David López RLM 2011 N23.Pdf
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David Aubert innovador. A propósito DE UN ITINERARIO ÉPICO EN LAS CRONIQUES ET CONQUESTES DE CHARLEMAINE* Santiago LÓPEZ MARTÍNEZ-MORÁS Universidad de Santiago de Compostela David Aubert, escripvain y clerc vinculado a la corte de Borgoña de Felipe el Bueno1, desarrolló una fructífera labor intelectual en la segunda mitad del siglo XV, hasta el punto de que es posible atribuirle una serie de obras pertenecientes a diferentes géneros, entre las cuales destacan las Croniques et conquestes de Charlemaine, concluidas en 14582. Inicialmente encomendadas por Jean, sire de Créquy, el segun- do y último volumen de estas crónicas se dedica, sin embargo, explí- citamente al duque de Borgoña3. Los estudiosos han establecido con bastante precisión las fuentes de esta obra épica, al menos en lo que se refiere a diversos momentos cruciales de la misma, y la originali- dad de su aportación a las prosificaciones realizadas en ese periodo4. 1 Este trabajo se enmarca en el proyecto de investigación Textos literarios medievais no Camiño de Santiago (PGIDIT08PXIB204038PR), financiado por la Consellería de Innovación e Industria de la Xunta de Galicia y dirigido por Santiago López Martínez-Morás. 1 Utilizamos ambas denominaciones inspirándonos en el título de la obra de R. E. F. Straub, David Aubert, escripvain et clerc, Amsterdam-Atlanta, Rodopi, 1995. 2 David Aubert, Croniques et conquestes de Charlemaine, R. Guiette (ed.), Bruxelles, Pa- lais des Académies, 1940, 3 vols. (citado de ahora en adelante CCC en las referencias textua- les). También participó, de forma decisiva, en la elaboración de L’Histoire Olivier de Castille, L’Histoire abrégée des Empereurs, Perceforest, y de Les Cents Nouvelles Nouvelles, hasta el punto de que se le ha atribuido la autoría de muchas de ellas. Para esta cuestión, vid. Straub, David Aubert, pp. 324-344. 3 Este aspecto ya había llamado la atención de Gaston Paris: “La bibliothèque de Bour- gogne, à Bruxelles, contient un superbe manuscrit, formant deux volumes reliés en trois tomes, et intitulé: «Les Conquestes de Charlemaine»; on lit au dernier feuillet: «Cy fine le second volume des conquestes du noble empereur Charlemaine, lequel par le commandement et or- donnance du treshault, tresexcellent et trespuissant prince Philippe, par la grace de Dieu duc de Bourgogne.., a esté extrait et couchié en cler françois par David Aubert, l’an de grace de mil quatre cent cinquant-huit»” (G. Paris, Histoire poétique de Charlemagne, Genève, Slatkine Reprints, 1974 [1865], p. 96). De hecho, como bien advierte Straub (David Aubert, p. 329), sólo la autoría del segundo volumen aparece abiertamente atribuida a David Aubert, lo que deja abierta la posibilidad de una intervención de menor calado en la elaboración del primero. 4 Vid. fundamentalmente G. Doutrepont, La littérature française à la cour des ducs de Bourgogne: Philippe le Hardi-Jean sans Peur-Philippe le Bon-Charles le Téméraire, Genève, Slatkine Reprints, 1970 [1909]; íd., Les mises en prose des épopées et des romans chevaleres- ques du XIVe au XVIe siècle, Genève, Saltkine Reprints, 1969 [1939]; J. M. G. Schobben, La part du Pseudo-Turpin dans les Croniques et conquestes de Charlemaine de David Aubert, Paris-La Haye, Mouton, 1969; R. Guiette, “Notes sur la Prise de Nobles”, Romanica Gandensia, IV (1956), pp. 67-80; íd., “L’Entrée de Charlemagne en Espagne et la tradition des Croniques et RLM, XXIII (2011), pp. 195-208, ISSN: 1130-3611 196 SANTIAGO LÓPEZ MARTÍNEZ-MORÁS Más problemáticas son, no obstante, dos cuestiones: 1) la naturaleza exacta de esta obra, épica o cronística, y 2) el grado de intervención y originalidad de Aubert en su redacción. En lo relativo al primer aspec- to no parecen existir excesivos problemas: el propio señor de Créquy encarga la redacción de las Croniques a través de textos épicos para solucionar las evidentes lagunas que, al parecer, poseen las Grandes Chroniques de France, la obra historiográfica por excelencia de la época5. La obra de Aubert nace, por tanto, como la reescritura de un discurso historiográfico previo y, por ello, su intención era la elabo- ración de una nueva crónica, a pesar de la proliferación de fuentes épicas cuyo uso contribuía de modo decisivo a la formación de cró- nicas regias, nacionales y universales. El segundo problema, el de la responsabilidad de David Aubert en la autoría de los textos que se le atribuyen, es más complejo. Straub6 da cuenta de las referencias a Aubert en distintos manuscritos, fundamentalmente como escripvain y clerc, pero estos términos no aclaran realmente la situación. En lo relativo a las croniques, es seguro que, al menos, compiló el material épico previo, le otorgó una nueva orientación, lo dotó de una gran coherencia, y enriqueció de forma brillante pasajes enteros. Dentro de este corpus épico, la narración de la conquista de Es- paña tiene un carácter particular y una problemática