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Presentación

l anterior número de LAZOS tuvo que ser reeditado por el interés que concitó su aporte sobre los desafíos que implica la construcción de lo intercultural. Esto nos E llevó a retomar el tema en esta edición junto con otras contribuciones de igual ca- lidad que, combinadas con una reflexión sobre el diálogo interregional y cuatro ensayos sobre la negociación marítima, la más paradigmática que ha llevado , nos mues- tran la necesidad de potenciar nuestras capacidades en el campo de la comunicación. La primera parte de la revista cuenta con aportes que —más allá del mero recuento his- tórico o diplomático— no tienen otro objetivo que el de indagar las razones por las que las negociaciones para retornar al mar no lograron avanzar. El tema es analizado por el ex canciller Javier Murillo de la Rocha, el embajador Jorge Gumucio, el analista de temas in- ternacionales Ramiro Prudencio y el historiador Fernando Cajías. Luego retomamos la reflexión sobre interculturalidad. En este marco se inscribe el tra- bajo de Paula Peña, que escribe sobre la construcción inconclusa de los conceptos de pa- tria y nación y por ende de nuestra identidad. Adán Pari, a su vez, sugiere que vivimos una confrontación radical entre diferentes. Sarela Paz, finalmente, plantea que no se puede pensar la interculturalidad al margen del tema de poder. En la tercera parte de esta edición ofrecemos seis artículos que exponen la importancia del diálogo en el actual periodo constituyente. Los dos primeros tienen como punto de re- ferencia a la Asamblea Constituyente: Virginia Ko- lle mira al cónclave de Sucre como una oportuni- Los temas de esta edición son dad para el diálogo, y en esto coincide con Kathia diálogo, negociación e Saucedo, que enfatiza en la necesidad de un es- fuerzo para construir un significado común que interculturalidad impregne la visión del nuevo Estado boliviano. Las cuatro siguientes propuestas combinan experiencias, oportunidades y riesgos a considerar en un contexto en el que el diálogo es un proceso urgente. En este camino, Elena Díaz comparte algunas lecciones aprendidas durante su práctica como experta en el tema y nos habla de las ventajas de pensar al otro con el corazón. Carlos Hugo Molina advierte sobre los falsos debates, que a la postre ani- dan en tendencias. Mauricio Lea Plaza sugiere la necesidad de impulsar un diálogo inte- rregional y la importancia de generar “empates” a este nivel. Finalmente, Jenny Cárdenas postula la condición pluriétnica de Bolivia como el tema de mayor importancia en el de- bate nacional. La entrevista no podía quedar fuera de este número. De ello se encargan Franz Barrios Suvelza y José Luis Roca, entrevistador y entrevistado, que redibujan el ma- pa político del país en una amena charla que da cuenta de la versatilidad de ambos en di- versos temas. Cerramos la edición con una crónica de César Rojas, en la que relata su encuentro con John Paul Lederach, uno de los grandes expertos mundiales en la construcción de paz y la mediación en conflictos y de cuya voz viene el consejo: no es suficiente zanjar el conflic- to, hay que transformarlo. Lectores de LAZOS, el banquete está servido.

Historia de una negociación sin fin

Desde hace 128 años Bolivia ha optado por la vía de la negociación para retornar al mar. Digamos que lo hizo obligada por las circunstancias, pues no

tenía las posibilidades de resolver este problema de otra manera, pero también por su clara vocación pacifista y por la debilidad intrínseca del Estado, que a esta altura de su historia se está recién

planteando temas que hacen a su construcción como una nación pluricultural. Nuestros

negociadores fueron diversos y utilizaron distintas estrategias.Todas ellas resultaron infructuosas, pues el problema sigue irresuelto y sus

consecuencias pesan cada día más en el desarrollo nacional y nuestra autoestima. En esta edición, la revista LAZOS se propuso

indagar los aciertos y los errores de ese largo y fustrado empeño por resolver un tema vital para el país. Para ello acudió a diplomáticos que estuvieron involucrados en las relaciones con Chile o con el Perú y que hablan desde su experiencia, pero también echan una mirada a la historia de esas negociar se requiere que las partes estén dispuestas relaciones desde una óptica enfocada a las a perder un poco para que ambas ganen. Los circunstancias que rodearon a cada negociación, ensayos nos hablan de Chile como un interlocutor cómo se elaboraron las estrategias y se las llevó duro, difícil, poco confiable. Se acercó a Bolivia adelante, cómo actuó la contraparte y la forma en cuando tenía problemas con sus otros dos vecinos. que Perú, el tercero en discordia, jugó sus cartas. Perú nunca fue neutral en el tema ni dio señales de Hay en estos ensayos muchos aspectos que salen a querer que éste se resuelva por territorios que le luz por primera vez o que tienen un enfoque pertenecieron antes de la Guerra del Pacífico, por el distinto al tradicional. A nuestros invitados les contrario, hizo que las negociaciones se hicimos notar que no queríamos un mero recuento complicaran y llegaran a punto muerto. No hubo histórico o diplomático, aunque ambos elementos presidente o canciller boliviano que no apostara a fueran ineludibles. Lo que le interesa a una resolver este centenario problema y terminar con el

“pinponeo” al que nos han Los ensayos nos hablan de Chile como un sometido ambos países a lo interlocutor duro, difícil, poco confiable. largo del tiempo. Consideramos que ejercicios institución como UNIR, que trabaja en las áreas del como éste pueden servir de punto de partida para diálogo y la negociación como instrumentos de explorar nuevos caminos de diálogo. resolución de conflictos o controversias, es indagar Para ello tenemos el ensayo del ex canciller Javier las razones por las que un asunto de tanta Murillo de la Rocha, a quien le tocó ser protagonista trascendencia para el país no ha logrado avanzar. de excepción en varias negociaciones y que publicó

¿Fueron buenos nuestros negociadores, estuvieron hace un par de años “El largo conflicto entre Chile y debidamente preparados? ¿Tuvieron nuestros Bolivia, dos visiones”, una obra cuya autoría interlocutores la voluntad de avanzar o las compartió con el diplomático chileno Luis Maira y negociaciones fueron simples fuegos de artificio? que es indispensable para situar el tema en la arena Son algunas preguntas que hoy mismo se hace la actual. Está la mirada acuciosa del embajador Jorge ciudadanía sin dejar de lado la premisa de que para Gumucio, que ha dedicado al tema marítimo tres

6 libros y tiene en preparación otro sobre el que en los Estados Unidos o la de Lovaina en Bélgica versa su artículo, y que se inscribe en la corriente han convocado a personalidades de Bolivia, Chile y reivindicacionista frente a la de Ramiro Prudencio Perú para analizar fórmulas y caminos que ayuden Lizón, considerado exponente de la línea a destrabar este más que centenario problema. pragmática, analista permanente del área Perú nunca fue neutral en el tema internacional con una vasta (marítimo) ni dio señales de querer que experiencia en las relaciones éste se resuelva a través de Arica, que bilaterales.Tenemos, antes le perteneció. finalmente, la visión del historiador Fernando Cajías, quien desde la Desde la sociedad civil de los tres países se han Prefectura de hizo grandes esfuerzos por impulsado iniciativas de historiadores e incluso de reconstruir los lazos que unen a los tres países con organizaciones sociales para repensar el encierro iniciativas e intercambios culturales del occidente boliviano y darle una solución. boliviano con las ciudades situadas en el sur Hay muchos ejemplos donde la voluntad política ha peruano y el norte chileno, que lamentablemente logrado cambiar los escenarios de hostilidad y no tuvieron continuidad, aunque podría desconfianza por otros de compromiso y visión de considerarse que esa mirada es compartida hoy por futuro. Uno de ellos es el que nos brindan Francia y el gobierno, que apuesta por la diplomacia de los Alemania, que supieron cortar el “nudo gordiano” pueblos y que ella nos conduzca al mar. de sus conflictos con un sistema de negociación y En los últimos años, hubo algunos intentos desde de compromisos permanentes, que los han fuera para analizar la permanencia en el tiempo de convertido en los pilares sobre los que se ha un conflicto que no ayuda a crear un clima de paz construido el edificio de la Unión Europea. en el cono sur de América y que, por el contrario, es Los trabajos que presentamos a continuación una permanente invitación a que el conflicto debieran servir para explorar nuevas fórmulas de rebrote en nuevas formas y circunstancias. solución sin dejar de lado las enseñanzas recogidas

Universidades tan prestigiosas como la de Harvard a lo largo del tiempo.

7 Preguntas esenciales para abordar el enclaustramiento

¿Cuáles fueron los designios que finalmente determinaron el encierro geográfico de Bolivia, privándola de su soberanía marítima que ejerció por el lapso de 54 años?

JAVIER MURILLO Los recursos y el espacio vital que ne- o cabe duda que el mayor reto de la diplomacia boliviana es Ex canciller y cesitaba Chile estaban al norte de Copia- Nel encontrar la fórmula y el camino para terminar con el en- protagonista de las pó, más allá de su frontera, en territorio cierro geográfico que, desde hace 128 años, afecta al desarrollo negociaciones bi y boliviano y en suelo del Perú. Y allí fue a integral de Bolivia. En ese largo período se intentaron, con tal multilaterales en buscarlos sin reparar en los medios. Eli- propósito, infinidad de negociaciones, bajo distintas circuns- varias minó, bajo el desiderátum de Portales, la tancias y épocas, sin resultado alguno. En algún momento se oportunidades. pensó —como quizá se piensa ahora— que las afinidades ideo- Confederación Perú - Boliviana, el gran lógicas de los gobiernos en funciones despejarían los obstáculos obstáculo para su marcha hacia el norte y y abrirían las vías de entendimiento bilateral. También se creyó, contentó a la Argentina aceptando que la disputa sobre la Pata- hace cuatro décadas, que la integración eliminaría todas las ba- gonia fuera sometida a la instancia arbitral. Destruida la Confe- rreras, generando espacios ampliados que darían un sentido deración y neutralizada la presión argentina, el camino hacia meramente convencional a las fronteras tradicionales. No falta- Atacama y Tarapacá quedaba expedito. ron quienes, con enorme candor, veían en los organismos inter- Para quienes dudan de la veracidad de estos datos será sufi- nacionales aquellos instrumentos supranacionales con capaci- ciente reproducir, resumidamente, una pequeña parte de las dad para imponer arreglos fronterizos entre los miembros de la anotaciones hechas por el presidente chileno Anibal Pinto comunidad internacional, en nombre de la solidaridad y la jus- Garmendía acerca de la profunda crisis económica que en- ticia, la paz y la armoniosa convivencia; expresiones que, inva- frentaba Chile en 1878. “Si algún descubrimiento minero o al- riablemente, aparecen en todas las declaraciones solemnes que guna otra novedad por el estilo” —subrayaba Aníbal Pinto— nuestros gobiernos suscriben sin pausa, cada vez con menos “no vienen a mejorar la situación, la crisis que de años se está convicción y más escepticismo de los pueblos. sintiendo, se agravará” ¿En qué pensaba el presidente Pinto? El hecho incontrovertible es que en el plano internacional los Según los investigadores chilenos, citados en mi libro El largo problemas no se resuelven porque las causas sean justas, o por- conflicto, ¿pensaba en el yacimiento de salitre en las inmedia- que existan simpatías entre los pueblos y gobiernos, o porque ciones de Taltal, en territorio de Chile?, ¿O pensaba en los ya- gocen del apoyo, creemos sincero, aunque declamatorio de cimientos existentes en Antofagasta y Tarapacá? otros países. Es el realismo político el que prevalece. La respuesta está más que clara. El alivio a las tribulaciones Se dice que para obtener buenas respuestas hay que formular del presidente Pinto y los recursos para recuperar la quebranta- bien las preguntas.Y creo que tal afirmación es cierta. da economía de su país estaban al norte de Copiapó. Esa “algu- Para intentar descifrar la clave de problema tan complejo hay na novedad por el estilo” era, sin réplica, la guerra de conquista. que comenzar por preguntar, sin rodeos, ¿qué designios determi- Y así fue. naron el encierro geográfico de Bolivia, privándola de la sobera- Vayamos a la segunda interrogante: ¿Por qué seguimos en- nía marítima que ejerció por el lapso de cincuenta y cuatro años? claustrados? Se sostiene, con frecuencia, pero bajo una óptica La segunda interrogante intenta encontrar una explicación superficial, en la mayoría de los casos, que lo que falló fue la di- lógica y realista para los fracasos de las sucesivas negociaciones plomacia boliviana, a la que se pretende mostrar como carente emprendidas; vale decir, identificar dónde estuvo y está la falla. de imaginación o habilidad para sustentar las distintas gestio- Y, la tercera, es aquella que nos obliga a preguntarnos: ¿qué se nes emprendidas. En el afán de atribuirnos siempre las derrotas puede hacer hacia adelante? se dice, también, con no menos superficialidad, que la falta de Respecto de las causas que determinaron la pérdida de nues- una acción coherente, sustentada en ideas claras, explicaría las tra soberanía marítima, los motivos están en el frío y visionario razones de los sucesivos fracasos; lo que en manido lenguaje se cálculo del liderazgo de Chile que hizo, en el siglo XIX, lo que de- proclama como la falta de una política de Estado. Hay veces que bió hacer para asegurar la consolidación de un Estado que surge la opinión nacional, influenciada por la propaganda elaborada a la independencia enfrentando factores particularmente ad- en Santiago, admite públicamente que en Bolivia no hay unidad versos: un territorio estrecho y vulnerable, aprisionado entre la para nada, ni siquiera para presentar una fórmula de posible cordillera y el océano, con escasos recursos y vecinos potencial- arreglo que goce del respaldo ciudadano, y que la inestabilidad mente más fuertes. política impide iniciar y culminar un proceso de negociación.

8 Si bien, en este punto, hay algo de cierto, ello no tiene la magnitud para justificar la aseveración autoabsolutoria de Chile en sentido de que las cosas no marchan porque “los bolivianos no sa- ben lo que quieren ni cuánto durarán sus gobiernos”. No se habla de las verdaderas causas que llevaron al fracaso las sucesivas nego- ciaciones emprendidas. Se las busca, in- variablemente, en supuestas inconsisten- cias internas, pero raras veces el análisis aborda el animus de llegar a una solución; lo que en otros términos equivale a la vo- luntad trascendente que Chile no mostró como determinación firme de alcanzar un acuerdo de dimensiones históricas con Bolivia, factor vectorial irremplazable en ese propósito, como se desprenderá de los datos y reflexiones siguientes. Comencemos por la supuesta falta de creatividad boliviana. No hay que ser un experto en la materia para darse cuenta que la imaginación, por extraordinaria que fuera, no puede alterar las realidades concretas geográficas, jurídicas, econó- micas y políticas. Esos son sus límites y el marco dentro del cual puede elaborarse una propuesta. Esos límites, para el problema maríti- mo, están dados por los tratados impues- tos que alteraron la geografía vecinal y las condiciones que se derivaron de tales ins- trumentos, más allá de las diferencias que otorga el poder, en virtud de las cuales el país más débil no puede imponer sus condiciones. A partir del Tratado de Ancón, suscrito en 1883, por el cual el Perú cedió a perpe- tuidad la provincia de Tarapacá, Bolivia ya no podrá salir soberanamente al Pacífico, por su antigua costa, sin dividir en dos el territorio chileno. Desde 1929, y como re- sultado del Protocolo Adicional, Bolivia ya no podrá lograr una salida por Arica sin el consentimiento previo del Perú, país que se opone a cualquier solución que in- terrumpa la unidad socioeconómica en- tre Tacna y Arica. Esos son los marcos inflexibles dentro los cuales tendrá que manifestarse la cre- atividad de la diplomacia nacional. Y así fue a lo largo de todo el siglo XX, durante

9 el cual, por las razones anotadas, y a pesar del escollo colocado cas, de raíces profundas que calan en el espíritu de los pueblos, por el citado Protocolo del 29, no había otra alternativa que tales modelos ayudan muy poco. Chile entiende muy bien el apuntar a un acceso soberano al mar por Arica. contenido de nuestra demanda, y tengo la certeza de que sus ne- Hubo, históricamente, un sentido de continuidad en esa di- gociadores se pusieron, muchas veces, en los zapatos de sus pa- rección, lo que desbarata el argumento de que jamás se contó res bolivianos. Pero, mientras la solución del encierro geográfico con una política coherente. Todos los planteamientos en el largo que padecemos no figure entre sus intereses prioritarios, senci- período de un siglo y, concretamente desde 1929, apuntaron a llamente no existirá la voluntad, el animus, que es el factor una salida a través de Arica, porque es una condicionante de la irremplazable para resolver este más que centenario problema. lógica que no puede alterar el capricho de la imaginación. Así lo Y es ahí donde está el quid del asunto. demuestran las tratativas diplomáticas emprendidas en 1950, A esta altura surge la pregunta inevitable: ¿por qué, entonces, 1975, 1986 y las conversaciones posteriores. Chile accedió a negociar en diversas oportunidades una salida Hay quienes sostienen, con loable aunque ingenuo patriotis- soberana de Bolivia al Océano Pacífico? mo, que la persistencia en una sola línea reivindicacionista hu- Lo hizo, invariablemente, atendiendo a dos motivaciones biera permitido resolver nuestro enclaustramiento. Lo que fundamentales: disminuir la acumulación de presiones exter- equivaldría a creer que la obstinada demanda, sin ninguna otra nas, provenientes de Perú y Argentina, aislando a Bolivia bajo el alternativa que la de exigir la devolución de los territorios perdi- irresistible atractivo de una negociación que ponga fin al proble- dos, hubiera operado, finalmente, sólo por la terquedad y el ma marítimo e intentando, de paso, obtener importantes venta- transcurso del tiempo, el milagro de que Chile accediera a devol- jas económicas. Tomemos, como ejemplos, las tratativas más vernos el territorio conquistado. Es una pretensión quimérica. cercanas en el tiempo. Siempre en rescate de la diplomacia boliviana, es justo desta- Tanto en 1950 como en 1975 , se advierte la existencia de con- car que, salvo algunos episodios lamentables, muy pocos, nues- diciones que pone Chile extraordinariamente difíciles de cum- tros negociadores mostraron gran lucidez y habilidad en los dis- plir, las que se hacen más duras en la medida en que se despe- tintos procesos a través de los cuales se intentó resolver el proble- jan las citadas presiones externas. ma marítimo. Su accionar estuvo restringido, es obvio, por las cir- En 1950, el gobierno del presidente Gonzáles Videla acepta, cunstancias mencionadas, y porque los argumentos, por brillan- es cierto, entrar formalmente en una negociación directa desti- tes que fueran, nunca tuvieron, ni tendrán, la fuerza suficiente nada a buscar la fórmula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al Océano Pacífico y a Chile obte- ner las compensaciones que no tengan carácter territorial. Pero El hecho incontrovertible es que en el también es cierto que el precio era utilizar “las caídas de agua del altiplano para promover la transformación y el desarrollo eco- plano internacional los problemas no nómico de las provincias del norte de Chile”. Eran las aguas de los lagos Titicaca, Poopó y Coipasa, exigencia que, de principio, se resuelven porque las causas sean condenaba al fracaso la negociación, porque era absurdo pre- tender que el Perú estuviera dispuesto a dar su consentimiento justas o porque existan simpatías entre para viabilizar un arreglo que le habría significado renunciar a una parte de las aguas del Titicaca, sujetas al régimen de condo- los pueblos y gobiernos o porque minio indivisible, y a la vehementemente proclamada unidad socio-económica entre Tacna y Arica. Esto para no abundar en gocen del apoyo de otros países. las feroces reacciones contrarias a la gestión que se produjeron en las opiniones públicas de Bolivia y Perú. Aparte del beneficio económico antes mencionado, era ob- como para vencer la resistencia de intereses más poderosos. vio que el gobierno de Santiago alentaba un posible acuerdo Hay que tener presente que en un proceso de negociación el con Bolivia lo más lejos posible del centenario de la Guerra del país más débil tiene éxito cuando haya alcanzado el máximo del Pacífico, para disminuir o despejar las amenazas reivindicato- nivel de concesión definida por el Estado más fuerte. Ir más allá rias del Perú, anunciadas para tal aniversario. es, simplemente, imposible, amén de la genialidad de la pro- En 1975 se inicia en Charaña, donde se encuentran los presi- puesta o de la habilidad con que se la elabore y formule. dentes de facto Banzer y Pinochet, la negociación más impor- Se habla mucho de la técnica de la negociación, de los mode- tante emprendida en el siglo XX. los teóricos y de la llamada empatía, como medio para conocer Chile acepta ceder a Bolivia una costa marítima soberana las motivaciones del otro. Este método funciona, sin duda, en unida al territorio boliviano por una franja territorial igualmen- determinados casos, y con más eficacia cuando se trata de nego- te soberana. Descarta los enclaves al sur por ser “inaceptable cios privados. Pero, cuando nos enfrentamos a muy complejos cualquier cesión de territorio que pudiera afectar la continuidad procesos que comprometen cuestiones territoriales e históri- territorial del país”. Pero, al igual que en 1950, somete el eventual

10 No se puede compensar la pérdida de un atributo, como el de la soberanía marítima, sino con un bien político, jurídico y económico de naturaleza El problema marítimo boliviano sólo podrá ser resuelto equivalente, lo que descarta el camino cuando concurran en un mismo momento político la efectiva voluntad de Chile, el consentimiento del Perú y la convergencia de soluciones meramente comerciales. de criterios en Bolivia. Si el análisis es correcto, acuerdo a condiciones muy difíciles de satisfacer: el canje terri- ¿cómo se puede enfocar el futuro? torial simultáneo, en el que se incluirían las áreas marítimas, la desmilitarización del área y el derecho a utilizar el cien por cien- El enclaustramiento boliviano no ha sido parte importante, to de las aguas del Lauca. hasta el presente, de la agenda internacional de Chile. Su diplo- ¿Por qué aceptó ingresar en la negociación? Las respuestas macia optó por el statu quo. Esta situación puede cambiar en son obvias: Se había intensificado la presión argentina sobre el función del nuevo escenario externo y de los activos económi- Canal de Beagle; se estaba a menos de tres años del centenario cos y políticos que puede desarrollar Bolivia. de la Guerra del Pacífico, y el Perú, bajo el mando del general Ve- Dicho de otra manera: mientras el gobierno de Santiago no lasco Alvarado, no cesaba de proclamar su decisión de recuperar acepte que el enclaustramiento boliviano tiene costos econó- las provincias cautivas; el gobierno de Chile sufría, como nunca, micos y políticos para Chile, seguirá apostando al statu quo. un severo aislamiento internacional por la dictadura del general Hay, no obstante, algunas señales, todavía muy tibias, de esa Pinochet. nueva percepción. De hecho, si este conflicto hubiera estado Depuesto Alvarado y alejada la posibilidad de un conflicto superado, Chile habría recibido alrededor de 1500 millones de bélico, aquietado el ambiente con la Argentina, Chile va per- dólares, que era la inversión calculada en su territorio como re- diendo interés en la negociación con Bolivia. A medida que se sultado de la exportación del gas boliviano por un puerto chi- disipan los peligros, La Moneda hace más difíciles las condicio- leno hacia los mercados del norte. Al mismo tiempo, hubiera nes del arreglo, declina de plano considerar la propuesta perua- podido concretar con Bolivia un contrato de provisión de gas na, que plantea el acuerdo previo, y sigue exigiendo a Bolivia una natural, en términos seguramente muy convenientes en pla- definición sobre el precio, vale decir, el canje, pero sin sanear los zos y precios. Ése es un costo económico. títulos que le permitieran transferir el territorio, mediante la ve- De otro lado, las acciones, buenas o malas, desplegadas por nia peruana. Pretendió, inclusive, transferir esa responsabilidad Bolivia y Perú, contrarias a la elección del Secretario General a Bolivia, que no es parte pero sí víctima del Protocolo del 29. de la OEA, mostraron la persistencia de resentimientos veci- Una vez más, a pesar de todos los esfuerzos de la diplomacia na- nales y desconfianza en el candidato chileno, quien no fue ele- cional, surgió la evidencia de que Chile nunca tuvo voluntad po- gido por aclamación y en una sola instancia, sacando a la luz lítica efectiva para la solución que demanda Bolivia. la existencia de fisuras en la relación vecinal de tres países su- Podemos ensayar, en consecuencia, algunas conclusiones, damericanos. Ese es un costo político, porque el liderazgo a que las resumimos a continuación, y que son parte del libro El que aspira Chile debe fundarse, como todo liderazgo, en el largo conflicto, que publiqué en noviembre de 2004. prestigio, que es resultado de credenciales intachables en el El éxito de una negociación diplomática, de las característi- trato internacional. cas que se requieren para solucionar el problema marítimo bo- El desafío actual de la diplomacia boliviana es desarrollar la liviano, no depende de la genialidad del planteamiento, de la agenda sin exclusiones, acordada en Algarbe, en febrero de creatividad de la fórmula o de la habilidad con que se lo expon- 2000, con la voluntad, sin cortapisas, de superar las diferencias ga porque, en este tema, ningún factor reemplaza a la decisión históricas y políticas que han impedido una efectiva integra- política para viabilizar el arreglo; voluntad que estuvo ausente ción binacional. Es un avance importante haber incluido explí- en el comportamiento histórico de Chile en todas las negocia- citamente el tema marítimo en dicha agenda. Sin embargo, ha- ciones emprendidas. brá que promover las aclaraciones pertinentes, porque las re- Cualquier política de Estado que se adopte tiene que fundar- cientes declaraciones del Canciller del vecino país, evasivas y se en objetivos posibles. La demanda boliviana no se extinguirá ambiguas, no son alentadoras. Dijo que se tratará, conjunta- por el transcurso del tiempo. mente, la forma de perfeccionar el acceso de la “economía bo- No se puede compensar la pérdida de un atributo, como el de liviana” a los puertos del Pacífico, lo cual nos deja una in- la soberanía marítima, sino con un bien político, jurídico y eco- terrogante aún más grande que todas las que hemos trata- nómico de naturaleza equivalente, lo que descarta el camino de do de despejar en estas líneas. las soluciones meramente comerciales.

11 Chile, Bolivia y Perú: negociaciones y rupturas

Un repaso a la historia de las relaciones entre los tres países; una historia más de “quiebres y rupturas” que de “convenios y de acuerdos”.

FERNANDO CAJÍAS Santa Cruz fue lograr el desarrollo del olivia, por su ubicación geográfica, su biodiversidad y su Historiador. puerto de Arica, constituido en un puerto Bmulticulturalidad pertenece a varias macroregiones. Una de Catedrático de la común de Bolivia y Perú, para terminar ellas es la del océano Pacífico, compartida con los estados veci- Universidad Mayor con el reinado de Valparaíso. nos de Perú y Chile. de San Andrés La ruptura de Chile con la Confedera- Varias circunstancias históricas han impedido que los tres (UMSA) y la ción no admitió negociaciones; pese a los países actúen con objetivos comunes dentro de un bloque trina- Universidad intentos del Mariscal, se pasó de inme- cional, condición que favorecería su presencia dentro de la in- Católica Boliviana diato al conflicto armado. Andrés de San- mensa cuenca del Pacífico. (UCB). Ha ta Cruz no sacó partido de su victoria y ne- Por el contrario, la historia entre los tres países ha sido más de estudiado goció la partida intacta del ejército chile- quiebres y rupturas que de convenios y de acuerdos. Pocas veces múltiples temas, no, el mismo que se reconstruyó y contri- las ya escasas negociaciones han sido abordadas trinacional- en particular las buyó a la destrucción de la Confedera- mente. Es más, cuando Bolivia negociaba con Chile se alejaba causas de la ción. La victoria de Yungay dejó a Chile del Perú, cuando negociaba con el Perú se alejaba de Chile. Guerra del Pacífico como dueño del Pacífico, cumpliéndose El fracaso de las políticas integracionistas bolivarianas tiene y temas de la la máxima de Portales: “Debemos domi- su explicación en los tres siglos de dominio español, época en la cultura boliviana, nar para siempre en el Pacífico”. que se construyeron identidades intermedias, sobre la base de como la fiesta. audiencias y capitanías, con mucha más fortaleza que las ma- Después del derrocamiento de Santa croidentidades, construidas sobre el cimiento de los virreinatos. Cruz se dieron intensas relaciones entre Así, los virreinatos del Perú, de Buenos Aires, de Nueva Granada los tres gobiernos, pero no para plantear alternativas integracio- y de México no pudieron convertirse en repúblicas con todo su nistas, sino para asegurar que el “temido” Mariscal no intentase inmenso territorio; se fragmentaron, naciendo de esa manera nuevamente tomar el poder. El Archivo de la Cancillería bolivia- repúblicas como Bolivia y Chile. na contiene muchas cartas intercambiadas por los tres países en Una de las primeras diferencias entre ambos países fue que torno al destierro de Santa Cruz, como única garantía para po- Chile tenía con el Perú vínculos de carácter administrativo; no ner fin a los intentos unionistas. mantenía ni mantiene los vínculos históricos que existen en- Para comprender la derrota es necesario recordar que la vic- tre Bolivia y Perú, heredados de Tiwanaku, el Incario y el pro- toria chilena pudo darse gracias a sus alianzas con el gobierno pio Virreinato. argentino y con importantes dirigentes políticos y militares del Esos lazos produjeron, paradójicamente, en los primeros Perú y Bolivia. Si bien no se puede hacer generalizaciones ab- años republicanos, una relación mucho más conflictiva e inten- solutas, la oposición interna al proyecto de la Confederación sa entre Bolivia y Perú; negociaciones, invasiones y enfrenta- provenía de sectores influyentes de Lima y de Sucre; en cam- mientos caracterizaron ese periodo, situación que duró hasta la bio, tenía un gran apoyo en La Paz y el sur peruano, así como batalla de Ingavi, batalla que determinó el fin de los que tenían simpatía del gobierno ecuatoriano, que fue el que lo asiló por el propósito de un estado confederado. un buen tiempo. Sin embargo, también es importante recordar El intento más sólido fue el encabezado por el Mariscal An- que cuando los crucistas promovieron un golpe para derrocar drés de Santa Cruz, quien fundó la Confederación Peruano Boli- el gobierno de Velasco, lo hicieron encabezados por el chuqui- viana; la unión de ambos países fue la causa de la primera gran saqueño , ex Ministro de Relaciones Ex- ruptura con Chile. Para el gobierno chileno quedaba claro que teriores y Vicepresidente del Mariscal; pero, al final, quien se Bolivia y Perú unidos iban a ser más fuertes que ellos y que la hizo con el poder fue el paceño José Ballivián, bajo cuyo go- Confederación rompía el equilibrio continental, a más de poner bierno se puso punto final a cualquier intento de unión con el en peligro la hegemonía de Valparaíso en el Pacífico Sur. Perú al derrotar al presidente Gamarra en Ingavi y al consoli- Al no existir el Canal de Panamá, casi todos los barcos llega- darse el destierro del Mariscal Santa Cruz en Francia, a quien dos de ultramar desembarcaban sus mercaderías en Valparaíso, reivindicaría con un cargo diplomático el presidente Belzu, desde donde se redistribuían a los puertos bolivianos y perua- una década después, y cuyos restos volverían a Bolivia recién a nos. Uno de los objetivos del gobierno del Mariscal Andrés de fines del siglo XX.

12 Otro ingrediente para la evaluación de lo sucedido en los primeros quince años de historia republicana es que Portales es reconocido casi unánimemente en Chile como el gran constructor de esa nación y sus dos principios de política internacio- nal: equilibrio continental y hegemonía en el Pacífico (por lo demás, muy pareci- dos a los principios de la política interna- cional inglesa) han sido máximas de la política chilena. En cambio, la memoria histórica de su gran rival, el Mariscal Andrés de Santa Cruz, no goza del mismo consenso en Bo- livia. Nuestros historiadores y políticos se dividen en fanáticos admiradores o en fervientes detractores. Para el tema que nos preocupa en este artículo, fue un gran error no continuar con su política de fre- nar la hegemonía chilena en el Pacífico. Los intereses locales, de partido y de gru- po, pudieron más que un proyecto geopo- lítico muy ambicioso de dimensiones continentales. Los tres gobiernos pasaron a tener un objetivo común: desterrar a Santa Cruz para alejar el peligro integracionista y construir los tres países autónomos; pero la armonía duraría poco tiempo. En las periféricas provincias de Tarapacá y Ata- cama, pertenecientes a Perú y Bolivia, res- pectivamente, se valorizaron riquezas na- turales que despertaron paulatinamente el otro gran eje de la política internacional chilena del siglo XIX, manifestado oficial y extraoficialmente: la expansión a esas re- giones, como única manera de incorpo- rarse al mercado internacional. Las po- tencias europeas, especialmente la ingle- sa, a través de sus empresarios, pusieron también interés, entre otras cosas, porque fueron precisamente sus mercados los que pusieron en valor internacional el guano, el salitre y la plata. Ya no sólo esta- ba en juego la hegemonía en el océano y el equilibrio continental, sino el desierto con sus riquezas naturales. Así se inició la segunda fase de nuestra historia trinacional. Para comprenderla, es necesario recordar el destino común de la provincia peruana de Tarapacá con la provincia boliviana de Atacama, luego denominada departamento del Litoral.

13 Ambas provincias contenían guano y salitre, recursos natura- en Potosí) o documentos religiosos (los párrocos de Atacama les apetecibles en los mercados europeos desde 1840; ambas eran nombrados desde Charcas). fueron explotadas por los mismos empresarios anglochilenos; Pese a esa falencia, el mayor error no estuvo en la preparación en ambas hubo ausencia de burguesías nacionales; ambas se de las misiones negociadoras, sino en la falta de continuidad y, constituyeron en el objeto principal de la expansión chilena; lo peor, en la falta de políticas para lograr una mayor presencia ambas se convirtieron, después de la Guerra, en el Norte grande en el Litoral y para explotar el guano. Los problemas internos de de Chile; en ambas existieron y existen puertos útiles para Boli- Bolivia y los continuos cambios de gobierno, antes y después de via, desde tiempos prehispánicos y coloniales. la guerra, dieron largos “respiros a Chile”, como afirma el histo- Cuando el gobierno de Chile, en 1842, aprobó la norma cons- riador chileno Mario Barros, que los supo aprovechar para ex- titucional que incorporaba el desierto de Atacama como parte plotar el guano de Mejillones. de su territorio y, por ende, puso en tela de juicio su frontera con El auge de la explotación del guano alcanzó uno de sus pun- Bolivia, sosteniendo derechos hasta el paralelo 23, siendo que la tos más altos a fines de la década de los 50 y principios de la de frontera tradicional estaba en el paralelo 26. Planteado el pro- los 60, cuando Bolivia estaba gobernada por José María Achá. blema los sucesivos gobiernos bolivianos optaron por la vía de la En un intento de soluciones diplomáticas, el gobierno de Lina- negociación, la misma que duró más de veinte años. res envió la misión de Santiváñez, ratificado por Achá. Santivá- ñez reclamó airadamente; por ello fue calificado, por el lado chileno, como “altanero e inamistoso”. Su misión terminó Para comprender la derrota es abruptamente. Ambos países dieron concesiones de explotación del guano necesario recordar que la victoria de Mejillones; Bolivia pretendió defenderla con un cuerpo de policía y Chile con un buque de guerra. La indignación en Boli- chilena pudo darse gracias a sus via fue tal que el Congreso boliviano autorizó al gobierno la de- claratoria de guerra, con el sentimiento de que estaban agota- alianzas con el gobierno argentino y das las gestiones diplomáticas por parte de Bolivia. Sin embar- go, Achá envió otra misión encabezada por Tomás Frías, califi- con importantes dirigentes políticos y cado por historiadores chilenos “como una de las inteligencias más vigorosas que ha producido Bolivia y que unía a su talento militares del Perú y Bolivia. un trato cordial”. Pero Frías no encontró un trato cordial, más bien, mucha hostilidad. Existían en Chile dos posiciones: una que no quería La búsqueda de una salida pacífica al problema planteado se negociar y que proclamaba la conquista del desierto; y otra, más refleja en el envío, por parte de Bolivia, de varias misiones diplo- americanista, que apostaba por evitar el derramamiento de san- máticas que no obtuvieron mayor éxito. La mayor parte tuvo el gre entre hermanos. La coyuntura internacional favoreció el rango de Encargados de Negocios, personas preparadas, cono- triunfo de la ola americanista en ambos países. La invasión es- cedoras del tema, con trayectoria política, con prestigio e in- pañola y el ascenso de Melgarejo al poder permitieron una ne- fluencia en Bolivia. Si bien no se tiene biografías de todos ellos, gociación pacífica, aunque considerada posteriormente como en el periodo entre 1842 hasta el Tratado de 1866, destacan el po- muy desfavorable para Bolivia. lémico Casimiro Olañeta (cuya misión se llevó a cabo entre 1842 Las arbitrariedades y abusos de Melgarejo eclipsaron en la - 1843) y Tomás Frías (1864). Tuvieron también un rol importan- memoria histórica su doctrina americanista, que proclamaba te Manuel Buitrago (1843 -1844), luego Prefecto del Litoral; Joa- un continente en el que las fronteras debían significar “simples quín Aguirre (1846); Juan de la Cruz Benavente (1853), quien es- líneas aritméticas”. Convencido de su vocación americanista y tuvo en la legación de segundo en la época de Olañeta; Manuel bajo la influencia de pensadores, empresarios y políticos libera- Macedonio Salinas (1858-59) y José María Santiváñez (1860-61). les, proclives a un arreglo con Chile, creó un ambiente favorable Por su parte, el gobierno chileno envió menos misiones; una de a un entendimiento, tanto que se institucionalizaron las lega- ellas, también infructuosa, fue la de Joaquín Vallejo (1855). ciones y misiones diplomáticas entre ambos países. Bolivia, al igual que Chile, se documentó con mapas y docu- Además de los dos presidentes, destacan varios actores en mentos coloniales; las misiones tuvieron instrucciones preci- esos años de acercamiento, como Donato Muñoz, talentoso re- sas, especialmente para defender Mejillones. Probablemente, el presentante de la elite paceña de la época, encargado de iniciar gran error en cuanto a la documentación fue el excesivo apego a las negociaciones con el canciller chileno Alvaro Covarrubias. mapas y documentos jurídicos, cuando la mayor prueba de la Luego estuvieron como ministros plenipotenciarios de Bolivia propiedad de Bolivia sobre el territorio estaba en documentos en Chile: Juan Ramón Muñoz Cabrera, Aniceto Vergara Albano, económicos, como el tributo indígena, por ejemplo (los indios el conocido historiador José Rosendo Gutiérrez (duró nueve me- de Atacama pagaban su tributo, durante toda la época colonial ses), Jorge Oblitas (luego canciller en el gobierno de Daza).

14 Mientras Bolivia cambió varias veces sus representantes, En la década de los 70 se inició un acercamiento profundo al Chile mantuvo por mucho tiempo como Jefe de Misión a Ramón Perú, que culminó en el Tratado de Alianza de 1873; paradójica- Sotomayor Valdez. Julio Méndez, profundo crítico de los resulta- mente, se buscó nuevamente poner fin a los problemas pen- dos de esta época de acercamiento, reconoció que mientras en dientes con Chile: los límites y el tratamiento a los intereses chi- esos años la legación peruana en La Paz era mediocre, la de Chi- lenos dentro de Atacama. En cuanto a los límites, Bolivia mejoró le “era excelente”. Para él, los gobiernos chilenos esquivaron to- su posición con respecto a 1866, ya que la frontera fue fijada en da discusión con los gobiernos bolivianos hasta 1866, en tanto el paralelo 24º; pero, en cuanto a los intereses chilenos en Ataca- funcionaba el despojo y explotaban el guano. ma, se convirtió el interés privado en una cuestión de Estado al El resultado de la negociación fue el polémico Tratado de establecerse en el Tratado que las personas, industrias y capita- 1866, el cual fijó la frontera en el grado 24 y garantizó un benefi- les chilenos no estaban sujetas a ninguna contribución por el cio para ambos países en la explotación conjunta del guano y los plazo de 25 años. derechos de exportación de minerales al fijar la medianería en- Una situación similar se vivió en el Perú, donde también el tre los grados 23 y 25; Mejillones fue declarado puerto libre. mayor beneficiario era el inglés Gibbs. El gobierno peruano, Si bien, tanto en esa época como por la historiografía poste- desde 1875, inició un proceso de nacionalización del salitre que rior, se juzgó al melgarejismo por la cesión de un extenso territo- entró en contradicción con la libre exportación en Atacama. rio, éste no fue su gran error, porque, tal como estaban plantea- Influido por sus colegas peruanos, presionado por diputados das las relaciones entre ambos países desde hacia más de veinte de la región, el gobierno de Hilarión Daza inició una política pa- años, en algún momento se tenían que fijar los límites. De he- ra lograr un mejor aprovechamiento de la exportación salitrera. cho, el Tratado de 1874 volvió a ratificar la necesidad de un lími- En 1878 se promulgó la ley que establecía el pago de un impues- te. En este sentido, si el tratado hubiera seguido vigente, Bolivia to de 10 centavos; la reacción de la empresa anglo-chilena fue conservaría su costa, con sus cuatro puertos y la provincia con inmediata: se negó a pagar el impuesto y el gobierno chileno Calama, San Pedro de Atacama y Chuquicamata. consideró vulnerado el Tratado. El error mayor, también aplicable a los negociadores de 1874, La medida tomada por Daza era justa; pero no vislumbró las por sus consecuencias, fue la concesión de una libertad sin lími- consecuencias y no tomó medidas de presencia militar en el Li- tes a empresas anglo-chilenas en la explotación del salitre, lo toral para garantizar la ejecución de su política; así sobrevino la que prueba que no se pueden separar las negociaciones políti- guerra y Bolivia no pudo defender su territorio. cas de las económicas. En la década de los 70 los actores bolivianos en las misiones Dos años más tarde de la firma del Tratado, el gobierno de Mel- diplomáticas fueron también personas destacadas, por ejem- garejo concedió a la Sociedad Explotadora del Desierto de Ataca- plo, el prestigioso hombre público Rafael Bustillos (1871-72) y ma, de los chilenos Ossa y Puelma, el derecho de explotar libre- el Secretario de la Legación por varios años, el historiador Ga- mente el salitre en exclusividad y por un plazo de 15 años. Sobre briel René Moreno. En todo caso, uno de los personajes más la base de esa concesión se constituyó la compañía Melbourne influyentes, sobre todo para el acercamiento con el Perú, fue Clark y Cía., con un 45% de capital inglés y un 55% de capital chi- Julio Méndez. leno. Posteriormente, la compañía se denominó Compañía de Méndez, además de ser un actor político en el gabinete de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, empresa clave para las futu- Daza, escribió artículos periodísticos, compilados en el folleto ras negociaciones, antes y durante la Guerra del Pacífico. (publicado en Lima en 1874) titulado “Realidad del equilibrio Las dos negociaciones concluidas por el gobierno de Melga- hispanoamericano y necesidad de la neutralización perpetua de rejo adolecían de una gran debilidad: no fueron realizadas so- Bolivia”. Méndez abordaba el tema con un análisis trinacional. bre la base de una política de Estado asumida por la mayoría de los bolivianos. Su principal protagonista no gozaba de la con- fianza necesaria para que la negociación trascendiera su perio- El error mayor —también aplicable a do de gobierno; por eso, apenas Melgarejo perdió el poder, las negociaciones y sus resultados fueron desconocidas y se volvió los negociadores de 1874— fue la a foja cero. La falta de una política de Estado, asumida por los principales concesión de una libertad sin límites a sectores políticos y sociales de Bolivia; la división entre dos con- cepciones, la proteccionista y la liberal, respecto a la explotación empresas anglo-chilenas en la del salitre; las vinculaciones de la primera corriente con el Perú y de la segunda con Chile; la debilidad de la primera corriente de explotación del salitre. Esto prueba que convertir su discurso en medidas concretas; el desconocimien- to de la costa, fueron las causas de una política exterior contra- no se pueden separar las negociaciones dictoria durante la década de 1870 e, inclusive, durante la propia Guerra del Pacífico. políticas de las económicas.

