ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA O SEA EL DRAMA LÍRICO ESPAÑOL

DESDE SU ORIGEN A FINES DEL SIGLO XIX

(eonti nuación.)

CAPfTULO XX

Deja la. Ramos el teatro ele la Zarzuela y se pasa al del Circo.- La susti­ tuye Luisa Santamaría.-Otras partes nuevas en la Zarzuela : la Albini, la Toda., la Portuonclo y el tenor CarrataLá.-Abrese la zarzuela con La pradem de los desafíos d r.• el e septiembre.-La reina Topacio y otros estrenos.-El loco de la guardilla : éxito ele Obregón.-Célebre estreno ele Un tesoro escondido.----Dtros estrenos menores.- El libretista García Santisteban.-Amo.· y arte, libreto ele· Zorrilla.-La zarzuela en el t eatro del Circo.___,Compañía.-Se abre el 27 ele septiembre con La hija de la P.rovidencia.-E! libretista Puente y Brañas.-Ge1wro el Gondolero.-Fe­ liz estreno ele Dos coronas.-El duende de Palacio.- H an·y el Diablo.­ Conciertos en el Conser vatorio.-La zarzuela en provincias.-Resumen del año (r86r a r862).

N o sabemos ele qmen partió la iniciativa: s1 ele la Ramos o ele la empresa ele la Zarzuela, ni la causa de la discordia (r); ello es que la célebre tiple dejó en el año r86r a r862 la com­ pañía ele Gaztambicle y Salas, con quienes parecía hallarse tan avenida, y se pasó a los nuevos empresarios dd Circo. Los ele la Zarzuela, a su vez, recibieron con palmas a la Santamaría, que llenaba mejor las condiciones exigidas para aquel teatro, en que había mucha actividad y trabajo para una primera tiple. También salieron la Mora, la Iban·a, la Rodríguez y la Moya, que fueron reemplazadas por la Albini, la Barrejón, la Toda y la Portuonclo; todas nuevas. De los hombres hubo menos trasiego. Salieron Salces y Gal­ ván y entraron José González, el primero que cantó zarzuela (La Mensajera) en 1849, como hemos visto; Emilio Carratalá, tenor cómico que se había ido formando en provincias, y otro tenor, Isidoro Pastor, enteramente desconocido en . Con

(r) A1go se elijo ele que la Ramos se habia negado a continuar al lado de Obregón por motivos puramente personales. 34 498 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA estos call}bios y los elementos anteriores se formó una buena compañía de zarzuela, superior a la que días después pudo pre· sentar el teatro del Circo, donde ya se quiso cultivar en serio y con asiduidad este género (r). De las nuevas tiples, María Albini era muy conocida en Va­ lencia, donde llevaba cantando varias temporadas. En cuanto a su origen sólo sabemos que era hija de la famosa soprano lla­ mada María Napoleona Albini de Vellani, que con gran éxito estuvo cantando ópera en Madrid tres años seguidos, ele mayo ele 1827 a fines ele diciembre de 1829, en que desapareció de España. Cantó luego en Milán, Roma, Nápoles, Méjico y la Haba­ na, hasta que, en 1843, se retiró ele la escena. Pero en r862 hizo una corta aparición en Madrid y se volvió a Italia.

(r) Compañía de la Zarzuela para el año r86r a r 862.

Tiples. José González. .Luisa Santamaría. Isidoro Pastor . María Albini. Tenores cómicos. Teresa Rivas. Dolores Fernández. Vicente Caltañazor. Matilde Esteban. Emilio Carratalá. Enriqueta de Toda. Eloísa Barrejón. Barítonos. Beatriz Portuondo. Francisco Salas. Luisa García. Tirso de Obregón. Luisa Lesén. Modesto .Landa. Francisco Fuentes. Caracteríslicas. ·María Soriano. Bajos. María Bardán. 1Ramón Cubero. Francisco Arderíus. Partiquinas. Francisco Calvet. Concepción Pérez. José Rochel. ASunción Granda. Señora Collada. Pa1·tiq1tines. Teresa Fernández. Domingo Parcero. Señora Parcero. Sinforoso López. José Llana. Teno1·es. Pedro Bornachea. Manuel Sanz. Mariano Romero. Precios: Palcos plateas, entresuelos y principales, So reales, sin entra­ das.-Segundos, so.---

Su hija no llegó a alcanzar, ni con mucho, el renombre de la madre. Eloísa Barrejón era una tiple mediana, y no volvió a cantar, que sepamos, .en Madrid; pero en provincias sí anduvo muchos años, pues parece que suplía la falta ele grandes condiciones na­ turales con el estudio y el talento. E nriqueta Toda era superior a ella. Nació en Madrid el r8 de enero ele 1840 e ingresó muy joven en el Conservatorio, don­ de hizo completos estudios, ob­ teniendo premio casi todos los años y pensión en r859, siendo muy aplaudida en las diversas ocasiones que se le ofrecieron de cantar en publico antes de ser .contratada para la Zarzuela. En Madrid cantó muchas tempora­ das, siempre con aplauso, como ya veremos. En r864 decía de clh el au­ tor de Cabezas y calab azas, por no tener o no ocurrírsele otra .cosa mejor:

Haz que en el teatro llegue a, ser notable tu historia, _p ues no es bien que acabe en nada la que empezó siendo Toda. ENRIQUETA TODA (Fotografí a.)

Con más chiste, doce años después, la sacaba al público Se­ :govia en El melonar de Madrid, diciendo:

Tiene linda voz, es bella, tiene buen aire, buen modo y vale la Toda .. . todo lo que quiera pedir ella.

En el año ele r876, los que la oyeron en varias zarzuelas 'PU­ 'Clieron observar que, ya notm:iamente gastada, todavía su voz y arte ele representar y cantar eran muy celebrados. Beatriz Portuonclo fué una brillante y fugaz estrella del arte. Había estudiado en el Conservatorio con gran lucimiento 500 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

por su aplicación, que tenía por base su voz fresca y simpática,. talento y hasta gran belleza física y elegancia en su persona. Salió por primera vez a escena, el 17 de septiembre de r86r, en el papel de María de Una historia en un 11tesón, llamando la atención de los circunstantes por su lindísima figura. Cantó con timidez su romanza de salida, y el público, a una voz, le obligó a repetirla, parte por animarla con sus aplausos y parte por el placer de oír voz tan agradable. Salió segunda vez, ya con m~s confianza; y aunque la pieza que cantó valía poco, el pú­ blico la colmó de aplausos. Cuatro meses después todo había concluído para ella. Falleció en esta Corte el 5 de febrero. de r86z. Emilio Carratalá, de quien ya hemos hablado diversas ve­ ces, desde d año de 1853, en que se presentó por primera vez al público, en el teatro del Instituto, en la zarzuelita La venta del Puerto, y fué aplaudido. Cantó luego en y otras capitales, y ahora, al fin, logró entrar en la Zarzuela, de Ma­ drid, ganando rzo reales diarios, y ·en ella permaneció varios años. En r868 acompañó a 'Gaztambide en su excursión a América. Isidoro Pastor era también joven y principiante. HéVbía can­ tado algo en provincias, y a ellas volvió. cuando, ya casado con Aclelaida Montañés, hija de la Soriano, se hizo empresano y director de compañías ·ele zarzuela. Abrieron Gaztambicle y Salas la Zarzuela el 31 de agosto· ele r86r con una función miscelánea, a beneficio del pobre tenor Juan Salces, que hallándose en Panticosa, se había roto una. pierna y se •encontraba sin recursos para salir ele allí. Todos sus compañeros se esmeraron en su trabajo. La Albini hizo a la vez su estreno cantando el rondó de La Ceneréntola; Salas, la can­ ción de El Cigarrero, y Caltañazor y Cubero cerraron la fun-· ción con la conocida parodia del dúo del Otelo, de Rossini. Con respecto a lo que pareció la Albini, siete días después hallamos estas dos opiniones bastante contrarias : "Anoche -dice La Iberia-- hizo fiasco, presentándose a cantar El relámpago, la señorita Albini. El público la oyó con agresiva frialdad, en­ contrándola escasa de facultades en el canto y fría y amanerada en la declamación. La señorita Albini ha entrado con mal p1e en la Zarzuela. La primera noche cantó acompañada ele un ENSAYO HISTÓRICO SO~RE LA ZARZUELA 501

piano-chicharra, y la segunda ha sido casi desairada. Esperemos la tercera." La Correspondencia, en cambio, se expresa así : "Anoche se ejecutó en el teatro ele Javellanos, para la salida ele la seño­ rita Albini, la zarzuela El relám,Pago. En el papel ele Enriqueta lució su voz dulce y pastosa y demostró, una vez más, que es discípula en el arte divino ele la música ele su madre, a quien todos recuerdan como una celebridad. Si a esto se agrega lo distinguido ele su bella figura, se comprenderá lo bien venida que puede llamarse para el arte." Pero la verdad es que gustó poco ; salió varias veces en este año y no volvió a cantar en Madrid. La verdadera inauguración del teatro ele la Zarzuela, por este año, fué el 1. 0 ele septiembre, en que se estrenó la zar­ zuela en tres actos La pradera de los desafíos, que no era otra cosa que una nueva traducción ele Le pré aux clercs, hecha ahora por don Narciso ele la Escosura para ser cantada con su primitiva música ele Hérolcl, así como la traducción, de Belza, representada meses antes con el título de Ardides y cuchilladas, lo había sido para cantarla con música de don Antonio Re­ paraz. La única novedad ele esta representación fué la primera salida al teatro de la tiple Enriqueta de Toda, discípula del Conservatorio. Salió con la natural timidez ; pero desde el prin~ cipio se ganó las simpatías del auditorio, que se hizo cargo ele la 'afinación y buen gusto ele sti canto, así como ele su decla­ mación natural y correcta. En la romanza del acto primero ex­ <:itó el entusiasmo de los oyentes, ya vencidos por su modestia y hermosa presencia. En la ejecución se señalaron, además, la Santamaría, la Rivas y Salas. A esta obra siguió en la Zarzuela el estreno, el día r r, ele otra pieza extranjera, titulada La reina Topacio, traducción por don Emilio Alvarez ele la ópera cómica ele igual título, to­ mada ele la novela La Gitanilla, ele Cervantes, y estrenada en el teatro Lírico, d·e París, en marzo de r857. El libreto tiene poco interés y pareció demasiado largo. Una gitanilla, reina ele los bohemios, que luego resulta descendiente de los Dorias, y varios personajes a su alred·e dor que contribuyen al eles­ enlace, harto previsto desde el comienzo, son los interlocuto- 502 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

res de esta obra, a la que salvó la música magnífica, de don Manuel Fernández Caballero, que la adorna (r). De ella aplaudió el público preferentemente un dúo de tiple y barítono en el primer acto, la canción de la gitana y un cuarteto en el segundo y un lindísimo coro, que se hizo re­ petir en el tercero (2). Todas este:s piezas, por su originali­ dad y buen gusto, son ele las mejores que han podido oírse en escena." El teatro estuvo Heno, y en la ejecución se señala­ ron la Santamaría, cuyo físico no conformaba con papeles casi infantiles, como éste ele la gitanilla; la Rivas, en su desairado papel ele la condesa Diana; Obregón y Arcleríus. El éxito fué bueno y salieron los autores a escena. Ya hasta el 27 no hubo nuevo estreno. Se pusieron dos pie­ cecitas con éxito muy diverso: fué silbada la titulada Un auto de prisión, ele don José Gutiérrez ele Alba y el maestro Ro­ setti, y muy · aplaudida La Gitanilla, letra de García Cuevas, música ele_ don Antonio Reparaz. El libreto, como el ele La reina Topacio, siempre tomados de Cervantes, es muy lindo, salpicado de gracias ingeniosas y ele buen gusto; bien versificado y con otras condiciones lite­ rarias. La música, alegre y muy apropiada al libro. Fueron lla-

