La Tercera Travesía Del Atlántico H
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REVISTA QUINCENAL i DE AERONÁUTICA Año VI No. 120 Madrid, 15 de julio de 1927 Redacción y Administración: PLAZA DE LA LEALTAD, 4 TELÉF. 11366. MADRID La tercera travesía del Atlántico H, (D e n u e s t r o corresponsal p a r t i c u l a r e n P a r í s .) t Aunque el interesantísimo artícu Un viaje científico pero accidentado lo de nuestro corresponsal en París, Raimundo Marcerou, trate sobre la Después de su salida de Roosevelt Field, Byrd dirigió a Nue proeza de Byrd, de la que ya hemos va York este primer radio: “Desde hace dos horas, cuarenta y hablado en nuestro número anterior, cinco minutos, no hemos podido descubrir una sábana de agua estimamos que debemos publicarle ni una superficie de tierra.” sin suprimir nada de él. Marcerou, A la una y veintiún minutos de la mañana, el navio “Doric”, como se verá, entresaca las lecciones que se hallaba a 500 kilómetros al norte de San Juan de Te- técnicas del vuelo transatlántico del rranova, interceptó un mensaje diciendo que el “América” se “América”, que fué a la vez una encontraba a 50 millas de este punto, y el paquebote “París” hermosa prueba deportiva y una ex averiguó en seguida, por el goniómetro, que el avión de Byrd periencia que debe aprovechar am estaba a 700 kilómetros de las costas de Irlanda. Dos nuevos pliamente al progreso de la Aviación mensajes capturados por este transatlántico indicaban que el comercial. aparato volaba a 10.000 pies de altura, envuelto siempre por una espesa y helada niebla, y, por último, un nuevo men Las travesías del Atlántico se suceden y no se parecen. Cada saje señalaba la posición del aparato a 60 kilómetros al sur una aporta un nuevo elemento de información y de estudio para oeste de Inglaterra. A las veinte horas el Atlántico había sido el establecimiento eventual de una línea aérea que una Améri atravesado. ca con el Continente europeo. Lindbergh consiguió su objetivo, Lo demás ya se conoce: La niebla y la tempestad ocultaban gracias a los instrumentos de precisión, y se aventuró en la que la tierra, y la tripulación tuvo que resignarse, cuando se ter él llamó “el corredor de la muerte” con la audacia de un gran minó la gasolina, a hacer un aterrizaje al azar, en sitio des deportista. Chamberlin y Levine, llevando una carga útil ma conocido, después de tres horas de vuelo al oeste de París. Ha yor, efectuaron una travesía más razonada. El comandante biendo apercibido un faro, en las brumas de la noche, el avión Byrd acaba de realizar con éxito la misma proeza, acompañado descendió hasta las proximidades de éste para evitar estrellar de tres pasajeros: Bert Acosta, Georges Noville y Bernt Bal- se contra el suelo, amarando de esta manera a 200 metros de chen. Nos prueba además que la T. S. H. es el auxiliar más la costa de Calvados, frente a la playa de Ver-sur-Mer. precioso de la navegación aérea. Perdido en un océano de nie Este momento, en que el aparato descendió en el vacío, fué, bla que substituyó durante la travesía al otro Océano, cons a no dudar, el más trágico del viaje. Se adivina la emoción con tantemente invisible, el “América” no cesó nunca de comunicar que el comandante Byrd hizo esta primera declaración al al con tierra, gracias a su estación radiotelegráfica, calde de la localidad que vino en su socorro: “El aparato 238 tocado en el agua sin que hayamos conseguido verla antes. Las pósito o tanque principal tiene una capacidad de 3.900 litros, y ruedas y nuestro tren de aterrizaje fueron arrancados, la ca puede ser vaciado y cerrado instantáneamente. bina fué en el acto invadida por las aguas. Pudimos, por for El aparato está provisto de un doble mando. La cabina de tuna, hinchar la pequeña canoa de caucho que llevábamos, y los pilotos es transformable y lleva una corredera en su parte gracias a ésta pudimos ganar una costa desconocida, después superior. de haber remado durante 200 metros.” Entre los instrumentos habituales de navegación hay un compás “Pioneer” de inducción terrestre. Los pilotos y su material Los motores son “Wright-Whirlind J-5” de 200-220 CV., que atacan directamente las hélices tractivas, de madera. El peso El comandante Richard Evelyn Byrd es capitán de fragata; total del avión con carga alcanza a 6.640 kilogramos. Este peso nació en Winchester (Virginia) el 25 de octubre del año 1888; ha sido quizá sobrepasado. pertenece a una de las más antiguas y gloriosas familias de los Estados Unidos; su hermano Harry es actualmente gobernador La enseñanza del viaje del Estado de Virginia, y su hermano Thomas es abogado del Colegio de este Estado. Byrd, que había diferido varias veces el viaje a causa de las El comandante R. E. Byrd ha tenido siempre afición a los previsiones atmosféricas, demasiado desfavorables, hizo su via viajes y tentativas audaces. A los doce años ha dado la vuelta je en las peores condiciones que se pueden imaginar. Pensó un En V er -SUR-Mer .