15 Si bien se juzgó al melgarejismo por la cesión de un extenso territorio, éste no fue su gran error porque, tal como estaban planteadas las relaciones entre Para él, el equilibrio hispanoamericano dependía, principal- mente, de que Perú y Chile tuviesen un número igual de grados ambos países desde hace más de 20 geográficos en la costa del Pacífico. Observaba que, antes del Tratado de 1866, Chile tenía aproximadamente 18 grados, Perú años, en algún momento se tenían que 17 y Bolivia 5 grados. Con el Tratado, Bolivia se quedaba con só- lo dos grados; Chile subía a 21 con miras a obtener ocho más a fijar los límites. costa de Argentina. Con ello, el equilibrio quedaba completa- mente roto. Méndez afirmaba que la paz dependía de ese equili- brio y del respeto al uti posidetis de 1810; por ello, es uno de los concretas. Bolivia, en las décadas antes de la guerra, no pudo mayores críticos a la negociación de 1866. competir con la presencia chilena en Atacama por carecer de Para Méndez, la existencia de Bolivia era vital para el equili- trabajo y capital en la región. brio en la América del Sur por pertenecer a tres grandes regio- Para comprender aún más los intereses en juego, antes y du- nes: la del Pacífico, la del Amazonas y la del Plata. Equilibrio que rante la guerra, es importante recordar la profunda relación en- se rompía con la política chilena de apoderarse, primero tímida tre la industria minera boliviana y capitales anglo-chilenos. Co- y luego audazmente, del desierto y de excluir a Bolivia del Pacífi- mo ha demostrado ampliamente el historiador Antonio Mitre, co meridional para hacerle ambicionar el Pacífico central, a cos- controlaba sólo el 33% de las acciones de la mina ta del Perú. Méndez basaba su afirmación en artículos de la de plata “Huanchaca”; la mayor parte estaba en manos de capi- prensa chilena que hacían esa oferta, posición que quedó con- tales chilenos, que eran los mismos que explotaban el salitre de firmada con las propuestas chilenas durante la guerra. Atacama y de Tarapacá. Recordaba que el gobierno chileno aprovechó para avanzar La asociación de capitalistas bolivianos, como Arce y Arama- en sus despojos, en los momentos de discordia entre Perú y Bo- yo, con capitales chilenos, quienes, a su vez, tenían intereses en livia; por ejemplo, al inicio de la década de los 40, comenzó el el litoral boliviano, y la participación de capitales ingleses en la avance al desierto de Atacama, aprovechando el enfrentamien- explotación del salitre, de la plata y el comercio, explican por qué to de Ballivián con el gobierno peruano; en cambio, Chile se fre- los tres tipos de capitalistas hicieron causa común contra el pro- nó cuando se dio una importante amistad entre los gobernantes teccionismo que asumieron los gobiernos de Perú y Bolivia. Ani- bolivianos Velasco, Belzu y Cordova con el peruano Castilla, pa- ceto Arce, antes, durante y después de la Guerra, defendió una ra retomar nuevamente el despojo cuando se dio un distancia- política prochilena. miento entre peruanos y bolivianos, durante los gobiernos de En Bolivia, por lo tanto, en los años previos a la guerra y du- Linares y Achá. rante la guerra, existían dos posiciones: una estatista y proclive Con todos esos argumentos, Méndez fue uno de los mayores al Perú, otra capitalista y proclive a Chile. impulsores de acciones conjuntas entre Perú, Bolivia y Argenti- Esas dos posiciones repercutirían durante la guerra. Daza se na, para que se mantuviera el equilibrio entre Perú y Chile y pa- mantuvo leal al Perú, mientras que Arce y otros empresarios y ra que Bolivia y Argentina no fueran excluidos del Pacífico. Fue el políticos conspiraron, en plena guerra, a favor de una alianza primero en plantear que se buscase soluciones en un organismo con Chile, bajo el argumento muy práctico de que el litoral boli- multilateral, como el Congreso americano; el gobierno chileno, viano ya estaba perdido y que lo que quedaba era asegurarse una en cambio, condicionó su participación a que no tratase el pro- salida al mar por Arica. blema de límites con Bolivia. Desde los años inmediatos a la guerra hasta nuestros días, a la Varios articulistas de la prensa chilena respondieron a la teo- hora de analizar las causas de la derrota, las opiniones están di- ría del equilibrio de Méndez, afirmando que los chilenos tenían vididas entre los que cargan las tintas contra Daza y los que lo derecho a romper el equilibrio produciendo y armándose más hacen contra Arce y Campero. Ni las culpas ni las virtudes pue- que el vecino. den verse de un solo lado. Otra de sus certeras observaciones fue vislumbrar el avance En las décadas de postguerra, mientras políticos y diplomáti- económico de chilenos en Atacama. Muy acorde con la doctrina cos discutían la nueva situación de límites, empresarios chile- de la época afirmaba: “Los metales preciosos no son de la pro- nos continuaron invirtiendo en minas bolivianas de plata, esta- piedad de la nación que los guarda en su seno. Pertenecen a esos ño y cobre. El caso más significativo fue el de Llallagua, que fue dos agentes que crean la propiedad bajo todas sus clasificacio- “nacionalizado” por Patiño, ya bastante entrado el siglo XX. Tra- nes: el trabajo y el capital. Si Chile explota el desierto de Ataca- bajadores chilenos también llegaron y bolivianos fueron a las ma, no es porque a ello le dan derecho los tratados de anexión salitreras de Iquique. con Melgarejo, sino por poseer el trabajo y el capital... Las nece- A manera de evaluar las negociaciones bolivianas antes de la sidades de la industria chilena no autorizan el desmembra- guerra, se puede concluir que la mayor parte de los negociado- miento del Litoral boliviano”. res fueron personas preparadas y representativas; que la Canci- Las reflexiones de Méndez refuerzan el argumento de que no llería se documentó, pero de manera insuficiente. La mayor de- bastan las negociaciones, son necesarias también las políticas bilidad diplomática fue la falta de continuidad en la presión,

16 dando demasiados respiros a Chile, que aprovechó para consolidar su presencia en la provincia. Otro error grave fue la fal- ta de presencia en el Litoral; trabajo, capi- tal y armamento marcaron la diferencia y el desequilibrio. Finalmente, no existió, como hasta ahora, una política de Estado respecto a los medios y a las alianzas. Todos defen- dieron que Atacama y su costa pertene- cían a Bolivia, pero las tácticas y estrate- gias variaron. Los gobiernos de Santa Cruz, Belzu, Morales y Daza (con la clara influencia de Méndez) fueron proclives al Perú; en cambio, los gobiernos de Ba- llivián, Melgarejo y los empresarios mi- neros fueron proclives a Chile. La opi- nión pública era más proclive al Perú. En las negociaciones antes de la gue- rra, por las debilidades anotadas, Bolivia fue perdiendo terreno en el Litoral, pero todavía mantuvo soberanía sobre parte del desierto y de la costa, mantuvo tam- bién la fuerza necesaria para negociacio- nes en igualdad de condiciones. En cam- bio, después de la guerra, su situación negociadora empeoró: ante Chile, era el país perdedor y ante el Perú, era el país con una profunda deuda moral. Los gobiernos chilenos, salvo honrosas excepciones, adoptaron el aire triunfante de país vencedor, basando sus derechos, sobre las provincias de Tarapacá y Ataca- ma, en su victoria, dejando, por lo tanto, poco espacio para la negociación, con el argumento que no hay nada pendiente; los gobiernos peruanos adoptaron —co- mo sostén de su dignidad— mantener Tacna y Arica, dejando también poco es- pacio para una negociación que dé una salida al mar para Bolivia, por el que fuera su territorio. Bolivia, por su parte, tuvo un objetivo claro en su política exterior des- de 1880: Retornar al Mar. El problema fue, y lo es todavía, la diversidad de criterios para definir el “cómo”. Las negociaciones posteriores a la gue- rra, durante más de un siglo, han estado marcadas por esas tres visiones, llevando Bolivia la peor parte, por su debilidad po- lítica, económica y militar. El Pacto de Tregua de 1884 y el Tratado de 1904 sellaron su mediterraneidad,

17 Pese a la política liberal, la opinión pública clamaba por la salida al mar. Los liberales, salvo alguna que otra acción, dieron a Chile 15 años de pero dadas las condiciones de imposición con las que fueron firmados y, por la pérdida de la cualidad marítima, nunca fue- respiro, tiempo suficiente como para ron asumidos como definitivos por Bolivia, al contrario de lo que sucedía con Chile. “chilenizar”, paulatinamente, los En las negociaciones de postguerra, la posición boliviana tampoco fue única; nuevamente, los intereses políticos y econó- territorios conquistados. micos influyeron. Tanto para el Pacto de Tregua, como para las negociaciones de 1895 y el Tratado de 1904, la principal pugna se presentó entre los conservadores del sud y los liberales del nor- Es difícil juzgar sin apreciar el contexto. Para los liberales, se- te. Cuando los conservadores firmaron el Pacto de Tregua, la guidores de Montes, Bolivia no estaba en condiciones de conti- mayor crítica provino del Partido Liberal. Paradójicamente, los nuar un estado de beligerancia, debilitada como estaba por la que firmaron el Tratado de 1904 fueron los liberales del norte Guerra Federal y la Guerra del Acre. Era necesario conseguir re- con la fuerte oposición de los conservadores del sur apoyados cursos para lograr la ansiada modernidad con carreteras y tre- por congresistas de Cochabamba y Santa Cruz. La llamada mi- nes, y los tratados con Brasil y Chile les dieron libras esterlinas noría del sur lanzó un manifiesto a la nación contra los que fir- para ello; pero, mientras la pérdida del Acre se fue borrando de la maron el tratado. memoria colectiva, no sucedía lo mismo con la del mar. Mucho se insiste que la negociación debe ser bilateral; sin Pese a la política liberal, la opinión pública clamaba por la embargo, Perú, directa o indirectamente, ha estado y está pre- salida al mar. Los liberales, salvo alguna que otra acción, die- sente. Aunque con menor intensidad, no se puede negar la in- ron a Chile quince años de respiro, tiempo suficiente como pa- fluencia de Argentina y Brasil. Chile no empezó la contienda bé- ra que Chile logre “chilenizar”, paulatinamente, los territorios lica hasta no tener la seguridad del alejamiento de la Argentina conquistados. de su alianza con Perú y Bolivia. Argentina aprovechaba del con- En más de un siglo de historia sin mar, se han dado negocia- flicto para conseguir mayores ventajas en sus límites con Chile. ciones bilaterales, debates en organismos multilaterales, acer- Si Chile llegó a ofrecer Arica en las negociaciones de 1895, fue camientos y rupturas de relaciones; pero nunca los tres países se porque tenía problemas con la Argentina. han sentado en una misma mesa de negociaciones. Brasil fue, durante el siglo XIX, un tradicional aliado de Chile Pese a la postura oficial de Chile de no tratar el tema marítimo y, en cuanto a cantidad de territorio, es el país que produjo a Bo- boliviano, sus sucesivos gobiernos, unos más que otros, recono- livia más despojos. Precisamente, la Guerra del Acre coadyuvó cen que la mediterraneidad boliviana es una piedra muy grande enormemente en debilitar aún más a Bolivia en la negociación en su zapato. con Chile. Por eso, en las contadas ocasiones de real acercamiento, mos- La victoria militar rompió el frágil equilibrio; los tratados de traron su predisposición de ceder una salida soberana al mar, 1866 y 1874 quedaron para el archivo; Chile, al conquistar tam- pero, por no dividir su actual territorio, el ofrecimiento es por te- bién Tarapacá, consideraría ilógico dividir su territorio. En las rritorios anteriormente peruanos. Arica primero, luego un co- primeras décadas de postguerra se presentaron en ese país dos rredor al norte de Arica, luego un corredor por canje territorial posiciones: imponer su victoria sin concesiones o evitarse con son parte de sus ofrecimientos. Bolivia problemas futuros, otorgando una salida al mar por Ari- La mayor fortaleza de la posición boliviana es la conciencia- ca, a espaldas del Perú. En Perú, existía resignación por la pérdi- ción de casi todos sus ciudadanos sobre la necesidad y la justicia da de Tarapacá, pero recuperar Tacna y Arica era fundamental de retornar al mar; su mayor debilidad es la división entre reivin- para recuperar la dignidad perdida. En Bolivia, los políticos e in- dicacionistas y practicistas. telectuales estaban divididos también en reinvindicacionistas y Los reivindicacionistas plantearon y plantean el retorno al practicistas. mar por territorio que fuera boliviano. A decir de José Canelas, Nuevamente, los actores directos de la negociación fueron uno de sus portavoces, a principios de siglo XX: “Arica es una personas preparadas y representativas. En el Pacto de Tregua droga embrutecedora que distrae el verdadero objetivo bolivia- participaron Belisario Salinas y Belisario Boeto; en el Tratado de no de recuperar su litoral”. Esta corriente, sobre todo en las déca- 1904, empresarios mineros como Carlos Aramayo e intelectua- das posteriores a la guerra, está profundamente vinculada con la les como Alberto Gutiérrez, a más del empuje del presidente lealtad a su aliado, Perú. Montes. En el Congreso aprobaron el polémico tratado políticos En cambio, los practicistas, más realistas y pragmáticos, representativos de la elite paceña, como Rosendo Villalobos, Ri- aceptaron y aceptan una salida al mar por el antiguo territorio goberto Paredes, Sabino Pinilla y Quintín Barrios, enfrentados al peruano, solución que no ha podido plasmarse por la falta de cochabambino Daniel Salamanca, al tarijeño Tomás O’Connor y apoyo de la opinión pública, el precio del canje, y porque requie- al cruceño Pablo Roca, quienes lucharon por el no. En su mo- re la aceptación del Perú. mento, también estuvo a favor de continuar con la guerra el co- La oferta de un corredor reemplaza a la oferta de Arica, a par- nocido escritor Nataniel Aguirre, desde su curul parlamentario. tir de 1950. El protagonista boliviano principal fue el canciller

18 Ostria Gutiérrez y el principal antagonista, el famoso poeta y po- sionaron la ruptura de relaciones en 1964, situación con la que lítico Franz Tamayo, quien, en un famoso mensaje, publicado en se llegó al fin del siglo XX. Última Hora, el 25 de julio de 1950, llamó a los estadistas chile- A partir de la década de los 90 y, sobre todo, a principios del nos malos plagiadores del corredor polaco y abusivos por pedir, nuevo siglo, la posición boliviana en las negociaciones oficiales además, compensaciones con las aguas del Lago Sagrado, “des- y extraoficiales ha mejorado gracias a una serie de circunstan- pués de haber sacado una montaña de oro en 71 años del litoral cias. Se presentaron nuevos escenarios para el encuentro de los salitrero boliviano”. Llamó a los practicistas “taifa de traidores”. tres gobiernos y de las tres sociedades civiles. La posibilidad del corredor fracasó en 1950. Luego el abrazo Existe un cambio profundo en las relaciones internacionales, de Charaña, en el que los protagonistas eran representantes de mundiales y regionales; los tratados basados en la guerra han las dictaduras militares y, por el lado boliviano, representantes dejado de ser intangibles. Los conceptos y alcances de la sobe- nuevamente del empresariado minero, en que existió una fuer- ranía de los Estados-nación, propios del siglo XIX, han cedido te oposición interna, sobre todo por el tema de las compensa- paso a las soberanías compartidas y a la distribución del poder. ciones, pero también la oposición del Perú. La formación de bloques en el mundo y una paulatina concien- Perú ha flexibilizado su posición desde un no rotundo a un sí tización han creado una nueva ola americanista integradora, condicionado. El no rotundo más terminante fue dado ante la bajo las consignas de futuro compartido y complementariedad propuesta del Secretario de Estado norteamericano, Frank Ke- económica. llog, de entregar a Bolivia Tacna y Arica, previo al plebiscito y al Tratado de 1929. Un no más abierto fue dado después del abrazo de Charaña, cuando, si bien no respaldó la posibilidad del corre- Mucho se insiste en que la negociación dor, propuso la alternativa de una soberanía compartida. Durante más de un siglo de historia de Bolivia sin mar, han debe ser bilateral, sin embargo Perú existido largos periodos en los que la presión boliviana bajó de intensidad: los veinte años de gobierno liberal; las dos décadas —directa o indirectamente— ha estado entre 1930 y 1950 por la Guerra del Chaco y los conflictos inter- nos; los doce años de gobierno del MNR. Pese a la gran amistad y está presente. Aunque con menor entre los presidentes Ibáñez y Paz Estensssoro, se dio prioridad al desarrollo interno bajo la hipótesis de que un país desarrolla- intensidad, no se puede negar la do podía negociar mejor. Este respiro no fue debidamente reco- nocido por el gobierno de Chile, ya en manos de Alessandri, al influencia de Argentina y Brasil. desviar las aguas del río Lauca. Los republicanos, y en particular el presidente Bautista Saa- vedra, representaron una lucha tenaz por la reivindicación ma- Bolivia adquirió nuevas fortalezas que le permiten negociar rítima e iniciaron la estrategia multilateral. Ante la imposibili- en mejores condiciones: su territorio es vital para la construc- dad de llegar a un acuerdo en negociaciones bilaterales y trilate- ción de los corredores interoceánicos; su potencialidad energé- rales, Bolivia optó por presentar su causa marítima en foros tica, sus depósitos de agua dulce y la simpatía de varios líderes multilaterales. En 1920, el gobierno de Saavedra inició gestiones mundiales y latinoamericanos a su causa marítima. ante la Sociedad de las Naciones para la revisión del Tratado de Sin embargo, en la década de los 90 no se lograron significati- 1904, pero la Sociedad no admitió la demanda. Pese a ese fraca- vos avances, y las relaciones por las coincidencias democráticas so, la estrategia era buena, para que no se archivase el problema. y de modelo económico fueron cordiales. Esa cordialidad se La estrategia multilateral se repitió esporádicamente hasta rompió, a partir de octubre de 2003, cuando, ante la posibilidad convertirse en el principal instrumento de batalla de los sucesi- de exportar gas a través de un puerto chileno, nuevamente salió vos gobiernos bolivianos, desde mediados de la década de los a flote la reivindicación marítima, esta vez acaudillada por las 60. La mala imagen de Chile, por la dictadura militar de Pino- organizaciones sociales, que la pusieron en la agenda de priori- chet, y la buena preparación del gobierno de Guevara Arze lo- dades de la política boliviana y en primeras planas de la prensa graron finalmente, en 1979, la Resolución de la Asamblea Gene- internacional. ral de la Organización de Estados Americanos que establece: “es La agenda de octubre y la conmemoración del centenario del de interés hemisférico permanente encontrar una solución Tratado de 1904, a más de la decidida acción del presidente Car- equitativa mediante la cual Bolivia obtenga acceso soberano y los Mesa y su canciller Ignacio Siles, pusieron el tema al rojo vivo, útil al Océano Pacífico”. Esta victoria diplomática fue empañada especialmente cuando se dio el duelo verbal de Monterrey, entre por el golpe de Natusch Busch, sobre quien y sus colaboradores los presidentes Mesa y Lagos, el 13 de enero de 2004. La posición pesa esa terrible responsabilidad histórica. boliviana recibió el respaldo del presidente de Venezuela y de La negativa chilena a tratar el tema marítimo, el desvío del personalidades como Kofi Annan y Jimmy Carter. Su principal río Lauca y la persistencia boliviana en su retorno al mar oca- logró fue colocar el problema en las agendas internacionales.

19 La salida soberana y útil al mar para Bolivia es parte de la agenda latinoamericana y de los tres países – Un corredor y un espacio trinacional por Arica. Bolivia obten- directamente involucrados. El problema dría la soberanía marítima y, a cambio, otorgaría recursos energéticos para el desarrollo de un amplio espacio trinacio- es que no bastan las buenas intenciones nal que comprende el norte de Chile, el sur del Perú, el oeste y sur de Bolivia. y las circunstancias favorables; es – Un corredor boliviano entre los límites de Chile y Perú, fruto de la voluntad de ambos países para revisar el Tratado de 1929. necesario pasar del discurso al hecho. Plena soberanía a Bolivia sobre el corredor y el mar que le co- rresponde. Puerto trinacional, administrado por un ente espe- cial sobre la base de una estrategia de integración trinacional. Nuevamente, los problemas internos del país evitaron con- – Enclave boliviano soberano en la región de Antofagasta. Este seguir más frutos. Se cumplió la advertencia del intendente de enclave puede construirse en Cobija, y así brindar a Bolivia Arica de que Chile no debía preocuparse de la ofensiva boli- un acceso soberano al mar. Bolivia coadyuvaría en crear, con viana porque, por sus rencillas internas, iba a durar poco. Así su aporte energético, un polo de desarrollo en la región de fue; inclusive Lagos fue principal invitado en la posesión del Antofagasta. nuevo Presidente, olvidándose su dureza frente a la posición boliviana. Se acordó, también, que el enfoque trilateral a la solución de Felizmente, nuevas esperanzas se presentan en el horizonte. la demanda boliviana debe fundamentarse en escenarios de co- Además de las potencialidades ya señaladas, se añaden las coin- operación sustantiva en las áreas fronteriza, regional, macrore- cidencias políticas entre los actuales gobiernos de Bolivia y Chi- gional y nacional. le, así como un ambiente más favorable a un arreglo, por parte La reunión de Lovaina, como otras reuniones similares, de importantes sectores de la opinión pública de ambos países. muestra posibles caminos de solución. En todo caso, los nego- La salida soberana y útil al mar para Bolivia es parte de la ciadores bolivianos deben aprender del pasado, evitar errores, agenda latinoamericana y de los tres países directamente invo- como el de firmar acuerdos sin un respaldo suficiente de la ciu- lucrados. El problema es que no bastan las buenas intenciones y dadanía; construir una política de Estado que garantice la conti- las circunstancias favorables. Es necesario pasar del discurso al nuidad de los acuerdos; procurar negociaciones trinacionales hecho. que tomen en cuenta a las regiones involucradas; no descartar Si la solución para desentrampar las relaciones es una salida que la mayor fortaleza negociadora de Bolivia es su riqueza al mar para Bolivia, todos apuntan en esa dirección. El problema energética. Ceder, si ceden, para ganar todos. es encontrar el “cómo” que satisfaga a los gobiernos y a la socie- Lo interesante es que la propuesta fue presentada a la Comu- dad civil de los tres países. nidad Económica Europea. Pese a los avances de las negocia- Un grupo de intelectuales de los tres países, invitados por la ciones bilaterales, no hay que olvidar la presencia del Perú y, Universidad de Lovaina la Nueva, en septiembre del 2006, inten- menos, el apoyo o el arbitraje de organismos multilatera- tó proponer vías de negociación y solución. Después de amplios les como la misma Comunidad Europea y las Cumbres debates, el grupo consideró tres soluciones posibles: Americanas.

20 La cuestión marítima en el siglo XX

Una visión crítica sobre las principales negociaciones entre Bolivia y Chile, y el estado actual del problema marítimo.

RAMIRO Las principales negociaciones PRUDENCIO LIZÓN Walker Larraín, proponía que “los gobier- llevadas a cabo en el siglo XX nos de Bolivia y Chile ingresen formal- Historiador con 30 mente a una negociación directa para sa- años de ejercicio ace tres años, el 20 de octubre de 2004, se cumplió el cente- tisfacer la fundamental necesidad boli- diplomático. nario de la suscripción del Tratado de 1904 que determinó viana de obtener una salida propia y so- H Magíster en el encierro geográfico de Bolivia. berana al océano Pacífico, resolviendo así derecho Cabe señalar que durante el curso del siglo XX hubo muy im- el problema de la mediterraneidad de Bo- internacional portantes negociaciones para solucionar el problema marítimo livia sobre bases que consulten las recí- público. Director boliviano en forma definitiva y satisfactoria para ambas partes. procas conveniencias y los verdaderos in- de la Académica Se hará somera referencia, sólo a las principales. tereses de ambos pueblos”. Diplomática La primera se dio en 1920, cuando se suscribió en La Paz el Acta La respuesta chilena, del día 20 de ju- Boliviana. de 10 de enero, entre el canciller Carlos Gutiérrez y el ministro nio, enviada por el canciller Horacio Wal- Columnista del plenipotenciario chileno Emilio Bello Codesido. Este diplomáti- ker, expresaba que su gobierno, “anima- diario La Razón. co firmó, como Canciller de Chile, el Tratado de Paz de 1904, que do de un espíritu de fraternal amistad determinó el enclaustramiento geográfico boliviano. Ello de- hacia Bolivia, está llano a entrar formal- muestra que hasta el propio autor del Tratado de Paz había com- mente a una negociación directa destinada a buscar una fór- prendido lo injusto del acuerdo y la necesidad de modificarlo, mula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y dando a Bolivia una salida propia y soberana al mar. soberana al océano Pacífico, y a Chile obtener las compensa- En la mencionada Acta de 10 de enero de 1920 se expresa tex- ciones que no tengan carácter territorial y que consulten efec- tualmente: “con el propósito de cimentar sobre sólidas bases la tivamente sus intereses”. unión futura de los dos países, Chile está dispuesto a procurar Aunque no se lo indicaba en las mencionadas notas, en la ne- que Bolivia adquiera una salida propia al mar, cediéndole una gociación se estableció la cesión por Chile de un corredor al nor- parte importante de esa zona al norte de Arica y de la línea del fe- te de Arica, con continuidad territorial desde Bolivia hasta el mar. rrocarril que se halla dentro de los territorios sometidos al ple- Como señala la nota del canciller Walker, Chile en ese mo- biscito estipulado en el Tratado de Ancón”. mento aceptó no exigir una compensación territorial a cambio El Acta señala asimismo que: “independientemente de lo es- de la zona costera que cedería a Bolivia. Y quedó como alternati- tablecido en el Tratado de 1904, Chile acepta iniciar nuevas ges- va una compensación con aguas de la Cuenca del Altiplano. Pe- tiones encaminadas a satisfacer la aspiración del país amigo, su- ro desde esa época se comprobó que hay poca agua en esa alti- bordinada al triunfo de Chile en el plebiscito”. planicie y que, además, la principal de ellas, la del lago Titicaca, Se consideraba que la entrega de una zona costera por Chile no puede ser utilizada unilateralmente porque conforma un debía entrañar una compensación equivalente. Y así se determi- condominio bilateral boliviano – peruano. nó en el Acta: “que la cesión de Arica a Bolivia no importaría una Veinticinco años después, en 1975, se llevó a cabo la nego- ventaja unilateral a favor de ese país, sino una concesión que de- ciación más importante que sobre el tema marítimo se realiza- bería ser compensada, consultando los mutuos intereses y ase- ra en todo el siglo pasado. Fue la iniciada en el encuentro presi- gurando una situación de cordialidad aún más estable”. dencial de Charaña entre los generales Hugo Banzer y Augusto Con la Revolución del 12 de julio de ese mismo año de 1920, y Pinochet. con la asunción al poder del Partido Republicano, se cambió el En esa negociación, Bolivia planteó que se le ceda un Corre- curso de la cuestión. El nuevo gobierno presidido por Bautista dor al norte de Arica, semejante al negociado en 1950 y, además, Saavedra se esmeró en la revisión del Tratado de Paz, y dejó de la- un enclave, o sea un territorio soberano, de unos 50 kms. de ex- do lo estipulado en el Acta de referencia. tensión a lo largo de la costa y 15 kms. de profundidad, que esta- La segunda trascendental negociación se llevó a cabo en ría situado cerca de Iquique, Antofagasta o Pisagua. 1950, cuando se cursaron entre los dos gobiernos las célebres La respuesta de Chile se dio mediante nota de 19 de diciem- notas de 1º y 20 de junio. La primera, firmada por el embajador bre de 1975, cursada por el canciller almirante Patricio Carvajal, Alberto Ostria Gutiérrez dirigida al canciller chileno, Horacio al embajador boliviano Guillermo Gutiérrez Vea Murguía. En

21 ella, Chile ofrecía ceder un Corredor al norte de Arica, de unos 2500 km2 de ex- tensión, desde Bolivia hasta la costa. Esa zona incluía al aeropuerto de Chacalluta y al ferrocarril de Arica a La Paz. Natural- mente Bolivia pagaría por el aeropuerto y por el ferrocarril y además por todas las instalaciones y construcciones estatales existentes en el Corredor. Asimismo, res- petaría los bienes de los particulares radi- cados en él. Lo que Chile no aceptó fue la cesión del enclave al sur del territorio ariqueño. Con- sideró muy difícil que el pueblo chileno se aviniese a ceder dos territorios con sobe- ranía. En compensación por el Corredor ofrecido, el gobierno del general Pinochet exigió una compensación territorial. La verdad es que en Bolivia no agradó la idea de pagar con territorio por el Co- rredor. Desde un principio comenzaron las críticas a este tipo de resarcimientos, recordando que en 1950 Chile había aceptado no recibir territorio boliviano como compensación. Pero es menester preguntarnos: ¿si Bolivia no acepta un canje territorial, cómo podría pagar por el territorio que recibiría? A la cuestión de la compensación terri- torial se sumó posteriormente otro grave problema: la respuesta peruana a la con- sulta que le hizo Chile de acuerdo al Pro- tocolo Complementario al Tratado de 1929. Se suponía que la respuesta debería ser afirmativa o negativa. Pero el gobierno peruano, astutamente, presentó en cam- bio una nueva propuesta de solución, cre- ando una zona trilateral al norte de Arica. Chile consideró que el Perú se había so- brepasado en sus derechos, ya que pre- tendía tener participación en el territorio costero del Corredor, sin haber ofrecido, por su lado, otro territorio semejante en el lado peruano. Por lo tanto, el problema de la compen- sación territorial y la contrapropuesta pe- ruana llegó a congelar la negociación. El gobierno del general Banzer, en su deses- peración y angustia, prefirió romper rela- ciones diplomáticas y dar fin con ello a tan importante entendimiento, que pudo ha- ber roto el enclaustramiento geográfico boliviano hace más de un cuarto de siglo.

22 Hubo, posteriormente, otra negociación digna de ser men- que Bolivia no tenía aguas importantes en la zona y, si éstas eran cionada. Se realizó en 1987, entre los cancilleres Guillermo Be- trasladadas a la costa, podía convertirse a esa altiplanicie en un dregal y Jaime del Valle. Al igual que la anterior, Bolivia presentó verdadero páramo. Además, como se señaló, las principales una base de solución sustentada en el Corredor al norte de Arica aguas del Altiplano, las del lago Titicaca, no se podían utilizar y en el enclave al sur del territorio ariqueño. Pero esta vez Chile unilateralmente, porque se entendía que conformaban un con- no dio una respuesta positiva. El gobierno de Pinochet aclaró dominio bilateral boliviano – peruano, y así lo mencionó el pre- que su país no estaba llano a ceder ningún territorio y que sólo sidente peruano general Manuel Odría. trataría cuestiones de libre tránsito. Cabe señalar, además, que tanto en Bolivia como en Chile los principales opositores a los gobiernos de entonces, Víctor Paz Causas fundamentales del fracaso Estenssoro y Carlos Ibáñez del Campo, eran encarnizados ene- migos de la negociación culminada con las notas de 1950. Y Como se dijo anteriormente, la primera negociación efectuada cuando estos dos personajes subieron al poder, en 1952, el en- después de la firma del Tratado de Paz de 1904, fue le realizada tendimiento al que llegaron se basaba precisamente en la exclu- en La Paz, en 1920, entre el canciller boliviano, Carlos Gutiérrez, sión de dichas notas de la relación boliviano – chilena, las cuales y el Ministro Plenipotenciario chileno, Emilio Bello Codesido. se circunscribirían al mejoramiento del libre tránsito otorgado Fruto de la misma fue la mencionada Acta Protocolizada de 10 por Chile a Bolivia en 1904. de enero de 1920, donde Chile manifestaba estar dispuesto a ce- der “una parte importante de esa zona” al norte de Arica y de la línea del ferrocarril de Arica a La Paz. En cuanto a la negociación iniciada en Pero con la revolución del 12 de julio de 1920, el nuevo gobier- no del Partido Republicano cambió radicalmente la política li- Charaña, fue la progresiva debilidad beral consistente en la adquisición de un territorio en la zona de Tacna y Arica, que entonces era disputada por Chile y Perú. El del gobierno de Hugo Banzer la que gobierno del doctor Bautista Saavedra impuso la política reivin- dicacionista que consistía en la exigencia de la revisión del Tra- obligó a éste a romper relaciones tado de Paz de 1904 y la recuperación de una parte del territorio perdido en la Guerra del Pacífico. Esta nueva concepción maríti- diplomáticas con Chile. ma sepultó a la citada Acta Protocolizada. Respecto a la segunda fundamental negociación, efectuada bajo la conducción del embajador boliviano Alberto Ostria Gu- Pasados los años, mediante Memorándum de 10 de julio de tiérrez, durante los años de 1947 y 1951, y que culminó con el in- 1962, el gobierno chileno propuso reivindicar las notas de 1950 tercambio de notas entre este diplomático y el canciller chileno, y, en base a ellas, iniciar negociaciones relativas a la cuestión Horacio Walker Larraín, fechadas el 1º y 20 de junio de 1950, va- marítima boliviana. Pero el conflicto bilateral por el desvío de las rios factores determinaron no su fracaso, sino su postergación. aguas del río Lauca, que se pronunció al año siguiente de 1962, Primero, el hecho de que el gobierno del Partido de la Unión sepultó tanto al Memorándum como a las citadas notas. Republicana Socialista (PURS), que asumió el poder en 1947, tu- En cuanto a la negociación iniciada en Charaña, fue la pro- vo una muy fuerte oposición, al extremo de desencadenarse una gresiva debilidad del gobierno de Bánzer la que determinó que guerra civil en 1949, que le quitó poder negociador en las cues- éste se viese obligado a romper relaciones diplomáticas con tiones internacionales. Además, el mismo partido había mante- Chile. Como se tiene conocimiento, Bánzer comenzó su gestión nido tradicionalmente la política reivindicacionista, que clama- con gran poder, ya que tenía como base no sólo al Ejército sino ba por el territorio que antaño había sido boliviano y rechazaba también a los dos partidos políticos más importantes del país: el toda solución por la zona de Arica. Y, por último, los políticos que Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y la Falange se inclinaban por el territorio ariqueño lo hacían en el entendi- Socialista Boliviana (FSB). Pero, absurdamente, pronto rompió do de que sería el puerto de Arica el que Chile debería ceder a con los jefes de estos dos grandes movimientos políticos. A ello Bolivia. En esa época, un territorio al norte de Arica se conside- hay que agregar que la economía del país, que había comenzado raba inútil, por no tener las condiciones para poderse edificar en también con buenos auspicios, fue lentamente derrumbándose él un puerto que satisfaga las necesidades del comercio exterior con la reducción de la producción petrolera y minera. La oposi- nacional. ción siempre creciente, tomó como bandera contra el gobierno Por todas estas cuestiones, el embajador Ostria no se atrevió a autoritario el oponerse tenazmente al entendimiento con Chile. hablar de una compensación territorial por el Corredor al norte Como manifestó el eximio historiador, Alberto Crespo Rodas, la de Arica, negociado en esa ocasión. Prefirió hablar de aguas del oposición temía que si se lograba solucionar el problema marí- Altiplano que bajarían al territorio norte de Chile. Y ello compli- timo nacional, podría darse lugar a que el dictador permanecie- có la negociación, porque desde un principio se comprendió se en el poder por lo menos unos diez años más. Las críticas de

23 Se debe manejar la prensa con habilidad. Los gobiernos anteriores, temerosos a la opinión pública, preferían mantener las negociaciones esta creciente y enérgica oposición al arreglo con Chile, no tu- vieron a nadie que las contrarreste en el oficialismo. Lamenta- en reserva, pero ésta era unilateral, ya blemente, Bánzer nombró a militares amigos suyos como mi- nistros de relaciones exteriores, y éstos no tenían la adecuada que el gobierno chileno siempre prefirió preparación para poder convencer a la opinión pública nacional sobre la importancia de la negociación que se estaba realizando que su gente conociera el problema. en ese trascendental momento. A principios de 1978, acorralado por tan enérgica y constante oposición, el gobierno prefirió librarse del engorroso problema Hay que tener presente que, aparte de la cuestión marítima, marítimo, dando un puntapié a la mesa de las negociaciones y surgieron otros problemas que dividieron aun más a los dos paí- rompiendo relaciones diplomáticas con Chile. Las consecuen- ses. Los principales fueron los relativos a las aguas del Silala y al cias de esta abrupta ruptura fueron muy graves porque el Ejérci- sembrado de minas antipersonales a lo largo de la frontera. to chileno se consideró ultrajado por esta inesperada y violenta Pero al comenzar este siglo XXI se suscribió un comunicado repulsa a la propuesta chilena de dar un Corredor al norte de Ari- conjunto, en febrero del año 2000, entre los cancilleres Javier ca con plena soberanía a Bolivia. Murillo y Juan Gabriel Valdés, en Algarve, Portugal, que podía De este modo, cuando se llevó a cabo la última negociación haber dado lugar a un nuevo entendimiento bilateral. El comu- pública del siglo veinte, en 1987, las Fuerzas Armadas chilenas, nicado decía que los dos países estaban dispuestos a tratar todos sobre todo la Armada, se opusieron a cualquier cesión territorial los temas de la agenda bilateral, “sin exclusión alguna”. a Bolivia. Además, en esta ocasión, el gobierno boliviano siguió Luego surgió la posibilidad de vender gas a Chile y también a desechando un posible canje de territorios y continuó con la po- ultramar a través del territorio chileno. Las negociaciones se ini- lítica de compensar con aguas del Altiplano. ciaron con grandes expectativas entre el canciller Gustavo Fer- En consecuencia, es necesario que algunos parámetros fun- nández y el cónsul general Edmundo Pérez Yoma. damentales sean tomados en cuenta para poder llevar con éxito Ese proyecto suponía una inversión superior a los cinco mil una futura negociación sobre tan trascendental tema. millones de dólares. Comprendía un complejo proceso de licue- Primero, es conveniente que el gobierno boliviano tenga gran facción de gas en el puerto de Patillos, destinado a la exporta- apoyo popular, apoyo que no tuvieron los anteriores, para poder ción a Estados Unidos y México de un volumen inicial de gas en- enfrentar una negociación con paciencia, serenidad y tenaci- tre 30 y 40 millones de metros cúbicos diarios. dad. Además, la política exterior debe ser conducida por exper- Para concretar tan importante objetivo el Estado chileno da- tos, tanto en la Cancillería de la República como en nuestra mi- ría en concesión al Estado boliviano, por un período de 50 años sión en Chile. De otro modo, se pierde el tiempo en fruslerías y prorrogables por igual período, una superficie aproximada de detalles que a nada conducen. 600 hectáreas, ampliables de común acuerdo en función de las Segundo, se debe manejar la prensa con habilidad. Los go- necesidades del proyecto, para el establecimiento de una zona biernos anteriores, temerosos de la opinión pública, preferían franca, denominada Zona Económica Especial, destinada a la mantener las negociaciones en reserva. Pero la reserva era unila- recepción, procesamiento, industrialización y comercialización teral, porque el gobierno chileno siempre prefirió que su gente de petróleo, gas natural, sus derivados y subproductos, y otras conociese el problema y, además, creyese que se estaba llevando actividades industriales y de servicios asociados. a cabo una negociación muy favorable para Chile. El complejo industrial en Patillos no estaría gravado con aran- Por último, es importante no desviar la política nacional que celes aduaneros o impuestos del Estado chileno. Bolivia tendría desde 1950 consiste en la obtención de un Corredor al norte de el derecho de fiscalizar y auditar a las empresas operadoras de la Arica, con continuidad territorial desde Bolivia hasta el mar. Es- zona franca para el fiel cumplimiento de las franquicias tributa- ta solución debe tener un corolario obligatorio: el canje de terri- rias y aduaneras. En materia laboral, la legislación boliviana se- torios con Chile. Como se mencionará más adelante, sin dicho ría la aplicable, menos para los trabajadores de nacionalidad trueque territorial es imposible que este país se avenga a ceder chilena. Para estos fines, el gobierno chileno otorgaría las facili- una zona con plena soberanía al nuestro. dades necesarias, incluidas las migratorias y las de residencia. Después de haber sido aprobada por Chile la concesión de la La cuestión marítima en los últimos años zona franca en Patillos, con todos los requisitos señalados, el go- bierno boliviano de entonces decidió intempestivamente pedir Desde el 1987 se llevaron a cabo varias conversaciones reserva- también al gobierno peruano que presente un proyecto seme- das. Hasta se propuso la convocatoria de una comisión mixta jante, para la posible construcción de un gasoducto hacia un reservada, conformada por cuatro miembros por lado. Asimis- puerto peruano, si es que el pueblo boliviano rechazaba la solu- mo, se llegó a mantener por un tiempo enviados confidencia- ción por Chile. les, uno por lado. Pero nada se concretó en una negociación Como era de esperar, el Perú también decidió conceder faci- positiva. lidades para que se pudiese instalar ese complejo industrial

24 gasífero en un puerto de su territorio. Pero lo que no se informó que el gas sería un elemento negociador para alcanzar la anhe- fue que la concesión ofrecida no se otorgaba al Estado bolivia- lada salida al mar propia y soberana. Pero el gobierno, en su ex- no, como se había concertado con Chile, sino sólo a las empre- trema flaqueza, enunció una política demagógica denominada sas privadas. Además, nunca se determinó cuál sería el puerto “la molécula de gas”. Ella consistía en que Bolivia no sólo no ven- donde se llevaría a cabo el complejo industrial. Se pensó en Ilo, dería gas a Chile, sino que no permitiría que países que se abas- pero luego se observó que ese puerto estaba muy poblado y el tecieran de su gas, como la Argentina, pudieran hacerlo a Chile. complejo, por contener elementos inflamables, requería de En otras palabras, decidió imponer un dicktat a Chile: o entrega- una zona deshabitada. Por lo tanto, hasta ahora no se cuenta ba una costa marítima o no recibiría ninguna “molécula” del gas con un puerto peruano para la exportación de gas boliviano a boliviano. ultramar. Esta política desembocó en situaciones muy negativas para La política interna boliviana se fue deteriorando. Los últimos Bolivia. Primero, Perú, con quien se había suscrito una carta de gobernantes demostraron carecer del carácter necesario para intenciones para una exportación de gas boliviano por ese país, sujetar firmemente las riendas del gobierno. La extrema debili- se entendió con Chile para venderle el hidrocarburo de Camisea dad gubernativa llegó al clímax con el gobierno del presidente y librarle de los inconvenientes producidos por “la molécula de , el cual tuvo que acortarse para salvar al país de la gas”. Y segundo, provocó la determinación de los demás países permanente anarquía reinante. vecinos de ponerse de acuerdo para crear un “anillo energético” Naturalmente, la debilidad del gobierno de Mesa repercutió con el fin de someter a Bolivia a sus designios, basados en el in- en su política exterior. De todos modos cabe destacar que ella se terés de que nuestro país no exporte gas a ultramar, sino que só- inició con los mejores auspicios en lo referente a la relación bo- lo cuente con los mercados del continente, los cuales definirían liviano – chilena. Carlos Mesa tuvo una conversación muy cons- los montos y los precios del mismo. tructiva con su colega chileno, Ricardo Lagos, en Santa Cruz de En otras palabras, la política de la “molécula de gas” obstacu- la Sierra, en ocasión de la XIII Cumbre Iberoamericano de Jefes lizó la instalación de un gran complejo en el puerto de Patillos de Estado y de Gobierno, llevada a cabo en noviembre de 2003. para su ulterior exportación a ultramar; impidió, también, la En esa oportunidad, Lagos manifestó su intención de ceder a venta a Chile que es el mejor mercado de todos los vecinos, ya Bolivia un Corredor al norte de Arica, tal como se había estipula- que no posee recursos gasíferos como Argentina y Brasil; y, por do en anteriores negociaciones, pero solicitó que sea el gobier- último, cerró la posibilidad de tratar la cuestión marítima con el no boliviano quien se encargase de levantar el denominado “ve- gobierno de Lagos. to peruano”. Además, fue designado Canciller de la República a La “molécula de gas” endureció, asimismo, la posición del Juan Ignacio Siles, nacido en Viña del Mar y de madre chilena, la gobierno chileno frente a Bolivia hasta llegar a situaciones alar- ilustre historiadora, doña María Eugenia del Valle de Siles. Era mantes. Basta señalar que la ex canciller, Soledad Alvear, retiró seguro que el nuevo Canciller se preocuparía en buscar buenos a un distinguido diplomático, Emilio Ruiz Tagle, de su cargo de entendimientos entre las dos naciones. Cónsul General de Chile en La Paz, sólo porque éste se avino a Pero la primavera cordial entre los dos gobiernos duró corto manifestar su deseo de que algún día se solucione el problema tiempo, pocos meses después los dos presidentes se enfrasca- marítimo boliviano. Además, la cancillería a su cargo, llegó a ron en una fiera disputa en la Cumbre de las Américas, realizada declarar que Chile nunca aceptará conceder a Bolivia una cos- en Monterrey, en enero de 2004. ¿Qué sucedió? Pues que Mesa ta con soberanía. Más aun, determinó entregar la concesión exigió que el ofrecimiento chileno en Santa Cruz sea oficializado del puerto de Arica a la misma empresa que detenta la de Mata- en esa Asamblea Continental. Mientras que Lagos deseaba que rani, único puerto que podría hacerle competencia. Ahora los las conversaciones sobre la cuestión marítima quedaran todavía en el plano confidencial, hasta que se llegase a un entendimien- to concreto sobre el tema. Los últimos gobernantes demostraron Es menester reiterar que la debilidad interna del gobierno de Mesa repercutió indudablemente en su política exterior. El pro- carecer de carácter para sujetar pio Presidente se ató las manos convocando un Referéndum so- bre el gas, donde incluía preguntas confusas que podían ser in- firmemente las riendas. La extrema terpretadas a gusto del votante. Fruto de ese Referéndum fue la Ley de Hidrocarburos promulgada por el Congreso Nacional, la debilidad llegó al clímax en la gestión cual está mal redactada y pone trabas al futuro desarrollo ener- gético de Bolivia. del presidente Carlos Mesa, que debió El Referéndum impidió, asimismo, un claro acercamiento a Chile. El punto cuarto del mismo preguntaba si la gente estaba acortarse para salvar al país de la de acuerdo en que el gas sea negociable con el mar. La gran ma- yoría de los que votó afirmativamente lo hizo en el entendido permanente anarquía reinante.

