DICCIONARIO DEL CÓNCLAVE

- Explicaciones jurídicas tomadas del DGDC(*):

• Cónclave. • Elección del Romano Pontífice. • Secreto en la Elección del Romano Pontífice. • Cardenal. • Colegio Cardenalicio. • Sede apostólica vacante e impedida.

- Ofrecemos también el texto del de Benedicto XVI, de 22 de febrero, que facilita el recorte de tiempo para el inicio del cónclave, endurece algunas mayorías para la elección y también introduce la excomunión latae sententiae para la ruptura del secreto.

(*) J. Otaduy - A. Viana - J. Sedano (dir.), Diccionario General de Derecho Canónico, ed. Thomson-Reuters-Aranzadi, vol. I-VII, Pamplona 2012.

Oficina de Información del Opus Dei en España www.opusdei.es

con la colaboración de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra www.unav.es CONCILIOS PARTICULARES DGDC II apostolorum, I, Paderbornae 1905; F.L. FERRARIS, Bi- institución del cónclave y de las distintas pie- bliotheca canonica iuridica moralis theologica, II, zas del sistema electoral del Romano Pontí- Romae 1886; L. CHIAPPETTA, Il Codice di Diritto Ca- fice, atendiendo a las necesidades del mo- nonico. Commento giuridico-pastorale, I, Bologna mento histórico concreto, estas bases no han 32011, 544-553; P.GASPARRI (a cura di), Codicis Iuris Canonici Fontes, III, Romae 1933, 534-545; S. C. sufrido modificaciones esenciales. La regula- BONICELLI, I concili particolari da Graziano a Trento. ción detallada, sistemática e integral del cón- Studio sulla evoluzione del diritto della Chiesa la- clave vino con la constitución apostólica de tina, Brescia 1971; J. I. ARRIETA, Instrumentos supra- san Pío X Vacante Sede Apostolica del diocesanos para el gobierno de la Iglesia particular, 25.XII.1904, que puede considerarse como la Ius canonicum 24 (1984) 607-647; J. B. D'ONORIO, codificación de derecho antiguo sobre la elec- Les conciles particuliers après dix ans d'application ción del Papa. La regulación vigente sobre la du code de droit canonique de 1983, en PC LEGUM elección del Romano Pontífice está contenida TEXT (ed.), Ius in vita et in missione Ecclesiae, Città en la Const. ap. de del Vaticano 1994, 593-603. Juan Pablo II del 22.II.1996 (AAS 88 [1996] Luigi SABBARESE 305-343, en adelante UDG, con modificaciones posteriores hechas por Benedicto XVI en el CÓNCLAVE M.P. Constitutione apostolica del 11.VI.2007, AAS 99 [2007] 776-777). Estas leyes son acom- Vid. también: COLEGIO CARDENALICIO; ELECCIÓN DEL pañadas por el libro litúrgico Ordo rituum con- ROMANO PONTÍFICE;SECRETO EN LA ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE clavis editado (en forma bilingüe latín-ita- liano) por la Oficina de las Celebraciones SUMARIO: 1. La normativa. 2. El lugar del cón- Litúrgicas del Sumo Pontífice en 2000 (en ade- clave. 3. Los participantes en el cónclave. 4. Desa- lante ORC), y aprobado por Juan Pablo II el rrollo del cónclave. 5. Dimensión espiritual del cónclave. 5.II.1998. La legislación sobre el cónclave y la provi- El cónclave es la asamblea de los cardenales sión del oficio primacial es competencia exclu- reunidos para la elección del Romano Pontí- siva del Romano Pontífice, ya que regula el fice, según el sistema determinado por la ley modo de proceder en un importantísimo y especial. Se entiende también por cónclave el muy delicado momento de la vida de la Igle- lugar cerrado sometido al régimen jurídico es- sia, posee rango constitucional y tiene carácter pecial, en el que se celebran los actos de elec- especial respecto a la normativa canónica co- ción (el Ordo rituum conclavis habla del rito De mún sobre la provisión de oficios eclesiásticos. ingressu in conclave, cf n. 6, 26-46). Las normas 2. El lugar del cónclave de procedimiento, disciplinarias, penales y li- Tradicionalmente la noción de cónclave es- túrgicas que regulan el cónclave forman un taba estrechamente vinculada con el enclaus- sistema integral que tiende a proteger la liber- tramiento de los electores en un lugar cerrado tad de los electores e inmunidad ante las inde- (esta característica de clausura –«bajo llave»– bidas intromisiones externas, y al mismo es expresada por su significado etimológico: tiempo garantizar que este acto se desarrolle cum clave). De ahí la definición que contenía en el contexto del retiro sagrado que debe la Const. ap. Romano Pontifici eligendo del acompañar la elección del Sucesor de Pedro. 1.X.1975: «Por cónclave se entiende el am- 1. La normativa biente bien determinado, casi con carácter de El instituto del cónclave, con su nota carac- retiro sagrado, donde, después de haber invo- terística de la reclusión de los electores, fue cado al Espíritu Santo, los cardenales electores instituido formalmente por el Papa Gregorio eligen al Sumo Pontífice, y donde ellos, junto X en la Const. ap. en el II Conci- con los oficiales y ayudantes, además de los lio de Lión en el año 1274, tras la prolongada eventuales conclavistas, permanecen día y no- elección del mismo Gregorio X. En esta ley se che hasta que se ha hecho la elección, sin co- configuraron las líneas generales de esta insti- municación alguna con personas o cosas aje- tución (un lugar físicamente cerrado, la prohi- nas». En la vigente legislación, esta noción bición de mantener contactos externos, la elec- tradicional ha evolucionado de tal modo que ción del futuro Papa que debía ser el único fin ya no se exige que los participantes del cón- y la única ocupación de los cardenales electo- clave permanezcan aislados «día y noche» en res). A pesar de la evolución posterior de la el mismo edificio cerrado por dentro y por 426 DGDC II CÓNCLAVE fuera, tal como estaba minuciosamente pre- quier modo relativo, directa o indirectamente, visto en la regulación anterior, si bien no se a la elección del Sumo Pontífice. Para este fin ha renunciado a su estructura sustancial cuya deben hacerse precisos controles, incluso con finalidad es garantizar el ambiente de reli- la ayuda de personas de probada confianza y gioso aislamiento y secreto necesario para lle- capacidad técnica, para que en la Capilla Six- var al cabo la elección del Romano Pontífice, tina no se produzca instalación subrepticia de adaptando al mismo tiempo todas las exigen- cualquier medio audiovisual de grabación y cias a las nuevas condiciones de conveniente transmisión al exterior, tanto al comienzo acomodación y permanencia. como una vez iniciado el cónclave (cf UDG El cambio más significativo en la regulación 51, 55). Durante las sesiones de votación, to- del instituto del cónclave efectuado en la vi- das las puertas de la Capilla Sixtina han de gente regulación se ha debido al nuevo sis- permanecer cerradas y debe ponerse guardia tema de alojamiento de los cardenales elec- a cada ingreso (cf ORC 44). Igualmente desde tores. Han de hospedarse en el edificio deno- el comienzo del proceso de la elección hasta minado (cf UDG 42) el anuncio público de la elección del Sumo dentro de la Ciudad del Vaticano (anterior- Pontífice deben estar cerrados a las personas mente los apartamentos se improvisaban en el no autorizadas los locales de la Residencia de Palacio Apostólico). En cambio, las votaciones Santa Marta, como también las zonas destina- han de desarrollarse exclusivamente en la Ca- das a las celebraciones litúrgicas. La función pilla Sixtina «donde todo contribuye a hacer de la custodia interna del cónclave es confiada más viva la presencia de Dios, ante el cual al cardenal camarlengo con sus tres cardenales cada uno deberá presentarse un día para ser asistentes y la externa al sustituto de la Secre- juzgado» (UDG, Proemio). Así que desde el taría de Estado (cf UDG 43, 51, 55). punto de vista espacial se celebran los actos La regulación vigente no contempla la si- del cónclave dentro de los límites de la Ciu- tuación en la que el cónclave debiera cele- dad del Vaticano en los lugares y edificios de- brarse en otro sitio que la Ciudad del Vaticano terminados, cerrados a los extraños (cf UDG y la Capilla Sixtina. 41). En consecuencia, se puede hablar de dos 3. Los participantes en el cónclave ámbitos de actividades: el lugar de las vota- En los actos de voto propiamente dichos ciones con secreto y control muy rigurosos, y que se realizan en la Capilla Sixtina, pueden el lugar del alojamiento de los cardenales elec- participar exclusivamente los cardenales elec- tores y de los otros admitidos: la Domus Sanc- tores, tal y como viene determinada su condi- tae Marthae. ción en las prescripciones de la UDG: son Tal determinación de los lugares en los que aquellos miembros del colegio cardenalicio están presentes los cardenales electores y la que no han cumplido los 80 años en el día en discontinuidad entre el local de alojamiento y que la Sede Apostólica queda vacante, y no el sitio de las votaciones, conlleva importantes han sido canónicamente depuestos ni han re- consecuencias y tareas organizativas, dada la nunciado, con el consentimiento del Romano obligación de guardar el secreto y asegurar la Pontífice, a la dignidad cardenalicia (cf UDG protección de los electores de las influencias 33, 36). La señal indicativa de la determina- externas. Surge pues la necesidad de sincroni- ción del colegio electoral es la admonición ex- zar las actividades concernientes a la elección tra omnes!, hecha por el maestro de las celebra- del Sumo Pontífice con la actividad de las ofi- ciones litúrgicas pontificias (cf UDG 52). cinas de la Santa Sede en el período del cón- Pronunciada esta orden, todos los ajenos al clave; sobre todo de asegurar la debida pre- cónclave (con excepción de dos personas que caución y reserva durante el traslado de los lo hacen en un momento posterior, cf UDG 54) electores desde el lugar de su alojamiento deben abandonar Capilla Sixtina. hasta la sede de las votaciones (cf UDG 43, Otras personas que participan en algunos 45). actos del cónclave, tienen acceso a los electo- La Capilla Sixtina en el Palacio Apostólico, res o se admite su presencia en los lugares ce- donde de desarrollan las votaciones, es el lu- rrados a los no autorizados, para atender las gar absolutamente reservado hasta el final de necesidades relacionadas con el desarrollo de la elección, de tal modo que se asegure el total la elección, excluidas las votaciones en sentido secreto de lo que allí se haga o diga de cual- propio en la Capilla Sixtina, son las siguientes: 427 CÓNCLAVE DGDC II el secretario del colegio cardenalicio que actúa En el día previsto para el inicio del cónclave de secretario de la asamblea electiva; el maes- los cardenales electores participan en una so- tro de las celebraciones litúrgicas pontificias lemne celebración eucarística con la misa vo- con dos ceremonieros y dos religiosos adscri- tiva Pro eligendo Papa (por regla general, en la tos a la Sacristía Pontificia; un eclesiástico asis- Basílica de San Pedro en el Vaticano por la tente del cardenal decano; y además un ecle- mañana, pero no se excluye otro lugar y mo- siástico que predica una meditación a los mento del día). Por la tarde del mismo día los cardenales electores inmediatamente antes de electores van en solemne procesión desde la la primera votación, algunos confesores con el Capilla Paulina, invocando con el canto del conocimiento de varios idiomas, dos médicos, veni Creator la asistencia del Espíritu Santo, a los peritos que llevan a cabo el control técnico la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico, con relación al secreto del cónclave, funciona- donde han de celebrarse las votaciones (cf rios de guardia, personal logístico, servicio de UDG 49, 50). En la Capilla Sixtina los electores comedor y de limpieza, conductores responsa- prestan el juramento prescrito y –oída una bles del transporte de los electores al Palacio meditación sobre el gravísimo deber que les Apostólico (cf UDG 13/d, 46, 54, 55). Todos incumbe y, por tanto, sobre la necesidad de los que forman el personal auxiliar deben ser proceder con recta intención por el bien de la autorizados previamente por el cardenal ca- Iglesia universal solum Deum prae oculis haben- marlengo con sus tres asistentes y prestar el tes– proceden a los escrutinios (cf UDG 52-53), juramento previsto en la UDG 48. Estas perso- cuyo desarrollo es detalladamente prescrito nas deben estar disponibles y por tanto –por en las normas de la UDG. lo menos algunas de ellas– alojadas en la Resi- Durante el cónclave se prohíben contactos dencia de Santa Marta o en el territorio de la de los electores con el exterior. Tampoco se ad- Ciudad del Vaticano. mite el uso de medios de comunicación como La normativa vigente no hace mención al- prensa diaria y periódica, radio, televisión, in- guna de los conclavistas: es decir, los eclesiásti- ternet, etc. (cf UDG 57). No está prohibido el cos o laicos que, conforme a las legislaciones libre intercambio de opiniones entre los elec- anteriores, acompañaban a los electores den- tores, que es uno de los medios previstos para tro de la clausura del cónclave. Su número fue llegar a la elección. disminuyendo paulatinamente, sea por exi- Cada día han de hacerse dos votaciones por gencias del secreto, sea simplemente por falta la mañana y dos por la tarde (cf UDG 63). La del sitio adecuado en el Palacio Apostólico. Se duración del cónclave no puede estar prevista. permite, en cambio, que, si lo exigen razones En principio, han de realizarse tantos sufra- de salud, cada cardenal pueda tener consigo gios como sean necesarios para que un candi- un enfermero, alojado en la Casa de Santa dato alcance la mayoría cualificada de los dos Marta (cf UDG 42). El término de conclavistas tercios de votos (cf UDG 62). El sistema electo- sin embargo sigue hoy en uso para indicar ral del Papa prevé, sin embargo, algunos ins- todo el personal auxiliar presente en el trumentos para superar la prolongación exce- cónclave. siva de la elección (cf UDG 74-75 con las 4. Desarrollo del cónclave modificaciones hechas por el M.P. Constitu- El cónclave debe comenzar transcurridos tione apostolica del 11.VI.2007). El cónclave quince días desde el inicio de la , concluye inmediatamente después de que el con la posibilidad de que el colegio de los car- nuevo Sumo Pontífice elegido haya dado el denales retrase el comienzo de la elección, consentimiento a la elección, salvo que él pero no más que veinte días desde el mo- mismo disponga otra cosa (cf UDG 91). El mento en que la Sede Apostólica esté legítima- maestro de las celebraciones litúrgicas ponti- mente vacante (cf UDG 37, 49). Para tratar y ficias, que actúa de notario, extiende el acta preparar convenientemente la elección del Ro- auténtica de la aceptación y del nombre ele- mano Pontífice sirven las reuniones de los car- gido por el Papa (cf ORC 61). Si el elegido no denales –congregaciones generales y particu- tuviera el carácter episcopal, una vez dado su lares– celebradas diariamente desde el asentimiento, habría de ser inmediata y so- comienzo de la sede vacante hasta el inicio del lemnemente ordenado obispo (cf UDG 88; cónclave que sustituye estas reuniones (cf ORC 9, 64-65). Si resultara elegido alguien que UDG 7-13). residiera fuera de la Ciudad del Vaticano, el 428 DGDC II CÓNCLAVE sustituto de la Secretaría de Estado informado miento del carácter eminentemente religioso por el cardenal presidente de la elección y sus de la elección de Sucesor de Pedro y de su dos cardenales asistentes, con debida cautela, misión en la Iglesia. Gracias