Kiyosaki Robert
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Portadilla Dedicatoria Mensaje de Robert. No es agradable Introducción. ¿Cómo atrapas a un mono? Capítulo Uno. La ventaja del ganador #1: Conocimiento Capítulo Dos. La ventaja del ganador #2: Impuestos Capítulo Tres. La ventaja del ganador #3: Deuda Capítulo Cuatro. La ventaja del ganador #4: Riesgo Capítulo Cinco. La ventaja del ganador #5: Compensación Conclusión. En defensa del capitalismo Roi. Retorno o reembolso extremo sobre inversión Epílogo. “Detestaba la escuela, pero me encanta aprender” Los tiempos están cambiando Sección Especial. Los cinco niveles de los inversionistas Sección Extra. Preguntas más frecuentes Mi misión… y tu misión Una última reflexión sobre la educación Acerca del autor Notas Créditos Grupo Santillana Este libro está dedicado a quienes dan un paso al frente y se convierten en parte de la solución. Mensaje de Robert No es agradable Antes de compartir contigo nuestro éxito financiero, reflexioné mucho. Los tiempos son difíciles y sé que hay millones de personas que perdieron sus empleos, hogares y negocios. También sé que, en la mayoría de las situaciones, no resulta muy cortés tocar el tema del éxito financiero. El alardeo nunca es agradable, en especial cuando se trata de dinero. No obstante, decidí escribir acerca de inversiones en la vida real porque quiero que comprendas cómo obtuvimos nosotros nuestra educación financiera, cómo la aprovechamos y por qué considero que en esta economía en declive, la ventaja del ganador es una ventaja extrema. No escribo para alardear, lo hago para motivar a la gente a que aprenda, estudie, practique y, posiblemente, adquiera otra visión del mundo. Es el año 2011 y hay mucho dinero por ahí volando. Hay billones de dólares en busca de hogar debido a que los gobiernos no dejan de imprimir enormes cantidades de dinero falso, también conocido como divisa fiat o dinero por decreto. Los gobiernos no quieren que el mundo caiga en una depresión y, por eso, imprimen dinero de juguete. Ésa es la razón por la que los precios del oro y la plata suben, en tanto que los ahorradores continúan perdiendo. El problema radica en que el dinero de juguete sólo está en manos de un reducido grupo de personas. Es por ello que los ricos se hacen más ricos y las clases media y baja, cada vez son más pobres; asimismo, la economía empeora y las dificultades van en aumento. De acuerdo con el Buró de Censo de los Estados Unidos, en septiembre de 2010 la pobreza en nuestro país aumentó a casi 15 por ciento de la población. Eso significa que cuatro millones de personas dejaron de pertenecer a la clase media y se convirtieron en gente pobre, tal y como Donald Trump y yo predijimos en nuestro libro Queremos que seas rico. Se trata de un problema serio porque nuestra economía está muy enferma. Bajo el riesgo de sonar petulante, decidí escribir un libro acerca de las inversiones en la vida real porque creo que tampoco es honesto saber algo y no compartirlo, algo que llamo avaricia. También escribo porque creo que, si deseamos que la economía mundial se recupere de verdad, necesitamos una genuina educación financiera. Y a fin de cuentas, escribo este libro porque creo que es mejor enseñarle a la gente a pescar, en lugar de regalarle pescado. Robert T. Kiyosaki Mi padre rico dijo: “Escoge a tus maestros con cuidado.” INTRODUCCIÓN ¿Cómo atrapas a un mono? Durante miles de años los nativos de África y Asia han utilizado la siguiente técnica para atrapar monos: el cazador busca un árbol que tenga un agujero en el tronco y coloca frutas o nueces en el interior. El mono se acerca, mete el puño en el hueco y recoge el alimento. Como el puño está aferrado a la carnada, el mono no puede sacarlo del tronco y, por lo tanto, se queda atrapado. En lugar de soltar la fruta o las nueces, se retuerce, jala y tira, negándose a soltar su comida. El nativo regresa y mata o captura al mono con toda calma. Los humanos somos similares a los monos, sólo que, en lugar de aferrarnos a fruta y nueces, lo hacemos a un empleo seguro, a bienes materiales y dinero. Al igual que los monos atrapados, cuando la gente no cuenta con educación financiera, se reduce a recibir su salario y pasa el resto de su vida esclavizada a un patrón o pagándole impuestos al gobierno. Cuando comenzó la crisis financiera global en 2007, muchas personas se aferraron todavía más a sus empleos con la esperanza de no ser despedidas en los recortes. Otros millones se afianzaron con fuerza a sus hogares, aunque sabían bien que no podían pagar la hipoteca. La mayoría dejó de gastar y empezó a ahorrar más a pesar de que el gobierno federal estaba imprimiendo billones de dólares, destruyendo así el poder adquisitivo