Nosferatu. Revista de cine (Donostia Kultura)

Título: El cine japonés de los 90

Autor/es: Ueno, Koushi

Citar como: Ueno, K. (2001). El cine japonés de los 90. Nosferatu. Revista de cine. (36):93- 104. Documento descargado de: http://hdl.handle.net/10251/41231

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e os os afi cionados al cine de todo el mundo conocen los nombres de Kuro­ liuema jupou ia rmn'/1 ('grwm gogottk aIr/o 111 do f\11 m.w 11 t·a . sawa y l'vli zoguchi en los .lliz.o/l.witi el a (h11k Mmt o!di ::. ::.itwmrtlop.:rr!fia tlliJtntdarm años cincuenta, y con ellos fijan .llf'll r/Pimldem lutrhild11 ::. IILPIIjilmak egtú ::. itu ::. /t'/1 gomieloltk por primera vez su atención en el Caur egun de.mgerl/1 da luntiek karrl'm gamlu ::.utenl'ko fsllldin ­ cine japonés. Bastante después, el mundo "descubre" a Ozu y Naru­ stÚt'mo. IA'Iwwgo estudiol'k indllslrt'rtrenjhst' g11 ztiak se, a la vez que adquiere una vaga koutro/at ::.r'/1 ::.illl ::. lm , t>koi::pt'tll'lt!.· emm/([ldim orle, e/a ('skola­ idea de la existe ncia de autores lanak egite11 :,ilu:./('ff ga:.:k ml::.al. Omin lwrm kubu: tl

NOS FERATU 3 6 - 371G·!JI····· S~wej,~? ~------~------

El mundo exterior a Japón sabe mura, existían unos grandes estu­ En Japón, los graneles estudios ele que existe un Kurosawa que no es dios para la rea li zación de pelícu­ las productoras que luego han ve­ Akira, sino Kiyoshi ; también co­ las. All í recibían la educación ne­ nido a llamarse majors se crearon noce los nombres de directores cesaria para aprender a hacer pelí• en los afíos treinta, pero cobraron como Kitano, Aoyama, Tsukamo­ cul as y convivían con todo tipo de especial fu erza tras terminarse la to, Miike, lwai, Harada y Sabu y, profesiona les. A la hora de rodar Segund a Guerra Mundial y a fina­ además, que la gran mayoría de un a película , lo hacían con ese les de los años cincuenta alcanza­ éstos son de la joven generación, mismo equipo de los estudios de la ron su punto má ximo de desarro­ de en tre treinta y cuarenta ailos. productora con el que habían esta­ ll o. Esto sucecl ió ele forma más o También la visión desde el interior do trabajando y conviviendo. Y a menos paralela a la evolución del de Japón permite constatar la pre­ la hora de estrenarse, la película se cinc en el resto del mundo. Esos sencia en el cine japonés de los estrenaba en los circuitos de ex hi ­ graneles estudios fueron decayen­ noventa de una serie de directores bición que di cha productora po­ do y acercándose a su final con la de gran talento (donde se incluyen seía. Es decir, para convertirse en ll egada de la década de los seten­ los arriba citados) que han insu­ director bastaba con tener la sue1te ta, pero, por un instinto de super­ flado vi talidad a la industria. El de entrar en uno de estos grandes vivencia común a cua lquier tipo propósito de este artículo es des­ estudios. Sin embargo, para los jó• de empresa, buscaron pro longar cribir en qué entorno han nacido, venes directores de los años 90 no su existencia ele diversas mane­ qué tipo de probl emas abordan y ex iste este lu gar de formación . ras. Unos produciendo películas qué visión tienen a la hora de ro­ Ellos han tenido que aprender la pornográficas, otros in virti endo dar estos autores de la década de técni ca de dirección solos, o en en el medio televisivo o en la in­ los noventa. Y, finalmente, la rela­ pequeños grupos de compaileros. du stria musical, o centrando su ción que todo ell o guarda con sus A la hora de hacer una película, actividad en la reali zación ele su­ películas. Pero antes de hablar de tienen que ir buscando una pro­ perproducciones. Así lograron éstas veamos cuál era la situación ductora que les compre su proyec­ pervivir más o menos otra década de la industria del cine en la que to (en la mayoría de los casos, pe­ y, aun cambiando superfi cialmen­ ellos se formaron. queñas productoras independien­ te su apariencia, tamb ién conti ­ tes), buscar ot ras personas o cor­ lllJaron durante los años ochenta. poraciones que invie1tan en ello y Podemos decir que esta década se 1. El entorno cinematográfico reunir a todo el equipo e intérpre­ caracterizó por los dolorosos for­ de Japón en los años 90. Cómo tes. Y, una vez terminada la pelí• cejeos y debates por la supervi­ se llega a convertirse en direc­ cula, de nuevo buscar una distri­ vencia, siempre a med io camino tor de cine buidora o una sala que la estrene. entre el despiece ele las viejas es­ tructuras y la construcción de las En la época de Ozu y Mizoguchi, y Sin embargo, esta situación no es al­ nuevas. El cinc japonés ele esta también en la de Oshima o Ima- go que haya nacido con los años 90. época no es muy conocido, pero