25 exportadores e importadores bolivianos están sujetos a las altas y arbitrarias im- posiciones decretadas en los dos puer- tos, imposiciones que crearon un verda- dero monopolio contra el comercio exte- rior que efectúan por el Pacífico. Por este grave motivo, y con el fin de dar un respi- ro a dicho comercio, la cancillería boli- viana se preocupó en los últimos meses en negociar con Chile la habilitación del puerto de Iquique para Bolivia. El canciller Juan Ignacio Siles trató de suavizar la posición chilena; pero con la “molécula de gas” tenía muy poco espacio para maniobrar. De todos modos, se es- meró para que el canciller Ignacio Walker mantuviera una postura menos rígida. Con el retiro del presidente Mesa la si- tuación con Chile se modificó. El gobier- no de Eduardo Rodríguez se preocupó de concretar un nuevo entendimiento entre los dos países. Y es necesario destacar sus principales logros. Cabe señalar que en el año 2004 el go- bierno de Chile manifestó oficialmente que no deseaba conversar con Bolivia so- bre la comercialización del gas ni mucho menos sobre la cuestión marítima. Pero el año 2005, dando un vuelco radical, dio a conocer su interés por volver a tratar el asunto del gas y, asimismo, no desechar la posibilidad de conversar más adelante sobre el problema marítimo. Por otra parte, se debe reconocer que desde que fue nombrado canciller de Chile Ignacio Walker Prieto hubo mayor preocupación en el gobierno chileno de buscar mejores relaciones con Bolivia. Seguramente el hecho de ser nieto de Ho- racio Walker Larraín, quien cursó las cé- lebres notas de 1º y 20 de junio de 1950, a las cuales ya se hizo referencia, influyó en su intento de acercar a los dos países. Es importante mencionar que los encuen- tros sostenidos con el ex canciller Ar- mando Loaiza fueron francos y cordiales. Y éste es el mejor modo de que dos esta- distas lleguen a entendimientos perma- nentes y definitivos, lo que determinará que en el futuro los dos países puedan so- lucionar todos sus problemas bilaterales. Fruto de esos encuentros y de la nueva política de acercamiento fue el desmina-

26 do de la frontera común. Luego, la supresión de los pasaportes rio. Así se pudo certificar cuando se estudió la posibilidad de ex- para facilitar el tránsito de las personas de un país al otro. Asi- portar gas a ultramar. Y eso se previó tanto en la negociación de mismo, la negociación del Acuerdo de Complementación Eco- 1975 como en la de 1987, cuando se pidió a Chile un enclave que nómica (ACE), suscrito en 1993, negociación que estuvo parali- podía estar situado cerca de Iquique o de Antofagasta. zada en tiempos del gobierno de Mesa. Por último, las declara- Pero es importante considerar que Chile jamás otorgará dos ciones del Canciller chileno de que su país trataría la agenda bo- zonas costeras con plena soberanía. Por tanto, se podría obtener liviana sin exclusión de ningún tema. el enclave sin soberanía, ya sea como comodato o como una zo- Ahora bien, con el cambio de gobierno en Bolivia, la relación na franca. Y eso es lo que se consiguió con el gobierno de Ricar- bilateral ha mejorado. Vino a La Paz el Presidente de Chile, Ricar- do Lagos, una zona franca en Patillos, sin soberanía territorial, do Lagos, con una importante comitiva. Esta es la segunda vez pero con soberanía funcional. que un mandatario chileno viene a Bolivia en forma oficial. La Si hubo entendimiento en la solución del problema, ¿por qué primera ocurrió en 1955, cuando el presidente Carlos Ibáñez del en el pasado no se llegó a concretar ninguna negociación? Por- Campo, visitó nuestra capital para participar en las celebracio- que hubo dos problemas que hasta ahora no se estudiaron debi- nes del aniversario de la independencia nacional. Pero en esa damente. El primero, el relativo a la compensación que Bolivia oportunidad, el gobernante chileno exigió que no se tratara la debería otorgar a Chile por el Corredor. Hay que tomar en cuen- cuestión marítima durante su estadía en Bolivia. ta, además, que una salida al mar boliviana podría determinar Mientras que ahora la situación cambió radicalmente. El pre- una importante pérdida económica para ese país, derivada de sidente Lagos reiteró categóricamente en La Paz que su gobier- los cobros de las tasas portuarias, de la utilización de la Zona no, y el que presidirá la señora Michel Bachelet, está dispuesto a Franca de Iquique y del turismo. En la negociación de 1950 se conversar y negociar con nuestro país sobre todos los temas de habló de una compensación con aguas del Altiplano, y ése fue la agenda bilateral, sin ninguna exclusión. un error, porque no se cuenta con las debidas aguas en esa zona, y sabiendo esto, absurdamente Bolivia volvió a plantear esta Estado actual del problema compensación en 1987, lo que determinó el fracaso. La única compensación posible es la considerada en la nego- Es necesario recalcar que ningún país ni ningún organismo in- ciación de Charaña: un canje de territorios. De este modo ningu- ternacional, sea la ONU o la OEA, pueden obligar a Chile a tratar no de los dos países pierde territorio. La superficie de los mis- la cuestión marítima nacional. Sólo mediante una negociación mos quedaría igual. directa, franca y amistosa podremos retornar al mar. Y así lo A muchos bolivianos no les gusta la idea de compensar con comprendió el presidente Evo Morales al recibir en su departa- territorio. Pero si se rechaza esta contingencia, ¿con qué se po- mento al presidente Lagos, y al manifestarle que “somos de la dría compensar a Chile? Actualmente hay sugerencias para in- cultura del diálogo y queremos apostar a este diálogo”. demnizar a Chile con la comercialización del gas. Pero aparte Ahora bien, para comenzar una negociación sobre la cues- de que una transacción de esta índole sería inicua, ya que obli- tión marítima, ésta, inicialmente, debiera ser confidencial, ya garía al país a vender este producto no renovable a un precio in- sea o por medio de negociadores ad hoc o de comisiones mixtas ferior a sus pretensiones, lo dejaría dependiente de Chile por reservadas. muchos años. Existe la creencia en los dos países que una negociación sobre Pero, además, existe el rechazo chileno a esta posibilidad. el problema marítimo será difícil y compleja, y que a la larga aca- En la negociación de Charaña, el gobierno de La Moneda argu- rreará más divisiones, como sucedió en el pasado. Pero esa es mentó que la solución marítima debía conllevar la supresión una concepción equivocada porque la solución ya está dada: un corredor al norte de Arica, con continuidad territorial desde Bo- livia hasta la costa. Dicha solución fue acordada en 1950, luego Es menester reiterar que la debilidad en la negociación de Charaña de 1975 y, posteriormente, en la de 1987. Por último, es la propuesta dada por el presidente Ricardo interna del gobierno de Mesa Lagos al presidente Mesa, en Santa Cruz, en noviembre de 2003. Vale destacar que esta solución da satisfacción al anhelo bo- repercutió en su política exterior. Él liviano de alcanzar el mar con plena soberanía. Pero, además, se recibiría una costa no sólo soberana sino también útil, por- mismo se ató las manos convocando un que ella estará comunicada con el país por medio de un aero- puerto, el de Chacalluta; un ferrocarril, el de Arica a La Paz; y referéndum sobre el gas, donde incluía una carretera, la de Arica a Charaña, que con el tiempo podría ser pavimentada. preguntas confusas que podían ser De todos modos, es pertinente tomar en cuenta que Bolivia necesitaría también de un puerto para la zona sur de su territo- interpretadas a gusto del votante.

27 Es necesario recalcar que ningún país ni ningún organismo internacional, sea la ONU o la OEA, puede obligar a Chile a tratar la cuestión marítima. Sólo con livia contase con un puerto al norte de Arica, podría dar lugar a una negociación directa, franca y la constitución de un megapuerto que controle los tres puertos existentes en la zona: el chileno, el concedido al Perú, y el que amistosa podremos retornar al mar. construiría Bolivia; megapuerto que bien podría estar adminis- trado por un consorcio privado con capitales mayoritarios de los tres países. definitiva de toda queja posterior. Por esta causa, no podía ad- En consecuencia, es absurdo continuar pensando en que el mitir que en el futuro se lo pudiera acusar de ser explotador de Perú tratará de interferir en una futura negociación sobre la un país pobre. Además, hay que tomar en cuenta la convicción cuestión marítima nacional. Mucho más ahora que hay un apo- chilena de no permitir una reducción de su territorio. Así lo yo internacional creciente para que se encuentre una solución al manifestó terminantemente el gobierno de Pinochet en esa problema. Lo que sí interesa al Perú, y eso se debe tener muy en época. cuenta, es participar en la solución del problema, para que ésta La única alternativa es, pues, el trueque de territorios, tal co- sea definitiva y satisfactoria para los tres países. mo Chile lo propuso en la negociación de 1975. Y es convenien- Todo lo expuesto ya se conversó con Chile. Ello se produjo en te recordar para el efecto que existe un antecedente sobre el la última reunión de Consultas Políticas a nivel de Viceministros particular: el Protocolo de Canje de Territorios de 1º de mayo de de Relaciones Exteriores, efectuada en Iquique, en noviembre 1907, mediante el cual Bolivia cedió a Chile la zona comprendi- de 2005. En esa ocasión, la delegación chilena manifestó que su da entre el cerro Chipapa y el Volcán Olca, y recibió a cambio la país estaba llano a ceder el Corredor al norte de Arica. En cuanto del cerro Patelán y el Alto de Panantalla. Esta operación se llevó a la compensación, señaló que el trueque de territorios sería la a cabo con el fin de mejorar la ruta del ferrocarril de Antofagas- única posible, porque ni el ejército ni los partidos de oposición ta a Bolivia. Y si se aceptó canjear territorios con objeto de regu- ni la opinión pública chilena aceptarían que su país redujese su larizar mejor el tránsito de un ferrocarril, ¿por qué no se lo haría territorio. Sobre el veto peruano, indicó que lo factible sería que por algo verdaderamente fundamental como es el libre acceso juntos, Bolivia y Chile, se preocupasen de obtener la aquiescen- al mar? cia peruana a la cesión del corredor, buscando para el efecto el El segundo gran problema se refiere al llamado “veto perua- apoyo de todos los Estados americanos o incluso de Naciones no”, o sea al derecho que tiene el Perú de ser consultado para Unidas. cualquier modificación territorial que comprenda el territorio Resta un grave problema, el de la delimitación marítima. Pro- de Arica, de acuerdo al Protocolo Complementario del Tratado blema que surgió con las pretensiones del gobierno peruano de de Lima de 1929, entre Chile y Perú. que se respete la línea equidistante en su frontera con Chile. Ciertamente, uno de los factores que contribuyó al fracaso de Pues bien, quizás la mejor solución sería que se conformase una la negociación de Charaña fue la denominada contrapropuesta zona marítima trinacional con las aguas que bañan las zonas de peruana, que complicó grandemente la situación. Pero esos Tacna, del futuro corredor boliviano y de Arica. eran otros tiempos, cuando el Perú, gobernado por el general Ve- Queda la última pregunta: ¿cuándo se debiera comenzar una lasco Alvarado, tenía intenciones de reconquistar Arica. El resul- nueva negociación sobre la cuestión marítima? Varios de nues- tado de ese atrevimiento es de todos conocido: el golpe militar tros anteriores cancilleres consideraron que había que crear un efectuado por el general Morales Bermúdez, con el fin de termi- clima propicio para ello. En otras palabras, trataron de eludir tan nar con toda amenaza a Chile. grande responsabilidad y se limitaron a asumir posiciones pa- Como se sabe, el gobierno de Chile construyó un muelle en trioteras dejando el gran problema para su sucesor. Arica para uso del Perú. Ese muelle está administrado por el go- Pues bien, la respuesta es única: ahora y siempre se de- bierno peruano, el cual lo utiliza casi simbólicamente, porque be buscar la solución, tratando de llegar a una negociación no tiene carga ni visos de mejorar en el futuro. Ahora bien, si Bo- leal, franca y amistosa con Chile.

28 Retrospectiva del enclaustramiento marítimo

Una revisión crítica sobre cómo se inicio el conflicto y las razones que, según el autor, lo mantienen inalterable.

JORGE GUMUCIO cífico, adoptando una medianería sobre as diferencias entre Bolivia y Chile sobre sus límites y la pose- Embajador y ex los beneficios de la extracción de recursos Lsión del litoral de Atacama se dieron desde 1842. La posición viceministro de naturales de los territorios extendidos en- negociadora boliviana se apoyó en títulos coloniales, mientras Relaciones tre los paralelos 23° y 25° latitud sur. que la de Chile se sustentó en defender sus intereses y designios Exteriores. Autor En esa ocasión el canciller chileno pro- de expansión territorial por ¡la razón o la fuerza! Lo que Bolivia de varios artículos puso una rectificación de fronteras, por cedió en el tratado de 1866 se debió a la necesidad de recuperar y libros sobre el las cuales Chile incorporaría a su estatuto el puerto de Mejillones invadido en 1863.El Pacto de Tregua sus- tema marítimo. crito en 1884 reflejó los resultados de la guerra y se suscribió an- territorial el Litoral boliviano junto a Tara- te la amenaza de una invasión al territorio altiplánico como pacá del Perú y Bolivia, con el apoyo mili- continuación de la ocupación del Litoral. En todo este conten- tar de Chile adquiriría, mediante una acción bélica contra el Pe- cioso la presencia del Perú fue determinante y Bolivia le prestó rú, los territorios de Arica y Tacna, considerando que Arica ser- total lealtad sacrificando sus propios intereses. El tratado de vía de puerto principal al comercio boliviano. Esta propuesta 1904 fue el resultado que buscaba el vencedor y se lo impuso a fue rechazada por Mariano Donato Muñoz, reiterando la oposi- Bolivia que no tenía opciones para negociar. Este artículo pre- ción del presidente ante la misma propuesta senta el desenlace de esos eventos. de Vergara Albano que había sido presentada anteriormente en La Paz. Chile inició la disputa fronteriza con Bolivia en 1842 y por En marzo de 1872 el canciller chileno, Ibáñez, propuso al en- veinte años se llevaron negociaciones para acordar un nuevo viado Rafael Bustillo comprar el Litoral boliviano y la declarato- límite, dado que ese gobierno no reconoció el Uti Possidetis Ju- ria del puerto de Mejillones con un status binacional chileno- ris de 1810. Para Bolivia el límite estaba en el paralelo 27º (río boliviano; Bustillo dio a conocer la consulta al presidente Mora- Salado), luego, para allanar una solución, retrocedió al parale- les y al canciller Casimiro Corral y más tarde, junto con rechazar lo 25º (río Paposo). Las misiones de los plenipotenciarios en- la proposición de Ibáñez, dejó sus funciones en Santiago, consi- viados a Santiago, Casimiro Olañeta(1843), Joaquín Aguirre derando que la negociación se trasladó a La Paz. (1847), Macedonio Salinas (1858) y José María Santibáñez El enviado chileno Santiago Lindsay propuso al canciller Co- (1860) fracasaron en llegar a un entendimiento con sus contra- rral el arrendamiento a Chile del territorio situado entre los pa- partes chilenos. ralelos 23° y 24° latitud sur y, luego del rechazo a la misma, con- Chile dispuso la ocupación del puerto de Mejillones en 1857 sultó entonces si Bolivia vendería ese territorio a Chile, propues- y nuevamente en 1863, tensionando las relaciones con Bolivia ta que tampoco fue aceptada; finalmente, ambos negociadores y obligando al Congreso a declararle la guerra si no desocupa- ajustaron un protocolo el 5 de diciembre de 1872, por el cual se ba ese territorio. Bolivia envió una quinta misión presidida por ratificaba el límite acordado en el tratado de 1866. Tomás Frías, quien recibió la oferta del canciller Tocornal para comprar el territorio entre los paralelos 25º y 23º latitud sur, El Tratado de Límites de 1874 por el monto de cien mil pesos. En estas circunstancias, Frías requirió la suma de un millón de pesos, que el canciller chileno El gobierno de Chile acreditó como plenipotenciario a Carlos consideró excesiva. Walker Martínez para resolver las desavenencias resultantes en la aplicación del Tratado de 1866. Walker Martínez y el canciller Tratado de Límites de 1866 acordaron un nuevo instrumento que debería superar las complicaciones emergentes de dicho tratado. Se El plenipotenciario Aniceto Vergara Albano, enviado a La Paz, suscribió en Sucre, el 6 de agosto de 1874, un nuevo tratado que llegó a fijar las bases de un acuerdo con el presidente Melgarejo derogaba el anterior, no obstante, se reconocía el paralelo 24° que permitió a los dos gobiernos suscribir en Santiago, el 10 de como la línea de frontera, se disponía un beneficio equitativo agosto de 1866, un tratado de límites mediante el canciller Álva- entre ambos países sobre depósitos de guano existentes o por ro Covarrubias y el ministro boliviano residente en Chile, Juan descubrirse y no se fijarían nuevos impuestos a las empresas Ramón Muñoz Cabrera, fijando la frontera en una línea que si- chilenas con concesiones entre los paralelos 23° y 24° latitud sur guiera el paralelo 24° sur, desde la cordillera hasta el océano Pa- por un plazo de 25 años. Durante el canje de ratificaciones de es-

29 te tratado, Baptista y Walker Martínez sus- cribieron en La Paz, el 21 de julio de 1875, a solicitud de Chile, un protocolo que dis- puso someter a arbitraje las diferencias que pudieran surgir en la aplicación del Tratado de 1874 y su protocolo.

Las divergencias en 1878

Ante un desastre sísmico que afectó a la costa del departamento de Litoral, el 9 de mayo de 1877, el diputado por Antofagas- ta y Mejillones, Franklin Alvarado, propu- so la contratación de un empréstito ex- tranjero para atender a esas regiones; su propuesta fue secundada por el diputado por Cobija y Tocopilla, Abdón Senén On- darza. Sin embargo, el Ministro de Ha- cienda, Manuel Ignacio Salvatierra, se opuso argumentando que el erario nacio- nal no tenía capacidad de endeudamien- to. El diputado Francisco Buitrago recor- dó que la concesión de 1873 en favor de la compañía de salitres de Antofagasta no había sido debidamente autorizada por el Congreso Nacional como disponía la Constitución de 1871, pero ese incumpli- miento podría remediarse gravando a la mencionada compañía con un impuesto de 10 centavos por quintal exportable. El diputado Ondarza presentó un pro- yecto de ley que fue aprobado el 14 de fe- brero de 1878 y beneficiaba en su totali- dad a los cuatro puertos: Antofagasta, Co- bija, Mejillones y Tocopilla. El Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Fierro, se dirigió a su ho- mólogo boliviano, Martín Lanza, el 8 de noviembre de 1878, con una extensa nota en la que se refería al tratado de 1874 y su estipulación de evitar nuevos graváme- nes a empresas de capital chileno por 25 años, por ello, consideraba como una vio- lación el impuesto de 10 centavos a la Compañía de Salitres, señalando que esa violación daría curso a la anulación del tratado de 1874 y renacerían los derechos de Chile anteriores al tratado de 1866. El presidente del Concejo de Estado de Boli- via, Serapio Reyes Ortiz, tuvo que respon- der a Fierro, el 11 de diciembre del mismo año, con una nota donde pasó revista a la controversia e hizo notar que la conce-

30 El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Fierro, se dirigió a su homólogo boliviano, Martín Lanza, el 8 de noviembre de 1878, con una extensa sión de 1873 a favor de la Compañía de Salitres no se había per- feccionado de acuerdo a la legislación boliviana y, en conse- nota en la que consideraba como una cuencia, no podía acogerse al Tratado de 1874 que fue suscrito un año más tarde. violación el impuesto de 10 centavos a El Encargado de Negocios de Chile acreditado en La Paz, Pe- dro Nolasco Videla, recibió la nota anterior y la respondió el 14 la Compañía de Salitres... de diciembre con otros argumentos sobre cobros adicionales que se practicaban en Antofagasta, reiterando lo planteado por el canciller Fierro en sentido de que para Chile, si se insistía en lada” en la bahía de Antofagasta constituía una amenaza que establecer esos impuestos, implicaría un ataque directo al Trata- obligaba a Bolivia, por decoro y dignidad, a suspender toda ne- do de 1874 y llevaría a declarar nulo el tratado de límites. gociación con Chile mientras ese buque y su dotación militar no El canciller Fierro envió una nota a Videla, el 3 de enero de se retiren del Litoral boliviano. 1879, donde le instruía aceptar el arbitraje propuesto por Boli- El canciller Fierro se dirigió a Videla el 13 de febrero anun- via, siempre que se deje sin efecto y pendiente la imposición del ciándole la inmediata ocupación de Antofagasta e instruyéndo- impuesto de 10 centavos o las penalidades, que incluían el re- le retirarse de La Paz inmediatamente. El día anterior Fierro, mate de bienes de la Compañía de Salitres; reiteraba la instruc- mediante instrucciones al Cónsul chileno en Antofagasta, Nica- ción de anunciar que si Bolivia se negaba a suspender la aplica- nor Zenteno, le comunicó su designación como Gobernador Po- ción de la Ley de 14 de febrero de 1878, implicaría la anulación lítico y Civil de Antofagasta y le anunció el inminente desembar- del Tratado de 1874 y que, terminado el mismo por la acción de co de unidades navales y militares en ese territorio, por cuanto Bolivia, Chile consideraría que renacían sus derechos anteriores Chile decidió reivindicar sus derechos en los territorios someti- sobre el territorio sometido al Tratado de 1866. dos anteriormente al Tratado de 1866. El ministro Lanza se dirigió a Videla, con nota de 6 de febrero El canciller Medina dirigió al canciller Fierro una extensa de 1879, anunciándole que el gobierno boliviano había decidido nota el 20 de febrero, en ella se hacía un recuento de todo el rescindir el contrato de concesión a la Compañía de Salitres en contencioso originado por la renuencia de la Compañía de Sa- virtud de las protestas de la misma, ignorando, la compañía, que litres a reconocer el pago de legítimos impuestos no cubiertos no había cumplido con todos los trámites de ley para perfeccio- por el Tratado de 1874; censuraba las actuaciones agresivas del nar sus derechos. No obstante, el gobierno boliviano reiteraba encargado Videla, cuyas amenazas bélicas sirvieron poco para que estaba dispuesto a un arbitraje en virtud del artículo 2° del un arreglo diplomático entre dos naciones amigas, y reflexio- tratado con Chile y hacia votos para una normalización de las re- naba a su colega Fierro en sentido que la ocupación por la es- laciones entre los dos países. El mismo día, horas mas tarde, cuadra chilena de las indefensas poblaciones del Litoral boli- Lanza renunció a sus funciones. Videla respondió al Canciller viano constituía un acto de guerra que significaba un escanda- boliviano, el 8 de febrero de 1879, con una nota en la que acepta- loso abuso de fuerza que no resolvería ninguna cuestión terri- ba un arbitraje pero exigía saber, en un plazo perentorio de 48 torial; por consiguiente, el Canciller boliviano apelaba a su co- horas, si Bolivia dejaba o no en suspenso las medidas adoptadas lega a buscar conjuntamente una solución pacífica y satisfac- por ese gobierno sobre la Compañía de Salitres. toria al desacuerdo pendiente. Esa nota nunca fue respondida En ese clima de tensión, Videla envió una nota el 12 de febre- por Fierro ya que Chile tenía otros designios sobre el Litoral ro al nuevo Ministro de Relaciones Exteriores, Eulojio D. Medi- boliviano. na, expresando el malestar de su gobierno por esta controversia y haciendo constar que el plazo de 48 que le dio al gobierno bo- El inicio de las hostilidades liviano para recibir una respuesta fue ignorado, esto lo obligaba a pedir de inmediato sus pasaportes pues consideraba que “su Las hostilidades de la Guerra del Pacífico se iniciaron con el de- infructuosa misión en Bolivia había concluido”. Al finalizar su sembarco chileno en el puerto boliviano de Antofagasta el 14 de nota, Videla hacía constar que el Tratado de 6 de agosto de 1874 febrero de 1879 y luego se extendieron con la ocupación de los fue terminado por Bolivia y, en consecuencia, para Chile rena- otros puertos de Cobija, Tocopilla y Mejillones y de las localida- cían sus derechos anteriores al territorio ajustado en el Tratado des interiores de Calama, Caracoles, Chiu-Chiu y San Pedro de de 1866. Atacama, todas ellas integrantes del departamento boliviano El canciller Medina respondió el mismo día 12 de febrero, re- del Litoral de Atacama. El Ministro chileno de Relaciones Exte- criminándolo tanto por su actitud como por la de su gobierno, riores, Fierro, se dirigió el 3 de marzo de 1879 a las misiones di- calificando la nota del ministro Fierro, de 8 de noviembre de plomáticas acreditadas en Santiago comunicándoles los moti- 1878, como un ex-abrupto, y a la nota de Videla exigiendo res- vos que justificaban su reivindicación de los territorios com- puesta en un plazo perentorio de 48 horas como una actitud que prendidos entre los paralelos 23° y 24° latitud sur que, afirmaba, se salía de las prácticas diplomáticas. En esta misma nota, el le pertenecían antes del tratado de límites suscrito con Bolivia canciller boliviano señalaba que la presencia del “Blanco Enca- en agosto de 1866

31 El gobierno de Chile se dirigió a su Congreso el 20 de marzo y nar Chile a Bolivia para que la nueva demarcación comprendie- requirió la autorización para declarar la guerra a Bolivia, asimis- se Antofagasta en el lado de Chile, términos bajo los cuales creía mo presentó un proyecto de ley por el cual se aprobaba la reso- segura la aceptación de su gobierno. Pettis aceptó haciendo lución del Tratado de 6 de agosto de 1874 y disponía la ocupa- constar que Bolivia y Perú probablemente no accederían fácil- ción del territorio comprendido entre los paralelos 23° y 24° lati- mente a dichas proposiciones. tud sur. Esta ley, terminando de manera unilateral el tratado con De regreso a Arica, Pettis se reunió con los generales Prado y Bolivia de 1874, fue promulgada el 3 de abril de 1879 y, dos días Daza y notó cierta desconfianza en ambos mandatarios, por lo mas tarde, el 5 de abril, Chile aprobó la declaratoria de guerra al cual fue escueto en su informe y no entró en mayores detalles. Perú y las hostilidades se extendieron de inmediato al departa- En la referida entrevista, Prado le dijo que el Perú se hallaba en mento peruano de Tarapacá. guerra a causa de Bolivia, que si Bolivia opinaba por la paz el Pe- El gobierno chileno decidió, a escasos dos meses de la ocupa- rú opinaría por la paz, que si Bolivia quería el arbitraje el Perú es- ción del Litoral boliviano y a dos semanas de las declaratorias de taría también por el arbitraje. guerra contra Bolivia y Perú, ofrecer al gobierno boliviano una negociación para establecer las bases de un acuerdo de paz fun- Conferencias de Arica dado en la cesión del Litoral boliviano a Chile y una rectificación de fronteras que permita a Bolivia acceder de manera soberana Luego de las victorias chilenas en Tacna y Arica, y cuando sus al Pacífico por el puerto de Arica, consolidando también la ane- fuerzas se preparaban para marchar hacia Lima, el Ministro Ple- xión por Chile de la provincia peruana de Tarapacá; establecien- nipotenciario de Estados Unidos ante Chile, Thomas Osborn, do una alianza defensiva entre Chile y Bolivia dirigida a disuadir ofreció una iniciativa de buenos oficios para solucionar el con- al Perú de posibles acciones contra los intereses de los nuevos flicto. La iniciativa fue aceptada por Chile y por los aliados, cuyos aliados. El gobierno boliviano rechazó las bases chilenas porque representantes se reunieron en octubre de 1880 a bordo del bu- aceptarlas implicaba una traición al Perú, y así lo hicieron saber que “USS Lackawanna”, fondeado en Arica. a las autoridades de ambos países. Se efectuaron tres sesiones los días 22, 25 y 27 de octubre, res- pectivamente. En la primera sesión la Delegación de Chile pre- La gestión del ministro Pettis sentó, mediante su presidente Eulogio Altamirano, siete condi- ciones esenciales para la paz, la más importante implicaba la ce- En ese tiempo el gobierno de Estados Unidos acreditó, en junio sión a Chile de los territorios de Antofagasta y Tarapacá. de 1879, al juez Newton Pettis como Ministro Plenipotenciario En la segunda sesión, el Delegado peruano, Antonio Arenas, ante Bolivia. El Canciller boliviano, Pedro J. Guerra, al recibirlo rechazó los planteamientos chilenos porque su país no recono- en la ciudad de La Paz le pidió la inmediata mediación de los Es- cía la ocupación militar como título de dominio. El representan- tados Unidos ante Chile para lograr el fin del enfrentamiento bé- te Altamirano respondió que su país aceptó la guerra como una lico y un ajuste de paz. Pettis se dirigió a Santiago y el canciller necesidad dolorosa y añadió que los casos de rectificación de Huneus le dijo que él y el Presidente estaban no sólo deseosos si- fronteras eran numerosos en la historia y que la pretendida con- no ansiosos por el arbitraje de los Estados Unidos de preferencia quista de Chile se había efectuado únicamente en territorios fe- al de cualquier otra potencia. Pettis entregó un borrador al que cundados por el trabajo y capital chilenos. Huneus pidió se agregará que en el caso que los árbitros fallaran El representante boliviano, Mariano Baptista, afirmó que las indicando que la línea comprendía a Antofagasta como de Boli- declaraciones de Altamirano imposibilitaban toda solución en via, dichos árbitros deberían resolver qué cantidad debía abo- búsqueda de la paz. Expresó la solidaridad de su país con la po- sición peruana y rechazó enérgicamente el principio de adquisi- ción territorial por la fuerza. El representante peruano, Aurelio El ministro Lanza se dirigió a Videla, García, entre otras consideraciones planteó la necesidad de un arbitraje a cargo de los Estados Unidos, basándose en la buena con nota de 6 de febrero de 1879, disposición expresada por los enviados norteamericanos. Juan Crisóstomo Carrillo, representante boliviano, recordó anunciándole que el gobierno que el arbitraje internacional era un elemento legítimo y, junto con Baptista, aceptó a nombre de Bolivia que Chile mantuviera boliviano había decidido rescindir el fuerzas de ocupación en el Litoral boliviano hasta que el tribu- nal arbitral encontrara soluciones. Los delegados bolivianos y contrato de concesión a la Compañía de peruanos coincidieron en largas exposiciones doctrinales sobre arbitraje y también sobre las raíces comunes que tenían Bolivia Salitres en virtud de las protestas de la y el Perú. Los delegados chilenos se esmeraron en presentar ar- gumentos contra un arbitraje e insistieron en lograr la paz entre misma... los beligerantes, siempre que los aliados aceptaran que el domi-

32 Las hostilidades de la Guerra del Pacífico se iniciaron con el desembarco chileno en el puerto boliviano de Antofagasta, el 14 de febrero de 1879, y nio chileno sobre los territorios al sur de Camarones era irrever- sible. El ministro Osborn aclaró que su gobierno no buscaba ser luego se extendieron con la ocupación árbitro y no dudaba que aceptaría el cargo si se lo pedían debi- damente los tres países. El enviado chileno rechazó la opción de de los otros puertos y localidades del un arbitraje. En la tercera sesión, los representantes chilenos afirmaron departamento boliviano de Atacama. que no podían modificar las bases de paz presentadas. Los dele- gados peruanos declararon que ellos tampoco podían presentar nuevas ideas considerando que el arbitraje fue rechazado por con participación del Perú hasta conocer los resultados de la ini- Chile. Los negociadores bolivianos reiteraron que la situación ciativa del plenipotenciario estadounidense W. Trescot. Con era clara: los aliados no aceptaron las condiciones de Chile y es- igual propósito, el gobierno boliviano envió a Juan Crisóstomo te país rechazó el arbitraje planteado por los aliados, tampoco se Carrillo al Perú para informar e intercambiar criterios con las aceptó la proposición de Bolivia sobre una administración tem- autoridades del gobierno del almirante Lizardo Montero, entre poral de los territorios por Chile para resarcirse de los costos de ellos su canciller Mariano Alvarez y su colaborador Ramón Ry- la contienda. En consecuencia, lamentaban la falta de acuerdos beiro. Baptista optó por renunciar a su misión el 9 de febrero y en esta mediación norteamericana y por lo tanto Bolivia como el antes de partir envió a La Paz, el 23 de febrero, el texto del Proto- Perú no encontraban utilidad en seguir con esas negociaciones colo de Viña del Mar suscrito por el ministro chileno Balmaceda bajo patrocinio estadounidense. Osborn deploró la falta de re- con el enviado estadounidense Trescot. sultados conciliadores y declaró que ese fracaso causaría pési- ma impresión al gobierno de Estados Unidos. El Protocolo de Viña del Mar

La gestión de Baptista ante Lillo Bajo la influencia del Secretario de Estado, Frederick Freling- huysen, se enviaron nuevas instrucciones al plenipotenciario El gobierno de Bolivia designó a Mariano Baptista como delega- estadounidense William Trescot en Chile sobre las cuales se lo- do a la Conferencia Panamericana que debía celebrarse en Pa- gró la suscripción del Protocolo de Viña del Mar de 11 de febrero namá. No obstante, el verdadero propósito del presidente Cam- de 1882. pero fue que Baptista, a su paso por Tacna, iniciara conversacio- Lo acordado en el Protocolo de Viña del Mar consistía en lo nes informales con el chileno Eusebio Lillo, con quien ya había siguiente: tratado en el “USS Lackawanna”. El Ejecutivo boliviano temía la posibilidad de que Chile le impusiera al Perú suscribir un trata- a) Cesión a Chile de los territorios de Perú situados al sur de la do de paz por separado con la aquiescencia de los Estados Uni- quebrada de Camarones. dos y luego reiniciar las hostilidades en territorios del Altiplano b) Ocupación de Tacna y Arica por 10 años, debiendo pagar el boliviano, razón por la que Campero se concentró con el Ejérci- Perú 20 millones de pesos a la conclusión de ese plazo. to en Oruro y dejó el gobierno en La Paz a cargo del vicepresiden- c) Chile ocuparía las islas Lobos mientras hubiese guano en te Belisario Salinas. ellas; las utilidades netas de las mismas se dividirían en partes En su encuentro en Tacna, a principios de enero de 1882, Eu- iguales entre Chile y los acreedores de la deuda externa del sebio Lillo le entregó a Mariano Baptista un memorándum que Perú. presentaba las líneas de un futuro arreglo que disponía una rec- tificación de fronteras con la cesión definitiva del Litoral y se El canciller boliviano, Pedro José Zilveti, pidió al ministro ofrecía a Bolivia un puerto en la zona del norte, probablemente Charles Adams información acerca del Protocolo firmado en Vi- Moquegua, ya que para pagarse los costos de la guerra Chile ña del Mar entre Chile y los Estados Unidos, a lo que Adams res- también se quedaría con Tacna y Arica. Asimismo, Lillo ofreció a pondió no conocerlo. Posteriormente, el Canciller boliviano re- Baptista que mientras se ajuste un tratado de paz, se podría ne- clamó que en el Protocolo de Viña del Mar no se hacía mención gociar un pacto de tregua mediante el cual Chile continuaría a la situación de Bolivia, desconociendo que este país había he- ocupando el Litoral, restableciéndose el intercambio comercial cho una deferencia a la mediación de los Estados Unidos y que y decidiendo que los beligerantes no podrían reiniciar hostilida- suspendió toda iniciativa diplomática con Chile. Trescot envió des sin anunciarlo con un año de anticipación. Baptista tomó entonces a La Paz a Walker Blaine, para dar una explicación de conocimiento de la propuesta de Lillo, que también fue entrega- esas conversaciones. da al general Eliodoro Camacho, quien se encontraba como pri- Blaine se entrevistó con el vicepresidente Belisario Salinas y sionero de guerra en Santiago. dio información general sobre el Protocolo de Viña del Mar, pues Baptista hizo conocer a varios amigos peruanos, entre ellos tenía instrucciones de no dar a conocer los detalles de las con- Miguel San Román y Aurelio García, que a su paso por Tacna versaciones entre Trescot y Balmaceda ni tampoco el alcance de planteó a Chile un modus vivendi para preparar un armisticio las instrucciones del Secretario de Estado, que estaban dirigidas

33 Chile decidió, a escasos dos meses de la ocupación, ofrecer a Bolivia una negociación para establecer un acuerdo, fundado en la cesión del a apoyar al Perú dejando a Bolivia de lado. Blaine envió a Trescot una explicación sobre sus conversaciones en Bolivia: 1° Su mi- Litoral boliviano a Chile y una sión fue muy oportuna y productiva. 2° Si bien la guerra no había logrado extenderse aún más dentro de los límites de Bolivia y rectificación de fronteras que permita a por esta razón ha sufrido menos que su aliado, es de mucha im- portancia para Bolivia lograr ya sea una tregua o la paz definiti- Bolivia acceder de manera soberana al va. 3° Si resultara imposible salvar el actual Litoral de Bolivia, y no creía que existiera forma de evitarlo, y como le informó el Mi- Pacífico por el puerto de Arica. nistro peruano en La Paz, Del Valle, que Perú no deseaba vender o canjear parte de su costa por otro territorio como resultado de la guerra, consideraba Blaine que Bolivia quedaría clausurada Chile, de conformidad a lo acordado, reconoció a Iglesias como del Pacífico y los años de esta república estarían contados. presidente del Perú y suscribió el llamado Tratado de Ancón, el 20 de octubre de 1883, en la ciudad de Lima. En ese instrumento El Tratado de Ancón se reconoció la conquista territorial al ceder Perú a Chile el de- partamento de Tarapacá, que sirvió además de base jurídica pa- Los negociadores chilenos iniciaron una ofensiva para lograr ra justificar el enclaustramiento de Bolivia, al quedar encerrado la paz, apoyando con dinero y armas el establecimiento de un su departamento del Litoral de Atacama entre territorios chile- gobierno peruano presidido por el general Miguel Iglesias, a nos situados al sur y al norte del mismo. fin de que éste acepte las bases de paz propuestas por Chile, o El Ejército chileno desocupó Lima el 23 de octubre y marchó pudiera obligar a Montero a firmar la paz sobre las citadas ba- hacia Arequipa con 14 mil hombres y a Puno con otros 5 mil. Es- ses. El diplomático peruano José Antonio Lavalle se encontra- to significó que cambió el escenario de la guerra. El otro presi- ba prisionero en Chillán y fue invitado por Iglesias, a princi- dente peruano, Lisandro Montero, junto a sus colaboradores, pios de enero de 1883, para representarlo en las negociaciones huyó de Arequipa el 25 de octubre hacia Bolivia, Arequipa se rin- con Chile, con ese motivo fue liberado a principios de febrero dió sin hacer resistencia y el presidente Campero se movilizó y a su regreso, al pasar por Santiago, se reunió con el presiden- con sus tropas desde Oruro hacia el camino a Desaguadero para te Santa María y le planteó que debería invitarse a Bolivia para esperar al Ejército de Chile. las negociaciones de paz, consulta que fue rechazada por el mandatario chileno. Gestión del canciller Quijarro Lavalle se reunió con el negociador chileno Jovino Novoa a ante el canciller Aldunate mediados de marzo de 1883 y recibió las bases de un acuerdo de paz, que disponía la cesión a perpetuidad de Tarapacá y la com- El canciller Antonio Quijarro, al tomar conocimiento de las tra- praventa de Tacna y Arica. Lavalle aceptó la cesión de Tarapacá tativas confidenciales entre el gobierno chileno y el general Igle- como un gran sacrificio que implicaba grandes pérdidas para el sias, decidió dirigirse personalmente al canciller Luís Aldunate erario peruano; sin embargo, argumentó que Tacna y Arica esta- mediante nota de 14 de marzo de 1883. En la misma, el canciller ban pobladas por ciudadanos peruanos que no podrían ser ven- boliviano le decía que seguramente Chile, a pesar de las ventajas didos y, por ese motivo, sugirió una ocupación temporal de diez obtenidas durante la guerra, deseaba ajustar una paz y, si esta no años, al cabo de ese término se sometería una consulta plebisci- era posible, al menos una tregua con los dos países aliados. Aña- taria a las poblaciones de esas dos localidades para que decidan día que luego del fracaso de las conferencias de Arica se había el futuro de su pertenencia. Lavalle informó de esta propuesta a perdido tiempo valioso y se debería ingresar a contactos direc- Iglesias y espero instrucciones. tos entre los gobiernos. En ese tiempo, los parlamentarios chilenos Benjamín Vicuña Quijarro y Aldunate intercambiaron notas durante cuatro Mackenna y José Francisco Vergara llevaron adelante una inter- meses sin llegar a ningún acuerdo debido a la insistencia del pelación al canciller Luís Aldunate, entre el 25 de junio y el 11 de Canciller boliviano de incorporar al Perú en las tratativas y la ce- julio de 1883, sobre los acuerdos bilaterales alcanzados con el rrada oposición de Aldunate. En ese contexto, Quijarro dirigió Perú y sus posibles repercusiones sobre Bolivia. Aldunate defen- un mensaje al Congreso Nacional, el 4 de octubre de 1883, don- dió la idea de una tregua y no un tratado de paz con Bolivia en de hizo un recuento de las ambiciones de Chile sobre el Litoral ese momento, pues con la tregua se podría canjear después Tac- boliviano desde 1842, para luego referirse a las dificultades que na y Arica, previa compensación a darse por Bolivia y así permi- encontraba Bolivia para hacer la paz con Chile, o al menos pac- tir la suscripción de una alianza impercedera. Vergara felicitó al tar una tregua, adelantando las bases pactadas por Chile con el Canciller chileno pues, afirmó, que no se debería dejar a Bolivia general Iglesias en mayo de ese año. El jefe de la diplomacia bo- sin salida soberana al Pacífico. liviana sostenía que su gobierno cumplió el mandato de la Con- Chile y el Perú de Iglesias ajustaron el texto definitivo en el vención Nacional de 1881, en sentido de negociar la paz o la tre- balneario de Ancón, a pocos kilómetros de la capital peruana. gua cumpliendo con lealtad los acuerdos que ligaban a Bolivia

34 con el Perú, concluyendo que le tocaba al Congreso Nacional decidir si se ajustaba la paz con Chile. Por su parte, el canciller Aldunate justi- ficó su postura al sostener que Chile había tenido desde el inició de la guerra, como objetivo central, el romper la alianza en- tre el Perú y Bolivia y que esto se logró con el Tratado de Ancón; en consecuencia, el Canciller chileno consideró que fue la te- nacidad de Quijarro la que perjudicó a Bolivia y la dejó en una posición dismi- nuida para ajustar un pacto de tregua. El Presidente chileno, Santa María, decidió poner en “jaque a Bolivia” e instruyó el 14 de noviembre al almirante Lynch, jefe de la ocupación chilena en el sur del Perú, decretar la interdicción comercial a Boli- via por los puertos de Mollendo y Puno