(1) La Reina Topacio, zarzuela en tres actos y en verso. Letra de don Emili o Alvarez. Música de don Manuel Fernández Caballero. Representada con aplauso en el teatro de la Zarzu~la. el 11 ele septiembre ele r86r. Madrid, r86r, 4.o, 102 págs. Reparto: Topacio, doña Luisa Santamaría. Diana, Teresa 1\ivas. El Ca­ pitán Rafael, don Tirso de Obregón. Aníbal, José González. Franco, Ramón Cubero. Beppo, Francisco Arcleríus. i\llanf¡•ecZ.i, José Rochel. Caballe·ro, Do­ mingo Parcero. Caballeros venecianos, criados, bohemios. La acción se su­ pone a mediados del siglo xvr. Los números ele música son: Acto I.o N. r. Coro y concertante (Ya en el ocaso).-2. Romanza de Rafael (Por una estrecha vía).-3. Cuarteto de Topacio, Rafael, Aníbal y Manfredi (\Aquí está la gitanilla).-4. Dúo de Topacio y Rafael (Esta prencla).-5 ·Coro y Diana (Todo en este mundo).- 6. Coro final y Topacio (Su risa ha destrozaclo).-Acto 2 .0 N. 7. Coro de caballeros y brindis (Del Chipre y Siracusa).-8. Escena musical de Topa­ cio, Manfredi, Aníbal, Diana y coro (¿Por qué mi encantadora ?)-9. DúD ele Topacio y Rafael (Si a una alma apasionacla).~Io. Coro de gitanos y Fran­ co (ND hay nadie).-r I. Seguidillas ele Diana (En las olas del mnndo).-­ Aclo 3.0 N. 12. R omanza de Diana (¡Oh, qué ramo !).-1 3. Romanza, de Franco (Como en febril contento).-14. Coro ele gitanos; Topacio, Franco Y Rafael (Hombres armaclos)-rs. Topacio, Rafael y coro (Ya logrado). (2) Son, además, excelentes la introducción y coro; la romanza de Ra­ fael del primer acto y alguna más. ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 503

mados los autores. En la ejecución estuvo muy feliz Enri­ queta de Toda, que se ganó buenos aplausos y quedó recono­ cida como tiple de primera clase. En la misma noche se repuso la zarzuela en un acto, de don Ricardo ele la Vega y Caballero, Frasquito, en la que se presentaron al público, por primera vez, el joven Isidoro Pas­ tor, que no fué mal recibido, y ele nuevo, a recoger más aplau­ sos, Beatriz Portuonclo. El día antes, 26 de septiembre, se había abierto el teatro del Circo, arrendado por una empresa, al frente de la cual estaba don F'ernando Millet, antiguo empresario ele los teatros de Se­ villa y ahora apoyado por los poetas Ayala y García Gutié­ rrez, el compositor Arrieta y la tiple Trinidad Ramos. Para no confundir las representaciones ele uno y otro teatro las trataremos separadamente, como hicimos el año ·anterior, estudiando primero las del teatro ele la Zarzuela y luego las del Circo. Entonces daremos también la lista ele fos cantantes ele que pudieron disponer, porque Salas les privó ele los mejores, recibiéndolos en su teatro. La Cmnelia era una sociedad ele baile que 'había entonces en Maclricl, y gozaba cierta fama. Haciendo un soso equívoco ele este nombre y el título ele la novela ele Durnas, hijo, escri­ bió don J erónimo Morán un insignificante libreto ele zarzuela en un acto, titulándolo Las damas en la Cmnelia. Se estrenó el 28 ele septiembre y fué aplaudida gracias a la música que le puso don Miguel Galiana, catedrático ele Armonía eri el Con­ servatorio; pero que no compuso más música dramática que esta piececilla y otra ele circunstancias en I859, titulada Los Cazadores de Af1'Íca (I). Galiana murió repentinament"e en On­ teniente, su patria, en I88o. Un gran éxito proporcionó al teatro ele la Zarzuela don Narciso Serra con su clramita titulado El loco de la guardilla, al que puso un conato ele música el maestro Caballero. Varias

(r) Las damas en la Camelia, zarzuela en un acto. ,Letra de don Jeró• nimo Morán. Música de don Miguel Galiana. Representada por primera vez en el la noche del 28 de septiembre de r86r. Madrid, Centro, r86r, 4.o, 43 págs. Reparto: Juana, señorita Esteban. Antonia, señora Portuondo. Doiía Pe!'­ pettta, señora Bardán. Mignel, señor Pastor. León, señor Fuentes. Don Ca­ nuto, señor Arderíus. Tiene seis números de música. 504 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA circunstancias contribuyeron a dar inusitado relieve a este j u· guete, porque, aparte de ellas y del brío y desenfado poéticos con que está escrito, nunca se ha visto mayor cúmulo de erro­ res históricos y de anacronismos. Comenzaba entonces a popularizarse y a ser casi adorado el nombre de Cervantes. Eligió Serra el día del aniversario del bautismo del gran novelista (9 ele octubre) para lanzar su di­ tirambo, y el público, que no quería aparecer ignorante y aje­ no al mérito del autor del Quijote, tragó como buenas todas las hipérboles y mentiras biográficas que a Serra le plugo amonto­ nar para hacer la apología ele su héroe. Aquella famosa re­ lación en quintillas, que tan ruidosamente se aplaudía a Obre­ gón y después •ele él a cuantos actores la dicen, es toda ella un puro embuste, tanto más lamentable cuanto que se trata­ ba de Cervantes y Lo pe ele Vega, cuyas vidas ya entonces se conocían bastante minuciosamente. Es, además, una falsedad en •c uanto a costumbres y hábitos sociales, pues ni entonces (es decir, en la época ele Cervantes, que es quien habla) se enterraban los cadáveres en las afueras "ele la puente segovia­ na", sino en !"as iglesias y sus cementerios a ellas unidos, ni había sepulturero que pudiese negarse a enterrar el cuerpo que llegase a sus "dominios"; ni el rey Felipe III conocía a Cer­ vantes, etc. Pero está versificada con tal soltura y vigor y con­ tiene frases tan ingeniosa-s y agudas, como el "porque de los muertos vivo", que se explica la ·sugestión y embeleso del pú­ blico, y mucho más si una buena parte ele él creía que era cierto lo que oía, muy bien declamado por Obregón (r). En esta solemnidad se cantó un hermoso himno de don Mariano Vázquez por las señoras Santamaría y Lesén y el coro y se leyeron poesías alusivas al acto, escritas por los se­ ñores Hartzenbusch, Vega, Frontaura y Serra. A pesar de este llamamiento a lo nacional y patriótico, Sa-

(r) El loco de la g11Mdilla. Paso que pasó en el siglo XVII, escrito en un acto y en verso por don Narciso Serra; música del maestro dm¡ Manuel Caballero. Representad::t (sic) por priÍnera vez en el teatro de la Zarzuela el día 9 de octubre de r86r. Segunda edición. Madrid, Rojas, r86r, 4.o 31 p ágs. Reparto: Magdalena, beata, señorita Fernández. Miguel, hidalgo, cincuen­ ta y 1111 aí"í;s, señor Obregón. Un familiar del Santo Ofido, señor Cubero. Josef, sacristán de monjas, señor Caltañazor. Un clérigo, señor Calvet. Un doctor, señor Arderíus. Vecinos, vecinas y ronda. La acción, en Madrid, año r6os. ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA SOS las sigmo prefiriendo la música extranjera, que a la sazón no cobraba derechos, y el 23 de octubre regaló a sus abonados la ópera de Flotow, Stradella, en castellano, que, aunque muy buena y de bellísima música, no era para artistas incipientes, como la Toda, ni aun para cantantes como Sanz, de voz poco extensa. El público salió diciendo paladinamente que para oír óperas tenía el Teatro Real (I). La zarzuelita titulada Impresiones de viaje fué escrita para ridiculizar un libr·o y la persona de Alejandro Dumas, que escribió una relación ele su viaje a España en I846, cuando el casamiento de la hermana de la Reina con el Duque ele Montpensier, lleno de falsedades y patrañas despreciables. Com­ puso la zarzuela don Luis Rivera y púsole música don José Rogel. Pero el éxito mayor ele esta obra fué debido al gran actor Arcleríus, que se hizo admirar por la propiedad y exac­ titud con que supo caracterizarse, pues su figura, traje, moda­ les, lenguaje eran un vivo y grotesco retrato del célebre autor del Cande de M antecristo. E l día I2 ·de noviembre ofrecía el interior del teatro ele la Zarzuela un espectáculo sumamente animado y brillante. Pal­ cos, butacas y galerías estaban llenos y un murmullo ele im­ paciencia iba aumentando cuando llegó la hora y el telón tar­ daba en levantarse. Todo el mundo sabía que iba a ejecutarse una función ele las solemnes. El veterano autor dramático don Ventura ele la Vega había escrito un libreto, en tres actos, ti­ tulado Un tesoro escondido, al cual había puesto música don Francisco Asenjo Barbieri, que llevaba cerca de dos años sin componer cosa alguna. Desde las primeras escenas se vió que el asunto era bas­ tante original, bien que su fondo recuerde alguna obra fran­ cesa (2 ) que no importa gran cosa, pues todo en él se ha

(r) Stradella, zarzuela en tres actos, en verso; letra acomodada a la música del maestro Flotow por don Manuel del Palacio y don Luis Rivera. Madrid, González, I87I, 4.o, 78 págs. Reparto. Eleu

convertido en español, aunque no poco inverosímil, como es robar en pleno día un hombre, cual si fuera una dama que voluntariamente se fuga. Esto es lo que hace un maestro Es­ calígero, compositor de la Corte ele Fernando VI, que, nece­ sitando un buen tenor para una fiesta regia, arrebata al po­ bre Lucas, mozo ald·eano, el mismo día de su boda, para lle­ varlo a la Corte y en poco tiempo convertirlo ·en primer te­ nor ele la real capilla. En el acto segundo, pasados diez años, ya muy tranquilo Lucas sobre la suerte ele su mujer,-que cree muerta, porque así se lo dijo la criada de confianza ele ella, se enamora ele una Marquesa del Manglar, recién llegada a la Corte. No es otra que la misma Magdalena, la mujer ele Lucas, ahora el fa­ moso tenor Fillcloro, la cual, al abandonarla su esposo, se fué al lado ele una tía que tenía en América, riquísima y dueña ele un título ele Castilla, todo lo cual heredó su sobrina. Al pre­ sentarse en la Corte pronto vió a su célebre marido; consiguió acercarse a él sin . que la conociese y aun que se enamorase ele ella. Las diabluras que urde la Marquesa para castigar a su consorte antes ele reconciliarse con él, y al antiguo raptor, Es­ calígero, también enamorado ele ella, constituyen el resto ele la trama, que en el _acto tercero se prolonga demasiado sobre el inverosímil recurso ele hacer Magdalena, en presencia ele su esposo, aunque sin luz, el doble papel ele Marquesa y ele an­ tigua aldeana. Sin embargo, el episodio y todo el libro es gra­ cioso y está ·bien escrito (r). La música revela un aumento ele comprensión y genera­ lidad que a esta clase ele obras ha querido atribuír el maestro con su marcada tendencia al dominio casi absoluto ele los can­ tos polifónicos. N o en vano había visto en Cataluña el auge que tomaban los coros ele Cla;vé, en los cuales, bien entendidos, cabían los mismos matices expresivos que en los cantos monó-

(r) Un tesoro escondido, zarzuela en tres actos, arreglada al teatro espa­ ñol por don Ventura de la Vega y puesta en música por don Francisco Asen­ jo Barbieri. Representada por primera vez en el teatro de la Zarzuela en el rz de noviembre de r86r. Madrid, Rodríguez, r86r, 4.o, 59 págs. Reparto: Magdalena, señora Rivas. Rosa, Fernández (Dolores). Lnca.s, señor Sanz. Roqne, Caltañazor. IEscalígero, Salas. Un familiar del Santo Oficio, Rochel. Coro de aldeanos y aldeanas, de damas y caballeros, de coristas de la ópera, de criados y de alguaciles del Santo Oficio. La acción, en Es­ paña, a mediados dell siglo xvrn. ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 507 dicos, aunque estuviesen realzados por una instrumentación rica y profusa de notas ·complementarias. Así vemos que en esta

J. \. t:-:

~-·- - Etlicinn dr f:auto.

f.ETRA OE DON VENTURA DE LA VEGA

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U e d111 : 1 ~ 1un por E LA!lUZ Prnpú!dud PrcctU-Rr. MADRID.

