Altamira 90 (2019)
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maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 1 maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 3 ALTAMIRA maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 4 La revista Altamira, editada por el Centro de Estudios Montañeses, publica estudios científicos de las áreas de Ciencias Sociales, Filología, Historia, Etnografía, Arqueología, Arte, Música y Patrimonio Regional con el objetivo de aportar conoci- miento relevante para la investigación y el desarrollo cultural de Cantabria. Estos tra- bajos van dirigidos a la comunidad científica, así como a otras personas interesadas en estas materias, de los ámbitos regional, nacional e internacional. VOCAL DE PUBLICACIONES: Fernando Gomarín Guirado Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de esta publicación puede re- producirse, registrarse o transmitirse por un sistema de recuperación de información, en nin- guna forma ni por ningún medio, sea electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético o electroóptico, por fotocopia, grabación o cualquier otro, sin permiso previo por escrito de los titulares del copyright. DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: Centro de Estudios Montañeses c/ Gómez Oreña 5, 3º 39003, Santander (Cantabria, España) Telf: (+34) 942 227 031 E-mail: [email protected] ISSN: 0211-4003-Altamira Depósito Legal: SA-8-1959 Imprime: Imprenta J. Martínez Impreso en España – Printed in Spain maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 5 GOBIERNO DE CANTABRIA CONSEJERÍA DE UNIVERSIDADES, IGUALDAD CULTURA Y DEPORTE ALTAMIRA REVISTA DEL CENTRO DE ESTUDIOS MONTAÑESES TOMO XC SANTANDER, AÑO 2019 maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 6 maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 7 EL CULTO CÉLTICO A LA CABEZA CORTADA EN CANTABRIA: REALIDAD ARQUEOLÓGICA, MITO Y PERVIVENCIAS MARINA GURRUCHAGA SÁNCHEZ Doctora en Historia por la Universidad de Cantabria Centro de Estudios Montañeses Resumen: Una nueva y reciente interpretación del contexto del cráneo humano descubierto en el castro cántabro de Las Rabas (Cervatos, Cantabria) nos sirve para arrojar luz sobre el rito céltico de la exposición y veneración de la cabeza cortada, que en Cantabria, como muestra la arqueología, fue asiduamente practicado, como parte que fue de la Céltica hispana y europea. Este rasgo del ethos in- doeuropeo proyectó su influencia en la Alta Edad Media, perviviendo también, hasta la actualidad, en la literatura de tradición oral. Palabras clave: Céltica Hispana, Cantabria, castro de Las Rabas, culto al cráneo, tradición oral, Protohistoria, Alta Edad Media. Abstract: A recent point of view of the human skull found in "Las Rabas" cantabrian hillfort (Cervatos, Cantabria) and of its context, helps us to draw a new light on the celtic ritual of exposition and worship of the severed head, which was, as Archaeology demonstrates, frequently performed in Cantabria, because of its belonging to the Celtic Hispania and Celtic Europe. This trait of the indoeuro- pean ethos had a real influence and survived into the High Middle Ages, even in the present cantabrian folk oral literature. Keywords: Hispanic Celtic Territory, Cantabria, Las Rabas Hillfort, Skull worship, Folk oral tradition, Protohistory, High Middle Ages. maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 8 maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 9 1. Nueva luz sobre el cráneo de Las Rabas. El castro cántabro de Las Rabas (Cervatos, Cantabria), excavado en 1968- 1969 por M.A. García Guinea; posteriormente, en 1986, por R. Vega, R. Rincón y E. van den Eynde, y en 2009-2010 por R. Bolado del Castillo, J. Callejo, P. A. Fernández Vega y L. Mantecón,1 es el escenario del hallazgo, durante las primeras incursiones arqueológicas de M.A. García Guinea en 1969, de un cráneo humano contemporáneo al propio asentamiento. Concretamente se trata de un «fragmento de esplacnocráneo integrado por maxilar superior y región orbitaria derechos, paredes mediales de la órbita y fosa nasal izquierdas, hueso frontal y esfenoides derecho».2 Este cráneo ha vuelto a atraer la atención de los arqueólogos más recientemente implicados en la ex- cavación del asentamiento,3 tanto desde el punto de vista de su datación, como desde el de su contextualización entre los elementos materiales del mismo. El castro de las Rabas se encuentra a casi mil metros de altura, al Noroeste del pueblo de Celada Marlantes, en una situación escasamente defendible, rodeado de cumbres en las inmediaciones que son más elevadas y estarían dotadas por lo tanto de un mayor control visual. Debido a lo anterior, los investigadores han deducido que su fundación se debió quizás más a cuestiones de tipo comercial (en la vía de pene- tración natural desde la Meseta hacia el mar, lo que favorecería la comunicación