a los vínculos es- para mantener el secreto del cónclave, y evi- pirituales, la debida clausura del cónclave no tando de modo absoluto los contactos con los impide que la elección del Romano Pontífice medios de comunicación social procurará que realizada por los electores sea un acto de co- el elegido llegue a Roma lo más pronto posi- munión en el que esté empeñada toda la ble, para que pueda en la Capilla Sixtina pe- Iglesia. dirse su aceptación de la elección (cf ORC 62). Bibliografía 5. Dimensión espiritual del cónclave JUAN PABLO II, Const. ap. Universi dominici gre- La normativa del cónclave prevé distintos gis, del 22.II.1996, AAS 88 [1996] 305-343 [UDG] actos de carácter ascético, litúrgico y espiritual OFICINA DE LAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS DEL que expresan la sacralidad de este aconteci- SUMO PONTÍFICE (ed.), Ordo rituum conclavis, Città miento y responden a la exigencia de intensa del Vaticano 2000 [ORC] oración en este período de la vida de la Igle- P. V. A IMONE, Le modalità procedurali dell'ele- sia. Aparte de la misa pro eligendo Papa yla zione del vescovo romano nel secondo millennio, procesión con el himno al Espíritu Santo y las Apollinaris 79 (2006) 483-619; J. AMMER, Neues im letanías a todos los santos (cf ORC 29-38) han neuen Papstwahlgesetz. «Universi Dominici gregis» – ein Kurzkommentar, Folia theologica 7 (1996) de nombrarse: las meditaciones ascéticas y ex- 219-233; J. FOSTER, The election of the Roman Pon- hortaciones espirituales (cf UDG 13/d, 52, 74), tiff: an examination of 332, § 1 and recent las fórmulas del juramento religioso que pres- special legislation, 56 (1997) 691-705; M. tan los cardenales y otras personas (cf UDG GRAULICH, Die Vakanz des Apostolischen Stuhls 12, 48, 53, 66) y que reflejan la conciencia de und die Wahl des Bischofs von Rom – Zwei la presencia de Dios en los actos realizados Rechtsinstitute in der Entwicklung, Archiv für katho- con la mayor responsabilidad, las preces y dis- lisches Kirchenrechts 174 (2005) 75-95; P. MAJER, tintos actos litúrgicos previstos en varios mo- «Universi Dominici gregis». La nueva normativa so- mentos del cónclave (la concelebración de la bre la elección del Romano Pontífice, Ius canoni- eucaristía según los formularios previstos en cum 36 (1996) 669-712; G. MARCHESI, Le nuove el ORC 79-82, la recitación en común de algu- norme per l'elezione del Papa, La civiltà cattolica 147 (1996) 279-288; G. MARCHETTI, Il diritto pecu- nas partes de la liturgia de las horas –cf ORC liare per l'elezione del Romano Pontefice, Qua- 12-15–, las oraciones durante los escrutinios, derni di diritto ecclesiale 22 (2009) 258-274; A. –cf ORC 96-107–), las preguntas rituales al tér- MELLONI, El cónclave: historia de una institución, mino de la elección (cf UDG 87; ORC 58-61), Barcelona 2002; J. MIÑAMBRES, Il governo della el acto de homenaje religioso que prestan los Chiesa durante la vacanza della Sede Romana e cardenales al nuevo Papa, la acción de gracias l'elezione del Romano Pontefice, Ius Ecclesiae 8 a Dios, el anuncio de la elección al pueblo y (1996) 713-729; IDEM, Commento alla Cost. Ap. la primera bendición apostólica urbi et orbi que «Universi Dominici gregis», en J. I. ARRIETA-J. CA- imparte el Pontífice desde el balcón de la Basí- NOSA-J. MIÑAMBRES, Legislazione centrale sull'orga- lica Vaticana (cf UDG 89; ORC 68-78, 108), fi- nizzazione della Chiesa, Milano 1997, 1-101; M. nalmente la solemne ceremonia de la inaugu- MOSCONI, L'elezione del Romano Pontefice come ración del pontificado que ha sustituido a la espressione del suo ufficio di «perpetuo e visibile principio e fondamento dell'unità sia del Vescovi antigua coronación del Romano Pontífice (cf sia della moltitudine dei fedeli» (LG 23), Quaderni UDG 92). Durante el cónclave toda la Iglesia di diritto ecclesiale 22 (2009) 228-257; R. NAVA- con intensas oraciones y súplicas al Espíritu RRO-VALLS, La elección del Romano Pontífice, Ana- Divino debe implorar para los cardenales elec- les de la Real Academia de Jurisprudencia y Legis- tores la asistencia y la luz necesaria para que lación 34 (2004) 198-216; A. M. PIAZZONI, Las realicen su misión de proveer a la Iglesia uni- elecciones papales: dos mil años de historia, Bil- versal de su Pastor, teniendo presente sola- bao 2005; R. PUZA, Le nouveau règlement de l'é- mente a Dios y mirando únicamente a la sal- lection pontificale, Revue de droit canonique 48 vación de las almas (cf UDG 85 y Proemio). (1998) 163-174; UFFICIO DELLE CELEBRAZIONI LITUR- Todos estos actos de piedad reflejan la fe de GICHE DEL SOMMO PONTEFICE, Sede Apostolica Va- la Iglesia que, dejando al margen los condicio- cante. Eventi e celebrazioni, aprile 2005, Libreria Editrice Vaticana 2007. namientos de este mundo, se abre a la escucha del Espíritu Santo con el fuerte convenci- Piotr MAJER 429 DGDC III ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE derecho de educar cristianamente a la prole tintas épocas: la elección o, mejor dicho, pro- (cc. 793 § 1, 795); esta formación integral in- clamación del Obispo de Roma por el clero y cluye el educar para la libertad de elegir el el pueblo de la Urbe durante el primer mile- propio estado de vida (GS 52a). Por otra parte, nio, intervenciones frecuentes del poder civil se afirma la responsabilidad de toda la comu- en los primeros siglos del Imperio romano- nidad en la formación de los contrayentes (c. cristiano y la confirmación imperial del Pontí- 1063). fice elegido en el Imperio de los reyes alema- nes, la reserva de la elección del Romano Pon- Bibliografía D. CENALMOR, Límites y regulación de los dere- tífice a unos pocos y autorizados miembros chos de todos los fieles, Fideliumiura 5 (1995) del clero romano, o sea los cardenales (obis- 145-172; D. CENALMOR-J. MIRAS, El derecho de la pos, con aprobación posterior por los demás Iglesia. Curso básico de derecho canónico, Pam- cardenales y aclamación por el pueblo, sin de- plona 22005; C. J. ERRÁZURIZ, Corso fondamentale recho de oposición de parte del emperador), sul diritto nella Chiesa. Introduzione. I soggetti ec- hecha por Nicolás II (Decr. In nomine Domini clesiali di diritto, Milano 2009; J. HERVADA, Ele- del año 1059). Otro momento significativo fue mentos de derecho constitucional canónico, Pam- el establecimiento en el Concilio Lateranense plona 22001; IDEM, sub c. 219, Código de Derecho III (1179), de una norma que ha llegado hasta Canónico. Edición bilingüe y anotada, Pamplona 72007, 205; R. KASLYN, sub c. 219, en NCommen- hoy: la elección se reserva al colegio cardenali- tary 2000, 276-277; D. TIRAPU, Los derechos del cio (ya sin distinción de órdenes), y es elegido fiel como condición de dignidad y libertad del pue- Papa aquel que obtiene los dos tercios de blo de Dios, Fideliumiura 2 (1992) 31-54; P. J. sufragios. VILADRICH, Teoría de los derechos fundamentales El sistema de la elección del Romano Pontí- del fiel. Presupuestos críticos, Pamplona 1969. fice se ha consolidado en el siglo XX, sobre todo David ALBORNOZ PAVIŠIC, SDB a partir de la Const. ap. Vacante Sede Apostolica de S. Pío X (25.XII.1904), que constituía la pri- ELECCIÓN DEL ROMANO mera regulación sistemática de la sede vacante y de la elección del Romano Pontífice, siendo de PONTÍFICE facto una codificación de todo el derecho ante- rior al respecto. Las leyes promulgadas poste- Vid. también:CAMARLENGO [CARDENAL]; COLEGIO CARDENALICIO;CÓNCLAVE; PROTODIÁCONO [CARDE- riormente, sobre todo las constituciones apos- NAL]; SECRETO EN LA ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍ- tólicas de Pío XII (Vacantis Apostolicae Sedis, del FICE;SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA 8.XII.1945) y Pablo VI (Romano Pontifici eligendo, del 1.X.1975) eran solamente actualizaciones SUMARIO: 1. Breve síntesis histórica y la norma- tiva vigente. 2. Los electores del RomanoPontífice. de ciertos puntos de la constitución de S. Pío X, 3. La libertad de elección. 4. El procedimiento de según las necesidades del día, sin cambiar sus- la elección. 5. La mayoría de votos requerida. 6. tancialmente su estructura fundamental. El fin de la elección. La regulación vigente de la elección del Ro- mano Pontífice está contenida en la Const. ap. La provisión de la Sede Apostólica me- Universi Dominici gregis de Juan Pablo II del diante la elección canónica no es una exigen- 22.II.1996 (AAS 88 [1996] 305-343, en adelante cia del derecho divino, sino una opción consi- UDG, con modificaciones posteriores hechas derada óptima para la Iglesia e históricamente por Benedicto XVI en el M.P. Constitutione confirmada. Es pacíficamente admitido en la Apostolica, del 11.VI.2007, AAS 99 [2007] 776- Iglesia católica que al Sumo Pontífice –y exclu- 777). Estas leyes son acompañadas por el libro sivamente a él– atañe definir los modos de la litúrgico Ordo Rituum Conclavis, editado (en designación del Obispo de Roma. forma bilingüe latín-italiano) por la Oficina de La elección del Papa se lleva a cabo en el las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontí- cónclave, cuyo fin es garantizar la libertad de fice (Civitate Vaticana 2000; en adelante ORC), este acto y el clima del recogimiento espiritual y aprobado por Juan Pablo II el 5.II.1998. en el que se realiza. La regulación de la elección del Papa es una 1. Breve síntesis histórica y la normativa lex specialis respecto a las normas que regulan vigente la elección canónica en general (cc. 164-179). Históricamente la provisión del oficio pri- Por tanto, las prescripciones del código no macial adoptaba formas muy diversas en dis- pueden aplicarse sin más a la provisión de la 573 ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE DGDC III

Sede Romana, teniendo éstas solamente un ca- antes del día de la muerte del Sumo Pontífice o rácter supletorio frente a las normas de la del día en el cual la Sede Apostólica quede va- UDG, que han de considerarse preponderan- cante, hayan cumplido 80 años de edad (cf tes (cf c. 164). Algunos juzgan que en general UDG 33). La consecuencia inmediata de eso es es imposible la aplicación supletoria de aque- que no existe ya una identidad entre el colegio llos cánones del CIC a los que la UDG explíci- cardenalicio y el colegio electoral del Papa. Esta tamente no remita. Hay que notar, sin em- limitación –introducida por el M.P. Ingravescen- bargo, que la UDG en modo alguno remite a tem aetatem del 21.XI.1970, y por la razón indi- la regulación de las elecciones contenida en el cada más arriba recibida por algunos como CIC, pero tampoco ofrece soluciones adecua- muy controvertida– es explicada en el proe- das para algunos casos problemáticos que mio a la UDG como consecuencia del deseo puedan darse en la elección del Papa (cf por «de no añadir al peso de tan venerable edad ejemplo, cc. 166 §§ 2 y 3; 169; 171 § 1, 1º, 2º, 4º la ulterior carga constituida por la responsabi- y § 2). Así que, en defecto de una reglamenta- lidad de la elección de aquél que deberá guiar ción más precisa, parece que a la elección del el rebaño de Cristo de modo adecuado a las Romano Pontífice son aplicables los requisitos exigencias de los tiempos». comunes para las elecciones canónicas, con tal El número de los electores no debe superar de que no haya regulación especial. a los 120 (cf UDG 33). Sin embargo, la supera- 2. Los electores del Romano Pontífice ción de este límite no podría ser causa de una eventual pérdida de la condición de elector A pesar de algunos intentos, de los años se- por algún cardenal. Con todo, el número indi- tenta del siglo XX, de cambiar o extender el cado es normalmente tomado en considera- gremio de los electores, la UDG (cf proemio y ción por el Papa a la hora de crear nuevos n. 33) confirma la milenaria praxis de reservar miembros del colegio cardenalicio, ajustando la elección del Papa exclusivamente al colegio los nombramientos al número de cardenales cardenalicio, que es al mismo tiempo y de al- que no sobrepasa la edad señalada. No obs- guna manera la confirmación de la tradición antiquísima de la competencia del clero de la tante, el Papa, que es el dominus canonum, po- Urbe, representado justamente por el colegio dría crear mayor número de cardenales sin de los cardenales «de la Santa Iglesia Ro- que esto constituyera algún obstáculo para la mana» e indicación de la universalidad de la participación activa de todos ellos en el Iglesia, reflejada en la composición misma del cónclave. colegio cardenalicio, formado por purpurados No tienen, en cambio, derecho de voz activa de todos los continentes. Esta constitución del los cardenales llamados in pectore, cuyos nom- cuerpo electoral expresa la unión que se da en bres aún no se han hecho públicos (cf c. 351 el oficio primacial, siendo el Papa el Obispo §§ 2 y 3). de Roma y pastor de la Iglesia universal. El No hay certeza de cuáles serían las conse- derecho activo de elegir al Sumo Pontífice es cuencias de la eventual no admisión ilegítima un elemento constitutivo de la función carde- de un cardenal elector al sufragio. Conforme nalicia, hasta tal punto que entra en la defini- al derecho común, en tal circunstancia no se ción legal del colegio de cardenales (cf c. 349). produciría ex lege la nulidad de la elección (cf Por eso las eventuales limitaciones de este de- c. 166 § 2), con tal de que no se hubiera prete- recho personal –que es a la vez un grave deber rido más de la tercera parte de los electores (cf (cf UDG 38)– han de considerarse excepciona- c. 166 § 3); pero, según parece, la ley especial lísimas y deben interpretarse estrictamente (cf sanciona con nulidad cualquier exclusión, UDG 36, 39-40). Así que «un cardenal elector aunque fuera sólo un cardenal ilegalmente no no puede ser excluido de la elección, activa o admitido (cf UDG 76). En cambio, la UDG 40 pasiva, por ninguna causa o razón» (UDG 35), prevé explícitamente la posibilidad de que al- ni siquiera por sanciones canónicas, por más gún cardenal elector se niegue libremente a rigurosas que fuesen –es una excepción de la tomar parte en la elección desde el inicio o disciplina común (cf c. 171 § 1, 3º)–, exceptua- desista en el curso del cónclave. En tal caso das la deposición legítima o la renuncia vo- –que sería una conducta reprochable, dada la luntaria aceptada por el Papa (cf UDG 36). obligación seria de participar– el desisti- No obstante, de la elección del Romano Pon- miento no impediría el comienzo o segui- tífice son excluidos aquellos cardenales que, miento de los trabajos de la elección, sin que 574 DGDC III ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE el elector pudiera ser posteriormente readmi- el libre intercambio de opiniones de los electo- tido. Pero si la ausencia hubiera sido moti- res sobre la elección. Son al mismo tiempo vada por una enfermedad u otra causa grave, prohibidas e inválidas las «capitulaciones», o reconocida por la mayoría de los electores, po- sea, promesas tomadas de común acuerdo an- dría regresar para volver a tomar parte en la tes de la elección, obligándose a cumplirlas en elección. el caso de que uno de ellos sea elevado al Pon- tificado (cf UDG 82). 