•••••m·3·1 NOSFERATU 36-37 cuenta con excelentes películas y nacimiento como autor anwteur más joven que ellos, Rokuro Mi­ autores. No obstante, la mayoría que empieza a despuntar. ¿Cuál es chizuki, que ha recibido elogiosas de ellos son personas que, de una entonces el camino para ll egar a críticas por El fuego del diablo forma u otra, todavía se habían ser profesional? (Onibi, 1997) y Amor yalmza formado profesionalmente en es­ (Koigokudo, 1997), comenzó es­ tos grandes estudios. Desde los años sesenta y con la cribiendo gu iones para pinku eiga participación de muchos amateurs antes de convertirse en director. Como ya he expli cado, estos existe en Japón un tipo de cine que También hay di rectores como grandes estudios, además de ser ha arrojado resultados meritorios que, aunque todavía un lugar donde se hacían pelícu­ con muy poco presupuesto, el cine no es conocido en el extranjero, las, eran un lugar de formación pornográfico llamado pinku eiga cuenta con una película tan maravi­ para aquell os que empezaban a (li teralmente "pe lí culas rosas"). llosa como La rnuje1· de lencería trabajar en el cine. Y además, lo Aquí han dado sus primeros pasos negra (Kuroi Shitagi no Omw: cual supone una particularidad de corno directores , Raigyo, 1997) y sigue rodando es­ la industria cinematográfica j apo­ conocido por S umo sí, sumo no porádicamente pelícu las pornográfi­ nesa, la productora no solamente (Shikofunjatta, 199 1) o ShaU We cas. poseía los estudios, sin o los cana­ Dance? (Sha/1 We Dance?, 1995), les de derechos, explotación y y , hoy recono­ Si una película normal de bajo distribución, con sus propias sa­ cido mundialmente por La cura presupuesto viene a costar una las de cine especializadas en exhi­ (Kyua 1 Cure, 1997) o Carisma media de cincuenta mi ll ones de bir sólo sus películas. Por tanto, (Karisuma 1 Charisma, 1999) , am­ yenes, en el caso de las pinku al deshacerse toda esta infraes­ bos de la misma generación. Algo eiga el presupuesto no llega ni a la tructura de los grandes estudios, también se desmantelaron todas s us ramificaciones. E ntonces, ~ ¿cómo se aprende ahora a hacer ---, :ct~ cine? *± ..... ?' ~ r,~----. 7 _..,. W on Japón es un país extremadamente ~ /r ~ ~ ~ pobre en universidades o escuelas ;t. 1f1: 1 J,t!Á para aprender cine (más incluso que otros países asiáticos como ! t: 1 ~ y PP China o Corea), por lo que en ge­ ~ aG:a.~ neral los directores son autodi­ 1 -j- 2 bod dactas: un grupo de j óvenes a los ~ ~ que les gusta el cine traban amis­ f 1,,, tad en la escuela superior o en la )¡, universidad y ruedan películas en tl 8 mm. La mayor parte de los nue­ L._ vos autores en activo durante los años noventa han aprendido de esta manera. Afortunadamente, para que este tipo de películas puedan ser vistas por el público existe el Pi a Fi lm Festi val, organi­ zado por la empresa que edita la revista de in fo rmación de espec­ táculos Pia. El primer paso de los jóvenes directores para darse a conocer por la sociedad (y esto en un nivel muy reducido) es sol i­ citar la exhibición de su película en este festi val y conseguir algún premio. En este aspecto y durante sus veinte años de existencia, el Pia Films Festival ha reali zado una labor fundamental. Sin embargo, 7/250N SALE -tf.~~VJ6.3 0 este nivel no pasa de ser un reco- Lo mujer de lencería negro

