla bajo. Una terhtlia de veterinarios Nosferatu: Eso es una conven­ es aburridísima y las de gente de ción ... erase, y en paz. cine también. (... 1 Los que no puedo Rafael Azcona: Por eso, a mí no Nosferatu: Volvamos a los cómi• me gusta. Cuando voy al cine con borrar, porque algunos cos que te gustan ... mi mujer, los sábados a las cuatro de la tarde, si puedo escojo una están impresos, son los del Rafael Azcona: Ya me he referi­ película española. Y si es una pe­ pasado, claro. do a Alberto Sordi. Algún día, un lícula donde yo pienso que habrá antropólogo que estudie la galería humor, mucho mejor que otra de personajes que ha interpretado, donde no lo haya. Si no es espa­ Nosferatu: Es una anécdota que encontrará ahí más verdad que en ñola, voy a ver otra en versión merecería ser de ... las películas que pretendían retra­ original, a ser posible inglesa. Si tar la sociedad italiana. En Vittorio es americana y no es de Woody Rafael Azcona: Es posible. In­ Gassman también hay momentos Allen, voy un poco por lo de la sisto: que conste que yo conozco fuera de serie. culhtrita y un mucho para que no mis limitaciones, y que segura­ me la cuenten. Porque si te pre­ mente hay películas de las que no Nosferatu: ¿Y Ugo Tognazzi, guntan si has visto American he podido disfrutar por culpa de con quien trabajaste bastante a Beauty (American Beauty; Sam mi escasa y caótica formación menudo? Mendes, 1999) y dices no, te la cultural, aparte de que esto de los cuentan, seguro. gustos es una cuestión tan perso­ Rafael Azcona: También. Com­ nal en el cine como en la literatura prendí que era un grandísimo ac­ Nosferatu: Por cietto, y sin áni­ o en la comida: yo, cuando digo tor viéndolo rodar. Cuando roda­ mo de contáttela, ¿te gustó? que no me gusta un plato, no es­ ba parecía que no estaba haciendo toy negando sus posibles valores nada, en lugar de sobreach1 ar in­ Rafael Azcona: Me ha gustado gastronómicos ni nutritivos. fraactuaba, pero luego, en pro­ mucho porque siendo comedia yección, rebosaba intens idad. tiene un humor de una dureza a la Nosferatu: ¿Qué opinión te mere­ Tognazzi era muy bueno, pero que nunca habría llegado el cine cen los cómicos? Sordi... Hay una película que se norteamericano si no hubiera vis­ llama C rimen en Montecarlo to el europeo. También he visto R afael Azcona: Para que me (Crimen; Mario Camerini, 1960), Algo pasa con Mary (Something gusten, tienen que trabajar con donde interpreta a un comendador

NOSFERATU 33 El poder de la mafia milanés con el pelo peinado hacia atrás, y completamente vestido de blanco. Está en Montecarlo y es uno de los sospechosos de un cri­ men que se ha cometido. El comi­ sario, que es Bernard Blier -otro gran actor-, lo interroga y Sordi está cagado de miedo: aunque no sea el criminal, tiene algo que ocultar sobre aquella noche. Cuando el policía le dice que se puede marchar, el júbilo del per­ sonaje al saber que es li bre es tal que se precipita hacia la primera puerta que encuentra, entra, vuel­ ve a salir y se disculpa ante el comi sario: "¡Es 1111 armario!". Sordi, en ese momento, es tan bueno como el mejor y ... iba a decir un disparate, pero ... Bueno, rias que, durante tlts primeros años Rafael Azcona: Ya lo he dicho pues lo digo: la escena es tan ex­ en Madrid, habías fi"ecuentado. antes: dependía del poeta que leía traordiJ1aria, en su genero, como en aquel momento. Yo no era un el com ienzo de Sed de mal Rafael Azcona: En la Gran Vía poeta, era una caja de resonan­ (Touch of Evil; Orson Wel les, de Madrid había un café, Montes­ cias. Ahora, cuando escribo en el 1958) en el suyo. toril creo que se llamaba, donde ordenador y qu iero escaparme de iban todos los del cine y aquél la lo que estoy haciendo, hago poe­ era aburridísima: sólo se hablaba mas. Pero los hago iJ11punemente, De la litcnlhn·a y algunas adap­ de contratos. Aparte de qu e las porque luego los borro con la te­ lal'ioncs tertu lias -hablo de las tertltlias en cla erase, y en paz. A veces se me general- existían porque en las ca­ escapa alguno y luego lo encuen­ Nosfe•·atu: Hemos hablado de tus sas hacía un frío glacial y la gente tro en el sitio menos pensado -la primeras películas, pero no de tus iba a los cafés en busca de calor carpeta de "Impuestos", por ejem­ primeras lecturas. Has citado a an imal, durante noches y noches plo-, lo leo y hasta puede suceder Baroja pero, en un a entrevista que allí no se decían más que lugares que no me avergüence de haberl o te hi zo Juan Cru z (5), tú afmna­ comunes, cosa lógica. Doy por escrito, pero lo borro, lo borro. bas textlta lmente que, a diferencia supuesto que ni siquiera Osear Los que no puedo borrar, porque de algunos de tus amigos de las Wilde sería ingenioso todo el rato. algunos están impresos, son los tertulias del Madrid de los 50, "no Pero, claro, se recuerda y se ala­ del pasado, claro. Cuando llegué a peregriné a casa de Baraja". ¿Por ba lo que se escoge a lo largo de Madrid, incluso los recitaba los qué? un montón de horas de charla: Jo­ viernes en el Café Varela en unas sep Pla, por ejempl o, habla de sesiones que se llamaban "Versos Rafael Azcona: Porque me temía ge nte que en Barcelona asistía a medianoche". El Café Varela era que el hecho de ir a ver a Baroja diariamente a tres tertulias distin­ muy acogedor. Yo estuve un mes no me iba a enriquecer. Antes tas. Lo que se practicaba mucho sin tener casa, porque se me ha­ también he dicho que tampoco he en las tertu lias era la maledicen­ bía acabado el dinero que traje de frecuentado a la gente del cine. cia, a veces enternecedora: al Logroño, fruto de la venta del Yo no he hecho vida con ellos y, Café Gij ón, otro ejemplo, iba un centenar de li bros que había re­ de la misma manera, jamás he ido señor que todas las noches reco­ unido, y me aseaba allí, en el a ver a un escritor sólo por el rría todas las mesas. En cada una café. Tenía unos servicios iJunen­ hecho de verl o. He conocido a se sentaba unos minutos y en to­ sos donde te afeitabas, te lavabas, aquéll os con los que he coincidido das decía lo mismo: "Yo vengo y hasta había un otorrinolariJigó• en los cafés, me he encontrado en aquí por vosotros, todos los de­ logo que pasaba consul ta grati s. alguna ed itori al o me han presen­ más son tmos imbéciles". Luego te sentabas en los divanes tado alguna vez, pero no he ido y esperabas que llegara la ge nte, y nunca en busca de nadie. Nosferatu: ¿Por qué pasas de es­ siempre había alguien que te pa­ cribir poesía a la prosa y por qué gaba un vaso de vi no, con su Nosfcratu: Antes hablabas con cambias tanto de es ti lo en tus pri­ tapa, o un café, con su tostada, y cierto desprecio de las te1tulias litera- meros poemas? la verdad es que yo escribía ver-

