Subjetividad De Época Y Locura En El Rock De Besuit Vergarabat
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Trabajo final del curso: DISCURSIVIDADES EN EL ROCK DE ARGENTINA. CONFRONTACIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS EN SU ABORDAJE Y ELEMENTOS PARA UNA COMPARACIÓN CON BRASIL. Maestría de Análisis del Discurso. FFYL, UBA Profesor: Adrián Fanjul SUBJETIVIDAD DE ÉPOCA Y LOCURA EN EL ROCK DE BERSUIT VERGARABAT 1. Introducción Este trabajo analiza la letrística del grupo Bersuit Vergarabat según categorías enunciativas y psicoanalíticas. El objetivo es establecer continuidades y diferencias del sentido actual de la locura con el que le dio el rock de los primeros tiempos, y situarlos en relación con los lazos dialógicos y subjetivos que surgen de sus escenografías. El rock nacional asume en sus letras una cierta identificación con la locura, sus emblemas y símbolos desde el comienzo. No obstante dicho comienzo no es un dato unívoco. Claudio Díaz (2005) señala dos momentos y estéticas diferentes en la disputa por el origen. Por un lado su origen se inscribe hacia los años 50 como parte de la dinámica del mercado discográfico estadounidense y la expansión del rock and roll; de esa manera Argentina como nuevo mercado adopta para la producción y consumo masivo el estilo Elvis Presley y las letras en inglés que caracterizaban esa música. Surge entonces con esa influencia una primera generación de grupos locales entre los que destacan “Sandro y los de fuego”. 1 El otro origen, mítico según Díaz, está algo más identificado con el agua que con el fuego1, se lo sitúa en la difusión del tema “La Balsa” interpretada por Los Gatos y surgida en las trasnoches under de La Cueva. Dentro del rock se considera a este como el verdadero origen. Díaz describe la obra de Los Gatos de esta forma “A nivel de las estructuras narrativas, se trata siempre de una propuesta de abandono (incluso de huida) de un ámbito de antivalores para acceder al de los valores. Recorrido casi siempre eufórico que genera un Programa narrativo cuyo sujeto se constituye como un colectivo definido generacionalmente, y opuesto a “la sociedad”, al “sistema”, la “ley”. Es interesante, incluso, observar todo el juego de oposiciones axiológicas que aparece en las canciones en relación con estos dos colectivos y sus ámbitos propios. Así, el ámbito de los valores, correspondiente a la búsqueda de los jóvenes, tiene relación con la pasión y la ruptura de las reglas (“Locura”), la inocencia, lo natural, la paz, la libertad, la autenticidad, el amor (incluso divino), la comprensión, etc., todo esto resumido en la idea de VIVIR. Los antivalores de los adultos, de la sociedad o el sistema, tienen que ver con el respeto de las reglas, la rutina (“Cordura”), lo artificial, la ley, la represión, las apariencias y la hipocresía, la falta de amor, la incomprensión, la tristeza y la infelicidad, todo resumido en la idea de DURAR” (op. cit. Pp.24) Algunas de estas características son comunes, otras no tanto, pero claramente el rock nacional presentaba elementos de ruptura y cierta tensión respecto del fuerte condicionamiento comercial y estético de la industria discográfica. La Balsa con la que partir hacia la locura, inició sí la definición del rock nacional como un rock ‘disidente’. 1 El fuego como un símbolo del rock, de la juventud y la pasión se destaca no sólo en el nombre sino, y a modo de reafirmación, en los tres primeros discos de Sandro , “Sandro y los de fuego” (1965),” Al calor de Sandro y los de fuego” (1965) y, “Alma y fuego” (1966), y en uno de sus temas más famosos, “Dame el fuego de tu amor” del disco “Sandro espectacular” de 1971 (www.cmtv.com.ar). 2 Más que dos versiones sobre del origen del rock reconocemos distintos momentos fundacionales que dieron lugar a diferentes estilos y tradiciones influenciando la producción posterior. A lo largo de las distintas décadas el rock ha transitado importantes modificaciones y mantenido constantes ciertos rasgos que lo delimitan como género, entre ellos “ser, para sectores sociales heterogéneos, lugar y palabra de identificación en un ‘nosotros’ no conformista, urbano y en general de signo juvenil (independientemente de la edad cronológica de los participantes)” (Adrián Fanjul, 2009). Con la caída de la dictadura y las nuevas condiciones de enunciabilidad que se fueron gestando en la resistencia surge una variante particular del rock, el rock chabón. Bersuit Vergarabat es un grupo de rock de alta reproductibilidad y popularidad. Su producción que puede ubicarse en el subgénero chabón, se destaca en el texto cultural de Argentina de los últimos años, incluyendo el momento en que la prensa publicaba el anuncio oficial de cierre de manicomios de la Ciudad. Indagaremos aspectos semánticos, configuraciones escénicas, ethos y pathos en los que se articula la subjetividad y un modo de esta, la locura. El análisis de su letrística posibilita una aproximación a las voces que están ausentes como tales en las en las noticias periodísticas, en las Noticias de ayer2. 