NOSFERATU 36- 37 ~~~·· décima parte, unos tres millones y de películas fue Tatsumi Kuma­ un trasfondo cultural fa vorable medio aproximadamente. Luego, shiro, homenajeado en el ciclo es­ para esta si tuación, pues tradicio­ dos o tres días de rodaje y uno pecial del ar"io pasado del Festival nalmente Japón reconoce la ex­ para montar y conseguir el acaba­ de Rotterdam. También se forma­ presión del sexo como una parte do final , que nos dará una pelícu la ron aquí directores que llevarían de su cultura, sin que pesen los de unos 70 minutos. Con estos la batuta del cine japonés en los tabúes habituales de otras socie­ datos comprenderemos la dureza ai'1os ochenta, como Shinj i Somai dades. de las condiciones de trabajo. Y y Kichitaro Nigishi. Hideo Nakata, aún así han sa lido películas intere­ director de películas ta n im portan­ Pero volvamos a los ar"ios noven­ santes y se han formado autores tes de los ari os noventa como El ta. Además del pinku eiga que he de valía. ¿Habrá en el mundo mu­ fantasma de la actriz (Yoyurei, comentado, otra forma que tenían chos casos que se le puedan 1996), T ir e Ring (El círculo) los amateur de conve rtirse en comparar? (Ringu, 1997) o Caos (Kaosu 1 profesionales es el llamado origi­ Clwos, 2000), fue ayudante de di­ nal video. Es decir, al contrario Ya que me he referido al pinku rección en los roma11 porno de del camino habitual de ver en ví• eiga, escribiré también sobre el Nikkatsu de la trltima época. En deo las películas qu e se han exhi­ ll amado roma11 pomo de Nikkatsu cualquier caso, el hecho de que bido ya en los cines, consiste en de los años setenta. Nikkatsu es la del cine porn ográfi co hayan salido realizar una película directamente productora con más solera y tra­ tanto obras maestras como bue­ para su exhibición en vídeo. Este di ción de Japón, pero en 1971 se nos directores, ¿no es acaso algo sistema nació con la generali za­ vió en grandes difi cultades econó• exclusivo del cine japonés? Sería ción del mercado del vídeo en los mi cas y, sintiendo el peligro de muy largo de anali zar el por qué ai'íos ochenta y permite rodar una irse a la quiebra, inició este tipo esto es así, pero de las muchas película con algo menos de la ter­ de producciones, a las que deno­ razones apuntaré sólo una, y es cera parte del pres upuesto que minó roman pomo para diferen­ que, en el roman por11o, siempre costaría en celuloide. En su ma­ ciarl as del resto del soft-porno. que a lo largo de los setenta minu­ yor parte se trata de películ as de Así, durante más de diez años tos de duración se incluyeran va­ acción y violencia, con buena continúa la producción de pelícu­ ri as escenas de sexo, el resto que­ parte heredada del "yakuza reali s­ las pornográficas, pero dentro de daba al libre albed río del director ta" que nació con L ucha sin ho­ éstas se encuentras varias de las y el equipo, que pod ían así intro­ nor (Jingi Naki Tatakai, 1973), mejores películas japonesas de los ducir los temas y estilos que más de Kenji Fu kasaku . En general se años setenta y en este contexto se les gustasen, con el consiguiente ruedan en l6 111111. y luego se formaron jóvenes directores que estímulo que ello supone para la transforman a formato vídeo, demostraron su capacidad. El di­ creatividad de los autores. Ta m­ pero hay casos en que alguna de rector por excelencia de este tipo bién podíamos decir que existía estas producciones se ha estrena-

Carta de amor

NOS FERATU 36- 37 do también en sa las comerciales. cada ai'ío o cada dos aiios con un rea li zadas a granel: ser tratados Después volveré a hablar sobre él, presupuesto que ronda los mil mi ­ como mercancía de usar y tirar. pero uno de los directores que ll ones de yenes. En los dos vérti­ más ha uti 1i zado esta estrategia del ces inferiores del triángul o, con Finalmente, hay otro lugar de for­ original video ha sido Kiyoshi un presupuesto que no ll ega a la mación para los au tores de los Kurosawa. No obstante, el direc­ centésima parte de éste, los origi­ a1'íos 90, que es la televisión. El tor más representativo de este nal video y el pinku eiga. Por úl ­ caso más representati vo de este cine es, sin duda, , timo, entre medias, todo el resto tipo de directores es Shu nji lwai, conocido por películas como El de las películas, con un presu­ que ha llamado la atención por hombre-pájaro de China (Cilll­ puesto entre los cincuenta y cien sus películas Picnic (Picnic, goku no Chojin, 1998) o Las tría­ mi !Iones de ye nes. Como ya he 1995), Carta de amor (Rabu das de Japón (Nilwn Kuroshakai, comentado, tanto en los escalones Reta 1 Lo ve Letter, 1995 ), y Ma­ 1999). más bajos como en el intermedio caóu (Swallow Tail, 1996). En un (desde el punto de vista del presu­ caso singular, lwai recibió el pre­ Los lectores perspicaces que ha­ puesto), se encuentran películas mio al mejor director novel de la yan ido leyendo con atención, de gran ca li dad, de las que Japón "Asociación de Directores" por su además de comprender cómo han puede enorgull ecerse ante el mun­ drama televisivo ¿Hay que ver surgido los jóvenes directores de do. En cambio, no son pocas las los fuegos artificiales de frente hoy, ya se habrán dado cuenta de superprod ucciones de las antiguas o desde abajo? (Uchiage Hmw­ la estructura triangul ar que hoy 111ajon; que, a pesar del presu­ bi, Shita Kara Miruka? Yoko presenta el cine japonés. Resu­ puesto de estas películ as, a la vez Kara Mimka?, 1993). Igualmen­ mi endo, en la cúspide de este que posibil ita su realización, obli ­ te, H irokazu Ko reeda, conocido triángulo se encuentran las anti­ ga a u ti !izar equipo de gente joven entre otras películas por Maboro­ guas 111ajors que, asociadas con y a111ateur, que va adquiriendo ex­ si (Maboroshi 110 Hikari, 1995) y alguna cadena de televisión u periencia con ello. Por supuesto, Vida maravillosa (/Vandr{(uru otras compa1'íías extrac inemato­ ex isten muchos casos de cineas­ Raifu 1 After Lije, 1998), era ori­ gráficas (grandes a lm acenes, tas jóvenes que corren la misma ginalmente un excepcional direc­ etc.), lanzan una superproducción suert e cruel de estas películas tor de documentales de televisión .

