Relatos De Plumas Ausentes; Resaltos, Cuentos Y Recuento De Los Narradores De Durango
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Relatos de Plumas Ausentes. Resaltos, Cuentos y Recuento de los Narradores de Durango Antonio Avitia Hernández México, 2006 Relatos de Plumas Ausentes; Resaltos, Cuentos y Recuento de los Narradores de Durango. Antonio Avitia Hernández. México, 2006. Derechos Reservados. 2 Prólogo Relatos de Voz a Oído.- Quienes habitaron el territorio del actual estado de Durango antes del arribo de los europeos, como sociedades ágrafas, al no contar con un sistema de escritura, juntaron los cuentos, historias, leyendas y mitos de su cultura seminómada en sus mentes y lenguas y de allí los revelaron y transmitieron a sus descendientes. Al realizar el relato de voz a oído, heredaron esa imaginación colectiva que dio identidad propia a sus pueblos. Conjunto integrado de sistemas de ideas, costumbres y creencias que ha logrado sobrevivir a la conquista europea de Aridoamérica y a los impactos e influencias de otras culturas. La riqueza de la tradición narrativa oral prehispánica se muestra parcialmente en la serie de relatos recogidos por el explorador noruego Carl Lumholtz en su libro El México Desconocido, que fue producto de sus expediciones e investigaciones entre los pueblos indígenas de la Sierra Madre Occidental, durante las postrimerías del siglo XIX. Por su parte, el investigador americanista alemán Konrad Theodor Preuss afirmó que: “si él lograba vivir en una de las tribus descritas por Lumholtz quizá proyectaría una nueva luz acerca de México prehispánico y particularmente de los aztecas” (BENÍTEZ, FERNANDO. “Los tepehuanes / los náhuas”, en: Los Indios de México, Tomo V, México, Ed. Era, 1980, p. 110). Entre abril y junio de 1907, Preuss compiló una excelente colección de relatos populares en San Pedro Jícoras, municipio de Mezquital, Durango, y con ellos integró el libro: Mitos y Cuentos Náhuas de la Sierra Madre Occidental. Las narraciones incluidas en este libro, recogidas originalmente en la lengua náhua del pueblo mexicanero o azteca del norte (vecino de los tepehuanes, coras y huicholes) fueron posteriormente traducidas al alemán por la etnóloga Elsa Ziehm. Sesenta y un años después, en 1968, los cuentos del libro de Preuss fueron publicados en Alemania, pero todavía tendrían que pasar catorce años más para que estos relatos náhuas de los mexicaneros durangueños se imprimieran en español y mexicanero, traducidos del alemán por Mariana Frenk Westeim. Así, esta importante obra de la narrativa popular de Durango pudo ser leída en México y descubrió la visión del mundo que tenía y aún conservan los habitantes primigenios del estado. No solamente Lumholtz y Preuss se han interesado por esta expresión de la cultura popular durangueña, también Fernando Benítez, en sus textos de Los Indios de México, José Guadalupe Sánchez Olmedo, en su Etnografía de la Sierra Madre Occidental y Roberto Mowry Zinng, en su libro Los Huicholes, se han ocupado en la recolección de la narrativa popular de los indígenas y campesinos de Durango. Todas estas narraciones son importantes, entre otras razones, porque son producto de la imaginación y la creatividad popular. Sin embargo, por el hecho de no haber sido expresadas inicialmente por escrito y porque seguramente fueron creadas y recreadas por diferentes narradores anónimos, se les ha circunscrito o encerrado en los amplios campos de los estudios del folklore, la antropología y la etnología. 3 En el mismo terreno del folklore, un buen número de investigadores y compiladores regionales como Everardo Gámiz, Luciano López, Manuel Lozoya Cigarroa, Guadalupe León Barraza, Francisco Antúnez, Betty Grace Santiesteban y Xavier Gómez han tenido la paciencia y disciplina suficiente para recoger los relatos populares de la entidad, mismos que se siguen transmitiendo de voz a oído entre los durangueños y que, en su conjunto, configura uno de los principales elementos del acervo cultural de la tradición oral regional. Como ya se apunto, antes de la llegada de los europeos, los habitantes primigenios de Durango eran ágrafos, es decir que, hasta donde se tiene conocimiento, no contaban con sistemas de escritura, y ese fue el principal motivo por el cual el desarrollo de su comunicación y tradición oral cobró mayor importancia. Lírica Narrativa.- Otra forma de expresión cultural muy arraigada en el estado, es la de la lírica narrativa, que, en sus modalidades: histórica y de ficción, se manifiesta en composiciones poéticas y musicales conocidas como: tragedias, mañanas y corridos, en las que se relatan los sucesos sobresalientes de la vida cotidiana en forma cantada. Aprovechando los elementos de la construcción narrativa y poética de la lírica regional, durante el primer tercio del siglo XX, el doctor Francisco Castillo Nájera escribió su poema lírico-narrativo El Gavilán. Corrido Grande, como un intento de girar la lírica narrativa folklórica al terreno poético académico. Tanto los cuentos como las leyendas, los mitos y las obras de la lírica narrativa populares se enmarcan dentro del estudio del folklore como elementos importantes de la creación artística y, aunque en ocasiones son desdeñadas como narrativa estrictamente literaria, su permanencia hace evidente el gusto del pueblo de Durango por los relatos orales como formas afortunadas y perdurables de comunicación e identidad. El Alfabeto y la Cruz.