3. La libertad de elección Los electores son al mismo tiempo exhorta- La reserva al colegio cardenalicio de la elec- dos a no dejarse llevar por simpatías o aver- ción del Papa expresa el deseo de garantizar siones, ni dejarse influir por la posible presión la libertad de proveer la sede romana de de grupos, sugerencias de medios de comuni- modo ajeno a toda influencia extraeclesial; so- cación, por la violencia, temor o afán de popu- bre todo se trata de excluir intervenciones del laridad (cf UDG 83). La libertad de elección poder secular. En virtud de la Constitución del Romano Pontífice es protegida también apostólica de S. Pío X Commissum nobis del por la obligación de guardar el riguroso se- 20.I.1904, quedaron abolidos los derechos de creto en el cónclave, con detalladas normas al veto civil o «exclusiva», pretendidos por las respecto contenidas en la UDG. cabezas de algunos Estados católicos, faculta- des nunca formalmente reconocidas, pero to- 4. El procedimiento de la elección leradas por la Iglesia. Se entendía por ellos La UDG contiene normas muy detalladas una declaración solemne, de ordinario hecha que regulan el procedimiento electoral del Ro- por escrito por un cardenal en nombre del rey mano Pontífice. La razón de esta minuciosi- o emperador, en contra de un determinado dad radica en el deseo del legislador de redu- candidato, que en consecuencia no era to- cir al mínimo las lagunas legales y no dejar mado en cuenta en la elección. Fue precisa- espacios abiertos a posibles dudas e interpre- mente el cónclave en que resultó elegido S. taciones en una materia y momento tan deli- Pío X, en 1903, cuando por última vez en la cados. La modificación o sustitución de las historia de las elecciones pontificias se puso normas o modalidades de la elección, o bien en nombre de Austria el veto contra uno de su inobservancia, son sancionadas con la nuli- los candidatos. En la UDG 80, ratificando dad ipso iure de tal deliberación (cf UDG 54) o cuanto sancionaron leyes anteriores, se castiga de la elección misma (cf UDG 76), sin que sea con la excomunión latae sententiae a cualquiera requerida la declaración de la nulidad de de los participantes del cónclave –no sólo car- parte de autoridad alguna. denales electores– que acepte «de parte de Juan Pablo II en el proemio a la UDG –invo- cualquier autoridad civil, el encargo de propo- cando razones de seguridad jurídica y respon- ner el veto o la llamada exclusiva, incluso bajo sabilidad de cada miembro del numeroso co- la forma de simple deseo», antes o durante la legio electoral– declaró abolidos dos modos elección. Esta prohibición se extiende «a todas de elección del Papa de los tres que existían las posibles interferencias, oposiciones y de- históricamente: el llamado per inspirationem seos, con que autoridades seculares de cual- seu acclamationem, que suponía la elección del quier nivel o grado, o cualquier grupo o per- Pontífice por unanimidad y de viva voz, sin sonas aisladas, quisieran inmiscuirse en la acuerdos previos y sin las formalidades pro- elección del Pontífice». pias del escrutinio, «como inspirados por el Otros instrumentos que tienden a asegurar Espíritu Santo», y el llamado per compromis- la libertad de la elección del Papa es la prohi- sum, o sea, la atribución unánime del derecho bición –bajo pena de nulidad de tales compro- a elección a un grupo reducido de electores, misos– de hacer pactos y prometer votos, aquí llamados compromisarios, para salir de mientras viva el Pontífice, sobre la elección de una situación de bloqueo (cf también cc. 174- su sucesor (cf UDG 79). También en el cón- 175, 180 § 2). Desde la legislación de S. Pío clave es nula –y castigados sus autores con la X, fue también suprimida una variante de la excomunión latae sententiae– cualquier forma elección por escrutinio, llamada accesión, que de «pactos, acuerdos, promesas u otros com- constituyó históricamente un modo de alcan- promisos de cualquier género, que los puedan zar la mayoría requerida y que consistía en obligar a dar o negar el voto a uno o a algu- cambio de voto en la segunda vuelta y acce- nos» (cf UDG 81). Se permite, por otra parte, sión a cualquier candidato que en la primera 575 ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE DGDC III hubiera obtenido al menos un voto. Así que cónclave o el siguiente, cf UDG 63 y 72) no se el único modo de elección del Romano Pontí- hubiera alcanzado resultado positivo y el fice es el escrutinio, puesto que «esta forma Papa no fuera elegido, se pasa obligatoria- asegura, mejor que ninguna otra, transparen- mente a la forma extraordinaria de elección, cia, rectitud, simplicidad, comprensión y, so- que es el balotaje entre los dos cardenales (así bre todo, una participación cierta y construc- en la UDG, aunque tal vez sería mejor llamar- tiva de todos y cada uno de los Padres los «candidatos»), que en el escrutinio prece- cardenales» (UDG, preámbulo). dente hubieran obtenido el mayor número de Los escrutinios han de empezar ordinaria- los votos (cf UDG 75, tras su modificación por mente quince días después de la muerte del el M.P. Constitutione Apostolica del 11.VI.2007). Pontífice, con la posibilidad de retrasar el co- En los escrutinios efectuados según esta mo- mienzo de los actos de la elección, pero no dalidad ambos candidatos no gozan de voz más allá del vigésimo día (cf UDG 49). Para activa, o sea, ya no pueden votar, lo cual con- el inicio solemne del cónclave y las sesiones lleva la necesidad de hacer nuevo cálculo de sucesivas de la elección son previstos en el la mayoría exigida, sustrayendo dos electores ORC distintos actos de carácter litúrgico que de la base sobre la que ésta se forma. Esta es expresan la dimensión religiosa de la elección la única posibilidad prevista en la UDG para del sucesor de Pedro. aplicarla –forzosamente, en contraste con la El desarrollo de la elección y el procedi- normativa anterior, donde este recurso era fa- miento que debe guardarse en los escrutinios cultativo– en la situación de crisis electoral. es prescrito con detalle en la UDG 64-73: la La elección del Romano Pontífice es una preparación y distribución de las papeletas, su elección constitutiva: no requiere confirma- forma, modo de rellenarlas, la recogida y el ción de nadie, pero se perfecciona con la acep- recuento de los votos por los escrutadores de- tación del elegido, a quien la pide el cardenal signados anteriormente para este fin (en su decano en nombre de todos los electores. En caso con la ayuda de los «infirmarii», si hu- este acto el nuevo Papa escoge el nombre con biera electores enfermos en sus habitaciones), el que quiere ser llamado y el maestro de las el control de los votos y la quema de las pape- celebraciones litúrgicas pontificias, actuando letas terminado cada uno de los sufragios. de notario, levanta acta, con dos ceremonieros Todo cardenal elector presente en el cónclave en calidad de testigos, (cf UDG 87; ORC 58- está obligado a votar: ha de hacerlo de manera 61). El n. 86 de la UDG contiene una exhorta- visible (aunque el voto mismo debe ser se- ción al elegido a que no renuncie al ministerio creto), pronunciando la fórmula prescrita al al que es llamado. depositar su papeleta, así que no se considera 5. La mayoría de votos requerida la posibilidad de abstenerse del voto –volun- Para la elección del Papa se exige tradicio- tariamente no acudir a la urna– (cf UDG 66). nalmente la obtención de una mayoría de los En cambio, no se excluyen votos en blanco, o dos tercios de los votos de los cardenales pre- sea realizar el acto del voto sin manifestar cuál sentes. Tal determinación, en el año 1179, de es el candidato. la mayoría cualificada se debió al antiguo sis- No hay límite en el número de las votacio- tema de elección por la maior et sanior pars, nes, que han de hacerse cuatro cada día (dos que con frecuencia obligaba a recurrir a la ins- por la mañana y dos por la tarde, cf UDG 63). tancia superior para arbitrar en las controver- En principio han de realizarse tantas votacio- sias sobre el resultado de la elección. Ya que nes cuantas sean necesarias, hasta que el Ro- no hay instancia superior que pudiera ratificar mano Pontífice quede elegido por la mayoría la elección del Obispo de Roma, la introduc- cualificada que es requerida. El libre intercam- ción de la mayoría cualificada constituía una bio de opiniones entre los electores, los días presunción de que la mayoría de dos tercios de reflexión y oración, las exhortaciones espi- es siempre sanior y el elegido por ella ha de rituales predicadas durante el cónclave (cf ser admitido en todas las Iglesias. El concepto UDG 74), son los medios previstos con el fin de la mayoría cualificada fue posteriormente de ayudar a que los cardenales electores lle- recibido, a través del derecho canónico, en los guen a un acuerdo. No obstante, si en los 34 ordenamientos civiles. o 33 escrutinios (según se haya realizado la La mayoría requerida en el sistema electoral primera votación el día de la inauguración del del Romano Pontífice se calcula respecto al 576 DGDC III ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE número de cardenales presentes en un sufra- –suponiendo la posesión de las cualidades gio y no solamente de los votos válidamente morales, espirituales, intelectuales y otras pre- emitidos. Tampoco los eventuales votos en disposiciones humanas valoradas por los elec- blanco –que en realidad son votos dados en tores coram Deo (cf UDG 66 y 83)– hipotética- contra– hacen rebajar la mayoría exigida. En mente cada fiel capaz de recibir el episcopado, el caso en que el número de cardenales pre- y por tanto cualquier varón, bautizado, cató- sentes no pueda dividirse en tres partes igua- lico en comunión con la Iglesia, con el uso de les, para la validez de la elección del Sumo razón necesario para aceptar la elección y ejer- Pontífice se requiere un voto más (cf UDG 62). cer la misión del sucesor de Pedro, goza de El requerimiento de este sufragio adicional ya voz pasiva en la elección del Papa y podría no se explica –como ocurría en las legislacio- ser válidamente elegido. El último Papa ele- nes anteriores– por la nulidad del voto dado gido no siendo cardenal fue Urbano VI a sí mismo, sino que es un voto que completa (1378-1389). la mayoría cualificada. El elegido obtiene su oficio –si es obispo– Hay que notar que en la elección del Papa una vez aceptada la elección canónica: «es in- no se requiere un quórum mínimo de asisten- mediatamente Obispo de la Iglesia Romana, tes para la validez, lo cual es una excepción al verdadero Papa y Cabeza del Colegio episco- régimen electoral común (cf c. 119, 1º). pal; él mismo adquiere de hecho la plena y La exigencia –también en la variante del ba- suprema potestad sobre la Iglesia universal y lotaje– de la alta mayoría de dos tercios es mo- puede ejercerla» (UDG 88). Inmediatamente tivada por la necesidad de garantizar el más después, realizados los ritos previstos en el amplio acuerdo posible para la elección de un ORC 68-70, los cardenales prestan al nuevo Pontífice y con eso asegurarle el desempeño Pontífice homenaje y obediencia, el cardenal pacífico del oficio primacial. Precisamente en protodiácono anuncia al pueblo el nombre del este sentido se explicaba el reestablecimiento elegido Papa, quien imparte la bendición Urbi por el M.P. Constitutione Apostolica del princi- et Orbi (cf UDG 89). pio que exigía dos tercios de los cardenales En cambio, si el elegido carece del episco- para elegir al Romano Pontífice. En la versión pado, «ha de ser ordenado obispo inmediata- anterior del n. 75 de la UDG se afirmaba que, mente» (c. 332 § 1; UDG 88). El homenaje de en caso de prolongarse excesivamente el cón- los cardenales y la comunicación al pueblo se clave, tras la decisión de la mayor parte de los hacen entonces solamente después de que electores, el nuevo Papa podía ser elegido por haya sido solemnemente consagrado obispo sufragio con mayoría absoluta o con el balo- por el decano del colegio de los cardenales (cf taje entre dos candidatos, también con mayo- UDG 90; ORC 64-65). Esta disposición que por ría absoluta (la mitad de los votos más uno). primera vez había aparecido en el ordena- Esta solución introducida por Juan Pablo II en miento canónico en el n. 88 de la Const. ap. el año 1996 fue valorada como una ruptura de Romano Pontifici eligendo dio nuevo impulso a la tradición multisecular canónica, suscitando las investigaciones sobre el carácter de la po- al mismo tiempo algunos temores de hacer testad del Papa y de la potestas sacra en gene- posible manipulaciones electorales inoportu- ral: ¿es recibida por la elección o deriva del nas, propias más bien de la praxis política que sacramento? La norma mencionada es consi- del acto eclesiástico de la elección del Obispo derada por los autores como disposición de de Roma. índole solamente práctica, sin pretensiones de 6. El fin de la elección resolver la cuestión doctrinal subyacente: no Aunque en la ley canónica no viene deter- trata del momento de la transmisión de la po- minado explícitamente quién posee el derecho testad primacial, sino que establece la necesi- de sufragio pasivo en la elección del Romano dad de que el Papa –Obispo de Roma y Ca- Pontífice, la posibilidad de elegir a un no car- beza del Colegio episcopal– tenga el carácter denal es prevista directa (cf UDG 83) e indi- episcopal. De hecho, la aceptación de la elec- rectamente en los nn. 88 y 90 de la UDG, ción por el designado que no es obispo debe donde se considera la posibilidad de elegir a incluir necesariamente la voluntad de recibir un candidato carente de carácter episcopal o la consagración episcopal, en caso contrario la a un residente fuera de la Ciudad del Vati- aceptación no sería suficiente para perfeccio- cano. La doctrina de los autores indica que nar el proceso electoral. 577 ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE DGDC III