NOSFERATU 36- 37 Igualmente celebrado director de Kyobo ni Tsuki), Shinya Tsuka­ recorrido desde entonces como docum ent ales para televisión, moto y Tetsuo, el hombre de director, más bien cabría pensar au nque no fuera empleado fijo de hierro (Tetsuo), Junji Sakamoto y que fue el dios del cine quien guió ninguna cadena, Nobuhiko Suwa Te voy a dar un a paliza (Dotsui­ sus pasos hacia la industria. Por ha rodado 2/Dúo (2/Duo, 1997) y tanmen 1 Knockout!) y Takahisa lo que se refiere a su argumento, M/other (i\11/other, 1999). Aun ­ Zcze y Asignatura extra: vio­ Un policía violento no tiene nada que de edad algo superior a éstos, lencia (Kagai Jugyo: Boko). de particular, pues es una más en Jun lchikawa, director de Los Atendiend o a su edad, excepto Ki ­ la línea de "policía extralimitado" hermanos de Toldo (Tokyo Kyo­ tano, que nació en 1947, son to­ que popularizó Han·y, el sucio dai, 1995) o Serenata de Tokio dos de la mi sma generación, con (Dirty Hany, 197 1) . Sin embar­ (Tokyo Yakyoku, 1997), también Tsukamoto y Zeze nacidos en go, Ki tano sabe impregnar la pan­ puede considerarse como un au­ 1960 y Sakamoto dos aii os antes. tall a con una vitalidad carnal gra­ tor de los noventa, y rea lizó tam­ Esta dife rencia de edad se reOeja cias a la violencia que explota sú­ bién multitud de anuncios para te­ también en la diferente actitud bi ta mente y a sus continuos pa­ levisión. Con todo, comparand o ti·ente al cine de Kitano con res­ seos du rante toda la película, algo con otros pa íses, en Japón no hay pecto a los tres. Concretando, Ki­ que, posiblemente, nu nca hubiera todavía un número apreciable tano se crió viendo gran cantidad rodado un director veterano. Con de di rectores nac idos de la televi­ de pelícu las japonesas de la ll ama­ esta película, Kitano aprende tam­ sión. da "edad dorada", pero no ll evó a bién lo que es necesari o rodar y lo cabo ningú n intento de convertir­ que no, y desarrolla su ta lento na­ Con esto fi nali zo mi explicación, a se en director, mientras que los tural para elim inar todo lo que so­ grandes rasgos, del entorno en el otros tres rodaron pelícu las en 8 bra, así como un bri ll ante sentido qu e se cri aron los nuevos directo­ o 16 mm. durante sus ar1os de del ritmo. Seguramente el cén it de res de cine, por lo que pasaré a estudiantes. este talento se halle en Sonatinc hablar de su trayectoria. (Sonatine, 1993). El motivo por el que Kita no dirigió esta películ a es porque el director Por contraposición a Takeshi Kita­ 2. D~ 1989 :t 1995 prev isto, Kenj i Fukasaku -autor no, convertido en director de cine de éx itos de l cine de violencia por casuali dad, los otros tres mos­ Aun que para los calendarios no corno Lucha sin honor-, tuvo un traron desde el comienzo una deci­ sea así, para el cine japonés los problema de agenda y no pudo dida voluntad de ded icarse a la al'ios 90 empezaron en 1989. Y ll evar a cabo el trabajo. Se puede profesión. Por ejempl o, Shinya esto es así porque en este ar1 o de­ decir que fu e gracias a esta sim­ Tsukamoto llevaba rodando pelí ­ butan cuatro directores qu e mere­ ple casualidad que un o de los hu­ culas en 8 mm . desde los 14 ar1os, cen una atención especial. Habla­ moristas más popu lares de Japón y después de emplearse en un a mos de y su Un se convirtió de pronto en director empresa de pub li cidad hizo varios policía violento (Sono Otoko, de cine. Sin embargo, vie nd o su anu ncios para la televisión a la vez

