Aníbal Galindo
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1 ALBERTO MENDOZA MORALES ANIBAL GALINDO PROTAGONISTA DEL SIGLO XIX Bogotá, D.C., Colombia. 2011 2 ANIBAL GALINDO Protagonista del Siglo XIX A la familia García Galindo. Derechos de Autor: Los contenidos publicados están protegidos por los derechos de autor respectivos. Prohibida su reproducción parcial o total con fines económicos. 3 ANÍBAL GALINDO ÍNDICE GENERAL PRÓLOGO El personaje Hoja de vida 1. INTRODUCCIÓN La conquista La colonia Los criollos Los Galindo Tadeo Galindo La carta de capilla 2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS El 20 de julio de 1810 Nuevo gobierno El pacificador Angostura La Nueva Granada 3. RELATO BIOGRÁFICO José Ignacio de Márquez La revolución de los conventos Asesinato de Sucre Derrota en Salamina, Antioquia Constitución de 1843 Ibagué Viaje a Bogotá Reflexión económica Subversión anticolonial Movido episodio electoral José Hilario López La prensa La cuestión religiosa Problemas de escritura José María Obando La Constitución de 1853 Rebelión conservadora Cartago, Valle 4 Asonada en Chocontá “La Santa Alianza”. En el Guamo, Tolima “Golpe militar” Magdalena abajo Campaña contra Melo El general Tomás Herrera El ejército del sur Congreso en Ibagué Subversión y derrota 4. NUEVA ÉPOCA: LOS CRIOLLOS CONSERVADORES Manuel María Mallarino Viaje a Europa Confederación Granadina Guerra “civil” La batalla de San Agustín La espada de Mosquera La convención de Rionegro Nueva Constitución El radicalismo: “Leyenda negra” Segundo viaje a Europa Otra vez en Colombia Misión a Caracas, 1872-1873 Cuba Un mal paso Aquileo Parra Discurso de posesión Rebelión formidable Garrapata y los Chancos Julián Trujillo Contra la confiscación de tierras Fruto Santos Estudios económicos y fiscales Tomás Rengifo, candidato Rafael Núñez Felipe Pérez Francisco Javier Zaldúa Colombia: La cuestión limítrofe Laudo arbitral Código penal Retrospección La ley Galindo Excavación del canal José Eusebio Otálora “Regeneración o catástrofe” La Constitución de 1886 La Corte Suprema de Justicia 5 Reacción política Misión en el Perú Lima imperial En Lima no llueve Ricardo Palma Banquete de despedida La Guerra de los mil días Años finales EPÍLOGO BIBLIOGRAFÍA PRÓLOGO Aníbal Galindo fue un tolimense ilustre, un colombiano eminente, abogado, economista y hombre de Estado, político activo. Fue, sobretodo, un humanista. Su vida transcurrió en el siglo XIX, a lo largo de 67 años comprendidos entre 1834 cuando nace en Coello, Tolima y 1901 cuando fallece en Bogotá. Ocupa asiento legítimo entre las personalidades que contribuyeron a dar forma a la naciente República de Colombia. Fue oído y leído con atención por sus contemporáneos. Actuó en función de Estado en un tramo de historia pródigo en pensadores, profesionales, políticos, en general hombres ilustres. Actuaron y se desenvolvieron en cruentas guerras civiles. Sus conceptos formaron, muchas veces, criterio público. Este libro aborda su biografía. La biografía de un hombre público, distinguido además, como Aníbal Galindo en este caso, sobrepasa los linderos de su historia particular. Reclama ser tratada con amplitud dentro del marco histórico y político en que se desenvolvió. El propósito asocia íntimamente los escenarios en que actuó, las circunstancias públicas que afrontó, los personajes que trató. La biografía, bajo estas condiciones, convoca asuntos integrales del biografiado, eventualidades de tiempo y lugar que lo envolvieron, acontecimientos que lo rodearon, episodios que dieron sentido a su actuación, inventario de la herencia que dejó. Este libro, por esa razón, discurre sobre el lomo de los acontecimientos del siglo XIX, época singularmente agitada, escenario de intensa violencia política donde se dio la vida del eminente hombre público. El recorrido existencial de Aníbal nos instala en la entraña de la historia de Colombia, en el siglo XIX. Un siglo que, siendo el de “las luces”, como lo llamó el profesor Gerardo Molina, estuvo políticamente agitado por la redacción de Constituciones y bélicamente comprometido en numerosas y sucesivas guerras que llamaron “civiles” todas, por cierto, profundamente inciviles. Constituciones y guerras son dos hilos conductores de la época; traspasaron horizontalmente la vida pública y la vida privada de tres generaciones de colombianos. La biografía de Aníbal tiene sustento en sus Recuerdos Históricos, 1840-1895, un libro de 296 páginas publicado en Bogotá, en el año 1900, un año antes de su muerte por la Imprenta LA LUZ. Constituye “un documento capital para la historia política de Colombia en la segunda mitad del siglo XIX”. Lo escribió, como él mismo lo dijo, “desde el diario acontecer político en que ocurrían los hechos que refería sintiéndose con la imparcialidad 6 y el valor necesarios para ponerse frente