42 2004.eko ekaina

Txakoli, nuestra delicia K-Toño Frade Villar Txakolines de Abando autóctona AHORA que parece que el txa- koli, nuestro rico txakoli, se est‡ poniendo de moda, no dejo de cios, el chef francŽs de la Socie- P. Ortiz del Portillo acordarme de cuando mi padre dad Bilbaina, CareviviŽre, inven- hab’a llegado, creo yo, a ser uno t— ese magn’fico plato de la coci- EL vino, en este caso el txa- de los escasos defensores que na bilbaina que es el bacalao al koli, es un producto cuya ca- quedaban, sino el œnico, de nues- ÔClub RaneroÕ. el txakoli de lidad viene determinada di- tros caldos considerados por en- ÔMallabiaÕ se encontraba en la rectamente por la zona donde tendidos sumillers, en el aparta- plaza de AmŽzola esquina con se produce. El medio natural do de vinos blancos como de tan- General Salazar y era parada donde se desarrolla la vi–a, el ta o m‡s categor’a que los vinos obligada para el buen yantar de suelo y el clima, las selectas Rhino de Mosela, que servidos a las cuadrillas que toreaban en la variedades de uvas, los tŽcni- una temperatura fresca son el antigua Vista Alegre, ÔLusianoÕ cos y los hombres que lo ela- acompa–amiento ideal para en la plaza de Egileor frente al boran imprimen a nuestra be- nuestros mariscos y pescados. Carlton fue muy nombrado en su bida su car‡cter diferencial Nada digamos del ÔojogalloÕ que Žpoca, y no digamos el de ÔTxe- respecto a otros vinos. con un puntito de carb—nico su- neÕ famoso txakoli situado donde El Consejo Regulador de pera a cualquier clarete o Ôcham- hoy est‡ el patio de los Escola- la Denominaci—n de Origen pagne rosŽÕ de altos vuelos. Y pios, tambiŽn ÔZolloÕ era conoci- Bizkaiko Txakolina vela por que decir del Ôtxakoli gorriÕ o tin- d’simo por su extraordinaria co- que todo el proceso se realice to, cuando es bueno se convierte cina, se acced’a a Žl por la calle correctamente en busca, ante en bebida de dioses. Guardo en Ega–a haciendo pared con lo que todo, de la calidad, trabajan- mi memoria algunos recuerdos posteriormente fue el Cine Olim- do codo con codo con los relacionados con el tinto, desde pia y pose’a un coqueto front—n profesionales para ganarse la las discusiones amistosas que cubierto donde se celebraban te- confianza del futuro consu- manten’a mi aita con los que sos- rribles encuentros pelotazales. Si midor de este rico caldo, pro- ten’an que el txakoli era un vino nos trasladamos a la zona de San pio de paladares exquisitos y malo, que eran legi—n, siendo MamŽs, nos hubiŽramos encon- acompa–ante de manjares peque–o me llevaban a merendar celestiales, acompa–adas por un Decir semejante ÔboutadeÕ en trado con el de ÔCiriloÕ situado deliciosos de la tierra y el mis aitas al txakoli de Lorente en txakoli tinto de las parras colin- una de las zonas se–eras de los donde hoy se encuentra el monu- mar. Bego–a, donde hoy se encuentra dantes de su hermano que no ha- txakolines bilbainos, junto a Be- mento al Sagrado Coraz—n, el de El Museo Guggenheim la parada del autobœs de Zumala- b’a probado cosa tan rica desde go–a y Deusto, no deja de tener ÔLa MisericordiaÕ en la plaza acogi— la ceremonia del nom- carregui junto al parque de Etxe- hac’a a–os. La prueba fue que su guasa. mencionada y con pared en el bramiento de los Embajado- barria, y me quedaban unos bigo- acabamos con toda la cosecha Para refrescar la memoria de asilo, ÔUrkijoÕ en la parte trasera res de la Consecha 2003. Es- tes violetas del color del excelen- que quedaba. los que hablan de o’das voy a re- de la Feria de Muestras junto al te a–o