- Solo hasta el siglo XVII y con grandes dificultades de tipo militar, el territorio estatal fue casi totalmente conquistado por los españoles, quienes aún tuvieron que enfrentar las múltiples guerras de resistencia de los pueblos seminómadas que habitaban la gran extensión norteña de Nueva España. Sin embargo, las riquezas minerales fueron acicate suficiente para que de manera constante se intentara la dominación armada y el sometimiento espiritual de las etnias de la Nueva Vizcaya y el establecimiento de misiones, congregas y presidios. Así, con el arribo de los misioneros europeos que buscaban el martirio o la difusión de la doctrina católica, arribaron también los primeros tinteros y hojas de papel a los territorios neovizcaínos. Fieles a su religión y a sus órdenes monásticas, los misioneros, sobre todo jesuitas y franciscanos, comenzaron a difundir el evangelio y a escribir edictos, pastorales, catecismos, diccionarios, milagros, oraciones, epístolas, pastorelas, pasiones, elogios, sermones, juicios, estatutos, poemas religiosos, alabanzas y loas, así como relaciones y romances históricos y de ficción en idioma español y algunos de estos textos, sobre todo teatrales, fueron traducidos a los idiomas de las etnias a evangelizar. A pesar de la paulatina implantación de la cultura y la población europea y el surgimiento del mestizaje en la Nueva Vizcaya, el analfabetismo, la inexistencia de una industria editorial y la 4 imaginación atada a los cánones culturales de la religión, obstaculizaron, hasta donde se sabe, al menos durante el periodo colonial, el desarrollo de las narraciones literarias en la entidad. Relatos de Plumas Ausentes.- Según se tiene noticia, es hasta mediados del siglo XIX cuando, en la capital de la República, dieron inicio las publicaciones de relatos de ficción de un escritor durangueño: Francisco Zarco Mateos, a quien se le puede considerar como el primero de los narradores literarios de Durango. A principios del siglo XX, en la ciudad de Zacatecas, se pusieron a la venta los volúmenes con las novelas y los cuentos de Rafael Ceniceros y Villarreal. Después, desde 1915 hasta 1986, la ciudad de México y, en un caso aislado, la ciudad de Xalapa, Veracruz, fueron los lugares en donde se reprodujeron, en letras de molde, los relatos de los escritores nacidos en el estado de Durango que han obtenido algún reconocimiento de importancia, por parte de la crítica. Criterios de Selección.- El objeto principal de esta antología es el de ofrecer diversas muestras de lo más reconocido de la producción literaria narrativa, principalmente en los géneros de novela y cuento, de los escritores oriundos de la entidad. El realizar una antología representa en sí, una selección, en la cual, los criterios de selección pueden parecer absurdos o injustos y la razón evidente puede significar algo muy lejano o ajeno, en ocasiones, a los resultados. Por otra parte, si no se imponen reglas para elaborar el trabajo, las excepciones y las tolerancias pueden llegar al extremo de no permitir selección alguna. Una vez analizado el abundante aparato crítico de los materiales compilados, se observó que la mayoría de los escritores nacidos en Durango, habían realizado y publicado su obra fuera del estado al tiempo que, en el interior de la entidad, se habían desarrollado diversos narradores que no son oriundos del lugar. El sólo hecho de nacer o radicar en determinado lugar, no trae consigo calidad o talento literario y, por el hecho de que el objeto de esta compilación es el de reunir muestras de las letras narrativas de los escritores oriundos del estado, se optó por esta base normativa de manera rígida, la cual, como todo principio, puede aparecer como injusto, sobre todo a quien se le aplica en su perjuicio o exclusión. De esta manera se excluyó a los escritores que, aun cuando han vivido y publicado su obra en Durango, no fueron originarios del territorio estatal. En relación con la regla impuesta es lamentable la ausencia, en esta antología, de escritoras como Olga Arias y Yolanda Natera, entre otras y otros. No obstante, en algo puede aminorar la posible injusticia de la exclusión, la mención de la obra de los excluidos en la bibliografía final. De cualquier manera, se ofrece una disculpa a los narradores, o a las narradoras, posiblemente afectados, o afectadas, por la involuntaria y posiblemente injusta omisión de sus textos en esta antología. Se consideró también el hecho de que la obra de los escritores antologados hubiese sido publicada, de manera parcial o total. Sin embargo, el principal criterio que guió la selección fue el de la consagración que el tiempo y la crítica han dado a la obra de los narradores, estableciéndoles un lugar en la historia de la literatura internacional o nacional.