El cónclave concluye inmediatamente des- tución, Barcelona 2002; J. MIÑAMBRES, Il governo pués de que el nuevo Sumo Pontífice haya della Chiesa durante la vacanza della Sede Ro- dado el consentimiento a la elección (es de no- mana e l'elezione del Romano Pontefice, Ius Eccle- tar que en la UDG se omite la salvedad del siae 8 (1996) 713-729; IDEM, Commento alla Cost. Ap. «Universi Dominici gregis», en J. I. ARRIETA-J. elegido que carece de la condición episcopal), CANOSA-J. MIÑAMBRES, Legislazione sull'organizza- salvo que él mismo disponga otra cosa. Cesa zione centrale della Chiesa, Milano 1997, 1-101; el estado de la sede vacante y el Papa co- J. MIÑAMBRES, Nuove determinazioni sulle capacità mienza sus funciones efectivas, teniendo ac- decisionali del collegio dei Cardinali riunito in con- ceso al Pontífice elegido los altos cargos de la clave, Ius Ecclesiae 19 (2007) 758-762; M. MOS- para tratar de las cuestiones necesarias CONI, L'elezione del Romano Pontefice come es- (cf UDG 91). pressione del suo ufficio di «perpetuo e visibile La solemne ceremonia de la inauguración principio e fondamento dell'unità sia del vescovi del pontificado (que sustituyó la antigua coro- sia della moltitudine dei fedeli» (LG 23), Quaderni di diritto ecclesiale 22 (2009) 228-257; R. NAVA- nación pontificia) y –dentro de un tiempo con- RRO-VALLS, La elección del Romano Pontífice, Ana- veniente– la toma de posesión de la archibasí- les de la Real Academia de Jurisprudencia y Legis- lica patriarcal lateranense (cf UDG 92), son lación 34 (2004) 198-216; L. ÖRSY, Benedetto XVI actos formales, sin convertirse en condiciones – Norme per il conclave: una scelta per l'unità. Le canónicas para el ejercicio de la potestad su- ragioni di un ritorno alla tradizione per l'elezione prema en la Iglesia. del Papa, Il Regno. Attualità 14 (2007) 440-442; A. M. PIAZZONI, Las elecciones papales: dos mil Bibliografía años de historia, Bilbao 2005; R. PUZA, Le nouveau JUAN PABLO II, Const. ap. Universi Dominici gre- règlement de l'élection pontificale, Revue de droit gis, 22.II.1996 [UDG] canonique 48 (1998) 163-174; UFFICIO DELLE CELE- OFICINA PARA LAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS DEL BRAZIONI LITURGICHE DEL SOMMO PONTEFICE, Sede SUPREMO PONTÍFICE, Ordo Rituum Conclavis, Apostolica Vacante. Eventi e celebrazioni, aprile 2000 [ORC]. 2005, Città del Vaticano 2007. P. V. A IMONE, Le modalità procedurali dell'ele- zione del vescovo romano nel secondo millennio, Piotr MAJER Apollinaris 79 (2006) 483-619; IDEM, Ripristino as- soluto della maggioranza qualificata nell'elezione EMANCIPACIÓN del Romano Pontefice, Apollinaris 80 (2007) 867- 862; J. AMMER, Neues im neuen Papstwahlgesetz. Vid. también:CUASIDOMICILIO; DOMICILIO; MENOR «Universi Dominici Gregis» – ein Kurzkommentar, DE EDAD; PATRIA POTESTAD; TUTELA Folia Theologica 7 (1996) 219-233; J. AMMER, Das SUMARIO: 1. Noción.2.Laemancipación en el Motu Proprio Papst Benedikts XVI. zur Änderung derecho romano. 3. La emancipación en el dere- des Papstwahlgesetzes «Universi Dominici gregis», cho canónico y los efectos en el mismo de la Folia Theologica 18 (2007) 5-16; J. FOSTER, The elec- emancipación civil. tion of the Roman Pontiff: an examination of canon 332, § 1 and recent special legislation, The Jurist 56 (1997) 691-705; G. GHIRLANDA, Accettazione della 1. Noción legittima elezione e consacrazione episcopale del En su sentido más propio o riguroso, se de- Romano Pontefice secondo la Cost. Ap. «Universi nomina emancipación al acto en virtud del Dominici gregis» di Giovanni Paolo II, Periodica de cual una persona todavía menor de edad Re Canonica 86 (1997) 615-656; M. GRAULICH, Die Vakanz des Apostolischen Stuhls und die Wahl des queda jurídicamente equiparada –total o par- Bischofs von Rom – Zwei Rechtsinstitute in der Ent- cialmente– a las personas mayores de edad. wicklung, Archiv für katholisches Kirchenrechts En un sentido más amplio, el término se usa 174 (2005) 75-95; P. MAJER, «Universi Dominici también para designar cuándo la persona deja gregis». La nueva normativa sobre la elección del de estar bajo la patria potestad y, por tanto, Romano Pontífice, Iuscanonicum 36 (1996) 669- serviría también para referirse al momento en 712; G. MARCHESI, Le nuove norme per l'elezione que alcanza la mayoría de edad y el consi- del Papa, La civiltà cattolica 147 (1996) 279-288; guiente nuevo estado de autonomía jurídica G. MARCHETTI, Il diritto peculiare per l'elezione del con plena capacidad de obrar. Romano Pontefice, Quaderni di diritto ecclesiale Se puede distinguir así entre emancipación 22 (2009) 258-274; G. MAY, Mehrheitsverhältnisse bei Papstwahlen, en W. AYMANS et al. (eds.), Iudi- por razón de la mayoría de edad, emancipa- care inter fideles. Festschrift für Karl-Theodor Ge- ción por concesión de quien tiene la patria po- ringer zum 65. Geburtstag, St. Ottilien 2002, 273- testad, emancipación por matrimonio, eman- 285; A. MELLONI, El cónclave: historia de una insti- cipación por concesión de la autoridad, etc., 578 DGDC VII SECRETO EN LA ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE aquellos hechos, circunstancias o datos cuya Bibliografía revelación se impone con carácter general; J. L. BAUDOUIN, Secret professionnel et droit au esta ocultación o silencio respecto del órgano secret dans le Droit de la preuve, Paris 1965; P. A. jurisdiccional, en otras circunstancias, debe lo- BONNET, sub c. 1455, ComEx, 1996; IDEM, sub c. grar que quien ha sido llamado para ello de- 1457, ComEx, 1996; J. CALVO-L. DEL AMO, sub c. 1455, en Código de Derecho Canónico. Edición clare a sus instancias efectivamente (MORENO bilingüe y anotada, Pamplona 2001; C. DE DIEGO- CATENA). El secreto desde esta perspectiva se LORA,R.RODRÍGUEZ-OCAÑA, Lecciones de Dere- manifiesta con carácter singular, porque frente cho procesal canónico: Parte general, Pamplona al deber de declarar que se establece en rela- 2003; G. DEL VECCHIO, La verità nella morale e nel ción con los testigos, se impone un deber con- diritto, Roma 1952; O. ÉCHAPPÉ, Le secret en droit trario –el deber de callar– o simplemente se canonique et en droit français, L'année canonique exime de la declaración a determinadas perso- 29 (1985-1986) 229-256; A. FERNÁNDEZ, Moral es- nas. El derecho canónico reconoce igualmente pecial, Madrid 1993; JUAN PABLO II, Discorso agli officiali e avvocati del Tribunale apostolico della este secreto procesal en sus modalidades más Rota Romana, 26.I.1989; P. LAMBERT, Le secret pro- comunes, que afectan por tanto a los magistra- fessionnel, Bruxelles 1985; D. LE TOURNEAU, sub c. dos civiles, a los médicos y comadronas, a 377, ComEx, 1996; A. LICASTRO, Tutela del segreto abogados y notarios (c. 1548 § 2). Se entiende professionale e ministri di culto: il caso dei Testi- en general que tras la particular posición entre moni di Geova, Il Diritto di famiglia e delle per- el sujeto y el conocimiento del secreto existe sone I (1997) 256-270; F. LOZA, sub c. 983, Com- una conexión de necesidad (el ejercicio de la Ex, 1996; V. MORENO CATENA, El secreto en la profesión conlleva el conocimiento de los he- prueba de testigos del proceso penal, Madrid 1980; C. J. PINTO DE OLIVEIRA, «Secreto», en Gran chos protegidos) y no solo de mera ocasionali- Enciclopedia Rialp, 21, Madrid 1987; A. VIANA, dad (LICASTRO 261). Naturalmente, la infrac- sub c. 471, ComEx, 1996; G. WERNER, Le secret ción del secreto procesal en razón de la professionnel, Genève 1907; C. DEL AMO, Senten- profesión u oficio constituiría prueba ilícita cia de la Rota Española de 4.II.1974, Revista de (Sentencia de la Rota Española de 4.II.1974, c. derecho privado 59 (1975) 161-165; PONT. DEL AMO, 161-165). La referencia en virtud de COMM. AD CODICIS CANONES AUTHENTICE INTERPRE- la cual se extiende el secreto procesal a los clé- TANDOS, De Archivio Segreto,5aug. 1941, en rigos debe entenderse que no se refiere al si- Apollinaris 15, 1942. gilo sacramental (respecto del cual se esta- Rafael PALOMINO blece la incapacitación del c. 1550), sino al secreto ministerial –propiamente profesional, SECRETO EN LA ELECCIÓN si se quiere– que se deriva de «estado», de la dirección espiritual, etc. Por último, el Código DEL ROMANO PONTÍFICE de Derecho Canónico protege igualmente el Vid. también:CÓNCLAVE; ELECCIÓN DE ROMANO secreto familiar, estableciendo una exención PONTÍFICE; SECRETO; SECRETO PONTIFICIO para quienes «temen que de su testimonio les SUMARIO: 1. La «ratio» de la obligación.2.Elcon- sobrevendrá infamia, vejaciones peligrosas u tenido del secreto y las personas obligadas a guar- otros males graves para sí mismos, para el darlo. 3. Medios para proteger el secreto. cónyuge, o para consanguíneos o afines próxi- mos» (c. 1548). La regulación vigente de la elección del Ro- Al margen del peculiar régimen del sigilo mano Pontífice (Const. ap. Universi Dominici sacramental, el deber de secreto cede o des- gregis, de Juan Pablo II, del 22.II.1996, AAS 88 aparece en atención a un interés superior (un [1996] 305-343, en adelante: UDG, con modi- grave daño irreparable para sí mismo, para un ficaciones posteriores hechas por Benedicto tercero o para el bien común, ver también XVI en el M.P. Constitutione apostolica del CCE n. 2491). En ocasiones, la propia regula- 11.VI.2007, AAS 99 [2007] 776-777) contiene ción recoge esa cesación del deber (c. 1132 normas detalladas sobre la grave obligación para el matrimonio secreto). En otras ocasio- de mantener el secreto –la prohibición de re- nes, se atiende a la regulación del derecho par- velar conocimientos poseídos, en cualquier ticular (c. 471, 2º) o se siguen las usuales reglas forma, a las personas no autorizadas– res- que acompañan al secreto de oficio y profesio- pecto a los actos llevados a cabo en la prepara- nal (es decir: cesa el deber de secreto cuando ción del cónclave, durante y después de la el sujeto ha sido relevado de su obligación). elección. Este compromiso adquiere una espe- 183 SECRETO EN LA ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE DGDC VII cial importancia entre varias prescripciones más frecuencia y con más insistencia que las canónicas sobre el secreto. La obligación de legislaciones anteriores, trata de preservar la guardar el secreto tiene una dimensión doble: violación del secreto a través de modernos y jurídica y moral y vincula en ambos fueros: sofisticados medios audiovisuales de comuni- externo e interno («graviter onerata ipsorum cación y transmisión de datos de cualquier conscientia», UDG 60), siendo obligación de tipo. carácter moral y jurídico. 2. El contenido del secreto y las personas 1. La «ratio» de la obligación obligadas a guardarlo La institución del secreto en la elección del La obligación de observar con la máxima Papa, además de respetar el carácter sagrado fidelidad el secreto –con cualquier persona y del cónclave y favorecer el clima de profunda de cualquier modo: «de palabras, escritos, se- espiritualidad, recogimiento religioso y ora- ñales, o cualquier otro medio» (cf UDG 59)– ción, tiende a proteger la mayor libertad de este concierne sobre todo a los cardenales reunidos acto ad intra y ad extra: conseguir la inmunidad en el cónclave, no solamente a los electores (cf de los cardenales electores de las intromisiones UDG 52-53), sino también a aquellos cardena- indebidas de parte de personas, instituciones y les octogenarios que participarían en las con- sociedades extraeclesiales (intereses políticos, gregaciones preparatorias, sin tomar parte ac- medios de comunicación, etc.), y también ase- tiva en la elección misma (cf UDG 7, 12 y 59). gurar el pacífico ejercicio del munus petrinum Los destinatarios de este precepto son tam- por el futuro Papa, para que no se vea amena- bién todas las personas autorizadas a estar zado por las presiones que puedan eventual- presentes durante la elección (secretario del mente surgir de cualquier forma de las circuns- colegio cardenalicio, eclesiástico asistente del tancias de la elección. Aunque actualmente la cardenal decano, responsables de las celebra- amenaza de intervenciones del poder secular ciones litúrgicas, confesores, médicos, perso- en las elecciones del Romano Pontífice es in- nal de comedor y de limpieza, cf UDG 47-48), comparablemente menor que en los siglos pa- si fueran informadas sobre algo que está so- sados, no puede olvidarse que precisamente en metido al secreto. este peligro hay que ver la ratio de la reclusión El contenido del secreto que ha de mante- de los electores en el cónclave establecida en la nerse es indicado en las normas de la UDG y Const. Ubi periculum por Gregorio X en el II en las fórmulas del juramento que prestan los Concilio de Lión (1274) y sobre todo la regula- cardenales electores y los demás oficiales y ción integral de la elección del Papa –con las ministros mencionados. La obligación del se- detalladas prescripciones sobre el riguroso se- creto no comprende todo lo materialmente creto– hecha por S. Pío X en la Const. ap. Va- ocurrido en el cónclave, sino que se restringe cante Sede Apostolica de 25.XII.1904 (Pii X Ponti- a los asuntos que atañen directa o indirecta- ficis Maximi Acta, III [1908] 239-288), tras el mente a las votaciones, máxime a todo lo que último intento formal de oponer veto de parte ocurre en el lugar de la elección y concierne a de la potestad civil en la elección del Sucesor los escrutinios (cf UDG 47-48, 53, 59). Según de Pedro. la fórmula más general, la materia del secreto La normativa del secreto es muy abundante que se debe guardar por los cardenales se ex- en la vigente regulación de la provisión del tiende a «cualquier cosa que de algún modo oficio primacial, a pesar de que en el proemio tenga que ver con la elección del Romano de la UDG el legislador explicó haber querido Pontífice, o que por su naturaleza, durante la «simplificar y reducir a lo esencial las normas vacante de la Sede Apostólica, requiera el relativas, de modo que se eviten perplejidades mismo secreto» (UDG 12). y dudas, y también quizás posteriores proble- mas de conciencia en quien ha tomado parte 3. Medios para proteger el secreto en la elección». Esta intensidad normativa, Las normas sobre la elección del Romano aparte de los tradicionales motivos que justi- Pontífice prevén algunos instrumentos para fican la disciplina del riguroso secreto, en la hacer efectiva la obligación del secreto. En pri- actualidad se debe también a la presión por mer lugar, el aislamiento de los cardenales parte de los medios de comunicación social y electores reunidos en el cónclave, a pesar de al incremento de las posibilidades técnicas de la reforma de su fórmula, lo cual conlleva ne- quebrantar el secreto. Por tanto la UDG con cesarias modificaciones en el funcionamiento 184 DGDC VII SECRETO EN LA ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE de la Ciudad del Vaticano, ya que algunos de donó ese sistema difícilmente conciliable con sus sectores han de permanecer cerrados a los la exigencia del secreto de voto). Tras los es- extraños en los días de la elección. La disci- crutinios sin efecto deben quemarse las pape- plina del secreto comprende la separación de letas, junto con otros apuntes y escritos de los las influencias externas (por televisión, radio, electores (cf UDG 70, 71). prensa), prohibición de introducir y usar me- Un instrumento que refuerza la observancia dios de grabación y comunicación, el deber de del secreto es el juramento promisorio de abstenerse de los contactos con el exterior (co- mantener escrupulosamente el secreto pres- rrespondencia epistolar, conversaciones, lla- tado por los cardenales (también los no electo- madas telefónicas, por radio o por cualquier res) y los demás presentes en el cónclave (cf otro instrumento), que puede suspenderse so- UDG 12, 48, 52, 53). Este acto hace que a la lamente por urgente necesidad reconocida por obligación de carácter jurídico se añada un de- una congregación particular (cf UDG 41-45, ber basado en la virtud de religión (cf c. 1200 56-57, 61). En los días precedentes al cónclave, § 1). Esta obligación ha de entenderse perpe- la comisión de cardenales ha de proveer opor- tua, o sea, no cesa con la conclusión del cón- tunamente de todo lo necesario para que las clave, a no ser que el nuevo Pontífice elegido operaciones relativas a la elección puedan de- o alguno de sus sucesores autoricen especial sarrollarse con la máxima reserva (cf UDG 13/ y expresamente a revelar el secreto (cf UDG c). Sobre todo ha de cuidarse que el lugar de 48, 53, 60). discusiones y escrutinios que es la Capilla Six- Otro sistema de defensa en el cumplimiento tina, como también el alojamiento de los elec- de la obligación es la amenaza de graves san- tores (la residencia de Santa Marta), sean pro- ciones canónicas por infracción del secreto. La tegidos y estén libres de cualquier medio UDG coacciona con la pena de excomunión audiovisual de grabación y transmisión al ex- latae sententiae reservada a la Sede Apostólica terior de voces, imágenes o escritos. A este fin a cualquiera del personal de servicio (pero no han de ordenarse cuidadosos controles que a los cardenales