Gr an a) mace n d(· mui'rCa pr;wus t.• rnslrrmrcnlos para banda militar .Y o rqrJ'!!>1 a ri'! A. Rome ro Editor. Pn:ciados num,1.

en . Jl•ode se h'lllar~ tambr,.n la rmi s i c ~ de lds Zarzu elasquemas !.'&ilohan tenid o

PORTADA DE LA PARTITURA (Litografía.) zarzuela apenas hay arias, ni romanzas, y los fragmentos a solo son cortos y enlazados con otras voces en diálogo bas- soS BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

tante rápido. Esto no impide que la melodía triunfe y se salve, ya en forma sintética, amplia y comprensiva, a lo W ágner; ya en ideas sueltas y aparentemente dispersas, pero enlazadas con el arte delicado y misterioso ele quien posee en grado sumo toda la técnica y depurado gusto para disponer y uti­ lizar los elementos necesarios. De las catorce o quince piezas ele que consta la obra, dice un crítico inteligente, hay diez, por lo menos, ele primer or­ den en su género. Las más celebradas fueron : la introducción. el dúo de tiple y tenor y el coro ele la boda, en el primer acto; el coro ele criados, el ensayo del concierto y el concer­ tante final del segundo, y el terceto cómico y la penúltima pie­ za del tercero. El éxito fué grande y franco desde el principio. Al final del acto segundo fi¡eron llamados a escena los au­ tores. En la ejecución sobresalió, ante todo, Manuel Sanz. Su pa­ pel se adaptaba muy bien a sus condiciones personales y a su canto dulce, agasajador y expresivo. También el poeta supo do­ tarle de un carácter tan poético, en su sencilla franqueza y a veces encantadora ignorancia, que su grato buen humor do·· mina e imprime carácter a toda la obra. E l papel de . Teresa Rivas estaba un poco más e1evado que para los alcances de la tiple. Salas, aunque habla mucho, canta poco. Los demás ac· tores apenas tienen que hacer. En general, la obra r-esulta trabajosa y fuerte para los cantantes, y a eso se debe que, a . pesar ele su mérito, no haya sido de las más representadas (r).

(1) Partitura. " Al Excmo. Sr. D. José Salamanca y Mayo!. Un tcso1'0 escondido, zarzuela en tres actos; letra de don Ventura de la Vega; música del maestro Francisco A. Barbieri; reducción por F. Lahoz. Madrid, A. Ro· mero, editor. Preciados, 1." Folio, sin año. Hay otra edición algo anterior de Casimiro Martín, también sin año. Acto I.O Núm. I. Coro de aldeanos y dúo de la señora Rivas y el señor Sanz (Dios les dará ventura). 2. Dúo por la señora Rivas y el señor Sanz (Mira qué novio tienes). 3. Dúo de Caltañazor y Salas (Yo pondré blando). 4. Coro y dúo de Lucas y Magdalena (¡Vivan, vivan!). 5. Seguidillas cantadas por el señor Dalmau (Tu padr.e está en el campo). 5 bis. Balada coreada del señor Sanz (Oíd, oíd la historia). 5 ter. Coro de aldeanas y la señora Rivas y Caltañazor (Y a espera la doncella). 6. Coro de aldeanas y la señora Rivas y señor Caltañazor (¿Qué gritos son éstos?). Acto 2 .0 Núm. 7. Coro de criados (Poco trabajo). 8. Romanza cantada por la señora Rivas (En vano la fortuna). ENSAYO HISTÓRI CO SOBRE LA ZARZUELA 509

Dos zarzuelitas se estrenaron el 3 de diciembre. Una titu­ lada El casa111/,entero, traducida del francés, fué estrepitosamen­ te silbada por el público. E l teatro "retemblaba", dice un pe­ riódico, con los golpes, patadas y gritos. La otra, titulada Un concierto casero, era obra ele don J osé Picón, la letra, y la música, ele Oudrid. Fué muy aplaudida. El asunto es una sá­ tira. contra los que quieren salirse de su esfera sin las condicio­ nes necesarias para .ello. A veces parece un sainete de don Ramón de la Cruz ( r). Don Cristóbal Oudricl le puso una música ligera y acle-

g. Escena y romanza del señor Sanz (¡ Oh, bravo Filidoro !). ro. Dúo cantado por la señora Rivas y el señor Sanz (¡ Gracias doy!). r I. Concertante final (Aquí mismo). Acto 3. 0 Núm. I 2. Coro; la señora Rivas y los señores Salas y Sanz (Ven, ¡ay !, pastora mía). IJ. Romanza cantada por el seííor Sanz (¡Oh, mágica armonía !). 14. Terceto cantado por la señorita doña D. Fernández y los señores Sanz y Caltañazor (¡Tostón !). 15 . Dúo de la señora RiYas y el señor Sanz (Al fuego me condena). 16. Escena (Este es el bígamo). T 7- Concertante fin al (Olvido para siempre). La pieza número S, ·es decir, la letra de ella, que en la partitura lleva el impropio número de orden "cuater", no se halla en el libreto impreso. Se conoce que fué escrita por el poeta y el compositor, algún t iempo después, en una reposición ele la obra h echa por el tenor Dalmau para reemplazar a la balada núm. S bis. El texto de estas seguidillas es el siguiente:

Tu padre está en el campo, y no quiero marcharme tu m adre duerme sin ver tu cara. y yo estoy en la calle Oye mi voz muerto por verte. y premie una mirada Sal al balcón ; mi firme amor. verás cómo ele día Coro. se esconde el sol. ¡ V iva el cantor ! En campo ya m e espera, por quien todas las mozas prenda adorada ; mueren ele amor.

(r) Un concierto casero, sainete lírico en verso, original de don J osé Picón, música del maestro don Cristóbal Oudricl. Estrenado en el teatr o de la 0 Zarzuela, en diciembre de r86r. Madrid, González, 4. , 46 págs. Reparto: Doíía Librada (la Tía Manteca) , señora Barclán. 1 sabel, stt hija., Lesén. La Generala, vecina del piso segu.ndo, García. Do·iía T ecla, sn hija, Pérez. Pepa, criada, Esteban. Mad1·e Primera, Granda. Madre seguAtda, Par­ cero. Seiiorita prúne1·a, Callada. Seiíorita segu.nda, T. Fernández. Don San· tiago (El Tío Manteca), señor Calvet. Don León, sn hermano, Cubero. Don Pepito Lamparilla, Caltañazor. Mannel, h01·tera de la tienda, Arderíus. Fer­ nando, hijo de la Generala, Rochel. La escena es en Madrid y contempo­ ránea. 510 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

cuada al asunto, en cinco números ; entre ellos, una parodia del "Miserere", de El Trovad M, en que Caltañazor y la Le­ sén hicieron reír a los espectadores largo rato. Arregló del francés, con poco acierto, don Francisco Cam­ proclón el libreto ele la zarzuela Del palacio a la taberna, en tres actos, a la cual puso también música algo lánguida don Joaquín Gaztambicle, la cual fué recibida fríamente en el .es-· treno, el 20 de diciembre, como fiesta ele N a vi dad. U no y otro la habían preparado en pocos días (r). Sólo tuvo buenas decoraciones, ele Luis MU!-iel. Sin embargo, para el día ele Nochebuena tenían ya dis­ puesta una zarzuela jocosa, escrita por don Luis Rivera y mu­ sicacla por los maestros Ouclricl y V ázquez, titulada Un via­ je alrededor de 111i suegro, que fué muy aplaudida, porque el libro es divertido y la música buena. Salieron los tres au­ tores (2). De las piezas musicales más aplaudidas fueron un brindis del primer acto, compu•esto por Oudrid, y un coro del tercero, que corresponde a don Mariano VáZ'C_[uez (3). El 13 ele enero ele r862 se estrenó una pieza en un acto, letra ele don Carlos Frontaura y música ele ·don Mariano V áz-

(1) Del palacio a la taberna, zarzuela en tres actos, arreglada del fran­ cés por don Francisco Camprodón. Música de don Joaquín Gaztambide. Ma­ drid, Rodríguez, 1862, 4.o, 88 págs. (2) Un viaje alrededor de mi suegro, zarzuela en tres actos, arreglada del francés por don Luis Rivera. Música ele los señores Ouclrid y Vázquez. Estr.enada en el teatro de la Zarzuela el día 24 de diciembre de 1861. Ma­ drid, Cuesta, 1861 , 4.o, 62 págs. Reparto: Doí'ía Francisca, señora doña María Soriano. Doí'ia Agustina, señora doña María Bardán. Enriqueta, señorita Lesén (Luisa). Do·ña Antonia, señorita doña Luisa García. Juana, señorita doña Matilcle Esteban. Pedro Ca­ lleja, señor don Francisco Arderíus. Don José García, Francisco Calvet. El T ío Lagartija, Francisco Fuentes. Don Luis, Modesto Landa. El señor Gar­ c-ía, José Rochel. Ram·írez, José Llana. !ttan, Pedro Bornachea, Un cabalte­ rito, Mariano Romero. Coro de ambos sexos. La escena es en Madrid y en nuestros clí.as. (3) .Música de Un viaje alrededor de mi s11egro. Acto l. núm. 1. Coro de oficiales del ejército. 2. Aria de Enriqueta, clama joven (Lesén) y luego Luis (Landa) y doña Francisca (María Soriano). J . Canción báquica, por Luis; coro de oficiales y Calleja (Arderíus). 4. Coro ele oficiales y luego otro de viajeras. Acto JI. s. Coplas ele.\ Tío Lagarta (Fuentes). 6. Dúo de Calleja y Lagarta. 7. Coro de vecinas. Acto III. 8. Coro el e convidados. 9. Aria de doña Francisca. ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 5II