NOSFERATU 331Jf.l····· sos corno medio de vida, porque como Cerva ntes (Don Quijote), Cuerda la adaptación que yo había si te declarabas poeta tenías dere­ Val le-Inclán (Tirano Banderas), hecho de cho a ocupar una mesa aunque no Fernando de Roj as (La Celestina) (1 987), José Luis decidió que no consumi eras nada, un derecho o incluso Franz Kafka en esa ver­ había que tocarla. que se nos concedió cuando uno sión apócrifa de El castillo que es de los sedicentes poetas protestó La audiencia (L 'udienza 1 L 'Au­ Nosferatu: Volviendo a la litera­ an te el dueño porque el camarero dience; Marco Ferreri, 1971)? tura. Las películas basadas en tus le dijo que había que tomar algo, guiones suelen girar en la órbita y el dueño dio orden de que los Rafael Azcona: Tanto en el caso de la novela picaresca y de Kafka: poetas podían estar en el café sin de Vall e- Inclán como en La Ce­ es el humor del absurdo. Aunque tornar nada e incluso pidiendo lestina (Gerardo Vera, 1996) no sea un encargo, ¿te sientes más agua. ¡Joder, cómo uno no va a es que yo quisiera, es que me cómodo cuando adaptas a un es­ escribir versos a cambio de todo contrataron. Con lo que qui eren critor que te gusta? eso! Pero me retiré muy pronto, los guionistas no se va a ninguna de poeta, digo: en el café conocí a parte. En Estados Unidos no es Rafael Azcona: Tomemos el Antonio Mingote y le confesé que así. Hay un tío que lleva un guión, caso de Valle-Jnclán. Si a mí me años atrás había mandado unos que es, por ejemplo, Amel'ican hubieran propuesto adaptar Sona­ textos a La Codomiz, donde él Beauty, a una productora, le dan tas, yo habría declinado el encar­ colaboraba. Me animó a insistir, un dineral y además llaman a un go: no me rijo por autores, sino lo hice, y así pude dejar los ver­ director que no cambia nada y lo por obras. Kafka: yo le di mucho sos y volver al humor. rueda como está. Aquí eso no la lata con El castillo a Ferreri , y suele pasar -sobre todo que te den Marco, un día que consiguió un Nosferatu: ¿Es casual que hayas un dineral-, pero personalmente poco de dinero, vi no a buscarme acabado por adaptar al cine a al­ nunca olvidaré que cuando Eduar­ a Ibiza, de allí nos fuimos a Bar­ gunos de tus autores fa voritos, do Ducay le pasó a José Luis celona, y de Barcelona, en taxi para no perder tiempo, a Alh ama de Aragón, al bal neari o en el que pensábamos localizar la posada de los fu ncionarios: el sitio tenia algo no diré de kafkiano, pero sí de singular, y nosotros no queríamos retratar la novela, sino contar, a nuestra manera, la hi storia del po­ bre K. El parque del balneari o, en el que estaba enterrado en un tú­ mulo del tamañ.o de una pirám ide, lo cruzaba el ferrocarril Madrid­ Barcelona; del hotel de primera, con moquetas y lampadarios, pa­ sabas por una puerta al de segun­ da, sin alfombras y sin lampada­ ríos, y del de segunda pasabas por otra puerta al de tercera, en cuyos pasillos los bañistas econó• micamente se hacían las comidas en los pasillos; en un lago de agua caliente nadaban unos barbos enormes que te seguían a lo largo de la orilla pidiendo pan, y en ese lago, estando nosotros ya alojados en el balneario, un bañista perdi ó la dentadura postiza y la direc­ ción, muy seri a, hi zo venir a unos buzos de Zaragoza ... Bien: llegué a escribir un tratam iento, pero cuando pedimos los derechos, el dinero se le había acabado a Fe­ rreri pagando la cuenta del balnea- El bosque animado

•••••CJ NOSFERATU 33 Tamaño natural/ Grandeur Nature 1Lite Size rio, y por esta razón, por no po­ der comprar los derechos de El castillo, nos conformamos con hacer La audiencia. Bueno, ya me he ido de la pregunta otra vez. Resumamos: sí, adaptar un texto que te gusta puede ll egar a ser placentero; si no te gusta ... En mi caso, las escasas veces en que he incurrido en el error de compro­ meterme sin gustarme, lo he pa­ sado fatal: un a de esas veces tuve unas pesadillas espantosas y me despertaba a las cuatro de la ma­ drugada con los pelos de punta.

N osfera tu: ¿Recuerdas algún caso concreto?

Rafael Azcona: Sí, pero no os lo digo. En fin: suele suceder cuando la historia se desliza a lo dramático.

Nosferatu: ¿Como Pim, pam, pum ... ¡fuego!? setos; finalmente el cliente los re­ en el cine está sobrevalorado, cibe, y mientras se los pone gru­ todo el que puede lo mete, venga Rafael Azcona: No, no, ahí hay ñe: "¿Cómo es que Jehová tardó o no venga a cuento, y como alguna escena aislada, excesiva­ seis días en hacer el mundo y tú consecuencia el sexo se vulgariza mente dramática, quizá, pero toda has tardado seis meses en hacer­ y adocena con esa repetición cló• la película está traspasada de hu­ me unos pantalones?". El sastre, nica de posturas, gemidos, cabal­ mor. Bueno, no dil·é el título de la con un gesto despectivo hacia el gadas, ojos en blanco, saltos del que me ponía los pelos de punta, mundo, responde: "Mira el mun­ tigre ... Antes, con deshojar una pero si os empeñáis citaré algunas do ", y agrega, con otro gesto, flor en un torrente, ya se sabía que no me fue fácil escribir: ahora orgulloso, hacia los pantalo­ que los protagonistas habían fo­ L'estate (Paolo Spinola, 1966), nes: "¡Y mira esos pantalones!". llado; ahora no, ahora follan has­ Tarots 1 Angela (José María ta la saciedad, y como lo malo es Forqué, 1972), El poder del de­ que visto un polvo, vistos todos, seo (, El sexo y la mujer yo me aburro. Ahora bien, no 1975) .. . Pero eso no quiere decir creo que el sexo sea placentero y que no pusiera el alma en ellas, Nosferatu: Antes comentabas no problemático, que es lo que se porque dejando aparte cualquier que no habías visto ninguna pe­ da por sentado en vuestra pre­ otra consideración, yo lo que lícula italiana en la que aparecie­ gunta: ¿qué seria de los psicoa­ hago procuro hacerlo a concien­ ra un polvo bien echado. Todas nalistas? No, en seri o, parece cia. Escri bo cinco, seis, siete u las películas basadas en tus que s i el sexo no tuv iera s us ocho versiones de un guión antes guiones destilan una peculiar vi­ complicaciones, buena parte de de entregarl o: cuando escribía a s ión del sexo en las que éste la literatura universal no se ha­ máquina, para entregar ciento y aparece más como un problema bría escrito. Al menos eso es lo pico folios consum ía dos paque­ que como un placer. Tus perso­ que creo, y en consecuencia me tes de quinientos: nada sale a la najes son, por decirlo con térmi­ dedico más a contar lo que cues­ primera. Antes os decía lo mucho nos que también son tuyos, "pa­ ta ll egar a la cama que lo que en que me gusta En brazos de la ralíticos sexuales". la cama pasa. mujer m adura; bueno, pues como es un film más bien dramá­ Rafael Azcona: No diría yo tan­ Nosferatu: Eso, si llegan. Porque, tico, me costó lo mío escribirlo. to, aparte de que esos personajes por ejemplo, Michel Piccoli se lo ¿Puedo contar un chiste, para mí no son sólo míos, sino también y hace con una mui'leca en Tamaño ej emplar? Un judío le encarga sin duda en mucha mayor medida natural 1 G1·andeur Nature 1 unos pantalones a un sastre y el de los directores. Yo, personal­ Life Size ( Grandezza natura/e; sastre tarda seis meses en hacér- mente, lo que creo es que el sexo Luis García Berlanga, 1973)...

