245 Mesa Gisbert, Carlos D. (2016). La Historia Del Mar Boliviano, La
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Morales 245 Mesa Gisbert, Carlos D. (2016). La Historia del mar boliviano, La Paz: Editorial Gisbert. 253 p. ISBN 978-99974-878-8-9. Anna Karem Morales Peña1 Frecuentemente se escucha que política exterior boliviana en la que Bolivia no ha tenido una política de varios de nuestros presidentes no Estado efectiva que haya contribui- abandonaron este importante tema do a recuperar nuestro territorio con histórico y, mediante sus agendas soberanía en las costas del océano de Estado, han insistido y ratifica- Pacífico; sin embargo, La Historia do el trabajo de sus antecesores con del Mar Boliviano relata de forma el fin de lograr el objetivo de una clara todas las acciones tomadas por salida soberana al mar. Asimismo, los gobiernos de turno a fin de lo- demuestra con hechos fehacientes grar dicho objetivo. la pertenencia indiscutible de ese territorio a Bolivia, remontándose Carlos Mesa Gisbert, ex presidente a la época prehispánica, el periodo de Bolivia, vocero oficial del Esta- colonial y la época republicana con do en la causa marítima, escritor, el fin de encontrar argumentos fun- historiador, periodista, y autor de damentales para consolidar nuestra más de quince obras que abordan demanda. diferentes temas de la historia de Bolivia, expresa que su libro es El libro está organizado en diecisie- principalmente un homenaje a la te capítulos. En la primera parte, el autor defiende la idea que el país ha desarrollado desde 1910 una política 1 Es administradora de empresas y estu- de Estado coherente, seria y realista diante de la Carrera de Historia. en la cuestión marítima. Describe Correo electrónico: la política exterior llevada a cabo [email protected] 246 Historia, 38 desde entonces con el gobierno de ron una negociación con Chile para Eliodoro Villazón, en 1921 con el reivindicar el territorio usurpado. gobierno de Bautista Saavedra, en Para ello, en uno de los capítulos, 1950 con Mamerto Urriolagoitia, en describe hechos anteriores a 1904 1975 con Hugo Banzer, en 1979 con como la firma del Pacto de Tregua Walter Guevara, en 1987 con Víctor de 1884: si bien en sus puntos prin- Paz Estenssoro hasta finalizar en cipales, este daba fin al estado de 2011 con el gobierno de Evo Mo- guerra y restablecía las relaciones rales. Efectivamente, fue enton- diplomáticas, también destaca que ces que nació la idea de enjuiciar Chile continuaría gobernando los a Chile ante la Corte Internacio- territorios del departamento del Li- nal de Justicia: el proceso se inició toral; además, se debía devolver los en 2013, basándose en la premisa bienes confiscados a propietarios de no discutir el Tratado de 1904, chilenos; los productos chilenos y sino más bien argumentar el hecho bolivianos se internarían en ambos jurídico de que el compromiso uni- países libres de todo gravamen; las lateral de un país ‒en este caso, la importaciones bolivianas por Anto- decisión documentada que Chile fagasta no pagarían derechos adua- expresó en varias oportunidades de neros, pero sí las importaciones lograr un acuerdo con Bolivia sobre por Arica; finalmente, 65% de esos la base de un corredor con sobera- ingresos favorecería a Chile y solo nía‒ es la base de tal demanda. 35% a Bolivia. Las características de este pacto, claramente desfavo- Mesa resalta cuán ominoso fue rables para nuestro país, mostraban para Bolivia la firma del Tratado de la evidencia de la imposición de los 1904, atribuyéndola a la mentalidad invasores amparados en su superio- empresarial mezquina de la época ridad militar. que actuó sin un concepto mínimo de responsabilidad histórica de lar- Pese a que surgieron en Bolivia dos go plazo, marcando así una de las polos antagónicos de pensamiento decisiones más desastrosas de po- que eran los practicistas y los gue- lítica internacional boliviana cuyas rristas, la mentalidad empresarial consecuencias vivieron todos los primó y condujo a establecer que el gobiernos posteriores que intenta- mejor camino era una paz duradera Morales 247 con Chile, toda vez que el desarrollo quicamata (Calama). Las riquezas de los ferrocarriles y el libre tránsito que obtuvo Chile por el cobre fue- eran compensaciones que valían el ron y siguen siendo tan determinan- sacrificio. Sin embargo, no midieron tes en la economía chilena que sin el impacto del aislamiento y encie- ellas resulta simplemente impensa- rro para nuestro desarrollo y la con- ble la explicación de su crecimiento secuencia emocional que marcó a y desarrollo en los siglos XX y XXI. Bolivia de manera permanente. En los capítulos siguientes, Mesa En ese contexto, en el gobierno de contextualiza históricamente la te- Ismael Montes se reiniciaron las mática. Menciona que para evaluar negociaciones buscando sustituir las razones por las