quez, titulada El hijo de Don José. La obra fué <:tplaudida; pero al día siguiente, una comisión de oficiales, tenientes ele .ejército, se presentó a Salas, exigiéndole que, o cesase en las representaciones ele la obra, o cambiase el papel del teniente retirado que en ella aparecía en forma poco digna. Salas les ·ofreció lo segundo, y, en efecto, Frontaura lo convirtió en ve­ terinario al reponer dicha pieza. Pero entonces fué el gober­ nador civil, quien, fundado en que el autor había alterado el texto aprobado por la censura, multó a la empresa ele la Zar­ zuela y le _obligó a ejecutarla tal y como se había estrenado. A esta nueva representación asistió ele uniforme el general O'Donnell, presidente del Consejo de ministros, y otras muchas autoridades. Los tenientes, un poco acobardados, se contenta­ ron con siloar la zarzuela, que no volvió a ponerse en esc•e­ na (I). Cinco días después, el I8 ele enero, otra peripecia ele or­ ·clen ·distinto interrumpió la primera representación ele la zar­ ·zuela en dos actos El mudo, letra ele Frontaura y música ele don Luis Cepeda. En· el primer acto se presentó la actriz Ma­ ría Soriano con un vestido de gasa, y estando cantando un dúo con Salas, se acercó tanto a las candilejas ele la embocadura, que, como se sabe, eran ele gas, que se le prendió fuego al traje. Lo advirtió primero el público y dieron voces ele alar­ ma. Salas, asustado, sólo supo dar palos con el bastón al ves­ tido, que ardía cada vez más. Una hija de la Soriano, que

ro. Canto por José (Calvet), Francisca, calleja y Juana (Esteban). r r . Despedida de Calleja_ (r) El hijo de Don José, zarzuela en un acto en verso, original de don ·Cat·los Frontaura. Música de don Mariano Vázquez. Representada por prime­ ra vez en el teatro de la Zarzuela en enero de r862. Madrid, Rodríguez, r862. 4.o; 4r págs. Reparto: Paz, doña Enriqueta Toda. Doíía Nem.esia, doña María Soriano. Pepito, doña Matilde Esteban. Pascuala, doña Dolores Fernández. Don José, ·don Vicente Caltañazor. L6pez, don Francisco Fuentes. Don Gil, don Fran­ ·cisco Calvet. López es el teniente; pero no hace papel poco digno, ni mucho ·menos. Quizá lo h aya modificado Frontaura al imprimir la obra. La partitura de esta zarzuelita. dice: El hijo de Don José; zarzuela en un -acto y en verso; letra de don Carlos Frontaura; música del maestro M. Váz­ ·Quez. Reducción por él mismo. Madrid, Ca.simiro Martín, editor: sin año. Folio; r8 págs. . Núm. r. Preludio (instrumental).-2. Canción cantada por el señor Cal­ ·tañazor (¡Adiós, adiós !).-3. Dúo cantado por la señorita Toda y el señor Caltañazor (¡Ay, Paz querida !).- 4. Cuarteto cantado por la señorita Toda, -señoras Esteban y Soriano y el señor Caltañazor (Pues es el tuyo). 5I2 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA estaba entre bastidores, sale para auxiliar a su madre, y antes de llegar cayó sobre el tablado, pr-esa de un síncope. Pero el valiente Francisquet, apuntador de música, salta velozmente desde la concha al escenario, se abraza con la Soriano y con las manos y brazos apaga el fuego . Este incidente semitrágico con­ tribuyó a que la obra fuese oída con frialdad y no tuviese más que un éxito mediano (r). Tampoco lo tuvo muy bueno, a pesar del respeto del pú­ blico a los dos ilustres nombres que respondían de la zarzue­ la en tres actos El agente de wwtrimonios, que eran don Acle­ lardo López de Ayala y don E milio Arrieta, fríamente reci­ bida el I.0 de marzo, aunque, al fin, se aplaudieron algunas es­ cenas. La cantaron la Santamaría y Obregón, que parecían guar­ darse para las ocasiones solemnes. Un crítico, que a la vez era buen literato y muy competente en música, don Antonio Arnao, decía: "Desgraciadamente, y por una de esas equivoca­ ciones tan frecuentes en el teatro, en que incurren hasta lo s hombres de mayor ingenio, esta zarzuela ha distado mucho el e satisfacer la general expectación. Fundada en un cimiento fal­ so y deleznable, como lo es el carácter del protagonista,. base esencial del asunto, aunque el autor ha tratado ele cons­ truír un edificio ingenioso, ele nada le ha servido, puesto que han venido abajo hasta sus fundamentos. Aquel personaje, la acción a que sirve ele centro y las figuras que en su rededor se mueven viven en un mundo artificial que ningún parecido· tiene con nuestra socieclacl, en cuyo seno pretenden respirar. Sería menester colocarse fuera ele la naturaleza y ele la ver­ dad para formar juicio favorable ele esta composición (2). La

(r) El mudo, zarzuela en dos actos en verso; letra de don Ca rlos Fron­ taura ; música de don Luis Cepeda. Representada por primera vez en Madricf 0 en el teatro de la Zarzue·la en enero de r 86z. Madrid, Rodríguez, r86z. 4 - ; 76 págs. Reparto: La Mm•qttesa del Sanee, señorita Toda. Do1ia Tra,nsfiguración, señora Soriano. Susana, señorita Esteban. Don Lu.cas, señor Salas. El capitán­ Espada, señor Cubero. El mudo, Vicente Castro, señor Landa. Vicente Cés­ pedes, señor Arderíus. Don Benito, señor Calvet. Un lacayo negro. Señoras, caballeros, marineros, pescadores. La acción se supone, en nuestros días, en la ciudad de San Sebastián. (z) E"t agente de matrimonios, zarzuela en tres actos y en verso, origi­ nal de don Adelardo López de Ayala. Música de don . Estre- EXSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 5 I3

111USica ... también ha dejado mucho que desear. Bien pensada _y bien compuesta, aparece revestida el e formas regulares y dig­ nas el e aprecio; mas, en cambio, carece ele novedad y ele li­ gereza cómica adecuada a las situaciones que le han sido en­ -comenclaclas. Algunas ele sus piezas sobPesalen, sin embargo, ele entre la generalidad ele las mismas y se hacen acreedoras a mejor acogida ele la que han obtenido." La zarzuela fué puesta con esmero y bastante lujo. La mala racha continuó en la Zarzuela. Fueron rechazadas el 1 2 de marzo dos zarzuelitas, en un acto cada cual, titula­ ·das P edro el Marino, letra ele don Roque Barcia, y Los ami­ gos de B enito, de don E ugenio Olavarría. A entrambas habís. puesto música don Rafael Taboada. N i tuvo mejor éxito cier­ to fiambre que en 17 de marzo ofreció al público don Juan Belza, con el título de Roquelaure o Roquelor, que es como se anunció, y no era más que la tercera o cuarta traduc­ ·ción de El hom,b?'e 11-tás feo de Francia, a la cual, sin embargo, pusieron música tres buenos maestros, como eran Oudrid, Ca­ ballero y Rogel, alguno de cuyos números aplaudió el pú­ blico, aunque rechazó la obra. Con éste eran cinco seguidos los fracasos sufridos por la empresa de la Zarzuela. Algo pareció sonreírle la fortuna con una piececilla, en un acto, titulada El juicio final, obra ele dos primerizos (I)

nada en el teatro el e la Zar z u e~ a el mes ele febrero ele r 86z. Madrid, Roc\rí• -guez, r86z. 4- 0 104 págs. Reparto : M arta, señora Santama ría. Jacinta, R ivas. D on Bib,:a.no, agen­ te, señor Obregón. Cnlebr illa, sec1·etario, Fuentes. Camilo, Sanz. Paulina, Caltañazor. L ncio, A'rderíus. Coro de v iej as cucas, parásitos, co rredores, so­ plones, clamas, caballeros, etc. M aclri cl , época presente. L a música contiene las siguientes pi ezas : r. Coro ele viejas jugadoras.-z. ·Canción ele Camilo.- 3. Dúo ele Marta y el Agente.--4-T erceto del Agente, L ucio y P au!ino.- s . F inal del acto primero.- 6. Coro y escena entre los seis principales persona jes.- 7. Dúo ele Jacinta y Camil o.- 8. Escena entre los seis.-g. F inal del acto segunclo.- r o. Coro ele damas y doña Marta.- r r. ·Concertante. (r) 'El jn·icio f-inal, zarzuela original en un acto y en prosa ; letra el e don Rafael García y Santisteban. Música el e don Miguel Albel da. Estrenada con gran éxito en el teatro ele la. Zarzu ela la noche del 27 el e 'marzo de r86z_ 0 Madrid, Rodríguez, r86z, 4. ; 32 págs. Reparto : Rita, señora doña Eloísa Barrejón. Cánd-ida, señorita doña E n­ riqueta Toda. Don Críspnlo Bemol, don· F rancisco Arcleríus. Don P-ío, Ra­ món Cubero. Golond1·ino, E milio Carratalá. L a --escen a pasa en Chinchón. E stá dedicada por "El Autor " al señor don Juan Aul és, profesor ele música. 35 5I4 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

en la letra y. en la música, como fueron don Rafael García Santisteban y don Migu•el Albelda, estrenada con aplauso y lla­ mada a los autores el 27 de marzo. En esta obra descolló Ar­ deríus sobre sus compañeros por la infinita gracia que supo dar a su papel ele Don Críspulo Bemol. La música era una preciosidad, original, graciosa y muy bien instrumentada (r). García Santisteban nació en Madrid el r6 de septieml:ír e de 1829. Cursó la cari-era de derech o y entró por oposición en el Ministerio de Estado, donde sirvió treinta y seis años, sin un solo i:nstante ele cesantía. Muchos años estuvo de jefe de la sección de la Obra Pía ele Jerusalén y alcanzó la catego­ ría ele Ministro residente. Pero -en ningún tietnpo, ni aun después de su jubilación, dejó ele cultivar las letras. A poco de haber publicado dos tomitos de versos líricos, ti­ tulados El ratno de 01'tigas y Un chaparrón de letrillas, es­ cribió · su primera obra dra­ mática, Está lo ca, que se es­ trenó en el teatro del Prín­ cipe en r852. A ·ella siguie­ DON RAFAEL GARCÍA SANTISTEBAN ron otras muchas y no po­ (Fotografía.) cas zarzuelas, como hemos de ver en el discurso de esta historia, pues García Santiste­ ban fué uno de los buenos libretistas. Colaboró en varios pe­ riódicos, como El T eatro, ·en r864, y el Don Quijote, en r869. Tenía en La Granja, de Portugal, una casa de campo en la

