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Otro 20 de mayo sin libertad

Por Martha Beatriz Roque Cabello

Hay muchas interpretaciones políticas del 20 de mayo de 1902, pero la peor de todas es la que hace la actual dictadura cubana que ha borrado -para las nuevas generaciones- la fecha de la historia. Son muy pocas las personas menores de 60 años que le pueden decir quién era Don Tomás Estrada Palma. El colmo del régimen llegó cuando bajó su estatua del pedestal que tenía en la calle G, en el Vedado, frente al Hotel Presidente; pero como un símbolo de que este hombre tenía los pies en la tierra, se les quedaron los zapatos de la escultura. No obstante, en la barriada capitalina de Santos Suárez, hay una calle que lleva aún su nombre. Se puede afirmar que se desconoce que hubo por primera vez elecciones en diciembre de 1901, en la que fue elegido presidente Estrada Palma, según lo que estaba legislado en la Constitución de ese mismo año; pero la ignorancia de la historia llega al extremo de no conocer la mayoría de los nombres de los que estuvieron en el poder en antes de 1959. Quizás algunos recuerden a Machado, Grau, Prío y Batista, pero ni siquiera podrían haber oído nombres como: Mario García Menocal, Alfredo Zayas Alfonso, Alberto Herrera Franchi (1 día en el poder), Carlos Manuel de Céspedes y Quesada (23 días duró su mandato), (interino 3 días como presidente), Manuel Márquez Sterling (solo actuó por 6 horas), , José Agripino Barnet y Vinageras, Miguel Mariano Gómez y Federico Laredo Bru. Las nuevas generaciones es muy probable que no conozcan a los dos Presidentes que estuvieron en el poder después de 1959 y mucho menos su historia. Por ejemplo, Manuel Urrutia Lleo, que todos saben renunció al cargo de Presidente, porque hacía lo que le venía en ganas, sin respetar su persona. Después fue sustituido por Osvaldo Dorticós Torrado, el que ganó el sobrenombre de “cucharitas”, porque decían que ni pinchaba, ni cortaba. Hay que decir que esta fecha de instauración de la República, fue escogida por simbolismo, el 19 de mayo de 1895, fue la caída en combate de José Martí, y como es natural no podía considerarse un día de fiesta, por eso se determinó que fuera el día siguiente. Muchas personas no saben, porque se oculta esta parte de la historia, que la bandera cubana fue izada por primera vez a las 12 am de ese día, en el Morro, por el Generalísimo Máximo Gómez. Para la Cuba anterior a 1959, era un día festivo, como es natural no laborable y la gente tenía tanto respeto por la efeméride que hasta se estrenaba ropa e iba a diferentes fiestas que se organizaban en todos los rincones del país. En estos momentos muy pocas personas saben qué aconteció en esa fecha e incluso los que están informados, no se permiten el lujo de darle alguna relevancia, porque saben que es uno de los días que más odia la dictadura y si pudiera lo quitara del almanaque. Sin embargo, los cubanos que disentimos y también los que han marchado al exilio, seguimos considerando esta fecha histórica con gran amor, y en ella volcamos todo nuestro deseo de poder tener un futuro democrático en nuestro país, como nación. Esta es la forma en que demostramos que estamos comprometidos con la lucha por el control de nuestro futuro y la libertad. Y es que hay que tomar en consideración que después de 60 años, en que los nacionales que residen fuera de Cuba se han hecho de una forma diferente de vida, han tenido hijos y hasta nietos; han logrado triunfos, entre ellos los económicos, pero aún siguen manteniendo ese espíritu de lucha por la libertad que con los últimos acontecimientos en América Latina se ha incrementado y se siente más cerca el día en que se pueda respirar la democracia en nuestra isla. De manera reciente, se ha conocido que la bandera original que se izó en esa fecha auténtica está en Miami. La historia que tiene está vinculada con los masones; así como la forma en que pasó de mano en mano hasta ir a parar a un biznieto que la llevó a esa querida ciudad que ha acogido a tantos cubanos y los ha convertido en exitosos. Algunos piensan que es un presagio, y el suceso que anuncia es que pronto podrá estar en nuestra querida Isla y tendrá los honores que se merece. Ha sido para muchos una verdadera pesadilla, la forma en que los que tomaron por traición el mando de Cuba, han desvirtuado nuestra historia, llamando a la República una nueva forma de anexionismo al imperialismo yanqui y cualquier otra cosa que se les ocurriera para introducirse en el cerebro de las nuevas generaciones de cubanos. Lo importante es recuperar nuestra fecha patria, y en estos momentos nos sentimos mucho más cerca de hacerlo, quizás este sea otro 20 de mayo sin libertad, pero el próximo quién sabe.