que Bolivia no el Pacto de Tregua, afirmando que pudo asentar con fuerza su sobe- este impedía el desarrollo pleno ranía en el territorio del Litoral es por la carencia de una autonomía necesario recordar que sus principa- comercial y aduanera y que obliga- les centros urbanos y su eje político ba a Bolivia al pago de compensa- estaban en medio de la cordillera de ciones de guerra que esquilmaban los Andes, a una altitud promedio sus arcas. Asimismo, se buscaba superior a los 2.500 msnm. La Paz, conseguir una base económica para sede del gobierno en el siglo XX, se dotar al país de una infraestructu- encuentra a casi 500 km del puerto ra ferroviaria adecuada, conseguir de Arica y a más de 1.000 del puer- el libre tránsito para los productos to de Cobija2. En el siglo XIX, los exportados e importados y lograr caminos de las principales ciudades la consolidación progresiva de los a la costa eran o precarios o práctica- límites fronterizos del país. Como el acuerdo se tornó más favorable a los intereses chilenos, el tratado se 2. Cabe resaltar que Andrés de Santa firmó el 20 de octubre de 1904. El Cruz llevó a cabo importantes estrate- gias para vigorizar este puerto bolivia- autor hace notar que de modo casi no de Cobija; por ejemplo, lo declaró simultáneo a esta firma, se empeza- “puerto libre”, ordenó la construcción ron a explotar de manera intensiva del camino hacia Potosí y creó premios en Chile los yacimientos de cobre para quienes utilizaran este puerto. cuyo epicentro fue la mina de Chu- Sin embargo, no se obtuvo los resulta- dos esperados. 248 Historia, 38 mente inexistentes. El tiempo que ese departamento era muchísimo demandaba llegar de La Paz a Cobi- mayor que la boliviana. ja era 25 a 30 días y las posibilidades de impulsar desde el Estado proce- En lo que respecta a la pertenencia sos migratorios para trabajar en la del Litoral a Bolivia, Mesa explica explotación de nuestros recursos na- que se tomó como referencia de po- turales eran inexistentes. En 1831, sesión territorial la jurisdicción de sobre una población nacional de un la Audiencia de Charcas que abar- millón de habitantes, el Litoral con- caba la totalidad de la región del Li- taba con apenas 3.800 personas. toral, a saber el desierto de Atacama y la costa. El paso fundamental en El autor también hace notar que la nueva organización política de la los grandes conflictos que libró el República lo dio el presidente Su- país se ubicaron lejos de nuestro cre al crear, el 23 de enero de 1826, escenario de dominio geográfico y los cinco primeros departamentos económico. No deja de ser signifi- de la república: Chuquisaca, Co- cativo que desde 1825, el corazón chabamba, La Paz, Potosí y Santa del país nunca fue tocado en ningu- Cruz. Potosí tenía bajo su jurisdic- na de esas guerras. En el caso de la ción la provincia del Litoral que Guerra del Pacífico (1879-1880), el comprendía el desierto de Atacama, desplazamiento de nuestro ejército cuya capital era San Pedro de Ata- fue largo y lleno de dificultades por cama. La superficie de este territo- la compleja geografía y los proble- rio se aproximaba a 120.000 km² y mas de logística. Al igual que en la costa del Litoral tenía una exten- otras guerras, Bolivia desplegó su sión de aproximadamente 400 km, ejército en un territorio al que tar- de norte a sur. daba en trasladarse casi un mes des- de La Paz, mientras que los barcos Por otra parte, Mesa se refiere al chilenos recorrían la distancia entre importante papel que jugó el pre- Santiago y Antofagasta en pocos sidente Andrés de Santa Cruz en días. La riqueza del Litoral (guano, 1836 con su proyecto de creación de salitre y plata) era explotadas por la Confederación Perú-Boliviana, intereses chilenos e ingleses y la el cual apuntaba a dar continuidad presencia de población chilena en a lo que las culturas prehispánicas Morales 249 como Tiwanaku y el Tawantinsuyo tar, mientras que Perú y sobre todo iniciaron y que continuó en el pe- Chile invirtieron en la adquisición ríodo hispánico, por ser la Audien- de barcos para ambas tareas, lo que cia de Charcas parte del Virreinato tuvo consecuencias significativas peruano. Es decir, un gran proyecto en el desarrollo de los conflictos de integracionista de continuidad te- límites con Chile. rritorial entre los dos Estados que tuvieron mucho en común y que, Sin lugar a dudas, este libro tiene una vez confederados, podrían te- un enorme valor intelectual pues de ner mejores horizontes en lo polí- una forma didáctica, nos ilustra so- tico, militar e institucional. Si esto bre lo que los gobernantes han he- se hubiera dado tal vez otra habría cho en materia de política exterior a sido la historia. Sin embargo, en lo largo de estos años y demuestra esos años, Chile se encargó de opo- la pertenencia indiscutible de ese nerse drásticamente a este proyecto territorio a Bolivia.