en testimonio de consideración y respetuoso afecto" y fechada en Barcelonao, "Julio de 186o"; es decir, dos años a ntes. La música es: I. Aria de Rita.-2. Terceto de Cándida, Críspulo y Pío. 3. Dúo de Rita y Golonclrino.-4. Cuarteto final. ( I) Santisteban había ya colaborado en este mismo año cómico con Mar­ tínez Pedrosa en una especie ele zarzuela, titulada El mnndo nuevo, inocen­ tada cómico-lírica en 11n acto, que con música de Luis Cepeda se estrenó en el teatro de Variedades el 24 de diciembre ele I 86 I. Madrid, Cuesta, I 86 I. 0 4. ; 27 págs.) ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 5I5 que iba a pasar los veranos, y en ella componía sus obras. Murió Santisteban, en Madrid, el ro de agosto ele I893· Ade­ más de las zarzuelas, compuso varios juguetes cómicos : La­ drón y verdugo, La doctora en travesums, La frutera de Mu­ rillo, Para dos perdices, dos; La w¡,ujer de tres 111,aridos y otras, y varias comedias en tres actos, como La caza del gallo, La Torre de Babel, La comediamta fawwsa, Vivir a escape, Quiero ser pobre, Pedro López y los dramas La Virgen de Atocha y M aría Egipdaca. D el maestro Albelda no tenemos noticias , ni las contienen los libros el e Saldoni y Pedrell. Sabemos sólo que se malogró muy joven, mas no sin dejar en otras tres o cuatro zarzuelas muestras ele su mérito. Pero eri breve volvieron los malos días para el coliseo ele la Zarzuela. Por sorpresa, pieza en dos actos, letra ele Ruiz del Cerro, con · música de V ázquez, Oudricl y Roge!, no hizo más que pasar, sin frío ni calor, el 20 ele abril (I), así como la en un acto, titulada Equilibrios del amor, traducida del fran­ cés por Martíriez Pedrosa y música · ele Oudrid y Caballero, estrenada en el mismo día, que tüvo algunos áplaúsos (2). Cosa, poco más o menos, igual sucedió ·con la siguiente zar­ zuela en un ·acto estrenada, con el título de El padre de mi mujer, el 3 ele mayo. Era · la l ~tra de don José Bustillo, y no pareció m-al; aunque no tan bien la música, compuesta por don Isidoro Garda Rossetti, que fué poco feliz en esta y otras ten­ Úttivas ele música dramática (3). Se había estrenado en Barcelona, con buen éxito, en abril ele este mismo año, una zarzuela, cuyo libreto, titulado A11wr 3' arte. había vendido su autor, don José Zorrilla, al irse a América, a don Mariano Soriano Fuertes, y éste se la cedió

( r) Por sorp1•esa, zarzuela en dos actos y en verso. Letra de don Juan Ruiz del Cerro. Música de don Cristóbal Oudrid, don Mariano Vázquez y 0 don José Rogel. Madrid, Rodríguez, 1862. 4. ; 6r págs. (2) Equilibrios del am01', zarzuela en un acto y en verso. Arreglada del francés por don Fernando Martínez Pedrosa. Música de los maestros don C. 0 Oudrid y don M. Fernández Caballero. Madrid, Rodríguez, r862, 4. ; 41 pá­ gi nas. (3) El padre de mi muje1·, 'juguete cómico-lírico, en un acto y en ver­ so, arreglado del francés por don José Bustillo. Música de don Isidoro Gar­ cía Rossetti. Estrenado en el teatro de la Zarzuela la noche del 3 de mayo 0 de r862. Madrid, González, r862. 4. ; 36 págs. (Lo hicieron la Toda, Dolores Fernández y Arderíus, Cuber o, Landa y Sinforoso L ópez.) 516 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

.al maestro catalán don Gabriel Balart, que le puso una música a manera ele ópera italiana (r). El buen r esultado que obtuvo movió a Balart a venirse con ella a Madrid y ele paso trajo .consigo al tenor que la había cantado, Rosenclo Dalmau, y am­ bas cosas le admitieron los empresarios ele la Zarzuela, po­ niendo en escena la obra el 9 ele mayo. Gustaron muchísimo los versos ele Zorrilla, a quien no se veía ni se leía hacía cerca ele diez años, oculto en los bosques mejicanos. Esta zarzuela no era más que un fragmento dramatizado de su poema Las dos Rosas o Dos Rosas y dos Rosales. En cuanto a la ejecución, el aplauso no fué tan unánime: Dalmau agradó medianamente, ·quizá porque estaría cohibido, y como tenía poca, aunque bue­ na voz, no luciría todo lo que supo hacer luego. Ya cerca ele acabarse el año cómico, el 5 de junio, se es­ trenó una piececilla en un acto, titulada Las herederos, letra de don Antonio Ferrer del Río, poeta dramático, aunque me­ diano, los ratos que le permítían sus obras históricas, a la cual puso Barbieri una música ligera y agradable, que hizo que el juguete pasase sin tropiezos y aun se aplaudieron un terceto y una cancioncilla. En la ejecución sobresalió Caltañazor por ·su gracia y su excéntrico traje (2). También pasó sin trabajo otra zarzuelita, que se estrenó dos días después, titulada Retrato y original, traducida del francés por don Miguel Pastorfido y con música regular ele Cepeda. Pero lo extraño es que del mismo original que Pastorficlo ha­ bía tomado su libreto había sacado Perrín otro que se había estrenado tres meses antes· en el Circo (3).

(r) Amor y arte, zarzuela en tres actos, origina) de don José Zorrilla, música del maestro don Gabriel Balart. Representada por primera Yez ·~n el teatro Principal, t1e Barcelona, en abril ele r86z. Barcelona, Ramírez, rS.5z. 0 4· ; 63 págs. Reparto: Rosa, señorita Latorre. Inés, señora Hueto. Don Juan, señor Dalmau. El Doctor, Carbonell. El Barón, Fábregas. Andrés, Arcas. Martín, Rousset. Coro ele aldeanos y aldeanas. La acción pasa en un pueblo ele An­ dalucía en el año ele r664. En Madrid la. ejecutaron Teresa Ribas y el mismo Dalmau. (z) Los herede1·os, zarzuela en un acto, en prosa y verso. Escrita con el pensamiento ele una comedia francesa antigua por don Antonio Ferrer del Río y

puesta en música por Francisco Asenjo Barbieri. j\>faclricl, Rodríguez, r86z . 4. 0 ; zs págs. ,La hicieron Luisa Lesén, María Soriano, Asunción Granda, Vicente Caltañazor, Landa, ·Calvet, Arcleríus, Cubero y Rochel. (3) Ret·rato 3' o·r·iginal, zarzuela. en un acto y en verso, arreglada del fran­ cés. Letra el e don Miguel Pastorficlo. Música ele don Luis Cepeda. Madrid, ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 5I7 .

La isla de San Balandrán, nombre que, en recuerdo de la legendaria isla de San Baldrán, dió Picón a un libreto de zar­ zuela en un acto, se estrenó, con música de Oudrid y con éxito, el I2 de junio. Lo que más agradó fué 1o extraño y gracioso de los trajes que sacaron las actrices y algunos acto­ res, representando cada uno la flor que llevaba por nombre. Magnolia era la Rivas; Dalia, Dolores Fernández; Lila, la Bardán; Anémona, la García; Jazmín, Carratalá, y Geranio, Rochel (I). El último estreno de la Zarzuela ·en este año teatral, martes I7 de junio, fué verdadero y aciago martes para la pieza en un acto Los protectores de una actriz, letra de don José María N o­ gués y música de don Eduardo Campo, implacablemente silba­ da; tanto, que no ha dejado rastro ninguno de su existencia. Hemos di.cho que fué el último, porque no contamos como tal ci·erta quisicosa graciosa que para su beneficio arregló Arde­ ríus el 26 de junio. Era un monólogo, titulado Un estreno, imi­ tado de otro francés, que Arderíus cantó al piano con música de su invención, y en el cual, según dice Barbieri, desenvolvía " una crítica que da idea de lo que pasaba en el teatro por dentro; de los nombres de los empleados del mismo y del juicio del público sobre el estado de decadencia en que estaba el género de zarzuela". Pasemos ahora a examinat' lo que en este año hizo la com­ pañía del Circo. Ya hemos dicho que para este teatro se ha­ bía formado en el verano una compañía de zarzuela, de la que era empresario don Fernando Millet, contando con el apoyo de los poetas don Adelardo López de Ayala y don Antonio García

Rodríguez, 1862, 4.o ; 35 págs. Está dedicada "A la señorita doña Mercedes ele Espejo, en muestra de cariño, su hermano Miguel." La hicieron E loisa Barre­ jón, Tirso de Obregón, Ramón Cubero y Emilio Carratalá. {1) La isla de San Bala.n-drán, zarzuela ilusoria en un acto y en verso. Letra ele don José Picón. Música ele don Cristóbal Ouclricl. Estrenada en el teatro ele la Zarzuela, a beneficio del cuerpo de coros, el 12 de .junio de 0 1862. Madrid, González, 1862. 4. ; 36 págs. Reparto : Magnolia XV, reina de fa isla, señora Rivas. DaUa, general de la Guardia real, Lola Fernández. Lila, ministro de las m·mas, Bardán. Ané­ mona, ministro de las Penas, Luisa García. Lm:s Gtttié1-rez, señor Caltañazor. f1tan Robledo, Arderíus. 1 azmín, Carratalá. Geranio, Rache!. Serrallo de la reina. Hombres. Guardia real : mujeres. La escena pasa en una isla que no ha sido aún descubierta. La música sólo tiene cuatro números y dos de ellos muy cortos. 518 BOLETÍN DE ¡:,A ACADEMIA ESPAÑOLA

Gutiérrez, del maestro don Emilic¡ Arrieta y de la célebre can­ tante Trinidad Ramos. Formara,n su compañía, según expresa la nota (1), y el 26 de septiembre abrieron el teatro con la zar­ zuela de don· Tomás Rodríguez Rubí y don Emilio Arrieta La hija de la Providencia. El teatro del Circo había sido reformado y decorado de nue­ vo. Empapeladas las paredes; charoladas de blanco las delante­ ras de los palcos y galerías, así . como el techo; renovados los dorados y pintado lo demás. En los palcos se reb~1:jaron los tabiques divisorios, a fin de que pudieran verse unos a otros los que los ocúpaban, y se aumentó · el alumbrado. La. compañía _se componía de persopas casi todas ya cono­ cidas en Madrid. Sóló .eran nuevos, entre las partes principa­ les, la tiple Nieves Coridado, alumná del Conservatorio, que permaneció poco tiempo · en el teatro, porque enamorado de sus gracias ún general de nuestro. ejército, la liizo sn esp·osa, y ella déjó' la escena; el barítono Onofre Muñoz, poseedor de una

(r) Compañía del Circo en r86·r-r86z.

Tiples. Tenores serios. Trinidad Ramos. José Font. Josefa Mora . . José Grau. Matilde Ortoneda. · Ten01·es cómicos. Nieves . Conqado. Eugenio Fernández. Papeles cómicos. Rafael Tost. Adela !barra. Barítonos. e aracter·ísticas. Onofre Muñoz. Francisco Lluch. Dolores Custodio. Antonio Aparicio. Dolores Gómez. Bajos. Papeles genéricos. J oaq~tín L. · Becerra. Matilde Tabela. Miguel Viciarte. Jgnacia Rojas. Javier Ferrer. J oaquina Rodríguez. Señorita García. Papeles genéricos. Francisco Amoraga. DesPués entraron. Carlos Soriano. Julia Brieva. E. Subías. Señorita Muñoz. Joaquín A)calde.

