Los Senderos De La Literatura De Hispanoamérica. Las Nuevas Orientaciones De La Creación Artística Desde El Modernismo
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Monográfico LOS SENDEROS DE LA LITERATURA DE HISPANOAMÉRICA. LAS NUEVAS ORIENTACIONES DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA DESDE EL MODERNISMO The paths of Hispanic American literature: new orientations of the artistic creation since Modernism Guadalupe Fernández Ariza Universidad de Málaga (España) El modernismo hispanoamericano significó la re- Hispano-American modernism meant the literary novación literaria que llegaría con el influjo de renewal that would arrive with the influx of French la cultura francesa, cuya trascendencia llevó a la culture, whose transcendence led to the adoption adopción del principio estético de «el arte por el of the aesthetic principle of “art for art’s sake”; and arte»; y esta filosofía fue una motivación explícita this philosophy was an explicit motivation of the su- de la sublimación del arte, de la elevación de los blimation of art, of the elevation of the creators to creadores hasta las cimas de su consagración. Los the heights of their consecration. The writers them- propios escritores ejercieron la crítica y propiciaron selves exerted criticism and fostered a conception una concepción que aunaba todas las artes, espe- that combined all the arts, especially the plastic arts. cialmente las artes plásticas. Poetas, como Darío, Poets, like Darío, tried to make sense of the “plas- trataron de dar sentido al modelo del «poeta plás- tic poet” model, a theory sketched out by Victor tico», teoría esbozada por Victor Hugo en su exalta- Hugo in his exaltation of Shakespeare, but also the ción de Shakespeare, pero, asimismo, era la consig- star slogan of the Parnassians and the Symbolists. na estrella de los parnasianos y de los simbolistas. Palabras clave Keywords Modernismo, artista, pintura, literatura, integración Modernism, artist, painting, literature, integration TSN nº6, julio-diciembre 2018 ISSN: 2530-8521 ara conocer las intrínsecas y profundas re- en la ruptura de fronteras entre las artes, pues era laciones entre la literatura y otras artes —es- la nueva doctrina la que imponía la difusión de las pecialmente entre la literatura y la pintura— artes plásticas en el gran escaparate de las exposi- en las obras de los escritores que sentaron ciones, de los museos y de los salones. Plas bases de la autonomía y la madurez en el conti- Para establecer las relaciones entre las artes, nente americano de herencia española, hemos de recurriré al testimonio de los poetas, tanto en sus contemplar a los grandes poetas del modernismo, ensayos como en sus creaciones poéticas. Y co- el movimiento en el que se consolidó la comunica- menzaré por los comentarios que explicarían las ción más fecunda entre los creadores hispanoame- raíces profundas, la filosofía implícita que propició ricanos y europeos con un diálogo de gran altura, la profusa tendencia de integración, tan proclama- dada la potente fuerza expansiva y la excelencia de da y llevada a la práctica de forma extraordinaria la literatura modernista. El movimiento, abande- como un signo distintivo en la modernidad litera- rado por Rubén Darío, tuvo una larga vida: se ex- ria. Octavio Paz invocaría a Baudelaire para esbo- tendió desde el último cuarto del fin del siglo XIX zar los fundamentos de su peculiar teoría de las hasta bien entrado el siglo XX. Consideremos que «correspondencias», elaborada sobre la idea de la una de las novelas representativas, De sobremesa, existencia de un ritmo cósmico que el poeta trata- del colombiano José Asunción Silva, se publicó ba de trasladar a sus creaciones, buscando una ar- en 1925. Octavio Paz propone 1918 como fecha monía universal que vinculaba a todos los seres del de cierre; sin duda, tuvo en cuenta la publicación de universo en una singular analogía. Esta proclamada Los heraldos negros, el primer libro de poemas del comunicación estaba basada en explicaciones que peruano César Vallejo, y la poesía de Ramón López interrelacionaban las artes. Octavio Paz analizó su Velarde (Zozobra, su mejor poemario, es de 1919), sistema a la luz de teorías del mismo Baudelaire, autor mexicano muy admirado por Paz, quien mos- quien en su ensayo sobre Wagner vuelve sobre esa traba ya una tendencia de cambio hacia lo que se idea: consideró la vuelta a la provincia, a lo autóctono, frente al gran cosmopolitismo de los modernistas. […] No es sorprendente que la verdadera música López Velarde encajaría dentro del marco del pos- sugiera ideas análogas en cerebros diferentes; lo modernismo. Pero, además de estos giros y mati- sorprendente sería que el sonido no sugiriese el ces, de estas insignes prolongaciones, los logros color, que los colores no pudiesen dar idea de una melodía y que sonidos y colores no pudiesen tradu- estéticos del modernismo se mantuvieron y deja- cir ideas; las cosas se han expresado siempre