Pacto de Tregua de 1884

El presidente Campero, al conocer la sus- cripción del Tratado de Ancón, dispuso el traslado inmediato de una misión nego- ciadora a Santiago, conformada por el segundo vicepresidente Belisario Sali- nas, de trayectoria liberal, y de Belisario Boeto, con nexos conservadores. Las ins- trucciones a Salinas y Boeto, firmadas el 7 de noviembre de 1883, disponían que ambos enviados deberían buscar un ajuste de paz, logrando en primer térmi- no un armisticio. Iniciadas las negocia- ciones se debería indagar si en las bases generales Chile proponía la cesión de Tacna y Arica a Bolivia, en cuyo caso de- berían hacer notar que esa proposición, para ser considerada, debería expresar la aceptación del Perú de manera explicita y, en ese caso, Bolivia reconocería al Perú una indemnización. En caso que Chile no presente pro- puestas específicas los delegados boli- vianos entregarían un memorándum, que se incluía como anexo a las instruc- ciones. Se consideraba que la cesión a Chile del departamento del Litoral tenía un valor mayor a la indemnización de guerra que Bolivia debería abonar, por consiguiente, se debería pedir a Chile ha- cerse cargo de los gravámenes que pesa- ban sobre ese territorio, tales como los

35 créditos Meiggs, López Gama, Banco Garantizador de Valores, dos de Bolivia, al afirmar que no veían inconvenientes a la pro- Bonos del Ferrocarril de Mejillones y otros. Se establecía que si puesta de tregua indefinida de Chile, requerían autorización Chile requería restitución de los bienes secuestrados, los mis- expresa de su gobierno para poder suscribirla, por cuanto sus mos deberían compensarse con las rentas de las que Chile se instrucciones estaban dirigidas a firmar un ajuste de paz y no beneficiaba con la ocupación del Litoral desde febrero de 1879, de tregua. entre ellas el salitre de Antofagasta, el guano de Mejillones, los El presidente Santa María dispuso que las conferencias con minerales de plata de Caracoles, el cobre y bórax de Ascotán y Bolivia se reanudaran en Valparaíso el 13 de febrero de 1884, con las salitreras del Toco. el nuevo canciller Vergara Albano, quién se reunió con los dos En el memorándum anexo se estipuló que: 1° El armisticio Belisarios y pasaron revista a lo conversado anteriormente con debería ser fijando las áreas de ocupación. 2° Declaración so- el canciller Aldunate y, al finalizar ese encuentro, suscribieron lemne de la necesidad de Bolivia en forma indispensable de una un protocolo que reflejaba los avances en las posiciones de am- salida directa al océano Pacífico por territorio propio; de ser la bos países. El 23 de abril Salinas informó que el gobierno chileno salida por Arica y Tacna se requería el asentimiento previo del no aceptaba las bases formuladas por los delegados de Bolivia, Perú. 3° Se proponía que las dificultades entre los dos países se presentadas en las conferencias de febrero y, por el contrario, resuelvan mediante arbitrajes encomendados a la Corte Supre- exigía la inmediata aceptación de los planteamientos de Chile. ma de Estados Unidos o a la Confederación Helvética. En La Paz ya se conocía que Chile contaba con 4000 hombres en Puno, al mando del comandante Dublé Almeida, otros 1500 hombres en Juli cerca del Desaguadero, además de un contin- Bolivia y Chile estuvieron muy cerca gente de 2000 hombres concentrado en Tacna y otros 4000 en Calama. Aún mas, el Coronel Velásquez, como jefe de la ocupa- de llegar a un acuerdo definitivo de ción de Arequipa, contaba con otros 9000 hombres y reportó al mandatario chileno que sus tropas estaban listas para marchar paz en 1895, cuando ambos gobiernos hacia Bolivia. Salinas y Boeto informaron a su gobierno de nuevas bases firmaron cinco acuerdos chilenas para ser incorporadas en el Pacto de Tregua, entre las que se incluía no sólo la anexión del departamento del Litoral si- interrelacionados. no también parte del departamento de Potosí: La prensa chilena informaba en ese entonces sobre los deseos de anexarse Tupiza, los Lípez, las minas de Guadalupe, el lago de Ascotán y Huan- Los dos delegados viajaron a Chile, contando con los buenos chaca, entre otros. Salinas mencionaba que las exigencias de oficios y la colaboración del diplomático español Emilio de Oje- Vergara Albano culminaron con el anuncio de un ultimátum. da y arribaron a Santiago el 17 de noviembre, donde tuvieron Salinas comentaba al canciller Aguirre que suponía que Boli- que esperar la decisión del Canciller chileno, Luis Aldunate, pa- via no aceptaría esas “monstruosas proposiciones” y por consi- ra recibirlos; éste los hizo esperar tres semanas, mientras el Ejér- guiente debería prepararse para una invasión inminente en el cito de Chile se desplazaba por el sur del Perú con el propósito de Altiplano. Aguirre respondió a Salinas, el 8 de marzo, indicando alistar su incursión al territorio altiplánico de Bolivia. que el gobierno estaba imposibilitado de pronunciar una pala- Aldunate destacó que el gobierno boliviano resistió por dos bra definitiva sobre las bases chilenas para la tregua; sin embar- años las reiteradas insinuaciones de Chile, pero la situación ha- go, al señalar el rechazo a entregar territorios de Potosí, aconse- bía cambiado y para dar a Bolivia una salida al Pacífico no habría jaba a los delegados bolivianos hacer esfuerzos “sobrehuma- sino dos caminos posibles. O bien esa salida se abriría produ- nos” para impedir una ruptura de las negociaciones y, en caso ciendo una solución de continuidad en el territorio de Chile; o extremo, aceptar ad referéndum un documento que satisfaga bien sería forzoso procurárnosla dando paso a Bolivia por el ex- sus patrióticas conciencias para salvar a la patria. El presidente tremo norte de ese mismo territorio. La primera de las hipótesis Santa María, al tomar conocimiento de la información de Sali- contempladas era absolutamente inaceptable por su propia na- nas que firmarían el Pacto de Tregua posiblemente ad referén- turaleza y, la segunda, la cesión a Bolivia al extremo norte del te- dum se exasperó y ordenó al Coronel Velásquez, en fecha 15 de rritorio chileno, no estaba dentro la esfera de acción y facultades marzo, alistarse para marchar hacía Bolivia, sin embargo, Euse- del gobierno. bio Lillo convenció a su presidente a tener un poco más de pa- A continuación trataron los negociadores sobre la posible ciencia y esperar unos días. delimitación del territorio del Litoral bajo dominio chileno y los El 29 de marzo Salinas y Boeto enviaron un escueto cifrado al derechos del comercio chileno y el uso de los puertos por parte Canciller boliviano señalando: “Gobierno Chile declaró rota ne- de Bolivia, con base al proyecto de tregua presentado por Lillo a gociación. Procuramos plazo, vuele respuesta telegráfica a con- Baptista en enero de 1882. Así mismo, las compensaciones que sulta de día 26”. Los dos Belisarios se reunieron con el presiden- Bolivia debería reconocer a las inversiones chilenas en el país, te Santa María y Vergara Albano el 2 de abril y fueron notificados que fueron embargadas por la guerra. Finalmente, los delega- que las negociaciones ya llevaban casi cuatro meses y que Chile

36 “Con Chile se cultiva relaciones cordiales y Bolivia ha intentado inspirarse en la equidad y la no podía seguir esperando. Los delegados pidieron un nuevo moderación en sus cuestiones con plazo que les fue concedido hasta el 3 de abril e informaron por telegrama a Campero: “Plazo hasta el 3. Invasión inminente. Si aquel Estado”, José Manuel Pando. no llega respuesta, firmamos”. Los delegados bolivianos, sin re- cibir respuesta de Bolivia al finalizar el plazo fatal, asistieron a mediodía a su encuentro con el presidente chileno Santa María Bolivia y Chile estuvieron muy cerca de llegar a un acuerdo y el canciller Vergara Albano y, angustiados, suscribieron el Pac- definitivo de paz en 1895, cuando ambos gobiernos firmaron to de Tregua en Valparaíso el 4 de abril de 1884. cinco acuerdos interrelacionados. Se estipulaba el dominio de El Pacto de Tregua disponía en su artículo 1° que Chile y Boli- Chile sobre los territorios bolivianos referidos en el Pacto de via declaraban que el estado de guerra había concluido y que Tregua y las obligaciones financieras emergentes de la guerra; ninguno de los dos países podría iniciar nuevas hostilidades sin la entrega a Bolivia de Arica o en su caso la Caleta Vítor, por par- que lo notifique al otro con una anticipación de por lo menos un te de Chile, una vez solucionado el diferendo entre Chile y Perú. año. En el artículo 2° se establecía que el territorio del Litoral bo- El tercer instrumento era un Reglamento Comercial, y los otros liviano, desde el paralelo 23 hasta la desembocadura del río Loa dos eran protocolos que reglamentaban los créditos y obliga- en el Pacífico, quedaría bajo el gobierno político y administrati- ciones económicas y la estipulación de que estos convenios vo del gobierno chileno. Se establecía el límite entre el Litoral constituían un “paquete integral” e indivisible entre sí. ocupado y el territorio boliviano y definía aspectos de comercio, Estos tratados no entraron en vigor debido a que, por una libre tránsito y otros. Se señalaba que el Pacto de Tregua estaba parte, el Congreso boliviano no aprobó el cuarto protocolo refe- destinado a preparar y facilitar un ajuste de paz sólida y estable rente a los créditos, y por la otra, el Congreso chileno no aprobó entre las partes. el quinto protocolo que se refería a la indivisibilidad de los dos Vergara Albano, en su mensaje al Congreso para aprobar el protocolos referentes a la transferencia de territorios y el resta- Pacto de Tregua, afirmó que “para la negociación de un tratado blecimiento de la paz. Se destaca que lo sustantivo de estos definitivo de paz, presentaban los plenipotenciarios de Boli- acuerdos, la salida soberana de Bolivia al Pacífico, fue aprobada via, con el carácter de indeclinable, la condición de que a este por el Congreso chileno. país se le dejase un puerto propio en el Pacífico”. Por consi- guiente, el Canciller chileno agrego que “la idea de celebrar un El ultimátum Köning tratado definitivo de paz quedó así aplazado para un momen- to mas oportuno”. A su vez, el presidente Domingo Santa María El presidente Federico Errázuris envió a Bolivia como Ministro en su mensaje al Congreso sostuvo que: “en el pacto ajustado Plenipotenciario al político radical Abraham Köning, quien se con Bolivia, hemos puesto especial empeño en dar mayor vue- había caracterizado en el Senado por su línea intransigente en lo al comercio e industria bolivianos, como el medio mas eficaz defensa de los derechos de Chile sobre los territorios conquista- de crear vínculos”. dos en la Guerra del Pacífico. Errázuris decidió olvidar los Acuer- El Congreso Nacional de Bolivia aprobó la ratificación del dos de 1895 y replantear la posición del desaparecido presidente Pacto de Tregua en sesión de 20 de septiembre y ambos gobier- Balmaceda, quién ya había planteado en 1890 la imposibilidad nos pudieron intercambiar las ratificaciones de esos instrumen- de conceder a Bolivia un puerto a cambio del Litoral y la necesi- tos en Santiago el 29 de noviembre de 1884. Mas aún, los dos go- dad de que Bolivia comprendiera que había perdido la guerra. biernos acordaron el 30 de mayo de 1885 un nuevo protocolo Köning llegó a Bolivia en el año 1900 con instrucciones de complementario al Pacto de Tregua, suscrito en Santiago por el plantear las bases generales que Chile consideraba necesarias canciller Vergara Albano y el nuevo plenipotenciario boliviano para cualquier arreglo y, apenas llegó a La Paz, inició conversa- Aniceto Arce. ciones al respecto y el Canciller le reafirmó su oposición a las ba- ses chilenas. No obstante, el presidente Pando le expresó su pre- Un decenio de esperanza: 1885-1895 ocupación sobre la situación con Brasil y también sostenía que la salida por Arica parecía condenada por la oposición peruana El gobierno boliviano reconoció al gobierno revolucionario de y por sectores políticos bolivianos para un arreglo sin la partici- Pedro Montt y suscribió un acuerdo que derivó posteriormente pación del Perú. con un nuevo instrumento en 1895 sobre el que el canciller Ca- El Congreso boliviano inauguró sus sesiones y el presidente no informó al Congreso en sentido que “era necesario poner tér- Pando presentó un mensaje a la nación, en lo referente a Chile, mino al Pacto de Tregua, cuyas ominosas estipulaciones, de ca- decía: “Con Chile se cultiva relaciones cordiales y Bolivia ha in- rácter transitorio, pesaban sobre Bolivia, desde hace once tentado inspirarse en la equidad y la moderación en sus cuestio- años”. Cumpliendo instrucciones nuestra legación en Santiago nes con aquel Estado. Es una aspiración vehemente, del gobier- suscribió los tratados de los que se dará cuenta en tiempo opor- no de Bolivia, sustituir el oneroso Pacto de Tregua de 1884, con tuno. “Allí, en las orillas del mar Pacífico, en ancha o estrecha fa- un Tratado de Amistad, Paz, Comercio y Límites. No obstante ja de tierra propia, se ostentará majestuoso el emblema de la so- que las deliberaciones con el nuevo ministro de Chile han teni- beranía boliviana”. do lugar en condiciones muy amistosas y que el excelentísimo

37 señor Köning manifiesta verdadero inte- rés por Bolivia, no ha podido llegarse a ningún acuerdo porque se ha rechazado la muy legítima exigencia de Bolivia, de que en compensación de su valioso Lito- ral se le conceda por lo menos la sobera- nía de un puerto, para su comunicación libre e independiente con los demás Esta- dos del mundo civilizado. El ministro Abraham Köning luego de numerosas conversaciones con las auto- ridades bolivianas y demostrando su im- paciencia, especialmente por lo que él lla- maba la falta de realismo de los parla- mentarios bolivianos que, como ya se vio, no aceptaban la idea del enclaustramien- to, envió una famosa nota-ultimátum el 13 de agosto de 1900 reiterando la posi- ción final del gobierno chileno. Es necesario resaltar algunos de los conceptos más importantes de ese ulti- mátum: “No podemos esperar más. El go- bierno y el pueblo de Chile consideran que han esperado con paciencia. Según nuestro criterio, las bases propuestas por Chile son equitativas, las únicas compati- bles con la situación actual. Sería una ver- dadera desgracia que el Congreso bolivia- no pensara de distinta manera… Termi- nada la guerra, la nación vencedora im- pone sus condiciones y exige el pago de los gastos ocasionados. Bolivia fue venci- da, no tenía con qué pagar y entregó el Li- toral. Esta entrega es indefinida, por tiem- po indefinido; así lo dice el Pacto de Tre- gua: fue una entrega absoluta, incondi- cional, perpetua… En consecuencia, Chi- le no debe nada, no está obligado a nada, mucho menos a la cesión de una zona de terreno y de un puerto.” Al negar los derechos argumentados por el Congreso y opinión pública bolivia- na, el Ministro chileno arguyó: “Es un error muy esparcido y que se repite dia- riamente en la prensa y en la calle, el opi- nar que Bolivia tiene derecho de exigir un puerto en compensación de su Litoral. No hay tal cosa. Chile ha ocupado el Litoral y se ha apoderado de él con el mismo título que Alemania anexó al imperio Alsacia y la Lorena, con el mismo título con que los Estados Unidos de la América del Norte han tomado a Puerto Rico. Nuestros dere-

38 Seguro de enfrentar una dura realidad, el presidente Montes asumió su mandato y aceptó suscribir el Tratado de 1904, sobre la base del Acta de solucionado el problema de Tacna-Arica con Perú, la salida al 1903, como una forma de romper el mar para Bolivia llegaría por gravitación propia. Para eso, Bolivia no debería interferir sino más bien esperar pacientemente a que círculo vicioso sobre el problema de Chile y Perú lograran superar sus dificultades. El tratado suscrito en Santiago, el 20 de octubre de 1904, in- Arica entre Chile, Perú y Bolivia. corporó en su texto las cláusulas planteadas anteriormente por Abraham Köning. Dispuso, en su artículo 1º, el restableci- miento de la paz y amistad entre ambas repúblicas dando fin al chos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones. Que el régimen de tregua establecido en el Pacto suscrito en Valparaí- Litoral es rico y vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo so en 1884. En su artículo 2º se reconoció el dominio absoluto guardamos porque vale: que si nada valiera, no habría interés en y perpetuo sobre los territorios ocupados del Litoral y se defi- su conservación.” nió la línea de frontera. Se acordó la construcción del ferroca- El canciller Villazón rechazó la nota de Köning y la diplomacia rril de Arica a La Paz, más garantías para construcción de otros boliviana circuló ampliamente el texto del enviado chileno. La ferrocarriles, se reconoció el libre tránsito entre los puertos de cancillería chilena desmintió los conceptos torpes pero no lo Chile y el territorio boliviano y otras medidas sobre las obliga- substancial de la nota y dio término a la misión de Köning en La ciones de Bolivia garantizadas anteriormente con las rentas Paz y, en 1901, retiró de su Congreso los tratados de 1895 argu- del Litoral. mentando que habían nuevas bases para un arreglo. Al año si- La publicación del tratado en Bolivia causó una honda impre- guiente envió a La Paz a Beltrán Mathieu para empujar una ne- sión e indignación. En realidad, la entrega del Litoral ya había si- gociación donde la cirugía mayor ya había sido planteada por do aceptada en el Pacto de 1884 y 20 años mas tarde se recono- Köning. cía esa usurpación. Por el contrario, en Chile causó satisfacción Con el conflicto del Acre en pleno desarrollo y la amenaza bé- y El Mercurio, diario de la familia de Agustín Edwards, el autor lica de Brasil, el gobierno de Pando llevo negociaciones en La del Acta de 1903 y accionista de la Compañía de Salitres de Anto- Paz y Santiago en los años 1902 y 1903. El canciller Pinilla y el en- fagasta, afirmó en un editorial que: “Debe decirse que todas las viado Alberto Gutiérrez suscribieron un acta el 24 de diciembre pretensiones de Chile han sido aceptadas, salvo detalles sin im- de 1903 donde las bases de un tratado de paz presentadas por el portancia”. canciller Agustín Edwards fueron finalmente aceptadas. Coda El tratado de 1904 El pueblo boliviano nunca se resignó a su enclaustramiento y los El presidente Montes asumió su mandato en 1904, seguro de en- diferentes gobiernos replantearon la recuperación de un acceso frentar una dura realidad y aceptó suscribir el Tratado de 1904 en soberano al Pacífico en varias tratativas desde 1910. El Secretario base al Acta de 1903, como una forma de romper el círculo vicio- de Estado de Estados Unidos, Frank Kellogg, propuso en 1926 a so sobre el problema de Arica entre Chile, Perú y Bolivia. La Chile y Perú otorgar una salida al mar a Bolivia por Tacna y Arica, construcción del ferrocarril Arica - La Paz ofrecía la oportunidad Chile aceptó y Perú se opuso. Estos dos países resolvieron final- de modernizar e incrementar el vínculo económico de Bolivia mente la controversia sobre Tacna y Arica mediante la partición con Arica. Los negociadores chilenos siempre deslizaron entre de esos territorios en 1929, suscribiendo un protocolo comple- los bolivianos la noción que el enclaustramiento boliviano por mentario donde decidieron, de darse el caso, acordar conjunta- Antofagasta era un hecho irreversible, pero que por Arica estaba mente un posible acceso soberano a un tercer país. Desde la solución. Decían que Chile nunca se opondría a una salida entonces, los bolivianos esperan ya 78 largos años para que que no comprometiera su continuidad territorial y que una vez ambos países vecinos resuelvan su injusto encierro.

39

Reflexionar lo diverso

Interculturalidad es nuevamente el tema sobre el que proponemos reflexionar. Los siguientes tres artículos, junto a otros, fueron presentados

en el marco del seminario “La interculturalidad en Bolivia”, realizado en las ciudades de Sucre,

Cochabamba y La Paz en el segundo semestre

de 2006. La construcción de patria y nación, la

posibilidad de convivir entre distintos, y los debates y enfoques sobre nuestra diversidad, son los temas puestos sobre la mesa por Paula Peña, Adán Pari y Sarela Paz, respectivamente.

Con ellos cerramos la publicación de las exposiciones presentadas en los mencionados eventos, mas no las reflexiones y el debate sobre un tema siempre presente, aunque como nunca vigente. Los tres autores tienen la palabra. Construyendo la patria y la nación

Estamos a tiempo de construir la nación boliviana, diversa étnica y culturalmente, asegura la autora. Sin embargo, advierte que existen riesgos si sólo se piensa en lo local y no en lo nacional.

PAULA PEÑA I Historiadora, de una educación pública y masiva. escritora e Mientras que la nación étnica supone la ace diez años, este seminario hubiese tenido sentido en la investigadora. existencia de una ascendencia común, de construcción teórica de lo “multi” y de lo “pluri”, hoy, sin em- mitos de origen, de identidad, lengua y H Novel miembro de bargo, es un espacio que intenta llevar a la práctica la diversidad la Academia costumbres. La nación étnica convierte y que todos sabemos que existe, pero que no hemos podido asu- Boliviana de la articula sus elementos de tal manera que mir como una gran fortaleza y que nos está llevando a enfrenta- Historia. logra una cohesión colectiva. Ambas na- mientos. Nuestra esperanza de que la Asamblea Constituyente ciones deben ser construidas. Si la nación sea un pacto donde se reconozcan las diferencias que sí existen, es una construcción, podemos aspirar a pero que no dividen ni separan —simplemente nos permiten ser crear la nación boliviana, en el entendido de que la solución se diversos— se esfuman día a día y no vemos consensos sino más encuentra no en la realidad sino en el imaginario colectivo. bien desencuentros, que nos llevan donde nadie quería llegar. En 1825, la construcción de la nación suponía la construcción Es por eso que estos espacios son necesarios como oportuni- de la nación cívica y de la nación étnica. En la construcción de la dades, sino las últimas si las urgentes por hacer que las diversas nación boliviana el territorio era el único espacio capaz de lograr miradas sean capaces de conjugar un proyecto superior, la vo- una unificación ante la diversidad social que conformaba el luntad de mantener un país unido en la diversidad. nuevo país. Pero si nos detenemos a analizar este punto veremos Por eso, es que pensé en la necesidad de analizar cómo cons- que, hasta 1952, el Estado boliviano perdió la mitad del territorio truimos, y cómo estamos construyendo la patria y la nación. No que tenía en 1825. Por lo que es de suponer que las pérdidas te- hablo del país, porque creo que el país lo hicimos lentamente, rritoriales debilitaron de alguna manera el papel unificador del con deficiencias, con muchos obstáculos, pero lo hicimos, y pa- territorio en la construcción de la nación. ra ello considero necesaria una mirada histórica a este proceso. La representación política es también un elemento impor- tante a tener en cuenta en la formación de la nación. La práctica II electoral en el primer siglo de Bolivia no fue participativa. Si bien en algunos departamentos, como en el caso de Santa Cruz, ha- En 1825, se creó la República de Bolivia y, como dice el padre Cal- bía un alto número de población votante, se tuvo que esperar zavarini, no se independizó Charcas, sino que se creo un nuevo hasta 1952, cuando se estableció el voto universal. La pregunta a Estado (Calzavarini, 2006: p.7). Desde ese momento empeza- partir de esa fecha ¿pudimos establecer un sistema representa- mos a construir “la nación boliviana”. Es, justamente, este pro- tivo y una cultura política en los que nos sintiéramos partícipes? ceso de construcción de la nación el que no pudimos consolidar. La educación es otro pilar en la conformación de la nación. Fue posible hacerlo, y seguro lo es aún, pero debemos reflexio- Desde 1825, hasta la Reforma Educativa de 1955, la enseñanza nar acerca de ello. estuvo en manos de las municipalidades, por lo que había ma- Para analizar el problema de la nación en Bolivia, considero yor vinculación con los contenidos educativos. Sin embargo, a importante hacerlo a partir del concepto de Benedict Anderson: partir de la Reforma se buscó la unificación de los estudiantes y la nación como una comunidad imaginada. Y preguntarnos sí se ha desarrollado entre los bolivianos una cohesión, la nación, materializada en nuestro imaginario colectivo. Me parece que Creo que es importante el tema de en la respuesta a esta pregunta podríamos encontrar algunos puntos de partida para encarar el debate actual. la identidad boliviana más allá de Anthony Smith considera que es necesario analizar la cons- trucción de las naciones a partir de dos planos que se sobrepo- las diferencias de etnia, de regiones y nen en diferentes momentos: la nación cívica y la nación étnica. Para Smith, la nación cívica supone la ocupación de un territo- de clase. La identidad es un hecho rio, el establecimiento de una institucionalidad, de unas leyes comunes e idénticas para todos los ciudadanos y el desarrollo consciente y voluntario.

42 de esta manera se intentó formar ciudadanos profundamente chica y grande a la vez, es mi pueblo y es mi país. Cómo ser pro- nacionales. En historia se unificaron los contenidos y se buscó fundamente patriota, si esa patria me exige desconocer lo que desarrollar una memoria colectiva, vinculando el glorioso pasa- está más cercano o a la inversa, cómo ser patriota si sólo reco- do prehispánico y la república, intentando de esta manera con- nozco mi espacio local sin llegar a lo nacional. figurar un origen común. La patria queda definida, sin lugar a dudas, cuando la selec- Por todo ello, consideramos que la construcción de la nación ción nacional de fútbol juega un partido internacional. Todos en Bolivia es más efectiva desde 1952, pero ya fue demasiado somos profundamente bolivianos en ese momento, somos nue- tarde. Ya las tendencias mundiales dejaban de lado la homoge- ve millones de jugadores, de técnicos y de “opinadores”. Es en nización y respetaban la diversidad, las diferencias étnicas y cul- esos momentos que nos queda clara nuestra identidad con la turales y, sobre todo, daban paso a una nueva forma de derecho: “roja, amarilla y verde”. Y cuándo más, ¿el 23 de marzo?, ¿el 6 de el derecho comunitario. agosto?... No supimos concretizar la patria. De esta manera consideramos que el debate actual, entre la Pero se juega mucho con la patria, porque en el fondo tiene nación, las regiones y las etnias, tiene como punto de partida el mucho significado. Cuando se dice “vende patria”, se está alu- Estado de 1952, que no logró los objetivos de todo Estado mo- diendo a un sentimiento más inconsciente que racional y, por derno: hacer una nación1. ello, puede tener un gran efecto en las masas. En los últimos años, los especialistas y estudiosos de la na- En este sentido, creo que es importante el tema de la identidad ción y de los nacionalismos llegaron a algunos consensos entre boliviana, más allá de las diferencias de etnia, de regiones y de cla- sus desacuerdos. Tres los fundamentales: se. No pudimos construir nuestra identidad. La identidad es un hecho consciente y voluntario. Son espacios los que permitirán 1. Los nacionalismos son fenómenos modernos e inseparables construirla, reconociendo el mestizaje y las etnias, encontrando del Estado. lo mejor de sí y generando al nuevo boliviano. Aunque parezca rei- 2. La nación es “el producto contingente de un proceso de cons- terativa, será la escuela el único instrumento que nos permita lo- trucción social y política que tiene lugar en determinados grar este objetivo. Por ello, una sugerencia al proyecto de colecti- contextos institucionales y sociales” vos interculturales: habría que analizar qué idea de patria, de na- 3. “El concepto de nación deviene, por lo tanto, una categoría ción y de Bolivia hay en la escuela; porque creo que en ese estudio práctica más que objetiva o sustancial, destinada a dar cuen- encontraremos muchas de las claves que se nos piden hoy. ta de la percepción política, compartida en la conciencia de Esas claves necesarias para conocernos y reconocernos y, de los actores, de una identidad colectiva específica nacionalis- esa manera, aunque parezca un poco romántico, amarnos. ta y por ello, necesariamente, un fenómeno de masas y no de elites” (Máiz, 2003:44) 1 Como afirma Hobsbwan (2000), “Las naciones no hacen Estados y nacionalismos, sino a la inversa” De acuerdo a los anteriores tres puntos, la construcción de la nación se hace de generación en generación. Estamos a tiempo Bibliografía de construir la nación boliviana, diversa étnica y culturalmente, Anderson, Benedict . Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y pero capaz de establecer en su imaginario colectivo elementos la difusión del nacionalismo. México: Fondo de Cultura Económica 2da. de cohesión interna. edición Considero que lo más importante, para lograr este objetivo, Hobssbawn, Eric. Naciones y nacionalismos desde 1780. Barcelona: Crítica es la educación. Y para ello necesitamos enfocar nuestros es- Máiz, Ramón. Nacionalismos y movilización política. Barcelona: Prometeo fuerzos en la creación de una nueva escuela, incluyente y parti- Libros. cipativa; no en la escuela única, en la que se impone una visón Mignolo, Walter D. Espacios geográficos y localizaciones epistemológicas: la sobre otras visiones, unas formas de pensar y de entender el ratio entre la localización geográfica y la subalternización de mundo sobre otras formas de pensar y de entender el mundo. Es conocimiento. la mejor manera de conocernos y aceptarnos en nuestras dife- Roca García, José Luís. Fisonomía del regionalismo boliviano. La Paz :Plural, rencias. La perversa propaganda mediática, de un lado y del 2da edición otro, profundizaron unas diferencias que, como dije inicialmen- Rodríguez Ostria, Gustavo. Poder Central y Proyecto Regional, Cochabamba te, son nuestra fortaleza como país. y Santa Cruz en los siglos XIX y XX. Bolivia: ILDIS – IDAES. Sandóval Rodríguez, Isaac. Nación y Estado en Bolivia. Etnias-Regiones- III Clases. La Paz: Editorial Mundy. Smith, Anthony. “¿Gastronomía o geología? El papel del nacionalismo en la La patria es un concepto más abstracto que la nación, pero tam- reconstrucción de las naciones” en Anthony Smith y Ramón Máiz: bién es construido. Y tengo la esperanza que seamos capaces de Nacionalismos y movilización política. Buenos Aires: Prometeo libros. construirlo, ya que hasta el momento los afanes no nos dieron Quijada, Mónica. “América Latina entre la homogeneización y la diversidad: resultado. La patria es el suelo que nos vio nacer y la patria es una reflexión en la longue durée”, en Dalla Corte.

43 Encontrarnos y conocernos… para vivir juntos

Vivimos una confrontación radical entre diferentes, un escenario que es posible superar si se toman en cuenta tres pasos: encontrarse, conocerse y convivir.

ADÁN PARI ara nadie es desconocida la situación multicultural de Bo- sociales, no sólo indígenas, que por me- Educador, con livia, más aún debido a la emergencia de los movimientos dio de mecanismos sociales (un padrino, P especialidad en sociales e indígenas de los últimos tiempos; mucho más por- un compadre, un bautizo, un matrimo- educación que la emergencia de estos grupos sociales ha generado un es- nio, un preste) o mecanismos de unión te- intercultural tado de “incomodidad”, alterando una situación de tranquili- rritorial (ayllu, tenta, barrio, comunidad) bilingüe. dad y generando desconfianzas y cuestionamientos. Sin em- se cohesionan, son unidades de convi- bargo, planteo que estas diferencias “naturales” no son el pro- vencia, a pesar de sus diferencias, más blema, sino aquéllas que generan las desigualdades, la injusti- aun, sus diferencias son diluidas. cia y la discriminación, fundamentalmente raciales, económi- cas y de poder. Encontrarnos El tema de la interculturalidad ya es conocido y trabajado, es- pecialmente desde el campo de la educación, la justicia, la me- En principio planteaba la necesidad de encontrarnos. En el te- dicina, el proceso de descentralización municipal, entre otros; rritorio boliviano existimos muchos grupos sociales que no nos aunque no fue ni es suficiente, eso lo vemos en los recientes pro- vemos; hasta hace poco las acciones del Estado no eran para na- blemas sociales que estamos viviendo, una polarización y con- da incluyentes, todo lo contrario, no se construyó ni se hizo el es- frontación radical entre diferentes, situación que nos sirve de fuerzo de aglutinar estos grupos en torno a objetivos y proyectos marco para discutir el tema. comunes, vivíamos cada cual por su lado; si hay pequeños gru- Por tanto, a fin de generar debate, parto de aspectos y leccio- pos que conviven y se hacen compactos es por la dinámica so- nes cotidianas; desde la vivencia del mundo indígena, mi mun- cial propia de las personas que los conforman, mas no, reitero, do, sin hacer demasiada teorización de la interculturalidad, sino por un espíritu de construir un país basado en su diversidad. tratar de ver cómo se construyen estas relaciones en lo cotidia- Hasta aquí, a través de las diferentes estructuras de gobierno o no, pues lo que necesitamos son ideas y acciones pragmáticas de administración estatal, se han ido profundizando las barreras para encaminar este gran proyecto de ser un país diverso, pero o fronteras que nos separan. que entre lo diverso existan puentes y espacios no de tolerancia Haciendo un repaso general de aquellas fronteras podemos sino de convivencia; para ello planteo tres pasos fundamenta- citar, por ejemplo, las divisiones geopolíticas al interior de Bo- les, aunque no necesariamente secuenciales: encontrarse, co- livia, a primera vista muchos nos identificamos por ser potosi- nocerse y… convivir. nos, cruceños, pandinos, paceños, aunque esto no signifique El encontrarse se plantea como uno de los pasos. En nuestro nada para cada uno de los individuos; por otro lado, es conoci- país, a pesar de estar juntos, no nos encontramos, son múltiples do otro factor de separación, el geográfico, por ello algunos so- las fronteras que nos separan: límites geográficos naturales mos vallunos, altiplánicos, orientales, amazónicos, chaque- (orientales, altiplánicos, vallunos), geopolíticas (potosinos, cru- ños. Sin embargo, el problema no está ahí, en que uno sea de ceños, cochabambinos), culturales (aimaras, mojeños, chiqui- uno u otro lugar, sino que en torno a ello se construyan este- tanos), políticas, económicas, entre otras. reotipos o se caractericen ciertos rasgos o actitudes que gene- El siguiente paso es la necesidad de conocernos. Aquellas ran discriminación. fronteras existentes no nos permiten conocernos, no permiten Particular atención merece el factor étnico como frontera de saber quiénes somos ni quiénes son los que están al otro lado. separación. No sé para cuántos de los bolivianos las culturas in- Para que eso suceda es importante la tarea del Estado y sus insti- dígenas y originarias eran desconocidas hasta hace unos años, tuciones administrativas, a través de sus mecanismos se puede probablemente hasta hoy. Cuántas culturas existen, dónde se tender los puentes necesarios; a través de la educación, de las encuentran, qué características tienen. formas de administración del aprovechamiento de los múltiples Como los mencionados, desde otra perspectiva, podemos canales de comunicación y lenguaje. citar muchos otros factores de separación: la universidad no se Luego podremos convivir debido a que nos conocemos, sa- encuentra con su pueblo; las escuelas con las comunidades; la bemos quiénes somos; los lazos de unión o puentes tendidos justicia con quienes dice ser justa; los gobernantes con sus go- nos permiten acercarnos. Esta situación se ve en muchos grupos bernados; el quechua con el chácobo, con el tsimán. Finalmen-

44 te, quien sabe tal vez sea necesario reen- contrarnos con nosotros mismos, con nuestra identidad, con quienes somos, y preguntarnos adonde vamos. Aquí tengo una experiencia personal que contar. Mi vida ha transcurrido por este camino del reencuentro conmigo mismo; hubo desencuentros entre la es- cuela y mi cultura, no pude dar continui- dad a lo que me brindaba mi cultura; sin embargo, ya en la Carrera de Idiomas de la Universidad San Francisco Xavier pasó al- go singular, yo ingresé allí con la idea de estudiar inglés, para ser profesor de este idioma y a partir de ello, quien sabe, hacer alguito más. Sin embargo, una vez allí me enteré que también se enseñaba que- chua, entré a algunas clases por curiosi- dad, para saber qué se enseñaba, y fue el momento del reencuentro. Este aspecto se profundizó debido a un viaje que hice al Ecuador para hacer un postgrado, don- de encontré en pleno auge el movimiento indígena, una demanda fuerte del respeto a la identidad, a los derechos de los pue- blos indígenas y que fui acompañando con mis clases sobre educación intercul- tural bilingüe, y aquí estoy metido en el tema, aunque ahora el inglés lo utilice de vez en cuando. Por tanto, es importante considerar es- te primer paso de encontrarnos o reen- contrarnos entre todos los que vivimos en este territorio. Generar espacios de inter- cambio de ideas, experiencias en todo campo. Ahí el rol del Estado es fundamen- tal, si no se pone las instituciones admi- nistrativas al servicio de la sociedad para que generen encuentros, sea a través de la educación, de una oficina pública por medio del manejo de lenguas, de la escue- la, de la posta médica, de la policía, de los

En nuestro país, a pesar de estar juntos, no nos encontramos. Son múltiples las fronteras que nos separan.

45 medios de comunicación, o que los eventos sociales sean más “(a través) del cultivo de la oralidad y de las capacidades cogni- plurales y de acogida a esta diversidad, caso contrario seguire- tivas y verbales asociadas con ella, contribuirán a asegurar la mos viviendo en el estado en que estamos en este momento. continuidad de una práctica social importante para la repro- ducción de los pueblos originarios a través de la perpetuación Conocernos de sus tradiciones etnoliterarias y de la recuperación de su me- moria histórica a través de la modalidad más directa y perso- Buscando una relación lógica entre los pasos del convivir que nal que la escritura (ETARE 1993:16) planteo, el segundo es conocernos, poca importancia tiene que en una oficina haya un aimara y un cruceño, si cada uno vive su Son numerosas las investigaciones y publicaciones que in- mundo no servirá de nada que dicha institución genere espacios cursionaron en este campo, por tanto ya se cuenta con un baga- de interculturalidad y de equidad; entonces hay que ir más allá, je relativamente amplio, aspecto que está contribuyendo a la re- a que estos individuos, en ese espacio pequeño, se conozcan, in- valorización del conocimiento andino. Entre algunos trabajos teractúen, pero por acción y obra del gerente y de los mecanis- importantes podemos citar el de Juan Carlos Godenzzi (comp.), mos de esa oficina, en el nivel macro, por el Estado. Tradición oral andina y amazónica; de Regina Harrison, Signos, Aquí traigo un ejemplo concreto de cómo en los ayllus, modo cantos y memoria en los Andes; muchos trabajos del Taller de de sociedad en la que se vive en mi comunidad, se genera un Historia Oral Andina (THOA); de Elvira Espejo, Ahora les voy a fuerte proceso de conocimiento y convivencia. Las estrategias o narrar; de Carmen Escalante y Ricardo Valderrama, la autobio- mecanismos para que ello suceda son variadas y tienen múlti- grafía de Gregorio Mamani y Nosotros los humanos; de Vincent ples formas, aunque muchas de ellas no son exclusivas; debido a Nicolas, Ayllusninchismanta parlarispa. En consecuencia, ésta la dinámica de las culturas, se han socializado en múltiples es- puede ser una fuente rica para conocer las culturas indígenas y pacios, incluso citadinos. Por cualquier motivo, sea éste de ma- originarias. trimonio, migración u otro, cierta persona llega al ayllu, una vez que eso sucede, se le hace conocer a todos por medio de una reu- nión o fiesta social. A partir de ese momento se le ayuda y entre- Poca importancia tiene que en una ga responsabilidades comunitarias, por ejemplo, producir, se le entrega el terreno que le corresponde, por parte suya o de la es- oficina estén un aimara y un cruceño posa; otra vez, mediante mink’as, ayni u otras modalidades se le presta ayuda; así, sucesivamente, hasta que con el tiempo asu- si cada uno vive en su mundo. me más y más responsabilidades hasta pasar cargos políticos (ji- laqata, curaca, junta, originario) prestes; tiene luego ahijados, es padrino de matrimonios, de bautizos, al final es uno más de la Los sabios,bibliotecas vivas comunidad y así se renueva el ciclo. Quiero contextualizar la razón por la que identifico a los sa- Como en el ejemplo anterior, para que este momento de dis- bios indígenas como una fuente del conocimiento quechua. No cusión sobre interculturalidad no sea nada más que teórico y de hubieron universidades como las que actualmente conocemos. discurso, voy a tratar de hacerme conocer como individuo y co- El ser andino no ha pasado por los rituales de la graduación de li- mo indígena quechua, qué cosas deberían conocer de esta cul- cenciados o doctores; sin embargo, se ha mantenido la creación tura, lo mismo se debe hacer con todas las características, ele- y generación de conocimientos a través de personas que, por un mentos, conocimientos que tienen los diferentes grupos socia- lado, heredaron estos conocimientos y lo fueron transmitiendo les, porque todos construyen conocimientos culturales, todos de generación en generación, o se dedicaron al estudio y com- son generadores de cultura; entonces, conociendo todo ese ba- prensión particular de todos los objetos existentes del mundo gaje, podemos utilizarlo en algún momento, lo que nos llevaría a andino; debemos recordar que cuentan con el reconocimiento convivir mejor y, como dicen en términos modernos, tener cali- de su propia comunidad. dad de vida. Es por ello que en todas las culturas existe un tipo de perso- nas que recibe una serie de denominaciones, según campos o Fuentes y formas de conocer lo quechua categorías de conocimientos, podemos enumerar a los yatiri, yachaq, jampiri o kuka qhawaq. Una característica principal La oralidad o la tradición oral de la forma de adquisición del conocimiento es que no sólo pa- La falta del desarrollo de la escritura por parte de las culturas san por el análisis y el estudio profundo de las cosas, sino, en indígenas y originarias no ha sido una condicionante para que muchos casos, reciben los dones de la naturaleza o son los “ele- no puedan desarrollar y generar una serie de conocimientos. La gidos por los seres sobrenaturales”. Es por ello que se dice que oralidad se define como: “la fuente viva de transmisión de las le- a muchos de ellos, para que lleguen a ser tales, les ha caído el yendas y hechos de la comunidad” (Roa Bastos 1974, citado en rayo o han nacido bajo la tutela de algún astro o wak’a impor- Melià 1998) en el entendido que: tante; por eso es que los mejores yatiris van a Tata Bombori ca-

46 da 25 de julio a fin de renovar su fuerza, o su capacidad curati- simple vista esto no parece ser cierto, sin embargo, conociendo va; en algunos casos, las personas identificadas desde el mun- que la naturaleza y todos los que formamos parte de ella somos do occidental como discapacitadas poseen estas cualidades interdependientes, es decir que vivimos en cadenas de ecosiste- altamente compensatorias. mas, podemos fácilmente entender que si sacamos al sapo de Este campo es valorable en este momento en que los pueblos una de estas cadenas sufriremos algún efecto: la plaga de algu- indígenas demandamos una forma de vida acorde a nuestras nos insectos que controla este animal. Los mayores siempre re- necesidades y características socioculturales, exigimos que de comiendan a los niños que no deben jugar en las vertientes de este proceso participen los sabios de las comunidades en los di- agua “ama pukyupi pukllankichu”, porque “pueden aparecer- ferentes espacios sociales, pues ellos podrían guiar un proceso nos y llevarnos los duendes”, podemos preguntarnos si los de fortalecimiento de nuestra identidad. duendes existen, como no encontramos pruebas de ello con- cluimos que la anterior advertencia es una creencia; pero vea- La naturaleza y la vida cotidiana mos desde el otro lado, para todos es sabido que el agua es uno De acuerdo a la filosofía del mundo andino, la naturaleza es de los elementos vitales del ser humano y que a través del buen concebida como otro ser vivo con enorme influencia o, mejor o mal manejo de ella podemos sufrir consecuencias graves tan- dicho, en estrecha interrelación con el ser humano, de manera to de salud como de sobrevivencia. que la misma guarda atributos del ser humano y viceversa; por ejemplo, la naturaleza está categorizada entre elementos macho y elementos hembra; es posible dialogar con ella, es posible es- Mi vida ha transcurrido por este cuchar y leer la naturaleza, animales, plantas, fenómenos o el universo entero. camino del reencuentro conmigo En primer lugar, esta forma de entender o concebir la natura- leza hace de ella otra fuente de conocimientos, al igual que de los mismo; hubo desencuentros entre la sabios, pues al convertirse en otro ser vivo es posible recibir sus enseñanzas a través de diversas señales o códigos, los mismos escuela y mi cultura, no pude dar que rigen la vida del ser humano andino. Tienen enorme in- fluencia en el comportamiento, en la forma de pensar y hacer las continuidad a lo que me brindaba esta cosas. Enumeraremos algunas de ellas: última. – Hay aves que anuncian sucesos o hechos: el waychu,el wichiku. – Hay otro tipo de animales que anuncian ciertas cosas negati- vas: como la ch’usiqa, el zorro, el pitilku, el juku. Finalmente, para cerrar este subtítulo, podemos mencionar – Hay anuncios o señales de algunos elementos, plantas o ani- otro campo de conocimientos generado de la vida cotidiana, en males que predicen el tiempo, con incidencia en el manejo cuanto al uso y aprovechamiento de los elementos que brinda la agrícola: si las pariguanas hacen su nido muy cerca del nivel naturaleza: saber por la experiencia si un tipo de tierra es buena del lago habrá poca lluvia, caso contrario, mucha; si por el para la siembra de un tipo de producto u otro (la haba lamphaya mes de agosto primero aúlla el zorro antes que los truenos, produce bien en tierra gredosa), que si un tipo de greda es buena será época seca. para cierto tipo de cerámica, o algo más complejo, saber qué ti- – Cuando está lloviendo, si al caer las gotas hacen burbujas en los po de medicina o planta es buena para una u otra enfermedad. charcos, o las aves se mojan, significa que habrá más lluvia. Así podemos enumerar y categorizar un campo vasto de conoci- mientos (de la sociología, de la historia, de las ciencias natura- En segundo lugar, esta concepción de relación intrínseca les, de la economía) que no necesariamente se generaron ni entre el ser humano y la naturaleza presume que a través de transmitieron en universidades ni escuelas, pero que nos per- ciertos ritos o actitudes se pueda controlar o anticipar algunos miten vivir, no sólo vivir, sino vivir bien. de sus fenómenos o comportamientos; por ejemplo, hay posi- bilidades de generar lluvia, de cesar el viento o desviar el grani- … para vivir mejor zo; pero también, por cierto tipo de actitudes negativas del ser humano, los mismos fenómenos pueden convertirse en he- Hay muchas cosas que podemos conocer e intercambiar para chos negativos. que esta vida entre diferentes sea más llevadera, de múltiples En tercer lugar, como se sabe que la naturaleza ejerce una opciones y oportunidades. Planteo algunas de ellas, desde el enorme influencia en el ser humano se generaron formas de cui- punto de vista de los principios que rigen la convivencia dentro dado del medio ambiente, aunque para algunos sean simples del mundo quechua. En síntesis, se trata de aprender y desa- creencias; por ejemplo, de mis padres siempre escuché que no prender, reformulando modelos de relaciones, de vida, del plan- debían matar a los sapos porque sino sufriría dolor de espalda, a teamiento de lo social, lo económico y de otros campos.