Director de orquesta: don Onofre Come11as. Orquesta: 40 profesores. Maestro ·al piano: don Lázaro Núñez-Robres. Coristas: 36 . Apuntadores: Fernando Corona, José Calatayud, Liberto Berzosa, Ma­ riano Elguera. ENs-AYO HIST'Ó'RICO SOBRE LA ZARZUELA $I9 voz fresca y· armonibsa y ele otras buenas· condiCiones de actor drstinguid0; La zarzuela de la inauguración era: ya muy vista; pero tal

NIEVES CONDADO. TIPLE (F otogr a fía.)

como la cantó la Ramos parecía nueva. La romanza del segun­ do acto, cuyas notas tiernas y melancólicas son modelo ele ins­ piración, produjo gran efecto en los oyentes por ·la delicadeza 520 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA ele estilo y sentimiento con que fué ejecutada. En el concertante del acto tercero fué también muy aplaudida la Ramos; y al lado suyo lo fué el nuevo barítono Onofre Muñoz, quien, no obstan­ te su cortedad en la primera salida, elijo y cantó bien su papel, mostrando, además, sus buenas cualidades. También agradaron Font, Becerra y Eugenio Fernánclez. En Azón Visconti salió la Mora en el mismo papel que hizo cuando el estreno, y en El dominó azul se presentaron por primera vez la tiple Nieves Condado y el tenor José Grau: la primera con tal timidez, que no se pudo juzgar con seguri­ dad ele sus cualidades, y el segundo pareció de figura simpá­ tica, modales elegantes y ele voz sonora y dulce. Repitió el dúo del primer acto y la romanza del segundo, siendo en ambas piezas colmado ele aplausos. Siguieron dando obras ya vistas para que el público fuese conociendo a los artistas. En Llawtada y tropa lució sobre to­ dos la Ramos en el rondó final, compuesto nuevamente para ella, letra y música, por los autores García Gutiérrez y Arrie­ ta, y fué repetido con graneles aplausos. También se repitió el coro ele muchachos, M áscula, sunt máribus, muy bien can­ tado por los niños del Hospicio, ensayados por Arrieta. El I9 ele octubre se puso Un caballero particular, que agra­ dó, como siempre, y se hizo repetir el cuarteto, cantado por la !barra y la Custodio con E. Fernández y Ferrer. Por cierto que el mismo día se cantó esta obra en el otro teatro por la Esteban y Lola Fernánclez con Caltañazor y Calvet. El primer estreno fué desgraciado. Se hizo el 26 de octu­ bre con una pieza en un acto, titulada Una antigua espafíola, letra de don Roque Barcia y música de don Rafael Taboacla. Quedó inédita. La misma noche se estrenó también la titulada Un jaleo en Triana, letra de don José María Gutiérrez de Alba y música ele don Isidoro García Rossetti, que acaso hu­ biera tenido igual fin que la anterior a no ser por la Ramos, que cantó muy bien una canción andaluza y hubo que aplau­ dirla (r). Algo mejoró el aspecto ele los sucesos con el estreno, el

(r) Un jaleo en Triana, cuadro cómico-lírico de costumbres andaluzas. Original y en verso por don José María Gutiérrez de Alba. Música de Isidoro 0 García Rossetti. Madrid, Rodríguez, r 86r. 4. ; 28 págs. ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 52I

19 de noviembre, de la zarzuela en tres actos La m,ina de oro, letra de don Ricardo Puente y Brañas y música de don Anto­ nio Reparaz. Mucho confiaba la empresa en esta obra; pero el éxito, sin ser malo, no fué tan excelente como se creía. El argumento era muy complicado y con varios episodios simul­ táneos que producían cansancio al oyente. Además estaba muy cargada de canto: aunque la música no era mala, también fa­ tigaba al oído. En representaciones sucesivas se acortaron y modificaron varios pasajes; pero nunca quedó del todo bien. Sin embargo, se aplaudieron mucho un coro del segundo acto y un dúo del tercero, admirablemente cantado por la Ramos y la Mora, y una romanza del mismo acto : todas estas lindas pie­ zas fueron repetidas. Puente y Brañas no quiso imprimir d libro. Como este escritor fué uno de los principales libretistas, en especial del género bufo, daremos noticia de sus principios en las letras para tenerle ya conocido cuando empiece a lanzar li­ bretos al teatro. Nació en La Coruña el r8 de enero de r835· Era sobrino del excelente poeta don José Puente y Brañas, ::atedrático de Retórica del Instituto ele aquella ciudad. Fué primero depen­ diente de comercio; pero su amor a las letras le hizo abandonar esta carrera. Ya entonces escribía en los periódicos ele Galicia, y en r856 dirigía 'uno titulado El Iris; y un sainete, titulado ¿El o ella?, representado en La Coruña, fué su primera obra dramática. Se vino a Madrid y logró un modesto empleo en Hacienda, ramo en el que empezaba a mostrar compet

época de los Bufos,, como ya veremos; y dejó una hija umca, a quien dedicó alguna de sus obras. Era hombre de gran in­ genio y nativa agudeza; algo inclinado a la sátira, pero en su forma más mitigada. Un marido por apuesta, zarzuela en un acto, letra del apun­ t~dor del teatro, Liberto Berzosa, y música de Reparaz, fué el cuarto estreno de este teatro, que llevaba ya dos meses largos sin dar ninguna obra importante, teniendo dos buenos poetas en él y casi todos los compositores ele Madrid, menos Gaztambide, a su lado. El éxito ele la obra de Berzosa y Reparaz, estrenada en I.0 de diciembre, fué mediano (r). Mejor lo obtuvo, días des­ pués, la zarzuela en tres actos Genaro el Gondolero, letra ori­ ginal ele don José María N ogués y música ele don Antonio Ro­ vira. El libro, además ele lo extranjero del asunto, para un autor español (no parece sino que en España no había pasado t;acla en el siglo xvrr, época del Gondolero), es una novela que dura más ele catorce años. Todo es inverosímil, y los episodios, pér­ dida y hallazgo ele hijos, muy repetidos en la novela y en el teatro. La música, aunque algo presuntuosa, es . bastante va­ riada y nueva, así en lo cantable como en la instrumentación: ella fué la que salvó la obra (2). El 21 ele diciembre se clió el .estreno ele una zarzuela .en tres actos, titulada Dos coronas, letra ele don Antonio García Gutiérrez y música ele don Emilio Arrieta. Fué la obra ele la t~mporada. ·

(1) Un marido Por apnesta, juguete cómico-lírico en un acto, original de don L iberto Berzosa, música de don Luis (sic) Reparaz. Estrenada en el tea­ 0 0 tro del Circo el 1. de di ciembre de 1861. Madría, Cuesta, 1861. 4. ; 30 pá­ ginas. Reparto: Film·, señorita Ramos. Carolina, señorita 1Tbarra. Rica1·do, señor Fernández." Edu.m·do, señor Grau. Don Benito, señor Becerra. ! 11ana, señorita Custodio. Tiene cuatro números de música. · · (2) Cenara el Gondole1·o, drama lírico en tres actos y en verso, letra de don José María Nogués. Música de don Antonio Revira. Estrenado en 'el teatro ·del Circo lírico-dramático la noche del 6 de diciembre de 1861. Madrid, Ro­ 0 dríguez, 1861. 4. ; 6o págs. Reparto: Magdalena, joven de diez y seis aíi.os, señorita Ramos. Marquesa de V,:Zla-Bella, de veintiwatro ídem, señora Mora. Margarita, de diez y seis ídetn, señorita Ibarra. Genaro, de c11arenta ídem, señor Muñoz. Beppo, de veintiséis ídem, Grau. M arq11és de Villa-Bella, t1·einta y seis ídem, Becerra. Coro de gondolerós ;' de criados del Marqués ; de damas y caballeros ; de mu­ jeres de"! pueblo genovés. :Italia. U ftimo tercio del siglo xvn. Los dos prime­ ros actos, en Venecia ; el último, en Génova. 524 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

Estamos en Hannóver (r), donde hay un colegio ele mucha­ chas, que por el momento estudian música, además ele otras ma­ terias. Una ele ellas obtiene la corona o premio ele historia, y otra, la de canto. Son íntimas amigas, y como prenda ele afec­ to truecan sus coronas. Aclelaicla, la que canta, es hija ele un banquero que al fin del primer acto se sabe que ha quebrado y huíclo. Resuelve ella dedicarse al teatro, y su maestro, el céle­ bre didáctico Crámer, ofrece acompañarla. Se inician unos amo­ r-es ele Jorge, rey ele Hannóver y luego rey ele Inglaterra, que, aficionado a las dos jóvenes, no sabe por cuál decidirse. En el acto segundo, cinco años después, asistimos en el tea­ tro ele Hannóver al triunfo escénico ele Adelaicla, que ama al rey sin saber que lo era. El rey estaba ya casado con Sofía, la otra joven del colegio que había obtenido la segunda co­ rona. El acto tercero pasa en una quinta real, cerca ele Hannóver, donde la esposa se queja ele la frialdad ele su marido, sospe­ chando que tenga algun otro amor. Deseando ver a Aclelaicla, hace que se la conduzcan a su presencia y se cuentan su histo­ ria. Preséntase el rey, que, habiendo quedado solo con Acle­ laicla, quiere sacarla ele aquel lugar; pero ella le convence ele que nunca hará traición a su amiga. Así termina la obra, pon­ derando la tiple las glorias del teatro. Como se ve, el asunto es ya harto visto en el teatro (La E111,bajadora), y no tiene gran interés; pero está preciosamente versificado, y esto le salva (2) . La música es muy buena. Bat;bieri llega a decir que es "ele lo mejor que compuso Arrieta". El publico, en el estreno, casi opinó ele igual modo, así es que el éxito fué grande. Los au­ tores, especialmente el músico, fueron llamados repetidas veces, aunque sólo se presentó Arrieta. Sin embargo, al igual que en otras obras ele este maestro,

(r) Siempre asuntos extranjeros, y el músico que se arregle como pueda. (z) Dos coronas, zarzuela en tres actos y en verso, arreglada del fran­ cés. Letra de don Antonio García, Gutiérrez. Música de don Emilio Arrieta. Estrenada en el teatro del Circo en el mes de diciembre de r86r. Madrid, 0 Rodríguez, r86r. 4. ; 83 págs. Reparto: Adelaida, señorita doña T. Ramos. Sofía, señora doña Josefa Mora. Jorge, señores J. Grau. Crámer, don O. Mu.ñoz. Pedro, don E. Fer­ nández. Niwáser, Carlos Soriano. El autor del Teatro Real de Hannóver, don E. Subías. Actores de ambos sexos, colegialas, noble·s, criados y pajes. La acción pasa en el Ducado de Hannóver en I7II y 1714. ENSAYO HIS'DÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 525 como La cacería real) en representaciones sucesivas el público se fué enfriando, sin estimar como debía aquellas melodías tan origi­ nales como bien expresadas, aquella gracia y delicadeza en los motivos y aquella instrumentación tan variada y segura de efecto. Era que los tiempos iban derivando hacia lo cómico : la música seria y profunda parecía causar fatiga a los espectadores super­ ficiales, que eran la mayoría (r). Por otra parte, el libreto, pese al respeto debido a su egre·· gio autor, no ofrecía interés ninguno desde el momento en que el verdadero drama sólo aparece y se resuelve al instante en el acto tercero, del cual los dos anteriores no son más que insulso e interminable prólogo. En la zarzuela no es como en la ópera, en que la música lo es todo. En la zarzuela, el libreto puede ser poco literario y lleno de otros defectos; pero como tenga interés, sostiene y levanta la música, si no es mala, porque la hace más comprensible y más eficaz a un público, en general, poco inteligente, que' sólo despierta a impulso de la sensación pasional, que más fácil y claramente le penetra por medio ele la P.alabra hablada. Entonces siente la música, y el compositor y el director ele orquesta lo llevan adonde quieren. Este y no otro pudiera ser el princi­ pal motivo de que ·en Es!paña no satisfaga la ópera a un pú­ blico tan desigual y tan heterogéneo como el que asiste a nues-

