NAVARRA

paseos naturalísticos i

CAJA DE AHORROS DE NAVARRA Edición para clientes y amigos Día del Libro 1981 AUTORES

Textos: Jesús Elósegui Aldasoro Fernando Pérez Olio

Dibujos panorámicos: Fernando Redón Huici María José Urrutia Jiménez

Dibujos:

"Gui'a ecológica y paisajística de Navarra" Fernando Redón Huici

Deiineación: Raúl García Vidondo

Esquemas geomorfológicos: Jaime Solé Sedó Javier Castiella Muruzábal Francisco Javier Labarga

Fotografía: Jesús Elósegui Aldasoro Alfredo Gimeno Machín José Luis Pérez Mendía Fernando Pérez Olio Alfonso Senosiain García

Maquetación: Mariano Sinués

Fotomecánica: Reproducciones LAR

Impresión: I.G. CASTUERA, S.A. / GRAFINASA

© CAJA DE AHORROS DE NAVARRA

D.L. NA - 185 -81 Un año más la Caja de Ahorros de Navarra quiere celebrar el Día del Libro con uno que facilite a sus clientes y amigos el conocimiento de algún aspecto de esta tierra. Pero éste no es un libro más que puede dormir en las estanterías, esperando que llegue su hora, porque Incluso su presentación sugiere un destino bien diferente. La intención directa la declaran los autores en la Introducción y no es otra que mostrar hoja a hoja la verdad naturalística de Navarra. Esa verdad pocas veces puede apreciarse desde la velocidad del automóvil. De ahí que no se trate de itinerarios -que, por otra parte, nutrieron dos tomos de amplia aceptación y útil consulta-, sino de paseos. Pasear es, según el Dic­ cionario de la Real Academia, ir caminando por distracción o por higiene, además de estar ocioso u holgado de tiempo. Los paseos propuestos en estas páginas pue­ den ser higiénicos y distraídos, pero acaso no resulten ociosos ni permitan distracciones a quienes los realicen como los autores aconsejan. La Caja de Ahorros de Navarra quiere, con estos paseos, como en todas sus iniciativas editoriales, divulgar la realidad de Navarra. Estas páginas tal vez rompan tópi­ cos y exijan/algún esfuerzo físico y mental, pero en cualquier caso mantienen la línea de otras con­ memoraciones del Día del Libro, porque, como se ha dicho, divul­ gar no es decir vulgaridades.

Juan Luis Uranga Santesteban Director-Gerente ( INTRODUCCION OBSERVACIONES

Estos paseos intentan poner sobre Para la realización de estos paseos el terreno la «Guía naturalística y pai­ no nos parecen superfluas unas sajística de Navarra editada el pasado cuantas observaciones. año por la CAN y ayudar a quienes 1.a Hemos repasado todos los iti­ desean conocer por sí mismos la Na­ nerarios durante los últimos meses de turaleza de nuestra tierra. Son, pues, 1980. Los tramos enmarañados, pocos itinerarios fáciles. No requieren gran­ y señalados, no requieren hachas ni des dotes físicas. Siguen, cuando podaderas, pero es conveniente re­ pueden, viejos y sabios caminos, cordar que los caminos se cierran con amables calzadas y cañadas secula­ el desuso y hoy algunos sólo reciben res. Quieren ser variados: unos visitan de tarde en tarde a cazadores y sa­ parajes montañeros, pastoriles y fo­ buesos. No hay apenas pastores, no restales, sin habitación humana; otros, se saca leña, no se hace carbón y los muy rurales, van de pueblo en pueblo senderos desaparecen invadidos por entre praderas o cultivos. No están la broza. De algunos caminos milena­ pensados para quienes gustan de es­ rios la concentración parcelaria no ha forzadas travesías o de puntuar cum­ dejado ni rastro. bres, ni para amantes de récords. Son 2.a Es imprescindible un mínimo trayectos ni largos ni cortos, ni llanos sentido de la orientación y tener siem­ ni obtusos, ni arduos ni asendereados. pre presente la del grabado. Indicamos las distancias, pero no los 3.a En cada caso se recomienda tiempos, porque están pensados para una época o se advierte de la menos hacerlos sin prisa, con paradas fre­ oportuna. En principio, la mejor esta­ cuentes, abiertos los ojos, los oídos y ción desde el punto de vista naturalís­ el espíritu. tico es la primavera. Los cuarenta paseos salpican el 4.a Un paseo en la mitad septen­ mapa navarro, distribuidos de manera trional de Navarra puede tener en que quien los realice llegue a conocer cualquier época barro o agua superfi­ los biotopos y enclaves más intere­ cial. El calzado no debe ser liviano ni santes, pero debe tenerse en cuenta deportivo. No se trata sólo de proteger que la obra se distribuye en dos volú­ la planta del pie, sino los tobillos. Hay menes, por lo que algunas zonas y modelos de botas para cada tipo de especies quedan reservadas para el terreno y grado de humedad. segundo. No obstante, esta primera 5.a La ropa debe ser siempre de entrega basta para demostrar una vez colores neutros, nunca vivos. más, algunas afirmaciones previas y 6.a No cabe ignorar ni despreciar necesarias. las inconvenientes obvios: lluvia, frío o Navarra ofrece biotopos y especies calor, moscas, etc. anímales y vegetales variadas. No es 7.a La observación de animales frecuente tal muestra en tan pocos exige atención y silencio. Quien ca­ kilómetros. Pero no hay especie priva­ mine por el monte o por el campo tiva o rara. Por otra parte, el paseante cantando, silbando o hablando -el acaso sienta cierta decepción al com­ transistor es una profanación- está probar, verbigratia, que los mamíferos condenado a no ver nunca un mamí­ salvajes resultan, salvo excepción, in­ fero salvaje. visibles. En otras palabras, los temas 8.a El estudio de una especie, ve­ naturalísticos ofrecidos y descritos en getal o animal, debe ser siempre res­ estos paseos pueden no ser excep­ petuoso. Un amante de la Naturaleza cionales, pero son nuestros y en todas no arranca hojas y ramas, ni destruye partes hay qué observar y qué apren­ el orden azacanado de las hormigas, ni der. Además de los solemnes bos­ machaca un ser animal o vegetal, por ques y de las aves hermosas y nobles, muy molesto o feo que le resulte, ni es útil conocer la historia y estructura atenta contra un nido. de la corteza terrestre, las etapas se­ 9.a Si quiere tentar la suerte de riales de la vegetación, los animales acercarse a especies huidizas, como oscuros y las plantas humildes. Y en ciervos o sarrios, además del ruido cualquier rincón es imprescindible sa­ debe evitar los olores de colonias y ber ver y mirar la mano del hombre, lociones, y caminar de manera que el para bien o para mal. El hombre es sentido del viento no le delate. hoy un agente casi geológico. A veces olvidamos que en Navarra apenas subsisten dos pequeñas zonas libres de la acción humana, y aun ésas man­ tienen la virginidad porque ha habido quienes así lo han querido, no porque estén por descubrir. HITOS Y TEXTOS

Para el uso de los dibujos e inter­ pretación de las explicaciones es ne­ cesario tener presentes estas ideas: 1.a El dibujo general señala los hi­ tos y temas de interés. Los hitos, con núm eros; los temas, con letras. En el reverso, cada letra corresponde a un texto. 2.a Cuando en la descripción física se habla de mano derecha o izquierda se entiende siempre las del que ca­ mina. En los ríos, en el sentido de las aguas. 3.a El perfil sólo señala longitud, altitudes y pendientes. 4.a Se señalan algunos alcorces y caminos alternativos. El sentido común dictará otros. 5.a Los temas explicados pueden clasificarse en geología, vegetación, fauna, prehistoria e historia y cultivos y ganadería, a los que acompañan fichas de especies. Tales explicaciones no son exhaustivas: se complementan entre unos y otros paseos. También es conveniente acudir a la «Guía ecoló­ gica y paisajística de Navarra» y a guías de campo. 6.a No indicamos nunca lugares críticos: madrigueras, huras, nidos, etc. En el mejor de los casos damos el censo de nidificantes en un espacio como Arbayún o señalamos la exis­ tencia de un nido curioso, pero no damos la localización. No será nece­ sario explicar por qué. INDICE DE ESPECIES

En estos índices,- uno para animales, mances y euskéricos, así como los otro para vegetales, agrupamos las científicos, y se refieren únicamente a especies sin distinción de géneros ni las fichas específicas, no a cualquier familias. Los índices son alfabéticos y cita contenida en el texto. recogen los nombres populares ro­

Abeto, 16 Pinus halepensis, 11 agarduña, 27 Abies alba, 16 Pinus sylvestris, 24 Garrapo, 12 Acebo, 3 Pistacia lentiscus L„ 33 Garrulus garrulus, 7 Acer campestris, 20 Prunus spinosa, 17 Genetta genetta, 25 Acer opalus, 14 Gineta, 25 Acirón, 14 Ouercus coccilera, 8 Giis glis, 29 Agiña, 6 Quercus ilex ssp. rotundi- Gypaétus barbatus, 10 Alerce japonés, 6 folia, 25 Arbutus unedo L , 28 Quercus pubescens, 3 Jabalí, 31 Arce común, 20 Quercus robur, 34 Argoma, 12 Katagorri, 38 Aritza, 34 Roble pedunculado, 34 Arte, 25 Roble peludo, 3 Lepatxuri, 27 Astigarra, 20 Roble pueescente, 3 Lepus capensis pyrenaicus Astigarro, 20 Hilzheim, 39 Sabina negra, 36 Lirón gris, 29 Bagoa, 23 Serbal de los pajareros, 9 Loxia curvirrostra, 24 Boj, 31 Serbal silvestre, 38 Buxus sempervirens, 35 Sorbus aucuparia, 9 Hieraétus faeciatus, 1 Sorbus torminalis, 38 Hieraétus pennatus, 30 Carrasca, 25 Ciprés de Lawson, 6 Tamarix gallica, 4 Marta, 22 Coscoja, 8 Tamariz, 4 Martes foina, 27 Crataégus monogyna, 35 Taxus baccata, 6 Martes martes, 22 Chamaecyparis lawso- Tejo, 6 Merops aplastar, 36 niana, 6 Micharro, 29 Elorri beltza, 17 Ulex europaeus, 12 Mirlo acuático, 20 Elorri zuri, 35 Mirlo común, 39 Endrino, 17 Muxarra, 29 Enebro común, 13 Enebro de la miera, 32 Neophron percnopterus, 8 Eparu, 13 Abejaruco, 36 Espino albar, 35 Accrocephalus arundina- Orein, 18 Estepa, 21 ceus, 32 Oreatza, 16 Ezpela, 31 Aguila calzada, 30 Ortega, 33 Aguila culebrera, 13 Orytolagus cuniculus, 5 Fagus sylvatica, 23 Aguila negra, 34 Fraxinus excelsior, 37 Aguila perdicera, 1 Pico doreiblanco, 18 Fresno común, 37 Aguila real, 14 Piquituerto, 24 Alimoche, 8 Pito negro, 26 Ginebra, 13, 32 Aqui la chrysaétos, 14 Pyrrhocorax graculus, 35 Gorosti, 10 Araba zozo, 34 Pyrrhocorax pyrrhocorax, Gurbiote, 28 Ardilla, 38 35 Gurbiotz, 28 Arrano beltza, 14 Arrendajo, 7 Quebrantahuesos, 10 larra, 14 Azari, 3 Ilex aquifolium, 10 Rana bermeja, 23 lllón, 14 Barbote, 33 Rana de monte, 23 Izai, 16 Basurde, 31 Rana temporaria, 23 Belatxingak, 35 Raposo, 3 Jaguarzo blanco, 21 Buteo buteo, 37 Ratonero común, 37 Jara blanca, 21 Juniperus communis, 13 Capreolus capreolus, 16 Saizuri, 8 Juniperus oxycedrus L , 32 Carricero tordal, 32 Sapelatz, 37 Juniperus phoenicea, 36 Cervus elephus, 18 Sciurus vulgaris, 38 Ciervo, 18 Sitta europaea, 12 Laxis kaempferi, 6 Cinclus cinclus, 20 Sugearrano, 13 Larraon, 13 Circaétus gallicus, 13 Sturnus vulgaris, 34 Lentisco, 33 Conejo de monte, 5 Sus scrofa L , 31 Lizarra, 37 Corzo, 16 Sylvia cantillans, 21 Curruca carrasqueña, 21 Madroño, 28 Chovas, 35 Trepador azul, 12 Majuelo, 35 Turdus merula, 39 Maspilla, 38 Dendrocopos leucotos, 18 Drycopus martius, 26 Udua, 27 Olea europaea, 15 Ugatza, 10 Olivo, 15 Emys orbicularis, 11 Untxi, 5 Orre, 13 Erbia, 39 Ur zozoa, 20 Otea, 4 Eskiñoso, 7 Otsolizarra, 9 Estornino pinto, 34 Vaca pirenaica, 9 Vulpes vulpes, 3 Pacharán, 17 Focha común, 15 Pagoa, 23 Fuina, 27 Zorro, 3 Pino carrasco, 11 Fúlica atra, 15 Zozoa, 39 Pino royo o albar, 24 Galápago europeo, 11 Galforro, 37 ADVERTENCIAS

N ° Paseo DICE DEBE DECIR

10 Pie de foto: Tejado de "ohalate" Tejado de "oholak"

13 Eraúl Eraul Pie de foto: Velastegui y campos... Belástegui y campos...

15 Dibujo panorámico: 1 9 (junto a Pedriz) Hay que suprimirlo Texto general: Epoca recomendada: verano Epoca no recomendada: verano C) Cultivos B) Cultivos

16 Se han om itido letras de temas en dibujo panorámico

17 Se han om itido letras de temas en dibujo panorámico

18 Se han om itido letras de temas en dibujo panorámico 19 Dibujo panorámico: ^ □ □ □ 0 □

20 Dibujo panorámico: 0 debe estar al pie de Peña Lacarri □ □ m 0 H 0 22 Descripción de hitos: © © © © 24 La flecha de orientación del anverso está en dirección opuesta

28 Los hitos @ )y(j5) »descritos y fijados en la sección, no figuran en el dibujo panorámico

29 La flecha del mapa debe apuntar a Baríndano y no a Zudaire En la descripción ffsica, las alter­ nativas del paseo figuran como temas 0 y 0 . Debe evitarse la confusión. 30 Dibujo panorámico: Q 0 0 (junto al Poche) Pies de fotos: Están cambiados

31 Descripción física: Sobra el hito ( jí ) Texto general: Urrául Urraul

32 Descripción física: ^ 3 ) y se cruza con el camino que bordea el campo y llega a otro © 33 Mapa A 0 se accede desde Rada

36 Descripción física: ( 7 ) El camino confluye con la pista - Mapa A Q se llega desde el poblado nuevo de Gallipienzo, por pista arreglada

37 Descripción física: ( 9) Primeras casas del núcleo ur­ bano de Azcárate © (íl) , etc., hasta (28)

38 Descripción física Entre los hitos (Í4 ) y (Í5) la visita a la balsa de Celigueta necesita en todo caso el permiso del guarda o de los propietarios'

39 T ítulo: 8 km. 8,200 km.

40 Descripción física: □ y 0 no son temas, sino op­ ciones de itinerario. Texto general: línea 62: San Gregorio Santo Domingo Foz de Arbayún 1 10,2 Kms.

Alto de Iso (670 m.) en la carretera de a Salazar. Pista en dirección S., ® Mirador (645 m.) desde el que puede observarse la Foz. Seguimos carretera abajo, al principio por zona despejada con bosques y enebros, luego en bosque de carras­ y por antiguo camino que evita algunos zigzags, hasta la cas y quejigos. Camino bien marcado hasta que se abre ( f) bifurcación, que nos lleva a pequeño aparcamiento, señalado, desde el que arranca © en el borde del bosque con pastizal de abundantes bojes y enebros. El camino una senda turística por el fondo de la Foz. La seguimos hasta sigue hacia el SE. hasta la loma donde se empieza a ver la parte S. de la Foz. © su final. Retrocedemos, salimos a la carretera y después de pasar Desde aquí tomamos en dirección E-SE., sin camino definido, entre carrascas, © un pequeño puente tomamos el antiguo camino de Bigüézal a Iso, que sube por bojes y enebros y sabinas, casi en llano, hasta el fondo del barranco desnudo y luego entre campos hasta Peña Cornota (815 m.), buen mirador natural sobre la Foz. Regresamos por el © (¿) Iso (628 m.), pueblo hoy vacío y semiderrui'do. Una pista nos lleva a la carretera, mismo camino hasta el hito , desde el que iniciamos una senda junto a una (T) que seguimos hasta el puerto de Iso, punto de partida. pequeña balsa, en dirección N., en medio del quejigal. La senda está en algunos tramos enmarañada por el sotobosque. Salimos a zona aclarada y vamos a © la antigua caseta de cam ineros al borde de la carretera. Seguimos por el arcén izquierdo hacia el

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0 km 10 10,2 km. 1. Foz de Arbayún eficacia del tajado y la verticalidad de los C) FAUNA DE LOS ROQUEDOS E) ISO escarpes han sido posible gracias a la re­ Epoca recomendada: Primavera y Otoño. Las cornisas, grietas y agujeros de los La Merindad de Sangüesa es la que sistencia de la roca, la permeabilidad y acantilados rocosos -más de 14 km - al­ acusa una mayor regresión demográfica. acaso el clima. No obstante, hay que preci­ bergan una importante avifauna, que nidi­ Iso, habitado durante algunos años por una sar que los flancos son verticales en la fica aquí y busca su alimento fuera de la sola persona, es, desde hace poco tiempo parte superior-en la que afloran los depó­ Foz. El censo de buitreras realizado en 1979 un despoblado más. El entorno muestra un sitos carbonatados- y pasan a tener cierta La Estación Biológica de Arbayún ocupa por miembros de ANAN contó en Arbayún paisaje desolado. Las margas afloran des­ inclinación en la inferior, donde aparecen 1.164 Has. pertenecientes a Lumbier y Ro­ 52 nidos de buitre común y una población nudas. Los fondos de vaguadas son peque­ los niveles de calizas arenosas. Estas son manzado (concejos de Domeño, Bigüézal, total de 130 individuos. Es la mayor colonia ños campos de cultivo: unos, llecos y menos resistentes y permeables, lo cual fa­ Iso y Usún). Arbayún es uno de los paisajes del Pirineo occidental. Los buitres son las abandonados; otros, repoblados de pinos. más difundidos y atrayentes de Navarra. vorece la arroyada y desgaste de las pare­ aves más conspicuas y el paseante tendrá Con una pluviometría de 800-900 l/m 2/añ o, ces rocosas por los agentes atmosféricos. ocasión de verlos. Una pareja de águilas recibe influencias mediterráneas y cantá­ De esta manera, la garganta se ensancha y reales, otra de águilas perdiceras, dos de bricas y muestra un mosaico de vegetación, ahonda a la vez. El perfil resultante es ca­ halcón peregrino y tres de alimoche com­ racterístico: las formas amplias del fondo alterado pero representativo de la primige­ pletan el padrón de rapaces avecindadas en nia: quegigal, carrascal y, en la umbría, están dominadas por escarpes verticales Arbayún. Salvo los alimoches, todas son que retroceden mutuamente paralelos. hayedo. Arbayún es desde 1975, como la sedentarias. Los quebrantahuesos no crían laguna de , Refugio de Caza. La cali­ -lo debieron de hacer en otros tiempos-, ficación legal lo configura como un Parque pero se dejan ver, adultos y jóvenes. Los Natural con protección estricta, no muy córvidos están representados por cuervos y respetada en la práctica por la falta de chovas. Los primeros construyen el nido guarderío. La toponimia de la Foz habla de con ramas en cornisa; las segundas, en varios pasos, impracticables para las per­ grietas profundas. Los vencejos reales, sonas y utilizados por los jabalíes, cuyas blancos de vientre, veloces y estivales, han cacerías, autorizadas y controladas, son formado una colonia, mientras que los tradicionales y numerosas. aviones roqueros, abundantes, fijan sus ni­ dos -copa de barro- en los extraplomos de A) ESTRUCTURA GEOLOGICA las paredes. Tres especies de palomas crían Foz, forma navarra de hoz (del latín aquí: bravias y zuritas en agujeros de roca, «fauce» = garganta), es en geomorfología torcaces en arbolado. Roquero rojo y ro­ un valle estrecho y profundo de paredes quero solitario, de vistosos colores, animan verticales y de.orlgen glaciar o fluvial. El río los farallones. Y fuinas, ginetas y zorros excava tenaz su lecho de rocas coherentes instalan sus madrigueras en grietas de las y duras, capaces de formar vertientes paredes. abruptas. El hundimiento del lecho es más AGUILA PERDICERA (Hieraaétus fasciatus) vivo que el desgaste de las paredes. (Tam­ De la familia de las Accipitridae -rapaces bién se forma la foz por hundimiento de las diurnas-, mide 66-74 cm. de longitud, ad­ bóvedas de las grutas recorridas por un río quiere una envergadura de unos 170 cm. y subterráneo, lo cual no es el caso de Arba­ pesa 1,600-2,200 kg. Las hembras son ma­ yún). La foz de Arbayún tiene unos 6 km . yores que los machos. En vuelo se distin­ de longitud, por cuyo fondo, de 385 m. de gue por silueta esbelta de alas largas, es­ profundidad, fluye el Salazar. El río ha ta­ trechadas en su base y cola más bien larga; llado la garganta. La erosión trabajó pri­ pecho y vientre claros, como los «brazos» y mero las calcarenitas del Eoceno y las do­ la base de las remeras primarias; en la cola, lomías y calizas del Paleoceno, y luego las banda oscura subterminal. Vista de cerca, calizas arenosas subyacentes del Cretácico destacan las patas, emplumadas hasta los superior, que forman el fondo del valle. La dedos, armadas de fuertes uñas; cera y de­ dos amarillos; pico curvado y gris-azul; ojos con iris amarillo; alas pardo-oscuras; espalda, pardo claro; suele lucir mancha blanca en la espalda; cabeza color crema; partes inferiores blancas, moteadas con manchitas estriadas. Vive en zonas bosco­ sas. No sube a alta montaña. Se distribuye por la zona seca de la Península Ibérica, S. Peña Cornota. de Francia, islas mediterráneas y Grecia. La población en Navarra es muy corta, 6 p a re ­ jas, instaladas en la Zona Media y acaso en la Bardena. Vuelo ágil, con picados vertigi­ nosos. Es capaz de capturar presas al D) BOSQUES vuelo, al acecho -desde árbol o roca- o en picado, como los halcones. Consume ma­ El entorno de Arbayún conserva en míferos -conejos, ratas, etc-, aves y repti­ aceptable estado masas de arbolado en les. En Navarra hemos comprobado que se franca regeneración, acaso por falta de alimenta de conejos, lagartos, perdices, pastoreo y de explotación de leñas. En la chovas y zorzales. Suele criar temprano en parte S. de la Foz, la ladera septentrional de varios nidos alternativos: la pareja, seden­ Leyre muestra hayedos y pinares, así como taria y señora de un territorio, pone 1 -2 carrascales y quejigales. En la parte N. do­ huevos a medio febrero. En general, a prin­ minan estas dos últimas formaciones. En el cipios de junio los pollos pueden abando­ recorrido del alto de Iso a Peña Cornota y nar el nido. Los jóvenes tienen el pecho de ésta a la carretera, mezclados con las ro jiz o . encinas carrascas, los quejigos desarrollan ejemplares magníficos; el bosque, muy tu­ B) VEGETACION INTERIOR DE LA FOZ i11ón o a c iró n (Acer opalus), arce común pido, tiene abundante boj, serbales y la- (Acer campestris), a rc e (Acer monspessula- El Interior de la Foz depara una extraor­ biérnagos. En el lado izquierdo de la Foz n u m ), tilo s (Tilia platyphyllos), labiérnago dinaria variedad de ambientes. Esa variedad dominan sin discusión los quejigos, con (Phillyrea latifolia), n o g a l (Juglans regia), ambiental se traduce en la vegetación, manchas livianas de pino royo en lo que cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), como puede observarse desde Peña Cor- precisamente se llama Paco de los pinos. olmo común (Ulmus minor), olmo de mon­ nota, sobre todo en otoño: las manchas En las rocas del mismo borde la especie ta ñ a (Ulmus glabra), q u e jig o s (Quercus fa- rojizas de los arces o las púrpuras de las dominante son las carrascas. Hay enebro g in e a ), con estrato arbustivo de boj, cos­ hayas contrastan con las masas verdinegras común por doquier y en las partes más coja en las partes más soleadas y avellanos de las encinas carrascas. En general, las soleadas enebro de la miera y coscoja. A lo en las más frescas. Brotan con fuerza ca­ carrascas dominan el arbolado, aunque hay largo del camino, en especial cerca de rrascas y sabinas, que anclan sus raíces en masas de hayedo en zonas orientadas al N. charcos y balsas, hay troncos manchados las grietas de los cantiles. La avifauna de El camino arreglado que facilita el paseo de barros: los jabalíes, muy abundantes en este biotopo, estudiada por F. J. Purroy, por la parte septentrional de la Foz permite la zona, se restriegan después del baño censa 26 especies, de las que las más un rico muestrario botánico: a las citadas contra los árboles. En estos bosques se ha abundantes son petirrojo, reyezuelo listado, carrascas se unen sauces y mimbreras (Sa- verificado la existencia de gato montés, g¡- chochín, mosquitero común, carbonero lix sp ) en el mismo cauce del río, fresnos neta, tejón y zorro, entre los mamíferos, y común, mirlo y curruca capirotada. c o m u n e s (Fraxinus excelsior) en la orilla, entre las aves, águila culebrera y azor. ¡3 . Subimos por la carretera hacia el (?) Fondo del barranco de Urre, casi llano, despejado. El arroyo serpentea. Lo sal­ vamos junto a borda en ruinas. Treinta metros antes de una repoblación de alerces, (T) alto de Ibañeta. Frente a la capilla nace —al otro lado de la carretera— una pista pista arreglada para circulación rodada. asfaltada, que sube por el hayedo hasta un breve rellano y luego continúa, sin asfaltar, pendiente, entre alerces y praderas, en dirección E., hasta (?) Cruzamos la alambrada, junto a tocón recubierto de hiedra, frente a un haya (?) collado de Lindus; junto a una chabola cruzamos la alambrada y seguimos por en la que un letrero advierte: "Coto privado de caza". Tomamos un sendero des­ un pasillo despejado y herboso entre los hayedos que se descuelgan por las ver­ dibujado dentro del hayal. El sendero va muy cerca de la alambrada que cierra una tientes N. y S., hasta repoblación de alerces y está semiborrado por la maraña tupida del sotobosque (acebos). Luego la trocha se asoma a un claro del bosque cubierto de helecho y (T) cumbre de Lindus. Es la cota más alta del paseo. Hay restos de antiguas trinche­ se hace más cóm oda y clara. ras. Cambio de dirección: vamos al S., junto a alambrada que limita los términos de Erro y Burguete. El sendero va por pastizal entre las zonas arboladas y luego por (¥) El sendero se aleja de la alambrada en un saliente del hayedo hacia el S. y después el hayedo y sale por fin a la pradera, siempre sobre la cresta de la loma. Luego baja. de varias curvas sale al borde del bosque, junto a un campo de patatas,

(?) Junto a puerta en el cierre de alambre, en cruce de caminos, tomamos al SE.: es el pasa junto a una borda preciosa, con tejado a cuatro aguas, y viejo camino de Alduides a Roncesvalles-Burguete, que traza una amplia curva en ® Entra de nuevo en el hayedo y se bifurca: seguimos al S., junto al muro de piedra, el raso y luego se adentra en el hayal. hasta salir

( 5 ) En un raso, bifurcación: ramal que va al NE. Es un camino carretero bien marcado. A la curva de la carretera señalada por talludos abetos, junto a Roncesvalles. Una curva evita grandes pendientes fuertes.

8 ) (p (W)

11 km. 2. Lindux B) H AYED O Epoca recomendada: Los hayales de Burguete y Roncesvalles Primavera, Verano y Otoño. dan, con los aezcoanos y salacencos, los mejores árboles para explotación maderera. No son raros ejemplares de 3-4 m 3 de m a ­ dera, más gran cantidad de leña. El bosque Este paseo se mueve por términos de muestra abundantes fustes rectos y limpios, Roncesvalles y de Valcarlos, roza el de Erro con escaso sotobosque y mullida hoja­ y pasa por el de Burguete, junto a la muga rasca. Son bosques casi monoespecíficos. del valle bajonavarro de Alduides. La fron­ Sólo algún tejo soporta la densa sombra de tera va recta desde el Lindux hasta Isterbe- las hayas; acebos y serbal de los pajareros gui, al N. del Adi. Es un trazado absurdo, crecen en partes algo aclaradas; en los tendido por cumbres y barrancos, con total claros abiertos medran fuertes los espinos desprecio de cualquier accidente geográ­ albares y el helecho. Como fauna impor­ fico. Es zona divisoria de aguas: al N. el tante hay que citar el ciervo, presente desde Luzaide y la regata de Hayra van a la Nive; Quinto Real hasta más allá del Irati, así al S., el Urrobi desagua en el Irati. Esquis­ como jabalíes -cuyas incursiones en los tos, areniscas, cuarcitas, dolomías y calizas, patatales son terribles-, corzos, zorros, ta- muy antiguas, del Devónico, forman el sus­ judos y martas. Entre las aves, pito negro, trato geológico de la mayor parte del reco­ arrendajo, azor, zorzales, pinzones, peti­ rrido. En los alrededores de Roncesvalles, rrojos, chochines, reyezuelos, carboneros y arenas arcillosas del Paleoceno. No surgen mosquiteros. formas espectaculares. La erosión ha dul­ cificado la morfología de la montaña. La Collado de Lindux. pluviometría es alta -1.600-1.800 l/m 2 /a ñ o - y las nieblas, frecuentes. Los arroyos llevan siempre agua. La vegetación original, el ha­ E) REGATA ZURINGOA yedo, se conserva en gran medida, con Recoge las aguas del espacio cerrado por pastizales en laderas pronunciadas. Hay tres cumbres -Girizu, Lindux, Menditxuri-, también repoblaciones de coniferas exóti­ atraviesa un pequeño llano despejado y cas y en la llanada de Burguete patatales y sale a la plana de Burguete, en que en­ praderas de siega. cuentra al Urrobi. Sauces y alisos se miran en las aguas que albergan truchas, tritón p ire n a ic o (Euproctus asper) y d e sm án (G a - lemys pyrenaicus), más otras especies co­ A) PASO MIGRATORIO DE AVES munes. Las truchas suben muy arriba a De Ibañeta a Lindux y de éste a Meatze, desovar. El tritón pirenaico es un anfibio las líneas de puestos palomeros atestiguan endémico de esta cordillera. El desmán es el paso otoñal de las aves migrantes. Se un mamífero nadador provisto de hocico en trata de las palomeras más cotizadas de forma de trompa. La lavandera cascadeña Navarra, en concreto las de Valcarlos, codi­ anima la regata. ciadas por estar en primera línea. Pero las torcaces no tienen la exclusiva de la migra­ ción. Las aves eurosiberianas emprenden su viaje postnupcial desde las tierras llanas de Europa, en amplio frente, estrechado al acercarse a las cadenas montañosas, cuyos pasos de menor altitud prefieren. En ellos se concentra el flujo migratorio, aunque bueno será añadir que, en contra de la Palomas torcaces en migración. creencia general, también los altos puertos centrales del Pirineo central conocen el C) PASTIZALES paso de migrantes. Ibañeta-Lindux es una En Lindux y en algunos de los montes de de las vías de mayor densidad. Un equipo Erro amplios pastizales ocupan lo que de­ de ANAN controló en agosto y septiembre bieron de ser hayales. Los pastizales, obte­ de 1973 el paso de rapaces: 4.448, de 14 nidos por deforestación muy antigua, man­ especies. Las más abundantes fueron hal­ tienen en verano y otoño una cabaña gana­ LAVANDERA CASCADEÑA-BUZTANIKARA cón abejero -con densidad más alta a fines dera semilibre y desigual de ovejas lachas y (Motacilla cinerea) de agosto y primeros de septiembre-, mi­ de yeguas de raza Burguete, que aprove­ Pájaro esbelto, largo de unos 18 cm., con lano real -máximo, la tercera semana de chan la hierba de los rasos y sestean en los larga cola. Las partes superiores son gris- septiembre-, aguilucho cenizo -agosto/ bordes sombreados del bosque. La presión azuladas con tonos verdosos junto a la medio septiembre-, águila pescadora y a un lado y otro de la muga es distinta. La cola, que es negra con plumas exteriores aguilucho lagunero -ambos, con máximos cabaña ganadera de nuestros pueblos va a blancas. Las alas, también negras. Pecho y en la segunda semana de septiembre- y menos y el pastizal se embastece por la vientre amarillos, con flancos blanquecinos. águila culebrera -durante todo septiembre. invasión de brezos, argomas y helechos. Al En el macho la garganta es negra; en la La migración visible comienza en los últi­ otro lado, los de Alduides mantienen altas hembra, apenas insinuada en oscuro. La mos días de julio: los milanos negros ini­ las cifras de ovejas y yeguas y el pastizal se cabeza se viste de gris oscuro, con ceja y cian el viaje a los cuarteles africanos de presenta limpio. El paseante podrá com­ bigotera blancas. Vuelo ágil y ondulado, invierno; les siguen, en agosto, vencejos, probarlo desde la cumbre del Lindux: la durante el cual a veces captura insectos. Se tórtolas y rapaces; septiembre es el mes cerca de espino metálico separa los pastos posa en orillas y piedras de los cauces. preferido por la mayoría de rapaces, así al N. y la landa al S. Frecuentes buitres, Anda a pasos ágiles, incluso en aguas so­ como las tórtolas, que siguen pasando, y la alimoches y cuervos vuelan sobre estos meras. Agita la cola sin cesar. Más arisca y mayor parte de lavanderas, avión zapador y parajes por si advierten alguna res muerta. menos gregaria que otras lavanderas, la palomas zuritas; octubre concita la mayor No es rara la observación de quebrantahue­ cascadeña suele vivir solitaria o por pare­ densidad: verdaderas oleadas de migrantes sos, una de cuyas parejas crió en los ba­ jas, siempre en inmediaciones de arroyos y que, en días de bochorno vuelan esforzadas rrancos de Alduides. Los topos salpican ríos, aunque en invierno aparece en cam­ y rasantes para vencer la resistencia del con sus montones de tierra el tapiz verde, pos de cultivo. Consume insectos, cazados viento: son palomas torcaces, alondras, en el que se mueven verderón serrano, zor­ dentro o fuera del agua, y puede capturar bisbitas, diversos fringílidos -pinzones, zal charlo y bisbita alpino, y en los argo- caracoles, crustáceos y pequeños peces. pardillos, tarines, cardelinas, escribanos, males, tarabilla común y acentor. zorzales y malvices- y los espectaculares Construye el nido bajo puentes o en agu­ jeros de taludes próximos al agua. Pone 4-6 escuadrones de grullas y ansarones; a fi­ D) REPOBLACIONES FORESTALES nales del mismo mes, llegan enormes y sin­ huevos, que incuba casi siempre sola la Cerca del collado de Trona y entre la cronizados bandos de estorninos pintos, hembra 11-14 días. Los pollos permanecen regata de Zuringoa y Roncesvalles planta­ que aún emigran al morir noviembre, en el nido 11-14 días. Se extiende por Eu­ ciones de alerce japonés cubren áreas de- cuando las grajas, farolillo rojo de este viaje ropa, exceptuada Escandinavia casi entera. forestadas. El alerce japonés, conifera exó­ instintivo, cierran la pasa postnupcial. En Navarra aparece en hábitats adecuados tica, que pierde la hoja en otoño al mismo en todo el territorio, pero abunda más en tiempo que las hayas, es cada vez más zonas montañosas. frecuente. En las zonas castigadas por el viento bastantes árboles están rotos. Q Junto al monasterio de Yarte. Carretera que sube a @ encontrar el viejo camino que seguimos en dirección S.-SE., entre terrenos cerea­ (T) Lete. Por la parte alta del pueblo, un camino sale en dirección INI., en pastizal, y listas (a nuestra derecha) y ribazo de pastizal. (5 ) Por borde de campos de cultivos, para meterse entre carrascas. (j3) Cruzamos un pequeño barranco, junto a grupo de chopos y seguimos en dirección similar —campos a la izquierda, ribazo a la derecha— luego entre campos. ® ) Bifurcación: a la derecha. Dejamos el camino mejor marcado. El que tomamos pasa bajo línea de alta tensión. © Olza. Cruzamos el pueblo y salimos ju n to a la iglesia. El cam ino al NO. sube hasta unos pinos. (T) Comienza una repoblación forestal. Bifurcación: a la izquierda y hacia abajo. El camino va próximo a la línea del ferrocarril y contornea la repoblación por la (íi) Collado y bifurcación: a la izquierda y hacia abajo. parte baja. (j6) Bifurcación: no seguimos una ancha pista, sino camino a la derecha. ( ) Bifurcación: seguimos recto. A la derecha queda un campo de cultivo. 5 © Se abre el cam ino en tres ramas: tom am os la de la derecha.

® Entronque con camino que viene del N., junto a una carrasca. Luego, el camino es (Í8) Bifurcación: a la izquierda. El camino baja suave entre robles, quijigos y carrascas. herboso, entre carrascas. Al final, casi llano, discurre por bosque aclarado, y

® Cruce: seguimos la misma dirección, dentro del carrascal, hacia E-SE., hasta © entronca con pista de concentración parcelaria. La seguimos hacia el NO.

® Caserío-Palacio de Aldaz. El ramal de carretera hacia el S. nos lleva a y?) En el arranque de una curva de la pista, un camino que nace recto, entre robles, ( i ) la carretera que va a y luego va entre campos, nos devuelve a Yarte.

@ ) A riz . Entre las casas, el cam ino S.-SE., nos conduce a

entronque con pista de concentración parcelaria, que se toma al O.-SO. La pista termina y en zona pastizal, el camino sigue hasta

0 Kms 11 Kms. sicas y afloran ofitas. El clima, similar al de 3. Yarte-Olza -unos 900 l/m 2 anuales-, deter­ pelado el envés. De ahí recibe el nombre. Epoca recomendada: minó la vegetación original: bosques de Hojas muy variables de forma, simples, al­ Primavera, Otoño e Invierno. quejigos al S., carrascal montano inserto en ternas y marcescentes (persisten marchitas la masa del quejigal, y los robledales al N. en el árbol buena parte del invierno). Pe­ Vegetación, pues, de transición. Hoy los ciolo de 5-12 mm.; limbo bastante pequeño cultivos cerealistas ocupan todas las zonas (10 x 5 cm.) con 5-8 lóbulos poco marca­ El paseo visita términos de las cendeas Nanas, incluso en. las alturas, pero se con­ dos. Flores masculinas, en amentos col­ de Olza e Iza. Ariz, Aldaz, Lete y Yarte per­ servan buenas manchas de arbolado. El gantes; brotan en abril-mayo. Las femeni­ tenecen a Iza. Sobre las margas azules eo- monte de Olza, en parte propiedad privada, nas, solitarias, sobre pedúnculo fuerte y cenas, comunes a gran parte de la Cuenca, es una reserva libre promovida años atrás corto, casi sentadas, dan bellota de 3 cm. dolomías paleocenas y calizas margosas por ANAN. Los propietarios se comprome­ de longitud con cúpula semiesférica de eocenas levantan las alturas de Zabalgaña y ten a respetar la Naturaleza y renuncian aun unos 15 mm. de diámetro, maduras en el Monte Olza. Al O. encontramos arcillas triá- al derecho de caza. otoño de su nacimiento. Prospera en cali­ zas, conglomerados y margas arcillosas. Bastante termófilo, se da en áreas con más de 900 l/m2, de los que necesita 150 en época vegetativa. No suele formar masas puras. Se presenta mezclado con otros ro­ bles, con pino royo o albar, tilo, arces, etc. Espontáneo en el S. de Europa e islas me­ diterráneas, llega hasta Alemania y Polonia. ROBLE PELUDO O PUBESCENTE (Q u e rc u s En España sólo aparece en zona pirenaica, p u b e s c e n s ) Cataluña y alto Ebro. En Navarra busca las Arbol de la familia Fagáceas -hayas, ro­ laderas soleadas y secas de la Zona Media, bles, encinas y castaños-, mediano - 1 0 - desde Val de Lana hasta Roncal. Son raros 15 m. de altura, si bien puede llegar a los los ejemplares típicos: hibrida fácilmente 20 m -, a veces no pasa de arbusto. Tronco con otros robles. La madera, de calidad tortuoso, con corteza pardo-grisácea que mediocre a causa de las reducidas propor­ se agrieta longitudinal. Copa amplia, irre­ ciones y las formas defectuosas, se ha des­ gular. Ramas acodadas; ramillas pubes­ tinado a combustible como leña o carbón. centes. Las hojas brotan tomentosas por Tiene importancia como especie protectora ambas caras, pero sólo conservan atercio­ d e su e lo s .

A) B O S Q U ES C) CARRASCAS DE LETE Nos quedan muestras apreciables de los Estamos, como va dicho, en zona de antiguos carrascales y quejigales. Los que­ transición con arbolado vario: robles, enci­ jig o s (Quercus faginea) se entremezclan nas carrascas y quejigos. Las encinas ca­ con robles peludos. Hay ejemplares puros rrascas, más adaptadas a suelos áridos, so­ de una y otra especie y también híbridos. El portan mejor la sequedad de suelos some­ mejor lote de robles peludos está junto a ros y prefieren instalarse en dolomías y ca­ Yarte. Olza ha sido, en invierno, cazadero lizas, donde las otras especies medran a tradicional de becadas, que buscan lombri­ duras penas. Es el caso de las dolomías de ces en el suelo húmedo. Estos bosques NO. de Lete, en las que sólo se mantienen albergan 26 especies nidificantes. Las prin­ carrascas y enebros. cipales son: arrendajo, malviz, mirlo, cho- D) Y AR TE chín, petirrojo, pinzón, reyezuelo listado, mosquitero papialbo. v En término de Lete, el monasterio de Yarte fue el más importante de la Cuenca B) REPOBLACIONES FORESTALES de Pamplona. Si la documentación no es falsa, Sancho el Mayor y la reina Mumadora En esta zona los pinos no son espontá­ lo donaron, con monasterioios y dependen­ neos. No obstante, cerca de Olza encon­ cias de la zona, a Albelda el 17 de mayo de tramos una plantación de este pino ca­ 1024. Era un monasterio dùplice. Veintiún rra s c o , (Pínus halepensis) en el límite de años después, en 1045, García el de Nájera sus posibilidades, porque se trata de espe­ lo donó a Irache, a cambio de S. Esteban de ZORRO, RAPOSO-AZARI (Vulpes vulpes) terránea, entre rocas o bajo las raíces de un cie friolera que exige más sol. Y cerca de Monjardín. Esta noticia es sospechosa; Mamífero cánido -com o lobos, chacales árbol. El macho caza para la prole, en los Yarte crecen pinos royos. Monjardín siempre fue del obispo. Mediado y perros- es bien conocido por su parecido primeros días, y después le acompaña la En la ladera N. de Zabalgaña hay planta­ el siglo XI, Santa María de Yarte era mo­ a los perros, más bien bajo de patas y madre, que amamanta dos meses a los zo- ciones abancaladas de pino laricio (P in u s nasterio incorporado a Irache. Yarte decae dotado de tupida cola. Largo de un metro rritos. Estos cazan luego con los padres n ig ra ), sustituto del carrascal que hasta no a partir del siglo XIV. Las propiedades se -del cual pertenecen 40 cm. a la cola-, alto hasta el otoño, en que se independizan. hace mucho vestía el monte. administran desde Irache y el priorato pasa de 35 cm. en la cruz, pesa de 5-7 kg.; li­ Captura, al acecho, micromamíferos -ratas, a ser granja. La desamortización líquida los gero en comparación con los canes de su ratones, musarañas, erizos-, conejos, aves, bienes de Yarte. talla. Los machos son mayores que las ranas, caracoles, insectos y consumen fru­ hembras. Hocico puntuagudo. Ojos vivos tos y carroñas. Aprovechan a fondo las ba­ con pupila vertical. Orejas triangulares y suras, lo que les acerca a caseríos y pue­ levantadas. Patas cortas, con 5 dedos en las blos. Pasa el día en la madriguera, exca­ anteriores y 4 en las posteriores; deja hue­ vada por él mismo, a veces ampliando las llas semejantes a las de perro pequeño. de tajudos o conejos, y su actividad princi­ Pelaje muy variable, rojizo en dorso y gris pal es nocturna. Nada y trepa sin torpeza. claro en vientre y extremo de la cola; hay Tiene bien desarrollados oído, olfato y vista. ejemplares muy oscuros, con manchas casi Se distribuye por toda Europa y zonas de negras, más apreciados en peletería. En in­ Asia y Africa. En Navarra cubre todo el vierno el pelo se hace más tupido. Los jó­ territorio y es más denso en Zona Media y venes son grises-pardos y tienen hasta la Bardena. Sufre persecución humana tenaz, muda otoñal el pelo más corto. Vive en pero se defiende bien y abunda, sin duda bosques, desde zonas llanas a alta mon­ porque sus predadores naturales, lobo y taña, pero es muy adaptable y ocupa cual­ lince, no existen. La tradición le tacha de quier hábitat, aun cerca de las grandes ciu­ dañino por sus ataques a gallineros y a la dades. Se aparean en pleno invierno -ene- fauna cinegética. Estudios más recientes ro-febrero- con persecuciones y luchas desaconsejan una condena demasiado ta­ entre los machos que desechan su habitual jante, porque demuestran la cantidad de desconfianza y resultan más visibles. La ratas y ratones que elimina. Es una de las gestación dura 51-52 días. Nacen 3-5 ca­ pocas especies de mamíferos fáciles de ver, chorros (marzo-abril) en madriguera sub­ si se camina en silencio. Q Km. 84,500 de la carretera N-11 entre Viana y Logroño, un camino bordea un (S) Bifurcación, junto a campo de almendros: seguimos lapista de la derecha. pinar y avanza hacia el S/SO entre campos de cultivo. (T ) E rm ita de la Virgen de las Cuevas. Retrocedemos hasta (J) Cruce: a la derecha. El camino bordea un bosquete deslucido de cipreses. (8) bifurcación: a la derecha e, inmediatamente, nueva (5) Cruce con pista: la seguimos hacia el S., entre campos. Luego va sobre el dique del embalse y por la orilla. ( 9 ) bifurcación: también a la derecha. Pasamos junto a un corral, y vamos en dirección O. entre campos Cruce: dejamos la pista y seguimos un sendero que contornea la laguna por el S. (íí) Cruce: mantenemos la dirección anterior. (?) hasta entroncar con pista, que seguimos. El paseo discurre ahora en el linde de la vegetación de marisma y entre campos. B ifu rca ció n : doblam os al N. y sin d ific u lta d llegamos al punto de Q

( D B ifurcación: nos alejamos del borde de la balsa y enfilam os hacia el N /N E . Pasa­ mos junto al arroyo de Perizuelas.

I

) ® < p ^ 9 9 _____ ------1------3 9 0 ------r f ^ ...... = = p — ------— = = ------j.------3 8 0 ------1------1------1------370 ------0 km. 7 km. 4. Laguna de Las Cañas La laguna, endorreica tal vez en origen, es C) ARROYO PERIZUELAS las, breve de curso e irregular de aforo, que hoy un embalse, con dique largo y antiguo Pezuelas fue una de las aldeas que ab­ nutre pequeños regadíos a través de la lla­ Epoca no recomendada: Verano. que ha aumentado la superficie y profundi­ sorbió Viana. Pezuelas figura como perte­ nura aluvial creada por él mismo. El Peri- dad del recipiente. El dique sirvió para re­ neciente a la sede de Pamplona en el do­ zuelas desagua en el Ebro a kilómetro y gular las aguas de riego. La naturalización cumento de Sancho el Mayor de 1007 (= medio al S. de Las Cañas. En el paisaje del embalse ha sido perfecta. La vegetación 1027?). Luego pasó a Leyre y a mediados destaca la estrecha banda de árboles, pro­ acuática y/o relacionada con el agua es del siglo XIII Iranzu tenía propiedades en pios de ripisilva, que escolta el trazado del abundante y hace de Las Cañas la laguna Perepuelas. El censo de 1350 le da 4 fue­ Perizuelas. Fresnos de hoja estrecha (F ra - Paseo llano en término de Viana, junto a navarra más bonita por su cinturón vegetal. gos; el de 1366, 2; en 1427 estaba despo­ xinus angustifolia), sauces blancos (S a lix la muga de la Rioja y a la vista de su capital, La tranquilidad del paraje se quiebra los blado. Todos ellos lo consignan como aldea a lb a ), á la m o s (Populus alba) son, además Logroño. Terreno asentado sobre aluviales días legales de caza, porque Las Cañas es de Viana. El poblado estaba a uno y otro de diversos chopos (Populus sp.), las p r in ­ cuaternarios, con ligeras elevaciones sobre coto cuyas piezas principales son anátidas. lado del río o arroyo hoy llamado Perizue- cipales especies. arcillas y calizas miocenas (Terciario tar­ Los cultivos circundantes son, en especial, dío). Pluviometría anual de 400-500 l/m2, cerealistas, con alguna viña. El arroyo Peri- con veranos secos y calurosos. La vegeta­ zuelas alimenta pequeños regadíos. Ovejas en forma de escamas, con bordes enteros, ción original debió de dominarla el carras­ rasas aprovechan las rastrojeras. En el pai­ caducas, abrazan a las ramillas. Flores pe­ cal ibérico con pino carrasco y ripisilvas en saje destacan como masas oscuras las co­ queñas, rosadas, que aparecen a principio los suelos de aluvión próximos a los ríos. niferas de repoblación; las especies domi­ de verano; inflorescencias de 3-5 mm. de De éstas quedan muestras; de aquélla, no. nantes son pino carrasco y ciprés. ancho, como espigas, subterminales en ra­ millas del año. Los frutos capsulares ma­ duran en otoño. Indiferente al suelo, so­ porta los salinosos, pero requiere bastante humedad. Resiste los fríos. Ripícola, forma rodales externos en ríos y lagunas. Vive a orillas del mar y sube hasta los 1 .0 0 0 m. de altitud. Crece rápido en los primeros años; después, más lento. Si se explota como monte bajo, la corta guarda turnos de 3-4 años. Se extiende espontáneo en el O. del Mediterráneo y llega a Canarias. En España abunda en los litorales levantino y meridio­ nal y en las cuencas de Ebro y Tajo. En Navarra aparece, sobre todo, en los cursos bajos de los ríos mediterráneos, bordes de TA M A R IZ (Tamarix gallica) lagunas y barrancos bardenros. La madera Es la única especie de las Tamaricacae tiene interés como combustible. Se utiliza, presente en Navarra. Arbusto que alcanza en especial, para fijar dunas y terrenos mo­ 5-6 m. de altura. Cultivado, llega a 10 m. vedizos, para contener taludes en márgenes Tronco de corteza agrietada y parda. Ra­ de ríos y ramblas y como adorno, en jardi­ mas delgadas, flexibles, de color pardo- nería. Por ejemplo, crece en el paseo do­ púrpura oscuro. Ramillas rectas abundan­ nostiarra de La Concha, aunque les llaman tes. Hojas simples, alternas, muy pequeñas, tamarindos, sin duda por error.

A) VEGETACION PALUSTRE La vegetación espontánea forma en las puede verlos desde la orilla, en especial lagunas orlas concéntricas, determinadas barbos y carpas. Los reptiles presentes son por las especies, el gradiente de humedad y el esquivo galápago y las inofensivas cule­ el tiempo que viven anegadas. Tal disposi­ bras de agua. Las aves acuáticas se instalan ción se presenta en Las Cañas alterada por de acuerdo con sus exigencias y la profun­ el dique en el SO. del recipiente y por el didad del agua, 5-6 m. en el calado má­ camino, de SO. a NE. que divide la balsa en ximo. Somormujo lavanco y zampullín dos. Las orlas son manchas en apariencia -consumidores de peces, anfibios e insec­ desordenadas. La zona S. de la laguna tos y buceadores en aguas profundas- son muestra las aguas vacías, porque la pro­ nidificantes. A ellos se unen en época in­ fundidad impide el crecimiento de plantas vernal porrones y patos colorados. Fochas, superiores; sólo en las orillas aparecen es­ polla de agua y azulón, especialistas de trechas bandas. Se han verificado más que aguas someras, ven aumentada la compe'- una quincena de especies herbáceas prin­ tencia invernal por pato cuchara, cerceta y cipales, ligadas al medio acuático: entre silbón. También pescan en aguas superfi­ ellas destacan la anea o espadaña (T ypha ciales cigüeñas, garza real -en invierno- y angustifolia), c a rriz o (Phragmites commu- garza imperial -nidificante-, al igual que n is ) y cuatro juncos (Scirpus tabernae- martinetes, que emigran en invierno y nidi­ montani, Se. maritimus, Se. holoschoenus y fican en colonia. El carricero tordal anima, Juncus bulbosum). Tamarices, sauces y escondido en los carrizos, los días de pri­ chopos son las más notables de las ocho mavera con su canto monótono y se au­ especies arbóreas o arbustivas. Los carri­ senta en otoño e invierno. zos tienden una estrecha banda en la orilla M A R TIN E TE (Nycticorax nycticorax) les. Solitario o gregario, captura sus presas oriental y flanquean el camino central de la en aguas someras o en la vegetación: ani­ balsa, además de agruparse en la margen Ave de las Ardaidae -garzas, garcillas, males acuáticos, anfibios, insectos, además occidental y de formar manchas enormes avetoro-, de unos 60 cm. de longitud, de en el N., agrupados con aneas y juncos. Las ■>' ' formas macizas y patas relativamente cor­ de pequeños mamíferos terrestres. Crían en colonias, con frecuencia mezclados con aneas -inconfundibles por sus inflorescen­ tas. Los adultos lucen plumaje contrastado ■ , ' 'V S-* ^ |! otras ardeidas. El nido, de ramas, lo fija en cias en forma de puro- ocupan como masa de gris, negro y blanco. Negro: píleo, dorso árboles y arbustos; a veces en espadañas y uniforme la mitad oriental del vaso. Los y nuca. Gris azulado: alas, obispillo y cola. juncos. Pone 3-5 huevos verdiazules en tamarices abrazan casi toda la laguna y se fe-: 'Ir: Blanco, el resto, incluidas dos largas plu­ cada puesta anual. Pollos nidícolas un mes. adensan en el flanco occidental. mas que nacen en la nuca y cuelgan en el % \ dorso. Pico cónico, fuerte y negro. Patas Estival en Europa, inverna en Africa. En la >■ amarillentas y no largas. Ojos con iris ana­ Península Ibérica, cría con preferencia en la B) FAU N A >; v - ’ v ranjado. El plumaje de los jóvenes es pardo mitad meridional. La colonia de Las Cañas, En Las Cañas hay cinco especies de pe­ oscuro con estrías blancas en el dorso, más descubierta en 1975 por Eduardo de Juana, ces: carpa común, tenca, barbo común, an­ ' ' i ' V* ‘ claro en vientre y pecho. Habita embalses, es la más septentrional. No se sabe si exis­ guila y perca americana (black bass). An­ . V lagunas y ríos lentos con vegetación abun­ tía antes. En el momento de su verificación guilas y barbos, presentes en la región, han dante; fuera de la época de cría, también en contaba unos 15 nidos. Parece ir en au­ podido llegar a la balsa por sus propios praderas y vegas. De día reposan los ban­ mento. En el 79 se contaron 35, ocultos y medios, pero también introducidos artifi­ dos en arbolado o vegetación espesa. Acti­ de difícil acceso en los tamarices inunda­ cialmente como las demás especies, exóti­ vidad crepuscular. Vive en colonias -época dos. En junio pueden verse los jóvenes vo­ cas, para su aprovechamiento piscícola. de cría- y en bandos pequeños -fuera de lantones en lo alto de los tamarices, y los Todas se han adaptado y desarrollan bue­ ella. Vuelo firme. En el suelo, anda y corre movimientos de los adultos al atardecer. nos ejemplares. El observador paciente Nido de Somormujo. ágil. Trepa sin dificultad a ramas de árbo­ Funes. Salimos del pueblo por la carretera que sube a empalmar con la de Peralta © Cruce de caminos. Mantenemos la misma dirección.

a Rincón de Soto. Poco antes del km. 1, © ) Bifurcación: a la izquierda. © a la izquierda, Camino de los Almendros, que asciende en dirección SO. (i) Corral de la Facería. Dejamos la pista y avanzamos por un camino que se precipita (2) Cruce con la carretera tendida sobre la cresta. La seguimos en dirección SE. Pasa­ hacia el río, por cuya margen derecha remontamos, entre bloques caídos de yesos. mos junto a la ermita del Portegado erigida en el lugar ocupado por otra desapa­ ^0) El sendero se estrecha bajo los acantilados de margas y yesos. El suelo de tierra, recida y monumento al Sagrado Corazón (1961) y seguimos en pendiente suave. inclinado, está poblado de tamarices. Luego el paisaje se abre algo. Un haz de cami­ © La carretera gira al S.: la dejamos y avanzamos por sendero que continúa por la nos lleva, por la misma orilla, al punto de partida. cresta, al borde del pinar.

© El sendero va a dar a una pista, que seguimos en dirección SE. El paseo no tiene dificultad alguna, salvo en el tramo que inicia el hito @ . La trocha entre los cortados y el cauce, llamada Camino del Soto, puede presentar inconve­ © hasta que acaba. Un sendero facilita la marcha por la cresta afilada hasta encontrar nientes si el río baja crecido o ha pasado avenida notable. © la carretera, que nos lleva al S. Termina el tramo asfaltado y seguimos por pista descarnada.

0 Kms. 12 Kms. 5. Peñalén C) ACANTILADOS DE YESOS Y ARCILLAS Epoca no recomendada: Verano. Los ríos erosionan los yesos y arcillas oligocenos y forman acantilados, especta­ culares como el espolón de Peñalén. Son casi continuos desde aquí a Milagro. Los yesos enseñan ios pliegues. Son muy plás­ Peñalén es topónimo famoso en la Histo­ cara tal orden. Peñalén fue puerto fluvial, al ticos, pero acaban cayendo en bloques. Así, ria de Navarra, pero pocos saben situarlo. que llegaban cargamentos de Zaragoza, los cortados son verticales y, aunque son Allí, en el Barranco del rey, murió en 1076 Tortosa y Valencia. Así, en 1401 desembar­ rocas sin consolidar, brindan oportunidad Sancho el de Peñalén, despeñado por sus caron unos toronjales, acaso para . La de nidificación a especies habituadas a hermanos Ermesenda y Ramón en una jor­ población, ya corta entonces -tres habi­ instalar sus nidos en acantilados de rocas nada de montería. Pero Peñalén no fue sólo tantes en 1400-, se extinguió, pese a los firmes. Hay tres córvidos, de negra librea: un barranco y un fratricidio, sino villa im­ continuos favores regios. gran cuervo común -dos parejas-, chovas portante, documentada ya en 1084. En ese Peñalén y el Barranco del Rey están en piquirrojas -de acrobáticas exhibiciones- y siglo y el siguiente, Peñalén pertenecía al Funes, sobre la confluencia de Aragón y grajillas, que mantienen colonias próspe­ monasterio oscense de Montearagón. En el Arga. El paseo visita El Raso, llano entre ras. En época estival se instala una pareja XII (sobre 1118) recibió -como Funes y Funes y Milagro. Es una terraza cuaternaria de alimoches. También, halcón común y - los fueros y costumbres de Ca­ cuyos flancos desnudan yesos y arcillas milano negro. Este nidificó (1980) en el lahorra. En el XIV comienza a llamarse Vi­ oligocenas de origen fluvial. La zona culti­ cortado; lo suele hacer en árbol. llanueva y el nombre anterior va cayendo en vada, los regadíos de la llanura aluvial de olvido. Puede ser-lo sostiene Altadill- que Aragón y Arga, se asienta sobre terrenos una crecida del Arga arrasara la villa y cuaternarios aportados por los ríos y en aconsejara reedificarla lejos del río. Villa- plena formación. El clima, con pluviometría CONEJO DE MONTE-UNTXI (Oryctoiagus nueva y Peñalén son la misma localidad, anual de 400 l/m2, es seco y cálido. La c u n ic u tu s ) como escribía la «Crónica» del Príncipe de vegetación primigenia estaría dominada por Mamífero del orden Lagomorfos, origen Viana. Los invasores castellanos de 1378 el carrascal ibérico con pino carrasco. No de los conejos domésticos. Cabeza y consiguieron la rendición de Funes, mien­ quedan muestras. El llano aluvial debió de cuerpo, 35-45 cm., cola, 4-6 cm.; peso tras las gentes de Peñalén-Villanueva y cubrirse de extensos bosques-galería, cu­ hasta 2 kg. Habitualmente, más pequeño. Marcilla se hacían fuertes en Peralta. Carlos yos ejemplos actuales son los sotos. Hoy Los machos, algo mayores y de formas más III premió la valentía y fusionó los términos los secanos son cultivos cerealistas, viñe­ macizas. Pelaje denso y sedoso, espesado de Villanueva, Funes y Peralta, pese a la dos y almendros; los regadíos, hortícolas. en invierno, gris-pardo el dorso, blancas las petición que los dos primeros pueblos ele­ Hay ovejas rasas. El paseo discurre en parte partes inferiores; cola negra encima, blanca varon cinco años después para que revo- por la antigua Cañada Real. debajo. Orejas largas. Ojos grandes y salto­ nes a los lados de la cabeza. Patas poste­ riores mayores que las anteriores, adapta­ das para la carrera; plantas de los pies cubiertas de pelos. Ocupa terrenos areno­ sos, pastizales, campos, bosques claros, landas; no sube a alta montaña. Crepuscu­ lar, aunque con actividad diurna, vive en grupos familiares de uno o varios machos polígamos. Cada familia domina un territo­ rio. Entre los machos hay una rígida jerar­ quía social. Excava profundas madrigueras, muy ramificadas: «cados». Come hierbas y ataca cultivos de cereales, raíces y prade­ ras. Camina a saltos y corre en zigzags veloces. Trepa ágil por cortados terrosos y de yesos. La gestación dura 28 días; paren 2 - 8 gazapos en una galería corta, cerca de la superficie, varias veces a lo largo de Confluencia del Arga y del Aragón. primavera y verano. Nacen ciegos, sordos y sin pelo; desarrollan rápidos y se alimentan solos al mes de vida; adultos a los 3-4 D) MEANDROS ABANDONADOS meses, siguen creciendo hasta los nueve. Las variaciones de un curso fluvial son En Europa falta en la mayor parte de Es- uno de los pocos fenómenos geológicos candinavia, Balcanes y Esta Introducido en que podemos observar con facilidad. No Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia. todas las variaciones son naturales: el re­ En Navarra no aparece en los valles pire­ Vista de Funes y Peralta. corrido actual del Arga entre Peralta y Fu­ naicos, pero es abundante en la Bardena y nes es un gran canal artificial. Los ríos en zonas secas de la Ribera. Presa codi­ A) RIOS Y SOTOS FLUVIALES B) MATORRAL depositan sedimentos en el interior de las ciada de hombres, paniquesas, fuinas, zo­ curvas del cauce y erosionan la parte exte­ rros, tajudos y numerosas rapaces, en­ Cabe Peñalén, el Arga desagua en el Ara­ Las zonas no cultivadas, el «monte», rior: las curvas se acentúan y acaban es­ cuentra su principal defensa en la prolifici- gón, que cerca de Milagro dará en el Ebro. cuando no muestran la tierra, están cu­ tranguladas -a veces con la violencia de las dad. La población sufre grandes oscilacio­ El Arga es el río más contaminado de Na­ biertas de vegetación rala. Es una fase avenidas-, el cauce cambia y los brazos nes a causa de la mixomatoxis, enfermedad varra, pero desde Pamplona hasta Peñalén avanzada de la degradación del carrascal fluviales quedan muertos y sin corriente. El endémica de una especie de conejo dis­ se autodepura de manera sorprendente. La primero. En ocasiones sólo crece el ro­ paseante puede comprobar, mapas en tinta, leve, que la diezma desde los años 50, regeneración no es total: la ictiofauna re­ mero, pero también se dan tomillos, reta­ mano, el cambio reciente de los grandes en especial con ataques veraniegos. sulta bastante variada, pero no densa. mas -de apretados tallos verditiesos- es- meandros entre Peralta y Peñalén. Pero las Muestreos, aguas arriba de Peralta, verifi­ cambrón -arbusto espinoso de hojas estre­ formas de campos y caminos demuestran caron barbo común, carpa, tenca, carpín chas- y agracejo. El agracejo (Berberís vul­ que los cambios han sido continuos y nu­ dorado, madrilla, gobio y chipa. Las aguas g a ris ), de hojas caducas, alto hasta de merosos. Esos brazos abandonados que­ del Aragón, más limpias, hacen que luego 3 m., con espinas trífidas y bayas rojas, es dan, en una primera fase, anegados y de­ de la confluencia aumente la abundancia huésped secundario del cornezuelo del sarrollan una vegetación palustre de carri­ de peces: junto a Milagro, a las especies centeno, enfermedad criptogámica de los zos, aneas, sauces y álamos; albergan ga­ anteriores hay que añadir barbo de mon­ cereales que se manifiesta por manchas de lápagos y peces poco exigentes en cuanto taña, cacho, locha y colmilleja. Los sotos color óxido en las hojas de este arbusto. a oxigenación de las aguas -lucios, tencas, -densos y variados en algunos puntos- es­ Pueden verse varios ejemplares junto al carpas- y abundantes aves. Más tarde los tán poblados por tamarices, álamos, mim­ camino que baja del Corral de la Facería al ocupan cultivos agrícolas. breras, sauce blanco y chopos. Son refugio Aragón. En el matorral, favorecido por los de zorros, tajudos, fuinas y gatos monteses, bloques de yesos desmoronados de los F) REPOBLACIONES FORESTALES además de hábitat permanente de turones. acantilados, proliferan los conejos. Tam­ El ruiseñor bastardo detona su canto en bién se ven perdices, curruca rabilarga y En la parte alta crecen plantaciones de zarzales y carrizos de la misma orilla. La acentor común. Los reptiles más caracte­ coniferas. Allá acaso quedaban muestras garza real pesca en aguas someras. El pito rísticos son las culebras bastarda y de es­ del pino carrasco autóctono, pero no hay real pone el nido en árboles del soto. En los calera, de gran talla, y la modesta lagartija rastro del carrascal que debió existir. Las cortados terrosos nidifican dos especies de colicuadrada. repoblaciones son de pino carrasco colores espléndidos: martín pescador y -adaptadas al clima y al suelo- y de cipre- abejaruco. El primero busca su alimento en ses, exóticos. Hay una línea de puestos pa­ el río; el segundo, lejos de él. lom e ros. Aguiña - Biandiz

SEBASTI,

Navaz

¡ritako

Collado de Aguiña, km. 8,400 de la carretera de Lesaca a Oyarzun. Pista ancha al S. (?) Elutxakolepoa, en el límite de Articuza. Cabaña de cazadores, de chapas. Sin atra­

(T) A la izquierda, en pequeña elevación, estación prehistórica y monumento al P. Do- vesar el vallado, subimos por el cortafuegos: a la derecha, el hayedo de Birango; a la izquierda, pinares de Articuza. nostia. Sigue la pista. © Cumbre de Birango. Descendemos al E-NE. Camino de hierba hasta (5) Iraukolepoa. La pista sigue a media ladera. A la derecha crece una repoblación de alerces. Tras un zigzag pronunciado, @ collado con cruce de caminos. Se puede subir por el cresterío hasta Biándiz. Pasa­ mos junto a refugio destartalado y tomamos pista que desciende algo, en direc­ (i) Ikatzazulokolepoa. Cruce múltiple de caminos y pistas. Grupos de hayas, copudas, ción NO. pinos y cipreses. Tomamos la pista que sube a media ladera: tiene a la izquierda un bosquete de altas hayas y luego, a la derecha, cipreses y abetos. Después de las QÍ) La pista acaba pronto. Sendero llano a media ladera, en el I imite del bosque. hayas, a la izquierda surgen alerces. @ Pequeño collado, al que sale un sendero que baja de B iándiz. Pasamos la valla que (7) Collado, que el camino recorre a lo largo, entre alerces, a la izquierda, y cipreses, cierra los montes repoblados. Cambio de dirección, ahora al NE. Bajamos por pasillo a la derecha. entre repoblaciones de alerces y pinos, en lo alto de la loma, al ( 5 ) Al término del collado, continuamos por la pista que asciende: no por la pista de ® encuentro con la pista forestal en otro collado. Cruzamos la pista y por viejo camino la izquierda ni po r la que va ju n to a viejas hayas por la derecha. entre altos pinos y alerces bajamos hasta

(?) Seguimos por la pista que salva la ladera E. del monte Birango, no el camino que cruzar la regata, en la cola del embalse de D om ico. Pista que va subiendo y se bifurca a la derecha. ® enlaza con otra, desciende algo hasta Ikatzazulokolepoa, hito (5 ), desde donde se (7) Nace otra pista, a la derecha. Seguimos la anterior. deshace el cam ino inicial al pu nto de partida. 6. Aguiña-Biándiz Epoca recomendada: Primavera y Verano. ALERCE JAPONES (Larix kaempferi) De la familia de las pináceas (cedros, abetos, pinos), es conifera de hoja caduca, procedente de Japón, solicitado para repo­ El paseo, en término de Lesaca, visita una encontramos esquistos y grauwacas, muy blaciones europeas. En las mejores condi­ de las zonas más lluviosas de Navarra -m ás antiguos, del Devónico y Carbonífero (Pri­ ciones desarrolla 37 m. de alto. Copa có­ de 2 .0 0 0 l/m2-, con nieblas frecuentes y mario). Los geólogos llaman a esta unidad nica, con base ancha. Si crece aislado, las tercas. Las únicas rocas no sedimentarias Macizo de Cinco Villas. Todo el recorrido se ramas bajas barren el suelo, pero en plan­ de Navarra, granitos, ocupan el macizo de mueve por zonas altas, con buenas pano­ taciones densas la poda natural desnuda un Peñas de Aya, engloban Biándiz y llegan a rámicas. Es paseo montañero, sin habita­ tronco recto y sin apenas ramas inferiores. Aguiña. Pizarras metamorfizadas forman la ción humana. El caserío Domico es sólo Corteza pardorrojiza, grisácea en ramas aureola exterior del granito. Fuera de ésta ru in a s . delgadas. Hojas aciculares, largas de 3,5- 4 mm. y anchas de 1 mm., con dos bandas grises en la cara inferior, dispuestas en ra- millos cortos que crecen en espiral por las ramas. Follaje primaveral verde claro, ama­ rillo en otoño.

CIPRES DE LAWSON (Chamaecyparis taw- s o n ia n a ) Cupresácea oriunda de las montañas Klamath, en el O. norteamericano. Arbol robusto, siempre verde. Alcanza 40 m. de altura. Copa alargada, cónica, muy espesa. Ramas colgantes que casi tocan el suelo. Corteza verde parduzca, brillante, que se convierte en gris parda. Hojas escamosas, Embalse de Domico, rodeado de repoblaciones de coniferas. triangulares, verde oscuras en la cara su­ perior y pálidas en la inferior, dispuestas en cuatro carreras. Frotadas, huelen a perejil. Flores terminales masculinas de unos A) ESTACION PREHISTORICA DE AGUINA B) ROBLES TOZOS 2 mm , con escamas negras en la base que En el arranque del paseo un croquis nos Entre los collados de Irau e Ikatzazulo se tornan púrpura y alcanzan 5 mm. Libe­ señala la situación de dólmenes y crom­ hay una plantación de alerces japoneses y ran el polen en abril y caen. Las flores lechs visitables, parte de un amplio con­ sobre ellos, en la ladera subsisten unos femeninas dan piñas diminutas, de unos junto diseminado por Articuza, Aguiña, cuantos árboles trasmochos y agujereados, 8 mm. en la madurez. Los árboles jóvenes Biándiz, Amargun e Izo. Suele decirse que entre brezos y argomas. Son ejemplares de crecen hasta 80 cm. por anuales; luego a «dolmen» es palabra bretona, equivalente a roble tozo o marojo, ametza (Q u e rc u s 35-40 cm. por año. «mesa de piedra». Parece más exacto que pyrenaica). Se reconocen por la hoja con derive del cómico «tolmen», agujero de lóbulos muy pronunciados y por la bellota piedra, voz aplicada en Cornualles a la losa sen tada . apoyada en dos puntos, bajo la cual pueden oscuras en el haz y pálidas o glaucas en el pasar un hombre o un animal. Cromlech, C) RESTOS DE VIEJOS BOSQUES envés, coriáceas, vivas ocho años en el ár­ palabra francesa de raíz bretona, significa Los bosques de hayas -en vaguadas y bol. El follaje parece en conjunto muy os­ círculo de piedras sagradas. Dólmenes y fondos de valle, robles- cubrieron estos curo. Flores dioicas: las masculinas, axila­ cromlechs son tipos de construcciones montes desde antiguo. Subsisten, jirones res, florecen a fines de invierno o principio megalíticas, esto es de grandes piedras, de aquellos bosques. de primavera. Las femeninas, solitarias, característicos del Neolítico-Bronce, (2500- como yemas carnosas, originan un fruto 750 años a. C.). Son enterramientos, para D) TE JO S Y A C E B O S drupáceo, rojo escarlata en la madurez de los que fue necesario un enorme trabajo. otoño y cuya semilla está rodeada por un En ellos el cadáver quedaba acompañado Junto al collado de Elutxako, en tierra de disco en forma de copa abierta. Vive en de algún ajuar, necesario para el viaje de Articuza, término de Goizueta, unos arboli- suelos variados -prefiere los calizos-, en ultratumba. Los dólmenes representan una llos sueltos destacan sobre brezos y argo­ lugares frescos y húmedos, más en mon­ sociedad nueva, que ha asimilado la «re­ mas. Son tejos y acebos poco corrientes en taña que en llano; subsiste en escarpes. volución neolítica», concepto que acuñó tal cantidad y situación. Debieron de estar Resiste el frío; precisa humedad ambiental. Gordon Childe para el paso de la civiliza­ dentro del hayedo, que ahora queda más Salpica robledales, hayedos, encinares, ción de cazadores a la de agricultores y abajo, y sobrevivir a la tala. abetales, etc., y es más frecuente en haye­ ganaderos, más la aparición de la cerámica dos y robledales. Debió ser más abundante, y la cocción de los alimentos. Como dire­ E) REPOBLACIONES a juzgar por los restos. Especie autóctona mos en algunos de estos paseos, las nece­ A lo largo del paseo asoman repoblacio­ en toda Europa, N. de Africa y O. de Africa, sidades ganaderas impusieron el fin de mu­ nes de las especies más utilizadas en la aparece en todas las cordilleras españolas y chos bosques, transformados en pastizales en Mallorca. En Navarra se da aislado o en Navarra húmeda. Alerces japoneses, des­ TEJO-AGIÑA (Taxus baccata) por los hombres de hace miles de años. vestidos en invierno, sobre el barranco de breves grupos, en áreas boscosas de Zona Junto a la estela y altar dedicados al Endara, en las laderas orientales de Biándiz Una especie europea de las Taxaceae, es Media y Montaña. Se emplea en ornamen­ P. Donostia hay tres modestos cromlechs. y de Birango. Abeto rojo, a la derecha del conifera de gran longevidad: algunos ejem­ tación -un buen ejemplar vive tras el mo­ El dolmen de Aguiña está a escasos metros camino que sube de Ikatzazulokolepoa ha­ plares deben de tener más de 1.500 años. numento pamplonés a Navarro Villoslada- del comienzo de nuestro paseo. Son tres cia Biándiz; fácil de identificar por sus an­ Es árbol de altura mediana: no pasa en por su facilidad de corte y lento creci­ losas que forman cámara rectangular, con chas copas cónicas y las hojas cortas y general de 1 0 m., aunque ejemplares ex­ miento. Madera dura, compacta, sin resina, otra apoyada al lado, que parece el resto de siempre verdes. Cipreses de Lawson, junto tremos llegan a 15-20 m. El tronco suele elástica e imputrescible, que se trabaja en la cubierta. Lo rodea un túmulo circular de al collado citado y en el NE de Birango. ser corto, pero grueso, cubierto de corteza ebanistería y tornería. Fue la preferida para 5,5 m. de diámetro y 0,50 m. de alto. Una Pino de Monterrey, oscuro de follaje, de pardogrisácea. Copa ancha, que tiende a fabricación de arcos. Hojas, ramas, madera masa de argomas disimula el conjunto. Los acículas largas y grandes piñas adosadas al cónica, con muchas ramas, gruesas, largas, y semilla con tóxicos para el hombre y el otros dólmenes señalados en el croquis tronco principal, en los alrededores de Do- flexibles y enmarañadas. Hojas persisten­ ganado, por lo que goza fama clásica de parecen ser simples túmulos. mico. Roble americano, junto a Ikatzazulo, tes, insertadas helicoidalmente en las rami­ narcótico y emenagogo, así como tradición de troncos lisos y hojas de lóbulos puntia­ llas, aciculares, relativamente planas, verde de árbol druida y mágico. gudos, caducas, de tonos púrpura otoñales. * r - , ' «L. ^ * » 1.* ' * ' * 1 ’ * v ■ *r ’ » ■.^,'V •». r-.N % - " .1 Y ■ * V ■ , ■ ■■*■■ *. .

B Iribas. Pista ancha en dirección E. y que enseguida de salir del pueblo, © En un pequeño paso de la alambrada de cierre, sin sendero marcado, bajamos hacia el NE., primero por el pastizal y luego por un bosquete de robles, hasta © se bifurca: dejamos la pista que va al NO, con puerta de reja metálica, y seguimos la del SO. A los pocos m etros, © camino bien marcado y casi llano, que en arco abierto pasa junto a una cuidada borda, a la derecha. © bifurcación: tomamos el camino, con puerta de reja metálica, al O-NO. Avanzamos entre praderas de siega Abandonamos el camino en una curva bastante cerrada. Dejamos el camino. Ba­ jamos sin senda por la pendiente, a través de bosques de castaños y robles, hasta © y cruzamos un grupo de fresnos; ya en término de Baráibar, pista abierta hace poco que nos lleva hasta el mismo © camino del nacedero, camino paralelo al anterior y próximo a la regata, que remon­ tam os hasta © Baráibar. Lo atravesamos y seguimos la pista, antiguo camino a Aralar por Amu- xate, en dirección O. Via amplia entre praderas. © nacedero de Aitzarreta, fuente del río Ercilla. Regresamos por el mismo camino hasta que, luego de una breve cuesta, © Bifurcación: seguimos la pista, no el camino que queda a la derecha. junto a una borda, desembocamos en el camino tendido por la orilla izquierda del © Bifurcación: mantenemos (a pista y desechamos el camino que baja al S. río hasta © G iro en ángulo recto al S. y rodeamos la últim a pradera de la zona. © el sumidero, en un bosquete de robles del país y americanos. Volvemos por el ( 5 ) Dejamos la pista: cam ino hacia él SO. que se adentra en el bosque de hayas, bien mismo sendero, en sentido NO. y marcado y casi llano hasta que después de un pequeño raso, ® lo abandonamos para subir en sentido NO. hasta recuperar la pista que nos lleva a © en Erbitza, en una ramificación de senderos empalmamos con un camino muy Iribas. Atravesamos el pueblo y tomamos la carretera hacia Lecumberri. señalado, que Al salir del pueblo, un camino al E. baja en zigzag al río Larráun. Tras la segunda ® en zona de helechos inicia el regreso al E.: salva unas hondonadas mediante un revuelta, amplio zigzag y en paisaje despejado, aun próximo a arbolado, empalma con la tomamos un sendero muy pendiente que acerca a la pequeña central eléctrica. carretera de Baráibar a Aralar. La seguimos hasta pasado el Desde la orilla puede verse el nacedero de Iribas. Regresamos a éste, nuestro punto de partida, por el mismo sendero. (jl) _ (18)

Í9) I (19)

0 Kms. 12 Kms. 7. N acedero del Larráun E) NACEDERO DE IRIBAS Epoca recomendada: Primavera, Verano y tras grandes lluvias. en el que brotan las aguas enterradas del Ercilla más las del acuífero inferior. Está al pie de Iribas, en el contacto de las calizas jurásicas y las margas impermeables sub­ yacentes. Las aguas surgen por dos o tres Este paseo puede deparar una sorpresa bles y permeables hace que sobre las arci­ manantiales con un aforo medio de notable, porque no son muchos los nava­ llas se formen cuencas endorreicas, reco­ 2.500 l/s. Es el nacimiento del Larráun, rros enterados de que en su tierra existe un rridas por corrientes superficiales, que bastante caudaloso desde el principio. guadiana. El Larráun. El Diccionario de T. aprovechan los niveles karstificados para Las reservas totales del acuífero de Aralar Ochoa (1842) y el de Pascual Madoz no sumirse, como en Unakoputzua, Frantze- superan los 500 Hm3, de los que se renue­ hablan del río Larráun, sino del río Lecum- serreka y, sobre todo, el Ercilla. Las calizas van al año 135 Hm3. De éstos, tres cuartas begui, que «en su origen da suficiente agua constituyen -por la estructura y permeabili­ partes vierten por fuentes navarras. con que muele un molino harinero, y poco dad de la red subterránea de grietas y ca­ después se esconde y corre como un vernas- importantes acuíferos que descar­ F) B O S Q U ES cuarto de hora por debajo de tierra hasta gan por los manantiales de Aitzarreta (Ba­ El paseante atraviesa bosques de haya en que vuelve a salir al pie de la iglesia del ráibar), Iribas, Urruntzurre (Irañeta), Amur- toda la parte alta del recorrido -hayas ins­ lugar de Iribas». Madoz y Ochoa distinguen gáin, el propio Larráun y, en Guipúzcoa, taladas en laderas y zonas rocosas- y pasa Lecumbegui, río, y Lecumberri, lugar de por las fuentes de Aya, Zazpiturrieta y sin darse cuenta a robledales crecidos en Larráun. Este valle comprende Albiasu, Al- O s im b e rd e . las vaguadas de la zona más baja, en que daz, Alli, Arruiz, Astiz, Azpíroz, Baráibar, los suelos ganan profundidad. Avellanos, , Eraso, Errazquin, Gorriti, Huici, Iri­ arces comunes, sauces de hoja ancha, es­ bas, Lecumberri, Lezaeta, Madoz, Muguiro A) AITZARRETA pinos albares y endrinos tachonan los cla­ y Odériz. Larráun es valle de cierta comple­ El manantial surge en una cueva alojada ros de los bosques, cuyos pastizales, de jidad geomorfológica y vierte a dos mares: al pie del acantilado de calizas cretácicas, helecho abundante, reciben la visita arbi­ Azpíroz, Eraso, Errazquin, Gorriti y Lezaeta en el punto de contacto de éstas con las traria de yeguas y ovejas lachas. Quedan miran al Araxes, que da al Oria; los demás, margas. El caudal medio es superior a los ejemplares de castaños, flecos del castañar incluido Huici, al Larráun, que, tras burlar el 1.000 litros/segundo. Registra enormes va­ víctima de la enfermedad criptogámica lla­ paso de Dos Hermanas, se funde con el riaciones de una a otra estación. Tras llu­ mada «tinta». La zona cuenta con unos Araquil junto a Urrizola, antes de Osquía. El vias abundantes, surge una impresionante vecinos recientes: los estorninos pintos, ni­ clima es lluvioso: unos 1.500 l/m 2 a n uales. cascada tumultuosa de aguas turbias. En dificantes en viejos robles. Baráibar e Iribas, que visitamos, son pue­ Nacedero de Iribas época estival o sin avenidas, el manantío es blos ganaderos, con vacas lecheras friso- límpido. Junto al manantial quedan los nas estabuladas y yeguas y ovejas lachas en restos de la presa del molino, un muro que semilibertad. Los núcleos urbanos están se deteriora por momentos. También hay rodeados de praderas de siega y cultivos una toma de aguas para Lecumberri. Aitza­ C) VALLE SECO forrajeros con setos de avellanos y fresnos. rreta es la fuente del río Ercilla, que corre Desde el sumidero en dirección a Iribas, sobre margas impermeables por un valle- se abre un valle tallado en las calizas y cico de praderas, robles dispersos, avella­ cubierto de hierba con grupos de fresnos. nos y restos del antiguo castañar. La regata Habitualmente seco, hace de aliviadero inunda el valle en días de avenida y forma cuando el sumidero no puede absorber el un alargado embalse. caudal íntegro del Ercilla. Entonces el valle se convierte en cauce torrencial, unos tres­ cientos metros, hasta la B) SUMIDERO

El Ercilla llega a las calizas de la base del Cretácico inferior y se entierra poco a poco D) SIMA DE LEZEGALDE hasta desaparecer tras dibujar un arco pro­ que también alimenta el acuífero inferior. rius) nunciado en el que se depositan abundan­ La sima tiene una entrada de 104,5 m. y fue tes ramas. Este arco rodea un pequeño explorada en los años 50 por un equipo de Pájaro de la familia de los Córvidos montículo poblado de robles pedunculados espeleólogos entre los que se encontraban -cuervos, chovas, picaraza-, de unos y americanos. Dos o tres veces al año, tras Isaac Santesteban y J. M. Martínez Peñuela. 34 cm. de largo. Pico robusto y negro. Pa­ temporales desatados, el sumidero no Según informaciones locales, una vez en tas fuertes, pardas. Plumaje de tono general puede tragar todo el caudal del Ercilla y el los últimos cuarenta años Lezegalde fue pardo. Cabeza con plumas del píleo listadas río corre por este fondo del valle. El agua incapaz de admitir todo el caudal que le y eréctiles. Ojos con iris claro, llamativos. infiltrada por las calizas alimenta el acuífero llegaba y el agua sobrante siguió fluyendo Bigotera negra y ancha. Espalda, pardo os­ in fe rio r. superficial hasta el cercano cura. Obispillo, blanco, muy conspicuo en vuelo. Garganta blanca; pecho y vientre, pardo claros. Coberteras alares menores, azul celestes con listas negras. Alas y cola, negruzcas. Gárrulo, con gritos penetrantes, a veces a coro. Imita con admirable fideli­ dad gritos de águilas, buitres y otras aves. Vive en bosques de frondosas y coniferas -prefiere los robledales- y en zonas semia- biertas con setos y bosquetes: siempre cerca del arbolado. Arisco y desconfiado, vuela ruidoso si se le sorprende. Vuelo recto y pesado. Forma pequeños bandos Manantial de Aitzarreta. familiares que recorren el bosque en busca de alimento: bellotas, cerezas, manzanas, castañas, así como insectos, lombrices, NACEDEROS DEL huevos de pájaros, pequeños vertebrados! Suele esconder frutos en huecos de árboles La Sierra de Aralar la forman una serie de y con frecuencia olvida el escondite. Hace estructuras orientadas en sentido E-O, evi­ el nido en árboles y arbustos de bosques dentes en alineaciones calcáreas y arcillo­ tranquilos. Lo arma con ramas, tallos y tie­ sas en forma de barras -Lizarrusti, Madale- rra y lo tapiza con raicillas y pelos. Pone 5-7 naitz, Dos Hermanas, Altxueta- y depresio­ huevos, incubados 16-17 días por ambos nes (Ormazarreta, Urruntzure, Ata, Aguiri). padres. Los pollos viven en el nido unos 20 Las calizas presentan morfología kárstica, días. Distribuido por Europa -excepto el caracterizada por los procesos de disolu­ gran Norte-, en Navarra se instala en bos­ ción, que dan formas como lapiaz, dolinas, ques, sobre todo, de la Zona Media y Mon­ uvalas, simas, cavernas y surgencias de taña: prolifera en robledales y resulta es­ agua. Las arcillas -en que se excavan las caso en carrascales. Es un acusica: avisa a depresiones- ejercen de pantallas imper­ personas y animales de la presencia de meables y fragmentan las masas calcáreas ciervos y otros mamíferos, pero a la vez en formaciones kársticas, comunicadas delata a éstos la proximidad de aquéllos. entre sí gracias a grandes accidentes tectó­ nicos. La alternancia de niveles impermea­ El «valle seco» tras grandes lluvias. i Foz de Ugarrón 8 ■ r T í f T k i . 15 Kms.

Q Carretera de Rípodas a Elcoaz, km. 8,300, en el comienzo de una nueva pista de ® En el fondo de un pequeño barranco, salvamos un cortafuegos que limita el pinar concentración parcelaria. Tomamos la pista en dirección SO. por el S. y tomamos sendero que asciende por el pinar y luego sigue entre ma­ ( T ) B ifurcación: al E-SE, por la pista que discurre por la loma y baja al pequeño ba­ torrales hasta rranco, ® collado. Seguimos el sendero estrecho que trepa por la loma al N. y luego da en © en que se deja la pista y por el sendero que va directamente al el barranco.

© río Areta o Imirizaldu. Lo vadeamos. En la margen izquierda el sendero va entre ® Collado (702 m.) Repoblación abancalada y reciente de pinos. Seguimos el corta­ el cam po y la o rilla . fuegos que discurre por la línea de crestas al E-SE. y luego a media ladera

(?) Cerca del final de los campos, dejamos la orilla en dirección E. hasta el fin a l. Cruzamos la alam brada de cierre de la repoblación. Los bancales de la repoblación nos llevan al sendero tendido sobre el escarpe rocoso y después © y en el barranco de la fuente seguimos sendero que semioculto por lavegetación por el valle hasta la se adentra en la garganta y asciende entre carrascas y coscojas. borda de Ugarrón. Un camino sube hacia el NO., entre la repoblación hasta (6) Junto a un peña que domina toda la foz. El sendero continúa ® ® collado (744 m.) Pasamos la alambrada y dejamos la repoblación. El camino © y atraviesa un barranco y de nuevo, entre matorrales y campos llecos. inicia el descenso. © Barranco, que salvamos en amplia curva, por senda bien señalada. Alternan zonas B ifurcación en un collad o: a la derecha, el sendero. Desechamos el cam ino ancho de monte y campos que se abre a la izquierda. © Nueva hondonada con algunos quejigos. Borda. El camino sigue hacia abajo, en dirección E. ® Berroya. La carretera sin asfaltar va junto al río hasta la borda de A icoa. De ésta, por la pista volvem os al cruce (T ) y al pu nto de hasta el cruce con la carretera de M u rillo-B erroya, en donde giramos al NO. hacia partida. ® Señorío de Arielz. El vial separa campos de pastos. Como variante, desde el hito (t6) , se puede seguir el cortafuegos que limita la ® Enfilamos al N. por vaguada. El camino, ancho, sube a media ladera. repoblación po r el E. y baja al valle y luego subir hasta alcanzar el h ito ®

®

700 ® k t f 650 r - f @0) f f 600 550 500 450 0 Km. 10 14 C) MATORRAL Y RESTOS DEL BOSQUE D) REPOBLACIONES FORESTALES 8. Foz de Ugarrón MEDITERRANEO Epoca recomendada: Primavera y Otoño. Entre Arielz y Ugarrón, el paseante atra­ De la vegetación primera, mediterránea, viesa manchas de repoblación de pino lari­ quedan retazos en lugares casi inaccesi­ c io (Pinus nigra), con árboles de buen bles, al pie de los cortados y en rincones porte. También son laricios los pinos de las abrigados. En tales retazos el sotobosque repoblaciones abancaladas y recientes a muestra boj abundante, más coscoja, ene­ ambos lados del Areta. Los bancales retie­ bro de la miera y otras especies menores. nen las aguas, evitan la escorrentía superfi­ Las coscojas dominan el matorral medite­ cial, almacenan suelo y posibilitan un mejor rráneo, bastante ralo, que cubre la zona, no enraizamiento de las plantas jóvenes. Los cultivada, así como el enebro de la miera montes repoblados están cerrados con -airosos ejemplares en el camino a Be- alambre de espino, para que el ganado no rroya-, ollagas (Genista sp), espliegos, to­ ramonee las guías de los pinos y malogre el millos y boj. Gardachos (Lacerta lepida), pinar. En la repoblación que bordeamos en culebra bastarda y culebra de agua son la cara N. del Muru, entre los pinos de 10-12 reptiles característicos, pero casi invisibles, años crecen fuertes y numerosos los queji­ porque huyen rápidos. Conejos, zorros y g o s. tajudos, activos de noche, dejan huellas y excrementos como prueba de su existencia.

ALIMOCHE-SAIZURI (Neophron percnop- te ru s) Buitre pequeño, de los Accipitridae, mide 60-70 cm. de longitud y 150-170 cm. de envergadura. El peso es de 1,6-2,4 kg. En vuelo la silueta muestra largas alas de contornos rectos, terminadas en punta, con plumas largas negras y cola en cuña, blanca, igual que el resto inferior del Buen ejemplar de enebro de la miera; detrás Berroya. cuerpo. De cerca, la cabeza y garganta se ven desnudas y la piel amarillenta; el pico, largo y fino con punta recurvada; el pelaje La Foz de Ugarrón es la salida del río potencia de los tractores. Aikoa II se ve a la del cuerpo, blanco sucio; las alas, negras; Areta-que avena gran parte de Urraúl Alto- distancia. Es un dolmen en la margen dere­ las patas, rosáceas; las uñas, mediana­ hacia el Irati, al que encuentra en Urraúl cha del Areta, a 100 m. del cauce, en el mente fuertes. Los jóvenes son muy dife­ bajo. Zona navarra sin cumbres ilustres ni arranque de una loma ante la entrada de la rentes: plumaje marrón oscuro manchado sotos veraniegos codiciados, desconocida foz. La cám ara-refugio de pastores y caza- de ocre. Aclaran la librea hasta la adultez, a por muchos, albergó en épocas históricas dores- la forman dos losas laterales con los cuatro años. Habituaímente mudo. Vive una población humana muy superior a la cubierta. El túmulo tiene 16 m. de diámetro en montañas, pero también en llanos, si actual. Por ejemplo, Berroya () y 2 de altura. Dentro de Ugarrón, a 300 m. tilados rocosos o terrosos. El nido, de ra­ dispone de acantilados en que nidificar. es pueblo reducido a una sola familia. al S. de la borda, se levanta otro dolmen de mas, lanas y pieles, recibe a mediados de Vuela constantemente, con planeo ágil, so­ Arielz (Urraúl Alto), también. La pluviome­ 3 losas semitumbadas que forman recinto abril dos huevos; la incubación dura 42 litario o por parejas, escudriña todos los tría registra 800 l/m 2 anuales. La vegetación rectangular con la cubierta desplazada. El días; los pollos viven en el nido hasta medio rincones en busca de comida: carroña, pla­ original de quejigos y de carrascas sufrió túmulo circular mide 18 m. de diámetro y agosto. Viven por parejas. Los territorios centas de ovejas y vacas -vigila los rebaños una severa alteración a manos de pastores 1,60 m. de altura. Estos dólmenes y otros están bien delimitados, pero en ocasión de en la paridera-, aprovecha animales gran­ y agricultores, que explotaron el terreno en de la zona los descubrió en 1959 Tomás carroña pueden citarse 20-30 individuos. Su des y pequeños muertos en las carreteras y demasía. Los antiguos cam pos-que nunca López Sellés. distribución europea es mediterránea. Al­ captura insectos, anfibios, reptiles, peces y debieron roturar-, hoy abandonados, recu­ gunas cortas poblaciones invernan en el pequeños mamíferos. Se presenta en Na­ peran la vocación forestal. Los cultivos ac­ Sur de España y en Menorca. En Navarra varra mediado marzo y a fines del verano tuales son, en las mejores tierras de las B) ESTRUCTURA GEOLOGICA son unas 80 parejas y ocupan todo el terri­ emigra a Africa del Sur en bandos reduci­ vaguadas, cerealistas, tanto en Imirizaldu torio, pero es más escaso en el NO. Está en El p u n to 6 del recorrido es un excelente dos. Los ejemplares jóvenes no regresan a como en Berroya y Arielz. Bordas y ruinas paredes terrosas de la Bardena, al borde de observatorio. En la pared de enfrente existe la zona natal hasta hacerse adultos, pero es pastoriles atestiguan el pasado ganadero, grandes ííos, en acantilados y gargantas un cabalgamiento, es decir, una superposi­ creciente la observación de inmaduros en ahora representado por ovejas rasas. (No hasta alta montaña. Especie protegida por ción anormal de un conjunto geológico so­ estío. Cría en agujeros y cornisas de acan- lejos de Ugarrón está Ugarra, lugar del Ro­ la ley. bre otro ocasionada por presiones laterales. manzado, despoblado desde el siglo XV, Los estratos más antiguos saltan sobre aledaño a Napal. otros más modernos y el contacto de las ñas punzantes en los bordes. Las hojas dos unidades es el plano de cabalgamiento, nuevas, que brotan en primavera, son pu­ A) MONUMENTOS MEGALITICOS más o menos inclinado. Frente de cabal­ bescentes. Flores masculinas en amentos, Los catálogos hablan de tres dólmenes gamiento es la zona de contacto anormal. independientes de las femeninas, que salen en esta zona. Aikoa I, a 30 m. en la orilla En la serie gráfica adjunta se muestra la en grupos de 2 ó 3. Bellotas amargas y izquierda del Areta, a 30 m. del río, y a 500 formación teórica de un cabalgamiento. El astringentes, largas de 1-3 cm., con cúpula de la boca de la Foz ya no existe. Ha desa­ esquema final es un trasunto de lo que hemisférica de escamas leñosas, rígidas y parecido, víctima de la ignorancia y de la puede observarse en Ugarrón. punzantes. Florecen en abril-mayo y las be­ llotas maduran a fin del verano, en su se­ gundo año. Muy termófila. Indiferente a los suelos, abunda en los calizos y prospera incluso en secos y pedregosos. Puede vivir c o n 2 0 0 l/ m 2año, pero también con 1.500 l/m2. Soporta veranos sin lluvia, pero no inviernos crudos. En conjunto, es espe­ cie de climas templados y cálidos, secos y semiáridos. Forma masas puras o mezcla­ das con enebro de la miera, a veces en el estrato arbustivo de encinas y carrascas, quejigos y acebuches. Distribución espon­ tánea mediterránea, más abundante en Oc­ C O S C O JA (Quercus coccifera) cidente. En Navarra se presenta en la mitad Arbusto de las Fagáceas, emparentado sur, en cortejo de carrascas, con avanzadas con robles y encinas, adquiere porte de hacia los valles pirenaicos. Madera pesada, mata espesa y baja (1 - 2 m.) o arbusto sólida y dura, sin desarrollo para aprove­ (hasta 4 m.), salvo en el N. de Africa, donde chamientos importantes. Como combusti­ a lc a n z a 6 m. de alto. El tronco es tortuoso, ble se corta en turnos de 5-10 años, Ovejas con ramificación desde la base. El ramaje, y cabras gustan de sus hojas tiernas recién denso y enmarañado, con corteza lisa. Ho­ brotadas; cabras y jabalíes, de las bellotas. jas simples, alternas, persistentes, peque­ Los coscojares encierran interés cinegé­ ñas -1,5 a 4 cm -, rígidas, brillantes, de tico, pues albergan conejos, liebres y perdi­ verde más claro que las encinas, con espi- ces. Alcanza la coscoja los 100 años. Bentartea 10 Kms.