NOSFERATU 33 Rafael Azcona: Y no sin compli ­ Rafael Azcona: Perdón, estamos gente que se refugiaría en las em­ caciones, precisamente porque, hablando de cómo han tratado a la bajadas para no tener que enfren­ para tenerl as, le atribuye a la mu­ mujer la literah1ra y el cine, que tarse con esa libertad. i'íeca lo que él cree que es la per­ viene a ser lo mismo. sonalidad de la mujer. Y ya que estamos en esto, resulta que todas Nosfcratu: ¿Entonces, te parece La muerte y las Pompas Fún e­ las noti cias que tenemos sobre las que, a partir ele esa carencia, la bres mujeres nos las han proporciona­ mi soginia es casi inevitable? ¿Te do los hombres -los nove listas, consideras tú mismo un misógino? Nosferatu: Hay otro tema recu­ sobre todo, y en demasiadas oca­ n·ente en tu cine: la muerte. En siones de manera abusiva: ya se Rafael Azcona: ¡No, por favor, tus guiones, haces algo que en sabe que Flaubert estaba conven­ en absoluto, la misoginia qué va a Catalw1a ll aman "reírse del muerto cido de que él era Madame Bova- ser inevitable! Lo que pasa es que y ele qui en lo vela" ... 1)', lo que significa que le atri bu ía estoy ele acuerdo con la autora de a la pobre Emma su propia sen­ Paro/e de femme -siento mucho Rafael Azcona: Quiero hacer sualidad-. Por eso, cuando Ferreri no recordar su nomb re- y espe­ una precisión: yo hago irri sión no empezó a preocuparse por la mu­ rando que sean las mujeres, con ele la muerte, que es una cosa jer -no por su cond ición, sino palabras de mujer, quienes nos muy obscena, y por tanto, cuan­ por propio ser- yo le dije que de asomen a ellas, y no sólo don do menos se toque, mejor, sino eso no sabía nada y que era me­ Leon Tolsto i y compañía. En de la buena prensa que ba tenido jor que trabajara con una guionis­ cuanto a la que se me atribuye, la y que tiene. De verdad: si pudiera ta. Él insistió, yo transigí, y para misoginia, digo, debe estar funda­ contratar una pó liza con una documentarme fui a una estupen­ da en algunos ele los ti pos ele mu­ compañía que me asegurara qu e, da librería femi nista que había en jer que aparecen en los fi lmes que una vez muerto, se hacía cargo París y me llevé los li bros que he escrito, ti pos que en mi opi­ de mi cadáver a la mayor breve­ me recomendaron. Casi todos nión estaba n ahí y así los había dad y sin ningún respeto, impi­ eran más bien palabrerí a, pero creado la sociedad . (Salvando las diendo que nadie le dedica ra ni la uno, Paro/e de femme, creo que distancias, el e Baroja se decía menor pompa fúnebre, ahora mis­ se titu laba, me aclaró lo que yo también que era misógino, y sin mo me aseguraba. Qué asco, las intuía ele manera vaga, oscura: su embargo, en sus memorias don pompas fúnebres. Es lo que di ce, au tora venía a decir que en nues­ Pío dice y demuestra que le gus­ con política corrección, la dedica­ tro mundo el lenguaje es el e los taba más la compafl ía de las mu­ toria de ese li bro que he pu bli ca­ hombres, que son qu ienes han jeres que la ele los hombres. Estoy do, Estrafalario 1: "A las Pom­ cargado a las palabras del sentido en el mismo caso). Ahora bien, lo pas Fúnebres, sin cuyo concurso que ahora ti enen, y que como que no se puede afirma r alegre­ la lvfuerte no sería una cosa de consecuencia la li beración de la mente es que el trato entre los dos tanto lucimiento". Mi mue1te no mujer debería empezar por reci­ sexos sea un cami no de rosas; ya me interesa, no es mía, es proble­ clar el lenguaje. os recordaba antes que si así fue­ ma de los otros; así que cuando ra nos habríamos perdido mucha venga y menos moleste a los literah1ra, mu cha música, mucha otros, mejor. Lo que puede ser [. ..) de seHo se habla pin tura: no se crea desde la felici­ problema mío, si llega, es la en­ mucho, pero yo me temo dad, se crea desde el dolor; no fermedad, el dolor, la agonía ... todos los hombres ni todas las Pero la muerte .. . que si se levanta la veda, mujeres son deseables y deseados si llegara eso del amor justo por aquéllos a quienes en­ Nosferatu: En realidad, tú hablas cuentran deseables y desean; no más de los entierros que de la libre, habría mucha gente todo el mundo tiene la suerte de muerte ... Paco Rabal, qu e con la mirada que se refugiaría en las humedecía a las mujeres, o de Rafael Azcona: Es verdad, sí, embajadas para no tener Ava Gardner, que se pod ía penn i­ tenéis razón: véis, ah í soy cohe­ ti r el lujo de despreciar a los gran­ rente. que enfrentarse con esa des de la tierra. Y ya está bien de libertad. hablar tanto del sexo, c011o, que Nosfen1tu: Antes mencionabas la parecemos los socios de un casi­ dedicatoria de Estrafalario 1, que no de prov incias. Porque ele sexo lo es en realidad ele una de tus Nosferatu: ¿Y ni siquiera apren­ se habla mucho, pero yo me temo novelas, Los muertos no se tocan, des de las que tratas más íntima­ que si se levanta la veda, si llegara nene. Ése fu e el primer proyecto mente, de tu mujer, de hl hija? eso del amor li bre, habría mucha que tuviste con Ferreri , prohibido

·····I!•I NOSFERATU33 finalm ente por la censura; pero si Nosferatu: Hay un a forma de cuando trabajabas en ltalia , a la se lee hoy la novela, sigue tenien­ muerte, sin embargo, de la que no gent e de Jv/arc'Aurelio, la revista do toda la carga iróni ca y cómica te ríes: el sui cidio. Por ejemplo, humorísti ca de la que sali eron que le pusiste en los lejanos cin­ en La Grande Bonffe 1 La gran­ muchos de los guionistas de la cuenta. ¿Cómo es que jamás se de abbuffata (Marco Ferreri , "commedia al/a italiana", y algún convirtió en un guión, una vez 1973) o el de Agustín Go nzál ez otro de la talla de Federico Felli­ acabada la censura? en Belle Époqne. ni ... Al fin y al cabo, La Codomiz fue lo más parecid o que hubo en Rafael Azcona: Porque ahora la Rafael Azcona: Bueno, es que el España, y muchos de sus colabo­ gente no muere en su casa. Ahora sui cidio me merece un cierto res­ radores (tú, Min gote, Mari ano la gente muere en las clínicas y se peto. No es lo mismo morirse Ozores, Edgar Neville) también las vela en un a cosa que se llama porque lo decide la Providencia, pasásteis luego al cine ... tanatorio: ahí es donde podría ha­ muette que no tiene ningún méri­ ber una película: hay un a cafetería to, que morirse uno porque le da Rafael Azcona: Cuando entré en abierta toda la noche, y la gente la gana: Juan Belmonte, qu ien sin La Codomiz, aqu ella época de si­ se consuela allí de las irreparables ser filósofo, sino torero, se levan­ militud, de inspiración o lo que pérd idas; no es cosa que disputen ta un día, da una vuelta por su fuera, con A1arc'Aurelio y con o se den besos Eros y Tanatos, cortijo a caballo, se ducha, se otras rev istas italianas ya había pero allí la cosa ésa ele los entie­ pone una bata, se sienta ante una pasado. Sin embargo, gracias a rros puede convertirse en una ventana desde la que se ve el Mingote, que era el único que te­ fi esta, hay un jolgorio enorme, campo, y se pega un tiro, me me­ nía librería entre mis conocidos, con la excusa del dolor y el alco­ rece ese respeto que se debe a pude leer a humoristas italianos hol para superarlo aquello es una toda decisión personal. que yo ni siquiera sabía que exis­ juerga, y en ocasiones se confun­ tían. Por ejemplo, Giovanni Mos­ den los duelos y hay sepelios en ca, reaccionari o, y como conse­ los que nada ti ene que ver el cor­ Asuntos "codornicescos" y otros cuencia muy líri co, autor de No tejo con el muerto, ahí sí que hay paraísos es verdad que sea la muerte, y a una pe lícula. Comparado con el Marotta, de El oro de Nápoles tanatorio, el domiciliari o velatorio Nosferatu: Volvamos un poco (6), unos tíos que me gustaron de Los muertos no se tocan, nene hacia atrás. Nos gustaría que re­ mucho, tanto o más que el Wen­ pues, no sé, supongo que sería memoraras cómo era la redacción ceslao Fernández Flórez y el Julio una película vieja. de La Codorniz y si conociste, Camba anteriores al Glorioso Mo-

