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4/10 tercera época tablas Vol. XCV La revista cubana de artes escénicas octubre-diciembre En portada: Reverso de portada: Ayer dejé de matarme gracias a Convocatoria Premios Caricatos ti Heiner Müller Contraportada: de Mario Guerra Hecho en Perú, de Yuyachkani Foto: Luis Ernesto Doñas Foto: Abel Carmenate Reverso de contraportada: Casa Editorial Tablas-Alarcos Sumario 3 Visiones de un hombre de la danza 63 Cristóbal Peláez: pensar al teatro entre la ficción y el Karina Pino documento Lilián Broche Moreno y Laura González La selva oscura 67 Miguel Rubio:«mirar hacia adentro» para inventar un teatro necesario 5 José Antonio Ramos: ciudadano y dramaturgo Eugenia Álvarez García y Martha L. Ileana Mendoza Ferraz Hernández Cadenas 9 Ramos dentro de la crítica teatral de su tiempo Marivel Hernández Suárez Oficio de la crítica 14 Ludwig Schajowicz, precursor del teatro moderno en Cuba 69 Fui a Perú para recordar y terminé recordándome Pe- Petra Röhler dro Enrique Villarreal Sosa Traducir una másca- ra, atravesar un carnaval Lilián Broche Moreno Veinte años de Teatro El Público Kay Punku: memoria histórica y sentido político en el discurso teatral de Yuyachkani Yohayna Hernández Encrucijadas Josefina la viajera: otra historia teatral de la nación Yoimel González Hernández Anotaciones sobre 17 Un clóset tan amplio como el mundo. Sujetos nóma- el observatorio desde el cual Anna y Martha contemplan das en el teatro de Carlos Díaz el mundo Habey Hechavarría Prado Protection: William Ruiz Morales un espacio seguro para compartir Pedro Enrique Villarreal Sosa Y aunque te cueste la muerte hazlo: 22 Veinte años de tango queer mira por primera vez Martha L. Hernández Ca- AndyArencibia denas Ofelia y Amlet en las calles Oquendo y Desam- parados. Ayer dejé de matarme gracias a ti Heiner Müller da para pensar Boris González Arenas Reportes 26 Luces y sombras del teatro cubano en Camagüey 2010 88 En tablilla Vivian Martínez Tabares 31 El estado de las cosas y las cosas del Estado 94 Desde San Ignacio 166 Amarilis Pérez Vera 35 Bienal de Danza del Caribe. Un camino abierto 96 En primera persona Mercedes Borges Bartutis 57 Imagínate cuando se haga oscuro/imagínate cuando Un mito corpóreo haya tormenta. Romper el hielo: Jon Fosse en la esce- Miguel Barnet na cubana Yohayna Hernández Libreto 89 La Cebra Salvador Lemis Entretelones: Yo no sé dónde está la magia, dice la cebra, Otra mirada a la danza del Caribe pero igual me mata Rogelio Orizondo 2010 edi-iempre es útil repasar lo hecho, qué significa, qué aporta un año a la escena cubana. Este número se ocupa de revisar el 2010, gracias a la detención en S varios eventos fundamentales de estos meses: Festival Nacional de Teatro de Camagüey, Mayo Teatral, Bienal de Danza del Caribe. A pesar de tantos, no lo hacemos puntualmente, pues suman decenas los encuentros programados en el marco insular, y otros fueron ya tratados en entregas pasadas. Incluimos un espacio de reflexión dedicado a Teatro El Público en su veinte aniversario, y abrimos con un homenaje a Tomás Morales, Premio Nacional de Danza del presente año. Revisamos, además, el panorama dominante –algunos premios, activida- des, publicaciones, jornadas–, y nichos más pequeños pero no menos impor- tantes, como el signo del espectáculo colocado en la imagen de la cubierta. Sin paradoja alguna, conviven también aquí las búsquedas de la dramaturgia novísima con el «viejo» José Antonio Ramos –cuyo recuerdo debemos al evento to-organizado por el Instituto de Literatura y Lingüística– o el centenario de Ludwig Schajowicz, forjador en los albores del teatro de arte del siglo XX. En fin, historia y presente que llegan e intervienen en la misma creación actual. rialeditorial Casa Editorial Tablas-Alarcos Director Omar Valiño tablas Jefa de redacción Yohayna Hernández Editores Alejandro Arango y Karina Pino Gallardo Redactora Lilianne Lugo Herrera Corrector Alejandro Arango Diseño gráfico Marietta Fernández Martín Ediciones Alarcos Abel González Melo, Adys González de la Rosa, Ernesto Fundora, Osmida Baltodano de León, Orisel Sierra Santiesteban Sitio web Amarilis Pérez Vera Programación Aldo Tróccoli Diseño Idania del Río Gestión y promoción Dianelis Diéguez La O Economía Maura Hernández Secretaría Michel Sotomayor Mecacopia Yoryana Martínez Toirac Servi- cios Servilia Pedroso, Juan Carlos Concepción Ruiz Consejo asesor Eduardo Arrocha, Freddy Artiles (†), Raquel Carrió, Carlos Celdrán, Amado del Pino, Abelardo Estorino, Ramiro Guerra, Eugenio Hernández Espinosa, Armando Morales, Fátima Patterson, Carlos Pérez Peña, Graziella Pogolotti, Jesús Ruiz Consejo de colaboradores Norge Espinosa Mendoza, Maité Hernández-Lorenzo, Fernando León Jacomino, Nara Mansur, Reinaldo Montero, Roxana Pineda, Rubén Darío Salazar, Alberto Sarraín tablas, la revista cubana de artes escénicas. tablas aparece cada tres meses. No se devuelven originales no solici- Miembro fundador del Espacio Editorial tados. Cada trabajo expresa la opinión de su autor. Permitida