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teíé Ibañeta ,.-,r ¡W££3 Monumento a CarlomagnoS ^ ■j Ronoesvaües í ¿Monumento(ÜQñvfímto Artístico)

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Q En Lepoeder, carretera de Ibañeta a Ortzanzurieta. El collado está a 1.434 m. ( 3 ) Bentartea (1342). Abandonamos la calzada junto a las ruinas de la venta y toma­ Tom am os cam ino ancho y bien marcado hacia el N., y vamos por la falda E. del mos el sendero que va al E. Atravesamos la muga en el m ojón 200, seguimos Astobizkar. El valle es llano al principio y luego desciende entre las hayas de las junto al vallado que cierra una repoblación forestal, límite también del territorio vaguadas, hasta fo ra l, hasta el

© Collado, donde desechamos el camino del raso, a la izquierda, y mantenemos el (7) collado de Arnostegui (1250 m.), mojón 205 de la frontera con Francia: zona de que traíamos, que nos lleva por la ladera N. de Menditxipi. Entramos de nuevo en amplios pastizales, a la que sube una carretera procedente de San Juan de Pie del el hayedo, del que salimos junto al Puerto, Regreso por el mismo camino hasta Lepoeder. (?) collado de Iturrapurre: restos de una vieja chabola, a la derecha de la calzada; semiescondidos en el hayedo un redil y una chabola. La calzada, casi llana, conti­ Puede enlazarse con el paseo siguiente (Mendilaz). Para ello, quienes partan de núa en dirección NE., salvo breves rasos, en el hayedo de la ladera septentrional Ibañeta y de la Fábrica de Orbaiceta deberán ponerse de acuerdo e intercam­ del Txangoa, hasta los rasos de biar los veh ículos. 9. Bentartea C) H AYED O El paseante podrá ver desde el camino va­ rios jarales de haya. En las laderas de Or- Epoca no recomendada: Invierno. El paseante cruzará varias masas de zanzurieta se diferencian fases en la ex­ haya, en vaguadas y zonas recogidas. En plotación del hayedo: hay rodales de arbo­ condiciones parejas se observan los bos­ lado espeso, semiadulto; otros han sido ques y bosquetes de todo el cordón monta­ aclarados, para que las hayas diseminen las ñoso que cierra el O. de la vallonada sobre semillas; en algunas zonas han talado la Estas son tierras ilustres en la Historia de 1.800 l/m 2 anuales- con nieblas avecinda­ Valcarlos. Sin embargo, en el barranco del generación adulta y crece la nueva de jóve­ Europa y no habrá hijo del viejo continente das en las lomas y enredadas en los haya­ Txangoa, el hayal cubre grandes extensio­ nes fagáceas. En las laderas pronunciadas, que ignore la rota de Carlomagno en las les. El sustrato geológico es muy antiguo y nes, con orientaciones y circunstancias va­ muchas hayas inician el tronco en arco, laderas que hoy son para nosotros paseo está tremendamente alterado. No es fácil rias. Los hayedos del camino a Bentartea luego enderezan y crecen verticales. Esto amable. El camino, que iniciamos en Le­ apreciar las estructuras tectónicas. Afloran son bastante limpios, con poco sotobos- se debe a la nieve que aplasta los flexibles poeder, se mueve por la divisoria de ver­ y pueden apreciarse esquistos, cuarcitas, que, y reducido cortejo de especies. Entre troncos de las hayas jóvenes y, al desli­ tientes, amojonada por Astobizkar, Mendi- alguna banda caliza del Ordovícico, Silúrico éstas destacan unos pocos serbales en la zarse, los tumba y cubre. El deshielo prim a­ txipi y Txangoa. Las corrientes originadas y Devónico (Paleozoico o Primario). La ve­ misma orilla del camino. El haya necesita veral libera los troncos y la nueva savia los al Norte van a dar al Luzaide que rinde getación original debió de ser el hayedo, sombra durante los primeros años de cre­ dispara al cielo. Pero la experiencia, repe­ aguas al Nive y éste al Atlántico; las caídas del cual persisten buenos retazos. Los cimiento, pero, si el bosque es muy espeso, tida año tras año, termina conformando el en el barranco del Txangoa las recibe el pastos, urgidos por la ganadería, son mile­ las plantas nacen, mas no desarrollan. Así, Irati y acaban en el Mediterráneo. Es zona narios y transformaron grandes extensiones el haya encuentra las mejores condiciones arranque del tronco. de lluvias y nieves copiosas -más de del bosque original. de luz y de protección en los claros produ­ D) REPOBLACIONES FORESTALES cidos en el bosque por la Naturaleza o por el hombre: surgen espesas las gavillas de Dentro del monte Txangoa, cuyo propie­ jóvenes hayas; la selección natural hará tario legaj es el Estado, hay repoblaciones que las más desarrolladas ahoguen a las forestales artificiales de mediocres resulta­ medrosas y subsistan hasta convertirse en dos. Vemos alerces de Japón ( L a r ix árboles talludos. Se calcula que de más de kaempferi), abeto rojo (Picea abies) y una 2 0 0 .0 0 0 plantas anuales por hectárea que­ especie de pino, que no han prosperado dan en un bosque maduro 200 ó 300 pies. por falta de adaptación, por la presencia del ganado o por algún incendio fortuito. El crecimiento es desigual y se han malogrado amplios rodales.

SERBAL DE LOS PAJAREROS-OTSOLIZA- RRA (Sorbus aucuparia) A) C A LZA D A B) PASTIZALES Pertenece a las Rosáceas, como manza­ Carlomagno no abrió un camino. Carlo­ El paseo surca pastizales, sustitutos de nos, ciruelos, perales, serbales, espinos, ro­ magno siguió seguramente la calzada ro­ los hayales primitivos. En este caso, evi­ sales, zarzamoras, etc. De su género tene­ mana, acaso tendida sobre un viejo camino. dencian seriales de embastecimiento: están mos en Navarra cuatro representantes. El La calzada romana existió y lo sabíamos: invadidos de brecína (Calluna vulgaris), serbal doméstico o pomera tiene las hojas era la número 34 del «Itinerario» de Anto- a rá n d a n o s (Cvaccinum myrtillus) y argomas . parecidas, pero el fruto, comestible y para nino, la Burdeos-Astorga, y pasaba por el (U le x sp), más abundantes en terrenos de algunos delicioso, es mayor. Este serbal, puerto de Ibañeta o Summo Pyrinneo. En Valcarlos y Aézcoa que en los de S. Juan de que otros traducen «de los cazadores», es 1953, el Prof. Vázquez de Parga halló en Pie de Puerto. Precisamente en las zonas un arbolillo de 8 - 1 0 m. de alto (algún ejem­ VACA PIRENAICA Ibañeta un fragmento de ara romana y res­ de brezos y argomas, pueden observarse plar raro alcanza 15 m.), tronco con cor­ tos de cerámica. lagartijas de turbera (Lacerta vivípara), de teza gris y brillante, agrietada en ejemplares La biometría de la vaca pirenaica actual tamaño similar a la lagartija roquera -co­ viejos. La copa es ovalada con ramas ex­ es de 1,30 m. de alzada a la cruz. 1,55 m. mún en paredes y pedregales de los pue­ tendidas hacia arriba. Las hojas, caducas, de longitud escápulo-isquial, 1,79 m. de blos-, pero con diseño y características compuestas, imparipinnadas, con 11-15 fo­ perímetro torácico y 0,19 m. de perímetro propias. Como su nombre científico viene a líolos ovalados, bordes aserrados y cierto de caña. Las características de la raza pri­ decir, las crías nacen vivas, porque los hue­ parecido con las del fresno común (de ahí mitiva eran: 1,17 m. de altura a la cruz, vos eclosionan en el interior de la hembra. el nombre en euskara). Flores primaverales 1,36 m. de longitud y 325 kg. en adultos También colonizan áreas boscosas monta­ muy olorosas, en corimbos de 10-25 cm. de (220 kg. en época de sequía acusada). En nas. diámetro, con largo pedúnculo. Los frutos, tiempos pasados el área de difusión abar­ anaranjados al principio, rojos luego, car­ caba Navarra. Vascongadas y los valles pi­ no sos, de 8 - 1 0 mm. de diámetro, maduran renaicos hasta los ríos Esera y Segre. en septiembre-octubre. Es uno de ios pri­ El standard racial muestra cabeza de meros árboles en amarillear, por lo que proporciones medianas, con encornadura destaca mucho en otoño. Llega a los cien en lira y en ligera espiral hacia adelante, años. Vive en toda clase de suelos, aunque perfil frontonasal algo cóncavo, ojos sa­ prefiere los silíceos. Espontáneo en toda lientes, cara corta, hocico ancho y fuerte y Europa, en bosques abiertos, laderas roco­ maxilares robustos; cuello bien musculado; sas -sube hasta 2 . 0 0 0 m. de altitud en los línea dorsolumbar un poco ensillada y as­ bosques montañosos centroeuropeos-, en cendente hacia la grupa: grupa algo angu­ Navarra salpica masas de roble, haya y losa; nalgas desarrolladas y descendidas; pino. No forma masas compactas. No se pezuñas desarrolladas, duras y resistentes presenta en la Ribera. Madera blanca o ro­ al roce con los suelos calizos y graníticos jiza, resistente, dura y compacta, poco utili­ de su biotopo: capa monocolor, trigueña zada dadas sus breves proporciones. Las más o menos clara, con aureola alrededor hojas son alimento de ovejas. Con flores y de ojos -«ojo de perdiz»-, axilas, bragadas frutos se preparan bebidas y fármacos; con y hocico: mucosas de color carne, sonro­ las hojas, una infusión calmante; con los sadas. Es ágil de movimientos, con la ca­ frutos, una bebida alcohólica: es uno de los beza siempre por encima de la altura a la ingredientes del vodka ruso. La medicina cruz, vivaz de reflejos. popular utiliza esos materiales como diuré­ Esta vaca del país vuelve ahora a contar ticos y antiescorbúticos. Los pájaros bus­ con el favor de ganaderos y recupera la can y,devoran los frutos. Jardinería y orna­ cabaña. Aézcoa, Valcarlos y los pueblos mentación recurren a este serbal para pa­ bajonavarros de Ciza es donde se ha man­ seos y parques. tenido con mayor regularidad. * U r c a t í Ñ ^ Mendilaz ]LC> Id o p ii 14 Kms. □

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□ Orbaiceta. Barrio de la Fábrica. El camino cruza la regata y sube en dirección N. (¡O) Collado, que es punto culminante del recorrido. Iniciamos el descenso.

(T) Bifurcación; seguimos recto, por el espinazo del monte, entre claros del monte. El sendero entronca con camino, que pronto se adentra en el bosque, en bajada rápida. © Junto a una cerca de espinos, pasado un claro, el camino toma una ligera pen­ diente. El camino desemboca en la pista que viene del pantano de Irabia. Seguimos la pista, cuesta abajo. (5) Bifurcación: a la derecha. Es el camino mejor marcado. (Í3) Dejamos la pista, en curva y cambio de rasante y tomamos el camino a la derecha. ( ? ) B ifurca ció n: el vial más ancho, que es el de la izquierda. Atravesamos el bosque y salimos a zona de prados y cultivos. © Salimos del bosque y el camino enlaza con otro arreglado, junto a las chabolas El camino se convierte, junto a un caserío, en carretera asfaltada que, casi llana de Azpegui. y entre praderas, nos lleva al punto de partida. (? ) Collado de Azpegui. El camino se separa de la pista e inicia la bajada. - i ( 7) Reencontramos la pista, atravesamos zona boscosa de la vaguada y subimos por el Este Itinerario ofrece dos variantes: raso de césped. a) Desde el h ito ( ? ) puede el paseante ir a Arnostegul y desde a llí enlazar con el 8 Collado de Idopil —Organblde para los bajonavarros—, en la muga con Francia. ( ) itinerario anterior, de Bentartea. Desde aquí, sin camino señalado, hay que enfilar hacia el SE., a aproximarse al b) En Azpegui, hito (5) , cabe empalmar con el paseo de Bentartea, si se sube I imite del bosque. por el collado de Soraluze hasta Arnostegui. ( 9) Atravesamos regata e iniciamos la subida, siempre cerca del lindero del bosque, sin camino definido, por los pastizales, hasta

(?) (p 7 ©

0 Km. 14 Km. 10. Mendilaz C) MAJADA DE AZPEGUI Epoca recomendada: Primavera y Verano. En la ladera de Urkulu, a la izquierda del camino, hay unas chabolas pastoriles, va­ rias de ellas arruinadas. En ellas vemos tres tejados con teja de tabla. Tales cubiertas, típicas de las cabeceras de valles pirenai­ Este paseo por términos de Orbaiceta, kársticos visibles en las dolinas cercanas a cos, utilizan tablas -«oholak»- de roble, Valle de Aézcoa, se mueve junto a la muga Idopil y, cerca de Saiarre, el sumidero en cortadas y preparadas a golpes de hacha, y entre una y otra Navarra. Las localidades que se entierra la regata. Los pastos están montadas en tejados muy apuntados, para navarras de la vertiente pirenaica septen­ siempre verdes, gracias a la alta pluviome­ que la nieve resbale. Son ya una rareza trional son Esterenzubi y San Juan de Pie tría anual —más de 1.800 l/m 2— y frecuentes etnográfica, arrumbada por planchas de fi­ del Puerto. El sustrato geológico, poco es­ nieblas. La región fue totalmente boscosa, brocemento o chapas metálicas. pectacular, lo forman calizas de distintos dominada por las hayas. En las zonas más tipos, arcillas calcáreas, esquistos y cuar­ bajas, al Sur, quedan robles, vestiglo de las citas, del Devónico (Primario) y del Cretá- masas que antes cubrían el fondo del valle. cido (fin del Secundario), con fenómenos

ACEBO-GOROSTI (//ex aquifolium) Unico representante entre nosotros de las QUEBRANTAHUESOS-UGATZA (G y p a é tu s Aquifoliaceae, es un arbusto o arbolillo que b a rb a tu s ) llega a los 10 m. de altura. El tronco es recto; la corteza, grisácea; a veces crecen Buitre de gran tamaño, de la familia Acci- juntas varias varas. La copa, ramosa y es­ pitridae, mide 100-115 cm. de longitud, pesa, tiende a cónica. Las ramas muestran 2,60-2,80 de envergadura y pesa 5-7 kg. corteza verde brillante, lisa y grisácea en las Comparado con el buitre común es ligero. Hayedo con boj. más viejas. Hojas persistentes, simples, al­ En vuelo tiene silueta de gran halcón, con ternas, ovaladas, lustrosas, de borde ondu­ alas largas y estrechas y cola en forma de lado y espinoso, muy variables: algunas no cuña. Alas y colas parecen negras; el tienen los bordes puntiagudos; haz verde A) B O S Q U ES cuerpo, claro. Los jóvenes son oscuros por En Idopil u Organbide, en el collado que oscuro y envés más pálido. Arboles unise- debajo, con alas más anchas y apariencia El paseo va, en buena parte, bajo el dosel marca la muga entre Orbaiceta y Esteren­ xuados: unos dan frutos, otros sólo flores más maciza. Vistos de cerca, cabeza, pecho del bosque. Al principio, cerca de la Fá­ zubi hay un dolmen notable y ultrajado: en masculinas. Alguna vez hay flores herma- y vientre son blanco-cremosos o rojizos. En brica, el arbolado está dominado por robles su túmulo tuvieron la ocurrencia de plantar froditas. Flores primaverales de 8 m m , fra ­ la cabeza, una mancha negruzca va del ojo pedunculados, especie abundante en los el mojón internacional 2 1 2 -la cuenta se gantes, en inflorescencias apretadas. Fru­ -con iris rojo- hasta el pico y se prolonga valles cantábricos y caracterizada por su inicia en Endarlaza- y un poste que señala tos en drupa, rojo vivo, que maduran en en barbas a ambos lados de éste. Luce una alto porte, hojas casi sentadas y bellotas «M. Aézkoa». Tres losas -una de 2,5 in­ invierno y encierran cuatro semillas vene­ mancha oscura a modo de collar. El pico es con largo pedúnculo. Hacia Azpegui vemos forman la cámara rectangular y otra la cie­ nosas. Las semillas suelen germinar al se­ curvado y negruzco; las patas, gris azula­ robles albares, mezclados en el hayal. Asi­ rra a medias. El túmulo es de 9 m. de diá­ gundo año de estar en tierra. Soporta bien das; las uñas, más fuertes que otros buitres mismo encontramos roble albar en la ladera metro y más de 1 m. de alto. Desde aquí es la sombra y crece, en pies aislados, bajo las pero menos que las águilas. Las partes su­ sur de Mendilaz, ya en el tramo de regreso. muy bello el panorama de barrancos y va­ hayas, robles o pinos; también forma masas periores se visten de gris pizarra oscuro, Este roble, también de buen porte, tiene lles bajonavarros; destaca Errozate, Y otros densas en los claros. Abunda más en suelos listadas en claro. Se instala en montañas bellotas sentadas y hojas con peciolo relati­ dos cromlechs se dibujan en el raso, junto silíceos. Su distribución es amplia por casi agrestes, con acantilados en cuyas grietas vamente largo (1,5-2,5 cm). En la vaguada al camino, a unos 1 0 0 m. del collado. toda Europa, N. de Africa y parte de Asia. cría. Los adultos suelen permanecer todo el entre Azpegui e Idopil, el terreno muy que­ Si el paseante se alarga a Arnostegui, En Navarra aparece en la mitad septentrio­ año en su territorio de cría. El vuelo es ágil; brado, con dolinas abundantes y sin apenas encontrará a medio camino el dolmen y nal y no en la meridional. La madera es planean y con frecuencia se mueven tan­ suelo, se viste de hayas, crecidas entre las cromlechs de Soraluze, en el collado ho­ pesada, densa, homogénea y resistente, gentes a las laderas. Debe el bello nombre a calizas. En general, es hayedo limpio, con mónimo, en término de Orbaiceta, a goza de gran estima en ebanistería, mar­ 1.200 m. de altitud, en la ladera S. del Ur­ su costumbre de dejar caer, en vuelo, hue­ reducido cortejo de especies arbóreas o quetería y tornería. Remeda el ébano, pre­ sos de animales sobre pedreras: los cascan, arbustivas: algún acebo, espino albar, y kulu. Cerca hay excavadas trincheras mili­ via tinción. Tiene importancia ecológica: tares. La estación la estudiaron y dieron a descienden y tragan los fragmentos y mé­ bojes -abundantes y grandes- en la parte los frutos sirven de alimento a los pájaros; dula, También deja caer tortugas y presas oriental. Corzo, jabalí y algún ciervo son las conocer J. Elósegui Irazusta y Tomás López los árboles, de refugio a numerosos ani­ vivas, para poder comerlas. Pone -muy especies más llamativas de este bosque, en Sellés, entre 1956 y 1961. El conocimiento males, sobre todo en la Cordillera Cantá­ popular es muy antiguo. pronto, en enero- 1 - 2 huevos blancuzcos. el que no faltan marta, fuina, gato montés, brica. Los frutos han servido en la medicina El nido es grande, armado con ramas y tajudo -«azkona», en los pueblos de alre­ popular para preparar purgantes, y las ho­ tapizado con lana de oveja. Lo hace en dedor- y los zorros, ubiquistas. jas, infusiones. En Centroeuropa las ramas agujeros o grietas de farallones. La incuba­ de verde lustroso se utilizan en las ceremo­ ción dura 53 días. Pollos nidícolas, de los B) ESTACION PREHISTORICA nias del Domingo de Ramos, así como de que sólo suele prosperar uno: permanecen adorno navideño, costumbre esta última unos cuatro meses en el nido. Consume La estación de Urkulu agrupa un rico introducida entre nosotros. Forma setos huesos, carroñas, cadáveres de pequeños catálogo de dólmenes y cromlechs, de los eficaces y así se usa en jardinería; incluso animales e incluso pequeñas presas vivas. que el paseante podrá ver varios. hay variedades con la hoja veteada de Es amplia su distribución asiática y aparece En el collado -hito 6 -, al E. de la majada blanco. A lo largo de este paseo crecen de Azpegui, a unos 500 m. de las chabolas, también en el N. y E. de Africa, En Europa muy buenos ejemplares. a 1.000 m. de altitud y a pocos metros al E, es muy escaso: Balcanes, algunas islas me­ del camino, está el dolmen Azpegui I, cuya diterráneas e Iberia: Cazorla y ambas ver­ cámara forman tres losas, una de ellas larga tientes del Pirineo albergan unas 35 pare­ de más de 2 m.; altura, 0,40 m. Azpegui III jas, de las que una o dos viven instaladas y Azpegui IV jalonan la loma que desciende en Navarra. Aun así, puede ser observado de Mendilaz, al E. del collado de Azpegui. en toda Navarra -jóvenes en invierno- y Se levantan a 1.080 m. de altitud y ambos principalmente en los valles pirenaicos. En tienen cámaras de losas y túmulos. El con­ la zona de este paseo no hay nido de que­ junto lo completan 1 0 cromlechs, 8 de e llo s brantahuesos, pero adultos y jóvenes lo cercanos entre sí, que salpican los verdes vuelan con frecuencia. pa stos. Tejado de «ohalate» □ Carcastillo. Tomamos el camino de Gallipienzo, sobre la margen izquierda del © Dejamos la carretera y seguimos camino en dirección SO., en el borde del pinar y Aragón, entre campos de cultivo al principio y después entre el río y el talud junto a los cultivos. forestal del Llano. © Cruce de caminos: se toma camino cuesta abajo, junto a cantera de cascajo, © Cerca de la presa, tomamos camino a la derecha, en dirección NE. Sube ligera­ hasta mente. © bifurcación, al pie del talud: seguimos a la derecha, junto a un corral. © Cruzamos acequia de riego. © Empalme con la carretera, que nos lleva a Carcastillo, punto de partida. © Cambio de dirección. El camino gira hacia el Sur y avanza entre campos, hasta en tron car con la El paseo no tiene dificultad de orientación ni de itinerario. Los caminos son anchos y cómodos. © carretera Cáseda-Carcastlllo, que seguimos en dirección a este último pueblo, a través de la meseta de Larrate.

o Kms. 1 2345 678 9 10 11 Kms. cios, son de poco valer. El mayor producto arbóreo sólo ofrece el pino carrasco. El cuatro en las posteriores. La cola resulta 11. Llano de Larrate del monte consiste en el aprovechamiento arbustivo tiene coscoja, enebro de la miera bastante larga. Patas, cola y cabeza son Estación recomendada: Primavera y de los pastos». Así describía este monte y escambrón (Thammus lycioides). En m u ­ oscuras con manchitas amarillas. Vive en el otoño. hace siglo y cuarto el Diccionario de Pas­ chos pinos puede verse ramas de muér­ agua o en zonas cercanas: estanques, arro­ cual Madoz. En otras palabras, la vegeta­ dago, planta parásita que crece a expensas yos, balsas, pantanos y grandes ríos de ción original marcaba el límite entre el ca­ del anfitrión. El muérdago lo propagan los aguas lentas. Toma el sol en las orillas o rrascal ibérico con pino carrasco y el cos­ pájaros, en especial los zorzales, que co­ sobre plantas acuáticas y se zambulle en «Monte término de Carcastillo (1/4 le­ cojar estepizado. Por otra parte, la vegeta­ men el fruto viscoso y redondo y expulsan aguas profundas a la menor señal de peli­ gua): tiene figura cuadrilonga de 3/4 leguas ción ripícola abarcaría todo el llano aluvial las semillas lejos del árbol originario. Tam­ gro. Captura con admirable celeridad larvas de longitud y 1 /2 de latitud: está muy po­ reciente. Hoy Larrate -cuya pluviometría bién pueden verse milanos, águila cule­ y adultos de insectos, anfibios y peces y blado de árboles de diferentes clases, anual es de 400-500 l/m2- está roturado en brera y águila calzada, huéspedes de estos consume animales muertos. Cuando se le siendo los más principales carrascas, pinos buena parte. Los cereales dominan los cul­ pinares, de los que se alejan para buscar el molesta, produce un fuerte olor desagrada­ y sabinas; también abunda en romeros y tivos, entre los que hay también viñas y su s te n to . ble. Vive el celo en marzo/abril. Se aparea, matas bajas; pero tanto éstos como los regadío. Y el paseante podrá encontrar, en habitualmente, en el agua. La hembra pone primeros sólo sirven para combustible, el paisaje relajado y amplio de horizonte, C) PINARES DE REPOBLACION 5-15 huevos alargados y de cáscara dura, y pues aunque se cortan maderas para edifi- ovejas rasas y toros bravos. los entierra. Los pequeños galápagos cuyo Las masas homogéneas de árboles jóve­ caparazón mide menos de 3 cm. de longi­ nes, formados con regularidad, más claros tud, se dirigen rápidos al agua. Se distri­ de color que los pinos viejos, son repobla­ buye por la Península Ibérica, mitad Sur de ciones artificiales. Con buen criterio, éstas Francia, Italia y Este de Europa. En Navarra han recurrido al pino carrasco. habita en especial las balsas y ríos de la Ribera, pero llega por el Arga hasta cerca de Pamplona, aunque pasa desapercibido.

D) ESTRUCTURA GEOLOGICA El plano o llano de Larrate es una meseta totalmente horizontal que continúa, al otro lado de la depresión por la que se tiende la carretera de Carcastillo a Sádaba, en el Saso de Carcastillo y, más al Sur, en el Plano de Carcastillo o Saso de Mélida, ya en área netamente bardenera. Es una te­ A) RIO ARAGON rraza fluvial cuaternaria, colgada, en forma de meseta, tras sufrir erosión en todos los El Aragón, el afluente navarro más cau­ pías»- y galápagos en los remansos repre­ flancos. Su origen fluvial lo demuestran las PINO CARRASCO (Pinus halepensis) daloso del Ebro, recorre entre Gallipienzo y sentan a los reptiles; la rana verde, a los graveras de cantos rodados que encontra­ anfibios. Milanos reales y negros sobre­ Carcastillo 20 km. despoblados y tranqui­ mos en la carretera a Cáseda y al iniciar la Arbol mediano, de hasta 20 m. en condi­ vuelan sin cesar las aguas del río, a la los, en los que alternan zonas remansadas bajada hacia Carcastillo, ésta última explo­ ciones favorables. El tronco es nudoso y búsqueda de peces o desperdicios arras­ con breves rápidos. Dos presas distraen tada para material de construcción. En los retorcido, con corteza pardorrojiza, muy trados por la corriente. La garza real pesca parte del caudal aguas arriba de Carcastillo. taludes quedan al descubierto conglomera­ agrietada en ejemplares viejos. Ramas y en aguas someras, a las que también se Una, para regar los campos de MuriIlo el dos, gravas y arcillas, también de origen ramillas tienen color gris pálido, casi blan­ Fruto. Otra, para los de Carcastillo. Los acerca la cigüeña, nidificante en la torre de fluvial, del final del Terciario (Plioceno). En cas. La copa es globoso-cónica, cuando el la iglesia. En los sotos se refugian aves y sotos fluviales muestran dos bandas de ve­ la orilla derecha del Aragón, en término de árbol está en sus primeros años, con ramas mamíferos: zorros, tajudos, turones y al­ getación. La interior, casi en el límite del , quedan testigos de otra desde la base; luego se abre y adopta un guna rara nutria; oropéndolas, pájaro mos­ agua -incluso con pies dentro de ella- la terraza cuaternaria, más reciente y a menor contorno irregular. Las ramas son delgadas componen sauces y especies arbustivas cón y martín pescador. altura que Larrate. y muy alargadas; las inferiores crecen hori­ c o m o Salix eleagnos, Salix purpurea, Salix B) PINARES zontales. Los ejemplares adultos llegan a tria n d re a . La exterior es una alameda de ser muy copudos. Las hojas, aciculadas, abundantes alisos, álamos, olmos, sauces La parte S. del llano de Larrate la cubrían verde claras, habitualmente de dos en dos, blancos y fresnos de hoja estrecha. En las hasta hace pocos años los pinos. Hoy, ro­ la rg a s (6 - 1 2 cm.) y flexibles, duran en el aguas del Aragón se han verificado trucha turada, es terreno cerealista y de almen­ árbol 2 años. Las piñas, largas (6-12 cm.) común, barbo común, barbo de montaña, dros. Los taludes de la terraza, los septen­ puntiagudas, rojizas, salen de un pie corto madrillas y lochas; es posible que en aguas trionales que se reflejan en el Aragón y los que permanece varios años en el árbol. calmadas y profundas haya carpas, perca que miran al Sur, mantienen los pinares. Florece de febrero a mayo. Las piñas ma­ americana y gobio. Culebras de agua -«gri- Estos son pobres en especies. El estrato duran al final del segundo verano. Es espe­ cie de lugares cálidos y altos contenidos de yeso. Como referencia y comparación de su resistencia a la sequía, baste saber que no le afectan los meses de verano sin agua y con calor allá donde no aguanta ninguna otra especia arbórea. Vive en zonas muy erosionadas y erosionables, en cárcavas y cabezos arcillo-yesosos. Puede llegar a los dos siglos. Se distribuye espontánea por todos los países ribereños del Mediterrá­ neo. Las mejores masas navarras de este pino se dan al Sur de la Sierra de Ujué, Carcastillo, taludes de la Bardena hacia Mélida y Rada, Vedado de Eguaras y Lerín. GALAPAGO EUROPEO (Emys orbicularis) En repoblaciones forestales se encuentra Reptil de la familia Emydidae, cuyas es­ por toda la Ribera, Gallipienzo, , Sa­ pecies son casi todas semiacuáticas. Es rria, etc. Su madera, muy clara, de grano una tortuga de agua. El caparazón llega a fino, elástica y dura, es muy resinosa. Esto desarrollar 20 cm. de longitud. Tiene el es­ limita su utilización en carpintería, así como paldar ovalado, más ancho en la parte la tortuosidad de los troncos. Se destina a posterior. El caparazón es parduzco o ne­ cajerío y traviesas de ferrocarril. También gro, con rayas o manchas amarillas. El se explotan para resina. Se recurre al pino peto, oscuro, con manchas también amari­ carrasco para conservar los suelos. Cuando llas. Las extremidades, cubiertas con esca­ se trata de explotar la madera, los turnos de mas, tienen cinco uñas en las delanteras y corta son de 60-80 años. □ Oroquieta. Carretera a Ferrería. © Aizároz. Continuamos por la carretera hasta pasar la repoblación de pino © Barrio de la Ferrería. Pista en dirección NO, junto a la regata. Pronto a la derecha. © ) Dejamos la carretera y entramos en camino hacia el E. que se interna en robledal. Bifurcación: hay que seguir recto, en cuesta. El camino entra en el hayal; luego © Cruce de caminos: el del medio, en dirección NE. avanza por helechales y bosquetes, en pendiente. @ ) Bifurcación: hacia abajo, el de la izquierda. ® Dejamos la pista a la vista de un caserío asomado a una pradera. Es el punto culminante del paseo. Tomamos camino al SO. ® Cruzamos una pista junto a barranco. El camino entre helechales con árboles dispersos. © Bifurcación junto a caserío deshabitado: sin cruzar la puerta metálica, vamos al O; el camino es descendente y de amplias curvas. © Cruce de caminos: hacia el E. A través del bosque claro llegamos a © Igoa. Seguimos alcorce en sentido SO para alcanzar ® camino de Oroquieta, que nos devuelve al pueblo de partida. © La carretera que seguimos hacia abajo hasta

□ I

o Kms. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Kms. 12. Oroquieta-lgoa D) SOTOS Y PRADERAS Epoca recomendada: cualquiera excepto En las lindes de los campos y de la pra­ invierno. deras, antiguos robledales, hay retazos del bosque desaparecido. Robles peduncula- dos, robles tozos, castaños, fresnos, arces soo las especies principales de estos setos vivos, en los que también encontramos avellanos, cornejos o sanguinos y algún El paseo se mueve por el valle de Basa- nogal. A estas especies se añaden en las burúa Mayor, encajado entre los valles de regatas sauces, saúcos y raros alisos. Los Larraun, Ulzama, Imoz y Leiza. Acostado en pájaros forestales practican incursiones en los montes de la divisoria de aguas, vierte al tales bosquetes y setos, habitados por cu­ Mediterráneo. Las lluvias encuentran en la rrucas, escribano cerillo, cardelinas, ver­ cadena montañosa una barrera para entrar derones y camachuelos. hacia el interior, pero la pluviometría de Basaburúa sigue siendo alta -1300-1500 E) REPOBLACIONES DE CONIFERAS l/m 2/año-. El paisaje se refesca con un ver­ Los pinos no son espontáneos en Basa- dor permanente, contrastado en otoño e burúa. Las únicas coniferas autóctonas son invierno con el ocre y la desnudez de los los tejos, que salpican aislados los bos­ bosques. La vegetación original de robles y ques, y los enebros. Las manchas de pinos hayas se conserva en los montes, con fa­ y alerces -árboles alineados, reglados los cies de degradación en helechales y argo- portes- proceden de repoblaciones artifi­ males. Esta etapa la sustituyen en los fon­ ciales. Cerca de Oroquieta hay alerces de dos de los valles los cultivos y la praderas de siega (policultivo atlántico). Japón. Junto a la Ferrería y en Aizároz pue­ Ferrería, bajan hasta el fondo del valle. Los m as (Ulex europaeus, Uiex gailii), b re c in a den verse pinos de Monterrey. Cerca de robles, que exigen suelos más profundos, (Calluna vulgaris), helecho y escoba o re­ A) FERRERIA Aizároz, junto al río, hay cipreses de Law- se encuentran en las tierras bajas, laderas tama negra (Cytisus scoparius). Estas lan­ son, de copa estrecha, casi cilindrica y muy Ferrería es una instalación destinada a menos pendientes y fondos de valle. En das evolucionan hacia helechales o prados tu p id a . extraer el hierro de los minerales y prepa­ partes soleadas y de suelo escaso quedan de siega, según la dedicación ganadera que rarlo para la fabricación de los utensilios ejemplares de roble tozo o marojo, se les dé. cotidianos. Buena parte de ellos se levanta­ «ametza». Así junto a la carretera de Oro- ban desde el siglo XV a orillas de ríos, quieta a la Ferrería. También hay algún ex­ cuyas aguas, represadas y canalizadas, mo­ celente pie aislado en el camino de Aizároz vían las ruedas hidráulicas, que a su vez a Oroquieta. Los robledales son bosques no actuaban sobre el martillo pilón -que gol­ muy densos, con otras especies arbóreas peaba sobre el yunque- y los fuelles o ma­ acompañantes, como serbales, castaños y quinas sopladoras. Aunque ferrería deriva fresnos. En Basuburúa restan buenos de hierro y los operarios recibían el nombre ejemplares de castaño, antes abundantes y de terrones, las había dedicadas a la ex­ ahora diezmados por la tinta. Pueden verse tracción del cobre. Las terrerías fueron cul­ junto a la Ferrería, en el camino hacia Igoa, pables de amplias deforestaciones, por el cerca de este pueblo y en claros del bos­ alto volumen de madera necesario para avi­ que. La avifauna -m ás abundante y variada var y sostener el fuego del horno. La exis­ en los robledales- la componen unas tencia de terrerías -«ola, zearrola, ago- treinta especies, entre ellas herrerillo co­ rrola»- se detecta con facilidad en la topo­ mún, petirrojo, trepador azul, pinzón, cho- nimia. La ferrería de Oroquieta da hoy chín y mirlo común. nombre a un barrio. La factoría se llamaba Unzubieta y trabajaba el hierro y el cobre. C) CLAROS DEL BOSQUE El libro de cuentas del trienio 1747-1750 Cuando los robledales se aclaran, cambia llama a la ferrería Ynzubletá, según publica la estructura de la vegetación y de las espe­ V. Pérez de Villarreal. En 1847, según P. cies, según el tratamiento impuesto por el Madoz, se llamaba Oroquieta, la tenía en hombre. A lo largo de este paseo pueden arrendamiento Juan Manuel Irízar y se de­ observarse las distintas etapas que van del dicaba sólo al hierro dulce, cuyo volumen bosque cerrado con arbolado adulto a la anual era de 1.560 qq., obtenidos «por el TREPADOR AZUL-GARRAPO pradera de siega, cuya vegetación es exclu­ método llamado a la catalana». (Sitta europaea) sivamente herbácea. En los breves claros, junto a robles aislados, crecen espinos al- Unico representante en Navarra de las B) HAYEDOS Y ROBLEDALES bares, sauces de hoja ancha, arces, endri­ Sittidae, es un pájaro de 13-14 cm. de Haya y roble pedunculado dominan los nos, más especies del robledal como son largo, de formas recogidas, cola corta, pico gris, cónico y largo, cabeza y partes supe­ bosques de la zona y se distribuyen según acebos y serbales. Las landas, procedentes ARGOMA, TOJO-OTEA (Ulex europaeus) la topografía y condiciones del suelo. Las de robledal o de pastizales embastecidos, riores gris azuladas, pecho y vientre crema- hayas ocupan las zonas altas y las laderas. están formadas por brezos (Erica cinerea, anaranjadas, flancos castaños, mejilla y Arbusto de la familia de las Leguminosas En algún caso, como en los aledaños de la Erica vagans, Daboecia cantábrica), a rg o ­ garganta blancas y lista negra a través del -alubias, guisantes, aliagas, retamas, aca­ ojo. Su canto es sonoro, sin apenas varia­ cias, etc-, muy espinoso y ramificado, ción; las notas de reclamo, líquidas. Trepa puede llegar a los 4 m. de altura, pero en ágil con sus fuertes patas, sin apoyo de la general es más bajo. Las hojas son espinas, cola, y se mueve con facilidad por ramas y largas de 1,5-2,5 cm., asurcadas, muy troncos hacia arriba o hacia abajo. Vuelo fuertes y agudas. Las flores, papilionáceas, ondulado y corto, pues no puede salir del amarillo intensas, con perfume discreto, de arbolado. Vive solitario o por parejas en 14-18 m m , se presentan en racimos flojos. bosques de frondosas y apenas en masas Tienen las alas más largas que la carena y de coniferas, sobre todo en zonas de mon­ el estandarte sobrepasa las alas. El cáliz, taña con árboles viejos. Sedentario, apenas amarillo, peludo, llega a algo más de la practica desplazamientos cortos y erráticos. mitad de los pétalos. Brácteas de 4-6 mm. Captura insectos en las cortezas de árbol y Las legumbres o vainas, velludas, ovaladas come también nueces y avellanas: las co­ (1,5 cm.), estallan ruidosas al madurar y loca en grietas y las golpea con el pico expulsan las semillas negras y venenosas. hasta abrirlas. Cría en árboles agujereados Medra en brezales y pastos abandonados o en viejos nidos de picos, cuya entrada de Europa Occidental y forlandas. ctúa cierra parcialmente con barro cuando le como especie pionera en taludes y junto resulta demasiado amplia. Pone 6-9 huevos, con brezos, brecina y demás especies de que incuban 14-18 días. Pollos nidícolas, U le x forma comunidades vegetales de no­ que permanecen en el nido unos veinte table estabilidad, sustitutorias de hayedos y días. Distribuido en Europa -excepto Ir­ robledales. En Navarra se da, en especial, landa, Escocia, norte de Escandinavia, Ba­ en las zonas cantábrica y media, de gran leares, Córcega y Cerdeña-, en Navarra se influencia marítima, y escasea en el área presenta sobre todo en bosques de hayas y pirenaica. No aparece en la Ribera. No tiene de robles; es más frecuente en robledales casi ninguna utilidad económica, aunque se atlánticos. Especie protegida por la ley. ha utilizado como cama de ganado. Eraul-Abárzuza 1[3 10 Kms.

Q Abárzuza. Carretera a Estella. © Bifurcación: a la derecha, camino que baja.

(T) Al salir de Abárzuza, se toma la carretera a Eraul, que va al O. (ÍO) Llano de Bedaga. Cruce con el camino de Abárzuza a Larraiza. Subimos entre grandes carrascas sueltas hasta (5) En el alto junto a la ermita de San Pedro -desde la que se ven Eraul y Abárzuza-, dejamos la carretera y seguimos camino, en lo alto de la loma. Portillo entre Abárzuza y Bagasua. Panorámica sobre Iranzu. Volvemos por el mismo camino a hito 1 0 , de donde seguimos hacia abajo, por el camino de Cementerio nuevo de Eraul. El camino sigue y pasa junto a cementerio viejo. (i) Abárzuza a Larraiza.

(7) Encontramos el camino principal de Eraul a Larraiza. Entramos en bosque de (Í2) Bifurcación; junto a una fuente con abrevadero, dejamos el nuevo camino a carrascas. Iranzu y tomamos a la derecha. Cruzamos el regato y continuamos.

( 5) Puerta metálica, que es menester dejar cerrada para que no salga el ganado. El (¡3) En llano, con arbolado disperso, el camino recibe otro que llega por la derecha. camino asciende suave. Seguimos bajando. (?) Balsa de Sargua. Grandes encinas y grupo de olmos plantados. El camino sigue @ Puerta metálica. No olvide cerrarla. El camino continúa por monte; luego sale subiendo, bien marcado. entre campos de cultivo y llega a Abárzuza. (7) Bifurcación: a la izquierda, por el camino mayor. Pasamos junto a asea de ganado.

© Ollarrate. Puerta de hierro. Entramos en término de Abárzuza. Cruce de caminos: el de Echávarri. Es buena la vista del Valle de Allín y de Peña Azanza. Tomamos camino a Bedaga, en dirección N-NE.

0 Kms. 10 Kms. vuelo parece blanca o muy blanca; las alas, 13. Eraúl-Abárzuza anchas; la cola, medianamente larga. Gran Epoca recomendada: Primavera y otoño. especialista en la caza de reptiles. Su vuelo es potente y en él se cierne para otear a las presas. Devora culebras, víboras, lagartos; rara vez pájaros y mamíferos. Dedica mu­ cho tiempo al vuelo y es muy visible. Gusta Abárzuza, titulado «Cuna de monar­ de posarse en postes, árboles altos y en quías», es lugar de la merindad de Estella, rocas. Instala el-nido, pequeño en relación rodeado por el Valle de Yerri. A Val de Yerri con su tamaño, en lo alto sobre la copa de pertenece Eraul. Las rocas subyacentes son algún pino, encina o roble; lo arma con calizas y calcarenitas que afloran con fre­ ramas y lo tapiza con hojas verdes. Pone un cuencia; el suelo es escaso. Por esta razón solo huevo, grande; la hembra lo incuba y pese a la pluviometría -800/900 l/m 2/a ñ o - 45-47 días; el pollo permanece en el nido el terreno es seco, y vestido de carrascas. dos meses, alimentado por los padres. En El paseo -que depara buenas vistas de Ye­ Europa se distribuye por la Península Ibé­ rri, Montejurra y Belástegui y junto a Eraul rica, S. de Francia, Italia, Sicilia, Balcanes y se interna en el encinar- aprovecha anti­ este de Europa. Ocupa todo el territorio guos caminos de Eraul a Urra (Améscoa navarro con una población cifrada en 40 Baja) por Larraiza y de Urra a Abárzuza. parejas, preferentemente en la Zona Media. Estos viales registraban tráfico animado Es migradora: llega a Navarra en marzo y cuando las majadas pastoriles del facera de vuelve a Africa al morir el verano. Larraiza estaban en pleno uso. Hoy son vías utilizadas por cazadores y montañeros; han recibido atenciones recientes y se encuen­ tran en buen estado. Los pueblos visitados E) IRANZU y contemplados en este itinerario, agrícolas montes de este paseo. En su dorso asoman las hayas, en contraste con las carrascas de y cerealistas, registran una fuerte disminu­ Entre Ataburu y Begasua hay un collado, la ladera E. y los quejigos de Allín. Forman ción de la ganadería extensiva. Los rebaños desde el que se contempla una memorable escarpe vertical taladrado y hendido por de ovejas rasas (churras), escasos, se mue­ panorámica del valle en que se agazapa el agujeros y grietas que brindan refugio a ven por los rastrojos, sin subir a las sierras. monasterio de Iranzu. El collado queda algo chovas piquirrojas, cuervo, alimoche y hal­ desviado del camino, pero merece la pena cón común. Estas aves, que anidan en las A) CARRASCAL ascender hasta él, entre grandes carrascas. rocas, pueden verse en el espacio cercano. Desde Eraúl a Abárzuza el paseo va por el F) PIEZAS DE AZPILONDA «encinar» de ambos pueblos. Este bosque C) OLLARRATE se Incluye fitosociológicamente en el ca­ En término de Abárzuza. Son antiguos Como su nombre indica, es un portillo, al rrascal subcantábrico., bosque mediterrá­ campos de cultivo en el bosque. Debieron pie de las Peñas Azanza, en el que se cru­ neo de evidente influencia marítima. Las de ser roturados en tiempos de escasez y zan los caminos de Echávarri a Abárzuza y carracas (encina-carrasca) dominan el es­ los dedicaron a cereales. Hoy están aban­ de Eraúl a Larraiza. Es punto en que las trato arbóreo, con buenos ejemplares cerca donados, sin duda por las dificultades de cacerías de jabalíes cortan la huida de los de Eraúl -en Sargua- y en Bedagua, acom­ acceso y de mecanización. La reversión a puercos acosados por sabuesos. Desde el pañadas de arces y serbales. Los quejigos bosque es rápida en los campos en que se portillo es bella la panorámica sobre el valle aparecen en el término de Abárzuza, pero han plantado pinos; otros reciben primero de Allín, los cortados de Lóquiz y el propio no en Eraúl. En el estrato arbustivo encon­ la invasión de herbáceas y luego de ollagas, monte de Abárzuza. La diferencia de vege­ tramos labiérnago (Phillyrea media), boj zarzamoras y rosales, con las que se reins­ tación es palmarla: mientras los términos -abundante en los altos del paseo y en tala alguna tímida carrasca. Si se mantiene de Eraul y de Abárzuza los dominan las zona de Abárzuza, pero inexistente en ese proceso, acabarán cubiertos de arbo­ ENEBRO COMUN, GINEBRO-EPURU, carrascas, en Allín en la vertiente occiden­ Eraúl-, enebro común -muy extendido- y lado. Conejos y liebres gustan de estos es­ ORRE, LARRAON (Juniperus communis) tal, se imponen los quejigos, muy sueltos y de la miera, y rosales. En áreas aclaradas, pacios semidespejados, y a ellos acuden trasmochos en la falda de Peña Azanza. De la familia de las Cupresáceas (cipre- ese estrato arbustivo también aliagas (G e - águilas culebreras y galforros a capturar ses, enebros y sabinas), es un arbolillo o, nista sp.). El ganado vacuno -con ejem­ sus presas. D) B E D A G A con más frecuencia, un arbusto resinoso y plares pirenaicos- aprovecha estos montes. de hoja perenne. Puede desarrollar hasta La presión ganadera es más laxa que antes. De Ollarrate al collado sobre Iranzu atra­ los ocho metros de alto, pero no es lo Ya no se recoge leña y el arbolado se rege­ vesamos un tupido bosque mixto de ca­ habitual. El tronco es derecho y, en ejem­ nera y se espesa a ojos vistas. En Sargua, la rrascas, quejigos y hayas. De quejigos cre­ plares viejos, grueso. Tiende al porte có­ balsa, construida como abrevadero, es cen excelentes ejemplares aislados, en el nico, muy ramificado desde la base. Las también puesto otoñal de caza de palomas. fondo de la vaguada. Este vallecito, casi hojas son aciculares, puntiagudas, con una desarbolado hace unos años, lo cubren banda blanca en el haz (la del enebro de la B) PEÑAS AZANZA ahora con rapidez árboles y arbustos. Es miera tiene dos) y verde grisáceo en el Topógrafos y montañeros las llaman Pe­ admirable la invasión de hayas procedentes envés; largas de 8 - 2 0 mm. y anchas de ñas de Echávarri, pero los nativos les de­ de los bosques encaramados al N. El soto- 1-1,5 mm., dispuestas en verticilos tríme­ nominan Peñas Azanza, nombre recogido bosque -muy cerrado- de boj es un buen ros. El follaje es en conjunto verde glauco. también por el Diccionario de Madoz. Son refugio para jabalíes, zorros y tajudos. Las flores masculinas están separadas de estribaciones de Urbasa hacia el S., las las femeninas y, generalmente, en pies di­ ferentes. Los corros femeninos, de 6-9 mm. componen calizas eocenas, rotas por una Velastegui y campos de Eraúl desde la ermita falla, y dominan abruptas Val de Allí y los de S. Pedro. de diámetro, son al principio verdes, des­ pués azulean y en el segundo año se vuel­ ven negruzcos. Florecen en primavera y maduran en el tercer año. Planta poco exi­ gente -crece en todo tipo de suelos, in­ cluso encharcados- y más resistente al frío que el enebro de la miera, es acaso la planta leñosa de distribución más amplia en el hemisferio septentrional. Es común en toda Europa. En Navarra se da en todo el AGUILA CULEBRERA-SUGE ARRANO territorio, aunque resulta más escaso en la (Circaétus gallicus) Navarra húmeda del NO. y en la Ribera. En De la familia de las Accipitridae -rapaces el Pirineo se instala por encima de los diurnas-, mide 65-70 cm. de longitud y 2.000 m. Se presenta con pinos royos y unos 180 cm. de envergadura. Pesa unos negros, con encinas, sabinas y, más rara, 2 kg. Vista de cerca, tiene blancas con con hayas y robles. En zonas desforestadas manchas barreadas pardas las partes infe­ de alta montaña toma forma de matorral riores y la cara interna de las alas. Garganta almohadillado. En el sotobosque del ca­ y peto oscuros, pardos, algo rayados; la rrascal de Eraul es la especie más abun­ cola, clara con bandas transversales oscu­ dante. La madera, rojiza, compacta y resis­ ras y la última más ancha. La espalda es tente a la corrupción, se usa para piquetes clara con plumas largas de las alas más de cercas. La facilidad de su poda la acon­ oscuras. Cabeza grande, redondeada; pico seja en jardinería. Con sus gálbulos se pre­ negro; ojos grandes, redondos, con iris para la ginebra, pero en Navarra no existe amarillo anaranjado. Patas, escamosas tradición de ello. azuladas; uñas relativamente débiles. En Las Coronas - Olíate 1[4 11,5 Kms.

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L (\ M , . - . j boronas r a UZ/ Bordas de Bomas Las Vacías Articat FueiWe Q8

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lÜ En el km. 4,900 de la carretera de Navascués a Burgui, junto a la fuente. Seguimos © Cambio de dirección, al NO, junto a dolmen. Iniciamos el descenso por sendero la carretera hacia el puerto. que avanza a través de bosque claro de pinos.

© Alto de Las Coronas. Tomamos la cañada, en dirección SE. Subida fuerte. Salida a zona más despejada. Bifurcación: a la izquierda.

© Bifurcación de Melluga: seguimos recto, desechando el ramal de la izquierda. (32) Bifurcación: a la derecha, en subida suave. Luego baja fuerte a media ladera, en pinar. © En curva cerrada del camino, tomamos a la derecha, manteniendo la subida. © El sendero va a dar a pista forestal que viene por la derecha. (5) Salida al raso de Legároz. Bifurcación: a la derecha, por el alto del raso. @ Cruzamos un pequeño barranco junto a bordas caídas. Tomamos camino junto a (5) Bifurcación. Mantenemos la misma dirección. campos cultivados, y sale del

© Seguimos el camino recto, sin hacer caso del sendero que inicia la bajada © cauce del barranco, cruza los campos y avanza por el borde E.

© Junto a una dolina, antiguo redil, rodeada de boj, cambiamos de dirección, al SO., © Junto a las bordas de Articat cruzamos regata y subimos ligeramente. y entramos en zona de bosque y boj. Es camino franco, frecuentado por ovejas. Bifurcación: a la derecha. © Salida al raso del portillo de Olíate. Majada. Pasamos junto a borda en ruinas. (í?) Dejamos la cañada y seguimos sendero al O, cuesta arriba. © Bifurcación a la derecha. Después de pasar junto a las bordas de Las Vacías, regresam os a Q © Bifurcación: a la derecha. Subimos a media ladera.

6 ) ( i)

1100 al- J 1000 900 800 0 Kms. 10 11 11,5 Kms. 14. Las Coronas-Olíate lóbulos redondeados, poco pronunciados. Flores en corimbo sentado, colgantes de Epoca recomendada: Primavera y verano. largos pedúnculos, amarillo verdosas; salen a una con las hojas o algo antes, en prima­ vera. Fruto en doble sámara, con alas di­ vergentes en ángulo agudo; madura en El paseo se mueve por términos de Na­ otoño. No exige suelos determinados, crece vascués y el límite roncalés de Burgui, en la en piso montano e incluso en alta montaña ladera N. de la sierra de lllón. Son terrenos y soporta la sombra de árboles mayores. No de flysch y calizas terciarias, que reciben forma masas específicas, sino que salpica 1.000-1.200 l/m 2/año. Clima duro y extre­ bosques de hayas, robles o pinos. Espontá­ mado. La vegetación original debió de ser neo en el S. de Europa, N. de Africa y Asia hayas en los pacos y el llamado quejigal Menor, en Navarra aparece en la Zona me­ montano navarro, dominado por quejigos; dia y la Montaña. Es más abundante en los pero la explotación, no precisamente res­ valles pirenaicos, en los que destaca el petuosa, ha convertido la zona en un pai­ grito amarillo anaranjado de su follaje oto­ saje desolado, con margas a la vista y gran­ ñal. des extensiones cubiertas de boj. Los culti­ vos de cereales -campos que son lenguas de tierra en los fondos de los pequeños barrancos- aprovechan la fertilidad posible de las laderas exhaustas. Quedan vestigios de la cubierta vegetal primera: grupos de quejigos y de roble peludo, alguna encina carrasca junto al camino y las umbrías bien Bordas en Las Coronas. conservadas o regeneradas. Los pinares, en D) BOSQUES DE LOS PACOS expansión, deparan buenos ejemplares. Los puestos palomeros de Melluga atestiguan el B) CAÑADA REAL DE RONCAL A LA Los pacos o umbrías arboladas tienen flujo migratorio que sobrevuela estos para­ BARDENA una densidad de vegetación muy superior a las solanas. El hayal que debió cubrir todas jes, a la vista de la alta barrera pirenaica, Desde Las Coronas a Olíate el paseante estas zonas a resguardo del sol ha sufrido que tiene en Las Coronas un mirador ex­ va por la vieja cañada real que unía Roncal la invasión de pinos royos desde los claros celente. Es zona de jabalí y de corzo en los y la Bardena. En otro paseo (Sierra de Le- abiertos por la explotación de leñas, carbo­ bosques; en los claros, de liebre. Y no re­ yre) puede volver a pisar esta antigua vía neo y pastizales. El bosque mixto actual es sulta difícil observar buitres, quebrantahue­ ganadera.. Las ovejas tardaban días en el muy visible en otoño, porque las hojas ca­ sos, águilas y chovas procedentes de la foz viaje y, como es obvio, debían alimentarse ducas amarillean y enrojecen en vivo con­ de Burgui, cuyos farallones rocosos se ven en el camino. Esto explica que las cañadas traste con el verde de las coniferas, y en el c e rc a n o s . tuvieran una anchura respetable, fijada en invierno la desnudez de las hayas resulta 50 m. durante la década de los veinte de más cruda frente a la masa verdiprieta de A) ESTACION PREHISTORICA este siglo, aprovechada como pastizal. Hoy los pinos. Estos bosques mixtos, con abun­ las cañadas son, en algunas zonas, cami­ El sector Leyre-lllón agrupa una estación dantes arbustos de boj, enebro común, es­ nos anchos y francos; en otras se deshilan prehistórica de trece dólmenes, de los que pino albar o gurrillón albergan también es­ AGUILA REAL, AGUILA NEGRA - ARRANO en senderos que vuelven a fundirse como el paseante podrá ver cinco. Todos ellos pecies arbóreas como serbales -silvestre, B E L T Z A (Aquila chrysaétos) tirabuzones, entre bojes y pinos. Así ocurre son de dimensiones modestas. En el raso mostajo y de los pajareros-, arces -com ún entre Legároz y Olíate. Ave perteneciente a las Accipitridae -to ­ de Legároz, cerca del hito 7, hay un túmulo y acirón-, tilos, fresnos y robles. Los pinos das las rapaces diurnas-, de gran tamaño de 15 m. de diámetro, con dos losas de royos parten de estos bosques para invadir C) BORDAS DE LAS CORONAS 75-90 cm. de longitud; 190-225 cm. de en­ cámara, carente de cubierta. En el raso del antiguos pastizales y bojerales y contribu­ vergadura), cuyo peso oscila de 3 a 6 kg. Portillo de Olíate existe un dolmen corto y Es alta la densidad de bordas en la zona yen a regenerar el ambiente primigenio de Las mayores medidas correspoden, como abierto, rodeado por un túmulo de 14 m. de de Las Coronas. Sin duda, una de las ma­ la zona. es frecuente en rapaces, a las hembras. De diámetro y 0,50 m. de alto; tres losas for­ yores que puede encontrarse en Navarra. color pardo oscuro, con el cogote y parte man la cámara. En el mismo Portillo hay un La mayor parte está en desuso y en ruinas E) REPOBLACIONES FORESTALES de las cobertoras secundarias en tonos túmulo muy reducido, acaso cromlech. El progresivas. Todas son -eran- de gran ca­ Entre montes bajos y arbolado ralo des­ dorados. En vuelo despliega largas alas h ito 1 0 de nuestro paseo lo señala un dol­ pacidad, rectangulares de planta con tejado tacan varias manchas oscuras de pinos casi rectangulares y la cola resulta relati­ men que forman cinco losas en forma rec­ a dos aguas, cubiertas de teja curva, de una compactas y netas. En esta zona las espe­ vamente larga. Parece negra, cuando las tangular, sin cubiertas, con túmulo circular sola planta y con puerta en una de las cies utilizadas son pino royo o albar (P in u s condiciones de observación no son buenas, y orientación SE. Es el dolmen de Puntallo fachadas. En algunas se ve todavía un sylvestris), que también crece espontánea, y a ello responden los nombres populares de las Capezas. A diez minutos de éste, en anejo de pequeñas dimensiones, vivienda y el pino laricio (Pinus nigra). navarros. Los individuos jóvenes tienen un ligero claro del pinar, está el dolmen de del pastor. Albergaban ganado ovino, mu­ blancas, muy llamativas, las bases de la Claverito, con túmulo circular de 12,50 m. cho más numeroso que ahora. Acaso fue la cola y de las plumas largas de las alas. Pico de diámetro. Todos estos monumentos se densidad ganadera ovina la causa de la fuerte y muy curvado. Patas amarillas, po­ contruyeron con calizas, que forman el degradación evidente en gran parte de es­ derosas, emplumadas hasta los dedos y subsuelo. Los estudió el Prof. Maluquer de tos montes, cuyas margas quedan en mu­ armadas de largas uñas. El vuelo es po­ Motes en 1955. Los materiales encontrados chas partes al aire, sin suelo que pueda tente, con planeos frecuentes, mucho más -herramientas de piedra, cerámicas y pie­ sustentar hierba aceptable. ágil que el de los buitres. Vive en parejas o zas dentarias de las personas enterradas- grupos familiares. Se alimenta de mamífe­ se conservan en el Museo de Navarra. Raso del Portillo de Olíate. ros, aves, reptiles y una buena dosis de carroña. En Navarra, los conejos son la base de su dieta, pero también da cuenta de ardillas, chovas, jabatos, culebras, etc. Habita en especial zonas montañosas, y no desdeña áreas llanas y abiertas, si son fa­ vorables las condiciones de alimentación y de nidificación. Arma el nido con ramas en acantilados rocosos, cortados terrosos -com o el de la fotografía, que es un nido bardenero- e Incluso en árboles. Suele te­ ner varios nidos -de 2 a 7-, cuyo uso alter­ nan. A mediados de marzo pone la hembra 2 huevos. La incubación dura 43-45 días. Los pollos nacen a principios de mayo y permanecen en el nido dos meses y medio. ACIRON, ILLON-IARRO (Acer opalus) En Europa vive en Escocia, parte de Escan- Es una de las cuatro especies de arces dinavia, montañas mediterráneas, Alpes y la -familia Aceráceas- que crecen espontá­ mayor parte de la Península Ibérica. En Na­ neos en Navarra. Arbol pequeño, de 6-7 m. varra viven unas 15 parejas reproductoras de alto, que en alta montaña no pasa de repartidas por la Montaña, Zona Media y arbusto. Copa irregular, ancha. Tronco de Bardena, pero puede vérsele en todo el corteza pardoamarillenta, agrietada. Hojas espacio aéreo. En este paseo es fácil obser­ simples, opuestas, caducas, palmeado-lo- varla, porque varias parejas tienen sus te­ buladas con largo peciolo, velludas cuando rritorios en los alrededores. son jóvenes y después lisas. Tres o cinco Laguna de Lor ][5 8 Kms.

Km. 1’300 de la carretera de a , ¡unto a la laguna. El camino, © Cruce de la carretera Cascante-Ablitas. Mantenemos la dirección. ancho, cómodo y llano, va junto a la balsa, por la margen E., que deja Lor. © ) Cruce de caminos: a la izquierda. (7) Cruce de caminos, cerca de un tentadero de ganado bravo. Seguimos hacia NE. © Bifurcación: tomamos a la izquierda el camino que entre olivares y viñas lleva ( 2 ) Camino a la izquierda. hasta la

( 3 ) Pedriz, desolado y ruinas, entre campos de cultivo. Tomamos el camino de Pedriz © carretera de a . El paseo va hacia este último lugar. a Cascante, que va hacia el O. y deja a la Izquierda una construcción reciente. @ Barillas. Cruzamos el pueblo por la parte N. y salimos al camino de Tudela. (5) Cruce con el viejo camino de . El paseo avanza en dirección SO. © Bifurcación: seguimos de frente en la misma dirección y entre olivares, por © Cruce: tomamos a la izquierda, en sentido O. camino amable, regresamos a Q , junto a la laguna y viejo desolado de Lor. © Cruce: cambiamos de dirección y tomamos a la izquierda, hacia el SO.

© <¡5> < ¥ > < ? g £ ( 3 ) g) (?) (5) ? I ____ 375 Q7K — — 350 325 0 Kms. 8 Kms. 15. Laguna de Lor damente estudiado por J. A. Goizueta. Son más de sesenta especies, de las que desta­ Epoca recomendada: Verano. can las ligadas al medio acuático; anátidas, garzas, somormujos y fochas. En época de migración y en invierno, nutridos bandos de patos buceadores ocupan el centro de la Lor y Pedriz son dos viejos despoblados. laguna. Se han contado hasta más de 400 Lor pertenece a Cascante; Pedriz, a Ablitas. porrones comunes («castellanos»), 50 po­ Ambos fueron conquistados por Alfonso el rrones moñudos («negrines»), y 30 patos Batallador en 1117. Lores nombre derivado colorados. Entre los patos de superficie o de El Oro. Lor estaba despoblado ya en el s. chapoteadores, pueden observarse azulo- XIV, aunque tenía la iglesia y una casa, y nes, cerceta carretona, cerceta común, siguió con alcalde y regidores hasta princi­ ánade silbón, ánade friso y pato cuchara. pios del XIX -con la iglesia ya derruida. Crían en nidos flotantes zampullín chico Pedriz, cuya mezquita y diezmos pasaron a («capucete» o «chapúcete») y somormujo la iglesia de Tudela en 1121, fue donado en lavanco («capuzón») cuya parada nupcial 1174 por Sancho el Sabio a los sanjuanistas resulta espectacular. Pescan en aguas so­ que lo agregaron a la encomienda de Cal- meras las garzas imperial -nidificante- y la chetas. En 1353 censaba 6 fuegos, todos real. Focha común («monaguilla») y polla moros, más el alcaide del castillo; en 1366, de agua son otras de las especies que crían 5 moros y un hidalgo, que debía de ser el en la vegetación inundada. alcaide. La laguna de Lor perteneció a Pe­ driz, que tenía a principios del XIX 30 per­ C) CULTIVOS sonas y a mediados de siglo, 29. Hoy sólo Lor está enclavada en la zona acaso más quedan unas ruinas; junto a las hiladas in­ tían. En la balsa, el Polygonum amphibium, diados del pasado siglo, Madoz consigna olivarera de Navarra, pero hay otros cultivos feriores de grandes sillares de una torre, cuyas espigas de flores rosas sobresalen que «la pesca en su mayor parte de carpas mediterráneos -viña, almendros e higueras restan las paredes y algún nervio de la igle­ sueltas-, más cereales y en regadíos maíz, del agua, ocupa las zonas siempre inunda­ y anguila es de mediana calidad». Hoy en sia de S. Juan del XVI. das y no aparece en la parte oriental de la remolacha y especies hortícolas. Esta ve­ El clima es netamente mediterráneo con­ Lor hay anguilas, carpas, carpines, tencas, balsa. Después existe un cinturón casi con­ lucios y acaso alguna trucha arcoiris. Las getación proporciona hábitats variados a la tinental, con algo más de 400 l/m2/año y tinuo, hasta el borde del agua, de junco de fauna silvestre, no muy llamativa pero sí veranos secos y calurosos. En tal clima se especies más abundantes son carpines y la g u n a (Scirpus tabernaemontani), e n tre el interesante. En olivos viejos y agujereados desarrolló el carrascal, dominado por ca­ carpas. De éstas se han extraído ejemplares que se intercalan zonas dominadas por ca­ habilitan sus nidos mochuelos, abubillas, rrascas y otras especies mediterráneas de de 2 Kg. Es posible que, salvo la anguila, rrizos y aneas o espadañas, que no forman sea introducida toda la ictiofauna, cuyos carboneros y algún autillo. Estorninos y tipo esclerófilo, pero próximo al coscojar malvices acuden a terminar la vendimia, banda ininterrumpida. El límite entre la su­ cadáveres, varados en las orillas, aprove­ estepizado de tipo aragonés, atestiguado cuyos restos aprovechan, y los estorninos perficie de tipo lagunar y los campos cir­ chan los zorros. Son numerosas las cule­ por la existencia de esparto. No hay vesti­ («tordos») cosechan muchas veces los oli­ cundantes lo señala una estrecha banda bras de agua -en la Ribera, gripias-, cule­ gios de tal vegetación. vares antes que los legítimos dueños, que exterior de juncos (Scirpus holoschoenus), bra de collar y culebra viperina. En días los persiguen con saña. que encierran manchas de pastizal semi- soleados de primavera y verano el paseante p a lu s tre . podrá ver docenas de culebras viperinas al sol suspendidas de zarzas y ramas semisu- FAUNA DE LA LAGUNA mergidas. Entre los mamíferos abundan las En 1332, Pedro Sánchez de Garbasa, ve­ ratas de agua, que se alimentan de plantas cino de Tudela, fue por orden del tesorero acuáticas y cuyos senderos y excrementos real a Bayona a proveerse de unos peces son bien visibles entre las altas hierbas de llamados «luces» para repoblar Lor, en las orillas. Pero el grupo animal más va­ donde soltó también 2.000 anguilas. A me- riado y conspicuo es el de las aves, profun-

Pedriz

FOCHA COMUN (Fúlica atra) A) LAGUNA DE LOR De la familia de los Rallidae -fochas, ca­ En principio fue, como otras lagunas na­ lamón, polluelas, rascón-, mide 38-40 cm. varras, de origen endorreico y recoge co­ de largo. Acuática de aspecto robusto y rrientes de agua que se estancan porque el plumaje negro pizarra, con cabeza y cuello recipiente carece de desagüe. Este carácter negro oscuro. Pico potente y llamativo es­ lo modifica el aprovechamiento de Lor para cudete frontal, blancos. Patas verdes, con el riego. Madoz decía hace siglo y cuarto grandes dedos lobulados, semicolgantes, que la laguna es «capaz de contener con estrecho borde blanco en la parte an­ 58.551,228 pies cúbicos de agua». En Lor el terior. Vive en grupos; las parejas se aislan agua liega a cubrir 22 Ha., más 12 Has. en en época de cría. Al acercarse el hombre, las orillas. Es relativamente profunda: más huyen nadando a ocultarse en la vegetación de 5 m. en el centro, si está llena; 2’5-3 m., o chapoteando para volar rápidas y rasan­ en estiaje. Los vertidos a Lor proceden dei O LIV O (Olea europaea) tes. Ocupa zonas palustres, marismas, la­ Queiles, por mediación del arroyo Murillo, Arbolillo de hasta 10 m. Tronco grueso, negras o verde-parduzco intenso al madu­ gos, embalses, ríos con vegetación abun­ que afluye por el O. atormentado, de corteza pardo-grisácea. rar en invierno. Los árboles cultivados tie­ dante. Crían dos veces al año, en nidos Las variedades cultivadas proceden del nen el porte muy vario, según las podas. flotantes, ocultos entre la maraña palustre, VEGETACION PALUSTRE acebuche, espontáneo en el S. de Europa, Crece en toda clase de suelos y soporta armados con aneas, carrizos y otras plantas En las lagunas la vegetación tiende a SO de Asia y N. de Africa, que en España calores crudos, sequías y vientos. Crece acuáticas; ponen 6-9 huevos; la incubación distribuirse en orlas concéntricas en torno aparece en matorrales, setos y bosquetes lento y goza de bíblica longevidad. Especie dura 21-24 días. Los pollos, nldífugos, na­ al centro del agua. Tal distribución res­ de bajas altitudes en Andalucía, Extrema­ típica mediterránea, fuera de ese clima ve­ dan con los padres desde muy jóvenes. Es ponde al gradiente de humedad del bio- dura, Castilla la Nueva y Levante. En Nava­ geta, pero no fructifica o lo hace de vez en ave migradora parcial y nocturna. Se distri­ topo, gradiente que explican la variación rra no se encuentra silvestre. Los olivos cuando. En Navarra se distribuye por la buye por gran parte de Europa, salvo el del nivel de agua, fenómenos naturales cultivados tienen hojas perennes, simples, Ribera hasta una línea que iría por Berrue- extremo Norte. En Navarra puede encon­ -pluviometría, evaporación- o procesos ar­ opuestas, lanceoladas de 2 - 8 cm., grisá­ za-Alloz-Tafalla, con avanzadas hasta Lum- trarse en cualquier hábitat adecuado -m a- tificiales derivados del riego. En Lor la ve­ ceas en el envés. Las flores blancas, en bier. Su madera, dura y compacta, goza de sas de agua suficientemente grandes, cal­ getación es escasa. La orilla E. es una playa racimillos axilares, salen en mayo-junio. gran estima en alta ebanistería y tornería. madas, con abundante vegetación- pero es despejada, de limos y cantos, casi desnuda Las aceitunas u olivas son ovoides, de Es buen combustible y da excelente car­ más frecuente en la Ribera. Su densidad en de plantas. La O. se presenta desvalida, 1-3,5 cm. de largo, verdes al principio y bón. las lagunas navarras fluctúa mucho. porque han talado las choperas que la ves­ Cola del embalse de Irabia. Mojón 225 de la muga con Francia. Junto al puente, (5 } a 1.100 m. de altura se funde en la ladera. Seguimos a media altura, en horizontal, echamos a andar por pista cuyo arranque señala: «Pista forestal a Contrasario». al SE.

© Dejamos la pista, cruzamos el río y por otra pista en la margen derecha descen- © Comienzo de nueva cresta, al S. Sendero. dem os © Bifurcación: a la derecha. © En la confluencia de dos egatas dejamos la pista: un sendero no muy marcado nos sube por la cresta, al borde de los pinares. © Refugio de Lizardoya. Iniciamos la bajada. Camino al O., que

@ Encuentro con el camino que viene de la vertiente N. Seguimos por la cresta. © entronca con la pista de Contrasario, por la que regresamos a Q

© Collado. Dejamos el camino, que se va al N. Sin sendero marcado, por la cresta, hasta que

0 Kms, 7,5 Kms. pronto siguen a la madre. Consumen hojas 16. Irati de árboles y arbustos, bellotas, hongos, Epoca recomendada: Verano. brotes de árboles y hierba. Viven en grupos familiares dentro de un territorio limitado. Es rápido y ágil, galopa a grandes saltos. Actividad crepuscular o nocturna; si no se caza, también diurna. Suele preferir bos­ El bosque del Irati es la mayor mancha ques abiertos en que alternen prados, culti­ forestal continua de Navarra y acaso la de vos y masas arbóreas. Se distribuye en gran mejor calidad forestal. El monte Iratl ocupa parte de Europa, si bien resulta escaso en 6.520 Has. cuyo dominio pertenece a la el área mediterránea. En Navarra prefiere Junta General del Valle de ¿alazar. Las ha­ zonas boscosas con áreas de sotobosque yas alcanzan el máximo desarrollo. Al E. de espeso en que ocultarse y ocupa el área la presa de Irabia y de una de las colas, la cantábrica -con baja densidad-, hayedos y regata de Egurguio, aparecen los abetos. robledales de Basaburúa y Ulzama, los de Es el límite occidental de esta especie, pero Quinto Real -con abundancia más alta- y los ejemplares alcanzan desarrollos es­ los hayedos y pinares de Aézcoa, Salazar, pléndidos. La pluviometría registra 1700- Roncal. El límite meridional es la sierra de 1900 l/m 2/año, con fuerte influencia pire­ Leyre. La mayor densidad se da en Irati y es naica de inviernos fríos y nieves copiosas. querencioso y observable en el barranco de El paseo se mueve por el llamado monte de Contrasario. La Cuestión, propiedad del Estado y si­ tuado en término municipal de Ochagavía. La vegetación, pese a la explotación del bosque en su mayor parte, sigue siendo forestal, y el paseante puede admirar una El Parque en la ladera de Lizardoya. de las escasas parcelas de bosque virgen de toda Navarra y con las especies de de­ B) REPOBLACIONES FORESTALES sarrollo máximo. Las posibilidades de ob­ servación naturalística son inmejorables: el Las especies forestales autóctonas, haya dorsiblanco, especies habituales de zona recorrido transcurre en ambiente solitario, y abeto, demuestran una fácil y pujante pirenaica, pero no todas ellas en un área no hay ni chabolas de pastor. Parte del regeneración. No obstante, hace años se restringida. La relación de mamíferos no es itinerario carece de camino marcado: es hicieron repoblaciones con especies aje­ menos interesante: ciervos, corzos, jaba­ menester guiarse por la topografía. Si el día nas, que alcanzan un crecimiento más rá­ líes, marta, zorro y tajudo son las especies es despejado, es difícil perderse, pero en pido y cubren pronto los claros. Así junto a más importantes. Los ciervos proceden de este caso basta bajar por la ladera para dar la pista que recorre el fondo del valle hay repoblación y están perfectamente adapta­ con alguna pista forestal. alerces del Japón -conifera de hoja caduca dos. Los corzos alcanzan aquí su mayor y troncos altos y delgados- de buen porte, y densidad navarra. Si el paseante es cauto y A) REGATA DE CONTRASARIO a lo largo del paseo encontramos breves discreto, puede sorprender a ciervos y cor­ masas de pino royo o albar, espontáneo en zos; la observación de las otras especies Las aguas son frías, oxigenadas y trans­ la ladera S. de Abodi, pero aquí plantado. resulta más rara. parentes. Las orillas están vestidas de sau­ ces. El tritón pirenaico (Euproctus asper), C) «EL PARQUE» endémico y de colores discretos, se camu­ fla entre las piedras, así como otros anfi­ Los forestales llaman «El Parque» a una ABETO-IZAI (Abies alba) bios más comunes -tritón palmeado, rana parcela del monte La Cuestión, muestra bermeja o de monte, sapo común, sala­ intacta del ecosistema hayedo-abetal pri­ De la familia de las Pináceas, el abeto es mandra-, que se acercan al agua en la mitivo. Los administradores del bosque la especie autóctona navarra más alta, -40/ época de celo. La única especie ictiológica quisieron en los años 50 salvar de la ex­ 50 m - Conifera -las flores femeninas en es la trucha, cuya velocidad de movimien­ plotación maderera esta parte que hoy es, forma de piña- y resinosa -por las secre­ tos puede admirarse en los remansos. En junto con un rodal de la selva de Aztapa- ciones de la madera, piñas y corteza-. El ésta y otras regatas de la zona vive un rreta, en la ladera N. del Chamanchoya, tronco es recto, casi cilindrico, limpio en la curioso animal, el desmán (Galemys pyre- sobre el Rincón de Belagua, única muestra mitad inferior; la corteza gris clara, poco n a ic u s ), pequeño mamífero, pariente del de vegetación virgen en Navarra y testigo agrietada; las ramas, verticiladas, horizon­ topo, con el hocico en forma de trompa. inestimable del tipo forestal de máximo de­ tales y abundantes; las hojas aciculares, Adaptado al medio acuático, bucea a la sarrollo del bosque templado europeo. El bastante gruesas, romas de punta, en dos busca de Insectos acuáticos, base de su paseante frena la palabra y siente sobreco­ filas sobre la ramilla, siempre verdes, vivas alimentación. («Desmán» es nombre que gido el ánimo al caminar bajo las copas de 7-10 años; flores masculinas distribuidas en nos ha llegado del sueco). los abetos cuyos troncos cilindricos suben toda la copa, más abundantes en las ramas más de cuarenta metros, por encima de los bajas; las femeninas, o piñas, aparecen en fustes lisos de las hayas que parecen huir a las ramas superiores; florecen en abril- la altura. Los árboles alcanzan el tamaño mayo y las piñas maduran en septiembre- máximo permitido por el suelo y las condi­ octubre del mismo año. Las piñas, enhies­ ciones clim áticas-el diámetro normal es de tas, de 1 0 - 2 0 cm., son verdes, pero al ma­ 1 m., superado por los abetos- y mueren durar se tornan pardoanaranjadas; madu­ de viejos o abatidos por el rayo o los vien­ ras, sólo conservan el eje central. Se repro­ tos. Los troncos sin vida quedan a veces en duce sólo por semilla: germina en el otoño pie, para goce de insectos y de picatroncos; de su caída y crece en sombra espesa. los caídos al suelo los invaden musgos y Desarrolla en unos cien años y llega a vivir hongos, que van descomponiendo la ma­ cuatro siglos. Requiere más de 1.000 l/m 2 anuales, 750-800 l/m 2 en'casos extremos, dera y forman el humus, luego aprovechado CORZO-ORKATZA (Capreolus capreolus) por las nuevas generaciones de árboles y con 250-400 l/m 2 en época vegetativa. Es De la familia de los Cérvidos, como ga­ plantas. Así se cierra el ciclo vital del bos­ propio de climas continentales, pero sin que, mientras el hombre no altere las con­ mos y ciervos. Esbelto y pequeño, con pa­ grandes oscilaciones térmicas. Le perjudi­ diciones. El espacio abierto por la muerte o tas largas y delgadas, el macho crece hasta can las heladas tardías. Soporta suelos hú­ los 75 cm. en la cruz y puede rebasar los caída de uno de los colosos lo cubren es­ medos, pero exige buena iluminación. Se 25 kg. La hembra llega a los 20 kg. Los pesas matas de hayas jóvenes que se selec­ distribuye espontáneo en montañas de machos tienen cuernos casi verticales, con cionarán entre sí: sólo las más desarrolla­ Centro y Sur de Europa y ocupa el Pirineo tres puntas en los adultos, y hasta 2 2 cm . das llegarán a adultas; las demás quedarán desde Navarra al Montseny barcelonés y a h o g a d a s . de largo, que alcanzan la plenitud en abril- Gerona. En Navarra, los bosques del Irati mayo, caen en noviembre-diciembre y vuel­ son el límite occidental de la especie, que D) FAU N A ven a salir cada año. Crecen cubiertos de también ocupa el Alto Roncal y Alto Sala- fina piel (terciopelo). La hembra carece de zar. Las poblaciones más meridionales cre­ F. Purroy estudió en su tesis doctoral la cuernos. El pelaje estival es pardo-rojizo, cen en Burgui. En Navarra se da casi siem­ comunidad de aves del hayedo-abetal de liso y corto; en invierno, grisáceo y espeso. pre asociado al haya, en masas mixtas, de Irati. La densidad media es de 63 aves por Una llamativa mancha blanca rodea la cola, las que sobresalen sus copas verdinegras, 10 Ha. La nómina de especies la componen tan corta que resulta invisible. Orejas, más contrastantes en otoño e invierno. La 23, de las que las más abundantes son grandes, con pelos blancos en el interior. madera del abeto, clara, bastante resistente reyezuelo listado, pinzón, petirrojo, carbo­ Ojos grandes y expresivos. Hocico apun­ y ligera, se emplea para cajas de instru­ nero garrapinos, reyezuelo sencillo, cho- tado con mentón blanco y una a modo de mentos musicales. Fue muy solicitado para chín, agateador norteño y zorzal común. bigotera negra. Celo en julio-agosto. Sue­ mástiles de barco. En jardinería es planta Destacan por su rareza el reyezuelo senci­ len nacer en mayo-junio dos crías por ornamental. llo, agateador norteño, pito negro y pico parto, con manchas blancas a la espalda; Sierra’deSatrústegui Puerto ,de Goñi ]L_7 Irañeta ’ '< 13 Kms. J ~ T 'Ti iT iiim Ii^o B Í

B Goñi (pueblo). Carretera asfaltada que sube a (5) Balsa de Erna. Prosigue el cam ino hacia el E.

© Ermita de San Miguelcho. Después, camino en el bosque hacia 0. (ío) Collado. A la izquierda queda "El Cerrado", antiguo cultivo hoy cubierto de mato­ rrales. El camino bien marcado, baja en dirección SE/E, a (2) Collado, en bosque claro, con bifurcación: a la derecha. El camino cruza la alam­ brada y sigue, en curva, al N. (íl) Balsa Chiquita, que bordeamos por el N. El caminóse mantiene en sentido E y SE.

( 3 ) Collado. Encuentro con camino que se sigue al O, en suave bajada. ® Empalme con camino Goñi-Urdánoz, a la vista de éste últim o y junto a depósito de agua. Camino al N. En varios puntos se cierra y hay que bordearlo por los campos. © Balsa de Lordia. El camino, al pie de ladera rocosa, sigue por el fondo de un valle y sale a los rasos. ® Collado (908 m.). Camino arreglado, que baja suave hasta

( 5 ) Langa con alambrada, muga de Goñi en Andi'a. Seguimos en la misma dirección. carretera Aizpún-Goñi y por ésta a £3 © Cruce de caminos, que se toma en dirección SE. por los rasos, pero cerca del límite Como recorrido alternativo, desde © se sigue el camino al NO. y ya en la loma, del arbolado, hasta por el pastizal y sin sendero, se llega por el E. a un pequeño puerto. El camino de la derecha, casi llano, lleva hasta la zona rocosa, que salva, y se divide: el sendero O. © ruinas de Sta. Quiteña (1.208 m.). Iniciamos la bajada, cerca del borde del arbolado. lleva a San Donato; el N., al puerto de Irañeta, abierto en el acantilado superior de (5) Bordas de Urdánoz. Cruzamos la langa y entramos en término de este pueblo. El la sierra. El regreso deshace el cam ino hasta © camino va por amplio pasadizo sin árboles en medio del hayedo, por el fondo de una vaguada, al E., hasta la <02

0 Kms. 13 Kms. 17. Goñi Epoca recomendada: Verano

El Valle de Goñi -Aizpún, Azanza, Goñi, Munárriz y Urdánoz- es uno de los más altos de Navarra. Situado en las estribacio­ nes de la Sierra de Andía, tiene un clima frío y lluvioso. Mantiene cultivos de cerea­ les, patatas y praderas, así como ganado vacuno y caballar, gran parte del año al aire libre. Goñi señala el límite entre las dos razas ovinas tradicionales: a los pastos co­ munales navarros de Andía acuden reses lachas de Ergoyena y Araiz, mientras que las pocas ovejas de Goñi son rasas. La cubierta vegetal primera serían robledales de roble albar y peludo, y en las laderas y lomas superiores de Andía, hoy pastizales, serían hayedos. El dorso de Andía se B) BORDAS DE URDANOZ asienta sobre calizas y calcarenitas eoce- Los pastos de Andía son comunales de nas; la mayor parte de Goñi sobre margas todos los navarros. Allá se reúnen ganade­ casi contemporáneas. ros de diferentes procedencias. Caballos El paseo propuesto visita un paisaje ne­ -derivados de la antigua jaca navarra- y C) H AYED O D) BALSA DE ERNA tamente montano y de influencia pastoril. El vacas -pirenaicas- vienen de los valles cir­ itinerario alternativo, por terreno despe­ cundantes: Goñi, Olio, Araquil y Ergoyena. Las masas de hayas son bosques som­ Andía es un karst: las aguas se escabu­ jado, lleva al puerto de Irañeta, desde el que Las ovejas suben de los pueblos aledaños y bríos, sin apenas más especies que la do­ llen tierra adentro y no forman corrientes se observa a vista de pájaro el corredor del de otros más alejados, como los de Araiz y minante. El suelo suele estar limpio, con superficiales. Pero arcillas y limos se acu­ Araquil encajado entre Andía y Aralar. aun de la Ribera. Así coinciden las dos pocos arbustos, porque el follaje espeso mulan en algunas-hondonadas, que imper­ razas típicas, la lacha -de la Navarra hú­ niega la luz necesaria. Son muy agradables meabilizan. Así se remansan balsas como A) PASTIZALES meda- y la rasa o churra -m ejor adaptada a para pasear en verano -el dosel verde im­ las de Sarasa y Balsa Fría, en plena sierra, pone un microclima fresco en plena caní­ al O. de nuestro recorrido, y en pleno ha­ Andía fue un hayedo. Hoy los altos no paisajes secos. Las lachas viven casi siem­ cula- y en otoño. Las especies leñosas que yedo la charca de Lordia, cuyo dique te­ tienen árboles. La deforestación se inició pre solas, en grupos dispersos que per­ encontramos en este hayedo, tejos y ace­ rroso es obra de pastores. La balsa de Erna en la prehistoria, cuando los primeros pas­ noctan al aire libre. Las rasas van siempre bos, están muy adaptadas a la sombra. Las tiene el fondo margoso, casi impermeable. tores cortaron o quemaron los árboles. El en rebaño compacto, acompañadas por el plantas herbáceas tienen que crecer y flo­ Todas estas manchas de agua atraen al aumento de insolación provoca la salida de pastor y duermen bajo cubierto. El Valle de recer antes de que el haya eche las hojas; ganado disperso y libre. El paseante, vegetación herbácea que el ganado pasta y Goñi atendía y aprovechaba esta condición predominan las especies con bulbos, como puede, por ejemplo, disfrutar de la fresca hace evolucionar hacia las alfombras de y construyó en el límite del comunal bor­ n a rc is o s (Narcissus bulbocodium) y escilas paz de Erna, quebrada sólo por las esqui­ gramíneas actuales, cortas y espesas. Los das: los pastores llevaban sus reses a dor­ (Scilla lilliohyacinthus). Si se aclara la den­ las: las yeguas se acercan, con los potros a monumentos megalíticos confirman la anti­ mir y pagaban el albergue con el estiércol, sidad de hayas, éstas se hacen copudas, estribor, a apagar la sed en las quietas güedad del pastoreo en Andía. La fauna con el que los de Goñi abonaban sus cam­ con muchas ramas laterales. Aquí no abun­ aguas. Erna y las demás balsas son lugares también se adapta al cambio de paisaje pos. El pastoreo ha decaído y las bordas dan las aves, pero se ven diversos páridos, obligatorios para la rana bermeja o de vegetal. Buitres, alimoches y cuervos se son ruinas. En el paseo vemos las de Urdá­ carboneros común, garrapinos y palustre y monte, instalada en los hayedos, y para la mueven atentos a las posibles bajas en los noz, pero también existen las de Goñi y más herrerillo capuchino, así como pinzón, ca- salamandra. En ellas, a fines del invierno rebaños. Bisbita alpino, alondra, totovía, al S., las llamadas bordas del Pelotón. machuelo y arrendajo. Micharros o lirones realizan la puesta, así como tritones pal­ collalba gris, todas ellas especies que can­ grises se guarecen en árboles agujereados, meados y jaspeados, que permanecen allá tan en vuelo y hacen el nido en el suelo, cuyos hayucos devoran. parte de la primavera. Las ranas verdes in- son los más abundantes entre la pequeña vernan aletargadas en el fango de los reci­ ornitofauna. En las zonas más pedregosas pientes, se despiertan en abril y permane­ -las rocas afloran mucho en Andía- regis­ cen siempre en el agua o cerca de ella, tramos colirrojos tizones y algún raro ro­ croando tercas en días templados. Rena­ quero rojo. En los brezos y enebros -al­ cuajos y larvas de estos anfibios viven en el mohadillados y frecuentes hacia San Do- agua la fase inicial hasta la metamorfosis e nato- se ven tarabilla común y acentor. inician su vida terrestre en verano. A veces grandes cardúmenes de ranitas o tritones orlan la balsa.

PACHARAN, ENDRINO-ELLORRI BELTZA- (Prunus spinosa) Arbusto de las Rosáceas, pariente pró­ ximo de cerezos y ciruelos, recibe muchos nombres populares: endrino, arañonera, elorribeltza, basakaranondo; y el fruto, ara- ñón, endrino, ciruela silvestre, basakarana o basarana (literalmente, ciruela silvestre), del que deriva pacharán. Alcanza 4-6 m. de alto. Muy ramoso e intrincado. La corteza es pardo oscura brillante, con espinas de hasta 4 cm. Hojas pequeñas (2-4 cm.), elípticas, simples, alternas, caedizas, de borde finamente aserrados. Flores blancas, pequeñas (1-1,5 cm.), solitarias o por pa­ res, abundantes y en grupos prietos, que brotan en primavera, casi siempre antes que las hojas. Frutos globosos, carnosos, de 10-15 mm, negroazulados, con un solo hueso, muy astringentes, maduran a fin de verano o principio de otoño. El endrino Pastizales en la unión de Andía y San Donato. crece en claros de hayedos y robledales, para mangos de herramientas y tornería. bordes de caminos y setos, en gran parte Los frutos dan por fermentación una bebida de Europa. En Navarra se da en todo el alcohólica. Entre nosotros sirven para pre­ territorio, pero en la Ribera es escaso. Se parar el anís de pacharán, antes remedio utiliza en setos, por la facilidad de poda y la casero para trastornos digestivos y hoy be­ eficacia de su cierre; la madera, muy dura, bida de uso y abuso. Quinto Real

inzu

Collado Oyalegui

Okoro

Urepel

CoMad

M onte A di 1459

h .w 'u i

Collado de Urquiaga, que señala la divisoria de las vertientes. En la meridional nace ( 0) Collado en el que termina una pista forestal. Seguimos en la misma dirección por humilde el Arga. Tomamos un camino hacia el O., junto a la pista cerrada con sendero que discurre por la línea de crestas. cadena, de Zuráun. (7) Cumbre de Zuráun. Raso de helechos en el bosque. El sendero continúa por las (T) A los cien metros es preciso cruzar una alambrada. El camino asciende por un pasillo crestas y baja. Aparecen algunos pinos. tendido entre el arbolado, paralelo a la línea de puestos palomeros, siempre al N. de (z) Llegamos a una nueva línea de puestos palomeros, dotada también de refugio. la alam brada. Junto a éste muere la pista forestal de Zuráun. La seguimos. Cambio total de (?) Collado, junto al que existe un refugio de cazadores. El camino avanza en terreno dirección. La pista va a media ladera, entre el bosque, sin apenas desnivel, hasta despejado, junto a las cumbres. Llega al collado Zagua y sigue a media ladera hasta ( 9 ) entroncar con otra pista, en una cerrada curva. Por esta nueva vía bajamos al ( 3 ) Collado de Oyalegui. Cruzamos la alambrada por escalera. El camino gira al O. collado de Urquiaga, punto de partida. (í) Collado, en el que salvamos otra alambrada con puerta. Desde aquí subimos al O koro.

( 5 ) Cumbre del Okoro, pico cónico y desarbolado. Se regresa por el mismo camino hasta el ( 2 ) . Junto al refugio de cazadores abandonamos el camino y tomamos la cresta del Enekorri. Descenso entre pinos.