NOSFERATU 33 E •••••• vimiento Nacional. En cambio, y podría producir en España con el no tenía siquiera ll ave de la casa hablando de humoristas, lo con­ taconeo de todos los bailarines de que alquilaba. Y estaban las ex­ fi eso con un cielio rubor, nunca flamenco?- y cosas así. ¿Y yo? tranjeras, unas mujeres que me apasionaron ni Gómez de la Pues yo, en La Codomiz, estaba cuando las mirabas, en lugar de Serna ni Jardiel Poncela, que eran entre Pinto y Valdemoro ... .Por llamar al guardia, te sonreían, dos pelmas de mucha considera­ ejemplo: escribía sobre la grande­ algo que yo jamás había visto en ción: Ramón porque la genialidad za del hombre, portador de valo­ mi España peninsular. Porque, se era a fuerza de perseguirla con lu­ res eternos, capaz de levantarse a diga lo que se diga, a las espafío• gares comunes, y Jardiel porque las seis de la mañana, ponerse las de entonces les gustaba que lo único que le impor1aba era ser unas botas, un uniforme y una las piropeasen, pero no que las original. Y aquí volvemos a lo del porra, y echarse a la calle para mirasen a los ojos. Coño: yo re­ humor de los ci udadanos de dere­ tener cuidado de un dinero que no cuerdo haber visto, sentado en chas -Fernández Flórez, estupen­ era el suyo y que, por defenderlo, una terraza de la Glorieta de Bil­ do ejemplo-, corrosivo y respeta­ podía liarse a porrazos con riesgo bao, la jocunda reacción de una do durante la República, y que de la propia vida. "A ver" -pre­ señora a la que un bárbaro le es­ cuando llegaron los suyos -Fran­ guntaba yo-, "¿qué langosta, o petó -por encima de la oreja, co- la censura lo condena al liris­ qué caballo, o qué ternera es ca­ porque los piropos se decían a mo. Volviendo a La Codorniz en paz de hacer lo mismo?". hembra pasada; ningún macho la que yo colaboro. Sí, todavía tenía cojones de decirlos cara a publica a autores italianos que ve­ los paraísos eHisten sólo cara, porque entonces ellas lla­ nían de Marc'Aurelio o de sus al­ maban a un guardia- esta barbari­ rededores: Don Venerando, un para perderlos. dad: "Estás como una cucara­ tipo que convertía en un follón cha: ¡para matarte a polvos!". inextricable la más inocente de las En cambio en Ibiza nadie decía preguntas, o aquel padre severísi• Nosferatu: Hay un tema que nos piropos, la gente se relacionaba mo que levantaba a bofetadas a su quedó un poco orillado: el de tu mirándose a los ojos, y además hijo a las cuatro de la mañana, y paraíso personal, que fue Ibiza. los periódicos llegaban con varias cuando su esposa le preguntaba Allí llegaste a principios de los cin­ fechas de retraso y el teléfono qué había hecho el chico, su ma­ cuenta, estuviste mucho tiempo, funcionaba fatal: o sea, que uno rido le decía: "¡Durmiendo a las regresaste posteriormente, ya en se sentía libre. ¡Qué sitio, Ibiza, cuatro de la maíiana, en lugar de los sesenta, en la época de la Es­ en aq uellos años ... ! Había un estudiar la matemática!", o aquel cuela de Barcelona, cuando inten­ húngaro, Miska, que sólo tenia personaje que un simple cambio tabas encontrar localizaciones para un pantalón, una camisa, unas al­ de una palabra en el texto más una película de Jacinto Esteva ... pargatas y un foulard que se po­ convencional lo convertía en una nía sólo cuando lo invitaban a soflama: alguien toca el timbre, Rafael Azcona: Fui a Ibiza todos una fiesta. Como en verano la abre el ama de casa, y el tío que los años desde 1952 hasta que me colada se secaba enseguida no ha llamado, en lugar de decir "soy casé, en 1964; luego volví con mi tenía necesidad de más, y en in­ el inspector del gas" dice "soy el mujer y mis hij os, y también con vierno se las arreglaba con una impector de bragas". En La Co­ Jacinto, pero ya sólo de visita. Fui capa de la Benemérita que le ha­ dorniz nos reuníamos una vez al allí porque costaba poquísimo, al­ bía regalado un guardia civil reti­ mes para comer, pero a quienes quilabas una casa muy pobremen­ rado. Con este húngaro, cuando traté fuera de la rev ista fue a An­ te amueblada, pero que tenía todo no ligábamos -o sea, siempre­ tonio Mingote -a quien nunca le lo necesario, y era muy barata. cantaba yo de madrugada y en agradeceré bastante el haberme Luego, siempre había algui en que medio del Mediterráneo cancio­ salvado de la poesía-, a Tono te invitaba a tomar copas en un nes de su tierra: él decía la letra, -una persona que te alegraba el barco, porque los que tienen bar­ se la supiera o no, y yo le hacía el día si te lo encontrabas por la ca­ co, si no invitan a nadie, es como contracanto. Ninguna preocupa­ lle-, a Enrique Herreros -que me si tuvieran un cuarto de baño. Yo ción respecto al día siguiente: a la ll evaba en sidecar dando tumbos campaba con las colaboraciones hora de comer, el sol y el mar ya por los baches de Madrid- y oca­ en La Codomiz, y aunque se co­ habían disipado la resaca. Y digo sionalmente a Chumy y a Munoa mía fatal y se bebía igual de mal yo: ¿de donde viene esa idea de -con los que me reí mucho-. Vol­ -había un trago local, hecho a que es mejor sufrir que gozar? vamos a la revista. Alvaro de Lai­ base de absenta, que te fulminaba ¿Por qué tiene tan mala prensa el glesia le imprimió su sello, no pu­ en el acto y sólo costaba una pe­ placer? Y conste que también fue blicaba nada que no le gustaba, y seta-, todo el resto lo compensaba para mí un placer uwlvidable escu­ a él lo que le gustaban eran "las con creces: andaba en bicicleta y char los maravillosos silencios de ocurrencias" -¿cuánta energía se nunca cerraba la puerta; es más, aquella Ibiza, tierra adentro ...

