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La Paz Imperfecta que Construye la Comunidad Campesina del de Lerma, Bolívar, del Cauca

Clara Mabel Andrade Miguel Alberto Fernández

Pontificia Universidad Javeriana Cali Facultad de Ciencias Humanas Maestría en Derechos Humanos y Cultura de Paz 2020

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La Paz Imperfecta que Construye la Comunidad Campesina del Corregimiento de Lerma, Bolívar, Departamento del Cauca

Clara Mabel Andrade Miguel Alberto Fernández

Trabajo de Grado en la modalidad de profundización para optar al título de Magister en Derechos Humanos y Cultura de Paz

Director: Phd. Doctor en Sociología. Carlos Duarte Torres

Pontificia Universidad Javeriana Cali Facultad de Ciencias Humanas Maestría en Derechos Humanos y Cultura de Paz 2020

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ARTICULO 23 de la Resolución No. 13 del 6 de Julio de 1946, del Reglamento de la Pontificia Universidad Javeriana.

“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus trabajos de Tesis. Solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral católica y porque las Tesis no contengan ataques o polémicas puramente personales; antes bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la Verdad y la Justicia”.

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Dedicatoria

Al Comité de Integración del Macizo Colombiano CIMA y a los hombres y mujeres campesinas de Lerma que, con su esfuerzo, perseverancia y convicción, trabajan incansable y cotidianamente por la justicia, la dignidad y la paz.

A Walter Gaviria, por la humildad de su liderazgo y su convicción del poder transformador y pacifista de los Lermeños.

A la terquedad de Luis Alberto Gómez, Didier Navia y Miguel Ortiz en mantener viva la memoria de la violencia y la paz en su comunidad.

Al dolor y la alegría campesina hechos arte y canción en la vida y la voz de Napoleón Quiñonez, River Ortiz y Javer Navia. A su decisión de sembrar las semillas del arte y la cultura como una forma de construir paz.

Al liderazgo y aporte silencioso de Dora Gómez, Sobeima Ortiz, Raúl Burbano, Hilda Medina, Fabio Tello y Jhon Fredy Ruiz, quienes junto a otros nos enseñan del valor y la identidad campesina.

Clara Mabel Andrade Miguel Alberto Fernández

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Agradecimientos

Presentamos los más sinceros agradecimientos:

Al docente PhD. Doctor Manuel Ramiro Muñoz y al Instituto de Estudios Interculturales de la Pontificia Universidad Javeriana Cali el cual dirige, por posibilitar con su gestión, que líderes campesinos y sociales combinemos la práctica con la teoría en los territorios.

Al docente PHD. Doctor en Sociología. Carlos Duarte Torres, por su valiosa colaboración en la asesoría del presente trabajo de Maestría en Derechos Humanos y Cultura de Paz.

A la Comunidad del Corregimiento de Lerma, Bolívar – Departamento del Cauca, por permitirnos compartir y contar su cotidianidad en la construcción de la paz, y su compromiso con el Territorio de Convivencia y Paz.

Al Comité de Integración del Macizo Colombiano CIMA por la “berraquera” tierna de sus integrantes para trabajar por una vida digna para el campesinado y permitirnos hacer parte de sus luchas.

Clara Mabel Andrade Miguel Alberto Fernández

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Tabla de contenido

1. Introducción 11

1.1 Descripción del problema de investigación 12

1.2 Formulación del problema de investigación 17

1.3 Justificación del problema de investigación 18

1.4 Pregunta de investigación 19

1.5 Objetivos 20

1.5.1 Objetivo general 20

1.5.2 Objetivos específicos 20

2. Marco de referencia 21

2.1 Antecedentes de la investigación 21

Antecedentes de las estrategias de paz en el corregimiento de Lerma Bolívar, Cauca 22

Elaboración de las estrategias de paz en el corregimiento de Lerma, Bolívar Cauca 26

Seguimiento y memoria histórica. 31

2.2 Marco teórico 33

El concepto de “La paz imperfecta” 34

Mediación en procesos de paz 37

3. Metodología 41

3.1 Tipo de investigación 41

3.2 Diseño Metodológico 42

3.3 Técnicas e instrumentos de investigación 44

Entrevista semiestructurada 44

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Revisión documental 46

3.4 Categorías de análisis 46

3.5 Marco temporal 47

3.6 Consideraciones éticas 47

3.7 La definición de la muestra y otras consideraciones 49

4. Presentación de hallazgos y resulados de la investigación 51

4.1. Problemáticas y conflictos como antecedentes a la situación violenta de Lerma 53

4.1.1. De la minga de los valores campesinos a la pérdida del valor de la vida 53

4.1.2. Primeras alternativas de paz propuestas por líderes o grupos 61

4.1.3. Organizaciones o grupos encargados de proponer alternativas de solución a los conflictos de violencia 65

4.1.4. Proceso de toma de decisiones en las propuestas de paz 68

4.2. Estrategias de paz en el corregimiento de Lerma 70

4.2.1. Del impulso de sobrevivir, a la creación de una generación cosechadora de paz 70

4.2.2. Estrategias de integración de toda la comunidad 76

4.2.3. Mecanismos de aceptación de las alternativas de paz 79

4.2.4. Herramientas para preservar estrategias de paz: En Lerma porque amamos la vida construimos la paz 81

4.2.5. Estrategias para el registro del proceso de paz del corregimiento de Lerma 83

5. Construcción de las estrategias de paz, a partir del diàlogo intracomunitario y el fortalecimiento de la organización social 88

6. Conclusiones 95

Bibliografía 102

Anexos 106

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Lista de Tablas

Tabla 1. Diseño metodológico 43

Tabla 2. Categorías de análisis de la entrevista 45

Tabla 3. Categorías de análisis 46

Tabla 4 . Adultos entrevistados en el corregimiento de Lerma 52

Lista de Figuras

Figura 1. Actores mediadores 74

Lista de Anexos

Anexo A. Entrevista Semiestructurada 106

Anexo B. Consentimiento informado 107

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La paz imperfecta que construye la comunidad campesina de Lerma Bolívar,

Departamento del Cauca

Resumen

El enfrentamiento armado en Colombia ha significado una serie de problemáticas de violencia y conflicto sobre la sociedad civil, debido a la incursión de actividades ilícitas como el cultivo y procesamiento de la coca con fines de narcotráfico. Este fue el evento que desencadenó la degradación social del corregimiento de Lerma, en el departamento del Cauca, que lo sumió en una ola de homicidios, consumo desmedido de alcohol y en general situaciones de violencia, resaltándose la ejercida en contra de la mujer. Sin embargo, a través de un largo proceso de construcción de paz y recuperación de la identidad campesina, Lerma logró convertirse en el

2016 en un Territorio de Convivencia y Paz gracias a una serie de estrategias que permitieron solucionar las problemáticas y tramitar pacíficamente conflictos que se presentaban en el territorio.

Este trabajo de investigación representa el ordenamiento del conocimiento adquirido durante la elaboración de un extenso trabajo de acumulación, análisis y desarrollo del interés por analizar estrategias de paz y el reconocimiento de las situaciones de contexto que llevaron a que la comunidad misma iniciara espacios de diálogo, como una manera de entender el proceso de paz y convivencia en el corregimiento. Para lograr esto se propuso un trabajo metodológico de paradigma cualitativo, centrado en un estudio de caso (Corregimiento de Lerma) y con un alcance analítico a través de instrumentos como la revisión documental y la entrevista

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semiestructurada, que además permitió recoger testimonios de algunos de los habitantes que fueron protagonistas del proceso. Estos instrumentos se construyeron alrededor de categorías como los antecedentes de conflicto en el territorio; las estrategias de paz; y mecanismos de seguimiento y memoria. Se pudo concluir que las estrategias de paz se fundamentaron en la recuperación de la identidad campesina, la educación, fundamentalmente la de recuperación de valores y de las expresiones artísticas y culturales, así como el proceso organizativo comunitario que permitieron hacer un trabajo colectivo con el que se buscó transformar las prácticas cotidianas, la mirada de presente y futuro de las generaciones más jóvenes, para que no se continuaran perpetuando las situaciones de violencia.

Una de las principales conclusiones al analizar el proceso llevado a cabo en Lerma

Bolívar, Departamento del Cauca, es que las comunidades campesinas desarrollan prácticas cotidianas de paz, a las que se refiere Francisco Muñiz en su teoría de “Paz Imperfecta”, que les permiten la vida en sociedad, las cuales se potencian en un contexto de generalizada violencia y contribuyen en la construcción de una paz mayor.

Palabras clave: proceso de paz, estrategias de paz, violencia, conflicto en Colombia,

Lerma, territorio de paz, paz imperfecta.

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1. Introducción

Los campesinos han resistido a todas las formas de violencia y exclusión (Molano, 2015) y también han forjado en medio de esa violencia generalizada, mecanismos con los que propenden por el cuidado de la vida, el fortalecimiento de su identidad y la construcción de una sociedad que reconozca no sólo su victimización sino fundamentalmente su aporte en el desarrollo y mantenimiento de la sociedad.

En el escenario actual, la cultura para la paz se ha convertido en una necesidad sentida para la formación en el contexto social, necesaria para una convivencia pacífica entre los actores que lo conforman, lo que hace que la paz se convierta en un derecho de los pueblos, y se revierta necesariamente en una educación en valores entre los que se incluyen la justicia, la democracia, la tolerancia, el respeto, la autonomía, el amor y la verdad, entre otros. Se revierta, además, en la necesidad de reflexionar no sólo sobre la violencia sino también sobre la paz en la cotidianidad.

En ese sentido, motiva esta investigación, el estudio y la visibilización de las contribuciones que ellos y ellas, desde su cotidianidad y desde escenarios muy locales, han realizado en la construcción de la paz, considerada esta como una tarea necesaria en un país que habiendo firmado un proceso de paz nacional parece consumirse en la desesperanza. Un país que, además, mira con desdén a quienes labran la tierra y viven los efectos mayoritarios de la guerra.

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El propósito principal de la presente investigación fue analizar las estrategias de paz construidas al interior de la comunidad del Corregimiento de Lerma - Bolívar, Departamento del

Cauca, con el fin de entender el desarrollo y las características particulares de este proceso.

1.1 Descripción del problema de investigación

El medio radial RCN (2017), informó el día 23 de diciembre del año 2017, que la

Asamblea Departamental del Cauca declaró al Corregimiento de Lerma como “Territorio de

Convivencia y Paz”; “Lograr este título implica que una comunidad ha tenido a lo largo de su historia un desarrollo considerable en materia de paz, el ser un espacio de participación y diálogo, el que allí sea posible que se fortalezca la tolerancia, el aceptar las diferencias del otro, además de todo esto, el que esta población logre conseguir un reconocimiento por parte de actores nacionales y/o internacionales sobre sus procesos colectivos”. Lerma lo consiguió, pero su historia no ha sido fácil.

Anteriormente, desde la década de los años 70, Lozano, (2015), refiere que:

[…] la comunidad se vio fuertemente marcada por el auge cocalero que vivió el país a raíz de la época del narcotráfico, y de igual forma los problemas sociales que se desencadenaron dada la búsqueda de soluciones por parte del Estado a este problema, el desarrollo de una política anti-drogas que incluyó la erradicación de cultivos y las fumigaciones. La persecución a lo que por mucho tiempo fue el principal motor de la economía de la zona, dejó grandes niveles de desempleo, pobreza extrema y violación de los derechos humanos a los habitantes de Lerma. (p.54)

Así pues, en el de Bolívar, departamento del Cauca, las dinámicas del conflicto armado se caracterizaron por una fuerte presencia de grupos armados, situación que tendía a

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complejizarse por factores como los altos niveles de pobreza que se evidencian un 72,78% en sus necesidades básicas insatisfechas (NBI) en la zona rural de Bolívar, según censo DANE proyección 2011, así como por el fenómeno del narcotráfico y los cultivos de coca y amapola que constituyeron un importante renglón en la economía de municipio”.(MOE, 2013,p.67)

Además, para el momento final de la bonanza cocalera en el año 1993, una gran cantidad de la población de Lerma se encontraba con armas de fuego en su posesión, y ante un gran nivel de descomposición social que se traducía en robos, venganzas personales, riñas callejeras, y fuertes problemas de violencia al interior de las familias de la zona. Dentro de este oscuro panorama, las mujeres se convirtieron en víctimas directas del conflicto, dadas las altas tasas de violencia de tipo sexual. Testimonio de esto es el relato de Nulvany Muñoz quien crudamente relata que, “ante el clima de violencia de la zona, les era casi imposible a las mujeres salir después del atardecer, dado que podían ser víctimas de abuso o caer ante el fuego armado en las calles de Lerma”. (Lozano, 2015.p.67)

Por lo que se refiere a la crónica de Navia (1995) quien afirma que:

[…] el auge del negocio alrededor de la coca generó que la población de Lerma pasara de 400 habitantes a 2000. Sin embargo, la persecución al narcotráfico por parte del Estado desde mediados de los 80, y la guerra entre los diferentes actores armados en la región, creó un clima constante de violencia, al punto que, dentro de la cultura popular del corregimiento estaba el que los padres les enseñaran a los hijos a disparar y a beber, esto con el fin de que fuesen berracos”. (p.23)

El medio radial RCN (2017), informó que 1983 fue uno de los años más críticos, puesto que los enfrentamientos violentos dejaron un 25% de la población asesinada, sobre un total de

500 habitantes como lo dio a conocer.

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Sin embargo, cuenta Navia (1995), que todo empieza a cambiar cuando Walter Gaviria, un Lermeño graduado en Filosofía de la Universidad del Cauca, regresó a su pueblo y se propuso impulsar la creación de un colegio como forma de resistencia y superación de la violencia padecida durante muchos de esos años. “El proyecto comenzó con muy poco apoyo de entidades oficiales, razón por la que Walter prácticamente empezó en solitario, con apenas treinta estudiantes, utilizando como espacio para las clases una vieja casa ya abandonada y derruida. A medida que fue avanzando este proyecto, la comunidad y algunas entidades fueron aportando al proyecto, y entre rifas y donaciones consiguió construir 6 aulas para la escuela”. (p.11)

A saber, el proyecto de Walter Gaviria fue el primero de una serie de medidas que la comunidad tomaría para buscar una salida a los continuos problemas de violencia de su corregimiento, como, por ejemplo, el no sólo focalizar problemas, sino ir a la raíz de estos, para así poder actuar de forma más efectiva y contundente, como es el caso de lo ocurrido con el consumo de alcohol y el cierre de las cantinas en Lerma.

Como lo manifiesta Lozano (2015), quien expone que:

[…] la comunidad identificó las cantinas como focos de violencia y el consumo de alcohol como su detonante, en consecuencia, emprenden una cruzada con el propósito de cerrarlas definitivamente, labor en la cual el papel de las mujeres fue fundamental en cuanto interlocutoras entre la comunidad y los cantineros. En 1988 cierran las cantinas de forma definitiva y el consumo de alcohol queda erradicado por más de 10 años. (p.50)

Si bien, este proceso está documentado como uno de los principales referentes en cuanto al inicio de las estrategias de paz en Lerma, dentro del marco de este proyecto de investigación se busca justamente conocer cuál fue el conjunto de problemas focalizados por la comunidad, y

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mediante qué procedimientos se realizó dicha focalización de conflictos y generación de posibles soluciones. Por ejemplo, en el caso del cierre de las cantinas, es necesario revisar cómo se llevó a cabo, qué alternativas económicas se les dio a los cantineros, cómo se logró preservar la medida durante más de una década, cuáles son los resultados que se pudieron evidenciar durante la vigencia de dicho acuerdo, cómo se logró crear conciencia en la comunidad en torno al beneficio que esta solución podía tener sobre todos ellos, entre otras situaciones que dicha medida haya podido desencadenar.

Otro punto para tener en cuenta son las circunstancias en que se presentan estos procesos.

Por una parte, si bien hay gran cantidad de actores del conflicto, los enfrentamientos entre la misma comunidad a causa de riñas y venganzas puede dejar un número de muertos incluso superior al de los grupos armados. Esto hace que un proceso de paz sea complejo dado los diferentes frentes desde los que se presenta la violencia. (Muñoz, 2001, p.12). Dado que en la comunidad de Lerma los procesos de paz se adelantaron desde la comunidad misma, uno de los conceptos que más se adapta para explicar lo allí ocurrido es lo propuesto dentro del concepto de

Paz Imperfecta.

De igual manera Muñoz (2001) señala que;

[…] las poblaciones rurales que habitan los territorios en los que se ha vivido los efectos del conflicto armado y de la violencia estructural y cultural, desde tiempo atrás, a través de diversas y variadas formas, fortalecen mecanismos que no sólo dinamizan y bogan por la participación en los escenarios en donde se negocia el fin del conflicto armado entre los grupos armados y el Gobierno Nacional, sino también, que en la práctica y cotidianidad, disminuyen o menguan los efectos de dichas violencias, generándose con ello la protección de la vida, el mantenimiento de la convivencia y la vida en sociedad. Estos mecanismos se encuentran integrados

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a sus sistemas sociales con los cuales se regula, tramita o transforma los conflictos sin recurrir a la violencia, que hace de la paz un proceso dinámico, vivencial y permanente, constituyéndose así, en un presupuesto que se reconoce y se construye (p.14).

En ese contexto de violencias, la comunidad campesina organizada del Corregimiento de

Lerma desarrolló iniciativas históricas y cotidianas, que en su momento conllevaron a la disminución considerable de la violencia directa generada a causa de los cultivos de coca. En esta coyuntura nuevamente se plantean y le expresan al departamento y al país, a partir de su experiencia, la construcción de un Territorio de Convivencia y Paz como un espacio simbólico y físico de tramitación de conflictos y de fortalecimiento de prácticas y vivencia de la paz.

En el caso del Corregimiento de Lerma, surgen preguntas como ¿Cuáles son las estrategias de paz que la comunidad construyó y desarrolló para superar altos niveles de violencia? ¿Qué otras alternativas lograron desarrollar en esta comunidad para mantener viva la memoria de la violencia y la paz? Es justamente en este conjunto de medidas nacidas en el seno de esta comunidad donde radica lo valioso de todo el proceso de Lerma. Es sobre esas estrategias y su desarrollo, además de las diferentes formas que la comunidad ha usado para mantener la memoria y replicar ejercicios de paz en las nuevas generaciones, son el centro de esta investigación.

Es claro que, a pesar de la experiencia de paz, esta comunidad ha tenido que sortear con las diferentes amenazas que hay a su alrededor por el contexto de violencia debido a los intereses de los grupos armados que coexisten en la actualidad en dicha zona.

Esta situación se evidenció en comunicados como el del Consejo Regional Indígena del

Cauca (CRIC, 2016), en que si bien se reconoce que la comunidad de Lerma ha realizado un

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enorme esfuerzo para poner en marcha prácticas sociales que le permita tener soluciones pacíficas al interior de su territorio, estas muchas veces se han visto vulneradas por el conflicto que libran diferentes actores armados de la zona. Un ejemplo de esto es, como se señala en el comunicado, los enfrentamientos entre miembros de la Policía Nacional de Colombia y militantes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional ELN.

Esto constituye una de las mayores preocupaciones de los Lermeños dado que se pone en peligro lo avanzado por la comunidad para lograr una paz estable y duradera. Por esta razón la comunidad, si bien apoya la implementación del Proceso de Paz firmado entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las entonces Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC en 2016, propone la búsqueda de soluciones por medio de una serie de acciones que involucren una agenda propia a largo plazo, que permita nuevas y continuas alternativas a las diferentes formas de conflicto.

1.2 Formulación del problema de investigación

Con el presente proyecto de investigación, se busca caracterizar y analizar las diversas estrategias que utilizó la comunidad de Lerma para lograr sobrepasar los diferentes problemas de violencia que se presentaron en su comunidad a raíz de la bonanza cocalera de los años 90 y construir la paz. Por lo tanto, este proyecto busca indagar sobre las medidas que tomó la comunidad y cuál fue la forma como se desarrollaron cada una de estas estrategias.

Dentro de la literatura relacionada con el tema, es posible detectar varios testimonios de víctimas, y diferentes estudios sobre los procesos llevados a cabo en la región, pero dichos relatos tienden a ser muy generales y no se encuentran especialmente enfocados en cada una de

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las estrategias, por lo que los instrumentos de investigación que se proponen van justamente en esa dirección.

Para el desarrollo de este proyecto de investigación, se propone una primera fase en la que, a partir de una revisión documental de estudios y testimonios relacionados con el proceso de paz en el Corregimiento de Lerma, se identifiquen las diferentes estrategias utilizadas por la comunidad con las que se buscó disminuir los índices de violencia al interior de esta. Ya caracterizadas estas estrategias, la segunda fase consiste en el diseño de entrevistas semiestructuradas que permiten indagar sobre cuál fue el surgimiento de cada una de estas, en qué casos fue aplicada, qué continuidad hubo al respecto, y que tanto y cómo fue contemplada la reconciliación en estos procesos.