0 Kms. 1 10 11 12 Kms. 18. Quinto Real Epoca recomendada: Verano

Quinto Real es una finca forestal de animales salvajes -ciervos y gamos-, inva­ 5.900 Ha., encajada entre Francia, Baztán, didos por brezos, argomas y helechos. El Burguete, Espinal, Erro, Eugui y el monte contraste salta a la vista: una simple alam­ Erreguerena. No es seguro que pertene­ brada separa las landas y las praderas tapi­ ciera al patrimonio de la Corona de Nava­ zadas por hierba fina y nutricia. Por los rra. Acaso su nombre antiguo fue Aldudes u rasos se mueven pájaros especializados, Alduides, arrumbado por el actual, inspi­ como bisbita alpino, collalba gris, tarabilla rado por el tributo de la quinta, es decir un común, zorzal charlo, alondra y verderón cerdo de cada cinco. Si esto fuera cierto, serrano. Y patrullan los cielos buitres, ali­ serían los navarros transmontanos de Bai- moches, águila real, águila culebrera y mi­ gorry quienes lo impusieran, porque ellos lanos. eran los obligados a satisfacer tal impuesto a cuenta de los puercos que podían pastar B) DOLMEN DE UZTAMBORRO libres de San Miguel a San Andrés. Así lo Uno de los diecisiete del sector Errazu- explicaba la Diputación Foral en 1867. Es­ Alduldes. Se levanta en término de Irurita y tos montes ios gozaban como propios los lo cruza la muga de Baztán y Quinto Real baztaneses y errotarras, más la Real Cole­ -hay pilotes clavados en el túm ulo-, en el giata de Roncesvalles y los baigorrianos de collado entre Okoro y Luurzu. El túmulo es Ultrapuertos. Los pleitos, antes y después circular, de 21 m. de diámetro y 1,60 m. de de la anexión a Castilla y a Francia, fueron altura. La cámara está derruida y sólo resta CIERVO-OREIN (Cervus elephus) hembras, disputadas con los rivales a veces muchos y no acabaron con el tratado de en pie una losa. La tierra tapa la cubierta. El Mamífero cuya descripción es popular. en luchas ruidosas. La principal actividad Elizondo de 1785, que ignoró los usos y material, areniscas, fue utilizado con fines Los machos crecen hasta 1,40 m. en la es nocturna y en las horas extremas del día. costumbres locales y despreció la geo- militares. Cerca, en la línea de la cresta, hay cruz y sobrepasan los 200 kg. La cuerna Los cervatillos, con manchas blancas en el morfología de la zona. El de límites de 1856 otro dolmen en Luurzu, y un túmulo, Luur- ramificada cae y vuelve a crecer cada año. dorso, nacen en mayo-junio. Los machos reafirmó el de 1785, pero reconoció el de­ zu-Argintzo, y dos cromlechs. Todo ello en adultos viven solitarios. Las hembras for­ recho de los baigorrianos al pastoreo en las Las hembras, más recogidas y esbeltas, sin altitudes entre 1040-1080 m. La estación man grupos con los jóvenes. La distribu­ laderas septentrionales de Quinto Real. cuernos, llegan a pesar 120 kg. No hay re­ prehistórica, que parece confirmar la anti­ ción europea da numerosas manchas dis­ Zona a caballo de la divisoria de aguas, las lación directa entre la edad y los cuernos, güedad del pastoreo en los montes, fue continuas, según las repoblaciones y la abundantes precipitaciones -1.700-2.000 que aumentan en peso y puntas hasta los descubierta por Tomás López Sellés entre 12-14 años, en que se detienen y disminu­ presión montera. En Navarra desapareció y l/m 2 anuales- vierten al Cantábrico por la 1957-1960. ios actuales proceden de sueltas llevada a Nive y Bidasoa y al Mediterráneo por el yen. Los cuernos se desprenden en marzo- cabo por el Patrimonio Forestal del Estado Arga y Erro. No hay explotaciones agríco­ abril y renacen, enfundados en piel atercio­ entre 1955-1957, en Quinto Real. La acli­ las, pero sí forestales y servidumbres de pelada, que cae en girones cuando alcan­ matación ha sido perfecta. El ciervo hoy pastos al N. de Urquiaga, a favor de los de zan la plenitud en agosto. Herbívoro, tam­ habita desde Leiza a , en los hayedos. Alduides- de los que se aprovechan ganado bién consume algo de cortezas y brotes de La densidad en Quinto Real es buena, con lanar y caballar. Declarado Coto Nacional arbustos y árboles. Es goloso de plantas de ejemplares magníficos. No tiene enemigos de Caza, en él se practica la del ciervo y la arándanos. El celo o berrea lo vive a fines naturales, pero la caza y la meteorología menor de palomas al paso, en puestos fa­ de septiembre y primeros de octubre. Los regulan la densidad. Esta selección natural mosos y cotizados. Todo el macizo de machos lanzan potentes bramidos y esta­ blecen un territorio al que atraen a las elimina (es obvio) a los más débiles, como Quinto Real se asienta sobre estructuras sucedió en las grandes nevadas del 78. geológicas muy antiguas. El paseo, que se mueve sobre estratos de esquistos del De­ vónico, de colores oscuros (hay pendientes fuertes, pero no escarpes rocosos aprecia- de blanco y negro. El macho luce la frente bles), tiene dos partes: una es un circuito blancuzca y el capirote rojo. Alas franjeadas más o menos triangular, cuyos vértices son y cola negra con plumas laterales moteadas Urquiaga, refugio de Zuráun y Enecorrí, por de blanco. Partes inferiores, blancocremo- paisaje arbolado en su mayor parte; la se­ sas; bajo vientre, rosado. Pico cónico y gunda discurre por los espacios desarbola­ fuerte; patas robustas y dedos oponibles dos de las crestas onduladas, sin pendien- dos a dos. La cola le sirve de apoyo al tes pronunciadas. trepar por los troncos. Es ave apacible, que permite acercarse. Come insectos: los busca bajo la corteza y en la madera y los extrae a golpes. Repiquetea con frecuencia contra troncos sonoros. Hace el nido en agujero taladrado con el pico, a gran altura. Pone 3-5 huevos y los incuban 13 días. Ocupa Europa oriental y parte de Escandi- navia; las poblaciones aisladas del Pirineo y montañas italianas son reliquia de épocas glaciares. Vive en zonas de montaña, ge­ neralmente en hayedos con árboles viejos y El hayedo original ha variado su compo­ entreverados de abeto. Su presencia en Na­ sición a causa de la saca de madera y de las varra se detectó hace doce años y hoy está repoblaciones. Las hayas siguen siendo la PICO DORSIBLANCO verificada la distribución en Alto Roncal, especie dominante, con pies extraordina­ (Dendrocopos leu cotos) Irati, Roncesvalles. Quinto Real es su límite rios y buen rendimiento. Entre ellas, tejos, Este pícido, pariente de picatroncos y O. Pese a su modesto tamaño, es un autén­ serbales, arces, algún roble y especies me­ torcecuellos, mide 25 cm. de largo, tiene tico monumento viviente, merecedor de la nores como acebo y boj ponen variedad y, los hombros negros y la espalda franjeada máxima atención. en el otoño, colores contrastados. Entre las especies introducidas anotamos alerce ja­ A) RASOS DE LAS CUMBRES ponés, pino royo y abeto rojo. Es o era Como en muchos montes navarros, los abundante la rana roja, en las balsas a que altos de Quinto Real están desnudos de acudía a poner las huevas. Allá acude tam­ arbolado. Debe de ser una antigua defo­ bién el tritón palmeado. La salamandra, restación ganadera. Ovejas lachas y caba­ vestida de negro y amarillo, se oculta bajo llos animan las praderas. La presencia de la hojarasca y sólo se deja ver en días ganados de Alduides se hacen notar mu­ lluviosos. Pequeñas colonias de lagartija de cho; su ganadería extensiva es próspera, turbera viven en los claros del bosque. Hay mientras decae en Eugui y otros pueblos, tres especies aladas nidificantes en Quinto de manera que las zonas aprovechadas por Real que por sí solas justificarían el paseo: los bajonavarros están mucho mejor con­ pito negro, pito dorslblanco y becada. Cier­ servadas, porque gozan de mayor presión vos, gamos, corzos, jabalí, zorro, tajudo y ganadera, Tal diferencia es más notoria en fuina son algunas de las especies de ma­ los espacios aprovechados sólo por los míferos presentes, pero difíciles de ver. □ llzarbe. Por pista del Iryda hacia el 0. y en ligera bajada, a @ Salinas de Arteta. Regreso por e! >a Arteta, ( 5 ) , y luego,camino a Ulzurrun, (7) Olio. Por carretera, a en dirección SE.

(5) Bifurcación: tomamos el ramal hacia Senosiáin. (5) Un puente nos ayuda a salvar el río.

( 3 ) Pasada la erm ita en ruinas, tom am os pista del Iryda que pasa bajo Senosiáin (5) Ulzurrun. Seguimos por la carretera al N. ( 3) Visita al pueblo de Senosiáin. (ío) Cruce de carreteras y camino, junto al puente. Seguimos por el camino, sobre la margen derecha del río, bajo el arbolado. ( 4 ) La pista entronca con la carretera de Arteta. Cruzamos el río por puente y seguimos el camino unos metros; en la margen ( 5) Arteta. De la parte baja del pueblo sale pista hacia S. izquierda y por el borde de una pradera, por camino semiborrado, recuperamos (?) Bifurcación: a la izquierda. el viejo de Ulzurrun a llzarbe, que en zigzag nos devuelve a Q

( p (2) Cp

O Kms. 9,5 Kms. 19. Val de Olio Epoca recomendada: Todo el año

El valle de Olio como entidad administra­ y la crestería de la sierra de Saldise que tiva -Anoz, Arteta, Beasoáin, Eguillor, ll­ destaca el Almorche. Ulzurrun está a zarbe, Olio, Saldise, Senosiáin y Ulzurrun- 489 m.; Arteta, a 503; el Chargáin da desborda el valle geográfico, por el que 1.171 m.; Churregui, 1.104 m.; las cumbres serpentea este paseo. El Diccionario de de Saldise, 1.107 m. Al abrigo de esos Ochoa decía que el valle está «en una ba­ muros, el valle tiene, pese a las abundantes rrancada algo desigual, rodeado de montes lluvias (1.200-1.300 l/m 2 anuales), buenas elevados» y habla del «riachuelo que te­ temperaturas que permiten cultivos cerea­ niendo su origen al pie de los montes que listas alternados con forrajes, convenientes separan a este valle del de Goñi corre rápi­ para la ganadería. En los prados pueden damente por el centro del mismo, dando verse vacas pirenaicas. A efectos adminis­ agua suficiente a cinco molinos harineros trativos, la muralla montuosa meridional ha en el corto trecho de una hora; abunda de separado y separa valles -Olio y Goñi- y truchas exquisitas y no cría otro pescado». merindades; Goñi se encuadra en la de Es- Ese río es el Udarbe, que surge en Urdánoz tella, Olio pertenece a la de las Montañas o y va a dar al Araquil en Anoz. Las montañas de Pamplona. Hasta ahora, Val de Olio se que envuelven la cubeta son el Churregui y ha visto casi libre de la moda de los chalets la alta loma final de Andía, el Chargáin, la que en tantos casos prostituyen los paisajes ladera por la que trepa la carretera de Goñi rurales navarros. B) SALINAS DE ARTETA D) RIO UDARBE En el valle las llaman «saleras». El ma­ El barranco Artazul viene de Goñi y se nantial de agua salada, cerca del Nacedero, une al desfiladero del nacedero de Arteta. es testimonio y recuerdo de las masas de Allí recibe las aguas del manantial y se A) DIAPIRO sal gema que formaron el diapiro. El agua confirma el río Udarbe, destinatario de al­ Un diapiro es una masa rocosa de carac­ ha disuelto durante milenios la sal del sub­ gunas aguas de Olio y afluente a su vez del terísticas plásticas que, comprimida o a suelo y ha salido al exterior, exactamente Araquil, al que rinde aguas en Anoz. Su causa de su menor densidad, rompe los igual que ahora. Desde tiempos antiguos, paso por este valle está flanqueado por un estratos que tiene encima y se extiende ese agua ha servido para extraer la sal. El estrecho soto de choperas plantadas, fres­ sobre ellos. En el caso del valle de Olio, la agua cubre unas «eras», ahora de fondo nos comunes, arces, tilos, avellanos y ar­ masa de sales -yesos, sal gema y otros- y encementado; el líquido sufre evaporación bustos menores como pacharán (endrinos), de arcillas del Cretácico se plegaron y atra­ y la sal queda en el suelo. Como es obvio, espino blanco y bonetero. Es buen río tru­ vesaron las calizas terciarias y después su­ tal explotación sólo trabaja en verano, chero, aunque tal vez no en los términos frieron la erosión. El resultado es la cubeta cuando el sol aprieta; en época de lluvias, ponderativos empleados por T. Ochoa, y que vemos. Los estratos calizos plegados éstas vuelven a disolver la sal precipitada. ofrece también chipas y lochas. Entre las casi en vertical pueden observarse en va­ aves que pueden observarse cerca del río rios puntos: sierra de Saldise, nacedero de C) NACEDERO DE ARTETA hay especies aquerenciadas a los sotos y Arteta, puerto de Goñi, Chargáin. El diapiro, Es uno de los desagües importantes del también a zonas boscosas, setos y lindes de más o menos circular, no ocupa toda la macizo kárstico de Andía. El manantial camino: mosquitero común, mirlo, zorzal cubeta, sino desde Senosiáin y Olio, locali­ brota directamente de las rocas, en el punto común, escribanos verdecillos, cardelinas, dades situadas en calizas del borde, hasta de contacto de las calizas esponjosas y las pinzones, currucas; hay otras directamente el nacedero. El resto de la cubeta lo forma margas impermeables que forman el fondo ligadas a los cauces fluviales, como el mirlo un barranco que desciende de la sierra de del embalse subterráneo. El caudal medio acuático, el martín pescador y la lavandera Andía o San Donato. En el diapiro desem­ aforado en Arteta es de 3.000 litros por ca sca d e ñ a . boca el desfiladero del manantial de Arteta. segundo, con acusadas variaciones esta­ cionales. Arteta surte de agua potable a E) ROBLEDALES Pamplona y a su comarca y fue la única En las laderas inferiores de la sierra de fuente proveedora desde 1895 hasta la Saldise sobre Ulzurrun, entre este pueblo y construcción del embalse de Eugui. El el cruce de la carretera de Arteta, en las Ayuntamiento pamplonés municipalizó el cercanías del río y junto al camino de ll­ servicio en 1940. El nacedero está en el zarbe hay masas de bosque similares a las fondo de un desfiladero profundo en el que que debieron de ocupar todo el fondo del se precipitan las aguas procedentes del va­ valle. Son robledales con pies de porte me­ lle de Goñi. diano, en los que se mezclan robles peludo y albar y quejigos. Los híbridos son difíciles de determinar. Acaso la especie dominante sea el roble peludo, del que hay ejemplares bastante típicos. El sotobosque tiene mu­ Vista general del valle con Chargáin sobre cho boj. En las laderas superiores, el haya Arteta, Senosiáin a la derecha y Ulzurrun, en la desplaza al roble. Carrascas y encinas do­ parte baja de la foto. minan plenamente sobre llzarbe. Lacabe-Gorraiz 213 13,5 Kms. , JZL Azparren

rtoznui

Q Km. 8,700 de la carretera local paralela al Irati, entre Artozqui y Oroz-. Cruzamos en la vaguada antiguos campos, ahora pinares y pastizales. El sendero El cam ino inicia la subida por la derecha de la regata de Lacarri. se pega a la ladera. (T) Se cruza la regata con zigzag. Seguimos por la izquierda. © Alambrada de espinos, que debemos cruzar. El sendero sigue por fuera del arbolado. ( 5 ) Lacabe. Cam ino al NO. Cambio de ladera. Hay que cruzar la alambrada. El camino bordea campos de cul­ (5) Bifurcación: ramal a la derecha. tivo . (7) Bifurcación: a la izquierda, a media ladera. G orraiz. Cam ino que baja hacia el E. ( 5) Enlace con camino más amplio, junto a abrevadero. Seguimos al NE. (12) Bifurcación: a la izquierda. El camino se precipita hasta ( ? ) Borda. Seguimos al NE. u3) Oroz-Betelu. La carretera lleva a B

(7 ) B ifurca ció n: a la izquierda, el cam ino más marcado.

0 Kms. 13,5 Kms. 20. Lacabe - Gorraiz Epoca recomendada: Primavera y Otoño

Lacabe y Gorraiz pertenecen al valle de C) RIO IRATI Arce, encajado entre los de Urraul, Lón- El Irati nace al otro lado de la muga con guida, Arriasgoiti y Egüés. Lacabe, abando­ Francia y es uno de los más importantes nado hace años, lo han ocupado un grupo ríos de montaña navarros, porque recoge y de jóvenes adictos a una nueva vida en canaliza las aguas pirenaicas entre el Adi y contacto con la naturaleza. Gorraiz también el Ori (Erro, Urrobi, Areta y Salazar) que es casi todo el año un despoblado, si se rinde al Aragón en Entrambasaguas, dos exceptúa una explotación ganadera. Todo kilómetros arriba de Sangüesa. Es más el Valle, surcado por el Irati, acusa una caudaloso que el propio Aragón en . severa depresión demográfica: es una zona Las orillas las viste un variado soto cuyas que evidencia intensa explotación y degra­ especies más llamativas son abundantes dación, pese a áreas muy bien conservadas sauces, fresnos comunes, chopos, más ar­ por la dificultad de los accesos. También es ces comunes, blancos y de Montpellier. Es manifiesta la pujante regeneración espon­ de subido interés la fauna piscícola, cuyos tánea de los campos y montes abandona­ desplazamientos dificultan presas y canales dos. Las complicadas estructuras geológi­ -los veranos secos imponen muy duras cas han originado un abrupto relieve y la condiciones a los peces, porque el cauce erosión del Irati -transversal a las series de queda reducido a hilos de agua- y en ella anticlinales y sinclinales cuyos ejes van se cuentan truchas, madrillas, chipas, O-E- ha tallado acantilados rocosos en las barbo común, barbo de montaña. Alguna calizas cretácicas. El Valle ofreció un mo­ nutria vive todavía en el Irati. Hay también saico de formaciones vegetales, favorecido turón y, posiblemente, visón. Hay tres espe­ por la topografía y el clima de transición, cies de aves de fácil observación, ligadas al cuya pluviometría registra 1 .0 0 0 - 1 . 1 1 0 ARCE COMUN - ASTIGARRA, ASTIGARRO medio acuático: martín pescador, mirlo (Acer campestris) m m /m 2 anuales. Ese mosaico resulta hoy de acuático y lavandera cascadeña. difícil localización, pese a buenas muestras. Arbol de talla mediana -hasta 20 m. de Coexisten carrascales, de origen medite­ altura- en Navara suele ser arbusto o arbo- rráneo, robledales y hayedos. La regenera­ lillo. Sus hojas son simples, opuestas, con ción forestal, natural en algunos casos, D) ROQUEDOS lóbulos desiguales, verdes en ambas caras, como va dicho, se ve favorecida por las caedizas, con llamativos tonos rojizos en repoblaciones de pino laricio. Los numerosos acantilados rocosos que otoño. Las flores, primaverales, en corimbo. vigilan este paseo son de calizas o dolo­ Los frutos, pequeños, en forma de doble El río Irati ha tallado un profundo barranco en mías, rojizas a causa de óxidos de hierro y, las calizas. sámara con alas opuestas, maduran en en algún caso, de los liqúenes crecidos en otoño. Corteza agrietada y acorchada. la piedra, gracias a las deyecciones de las Crece en cualquier suelo, pero acaso los aves que escogen los farallones como po­ calizos le van mejor. Ocupa gran parte de B) ROBLEDAL saderos o abrigo de nidos. Hay una colonia Europa, salvo el N. En la Península Ibérica A) CARRASCAL En las laderas del Biscason y en la va­ de buitres -una docena de parejas repro­ se da en sotos y bosques de la mitad sep­ Los carrascales mediterráneos avanzan guada entre éste y la peña Lacarri, los ro­ ductoras-, con nidos aislados, observables tentrional; hay algunas citas extremeñas y como carrascales montanos por los valles bles -que salpican todo el recorrido y for­ a la distancia desde la misma carretera. En andaluzas. En Navarra resulta muy común pirenaicos, cuando les favorece el suelo y la man rodales- se cierran en masas impor­ las paredes crían también alimoches, hal­ en todo el territorio, pero no forma masas orientación del enclave. El paseante podrá tantes. Son el recuerdo de buenos bosques cón común, cuervo, chovas piquirrojas y específicas. Salpica los bosques de hayas, encontrar un excelente carrascal al pie del que debían significar la transición entre los avión roquero (golondrina parda nidificante robles y encinas y aparece en sotos, bordes Lacarri, en el amplio circo hendido por el carrascales y los hayedos de las zonas altas en las rocas). Aguila real y quebrantahue­ de camino y setos entre campos. La ma­ río Irati, al comienzo del recorrido, en él o umbrías, como se aprecia en las faldas sos sobrevuelan con frecuencia estos pa­ dera, amarillenta-rojiza con bello veteado barranco que sube a Lacabe, y en el tramo del Elque. Estos bosques los domina en rajes y el observador tiene una buena pardo en ejemplares talludos, dura e incó­ de regreso a ambos lados de la carretera. apariencia el roble albar (Quercus petraea), oportunidad de compararlos con buitres y moda para la polilla, goza de aprecio en Hay buenos ejemplares de carrascas, con aunque puede estar hibridado con el roble a lim o c h e s . carpintería y tornería y se emplea en mue­ otras plantas mediterráneas, como el ala­ p e lu d o (Quercus pubescens). Las masas de bles, mangos de herramientas, etc. El pa­ d ie rn o (Phyllyrea media), enebro de la robles albergan bastantes pinos royos, que seante puede observar bastantes arces a lo miera y algún quejigo. En el sotobosqué, el cubren los claros. Sabido es que este pino largo de este recorrido, tanto en las zonas boj traduce la influencia pirenaica. Este ar­ es muy pionero e invade los campos anti­ altas como en el soto del Irati. bolado proporciona refugio a los jabalíes, guos, ahora llecos. Los pinos abundan más que en pleno invierno buscan el abrigo de en la margen izquierda del Irati, donde se la hoja perenne. desarrollan buenos ejemplares. MIRLO ACUATICO -UR ZOZOA- (Cinctus cincius) Es la única especie europea de los cíncli- dos. Pájaro robusto, de 18 cm. de longitud, patas grandes y cola corta, muchas veces levantada, colores oscuros, pecho blanco y contrastado, cabeza y vientre achocolata­ dos, dorso, alas y cola negruzcas. No hay diferencias de aspecto entre los dos sexos. El vuelo es rápido, recto y rasante sobre ríos y arroyos. Se posa en rocas y piedras del río, con movimientos nerviosos, y se zambulle en las aguas -o nada y se su­ merge- en busca de insectos acuáticos, moluscos, crustáceos, gusanos y pececi- llos, base de su dieta. Sedentario y solitario, permanece todo el año en el mismo tramo del río, si bien los fríos pueden empujarle hacia zonas más llanas y agradables. Vive en arroyos y cauces de montaña con aguas vivas. Se distribuye por gran parte de Eu­ ropa, salvo el S. de Gran Bretaña, las costas del Mar del Norte y parte del Báltico. En las orillas de los ríos e Incluso en puentes y Navarra está en todas las zonas montaño­ cascadas. La hembra incuba 15-18 días los sas y cursos medios de los ríos; no nidifica 4-5 huevos de cada una de las dos puestas en las zonas llanas de la Ribera, que visita anuales. Pollos nidícolas. Los machos en invierno. Construye el nido en forma de cantan durante todo el año. El reclamo es Los pinos invaden antiguos cultivos. globo y lo cubre con musgo y hierbas, en un «zit-zit-zit» metálico, repetido en vuelo. Sierra de Dos Hermanas 2]1 9 Kms.

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i Æ 1 ptEDRAMILLERA ¿S' T~'V M i U

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. Camino que trepa en zigzag hacia el NE. ( 5 ) Cumbres de la Sierra. En la oriental, señal de vértice geodésico y ruinas. El sendero (7) Collado y cruce de caminos. Se puede subir hasta la ermita de Santa Columba. Por baja y sendero al NO. inicia la circunvalación del monte "El Robledo", a media ladera. (5) se une con camino mayor, por el que se llega a El sendero (7) . De aquí, por camino en dirección O., y que (2) se borra, pero la vegetación permite continuar sin perder altura. (?) la concentración parcelaria ha borrado: por el borde de los campos y del monte. (5) Camino bien marcado que cierra la vuelta al m onte y sale al collado (7) . De ahí, El camino reaparece a trechos y, a la vista de Mendaza, es ancho y cómodo. una pista sube a la sierra. (5) La pista muere en el repetidor de televisión. Continuamos por la cresta, junto a varios puestos palomeros, por sendero bien marcado.

0 Kms. 9 Kms. 21. Sierra de Dos Hermanas Epoca recomendada: Primavera y Otoño

La Sierra de Dos Hermanas es de altitu­ B) FAUNA des modestas: unos 240 m. sobre los va­ Los pequeños acantilados rocosos de la lles. Es un buen mirador sobre los pueblos sierra dan al N. y albergan alimoches y de estos parajes: Piedramillera, Nazar, cuervos. En el arbolado crían gavilanes y , Acedo, Asarta, Ubago, Mirafuen- águilas culebreras. El radio de acción de tes, Mendaza, Mués y los restos de los anti­ estas especies es amplio y no se restringe a guos Cábrega, Granada de Ega y Estemblo, la sierra que les depara refugio. Entre las en la Berrueza; del de Valdega son Abáigar, especies mayores de mamíferos destacan Ancín, , , Learza, Legarla, Mu- jabalíes, zorros, tajudos, fuinas, ginetas; los Neta, Mendilibarri y . La sierra, formada conejos se Ocultan en el matorral y salen a por calizas y calcarenitas cretácicas, conti­ comer en los campos y rasos. La pequeña nuación de Lóquiz, presenta relieves fauna alada, típica mediterránea, no es abruptos y debe el nombre a las dos pe­ abundante, como ocurre en otros carras­ queñas cumbres que, como gibas, dominan cales: mosquitero papialbo, reyezuelo lis­ la alargada cresta. La pluviometría es de tado, ruiseñor, pinzón, curruca mirlona, unos 700 l/m 2/año, con veranos secos y curruca rabilarga (en matorral sin arbolado) calurosos. Ni la Berrueza ni Valdega son y curruca carrasqueña son las especies más valles geográficos, sino administrativos. La características. Berrueza por ejemplo, desborda la línea montuosa de Peña Costalera (Gallet) y Dos Hermanas y llega por el N. al Ega y hasta cerca de , por el Sur; pero Oti- ñano, junto a , pertenece al Va­ lle de Aguilar; la Valdega también se acerca a Los Arcos por el camino de Etayo. Be­ Panorámica de Codés desde Dos Hermanas. rrueza es denominación medieval temprana -perteneció a la comarca llamada entonces Navarra- y con ella se conoció la comarca accidentada, más extensa que el valle ac­ tual. Es tierra de viejos poblamientos: lo prueban los yacimientos eneolíticos de la Balsa de Mendaza, de Piedramillera, de Oco A) CARRASCAL y de Learza -«Encima del Fresno», «Ca­ Toda esta sierra ha sido hasta hace pocos mino de la Sierra»- y el poblado de la Edad años una buena mancha de bosque medite­ del Hierro en Learza. (Para ponderar desde rráneo, dominado por la carrasca. Hoy ex­ un punto de vista ecológico la incidencia tensos campos cerealistas ocupan las zo­ humana en el medio natural, conviene re­ nas llanas y en el arbolado, de porte medio­ cordar que la actual densidad de población cre, prolifera la vegetación arbustiva. En el en Navarra es de 45 habitantes por km2, portillo sobre Mendaza, al pie de la colina mientras que en el Eneolítico y Bronce Me­ que corona la ermita de Santa Columba, dio no debió de llegar a 0,33 h/km2). Tam­ quedan magníficos ejemplares de carrasca, bién es probable que la calzada romana de muestra de los árboles que debieron vestir Los Arcos a la Tierra de Campezo cruzara la toda la zona. En el carrascal -para los bo­ Berrueza. Hoy el paseante ve, desde la Sie­ tánicos, «carrascal estellés»- hay enebros rra, unos valles de tierra rojiza, reparcela­ comunes, enebros de la miera, sabina ne­ dos y cerealistas, vigilados por San Grego­ gra y abundante boj. A diferencia de la rio, obispo legendario de Ostia, que tiene . cercana sierra de Lóquiz, en la que abun­ en Sorlada una basílica famosa y devota­ dan, no hay madroños. El paseante encon­ mente desproporcionada, centro de rome­ trará quejigos y mucha coscoja; entre las rías y fuente de esperanzas seculares para matas, tomillo, espliego, romero y jara los agricultores de este y otros reinos. b la n c a .

CURRUCA CARRASQUEÑA (Sylvia canti- JARA BLANCA (jaguarzo blanco, estepa), lla n s ) (Cistus albidus) Es una pequeña curruca de 11-12 cm. de Arbusto de las familias de las Cistáceas, de longitud. Los machos tienen la parte supe­ importancia notable en el SO de Europa, rior de color gris y pardos los dos flancos; compacto, de hasta un metro de altura, con la cola es gris-pardo con bordes blancos; hojas grisblanquecinas y aterciopeladas. las partes inferiores son pardoblancuzcas y Las flores, de 4-6 cm. de diámetro, son el vientre, blanco; pequeña bigotera blanca; rosáceas y tienen cinco pétalos arrugados. párpados de llamativo carmín. En la hembra Florece en mayo-junio y pone una nota de los colores son más apagados. Vive en zo­ color destacada en el paisaje vegetal me­ nas arbustivas -matorrales, jarales- cuyo diterráneo. Carece de valor económico di­ estrato arbóreo son encinas o alcornoques. recto, aunque las abejas codician sus flo­ Inquieta, se mueve sin descanso entre la res. Se distribuye en la Península Ibérica vegetación baja en busca de insectos, base -salvo el norte cantábrico- y el S. de Fran­ de su alimentación. Levanta sin cesar la cia. En Navarra aparece en la zona seca de cola. Los machos cantan desde lo alto de la Ribera, con algunas avanzadillas en lu­ arbustos o posados en árbol y apenas en gares secos de la Navarra Media, como Ga- vuelo, durante el celo. El canto es agrada­ llipienzo. Jara es nombre árabe, que viene a ble; el reclamo, seco. Crían dos polladas significar bosquete o matorral. El genérico anuales de 3-4 huevos que la hembra in­ es jaras o jarales. Jara también ha tenido el c u b a 1 1 - 1 2 días en el nido de ramitas y significado de saeta o «palo de punta agu­ hierbas. Los pollos permanecen en el nido zada o endurecida al fuego». Los etimolo- otros 12 días. La distribución de la especie gistas no han aclarado si esta acepción es mediterránea: España, sur de Francia, deriva de la primera, porque el arbusto pro­ Italia y Grecia. En Navarra se instala en la veía de ramas rectas y largas para fabricar Zona Media y en la Ribera. Es característica las flechas. de los carrascales con coscoja. Estival, llega a primeros de abril y al m orir el verano emigra al Africa sudsahariana. Campos de cultivo en lo que fue carrascal montano. □ Pikatua, en la carretera de Izalzu a Larrau, por Orí. Junto al inmueble de la © e iniciamos la bajada hacia el valle por camino neto, que Aduana. Camino que se dirige al 0. y © recibe a otro por la izquierda y baja por el espolón hacia el NE por vial utilizado © Se deshila en varios: seguimos el del medio, por la loma, a través del arbolado. para la saca de madera. De él se desvía un cam ino por la derecha; vuelve a unirse. © Dejamos el camino de Gaztambidea on el final de una pista forestal que, sin apenas © Collado y cabaña de leñadores. desnivel, recorre la falda, © Bifurcación: a la izquierda, a media ladera. © Hasta encontrar la pista grande que asciende del valle y que en suave cuesta nos © En un espolón en zona despejada, se deja el camino de Ochagavía y con subidas y devuelve a Q bajadas a cumbres, por la cuesta, se llega a © Cumbre dominante de Abodi. Deshacemos el camino hasta el collado y dejamos la altura

O Kms. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 9,5 Kms. testante. El «Diccionario» de Pascual Ma- 22. Abodi doz decía hace siglo y cuarto que «toda la Epoca recomendada: Verano extensión del bosque se halla cubierta de altos hayales de tal espesura que apenas puede transitar el hombre. La altura de las hayas es muy grande y en general no tienen ramaje hasta la elevación de 50 ó 60 pies. La Sierra de Abodi es una larga y alta Real Academia de la Historia, pero tal afir­ Su color es enteramente blanco y su cali­ loma redondeada, tendida de E. a O. al N. mación no es hoy completamente exacta. dad la mejor que se conoce para remos, de Aézcoa y Salazar y que separa estos Las laderas de Abodi presentan una clara duelas y todo género de muebles. Los pi­ valles de los bosques de Irati. Antes era disimetría en el paisaje vegetal, acaso por la nabetes comienzan a crecer mezclados con remota y dura; hoy resulta cómoda, porque explotación humana. Al N. el hayedo-abetal las hayas 1/4 de legua más arriba de la la carretera acerca hasta Pikatua, en la ca­ se enseñorea de todo el bosque de Irati; la confluencia del Egurgoa con el Iratl y se rretera que zigzaguea las faldas del Ori y va solana está dominada por masas de pino extienden hacia el E (...) La altura de los de Izalzu a Larrau. La Sierra, formada por el royo, pastizales y algunas manchas artifi­ pinabetes es todavía más extraordinaria y flysh terciario, alcanza la cota de 1.520 m. ciales de alerce. Toda la parte oriental, la descuellan mqcho sobre las hayas. Los El clima es frío; recibe 2.000 l/m 2 a n u a le s visitada en este paseo, es término del Valle carpinteros de Ochagavía hace algunos de precipitación, gran parte de ellos en de Salazar, y lo disfrutan todos los pueblos años encontraron un pinabete, derribado forma de nieve. Abodi «está muy poblada como común. por los vientos, que tenía más de 150 pies de pinos» decía en 1802 el Diccionario de la de largo. Del Egurgoa para abajo no se encuentra un solo pinabete: lo que prueba que su semilla vuela a impulsos del NO. y busca los parajes más frescos para multi­ plicarse. La mayor espesura, altura y fron­ dosidad, tanto de las hayas como de los pinabetes, se nota en las exposiciones N. y O. Los vientos que sacuden extraordina­ riamente por encima, no pueden penetrar en el fondo por la espesura de los árboles y lo mismo sucede con los rayos del sol. El bosque de Irati puede considerarse intacto, porque las cortas hechas por el Gobierno, aunque fueron de alguna consideración, no C) HAYEDO-ABETAL DE IRATI dejaron señal alguna en la inmensidad de Desde Abodi el paseante puede admirar su arbolado». Madoz enumeraba también la los magníficos bosques de Irati, de los que fauna del bosque y decía, tras referirse a recorrerá parte al regresar por la pista a jabalíes y corzos, «también se encuentran Pikatua. El hayedo-abetal del extremo occi­ algunos osos y lo recorren cuadrillas de dental del Pirineo, del que en este caso lobos. Las ardillas y tuinas abundan tam­ tenemos una buena muestra, está consi­ bién; pero es muy raro el canto de los derado como la formación vegetal de má­ pájaros». < • ximo desarrollo entre los bosques de la zona templada. Estas selvas ofrecen dos estratos arbóreos: uno, alto y discontinuo, de abetos piramidales que crecen 40-50 m., y otro, continuo, de hayas cuyas copas su­ Aspecto invernal de la selva de Irati, en el ben a 30-40 m. El nivel de las hayas acoge barranco de Ibarrondoa. B) TUMULO DE GAZTAMBIDEA también grupos salpicados de olmo de El de Gaztambidea es uno de los diez montaña, tejos, sauces de hoja ancha, ser­ dólmenes de la estación de Abodi.En el bales o arces. La fauna es de gran interés y catálogo dolménico pirenaico, la estación de alta densidad, como corresponde a bos­ A) RASOS DE ABODI de Abodi es la verificada a mayor altitud. ques bien conservados, pese a su explota­ Gaztambidea no es el más elevado, pero El dorso de Abodi es hoy pastizal. La ción maderera. Los ciervos, aniquilados en está a 1.400 m., en término municipal de vegetación original sería el hayedo, mez­ otros tiempos, se han adaptado sin dificul­ Ochagavía. El túmulo, circular, mide 10 m. clado de abetos en la cumbre. Este fenó­ tad a partir de sueltas de repoblación. No es de diámetro por 0,40 m. de altura. El cráter meno, repetido en muchos montes nava­ difícil verlos. Abundan los jabalíes y hay central carece de losas de cámara. El tú­ rros, viene de muuy antiguo. La deforesta­ corzos, tajudos, ardillas y sus predadores, mulo, descubierto por J. M. de Barandiarán ción fue provocada en épocas prehistóricas las martas. Entre las aves más característi­ en 1923, parece demostrar la antigüedad para crear pastizales que alimentaran las cas destacaremos el pito negro, pico dorsi- M A R T A (Martes martes) pastoril >de la zona y la deforestación blanco, reyezuelos, carboneros, mirlos y primeras ovejas domésticas. Las ovejas si­ Mamífero mustélido, esbelto, de patas prehistórica de la cresta de Abodi. Más al O. zorzales. Existió el urogallo, pero debe de guen mordisqueando la hierba en la altura cortas, largo de 60-75 cm. de los que 22-25 de la cumbre, también en término de Ocha­ estar extinguido. El bosque de Irati impone silenciosa. Son ovejas rasas, de Salazar, corresponden a la cola, pesa 800-2.200 gr. gavía, a 1.460 m. de altitud, está-orientado y su grandeza favorece la imaginación y el cada día más escasas, que suben a los y expide olor almizclado producido por al E - el dolmen de Bortubizkarra. Las pie­ terror. No son de extrañar leyendas como la puertos en verano y hacia San Miguel bajan unas glándulas situadas en la base de la dras de éste son calizas; las del de Gaztam­ de los leñadores que oyen, en noches de a la Ribera. La disminución de la cabaña se cola. La cabeza ancha y triangular termina bidea, areniscas; pero todas ellas del te­ tempestad, los lamentos vagabundos de advierte en la composición del pastizal, en en hocico afilado; las orejas, sobresalien­ rre n o . una reina de Navarra, condenada por pro- el que, junto a plantas herbáceas de gran tes, con bordes pálidos. Pelaje sedoso, es­ calidad nutritiva, proliferan helechos, bre­ peso y castaño; morro, patas y cola más zos y tojos. Llama la atención la abundan­ oscuros; en la garganta y lados del cuello, cia de toperas, trasunto de la densidad de mancha característica muy clara, de color topos, de difícil observación. Sobrevuelan crema amarillento o anaranjado desleído. estos rasos los carroñeros -quebrantahue­ Las plantas de las patas, muy velludas. sos, buitre, alimoche, cuervo- que vigilan Nocturna y crepuscular, se desplaza a sal­ los rebaños con interés bien diferente del tos. Trepa bien a los árboles, en los que de los pastores. Y entre la fauna alada me­ pasa mucho tiempo. Se refugia entre rocas nor son habituales en estos rasos el zorzal y en agujeros de árboles. Consume ardillas, charlo, la alondra, el bisbita alpino y el lebratos, ratones, pájaros, huevos, bayas y verderón serrano. frutos, pero siempre lejos de la presencia humana. Cría 2-6 cachorros, nacido en marzo-abril, de los que se ocupa sólo la madre. Vive en bosques de coniferas y mixtos (coniferas más frondosas) de la ma­ yor parte de Eruopa, menos Gran Bretaña, Grecia y la mayor parte de España, de la que sólo ocupa la zona cantábrica. En Na­ varra se distribuye por el NE, hasta la Sierra de Leyre y acaso la de Izco. Ha sufrido cerrada persecución, por el valor de su piel. Hoy, aunque menos acosada, va a menos. Sería necesaria su absoluta protección. Cresterío despejado de Abodi. Q Km. 31’300 de la carretera Pamplona a Francia (N-121). Camino a la derecha, © Alambrada que se cruza por escalera. Se enlaza con el camino Donamaría-Velate. ancho, casi llano al principio, luego ascendente, hasta el Hospital de Velate. Bifurcación: a la izquierda. (?) Cerca del Hospital, en la esquina del prado cercado por muro de piedra, sendero al N. Sube en zigzag al collado. © ) Bifurcación: a la derecha, que por la falda del Txaruta va al N.

© Alambrada que deslinda los valles de Ulzama y Baztán. Se cruza y se baja, al N. © hasta el collado entre Txaruta y Garmendi. Junto a chabola y borda, giro hacia el Durante unos metros el itinerario aprovecha el camino viejo a Almándoz. Luego, S.; sendero casi llano -camino de Donamaría a Ulzama- por la falda O. del bordeando cipreses de repoblación, en bajada suave, Txaruta, por pastizal.

directamente a la carretera, que se sigue hasta © Collado al S. de Txaruta: sendero entre arbolado, para salir junto a chabola al terreno despejado © Venta Quemada. © y por camino ancho, por la ladera S. de la divisoria de aguas, entre pastos y © Pista que sube al repetidor telefónico, por el arbolado. hayedo.

© Collado. Bifurcación: seguir la que enfila el repetidor. © Metros antes de la alambrada, camino al SE, casi llano, que bordea colinas

© Repetidor. Sin camino marcado, por la loma, al (© hasta caserío deshabitado de Odolaga, o Venta de la Sangre, con escudo del Valle de Baztán, al que pertenece. El camino, junto a praderas cercadas, sale a © collado, desde donde se toma camino al NO, que baja a hondonada y deja a la izquierda un bosquete de hayas y sube de nuevo a © bifurcación: camino al SE, ya en el llano junto a puerto de Velate. Salida a la carretera y vuelta a Q © la loma. Cruce con pista. Baja entre helechos hasta entrar en hayedo.

0 Kms, 13,5 Kms. 23. Velate Epoca recomendada: Primavera, Verano y Otoño.

Este circuito de Velate se mueve por la C) PASTIZALES divisoria de aguas, muga de los Valles de En la divisoria de aguas, muchas de las Baztán y Basaburúa menor, por un lado, y lomas, desaborladas, son pastizales, en los el de Ulzama por otro. Estos parajes reci­ que desde siglos atrás han pastado vacas ben 1600-1700 l/m 2 anuales y la visita muy pirenaicas, ovejas lachas y jacas navarras. frecuente de tercas nieblas. El ambiente es Estos pastizales proceden de antiguos ha­ montano, prados y bosques se alternan, yedos. Los bosques visten todavía las la­ más alguna tresnada plantada junto a cha­ deras más pronunciadas, mientras los pas­ bolas y bordas. El sustrato geológico tizales tapizan las menos pendientes. Si muestra areniscas y arcillas rojas del triá- éstos reciben un número apropiado de re­ sico al E. del puerto, más calizas, dolomías baños, se conservan en buen estado, son jurásicas y margas arenosas cretácicas; en productivos y los domina la hierba de gran la misma divisoria afloran ofitas de origen valor productivo. Si el pastoreo afloja su volcánico. En Velate hubo hospital y mo­ presión, el tapiz se embastece -proliferan nasterio medieval y el paseante encontrará pequeñas plantas leñosas- y tiende a con­ huellas de civilizaciones más antiguas. vertirse en landa de ericáceas y helechal. En éstos de Velate se propagan con fuerza A) HAYED O brezina, brezos, tojos y argomas. En tales Un bello hayedo cubre las laderas N. del pastizales y landas, la ornitofauna muestra paseo. A la especie dominante le acompaña caracteres mixtos entre estépica y forestal. algún olmo de montaña, tejo y serbal. En Pueden verse, verbi gratia, alondras, co­ RANA BERMEJA, RANA DE MONTE (R ana amplias zonas no existen ni el estrato ar­ llalba gris, tarabilla común, bisbita arbóreo, temporaria) bustivo ni el herbáceo: la hojarasca forma zorzal charlo y verderón serrano. Los gal- De coloración rojiza muy variable, -gris, una alfombra muelle. Cuando se dan, ar­ forros son las rapaces más frecuentes. Bui­ parda, rosa o amarillenta con manchas os­ bustos y hierbas deben adaptarse a la es- tres y alimoches, que no crían cerca, patru­ curas en el dorso; costados jaspeados o casá luz filtrada por el tupido follaje de las llan sobre los rebaños, de cuyos cadáveres manchados; parte inferior blanca, amari­ hayas. Las plantitas, muchas con bulbos y se encargan. llenta o naranja, moteada en oscuro- ro­ rizomas, florecen tempranas, antes de que busta, con patas cortas, mide hasta 1 0 cm . el haya eche las hojas. Son prevernales. de longitud. Muy terrestre, sólo se acerca al También se dan, como arbustos, rodales de agua en hibernación o durante el celo. hayas jóvenes, cuya mayor parte quedan Nocturna, se deja ver de día tras aguaceros ahogadas y sobreviven sólo las más altas. HAYA - PAGOA, BAGOA (Fagus sylvatica) y aún entonces sin salir del bosque. El celo Por estos hayedos no es infrecuente el paso Caduclfolio de la familia de las Fagáceas varía de enero a abril. Entonces se reúnen de ciervos procedentes de Quinto Real. (robles y castaños) que puede llegar a los grandes bandas en charcas y embalses, a 40 m. de altura, muy variado de porte -se­ los que se desplazan desde largas distan­ gún crezca aislado o en bosque cerrado-, cias. Es la pasa de la rana. Las hembras de trondo recto y cilindrico con corteza permanecen sólo una noche en las balsas; grisácea y lisa. Alcanza el mejor creci­ se acoplan, ponen 1.000-4.000 huevos y re­ miento a los 125-150 años y envejece a los gresan a sus territorios. A las tres semanas 300. Las hojas brotan -según altitud- de nacen los renacuajos, que tres meses des­ finales de abril a primeros de junio, son pués metaforsean e inician su vida terres­ verde intensas, algo apuntadas, de borde tre. Muy extendida por Europa N. y central y liso, y broncíneas cuando caen a finales de ausente en casi todo el Mediterráneo, en octubre o noviembre. Los hayucos, de Navarra habita los hayedos y robledales de forma prismática triangular, van envueltos la zona húmeda. Abundante en Urbasa, en vaina leñosa con espinas suaves que, al Velate, Quinto Real, Burguete, Irati y Alto madurar en otoño, se abre en cuatro valvas. Roncal, padece Sañudo acoso, por la cali­ El haya se genera bien por semilla y ger­ dad gastronómica de sus ancas. Ha dismi­ mina en la sombra. Crece espontánea en el nuido de modo alarmante. Quienes se dedi­ piso montano de la Europa templada, por can a su captura, de noche y con luces, debajo del de coniferas. En Navarra se en­ B) ETENEKOGANA además de cazar los adultos, destruyen las cuentra al N. de una línea tendida por Co- puestas. Debería gozar de protección total, En este paraje, también llamado Putzete- dés, Lóquiz, Urbasa, Andía, Alaiz, Izco y para evitar la extinción a que parece abo­ kogañe, hay junto al camino a Larrazmendi Leyre. En los enclaves más meridionales cada. un dolmen, uno de los cuatro del sector medra en los pacos, si bien hay sorpresas, Otsola-Velate. Está en término de Donama- como en Val de Lana. Gusta de tener los ría, a 1.034 m. de altitud, levantado con pies secos y la cabeza mojada: es decir, calizas de la zona. El túm ulo mide 14 m. de requiere clima húmedo -más de 600 l/m 2 diámetro y 1 de altura. El cráter carece de anuales- con nieblas frecuentes, y no se D) HOSPITAL Y MONASTERIO losas de cámara. Descubierto en 1951 por J. muestra exigente con los suelos, excepto E ló se g u i. En Velate hubo hospital para atención de los encharcados o poco permeables. Los peregrinos y monasterio, pertenecientes a mejores hayedos navarros se extienden por la mitra ¡rúñense. El hospital debió surgir Burguete, Roncesvalles, Aézcoa e Irati. Su entre 1156 y 1165. El monasterio de Santa madera goza de estima para entarimados y María de Velate, que tuvo posesiones en ebanistería y las leñas, un buen combusti­ Baztán y del que dependían las iglesias de ble, como tales o en carbón. El turno de y de San Martín de Unx, floreció en el corta en nuestros hayedos va de los 90 a los siglo XIV. Albergaba dos comunidades, una 125 años. de frailes y de monjas la otra, regidas por un comendador y una priora, y tenía pe­ cheros en Elso, Elzaburu y Llzaso, además de pertenecerle el patronato de las iglesias de Almándoz y Lecároz. El siglo siguiente marca la decadencia. Los reyes Don Juan y Doña Catalina lo toman bajo su protección en 1431. En 1513, al retirarse las tropas de D. Juan de Albret, padeció saqueo. En 1560 tenía cuatro camas y el prior -dignidad en­ tonces del Cabildo catedralicio- regentaba una cofradía con casi doscientos herma­ nos. El hospital quedó arruinado en la gue­ rra de la Convención. En lo alto del puerto existió en el siglo XII una Iglesia dedicada a Santiago de Velate, absorbida luego por el Hospital de Santa María. í¿! Carretera de Blgüezal a Arangoiti. Junto a cargadero de madera, cruce: se deja la © cresterío de Leyre y paso hacia el monasterio. (La Cerrada). Se deshace el camino vía anterior y se sigue la de Lando, hacia O. unos metros.

(T) Fin de la carretera, en zona despejada. Continúa por la pista sin asfaltar, en la © Inicia la bajada, cerca de unas rocas y de un mojón de la cañada. Camino sin ■ m ism a dire cció n O. m arcar al prin cip io , en d ire c c ió n S., luego claro.

(2) Pequeño collado. Vuelven a unirse las pistas. © El camino sale, en el fondo del valle, a la carretera a Arangoiti, en curva cerrada, desde la que una corta cuesta lleva a Q © Se abandona la pista principal, para seguir la que va al NO. y entre pinos.

(?) Tras una revuelta, se deja la pista: sendero en dirección N.

© Fuente de los Mosquitos. Se vuelve por el camino hasta 2. Luego se atraviesa el raso en sentido NE. por un pasillo entre el bosque hasta la cañada, que por camino pedregoso, ondulado a veces, o de césped, lleva al

0 Kms, 8 Kms. 24. Sierra de Leyre Epoca recomendada: Verano.

La de Leyre es la primera de las sierras de barrera climática ejercido por la Sierra. prepirenalcas, tendida sobre la Canal de Las nieblas se enredan en las rocas supe­ Berdún. La forman varios anticlinales, cu­ riores y la vertiente meridional es mucho yos ejes son O-E, y en la cresta aparecen más seca y soleada. La umbría, en el domi­ areniscas calcáreas y dolomíticas del Cre­ nio del hayedo, se viste en gran parte de tácico superior, flanqueadas por calcare- pino royo. La solana mantiene bosques de nistas y calizas paleocenas. Recibe una transición, de clara influencia mediterránea, pluviometría aproximada a los 1 .0 0 0 l/m 2 con carrascas y quejigos. El cambio, anuales y la vegetación expresa el carácter brusco, se advierte en la misma cresta.

Vaca pirenaica en los pastos de la Cañada.

PINO ROYO O ALBAR (Pinus sylvestris) Arbol elevado -puede llegar a 40 m -, de tronco recto y cilindrico, caracterizado por la corteza rojiza en el tercio superior. Si crece en bosque tupido, la poda es natural: los troncos quedan lisos abajo y las ramas crecen sólo en la parte alta. Hojas acicula­ das, de 3-6 cm. largas, en grupos de dos. Como la mayoría de las coniferas, el árbol Solana de la Sierra, con el monasterio al pie. siempre tiene hojas verdes, aunque éstas se renueven sin cesar. El follaje resulta verde grisáceo o glauco, más apreciable en ejem­ A) P IN AR ES B) CANADA REAL plares jóvenes. Florece en mayo o junio -las masculinas, en espigas densas, sepa­ El pino cubre buena parte de las laderas Una parte de este paseo se mueve por la radas de las femeninas, que crecen en pa­ N. de la Sierra de Leyre. Esto no habrá sido antigua cañada real, famosa vía ganadera rejas-, con polen muy abundante. Las piñas siempre así; junto a la Fuente de los Mos­ que unía el Valle de Roncal con las tierras -de 4-5 cm. de largo y 2-3 de grueso- quitos se yerguen buenos ejemplares de de la Bardena. Las cañadas reales, todavía maduran en el otoño del año siguiente. Es haya, restos indudables del bosque primi­ hoy respetadas por las autopistas, eran ser­ el pino de mayor distribución en Europa y tivo. Entonces, los pinares debían de estar vidumbre de la trashumancia. Trashumar es Asia (uno de los más abundantes de la taiga confinados a puntos de suelo rocoso, gra­ pasar el ganado con sus conductores desde PIQUITUERTO (Loxia curvirostra) siberiana), resiste bien heladas, vientos y vas fluviales, etc. A partir de esos breves las dehesas de invierno a las de verano, y Pájaro de la familia de los Fringílidos nieve y prolifera en toda clase de suelos, núcleos, el pino fue colonizando los espa­ viceversa. Esa costumbre, impuesta por la -como la cardelina, el pinzón, el cama- aunque prefiere el clima continental y ne­ cios aclarados por incendios, pastoreo y necesidad, ha anudado durante siglos a chuelo, el pardillo, e tc-, robusto, de gruesa cesita más de 800 l/m 2 anuales. En Navarra roturaciones. En este momento, el pino gentes y pueblos distantes y variados y la cabeza y cola escotada. El rasgo más so­ se extiende por los valles pirenaicos y al O, royo invade espontáneo los pastizales relación, por ejemplo, de los valles pirenai­ bresaliente es su pico de mandíbulas cur­ hasta Odleta, y Oláibar; por el S. abandonados por la ganadería extensiva, cos de Salazar y Roncal con las tierras vas y cruzadas, que le capacitan para abrir llega hasta la Valdorba. En repoblación fo­ sustituida por la estabulada. El paseante abiertas y secas de la Ribera se advierte en piñas. Algo mayor que un gorrión -16-17 restal cubre otras áreas, salvo en la Ribera. puede observar que el pino royo ocupa, en no pocos rasgos personales y folklóricos. cm. de longitud-, pero de aspecto más ma­ Especie colonizadora, ocupa claros de ha­ los pacos de la Sierra, zonas de antiguos Los rebaños roncaleses pasaban la sierra cizo, el macho adulto luce coloración ge­ yedos, pastizales y zonas degradadas. Su hayedos y las áreas bajas del quejigal, ayu­ de lllón desde el alto de Las Coronas por el neral rojo ladrillo, con las mejillas parduz- madera, resinosa, se emplea en carpintería, dado, sin duda, por los lugareños para portillo de Olíate y, tras salvar el valle entre cas y cola y alas muy oscuras, casi negras. construcción y entarimados. Los bosques quienes el pino asegura una rentabilidad Bigüezal y Castilíonuevo, avanzaban por el En la hembra los tonos son grises verdosos. explotan con turnos de 60-120 años. económica rápida. raso de Lando a cruzar la Sierra de Leyre y Vive en bosques de coniferas -pinares y Entre los pinos de esta Sierra pueden descender al monasterio de San Salvador, abetales- con irregular distribución euro­ observarse, además de hayas, marojo o ro­ punto obligado de parada y descanso noc­ pea: Escandinavia, Centroeuropa, Balcanes ble tozo, roble peludo o pubescente, algún turnos. Las cañadas eran servidumbre de y parte de la Península Ibérica. La irregula­ quejigo, serbal de los pajareros, tilos en las paso y los ganaderos tenían derecho a ridad también afecta a su presencia en Na­ vaguadas húmedas, así como arces común aprovechar los pastos en una franja de te­ varra, en donde ocupa las áreas de pinares y blanco. El estrato arbustivo está domi­ rreno, variable durante siglos y a principios del cuadrante nororiental. Es pájaro muy nado por el boj, y se registran espino de este siglo fijada en 50 m. La Fuente de manso, que vive en bandos que recorren el blanco o gurrillón y enebro común. Entre los Mosquitos, con sus aseas, es punto de bosque; el reclamo es alto y sonoro, repe­ las matas destacan por su abundancia la descanso y referencia para los rebaños tido en vuelo; el canto, poco llamativo. Pi­ gayuba y los arándanos. trashumantes, que aún pasan por allí -aun­ ñones y semillas integran su dieta básica. que en número muy inferior al tradicional Cría muy temprano, a veces en pleno in­ -a final del verano y a principios de junio. vierno. Construye el nido en árbol con ra- En gran parte del recorrido, la cañada mitas y lo tapiza con musgo y hierbas. La cuenta con buen pastizal y pocos árboles, hembra incuba 13-16 días los 3-4 huevos pero el pino está invadiendo lo que ya no blanco azulados. Los pollos son nidícolas. regulan los rebaños. Cerca del cresterío, los Es sedentario, aunque las fluctuaciones de pastizales que antaño recibían a la cañada población le impulsan a desplazarse en son hoy visitados por vacas pirenaicas de grandes bandos. Estos movimientos son Bigüezal, de tipo muy rústico. erráticos, sin regreso a la zona de origen. Las mayores poblaciones se registran en la taiga siberiana, desde la que irrumpen en ocasiones, cuando una cosecha- de piñas corta viene tras otras abundantes. San Bartolomé/ / * ) -L , í % : ¡*s | , N >

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Casas de Baigorri. Se emprende camino junto a la balsa, hacia el E. Enseguida @ Se deja el camino: sendero entre campos y luego por la linde entre campo y monte. ® Bifurcación: a la derecha. (§) Reencuentro con camino. © Bifurcación, se sigue derecho. Fusión de caminos. Por la cresta hasta el © Collado: tres caminos: el del centro, que baja. (j5) vértice geodésico y chabola de Baigorri-San Bartolomé. Regreso al punto © Sale camino hacia la balsa, por la izquierda. Seguimos recto. (j§) Bifurcación: a la izquierda. Bajada suave, © A la derecha quedan Corrales Nuevos. ® Cruce: dirección al O. © Bifurcación: a la izquierda. Zona de juncos. (Í8 ) Bifurcación: a la izquierda, pero marcado, el camino baja. © Bifurcación: a la izquierda. (El camino de la derecha va al corral de la Salada). (19) Fondo de vaguada con cruce. Se inicia la subida. La Balsa Nueva queda a la izquierda. (3) Bifurcación: a la derecha. © Cruce, al salir del arbolado a los campos. A la izquierda. (2l) Bifurcación: a la derecha; el camino bien marcado, sube hasta un pequeño alto, ® Cruce, junto a la Balsa del Raso: a la izquierda, con cambio de dirección. Al N. a la vista de Baigorri,descendiendo al punto de partida. Bifurcación: a la izquierda. Ligera bajada.

H C p (2)—— g) (jp(g) (7) (a) (9) ( y )

0 Kms. 13 Kms. 25. Baigorri Epoca recomendada: Primavera y Otoño.

Baigorri es un antiguo señorío. Mide unas villa en 1234. Teobaldo I le confirmó sus B) FAU N A dos mil hectáreas, entre Alio, , Lerín fueros y añadió que nunca podría ser ven­ El señorío ha sido un cazadero tradicio­ y Otelza, hoy repartidas entre antiguos co­ dida, empeñada ni enajenada del rey. Los nal de conejos y perdices y, además, ha lonos. Asentado sobre arcillas y areniscas altibajos demográficos del lugar son cons­ conservado una rica fauna refugiada en las del Terciario final, con pluviometría medi­ tantes y en 1340 la pobreza de la villa era manchas boscosas y en los sotos del Ega, terránea -500-600 l/m 2/año-, conserva bue­ tanta que de 300 labradores emigraron 270. si bien las especies deban salir a campo nos retazos del manto vegetal primigenio. Debió de despoblarse a mediados del siglo abierto para alimentarse. Entre las rapaces Hasta hace pocos años sólo unos campos XV. En 1468 la princesa Leonor lo donó a destacan águila culebrera, galforro o rato­ de cultivo aclaraban el gran bosque. Las Juan Elias, vecino de Estella, que le había nero común, alcotán, cernícalo, gavilán, roturaciones -a golpes de azada, muchas prestado dinero y cereales, así como a águila calzada. Hay palomas torcaces nidi­ veces-, autorizadas o no, han invertido la Doña Blanca, al Príncipe Carlos de Viana a ficantes, aunque, como es obvio, la migra­ situación. Ahora son los bosquetes los que mosén Pierres de Peralta. Tras la conquista ción otoñal aporta los mayores contingen­ salpican la monotonía de los cultivos. Aún del Reino, Baigorri pasó al Conde de Lerín tes. En las balsas, los cazadores disponen así, es un paisaje de máximo interés cuya y Condestable de Navarra. En 1565, fundan chozas desde las que abatir a estas aves. banalización y deterioro debe evitarse. el mayorazgo -casas, dehesas, soto y los Zorzales y mirlos abundan en invierno. La El nombre de Baigorri, entonces tenencia olivares, viñas y huertas plantadas por el pequeña fauna alada, además de las pica­ navarra, está documentado desde 1057. Condestable- a consecuencia de las capi­ razas y las cornejas, es típica mediterránea, Antes debió de ser punto de frontera en la tulaciones matrimoniales de la condesa de con predominio de curracas. Van mencio­ expansión hacia el Ebro. Tiene el título de Lerín con el duque de Alba. La Casa Ducal nados los conejos, pero hay también lie­ lo vendió en 1979. bres, gato montés, fuina, glneta, zorro, ta- judo y los jabalíes, presentes en invierno, es posible que se hayan asentado y permanez­ can todo el año. Las nutrias eran frecuentes CARRASCA - ARTE (Quercus ilex ssp. ro- en el Ega próximo, en cuyos islotes de roca tundifolia) se les podía observar. La creciente conta­ Este árbol, también llamado encina o en­ minación del río parece haberlas ahuyen­ cino, porque la gente no lo distingue de la tado de este enclave. verdadera encina (Quercus ilex ssp. ilex), pertenece a las Fágaceas, como el haya, el castaño y todos los robles. Rara vez llega aquí a los 20 m. de altura. Es de copa muy ancha y redondeada y de follaje denso y verdegris oscuro. La hoja, coriácea, gris en el envés, variable de forma, sale en prima­ , G IN E TA (Genetta genetta) vera, dura tres o cuatro años y cae sin Es la única especie con que contamos de amarillerar en verano. Hay árboles que sólo la familia africana de los vivérridos. En el dan flores masculinas, otros femeninas y Sur de la Península existen los meloncillos, otros, ambas a la vez. Florece de abril a de la misma familia. Es un carnívoro es­ mayo. Las bellotas maduran en otoño. belto, de cola casi tan larga -45 cm .- como Crece despacio y puede vivir 5-7 siglos. el cuerpo -55 cm. Pesa hasta 2 kg. Las Prefiere la sombra en los primeros años; patas, relativamente cortas, terminan en luego soporta bien el sol, el frío y las se­ uñas retráctiles. El hocico es afilado; las quías, mejor que la encina. Para diferen­ orejas, grandes y ovaladas; los ojos, con ciarla de la encina, será oportuno consignar pupilas redondas (los gatos, a los que se que las hojas son más redondeadas y la parecen, las tienen casi verticales); pelaje, bellota, dulce; en la encina ésta es ácida y gris claro con manchas negras, anillado en aquéllas alargadas. En Navarra ocupa Bosquetes separando campos, paisaje la cola. La tesis más verosímil para explicar buena parte de la Zona Media y de la Ri­ característico de Baigorri su distribución en la Península es que fue bera, con avanzadillas hacia los valles pre- importada por los árabes, que la terfían se- pirenaicos y por las cuencas de Lumbier y midomesticada para la caza de ratones ca­ de Pamplona, tanto en suelos calizos como A) BOSQUETES DE CARRASCAS seros. Individuos escapados adaptaron la silíceos, pero no en salinos o de yeso. La especie a las nuevas circunstancias; desde madera de encinas y de carrascas, densa y Los carrascales destacan en el paisaje de entonces se reproducen salvajes. Nocturna dura, se ha empleado para carros y herra­ Baigorri. Los pastizales, las balsas con su y solitaria, se mueve y trepa con agilidad. mientas y en obras hidráulicas. Excelente orla vegetal y los carrizales de las vaguadas Devora ratones, ratas, conejos, pájaros que combustible. El carboneo ha utilizado can­ ocupan superficie mucho menor. Los bos­ acecha y persigue -se desliza sobre la tidades enormes de estas especies. Los quetes cubren las zonas más pendientes, hierba como un reptil-, y alarmada, eriza buenos encinares, racionalmente explota­ de suelo escaso y con areniscas a la vista. los pelos de dorso y cola y gruñe ruidosa. dos, suelen tener turnos de corta de 150- Las carrascas esconden algún quejigo que Las hembras crían dos camadas anuales de 2 0 0 años y dan materia prima para tablo­ otro. Entre los arbustos, se ven enebro de la 1-3 pequeños, tras una gestación de 70-77 nes, vigas y traviesas de ferrocarril. miera, sabina negra, coscoja, lentisco y es- días. Habita en toda Navarra, siempre que c a m b ró n (Rhammus lycioides). R e s u lta Carrasca es vocablo de raíz prerromana, encuentre bosques o matorrales en que característico el romero, junto con esplie­ común a los tres romances peninsulares y o c u lta rs e . gos, tomillos y salvias. La fauna, variada, de ella derivan carrascal y carrasquilla. Las tiene renombre desde tiempos antiguos. primeras documentaciones de estas dos palabras son mozárabes aragonesas y da­ tan de 1176 y 1106, respectivamente. Se ha sostenido que «carrasca» es palabra deri­ vada de la latina «cerrus», pero hoy se sos­ tiene que incluso «cerrus» proviene de la prerromana «Karr-». En el Siglo de Oro «carrasqueño» equivalía a áspero y duro, y hoy en América «carrascal» significa «pe­ dregal». También estas acepciones parecen venir de una raíz prerromana, «carr-», que significaría piedra, acaso por la relación ecológica del vegetal y su suelo.

Mancha de arbolado con el caserío al fondo Esaura - Belabarce 26 11,5 Kms.

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Pueblo de Isaba. Carretera hacia Belagua. © En el extremo, junto a fuente, la trocha se interna otra vez en el pinar: asciende en © Km. 3’100: carretera a Belabarce. zigzag hasta prado en el collado.

(2) Segunda revuelta pronunciada, junto a fuente: se deja la carretera: camino, casi © Junto a ruinas de bordas, se toma sendero por la ladera S. en dirección E., para horizontal, al E. doblar pronto y a media ladera

© Se salva la regata y se pasa junto a la borda de Pocholo. salir a la carretera de Belabarce. Se sigue unos metros en dirección a Isaba.

© Se toma camino por la derecha del barranco de Esaura, entre el bosque y los © Cerca de borda con silo, abandonar la carretera: el camino bien marcado y junto a antiguos campos. regata enfila el barranco de Belabarce.

© Al fondo del barranco se abandona el camino mejor marcado: se cruza de nuevo © Puente sobre el arroyo, que se cruza. la regata hacia el S. © Al salir del desfiladero, el camino va a dar en una pista que se sigue al SO., aguas (© En claro del bosque, bifurcación: el de la derecha, que se interna en pinar y sube. abajo, hasta

© El sendero sale del pinar y sube por el claro. © A la vista de las casas se abandona la pista y cruzando el barranco por el puente llegar a Isaba, © Bajo un haya solitaria, el sendero cambia de dirección y enfila el vértice E. del claro.

......

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0 Kms 10 11 11,5 Kms. 26. Esaura-Belabarce Epoca recomendada: Verano.

El Alto Roncal, recorrido en este paseo, B) PINARES muestra características de valle pirenaico a Al N. de las Ateas de Belagua y de la altitudes moderadas. La influencia de la confluencia de los barrancos de Belabarce cordillera se advierte en el clima duro y y Berrueta, los pinos royos acompañan al contrastado: mientras Isaba recibe unos paseante en buena parte del recorrido. En 1 .2 0 0 l/m 2 año con pocos días de nieve, las otro tiempo, el hayedo-abedal dominaría en cumbres cimeras de Ezcaurre registran las umbrías y los pinos ocuparían las sola­ 2 .0 0 0 l/m2, de los que acaso la mitad caen nas y los claros del haya. Gran parte de lo en forma de copos. Zona ganadera y fores­ que hoy son pinares han sido pastizal o tal, vive una sensible decadencia del ovino, incluso campo de cultivo en épocas de famoso por el queso y la trashumancia. agricultura itinerante. Abandonados los Muchas majadas están abonadas, sus bor­ campos y suavizada la presión del pastoreo, das caídas y los pastos invadidos por los el pino, pionero y menos exigente que el pinares. Las bordas apuntan el tejado a dos haya o el abeto en cuanto a calidad del aguas. Los tejados fueron de teja de ma­ suelo, irrumpe en los claros y zonas degra­ dera, como aún puede apreciarse en algún dadas. Esta invasión es manifiesta en el caso raro; luego introdujeron las tejas pla­ vallecito de Esaura, cuyos campos, hace nas de alfarería; más tarde, estas construc­ tres lustros rubios de cereal o verdes de ciones han vivido la moda de la cubierta de pastos, hoy se visten de pino royo. Estos fibrocemento o metal. En prados y bosques pinares albergan una variada fauna entre la pastan libres, durante gran parte del año, que destacan jabalíes, corzos, marta, gato hermosas yeguas de tipo Burguete. Los Pinares en Esaura montés, así como pito negro, arrendajo, cultivos, reducidos a breves parcelas cerca azor, gavilán, zorza común y zorzal charlo. de Isaba o en los fondos de los valles, están dedicados a forrajes, patatas y huertas fa­ miliares. Estos campos lucen a veces hile­ ras de botes de conserva vacíos, para evitar el acceso de los jabalíes. Prados en el fondo del valle y bosques en las A) ESTRUCTURA GEOLOGICA laderas El macizo de Ezcaurre lo forman tres an­ ticlinales, de los que el más meridional se prolonga hacia el O. hasta Ardibidegainea. Este anticlinal, en parte tumbado, lo ero­ sionan y atraviesan los barrancos de Bela­ barce y de Belagua. La charnela o cumbre del anticlinal es visible en lo alto del circo que forma el Ezcaurre sobre el barranco de Belabarce y también en Ardibidegainea, pero falta -lo mismo que gran parte de la bóveda- entre Balaisaisa y San Zolo, a causa de la erosión fluvial. Bajo las calizas y dolomías del Paloceno visibles en el macizo de Ezcaurre, en Belaisaisa y en las Ateas de Belagua, aparecen las arcillas cal­ cáreas del Cretácico superior. Al S. de este anticlinal asoma el flysch eoceno. Esta interesante estructura se anima con la fauna de fácil observación. En las Ateas de Belagua, a ambos lados del río, hay una colonia de buitres -doce parejas- a los que se ve evolucionar en las corrientes de aire formadas por influencia de los farallones. Alimoches, chovas y halcón peregrino son también huéspedes de estos roquedos, en PITO NEGRO (Dryocopua martius) los que no es rara la visita de algún que­ De la familia de los Picidae -com o todos brantahuesos. En las altas cumbres del Ez­ los pájaros carpinteros y el torcecuellos- es caurre aparecen de vez en cuando los sa­ un picatroncos grande, el mayor de su rrio s. grupo en Europa. Mide algo más de 45 cm. de largo, es negro uniforme con penacho C) ROBLEDALES, SOTO FLUVIAL rojo -m ayor en los machos- en la cabeza, Los robledales son la vegetación autóc­ con pico blanquecino, fuerte y afilado. Lla­ tona dominante al S. de las Ateas. En ellos man la atención sus gritos intensos y fre­ se han citado roble albar y roble peludo o cuentes; también el repiqueteo del pico pubescente. Es su enclave roncalés más contra los troncos. Vive en zonas montaño­ septentrional. Entre ellos, los mejor conser­ sas, gusta de bosques grande y con viejos vados se ven en las laderas de Belaisaisa árboles y habita las manchas de coniferas y hacia el barranco de Belabarce. Como to­ hayedos. Su vuelo es recto y pesado. Se dos los bosques de la zona, el sotobosque posa vertical en los troncos, apoyado en la abunda en boj. cola. Trepa por los árboles en busca de En los sotos fluviales la vegetación es insectos xilófagos que con su larga lengua muy variada. Con el boj se ven varias espe­ captura en el interior de los troncos. En cies de sauces o mimbreras, fresno común, éstos horada el nido con entrada circular. tilos, espino o gurrillón, arce blanco. No Pone 4-6 huevos blancos, que incuban am­ hay alisos, típica especie ripícola que no bos padres. Los pollos son nidícolas. Se llega a estas altitudes. distribuye por Europa oriental y Escandina- via, con poblaciones en Alpes, Pirineo, Cordillera Cantábrica y tal vez en el Sistema Central. En Navarra es especie pirenaica característica. Ocupa pinares y hayedos de Roncal, Salazar, Sierra de Leyre, Quinto Real y también se le ha observado en Aralar y Basaburúa. Arbolado variado al pie de las Ateas de Belagua Riezu. Carretera a Iturgoyen. (JO) Pequeño raso en el carrascal: se deja el camino mejor marcado y se toma hacia el SE. Pronto el camino avanza junto a pared de piedras sueltas. © Tras cruzar el puente, camino sobre la izquierda del río. Cruce y puerta de hierro, que no se atraviesa: quedan a la derecha. Camino © En la bifurcación, sin cruzar el agua, el camino va paralelo al cauce. pendiente al SE.

© Nacedero de Riezu. El camino sube. ® Puerta de hierro, a la vista de Arizaleta. Cruce y ciérrela.

© Cruce del río. El camino se estrecha. © Arizaleta. Camino entre campos, al S.

© El sendero pasa a la orilla izquierda del arroyo, entre grandes bloques de piedras. Empalme con nueva pista: dirección NE.

© Arranque de pista. © Se deja la pista. Camino viejo a Riezu, en sentido E. (© Fuente con abrevadero. La pista se bifurca: la de la orilla derecha, bajo un © Bifurcación: a la izquierda. Enseguida entra en el bosque. acantilado. (§) Cruce: al E., entre los viejos olivos y campos de cultivo, a Riezu. © Lezáun. Por el viejo camino a Arizaleta, que cruza entre tapias de huertas, en dirección S-SE; luego sube entre campos y bosque.

© En el monte, puerta de hierro: pase, cierre y camine al S.

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0 Kms. 10 Kms. 27. Erbioz Epoca recomendada: Primavera y Otoño.

Riezu y Arizaleta son pueblos del Valle de lachas y las rasas: el primero, que mira a Yerrl. Lezáun es municipio independiente. Andía, mantiene las lachas, además de las Los tres se asientan en las faldas meridio­ yeguas afamadas; en Riezu las rasas ramo­ nales de Andía. Erbioz, uno de los hondos nean los rastrojos. barrancos de Andía que desaguan al Sur Calizas, calcarenitas y dolomías eocenas, -Munárriz, Guembe, Ogancio-, va de Le­ una y otra vez fracturadas por numerosas záun a Riezu. Es zona de vivos contrastes fallas, conforman relieves abruptos y con­ en vegetación y en cultivos. Las hayas des­ tactan con margas del piedemonte, origen cienden de las brumas de la Trinidad y se de relieves más suaves de los cultivos de hermanan casi sin transición con las ca­ Yerri. La pluviometría -900-1.100 l/m 2 rrascas y encinas mediterráneas. Un pe­ anuales- hace posibles los pastos al N. de queño robledal junto a Lezáun alivia esa Lezáun y los cultivos mediterráneos en su transición. Las viñas y olivos -la mayoría ya límite superior. La especial fracturación de descuajados- entre Arizaleta y Riezu ven a calcarenitas y calizas entre Lezáun y Ariza­ menos de dos kilómetros las copas de las leta proporciona un excelente material para hayas. Entre Lezáun y los pueblos de Yerri la construcción de muros a seco, muros corre la línea de separación de las ovejas que deslindan términos municipales y se­ paran montes y cultivos.

Camino entre Lezáun y Arizaleta, flanqueado FUINA, GARDUÑA - LEPATXURI, UDUA por un muro de piedras. (Martes foina) De la familia de los Mustélidos -com o la nutria, la paniquesa, la marta, el turón, B) CARRASCAL etc-, esbelta, de patas cortas, orejas trian­ El bosque de carrascas es la vegetación gulares y hocico afilado, mide (cabeza y natural dominante en este paseo. Es poco cuerpo) 42-50 cm., con cola de 23-26 cm., y variado en especies: carrascas o encinas, pesa 1.300-2.000 gr. Vive en los bordes de de las que pueden admirarse excelentes bosque en montaña o llano. El pelaje es ejemplares en el tramo inferior del barranco pardo oscuro en flancos y dòrso, muy os­ de Erbioz. Las encinas dominan, pese a la curo en las extremidades, blanco en vientre pluviometría elevada-favorable, en teoría, a y pecho hasta la garganta. Gusta de hábi­ especies más higrófilas-, porque el suelo es tats rocosos. Se alimenta de ratones y mu­ escaso y las aguas se escabullen rápidas sarañas, si bien captura algún conejo o entre las rocas, sin suelo que las frene y pájaro. Completa la dieta con reptiles, hue­ retenga. El boj abunda en el bosque entre vos, anfibios, insectos, miel, uva, frutos. Su Lezáun y Arizaleta y surgen también algu­ principal actividad es nocturna. Vive aislada nos arces comunes. En general, está mejor en un territorio amplio. En invierno se conservado, con árboles más espesos y de aproxima a corrales y gallineros de los que mejor porte, el bosque de Lezáun. En estos puede obtener algún ave doméstica, ade­ carrascales viven jabalíes —de casi imposi­ más de ratas y ratones. Suele habilitar va­ ble observación-, zorros, tajudos, fuinas y rias madrigueras en grietas de rocas, agu­ ginetas. Más conspicuas son las aves: cho­ jeros de árbol, huras de conejos. En ellas vas, águila real, alimoche, algún buitre -v i­ cría 3-6 cachorros, nacidos en abril-mayo, gía en el aire o en los acantilados-, el gal- al cuidado sólo de la madre. Hace unos forro y el gavilán -cazadores en el arbo­ años sufrió cerrada persecución, por el va­ Roquedos del barranco lado- y, entre los pájaros, arrendajo, zorzal lor de su piel. Hoy, bastante depreciada, común, mirlo, carbonero, mosquitero co­ apenas incita a los tramperos. mún, mosquitero papialbo, petirrojo y reye­ Fuina es palabra trasvasada del francés zuelo listado. Sobre los campos y linderos «fouine» derivado del francés antiguo A) NACEDERO DE RIEZU del bosque se mantiene suspendido en el «fou», que significó «haya». Fuina, pues, es Y BARRANCO DE ERBIOZ aire el cernícalo. denominación que expresa la observación Los manantiales de Riezu, Arteta y Ure- de que este animal suele criarse entre estos derra son las principales salidas del acuí- árboles, y es denominación popular, reco­ fero o embalse subterráneo de Urbasa y gida hace siglos por diccionarios -com o el Andía, que atesora las aguas caídas sobre de Covarrubias- y presente en formas dia­ las sierras e infiltradas a través de las cali­ lectales. Así, en asturiano es «foina», que zas. Margas cretácicas forman el lecho im­ ha dado el adjetivo «foín», «foina» equiva­ permeable del embalse. Estos manantiales lente a «huraño/a», sin duda por el carácter desaguan con cierto retraso las lluvias y la de este animal. En cuanto a «garduña», es nieve fundida de las sierras. Las fluctuacio­ palabra acaso hispanoárabe. En alguna nes son acusadas: en verano el estiaje es zona de Navarra, «hacer fuina» es hacer agudo y los aforos de invierno o siguientes novillos, no acudir a la escuela. a lluvias intensas, caudalosos. La capaci­ dad de almacenamiento de Urbasa-Andía es de 1.200 Hm3, más del doble de Yesa. El nacedero de Riezu libera un promedio anual de 1.500 litros por segundo. Este ma­ nantial fluye al pie del barranco de Erbioz, a poco más de un kilómetro del pueblo, y las aguas corren por la regata, semiseca gran parte del año, que baja de los altos sobre los que se posa la ermita de la Trinidad. El fondo del barranco de Erbioz muestra grandes bloques de roca desprendidos de los acantilados. Entre ellos serpentea el sendero que une los dos pueblos.

Nacedero de Riezu: el caudal medio anual son 1.500 l/seg. Q Galbarra. Camino que baja directamente al río. @ bifurcación: a la derecha. Continúa la bajada.

© Puente y carretera a Vilorla. © Bifurcación: a la izquierda.

© Vlloria. Se atraviesa el pueblo. Carretera a Ulíbarri. © Se deja la desviación y se sigue recto, cuesta abajo, hasta dar con la trocha corta-fuegos al borde de repoblación de pinos. La trocha lleva a ® Ulibarri. Pasado el pueblo, carretera a Galbarra. @ cruce con camino que viene por el pinar. Camino de la izquierda, que es el ( í) A 200 m. de Ulibarri, revuelta cerrada. Se deja la carretera a Galbarra y se toma la ' antiguo Zúñlga-Galbarra. que va a Narcue. (Í3) Bifurcación: a la izquierda, en arco ascendente. © Cruce con carretera a Narcue, que va al S. © El camino -estrecho en algunos puntos- entronca con pista ascendente. © A 300 m., cruce con la carretera a Gastiáin, que se sigue. © Puerto sobre Galbarra. La pista lleva a la carretera Gastiáin-Galbarra. Un sendero, © Gastiáin. De aquí puede volverse directamente a Galbarra, por la carretera, o inmediato a la cueva del puerto, lleva, al pie de los cortados y por la derecha, a ascender al monte que cierra Valdelana por el S. Para esto, se atraviesa Gastiáin y G albarra. se toma el camino que por la linde de campos y monte asciende en zigzag hasta el cortado.

© Puerto de Gastiáin, en pleno carrascal. Hay varios caminos. Se toma el que cuesta abajo se dirige al S. A 120 m.,

0 Kms, 13 Kms. 28. Val de Lana Epoca recomendada: Primavera e Invierno.

El paseo por Val de Lana tiene dos partes enlazan los pueblos. Los cinco pueblos de netamente distintas. El fondo del valle está Val de Lana -Galbarra, Gastiáin, Narcue, cultivado sin apenas huella de la vegetación Ulibarri y Viloria- se benefician, con otros original. Hay que subir por las laderas, las veinte, navarros y alaveses, de los pastos y colgadas al S. o las expuestas al N., para leña del facero de la Sierra de Lóquiz. El encontrar bosques de alguna entidad. Las facero se conoce como «parzonería o man­ regatas van festoneadas de chopos, fresnos comunidad de la sierra de Santiago de Ló­ de hoja estrecha y algún sauce, que por su quiz», administrada por la Junta de Dieces, escasa relevancia apenas destacan sobre reunida anualmente en la ermita de San­ los campos de cereal. Por otra parte, la tiago. Lana es valle que ha aportado la concentración parcelaria ha tachado sen­ espléndida estela romana de Gastiáin hoy deros y caminos tradicionales, sustituidos en el Museo de Navarra. por pistas -asfaltadas, varias de ellas- que

Carbonera en Vi loria. D) CARBONERAS La fabricación de carbón vegetal ha sido ocupación tradicional de este valle. El car­ bón se hacía en el monte -aún lo hacen en C) CARRASCAL Améscoa-, en un círculo allanado sobre el El Valle de Lana separa las laderas meri­ que, con técnica ritual y compleja, dispo­ dionales de Lóquiz y las cumbres de la nían los troncos y ramas cubiertos de tierra. sierra. Esas laderas, al Sur de Lana, están La combustión, incompleta, que dura días, cubiertas de una densa vegetación de tipo convierte la leña en carbón. En muchos perennifolio esclerófilo que los botánicos montes navarros se advierten todavía los llaman «carrascal estellés» y que forma círculos de carboneras abandonadas. Hoy parte de las mayores masas de su género el carboneo ha desaparecido, superado por en Navarra. La explotación secular sufrida la electricidad y los gases combustibles, por estos bosques se traduce en árboles pero subsiste en las Améscoas y en este medianos, con grandes extensiones de ma- valle, en algunos de cuyos pueblos las eras quia o espeso matorral de tipo mediterrá­ sirven de carboneras. neo, enmarañado e intransitable fuera de los caminos y, por tanto, refugio desaho­ gado para jabalíes, zorros y tajudos. Las carrascas dominan la vegetación arbórea. Gastiain. Al norte, en la solana, las hayas. También habrá verdaderas encinas, ya que se han citado en las cercanas gargantas del Ega entre Acedo y Zúñiga, así como labiér- A) BOSQUES DE LAS LADERAS B) ESTRUCTURA GEOLOGICA n a g o s (Phillyrea latifolia), serbales silves­ DE LO Q U IZ Val de Lana es uno de los ejemplos más tres, y mostajos y algún quejigo. Entre las La vegetación original de Lana debió de claros de lo que la Geomorfología llama especies arbustivas destacan el boj, enebro ser un mosaico de bosques, dominados por «Bray». Bray es un anticlinal poco acen­ de la miera, durillo (Viburnum timus), brezo diversas especies fagáceas. La zona de la tuado, en el que la erosión ha excavado un arbóreo y los madroños, abundantísimos. sierra meridional, por carrascas y raros valle en forma de ojal. El abombamiento Entre la fauna alada, mediterránea, son vi­ quejigos; el valle, cubierto por roble albar, produce grietas en el dorso; la capa dura sibles y numerosos los gavilanes y las pa­ roble peludo y quejigos en los crestones -en este caso, calizas- desgastada por la lomas torcaces. soleados; estas quercíneas subirían por las erosión, forma dos acantilados, uno frente laderas septentrionales hasta encontrar y a otro. La erosión ha dejado al descubierto mezclarse con las hayas. Hoy, sobre el valle margas situadas bajo las calizas. Sobre deforestado, las hayas, que buscan las altas ellas se ha formado un relieve suave en el nieblas, desbordan la sierra y se asoman a que se asientan los cinco pueblos del valle las solanas en las que se mezclan con ro­ y los campos de cultivo, vigilados por los bles albares y peludos; y las laderas som­ escarpes calizos casi verticales. Las humil­ MADROÑO - GURBIOTE, GURBIOTZ brías meridionales mantienen un paradójico des regatas que afloran en el valle conflu­ (Arbutus unedo L.) y tupido carrascal en circunstancias más yen en el barranco de Galbarra que avena al Arbusto o pequeño árbol de 8-10 m., con favorables -en teoría- para robles o hayas. exterior a través de una profunda foz y corteza delgada pardorrojiza que cae en rinde aguas al Ega. La carretera a Acedo forma de escamas. Las hojas, perennes, serpentea también por esa garganta. siempre verdes, lanceoladas con borde aserrado, relucientes y coriáceas, simples y alternas, miden 4-11 cm. de largo. Flores en racimos, blanquecinas o rosáceas, colgan­ tes, que brotan en otoño y dan frutos rojos, granulosos y redondos, de 2 cm. de diáme­ tro, en el otoño siguiente, de manera que coinciden en la misma rama flores y frutos. Tales frutos, comestibles y dulzones, se uti­ lizan para preparar confituras y fermenta­ dos, en la fabricación de licor. Aves y ma­ míferos los consumen. Cubre el área medi­ terránea y se da en Irlanda. En Navarra puede encontrarse en lugares soleados de suelo escaso en la zona húmeda, pero es más abundante en la mediterránea. Aquí, en la estribación Sur de Lana, acaso alcanza su mayor densidad. La madera es homogé­ nea y compacta, apta para ebanistería y tornería, pero se usa poco por sus reduci­ das proporciones. En Val de Lana también Narcue, al pie de los roquedos. se destina, por ser buen combustible, al c a rb o n e o . Nacedero del Urederra

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Baríndano. El paseo ofrece dos variantes iniciales. © Baquedano. Se atraviesa por la parte alta y se toma el camino al nacedero. 0 Carretera a Estella. ® Bifurcación: camino de abajo.

© Cerca del Km. 12, junto a una carrasca, puente metálico sobre el Urederra. Ei Bifurcación: camino llano de la derecha, que lleva hasta el río, sendero lleva a ® por cuya margen izquierda va el sendero entre denso arbolado hasta © Nacedero de Itxako y cueva de Basaula. Se deshace el camino hasta la carretera y el paseo sigue por ésta hasta ® Nacedero del Urederra, al pie del circo rocoso. Se vuelve por el sendero hasta 12 y se sigue por la orilla del río. Tras unos pequeños rasos, © Km. 11,600. Se toma pista al N. en la salida de un pequeño valle. ® junto a unas huertas el camino asciende entre campos hasta © Bifurcación: a la izquierda. Sube en arco hasta enfilar al NE. por el fondo del barranco, entre grandes carrascas. ® Baquedano, que se atraviesa por la parte baja del pueblo, y se sigue © Artaza. Se sigue por la carretera a Baríndano. ® el camino que lleva directamente al Urederra. E l En Q se toma la carretera a Artaza, que en ® Pasado el puente de cemento, camino en dirección S. © Cruce de carretera y pistas: se sigue la del N., que en arco amplio llega a ® Sobre la central eléctrica, el camino se hace pista encementada, que © Gollano. Carretera a Baríndano. ® pasa ante el lavadero y © Al pasar el torreón del antiguo palacio, camino carretil, casi llano. ( 3 ) llega a Zudaire. Carretera a Baríndano.

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0 Kms. 14 Kms. 29. Nacedero del Urederra. Epoca recomendada: Primavera y verano.

El relieve de la Améscoa Baja modela A) NACEDERO DE ITXAKO margas del Cretácico superior, tendidas En la margen derecha del Urederra, a bajo las calizas de Urbasa -que dominan unos 2 km. aguas abajo de Baríndano, en la abruptas el valle- y junto a las estribaciones salida del barranco de Basaula o Basaura. de Lóquiz, que quedan al Sur y presentan Las aguas surgen del subsuelo de Lóquiz calizas y calcarenitas algo más antiguas por un conducto natural y dan de beber a que las margas amescoanas. El clima reúne Estella. El caudal sobrante, muy abundante influencias cantábricas y mediterráneas. La en invierno, engruesa el aforo del Urederra. pluviometría se acerca a los 1.000 l./m2. Los La cueva que alberga el manantial comu­ hayedos, que ocuparon la meseta de Ur­ nica con otra en el barranco de Basaula. basa, debían de descolgarse por las laderas Este, de gran belleza y vestido de excelen­ meridionales hasta encontrar los robledales tes encinas y quejigos, merece la máxima e incluso, en alguna zona, los encinares. El atención y protección. Parece que fue de­ fondo del valle estaría ocupado por bos­ sagüe natural del karst de Lóquiz, luego ques de roble peludo y quejigo, y encina en desviado al actual nacedero de Itxako. las zonas más rocosas; las orillas de ríos y los rincones más húmedos y abrigados se poblaban de avellanos, tilos y fresnos. Las laderas de Lóquiz y la margen izquierda del Urederra, a los pies de Artaza y Urra, se vestirían de encinares, entre los que se mezclarían, en lugares de suelo más pro­ fundo, quejigos y robles peludos. Hoy la agricultura amescona prefiere los cereales LIRON GRIS -MICHARRO - MUXA- y forrajes. Una aceptable cabaña de oveja R R A (Glis glis) lacha pasta en Urbasa y Limitaciones, salvo Roedor de la familia Gliridae, semejante a en invierno. Y perviven yeguadas de jaca la ardilla, pero más pequeño. El pelaje es navarra, más o menos mejorada -es decir, grisáceo, con el vientre claro. Le rodea los bastardeada- con razas de mayor porte. ojos un antifaz negruzco. La cola es larga y Estos équidos viven, excepto la estación bien poblada. No tiene pelos sobresalientes cruda, en los pastizales de la sierra. Aspecto otoñal del bosque al pie de Urbasa en las orejas. Cuerpo más cabeza miden 13-19 cm.; la cola, 11-15 cm.; peso, 70-200 gr. Vive en bosques de frondosas, hayedos, C) BOSQUE MIXTO DEL NACEDERO robledales y castañales, en Europa central y Entre Baquedano y el Nacedero el paseo meridional y en el sur de Asia. En Navarra va por un bosque interesante. Junto al pue­ habita toda la zona cantábrica y los haye­ blo dominan las encinas, sustituidas luego dos y robledales de la Zona Media. La den­ por quejigos y robles peludos, que después sidad más alta se da, probablemente, en B) NACEDERO DEL UREDERRA ceden terreno al haya. Pero en cualquier Urbasa, Aralar y Andía. Cría en el interior de El karst de Urbasa absorbe como una momento, la variedad es amplia: arce co­ un tronco agujereado -que tapiza con esponja las lluvias o el agua del deshielo. mún o astigarro, arce blanco o illón, arce musgo y hojarasca- o en nido exterior su­ Basta observar que en la sierra no hay cau­ de Montpellier, en las zonas más soleadas; jeto a las ramas. La camada, de 2-7 peque­ ces superficiales ni apenas fuentes. El serbal de los pajareros, mostajo u ostozuri, ños, hace entre junio y agosto. Consume agua, colada entre grietas y rocas, encuen­ en las más húmedas; fresno común, fresno semillas, frutos y algunas veces insectos: la tra las margas impermeables que forman el de montaña y tilo se mezclan con especies parte más importante de su dieta la inte­ lecho del acuífero o embalse subterráneo, arbustivas como avellano, espino albar, es­ gran hayucos, bellotas, castañas, nueces y cuyo depósito busca la salida al exterior. pino negro o pacharán, cornago, aligustre, avellanas, pero son temibles sus incursio­ Uno de los aliviaderos es este manantial, bonetero y boj; en las umbrías del hayedo, nes en frutales. En verano duerme de día y cuyo caudal medio es de 4.000 l/s -con surge solitario algún tejo. se alimenta de noche. Puede penetrar en enormes variaciones estacionales-. La En el camino hacia Artaza y cerca de la chabolas y casas y se aficiona al queso. En fuente surgiría, en un principio, en el límite carretera de Baríndano a Itxako, en Ba­ noviembre desaparece, oculto en cuevas o de las calizas y margas del escarpe más o saura, se levantan magníficas encinas que agujeros de árboles, donde hiberna hasta menos rectilíneo. La erosión del agua pro­ forman un bosque de carácter xerófilo por abril o mayo. De ahí su fama popular como voca la caída de grandes bloques calizos y la falta de suelo; en él se dan especies dormilón. En Urbasa era abundante, con lima las margas. Así se forma el circo que mediterráneas como romero, coscoja y sa­ fuertes fluctuaciones anuales. Los ames- muerde inexorable el frente de la sierra. Las bina. En los paredones imponentes del coanos lo consideran un buen bocado y aguas del Urederra, de esmeralda impeca­ circo del Nacedero, tiempo atrás habitación atribuyen a su grasa poderes medicinales. ble, justifican el nombre del río. En ellas es de buitres, pueden observarse chovas, ali­ Lo cazan con perros especializados, que fácil observar la rapidez de las truchas y la moche, cernícalos, halcones y una colonia localizan los micharzulos o guaridas, y los habilidad de alguna nutria. de vencejos reales. hostigan con humo o arpones hasta hacer­ les salir. En los últimos tiempos parece que han disminuido mucho.

Circo del nacedero del Urederra Sierra de 8 Kms.

GONGORA

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Portillo de A ndricain □

Labiano. Pista nueva al S., que zigzaguea hasta el Junto a puesto palomero en árbol, sendero estrecho que se zambulle en el © quejigal y pasa junto a caseta de cazadores y sale al borde de la repoblación de (7) Portillo de Andricain, por el que va la muga entre Labiano y Andricáin (Elorz). En pinos. El camino va por el linde, en sentido NE y E. hasta el Poche o collado que dirección SE, entre dos campos y luego por llecos, hasta la trocha abierta en el une el valle de Aranguren con Cemboráin. quejigal por un tendido eléctrico. Desde el Poche, tramo de 200 m. por la cresta de la sierra al NE. entre pinares y ( ) Después .de un breve rellano, inmediato a poste eléctrico, camino en ángulo recto 5 © hayedo, hasta alcanzar un buen lugar de observación sobre la Cuenca y el bosque al NE. Con mucha zarza y pendiente, pero practicable. En medio del quejigal, giro al SE. hasta cuesta de areniscas en sentido NO-SE. © de Góngora. Se vuelve al hito anterior (£) y desde allí por sendero NO., que entra en el hayedo, y atraviesa manchas de pino royo, se sale al borde de antiquos (T) La senda sigue junto a repoblación de pinos de Cemboráin (), hasta limite cam pos. NE. Desde este punto, por entre repoblaciones jóvenes de pinos y pastizales, el © camino en dirección NO. lleva a Labiano.

0 Kms. 8 Kms. 30. Sierra de Aranguren Epoca recomendada: Todo el año.

La Sierra de Aranguren traza al SE de En las elevaciones -unos 350 m. sobre los Pamplona un amplio arco que separa a un valles-descargan 900-1.000 l/m2. El Norte de lado los pueblos del valle y algunos del de la Sierra, junto a Ardanaz, está muy degra­ Egüésy a otro los de Elorzy Unciti. El Valle de dado, pero el rincón de Góngora mantiene un Aranguren lo integran Aranguren, Góngora, bosque de gran interés con una notable ri­ llundáin, Labiano, Laquidáin, Mutilvas, Tajo- queza faunística. Hace unos años el Ayunta­ nar y Zolina. Su relieve sobresale respecto a miento de Pamplona alentó la posibilidad de los terrenos de la Cuenca de Pamplona, por­ adquirir la finca para habilitar un parque na­ que las calcarenitas y areniscas eocenas que turalístico. Los cultivos de los valles, cerea­ lo forman son de mayor dureza que las mar­ listas, suben por las laderas de esta sierra gas circundantes. La vegetación expresa la modesta y reducida y contrastan en el verano diferente pluviometría de los altos y del llano. con la masa verde y prieta de los bosques.

Góngora, al pie de la Sierra de Aranguren

E) EL POCHE conspicuas son cerezo silvestre, espino, arce El Poche es el collado por el que el camino común y el boj, que abunda. En este bosque de Labiano y Góngora se asoma a Cembo­ se ha citado el raro lirio martagón. Las ardi­ ráin. Desde el Poche el paseante puede con­ llas son comunes, así como numerosos pá­ tinuar por la cresta de la sierra 200 ó 300 m. jaros instalados en este biotopo. Sin em­ hasta una buena atalaya y desde allí observar bargo, lo más característico e interesante es -además del paisaje de la Cuenca- las cuali­ la variedad de rapaces. Si el paseante se dades naturalísticas de la zona. A sus pies acerca en un día claro de primavera puede queda el bosque mixto de Góngora, la parte very admirarel iryvenirdel aguilucho pálido, mejor conservada. La cresta tiende la muga halcón común, cernícalo, buitre, alimoche, nítida entre hayedo y quejigal. El hayedo águila culebrera, águila calzada, milano real, crece humidificado por las nieblas que se milano negro, galforro, halcón abejero. La pegan a la umbría. Las hayas se entreveran mayoría de ellos nidifican en el bosque. Para de tilos, serbales, algún roble peludo y los su identificación, insertamos las siluetas de oportunistas pinos royos. Las especies más las seis últimas especies citadas.

Monte Cemboráin con el hayedo en la umbría.