los elegidos han sido la te txakoli que all’ se tomaba. El otro d’a esperaba a los ami- lacionar seguidamente los txako- hospital y al antiguo convento de ABAO, representada por su Otro recuerdo me lleva al batzo- gos degustando un rico txakoli lines m‡s importantes que mi ai- Capuchinos, casa solar del que vicepresidente, Javier Chal- ki de Laukiniz cuando lo regen- de en la ÔtascaÕ de Txut- ta rescat— del olvido. fue gran abogado y mejor perso- baud; Julen Guerrero, capit‡n taba la familia Uriarte y nos re- xi GojŽnuri entre fotos y recuer- Comenzaremos con el de ÔTa- na Rufo Urkijo. Andando, an- del Athletic y el popular pre- galaron unas botellas de su casa dos de nuestro barrio de Indaut- blasÕ que se encontraba aproxi- dando, nos hubiŽramos topado sentador de televisi—n Ra- de cuya calidad, color y xu, cuando o’ a mi lado a unos madamente donde hoy est‡ ubi- con dos txakolines de solera, el m—n Garc’a. La sumiller sabor no tengo para olvidar, lo ÔtxikiterosÕ que comentaban que cada la cafeter’a Goizeko Izara de ÔArtetxeÕ en Kastrexana y el Marga Atutxa descorch— la mismo que una ÔcataÕ de hace el txakoli era una bebida m‡s en la calle Gregorio de la Revilla, de ÔAraluzeÕ en Zorroza. primera botella y, copa en poco en Mercadillo, en ese para- guipuzcoana que vizcaina y que frente al desaparecido caser’o de Hasta aqu’ los txakolines fa- mano, fue describiendo los ’so verde que es en casa aqu’ se hab’a consumido muy ÔPorruÕ. Este txakoli se hizo mosos de Abando, que fueron caracteres propios de la va- del amigo Mitxel Izaguirre Áa re- poco y de mala calidad. ÁQuŽ mundialmente famoso por que templos del buen txakoli vizcai- riedad, sabrosa y de enorme ponerte pronto chaval!, que nos barbaridades hay que oir! Y es all’ ten’a su sede un club de juga- no para nuestros abuelos Ôbotxe- calidad. La cosecha ha sido hizo unas alubias de ÔputxeraÕ que la ignorancia es atrevida. dores de rana y uno de sus so- rosÕ. calificada de excelente, a lo que contribuyeron un verano y un oto–o soleados, que die- ron una uva san’sima y plena de componentes vegetales. El drama del pañuelo y el tranvía En suma, un gran vino del que puede felicitarse el Con- El conductor alertado por los viaje- Olmo sejo Regulador, que cumple ros, detuvo el tranv’a, se acercaron a la diez a–os. v’ctima con el susto consiguiente y la El diputado general de Biz- EN cierta ocasi—n tuve la ocurrencia de llevaron en el tranv’a hasta la farmacia kaia, JosŽ Luis Bilbao, recor- publicar una lista de los diez defectos es- mas pr—xima donde se comprob— que, d— las enormes diferencias pec’ficos de los hombres y de las muje- afortunadamente la insensata viajera, existentes entre aquel txakoli res. Ya no recuerdo aquella lista comple- s—lo ten’a una fuerte contusi—n que, una que elaboraban sus abuelos y ta. Tan s—lo recuerdo que entre los defec- vez curada, le permiti— incluso volver a el actual. Destac— el impacto tos femeninos se inclu’an los de apretar casa por su propio pie. La noticia no lo socio-econ—mico que esta el tubo de dent’frico por el medio, leer el especifica pero es de suponer que vol- bebida representa para el sec- peri—dico desarm‡ndolo y bajarse del vi— sin el pa–uelo. tor, que cuenta hoy con m‡s trolebœs al revŽs. Y como es posible que alguno de mis de 240 hect‡reas cultivadas y Este defecto de bajarse del trolebœs al lectores piense que he exagerado, copio una producci—n de un mill—n revŽs se deb’a al hecho de que al bajar se a continuaci—n el texto de la gacetilla de botellas. Segœn datos re- agarraban con la mano