•••••NOSFERATU 33 Nosferatu: O sea, que tú también te fastidiaste y dijiste que sí: pri­ HISPANO FO)(fll.M, S.A.E. mero a Ferreri, y con él al cine, y FERNANDO FER NANGO MEl luego a tu mujer y al matrimonio, ____ ,., con lo cual se terminó el paraíso ibicenco ...

Rafael Azcona: Los paraísos existen sólo para perderlos.

Nosferatu: ¿Y qué hay de tus aventuras isleñas con Jacinto Es­ teva?

Rafael Azcona: Conocí a Jacinto a través de Ricardo Muñoz Suay, y aunque yo no entendía nada ele lo que decía, cosa que le pasaba a todo el mundo, me encontraba muy cómodo con él, porque Ja­ cinto hablaba poco, yo creo que hablaba lo imprescindible. Una noche, en Boccaccio (7), me ha­ bló de hacer una películ a. Luego vinieron otros problemas, sobre los que ya hemos tenido opOiiuni­ dad de hablar (8), como la pater­ nidad del proyecto que habría de ser El anacoreta 1 L'Anachorete ( 1976) y que antes había sido una histori a mía publicada en La Co­ dom iz .. . Pero en fin, Jacinto era un diletante con mucho talento, y Ricardo, que quería corresponder con él por el periodo en que había que la habíamos encontrado; en­ excursión parecida a los Estados sido su empleado en Filmscontac­ tramos, y en el porche de una Unidos, y allí, ojeando las fotos to, la productora de Esteva de la casa payesa -nunca supe si la cal a de un número de Playboy me topé que ya por entonces se había se­ era o no era propiedad del padre con la crítica de una película que parado, le propuso producirle una de Jacinto- había unos tíos en pe­ se llamaba More (More; Barbet películ a sobre un argumento que Iotas duchándose con una regade­ Schroeder, 1969), que, por lo que Jacinto había comprado en la ba­ ra, y otro, pequefiito, con unos decía aquella crítica, estaba basa­ rra de un bar, una noche de bo­ mocos verdes sa liéndole de la na­ da en la idea que le habían vendi­ rrachera. El proyecto se llamaba ri z, ali ñando en una palangana una do a Jacinto en un bar. No sé qué "Ícaro", iba de uno que quería vo­ inmensa ensalada: cuando aquellos habrá sid o de aquel guión, escrito lar, y Jacinto tuvo la feliz idea de hombres, que por cierto nos ofre­ en circunstancias tan poco con­ que nos fuéramos Jos dos a Ibiza cieron vino blanco helado, consi­ vencionales. a escribir el guión sobre las locali­ guieron entenderse en catalán con zacio nes que encontráramos ... Jacinto, resultó que eran unos ca­ Nosfer a tu: Nosotros tenernos Total, que recorrimos la isla en un pell anes que como no tenían dine­ una copia; si qui eres, te la pode­ Citroen 2 CV, bebiendo cualquier ro para ir de vacaciones a un ho­ mos pasar. cosa menos agua -sobre todo Ja­ tel se habían convetiido en oku­ cinto, que además conducía-, y pas avanl la lellre. Tuvimos mu­ Rafael Azcona: (dudando) ... No, all í nos pasó de todo. Por ejem­ chos encuentros más o menos mejor no. A lo peor me llevo un plo, una mañana temprano Jacinto parecidos a éste, pero después de disgusto ... Yo, en cuanto cobro, se empeñó en encontrar una cala unas semanas vagando por la isla rompo lo que escribo. que, según él, era de su padre, y yo volví a Madrid, escribí el después de dar muchas vueltas, guión, se lo mandé a Ricardo y Nosfer atu: Esa práctica es terri­ hacia las dos de la tarde, decidió me fui con unos italianos en otra ble, sobre todo para hi storiadores

NOSFERAT U 3 3 1f~.t:~~···· como nosotros, que muchas ve­ voy a esos sitios, excepto a las ca­ pensar que el guionista es una es­ ces querríamos poder cotejar la taratas del Niágara. Por ej emplo: pecie de mecanógrafo que anota y película, una vez hecha, con el cuando estábamos preparando La pone en orden las ocurrencias del guión que le sirv ió de base ... audiencia, Ferreri y yo estuvimos director. Pues no. Los guionistas yendo todos los días, durante va­ inventan la hi storia a la vez que la Rafael Azcona: Bueno, una vez rias semanas, al Vaticano; enton­ estructuran para el cine. Sí, a ve­ le gastamos una broma a aquel ces se podía subir al techo de la ces se parte de una id ea, y suele gordo, el fundador de la Cinéma­ basílica y a la cúpula, y Marco, suceder que cuanto más deslum­ theque francesa, He nri Langlois, que pesaba lo suyo, la subió con­ brante parece, menos valor tiene: que andaba siempre con aquella migo varias veces. Qué maravill a, porque apenas uno intenta desa­ secretaria suya .. . hacían una pa­ Roma a nuestros pies, etc. Pero rroll arla se viene abajo. A m í, per­ rej a tan dive1t ida. Estábamos con nosotros, de la misma manera que sonalmente, lo que mej or me va Ferreri en Cannes, y La nglois, K. quería llegar a El castillo, lo es reunirme con un director dos que siempre pedía a los directores que queríamos era entrar en el Va­ horas diarias durante dos o tres gui ones de trabaj o, con anotacio­ ticano, no en la basíl ica, y un día, meses y habl ar con él de todo nes de rodaje, le pidió uno a Fe­ armados de valor, echamos a an­ menos de la películ a, sin miedo a rreri , y Marco y yo nos dedica­ dar hacia una puerta, y el guardia decir tonterías: luego, un día, nos mos a falsificar uno, con tacha­ sui zo que la custodiaba nos cerró encontramos con un argumento y duras, manchas de sangre, de co­ el paso con la alabarda. "¿Por qué unos personaj es que se tienen de mida y de semen ... Recuerdo que pie, y yo escribo no un tratami en­ incluso le pusimos vell o púbico (... ) la historia se escribe to, sino una cosa que podríamos entre las hojas ... No sé si estará llamar pre-guión que tolera todo en la Cinématheque, pero nos di ­ para hacer verosímil el tipo de modi ficaciones y que, sin vertimos mucho, eso sí. nnal, no para plantearle embargo, serviría para hacer el presupuesto de la películ a. De lo dudas al lector oa l que soy incapaz es de empezar a A pr·opósito del guión, final­ espectador: quiladle a una escri bi r sin saber cómo termina la mente histori a: creo que la novela, y por novela las últimas diez tanto el cine, son dogmáticos: la Nosferatu: Detrás de todo lo que páginas y los últimos lústoria se escri be para hacer ve­ ll evas hablado, hay en tu discurso rosímil el final, no para plantearle las dotes inmensas de un extraor­ cuarenta metros a una dudas al lector o al espectador: dinario observador de la vida ... película, y veremos lo que quitadle a una novela las últimas diez páginas y los últimos cuaren­ Rafael Azcona : M uc has gra­ pasa. ta metros a una película, y vere­ cias ... mos Jo que pasa. Quede claro que hablo de mí, de mi manera de tra­ Nosfer a tu: ¿T e ide ntifi cas con no se puede enh·ar? ", le preguntó bajar, algo de lo que no se habla esto, crees que como guioni sta Marco en italiano. Y el suizo, con mucho en los libros sobre guio­ eres ante todo un buen observa­ mucho acento, respondió: "Casa nistas, ni siquiera en el último que dor de la vida? privada". Y seguramente no había habéis publicado (9). leído a Katka. Rafael Azcona : Hombre, s i no Nosfer atu: B ueno, es que no re­ nos ponemos demasiado seri os, Nosferatu: Cuando trabajas, ¿sue­ sulta fácil. Por lo general, los es­ pues sí, debo reconocer que me lo les encontrar ideas motoras que ti­ critores no parecen propensos a he pasado muy bien viendo, obser­ ran de todo el guión? Porque hay contar de qué manera les viene la vando, viviendo. En las terrazas de algunos libretos que son encargos insp iración, aunque hablen mucho cualquier ciudad del mundo, en el o adaptaciones, pero la mayoría de métodos de trabajo ... autobús, en los cafés de antes, en parecen salir de tu inspiración ... los trenes ... En el avión no, que no Rafael Azcona : La inspiración ... se oye nada de lo que se dice atrás Rafael Azcona : Vamos con los No sé. Un endecasílabo se hace ni delante, y además la gente va guiones que no se basan en un en un plisplás, y qui zá si el poeta más o menos acojonada aunque di­ texto previo. De la misma manera está inspirado hasta le sale cojo­ simule. Yo, al museo, a la sala de que hay gente -i_ncluso cinéfilos, nudo: " ... polvo seré, más polvo conciertos, a la catedral y a las ca­ incluso teóri cos, incluso críticos­ enamorado". Pero un guión, en el tm·atas del Niágara, prefi ero la ca­ que creen que lo que dicen los que, entre otras cosas, con viene ll e. Bueno, no soy tan original: la personajes se les está ocurriendo calcular las semanas de rodaje, el verdad es que de vez en cuando a los actores, también se suele repa1to y las estaciones del año ...