Halcón abejero

A) BOSQUE MIXTO D) REPOBLACION DE PINOS Ofrece dos caras muy diferentes. En la um­ En la ladera oriental, perteneciente a Cem­ bría que da a Aranguren se conserva acepta­ boráin, antes ocupada por quejigales y culti­ Galforro (Ratonero) ble; en la solana meridional apenas muestra vos, hoy crecen repoblaciones de pino laricio vegetación arbórea. Dominan los quejigos y (Pinus nigra). También son laricios los pinos hay también pino royo y -sobre Zolina- al­ plantados sobre Labiano y junto al portillo de guna carrasca. Andricáin. Sin embargo, algún antiguo campo, luego pastizal, y terreno lleco, hoy Aguila calzada Milano negro B) PORTILLO DE ANDRICAIN está invadido de manera natural por el pino Andricáin es caserío del valle de Elorz y el royo. Junto al Poche, en terrenos de Cem­ Portillo era en otros tiempos paso habitual boráin, la masa de pino laricio, ya adulta, AQUILA CALZADA (Hieraaetus pennatus) traste con las rémiges muy oscuras y una del camino de Pamplona a . Desde él depara ejemplares de buen porte. Rapaz de tamaño mediano -46-53 cm. de banda oscura en el borde de la cola; en la y desde el camino que sube al monte Cem­ lo n g itu d ; 1 1 0 cm. de envergadura-, de la fa- fase oscura, las partes inferiores son pardas boráin, la vista abarca los valles de Elorz e millia de Accipitridae, que luce dos tipos de intensas uniformes, sin contraste con las ré­ Ibargoiti, cerrada por Alaiz, Higa e Izaga. plumaje: en la fase clara, dominan los colo­ miges. En ambas fases, las partes superiores res ligeros, casi blanco en vientre y pecho, son similares, pardo oscuras con escapula- C) BOSQUE DE QUEJIGOS con débil listado ocre longitudinal, en con­ res más claras. La cera -entre el pico córneo y las plumas de la cabeza- es amarillenta; el Los quejigos y el roble peludo son especies pico, negruzco; las patas, cubiertas de plu­ típicas de la Zona Media de Navarra y señalan mas -de ahí su nombre-, con los dedos lim­ la transición entre los hayedos y robledales pios, amarillos. Especie típica de bosques atlánticos y los encinares mediterráneos. junto a claros en los que cazan, es una de las Dominan la vertiente Sur de la Sierra de rapaces más vocingleras: repiten sin cesar Aranguren, salvo las umbrías. Son bosques varios gritos, entre ellos un silbido dobley de con árboles medianos de porte, con gran va­ tono alto. Cazan al acecho o por sorpresa riedad de especies herbáceas -en neto con­ piezas en árboles o en el suelo: aves o repti­ traste con los hayedos, porque dejan pasar les. Emigra: se presenta en abril o mayo y bastante luz. En éste de Aranguren pueden desaparece con discreción al morir el ve­ verse algunos buenos ejemplares de quejigo rano. Cría en grandes nidos, anclados en ár­ (Quercus faginea), aunque otros muestran boles grandes. Pone dos huevos, y cría muy características de roble peludo (Q u e rc u s p u - tarde: a fines de agosto aún suelen estar los be scens) y la mayoría son híbridos de las dos pollos en el nido. Inverna en Africa y en la especies. Sabido es que las quercíneas tie­ India y en verano no sube del Sur de Europa. nen una gran facilidad para la hibridación. En Navarra cría bien en la Zona Media; esca­ Entremezclados con los quejigos se yerguen sea en la Navarra húmeda y sólo se ven algu­ algunos pinos royos. El boj domina el soto- nos ejemplares en sotos y pinares riberos. En b o sque. esta Sierra de Aranguren hay incluso ejem­ Los jabalíes, antes raros y esporádicos, plares de fase oscura, que son raros. ahora son habitantes del bosque, que tam­ bién da refugio a zorros y tajudos. Cerréncanos 31 10,5 Kms.

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til Km. 9’800 de la carretera de Adoáin, sobre la orilla derecha del río, hacia el ® confluencia de dos barrancos. La pista, ancha, conduce al pueblo. (5) cruce con el camino Adoáin-Cerréncano Bajo. Se sigue por el valle. (T) Adoáin. Luego del puente, camino al SE. ( 9) Cerréncano Bajo. El camino pasa ante edificio deshabitado y sigue al O, entre ( 2 ) Junto a una borda, se vadea el arroyo del barranco Sarrate. El camino, bien tierras llecas, hasta marcado, sube entre pinos hasta ® giro brusco del camino, que se orienta al SE. y sube en arco a (3i) collado en pequeño raso, desde el que se divisa Cerréncano Alto. El camino se (íl) borda entre pinos. El sendero, ensanchado por tractores, avanza al NO. hasta que bifurca: a la izquierda y al E, por entre robles y pinos, hasta en vaguada, al borde de un bosquete de pinos y junto a un gran roble, se sigue (?) barranco, que baja NS, Bifurcación: al SE, casi llano hasta por el fondo, al O., hasta la regata de Adoáin. ( 5) Cerréncano Alto. Ruinas de tres edificios. Junto al que debió de ser el mayor, ® Vado. camino semiperdido, en sentido NE., hasta @ Por la carretera se retorna al punto de partida. (?) barranco, por cuya orilla derecha y hacia abajo, la senda desdibujada lleva a

0 Kms, 10 10,5 Kms. 31. Cerréncanos C) RESTOS DE ROBLES Y QUEJIGOS Epoca recomendada: Primavera y Otoño. Como va dicho, a lo largo del recorrido pueden verse quejigos, robles peludos y abundantes híbridos de estas especies. Son W t reliquias de la vegetación original. Otras especies arbóreas son arces comunes o as- Los dos Cerréncanos, Alto y Bajo, son cas y mediterráneas, con lluvias apreciables tigarros, illón en los bordes de las regatas, despoblados pertenecientes a un valle, (900-1.000 l/m2), inviernos fríos y veranos chopos, sauces y espino o gurillón. Entre Urraúl Alto, semidespoblado y poco cono­ calurosos. Pese a la pluviometría, las rega­ los arbustos, además del boj omnipresente, cido. De los cuatro lugares visitados por tas son en verano cauces semisecos, dada los pacharanes y el enebro común. En los este paseo sólo uno, Adoáin, es pueblo ha­ la relativa impermeabilidad del suelo y su espacios semiabiertos pueden verse volar bitado. Guíndano y los dos Cerréncanos, escasa retención, consecuencia de anti­ alimoches, buitres, águila culebrera, galfo- no. Quedan fuera de los caminos y de las guas erosiones. rro o ratonero común, águila real y que­ preocupaciones de la gente. Para muchos En los fondos de los valles, como largas brantahuesos. no pasa de ser tierra de boj y de capuchi­ lenguas, y en laderas y lomas hay cultivos nos más o menos ilustres. escasos, en general de cereales, Cabras, El paseo discurre por terrenos asentados ovejas rasas y algunas vacas pastan los sobre flysch terciario: margas alternadas campos antiguos hoy pastizales. Desde el con delgados estratos calizos. Los relieves punto de vista ecológico, la soledad del son redondeados y suaves. Al N. de Adoáin paraje y la regeneración de los ecosistemas emergen calizas en escarpes destacados. El naturales suma puntos de interés. clima tiene influencias pirenaicas, cantábri- JABALI-BASURDE (Sus scrofa L.) El jabalí, pariente original del cerdo do­ méstico, pertenece a la familia Suidae, del orden Artiodactyla. Mamífero de formas macizas —cabeza grande y cónica, patas y cola cortas-, de pelaje basto y abundante y variable de tono -desde gris pálido, con muchas cerdas blancas, al pardo y negro-y aspecto fiero, por la fuerte jeta sobre la que se incrustan sus pequeños ojos y de la que emergen -en los machos— los colmillos. Puede llegar a medir 175 cm. de largo (ca­ beza más cuerpo), pero en Navarra no de­ sarrolla tanto. El peso varía: en los machos, 70-230 kg ; 35-150, en las hembras. En Na­ BOJ-EZPELA (Buxus sempervirens) varra lo normal son 80-130 y 40-60, respec­ Arbusto de 0,5-3 m., que puede alcanzar tivamente. Vive en bosques abiertos, pero los 8 - 1 0 m., perennifolio -hojas densas, se adapta a varios biotopos, dentro de una simples, opuestas, coriáceas, brillantes y gran distribución mundial (Europa, norte de ovaladas de 1,5-3 cm-, de porte muy ra­ Africa, sur de Asia, Filipinas, Japón, Suma­ moso y corteza amarillenta, florece en ha­ tra, Java, etc.). Celo de noviembre a febrero. cecillos axilares 'sin pétalos, unisexuales, 'Gestación de cuatro meses. Los jabatos o en primavera; crtoe'lento y es muy longevo. rayones nacen de marzo a mayo, en cama- Espontáneo en Centro y Sur de Europa, das de hasta doce, rayados a lo largo del llega hasta el Himalaya. Característico de la cuerpo de marrón y pardoamarillento. Pre­ zona pirenaica, abunda en el cuadrante NE coces, corren a poco de nacer. Los machos de Navarra; puede darse desde la Bardena adultos viven solitarios, salvo en celo. Las hembras forman grupos con los jóvenes. Adoain; perdido entre montes. al Cantábrico, pero escasea hacia el NO. y S. Crece en zonas boscosas, en breves ro­ Practican largos desplazamientos en busca dales y ocupa grandes extensiones en áreas de comida o por huir de condiciones climá­ desarboladas de los valles pirenaicos. En ticas. Nocturnos y omnívoros. Hozan la tie­ inviernos crudos, las hojas son rojizas, tras rra con la jeta y pueden causar daños im­ portantes en los cultivos. En Navarra ha A) BOSQUE MIXTO B) REGENERACION DE LOS BOSQUES: las heladas. Los mejores ejemplares crecen en umbrías y áreas de bosque. En Urraúl sufrido grandes fluctuaciones. Nuestros re­ Entre ambos Cerréncanos, la vegetación INVASION DEL PINO ROYO Alto se levantan ejemplares de más de 8 m. yes organizaban la caza de «puercos mon­ original debió de ser lo que los botánicos El pino royo o albar (Pinus sylvestris) es Utilizado como planta medicinal y de teses» en sotos y parajes riberos. Luego, el llaman «quejigal prepirenaico», dominado natural en la zona, pero hoy abunda más abono, es ligeramente tóxico. Los animales jabalí se limitó a zonas boscosas como Ar- por el quejigo (Quercus faginea) m ás o m e ­ que años atrás. Especie pionera y necesi­ domésticos lo aborrecen. Su madera, frágil, ticuza, Irati, Izco, Alto Ronca!, Arbayún y nos hibridado con el roble peludo (Q u e rc u s tada de buena insolación, ocupaba los densa, dura y amarillenta, se utiliza en arte­ Leyre, etc. Desde hace 2 ó 3 lustros, se ha p u b e s c e n s ) y con abundante boj. Pero no claros abiertos en los quejigales primige­ sanía y trabajos de torno. extendido y es abundante en la Montaña y debe perderse de vista que los quejigales nios por fuegos y demás agentes naturales. Zona Media y aparece en sotos y bosquetes simbolizan la transición entre los hayedos En condiciones naturales, el pinar volvía a de la Ribera. Se le ha visto cruzar el Ebro. de influencia cantábrica y los carrascales ser invadido por el quejigal y se recobraba Es objeto de caza intensiva: más de 2.000 mediterráneos. Los quejigos rara vez pre­ el paisaje vegetal primero. Pero la explota­ Barranco de Cerréncanos, colonizado ejemplares en Navarra. En Urraúl Alto en­ sentan ejemplares puros: son híbridos; in­ ción abusiva de los bosques, las roturacio­ por los pinos royos. cuentra condiciones muy favorables. cluso parece que los robles en sentido am­ nes y el pastoreo borraron las masas de plio que pueden verse tienen más caracte­ árboles, lavaron los suelos y provocaron su rísticas de roble peludo que de quejigo. erosión. En tiempos recientes, al desapare­ Pero este carácter de transición se puede cer la presión humana, el pino royo, muy en comprobar aquí, en la umbría que depara su papel, cubre una etapa serial Importante. algunas hayas y pinos royos. Otras especies Esto se aprecia en todo el recorrido, pero observables son el arce común o astigarro, sobre todo en los pacos, donde los pinares el illó n (Acer opatus), serbales, mostajo son una realidad cuajada y talluda; en los (Sorbus torminalis). Como se sabe, en estos carasoles la sobriedad de los pinos no llega bosques mixtos buscan refugio fácil jaba­ a compensar la escasez del suelo. La inva­ líes, ardillas, tejones, zorros, martas y algún sión del pino royo resulta espectacular en raro corzo. los antiguos campos, más profundos y lla­ nos. (No será necesario detallar que «suelo» es la tierra, lo que no es roca). Q Km. 1 '200 de la carretera de Tafalla a , junto a la Fuente Resano. © Bifurcación: se sigue recto, y se inicia la bajada. Camino entre escombros al O. © Balsa de Cabriteras. El camino se interna entre campos de cultivo. ® Observatorio sobre la balsa del Juncal. Puede llegarse hasta la orilla. Retorno a la carretera. © Bifurcación: a la izquierda. Tras salvar un pequeño barranco y entre campos,

Junto al Km. 2, pista al E. encuentro con la pista, antiguo camino de Miranda de Arga a Olite, que en dirección NE. sale de nuevo al Plano. (5) Bifurcación: a la derecha. El camino asciende suave entre viñedos y campos de cultivo. (B) Cruce de caminos, en el borde del Plano: el del medio, en sentido NE., atraviesa el bosque y se cruza con el camino que bordea el campo y llega a otro © Cruce de caminos: a la derecha, ya en el Plano. @ cruce, junto a la escombrera. La pista que la bordea, en dirección N-NE., lleva © Bifurcación: se sigue recto, dejando la pista que bordea el campo recién roturado. hasta

© Bifurcación: junto a letrero de cazadores: a la izquierda. ^4) corral, frente al que cambia de dirección, al NO., y lleva al punto © , desde el que se vuelve a Q © Bifurcación: a la izquierda.

(7) (?) @ g ) ® J ) @ (55) ® (M) g ) © 450 400 0 Kms. 10 11 11,5 Kms. 32. Monte Plano E) BALSA DE CABRITERAS En un suave barranco del talud hacia el S., Epoca recomendada: Primavera y Otoño. es un embalse artificial, con dique de tierra, abrevadero de animales domésticos. Mues­ tra carrizos y, sobre todo, espadañas (Typha latifolia). Querencia de anfibios y Monte equivale a bosque. Monte Plano B) CARRASCAL reptiles, la habitan ranas verdes y sapos comunes y corredores, que allá frezan. Hay fue -en alguna medida, es- un bosque Ocupaba casi toda la meseta y parte de culebras de agua de las dos especies (N a- asentado sobre terreno de configuración los taludes. El aprovechamiento vecinal trix natrix, Natrix maura) y tritón manchado llana. Se trata de una antigua terraza col­ -pastos para las ovejas y leña para los ho­ (Triturus marmoratus). La frecuentan ma­ gada que formó parte de una vasta llanura gares- mantenía el bosque limpio, con ár­ míferos y aves. Una frente a otra, hay dos aluvial, nivelada por sucesivas avenidas. boles de buen porte. Era un lugar de caza y chozas semisubterráneas para la caza de Erosionada en los bordes por las aguas que de ocio. En la década de los sesenta el pa lo m a s. buscaban un nivel aluvial más bajo, quedó bosque -dominado por la carrasca (Q u e r­ como una meseta. Esta meseta y sus flan­ cus ilex rotundifoíia), también llamada en­ F) BALSA DEL JUNCAL cos estaban vestidos hasta hace pocos cina o encino- sufrió la tala de muchos años por uno de los más extensos carras­ árboles, con un miserable aprovechamiento Al NO de Monte Plano, en una llanada cales navarros, en una zona en la que la de leña, y se roturaron grandes superficies. endorreica de tierras poco permeables de mayor parte de las superficies se dedicaban El bosque se convirtió en matorral, que hoy arcillas y yesos, tiene unas 13 Ha. y es a cultivos. La pluviometría -cerca de la es maquia con algunos buenos ejemplares Reserva, promovida por ANAN. En teoría, la Zona Media, pero asomada a la Ribera- no de carrasca. Las plantas de ésta rebrotan protección es total. Poco profunda -no Sapo corredor, que acude a las balsas a alcanza los 500 l/m2, con fuertes sequías de las cepas y si no se repiten errores llega al metro en lo más profundo- se seca desovar. e stivales. pasados, es de esperar que vuelva a existir en los veranos, por lo que no hay peces. el bosque que nunca debió desaparecer. Muy utilizada por mamíferos -abundan las A) COMEDERO DE BUITRES Entre las especies que abundan destacan la ratas de agua-, anfibios, reptiles y aves. J.A. Como en los alrededores de muchos coscoja, el enebro de la miera, la sabina, la Goizueta verificó en 1971-72 cuarenta es­ pueblos, en Monte Plano había un muladar lavanda y el tom illo. La riqueza ecológica es pecies de aves, entre las que destacan el o cementerio de animales domésticos. Los un recuerdo, pero aún pueden verse cone­ rascón, el buitrón, y dos carriceros (A c ro - buitres y otras aves carroñeras daban jos, zorros, perdices, tajudos, perdices y cephalus arundinaceus y Acrocephalus cuenta de los cadáveres. A sugerencia de paloma torcaz; en otoño e invierno abun­ scirpaceus). Son frecuentes las fochas, ANAN, el Ayuntamiento de Tafalla, propie­ dan las malvices, àcidamente esperadas y patos azulón y cuchara (éste, en invierno). tario de los comunales de Monte Plano, abatidas por los cazadores que antes no Las concentraciones de estorninos pintos y decidió revivir el muladar. Lo cercó de malgastaban un cartucho con estas aveci­ negros y de escribano palustre, que se reú­ alambre y lo cerró. El estado actual del cas. El jabalí parece reinstalado en Monte nen para dormir, son espectaculares. comedero es deplorable. La localización, Plano: sus huellas son visibles en caminos deficiente, y la falta de cuidado, más la y bordes de balsas. presencia frecuente de cazadores, ahuyen­ tan a las carroñeras. La puerta está abierta y los cuerpos de los animales son abando­ nados con frecuencia fuera del recinto.

ENEBRO DE LA MIERA, GINEBRO (J u n i- CARRICERO TORDAL (Acrocephalus arun­ perus oxycedrus L.) d in a c e u s ) Arbusto que puede desarrollar como ar- Pájaro de 18-19 cm. de largo, habitante bolillo: no suele pasar de 3-5 m., pero al­ típico de carrizales espesos y otras plantas canza 8-10 m. de alto. Porte cónico, evi­ palustres como las espadañas y tamarices. dente en ejemplares desarrollados. De la Luce tonos pardos claros, sin listas ni man­ familia de las Cupresáceas (cipreses y sabi­ chas. Las partes superiores son pardo-roji- nas), pariente próximo de abetos y pinos zas; en las plumas muestra bordes claros y (Coniferas), tiene hojas aciculares, persis­ blancas las puntas. Garganta blanca y pe­ tentes varios años, con dos bandas bancas cho y flancos cremas. Su canto en prima­ en la cara superior y verdes y aquilladas en vera es monótono y fuerte. Insectívoro, en el envés. En conjunto, el follaje es verde otoño consume semillas y frutos silvestres. Buenos ejemplares de carrascas, testigos de lo glauco. Las flores, dioicas, brotan en in­ Cuelga el nido de varios tallos, pone 4-6 que fue el Monte Plano. vierno o comienzos de primavera. Las pe­ huevos, que incuban 13-15 días. Los pollos queñas piñas -7 a 15 mm. de diámetro- son nidícolas y los alimentan ambos pa­ similares a bayas, maduran el segundo año dres. Pueden tener una segunda puesta. C) REPOBLACIONES DE PINOS D) ROTURACIONES y entonces son rojo-amarillentas. Resis­ Coloniza toda Europa, salvo Escandinavia e tente al frío y a la sequía, vive en cualquier Islas Británicas. En Navarra se presenta en En el descenso hacia Olite y al S. de El paseo cruza áreas roturadas, antes terreno -salvo encharcados- y su área de cualquier área, pero siempre entre carrizos Cabriteras hay plantaciones de pinos. Se ha ocupadas por el bosque. Dada la formación distribución natural es mediterránea. En y espadañas. Más abundante en la Ribera. recurrido al pino carrasco (Pinus halepen- geológica del Monte Plano, los campos es­ Navarra, en la mitad Sur. No forma masas Emigra después de criar, de forma discreta s is), especie mediterránea autóctona, pero tán cuajados de cantos rodados y costras puras; se integra en el cortejo de encinas, y nocturna, hacia Africa. no espontánea en esta zona. calizas. Los aprovechamientos agrícolas no carrascas y pinos, además de alcornoques, deben de ser muy sustanciosos. Estos sue­ sabinas, quejigos y pinsapos. Es elemento los detríticos no favorecen los cultivos de importante de maquias y garrigas, con ca­ cereal. La banda roturada resulta desola­ rrascas, coscojas y otros arbustos. Su ma­ dora en medio de las manchas de árboles y dera, rojiza, compacta, aromática y de arbustos. Si se añaden las escombreras in­ grano fino, goza de estimación entre eba­ dustriales y domésticas del NE del Monte nistas y torneros, pero en Navarra no da Plano, es fácil concluir las vejaciones sufri­ volúmenes suficientes para aprovecha­ das por este carrascal, antaño admirable. mientos madereros; se usa -es casi impu­ trescible- para setos y empalizadas. La farmacopea tradicional recurría a la miera de enebro o aceite de cada, destilado de la madera de esta cupresácea. En el camino real de Tudela a Carcastlllo, término de AguaSalada, del Plano de © Bifurcación: a la derecha. El camino llega a otra bifurcación, en la que se sigue Carcastillo, junto al Vedado de Eguaras, camino al E. por la derecha. © Cruce: a la derecha. Pronto inicia una bajada. (9) Bifurcación: se mantiene la dirección y se deja el camino mejor marcado, © Se deja el camino- junto a una balsa y se sube en sentido SE, por el límite del (ío) Bifurcación: por la derecha, camino poco marcado por el fondo del valle, Vedado y del Plano cultivado. (íl) Cruce: dirección NO. © Encuentro con el camino que del Plano baja a la Blanca. (12) Rodeo de la balsa y después de una leve hondonada Junto a los últimos pinos de Eguaras, se deja el camino y se toma unsendero al © SO. hasta (j3) se pasa junto a chabola y se gira al O. © corral, que se rodea po r el S. (14) Camino principal, en cruce: a la izquierda. Subida hasta salir al Plano. Se atraviesa el barranco rodeando un montículo. El sendero, al N., entre los pinos (15) Reencuentro con el camino real de Tudela, al NE. hasta Q © del Vedado. © Junto a la Casa de los Guardas el sendero enlaza con el camino que discurre por el fondo de la vaguada.

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0 Kms. 10 12 Kms. 33. Vedado de Eguaras Epoca recomendada: Primavera y Otoño

El Vedado de Eguaras es un valle for­ No hay entre los científicos acuerdo so­ C) PLANO DE CARCASTILLO mado entre el Plano de Carcastillo y La bre qué vegetación fue la original de esta Los cultivos y algún pastizal han susti­ Blanca. Es propiedad privada. Esto, a dife­ zona. Para unos debió de ser la estepa; tuido a la vegetación primera. El cereal do­ rencia del aprovechamiento secular de los otros sostienen que antes de la influencia mina el paisaje del saso, salpicado por al­ pueblos congozantes de las Bardenas, le ha humana dominó el encinar. Pudo haber un guna viña y campos de almendros. Aún así, hecho conservar algunas características mosaico de vegetación arbórea y no arbó­ la fauna es esteparia. Las avutardas se de­ ecológicas en franco contraste con el en­ rea. Sin duda, los paisajes del Plano y del jan ver, aunque no crían. Sisones, ortegas, to rn o . actual Vedado de Eguaras han sido siempre gangas son las especies más notorias; los La Bardena es de formación geológica diferentes. En cualquier caso, la Bardena aláudidos vienen representados por calan­ reciente. Los materiales son de origen flu­ nunca la ha cubierto una selva impenetra­ drias, cogujadas, alondras y totovías. Algún vial: arcillas, calizas, yesos y areniscas, és­ ble de árboles majestuosos, como algunos raro mochuelo se agazapa bajo montones tas procedentes de paleocanales. Tales parecen creer. El coscojar estepizado, con de piedras o en algún corral. Los cerníca­ materiales estuvieron en el Cuaternario re­ facies de maquia y de garriga, alternaría los, abundantes, otean,suspendidos en el cubiertos por una gran terraza, cuya mues­ con zonas de arbolado ralo, de carrascas o aire. En general, las especies instaladas en tra más visible es hoy el Plano de Carcasti- de pinos, semejante al actual Vedado de el Plano son de color pardo u ocre, por Ilo o Saso de Mélida. Ese nivel horizontal Eguaras. Las lluvias -acaso menos de 300 mimetismo. La mayoría de los pájaros can­ del Plano y de La Blanca está actualmente m m /m 2 anuales- y el fuerte calor veraniego tan en vuelo, para delimitar su territorio. en proceso de erosión. Entre aquél y ésta aconsejan la visita en días soleados de pri­ se abren los barrancos y vallonadas de los mavera y otoño. Pero las diferencias de que surgen los cerros testigos. En éstos, el paisaje varían de manera fundamental de proceso de erosión lo frenan los estratos de una estación a otra. areniscas que, como un sombrero, prote­ gen a las arcillas inferiores y provocan re­ lieves fantásticos y extraños. B) PENAFLOR El castillo de Peñaflor surge como un capricho geológico sobre el Vedado. Peña- flor pertenece a la línea defensiva tendida por Sancho el Fuerte, en el siglo XIII frente a vecinos ambiciosos. Hoy los pueblos ve­ cinos llaman a Peñaflor Castillo de Doña Blanca, porque Navarro Villoslada situó parte de su novela en él. Además de bastión militar, protegía a los rebaños transhu­ mantes. En 1546, según una noticia, era lugar habitado y con concejo y los vecinos pleitearon contra Miguel de Eguaras, señor del castillo y residente en Tudela, que pre­ tendía doble cupo de leña y roturas.

A) PINARES Y MAQUIA El Vedado conserva en buen estado muestras de subunidades típicas medite­ rráneas pertenecientes al llamado «cosco­ jar aragonés». La especie arbórea es el pino carrasco, de copa redondeada y verdiclara, en formaciones bastante abiertas. No hay carrascas. Los arbustos dominantes alcan­ zan 0,5-3 m. y entre ellos encontramos cos­ coja, enebro de la miera, escambrón y len­ tisco. Entre las matas, el romero, aliaga y LE N TIS C O (Pistacia lentiscus L.) ORTEGA, BARBOTE (Pterocles orientáiis) bufalaga. En el coscojar aclarado proliferan Arbusto de 1-3 m., de altura -puede llegar Su voz ha originado el nombre vulgar de los romeros, el lino (Linum suffruticosum), a 5 m -, con tronco grisáceo y copa muy «churra». Tiene forma parecida a las palo­ las jarillas y los tom illos. La degradación de ramificada. Hojas persistentes, compuestas, mas, mide 33-35 cm. de longitud, luce color tomillares y romerales, por pastoreo o ero­ paripinnadas, con 4-10 folíolos ovales lam­ ocráceo con mancha negra en el vientre. En sión, genera la estepa de gramíneas lla­ piños y de borde liso. Flores pequeñas, vuelo, son característicos el vientre y las mada espartal, dominada por el albardín amarillentas o rojizas, en racimos densos, alas apuntadas y oscuras. Vive siempre en (Lygeum spartum). Dentro de Eguaras se que salen en primavera; frutos en otoño, terrenos áridos o pedregosos. Abunda en la abren algunas balsas. En ellas brotan carri­ pequeños, rojos y negruzcos en la madurez. Bardena. Consume semillas y rara vez in­ zos y algún tamariz. La fauna es rica en Especie espontánea en la zona mediterrá­ sectos. Gregaria, se desplaza en pequeños anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Abun­ nea, frecuente en Andalucía y Extremadura, bandos a bebederos fijos, a veces a gran dan los conejos y no faltan zorros, tajudos, en Navarra busca las zonas soleadas de la distancia. Vuelo rápido y regular. Cría en gatos monteses e incluso jabalíes. EÍ gran Ribera y abrigadas de la Zona Media. Se nido instalado en pequeña depresión, tapi­ duque o búho real se oculta en los corta­ presenta acompañada de otras especies tí­ zado de hierbas, 2-3 huevos, incubados dos, así como alimoches, chovas y grajillas. picas del matorral mediterráneo, como es- 21-22 días por ambos padres. Pollos nidífu- Puede verse el águila real y es frecuente la cambrón, enebro de la miera, jaras, romero gos, con numerosas manchas oscuras so­ sorpresa ruidosa de la perdiz. La primera y sabinas negras. Su madera es dura y pe­ bre el plumón leonado. Distribuida por cita navarra de un modesto reptil, la lagar­ sada y se usa en tornería. La leña, de buena Norte de Africa, Península Ibérica y región tija cenicienta, se ha dado en los espártales calidad, se utilizaba para fabricar carbón. del Caspio, en Navarra ocupa los llanos de de Eguaras. La mayor de las culebras de Todas las partes verdes del lentisco son la Ribera. Un pequeño grupo se asienta en nuestra tierra, la bastarda, está citada tam­ aromáticas; de la resina se obtiene una be­ las cercanías de Lumbier. La población bién aquí. Y el paseante puede encontrar bida estimulante. Se ha usado en medicina parece sedentaria, pues pueden verse todo gardachos y otros lacértidos, como la la­ p o p u la r. el año, pero hay poblaciones migradoras. gartija colicuadrada. Baztangoiz 34 13 Kms.

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Arizcun. Por viejo camino, hoy pista, que roza el cementerio, a ® Cruce de Urrasun. © Errazu. Se gira y toma carretera abajo. © Urrasun, barrio de Azpilcueta. Camino al NO. cuesta abajo, entre robles, que (?) Bozate. ® cruza la regata y sube encajado entre tapias. (J) Cruce: a la izquierda, camino empedrado entre tapias. © Empalme con pista que, llana, nos lleva a (?) Bifurcación: a la derecha. © Zuaztoy. Por la carretera unos metros, hasta (i) Ermita de San Miguel. Camino en dirección N. © pista al O., que © Cruce: a la izquierda. ® se deja para tomar un camino que baja, cruza la regata y sube. (?) Cruce bajo robles americanos: el camino del centro, que mantiene la dirección ® Bifurcación: a la izquierda. anterior, (§) Entronque con pista, que en zigzag sube a ( 8i) y se pierde entre zarzas y argomas. El sendero alternativo, en el helechal, se une en seguida al camino, ya en mejor estado. Dobla en ángulo recto, zigzaguea, baja Azpilcueta. Por la carretera hasta y salva la regata. el cruce: se toma la de Errazu.

© Bifurcación: a la izquierda. Pasa junto a dos caseríos. A 200 m., se deja la carretera y por camino se llega al ® Maya. Carretera de salida que cruce y, tras salvar por puente el río Baztán, se vuelve a Q ® empalma con la general a Elizondo.

□ 0 > ® © § N Q 300 - •• .... 6^(23)(24) _ 250 ...... 2 0 0 0 Kms. 10 11 12 13 Kms. 34. Baztangoiz Epoca recomendada: Todo el año.

Baztangoiza, uno de los cuatro cuarteles seríos se ven orlas de campos de cultivos en que se divide Baztán, agrupa los lugares sin apenas árboles, separadas unas de de ErrazU, Arizcun y Azpiicueta, más Maya. otras por bosquetes de robles, sotos flu­ Como indica su nombre, se trata de la zona viales y -desde hace poco- por repoblacio­ septentrional del Valle. Los otros cuarteles nes de pinos, alerces o robles americanos. son Elizondo-Elizondo, Lecároz y Elvetea-, Entre ese cinturón y las laderas de los Erberea -Irurita, Garzáln, Arráyoz y Oro- montes surgen los helechales, con arbo­ noz- y Basaburúa -Ciga, Aniz, Berroeta y lado disperso. En las laderas verdean los A lm á n d o z . pastizales, salpicados de hayas en las va­ El sustrato geológico -ofitas y areniscas, guadas. Esta es la zona pastoril, de terre­ arcillas, calizas y dolomías triásicas- pro­ nos, en general, comunales, que superan el porciona materiales muy utilizados en la 80% de la superficie municipal de Baztán, arquitectura popular, en especial las rojizas la mayor de Navarra. areniscas triásicas, que también dan lajas La belleza cromática de montes y culti­ de separación de campos, bloques de mu­ vos, el atractivo de las casas -acicaladas, ros, etc. La pluviometría anual (1.500-1.700 con hospitalarios aleros y tejados a dos mm/m2), sin sequía estival, y las suaves aguas- no impiden observar la explotación temperaturas hacen posible el verde per­ no siempre racional del medio y la evidente manente del paisaje tibio, dulce y maternal, degradación ecológica. Las Ordenanzas del que en otoño se viste de acusados con­ Valle traducen la secular preocupación por C) REPOBLACIONES DE PINOS Y ALER­ D) HELECHALES trastes cromáticos gracias a los árboles ca- la tala de los bosques y el afán de pastos. CES ducifolios que son la mayoría de los au­ Así, las de 1603 dictan que el «ganado va- Al aclararse los robledales, facilitan la En la mayor parte se ha empleado el tóctonos. Pero la belleza del paisaje no im­ quío» debe permanecer en los altos desde propagación de brezos con argoma. En la californiano pino de Monterrey (P in u s ra- pide decir que la vegetación ha sufrido la Cruz de mayo a San Martín de noviem­ Navarra húmeda son frecuentes tales bre­ d ia ta ), que en 20-25 años rinde buena pro­ profundas alteraciones. La original estaría bre. Y las de 1733 prohiben la corta de zales o lanaas, que evolucionan a helecha­ ducción, destinada a pasta de papel. Se dominada por el robledal en todos los fon­ «zokorra» (renuevos de roble o haya) en les, forzados por la dedicación ganadera. adapta a zonas lluviosas y sin grandes he­ dos de valle y laderas inferiores y por haye­ primavera y el consumo de «karloa» (pasto Los helechales dan un pasto mediocre, ladas y sus mejores áreas están en la zona dos en los altos de Gorramendi, Autza, etc. verde de haya) de agosto a S. Lucas (18 de provechoso para yeguas y ovejas lachas! cantábrica a menos de 400 m. de altitud. El Sólo quedan jirones de ese paisaje primero. o c tu b re ). Segado en otoño, el helecho se usa como Hoy, en torno a pueblos, barrios y aun ca­ alerce japonés (Larix Kaempferi) utilizado cama del ganado. en Baztán, es una conifera de hoja caduca, de bellos tonos amarillentos otoñales. Mientras las zarzas invaden las plantacio­ nes del pino californiano, las de alerces son herbales. Su valor ecológico no pasa de d is c re to .

Urrasun (Azpiicueta) rodeado de cultivos y bosquetes de robles; al fondo Gorramendi

ESTORNINO PINTO-ARABA ZOZO ROBLE - ARITZA (Quercus robur) (Sturnus vulgaris) El roble pedunculado, fagácea como ha­ A) RIO BAZTAN B) BOSQUETES DE ROBLES Pájaro negruzco con reflejos verdoso- yas, robles y castaños, es el mayor de El Bidasoa se llama Baztán mientras dis­ Restos del gran robledal que cubrió el purpúreos, largo de 2 1 - 2 2 cm., salpicado en nuestros robles (hasta 40 m.), con copa curre por el Valle. El brazo principal, pro­ fondo del valle, pueden verse buenos ejem­ invierno de manchas claras abundantes, regular y redondeada. Crece lento y llega a cedente de Izpegui, pasa por Errazu y gira plos entre Arizcun y Errazu, junto a Urrasun que le hacen aparecer gris plateado. Los vivir más de 600 años. La hoja, grande, de al Sur al recibir en Arizcun el caudal proce­ y cerca de la carretera de Zuaztoy. Son jóvenes son pardo oscuros. Cola corta. Pico peciolo muy corto, casi sentada, lobulada y dente de Maya. Sus márgenes, densamente árboles trasmochos, con escaso sotobos- fuerte, algo largo y amarillo en época nup­ lampiña, brota en mayo y cae en noviembre. pobladas, las dominan alisos, sauces diver­ que: el helecho y la hojarasca se utilizan cial. Nervioso, ágil, en tierra anda a pasos. Florece en abril-mayo: inflorescencias sos, avellanos, fresnos y chopos plantados. para cama del ganado. El estrato herbáceo Vuela recto y rápido. Gregario. Cría en masculinas colgantes y femeninas, aparte, Forman pequeños bosques en galería, buen -arándanos, brusco, brezos, ranúnculos y agujeros de troncos o edificios o nidos arti­ en grupos de 2-3. La bellota, con largo refugio de la fauna. Las aguas albergaban otras acidófilas- se dedican a pastizal. En ficiales una o dos puestas anuales que in­ pedúnculo, madura en septiembre-octubre. salmón (izokina), que ahora no pasa de esos bosquetes se refugian lirones, tejones cuba 12-25 días. Pollos nidícolas. Nidifica La corteza es lisa en los jóvenes y rugosa Santesteban, y abundan en trucha y an­ y liebres, amén de las aves, sobre todo en en la mayor parte de Europa, salvo el área en los talludos. Abunda en Baztán, es la guila; pueden encontrarse chipas y locha primavera: mirlos, malvices, curruca capi­ mediterránea. Emigra en bandos grandes y especie más difundida en Europa y en Na­ (lotre, en el euskera local). La última espe­ rotada, reyezuelo listado, mosquitero co­ veloces, con cambios de dirección sincro­ varra se limita a las tierras húmedas del cie verificada es el coto (Cottus gobio), p e ­ mún, pinzón común, camachuelo, petirrojo. nizados y fulgurantes. En la balsa del Pul- Noroeste, en pequeños bosquetes, tristes queño pez (10-14 cm.) de gruesa cabeza, Los robles americanos -sustitutos de los guer (Tudela) capturan más de 100.000 en reliquias del pasado. estático sobre ¡as gravas de las aguas lim­ autóctonos- tienen el tronco más liso, ho­ dos o tres noches. Temidos, si se abaten pias de montaña. Considerado exclusiva de jas mayores con lóbulos puntiagudos y en sobre viñas sin vendimiar o sobre olivos. la vertiente Norte del Pirineo, se ha com­ otoño, de rojo vivo. Han ampliado su área de distribución e in­ probado su presencia en el Bidasoa-Baz- vadido gran parte de la vertiente cantábrica tán. y el sur del Pirineo catalán oriental. B Venta junto a la boca Sur del túnel de Lizarraga (1.017 m.) Pista bien marcada ( ? ) A la calzada, que nos lleva a la B ifurcación 1. Hacia el S., com o indica la señal que hacia O., por Arrenarte, pasillo de hierba entre roquedos. indica "Opacua, raso de Urbasa".

® Bifurcación (1.080 m.). Seguir la calzada que bajaba a buscar la Burdeos-Astorga. ® Nueva bifurcación en pequeño raso (1.055 m.): calzada al SE., que pasa junto a la Dirección IMO., sinuosa, entre hayedos y rasos. sima Tximua. El camino baja sesgado por la ladera boscosa hasta el valle, casi llano, salpicado de árboles, y avanza con mojones a la derecha, hasta el cruce precedido (?) Puerto de Lizarraga (1.060 m.) o de Ectiarri Aranaz. Corte entre rocas. El camino de una hilera de espinos. se une con el de Santa Marina. Por sendero cerca del borde del acantilado, hacia E, a la © Cruce de calzada y camino de Aldabidea (820 m.). Hay un pequeño mojón entre dos espinos: camino al SE, hasta © Ermita de (1.113 m.). Por sendero entre hayas y rocas, cuesta abajo, volvem os © Bordas de Venta Berri, desde las que subimos a Q

© 35. Falla de Lizarraga E) P AS TO R E O EN AN DIA Epoca recomendada: Verano. El derecho de todos los navarros a los pastos de estas sierras lo gozan sobre todo ios pueblos vecinos. Las yeguas que viven arriba gran parte del año, en plena libertad, recuerdan bastante la jaca navarra, pe­ Este itinerario se mueve por Urbasa y B) K AR S T queña y rústica, cuyos mejores ejemplares proporcionaba Urbasa. Todavía hay algu­ Andía, dos sierras que forman una meseta Las rocas calizas modelan relieves de nos muy apreciables, de Ergoyena -Liza- ondulada y continua, cuya muga se suele formas en disolución, como acanaladuras rraga, Unanua y Torrano- y de las Arnés- tender en el desnivel de Dulanz, en el es­ (lapiaz), simas, depresiones cerradas de coas. En Dorrocotea se agrupan chabolas carpe de la falla. Urbasa y Andía fueron de fondo plano o en embudo (dolinas y uva- de pastores de Araiz, que prefieren estos la Corona navarra y cualquier navarro las), llanuras tapizadas por tierra de descal­ pastos a los de su Aralar. La ovejas lachas puede llevar reses a pastar en ellas. Hoy cificación, fosas tectónicas, cañones, grie­ viven sueltas. El pastor no las vigila, pero son del Estado y el número de cabezas de tas, etc. A este tipo de relieve se le conoce -en su tiem po- las recoge dos veces al día ganado ha descendido. Los corrales de con el nombre de Karst. El agente principal para ordeñarlas. El queso se fabrica en la Goñi y Urdánoz son una ruina silenciosa. de su morfología es el agua. Un macizo misma chabola. Las ovejas rasas, proce­ En Urbasa se levanta el palacio, propiedad kárstico es como una esponja porosa y dentes de la Ribera, pasan cortas tempora­ que fue del marqués de Andía, que nom­ permeable y actúa como almacén de aguas das en Andía, hasta que la cosecha libera braba alcalde con jurisdicción civil y crim i­ o acuífero. La unidad Urbasa-Andía es un los rastrojos. Los pastores acompañan sin nal, al decir de T. Ochoa, quien explica que ejemplo excepcional de karst y de embalse excusa a las reses, que duermen en corra­ «como es un punto tan solitario por ser subterráneo, cuyo lecho impermeable son les. todo bosques y casi intransitable en In­ las margas del Cretácico. Las lluvias y la El escaso suelo de Andía exige lluvias vierno sirve de mucho consuelo a los via­ nieve alimentan ese embalse, que alivia su frecuentes para mantener el verdor. Si el jeros: la gente que habita el palacio es capacidad por los manantiales periféricos: estío muy acusado agosta los pastos, los sumamente propensa a la hospitalidad». Urederra, Arteta, Riezu, etc. Es fácil obser­ rebaños buscan otras hierbas. Hoy Urbasa es más forestal que pastoril, al var algunos de esos fenómenos kárstlcos, revés que Andía, pero no debemos olvidar tal las dolinas, la falta de arroyos, conse­ que en el 1558 las Cortes de Navarra prohi­ cuencia de la rápida infiltración de las bieron roturar estos montes. aguas de lluvia (unos 1.500 mm2), y la esca­ sez de fuentes.

C) VEGETACION DE LOS RASOS El manto original fueron las hayas, pero la acción humana convirtió desde muy an­ tiguo los bosques en pastizales -hoy más abundantes en Andía- para el ganado do­ méstico. La deforestación no ha sido ab­ soluta: intencionadamente se conservan rodales más lozanos en las vallonadas: ha­ yas, arces y sobre todo espinos blancos salpican los pastos. En la avifauna destacan los colirrojos tizones, collalba gris y bisbita alpino, pequeño pájaro discreto de tonos, 4 que se eleva cantando y se lanza -com o si confiara en un paracaídas- para terminar su gorjeo en una roca o en lo alto de un arbusti lio.

CHOVAS - BELATXINGAK (Pyrrhocorax ESPINO ALBAR O BLANCO; MAJUELO - A) FALLA DE LIZARRAGA O DE ZUMBELZ D) T X IM U A pyrrhocorax, P. Graculus) ELORRI ZURI (Crataegus monogyna) Falla es en geología una fractura del te­ Las simas, como queda dicho, son uno Las chovas piquirroja y piquigualda, de la La disposición de los espinos en Zalbide, rreno con desplazamiento recíproco de los de los fenómenos característicos del karst y familia de los córvidos, son acaso las espe­ aislados y en grupos,> es curiosa: si cerrá­ bloques de rocas a lo largo de una superfi­ abundan en Urbasa y Andía. Esta de Txi- cies más características de las que pueden semos los ojos y sustituyéramos ovejas y cie o plano de falla, que puede ser hori­ mua, al comenzar el descenso hacia Zal- observarse en este paseo. La chova piqui­ yeguas por cebras y antílopes, creeríamos zontal, vertical u oblicuo. Urbasa y Andía bide, en Bertokosa, es una gruta con en­ rroja mide 35-39 cm. de longitud, luce plu­ estar en la sabana africana. El espino es un constituyen una meseta sinclinal -valle es­ trada vertical de 2 0 m. y recorrido inclinado maje negro lustroso, pico curvado y patas arbusto o arbustillo de las rosáceas, que tructural- con una serie de fallas, sobre con dos grandes salas, en una de las cuales rojo vivo, vuela ágil con picados frecuentes alcanzan los 1 0 m., común en linderos de todo en la parte E. La que llamamos falla de suele formarse un gran lago subterráneo. y ascensiones planeadas y habita en agu­ bosques, cultivado en setos. Tiene hojas Zumbelz o de Lizarraga va desde San Tximua -Na-317/114 en el Catálogo Espe- jeros y grietas de roquedos, donde cría 3-4 muy variables, de 3-7 lóbulos, y espinas Adrián de Ergoyena hasta Abárzuza, por leológico de Príncipe de Viana- está cu­ pollos tras 17-23 días de incubación. Su punzantes de 1-2 cm. Florece en abril- Zumbelz e Iranzu, y señala el límite entre las bierta y cerrada para evitar deterioro y reclamo es vibrante y frecuente. Devora in­ mayo, y las flores blancas y abundantes dos sierras. contaminaciones. sectos, gusanos, caracoles y a veces semi­ muestran cinco pistilos y un solo estilo. Los llas. Sedentarias, se distribuyen por áreas frutos, rojizos, pequeños, dulzones, madu­ montañosas de la Península Ibérica, Ir­ ros en septiembre-octubre, son las «man- landa, costas de Gran Bretaña, Alpes, Cer- zanicas de pastor» que los pájaros buscan y deña, Grecia e Italia del Sur. Vive en todo el comen ávidos. El espino blanco adquiere Navarra, pero aquí, en los acantilados de en Andía su mayor desarrollo y allá se reú­ Andía hacia los valles, acaso alcance su nen grandes bandas de túrdidos (malviz, mayor densidad. La chova piquigualda es mirlo, zorzal real) atraídos por las manzani- de dimensiones y formas parejas a la ante­ cas. Especie espontánea y muy común en rior, incluso las patas rojas, pero el pico es Europa, en Navarra es común en cualquier corto y amarillo, el reclamo es agudo y son lugar, pero más abundante en la Montaña. más silenciosas. Vive en grandes grupos Aquí se presenta asociada con otras espe­ que en invierno forman bandos inmensos. cies -haya, arce-, sin duda porque los ga­ Cría en simas y cuevas, donde instala gran­ nados, que consumen brinzales de árboles, des nidos para 3-5 huevos que incuba 18-19 respetan los que crecen protegidos por las días, en una sola puesta anual. Vuelo ágil y espinas de este arbusto. acrobático en escuadrillas coordinadas. Especie típica de montaña, se distribuye por la Cordillera Cantábrica, Pirineo, Alpes y montañas balcánicas; en Navarra sólo vive en el alto Roncal, montes de Baztán, Aralar y Urbasa-Andía. Es frecuente verlas en grupos mixtos por las praderas, a la busca de alimento, a pie, y que las más rezagadas remonten un corto vuelo para colocarse en primera línea. Puente de Gallipienzo. Se cruza el Aragón.

© Cruce viejo camino a Carcastilio, aguas abajo por orilla izquierda del río.

(?) Bifurcación: a la izquierda, el camino sube en zigzag; luego, por el fondo de la vaguada, junto a pinos; el camino arreglado por trabajos de repoblación. (5) Collado. El camino baja a! SO, entre antiguos campos y monte. (?) Cambio de dirección junto a Corral de Tomás Pérez. ( 5) Corral, rodeado de campos cultivados, que bordeamos en dirección SO. Corral. El camino gira y confluye con el de Carcastilio, que volvemos a hacer contra la corriente, hasta Q ju n to al puente.

1 2 3 4 5 6 7 8 1/2 Km. 36. Gallipienzo Epoca no recomendada: Verano.

Gallipienzo, lugar de difícil etimología, en y el puente románico, necesitado de res­ el valle de , entre Abaiz, Ayesa, Car- tauración, testimonian el pasado del en­ castillo, Cáseda y Ujué, es un buen ejemplo clave. de pueblo defensivo, clavado sobre el ba­ El paseo discurre en un ambiente medi­ rranco del Aragón. El pasillo de este río fue terráneo, asentado sobre sustrato geoló­ el preferido por invasores que desde el gico de areniscas, arcillas y limos, en los Ebro lo remontaban hasta Sangüesa y Lié- que, por ser más duros, resaltan los estra­ dena para buscar después el corredor de tos de conglomerados y areniscas del Oli- Lumbier e hacia Pamplona. Así goceno y del Mioceno (Terciario). La plu­ lo h izo A b d a l-R a h m á n III en el a ñ o 924. El viometría ronda los 600 mm2, con verano emplazamiento del pueblo puede parecer- seco. La primavera trae días templados. El nos hoy curioso, pero no es arbitrario: paisaje, duro y desolado, traduce la degra­ guarda un paso importante en estas tierras dación impuesta por la explotación abusiva de la Navarra Media, ricas en los tres culti­ de los recursos, pero muestra acaso los vos mediterráneos -trigo, viña, olivo- y mejores ejemplos de maquia mediterránea. acaso por eso tan romanizadas. Las ermitas SABINA NEGRA (Juniperus phoemcea) ABEJARUCO' (Merops apiaster) Arbusto o arbustlllo de las Cupresáceas Ave de 28 cm. de longitud, de vivos co­ -cipreses, tejos y enebros-, puede llegar a lores, pico largo y rectrices centrales que los 5 m. de altura. Hojas perennes en forma sobresalen del resto de la cola, vive en de escamas tiangulares pegadas a las ra­ colonias y se posa en cables y ramas desta­ mas. El tronco, corto y sobre un potente cadas. Vuela rápido con planeos y grita sin sistema de raíces, se ramifica enseguida. cesar. Consume avispas, abejas y otros in­ Florece a finales del invierno o principios sectos similares. Nidifica en un largo túnel de primavera. Los gálbulos o falsas bayas excavado en taludes terrosos o suelos de de 8-14 mm. de diámetro maduran en el arena, a menudo a orillas de ríos, y cría 4-6 segundo año y son rojo-oscuros. El follaje pollos tras incubar los huevos 17-20 días. es verde oscuro y el porte, cónico. Especie Su distribución europea es mediterránea. típica mediterránea, de lugares secos, so­ Emigra a Africa al morir el verano y retorna porta bien el calor, los fríos y los vientos. en primavera. En Navarra ocupa las tierras No tiene aprovechamiento económico, del S., y está en expansión: por el Aragón y aunque en otros lugares, en que desarrolla el Irati ha llegado a la zona de Lumbier. En más, se utiliza en carpintería y como com­ Gallipienzo, en las márgenes del río, hay bustible. En Navarra es espontánea en la una buena colonia, con los nidos dispersos. mitad meridional y al N., en áreas secas o con escaso suelo. Los sabinares pasan por montes protectores, en dunas, suelos ári­ dos o livianos, en que otras especies no p ro s p e ra n .

C) ROQUEDOS D) REPOBLACIONES DE PINOS En las paredes rocosas, de areniscas y En bancales que escalonan las sierras de conglomerados nidifican los buitres comu­ Peña y de Ujué, las repoblaciones de pino nes, reunidos en la colonia de cría más ofrecen en los primeros años aspecto de­ meridional de Navarra y cuyos individuos solado; luego se extiende la garriga y, al fin, deben de desplazarse hacia la Ribera cuando los pinos crecen, el manto vegetal cuando las ovejas montañesas bajan allá; viste el paisaje. En los alrededores de Galli­ los cuervos; también permanentes, pero pienzo las repoblaciones han utilizado el más difíciles de ver son el gran duque o pino carrasco (Pinus halepensis), autóctono buho real; cernícalos y grajillas son fre­ y del que se ven algunos ejemplares, acaso A) EL MATORRAL MEDITERRANEO. B) RIO ARAGON cuentes a lo largo del año; en época estival, espontáneos. La repoblaciones, imprescin­ En principio, la zona debió de estar cu­ Es el más caudaloso e importante para el el alimoche; el avión roquero sólo se au­ dibles para proteger los montes carentes de bierta por un bosque de planifolios peren­ ecólogo, después del Ebro. En Gallipienzo senta en lo más crudo del invierno y enton­ vegetación, son discutibles cuando sustitu­ nes, dominado por la carrasca (Q u e rc u s avanza entre sotos de aliso, fresno de hoja ces puede verse al treparriscos; el roquero yen a los bosques autóctonos. Las repobla­ ilex rotundifolia). La degradación -talas, estrecha, sauce blanco y otros, olmo, cho­ solitario o mirlo azul macho, de brillante ciones de distinta edad en torno a Galli­ incendios, roturaciones, pastoreo incle­ pos, álamos, arces, con carrizales en las color azul metálico -la hembra es parda- pienzo muestran masas bien adaptadas. mente- hace que el bosque se torne ma- orillas remansadas y cañaverales en las canta en primavera sobre las rocas o en quia y garriga. Maquia es el matorral denso, márgenes. La fauna acuática la componen vuelo. La fuina y la gineta también buscan con arbustos que no crecen más de 2-3 m., seis especies: madrilla (Chondrostoma to- refugio en los roquedos, aunque sus an­ y puede ser un ecosistema casi estable, si x o s to m a ) que es la más abundante; trucha danzas nocturnas les alejen de ellos. tiene una explotación antròpica que le im­ común, barbo común, barbo de montaña, pida evolucionar al bosque original. La ga­ locha, chipa. También puede observarse rriga es matorral más bajo, con arbustos galápago, desconocido para muchos nava­ más espaciados y estrato herbáceo, que rros. puede evolucionar hacia maquia o degra­ Entre las aves citaremos fochas, carrice- darse hasta ser pastizal o dejar desnudo el ros y ansarones, garza real -frecuente suelo. En Gallipienzo quedan retales del cerca de la presa- pescadora en aguas so­ bosque primitivo, buenas áreas de maquia y meras; milanos negros en primavera; mila­ abundantes ejemplos de garriga. gros reales sobrevuelan avizores las aguas; Forman la maquia pequeñas plantas de y tres especies de vivos colores: Martín carrasca, abundante coscoja, lentisco, la- pescador, que cría en taludes terrosos de la biérnago, madroño, sabina, durillo, enebro orilla y pesca en la corriente; abejaruco y de la miera, boj como influencia pirenaica, abubilla, nidificante en los cercanos oliva­ romero. La garriga -que viste gran parte de res. las estribaciones de la sierra de Ujué hasta Gallipienzo-, tiene sabinas, romeros, tom i­ llo, espliego, jaras diversas, las aliagas en­ tre las que descuella la estepa o jaguarzo b la n c o . El pájaro característico de la garriga es la curruca rabilarga, pequeña y nerviosa, que tras cantar desde la punta de un arbusto se zambulle en la maraña. Entre los reptiles hay que citar la lagartija colilarga y la mayor de nuestras culebras, la bastarda. □ Betelu. Carretera a Arriba y Atallo. ® Bifurcación: a la izquierda; baja algo. © Carretera a Azcárate. ® Caserío Beloki aundi. Pista con curvas amplias. © A los 600 m., pista a la izquierda, junto a curva cerrada. ® Uztegui. Se atraviesa hasta la carretera © Caserío Gorostieta, en el fondo del valle. Camino que salva la regata. ® Caserío Sarola: se deja la carretera, y por el atajo pendiente que arranca tras salvar la regata, hasta © Bifurcación: a la derecha. El camino sube por un bosquete descuidado hasta una curva, con nueva bifurcación a la izquierda entre pinos jóvenes hasta ® Gainza. J u n to a las primeras casas, pista, pendiente al S. © Cruce de caminos: el de la derecha que, hundido entre herbales, sube hasta un ® Bifurcación: pista a la derecha nuevo Cruce: a la izquierda, hacia NE. © Cruce: a la derecha. ® En revuelta cerrada, junto a caserío, se toma a la derecha. El camino baja, cruza © Curva de la carretera. Se toma atajo. una vaguada y sube al © Reencuentro con la carretera a Azcárate. <§) Caserío Marticonea. Camino entre praderas. © Junto a la iglesia, camino cuesta abajo, en dirección SO. Camino bien marcado, hundido entre castaños, al S. @ ® Salvada una regata, cruce de caminos: el de la izquierda que baja más, entre pinos, Bifurcación junto a pinos, erguidos a la derecha. Se sigue a la izquierda. Helechales. y sale a praderas, por las que se llega a Frente a bosquete de fresnos y ermita de Santa Cruz, el camino desciende a Caserío Beraza. Por pista a (§> Grupo de caseríos de Bustintza. La pista y la carretera salen 300 m. más abajo de la ® Caserío Zulueta. Pista por la loma. ® Iglesia de Inza. De ahí a Betelu, por carretera. ® Bifurcación: a la izquierda 37. Araiz Epoca recomendada: Cualquiera.

El valle de Araiz geográfico no coincide Las ovejas son lachas, variedad de cara con el administrativo. Este comprende los rubia y sin cuernos. Pastan en la meseta de concejos de Arriba, Atallo, Azcárate, Aralar durante el verano y bajan a finales de Gainza, Inza y Uztegui. El Araiz geográfico, octubre a las praderas cercanas a los pue­ además de esos pueblos, engloba a Erraz- blos. Tras una corta temporada, viajan de quin (perteneciente a Larráun) y a Betelu. nuevo a las tierras de Guipúzcoa y aun de Situado al pie del circo formado por las Laburdi, en que pasan el invierno. Esa corta Malloas de Aralar, con un clima muy llu­ estancia en Araiz se repite en primavera, vioso -1.600/1.900 mm/m2- y sin grandes antes de subir a la sierra alrededor de la fríos -aunque la nieve invernal blanquea la fiesta de San Marcos. También pueden sierra-, Araiz es un paisaje de praderas de verse algunas yeguas, que recuerdan bas­ siega siempre verdes, con campos de na­ tante a las típicas jacas navarras, invernan­ bos y maizales, más las huertas familiares, tes en Araiz. conformado por la ganadería ovina. La ve­ La población, como en los valles de la getación original estaría dominada en el vertiente cantábrica, vive en dispersos ca­ fondo del valle por el robledal y por el seríos, cuyo caso extremo pudiera ser Az­ hayedo en las laderas y altos de la sierra. A cárate. Los edificios, sólidos, sin grandes la vista salta la evidente deforestación im­ aleros, se abren en pequeñas ventanas en­ puesta desde el Eneolítico; los numerosos marcadas por piedras de sillería. Araiz ha dólmenes de Aralar-el área más densa del sido también el nombre tradicional del río País Vasco- demuestran la antigüedad Araxes que nace al pie del Elosta y rinde pastoril de la zona. Esta actividad necesi­ aguas al Oria. taba el complemento de los valles circun­ dantes, entre ellos Araiz.

C) FRESNO COMUN - LIZARRA (F ra x in u s e x c e ls io r) Arbol mediano, de la familia de las oleá­ ceas, como el olivo. Si crece espontáneo tiene el tronco recto y cilindrico, vestido de corteza agrietada, con pocas ramas y copa ovalada. Las hojas son compuestas, opuestas, con 9-13 folios lanceolados y sentados, de verde intenso, y borde ase­ rrado. Las yemas, negruzcas. Florece en primavera con flores dioicas. Las sámaras maduran en otoño. Crece natural en orillas de ríos, vaguadas, zonas húmedas; prefiere suelos profundos y sustrato calizo. Forma grupos con abedules, arces, álamo temblón y alisos. Su madera, dura y elástica, se busca para mangos de herramientas y tor­ nería; su leña es de gran calidad para car­ boneo y combustible. Su distribución en Europa es casi total -soporta grandes fríos- y en Navarra abunda en la zona húmeda y llega hasta la GALFORRO (ratonero común) — SAPELATZ (B u fe o b u te o ) A) BOSQUETES DE ROBLES B) LAS MALLOAS media como árbol casi siempre plantado: lindes de campos, junto a caseríos, bordes Ave rapaz, de las Arcipitridae, una de las Reliquias del gran bosque que cubrió el La tradición quiere que se llamen así las más abundantes en los paisajes semiabier- valle, los rodales y árboles sueltos ocupan praderas colgadas sobre Araiz, pero hoy el de carreteras y caminos, y, en grupo, en tos de la Navarra húmeda del NO. Longitud, pendientes, barrancos y pastizales y hele­ nombre se aplica, por extensión a todo el torno a ermitas y chabolas. Estos fresnos 50-55 cm.; envergadura, 140 cm., aproxi­ chales sobre los cultivos. Domina el roble circo que Aralar abre sobre el valle. Las cultivados son trasmochos: los podan cada madamente; dorso marrón uniforme, partes (Quercus robur), en ejemplares bravos o Malloas forman parte de los comunales de año, las varas sirven como tutores hortela­ inferiores más claras, en blanco y marrón, trasmochos, y hay también castaños, robles Araiz y de Betelu. Las praderas estaban nos de las alubias y el follaje para alimenta­ ción de ovejas y vacas. con alas casi negras y estrechas franjas americanos más otras especies menores, vedadas al ganado durante primavera y ve­ oscuras en la cola. Los galforros invernan­ que bordean las numerosas regatas. Entre rano, época en que los segalaris -a veces tes, procedentes de la Europa septentrio­ éstas, las más típicas de los bosques gale­ atados, para poder trabajar en la pen­ nal, suelen ser más claros en pecho y vien­ ría: alisos, sauces, fresnos y chopos forman diente- cortaban a guadaña la hierba que, tre. En pleno vuelo -también se ciernen- masas boscosas cerradas. Todos esos bos­ seca y en fajos, se deslizaba por cables de lanzan un grito agudo, como un maullido. quetes son ricos en fauna. Destacan aves acero hasta el caserío o sus inmediaciones. Consume ratones, ratas, musarañas, cule­ como arrendajos, corneja, zorzal charlo, Hasta hace unos años había decenas de bras, anfibios y también insectos y lombri­ malviz, mirlo, pinzón, camachuelo, mos­ maromas en la Malloa, pero esta recogida ces; a veces, algún pajarillo. Apáticos e quiteros y currucas. Los lirones se instalan de heno es casi mero recuerdo. En cual­ indolentes, matan largas horas posados en y ocultan en los agujeros de los robles quier caso, tanto si se ha segado como si ío alto de un árbol, de una «meta» o de un viejos. En el sotobosque enmarañado tie­ no, las ovejas pueden pastar en las laderas poste, al acecho de presas en praderas, nen refugio seguro la liebre, el zorro y el al final del verano. pastizales y bordes del bosque. Construyen te jó n . Bajo las Malloas, una serie de acantilados rocosos forma un escalón salpicado de ár­ un gran nido con ramas secas, casi siempre boles dispersos. Ahí reside una colonia pe­ en árbol y alguna vez en acantilados roco­ queña de buitres. También pueden obser­ sos y crían 3-4 pollos durante la primavera. varse chovas, cuervo común, alimoche, En Araiz es fácil verlo. Cría al pie de las cernícalo, y halcón común, entre otras es­ Malloas, y también en sus roquedos. Se distribuye por la mayor parte de Europa. pecies.

, \ '# Besolla

Ermita de San Pedro

de Celigueta

tzánoz

lita de San Pedrff Márti^ Induráin :¡n (Jbargoiti)

^bín zar

Aldunate Nardués

□ Alto de Lo iti. Pista que sube al NO. Bifurcación: a la izquierda. © Collado. Muga de Olaz (Lumbier) e Ibargoiti. La pista sigue al NE por el bosque © Bifurcación: por la derecha, sobre la izquierda del arroyo. © Cruce de pequeño barranco, junto a fresnos: pista hacia NO, a Besolla. Desolado de Muguetajarra (Unciti). Camino neto al S ., por monte despoblado. © Besolla. Caminó al NE. Señorío de Celigueta. Camino al O. © Bifurcación. A la izquierda. © Torre de Celigueta. © Brusco giro hacia el O. del camino en campo antiguo abierto entre el arbolado. © Se cruza el arroyo, en dirección S., entre campos. © Nuevo recodo, al borde de otro campo abandonado. El camino se adentra en el bosque. Cierre de alambre de espino. © Cruce del arroyo. Salida a campos. © Balsa de Celigueta. Camino sobre el dique. Sale a carretera a Celigueta, en dirección S. © Entronque con la pista Celigueta-Gerguitiáin. © Collado. Se deja la carretera y , por el camino que bordea El Chaparral, junto a pastizales recientes, se llega al collado (7 ) , y por la pista, a Q © Guerguitiáin (Izagaondoa). Pista a Induráin. Se deja la pista. Camino por la izquierda del regacho. ©

OKms. 1234 56 7 8 9 10 11 12 Kms. 38. Besolla Epoca recomendada: Primavera, otoño.

El paseo discurre por valles amplios so­ bre sustratos de margas y areniscas del Eoceno y del Oligoceno (Terciario). Al O., los conglomerados de Izaga originaron re­ lieves abruptos, con farallones rocosos y fuertes desniveles. Las influencias climáti­ cas son cantábricas, mediterráneas y pire­ naicas; las lluvias (800-1.000 mm/m2) posi­ bilitan una vegetación de carácter mixto. Es tierra despoblada. Pero el despobla­ miento no es de este siglo sólo. El itinerario roza Olaz, que es término de Lumbier, y discurre por parajes de Ibargoiti, Izagaon- doa y Unciti. La lista de desolados históri­ cos de estos tres valles es vieja y larga. SERBAL SILVESTRE-MASPILLA (S o rb u s Citemos un solo caso: Muguetajarra, pue­ torminalis) blo que los documentos medievales llaman Arbol de porte mediano. No forma bos­ Mugueta, sin confusión posible con el de ques: salpica los bosques de la Navarra Lónguida. En 1366 Muguetajarra tenía un Media. Perteneciente a la familia de las Ro- fuego. En 1534 va incluido entre los despo­ sáceas, sus hojas, de bordes aserrados y blados y lo explotaban los de Alzórriz. Pero lóbulos triangulares (palmatilobuladas) re­ volvió a tener habitantes. Madoz consigna cuerdan las de los arces. Florece en mayo, «el despoblado de Muguetajarra, ignorán­ con flores blancas en corimbo; los frutos, dose la causa y época de su desaparición; que maduran en septiembre y octubre, de las ruinas de una ermita y un elevado to­ un cm. de diámetro, son comestibles rreón, cuyas troneras y fábrica indican ha­ A) BOSQUE MIXTO DE BESOLLA B) REPOBLACIONES DE PINOS cuando están «pasados» y han tenido apli­ ber servido de fuerte en tiempos antiguos». caciones en medicina popular. La madera Bosque de árboles no muy grandes, va­ Las repoblaciones artificiales de pinos En 1897, sin embargo, sufrió un incendio es apreciada para mangos de herramientas, riado en especies y de gran naturalidad, intentan remediar pasadas deforestaciones. nocturno -el periódico le llama caserío Mu- tornería y tallado en países en que crece que hasta hace pocos años cubría toda la Izánoz, pueblo de Izagaondoa, al NE de guerajano-, del que «se salvaron inquilinos, más. En Navarra, generalmente, no pasa de umbría de la ladera hasta el Este de Besolla Muguetajarra, que es Unciti, fue abando­ ganados y la mayor parte de los aperos». arbustillo. Su distribución en Europa ex­ desde el cruce de Izco-Celigueta. La parte nado hace menos de medio siglo. Aún que­ Hoy vuelve a estar deshabitado y la iglesia cluye el Norte. alta, correspondiente al señorío, fue talada dan en pie algunas casas. La Diputación románica de San Pedro Mártir muestra la y convertida en pastizal. Las especies ar­ Foral, propietaria del término, lo repobló de bóveda agrietada. La presión humana su­ bóreas dominantes son los quejigos, robles pinos, que hoy ofrecen una buena mancha. frida por estas tierras hace siglos, cuando peludos, con híbridos de ambos, más una Algo parecido ha sucedido no hace mucho el Reino de Navarra terminaba en los con­ creciente presencia de pino royo o albar. con algunas laderas de Guerguitiáin y Cell- trafuertes sobre la Ribera, es visible toda­ Entre ellos surgen los serbales de los paja­ gueta. La especie escogida, es el pino lari­ vía. Los bosques sufrieron una intensa de­ reros y silvestres, el arce común, el illón. En c io (Pinus nigra). Tales repoblaciones tie­ gradación y las tierras de cultivo subían por el estrato arbustivo domina el boj entre los nen un limitado interés ecológico. No obs­ las laderas. enebros y la curronera. Abundan las plantas tante, a pocos años de la plantación, pue­ Aun así, quedan buenas muestras del trepadoras: hiedra y madreselvas. No falta den ser un buen refugio para la fauna y es bosque natural, con especies vegetales y el estrato herbáceo, porque es un bosque el hábitat que prefieren para nidificar los animales interesantes y la despoblación relativamente claro, que deja pasar la luz. aguiluchos cenizo y pálido. actual favorece la regeneración natural, que También puede verse la bufalaga navarra. es lenta pero evidente. La vegetación origi­ Por las ramas salta alguna que otra ardilla y C) RESTOS DE ROBLEDAL-QUEJIGAL nal estaría dominada por quejigos y robles en el bosque se refugian zorros, tajudos, peludos, sobre los que en las altas umbrías Se pueden apreciar en el camino de Mu­ fuinas y gatos monteses. Milanos, ratone­ asomaban las hayas. Algunas choperas con guetajarra a Celigueta y, en especial, bajo ros, águila calzada, mirlo común, diversos varias especies de sauces y con fresnos de los cantiles de Izaga. En los pacos altos a párldos, pitos, agateador, pinzón, etc. son hoja estrecha bordean las regatas de curso los quejigos y robles se añaden algunos las principales especies observables. intermitente. Los campos llecos se cubren rodales de hayas. Hay ejemplares de buen de ollagas, espinos blancos o gurrillón y porte, aun con troncos retorcidos y nudo­ pacharán o espino negro. También el pino sos, que se hermanan en bosquetes con royo invade estos campos. En general abundancia de boj. En ellos y/o en los agu­ ARDILLA - KATAGORRI (Sciurus vulgaris) jeros de los troncos se guarecen animales puede decirse que la vegetación tiende a Roedor, popularizado por fotografías, variados: zorro, tajudo, jabalí, gato montés, recuperar, en etapas seriales, el ecosistema cuentos y dibujos, que pocos han obser­ gineta y fuina, ésta favorecida por el en­ forestal primitivo. vado en libertad. De color rojizo, muy varia­ torno rocoso. Entre las aves, abunda el ble, con pelos enhiestos en las orejas y arrendajo, mirlo común, zorzal charlo y vientre blanco; longitud de cabeza-cuerpo, aparece el alcotán que anida aquí, aunque 20-28 cm.; cola, poblada, 14-24 cm.; peso caza fuera del bosque. Y procedentes de 230-400 gr. Consume semillas, bayas, fru­ los farallones aledaños de Izaga pueden tos y no desdeña invertebrados que cap­ observarse buitres, que tiene aquí una de tura; también pollos de pájaros que sor­ las mayores colonias de Navarra; alimo­ prende en los nidos. Busca la comida en el ches, halcón común, cernícalo, chovas, suelo o en los árboles, a los que trepa a la avión roquero e incluso la majestuosa menor señal de peligro. Diurna, es posible águila real. verla si se camina con suavidad y en silen­ cio, en bosques querenciosos, al amanecer D) BALSA DE CELIGUETA y a la tardeada. Suelen construir grandes Es artificial y aprovecha el fondo imper­ nidos redondeados, con agujero de en­ meable de las margas. Pero los años han trada, en ramas delgadas de los árboles. hecho que crezca la vegetación acuática Crían 3-4 pequeños, en abril-mayo, tras una que ha atraído a especies ligadas a este gestación de 46 días. A los tres meses son biotopo. Su vegetación palustre se presenta independientes. En Navarra son sedentarias dominada por carrizos y surgen también aunque la maduración de los frutos les espadañas y juncos. El alga fétida cubre las pueda imponer pequeños desplazamientos, zonas permanentemente Inundadas. En las que se conocen como «pasa de las ardi­ praderas que circundan la balsa las mentas llas». Vive en la Navarra montañosa, en se mezclan con Teucrium scordidiodes. Las bosques mixtos y aun en pinares; aborrece fochas son inquilinos permanentes de la los carrascales y encinares y, por supuesto, balsa en la que crían. En época invernal las áreas despejadas. Los últimos años han aparecen azulones. Algunos anfibios esco­ inflingido duro castigo a su densidad, que gen el enclave para su reproducción: sapos ha bajado mucho. común y corredor, más rana verde y trito­ nes. Azpíroz-Gorriti 39

8 Km.

©orriti

AtaVo jUrfíba (Araiz) Monte Betelu Lezswta VZpifOZ

Echani Albiasu ^ecumberri Errazquifi

Baráibar

Azpiroz

C3 Azpiroz. Camino llano, al NO, que parte de la zona alta del pueblo. © Bifurcación, en una revuelta entre fresnos: a la izquierda, camino encajado, hacia el SE., entre helechos y grupos de hayas hasta el © A poco de salir del núcleo, bifurcación: ramal de abajo. Camino carretil. (5) Bifurcación, señalada por un pino: camino hacia abajo. Collado, junto a pradera cercada. El camino sigue hasta I (JO ) © Bifurcación: camino de arriba, llano, que bordea pradera cercada y enfila al N NO, Cierre de espino entre Gorriti y Huici. Puerta. Camino al E. en la ladera izquierda del barranco. (íl) Borda entre fresnos, cercana a la

© Puerta de hierro, muga de Azpiroz y Gorriti. Ondula entre túnel de avellanos y © Ermita de Sta. Cruz. Camino entre praderas y sendero al S-SO, pendiente, entre desemboca entre praderas a la vista de dolinas y sombreado por el hayedo hasta

© Gorriti. Carretera cuesta arriba, hasta ® Alambrada entre Huici y Azpiroz. El sendero zigzaguea y se derrumba hacia Azpiroz © Km. 4,100: a la derecha, camino amplio, entre fresnos. © Ruinas de borda en una revuelta. © Bifurcación: a la izquierda y hacia arriba: tras cruzar entre pastizales y praderas (í§) Borda-henil. El camino carretil lleva a Azpiroz. cercadas, se zambulle en masa de arbolado.

0 Kms. 8 Kms. 39. Azpiroz-Gorriti E) H A YE D O Es -com o va dicho- reliquia de la vegeta­ Epoca recomendada: ción primitiva. Son bosquetes y árboles Cualquiera, excepto invierno. sueltos. En general, ejemplares trasmo­ chos, gruesos de tronco, con frecuencia huecos y de corto valor maderero. La ex­ El paisaje se asienta sobre calizas y mar­ plotación de las hayas trasmochas se basa gas secundarias (Jurásico y Cretácico), en la creencia de que producen más leña, continuación de las que asoman en las Ma­ por cortar las ramas nacidas del corto tallo. lloas de Aralar, en frente. Las lluvias, fre­ cuentes y abundantes -1.600/1.800 litros por m2-, con nieves invernales regulares, favorecen la presencia de un tapiz vegetal continuo que evita graves problemas de erosión. En el fondo del valle, la falta de arbolado se traduce en corrimiento.s de tie­ rras. La vegetación primigenia estaría for­ mada, sobre todo, por hayas, con algunos enclaves de roble cerca de Azpiroz y de Gorriti. La intervención humana ha alterado esa distribución. Quien desee extender el paseo puede su­ bir desde Gorriti a la ermita de Santa Bár­ bara, que ofrece bellas vistas sobre el Valle de Araiz y el Gohierri guipuzcoano.

D) BOCAGE DE GORRITI Bocage, palabra francesa, designa el pai­ F) MIRLO COMUN - ZOZOA (Turdus me- saje de campos separados por setos vivos ru la ) de arbustos y árboles. Los campos forman Pájaro originalmente forestal y muy es­ quivo, que, adaptado a los cambios intro­ B) FORMACION DE DOLINA retículo. Es lo contrario del «openfield» o campo abierto, cuyos espacios cultivados ducidos por el hombre, es rural y a veces Las dolinas son uno de los fenómenos se suceden sin interrupción. El bocage es ciudadano. Muy abundante a lo largo de geológicos de áreas calizas kársticas. Son habitual en gran parte de Europa y lo ha este paseo. Tiene 25 cm. de longitud, pico zonas deprimidas, de 2 a 500 m. de diáme­ sido en la Navarra húmeda. Las laderas del amarillo el macho y pardo oscuro la hem­ tro y profundidad de 1 a 300 m. En general Elosta, hacia Gorriti, son un buen ejemplo. bra. Vive en zonas semiabiertas, y en bos­ no superan los 50 m. de diámetro. De Go­ Los setos son de avellano, espino blanco, ques. Fácil de reconocer por su grito alar­ rriti a Santa Cruz y de ésta al puerto sobre arces y fresnos que delimitan los praderíos mado, metálico y entrecortado. El canto Azpiroz, el paseante encuentra varios ejem­ de siega. Cuando los campos tienen 2-4 aflautado del macho se puede oir de in­ plos, más fácil de observar los que no están Has. y los setos son suficientemente altos, vierno hasta media primavera. Devora in­ cubiertos de arbolado sino rasos: el prado son apreciables las ventajas agronómicas: sectos, lombrices, bayas, manzanas en cuya interior es más verde que el circundante. disminuyen los vientos y aumentan las co­ busca recorre a brincos campos, praderas y Esto se debe a la mayor profundidad del sechas, los ganados tienen sombra a su huertas. Cría 3-5 pollos, una o dos veces en suelo, que se acumula por la disolución de alcance y el terreno goza de una mejor primavera. Especie precoz, sitúa el nido a la caliza, y al aporte de agua. En muchos regulación hídrica. Además, sirven de refu­ baja altura en arbusto, zarza o tapia. En casos, las dolinas, festoneadas por fresnos, gio a numerosas especies silvestres. En el Navarra-está presente y cría en todo el te­ arbustos o cercas, son islotes privados en de Gorriti, entre las aves, abundantes, des­ rritorio, más abundante en zona húmeda, medio de un comunal. Se privatiza lo mejor tacan el pinzón, escribano cerillo, malviz, pero no en áreas despejadas. Aquí es se­ y lo menos bueno queda para la colectivi­ verderón, cardelina, curruca capirotada y dentario, pero llegan refuerzos en época de dad. m irlo . migración. Cría en casi toda Europa. A) AVELLANO-URRITZA (urra - avellana). C o ry lu s a v e lla n a L. C) HELECHALES Y PASTIZALES Arbusto o arbustillo de 3 a 10 m , de la No es ésta la vegetación original, sino familia de las Betuláceas. En general, crece fruto de la intervención humana sobre los en forma arbustiva, con numerosos tallos o bosques primeros. Los pastizales, con fre­ brotes desde el suelo. Hojas simples, alter­ cuencia muy antiguos, prehistóricos, res­ nas, anchas, redondeadas, de borde ase­ ponden a la necesidad ganadera de pastos, rrado, algo acorazonadas en la base, áspe­ para cuya consecución el hombre taló o ras al tacto, con pelillos -en especial, en el quemó los árboles. La hierba, crecida gra­ h: envés. Desarrollan en abril-mayo y caen en cias al aumento de la luminosidad que su­ W -O noviembre. Flores monoicas -masculinas, pone la desaparición de la cobertura arbó­ separadas de las femeninas-, que brotan en rea, servía a ovejas, yeguas y vacas adapta­ ,XÁÍ invierno, de enero a abril y fructifican en las das a este pastoreo. Pero el embasteci- avellanas, maduras de agosto a octubre. El miento de los pastizales por falta de presión avellano tiene una amplia distribución eu­ ganadera o por pastar a destiempo, pro­ ropea y en Navarra se da, sobre todo, en voca el crecimiento de los helechos que a zona húmeda y montañosa. Es frecuente en veces visten grandes superficies. El helecho í t * > W el sotobosque de frondosas y abunda en las c o m ú n (Pterides aquilinum), iratzea o /nT<"v! orillas de los ríos. No da madera utillzable, iñastorra, tiene tallos subterráneos o rizo­ r ! r ¿ V Í A pero las varas han sido muy apreciadas mas, que cada año hacen brotar los fron­ i . : ¡ para cestería, cierres y separación de cam­ des, verdes en primavera y ocres y tumba­ { pos, makillas (bastones) y akullus (para dos en otoño. La tradición rural utiliza para azuzar a los bueyes). En cuanto a los frutos, cama del ganado estabulado los helechos, no se explotan variedades cultivadas, pero segados se septiembre-octubre y almace­ muchos animales silvestres aprovechan las nados, a veces en pleno monte, en los típi­ que encuentran. cos almiares o «metas». F) L IE B R E -E R B IA (Lepus capensls pyre- los 2.000 m. de altitud, en el Pirineo. Su El paisaje abierto, salpicado de árboles y n a ic u s H ilz h e im ) actividad principal es nocturna. No cava bosquetes, depara oportunidad de observar Lagomorfo relativamente abundante en el madrigueras -a diferencia del conejo- y se bastantes especies faunísticas. Entre los alto Larráun, se distribuye por la vertiente guarece entre matas o en el bosque. Come mamíferos destaca la liebre y el galforro o cantábrica, parte de Navarra y por el Piri­ hierbas, cortezas y ramitas de plantas leño­ ratonero común, el águila culebrera, bisbita neo. En la Ribera se da otra liebre más sas. De enero a julio saca varias camadas. alpino, tarabilla común y alondra entre las p e q u e ñ a , Lepus capensls granatensis. M a­ La gestación dura 42 días. Practica grandes aves. mífero de patas y orejas largas, cola muy desplazamientos por sendas fijas, lo que Las ovejas lachas y las yeguas -vago re­ corta, color pardo rojizo y vientre blanque­ facilita las batidas de los cazadores con cuerdo de la primitiva jaca navarra- pastan cino. Cabeza más cuerpo miden 50-65 cm. perros especializados. En los últimos tiem­ en semilibertad. Las yeguas buscan las Pesa 3,5-6 kg. Ocupa bordes de bosques, pos ha disminuido mucho y en amplias zo­ bordas semiderruidas para pasar la noche o landas, prados y cultivos. Se presenta hasta nas está al borde de la extinción. las horas altas de calor. Pitillas. Calle de Santo Domingo. Pista ancha al NE. (¡O) Cruce. Se puede elegir entre contornear toda la laguna Q o seguir la orilla occi­ (?) Bifurcación: a la derecha, pista ancha. dental QJ

(2 ) Bifurcación a la vista del Corral de Dolomondos, junto a barranco de Valsalada: a la 0 Del cruce 10, se sigue al E-SE, cerca de la valla, y se salvan dos puentes de acequia derecha. B ifurcación: al S, hasta

© Cruce. Se mantiene el camino anterior. ® Cerca de la carretera de , desde donde sin camino muy definido se bordea (?) Barranco del Pozo Pastor. Dirección NE. la laguna hasta el ( 5) Corral de La Matea, en cuyo cruce se cambia de camino: al S. (¡3) Dique, sobre el que el cam ino enfila al N, hasta © Muy cerca, nueva pista que sube a © Encontrar el camino que, tras bordear el agua, llega por la orilla O.

Ermita de Santo Domingo. Se vuelve al camino y al cruce © , hasta □ Del cruce ® , el camino avanza entre campos y la valla que circunda el agua hasta el h ito (14) , desde el que el cam ino llega a (5) Se abandona el camino y se sigue la senda entre lindes de campos, sobre la izquierda de la acequia. ® Cruce en ángulo recto, junto a pequeño olivar, en el que toma dirección O.

Cruce de cam inos: el de S-SO hasta ® Barranco del Pozo Pastor. La pista muere junto a almacén de cereal, junto a la carretera y la población.

©/- / 1 \®a - 370 \ ( 8 ) m e a — 3 6 0 — _ 350 ...... ® : 11 © © ® 340 ...... 0 Kms. 1 10 11 12 13 13,5 Kms. 40. Laguna de Pitillas En otros tiempos, las ovejas pastaban hasta el borde del agua y el carrizo sopor­ Epoca no recomendada: Verano. taba quemas periódicas. La declaración de la reserva y el cierre de la laguna impiden que el ganado y el fuego regulen la vegeta­ ción. Existe el peligro de que ésta invada toda la laguna y no deje superficie de agua La laguna de Pitillas debió de ser, en mica en la futura explotación agrícola. Du­ libre, lo cual sería un grave inconveniente principio, una laguna endorrelca sobre rante unos años, la laguna dejó de serlo, para algunas especies. margas y arcillas miocenas (Terciario tar­ pero no fue campo de cultivo, sino un mal Fauna: No constan las especies de peces dío), con típica vegetación palustre, ro­ pastizal, bajo el que raíces y rizomas sobre­ existentes antes de la desecación de hace deada de carrascales. Las aguas de la balsa vivieron. En 1976 la Diputación Foral tomó una década. Después de cerrar el dique sirvieron desde antiguo para el riego y para la laguna en arriendo por 2 0 años prorro­ (1976), la repoblación fue de carpas y ten­ bebida del ganado. En el año 1348 las gen­ gabas y en 1977 la declaró Refugio de cas -éstas, acaso clandestinas- y las espe­ tes de Pitillas, que llamaban a la balsa Sa- Caza, con un estricto reglamento de pro­ cies verificadas en 1979 eran tencas, madri­ basan, hartas de las multas que los guardas tección. Cerrada la compuerta, las primeras nas y carpas. Las dos primeras, abundan­ del rey les imponían por llevar los ganados lluvias rellenaron el embalse: rebrotaron tes. Las madrillas debieron de remontar el a abrevar, propusieron que ellos se encar­ carrizos, juncos, espadañas y otras plantas canal de desagüe. Entre los anfibios, desta­ garían de guardar el agua y la caza a cam­ acuáticas; se reinstalaron numerosos anfi­ can los sapos común, corredor y partero, bio de que los ganados pudieran beber y de bios, aves, reptiles y mamíferos. Hoy es, de aflautado y monótono canto, y de es­ cuatro cahíces de pan anuales. La reina como antes, un enclave vivo y bullicioso, puelas; los sapillos moteado y pintojo; tri­ Doña Juana lo aceptó. El dique -los pitille- con las variantes estacionales típicas. Una tones; ranita de San Antonio y la abundante En general, Pitillas se presta mejor a los ses dicen «el paredón»- permitió regular el alambrada cierra la zona reservada del tér­ rana verde, cuyo canto es casi tan potente y llamados patos de superficie. Entre las caudal embalsado y agrandó la laguna. Hoy mino de Pitillas; Santacara ubicó en la la­ aburrido como el del carricero tordal. principales especies nidificantes citaremos no se utiliza para riego, pero el dique sub­ guna la reserva obligatoria de su coto. Pero la garza imperial, azulón, aguilucho lagu­ siste. La vegetación marismeña es similar a es de lamentar que el refugio se limita al nero, focha común, carricero tordal, más la que crecería si la balsa careciera de él y embalse, sin orla exterior de protección. La avefría, cigüeñuela y avetoro, cuyo pro­ fuera en todo natural. La laguna se extiende balsa de Pitillas es poco profunda -no más fundo mugido puede escucharse en las en términos comunales de Pitillas y de de dos metros en período de máximo em­ atardeadas y noches de mayo. En invierno, Santacara. Al final de los años 60 el Ayun­ balse- y, como en 1980, puede secarse al grandes bandadas de estorninos se reúnen tamiento de Pitillas quiso llevar adelante la final de verano, pero es la más extensa de para dormir en los juncos y carrizos. idea de roturarla: abrieron las compuertas y las existentes en Navarra y la mejor y más nuevos canales de drenaje. La laguna variada por su riqueza faunística, además quedó convertida en páramo. Las aves que de ser un importante punto de reposo para C) PLAYAS. DE LIMOS llegaban a criar vagaban desconcertadas; numerosas aves en migración. En término de Santacara, son un buen carrizos, juncos y espadañas dejaron de Desde el alto de San Gregorio se tiene lugar de observación de limícolos, nidifi­ brotar; muchos animales murieron; algunas una buena vista general. Observatorios re­ cantes y, en especial, migradores. La época especies acertaron a emigrar. Pero vaciar la comendables son el dique y los crestones balsa era más fácil que romperla, porque orientales de areniscas. más aconsejable es mayo. Entre otras mu­ costaba dinero y no había garantía econó­ chas especies, puede verse recorriendo las playas, con las patas hundidas en las aguas someras, a grupos de chorlitos grises, vuel- vepiedras, correlimos común, archibebe común, chorlitejo grande. Las avocetas, más desconfiadas, vuelan al apercibirse de la presencia humana, y las cigüeñuelas se lanzan sobre el observador en simulacros Junto al dique pueden verse las culebras de ataque, cuyo objetivo es desviar la aten­ de agua y la tortuga de agua o galápago ción y así salvar los huevos puestos en europeo. La rata de agua excava sus ma­ nidos someros. drigueras en la orilla, y por los alrededores La laguna contrasta con su entorno. Al merodean zorros, tajudos, gatos monteses final de invierno, los carrizos marchitos e incluso jabalíes. Pero la riqueza de Pitillas destacan entre los verdes campos de ce­ es ornitológica. Hay más de setenta espe­ reales; en verano y otoño, la vegetación cies, más o menos relacionadas con el me­ palustre estalla lozana entre los rastrojos. dio acuático. No vamos a citar todas, pero La peor época para el visitante es el verano: sí a subrayar el interés del enclave como bajo el sol, la laguna parece deshabitada y parada y fonda y como lugar de invernada m u erta . para las aves migratorias. El censo de acuáticas realizado en la segunda quincena de diciembre de 1978 contó 2.200 azulones, 2.400 porrones comunes, 1.500 patos co­ lorados y 1.350 fochas. A finales de febrero de 1979 reposaron en Pitillas más de 2.000 ansarones migrantes hacia tierras septen­ trio n a le s .

A) BARRANCO DEL POZO PASTOR B) VEGETACION Y FAUNA DE LA LA­ Baja de la sierra de Ujué y va a dar al GUNA Cidacos, más allá de Pitillas. Semiseco la Gran parte de la balsa, aun llena al má­ mayor parte del año, evacúa las aguas de ximo, está ocupada por la vegetación, que lluvia y forma un pasillo hundido entre las es sobre todo herbácea y deja a la vista terrazas cuaternarias y las margas tercia­ zonas acuáticas muy pequeñas. Incluso las rlas, cubierto de hierba el regato. En los aguas libres están invadidas de alga malo­ breves cortados terrosos anidan los abeja­ lie n te (Chara foetida) y Potamogeton pecti- rucos y los gorriones chillones; en los pe­ na tu s, que no asoman al aíre. Las orlas queños pozos croan las ranas verdes y se botánicas típicas de lagunas se presentan ocultan las ratas de agua. En los sasos en Pitillas muy desdibujadas. Hay pocos y -terrazas cuaternarias- se alinean los viñe­ esqueléticos tamarices y el carrizo viste la dos, olivares -en desaparición- y campos mayor parte de la superficie. Los juncos de cereal. Estos ocupan en exclusiva las forman manchas en torno a los carrizos. tierras bajas. Es posible observar aves este­ Las espadañas se acomodan en los canales parias: alondra, cogujada común terrera de drenaje. Las praderas circundantes a la común, calandria y algún raro alcaraván, vegetación palustre soportan una elevada así como ortegas y sisones. salinidad y ofrecen sosa y esparto o albar- dín. Alrededor de la balsa, sin dependencia de su agua, los patizales muestran, además de algunas de las especies citadas, romero, tomillo, espliego, enebro, sabina, ollagas, gamón, etc. NAVARRA

paseos naturalísticos 01

CAJA DE AHORROS DE NAVARRA Edición para clientes y amigos Día del Libro 1982 AUTORES

Textos: Jesús Elósegui Aldasoro Fernando Pérez Olio

Dibujos panorámicos: Fernando Redón Huici María José Urrutia Jiménez

Delineación: Estudio Tettra

Esquemas geomorfológicos: Jaime Solé Sedó Javier Castiella Muruzábal Francisco Javier Labarga

Fotografía: Antonio Bea Sánchez Jesús Elósegui Aldasoro José A. Donázar Sancho Luis M. García Bona Alfredo Gimeno Machín Juan J. Iribarren Onsalo Juan Manuel Ormazábal Luis Pechuán Albiñana Fernando Pérez Olio Antonio Rodríguez Arbeloa Alfonso Senosiain García

Cartografía basada en Navarra 1:200.000. Diputación Foral de Navarra, 1970.

Maquetación: Mariano Sinués Fotomecánica: Reproducciones LAR. Logroño Impresión: I. G. CASTUERA, S.A. / GRAFINASA ® CAJA DE AHORROS DE NAVARRA D. L.: NA. 185-1981 (II) En las páginas preliminares del primer tomo de estos Paseos Na­ turalísticos, editado hace un año, va estampada la intención de la obra: poner sobre el terreno los datos re­ cogidos en la «Guía ecológica y pai­ sajística» publicada por la CAN en 1980. La tirada de ese primer tomo rebasó los cien mil ejemplares. Pero más importante y satisfactorio que tal éxito es haber visto a gentes de y Murchante recorriendo Andía, Esaura y Belabarce y com­ probar que vecinos de Pamplona y habitantes de valles pirenaicos, de­ seosos de conocer un olivar o la avifauna de lagunas, se dejaban ga­ nar por las sugerencias de Las Ca­ ñas o Lor. Esta segunda entrega contiene otros cuarenta paseos. La serie po­ dría estirarse hasta sumar miles, al menos tantos como localidades de Navarra. Pero no se trata de des­ granar el nomenclátor, ni de cono­ cer nuestros pueblos, sino paisajes y especies en sus rasgos más sen­ cillos y fundamentales, sin caer en simplismos que podrían resultar ca­ ricaturescos. La norma básica de nuestras publicaciones es divulgar -que no es decir vulgaridades- la realidad de nuestra tierra. En este caso, tal vez sería suficiente dar respuesta, verbigratia, a las pre­ guntas que pueden aguijonearle en cada paseo. Este es un libro que puede leerse en casa, sin sudor ni esfuerzo. Pero las cuarenta hojas están pidiendo salir al campo, cada una a su pai­ saje, para ayudarle a redescubrir nuestra tierra con ojos más aveza­ dos y conscientes.