electores) culpable de que- deben realizar los especialistas técnicos de brantar el secreto (cf UDG 58). En otro lugar, confianza (cf UDG 51, 55). A las personas legí- sin embargo, se habla de una pena indetermi- timamente admitidas al cónclave no se les nada que deberá concretar el futuro Romano permite acercarse a los electores durante el Pontífice (cf UDG 48 y 55), lo cual produce traslado al lugar donde se realizan las votacio- advertencias críticas, ya que significa una in- nes y a los que, aun casualmente, estén pre- coherencia con la prescripción anterior, ade- sentes en la Ciudad del Vaticano, se les pro- más de que las penas latae sententiae son des- híbe mantener conversaciones con los conocidas en la disciplina canónica oriental. cardenales (cf UDG 43, 45). La amenaza de una pena se refiere también a Otro instrumento que ha de asegurar el se- las personas fuera del cónclave que quebran- creto del cónclave es el secreto de voto, que se taran la ley del secreto (cf UDG 55). exige para la validez de toda elección canó- La violación del secreto de ningún modo nica (cf c. 172 § 1, 2º), si bien la UDG no señala hace inválida la elección del Romano Pontí- expresamente esta exigencia ad validitatem. El fice. Tampoco es causa de expulsión del cón- voto debe ser dado de forma secreta (no sólo clave del elector culpable de tal transgresión. en la elección del Papa, sino también en otras Bibliografía decisiones de mayor importancia tomadas por JUAN PABLO II, Const. ap. Universi dominici gre- la congregación de los cardenales, cf UDG 10 gis, 22.II.1996, AAS 88 [1996] 305-343 [UDG] y 15), las papeletas han de rellenarse con letra J. FOSTER, The election of the Roman Pontiff: an que no permita reconocer quién fue quien dio examination of canon 332, § 1 and recent special el voto concreto (en la historia de las eleccio- legislation, The Jurist 56 (1997) 691-705; P. MAJER, nes del Romano Pontífice los electores firma- «Universi Dominici gregis». La nueva normativa so- ban sus papeletas para que pudiera ser reco- bre la elección del Romano Pontífice, Iuscanoni- cum 36 (1996) 669-712; G. MARCHESI, Le nuove nocido su autor en caso de necesidad, cuando norme per l'elezione del Papa, La civiltà cattolica el elegido obtenía exactamente el número re- 147 (1996) 279-288; J. MIÑAMBRES, Il governo della querido de los dos tercios, para evitar la posi- Chiesa durante la vacanza della Sede Romana e ble nulidad de la elección por la nulidad del l'elezione del Romano Pontefice, Ius Ecclesiae 8 voto dado a sí mismo; fue Pío XII quien aban- (1996) 713-729; J. MIÑAMBRES, Commento alla 185 SECRETO EN LA ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE DGDC VII

Cost. Ap. «Universi Dominici gregis», en J. I. tablecieron la pena de excomunión latae sen- ARRIETA-J. CANOSA-J. MIÑAMBRES, Legislazione cen- tentiae para quienes no respetaran este deber. trale sull'organizzazione della Chiesa, Milano Las intervenciones posteriores sobre la ma- 1997, 1-101; G. TREVISAN, Osservare il segreto se- teria tienen por autor al Papa S. Pío X. Por un condo la costituzione «Universi Dominici gregis», Quaderni di diritto ecclesiale 22 (2009) 283-291. lado, en el M.P. Romanis Pontificibus (ASS 36 [1903] 385-386) de 17.XII.1903, confirmó Piotr MAJER cuanto había sido establecido anteriormente. Por otra parte, por medio de la Const. ap. Sa- SECRETO PONTIFICIO pienti Consilio (AAS 1 [1909] 5-19) de fecha 29.VI.1908, extendió el ámbito de aplicación Vid. también:SECRETO; SECRETO EN LA ELECCIÓN DEL de la disciplina al personal de la Congrega- ROMANO PONTÍFICE ción Consistorial. Además, en las Normae Pe- SUMARIO: 1. Concepto. 2. Régimen jurídico. a) culiares, que suponen el Apéndice a la mencio- Materias sometidas al secreto pontificio (art. I). b) nada constitución apostólica, encontramos el Sujetos sometidos a la obligación del secreto pon- punto de referencia más claro sobre el argu- tificio (art. II). c) Sanciones previstas (art. III). d) mento hasta 1968, año en el que se elaboró la Fórmula de prestación del juramento (art. IV). primera Instrucción sobre el secreto pontificio. El Código de 1917 se hizo eco de esta cate- 1. Concepto goría de secreto, refiriéndose implícitamente a La Santa Sede ha decidido proteger de una ella en los cc. 239 § 1, 1º y 243 § 2. Posterior- manera especial algunos asuntos, en atención mente, el Papa Pío XI estableció, a través de a la mayor importancia que reúnen, configu- la Notificación de 5.VII.1925 (AAS 18 [1926] rando así el denominado «secreto pontificio» 89), que la observancia de estas disposiciones –art. 36 § 2 del Reglamento general de la curia era también exigible a los componentes de la romana (RGCR), de 30.IV.1999–. Este secreto Congregación para los Asuntos Eclesiásticos vincula a todos aquellos que tienen acceso a Extraordinarios. determinadas materias, sean miembros de la 2. Régimen jurídico curia romana, o ajenos a ella. Con fecha 24.VI.1968, la Secretaría de Es- Diverso del «secreto pontificio» es el lla- tado elaboró una instrucción sobre el secreto mado secreto de oficio, que se exige a quienes pontificio, norma que en ningún momento fue trabajan en la curia romana –art. 36 § 1 del publicada. Años más tarde, tras consultar a RGCR–. Este deber implica la prohibición de los cardenales prefectos de los dicasterios de comunicar informaciones o noticias relativas a la curia romana, se definió de una manera los asuntos del trabajo en la curia a quien no más precisa la materia y se modificaron algu- tenga derecho a recibirlas. Viene confirmado a nas normas para urgir su observancia de un través del juramento –el texto se encuentra en modo más eficaz. Fruto de esta reflexión, la el Apéndice I del RGCR– que deben prestar Secretaría de Estado publicó la Instr. Secreta sus miembros. Actualmente, el RGCR esta- continere (AAS 66 [1974] 89-92) que fue apro- blece que quien no respeta este deber del se- bada por el Papa Pablo VI el 4.II.1974. Aten- creto de oficio es sancionado con la suspen- diendo a la remisión del art. 36 § 2 del RGCR sión del oficio –art. 72.5º–. se confirma su vigencia actual. Por su parte, el «secreto pontificio», objeto Resulta de utilidad saber que, con posterio- de nuestro estudio, se encuentra regulado en ridad a la publicación de la Instr. Secreta conti- la Instr. Secreta continere, de 4.II.1974. Esta nere de 1974, la Secretaría de Estado emitió el norma se inspira en el llamado secreto del 29.XII.1981 un documento (OCHOA 1987, n. Santo Oficio, tipo de secreto establecido en la 4887, 8340-8341) dirigido a los prefectos y pre- Iglesia tiempo atrás y que inicialmente estaba sidentes de los dicasterios de la curia romana dirigido a los miembros de la Congregación así como a los legados pontificios, en el que del Santo Oficio, custodiando de esta manera requería el cumplimiento de lo dispuesto en las materias de competencia del mencionado la Instr. Secreta continere. En concreto, llamaba dicasterio. Fue delineado por vez primera por la atención sobre cuatro puntos: 1) la violación el papa Clemente XI –Decreto de 1.XII.1709–, del secreto pontificio no sólo constituye una y confirmado años más tarde por el Papa Cle- falta sino que es un delito susceptible de ser mente XIII –Decreto de 1.II.1759–. Ambos es- castigado con las penas proporcionadas, de 186 CARÁCTER SACRAMENTAL DGDC I marca con un sello (carácter) que nadie puede Santa Rufina, Sabina y Poggio Mirteto, Velle- hacer desaparecer y que los configura con tri). Los cardenales presbíteros estaban incardi- Cristo que se hizo «diácono», es decir, el servi- nados (de aquí la etimología que ha prevale- dor de todos». Todos los cristianos están lla- cido) en las más antiguas iglesias de Roma, mados a imitar a Cristo que «no vino a ser llamadas títulos cardenalicios; los cardenales servido, sino a servir» (Mt 20, 28), pero lo pe- diáconos eran titulares de otras iglesias roma- culiar de los diáconos es que son consagrados nas, llamadas diaconías cardenalicias (LEFEB- ad ministerium Ecclesiae, como se dice en la li- VRE 59 ss.). La distinción entre los tres órdenes turgia de su ordenación, en el Rito Romano. existe todavía hoy, pero ha asumido un signifi- Su misión, que mantienen los obispos y pres- cado diverso, también porque hoy todos los bíteros, es servir a los demás fieles como mi- cardenales tienen, por lo general, la dignidad nistros de la Iglesia, destinados de manera pú- episcopal. blica a tal ministerio por su configuración con La función de los cardenales se ha desarro- Cristo, al que sirven como instrumento para llado con la afirmación del primado pontificio la edificación de la Iglesia. y de su dimensión universal; fue exaltada por Bibliografía las reformas del siglo XI, cuando se confió al S. MAGGIANI, Il «carattere sacramentale» in al- colegio cardenalicio la tarea de elegir al Pontí- cuni «ordines» della riforma liturgica conciliare, Ri- fice y se pusieron las bases del moderno go- vista Liturgica 86 (1999) 43-61; A. MIRALLES, Los bierno central de la Iglesia, con una estructura Sacramentos Cristianos: Curso de Sacramentaria curial destinada a expandirse cada vez más. Fundamental, Madrid 2000, 367-417; T. RINCÓN- Entre los siglos XI y XIV, los cardenales de- PÉREZ, La liturgia y los sacramentos en el Derecho sempeñaron tareas de excepcional relevancia de la Iglesia, Pamplona 1998; D. SALACHAS, Teolo- para el gobierno de la Iglesia y se agruparon gia e disciplina dei sacramenti nei Codici latino e orientale: Studio teologico-giuridico comparativo, en un organismo colegial distinto, de derecho Bologna 1999, 40-45; J. I. SARANYANA, Carácter sa- y de hecho, del colegio episcopal. Además, se cramental y sacerdocio de Cristo, Scripta Theolo- les reconocía un estatuto jurídico y un grado gica 9 (1977) 541-583. de jurisdicción de alguna manera superior al Antonio MIRALLES de los obispos. Eso llevó a algunos juristas de la época a afirmar que el cardenalato se podía considerar de derecho divino y que los carde- CARDENAL nales eran también sucesores de los apóstoles Vid. también:CAMARLENGO [CARDENAL]; COLEGIO a la par que los obispos. Los obispos represen- CARDENALICIO; CÓNCLAVE; DECANO DEL COLEGIO tarían a los apóstoles en las diversas regiones CARDENALICIO; ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE; y los cardenales asistirían al Pontífice como PROTODIÁCONO [CARDENAL]; TÍTULO CARDENALICIO los apóstoles habían asistido a aquel que SUMARIO: 1. Anotación histórica. 2. El nombra- Cristo puso al frente de la Iglesia (ALBERIGO miento de los cardenales, sus derechos y deberes. 180 ss.). 3. Las funciones de los cardenales y del colegio La tesis favorable al fundamento divino del cardenalicio. 4. Sede vacante, normas civiles. cardenalato era muy débil y desapareció de- finitivamente después de la pérdida de credi- 1. Anotación histórica bilidad que los cardenales sufrieron en el gran Aunque no tenga un fundamento en la Es- cisma de occidente. Entre 1378 y 1414, la Igle- critura, el cardenalato ha tenido un papel cre- sia conoció el gobierno de dos pontífices y ciente en la historia de la Iglesia, hasta conver- luego de tres, cada uno de los cuales reivindi- tirse en una institución central para la elección caba la legitimidad de su elección por parte de del Pontífice y para el ejercicio de la colegiali- los respectivos colegios cardenalicios (PASZTOR dad. Los cardenales, en efecto, tienen su ori- 353 ss.). Los cardenales continuaron desarro- gen en los clérigos que colaboraban con el llando funciones importantes en el gobierno obispo de Roma, que estaban agrupados en de la Iglesia universal, pero con el nacimiento tres órdenes fundamentales, los cardenales del consistorio (finales del siglo XIV) y la es- obispos, los cardenales presbíteros y los cardena- tructuración de la curia en congregaciones y les diáconos. Los cardenales obispos eran los que dicasterios autónomos, pasaron a ser instru- estaban al frente de las diócesis suburbicarias mentos del gobierno pontificio. Por otro lado, (Albano, Ostia, Frascati, Palestrina, Porto y con la consolidación de los Estados naciona- 852 DGDC I CARDENAL les, vieron crecer la propia representatividad nacional de hostilidad o de persecución hacia eclesiástica, pero quedaron también condicio- la Iglesia. nados por una función política que, de hecho, El nombramiento como cardenal comporta cumplían en nombre de las Iglesias y naciones el derecho a ser juzgado sólo por el Papa en de las que provenían. las causas de c. 1401, la exención personal de Finalmente, en tiempos más recientes, el car- la potestad de gobierno del obispo de la dióce- denalato ha sufrido una profunda transforma- sis en la que se hallen (c. 357 § 2), la facultad ción en sintonía con los procesos de la globali- de oír confesiones en todas partes (c. 967 § 1), zación y de la extensión del catolicismo por así como la posibilidad de ser enterrados en todo el mundo. El Concilio Vaticano II y los las iglesias (c. 1242). Además, en el Elenchus pontífices elegidos después han introducido privilegiorum et facultatum S.R.E. Cardinalium in las reformas más importantes. Se atenúa la dis- re liturgica et canonica (18.III.1999) se recogen tancia entre cardenalato y episcopado porque otras prerrogativas reconocidas a los cardena- el cardenal elegido, si aún no es obispo, debe les, entre las cuales están el derecho de tener recibir de inmediato la consagración episcopal una capilla privada, de predicar en todas par- (c. 351 § 1). Además, el colegio cardenalicio, su- tes la palabra de Dios y el privilegio de ganar perando continuamente los límites numéricos, en la propia capilla doméstica determinadas termina por asumir una suerte de representati- indulgencias. vidad del episcopado católico, hasta el punto Para comprender plenamente la posición de de que hoy, además de ser una institución de los cardenales hay que tener presente que el ayuda al gobierno de Roma, es medio de unión colegio cardenalicio está presidido por el de- entre el Pontífice y las partes de la Iglesia. Juan cano, del que hace las veces el vicedecano. Pablo II llegó a decir que los encuentros de los Pero ni el decano ni el vicedecano tienen po- miembros del colegio cardenalicio constituyen testad de gobierno sobre los demás cardena- «una forma en la que se ejercita también la cole- les, sino que se consideran primus inter pares. gialidad episcopal y pastoral» (JUAN PABLO II, Se cesa en la dignidad cardenalicia sólo por Insegnamenti di Giovanni Paolo II, II, Roma dimisión o por un acto pontificio. Mediante 1979, 106). una reforma que ha sido con frecuencia con- testada, pero que con el tiempo se ha demos- 2. El nombramiento de los cardenales, sus de- trado adecuada, el Código establece dos limi- rechos y deberes taciones que de algún modo se refieren al El nombramiento de los cardenales es com- ejercicio de determinadas facultades y prerro- petencia exclusiva del Pontífice, que los elige gativas. De acuerdo con el c. 354, a los carde- entre quienes ya están ordenados y destacan nales que están al frente de los dicasterios y por su doctrina, costumbres, piedad y pruden- otros organismos permanentes, se les ruega cia en la gestión de los asuntos (c. 351 § 1). que, una vez cumplidos los 75 años de edad, La creación de un cardenal se hace mediante presenten la renuncia de su oficio al Romano decreto del Pontífice hecho público ante el co- Pontífice, el cual decidirá tras haber valorado legio