····E~·· NOS FE RATU 3 3 Suspiros de Esporia (y Portugal) no sé, no veo yo que sea un pro­ blema de inspiración. Volvamos a hablar de uú, que es de lo que se trata, y pongamos como ej emplo Adiós con el corazón... , a punto de estrenarse, la última película que he escrito. Nace como con­ secuencia de otras dos -Suspiros de España (y Portugal) (1995) y Siempre hay un cantino a la derecha ( 1997)-, esa serie de epi­ sodios popul ares, no nacionales, en la que estamos metidos José Lui s García Sánchez, José María Calleja, Juan Echanove, Juan Luis Gali ardo y yo mismo. ¿Qué hace­ mos?, nos preguntamos García Sánchez y yo. Y tomando José cinco minutos del fi lm: a la puerta noche y tomamos copas, yo me Luis numerosos tés, y yo otras de su apa1tamento ll ama una mu­ acuerdo de algo que he escrito en tantas copas de Rioja, hablando chacha, fruto la chi ca de una rela­ La Codomiz sobre un tipo que de las cosas de la vida, tanto de ción de los tiempos en que él era decide encerrarse en el baño de las que hablaban Jos periódicos un atleta sexual ... "¿Tú no cono­ su casa. Y de ahí sale la película. como de las que teníamos noticia ciste a 11/W bailarina cubana, del directa, nos contamos una hi sto­ ballet de Alicia Alonso? Mira, Nosferatn: También serviría el ria más o menos esperpéntica, aquí está la foto". "Sí, ése soy ejemplo de Dillinger ha muerto más o menos picaresca, más o yo, tocando la pandereta en una (Dillinger é morto, 1969), la pelí­ menos sai netesca, más o menos estudiantina, y ésa, por lo que di­ cula de Marco Ferreri en la que patética, montada, eso sí, sobre lo ces, es tu madre... ¡Pero yo sólo no constas acreditado, pero que el que está pasando en nuestro país: pasé una noche con ella!". La propio director, antes de morir, Que viva España, como en Espa­ chica tiene su documentación en reconoció inspirada en una idea ña ni hablar, pero cuando un gi­ regla: "En Toledo. Y co1110 ella tuya ... golo envejece y no cumple, pues era virgen, echándole poesía a la eso, al asil o, como cualquier an­ cosa la llevaste al Tajo, le metiste Rafael Azcona : Bueno, sí, es lo ciano que ya no tiene ningún va lor la mano en el agua, y la animas­ mismo, es que La Codorniz, qui zá como fuerza de trabajo. te: '¡ Aprieta el puño, éste es el como el Marc'Aurelio italiano, te corazón de España!"'. Bien, de permitía inventar muchas cosas, Nosfera tu: Parece que os empe­ aquí sale la historia: de un hombre y siempre sin pretensiones litera­ ñárais en coger al pobre de Ga­ a quien se le complica la v ida, y ri as. Bueno, pero, ¿por qué escri­ liardo y meterlo en bretes de ligón de cómo todo Cristo, al verlo vul­ bo yo un cuento sobre un tío que patético: ya lo habíais hecho en E l nerable, abusa de él. Otro ej emplo se encierra en un retrete? Pues vuelo de la paloma (José Luis que me hace poner en duda eso porque estoy convencido de que García Sánchez, 1989) ... de la inspiración en el cine, al me­ hoy el retrete es el único lugar en nos en el que yo me gano la vida el que se puede leer tranquil o el Rafael Azcona: Eso es cosa de desde hace casi cincuenta ai'íos, periódico. Claro que una vez que él y yo me descubro ante su ta­ es E l anacoreta 1 L'Anachorete: has encerrado al tío, si no metes lento: el galán que no descubre a Paco Molero le dice una noche a en el retrete un montón de gente tiempo que se ha convertido en Juan Estelrich que Alfredo Matas aquello es un aburrim iento: en el señor mayor, va de culo, y ade­ necesita una película española de El anacoreta había más tráfi­ más te ñido. En eso, Marcello para poder importar cine america­ co que en vuestra plaza de Catalu­ Mastroianni fue un maestro, un no; si Juan se compromete a diri­ ña un viernes a las dos de la tar­ tipo lú cido... Bien, tenemos al gir un spaghetti westem que cues­ de. Justificado, eso sí. personaj e que vive en soledad con te menos de 14 millones de la un gato. Al comenzar el film, la época, la cosa está hecha. Yo, Nosferatu: Una vez que has ex­ muj er que los mantiene -a él y al metiéndome en lo que no me lla­ plicado cómo nace un guión, hay gato- le retira el subsidio vista su man, le digo a Juan que con aquel que preguntar cómo acaba. ¿Qué inoperancia en la cama. Sobre dinero sólo puede hacer un wes­ ocurre cuando ves la película que esta catástrofe, al protagoni sta le tern, spaghetti o no, que se desa­ se hizo sobre un libreto tuyo? ¿Te cae otra, siempre en los primeros rrolle en un retrete, y como es de llega a sorprender por algo?