Por lo anterior de igual forma es necesario analizar qué prácticas utiliza la comunidad para mantener la memoria de estos procesos entre las nuevas generaciones. Recolectada esta información, la tercera fase, organiza y analiza la información obtenida en las entrevistas semiestructuradas realizadas a diferentes miembros de la comunidad. Finalmente, una cuarta parte centrada en poner en diálogo el aporte conceptual con la información empírica de las entrevistas.

1.3 Justificación del problema de investigación

En Colombia el conflicto armado “en medio siglo ha alcanzado cifras que superan los

260.000 muertos según el Centro de Memoria Histórica” (El Tiempo, 2018, p.4), dato que contrasta con el número mayor de muertos por situaciones relacionadas a venganzas, riñas y violencia intrafamiliar, lo que hace que los procesos de paz y la búsqueda de estrategias tengan que plantearse no sólo desde los actores armados, sino al interior de las comunidades. En este

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sentido, este trabajo de investigación busca ser un aporte y un referente que permita evidenciar cómo desde una comunidad que ha sido sometida a un continuo estado de zozobra y violencia, ha logrado avanzar en la construcción de un territorio de paz.

Así pues, dentro de todos los referentes teóricos posiblemente uno de los que más se acerca para analizar el caso de Lerma es el del concepto de la “Paz Imperfecta”, donde se considera que, “ante diversas circunstancias sociales, y de relevancia de la violencia se genera una visión sobre la paz casi ilusoria. Sin embargo, existen casos en que a pesar de los diversos conflictos por los que pueda atravesar una comunidad, dentro de esta de manera cotidiana y casi invisible, se reconocen y potencian prácticas de paz que al ser visibilizadas y fortalecidas transforman condiciones de generalizada violencia”. (Muñoz, 2001.p.13)

Es de aclarar que si bien, durante buena parte del transcurso de los últimos años se llevaron a cabo los diálogos de paz en la Habana Cuba entre la guerrilla de las Fuerzas Armadas

Revolucionarias de Colombia FARC y el Estado colombiano, en este trabajo de investigación dicho proceso no será tenido en cuenta, dado que justamente no se busca explicar un proceso de paz que viene establecido desde una alta esfera, o de un diálogo entre actores directos del conflicto armado interno, sino que busca analizarse un proceso transformador de la violencia y generador de paz, creado y manejado al interior de una comunidad.

1.4 Pregunta de investigación

¿Cuáles son las estrategias de paz y de memoria que se desarrollaron al interior de la comunidad campesina del Corregimiento de Lerma - ¿Bolívar Cauca, a partir de 1987, que le permitieron superar la violencia generalizada y ser reconocida como un territorio de convivencia y paz?

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1.5 Objetivos

1.5.1 Objetivo general

Identificar las estrategias de paz y de memoria utilizadas al interior de la comunidad del

Corregimiento de Lerma – Bolívar Departamento del Cauca, con el fin de entender su desarrollo y repercusión en su reconocimiento como territorio de convivencia y paz.

1.5.2 Objetivos específicos

● Identificar las estrategias de paz pensadas desde 1987 en el Corregimiento de

Lerma a través de un ejercicio de revisión bibliográfica y entrevistas

semiestructuradas a la comunidad.

● Reconocer las situaciones que hicieron posible el desarrollo de estrategias de paz

y de memoria en la comunidad de Lerma – Bolívar, en el Cauca, desde el año

1987 a partir del desarrollo de entrevistas semiestructuradas a esta comunidad.

● Analizar los testimonios recolectados con la comunidad del Corregimiento de

Lerma en torno a las estrategias de paz y de memoria que utilizaron en su interior,

desde 1987 con el fin de establecer las características de cada una de estas.

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2. Marco de referencia

Dentro del marco de referencia, se describe el ejercicio de revisión documental y el repaso de las categorías teóricas y conceptuales que son relevantes para esta investigación, es necesario realizar en primer lugar una aproximación a los antecedentes que retratan los acercamientos hechos al problema planteado. En estos antecedentes se desarrollarán dos categorías:

Antecedentes de las estrategias de paz en el Corregimiento de Lerma: Elaboración de las estrategias de paz y finalmente el seguimiento y memoria histórica. En el siguiente subcapítulo se desarrolla el Marco Teórico donde se presentan las categorías de la paz imperfecta, cómo realizar estudios sobre la paz y la mediación en los procesos de paz.

2.1 Antecedentes de la investigación

Para la elaboración de los antecedentes de esta investigación, se utilizan fuentes secundarias y material bibliográfico con los testimonios de habitantes de Lerma que desarrollaron diferentes funciones durante el proceso de construcción de paz. Estas tres categorías son la de antecedentes históricos, en la que se explora cuál era la situación vivida en

Lerma para la toma de decisiones por parte de la comunidad; la de elaboración de estrategias, en donde se narra cuáles fueron las medidas que fueron propuestas, y cuáles finalmente se desarrollaron, y una última categoría de seguimiento y memoria histórica, en la que se da cuenta de las alternativas que usó la comunidad para preservar en la memoria de las nuevas

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generaciones el esfuerzo realizado en torno a la paz, pero al mismo tiempo los problemas a los que se enfrenta la comunidad y que podrían amenazar los procesos llevados a cabo.

Antecedentes de las estrategias de paz en el Corregimiento de Lerma

Aunado a lo anterior, uno de los trabajos relevantes en materia de investigación respecto a lo ocurrido con el proceso de construcción de paz en Lerma, narra como en el periodo de 1982 a 1986 gran parte de los hombres entre los 15 y 40 años murieron a costa del conflicto, incentivado principalmente por el mercado del narcotráfico. Entre los testimonios recolectados por Osorio, se encuentra el del líder comunal, y también ex - cantinero de Lerma, Didier Navia, quien expresa allí que la magnitud del conflicto llegó a unas proporciones que excedían los cálculos a tal punto de poder ser considerado el territorio un “campo santo”. (Osorio & Abella,

2009, p, 10)

De igual manera a mediados de los años 70, los cultivos de coca empiezan a utilizarse con fines ilícitos, para la elaboración de sustancias psicoactivas. A partir de ese momento, su comercialización se vuelve clandestina; aunque simplemente se vendía la hoja de coca no procesada. Al respecto, Walter Gaviria, uno de los promotores del proceso, afirma “que, en los días de mercado, empezaban a ir al corregimiento personas muy bien vestidas, que de un momento a otro empezaron a adquirir elementos de un status social mayor como automóviles y caballos. En ese momento la población no entendía muy bien cuál era el negocio de estas personas, y cuáles eran las dinámicas sociales que se establecían a partir de ese nuevo tipo de comercio” (Osorio & Abella, 2009, p, 11).

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Dentro de este orden de ideas la reconstrucción hecha por Osorio & Abella, narra que la

“población perteneciente a la zona corresponde a indígenas y campesinos del sur del Cauca, cuya economía depende en su mayoría de productos agrícolas. En el testimonio de los campesinos

Miguel Ortiz y Manuel Antonio Gaviria, se afirma que, a pesar de tener una economía importante en productos como la yuca, el maíz y el café, es en la coca donde se concentra la actividad económica más importante de la región. Sin embargo, este último se plantaba durante mucho tiempo orientado a la elaboración de medicinas tradicionales y prácticas de tipo cultural, y no en relación a actividades ilícitas. “El mambeo”, es decir, la actividad de mascar hojas de coca, entre los trabajadores era una práctica habitual, dadas las características de la hoja, se consumía como alimento energético”. (Osorio & Abella, 2009, p.11)

En este sentido a medida que se populariza el mercado de la hoja de coca, y que su precio empieza a incrementarse de forma acelerada, en la comunidad se empieza a presentar un cambio de prácticas agrarias, dejando de lado cultivos de tipo alimenticio y pasando a la producción de hoja de coca, y al procesamiento de esta con el fin de obtener cocaína, “a partir de estas nuevas prácticas agrarias y económicas es que la población cambia de valores, pasando de la solidaridad y la minga, a unos principios que optan por el individualismo. El campesino Miguel Ortiz afirma en el documental que, ante esta bonanza, muchos empezaron a acceder a comprar electrodomésticos y a iniciar la construcción de casas”. (Osorio & Abella, 2009, p. 13)

Sin embargo, esto también trajo consigo negocios como la venta de bebidas alcohólicas;

Didier Navia, ex cantinero, señala que “en el momento de la bonanza se pasó de tener solamente tres tabernas, a que hubiese nueve, además de cinco grilles y tres estancos”. La bonanza estaba atrayendo a gente de muchas zonas, que llegaban con diferentes intenciones y a las que no les interesaba el sentimiento de comunidad que en un antaño pudiese tener Lerma. Las cantinas, que

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se tomaban como un de reunión, esparcimiento, charla y diversión para los habitantes locales, pasaron a convertirse en lugares peligrosos, donde se propiciaba la desconfianza, en los que se movían negociaciones en torno a la coca y a la hoja de coca en la zona. Se empezaron a conformar grupos de personas armadas que intentaban imponerse por la fuerza en el pueblo, buscando el manejo del negocio de la coca, lo que empezó a ocasionar una guerra de bandos constante.

Dicho de otra manera, Osorio & Abella, (2009) refieren que:

[…] el ambiente que se ocasionó entre los habitantes fue de pánico constante. Los días de mercado tendían a ser terribles, ya no se podía salir por el pueblo tan libremente, y los días de mercado pasaban a convertirse en los más peligrosos, haciendo que la gente mercara rápidamente para refugiarse lo más pronto posible en su hogar. Cada semana, era normal que hubiese muertos durante el día de mercado. (p. 15)

Así mismo Osorio, (2009) lo ejemplifica con una historia allí ocurrida, “durante una reunión de baile en una casa, se escucharon disparos en la calle. A media cuadra cayó un hombre muerto. Desde la fiesta algunas personas optaron por no dar aviso en el momento, y avisar sobre el asesinato sólo hasta las horas de la mañana, todo con el fin de poder seguir la fiesta de forma normal”. (p.12)

No obstante, a mediados de la década de los 80, las autoridades colombianas empezaron a reforzar el seguimiento sobre los grupos ilícitos que lideraban el comercio de la coca. Esto coincidió con una caída en los precios, lo que ocasionó, un fin en esa bonanza cocalera en Lerma. Las tierras que en otro tiempo fueron dedicadas a la producción de alimentos y después al cultivo de hoja de coca, presentaban ahora un desgaste y fatiga que dificultaba el

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uso para nuevos cultivos. Se desató así una ola de violencia, en dónde las venganzas y los robos eran algo cotidiano. Los habitantes, ante las pocas posibilidades de trabajo que se ofrecía en

Lerma optaron por desplazarse hacia regiones como Caquetá y Putumayo, dado que en esos lugares las plantaciones de coca presentaban un auge.

A pesar de esta situación, no todos los habitantes se fueron, algunos buscaron seguir con su vida dentro del pueblo, como es el testimonio recogido por la docente Luz Angélica López, quien afirma que, “en ese momento, más que no querer irse, era el no tener para dónde tomar camino, limitando sus opciones a quedarse en el pueblo. De ahí que quienes se quedaron empezaran a buscar alternativas para cambiar el clima de violencia vivido allí”. (Osorio, 2009, p.16)

Así pues, Walter Gaviria narra que “el principal problema que tenían los habitantes en ese momento estaba ligado a las cantinas, puesto que la escena de mujeres y niños yendo a recoger a sus familiares muertos entre peleas y tiroteos en los bares parecía no tener fin, así como el que varios de sus habitantes hubiesen caído en el consumo de sustancias psicoactivas”.

(Osorio, 2009, p.13).

En definitiva, respecto a los antecedentes en el Corregimiento de Lerma en Bolívar, antes de la construcción de las estrategias de paz, se tiene que el territorio se vio afectado principalmente por la utilización de la hoja de coca para la elaboración de sustancias psicoactivas. Esto produjo que diferentes actores ilegales centraran su atención en el corregimiento, trayendo consigo situaciones de conflicto, violencia y abuso que degradaron la comunidad. Una de las principales consecuencias del auge de los cultivos de la coca fue la

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proliferación de la venta de bebidas alcohólicas y la instauración de cantinas, lo que llevó a la propagación de situaciones generadoras de violencia, homicidio y violencia sexual.

Elaboración de estrategias de estrategias de paz en el corregimiento de Lerma

Hay que hacer notar que los antecedentes mencionados que llevaron a que en el

Corregimiento de Lerma se instaurara la violencia y el conflicto en la cotidianidad y por lo tanto afectara la convivencia, es que la propia comunidad empezó a darse cuenta de la necesidad de organizarse con la intención de tomar acción y cambiar la realidad que venía afectando al corregimiento. En ese sentido, desde 1987, con la caída del auge de los cultivos de coca, la comunidad encuentra estos espacios y se organiza en torno a una serie de actividades encaminadas a establecer estrategias de paz y convivencia y darle fin a la violencia.

Ahora bien, para la Oficina del Alto Comisionada para la Paz OACP, (2017), refiere sobre la cartilla titulada Acción Capaz: Estrategia de capacidades para la paz y la convivencia:

[…] en ella, a modo de ejemplo sobre el estudio de estrategias de paz en diferentes comunidades, se estudia el caso de Lerma. Desde el relato que allí aparece, se expresa cómo es que desde el clima de violencia que vivió la zona a causa del auge cocalero, una de las primeras acciones que empieza a tomar la comunidad de Lerma se remonta al año de 1987, cuando un grupo social, compuesto por distintos estamentos del pueblo, que comprendían al sacerdote, profesores, miembros del cuerpo de salud y habitantes en general, realizaron reuniones en las que se buscaba expresar cuál era la situación que se estaba viviendo allí. La violencia en ese momento estaba totalmente desbordada, y consideraron necesario hacer saber cuál era la situación en que se encontraban y que ya tenía horrorizada a la población, dada la escalada de muertes por parte de los diferentes bandos. (p.8)

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En efecto la situación vivida que evidencia que los mayores problemas de violencia se encuentran dentro de la misma comunidad y por tanto, que es desde allí donde deberían buscarse soluciones y estrategias de paz. Encuentran que el motor de la mayoría de los conflictos estaba vinculado al consumo excesivo de alcohol por parte de los habitantes de Lerma, de allí que el reto fue cómo atacar dicho problema. La solución tomada por ellos se orientó en esa dirección, llevando a que se diera prelación a la vida de los habitantes, y que se optara por el cierre de las tabernas. Fue finalizando 1988 que se cerró la última taberna donde se presentaron tres homicidios.

Si bien, desde la información brindada por la OACP se narra todo este proceso, no aparece allí qué alternativas se dieron a las personas que tenían como actividad la venta de bebidas alcohólicas, o las diferentes reacciones que se generaron en la zona a raíz de esta medida. Sin embargo, sí aclaran que, para la fecha de la redacción del artículo, es decir, 2017, las cantinas no están prohibidas sino restringidas en su funcionamiento, limitándose sólo a dos días a la semana, hasta las 6:00 pm.

Las medidas no se centraron solamente en el tema del consumo de alcohol. La comunidad consideró dentro de sus discusiones que una de las principales falencias de los habitantes de

Lerma estaba vinculada a los bajos niveles de acceso a la educación y la pérdida de la identidad y los valores como comunidad lermeña, razón que los llevó a plantear la construcción de un colegio y otros escenarios para la recuperación de valores. Este, por lo tanto, sería un gran proyecto planteado y ejecutado con una comunidad unida y consciente de sus problemáticas y lo que simbolizaba la construcción de un lugar que invitara a las nuevas generaciones a no repetir las conductas violentas que sufrió el pueblo.

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Otro hecho que no está formalmente explicado dentro del texto de la OACP, pero que se menciona y es necesario explorarlo en la investigación con la comunidad de Lerma en el marco de la presente investigación, está relacionado con el fortalecimiento de distintos colectivos sociales y organizativos en Lerma, como lo son las expresiones campesinas, las Juntas de Acción

Comunal o los diferentes grupos de mujeres y jóvenes, que en general le apostaban a la no violencia.

Es decir, desde la búsqueda y recuperación de espacios en que la población pudiese expresarse, analizar sus problemáticas, y focalizar las principales causas de violencia en su comunidad, es que se crean estrategias como el cierre de tabernas, la creación de un colegio, el fortalecimiento de la identidad campesina y la creación y fortalecimiento de grupos sociales y organizativos que optaron por la construcción de la paz.

En el documental de Osorio & Abella (2009) mencionan el siguiente testimonio en el cual, se da cuenta de las alternativas de paz que se tomaron en Lerma a partir de la caída de la bonanza cocalera a mediados de la década de los 80´s.

[…]Uno de los testimonios que da mayor cuenta de las estrategias que se analizaron en los debates comunitarios es el de la docente Luz Angélica López, quien narra cómo una de las primeras medidas en que se pensó fue el solicitar al Estado que llegara allí la fuerza pública, es decir, la creación de una estación de Policía que permitiese la supervisión y regulación de normas que permitiesen, o por lo menos que mejorasen la sana convivencia de los habitantes tanto veredales como del casco urbano de Lerma. Otra medida que llegó a plantearse fue la de armar a la población, pero esta no tendría mucho sentido: primero porque desataría una violencia peor a la que venía dándose ya, y segundo porque de por sí, una parte de la población ya estaba armada. (p.16)

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De igual manera la narración de Didier Navia quien manifiesta “que las mujeres empiezan a plantearse iniciativas de paz. Dentro de su testimonio, él considera que había una lógica que se aplicaba en ese momento: Si un hombre iba a enfrentar a un cantinero, este estaría armado y por lo tanto podría haber pelea o muerte. Pero, si quien iba a hacer un reclamo era un grupo de mujeres, el cantinero no utilizaría su arma ni su fuerza contra ella. Es desde esta lógica que se va fortaleciendo la creación de colectivos de mujeres en búsqueda de alternativas de paz”.

(Osorio & Abella 2009,19)

En cuanto a los argumentos de la señora Teodolinda Velasco, una de las mujeres que estuvo en el proceso del cierre de las cantinas, describe que “tuvieron que movilizarse para hablar con cada uno de los cantineros. La reflexión que se les hacía giraba sobre el cómo ese negocio las iba dejando viudas, sin hijos ni hermanos. Es así como empieza a aumentar la presión de las mujeres para que se dé un cierre definitivo de las cantinas en la zona” (Osorio &

Abella 2009, p.18).

En este mismo contexto la señora Flor Alba Medina, madre comunitaria y también partícipe de las movilizaciones y concientización a los cantineros sobre los perjuicios de sus locales a la comunidad, cuenta que ellos aceptaron de buena manera y amablemente estas peticiones. Al respecto, Didier Navia, excantinero, cuenta la historia de un cantinero que no quería cerrar. “Si bien su cantina estaba dentro del casco urbano, él vivía a las afueras. Un día se presentó una balacera en donde murieron tres personas y hubo cinco heridos, esto hizo que permitiera el cierre de su cantina” (Osorio, 2009, p.18).

En ese proceso de cierre de cantinas, en febrero de 1988 se cerró la última, no con presiones, sino desde esa pedagogía de hacer entender que la vida estaba sobre cualquier

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cantidad de dinero. Las muertes empiezan a disminuir de forma acelerada, hasta que en cierto momento ya no se presentan o al menos en la misma magnitud. Ahora, el camino a seguir estaba con la misión de lograr una reconstrucción moral de la sociedad de Lerma, e inculcar el valor de la vida a las futuras generaciones, evitando que se repitiese el destino ya vivido. Walter Gaviria expresa que ya la preocupación no debía girar en “cómo sobrevivir, sino en cómo vivir mejor”.

Por lo cual “era necesario empezar a fortalecer los procesos educativos desde los niños y niñas de la comunidad, para así crear valores e impulsar una sana convivencia, una paz duradera, y una inteligencia colectiva que permitiese la tramitación pacífica de los conflictos” (Osorio, 2009, p.19).

Acorde con lo anterior, la creación del Colegio Agrícola “Alejandro Gómez Muñoz” fue uno de los momentos más importantes en todo el proceso de paz en Lerma. Al respecto el Rector de la Institución Everto Manrique Gaona, manifestó que el colegio se mostró como el eje de todo el proceso de cambio que vivió la comunidad a lo largo de los años 90. La escuela se enfocó en generar proyectos de sensibilidad social, artística, comunitaria, además de recuperar valores y tradiciones. Un proyecto importante allí fue el de plantear proyectos de huertas, buscando retornar a los cultivos agrarios que permitieran un sano sustento para las familias de la zona, dejando de lado los tiempos del monocultivo de hoja de coca. Rudy Gómez, docente encargado de uno de estos cursos afirma que el objetivo de estos apuntaba a la producción de productos que permitiesen una autonomía alimentaria en los hogares.