cardenalicio, o bien a través del anuncio todas las circunstancias. del Pontífice, que se reserva el nombre del de- Además, de acuerdo con las leyes especiales signado in pectore. En el primer caso, los nue- que regulan la elección del Pontífice, los car- vos cardenales adquieren los derechos y debe- denales que han cumplido los 80 años de edad res, que van unidos a la nueva situación, no participan en las reuniones del cónclave. desde la publicación del decreto. En el se- La reforma responde tanto a la necesidad de gundo caso, eso tendrá lugar desde el mo- tener en cuenta que la vida se prolonga ahora mento en el que se haga público el nombre más, con la consiguiente disminución de ener- del interesado, salvo para el derecho de prece- gías y de capacidad de juicio, como a las di- dencia, que se computa desde el día de la re- mensiones cuantitativas del colegio cardenali- serva. La tradición de la reserva in pectore se cio que, como ya se ha dicho, ha asumido una representación virtualmente universal. aplica aún hoy y responde a motivaciones muy concretas. Por ejemplo, cuando el Pontí- 3. Las funciones de los cardenales y del cole- fice considera que hacer público el nombra- gio cardenalicio miento puede provocar un daño al nuevo car- La función principal de los cardenales es la denal, si éste se encuentra en un contexto de colaborar asiduamente con el Pontífice, in- 853 CARDENAL DGDC I dividualmente o a través de la actividad cole- La colaboración de los cardenales con el Pon- gial, que se concreta, sobre todo, en los consis- tífice alcanza también a sus funciones sobera- torios. Desde el primer punto de vista, los nas como Jefe de la Ciudad del Vaticano. En cardenales que tienen un oficio en la curia, si efecto, en el gobierno del Vaticano, ocupa un no son obispos diocesanos, deben residir en la lugar particular la comisión de cardenales, nom- urbe, mientras que si son obispos diocesanos brada por cinco años, a la que se delega de deben trasladarse a Roma cada vez que son forma permanente, salvo en los casos de re- convocados por el Pontífice. serva pontificia, el ejercicio del poder legisla- La estructura actual del colegio cardenalicio tivo. Al cardenal presidente de la comisión se contempla todavía los tres órdenes antes men- le delega el ejercicio del poder ejecutivo y se le cionados, manteniendo algunas de sus carac- reconoce además un poder para dictar decretos terísticas históricas: «El episcopal, al que per- de urgencia, aunque sujeto al control de la co- tenecen los cardenales a quienes el Romano misión cardenalicia. Pontífice asigna como título una iglesia subur- Otra función histórica y fundamental del bicaria, así como los patriarcas orientales ads- colegio cardenalicio es elegir al Sumo Pontí- critos al colegio cardenalicio, el presbiteral y fice, siguiendo normas particulares, que han el diaconal. A cada cardenal del orden presbi- cambiado notablemente en el curso del teral y diaconal el Romano Pontífice asigna un tiempo. Se pueden recordar ahora algunas título o diaconía de la urbe. Los patriarcas normas que se refieren a cada uno de los car- orientales que forman parte del colegio de los denales. En primer lugar, es necesario recor- cardenales tienen como título su sede patriar- dar que, exceptuado el límite de los 80 años cal» (c. 350 §§ 1-3). para participar en el conclave, no se puede ex- Los órdenes han perdido, por tanto, ya no cluir a ningún cardenal de la elección activa y diferencian a los sujetos desde el punto de pasiva por ningún motivo o pretexto, ni si- vista del sacramento del orden, sino que cum- quiera aunque haya incurrido en excomunión, plen la función de distribuir atribuciones y suspensión o entredicho o tenga otro impedi- competencias. Por ejemplo, corresponde sólo mento eclesiástico: en este caso la censura se al orden de los obispos hacer la elección del considera suspendida a efectos exclusiva- decano y del vicedecano. mente de la elección del Papa. Entre las moti- La función de colaboración con el Pontífice vaciones de esta norma está la voluntad de asume normalmente una triple modalidad. evitar, por todos los medios, ocasiones de Una más inmediata y continua por parte de cisma para los cardenales que, habiendo incu- quien está al frente de los oficios de curia; una rrido en una censura eclesiástica, no han per- colaboración que corresponde a todos, inclui- dido la titularidad de los derechos vinculados dos los que no residen en Roma; y una colabo- al propio estado (ARRIETA 2000, 164). Distinta ración de tipo colegial, que se lleva a cabo me- es, por supuesto, la situación de los cardenales diante la convocación del consistorio, que que hayan sido depuestos o que hayan renun- puede ser de tipo ordinario o extraordinario. ciado al cardenalato, que no pueden participar El consistorio representa la sede institucio- en el conclave, ni pueden ser readmitidos en nal en la que se manifiesta la función colegial el colegio cardenalicio. El cardenal protodiá- cono tiene la función de anunciar al pueblo de colaboración con el Papa. Los cardenales se el nombre del nuevo Pontífice, mientras que reúnen tras ser convocados por el Papa y son corresponde al cardenal decano ordenar presididos por él. El consistorio ordinario obispo al Pontífice elegido si no estuviese reúne a todos los cardenales, o al menos a los ordenado. que se encuentran en Roma, para ser consulta- dos sobre las cuestiones importantes y fre- 4. Sede vacante, normas civiles cuentes, o para tener actos particularmente so- El fallecimiento del Pontífice provoca en el lemnes. El consistorio extraordinario, en gobierno de la Iglesia un vacío constitucional cambio, reúne a todos los cardenales y tiene que no se puede suplir de ningún modo, ni lugar cuando lo exigen necesidades concretas siquiera atribuyendo al colegio cardenalicio de la Iglesia o han de tratarse cuestiones muy las tareas y funciones del oficio papal. Sin em- graves. Sólo el consistorio ordinario en el que bargo, la importancia de los cardenales resalta se celebran ciertas solemnidades puede ser con claridad precisamente en esta fase de la público. vida de la Iglesia, porque al colegio de carde- 854 DGDC I CAREO nales se confía la misión de poner en marcha bertad personal de los mismos. Cuidará, ade- los procedimientos que conducirán a la elec- más, de que no se cometan en su territorio, ción del nuevo Pontífice y de desempeñar al- alrededor de la Ciudad del Vaticano, actos que gunas funciones decisivas vinculadas con la de cualquier modo puedan perturbar las reu- sede vacante. niones del cónclave. En cualquier caso, el colegio cardenalicio no Bibliografía puede disponer de los derechos de la Santa J. I. ARRIETA, Il sistema elettorale della Cost. ap. Sede y de la Iglesia romana, ni modificar nin- Universi Dominici Gregis, Ius ecclesiae 12 (2000) guna ley pontificia o añadir nada. Es posible 137-162; IDEM, Diritto dell'organizzazione eccle- únicamente que el colegio cardenalicio emita siastica, Milano 1997, 281-298; G. ALBERIGO, Car- un juicio «si surgiesen dudas sobre las pres- dinalato e collegialità. Studi sull'ecclesiologia tra cripciones» del derecho particular que regula l'XI e il XIV secolo, Firenze 1969; C. CARDIA, Il go- la elección del Papa (PUZA 64). Con la muerte verno della Chiesa, Bologna 2002, 100-105; P. CI- del Pontífice cesan en el oficio todos los jefes PROTTI, «Cardinali», en Enciclopedia del diritto, VI, de dicasterio y de oficios de la curia, pero per- Milano, 300-304; Y. M. J. CONGAR, Notes sur le manecen en el cargo, para la administración destin de l'idée de collegialité episcopale en occi- dent au moyen age (VII-XVI siècles), en VV.AA., La ordinaria, el cardenal camarlengo, el cardenal collégialité episcopale. Histoire et théologie, Paris vicario para la diócesis de Roma y el cardenal 1965, 118 ss.; C. DE CLERCQ, De Cardinalitia digni- penitenciario mayor, de forma que puedan tate, Apollinaris (1965) 101 ss.; A. DE LA HERA, La cumplir las funciones que no pueden ser reforma del colegio cardenalicio bajo el pontifi- pospuestas. cado de Juan XXIII, Iuscanonicum 2 (1962) 677- En cambio, el colegio lleva a cabo la gestión 716; G. FELICIANI, «Cardinali», en Digesto delle dis- de los asuntos corrientes de dos formas, según cipline pubblicistiche, II, Torino 1994, 502-504; C. la importancia de las cuestiones: mediante la LEFEBVRE, Les origines et le role du cardinalat au congregación general que comprende a todos moyen age, Apollinaris 41 (1968) 59-70; M. MIELE, I patriarchi orientali nel collegio cardinalizio, en S. los cardenales y mediante la congregación par- GHERRO (a cura di), Studi sul Codex Canonum Ec- ticular, que incluye al cardenal camarlengo y a clesiarum Orientalium, Bologna 1994, 120-138; otros tres cardenales, elegidos por sorteo entre G. OLIVERO, «Cardinali», en A. AZARA-E. EULA, No- los que tienen derecho a voto en el cónclave y vissimo digesto italiano, II, Torino 1958, 949-953; pertenecientes cada uno a un orden diverso. L. PASZTOR, L'histoire de la curie romaine, Cada tres días, el oficio de estos tres cardenales problème d'histoire de l'église, Revue d'histoire ec- cesa y se suceden otros tres elegidos por sorteo clésiastique 64 (1969) 353-366; R. PUZA, Le nou- como los precedentes. Por último, en estos or- veau réglement de l'élection pontificale, Revuede ganismos se discute y se decide todo lo que se droit canonique 48 (1998) 163-174; A. ROSSI, Il collegio cardinalizio, Roma 1990; C. SECO, Régi- refiere a las exequias del Pontífice fallecido y a men jurídico vigente del colegio cardenalicio, Ius la preparación del cónclave. canonicum 8 (1968) 223-266; R. SOBANSKI, Il con- La importancia de los cardenales para la cilio ecumenico, il sinodo dei vescovi, il collegio institución eclesiástica ha tenido con frecuen- cardinalizio, en VV.AA., Collegialità e primato, Bo- cia repercusiones también en las normas esta- logna 1993, 112-120. tales, que han reconocido derechos y prerro- Carlo CARDIA gativas unidos de alguna manera a su situa- ción. Limitándonos ahora al ordenamiento ita- liano, basta mencionar que Italia, tanto con la CAREO Ley de Garantías de 1871, como con el Tratado Vid. también:ARTÍCULOS PARA EL INTERROGATORIO del Laterano de 1929, aún vigente, se ha com- prometido a garantizar constantemente la li- Entre los medios de prueba que se usan en bertad de los cardenales, sobre todo al cum- los diferentes sistemas procesales, el testimo- plir su función de electores del Pontífice. El nio no solo está entre los más antiguos sino art. 21 del Tratado del Laterano prevé que du- también entre aquellos a los que se ha otor- rante la vacancia de la sede pontificia, Italia se gado una mayor confianza, sacralizando la ocupará de que no se obstaculice el libre trán- deposición mediante el juramento previo, o sito y el acceso de los cardenales a través de aumentando su número (por ejemplo, siete territorio italiano al Vaticano y de que no se testigos) para dar consistencia al hecho ex- pongan impedimentos o limitaciones a la li- puesto, o también confrontando al testigo a 855 DGDC II COLEGIO CARDENALICIO

Bibliografía COLEGIO CARDENALICIO J. I. ARRIETA, Diritto dell'organizzazione eccle- siastica, Milano 1997, 92-80 y 124-135; W. AY- Vid. también:CARDENAL; CÓNCLAVE; CONSISTORIO; MANS, Kollegium und kollegialer Akt im kanonis- DECANO DEL COLEGIO CARDENALICIO; ELECCIÓN DEL chen Recht, München 1969; IDEM, Das synodale ROMANO PONTÍFICE; TÍTULO CARDENALICIO Element in der Kirchenverfassung, München 1970; SUMARIO: 1. Nociones generales y origen histó- IDEM, Der kollegiale Akt. Ein Beitrag zur Auslegung rico. 2. Estructura y naturaleza. 3. Funciones du- von c. 119 CIC, en W. SCHULZ (ed.), Recht als rante la sede vacante. 4. Funciones en situación de Heilsdienst. Matthäus Kaiser zum 65. Geburtstag, «sede plena». Paderborn 1989, 86-105; O. CONDORELLI, Princi- pio elettivo, consenso, rappresentanza. Itinerari ca- nonistici su elezioni episcopali, previsioni papali e 1. 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Su incidencia en el llegialis» (c. 115 § 2) con personalidad jurídica derecho público secular medieval, Valencia 2007; pública (cf c. 116) que antiguamente se deno- O. v. GIERKE, Das deutsche Genossenschaftsrecht, minaba «Senado del Romano Pontífice» (cf c. III, reimpr. del original de 1881, Graz 1954, 238- 230 CIC 1917) y a la que, con la finalidad de 350; IDEM, Teorías políticas de la edad media, trad. ayudar al Pastor Universal en el ejercicio de esp., Madrid 1995, 195 ss.; P. GROSSI, El orden jurí- dico medieval, trad. esp., Madrid 1996, 217-220; su oficio primacial (cf cc. 334, 349, 356), se le H. HALLERMANN, Ratlos oder gut beraten? Die Be- atribuyen –en cuanto colegio– funciones jurí- ratung des Diözesanbischofs und die bischöflichen dicas determinadas, tanto de tipo consultivo Beratungsorgane, Paderborn 2010; E. H. KANTORO- como deliberativo. WICZ, Los dos cuerpos del rey. Un estudio de teolo- Como es sabido, el nombre «cardenal» pro- gía política medieval, trad. esp. del original de viene del latín «cardo», es decir, quicio y era 1957, Madrid 1985, 260 ss., 286-296; P. MI- usado originariamente con una connotación CHAUD-QUANTIN, Universitas. Expressions du mou- litúrgica para indicar la «incardinación» en vement communautaire dans le moyen-âge latin, una iglesia importante no sólo en Roma, sino Paris 1970, 70-75; M. MIELE, Dalla sinodalità alla collegialità nella codificazione latina, Padova 2004; también en otras ciudades como Angers, S. PANIZO ORALLO, Persona jurídica y ficción. Estu- Compostela, Milán, Colonia, etc. (D'ONORIO dio de la obra de Sinibaldo de Fieschi (Inocencio 418). Será Pío V en 1569 quien reserve el título IV), Pamplona 1975; U. RHODE, Mitwirkungsrechte de cardenal a aquellos que lo hayan recibido kirchlicher Autoritäten im Codex Iuris Canonici, del Romano Pontífice (ROSSI 13). En la Iglesia Teil I St. Ottilien 2001, Teil II St Ottilien 2004; F. de Roma, desde sus orígenes, eran cardenales RUFFINI, La classificazione delle persone giuridiche el grupo de presbíteros y diáconos de la Urbe in Sinibaldo dei Fieschi (Innocenzo IV) ed in Fede- con funciones específicamente pastorales y rico Carlo di Savigny [1898], en IDEM, Scritti giuri- administrativas en la diócesis, y más tarde dici minori scelti e ordinati da M. FALCO-A. C. JE- también los obispos suburbicarios. Poco a MOLO-E. RUFFINI, II, Milano 1936, 3-91; VV.AA., La Synodalité. La participation au gouvernement dans poco, a medida que los Papas se vieron cada l'Église. Actes du VIIe Congrès international de vez más solicitados por el cuidado de todas Droit canonique, Paris 21-28.IX.1990, publicadas las Iglesias, su competencia pasó del asesora- en L'Année Canonique, 2 vols. 1992; A. VIANA, El miento inmediato del Papa en el gobierno de gobierno colegial en la Iglesia, Iuscanonicum36 la ciudad, la diócesis y la provincia romana, a (1996) 465-499; IDEM, El voto en blanco en las lo que el c. 230 del CIC 1917 definiría como elecciones y decisiones canónicas colegiales, Ius cuerpo principal de consejeros y colaborado- canonicum 37 (1997) 673-684; IDEM, Organiza- res en el gobierno de la Iglesia universal; man- 3 ción del gobierno en la Iglesia, Pamplona 2010, teniendo la triple división de los órdenes epis- 109-128. copal, presbiteral y diaconal. Antonio VIANA Sin embargo, esta colaboración era más bien 225 COLEGIO CARDENALICIO DGDC II de carácter