47 En el campo social sería interesante entender la dualidad, es decir que no hay elementos individuales sino pares que hacen una unidad indisoluble. Este En el campo social, sería interesante entender la dualidad, es- to significa que no hay elementos individuales sino pares que concepto se expresa plenamente en el hacen una unidad indisoluble; este concepto se expresa plena- mente en el lenguaje: janan-urin, qhari-warmi, chiri-q’uñi, ja- lenguaje: janan-urin, qhari-warmi, tun-juch’uy, yuraq-yana; a partir de estos principios, por ejem- plo, se clasificaban las plantas, se organizaba el espacio, los ani- chiri-q’uñi, jatun-juch’uy, yuraq-yana. males y otros elementos culturales. Por otro lado, tenemos la complementariedad, “la especificación de los principios de co- rrespondencia y relacionalidad. Ningún ente y ninguna acción obviando la parte afectiva y trascendental, enfatizando sola- existe ‘monádicamente’, sino siempre en co-existencia con su mente en la formación intelectual y en las habilidades y des- complemento específico” (Estermann, 1998), esto puede dedu- trezas, aspectos que los quechuas tienen muy en cuenta, por cirse, por ejemplo, por la articulación que hacen de los concep- tanto su cosmovisión es más integradora de todos los elemen- tos de tiempo y espacio. El concepto de reciprocidad es conside- tos que conforman una cultura, tanto en la relación hombre- rado fundamental en las relaciones sociales, no se puede recibir naturaleza como en la concepción del ser humano como ente sin dar, ni viceversa, tiene que ser recíproco, ahí es donde se in- social, se vela porque todos los miembros de una determinada tegran a su vez estos tres conceptos. Por ende estamos frente a comunidad estén o vivan bien, en armonía, tanto en términos un modelo distinto de concepción de vida, de ser y sociedad que económico-productivos como espiritualmente, en su relación generó el pueblo quechua, una concatenación de elementos con el cosmos. materiales y espirituales (Troll y Brush; 1987) “Lo económico, comprendido en su amplitud conceptual an- Por otro lado, desde el punto de vista económico se requiere dina, abarca la integridad total de las relaciones de producción, de un replanteamiento de enfoque basado en este conoci- transformación, distribución y consumo de bienes requeridos miento de la diversidad sociocultural. Por ejemplo, el concep- por una comunidad humana”. Ejemplifiquemos esta definición. to de desarrollo concebido desde la visión occidental hace re- En la etapa de producción, tanto en la siembra como en la cose- ferencia solamente al nivel de desarrollo económico, por tan- cha y en los otros procesos agrícolas participa toda la comuni- to, mientras más capital acumulado y crecimiento favorable dad a través de la mink’a y el ayñi; de igual manera se considera del PIB, se considera un país más desarrollado. Sin embargo, que la producción del año está bajo la tutela de los dioses (por deja de lado el papel del ser humano como también de la natu- eso se hace la q’uwa, wilancha y otros rituales) y de la autoridad raleza, son considerados solamente como recursos, la natura- principal de ayllu, el kuraka; por tanto, cuando se cosecha, par- leza como un reservorio de materia prima dispuesta a ser ex- te de la producción simbólicamente se devuelve, se retribuye al plotada y transformada por la más moderna tecnología y por la kuraka cuando éste pasa la fiesta. Bajo este concepto de desa- capacidad de trabajo del ser humano. En este modelo de eco- rrollo la naturaleza es considerada como parte fundamental pa- nomía y desarrollo está ausente el concepto de reciprocidad, el ra la vida de “todos” (interdependencia), por tanto, “todos” tie- de dar y recibir; solamente se considera que unos deben donar nen vida (árboles, piedras, seres humanos, animales), de mane- y regalar, y otros sólo recibir. ra que no se puede atentar fácilmente contra ellos, más al En consecuencia, en esta forma unilateral de pensar el de- contrario, se rinde culto y se deifica los elementos más im- sarrollo, se deja de lado la formación integral de las personas, portantes de la vida como la luz, el agua, el aire y la tierra.

48 Reflexiones, debates y enfoques sobre interculturalidad

¿A qué llamamos interculturalidad, a una situación dada, una situación deseada o a una propuesta de cómo debemos relacionarnos entre diferentes?

SARELA PAZ transformaciones importantes en la so- l propósito de este artículo es debatir sobre el término de in- Socióloga. ciedad y en la comprensión de lo inter- Eterculturalidad en relación con el conflicto social. Para ello Candidata a doctora cultural. no buscaré la génesis de la categoría, sino más bien reflexionaré en antropología Xavier Albó evidencia algunos indica- sobre los usos y conceptos que se ha dado en el marco de las úl- social, CIESAS, dores de cambio y transformaciones una timas transformaciones constitucionales, incorporando la re- México. flexión de intelectuales o dirigentes del movimiento indígena. vez que estas movilizaciones articulan Identificaré, luego, los aspectos que deben tomarse en cuenta objetivos y se materializan en las esferas para una reflexión más compleja de la interculturalidad. institucionales de la sociedad boliviana. En 1989 tenemos en el ¿A qué llamamos interculturalidad? ¿A una situación dada, parlamento la primera diputada de pollera, Remedios Loza; en una situación deseada o a una propuesta de cómo debemos re- 1991 el gobierno de Paz Zamora ratifica el convenio 169 de la Or- lacionarnos entre diferentes? Muchos consideran que el térmi- ganización Internacional del Trabajo (OIT) y a raíz de ello se no de interculturalidad corresponde a una realidad plural anti- abren las posibilidades de avanzar en el tema de derechos indí- gua en países como Bolivia, Guatemala, Ecuador o México (Al- genas, reconociéndose sus territorios en algunas regiones del bó 2001, Alvarado 2002) y que a raíz de las movilización y rei- Oriente, a través de la figura de decreto supremo; en 1993 tene- vindicación de organizaciones indígenas de Ecuador y Bolivia mos un vicepresidente indígena; en 1994 se aprueba la Ley de en las décadas del 70 y del 80, la connotación del término tomó Reforma Educativa con enfoque intercultural bilingüe, consi- un carácter político que fue tiñendo las transformaciones derada como una de las más avanzadas en sus principios inter- constitucionales llevadas a cabo por ambos países durante la culturales (Walsh 2001). década del 90, sobre todo en lo que se refiere al tema de dere- Nuestro autor destaca además las elecciones municipales de chos indígenas. 1995 bajo el amparo de la Ley de Participación Popular, evento Autores como Xavier Albó consideran que el debate y refle- que muestra resultados donde un contingente importante de xión sobre interculturalidad contribuye a cambiar una situa- concejales y alcaldes son originarios (2001:3); a su vez, en 2002, ción de la condición multiétnica y plural de Bolivia, condición en las elecciones nacionales la presencia indígena es vigorosa, que se vive debido al establecimiento de una hegemonía criolla por los resultados de dicha contienda se transforma cualitativa- dominante que no reconoce este hecho empírico (2001:3). mente el parlamento. Indicadores de la transformación institu- Cambiar las condiciones peyorativas de la situación multiétni- cional en las esferas estatales muestran también el proceso a tra- ca tiene relación con las movilizaciones desatadas por los sec- vés del cual la atención pública sobre temas indígenas y étnicos tores que son objeto de discriminación cultural. Por ejemplo, a se desplazó y creció desde el Instituto Indigenista pasando por la fines del 60, y sobre todo en la década del 70, nos encontramos Secretaría de Asuntos Étnicos, hasta cuajar en la figura de vice- con el surgimiento de un katarismo vigoroso que hace contri- ministro y ministerio. buciones sustanciales al debate intercultural como un dilema A este escenario —local y nacional— debemos sumar un con- no sólo cultural, sino de orden político. Por otro lado, Bolivia es texto, por lo menos regional de la década del 90, que se caracte- testigo de la emergencia indígena en tierras bajas, que desatan riza por un conjunto de conflictos y transformaciones sociales que están evidenciando condiciones políticas específicas y una situación de relaciones de fuerza en las que se realiza el debate y ¿Cuál el concepto de interculturalidad la comprensión de lo intercultural. Por ejemplo, el surgimiento del zapatismo como parte de un reclamo de los derechos políti- que está en juego cuando destacamos cos de los indígenas, pero a su vez como respuesta al adveni- miento del Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado por Sali- indicadores de reconocimiento que nas de Gortari; o los vitales levantamientos indígenas en el Ecuador que están muy relacionados con el cambio de las for- aparentemente transformaron la mas de gobierno de dicho país. A su vez, la notable presencia de parlamentarios indígenas en Colombia y el reconocimiento am- sociedad boliviana? plio de derechos que se hacen a los resguardos. Incluso llama la

49 atención que en un país como Chile se de- sarrollaran movimientos indígenas de mapuches y aymaras que articularon un conjunto de demandas sobre su diferen- cia cultural. Las transformaciones mencionadas se desarrollan dentro de una agenda políti- ca del reconocimiento a la diversidad cultural, donde gobiernos y organismos internacionales confluyeron para dise- ñar los marcos en los cuales puede ser es- tructurada la diferencia y, a su vez, cómo esta diferencia puede convivir con un achicamiento de las funciones del Estado en las esferas productivas y de servicios. Por otro lado, hubo un claro desplaza- miento en los análisis de la condición de clase social como categoría casi exclusiva de conocimiento de las colectividades hacia categorías de orden más culturalis- tas, indagándose con más fuerza elemen- tos de identidad y capitales simbólicos en juego en la construcción de los actores sociales, en la formación de alteridades, en las formas de invención que se hace del “otro”. Es decir, nos detuvimos a dilu- cidar con más cuidado las bases cons- tructivas de la identidad y la diferencia, no sólo con fines académicos sino tam- bién políticos; politizamos la diferencia porque su conocimiento no se desprende de las acciones reivindicativas de quie- nes luchan por su conocimiento, heren- cias en la política del movimiento indige- nista, feminista y negro.

Entre diferentes*

¿Cuál el concepto de interculturalidad que está en juego cuando destacamos in- dicadores de reconocimiento que apa- rentemente transformaron la sociedad boliviana? Xavier Albó nos dice que “exis- te ya una forma de interculturalidad, siempre y cuando se desarrolle alguna re- lación entre personas o grupos humanos de una cultura con referencia a otros gru- pos culturales (…) Esta relación es negati- va cuando conduce a anular o reducir al grupo distinto, sea por eliminación física (cómo en conflictos recientes del Viejo Mundo), o por una asimilación forzosa a la cultura dominante (…) La intercultura-

50 lidad que aquí propugnamos es otra, la positiva. Empieza con la El paradigma dual de la civilización occidental, continúa aceptación y respeto de lo y los culturalmente distinto(s), perci- Medina, es el que hegemoniza las relaciones; por ello, para pen- bidos ya como iguales en validez y derechos” (Albó 2001:4). Sin sar en términos de interculturalidad necesitamos disolver di- embargo, para hablar de interculturalidad no basta una acepta- cha dualidad: “aplicar un modelo no dualista de tipo cuántico a ción de lo diferente, una situación de tolerancia mutua, es nece- las relaciones entre la civilización occidental y la civilización sario intercambiar el potencial que hay entre los diferentes, re- amerindia” (Medina, 2001:5) y lograr un complejo de interac- querimos avanzar hacia un segundo paso que está referido a to- ción entre civilizaciones que se articulan en tiempo y espacio mar en serio los aportes y valores de los distintos, para con ello con distintos principios y, a su vez, ampliándolos. Así, la veta construir un tejido común de reconocimiento y enriquecimien- occidental caracterizada por ser patriarcal, logocéntrica, new- to (Albó 2001, Alvarado 2002, Walsh 1999/a). toniana y cartesiana, deberá ser alimentada por las savia ame- ¿De qué depende que la relación entre diferentes sea positiva rindia de carácter místico, semiocéntrico, animista y holista. o negativa? Siguiendo a Albó encontramos que una visión favo- Ampliar los principios supone que en los espacios de conviven- rable o desfavorable sobre el “otro”, el “diferente”, depende en cia municipales prime lo comunitario, lo amerindio y, a la vez, gran medida de las construcciones de alteridad que se arraiga- se cultive el derecho a la disidencia como factor subordinado, ron en nuestras sociedad y que se viven como trauma cuando como polaridad opuesta. Lo propio en los factores nacionales e estas visiones son de negación de la diversidad, pero el desarro- internacionales donde prima el principio individualista deberá llo y promoción de actitudes positivas puede acabar modifican- cultivarse el derecho a la solidaridad como elemento subordi- do lecturas negadoras de la alteridad. “Este proceso puede em- nado (idem:17) pezar siendo una actitud de apertura al y a lo distinto, pero a la Desde mi perspectiva, en estas lecturas la comprensión de la larga, si se toma en serio, acabará modificando también las con- interculturalidad queda atrapada en un problema de actitud cepciones, acciones y estructuras en cualquiera de los ámbitos que deberá diseminarse en las instituciones del Estado, en un culturales (…) La interculturalidad positiva debe llegar a pene- caso, o en la aplicación de una visión dualista pero incluyente, trar todas las estructuras de nuestra sociedad” (2001:4) en otro, reduciendo los términos de relacionamiento entre dife- rentes a construcciones de alteridad positivas o negativas, sien- do las últimas susceptibles de transformación a través de la pro- El problema central no radica en las moción de visiones positivas que cambiarán actitudes. Pero ¿qué factores son los que determinan visiones de aceptación o nociones que tengamos de lo intercultural negación del “otro”? ¿De qué depende que un modelo no dualis- ta o dualista inclusivo, oriente las relaciones culturales en Boli- ni en la pertinencia generada por una via? ¿Cuánto nos ayuda a entender las relaciones entre diferen- tes un modelo cuántico que concibe a la civilización occidental política pública que atiende la diferencia, y amerindia como estructuras separadas en sus principios? Considero que en buena medida la explicación de las diferen- sino más bien en las condiciones políticas cias tiene una profunda raíz colonial que se relaciona con una hegemonía criolla dominante, como menciona Albó, pero ello donde se realizan los principios de la no es un problema de actitud hacia el “otro”, de la forma negati- va en que se comprenden las alteridades o los principios de dife- interculturalidad. rencia de las civilizaciones occidental/amerindia, sino más bien son factores seculares que estructuraron la relación entre dife- rentes en términos de un sistema de dominación; por tanto, una Otros autores, como Xavier Medina, consideran que la inter- lectura de interculturalidad que pone énfasis en la temática de culturalidad tiene que ver con los principios de comprensión actitudes no tiene una visión clara sobre el rol que juega el con- cultural que están en juego en la sociedad boliviana. Ejercien- flicto y el poder en la constitución de relaciones entre diferentes; do una visión de dualidad, el autor identifica un esquema ex- es decir, carece de una teoría del poder. plicativo donde se dan relaciones entre la civilización occiden- Además, debemos enfatizar, como nos recuerda Bourdieu tal y la civilización amerindia. Si la civilización está marcada (1999 - 2000), que las diferencias sociales y culturales de una so- por la exclusión en los principios de identidad y, por consi- ciedad que está atravesada por relaciones de dominación, se guiente, del tercero excluido, el eje de la interacción está dado convierten en sistemas de clasificación social que permiten, por la civilización occidental; en cambio, si la dualidad es pen- efectivamente, construir identidades, pero a la vez diferencias, sada en términos incluyentes, donde la relación de opuestos es que son usadas para ejercer el poder. Así, las diferencias entre de complementariedad antes de contradicción, y de un tercero hombres y mujeres indígenas y no indígenas, negros y blancos incluido, la base de la interacción está dada por la civilización sirven para ejercer la distinción y la distinta ubicación de los su- amerindia (2001:5) jetos en un sistema de relaciones sociales. Por ello, a la par que

51 La época nos muestra que estamos ejerciendo la interculturalidad y el reconocimiento a la diferencia en un contexto político donde el nuestra comprensión de interculturalidad no pude desenten- derse del conflicto y las relaciones de poder, a su vez, no puede neoliberalismo es hegemónico, donde ser solamente comprendida desde una lectura de la identidad, sino también desde la diferencia. la organización productiva ha sido La importancia de lecturas como las de Albó radica en que son fuente de inspiración y han orientado una buena parte de liberada al libre mercado. las reformas constitucionales desarrolladas en América Latina. En el caso de Bolivia y Ecuador, la intencionalidad se la propone como un principio ético/político que orienta las expectativas de para tejer un proceso de interculturalidad entre pueblos (…) lo construcción de lo diverso, y para muchos va más allá del multi- demás es balbuceo (…) tal vez para satisfacer ciertas exigencias culturalismo anglosajón. Mientras el multiculturalismo nos de las agencias de cooperación (2001:29). permite avanzar hacia una concurrencia social conducida por Si las condiciones en las que se intenta realizar una propues- una visión de tolerancia (Walzer 1994, 1998), la interculturalidad ta de interculturalidad se caracterizan por ser excluyentes, dis- busca una articulación de un tejido entre diferentes (Albó) criminatorias, de relaciones asimétricas en la administración 2001), una convivencia que supera la coexistencia cultural y en- territorial, este principio político seguirá jugando un rol de asi- fatiza la interacción en la diversidad (Alvarado, 2002), convir- milación del “otro” y, antes que generar diálogo, será productora tiéndose en un proyecto político que moviliza sectores campesi- de conflictos entre culturas. Para el autor, los marcos de la inter- nos indígenas (Walsh, 2002, Schiwy 2002, Cárdenas 2001)1. culturalidad son escenarios de conflicto que puede ser corregi- dos a través de políticas estatales que promuevan equidad de Condiciones políticas oportunidades, de derechos, y produzcan simetría en las rela- ciones de poder; una política de descolonización que permita ¿Qué nos dicen los líderes y dirigentes sobre la interculturali- socializar la interculturalidad, no sólo entre los pueblos indíge- dad? Tomando como base los supuestos planteados por Xavier nas sino también en la élite boliviana, superando los procesos Albó, Guido Chumirai, líder guaraní, considera que la intercul- de inquisición civilizatoria occidental (Idém:30) turalidad es un marco de convivencia entre diferentes marcada Me interesa resaltar un aspecto que señala Simón Yampara en por el respeto. Pero la función política más importante de lo in- el tratamiento que hace de la interculturalidad, si bien la conci- tercultural está en que permite conocer la alteridad, es decir, be como una relación de diálogo entre diferentes —coincidien- permite conocer al “otro”, al karai2, según la lectura guaraní. do con Albó—, la posibilidad de ello es casi nula, porque el con- “El enfoque intercultural es el respeto a la cultura, está en- texto donde se realiza la interculturalidad es un contexto marca- marcado en ciertos parámetros, ¿qué puedo enseñar yo sobre do por relaciones de conflicto y asimetría de poder, siendo las lo que sucede en la ciudad?, ¿cómo es el comportamiento del bases constitutivas de este hecho las relaciones coloniales que otro frente a mi comportamiento?, en lengua materna yo debo estructuraron las formas de exclusión de la diferencia cultural. conocerme y, a su vez, entender cómo funciona el mundo. Es La superación del dilema se puede gestar con una política esta- un estudio de lo que sucede en el otro mundo y en el mío. Ese tal que descolonice y promueva equidad de condiciones. Con conocimiento no existe en el niño guaraní después de 11 ó 12 estos argumentos, ¿podemos suponer que el desarrollo de una años de escolaridad, el niño no tiene conocimiento de los ex- política pública que atienda la diferencia permitirá superar el terno, entonces, cuando sale a otro colegio de Gutiérrez, sale conflicto y la asimetría de poder? con miedo”.3 Planteo que el problema central no radica en las nociones Desplazándose de la visión de convivencia y enfatizando el que tengamos de lo intercultural ni en la pertinencia generada marco del conflicto y el poder, Simón Yampara, líder aymara e por una política pública que atiende la diferencia, sino más bien intelectual sociólogo, considera que la interculturalidad en la úl- en las condiciones políticas donde se realizan los principios de tima década está más relacionada con la aceptación del recono- la interculturalidad. cimiento por parte de la hegemonía, situación política que bus- Estas condiciones son las que marcan el compás de los logros, ca cooptar valores culturales andinos como una estrategia de la posibilidad de construir bases plurales verdaderamente férti- continuidad colonial. Si bien el principio básico, para este líder les para pensar en una sociedad que acepta su diversidad; en campesino indígena, es el diálogo entre distintos modos de sa- otras palabras, la interculturalidad es una intención política que ber, diálogo en condición de equidad, respetando los derechos y se realiza en un campo de relaciones de fuerza, y no podemos re- la cultura; no podríamos cultivar la interculturalidad como polí- flexionarla al margen del conflicto y del poder. El análisis debe tica de relacionamiento entre culturas si las condiciones entre llevarnos a ubicar el peso específico del conflicto y del poder; pe- los diferentes son inequitativas, si hay desconocimiento, “lo que ro, además, la condición diferenciada que se presenta cuando la para nosotros es una especie de ‘sublimación’ de la coloniza- interculturalidad forma parte de la retórica oficial. ción, puesto que no hay condiciones de equidad, menos de diá- Así, la interculturalidad no sólo puede ser evaluada como un logo de saberes y conocimientos que son presupuestos básicos principio que acompaña la movilización o reinvidicación de los

52 movimientos indígenas, sino también como parte de una políti- dades tradicionalmente excluidas, pero también forma parte de ca pública de reconocimiento en Bolivia. Nuestro balance debe- los procesos de movilidad social generados por las exigencias rá tomar en cuenta, por tanto, dos aspectos: educativas y la especialidad laboral del neoliberalismo. Todos y Primero, la interculturalidad, al volverse parte de una retórica cada uno de estos significados se realizan en un contexto de re- de política pública está institucionalizando las formas en que laciones de fuerza. puede existir la diferencia y abriendo espacios de intervención La heterogeneidad de sentidos evidencia diversidad de direc- donde el Estado se vuelve el conductor de las relaciones entre di- ciones, de intereses, puntos de tensión que destacan intencio- ferentes y la entidad privilegiada para regular sus interacciones nalidades distintas. A raíz de ello, me adscribo a una lectura de controlando y desmovilizando el potencial político de dicha interculturalidad como campo de batalla, un espacio semántico propuesta. Su oficialización destaca una condición de relacio- que evidencia luchas simbólicas entre sectores, disputando te- nes de fuerza donde el Estado acceda a un lugar privilegiado en mas de derecho, de diferencia, de identificación cultural; un es- la lucha por la nominación y clasificación social4. pacio donde se ha politizado la diferencia y se busca un acceso a Segundo, como política pública que promueve atención a la la igualdad ratificando esa diferencia. diferencia consolidó sectores privilegiados, sectores de la subal- Hay un desplazamiento que debemos destacar, por lo menos ternidad diferenciada que empezaron a beneficiarse de la políti- en aquellos países donde la interculturalidad forma parte de las ca pública a través de la figura de discriminación positiva, gene- luchas indígenas. Como acción reivindicativa centrada en una rándose con ello procesos importantes de diferenciación y movi- búsqueda por consolidar lo propio como identidad, las luchas lidad social5. Como menciona Benjamín Artidi (2002), el avance políticas del movimiento indígena/campesino de países como generalizado de la política de la diferencia en los Estados moder- Bolivia y Ecuador posibilitaron la ampliación de su significación nos ha cambiado el contenido y los alcances de las luchas reinvi- al conjunto de la sociedad y, con ello, la interculturalidad juega dicativas de movimientos feministas, negros, migrantes musul- un rol importante en la profundización de la democracia, cons- manes a los países europeos. Su contribución a una visión plural tituyéndose en un elemento que forma parte de las nociones de de la democracia es un factor que debemos empezar a evaluar, bien común en dichas sociedades. desde una posición crítica y con elementos de procesos ya dados. Doble juego La otredad neutralizada denota un La época nos muestra que estamos ejerciendo la interculturali- proceso de apropiación de los diferentes dad y el reconocimiento a la diferencia en un contexto político donde el neoliberalismo es hegemónico, donde la organización por la hegemonía porque reconoce lo productiva ha sido liberada casi en su plenitud al libre mercado. Interculturalidad y reconocimiento son principios políticos que subalterno dentro de su eje discursivo y se desenvuelven de forma subordinada a los objetivos neolibe- rales de la política y la economía; por ello, jugando un rol de legi- lo subordina a sus intereses. timación de democracias que esconden agudos procesos de di- ferenciación económica, social y, como diría Zizeck (2002), el anonimato del capital global. Sin embargo, nuestro fenómeno lleva una paradoja. A la par ¿Cuál será el peso específico del poder y el conflicto en la in- que es un paso importante para construir bases de instituciones terculturalidad? Siguiendo a Catherine Walsh, vemos que no po- plurales, es también una estrategia de doble juego en el sentido demos pensar y reflexionar sobre interculturalidad al margen de que promueve la diferencia pero a la vez la debilita, socava su los procesos de hegemonía, porque con ellos vamos a entender movilización y resistencia. ¿De qué manera? La figura de lo pluri la interculturalidad dentro de un entramado de intereses donde y multi, de la diversidad en la unidad, tiende a alejarnos de los la diferencia cultural sea parte de un juego de poder y domina- conflictos sobre la dominación y el poder y hace las veces de ción que desate conflictos en la sociedad (2002:118). Si nos acer- ocultamiento de dominaciones seculares, alejándonos de una camos a esta noción de interculturalidad, una tarea importante visión de otredad como constitutiva de lo plural en la democra- es analizar la diferencia cultural en su contenido histórico, so- cia. Como nos dice Walsh (1999:14-15/b), esa tendencia marca- cial, económico y el rol que está jugando en las estructuras insti- da en los últimos años de tomar al “otro” indígena en su versión tucionales del Estado, visualizando el conjunto del significado folclórica, antropologizarlo y regionalizarlo en su diferencia lin- que se pone en juego. Reiterando lo mencionado, parte de estos güística y cultural, presentándolo como parte de la tradición significados es la movilización política de los sectores discrimi- histórica, como cuerpo cultural rígido, identificable, fijo, distin- nados que conquista derechos, evidencia también procesos de tos a la cultura nacional, nos acerca mucho a una noción de otre- lucha subalterna que intenta romper con la historia hegemóni- dad susceptible de formar parte de un programa liberal. Es una ca de las culturas dominantes; a su vez, intenta reforzar identi- otredad neutralizada, en términos de Zizek privada de una sus-

53 Si reconocemos que lo intercultural no sólo forma parte de las luchas subalternas o de la heterogeneidad de la población boliviana, sino también de tancia, un otredad regulada que está aportando a la construc- ción de un orden mundial post Estado-nación en la medida que las diferencias oficiales, entonces estas desata un proceso inverso a la temprana constitución de los Es- tados nación; es decir, el desarrollo de una etnización de lo na- diferencias culturales tienen relación cional como reacción al mercado mundial (1998:168). directa con la diferencia colonial Lo indígena

La otredad neutralizada denota un proceso de apropiación de Cuando la comisión oficial se hizo presente en la zona8 para los diferentes por la hegemonía, porque reconoce lo subalter- evaluar la viabilidad de la demanda territorial, los personeros no dentro de su eje discursivo y lo subordina a sus intereses. del gobierno consideraron que la coexistencia cultural del pue- Así, por ejemplo, en el proceso de elaboración de la demanda blo indígena demandante era precaria, que la disonancia que de Tierra Comunitaria de Origen (TCO) baure, encontramos existía entre ser campesino o indígena debilitaba enormemente importantes indicios que develan rigidez en el tratamiento de las posibilidades técnicas de dar curso a la demanda territorial, las identidades. las palabras de un funcionario del Instituto Nacional de Refor- La TCO baure es una demanda territorial ubicada entre los rí- ma Agraria (INRA) fueron las siguientes: “Si aquí unos dicen que os Mamoré e Iténez (ambos afluentes del río Madera, principal son campesinos y otros indígenas, este es un pueblo indígena tributario de Bolivia al Amazonas), en lo que se denomina la par- inventado, son un grupo de oportunistas que quieren benefi- te central de la llanura amazónica boliviana. Una de las caracte- ciarse con la Ley INRA; si no es así pónganse de acuerdo, o son rísticas no resueltas en la solicitud territorial de este pueblo es la indígenas o son campesinos”. En nuestras palabras podríamos condición “indígena” que requiere asumir como categoría de decir: “o muestran que hay tradición histórica como indígenas o pertenencia cultural, categoría que los habilitaría a demandar el Estado no los reconoce como tales, o son cuerpos rígidos, fijos un área territorial. En el proceso de elaboración de su demanda, y distintos a los campesinos, que son mestizos, o no les recono- las comunidades perteneciente a dicho pueblo se dividieron en- cemos la legalidad de su demanda territorial”. tre: a) quienes querían ser parte de la denominación “pueblo in- Finalmente me gustaría apuntar una última idea, si recono- dígena”, y b) quienes querían ser considerados como campesi- cemos que lo intercultural no sólo forma parte de las luchas su- nos. Esta división no obedece a que se dieron procesos históri- balternas o de la heterogeneidad de la población boliviana, sino cos distintos en las comunidades, sino que la acepción “campe- también de las diferencias oficiales, tenemos que reconocer que sino” forma parte de una conquista local en el período de la Re- estas diferencias culturales tienen una relación directa, como forma Agraria y, a su vez, denota una relación no servil con los nos decía Simón Yampara, con la diferencia colonial, y es esta di- ganaderos de la zona. ferencia colonial que subalternizó a los pueblos indígenas bajo A la comunidad baures le costó quitarse el estigma de “indí- una dominación secular no superada. Por tanto, es a su vez for- gena”, sujeto incivilizado y, además, objeto de relaciones gamo- mativa de mecanismos en que se produce nuevamente la exclu- nales. Como parte de los pueblos amazónicos que vivieron en sión. La superación de este fenómeno poco o nada tiene que ver prósperas misiones jesuitas y posteriormente conformando los la voluntad o las actitudes positivas o negativas que se tenga res- poblados tradicionales de la región, este pueblo se vinculó con pecto a la diferencia cultural. las precarias organizaciones campesinas que existían en la zo- La diferencia colonial puede ser productora de categorías ét- na6. Algunas de sus comunidades lograron tramitar títulos indi- nicas altamente radicalizadas, pero que finalmente forman par- viduales bajo la figura de pro indiviso7. Podemos decir que la te de una cadena de dominación, eslabonamientos de la opre- condición campesina fue una conquista de este pueblo en el sión que están incrustados entre quienes son objeto de discri- contexto de las relaciones sociales locales. minación. Así, la radicalidad étnica no necesariamente rompe Ahora la demanda territorial trabajada en los primeros meses con sus formas constitutivas y suele reproducirla bajo un discur- de 1997, los enfrentó a un dilema en tanto les planteaba modifi- so de aparente contestación. También puede ser productora de caciones en sus relaciones culturales. Asumirse nuevamente co- categorías esencializantes que encuentran sustancia para mo indígenas supone una carga peyorativa que no ha sido supe- el caso de los pueblos indígenas en la etnicidad y no en la rada en la localidad, aunque a nivel nacional se tenga una valo- colonialidad del poder. ración distinta de lo indígena por las transformaciones constitu- cionales. Algunos dirigentes y comunitarios de este pueblo en- 1 Es el caso de los movimientos campesino/indígena del Ecuador, Bolivia tienden que la adscripción a la figura “pueblo indígena” les per- y en menor medida Guatemala. mitirá demandar áreas territoriales que las aprovecharían con 2 Blanco, el criollo mestizo. Aceptación que usan los guaraníes para fines de cacería y recolección de chocolates silvestre, pero más diferenciarse del resto de los habitantes no indígenas de la región del allá de las ventajas jurídicas que se tienen con la demanda terri- Chaco. torial, existe un problema de identidad no resuelto. 3 Entrevista con Guido Chumira, Santa Cruz, octubre del 2003.

54 4 El reconocimiento de la personería jurídica a las poblaciones Bibliografía campesinas e indígenas, el itinerario que tienen que seguir organizaciones locales, sociales, consejos o capitanías para demostrar o Albó, Xavier 2001, “Eso que llamamos interculturalidad”, en La encrucijada “certificarse” que son “originarios” del lugar y que cuentan con los cultural (La Paz: Anuario COSUDE). atributos culturales debidos para no ser vistos como cualquier OTB son Alvarado, Virgilio 2002, “Política públicas e interculturalidad”, en Fuller, un buen ejemplo. Es el caso de la población guaraní que se ubica en la Norma (comp.) Interculturalidad y política: Desafíos y posibilidades provincia Gran Chaco del departamento de Tarija, aledaña a la carretera (Lima: IEP, Universidad del Pacífico, Universidad Católica). que va a Yacuiba, o los sindicatos quechuas de Raqaypampa, de la Artidi, Benjamín 2000, El reverso de la diferencia: Identidad y política provincia Mizque en el departamento de Cochabamba, o de las centrales (Caracas: Nueva Sociedad) campesinas de Independencia del mismo departamento, quienes han Bourdiu, Pierre 1999, ¿Qué significa hablar?: Economía de los intercambio sufrido y sufren una serie de tropiezos por parte de los municipios y las lingüísticos (Madrid: Akal) prefecturas en el otorgamiento de las personerías jurídicas bajo la figura —2000, Poder, derecho y clases sociales (Bilbao: Desclée) de población originaria. Detrás de estos impedimentos está el temor de Cárdenas, Víctor Hugo 2001, “Reconocimiento de los derechos indígenas “, que dichas poblaciones ejerzan control territorial sobre sus zonas. en La encrucijada cultural, (La Paz: Anuario COSUDE). 5 Parte de este fenómeno puede observarse en sectores que pertenecen a Medina, Xavier 2001, “Cultura, civilización e interculturalidad: Algunas los pueblos indígenas y han acumulado un capital cultural importante. definiciones básicas”, en La encrucijada cultural (La Paz: Anuario Estos sectores son beneficiarios de programas de formación superior y COSUDE). especializada, tienen la capacidad de poder capturar fondos de la Schiwy, Freya 2002, ¿Internos subalternos?. Notas sobre las dificultades de cooperación internacional y en cierta medida son un sector que se ha pensar en diálogo intercultural, en Schiwy y Castro-Gomez (comp) posesionado en lugares cualitativamente distintos de los sectores que Interdiciplinar las ciencias sociales (Quito:Universidad Andina/ABYA buscan representar. La ecuación intercultural bilingüe es un campo que YALA) expresa con fuerza estos procesos de movilidad social. Walsh, Catherine 1999/a, “La Interculturalidad en el Ecuador:Visión, 6 Los baure son uno de los pocos pueblos de la Amazonía que principio y estyrategia indígena para un nuevo país”, en identidades desarrollaron una condición social distinta en un contexto marcado por (Quiro), No 20 el latifundio para la ganadería. La Reforma Agraria boliviana en esta —1999/b, Interculturalidad en la nueva onda de los pluri: Significados y zona en vez de otorgar tierras a los campesinos centralizó y legalizó las políticas conflictivas”, en Dossier sobre Ecuación Intercultural: tierras en manos de los grandes hacendados. Sin embargo, los baure, a Multicultiralidad y espacios educativos (Cochabamba: CESU) pesar de que se constituyen en una mano de obra fundamental para la —2001, La interculturalidad en la educación (Lima: Ministerio de ganadería grande y mediana de la región, se movilizaron en la década educación) del 70 para pedirle al Estado parcelas campesinas; por tanto tenían que —2002, “(De) construir la interculturalidad: Consideraciones críticas desde demostrar su condición campesina. Además, conquistar el derecho a ser la política, la colonialidad y los movimientos indígenas y negros en el llamados campesinos formó parte de las luchas radicales de la región, en Ecuador, en Fuller, Norma (comp) Interculturalidad y política: Desafíos y el sentido que asignaba otra condición social. posibilidades (Lima: IEP, Universidad del Pacífico, Universidad Católica) 7 Figura legal de tenencia de la tierra donde existen parcelas individuales Walter, Michael 1994, “Comment the politics of recognition”, en Taylor para cada campesino, pero la propiedad es colectiva; se puede decir que Charles Multiculturalims (new Jersey: Princentos University Press) es una pequeña propiedad comunal que toma sólo en cuenta el uso de la —1998, Tratado sobre tolerancia (Barcelona: Paidos) tierra y no así las actividades de caza y pesca. Yampara, Simón 2001, ¿Interculturalidad o “sublimación” de la 8 Comisión conformada por miembros de la entonces Secretaría de neocolonización?, en La encrucijada cultural (La Paz: Anuario COSUDE). Asuntos Étnicos, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano, Slavoj, Zizek y Jameson, Fredic 1998, “Multiculturalismo o la lógica cultural personeros del Instituto Nacional de Reforma Agraria, representantes de del capitalismo multinacional”, en Estudios culturales:reflexiones sobre la Confederación Indígena del Oriente Boliviano, más el equipo el multiculturalismo (Buenos Aires:Paidos). encargado de elaborar la demanda territorial. • Los pretítulos son de UNIR.

55

El diálogo es la cuestión

Como resultado del seminario “Asamblea Constituyente: una oportunidad para el diálogo”, realizado en la ciudad de Sucre el segundo

semestre del año pasado, presentamos en este capítulo seis artículos que completan los títulos ofrecidos a nuestros lectores en el número anterior. Con esta segunda entrega, por lo tanto, cumplimos

con la publicación de todas las ponencias expuestas en el mencionado evento. Los autores

invitados en esta ocasión son: Khatia Saucedo, Virginia Kolle, Elena Díez Pinto, Carlos Hugo Molina, Mauricio Lea Plaza y Jenny Cárdenas. Cada

uno, desde su perspectiva, configura una visión de conjunto sobre el estado del diálogo en esta etapa de rediseño estatal del país. Diálogo constituyente y democracia deliberativa

El diálogo en la Asamblea Constituyente es un proceso de cooperación conjunto que servirá para construir entre todos un significado común.

KATHIA SAUCEDO Estado constitucional Momento constituyente Fue viceministra de Derechos Humanos ara poder hablar de un Estado constitucional resulta impres- En el marco del proceso de conformación y Asuntos cindible el contar con una constitución democrática. Cuan- o renovación del Estado que quiere y de- P Constitucionales y do esto se logra, resulta que la democracia y la constitución re- sea el pueblo, del Estado constitucional, asesora en Asuntos sultan ser la misma cosa. existe el llamado” momento constituyen- Constitucionales y Siguiendo a Salvador Nava, para lograrlo se necesitan tres te”, que se refiere al proceso en el cual ese Legislativos del condiciones: 1º) Que la constitución provenga de una constitu- Estado es positivizado en un texto consti- Defensor del yente democrática y legítima: 2º) Que la constitución formal tucional. Se produce cuando el legislador Pueblo. contenga los valores de la constitución material: y 3º) Que el constituyente arma, discute la constitu- texto constitucional incluya las instituciones y dinámicas nece- ción, sopesa las ideas que se tienen sobre sarias para salvaguardar la intención constituyente como la re- el Estado, sus instituciones, plantea consensos y, finalmente, la ferencia positivizada, es decir la idea sobre la constitución y la redacta. Es un proceso de ingeniería no sólo jurídica, sino de so- democracia. beranía, de política y sobre todo de reconocimiento de la reali- Es preciso detenerse en la primera condición: el documento dad social que circunda a ese “momento constituyente”. (la constitución) resultante de lo que muchos autores llaman el Lo que se pueda hacer o no en el momento constituyente tie- “momento constituyente” debe reflejar lo que el pueblo (el so- ne íntima relación con el tipo de poder constituyente de qué se berano) quiere sobre su idea de Estado y de constitución, que al trate. Por ello vamos a revisar rápidamente sus nociones: final es el único sujeto capaz y legitimado para decir como quie- re ser gobernado. a) El poder constituyente es la capacidad o competencia que El Estado constitucional plantea una relación indisoluble en- constituye o da constitución a un Estado, es decir que lo or- tre constitución y democracia. En la democracia todo es suscep- ganiza, estableciendo su estructura jurídica política. Es ori- tible de modificación, si es el sujeto legitimado quien lo plantea ginario cuando se ejerce en la etapa fundacional o primige- (el pueblo), y esta opción se hace jurídicamente viable. El Estado nia del Estado, para darle su nacimiento y estructura. Es de- constitucional entonces, a decir de Manuel Aragón, es “el inten- rivado cuando se ejerce para reformar la constitución. La po- to de juridificar la democracia y la constitución, la forma en que sición constitucional refiere que una vez establecido el Esta- esa pretensión se verifica”. do, en el momento de la fundación, ya no puede haber más En el desarrollo del concepto de democracia formal en Boli- poder constituyente originario. via, se ha verificado un interesante desarrollo, de democracia b) Esta clásica división doctrinaria presenta algunos matices, en meramente representativa a una de corte representativa y se- este sentido hay que reconocer que también puede ser cons- midirecta con la inclusión de Institutos como la propia Asam- tituyente originario el que se ejerce en un Estado ya existente blea Constituyente, la iniciativa legislativa y el referéndum, (después de la fundación) cuando se cambia y sustituye una donde se garantiza la participación de la ciudadanía en la toma Constitución anterior con innovaciones fundamentales en de decisiones del Estado; sin embargo, se omitió la revocatoria su contenido. En materia de doctrina constitucional, coinci- de mandato o recall, que seguramente será abordado por los le- den los autores, el meollo de la cuestión no es meramente la gisladores constituyentes, En los tres institutos incluidos en la reforma total; así, una reforma total que no altera la sustan- actual constitución boliviana, la deliberación y la participación cialidad de los contenidos “vertebrales” de un texto constitu- ciudadana son elementos fundamentales, que necesariamente cional, no puede ser calificada como resultante de un poder deben ser complementados con la revocatoria de mandato, constituyente originario, es decir, que no es la totalidad de la porque ésta trasluce el poder del soberano, que otorga la auto- reforma a la Constitución la que define este matiz, sino lo ridad de poder a determinadas personales elegidas, pero tam- “vertebral” de la misma. bién puede revocarlo, en este último elemento se encuentra un c) La importancia de ingresar a ese ámbito doctrinal de discu- control social real. sión en Bolivia, no sólo es un tema que interese a expertos en materia constitucional, radica en las capacidades que puede

58 tener el poder constituyente. Si el ma- tiz de la Asamblea Constituyente que se instalará en agosto en Sucre es ori- ginaria, sus capacidades son ilimita- das; si por el contrario responde a un poder constituyente derivado, sus ca- pacidades serán limitadas.