(r) Partitura. "A la señorita doña Patrocinio Muguiro y Finat. Dos coronas, zarzuela en tres actos; letra de don A . García Gutiérrez. Música de don E. Arrieta. Reducción por F. de la Hoz). Madrid, Casimiro Mar­ tín, editor, sin año. Fplio. Hay segunda tirada, con nueva portad·a, por Pa­ blo Martín, hijo de Casimiro." Acto l. Núm. r. Introducción y coro (Las coronas de Minerva). 2 . Romanza cantada por el señor Grau (.!Quién ve unos ojos?). 3. Coro de educandas (Vista fija en el pentágrama). 4. Terceto cantado por las señoritas Ramos y Mora y el señor Grau (¡ Cuadro gracioso!). s. Escena y coro (Esas desdichadas). Acto 11. N úm. 6. Cavatina cantada por el señor Muñoz (Mirad aquella nave). 7. Cavatina cantáda por la señorita Ramos (Pese al dios Tonante). 8. Canción bufa, cantada por el señor Fernánclez (Tan fuer.a ele mi centro). g. Dúo por la señorita Ramos y el señor Grau (Tiembla de verme) . ro. Final del acto segundo (¡Hija querida!). Acto 111. Núm. r r. Introducción. Coro ele nobles (En el don de esa .:orona). 12. Romanza cantada por la señora Mora ·(Como en alas). 13. Dúo cantado por las señoras Ramos y Mora (Vamos a ver). 526 BOLETÍN DE · LA ACADEMIA ESPAÑOLA tros teatros, en cuanto a su aptitud para sentir el arte. Esto, de­ jando a un lado el derecho que el espectador tiene a exigir que en todo drama, se.a o no lírico, que se le ofrezca haya emoción derivada del asunto, y no sólo producida por uno de los compo­ nentes del espectáculo, como sería si únicamente se diesen bue­ nas decoraciones. La ejecución de la zarzuela tampoco fué perfecta. Excepto la Ramos, que estuvo siempre bien y en su papel, y muy especial­ mente en el terceto del .primer acto, en la cavatina del segundo y en el dúo con la contralto del tercero, los demás cantantes no estuvieron felices. La Mora, como Font, perdía la voz ele día en día por haberla prodigado con exceso. Grau, que la tenía tan fresca y agradable y que además poseía una figura esbelta y un serriblante expresivo, ·estuvo desaliñado y hasta impasible. Muñoz, por el contrario, movible con exceso, dió un tinte exa­ gerado a todo lo que hizo; hasta el coro de mujeres, contra su costumbre, parecía poco ensayado. En las fiestas ele N a vi dad ele este año el Circo sólo estrenó una zarzuelita en dos ~ctos titulada Un quinto y un sustituto, pieza de poca importancia que no hizo más q~1e distraer los prirneros días. Eran autores, ele la letra, don Libert~ Berzosa, y ele la música, don Antonio Reparaz (r).. Entrado ya el año ele r862, a 21 ele enero, se estrenó la pie­ cecita Por un paraguas, letra ele García Luna, el amigo ele Bécquer, y música de Núñez-Robres, con mediano éxito (2), y días después, el 26, se puso, con el título ele La estafeta de amor (3), una traducción que ele la ópera cómica 111 e111wrias de Rí-

(r) Un quinto y un sustituto, zarzuela en dos actos, por don Liberto Berzosa. Música de don Antonio Reparaz. Estrenada en el teatro dei" Circo el 0 día 24 de diciembre de r86r. Madrid, Rodríguez, r86z. 4. ; 39 págs. Reparto: Teresa, señorita Ibarra. Petra, señorita Brieva. Alfredo, señor Font. Pedro, señor Fernández. Sargento, señor Becerra. Soldados, aldeanos y aldeanas. / (z) Por un paraguas. Zarzuela en \111 acto, arreglada a la escena española. · Letra de don Luis García -Luna. Música de don Lázaro Núñez-Robres. Repre­ sentada por primera vez en Madrid, en el teatro del Circo, el día 2 r de enero 0 de r86z. Madrid, Cuesta, r86z. 4. ; z8 págs. Reparto. Jnlia, señorita Brieva. Inocencia, Custodio. Rita, Rojas. EHsta­ quio, señor Fernández. Facundo, Becerra. Don Ci1·ilo, Aparicio. La escena en casa de Facundo. Tiene cinco números de música. (3) Estafeta de amor, zarzuela en un acto y en prosa, arreglada a la eséena española por don José María N ogués; música de don Ignacio Agus- ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 527

chelieu, de D'Ennery, había hecho don José María N ogués, y a la cual había puesto una linaa música don Agustín del Cam­ po, hijo del famoso fabricante de guitarras de Madrid, que te­ nía y tuvo mucho-s años su tienda. en la calle de Carretas (r ).. La música gustó mucho, y cuando el público llamó al autor de ella, se presentó también Nogués, como si fuese su autor, o siquiera del libreto, a recibir los aplausos. Un rival del otro mundo, zarzuela en un acto, letra de Pas­ torficlo y música de don Antonio Rovira, fu é estrenada el 8 ele febrero, y muy aplaudida, así por lo cómico del argumentO' como por la viveza y gracia del diálogo. La música era tam­ bién ligera y juguetona, pero escrita con verdadero talento de autor competente. Todas las piezas -fueron aplaudidas. Como la letra se apartaba algo ele la manera ele Pastorficlo, se murmu­ raba que las primeras escenas las había escrito don Narciso Serra. Pero lo cierto es que Pastorfido la imprimió como suya (z). Don Antonio García Gutiérrez escribió un libreto de zar­ zuela en dos actos, titulado E l d~tende de palacio, para que Arrieta le pusiese música, y éste se lo dió a uno ele sus cli s­ cípulos, llamado don· Salvador Rui z. En el estreno, el 8 de fe ­ brero, el mismo día que la anterior, er público aplaudió varias escenas del libro, escritas con la galanura habitual en tan gran poeta; pero a la música nadie le · dijo nada. Al final el público aclamó y llamó al autor, que, como ele costumbre, no .se quiso presentar; en cambio, lo hizo el músico. Pero es el caso que desde r855 anclaba impresa esta zarzuela, con el título de El Duende de Madrid, a nombre del mismo poeta, pero a tribu-

tín Campo. Estrenada en el teatro del Circo lírico-dramático en el mes eL~ 0 enero de 1862. Madrid, Rodríguez, 1862. 4. ; 32 págs. Reparto: Casilda Gómez, doña T. Ramos. E rígida, doña D. Custodio. Dow Cánd1:do Mendoza, don E . Fernández. Don Gonzalo González y Góm.ez, don C. Soriano. La acción en Sevilla, en los primeros años del reinado de Feli.­ pe II. (1) La tienda existe aún hoy (1933); no sé si regida por la misma fa- milia. (2) Un rival del otro nHmdo, zarzuela en un acto, arreg·lada del fran­ cés. ·Letra de don Miguel P astorfido. Música. de don A ntonio Rovira. Jvi a­ 0 drid, Rodríguez, 1862. 4. ; 34 págs. Reparto: dofía Angela, señorita Iban·a . Rosa, señorita Brieva. Don Se­ gundo, señor Fernández. Don Cornel-io, señor V iciarte. Domingo, señor Al-­ calde. 528 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA yendo la música a do n Emilio Arrieta. En r855 no se repre­ sentó ninguna zarzuela de este título; por consiguiente, es cla­ ro que se trata de la misma obra, que fué quedando olvidada por pereza de Arrieta. El asunto está relacionado con los fa­ mosos libelos poéticos contra el ministro Patiño, en tiempo de Felipe V, los cuales García Gutiérrez, sin fundamento ninguno, se los cuelga al militar y poeta don Eugenio Gerardo Lobo (r). Fué muy reída la frescura y sansfaqon del maestro Ruiz. Con escasa fortuna estrenaron el 2I ele febrero los dos a1111- gos Serra y Pastorfido la zarzuela en dos actos titulada Har1'Y el Diablo, a la que había puesto música don Antonio Reparaz, a quien arrastraron en su caída. Al imprimirla la dedicaron a su común amigo don Aclelarclo López ele Ayala, con esta do­ lorida quintilla:

Esta obra, Ayala querido, otro mérito no encierra que el ele haber tu nombre unido al del pobre enfermo Serra y su amigo Pastorfido (z).

Algo mejor fortuna tuvo el I.0 de marzo la zarzuelita en un acto, titulada La pastom de la Alcarria, de don Guillermo Perrín, la letra, y música ele Rovira. Esta obra estaba tomada del mismo original ele que meses después se sirvió Pastorficlo para su libreto Retrato y original, aunque uno y otro callaron cuál era (3). La empresa ele Millet había cesa·do el I4 de enero, quedando

(r) El dnende de Madrid, zarzuela en dos actos, letra de don Antonio 0 García Gutiérrez, música ele don Emili~ Arrieta . Madrid, Tejado, r866. 4. ; 56 págS>. Madrid, 1736. No t iene r eparto, porque aún no se había repre­ sentado. (z) Han·y el D ·iablo, zarzuela en dos actos y en verso, letra ele don Nar­ ciso Serra y don Miguel Pastorficlo. Música de don Antonio Reparaz. Estre­ nado en el teatro del Circo el día 2 1 de febrero ele r86z. Madrid, Rodrí­ 0 guez, r872. 4. ; 6z págs. Reparto: AJaría, señorita R·amos. Cecilia, señora Ibarra. Catalina, seño­ rita García. El PríncijJe de Gales (Han·y el Diablo), señor Becerra. El Con­ de Edgard (Wi/1) , señor Grau. Tom, señor Fernáncl ez . Yaclz, señor Soria­ no. Jnan, señor Alcalde. Walte1·, señor N . Guardias, cortesanos, aldeanos. La. acción pas·a, en Inglaterra. E>\ primer acto, en una taberna ele Londres, y el segundo en el castillo del Conde. (3) La pastora de la Alcania, zarzuela en un acto y en prosa. Arregla­ da del f rancés por don Guillermo Perrín. Música ele don Ant'onio Rovira. 0 'Madrid, Rodríguez, r86z. 4. ; 30 págs. ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 529

el teatro bajo la dirección de don Antonio García Gutiérrez, Arrieta y la tiple Trinidad Ramos, que con dificultad pudo sos­ tenerse hasta el martes de Carnaval, del mismo año, en que clió su última representacióh. Pero como los actores se queda­ ban sin ocupación en la época peor del año, se organizaron en sociedad, tomando por directores al tenor José F ont, al bajo Joaquín Becerra y al director de la orquesta Camellas. Formaron un cuadro ele declamación para alternar con lo cantado; ad­ miti-eron unos acróbatas extranjeros y trajeron a la famosa bai­ larina Manuela Perea, la Nena, con un cuerpo de baile espa­ ñol, y prosiguieron en dar algunas funciones, empezando el do­ mingo 9 ele marzo. Desde entonces se tituló este teatro "Recreo ele verano", y en 8 de junio estrenaba la zarzuelita en un acto titulada Pablo y Virginia, un arreglo ele otra que ya se había representado con el título ele Un hongo. Eran autores, el e la letra, don Ignacio Vir­ to, y ele la música, don Antonio Reparaz. Debió ele haber asistido poca gente a ver esta obra, porque en noviembre ele este mismo año la reprocluj eron en el teatro ele N oveclacles. El mismo día fué implacablemente silbada otra piececilla, titulada La hija del • alcalde, escrita por don Manuel Nogueras y musicada por el maestro Salarich. Tampoco sus autores se conformaron con este fallo, y además ele imprimir su obra la hicieron representar ele nuevo, en I864, en el teatro de Novedades. En I86o se había fundado la "Sociedad Artístico-Musical el e Socorros M u tu os", en la cual se inscribieron casi todos los mú­ sicos y cantantes el e Madrid, que por ello nos dejaron algunas notiCias biográficas estimables, y pasado algún tiempo creyeron los socios que para arbitrar recursos con que sostener la So­ ciedad sería conveniente dar conciertos con los abundantes ele­ mentos ele que disponían. No sin trabajo pudieron organizar el primero, que se celebró en el Conservatorio el 23 ele marzo de I862, con un programa escogido y con auxilio de varios aficionados inteligentes. Dieron después otros tres conciertos, que fueron muy concurridos y cdebraclos. En provincias seguía la zarzuela el camino que le señalaba Madrid. El buen ejemplo dado por don Luis el e Olona el año anterior animó a los empresarios ele Barcelona a formar para el teatro Principal o ele Santa Cruz una compañía casi tan bue- 36 530 .' BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