individual, no formaba propia- acabar con el cisma de occidente, en el que mente un colegio, pues no había ninguna fun- cada Papa y antipapa se había formado su ción que fuera colegial. Eran los cardenales ca- propio colegio. Sin embargo, a partir de 1517, beza de cada orden, los que principalmente fecha en la que León X nombra 31 nuevos car- tenían atribuidas funciones específicas. Habrá denales para crear dentro del colegio una ma- que esperar al siglo XII, para la consolidación yoría de su confianza, el número de miembros del colegio cardenalicio, cuando Alejandro III del sacro colegio superará normalmente la en 1179 con la Const. Licet de evitanda atribuye cantidad de sesenta, pero sin llegar a estable- de modo exclusivo al sacro colegio el derecho cerse una cifra máxima. De este modo, se cu- de elección del Romano Pontífice y las funcio- bría la exigencia de contar con cardenales de nes propias de la sede vacante (precedente- las distintas potencias cristianas de forma no mente Nicolás II, con el Decr. In nomine Do- esporádica y en cantidad suficiente para el de- mini del año 1059, había atribuido a los senvolvimiento de las tareas de gobierno de cardenales obispos la facultad exclusiva de los Estados pontificios y de la curia romana elegir al Romano Pontífice). Muy posterior- (DE LA HERA 683-684). mente, con la sistematización y reforma de A partir de la Postquam verus, se entra en Sixto V (1585-1590), el colegio de cardenales una fase marcada por la fijación de un número adquiere su plena madurez histórica, pues máximo de cardenales. Sixto V escogió la cifra hasta ese momento no se establece claramente de setenta en recuerdo de los setenta ancianos qué funciones le corresponden en situación de que Dios quiso que rodearan a Moisés, decla- sede plena. Como supremo senado de la Iglesia, rando además inválido cualquier nombra- el colegio cardenalicio desempeñará desde en- miento por encima de esa cifra: seis integra- tonces la función de colaborador del Papa en ban el orden de los obispos, cincuenta el de la administración central, especialmente a tra- los presbíteros y catorce el de los diáconos. vés de la dedicación de los órdenes episcopal Este número constituyó el «pleno» del sacro y diaconal al servicio de la curia. El otro or- colegio durante siglos, hasta que Juan XXIII den, el de los cardenales presbíteros, estará derogara el límite en el consistorio del constituido sobre todo por representantes de 15.XII.1958 (AAS 25 [1958] 987) (cf DE LA HERA las principales diócesis de las naciones católi- 684-699). cas que, como señal de unión con Roma, man- En la actualidad, no se ha fijado un número tienen la titularidad de las antiguas iglesias máximo de componentes del colegio de carde- romanas (DELAHERA 684 y 686). nales, pues el único límite establecido se re- En cuanto al número de los integrantes del fiere a aquellos cardenales que pueden partici- sacro colegio, hay que distinguir dos grandes par en la elección del Romano Pontífice, que períodos determinados por la promulgación no deben ser más de ciento veinte, ni superar de la Const. ap. Postquam verus ille, de Sixto V, los ochenta años de edad (cf Const. ap. Uni- del 3.XII.1586. Durante el primer período el versi dominici gregis [UDG] de Juan Pablo II, número de cardenales se establecía en función 22.II.1996, AAS 88 [1996] 305-343, n. 33, que de las necesidades de diáconos, presbíteros y sigue la norma establecida por Pablo VI en el obispos de la provincia romana. Cuando la M.P. de 21.XI.1970, real adscripción de cardenales al trabajo de las AAS 62 [1970] 810-813). Límite numérico, que iglesias de la Urbe fue sustituida por una titu- por otra parte, no suele ser interpretado rígi- damente al crearse nuevos cardenales. laridad formal (acompañada más o menos de algún deber pastoral hacia ellas), los papas 2. Estructura y naturaleza nombraron en cada caso a los cardenales que Siguiendo la tradición histórica, los inte- las circunstancias aconsejaban, sin un límite grantes del colegio cardenalicio se dividen en fijo. Sin embargo, por lo general, los miembros tres órdenes de precedencia: episcopal, presbi- no pasaban de treinta, para evitar que un nú- teral y diaconal (cf c. 351), y son nombrados mero demasiado elevado pudiera redundar en libremente por el Romano Pontífice (cf c. 351 perjuicio de la selección e influencia de sus § 2). La pertenencia al colegio cardenalicio componentes. La única excepción a este crite- cesa por muerte, deposición o renuncia acep- rio era el límite dispuesto por el Concilio de tada por el Romano Pontífice, si bien cabe Constanza (1414-1418), que prohibió que el siempre la rehabilitación o readmisión de es- número pasara de veinticuatro con el fin de tos últimos (cf UDG 36). 226 DGDC II COLEGIO CARDENALICIO

El sacro colegio está estructurado de un lizada de colaboración colegial del cuerpo modo peculiar, con oficios que gozan de fun- episcopal, que rodea y sostiene con su sabidu- ciones específicas entre los que cabe destacar ría, experiencia y consejo la obra del Papa en el cardenal decano –que lo preside–, el carde- la solicitud por la Iglesia universal (cf JUAN nal vicedecano, el cardenal camarlengo de la PABLO II, Insegnamenti 3 [1980] 1881-1882). santa Iglesia romana y el cardenal proto-diá- Cabe preguntarse si, con su nueva ordena- cono. Como corporación con personalidad ju- ción, el colegio cardenalicio puede conside- rídica pública, el colegio cardenalicio es titular rarse un instituto de derecho positivo latino. de rentas y bienes patrimoniales administra- La tradicional pertenencia de los cardenales al dos por la cámara cardenalicia. Este órgano, clero romano podría dar lugar a afirmar que con sus oficiales, es dirigido –con la ayuda del es así. Sin embargo, el mencionado carácter secretario del colegio– por el cardenal camar- internacional del sacro colegio, y –sobre todo– lengo del colegio cardenalicio, que no hay que su misión de colaboración con el ministerio confundir con el cardenal camarlengo de la petrino al servicio de la Iglesia universal lleva santa Iglesia romana antes mencionado. El a poner en duda dicha calificación. Por otra oficio de camarlengo del colegio cardenalicio parte, la frecuente presencia de patriarcas –que tiene además la función de notario en el orientales en el seno del colegio cardenalicio consistorio– es desempeñado por los cardena- corrobora la afirmación de que se trata de una les residentes en Roma, siguiendo un turno corporación de derecho universal. En efecto, anual (cuyo nombramiento es realizado por el el hecho de que los patriarcas orientales hayan Papa en el primer consistorio de cada año). aceptado el nombramiento de cardenales del En cambio, la función de secretario del colegio orden de los obispos (cf c. 350 § 1), con la ex- cardenalicio, cuyo nombramiento también co- presa condición de no pertenecer al clero ro- rresponde al Romano Pontífice, es revestida mano (cf c. 350 § 3 y GALDEANO ALBA 42) pone tradicionalmente por el secretario de la Con- de manifiesto el carácter jurídico universal gregación para los Obispos (cf ARRIETA 290- del colegio. 293). 3. Funciones durante la sede vacante Desde el Concilio Vaticano II, se ha puesto La estrecha relación del colegio de cardena- más de relieve la consideración del colegio les con el oficio del Romano Pontífice –que ha cardenalicio como representación cualificada llevado a Benedicto XVI a denominarlo pars del colegio de los obispos ante el oficio prima- corporis nostri, recordando la antigua defini- cial. Esta asociación del sacro colegio a las fun- ción de Eugenio IV (Bullarum III, 6, cf X. ciones episcopales específicas del sucesor de WERNZ, Ius Decretalium, II, Romae 1899, n. 622, Pedro se ha resaltado a través de dos decisio- p. 704; L'Osservatore Romano, 23.II.2006, p. 1) nes que lo caracterizan en la actualidad. De que tenía como consecuencia que atentar con- una parte, la disposición que exige la condi- tra un cardenal equivalía a atentar contra el ción episcopal de sus miembros (requisito es- Papa–, lleva consigo que las atribuciones del tablecido desde el 15.IV.1962 con el M.P. Cum colegio cardenalicio sean diversas sede vacante gravissima, AAS 54 [1962] 256-258, cf c. 351 § y sede plena. 1; pues no hay que olvidar que durante siglos La función principal que el ordenamiento hubo cardenales que ni siquiera recibieron el vigente atribuye al colegio cardenalicio va- diaconado). De otra parte, el hecho de que se cante la Sede Apostólica es «proveer a la elec- tiende cada vez más a garantizar una amplia ción del Romano Pontífice, según la norma del representación internacional de los purpura- derecho peculiar» (c. 349). Esta norma pecu- dos (ARRIETA 282). liar es en la actualidad fundamentalmente la El colegio cardenalicio es, por tanto, una Const. ap. Universi dominici gregis de Juan Pa- corporación eclesiástica de derecho positivo blo II, a la que hay que unir las otras normas con personalidad jurídica pública que, por su que la desarrollan. Como queda dicho, tienen carácter permanente (frente al carácter esporá- derecho a participar en la elección del Ro- dico de las reuniones del colegio de los obis- mano Pontífice sólo los cardenales que no ha- pos) favorece de modo práctico y concreto la yan cumplido los ochenta años de edad en el estrecha colaboración entre el Romano Pontí- momento en que la Sede Apostólica queda va- fice y los obispos de todo el mundo. Consti- cante (cf UDG 33). tuye, en consecuencia, una forma instituciona- Por otra parte, compete al colegio cardenali- 227 COLEGIO CARDENALICIO DGDC II cio el gobierno de la Iglesia universal hasta pescador y el sello de plomo, con los cuales que sea designado el nuevo Papa, «pero sola- son enviadas las cartas apostólicas; h) asignar mente para el despacho de los asuntos ordina- por sorteo las habitaciones a los cardenales rios o de los inaplazables, (...) [quedando] ab- electores; i) fijar el día y la hora del comienzo solutamente excluidos los asuntos, que –sea de las operaciones de voto (cf UDG 13). por ley, como por praxis– o son potestad úni- Para que el colegio se pronuncie sobre al- camente del Romano Pontífice mismo, o se re- guna cuestión de mayor importancia que haya fieren a las normas para la elección del nuevo de ser resuelta de modo inaplazable, se re- Pontífice» (UDG 2). Se trata de funciones que quiere la mayoría de los votos de los cardenales están rígidamente determinadas en la UDG reunidos, tanto para juzgar sobre la urgencia bajo el principio «Al quedar vacante o total- del caso, como para determinar la decisión que mente impedida la sede romana, nada se ha corresponda (cf UDG 6). El mismo criterio se de innovar en el régimen de la Iglesia univer- establece para resolver las dudas sobre la inter- sal» (c. 335). Asimismo hay que observar que, pretación de la propia UDG (cf 5). Cuando se respecto a las cuestiones taxativamente deter- trata de cuestiones urgentes que entran dentro minadas en la UDG y aquellas más importan- de las facultades ordinarias de los dicasterios tes e inaplazables, la acción de gobierno com- de la curia romana, pero que son de carácter promete a todo el colegio sólo hasta el más grave o discutido, «podrán ser confiadas comienzo del cónclave, a través de las deno- por el colegio de los cardenales al cardenal que minadas congregaciones generales preparato- era prefecto hasta la muerte del Pontífice, o al rias, asambleas que reúnen a todo el colegio arzobispo hasta entonces presidente, y a los de cardenales. Una vez comenzado el cón- otros cardenales del mismo dicasterio, a cuyo clave esas funciones competen a la asamblea examen el Sumo Pontífice difunto las hubiera de cardenales electores (cf UDG 5, 7). Las confiado probablemente» (UDG 25). cuestiones de menos importancia y la ejecu- Compete, igualmente, al colegio de carde- ción de las decisiones del colegio son llevadas nales supervisar la administración del carde- a cabo por las denominadas congregaciones nal camarlengo de la santa Iglesia romana –al particulares (compuestas por el cardenal ca- que ha de nombrar en el caso de que el oficio marlengo de la santa Iglesia romana y tres car- estuviese vacante (cf UDG 15)–, así como la denales electores que se van sucediendo mien- de los distintos dicasterios de la curia romana tras dura el tiempo de sede vacante, cf UDG (cf PB 6 y UDG 20). 7, 8). En cambio, el colegio de cardenales carece La UDG confía a la congregación general las de competencia para disponer sobre los dere- siguientes atribuciones: a) determinar el modo chos de la Sede Apostólica y de la Iglesia ro- en que el cadáver del difunto Pontífice será mana, o modificar las leyes emanadas por los expuesto a la veneración de los fieles; b) dis- Romanos Pontífices, especialmente en lo que poner todo lo necesario para las exequias del se refiere al ordenamiento de la elección del difunto Pontífice; c) pedir a la comisión, com- Sumo Pontífice (cf UDG3y4). puesta por el cardenal camarlengo y por los En otro orden de cosas, corresponde al cole- cardenales que desempeñan respectivamente gio cardenalicio todo el poder civil del Sumo el cargo de Secretario de Estado y de presi- Pontífice, concerniente al gobierno de la Ciu- dente de la Pontificia Comisión para el Estado dad del Vaticano. Sin embargo, se trata tam- de la Ciudad del Vaticano, que disponga las bién de una potestad limitada pues, además gestiones necesarias para el cónclave; d) con- de la prohibición de disponer de los derechos fiar a dos eclesiásticos el encargo de predicar mencionados en el n. 3 de la UDG, sólo podrá emanar decretos en el caso de urgente necesi- al colegio dos meditaciones; e) aprobar bajo dad, además dichos decretos serán válidos en propuesta de la Administración de la Sede el futuro solamente si los confirma el nuevo Apostólica o, en la parte que le corresponde, Pontífice (cf UDG 23). del gobierno del Estado de la Ciudad del Vati- cano, los gastos necesarios desde la muerte 4. Funciones en situación de «sede plena» del Pontífice hasta la elección del sucesor; f) En la vida ordinaria de la Iglesia, las funcio- leer, si los hubiere, los documentos dejados nes del colegio cardenalicio son fundamental- por el Pontífice difunto al colegio de cardena- mente de tipo consultivo, tanto respecto del les; g) cuidar que sean anulados el anillo del Romano Pontífice (cf cc. 334 y 349), como tam- 228 DGDC II COLEGIO DE CONSULTORES bién en lo que se refiere a la actividad de la siastica, Milano 1997, 233-236 y 281-298; J. F. curia romana (cf RGCR 82). Esta función se BRODERICK, The Sacred : size desarrolla principalmente a través de la reu- and geographical composition (1099-1986), Ar- nión del colegio convocada por el Romano chivium historiae pontificiae 25 (1987) 7-71; A. GALDEANO ALBA, Colegio cardenalicio. Legislación Pontífice. Esta reunión, denominada consisto- codicial y privilegios, Roma 2006; A. ROSSI, Il colle- rio, tiene distintas formas según el contenido gio cardinalizio, Città del Vaticano 1990; A. DELA de la convocatoria y si han de acudir o no to- HERA, La reforma del colegio cardenalicio bajo el dos los cardenales (cf c. 353 que distingue en- pontificado de Juan XXIII, Iuscanonicum 2 (1962) tre consistorio ordinario secreto, consistorio 677-716; C. G. FÜRST, sub cc. 349-359, en ComEx, ordinario público y consistorio extraordinario, II, 1996, 626-641; J.