la de la Comunidad Iberoamericana de Teatro. reproducción indicando la fuente. San Ignacio 166 entre Obispo y Obrapía, La Habana Vieja, Cuba. Precio: 5 pesos mn Teléfono: 862 8760. Fotomecánica e impresión: Palcograf, Palacio de Convenciones Correo electrónico: [email protected] ISSN 0864-1374 www.tablasalarcos.cult.cu 2 tablas premio Nacional de Danza 2010 Visiones Karina Pino de un hombre de la danza HACE ALGUNOS MESES, EN UNA ENTREVIS- ta realizada para La Jiribilla, Tomás Morales expresaba, al preguntársele sobre el recién recibido Premio Nacional de Danza: «pensé que no se conocía del todo mi trabajo, ya que el cabaret es menos seguido». En cierta medida tenía razón, la vida profesional de este hombre ha sido para muchos un des- cubrimiento, en el cual este galardón ha jugado un papel im- portante. Ahora queda más clara su intensa trayectoria, que se mueve entre la actuación, el canto, el baile y la coreografía, y se nutre de las influencias más contrastantes. Comienza en la ciudad de Matanzas, uno de los asentamientos de población más íntimamente relaciona- dos con la cultura afro, con los orishas, con los bailes popu- lares que brotaron de esa sangre negra, rítmica y caliente. FOTOS: CORTESÍA DE ONDINA MATEO Sobre todo las calles del centro presenciaron durante años En Cuba el teatro musical es un género que cuenta la evolución de fiestas tradicionales que fueron uniendo lo muchas épocas de gloria. El joven lo vive en plena eferves- africano y lo español, como las celebraciones del Corpus cencia, y le desarrolla un sentido de la disciplina más rigu- Cristi y las del Día de San Juan. Al mismo tiempo, sus roso y concentrado, al proyectar su inspiración hacia hori- esquinas estaban llenas de bembés donde se tocaba la rum- zontes más abarcadores. Le abrió las puertas, de la mano ba con cazuelas y cucharas. de Alberto Alonso y del propio Trápaga, al Grupo Experi- De esas calles forman parte Manzaneda, Zaragoza, mental de Danza de La Habana, en el cual pudo desplegar Río y Compostela, que acogieron al niño Tomás Morales sus capacidades para la interpretación vocal y el baile, algo allá por la década del cuarenta y lo ligaron a las sonoridades que signaría de manera decisiva el resto de su carrera. de barrio, al guaguancó, la guaracha, los bailes yorubas, y le La experiencia con el Grupo ilumina un periodo de inda- dejaron el recuerdo de aquellas festividades que de reli- gaciones y crecimiento intelectual. El cuerpo, moldeado para giosas pasaron a ser profanas, constituyeron la imaginería la danza, el ritmo y el movimiento, hasta entonces en función popular y tejieron las visiones más influyentes en la me- de continuas presentaciones televisivas, confronta ahora una moria del futuro bailarín. serie de exigencias artísticas más complejas, que demandan, Esta savia sincrética fue el impulso de sus visitas escu- si es que así puede decirse, una entrega sensible de mayor rridizas al Teatro Sauto para ver bailar y cantar a los artis- envergadura, muy vinculada al entrenamiento y la disciplina. tas, y también para decidir dejar la carrera de Comercio, El grupo reunía no solo a bailarines, sino a artistas plásti- que estudió ya en La Habana con catorce años, luego de la cos de la talla de Mariano Rodríguez y Martínez Pedro para cual se presenta a la televisión como bailarín aficionado. crear los ambientes escenográficos que poblarían los espec- táculos, sostenidos sobre múltiples procesos de investiga- Algo que no se puede aguantar* ción, y de clases impartidas por reconocidas figuras de la música, el teatro y la danza, entre ellas Vicente Revuelta. Es más conocido el descubrimiento que hace de él De esta experiencia surgiría más tarde el Teatro Musical Luis Trápaga y luego Alberto Alonso. «Mucha gente se creía de La Habana, al que Morales se incorpora como un creador que yo había estudiado ballet, me decían chiquito qué bien en plena efervescencia, más seguro de un destino que había tú bailas» quizás por eso, y por sus continuas presentacio- perfilado ya sus primeros trazos y que lo había confrontado nes con Trápaga en la televisión es que se incluye junto a con las múltiples aristas de la escena. Era un bailarín que Alonso, sin aún cumplir los veinte años, en el elenco del podía actuar, podía cantar, pues le habían «diagnosticado» una mítico cabaret Sans Souci. excelente voz de tenor. Su sensibilidad estaba encontrando Pero es muy probable que su posterior estancia en el ahora un canal orgánico de enriquecimiento. teatro musical sea la que lo solidifica y lo moldea, más que Esta vivencia fundacional está, sin embargo, muy ligada como un bailarín de naturales y excelentes condiciones, a otra, que constituye en la vida de Tomás Morales una un hombre de escenario más completo, que explora cada suerte de realización, y cierra el ciclo de las búsquedas no género escénico casi como un iniciado, siempre buscan- intelectuales o creativas, porque esas no terminan, sino de do, porque hasta entonces su vocación no estaba definiti- sentido para su intelecto en formación.