Los Presidentes De La Iglesia
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Los Presidentes de la Iglesia 3 Los Presidentes de la Iglesia Manual del maestro Publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días Salt Lake City, Utah, E.U.A. © 1989, 1993, 1998 por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Todos los derechos reservados. Aprobación del inglés: 2/96 Aprobación de la traducción: 2/96 Traducción de The Presidents of the Church: Teacher’s Manual Spanish II Índice Número y título de la lección Página Sugerencias para el maestro V 1 Nuestra decisión de seguir a Cristo 1 2 Las Escrituras: Guía segura en los últimos días 6 3 Los Profetas vuelven a recibir revelación en la tierra 11 4 Llamados a edificar Sión 15 5 Escuchemos al Profeta de la actualidad 19 6 El profeta José Smith: Una luz en las tinieblas 26 7 Fortalezcamos nuestro testimonio de José Smith 32 8 La revelación 36 9 La sucesión a la Presidencia de la Iglesia 41 10 Brigham Young: Un verdadero discípulo 46 11 Brigham Young: La edificación del reino por medio de obras justas 53 12 John Taylor: Un hombre de fe 59 13 John Taylor: Defensor de la fe 64 14 Misioneros toda la vida 70 15 Wilford Woodruff: Fiel y veraz 76 16 Wilford Woodruff: La rectitud y la protección del Señor 81 17 Lorenzo Snow sirvió a Dios y a sus semejantes 85 18 Lorenzo Snow: La administración económica del reino de Dios 92 19 La presión que ejercen los amigos puede ser una experiencia positiva 97 20 Joseph F. Smith: Una voz valiente 103 21 Joseph F. Smith: La redención de los muertos 109 22 Heber J. Grant: Un hombre decidido 117 23 Heber J. Grant logró el éxito por medio de su confianza en el Señor 122 24 Las debilidades y las tribulaciones pueden ser una fuente de fortaleza 128 25 George Albert Smith se dejó influir por los buenos ejemplos 132 26 George Albert Smith: Una misión de amor 138 III 27 La paz en tiempos turbulentos 144 28 David O. McKay enseñó a honrar el hogar y la familia 148 29 David O. McKay: Embajador de Dios en todo el mundo 153 30 Cómo prepararnos para un hogar eterno 159 31 Podemos disfrutar leyendo las Escrituras 165 32 Joseph Fielding Smith: Estudioso de las Escrituras 171 33 Joseph Fielding Smith magnificó su llamamiento 178 34 La oración, un recurso potente y de valor inestimable 186 35 Harold B. Lee estuvo desde la infancia cerca de Dios 191 36 Harold B. Lee: Un líder dinámico 195 37 Spencer W. Kimball pasó desde niño por el fuego refinador 200 38 Spencer W. Kimball fue un ejemplo del perdón 207 39 “Alarguen el paso” 211 40 Ezra Taft Benson nos enseña el sacrificio y el servicio al Señor 214 41 Ezra Taft Benson: Un siervo fiel 220 42 Howard W. Hunter: En las huellas del Salvador 226 43 Howard W. Hunter: La importancia del templo 232 44 Gordon B. Hinckley: El escoger hacer lo correcto 237 IV Sugerencias para el maestro Plan de la lección El empleo de los materiales Sírvase tener en cuenta que este manual contiene sólo cuarenta y cuatro lecciones. Sin embargo, se incluyen en cada lección muchos relatos, actividades, citas de las Escrituras y ayudas audiovisuales. Algunas de las lecciones tienen bastante material para dos clases completas; si lo desea, puede dedicarles ese tiempo extra. Pida la guía del Espíritu para decidir qué parte del material de la lección utilizará. Prepare las lecciones de acuerdo con las necesidades de sus alumnos y con el tiempo que tenga disponible para la clase. No es preciso emplear todo lo que se incluye en ellas. Siga la inspiración del Espíritu y utilice las Escrituras para seleccionar el material al preparar las lecciones. Recuerde que las Escrituras son la fuente principal de conocimiento que deben tener los alumnos y que siempre debe dar prioridad al análisis de éstas cuando prepare las lecciones. Estudie concienzudamente la lección que vaya a presentar y luego reúna y prepare todos los materiales que necesitará para la presentación. Quizás tenga que pedir de antemano en la biblioteca del centro de reuniones artículos como láminas, tiza y borrador. Si en lugar de la pizarra piensa emplear tiras de cartulina o carteles, prepárelos durante la semana anterior al domingo de la lección. Si lo desea, antes de empezar a enseñar este curso, repase todas las lecciones. Prográmelas de manera de poder dedicar la atención y el tiempo debidos a la vida de los últimos Profetas que hemos tenido. Este manual se ha preparado con sencillez y sigue el mismo bosquejo de todos los cursos de la Escuela Dominical. Tenga en cuenta los siguientes detalles: 1. Las actividades que