Juan Luis Uranga Director-Gerente de la Caja de Ahorros de Navarra OBSERVACIONES

Al preparar este segundo volumen de pa­ 1.a Hemos repasado todos los itinera­ seos hemos atendido algunas sugerencias rios durante los últim os meses de 1981. Los ocasionadas por la aparición del primero. tramos enmarañados, pocos y señalados, En especial, las referentes a la longitud de no requieren hachas ni podaderas, pero es los trayectos. Como puede verse, hemos conveniente recordar que tos caminos se trazado unos itinerarios más cortos que en cierran con el desuso y hoy algunos sólo la serie anterior, excepción hecha de dos reciben de tarde en tarde a cazadores y casos, notablemente más largos que cual­ sabuesos. No hay apenas pastores, la saca quiera de los cuarenta publicados hace de leña ha dism inuido hasta la inexistencia; un año. Hay también desniveles más pro­ el carboneo es artesanía para etnógrafos, y nunciados que los propuestos en la parte los senderos desaparecen invadidos por la anterior. En este punto, será oportuno su­ broza. De algunos caminos milenarios la brayar que antes de escoger un paseo de­ concentración parcelaria no ha dejado ni terminado es menester fijar la atención en ra s tro . las altitudes del perfil, pues las escalas ver­ 2.a Es imprescindible un mínimo sen­ ticales y horizontales no guardan relación tido de la orientación y tener siempre pre­ fija . sente la del grabado. Por otra parte, nos siguen pareciendo 3.a En cada caso se recomienda una válidas las observaciones estampadas el época o se advierte de la menos oportuna. año pasado, qué son éstas. En principio, la mejor estación desde el punto de vista naturalístico es la primavera. 4.a Un paseo en la mitad septentrional de Navarra puede tener en cualquier época barro o agua superficial. El calzado no debe ser liviano ni deportivo. No se trata sólo de proteger la planta del pie, sino los tobillos. Hay modelos de botas para cada tipo de terreno y grado de humedad. 5.a La ropa debe ser siempre de colores neutros, nunca vivos. 6 .a No cabe ignorar ni despreciar las in­ convenientes obvios: lluvia, frío o calor, moscas, etc. 7.a La observación de animales exige atención y silencio. Quien camine por el monte o porel campo cantando, silbando o hablando -el transistor es una profana­ ción- está condenado a no ver nunca un mamífero salvaje. 8 .a El estudio de una especie, vegetal o animal, debe ser siempre respetuoso. Un amante de la Naturaleza no arranca hojas y ramas, ni frena el orden azacanado de las hormigas, ni machaca un ser animal o ve­ getal, por muy molesto o feo que le resulte, ni atenta contra un nido. 9.a Si quiere tentar la suerte de acer­ carse a especies huidizas, como ciervos o sarrios, además del ruido debe evitar los olores de colonias y lociones, y cam inar de manera que el sentido del viento no le de­ late . HITOS Y TEXTOS

Para el uso de los dibujos e inter­ pretación de las explicaciones es ne­ cesario tener presentes estas ideas: 1.a El dibujo general señala los hi­ tos y temas de interés. Los hitos, con núm eros; los temas, con letras. En el reverso, cada letra corresponde a un texto. 2.a Cuando en la descripción física se habla de mano derecha o izquierda se entiende siempre las del que ca­ mina. En los ríos, en el sentido de las aguas. 3.a El perfil sólo señala longitud, altitudes y pendientes. 4.a Se señalan algunos alcorces y caminos alternativos. El sentido común dictará otros. 5.a Los temas explicados pueden clasificarse en geología, vegetación, fauna, prehistoria e historia y cultivos y ganadería, a los que acompañan fichas de especies. Tales explicaciones no son exhaustivas: se complementan entre unos y otros paseos. También es conveniente acudir a la «Guía ecoló­ gica y paisajística de Navarra» y a guías de campo. 6 .a No indicamos nunca lugares críticos: madrigueras, huras, nidos, etc. En el m ejor de los casos damos el censo de nidificantes en un espacio como Arbayún o señalamos la exis­ tencia de un nido curioso,,, pero no damos la localización. No será nece­ sario explicar por qué. INDICE DE ESPECIES

En estos índices, uno para animales, otro científicos, y se refieren a las fichas especí­ para vegetación, agrupamos las especies ficas, no a las menciones eventuales del sin distinción de géneros ni familias. Son texto. El número es del del paseo corres­ alfabéticos y recogen los nombres popu­ p o n d ie n te . lares romances y euskéricos, así como los

Abedul, 74 Garoa, 73 Prunus spinosa, 17 Abeto, 16 Gayuba, 58 Pteridium aquilinum, 73 Abies alba, 16 Gaztainondo, 51 Acebo, 3 Genista scorpius, 77 Q uejigo, 64 Acer campestris, 20 G inebro, 13, 32 Quercus coccifera, 8 Acer monspessulanus, 57 Gorosti, 10 Quercus faginea, 64 Acer opal us, 14 G urbiote, 28 Quercus //ex ssp. rotundifolia A cirón, 14 G urbiotz, 28 25 Agina, 6 Quercus petraea, 70 Alamo, 48 Helecho com ún, 73 Quercus pubescens, 3 Alam o tem blón, 79 Quercus pyrenaica, 42 Alberdín, 51 larro, 14 Quercus robur, 34 Alerce japonés, 6 llarraka, 65 Quercus rubra, 72 Ametza, 42 llex aquifolium, 10 Arbutus unedo L., 28 lllón, 14 Rhamnus lycioides, 49 Arce com ún, 20 Izai, 16 Robinia pseudoacacia, 59 Arce de Montpellier, 57 Roble albar, 70 Arctostaphylos uva-ursi, 58 Jaguarzo blanco, 21 Roble americano, 72 Argom a, 12 Jara blanca, 21 Roble m arojo, 42 Aritza, 34, 70 Juniperus communis, 13 Roble pedunculado, 34 Arte, 25 Juniperus oxycedrus, 32 Roble peludo, 3 Artemisa herba-alba, 55 Juniperus phoenicea, 36 Roble tozo, 42 Arundo donax, 45 Romero, 46 Astigarra, 20 Lablérnago, 50 Rosmarinus officinalis, 46 Astigarro, 20 Larraon, 13 Lavandula latifolia, 56 Sabina negra, 36 Bagoa, 23 Larix kaempferi, 6 Salix alba, 68 Betula péndula, 74 Lentisco, 33 Sambucus nigra, 78 Boj, 31 Lertxun, 42 Sauce blanco, 68 Brezo blanco, 65 Lezka, 63 Saúco negro, 78 Buxus sempervirens, 31 Lizarra, 37, 76 Saxífraga, 44 Lygeum spartum, 52 Saxífraga iongi folla, 44 Caña, 45 Serbal común, 47 Carrasca, 25 M adroño, 28 Serbal de los pajareros, 9 Carrizo, 63 Majuelo, 35 Serbal mostajo, 60 Castanea sativa, 51 Maspilla, 38 Serbal silvestre, 38 Castaño, 51 S iñurri, 50 Ciprés de Lawson, 6 Olmo de m ontaña, 53 Sorbus aria, 60 Cornejo, 69 Olea europea, 15 Sorbus aucuparia, 9 Cornus sanguínea, 69 Olivo, 15 Sorbus domestica, 47 Coscoja, 8 Ollaga, 76 Sorbus torminalis, 38 Crataégus monogyna, 35 O ntlna, 55 Chamaecyparis lawsoniana, 6 Orphys sp., 67 Tamarix gallica, 4 Chopo, 43 Orquídea, 67 Tamariz, 4 Orre, 13 Taxus baccata, 6 Elorri beltza, 17 O stozuri, 60 Tejo, 6 Elorri zuri, 35 Otsolizarra, 9 Thymus vulgaris, 80 Endrino, 17 Otsomatsa, 58 Tilia piatyphyilos, 54 Enebro com ún, 13 Tilo, 54 Enebro de la miera, 32 Pacharán, 17 Tomillo, 80 Epuru, 13 Pagoa, 23 Txíllarra, 65 Erica arbórea, 65 Philiyrea media, 50 Escam brón, 49 Phragmites communis, 63 Ulex europaeus, 12 Eskia, 54 Pino carrasco, 11 Ulmus glabra, 53 Esparto, 52 Pino laricio, 75 Urkía, 74 Espino albar, 35 Pino negro, 41 Espliego, 56 Pino royo o albar, 24 Zum argorria, 72 Estepa, 21 Pinus halepensis, 11 Zum arra, 53 Ezkaia, 80 Pinus nigra, 75 Zum arzuria, 48 Ezpela, 31 Pinus sylvestris, 24 Zumea, 68 Pinus uncinata, 41 Fagus sylvatica, 23 Pistacia lentiscus L., 33 Falsa acacia, 59 Pomera, 47 Fraxinus excelsior, 37 Populus alba, 48 Fresno común, 37 Populus nigra, 43 Abejaruco, 36 Eskiñoso, 7 Orein, 18 Abubilla, 58 E stornino negro, 50 Orkatza, 16 Acanthis cannabina, 75 E stornino pinto, 34 Oriolus oriolus, 62 Accrocephalus arundinaceus, O ropéndola, 62 32 Falco peregrinus, 44 Ortega, 33 Aegithalos caudatus, 42 Falco subbuteo, 46 Orytolagus cuniculus, 5 A guila calzada, 30 Falco tinnunculus, 52 Ota txinb o, 77 Aguila culebrera, 13 Focha com ún, 15 Oveja lacha, 61 A guila negra, 34 Frankollna, 49 Oveja rasa, 66 Aguila perdicera, 1 Fringilla coelebs, 53 Aguila real, 14 Fuina, 27 P ardillo com ún, 75 A guilucho pálido, 72 Fúlica afra, 15 Perdiz común, 56 Alauda arvensis, 67 Petirrojo, 61 Alcaraván, 49 Gailupa, 78 Pico dorsiblanco, 18 A lcaudón dorsirrojo, 59 Galápago europeo, 11 Picus viridis, 60 A lcedo atthis, 48 Galerida cristata, 66 Pinzón com ún, 53 Alcotán, 46 Galforro, 37 Piquituerto, 24 Alectoris rufa, 8 Gallineta, 45 Pito negro, 26 Alimoche, 8 Gallínula giandarius, 45 Pito real, 60 Alondra, 67 Garduña, 27 Pitotxa, 79 A m iam oko zuria, 68 Garrapo, 12 Podiceps cristatus, 63 Antzandobi arrunta, 59 Garraztarro, 71 Polla de agua, 45 Apus melba, 80 Garrulus garrulus, 7 Pyrrhocorax graculus, 35 Aquila chrysaétos, 14 Genetta genetta, 25 Pyrrhocorax pyrrhocorax, 35 Araba zozo, 34 G i neta, 25 Pyrrhula pyrrhula, 78 Araba zozo beltz, 50 Glis glis, 29 Ardilla, 38 Gran duque, 43 Quebrantahuesos, 10 A rgiollarra, 58 Gypaétus barbatus, 10 Arrano beltza, 14 Gyps fulvus, 73 Rana bermeja, 23 Arrendajo, 7 Rana de monte, 23 Azari, 3 Halcón peregrino, 44 Rana temporaria, 23 Azkonarra, 62 Hegatxabal arrunta, 67 Ranita de San Antonio, 54 Hegatxabal ttonttorduna, 66 Raposo, 3 Barbote, 33 H esi-berdantza, 57 Ratonero común, 37 Basurde, 31 Hieraétus fasciatus, 1 Rupicapra rupicapra, 41 Belatz-handia, 44 Hieraétus pennatus, 30 Belatz gorrla, 52 Hontza ertaina, 69 Saiarre, 73 B elatxlngak, 35 Hontza zuria, 76 Saizuri, 8 Betitsu, 74 Hyla arbórea, 54 Sapelatz, 37 Birigarro arrunta, 51 Sarrio, 41 Bubo bubo, 43 Igeraba, 65 iSciurus vulgaris, 38 Búho chico, 69 Ipurtatxa, 79 Sitta europaea, 12 Búho real, 43 S om orm ujo, 63 Buitre com ún, 73 Jabalí, 31 Streptopelia turtur, 64 Burhinus oedicnemus, 49 Sturnus unicolor, 50 Bufeo bufeo, 37 Lanius collurio, 59 Sturnus vulgaris, 34 Buztanluzea, 42 Lepatxuri, 27 Sugearrano, 13 Lepus capensis pyrenaicus Sus scrofa L., 31 Cam achuelo, 78 Hilzheim, 39 Sylvia cantillans, 21 Capreolus capreolus, 16 Lirón gris, 29 Carricero tordal, 32 Loxia curvirrostra, 24 Tajudo, 62 Cernícalo vulgar, 52 Lutra lutra, 65 Tejón, 62 Cervus elaphus, 18 Tórtola com ún, 64 Trepador azul, 12 Ciconia ciconia, 68 Malkor sorbeltza, 80 39 Ciervo, 18 Malviz, 51 Turdus merula, 71 C igüeña com ún, 68 Marta, 22 Turdus viscivorus, Turón, 79 Cinclus cinclus, 20 27 Martes foina, Txantxangorria, 61 Circaétus gallicus, 13 22 Martes martes, Txoka arrunta, 75 Circus cyaneus, 72 Martín arrantzalea, 48 Txonta, 53 C ogujada com ún, 66 Martín pescador, 48 C ollalba rubia, 55 62 Meles meles, Udua, 27 Conejo de monte, 5 36 Merops apiaster, Ugatza, 10 Corvus corax, 70 M icharro, 29 Untxi, 5 Corzo, 16 M ilano real, 47 58 Cuervo, 70 47 Upupa epops, Milvus milvus, Ur zozoa, 20 Curruca carrasqueña, 21 Mirlo acuático, 20 Uroiloa, 45 Curruca rabilarga, 77 M irlo com ún, 39 Usapala, 64 Chovas, 35 M irotz zuria, 72 Miru gorria, 47 Vaca pirenaica, 9 Dendrocopos leu cotos, 18 Mito, 42 Vencejo real, 80 Drycopus martius, 26 M urgil, 63 Vulpes vulpes, 3 Mustela putorius, 79 Muxarra, 29 Emberiza cirlus, 57 Zorro, 3 Emys orbicularis, 11 Zorzal común, 51 8 Eperra, 56 Neophron percnopterus, Zorzal charlo, 71 Erbia, 39 Nutria, 65 Zozoa, 39 Erithacus rubecula, 61 Zuhaitz-belatza, 46 Erroia, 70 Oenanthe hispanica, 55 Escribano soteño, 57 O kil berdeá, 60 ADVERTENCIAS

N.° de Apartado Paseo o ficha Dice Debe decir

42 B) Carrascal ...mosquiteros común y musical... mosquiteros común y papialbo Roble tozo o marojo ...cortes inferiores... cortas inferiores

43 Chopo ...se emplea en desarrollo desenrollo

44 Halcón peregrino Los adultos lucen espalda marrón... Los jóvenes lucen... cetería cetrería

47 B) Montes despoblados ...escribanos sotenos y palustres escribanos sotenos y hortelanos

49 B) Vegetación y fauna esteparias ...tejudos... tajudos Escambrón (Thammus lycioides) (Rhamnus lycioides) Rhammaceae Rhamnaceae Alcaraván ...solitario agrupado...... solitario o agrupado...

50 A) Monte despejado Carracas carrascas Estornino negro Inverna en grandes áreas de Navarra No. Debe entenderse dicho del estornino pinto.

53 A) Bosques mixtos ...paloma torcaz, picatroncos, paloma torcaz; entre los pito real, pico picapinos, pico picatroncos, pito real, pico menor, picapinos, pico menor;

55 B) Monte despoblado ...todavía... totovía

56 A) El paisaje de Nequeas barranco Lescal barranco Lezcal Corral de Recain Prado de Recain

57 Pie de foto Crecen buenos bosques Las laderas al Norte se visten de naturales de quejigo hayas y pinos Primer párrafo «La crónica del Príncipe de Viana «La Crónica del Príncipe de Viana dice...» habla de la Cuenca y el Fuero dice que...» 58 Gayuba (Arctostaphylos viva-ursi) (Arctostaphylos uva-ursi) espátula espátula

60 A) Robledales rocas altas zonas altas

61 B) Rasos Las chabolas inmensas Las chabolas numerosas

62 Tejón 2-5 cachorros de febrero a mayo Frase repetida: sobra la primera vez

63 Hitos Hoyaras Hoyazas

66 Hitos: Flecha La flecha de orientación debe estar en sentido opuesto. Hito 25 Malzapata Malrapata

69 Cornejo ...trondo derecho...... tronco derecho Larra 4 1 5,7 Km.

Explanada del Portillo de Hernaz. Tomamos la carretera hacia Isaba. © portillo, junto a postes de telesquí. Por la línea de crestas, pronto encontramos señalización amarilla, que seguimos hasta © Revuelta del caracol. Seguimos la vaguada hacia la derecha. © la carretera, que nos devuelve a Q . © En lo que podríamos llamar bifurcación, vamos por la izquierda, cerca de la pared de rocas. Más adelante, doblamos a la derecha.

© Llano de la Contienda. Hasta aquí hay señales rojas. Subimos por pasillo tapizado Este es un paseo que nunca debe intentarse con niebla. de hierba. El paseante debe atenerse a una norma estricta: dejar todas las plantas donde están y no capturar ningún animal. © Portillo de Pescamou. Cruce de caminos: en línea recta hacia la cumbre de Arlas.

© Arlás. De aquí hacia la estación de esquí, hasta cerca del © 2050 primer poste metálico. Giramos a la izquierda y por camino casi llano salimos a 2 0 0 0 ( 7 )

0 Kms 5,720 Kms. por los pastos terminaron con el pacto en­ de 3-8 cm. de largo; floración en junio-julio, 41. Larra tre ambos valles en 1375, rememorado to­ con espigas masculinas cilindricas de unos Epoca recomendada: Verano. dos los años el 13 de julio con la ceremonia 4 cm. y flores femeninas de 12 mm., que del Tributo de las Tres Vacas en la Piedra dan piñas pequeñas de 2 a 6 cm. pardorro- de San Martín, que es el mojón 262 de la jizas con ganchos en las apófisis; maduran frontera establecida por el Tratado de Lí­ a fines del segundo verano y las semillas 0 KARST. SIMAS gran profundidad. La zona registra la plu­ mites de 1856. salen en la primavera siguiente. Alcanzan viometría más alta de Navarra. Las precipi­ los 400 años; en Larra, 300. La altura má­ Los cien kilómetros cuadrados del ma­ taciones, muchas en forma de nieve, dan [D] FAUNA xima la tienen hacia los 130 años, con un cizo de Larra cubren zonas de Huesca, aguas frías que disuelven las calizas y han diámetro de 30 cm. En los ejemplares vie­ La dureza de las condiciones climáticas Francia y Navarra. Es una de las grandes ido zapando una intrincada red de simas y jos, el diámetro puede ser de 90 cm. Es­ explica que las especies sean pocas y con áreas kársticas de Europa y pasa por ser de corrientes subterráneas. Todo el agua se pontáneo entre 1.300 y 2.600 m. de altitud y densidad baja, raras y de gran interés. En las de mayor desarrollo vertical. La superfi­ infiltra y discurre bajo el suelo -caracterís­ con pluviometría de 800-1.500 litros anua­ los pinares puede verse bandas ruidosas de cie la constituyen sobre todo calizas del tica del karst- y el drenaje aflora en mana- les. En Larra crece entre 1.400-2.100 m. piquituertos (Loxia curvirostra), en b u s c a Cretácico superior, plegadas con fallas y tiales y resurgencias en la vertiente Norte. Indiferente al suelo, aquí brota entre las de piñas. Los verderones serranos, cuyo fracturas numerosas, que las aguas han La fuente que nos refresca el paseo nace grietas de forma inverosímil. Requiere gran reclamo es una triste nota, crían en el bos­ trabajado. El relieve muestra rocas hendi­ precisamente en una zona de constitución luminosidad y ambiente relativamente hú­ que, pero rebuscan semillas en los pastiza­ das, escarpes, hondonadas que albergan geológica distinta: margas y esquistos de medo. Su distribución abarca los Alpes, les. El reyezuelo sencillo (Regulus regulus) breves pastizales, simas abundantes en Arlás, impermeables, por lo que el agua Vosgos, Jura, Pirineos -las mejores masas, viene aquí desde los hayedo-abetales y apariencia poco espectaculares, algunas de discurre en superficie. en Lérida- y sierras de Cebollera y Gudar. también puede oírse y ver al carbonero ga­ Hay algunos ejemplares en Ezcaurre. Hí­ rra p in o s (Parus ater), reyezuelo listado (R e­ brida con el pino royo (Pinus sylvestris) y gulus ignicapillus), pinzón común (F rin g illa da el pino moro, frecuente en Larra. Utili­ co e le b s), acentor común (Prunella modula- zado en cajas de instrumentos musicales, ris), colirrojo tizón (Phoenlcurus ochrurus) para embalajes y extracción de resina. Los y otros. El urogallo (Tetrao urogallus) cría troncos se sacaban de Larra a lomos de aquí -su único enclave navarro- y no es caballería y se dedicaban también a fabri­ rara la sorpresa de su vuelo repentino y cación de muebles. ruidoso. Las chovas piquigualdas (P y rrh o ­ corax graculus), abundantes, nidifican en la zona y en los pastizales rasos pueden verse bisbita alpino (Anthus spinoletta), a lo n d ra (Alauda arvensis), y en las zonas más altas y rocosas acentor alpino (Prunella collarls), gorrión alpino (M ontifringilla nivalis) e in ­ cluso la perdiz nival (Lagopus mutus). S o ­ brevuelan la zona quebrantahuesos, buitres y alimoches, así como el águila real. El oso, difícil de observar de día, tiene aquí una de sus querencias; y armiños y sarrios, su límite occidental.

Larra con Anie (izda.) y Anelarra al fondo.

¡B] PINAR DE PINO NEGRO ¡C] LA CONTIENDA

Estos pinares no son bosques compac­ El llano de La Contienda es una colina tos. El suelo escaso les obliga a crecer en cubierta de tierra arrastrada de los alrede­ S A R R IO (Rupicapra rupicapra) grupos dispersos. Más que bosques son dores, tapizada de buenos prados, que son Es el nombre pirenaico del animal lla­ una estepa arbolada. A medida que des­ pastizales y cervunales (Nardus stricta + mado rebeco en la cordillera cantábrica y ciende la altitud, los pinares se entremez­ Trifolium alpinum o regaliz), facería de los gamuza en los Alpes y otros macizos euro­ clan con el hayedo-abetal y con las masas valles del Baretous y Roncal. Los derechos peos. Mamífero de la familia Bovidae, sus de pino royo. A poco más de 2.000 m. desa­ de pastos de los baretoneses son de 25 días cuernos, estuches sobre un eje óseo, cre­ parece. a partir del 1 0 de julio; los roncaleses gozan cen sin cesar, no se renuevan, y en general, En el cortejo florístico del pino negro es los pastos del 4 de agosto al 25 de diciem­ los lucen macho y hembra. Cabeza y fácil identificar enebros de una variedad bre. El ganado puede estar allí de sol a sol, cuerpo suman 100-125 cm. La cola 3-4 cm. enana adaptada al contorno de las rocas, y debe regresar a su terreno al atardecer. La altura en la cruz, 75-85 cm. Peso varia­ s a b in a s (Junipers sabina y Juniperus phoe- No se cumple: los de Baretous entran antes ble: las poblaciones pirenaicas dan hasta n ic e a ) y rododendros o azaleas de montaña y los roncaleses no ejercen su derecho. 35 kg. los machos y las hembras 30 kg, (Rodhodendrum ferrugineum). Como es sabido, las contiendas cruentas mientras que las gamuzas alpinas machos pesan 50 kg. y en los Cárpatos aún son mayores. Más esbeltos que las cabras, lle­ van bandas blancas en la cara y visten pe­ laje veraniego corto y rojizo; en invierno el pelo es más largo y gris negruzco; los ma­ chos son más oscuros. Hembras, crías y jóvenes de un año forman hatos pequeños, ocultos al atardecer en el bosque; con la amanecida suben a los pastos altos. Los machos vagan solitarios o en grupo redu­ cido. El celo, a finales de octubre, altera los PINO NEGRO (Pinus uncinata) grupos estivales y los machos despliegan El nombre latino se refiere a los ganchos una intensa actividad. En invierno se insta­ de la piña. De la familia Pinaceae pertenece lan en el bosque. Nacen en mayo y los a un grupo de especies de alta montaña, de cabritos siguen a las madres a los pocos las que algunos no pasan de arbustos (P i­ días, tan ágiles como ellas, si no más. Muy n u s m u g o ). Esta puede subir hasta 25 m., desconfiados, huyen a la menor señal. Tre­ instalado en suelo rico, que no es el caso pan entre las rocas y corren a gran veloci­ de Larra donde no medra más de 15 m. De dad. Instalados entre los 800-3.000 m. en porte piramidal-cónico, con ramas desde la las montañas del Centro y Sur de Europa, base, crece en bandera, con las ramas do­ en la Península sólo se dan en la Cordillera blegadas por los vientos dominantes y en Cantábrica y el Pirineo. Las poblaciones Larra arqueadas para que resbale la nieve; llegan a ser abundantes, si lo permite la tronco recto y vertical, con crecimiento he­ presión de la caza. Larra es su límite y aquí, licoidal; corteza grisácea; copa tupida y donde estuvo al borde de la extinción, se va estrecha, con follaje verde oscuro; hojas recuperando. Su caza no está autorizada en Los pinos crecen en las rocas. aciculadas, en grupos de dos, muy densas y N avarra. Q En Marañón, partimos de la parte alta del pueblo, hacia el W. por camino ( 7) Inmediatamente después de salvar una vaguada con marojos, dejamos el camino expedito, a media ladera. y tomamos a la derecha un sendero. Este se ensancha pronto y aparece como camino que discurre en suaves curvas por el fondo de un barranco. Pasamos junto (T) A la izquierda sale un camino menos marcado. Seguimos recto. a ruinas de corral. El camino se amplía, deja el fondo del valle y va por la ladera, ( 2) Una trocha nace a la izquierda. Seguimos recto hasta el en la que, (?) recibe un camino por la izquierda y sigue avanzando. ( 3) collado, en el que hay un cruce de caminos. A la izquierda aparece desbrozado el monte. Tomamos el camino de medio, que inicia una ligera bajada y entra en (5) Por la izquierda confluye otro camino. Seguimos hasta un marojal limpio, tras salir del carrascal. © bifurcación, en la que vamos por la Izquierda. Bajada rápida hasta el valle, (í) A la vista de la cabaña de Huejas, se deja el camino y se toma otro a la derecha, donde desemboca en camino que llega por la derecha. Entra en bosquete de robles menos marcado. Salimos del marojal. El camino se estrecha, pero está bien tozos, la Pasada de la Sota, atraviesa campos de c u ltiv o y definido. Pasamos una pequeña vaguada, giramos suavemente al N. y subimos el collado, en el que se insinúa un sendero a la derecha. Seguimos recto. Ligero (Í2) salva un pequeño regato. Luego gana anchura y sigue entre carrascas y marojos, descenso. m ientras sube hasta ( 5) Pequeño barranco. Arranca un sendero a la izquierda, junto a espinos y marojos ® pequeño collado. Camino a la derecha. Seguimos recto. cubiertos de liqúenes. Seguimos el camino mejor marcado, que asciende algo, ® Abandonamos la pista y vamos por el camino que a la derecha baja. hasta desembocar en © Bifurcación junto a corral: seguimos recto. (6) camino ancho, que se sigue, a la derecha. © Cruce. Vamos por el camino de la derecha, ya en el llano y entre campos.

® En el carrascal, afluye un camino por la derecha. Seguimos recto hasta Q .

0 Km s. 6 Kms. descalcificados, desde la orilla del mar a los 42. Marañón 2.000 m., como en Sierra Nevada. Soporta Epoca recomendada: Primavera desde los 500 I. a los 2.000 l.m .2 a ñ o en y otoño. clima templado. Llega a los 300 años de vida, con un crecimiento medio. Híbrida con otros robles y forma bosques mixtos, con alcornoques, quejigos, roble peduncu­ lado y carrasca. Su distribución abarca el S. de Francia, Península Ibérica y NW. de Ma­ rruecos. En Navarra, sobre todo en el NW., sin formar grandes masas. En áreas más Marañón, en el extremo occidental de húmedas, ocupa solanas de suelos pobres; Navarra, fue un enclave estratégico, que en el W., terrenos arenosos. Como pro­ explica la importancia de su castillo ro­ ductor de madera, se explota en turnos de quero. Marañón, y ocu­ unos cien años, pero lo más común ha sido pan el placentero valle del Ega al N. de las dedicarlo a leña, como monte bajo, con crestas tendidas entre Codés y Cantabria. cortes inferiores a los 25 años. Así se ex­ Los campos de cultivo rodeados de carras­ plica que no tengamos buenos bosques de cas y quejigos. El recorrido va por terrenos la especie. La madera, empleada en vigue­ cuya constitución data, en parte, del Cretá­ tas, traviesas y contrucción, ofrece el in­ cico Superior, con calizas y calcarenitas, y, conveniente de agrietarse. en otra, del Oligoceno-Mioceno terciarios, con areniscas y conglomerados. La vega del Ega la forman aluviones cuaternarios, denominados facies de Genevilla. La vege­ tación -dom inada por carrascas, quejigos y Bajo la peña de Lapoblaclón, hayedo y bosque mixto. marojos, que rodean las tierras de cultivo- traduce . la pluviometría, cercana a los 800 I. m .2 año. El clima es de transición entre oceánico y mediterráneo y la vegeta­ fluencia mediterránea. En los claros del truchas, aunque en este tramo las aguas ción recuerda el paisaje vegetal primigenio. bosque se forman landas de tipo atlántico, frías son aptas para aquéllas, así como para Los hayedos tapizan la umbría de la Peña con brezos, Daboecia cantabrica y a rg o m a chipas y lochas. En las orillas se observan de La Población. Han desaparecido casi (Ulex europaeus). Hayas, arces comunes y huellas de nutria, muy escasas en otros todas las viñas. de Montpellier, aislados, salpican rojizos el cauces. La vegetación de las orillas cobija, otoño monocolor del carrascal. Tajudos, al ruiseñor bastardo, de canto melodioso y 0 M A R O JA L jabalíes, zorros y fuinas son inquilinos invi­ explosivo, currucas, cardelinas, mirlos y sibles, pero ciertos. Los jabalíes se hacen especies típicas especialistas de corrientes: Cerca de Huejas hay un bosquete de ro­ notar por las incursiones en los cultivos lavandera cascadeña, martín pescador y ble peludo o marojo. Son árboles jóvenes y cercanos y las hozaduras. El tejón deja sus mirlo acuático. bien cuidados. Luego, a lo largo del paseo, huellas en los caminos embarrados. Entre hay otros ejemplares y aun grupos de esta las aves, el ratonero acecha desde el borde especie que los naturales llaman roble ca­ del campo y puede verse pinzones, mirlos, rrasqueño. Debió de ser más abundante y mosquiteros común y musical, reyezuelo acaso ocuparía parte de las vegas y zonas listado, carbonero común, herrerillo y mito. llanas, hoy cultivadas. Cerca, en el macizo alavés de Izquiz, puede verse la mejor masa \C¡ RIO EGA peninsular de esta especie. En Santa Cruz de Campezo confluyen M ITO (Aegithalos caudatus), Buztanluzea dos ríos que forman el Ega, que luego pasa [|] CARRASCAL De la familia Paridae, es el más diferen­ por Estella y va a dar en el Ebro junto a San ciado de los carboneros por sus formas y Gran parte del Itinerario va por el interior Adrián. Al que procede del N. le llaman Ega costumbres. Pequeño-pese,a la larga cola, o la linde del bosque de encinas carrascas, de Azaceta y es totalmente alavés. Al que no pasa de 14 cm. de largo-, muestra co­ el llamado carrascal estellés, que combina corre junto a Marañón, Ega de Bernedo: gote blanco con bandas negras por encima influencias cantábricas y mediterráneas. El nace alavés, cruza tierras de Navarra, se de los ojos, dorso grisáceo o negruzco con bosque está «sucio» -dicen los lugareños- torna de nuevo alavés en Campezo y ter­ las escapulares ocráceas, obispillo rosado, por la falta o disminución de la ganadería: mina navarro. El Ega ha tallado entre An- alas pardo-negruzcas y parte inferior gris el estrato arbustivo del bosque crece y cie­ gostina y Marañón un desfiladero estrecho; con flancos crema. La cola tiene plumas rra el espacio. El boj, abundante, es una luego se abre el valle junto a la última negras, con blanco las externas. Reclamo muestra pirenaica; el enebro común y el localidad. Bordean el río alisos, sauces y característico y continuo. Hace el nido -uno serbal de los pajareros certifican la pluvio­ algunos chopos en que instalan sus nidos de los mejor construidos por nuestras metría relativamente fuerte; madroños, to­ picarazas y cornejas. El Ega -com o los de­ aves-en forma de bola, con agujero lateral. millos y jaras blancas representan la in­ más ríos que van de W. a E - no es rico en Lo traba con musgo, lo recubre de liqúenes y lo tapiza con muchas plumas. Hemos contado en algún caso más de mil plumas ROBLE TOZO O MAROJO (Q u e rc u s en el acolchado interior. Lo instalan en zar­ pyrenaica). ROBLE CARRASQUEÑO. zas, arbustos y árboles. En Navarra es fre­ A m etza. cuente encontrarlos en enebros. Ponen 8-12 huevos, muy temprano. La incubación De la familia Fagaceae, no crece en el es de 12-14 días. Nacen los pollos a fines de Pirineo, pese a su nombre científico. Es abril o principios de mayo, quedan unos 15 árbol de buen porte, que supera los 25 m. días en el nido y luego son alimentados de alto, pero que no pasa de arbusto sobre otras dos semanas. Forman pequeños ban­ terrenos poco favorables. Copa ancha e dos que durante todo el año recorren bos­ Irregular, tupida y densa; tronco grueso y ques, arboledas y sotos, en busca de in­ derecho, que se ramifica a bastante altura; sectos y otros animalillos, base de su dieta. corteza rugosa y muy resquebrajada en La de las crías es de orugas. Se distribuye ejemplares longevos; hojas grandes y por la mayor parte de Europa y parte de abundantes, con lóbulos muy profundos, Asia. Básicamente sedentario. En Navarra simples y alternas, con vello blanquecino, ocupa todo el territorio, en biotopos ade­ que brotan muy tarde -si coexiste con el cuados, pero es más abundante en el N. roble pedunculado, casi un mes más tarde que éste- y ofrecen un aspecto blanque­ cino. Se dice que las hojas son marces- centes, pues se marchitan pero no acaban de caer o lo hacen poco a poco durante el invierno. Los arbustos pueden conservarlas hasta noviembre o diciembre. Raíces muy fuertes, con la principal, profunda. Florece en mayo, con amentos masculinos en gru­ pos de 4-5. Los frutos, bellotas, con pedún­ culo corto, maduran en octubre. Crece con El marojal, aún sin hoja en mayo preferencia en suelos silíceos o calizos Codés Sierra

5,5 Km. nicasi

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□ Torralba del Río. Salimos por la carretera hacia el santuario de Codés. © Un camino deriva por la derecha. Seguimos recto hasta una En las afueras del pueblo, camino a la derecha, casi paralelo a la carretera, hasta © explanada abierta, con Corral del Monte. Tomamos por el camino de la derecha, © un que casi mantiene la dirección precedente. cruce de caminos, en zona de huertas: seguimos recto. © Dejamos el camino de Otiñano y nos adentramos por el que a la derecha, en © ángulo agudo, inicia la bajada con curvas. © La carretera vuelve a encontrarse con el camino. Bifurcación: no vamos por el de la derecha, sino que seguimos recto. © Se une por la derecha un camino. Sigue el descenso. El camino, bien marcado, sale a zona de campos. Santuario de Codés. Fuente, restaurante, merendero. En el olmedo nace un © camino, a la derecha, que va a Otiñano. Es amplio, con amplias curvas y poca Por la izquierda confluye el camino de Hijuelos. pendiente. Lo seguimos hasta Bifurcación: seguimos recto. bifurcación: vamos por el camino mejor marcado, a la derecha, que entra en el Salvamos el barranco por el puente y el camino nos devuelve a Torralba del Río. © bosque, casi llano.

— 750 — 700 — 650 — 600

0 Kms. 5,560 Kms. gantes; amentos femeninos con largo pe­ 43. Codés dúnculo, de 7-15 cm. Florecen en febrero- Epoca recomendada: Primavera marzo. Semillas maduras y diseminadas en y Otoño. mayo, envueltas en una borra algodonosa blanca y abundante. Acaso originario de las estepas centroasiátlcas y eurorientales, La Sierra de Codés o Yoar es la última cultivado desde antiguo, es difícil estable­ barrera montañosa -m ás de 1.400 m — so­ cer su distribución natural: se extiende por bre la depresión del Ebro. En la falda, res­ gran parte del Centro y Sur de Europa, guardados, Torralba del Río y Codés. El centro-oeste de Asia y N. de Africa. En Na­ paseo va por la ladera soleada que recibe varra es común en Riberas y Zona Media y unos 700 litros anuales de lluvia. Los sue­ más escaso en la Montaña. Crece bien en los, de arcillas, capas de calizas y areniscas suelos de vega, cercanos de ríos. Evita del Oligoceno terciario, los ocupan cultivos suelos salinos. Necesita buena humedad en cerealistas. En la zona baja junto al arroyo la tierra, y soporta la sequedad atmosférica. de Aguilar, se alinean escasas viñas, alguna Va de la orilla del mar hasta 1.200 m. de salpicada de olivos. altitud, pero donde mejor se le ve es de 300 Torralba, a cuyo municipio pertenece a 600 m. Típico de sotos y formaciones Otiñano, es población de frontera y su his­ ripícolas y barrancos, con frecuencia mez­ toria ofrece muchos hechos de armas, per­ clado con álamos, avellanos, sauces, fres­ petuados por la cofradía de San Juan, que nos y olmos. Crecimiento rápido. No es muy reunía a hombres armados y cuya fiesta longevo, pues rara vez vive más de cien anual rememoran topónimos de Monicastro años. Se explota en turnos de 15-20 años y y M a lp ica. hasta 50, si la madera se emplea en desa­ En Codés se halló, según la tradición, en rrollo. La reproducción natural es por semi­ 1350 la imagen de la Virgen, escondida por Codés, bajo los roquedos de la sierra. llas, pero el cultivo se hace por estaquillas. piadosos vecinos de la ciudad de Cantabria La mayoría de los chopos cultivados son para salvarla .de la destrucción ordenada estado; hacia el W. aparece más degradado frecuentes. También se ve y oye alguna híbridos o variedades bastante diferentes por Leovigildo en el 575. Otros dicen que la y clareado, si bien depara ejemplares mu­ oropéndola. Las tórtolas crían con frecuen­ del original. La madera, blanca, ligera y ruina vino por no escuchar la prédica de S. cho mayores, trasunto de los antiguos. El cia aquí. Entre las especies botánicas es poco resistente, se emplea en carpintería, Millán de la Cogolla. La imagen se instaló carrascal, salpicado de quejigos y arces, fácil reconocer rosales silvestres, espinos, embalajes y para pasta de papel. El ganado en su retablo el 2 de julio de 1642. antes explotado para la leña y carbón, sauces, fresnos de hoja estrecha y chopos, devora las hojas. además de pastos, vive hoy una regenera­ bien representados. ¡A] ROQUEDOS ción espontánea, que le hace cerrarse. Este carrascal de Codés, en solanera y cerca del [D] CULTIVOS El paisaje lo cierra, por el N. un circo de Ebro, mantiene muchos elementos de in­ paredes calizas del Cretácico Superior, fluencia cantábrica: hay abundante boj y de Los cultivos son, en su mayoría, de ce­ continuación de las de Lóquiz. Su confor­ los enebros se distingue el común, pero no real, cuyos rastrojos ramonean ovejas de mación se debe a una falla o rotura que el de la miera, ni sabinas. Entre las aves, el raza rasa. La fauna silvestre no es abun­ dejó sepultada bajo las arcillas y areniscas zorzal común, cuyo canto primaveral en lo dante -salvo micromamíferos e insectos-, oligocenas la continuación hacia el sur S. y alto de un árbol podemos oír de mañana, es pero hay escribano soteño -que cría en levantado el labio septentrional. Los des­ especie de los frescos bosques cantábricos. matas y arbustos de las lindes- y triguero moronamientos continuos del escarpe ge­ También están instalados el pinzón, carbo­ -que lo hacen en el suelo, en medio de los neran los derrubios del talud al pie de las neros diversos, reyezuelo listado, mosqui­ campos-, más cogujadas -que también paredes. En éstas viven varias especies de teros común y musical, mirlo común, crían en los cultivos- amigas de caminos y aves, con buena proporción de rapaces. El arrendajo y petirrojo. El tajudo deja sus rasos, que no de árboles, ni arbustos, en los águila real tiene sus nidos en repisas de los huellas por el camino y en la maleza se que no se posan, así como picarazas y farallones y se le puede observar en vuelo. ocultan zorros, fulnas y jabalíes, de cos­ co rn e ja s . Las chovas piquirrojas, en grupos ruidosos, tumbres nocturnas. practican acrobacias junto a los acantilados en cuyas grietas nidifican y se desplazan a [C] BARRANCOS los campos y pastizales donde comen. También pueden verse alimoches, dos es­ Las aguas que bajan de las alturas han pecies de golondrinas -avión común y trabajado durante milenios, en terrenos de avión roquero- y el roquero solitario. Y al areniscas y arcillas, barrancos cuya vegeta­ atardecer, el búho real o gran duque. ción pone una nota de color entre los culti­ BUHO REAL, GRAN DUQUE (Bubo bubo) vos. En estas barranqueras encontramos \B\ C A R R A S C A L rana verde, sapos común, corredor y par­ De las Strigidae, como todas las rapaces tero y tritón jaspeado. Predadores típicos nocturnas, es la mayor de todas. Alcanza La vegetación primigenia fue el carrascal, de éstos son las culebras de agua, cuyas 65-70 cm. de longitud, envergadura de 160- con la encina carrasca como especie domi­ dos especies verificamos. La vegetación de 175 cm. y peso 2/2,60 kg. de paso. (Las nante. Roturadas las tierras llanas, hoy el estos sotos es hábitat de ruiseñores -au­ aves, en general, son livianas y las noctur­ bosque original queda en las laderas de la sentes en otoño-, curruca capirotada, aga- nas, más). De tonos crema-pardos, con ra­ sierra. En el camino de Codés hasta el Co­ teador común, mirlo común, carbonero, yas longitudinales en el pecho, discos fa­ rral del Monte, el bosque muestra buen cardelina, verderón, verdecillo. Son los más cíales incompletos en torno a los ojos, cuyo iris es anaranjado, dos penachos de plumas en la cabeza, a modo de orejas, patas fuerte y emplumadas hasta las uñas, con cuatro dedos oponibles dos a dos, es sedentario y la pareja excluye de su territorio a otros congéneres. Gran consumidor de ratas, su dieta incluye desde insectos hasta otras ra­ paces como los milanos, sin despreciar an­ fibios y peces: caza de noche, sobre todo a primeras horas o al amanecer. Su canto, un uhu de dos notas suave y grave, puede oírse todo el año, pero más de febrero a mayo. Parejas permanentes. La hembra C H O PO (Populus nigra). L e rtx u n . pone 2-3 huevos blancos para mediados de marzo. Incubación, 35 días. Los pollos, al De las Salicaceae, es árbol de 20-30 m. de principio vestidos de plumón blanco, los alto, fusiforme de porte, derecho y esbelto. alimentan los padres en el nido unas siete Tronco con grueso, que puede rebasar los semanas y, ya fuera de éste, hasta media­ 80 cm. de diámetro, con corteza agrietada dos de julio. Los hijos se independizan al en sentido vertical, grisácea, ramas abun­ morir el verano y abandonan el territorio dantes, largas y hacia arriba. Follaje denso, paterno. Muy distribuido en Escandlnavia, verde intenso. Las hojas aovado-triangula- Este y Sur de Europa, cría en grietas y res, que brotan en primavera y caen en repisas de farallones; a veces, al pie de otoño tras un largo período de amarillo éstos. En Navarra, se reparte por Riberas y progresivo, tienen peciolo de 2-6 cm. Espe­ Zona Media; escasea y posiblemente no cie dioica: flores o amentos masculinos ci­ coloniza el NW. Especie protegida por la ley Torralba del Río, viejo lugar fronterizo. lindricos, largos de 3-9 cm., rojizos y col­ que prohíbe su captura. Ibíicíeta 'tk'- Sarríés % Cí/ / ^ s\ ) / L / S Ul 1223 Izal !• c 0 1' 6üesa Adoain V 1183 Jj iciz 6alluóQ$ k¡ ^ !J Uscarrés JJQvInáano/ í í •j { 1088 ; 7 l \

Q Gallués. Salimos por la carretera a Izal. © ermita de Arburúa. De aquí por el espinazo de la cresta, vamos al principio por camino arreglado. (?) A los 3,700 km, aproximadamente, tomamos la pista, amplia, a la derecha, hasta (jo) La pista baja por la derecha. Seguimos por el sendero que discurre casi por la @ donde la dejamos, para avanzar por sendero pedregoso que serpentea por la loma cresta, algo ladeado al W. y sube. ® Pasamos junto a cruz metálica sobre poste de madera. El sendero sigue por el (5) Por la derecha confluye una pista, que seguimos hacia arriba, hasta cordal y baja a Gallués. (í) en que sale un camino por la derecha. Lo tomamos. Abundantes revueltas. ( 5) El camino da a la pista, que seguimos a la derecha. (? ) <§> @ © Bifurcación: a la izquierda. Seguimos subiendo.

® Volvemos a dejar la pista y tomamos el sendero a la izquierda.

© Nuevo encuentro con la pista, que seguimos. Ya en la ladera N., la pista se estrecha y el sendero nos lleva, tras varios zigzags, hasta la

...... J 0 Kms. 7,700 Kms. drano, en la margen derecha del Salazar, ¡D] PINARES e n a n t i g u o s c a m p o s Riberas y Montaña; es más escaso en la 44. Arburúa mugante con IbiIcieta y Sarriés, hoy granja Navarra húmeda. El halcón peregrino es el Epoca recomendada: Primavera a g ríc o la . La umbría de Arburúa, y el paco de Ri- protagonista de la cetería, deporte medie­ y Otoño. palda mantienen buenas masas de pino val, y el Archivo Real de Navarra guarda [§] CARRASCAL royo, mezclado con algún haya; más al S., numerosos documentos que testimonian la los pinos se mezclan con quejigos y robles estima y valor de esta especie siglos atrás. Arburúa es una montaña modesta, entre La parte más alta y escarpada de la so­ peludos. Años atrás, los cultivos subieron Hoy es especie protegida por la ley. Güesa y Gallués que agrupa a Izal, Iciz y lana se viste de encinas carrascas, que an­ por la ladera casi hasta la cumbre. Hoy son campos abandonados, convertidos en pas­ Uscarrés, en el quiñón salacenco de Ata­ tes debieron de ocuparla entera. Hay bue­ SILUETAS DE HALCONES bea. Toda la zona está constituida geológi­ nos ejemplares, entreverados de quejigos y tizales cubiertos de ollagas, espinos y pi­ camente por flysch (capas alternantes de pinos royos, cuando la cresta pierde altura nos, en una lenta evolución hacia los bos­ calizas y margas) del Eoceno -Terciario- cara a Gallués. Entre los arbustos dominan ques que fueron. La plantación de pinos con zonas de calizas, también de formación los bojes. Hay enebros: el común es más laricios acelera esa evolución. Las ovejas, eocena, visibles en la cresta de Arburúa y abundante que el de la miera, índice de rasas, aprovechan tales pastizales, pero no en la carretera por la que emprendemos el influencia mediterránea, así como los es­ bastan para evitar la lenta recuperación del paseo. Los ríos han trabajado vegas alu­ p lie g o s (Lavandula latifolia). Es n o rm a l la bosque. Junto a la ermita, entre pinos y viales cuaternarias en los fondos de los observación de excrementos de fuina y de bojes, hay una mosquera, lugar fresco valles. La pluviom etría-1.000 l.m.2 año-y el huellas de tajudo y gato montés. Curruca donde las ovejas se refugian en las horas clima de inviernos crudos y veranos cal­ carrasqueña, mosquiteros común y mus- de calor para evitar las moscas. Cernícalos, Halcón común (Peregrino) deados originan una vegetación boscosa cial, petirrojo y pinzón son quizá los pájaros águilas culebreras y otras rapaces practican dominada por quejigos, definida como más corrientes. la caza en esos espacios abiertos. Tarabilla quejigal navarro, salteada con pinos royos y común, blsbita campestre, escribano hor­ telano y curruca rabilarga son los pájaros rodales de carrascas. Esa vegetación, muy \C\ R O Q U ED O S alterada hoy por los cultivos y la explota­ más característicos de este biotopo. ción maderera abusiva, muestra reliquias Los cortados deparan refugio a aves ru­ del pasado. El paseante no encontrará pestres, como los aviones roquero y co­ fuentes, salvo en Gallués, pero podrá ver mún, golondrinas ambas, la primera parda y Izal, núcleo desapercibido desde la carre- exclusiva de acantilados rocosos y la se­ téra. gunda, blanquinegra, adaptada a edificios y

HALCON PEREGRINO (Falco peregrlnus). Belatz handia. De la familia Falconidae, rapaz de tamaño medio —40 cm. de longitud: envergadura, 85-112 cm.; 600-1.000 gr., mayores las Gallués, en primer término. Uscarrés, al fondo, en el Atabea salacenco. hembras que los machos y más desarrolla­ dos los ejemplares nórdicos-, el halcón 0 ARBURUA Y RIPALDA poblaciones rupestres. Es muy probable la adulto muestra alas y dorso gris-azulados, observación de una rara y gran especie, el parte Inferior blanca, manchada con finas Sobre el monte se alza la ermita de quebrantahuesos, además de buitres, cuer­ manchas transversales azuladas. Patas Nuestra Señora de Arburúa, en término de vos y alimoches que crían en los cortados desnudas, amarillas, relativamente cortas, Izal. Antes la llamaban basílica, con una de Arburúa. También, el halcón peregrino. fuertes, con uñas negruzcas. La cabeza, que Altadill llamó «riquísima fuente en su El dibujo muestra tres siluetas de halcones grande, con bigotera y cogote gris-azula­ interior». La advocación tiene muchos de­ que crían en Navarra: el peregrino, en los dos, pico gris poderoso, curvo y corto, cera votos en el quiñón y en los aledaños. La­ cortados; el cernícalo, en cortados, corrales blanca, ojos grandes y negros. Los adultos dera abajo, en término de Güesa, está Ri- y árboles; el alcotán, sólo en árboles. Los lucen espalda marrón, como las manchas palda, señorío que fue de los Velaz de Me- tres pueden observarse en este paseo. del pecho y flancos. Gran especialista en caza de pájaros en vuelo, pasa por ser la S A X IF R A G A (Saxífraga longlfolia). C o ro n a especie más rápida del mundo, con veloci­ de rey. dades de hasta 300 km. hora. Varios gritos, todos estridentes y agudos: es ruidoso, y De la familia Saxifragáceas, su nombre más cerca del nido. Parejas permanentes científico alude a su capacidad de quebrar dominan un territorio del que expulsan a las rocas, pues entre las grietas de éstas los congéneres. Las poblaciones boreales hunden sus raíces muchas de sus especies. practican migraciones periódicas; las del Planta herbácea, de hojas color verde azu­ Sur, como la de Navarra, son sedentarias. lado pálido en roseta de 6-18 cm. de diá­ Los halcones mayores y más claros que metro, carnosas, largas, con incrustaciones podemos observar en invierno son de paí­ calizas de 3-8 cm. de ancho. Las rosetas ses septentrionales. No hacen nidos. Depo­ desarrollan lentas y viven muchos años, sitan 3-4 huevos abrileños en repisa o agu­ pero florecen una sola vez y muere la jero de pared rocosa o edificios aislados, e planta. Flores sobre tallo largo de 25-50 incluso ciudades. En Navarra sólo crían en cm., ramificado desde la base, en inflores­ farallones rocosos. Incubación de 28-30 cencia piramidal; pétalos blancos de 5-6 días. A los 35-40 días echan a volar, pero la mm. Especie habitual de alta montaña, li­ alimentación depende de los padres. gada a rocas calizas, abundante en pastos Emancipados al comenzar otoño. Vuelo de del Pirineo, su única zona de distribución, aleteos rápidos, seguidos de planeos cor­ entre 900-2.400 m. de altitud. En el roquedo tos. Muy distribuidos en todo el mundo, que cruza la carretera de Gallués a Izal, a acusaron mucho la intoxicación por insec­ 1.200 km. aproximadamente de Gallués, al ticidas, cuya prohibición parece favorecer otro lado del regato, hay varios ejemplares su restablecimiento. En Navarra unas cin­ de esta especie visibles desde la carretera. La ermita de Arburúa, en la cresta. cuenta parejas crían en los cortados de No están a más de 700 m. de altitud. Corella. Carretera a Alfaro (7) En el extremo NE. de la balsa, acude un camino por la izquierda: seguimos por el camino sobre el dique, hasta (T) Al terminar el núcleo urbano, dejamos la carretera y tomamos a la derecha un camino ancho, bordeado de olmos, que pasa junto a. pabellones Industriales, © en que dejamos la orilla de La Estanca, para continuar recto. huertas y olivares. (D Seguimos de frente y dejamos camino a la derecha. (2) Tras corta subida, un cruce: a la derecha, sobre el dique del embalse, por el que ( 7 ) El camino enlaza con una pista amplia, que llega por la izquierda. seguimos hasta © El firme es, junto a la entrada del cementerio, asfaltado. La carretera nos lleva ( 3 ) acceso al camino que bordea el dique. Desde aquí puede salirse al pinar. entre huertas hasta Corella. C ontinuam os po r la o rilla de la laguna.

0 Kms. 3,9 Kms. su paso destaca en el secano. Regadío 45. La Estanca acaso menos racional, pero más ameno y Epoca recomendada: Todo el año. variado que los de nueva planta. Tamarices, álamos, olmos, sauces, juncos y otras her­ báceas forman la vegetación de las orillas, en que se guarecen ratas de agua y con La Estanca y La Estanquilla son dos em­ frecuencia tajudos y ginetas. Alhama y balses cercanos a Corella. Los terrenos de Queiles deparan una especie ausente en el la zona son, en su mayor parte, de forma­ resto de Navarra: la bermejuela (Rutilus ar- ción geológica reciente, del Cuaternario y casi), parecida a la madrilla, pero con aletas las superficies planas son típicas de zonas rojizas; se mueve en cardúmenes observa­ aluviales. El clima, seco, con lluvias en pri­ bles desde el puente de acceso a Corella, mavera y otoño, no va más allá de los 400 así como barbos, más escondedizos. litros por m.2 y año, sin grandes fríos y con veranos fuertes. La vegetación original es­ [C] REPOBLACIONES taría dominada por el coscojar esteplzado, con vegetación arbórea muy rala, salvo los La Dehesilla es monte repoblado de pino bosques de galería-olm os, sauces, fresnos, carrasco, plantado. La fauna agradece es­ álamos- junto a los ríos. De tal vegetación tas repoblaciones. Los conejos excavan sus no quedan vestigios. El paisaje está muy huras, más seguros que en campo abierto. humanizado. Agricultura y ganadería han También zorros, tajudos y paniquesas, más trabajado desde antiguo y con intensidad la pájaros como carboneros, agateadores, zona: campos de cultivo, cereales, viña, oli­ abubillas y otros mayores: cernícalos, al­ var, almendro en los secanos y huertas va­ La laguna, con la Dehesilla al fondo. cotanes y palomas. riadas en los regadíos, El olivo está en |B] RIO ALHAMA En el cementerio de Corella no se yer­ franca regresión y aumentan las esparra­ los contornea crecen tamarices, pinos ca­ guen severos cipreses, sino una buena ar­ gu eras. rrascos, álamos, alisos, cañas, cipreses y Nace en Soria, surca tierras de Rioja, y de boleda de pinos piñoneros (Pinus pinea), Corella aparece citado en el fuero de hasta algún eucalipto de procedencia aus­ Navarra y va a dar en el Ebro cerca de caracterizados por la copa redondeada y Araciel, en 1128, al regular el riego del Al- traliana. Carrizos y juncos dominan las ori­ Alfaro. Río modesto, que abre amplios ancha y sus piñones utilizados en confite­ hama, a cuya orilla se levanta. Es lugar que llas menos pendientes y las aneas o espa­ meandros en la vega, a su paso por Corella ría. Es propio de zonas mediterráneas, pero parece relacionada con Francia allá por da ñas (Typha angustifolia) forman grupos es un hilo de agua escoltado por vegeta­ no natural en Navarra, donde se planta muy 1304, trabado en tenaces altercados con compactos en la esquina oriental. Las ción. La franja de viejo regadío que señala p o c o . Alfaro: navarros y castellanos se arrasaban aguas albergan perca americana o black regadíos, saboteaban presas y se daban bass, Micropterus salmoides, carpín do­ muerte, a causa de las aguas de riego. El rado, y carpa, de evidente exotismo. Entre castillo de Corella fue importante por fron­ los anfibios estacionales o permanentes, el terizo. Corella tuvo además aljama mora y más abundante es la rana verde, activa y judería y cambió mucho al terminar la Edad ruidosa de mayo a noviembre y aletargada Media. Recibe el título de ciudad el 6 de en el limo durante el invierno. A la laguna acuden para la reproducción el tritón jas­ febrero de 1630 y se enriquece. La época barroca deja en la ciudad una huella de peado, la ranita de S. Antonio, el sapillo esplendor. Corella la Bella ha sido para pintojo, los sapos partero, de espuelas, co­ unos la «Andalucía de Navarra»; para otros, mún y corredor. Abundan las culebras de como una «pintura de Flandes». agua o gripias (Natrix maura y N a trix na- trix ). Otoño e invierno concentran, a veces ¡A] LA ESTANCA en cantidades importantes, patos azulones, cucharas, cercetas, porrón común, porrón No es una simple cubeta en depresión: moñudo, más ansarones, garzas imperiales está en posición elevada y anchos diques la y reales. En primavera y verano animan las cierran por N. y E. En origen pudo ser una aguas fochas, pollas de agua, somormujos, pequeña laguna natural, pero hoy es artifi­ típicos nidificantes; los andarríos (T ringa cial. En 1970 se hicieron obras para ampliar hypoleucos) recorren las orillas donde la capacidad de embalse. La nutre un canal ocultan los huevos, sin nido, mientras so­ derivado del río Alhama aguas arriba, cerca brevuelan las aguas golondrinas y aviones instalados en las orillas. Puede observarse de Cintruénigo, que aprovecha períodos de POLLA DE AGUA, GALLINETA (G a llín u la abubillas, ruiseñor bastardo, carricero tor- abundancia y de poca necesidad de riego. chloropus). U ro ilo a . Varias compuertas facilitan la salida del dal, zarcero común, ruiseñor, curruca ca­ agua que se dedica al regadío. La típica pirotada, buitrón, verderón, cardelina, ver­ De la familia Rallidae -como fochas y orla circundante de las lagunas se presenta decillo, lavandera cascadeña y el intere­ polluelas-, es ave acuática de unos 32 cm. aquí alterada por la configuración del en­ sante pájaro moscón, cuyo nido colgante de largo, 250-300 gr. de peso, plumaje de clave, con suave declive en la margen W. y en forma de botella con cuello torcido tonos negruzcos, cabeza, pecho y abdomen las mayores profundidades en la orilla puede admirarse en las ramas de algún negros y grisáceos los flancos, espalda opuesta. En los diques y en el camino que ála m o . parda con reflejos verdosos, ala y cola ne­ gruzcas. La cola, corta y frecuentemente erguida, deja ver las infracobertoras cau­ dales blancas. Luce llamativo escudo fron­ C A Ñ A (Arundo donax) tal y pico de rojo vivo, rematado en amari­ De las Gramíneas -como los cereales llo. Patas grandes, verdiamarillentas, con cultivados y muchas herbáceas de pastiza­ dedos largos y sin membranas. Nada con les y céspedes-, caracterizadas por tallos frecuencia -el plumaje lo tiene muy imper­ huecos y nudos sólidos. Es planta grande, meabilizado- y bucea. Vuela lo menos po­ de 1,5-5 m. de alto, que suele crecer en sible: chapotea al despegar y en vuelo, grupos densos a partir de tallos subterrá­ lento, lleva las patas colgantes. Agil en tie­ neos horizontales. Hojas planas, anchas de rra; capaz de trepar a plantas acuáticas. Se 2-5 cm., 40 o más cm. de largo, terminadas mueve en grupo o por parejas, con conti­ en punta aguda. Flores en espigas o inflo­ nuo reclamo ronco. Se alimenta de hierbas rescencias plumosas blancoverdosas, de y plantas acuáticas, semillas, insectos, gu­ 40-70 cm. de largo. Crecimiento anual de la sanos, peces, anfibios, etc. Vive en áreas parte aérea, aunque la planta es perenne y acuáticas muy variadas siempre que tengan da brotes todos los años. Vive en lugares vegetación palustre. Inquilina de estanques húmedos, marismas y riberas de la Europa públicos en Europa; nosotros no le mere­ mediterránea. En Navarra, en la Ribera, cemos tal confianza. Hace el nido en la siempre en áreas húmedas. Se cultiva como vegetación sobre el agua, en tierra e in­ seto cortavientos, sobre todo en regadíos. cluso en ramas de árbol, con tallos de Los tallos, cortados, se usan para tramar junco, aneas y otras palustres. Pone 4-10 empalizadas, cañizos, para construcción, huevos, en general dos veces al año, que techumbres, cañas de pescar. Los rizomas incuban 19-22 días ambos padres. Pollos nidífugos. Distribución en la mayor parte de o tallos subterráneos encierran propieda­ Europa y otros continentes. Las más sep­ des medicinales. tentrionales son migratorias. En Navarra es sedentaria y común en todas las lagunas y A la izquierda, una de las compuertas. en algunos ríos, si bien escasa. Pinar de Sta. Agueda

Para llegar a Q , tomamos en el km. 13,900 de la carretera de a Car- ( 5) bifurcación, en que vamos a la izquierda. Ya en el monte, el camino, ancho al castillo, entre Mélida y La Oliva, una pista amplia que va hacia el S., junto a un principio y luego estrecho pero fácil, es agradable. pequeño barranco. Se avanzan unos 2 km. por la pista, que lame la ladera dere­ (?) Cruce en el collado: a la izquierda. Descenso entre arbolado disperso. cha del barranco. En un cruce, junto a un cercado, hay que tomar a la derecha y cruzar el barranco por un puente, hasta llegar a un nuevo cruce. Este es (7) El camino salva la acequia de Navarra por puente. Tomamos la pista que bordea la acequia, aguas arriba, por la margen derecha. Contorneamos el monte. Tras Cruzamos la acequia de Navarra con pista contigua. una revuelta, Corral del Rincón: queda a la izquierda. (8) dejamos la pista de la acequia y tomamos a la izquierda el camino que bordea el pequeño barranco, hacia abajo, hasta Cruce en el Saso: seguir a la derecha. ® encontrar el camino, que se sigue a la derecha, y nos devuelve a Q Cruce: a la derecha, hasta la inmediata

0 Kms 5,6 Kms. grácil silueta en vuelo, con alas largas y 46. Pinar de Santa Agueda puntiagudas y cola corta. El plumaje del Epoca no reecomendada: Verano. dorso es gris azulado oscuro; pecho y vientre, claro con manchas pardas en es­ trías longitudinales; cabeza, gris azul os­ cura, con bigotera del mismo color, cera gris-amarilla y pico gris azul curvo y corto. Calzones rojizos y patas desnudas amari­ El paseo sube al Plano de Carcastillo, llas. Alas, por debajo, con bandas oscuras. también llamado Saso de Mélida, y recorre Los jóvenes lucen tonos pardos en lugar de parte de una cañada que acerca a la Bar- gris-azulados. Vuelo ágil y veloz; es capaz dena, terreno facero de 22 pueblos o enti­ de capturar pájaros muy rápidos. Actividad dades congozantes. La Bardena avanza diurna, más intensa al atardecer. Se posa entre los términos de Mélida y Carcastillo en árboles. Gusta de formar pequeños gru­ por el barranco Val del Rey y por éste va la pos, que vuelan en zigzag. Dieta de pájaros cañada, utilizada aún por rebaños trashu­ pequeños e insectos, casi siempre cazados mantes. El clima, seco -unos 400 l/m2/año-, en vuelo. Biotopo preferido: espacios caluroso en verano y moderadamente frío abiertos con sotos arbolados, bosquetes o en invierno, produjo aquí formaciones ve­ árboles sueltos en que criar. No arma nido, getales del coscojar estepario en su transi­ sino que aprovecha los de córvidos u otras ción al carrascal. El Plano sería, posible­ rapaces instalados en árbol. Ponen 2-3 mente, más o menos estepario y el valle del huevos al final de primavera. Los incuban Aragón, carrascal. Esa vegetación primera, 28 días. Pollos nidícolas, que alimentan los profundamente alterada por cultivos, es padres unos 25 días en el nido y después irreconocible. El Plano es una estepa ce­ también. Vuelan a los 28 días. Autónomos a realista con pocos árboles y arbustos, culti­ final de agosto. Distribución paleàrtica: vos de regadío en la vega del Aragón y toda Europa, salvo Irlanda, parte de Gran pastizales y arbolado en los taludes entre Bretaña y el N. de Escandinavia. Cubre todo una y otra llanura. El paseo desvela un el territorio navarro, pero es escaso; resulta aspecto bardenero, se adentra en un bos­ algo más abundante en la zona media. Es­ que de interés y depara excelentes vistas pecie protegida por la ley. sobre el valle del Aragón. No hay fuentes en El pinar cubre el plano sobre el Aragón. el recorrido. con rigor. Otras aves esteparias que pueden didos. Se ven milanos negro y real, cerní­ [A] FORMACION GEOLOGICA verse en el Plano son sisón -versión redu­ calo y alcotán; paloma torcaz, tórtola, pi­ cida de la avutarda-, ortega, alcaraván; el caraza, pito real, torcecuellos y abubilla. El Plano es una antigua terraza fluvial, aguilucho cenizo, muy versátil en sus exi­ Entre la fauna alada menor, tarabilla co­ hoy menor que en tiempos lejanos, prolon­ gencias ecológicas, cría también en el mún, cardelina, pardillo, gorrión común, gada hacia el N. por el Saso de Carcastillo y suelo, camuflado entre las mieses. De los carbonero común, curruca rabilarga y ver­ el llano de Larrate. El Aragón ha excavado pájaros que corretean por el suelo, en el decillo. Se advierten señales de fuina, zo­ la terraza, también trabajada por la erosión que nidifican, pero cantan en el aire, para rro, tajudo y gineta. Hay púlpitos de caza de los afluentes, y ha formado superficies definir su territorio, los más corrientes son otoñal de paloma. aluviales luego erosionadas hasta llegar a la cogujada, calandria, alondra, bisbita cam­ vega actual. La erosión de la Val del Rey, pestre y collalba gris. [D] ACEQUIA DE NAVARRA por el E., y de pequeños barrancos por el W. ha tallado la quilla invertida sobre la que [C] PINAR DE SANTA AGUEDA Del pantano de Yesa se deriva un canal se asienta el Pinar de Santa Agueda. que riega el llano entre Sangüesa y Sos, Atribuyen el topónimo a una ermita. De atraviesa la sierra de Peña por túnel, sumi­ U ESTEPA DEL PLANO ella no hay rastro. El pinar cubre el saliente nistra agua a la Bardena de Cáseda-donde del Plano sobre el valle del Aragón. Es una está San Isidro del Pinar-, y se bifurca; la Esta es acaso la mayor superficie llana formación natural, pero secundaria porque rama principal, el gran canal de Bardenas, continua de Navarra, parte de la Bardena, si ha ocupado el lugar de antiguos carrasca­ llega a la Bardena aragonesa; el otro, la bien no la más llamativa y característica. Se les y coscojares. Los árboles son pinos ca­ acequia de Navarra, bordea por el flanco observan restos de la antigua vegetación: rra s c o s (Pinus halepensis), de tamaño me­ occidental, a media ladera, el Plano y alguna encina-carrasca que no pasa de ar­ dio, no muy espesos, con nutrido estrato muere, con más pena que gloria, en las busto, coscojas, sabinas negras y escam- arbustivo, que, sin embargo, permite des­ cercanías de . La acequia riega R O M E R O (Rosmarinus officinalis) b ro n e s (Rhammus lycioides). Estos arbus­ plazarse sin dificultad dentro del bosque: una teoría de campos geométricos, expla­ tos, así como otras especies típicas de es­ sabinas negras, enebro de la miera, algún nados, con red de canales y drenajes, en el De la fam ilia Labiadas, es arbusto espeso, tepa mediterránea, se presentan mejor re­ lentisco y abundante romero; entre las ma­ Rincón de la Val del Rey. Algunos campos con ramas erectas, de hasta 3 m. de alto, presentados en los taludes que unen el tas, ollagas (Genista sp.), tomillos y esplie­ están incultos. La acequia debe albergar aunque en general menor. Hojas perennes, Plano con el valle. Conejo y perdiz abundan gos. Pinares de este tipo abundan en los barbos y truchas. Sus orillas se animan con numerosas, estrechas, de 2-3 cm. lineares, bastante en los bordes del Plano, cuyas taludes bardeneros sobre Rada, Caparroso el chapoteo de alguna rana y el vuelo del con margen enrollado, envés blanco to­ matas les dan refugio y de las que salen y Carcastillo. La riqueza faunística de éste a n d a rrío s . mentoso y verde oscuro el haz. Flores de para alimentarse en los campos. En el es notable. El paseante puede ver que el color lila, con corola bllabiada, con dos Plano viven algunas de las contadas avu­ trayecto está plagado de observaciones o estambres y estilos curvados al exterior de tardas navarras, abocadas a la extinción, si ruidos asustados de paloma torcaz, tórtola, la corola, sentadas en grupos axilares. las medidas proteccionistas no se cumplen milano o conejo, que huyen al ser sorpren­ Crece en lugares secos y con matorrales. Prefiere suelos calcáreos. Espontáneo en la Europa mediterránea, se da en la Ribera y en las solanas de la Navarra media, sin llegar a la Cuenca de Pamplona. Florece durante todo el año, en especial al fin del invierno. Forma parte de una etapa regre­ siva del encinar. Fuertemente olorosa, cua­ lidad apreciable si se prensan y restriegan las tiojas con las manos. «De las virtudes del romero se puede escribir un libro en­ tero» afirma una conseja, y las aplicaciones medicinales de esta planta las recoge el «officinalis» del nombre científico. De él se obtiene aceite de romero, usado en perfu­ mería, para lociones capilares, y como componente del agua de colonia. En infu­ siones es estimulante, antiespasmódico y diurético. Las virtudes medicinales y su va­ lor como condimento hacen que se cultive, por lo que puede encontrarse naturalizado A LC O TA N (Falco subbuteo), Zuhaitz-be- latza. fuera de su área normal de distribución. Es también melífera, muy apreciada por abejas De la familia Falconidae, es halcón de y apicultores, por la temprana floración que tonos oscuros, de unos 30 cm. de longitud, aprovechan para trasladar las colmenas a envergadura de 70-80 cm., peso de 150-350 los romerales en meses sin flores en otras El Corral del Rincón, al principio del paseo. gr. -menores y más ligeros los machos- y áreas. Q Km. 2,100 de la carretera de Pueyo a Olleta y el alto de . Arranca una pista, © Entronque con el antiguo camino, que avanza hacia el E. a la izquierda. Asciende. © Cruce con sendero: seguimos recto. ® En revuelta cerrada, sale un ramal a la derecha: tomamos a la izquierda, tras otra @ Bézquiz. Salimos por la carretera que muere en el pueblo. curva cerrada. © Cruce: dejamos la carretera y por camino que pasa junto a ® Musquer-lriberri. Caserío, iglesia, era y hermosas encinas carrascas. Se toma camino horizontal. balsa y después junto al cementerio, llegamos a

® Cruce. A la derecha. El camino sigue casi llano entre campos de cereal. © bifurcación: a la derecha. Suave bajada.

© Bifurcación: a la derecha. ® Cruce: a la derecha. Hacia abajo, por el barranco hasta una

© El viejo camino lo corta el arreglo de uno nuevo que sale hacia la izquierda. ® bifurcación: a la izquierda, para dar a la

© Enlaza con otro camino, que tomamos a la derecha, © carretera, que nos lleva a

0 Kms. 7 7,250 Kms. 47. Bézquiz \B¡ MONTES DESARBOLADOS llalba gris y la más infrecuente collalba ru­ bia. Tórtolas y abubillas, típicas de prima­ Epoca recomendada: 'Primavera y Otoño. Entre Musquer-lriberri y Bézquiz el ca­ vera y verano, son corrientes. mino alterna bordes de campos y áreas de matorral. La ladera del bosque protegido por la reserva hasta Sansoain también es, [C ] A R R O Y O en buena parte, un decorado de campos llecos y áreas rapadas de árboles. Subsis­ El humilde regato que corre por el fondo ten encinas, recordatorio del bosque que del valle desagua en el Cidacos cerca de fue. En esas zonas medran algunas plantas Pueyo. Acompañan su curso chopos y sau­ aromáticas, como espliego, tomillo, romero ces. En los escarpes terrosos que ha des­ -querencia de las abejas, cuyas colmenas bastado, excavan sus nidos abejarucos son en la Valdorba cada día más numero­ -vistosos de color y llamativos de vuelo- y sas-, y en la primavera, vistosas orquídeas gorriones chillones, más modestos. Forman entre ollagas y raras coscojas. Son lugares pequeñas colonias, muy ajetreadas cuando frecuentados por ratones, paniquesas, rep­ horadan las huras y cuando tienen en el tiles y resultan cazaderos de las rapaces interior pollos que nutrir. El arroyo no se que crían en el bosque. El paseante podrá seca en verano normal, mantiene poblacio­ observar trigueros, de canto monótono, en­ nes de madrillas, chipas y algún barbo y caramados en los setos de las lindes, así recibe visitas de ranas verdes y culebras de como escribanos soteños y palustres, co­ agua.

Paisaje primaveral en Valdorba. A la derecha Sansoain.

Bézquiz es pueblo de la Valdorba, entre de sus fincas). En términos legales espa­ Orisoain, Sansoain, Maquirriain, Amatriain, ñoles, estas reservas son cotos privados de Benegorri y Musquer-lriberri, perteneciente caza. La de Sansoain fue la primera creada a Leozerana, uno de los cuatro corriedos en Navarra. Tiene 265 Ha. Bosque bien del valle. De los doce concejos integrados conservado, poblado de encinas carrascas, en el ayuntamiento de Leoz, siete son tute­ entreveradas con quejigos, algún arce u lados: al tener menos de tres vecinos o otras especies en menor cantidad. En la familias, la administración de sus comuna­ zona W. domina el quejigo. El sotobosque, les pasa a manos de la Diputación. Valga abundante, muestra boj, coscoja, sabina, este dato como índice de su despoblación. enebro, etc. Jabalíes, ginetas, gatos monte­ La Valdorba es valle de la zona media, con ses, fuinas, tajudos y zorros pueblan el clima bastante seco -unos 600 l/m2/año- y bosque, cuya mayor riqueza es, no obs­ constitución geológica de arcillas y arenis­ tante, la ornitológica. Desde la carretera es cas del Mioceno, finales del Terciario, que fácil oír el canto de las especies pequeñas y MILANO REAL (Milvus milvus). M IRU G O - han conformado un relieve accidentado, observar vuelos y pendencias de las varia­ RRIA. ABADEJERO, COLA-ABADEJO aunque sin grandes desniveles. La vegeta­ das rapaces. Este carrascal se anima con la ción original de carrascas y quejigos se gran mayoría de especies típicas del bos­ Rapaz de la familia Accipitridae, fácil­ conserva en buenos retazos, pero la explo­ que mediterráneo. Mosquiteros común y mente reconocible en vuelo por la cola tación agrícola aterrazó las laderas y queda papialbo, currucas carrasqueña, mirlona y larga y ahorquillada, útil como timón, y alas menos arbolado cuanto más repartida es­ capirotada, mirlo, zorzal común, pinzón, largas angulosas con manchas blancas, tuvo la propiedad del suelo. petirrojo, carbonero común, herrerillo, son que inducen a achacarle falta de plumas. algunos de los alados menores. Palomas Ave de unos 60 cm. de longitud, 150 cm de torcaces, tórtolas, arrendajos, pito real, envergadura, peso de 1 kg, plumaje pardo- rojizo con manchas oscuras longitudinales, 0 BOSQUE DE SANSOAIN pico carpintero viven también aquí. Y crían, por lo menos, águila culebrera, águila cal­ cola rojiza y cabeza y cuello grisáceos, es­ El «Monte del Conde» es reserva promo­ zada, alcotán, milano real, milano negro, triados. Ojos con iris amarillo, cera amarilla, vida por ANAN y regida por la Carta de ratonero común, cernícalo, que suman una pico corto, curvo, gris; patas cortas y poco Eurel (Asociación europea de reservas na­ de las densidades de rapaces más altas de fuertes, desnudas y amarillas. Grito agudo, turales libres, que agrupa a propietarios Navarra. Al caer el día les releva el búho penetrante, frecuente en primavera. Vuelo comprometidos a respetar la fauna y flora c h ic o . boyante, con aletazos amplios y planeos frecuentes. Vive en terrenos abiertos con árboles dispersos, en campos de cultivo, marismas, orillas de río. Dieta protéica: captura en el suelo anfibios, reptiles, rato­ nes, pequeños mamíferos y pájaros. Mal POMERA O SERBAL COMUN (Sorbus do­ cazador. Aficionado a carroñas y basuras. m e s tic a ) Se agrupa en invierno y duerme en árbol en sitios fijos: llegan a reunirse más de cien De la fam ilia Rosaceae, es árbol pequeño, milanos en un dormidero. Cría en árbol. de 8-10 m. de alto, tronco recto y copa Arma el nido con ramas, pero casi siempre ovalada. Hojas caducas, compuestas, con recurre a nidos de córvidos u otras rapaces. folíolos de bordes aserrados, muy pareci­ Pone 2-3 huevos, una vez por año; 28-30 das a las del serbal de los pajareros y cierta días de incubación; los pollos permanecen semejanza a las del fresno común. Flores en el nido cinco semanas y después de blancas de cinco pétalos y cinco estilos, volar siguen a los padres. Distribución por primaverales. Frutos, comestibles cuando gran parte de Europa, excepto el N. En están pasados, maduros en septiembre- Navarra cria en todo el territorio, en hábitat octubre, de unos 3 cm. de diámetro. Distri­ adecuado, pero es más escaso en zonas bución natural en Europa del Sur y N. de altas y montañosas. Los nórdicos inmigran Africa. Prefiere suelos calizos. Cultivado, se y aquí invernan con los residentes. Cerca le encuentra en linderos de campos, pero de Pamplona hay un nutrido dormidero, por no es frecuente junto a casas o en huertos. lo que la observación es normal sobre la Llega a vivir 500 años y es el serbal más misma ciudad. Otro dormidero concurrido longevo. Madera de buena calidad, utilizada lo tienen en la Valdorba. Especie protegida. en ebanistería. En Navarra crece, sobre todo, en la zona media. En este paseo puede verse un ejemplar, junto a la carre­ tera, al bajar de Bézquiz. □ A la entrada del núcleo de , en la carretera desde Tudela. © seguimos recto y dejamos el camino a la izquierda.

(T) Cruzamos el canal de Tauste y en el cruce siguiente, escogemos el camino central ® Embarcadero. Pasamos junto a la vieja presa de Carlos V. Lugar ameno, utilizado ancho, el Camino del Raso. como merendero, junto a la balsa que queda a la izquierda.

@ Bifurcación: a la derecha. (íi) Entronque con camino ampliado, que se toma a la izquierda.

( 3) Bifurcación: a la izquierda. ® Inmediatamente, ramal a la derecha.

(¿) Bifurcación: no seguir el de la izquierda, sino recto. ® Cruce de caminos: tomamos recto el camino que sigue junto al "Soto viejo", que

(? ) B ifu rc a c ió n : ju n to a la casa del guarda. © se estrecha hasta hacerse senda, que lleva a

(¿) Cruce: seguimos recto. © cruce de caminos: Camino del Bajo, a la izquierda, hasta

© Llegamos al camino del dique, que tomamos a la izquierda. ® Casa de Belver, con camino a la izquierda. Seguimos recto.

(D Junto a la presa, bifurcación: seguimos a la derecha, sinbajar. © Cruce: recto. Llegamos al hito.

(D Presa PignatelIi o presa nueva. Tras una ligera bajada, ( 2) entronque con el camino del principio, que se desanda hasta [3 . 48. Presa de Pignatelli siempre gritando. Solitario o en parejas; en verano suele formar grupos familiares. Vive Epoca no recomendada: Verano. junto a corrientes o lagunas de agua limpia. Observa, apostado en alguna rama o pie­ dra, y se lanza en picado -y entra en el agua- para capturar los peces, base de su dieta. Se dice que sólo consume pequeñas El término municipal de Cabanillas tiene truchas. No es cierto: caza todas las espe­ al N. las laderas de las Bardenas, resecas cies posibles, con un tamaño máximo de sobre terrenos de arcillas con capas de 8-10 cm. Cría en cortados y taludes terro­ calizas, del Mioceno Terciario, y al S. suelos sos, en que horada un túnel de hasta un profundos de formación cuaternaria, apor­ metro. Nido con espinas, restos de peces y tados por el Ebro. El clima, soleado y seco alguna ramilla. Pone 6-7 huevos, que puede -unos 400 litros/m2 anuales- desarrolló el repetir en el año. Incubación, 20 días; po­ coscojar estepizado. Las márgenes del río llos nidícolas cuatro semanas. Distribuido las cubriría arbolado de ribera. De ese pai­ por casi toda Europa, excepto N., partes de saje quedan retazos en las orillas del Ebro. Asia y N. de Africa. Sedentario en casi toda El paseante podrá ver, acaso en acción, la esa área. Regular, pero no abundante, en barca que traslada personas y vehículos de todos los ríos de Navarra. Muy temido en una a otra margen,.guiada por las maromas piscifactorías y odiado por los pescadores, tendidas entre los dos muelles. No hay no siempre con fundamento. Especie pro­ fuentes, pero sí amenos parajes en el em­ tegida por la ley. barcadero y los aledaños de la presa vieja.

¡A] PRESA DE PIGNATELLI

El Bocal Real debe su nombre a la presa levantada en el Ebro de a partir de 1529, sobre proyecto de Gil de Morlanes. La casa de compuertas, con el escudo real, subsiste, reformada después. El Canal Im­ perial no dio el resultado soñado y en tiem­ La presa nueva, con la casa de compuertas. pos de Carlos III se replanteó la obra. Un canónigo e ingeniero zaragozano, Ramón Neja, madrilla, barbo y acaso carpas y ten­ de Pignatelli, dirigió la construcción de la pas oficiales, incluso de 1970, aguas abajo cas en aguas menos vivas. Y se ven garzas de la presa de Carlos V hay una gran isla. nueva presa, cuya última piedra se puso el reales, andarríos chico y martín pescador. Hoy no existe. A finales de los 60, una gran 19 de agosto de 1790, tras diez años de masa de árboles crecía en su lugar. Hoy trabajos. La nueva casa de compuertas, en [C ] SO TO S éstos han desaparecido y lo que fue isla la derecha del río, también subsiste y es el son campos. Entre los hitos 14 y 15 queda a llamado palacio de Pignatelli. La nueva Todavía en los años 60 entre el dique y el la derecha el antiguo cauce que abrazaba a presa es la mayor del Ebro en Navarra. En río había arboleda grande; hoy son campos la isla por la izquierda. Carrizos y zarzas principio, pensó en levantarse cerca de Tu- de cultivo. Pero restan tamarices, chopos, cubren el fondo, bordeado de sauces, cho­ dela, pero la ciudad lo impidió. En el dique álamos, sauces, fresnos de hoja estrecha, pos y álamos, de Pignatelli trabajaron 1.500 peones fijos, más ailanto, falsa acacia, olmos y plátanos, más 400 presidiarios y cinco regimientos de con retamas y tomillos, que atraen conejos [F] CULTIVOS Infantería. y abundantes pájaros y variados pájaros. El canal de Tauste -derivado de la presa [B] PRESA DE CARLOS V [D] B A L S A entre Tudela y Cabanillas- riega los campos de cultivo a través de una densa red de También, «presa vieja». El Palacio del Procede de un antiguo brazo del Ebro y acequias. Cerca del pueblo hay cereales de gobernador del canal o de Carlos V generó está cubierta por vegetación palustre: carri­ invierno, pero la mayor parte de las piezas un conjunto en el que destacaban, además zos, aneas o espadañas, más chopos y ta­ están dedicadas a maíz, alfalfa, pimiento, del edificio de cuerpo rectangular con dos marices. Es posible sorprender a fochas, tomate, alcachofa y otros cultivos típicos de torres y galería superior de nueve arcos -tal pollas de agua y algún azulón. Los peces como lo recogen grabados de 1833-, la regadío. También hay frutales, que marcan -lucio, carpas y tencas- no son especies las lindes de los campos, y empalizadas de iglesia de San Carlos Borromeo y los jardi­ autóctonas, sino introducidas. cañizo y setos vivos de caña para defender nes en torno. La presa, hoy fuera de uso, es A L A M O (Populus alba). ZUMARZURIA. AR­ del viento las plantas. BOL BLANCO (EN LA RIBERA) una construcción admirable en piedra, con \E\ CAUCE ANTIGUO bloques enormes y base muy amplia: por Arbol de la familia Salicaceae, de buen encima llegan a pasar vehículos. Al pie del En los tramos medio y bajo, los ríos cam porte, alto hasta 30 m., con tronco grueso dique, las aguas han formado graveras, is­ bian de curso con frecuencia y a veces con que alcanza 1 m. de diámetro en la base, las, breves lagos, canales, cambiantes con brusquedad, como consecuencia de una copa amplia y sombra poco espesa. Corteza los años y el caudal. Los pescadores acu­ riada que ciega su cauce e irrumpe por del tronco, blanquecina en ejemplares jó­ den, atraídos por la perca americana o otro. La forma de los campos de cultivo, el venes, grisácea y resquebrajada en los vie­ black bass, especie norteamericana intro­ trazado de caminos y la vegetación ribereña jos, menos en la parte alta del tronco y en ducida. Pero se dan lucios, gobios, colmi- delatan los antiguos lechos. Según los ma­ las ramas, que siguen siendo blanquecinas. Follaje de aspecto verde muy claro, casi blanco. Hojas velludas en un principio, quedan de verde intenso en el haz y blanco aterciopelado en el envés; alternas, con largo pecíolo y palmeadas; brotan tempra­ nas en primavera y caen en noviembre. Florecen en febrero-marzo: flores masculi­ nas en amentos colgantes, lanosos, de 3-6 cm. de largo; las femeninas también en amentos más largos y delgados. Arbol tí­ pico de ribera, amante de suelos arenosos, profundos y húmedos, propios de sotos, en especial en llanuras; se adentra poco en zonas de montaña. Soporta temperaturas MARTIN PESCADOR (Alcedo atthls). M A R ­ TIN ARRANTZALEA de -15° a 40°. Distribuido espontáneo por S. y Centro de Europa, más partes de Asia y N. Es la única especie en Europa de la fam i­ de Africa. En Navarra forma parte del arbo­ lia Alcedinidae, típicamente africana. Ave lado de sotos fluviales de las Riberas y de 15 cm. de largo, con pico largo, recto y apenas llega a la zona media. Plantado, es fuerte. Cuerpo recogido, con plumas y alas común en parques -en la Vuelta del Castillo cortas. Plumaje en la espalda azul-verde pamplonesa- y márgenes de carretera. Uti­ brillante, alas verdosas, parte inferior rojiza, lizado como ornamental, su madera, muy cabeza azul con franjas blancas, garganta blanca y ligera, se usa para muebles y em­ blanca. Patas pequeñas y rojas, con dedos balajes, pero en cantidades cortas, pues no soldados. Vuelo rápido y recto, con prefe­ forma grandes masas. Crece rápido y no La barca del Ebro. rencia rasante sobre el curso del agua; casi sobrepasa los 60-70 años de vida. El Yugo 49 5,5 Km.

Q Junto a la ermita de la Virgen del Yugo, desde Arguedas. Tomamos el camino ( 5) la cumbre más alta de la sierra, donde se levanta un vértice geodésico. De aquí que en dirección SE. va por la carretera de la sierra del Yugo (Camino de la el camino baja hacia el S., en arco amplio, al sierra), junto a viñas, almendros y romeral. (?) Corral del Cuerno, que tiene una llamativa cúpula. También confluye el Camino © Cruce: seguimos recto. del común, en dirección NW.

@ Por la derecha afluye un sendero: seguimos recto. ( 7) Cruce con el camino del Portillar. Atravesamos un breve barranco y enfilamos por el fondo de la pequeña vaguada hacia el NW. Luego dejamos a la izquierda @ Sale por la izquierda un sendero: seguimos recto. A la derecha crecen un corral-colmenar, entre olivos y viñas. repoblaciones de pinos. (D Cruce: seguimos recto. (í) Cruce del Portillar. Dejamos los caminos y por el monte subimos sin dificultad y manteniendo la dirección a la loma. Después bordeamos el campo por la ladera (i) Cruce: seguimos recto. W., y , si están recogidas las cosechas, llegamos a (jo) El camino va a dar a la carretera que nos devuelve al aparcamiento junto a la ermita, Q . □

0 Kms. 5 ,55 Kms. 49. El Yugo ¡C] REPOBLACIONES FORESTALES Epoca recomendada: Primavera y Otoño Los que encontramos son pinos carras­ cos, espontáneos en otras zonas bardene- ras y aquí de repoblación. En el Trillo, loma paralela al Yugo, al N., hay bancales recién trazados, como en los barrancos y mogotes El Yugo es el collado -iugum montis- de cercanos a Arguedas, en que se han plan­ la sierra aprovechado por el camino caba­ tado pino carrasco, falsa acacia y ailanto, ñero que va de Arguedas a Landazuría, el en régimen mixto, en un intento de evitar la Vedado de Eguaras y el Plano. Al lado del erosión, retener el suelo y acaso sacar un collado se levanta la iglesia de Nuestra Se­ provecho económico. Si prosperan, altera­ ñora del Yugo, gótico-renacentista de co­ rán el paisaje actual. mienzos del siglo XVII con crucero y cúpula construidos a partir de 1677 por el corellés [D] CULTIVOS Pedro de Aguirre. La imagen, de gran devo­ ción para los bardeneros, es gótica de la Desde el Yugo, el paseante contempla segunda mitad del s. XV. La sierra delimita dos paisajes distintos, según mire al N. o al la Bardena y desde su cordal se contempla S. Al N. sólo se ven cultivos cerealistas, que una panorámica completa de La Blanca, alternan con los saladares blanqueados parte central de aquélla. Región muy seca -origen del topónimo La Blanca-, brillantes -300 litros/m2/año- y soleada, frecuente­ al sol, entre cabezos y barrancos. Al S., mente barrida por los vientos. No hay contiguos, se despliegan los tres cultivos fuentes en el trayecto, pero el/«virgenero» mediterráneos por antonomasia: olivo, viña de la ermita despacha bebidas. El paseante, y trigo, más el regadío al fondo del valle del si no acude en fin de semana, puede ver el El corral del Cuerno. Ebro. Los olivos reciben protección de es­ espectáculo, poco naturalístico, de los ejer­ pantapájaros al acercarse la maduración cicios de aviación en el polígono de tiro. que ya se insinúa un segundo ciclo de ero­ [BJ VEGETACION Y FAUNA ESTEPARIA del fruto, para evitar a los estorninos ne­ sión (3). Estos cerros son los «cabezos». gros -«tordos»-, instalados en número cre­ ¡A] CABEZOS DE LA BLANCA Uno de ellos, Castil de Tierra, tema de car­ En laderas y zonas llanas restan muestras ciente en grandes zonas de Navarra. Aquí teles turísticos, se ve desde el Yugo. de la vegetación primigenia, el coscojar crían incluso en el tejado de la ermita. A Desde la sierra del Yugo cabe apreciar estepizado, borrado por los cultivos. Se ven ellos se unen en otoño e invierno los estor­ algunas particularidades geológicas y geo- coscojas, alguna carrasca, enebro de la ninos pintos, inmigrantes desde el N. e in­ morfológicas de las Bardenas. El conjunto miera, sabina negra, escambrón, algún raro vernantes aquí. de éstas es de formación bastante reciente: lentisco, romeros abundantes, jarillas, to­ materiales depositados desde el final del millos, ontina, ollagas y otras especies me­ Eoceno (38 millones de años) hasta el co­ nores. En ellas hallan comida y refugio co­ mienzo de la Era Cuaternaria (1,5 millón de nejos, zorros y tejudos. Hay alcaravanes y años), en condiciones no marinas y de ori­ sisones, gangas y ortegas -en vuelo rápido gen continental, lacustre o fluvial. A la de­ y agrupado-, cogujadas, calandrias, toto­ presión de la cuenca del Ebro llegan los vías, alondras, bisbita campestre. Las col­ aportes terrígenos procedentes de la ero­ menas demuestran la abundancia de plan­ sión de las elevaciones del Pirineo, recién tas aromáticas. formado. Se acumulan areniscas y limos y en la parte central -donde se forman lagos y zonas periódicamente inundadas- arci­ llas, calizas y -si la salinidad de las aguas es-la adecuada- yesos e incluso sal. En el Cuaternario los ríos inundan parte de esos zonas y los aluviales las cubren: se forman terrazas. Tenemos un ejemplo en el Plano. Algunas terrazas se abomban y forman an­ ticlinales, como la misma Sierra del Yugo. Los estratos miocenos de arcillas, calizas y areniscas en la Bardena blanca son prácti­ camente horizontales. Sobre ellos actúa la fuerza erosiva de las aguas (1). Cuando encuentra capas calizas de cierto espesor, se producen relieves en forma de mesa, por A L C A R A V A N (Burhinus oedicnemus). preservar las calizas a las arcillas sobre las FRANKOLINA que se asientan (2). La mayoría de las me­ setas va desapareciendo al continuar la Unico representante europeo de la familia erosión y quedan algunos cerros testigos, Burhinidae, es ave de unos 40 cm. de que destacan sobre una nueva planicie en largo, alta de patas y figura de apariencia desgarbada. Plumaje de tonos pardo-cla- E S C A M B R O N (Thammus lycioides). ES­ ros, rayado longitudinalmente, más oscuro PINO NEG R O en la espalda. Alas pardas, con dos barras blancas y cola barreada de blanco y negro. Arbusto de la familia Rhammaceae, alto Cabeza redonda y pico corto y robusto. de 1-1,5 m., con tronco que se ramifica Ojos amarillos y llamativos. Patas amarillas. enseguida, enmarañado, con ramas rectas, De hábitos terrestres, es reacio a volar -lo grisáceo de corteza y fuertes espinas. Fo­ hace en vuelo bajo, con aletazos pausados- llaje verde claro. Hojas perennes, simples, y corre veloz con el cuello encogido. Soli­ alternas o en grupos de forma lineal de tario agrupado con pocos congéneres. El unos 2 cm. Flores solitarias, con pétalos reclamo es un silbido lastimero. Activo, so­ muy pequeños o ausentes; brotan en pri­ bre todo al crepúsculo y de noche. Con­ mavera o verano. Frutos que maduran en sume caracoles, gusanos, insectos y, en agosto-septiembre, negros y globosos. ocasiones, anfibios y pollos de pájaros. Vive Crece en lugares áridos y secos, en terre­ en áreas abiertas, en bordes de marismas o nos degradados, con frecuencia calizos, rastrojeras y estepas de poca vegetación. asociado a lentiscos y acebuches. Muy re­ Nido somero en el suelo, en el que pone 2 sistente a la sequía, se da en las mismas huevos, que puede repetir en el año. Incu­ áreas que jaras y romeros. Distribuido es­ bación de 25-27 días. Pollos que corren pontáneo en la Península Ibérica, Baleares, enseguida y se camuflan muy bien gracias a N. de Africa; no forma grandes masas, sino la librea. Distribuido por Europa central y a lo sumo rodales pequeños. En Navarra, del S.N. de Africa y S. de Asia. Escaso en dentro de la Ribera, hay que llegar a las Navarra, pero regular en los rasos de la zonas más secas de la Ribera para encon­ Ribera; más frecuente en saladares y pasti­ trar ejemplares sueltos o grupos reducidos. zales incultos. Las poblaciones del N. son migradoras y en noches tormentosas de otoño puede oírseles pasar despistados so­ Vista de la Bardena blanca. bre ciudades y pueblos. U Etayo. Partimos por viejo camino a Los Arcos, hoy ampliado, que sube por encima ( 7) punto culminante de la pequeña sierra. Desde aquí, muga de Etayo y Learza, de la fuente y lavadero público, en desuso. el camino se hace trocha semioculta por la vegetación: avanza primero por la cresta de la loma y luego ligeramente por la ladera S., (T) El camino abre un amplio arco. Tomamos el camino viejo, a la izquierda. ® para pasar, tras leve subida, a la IM. e iniciar la bajada. El camino se explaya y ® Vuelven a fundirse el camino viejo y el moderno. A la derecha dejamos una desciende francamente, a ratos con senderos entrelazados. Nos lleva a balsa. @ Learza. Y de aqu í, por la carretera, hasta que, a unos 300 m., (D En la bifurcación de ambas vías, seguimos la nueva, hacia la derecha. ® en curva, abandonamos el asfalto y por camino, a la derecha, llegamos a © En curva, abandonamos el camino y de los que nacen aquí', escogemos el segundo a la derecha, que continúa ascendiendo. ® bifurcación: a la derecha, por entre campos de cultivo. Al_principio el camino está algo estropeado; luego en buen uso. Y llegada directa a Q . Bifurcación: a la izquierda,

( D Collado que domina al N. la Berrueza y al S. los cam pos y montes de Los Arcos. El cam in o sigue por la ladera S. hasta

(n)

0 Kms. 5 5,200 Kms. 50. LEARZA muy bajas. Se asocia a encinas, acebuches y alcornoques. Distribución espontánea por Epoca recomendada: Primavera y Otoño. los países ribereños del Mediterráneo, en Navarra aparece casi siempre en el dominio del encinar y carrascal, por lo que abunda más en la zona media, pero existe en los encinares cantábricos. En el encinar, siem­ Learza era al morir el siglo XVIII el único pre en ejemplares aislados. Madera com­ enclave no realengo del valle del Ega y el pacta y dura, blanca o amarillenta, quebra­ único no perteneciente a la Hermandad de diza; por eso es poco utilizada. Leña desti­ San Bartolomé de Oco. Learza era señorío nada para combustible o carboneo, antes del marquesado de Vesolla, habitado en -no será necesario explicarlo- más que 1847 por 37 almas. Siglos antes, Learza fue a h o ra . establecimiento importante de la Edad del Hierro. Hoy Learza y Etayo pertenecen a la Berrueza, comarca natural poco conocida. Se trata de una amplia llanura en sentido W-E, enmarcada entre la sierra de Codés, al W., con la Peña Costalera, y la sierra de Dos Hermanas por el N. En los llanos, dedicados a cultivos, apenas hay árboles. El cambio cromático es total, según la estación: verde primaveral, dorado y ocre en otoño. Las tierras son de intenso tono rojizo y proce­ den de arcillas, areniscas y limos del Oligo- ceno y Mioceno terciarios. Una falla o Learza, al pie de la sierra, entre cereales. fractura que corre al pie de la sierra meri­ dional ha levantado terrenos de formación acentor común y curruca mlrlona en lo alto [C] CAMINO VIEJO DE LEARZA-ETAYO algo más antigua, de areniscas rojas y arci­ de algún arbusto. Puede verse tórtola, oro­ llas del Oligoceno. La solana de esta sierra péndola, abubilla y cuco, que canta oculto Ya no existe, aunque su trazado queda en se forma con capas de areniscas y calizas, en el ramaje pero vuela en el claro del el paisaje. En su arranque, que puede verse, algo más recientes, pero también ollgocé- bosque. Al tajudo le traicionan sus huellas está escoltado por magníficos quejigos, su­ nicas. La pluviometría ronda los 650 l/m2/ en el barro de los caminos, que prefiere cesores de los que siglos atrás debieron año. Es zona soleada, sin apenas nieblas. para sus desplazamientos. vestir el llano, dignos de esta mención. Así se desarrolló la vegetación primigenia de carrascas en las alturas y quejigos en el \B¡ EL CARRASCAL [D] VIEJOS CAMPOS EN EL CARASOL valle; éstos casi han desaparecido; del ca­ rrascal quedan buenas muestras, como La marcha por la cresta nos hace pasar Desde la cresta se advierte que la solana ESTORNINO NEGRO (Sturnus unicolor). puede apreciarse en el recorrido. Junto a de un paisaje abierto a otro forestal a partir se caracteriza por el dominio de los mato­ ARABA ZOZO BELTZ. TORDO Learza, donde restan casa e iglesia de del vértice geodésido. El bosque se adensa: rrales con algunos grupos de carrascas y cierto interés, hay una balsa, seca. encinas-carrascas que rodean a quejigos los cultivos. El cultivo aprovechó estas la­ Pájaro de la familia Sturnidae, rechon­ aislados, así como a labiérnagos, arces de deras en el carasol casi hasta la cumbre, cho, de corta cola, de unos 20 cm. de lon­ 0 MONTE DESPEJADO Montpellier y serbales mostajos. El bosque, como se deduce de los setos vivos persis­ gitud y 75-80 gr. de peso. Inverna en gran­ muy bien conservado en la ladera sobre tentes entre campos y la supervivencia de des áreas de Navarra. A la distancia resulta Entre Etayo y el alto de la sierra, el paseo Learza, tiene ejemplares notables de enci­ algunas plantas. Epocas de hambruna hi­ igual que el estornino pinto (tordancha o va por el viejo camino a Los Arcos, arre­ nas y abundante sotobosque de boj. Si el cieron que la roturación violara el destino tordo). Plumaje negro, brillante con refle­ glado en parte, y que atraviesa zonas de lo paseante es silencioso, podrá ver, además forestal de estas pendientes, hoy tierras lle­ jos. Cabeza larga, armada de pico fuerte, que fue bosque. Hoy se despliega ante el de oír, la estampida de las palomas torca­ cas. Ollagas y enebros crecen y dejan paso puntiagudo, amarillo en primavera. Ojos paseante un mosaico de cultivos, de cam­ ces y el vuelo fulgurante del gavilán, que a coscojas y carrascas, que, si no se des­ negros y vivos. Patas fuertes, de color pos llecos, de rodales del bosque en que cría aquí. Sobrevuela el águila calzada. El truyen, harán resucitar el bosque perdido. carne. Los jóvenes, pardo-grisáceos. In­ predominan los pastizales, convertidos en arrendajo grazna chillón, mientras pululan Ahí proliferan currucas rabilargas, escriba­ quieto y vivo, muy sociable, cría en grupos los últimos tiempos en plantaciones de pi­ el pinzón, petirrojo, mosquitero común, nos hortelanos, y reptiles -no más abun­ no compactos. Come siempre en grupo. nos laricios. De la ermita de San Cristóbal mosquitero papialbo, currucas carrasqueña dantes, pero sí visibles- atractivo de águilas Forma grandes bandos invernales, que se quedan las ruinas desmoronadas. En los y capirotada, carbonero común, herrerillo y culebreras. desplazan y evolucionan con admirable pastizales crecen coscojas, enebros de la mirlo, entre otros. La maraña oculta al gato sincronización. Vuelo rápido y corto, con miera y carracas; entre las matas, aliagas u montés y a la gineta, más al zorro y al aleteos muy rápidos. Gritos variados, aun­ ollagas, jaras blancas y tomillos. Animan el tajudo, más comunes. Los jabalíes prefieren que el más notorio es un silbido penetrante. paraje especies orníticas propias de arbo­ los reductos más inaccesibles, pero sus ho- Imita el canto de otros pájaros. Vive en lado más otras que gustan de espacios zaduras aparecen en los claros e incluso en campos cultivados, jardines y pastizales, abiertos. En primavera se escuchan alon­ los cultivos. En lo alto de la sierra hay casi siempre cerca del hombre. Se posa dras y totovías, suspendidas en el aire, y puestos otoñales de caza de palomas tor­ con frecuencia en lo alto de edificios -y tarabillas, escribanos soteños, pardillo, caces. cables y antenas de TV- y se alimenta de insectos, moluscos, gusanos, semillas y frutos. Es de actividad diurna y a la tar­ deada se reúne en dormideros -carrizales, encinares y edificios- que congregan a los estorninos de una amplia zona. Come casi siempre en tierra y, si abunda, puede inflin­ gir daños serios a los árboles frutales (les privan las cerezas) y horticultura. Los agri­ cultores no les tienen mucho amor que di­ gamos. Cría en edificios, agujeros o tejados y aun en huecos de árbol o cortados terro­ sos, donde aprovechan los túneles de los abejarucos. Pone dos veces al año 4-6 hue­ vos de azul claro, que incuba 10-11 días. Pollos nidícolas, que abandonan el nido a los 15 días y se integran en grupos que LABIERNAGO (Phillyrea media). S IÑ U R R I. suman varias familias. Distribución medite­ AGRACEJO rránea, en Europa, Portugal, Córcega, Cer- De la familia Oleaceae -como olivos y deña y Sicilia, donde es sedentario. Desco­ fresnos-, es árool pequeño, a veces no nocido en Navarra hasta hace 15 años, ha pasa de arbusto, con tronco muy ramifi­ invadido y ocupado, a partir de la Ribera, cado y corteza gris. A la distancia no se hasta gran parte de la zona media y se ha distingue de las encinas por colorido y presentado en la comarca de Pamplona. En porte. Hojas brillantes, coriáceas elíptico- Etayo y Learza crían. Esta invasión es na­ lanceoladas, simples y con borde ligera­ tural, pese a que entre la gente del campo mente aserrado. Flores hermafroditas, pe­ corre la versión de que lo han soltado los queñas, en reducidos racimos axilares, servicios de Diputación Foral. primaverales. Frutos maduros en verano, redondeados, de 5-8 mm. de diámetro. In­ El monte de Learza, con buenos ejemplares de encina carrasca. diferente al suelo, no soporta temperaturas Ibargoyora 51l 8,2 Km.