Para concluir esta categoría, las estrategias de paz surgieron a partir de la iniciativa de la misma comunidad que quiso cambiar las situaciones de conflicto y de violencia que ya eran sistemáticas en el territorio. En este proceso fue fundamental el apoyo de Walter Gaviria, quien propuso que a través de la educación era posible cambiar las condiciones sociales. De igual

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manera, fue fundamental el apoyo de las Juntas de Acción Comunal y la Iglesia, que actuaron como mediadores para escuchar las ideas, opiniones y propuestas de la comunidad. Finalmente, el papel de las mujeres que fue valioso en la medida en la que, como principales víctimas del abuso del alcohol y la violencia sexual, propusieron acabar con las cantinas para evitar la venta de este tipo de sustancias.

Seguimiento y memoria histórica

Para terminar, reuniendo los hallazgos de los antecedentes y la identificación de las estrategias de paz en el corregimiento de Lerma, es importante reconocer el seguimiento y la memoria histórica que se le ha dado a este proceso, para responder a las iniciativas de continuidad y alcance a futuro. En ese sentido, se presenta a continuación la manera en la que el corregimiento siguió trabajando para trasformar las condiciones de violencia en la medida en que se reconocen los cambios en la sociedad y la aparición de nuevas formas de conflicto.

Para el señor Gaviria, es importante apuntar que es desde las nuevas generaciones donde se tiene que sembrar la idea de la paz, eliminar la idea de la violencia y desmantelar el círculo de venganzas que tanto daño había dejado en Lerma. Entre ese conjunto de medidas pedagógicas y alternativas ciudadanas, Navia, narra cómo se utilizó el arte para comunicar lo ocurrido y generar sensibilidad y conciencia. El caso específico que cuenta él, trata sobre la obra “Lerma, años sin tiempo”, en donde se mostraba el horror de lo ocurrido en Lerma, las muertes, viudas, llanto, huérfanos, y la violencia en general vivida en los 80´s, mediante una obra de teatro. “Esta obra invitaba a la reflexión sobre lo ocurrido, a analizar qué fue lo qué pasó, cómo se llegó hasta un punto tal de violencia, y sobre todo, se mostraba como una invitación a mirar hacia el futuro, buscando una sociedad que no enfrentara un caos similar al ya vivido” (Osorio, 2009, p.13).

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Al mismo tiempo el señor Ricaurte Quiñones, uno de los actores participes durante las actividades culturales en Lerma, contaba que mientras hubo una época de terror en que ya pocos se arriesgaban a salir en las noches, y que quienes lo hacían se arriesgaban a morir, con el cambio que hubo en la comunidad, el cierre de las cantinas, y el establecimiento de actividades de tipo cultural, deportivo, y de formación en actividades artísticas, empezó a recuperarse la noche como espacio y tiempo de sano esparcimiento, de compartir, de diálogo.

En cuanto a los proyectos sociales que se han establecido, y el testimonio que ahí aparece del profesor de la Institución Educativa Agropecuaria “Alejandro Gómez Muñoz”, todavía

Lerma está un poco alejada de ser una alternativa al negocio del narcotráfico. El Presidente de

AsoLerma River Armando Ortiz afirmaba que “una de las dificultades de los productos de la región es su difícil comercialización. Este hecho pone de manifiesto el temor en la comunidad de retornar a una época donde vuelva el narcotráfico, con todos los hechos de violencia generados en Lerma en los años 80”. (Osorio, 2009, p.18)

Por otro lado, se analiza el problema de la erradicación de los cultivos de coca. “En sí ese no es el problema, igual, la población tiene la coca como un elemento habitual dentro de la elaboración de productos alimenticios, medicinales e incluso últimamente en productos de belleza. El problema está en el uso. Tal vez una alternativa esté justamente en la búsqueda de nuevas salidas para estos productos, que de paso permitan a un corto plazo la formación de emprendimiento, que sean fuente de ingresos y de creación de empresas locales. Sumado a una fuerte inversión estatal que potencie la economía campesina” (Duque, 2015, p.35).

Por consiguiente, el gran aporte de todos los habitantes que contribuyeron en las propuestas de paz, que establecieron y lograron construir la escuela, las múltiples actividades de

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esparcimiento, fue el de enseñarle a una generación entera que sí es posible vivir mejor, en convivencia, respetando al otro y trabajando por el bien común.

Ahora bien, antes de examinar el marco teórico, se da cierre a los antecedentes de la investigación presentando una breve conclusión de los hallazgos. En primer lugar, se pudo constatar que Lerma empezó a padecer las consecuencias del conflicto desde finales de los años

70`s debido a la proliferación de los cultivos de coca. Esto trajo consigo una bonanza económica que se encaminó hacia el consumo desmedido de bebidas alcohólicas, lo que produjo situaciones de abuso, violencia y asesinato. La comunidad cansada de esta situación y de la evidente degradación social se propuso generar espacios de diálogo y organización comunitaria a través de los cuales pensar en estrategias de paz encaminadas a la restauración de la convivencia y la resolución pacífica de los conflictos. La implementación de estas estrategias, conllevaron a que el corregimiento fuera reconocido por la instancia legislativa municipal mediante acuerdo y luego por la Asamblea Departamental del Cauca a través de una ordenanza como “Territorio de

Convivencia Paz”, y que además se pensara en la continuidad de este tipo de estrategias para seguir trabajando alrededor de los nuevos conflictos que surgieran. La educación, el arte y la cultura jugaron un papel determinante, no sólo para involucrar a jóvenes y diversos sectores de la población sino como medio para mantener la memoria. En definitiva, el corregimiento ha sabido organizarse para mantener los propósitos de convivencia y paz en el territorio.

2.2 Marco teórico

Para ampliar el análisis de esta investigación, se desarrollan a continuación dos conceptos a través de los cuales se pueden establecer lazos teóricos con el proceso desarrollado en Lerma

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del que dan cuenta los testimonios recogidos en la comunidad. Bajo este propósito, en primer lugar, se desarrolla el concepto de “paz imperfecta” que se entiende como las acciones, actitudes y capacidades individuales y colectivas en los ámbitos públicos y privados, a escala pequeña y grande, casi invisible que hacen posible la convivencia, la protección mutua y la vida en comunidad, y en segundo lugar, la mediación en los procesos de paz, para entender la importancia de la participación de diferentes actores en la concreción de las estrategias de paz.

El concepto de “La paz imperfecta”

El proceso que se desarrolló en Lerma presenta características distintas a las de los procesos de paz de conflictos armados negociados entre actores intervinientes de estos. En ese caso, es desde los estamentos del gobierno que se tiende a la búsqueda de alternativas o soluciones a un conflicto armado. De igual forma, en dichas estrategias tiende a buscarse acuerdos entre los líderes de las contrapartes. En Lerma, las propuestas de paz nacen desde la iniciativa de la sociedad civil para justamente ser desarrolladas y fortalecidas en su interior. Esta situación causa que para entender lo allí ocurrido, deba indagarse dentro de la literatura académica elementos conceptuales que permitan dar un marco teórico y en esa línea, el concepto de “Paz Imperfecta” permite un acercamiento al tema.

Esto es que entendiendo “la Paz Imperfecta” como todas las experiencias y estancias en las que los conflictos se regulan pacíficamente, es la herramienta teórica que permite reconocer e interrelacionar, las prácticas cotidianas de paz y reconocerla como una realidad, dinámica, procesual e inacabada” (Muñoz, 2001, p.13).

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En esa misma dirección y de manera complementaria, se puede afirmar que “en el centro de construcción de una justicia y una paz sostenible, está la calidad y la naturaleza de las relaciones entre las personas, en los espacios relacionales, en el tejido de la comunidad humana”

(Lederach, 2008, p27).

En este mismo contexto, el camino del compromiso generado desde el tejido humano, y

“la convicción de cada persona para andar, y el esfuerzo colectivo para dignificar la vida es muy significativo en el proceso de paz, de no ser así se entiende como una paz imperfecta” (Fisas,

2002, p.45).

De esta manera se entiende como “Paz Imperfecta” en la medida que no desconoce las complejidades y conflictividades de la vida cotidiana, reconocida presente y relacionada con el bienestar de las personas y las comunidades. “Un proceso siempre en construcción presente en la historia de la sociedad, que se encuentra en las capacidades y potencialidades que tienen los actores sociales y que acompañan los procesos de reproducción y de cambio social. Asumirla como una realidad social permanente y en proceso que se materializa en la regulación pacífica de los conflictos, la articulación de estas experiencias y en todo aquello que proporciona bienestar al ser humano, plantea” (Hernández, 2011, p.32).

Porque siendo la paz un elemento esencial del bienestar social y personal, es necesario reconocerla no estática movida al ritmo de la sociedad, y dado que la paz ha estado presente desde la historia de las sociedades, es necesario reconocerla polivalente, polisémica y con un carácter de plasticidad, en la medida en que se adapta en diferentes escenarios y escalas, sin perder su significado central de proporción de bienestar y regulación pacífica de los conflictos, presente en escala personal, grupal, comunitaria y global.

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En su análisis sobre el concepto de “Paz imperfecta”, Anacona (2015) resalta que,

[…] en muchas comunidades la búsqueda de un fortalecimiento de los tejidos sociales lleve a las comunidades a plantear salidas alternas a sus conflictos. Justamente el mirar esas nuevas alternativas, es que es posible que haya una adquisición de herramientas epistemológicas aplicables a otros conflictos, al mismo tiempo que ofrecen otros esquemas de pensamiento y de percepción de las sociedades, de los conflictos, de cómo concebir la vida en comunidad y en cómo generar opciones viables de paz que se preserven en el tiempo y desde la cotidianidad. (p.9)

Además, Anacona (2015) considera que,

[…] el término Imperfecto es sinónimo de incompleto, inacabado, y es justamente en esa línea, quien al referirse a la Paz Imperfecta, explica el conflicto armado colombiano, y prefiere tomar los avances hechos por las diferentes partes en momentos del conflicto como “paces imperfectas”, en cuanto a que ha habido algunos avances, pero ellos no han calado en el total del conflicto, y por tanto tienden a pasar desapercibidos o sin una mayor notoriedad que permita que estos hechos sean replicados en otras comunidades. Las características mismas del conflicto, los diferentes grupos armados con sus distintas vertientes, y el no llevar un registro claro de qué está pasando en cada zona del conflicto, genera una discontinuidad al momento del entendimiento de este, lo que hace causa que si bien, haya propuestas de paz, no logren el impacto suficiente o no se reconozcan como bases de una paz mayor. (p.68)

¿Cómo realizar estudios sobre la Paz?

Acorde a los estudios para la paz, se realizó un análisis sobre los elementos conceptuales que rodean el estudio sobre los diferentes procesos de paz. En ese sentido se realizó una diferenciación entre lo que clasifica como estudios empíricos sobre la paz, estudios críticos sobre

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la paz y estudios constructivistas sobre la paz, tomando en cuenta la forma de clasificación de información y fines del estudio” (Jiménez, 2011, p.34).

Mediación en procesos de paz.

Para Slim (2007) en su texto Una guía hacia la mediación: haciendo posible la paz en los conflictos Violentos, plantea que:

[…] en los últimos años se ha logrado salidas pacíficas a diferentes conflictos armados en el mundo a partir de la intervención de organizaciones tanto estatales como no estatales, lo importante es cuáles son las vías de mediación que se establecen en dicho proceso, y que logren en lo posible una efectividad que logre su cometido. De entrada, esa mediación puede resultar complicada tomando en cuenta que cada conflicto presenta características particulares dado que depende de las raíces del problema, la duración, los intereses en juego, entre otros. (p.56)

Siendo así, Slim plantea su guía en tres partes, una en que describe cuáles son las principales características comprendidas en la realización de un proceso de paz mediado; una segunda parte en que el autor expone algunas problemáticas a las que se enfrentan los procesos de paz, y una tercera, en la que formula algunas consideraciones sobre los valores que deben tener los mediadores en un conflicto violento.

En cuanto a cuáles son los principios necesarios para que haya una paz justa, Slim considera que deben adecuarse unos objetivos que sean comunes a las partes en conflicto, para buscar así una paz justa y duradera. Por lo tanto, se hace necesario que los actores en disputa, como muestra de su compromiso, estén en disposición de trabajar, con tal de alcanzar las metas de paz anheladas. También, es de comprender que un proceso de paz no presenta cambios

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inmediatos, y que es muy posible la aparición de obstáculos, por lo que cada parte debe contar con paciencia y tolerancia ante este tipo de percances.

Por otra parte, es vital para el respectivo proceso de paz que se logre llevar a cabo un adecuado seguimiento, que pueda velar por el cumplimiento de los acuerdos y que al mismo tiempo sirva para advertir sobre posibles inconvenientes que puedan surgir, y así proponer soluciones tempranas. Sobre este aspecto Slim remata sugiriendo que para que estos elementos lleguen a satisfactorio cumplimiento, el que haya una participación de tipo democrático, es decir, que exista una voz de todas las partes involucradas, que pueda ser escuchada y atendida.

En torno a las problemáticas que pueden darse en un proceso de paz, por lo cual se propone “cinco posibles situaciones que distorsionen el proceso, y ante las cuales se requiere un mayor nivel de sensibilidad para percibirlas, como para proponer soluciones. La primera sería lo que define como asimetría, que se encuentra relacionado con la forma en que cada una de las partes comprende el proceso de paz, pues, mientras una lo analiza desde el anhelo de paz, la otra podría jugar a una lógica de la guerra, es decir, pensando en sacar un provecho político o económico de la situación” (Slim, 2007, p.8).

El segundo punto propuesto en torno a elementos que afecten el proceso es “respecto a lo que denomina personalidades negativas, en cuanto a que un personaje, en su afán de protagonismo podría causar interrupciones en las conversaciones, crear obstáculos que alarguen el proceso. Este tipo de circunstancias son perjudiciales dado que estos personajes suelen tener un poder o influencia que podría cambiar el rumbo de las negociaciones en cualquier momento, por lo que debe buscarse algún mecanismo de compromiso que logre contemplar dichos egos

(Slim, 2007, p.9).

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Un tercer problema “está relacionado no con las diferencias entre los bandos, sino con las diferencias al interior de cada bando. Los desacuerdos internos por la toma de decisiones pueden fracturar el proceso, causando tropiezos, la retirada del grupo o incluso una retirada o recrudecimiento del conflicto” (Slim, 2007, p.10).

Un cuarto punto señalado “refiere ya no a los bandos, sino a los mediadores, que en ciertos momentos deben actuar a modo de jueces en cuanto a que deben tomar decisiones: Existe el riesgo que ellos se polaricen o simplemente dadas las fuerzas en conflicto prefieran dar prioridad a una de las dos partes, generando inconformidades y suspicacias frente al proceso”

(Slim, 2007, p.8).

Y un quinto punto refiere a evitar las discusiones sobre los puntos que son controversiales y/o que podrían poner de manifiesto las intenciones de alguna de las partes del conflicto. Se debe buscar que el proceso sea lo más transparente posible, y por lo tanto, el que logren darse los espacios para aclaraciones, intercambio de opiniones e incluso expresar sanamente disconformidades, es útil para el proceso (Slim, 2007, p.11).

Por último, al exponer los valores necesarios de un negociador o mediador “propone que se debe contar con siete características; La primera, el mediador debe comprender que de la resolución saludable del conflicto depende dar calma al sufrimiento humano que ha padecido una comunidad a causa de la violencia que se haya podido desatar a causa de este. Como segunda característica, se propone que, en todo momento, independiente de lo tensas o difíciles que puedan llegar a ser las conversaciones, siempre debe preservarse el diálogo por encima de cualquier manifestación violenta” (Slim, 2007, p.13).

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En tercer lugar, el negociador debe ser imparcial con todas las partes comprometidas en el proceso, y con todas aquellas que puedan verse involucradas con las decisiones allí tomadas.

En cuarto lugar, las decisiones tomadas deben enfocarse a buscar no una solución parcial y rápida, sino que debe apuntar a la consecución de una paz duradera. Como quinta característica,

“los acuerdos establecidos deben ser trabajados de forma voluntaria y no de manera impuesta, dado que el sentido de obligación puede crear presiones o malentendidos por el bando que se sienta en desventaja” (Slim, 2007, p.13).

La sexta característica se relaciona con la aceptación que pueda tener el mediador por parte de los bandos. “Si bien, es difícil que un personaje sea aceptado sin refutación alguna de las partes, este tiene que ser aceptado de manera voluntaria y de ninguna manera impuesto. El

último aspecto referiría a la imparcialidad del mediador del proceso de paz con todas las partes involucradas o que se puedan ver afectadas” (Slim, 2007, p.13).

El concepto de “Paz Imperfecta resulta ideal para contar la historia y el proceso desarrollado en el Corregimiento de Lerma, en la medida en la que reconoce que la paz es un proceso, que permite reconocernos como seres humanos, que se encuentra implícita en las relaciones sociales y que a su vez el conflicto forma parte de la interacción social y por lo tanto, se hace necesario generar dinámicas sociales que fortalezcan las capacidades individuales y colectivas de protección y cuidado de la vida, existentes en las personas y comunidades, que nunca se terminan o se completan. La paz y la convivencia en Lerma es un proceso inacabado como lo es inacabada su historia. Por su parte la mediación en los procesos de paz es una categoría complementaria, pues permite reconocer los procesos y actores participantes que hicieron posible las dinámicas potenciadoras de la paz y la convivencia, logrando acercar al conjunto de la comunidad, con muchos actores que eran víctimas y a su vez victimarios.

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3. Metodología

Para la presente investigación la metodología se basó en un paradigma cualitativo encaminado hacia un ejercicio de estudio de caso. Para lograr los objetivos se establecieron técnicas de recolección de la información como la revisión documental de fuentes secundarias y la aplicación de entrevistas semiestructuradas a habitantes de la comunidad de Lerma.

3.1 Tipo de investigación

El tipo de investigación que presenta este proyecto es cualitativo de tipo estudio de caso.

Las investigaciones cualitativas tienden a ser una alternativa de estudio, pues este enfoque plantea que, “no existe una realidad única, más bien, variadas realidades construidas desde la

óptica personal de cada de los individuos, un enfoque global y flexible, en donde se establece una relación directa entre el investigador y los participantes, logrando la construcción total de un fenómeno” (Trujillo , Toro , Tapia, & Merlo, 2019).

Esta investigación cualitativa corresponde a una tipología que utiliza estudio de caso, dado que para entender cuáles son las estrategias de paz utilizadas por la comunidad objeto de estudio, se emplean aquí métodos como la revisión documental y la implementación de un instrumento de investigación como es el uso de una entrevista semiestructurada, con el fin de realizar comparaciones que permitan a futuro una delimitación lógica de la información obtenida, y poder realizar el debido análisis sobre cuáles fueron las estrategias planteadas y desarrolladas por la comunidad de Lerma.

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Se escoge este tipo de investigación porque es la que más se adapta a este proyecto, teniendo en cuenta las características del grupo social observado, ya que la misma comunidad ha construido un conjunto de saberes, estrategias y soluciones para mejorar la convivencia y formar allí un ambiente de paz. La investigación cualitativa de estudio de caso, en el contexto de este proyecto, permite realizar un mejor acercamiento hacia determinar cuáles fueron los comportamientos que orientaron a la comunidad en la toma de este tipo de decisiones.

3.2 Diseño Metodológico

El proceso metodológico planeado para la presente investigación comprende tres etapas en torno al análisis de las estrategias de paz que se plantearon en la comunidad del

Corregimiento de Lerma, municipio de Bolívar, Cauca, para así, lograr entender el desarrollo y las características particulares de los procesos de paz al interior de esta comunidad.

En un primer momento, se busca realizar un análisis documental que permita un acercamiento hacia cuáles fueron las estrategias de paz usadas por la comunidad de Lerma. Esa revisión se desarrolla utilizando una matriz de clasificación de información que contribuya a organizar los datos obtenidos en la revisión documental. Esta revisión comprende la búsqueda de artículos académicos, artículos de prensa, documentales, documentos oficiales y otras fuentes que permitan corroborar y ampliar la información.

Como segunda fase, se plantea la elaboración de entrevistas semiestructuradas, orientadas hacia la comunidad. En la investigación realizada, se evidenció que si bien, hay artículos que realizan seguimiento al proceso de paz de la comunidad, en algunos casos, la información que ofrecen es de carácter general o de análisis, pero no se enfatizan en las características propias de

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las estrategias de paz que nacieron en Lerma, y que le han dado el status de “Territorio de

Convivencia y Paz”.

En un tercer momento, se realiza el análisis de la información obtenida tanto en la revisión bibliográfica como en las entrevistas semiestructuradas llevadas a cabo en la comunidad, para así, poder plantear cuál fue el desarrollo de las estrategias de paz, y poder realizar un análisis comparativo con la literatura y cotejar con la información teórica.