NOSFERATU 33 Rafael Azcona: En este asunto nos. ¿Te verías capaz de trabaj ar Mario Monicelli en una película de aplico e l mis m o bare m o que dentro del sistema americano? sketchs (11) y le hicieron una cuando voy al cine: si me gusta la huelga, incluido Vittorio de Sica, película, le digo a mi mujer: "Está Rafael Azcona : No, entre otras que entonces, era hacia 1963, ro­ bien", y si no me gusta, me que­ cosas porque no ha blo inglés . daba con Sofia Loren, la mujer de jo: "¡Jo, qué manía ésta de venir Pero debo reconocer que si inm e­ Ponti, L os secuestrados de Alto­ al cine!". Y nunca creo que el diatamente antes de nacer me hu­ na (1 sequestrali di Altana, 1962) director lo ha hecho bien o mal, bieran preguntado qué quería, si en Austria. Entonces Ponti llegó a no soy pm1idario de separar los ser hijo de Dionisia Azcona, sas­ un acuerdo con Monicelli, y a distintos trabajos que participan tre de La Rioja, a quien entonces cambio de suprim irle el episodio, le en una película, jamás me fijo en no conocía aún -por lo cual nadie financió una nueva película, y en si la música es buena o mala, por­ puede llamarme descastado-, o de paz. Aunque Ponti es milanés, él que no sé cómo se hicieron las Tom Herrigan, taylor (sastre) de seguía la escuela napolitana: tú me cosas. Sinceramente, no puedo EE.UU., habría dicho "Herrigan", das una cosa a mí y yo te doy otra entender cómo los críticos podéis porque hacie ndo lo mismo que cosa a ti, y olvidemos el pasado, hablar del guión de una película hago ahora hubiera ganado más sistema que en Italia siempre ha sin haberlo leído ... Y lo digo aun­ dinero trabaj ando mucho menos. funcionado maravillosamente. que a mí, personalmente, la críti­ Pero a lo que vamos: nunca me ca siempre me ha tratado bien, propuse trabajar en EE.UU., y si más allá de algún incidente aisla­ escribí allí tres películas y media Autores do ... Una vez un crítico del diario -Un a esposa a m ericana (Una Pueblo, que siempre me trataba moglie americana 1 Mes f emmes N os fe ratu: Volvam os p or un mal, incluso cuando hablaba bien américaines, 1965), M alos p en­ momento hacia tu relación con de la película, me pegó una hos­ samientos (Fischia il sesso (Ins­ a lgunos cineastas comúnmente tia, que así las gastaban aquellas tant-Coffee), 1974) y otra con considerados autores y a ciertos gentes entonces: estábamos en un Rita Tushingam que no me acuer­ recursos que seguro que tenías bar, lo reconocí, me acerqué para do cómo se titulaba-, fue gracias que tener en cuenta cuando tra­ preguntarle por qué la tenía toma­ a Igi Polidoro, un director italiano baj abas con ell os. La defmición da conmigo, y c uando le dij e hijo de una familia veneciana rica, que hacías de los actores que quién era me soltó un guantazo, que había hecho muchos docu­ trabajan con todo el cuerpo pare­ sin más palabras; otro, de Arriba, mentales para las Naciones Uni­ ce una reivindicación del p lano no me podía ni ver. ¿Por qué? das, y que tenía la mm1ía de vivir general. Porque según él yo había tomado en Nueva York y de casarse con a chacota el sufrimiento de las mujeres americanas, y que para Rafael Azcona: Se ha dicho mu­ madres de los toreros. Pero vol­ vivir en Nueva York se inventaba cho que el estilo de Berlanga se vamos a vuestra pregunta, que si películas que sólo se podían rodar basa en la utilización del plano­ no recuerdo mal planteaba el pro­ allí. secuencia, pero Luis era uno de blema de la fi delidad al guión, que los directores que m ejor montaba según se dice, es lo más impor­ Nosferatu: En tu etapa italiana, en este país. Sus pri meras pelícu­ tante de una película. Y dos hue­ ¿cómo eran tus relaciones profe­ las están mon tadas como D ios, vos duros: en un proyec to de siona les con los productores? con una agilidad y con un ritmo film, lo primero que se sacrifica a extraordil1arios. Quien acredita e l la hora de financiarl o es el guión Rafael Azcona: B uenísimas. A plano-secuencia en España es Fe­ si se estima que es oneroso: se los primeros, con los que hice va­ rreri, que lo ha aprend ido de An­ quitan dos semanas de rodaje en rios fi lmes, Alfonso Sansone y su tonioni, y que lo usa porque como el presupuesto y listo. Por eso me socio, Em ico Kossccisky, los re­ no sabe montar lo 1i bra de la pej i­ extraña tanto que la crítica juzgue c ue rdo m ás q ue pro ductores guera de la moviola. Porque M ar­ el guión sin leerlo y sólo por lo como amigos. Quizá por eso tuve co, en Italia, en el cine lo había que ve en la pantall a. Y esa crít ica a lgún problema para cobrar. Lue­ hecho casi todo -guionista, actor, al guión no sólo pasa aquí, sino go, con Cario Ponti, excelentes, y productor, vendedor de obj etivos-, en todas partes, porque apañados además s i11 problemas económi­ todo excepto montar. Ahora, eso estarían los críticos si antes de cos. A veces cometía tropelías sí: B erlanga los planos-secuencia ver una película tuvieran que leer -entre otras, L'uomo d ei cinque los rueda de forma m ag istra l, el guión, la pa11itura musical, etc. p a Uoni, un film de Ferreri que yo cons igue que ha biendo tre inta había escrito, lo dejó reducido a personajes en escena, moviéndose Nosfeutu: Hablabas antes de que un sketch (1 0)-, pero era simpati­ al m ismo tiempo que se mueve la habías trabaj ado en Estados Uni­ quísimo y además las compensa­ cámara, cada uno de ellos esté dos, pero con productores italia- ba: una vez quitó un episodio de justo de lante de ell a en el momen-

·····~· · N OSFERATU 33 Adiós al mu cho

to de decir su fra se y dejando Rafael Azcona: No sé, eso salía Con Berl anga ocurrió que un día, como fond o la algarabía de los para eludir el plano y contraplano, mucho antes de Todos a In cár­ demás. En Nacional Ill (Lui s que es tan aburri do, y no pensá­ cel ( 1993), estábnmos trabajando García Berlanga, 1982) hay un o bamos en las dificul tades técni cas en la cuarta entrega de los Legui ­ de esos planos-secuencia en el que podrían presentarse en el ro­ neche, qu e él quería hacer a partir que unos personajes que van a los daje; en el gui ón se pone "simultá­ del final de la Un ión Soviéti ca y la toros, cad a tillO con un problema neamente" después de cada ac­ apari ción de los fa miliares de los -el marqués espera saluda r al Rey, ción parti cul ar, y li sto. zares. Yo me cansé y le dije: su hijo quiere meterle mano a la "Luis, me parece que estamos mujer de un primo, la muj er del Nosfcratu: El hecho de dejar de comando siempre lo mismo. Lo hijo no acepta el asiento que le trabajar con Berl anga, con Ferreri mejor será que I IÍ trabajes con ofrecen, un criado pretende ir a la o con Carlos Saura, ¿se debió a guionistas j óvenes y que yo me plaza en la baca del coche-, y jus­ problemas personales o a un ago­ busque directores más jóvenes to cuando van a sal ir a la ca ll e tamiento de la relación que mante­ que yo". Todo eso sin reñi r, ni ll ega un cura de pueblo aspirante níais? nada. Y con Saura, un día me in­ a la capell anía de l palacio -"Vale, vitó a comer a un buen restauran­ que lo duchen ", dice el marqués Rafael Azcona: No. Con Marco te de Madri d, Jockey, y sa liendo de Leguineche-, y el coche arran­ ocurri ó lo que ya comentarnos, ele comer le elije que le agradecía ca, pero en la puerta le cierran el que él se empezó a preocupar por la comida y todo lo demás, pero paso unos agentes ejecuti vos que el ser de la mujer, y yo ahí 110 que ya no tenía ganas de seguir vienen a embargar porque la fami - podía seguirlo, pero antes de se­ trabajando con él, porque no me 1i a no ha pagado los impuestos pararnos hi cimos La Ílltima mu­ sentía cómodo. No obstante, vol­ desde el año 3 1. . . "Negligencia, jer (L'ultima donna 1 La dem iere vimos a colaborar en ¡Ay, Car­ sí" -admite el marqués-; "malicia, fennne, 1976) y escribí el argu­ mela!, que era una películ a de ninguna", precisa. Y todo en el mento ele Adiós al macho ( Ciao productor, o sea, de encargo: An­ mismo plano. maschio 1 Réve de singe, 1978), drés Vicente Gómez había com­ pero luego 11 0 volví a trabajar con prado los derechos de la obra tea­ Nosfcratu: Cua ndo escribías él hasta Los negros también co­ tra l ele Sanchís Sinisterra y me guiones para Berlanga, ¿tenías en men 1 Come sono buoni i binn­ encargó que le hiciera un trata­ cuenta esos recursos técnicos? chi 1 Y'a bon les blnncs ( 1987). miento para adaptarl a al cine, y