¡1a como las de Madrid, la cual, por su extensión,· relegaremos a la nota (r). Con ella pudieron presentar las zarzuelas con la misma propiedad y esmero que la Corte. Empezaron el 12 de septiembre de 1861 con El estreno de una artista, que, a la vez, sirvió para la presentación de .la después célebre tiple Teresa Istúriz. Tenía voz de poco volumen o intensidad, pero de mucha extensión y fuerte en la cuerda aguda. Cantaba con bastante co­ rrección y buen estilo y ejecutaba con gran facilidad. Volvió a salir en Una viefa y estuvo muy feliz, especialmente en el rondó final, tan difícil, según lo había cantado la Ramos. Más ade­ lante, cuando venga a cantar a Mádrid, daremos otras noticias de esta famosa tiple. El tenor Juan Prats era nuevo : sólo había cantado como

(r) Compañía de zarzuela para Barcelona en r86r-r862.

P1·úneras #ples. P?"imeros barftonos. Adelaida Latorre. José Carbonell. Teresa Istúriz. Eduardo Minguefl. Rosario Hueto. Primera del género cómico. Badtono cónúco. Adelaida Montañés. José Al verá. Comprimarias. BaJo. Carolina Luján. Isolina Porcell. Jaime Fábregas. Leonarda Casayús. Bajo cómico. Primer tenor. José Escríu. Ramón Mendizábal. OÚ·os. Segundo tenor. Rosendo Dalmau. Manuel Arcas. Juan Prats.

P1·úne1·os teno1·es cómicos. Gené·ricos. Ricardo S. Allú. Corberó. Joaquín Miró. Oliva.

NI aest?·o de coros: José Gómez. 32 coristas ele ambos sexos. Director de m·questa: José Viñas. 40 profesores ele orquesta. Director de la banda con 28 profesores: Francisco Fremont . . Apnntadores: Francisco Mendoza, Francisco Rialp (de música) ; segundo, Francisco Riera. Antor de la compañía: José Comerma. Trabajó esta compañía ele 12 ele septiembre ele r 86r a ro ele abril ele r862, bajo la dirección ele 'ülona, y además de repetir las zarzuelas del año anterior, dieron otra9 20 ele las cantadas en Madrid. E_NSAYO HISTÓRICO · SOBRE ·LA ;lARZUELA .53!

aficionado alguna véz en· un teatl'o. Tenía voz, llamad.a por los técnicos, "redo11da", sonora y ele agradable timbre. El I7 de septiembre salió Adelaida Latorre el} Jugar con fuego, que ella había ·estrenado, en :Madrid, diez años antes, y con ella salieron Carolina Luján, Mendizábal, · Carbonell, Fá­ bregas, Miró, Oliva y Corberó. Dos días después·, en El jura­ mento, cantaron las dos primeras tiples muy bien. E l 24· de octubre se puso El diablo en el poder. Hizo la Princesa la Istúriz, y el papel ele Elisa Montellano, la soprano Rosario Hue­ to, que salió tímida y encogida por su poca práctica, así en el canto como en lo hablado. Luego la veremos en los Bufos bien cambiada. Por este estil·o siguió el resto del año la compañía, que venía a ser un trasunto de las de Madrid. En el Balón, de Cádiz, hubo en febrero ele I862 una com­ pañía de zarzuela, que antes había estado en Córdoba, Jaén y otros pueblos de Andalucía; en que eran primeras partes Matilde Villó, Felisa Hernández, Amalia o Ame1ia Gómez (lue­ go famosísima bufa), Dionisia Guzmán, Rosa Celimendi, Josefa Brieva y Carlos M. Marrón, Joaquín P. Plo, Miguel González, Pascual Muñoz, Angel Povedano, Eugenio Camino, etc. (I), que hicieron Campanone, Llamada )' tro pa, El juramento, El ?'elám,pago, Jugar con fu ego, Ent?'e mi mujer y el negro, Catali- 1ta, Mü dos mujeres y otras muchas en un acto. En julio vino al mismo teatro otra compañía de zarzuela, di­ rigida por el maestro don Luis · Salarich, de la que eran partes Luisa Morera, Rosa Lloréns, Francisca Moya, Ant-onia Monte­ ro, Encarnación Vilches, Antonia Casayús y Rosenc\o Dalmau, Luis Morón, José Carbonell, Ang-el Almazán, Miguel Gonzá­ lez, Jaime Fábregas, Manuel Martínez, José Rosales, Fernando Priego y Rafael Gutiérrez. Esta compañía debía ele venir de Barcelona y Valencia. Empezaron el 5 ele julio con Los dimnantes, y sigui eron El ?'elámpago, El Postillón, Zampa,. Catalina, EntJ:e m·i mujer y el negro y muchas en un acto. A esta compañía siguió, desde. septiembre, _todo el resto del

(r) Lara, Ruiz, Galinier, senonta Romana, señorita Muñoz. Eran maestros y directores de orquesta don Ramón .Rujz y don J.oaquí11 ·Cortier.-Apuntadores: Francisco Meréaclo, Tomás Celirnencli, Salústiano I'lu­ iíoz.-Autor : José Farro.-r6 coristas y 22 profesores de · orq'ttesüv · · · 532 BOLETÍN DE LA ACADEMIA ESPAÑOLA

año, otra de declamación, dirigida por José Sánchez Albarrán ; pero que también hizo alguna zarzuela. Lo más notable de ella lo constituía la gran compañía de baile, en la que eran primera pareja Petra Cámara y Manuel Guerrero, con buenas bailarinas como Elisa Galván, las hermanas Carmen y Dolores Barrera, Adelaicla Castro, Carolina Quintana y los profesores José V alero, Luis Botella, Rafael Jiménez y Manuel Montañés. Estos dies­ tros pusieron baiJ.es nuevos, como Una za111bra de gitanos, la Fiesta andaluza, que tenía siete números; La Manola, Don Ru­ perto Culebrinas, música de don José Viñas, nueve números, con un zapateado ele panderetas en que lucía mucho la Cámara ; una ll1-iscelánea de bailes nacionales, con La Gallegada, en la que era famosa dicha bailarina; el baile r enovado La Tertulia o los manolos de Madrid en r8o8, con siete números; La Flor del Puerto; La Perla de Andaluda, con siete pasos o números, y otros como La linda gitana; la Gran Danza Valenciana y las Co­ rraleras de Sevilla, ya bailados en Madrid por la Cámara. Todo esto se ha perdido o transformado. En Valencia hubo también zarzuela en el teatro ele la Prin­ cesa, en que estaban las señoras Sancloval, Bagüés, Chust y O laso, y los cantantes Mora, Sanz, Jordán, Torromé, Cerrillo y otros. El 24 de diciembre ele r86r estrenaron la zarzuela en un acto, titulada Po1' balcones y azoteas, letra ele don Rafael Blas­ co; música el e don Carlos Lloréns, que gustó mucho y se hi zo repetir casi la mitad ele la música. Fué interpretada por las se­ ñoras Bagüés y Olaso y por Mora y Sanz. En marzo ele r862 fué Olona a Valencia para dar algunas funciones con la compañía que dirigía en Barcelona. En Santander tenían compañía de zarzuela, que en diciembre estrenó con aplauso, una en un acto, titulada Palos en seco, original ele los señores Pereda y Peña. En el curso del año cómico se habían estrenado en los dos teatros de Madrid 45 zarzuelas: IO ele ellas en tres actos, de las cuales hay que eliminar dos, que, aunque traducidas, se cantaron con la música original extranjera, que fueron La pradera de los desafíos y Stradella. De las ocho restantes sólo cuatro obtuvie­ ron un éxito franco y duradero, que fueron Un tesoro escondido, de Vega-Barbieri; Dos coronas, ele García Gutiérrez-Arrieta; La reina Topacio, ele Alvarez-Caballero (esta última por la mú- ENSAYO HISTÓRICO SOBRE LA ZARZUELA 533

sica). Amor y arte fué aplaudida por la letra de Zorrilla. De las cinco obras en dos actos que se estrenaron en el año fueron aplaudidas tres: las tituladas Por sorpresa, de Ruiz del Cerro­ Oudrid; Un quinto y un sustituto, de Berzosa-Reparaz, y El duende de palacio, por la poesía ele García Gutiérrez. De las 30 en un acto sólo tuvieron éxito resonante El loco de la gua?'­ dilla y La isla de San Balandrán. Fueron bien admitidas La gi­ tanilla, Un concierto casero, El juicio final, Un viaje alrededor de mi suegro y Un rival del otro mundo. Esta proporción indica algo de aplebeyamiento del género por exceso de audacia en los autores y falta de rigor en los encargados ele examinar las obras antes de entregarlas al público. En cuanto a las tendencias, se advierte que predomina el gé­ nero jocoso, la zarzuela alegre, con preferencia a la seria, que sólo se ve en obras muy flojas, como Genaro el Gondolero, o en las traducidas, como Stradella. Libretistas nuevos ele importancia, cuatro han aparecido: Gar­ cía Cuevas, Puente y Brañas, García Santisteban y Nogués. Oca­ sionaies, sí han salido en mayor número: Escosura (don N ar­ ciso), Gutiérrez de Alba, Olavarría, Cerro, Bustillo, Ferrer y Berzosa (r). De los compositores sólo cinco nuevos hemos podido hallar : don Miguel Albelda, don Isidro García Rossetti, Balart y Cam­ po (Ignacio y Eduardo) : el primero con una sola obra, pero buena; el segundo con dos o tres ensayos desgraciados; el ter­ cero con una obra muy mediana, y los cuarto y quinto con dos ensayos, uno muy feliz y otro poco afortunado. N o citamos entre éstos al maestro don Salvador Ruiz, porque no tenemos segu­ ridad de que la música de El duende de palacio sea absoluta­ mente suya, y más bien creemos lo contrario. (Continuará.) EMILIO CoTARELO.

(1) Destinaremos esta última nota a salvar algunas erratas que se desli­ zaron en el capítulo anterior.

.PÁG. LÍN . DICE LÉASE

391 r8 casadas. casaderas. 415 8 cle1'es, clercs, 416 36 externan1. aeternam. 419 39 r816. r861. 422 25 García: ti e- García: "tie- 422 37 gracia. gracia."