Del Carnaval a La Música Popular Transiciones En El Arte Murguero María Eugenia Domínguez Clang (N.° 4), Pp
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Este texto tiene como base una investigación en la que se examinan las prácticas y las memorias de un segmento de músicos que se dedican a la música rioplatense, es decir, a la murga argentina, a la murga uruguaya, al candombe argentino, al candombe uruguayo, al tango y a la milonga. En esta escena musical, varios trabajos vinculan a uno o más de estos géne- ros con el rock, el jazz o el folclore. En este artículo se describe la escena rioplatense como marco del movimiento de aproximación entre músicos, murgueros y carnaval, en el que se gesta un abanico de trabajos musicales que van desde la murga tradicional hasta las expresiones más descarnava- lizadas, que suelen ser rotuladas como «música popular de calidad». PALABRAS CLAVE Murga, carnaval, música popular Clang Año 4 | N.°4 | ISSN 2524-9215 19 La murga ha sido, durante décadas, una pro- diferentes. Por más que murgueros y murguis- tagonista fundamental en las fiestas del carna- tas hablen de «murga de estilo uruguayo» para val tanto en el Uruguay como en la Argentina. referir al género oriental y aunque exista una Sin embargo, desde la década del noventa, en notable afinidad temática entre ambos tipos ambos países, la murga extendió su calendario de murga, la murga argentina y la uruguaya de actuaciones más allá del período carnava- exhiben diferencias muy significativas en sus lesco. En este momento surgieron las expre- formas de composición y en las formas de siones «murguista profesional», entre quienes interpretación durante las performances. Las se dedican a la murga uruguaya, y «murguero recurrentes distinciones y contrastes que mur- profesional», entre los de la murga argentina. gueros y murguistas elaboran con relación al Asimismo, en este período, aumentó la presen- arte que cultivan, alejan cualquier peligro de cia de murgas uruguayas en Buenos Aires y en fusión o de uniformización entre los dos tipos sus alrededores. de murga.2 Además de renovar el lenguaje de sus En este texto se describen algunas de las actuaciones, muchas murgas comenzaron a transformaciones que acompañaron la creciente grabar sus repertorios. Esto contribuyó a la aproximación entre murgueros y músicos, apro- divulgación de la musicalidad de las murgas ximación que hizo que la murga abandonara su entre un público más amplio que el que fre- antiguo reducto de música oral, tradicional y fol- cuenta los corsos o los tablados del carnaval. clórica y pasara a integrar las filas de la música Algunos músicos1 comenzaron a trabajar el popular de la región. Actualmente, los estudios formato murga-canción o canción murgueada. sobre música popular utilizan esta categoría Esto generó una aproximación entre músicos y para referir a la música grabada y mediatizada, murgueros que comenzaron a trabajar en ini- distinta de la música de tradición oral y anóni- ciativas comunes y que aportaron nuevas sono- ma, como de la música con tradición escrita (lla- ridades tanto a las actuaciones de las murgas mada erudita, académica o clásica) (González, como a un segmento de la música popular de 2013). ¿Cómo vivieron este proceso sus prota- Buenos Aires. gonistas? ¿Qué memorias permiten describirlo? Nótese que la murga uruguaya y la murga La descripción tiene como fundamento una argentina son tratadas aquí como géneros dis- investigación antropológica realizada en la ciu- tintos. Sigo en este punto la propuesta de Rafael dad de Buenos Aires sobre las prácticas y las Menezes Bastos (1996), quien sugiere recurrir a memorias de un segmento de músicos que se las formulaciones de Mijaíl Bajtín (2011) sobre dedican a la música rioplatense, es decir, a la los géneros discursivos para pensar fenómenos murga argentina, a la murga uruguaya, al can- musicales. Para este último autor, los géneros dombe argentino, al candombe uruguayo, al son conjuntos de enunciados que muestran tango y a la milonga (Domínguez, 2009). Utilizo una relativa estabilidad en los planos estruc- la denominación música rioplatense porque se tural, temático y estilístico. Por lo tanto, analíti- trata de una categoría comúnmente adoptada camente, es adecuado referir a los géneros de por los propios músicos, por las audiencias, por murga en plural, ya que la murga uruguaya y la la prensa de espectáculos y por empresas que argentina son, desde esta perspectiva, géneros comercializan música. En esta escena musical 1 Se entenderá por músicos a las personas con una instrucción formal en música y/o a aquellos que trabajan, profesional- mente, en actividades asociadas al mundo de la música. 