NO SFER ATU 33··~~~~···· ese tratamiento fue la base del dad, que suele ser siempre la se­ obras teatrales. Participó de las aventu­ guión que luego escribí con Sau­ riedad del burro. Un día estaba yo ras hispanas en el Hollywood de los ra. No sé ... A lo mejor dejé de en una tabernita, era al comienzo primeros tiempos del sonoro y fue tam­ bién prolífico guionista (entre 193 1 y trabajar con Carlos porque decidí de mi estancia en Madrid y por lo 1976). que le rehuía el humor, pero pue­ tanto, como no tenía ni un duro, do estar equivocado, o quizá su era un lugar en el que se comía 3. Pedro Beltrán (Cartagena, 192 7), humor, si es que lo tiene, estaba francamente mal. Había allí un guionista, experto taurino y poeta, ha reñido con el mío ... Pero eso no matrimonio con una niña majísi• desarrollado una carrera intermi tente en quiere decir que Saura no sea uno ma, de unos once años, encanta­ el cine. Se recuerdan especialmente al­ gunos de sus guiones para Fernando de los mejores ojos del cine espa­ dora, y cuando les trajeron la car­ F ernán-Gómez (El extraño viaje, ñol. Carlos viene de la fotografia ta la niña dijo: "Yo, e~párragos 1964; Mambrú se fu e a la guerra, y eso se nota. En cualquier caso, con mayonesa". Y el padre, con 1986). durante un tiempo lo pasé muy ese tono de gravedad que digo, le bien trabajando con él y tomando dijo admonitori o: "Los espármgos 4. Film dirigid o por Gabri e l Soria los buenísimos martinis que nos siempre son con mayonesa". ¿Qué ( 1936) y protagonizado por el torero Jesús Solórzano, quien interpretaba al preparaba Geraldine Chaplin, su pasó con esa niña cuando se ente­ Ponciano del título. esposa de entonces, una mujer ró que también los hay con vina­ admirable, la única actri z que co­ greta, a la plancha, al horno con S. Juan Cruz Ruiz: El peso de la f ama. nozco más preocupada por el queso parmesano ... ? Seguro que Alfaguara, Madrid, 1999. Páginas 39 y horno, en el que no le cabían los le perdió el respeto al asno de su siguientes. corderos para asar, que por su padre ... En cambio, el humor fa­ 6. Vittorio de Sica realizó una popular carrera. ci lita todo, aunque no hay que adaptación de varios de los cuentos re­ reírse de los demás, sino con los cogidos con este título en L'oro di Na­ Nosferatu: Tenemos una curiosi­ demás ... Con Marco Ferreri, por poli (1954). dad : ¿nunca te cruzaste con Luis ejemplo, ya he dicho que me reía Buñuel? horrores. Recuerdo la última vez 7. Célebre local nocturno barcelonés de que nos encontramos, vino a Ma­ los 60, habitual cuartel general de la lla­ mada "gauche divine", la bohemia de Rafael Azcona: Sí, sí, una vez drid exclusivamente a verm e, y lujo de la época, de la cual fo nnaban par­ fui con Berlanga al Café Comer­ aunque ya estaba el hombre jodi­ te algunos de los más destacados miem­ cial. Berlanga lo conocía y habían do me volví a reír con él como un bros de la llamada Escuela de Barcelona. quedado allí, y apenas nos senta­ loco, hasta tirarme al suelo de mos se puso a decir pestes de risa: saliendo del Hotel Palace para 8. Sobre las relaciones entre Esteva y Azcona, así como sobre los litigios so­ Dalí y del Paris Match, no sé ir a comer me dijo que acababan bre la autoría de El anacoreta 1 muy bien por qué. Eso fue en la de operarle una pierna por proble­ L'Anachorete y las extrañas similitu­ época de Tristana (1969), a fma­ mas circulatorios: "Yo, para ani­ des entre esa historia y la propia muer­ les de los sesenta, y me acuerdo marme" -me decía Marco-, "an­ te de Esteva, véase: Casimiro Torreiro: que comentó, cuando Luis nos tes de que me anestesiaran le dije "Nosotros, que fu imos tan fe lices. Ra­ presentó, que había visto El co­ al cimjano que estaba tan tran­ fael Azcona en la Barcelona de la Gau­ che Divine", en Luis A. Cabezón (coor­ checito y que le había gustado, quilo, porque aquello 110 tenía dinador): Rafael Azcona, con perdón. aunque añadi ó algo en lo que tenía importancia. Y aquel cabrón, afi­ Ayuntamiento de Logro11 o 1 Instituto toda la razón del mundo: que en la lando los hierros, me contestó: de Estudios Riojanos. Logrollo, 1997. película no había nada de humor 'No se haga ilusiones. ¡Esto va a Páginas 331 y siguientes. negro. Y ya no me hi zo más caso, ser una carnicería!"'. y no le volví a ver más. Tengo de 9. Esteve Riambau y Casimiro Torreiro: él, no obstante, el recuerdo de un Historias, palabras, imágenes. Entre­ vistas con guionistas del cine espaiiol hombre muy afable, muy habla­ NOTAS contemporáneo. Festival de Cine. Alca­ dor y simpáti co. lá de Henares, 1999. l. Rafael Azcona: Estrafalario l. Alfa­ Nosferatu: Te lo preguntamos guara. Madrid, 1999. 1O . El largometraje rodado originaria­ también porque Jean-Claude Ca­ mente no fue del agrado de Ponti, quien 2. Antonio de Lara Gavil án, in arte lo redujo a las dimensiones de uno de rriere suele recordar que Buñuel de­ "Tono" (Jaén, 1896-Madrid, 1978), di­ los epi sodios incluidos en Oggi, doma­ cía que un día sin risas (no sin son­ bujante, caricaturista y humorista de ni, dopodomani ( 1964). Posteriormen­ risas: sin risas de desternillarse) era notable fama. Cultivador, como buena te, el propio Ferreri recuperó el original, un día perdido, una filosofia vital parte de los miembros de su generación, rodó algunas escenas originales y logró que se parece mucho a la tuya. de un humor surreal y absurdo, colabo­ estrenarlo en Francia con e l título ró en numerosas publicaciones y dia­ Break Up ( 1964). rios, entre e ll as La Esfera, Humor, Rafael Azcona: Es que, sincera­ Sourire, La Ametralladora o La Codor­ 11 . Se refi ere a Rcnzo e Luciana, epi­ mente, yo no entiendo la grave- niz, al tiempo que escribía numerosas sodio eliminado de Boccaccio 70 ( 1962).

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