por ron profunda huella en la literatura posterior, esto una analogía recíproca, desde el día en que Dios es, en la gran literatura del siglo XX. profirió al mundo como una indivisible y compleja Uno de los principios del canon modernista fue totalidad. Baudelaire no escribe: Dios creó el mun- la apertura del lenguaje hacia formas de raíz cul- do, sino que lo profirió, lo dijo. El mundo no es un turalista; también esa misma tendencia motivó la conjunto de cosas, sino de signos; lo que llamamos recuperación de los mitos clásicos y de sus prota- cosas son palabras, una montaña es una palabra, gonistas como figuras intemporales, bien adapta- un río es otra, un paisaje es una frase. Y todas esas das a las temáticas y a los modelos argumentados frases están en continuo cambio: la corresponden- cia universal significa perpetua metamorfosis. El con los nuevos valores artísticos y con las reivindi- texto que es el mundo no es un texto único: cada caciones de los escritores del llamado fin de siglo. página es la traducción y la metamorfosis de otra y Los modernistas buscaron la Belleza como ideal, así sucesivamente. El mundo es la metáfora de una se evadieron de la realidad hacia mundos de ele- metáfora 1. gancia y de aristocracia en su ornamentación y en las prestigiosas hazañas de sus héroes y heroínas. Darío fue, sin duda, un gran traductor de esa Aunque en esa apertura hacia el concurso de los metáfora que argumentara Paz, basta ver su poe- clásicos, especialmente el Renacimiento, el Siglo ma «Ama tu ritmo», uno de los últimos de Prosas de Oro de la literatura española y la Antigüedad profanas; y de la misma forma intentó conciliar las —filtrada por el neoclasicismo francés—, integraron, lecciones aprendidas en Baudelaire: así el cisne, con gran protagonismo, los mitos literarios y los emblema del arte de Darío, tuvo su modelo pictó- igualaron a la tradición recibida, actualizada y pues- rico en Leonardo: «Vinci fue su barón en Italia…» ta en vigor por la Ilustración y el Neoclasicismo. Los («Blasón») y tuvo su acorde musical en Wagner: ejemplos de esta renovación de la literatura y de «Fue en una hora divina para el género humano. / la extensión de sus límites hacia los territorios me- El cisne antes cantaba solo para morir. / Cuando se nos explorados —el Romanticismo ya había transi- tado por la Antigüedad y por amplios escenarios exóticos y medievales—, como el exotismo, la Edad 1 Cf. O. Paz (1981): Los hijos del limo. Barcelona: Seix Barral, Media y, muy señeramente, buscaron la renovación pp. 107-108. TSN nº6 oyó el acento del Cisne wagneriano / fue en medio de las figuras evocadas, pero sabemos que estos de una aurora, fue para revivir» («El cisne»). míticos héroes habían sido reforzados en la pintu- Sobre la fructífera alianza entre los poetas y los ra de la época, dando mayor vigor a la imagen de pintores podemos aducir testimonios ilustrativos: sus representaciones. El mismo Darío lo había ad- vertido en versos anteriores a los traídos en este De 1800 a 1850 desfilan por la poesía francesa teo- alegato. No olvidemos que el poema ofrecido para rías y prácticas de un tipo de poesía fusionista, inte- aclarar sus modelos tiene un sentido programático, gradora de todas las artes, titánica reacción contra expresado en el mismo título: «El Arte»: las delimitaciones establecidas por el Laokoon. Los románticos —en su ambición de abarcarlo todo—, los escritores de «el arte por el arte», los parnasia- […] Porque es el artista ajeno nos, y luego Verlaine, van adscribiendo a la lírica a lo que en la tierra estriba, funciones absorbentes de todas las demás artes. y se anda por allá arriba… Théodore de Banville, en su tratado de versificación […] Y cuando se baja, es francesa, dice que la poesía es a la vez música, es- para una cosa cualquiera…, cultura, pintura, elocuencia […]. Verlaine proclama a arrancar de una cantera la musicalidad como excelencia suprema, aunque la ruda faz de Moisés; es igualmente maestro en lo pictórico […]. [Gau- o a remojar un pincel tier] afirma rotundamente: «Todos hemos dejado en ese cielo profundo, los libros por los cuadros, y las bibliotecas por los y crear en un lienzo un mundo museos». Los pintores se consideran como tipos 4 del gran artista, y Baudelaire los sigue en la historia, y llamarse Rafael . como a las máximas luces guiadoras, Les Phares, en el poema de ese nombre. [Son de] Flaubert las Por este motivo, hemos de acudir constante- palabras que siguen: «No soy hombre de natura- mente a la localización de las imágenes poéticas leza […] no comprendo nada de los paisajes que en la pintura, donde aparecen sus figuras más reite- no tienen historia. Daría todos los ventisqueros por radas en el ámbito contemporáneo, con el notable el Museo del Vaticano. ¡Allí sí que se sueña!» […]. influjo del simbolismo de Gustave Moreau, pintor Empiezan entonces lo que fundándonos en las pa- evocado por Darío en un poema importante: labras citadas de Flaubert llamaremos «sueños de museo».