a su conciencia y expresar sus juicios sobre los diversos asuntos y acontecimientos, sin contemplaciones con partidos, jerarquías, ni hombres, con el criterio de la verdad”. Todo porque, como también dijo, escribió “para la enseñanza moral de mis conciudadanos”. Los Recuerdos están complementados con bibliografía histórica adicional y referencias de autores que lo citan o que comentan partes de su intensa producción y de su dilatada vida pública. EL PERSONAJE Aníbal Galindo se distinguió del común de las gentes. Fue una persona de presencia física notable. Era alto, de constitución robusta, de ojos claros, tez rosada, cabellos rubios y temperamento sanguíneo. Le decían “el mono”. Desde esa atalaya corporal actuó y expuso sus verdades como las sintió, “sin contemplaciones con partidos, jerarquías o personas”. Aníbal fue un orador elocuente. A su razonamientos unía una voz fuerte y sonora, agregaba la apostura, los gestos del tribuno y la fluidez y elegancia de la expresión. En los discursos exponía sus razonamientos con la misma claridad y nitidez que en los escritos. Unos y otros solía salpicarlos con frases grandilocuentes. Abordó complejas transacciones del Estado, externas e internas, en una época de intensas y letales confrontaciones bélicas, partidistas y grupales Aníbal fue político por vocación, abogado por formación, militar por temperamento, administrador de Estado por inclinación, economista por estudio, además profesor, vigoroso intelectual, jurisconsulto eminente, escritor fluido, orador fogoso. Hombre honorable. Probado patriota. Destacado en la actividad pública. “Lo respetaban como merecían sus distinguidas cualidades”. Aníbal mostró talento singular, carácter franco y noble, acrisolada honradez, vasta ilustración. En su trato social, fue culto y efusivo. Evitaba contradecir a su interlocutor. Decía que estaba convencido de que “en la contradicción se esconde una de las manifestaciones más certeras de una mala educación”. Al contestar solía acoger y repetir las frases de quien se las dirigía. Decía que “su corazón estaba partido en dos, uno para perdonar y olvidar a los que le hicieran mal, otro para querer y agradecer a los que le hicieran bien”. Rafael Núñez lo definió en un artículo publicado en el periódico El Porvenir de Cartagena, cuando trató las candidaturas de Salvador Camacho Roldán para gobernador de Cundinamarca y de Aníbal Galindo para gobernador del Tolima. Núñez escribió: “en el fondo del espíritu de Camacho Roldán hay siempre alguna cosa dispuesta a convertirse en hiel, (Camacho fue hombre de pasiones fuertes en materias políticas); en el alma de Galindo rebosa siempre la miel hiblea” (la del “monte de Sicilia, famoso por su miel”). Aníbal actuó en política dentro del partido liberal. Perteneció a la fracción radical. Con el tiempo tomó distancia de esa posición y se aproximó a la posición contraria. Desde esa posición ecléctica recorrió todo el espectro político de sus contemporáneos, posición cambiante que le creó dificultades entre las alas ideológicas extremas. En su opúsculo sobre las Batallas decisivas de la Libertad, reconoció en Bolívar “la visión, los destellos, las súbitas iluminaciones y las grandiosas concepciones del genio; arrebatadora, deslumbrante, inagotable elocuencia; templado valor personal, capaz de 7 llegar al heroísmo; inquebrantable constancia; pasmosa actividad, total y absoluto desprendimiento de la riqueza y de bienes de la fortuna”. Al tiempo que le enrostró “la falta de la mas noble de todas las cualidades de la grandeza, la magnanimidad, la piedad, la humanidad; en una palabra, la inefable simpatía, la divina conmiseración por la vida y el dolor de nuestros hermanos”. En sus estudios Aníbal encontró que “de las innumerables batallas libradas en el mundo, sólo dieciséis tuvieron por objeto la libertad de los pueblos; la sangre vertida en las demás, sólo sirvieron para el sostenimiento de dinastías que necesitaron la fuerza para dominar a la imposición de creencias religiosas contrarias a las que profesaban los asociados, o para la conquista de naciones débiles. Los lobos entre sí reflexionan mucho antes de darse dentelladas”. Aníbal se mostró como actor de primera línea en el escenario público de Colombia. Sus actividades públicas fueron múltiples. Estuvieron vinculadas a la política, a la academia, a las ciencias económicas, jurídicas y sociales. Hizo señaladas contribuciones en la cátedra, en la tribuna, en la magistratura, en el servicio público. La mezcla de actividades, debidamente dosificadas, hizo de Aníbal un protagonista, un actor que se manifestó como brillante hombre de Estado. Actuó en la paz y en la guerra, dos factores notables del discurrir de la época. Lo comprometieron a fondo. Fue completamente versado en lo episodios eminentes de la historia patria. Fue activo en la enseñanza de las