se sugieren para la clase son más variadas. Los alumnos aprenden mejor cuando tienen participación en la lección. Algunas de las actividades tienen por objeto hacer que los miembros de la clase se levanten y se muevan; muchas veces, el hecho de moverse un poco da a la presentación de la lección un cambio que la hace más interesante y agradable. En algunas lecciones, la participación de los alumnos consiste en asignaciones de lectura o en dar informes. Estas asignaciones deben hacerse de antemano a fin de darles la oportunidad de prepararlas bien. 2. En este manual se ha prestado atención especial al hecho de despertar el interés de los alumnos en las Escrituras; la mejor manera de lograrlo es valerse de ellas para conducir a la clase directamente hacia el Salvador. Haga que tengan experiencias personales con las Escrituras. Ínstelos a llevar las propias siempre a la clase y a leerlas, a marcarlas y a correlacionar unos pasajes con otros tanto en la clase como en su casa. (Debe asegurarse de tener suficientes ejemplares de las Escrituras para la clase; averigüe si la biblioteca del centro de reuniones las tiene disponibles.) Cuando vaya a pedir a un alumno que lea en V voz alta, tenga en cuenta la capacidad para leer y la comprensión de las Escrituras que tenga cada uno de ellos. Una de sus responsabilidades es despertar en ellos afecto e interés por las Escrituras y ayudarles a comprenderlas. Para lograrlo, quizás tenga que asignar con anticipación los pasajes que haya que leer en voz alta, en algunos casos pasajes más cortos, a fin de que el alumno a quien le toque leer lo haga bien y se sienta cómodo cumpliendo la asignación que haya recibido. 3. Al final de este manual se encuentra una sección de láminas en colores de cada uno de los Presidentes de la Iglesia. La biografía breve que se encuentra al reverso de cada lámina contiene una lista de algunas fechas importantes, las aportaciones y las declaraciones de cada Presidente. En la sección en colores también hay una lámina de Cristo y una fotografía de la obra Girasoles del pintor Claude Monet. En cada lección hay fotografías y grabados en blanco y negro. Se pueden encontrar otras láminas en la biblioteca del centro de reuniones y se las identifica con un número. La mayoría de las láminas también forman parte del juego de láminas conocido como Las bellas artes del Evangelio; los números también se incluyen. Por ejemplo: Jesús llamando a la puerta (62170 [el número de lámina de la biblioteca del centro de reuniones]; Las bellas artes del Evangelio 237). 4. Nota: Si el Profeta actual muriera y se sostuviera a un nuevo Profeta, utilice el artículo que aparecerá en la revista Liahona poco después de ser ordenado el nuevo Presidente de la Iglesia, y prepare con él una lección que siga a la última de este manual. Ideas para la enseñanza Cuatro principios fundamentales de una buena enseñanza 1. La preparación espiritual de usted es lo más importante. Mientras se prepare y estudie, aumente y fortalezca su propio testimonio del Evangelio restaurado. Inspírese en el testimonio de los miembros fieles de la Iglesia que conozca. Los maestros de la Escuela Dominical deben formar un grupo unido para ayudarse y nutrirse espiritualmente unos a otros. 2. La instrucción que imparte un maestro en la sala de clase es sumamente importante; pero también es importante que éste sienta un interés sincero y afectuoso por cada uno de sus alumnos. Haga todo esfuerzo posible por convertirse en una parte importante de la vida de esos jovencitos. 3. A fin de crear una relación afectuosa entre usted y los miembros de la clase, cree un ambiente apropiado para tener con ellos experiencias edificantes. Una conversación seria y abierta con un jovencito o con una jovencita que tenga problemas o su apoyo continuo en las actividades que ellos tengan en la Iglesia o en la escuela puede muy bien ser más importante y más eficaz que muchas de las lecciones que le presente. 4. Evalúe regularmente con los alumnos lo que hayan aprendido juntos en la clase. Por ejemplo, hágales preguntas similares a las siguientes: ¿Qué piensan con respecto a esto? ¿Qué significado tuvo para ustedes esa experiencia? La vida y las experiencias del Profeta que estamos estudiando, ¿en qué forma pueden ayudarnos a enfrentar los problemas del diario vivir? VI Estos cuatro principios son parte del secreto de la buena enseñanza. Recuerde las palabras de Pablo a Timoteo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio... y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:7, 9).