Asamblea Constituyente en Bolivia

Sobre la base de una revisión de la regula- ción en la Asamblea Constituyente, inten- temos definir las intenciones del legisla- dor al incorporarla a la Constitución, y al establecer su convocatoria.

1º La inclusión de la Asamblea Constitu- yente, conjuntamente con el referén- dum y la Iniciativa Legislativa Ciuda- dana, marcan el tránsito de una demo- cracia meramente representativa ha- cia una participativa y semidirecta. 2º Se delimitan dos ámbitos de compe- tencias en materia de reforma consti- tucional, una de corte parcial a cargo del Congreso Nacional (art. 230) y otra total bajo la competencia de la Asam- blea Constituyente (art. 232). 3º La Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente establece un marco le- gal básico, ingresando a ámbitos que pueden calificarse como internos del órgano constituyente, es el caso de la previsión sobre su Reglamento Interno y de la comisión ad hoc (arts. 21 y 22). La duda surge en sentido que si la Asamblea Constituyente fuera expre- sión de un poder constituyente origi- nario ¿podría imponérsele mandatos vinculados a la organización interna de la propia Asamblea? La respuesta es no. 4º La Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente establece que ésta de- berá normar en la nueva Constitución, en el proceso de transición progresivo, hasta su plena vigencia (art. 29 parr. II). Si se aplica la pregunta anterior y la res- puesta es la misma: no.

Si bien podríamos afirmar por la com- petencia de “reforma total” otorgada a la Asamblea Constituyente en la última re-

59 forma constitucional, que esta —aunque no estamos en etapa mo punto de partida la participación de los constituyentes en fundacional del Estado— podría inscribirse en ese matiz que de- los debates; tienen que oírse todas las voces de las representa- tallamos al inicio y constituirse en un poder constituyente origi- ciones, sean estas regionales, sectoriales o de género. Es aquí nario. Sin embargo, las previsiones establecidas en la Ley de donde tiene que plasmarse unos de los pilares de la democracia: Convocatoria parecen inclinarse por un poder constituyente el respeto a la voz de los grupos minoritarios. derivado. Expliquemos a continuación los motivos: Me detengo en la característica y función deliberativa de la Asamblea Constituyente. Para ello permítanme compartir una a) El poder constituyente originario no tiene limitación alguna definición de diálogo que me impacto por la sencillez del plan- ya que, en cuanto poder originario, no está sometido a nor- teamiento y la profundidad del contenido: “Diálogo es el resul- mas. La teoría del poder constituyente originario surte sus tado de un proceso de cooperación y trabajo conjunto para efectos y consecuencias en aquellos casos en los que la construir un significado común”. El proceso de cooperación Constitución surge tras una ruptura con el ordenamiento conjunto deberá ser realizado por el espacio de un año en que la constitucional y legal precedente. Esa ruptura en el caso bo- Asamblea trabajará una nueva Constitución, el significado co- liviano no ha existido, en tanto y en cuanto se consensuaron mún será el nuevo Estado boliviano y la nueva Constitución que y encontraron los mecanismos jurídicos que incorporaron deberá aglutinar y consensuar la idea del Estado y democracia la Asamblea Constituyente en el texto constitucional vigen- de todos los bolivianos. te, es decir, la Constitución que prevemos será sustituida Del diálogo y la función deliberativa que deberán cumplir por otra. Esta sustitución se cumplirá a través de un referén- los constituyentes en Sucre emergerá una nueva Constitución. dum post asamblea y de un procedimiento establecido en la ¿En esa nueva Constitución —y volviendo al concepto de poder Ley de Convocatoria. Entonces, el poder constituyente a constituyente— se podrá cambiar todo lo preexistente? ¿Hay ejercer desde su instalación se regulará por un sistema jurí- contenidos que no serán susceptibles de cambio o que podrán dico preexistente. ser mejorados? b) La ruptura legal y constitucional mencionada provoca que no A continuación, ensayo respuestas a esas interrogantes: exista régimen jurídico anterior a la Asamblea, o el Estado Si bien el poder constituyente originario es en principio y por constitucional no existe o ha desaparecido. En el caso bolivia- esencia ilimitado, es decir que no tiene límites de derecho posi- no, las manifestaciones jurídicas del Estado, llámese reforma tivo o, en otras palabras, que no hay instancias superiores que lo constitucional o régimen legal de convocatoria a la Asam- condicionen, ni formales ni legales, la doctrina constitucional blea, infieren que no ha existido tal ruptura. no descarta: 1) límites suprapositivos del valor de justicia o de c) En un poder constituyente originario no existen normas pre- derecho natural; 2) límites que deriven del derecho internacio- establecidas que rijan su actuar, los ejemplos contenidos en nal público y; 3) los condicionamientos que impone la realidad la Ley de Convocatoria denotan que antes de su funciona- social y que deben ser considerados a tiempo de organizar la es- miento la Asamblea se encuentra regulada por una norma tructura del Estado. (en este caso de rango legal, no constitucional) que ha prefija- En el caso del poder constituyente derivado, ya dijimos que do algunas de sus actuaciones y competencias. es limitado y estos límites pueden ser variados, entre ellos el or- den jurídico preexistente, la norma que lo crea y lo regula, el Diálogo constituyente y emergencia sistema de reforma y su procedimiento, los tratados interna- de una nueva Constitución cionales, entre otros. Existen límites al ejercicio del poder constituyente derivado Siguiendo a Salvador Nava, el poder constituyente es un órgano a lo que en materia constitucional llamamos parte pétrea o colegiado, deliberante, legislativo, representante y popular. Es formal, porque un conjunto de personas que realizan la función legislativa primaria y fundamental producen la Constitución. Es El poder constituyente es colegiado, porque todos tiene la misma jerarquía, cada posición y opinión tiene el mismo valor y por tanto el resultado de su tra- esencialmente deliberativo, porque bajo debe ser producto de las opiniones y el consenso de todos. Es legislativo, porque la función de elaborar una Constitución es el trabajo de elaborar una Constitución un proceso de producción normativa. Es representante, porque su función está supeditada a la voluntad de quienes los eligie- tiene como punto de partida la ron, del pueblo, del soberano. Es popular, porque representan a sectores de la población. participación de los constituyentes Finalmente, el poder constituyente es esencialmente delibe- rativo, porque el trabajo de elaborar una Constitución tiene co- en los debates.

60 Toda Constitución debe contener los medios de defensa para mantenerla vigente por el mayor tiempo posible; estos medios son regularmente los contenidos pétreos de la Constitución, que se refiere a la parte del texto constitucional que no es susceptible de reformas o de preceptos normativos constitucionales revisión, sólo admite mejoras, que no es posible abolirlas o ha- cerlas desaparecer. Me estoy refiriendo, en primera instancia, a que versan sobre la supremacía, los los derechos fundamentales (aquellos catalogados en el art. 7º de la Constitución). Existen constituciones en las que el reco- modos de reformar la Constitución. nocimiento de las cláusulas pétreas es explícito, el caso de Ale- mania, por ejemplo, en lo relativo a la inalterabilidad de los principios fundamentales; o el espíritu de la Constitución o de do de igualdad de género en reconocimiento de la nacionali- la inderogabilidad de la declaración de los derechos funda- dad de los bolivianos y las bolivianas casados con extranjeros y mentales. En la mayor parte de los casos es la doctrina consti- extranjeras y los extranjeros o extranjeras casados con bolivia- tucional la que nos sirve de fuente para definir los contenidos nas o bolivianos; reconocimiento de la primacía de la naciona- pétreos de la Constitución. lidad de origen (de nacimiento); limitación de la inmunidad de Toda Constitución debe contener los medios de defensa pa- los parlamentarios en materia penal; ejercicio de la represen- ra mantenerla vigente por el mayor tiempo posible, estos me- tación popular, conjuntamente los partidos políticos, las agru- dios son regularmente los preceptos normativos constitucio- paciones ciudadanas y los pueblos indígenas (año 2004). nales que versan sobre la supremacía, los modos de reformar la Finalmente, ante la emergencia de una nueva Constitución, Constitución. Algunos estudiosos del derecho constitucional existen temas pendientes en la agenda constitucional que es incluyen en estos medios de defensa aquellos recursos proce- menester abordarlos en la Asamblea Constituyente: el reconoci- dimentales para garantizar la restauración de un derecho vio- miento de nuevos derechos en el catálogo de derechos funda- lado, en clara alusión a la jurisdicción constitucional y al siste- mentales; tierras; la regulación de las autonomías en los depar- ma de justicia. tamentos donde ganó el sí, cumpliendo la Ley de Convocatoria El poder constituyente no puede ignorar el pasado reciente, sin cerrar la posibilidad de que otros departamentos puedan donde en materia constitucional se realizaron notables avan- asumir esta posibilidad a futuro en base a su decisión soberana; ces, me permito citarlos brevemente: reconocimiento del Es- la regulación del Congreso Nacional; la justicia comunitaria al- tado multiétnico y pluricultural; reconocimiento a los dere- ternativa y complementaria al sistema formal; la mejora al siste- chos sociales, económicos y culturales de los pueblos indíge- ma de jurisdicción constitucional dotando de mayor ope- nas y a sus tierras comunitarias; reconocimiento estatal a la ratividad a los procedimientos que resguardan derechos y personalidad jurídica de las comunidades indígenas, asocia- aumentando el número de magistrados. ciones y sindicatos campesinos; reconocimiento de la justicia comunitaria; creación de la jurisdicción constitucional espe- Bibliografía consultada cializada a través del Tribunal Constitucional; la Defensoría Salvador O. Nava Gomar. El Estado Constitucional sinonimia positivizada del Pueblo; reconocimiento del Estado social y democrático de entre Constitución y Democracia, México. derecho con sus valores superiores: libertad, igualdad, y justi- Gérman Bidart Campos. Tratado elemental de Derecho Constitucional, cia; inclusión de institutos de la democracia participativa Argentina. (Asamblea Constituyente, Iniciativa Legislativa Ciudadana y José Antonio Rivera Santibáñez. El proceso constituyente en Bolivia. Referéndum); recurso constitucional de habeas data; conteni- Reflexiones sobre la reforma de la Constitución, Bolivia.

61 Asamblea Constituyente: ¿cómo construir el bien común?

Un repaso a manera de diagnóstico de la situación del proceso constituyente y sus perspectivas desde el poder y la sociedad civil. En cualquier caso, la base será siempre el diálogo.

VIRGINIA KOLLE mantenido en la marginalidad a enormes gradezco a la Fundación UNIR la invitación a participar en Abogada sectores de la población. No existe en el Aeste evento sobre la Asamblea Constituyente y su influencia constitucionalista y Estado boliviano una política social de in- en el proceso de diálogo; dada la importancia y complejidad del actual tereses generales que atienda o responda tema, ello constituye un enorme reto. representante de la institucionalmente las demandas de la De hecho, este seminario se desarrolla en una circunstancia Fundación UNIR sociedad, una ordenación que integre a particular. Hay un contexto que le da un significado especial, y Bolivia en la ciudad los individuos, a los grupos y las fuerzas de éste es posible extraer una relación de problemas que pue- de Sucre. den ser considerados de mayor gravedad. Sin el ánimo de exa- sociales con reglas de juego comunes, gerar, sí para remecerlos, intentaré señalar algunos de los pro- vinculantes y respetadas. blemas que, desde las diferentes perspectivas, se han esbozado Otro tema que aparece en el diagnóstico: la exclusión de am- y aparecen como una suerte de común denominador de todos plios sectores de la población. Me limito a recordar que el Esta- los diagnósticos. do de Derecho supone igualdad ante la ley, particularmente en En primer lugar, en el contexto actual, no se puede negar la el ejercicio de los derechos humanos y en la observancia de los crisis del sistema político, no hay que esforzarse mucho para deberes. Puedo afirmar que el débil —y me refiero al socialmen- percibir la desconfianza que siente la población, que se ha ma- te débil— el marginado, es el que goza de menos derechos y so- nifestado en toda su intensidad, sobre todo en los últimos porta, cualitativamente, los mayores deberes. años; la ciudadanía ha rechazado la democracia pactada para Hoy nos sorprende que el débil se hace fuerte y todavía hay la alternancia en el ejercicio del poder. Nadie puede poner en quienes se preguntan ¿por qué? Porque, cansado de esperar, él duda que el modelo de la democracia pactada está despresti- mismo se hace poder.Y el campesino, los originarios, la mujer, giado, no sólo por los excesos y abusos de sus principales ope- los jóvenes se hacen fuertes por otras vías, acudiendo a estrate- radores, sino también porque éstos realizaron una interpreta- gias de presión, movilización, bloqueos, como si en ellas en- ción forzada de la independencia y coordinación de los órga- contrarán seguridad, equilibrio, igualdad. Están cansados de nos del poder. A ello se suma (aunque resulte paradójico) una esperar, parece operar una suerte de transmutación; el indivi- actitud desinteresada, desengañada de un buen número de duo deviene especie, pasa a ser algo, pasa a “ser”y su rebelión ciudadanos y ciudadanas. Si se pregunta al “ciudadano de a está contra ese poder; poder entendido como la formal explici- pie” qué piensa de la política, las respuestas más frecuentes tación del “orden del desorden”, en contra del derecho, mirado son: “no entiendo la política”, “no creo en la política”, “me da como la legitimación de privilegios y flagrantes desigualdades. igual” o “no me meto en política”. Un cuarto tema está vinculado a la perpetuación del colonia- Un segundo problema está vinculado a esa parte del territo- lismo interno. Baste recordar que en Bolivia existen varias len- rio nacional, que aparece reiteradamente en los diagnósticos, guas. La lengua propia, que se mantiene como señal de identi- que se encuentra sustraído de la autoridad del Estado, pues no dad cultural de los pueblos que constituyen nuestra realidad se puede negar la presencia de una violencia estructural que ha compleja y supone en la actualidad un problema de importan- cia política. Como también su derecho, consuetudinario o no, que se constituye en un elemento básico de identidad. Por desigual, la democracia se Un quinto tema: la falta de reconocimiento y de inclusión de los derechos de la población indígena. Creíamos ser “uno” como quedó en el nombre. Sólo alcanzó a nación, pero no era así; el indígena no estaba en mí como proba- blemente no estaba en cada uno de ustedes y, sin quererlo, he- los que aún creen y esperan; a los mos instituido un esquema excluyente, prescindente y, en ese sentido, es probable que también aniquilante y opresor. En que aún aguardan el justo reparto otros términos, hemos practicado el democidio, entendido jurí- dicamente como la disminución de derechos de una persona, de posibilidades. pero también como el atentado contra la cultura.

62 Y la democracia se quedó en el nombre, por desigual; tan só- No hay que esforzarse mucho para lo alcanzó y motivó a los que aún creen y esperan; a los que toda- vía aguardan el justo reparto de posibilidades. percibir la desconfianza que siente la A pesar de que en la década de los ochenta se retorna a la nor- malidad institucional, no es menos cierto que los bolivianos y población, que se ha manifestado en bolivianas atravesamos por situaciones desfavorables al mo- mento de iniciar el camino histórico de la democracia: No está- toda su intensidad, sobre todo, en los bamos acostumbrados a esa forma de vivir, probablemente por- que demostramos ser un pueblo fácil de gobernar, al que se le últimos años. impuso un orden de sumisión que padeció sin rechistar; sin em- bargo, también es bueno recordar que hubo una minoría que lu- chó en esta tierra por la democracia. El principio de empoderamiento significa que las autorida- Se iniciaron prácticas administrativas que generaron una des gubernamentales, así como los que detentan el poder, no só- mayor corrupción, que se extendieron y arraigaron, siendo difí- lo compartan con los demás su poder, sino también participen cil solucionarlas en el camino hacia la democracia. del proceso de diálogo y tengan la predisposición de asumir la Hoy, la corrupción es el mal que afecta a la sociedad bolivia- responsabilidad para generar cambios. na. Son muchos los que disfrutan de prebendas que no están El aprendizaje, que constituye un proceso, demanda no sólo dispuestos a perder; hay quienes pretenden seguir conservando la participación individual sino, sobre todo, colectiva. Es nece- sus privilegios y que no desean que nada importante (para ellos) sario encarar este proceso con personas o grupos que tengan cambie. Hay un irracionalismo político que se percibe respecto poca comunicación para que compartan nuevos enfoques y vi- a quienes llevan viviendo muchos años bien, sin apenas traba- siones, esto contribuirá a una mejor comprensión de la realidad jar, a costa de otros y en perjuicio de muchos. compartida. Otro tema de fundamental importancia es la aguda crisis eco- El principio de humanismo exige que prime la noción de res- nómica que ahonda la pobreza en nuestro país y que, de mane- peto y apertura a perspectivas y pensamientos distintos a los ra inevitable, contribuye a la inestabilidad y la ingobernabilidad propios. Qué decir de los condicionamientos que provienen de organis- Finalmente, la visión a largo plazo demanda el reconoci- mos internacionales que aún hoy amarran y bloquean la adop- miento que para generar cambios sostenibles se requiere de ción de decisiones políticas económicas legales y soberanas. tiempo para madurar ideas, cuestionar, indagar y reconstruir Podría hablar también de desigualdades regionales en el de- nuevos significados. sarrollo económico y de brechas e inequidades de género Ante la instalación de la Asamblea Constituyente no podemos La Constituyente, como se la ve desde eludir la necesidad de diálogo, sin embargo, cada vez que enca- el poder y desde la sociedad civil ramos un conflicto estamos convencidos de que la resolución pacífica debe ser encarada a través del diálogo, aunque se trata Las respuestas de la ciudadanía demuestran que la madurez de un término desgastado y, en alguna medida, deslegitimado. política es algo que debe aprenderse, y esto sólo es posible a En un material elaborado por José Mario Oroxon, encontra- través de la participación. Debemos formarnos democrática- mos un nuevo significado de diálogo y una concepción moder- mente, porque sólo así podremos participar concientemente na, como la del físico inglés David Bohm, quien hace algunas di- en los asuntos públicos. Urge mayor información, sólo así el ferenciaciones entre el diálogo y el debate o discusión, afirman- pueblo podrá contar con los elementos que le permitan la “dis- do que “el diálogo, en contraste, implica unir nuestros pensa- cusión de los juicios de valor”. Es precisamente la descripción y mientos y sentimientos en un fondo común de significados que explicación de los contextos y de los problemas sociopolíticos continuamente fluye y evoluciona, llevando a todos los partici- lo que fomenta la participación. No podemos continuar elu- pantes del mismo hacia niveles más profundos de comprensión diendo llamar “al pan pan, y al vino vino”, esto es rehuir la acla- que ninguno de nosotros haya previsto antes”. ración de los intereses y de los conflictos reales en el seno de la En un proceso de diálogo es posible identificar ciertas ca- sociedad, así no podremos contribuir a la solución de los pro- racterísticas que se reconocen como elementos distintivos de blemas, hay que conocer esta sociedad con sus intereses, sus diálogo y se presentan como principios, entre ellos inclusivi- flaquezas y sus virtudes. dad, empoderamiento, aprendizaje, humanismo, y visión de La educación para la ciudadanía es también educación para largo plazo. la participación. El ciudadano sólo aceptará la democracia co- El primero, inclusividad, exige que la gente tenga el conoci- mo forma de gobierno cuando la viva, para su propia utilidad, miento y la sabiduría para abordar el problema que le afecta, es mediante su participación activa. Cuando perciba que el Estado necesario que se apropie del problema. es casa de todos, de los partidarios de la política gubernamental

63 y de los adversarios de la misma. Por ello, los gobernantes de la Se reclama una democracia en profundidad, que se extienda democracia tendrán que habituarse a mirar a su alrededor y por todos los ámbitos del quehacer individual y colectivo. aceptar la opinión del pueblo que los eligió, no pueden estar dis- No estamos acertando si eludimos las responsabilidades que tantes con el hombre de la calle. tienen los ciudadanos para ser dirigidos democráticamente, te- La sociedad boliviana quiere estar informada de lo que suce- nemos que modificar costumbres adquiridas en otros tiempos. de, quiere vigilar y fiscalizar. Y esto será válido cuando la demo- Hay que habituarse a pedir y exigir lo que sea procedente, en la cracia en profundidad se proyecte, asimismo, sobre la ense- forma debida. Se trata de que seamos demócratas los compo- ñanza, la que reclama la presencia en el campo político de co- nentes de la mayoría del pueblo boliviano. La batalla por la de- lectivos de base (asociaciones de vecinos y otros) que constitu- mocracia tiene que situarse a otro nivel de convivencia, gober- yan un instrumento para la libre y eficaz expresión de legítimas nantes y gobernados tienen que ejercitarse en el difícil arte de pretensiones. dialogar, que sólo se posee plenamente cuando se adopta una Sin lugar a dudas, la identificación deseada entre gober- postura de espíritu generosa hacia los otros. nantes y gobernados, la democracia, progresará en los colec- La victoria sobre la corrupción y la conquista de los hábitos tivos de base, los que deberán anteponer el bien común supe- democráticos: he aquí el desafío que tenemos delante. rior sin imposiciones, porque la democracia deberá realizarse Estas reflexiones tienen que ayudar a generar cambios que día a día, por medio de diálogos de entendimiento en los que permitan a los asambleístas enfrentar desafíos y se centren en se esgriman razones, sin que nadie se considere poseedor de nuevas formas de relacionamiento entre ellos y la sociedad civil, la misma. basadas en la comprensión mutua y el respeto. La cuestión no es hablar de democracia, sino actuar en ella. Es el pueblo el sujeto político que demanda el bien común, No se entiende de otro modo la propuesta de una democracia esa es la premisa que hay que acatar ¿Cuál es el bien común? És- deliberativa, participativa, que provenga de diversos sectores de te es un proceso irreversible, el cambio obedece a una especie de la ciudadanía. “ecología sociológica”. Así como el terremoto puede derribar lo Educar para la participación, capacitar a los ciudadanos de débil, respeta lo consistente y obliga a reconstruir lo primero. Es una democracia para un enjuiciamiento racional de la realidad un llamado al resurgimiento. Es el alimento del futuro, de social y política. Motivarlos para tomar parte activa en los asun- ese futuro que no es tiempo, sino identidad; suma de lo tos públicos. mejor del ayer y del hoy.

64 Diálogo interregional: cuatro tendencias que se deben superar

Existen cuatro falsos debates, que luego anidan en tendencias, y que deben superarse en escenarios de diálogo —particularmente entre regiones— en este periodo constituyente.

CARLOS HUGO MOLINA ace muchos años, una mujer posesionada como la primera El pedido y la demanda es plantear có- mo podemos lograr que los constituyen- HDefensora del Pueblo, dijo que había que ser irreverentes Abogado con con el poder. Voy a honrar y hacer mía la consigna. especialidad en tes que son de la Republica de Bolivia En noviembre del año 1825 hubo un acto gubernamental Derecho puedan hacer una suma virtuosa a partir muy especial en la ciudad de Charcas porque el Libertador Bolí- Constitucional y de sus experiencias, orígenes, cualidades var, junto al mariscal Sucre y el general Álvarez de Arenales, le re- Administrativo. para realizar propuestas con una visión conocieron el grado de coronela a Juana Azurduy de Padilla, gra- Ocupó funciones nacional; este compromiso nos obliga a do que ya se lo confirieran en Argentina. Correspondió que en públicas como tratar de superar cuatro tendencias, ten- los primeros días del mes de diciembre llegó a Bolivia la otra co- Secretario Nacional dencias que las estamos viendo de mane- ronela de los ejércitos libertarios, doña Manuela Sáenz, y que se de Participación ra reiterada en las diferentes actividades encontraran en ese espacio. El recuerdo de un hecho histórico, Popular y Prefecto que participamos. permite la posibilidad de proponer que Sucre recupere la me- de Santa Cruz. Susceptibilidades y moria de esta extraordinaria mujer, Manuela Sáenz, que ayudó Preside el Centro prejuicios tanto en el inicio de la formación de la republica. para la Creo que estamos en un espacio de creatividad y de recupera- Participación y el ción en la construcción de la republica; no estuvimos antes en Desarrollo Humano Lo primero es tratar se superar las sus- un momento en el cual todas las fuerzas, los sectores y las perso- Sostenible (CEPAD). ceptibilidades y prejuicios, que nos ha- nas tendríamos la posibilidad de opinar. cen mucho daño.Yo vengo de Santa Cruz No debemos perder esta oportunidad, porque no sé si volverá y no soy oligarca, apoyo las autonomías y a presentarse con estas características. Esto nos obliga a tener- no soy terrateniente; a ver, ¿cómo se entiende esto?, porque la nos paciencia, porque no hay un libreto por delante. Si esto fue- categoría y calificación que se formuló fue inmediatamente de ra un Congreso, si fuera un proceso de elección y de definición de descalificación del otro, y se incurrió en un error estratégico una reforma constitucional, existirían procedimientos parla- por parte de los que votaron por el No en el Referéndum sobre mentarios; pero, bajo estas condiciones y características, ¿quién Autonomías. tiene la verdad y quien tiene la palabra final? Nadie, y aquí se co- Considero que el que votó No por las autonomías se está ne- meterán muchos errores, y tenemos derecho a cometerlos por- gando el derecho de definir el desarrollo de su departamento, que estamos construyendo sobre nuestras necesidades. con su visión departamental, y eso fue producido, en gran medi- Lo planteo en términos personales, porque somos muy pro- da, por una susceptibilidad y un prejuicio. clives a ver el vaso medio vacío y creo que no debe ser ese el espí- ritu; si lo admitimos, vamos a tener la posibilidad de crear y Falsos debates construir de mejor manera. Nos pidieron que intervengamos desde nuestras regiones y Segundo, los falsos debates; ¿cómo vamos a votar por el Si o el No eso nos puede llevar a un falso debate, porque en este mo- sobre las autonomías, si este país esta autonomizado plena y ab- mento todos estamos viendo el país. Ya no hay la elección de solutamente? Si formamos parte de gobiernos municipales au- un constituyente por una circunscripción; la circunscripción tónomos en los que ejercemos las categorías de planificación, fue simplemente la suma de votos que eran necesaria para inversión y elección de autoridades, de inversión concurrente y elegir a un asambleísta; no existen constituyentes departa- control ciudadano, ¿cómo se puede ser autónomo en el espacio mentales ni de circunscripciones, todos son nacionales, y esta local y no en el espacio departamental? es la oportunidad de plantearlo en esas condiciones. Por eso Otro falso debate: “los collas de El Alto son bloqueadores”, nos extrañó, con buen genio, el constatar que muchas de las ¿cómo hacemos para que estos falsos debates, que no nos ayu- campañas electorales previas ofrecían cosas que no se podían dan a construir, puedan ser superados? Este diálogo, que nos cumplir, porque la Asamblea Constituyente no era el espacio provoca la Fundación UNIR Bolivia, es una oportunidad para para esas ofertas. plantearlo.

65 Superando las provocaciones

Tercero, ¿cómo identificamos y supera- mos las provocaciones en favor de la vio- lencia? Hay muchas personas que están nerviosas en este momento en el país porque se ha cambiado el libreto. Esta- mos como en un día después de una no- che de fiesta, con el chaki del día siguien- te; y como esto se expresa en intereses económicos, por supuesto que la preocu- pación es mayor; no tenemos un libreto para la Asamblea Constituyente, muchos están con dificultades de aceptar los cambios políticos, sociales y económicos con planteamientos aparentemente ra- dicales con relación a lo que estamos vi- viendo, cambios, pero sin saber en qué concluirán. Este es el reto que tenemos para evitar conductas estúpidas, porque no es posi- ble llamarlas de diferente manera a las planteadas por el señor Roberto de la Cruz, que está proponiendo la creación de “talibanes andinos”, para ir a pelear con los “valientes jóvenes” de la Unión Ju- venil Cruceñista. Una estupidez tan gran- de de un lado, como del otro. ¿Cómo evitamos caer en estas provo- caciones que no nos harán ningún bien en un momento de contradicciones co- mo en el que estamos viviendo? ¿Cómo hacemos para que no nos lle- ven a situaciones de violencia que no queremos los ciudadanos y ciudadanas, a pesar de que los que no las queremos so- mos mayoría? Como decía Gandhi: los otros parecen más porque son más bu- llangueros y logran imponerse; ¿cómo ha- cemos para no entrar a falsos debates y superarlos?

Habrá que insistir que no hay un modelo único de autonomía; que no existe una propuesta única, advierte Molina.

66 Construyendo acuerdos básicos nistrativa, de servicio o identidad, y para otros es una propuesta de división política administrativa, entonces tendremos dificul- Cuarto, ¿cómo hacemos para llegar a acuerdos básicos que nos tades. Soseguémonos y tratemos de esclarecernos en este espí- permitan superar esto que desde el punto de vista comunicacio- ritu creador para avanzar. nal se llaman conceptos polisémicos? Este término expresa pa- ¿Cómo hacemos para establecer reglas que definan que los labras que tienen tantos significados como interpretaciones recursos naturales, que están en los territorios, sean instrumen- quiera darle cada uno que las utiliza. Este es el reto más grande, tos para el desarrollo de todos y ya no para seguir utilizándolos es la primera condición en materia de las ciencias, ponernos de como mercancía que tenemos que vender cada vez que se nos acuerdo, más allá de la diferencia de nombres debemos definir si plantea una necesidad? estamos hablando de lo mismo, porque si no hacemos eso el de- En algún momento tenemos que dar un paso de calidad en sencuentro será permanente. esta materia. Me atreví a hacer una lista de estos términos polisémicos, en Sobre los temas de autonomía que señalaba, habrá que insis- el que cada uno de los actores interpreta de manera distinta; en- tir que no hay un modelo único de autonomía, que no existe una tiendo que debiera ser el primer esfuerzo para entendernos en propuesta única, como la del Comité Pro Santa Cruz; que existen esta difícil construcción de diálogos. propuestas que cuando se les quita la susceptibilidad y los pre- Y este es un llamado angustioso a los partidos políticos que juicios, son absolutamente válidas para Potosí o para Oruro. quedan, que existen o que se puedan formar; a las agrupaciones ciudadanas que, como elemento de orientación e intermedia- ción, tienen que cumplir esa labor; a los comunicadores, para ¿Cómo hacemos para que no nos que nos ayuden a socializar el debate sobre posiciones demo- cráticas y dejen de realizar provocaciones suicidas a través de los lleven a situaciones de violencia medios de comunicación. En esa línea de conceptos polisémicos, ¿cómo hacemos para que no queremos los ciudadanos y ponernos de acuerdo respecto a temas como: derecho consue- tudinario y justicia comunitaria?; porque justicia comunitaria ciudadanas, a pesar de que los que no no es Ayo Ayo para asesinar impunemente; ni tomar el chicote y pegarle a la gente; ni ponerle faldas a los hombres como sinóni- las queremos somos mayoría? mo de vergüenza. Eso no es justicia comunitaria, eso es viola- ción de derechos humanos. Es mucho mas grande el derecho consuetudinario en nues- Cómo hacemos para ponernos de acuerdo con el tema de la tras comunidades que esa expresión que no corresponde a lo reaparición de la ideología. La ideología debe ser un instru- que se hace a nivel local; y no hay porqué tener temor de decirlo mento de la ciudadanía para lograr la consolidación de la de- si sabemos de lo que estamos hablando; ahí hay un espacio para mocracia; si algo debemos tener claro es que los resabios cor- ponernos de acuerdo y entender que hay mucho qué aprender porativos que tiene el país son demasiados fuertes y las estruc- antes que reaccionar de manera negativa con susceptibilidad y turas corporativas son centralistas y autoritarias por naturale- prejuicio za. En este país hemos apostado para vivir en democracia de manera participativa, administrando el territorio de la manera ¿Cómo hacemos para resolver como lo hicimos hasta ahora, con instituciones que tienen la el tema tierra-territorio? posibilidad de representar orgánicamente necesidades, y cana- lizarlas, y resolverlas. Hasta donde conocemos los que trabajamos el tema, no se ha ¿Cómo hacemos para que estos vasos comunicantes, a los planteado seriamente que el concepto tierra territorio sea una que hacia referencia Xavier Albó, entre todos lo que tienen algo nueva división política administrativa; si fuese división política que decir, empiecen a funcionar? Porque si la Representación administrativa estaríamos hablando de la creación de nuevos de- Presidencial para la Asamblea Constituyente (REPAC) no traba- partamentos, más allá de los nombres que tengan. En Panamá se ja en coordinación con los procesos de autonomía que es su llaman Comarca; en Colombia se llaman Resguardos; en Brasil, mandato, ni con el Viceministerio de Descentralización que es- Territorio Indígena; y aquí, se llamará lo que tenga que llamarse. tá proponiendo regionalización, ni con el Ministerio de la Presi- Estamos hablando de ámbitos territoriales de gestión para dencia que está llevando adelante la gestión, el desperdicio de resolver problemas de la gente que está dentro de ellos, con sus gente y tiempo es un acto de irresponsabilidad. propias diferencias. Eso también tenemos que conversarlo, por- Esta es la visión que tenemos en Santa Cruz otros ciudadanos que en algún momento tenemos que ponernos de acuerdo so- y ciudadanas, que sin ser oligarcas ni terratenientes pensa- bre tierra - territorio, sobre los alcances de las Tierras Comunita- mos distinto pero igual; como suena, distinto pero igual; y rias de Origen (TCO), porque si para unos es una gestión admi- ejerzo mi derecho a compartirla.

67 Diálogo y democracia: lecciones desde la práctica

Diez Pinto comparte su experiencia en temas como democracia y diálogo; un instrumento, este último, para el manejo y prevención de conflictos.

ELENA DÍEZ PINTO lidad de las personas para reconocer y as democracias de los países de América Latina y el Caribe Directora del trascender sus supuestos y modelos Lcontinúan enfrentando problemas severos de pobreza y de- Proyecto Regional mentales acerca de cómo funciona el sigualdad. A ellos se suman los desafíos propios del nuevo siglo, de Diálogo mundo, y de imaginarse y adoptar nuevas como la globalización y la degradación ambiental, que contri- Democrático para formas de interacción con uno mismo y buyen a agudizar aún más las divisiones políticas, sociales, cul- América Latina y el con los demás. turales y económicas al interior de los países. Caribe, del Para dialogar, las personas deben tener Los enfoques tradicionales para lidiar con estos retos com- Programa de las la habilidad de conectarse profundamen- plejos a la democracia tienden a ser fragmentados y de corto Naciones Unidas te con otras alrededor de sus anhelos bá- plazo, y han probado ser insuficientes para enfretnar las cre- para el Desarrollo. cientes amenazas a la estabilidad social en los países y para sicos y valores compartidos, y aún de sus atender adecuadamente el riesgo de conflictos violentos. En diferencias, para poder re-crear futuros nuestras sociedades latinoamericanas, la capacidad de las insti- posibles. Esta conexión sólo puede resultar a partir de un proce- tuciones de la democracia representativa para ofrecer solucio- so de reflexión e indagación mutua —el proceso que llamamos nes es cada vez más cuestionada por los mismos ciudadanos diálogo—. Este proceso está caracterizado por ser generativo que vieron en ésta la mejor alternativa para asegurar la paz y dar (suscita lo nuevo), transformador (innova a las personas y sus solución a los conflictos sociales de sus países. relaciones) e integral (su abordaje es holístico). Ante esta situación, ha surgido una marcada necesidad de ex- plorar alternativas novedosas para atender la conflictividad. Y Diálogo democrático esta búsqueda requiere dirigir nuestra atención no sólo a com- prender a profundidad la naturaleza y las causas del conflicto, Para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el tér- sino a indagar acerca de las relaciones entre las personas —o la mino “diálogo democrático” refleja los procesos de construc- falta de ellas— que dieron origen a este conflicto y podrían con- ción de consensos que se desarrollaron en la región en los últi- tribuir a su solución. En este sentido, el diálogo ha probado ser mos años. Basados en esta experiencia, definimos el diálogo co- una herramienta útil para fortalecer las instituciones y la gober- mo un proceso transinstitucional para resolver problemas so- nabilidad democrática, además de ser una práctica fundamen- ciales complejos o retos que no pueden ser adecuada, exitosa, tal de dichas sociedades. sostenible, legítima ni pacíficamente resueltos por una única La experiencia acumulada en la región latinoamericana evi- institución. Es una herramienta para la gobernabilidad demo- dencia que el diálogo puede ser un medio para el manejo y pre- crática que complementa las instituciones democráticas, tales vención de conflictos, identificando respuestas apropiadas y como legislaturas, partidos políticos e instituciones públicas. sostenibles a las crisis. En situaciones de alta polarización, la di- Un diálogo democrático es multiactor, reuniendo personas que námica inherente a los procesos de diálogo contribuye a que per- son parte del problema y tienen que ser parte de la solución o, al- sonas y sectores con intereses encontrados y posiciones ideoló- ternativamente, son un microcosmos de líderes formales e in- gicas opuestas descubran puntos en común, que permitan avan- formales de la sociedad. Un diálogo democrático es influyente: zar hacia soluciones satisfactorias. El diálogo, además, puede au- personas de diferentes sectores, clases, jerarquías, partidos, re- mentar la eficiencia de dichas respuestas, al utilizar la naturaleza giones, generaciones, género y culturas que normalmente tra- y la calidad de la deliberación pública como un medio funda- bajan de forma separada, o aún en oposición, se comprometen mental de inyectar vitalidad a la democracia y de incrementar la en un proceso común. participación en la esfera política. El diálogo democrático promueve espacios seguros para que El avance de nuestras democracias, entendiendo que la de- la gente hable y se escuche, contribuyendo así a restaurar o mocracia implica no sólo contar con regímenes electorales construir confianza. Estas conversaciones les permiten llegar a (elecciones libres), sino también la construcción de ciudadanía consensos, es decir, a entendimientos compartidos de cuál es el plena1, requiere de innovaciones y cambios en el ámbito de los problema, qué parte tienen en él, y qué pueden hacer para resol- individuos, los grupos, las organizaciones y las sociedades. A su verlo. Final y críticamente, el diálogo está conectado a la acción. vez, la capacidad de realizar estos cambios depende de la habi- Sus participantes emergen del proceso con un sentido compar-

68 tido de propósito, de compromiso con un futuro común alternativo y pasos acorda- dos para realizar el futuro deseado2.

Diálogos en América Latina y el Caribe: algunas lecciones aprendidas

Varios años de experiencias en procesos de diálogo en América Latina y el Caribe dejaron algunas lecciones y aprendizajes esenciales:

– Cada vez con más frecuencia nos en- frentamos a asuntos para los cuales es inadecuada la toma de decisiones de manera unilateral o a través de una so- la autoridad jerárquica. Por sí solo, ningún director ejecutivo puede transformar la habilidad innovadora de una compañía o crear una cultura basada en valores. El presidente de ningún país puede, por sí solo, resolver los inextricables atascos políticos que se atraviesan en el camino del desarro- llo nacional. Por ello, las habilidades parlamentarias para tratar y resolver de manera conjunta los “problemas complejos” de las sociedades son ya una exigencia cotidiana y nunca habí- an sido tan necesarias.3 – Si observamos el contexto global y la- tinoamericano, constatamos que la acelerada dinámica de los factores que contribuyen a la gobernabilidad y la democracia plantea a los líderes po- líticos y sociales un escenario de ele- vada complejidad. Ocurre que los pro- blemas actuales son complejos de dos maneras: dinámica y socialmente.

El diálogo democrático promueve espacios seguros para que la gente hable y se escuche, contribuyendo así a construir confianza.

69 Son dinámicamente complejos, porque la causa y el efecto – En nuestro trabajo encontramos que hay formas alternativas están muy lejos en tiempo y espacio, lo que dificulta captar- de enfrentar los conflictos y desafíos y crear nuevas realida- los a primera vista. Y son socialmente complejos, porque las des. Por ejemplo, las personas involucradas pueden hablar y personas involucradas ven las cosas de manera diferente, y escucharse unas con otras, y tratar de encontrar así una solu- por ello los problemas se polarizan. Un conflicto de límites ción. Pero este abordaje, que produce resultados de mediano territoriales, por ejemplo, tiene ambos tipos de complejidad y largo plazo, se percibe como difícil de implementar frente a al desenvolverse de manera desconocida e impredecible y la urgencia que plantea el contexto. Por lo tanto, la fuerza se debido a que su solución requiere de la participación de convierte en la opción inmediata. múltiples actores.4 – Nuestros modos de hablar y escuchar no permiten solucio- – Enfrentados a esta realidad observamos, por un lado, una nar problemas complejos. Nuestra manera más común de gravitante sensación de impotencia frente a la debilidad de la hablar es “afirmar” cómo son las cosas y cómo deben ser, sin capacidad pública de tomar decisiones complejas y conflicti- permitir que pueda haber otras verdades o posibilidades. Y vas y, por otro lado, una creciente necesidad de implementar nuestra manera más común de escuchar es no escuchar o es- estrategias de trabajo que permitan la construcción de con- cuchar sólo lo que nosotros mismos decimos, no lo que di- sensos entre múltiples actores. Algo que sí sabemos es que los cen los otros. Estas maneras de hablar y de escuchar sirven problemas complejos no pueden ser resueltos por expertos, cuando los problemas son sencillos, cuando una autoridad o sino por las partes involucradas. un experto puede analizarlos y aplicar soluciones que sirvan – En el terreno de lo público es frecuente encarar las controver- en el pasado. Pero un problema complejo sólo puede ser re- sias mediante la confrontación de posiciones que aparentan suelto de manera pacífica si las personas que son parte del ser irreconciliables. Como resultado, la conversación —que mismo trabajan juntas, con ánimo creativo, para entender su posibilitaría el encuentro de soluciones— queda absorbida situación y mejorarla. por la polémica. Se polariza el debate, se constituyen grupos – Cuando el cambio es constante, la creatividad y la adaptación opuestos y las prácticas que podrían facilitar la resolución no son fundamentales para crear nuevas posibilidades. Exige, hacen más que intensificarla. además, estrategias de diseño y búsqueda que puedan admi- – Como consecuencia de esta polarización del debate se suele tir las diferencias y armonizarlas. La experiencia muestra que dividir el tema de manera antagónica: se trata de ganar a toda el diálogo es un espacio privilegiado para explorar las posibi- costa y, para ello, el otro debe perder. Gracias a esta tensión lidades que están allí, pero que no tuvimos capacidad de ver y los involucrados en el debate deben escoger entre dos res- comprender para encontrar futuros emergentes. puestas simplistas frente a dilemas sumamente complejos. Por ello, usualmente, los problemas complejos no se resuel- El diálogo y el abordaje de problemas complejos ven sin conflicto, o se atascan o se resuelven por la fuerza. En una familia, se repiten los mismos alegatos una y otra vez. En ¿Qué tipos de diálogos se requieren para abordar problemas una organización, se vuelve a pasar por las mismas crisis. En complejos? ¿Qué condiciones deben propiciar? ¿Cuál debiera una comunidad, la gente involucrada en un problema no ser nuestro enfoque? Nuestra experiencia apunta a que los diá- puede ponerse de acuerdo sobre cuál es la solución, se divide logos que lograron cierto grado de éxito en el tratamiento de y, quienes tienen el poder —la autoridad, el dinero, las ar- problemas complejos son aquellos que han propiciado cierta mas—, imponen su solución a todos los demás. forma de “hablar, pensar y actuar” conjuntamente. Pareciera que cuando transformamos la manera en que ha- blamos (siendo abiertos y escuchando con empatía, tratando de Para dialogar, las personas deben tener entender al otro), la manera en que pensamos (descubriendo un significado compartido de las cosas y de los problemas que nos la habilidad de conectarse aquejan) y el modo en que actuamos (a partir de una mejor com- prensión mutua) entonces pueden ocurrir cambios significati- profundamente con otras alrededor de vos en los líderes y en todos nosotros —padres de familia, ciuda- danos y personas en todos los niveles de las organizaciones. sus anhelos básicos, valores Para algunos, estas condiciones pueden ser fácilmente des- cartadas como idealistas e irreales, pero la experiencia también compartidos e inclusive de sus nos ha demostrado, en los diversos ámbitos de la vida, que si al- go no nos da los resultados que queremos, continuar haciendo diferencias para, de esta manera, poder lo mismo no nos dará resultados diferentes. Un aspecto fundamental de hablar bien es escuchar bien. re-crear futuros posibles. ¿Cómo se hace esto? Tenemos que abrirnos, sincerarnos. Usual-

70 En el corto plazo es posible que las manifestaciones sociales de un proceso de diálogo generativo, transformador e integral no sean aparentes. De hecho, mente, frente al conflicto, nuestra manera típica de escuchar es “táctica”, no está basada en la relación con el otro. Escuchamos puede tomar meses o años, tal vez solamente aquello que queremos oír. Escogemos sólo los pun- tos de vista de quiénes son útiles para sostener los propios. Y lue- décadas, para que éstas emerjan. go medimos el éxito de nuestra conversación por la eficacia con la cual logramos ventaja. Aun y cuando esos motivos se escon- dan bajo un manto de cortesía es raro que las personas con algo y entre los grupos multiactores, las cuales serán cualitativamen- en juego abran de verdad su mente y descubran las limitaciones te diferentes. Este tipo de cambio es profundo porque involucra de su propia manera de ver y de actuar. una transformación personal. Es sistémico porque cambia las Y ¿en qué consiste abrir nuestra mente? Significa, en última relaciones en el ámbito tanto de la percepción como de la ac- instancia, abrir nuestro corazón. Pero aquí también hay quienes ción. Y es integral porque aborda al ser humano en todas sus descartan esta alternativa, porque piensan que utilizar el cora- esencias objetivas y subjetivas, personales y colectivas. Creemos zón es sinónimo de pensamiento confuso y debilidad personal que los diálogos con estas cualidades constituyen la base para de quien toma decisiones con “eficiencia”. Sin embargo, las cul- cambios sostenidos positivos en las personas, sus relaciones y turas más antiguas y los pueblos del mundo a lo largo de su his- sus sociedades. Y son una alternativa real para abordar los toria han conectado sus decisiones a este aspecto subjetivo. Ac- problemas complejos que nos desafían tanto a nivel global tualmente, los pueblos indígenas del mundo comienzan sus como en los escenarios nacionales. más importantes conferencias con oraciones en las cuales im- ploran orientación y guía, para olvidar prejuicios y temores y ac- 1 Esta es una de las hipótesis centrales promovidas por el Informe sobre el tuar prudentemente al servicio de sus comunidades. El más an- “Estado de la democracia” publicado por el PNUD (2004). tiguo símbolo de la mente entre los chinos es una representa- 2 Diez Pinto, Elena. Hacia la construcción de una tipología de diálogo, ción del corazón.5 Guatemala: Magnaterra: 2004. Ver también En el corto plazo es posible que las manifestaciones sociales www.democraticdialoguenetwork.org de un proceso de diálogo generativo, transformador e integral 3 Senge, Peter. Presence: An exploration of profound change in people, no sean aparentes. De hecho, pueden tomar meses o años, tal organizations and society, New York: Doubleday, 2005. vez décadas, para emerger. Es de todos sabido que los cambios 4 Kahane, Adam. Resolviendo Problemas Complejos, Madrid: Editorial sociales toman tiempo. Pero lo que sí será evidente en el corto Norma, 2006. plazo es el cambio en la mente de los individuos y sus relaciones 5 Ibid.