específica. En efecto, las principales fuentes de esta campaña son, esencialmente, la Crónica de Turpín7 y la Chanson de Roland, este último texto a Conquestes de Charlemaine (1458)”, Cultura Neolatina, 3 (1961), pp. 206-213 (ambos traba- jos aparecen recogidos en un volumen recopilatorio: R. Guiette, Forme et senefiance, Genève, Droz, 1978, pp. 181-194 y 163-171 respectivamente. Utilizamos la paginación de este volumen en todas las referencias de estos trabajos); A. Moisan, “Les traditions rolandienne et turpi- nienne dans les Croniques et conquestes de David Aubert”, en Aspects de l’épopée romane. Mentalités, idéologies, intertextualités, H. van Dijk-W. Noomen (eds.), Groningen, E. Forsten, 1995, pp. 399-408; Les manuscrits de David Aubert, «escripvain» bourguignon, D. Quéruel (ed.), Paris, Presses de l’Université de Paris-Sorbonne, 1999; G. Palumbo, “Le récit de la ba- taille de Roncevaux dans les Croniques et conquestes de Charlemaine”, Le Moyen Age, 112, 3-4 (2006), pp. 585-602. 5 “Pour quoy mon dit tres-redoubte seigneur [Jean de Créquy], desirez de ioindre le chief auecques les membres, m’a chargie de curieusement enquerir et viseter plusuers volumes tant en latin comme en francois, en tous lieux ou I’en pourray bonnement recouurer, et en tirer et extraire ce qui seruoit a mon pourpos, pour les assambler en vng liure (…) Car il luy sembloit que l’ystoriografeur qui compilla les croniques de France, n’en fist point assez ample assez ample declaration” (CCC, I, p. 14). Sin embargo, no son ajenos a esta cuestión ni la propia dinámica de la rica vida cultural borgoñona, en particular en tiempos de Felipe el Bueno, ni la recientísima caída de Constantinopla en manos de los turcos (1453), que condicionaba de ma- nera directa la ideología de la obra. Naturalmente, la dedicatoria del segundo volumen a Felipe el Bueno hace presagiar que los motivos de la redacción de esta segunda parte ya no eran los que inspiraban los primeros momentos de la empresa. Sobre el papel político e identitario de la literatura borgoñona vid. M. Gosman, “Le nationalisme naissant et le sentiment de la natio: la tradition épique et la politique de Philippe le Bon”, en L’épopée romane. Actes du XVe congrès International de la Société Rencesvals (Poitiers, 21-27 août 2000), G. Bianciotto-Cl. Galderisi (eds.), Poitiers, CESCM, 2002, vol. II, pp. 837-849. 6 David Aubert, pp. 277-288. 7 Como es sabido, el Pseudo Turpín, conocido también como Crónica de Turpín o, más raramente, como Historia Karoli Magni et Rotholandi, constituye hoy en día el libro IV de RLM, XXIII (2011), pp. 195-208, ISSN: 1130-3611 DAVID AUBERT INNOVADOR. A PROPÓSITO DE UN ITINERARIO ÉPICO... 197 través de una de las versiones rimadas8. Como no puede ser de otra manera, la utilización de ambas fuentes genera graves problemas a la hora de elaborar el episodio de Roncesvalles, porque las dos versiones contienen datos contradictorios entre sí9. Aubert los sortea de modo más o menos afortunado, sustituyendo unos episodios por otros, alterando el orden de los hechos o creando episodios dobles en distintos lugares para conciliar ambas fuentes10. Aun siendo éste el punto de fricción que más ha atraído el interés de la crítica, no es menos cierto que la integración del Pseudo Turpín en el texto de Aubert va más allá de los puntos conflictivos de la cam- paña de España en los que compite con el texto rolandiano. Al mar- gen de los hechos de Roncesvalles, el documento turpiniano posee una especificidad propia que tiene que ser también objeto de ciertas reformulaciones: en primer lugar porque si las Grandes Chroniques de France, aparentemente incorrectas, integran ya una traducción del Pseudo Turpín11, es inútil –incluso desaconsejable– una reproducción literal de la misma; y, en segundo lugar, porque David Aubert consulta otros textos épicos, distintos de la Chanson de Roland, que comparten algunos motivos del Pseudo Turpín. Así, por ejemplo, en la Chanson d’Aspremont, integrada parcialmente por Aubert en su crónica, muere un caudillo sarraceno llamado Agolant12, y un rey de idéntico nombre combate a Carlomagno en el Pseudo Turpín. Ambas fuentes son dis- tintas e independientes, pero incompatibles en lo relativo a la muerte la compilación pro-jacobea denominada Liber Sancti Iacobi, cuyo manuscrito principal, el Codex Calixtinus, es la base de la mayor parte de las ediciones existentes. Para el texto tur- piniano utilizamos la siguiente edición, publicada dentro del conjunto del Liber: Liber Sancti Iacobi. Codex Calixtinus, Kl. Herbers-M. Santos Noia (eds.), Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1998, pp. 192-229 (citado como PT en las referencias del texto). Hay indicios, sin embargo, de que Aubert utilizó una versión francesa de la crónica, muy cercana a la llamada “versión de Johannes” (The Old french Johannes Translation of the Pseudo-Turpin Chonicle, R. N. Walpole (ed.), Berkeley-Los Angeles-London, University of California Press, 1976; cfr. Palumbo, “Le récit”, pp.