de sus gentes con la costa Cantábrica, los valles del Ebro y del Duero)4 y económico ______________ (1) CALLEJO, J. et al.: «El castro de las Rabas (Cervatos, Cantabria)», en MUNIBE nº 63 (2012), pp. 213-253. (2) Del resumen de su análisis forense, CARNICERO CÁCERES, S.: «El cráneo de las Rabas», en La pieza del mes, 2014-2019. MUPAC, Santander 2018, p. 89. Agradezco a la doctora Carnicero su ama- bilidad al precisarme algunas cuestiones respecto a dicho informe. (3) BOLADO DEL CASTILLO, R. et al.: «Nuevos datos para el conocimiento de la Segunda Edad del Hierro en territorio cántabro: la vaguada del castro de las Rabas (Cervatos, Cantabria)», en MUNIBE nº 70 (2019), pp. 1132-2217. (4) Elementos materiales producto de estas relaciones son cerámicas celtibéricas, denarios de Sekobirikes y Turiasso, varillas de torque, una cuenta oculada y la conocida tessera anepígrafa de hospitalidad. maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 10 10 Marina Gurruchaga Sánchez (aprovechamiento de los recursos hídricos del río Marlantes, y de las posibilidades agrícolas, forestales y ganaderas de la zona), que puramente poliorcéticas.5 Sin embargo, es un castro que tiene claramente definidos sus límites defen- sivos. Al Norte existen restos de un foso y un talud de muralla; hacia el Sur se con- servan dos líneas defensivas edificadas: una externa («A»), con doble paramento relleno de ripio, tiene a una distancia de 8 metros una segunda muralla («B»), interna, con paramento exterior y probable camino de ronda, completadas ambas defensas con un foso, empalizadas y un posible sistema defensivo tipo chevaux-de-frise.6 Al Este se encuentra una vaguada natural sobre la que se levantan cantiles considerables que quizás contaran con defensas pétreas o de madera, extendidas hacia la cercana loma de La Mayuela.7 Algunos autores,8 en función de sus impresiones y también como resultado de los sondeos efectuados en la zona Noreste de dicha vaguada (diez en total realizados por García Guinea, junto a un nuevo sondeo de 2011),9 que arro- jaron el hallazgo de gran cantidad de materiales arqueológicos, toman este área del castro como lugar de asentamiento, a pesar de los problemas de habitabilidad que suscita su estrechez y el hecho de que es el canal de drenaje del deshielo y la lluvia ______________ (5) BOLADO DEL CASTILLO, R., FERNÁNDEZ VEGA, P. A.: «Castro de las Rabas», en VV.AA, Castros y Castra en Cantabria. Edificaciones desde los orígenes de la Edad del Hierro a las guerras con Roma. Acanto, Santander, 2010, p. 405. (6) Existen interpretaciones distintas para estas dos líneas defensivas: FRAILE LÓPEZ, M. A. (Historia social y económica de Cantabria, Reinosa, 1990, p. 132), GARCÍA GUINEA, M. A. (El asentamiento cántabro de Celada Marlantes. Instituto de Prehistoria y Arqueología Sautuola. Institución Cultural de Cantabria. Diputación Provincial de Santander, Santander, 1970, pp. 16-18), VEGA, R. et al. (El oppidum de Celada Marlantes. Un poblado cántabro sin romanizar. Memoria de la excavación depositada en la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, 1986) y GARCÍA, M. (Revisión y estudio de los materiales arqueológicos del yacimiento de Celada Marlantes conservados en el Museo Regional de Prehistoria y Arqueología. Universidad de Cantabria, 1985. Obra sin publicar) opinan que son coetáneas. En este punto, M. A. Fraile López advierte de la posibilidad de que el acceso principal al castro se encontrara en la zona de rumbos paralelos de las murallas A y B, como una puerta en esviaje –si bien localiza otro acceso posible en la zona de la vaguada–. BOLADO, E., y FERNÁNDEZ VEGA, P. A. («Castro de las Rabas», Op. Cit., p. 411), junto con CALLEJO, J. («El castro de las Rabas», Op. Cit., p. 217), opinan que no son coetáneas: podría haberse edificado en dos momentos de la Edad del Hierro e incluso ser de factura romana, como sucedió en Monte Bernorio tras su asalto. (7) CALLEJO, J. et al.: «El castro de las Rabas», Op. Cit., p. 215-217. (8) FRAILE LÓPEZ, M. A.: Op. Cit., p. 132. (9) CALLEJO, et al.: Op. Cit., p. 215. maqueta altamira 2019 ok.qxp_Maquetación 1 29/1/20 13:17 Página 11 El culto céltico a la cabeza cortada en Cantabria: 11 realidad arqueologíca, mito y pervivencias hacia el cauce del río Marlantes. Más bien esta vaguada podría ser un acceso natural al castro, que obligaría a cualquier visitante a quedar expuesto al control visual desde los cantiles del mismo10 –y también a contemplar, por parte de dicho visitante, las defensas del emplazamiento desde abajo–. Precisamente fue en esta área de la va- guada, en 1969, concretamente en la denominada «cata Tierra Julia», donde junto con gran cantidad de restos cerámicos (potencias estratigráficas entre los 1,5-2 metros de una tierra cenicienta),11 apareció nuestro cráneo, aislado, sin más restos óseos del individuo o de otros individuos. Desde ese punto de vista R. Bolado y P.A.