Finalmente, el cuarto momento consistió en la reflexión y conversación entre la sistematización de los datos empíricos recogidos en las entrevistas semiestructuradas con los conceptos mencionados en el marco teórico.

A continuación, se presenta el diseño metodológico de la investigación que explicita las metas, estrategias de trabajo, actividades y productos esperados para cada objetivo específico.

Tabla 1. Diseño metodológico

Objetivo Meta Estrategia de Actividades Producto trabajo esperado por actividad Objetivo 1 Conseguir una Realizar una Selección de Listado de caracterización de revisión de bibliografía estrategias de paz las principales literatura en torno al en Lerma. estrategias de paz desarrollo del Clasificación de creadas por la conflicto en Lerma, información en tabla comunidad de Lerma seleccionando las estrategias de paz que se encuentren en dichas lecturas.

Objetivo 2 Fortalecer la Focalizar Diseño de entrevista Testimonios de información de las potenciales semiestructurada personas partícipes estrategias de paz entrevistados entre en el proceso de paz usadas en Lerma, por personas que hayan Aplicación de en Lerma. medio de entrevistas participado en la entrevista

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semiestructuradas a construcción de Clasificación de la comunidad. alternativas de paz resultados

Objetivo 3 Lograr contrastar la Primero, realizar Contraste de Delimitación lógica información por estudio de información: de la información obtenida en la casos, contrastación Fuentes recolectada para dar revisión de información documentales, respuesta a la bibliográfica y las entre los métodos información pregunta de entrevistas utilizados, para bibliográfica, investigación. semiestructuradas, llegar a información para realizar análisis delimitación lógica obtenida en los de las estrategias de de la pregunta de instrumentos de paz utilizadas por la investigación. investigación. comunidad de Lerma.

Fuente: elaboración propia (2019)

3.3 Técnicas e instrumentos de investigación

Entrevista semiestructurada

La entrevista semiestructurada es un instrumento que permite la indagación de información por medio de la conversación con un individuo de un grupo a estudiar, por medio de preguntas que en parte son prediseñadas, pero que a su vez generan otras preguntas que nacen de la información dada por el interlocutor, y por tanto se presentan de manera espontánea. Dada la flexibilidad de este instrumento, es posible realizar una indagación profunda de los conocimientos o experiencias que posee una persona en torno al tema en cuestión.

En el caso de la presente investigación, el diseño de una entrevista se realiza con el fin de obtener información de la comunidad, enfocando las preguntas a establecer sobre cuáles fueron los problemas que sufrieron, qué alternativas se propusieron en su momento, y cuáles son los mecanismos con los que han buscado mantener esas propuestas de paz en la comunidad y en las nuevas generaciones. La estructura de la entrevista propuesta es la siguiente:

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Tabla 2. Categorías de análisis de la entrevista

Grupo al que va dirigida la Dimensiones Preguntas encuesta Problemáticas y conflicto ¿Cuáles eran los problemas de Habitantes de Lerma violencia más comunes entre los habitantes de la comunidad de Lerma? Elaboración de estrategias ¿Dentro de la comunidad existía algún tipo de organización o grupo encargado de proponer alternativas de solución a los conflictos de violencia? ¿Tiene conocimiento de cómo se tomaban las decisiones en dicho grupo? ¿Qué tipo de soluciones se crearon en Lerma con el fin de consolidar un ambiente de paz y convivencia? ¿Qué estrategias se crearon para integrar y perdonar a las personas que previamente cometieron delitos en la comunidad? ¿Qué mecanismos se utilizaron para que los habitantes de Lerma acogieran las alternativas de paz planteadas?

Seguimiento y memoria histórica ¿Qué mecanismos se utilizaron para que los habitantes de Lerma acogieran las alternativas de paz planteadas? ¿Qué herramientas utilizó la comunidad para preservar estas estrategias? ¿Hay eventos para que la comunidad conserve estos hechos en la memoria de las nuevas generaciones? Fuente: elaboración propia (2019)

La validación de este instrumento de recolección de información primaria se realizó con un tercero, partió de la revisión del director del trabajo de investigación antes de aplicarla.

Adicionalmente es necesario mencionar que la implementación de este ejercicio no puede tomarse como una prueba final, sino que constituye una prueba piloto a seguir teniendo en cuenta en futuros trabajos de campos

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Revisión documental

La revisión documental es el proceso mediante el cual se indaga en fuentes bibliográficas sobre información que acerquen al investigador a un conocimiento más preciso sobre el contexto que va a trabajar en su investigación. En este caso dicho contexto refiere a los elementos que rodean las estrategias de paz que la comunidad planteó para superar el contexto de violencia generalizada. Por lo tanto, es posible la exploración de artículos académicos, artículos periodísticos, informes oficiales, documentales, entre otros.

Es necesario que se establezca una tabla que permita la clasificación del artículo, tanto de la información básica que este presenta (autor, año, libro o revista de donde fue extraído, etc.), como también de los aportes que presenta para la investigación.

3.4 Categorías de análisis

A continuación, se presenta la información organizada por categorías de análisis indicando la definición conceptual, las dimensiones de estudio, los indicadores y los instrumentos para cada una de ellas.

Tabla 3. Categorías de análisis

Categoría de Definición Dimensiones de Indicadores Instrumento análisis conceptual estudio

Antecedentes Caracterización de Problemáticas y Problemáticas que Revisión antecedentes de conflictos hayan afectado la documental – problemáticas en la sana convivencia de Entrevista región entre los los habitantes de semiestructurada miembros de la Lerma. comunidad.

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Elaboración de Desarrollo de la Estrategias Estrategias de paz Revisión estrategias construcción de documental – estrategias de Entrevista pacificación semiestructurada manejadas al interior de la comunidad de Lerma.

Seguimiento y Mecanismos Caracterización de Mecanismos de Revisión memoria histórica utilizados por la mecanismos de memoria histórica documental – comunidad para seguimiento y Entrevista mantener las memoria histórica. semiestructurada estrategias de paz activas, y con trascendencia para las generaciones futuras.

Fuente: elaboración propia (2019)

3.5. Marco temporal

Para el análisis de las estrategias de paz y de memoria que implementó la comunidad campesina de Lerma, Bolívar Departamento del Cauca, dados los antecedentes y la identificación de los dispositivos generadores de la violencia en dicho territorio, se considera pertinente y necesario desarrollar la presente investigación en las décadas de los 80´s y 90´s para las cuales se identifica la llegada y auge de la bonanza coquera, la vivencia de la violencia de manera generalizada y la construcción de iniciativas de paz.

3.6. Consideraciones éticas

El presente proyecto de investigación se encuentra inmerso dentro del paradigma de la investigación cualitativa y teniendo en cuenta su naturaleza, se plantean las consideraciones

éticas recogidas en la Resolución 08430 de 1993, las cuales son la guía que permite que en el desarrollo del mismo, se trace un acercamiento a la realidad de esta comunidad y sus integrantes

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de manera holística y con mínima intrusión, considerando a los participantes sujetos y no objetos de estudio, otorgándoles además libertad para decidir sobre su participación y las formas de ésta, protegiéndoles además en su integridad.

De una parte, se encuentra la aplicación de un consentimiento informado, el cual se anexa. A través de éste cada uno de los y las entrevistadas, previa participación se les informa plenamente sobre quiénes realizan la investigación, los objetivos de la misma y la finalidad de la información que van a brindar. De igual manera, la libertad de participar o no, la existencia del compromiso por parte de los investigadores en no utilizar esta para nada distinto que el presente trabajo académico y el permiso para grabar en audio la entrevista. Así mismo, los derechos que les asiste; como definir si participar o no, negarse a responder preguntas si no las considera pertinentes o dar por terminada la entrevista antes de tiempo y retractarse del consentimiento si así lo considera.

Tratándose de un proyecto de investigación en cuya comunidad se han realizado ya otras investigaciones de tipo académico y social, y que además, éste contribuye a un objetivo comunitario como lo es el de la visibilización y reconocimiento social de su experiencia y apuesta como “Territorio de Convivencia y Paz”, no se consideró proteger la identidad de las personas participantes, al contrario, estas han reclamado la visibilización de su aporte a esta iniciativa y de su vivencia en el territorio, desde voces distintas y diversas, que vaya más allá de la de los líderes tradicionales e históricamente reconocidos.

En cuanto a la entrevista semiestructurada, se diseñaron peguntas abiertas de la que se anexa su formato, las cuales no buscan condicionar o dirigir una respuesta, además del presupuesto de generar un ambiente de confianza y tranquilidad a los participantes para exponer

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sus ideas y percepciones de forma libre. Evitando así mismo, intromisiones por parte de los investigadores y preguntas hostiles o hirientes, respetando además los silencios o negaciones a responder interrogantes.

Mediante la firma del consentimiento informado, los participantes aceptan el que se grabe el audio de la entrevista, no obstante, dado que durante la entrevista es posible que el o la entrevistada haga referencia a información de hechos o situaciones delicadas que pongan en riesgo su vida e integridad o la de otras personas, ó que se salgan del marco del presente estudio, se vela por la confidencialidad y el no divulgar dicha información, así esta se considere de suma valía.

En cuanto a los riesgos derivados de la participación, es claro que, como se menciona anteriormente, son diversos los estudios académicos y sociales que se han realizado en el territorio, y por tratarse de un periodo de tiempo no actual, sino que se remonta a aproximadamente hace 20 años o más, este no implica riesgo alguno, ni para quienes participan ni para los investigadores.

3.7. La definición de la muestra y otras consideraciones

El principal instrumento de recolección de información primaria en esta investigación es la entrevista semiestructurada. Para definir la muestra, inicialmente se identificó el tipo de expresiones organizativas existentes en el corregimiento hacia finales de los 80´s comienzos de los 90´s, dada la temporalidad de la investigación, de modo tal que se identificaran las personas claves y diversas para la recolección de la información:

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Asociación de Juntas, madres Comunitarias, grupo de jóvenes, grupo de las mujeres, el párroco y líderes ligados a grupos religiosos, el grupo de salud, el grupo de músicos y otros artistas, otras organizaciones externas que intervinieron o que conocieron el proceso, el grupo dinamizador del colegio, todas estas expresiones conformaron lo que se denominaría el grupo de las fuerzas vivas de Lerma (Osorio, 2009, p.16).

De acuerdo a lo anterior, se determinó que la muestra debería contemplar dos representantes por cada una de las expresiones organizativas identificadas, para un total de 15 entrevistas semiestructuradas. De igual forma se determinaron los siguientes criterios:

- Las personas a entrevistar deben haber ejercido un nivel de liderazgo en las expresiones organizativas identificadas.

- Al menos el 80% de las personas entrevistadas con identidad de género: mujer.

- Haber vivido en el corregimiento de Lerma por lo menos 20 años y que esta vivencia se encuentre enmarcada entre enero de 1980 y diciembre de 1999 o en el caso de las organizaciones externas, que él o la representante conozca el proceso organizativo desde esa época.

- Al menos el 60% de las personas a entrevistar deben ser personas que no han sido entrevistadas para otro estudio sobre la violencia y la paz en el corregimiento de Lerma.

- La edad de las personas a entrevistar debe superar los 45 años.

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4. Presentación de hallazgos y resultados de la investigación

En esta sección de resultados se presentan las respuestas, testimonios e información recolectada en el ejercicio de investigación, para responder al objetivo general de analizar las estrategias de paz utilizadas en el corregimiento de Lerma, ubicado en el municipio de Bolívar

Departamento del Cauca. De acuerdo con el plan metodológico planteado.

Así, en primer lugar, se da respuesta a las situaciones que llevaron a la necesidad de desarrollar estrategias para superar la violencia en Lerma, presentados en el subtítulo 4.1.

Problemáticas y conflictos como antecedentes a la situación violenta de Lerma, y, en segundo lugar, se identifican y analizan las estrategias de paz llevadas a cabo por la comunidad, presentados en el subcapítulo 4.2 Estrategias de paz en el municipio de Lerma. A lo largo de esta estructura se van a retomar las categorías y subcategorías que se abordaron en la entrevista. De esta manera, a cada pregunta va a corresponder un análisis de las respuestas de los entrevistados y un ejemplo de algunos testimonios de la comunidad que correspondan con el análisis.

Vale la pena mencionar como datos complementarios, que la entrevista se aplicó a un total de 14 personas y que estos cumplen con la condición de ser adultos y adultos mayores

(tercera edad) con un amplio conocimiento de la situación de Lerma, entre ellos, el líder más representativo del proceso: Walter Gaviria, otros líderes y lideresas del territorio, representantes en su mayoría de expresiones organizativas de la época que a su vez cumplieron otro rol como por ejemplo ex - cantineros, consumidores (de esos años de violencia en Lerma) de sustancias psicoactivas, ex integrantes de policía que abandonaron su trabajo por ir a la bonanza cocalera,

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mujeres participantes del proceso, se tuvo además en cuenta su tiempo de estancia, dentro de los cuales se encuentran personas con más de 20 años de residencia en el territorio, así como se identifican a continuación, de tal manera que E1 significa Entrevistado 1 y así sucesivamente, para organizar de manera clara el análisis de las respuestas:

Tabla 4. Adultos entrevistados en el corregimiento de Lerma

E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 Floralba Entrevista Marcial John Fredy Norma Fabiola Miguel Raúl Napoleón Medina colectiva: Ruiz, Ruiz Delgado Ortiz Ortiz Burbano Quiñones Didier Navia, Luis Ruiz River Ortiz, Alberto Napoleón Gómez Quiñonez, Miguel Ortiz Adulto Adultos Adultos Adulto Adulto Adulto Adulto con Adulto 20 mayor mayores con mayores contemporáneo contemporáneo mayor 28 años de años de 65 años más de 20 con más 41 años 51 años 68 años residencia residencia años en la de 30 20 años de todos en Lerma en Lerma región años en Con 20 años de residencia en resident Lerma residencia en Lerma e en Lerma Lerma Fuente: elaboración propia (2019)

Tabla 5. Adultos entrevistados en el corregimiento de Lerma

E9 E10 E11 E12 E13 E14 E15 Dora Irene Sobeima Hilda Javer Fabio Tello Walter Gaviria Miguel Gómez Ortiz Yenni Navia Medina Fernández Meneses Medina Adulto 25 Adulto 25 Adulto 17 Adulto 26 Adulto mayor Líder representativo Historiador años en años en años en años en 19 años en 25 años en Lerma Líder social Lerma Lerma Lerma Lerma Lerma del CIMA Fuente: elaboración propia (2019)

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4.1. Problemáticas y conflictos como antecedentes a la situación violenta de Lerma

4.1.1. De la minga de los valores campesinos a la pérdida del valor de la vida

Para reconocer las situaciones que llevaron a que la comunidad se reuniera entorno a unas estrategias de paz, se les preguntó a las y los entrevistados acerca de cuáles eran los problemas de violencia más comunes en el Corregimiento de Lerma y cómo vivían antes de la bonanza coquera. Este es un punto de partida importante para analizar el proceso que se llevó cabo y que permitió formalizar las actividades que dieran cuenta de la intención de mejorar las condiciones sociales del territorio.

Uno de los principales hallazgos a partir de los testimonios, es justamente el reconocerse una comunidad cuyos valores de solidaridad, fraternidad, hermandad y convivencia fueron transformados por la dinámica coquera, aspecto clave para comprender el por qué las estrategias de paz lograron su objetivo.

En ese sentido, W. Gaviria (E14), (2019) refirió que Lerma es una comunidad tradicionalmente campesina, siendo las formas de producción parte de su identidad, en donde el trueque y la minga están inmersos, y que dichas formas se desarrollaban, en medio de las dificultades del entorno, de manera parcelada pero a su vez comunitaria, conllevando así a la generación de vínculos fuertes entre las familias campesinas, mediados por la solidaridad, la fraternidad, hermandad y un valor alto de pertenencia al territorio y de la vida, las cuales establecieron las formas de asumirse lermeño y de relacionarse.

En este mismo sentido W. Gaviria (E14), (2019) afirmó en la entrevista que:

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[…] la producción es la forma de trabajar y ser campesino. Es una comunidad, es eso, lo que hace que la familia se reconozca más allá de la familia, como se conoce, se reconoce la familia esencialmente más allá de la casa a la , las otras , sentirnos todos parte de una gran familia”

En este orden de ideas los entrevistados para esta investigación habitantes de la comunidad de Lerma manifiestan sobre su región lo siguiente;

[…] todo era muy tranquilo, o sea la gente muy trabajadora, la gente muy solidaria, comunitaria, afectiva” F. Ortiz (E5), (2019).

[…] era bonito, porque se mantenía la parte agrícola, existían las mingas, la minga es convocar a un trabajo uno y la gente le va a ayudar, bastantes, así se trabajaba y también se hacían trueques” M. Ortiz, (E6), (2019)

[…] la mayoría somos de familia muy humilde los Lermeños, de origen campesino digamos que era que sentía esa paz, se sentía esa tranquilidad, en el pueblo en las familias, había, antes de todo ese problema de la coca, como una hermandad y una solidaridad”. N. Quiñones. (E8), (2019)

[…] en ese tiempo matar a una persona era un delito” F. Medina. (E1), (2019)

Igualmente, otra de las expresiones de esa cultura campesina que generaba construirse como comunidad, se encontraba representada en la música, para el entrevistado señor Napoleón

Quiñonez de Lerma quien pertenece a un semillero de artistas de la región, por lo cual la guitarra, la música de cuerda y la producción de canciones inéditas eran también parte de la cotidianidad de los Lermeños.

[…] con las guitarras, a uno lo enamoraban con serenatas y cartas, pero con canciones que sí hablaban de amor. F. Medina. (E1), (2019)

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[…] las fiestas se amenizaban con música de cuerda, claro hasta ahí que no había mucha plata porque yo fui músico y sigo siendo músico, yo y mis compañeros amenizábamos las fiestas, los bailes, había buenos cantantes también. M. Ortiz, (E6), (2019)

Las personas entrevistadas evidenciaron que la región se identifica como un territorio pacífico en el que se presentaban casos de violencia aislados, identificaron además una baja presencia de grupos armados, aunque sí era lugar de ajuste de cuentas para algunos grupos delincuenciales. En general, los grupos paramilitares no figuraban en la cotidianidad de la región, lo que, es más, de acuerdo con F. Ortiz (E5), (2019) no reconoce ningún asesinato perpetuado de parte de la guerrilla o de otros grupos paramilitares, aunque el territorio sí eran paso de éstos. De igual manera, se expresó que “En ese tiempo que se hablaba de que decían que llegó la guerrilla, esa guerrilla era el M19, pero era una cosa aleatoria, porque ellos que yo recuerde, no hacían una vaina de control o algo así, era como de paso” J. Navia (E14), (2019).

De otra parte, se evidencia que “antes de la bonanza cocalera, en el pueblo existía una producción de cultivos de pan coger en cantidad, y también, el cultivo de la hoja de coca, aunque no con fines ilícitos, la situación económica también dependía de la coca, pero la coca era tostada, se vendía, venían unos compradores y la vendían tostada por libras” M. Ortiz, (E6), (2019)

“En esas épocas, la gente cultivaba maíz, frijol, yuca, garbanzo, maní, arroz, cacao, de todo y árboles frutales, la coca en ese tiempo existía, pero se cosechaba era para tostarla, se utilizaba para que los trabajadores mambearan” F. Medina. (E1), (2019)

Fueron justamente todos esos valores que les hacía sentirse comunidad campesina, los que fueron transformados por la bonanza coquera al cambiarse las formas de producción y los cultivos de pan coger por el incremento del cultivo de la coca:

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[…] el cultivo de la hoja de coca acaba con la huerta casera, con el pan coger, arrasó con la comida, tanto que en esa época iban al El Bordo a comprar la leña, porque hasta para eso había dinero, la coca lo que hizo fue poner a la gente en otro ámbito, nos llevó a generar otras formas de relacionarnos, sacó a la gente de foco, nos vimos abocados abruptamente a una situación en donde había mucho dinero y se perdió el valor de la vida. […] . W. Gaviria (E14), (2019)

Dentro de este contexto los entrevistados también manifestaron al respecto sobre su región, manifestando que “uno de los factores que desencadenó la violencia fue la desconfianza que se generó entre la comunidad” D. Navia (E2), (2019).

Igualmente, J. Ruíz (E4), (2019), afirmo que “se perdió el sentido y el valor de la vida, se perdió hasta el sentido de la amistad, porque a muchos los asesinaron sus mismos amigos, ya se volvió como tan común para mí, que no me sorprendía, no me sorprendía ver que tanta gente muriera, y de esa manera nos fuimos acostumbrando a la muerte”.