••EII NoSFERATU 36- 37 que participaba en obras de teatro. más, seguramente no sintió nin­ tuado con libertad a la hora de Después, gracias a que una de sus gún ti po de presión psicológica fil mar su propio mu ndo, ya sea en películas en 8 mm. se ll evase el sobre la necesidad de ll evar a solitari o o con la ayuda de sus Gran Premio del Pia Film Festival cabo con éxito su tarea como di­ compañeros más all egados. En consigui ó rodar su Tetsuo, el rector, porque, en caso de fraca­ cierto modo, ha supuesto una hombre de hierro. Como vemos, sar, siempre tenía asegurado un prolongación de l cine indepen­ desde muy joven mu estra una vo­ lugar al que volver. En este as­ diente, pero su mundo no tiene cación y una voluntad de filmar pecto, Kitano es el que más liber­ nada que ver con el sentido artís­ sus propias películas. Además, el tad ha tenido de los cuatro direc­ tico del cine independiente de los hecho de que Tetsuo, el bombre tores. Después, sin poder olvidar mi os 60, sin o que se integra en lo de hierro no contase con el con­ el buen sabor de boca que le ha­ que se ha dado en llamar "subcul­ curso de ningun a producto ra ni bía dejado el cine, siguió divirtién­ tura". Lo que a Tsukamoto le in­ compañía de cine sino que sea una dose con éste mientras buscaba teresa es el ambiente in orgáni co y película costeada íntegramente de qué era lo que solamente podía artificial de las ciudades, el dolor forma independiente refl eja de una permitirse aquí, y así nacieron producido por el roce entre el me­ forma especial las condiciones del sus siguientes películas: Punto de tal y la carne, preocupaciones que momento. ebullición (3-4 x Jugatsu, 1990), caracteri zan a la sociedad actual. Una escena junto al mar (Ano Podemos decir que comparte este Sakamoto y Zeze comparten con Natsu, l chiban Shizukana Umi, aspecto con Sabu, que debutó Tsukamoto esta vocación juvenil 1991) y Sonatine. como director con El corredo1· por el cine. No obsta nte, en el bala (Dangan Runner, 1996), caso de Sakamoto su entrada en Aunque no tanto como Kitano, aunque, como diferencia, a Tsuka­ la profesión se produ ce con la pe­ Shi nya Tsukamoto también ha ac- moto le interesa más la corporali- lícula independiente de Sogo [shii Ciudad desgar rada (Bakuretsu Toshi, 1982), y después arrastra una carrera como ayudante de di­ rección en todo tipo de películas. De forma parecida Takahi sa Zeze, una vez fi nali zados sus estudios un iversitarios, se convierte en ayudante de dirección para los ro­ man ponw de Nikkatsu. Bajo este punto de vista, Sakamoto y Zeze han aprend ido a hacer cine desde dentro de la industria, al contrari o de Kitano o Tsukamoto. Esta di­ ferencia se refl eja sutilmente en sus películas.

En pocas palabras, para Kitano, que ha arrastrado toda un a vida como popular humorista de televi­ sión, la ocasión de dirigir pelícu­ las que le ha ll egado por pura ca­ sualidad no pasa ele ser un simple entretenimiento, un a faceta más en su trabajo. Por eso, para des­ quitarse, hace en sus películas lo que no le dejarían hacer en telev i­ sión. Él, que conoce todos los en­ tresijos de la televisión, busca ale­ jarse de este mundo, de la forma en que han de ser los di álogos, las expli caciones o las tomas para la pequeña pantalla. El profundizar en la esencia del cin e ha sido una necesidad expresiva para él. Ade- El corredor bo lo

NOSFERATU 36- 3 7 ••••••• dad de los intérpretes como con­ En su debut como director, Saka­ Showa. En un momento así, en secuencia de s u pasado teatral, moto escoge para su película la que lo lógico hubiera sido pensar mientras que Sabu se basa en el hi storia ele una persona derrotada en cómo cambiaría el mundo y gag típico del cómjc. que lu cha por recuperarse, hi sto­ las relaciones internacionales con ria que hace brillar con una extra­ el fm de la Guerra Fría, Japón en Por comparación, Sakamoto y ña carnalidad, mientras que Zeze, cambio se sumió en una cuestión Zeze son mucho más ortodoxos. basándose en un crimen real, re­ estrictamente particular, como Con esto de ortodoxo quiero decir trata la degeneración del ambiente fue la muerte del emperador, que llevan a sus espaldas una tra­ de las ciudades hacia un medio acaecida en plena época de es­ dición del cine japonés y un fo­ cruel. Estos temas se dibujaron plendor económico. Por otra par­ gueo y educación dentro de la in­ más intensamente en sus s iguien­ te, en 1995, año en que se cum­ dustria. Para Sakamoto y Zeze, el tes películ as, Tol con sus E l pez que c ha p otea (Bata-ashi Kingyo, 1989) y Destellos de luz (Kiraki­ ra Hikaru, 1992); Naoto Take­ naka con E l hombre sin talento (Mu11o no Hito, 19 9 1) y 119 (1 19, 1994); Shinobu Yaguchi con Picnic con los pies descal­ zos (Hadashi no Picnic, 1992); Ryosuke Hashiguchi con Calor suave de los veinte años (Hala­ chi 110 Bine/su, 1992) y E l Sim­ bad de playa (Nagisa 110 Sinbad, 1995); Takashi Ishii con No me impot·ta mo rir (Shinde 111o Ji , 1992) o Desnuda en la noche (Nudo 110 Yoru, 1993); con Kamilcazc Taxi (Ka­ lllikaze Taxi, 1994); o Shunji lwai con Deshacer (U11do, 1994), Carta de amor y P icnic.