□ Santestaban, Camino de Santa Leocadia. (15) Arce, barrio de Donamaría. De ahí, por camino a la derecha del barrio, © Bifurcación: a la izquierda. ® llegamos a una pista ancha, que seguimos a la derecha, hasta © Bifurcación: a la izquierda y entramos en zona arbolada de robles y castaños. ® bifurcación: a la derecha; continuamos la bajada © Bifurcación: seguimos recto, no por el sendero que deriva a la derecha. ® y vamos a dar en la carretera a Donamaría, que seguimos a la derecha. Cruzamos Mojón Santesteban-Legasa. Buen lugar para contemplar el valle. ante un viejo molino y luego, ante la famosa torre con cadalso de madera. © ® © Bifurcación: a la izquierda. Cruce: recto por la carretera a Gaztelu. © Pasamos junto a la ermita-vivienda de Santa Leocadia en . En el @ En el barrio de Askarraga dejamos la carretera y seguimos el camino a la izquierda. collado, amplia pista que baja suave hasta Sube entre árboles. ®(2Í Bifurcación: a la izquierda. © Gaztelu. Junto a la Iglesia, seguimos la carretera hacia la derecha. (22) En la loma, junto a borda semiderruida a la izquierda, en la bifurcación tomamos © Cruce, junto al caserío Mitxeonea: tomamos la carretera a la izquierda, que pasa junto a varios caseríos. a la derecha. © En el abrevadero, dejamos la carretera y avanzamos por camino a la derecha. (23) Al terminar el grupo de árboles, que rodea el campo a nuestra derecha, bifurcación: a la izquierda, pegados a la alambrada. ® Por la izquierda se acerca un sendero: seguimos el camino mejor, @ Cruce: a la izquierda. A la derecha quedan los árboles que circundan una pradera que junto a un caserío sale otra vez a la carretera. La seguimos a la izquierda. y, cuando terminan, Sube, hasta el barrio de (25) el camino se divide en tres: elegimos el de la izquierda, que al principio va entre Igurin. Por camino, en dirección W., bajamos hasta helechos y luego entre el pinar. Bajamos hasta el ® Donamaría. Junto al frontón, por carretera que se toma a la izquierda, y cruce: a la izquierda. En seguida, después de pasar junto al convento de monjas, abandonamos la carretera y por ® (27) cruce: dejamos la pista y vamos por un cam ino a la derecha, bien marcado, que camino a la derecha alcorzamos hasta nos lleva a Santesteban.

------225 200

□ w v ...... 1 DO ;_____ 125 ------100 0 kms. 8 8,200 Kms 51. Ibargoyora [C] CULTIVOS [D] TORRE DE Epoca recomendada: Todo el año. Praderas y cultivos ocupan sin excepción La torre o Jaureguía debe de ser la que toda las zonas llanas y menos pendientes, aparece en documentos de 1488 con otras salpicadas de caseríos. Hace años la autar­ de Santesteban y Bértiz. Es de planta rec­ quía del caserío se traducía en una variedad tangular y en tiempos antiguos los muros de cultivos -desde trigo al lino- hoy ine­ sólo se abrían en la parte baja, por saeteras xistente, porque se busca un apoyo a la estrechas y por alguna pequeña ventana, en ganadería, base de la economía. Las anti­ la de arriba. Hoy, en la parte baja hay una guas «vacas del país», pirenaicas, han de­ puerta, que da a la cuadra, y al piso princi­ jado el lugar a las pardo-alpinas (suizas) y pal se llega por escalera exterior, acaso del frisonas (holandesas) que pastan en las XVII. Sobre la estructura de piedra hay un praderas, pero permanecen estabuladas la cadalso o estructura de madera, común en mayor parte del año. Las ovejas siguen otro tiempo, pero rara vez conservada. siendo lachas y permanecen en el valle sólo Desde el exterior se ven los pies de madera, en invierno. Los cultivos son praderas de derechos, que sostienen todo el armazón. siega, remolacha, nabo, maíz y alubia. Las La razón de ser de estas construcciones era reducidas huertas familiares suelen estar guerrera. La torre o palacio, también cono­ junto a la vivienda. Pastizales más bastos cido como Jaureguizar, Jaureguizarra, cubren las laderas, en las que crece en Jaureguizarrea, es decir palacio viejo, tenía helecho, cortado y recogido en otoño. En derechos sobre el molino y prerrogativas en los árboles y setos de arbustos de los lin­ la iglesia, con la que, según tradición, le deros no faltan el escribano cerillo, el al­ unía una galería secreta. caudón dorsirrojo, el mirlo y el bisbita ar­ Cerca de la torre y dentro del término de bóreo. Las rapaces más frecuentes son ra­ Donamaría quedan compuertas y edificios tonero común y cernícalo. Los estorninos de molino y terrería. El estado de ésta era el pintos resultan cada día más comunes y se pasado siglo, al decir de Madoz, brillante. les ve en las praderas, a una con las vacas u Hoy sólo podemos columbrar su capacidad ovejas. por los edificios en que se explotó. Donamaría, visto desde Igurin.

Ibargoyora es topónimo documentado el estos bosques son de origen artificial muy pasado siglo para designar el conjunto de antiguo. Muchos de los robles y castaños Donamaría y Gaztelu. El valle drena por el tienen forma no natural: tronco grueso de Gualbayalarre, que otros llaman Errecasti- 3-5 m. de alto, ramificado de pronto en llo, en cuya margen izquierda está Dona­ copa ancha sin fuste principal. Es la forma maría, el Errecagorri y el Ezpelurra; estos de tratar el arbolado cuando se intentaba dos últimos se unen al Urroz, aguas abajo obtener no madera, sino leñas combusti­ de Oiz, y se integran en el sistema del bles, frutos, hojarasca y pastos: bosques Bidasoa. Estamos en plena Navarra hú­ ganaderos, no madereros. También encon­ meda: 1.700 l./m2/año, sin grandes calores tramos serbales, espinos, avellanos, ace­ ni fríos. La estructura geológica resulta ár- bos, escobas o retamas y brezos. Los fres­ dua para el no iniciado, porque la erosión nos se mezclan con los robles en las zonas ha burilado un relieve muy diverso del ori­ más húmedas. Los árboles, muchos viejos y ginal: formaciones del Secundario, con pródigos en huecos, ofrecen lugar idóneo flysch, arcillas, areniscas, margas y calizas de nidificación a carboneros, papamoscas y de edades variables desde el Triásico al chochines y facilitan la labor del pito real y Cretácico. Parte del paseo se mueve sobre el pico picapinos. Frecuentan estas masas suelos formados en las ofitas (rocas volcá­ zorzal común, mirlo, camachuelo, arren­ nicas). En el Arregui asoman calizas arre- dajo, pinzón y acentor, entre otros. Area ZORZAL COMUN, MALVIZ (Turdus philo- C A S T A Ñ O (Castanea sativa). G A Z T A I- cifa le s. muy querenciosa para corzos. También se m e lo s). BIRIGARRO ARRUNTA NONDO registran jabalí, gineta, fuina, zorro y ta- 0 ROBLEDALES Y CASTAÑARES ju d o . Pájaro de la familia Muscicapidae, largo Arbol de la familia Fagaceae, corpulento de 22 cm., pardo por arriba, pecho crema -hasta 35 m. de alto, de tronco recto y El vestido vegetal primigenio de esta con manchas pardas, vientre blanco, ca­ copa regular. En aras de la explotación de zona debieron de ser bosques cuya especie [B] REPOBLACIONES DE PINOS beza parda con garganta blanca, pico ne­ los frutos sufre podas que le hacen engro­ dominante era el roble pedunculado. En gruzco, cola larga y parda, patas delgadas sar el tronco y ramificarse pronto y no al­ áreas más o menos soleadas y de suelo más Fácilmente reconocibles. De pino insigne de color carne; vive la mayor parte del año canzar grandes alturas. Corteza lisa y ver­ delgado, el dominio estaría compartido con o de Monterrey (Pinus radiata), procedente solitario o en parejas y en invierno las po­ dosa en ejemplares jóvenes; gris, gorda y el marojo o roble tozo. A partir de lo 500/ de California y adaptado con buenos ren­ blaciones migradoras se agrupan en ban­ agrietada en los viejos. Follaje verde vivo. 600 m. de altitud, el haya relevaba a los dimientos en la vertiente cantábrica, con dos. Canto fuerte y variado: cortas melodías Hojas simples, alternas, largas de hasta robles. Restan muestras de aquel paisaje en buenos rendimientos. La vegetación de los repetidas, de fines del invierno a principio 25 cm., de borde aserrado, que caen en bosquetes y árboles sueltos. También, res­ pinares varía mucho según edad y cuida­ de verano. Forestal en origen, se ha adap­ otoño. Florece de mayo a junio: amentos tos de castañares, que, según parece, en dos: pueden ser impenetrables o expeditos. tado a los espacios semiabiertos: sotos, masculinos erectos; flores femeninas en campiñas, jardines. Sigue siendo sólo fo­ pequeños grupos. Los frutos, las castañas, restal en los límites de su área de distribu­ cubiertos por cúpula espinosa, maduran en ción, como en la Navarra media. Se ali­ octubre. Vegeta en cualquier suelo -con menta, sobre todo, en el suelo, por el que 450 a 1.400 l/m2/año, clima templado o corre rápido: insectos, lombrices, caraco­ templado -frío-, pero prefiere los silíceos, les, frutos silvestres, cerezas, uvas, aceitu­ desde la orilla del mar a los 1.500 m. La nas. Vuelo veloz y ondulado, con aletazos distribución espontánea es difícil estable­ rápidos. Cría en arbustos o árboles: nido cerla, porque ha sido cultivado desde anti­ tapizado con una capa de barro o de ma­ guo. Parece originario del área mediterrá­ dera podrida, en el que pone 3-5 huevos nea, en la que medraría en el piso montano. azul-claro, dos veces al año. Incubación de Hoy, en gran parte de Europa central y 12-14 días y crianza de los pollos en el nido meridional. En Navarra se presenta en el 12-13 días, con predominio de lombrices. NW. y llega hasta Roncesvalles y la Bu- Distribución natural por la mayor parte de runda, pero tal distribución debe de ser Europa, excepto el área mediterránea. En artificial. Se supone que lo introdujeron los Navarra ocupa toda la Montaña -especie romanos. Aprovechamiento múltiple: las característica de la Navarra húmeda- y los castañas han sido base de la dieta humana bosques frescos de la zona media. Despre­ en zona cantábrica y en el engorde de por­ ciado por los cazadores hasta no hace mu­ cinos. La madera se utiliza en carpintería y cho, hoy es objeto de caza insaciable, como ebanistería; ramas y troncos delgados, en si fuese una cualificada pieza cinegética. cestería y extracción de taninos. Padece desde comienzos de siglo una grave enfer­ medad micològica, la tinta, que lo ha apun­ tillado en casi todos los casos. Hay híbridos resistentes, explotados con éxito. Pero su importancia, en comparación con la del pa­ Gaztelu, en la paz silenciosa del valle. sado, es mínima. Q Tomamos la pista que va al N. Sube. En seguida, (9) punto culminante, con mojón de términos Lerín-. Bajamos por la ladera. (T) bifurcación: a la derecha, por camino arreglado. Pasamos por collado de amplia © Portillo. Vamos por camino que baja junto al barranco, primero en zona de vista. matorral; luego, entre campos. (2) Por la izquierda se une el viejo camino. (lí) Dejamos el camino, arreglado y amplio, en una depresión, y tomamos un sendero (3) Sale un camino por la izquierda. Seguimos recto, por el trazado de la cañada. junto al barranco, aguas arriba. © En zona de pastos con esparto llega por la izquierda el viejo camino de @ Un camino cruza el sendero: seguimos recto. Tras varias curvas del barranco, . Seguimos recto y subimos una pequeña loma. salimos al @ Se une un camino por la derecha. Mantenemos la dirección y subimos por la ® camino, que se sigue a la derecha. vaguada, entre manchas de pinares. © Cruce: a la izquierda. Dejamos el camino y subimos por la derecha. (?) Cruce: a la derecha. Sigue la cañada. © Corral de las Animas. Por camino hacia la derecha, ® Bifurcación: a la izquierda. Ascendemos por camino descansado a © pasamos junto a una balsa y vencemos la corta loma, por cuya solana volvemos a (?) portillo flanqueado por mojones de cañada. Abandonamos ésta y vamos a la derecha, sin camino, por la cresta de la sierra entre matorrales hasta Para acceder a Q , tomamos una pista hacia el NE. junto al km. 15 de la carretera de Falces a Lerín. La pista va por la cañada real. A 800 m., hay una bifurcación a la izquierda. Seguimos recto por la pista mejor señalada que sube faldeando la colina Unsón, a la derecha, y luego baja a una vaguada, girando a la izquierda. Al iniciar nueva subida, en cruce de campos, estamos en Q , a 1,800 km. de la carretera.

0 Kms. 7,500 Kms. lugares secos y áridos. Soporta la salinidad 52. Montiuso del suelo. Propia de áreas ácidas de países Epoca recomendada: Primavera y Otoño. mediterráneos. En Navarra crece en zonas de yesos y sales de la Ribera. Utilizado en la fabricación de esteras, suelas, sogas, sero­ nes, albardas, pasta de papel y capachos de molinos olivareros. Hubo en artesa­ Montiuso o Mondiuso es el nombre de un nías de esparto, que al principio echaban término de Lerín, por el que discurre parte mano del producido en sus tierras y luego de este paseo, que también pisa terrenos de lo importaban. Falces. Es un paisaje austero de secano. Son tierras de formación geológica re­ ciente: yesos, arcillas con algunas capas de calizas y areniscas del Oligoceno y Mioceno terciarios. Un anticlinal ha originado la gran depresión que media entre la elevación que va de NW. a SE, en que se posó Lerín, y la sierra de Peralta y su continuación, en re­ lieve invertido. Tal como se ve en el es­ quema adjunto, las actuales sierras son los flancos del anticlinal. Son tierras soleadas y resguardadas, con 400/500 l/m2año, en que hubo de desarrollarse una cubierta vegetal primigenia dominada por el carrascal de encinas y en las partes bajas, sin duda, el coscojar estepizado. El camino va por medio de la franja verde de la cañada.

[A] ESPARTALES ESQUEMA DE EVOLUCION GEOMORFOLOGICA hierbas de verano o de invierno. Estas ser­ vidumbres públicas, establecidas y delimi­ En las zonas más llanas y aun entre cam­ tadas con mojones hace más de cincuenta pos de cultivo hay, pdr todo el paseo, pra­ años por los servicios de Diputación Foral, deras cubiertas por esparto o albardín. Pro­ sufren con frecuencia cortes y recortes. ceden de la degradación de tomillares y Esta que va por la divisoria de Lerín y Fal­ romerales -demasiado pastoreadas o vícti­ ces divaga en una franja ancha, cubierta de mas de la erosión-, forman una estepa de hierba: parece respetada, sin que el tractor gramíneas y coinciden con zonas que blan­ haya estrechado los flancos, como es fre­ quean los yesos y sales, evitadas por los cuente. Subía del Ebro de Milagro, por Fu­ cultivos. Se ve alguna mata, tom illo o jarilla nes y Peralta, luego entre Lerín y Falces, se y muchas herbáceas efímeras, que medran acercaba a Mendigorría, Puente la Reina, y se reproducen veloces al favor de la lluvia. y Muruzábal y moría en la Sierra Hasta 60 especies distintas se han contado del Perdón. En término de Larraga se cru­ de plantas adaptadas a colonizar ambientes zaba con otra cañada, la tendida entre Sie­ de sequías prolongadas y calores extremos. rra Andía y Tudela. En tales terrenos se refugian conejos, y los frecuentan aves como collalba gris, totovía, [D] CULTIVOS bisbita campestre y cogujada. En este bio- topo se ha verificado la pequeña lagartija Al acercarnos a P, pasamos junto a viñas CERNICALO VULGAR (Falco tinnunculus) cenicienta (Psamodromus hispanicus), c o ­ y esparragueras, pero en el trayecto del BELATZ GORRIA mún en otras partes de España. En Navarra paseo los cultivos son de cereal, trigo y Pequeña rapaz de la familia Falconidae sólo existen dos citas. cebada, con año alterno de barbecho, para -en Navarra también se le llama rapiño, que la tierra descanse. Las ovejas, rasas, aguililla, aguiloche-, largo de 32-36 cm., ¡B] PINARES mordisquean rastrojos y linderos. Tal vez el envergadura de 70-82 cm., peso de 150- paseante pueda divisar alguna avutarda, Son los pinares de pino carrasco espon­ 270 gr. -las hembras, mayores y más pesa­ presente en la zona. Se han censado en táneos más occidentales de Navarra. Hay das. El macho luce cabeza de tono gris Navarra diez ejemplares. Si el azar le de­ que pasar a Alava, para ver en el de Dueñas, azulado, con bigotera oscura y delgada, para la observación directa de especie tan en Labraza, el bosque de esta especie más ojos negros, cara amarilla, pico corto y descollante, puede darse por afortunado. al W. en la Izquierda del Ebro. Están en la curvo gris, espalda pardo-rojiza con motas oscuras, alas negruzcas, cola larga gris solana y en la cresta de la pequeña sierra, [C] CANADA REAL entreverados con ejemplares de repobla­ azulada con banda terminal negra, pecho y ción, que siguen hasta Lerín por la cresta. Las cañadas o cabañeras son los cami­ vientre cremosos con manchas alineadas y Son masas abiertas, tal como avisa el topó­ nos seculares del ganado trashumante. patas desnudas con uñas negras. La hem­ nimo «Dehesa baja». Acaso la zona estuvo Tienen una anchura apreciable, a medida bra, cabeza y espalda y cola pardo-rojizas poblada por encinas-carrascas, sustituidas de su importancia, y permitían pastar a las con manchas oscuras transversales. Bas­ de forma natural por pinos carrascos. ovejas mientras avanzaban rumbo a las tante gritón en celo, silencioso el resto del año. Silueta típica de halcón, alas estrechas y puntiagudas y cola larga, en vuelo. Prac­ tica aleteos rápidos alternados con planeos, pero se distingue por su vuelo cernido, suspendido e inmóvil en el aire, que logra con movimiento rápido, como vibraciones veloces, de las alas. Así observa a sus pre­ sas, sobre las que se lanza en picado. Muy adaptado a diversos biotopos, caza en es­ pacios abiertos, campos, praderas, etc. Se posa en postes, cables, árboles y edificios. Consume insectos, reptiles, ratones, pája­ ros generalmente capturados en el suelo. Vive aislado por parejas; pero se une en grupos estacionales, si abundan saltamon­ tes o ratones. No hace nido: deposita en los de córvidos u otras rapaces o en repisa de ESPARTO O ALBARDIN (Lygneum spartum) corral, torre o escarpe rocoso 4-5 huevos que incuba 27-29 días. Los pollos viven en Gramínea de la familia Poaceae, herbá­ el nido -en general, en árbol- unos 30 días. cea, perenne, de forma parecida a los jun­ Distribuido por toda Europa y en toda Na­ cos, con tallo subterráneo (rizoma) rastrero varra. Es la rapaz más abundante. Especie y tallo aéreo con muchas hojas en la base y protegida por la ley. una vaina de 4-5 cm. de longitud, en que van las flores en 2-3 espiguillas con pelos sedosos en el arranque. Hojas rígidas, de sección cilindrica de 1-2,5 cm. de diáme­ Pinos carrascos entre campos. tro. Crece en grupos y forma césped, en □ Abínzano. Partimos hacia Izco. La pista de la concentración va, casi siempre, (ío) desemboca en la carretera del repetidor de Anchurda. Después de la cima, se sobre el camino viejo. toma hacia abajo y Izco. Salimos por el camino viejo de la sierra. Cruzamos un arroyo e iniciamos (íl) en una revuelta cerrada, junto a campos, entramos en un sendero, cerca de cabaña la subida. metálica de cazadores. El sendero va por el arbolado, en el I imite del campo y © Bifurcación: a la izquierda. El camino, con grandes piedras, sube entre bojes y © se adentra en aquél e inicia la bajada. A la izquierda va la alambrada que cierra pinos, entrelazados con senderos. una repoblación de pinar. Cruzamos breves rasos y tras otra mancha de árboles, Junto a pequeña meseta, con campos de cereal a la izquierda, bifurcación: a la (Í3) sale a un claro, con robles y pinos aislados. El camino nos acerca al límite de izquierda. El camino va encajonado al principio, con campos a la izquierda; la repoblación. luego, con repoblaciones de pino. Ligera bajada. ® El sendero, estrecho, se mete entre el bosque y una alambrada. Cruzamos el arroyo. Cruce de caminos: elegimos el que va junto a la orilla derecha. © (15) Sale a otro raso, que cruza hacia la derecha, y Sube. Avanza luego entre pinos repoblados y algunas hayas, con amplias curvas. © entra de nuevo en el arbolado. Es un hayedo. Dentro de él ® El camino cruza un campo, hoy pastizal, y al salir, (17) bifurcación: a la izquierda. © dobla en ángulo. Seguimos el sendero que va sobre la cresta de la sierra. Sube entre bojes y pronto sale a un alto despejado. (18) El camino sale a la carretera de Anchurda, pasa junto al depósito de aguas de Abínzano y nos lleva hasta Q . © Salvamos una vieja alambrada y seguimos en la cresta, por amplia cañada, con alambrada a ambos lados. © Por la derecha se presenta el viejo camino de Izco, impracticable a causa de las repoblaciones. La cañada va por amplio cortafuegos © y pasa junto a cabaña de cazadores, cerca de una borda arruinada, en el portillo de Lachero. Después sube y

0 Kms. 9 9,250 Kms. 53. Sierra de Izco ciones, tienen 56 especies, de las que 19 [C] REPOBLACIONES FORESTALES permanecen todo el año, 22 son estivales o Epoca recomendada: Primavera y otoño erráticas y 15 sólo aparecen en otoño e Otros campos de la umbría son hoy repo­ invierno. La mayor densidad de especies, blaciones. Los pinos tienen ya en algunas 44, se da en primavera y en otoño, si bien -cuyos hoyos se hicieron a mano- un porte ha disminuido el número de especies. Azor, respetable. Otras, abancaladas mecánica­ gavilán, ratonero común, milano real, águila mente, son más recientes. En la cara S. La sierra de Izco forma parte de una ba­ El paseo visita dos pueblos de Ibargoiti y culebrera, águila calzada y aguilucho ce­ crecen las repoblaciones de la Vizcaya, rrera climática de gran influencia. Las nu­ parte de la cresta serrana, por la muga de la nizo son las rapaces del bosque, en el que parceladas con pistas cortafuegos. En su bes cantábricas que logran superar la divi­ Vizcaya, distrito de . Los caminos pueden observarse también paloma torcaz, mayor parte, son de pino laricio, de tronco soria de aguas, cruzan la Cuenca y se pe­ viejos entre la Vizcaya e Ibargoiti -M onreal picatroncos, pito real, pico picapinos, pico grisáceo y follaje verde intenso (el royo, gan a estas sierras de altitudes moderadas, era el centro comercial- hoy están en mu­ menor, chochín -dominante en número-, autóctono, es rojizo y de follaje con tonos que rara Vez vencen. Hay gran diferencia de chos casos impracticables. Areniscas, arci­ reyezuelo listado, pinzón, mosquiteros pa- plateados). lluvia y sol entre la vertiente N. y Valdorba y llas y margas del Ollgoceno terciario, sus­ pialbo y común, piquituerto, herrerillo co­ Val de Aibar, en la solana. La parte alta de trato geológico de la sierra, modelan for­ mún, mirlo común, zorzal común, zorzal [D ] C A Ñ A D A la sierra sobrepasa los 1.000 l/m.2/año, ín­ mas suaves sin grandes pendientes ni cor­ charlo, y otros suman una de, las densida­ dice que baja bastante en Ibargoiti y mucho ta d o s. La cañada que recorremos en parte tie­ más en los dos valles meridionales citados. des de aves forestales más altas estudiadas en E uro pa. nen su origen en Lumbier, donde recoge la de Salazar a la Bardena, cruza la sierra de Izco, baja entre Sabaiza y Leoz, por el alto \b \ c u l t i v o s de Olleta, y entronca entre Tafalla y Larraga En el carasol los cereales -en especial, con la de Tudela a Sierra Andía. Hoy apenas cebada- suben hasta las cumbres, como en tiene uso ganadero -sí de cazadores, cuyos . En el paco, los campos están refugios a veces desentonan en el paisaje- abandonados -salvo el escalón de la sierra pero, por fortuna, las cercas de los terrenos vieja de Izco-, cubiertos de hierba-queren­ colindantes han tenido en cuenta la secular cia de liebres y alondras- y luego coloniza­ servidumbre de paso. dos por el pino royo.

Izco, al pie de la Sierra. Ai fondo, Izaga.

0 BOSQUES MIXTOS serbal común, acebos, avellanos, que le La vegetación primigenia fue muy va­ dan variedad-, reflejo de influencias climá­ riada. La zona baja de Ibargoiti la debía de ticas contrastadas. Las hayas dominan las cubrir el bosque dominado por quejigos, partes altas, según la orientación, y los ro­ PINZON COMUN (Fringllla coelebs). T x o n ta que al ascender por la umbría cedían ante bles aumentan su importancia con la inso­ De la familia Fringilidae, como cardelinas, las hayas y robles peludos; los quejigos se lación. Tal variedad se refleja en la fauna, pardillos, verdecillos y camachuelo, -de los enseñoreaban de la solana, más allá de la sobre todo en las aves. Lagarto verde, cule­ OLMO DE MONTAÑA (Ulmus glabra). Z u - que resulta el más común- es pájaro es­ cresta superior. En los barrancos más som­ bra de Esculapio y rana bermeja tienen aquí m arra. belto, de 15 cm. de longitud. El nombre bríos de la cara S. crecían retazos de ha­ su límite de distribución navarra y coexis­ científico, coelebs = célibe, se lo puso Lin- yedo, como demuestra el topónimo El Fa- ten, en nichos diferentes, con lagarto oce- Arbol de la familia Ulmaceae, de buen neo porque en el invierno sueco los ma­ yal, en Sabaiza. Los quejigos de Ibargoiti lado (gardacho), culebra bastarda y de es­ porte, que en Centroeuropa alcanza los 40 chos se quedan solos, sin las hembras, que debían de alcanzar buenas alturas: los an­ calera, más mediterráneas. La marta, propia m. de alto -aquí no pasa de 25-30-, recto emigran al S. El macho luce en época nup­ cianos recuerdan un ejemplar mítico, cuya del NE. navarro, tiene -al menos, lo tenía- de tronco que crece hasta los 80 cm. de cial pico gris azulado, cabeza gris y gar­ sombra cobijaba un rebaño de mil ovejas. aquí su límite meridional. Las ardillas son diámetro, con corteza agrietada grisácea o ganta y cara rojizas; espalda castaña y alas Hoy en la umbría quedan buenas manchas relativamente abundantes. Los labradores pardo oscura. Copa ancha, con ramas lar­ con doble franja blanca; pecho y vientre de bosque mixto -hayas, pino royo, roble de Val de Aibar se quejan de la abundancia gas. Hojas simples, alternas, largas de rojizos, obispillo verdoso y larga cola de peludo y quejigo, más otras especies: tejos, del jabalí. En cuanto a las aves, estudiadas 12-15 cm., ovales y terminadas en punta -y plumas negras, salvo las extremas, blancas. olmo de montaña, serbal de los pajareros, por F.J. Purroy a lo largo de todas las esta­ a menudo con otras dos incipientes-, bor­ des doblemente aserrados, asimétricas, con La hembra viste cabeza, espalda y pecho peciolo muy corto y color verde oscuro en gris pardos. Canto nupcial, fuerte, timbrado el haz y más claro en el envés, cubiertas de y muy repetido. El nombre vulgar proviene pelos ásperos. Flores hermadroditas, de de la nota de reclamo, un «plnk» agudo y marzo a abril. Frutos en sámara -disco brillante. Vuelo potente y ondulado; se posa traslúcido con la semilla en el centro-, ma­ en lo alto de los árboles y anda con fre­ duras a fin de abril. Vive en laderas y valles cuencia por el suelo. Gregario en otoño e de ambiente y suelo húmedos y tierras li­ invierno, se une a otras especies en la bús­ geras, aun calizas, generalmente en regio­ queda de comida; solitario o en grupo fa­ nes de 800 l/m.2/año. Sube hasta los 2.300 miliar, en primavera. Come granos, semi­ m. de altitud. Suele asociarse a robles, ha­ llas, frutos -habitualmente silvestres-, y en yas, tilos y fresnos. No forma bosques: primavera insectos y gusanos. Especie fo­ crece aislado en masas de otras especies. restal en origen, se ha adaptado a vivir en Natural en gran parte de Europa, más parques, jardines, campos y huertas, siem­ abundante en el N. que en el S. En Navarra pre que tengan árboles. Hace el nido meti­ se presenta en zonas montañosas del N. y culoso en la horquilla de ramas, camuflado; barrancos frescos de la zona media. En los lo arma con musgo y crines y lo forra con valles pirenaicos hay buenos ejemplares, liqúenes por fuera y de plumas por dentro. siempre solitarios. El olmo común, bastante Pone 4-5 huevos, casi siempre en puesta parecido, se utiliza en parques y márgenes anual. Los incuba 12-13 días. Pollos nidí- de carretera, abunda en los sotos fluviales colas 14 días. Se extiende por toda Europa de las Riberas. Llega a vivir más de 200 y es una de las especies más numerosas en años. Crecimiento bastante rápido. Madera el continente. Presente en toda Navarra. dura, pesada y elástica, que se usaba en la Especie dominante de casi todas las comu­ fabricación de carros y en construcción na­ nidades forestales. Muy abundante en mi­ val. Hojas apreciadas como alimento del gración, que los machos realizan antes que Carretera al Anchurda, por el lomo de la sierra. ga n a d o . las hembras. Foz de Burgui 16,5 km.

JII60 j * ' * " - *A -Virgen - ' de la Peda * 1294 y Carretera Comarcal n.° 1í Castitonuevo x

Q Burgui. Pasamos el puente. (íl) En el collado, el sendero entronca con la pista procedente de Salvatierra. La tomamos a la izquierda, entramos en el bosque y a media ladera pasamos junto (T ) Camino aguas abajo, por la margen izquierda. a majada y bordas arruinadas y llegamos a la Plana de Sasi. ( 2) Pasamos junto a una borda y, antes de otras, tomamos sendero a la izquierda. Dejamos la pista y a la izquierda vamos por el camino llano que va a Sube, abandonado a veces, entre pinos y luego entre bojes y pinos naturales. © Borda de Baines. ( 3) Revuelta —señalada como Fuente del Chabalco—. El camino sigue un barranco. ® @ Pasa junto a bordas de Milejo y de Juanillo. (4 ) Alto despejado. El camino se adentra en el pinar a media ladera. Luego sale a un raso, Barrera de Calvo, divisoria de Burgui y Salvatierra, a donde llega desde © Balsas, con la fuente. Cambio de dirección: camino a la izquierda. Salvatierra (¡6) Borda de Arrós. El camino, abarrancado a veces, sube, entre campos y pastizales. ® una pista reciente. La seguimos hacia la derecha y hacia arriba. En collado, cerca de la borda de Juana Siresa, en bifurcación: a la izquierda. (&) En pequeño collado, señalado con letrero, dejamos la pista y vamos por sendero El camino entronca con pista, que viene por la izquierda. Seguimos la pista unos viejo, a la derecha. Sube algo, ladeando, y © metros y reencontramos la pista: no la seguimos; nos mantenemos en el sendero por la © la dejamos cuando inicia una bajada fuerte. A la izquierda va el viejo camino, derecha. En zigzags entre bojes llegamos a la © que se zambulle en el bosque. Virgen de la Peña. Avanzamos hasta el © Reencuentro con la pista, que viene por la derecha. La seguimos, muy pendiente. © espolón sobre la foz. Deshacemos el camino por los hitos 8, 7, 6 y 5. Desde este En un collado se trabajan repoblaciones forestales. punto vamos por la pista hasta Llega la pista por la izquierda. La pista baja a media ladera, y un collado, donde la dejamos y seguimos a la izquierda un sendero, que nos lleva © cruza un pequeño barranco, que procede de Basari, y bordeando el Esca por por los dorsos de las colinas que definen la divisoria de vertientes y de provincias. la izquierda, nos lleva al puente, Q .

0 Kms 10 11 12 13 14 15 16 16,5 Kms. 54. Foz de Burgui o cinco de alimoche se reparteh el territo­ rio, Halcón común y buho real completan la Epoca recomendada: Verano nómina de rapaces nidificantes. Cuervo, chova piquirroja y grajillas representan a los córvidos. Palomas zuritas -que suelen nidificar en huecos de árboles- crían aquí en los acantilados. Una colonia de vencejo 0 ESTRUCTURA GEOLOGICA real es visible en primavera y verano. Y hay también roquero rojo, roquero negro, go­ La foz de Burgui es un desfiladero tajado londrinas -aviones común y roquero-. Al­ por el Esca, que se abre paso entre las gunos farallones son rojizos: puede de­ sierras de lllón y de la Peña. Desde el sa­ berse a óxidos de hierros que acompañan a liente que avanza cerca de la ermita de la caliza, pero también a liqúenes que cre­ Peña se puede estudiar la estructura geoló­ cen pegados a la roca en áreas muy rega­ gica de la sierra, seccionada por el río. Los das por las deyecciones de buitres, en ni­ estratos de lllón, orientada de W. a E., que­ dos o posaderos. Esas paredes ayudan a la dan al aire. Se aprecian tres anticlinales, formación de corrientes ascendentes y tér­ volcados hacia el S., de los que el central y micas, aprovechadas por las aves planea­ más elevado cabalga sobre el más meridio­ doras para elevarse y volar cómodas. nal, al resbalar sobre los labios de una falla. Otras fallas deforman en parte los anticli­ [C] BARRANCO DE BASARI nales laterales. La estructura de éstos se ve en los estratos de calizas del Paleoceno La vegetación primigenia de la zona está (Terciario), replegadas sobre las areniscas y definida como quejigal navarro, con hayedo Balsas en Sasi. margas del Campaniense Maestrichtiense, en el paco de la Virgen de la Peña hacia bajo las que afloran calizas y dolomías os­ Sasi. Hoy el fondo del valle está muy alte­ [ | ] B A LS A S curas del Santoniense (Cretácico, Secun­ rado por los cultivos. Las laderas, cultiva­ dario). Las calizas y dolomías forman los das tiempos atrás, ven cómo el pino royo En Sasi hay tres, naturales en principio, cus acutifolius y Juncus glaucus. A q u í p o ­ acantilados verticales. Las areniscas y mar­ invade y coloniza terrenos del quejigal, luego agrandadas como abrevaderos. En nen huevas o depositan las larvas recién gas erosionadas forman laderas, en parte aclarado y talado. Algunos cultivos son hoy años de estiaje fuerte, se secan. No tienen, nacidas salamandra, tritón pirenaico y tri­ ocultas por los derrubios de las calizas su­ repoblaciones de pino laricio, como los que pues, peces. Pero hacen un importante pa­ tón palmeado. La rana verde, activa de abril p e rio re s . van del Abetar al río. Este topónimo, Abetar, pel en la repoblación de los anfibios. La a noviembre, es la más notoria, pero aquí describe fielmente la zona. Entre Bardipeña vegetación es poco variada. Todo el interior viven su etapa larvaria ranita de S. Antonio, y la plana de Sasi el camino salva un bos­ está cubierto por la espiga de agua (P o ta - rana bermeja y los sapos común, partero y que natural, extremo del que viste el ba­ mogeton natans), sumergida, que desarro­ corredor. Entre dos balsas, una caseta pre­ rranco de Basari, donde crecen los abetos lla en la superficie sus breves flores blan­ serva un pozo de agua potable, fresca y más meridionales de Navarra. El abeto, que cas. En la franja de la orilla destacan J u n - agradecida en días calurosos. por el W. llega a Irabia y abunda en término de Isaba, se hace más raro hacia el S. y aparece sólo en algunos bosques de las umbrías. En Basari los abetos se mezclan con quejigos, pinos royos -dominantes- y hayas, más avellanos, boj, arces, serbales de tres especies, enebro común y tilos. Al­ berga jabalíes, corzos, martas y fuinas.

[D] PLANA DE SASI

Meseta inesperadamente llana, por en­ cima de los mil m. de altitud, en términos de Burgui y Salvatierra. Ha sido zona de pastizales, de cultivos, de campos llecos desde hace unos doce años y de tierras roturadas de nuevo. Parte de los antiguos campos los ha invadido el pino royo. Las [B] FAUNA DE LA FOZ bordas -hay 12- se desmoronan, salvo dos. La salida de Sasi hacia el S. se hace por la La comunidad de aves rupícolas de la foz pequeña foz llamada de Forniellos, cuyas es de las más variadas y abundantes. La foz paredes se ven a la distancia. alberga una de las mayores colonias de buitre común -cerca de 50 nidos-, por lo que es fácil admirar su majestuoso vuelo. Una pareja de quebrantahuesos y otra de T ILO (Tilia platyphilos) E skia RANITA DE SAN ANTONIO (Hyla arbórea) águila real frecuentan el desfiladero. Cuatro Arbol de la familia Tiliaceae, alto -puede Anuro de la familia Hylidae. Muy cono­ crecer más de 30 m -, copa ancha, tronco cida por fotos y dibujos y poco observada al recto, bastante corto, corteza grisácea y natural, es pequeña -m enos de 5 cm -, con ramas gruesas. Hojas grandes, caedizas, patas largas y piel lisa; en la punta de los simples, alternas, de forma acorazonada dedos, discos adhesivos que le permiten con bordes aserrados, verde por ambas trepar por superficies lisas. Color en el caras (Otra especie, Tilia cordata, tie n e dorso verde vivo, adaptable al ambiente; verde el haz y blanquecido el envés). Flores parte inferior crema con una línea parda, blanquecinas, en grupos de 2-3 con pedún­ veta de separación en los flancos, desde los culo alado en su mitad, brotan en pleno ojos a la ingle. Terrestre y nocturna, vive en verano y se utilizan en infusión. Requiere área de arbustos, árboles y carrizos. Voz más de 600 l/m.2/año en clima templado a potente: en época de celo croan incansa­ frío. Exige suelos profundos y fértiles. Sube bles. Los machos cantan sobre el agua y hasta los 1.600 m. de altitud. Distribución reclaman a las hembras a coro, hinchando espontánea por Europa central y parte del como globos los sacos vocales. En invierno Mediterráneo; en la Península, sólo en Piri­ se entierran en lugares húmedos, aletarga­ neo, áreas del Sistema Ibérico y Cordillera dos. De marzo a mayo peregrinan a charcas Cantábrica. No forma bosques -salvo en y lagunas, primero los machos. Las hem­ Rusia- y aparece aislado o en grupo entre bras ponen unos 800 huevos. Tras 12-15 hayas, en vaguadas, bordes de ríos y valles días de incubación en el agua, sin cuidados frescos. Natural, en nuestros valles pirena- paternos, nacen los renacuajos, que com­ cis, existe en toda la Navarra húmeda. Cre­ pletan sus metamorfosis en el agua. Las cimiento algo lento, hasta los 120-130 años. pequeñas ranas inician su vida terrícola en Vive más de siglo y medio. Madera ligera y días húmedos de verano. Consume los in­ blanda, útil en juguetería y ebanistería, no sectos capturados con la lengua que lanza, en construcción; leñas y carbones medio­ como los camaleones. Distribuida por NO. cres. Hibridado con otros tilos, es muy utili­ de Africa, S. y Centroeuropa. Presente en zado en jardinería. todo Navarra, es muy escasa en la zona Roquedos de la foz. cantábrica. Especie protegida por la ley. Q Baños de . Salimos por la carretera hacia el balneario viejo (Hostal Virrey © Portillo. El camino va por la linde derecha de un campo abandonado, Palafox) (íg) hasta que se desdibuja al asomarse a campos nuevos. Bordeamos entre un campo © camino a la izquierda: seguimos por la carretera. Enseguida la dejamos para ir de almendros y el "m onte" y luego entre unos pinos y una pieza de cereal. por (11) Collado. Los caminos vuelven a estar marcados. Cruce: escogemos el central. © camino a la izquierda, que pronto llega a Enseguida,

© bifurcación: elegir el camino de la izquierda, @ nuevo cruce: a la derecha. Iniciamos bajada.

© Junto a una casa, elegimos el camino de la izquierda, que sube a media ladera. ® Bifurcación: a la izquierda, el que parece menos importante. El camino va a la derecha del barranco principal en zona muy descarnada, y © Por la izquierda se une otro camino. Seguimos subiendo. @ entra en el fondo del barranco, seco, entre árboles. © Cruce en la altiplanicie, junto a un corral: escogemos el camino de la izquierda, que m antiene la dirección. © Ruinas de construcciones, en el arbolado. El camino se une a otro que llega por la derecha. © Bifurcación: recto. © El camino va a dar a otro, arreglado, que viene por la Izquierda, © Dejamos el camino principal y a la derecha entramos en sendero que bordea una esparraguera y avanza por una vaguada entre dos alturas. @ y que sale a la carretera. La seguimos a la derecha, hasta los Baños.

0 Kms 6,900 Kms. 55. Fitero Epoca no recomendada: Verano

Fitero deriva de fito o hito. Se creyó que este Fitero es el mencionado en el Poema de Fernán González y en un refrán clásico: «Harto era Castilla pequeño rincón, cuando Amaya era la cabeza y Fitero el mojón», según Correas. El de esos textos es Hitero cerca de Castrogeriz,.en Burgos. El Fitero navarro, límite muy antiguo, es en la histo­ ria primero un monasterio cisterciense, fundado en el monte Yerga. El abad inter­ vino en el tratado de paz que firmaron Gar­ cía Ramírez y el emperador Alonso de Cas­ tilla. Este donó al monasterio una villa en la llanada y el poblado de Niencebas. Después se registra el tercer traslado a Castellón de O N TIN A (Artemisa herba alta) Fitero, en cuyo término existía un manantial saludable que llamaban Aguas de Tudején. De la familia Compositae, es mata muy El rey castellano volvió allí en 1146, cuando aromática de 30-40 cm., muy ramificada, era abad Raimundo, y paró en Niencebas. Barranco de Valdecaldera. cubierta de borra algodonosa blanca. Tiene Cuando en 1153 le donan el realengo Ana- hojas numerosas, pequeñas, divididas en gora, Fitero ya tiene entidad propia. Llue­ segmentos estrechos; en las axilas crecen ven donaciones sobre Raimundo, que se [B] MONTE DESARBOLADO grupos de hojas menores. Flores otoñales, llevó a Calatrava los monjes más robustos. en capítulos de 2,5 mm. de largo con 3-4 La vegetación originaria debió de ser el estampida delatan a los abundantes cone­ La crisis la enderezó un nuevo abad, Gui­ florecitas amarillentas o rojizas, en ramille­ coscojar estepizado. La roturación convirtió jos. Hay también zorros y tajudos. Los ofi­ llermo, que restauró y repobló Fitero. San­ tes terminales. Crece en terrenos llecos fér­ en cultivos las zonas más llanas en cultivos. dios más corrientes son la culebra bastarda cho el Sabio distinguió con notables fran­ tiles, como piezas abandonadas y antes El «monte» desarbolado de hoy está en (Malpolon monspessulanus) y la de esca­ quicias lo que consideraba casa propia. De abonadas. Se extiende por tierras áridas del general cubierto de vegetación discontinua, lera (Elaphe scalaris). Entre las aves, ade­ entonces datan los mejores monumentos valle del Ebro, más Valencia, Murcia y An­ con arbustos y matas profusos, muchos de más de perdices, las más adaptadas al bio- de Fitero, que contó con el favor de Ro­ dalucía. En Navarra es propia de la Ribera, ellos almohadillados. Las especies más lla­ topo son la curruca rabilarga, el pardillo, drigo Jiménez de Rada. Fitero es hito con­ abunda en la Bardena y en eriales al S. del mativas son la abundante coscoja, escam- cojugada, todavía y collalba rubia. La co­ trovertido e inseguro, hasta el arbitraje de Ebro. La come el ganado ovino. Su aroma brón, ontina, tom illo y romero, más ollagas, llalba negra -toda negra, excepto la cola- 1336 y la sentencia papal de 1373. A fines alcanforado puede apreciarse al restregar que expanden el olor mediterráneo a habita cerca de las rocas, permanente. del s. XV, en plena depresión navarra, el las plantas o por efecto del pedrisco. Como monte. Corros de deyecciones y alguna planta medicinal, se usa contra las lombri­ abad Miguel de Peralta amplió el caserío y ces intestinales. asentó treinta familias procedentes de Ara­ gón y de Castilla. Las pugnas entre monjes y vecinos no las zanjan las ordenanzas de 1520. Después de la exclaustración del XIX crece. El paseo va por tierras de Fitero, Cervera y Alfaro. Son terrenos de formación secundaria, con arcillas abigarradas, yesos y sales del Triásico, con los conglomera­ dos, y areniscas del Mioceno terciario. Ha­ cia el Ebro los terrenos son de formación terciaria y cuaternaria; éstos últimos domi­ nan las terrazas fluviales. Los yesos mues­ tran cristales sueltos y manchas blanqueci­ nas. Clima soleado, con unos 400 l/m.2/año, caluroso en verano y sin grandes fríos. A lo largo del camino encontramos minerales de origen volcánico, basaltos y ofitas con in­ clusiones de geodas y ágatas, variadas de c o lo r.

[A] AGUAS TERMALES

Al lado de la carretera que sube al bal­ COLLALBA RUBIA (Oenanthe hispanica) neario viejo o a la izquierda, antes del hito Pájaro de la familia Muscicapidae, de ta­ 1, hay un manantial de agua humeante, con lle como un gorrión, largo de 14-15 cm., de una pequeña pila. Las gentes de las casas Campo abandonado y roquedo. colores claros y alas negras. El macho viste aledañas friegan allí su vajilla, lavan la ropa la parte superior en color crema rojizo, y se asean. No son sólo aguas calientes. obispillo blanco, cola -com o todas las co­ Son medicinales. Tienen su origen en zonas \C j REPOBLACIONES FORESTALES \d \ rio alhama llalbas- blanca con banda terminal y plu­ muy profundas, acaso más de mil metros, mas centrales negras; pecho crema y vien­ en la zona de contacto entre terrenos del El paisaje posiblemente nunca fue, como Alhama, fuente termal, es topónimo árabe tre blanquecino; antifaz negro, que a veces Secundario (Keuper) del Macizo Ibérico, y va dicho, arbolado, pero hoy se va vistiendo vivo en algunas provincias del Ebro y del forma mancha continua que cubre la gar­ del Terciario. Salen a unos 47° y en su de pinares. La repoblación es de pinos ca­ Mediterráneo. En este caso, los nombres de ganta; pico y patas negras. La hembra tiene composición dominan el cloruro sódico y el rrascos. Algunos son de buen tamaño, los pueblos que baña no son árabes. Es río cabeza y cuello ensáceos. Se posa en pie­ yeso (sulfato cálcico). Fuentes termales de como en la zona baja del barranco de Val­ de caudal delgado en verano, pero de dras, vallas y matas. Vuelo rasante de un origen similar brotan a lo largo de una gran decaldera. Anchas pistas cortafuegos par­ grandes riadas, como prueban las graveras; posadero a otro. El canto, generalmente en falla que bordea el Sistema Ibérico. El caso celan los pinares, animados por especies serpentea por la vega que han formado sus vuelo, es un trino agudo y melodioso. Re­ más cercano es el de Arnedillo. típicas, como carboneros y reyezuelos, que aluviones. Mantiene una orla de huertas y clamo continuo, una nota raspante, Vive en se van instalando. Los jabalíes, antes des­ arboledas. Chopos alineados y simétricos, espacios abiertos y áridos, con suelo des­ conocidos en estas latitudes, se dejan ver y tamarices, álamos, sauces y olmos recuer­ nudo o con escasa vegetación; también en algunos son habitantes fijos. En otoño e dan la ripisilva primitiva. En los altos cho­ viñedos y eriales. Cría en el suelo: arma invierno, los zorzales o malvices -en la Ri­ pos crían picarazas y cornejas, cuyos viejos nido de ramitas y hierbas, junto a mata o bera, tordas- se reúnen aquí a dormir: su­ nidos realquilan cernícalos. Ruiseñor bar- piedra; pone 4-6 huevos, incubados 13-14 fren caza encarnizada, que llega a utilizar tardo, curruca capirotada, ruiseñor común días; pollos nidícolas 12-13 días; dos como reclamo el magnetófono, sistema y zarcero y mirlo ocupan zarzales y arbus­ puestas anuales. Distribuida por Iberia, S. prohibido, pero popular. El ailanto, especie tos. de Francia, Italia y Balcanes, llega hasta arbórea procedente de China e introducido Irán. En Navarra, en la Ribera y en lugares en jardines y parques, que escapa al control determinados de la zona media. Especie y prolifera por doquier, coloniza barrancos estival, que a finales del verano emigra a y bordes de carretera. Un grupo puede Africa y atraviesa el Sahara, para invernar. verse junto a la que sube al viejo balneario. Especie protegida por la ley. Q Eunate. C am ino que bordea la basílica y la casa y se dirige al S. ® Un camino se distrae por la derecha: seguimos recto.

© Por la derecha se une un camino al que llevamos. @ Ruinas del Corral de Antlllón.

© Bifurcación: a la izquierda queda una pequeña casa nueva. Subimos ® Por la Izquierda sale el camino que va al Corral de Mina. Seguimos recto. Subimos.

© hasta llegar a camino ancho y arreglado, que seguimos. ® Por la derecha se nos une un camino.

© Bifurcación: seguimos por la derecha, en llano. El camino se encajona junto al @ Ermita de Santo Domingo. Bajada fuerte. arroyo Lezcal. Luego ® Llega un camino por la derecha. © se separa del arroyo y gira a la Izquierda y sube por una vaguada. © Enériz. Tomamos camino arreglado que sigue por el fondo del valle el viejo © El viejo camino —desusado desde que la concentración parcelaria abrió el que camino jacobeo, seguimos— aparece y sigue paralelo a la izquierda. (j|) que se rompe a la vista de Eunate. Si las cosechas están recogidas, no hay © A la derecha se deriva un camino: seguimos recto, por el dorso de la loma. dificultad para encontrar el punto de partida. Si no, hay que seguir la pista hasta © y desde ahí deshacer el camino seguido y retornar a Eunate.

0 Kms. 1 10 11 11,5 Kms. 56. Nequeas Epoca recomendada: Todo.el año

Nequeas son una zona, bastante amplia, telón de fondo es la Sierra del-Perdón. Al de Obanos, Enériz y Añorbe, desconocida S., las Nequeas, un paisaje más bravio de para la mayoría de navarros. Todo el paseo monte y campos, con los altos de Ibarbero. se mueve en Valdlzarbe -Enériz y Muruzá- Es tierra más soleada que la Cuenca de bal- y muestra dos panorámicas. Al N., am­ Pamplona y menos lluviosa (600-700 l/m.2/ plios campos cultivados, con pueblos como año). Predominan los cultivos cerealistas y Obanos y Muruzábal, posados en viejas te­ la viña está en decadencia. rrazas, o Enériz, en el fondo del valle. El

Eunate, entre los campos de Valdizarbe.

Eunate es una pequeña maravilla que el vios cuadrangulares sin clave común, al paseante debe visitar con calma, al co­ modo mozárabe. La espadaña actual debe mienzo o al final del trayecto. Es de planta de ocupar el lugar de una linterna. La ima­ octogonal. Sostienen la bóveda ocho ner- gen no es la románica, desaparecida.

PERDIZ COMUN (Alectoris rufa). E p e rra Ave de la fam ilia Phasianldae, de unos 35 cm. de largo, 500 gr. de peso, plumaje de partes superiores pardo rojizo, cabeza con pico fuerte rojo, ceja blanca al igual que la garganta, banda negra desde el pico, que cubre los ojos y rodea la garganta y se extiende hacia el cuello y pecho con man­ chas del mismo color en forma estriada; Los cultivos son lenguas de tierra entre manchas de monte bajo. pecho gris ceniza y vientre rojizo con flan­ cos barrados castaño rojizos; cola rojiza, muy visible en vuelo; patas en rojo vivo (de [A] EL PAISAJE DE NEQUEAS blancas toda la primavera y desde finales ahí el «patirroja» de los cazadores). Muy de invierno hasta otoño pueden verse flo­ Asentado sobre terrenos formados en la res. En la fauna, no hay especies forestales. terrestre, apeona con el cuello tieso. Vuelo segunda mitad del Terciario, procedentes Se ocultan en matorrales curruca rabilarga, potente y recto, que alterna los batidos con planeos breves; se posa en cuanto la vege­ del entonces recién emergido Pirineo: los acentor común, tarabilla común, alcaudón tación le depara escondite. Los machos cantos más guesos, cerca de las montañas, real, collalba gris, totovía y cogujada. La cantan, insistentes, más en primavera, a ve­ forman conglomerados, como se aprecia en rapaz más visible es el cernícalo, pero so­ ces encaramados en tapias o tejados de la sierra del Perdón y en la zona más alta brevuelan estos contornos aguilucho ce­ bordas. Diurna muy esquiva, sobre todo si entre San Martín y el Pico del Monte; los nizo, águila culebrera y milano real. yesos, arcillas y sales con capas de arenis­ padece acoso de cazadores, despega con cas, del Oligoceno y del Mioceno, son la un ruido brusco y característico al batir las media más soleada. Antes era mucho más base de estos relieves. Las sales se disuel­ alas. Gusta de baños de polvo. Consume abundante: la presión cinegética y acaso [c] CAMINO DE SANTIAGO ven rápidas, pero todavía quedan y las ex­ granos y vegetales, más Insectos. Biotopo los herbicidas la han diezmado. Cuando la gestión de los cotos de caza es correcta, plotan unas salinas en las Nequeas de Oba­ Desde Enériz el paseo va sobre el viejo preferido son los campos de cultivo, alter­ nos. Son suelos pobres, que sólo admiten camino de los peregrinos jacobitas. Le di­ nados con llecos de matorral, pero es muy subsiste en número apreciable. Arma el cultivos en las vaguadas. Los yesos afloran cen «camino de Puente», tendido junto al adaptable y aparece hasta en montaña. Es­ nido, muy somero, al amparo de una mata o en cristales brillantes al sol. Los arroyos río Robo, entre piezas de cultivo. Los técni­ pecie mediterránea típica, prefiere terrenos hierba, en el suelo. Pone 10-16 huevos, que están cubiertos de carrizal, como en el ba­ cos agronómicos de la concentración han secos. Distribuida por la Península Ibérica, la hembra incuba 23-26 días. Pollos nidífu- rranco Lescal (en euskera, lezka = carrizo). borrado un tramo del Camino secular, que Baleares, N. de Italia, mitad SW. de Francia, gos, que siguen a la madre de inmediato. Ovejas rasas aprovechan los rastrojos, los venía de Somport por Jaca y Sangüesa y Inglaterra y Córcega. Sedentaria. Ocupa Los grupos familiares se unen a otros en racimos de las viñas y los pastos del monte. cerca de aquí se fundía con el de Ronces- todo el territorio navarro, pero es muy es­ otoño y se deshacen al terminar el invierno, Hay varios corrales en ruina. La toponimia, valles y Pamplona. casa en la zona cantábrica y en la Montaña; en que delimitan los territorios e inician la como Corral de Recain, indica que era abunda relativamente en la Ribera y zona reproducción. prado lo que hoy es campo de cultivo. Pue­ den verse conejos y perdices, éstas en nú­ [D] EUNATE mero muy inferior al que cimentó la fama E S P LIE G O (Lavandula latifolia). T a m b ié n , del paraje. En las pocas encinas carrascas La etimología inevitable de Eunate es a lh u c e m a . subsistentes hacen el nido las picarazas. cien puertas, alusiva a las de la arquería Pequeña mata, de las Labiatae, leñosa, exterior. Pero de los ocho lados sólo son ramificada en la base, con hojas largas auténticos tres y la documentación medie­ blanquecinas, opuestas y sencillas, más an­ H] MONTE DESPOBLADO val habla de Onat, Onate, Unate; más tarde chas en su final. Los tallos en que brotan Oñate y aun Oñeta. La leyenda atribuye su las flores crecen y se secan en el año. La cubierta vegetal primera serían queji­ fundación a los templarios. Hoy, desechado Florece a partir de julio: flores violetas en gos y encinas carrascas, cuya distribución y tal origen, parece más bien capilla funera­ espiga. Crece en grupos. Suave aroma al­ densidad regulaban la orientación y pro­ ria, como otras navarras existentes en la canforado. Prefiere suelos calcáreos y me­ fundidad del suelo. Hoy no quedan vesti­ segunda mitad del siglo XIII. El Cabildo ¡rú­ dra en regiones de clima árido, sobre lade­ gios del quejigal y de las carrascas restan ñense protestó por algunas. Santa María de ras y cerros de matorrales o bosques muy arbustos de monte bajo con unas pocas Eunate, construido ya a principio del s. XIII, aclarados de encinas y pinos. Espontáneo encinas testigos. Los incendios frecuentes dependía de una cofradía, que llegó hasta en el área mediterránea, desde España a se advierten en ramas y tronquillos. Ahora el pasado siglo. En el año 1500 se acordó Yugoslavia. En España es muy raro en la dominan el monte coscojas, ollagas, ro­ no tener más de 72 cofrades y celebrar una mitad W. Abunda en la Ribera y en caraso­ meros, tomillos, jaras blancas y espliegos, misa semanal. Además, en el XVI, jurados y les de la zona media; muy escaso en la que no suben más de un metro de altura. mayorales del concejo de Valdizarbe cele­ Montaña húmeda. Utilizado como digestivo Las épocas de floración no son simultá­ braban batzarre en este lugar de Muruzá­ estimulante y en perfumería. Las abejas neas: los romeros lo hacen a fines de in­ bal, «en la calostra de Nuestra Señora, aprecian sus flores, que brotan cuando ya vierno; las jaras blancas se visten de flores conforme a la antigua costumbre». escasean otras. Irulegui 57 5,1 km.

Q llundáin. Salimos por la carretera hacia (?) las ruinas del Castillo de Irulegui. Un sendero enfila al NW. y peina la cresta de la colina. Luego baja entre campos llecos y © Laquidáin, donde tomamos un camino junto a la iglesia, en la parte alta del pueblo. (10) al llegar al límite de los antiguos cultivos, dobla a la izquierda por sendero que desciende entre bojes y pinares de repoblación. ( 2) Bifurcación: a la izquierda; al principio, casi en llano. El sendero llega al límite entre arbolado, a la derecha, y cultivos, a la izquierda, El camino se adelgaza y va por el borde del bosque; luego y rueda hasta el (T) sale de nuevo al raso y sigue subiendo; el bosque queda a la derecha. @ Portillo de Lizarraga. Cruce. Tomamos camino a la derecha, amplio, que sigue ( 5) Portillo de Laquidáin. Borde del pinar. Dejamos el camino y vamos por la derecha, bajando entre pinares repoblados y algunos robles. en el lindero del arbolado y el campo. ® Afluye un camino por la izquierda. Seguimos de frente. (6) El sendero se adentra en arbolado. Luego sale a un @) El camino muere en la carretera de Laquidáin, que seguimos a la izquierda ( 7) collado, muga de los valles de Aranguren e Izagaondoa. Giramos en ángulo recto hasta Q . y seguimos sendero, al principio entre campos y luego al borde del pinar. Comenzamos a subir. Zona arbolada. A la derecha, hayedo; a la izquierda, pinar. Cuesta breve pero pendiente, que entre bojes sube hasta

0 Kms 5 5,100 57. Irulegui [d ] c a s t i l l o d e i r u l e g u i \E j CARCAVAS DE EROSION Epoca recomendada: Todo el año En la Navarra continental hubo dos Irule- Las cuencas de Pamplona y de Lumbier gui, o Irurlegui, ambos desaparecidos. Uno, se asientan sobre margas grises caracterís­ es hoy despoblado en el valle de Araiz, ticas. Tales margas sufren un tipo de ero­ integrado en Betelu. Queda en pie la ermita sión peculiar, como puede verse en la la­ de San Donato. El castillo de Irulegui, a dera que cae sobre la carretera a Laquidáin La Cuenca de Pamplona va, según la hablan simplemente del «castillo», sin dar veces confundido con el lugar de Araiz -así, y en los montículos poblados de pino, en el «Crónica» del Príncipe de Viana, del portillo el nombre histórico. Las areniscas de la Altadill unifica noticias de ambos-, fue uno mismo pueblo. Si los suelos no están bien de Laquidáin al puente de Belascoáin. parte alta del monte explican los perfiles de de los puntos clave. El paseante, si sube protegidos por vegetación, el agua de lluvia Quien se acerca al portillo comprende con la sierra, más abruptos que las margas cir­ hasta las ruinas, comprobará que Irulegui corre por la superficie impermeable y pro­ un solo golpe de vista la verdad física de la cundantes: son cortados rocosos hacia Iza- podía ejercer de enlace entre la cabeza del duce abarrancamientos rápidos, pelados y Cuenca, además de asomarse a los valles gaondoa y un breve paredón sobre Laqui­ Reino y un castillo tan importante como el lunares. Estos abarrancamientos de las zo­ de Lizoain e Izagaondoa, tendidos al otro dáin. La pluviometría es de unos 900 l/m.2/ de Leguin, en Izagaondoa. En 1494, para nas pendientes y en las márgenes de los lado de la sierra de Aranguren. Sobre el año. El clima, similar al de Pamplona, mati­ castigar a las gentes del de Lerín, se manda arroyos son de difícil restauración vegetal: portillo se levantaba el castillo de Irulegui. zado por la diferencia de altura. Los culti­ derribar Irulegui, cuya mota se dona a las margas o tufas son rocas en las que las Hoy las gentes de monte llaman a la cum­ vos, cerealistas. Johan de Bearin. plantas no arraigan. bre «pico de Laquidáin». Los de Aranguren

HOJAS Y FRUTOS DE ARCES

Arce sicomoro Arce común Arce de Montpellier Acirón (Acer pseudoplatanus) (Acer campestris) (Acer monspessulanus) (Acer opalus)

ESCRIBANO SOTENO (Emberiza cirlus). Hesi-berdantza Pájaro de la familia Embericidae, pare­ cido al gorrión, largo de unos 16 cm., El macho viste espalda pardo-rojiza con es­ trías negras, obispillo pardo verdoso, cola larga pardo oscura salvo plumas extremas blancas, pecho y vientre de tonos amari­ Vísta desde el límite E. de la cuenca. llentos, cabeza gris oscura, cara amarilla con lista negra que cruza los ojos, garganta [A] BOSQUES NATURALES \B\ PINAR DE PINO ROJO negra con collar amarillo y banda gris de­ bajo, pico cónico gris azulado y patas de La zona pertenece al dominio del queji­ El pino royo albar (Pinus sylvestris) es color carne. La hembra luce tonos pardos gal, y éste sería el bosque anterior a la especie en expansión natural, en Navarra, con pecho crema y manchas pardas a acción humana, con manchas de hayedo en hacia el W. y hacia el S. Va colonizando los modo de estrías. Vuelo ondulado y rápido. la umbría alta de la sierra. Los hayedos se antiguos quejigales y suelos baldíos. El Canta posado en lo alto de un arbusto o conservan. El quejigal es hoy tierra de cul­ viejo camino que del portillo de Laquidáin árbol, monótono y repetitivo. Vive en sotos tivo o pastizal o pinar, salvo en los retazos va a Lerruz sufre esa invasión, muy patente de ríos con arbustos y árboles, en claros de que sobreviven. En éstos hay roble peludo e también en la umbría del monte de Idoate bosque, en zonas de cultivo con árboles y híbridos de roble peludo con quejigo, más entre Lizoain e Izagaondoa. En la misma setos vivos. Consume semillas, granos e boj abundante. En las zonas abiertas medra sierra de Aranguren proliferan y cubren insectos, principalmente en primavera. el espino albar, espino negro o pacharán, amplias áreas de quejigal perdido y acaso Arma un nido tosco, en arbustos, zarzas y tribución permanente por el Mediterráneo arce común, y de Montpellier, cornejo, ene­ de hayedo. aun en taludes. Pone dos veces al año 3-4 europeo, toda Francia y el S. de Gran Bre­ bro común. Son bosques de gran riqueza huevos, que incuba 12-13 días. Los pollos taña. En Navarra ocupa todo el territorio, si ornitológica: águila calzada, ratonero co­ viven en el nido dos semanas. En primavera bien es más denso en la zona media, donde mún, milanos real y negro y gavilán; cuco, vive en parejas o grupo familiar; en otoño e resulta ser una de las especies más abun­ zorzal, mirlo cantan la primavera, con el \C¡ REPOBLACIONES ARTIFICIALES invierno se funde en grupos mayores. Dis­ dantes. Especie protegida. arrullo de la paloma torcaz y la tórtola; carbonero palustre y camachuelo testifican A lo largo del paseo, junto al portillo de la influencia atlántica; otros pájaros se ade­ Laquidáin y hacia llundáin, y dentro de la cúan a cualquier ambiente forestal: carbo­ finca de Diputación, en los montículos no nero común, reyezuelo listado, mosquite­ cultivables, hay bosques de pino laricio re­ ros, etc. p o b la d o s . ramas. Tronco con corteza gris lisa en ejemplares jóvenes y agrietada en viejos; se ramifica desde la base. Hojas pequeñas, simples y opuestas, con tres lóbulos casi iguales, coriáceas, verde oscuras en el haz y plateado el envés, con largo pecíolo. Caen en otoño. Flores pequeñas, verde-amari­ llentas, rojizas. La doble sámara, casi en paralelo, se separa al madurar, en otoño. Vegeta en suelos calizos, pedregosos y arenosos y aparece mezclado con otras es­ pecies arbóreas o con matorrales. No forma rodales ni bosques. Soporta grandes fríos. No requiere mucha agua. Distribuido es­ pontáneo por la zona mediterránea y parte de As’ia. En Navarra crece en la zona media y en arboledas de la Ribera; en la montaña húmeda es muy escaso y sólo medra en laderas soleadas. Madera rojiza, dura y compacta, apreciada para tornería y objetos ARCE DE MONTEPELLIER (Acer monspes­ pequeños; pero no tiene importancia fo­ s u la n u s ) restal. La leña es buen combustible. La per­ Arbol de la familia Aceraceae, habitual­ sistencia otoñal de las hojas explica su uti­ mente de 5-6 m. de alto -puede llegar a los lización en ornamentación y jardinería. Crecen buenos bosques naturales de quejigo. 12-15 m -, Copa compacta y con muchas Llega a vivir un siglo. Q Nazar. Salimos por la parte alta del pueblo, junto a la ermita de Ntra. Sra. de (¡O) Un sendero va por la hombrera. Vamos hacia abajo y Loreto, en sentido NE, Camino que asciende entre carrascas, boj y ollagas. ® encontramos el camino, que seguimos hacia la derecha. © En la revuelta, dejamos el camino que nace hacia la derecha y enfilamos hacia la izquierda o W. ® Tras una curva cerrada, el camino se pliega al barranco.

© Cruce: seguimos recto. ® Bifurcación: a la derecha, entre repoblaciones forestales.

@ Bifurcación: a la derecha, en zona de monte aclarado. Seguimos recto. @ Bifurcación: a la derecha, entre repoblaciones.

® Cruce. Mantenemos la dirección, por el camino mejor marcado. ® Afluye por la izquierda un camino. Seguimos recto. ® Bifurcación: a la derecha. © Cruce de caminos: escogemos el de la izquierda.

© Bifurcación: seguimos recto, por el camino mejor marcado. @ Se nos une por la derecha, oblicuo, un camino. El que ¡levamos se hace pista ancha y arreglada. © Bifurcación en el borde de un campo: a la derecha. ® Otiñano. Fuente. Salimos por la carretera a Mirafuentes, hasta ® Collado: panorámica sobre Santa Cruz de Campezo y tierra de Alava. ® en que un ramal nuevo nos devuelve directamente a Nazar. @ Salvadas las rocas, sin camino, seguimos hacia la derecha. La zona está quemada.

® 0 0 ©

0 Kms. 9,700 Kms. 58. Peña Costalera \D] c u l t i v o s Epoca recomendada: Primavera y otoño Entre Otiñano y Nazar, la carretera, re­ ciente, va entre campos de cultivo, cerea­ variados en que abundan las aves, unas por lista -trigo y cebada- en su mayoría, más gustar de la vecindad humana -estorninos alguna viña en Nazar. Hileras de sauces y negros y gorriones- y otras por no contar algún chopo señalan los tenues arroyos. con mayores posibilidades de sustento. No Peña Costalera es la cumbre más alta de Raras perdices y liebres, codornices, tri­ faltan lechuzas, vencejos, picarazas, ver­ un circo rocoso que cierra la Berrueza por guero y escribano soteno habitan este te­ derones, cardelinas, verdecillos y abubillas. el Occidente. El paseo hace en buena parte rreno, sobrevolado por cernícalos y mila­ Antes los cultivos eran más variados y más el camino viejo de Nazar a Santa Cruz del nos, que crían en arbolado. La conjunción abundante la ganadería: sólo en Otiñano Campezo hasta la muga con Alava y luego, de campos, bosque, pastizal y huertas en pasaban de 120 cabezas de bovino, muy entre los hitos 9 y 11, un sendero difumi- torno a los pueblos proporciona medios montaraces, que apenas pisaban el establo. nado por falta de uso, en zona desarbolada. Desde el puerto de Nazar a Peña Costalera no hay más de 60 m. de desnivel; las rocas finales se vencen por algunos pasos aéreos. G A Y U B A (Arctostaphylos vivá-ursi) O tso Costalera tiene mayor relación geológica matsa, Azeri matsa con Lóquiz que con Codés. Sus farallones, calizas de formación del Cretácico superior, Mata de las Ericaceae (brezos, madroño, erguidos sobre Nazar y Otiñano, son escar­ rododendros), rastrera, que llega a cubrir pes de una falla en que termina el macizo amplias superficies como césped, a veces calcáreo de Lóquiz. Las laderas y el fondo colgante en taludes, de hoja perenne. del valle por donde paseamos se asientan Tronco leñoso, con ramas torcidas y roji­ sobre conglomerados, areniscas y arcillas zas, de las que, salen pequeñas ramillas mucho más recientes, del Oligoceno-Mio- erguidas. Pueden tener hasta 2 m. de largo, ceno terciarios. pero no sube más de 50-60 cm. del suelo. Hojas coriáceas, en forma de espátula, lar­ [A] CARRASCAL gas de 1-2 cm., más anchas hacia el ex­ tremo, de haz verde oscuro y envés más La cubierta vegetal primigenia fue el ca­ pálido, con nervios reticulados visibles en rrascal estellés. La roturación se llevó el el envés. Flores, de marzo a junio, en gru­ bosque de las zonas llanas y el del área pos de 5-10 en ramilletes que brotan nue­ forestal suministró leñas y carbones, ade­ vos en la axila de la hoja, sonrosadas, glo­ más de ejercer de monte ganadero. Los bosas y casi cerradas de boca. Frutos ma­ mejores ejemplares supervivientes quedan Pena Costalera, sobre la Berrueza. duros en verano, rojo-brillantes, redondea­ cerca de los pueblos, en forma adehesada, dos y algo deprimidos, de 7-9 mm. de diá­ como en el Chaparral de Otiñano y en Na­ observarse desde el puerto de Nazar. La metro, poco carnosos, insípidos y harino­ zar, junto al tosco campo de fútbol. El pa­ ladera N. recibe los vientos cargados de sos, con varias semillas. Medra en laderas des áreas de Codés, Perdón, Alaiz y Leire. seante cruzará, no obstante, por buenas lluvias y nieblas, que no riegan la cara S. En pedregosas, claros de bosque, tanto en te­ Los nombres populares traducen la creen­ manchas de carrascal, que ha sufrido que­ el valle de Campezo, con los cultivos, cre­ rrenos silíceos como calizos. Sube hasta cia de que sirve de alimento a osos, lobos y mas para favorecer el pastizal: así, la vege­ cen bosques de encinas y robles tozos; los 2.400 m. en el Pirineo Oriental. Espon­ zorros, pero habría que verificarlo. Las tación arbustiva ha sustituido al bosque. desaparecen las encinas, a medida que táneo en gran parte de Europa. Común en abejas liban las flores. La cocción de las Entre las encinas carrascas crecen arce de sube, y se presentan robles y quejigos, que el Pirineo y E. peninsular. Cubre toda la hojas sana riñones y vejiga y los extractos Montpellier, serbal mostajo, madroño, y en en la parte alta ceden el lugar a las hayas, zona montañosa de Navarra y ocupa gran- se usan en curtidos y tintorería. las zonas más aclaradas, como testigos de que trepan hasta la cresta e incluso se ins­ la degradación, coscojas, enebro común, talan en la vertiente meridional. Esta la viste tomillo, ollagas, brezos, espliego y jara la encina. En Campezo las ovejas que su­ blanca, ésta última beneficiaría de los con­ ben a los pastos son lachas; en Nazar y tinuos incendios. La gayuba cubre amplias Otiñano, rasas. En los roquedos crían cho­ áreas en la parte alta del paseo, en que se vas piquirrojas, alimoche, halcón común y extiende como césped. Animan el carrascal avión roquero y es frecuente el águila real. el zorzal común -más propio de los bos­ En la ladera N., muy accidentada, hay una ques de influencia cantábrica, muy notorio zona boscosa, La Dormida, donde grandes en primavera, cuando canta-, arrendajo, bandos de torcaces se concentran a dormir chochín, reyezuelo listado, mosquiteros en o to ñ o . común y musical, mirlo, pinzón y petirrojo. [C] REPOBLACIONES [B] DIFERENCIA DE VERTIENTES El camino, en el descenso hacia Otiñano, La línea de Peña Costalera y las crestas atraviesa Mataverde, donde se han hecho hacia Yoar trazan una divisoria climática repoblaciones abancaladas de pinos lari­ reflejada en la vegetación, tal como puede cios, con amplias pistas.

A B U B IL L A (Upupa epops). Gallico de San Martín. Argiollara. Unica especie europea de la familia Upu- alas. Vive en parejas; al final de primavera, pidae, es ave de 25-27 cm. de largo, 44-47 en grupos familiares. Se instala en zonas cm. de envergadura, peso 50-80 gr. (extre­ con pocos árboles, pero a menudo cerca de madamente ligera para su tamaño) y su poblamiento humano. Cría en agujeros de característica más llamativa es una cresta árboies, tocones, tejados, ruinas y monto­ de plumas en la cabeza, en color crema nes de piedras. Pone 5-8 huevos, sin nido, a rosado con los extremos negros, que des­ veces dos puestas anuales, y tras la incuba­ pliega o repliega a voluntad. Cuerpo en ción de 15-19 días, los pollos, nidícolas, tonos cremas, con alas negras con franjas permanecen en la cavidad unas tres sema­ blancas, como la cola, pico largo y curvo nas. Sus huecos son famosos por el mal hacia abajo y patas grisáceas y cortas. El olor, consecuencia de la falta de limpieza. canto primaveral, un pu-pu-pu sonoro y Cría en Africa y en la mayor parte de Eu­ monótono, hace que en algunos pueblos ropa, salvo Islas Británicas y Escandinavia. riberos la confundan con el cuco. Anda a Presente en todo el territorio navarro, es menudo en el suelo a pasos en busca de muy escasa en la montaña húmeda. A fines comida. Consume insectos, gusanos, mo­ del verano emigra y retorna tempranera al luscos, lagartijas, etc., que caza con el pico, morir el invierno. En el S. de España y con el que hurga en agujero y grietas. Baleares es sedentaria. Especie protegida El carrascal estellés cubría toda la zona. Vuelo ondulado, abriendo y cerrando las por la ley. . Salimos por el camino viejo a Echalar, que pasa ante el cementerio. A la vista de éste, (Í2) junto a una gran roca reencontramos el bosque de alerces y pasamos junto a borda derruida. Luego □ dejamos los alerces a la derecha. © bifurcación: a la derecha. (Í3) Altozano. Ruinas de borda. El camino baja entre argomas casi por el hombro de la loma. La pista gira a la dercha: seguimos a la izquierda. Enseguida, (14) Borda en extremo de pradera cercada, que el camino bordea por la izquierda; luego, entre helechos. nueva bifurcación: seguimos por el ramal de la izquierda, que salva la regata y sube por la izquierda. (ís) Cruce. Seguimos recto. Enseguida, Bifurcación, junto a vieja borda, dentro del bosque; a la derecha quedan también dos barracones © © bifurcación: recto por el ramal de la izquierda. Bajada entre argomas y giro a la izquierda. Entramos arruinados: a la derecha. Nos apartamos de la regata. en zona arbolada. Dentro del bosque, nueva bifurcación: a la derecha. © El camino confluye a un cruce. Elegimos la pista de medio. A la derecha queda el caserío © Salimos del bosque en un breve collado. El camino sube suave, semiencajonado en el terreno; a la Markonekoborda. a la derecha, arbolado, y praderas cercadas con piedra, a la izquierda. (18) Dejamos la pista: camino a la derecha. Luego a la izquierda queda Katalanekoborda. Cruce, junto a un grupo de hayas: por el camino central. A media ladera pasa junto a bosquete y sube © (Í9) Cruce, junto a Oianekoborda: camino que mantiene la dirección anterior. A la derecha, el caserío. hundido en el terreno. Varias curvas. (20) Cruce: seguimos recto. © Atravesamos un pequeño arroyo. (21) Salimos a pista, que seguimos hacia la derecha. Luego, giro a la izquierda. Bajamos y © Revuelta cerrada, de la que por la derecha deriva un sendero: vamos por la izquierda. (2 ) atravesamos regata, dentro del bosquecillo. Subimos. A la derecha queda un caserío. Bifurcación junto a las ruinas de una borda, cuyo redil cierran lajas de piedra: camino a la izquierda. Se adentra en bosque de alerces. Después, pastizal con helechos. @ ) Cruce: seguimos recto. @ Collado de Ibañeta. Giramos casi en redondo a la derecha. Por senderos (§ ) Cruce: recto. A la derecha dejamos vertedero de basuras. (£5) Nuevo cruce: a la derecha, con puerta metálica. Bajamos y llegamos a (26) la cueva de las brujas. Cruzamos la Infernukoerreka y subimos al prado, Akelarre, del que accedemos a la cueva superior, con el Trono del Diablo. Desandamos hasta (25) y de aquí, por camino ancho y © © 9 expedito, a Zugarramurdi, que queda a la vista.

0 Kms 6,800 Kms. agujeros, como cárabo, pito real, pico car­ pico fuerte de punta curvada, espalda pardo- 59. Zugarramurdi pintero, zorzal común, carbonero común, rojiza con alas pardas, obispillo gris y cola Epoca recomendada: Todo el año herrerillos común y capuchino, colirrojo real negra con blanco en las plumas exteriores, papamoscasgris, petirrojo, chochín, curruca pecho gris blanquecino y patas fuertes y ne­ capirotada, mosquitero común, camachuelo gras. La hembra viste tonos más apagados, -que cría en árboles con hiedra. También pardo en la parte superior y blanco sucio dan refugio los árboles a turón y gineta. barreado en pecho y vientre. Reclamo ca­ Zugarramurdi y Urdax son, al otro lado de rior (la cueva de las brujas está en calizas); rraspeante; canto agradable, además de ser la divisoria de Otsondo, los dos pueblos na­ una gran falla pone en contacto con terrenos [C] PASTIZALES Y HELECHALES un excelente imitador de otros pájaros. Vive varros asomados a Laburdi. Las aguas de más antiguos, arcillas y areniscas rojizas del en praderas y pastizales con matas, bosque­ este lado, las recoge el Baztán-Bidasoa; las Triásico; el área de las cumbres de Aitztxuri o Hay aquí una clara delimitación entre los tes y setos vivos, en parajes semiabiertos, por del otro, van, a través de la Nivelle, a la bahía Peña Plata, Malkor y Aizpara con esquistos y cultivos y praderas de siega en las zonas ba­ parejas o grupos familiares. Gusta de po­ de San Juan de Luz, Paisaje amable, verde areniscas aún más antiguas, del Devónico jas y los pastizales y helechales en laderas y sarse en hilos de tendidos, setos y puntos perenne gracias a los 1.800 l/m2/año y el Primario. Las areniscas rojizas (Trias) se ven, cumbres. La sustitución del bosque por pas­ dominantes. Vuelo ondulado y rasante. clima suave. La estructura geológica no es trabajadas en los caseríos dispersos. Las ca­ tizal se hizo para mantener la ganadería ex­ Come insectos, gusanos, pequeños reptilesy fácil de percibir, pero el paseante, que ape­ lizas las explota una cantera, en término de tensiva, hoy en parte arrumbada por la esta­ aun pajarillos y ratones, como una pequeña nas sale del término de Zugarramurdi para Sare, cercana a nuestro paseo. Los mármo­ b u la d a . rapaz. Sus presas quedan, con frecuencia, tocar el de Baztán, verá que la zona al N. del les, formados en zona de falla en las calizas, Esta zona era la de los pottokas, variedad clavadas en espinas de arbustos. Distribu­ pueblo se asienta sobre el flysch de arcillas y los aprovecha otra cantera entre Zugarra­ local, semisalvaje en los montes, más peque­ ción europea en N. de España, S. de Inglate­ calizas del Cretácico superior; los flancos de murdi y Urdax. ños que la jaca navarra o poney vasco. Hay rra y todo el resto del continente, salvo N. de la montaña son de calizas del Cretácico infe- buenos rebaños de estos caballitos, atractivo Escandinavia. En Navarra, en toda la zona turístico, así como de ovejas lachas. El hele- cantábrica -donde es muy com ún- y la hú­ cho se ha adueñado de los pastizales, cuya meda, hasta Pamplona. Estival, en agosto se degradación conduce a los argomales (otea, va a Africa por el Este de Europa: los de otari), a veces de gran desarrollo, como los nuestra tierra enfilan al N. y por los Balcanes que se extienden entre los hitos 15 y 17. y Turquía viajan a Africa. Nido en forma de copa, bien hecho, en ramas de arbustos; 4-5 huevos a fines de mayo o primeros de junio; [D] REPOBLACIONES FORESTALES 16 días de incubación, pollos nidícolas y rui­ dosos al salir del nido en petición de comida. Las hay de alerces de Japón cerca del co­ Otros dos alcaudones, común -m ás escaso llado de Ibañeta. El alerce es en el grupo de en todo el territorio- y el real -con preferen­ las coniferas una excepción^ pues pierde las cia, en zona seca- crían en Navarra. Especie hojas aciculares en invierno, tras el dorado p ro te g id a . otoñal; las recupera, verdiclaras y suaves al tacto, en primavera. El suelo se viste de un tapiz de hierba, sin apenas sotobosque. Crece también algún cuadro de pino de Monterrey. Otra especie exótica es la falsa acacia o robinia, dispersa o en grupos.

¡E\ C U LTIV O S

La economía del caserío y los modos ga­ naderos actuales han reorientado los culti­ vos a la alimentación del ganado. Así domi­ nan los prados de siega, más cultivos de re­ Zugarramurdi, pueblo famoso por su akelarre y brujas molacha, nabo y maíz, con otros de menor castaños de Indias, nogales, robles y avella­ entidad. Arboles y arbustos señalan las mu­ [A] CUEVA DEL AKELARRE nos. gas entre campos: robles, fresnos, sauces de hoja ancha, robinias, cornejos, aligustres. Zugarramurdi es pueblo conocido en el [B] ROBLEDALES Entre la fauna es posible observar reptiles mundo por sus brujas, ajusticiadas por la In­ inofensivos y tímidos: lagarto verde, lución, quisición en Logroño en 1610. No fue el caso La vegetación primera era el robledo, más culebra de Esculapio; aves como el bisbita más numeroso ni el proceso más terrible. Las rodales de haya en las umbrías altas. Hoy los arbóreo -que cría en el suelo, pero aterriza vecinas inculpadas se reunían, según es no­ cultivos ocupan las zonas bajas y los pasti­ en arbustos y árboles, tras volar en picado torio, en las cuevas junto a las que se tiende zales las elevadas, pero subsisten bosquetes después del canto nupcial en vuelo-, fringíli­ el prado en el que bailaban presididas y ani­ en barrancos de laderas y en fondos de re­ dos diversos como verdecillo, cardelina, ver­ madas por el Diablo en forma de macho ca­ gatas y lindes de campos. El arbolado trenza derón, pinzón y alcaudón dorsirrojo; estor­ brío. De ahí el prado recibió el nombre de en el paisaje una malla. Domina los bosque- ninos pintos -desconocidos hace cuatro FALSA ACACIA (Robinia pseudacacia) akelarre (= prado del macho cabrío), y de cilios el roble pedunculado, la mayor parte lustros en la zona- inspeccionan las prade­ Arbol de la familia Leguminosae, puede este topónimo local nació el vocablo aque­ trasmochos, con robles americanos, intro­ ras, a veces entre vacas y ovejas; currucas subir hasta 25 m. Copa redondeada, amplia. larre. Son cuevas superpuestas, abiertas en ducidos, avellanos y acebos ya muy raros. capirotada y zarcera, mirlo común, lavandera Tronco de hasta 1 m de diámetro,recto, con roca caliza arrecifal. La regata cruza la de Las cavidades de ramas y troncos de los ro­ blanca son especies también fáciles de ob­ corteza pardo-rojiza agrietada a lo largo. abajo. En torno crecen plátanos, castaños, bles favorecen a las especies que crían en servar. Ramillas con espinas fuertes. Hojas caducas, alternas, compuestas, con 8-12 pares de fo­ líolos elípticos, de color verditierno. Flores blancas, primaverales, muy olorosas, en ra­ cimos colgantes cilindricos, con pedúnculos en la axila de una hoja. Fruto en legumbre, maduras a fines de verano, con 10-12 semi­ llas lustrosas. Vive en clima templado, pero soporta grandes fríos. Le bastan 300 l/m2/ año, pero medra con muchos más. Prefiere suelos silíceos, más vegeta en otros, si bien crece mal en los compactos y yesosos. Sube hasta los 1.500 m de altitud. Distribución natural en el área atlántica de EE.UU. Intro­ ducida en Europa, Africa y Sudamérica desde el siglo XVIII. En todo Navarra, ejem­ plares sueltos naturalizados, pues se repro­ duce fácil por semilla, raíz y brotes de cepa. A fines del XIX se practicaron repoblaciones, bastante amplias, con miras industriales en la zona cantábrica. Presente en paseos y parques. Ahora, repoblaciones en la Bar- dena. Madera amarillenta, pesada, fibrosa y ALCAUDON DORSIRROJO (Lanius collurio). dúra, apreciada en carretería, juguetes y tor­ ANTZANDOBI ARRUNTA nería, antes en pértigas de «gurdis». Leñas Pájaro de la familia Laniidae, largo de combustibles. Follaje, buen alimento del ga­ 17-18 cms., con cola larga. El macho luce nado. No vive más de un siglo. Turnos de Larrún, a la Izquierda, se alza sobre Sare, a la derecha, con el fondo del Cantábrico. cabeza gris con bigotera que atraviesa el ojo, explotación, 50 años. Usechi-Iragui

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Usechi. Iniciamos el paseo junto al abrevadero. Hacia la derecha. ( 9) Bifurcación: sendero a la izquierda, a media ladera del Bardegui, semiborrado por falta de uso, con enebros y helechos, pero practicable. (T) Collado. Bifurcación: a la izquierda. El camino, amplio, entra pronto en arbolado y casi llano avanza a media ladera. ® A lto de la loma y b ifu rc a c ió n : a la izquierda.

Raso. Cambio de vertiente y giro a la izquierda. Praderas cercadas a la derecha; Bifurcación: a la izquierda. Ligero descenso y luego casi llano en espeso bosque luego, arbolado y bajada en zigzags. de hayas, hasta

© Barranco. El camino va por el fondo, hacia abajo. © cierre de alambrada, que se puede abrir para pasar. El camino sale a zona despejada. A la izquierda, una fuente. Volvemos al bosque. Tras otra zona semidespejada (?) Cruce: a la izquierda. Bajo un dosel de avellanos, cruzamos el arroyo. y otra boscosa de pinos, ( i) El camino sale a un raso y se adentra en galería de avellanos. Subida. © collado, despejado, con cruce de caminos: escogemos el que va por el alto, hacia © Carretera. La seguimos a la izquierda. la izquierda, y pasa ju n to a cabaña de cazadores.

® Iragui. Dejamos la carreterra y entramos en el pueblo. Junto a casa con escudo @ Dejamos la pista arreglada y vamos por camino a la derecha. Pasamos junto a de 1756, giro a la izquierda y camino que va en zigzag. caseta de vigilancia de incendios.

© La carretera, de nuevo, junto al depósito de agua y una copuda haya. Cruzamos ® Entroncamos otra vez con la pista, que nos devuelve a Usechi. la carretera y tomamos sendero que sube. 60. Usec h i -1 rag u i HOJAS DE SERBALES Epoca recomendada: Primavera y Otoño.