Así mismo, F. Medina. (E1), (2019) menciona que “un momento clave es la bonanza coquera como el punto de partida de la degradación social de Lerma, en la medida en la que el consumo sistemático por parte de integrantes de la población de alcohol, bazuco y cocaína, fue cambiando los valores de los habitantes, así como sus comportamientos”. De igual manera, “se generó una disputa por los precios de venta de la coca y otros problemas relacionados con este cultivo” R. Burbano (E7), (2019). Un ejemplo de esto es “el caso de las disputas entre familias para fortalecer y mantener su negocio” H. Medina (E11), (2019).

El inicio de la problemática según D. Navia (E2), (2019) se remonta a “más o menos desde el setenta y ocho, por ahí setenta y seis, setenta y ocho, que comenzó la gente a manejar la cocaína, comenzaron a llegar los primeros brotes de cómo sacar bazuco, y muchos paisas iban a

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comprar el producto de la coca, la base, el bazuco, y la gente se dedicó fue a eso, a procesar la coca para sacar base, y a vendérselas a estas personas”

Para R. Burbano (E7), (2019) “surgieron vendedores en casas, vendían la dosis, las papeletas… el mismo vicio también algunas personas que fueron más débiles que otras los desesperaba hasta el punto de que ya comenzaron a robar, a hacer cosas malas, además cuando esas personas que venían de Medellín, de Pereira, la mercancía tenían que probarla a ver si estaba buena y eso la probaban en un cigarrillo para ver si era de calidad, claro, y entonces en esas probaditas mi primo se envició y pues así mucha gente, ahí cayó hasta el médico del pueblo y también uno que era sargento retirado”

Estas problemáticas se identificaron cuando el precio de la hoja de coca empezó a bajar, lo que llevó a que se generaran nuevas disputas. Por eso para J. Ruíz (E4), (2019) “cuando ya el conflicto se hizo más grande fue cuando ya la gente no tiene (sic) plata y quiere comenzar a tumbar al otro, en ese entonces yo me imagino que había sus disgustos y que tanta gente armada pues”

Para D. Navia, R. Ortiz, N. Quiñones y M. Ortiz (E2) (2019), esta degradación también tuvo que ver con la abundancia de dinero, pero, sobre todo, el uso que se le dio a este, como lo fue el abuso del alcohol en cantinas. Este consumo desmedido llevó a que estos se convirtieran en foco de peleas violentas, e incluso homicidios por intolerancia. “La gente empezó a comprar armas, ya la gente tenía plata y compraba armas, entonces la gente andaba fuertemente armada, y la gente tomaba, tomaban casi miércoles, jueves que era día de mercado, a veces no paraban sino el viernes, seguían sábado y domingo” F. Ortiz (E5), (2019).

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De la misma manera, N. Quiñones. (E8), (2019) aclara que:

“…a raíz del trago, de las cantinas, de las discotecas, de la proliferación de todos estos establecimientos, fue como se fue descontrolando y se fue perturbando la tranquilidad, porque ahí se formaban las peleas, peleas por borracheras y entonces como estaban las gentes armadas (sic) pues peleaban con sus armas, había heridos, habían muertos, además hubo una época, muchas mujeres violadas, violaciones, allá le llamaban hacerle vaca, hacerle vaca a una mujer consistía en que se reunían varios hombres y violaban a una mujer, la gente no decía nada, no se podía hacer nada contra eso y al ser un pueblo pequeño, todo lo que ocurría se sabía de primera mano y cuando ocurrían asesinatos en las cantinas y otro tipo de disputas y violencias, era fácil señalar a los culpables, por lo cual muchas familias emprendían lo que se conoce como justicia por mano propia, para vengar la muerte de sus familiares”.

Antes de esto, el consumo de bebidas alcohólicas se llevaba a cabo, pero era responsable y las fiestas se amenizaban por ejemplo con guarapo:

Tal como lo expresó F. Medina. (E1), (2019) “Se tomaba guarapo en las fiestas y nadie peleaba, era tranquilo”, Como consecuencia del consumo desmedido de alcohol, se presentaron hechos de venganza entre familias y robos. A estas situaciones también se le añadieron los conflictos entre los habitantes, los grupos armados y la policía de esta manera se acabó la paz, empezó a haber violencia porque la gente empezó a montar cantina, a vender tragos, a comprar equipo de sonido”.

M. Ruiz y L. Gómez (E3) (2019) indican que todo esto llevó a un clima de tensión en el que los habitantes debían actuar con prudencia. En ese mismo sentido, J. Ruíz (E4), (2019) considera que, a raíz de estas problemáticas, desde edades tempranas empezó a ser sistemático el

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abuso del alcohol y la violencia de diferentes tipos como la familiar, entre vecinos y hacia la mujer, entre otras.

Otro de las violencias presentadas para la época tiene que ver con las violencias sexuales y de género. En ese sentido, D. Gómez (E9), (2019) especifica que la violencia hacia ellas se incrementó, dado que eran víctimas además de violación sexual y por lo tanto no podían salir después de determinada hora del día. La entrevistada indica que a esta práctica se le conocía como “hacerle vaca” y que “definitivamente fue un síntoma determinante respecto a la situación moral del territorio”.

[…] todo el mundo tenía plata, entonces (lo usaban para) tomar trago, mujeres y carros, porque en ese tiempo había mucho carro así fuera legal o no legal, o motos, o electrodomésticos, era tanto el dinero, que gente de las veredas que compró nevera en sitios donde no había energía eléctrica, yo lo vi, las neveras las utilizaban para guardar la ropa, y era común ver las armas en la cama, verlas ahí en la mesa y pues a uno de niño le causaba curiosidad y hasta se sentía anhelo de decir: cuando tendré la mía, cuando compraré la mía, era también muy común ver en mi casa montones de plata… yo por ejemplo empecé a tomar desde muy pequeño, desde los 12 años por ahí” J. Ruíz (E4), (2019),

El entrevistado (13) señor Fabio Tello Medina, señalo que con la coca “la gente se sintiera capaz de reclamarse los unos a los otros, por lo que todos estaban en contra de todos, sin que una autoridad pudiera mediar”.

Igualmente, para la señora S. Ortiz (E10), (2019) “Los niños estaban expuestos a este tipo de situaciones de violencia al ser testigos de asesinatos en sus lugares de juego. En las casas, incluso en las escuelas se evidenciaban los comportamientos violentos, pues los adolescentes y jóvenes ya andaban armados y muchos de sus compañeros terminaron muertos en actos violentos”.

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En ese sentido, N. Quiñones. (E8), (2019) indica que:

[…] la justicia la hacían con sus propias manos, esa era la justicia que había allá, no había presencia de policía, de ejército, no había presencia de grupos armados al margen de la ley que ejercieran ese control, como efectivamente hoy en día sucede en algunas partes, no, entonces la misma gente se cobraba sus deudas a su manera, eso fue lo que género y desató una violencia que marcó a muchas familias en Lerma”.

Se pudo constatar, que siendo el corregimiento de Lerma un territorio rural habitado por campesinos, centraba su economía en la agricultura, un territorio en donde sus gentes aprovechaban los recursos para abastecer a la población, que pasó de ser una comunidad de valores guiados por la protección de la vida, la fraternidad y convivencia en medio de la pobreza, a la pérdida del valor de la vida y la desconfianza.

Los habitantes empezaron a intensificar y ampliar los cultivos de coca en la medida en que esta empezó a ser usada con fines ilícitos generando ganancias monetarias considerables. La bonanza económica produjo más efectos negativos que positivos, pues llevó entre otras, la transformación de prácticas culturales, sociales y económicas como el de la solidaridad, y la ruptura de las formas de producción, a la instauración de cantinas y con estas la venta indiscriminada del alcohol y la creación de focos de violencia por el abuso de esta sustancia y de los alucinógenos.

Se reconoce entonces en Lerma una vida en comunidad antes de la bonanza coquera guiada por valores campesinos expresados en la minga comunitaria, el trueque, la celebración de las fiestas religiosas a una vida marcada por el exceso del dinero, la desconfianza, las venganzas y la muerte.

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4.1.2. Primeras alternativas de paz propuestas por líderes o grupos:

Recuperar los valores como comunidad campesina, para reproducir la paz y no la violencia

Luego de esta introducción sobre la dinámica comunitaria antes de la bonanza coquera y las situaciones que generaron la violencia en Lerma, se indagó acerca de las primeras alternativas de paz y si estas fueron planteadas por un líder o un grupo en particular. A lo cual se mencionó en general que estas se fueron generando de una manera muy paulatina y discreta, debido a la magnitud de la de violencia que afectaban a toda la población y que además se formaron desde la propia comunidad:

Para M. Fernández (E15), (2019) en su condición de historiador, pero además integrante del proceso campesino del Comité de Integración del Macizo Colombiano Cima; al que años después se integraría el corregimiento de Lerma, el proceso de paz lermeño es destacable desde sus inicios por su alta dosis de autonomía e iniciativa social.

Un proceso participativo, democrático donde la naturalidad de sus acciones sociales conllevó a la transformación de la compleja realidad. Aunque se tenía temor, afirma W. Gaviria

(E14), (2019) “se pensó y además se decidió, que nadie de afuera iba a decir qué hacer, se entendió colectivamente que la misma comunidad tenía que ser capaz de encontrar las soluciones”.

Para J. Ruiz (E4),(2019), es “gracias a las reuniones encabezadas por los propios habitantes de Lerma, que se organizaron para disminuir las situaciones de violencia que ya eran sistemáticas en el territorio, estas reuniones se generaron paulatinamente, con una frecuencia

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cada vez mayor y con la participación de más personas, de manera que la gente fue concientizándose acerca de las problemáticas que impedían la convivencia en Lerma y las señoras se reunieron a decir no más a las cantinas porque están matando nuestros hijos, a nuestros esposos, nos estamos quedando viudas y sin hijos, diciéndole a los cantineros: entiendan, no queremos más esto”.

Se propuso disminuir el consumo de alcohol, inicialmente en las cantinas D. Navia (E2), (2019) pues se identificó este como foco de las situaciones de violencia entre familiares y habitantes del corregimiento. Aunque no se estableció una normatividad especial, la propia gente estableció una regulación específica para las cantinas y el consumo abusivo del alcohol indica S. Ortiz (E10),

(2019). Esto se dio debido a que en Lerma no se identificaba la acción de la ley como verdaderamente efectiva H. Medina (E11), (2019).

Es así que “se generaron unos espacios, inicialmente era una cuestión espontánea, nos encontrábamos en el río contándonos nuestras desgracias, en la cancha de fútbol con pistola al lado de la cintura, en la tienda, en la esquina, a manera de tertulia y lo primero que se pensó fue dejar de matarse, eso fue parte del impulso de sobrevivencia. Ya la gente pensaba: bueno y mañana ¿a quién le toca morirse? allí tuvieron mucho que ver las mujeres, eran las únicas que podían hacerle un reclamo no al victimario, sino al que había generado el espacio para el delito, es decir, al cantinero” W. Gaviria (E14), (2019).

Así, con marchas en el pueblo y pancartas de las mujeres por la vida, con acciones que fueron tomando fuerza social, porque “convirtieron el miedo individual en miedo comunitario”

D. Navia (E2), (2019) y “esa suma de miedos generaron comisiones para ir donde los cantineros y tener el valor de decirles, si no quiere cerrar, le sellamos el negocio por mandato comunitario”

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Sic. Paulatinamente los cantineros fueron sensibilizándose, en un proceso despacio, hasta entender que ese era un foco de violencia. Los mismos cantineros así lo reconocen, M. Ortiz

(E6), (2019), lo describe así: “yo vendía, y dejé de vender cuando la cosa se puso muy berraca.

Yo tenía un amigo de una vereda y lo mataron. Él llegó a tomar a la casa donde yo, y tomó y tomó, se fue y en el camino lo mataron ahí me dio mucha pena de ese muchacho…la última canasta de cerveza se la regalé a otro amigo”.

No fue necesario retribuir económicamente a los cantineros afirma N. Quiñonez (E8),

(2019), la retribución era social y el seguir vendiendo era sentirse estigmatizado social y comunitariamente.

Uno de los posteriores enfoques que apareció fue el de la educación en valores menciona

F. Medina (E1), (2019) y de la misma manera, la educación basada en la identidad, la cultura y la música como elementos unificadores D. Navia (E2), (2019). “En este punto fue importante la intervención de Walter Gaviria para organizar el pueblo hacia la educación indican M. Ruiz y L.

Gómez (E3), (2019) y J. Ruiz (E4), (2019), este último reconoce que “todos los Lermeños le deben mucho a Walter Gaviria dado que él fue el que inició con todo esto”

En estos primeros acercamientos fue vital establecer el diálogo entre distintas partes dice

M. Ortiz (E6), (2019) y las actividades de integración y gestión cultural para alejar a los jóvenes de las situaciones violentas como lo afirma N. Ortiz (E5), (2019). Esto partió del interés de que los jóvenes se ocuparan en diferentes actividades, alternativas a las cantinas y al estilo de vida violenta acostumbrados a ver, dice R. Burbano (E7), (2019). “Así fue como se buscó crear espacios de interacción con la juventud, de manera que encontraran la manera de expresarse e interactuar con el mundo sin comprometer su vida” J. Navia (E12), (2019).

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Aquí también hubo protagonismo de la Iglesia, que se ubica como otro de los actores que actuaron no sólo como integradores sino como mediadores en el proceso. “El padre Ibarra llegó en una época dura y él empieza por ese altoparlante a organizar la gente, él fue el que hizo esas gradas… él programaba una minga y decía, a tal minga no vino tal persona y era joda por ese hijuepucha altoparlante y uno para que evitara nombrarlo le tocaba ir (sic)” D. Gómez (E9),

(2019).

Y para el entrevistado D. Navia, (E2), (2019), el proceso se centró en el rescate de la identidad campesina lermeña, en:

[…] tratar de rescatar el Lerma que conocimos toda la vida, o sea el Lerma trabajador, el Lerma comunitario, el Lerma artístico, sus costumbres, esa era la meta, rescatar nuestra cultura, había que cambiarles el pensamiento a los jóvenes” empezamos a generar opciones de vida y a ganarle espacio a la muerte, que los pequeñitos crezcan pensando en la vida y no en la muerte”

Como conclusión de este apartado, podemos mencionar que las propuestas de paz en el corregimiento de Lerma fueron lideradas por personas de la misma comunidad y estuvieron encaminadas a varios aspectos: primero, la prohibición de las bebidas alcohólicas y el cierre de las cantinas; segundo, dar prioridad a la educación incluida la educación en valores; tercero, trabajar alrededor de la cultura, la música y el teatro como espacios que permitieran promover la utilización sana del espacio libre en los y las jóvenes; fortalecer la organización social comunitaria y con esta, los espacios de diálogo entre los habitantes, proceso que fue lento, pero progresivo.

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4.1.3. Organizaciones o grupos encargados de proponer alternativas de solución a los conflictos de violencia.

En la siguiente pregunta se interrogó a los entrevistados acerca de si en la comunidad existía algún tipo de organización o grupo encargado de proponer alternativas de solución a los conflictos violentos. Ante esto, las respuestas fueron las siguientes:

Uno de los primeros elementos encontrados, se refiere a la organización comunitaria, la unión y la baja presencia de grupos armados. De esa manera lo relata F. Medina (E1), (2019) “la comunidad antes de presentar los problemas de violencia a raíz del cultivo de coca se mantenía unida y organizada, lo que garantizaba la convivencia pacífica, además había poca presencia de grupos armados”. Sin embargo, la llegada de la violencia a raíz del consumo desmedido del alcohol y la disputas por territorios, hizo figurar la presencia de grupos como el ELN, el M-19, las FARC y algunos partidos políticos que tomaron posición dentro de la violencia. No obstante,

“estos no interfirieron preponderantemente en la generación de alternativas, pues el territorio lermeño era el paso de estos, pero no de su control” D. Navia (E2), (2019).

Las comunidades además estuvieron organizadas por entidades como la Iglesia, que actuaba como mediador entre las partes involucradas en el conflicto e impulsaban objetivos colectivos ante las necesidades de la comunidad, indican M. Ruíz y L. Gómez (E3), (2019). Las organizaciones comunales y campesinas empezaron a reunirse entonces no solo con la intención de prohibir el consumo de alcohol y de situaciones violentas, sino también de proponer alternativas como los eventos artísticos para incentivar la educación en valores para las futuras generaciones, J. Ruíz (E4) (2019). Entre los actores sociales involucrados se resala además el papel de las Juntas de Acción Comunal.

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De otra parte, se buscó integrar también a niños y jóvenes hacia dinámicas pacíficas y de convivencia y de paz, de manera que se empezó también por crear espacios de esparcimiento, de diálogo, teniendo en cuenta los valores de la escuela y la formación en valores ciudadanos, recurriendo además, a otras estrategias como, “la música, la danza y el teatro que se convirtieron en elementos claves en estos espacios de recreación, pues los niños y jóvenes interactuaban de una manera positiva J. Navia (E12), (2019).

Las agrupaciones de vecinos y la vocería de las mujeres fueron claves para llamar la atención de dirigentes populares que actuaban como mediadores en el diálogo, “Las mujeres fuimos protagonistas, pues éramos las viudas, las huérfanas, habíamos perdido los hijos, a las mujeres era que nos violaban” S. Ortiz (E10), (2019). Las reuniones se fueron dando de manera más formal en la casa cural e incluso se propuso el nombre de “El grupo de las fuerzas vivas” de la mano de Walter Gaviria, en el que las fuerzas vivas eran la auxiliar de enfermería, las madres comunitarias, funcionarios de Telecom, las juntas de acción comunal, el representante de los jóvenes, el representante de los músicos y artistas expresa M. Ortiz (E6), (2019).

La figura de las fuerzas vivas permitía el diálogo integrador y amplio.

“Esto buscó garantizar la participación de diferentes actores involucrados o afectados por la violencia o con incidencia en la comunidad, de manera que se podía mediar por los intereses particulares. Fue importante a partir de allí construir colectivamente el Plan de Vida de los habitantes, para plantear dichos intereses y trabajar sobre ellos en búsqueda de la paz y la convivencia” S. Ortiz (E10), (2019).

La entrevistada (9) Dora Gómez, (2019) menciona que “en ese tiempo se formó el comité para el desarrollo, el comité de integración para el desarrollo de Lerma y eran que se unían todas como las fuerzas vivas que había ahí en el corregimiento: el representante del acueducto, la

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directora de la escuela, el rector del colegio, mi persona como del puesto de salud, las Juntas de

Acción Comunal, la de Telecom, hasta un representante de los músicos, el párroco”.

Se generaron manifestaciones a través de movilizaciones y paros, que permitieron una mayor participación de la población y dar a conocer las problemáticas y las estrategias de paz en escenarios más regionales que traspasaban lo corregimental, “una movilización social liderada por lo que más delante se denominaría el “Comité de Integración del Macizo Colombiano”

CIMA” afirma R. Burbano (E7), (2019).

Una fuerza importante en estas organizaciones fueron las mujeres, que como hijas, madres, esposas y hermanas denunciaron la violencia sexual a la que estaban sometidas como consecuencia del consumo desmedido del alcohol, así, la reclamación de sus derechos y su dignidad fue clave para los procesos de paz en Lerma, así lo afirma D. Gómez (E9), (2019) “ya viendo que había mucha violencia, ya viendo muchos muertos, entonces se habló y más que todo las mujeres, entonces empezaron estas mujeres a decir no más, vamos a hacer algo, hagamos cerrar las cantinas”.

En definitiva, se pudo constatar que los principales actores involucrados en el proceso de gestación e implementación de las estrategias de paz en el corregimiento de Lerma y que actuaron como mediadores en las situaciones de conflicto fueron principalmente, por un lado, el docente Walter Gaviria y por el otro, entre las instituciones y expresiones organizativas locales de las Juntas de Acción Comunal, las mujeres, la escuela y la iglesia. Estos dinamizaron y permitieron concretar espacios comunitarios para construir, diseñar e implementar las estrategias de paz.

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4.1.4. Proceso de toma de decisiones en las propuestas de paz:

Respecto a la manera en la que se tomaban las decisiones al interior de los grupos comunitarios que se organizaron para tratar las múltiples expresiones de violencia, los entrevistados respondieron entre otras cosas, que la población fue la encargada de liderar y tomar decisiones sobre las problemáticas que iban siendo identificadas.

la concertación y el diálogo jugaron un papel determinante en la toma de decisiones, J.

Ruiz, (E4), (2019), deja ver que “en ese entonces se reunían y hablaban de muchas cosas para ir buscando cual era la mejor solución entre todos, que la acordáramos todos y cada quien sintiera que tenía voz y voto”.