derecha a la barra para que comprueben que he sido ecu‡- cientes, la facturaci—n supera que ten’a la puerta del veh’culo y descen- nime en el comentario: los seis millones de euros. Ha d’an dando la espalda al sentido de la ÒUna viajera que hab’a salido de Bil- sido decisivo en el Žxito de su marcha, lo que supon’a una l—gica costa- bao en el tranv’a de Las Arenas a las recuperaci—n el apoyo de la lada en el caso de que el veh’culo se mo- 2,30 de la tarde de ayer, sufri— una fuer- Diputaci—n a la Finca y Bo- viese antes de tiempo. te contusi—n en la frente como conse- dega Experimental de , Llegamos as’ al tema de mi comentario de pero los dem‡s viajeros, con evidente sentido cuencia de haberse echado (aqu’ aclaro que clave en el apartado cient’fi- hoy, porque voy a contarles un caso incre’ble comœn la agarraron para impedir que saltase el verbo echar equivale al verbo bajar) estan- co, investigaci—n en varieda- protagonizado por una viajera del que hac’a el del veh’culo con evidente peligro de romperse do el veh’culo en marcha, a coger un pa–ue- des, trabajos de campo y recorrido entre Bilbao y Las Arenas. La noti- algœn hueso. lo que se le hab’a ca’do a la v’a. Enolog’a... cia que public— El Noticiero Bilbaino el d’a 1 La lucha entre la viajera, empe–ada en saltar Por dos veces impidieron los viajeros que En la clausura del acto, de agosto de 1903, ofrece toda clase de deta- del tranv’a en plena marcha sin preocuparse ni la citada cometiera la temeridad de echarse al Asier Arzalluz, presidente lles sobre este hecho ins—lito que tuvo como poco ni mucho de la velocidad, y sus compa–e- suelo cuando mayor era la velocidad, reali- del Consejo Regulador, en- protagonistas a una viajera cuyo nombre no se ros de viaje decididos a impedir semejante dis- zando por fin sus prop—sitos aprovechando treg— los pins de Bizkaiko cita y un pa–uelo cuyo valor tampoco se deta- parate, debi— ser bastante dura. En un principio un descuido. Txakolina a los que durante lla, pero que deb’a ser bastante elevado por- parece ser que la convencieron de que se estaba La viajera por efecto del fuerte golpe reci- estos a–os han destacado por que su due–a se lleg— a jugar la integridad f’si- jugando la integridad del esqueleto, pero cuan- bido qued— accidentada en la v’a producien- su trabajo e incondicional ca por recuperarlo. Tal como lo relata la gace- do todo parec’a haberse calmado, la se–ora se do esto gran alarma en los primeros momen- apoyo: se–ores Urquijo, Da- tilla, se supone que la protagonista viajaba en acord— de nuevo del pa–uelo y nuevamente in- tos. –obeitia, Escribano, Lejarre- la plataforma y al pasar el tranv’a por , tent— saltar del veh’culo. Nueva lucha entre la Conducida sin volver aœn del s’ncope a la ta y Sierra Sesumaga. El am- un pa–uelo de su propiedad, sali— volando y viajera y sus compa–eros de plataforma pero en farmacia m‡s pr—xima en un motor del tran- biente de la fiesta, inmejora- cay— a la v’a. esta segunda intentona, la se–ora aprovechando v’a, se vio que s—lo ten’a una herida contusa ble, es un preludio del disfru- La viajera que no estaba dispuesta a quedar- un descuido de sus rivales, consigui— su prop—- marchando despuŽs por su piŽ a su casa. te que el caldo nos proporcio- se sin el pa–uelo tir— por la calle del medio es sito. En efecto, salto del tranv’a, se peg— la gran El hecho ocurri— a las 3 de la tarde apr—xi- nar‡ una vez llegue el verano. decir que se quiso tirar del tranv’a en marcha costalada y qued— en el suelo sin sentido. madamente cerca del Desierto (Erandio)Ó.