\A\ ROBLEDALES

El paseo recorre el límite de los dominios del hayedo y del robledal: las hayas cubri­ rían las umbrías y rocas altas; los robles, las solanas y áreas bajas. La dedicación gana­ dera ha cambiado el paisaje y la conserva­ ción o regeneración han sido mejores en las umbrías, donde crecen las mejores ma­ sas de robledal, que no es bosque de gran­ des ejemplares, pese a los que pueden verse, porque las especies no lo permiten: híbridos de roble peludo, quejigo y acaso roble albar. En el piso bajo, abundante boj, que se mezcla con avellanos, serbales de tres especies, arces común y de Montpe­ llier, éste en claros soleados. Corzos, zo­ rros, tajudos, gato montés y gineta son al­ gunos de los habitantes invisibles del ro­ Usechi, con los pinares de Esteríbar. bledal. Las observaciones más fáciles son las de aves: gavilán y azor -las rapaces más \D\ montes desarbolados representativas- pito real, pico picapinos, arrendajo, paloma torcaz, cuco, currucas En las solanas y aun en los pacos, terre­ capirotada y mosquitera, mirlo, pinzón y nos antes boscosos son hoy espacios sin mosquitero papialbo, entre otras, árboles. Los pastizales ganaderos abando­ nados se degradan y los ocupan brezales y \B¡ H AYED O argomales. En Aldapa, sobre Usechi, el pastoreo excesivo arrasó la vegetación y las Un denso hayedo viste la ladera de Iragui a margas están desnudas. Quedan ovejas que Baratxueta. Lo cruza el camino, en trechos ramonean esos pastizales. En Iragui hay poco marcados por desuso. Viejas hayas ovejas lachas, como en Eugui, Egozcue y hablan de la permanencia del bosque y Ulzama, y en Usechi hay ovejas rasas, como otras, jóvenes y copiosas, demuestran la en p u e b lo s al S. fuerza de la recuperación. Abundan ene­ bros y brezos. Es posible ver en algún claro \E\ PUESTOS DE PALOMAS ciervos procedentes de Quinto Real. Collados y crestas en Zakotaburu y Kor- tatzu, sobre Usechi, está erizados de pues­ [C] AVELLANOS tos para caza de palomas, así como algún En el camino a Iragui, en el barranco punto en Bardegui, en la cara N. de Bara­ Beitikozokota y en el fondo del valle, hasta txueta. Es la segunda línea de cazadores, salir a la carretera, el paseante va por una tras la de Quinto Real. galería de avellanos. Muchos serán planta­ PITO R EAL (Picus viridis) OKIL BERDEA dos, pero los hay naturales. El avellano sil­ [F] VIGILANCIA DE INCENDIOS FORESTALES Pico carpintero, de la familia Picidae, vestre es muy variable en la cantidad de largo de unos 31 cm. y 160-200 gr. de frutos, pero a veces de fines de septiembre En Goitikobizkarra, junto al camino, des­ peso. El macho muestra cabeza y bigotera a mediados de octubre las avellanas ma­ taca la caseta de reciente construcción, rojas, con cara y garganta en blanco sucio; duras y pequeñas cargan las ramas y caen puesto de vigilancia de incendios foresta­ pico cónico y fuerte; lengua cilindrica y al suelo. Pocos pájaros pueden quebrar la les. Pertenece a la red que mantiene la muy larga con la que captura hormigas; cáscara de este fruto. El pico picapinos se Dirección de Montes de la Diputación Foral. espalda de verde oliva; obispillo verde las lleva a la grieta de un árbol, donde las Los bosques al N., hayedos en buena parte, claro; cola de plumas fuertes y puntiagu­ encaja y golpea con el pico hasta romperlas no sufren gran riesgo de fuegos; los pina­ SERBAL MOSTAJO (Sorbus aria). O STO das; pecho y abdomen gris verdoso; patas para comerse las avellanas. También los res al S., sí, y requieren vigilancia intensiva ZURI fuertes y cortas, con dedos oponible dos a arrendajos, que diseminan avellanas, be­ y permanente en época de sequía. El dos. La hembra tiene el cogote menos rojo Arbol de la familia Rosaceae, alto de 8 a llotas y otros frutos, pues los almacenan y puesto se comunica por radio con la central y la bigotera negra. Los jóvenes lucen co­ 20 m., que en el Pirineo y en Navarra no olvidan con frecuencia. Lirones y pequeños de control en los viveros pamploneses de lores más apagados, con manchas en pe­ pasa de arbolillo. Tronco con corteza lisa y ratones roen la cáscara dura. M ilu c e . cho y espalda, como el ejemplar de la foto­ gris, agrietada en ejemplares viejos. Copa grafía. El canto es un ki-ki-ki agudo, e in­ poco densa, ovalada, con muchas ramas. sistente, que explica el nombre vulgar de Hoja caduca, elíptica, apuntada, de peciolo pito relincho. Vive en bosques claros, sotos corto, con borde doblemente aserrado, haz fluviales, parques y paisajes abiertos con verde intenso y envés -com o en la fotogra­ árboles; es el menos forestal de los carpin­ fía- blanco aterciopelado. Flores en mayo, teros. Trepa por troncos y ramas de árbo­ agrupadas en corimbos con largos pedún­ les, siempre hacia arriba: apoya en el culos, de cinco pétalos blancos. Frutos ma­ tronco patas y cola. Vuelo ondulado. A me­ duros en septiembre-octubre, ovoides, de nudo se posa en el suelo, a la busca de 10-15 mm. de diámetro. Indiferente al tipo hormigas; golpea y levanta a picotazos la de suelo. No forma bosques ni rodales; corteza y madera de los árboles, en las que crece disperso en bosques de montaña, en busca insectos y larvas. Para construir el pinares de pino royo, hayedo, robledales y nido taladra un tronco: horada entrada cir­ encinares, en clima de templado a frío; cular horizontal y luego abre cavidad verti­ sube hasta los 2.000 m. de altitud. Se ex­ cal. A veces aprovecha árboles secos o se- tiende por todas las montañas de Europa, mipodridos. Pone una vez al año 5-7 hue­ N. de Africa y en parte de Asia. En Navarra, vos, que incuba 18-19 días. Pollos nidíco- en montañas de la zona media y N., con las. Distribuido por gran parte de Europa, frecuencia sobre suelos pedregosos. Cre­ salvo Irlanda, Escocia, N. de Escandinavia, cimiento lento. Puede llegar a los 200 años. Córcega y Cerdeña. Común en Navarra en Madera blanca, pesada y dura, apreciada en toda la zona montañosa y raro en la Ribera, ebanistería; no tiene importancia econó­ en algunos de cuyos sotos fluviales apa­ mica, por no formar grandes masas. Las rece. Sedentario. Fuera de época de cría leñas son buen combustible y dan buen vive solitario o en parejas. Su identificación carbón. Especie interesante por tener raí­ es fácil, por su tamaño y por ser el único ces poderosas, que fijan el suelo en pen­ picatroncos navarro en tonos verdosos. dientes pronunciadas. Los pájaros consu­ Iragui. Al fondo, hayedos sin hojas. Protegido por la ley. men sus frutos y diseminan las semillas. Aralar 61i 15,8 km.

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□ En la carretera de Lecumberri a San Miguel de Excelsis, aproximadamente km. 12, al final del @ collado con mojones de mugas provinciales. El sendero va cerca de la cresta y sube entre rocas y pastizal. aparcamiento. Camino a la derecha, que bordea en curvas amplias una hondonada. Deja a la derecha (12) Cruzamos alambrada de separación entre Unión de Aralar y Araiz. una chabola y antes de la segunda, @ Irumugarrieta. Desandamos el itinerario hasta el hito ® Trikuarri y seguimos por la ladera de (7 ) abandonamos el camino y seguimos sendero hacia la derecha, entre dos alambradas, por terreno hierba hasta rocoso, entre árboles. © camino que va al refugio de Errenaga (más llamado, sin exactitud, Igaratza); lo seguimos hacia la ® El sendero reencuentra el camino, que llega por la izquierda. Seguimos recto, por pendiente. Giro al NE. izquierda, cerca de la cresta de Errenaga. ( 3) Bifurcación, al entrar en bosquete de abetos, que crece a la derecha: recto. © Collado con ancha vista al Aralar guipuzcoano. El camino rueda hacia abajo, hasta (4) Al terminar los abetos, junto a ruinas de la chabola Bustintza, dejamos el camino mejor marcado, © bifurcación: seguimos recto, a tramos rasos y boscosos. que va a la derecha, y vamos por sendero, en la dirección anterior. Salvamos breve desfiladero de rocas y-llegamos a rasos. (n ) En una curva de la pista a la derecha, reencontramos el viejo camino, por la izquierda. Baja algo, hasta

( 5) Después de la chabola Mugardi y un pequeño barranco, el camino nos asoma a los grandes rasos. ® la pista, que seguimos de nuevo. Subimos hasta ® Aparcamiento-cargadero de Pagomari. Seguimos la pista, que asciende un poco y pasa junto a un @ un collado de amplias vistas. El sendero va al NW. y deja a la izquierda una regata que desaparece en latizal de hayas jóvenes y breve raso con dolmen entre dos hayas. la tierra. Tras una loma, (2tí) Salimos de la pista para retomar el viejo camino que va casi paralelo a la izquierda. ( 7) Unagako putza, que bordeamos por la derecha. El sendero avanza por la vaguada hacia el NW y luego, W. (21) Reencuentro con la pista en un pequeño alto. La seguimos hasta 8 Salimos del fondo de la vaguada, subimos a la derecha, en sentido W. ( ) (22) Casa Forestal. Por la carretera hasta Albi Q ( 9) Bifurcación: dejamos el sendero e iniciamos la subida hacia el NW. Collado de Trikuarri. Un sendero marcado en dirección N. nos lleva a Nunca debe intentarse este paseo con nieblas. Ni siquiera quien presuma de conocer la sierra. — > § ( i — ®

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-1000 — 1 - 9 0 0 0 Kms. 10 11 12 13 14 15 15,800 Kms. 61. Aralar \C¡ D O LM E N E S Aralar ofrece la máxima densidad de Epoca recomendada: Verano dólmenes del país: más de sesenta. Su re­ lación con una cultura pastoril prueba la antigüedad de ésta en Aralar. Algunos de los de la sierra fueron los primeros estudia­ La sierra de Aralar, en la divisoria de dos. El paseo depara posibilidad de con­ vertientes, es un macizo montañoso de templar tres: Trikuarri, junto a la muga con formación en la orogenia pirenaica del Ter­ Guipúzcoa, hito 10, en zona despejada; Ot- ciario con materiales sedimentados en Ju­ sotesare, junto al camino, a la derecha, rásico y Cretácico Inferior. Predominan las junto al 20, en el bosque (un haya crece calizas, con fósiles abundantes. En la parte entre sus losas); Albia, cercano al punto de central, que atravesamos, hay margas que partida, a la izquierda del camino de re­ modelan un relieve más suave, con algún greso, en el pinar, asomado al raso. agua superficial y abarrancamientos. Gran zona kárstlca, con caudalosas surgencias \D¡ REPOBLACIONES FORESTALES en Navarra y Guipúzcoa. La pluviometría es de 1.700/1.900 l/m2/año, con nieves inver­ El tejo y el enebro común son las únicas nales muy variables. El paseo se mueve en coniferas autóctonas de la zona. El tejo, el Realengo, jurídicamente propiedad del raro, dentro del hayedo; el enebro, en zo­ Estado, y en la práctica facería de pastos y nas despejadas y entre rocas. En los aleda­ leñas de los valles y pueblos circundantes: ños de la Casa Forestal y Albia crecen man­ Araiz, Beztelu, Larráun, Barranca-Burunda. chas de pino silvestre o royo. Entre los En la parte guipuzcoana el régimen es si­ hitos 3 y 4, frente a la majada Bustintza, se alza un bosquete de abetos rojos, apreta­ milar, la Unión de Enirio y Aralar, compar­ Majada y chabola de Mugardi. tida por quince pueblos del Gohierri, si bien dos, oscuros. Todos datan de repoblacio­ la titularidad es de «Uniones de Villafranca nes realizadas en 1930, acaso como ensayo y Amézqueta». El paseo es más largo de lo \B\ RASOS piquirroja y piquigualda visitan los rasos. La para vestir espacios desarbolados. Desde habitual en esta serie, y lleva al punto más balsa de Unagako putzu, acaso de origen entonces no ha habido más tentativas, alto de la sierra, el Irumugarrieta -Irum ugar, Los pastos de Aralar, zona ganadera por natural, es abrevadero de ganados y lugar salvo unos pocos abetos y alerces cerca de en el Diccionario de 1802- o Torre de Inza, excelencia, son estivales, pero ei aprove­ en que se desarrollan las larvas de rana la misma Casa Forestal. En los pinares es atalaya espléndida sobre Araiz, Guipúzcoa y chamiento cubre casi seis meses, desde bermeja y de sapo común. fácil observar a las ardillas, que prefieren los montes hacia el Sur. En las chabolas San Marcos, fecha tradicional de subida a ese tipo de bosque. puede comprarse queso a los pastores. la sierra, hasta las nevadas de noviembre. Las ovejas son lachas. Es aún normal la trashumancia a la costa y valles bajos gui- [A ] H AYED O puzcoanos, con etapas intermedias en los Aralar pertenece al dominio del hayedo, valles de origen. Las chabolas inmensas y que debió de cubrir todo el área que visita­ los rediles ruinosos demuestran que el nú­ mos. La deforestación, muy antigua, afectó mero de pastores fue mayor en otros tiem­ a zonas hoy recuperadas por el bosque, pos; también el de ovejas, pero no en la como las de Albi y Mugardi, que albergan misma proporción, porque los rebaños son majadas. En estos claros proliferan espinos ahora mayores. También hay grupos de ca­ albares y acebos, que forman orla en el ballos, en libertad -los controlan dos o tres límite del arbolado y operan como defensa veces- parientes más o menos próximos del bosque contra los herbívoros, domésti­ del poney vasco o jaca navarra, que lucen cos en este caso. El hayedo, que muestra en la grupa la inicial del pueblo al que también olmo de montañas y serbales de pertenecen. Acaso por haber aflojado la dos especies, pero no robles, conserva en carga ganadera, los argomales y brezales pie, sin apenas variación en las últimas dé­ van a más. Como en todas las zonas gana­ cadas, su volumen maderable, no afectado deras, sobrevuelan buitres, alimoches, por la explotación. En los rasos y aun bajo cuervos, que se encargan de las reses el arbolado, pastan ovejas; las vacas pire­ muertas y nidifican en los roquedos de las naicas de la Barranca, sueltas, prefieren el Malloas; en días de buen tiempo, también P E T IR R O JO (Erithacus rubecula). T X A N - bosque, acaso en recuerdo de su origen acuden buitres de colonias más alejadas. TANGORRIA. PAPIRROYO. PAPARGORRIA forestal. Abundan los muxarras o lirones Pequeñas bandas de verderón serrano, que Pájaro de la familia Muscicapidae, largo grises, ruidosos en sus correrías nocturnas se instala en el arbolado, recorren los pasti­ de 14 cm, de tamaño similar al gorrión, de estío. Prefieren los árboles viejos, pródi­ zales en busca de semillas, como los zor­ pero más alto de patas y más ligero. Re­ OVEJA LACHA gos en huecos. Algunas de las rapaces de zales charlos a la caza de caracoles e in­ choncho, con cara y pecho de tono ana­ estos bosques son ratonero común, gavilán sectos; las alondras cantan en vuelo y crían ranjado vivo -a lo que aluden los nombres Las ovejas que pastan en Aralar son de y azor; viven aquí también zorzal común, en el suelo; acentor común y tarabilla co­ populares-, cabeza y espalda pardas, vien­ raza lacha, que monta un tercio del censo mirlo, petirrojo, pinzón, carboneros, mos­ mún viven en los argomales; la collalba tre gris blanquecino. Pico delgado negro. ovino de Navarra. La línea entre las ovejas quiteros, colirrojo real y los nocturnos cá­ gris, en el pastizal con alguna roca; el coli­ Ojos negros vivos. Patas largas, pardas. Los lacha y rasa se tiende por Améscoa, Irur- rabo y chotacabras. rrojo tizón, donde abundan éstas. Chovas individuos jóvenes no visten tono anaran­ zun, Ulzama, , Erro y Orbaiceta. La jado y son manchados hasta la primera raza lacha es la única adaptada a la pluvio­ muda al terminar el verano. Canto agrada­ metría y orografía de la zona húmeda de ble, de septiembre a primavera. Muy con­ Navarra, en la que vive al aire libre gran fiado -donde no se le persigue-, se acerca parte del año. Luce pigmentaciones negras a las personas en parques y jardines. Re­ o rojas en cara y extremidades, formas an­ clamo constante. Vive en bosques, sotos, gulosas y estiradas; en el dorso, raya cen­ paisajes abiertos con árboles, setos y ma­ tral que peina la lana, basta y larga con leza; en invierno, cerca de casas y núcleos mechón muy abierto. Se ha valorado su habitados. Vive en parejas o grupo familiar producción en un 59% de leche, 38% de en primavera y verano, y aislado el resto del cordero y 3% de lana. Las ovejas de Aralar año. Expulsa a los congéneres de su terri­ son en su mayoría de cara rubia y sin cuer­ torio. Consume insectos, orugas, moluscos nos las hembras. El Libro Genealógico se y frutos silvestres. Cría en sotos y bosques, abrió en 1967. Las comprobaciones verifi­ en suelo o talud; oculta el nido en agujeros can un rendimiento medio de 195,5 kg de o entre ramas. Dos puestas anuales de 5-6 leche en 181 días, aunque hay rebaños que huevos, incubados 12-15 días. Pollos nidí- alcanzan una media superior a los 250 kg y colas. Distribuido por casi toda Europa, en todos hay ovejas que superan los 350 kg salvo el N. de Escandinavia. Las poblacio­ de leche anuales. A esta raza ovina le afecta nes septentrionales son migradoras y a ve­ la adenomatosis pulmonar, enfermedad in­ ces se quedan entre nosotros. Migrante curable que diezma los rebaños. Esta oveja nocturno. Muy común en todos los bosques pasta y duerme a su aire, sin pastor: conoce de Navarra: escasea en la Ribera y abunda bien el terreno, que recorre con hábitos en el N. Especie protegida por la ley, aun­ fijos; el pastor sólo debe reunirías y ence­ que la ley no le libra de las ballestas y rrarlas en época de ordeño -hasta julio-, y cepos voraces de los cazadores que los después basta con controles periódicos. venden para el consumo de «pajaricos fri­ Unagako putzu. A la derecha, Irumugarrieta. tos». Salinas de Oro 6,2 km.

Q Carretera. Cruce de las salinas. Tomamos la carretera que se dirige a la cantera y a las salinas. ® Sendero, que se cruza: seguimos recto, por el camino mejor marcado. ® Cruce: carretera a la cantera grande: recto. El piso deja de estar asfaltado. ® Por la izquierda sale sendero al campo contiguo. ( 2) Carretera pequeña. A la izquierda. (Í4) Entronque de caminos: por la derecha. A la izquierda quedan campos; a la derecha, arbolado.

( 3) Cruzamos el río de agua salada. Enseguida, (15) Cruce: escogemos a la izquierda. © cruce: a la derecha. El camino va junto al río, sobre la margen izquierda, entre campos. (16) Salvamos la alambrada y seguimos por el borde de pastizales. A la izquierda corre una banda de arbolado. ( 5) Junto al puente, llega el camino del pueblo: a la izquierda. (17) Campos de cereales, que bordeamos por la derecha. (6) Bifurcación: a la izquierda. Subida. © Al principio de arbolado, encontramos camino arreglado. Los campos quedan a la izquierda. ( 7) Bifurcación: izquierda. Subida fuerte. Camino ancho. Salimos del arbolado: antiguos campos y algún (19) Al dejar el arbolado, sale a la izquierda un camino con cierre de alambrada. alfalfal. (20) Dejamos la pista y seguimos sendero en la linde de huertas. Ligera subida y bifurcación: a la derecha. (£) Entramos de nuevo en masas de árboles: alambrada, que pasamos; cerramos la puerta y dejamos el camino ancho y a la derecha vamos por viejo camino. Nos adentramos en el raso del monte. Del bosque viene un camino, que se nos une. Se inicia la bajada. (? ) Bifurcación: seguimos recto, no por el de la izquierda. Camino encajado, en el bosque. (£2) Los senderos se reúnen. Descenso hasta el barranco. (ío) Bifurcación: a la derecha. Curva. @ El sendero salva el riachuelo, en desfiladero. Luego, despejado, © El camino se hunde. Vamos por los pastizales, en el borde del bosque. @ entronca con la carretera, que enfilamos hacia abajo.

< § f <£) (a.

0 Kms. 6 6,200 Kms. Ohoro, castillo y lugar, luego término re­ doméstico de los gases combustibles fa­ 62. Salinas de Oro dondo señorial y más tarde término anexio­ vorece la regeneración del bosque. Epoca redomendada: Todo el año nado a Salinas. En el año 1223, los monjes de.Nájera cedieron a Sancho el Fuerte la \C\ C U LTIV O S villa y castillo con sus salinas, cesión que La sal como elemento culinario ha sido ocasionó el pleito posterior del rey Teo- La mayoría son cerealistas: trigo y ce­ una sustancia de gran importancia y en baldo con el obispo ¡rúñense. Cuentan que bada. También los hay de forraje. La super­ nuestra historia el «estanco de la sal» fue en ese castillo se hicieron fuertes los reyes ficie cultivada disminuye, porque se aban­ tema de discusiones azacanadas. En Nava­ cristianos de León y de Navarra, derrotados donan los campos más pendientes, reduci­ rra tenemos tres pueblos conocidos por su por Abd al Rahmán en Valdejunquera, entre dos y alejados. Desde la carretera, cerca de Industria salinera: Salinas de Oro, Salinas Muez y Salinas de Oro. Salinas de Oro, [~P],se ven las laderas aterrazadas, tierras de de Galar y Salinas de Ibargoiti. Estos dos abrazado por las tierras de Guesálaz, es labor antes y hoy llecos, como también su­ últimos se llamaban, todavía el pasado si­ ayuntamiento de la merindad de Estella. La cede con las antiguas piezas de Uribldia y glo, respectivamente, Salinas cabe Pam­ pluviometría ronda los mil litros/m 2 anuales, Mendartia, convertidas ahora en pastizales plona y Salinas cabe Monreal. Salinas de lo cual hace extraño el carrascal, que pa­ que mordisquean ovejas rasas y vacas pire­ Oro recoge un viejo topónimo, Oro, no rece indicar un clima más seco. naicas. De éstas últimas hay una aceptable cabaña en Salinas; la variedad es más rojiza y pequeña; viven libres en el monte gran parte del año. Estos campos Incultos son lugares querenciosos para los conejos, presa habitual del águila real, que caza con frecuencia en la zona. Habitan estos pasti­ dos bandas blancas que le cubren los ojos zales alcaudón real, bisbita arbóreo, totovía hasta las orejas. Patas cortas, armadas de y tarabilla común. uñas largas y fuertes, con cinco dedos. Sus huellas son en los caminos las más llamati­ [D ] SO TO S vas y características de nuestros mamíferos salvajes. Nocturno, principalmente. Vive en Arboles y arbustos ripícolas típicos -cho­ madriguera profunda, que excava con las pos, sauces, fresnos- escoltan los peque­ patas. Depone los excrementos en monto­ ños arroyos. Los sotos son lugares preferi­ nes a cierta distancia de la madriguera. dos por algunos pájaros para instalar sus Olfato y oído, buenos; vista, mediocre. Muy nidos: la picaraza lo construye grande y adaptable, se encuentra en bosques claros, ostentoso cuando aún no ha brotado la áreas desarboladas, bordes de cultivos, hoja nueva, en lo alto de los chopos; el sotos fluviales... Celo en julio, si bien varía ruiseñor lo oculta en matas y arbustos ba­ de febrero a octubre. Gestación de 8 sema­ jos. El paseante podrá observar a lo largo nas, con implantación diferida; 2-5 cacho­ de estos sotos cardelina, verdecillo, zarcero rros de febrero a mayo; una camada anual; común y oropéndola. 2-5 cachorros de febrero a mayo; crías que permanecen en la madriguera unas 8 se­ manas y dependen de la madre hasta el TEJON, TAJUDO (Metes metes). A Z K O N A - otoño o invierno. Madurez sexual al año o RRA Las salinas de Guesálaz. algo más. Sobrepasan los doce años de Mamífero de la familia Mustelidae -com o vida. Alimentación muy variada: gazapos, \A\ S A LIN A S aún quedan y el río Salado les debe su marta, fuina, nutria, comadreja, turón-, ro­ ratones, ratas, crías de pájaros, anfibios, nombre, como puede comprobarse al cru­ busto, de unos 80 cm de largo y altura de lombrices, limacos, frutos silvestres, bello­ Estamos en uno de los diapiros salinos zarlo. Las salinas evaporan el agua en es­ 30 cm en la cruz y peso de 8-15 kg. Los tas, cereales, hierba... Distribuido por toda navarros. Otros son el de Estella y el del tanques someros. Al menos una parte de machos son mayores. Pelaje largo y áspero, Europa y parte de Asia. Presente en toda valle de Olio. En el paseo n.° 19 quedó las salinas son comunales, adjudicadas en gris en espalda y flancos; partes inferiores y Navarra abunda más en la zona media. Los explicada la formación del diapiro. En éste lotes a los vecinos, que trabajan en las eras. las formas son menos evidentes, alteradas, patas negruzcas; cola grisácea y larga. Ca­ agricultores no le demuestran afecto; más beza con bandas blancas y negras; hocico bien le achacan destrozos en los cereales. por la erosión. La parte central la ocupan [B] BOSQUES arcillas abigarradas, yesos y sales formadas negro; banda blanca de hocico a nuca, así Su pelo se emplea en la fabricación de en el Keuper triásico (Secundario) y ofitas. El quejigal primigenio cedía al carrascal como otras dos en las mejillas y garganta; b ro c h a s . Los bordes N. y E. los constituyen calizas una zona, tendida al menos desde el alto de de formación en el Eoceno terciario (conti­ Echauri a Arguiñáriz. Los quejigos ocupa­ nuación de Andía). Al W. y S., arcillas, are­ ban las áreas más llanas y de suelos más niscas y conglomerados más recientes, del profundos, mientras que las encinas-ca- Oligoceno-Mioceno terciarios. rrascas colonizaban los más pobres y pe­ Las ofitas son rocas volcánicas, verdosas dregosos. La roturación agrícola se llevó y duras, cuya grava se busca para la cons­ casi todos los quejigales, pero, como es trucción de carreteras. Desde el camino lógico dado el suelo, desdeñó parte del vemos una cantera explotada por los servi­ carrascal. Subsisten quejigos entre las ca­ cios forales. rrascas, que también se entreveran de boj, La mayor parte de las sales han sido enebro común, hasta cerrar el paso. No son disueltas y arrastradas por las aguas, pero árboles de gran porte, pero el consumo

notas- y el reclamo. Vuelo ondulado y rá­ OROPENDOLA (Oriolus oriolus) pido. Vive solitario o en parejas en sotos Unica especie europea de las Oriolidae, fluviales, parques y dehesas, siempre en es pájaro inconfundible, de 23 cm. de largo, sitio con árboles. Come insectos y a fines y 70 g. de peso. El macho viste amarillo del verano, frutos. Nido curioso: lo cuelga vivo, con alas de negro lustroso y cola tam­ de las ramas de árbol, armado con hierbas, bién negra cuyas plumas externas tienen lanas, cortezas. Pone 3-4 huevos -a veces manchas amarillas. Mancha negra, como hay segunda puesta anual-, que incuba antifaz, del pico al ojo, que es rojo. Pico 14-15 días. Pollos nidícolas. Coloniza partes rosado. Patas grises. La hembra luce tonos de Asia y Africa, casi todo Europa -Escan- verdosos con las alas pardas. Los jóvenes dinavia, Islas Británicas, Grecia y grandes son, antes de la muda, parecidos a la hem­ islas mediterráneas, no- En Navarra no se bra. Esquivo. Le delatan su canto -m onó­ presenta en las zonas cantábrica y de alta La Peña grande y el carrascal. tono, aflautado y agradable, con cuatro montaña. Estival. Especie protegida. Balsa de Cárdete

¿ntruénigo a T u r i ^ / j t

indicato de Huerta

3) Camino de

x. Balsa de Cárdete

imino de las Hoyazas

urchante«

Km. 2,700 de la carretera de Tudela a Murchante. En la curva —un ensanchamiento (8) Se le une por la derecha un camino. Pequeña subida por el camino de Arquetas. permite aparcar— se toma el camino de las Hoyaras, en dirección NW.; luego (?) Cruce con camino ancho, paralelo al Canal de , que sigue aguas abajo, cambia al W., tras una curva junto a caseta. bordeado de chopos. Cruce: a la derecha: es el camino de Cárdete. © ® Casi al final de una larga recta, dejamos la pista del canal y vamos por sendero, © Bifurcación: sigue casi recto. por la izquierda, que baja hasta © Bifurcación : dejamos el camino de Cárdete y vamos a la izquierda. Ligera bajada. ® enlazar con camino, que seguimos hacia la derecha, hasta el hito ( 7 ) , cruce del © Una acequia, Río de Tablar, tras curvas. Bifurcación: a la izquierda. corral, donde se sigue por el borde E. de la balsa en camino ancho; pasamos por la b ifu rca ció n (? ) , en la que seguimos re cto, ju n to a la balsa, hasta © Bifurcación, junto a huerta y casetas: a la izquierda. El camino va junto a campo con frutales y desemboca en el © encuentro con el camino de las Hoyaras, que seguimos a la izquierda, y llegamos a © , cruce con el camino de Cárdete, que nos devuelve a Q . © cam ino ancho que abraza la balsa de Cárdete, ju n to a la casa de com puertas. Tomamos a la derecha, hasta el extremo N. © Cruce de caminos, junto a gran corral y casa. Escogemos el camino estrecho que rodea el corral y se dirige al W. □ © © o □

280 0 Kms. 6,5 Kms. 63. Cárdete

Epoca recomendada: Primavera y otoño

La balsa está en Tudela, a la vista de Murchante.

La balsa de Cárdete también recibe el rojizas en cuello y cara, con vientre blan­ nombre de balsa de Murchante, pero, pese cuzco; el avión común, más rechoncho, a su proximidad a este pueblo, pertenece al con vientre y obispillo blancos y partes su­ término de Tudela. El paseo discurre por periores negroazuladas; el avión zapador, terreno tudelano con una breve pasada por similar de formas al común, pero de capa el vecino Murchante. parda. Las dos primeras crían en edificios; El clima, soleado y caluroso en verano, el tercero en cortados terrosos a orillas del cuenta unos 400 l/m2/año. De la vegetación Ebro. También los vencejos practican la original, coscojar estepizado, no queda caza en vuelo sobre el agua. Fochas y po­ prácticamente nada. llas de agua, a las que se ve nadando en aguas libres, crían entre la vegetación. El S O M O R M U JO (Podiceps cristatus) C A P U ­ [A] BALSA DE CARDETE somormujo prefiere las zonas profundas del largo chapoteo. Rara vez salta a tierra, en la ZON, EN LA RIBERA. MURGIL c e n tro . que se mueve torpe. Antes que volar pre­ Alojada en terrenos aluviales cuaterna­ Ave acuática, de la familia Podicipitidae, fiere sumergirse y ocultarse en la vegeta­ rios, debe su posible y remoto origen a una \B\ CANAL DE LODOSA larga de 46-50 cm. y alrededor de un kg. de ción. Consume peces, insectos, renacuajos pequeña laguna endorreica, agrandada El Canal deriva del Ebro, en una presa en peso. El plumaje, similar en los dos sexos y moluscos. El protocolo de la ceremonia hasta las dimensiones actuales para satis­ término de Lodosa, junto a la muga de en época nupcial.es diferente al de in­ nupcial, muy llamativo, depara torneos de facer las necesidades del regadío. Alcanadre y provee de agua a los regadíos vierno. En primavera, exhiben cabeza ador­ la pareja, a gola y plumas capitales desple­ La rodea una ancha orla de vegetación de pueblos navarros (Lodosa, , nada con plumas negras, como orejas, y en gadas. Nido flotante, cerca de la orilla, ar­ palustre, mordida ahora en la parte S. por Castejón, Tudela, Murchante, Fontellas, el cuello una a modo de gola de plumas mado con plantas acuáticas; 3-4 huevos, las roturaciones. La vegetación es, funda­ Cortes) y riojanos y continúa en Zaragoza. castañas y negras; dorso negruzco; cara, incubados 28 días; pollos nidífugas, nada­ mentalmente, de carrizos en toda la perife­ como cuello y pecho; flancos castaños; dores a poco de nacer; se ocultan en el ria del agua, excepto junto a la compuerta, \C\ C U LTIV O S cola inapreciable; pico gris rosáceo, recto, plumaje del dorso de los adultos. Distri­ entreverados de pequeños rodales de fuerte y afilado; patas cortas con dedos buido en la mayor parte de Europa, salvo aneas; en los bordes hay hileras de cañas. En las zonas no regadas hay olivos y viña, lobulados, que no son palmeados. Vive en Portugal, N. de Escandinavia y Escocia En la parte N. crecen grupos de juncos. más cereales; en regadío, maíz, cereales de lagos, embalses, remansos fluviales, siem­ septentrional. Sedentario en la mayor parte Pueblan las aguas de Cárdete unas cuantas invierno, viñas, alfalfa, praderas de siega. pre con vegetación acuática abundante, de su área de distribución, aunque puede especies, posiblemente introducidas, pero Es un mosaico de color. También se ven aunque en invierno se presenta en la costa realizar cortos desplazamientos de invierno. bien adaptadas: madrilla, tenca, carpa y campos con frutales, alguna pomera y setos y en embalses sin vegetación. Nada con el Presente en balsas y embalses navarros, carpín dorado -de base fitófaga-, y los car­ de árboles y arbustos a lo largo de acequias cuerpo hundido en el agua, bucea con fre­ sobre todo de la Ribera. Yesa alberga 30-40 nívoros anguila y lucio. En Cárdete es fácil y canales de drenaje. La vegetación, va­ cuencia y llega a 7 metros de profundidad. ejemplares invernantes. Especie protegida observar tres especies de golondrinas en riada, da cobijo a picarazas, tórtolas, car­ Vuelo recto y rápido. Despega del agua con por la ley. vuelo rasante y continuo: la común, de lar­ delinas, triguero, escribaño soteño, ruise­ gas plumas externas en la cola, partes su­ ñor, mosquitero y estorninos negros. Cada periores de tono negro azulado y motas una de estas especies se adapta a su nicho.

C A R R IZ O (Phragmites communis). LE ZK A Planta de las Gramineae, parecida a ca­ ñas y bambú. La parte aérea, anual, brota en primavera de rizoma perenne subterrá­ neo y se marchita en otoño. Tallos lisos, que alcanzan 1, 5-3 m. de alto. Crece en grupos compactos. Hojas alternas, largas, anchas de 1-3 cm., lineales, puntiagudas, que en su parte Inferior abrazan al tallo. Inflorescencia plumosa.de color pardo a morado, que crece en el extremo del tallo y es erecta, colgante al final, de 15-40 cm. de largo. Vive en aguas someras de marismas, ríos, pantanos y bordes de embalsees. Dis­ tribuida en toda Europa. En Navarra abunda más en manchas de agua y áreas enchar­ cadas de la Ribera. Ha comenzado a utili­ zarse en fabricación de celulosa. Para no confundirlo con plantas similares, recuér­ dese que la caña tiene los tallos huecos y leñosos y la anea o espadaña desarrolla hojas más anchas y las inflorescencias en Los carrizos forman ancha orla alrededor. forma de «puro». Q Km. 36,400 de la carretera Pamplona-Estella, a 400 m, de Lorca, junto a corral (8) Collado. El camino, encajado, va por la ladera S. de Monte Hermoso, en zona del que parten varios caminos, en arbolado. Vamos por la carretera hacia Estella. de matorrales. Sube.

(?) Cruce de Lácar, a la derecha. Seguimos recto, por la carretera, hasta el @ Llega un camino por la izquierda. Lo seguimos. Pasamos por collado, entre campos de cereales e iniciamos la bajada por la ladera N. ® km. 37,500, en un altozano: la cañada real de Tudela cruza el asfalto. La seguimos hacia la izquierda. La cañada es pista ancha y arreglada, que ® Bifurcación: a la izquierda. Camino bien marcado, que baja plegado al flanco de la colina. (D dobla a la derecha. Seguimos recto, por el viejo camino, en suave subida, hasta Llega un camino por la izquierda: seguimos el que traíamos. © bifurcación en zona de "m onte", con algunos árboles: a la izquierda. ® Junto al barranco de Maurien, llega un camino por la derecha, junto a un gran (D Al pie de un fuerte repecho, el camino se desdibuja y ofrece un ramal a la quejigo. Cruzamos el barranco y llegamos a izquierda: seguimos recto, por el borde derecho de la zona arbolada, por pasadizo erosionado. A la derecha queda un pinar quemado. Luego, dominada la cuesta, ® entronque con el camino que llega por el barranco. Lo seguimos hacia abajo. en pastizal, el camino avanza por la colina. ® Bifurcación: a la izquierda. (Por la derecha puede llegarse directamente al núcleo ( i) Dejamos el camino y subimos a de Lorca.)

® la cumbre de Maurien. Desandamos la ladera hasta © y continuamos por la © Enseguida, nueva bifurcación: a la derecha. Suave bajada entre arbolado hasta Q . cañada real, que ofrece un tirabuzón de senderos —típico de vías ganaderas- entre carrascas, alguna coscoja y matorrales.

T ® 'J r 1 ...... ------1----- 1 0 Kms. 7 7,200 Kms dachos); ahí colocan sus nidos curruca ra­ ¡C] REPOBLACIONES FORESTALES 64. Maurien bilarga, tarabilla común, acentor común y escribano hortelano. Es fácil descubrir ca- En los últimos tiempos se están practi­ Epoca recomendada: Primavera y otoño dos de conejo. El tajudo horada el túnel de cando repoblaciones de pinos en antiguos su madriguera, tal vez luego utilizada por el cultivos y laderas, terreno en origen vestido zorro. En primavera -de un verde jugoso, de frondosas. Las repoblaciones son de que luego vira a amarillo maduro y ocre pino laricio. Los cuadros muestran un verde otoñal- alondras, cogujadas y totovías intenso, invariable e indiferente a la esta­ cantan incansables, suspendidas en el aire; ción del año. No todas estas reintroduccio­ no es un canto despreocupado y superfluo, nes prosperan: quedan en pie entre el hito porque lo que hacen es definir y marcar sus 5 y la cima de Maurien los troncos negros territorios respectivos en cultivos y rasos. de los pinos aún jóvenes, víctimas de un incendio en el verano del 80.

Montejurra, Monjardín, Codés, Lóquiz, son el decorado de fondo. En primer término .

Maurien es una altura en término de Vi­ trayecto y tardan varias semanas en la tras­ llatuerta. Allá quedan trincheras y recios humancia. En la cañada, servidumbre pú­ muros. El sustrato geológico lo forman ar­ blica en favor de los ganaderos, el camino cillas y arenistas del oligoceno-Mioceno, serpentea enmarcado en una franja de tie­ con arcillas abigarradas y yesos del Triá- rra que debe permanecer inculta, dentro de sico, en la parte N. La pluviometría es de la cual las reses pastan sobre la marcha. 60 0-70 0 l/m 2/añ o. TORTOLA COMUN (Streptopelia turtur) áreas secas acude a bebederos fijos. Se USAPELA. [A ] C A Ñ A D A U Q U E JIG A L instala en bosques, bosquetes, setos entre Paloma pequeña, de la familia Columbi- campos, sotos fluviales, praderas, etc., Parte del paseo sigue, entre los hitos 2 y El quejigal, con encinas carrascas en los dae; 28 cm de largo, 50-52 cm de enver­ siempre con algún arbolado. Nido muy so­ 9, el trazado de la cañada real Tudela-Sierra suelos más delgados, cubría la zona antes gadura y 120-160 gr de peso. Partes supe­ mero: lo construye con ramas y lo fija en Andía. Parte de Tudela, entra en las Barde- de la roturación. Hoy incluso donde no hay riores en tono pardo claro con manchas arbustos y árboles bajos. Si el número de nas, sale por Caparroso, pasa por Venta de cultivos el arbolado ha dejado el sitio al oscuras; alas y cola pardas; cabeza y cue­ parejas es alto, los nidos pueden estar pró­ S. Miguel y cerca de Larraga se cruza con matorral y pastizal en el que algunos ejem­ llo, gris-crema, con una mancha a cada ximos. Pone 2 huevos, que incuba 14-15 otra cañada, la que de Milagro sube a la plares son reliquia y testimonio de los anti­ lado del cuello en forma de bandas blancas días. A veces, dos puestas anuales. Pollos sierra del Perdón; luego va por , Mu- guos bosques. En épocas pasadas, muchas y negras, ausente en los jóvenes; pecho nidícolas, que los padres alimentan con una rillo de Yerri, y pasa entre Montalbán y de las actuales áreas de monte desarbolado gris rosado; vientre más claro, casi blanco. suerte de papilla formada en su buche. Cría Alloz, Azcona, Arizaleta y Lezáun y llega a fueron campos de cultivo, como puede de­ Pico débil, pardo-rojizo; ojo con iris ana­ en la mayor parte de Europa: no en Ho­ Andía cerca de Zumbelz. La Bardena tiene ducirse del aterrazamiento y la alineación ranjado. Patas cortas y rojizas. Vive en gru­ landa, N. de Escocia y Escandinavia. Más pastos invernales; Sierra Andía estivales. La de árboles y arbustos en las lindes de anti­ pos reducidos o parejas. Se posa con fre­ abundante en el área mediterránea. Pre­ trashumancia que aprovecha ambos ha guas piezas. El ambiente forestal lo conser­ cuencia en el suelo, en matorrales, árboles sente en todo Navarra, en biotopos ade­ menguado mucho, pero hay aún ovejas ra­ van algunos bosquetes. y cables. Vuelo muy rápido y recto, que cuados, pero es rara en la zona húmeda. sas que suben durante una corta tempo­ Los quejigos de la zona han sido defini­ puede quebrarse en bruscos cambios de Estival: llega de Africa a partir de mayo y rada -junio y julio- a las hierbas frescas de dos como los más enciniegos de Navarra. dirección. Come en el suelo, semillas y gra­ emigra en agosto-septiembre en bandos. Andía. Estas ovejas en la sierra, en terrenos En estos bosquetes la fauna alada es abun­ nos, más algunos insectos y caracoles. En Arrullo, más agudo que el de las palomas. amplios y sin cultivos, necesitan pocos dante: oropéndolas, tórtolas, cuco, pinzón pastores, por lo que suelen unir varios re­ común, mosquiteros común y papialbo, baños al cuidado de un solo pastor. Los currucas mirlona y carrasqueña, carbonero Q U E JIG O (Quercus faginea). Roble, chapa­ propietarios se alternan en ese papel. El común, herrerillo, mirlo, etc. En los mato­ rro, roble enciniego rrales, de coscoja, sabina negra, enebro de desplazamiento de unos a otros pastos no Representa, entre los robles, la transición la miera, tomillo, ollagas y romeros, se lo hacen de un tirón, sino que alquilan hacia las encinas de hoja perenne. La hoja mueven eslizones y lagartos ocelados (gar- corralizas temporales en los pueblos del es marcescente: se seca en otoño, pero permanece en el árbol, del que cae poco a poco a lo largo del invierno. A veces hay hojas verdes hasta la primavera. Arbol mo­ desto: puede llegar a los 20 m. de alto, y 1 m. de diámetro, pero suele quedar en mucho menos y aun no pasa de talla arbus­ tiva. Porte regular, con copa alta y elipsoi­ dal, si no está trasmochado. Tronco dere­ cho, en ejemplares buenos, atormentado en muchos; corteza rugosa gris parda, cu­ bierta de liqúenes rojizos. Hojas simples, verde-tiernas al brotar, verde grisáceas al madurar, alternas, pequeñas y coriáceas, con peciolo de 4-20 mm, limbo ovalado con bordes ondulados y lóbulos pequeños, casi aserrado, muy variable de forma. Flo­ res abrileñas masculinas en amentos, agru­ Navarra de la zona media; fue vegetación padas 4-5, separadas de las femeninas. Be­ dominante en amplias zonas. Quedan bue­ llotas en septiembre con pedúnculo corto, nos ejemplares, pero ha sufrido mucho en racimo, entre las hojas; cúpula hasta 25 castigo, por no ser muy productivo. Llega a x 12 mm.; fruto cilindrico. Instalado desde superar los 200 años. Hibrida con otros 700 a 1.800 m de altitud, en clima templado robles, en especial con el peludo y el albar. a frío con 400 a 1.200 l/m2/año, muy adap­ Madera de poca calidad, utilizada en travie­ table a la humedad ambiente y al suelo, sas y carpintería y leñas, dada su buena aunque prefiere los calizos o arcillosos. combustibilidad. Los bosques aclarados Distribución natural por España, S. de han servido y sirven para alimentar el ga­ La vista de Yerri se cierra con Lóquiz y Peña Azanza. Francia y N. de Africa. Característico en nado; antes, para cerdos en montanera. Arquijas 65

8 , 2 km.

Q Carretera de Acedo a Santa Cruz de Campezo, km. 24,600, junto a humilladero: pista amplia hacia el (|3) Un sendero se distrae por la derecha. Seguimos recto. S. Enseguida, en la misma explanada, (14) Bifurcación: por la izquierda. (?) dejamos la pista y tomamos camino a la izquierda; dos revueltas cerradas y subida entre arbolado. © Fusión con camino que aparece por la derecha. Seguimos recto. (2) Ermita de Arquijas. Cruce de caminos: a la derecha, por pista ancha y pronto, antes de bajar, © Cruce: mantenemos el camino por el hondón de la vaguada. ( 3) dejamos la pista y vamos a la izquierda por camino. El camino sube por el borde del bosque de encinas —a la derecha— y pinos de repoblación. ® Junto a la orilla del Ega, se va un camino a la derecha: seguimos por la izquierda. © Bifurcación: las dos ramas nos llevan a ® Puente que salva el río: camino por la orilla izquierda, aguas abajo, al borde del río. © nueva bifurcación: a la derecha. ® Molino nuevo. Regreso hasta el puente ® . Tomamos el sendero por la orilla izquierda, aguas arriba, por choperas taladas. © Bifurcación: a la izquierda, a media ladera. (20) A la vista del puente del ferrocarril, bifurcación: seguimos el sendero de la orilla. © Bifurcación: a la izquierda, por el camino menos señalado. (21) Pasamos bajo el pontarrón. El sendero se adelgaza entre la vegetación. © Por la derecha asoma ancho camino. Iniciamos la bajada. (2 ) Al ensancharse y antes de atacar la subida, lo dejamos y vamos por el sendero junto a la orilla. ® Un ión con un camino que llega por la izquierda. (23) Cruzamos junto a pequeña presa de aforo del cercano nacedero. Desde aquí, amplio camino que sube. @ Afluye sendero por la derecha, en revuelta. (3) En revuelta a la derecha abandonamos el camino y entramos en otro a la izquierda, que nos devuelve ® Salida a la carretera, que se sigue hacia abajo, hacia Santa Cruz, y a orillas del río. (12) la dejamos a unos 150 m., para entrar en camino a la derecha, acomodado al fondo de una vaguada. (|5) Cruzamos un arroyo y

(26) llegamos a la carretera, que seguimos hacia la izquierda, hasta Q .

(2) (24) (25) (26

0 Kms. 8,200 Kms. espesos. El cuerpo, en conjunto, parece 65. Arquijas vestido de color castaño oscuro, con gar­ Epoca recomendada: Primavera y Otoño. ganta y vientre grisáceos. Cabeza ancha; hocico corto; ojos negros; orejas redon­ deadas y cortas, que apenas destacan so­ bre el pelaje. Patas cortas y fuertes; cinco dedos en cada pata, con uñas cortas y agu­ El paseo va por tierras de Zúñiga, Acedo das unidos por membrana. Cola larga, có­ y Valle de Lana. El terreno, desde el punto nica, poderosa, timón cuando nada. Activi­ de vista geológico, se asienta sobre calizas dad de preferencia nocturna; de día se y calcarenitas del Cretácico Superior, con­ oculta en madrigueras o entre la vegeta­ tinuación de las gue forman la sierra de ción, si bien gusta tomar el sol en rocas o Lóguiz. Son suelos delgados. Eso explica islotes del río. Vive muy ligado al agua -la ­ que sólo se ha roturado las vaguadas, gos, ríos, arroyos, marismas y aun en aguas donde hay mayor profundidad. Así, por saladas litorales- y nada muy bien y bucea fortuna, se ha conservado el bosque de en persecución de sus presas. Consume encinas-carrascas. Clima soleado, sin peces de todas las especies, ranas, tritones, grandes fríos, con pluviometría de 700/800 cangrejos, que caza en el agua; en tierra l/m2/año. El ferrocarril Vitoria-Estella atra­ captura gazapos, ratones de campo, lom­ vesaba esta zona. Desapareció en la década brices e insectos. No parecen vivir épocas de los 50. Queda su huella en túneles y en de celo fijas. Gestación de 63 días -puede el gran puente de piedra que salvaba el Ega haber implantación diferida- y nacen, en y la carretera. cualquier tiempo del año, 2-3 cachorros ciegos, que abren los ojos a la luz a los 35 [A] ERMITA DE ARQUIJAS días y permanecen en la madriguera subte­ arces de Montpellier y, en el sotobosque, la última tiene aquí uno de sus reductos rránea cerca de tres meses. Coloniza Eu­ En Zúñiga, a unos tres kilómetros al E. abundante boj. Donde el arbolado clarea, postreros en Navarra, También el visón, ropa, parte de Asia y N. de Africa. En Nava­ del pueblo, en alto sobre el puente que fue medran arbustos y matas, algunas de ca­ abundante años atrás y hoy sólo verificado rra puede aparecer en cualquier río o la­ del ferrocarril Estella-Vitoria, recibe juntos rácter mediterráneo, como la jara blanca y en el Ega. En las piedras del río se posa el guna, pero escasea: ha descendido de a los romeros de Zúñiga y de Santa Cruz de el jaguarzo morisco (Cistus salvifolius), m ás mirlo acuático. El martín pescador es una modo alarmante y acaso no se censen más Campezo. La imagen no está en la ermita, romero y espliego, aparte de las que tradu­ saeta de colores en vuelo rasante sobre el de diez parejas. Difícil de observar, le dela­ sino en el humilladero alzado junto a la cen influencia atlántica, como los brezos agua. tan los excrementos, restos de comidas y carretera. Tuvo ermitaño, que en 1574 era cenicientos (Erica cinerea) y blancos (E ric a huellas en el barro junto al río, como Juan Griego, bohemio de nación y curan­ a rb ó re a ). El jabalí se beneficia de las bello­ \E¡ MOLINO NUEVO muestra la fotografía. Especie protegida por dero de ejercicio, que al fin fue expulsado tas y de la maraña. En el bosque viven la ley. de España. Arquijas fue escenario de dos también gato montés, gineta, fuina y tajudo. El molino nuevo, aguas abajo de otro más crudas batallas entre carlistas y liberales, el viejo, es hoy una ruina. Dejó de funcionar 12 de diciembre de 1835 y el 5 de febrero de ¡O] R E P O B LA C IO N E S hace quince años. Está en tierra de Lana, 1836. Zumalacárregui venció a Córdova y pero servía a Zúñiga. La presa se va coi- Lorenzo, respectivamente, pero el número Entre la ermita y el hito 5, el paseo va matando y hoy crecen juncos cerca de la de bajas fue tal que «las cercanías del san­ entre el borde del encinar y las repoblacio­ obra de piedra. Entre el camino y el río hay tuario de Arquijas quedaron convertidas en nes abancaladas de pino laricio. En la dé­ una huerta cuidada. un osario». Hoy la explanada de Arquijas cada de los 60 esos espacios eran todavía tiene grandes encinas. carrascal, excepto reducidas parcelas de [F| NACEDERO cultivos en torno a la ermita. \B\ C A R R A S C A L Junto al cauce del Ega, en el hito 23, ¡D] RIO EGA brota un manantial cuyas aguas van a dar El paseo cruza parte de la mayor mancha enseguida al Ega. Una pequeña obra per­ continua de encinas-carrascas, que es la Alavés de fuente, corre encajonado hasta mite medir el caudal de la surgencia, con­ que-viste la ladera S. de la Sierra de Lóquiz cerca de Ancín. En las orillas, el carrascal trolada periódicamente por los servicios de sobre la Valdega. Es el bosque encuadrado cede el sitio al bosque de galería: sauces de Diputación. Es una de las salidas que ali­ entre el valle de Lana, los cultivos de Ollo- dos especies, alisos, fresnos de hoja estre­ vian las aguas caídas sobre Lóquiz y se goyen y , , Ancín, Acedo y cha, chopo, espino albar. Hay ejemplares infiltran hasta dar con una capa impermea­ Zúñiga. Son, en general, encinas de porte destacados de alisos. Especies todas de ble. Junto a este manantial pueden verse modesto, salvo donde no han sufrido talas, hoja caduca en fuerte contraste con el ca­ huellas del sondeo practicado para el estu­ como alrededor de la ermita. En el bosque rrascal perennifolio. Desde la orilla pueden dio hidrogeológico de Navarra. Es agua que crecen las dos encinas, la auténtica y la observarse las madrillas, si se avanza con puede beberse. encina-carrasca. La primera es más rara: cuidado; también viven en estas aguas tru­ tiene las hojas más alargadas y la bellota chas, barbos y chipas. Antes eran famosos amarga, mientras que la carrasca la pro­ los cangrejos, copiosos; una enfermedad se BREZO BLANCO (Erica arbórea). T X IL L A - duce dulce. Salpican el bosque aladiernos, los llevó. En este tramo viven turón y nutria; RRA, ILARRAKA (genérico) Arbusto de las Ericaceae, grande, con muchas ramas, plumoso de aspecto, hasta de 4 m. de alto. Hojas pequeñas, lineares, largas de 5 mm., en grupos de 3-4 (vertici- ladas), con un surco en el envés, perennes, de color verde vivo. Ramitas velludas y blanquecinas. Flores pequeñas, en grupos numerosos, desde febrero a mayo -la flora­ ción temprana es muy llamativa-, con co­ rola de 3 mm,, acampanada, de largo pe­ dúnculo. Crece con preferencia en suelos silíceos, pero no desdeña otros y ocupa taludes, claros de bosque, landas y áreas de matorral, desde el nivel del mar a los 800 m. Distribución espontánea en el S. de Europa. En Navarra, en Zona Media y Mon­ taña. Con ias raíces se fabrican cazoletas de pipas de fumar; los tallos más gruesos se dedicaban al carboneo. Util para hacer Huellas de nutria. escobas, como otros brezos de menor talla.

N U TR IA (Lutra lutra). IG E R A B A Mamífero de la familia Mustelidae, alar­ gado, de patas cortas. Incluida la cola mide hasta metro y medio. Peso normal 9-12 kg.; más de 20 kg. en raros casos. El pelaje lo forma una borra interior gris blanquecina terminada en puntas de tono claro, con Presa y Molino nuevo. Río Ega. pelos entreverados largos, brillantes y más / •í V* < . -'4s

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y Carretera de Tudela a Ejea, km. 17,600. A menos de 1 km. de la muga con Zaragoza, portillo de @ Cambiamos de dirección y tomamos el camino a la derecha; pasamos Santa Margarita. Tomamos pista, ancha, a la derecha. (t5) junto a los corrales del Estrecho, y (7) Deriva a la izquierda el camino a la cabaña próxima de Polis. Seguimos recto. @ empalmamos con el camino que cruza de W. a E. La Negra. Vamos a la izquierda. El camino va entre ( 2 ) A la derecha, camino a Casa de Mateo: seguimos recto. La pista se hace mejor y faldea la plana de San cultivos cerealistas y almendral, cerca del labio N. de la Negra. Las panorámicas son abiertas y lejanas. Antón. @ Cruce: el camino va a la derecha y baja por la Cuesta de la Negra. ® Cruce de caminos en el collado entre plana de San Antón y la del Farillo: mantenemos la pista, que sigue subiendo hacia el Farillo. @ Sale un camino a la derecha: seguimos el de la izquierda, hacia W., entre campos. Después de un pequeño cabezo, que queda a la derecha, y cerca de la cabaña de Fidel, (7) Meseta del Farillo. La pista cruza la muga y se adentra en término de Ejea @ dejamos el camino y tomamos el del Farillo, a la derecha, en sentido N E. Varias curvas. Una balsa ® y encuentra otro camino, perpendicular: lo seguimos hacia el S. A la derecha, campos cultivados; a la izquierda, y a la izquierda, pinares en laderas. {20) bifurcación: a la derecha, por el camino más ancho. (6) Pasamos junto a corral. (21) Nueva bifurcación: a la izquierda, no por la vía más amplia. ( 7 ) Abandonamos la pista en curva a la izquierda y vamos a la derecha, (£2) Cruce: recto. (?) hasta encontrar camino que corre paralelo, dentro de Navarra, a la pista hacia el SE. Es una cañada real. (23) Camino a la izquierda: seguimos recto. ( 9) Se nos une por la izquierda camino procedente de Aragón: seguimos recto. Tras curva cerrada a la derecha, pasamos junto a (24) Bifurcación: por la derecha. (25) Después de la balsa de Malzapata, bifurcación: a la izquierda. (10) Cabaña de Pablito, nueva, y luego, por (26) Bifurcación: a la derecha. las viejas cabañas de Pablito. Dejamos el camino. La senda va desdibujada hacia arriba, la Plana Negra, hasta entroncar con (27) Tras una cabaña a la izquierda, y dos barrancos, el camino pasa junto a @ el sendero, que faldeando nos sube hasta @ cabaña de Aguado. @ El Corral del Cabrero, que domina los pinares de la ladera S. de la Negra. (29) Cerca de la Casa de Mateo, dejamos el camino para reencontrar la pista inicial, que deshacemos hasta Q .

® © < s

0 Kms. 1 21 22,05 Kms. chas pardas; pecho y vientre en crema 66. La Negra claro, sin manchas; alas y cola pardas. Epoca no recomendada: Verano Adorna la cabeza una especie de moño con plumas oscuras, movible a voluntad. Pico algo largo y curvado hacia abajo. Patas crema; en el dedo posterior, uña larga y recta. Es habitante típico de tierras despe­ jadas, campos de cultivo de cereales, pasti­ [A] GEOMORFOLOGIA zales, dunas, etc. Frecuenta los caminos polvorientos y bordes de carretera -se Los materiales que encontramos en la acerca a los pueblos agrícolas- y vive en depresión del Ebro se formaron en la se­ solitario o en pareja y aun en grupo redu­ gunda mitad de la Era Terciaria, proceden­ tes de la erosión de la cordillera pirenaica, cido. En el suelo se mueve a pasos rápidos. Se posa en matas, mojones y montones de que acababa de levantarse, y sedimentados en ambiente continental, fluvial o lacustre. piedras. Vuelo ondulado. Canta desde el Los conglomerados y areniscas, deposita­ posadero o en vuelo, para señalar su terri­ dos en zonas cercanas a las montañas, van torio. Come semillas, gusanos e insectos. cediendo el lugar a las arcillas, yesos, sales Hace el nido en forma de copa, en el suelo, y calizas en la banda central de la cuenca con hierbas y pelos. Pone dos veces al año ibérica. Las calizas no se depositan unifor­ 3-5 huevos, que incuba 12-13 días. Pollos mes en la depresión -hay capas gruesas y nidícolas dos semanas. Distribuida por toda delgadas, según zonas-, ofrecen mayor re­ Europa, menos Islas británicas, Baleares, sistencia a la erosión y producen relieves Córcega, Cerdeña y Escandinavia. Seden­ en forma de mesa, porque defienden a las taria. En Navarra aparece muy ligada a los capas de arcillas depositadas debajo. En Panorámica de la Bardena, desde la Plana de la Negra hacia el norte. cultivos cerealistas y zonas esteparias: éstas, impermeables, el agua cava cárcavas. ocupa la Ribera y Zona Media y áreas de La Plana de la Negra es el ejemplo más cultivo en valles montañeses. Es una de las claro de relieve. Su superficie es una buena especies esteparias más abundante y típica, capa de calizas, en estratos casi horizonta­ y prefiere los cultivos cerealistas, a diferen­ Plana de la Negra cia de la alondra, querenciosa de zonas les. Debajo quedan protegidas las arcillas. Donde la capa de arcillas era fina o la ero­ incultas y pastizales de alta montaña. Hay sión más eficaz, ésta ha arrastrado a aqué­ otra especie de cogujada, similar, la cogu­ llas, visibles en los taludes. En las planas Plana del Tan jada montesina, que coloniza tomillares y pastizales riberos. del Tan y del Farillo otra capa de materiales más resistentes ha conservado la superfi­ Plana del Farillo cie; donde esta capa era más tenue, la ero­ sión ha trabajado y pulido la superficie del nivel inferior.

1 ] VEGETACION

El paseante puede observar diferentes ti­ pos de vegetación del coscojar estepizado mediterráneo. En las zonas bajas, espárta­ les y saladares; romerales y tom illares en la cañada y en los barrancos que flanquean [C] CAÑADA REAL [D] FAUNA ESTEPARIA las planas del Tan y del Farillo; buenas muestras del coscojar aragonés en las la­ La cañada de los roncaleses era la vía Buena parte de la Bardena la ocupan los deras de la Negra, y pinares de pino ca­ pecuaria más importante del reino. Une el cultivos, de cereal, salvo una pieza de al­ rrasco en las laderas hacia el portillo de llano de Belagua con la Bardena, a través mendros en la Plana de la Negra. En el Santa Margarita, en los barrancadas que de Isaba, Urzainqui, Roncal, Burgui, alto de conjunto de cultivos, pastizales y laderas vierten hacia la Bardena aragonesa. En el las Coronas, sierra de lllón por Olíate, Cas- vestidas de matorral escasean los reptiles cdscojar crecen coscoja, enebro de la tillonuevo, Leyre, Javier, Sangüesa, bardena -gardacho y culebra bastarda- Es posible miera, sabina negra, escambrón, olivilla de Cáseda y El Paso de Carcastillo. Luego observar tres especies de collalba: la gris (Phyllyrea angustifolia) y boj: ésta es la ve­ se ramifica en extensiones hacia Ejea, en pastizales y campos; la rubia en los rificación navarra más meridional de la es­ Tauste y el Ebro. Aún hay ganadero que tomillares; la negra en taludes descarnados pecie. En las solanas crece lentisco. Hay hace esa trashumancia a pie, pese a la y rocosos. Abundan los aláudidos: alondra, algunas raras encinas-carrascas de porte regresión de la ganadería extensiva. Las calandria, cojugadas común y montesina y arbustivo. En la ladera de la Negra que da al ovejas son rasas. Su presencia en la Bar­ totovía. Avutarda y sisón escasean; ortegas O V E JA RASA N. hay pino carrasco de repoblación: los de dena atrae a buitres, que no crían allí, y a y gangas son comunes. El conejo, abun­ La oveja rasa suponía en 1978 el 68% del los barrancos de vertido aragonés son es­ alimoches, que instalan sus nidos en corta­ dante, es la presa favorita del águila real. censo ovino navarro, algo inferior al medio pontáneos, como en las laderas que miran dos terrosos y roqueros y alcanzan una de En los pinares crían águila real, alcotán y millón. La rasa vive en el ámbito meridional al Ebro, cual puede apreciarse en el ba­ las densidades más altas de la especie en cernícalo, predadores en espacios abiertos. rranco del Viso. N avarra. de la línea ya señalada al referirnos a la oveja lacha: Améscoa-Irurzun-Ulzama- Anué-Erro-Orbaiceta. La oveja rasa es ar­ mónica -poca caña, extremidades recias, vientre ancho y mucha oreja-, fecunda -pocas quedan vacías-, prolífica -el 10% de los partos son dobles y, si la comida es abundante, suman el 30%-, muy estimada como productora de carne y de lana entre­ fina. Es la oveja del paisaje bardenero, la madre del queso roncalés artesanal, cuyas muideras languidecen desde hace años. Es animal «con mucha sangre», nervioso y de adaptación fácil. La alimentación que en­ cuentra en las Bardenas, a veces todo el año, basada en hierbas de rastrojo y eriales, más plantas esteparias, le basta para man­ tener un buen estado de carnes y la cría del c o rd e ro .

COGUJADA COMUN (Galerida cristata). HEGATXABAL TTONTTORDUNA Este pájaro, algo mayor que el gorrión, largo de 16-17 cm., viste tonos discretos: Barranco del Visco. De la Plana de la Negra, hacia el sur. partes superiores ocre-grisáceas, con man­ t í Carretera de Leoz a Sabaiza, cruce de Uzquita. Seguimos la carretera hacia arriba, © Collado: renace el camino, que baja y se interna en bosque. hasta el alto de Sabaiza: arranque de la carretera cerrada a Sabaiza. © Llega un camino por la izquierda. © En el alto, tomamos camino, a dirección S., sobre la línea divisoria. © Bifurcación: camino mejor arreglado, por la izquierda: seguimos a la derecha por © Bifurcación: a la derecha. (A la Izquierda camino cerrado por cadena.) viejo camino, en la vaguada. Uno y otro se entrelazan.

© A la Izquierda, camino a los campos y borda de : seguir recto, entre pinares © Cerca de Uzquita, el camino recibe por la derecha otro bien señalado. repoblados y campos. Atravesamos el barranco, con fuente y abrevadero y llegamos a

© Bifurcación: a la izquierda, camino (cerrado por cadena) a Guetadar y Julio: (ío) Uzquita. Por la carretera. seguimos recto. ® Dejamos la carretera y entramos a la derecha en sendero, que © Enseguida, dejamos camino a Monte Julio y vamos por sendero a la derecha semiperdido, entre campos; en algún punto, cortado: hay que bordear los cultivos. © entronca con la carretera, hasta el cruce I

y © □

0 Km. 5,900 Kms. 67. Uzquita

Epoca recomendada: Primavera

Uzquita es uno de los pueblos agrupados nes, Ezprogui y Ayesa. Sólo los tres últimos en el ayuntamiento de Leoz, en la Valdorba. están poblados. El resto forma un patrimo­ El paseo de mueve en terreno de ese ayun­ nio de Diputación, cercado en todo su pe­ tamiento; cuando va por la cañada -que es rímetro. En él se han realizado grandes re­ la de Lumbier a Tafalla, por la sierra de poblaciones en gran parte de pino laricio, Izco-, se mueve junto a la muga con Ezpro- que respetaron las masas de quejigo en gui. Son terrenos asentados sobre arenis­ buen estado. Los pinos, de diferentes eda­ cas, arcillas y limos del Terciario final, en des, no han prosperado de igual manera en que se formó Izco y sus estribaciones. toda la Vizcaya, pero los hay ya de buen Clima soleado y lluvias de unos 700 l/m2/ porte. Amplias pistas y cortafuegos reco­ año. Las nieblas se agarran a la sierra y rren las masas forestales. Los pastos de los apenas la sobrepasan. Aquí está el límite S. claros y bajo los pinos los aprovechan ma­ de la distribución espontánea del pino royo nadas invernales de yeguas, libres dentro o alba r. del cercado. En los pinares hallan refugio los jabalíes, insatisfechos del alimento que [A| CULTIVOS Y PASTIZALES tienen, pues -al decir de los de Val de Orba Campos de Urrizábal. Pinos de repoblación en la cresta hacia Olleta. y Val de Aibar- castigan los cultivos y viñas Todas las tierras visitadas en este paseo, de los pueblos circundantes. salvo el quejigal, han sido cultivadas. Hoy actual en Leoz o Garisoain. No tienen agua gran parte de las antiguas piezas están lle­ [D] UZQUITA corriente y viven en cierta autarquía: cereal, cas y se cubren de hierba, tomillos, esplie­ [C] QUEJIGAL La depresión demográfica valdorbesa vacas, ovejas y gallinas. A Uzquita han lle­ gos y ollagas, aprovechadas por las ovejas. tiene en Uzquita un índice tremendo: de las gado desde tierras más al S. los expansivos Y los cultivos se reducen a cereales de Después del hito 6, el camino se adentra seis familias que recuerdan sólo una vive en estorninos negros, instalados en los teja­ invierno: trigo y cebada. Algunos arbustos y en el bosque y se advierte un cambio ro­ el pueblo, aunque antiguos habitantes de dos, en los que hacen compañía a los go­ quejigos y carrascas señalan los linderos de tundo en el paisaje vegetal y en el acompa­ éste siguen los campos desde su residencia rriones, comensales milenarios del hombre. viejos caminos y campos e hileras de cho­ ñamiento sonoro. A la alondra y al triguero pos se alinean en el hondón de los barran­ les sustituyen muchos y varios pájaros fo­ cos. En los pastizales secos proliferan or­ restales: zorzal común, pinzón, chochín y quídeas, florecientes en mayo-junio y efí­ petirrojo, a los que se suman zorzal charlo, meras. En primavera funden sus cantos mirlo, cuco, paloma torcaz, tórtola, mos­ pájaros esteparios y otros de zonas arbola­ quiteros común y papialbo, reyezuelo lis­ das. La alondra canta incansable, suspen­ tado, agateador, currucas capirotada y dida en el aire, mientras que el bisbita ar­ mosquitera, carbonero común, herrerillo, bóreo inicia en vuelo el canto que remata mito y acentor común. En el camino, junto sobre un árbol que gana en picado. El tri­ a piedras que afloran, encontramos monto­ guero canta sobre el trigal, desde un cable nes de conchas de caracol. El zorzal común eléctrico o un arbusto. El escribano cerillo, rompe allí los caracoles para comer el de cabeza amarilla, típico de zonas húme­ blando cuerpo. Gran consumidor de estos das, sube hasta aquí. Otros escribanos moluscos gasterópodos, el zorzal común o -soteño y hortelano- le acompañan. La malviz los coge con el pico y los lleva a abubilla ameniza la primavera naciente e rompederos fijos, donde los golpea contra instala el nido en un tronco hueco o en las piedras. agujero de pared. Este es buen hábitat para Este bosque es comunal de Uzquita, pro­ las liebres. Las perdices apenas se ven. veedor secular de leña y pastos para los vecinos. Hoy, menos explotado, se recu­ [Bj REPOBLACIONES EN LA VIZCAYA pera. La especie principal es el quejigo (Quercus faginea) y se ven pinos royos, Al E. de la Valdorba está la Vizcaya, per­ arce de Montpellier, arce común y serbal teneciente al distrito de Ezprogul. La Viz- ■ silvestre. El sotobosque, muy tupido, tiene A L O N D R A (Alauda arvensis) Hegatxabal caya agrupa a Sabaiza, Gardaláin, Usum- abundante boj. La gayuba cubre zonas del a rru n ta belz, Guetadar, Julio, Arteta, Loya, Morio- su e lo . Pájaro de las Alaudidae, mayor que el gorrión, largo de 17 cm. Plumaje de tonos discretos: manto pardo grisáceo con man­ chas pardas; pecho y partes Inferiores más claros, listados de pardo; lista blanquecina, como ceja. En la cabeza, pequeña cresta de O R Q U ID E A (O p h ry s s p .j plumas, visible cuando la levanta. Pico pardo claro, no grueso. Patas pardas, con Entre las orquídeas que crecen en Nava­ uña larga en dedo posterior. Muy terrestre, rra tenemos las del género O rc h is - c o n corre rápida a pasos. No se posa en árboles parecido a los cultivados jacintos- y las del o arbustos. Comportamiento individual en O p h rys. Son plantas herbáceas, con raíces época de cría; se agrupa en otoño e in­ gruesas en forma de tubérculos; anuales, vierno. Consume semillas silvestres, insec­ brotan y florecen en primavera; luego se tos y gusanos; éstos en época de reproduc­ marchitan. Flores muy vistosas, en rami­ ción. Trino agradable y prolongado durante llete, a lo largo del tallo: los sépalos apare­ varios minutos, en vuelo, aunque también cen transformados en tres exteriores ma­ desde el suelo. Instalada en espacios yores y dos pequeños interiores, en general abiertos: cultivos, pastizales, marismas, en coloreados. Pétalos soldados, en forma cualquier terreno que recuerde la estepa. parecida a insectos. La semejanza atrae a Prefiere áreas incultas, a diferencia de la éstos y facilita la fecundación. El nombre cogujada común. En invierno suele elegir científico se refiere a tales insectos. No llanos cerealistas. Nido terrestre, oculto suele rebasar los 40 cm. de alto. Crece en entre hierbas: 3-4 huevos (dos puestas pastizales y laderas secas. El Pirineo occi­ anuales), incubados 11-14 días; pollos nidí- dental registra una rica variedad de orquí­ colas, que salen del nido sin saber volar y deas. Abundan en la zona media de Nava­ se ocultan en la vegetación. Distribuido por rra. La clasificación correcta encuentra una toda Europa. Las poblaciones del N. migran cerrada dificultad en la frecuente hibrida­ y es una de las especies más abundante y ción de las especies. visibles en los puertos navarros durante la emigración postnupcial. Ocupa todo el te­ rritorio navarro, pero abunda más en la Paisaje primaveral valdorbés. A la izquierda Uzquita. Ai fondo a la izquierda la Peña Unzué. zona media y en la Ribera. Q A la salida de , inicio del camino del Arenal. Dejamos la pista ancha y entramos por camino en el soto, sobre la orilla izquierda.

© Se une por la izquierda o tro cam ino. (t|) Orilla del Ebro.

© Bifurcación: por la derecha, el mejor marcado. © Final del camino, dentro del soto. Chabisque. Amplias vistas del río. Deshacemos el camino hasta

© A la derecha deriva un camino: seguimos recto. © y seguimos el tendido sobre el muro de contención del Ebro aguas abajo, entre arbolado y huertas. © Bifurcación: recto, por el mejor marcado. @ Unión con el camino del Arenal; seguimos sobre el muro. © Por la izquierda se nos une un camino. © El cam ino avanza por las choperas de la margen. © Bifurcación: por la izquierda. ® Cruzamos puente sobre la acequia Brazal de la Madre y tomamos camino a la izquierda. © Cruce: escogemos a la izquierda. ® Por la izquierda llega un camino: seguimos recto. © Cruzamos el Canal (R ío nuevo) y seguimos recto por el camino de Fustero hacia el Ebro. ® . Seguimos recto. ® Pasamos ante la nueva plaza de toros y llegamos al © Cruce: recto. © cruce, desde el que seguimos recto hasta el núcleo urbano. (ÍO) Junto al Ebro, tomamos río abajo por la margen izquierda. - © V — © ©— ©— 0 3) i (Í2) ® (íi) (3p (3p (íP (J9) (20) ( ? f l f * r —(§)

_ 300 ------0 Km. 9,850 Kms. blanquecinas al nacer, luego verdiclaras sin 68. Magacha pelos en el haz y plateadas y velludas en el envés. Flores que brotan a una con las Epoca recomendada: Todo el año. A hojas, de marzo a mayo; amentos cilindri­ cos de unos 5 cm. de largo, separados uno y otro sexo. Vive en terrenos húmedos, profundos y fértiles, en clima templado a frío. Se extiende por todo Europa -donde es el sauce más común-, salvo el área ex­ trema del N., más el N. de Africa y partes de Asia. En Andalucía sube hasta los 1.500 m. Cultivado desde antiguo, es difícil determi­ nar dónde es autóctono. Vive poco, unos 60 Magacha es un soto del Ebro en Menda­ años. Crece rápido. Madera con duramen via. Los sotos dan frescor, sombra y varie­ rojizo, utilizada para cerillas y mondadien­ dad ecológica en una zona seca, regada tes; las ramas, en cestería. Con frecuencia por menos de 400 l/m2/año. El paseo va por los árboles están trasmochos, como el de la terrenos de formación muy reciente, alu­ foto. En Navarra crecen otras especies de viales cuaternarios aportados por el río. En sauce; ésta es la de talla más desarrollada, el trayecto se pasa por Legarda, granja y en los sotos riberos y de zona media, sobre poblado que fue del monasterio de Irache y, to d o . en tiempos modernos, del condado de Le- rín. Legarda está a orillas del Ebro, mu­ Legarda, en el regadío de Mendavia. gante con Mendavia e Imas.

[A] SOTO DE MAGACHA

Un brazo del Ebro formaba una isla den­ \B] RIO EBR O [D] PASO DE LA BARCA tro del soto, brazo hoy semicegado, ex­ cepto si lo anega la riada. Ese cauce anti­ Las corrientes y remansos de este tramo Una barca de peaje salva el Ebro y lleva a guo es la badina de Magacha, cubierta de deparan condiciones para peces varios, los viajeros a la orilla derecha, donde está arbustos y árboles, amén de las lentejas de aunque los trasmallos -instalados por pe­ la estación ferroviaria de la línea Logroño- agua que verdean flotantes el cauce estan­ queñas barcas- prefieren la especie más Castejón. Tales barcas eran frecuentes cado. El soto de Magacha es un auténtico codiciada, los barbos. Muestreos cient'ficos cuando la circulación rodada era menor. bosque, menor que lo que fue, pero mues­ han verificado la existencia aquí de barbo Los puentes más cercanos a Mendavia son tra válida de las selvas de ribera originales: común y de montaña, madrilla, carpín do­ los de Lodosa y Logroño. álamos, sauces, blancos, chopos, olmos, rado -procedente de repoblación-, locha, fresnos de hoja estrecha levantan una colmilleja y piscardo o chipa; incluso hay \E¡ C U LTIV O S densa cúpula arbórea. Los alisos crecen en truchas despistadas de afluentes más fres­ la misma orilla, acaso su límite S. navarro. cos. Hay grupos de martinetes, descen­ El de Mendavia es uno de los regadíos Entre la avifauna, pinzón común, cardelina, dientes de la colonia vianesa de Las Cañas más antiguos de Navarra. Los campos son verdecillo y verderón representan a los frin­ o acaso de alguna otra de los tamarices de regulares y los productos hortícolas gozan gílidos; carbonero común, herrerillo común la margen riojana. Cigüeñas y garzas reales de alto prestigio. El agua del Ebro corre por y mito entre los páridos; agateador común, pescan en aguas someras con las patas la red de acequias, cuya presa está a 6 km. mosquitero común, ruiseñor, mirlo común. sumergidas. Los azulones, en su descanso aguas arriba del pueblo, frente a Agoncillo. La oropéndola cuelga su nido de un chopo diurno, nadan en el remanso. Antes se Destacan los cultivos de tomate y pimiento, CIGÜEÑA COMUN (Clconia ciconia) A M IA - y canta en primavera. El pito real, la tórtola veían nutrias; ahora son excepcionales. elaborados por las fábricas locales de con­ M O K O Z U R IA y la paloma también están presentes. El servas. Ave de las Ciconidae, larga de más de un milano negro cría en un álamo y patrulla el [Cj REPOBLACIONES DE CHOPOS metro y 2 de envergadura, con peso de cauce fluvial; el ratonero común se oculta en la arboleda y caza en despejado. Cuando Las repoblaciones de las vegas son 2,700-4,400 kg. (los machos son algo ma­ muere el verano y se apagan los cantos plantaciones de chopos, regulares y disci­ yores). Esbelta, de patas estiradas y rojas. territoriales, llegan pájaros migradores plinadas. Antes eran de chopo lombardo; Cuello largo. Viste color blanco, salvo las -papamoscas y cerrojillos, petirrojos, coli­ ahora se emplean chopos híbridos, de alas, negras. Pico cónico, recto, largo, rrojos, mosquiteros, lavanderas- que se tronco despejado y de crecimiento veloz. fuerte y de rojo vivo. Los jóvenes lucen pico y patas negras. Los pollos en el nido recla­ unen a los autóctonos, si no caen en los Llegan a producir 30 m3/Ha./año, con tur­ anderetes furtivos, aunque públicos. En el nos de corta de veinte años y aun menos. man el alimento con una especie de mau­ llido; los adultos son silenciosos, aunque soto se esconden tejón, zorro, gineta. Y a la Es la productividad maderera más alta de crotoran, es decir, producen ruido al cerrar tardeada, el canto aflautado, insistente y Navarra. Estas plantaciones abundan más unitonal del autillo deja en el paseante una en la orilla riojana. Las choperas cuidadas, rítmicos el pico. El crotoreo es más fre­ duda: ¿es esta pequeña rapaz nocturna limpias de sotobosque, albergan menos cuente en época de celo. Evita montañas y quien canta o un sapo partero? fauna que los sotos naturales. climas muy húmedos y se instala en terre­ nos abiertos. Se alimenta en lagunas, ma­ rismas, tierras de regadío, prados. Cría en árboles, chimeneas, torres y edificios. Mansa en núcleos urbanos; esquiva en campo abierto. Donde abunda, cría en co­ lonias reducidas, incluso asociada a garzas. También se reúne para alimentarse, pero puede moverse solitaria o por parejas. Vuelo con el cuello estirado, con lentos batidos de alas; planea bien. El perfil en vuelo se parece al del alimoche, del que se diferencia por cuello y patas. Actividad diurna. Consume insectos, ratones, anfi­ bios, peces, reptiles. Nido grande, de ra­ mas, reocupado cada año, después de aña­ dirle más ramas. Pone 3-5 huevos, que in­ cuban ambos padres 33-34 días. Pollos ni- dícolas dos meses. Cría en centro y Este de Europa: la población más importante es la de la Península Ibérica, en la que ocupan centro, W. y S., sin dejarse ver en la zona SAUCE BLANCO (Salix alba). Z U M E A cantábrica y Levante. Habitante de llanuras Arbol de la familia Salicaceae, alto de de la Ribera, si bien una pareja ha criado 15-25 m., si bien muchas veces no pasa de dos años seguidos en Puente la Reina. Mi- arbusto. Tronco recto y grueso (hasta 1 m. gradora, salvo ejemplares raros. Se va en de diámetro); corteza pardo-grisácea es­ agosto y retorna en febrero. Respetada, triada a lo largo en pies viejos. Copa irre­ goza de la estima general y encarna mitos gular, con ramas numerosas, flexibles, de de felicidad. Especie protegida. En Navarra corteza lisa. Hojas caducas, blandas, lan­ se calcula una población algo superior a 30 ceoladas de borde aserrado; sedosas y p a rejas. Améscoa Alta

Q En , salimos por la carretera hacia . (9) Cruzamos puerta metálica. Ligera subida y © Km. 8,500, en primera revuelta bajo Picote de Arnotegui, a la vista de Larraona, camino a la izquierda. bifurcación: a la derecha.

( 2) Bifurcación: dejamos el camino mejor y vamos por la derecha. Pasamos langa y seguimos por sendero (m) Ruinas del molino de Aranarache. Volvemos hacia el hito (10)y seguimos subiendo hasta entre arbolado y pastizal, cerca de la alambrada. @ collado. A la derecha, ruinas de un corral. El camino subepor pequeña vaguada hasta ® Salvamos arroyo, en zona arbolada, y otra langa —no se olvide de cerrarla—. @ nuevo collado, con cruce: mantenemos la dirección e iniciamos descenso franco. El camino mejor ( 4 ) Encuentro con el camino que viene de Larraona: a la izquierda. marcado queda a la izquierda. El sendero se hace pronto camino arreglado y amplio tendido en zona forestal. (s) Puerta de hierro y bifurcación: a la derecha, por el camino sobre la orilla del barranco, que cruzamos (j4) Encuentro con camino que llega por la derecha. Puerta metálica. Ciérrela. (?) por puente rústico de maderos. Seguimos por la orilla izquierda, El camino sube por el barranco y luego baja hasta cerca de la confluencia con el Biarra. Luego, en el fondo de la vaguada, ® Afl uye por la izquierda un camino. Mantenga el anterior. ( 7) bifurcación: a la izquierda. ® LLega el camino por la izquierda. Siga por el que llevaba. Encuentro con camino sobre la margen izquierda. Lo seguimos para abajo, en el sentido de la ® Por la derecha confluye un camino. Seguimos por el que llevamos y que nos devuelve a Aranarache. corriente.

0 Kms. 6 ,200 Kms. ápice; envés verde pálido y haz verde in­ 69. Améscoa Alta tenso, que en otoño, antes de marchitarse y caer se hacen rojizos. Flores primaverales Epoca recomendada: Todo el año al final de las ramillas, pequeñas y blancas. Frutos maduros en otoño, redondeados y negros, del tamaño de un guisante; amar­ gos, no comestibles, aunque zorzales y Améscoa Alta es un valle, prolongado por mirlos los ingieren. Crece en setos, mato­ el alavés de Arana, entre las sierras de Ur- rrales, campos y praderas abonadas, claros basa y Lóguiz. Ambas son macizos calizos, de bosque, en lugares húmedos. Indiferente de diferente origen: Lóquiz se formó en el al tipo de suelo. Con frecuencia asociado al Cretácico Superior (Secundario) y Urbasa roble albar; en barrancos y orillas fluviales, en el Eoceno-Paleoceno (Terciario). La a sauces, alisos, avellanos y aligustres. Dis­ parte de Lóquiz que podemos observar en tribución espontánea por casi todo Europa este paseo es de constitución margosa y y zonas de Asia. En España, sobre todo en sus estratos se hunden bajo los de Urbasa. la mitad N. En toda Navarra, pero escaso en Esta presenta sobre el valle un escarpe ro­ la Ribera: frecuente en setos y bordes de coso, del que algunos bloques ruedan valle camino, donde más abunda es en la zona abajo. Tales masas, numerosas, son un media. Buena madera, de utilidad inapre­ elemento del paisaje altoamescoano. La ciable dada la talla del arbusto: mangos de pluviometría ronda los 1.000 l/m2/año; el herramientas; las ramas se usan en ceste­ verano es soleado y el invierno frío. ría. Utilizado en jardinería para setos. Los extractos de la corteza son febrífugos. 0 R O B LE D A L

El hayedo viste Urbasa hasta el límite del Aranarache, bajo el escarpe de la Sierra Urbasa. escarpe rocoso. El robledal cubre la ladera sobre el valle. Los cultivos ocupan la zona noche, búho chico y cárabo. En los corta­ posados sobre árboles y arbustos. En los más llana. El robledal trepa luego por la dos sobre el Biarra acaso críe el alimoche, bordes de los campos es frecuente el erizo, ladera de Lóquiz, cuya meseta coloniza el cuya silueta se distingue a menudo por el nocturno, al igual que la liebre, que des­ hayedo. El carrascal, abundante en Amés­ cielo de esta zona. ciende de las sierras cuando en éstas hay coa Baja, sólo muestra aquí ejemplares copia de nieve. En las casas crían vencejos, contados y curiosos, que brotan de la roca H ] MOLINO DE ARANARACHE golondrinas y gorriones, que recorren los misma, o junto a ella, o en casi todos los c am pos. peñascos desprendidos del farallón de Ur­ Los tres pueblos altoamescoanos, La­ basa, a menudo cubiertos de hiedra. Los rraona, Aranarache y tenían sendos (Ü] FACERIAS actuales cultivos debieron de ser robleda­ molinos, hoy inútiles y arruinados hace más les. La identificación taxonómica de éstos de tres lustros. El de Aranarache, oculto por Lóquiz es facería de veinticinco pueblos es difícil a causa de la fácil hibridación de la vegetación, puede parecer inverosímil al navarros -las dos Améscoas, Allín, Valdega la especie. Puede aventurarse que aquí casi paseante veraniego, si encuentra el río y Lana- y seis alaveses. El límite es el río: todos son híbridos. En la falda de Urbasa, seco. El Biarra va encajonado en un ba­ los montes Amasu y Belaztegui son comu­ junto a la carretera, tienen ascendientes en rranco serpeante al pie de Lóquiz. El agua nales de los pueblos amescoanos y la face­ q u e jig o (Quercus faginea) y roble peludo que cae sobre Lóquiz fluye en su mayor ría comienza a partir del río. En el comunal (Quercus pubescens); en el resto del paseo parte por ríos subterráneos y sólo discurre navarro de Urbasa los amescoanos impu­ se advierte influencia del roble albar (Q u e r­ por la superficie si llueve mucho, en espe­ sieron su derecho a la banda mugante con cus petraea) y roble peludo. Hay ejemplares cial durante el invierno. Estos molinos tra­ sus valles, conocida como Monte de Limi­ excelentes junto al hito 3 y en las cercanías bajaban en invierno, cuando el río llenaba taciones, cuyo aprovechamiento maderero, del 13. En este robledo, bastante abierto, la represa. Algunos chopos escoltan el subastado, beneficia a los municipios; las BUHO CHICO (Asió otus). HONTZA ER- crecen hayas, arces comunes y de Montpe­ cauce, huero de peces, refugio de fuinas, leñas y pastos, a los vecinos. Estos prefie­ TAINA llier -éstos en áreas más secas- y abundan tejones y jabalíes. ren Urbasa para soltar el ganado en verano. espino albar (Crataegus monogyna), e n e b ro Las ovejas -un rebaño en Larraona y dos en Rapaz nocturna, de la familia Strigidae. común, endrino o pacharán, cornejos, ro­ [C] CULTIVOS Aranarache- son lachas, que antes inver­ Peso unos 250 g. Longitud, unos 35 cm. sales silvestres, ollagas y madreselvas, en el naban en tierras del Beterri guipuzcoano y Viste tonos pardos discretos. Cara con sotobosque y zonas más aclaradas. Entre En Améscoa Alta cultivan junto a los ahora no salen del valle. Las vacas, pirenai­ disco facial completo, bordeado de negro; matas y arbustos se mueven petirrojos, pueblos trigo, cebada, remolacha, habas, cas, vagan libres durante meses, al igual ojos anaranjados, pico curvado, negro y mirlos, acentor común, zarcero común; ha­ patatas y breves huertas para el consumo que las yeguas, de las que aquí se conser­ apenas destacado; plumas en la cabeza a cen su nido los mosquiteros común y pa- familiar. Pequeñas franjas de monte y setos van ejemplares con gran parte de caracte­ modo de orejas, oscuras con bordes roji­ pialbo; se ven pinzón, camachuelo, carbo­ vivos limitan los campos. En los cereales res zootécnicos de la jaca navarra. zos; partes superiores pardas con manchas nero común, herrerillo, zorzal común, -de cosecha tardía- cantan síncopas pri­ a lo largo, más oscuras; partes inferiores de arrendajo y reyezuelo listado. Los picatron- maverales la codornices. Típicos de espa­ color ocre con estrías pardas; cola rojiza cos nidifican en agujeros y huecos de la cios abiertos son los fringílidos cardelina, clara con bandas pardas y grises. Patas corteza, como el pito real y pico picapinos, verderón y verdecillo, con frecuencia en cubiertas de plumas hasta las uñas, arma­ agateador común y trepador azul. De día frutales cercanos a casas; escribanos ceri­ das de agudas uñas; dedos oponibles dos a vuelan ratonero común, gavilán y azor; de llo y soteño, alcaudón dorsirrojo, a menudo dos, como en otras rapaces nocturnas. Se oculta de día en el follaje de los árboles, cerca del tronco, estirado, como si fuera una rama. Actividad nocturna y algo cre­ puscular. Vuelo silencioso, de lentos aleta­ zos. Solitario o en pareja, aunque en in­ vierno pueden reunirse varios a dormir cerca unos de otros. Cría en pinares y bos­ ques de frondosas, en huecos de troncos o nidos abandonados de córvidos y aun en el suelo, entre matorrales. Una puesta anual de 4-5 huevos, que incuban 25-30 días: na­ cimiento escalonado de los pollos, nidíco- las, que presentan grandes diferencias de ta m a ñ o . Forestal, caza en claros y terrenos abier­ tos: insectos, pájaros y en especial micro- mamíferos, cuyas partes no digeridas -pe­ los, uñas, huesos-echa por la boca en una suerte de bolas llamadas egagrópilas. Dis­ C O R N EJO (Cornus sanguínea). ZU A N D U - tribuido por casi toda Europa -N. de Es- RRA candinavia, Córcega y Cerdeña, no- Las Arbusto de la familia Cornaceae, alto de colonias más septentrionales migran. Prac­ 1-4 m., trondo derecho de corteza grisácea tican movimientos de dispersión, condicio­ y ramas velludas de corteza rojiza; ramillas nados por los alimentos. Puede vérsele en también rojizas que brotan opuestas. Hoja toda Navarra, pero es más fácil en quejiga­ simple, ovalado-apuntada, de 4-8 cm., con les, robledales y carrascales de la zona me­ borde entero, con peciolo; los nervios se­ dia. Especie legalmente protegida. El corral, en medio del bosque. cundarios arqueados convergen hacia el ,¡?/Hurguete Aézkoa ¡JnaMkU?p»rrÍ

Emb. ae Betolegui V Aria

Garrafda

Villanueva 'Itzarrerí

La Fábrica

■ ARIA

,E rondi

RRALDA

Q . En la plaza ante el Ayuntamiento tomamos camino-pista que sale al E. © Dejamos la carretera y nos adentramos en camino a la izquierda, en el bosque, entre campo de fútbol y edificio escolar. cerca de los campos, que quedan a la izquierda.

(T) La pista se reduce a camino. ® El camino desemboca de nuevo en la carretera, en un alto. Cruce: escogemos el camino por lo alto de la loma. © Salvamos alambrada. El camino se cierra, pero es practicable. Deja los campos y se interna en el bosque; sube a media ladera, bajo las rocas de Erondoa; tras (jo) Bifurcación: a la izquierda. El camino traza amplia curva. revuelta a la izquierda, sale a campos de otra ladera y a ® Atravesamos portillo de alambre, dejamos el camino principal y vamos a la ® pista, que seguimos a la derecha. Bajamos. izquierda hacia lo alto de la loma.

© En revuelta cerrada, dejamos la pista y seguimos a la derecha, por camino® Bifurcaciónentre en bosquete de hayas: a la izquierda. El camino gira brusco a la el arbolado. izquierda, junto a campo de cereales, y da a

® A la izquierda se deriva un camino, junto al abrevadero: seguimos bajando. © la pista otra vez. La seguimos a la izquierda hasta Garralda. © Cruzamos regata y giramos a la derecha.