Fue la propia población fue la que se empezó a organizar y desde allí se tomaban decisiones propias, “esto llevó incluso a negar el aporte de cualquier grupo armado que quisiera aprovecharse de estas asociaciones” F. Medina (E1), (2019). Así, se encaminaron acciones alrededor del arte, la música, el teatro y “cualquier tipo de eventos como forma pedagógica de reivindicar los derechos de la población, a sensibilizar sobre lo que ocurría y la necesidad de transformarlo” D. Navia (E2), (2019). Así, el temor por las posibles represalias provocó que se diera un proceso mucho más lento y discreto, para prevenir atentados que eliminaran las intenciones de la población por organizarse J. Ruiz (E4), (2019):

“Debido al temor que imperaba en la población respecto a los grupos violentos, la Iglesia fue clave para ser más determinante en las medidas de acción, para disminuir las situaciones de violencia en Lerma. Esta institución le dio voz a las necesidades y preocupaciones del pueblo dentro del diálogo con los grupos armados.”.

En las referencias con respecto a líderes y grupos organizativos que dieron vida a las estrategias de paz, resalta el nombre de Walter Gaviria quien se desempeñó como líder respecto a

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las estrategias relacionadas con la educación en valores y la construcción de un colegio que permitiera educar en valores y generar nuevos aprendizajes. “La actuación de Gaviria fue desde la compra del lote para la construcción del colegio, hasta la vinculación de los primeros docentes, que debían trabajar gratis de entrada, hasta que las condiciones fueran mejorando. F.

Tello (E13), (2019).

Así mismo, el liderato de las mujeres permitió establecer dinámicas propias a los grupos organizados, debido a que se identificaron como las principales víctimas del conflicto N. Ortiz

(E5), (2019), por tal motivo, sus opiniones e inquietudes fueron tomadas en cuenta en gran medida para establecer estrategias de paz. Esto no quiere decir que se censurara la participación de los demás miembros, pues en general se planteaban espacios de diálogo y acción en el que intervenían diferentes agentes del conflicto. M. Ortiz (E6), (2019).

Las acciones y la recuperación de prácticas en el relacionamiento social que se vieron alteradas como se ha mencionado, por la bonanza coquera, fueron más allá de un impulso contestatario e inmediatista. “La población fue organizándose también para actuar más allá de las reuniones, de manera que intervenían de manera pedagógica en las cantinas, para tratar las problemáticas de violencia y abuso del alcohol, de manera que se actuaba sobre un contexto real e inmediato, con los agentes violentos y sus víctimas” H. Medina (E11), (2019).

Se tuvieron en cuenta todas las ideas que resultaran significativas para llegar a acuerdos de paz, y se tomaron pequeñas vocerías para defender intereses particulares, como fue el caso de las familias afectadas, líderes comunales y las mujeres cabeza de hogar R. Burbano (E7), (2019).

También lo fueron los líderes de las Juntas de Acción Comunal, que respondían a los intereses de los , teniendo en cuenta que cada espacio estaba permeado por condiciones diferentes S.

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Ortiz (E10), (2019). De igual manera, los jóvenes tuvieron protagonismo hacia las decisiones y la creación de espacios culturales que les permitían expresarse libremente, por ejemplo, a través de la música, la danza y el teatro. J. Navia (E12), (2019).

Estos espacios de diálogo buscaron concertar la opinión de todas aquellas personas que tenían el interés de disminuir y erradicar las situaciones de violencia de las que venían siendo víctimas como consecuencia del conflicto N. Quiñonez (E8), (2019), por lo tanto, ninguna decisión fue impuesta sobre la mayoría de los intereses.

De acuerdo con los testimonios recogidos en esta categoría, el proceso de toma de decisiones en la creación e implementación de las estrategias de paz se impulsó en consonancia con el aporte de todos los habitantes y actores del conflicto y del territorio. Ello, supuso una serie de esfuerzos y compromisos de parte de cada habitante y de la colectividad, para concretar y poner en marcha las apuestas de convivencia y de paz. Para lograr dicho proceso, el fortalecimiento de las expresiones organizativas locales y el diálogo fueron fundamentales, las cuales garantizaron la integración y la participación de estos en todo el proceso.

4.2. Estrategias de paz en el Corregimiento de Lerma

4.2.1. Del impulso de sobrevivir a la creación de una generación campesina cosechadora de paz

Una vez se ha indagado acerca de las problemáticas y conflictos como antecedentes a la situación de violencia generalizada en el corregimiento de Lerma a través de la percepción de los habitantes, a continuación, se dialoga con las estrategias que permitieron que se convirtiera en un

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territorio referente de la convivencia y la paz, poniendo en el centro el cuidado y respeto por la vida.

Se preguntó acerca de qué tipo de alternativas se impulsaron en Lerma con el fin de consolidar un ambiente de paz, para lo cual las respuestas fueron variadas. “El diálogo fue un primer paso hacia discusiones sobre la importancia de la educación y la cultura para la revitalización de los valores sociales” F. Medina (E1), (2019). Fue importante entonces dar el primer paso y reconocer la existencia de unas problemáticas que “debían ser manejadas y tratadas por la misma comunidad, para disminuir los muchos casos de violencia que se venían presentando” R. Burbano (E7), (2019). Un medio importante para dar paso a los espacios de diálogo fueron las Asociaciones de Juntas Comunales de todo el corregimiento, pues “permitió integrar muchos actores para la búsqueda de soluciones para la violencia y la reunión de lo que se llamó “las fuerzas vivas”” D. Navia (E2), (2019).

“El Comité de Integración para el Desarrollo de Lerma” que buscó la integración y representación de todo aquello que los lermeños llamaban las “fuerzas vivas” entendidas éstas como grupos sociales dinamizadores, presentes en el territorio permitió el reconocimiento de todos, y el llamado a comprometerse en la transformación. “Se creó entonces un espacio de interacción fundamentado en el respeto y la convivencia pacífica, con lo cual la tensión y el miedo fueron disminuyendo entre los habitantes de Lerma… estas cosas buenas que se sembraron a través de la educación y a través del arte y la música, y la danza, ese fue el gran potencial” J. Ruiz (E4), (2019):

La participación y el compromiso de los jóvenes fue fundamental, en la medida en la que desde el colegio se programaban actividades de teatro y danza que atraían a la población, un

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ejemplo de ello eran las noches de integración, donde se llevaban a cabo diferentes tipos de actividades N. Medina (E5), (2019). En definitiva, las expresiones artísticas se convirtieron en un medio de canalización de las energías y los comportamientos negativos que se vivían en Lerma, así como el temor que imperaba por el solo hecho de salir a la calle S. Ortíz (E10), (2019). Una de las formas de representación de la realidad y compromiso de la comunidad fueron las obras de teatro, al respecto W. Gaviria (E14), (2019), refiere que “El día que se hizo la presentación por parte de los muchachos de la obra “Lerma años sin tiempo” la gente lloraba, se agachaba, se miraban, se veían en el horror y la brutalidad de lo absurdo. Eso mueve, transforma y es sanador.

Todo eso compromete absolutamente”.

Para Napoleón Quiñonez, (2019), “tradicionalmente Lerma ha sido un pueblo donde ha tenido espacios siempre la cultura, entonces la música empieza también a ser una herramienta importante y que juega un papel demasiado trascendental para empezar a trasformar y a salir de la crisis”.

Por otro lado, también se pensó en cerrar o controlar la actividad de las cantinas, pues se habían convertido en un foco de violencia debido al consumo desmedido e irresponsable del alcohol, lo que provocaba riñas innecesarias que muchas veces terminaban en asesinatos M.

Ortiz (E6), (2019). Las mujeres aquí tomaron la vocería y fueron quienes más fehacientemente divulgaron las medidas de prohibición del alcohol y la actividad de las cantinas, pues esto les estaba generando una serie de vulnerabilidades D. Gómez (E9), (2019). “Decidimos la comunidad ver como se terminaba las cantinas y afortunadamente todo mundo como todos estábamos asustados de la violencia, tratamos de concertar la propuesta que estábamos trabajando y fue así como terminamos de vender bebidas alcohólicas” F. Medina (E1), (2019).

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La comunidad campesina de Lerma, se planteó más allá de reuniones y de acciones en la inmediatez que contrarrestaran las expresiones de violencia generalizada que vivían, generó de manera autónoma y local reflexiones en cuanto a su identidad y los valores perdidos, las prácticas de solidaridad y cuidado de la vida desaparecidas, reflexión sobre aquello que permitía vivir en comunidad y que Francisco Muñoz denomina las prácticas de “Paz Imperfecta”. De esa mirada de la paz, bien dan cuenta las afirmaciones de Walter Gaviria:

[…] de pronto no es la comunidad que se ponga de acuerdo y diga vamos a construir la paz, la paz es una construcción cotidiana, la paz no es una meta a donde hay que llegar, lo que hay que hacer es convivir todos los días y eso no es cosa de expertos, de políticos, eso es de toda la gente y de todos los días, además en Lerma hubo necesidad de hablar de paz cuando nos vimos copados, desesperanzados y angustiados por la violencia, de lo contrario ni siquiera habíamos hablado de ella, y lo que hicimos fue recuperarla, recuperar lo que éramos y vencer a la muerte” W. Gaviria (E14), (2019).

Como cierre de este apartado es necesario mencionar que los habitantes consideraron

que las alternativas que colectivamente diseñaron para tramitar el conflicto y transformar las

expresiones de violencia generalizada en el corregimiento, estuvieron ligadas en primer lugar,

el ser conscientes de la identidad y los valores perdidos, la generación de espacios para el

diálogo que permitiera escuchar e integrar la visión de todos los habitantes, el tener la

capacidad de reconocer conjuntamente la existencia de la problemática, analizarla y pensar en

su transformación positiva; dar prioridad a la educación particularmente en valores y cuidado

de la vida y la cultura desde la música y el teatro y la danza. y finalmente, la identificación del

dispositivo generador de la violencia: el consumo desmedido alcohol y a partir de allí, el

cierre de las cantinas.

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De las mediaciones

Madres comunitarias y Representante de mujeres Jóvenes

Docentes Juntas de Acción Comité para el Desarrollo de Lerma (“Fuerzas Comunal Vivas”)

y Representante de Representante de acueductos comunitaria Walter Gaviria Músicos y otros y la trabajadora de TELECOM artistas

Auxiliar de enfermería Párroco y líderes espirituales

Figura No.1. Actores sociales que ejercieron roles de medicación en el proceso de construcción de las iniciativas de paz en Lerma Bolívar, Departamento del Cauca en la década 1990. En cuanto a la mediación en los procesos de paz, a la que se refiere Slim, puede afirmarse que, en el desarrollo de las iniciativas de paz de la comunidad campesina de Lerma, existieron unos tipos de mediación que bien podría catalogarse como individuales y colectivos, surgidos del proceso mismo, es decir, mediadores naturales.

Con relación a la mediación individual, todas las entrevistas refieren a Walter Gaviria como la persona que lideró el proceso y, además, posibilitó el acercamiento entre las partes en conflicto. Esta mediación radicó en generar espacios para la escucha de toda la comunidad, para las víctimas y también para los responsables. “Walter era reconocido porque él es lermeño, lo conocimos desde niño… además él había ido a la universidad entonces tenía más conocimiento y

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pues era amigo de todos, de los que se habían muerto, de los que consumían, de los que mataban, de todos” M. Ortíz. (E6), (2019).

Tal como lo plantea Slim, los mediadores de los procesos deben contar con la confianza de las partes, no inclinarse hacia una de las partes. Walter Gaviria contaba con esas características y además estableció un sistema participativo que permitiera la escucha y el diálogo entre todos.

No obstante, a través de las entrevistas se evidencia que la mediación que posibilitó este proceso autónomo y local, fue también una mediación colectiva. En ese sentido el “Comité para el Desarrollo de Lerma” se percibe como ese escenario comunitario. Allí se encontraba la representación de aquello que fue considerado las “fuerzas vivas del corregimiento” integrado por representantes de los docentes, los artistas, el párroco y líderes espirituales, las madres comunitarias y las mujeres, las Juntas de Acción Comunal y los representantes de otros

“servicios” a la población: la señora que atendía la Empresa de Telecomunicación TELECOM, el representante del acueducto comunitario y la auxiliar de enfermería. Todas estas personas lideraban medidas que acercaban a la comunidad y buscaban en el bienestar comunitario.

En el caso de las madres comunitarias y las mujeres, “se realizaron marchas, se iba con pancartas, diálogos con los cantineros para que cerraran, porque esos eran los focos de la violencia” D. Gómez (E9), (2019), entre ellas estaban las viudas, las huérfanas, las madres de hijos asesinados o de asesinos y también las violentadas. Ellas representaban, eso que Slim plantea como una de las características de los mediadores, la autoridad. Hablaban desde su condición de mujeres, de madres dadoras y protectoras de la vida, desde la victimización vivida o desde la victimización generada por sus propios hijos o familiares.

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Con relación a los jóvenes, quienes integraban el “Comité por el desarrollo de Lerma, impulsaban actividades deportivas y otras actividades integrando a todos, a quienes quisieran participar sin señalar o estigmatizar a nadie. Y junto a ellos, los artistas, quienes, a través de la composición de letras musicales, guiones de obras de teatro y la danza, escenificaban los tiempos de paz y ese tiempo de violencia, la realidad, y con las que buscan incluir a toda la población lermeña,

“…el ambiente en el que vivíamos nos llevó a que muchos consumiéramos sustancias, consumiéramos bazuco, pero cuando empezó todo esto de la música, yo, por ejemplo, compuse una canción que se llamaba “No nos matemos entre hermanos” y cuando había un muerto ya fuera amigo mío, o de uno u otro bando iba al cementerio a cantarla con mi guitarra. Y la agente lloraba y decía: si, nos estamos matando entre nosotros” R. Ortíz (E7), (2019).

De otra parte, el párroco y líderes religiosos que, como autoridad eclesiástica, en un territorio fundamentalmente católico, a través de la Iglesia de “San Antonio de Padua”, convocaba a trabajo comunitario para arreglo de la escuela, de la iglesia y de esa manera generar espacios para el encuentro y el trabajo alrededor de un objetivo común. Al igual que los docentes que también representaban la autoridad.

4.2.2. Estrategias de integración de toda la comunidad

Respecto a la manera de perdonar, castigar o reintegrar a las personas que habían cometido delitos en la comunidad como una de las estrategias, la información recolectada evidencia la inexistencia de unas medidas de reintegración, identificándose más bien unas medidas punitivas, que buscaban rechazar la acción delincuencial desde la sanción social y comunitaria.

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“En realidad, fue poco lo que se hizo con las personas que habían cometido delitos

Existía un temor generalizado, pues se creía que podían tomar represalias contra los actores que estaban buscando la convivencia y la paz” F. Medina (E1), (2019), sin embargo, de nuevo fue clave la intervención de Walter Gaviria como líder del proceso:

“Los manes respetaban mucho a Walter, por ejemplo, el Mercedario lo respetaba mucho y otro que estaba metido en eso era un hijo de Mercedario, el Geno” M. Ruiz (E3), (2019), es decir, el papel del mediador, del que habla Slim, un líder que cuenta con la confianza y el respeto de las partes en conflicto.

Se identifica además, que la clave del fortalecimiento de las prácticas de paz cotidianas y locales fue el que se pusieran al centro los intereses comunitarios, la vida, sin entrar a chocar de frente con los cultivos o los cultivadores de la hoja de coca, razón por la cual estos y otros participantes en el conflicto no se opusieron a las medidas, y que todo fue u proceso, lento, para

J. Ruiz (E4), (2019) “quienes estaban armados no se opusieron al proceso, pero igual las diputas y las rencillas de venganza y de violencia seguían, o sea, el colegio seguía allá y las cosas seguían, es más hubo muertos mientras hacíamos actividades de colegio fue un proceso progresivo, lento pero progresivo que se fue dando”.

Sin embargo, sí se creó un grupo de trabajo asociativo, que pensó en estrategias para solucionar esos problemas. Esto llevó a un trabajo mucho más complejo, en la medida en la que muchas de estas personas estaban muy comprometidas con los trabajos ilícitos a mayor escala, como el narcotráfico, por lo que era difícil integrarlas hacia las dinámicas sociales J. Ruíz (E4),

(2019). Se pensó por ejemplo en prohibir la entrada de gente foránea que claramente tuvieran la intención de invertir sobre terrenos para el cultivo de la coca N. Medina (E5), (2019). La

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integración de los forasteros que ya llevaban algún tiempo en Lerma permitió además tener un mayor control sobre la actividad de la población civil, pues se trabajaba sobre los valores del corregimiento de Lerma, H. Medina (E9), (2019).

Para algunos habitantes fue necesario establecer este tipo de castigos como la expulsión para sentar precedentes respecto al manejo de la justicia, de manera que se dejaran de producir hechos violentos; sin embargo, ante esto hizo falta “imponer castigos más duros para que los agresores entendieran las consecuencias reales de sus actos S. Ortíz (E10), (2019).

No obstante, las sanciones y demás prácticas buscaban generar, por un lado, participación comunitaria y por el otro, sensibilización. Para J. Ruiz, (E4), (2019) muestra de ello era que “eso es una cuestión más de conciencia y de concientizar a la gente y de sensibilizar a la gente de lo que está pasando, pero no era solamente de coger y cerrar las cantinas, la cuestión iba más allá, de no vender más licor en ninguna parte y eso ameritaba hablar con todo el mundo, involucrar a todos a las víctimas, a los agresores a todo el mundo”

Se trabajó a partir de la cultura y la educación, para recuperar sus capacidades hacia propósitos de paz, lo que facilitó interrumpir la trasmisión de antivalores para la sociedad y sus futuras generaciones M. Ortíz (E6), (2019). La danza y demás manifestaciones culturales fueron cruciales para contar con la participación de los jóvenes, pues estas actividades llamaban su atención N. Quiñones (E8), (2019).

En definitiva, la población del corregimiento de Lerma fue consiente de la necesidad de integrarse como comunidad y encontrar maneras de ejercer sanción social con las personas que con sus acciones contribuían a alterar la convivencia en el territorio, en esa medida se consideró fundamental el ejercicio mediador de Walter Gaviria, pues incluso, los generadores de violencia

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lo reconocían y respetaban no sólo como uno de la comunidad, sino como un sujeto aportante en el desarrollo de la misma.

4.2.3. Mecanismos de aceptación de las alternativas de paz

También se indagó acerca de los mecanismos que se propusieron para permitir que todos los habitantes de Lerma se acogieran a las estrategias de paz. En ese sentido, se reitera el compromiso comunitario a partir del fortalecimiento de acciones desde “la educación en valores y a través de la cultura y demás expresiones artísticas” F. Medina (E1), (2019). Esto provocó que paulatinamente, los habitantes se fueran acogiendo más a este tipo de actividades, de manera que se integraban alrededor de un grupo de música o de teatro, sin importar la hora del día. La cultura se convirtió en un patrimonio valioso para la comunidad D. Navia (E2), (2019), y lo fue principal y fundamentalmente la música, que permitió una mayor integración de los habitantes, en las letras de estas, se encontraban inmersas las realidades de violencia y la necesidad de la unión, del perdón M. Ortíz (E6), (2019).

Por otro lado, también fue importante establecer un trabajo previo de sensibilización sobre los habitantes, de manera que reconocieran la violencia en la que estaban inmersos como consecuencia de la presencia sistemática de la violencia. “Esto implicó también el trabajo con los jóvenes, que como futuras generaciones eran las encargadas de transformar el pensamiento de cambio y desarrollo del corregimiento, para lo cual debían asumir una gran responsabilidad” J.

Ruiz (E4), (2019). Sin embargo, los adultos mayores y las diferentes generaciones también pudieron aportar desde sus experiencias de vida, lo que permitió un trabajo consistente, nutrido por las ideas de todos los habitantes N. Medina (E5), (2019). De nueva cuenta, ante esto fue

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valioso el trabajo educativo y pedagógico que se estableció en el colegio, a través de ideas y modos de ver el mundo de manera diferente, más allá de las actividades ilícitas.

[…] algunos agradecían a pesar de ser consumidores, agradecían, se fueron concientizando que era el alcohol el que dejaba los muertos” y la gente ya comenzó a valorar el proceso ya la gente se fue como educando en ese sentido, ya la gente cogió más confianza y bajaban a la hora que sea y ya pues contento todo mundo, eso fue una cosa bien, bien buena, además empezaron a unirse la comunidad en general y yendo de cantina en cantina y hablar con la persona: vea, lo que pasa es que ahorita ya viene pues digamos lo del colegio, ya, como comunidad ya queremos es que esto ya no suceda, que esto ya se acabe, entonces se concientizó la gente y ya empezaron a colocar límites de tiempo” M. Ruiz y L. Gómez (E3), (2019).

