LO TRANSNACIONAL Instrumento Y Desafío Para Los Pueblos Indígenas
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LO TRANSNACIONAL Instrumento y desafío para los pueblos indígenas Françoise MORIN Roberto SANTANA (Editores) LO TRANSNACIONAL, Instrumento y desafío para los pueblos indígenas Segunda edición corregida Ediciones Abya-Yala 2003 LO TRANSNACIONAL, INSTRUMENTO Y DESAFÍO PARA LOS PUEBLOS INDÍGENAS Françoise Morin y Roberto Santana, Françoise Morin y Roberto Santana Jean-Pierre Chaumeil, Jean-Pierre Goulard, Xavier Albó, Stefano Varese, Françoise Lestage, Richard Chase Smith, Bernard Saladin d’Anglure Roberto Santana 1era. edición: Ediciones Abya–Yala. Av. 12 de Octubre 14-30 y Wilson Casilla: 17-12-719 Teléfonos: 2506-267 / 2506-251 Fax: (593-2) 2506-255 e-mail: [email protected] [email protected] www.abyayala.org Quito-Ecuador GRAL GROUPE DE RECHERCHE SUR L’AMÉRIQUE LATINE UMR 5135 Telephone: 05 61 50 44 16 Telecopie : 05 61 50 49 25 INTERNATIONAL Tel: +33 5 61 50 44 16 Fax: +33 5 61 50 49 25 Diagramación: Ediciones Abya–Yala Diseño de Portada: Raúl Yépez ISBN: 9978-22-268-5 Impresión: Sistema DocuTech Quito-Ecuador Impreso en Quito-Ecuador, 2003 ÍNDICE Introducción: Globalización, transnacionalización y pueblos Autóctonos Françoise Morin y Roberto Santana ........................................................ 7 Ciudades encantadas y mapas submarinos Redes transnacionales y chamanismo de frontera en el Trapecio Amazónico Jean-Pierre Chaumeil............................................................................... 25 Indios de la frontera, fronteras del indio. Una sociedad indígena entre tres estados-naciones: los Ticuna Jean-Pierre Goulard ................................................................................. 51 Aymaras entre Bolivia, Perú y Chile Xavier Albó............................................................................................... 85 Oaxacalifornia: migración indígena transnacional, diáspora, identidades y derechos colectivos Stefano Varese .......................................................................................... 147 Manejar la complejidad del transnacionalismo: A propósito de algunas redes de los migrantes oaxaqueños Françoise Lestage...................................................................................... 169 Los indígenas amazónicos suben al escenario internacional: Reflexiones sobre el accidentado camino recorrido Richard Chase Smith................................................................................ 203 La Conferencia Inuit Circumpolar, un protagonista transnacional indígena Françoise Morin y Bernard Saladin d’Anglure........................................ 243 Los indígenas de Chiapas: Atrapados entre lo nacional, la transnacionalización de la política y el cyber-espacio Roberto Santana....................................................................................... 269 GLOBALIZACIÓN, TRANSNACIONALIZACIÓN Y PUEBLOS AUTÓCTONOS Françoise Morin y Roberto Santana Los procesos de globalización contribuyen a desarrollar relaciones más estrechas entre las diferentes regiones del mundo. Estos procesos se manifiestan desde aproximadamente una treintena de años debido a una intensificación de las migraciones hacia los países desarrollados, por la creación de nuevos circuitos de nuevas modalidades de produc- ción, por la difusión generalizada de tecnologías de mas en mas perfo- mantes en el dominio de las comunicaciones (Giddens 1990). Lejos de conducir necesariamente a una homogeneización cultural a ultranza, como se afirma demasiado a menudo, la globalización puede por el contrario generar nuevas formas de diferenciación cultural (Feathers- tone 1990). Al poner en tela de juicio el “orden mundial” fundado en el Esta- do-nación, la globalización abre brechas a través de las cuales los gru- pos hasta ahora marginados pueden construir identidades alternativas y poner en escena nuevos actores cuyas actividades e interconecciones se sitúan “más acá y más allá” del Estado. El juego de estos actores que se desmarcan del Estado es particularmente interesante en sus dimen- siones políticas, inscribiéndose en efecto en una relación dialéctica en- tre lo local y lo global que interpela las instituciones, las políticas pú- blicas, la intangibilidad de las fronteras y la soberanía nacional. Se asiste así a la creación de lazos y de solidaridades entre indivi- duos, localidades, grupos sociales y territorios más allá de las fronteras etáticas; lazos y solidaridades que hacen tabla rasa de las distancias, y también de las diferencias culturales y linguísticas. De tal suerte, la mundialización ha favorecido en los años 80, un reposicionamiento 8 / Globalización, transnacionalización geográfico, estratégico, y aun transnacional de ciertos grupos humanos a la búsqueda de reconocimiento