Matsuoka llevó una trayectoria casi igual que la de Sakamoto, y rodó su E l pez que chapotea en 1989, pero tardó un afio en estre­ narse. Por su parte, Takenaka era ya ampli amente conocido como actor (es una presencia habitual en las películas de Masayuki Suo El Sirnbad de playa

•••••lll•¡¡•INOSFERATU 36- 37 y Takash i f sh i i), pero su amor in­ es a pat1ir de 1994 cuando desa­ en el caso de Harada, aplicando nato por el cine le ll evó a conver­ n·o ll a dec ididamente su ac ti vid ad las normas y est i los cinematográ­ tirse también en director. Yaguch i como director. Shunji lwai, como ficos de Estados Unidos y en el y Hashi guchi, en cambi o, ruedan ya comenté, tras haber recibido caso ele lshii prorrogando su tema su primer largometraje tras haber elogiosas críticas por sus dramas preferido desde los tiempos en recibido el Gran Premio del Pia para telev isión, insufla su energía que escribía guiones, es decir los Film Festival, por lo que compar­ al cine de estos atlos (i ncl uyendo amores imposibles entre hombre ten este tipo de trayectoria del su Macaón). y muj er. Ambos parecen en cierto cine independiente, pero, mientras modo haber reeocinado la última que Yaguchi se interesa por la co­ De todos estos, se puede decir eta pa del cine el e acción el e media (algo nada común en los que Matsuoka y Takenaka son los Nikkatsu. autores de los 90), Hashi guchi que han heredado de una fo rma prefiere retratar las particul ares más ortodoxa la tradición cinema­ sensaciones nacid as de la relación tográfica japonesa. Por, entre 3. De 1996 a 2001 homosexual. Con respecto a Ta­ otros detall es, tratar a menudo te­ kashi lshii , originalmente escribía mas como las delicadas relaciones Ya he escrito antes que la socie­ argumentos y guiones para el conyuga les o fam il iares se aproxi­ dad japonesa sufrió una fuerte sa­ cine, pero con el ti empo mostró man al ya perdido mundo de las cudida en 1995 con el gran terre­ in terés por convertirse en director we/1 111ade de Toho y Shochiku . moto ele la prefectura ele Hyogo y, tras debutar rodando una pelí­ Por contraposición, Yaguch i o que asoló Kobe y con el atentado cu la sobre guión prop io, Las tri­ lwai se inscriben dentro del mun­ terrorista ind iscriminado en el me­ pas de un ángel - Desvaneci­ do típicamente joven de la su bcul ­ tro ele Tokio ele la secta "Verdad miento en rojo (Tenshi no Ha­ tura del cómi c y del rack. En ese Suprema", pero también el cine rawata - Akai Me 111ai , 1988), aspecto se aproximan a Tsukamo­ japonés ele esta segun da mitad de ofreció vari as pel ícul as de gran to, pero la diferencia con éste es los noventa arrastra la influencia consistencia en esta primera mi­ que Tsuka moto es más under­ ele estos sucesos. Primeramente, tad de los noventa. Masato Hara­ ground, más radical, mi entras que entra en escena Shinji Aoyama. da, en realidad, había debutado en el cine de I wa i entra más bi en en 1979 con Adiós, cinefilia: vera­ la llamada "postmodernidad". Ha­ Rea li zada en 1996 y ambientada no indio (Samba Eiga no Tolllo­ rada e lshii, de mayor edad, aun­ en una localidad rural de Kyushu, yo: lndian Su//111/er), por lo que que obviamente estén fam ili ari za­ Indefensos (Helpless ), debut de es el que tiene un historial más dos con el cine de la etapa ante­ Shinji 1\oyama, trata la historia ele antiguo, pero se puede decir que rior, se apartan a propósito de él; un joven cuyo padre acaba de fa-