El colegio además facilitó la formación de los niños de Lerma, ya que muchos no contaban con los recursos para desplazarse hasta Popayán o Bolívar, donde había mayores posibilidades de escolarización. La educación se convirtió en el motor de cambio y permitió la apertura de los habitantes hacia diferentes campos, ampliando sus experiencias de vida. “En cuanto la educación, en Lerma en esa época existía hasta quinto de primaria no más, entonces terminábamos el quinto y muchos salían del pueblo a terminar su bachillerato a otro lado y otros pues tenían que quedarse ahí porque no había las condiciones para salir” N. Quiñones (E.8),

(2019).

Se buscó que los habitantes fueran más entusiastas y estuvieran motivados por cambiar su calidad de vida a través de actividades productivas, que les permitieran apuntar hacia objetivos de desarrollo y crecimiento económico para Lerma, para lo cual era necesario erradicar la violencia H. Medina (E11), (2019). Por tal motivo, el respeto, la empatía, la solidaridad y demás

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valores sociales para la formación ciudadana fueron fundamentales como eje de cambio de la mentalidad de los habitantes F. Tello (E13), (2019).

[…] cogió mucha fuerza, digamos los valores, que valores vamos a formar, y entonces ahí es donde se da mucha fuerza el tema de construir, de empezar a construir vida pues, el centro es ahí porque por ejemplo Walter planteaba, aquí nadie de otro lado va a venir a solucionarnos los problemas, aquí tenemos que inventarnos las cosas y tenemos que plantearnos nosotros mismos los problemas y las salidas a los problemas. M. Ruiz y L. Gómez. (E3), (2019).

E igualmente para J. Ruiz, (E4), (2019), deja ver que “desde todos los ángulos tocaba solucionarlo, ahora otra cosa, se entendió que la solución no iba a venir de afuera, no se iba a esperar a que el gobierno viniera a solucionar esto, no se podía esperar que el Alcalde, o que alguna parte externa a Lerma viniera a solucionar el problema entre todos, entre nosotros la gente humilde de Lerma”.

A través de los testimonios de los habitantes de Lerma respecto a los mecanismos de aceptación de alternativas de paz, recobra importancia la sensibilización y el trabajo con los jóvenes y niños de la comunidad, formas de pensar y ver la vida de las nuevas generaciones, es decir, crear semillas de paz, para dar profundidad y sostenibilidad a las estrategias de paz. Esto incluyó trabajar en el aprovechamiento del tiempo libre de los niños y jóvenes, la educación en valores y la creación de espacios de interacción e intercambio cultural y musical.

4.2.4. Herramientas para preservar estrategias de paz: “En Lerma porque amamos la vida construimos la paz”

También fue importante conocer, como se establecieron herramientas para preservar las estrategias de paz, y cuáles fueron estas, de manera que se garantizaba el cumplimiento de los

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acuerdos pactados. Un apunte interesante más allá de la ratificación de la cultura como una herramienta para la educación en valores, fue el hecho de que se pensó en maneras de adaptar las soluciones ante el contexto real que estaba atravesando el corregimiento, y no como un ejercicio aislado y generalizado sobre las maneras de superar el conflicto y la violencia. Este es un hecho importante que lleva a pensar en el compromiso real de los habitantes a partir del amor propio por el territorio.

Acorde con esto, “desde la escuela se pensaron estrategias para integrar a los jóvenes hacia los compromisos del corregimiento a partir del sentido de pertenencia e identidad, lo que significó un mayor compromiso de parte de las generaciones más jóvenes, que se extendió hacia las más antiguas” J. Ruiz (E4), (2019). Se creó por ejemplo “un sistema de reconocimiento de los logros obtenidos en la escuela y demás incentivos que permitieran que los jóvenes sintieran su importancia dentro de la construcción de sociedad” R. Burbano (E7), (2019).

Así mismo, las expresiones culturales, que fueron fundamentales para la integración de la sociedad, se fueron convirtiendo en tradiciones culturales propias del corregimiento, lo que avivó el sentido de identidad y pertenencia de los habitantes, quienes además buscaron aportar a esto.

Algunos entrevistados coinciden en que este fue “un proceso único que obedeció a unas condiciones particulares que eran parte del contexto social, económico, político y cultural del momento” J. Navia (E12), (2019). Por lo tanto, aunque se puedan preservar algunas estrategias para el manejo del conflicto y la violencia, es necesario pensar en los cambios constantes que se dan como parte de las dinámicas sociales y que llevan a la consolidación de unas características particulares, que pueden no obedecer de la misma manera ante las estrategias de paz. De allí que, exista la necesidad de crear unas nuevas, que estén acorde con las nuevas condiciones de la comunidad:

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A modo de conclusión, las herramientas para preservar las estrategias de paz, se presentaron en tres momentos: la educación, enfocada en los valores, pero el impulso de esta como un derecho y un medio para transformar las situaciones violentas, con ella la educación cultural enfocada en crear tradición oral respecto al conflicto y el manejo del tiempo libre de los niños y los jóvenes; trabajar sobre el contexto real de la población para atender las necesidades particulares; y finalmente el compromiso de los habitantes sobre las nuevas generaciones, que hoy asumen roles de liderazgo en la comunidad y en otros espacios como profesionales, lo que permitió el intercambio entre generaciones y así enriquecer las propuestas de paz.

4.2.5. Estrategias para el registro y memoria del proceso de paz

Finalmente, también se indagó acerca de las estrategias de la comunidad para conservar este proceso para nuevas generaciones. Estos mecanismos fueron identificados como la oralidad, la memoria colectiva, la enseñanza y el aprendizaje significativo identitario, “el pensamiento colectivo, entendido como pensar más allá de las necesidades e intereses particulares” D. Navia

(E2), (2019).

Dado que la educación en valores fue identificada como uno de los pilares en el fortalecimiento de las prácticas de Paz en Lerma, esta se contempla por parte de los actores como la vía para mantener la memoria de la paz y de la violencia en el territorio, así lo confirma J.

Ruiz (E4), (2019), “algún día proponía que a través de una catedra estudiantil, en el colegio para que la gente tenga ahí en su memoria esas vivencias”.

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También la transmisión cultural a través de las expresiones artísticas consolidadas dentro del proceso, que mayormente se da dentro de los espacios de escolarización, pero también a través de la enseñanza generacional. Un ejemplo de ello es que las obras de teatro buscaron retratar la situación particular del corregimiento y todo el proceso de paz, por lo cual se convierten en elementos de transmisión cultural y de valores, que preservan los esfuerzos comunitarios realizados J. Ruiz (E4), (2019). Sucede lo mismo con la composición musical, que trata los temas de conflicto, mediación y paz que se dieron allí y que se anudan a la identidad del corregimiento. R. Burbano (E7), (2019).

La intervención de los abuelos, o las generaciones más antiguas para preservar la memoria colectiva, sobre todo respecto al clima negativo que vivió la población como consecuencia de las actividades ilícitas que traían consigo el conflicto, también se piensa como un mecanismo válido de registro de los hechos.

Las estrategias de preservación de la memoria se piensan en Lerma también ente el miedo de repetición. Pues existe hoy un contexto de auge de cultivos de uso ilícito en el territorio. Ese sentimiento lo refleja J. Ruiz (E4), (2019) “creo que algo fundamental es que nosotros tenemos que seguir manteniendo esta historia en Lerma y seguirle enseñando, seguirle diciendo a las nuevas generaciones lo que se vivió y que a pesar de todo lo que haya por venir por cuestiones de ahoritica que estamos viendo y que se están aumentando nuevamente”.

Por otro lado, se piensa en la socialización de estrategias de paz que le sirvieron a Lerma para superar las condiciones de conflicto y violencia, de manera que se pueda llevar un registro oficial de los esfuerzos hechos, pero que además esto sirva para otros casos. Socializar la experiencia es una manera entonces de registrar los hechos y permitir mecanismos para otros

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territorios que se encaminen hacia objetivos similares D. Gómez (E9), (2019). Es importante entonces que estos avances hacia la paz queden registrados, pero también “aquellos hechos de violencia y degradación social que den cuenta de aquel punto al que no se puede retornar y al que no se debe llegar como sociedad. F. Tello (E13), (2019). “Conocer la historia para no volverla a repetir; eso es fundamental para que no nos vuelva a pasar lo que ya pasó” J. Ruiz (E4), (2019).

De otra parte, esta comunidad ha sido reconocida como un territorio constructor de paz en la región. Institucionalmente, en el nivel municipal ha sido reconocido a través de decreto y en el nivel regional por una ordenanza emitida por la Asamblea Departamental, actos administrativos bajo los cuales se considera necesaria la sistematización del proceso para darle sentido a la misma en la región. “Lerma es un Territorio de Convivencia y Paz, declarado por el municipio y por el departamento. Es reconocido por muchas organizaciones sociales y por muchas instituciones, Lerma ha sido ejemplo para otros procesos de localidades vecinas, se tiene es que mostrar el proceso, que esté en la memoria, que nos recuerde lo que hemos sido capaces de hacer: vencer la muerte y la violencia” N. Quiñones (E8), (2019).

Con estos testimonios y respuestas recolectadas se pueden reconocer de manera más contundente las problemáticas que se fueron dando en el corregimiento de Lerma a raíz de los cultivos ilícitos de coca y la bonanza de dinero que llevó a prácticas como el consumo de alcohol y drogas, que terminaron por ensombrecer la vida en este territorio; pero también aquellas estrategias que se ejecutaron a lo largo del proceso de paz a partir de la iniciativa propia de la comunidad y a través de la mediación de diferentes actores sociales.

Las estrategias de registro del proceso de paz en el corregimiento de Lerma permitieron establecer una memoria del conflicto, pero también una memoria de las acciones realizadas para

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superar la violencia pensada desde un ejercicio mancomunado, nacido de la iniciativa de la misma población. De acuerdo con los testimonios se desarrolló un ejercicio de memoria teniendo como herramienta la tradición oral campesina para que las nuevas generaciones conocieran y apropiaran la historia de violencia, conflicto y paz.

En un segundo lugar, gracias a los espacios generados en los planes educativos, que incluyó valores y el fortalecimiento de la cultura, se generaron espacios que involucraron a jóvenes y niños en la estructuración e implementación de productos culturales: música y teatro principalmente en donde se reflejaban las realidades vividas, cual espejo en el que se mira la comunidad y se hace consciente de lo absurdo de la violencia generalizada y la necesidad de transformarla. Y en tercer lugar los mayores asumieron la tarea de trasmitir a las generaciones lo vivido.

También en el territorio de convivencia y paz Lermeño hay unos peros…

No obstante, a todo el proceso vivido, el líder más representativo del proceso, Walter

Gaviria, hoy afirma que, si bien el proceso mediante el cual transformaron la violencia en convivencia fue un éxito, lo considera de alguna manera sobredimensionado, hace referencia la resolución mediante el cual la Asamblea Departamental del Cauca reconoce a “Lerma como un

Territorio de Convivencia y Paz”, la que considera un logro, pero a su vez un riesgo.

“Lerma es la evidencia de una construcción mucho más rica que una resolución o un decreto, hay que entender que la paz no se decreta y uno se pregunta por qué nos dan un premio o una resolución?, si hicimos lo que cualquier comunidad tendría que haber hecho, trabajar juntos de cara a una circunstancia que se presentó, creo que cada comunidad tiene potencialmente las formas de construir su dignidad y ahí es donde yo digo, la educación es lo más próximo a dinamizar ese potencial, es la educación y el poder y compromiso de la misma gente” W. Gaviria (E14), (2019) .

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Lo anterior, da cuenta justamente de esa mirada cotidiana y local de las prácticas de paz de las que habla Francisco Muñoz, en la que se entiende que la paz, inacabada, está presente casi sin nombrar y que no requiere de reconocimientos porque está allí y siempre ha estado, y es propia de las dinámicas comunitarias.

Así mismo otras voces plantean que hoy se ven enfrentados a unas realidades similares a las que generaron una oleada de violencia a mediados de los 70`s, pero hoy, “los líderes están cansados” J. Ruiz (E4), (2019), “la politiquería ha permeado las relaciones sociales” M. Ortíz

(E6), (2019) y “muchos niños y jóvenes están consumiendo sustancias psicoactivas” N. Medina

(E5), (2019), “se siente como si la meta final hubiese sido la resolución de la asamblea, sin permitirse pensar que la construcción en Lerma es una cuestión dinámica y a la vez permanente, que exige no sólo pensar sino actuar desde adentro, porque la historia ha demostrado que así es”

W. Gaviria (E14), (2019).

Es así como los Lermeños de la época de la violencia, niños-as y jóvenes de ese tiempo hoy profesionales que se desempeñan en otros territorios como docentes, artistas, trabajadores sociales, sienten una deuda con el territorio, esperan que los liderazgos de hoy, “permitan a la colonia lermeña apoyar y contribuir en el desarrollo del territorio y escuchar las preocupaciones y propuestas que la experiencia vivida les permite presentar” D. Gómez (E9), (2019).

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5. Construcción de las estrategias de paz, a partir del diálogo intracomunitario y el fortalecimiento de la organización social

Retomando los resultados de los instrumentos de recolección de la información aplicados para este proceso de investigación que se centraron en el análisis de las estrategias de paz que se impulsaron con la intención de superar los problemas sociales que se presentaban en el corregimiento de Lerma, se parte del reconocimiento de este territorio como un foco de conflicto violento generado por el cultivo ilícito de coca, que trajo como consecuencia otro tipo de problemáticas sobre la población.

Como se mencionaba en el marco teórico, estas iniciativas de paz se reconocen dentro del concepto de la “paz imperfecta”, en la que las comunidades, en este caso rurales, tienen prácticas de paz desde la cotidianidad, las cuales buscan ser fortalecidas para disminuir los efectos de la violencia, que redundan en el mejoramiento de las condiciones de convivencia y la protección de la vida. Se habla principalmente de las poblaciones rurales, en la medida en la que están han sido las más afectadas en cuanto a la acción criminal del narcotráfico, el desplazamiento y la violencia.

Para empezar, se reconocieron aquellas condiciones que antecedieron la problemática, para dar cuenta de la manera en la que se fue transformando el contexto social y los diferentes espacios de interacción, como se transformaron los valores comunitarios y las prácticas de esa paz invisible, imperceptible que estando en la cotidianidad generaba convivencia. De esta manera, los habitantes reconocieron que antes de la bonanza del cultivo de la coca, que no solo

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tuvo un impacto sobre dicho corregimiento, sino también en todo el territorio nacional, especialmente en aquellos lugares a los que difícilmente llegaba el Estado.

El Corregimiento de Lerma se ha caracterizado por ser un territorio pequeño en el que, a pesar del abandono estatal y el bajo acceso a derechos económicos y sociales, la convivencia y la paz entre ellos estaba presente, un territorio cuya actividad económica se centraba en los cultivos de productos agrícolas como el trigo, el maíz, frijol, yuca, maní y árboles frutales. De hecho, incluso se cultivaba la coca para tostarla y venderla, pero no para la transformación en pasta de base y el consumo ilícito.

Las distintas celebraciones y eventos especiales también transcurrían con tranquilidad, de manera que las celebraciones culturales y las fiestas comunitarias eran tranquilas. No se presentaban riñas y en parte esto estuvo determinado por el consumo responsable de bebidas alcoholicas y por el hecho de que la población no se encontraba armada. Esto provocaba que por ejemplo la justicia y los entes de control fueran laxos y solo existía la figura del inspector, que debía mediar en los diferentes conflictos que se presentaban, aunque estos eran minúsculos. En general existía un ambiente de respeto mutuo, de convivencia y de prácticas cotidianas que

Francisco Muñoz llama la “Paz Imperfecta”.

Sin embargo, esto cambió con el acelerado incremento de los cultivos de coca el procesamiento de la misma con fines de narcotráfico. Esto constituyó la base de una serie de problemáticas mayores que fueron afectando los valores y la convivencia pacífica de los habitantes de Lerma. De manera progresiva, cultivar y procesar coca se convirtió en un negocio de alta rentabilidad por lo que los campesinos dejaron atrás los cultivos tradicionales y se transformó no sólo la economía campesina, sino las prácticas religiosas y la cultura en general.

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Así, recibían altas sumas de dinero que fueron utilizadas de dos maneras: para la compra de armas, por lo que gran parte de la población portaba con armas incluidos los niños a partir de los

9 años de edad y otros de quinto de primaria ya estaban involucrados en estas dinámicas; y para la compra de alcohol, con lo cual se constituyeron y consolidaron las tabernas como sitios en donde la población, mayoritariamente hombres, se reunían a consumir alcohol desmedidamente, escuchar música a altos volúmenes por varios días, y a hacer negocios relacionados con la compra y la venta de la coca, de tal manera que se hicieron comunes las disputas y riñas principalmente por el estado de alicoramiento, lo que trajo como consecuencia un alto índice de homicidios, precisamente porque la población andaba armada y alcoholizada.

De esta manera, la bonanza cocalera significó la degradación de los valores ciudadanos.

Como consecuencia de los asesinatos, las familias emprendían venganzas personales sobre la vida de sus seres queridos. Además, las mujeres se convirtieron en las principales víctimas. El corregimiento empezó a vivir unas problemáticas que eran cada vez más sistemáticas y que llevaban a la transmisión de antivalores, con lo cual se seguía perpetuando la violencia y el conflicto.

La situación era crítica para los habitantes, lo que llevó a que por iniciativa propia se hiciera un alto en el camino para reflexionar y cambiar las situaciones de violencia para rescatar los valores de los habitantes de Lerma. Así, llegaron las primeras iniciativas de conciliación y de paz, lo que significó un largo, pero fructífero proceso, mediado por una serie de actores sociales.

En el caso de este corregimiento, la comunidad fue el elemento clave para concertar el diálogo y la reflexión acerca de las necesidades de transformación, pero también lo fue la iglesia en su papel de mediadora, y las mujeres, que manifestaron sus inconformidades por las situaciones de violencia a las que constantemente estaban expuestas.

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La educación como motor de cambio y progreso y, la cultura para recuperar a las generaciones más jóvenes, son consideradas las claves dentro de las estrategias de paz en el

Proceso Lermeño. De igual manera lo fue el proceso organizativo y comunitario, la reunión de las “fuerzas vivas” que posteriormente se integrarían a otras expresiones organizativas que traspasaban la frontera corregimental y municipal.

Como lo mencionaba Anacona, (2015), “las iniciativas que buscan rescatar la paz en los territorios se plantean desde el fortalecimiento de los tejidos sociales, en la medida en la que se está respondiendo a las dinámicas propias de la sociedad, sus actores y los factores que determinan la identidad del territorio. De esta manera, los procesos de paz empiezan con la intención de generar y/o fortalecer esquemas de pensamiento y percepción de la vida en sociedad”. (p, 12)

De igual manera, se generaron y fortalecieron organizaciones como las juntas de acción comunal, que entre otras cosas, facilitaron los espacios de concertación y diálogo para la comunidad , y junto a ellos los actores claves del territorios, personas investidas de autoridad en el territorio, a quienes bajo el liderazgo de Walter Gaviria, se les dio nombre de: “Fuerzas Vivas”

Como se pudo evidenciar, se hizo un trabajo valioso en la medida en la que la toma de decisiones respecto a las propuestas de paz, toda la comunidad, a través de diversos espacios al aire libre, en casetas comunales, reuniones, intervenía con sus ideas, inquietudes, necesidades e intereses. Así, los líderes actuaron como mediadores en el conflicto y dinamizadores de alternativas pacíficas al mismo, buscando integrar a toda la comunidad golpeada y transformada por un fenómeno como la bonanza cocalera.

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No hay que olvidar entonces que, de acuerdo con Slim, (2007) los mediadores son actores valiosos en todo tipo de negociación o trasformación del conflicto y sobre sus capacidades van a recaer los acuerdos a los que se llegue. Por tal motivo, “se espera que un mediador conozca de manera minuciosa todos los detalles del conflicto y la violencia, de manera que pueda actuar con pleno conocimiento del caso”. (p.13)

Debe estar comprometido con la búsqueda de soluciones y establecer estrategias y mecanismos para garantizar su cumplimiento. Por tal motivo, para la población fue tan importante el papel de líderes como Walter Gaviria, que guio los espacios de discusión, pero también ayudó a concretar las iniciativas, como lo fue la construcción de un colegio para los niños y jóvenes del corregimiento.

Esto llevó a establecer una serie de soluciones que partían del diálogo comprometido entre cada una de las personas interesadas en transformar las condiciones generadoras de la violencia en el corregimiento, pero también con aquellas personas que eran generadoras de esta y que facilitaban la proliferación de acciones violenta, como el caso de los cantineros, que ya dependían de una actividad comercial que afectaba el comportamiento de los habitantes. Ante esto, también es importante reflexionar respecto al compromiso que debe existir entre las partes para tramitar las situaciones de conflicto, si esto no se da, se trata de tiempo perdido o de la creación de un proceso de paz alejado de la realidad del territorio (Slim, 2007, p.14).