y de legitimidad política. Es el caso de los pueblos autóctonos. Frente a los bloqueos e iner- cias etáticas, ellos han sabido hacer de lo transnacional un instrumen- to político para darse visibilidad, resistir a la redistribución de los roles socio-económicos impuestos por la mundialización y reivindicar sus derechos. Para esto, y por paradoxa, ellos han recurrido a las instancias internacionales, parte también interesada en los procesos de globaliza- ción general. El ejemplo de los pueblos autóctonos nos permite distinguir bien la globalización, proceso ampliamente “descentrado” en relación a los territorios nacionales y situado en el espacio de la economía-mundo, del transnacionalismo, proceso anclado en uno o varios Estados-nacio- nales, pero que se dota de los medios para trascenderlos (Kearney 1995). Mientras que la globalización “desterritorializa” (Appadurai 1990, 1991) el transnacionalismo permite la creación de nuevos terri- torios “virtuales”. Los pueblos autóctonos pueden así inventarse espa- cios geo-políticos para mejor resistir a la dominación etática y hacer contrapeso a los impactos negativos y a las presiones destructurantes de la globalización. Estos nuevos espacios se superponen a los otros es- pacios políticos existentes, como aquéllos de las comunidades, de los grupos étnicos o de los territorios ancestrales. Sí, desde hace una veintena de años, numerosas publicaciones se han preocupado de analizar la emergencia y el rol político de los movi- mientos indígenas en América Latina tanto a nivel nacional como re- gional, pocos son, por el contrario, los autores que se han preocupado de sus dimensiones internacionales y transnacionales. Sin embargo, se asiste desde los años 70 a una progresiva internacionalización de la cuestión autóctona (Morin 1994, Brysk 2000). Muchos actores han contribuído a ello. Al comienzo fueron las organizaciones autóctonas norteamericanas, como el National Congress of American Indians y la Fraternité des Indiens du Canadá, las que trataron de actuar en el pla- no internacional para obtener el reconocimiento de sus derechos. Des- pués, ciertas ONGs fundadas por antropólogos a fines de los 60, como el International Work Group for Indigenous Affairs (IWIA) y como Survival International (SI), hicieron presión sobre los Estados nórdicos para que impulsen una intervención de la ONU en la defensa de los de- rechos autóctonos. Gracias a las presiones conjugadas de los unos y de Lo transnacional, instrumento y desafío para los pueblos indígenas / 9 los otros, las instancias de la organización mundial aceptaron en 1971 la idea de abrir una carpeta “autóctonos”.Dieron así comienzo a un estu- dio del problema de la discriminación en relación a estas poblaciones y organizaron en 1977 una conferencia internacional en Ginebra, dando prioridad en un primer tiempo a los autóctonos de las Américas. Participaron en ella una centena de indígenas (entre ellos los líde- res de 13 organizaciones autóctonas de América Latina), representan- do por primera vez en la ONU a todo un continente. Allí pidieron la revisión de la Convención 107 de la Organización Internacional del Trabajo, la creación en la ONU de un Grupo de Trabajo encargado es- pecíficamente de los Pueblos Autóctonos y la elaboración de una “De- claración de principios para la defensa de de las Naciones y Pueblos Autóctonos”. Estas diferentes cuestiones iban a figurar efectivamente en la agenda de las Naciones Unidas en los años 80. La internacionali- zación de los derechos de los pueblos autóctonos estaba lanzada. El Parlamento Europeo, el Banco Mundial y la Organización de los Esta- dos Americanos serán a su vez interpelados y conducidos a modificar sus políticas para tener en cuenta los intereses de los autóctonos. Mientras que las políticas asimilacionistas de los Estados les ha- bían condenado a desaparecer, el “nuevo orden internacional” viene a darles visibilidad. Más de 300 millones repartidos en el mundo iban a participar, con el apoyo de las ONGs solidarias, en la construcción de esta “globalización por abajo” que busca “entregar a las comunidades el cuidado del medio ambiente, devolver a los colectivos comunitarios el acceso a los recursos que les son indispensables, y democratizar las ins- tituciones políticas regionales, nacionales e internacionales” (Brecher, Child & Cutler 1993). Varios autores (Brysk 1994, 1995, Morin 1992, 1994, Varese 1995, 1996) han estudiado la evolución de esta internacionalización sobre la cuestión de los pueblos autóctonos y han mostrado como ella ha per- mitido el reconocimiento de los derechos universales, la aplicación de políticas específicas por las instituciones internacionales (OIT, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo), y las reformas constitu- cionales y legislativas al escalón nacional. Todo esto ha sido posible gra-