2 Para profundizar sobre el contraste entre las actuaciones de la murga argentina y de la uruguaya puede leerse «Iguales pero distintos. Músicas y fornteras en el Río de La Plata» (Domínguez, 2013). 20 artículos varios trabajos aproximan uno o más de dichos que incorporaron dichos géneros, las cuerdas de géneros al rock, al jazz o al folclore. Comenzaré candombe afrouruguayo y las murgas urugua- por describir algunas características de la música yas, integradas por uruguayos y por argentinos rioplatense pues ella es el marco en el que se o, solamente, por argentinos que se identifican consolida la tendencia que aproxima carnaval, con esas musicalidades. La circulación de graba- murgas y música popular. ciones de música uruguaya entre las audiencias argentinas también fue determinante para la consolidación de esta escena. LA ESCENA RIOPLATENSE Y LAS MURGAS Por más que muchos de los precursores de la música rioplatense se iniciaron en el mundo Muchos de los artistas que actualmente se del rock y del folclore, sus trabajos apuntan, ac- encuentran en actividad en la escena riopla- tualmente, a direcciones variadas y, de manera tense son veteranos de la música popular de general, se alejaron de lo que hoy se difunde la ciudad de Buenos Aires; se trata, en muchos como rock o como folclore en la Argentina. Al- casos, de músicos que iniciaron su actividad gunos se inclinaron hacia el tango, después de con el rock nacional o con el folclore. Como un trayecto con incursiones en la murga y en señala Sergio Pujol, desde los años setenta el candombe; otros, trabajaron en proyectos con existe en la Argentina un movimiento que bus- orientación jazzística y candombera o se dedica- ca «imprimir un matiz local a proyectos más o ron a investigar y a divulgar la murga argentina menos roqueros» (2005: 95). Sus integrantes y otras formas artísticas asociadas a las tradicio- conjugaban rock con murga y con candombe, nes carnavalescas argentinas. y trabajaban, casi siempre, al margen de las Con base en experiencias en la música rio- grandes corporaciones de la industria del es- platense, muchos músicos narran sus memorias pectáculo. A su vez, estos músicos promovían de los eventos y de los acontecimientos que un folclore distinto al canónico y afirmaban que dieron forma a este movimiento. Si bien cada Buenos Aires también tenía un folclore propio, narrativa es diferente de las demás, pueden ob- urbano y de puerto. servarse ciertas regularidades y convergencias A este movimiento se sumaron, también, en los discursos que expresan estas memorias. varios músicos uruguayos que se instalaron Una de ellas es la convicción de que existe una en Buenos Aires después del golpe militar de tradición de canción en Buenos Aires –uno de su país y que formaron conjuntos con músicos sus principales exponentes, en los años ochenta, argentinos, además de trabajar como profeso- fue para muchos Alejandro del Prado– que fue res de distintos saberes asociados a géneros recogida por los músicos que se dedican a la uruguayos. En Buenos Aires hay profesores de música rioplatense en la actualidad. técnicas de candombe para guitarra o para bajo Antes de exiliarse en México, Alejandro Del eléctrico, de tambores de candombe afro uru- Prado formó el conjunto Saloma, con el que gra- guayo, de percusión de murga uruguaya, de bó el LP Canciones de Buenos Aires (1978). En canto y de coro al estilo de la murga uruguaya; tierras mexicanas lanzó Dejo constancia (1982), su público está formado por uruguayos, por hijos con Lito Nebbia, editado en Argentina. Una de de uruguayos que viven en la ciudad y, también, sus canciones más célebres, «La Murguita de por argentinos. Villa Real», aparece en su segundo disco solista, Ese conjunto de enseñanzas y de experien- Los Locos de Buenos Aires (1985), y se convirtió cias compartidas contribuyó a la formación de en un ícono para los músicos que trabajan con la muchos artistas locales. Proliferaron las bandas línea de la murga canción. En 1983, al regresar Clang Año 4 | N.°4 | ISSN 2524-9215 21 del exilio, acompañó como guitarrista al urugua- y ochenta. Como ocurrió con muchos otros mú- yo Alfredo Zitarrosa –quien también regresaba sicos, la madurez y los años noventa lo apro- del exilio en España– en los conciertos que dio ximaron al tango. Por ello, Mozzi se dedicó, en el Estadio Obras Sanitarias. Del Prado se tor- inicialmente, al folclore.