71 El diálogo interregional

Lea Plaza parte de un escenario de disputa hegemónica entre visiones distintas de país, que se resolverá siempre y cuando se cohesionen los intereses sectoriales con los territoriales y se busquen empates interregionales.

MAURICIO LEA PLAZA s importante partir de la constatación de que crisis del Esta- se tratarán temas múltiples para los que hay expectativas de actores políticos, so- Edo, que intentamos sobrellevar, tiene que ver no sólo con el Economista y ciales, gremiales, institucionales y regio- conflicto de las relaciones entre éste y la sociedad civil, sino con experto en nales que no se pueden soslayar. los distintos tipos de desarticulación que se dan: descentralización. También se debe reconocer la doble Trabaja en la pertenencia de los asambleístas, si bien – De la relación Estado–ciudadanos, que se manifiesta en la cri- Prefectura de Tarija. sis del sistema tradicional de representación política y del sis- son representantes de un partido político, tema de democracia pactada. también son de un departamento, de una – De la relación Estado–economía, que generó la crisis del mo- circunscripción, de un sector, etnia o de pueblo indígena; esto delo neoliberal. implica que si bien el origen de la representación es de naturale- – De las relaciones de integración e inclusión social y cultural, za partidaria, su desempeño tendrá que responder a su identi- que se manifiestan en la impugnación al racismo y a la discri- dad y pertenencia social y espacial. minación estatal de las mayorías indígenas y originarias de La gran mayoría de los asambleístas (82%) son representan- Bolivia. tes uninominales y pertenecen a una circunscripción territorial – De las relaciones entre el Estado y sus expresiones territo- y, en muchos casos, tienen mandatos regionales muy claros. Por rial/regionales, lo que pone en riesgo la propia unidad nacio- su naturaleza los asambleístas, los procesos de consulta y retro- nal. Por ello, la crisis del Estado se manifiesta en una dinámi- alimentación social reforzarán un debate con un sentido de vin- ca de desarticulación de las expresiones territoriales de natu- culación y de posicionamiento regional. raleza regional, hecho que expresa las debilidades estructu- El mapa político en el país nos muestra que la polarización po- rales de la forma de organización gubernamental y de la apli- lítica no es sólo partidaria o ideológica, sino también territorial. cación en el ámbito territorial regional y local de políticas y Ejemplo de ello es la polarización Oriente y Occidente, de la que prácticas nacionales poco equitativas, ineficaces, verticales y Tarija no se siente partícipe, porque está demostrando tenden- poco participativas. cias políticas que tienen una clara aplicación territorial y que his- tóricamente generaron posicionamientos regionales concretos. Todo ello pone en crisis el contrato social del año 1825 que dio Estamos viviendo una disputa hegemónica con visiones dis- lugar al ordenamiento republicano que aún tenemos. Y siento tintas de país, visiones que se desarrollaron y posicionaron en que estos temas no merecieron mucho trabajo ni movilización, estos últimos años. Cada una de éstas tiene un enclave social y pero que, a mi juicio, son la expresión de una política y una for- territorial muy bien definido, y también es portadora de rein- ma de comportamiento del Estado respecto a sus regiones poco vindicaciones históricas que serán discutidas en la Asamblea equitativa, ineficaz, verticalista y excluyente. Constituyente. Reconocer estos elementos a la hora de intentar superarlos Además, creo que el referéndum autonómico, por la natura- en la Asamblea Constituyente me parece fundamental, porque leza de la pregunta, significó un posicionamiento departamen- tal legitimado en el voto del soberano, que tendrá un efecto di- recto en el debate que se establezca en la Asamblea, a la que lle- Estamos viviendo una disputa gamos sin acuerdos previos, prácticamente no existió un proce- so preconstituyente. Este hecho complicará o al menos prolon- hegemónica con visiones distintas de gará el debate constitucional. El tema autonómico es, por tanto, un tema de interés regio- país, visiones que se desarrollaron y nal y, como dijo Jenny Cárdenas: el gran desafío, la condición pluriétnica de Bolivia y el rediseño estatal. El tema de las auto- posicionaron en estos últimos años. nomías será un tema central en el debate.

72 En este marco de consideraciones hay que reconocer que el dades de autodeterminación y desarrollo, y consolidar la arti- proceso de diálogo interregional es un escenario obligado en la culación nacional a partir del reconocimiento de las particu- Asamblea, su éxito no sólo pasará por aprobar determinadas re- laridades de las diferencias regionales. formas constitucionales, sino por lograr un equilibrio de carác- 4. Las conquistas históricas de la participación regional en los ter regional y nacional; y por eso creo que uno de los secretos ingresos nacionales. Por ejemplo las regalías, que segura- fundamentales es tratar de cohesionar los intereses sectoriales mente los departamentos tratarán de hacer respetar. con los territoriales, evitando que uno se sobreponga al otro. Si 5. El caso de los hidrocarburos para una región como Tarija, que esto no ocurre tendremos un claro fraccionamiento. alberga cerca del 90% de las reservas de gas, obviamente es un tema de interés, asumiendo siempre que este recurso es de Propuestas de distorsión domino estatal y nacional, y lo que se buscará es cómo gene- rarlo de forma que sus beneficios lleguen a todos. Comparto con Carlos Hugo Molina, que plantea en su artículo “El 6. ¿Es viable el diálogo interregional? ¿Son irreconciliables las dialogo interregional” que éste, el diálogo interregional, no puede visiones regionales? Ello pasa indudablemente por lograr los partir de prejuicios, como sucedió en el debate de las autonomías, puntos de empate, de encuentro, los elementos de unidad o porque fue un concurso de consignas distorsionadas que genera- los consensos básicos, a pesar que en principio se manifiesta ron confusión y que no permitieron una profundización del tema una ausencia programática para discutirlos, hay que saber re- mismo: los alcances de la autonomía. Creo que es un buen ejem- conocer esas diferencias de visiones e intereses y plasmarlas plo de cómo no se debe generar el debate en la Asamblea. en la nueva Constitución. Otro ejemplo es la propuesta de regionalización que hizo el go- bierno, en el que plantea dividir el país en más de 40 regiones que, a mi juicio, no contribuyó a esclarecer el debate ni a generar elemen- Hay que reconocer que el proceso de tos de discusión que permitan entrar en el fondo del problema. También se debe evitar las consignas, porque si no logramos diálogo interregional es un escenario empates básicos que las superen, la Asamblea será un fracaso por no tener grandeza de espíritu para generar algunos puntos obligado en la Asamblea; su éxito no de entendimiento. Asimismo, se debe cuidar que la expectativa y presión social sólo pasará por aprobar las reformas que se ejercerá sobre la Asamblea no se desborde, sino que ese escenario pueda trascender su propia institucionalidad y cons- constitucionales, sino por lograr un tituirse en un escenario de mayor polarización. Tuvimos dos experiencias claras, yo siento que cercar la ciu- equilibrio regional y nacional. dad de Sucre (Chuquisaca) y obtener determinada conquista no será fácilmente asimilable por el conjunto del país ni de las re- giones. Ese tipo de prácticas no nos ayudarán a encontrar los A partir de estos elementos creo que todos compartimos la empates interregionales que hoy necesitamos. esperanza de que se logre un pacto social e institucional en de- mocracia; pero es insuficiente creer que los pactos pueden ge- Apuntes para el proceso de diálogo nerarse naturalmente y que de la crisis va a surgir siempre la po- sibilidad del acuerdo. Mas bien creo que se debe desarrollar un Quisiera comentarles algunos de los temas que, en el caso de Ta- conjunto de acciones, una metodología de trabajo y una actitud rija, resultan muy sensibles en este diálogo interregional. muy clara de parte de los entes gubernamentales. Esfuerzos como el que está haciendo la Fundación UNIR 1. Integridad territorial departamental. Ustedes saben que hay Bolivia son los que se deben seguir, pero ya en el escenario del una propuesta de creación del décimo departamento. Cree- debate y que requieran de un acompañamiento técnico-meto- mos que la Asamblea no debería tocar la delimitación políti- dológico y de un clima más propicio para encontrar puntos de co- territorial, ya que significaría un escenario de desencuen- encuentro. tro muy complicado de superar. Debo concluir manifestando un deseo: que las polarizacio- 2. La vigencia de la delimitación político-administrativa del de- nes puedan encontrar los puntos de equilibrio y los pactos nece- partamento y el tratar de plantear que el país se regionalice en sarios para viabilizarnos como Estado-nación. vez de departamentalizarlo, tampoco ayudará a encontrar La sociedad boliviana demostró históricamente su capaci- puntos de encuentro. dad para encontrar equilibrios en los momentos de crisis. 3. La autonomía departamental. Figura gubernativa imprescin- Esperemos que este sea un nuevo momento de reencuen- dible para profundizar la democracia, potenciar las capaci- tro nacional.

73 El gran desafío: la condición pluriétnica de Bolivia y el rediseño estatal

La condición pluriétnica de Bolivia es el mayor tema político del actual debate nacional, que supera —dice Cárdenas— cualquier discusión de tipo administrativo, como las autonomías.

JENNY CÁRDENAS ara nadie ha sido fácil imaginar el derrotero que tendrían los fue resuelto de una manera que muchos quedamos “descolocados”; igual que la Pduros enfrentamientos de octubre de 2003 cuando los movi- Socióloga, decisión del Movimiento Al Socialismo mientos sociales obligaron —no sin antes sufrir una cruenta re- cantautora y (MAS) de aceptar no llevarse el ganador presión— al entonces presidente Sánchez de Lozada a renunciar concejal del los tres constituyentes electos si el voto era y salir en fuga del país. Ese momento venía ya cargado de las ame- municipio de del 50% más uno; en fin, el camino se alla- nazas de la llamada “media luna” de una idea que nos hicimos los La Paz. del otro lado, los de La Paz —al menos—, de que el propósito, nó, para sorpresa de todos. Consecuen- principalmente de sus elites, antes que aceptar perder el poder cias aparte —hoy se esta buscando hacer que siempre detentaron y que se les iba de las manos, antes que acuerdos para tener los dos tercios necesarios para aprobar cual- aceptar en democracia el gobierno de los populares, era preferi- quier tema de la nueva constitución—, esto también hace al pro- ble dividir al país, no sin antes protagonizar una casi segura gue- ceso con sus inesperados giros y más allá de todo, aunque no sin rra civil. Cuanta ansiedad, preocupación y miedo, y cuantos de- sus densidades y ruido, estamos con una temperatura que en po- seos de aproximarnos entre paceños y cruceños se expresaban a lítica y para Bolivia parece “normal”. través del proceso que se inició cuando quedó marcada la llama- Es en este marco —de acercamientos al borde de los abismos, da “agenda de octubre”, cuyo eje articulador era la realización de para reinventarnos poco después sin mucha dificultad aparen- la Asamblea Constituyente y la nacionalización de los hidrocar- te— que algunos optimistas creemos que este proceso nos está buros. Quienes estamos reunidos en este seminario nos hemos brindando una oportunidad para obtener buena salud y una vi- visto en esos afanes de buscar el encuentro, de articular propues- da prolongada. Es un momento cargado de paradojas pero, a tas e intercambios; de crear condiciones que, inclusive entre no- nuestro entender, saludable por donde se mire y, como es natu- sotros, amigos de uno y otro lado, abrieran una brecha que per- ral, cosas de tanto tiempo encapsuladas son complejas, densas, mitiera establecer confianzas y mutuos empeños despejando las pero —queremos creer— curables, posibles, potables. miradas sospechosas para rearmar puentes de contacto. Los diálogos interregionales ya comenzaron. Los periódicos En esos trajines lo primero que nos pareció básico, una vez dan muestra de este estado del proceso: “El MAS y Santa Cruz se que la realización de la Asamblea Constituyente se posicionó en abren a un diálogo sobre las autonomías: los dos sectores coin- el imaginario de casi todos los bolivianos, fue buscar lo que se ciden en la necesidad de buscar consensos, aunque dejarán la llamó “construir la Asamblea desde abajo”, con la más amplia decisión final a la Asamblea Constituyente“; “Las autonomías participación, especialmente de los sectores populares e indíge- necesitan de una visión nacional: hay que trabajar los conteni- nas. Por primera vez la constitución se imprimió en papel sába- dos de régimen autonómico, pero con visión nacional”; “Las au- na y se editó por miles y miles de ejemplares; por primera vez tonomías indígenas pueden ser viables en un Estado moderno”; muchos nos enteramos de su existencia y la leímos, la estudia- “Las autonomías no son sinónimo de división”; u otros que se- mos, la discutimos, inclusive llegamos a pensar que —como de- ñalaban “La capacidad de anteponer los intereses comunes a las cía una de las mujeres que llegó desde el Chaco (a tres días de naturales divergencias”, titulaban los periódicos del martes 11 viaje) al primer ejercicio asamblea— simulacro que organiza- de julio de 2006. mos en Cochabamba con la Universidad de la Cordillera, mujer Lo que sucede es que hace ya mucho que se inició un proceso indígena y pobre: “¡ah! ¡Pero esta constitución no está tan mal!... de gestión descentralizada. Desde la implantación e implemen- lo que pasa es que no la conocíamos”. tación de la Ley 1551, de Participación Popular, y poco después Ese momento pasó. Y muchos otros momentos dramáticos, la Ley 1654, de Descentralización Administrativa, está echada la como cuando Carlos Mesa renunciaba y no renunciaba. O cuan- suerte para que se profundicen los procesos de gestión y fiscali- do tuvo verdaderamente que renunciar y hacer la entrega del po- zación, además de identificadas las 224 competencias que tie- der al presidente de la Corte Suprema de Justicia en un escenario nen, por ejemplo, los prefectos. Sumando, tenemos en nuestro plagado de incertidumbres. Todo eso sucedió, para ser gráfica, haber descentralizador un otro ejercicio de democracia amplia- tan solo ayer. Hoy, estamos a días de iniciar la Asamblea Consti- da: la elección directa de los prefectos. tuyente; tenemos los 255 constituyentes ya electos, la realización El Municipio de La Paz, de cuyo concejo soy miembro, tiene del Referéndum —tema altamente espinoso— que finalmente ya un buen trecho de camino recorrido en asuntos de autono-

74 mía institucional. En ese orden, de am- pliar la participación directa —otra de- manda contemporánea de la sociedad civil— se aprobó hace unos meses una norma que permite esta participación de manera revolucionaria: la Norma de Participación Ciudadana, que prevé la elección directa de subalcaldes, el Refe- réndum Municipal, la Iniciativa Legisla- tiva Ciudadana, los Concejos Macrodis- tritales, la Asamblea del Municipio, y otras instancias que otorgan el derecho a los ciudadanos de participar de mane- ra directa en todo asunto que tenga que ver con su distrito y, en consecuencia, con sus intereses, con su desarrollo, y, en la base, con la transparencia del manejo de recursos. Alcanzamos un mejor y mas amplio desarrollo de una cultura democrática y, con ella, una profundización y una ma- yor participación ciudadana; estamos entrando a un proceso de agrandamien- to y consolidación de una nueva estatali- dad que tiene en su base la institucionali- dad que se va creando alrededor de estas nuevas leyes y normas. En este marco acordar, re-fundar, realizar ese nuevo pacto social en el que nadie quede fuera, que nadie quede herido, es lo que esta- mos buscando todos los bolivianos. Sin embargo, más allá de este fervoroso opti- mismo, paso a considerar el tema duro que, a la par de las buenas noticias, surgió en estos días. El curso que las cosas puedan tomar nos previenen de cuidar la gran oportuni- dad que tenemos a través de la Asamblea

Es un momento cargado de paradojas pero, a nuestro entender, saludable por donde se mire; cosas tanto tiempo encapsuladas son complejas y densas.

75 ¿Qué hacemos con la condición pluriétnica de Bolivia, que se ha revelado ante nuestros ojos con todo el dolor de sus racismos y exclusiones Constituyente. Tal vez, en el peor escenario, el exacerbamiento al que por momentos llega el enfrentamiento en Santa Cruz, en- étnicas, al ingresar como país en la tre masistas y comiteistas, con una violencia por instantes difícil de creer —jóvenes pegando con un pedazo de tronco a una se- posmodernidad de una realidad global ñora de pollera, que inevitablemente nos lleva a pensar en esas escenas de películas que anunciaban la llegada del nazismo— o que, finalmente, se reconoce como las teatrales como altamente sospechosas escenas de jóvenes de El Alto inducidos por Roberto de la Cruz vistiendo camisetas y mundo diverso? autoproclamándose talibanes, en el peor escenario, decimos, estas provocaciones con seguridad financiadas por oscuros in- tereses, pueden desatar peores odios con resultados que, en úl- En este misma línea, por un lado, el sector “duro” antimasis- tima instancia, a nadie beneficiarían. Sobre el odio nada puede ta radical del bloque de los comités cívicos de Santa Cruz, Tari- construirse. ja y Beni puede —de imponerse— llevar al país al borde, inclu- Es necesario comprender que tanto el mando gubernamen- so, de estallidos de violencia y de amagos de desgarramiento y tal como el comiteísta en las tierras bajas está comenzando a ser fractura de su unidad republicana. Y, por otro, igualmente, de sujeto de presiones de mayor o menor fuerza desde las líneas de imponerse el sector “duro” de radicalismo antilatifundista del acción más radicales de la lucha social entre “ricos” y “pobres”, bloque de los movimientos rurales organizados en el “Pacto de entre “derecha” e “izquierda” y entre “particularismos” y “agre- Unidad”, podrían precipitar el estallido de violencia al interior gacionismos” que se abrió en Bolivia a raíz de la crisis, de la de- de Santa Cruz. bacle neoliberal y el ascenso político del MAS de mano de los Consecuentemente, puede preverse un proceso muy ten- movimientos populares antineoliberales. sionado para la Asamblea Constituyente si los sectores más ra- Los efectos de esa presión, combinados con el diseño de las dicales de los distintos polos de la lucha social en el país “ganan estrategias políticas propias, tanto del gobierno como del comi- la mano” sobre los sectores más blandos y proclives a la con- teismo, marcarán los límites en los que una negociación factible certación, vinculados, ya sea al gobierno en uno de los polos, o pueda proceder dentro de la Asamblea Constituyente entre los al comiteísmo, en el otro. La existencia de sectores “blandos” bloques de delegados allí concurrentes en ambos polos de la lucha social en Bolivia da pie, por su par- Debe también quedar claro que las decisiones finales sobre el te, a pensar que son posibles, a futuro inmediato, escenarios de debate de las autonomías departamentales serán tomadas por negociación capaces de producir una Asamblea Constituyente los propios asambleístas electos el 2 julio; sujetos, empero, a la con resultados sin que medien estallidos de violencia ni des- presión que sobre ellos ejercerán actores de diverso carácter. quiciamientos políticos mayores. Sin embargo, parafraseando También, previsiblemente, el influjo de la Federación de Jun- a Zavaleta, como la historia tiende a caminar con su pierna co- tas Vecinales (FEJUVE), la Central Obrera Departamental (COR) ja, hay que estar atentos también a la posibilidad de que preva- y otros grupos de movilización informal de la ciudad de El Alto, lezcan sobre la Asamblea la violencia y la confrontación. En tal podrá dejarse sentir sobre la Asamblea Constituyente con posi- caso, seguramente, por fuera, pero con el fin de influir sobre cionamientos “duros” y confrontacionales contra las élites de las ella, surgirán instancias de mediación que buscarán acercar a tierras bajas del país. la izquierda gobernante con la oposición comiteista, de modo que el potencial de violencia de la coyuntura amaine. Nos pa- rece imprescindible que tal factor de mediación debiera ya for- Hoy el tema de las autonomías marse y organizarse de inmediato a través de la constitución de una comisión conformada por la Defensoría del Pueblo, la departamentales ocupa a tal grado la Iglesia Católica, la Asociación Permanente de Derechos Hu- manos de Bolivia (APDHB) y personalidades invitadas, comi- agenda de discusión nacional, que la sión que debiera, inicialmente, encargarse de realizar una ob- servación pausada y sin alarmismos del conjunto de la coyun- cuestión de los derechos indígenas en tura política del país. Para terminar, algo que preocupa y es vital considerar, la pre- el rediseño de la Constitución Política eminencia de las luchas entre “ricos” y “pobres”, entre “”dere- cha” e “izquierda” y entre “particularismos y “agregacionismos” del Estado en la Asamblea es un tema en la actual coyuntura tiene efecto adverso contra los ideales y reivindicaciones de quienes inicialmente impulsaron la Asam- secundario. blea Constituyente: los pueblos indígenas.

76 Hoy el tema de las autonomías departamentales ocupa a tal cambios burocráticos sin mayores consecuencias que los de grado la agenda de discusión nacional, por efecto del vigor del proyectar la desigualdad interétnica bajos nuevos moldes políti- desafío comiteista al todavía más vigoroso gobierno del MAS, co-administrativos. que la cuestión de los derechos indígenas en el rediseño de la Podemos decir que la demanda de autonomías es de todos: Constitución Política del Estado en la Asamblea Constituyente indígenas, comités cívicos, la sociedad en su conjunto. En este es, a lo más, un tema secundario. complejo orden de cosas nos animamos a proponer algunas ac- Con ello se hace evidente que la derecha ya logró la mitad de ciones: iniciar una intensa y masiva campaña publicitaria que su victoria: hoy parece importar más el tema de la autonomía dé señales de unidad, y de hermanamiento, y que asiente en el departamental que el de la dominación étnica y racial que ca- imaginario colectivo las experiencias de amistad y orgullo que racteriza a Bolivia desde su fundación y que la Asamblea Consti- sentimos unos por otros; propiciar continuos encuentros de di- tuyente, se supone, iba a tratar como tema principal. Así, un te- versa índole: académicos, artísticos, institucionales, estudianti- ma administrativo (autonomías) se está imponiendo sobre el te- les entre los departamentos en conflicto; promover la organiza- ma más importante para el diseño de los estados en la época de ción de grupos de observadores permanentes o intermitentes la globalización: el del tratamiento de la plurietnicidad como en la Asamblea Constituyente; invitar a los propios constituyen- condición de la posmodernidad. tes a reuniones focales de técnicas en diálogo, negociación, y de Sin duda se trata del tema político mayor de Bolivia: ¿Qué ha- orientación general. cemos con la condición pluriétnica de Bolivia, que se ha revelado Finalmente, en nuestra percepción, nada nos haría mayor ante nuestros ojos con todo el dolor de sus racismos y exclusiones daño que —por cumplir rigurosamente una idea de refundar to- étnicas, al ingresar como país en la posmodernidad de una reali- do—, hagamos omisiones y tabula rasa de los precedentes pro- dad global que, finalmente, se reconoce como mundo diverso? cesos histórico-sociales e institucionales que hacen a la base de Urge hacer el desciframiento de cómo un tema administrati- legitimación de la realización de nuestra Asamblea Constitu- vo en rigor secundario pudo imponerse sobre la revelación, a lo yente.Y es que la oportunidad que se nos presenta debe intentar largo de ya más de una década, de una plurietnicidad cargada de abrir diálogos sin complejos y sin temores, a condición de que racismos que requiere ser cambiada. Pero aún urge más invertir de allí —una vez conceptualizada la Asamblea como un escena- el orden de las prioridades: o se encuentra el camino para trans- rio de paz, de acuerdos y de compromisos— partamos ha- formar de raíz el desequilibrio interétnico en Bolivia o la Asam- cia la construcción de un nuevo, mejor y más justo destino blea Constituyente habrá sido simplemente otro desliz en re- para todo el país.

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DIÁLOGO ENTRE REGIONES

Redibujando el mapa político a la sombra de la Constituyente

Una conversación de ida y vuelta entre el experto en temas de descentralización Franz Barrios Suvelza y el historiador José Luis Roca. Un intento a mano alzada de proyectar el nuevo mapa

político del país; una reflexión necesaria sobre las propuestas hasta ahora presentadas.

FRANZ BARRIOS SUVELZA JOSÉ LUIS ROCA

ranz Barrios Suvelza (FBS): Ausculte- comité cívico: “quién le ha dicho a usted les. El otro tema es cómo se encara la au- Fmos si a pesar de los difíciles meses vi- que el departamento es el sujeto de una tonomía de municipios, departamentos y vidos es posible en Bolivia un estilo de futura autonomía. Tal vez el sujeto sea dónde quedan los indígenas. Ciertamen- diálogo con una metodología o agenda en una región chiquitana o una región de va- te hay mucha confusión en este tema. torno al problema regional. Sobre todo en lles orientales”. FBS: Debo confesar que con los años torno a las ideas legítimas pero muy polé- JLR: Son dos cosas distintas ¿no es cier- mi escepticismo frente a las provincias se micas, por ejemplo de querer regionalizar to? Una es la unidad de planificación, que ha debilitado. Siempre me pareció una lá- Bolivia, que fue una de las propuestas del creo nadie podría objetar, pues no tendría mina territorial puesta en duda por la Par- Poder Ejecutivo. Querer regionalizar a consecuencias profundas en cuanto a la ticipación Popular: mal o bien la provin- través de más de 40 regiones. organización política ni a la identidad re- cia parecía haber sido sometida a un pro- José Luís Roca (JLR): O sea cambiar el gional que tenemos los bolivianos. Pero ceso de compresión social, institucional, mapa actual, redibujar el mapa político. otra cosa distinta es querer hacer como el y mucho tiempo me incliné a pensar que FBS: El Poder Ejecutivo tiene dos ver- dictador Linares y sus famosos 32 distri- sus días estaban contados; pero tengo la siones. Una en la que dice que no es su in- tos electorales, mejor dicho, acabar con sensación de que será muy difícil que se tención sustituir nada ni poner en cues- los departamentos, que fue un poco la prescinda de las ellas. Primero, porque tión provincias ni municipios, sino pro- idea gonista de hacerle un by pass a los de- muchas, como en el caso de Santa Cruz, mover unidades de planificación. Pero en partamentos, de ignorar su existencia pa- tienen más sustancia sociológica e histó- otras exposiciones parece leerse entre lí- ra entenderse directamente con los mu- rica de lo que nos imaginábamos. Nos neas que es un poco más que eso; por nicipios, asignándoles una suma de dine- atormentó el discurso de que la provincia ejemplo, uno podría especular que es una ro en su presupuesto. Hay muchas moda- era una herencia colonial perversa y que especie de contrapropuesta a la idea del lidades, desde entonces, de pretender lo fue una especie de trazo español siempre departamento de Santa Cruz y su autono- mismo, pero lo difícil será alterar los lími- arbitrario e irracional, cosa que cierta- mía, como diciéndole a Santa Cruz y a su tes departamentales, e incluso provincia- mente fue, pero creo que con los años te-

78 nemos en la provincia una cosa muchísi- como Yacuma en el Beni que alberga a que eso cargue a la provincia un peso mo más arraigada, y esto está siendo con- Santa Ana, la situación sea diferente. constitucional equivalente. Por eso siem- vincentemente aprovechado en algunos Si triunfa un estado triterritorial —en pre confunde mucho cuando los políticos departamentos, que están encaminando el cual yo creo fervientemente— lo ópti- declaran: “queremos autonomías de can- procesos de desconcentración prefectu- mo sería resolver por esa vía estos dile- tones, provincias, departamentos, seccio- ral vía provincias. Hay que añadir que a mas. Porque ahí están también los muni- nes”. Es decir, se diluye tanto la noción de esa discusión se sumó la creciente con- cipios indígenas. No habría mayor pro- autonomía que a mi juicio pierde nitidez vicción de la gente municipalista, que a blema si la base del tercer eslabón territo- en términos de debate. través de la mancomunidad creía darle rial sean los municipios, que incluiría a Volviendo a Linares, ¿hubo algo así co- una estocada final a la provincia. los que son manejados con elementos in- mo una especie de exposición de motivos En resumen, podríamos “abuenarnos” dígenas. Posiblemente el empodera- de su norma de regionalización? con la provincia. Nunca dudé de los de- miento que hubo a través de la Participa- JLR: Hablamos de un episodio lejano partamentos, pues está claro que el de- ción Popular nos demuestre que si bien la en el intento de debilitar a los departa- partamento boliviano no es una inven- provincia no desaparece, por lo menos mentos, ese fue el gran anhelo de mu- ción de ayer. Está presente en más de cua- quedará como un recuerdo histórico, y chos. Y el que lo denunció fue un persona- tro siglos, pero creo que también podría- que el dinamismo se consolide en los je pintoresco de nuestra historia, Eleute- mos ver cuán fuerte es la provincia en municipios. rio Villamil de Rada. Después de haber si- nuestra vida. Si admitimos el viejo refrán español: do colaborador se retira del gobierno ante JLR: La fortaleza del departamento se “no hay mal que por bien no venga”, en- el intento de acabar con los departamen- expresa a través de sus provincias, muy tonces pienso en los municipios de la tos y, justamente, prevé que eso ocasiona- especialmente en la “media luna”, todo lo Participación Popular que, al empode- ría la ruina. Al poco tiempo Linares se de- que es Oriente y Chaco, donde las provin- rarlos dándoles dinero, acabaron siendo claró dictador y su decreto no entró en cias no pudieron ser aniquiladas con la una realidad muy difícil de negar y que funcionamiento porque cayó en la forma Participación Popular. Es distinto en el viene como “anillo al dedo” si hacemos que sabemos. Altiplano, donde sí esa estocada proba- los dos niveles subnacionales. No sé lo FBS: Pero ¿se sabe cuál fue el argumen- blemente liquidó la existencia de la pro- que piensas de eso. to de Linares para estar indispuesto con vincia. En el departamento de La Paz la FBS: Mucha gente cree que la triterrito- los departamentos? provincia Franz Tamayo no es tan fuerte rialidad supone eliminar láminas territo- JLR: El argumento fue que el gobierno como la del Gran Chaco en Tarija; otro riales, como el cantón, a nivel municipal, necesitaba salir de esa especie de contra- ejemplo está en el Beni, donde la provin- o como la provincia, cuando lo único que riedad absoluta que ejercían los prefectos cia Ballivián alberga a tres pueblos como implica es que entre las varias láminas se que siempre fueron, en el siglo XIX, una Reyes, Rurrenabaque y Santa Rosa con discrimine capas con mayor fuerza guber- especie de control de los excesos. sus propias élites. Porque lo que define la nativa. De entre las láminas básicas terri- FBS: ¿Acaso los caudillos no los desig- existencia de estas circunscripciones es toriales lo que hace el modo de Estado tri- naban? la presencia de élites. Y aquellas provin- territorial es seleccionar tres niveles que JLR: Los designaban, pero siempre cias que tengan élites aymaras podrían serán los que comportarán una cualidad prevalecía más la identidad regional que consolidarse… pues élites son élites. Lo gubernativa muy fuerte: el municipio, el el compromiso político; eso fue así en to- que pasa es que la palabra está mal en- departamento y la nación. Pero eso nunca da la historia, y es lo que la gente no en- tendida, ya que se la toma en sentido cla- implicó que la provincia tenga necesaria- tiende. Aunque a un prefecto se lo desig- sista y peyorativo. mente que desaparecer, ya que puede te- ne, siempre estará más identificado con el Lo que quiero señalar es que cada uno ner funciones de unidad geográfica de departamento al que pertenece. Antes los de esos tres pueblos benianos tiene una desconcentración del departamento sin prefectos eran enviados de otros distritos, importancia específica en una misma área provincial. En Santa Cruz ocurre lo mismo en la provincia Cordillera, con pueblos como Charagua, Camiri, Laguni- Hay una contaminación lingüística que llas. Ahí está establecida la identidad de- partamental a través de la provincia. Los perjudica todo. Bajo el ropaje de municipios del 94 formularon un intento de hacer desaparecer la provincia y el de- autonomía hay infinidad de actitudes, partamento, pero se ha impuesto otra rea- lidad. Posiblemente en municipios que en de códigos de conducta, de ideologías muchos casos abarcan una sola provincia, que están disfrazadas… (José Luis Roca)

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como en caso típico del Oriente donde fue un error, pero cuando uno lo reconoce eran collas que estaban cerca del poder, está en capacidad de enmendarlo, por eso pero después del 52 ya no eran enviados, para mí es una buena señal lo dicho por el sino debían ser del lugar. Entonces siem- Vicepresidente: “Nos equivocamos”. pre fueron un incordio para las tenden- Entonces, para subsanar la equivoca- cias autoritarias, y la tendencia autorita- ción será bueno decir que queremos au- ria es igual a centralismo. Las dictaduras tonomía y discutamos cómo, pero no son el intento persistente y dañino de mezclemos con otros temas, como la “so- JOSÉ LUIS ROCA controlar el poder desde el centro igno- ya para los chanchos”, o que en cierta par- Abogado e historiador. Nació en Santa Ana rando la periferia, queriendo darle ins- te del país hay oligarquías egoístas, o no de Yacuma en 1935. Embajador, ministro de trucciones de acuerdo al sentimiento sé que. Estado y senador por Pando. Catedrático y centralista. Es así como veo el proceso FBS: Al reconocerle una dosis de hidal- miembro de la Academia Boliviana de histórico boliviano. Estamos viendo en guía al Vicepresidente me lleva a una Historia y la Academia Cruceña de Letras. estos momentos si hay diferencias entre constatación algo inversa, si veo la otra el centralismo gonista, mesista o masista. orilla del debate. No sé cuál será su per- Yo veo la misma manía: que si hay descen- cepción, pero capto a momentos menos tralización o autonomía el país se disuel- afán de autocrítica en los impulsores doc- ve, es el mismo eslogan y eso muestra la trinarios de la propuesta autonómica persistencia de una idea. Podríamos oriental… FBS: Eso es lo que quería retomar JLR: Han cambiado de actitud, cierta- cuando me distraje con Linares. Pero an- “abuenarnos” con mente. tes de discutir la prospectiva y lo que pu- FBS: ¿Cómo lo hicieron? diera salir de la Asamblea, quiero dis- la provincia… JLR: Para mal… traerme una vez más. Hay un tema que FBS: Mire, hay que reconocer el mérito me parece sensible, y es la perspectiva re- podríamos ver de la gente que ha estado estos años fun- al de que haya en nuestro país un diálogo damentando la propuesta autonómica cuando estamos atosigados de la valora- cuán fuerte es la en Santa Cruz, de tal manera que hoy po- ción rápida y carente de fundamento. cos dudarían que existe una propuesta Existe una raza de argumentos que me provincia en elaborada y reflexionada. Tampoco se asusta más, y es aquella que viene metida puede caer en los prejuicios de creer que en un empaque técnico. Hay gente que nuestra vida. el movimiento de Santa Cruz es un movi- puede presentarse con un gran análisis miento de la oligarquía, pues estamos jurídico y en realidad es una pantalla, (Franz Barrios) frente a un movimiento social, ciudada- pues sigue siendo un análisis jurídico que no. No obstante, no me imagino que ellos viabiliza prejuicios. autonomía hay infinidad de actitudes, de puedan admitir que en aquel o en este A lo que voy es ¿cómo podemos real- códigos de conducta, de ideologías que otro punto se equivocaron. Usted me di- mente sacar optimismo si al parecer los están disfrazadas. El tema nuevamente rá: en qué se equivocaron. Por ejemplo, códigos de diálogo y comunicación están está candente. Ahí entran viejos prejui- en el modelo de retención fiscal de inspi- tan afectados por el prejuicio, ya sea cios raciales, las continuas rivalidades re- ración foral vasca. Justo un modelo que le aquellos atribuibles a la autosuficiencia gionales, el deseo de tener un gobierno da argumento al prejuicio radical del oc- de los técnicos, ya sea desde la óptica que fuerte controlado desde el centro. cidente del país para atacar por el lado de cree que ciertas ideas son malas por sólo Si ha de haber un diálogo lo primero la insolidaridad. venir de la cultura occidental? será que el país cambie su tradicional y, Segundo ejemplo, si uno hace el segui- Que bueno sería que se pueda discre- reiteradamente, fracasado modelo cen- miento sosegado de las propuestas técni- par, pero que esa discrepancia presupon- tralista para llegar a formas de descentra- cas de Santa Cruz está claro que, como su- ga que los interlocutores se mueven en lización. Si no encaramos el problema en cede en España, encapsula al municipio terminologías más o menos compartidas esos términos vamos a divagar y ocultar como parte de la jurisdicción departa- y racionales. Porque se puede discrepar nuestras verdaderas intenciones sobre el mental, aunque muy disimuladamente mejor cuando se sortea el riesgo de un debate de autonomía y los centralismos. uno ve como ellos fueron matizando este alejamiento entre interlocutores por me- Álvaro García Linera, en una entrevista re- error. ra divergencia de vocabulario. ciente, señalaba que fue un error que el Bajaron la propuesta española consti- JLR: Hay una contaminación lingüísti- gobierno no hubiera llevado adelante la tucional de encapsulamiento municipal ca que perjudica todo. Bajo el ropaje de propuesta de autonomía. Efectivamente pero se olvidaron de bajar el debate actual

80 ¿ES POSIBLE EL DIÁLOGO ENTRE REGIONES?

en España alrededor de este sesgo. Es el debate del llamado “pacto local”, donde No descarto que algunos departamentos los municipios españoles después de más de 25 años se dicen: “oye, realmente no es- quieran manejar a sus provincias y tamos en la fiesta de las autonomías; pa- rece que este es un tema entre las comu- municipios desde un centro nidades autónomas y la corona”. Es cierto que la tensión política e ideo- departamental fuerte, reproduciendo lógica que envuelve el diario vivir y la lucha en Santa Cruz por salvarse de los prejuicios en pequeño el gobierno central. (Roca) cocinados desde Occidente explica mu- cho de las tácticas de reserva y enjundia término autonomía no es invención es- municipios ahora son más fuertes que las propositiva. Pero cree usted que le haría pañola ni cruceña, sino aymara o paceña, provincias; éstas son una vieja represen- mal al proceso declarar, por ejemplo: “Sí… porque Felipe Quispe empezó con eso. tación del departamento a través de sus nos hemos equivocado en esa propuesta FBS: ¿Cierto? élites. Los municipios no tienen élites y en fiscal, no era la que correspondía…” JLR: Claro, cuando habló de autono- 311 es muy difícil que eso pase. Lo único JLR: Insisten en acaparar los munici- mía aymara. Pero luego vino la contami- que atinan con la plata que les mandan es pios para someternos a su tutela. nación ideológica política que revivió vie- a poner losetas en sus plazas. Desde el FBS:Y por esa vía a las opciones indíge- jas pugnas que parecen realmente deci- momento que les demos políticas, ade- nas que acabarán optando por la vía de monónicas. De manera que en este mo- más del poder económico y competen- autonomía municipal. Claro que los pro- mento del debate no hay oídos para los cias administrativas, creo que la cosa ponentes orientales no desconocen la tecnicismos. El diálogo fundamental aho- puede cambiar para bien. realidad étnica en Santa Cruz. Pero me ra es “queremos o no autonomías”. Por FBS: Llegando a la prospectiva, que en apenaría que la solución que ellos se ani- eso yo le doy un gran valor a lo que dijo el cierta forma está casada con la Constitu- men a lanzar se malinterprete como Vicepresidente después del radicalismo yente en este momento, valga mencionar “nuestro estatuto de autonomía departa- de estos grupos afines al gobierno que que las comisiones empezaron a tomar mental ya verá qué hace con sus indios”. quisieron destituir al prefecto de Cocha- vuelo. Yo creo que en lo que hace a la Soluciones minimalistas en este pun- bamba por la fuerza, porque tuvo la osa- Constituyente, por la presión moral sobre to simplemente alientan radicalismos día de usar esa mala palabra llamada au- todo, no descartaría que finalmente, por etnicistas. Soluciones de parche sólo so- tonomía. Si volviéramos al nivel de hace lo menos la Comisión de Autonomía, lave plarán viento a las alas de los prejuicios un año, creo que podríamos avanzar. la cara a esta experiencia hasta ahora in- etnocentristas. No descarto que algunos departamen- satisfactoria y nos sorprenda con un pro- JLR: Coincido, lo que sucede es que lo tos, y no sólo Santa Cruz, posiblemente La puesta inteligente, flexible y técnica. Le que era diálogo, después debate, discu- Paz y Chuquisaca, quieran manejar a sus tomo distancia a la creencia de que por sión y luego pelea fue tensionando los provincias y municipios desde un centro dar un máximo espacio al diálogo y la ánimos y quitó la posibilidad de entrar en departamental fuerte, reproduciendo en concertación se acabe forjando el famoso estos detalles técnicos. Entonces, la dis- pequeño el gobierno central. Sería el ma- “Frankenstein” territorial, porque cuan- cusión se trasladó a lo elemental: “Quere- yor de los disparates. Es tiempo de que la do uno exagera con la consulta a la gente mos autonomía”. En ese sentido fue un re- Constituyente diga de una vez cómo lo por no decepcionar a los que dieron su troceso porque hubo un momento que hacemos. opinión, uno acaba metiendo todo a la parecía de consensos. Hace un año, no Yo creo que triunfará la tesis de los mu- cacerola y produce un sopa amarga. Yo más, yo recuerdo al Presidente en el pe- nicipios. Los municipios van a triunfar creo que en términos de diseño constitu- riodo de las inundaciones abrazado con porque en el momento que quieran qui- cional debe haber apertura, pero hay un el Prefecto, haciendo bromas con el Co- tarles las prerrogativas que les dio la Parti- momento a partir del cual el criterio téc- mité Cívico. Parecía que todos íbamos en cipación Popular, se resistirán. Si va a ha- nico tiene que jugar un rol para no hacer la misma dirección. Este año hubo un de- ber un optimismo es ese. Lo sumaría a mi construcciones cuyas partes respondan a terioro tremendo e inesperado en las rela- optimismo por las declaraciones de Álva- lógicas distintas. ciones Oriente y Occidente, de manera ro García Linera. JLR: Pero en una segunda etapa, esta- que no hay oídos para entrar en detalles. Si la próxima semana la Asamblea dice mos de acuerdo en eso. Este momento no La polémica volvió a fojas cero: “Yo “habrá una constitución autonómica”, yo es para lo técnico. quiero autonomía; yo no la quiero”. Por creo que triunfará la tesis donde la racio- FBS: Creo que es momento, sin dejar ejemplo, ¿qué es eso de querer echar a un nalidad sea mayor buscando la adapta- de tener una apertura participativa, (que prefecto de su cargo? No olvidemos que el ción de nuestro proceso autonómico. Los lo político) se case con lo técnico, de lo