2. Discurso y subjetividad Partimos del supuesto de que en la creación cultural, de la cual el rock es una expresión, interviene la actividad psíquica concerniente a la creación y la potencia imaginativa, al deseo humano y a la conflictiva inconsciente. La cultura remite asimismo al orden de la discursividad o Discurso Social según la denominación propuesta por Marc Angenot (1989) quien la describe como un “objeto compuesto, 2 Tema de Los Redondos de Ricota 3 formado por una serie de subconjuntos interactivos de elementos migrantes, metafóricos, (en el que)… operan tendencias hegemónicas y leyes tácitas” (pp2-3) Entre sus restricciones y funciones tiene la propiedad de hacer inteligible el enunciado particular integrándolo en un dominio general que incluye posiciones de disenso de acuerdo a mecanismos de regulación y unificación o hegemonía “conjunto completo de reglas prescriptivas de diversificación de los decibles y cohesión, de coalescencias, de integración”. El tópico de la locura como se ha señalado tiene un lugar destacado en el desarrollo del rock nacional, el valor que tiene allí difiere complementariamente del que asume en otras zonas del discurso y de las prácticas sociales. La perspectiva dialógica revela ciertos contrastes entre la enunciación del rock con las representaciones de locura que allí circulan, y otros enunciados del discurso social. Intentaremos acceder más que a representaciones fijas, al vínculo dialógico con otros discursos. El concepto propuesto por Bajtín y retomado por Angenot, para dar cuenta de la complejidad dialógica, es el de interacción generalizada., la relación enunciativa por la que se imprime en un enunciado los ecos de otros, con sus visiones del mundo, teorías y huellas de memoria. Creemos que de esa forma se inscriben además las modalidades subjetivas o intersubjetivas de la época. Las nociones de sujeto y de subjetividad tampoco tienen una significación simple ni son necesariamente sinónimo de intencionalidad. Tradicionalmente la subjetividad se halla asociada por contraposición a la noción de objetividad, y se desliza a la dualidad interior-exterior. Esta perspectiva ha sido superada desde diferentes campos tanto para la noción de sujeto como la de subjetividad. Señalaremos brevemente nuestros puntos de apoyo. La lingüística, de acuerdo con lo que señala Caterine Kerbrath Orecchione (1997) abona la idea de que “toda unidad léxica es en cierto sentido, subjetiva, dado que las ‘palabras’ de la lengua no son jamás otra cosa que símbolos sustitutivos e interpretativos de las ‘cosas’” (pp.92). 4 Pero tal como lo señala Authier-Revuz (1984) la subjetividad enunciativa no puede interpretarse simplemente como el habla individual acorde a la intención de un yo emisor, del cual tampoco es el equivalente. Por el contrario, el sujeto porta en su discurso enunciados ajenos, es hablado por otro/s más que dueño de su discurso. La unidad lograda en el discurso es provisoria y se debe a la capacidad de autorrepresentación que tiene el yo para ofrecer una imagen ilusoria de dominio “En ruptura con el yo, fundamento de la subjetividad clásica concebida como un interior frente a la exterioridad del mundo, el fundamento del sujeto se encuentra aquí desplazado, desalojado, ‘en un lugar múltiple, fundamentalmente heterónomo, donde la exterioridad está en el interior del sujeto’ Estas concepciones del discurso, la ideología y el inconsciente se unen en la afirmación de que, constitutivamente, en el sujeto, en su discurso, hay Otro, afirmación que las teorías de la enunciación no pueden eludir sin riesgo para la lingüística” (Authier Revuz, op cit. pp.5) Más aun, el sujeto como dispositivo simbólico emerge de relaciones de producción y significación que involucran la categoría de poder para dar cuenta de la producción de mecanismos de sujeción y de resistencia, en términos de Michel Foucault (1983) Operativamente nos centraremos en la articulación enunciativa, considerando con Dominique Maingueneau (1997:50) en que “la enunciación no es una escena ilusoria donde serán dichos contenidos elaborados en otro lugar, es un dispositivo constitutivo de la construcción de sentido y de los sujetos que ahí se reconocen” De acuerdo a este enfoque en la delimitación del rock, según trabajos de Adrián Fanjul (2009) es posible determinar una escena genérica “en que distintos tonos de la enunciación se hacen reconocibles y toman corporeidad formando lo que, desde la perspectiva del mismo autor [Maingueneau] podemos considerar un ethos” (pp8). Ligado a este enfoque demuestra también, en base a un minucioso trabajo de investigación, la preponderancia del “endocentrismo” en la tendencia enunciativa del rock nacional (Fanjul, 2007), manifiesta entre otros como imperativo, propósito o intención, y “lucha del personaje por alcanzar control” ante un entorno hostil jerarquizado en su representación. 5 En base a estos conceptos aspiramos a indagar la concepción de locura y las continuidades o modificaciones de esta respecto de las escenografías pioneras del rock nacional y las diferentes condiciones históricas de enunciabilidad con énfasis en la subjetividad, otredad constitutiva y dispositivo inconsciente de dinámicas de deseo y pulsión3.