Aceptado: 7demarzo2014 Recibido: 23deseptiembre2013 Correo e:[email protected] *Escritor. una tradicióncarnavalesca Key words:vocalmusic;composers;musicians; performers; smallest citiesontheplanet. February andMarch,liveningupthestreetsneighborhoods ofonethe ofthis festivity celebrated yearby criticism, constitutetheessence year between nal instruments, drama plays and songs' lyricspermeatedby social and political me oneoftherichesttraditions of Montevideo’s , in . Traditio- musical genre dating back to theSpanish and which evolvedtobeco- Abstract: Thispaperanalyzes the murga’s cultural phenomenon whichisa The murgahascome:acarnivaltraditionfromUruguay Montevideo músicos; artistasescénicos; Palabras clave:músicavocal;compositores; y barriosdeunalasciudadesmáspequeñasdelplaneta. de febreroymarzoquedurante cuarenta entre losmeses días alegralascalles tica políticaysocialconstituyenlaesenciadeestafiestaqueserealizacadaaño la crí- en lasquepermea canciones dramáticas yletrasde típicos, intervenciones las tradicionesmásricasdelcarnaval de Montevideo,enUruguay. Instrumentos gen seremontaa la chirigota española y que evolucionóhasta conformar una Resumen: Seanalizamusicalcuyoori- el fenómenoculturaldelamurga,género Llegó lamurga: del Uruguay H éctor S ommaruga * 69

La Colmena 84 octubre-diciembre de 2014 pp. 69-72 ISSN 1405 6313 El invierno va pasando lento, apuñalando una y por hoy, asisten miles de personas. Según cálculos, otra vez los retoños primaverales con ráfagas de un el público de estas fiestas es mucho mayor que el frío tajante, salpicado de tormentas. Y en los hue- que concurre a los estadios a ver partidos de fútbol, cos de sol caliente en ese típico cielo azul que mues- lo que es decir bastante en un país con la tradición tra con orgullo la bandera, el ánimo se entibia, más futbolística de Uruguay. bien a tropezones. Aquí y allá, por los barrios de Así, una murga es una especie de ópera popu- Montevideo, que son muchos aunque la ciudad es lar en donde hay música, letras llenas de humor y chica, empiezan a oírse los primeros coros aún des- protesta, coros, escenografía, vestuario y maquilla- articulados al son de bombos, platillo y redoblan- je. Todo es color, alegría, humor negro que delata te. Y entre alguna grapa miel y el infaltable tinto, situaciones sociales y políticas que siempre golpean las voces poco a poco afinan y crecen, asaltando la sin pudor a los uruguayos. No es casualidad que, noche desde los más pintorescos galpones y salo- en los aciagos años de la dictadura, muchas mur- nes comunales. El carnaval anda medio lejano, pero gas y sus integrantes fueran prohibidos, encarcela- la murga, que aligera la corriente sanguínea de los dos o exiliados. uruguayos, ya empieza a echarle aceite a los pisto- Las reglas dicen que una murga debe estar compues- nes para su próxima marcha.

somos todos obreros concientizados en la lucha del pueblo. La murga habla, la murga canta, la murga dice cosas que por ahí otros sinvergüen- zas no se animan a decir (Luna, 1989: s/n).

El inicio de las murgas parece tan viejo como el tan- go. A principios del siglo XX llegó de Cádiz, España, octubre-diciembre de 2014 ISSN 1405 6313 una agrupación conocida como chirigota. Resul- Agarrate Catalina en Ciudad de México (2011). Fotografía digital: Astrid Carmona. 84 ta que sus integrantes, pasadas las actuaciones de o l mena compromiso, se quedaron sin dinero para el regre- ta por diecisiete integrantes en escena: un director, C a L so, así que comenzaron a llevar su espectáculo a las trece cantantes y tres músicos más en la batería. El calles bajo el nombre de 'La gaditana que se va', con director se encarga de pasar las diferentes tonalida- el fin de juntar capital para los boletos. Tras el cómi- des de las canciones, a veces guitarra en mano, diri- co episodio en una ciudad pequeña como Montevi- ge y lleva el ritmo del espectáculo. En cuanto a lo deo, algunos uruguayos empezaron a practicar un que llamamos 'batería', se trata de los instrumentos espectáculo similar, muy adecuado para la época del que conforman la parte musical: platillos (tipo Char- carnaval. Y así, sarcásticamente, surgieron las pri- leston de 13" o 14", redoblante y bombo. meras murgas. Pero los cantantes de hoy, si bien son gente de Desde hace mucho, las murgas en Uruguay, pueblo y, en general, no se dedican a la música pro- junto a los desfiles, no sólo son parte medular del fesionalmente, deben tener ciertas cualidades, por carnaval, sino que por décadas se han 'institucio- lo cual la mayoría de las agrupaciones pasan por nalizado' hasta el punto en que deben cumplir una ciertos procesos de selección. Las voces de una mur- serie de requisitos primordiales para presentarse ga (bajos, segundos, primos, sobreprimos y tercia) ante el público y, especialmente, al concurso anual arman un coro muy especial que consiste en muchas que se desarrolla en un teatro al aire libre en los alternancias de voces, siendo en general la de los meses veraniegos de febrero y marzo, y al que, hoy solistas de un tono agudo y nasal muy particular.