® Aria. Cruzamos el núcleo y salimos por carretera, en la parte alta. Tras una curva en redondo, 70. Aézcoa

Tiempo no recomendado: Invierno

Aézcoa, en la parte alta del Irati, lo for­ man nueve pueblos -Abaurrea Alta, Abau- rrea Baja, Aria, Arive, Garayoa, Garralda, Orbaiceta, y Villanueva- cuyos In­ tereses comunes administra la Junta del Valle. El paseo va, en el tramo inicial, sobre el viejo camino de Garralda a Aria, desu­ sado pero cómodo, bien conservado y enri­ quecido con una vista inolvidable sobre el río y Arive. Los terrenos del N. del reco­ rrido, asentados sobre el flysch paleoceno, dan relieves suaves, así como la zona del valle donde se sitúa Garralda, de calizas calcáreas del Cretácico; calizas del Paleo­ ceno, más duras, se muestran en una banda destacada, con pequeños acantilados en C U E R V O (Corvus corax). ER R O IA Erondoa; cerca, en Aristokia, en el cruce de El cuervo auténtico es el mayor de los las carreteras de Garralda y Arive, aparecen popularmente llamados cuervos -corneja, rocas de formación anterior, del Trías y Vacas pirenaicas en los rasos aezcoanos. chovas, grajillas y grajas- y menos fre­ Devónico, con colores oscuros. Es zona de cuente que la corneja que cría en árboles pluviometría elevada, 1.400 l/m2/año, con en densidad mosquitero común, reyezuelo junto a carreteras y se ve en campos culti­ nieves pródigas. Esa condición climática se listado, agateador común, mito, carbonero vados. Es ave de la familia Corvidae, de advierte en los tejados, muy apuntados, de común, zorzal común, curruca capirotada, 51-63 cm. de longitud, envergadura de 120- la arquitectura local. arrendajo y pico picapinos. En la relación, 130 cm. y peso de 1.000-1.300 g. Negro, que detalla veintinueve especies, no faltan con reflejos verdosos y purpúreos. Pico paloma torcaz, gavilán y cuco. En otoño e grueso y prominente. Plumas de la gar­ invierno el número de pájaros disminuye y ganta erizadas con frecuencia. Cola en la especie más abundante es el petirrojo, forma de cuña. Los jóvenes no lucen plu­ seguido de herrerillo común, trepador azul maje brillante. Escaso la especie más evo­ y chochín. Las martas son relativamente lucionada en su capacidad psíquica, capaz abundantes, aunque menos que las fuinas; de reacciones perspicaces, con un código también hay en estos bosques gato montés vocal variado y de significados netos para y c o rz o . cada grito. En el suelo, donde se posa a menudo, anda a pasos. Vuelo potente, de [¥ ¡ AR IA lentos aletazos, con planeos a gran altura y piruetas acrobáticas, incluso en posición A mediados del pasado siglo, Madoz dijo invertida. Vive en pareja o grupo familiar que el terreno de Aria «es muy escabroso y -con marcada vigilancia territorial en época estéril, cubierto de elevadas montañas, en de cría-, y se reúne en bandos junto a cuya fragosidad se guarecen muchos ani­ carroñas y basureros, sobre todo en in­ males dañinos como lobos, zorros y jaba­ vierno. Dieta variada: moluscos, insectos, líes, y se alimenta abundante caza de perdi­ ROBLE ALBAR (Quercus petraea). H A R ITZA anfibios, reptiles, micromamíferos, aves, ces, liebres, conejos, corzos y cabras mon- Arbol de la familia Fagaceae, de buen basuras, carroñas. Se instala en hábitats tesas». Aria, a 868 m. de-altitud, fuera del porte -18-35 m.—, más alto que el roble variados, pero prefiere paisajes abiertos, en cauce del Irati, es pueblo conocido por sus montaña o llano. Nido de ramas y tierra, hórreos, característicos, agregados a las pedunculado si crece en bosque, menor cuando se encuentra solitario. Copa alar­ forrado con raíces y lanas, en cornisas ro­ casas de labranza, muy sólidos. Algunos gada, tronco muy recto y estirado, de cor­ cosas y árboles; una puesta anual de 4-6 conservan las tablillas del tejado, «oholak», teza parda y agrietada en ejemplares gran­ huevos, que incuba 20-21 días; pollos nidí- antes talladas en roble y luego en haya. El des; ramas más regulares que en el pedun­ colas. Distribuido por gran parte de Europa paseante podrá admirar además las balco­ -no en áreas de Centroeuropa y E. de In­ nadas laterales de las casas con tejado em­ culado. Hoja simple, alterna, de 9 x 5 cm., con peciolo de un’os 20 mm, caduca glaterra-, es especie sedentaria. Común en pinado a dos aguas y la profusión de labras -aguanta sin caer más tiempo en pies jóve­ místicas y heráldicas, en general muy rústi­ toda Navarra, pero más frecuente donde nes y, en cualquier caso, más que en el dispone de acantilados rocosos. Suele de­ cas. pedunculado-, lobulada, con 5-8 pares de cirse que los buitres no bajan a comer las Arive y el Irati. carroñas, si antes los cuervos no han em­ [C ] RASO S lóbulos sinuados; haz verde intenso y bri­ llante, envés más pálido y velludo. Flores en pezado por los ojos. Esto no siempre es [A] ROBLEDAL La ganadería es riqueza primordial en abril-mayo. Bellotas, en grupos de 2-5, sin cierto. Sin embargo, cuervos o alimoches Aézcoa y así se advierte en el paisaje, en los pedúnculo o muy corto, maduras en sep­ preceden con frecuencia a los buitres en el -Hayedo y robledal, que se reparten el amplios rasos que despejaron los antiguos tiembre-octubre. (El roble pedunculado fe s tín . dominio del área visitada en este paseo, bosques. Los aezcoanos se resistieron a la tiene hojas casi sin peciolo y bellota con debieron de formar un mosaico primigenio, moda que arrumbó la vaca pirenaica, y de pedúnculo). Forma masas monoespecíficas, con los robles en los fondos de los valles y Aézcoa salen reproductores de la expan­ pero es más frecuente encontrarlo en bos­ en los carasoles y las hayas instaladas en sión actual que vive esta raza. Las vacas ques mixtos, hibridado con otros robles in­ SILUETAS DE CORVIDOS NEGROS las partes altas y umbrías, más influidas por pirenaicas pastan en los rasos buena parte vasores. Le acompañan tilos, serbales y ar­ las nieblas. Esta disimetría forestal es hoy del año. Los pastizales degradados se cu­ ces y suele crecer vecino de hayas y abetos apreciable en Bultzarreria. Las masas bos­ bren de argomas o escobas (Sarothammus y pinos albares. Más montaraz que el pe­ cosas que atravesamos -al pie de Erondoa s c o p a riu s ) y enebros comunes. Los eligen dunculado llega a los 1.600 m. en los Al­ y en la subida de Aria a Zelaya-, son, prin­ para nidificar escribano cerillo pardillo y pes; ambientes templados o templado-fríos; cipalmente, de roble albar, más o menos acentor común. También el aguilucho pá­ soporta fríos invernales intensos y pluvio­ hibridado con roble peludo, no de gran lido cría en el suelo o en claro de bosque. metría de 600-2.000 l/m2/año. Crece lento y porte. Entreveran los robles arces comunes, El ratonero acecha paciente en vuelo pla­ vive más de 500 años. En explotación, los serbales, acebos, bojes y avellanos, estos neado o desde un alto y surcan el aire turnos de corta son de siglo y medio. Dis­ últimos abundantes en el camino que as­ milanos reales, cernícalos, cuervos; éstos tribución europea amplia, pero no se da en ciende de Aria. Fr. Purroy ha estudiado la suman concentraciones grandes en un casi todo el área mediterránea, centro y N. población ornítica del cercano robledal de vertedero junto a la carretera, en Aristokia. de Rusia y Escandinavia. Citado en Amés- Garralda, en la ladera del Corona hacia coas, Valle de Goñi, Lezaun, Alsasua, Ola- Irati, cuyos resultados son válidos para es­ [D] CULTIVOS gúe y valles del Irati y Roncal. El robledal de tas masas que visitamos. Ahí se ha verifi­ Garralda, visible en la carretera a Olaldea, cado la única presencia navarra del pico En las cercanías de los pueblos y en zo­ pasa por ser uno de los mejores de España. mediano, ligado en Europa a bosques de nas poco pendientes, la mayor parte son Madera dura y más clara que la del pedun­ fresnos y aquí al roble albar. En época pri­ praderas de siega y patatales, principal­ culado, utilizada en traviesas, viguetas, car­ maveral abundan herrerillo, petirrojo, tre­ mente de siembra, uno de los pilares de la pintería, duelas y muebles. Leñas que que­ pador azul, pinzón, chochín, mirlo, domi­ economía aezcoana. El trigo es hoy escasí­ man bien y dan carbón de calidad. nantes de la comunidad alada. Les siguen s im o . Urbasa 7] 12.6 km .

Q Km. 3,300 desde el cruce de la carretera a Otsoportillo. A la izquierda arranca pista a la antigua (14) Collado.en el raso: a la derecha. Terreno despejado siempre; a la derecha, el bosque. . cantera de mármol. Tomamos la carretera a Otsoportillo. (15) Cruce de dos caminos: seguimos recto. (T ) A la izquierda, pista a la chabola Txim ista. Seguimos la carretera. (16) Cornisa sobre Burunda. A la izquierda, sobre la cresta; bajamos. ( 2) A la izquierda, pista: la seguimos, entre raso y arbolado. © Junto al puerto de , cruce de dos caminos: subimos, con los pinos a la izquierda, hacia la Giro a la izquierda, en un claro; entramos en arbolado. (18) ermita de Santa Marina. Seguimos sobre la cresta, para bajar al ( í ) Salimos a raso y giramos a la derecha; a la izquierda, pinos; suave ascenso. (Í9) puerto de : giramos en ángulo recto, hacia la izquierda. Bajada suave. ( 5) Bifurcación: a la derecha, casi en llano. (20) Junto a la chabola de la majada de Urdiain —borda con tejado de chapas— el camino va sobre la loma (é ) Bifurcación: a la derecha. Camino por hondonada; luego entra en masa forestal. y gira a la derecha.

( 7) Al iniciar una bajada, a la vista de hoya sin árboles, bifurcación: a la izquierda. Bajamos hasta la hoya. Dejamos la loma junto a haya grande y no pujante y tomamos camino a la izquierda: a media ladera y luego en descenso y giro a la derecha. ( Í ) Cruce, en la hondonada. Seguimos recto. Subida entre arbolado y rasos. (22) Encuentro con camino que viene por la derecha: sigue el descenso. ( 9) Gran raso con rocas. Ruinas de bordas a la derecha. Dejamos el camino y tomamos otro a la izquierda. Bajada suave. (23) Cruce con camino: seguimos recto por breve raso y ligera subida; pinos a la izquierda. ® A la izquierda, chabola con tejado de cemento. Luego, bifurcación: a la derecha. (24) Encuentro con camino por la derecha: seguimos hacia la izquierda y subimos. © Pequeño raso, con chabola de tejado de chapas a la derecha. Camino en horizontal, en el bosque. (^5) Pequeño collado. Se desprende a la derecha un camino. Seguimos recto. (12) Bifurcación al salir a pequeño raso rocoso: a la derecha. (26) Nuestro camino desemboca en amplia pista. La seguimos a la derecha, hasta Q . (13) Pequeño collado. Seguimos el camino bien marcado.

0 Kms. 12 12,6 Kms. 71. Urbasa [ c ] K AR S T

Epoca recomendada: Verano Urbasa y Andía, formadas principalmente por calizas y materiales calcáreos de la primera mitad del Terciario, son una de las mayores áreas kársticas de Navarra. Pese a la alta pluviometría, apenas encontramos Urbasa y Andía, gran meseta interrum­ aguas superficiales -m enos en períodos de pida por acantilados y la falla de Zumbelz, lluvias abundantes y continuadas-, porque son una gran facería de todos los navarros. las aguas se filtran por grietas y simas y Lo experimentó un vecino de Sesma que nutren una intrincada red subterránea. Si­ solicitó y obtuvo su lote de leñas, que luego mas y dolinas evidencian esa estructura. no recogió. Urbasa no pertenece a ningún Las dolinas, fracturas y hundimientos de las término municipal, pero sí a la merindad de masas calizas rompen la meseta horizontal Estella. De clima lluvioso -unos 1.500 l/m2/ de la sierra y modelan un relieve a veces año- frío -registra abundantes nevadas-, accidentado. con nieblas frecuentes aun en verano, ha vivido una fuerte influencia humana desde [D] REPOBLACIONES FORESTALES la Prehistoria, atestiguada por dólmenes y talleres liticos, incluso a flor de suelo. La En Urbasa los pinos no son espontáneos. actividad humana, ganadera y forestal, ha Las únicas coniferas autóctonas son los sido juiciosa y el paisaje natural se con­ tejos y los enebros. Encontraremos pinos serva en términos aceptables. Las nuevas junto al hito 4, en los alrededores de Santa pistas han acabado con muchos de los an­ Marina y luego en Aran'aundiko sakana. Son tiguos caminos serranos. pinos royos o albares (Pinus sylvestris), c u ­ yas plantaciones, de hace unos sesenta 0 H AYED O años, han dado resultado variado. El área más repoblada es la situada entre los La cubierta vegetal primera de Urbasa- puertos de Urdiain e Iturmendi y la majada Andía era el hayedo. Ahora Urbasa es bos­ de Urdiain. La mayoría de los árboles son cosa con rasos y claros -alguno, como el de porte mediocre. Hoy se tiende más bien del palacio, dilatado-, mientras Andía es a conservar el hayedo que a introducir es­ zona despejada con bosques dispersos. La Las nieblas del NW. llegan hasta Santa Marina. Iruaitz y Maiza al fondo. pecies. explotación del bosque ha corrido a cargo de los servicios forales que marcan y adju­ dican en subasta los lotes de árboles por parcela, a fin de que el ganado no coma las bosque, donde encontramos las chabolas de cortar. En Otsaportillo hay casa de guarda plantitas nacientes. El paseante podrá pastores y majadas. Urbasa ofrece en claros forestal. La explotación maderera es muy apreciar diversas parcelas en diferentes ni­ de bosque los arces comunes mayores que antigua y los relieves suaves facilitaban la veles de crecimiento. El hayedo, como es conocemos en Navarra. Aprovechan los saca. Hoy se aplica el sistema de aclareos bien sabido, es bosque monoespecífico, pastos, los pueblos periféricos. En el tra­ sucesivos, cuyo esquema es así: 1) Cuando pero puede verse algún que otro tejo. yecto que recorremos los rebaños son de el arbolado ha adquirido desarrollo apro­ El hayedo da la impresión de estar, en ovejas lachas de Ergoyena y Burunda; más piado -de 110 a 150 años- se realiza una verano, o vacío o abarrotado de pájaros. La al S. están los hatos amescoanos. Las vacas corta, 2) que permite una mayor luz y deja verdad es que, tras la reproducción, mirlos, gustan de pastar en el bosque o cerca de él, los mejores árboles para producir semillas, pinzones, petirrojos y otras especies per­ acaso por atavismo de origen. Son pirenai­ que no prosperan ni en bosque cerrado ni manecen discretos en sus territorios; otros cas y no tienen cuidador permanente, si en áreas despejadas; 3) la segunda tala forman bandos mixtos, muy numerosos y bien sus dueños, de Lezáun o Améscoas, se acentúa el clareo del bosque: deja muy po­ nutridos -más del centenar de pájaros-, acercan de vez en vez a inspeccionarlas. cos pero buenos árboles reproductores, vagantes por el bosque: los forman carbo­ También las yeguas vagan libres. La Ye­ 4) que se cortan cuando las nuevas plantas neros garrapinos, palustre y común, herre­ guada promovida por Diputación Foral en cubren ya el suelo y se protegen mutua­ rillos común y capuchino, mito, mosquite­ principio para la mejora de los rasgos zoo­ mente. Esta regeneración se hace por par­ ros común y papialbo, reyezuelo listado, técnicos de la jaca navarra ha derivado algo celas para que nunca todo el bosque se agateador común, trepador azul, más veces de ese cometido y mantiene selectos se­ encuentren en la misma fase de explota­ el pico picapinos. mentales de raza lacha. Estos rasos reciben ción. Al realizar la primera corta, se cierra la la visita nocturna de liebres avecindadas de \B¡ RASO S día en el bosque, así como de zorzal charlo; el bisbita alpino permanece en el prado El del palacio, atravesado por la carretera durante la época buena, como la collalba Olazagutía-Zudaire, no es el único. Los ta­ gris, en los prados con rocas. Buitres, ali­ piza fino césped, pero brezos y argomas moches y cuervos curiosean sobre los re­ ZORZAL CHARLO (Turdus viscivorus). C A ­ indican en algunos cierta degradación. baños. Chovas piquirrojas y piquigualdas, RRA. GARRAZTARRO, TXARRA También suelen estar salpicados de espinos mezcladas en bandos ruidosos, recorren el Zorzal grande de la familia Muscicapidae, albares, sobre todo en los lindes con el césped a pasos. largo de 26 cm. Tonos pardos: dorso pardo grisáceo; alas pardas con la cara inferior blanquecina; cola algo larga y parda; partes inferiores blanco-crema con manchas ma­ rrón oscuras redondeadas o acorazonadas. Cabeza con parte inferior parda y manchas sobre fondo blanquecino. Pico delgado pardo, con base amarillenta. Patas pardas. Canto fuerte y más apresurado que el del mirlo. Reclamo, una nota áspera. Vive en bosques con claros, parques y jardines; en otoño, también en campos y praderas. Vuelo directo y potente, movido por aleta­ zos regulares. Con frecuencia anda por el suelo, erguido, en busca de bayas, muér­ dago, insectos, orugas y lombrices. Come en el bosque y más en claros y rasos del entorno. Es frecuente verlo en grupos, ma­ yores en época invernal. Nido en árbol, asomado a claros del bosque. Pone 4-5 huevos, incubados 12-15 días: pollos nidí- colas dos semanas. Distribuido por casi toda Europa. Las poblaciones del N., mi- gradoras, pagan alto tributo en los puertos de montaña a manos de los cazadores de palomas. No se presenta en zonas desar­ boladas de la Ribera, pero sí en Zona Media y Montaña. Nunca abundante. En Urbasa, Andía y Aralar la densidad es superior. Yeguas en un claro del bosque de Urbasa. En Urdiain tomamos la carretera al N,, que cruza el Araquil y la vía de ferrocarril, entra en el bosque, ® en revuelta, dejamos para seguir por sendero semioculto, a la derecha, junto a alambrada y pequeño sube algo y a 1,700 km. de la general, al llegar a la meseta, da en un cruce, a cien metros de una casa barranco, que se interna en el bosque. a la izquierda. Seguimos la carretera a las piscinas de Aitziber, en el bosque. © A la entrada de éste, langa. El camino va sobre orilla derecha de regata (?) Cruza la regata por un puente. ® El camino, en la intersección de dos regatas, gira en ángulo recto, a la derecha. Sigue junto a la regata ® Tomamos pista a la izquierda, que sube hasta pequeña loma. Salvamos la alambrada que rodea la que cruza varias veces. ® ermita de S. Pedro. De aquí bajamos hasta ® El camino, al abrirse el valle, se aleja del cauce. Se dispersan los caminos, con cruces numerosos. Hay © reencontrar la carretera, junto a un puente nuevo. que mantener siempre la dirección S. © Cerca de la llanada de Urresti, en que está la piscina municipal de Urdiain. Dejamos la carretera y © Cruzamos alambrada que intercepta el camino. tomamos camino a la derecha, que salva el río. © Salimos del cercado. © Bifurcación: recto, por el camino más marcado. © Cruce: mantenemos la dirección hasta la carretera. © Dejamos en revuelta la pista de acceso al caserío Sarabe y seguimos recto. (5) Puerta de hierro, que cruzamos. A la izquierda queda la ermita de Aitziber yluego el camino va ancho Desde © hasta Q puede haber alguna dificultad a causa de los muchos caminos. En caso de duda, en medio del valle. basta seguir hacia la derecha hasta llegar a la carretera. © Repoblación de pinos y 400 m. después abandonamos el camino y seguimos a la derecha, por otro cubierto de hierba, que gira a la izquierda y que

0 Km. 6,2 Km. 72. Aitziber [C] ARBOLES PLANTADOS [D ] SAR A B E

Epoca recomendada: todo el año Pinos y robles americanos no son autóc­ Es un vallecito inesperado en medio de la tonos. El robledal aparece salpicado con gran mancha boscosa. La mayor parte la otras especies de robles, de troncos lisos y ocupan praderas de siega y algunas semia- hojas mayores: son los americanos. Un bandonadas que se cubren de espinos, he- bosquete de pinos royos crece junto a la Aitziber es el nombre de una ermita de' lechos y pacharanes. Las laderas son una carretera que lleva a P. En Sarabe hay dos advocación mariana, en término de Urdiain. perfecta demostración ecológica: los robles parcelas de pinos laricios, como los que La ermita está cercada y no tiene acceso de cubren la solana y las hayas la umbría. vemos entre los hitos 12 y 13. Cerca, en camino. El paseo va por terrenos de Urdiain Hábitat apropiado para erizos y liebres; co­ términos de Alsasua, un damero de pino y toca los de Alsasua a su paso por la dornices y alcaudón dorsirrojo se instalan laricio y roble americano es un alarde fo­ ermita de San Pedro, legendario lugar de allí en época estival; el bisbita arbóreo cría restal, más caprichoso que genial. coronación regia. La primera parte discurre en un prado y el aguilucho cenizo en una por una carretera tendida sobre el viejo de las laderas cubiertas de matorral. camino a Ataun. El clima es lluvioso (unos 1.200 l/m2/año). En Urresti, emplazamiento en los jóvenes, abierta y ancha en mayores. de las piscinas de Urdiain, hay una fuente. Follaje amarillo claro al brotar las hojas, verde vivo en verano, rojizo espectacular en [A] ROBLEDAL otoño. Hojas simples, caducas, grandes, con lóbulos apuntados y peciolo de En principio, ocupaba el fondo del valle y 2-3 cm. Floración primaveral, con los sexos el pie de las laderas de Urbasa y hasta separados. Bellotas maduras en otoño, zonas más altas en las del carasol de Aralar. ovoides, en color pardo-rojizo oscuro, de El hayedo vestía las cumbres y las umbrías. unos 20 mm. de diámetro, en cúpula de Roturado, el fondo del valle mantiene bue­ 1,8 cm. de diámetro, poco profunda y con nos bosques en la parte N., en situación pedúnculo de 1’ cm. Demuestra clara pre­ excepcional, ya que sólo estos de Burunda ferencia por suelos ácidos. Crece rápido en y Aranaz y los de Ulzama son en Navarra la juventud. Las ramas se estiran cada año bosques de roble pedunculado en llano. en dos golpes, a mediados de mayo y en Hay ejemplares de hasta 1,5 m. de diámetro Corpulentos robles en un bosque que parece parque. agosto. Vive unos 180 años. Distribución de tronco. El bosque alberga hayas sueltas; natural por E. de Canadá y NE. de USA. alisos y sauces en hilera señalan las rega­ Utilizado desde hace tiempo en repoblacio­ tas. En pleno invierno, las ranas bermejas H ] ESTRUCTURA GEOLOGICA nes, parques y jardines de Europa, donde avecindadas en el robledal, se congregan se ha naturalizado y reproduce con norma­ en charcas y hacen las puestas, así como Los terrenos visitados pertenecen, desde ROBLE AMERICANO (Quercus rubra) lidad. En Navarra, plantado, aparece princi­ en regatas remansadas. Salamandras, tritón el punto de vista geológico, al macizo de palmente en áreas dominadas por roble pe­ palmeado, sapos común y partero y la rana Aralar: calizas y margas formadas en el Arbol de las Fagaceae, de buen porte: dunculado, en Burunda, Larráun, Araiz, Ul­ bermeja salen a caminos y pistas cuando Cretácico (Secundario). Los roquedos que puede alcanzar los 35 m.; tronco grueso de zama y Baztán y disperso en toda la ver­ llueve en verano tras un período seco. En cierran por N. y S. Sarabe son los flancos corteza gris lisa, menos en los viejos, algo tiente cantábrica. Madera sin la dureza y este robledal abundan zorzal común, mirlo, de un slnclinal (valle estructural), que so­ agrietados; el tronco se ramifica pronto con calidad de los robles pedunculado y albar; pinzón común, carbonero palustre, común bresalen porque su naturaleza caliza les ramas derechas y radiantes. Copa cónica se usa en desenrollo. y garrapinos, herrerillos común y capu­ hace más resistentes a la erosión que las chino, papamoscas gris y cerrojillo, coli­ margas del interior y exterior del valle. La rrojo real -uno de los lugares escasos regata erosiona las paredes calizas. El donde aún puede observarse la especie-, agujero que traspasa el acantilado del curruca capirotada, pito real, pico picapi­ flanco S. ha dado nombre al roquedo, nos y acaso también el pico menor. Los «Roca de la Ventana», y la hornacina que muchos robles viejos favorecen la nidifica- se abre más al E. explica el topónimo Jenti- ción de especies troglodíticas, sin necesi­ llen sukaldea o cocina de los gentiles, cen­ dad de nidales. tro de leyendas y mitos locales.

tanosas y de matorrales. Hace nido tosco, AGUILUCHO PALIDO (Circus cyaneus). M l- R OTZ ZU R IA en el suelo; 3-5 huevos, incubados 29-30 días: pollos nidícolas. Durante la incuba­ Rapaz de las Accipitridae, de tamaño me­ ción y primera cría, la hembra no se mueve dio: longitud, 43-50 cm.; envergadura, 103- del nido y el macho caza por los dos. Este, 108 cm.; peso 300-450 g. Las hembras son al volver con la presa, avisa y la hembra mayores. El macho luce cabeza, pecho y vuela a su encuentro y recibe en el aire la dorso gris azulados, vientre y obispillo presa. Es una maniobra espectacular. Am­ blancos, alas grises con largas plumas ne­ bos defienden su territorio y se lanzan en gras; pico gris oscuro, cera amarilla, iris picado, incluso sobre las personas, en amarillo, patas largas, delgadas y amarillas. amagos de ataque. Cría en Europa -m ás en En vuelo parece ave blanca o muy clara, el centro- y en el N. de Iberia, En Navarra con puntas negras en las alas. La hembra nidifica en zonas húmedas; no llega a la -en la foto con crías- es de tonos marrones Ribera. Gusta de instalar el nido en repo­ en el dorso, partes inferiores blanquecinas blaciones de pinos, cuya maraña le de­ con manchas marrones a lo largo, obispillo fiende. Las poblaciones del N. migran y en blanco y cola barreada en marrón. Los jó­ invierno se dejan ver divagantes en los venes se parecen a la hembra. Vuela a poca campos del S. de Navarra. Especie prote­ altura, con trayectoria boyante y batido de gida. Otros son el aguilucho lagunero y el alas lento, como gaviota. Come pájaros y cenizo; aquél, mayor y ligado a lagunas y aves pequeñas, insectos, micromamíferos y marismas y el segundo, parecido al pálido reptiles no grandes. Vive solitario o por incluso en el diformismo sexual, pero más Caserío Sarabe y ermita de Aitziber. Detrás, el roquedo de Urresti. parejas en campos, pastizales, zonas pan­ pequeño, cría en toda Navarra. -rz---- ' '%í Gorramendi 73 % 8 km.

Q Poste repetidor de Telefónica. Guerecieta. Bajamos por la cresta hacia el NE. @ Pasamos junto a un acebo; pequeña meseta.

(T) Collado de Otanartekolepoa. Seguimos por la cresta. ® Collado. Para seguir la cresta hacemos como antes. La cuesta es aérea, pero practicable. @ Entroncamos por la carretera que seguimos hasta © Cumbre de Irubetakaskoa. El regreso se hace por el mismo trayecto, en sentido © que acaba. Ruinas de lo que fue base americana deradar. Seguimos por la cresta. inverso hasta Q . (J) Collado: dejamos la cresta y por sendero a media ladera, pasando junto a bosquete Para acceder a Q , desde lo alto de Otsondo se toma carretera a la derecha. En de hayas que dejamos a la derecha, llegamos a el p rim e r cruce, a la izquierda; en el segundo, a la derecha. ( 5) collado Gorostikolepoa. Al N., hayedo. Para seguir por la cresta se nos interpone una muralla de rocas, que bordeamos hacia la derecha.

0 Km. 8 Km. 73. Gorramendi

Epoca recomendada: Verano

Gorramendi es montaña en el Baztán, de 1.084 m. de altura, con excelentes vistas del valle, de los montes circundantes y del país vascofrancés. En plena zona cantá­ brica de Navarra, tiene un clima muy llu­ vioso -unos 1.900 l/m2/año- y no debe vi­ sitarse en día de nieblas. Ocupado durante años por el ejército USA, que instaló en la altura una base de radar, hoy abandonada y dinamitada, el terreno ha vuelto a propie­ dad y uso de los baztaneses. La carretera abierta por los yanquis nos acerca a la cumbre culminante en la que se yergue una torre de comunicaciones. El paseo es lineal, dada la topografía y la voluntad de evitar desniveles esforzados. Como se sabe, el Baztán está desvelando -gracias a esfuer­ zos como el del P. Ondarra- su acervo megalítico, ignorado hasta nuestros días. En el trayecto del paseo puede verse al BUITRE COMUN (Gyps fulvus) S AIAR R E menos un túmulo. Rapaz de las Accipitridae, grande: 1 m. de cuervos y alimoches, sus comensales. de longitud, 2,60/2,70 m. de envergadura y Su hábitat preferido son llanos y montañas [A ] RASO S Penas de Itxusi, al fondo Artzamendi. 7-9 kg. de peso. Espalda de tono pardo; ala alternantes, con terreno abierto en que y cola, pardo oscuro, casi negro; partes pasten herbívoros. Silenciosos; en sus lu­ Como en un radio de 10-20 kms., del ques, prados, maizales, praderas de siega y inferiores, pardas algo más claras; cuello y chas en torno a carroñas graznan. Una primitivo hayedo a la cubierta vegetal de helechales, con regatas próvidas en tru­ cabeza, cubiertos de plumón corto blan­ cuarentena de buitres reduce una cabra u hoy, trabajada por siglos pastoriles, media chas. quecino, que da impresión de desnudo; co­ oveja a girones de piel en breves minutos; un abismo. Franjas de arbolado cubren las llar de plumón blanco, interrumpido por una vaca o mulo, en 2-3 horas si acuden vaguadas; en los barrancos y vertientes [C] PEÑAS DE ITXUSI delante. Pico de color córneo, curvado, no 150 ó 200 buitres. Desarrollan una eficaz pronunciadas los bosquetes son mayores; tan agudo como el de las águilas. Patas policía sanitaria rural. Ponen un huevo el resto está rapado de árboles. Cuadros Visibles desde Irubetakaskoa, rojizas, sin cortas, pardo oscuras o negras, mucho más anual, incubado casi dos meses; el pollo geométricos particulares de verde limpio grandes paredones, son lugar donde vive la débiles que las de otras rapaces, con uñas permanece en el nido -instalado en cueva o destacan cercados por setos o muros. Los colonia más septentrional de Navarra y una más bien cortas. Los jóvenes visten plumaje cornisa de acantilado rocoso- un cuatri­ pastizales de Gorramendi muestran un de las más numerosas de buitres. Es una pardo más oscuro, pico negro y collar ma­ mestre. El ciclo reproductor de diciembre grado de degradación inquietante, cuaja­ reserva oficiosa, a la que los baztaneses rrón. Gregario, vive en colonias e inicia la hasta la emancipación del joven, dura diez dos de brezos y helechos. En ellos ramo­ accedieron por defender a estas aves. Las actividad cuando el sol caldea corrientes de meses. Los adultos son sedentarios, pero nean ovejas lachas, menudas y de cara ne­ molestias que ocasionó la apertura de la aire ascendentes, que le elevan majestuoso. se desplazan más de cien km. en busca de gra, y yeguas. Los pájaros más frecuentes carretera a Artzamendi dividió la colonia, y. Escudriñan el territorio desde gran altura, comida. Los jóvenes son erráticos y pueden son collalba gris, alondra y tarabilla. Las una parte se trasladó a los cortados de repartidos en todo su espacio. Suelen re­ irse a más de mil km. de su origen. Se chovas piquigualdas, en un enclave aislado Irubetaskaskoa, en frente. La línea fronte­ gresar a la colonia a mediodía; por la tarde extienden por la mayor parte de España, en su distribución, exhiben vuelos acrobá­ riza cruza por el peñascal. vuelan cerca de aquélla. Comen cadáveres Cerdeña, Sicilia y Balcanes. El censo de ticos. Los buitres patrullan constantes; más de animales grandes y medianos; se acer­ 1971 dio como núcleo hispano más impor­ raros son quebrantahuesos, alimoches y [D] CANTERA DE LOSAS can a los basureros. En Navarra su base águila real. El sapo partero cría las larvas tante el del Pirineo occidental; la población' dietética son vacas u ovejas, pero no des­ en. balsas y ruinas. Los macizos de este área son de consti­ en Navarra está en 360 parejas reproduc­ tución geológica antigua, con zonas del deñan jabalíes y ciervos. Antes el fuerte toras. Especie protegida por la ley y respe­ [B] ARIZAKUN Y URRIZATE Devónico (Primario) hasta del Trias Secun­ alimenticio eran caballos y mulos. Su vista tada por pastores y gentes de campo. Caen dario. Las rocas son, en general de colores prodigiosa y no el olfato le facilita la bús­ víctimas de cazadores de palomas contra­ Las dos barrancadas que flanquean oscuros, grises y rojizos, areniscas, es­ queda de alimentos, en la que recibe ayuda riados y de otros desaprensivos. Gorramendi son Arizakun al W. y Urrizate al quistos ferruginosos y conglomerados. En E. Desde Irubetakaskoa se puede ver la las crestas de Gorramendi, Irubetakaskoa e a las de las plantas con raíces, tallos, hojas confluencia de ambos. Son baztaneses, Itxusi afloran las areniscas rojizas triásicas. y flores. El helecho común, de la familia pero drenan al Nive, junto a Bidarray y al Este es material utilizado en construcción Polipodiáceas, del grupo Fllicópsidas, tiene Adour, Los salpican caseríos habitados y baztanesa, en dinteles y sillares. Junto a la un tallo subterráneo, invisible, negro, ser­ dispersos, comunicados por pistas que sa­ cumbre de Gorramendi una cantera explota penteante, del que brotan en primavera los len a los collados de Artxizuri e Inzulegui, las areniscas, cuyos estratos delgados pro­ frondes u hojas anuales, parte visible de en la vía de Otsondo a Gorramendi. Los porcionan losas apreciadas en caminos de hasta 2 m. de alto, sobre un pedúnculo hondos barrancos son un mosaico de bos- parques y fachadas. alto, duro y vertical. Crecen en espiral, como muestra la foto. El fronde se divide en segmentos de forma triangular, es verde intenso, se torna rojizo al morir el verano y SILUETAS DE GRANDES RAPACES muere en otoño. La reproducción se hace por esporas, producidas en esporangios enrollados en el borde inferior de los lóbu­ los. Vive en terrenos incultos, en especial sobre suelos ácidos y ligeros y húmedos, de brezales, claros de bosque, etc. Distribuido por los cinco continentes, de los trópicos a las regiones árticas. Común en el N. y O. de España, pero aparece en todas las sierras y en suelos arenosos y húmedos del resto. Común en Navarra en la Zona Media, cubre extensas áreas de la húmeda. El ganado no lo come, pero se utiliza (menos que antes) para cama de establos y bordas: lo siegan a principio de otoño y se guarda en almiares o «metas». En teoría es muy difícil extir­ parlo si ha invadido un terreno. Aparece más en tierras comunales que en particu­ lares. HELECHO COMUN (Pteridium aquilinum) GAROA

Aguila real Aguila perdicera Dentro de las plantas inferiores -sin flo­ res ni semillas-, los helechos son las más evolucionadas, con estructuras semejantes iki Carretera de Leiza a Leizalarrea, km. 8,200. Cruce con pista. Camino a la derecha, cerca de la margen © El sendero va a dar en una pista, que seguimos a la izquierda, por la orilla de la misma mano de derecha de Olantzeko erreka. Erroizteko erreka. Cruzamos varios arroyos.

© Bifurcación: a la izquierda. Pronto recibe un sendero por la izquierda. (10) Cruce de caminos: seguimos recto. Pronto ( 2) Collado Aritzaundi: seguimos recto. ® pasamos la regata por puente de piedra. Seguimos unos metros por la pista aguas abajo hacia la © Bifurcación: sale camino por la derecha. Seguimos recto, faldeando Udolatxiki. derecha. © Bifurcación: a la derecha, por la loma. Arbolado a ambas manos. @ Dejamos la pista y escogemos el camino a la izquierda, entre castaños y luego alerces. © Bifurcación: a la izquierda, por el claro, entre helechos. ® Refugio de Sarasain. Sigue el camino hacia el E. © Cuando el claro se estrecha, en bifurcación abandonamos el camino que sigue por lo alto y tomamos @ Afluye por la izquierda un camino. Mantenemos la dirección anterior. un sendero menos marcado, que © Llega por la derecha un camino: el que llevamos se convierte en carretera asfaltada. cruza otro sendero que bordea y luego se adentra en el hayedo, y sale ® En revuelta hacia la derecha, deriva camino a la izquierda. Divisoria de aguas. Seguimos por la carretera © a zona aclarada, donde gira a la izquierda y se diluye. Seguimos por la cresta, hacia abajo. ® En revuelta a la izquierda, Izaieta, seguimos la carretera hasta Q .

□f f L S c

0 Km. 6,7 Km . [C] REPOBLACIONES FORESTALES principales crecen hacia arriba y lucen 74. Leizalarrea corteza pardoverdosa; las ramillas, col­ Epoca recomendada: Todo el año. Leizalarrea es un muestrario forestal, ín­ gantes. Hojas verdiclaras, simples, alternas, dice de las preocupaciones leizarras por las colgantes de forma triangular o romboidal, repoblaciones, aunque algunas parezcan apuntadas, de 2-7 cm., con peciolo y bor­ no acertadas. Alerces de Japón ocupan des aserrados. Flores masculinas separadas buenas superficies en Iskibar, cerca de Arlt- de las femeninas; ambas en amentos cilin­ Leizalarrea es monte comunal de Leiza. zaundi, Sarasain y otras zonas bastante lla­ dricos, que brotan en otoño y se abren en Pese a la referencia toponímica, la zona es nas. El abeto rojo -originario del N. y mon­ primavera, al salir las hojas. Frutos a modo boscosa. Antes sí, gran parte del monte tañas de Centroeuropa, árbol navideño- al­ de piñitas rojizas, maduras en verano; la eran rasos en que se movían ovejas y vacas, canza buena representación en el bosquete semilla es fértil hasta la primavera si­ que además aprovechaban los pastos bajo de Urdolatxiki y merece por sí solo una guiente. Vive en clima frío o templado-frío el arbolado. Este paisaje se alteró y -en visita. El pino royo o albar o silvestre, na­ -soporta hasta -30°-, en suelos sueltos, contra de lo ocurrido en otros lugares- se tural del NE. de Navarra, forma un bosquete mejor ácidos -tolera los pantanosos-, y cubrió de árboles, plantados la mayoría. en el arranque del paseo. Pinos blancos llega en los Pirineos hasta los 2.000 m. de Los terrenos son de formación geológica (Pinus strobus), de origen norteamericano, altitud: al N. de su área es especie de lla­ antigua, del Carbonífero (Paleozoico o Pri­ de troncos lisos grisverdosos -m uy utiliza­ nura y al S., de monte. Distribuido por la mario) y del Triásico (Secundario): conglo­ dos en repoblaciones europeas, pero no en mayor parte de Europa, no se da en las merados, areniscas, esquistos y grauwacas, Navarra-, se ven en Sarasasin, junto al re­ llanuras y zonas bajas de España, pero sí en de tonos oscuros. En Iskibar, junto al punto fugio. Mención aparte merece Izaieta. la vertiente cantábrica. Presente en toda la de partida, hubo una mina de espatoflúor. montaña húmeda de Navarra, no en bos­ Clima muy lluvioso, cercano a los 2.000 [D] IZAIETA ques, sino en rodales y ejemplares sueltos. l/m2/año. La divisoria de aguas está junto al Vive hasta 120 años. Crecimiento rápido. hito 16: unas regatas dan al Urumea y otras Significa abetal y es motivo de orgullo de Madera blanca en los jóvenes y amarillenta al Leizarán. Leiza y visita obligada de quien se acerca a en talludos, usada en carpintería y ebanis­ Leizalarrea. Son más de medio centenar de tería. Buen combustible; se dedica a pasta 0 ARITZAUNDI abetos blancos (Abies alba), al parecer pro­ de papel. Es especie pionera, que coloniza cedentes del Irati, prietos, cilindricos y es­ El hito 2 señala en el collado los restos de pedreras, praderas húmedas y laderas la­ beltos como columnas imponentes. Alcan­ midas por avalanchas. En algunas zonas un tronco podrido y oculto bajo musgo y zan los cuarenta y cinco metros de altura y helechos. Es la reliquia de un roble desco­ septentrionales rinde utilidades múltiples: muchos fustes miden más de un metro de munal, mítico para los habitantes de la curtientes preparados con la corteza, ces­ diámetro. Tienen unos 170 años y son, se­ zona. Fotografías de 1920 certifican que el tería con la madera, forraje con las hojas, gún cuentan, un grupo que formaba un tronco del árbol -abatido en una tormenta bebida alcohólica a partir de la savia azu­ vivero del que se debían trasplantar a otros ahora hace un siglo e inmovilizado por sus carada, medicina popular. Ornamental en lugares. No fue así y han igualado, si no dimensiones- seguía intacto; las ramas jardines y parques. superado a los de la selva originaria. Los suministraron material para traviesas y conservan con celo y, pese a su valor eco­ construcción y hubo indiano que mandó Izaieta: interior del bosque. nómico, no piensan cortarlos. Los arropan tallar algún arca o kutxa, en recuerdo del abetos rojos y abetos Douglas (P s e u d o t- ejemplar. Se trataba de un roble peduncu­ suga menzlesii) -éstos, oriundos de la costa lado, cuyas medidas no se conocen, pero W. de USA- con portes muy apreciables. La que ha perpetuado la toponimia. castaños, antiguos pero acaso introducidos y castigados por la tinta. En el camino que regeneración natural de los abetos blancos es muy pobre. Sólo escasos ejemplares [B] BOSQUES NATURALES bordea la regata de Erroizte hay buenos ejemplares de roble pedunculado. Los ro­ prosperan entre otras plantas y garantizan Hayas y robles más alisos en las regatas, bles tozos o marojos, que debieron de ins­ la continuidad de la especie. vestían Leizalarrea antes de la intervención talarse en las solanas pedregosas, no han del hombre. Los robles ocupaban el fondo dejado muestras, si bien cerca, en la solana de los valles y la parte baja de la laderas y de Ipuliño, en Berástegui, hay un bosque. subían algo más por las solanas; las hayas, Jabalíes, corzos y ciervos -éstos, proce­ los altos, umbrías y laderas altas. Talas y dentes de Quinto Real- como fuina, gato quemas con fines ganaderos diezmaron los montés y gineta habitan el bosque, en el bosques, que conservaron buenas zonas que se oculta la liebre, que se alimenta en hoy en recuperación. Los espacios abiertos, los rasos. Los pájaros son abundantes: cerca de Iskibar, los invade el abedul, espe­ destacan los páridos, reyezuelos, cama- cie pionera, que más tarde dará paso al chuelo, zorzal común, mirlo y entre los pi- hayedo o robledal. Las coniferas naturales catroncos el pito negro, pico picapinos y se reducen a tejos aislados en barrancos pito real. En otoño e invierno se presentan sombríos y a algún raro enebro en áreas las becadas, procedentes de tierras sep­ aclaradas. El robledal demuestra su domi­ tentrionales y en otoño cruzan las palomas, BETITSU nio por los brotes naturales en parcelas de esperadas en puestos, algunos muy codi­ Tipo de vaca semisalvaje de las montañas alerce o pino. Cerca de Sarasaln subsisten cia d o s . del País Vasco, de la que subsisten ejem­ plares. También llamada «mendibei» o vaca de monte, es de tamaño pequeño, patas delgadas y muy ágil. Tiene capa rojiza, cuernos finos en forma de arco cerrado, hocico sonrosado y ribete claro en torno a los ojos. Los toros son más robustos, de capa algo más oscura y de peso inferior a los 500 kg. Se le ha adjudicado ascenden­ cia directa del uro salvaje, ancestro de las vacas domésticas, lo cual es Indemostrable; pero no cabe duda de que su origen es antiguo y que procede del mismo tronco que la vaca pirenaica, o al menos ha tenido con ésta mucho contacto genético. Eran vacas que vagaban en libertad y que pese al hambre y el frío sobrevivían y se reprodu­ cían. Las vacas domésticas las cubrían to­ ros de este tipo. Tenían propietarios, que en algunos casos las capturaban y encerraban y en otros tenían que contentarse con ha­ A B E D U L (Betula péndula) URKIA cerse con los terneros. En Goizueta y Leiza Arbol de las Betulaceae, alto de 10-15 m. eran antes muy frecuentes. Hoy práctica­ (hasta 25 m. en buenos ejemplares cen- mente han desaparecido, sustituidas por troeuropeos), de tronco recto o flexuoso razas más selectas. En los montes de Goi­ que alcanza hasta 50 cm. de diámetro; zueta, Andoain y Urnieta quedan algunas corteza blanca y lisa, muy llamativa (pan- betitsus, más un rebaño de Olagüe y otro doamarillenta en jóvenes; resquebrajada y en Zariquieta-UII; estos dos hatos proceden negruzca en el arranque de los muy viejos; del núcleo citado. Cuando viven en el copa redondeada Irregular, poco densa, monte demuestran hábitos salvajes: huyen El robledal junto a Erroizteko erreka. cónica ovalada en pies jóvenes; las ramas del hombre, como un ciervo o un corzo. Q Puerto del Perdón. Camino al W., que sube entre pinos. © Collado. Bifurcación: a la derecha.

(T) Junto a poste de telecomunicación, camino a la derecha. © Bifurcación: a la izquierda. Bajamos y entramos en el bosque.

© Collado, en el que el camino cruza un sendero poco marcado: seguimos recto por (7) Ipasate. Volvemos por el camino hacia el hito ® , donde tomamos el camino a la ladera S. la derecha, casi en llano por la ladera N. del Calaveragain. A la izquierda queda el pina r y a la derecha el carrascal. ( 3 ) Bifurcación: se desprende a la izquierda un camino que va a las repoblaciones forestales: seguimos el de la derecha. © Portillo de Ecoyen. El regreso lo hacemos por el camino, seguido, recorriendo los

© Collado: vamos en llano, por el camino de la derecha, en la vertiente IM. A la hito s © - © - © - © - © hasta izquierda queda un pinar.

5) (6 6 ) (5 □ (2 ■ 750 ■ • 700 ■ - 650 • ■600 ■ 0 Km. 7 7,4 Km. 75. Ipasate tres y madreselvas. La maraña y las bellotas pero todos los demás son de pino laricio. atraen a los jabalíes, que también se traba­ Los más desarrollados se ven en el Señorío Epoca recomendada: Primavera y verano jan los campos de cereales aledaños. En el de Sarria, junto al portillo de Ecoyen. Pi­ bosque viven gato montés, gineta, fuina, quituerto y carbonero garrapinos son los zorro y tajudo. pájaros más adaptados a estos pinares de Los cantos primaverales certifican la pre­ repoblación, cuya riqueza de avifauna es sencia de especies difíciles de observar en muy variable, pues depende del sotobosque la espesura: pinzón, zorzales charlo y co­ y de los cuidados dispensados al bosque: mún, mirlo común, mosquiteros común y cuanto mayores son éstos, menor es aqué­ papialbo, reyezuelo sencillo, carbonero lla. común, mito, herrerillo, camachuelo, cho- chín, petirrojo, acentor común, arrendajo, pito real y pico picapinos. El gavilán, pre­ [D] IPASATE dador típico de pájaros en bosque, sobre­ vuela el paraje. Las águilas culebrera y cal­ Caserío silencioso, bien cuidado, en el zada crían dentro del bosque, pero hacen bosque, cerca de los cultivos. En las venta­ parte de su vida fuera. Donde el arbolado nas hay dos enjambres de abejas. Olmos, escasea brotan arbustos y matas como frutales varios, fresnos y rosales rodean el enebro común, carrascas, ollagas y esplie­ caserío. Una fuente cantay alivia al paseante. gos. Aquí cambia la avifauna: pardillo, cu­ rruca rabilarga, escribano hortelano y tara­ billa común, avencidados en el carrascal, \E¡ S AR R IA dan paso a bisbita campestre, totovía y alondras en los espacios más despejados. El portillo de Ecoyen es uno de los límites del Señorío de Sarria, enclavado en término [C] PINARES municipal de Puente la Reina. El señorío que engloba los despoblados de Ecoyen, El pino royo espontáneo no llega hasta Sotés y Ágós, además del titular, muestra aquí: los pinares, abundantes, son de las laderas vestidas de pinares y los terre­ plantación artificial, y algunos jóvenes y nos más llanos dedicados a cultivos. Las abancalados. En la masa arbórea al princi­ viñas quedan abajo, junto al grupo de ca­ Val de Echauri, desde el portillo de Ecoyen. pio del paseo hay ejemplares de pino royo, sas.

Ipasate es un caserío en el valle de están formadas por conglomerados de Echauri, en términos de Arraiza, de cuya múltiple origen, sedimentados al final del existencia tenemos noticia en el último ter­ Terciario, procedentes de los aluviales flu­ cio del siglo XI. Ipasate, próximo al Arga, ha viales arañados al macizo pirenaico recién vivido fases de lugar poblado y deshabi­ levantado. La cresta cierra la Cuenca por el tado. A mediados del pasado siglo, el Dic­ S. y desde ella se advierte bien la cubeta, cionario de Madoz decía que su terreno «es cuya salida es el desfiladero del Arga en fértil, aunque la mayor parte de secano; hay Belascoain. Esta barrera de Perdón, Cala- una fuente, monte robledal y encinar y veragain, Villanueva tiene importancia cli­ dehesa de pasto». Producía trigo, maíz, mática, porque detiene las nieblas y el ca­ vino, legumbres, lino y frutas, además de rasol meridional ofrece caracteres muy di­ criar ganado lanar y vacuno y deparar caza ferentes, como lo prueban las viñas de Val- de perdices, liebres y palomas. Nuestro tra­ dizarbe y Puente la Reina, inexistentes al N. yecto no es un circuito, dada la dificultad En la cresta se levanta un frente de puestos de cerrar un itinerario practicable: es un p a lo m e ro s . paseo en términos de la Cendea de y de , municipio que agrupa a Za- ¡B] BOSQUES MIXTOS balza, Ubani y Arraiza. La altura hace que la pluviometría difiera de la registrada en La formación vegetal primera en gran Pamplona y la Cuenca: aquí supera los 900 parte de la Cuenca fue el quejigal, que cedió el sitio al carrascal donde las carac­ l/mi2/año, por término medio. PARDILLO COMUN (Acanthis cannabina). PINO LARICIO (Pinus nigra) terísticas del suelo o una mayor sequedad TXOKA ARRUNTA [A ] C AÑAD A ambiental favorecían a la encina carrasca. En la denominación Pinus nigra se Hoy ambas especies se asocian y forman Pájaro de la familia Fringilidae, de tonos agrupa una serie de especies y variedades En la parte alta del paseo, aprovechamos bosques mixtos, como el de Ipasate, más pardos. Longitud, 12-13 cm. El macho luce consideradas diferentes en otros tiempos y una vieja cañada, que unía las sierras del los barrancos y laderas del paco del portillo en época de reproducción manchas rojo hoy incluidas por sus afinidades en una Perdón y de Andía a través de Belascoain, de Ecoyen, S. Esteban y altos de Villanueva. carmín en la frente y pecho. Cabeza gris. superespecie. Distribuida en áreas ribere­ Salinas de Oro, Muniáin de Guesálaz y Ur- El bosque de Ipasate, bien conservado, Pico cónico, fuerte y gris-pardo. Dorso par­ ñas del Mar Negro, en España existe una danoz, en val de Goñi. Cañada importante ofrece, además de las dos especies citadas, do-rojizo algo estriado. Alas de plumas más v a rie d a d , Pinus nigra hispanica o Pinus cuando Franco Andía era facería de toda serbales mostajo y de los pajareros, con largas ribeteadas de blanco. Cola pardo os­ c iu s ia n a , que ocupa extensas manchas Navarra. La cresta y la zona que recorremos nutrido sotobosque de boj, rosales silves- curo con mancha blancas. Patas pardo-ro­ desde el Pirineo hasta Granada, pero no sadas. La hembra viste en el dorso tonos llega a Navarra, donde las masas existentes más suaves, con manchas estriadas oscu­ son de repoblación y la mayoría se nutren ras, al igual que el pecho, sobre fondo de las variedades Pinus nigra austriaca y P i­ crema, sin tonos rojos, y garganta gris nus nigra maritimae. Esta es la que puede blanquecina. Los jóvenes son parecidos a considerarse en rigor pino laricio. Es árbol la hembra. Vuelo ondulado, con reclamo esbelto, que sobrepasa los 30 m. de alto, y el continuo; casi siempre en grupos, mayores metro de diámetro de tronco, recto hasta la en invierno, junto con otros fringílidos y punta. Tiene corteza gris rosada, con ligeras gorriones. Vive en terrenos abiertos y es fisuras, que son grietas profundas en ejem­ típico de tierras baldías. Se posa en lo alto plares viejos. Copa cónica regular, con ra­ de matas y arbustos. Canto potente y agra­ mas horizontales pequeñas, espaciadas con dable, a veces en coro. Come granos y regularidad. semillas, en especial de plantas silvestres, Hojas aciculares, de dos en dos, elásti­ pero también le gustan las de lechuga, na­ cas, de 12-18 cm. de largo, verde intensas, bos y otras cultivadas. Cría en colonias retorcidas en ejemplares jóvenes. Flores sueltas: nido en forma de copa, con rami- masculinas en racimos, como pequeños to­ tas, hierbas y musgo; colocado en arbusto, neles rojizos; las femeninas, de 5 mm., en con frecuencia espino, enebro o boj; lo forma de huevo, rosadas. Piñas apuntadas, tapiza con lanas; dos puestas anuales de 5-8 cm. Florece en mayo-junio; las pi­ -primavera y verano- de 4-6 huevos, incu­ ñas maduran en el segundo otoño. Llega a bados 12-14 días; pollos nidícolas 13-14 vivir 500 años. Crecimiento mediano a rá­ días. Distribuido por la mayor parte de Eu­ pido. Soporta sequías prolongadas y tem­ ropa, salvo el N. de Escandinavia. Las po­ peraturas duras. Turnos de explotación de blaciones septentrionales migran, en ban­ 80-120 años. Madera comparable a la del dos no muy grandes pero compactos. Pre­ pino royo. Es la especie más utilizada en sente en toda Navarra. Común como pájaro repoblaciones en la zona media y partes de ja u la . altas de la vertiente cantábrica con buenos Ipasate. resultados. Q Epároz, carretera a Elcoaz. Echamos a andar por la pista hacia la derecha, ® damos vista a Aizcurgui, dirección NE. que sube y deja a la izquierda la (5) al que llegamos por camino que se une por la derecha y describe amplio arco. ® ermita de Santa Fe. Seguimos Los pinos ahogan las ruinas del pueblo. Salimos por camino al NE. ( 2) la pista, porque el viejo camino a Escániz está roturado. © Bifurcación: a la izquierda. Camino casi llano, por la cresta de la loma. Junto a borda semioculta por robles, ® Entre dos bloques de piedra, al fin del campo, vamos por el borde delcampo, sobre el río y retrocedemos hasta (ío) cruce de caminos: desechamos el que va a Adoain y escogemos el de la izquierda, que nos hace bajar. ® vado, por el que el camino sube y luego se hace senda semiborrada entre pinos de repoblación. A la izquierda queda barranco. Cruzamos un arroyo y subimos a (i) Salimos a un raso, campo antiguo. Lo bordeamos por la parte baja y nos @ Escániz. De aqu í, por pista arreglada, y por adentramos de nuevo en el pinar. Tras un zigzag, el sendero a media ladera ® puente que cruza el río, en la unión de dos valles, y por la pista, hasta Santa Fe, © sale a zona despejada, en que afloran margas. El camino, al NE., ancho, nos mete entre pinos y

...... 750 .....“ © (Ti T ------"-- ~* ...... 700 ...... <«> I © ® ® 1 p y [ ? — 650 ------600 ------— i -——¡ 550 0 Kms. 7 Kms. 76. Aizcurgui-Escániz negras. Reclamo habitual es siseo silbante, como si pidiera silencio. Muy adaptada a la Epoca recomendada: Primavera y otoño presencia humana, ocupa campos, cultivos, prados con arbolado disperso, ciudades, corrales. Nocturna. De día se oculta en ca­ vidades de árbol, cuevas, ruinas y torres. De Aizcurgui es un despoblado en Urraul noche busca su alimento, basado en mi- Alto, valle entre el Irati y el Salazar. El valle cromamíferos, más pájaros -gorriones, es­ a principio de siglo censaba casi un millar torninos, etc. sorprendidos en sus dormi­ de habitantes y ahora apenas pasa del deros-, insectos y reptiles, cazados en centenar y medio. En Aizcurgui, deshabi­ vuelo, pero con frecuencia mayor en el tado hace varias décadas, se hicieron suelo. Vuelo silencioso y ágil; cernido mo­ plantaciones de pinos, que hoy invaden el mentáneo. Se instala en torres, ermitas. pueblo, cuyas ruinas dan cobijo a un re­ Atraída por ratones e insectos, se acerca a baño de ovejas y asiento a una pareja de la luz, lo cual ha originado la conseja de lechuzas. Paisaje agreste y sedante, sin que se bebe el aceite de las lámparas. Los grandes bosques ni cultivos, asentado en el restos de sus presas no digeridos los de­ flysch terciario. Cerca de Aizcurgui afloran vuelve como pelotas o egagrópilas. El aná­ las margas. Las lluvias suman unos 900 lisis de éstas permite establecer su dieta y l/m2/año, los inviernos son fríos y los vera­ la fauna de micromamíferos del territorio. nos soleados. Vive en parejas o solitaria, salvo en época de cria. No hace nido. Pone en sus escon­ (A] ERIALES O LLECOS drijos 4-8 huevos, a veces dos veces al año, si la población de ratones es numerosa; Los llecos suben hasta las alturas y no es tras incubación de 32-34 días, nacen pollos difícil concluir que el esfuerzo de estos cul­ Pinos víctimas de la procesionaria. nidícolas que vuelan a las 6-7 semanas. tivos debía ser enorme y las cosechas poco Distribuido en casi toda Europa, menos Es- lustrosas. Los campos actuales están en los candinavia y países bálticos. Coloniza todo fondos de valle. Aquí tuvo plena aplicación se defienden de frío. Las orugas salen al estos bosques gato montés, fuina, zorro y el territorio navarro. Es sedentaria, pero la agricultura itinerante. Talaban o quema­ morir el invierno y en hilera de hasta seis tajudo y abundantes jabalíes, amén de al­ con movimientos dispersivos, en especial ban una parcela de bosque, la cultivaban metros se trasladan a otro árbol o se entie- gún corzo. Los jabalíes, devotos de las be­ los jóvenes. La ley le protege, pero los ca­ dos o tres años hasta que la fertilidad re­ rran para metamorfosearse en mariposas llotas, prefieren los quejigales, aunque se zadores la abaten y es también víctima del sultaba triste y abandonaban la parcela. El nocturnas, forma adulta del insecto. Las mueven por los pinares. tráfico, porque en noches lluviosas caza en bosque, según fuera su situación, volvía a orugas necesitan tres años para su desa­ la superficie asfaltada de las carreteras. cubrir el erial y años después se repetía el rrollo. Durante su vida activa consumen ciclo, o por el contrario no se regeneraba el hojas aciculares de pinos. Si la plaga es [D] SANTA FE arbolado y los suelos degradados por la fuerte, desnudan y matan a los árboles. En erosión los cubrían bojes y ollagas. Se ven estos montes viven ardillas y sus predado­ Santa Fe de Epároz o de Ezcániz o de campos abandonados no hace mucho, ves­ res las martas. Baratzagaiz se levanta en un cruce de ca­ tidos de hierba, al principio, más tarde cu­ minos: a Ongoz, a Aizcurgui y a Ezcániz. Es biertos por cardos, ollagas, espinos negro y [C] QUEJIGALES construcción rural y modesta, que alberga luego enebros comunes. Los aprovechan un claustro desigual y tosco, una iglesia mal que bien ovejas rasas. La totovía puede Los bosques primitivos de esta zona los gótica y un hórreo destacado dentro de los ser el pájaro más representativo de estos dominaba el quejigo, con pinos royos en pirenaicos y recién restaurado. En Santa llecos. El zorro hace de ellos su cazadero, los claros de las frondosas. Es la formación Fe, centro espiritual del valle, al que acuden así como el ratonero común o galforro y el botánica bautizada como quejigal navarro, en romería, se han instalado y crían gorrio­ águila culebrera. transición entre el hayedo y pinares de nes, estornino negro y lechuza. A ésta la montaña y los carrascales y encinares me­ delatan las deyecciones blancas en las vi­ [B] PINARES diterráneos. Los quejigales han cubierto gas del claustro. más espacios en el E. que en el O. de El pino royo, albar o silvestre, especie Navarra; en el área occidental las carrascas autóctona, oportunista y pionera, cubre los casi contactan con las hayas. El quejigal huecos entre los quejigos e invade amplios primigenio, diezmado, ha cedido el terreno campos. Pese a su vitalidad, no adquiere a los cultivos y al pino royo, más pugnaz, aquí grandes desarrollos, dada la degrada­ pero restan buenas muestras en el camino, ción de los suelos. Muchos de los pinares que baja a Ezcániz y a lo largo del paseo en de este paseo son de repoblación, hecha rodales dispersos. Se ven abundantes arces con pino laricio. Algunos aparecen arrasa­ comunes, algún acirón (Acer opalus), serbal dos por la procesionaria y por el fuego, de los pajareros, serbal mostajo y en el FRESNO DE HOJA ESTRECHA (F ra x in u s como entre los hitos 9 y 10. La procesiona­ sotobosque mucho boj. Enebros comunes y angustifolia) LIZA R R A ria se revela para el profano en los bolsones pacharanes medran en las áreas claras, sin blancos, fijos en las puntas de las ramas, faltar espino albar o gurrillón. En los bordes Arbol de la familia Oleaceae, de 10-15 m. trabajados con un a modo de fieltro de hilo de los campos crecen fresnos de hoja es­ de altura -puede alcanzar los 20 m -, de blanco, en cuyo interior cientos de orugas trecha, posiblemente plantados. Pueblan tronco derecho y grueso y ancha copa; suelen estar desmochados y presentan troncos muy gruesos, menor altura y copa muy amplia. Hojas caedizas, opuestas, compuestas, terminadas en el extremo con un folíolo. Los folíolos 5 6 7, sentados y lanceolados, con bordes aserrados; peciolo' largo y acanalado. Flores precoces -febre- ro-marzo-, casi desapercibidas. Frutos en sámara, con ala coriácea en forma de len­ güeta apuntada, maduros a fin de verano. Vive en llano y en el piso montano -hasta LE C H U ZA (Tyto alba). O N TZA ZU R IA los 800 m. de altitud-, en suelos húmedos y sueltos, indiferente a su naturaleza; soporta Unica especie de su familia Tytonidae sequedad ambiental en regiones templadas. dentro del orden de rapaces nocturnas, Aislado o en grupos reducidos, se asocia Strigiformes. Es ave de 35-38 cm., de lon­ con alisos, chopos, sauces, álamos en so­ gitud, envergadura de 90-95 cm. y 350 gr. tos y riberas de ríos. Vive unos 150 años; de peso medio. Parte superior de color crece rápido hasta los 60. Espontáneo en N. amarillo rojizo con manchas grises salpica­ de Africa, Portugal y España. Ocupa en Na­ das de pintas blancas. Alas blancas por varra la zona media y Ribera; el N. queda debajo y por arriba similares al dorso. Cola para el fresno común; la muga entre uno y rojiza barreada. Pecho y vientre muy claros, otro es la Cuenca, pero sube bastante por en unos ejemplares es blanco puro y en los valles pirenaicos. Madera de bonito ve­ otros crema. Cabeza grande, con disco fa­ teado, elástica y resistente, útil en carrete­ cial blanco con ribete pardo. Ojos negros y ría, mangos de herramientas, ebanistería. desmesurados. Pico blancoamarillento, Leñas y carbones de gran calidad. Hojas poco saliente, curvo. Patas más bien largas, muy apreciadas por el ganado. La corteza La torre muda de Aizcurgui, invadida por la vegetación. emplumadas hasta las uñas, desarrolladas y provee de sustancias medicinales. □ Napal. Salimos por camino al N., bien señalado, que pasa bajo la Peña de Arriba. © Collado: bajada entre bojes, hacia el barranco. Senderos entrelazados. © Collado con bifurcación: a la izquierda. Espléndida vista panorámica. (jo) En el hondón, el camino parece más claro. Va por la parte izquierda, y © Pequeña balsa. El camino, en monte, casi llano; luego sale a pastizal. al abrirse el valle, cruza la barrancada. El camino queda interrumpido @ Cruce: seguimos recto. Después de pequeño collado, (t|) por un campo. Lo bordeamos hasta © ermita de S. Esteban y bordas de Ugarra. Escogemos camino hacia el N. @ Bordas de Abajo. Tomamos el camino de Berroya a Napal, en sentido E., que © que dejamos enseguida y tomamos otro a la izquierda, que baja y @ atraviesa el barranco. © atraviesa un barranco y luego sube. © Un camino se deriva a la derecha: seguimos recto, y © Balsa y fuente de Ugarra. Camino hacia el SW., que nos devuelve al camino © ya a la vista de Napal, salvamos otro barranco. Y tras visitar una fuente, llegamos anterior, hito © , que pronto abandonamos. a Napal, Q . © Al final de los campos, dejamos el camino y seguimos a la derecha, la cañada desdibujada entre bojes y carrascas, en dirección SW.

0 Kms. 7,420 Kms. 77. Ugarra

Epoca recomendada: primavera y otoño.

Ugarra es un viejo pueblo del Roman­ [D] MATORRAL zado. A principios del siglo XI Santa María de Ugarra era propiedad de Lisabe, en La degradación de los bosques primige­ Lumbier, y en 1042 García el de Nájera lo nios -tablas, incendios, roturaciones, pas­ donó a Leyre. Despoblado ya en 1411, per­ toreo- depara matorrales abundantes o teneció después al palacio de Artieda y en suelos mondos en que asoman las margas. 1736 su iglesia de San Esteban era abadía Arbustos de carrasca, bojes, enebros co­ rural agregada a Napal. En Napal queda hoy mún y de la mira, tomillos y ollagas forman una familia. aquellos, en los que se mueven curruca rabilarga, pardillo, tarabilla común y acen- 0 U G A R R A tor. En áreas más clareadas se presentan bisbita campestre y collalba rubia. El paseante, tras una subida, se encuen­ tra el valle colgado, amplio, con campos de [E] CAÑADA REAL cereales y de forrajes, pastizales y bordas y rediles semiocultos por el boj. Lo que fue El paseo va desde Ugarra a las Bordas de ermita de San Esteban domina el conjunto. Abajo -en que se asienta una pareja de Hace años desapareció la imagen y hoy el mochuelos- por la Cañada real de los sala- templo es almacén de forraje. En las pare­ cencos. Esta arranca cerca del Orí, baja por des asoman lagartijas y bajo las tejas crían Izalzu y Ochagavía y serpentea el fondo del los gorriones chillones (Petronia petronia). valle por Escároz, Oronz, Esparza y Sarriés, Las bordas se desmoronan. Pastizales y lle­ desde donde por monte y términos de Izal, cos, muy pelados, han sido cultivados al­ se acerca a Adoain y por Zabalza, Ugarra, CURRUCA RABILARGA (Sylvia undata) O TA guna vez. Los cereales están dando paso a Murillo-Berroya sale a Lumbier; de aquí si­ TXINBO cultivos forrajeros y pastizales. Alondra, tri­ gue por monte a Aibar, Gallipienzo, Ujué y Pájaro de la familia Muscicapidae, pe­ guero y totovía viven en este paisaje Murillo el Fruto a Carcastillo, desde donde queño: de los 13 cm. de largo buena parte a b ie rto . enlaza con la cañada de los roncaleses y es cola, en general levantada. El macho Idocorri-Ugarra es una estación megalí- entra en la Bardena. Hoy apenas la recorre viste dorso pardogrisáceo oscuro, con alas tica cuyos monumentos salpican el en­ algún rebaño de Adoain. Los rebaños de y cola en pardo oscuro ribeteado de gris; torno. Hay tres dólmenes, de dimensiones Salazar viajan en camión. En Petrina, junto partes inferiores de pardo rojizo; cabeza modestas, descubiertos al final de los años Napal y la Pena de abajo. Al fondo la sierra de Leire. a la boca de la foz, bajo los grandes bojes grisácea por arriba, con pico negro y pár­ 50 por T. López Sellés. que cercan la ermita hay mosqueras. pados de rojo vivo; patas pardoamarillen- tas. La hembra luce espalda más parda y pecho más claro. Habitante típico de mato­ |B ] LA FOZ de los cortados. Roqueros rojo y solitario rrales, con frecuencia espinosos, se adapta -éste de azul m etálico- aflautan sus cantos Las rocas de la zona son, en su mayor al matorral mediterráneo de enebros, cos­ en vuelo. En el bosque habitan arrendajo y cojas, jarales, sabinas y a las landas de parte, terciarias, del Paleoceno y principios paloma torcaz, pito real, carboneros, pin­ del Eoceno. El flysch, con abundancia de argomales atlánticos. En terreno arbolado zón, mirlo, petirrojo y chochín. El jabalí margas, ocupa el llano de Ugarra y sigue cede el lugar a la curruca carrasqueña. Agil tiene aquí refugio y despensa, como fuinas hacia el N. y también al S. de la banda de en ej interior de los matorrales, más parece -aquerenciadas a roquedos-, tejón y zorro. calizas y dolomías que levantan Idocorri, las ratón que pájaro: vuela bajo de uno a otro y se encarama en lo alto del arbusto para pendientes del área de la foz y los terrenos [C¡ B A LS A en que se asientan Napal y el camino a zambullirse en la maraña. Vive solitario o en Berroya. Las aguas han excavado esta Acaso artificial, nutrida por la fuente, ro­ parejas, en época de celo y defiende su banda y tallado los cantiles de la Foz. El deada de prado húmedo poblado de jun­ territorio frente a congéneres; canto ras­ arroyo está seco gran parte del año. El cos, es abrevadero de ovejas. En ella cre­ pante, incluso en días buenos invernales. conjunto de la foz es un islote bien conser­ cen larvas de libélulas y otros insectos, y Consume insectos y otros invertebrados; en vado, muestra válida del bosque mediterrá­ bajo algas y plantas acuáticas se ocultan primavera, despacha gran cantidad de oru­ neo, cubierto por encinas carrascas entre­ ranas verdes. Tritones palmeados y jaspea­ gas. Cría en matorral, a poca altura: nido en veradas de raros quejigos. En el roquedo dos se acercan en primavera y realizan la forma de copa, armado con ramillas, hierba criaron hace años los buitres, que hoy se puesta así como sapos común y corredor, y musgo: 3-5 huevos, con dos puestas posan allí. Los aviones roqueros revolotean ranitas de cuneta y de San Antonio. En la anuales, en primavera; 12-13 días de incu­ tenaces cerca del acantilado en busca de charca eventual, ocasionada junto al hito 2 bación; pollos nidícolas 12 días. Distri­ insectos; pegan su nido a la roca extraplo- por la nueva pista, se han instalado ya ra­ buido, en especial, por el Mediterráneo Oc­ mada. Chovas piquirrojas crían en rendijas nas verdes. cidental: ocupa Iberia, N. del Mogreb, S. y W. de Francia, S. de Inglaterra, grandes O LL A G A (Genista scorpius) islas del Mediterráneo Occidental y S. y centro de Italia. En Navarra puede presen­ Ollaga, aliaga, alliaga, ilag'a son nombres tarse en todo el territorio, salvo en bosques populares de unas especies del género G e­ y zonas de montaña; es rara en el área nista (G. anglica, G. hispanica, G. occiden- cantábrica, en la que aparece sólo en ar­ talis, G. s c o rp iu s ) e incluso del E c h in o s - gomales. Especie protegida. partum horridum, cuyo nombre popular verdadero es erizón. Es arbusto de la fami­ lia Leguminosae, espinoso, muy ramificado, tieso. Las espinas son axilares y fuertes. Hojas simples, de 3-11 mm. de largo por 1,5-2 mm. de ancho. Flores en ramas que salen de las espinas o directamente de és­ tas, con pedicelo de 2-5 mm., amariposa- das, de 7-12 mm., amarillo-anaranjadas, de enero a julio. Frutos, legumbres de 15- 40 mm., sin pelos. Crece en colínas áridas, áreas de matorral, campos abandonados, tierras bajas y montaña media. Distribuido por España y S. de Francia, en Navarra se da en zona media y Ribera; no aparece en la montaña húmeda. Invade eriales y tierras incultas. De las flores parece que se ha obtenido un tinte amarillo y que fermenta­ das con azúcar, dan un estimulante. Las abejas liban de las flores, pero la miel obte­ nida, fuerte, no goza de aprecio. En la foto, la ollaga florida ha recibido la Visita de un Borda, campos y pastizales de Ugarra. Al fondo la pena Izaga. roquero rojo. Q Cruce de carretera de Ostiz con la de Marcalain a Guerendiain. Tomamos la que va a Guerendiain. (i?) Ya en este pueblo, continuamos por la carretera a Gorronz-Olano, que

(7 ) Guerendiain. Seguimos hacia (Í2) cruza el río Arquil. ( 2) Cenoz. Junto a la casa levantada a la vera de la carretera, seguimos por camino asfaltado a la izquierda. @ Poco después del km. 1, y tras una revuelta, dejamos la carretera y vamos por camino peatonal que (i) Bifurcación: recto por camino asfaltado. encontramos a la izquierda y ( J ) A la derecha, cementerio de Cenoz. desemboca en la carretera que une Gorronz y Olano. La seguimos a la izquierda, y llegamos a ( D Bifurcación, al entrar en el bosque: a la izquierda. El camino va por el borde del bosque; a la izquierda, © Olano. Escogemos el camino de la venta. Casi horizontal. Va por bosque. las praderas. (j6) Bifurcación: a la derecha. (? ) Bifurcación: a la derecha. Nos internamos en el bosque. (l7) Cruce: a la izquierda. Sale del bosque. ( 7) Cruce, en el borde de una pradera: a la izquierda, por un sendero que la bordea. © Venta de Guelbenzu: tomamos la carretera a la izquierda, y vamos (? ) Vado del río Ulzama, que puede ofrecer dificultad. El puente, metros aguas abajo, en estado precario. (19) hasta antes de la revuelta, en que entramos en camino a la derecha. Hay una madeja de caminos, que Después de cruzar, sendero a la izquierda, junto a bosque de robles; luego, a la izquierda va una pradera no dificultan el encuentro con cercada. (20) pista amplia: la seguimos a la izquierda, y vamos por el bosque de Orgui ( 9) El sendero da en un camino amplio que seguimos a la izquierda, por lo alto de la loma, y sale a la (21) hasta salir a la carretera, junto a granja avícola. Desde ahí, por la derecha, hasta Q . carretera Lizaso-Larráinzar. La seguimos a la izquierda, hacia Lizaso.

^ © ® ® 18) (19) (20;

8 Km. 0 Km. 78. Ulzama [C] RIOS El Ulzama nace cerca de Velate, y pasa aguas o en la orilla, en cuya vegetación hay Epoca recomendada: todo el año. por Orquín; a los pies de Guelbenzu recibe ruiseñor bastardo, mosquiteros, currucas y al Arquil, que baja de Elzaburu y cabrillea mirlos. Los tarines o luganos invernales, por Auza, Larrainzar y Lizaso; y rinde aguas que crían en países nórdicos, se posan en al Arga junto a Villava. Chopos, alisos y los alisos, cuyas semillas consumen. El Valle de Ulzama, conocido como uno pequeños aluviales cuaternarios de las ve­ sauces escoltan sin descanso su curso en de los paisajes más amables de Navarra, al gas y un breve diapiro alargado -en el que el valle. Los sotos son estrechos, casi una pie de las montañas que señalan la divisoria se levanta Lizaso-, donde afloran arcillas hilera de árboles o arbustos, excepto las de aguas, tiene clima lluvioso -1.100 l/m2/ triásicas y ofitas. La facilidad del trazado choperas, más anchas. El río se anima con [D] BOSQUE MIXTO año- con veranos relativamente secos. El puede tener el inconveniente de los viejos truchas, barbos comunes, madrillas, chipas Entre Olano y la venta de Guelbenzu atra­ paseo discurre sobre terrenos formados en caminos, abandonados y sucios, y del y lochas. Las chipas son abundantes. La vesamos un bosque mixto -robles pedun- el Cretácico -margas y flysch-, salvo los puente de madera arruinado. contaminación no es grave, pero no cabe ignorar los vertidos crecientes de granjas y culados y hayas- transición del hayedo las basuras y desperdicios que recibe el río puro que viste las laderas en paco y los por parte de agradecidos excursionistas y altos. Es bosque más sombrío, sin apenas cordiales domingueros. Martín pescador y hierba, tapizado por hojarasca y con soto- lavandera cascadeña se mueven sobre las bosque de boj.

Vista desde Guelbenzu - Elso, Urrízola y Galain, en las laderas de Arañoz

[A] PRADERAS SAUCO NEGRO (Sambucus nigra). ZIO R R IA CAMACHUELO (Pyrrhula pyrrhula) GAILUPA La ganadería, volcada en la producción verse el raro pico menor (Dendrocopos mi- Arbusto de la familia Caprifoliaceae, alto lechera, ha impuesto en Ulzama las vacas n o r), que tiene aquí su única cita navarra; de 2-5 m., con copa densa y redondeada Pájaro de la familia Fringilidae, similar de pardoalpinas y frisonas -blanquinegras, en mirlo común y zorzal son residentes, así desde el suelo. Puede tomar forma de ar- tamaño al gorrión; menos de 15 cm. de su mayoría- que han hecho olvidar la raza como carboneros común y palustre, herre­ bolillo, cultivado. Ramas gruesas con abun­ largo. El macho tiene pico cónico, recto, del país, productora de carne. En invierno, rillos común y capuchino, petirrojo, aga- dante médula blanca, corteza pardo grisá­ corto, negro. Negra también la parte supe­ las praderas reciben también ovejas lachas teador, trepador, camachuelo, pinzón, cu­ cea como corcho, y en adultos agrietada y rior de la cabeza. Espalda, gris azulada. y yeguas, avecindadas durante el verano en rrucas capirotada y mosquitera, acentor escamosa. Hojas caducas, grandes, Obispillo blanco. Alas y cola negras. Cuello, los montes del valle. Las praderas de siega, común, mosquiteros común y papialbo y opuestas, compuestas, lanceoladas con pecho y vientre, carmín vivo; vientre poste­ que alternan con algún cultivo forrajero, se zarcero común. En otoño e invierno se ins­ bordes aserrados, y 5-7 folíolos -uno term i­ rior, blanco. Patas negras. La hembra luce cierran con alambradas o setos vivos o ár­ talan aquí palomas torcaces y becadas. El nal-, lampiñas en el haz y velludas en el el mismo diseño que el macho, pero con boles sueltos, y forman un paisaje variado robledal facilita la observación cómoda de envés. Flores de abril a junio, blancas, olo­ espalda gris-parda y pecho pardo claro. con los bosques y sotos fluviales. Los se­ estas aves. rosas, en grupo como corimbo, erecto al Canto débil y monótono; reclamo, una nota tos son de arces comunes, aligustres, sau­ principio y luego colgante. Frutos maduros aguda repetida sin cesar. Vive en bosques, ces de hoja ancha, espinos, cornejos y en agósto-septiembre: bayas negras y re­ jardines, parques y campos con setos; li­ zarzamoras. Los frecuentan los lagartos dondeadas. Vive suelto en lugares frescos y gado a árboles: apenas se posa en el suelo. verdes y los erizos, nocturnos. La cule­ húmedos, indiferente a la composición mi- En parejas; en invierno se reúne en peque­ bra verdiamarilla (Co/uber viridiflavus) es meralógica: setos, bosques, márgenes de ños grupos. Vuelo ondulado, en que mues­ común en Ulzama. Vacas y ovejas reciben río, claros de bosque. Se extiende por casi tra el obispillo. Sedentario, pero las pobla­ compañía de lavandera gris y bandos de toda Europa. En Navarra, en zona media y ciones noreuropeas son migrantes y reba­ estorninos negros, asentados desde hace Montaña; es más frecuente en el área hú­ san por el S. el área normal de la especie. poco con fuerza en la zona. El galforro es la meda. Pero, cultivado de antiguo, es difícil Come semillas, yemas, frutos, brotes de ár­ rapaz más común, pero no faltan cernícalo determinar su distribución natural. Se re­ bol, por lo que causan graves destrozos en y aguilucho pálido. En las praderas buscan produce bien por semilla o esqueje de ra­ frutales. Arma el nido sólo con ramillas y insectos corneja negra y picaraza, que crían milla de un año plantado en primavera. raíces, poco compacto, a poca altura, en en los sotos o el robledal. Y especies típicas Crece rápido en la primera edad. Madera árbol tupido o cubierto de hiedra; 4-5 hue­ de este paisaje abierto son alcaudón dorsi- amarillenta y de fibra gruesa, homogénea, vos, en una o dos puestas anuales; incuba­ rrojo, escribano cerillo y bisbita arbóreo, sin utilidad dadas sus dimensiones. Es or­ ción, 12-14 días; pollos nidicolas 14-15 sustituidos en otoño por bandos de alon­ namental, por su follaje precoz, flores y días. Distribuido por gran parte de Europa; dras invernantes y grupos de bisbitas co­ frutos, gustosos para los pájaros. Las flo­ falta en Iberia, salvo el N., y zonas costeras munes y zorzales reales y alirrojos. res, secas y quemadas, valen para sahumar mediterráneas. En Navarra es especie ca­ las inflamaciones del cuerpo; su infusión es racterística de los bosques húmedos y re­ \B] ROBLEDALES sudorífica y calmante. Las hojas, en infu­ sulta común en toda el área cantábrica y en sión, también son sudoríficas. Los frutos los dominios del hayedo y robledal, raro en El robledal tendido entre Cenoz y Larrain- cocidos son depurativos y hacen brotar, quejigal y ausente en el de la encina-ca- zar y el de Orgui, entre Olano y Gueren- según es fama, las erupciones del saram­ rrasca. No aparece, pues, en la Ribera, ex­ diáin, son de las escasas masas de roble pión y viruela tardas en aparecer. La cor­ cepto en invierno. Pájaro de jaula, por su pedunculado instaladas en zona llana de teza es diurética. A estas virtudes las con­ vistosidad. Especie protegida. Navarra. En el trayecto no se observan ro­ sejas añaden otras fantásticas. Ya en el s. bles tozos o marojos (Quercus pyrenaica), XIII, S. Alberto Magno se refirió a la creen­ presentes en otros bosques ulzamarras. cia de que la corteza desgajada de arriba Son bosque agradables para el paseo, algo abajo era laxante y de abajo arriba, vomi­ aclarados, alfombrados de musgo y césped, tiva. Otros saúcos son el rojo (S a m b u c u s salpicados de arce común, espinos, acebo, ra ce m o sa ), también arbustivo y con frutos saúco y roble americano, y ricos en pájaros: rojos, y el yezgo o sauquillo, anual y de además de pito real y pico picapinos, puede El robledal de Orgui frutos negros. u r z a iK q ü í Navarzato > ......

Urzainquí'

Roncal, Ermita da San Sebastián

Ermita de San Sebastián Vidángoz Garde Ermita d8 la

» Q e m r - Arnaguerre

Txapardoia-

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< < ? %? Barranco > /Cerro C / 7 Z^tlel Molino

Argaraia

Roncal. Por el barrio del Castillo, junto a la iglesia, sale el camino, llano, que sigue (7) Bifurcación: a la derecha, por la ladera en carasol. Una curva nos salva el barranco. el valle. Pequeñas huertas. En seguida, (7) Junto a huertas tapiadas, atravesamos el arroyo y en el cruce seguimos el camino (D Navarzato. que mantiene la dirección anterior; al principio, algo abarrancado. (f) Llega camino por la izquierda, que seguimos. © Bifurcación: a la derecha avanza el camino que va a huertas: seguimos recto; a la (ÍO) Se juntan los barrancos y el sendero toma la orilla izquierda y se aleja del lecho, y derecha queda antigua huerta cercada con cobertizo. ya abajo (5) Bifurcación: seguimos recto, casi horizontal. Camino cubierto por árboles y boj, (ñ) da en la carretera de Garde, a la vista de éste. La seguimos rumbo a Roncal. como en galería, que se ensancha, en una (t|) Dejamos la carretera y vamos por pista asfaltada, a la derecha, que sube a trans­ (?) cascajera. Dejamos la orilla derecha del barranco y lo cruzamos por pontarrón formador eléctrico. Antes de llegar a éste, de madera. Comenzamos la subida. (Í3) dejamos la pista y por camino a la derecha, tras ligera subida, bajamos a ® Fuente con abrevadero. El camino sube en zigzags hasta el ( ) carretera general a Roncal, que nos devuelve a Q , (¿) Collado. El sendero va por la loma. 14 79. Navarzato \C\ RIO ESCA Y BARRANCO DE GARDE El Esca, principal arteria fluvial del valle sados en rocas o en plena zambullida, y el Epoca recomendada: Primavera de Roncal, atraviesa las sierras y montañas martín pescador en vuelo rasante sobre el alineadas en sentido E-W. En los aledaños río. Las nutrias son ya excepcionales, pero de Roncal es río truchero, sin posibilidad siguen presentes turones y desmanes. El paseo, por términos de Roncal y de anguilas, pues lo impide la presa de Chopos, sauces, espinos -«gurrillón»-, Garde, recorre viejos caminos entre los tres Yesa, que también yuguló el transporte de avellanos y algún tilo cubren las orillas. No lugares. Los terrenos se asientan sobre el las almadías. Los barbos común y de mon­ aparece el aliso. flysch eoceno, que modela relieves pronun­ taña -éste, en el valle, «culirroyo»- llegan El barranco de Garde, más modesto de ciados pero sin escarpes. Unas bandas de justamente hasta la zona y no suben a los proporciones, presenta similares caracte­ calizas cruzan el paseo y levantan los can­ tramos superiores; madrilla, chipa y locha rísticas. Los peces descienden al Esca en tiles de la Peña del Babueso. El paisaje es sí acompañan a la trucha. Son frecuentes verano, dado el delgado caudal del agreste y en su mayor parte boscoso. Los los mirlos acuáticos, que cabe observar po­ a flu e n te . cultivos se acomodan en el fondo de los valles.

[A] PINARES gantes con peciolo largo, delgado y flexi­ La posible vegetación original de la zona ble, que se mueven a la menor brisa; vellu­ debieron de ser bosques de quejigos y ro­ das en el envés al desarrollarse, luego lam­ bles con manchas de hayedo y abeto en las piñas y verdltiernas; redondeadas con altas umbrías. La intervención humana borde dentado y sinuoso. Flores en febrero- agrícola y pastoril ha hecho que los pinos, marzo, en amentos colgantes masculinos y al principio invasores tímidos de los claros cortos los femeninos. Semillas negras con de bosque, sean hoy la especie dominante borra blanca, que salen de cápsula parda y que viste amplias zonas y lleva camino de se diseminan en abril-mayo. Vive desde el colonizar otras. Los pacos muestran estu­ mar a los 2.000 m. de altitud; indiferente a pendos pinares, en los que crecen abetos; la naturaleza del suelo, soporta los ácidos. en los carasoles las masas de pinos son En pleno monte, a lo lejos, Navarzato En el Pirineo llega a los 1.500 m. Medra en más ralas, pero se regeneran espontáneas a suelos frescos y húmedos, arcillosos y silí­ ojos vistas. Esta invasión es bienvenida, tarde, no obstante, ha tenido pobladores. ceos sobre todo. Especie de llanura en el N. porque el pino es más rentable que el ha­ La iglesia románica de San Sebastián, hoy de Europa; de montaña, en el S. Distribu­ yedo y el quejigal. ermita, es una pequeña joya. Los de Roncal ción europea amplia: falta o escasea en el Los pinares albergan muestras de quejigo la arreglaron en auzalán. Las casas arrui­ S. y W. de España. En Navarra se presenta y roble, más alamo temblón, serbales y ar­ nadas se caen entre chopos, nogales y un en la montaña húmeda y en especial en los ces. En el sotobosque abundan boj y ave­ gran peral. Algún campo abandonado cer­ valles pirenaicos aislado o en pequeños llano y el enebro común en las solanas. tifica cultivos antiguos. grupos. Necesita mucha luz, por lo que re­ Corzos y jabalíes recorren los bosques. El chaza la vecindad de especies con sombra oso baja hasta el cercano barranco de ALAMO TEMBLON (Populus trémula). DISEÑO DE PICOS CARPINTEROS espesa: coloniza claros de bosque. Crece Urralegui y no sería raro que también se También, tiemblo. En Huesca, tremolín rápido al principio.Llega a vivir 120 años. acercase por aquí. Son lugares de martas y Arbol de unos 20 m. de alto, que en el N. Especie típica de bosque caducifolio, aso­ ardillas. En los pájaros dominan el pinzón, de su distribución alcanza los 30 m. de alto ciada a abedul, serbales y sauces. Madera carbonero garrapinos, reyezuelo listado, y uno de diámetro. Tronco recto y cilin­ ligera, porosa, blanda y blanquecina, dedi­ chochín y petirrojo, más herrerillo capu­ drico, de corteza lisa, blanquecina o gris- cada a fabricación de cerillas, palillos, ju­ chino, mirlo, acentor común, agateador verdosa, agrietada en la parte baja de guetes e interiores de muebles. En el N. de común y mosquitero papialbo. Se puede ejemplares viejos. Ramas rectas. Copa an­ Europa, para pasta de papel. Ornamental en observar tres especies de picatroncos: pito cha, redondeada y poco densa. Hojas col­ parques y jardines. negro, pito real y pico picapinos. Entre las rapaces, gavilán, azor y ratonero.

[B] NAVARZATO

Desolado a media legua de Roncal, es el único lugar histórico del Valle que ha su­ Pico picapinos frido despoblamiento. Sabemos que en 1085 el rey Sancho Ramírez y su hijo Pedro donaron su iglesia a Leire, junto con otras del Roncal. Esta incorporación supuso el cambio de rito y los de Navarzato se resis­ tieron de tal manera a la introducción del romano que el rey hubo de llamarles y mandarles sujeción. Navarzato debió de quedarse deshabitado allá por el siglo XIII y no lo recoge ningún censo medieval. Más

Y« r.

TU R O N (Mustela putorius) IPURTATXA, Pl- TOTXA

Mamífero de la familia Mustelidae, alar­ fluviales. Consume ratas, ratones, topos y gado, y de patas cortas: 32-40 cm. de otros mamíferos insectívoros, más pájaros, largo, más 13-18 cm. de cola; 500-2.000 gr. huevos, peces, ranas, lagartos y culebras. de peso. Pelaje con borra gris-amarillenta Nocturno y solitario, se desliza serpen­ visible entre el pelo marrón oscuro. Patas y teante o a saltos. Goza de agudo olfato, que cola en marrón negruzco. Cabeza con ho­ le facilita la caza. Se guarece en troncos cico corto, orejas pequeñas camufladas por huecos o grietas de roca; a veces en casas el pelaje, cara blanquecina con antifaz ma­ abandonas o corrales. Tapiza la madriguera rrón; cuello fuerte, grueso como la cabeza. con hierbas secas. Celo en marzo-abril; Las hembras suelen ser más pequeñas. Las gestación de seis semanas; 6-8 cachorros glándulas anales despiden un intenso olor blancos y ciegos, que se independizan en desagradable. Vive en bosques y matorra­ otoño. Distribuido en Europa, menos Es- les, a veces cerca de poblaciones; tiende a candinavia y la mayor parte de las Islas la vecindad de ríos y arroyos; en el S. de Británicas. Escaso en Navarra, pero pre­ Ermita de S. Sebastián de Navarzato. A la izquierda casa en ruinas Navarra sólo se instala en sotos y márgenes sente en todo el territorio. 13 Entrada de la foz. Subimos por el primer camino a la izquierda, que va entre © vaguada, en que abandonamos el camino y vamos a la-derecha, por la vaguada. viña y monte. © El sendero traza un arco y, (T) Al terminar el campo de cereal a la izquierda, dejamos el camino y avanzamos por © antes de volver al barranco, tomamos a la derechay porel borde de viñas, salimos al sendero recto en el fondo de una vaguada. Luego, © encuentro con camino que baja a la antigua caja de vía ferroviaria (Irati), hoy © cruza un barranco y ® pista entre Lumbier y Liédena. © se encuentra con camino ancho. (íl) Entrada al túnel. (J) Corral de Alzueta. © Salida del túnel. Seguimos el camino hasta ( 5 ) Cruce: a la derecha. Avanzamos entre campos hasta © entrada en túnel, que nos saca fuera de la Foz, Q . (p

JBff < S ) (J2) (W)

m 0 Kms. 5,6 Kms. 80. Foz de Lumbier

Epoca recomendada: Todo el año.

Lumbier, enclave bimllenario, se levanta \D¡ RIO IRATI entre los ríos Irati y Salazar, que se funden Este tramo se acomoda a las necesidades en la confluencia de Val. El Irati hiende la del barbo, que cría aquí buenos ejemplares. colina rocosa y sale a las vegas de Liédena, en las que encuentra al Aragón. En la foz Si nos asomamos al cauce desde el acanti­ tajada por las aguas puede entrarse a través lado de entrada los podremos observar. Las de dos túneles, horadados para un tren, el truchas son más escasas, pero en los pro­ Irati, desaparecido en la década de los años fundos pozos de la foz se ocultan piezas 50. Lo que fue caja de la vía es hoy carre­ que harían las delicias de muchos pesca­ tera. Es zona soleada, con unos 800 l/m2/ dores. Madrillas, barbos de montaña («cu- año y vientos frecuentes. lirroyos»), chipas, lochas y algún gobio componen la ictiofauna de este trecho del [A] GARRIGA Irati. Fuera de la foz, en las orillas de Val y de Biescas, las choperas bordean el río; La garriga es formación vegetal prove­ dentro, las sauces arbustivos. El martín niente de la degradación del encinar medi­ pescador y el mirlo acuático rayan la su­ terráneo. La componen matorrales ralos perficie del agua. sobre suelos calizos: coscoja, tomillo y otras especies aromáticas. En la garriga que cubre las laderas de la sierra de Leyre o de Lumbier y los alrededores de la foz que­ dan ejemplares arbustivos de carrasca, coscoja abundante, boj, tomillo, espliego, algún lentisco cornicabra (Pistacia tere- b in th u s ) y ollaga; no hay romero, propio de El monte parece cortado por un cuchillo tierras más áridas. Los tercos incendios provocados -cuyo fin es promover los bro­ tes tiernos y domeñar el matorral- favore­ [f] FOSILES cen a la coscoja. Lumbier ha mantenido Todo el paseo, pero en especial la bajada más que otros pueblos la cabrería: un pas­ entre el hito 6 y los cultivos de Aspra, de­ tor atendía las cabras de todo el vecindario. para rocas y piedras sueltas repletas de Hoy no han cabrería, pero su influencia pequeños fósiles, en forma de lentejas, con perdura en la vegetación. En la garriga po­ dibujos concéntricos: son los caparazones demos ver lagarto ocelado -gardacho-, calcáreos de los nummulites, que vivieron culebra bastarda y culebra de escalera. en los mares terciarios. El nombre hace Cantan alondra y hortelano; y la curruca referencia a moneda, cuya forma tienen. No rabilarga se mueve nerviosa entre ollagas y suelen medir más de 20 mm. de diámetro, tomillos. En los escarpes de la sierra crían pero pueden alcanzar hasta 6 cm. La iden­ los buitres, que patrullan la zona sin cesar. tificación de los fósiles, cuya existencia se Es frecuente la presencia de águila real y conoce en una época geológica determi­ quebrantahuesos. nada, facilita la datación de las rocas sedi­ mentarias. Estas que pisamos y vemos aquí se formaron hace 60-40 millones de años en el somero mar que cubría el actual valle del E bro.

\C\ FOZ VENCEJO REAL (Apus melba). M A LK O R T O M IL L O (Thymus vulgaris). EZKAIA. SORBELTZA Durante millones de años las aguas han Mata de la familia Labiatae, pequeña trabajado las duras rocas calizas y han ta­ Ave de la familia Apodidae, de forma pa­ -10-30 cm. de altura-, compacta, grisácea y jado el desfiladero -algo más de 1 km. de recida al vencejo común que cría en edifi­ muy aromática. Muy ramificada desde la largo, con desnivel máximo de 130 m - por cios, pero mayor: unos 22 cm, de largo, base; tallos blancos aterciopelados. Hojas el que se acelera el río. Al principio y al final 54 cm. de envergadura y peso aproximado lanceoladas, delgadas, de 5-9 mm., con ex­ el paso es hondo y estrecho y las paredes de 100 gr. El nombre científico significa tremo romo, márgenes enrollados y pelusa bruñidas se alzan verticales sobre el cauce. «sin patas»; las tiene, si bien son cortas y en el envés. Flores a partir de marzo, blan­ Dentro del desfiladero, el espacio se abre y las utiliza poco. Viste partes superiores de cas o rosas, pequeñas, con corola velluda muestra escalones o pisos en las paredes color pardo grisáceo con alas pardas, como en el exterior, agrupadas a modo de cabe­ abruptas. La erosión de las calizas provoca la cola, ahorquillada, aunque menos que el zuelas. Crece en laderas de carasol, sobre caídas de grandes bloques. Puede decirse vencejo común; pecho y vientre blancos, suelos rocosos, terrenos de matorral y lu­ que la foz estuvo intacta hasta la apertura como la garganta; alas muy largas, en gares bastante áridos, con preferencia cali­ de la vía férrea. Hasta entonces sólo la forma de hoz. Ojos grandes y hundidos. zos o arcillosos. Puede ser dominante y transitaban las almadías. Los paredones Pico corto, boca enorme, necesaria para formar tomillares. Vive desde la orilla del calizos se colorean en tonos rojizos por capturar insectos en vuelo. Muy ruidoso: al mar a los 1.500 m. Especie mediterránea, en causa del óxido de hierro que acompaña al volar pita con frecuencia y lanza grito Navarra aparece en áreas soleadas de la carbonato cálcico. Carrascas, sabinas, bo­ agudo. Vuela sin descanso, muy rápido, zona media y en la Ribera. A veces se cul­ jes y hiedras se anclan en lugares inverosí­ con aletazos veloces; puede planear. Siem­ tiva en huertas y jardines, con fines orna­ miles. Hay una buena comunidad de aves pre en grupos pequeños, de 5-20, en evolu­ mentales, culinarios o medicinales, porque especialistas en roquedos. Varias parejas ciones alrededor de las colonias de cría. se utiliza como condimento y en fabrica­ de buitres tienen el nido en lo alto de ios Diurno; de noche descansa en grietas de ción de perfumes y jabones. Como medici­ cantiles, así como una de alimoches, los cantiles, único lugar en que se posa. nal, estimula el apetito, es tónico digestivo, apuntados de cola y blanquinegros de si­ Consume insectos voladores. Vive en acan­ combate las lombrices, ejerce de antisép­ lueta. Las chovas piquirrojas nutren una tilados costeros y de montaña; a veces en tico y se usa en baños tonificantes. El timol, colonia ruidosa y amenizan el paisaje con edificios y puentes. Cría en grietas: ce­ aceite aromático, es el principal compo­ Los cortados llegan hasta el agua sus picados y ascensiones acrobáticas. menta con saliva el nido de plumas: 2-3 nente de su esencia. También se ven grajillas -córvidos peque­ huevos incubados 17-22 días: pollos nidí- ños de cogote gris-, vencejos reales, go­ colas mucho tiempo y perfectos voladores rrión chillón y aviones roqueros, que crían al salir del nido. Distribución europea: Me­ cerca del túnel de entrada. Hay palomas diterráneo y Alpes. En Navarra aparecen bravias, hoy muy raras, y hace años abun­ unas pocas colonias en el nacedero del dantes. La pareja establecida de roquero Urederra, foces de Lumbier y Arbayún, solitario, de librea azul metálica, es fre­ cortados del Esca, etc. Migrador: llega an­ cuente verla a la salida de la foz. tes que el vencejo común, dentro de marzo, y nos deja más tarde, en pleno otoño. Es posible comparar ambas especies, porque con frecuencia vuelan juntas. Especie pro­ te g id a .