y el ahorro. Los trabajadores aportaron mucho más dinero a sus planes de retiro sin tomar en cuenta que la bolsa de valores acababa de colapsar, arrastrando con ella sus ganancias previas. Asimismo, las inscripciones en las escuelas entraron en auge porque mucha gente regresó a estudiar y olvidó que el desempleo se había disparado. LA MAYORÍA DE LA GENTE NO SABE QUÉ HACER Cuando llegó 2010 la gente estaba consciente de que había una crisis financiera global. Por desgracia nadie sabía qué hacer al respecto. En lugar de relajarse y soltar lo que tenían, muchas personas se aferraron más, rezaron para que la crisis terminara y para que sus líderes políticos resolvieran el problema y regresaran los días felices. Por otra parte, hubo quienes sabían que tendrían que realizar cambios. El problema fue que, como carecían de una sólida educación financiera, no supieron con exactitud qué era lo que tenían que modificar. UNA DÉCADA DE CRISIS La década que va de 2010 a 2020, será la más volátil en la historia y la que más modificará al mundo. Por desgracia, quienes se aferren a las reliquias del pasado (como un empleo seguro, ahorros, una casa y los planes de retiro), serán los más afectados por la tormenta financiera que se avecina. Esta afirmación la puedo hacer con mucha certeza por las siguientes razones: 1. Es el fin de la Era Industrial. La Era Industrial comenzó en 1500 y terminó en el año 2000, aproximadamente. En 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos era la nación más poderosa del mundo, el más grande de todos los imperios que aún subsistían de la Era Industrial. En la Era Industrial los países que poseían tecnología industrial, fábricas, escuelas grandes y armas, eran los que gobernaban el mundo. En la Era Industrial, las empresas de los ramos automotriz, aéreo, de medios (radio y televisión) y de fabricación de armas dominaron el mundo de los negocios. En la Era Industrial un trabajador podía conseguir un empleo muy bien pagado que durara toda la vida, así como protección sindical y una pensión de retiro vitalicia. La educación financiera no era importante en la Era Industrial. En 1989 nació la World Wide Web (Banda Ancha Mundial). Con eso terminó la Era Industrial y dio comienzo la Era de la Información. En la próxima década, la tecnología remplazará más empleos y las fábricas serán desmanteladas, transportadas y reconstruidas en países con salarios más bajos. La noción de un empleo bien pagado de por vida y una pensión vitalicia, se tornará obsoleta. Estados Unidos es hoy en día la nación más endeudada de la historia y se ha convertido en un país que ya no puede costear programas como Seguridad Social y Medicare. En la Era de la Información las pensiones vitalicias y los empleos seguros no están garantizados y, por lo tanto, la educación financiera resulta esencial. Por desgracia, así como el mono con el puño atrapado en el tronco, millones de trabajadores se aferran a ideas de la Era Industrial como recibir una educación formal, buscar un empleo seguro, salarios constantes, prestaciones médicas, retiro temprano y ayuda permanente del gobierno. En este libro aprenderás cuál es el tipo de educación que te puede preparar mejor para la Era de la Información. 2. Las reglas del dinero cambiaron en 1971. En 1971 el presidente Nixon sacó al dólar estadounidense del patrón oro y en ese momento cambiaron las reglas del dinero. En 1971 el dólar estadounidense dejó de ser dinero y se convirtió en un instrumento de deuda. A partir de ese año los ahorradores se convirtieron en perdedores. De 1971 a la fecha, el dólar estadounidense ha perdido 95 por ciento de su poder adquisitivo, pero no requerirá otros cuarenta años para perder el cinco por ciento restante. De manera trágica, así como el mono permanece con el puño cerrado en el hueco del árbol, millones de personas continúan aferradas a los ahorros que tienen en el banco. En este libro descubrirás por qué ahorrar dinero es una tontería y conocerás las otras opciones que existen. Los bancos pueden imprimir dinero, y tú… ¿por qué no? Con este libro aprenderás a hacerlo, pero requerirás de educación financiera. 3. A partir de 1971 se incrementó el tamaño de los rescates financieros. Para el año 2010 la mayoría de la gente ya estaba consciente del desastre subprime y del gasto de billones de dólares en el que se incurrió para llevar a cabo los rescates bancarios en todo el mundo. En la actualidad muchas personas están enojadas porque los gobiernos rescataron a los adinerados dueños de los bancos y luego les pasaron la factura a los contribuyentes. Por desgracia muy pocas personas saben que los rescates se han llevado a cabo durante años y que sus dimensiones sólo se han incrementado desde 1971.