NOSFERATU 36- 37ua••••• llecer en el hospital, y coincidien­ grotesca, pero Aoyama hace de convirtió en director de cine refle­ do con ello se encuentra con un esta existencia el eje de su histo­ jando toda una seri e de problemas yakuza que sale de la cárcel, ami­ ria, que representa la actitud de la con los que nació esta nueva so­ go desde la infancia. La acción sociedad japonesa desde que el ciedad japonesa. sucede a lo largo de un solo día, emperador cayó enfermo hasta en el cual este joven, por una que fa lleció. En cierto modo, él Pero el mayor mérito de este In­ cuestión fortuita, mata a un matri ­ debió sentir durante ese periodo d efensos es que este reflejo no se monio dueño de una cafetería, que el sentimiento popular volvía limita al nivel argumental, sin o tras lo cual se escapa de la ciudad a los años anteriores a la guerra y, que queda expresado también por con la hermana menor del yakuza, a la vez, que en lugar de la ínter­ la atmósfera de la película. A ell o retrasada mental. Pero a lo que nacionalización hacia la que se ha contribuido enormemente el hay que prestar atención es al he­ movía el mundo, Japón se cerra­ trabajo del director de fotografía, cho de que la película marque cla­ ba hacia el interior. Tenemos un Masaki Tamura. Tamura se dio a ramente la fecha en que todo esto ser que busca a un padre que está conocer primeramente por foto­ sucede, el 1O de septiembre de irremediablemente muerto. En Ja­ grafiar los documentales del mun­ 1989. Es decir, el año en que fa­ pón se llama yurei (espectro) a dialmente fan1oso Shi nsuke Oga­ ll ece el emperador y se termina la aquel ser que, habiendo mue1to, wa, pero después pasó a dedicar­ Guerra Fría. Y lo que es más sim­ ha dejado en este mundo un de­ se también al trabajo de operador bólico todavía es que el joven terminado sentimiento o deseo, para el cine y, desde entonces, yakuza se niegue a reconocer que por lo que este yakuza también es colabora a menudo con los direc­ su j efe (al que llama "mi viejo") ha en cie1to modo un espectro. Des­ tores jóvenes. Sin ir más lejos, es muerto y dispare de inmediato pués de la Segunda Guerra Mun­ el director de fotografía de las úl­ contra los ex-compañeros que in­ dial, en teoría la sociedad japone­ timas realizaciones de Aoyama, tentan hacerl e ver esta realidad. sa efectuó un gran cambio, pero Bosque umbrío (Sheidi Gurobu 1 Es evidente la alusión a la idea de dentro de este apresurado cambio Shady Grave, 1999), E ureka aquellos que se niegan a recono­ quedaron muchos problemas sin (Eureka, 2000) y E l desierto de cer la muerte del emperador o de­ resolver. El desmesurado desarro­ la L una (Tsuki no Sabaku, fienden la in mortalidad del sistema llo económico que continuó desde 2001 ), pero además también de imperi al. la postguerra terminó por desdi­ S uzaku (A;Joe no Suzaku, 1997), bujar la sociedad, y todo ello aca­ de , 2/Duo, de No­ Naturalmente que en nuestros bó por explotar simultáneamente buhiko Suwa, o de El camino de días las posibilidades de que un al in icio de la década de los no­ la serpiente (Hebi no lv/ichi, drama así tuviese lugar son prác­ venta. La secta "Verdad Supre­ 1998) y Los ojos de la a r aña ticamente nulas. En ese sentido, ma", que atrajo a tantos j óvenes, (Kumo no Hitomi, 1998), ambas v isto así este yakuza no pasaría es uno de los muchos ejemplos de Kiyoshi Kurosawa. Es decir, de ser una existencia ridícula y que pueden darse. Así, Aoyama se que su labor supone un respaldo fundamental para los reali zadores que más han llamado la atención en los últimos años. Una película no puede hacerla el director solo, y al igual que un operador vetera­ no como Tamura ha supuesto una pieza imprescindi ble para los jóve• nes reali zadores, tampoco hay que olvidar la decisiva interven­ ción de productores como Take­ nori Sento, que han dado su res­ paldo a autores como Aoyama, Kawase y Suwa, entre otros.

Finalmente, me gustaría terminar este quizá demasiado largo artícu­ lo extendiéndome sobre los ya mencionados Nobuhiko Suwa y Kiyos hi Ku rosawa, p ues son aquell os cuyo trabajo ha resultado más estimulante, y ello además de una forma continuada. M/other

••••llilJ NOSFERATU 36 - 37 de historia del cine, una película el e nuestros días puede sostenerse con coherencia y fi rmeza. Y toda­ vía más, ambos ti enen en común el que a ningun o ele los dos le importe que su cine ya no pueda ser llamado "cine japonés".