70 LLegó la murga: una tradición carnavalesca del Uruguay Héctor Sommaruga El largo carnaval uruguayo dura más de cuaren- Pero, por lo general y salvo ejemplos mencionados, ta días, entre febrero y marzo de cada año. Duran- la noche de tablado termina ya en la madrugada con te el siglo XX era común que, poco antes del evento, el show de una murga. Y la gente se amontona y en muchas de las esquinas montevideanas se arma- entusiasma; aunque siendo uruguayos no les falta ran tablados. Postes y tablones, luces que bajaban a muchos el 'ojo frío y calculador' de la crítica. En el corriente de las columnas cercanas, sillas prestadas fondo, todos se divierten y por un rato dejan de lado por el municipio, todo debía ser arreglado para que los conflictos que agobian a una sociedad en don- llegara la mayor cantidad de gente y abarrotara la de las quejas y las críticas están tan arraigadas que calle. Hoy en día, son pocos los tablados callejeros. si llegaran a desaparecer los problemas, entonces se Clubes sociales, canchas barriales y espacios semice- haría un paro general y hasta una revolución para rrados hacen negocio en carnaval. Pero la fiesta del que volvieran. dios Momo corre por las venas de todos, así que difí- El torrente sanguíneo se acelera. Desde atrás del cilmente no hay celebración, a no ser que una de las tablado, la batería comienza a sonar con su clásico abruptas y furiosas tormentas de verano la pospon- ritmo. Y por ambos lados van apareciendo los inte- gan para otra noche. grantes de la murga, entonando la canción del salu- Cierto que no sólo van murgas a los tablados. do. Justamente, una de estas canciones, creada por Hay una buena cantidad de variantes en el carna- la murga La reina de La Teja, ha perdurado en el val: sociedades de negros y lubolos (las llamadas tiempo y es un clásico del repertorio: comparsas), revistas, parodistas, humoristas, y por ahí hasta se contrata algún folclorista o grupo de Malvín, vieja barriada sin fin, rock de gran popularidad que incluya junto al Buceo sientan el latir o murga en sus canciones, como el caso de Jaime viejo Palermo, Barrio Sur gentil Roos, La vela puerca, o , entre tan- esperen siempre nuestra voz tos otros. del Pantanoso con amor. octubre-diciembre de 2014 ISSN 1405 6313 Cordón, Cerrito Lindo, hermosa Comercial,

Reducto Franco y la Villa Muñoz, 84

entrelacemos el cantar, o l mena C a Punta Carretas se unirá. L En Carrasco será, tal vez Nuevo París de que unamos el canto adquirido. Goes, Brazo Oriental, Capurrense feliz, llegaremos al Sayago amigo. Y en el Paso Molino hemos de recordar su verde prado que nos vio pasar, algún domingo que faltó la chiquilina del lugar. Llegar a nuestro hermoso grande Belvedere, la misma brisa impulsa al Cerro fiel, Villa Española y Peñarol, Aduana hermosa que acunó en su pecho el soñar de aquél que al emigrar Integrante de Agarrate Catalina (2011). Fotografía digital: Astrid Carmona. no esperaba ser tan bienvenido.

LLegó la murga: una tradición carnavalesca del Uruguay Héctor Sommaruga 71 Y a Maroñas triunfal, con la Aguada total resuena en la madrugada mientras los integrantes nuestros lazos ya están compartidos. de la murga van bajando del tablado, hasta que por Borro, Piria y La Unión, Aires Puros, Colón, último, ya desde atrás del escenario, la música se Piedras Blancas sentirá el latido apaga poco a poco al tiempo que los músicos abor- por ser del carnaval... dan el vehículo que seguramente los llevará a conti- nuar el show en otro lugar. Y todo esto con sólo unos platillos, redoblante, bombo y un pequeño coro. Es el espíritu del carna- val más largo del mundo, que nace y muere cada verano en una de las ciudades más pequeñas del planeta. “Se va… se va la murga…”.

Referencias

Luna, Canario (1989), "Murgas uruguayas, la voz del pueblo", en El Clarín, 4 de mayo de 1986, Buenos Aires.

octubre-diciembre de 2014 ISSN 1405 6313 Aspecto de "Gente común", cuadro de Agarrate Catalina (2011). Fotografía digital: Astrid Carmona. 84

o l mena Es un saludo que apareció hace décadas, escrito por C a L José Morgade. ¡Y claro que es un clásico! Si men- ciona a una buena parte de los barrios de Montevi- deo. Y si algo tiene esta pequeña ciudad portuaria franqueada por las aguas café-verdosas del Río de la Plata es el orgullo a flor de piel. Así, la murga ya tiene a la gente en el bolsillo. Coro de Agarrate Catalina (2011). Fotografía digital: Astrid Carmona. Los disfraces y maquillajes multicolores, muchas veces diseñados de acuerdo a los contenidos del car- Héctor Sommaruga A. Músico egresado de la Facultad de naval, recrean y definen un tema de interés. Tras la Humanidades y Ciencias de Uruguay. Estudió guionismo en el entrada, apenas empieza la función, porque segu- Instituto Superior de Arte de La Habana, Cuba. Ha sido profesor ro abordan el asunto central (político, social…) con de música en el Centro de Actividades Culturales de la Universidad Autónoma del Estado de México, concertista, editor y escritor. una canción de crítica. Tal vez luego introduzcan un Fundó y dirigió la revista político-cultural ZonAlta. Entre otros li- canto de homenaje a alguien o algo en particular, bros, ha publicado la novela Tormenta en el páramo (UAEM/IMC, para luego ir preparando el final con una glosa y la 1997) y el ensayo Mozart en las aulas (UAEM, 2000), además de varias plaquetas de cuento y poesía. Ha sido antologado en no menos popular canción de retirada. Y otra vez, Roda mundo roda gigante (Sao Paulo, 2005) y Letras del desamor luego de casi una hora de espectáculo, la batería (Montevideo, 2006), entre otros.

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