— N oville y Byrd delante de la casa donde se hospedaron La llegada de Byrd y sus compañeros a París después del dramático amaraje Fots. Mcurisse al Mundo, en parte en veleros. Poseedor de 17 citaciones mi instante, cerca de Terranova, en volver a su punto de partida, litares, de las cuales cuatro por su bravura y dos por “heroís sobre todo teniendo en cuenta que el compás de inducción te mo extraordinario”, es un hombre dotado del temple de la noble rrestre funcionaba imperfectamente. Así que los instrumentos raza de los “ases” del aire. de a bordo que tan fielmente habían guiado a Lindbergh no Adquirió notoriedad con la conquista del Polo Norte en avión, eran mas que un débil socorro para el “América” ; entonces, viaje que, como se recordará, hizo en compañía de Floyd Ben- Byrd acudió como único recurso a su estación radiotelegráfica, nett. que le proporcionaba los datos que le enviaban los barcos que Los compañeros de Byrd son, como él, “ases” de la Aero encontraba en su camino respecto al sitio donde se encontraba, náutica americana. Bert Acosta ostenta el record de duración y gracias a ella pudo rectificar en varias ocasiones su orienta de vuelo con Chamberlin, y Noville no es desconocido. ción. Más tarde, cuando el avión, perdido en la bruma, que se El “América” posee las características siguientes: Enver hizo cada vez más densa, erraba a la ventura, describiendo si gadura, 21,65 metros (ala espesa trapezoidal, redondeada en nuosidades inciertas sobre el territorio francés, la emisión. de sus extremos); longitud total, 14,65 metros; altura, 3,80 me los S. O. S. lanzados por el teniente Noville anunció la desfa tros; peso estando vacío, 2.693 kilogramos; peso útil, 3.950 ki vorable situación en que se hallaba la tripulación; después vino logramos, de los cuales forman parte 5.000 litros de gasolina, el silencio, la antena debió ser arriada a bordo como medida 3.356 kilogramos, 250 litros de aceite, o sea: 217,600; la tripu de seguridad para evitar su posible enganchamiento con los lación, la T. S. H., víveres, barcos neumáticos, cohetes, cintu obstáculos, árboles o casas en su marcha azarosa a una altura rones de salvamento, instrumentos de navegación, etc. Los 5.000 imprecisa, sobre regiones ignoradas. Aunque la T. S. H. no litros de gasolina van depositados en seis tanques, de los cua hubiese sido capaz de guiar al comandante Byrd hasta el fin, les cuatro van en el ala (alimentación de los motores). El de su animosa tentativa hubiera demostrado que un avión, dispo^ niendo de capacidad suficiente para la instalación de un apara y seis horas consecutivas de navegación y de tensión de espíri to más pesado, de emisión de gran alcance, puede, desde luego, tu, a los motores el inconveniente de funcionar tan largo tiem verificar su ruta con una precisión satisfactoria. po sin parar, a los aviones o hidroaviones la desventaja de te En su travesía, los pasajeros del “América” han tenido ner que llevar a las salidas la esencia, el aceite y el agua nece que habérselas con el mayor enemigo de la Aviación: la niebla. sarios para el recorrido total, y a los pasajeros la molestia de A pesar del testimonio que resulta del éxito de Lindbergh, el permanecer inmóviles durante un día y medio en instalaciones compás de inducción terrestre no hubiera podido triunfar de que, a pesar del progreso, no ofrecerán, sin duda antes de mu ella. Es cierto que este compás es un instrumento de navega chos años, el confort de un coche cama, de un coche restaurant ción que debe facilitar al piloto, en notable proporción, el man o de un gran paquebote. Por esto se ha pensado buscar escalas tenimiento de su orientación, que habrá previamente inscrito en Escocia, en Islandia, en Groenlandia, en El Labrador o en en el cuadrante de su indicador; pero para el cálculo de esta Terranova. Esta vía es la que siguieron en 1924 los americanos orientación, el navegante debe siempre recurrir a los instru Wade y Smith en su vuelta alrededor del Mundo. Esta ruta mentos de observación astral o terrestre, que únicamente son tiene como primer defecto la prolongación del recorrido en un los que pueden medir la deriva del momento. De este modo, millar de kilómetros; además, es sólo posible en verano, quedan el funcionamiento del compás americano quedará libre de los do interrumpida de ocho a nueve meses durante el año a causa defectos inherentes a toda realización mecánica.