En el caso del corregimiento, se generó en cambio un proceso en el que no solo se reflexionó respecto a la situación de Lerma, sino que también se propusieron soluciones y se ejecutaron con la participación de la comunidad, sin que se sintiera como una imposición. Como se pudo evidenciar en las respuestas y los testimonios de las personas entrevistadas, las

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estrategias de paz se ejecutaron de manera paulatina, permitiendo que se llegara a resultados concretos para el beneficio de la población.

También fue importante establecer un momento de sensibilización a la comunidad para que reconocieran las problemáticas que se estaban viviendo y que degradaban sus condiciones de vida. En ese sentido, la violencia es un obstáculo para el desarrollo de cualquier territorio. Luego de la sensibilización, se estableció un trabajo alrededor de tres pilares básicos: la educación, la cultura (música, danza y teatro) y la organización comunitaria, para crear espacios más amables de interacción que integraran a toda la población, que incluyera a los jóvenes y niños.

Estas alternativas además fueron estrictas con relación a las personas generadoras de la violencia, para que no afectaran el proceso que se venía llevando a cabo por la mayoría de la población. Sin embargo, el temor imperaba por las posibles represalias, sobre todo hacia los líderes como Walter Gaviria. A pesar de esto, se pudo llevar a cabo un proceso de diálogo incluso con aquellos actores violentos, en parte gracias a que eran conocidos de la comunidad y líderes como Walter amigo de ellos. De manera complementaria, hubo un trabajo importante con los jóvenes, que les permitiera integrarse entre ellos, hacerse partícipes activos de la vida de la comunidad y responsables de la misma.

Vale la pena resaltar acá el papel protagónico de la cultura y las expresiones culturales como la música, la danza y el teatro, a través de las cuales no solo se buscaba entretener a la población y crear espacios para la integración, sino que también se utilizaron para contar la vida de la comunidad en medio de la violencia y llevar a los habitantes hacer una reflexión a partir de las obras que se presentaban y la música que se componía. Esta estrategia tuvo un gran impacto, de tal manera que los habitantes se reunían alrededor de este tipo de eventos que sensibilizaron,

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concientizaron la gente y generaron alternativas y prácticas solidarias entre quienes en otrora se consideraban enemigos. La motivación de los habitantes durante todo este proceso fue clave, sobre todo la de los jóvenes y la intervención del colegio fue clave para lograrlo.

Como se mencionaba anteriormente, estas estrategias hicieron parte de un proceso largo en el que se plantearon también herramientas para preservar las estrategias de paz establecidas.

El medio más importante fue la cultura, a través de la cual se favoreció el sentido de pertenencia e identidad a través del cual los Lermeños quisieron apostarle hacia el progreso de su territorio.

Se dio así un compromiso real y constante de parte de los habitantes, que permitió que volviera la convivencia pacífica a Lerma.

Finalmente, este ejercicio sugiere que desde la oralidad y el trabajo pedagógico entre generaciones puede resultar valioso para reflexionar sobre la historia, sobre todo desde el conflicto violento, como un punto al que no se quiere retornar y para permitirle a los más jóvenes reconocer el esfuerzo de las generaciones pasadas y conocer su historia para que sigan proponiendo estrategias de paz que sean acordes a las condiciones actuales del corregimiento, con lo cual se piensa en un trabajo de actualización constante que dé cuenta de las necesidades y particulares de la población y reconociendo las dinámicas de cambio de la población.

No hay que olvidar entonces que la paz es imperfecta en la medida en la que es inacabada y es incompleta, pues la sociedad va cambiando y de la misma manera lo hace el conflicto, sin embargo, la paz se encuentra allí en medio de la comunidad, en sus prácticas cotidianas individuales y colectivas, casi inadvertidas pero que son las clave para los momentos de violencia generalizada o son la base para construir una paz mayor.

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Conclusiones

La investigación realizada en el Corregimiento de Lerma municipio de Bolívar Cauca, la cual se propuso identificar las estrategias de paz y de memoria lideradas y desarrolladas por esta comunidad campesina a partir de 1987 y reconocer las situaciones que las hicieron posible, desde la teoría de la paz imperfecta y las teorías sobre la mediación en procesos de paz, permite concluir lo siguiente:

Las estrategias de paz en contextos rurales de violencias armadas y otras violencias

Uno de los principales aprendizajes que evidencia el análisis de la experiencia de la comunidad campesina de Lerma a la luz de la teoría de la paz imperfecta y de la teoría de la mediación, tiene que ver por un lado, el que en las comunidades rurales las violencias están ligadas no sólo a aquellas generadas por actores armados, sino por la existencia de muchos otros actores y factores externos entre los que se incluyen las políticas, como la política antidrogas, el narcotráfico, la pobreza y exclusión, y la transformación de las identidades, en este caso la campesina, los cuales pueden generar mayor número de víctimas que el mismo conflicto armado.

De otro lado, se puede concluir que, en la base de la identidad campesina, como lo es la

Lermeña, se encuentran valores como la solidaridad, hermandad, el amor, la compasión, la búsqueda constante del bienestar personal y colectivo, la protección de la vida, entre otros, los cuales median sus relaciones sociales, y transmitidas de generación en generación, se ponen a prueba en momentos de violencia generalizada y se potencian según se requiera, para recuperar

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estados de paz y de convivencia, una paz inacabada, imperfecta, no completa, pero que les permite mantenerse como comunidad y no sucumbir ante los horrores del conflicto.

De la omnipresencia, la imperfección y lo inacabado de la paz

Tanto la literatura ya producida sobre la experiencia de paz en el Corregimiento de Lerma, acopiada durante el proceso de investigación, como las entrevistas realizadas a personas que lideraron estas estrategias, dan cuenta de la existencia de una comunidad campesina, que antes de la bonanza cocalera en los años 70`s, habitaba un territorio en donde la presencia del Estado era escasa, expresada en pobreza económica y deficiente acceso a derechos como la salud y la educación, y en donde sus habitantes sostenían relaciones sociales basadas en el respeto a la vida, la solidaridad y la fraternidad, valores que auto-identifican como parte de su identidad campesina y así convivían.

[…] dentro de esa sencillez, dentro de esa humildad, pues las familias tenían donde vivir y todos éramos muy unidos, muy solidarios, entre todos nos ayudábamos… en cuanto a la presencia del Estado en ese aspecto de la salud, de la educación… digamos que era… muy escasa, si, muy escasa a pesar de que, de que Lerma es un pueblo que no esta tan lejos de la capital del Cauca”. N. Quiñones (E8), (2019)

“… En ese tiempo matar era un delito” F. Medina (E1), (2019)

“… Era muy bonito Lerma, o sea, no había plata, pero no había violencia” H. Medina (E11), (2019).

Este estado en las relaciones en general armónicas, y la cotidianidad en sí de la gente

Lermeña, se vio alterada a raíz de una bonanza cocalera en donde el dinero, el alcohol y el consumo de sustancias psicoactivas permearon tanto las dinámicas sociales, que llevaron a la instauración de una desconfianza generalizada entre los habitantes del corregimiento y con ello

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el porte desmedido de armas, el desarrollo de hechos de violencia principalmente homicidios y violencia sexual ejercida contra las mujeres.

“Si colocáramos una cruz en donde cayó cada muerto durante la bonanza cocalera, nuestro pueblo sería un cementerio. Es que se llegó a matar la cuarta parte del total de la población” D. Navia (E2), (2019).

El relato de la historia del corregimiento de Lerma permite evidenciar, por un lado, la existencia de la paz como algo real, implícita en las relaciones sociales, a pesar de unas condiciones estructurales, la cual, sin ser necesariamente nombrada, está presente en las relaciones cotidianas y posibilita la vida en comunidad y el cuidado de ésta, en este caso de la comunidad campesina. Al respecto, la teoría de la “paz imperfecta” infiere la necesidad de entenderla como no sólo algo presente sino como un proceso inacabado, pero del cual existen muchas experiencias en todas las realidades sociales (Muñoz, 2001, p. 7).

“De pronto no es que la comunidad se ponga de acuerdo y diga: vamos a construir la paz, eso no es así. La paz es una construcción cotidiana”. (Walter Gaviria).

Así mismo, la teoría de la “paz imperfecta”, infiere la necesidad de entenderla y asumirla como un proceso, en el que no se niega la presencia permanente de los conflictos sino que ahonda en el reconocimiento de éste y las múltiples formas en las que son tramitados cotidianamente por la vía pacífica, superando la mirada de la paz negativa entendida ésta como la ausencia de conflicto y total armonía, y por el otro, no es una invitación a negar la necesidad de las transformaciones estructurales generadoras de la violencia entendida como la paz positiva, pero sí a asumir la existencia de esas pequeñas paces que fortalecidas son generadoras de una paz mayor. Desvirtuando de esa manera la mirada de una paz inalcanzable, utópica, infalible.

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“Lo primero fue dejar de matarse…Eso fue una parte de impulso final de sobrevivencia. Ya la gente se pensaba: bueno, y mañana a quien le toca morirse, lo primero era rescatar el valor de la vida, ser conscientes del valor de la vida…que los pequeñitos crezcan pensando en la vida y no en la muerte, crezcan pensando que los problemas se solucionan por otra vía distinta a la muerte” W. Gaviria (E14), (2019).

“Lerma es una tierra de mucha cultura, de artistas, entonces ellos se pensaron que la recuperación de Lerma era a través del arte y la cultura, pero también de la educación trabajada con los niños y los jóvenes, era entonces la danza, el teatro, la música sobre todo de la música, es que somos una tierra de músicos...” N. Quiñones (E8), (2019).

Así las cosas, se concluye que la paz se encuentra presente en la cotidianidad, es cosa de la humanidad y se ha enseñado y transmitido de generación en generación. Lerma es un ejemplo de ello. La bonanza cocalera que les llevó a transformar su cultura y prácticas incluidas las de la producción, por el monocultivo de la coca, y que fue creadora de una violencia generalizada, en medio de ésta, la población y sus líderes echaron mano a su historia y a su identidad campesina para recuperarse como comunidad.

El trabajo colectivo alrededor del cierre de las cantinas una vez identificado como dispositivo generador de la violencia, el trabajo en minga por la construcción de un colegio y la dinamización y fortalecimiento de la cultura expresada en la música, el teatro y la danza les permitieron recuperar no sólo los escenarios en donde la paz se hace posible sino y fundamentalmente reconocerse como comunidad de convivencia y paz, desde lo pequeño, en donde continúan trabajando por el derecho a la educación, a la salud, a la vías, a acceso a mercados, el trabajo por alcanzar una paz mayor. Allí radica la potencialidad de la estrategia desarrollada.

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Entendiendo la Paz imperfecta como todas las experiencias y estancias en las que los conflictos se regulan pacíficamente, como la herramienta teórica que permite reconocer e interrelacionar las prácticas cotidianas de esta y reconocerla como una realidad, dinámica, procesual e inacabada. (Muñoz, 2001).

Un proceso siempre en construcción presente en la historia de la sociedad, que se encuentra en las capacidades y potencialidades que tienen los actores sociales y que acompañan los procesos de reproducción y de cambio social (Escrig, 2011). Asumirla como una realidad social permanente y en proceso que se materializa en la regulación pacífica de los conflictos, la articulación de estas experiencias y en todo aquello que proporciona bienestar al ser Humano.

(Hernández, 2011)

El necesario giro epistemológico para estudiar la paz desde la paz y no desde la violencia

La investigación realizada en el corregimiento de Lerma sobre las prácticas de paz de la comunidad campesina, planteada a partir de la indagación de los antecedentes del periodo de violencia generalizada en los años 80`s propiciada por la bonanza cocalera, conlleva a concluir la reincidencia de la academia en estudiar la paz desde la violencia y no desde la misma paz.

Ya sea desde una perspectiva de la paz positiva, la paz negativa y/o la cultura de paz, los estudios sobre la paz la relacionan con la No- violencia centran su interés en investigar más sobre las causas de las violencias y la superación de éstas que en potenciar las posibilidades humanas de vivir en paz. (Martínez, 2004). Pareciera entonces que la paz, se hace visible, presente y necesaria únicamente al hablar y palpar la violencia. Surge allí la necesidad de un giro epistemológico que conlleve a estudiar y entender la paz, más allá de la violencia, como algo

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natural, presente en la cotidianidad que permite la convivencia y la vida en sociedad, la cual se ve afectada por el uso y recurso de la violencia en cualquiera de sus dimensiones y que incluso convive en medio de esta.

El interés entonces recae en ocuparse menos de lo que no es paz y recobrar importancia, en las diferentes maneras en que los seres humanos somos capaces de trabajar para hacer las paces en todas sus dimensiones, asumiéndola no como un ideal, y una ilusión humana muy deseada y buscada, sinónimo de felicidad, tranquilidad y serenidad sino como algo real, palpable y presente, que ha hecho y hace posible la vida en sociedad (Carrete, 2002).

De esta manera, tal como fue planteada esta investigación, que inicia por indagar cómo vivía la comunidad antes de la violencia, sin reconocer de entrada la existencia de la paz primigenia, en el trascurso de la búsqueda de información secundaria y de los testimonios de la gente Lermeña, llevaron a concluir que la paz ha estado siempre allí con ellos y que es necesaria estudiarla desde esa dimensión histórica, cotidiana y presente, incluso sin que se sobre- dimensione por parte de la academia y de la sociedad en general los actos de paz.

“…A nosotros por ejemplo nos dieron un premio nacional de autogestión comunitaria y de paz… quedamos entre los mejores PEI y entonces nosotros decíamos: Y por qué nos dan un premio si estamos haciendo lo que hay que hacer…y nos preguntábamos: ¿así estamos de mal, que haciendo lo que hay que hacer nos premian?” W. Gaviria (E14), (2019)

“Porque es que lo mismo sucede con la paz. No es una meta a donde hay que llegar… que la tengamos ni siquiera la vamos a mencionar ni nada, porque es que lo hay que hacer es convivir todos los días y eso no es que sea cosa de expertos, de políticos. Eso es de la gente de toda y de todos los días” W. Gaviria (E14), (2019).

El proceso de convivencia y paz de la comunidad de Lerma ha sido reconocido mediante una Resolución por la Asamblea Departamental y un Decreto del Consejo Municipal de Bolívar Cauca, catalogado como un “Territorio de Convivencia y Paz”,

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situación que motivó aún más para adelantar esta investigación, no obstante, en el desarrollo de esta se evidencia la necesidad de avanzar en ese giro epistemológico del que habla Francisco Muñoz, para potenciar una mirada más integral y procesual de la paz, sin desconocer la necesidad de transformaciones estructurales que conlleven a la vivencia de una paz mayor.

De esta manera la conclusión mayor de la investigación tiene que ver con que la superación de la violencia generalizada en el corregimiento de Lerma municipio de Bolívar

Cauca, radicó en la recuperación de los valores y la cultura campesina, por iniciativa propia de la comunidad y la intervención de líderes como Walter Gaviria, quien propuso un trabajo fundamentado en la educación como dinamizador, el poder comunitario para construir dignidad y transformar condiciones adversas.

Queda como conclusión final que de igual forma la recuperación de espacios en donde otrora la paz era posible, el liderazgo decidido de las mujeres como cuidadoras y protectoras de la vida y la recuperación de diálogo entre todos y todas es vital para asumir el derecho de la igualdad.

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PNUD (2014) Cauca: análisis de las conflictividades y construcción de Paz. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD. Recuperado de: http://www.co.undp.org/content/dam/colombia/docs/Paz/undp-co-caucaconflictividades- 2015.pdf

RCN (2017) Después de ser uno de los más violentos, el Corregimiento de Lerma, en Cauca, es un “Territorio de Convivencia y Paz”. Recuperado de: https://www.rcnradio.com/colombia/pacifico/despues-uno-los-mas-violentos- corregimiento-lerma-cauca-territorio-convivencia-paz

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Roig, C. (2017) Visitamos el pueblo donde la coca se encuentra hasta en el mercado. ¡Pacifista! Recuperado de: http://pacifista.co/visitamos-el-pueblo-donde-la-coca-se-encuentra-hasta- en-el-mercado/

Videos

Osorio, F.; Abella, W. (2009a) Lerma, Cosecha de paz 1 - Serie paz y Convivencia. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=tM5QSvngE4A

Osorio, F.; Abella, W. (2009) Lerma, Cosecha de paz 2 - Serie paz y Convivencia. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=jHBV1CURl7w&pbjreload=pg.10

Osorio, F.; Abella, W. (2009b) Lerma, Cosecha de paz 3 - Serie paz y Convivencia. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=T0DQZ9HT0pg,22

Otros textos

Alcaldía Municipal de Bolívar. (2012). Plan de Desarrollo Municipal. Bolívar, departamento del Cauca.: http://cdim.esap.edu.co/bancomedios/Documentos%20PDF/bolivar%20-pd- 2012-2015.pdf

Lozano, A. ( 2015) Lerma: Una Apuesta para la paz. Pontifica Universidad Javeriana.

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Anexos

Anexo A. Entrevista Semiestructurada

La presente entrevista se plantea como un instrumento que permita ayudar a reconocer cuáles fueron las estrategias de paz elaboradas al interior de la comunidad de Lerma, Municipio de Bolívar, departamento del Cauca. Dado que se trata de una entrevista, debe buscarse que la charla inicie de forma que logre romperse el hielo y se cree un ambiente cordial y ameno. El orden de estas preguntas no debe ser necesariamente seguido en estricto orden, sino que debe responder a distintas situaciones que se vayan generando a medida que transcurre la conversación con el entrevistado. a. Caracterización del entrevistado

Entrevistado No: _____ Fecha de la realización de la entrevista: ______

Nombre: ______

Edad: ______M ___ F ___

Tiempo de residencia en Lerma: ______

1. ¿Cuáles eran los problemas de violencia más comunes entre los habitantes de la comunidad de Lerma? 2. ¿Las alternativas de paz fueron planteadas por un líder o un grupo? 3. ¿Dentro de la comunidad existía algún tipo de organización o grupo encargado de proponer alternativas de solución a los conflictos de violencia? 4. ¿Tiene conocimiento de cómo se tomaban las decisiones en dicho grupo? 5. ¿Qué tipo de soluciones se crearon en Lerma con el fin de consolidar un ambiente de paz y convivencia? 6. ¿Qué estrategias se crearon para integrar y perdonar a las personas que previamente cometieron delitos en la comunidad? 7. ¿Qué mecanismos se utilizaron para que los habitantes de Lerma acogieran las alternativas de paz planteadas? 8. ¿Qué herramientas utilizó la comunidad para preservar estas estrategias? 9. ¿Hay eventos para que la comunidad conserve estos hechos en la memoria de las nuevas generaciones?

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Anexo B. Consentimiento informado

Pontificia Universidad Javeriana Cali Maestría en Derechos Humanos y Cultura de Paz

Proyecto de investigación: “Análisis de las estrategias de paz pensadas y empleadas en la comunidad de Lerma, Bolívar, departamento del Cauca”.

Estudiantes: Clara Mabel Andrade – Miguel Alberto Fernández

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Este formulario de consentimiento informado está dirigido a habitantes del corregimiento de Lerma, Bolívar departamento del Cauca, que participarán en este estudio.

El trabajo de investigación es realizado por Clara Mabel Andrade y Miguel Alberto Fernández, estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, y busca analizar las estrategias de construcción de paz empleadas por la comunidad de Lerma Cauca, para lo cual se requiere la aplicación de una entrevista semiestructurada la cual debe ser grabada en audio.

Usted fue seleccionado(a) por ser un habitante de Lerma, conocedor(a) y participante del proceso de construcción de Paz en Lerma, y podrá elegir con libertad si está de acuerdo o no con su participación en este estudio; si está de acuerdo, debe tener presente que usted puede retirarse de la entrevista en el momento que lo desee y si no accede a la participación, esto no le perjudicará en absoluto.

Para efectos de este trabajo de investigación, usted responderá unas preguntas a través de una entrevista semiestructurada que los estudiantes y el docente orientador del proyecto de investigación han preparado, la cual será grabada en audio, en una sesión que tendrá una duración de máximo dos horas. Esto no implica ningún riesgo de carácter físico o emocional.

Los datos que usted proporcione y los que se obtendrán en la investigación, se utilizarán para fines académicos, los estudiantes Miguel Alberto Fernández y Clara Mabel Andrade pueden ser contactados a través de los correos electrónicos [email protected] y [email protected].

Yo ______, identificado(a) con documento de identidad No. ______, hago constar que he leído la información respecto al proyecto de investigación “Análisis de las estrategias de paz empleadas en la comunidad de Lerma, Bolívar departamento del Cauca” y que mis dudas han sido contestadas y estoy de acuerdo en participar de este estudio. Además, doy mi consentimiento informado para que la información brindada sea utilizada con fines académicos.

Firma del participante: ______Nombre: ______Documento: ______Lugar y fecha: ______

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