81 MANO A MANO

contrario sacaremos una propuesta ex- travagante e inmanejable. La comisión y Comparto su aspiración de una el debate constituyente entre bolivianos debe percibir este riesgo: el que finalmen- Constitución sobria, pero hoy sobria no te va a tender a la sostenibilidad y puede contribuir a la pacificación del país es un excluye, por razones históricas, que diseño robusto. Pero robusto no sólo por- que dicen que todos nos identificamos y tenga que ser más larga de lo que se participamos, pues con sólo eso puede acabar siendo un diseño frágil. suponía. (Franz Barrios) JLR:Y una manera de evitar ese peligro es no hacer una constitución ampulosa. si hubiésemos avanzado en estos 12 a 14 tar que ese diseño complejo colapse. Por Debería ser algo muy escueto y dejar to- años en esa dirección ahora estaríamos en supuesto, esto no justifica una degrada- dos los tecnicismos para leyes posterio- una situación distinta. Ni se trata de frenar ción de una constitución hasta acabar res. Si se meten a poner detalles en la bruscamente cualquier cosa ni de meterle siendo tremendamente extensa. constitución volvemos a la “constitución todo a la constitución. No se me entienda mal. Comparto su Ekeko”, no sólo en la parte de autonomía, Habría que pensar preartículos, man- aspiración de una Constitución sobria, sino en todo. Se dice que la mejor consti- dárselos y decirles que no se metan en un pero hoy sobria no excluye, por razones tución del mundo es la de Gran Bretaña debate donde quieran arreglarlo todo. históricas, que tenga que ser más larga de porque no existe, la segunda mejor de Es- FBS:Tengo un reparo que me viene a la lo que se suponía. tados Unidos porque tiene 28 artículos, cabeza, si uno revisa las constituciones en JLR: Todo depende de cómo se condu- mientras que la peor es la del Brasil. Dic- boga, como la sudafricana o española y ce las cosas, lo ideal es que den detalles taron una constitución donde se regulaba esto se ratifica con la de de Alemania en su para que no sean muy escuetas, pero la hasta salarios mínimos y tasas de interés versión actual —y ni mencionar la sor- fórmula que se me ocurre de hacer sólo bancario. prendente constitución Suiza totalmente declaraciones de tipo general, que ten- El que salgamos de la “constitución reformada en 1999— todas ellas tienen al- gan el consenso absoluto, es para destra- Ekeko” y hagamos una declaración de au- go que me llama la atención. Y es que son bar el proceso. Ciertamente puede ser tonomía muy sincera, nos serviría por dos mucho más detalladas de lo que uno qui- mejor poner detallitos como la española. razones: Uno, porque facilitaría el consen- siera. Hay una contundente evidencia de Tenemos que pensar en ideas para des- so para que se apruebe la constitución; y que las constituciones son mucho más trabar sin disputarnos tanto, por ejem- dos, porque nos da tiempo para discutir ampulosas de lo que uno cree, y tengo la plo: “Bolivia: Estado autonómico. Las au- los detalles en el proceso. De ahí que soy impresión que parte de la explicación de tonomías se resuelven de acuerdo a sus un nostálgico y solitario en aquella Ley de esas constituciones puede deberse a que peculiaridades, el termino región debe Descentralización que fue frenada brus- cuando se hace una transición de un Esta- entenderse como departamento”, y así camente y de la que nadie rindió cuentas do simple a otro compuesto, donde se sucesivamente. al país. Porque frenaron en la Cámara de rompe el monopolio legislativo, es como Ojalá los de la Comisión tuvieran tiem- Diputados una Ley de Descentralización, inevitable que la Constitución intente po para reflexionar al respecto. en 1993, que fue unánimemente aprobada —en lo posible— prever una relativamen- FBS: Por suerte ya no estamos en en el Senado. Era imperfecta, cierto, pero te gran cantidad de situaciones para evi- el medioevo…

82 MIRADAS EXTERNAS

LA TELARAÑA DEL CONFLICTO

Cinco claves para la acción

CÉSAR ROJAS ES COMUNICADOR Y SOCIÓLOGO. GERENTE SOCIOCULTURAL DE LA FUNDACIÓN UNIR BOLIVIA.

l destino de uno depende del bienes- Una crónica sobre el encuentro del autor con John Paul Lederach, Etar del otro. Esta idea es la piedra an- gular del último libro que acaba de pu- considerado uno de los grandes mediadores en conflictos blicar John Paul Lederach: La imagina- ción moral, luego de Construyendo la internacionales y de cuya voz viene el consejo: no es suficiente zanjar paz: reconciliación sostenible en socie- dades divididas, Enredos, pleitos y pro- el conflicto, hay que transformarlo. blemas, Conflicto y violencia y Tejiendo relaciones. El profesor de la Universidad de Notre Dame (Indiana – Estados Uni- auditorio de aproximadamente 70 asis- dos) es considerado uno de los grandes tentes (la mayoría argentinos, pero tam- mediadores en conflictos internaciona- bién brasileros, chilenos, ecuatorianos, les.Trabajó en mediación directa con los una alemana, una italiana, un estadouni- miskitos y el gobierno de Nicaragua,ase- dense y otro boliviano) lanza la interro- sorando a los mohawks en el conflicto gante que sobrevolará los dos días de ta- con el gobierno canadiense y con con- ller (9 y 10 de abril): ¿Cómo tratar la me- flictos étnicos en Somalia,hasta el apoyo diación como un proceso de transforma- a procesos de diálogo en Irlanda del Nor- ción social estructurado en un contexto de te,el País Vasco y Filipinas en los años 90. conflicto prolongado? Hoy se encuentra dirigiendo un progra- John Paul Lederach es una persona alta ma de construcción de paz en Nepal que y espigada. Lleva adelante el taller en ca- se desarrollará durante los próximos 20 misa y con las mangas arremangadas. Ex- años. El pasado mes de abril estuvo en pande sus brazos y sus ideas como la fuer- Buenos Aires dictando un taller sobre za de sus metáforas abrazan la mente de enfoques y herramientas para trabajar su auditorio. Tiene los ojos vivaces, la na- en procesos de construcción de paz. riz recta y franqueza en sus palabras. Ha- Día de protesta. Los docentes rodea- bla y camina. Empieza realizando algu- ban la Casa de Gobierno de Salta luego de nos gráficos en un papelógrafo y luego en haber sido reprimidos con gases por la otros dos adicionales, porque las ilustra- policía. El motivo: el profesor de quími- ciones se fueron alargando como si una ca, Carlos Fuentealba, había sido asesi- JOHN PAUL LEDERACH víbora saliera de su madriguera y en el nado en una movilización de maestros curso de dos días dejara ver todo su cuer- una semana antes por la policía neuqui- po. Y fue mucho lo que se expuso en esas na. Y las resonancias del conflicto y la Empezó el taller señalando que desde 16 horas de taller ante un público ávido y posterior conciliación llegaron a Buenos Nicaragua, pasando por Irlanda del Nor- agradecido. Aires. Precisamente donde el experto in- te, terminando en Nepal la gente en con- ternacional en resolución de conflictos y flicto pide ayuda, pero no mediadores 1. Pensar la complejidad mediación, John Paul Lederach, se dispo- —correveidiles como él los denomina con nía a desarrollar el Taller sobre “Enfoques picardía—; pues no quieren perder el pro- Lederach utiliza (y colecciona) diversas y herramientas para trabajar en procesos tagonismo ni el poder de gestionar su palabras para definir el conflicto que ha de construcción de paz”, organizado por propio proceso. Lo dice John Paul Lede- escuchado en los distintos lugares donde Mediadores en Red. El hombre, el tema y rach en un fluido castellano, pero con de- ha trabajado. “Despelote”, “embrollo”, “ki- el momento coincidían. La pertinencia jos y ecos de muchos países y el rostro de lombo”, “desmadre”. Esta última es la que del evento estaba justificada. numerosos pueblos. Parado frente a un más le agrada, porque insinúa lo que su-

83 MIRADAS EXTERNAS

cede cuando la madre se ausenta de casa trata de mediar (episodio) y transformar munidad; el centro, líderes destacados dejando a los hijos: el caos total. En cuan- el conflicto (epicentro). pero de talla mediana; y la cima, líderes y to lo dijo, y más bien pensando en la reali- Y la tercera, la lente que aborde el con- jefes políticos. Tomando como punto de dad boliviana, pensé que el desmadre o el flicto debe tener tres niveles de enfoque: partida una visión interdependiente se conflicto se producen en una sociedad, lo cercano, lo mediano y lo lejano. No bas- trata de actuar horizontalmente (en cada cuando las relaciones de ternura, colabo- ta lo uno sin lo otro, o si se tiene un solo nivel) y también verticalmente (relacio- ración y solidaridad, que encarna la ma- lente, por ejemplo para mirar de cerca, nando los tres niveles). Así se logra la in- dre, se retiran para dar paso a relaciones desenfoca si se quiere apreciar lo media- tegración horizontal y vertical. La forma egoístas, injustas y dolorosas, apañadas no o lejano. Necesitamos de estos tres ni- de trabajo: aquí Lederach plantea la ter- por el Estado-padre; entonces los hijos- veles de enfoque, porque sólo así se pue- cera metáfora, tejer la telaraña. ¿Tejer ciudadanos salen a la calle espoleados de aprehender la globalidad. una telaraña? Lederach descubrió viendo por su conciencia crítica. un documental sobre arañas con su hijo, Lederach plantea pensar la compleji- 2. Transformar es el verbo que el concepto que buscaba para expre- dad del conflicto. Esto significa muchas y sar el tejido de redes era efectivamente el distintas cosas. La primera, la compleji- ¿Resolver el conflicto? Lederach es enfáti- de una telaraña. Las arañas son espacia- dad te desborda intelectualmente y este co: sí, porque es imprescindible zanjar el les y trabajan exclusivamente con el re- sentimiento de sentirse rebasado, te pue- problema cuanto antes. Pero eso no es su- curso de sus patitas: la cera. Empiezan de llevar a la parálisis de análisis: no hace- ficiente, se requiere transformarlo. Esto con un tipo de análisis más intuitivo, es mos nada porque no acabamos (ni acaba- significa que la resolución no es el para- decir, reconocen el espacio donde traba- remos) de entender el todo. Lo embrollado digma de abordaje para resolver el conflic- jarán y ubican los puntos de anclaje que del conflicto acaba por enredar tu mente to, sino apuntar a su transformación. Ir sostendrán el cuerpo de la red. Son va- y atarte de manos y brazos. más allá. ¿Dónde? Al contexto relacional rios, y si una parte se destruye, los demás La segunda, lograr que la complejidad del conflicto. ¿Y cómo? Alentando la bús- pueden seguir trabajando con indepen- sea la amiga y no la enemiga del proceso queda creativa de las raíces del problema dencia, pues la fortaleza de la red no con- de construcción de paz. Esto implica que en una intervención más amplia y pro- siste en su dureza, sino en su flexibilidad. no se debe pensar en términos de “esto o funda. Segunda metáfora de Lederach: la Otro punto: la red conecta puntos muy lo otro”, sino, de “esto y lo otro”. Para grafi- dificultad puntual o el conflicto de carne y lejanos, pero lo hace a través de distintas car mejor lo dicho, la primera metáfora hueso es similar a una ventana; pero los órbitas, que son como una especie de de Lederach: las frutillas. Sus plantas tie- ojos no deben mirar sólo la ventana, sino anillos concéntricos. ne la siguiente particularidad: aparecen lo que está del otro lado, lo que no se ve Esto significa tres cosas: una, a todos por encima de la tierra, pero por debajo con claridad pero se encuentra activo. El les gusta trabajar con su grupo de iguales, son más grandes, activas y expansivas. El desafío es encontrar el patrón del conflic- con los que piensan de la misma manera; jardinero corta una parte, pero más forta- to, para lo que es imprescindible ampliar pero no con los diferentes, con los que lece la mata que acaba por expandirse su marco temporal de análisis. Dicho de piensan de otra forma. Pero, ¿cómo cam- por lugares insospechados. ¿A colación otra forma, encontrar la respuesta a la si- biar trabajando sólo con los nuestros? No de qué va esto? Le sirve para diferenciar guiente pregunta: ¿Qué genera tanta ener- es posible, el cambio tiene un espectro episodio de epicentro. Episodio: la parte gía para movilizar a tanta gente? muy variado. No puede ir adelante con visible del conflicto, su contenido mani- Este enfoque plantea tres niveles y una cuatro gatos todos igualitos. Otra, la tela- fiesto. Aquí interviene la resolución y la forma de trabajo. Los tres niveles de tra- raña es un espacio de relaciones, se trata mediación de conflictos. En lo inmediato bajo: la base, donde se encuentra la co- de generar las capacidades suficientes y urgente. Busca la solución del proble- para integrar el eje vertical entre la cúpula ma (acuerdo) que tensiona el presente. y la base, con los ejes horizontales, para Epicentro: la parte invisible del conflicto, ¿Resolver el conflicto? así superar la polarización. Y luego, el sus causas profundas. Está lejos del epi- cambio puede surgir de pocas personas, si sodio que lo causa, pero es precisamente Lederach es enfático: sí, y sólo si tienen incidencia social. ¿Cómo en el contexto relacional donde se encuen- un movimiento tiene impacto social? tra la energía que lo produce —las grietas porque es imprescindible Aquí la cuarta metáfora: formando una sociales producen ruidos en zonas muy levadura y masa críticas. Levadura: unos alejadas—. Aquí interviene la transfor- zanjar el problema. Pero pocos que, si están juntos, son potentes y mación de conflictos. En abordar las cau- pueden ir jalando otros (aquí no importan sas estructurales del conflicto y sus pa- eso no es suficiente, se el cuánto, sino el quién, la calidad). Masa: trones, que son relaciones continuas y re- inducir procesos de interacción en la co- petidas en el largo tiempo. Entonces, se requiere transformarlo. munidad donde luego los participantes se

84 LA TELARAÑA DEL CONFLICTO: CINCO CLAVES PARA LA ACCIÓN

reproducen y multiplican por sí mismos y tar que se generen relaciones de confianza conectan con la idea que esos pocos, arri- entre los suyos y los ajenos. Tender puen- ba, están tratando de hacer cuajar. tes empieza por encontrar a las personas Finalmente, como la araña, se trata de que permitan contestar a la pregunta: ¿A cuidar y proteger el espacio, mantenien- quién conozco que conozca al otro? ¿Cuáles do vivas las relaciones entre las diversas son nuestras redes? ¿Quién tiene capaci- personas. dad de tener relaciones con el nivel alto y la comunidad de forma sostenida? Ahí está el 3. Mediación: del dicho al hecho capital social que les permite a estos me- diadores naturales formar redes de comu- Estamos en Nicaragua, 1980. En el pro- nicación, confianza y concertación. ceso de guerra civil Lederach realizó un ¿Por qué problemas atraviesan estos aprendizaje fundamental sobre la me- mediadores? El que sale de su grupo y en- diación. ¿Qué le dijo la teoría y qué le en- tabla contacto con el grupo adversario señó la práctica? La teoría señala que un puede ser visto, en el proceso de ida, co- mediador debe ser una persona neutral, mo un traidor por los suyos y como un es- imparcial y equidistante. Es decir, no tie- pía por los ajenos, y en el proceso de vuel- ne una solución preferencial del proble- ta, como un manipulador por los ajenos y ma, está colocada a igual distancia de ca- un vendido por los propios. No es tarea fá- da una de las partes y proviene de fuera cil la suya, porque está trabajando en me- del contexto del conflicto. Esto se en- dio de relaciones tóxicas: desconfianza, cuentra en los libros, pero no se presenta “no se puede confiar en ellos, te pueden en los hechos. engañar”, y prejuicios, “ya sabemos lo que ¿Qué se presenta entonces en la reali- piensan, ¿para qué vas a ir?”. dad? Los bandos en conflicto están pola- Otro punto que añade Lederach: la ne- rizados, pero siempre se encuentran per- cesidad de mediadores estratégicos. No sonas allegadas, o sea, cercanas y próxi- sólo que sepan actuar sobre el episodio o mas al bando contrario con las que es po- síntoma, sino tener una visión sobre el sible construir puentes —no existe un epicentro del conflicto abriendo espacios proceso de paz, existen procesos de paz si- de cambio. El mediador llano va directo al multáneos—. No son neutrales, tienen su punto y lo “resuelve” formando un grupo visión; no son imparciales, tienen sus de 20 personas con las que buscará lograr simpatías y su posición; no son equidis- un acuerdo (busca mediar). Ataca el sínto- tantes, están más próximas a uno u otro ma, pero descuida la enfermedad. Mien- bando. Lo importante es que no son vistas tras el investigador, ve como irrelevante el como radicales, sino más bien como mo- síntoma y se concentra en la enfermedad deradas, y tienen una actitud más procli- o los patrones del conflicto (busca enten- ve al diálogo que a la confrontación, y tie- der). Los investigadores contemplan facto- nen ascendencia moral en su bando y res- res a los que los mediadores no tienen acce- peto en el ajeno. Estas serían las verdade- so, pero no sabrían qué hacer con las 20 ras características de los mediadores que personas convocadas por ellos. De ahí la permiten tejer relaciones entre ambos necesidad de contar con mediadores es- bandos; porque si bien cada quien está tratégicos: tienen una lectura profunda con los suyos, no está exactamente en la del conflicto, pero también saben operar misma posición de conflicto que su gru- en lo inmediato alcanzando acuerdos. O po. Por tanto, estos mediadores “natura- si se quiere, también saben cómo lograr les” no son ajenos al contexto, son parte acostar al león con los conejos. del propio contexto. Son parte del proble- ma, pero, fundamentalmente, pueden ser 4. Trabajar la polarización más parte de la solución. Ellos permiten entender y traducir el Lederach plantea que la polarización contexto de sus respectivos grupos y tam- puede variar mucho de contexto a con- bién serán ellos los que deberán posibili- texto, puede ser étnica, regional o de cla-

85 MIRADAS EXTERNAS

se; pero, en todos los casos, la polariza- ción se presenta como una brecha pro- funda entre los contendientes. ¿Qué si- tuación nos presenta la polarización? En cada grupo hablan del bando opuesto, pe- ro no hablan con ellos; los integrantes tie- nen la presión por estar muy de acuerdo con ellos y lo más en desacuerdo con los otros; la comunicación es más indirecta y menos directa (perciben de lejos,no de cer- ca); y la polarización es funcional para el liderazgo, es decir, se mantiene la polari- zación para afirmar el protagonismo del líder, porque cuanto menos dividida la sociedad más atenuado el liderazgo. Para los líderes es funcional el conflicto, no el acuerdo. Otro dato fundamental: cuando la situación está polarizada todo está cla- ro, sé quien es mi enemigo, pero cuando ésta disminuye y se incrementa la ambi- güedad, entonces uno tiene que redefi- nirse. La ambigüedad es divina, pero no siempre querida. FOTO: JOSÉ LUIS QUINTANA Y, precisamente en este contexto opera la transformación de conflictos. Dos pun- No existe un manual para la transformación de tos a tomar en cuenta: la paradoja del tiempo y la teoría de cambio. Para Lede- conflictos. Un mapa de rutas con sus coordenadas, rach la paradoja del tiempo aparece cuando muchos países experimentan la paradas, señalizaciones y gasolineras. Cada contexto permanencia de crisis, y se está en la dis- yuntiva de ser conducido por la crisis (me- particular sugiere sus propias preguntas y respuestas. diar y mediar) o gestionar el cambio a lar- go plazo. Cuarta metáfora: la agricultura. Cuando la gente te pide comer, cuando en la mentalidad secuestrada por el ar- es, por eso es necesario describirlo.Y luego, quiere que los alimentos estén sobre la mazón de los proyectos, para luego recu- hay que demostrar que el cambio es posi- mesa, resulta que todo eso requiere de rrir a las narrativas de justificación de los ble, porque si agarra, tendrá eco, acabará tiempo. Ningún alimento se produce de la incumplimientos. El futuro se siembra, por expandirse. noche a la mañana, necesita ser sembra- por eso la transformación de conflictos Pero, cambio, según Lederach tiene do y cultivado: preparar los recursos hu- no debe aceptar los límites que le quieren cuatro dimensiones, él las denomina co- manos que permitan responder a las de- imponer, se debe visualizar y responder a mo las cuatro “as”: todo va adelante (ex- mandas del presente puede llevar cuatro la crisis,pero respaldarla y conectarla con periencia positiva y en la que general- años, pero lograr cambios generacionales el cambio. mente todos pensamos), esto no va a nin- en la creación de una cultura de la paz im- Lederach señala que la teoría de cam- gún lado (topamos con una pared que fre- plica unos 30 años, pues lleva igual tiem- bio adecuada no es de arriba hacia abajo, na el proceso), ahora va atrás (el proceso po salir del conflicto que entrar en él. sino de abajo hacia arriba. Esto implica empieza a retroceder hacia el punto de Los sembradores de robles siembran que el cambio necesita una fundación origen) y todo se viene abajo (lo construi- algo que nunca verán, pero son de extre- amplia o una infraestructura de relacio- do se destruye y se debe comenzar de mada utilidad. Por eso la apuesta es tra- nes; porque aumentando la participa- nuevo). Para tomar en cuenta cuándo el bajar en distintos espacios de tiempo: ción, aumenta la sostenibilidad del pro- cambio como avance se convierte en su atender las urgencias del presente, pero ceso. El reto es abrir espacios de cambio y si sepultura. Pues la peor de las cosas que le no encapsularse en el momento de la cri- existen es porque el cambio es posible. El puede suceder a un pueblo es perder la es- sis (episodio), sino avanzar en el proceso eco del cambio no es rápido.Primero,no es peranza, porque cuando la pierde, las per- de cambio (epicentro). No se debe caer fácil construir algo que no sabemos lo que sonas son capaces de cualquier cosa.

86 LA TELARAÑA DEL CONFLICTO: CINCO CLAVES PARA LA ACCIÓN

5. Cinco principios de la El mediador llano va directo al punto y lo “resuelve” construcción de paz formando un grupo de personas con las que buscará No existe un manual para la transforma- ción de conflictos. Un mapa de rutas con lograr un acuerdo (busca mediar); ataca el síntoma, sus coordenadas, paradas, señalizaciones y gasolineras. Cada contexto particular pero descuida la enfermedad. Mientras que el sugiere sus propias preguntas y respues- tas, y Lederach contribuye señalando cin- investigador ve como irrelevante el síntoma y se co principios de la construcción de paz, que nos permiten despejar esa impresión concentra en la enfermedad o los patrones del de sentirnos como Robinson en una isla conflictiva. conflicto (busca entender). El primero, englobar, no enfeudarse en lo episódico del conflicto, sino visuali- zar un proceso más amplio. ¿Cómo? Dan- ellas una oportunidad. El error: ser con- ces pensamos que dar vueltas es ir a ningún do un paso atrás para situarnos con ma- ducidos por la crisis de manera reactiva, lado. Entonces empezó a frotar el cuenco yor distancia y de esta forma tener una ser una especie de boyas en aguas turbu- a una velocidad que los físicos denominan mayor perspectiva de conjunto. Esto tam- lentas. Y el quinto, sostenibilidad, actuar como “frecuencia natural”, ni muy lento ni bién contribuirá a ubicar de mejor mane- para que el proceso arraigue. La idea es muy rápido, a una velocidad media y ra las actuaciones programadas. El se- romper con el modelo de transferencia constante. Lentamente, salido del silen- gundo, interdependencia, no se puede de afuera hacia dentro —interesante, pe- cio, surgió un sonido suave pero cada vez sostener procesos de cambio en solitario, ro no pega—, para generar desde dentro más sostenido y envolvente que fue rever- cada proceso necesitará conexiones con procesos de apropiación. berando en todo el espacio del aula. Te to- otras instancias. Tomar conciencia de Finalizada la tarde del segundo día, Le- caba y calaba. Y concluyó diciendo: dar que lo nuestro no es lo único. Preguntar- derach reveló la sorpresa que nos tenía vueltas es ir a lo profundo, es convocar. El nos, ¿quién falta? ¿Quién no está con no- prometida al inicio del primer día de taller. cambio social resulta siendo como un eco: sotros? El reto, como siempre, es hablar Se trataba de un cuenco tibetano, elabora- si un grupo de personas empieza a realizar con personas que no se sitúan ni piensan do con la aleación de cinco metales dife- cambios, produce eco, genera un efecto de como uno. Y siempre hacerlo con una rentes. Tenía un color café negrusco y él lo contagio. Giras, giras y giras, y así generas perspectiva sistémica que permita dar podía sostener en la palma de una de sus resonancias transformadoras.¿Quién con- cuenta de roles, personas y actividades. manos. En la otra, agarraba un cilindro de tiene el conflicto? La comunidad. Se trata El tercero, infraestructura, crear los espa- madera con una punta de cuero. Antes de en consecuencia de profundizar y expandir cios y apoyos necesarios, construir una comenzar a frotar por la parte externa el la voz del cambio desde su interior. plataforma de relaciones con capacidad cuenco con la punta de cuero del cilindro Todos de pie lo aplaudimos. Nos agra- de respuesta de abajo hacia arriba, algo de madera, con voz calma pero sugestiva, deció el gesto con modestia. También la así como levantar la fundación de una ca- nos dijo: todos tenemos una visión tempo- gratitud es un sonido que envuelve y sa. El cuarto, ser estratégicos, pensar más ral y procesual del cambio. Pensamos que cambia el mundo —me dije— allá de lo inmediato y coyuntural, respon- se trata de una línea recta. Pero, ¿y si el cuando la palabra que te toca sale der creativamente a las crisis viendo en cambio fuera más espacial y circular? A ve- de lo profundo.

87 BIBLIOTECA LIBRERO UNIR

Ury L., William Fisher Roger, Kopelman Elizabeth, Altschul Carlos ALCANZAR LA PAZ Kupfer Andrea DINÁMICA DE LA Diez Caminos para resolver conflictos MÁS ALLÁ DE MAQUIAVELO NEGOCIACIÓN ESTRATÉGICA en la casa, el trabajo y el mundo Herramientas para afrontar conflictos Ed. Granica S.A., 1999, p. 277 Ed. Paidos SAICF, 2000, p. 245 Ed. Harvard University Press, original 1994, La experiencia de un negociador interna- p. 203 El libro refleja la búsqueda personal y profe- cional está resumida en este libro,que pro- sional del autor por encontrar respuestas a Los conflictos son una industria creciente pone lineamientos para atender las necesi- algunas preguntas.Por ejemplo,¿cómo po- porque la gente tiene problemas cada vez dades de cada caso. No son pasos sucesi- dríamos llevarnos bien todos a pesar de más a menudo.El libro propone pensar,sis- vos: se trata de un sistema donde unas co- nuestras diferencias y ante las constantes temáticamente, acerca de lo que está mal sas hacen eco en otras y las afectan. disputas en el ámbito familiar,en la escuela, en el mundo,cómo sería si éste fuera mejor En los dos primeros de los 10 capítulos entre nacionalidades o religiones? o ¿es po- y,en particular,qué pasos puede dar la gen- de los que está compuesto el texto,se expo- sible la paz o es sólo un sueño? te o uno mismo para mejorarlo. ne el acto de la negociación a partir de ca- El autor da un paso más allá del “si o del Proporciona herramientas que pueden sos y situaciones donde los intereses de las no”, especialmente si se trata de una situa- ayudar a afinar las capacidades de resolu- partes son interdependientes. En el tercer ción de conflicto. Señala que el problema ción de problemas. En lugar de preguntar capítulo explica los juegos de superviven- que enfrentamos hoy es cambiar la cultura por qué las cosas funcionan o no,la pregun- cia,intransigencia y situaciones de encierro del conflicto en “sí”, sea en el seno familiar, ta debiera ser cómo los individuos pueden que obligan a extremar recursos.En el cuar- en el trabajo o el mundo. Crear, en última influir en el funcionamiento de las cosas.En to se explica que la clave consiste en equili- instancia, una cultura en la que incluso las consecuencia,surge otra pregunta: ¿cuáles brar el deseo de competir con la necesidad disputas más graves se manejen no con la son los componentes de un conflicto para de colaborar, sin embargo las negociacio- fuerza y la coerción sino sobre la base del avanzar en el camino de su solución, bus- nes prosperan cuando los involucrados interés mutuo y la coexistencia. cando las formas constructivas de percibir parten de imaginar un futuro en el cual el El libro está dividido en tres partes. La las diferencias? vínculo con el otro produce mayores frutos. primera presenta el “tercer lado”, es decir, la El libro despliega las herramientas prác- El libro también contiene casos revela- multitud de individuos que participan en ticas para analizar los conflictos y para apli- dores,algunos resueltos y otros fracasados, —y sufrren por— los conflictos nuestros y carlas, especialmente, en problemas inter- dónde el diálogo jamás tuvo posibilidad de de otros. nacionales.Estos instrumentos también se- negociación. Finalmente, incluye un “Cua- La segunda es una exploración del pasa- rán útiles en la vida cotidiana para negociar derno de Bitácora” que le permite al lector do,con el fin de dilucidar si estamos conde- con nuestro empleador,socio o vecino. avanzar en su propio perfeccionamiento nados a convivir con la violencia —por ser como negociador. parte de nuestra naturaleza humana— o no. Ury nos indica que la violencia y la paz son elecciones y nos invita a decidirnos por la última.En la tercera,finalmente,nos brida caminos concretos para poner en práctica las ideas desarrolladas en el libro.

88 De Manuel Dasí Fernando y Bazerman H. Max y Neale A. Margaret Pérez Fernández del Castillo Orthón Martínez-Vilanova Rafael LA NEGOCIACIÓN RACIONAL y Rodríguez Villa Bertha Mary TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN En un mundo irracional MANUAL DEL CONCILIADOR Un método práctico Ed. Paidós Ibérica S.A., 1993, p.259 Ed. Vivir en Paz, ONG, 2003, p. 135 Ed. ESIC, 1997, p. 283 El texto contiene la experiencia de más de Este libro presenta los medios alternativos Los límites de la negociación y las formas fi- una década de los autores, quienes inten- sobre solución de controversias, sobre el nales de un acuerdo,además del empleo de tan presentar tres secciones planificadas concepto de conflicto en las relaciones in- la variable tiempo, son algunos aspectos para que el lector tenga una idea completa terpersonales, el contexto en el que se expuestos en este texto,dividido en cuatro de una negociación. mueve una persona que solicita apoyo, así partes. La primera examina qué errores cabe es- como el procedimiento general a seguir.Su En la primera de ellas se exponen las dis- perar si no se negocia racionalmente;y qué objetivo es responder a las preguntas que tintas fases del proceso de negociación; la se puede hacer para evitarlos.Esta reflexión surgen al operar un proceso de solución preparación y la definición de los objetivos; se la hace mediante ejemplos que permitan asistida de conflictos. prioridades, propuestas de aceptación mí- al lector revisar sus propios procesos de de- El texto contiene un manual inédito,pro- nima y la identificación de los intereses del cisión en una negociación entre dos partes. ducto de las experiencias previas de los au- otro. En la segunda parte,se muestra un mar- tores,tanto en la práctica como en la docen- La segunda parte está dedicada al análi- co general para presentar la negociación cia y propuestas de diversos autores reco- sis del comportamiento de los individuos y de un modo más racional.Además de ejem- nocidos por la trascendencia de su trabajo. grupos para proseguir, en el resto de la plos particulares para guiar al lector a tra- La estructura del manual fue diseñada obra,con la descripción de las técnicas con- vés de los pasos que deben darse para eva- para responder a un curso taller de concilia- cretas de negociación. luar cuándo y cómo debe cerrarse un ción de la Universidad de Estudios de Post- Al leer el libro, es posible que a muchos acuerdo. grado en Derecho (EPED) en México,con el lectores les venga a la mente situaciones re- En la tercera sección se va más allá de la fin de proporcionar una herramienta que ales de negociación vividas,que se insertan negociación entre dos partes.Se considera les permita actualizarse y reforzar sus cono- perfectamente en la casuística presentada. la variedad de escenarios y contextos en los cimientos y habilidades de forma práctica. Los autores ordenan,de forma estructu- que los ejecutivos tienen que negociar ra- Incluye un código de ética como aspec- rada,ideas claras.Por ejemplo,cómo proce- cionalmente,con múltiples oponentes y so- to primordial para el desempeño del conci- der en un amplio conjunto de situaciones, bre diversas cuestiones, ateniéndose a va- liador, que está dividido en seis módulos en qué momento proponer una pausa y la riadas limitaciones. que dirigen al lector por los más diversos utilización de la misma,además del manejo Se concluye con consejos sobre cómo caminos para lograr una conciliación en el adecuado de las preguntas:cuándo y cómo negociar con oponentes que actúan irra- ámbito familiar, civil, comercial, laboral, pe- cerrar la negociación. cionalmente y de la manera de convertir en nal,agrario y vecinal. parte integrante de la propia conducta to- do lo que se ha aprendido respecto a la ne- gociación racional.

89 WWWs DESTACADAS

www.fride.org

PAZ Y DERECHOS HUMANOS lución de conflictos violentos o potencial- Esta web contribuye a la consolidación de la mente violentos,y a la consolidación de la paz democracia,la paz,el respeto de los derechos dentro de un marco de respeto por los dere- humanos y el desarrollo humano en el mun- chos humanos y a los valores democráticos. do.A través de la realización de proyectos,es- Asimismo, participa del Club de Madrid, tudios, análisis, publicaciones, debates y acti- organización independiente dedicada al for- vidades de información pública;fomenta tan- talecimiento de la democracia en el mundo, to la reflexión como la acción directa sobre apoyándose en la experiencia y recursos úni- estas cuestiones y contribuye a la orientación cos de sus miembros y ex jefes de Estado. de las políticas públicas. Concentra sus actividades en las áreas de de- La Fundación para las Relaciones Interna- mocratización,paz y seguridad,acción huma- cionales y el Diálogo Exterior (FRIDE) participa nitaria y desarrollo, además de impulsar los en varios proyectos, como el Centro Interna- derechos humanos. cional de Toledo para la Paz (CITP),que tiene el objetivo de contribuir a la prevención y reso- Idioma: español www.ilo.org/public/spanish/dialogue

POR UN TRABAJO DECENTE Una de sus líneas estratégicas señala que Este portal es parte de la Organización Inter- el buen funcionamiento de las estructuras y nacional del Trabajo (OIT) y promueve que los procesos de diálogo social pueden contri- las mujeres y los hombres obtengan un tra- buir a resolver importantes problemas eco- bajo decente y productivo, en condiciones nómicos y sociales.El portal Dialogue cumple de libertad, equidad, seguridad y dignidad una importante función promoviendo y per- humana. El diálogo social resulta crucial pa- feccionando las instituciones y los procesos ra alcanzar este objetivo y es considerado, a eficaces para el diálogo social en los Estados la vez, como un medio para lograr el trabajo miembros de la OIT. decente y productivo y como un fin en sí mismo. Idioma: inglés www.imtd.org

DIÁLOGO Y DIPLOMACIA Cada una de estas nueve pistas representa El Instituto para la Diplomacia de varias Tra- un mundo en sí mismo,pero al mismo tiempo yectorias (IMTD,por sus siglas en inglés) ofrece existe en el contexto de los otros porque es su experiencia en la enseñanza de la estrategia más que una simple visión individualmente. de diálogo desarrollada por ellos mismos, de- Sus creadores tienen experiencia en la en- nominada “diplomacia de varias trayectorias: señanza de esta técnica en más de 40 países un acercamiento de sistemas a la paz”. del mundo, como en Israel, Jordania, Bosnia, El planteamiento consiste en nueve pistas Liberia,Sierra Leona,Kenia,Etiopía,Sudán,So- para trabajar con el gobierno, profesionales, malia, Tanzania, Congo, Zimbabwe, Rwanda, negocios, ciudadano privado, investigación, la India, Paquistán, Cachemira, Nepal, Sri Lan- comunicaciones, religión y activismo, en el ka,Taiwán y Cuba marco de este sistema complejo de activida- des denominado “peacemaking”. Idioma: inglés

90 www.geocities.com/negoziazion/index.html

NEGOCIACIÓN diar.También incluye comentarios de exper- “Temas de negociación” es el título de está tos internacionales y enlaces a otras páginas web, dedicada a ofrecer diversos elementos similares. conceptuales, provenientes de diferentes El análisis cultural en modelos de negocia- fuentes y relacionados con el tema de la ne- ción internacional también ofrece la sistema- gociación. tización de sus experiencias de regiones co- Ofrece conceptos básicos como ¿por qué mo la de los anglosajones,franceses,chino,ja- y cómo negociar?,hasta teorías como las del poneses, árabes, venezolanos, holandeses, drama o la de juegos que permiten identifi- alemanes y latinos,entre otros. car tipos de situaciones para negociar o me- Idioma: español www.cartercenter.org

CENTRO CARTER ción del conflicto se centra en la prevención y Este Centro ofrece su experiencia en resolu- la resolución del conflicto armado. ción de conflictos y el impulso de la cultura de Además, sistematiza muchos de los con- paz mediante su consejo internacional, com- flictos armados del mundo,en los que intervi- puesto por expertos internacionales recono- nieron –para entender mejor sus historias- a cidos en mediación de conflictos. través de los agentes primarios implicados y Para este organismo la guerra y la disten- los esfuerzos que son hechos para resolverlos sión civil continúan siendo los impedimentos y prevenir posibles resurgimientos de la vio- más significativos para el desarrollo sosteni- lencia. ble y para el desarrollo de los derechos huma- nos básicos. Por ello sostiene que la resolu- Idioma : inglés www.international-alert.org

ALERTA INTERNACIONAL Este organismo trabaja directamente con Para Internacional-Alert,las diferencias se re- la gente afectada por conflicto violento para suelven sin entrar en una erupción de con- mejorar sus perspectivas de paz.Esto implica flicto violento, es decir, que cuando la gente la formación de sociedades locales y regiona- busca vidas mejores para sus familias y co- les en comprensión mutua;además de identi- munidades, cualquier conflicto que se pre- ficar nuevas soluciones a los problemas per- sente se maneja pacíficamente, con honra- sistentes. dez y sabiduría. Sus expertos trabajaron en la región de Con esta visión, en 1986, un grupo de Great Lakes de África,África del oeste,el Cáu- abogados de los derechos humanos condu- caso, la región andina de Suramérica, de Sri cidos por el ex secretario general de Amnis- Lanka,de Nepal y de las Filipinas,entre otros. tía Internacional, Martín Ennals, inicio Inter- nacional-Alert. Idioma: inglés

91 www.iknowpolitics.org/es

MUJER Y POLÍTICA en el mundo contribuyen en todas las facetas Las mujeres en política han sido tradicional- de la reconstrucción posterior a un conflicto. mente identificadas como forjadoras de con- Esta red internacional surge como un pro- senso, por lo que el afianzamiento de sus ap- yecto conjunto entre el Programa de Nacio- titudes diplomáticas inherentes puede llevar nes Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fon- al establecimiento de otros lazos. Es por eso do de Desarrollo de las Naciones Unidas para que la Red Internacional de Información so- la Mujer (UNIFEM), el Instituto Nacional De- bre la Mujer y la Política (iKNOW Politics) in- mócrata para Asuntos Internacionales (NDI), tenta impulsar su participación en la negocia- la Unión Interparlamentaria (IPU) y el Institu- ción y la solución de conflictos. to Internacional de Democracia y Asistencia La página virtual muestra cursos académi- Electoral (IDEA). cos para el género femenino,foros,debates,bi- blioteca y novedades sobre cómo las mujeres Idioma: Inglés, francés y español www.mediadoresenred.org.ar

MEDIADORES EN RED la Sociedad Civil (Red OSC),auspiciada y coor- Es una fundación interdisciplinaria de y para dinada por el Centro de Estudios de Justicia mediadores.Es un espacio para compartir in- de las Américas (CEJA-OEA). formación, experiencias y proyectos en el La experiencia de los miembros de Media- área de la resolución de conflictos en todos dores en Red se encuentra reflejada en los do- los ámbitos. Sus miembros fundadores son cumentos presentados en el sitio web. Ade- pioneros de la mediación en todas las provin- más de un espacio para el diálogo,a través del cias argentinas. Chat, también tiene una muestra de mejores Cuenta con apoyo académico de un Con- prácticas para la resolución de conflictos. sejo Consultivo Internacional de alto nivel. Forma parte de la Red de Organizaciones de Idioma: español www.solucionegociada.com

NEGOCIACIÓN PARA TODO convertir los conflictos en oportunidades y, Solución Negociada muestra cómo la nego- sobre todo,disminuir la tensión en una nego- ciación puede servir para solucionar diversos ciación y utilizar el sentido del humor para ver problemas, como adquisiciones, antropolo- lo mismo de modo diferente gía legal, asuntos corporativos, asuntos rura- Estadísticamente, cerca del 90 por ciento les, comercio exterior, contabilidad forense, de los casos en que las partes de un conflicto desarrollo sustentable y educación, entre toman la negociación para terminar un con- otros. flicto, el resultado es una solución negociada Proporcionan herramientas a directivos y satisfactoria para ambas partes porque en la empleados de diferentes grupos para lograr gran mayoría de las soluciones negociadas sí soluciones negociadas que comprometan en se cumplen los acuerdos. el trabajo en equipo y además capacitan para Idioma: español

92 Instrucciones para publicar en la Revista LAZOS

ENVÍO al pie), y según el formato que se detalla a Los trabajos, para ser considerados, deberán continuación. enviarse por correo electrónico a LAZOS (la- – Libros: apellido del autor, nombre. Título. [email protected]), adjuntando el artículo Lugar,editorial,año. en un archivo en Microsoft Word,con una ex- – Artículos en una compilación:apellido del tensión mínima de 12000 caracteres con es- autor,nombre.Título del artículo entre co- pacios y una máxima de 14000 millas, en mayúsculas el título del libro, compilado por apellido y nombre del DATOS PERSONALES compilador.Lugar,editorial,año. La presentación incluirá el nombre completo – Artículos en una revista:apellido del autor, del autor, su título profesional, ocupación, en nombre.Título del artículo entre comillas y su caso la institución desde donde desarrolle en cursiva.Nombre de la revista,número y su actividad profesional, ciudad y país de resi- año.Lugar,editor:páginas. dencia.Estos datos serán publicados junto con – Documentos tomados de un sitio web: cada artículo,y deberán incluirse como nota al apellido del autor, nombre.Título del artí- pie en la página 1 del artículo.En caso de que el culo entre comillas y en cursiva, año de la autor lo desee, puede incluir su dirección de publicación.Copiado en (fecha en que fue correo electrónico para posibilitar el contacto copiado de Internet), del sitio web: (direc- personal de los lectores interesados. ción de la página web).

RESÚMENES SELECCIÓN Cada trabajo deberá incluir un resumen de Cada trabajo enviado será recibido,aprobado 150 a 200 palabras como máximo, en caste- o rechazado por el concejo de redacción de llano, el que será publicado en el sitio web LAZOS en la medida en que responda a las in- de la Fundación UNIR Bolivia,con la referen- dicaciones formales que se detallan en estas cia a la edición correspondiente.El resumen instrucciones. Una vez confirmada su recep- debe ser escrito en forma impersonal, y ción será considerado por LAZOS, cuya deci- transmitir únicamente el contenido esencial sión será comunicada al autor a la brevedad del artículo. posible. En caso de que el trabajo no sea ele- gido para el número en preparación, LAZOS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS podrá reservarlo en sus archivos durante un Es responsabilidad del autor presentar con año desde su recepción,para publicarlo en un precisión las referencias bibliográficas.Debe- número posterior, salvo que el autor lo re- rá incluirlas al final del artículo (no como nota quiera antes por e-mail.

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