Sin embargo, más que ellos, quien posiblemente ha supuesto un ma­ yor estímulo para el cine japonés de los años noventa ha sido Kiyo­ shi Kurosawa, que ya había roda­ do en 1983 un pinku eiga ti tulado Las guerras de Kandagawa (Kandagawa Inran Senso ). Ésta fu e su primera película comercial tras haber rodado varias otras en 8 mm. de forma independiente, pero en esta película, además de revelar en algun os aspectos in­ fl uencias ele Godarcl, se encuen­ tran ya presentes algunas patticu­ laridades que luego caracterizarían su carrera. Sin embargo, su estra­ tegia de "director artesano" que rueda un a película tras otra no aparecerá con claridad hasta los años noventa. Especialmente a partir de 1995, que comienza a ro­ dar original video, a veces vari os UN FILM DE NAOMI KAWASE simultáneamente, a un ritmo de cuatro o cinco por año. En la pri­ mera de estas seri es vi deográficas, Por lo que respecta a Nobuhiko fallo de interpretación en cual­ titulada ¡Haz lo que quieras! Suwa, al igual que Junj i Sakamoto quiera de las escenas echaría a (Katte ni Shiyagare!, 1995-96), tí• y otros, comi enza como ayudante perder toda la película, pero gra­ tu lo japonés del primer la rgometra­ de dirección en películ as indepen­ cias a esta minuciosidad del direc­ je de Godard, Kurosawa aprove­ dientes y luego rueda anuncios tor, una historia tan simple como cha el que los principales intérpre­ para telev isión y documentales. ésta deviene una obra rebosante tes sean los mismos para rodar Después, en palabras suyas "tras de tensión. Podemos decir que, dos entregas a la vez. Esto es algo haber dado 1111 largo rodeo", diri­ por contraste con pelícu las de que en alguna ocasión hicieron los ge su primera película 2/Duo. La Aoyama como Indefensos o di rectores de la época más prolífi­ hi storia es bastante simple, con­ Eurelu1, Suwa trabaja de un a for­ ca del cine japonés, pero, en el siste en narrar el camino por el ma minimalista, ex plorando plano caso de Kurosawa, lo que hace es cual una pareja que vive junta lle­ a plano cómo una película puede rodar la primera según el gui ón re­ ga a romper su relación, pero llegar a sostenerse por sí misma. querido por la productora y luego Suwa rueda esta historia reducida Este métod o aparece de fo rm a to­ en la segunda, conserva ndo sólo a un argumento mínimo con un a davía más firme en su segunda los pi lares mínimos para no salirse gran minuciosidad y apoyándose película, M/other. Si bien Aoya­ de la serie, rodar la historia que a en el rea lismo de la interpretación, ma y Suwa se diferencia n en que él le gusta con entera li bettad. Pero repitiendo durante el rodaje un en­ el primero se enfrenta cara a cara más que decir que rueda la primera sayo tras otro para que los intér­ con los probl emas de la sociedad para poder hacer libremente la se­ pretes piensen por su cuenta qué japonesa mientras que para el se­ gunda, podemos decir que lo que harían o dirían ell os en un a situa­ gundo son más importantes los pretende con esto es recuperar el ción así. Por tanto cada ensayo es problemas inmediatos y persona­ espíritu de los programas dobles distinto, y es distinto también de les, ambos se parecen en su afán que se perdió con los aílos ochenta, la toma utilizada fin almente. Un por pensar cómo, tras cien años rescatar el concepto ele "serie B ".

NOSFERATU 36- 37111l!JI···· Ca risma como un mui1eco por los demás, en este caso para el crimen. Ku­ rosawa utiliza este "vacío" con1o el origen de su concepto del te­ rror, que vuelve a aparecer en E l circuito, donde estremece al es­ pectador con una hi stori a donde las personas va n muriendo un a tras otra hasta llegar a la amenaza de que el género humano desapa­ rezca del planeta.

El cine japonés de los aiios no­ venta ha ve nido marcado por los jóvenes directores de los que he venido hablando hasta aquí, pero cómo evo lucionarán ellos mismos a partir de ahora y qué influencia ejercerán en los nuevos directores por venir es algo que los próxi• mos diez años dirán.

Después, respa ldado por estos éxi­ disfrazó su rencor hacia la socie­ tos, 111eda con mucho mayor pre­ dad con un barn iz de reli gión mís­ supuesto Ja película La cura, y a ti ca y luego procedió a incu lca rl o continuación, interca lándolas entre en sus creyentes medi ante un la­ vídeo y vídeo, películ as de gran vado de cerebro que termi nó en el fu erza visual, como Licencia para atentado indiscri minado del me­ vivir (Ningen Gokaku, 1998), Ca­ tro, mientras que en La cura se ris ma, Yanas ilusiones (Oinaru trata de un hombre que, mediante Genei, 1999) o El circuito (Kairo, técnicas de hipnotismo, li bera el 2001). rencor almacenado en el fondo de la mente y ll eva a las personas a Dent ro de todas éstas, La cura, cometer asesinatos. Las palabras que se inscribe en un género de mágicas que uti liza este hombre fác il realización como es el terror, son "karappo ni nare" ("quédate constituye un a auté nti ca obra vacío"), que guardan una cierta maestra que expresa la maldad al­ relación con el pensamiento místi­ macenada en el fo ndo de la socie­ co oriental del "vacío" o la "nada". dad japonesa que se ma ni festó Pensamiento qu e, a la vez que con la matanza indi scrimi nada ofrece la salvación, supone tam­ perpetrada por la secta "Verdad bién la anu lación del yo y de la Suprema". En el caso del gurú de responsabil idad y, en último tér­ la secta "Verdad Suprema", éste mino, el riesgo de ser ut ili zado

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