-B. D'ONORIO, Le Pape et le también denominado consistorio plenario –cf gouvernement de l'Église, Paris 1992, 417-443; A. VIANA, Organización del gobierno en la Iglesia se- PB 23– o reunión plenaria del colegio cardena- 3 licio). En realidad, la función consultiva se gún el derecho canónico latino, Pamplona 2010, 164-169. realiza propiamente solo en el consistorio ple- nario, pues las otras reuniones son práctica- José Antonio ARAÑA mente rituales y las decisiones ya han sido previamente preparadas (cf p. ej. c. 351 § 2 COLEGIO DE CONSULTORES sobre la creación de cardenales, las causas de canonización, etc.) (ARRIETA 294). Vid. también:CONSEJO PRESBITERAL; CONSENTI- MIENTO PARA ACTOS DE LA AUTORIDAD; FUNCIÓN Podemos también enumerar entre las mani- CONSULTIVA festaciones de esta función consultiva del co- legio cardenalicio: a) las reuniones periódicas SUMARIO: 1. Justificación del colegio de consulto- de cardenales que presiden dicasterios de la res. 2. Un organismo sacerdotal. 3. Un organismo curia romana (convocadas «varias veces al vinculado al consejo presbiteral. 4. Unainstitu- ciónno representativa. 5. Unainstitución colegial. año» por el Secretario de Estado por mandato 6. Presidencia del colegio de consultores. 7. Fun- del Sumo Pontífice, cf PB 22 y RGCR 83); b) el ciones del colegio de consultores. a) En «sede consejo de quince cardenales obispos de dió- plena». b) En «sede impedida». c) En «sede cesis de distintas partes del mundo nombra- vacante». dos ad quinquennium para el estudio de las cuestiones organizativas y económicas de la 1. Justificación del colegio de consultores Sede Apostólica y el examen de la actividad La justificación de esta institución ayuda a económica del Instituto para las obras de reli- entender mejor su naturaleza. El Concilio Va- gión (este consejo es convocado por el secreta- ticano II creó el consejo presbiteral y lo confi- rio de Estado ordinariamente dos veces al año, guró como un grupo de sacerdotes que ayu- cf PB 24 y 25, RGCR 84). dan eficazmente al obispo en el gobierno de Gozan, en cambio, de potestad de jurisdic- la diócesis (cf Decr. , ción, la Comisión Pontificia para el Estado de 7.XII.1965, n. 7). Con respecto al capítulo cate- la Ciudad del Vaticano compuesta de cinco dral, el Concilio no modificó sus competen- cardenales –que tiene por función el ejercicio cias, se limitó a afirmar que había que refor- de la potestad legislativa y ejecutiva del Ro- marlo para acomodarlo a las necesidades mano Pontífice en dicho Estado– (cf Ley LI 24- actuales (ibidem n. 27). VI-1969, AAS Suppl. 41 [1969] n. 5, 29-32), y La reforma del Código asumió aquella in- la comisión cardenalicia para el control del tención del Concilio. Ya en el primer proyecto, Instituto para las Obras de Religión –com- regulando las funciones del consejo presbite- puesta también por cinco cardenales– con fun- ral, aparecía la nueva institución del colegio ciones ejecutivas (nombramientos, decisiones de consultores. Las funciones de gobierno que sobre el destino de los activos, etc.) y de con- ejercía el capítulo catedral no se atribuían al trol (cf AAS 82 [1990] 1619-1629). consejo presbiteral, sino a aquella nueva insti- Bibliografía tución, la cual se configuraba como íntima- JUAN PABLO II, Const. ap. Universi dominici gre- mente vinculada con el consejo presbiteral. Lo gis de 22.II.1996, en AAS 88 [1996] 305-343 mismo figuró en los posteriores proyectos [UDG] hasta el definitivo (cf c. 316 § 1 del primer Reglamento general de la curia romana [RGCR] schema, Communicationes 13 [1981] 134; c. 422 J. I. ARRIETA, Diritto dell'organizzazione eccle- § 1, del schema de 1980, Communicationes 14 229 SEDE APOSTÓLICA DGDC VII en el derecho canónico, que suele reconocerse de las instituciones de la Iglesia católica, Pamplona a favor de entes de distinta índole y caracte- 2003, 15-22; F. SALERNO, Sede apostolica o Santa rísticas. sede e curia romana, en P. A. BONNET yC.GULLO (eds.), La curia romana nella cost. ap. «Pastor Bo- Teniendo en cuenta las observaciones termi- nus», Città del Vaticano 1990, 45-82. nológicas y el significado legal, podemos ano- tar finalmente que el concepto de Sede apostó- Antonio VIANA lica no expresa lo mismo que el de «autoridad (o potestad) suprema de la Iglesia», también SEDE APOSTÓLICA usado por documentos magisteriales y lega- les. En efecto, la autoridad suprema de la Igle- VACANTE E IMPEDIDA sia incluye al Romano pontífice y al Colegio Vid. también:COLEGIO CARDENALICIO; CÓNCLAVE; episcopal, pues el Colegio, «junto con su Ca- ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE; SEDE APOSTÓ- beza, el Romano pontífice, y nunca sin esa Ca- LICA; SEDE IMPEDIDA; SEDE VACANTE beza, es también sujeto de la suprema y plena SUMARIO: 1. Situación de sede vacante o impe- potestad sobre la Iglesia universal» (LG 22; c. dida. 2. Legislación aplicable. 3. Gobiernodela 336 del CIC de 1983; c. 49 del CCEO de 1990). Iglesia durante la sede vacante. a) Potestad del co- Con independencia de cómo deban explicarse legio de cardenales y de la curia romana. b) Las las relaciones entre el Papa y el Colegio epis- congregaciones de cardenales. c) Funciones del copal y la concreta titularidad de la autoridad camarlengo. suprema de la Iglesia (cuestión que ha tenido diversas explicaciones que no se pueden deta- 1. Situación de sede vacante o impedida llar aquí), lo cierto es que el concepto de Sede Una de las condiciones de validez que el apostólica no incluye de suyo al Colegio epis- ordenamiento canónico establece para la pro- copal, y por eso no puede ser identificado con visión de un oficio eclesiástico es que el el de autoridad suprema de la Iglesia. De to- mismo esté vacante según derecho (cf c. 153 § das formas, a veces la legislación canónica los 1 CIC). A su vez, la vacante puede producirse, usa indistintamente. Así, por ejemplo, en ma- además de por la muerte del titular, por trans- teria de circunscripciones eclesiásticas, el c. curso del tiempo previsto, por cumplimiento 433 § 1 del CIC de 1983 se refiere a la Santa de la edad establecida por el derecho o por sede como sujeto competente para erigir una renuncia, traslado, remoción o privación (cf c. región eclesiástica; pero el c. 431 § 3 prefiere 184 § 1 CIC). Salvo que haya un coadjutor o aludir a la autoridad suprema de la Iglesia en que la vacante se produzca por finalización de un contexto muy parecido a propósito de la un plazo, en cuyo caso puede aplicarse el c. erección de provincias eclesiásticas. Con todo, 153 § 2 –que prevé la posibilidad de proveer ambas expresiones –Sede apostólica y autori- un oficio todavía no vacante en los últimos dad suprema de la Iglesia– deben distinguirse seis meses–, desde la vacante hasta la nueva en la interpretación del derecho, porque no provisión del oficio suele pasar un tiempo significan lo mismo. más o menos largo, durante el cual el oficio –en su caso, la sede– está vacante. Bibliografía Entre las fuentes quepueden consultarse ade- Respecto al obispo diocesano, el Código de más del CIC y del CCEO, se encuentran PB y el 1983 establece que cuando «por cautiverio, re- texto de la constitución apostólica Universi Domi- legación, destierro o incapacidad, el obispo nici Gregis, de 22.II.1996 sobre la elección del Ro- diocesano se encuentra totalmente imposibili- manopontífice. En cuanto a los autores, puede tado para ejercer su función pastoral» (c. 412 verse J. I. ARRIETA, La nueva Ley fundamental del CIC) se da la situación de sede impedida: el ofi- Estado de la Ciudad del Vaticano y las sucesivas cio tiene titular, pero éste se ve imposibilitado reformas del gobierno del Estado, Iuscanonicum para ejercitar sus funciones. 41 (2001) 707-728; P. A. D'AVACK, Vaticano e En ambos casos, como es lógico, el gobierno Santa sede (ed. C. CARDIA), Bologna 1994, 241- de la sede sufre alteraciones, que configurarán 347, especialmente; E. GÜTHOFF yK.H.SELGE (eds.), Der Staat der Vatikanstadt, der heilige Stuhl regímenes diversos según los casos. Pero so- und die römische Kurie in den Schriften von Win- bre el régimen jurídico de la sede vacante yde fried Schulz (escritos reunidos), Frankfurt am M. la sede impedida, en general se ha hablado ya 1999; G. LO CASTRO, sub c. 113, en ComEx, I, en otras voces de este diccionario. Ahora inte- Pamplona 32002, 772-776; J. ORLANDIS, Historia resa examinar esas situaciones especiales y 212 DGDC VII SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA transitorias de la sede en relación con un oficio ficación anterior, de 1917, no mencionaba tales peculiar y particularmente importante en el leyes, aunque de hecho existían. En realidad, ordenamiento canónico y con una sede consti- casi todos los Papas del siglo XX han aportado tucionalmente única: el oficio del Romano modificaciones a las normas que rigen la sede Pontífice y la sede romana. romana vacante y la elección del Romano Al cargo del Romano Pontífice sólo se aplica Pontífice (vid. S. PÍO X, Const. ap. Vacante Sede uno de los modos de pérdida del oficio indica- Apostolica de 25.XII.1904, en Pii X Pontificis dos por el c. 184 § 1: la renuncia (cf c. 332 § 2 Maximi Acta III [1908] 239-288; PÍO XI, M.P. CIC y c. 44 § 2 CCEO). La otra causa que de 1.III.1922, en AAS 14 [1922] puede provocar la situación de sede vacante 145-146; y también de PÍO XI, la Const. ap. es la muerte del Papa. La renuncia provoca la Quae divinitus de 25.III.1935, en AAS 27 [1935] problemática de la determinación jurídica de 97-113; PÍO XII, Const. ap. Vacantis Apostolicae la situación de la sede, ya que aunque se prevé Sedis de 8.XII.1945, en AAS 38 [1946] 65-99; que el titular del oficio debe renunciar a él li- JUAN XXIII, M.P. Summi Pontificis electio de bremente y manifestar formalmente su renun- 5.IX.1962, en AAS 54 [1962] 632-640; PABLO VI, cia, ninguna autoridad debe aceptarla (como M.P. Ingravescentem aetatem de 21.XI.1970, en sucede en otros oficios eclesiásticos que se AAS 62 [1970] 810-813; IDEM, Const. ap. Ro- proveen por elección, como el de administra- mano Pontifici eligendo de 1.X.1975, en AAS 67 dor diocesano del c. 430). La historia ha cono- [1975] 609-645; JUAN PABLO II, Const. ap. Uni- cido algunos casos de renuncia a la sede ro- versi Dominici gregis de 22.II.1996, en AAS 88 mana o de situaciones parecidas a la renuncia, [1996] 305-343). En realidad, durante todo el la más famosa la de san Celestino V el segundo milenio cristiano, las modificaciones 13.XII.1294 (vid. los resúmenes históricos de P. de la normativa sobre la sede vacante y la GRANFIELD, Papal Resignation, The Jurist 38 elección del Romano Pontífice han sido cons- (1978) 118-123 y GRAULICH 76-78). tantes (describe resumidamente la historia de La determinación de la situación de sede la legislación sobre la sede romana vacante N. impedida en relación con Roma es todavía DEL RÉ, La curia romana. Lineamenti storico-giu- más problemática: por un lado, el oficio pri- ridici, Città del Vaticano 41998, 461-475). En la macial no es sólo el oficio episcopal de actualidad, la ley que rige el gobierno de la Roma, sino que abraza todas las Iglesias; por Sede Apostólica vacante es la Const. ap. de otra parte, debería existir alguna autoridad Juan Pablo II, Universi Dominici gregis, que en que pudiera determinar cuándo se produce 2007 ha sufrido una ligera modificación (cf BE- tal situación que, en algunos casos al menos, NEDICTO XVI, M.P. Constitutione apostolica de es causada precisamente por la imposibili- 11.VI.2007, en AAS 99 [2007] 776-777). El n. 77 dad de actuar de la persona que detenta el de la misma constitución apostólica prevé que oficio. Los canonistas clásicos se han preocu- todo lo establecido en ella con respecto a la pado de la sede romana impedida al comen- sede vacante se aplica también cuando la tar el capítulo sexto «De Papa» de la Distin- causa de tal situación es la renuncia del Ro- ción XL del Decreto de Graciano (cf mano Pontífice. FRIEDBERG I, 146). La polémica llega hasta el No hay, en cambio, ley especial para la si- siglo XXI (cf, por ejemplo, J. PROVOST, «De sede tuación de sede impedida. En ausencia de ley apostolica impedita» Due to Incapacity, en A. específica, quizá podrían aplicarse las normas MELLONI et al. (a cura di), Cristianesimo nella establecidas en general para las sedes episco- storia. Saggi in onore di Giuseppe Alberigo, Bo- pales impedidas (cc. 412-415 CIC) también a logna 1996, 101-130), y la dificultad para la de- la diócesis de Roma; pero, como hemos seña- terminación de las causas y situaciones que lado, hay que tener en cuenta las peculiarida- pueden provocar el impedimento de la sede des de esta sede (cf la norma que organiza el romana permanece. Vicariato de Roma y que recuerda algunas de 2. Legislación aplicable esas especificidades: M.P. Ecclesia in Urbe, La legislación universal sobre el oficio pri- 1.I.1998, en AAS 90 [1998] 177-193, art. 8). En macial (cc. 331-335 CIC y 43-48 CCEO) prevé principio, si se diese el supuesto de hecho, ha- expresamente la promulgación de leyes espe- bría que aplicar por analogía (cf c. 19) los cá- ciales para las situaciones de sede vacante o nones citados, referentes a las diócesis en ge- impedida (cf cc. 335 CIC y 47 CCEO). La codi- neral, integrados con las indicaciones de la ley 213 SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA DGDC VII sobre la sede vacante en la medida en que blece que el gobierno de la Iglesia durante la sean atinentes al caso (cf MOLANO 585-586; sede vacante corresponde al colegio de carde- GRAULICH 79-85). nales «solamente para el despacho de los En cualquier caso, la aplicación analógica a asuntos ordinarios o de los inaplazables (cf 6), la diócesis de Roma de lo establecido en gene- y para la preparación de todo lo necesario ral para las otras diócesis no deja de plantear para la elección del nuevo Pontífice» (UDG 2). dificultades (cf A. PÉREZ EUSEBIO, La sede epis- En los demás casos, es decir, «sobre las cues- copal vacante: régimen y principios jurídicos infor- tiones que correspondían al Sumo Pontífice madores, Roma 2002, 278-287). Por ejemplo, el mientras vivía o ejercía las funciones de su c. 415 contempla la posibilidad de que la sede oficio», el colegio cardenalicio «no tiene nin- quede impedida porque el obispo incurra en guna potestad o jurisdicción» (UDG 1). una pena eclesiástica. La doctrina canónica Concretamente, el legislador precisa que el tradicional ha discutido mucho sobre la posi- colegio de cardenales no ejerce potestad legis- bilidad que el Papa incurra en herejía clara y lativa y ni siquiera puede dispensar de las le- notoria, sobre las consecuencias jurídicas que yes pontificias (cf UDG 4), aunque sí puede esta eventualidad acarrearía y sobre el modo interpretar las disposiciones dudosas o con- de comprobar el hecho de la herejía sin supri- trovertidas de la misma Universi Dominici gre- mir el principio según el cual «Prima sedes a gis, que no se refieran a la elección, mediante nemine iudicatur» (cf X. WERNZ-P. VIDAL, Ius un acto colegial concordado por la mayoría canonicum, II, Romae 1943, 517-521). Probable- simple de los cardenales presentes (cf UDG 5). mente, la solución a estos problemas no puede El poder judicial queda en manos de los en- prescindir de tener en cuenta el dato del ca- tes vicarios de la curia romana que lo ejercen risma de infalibilidad que asiste al Romano habitualmente: la Signatura apostólica y la Pontífice en el ejercicio de su función de ma- Rota romana (cf UDG 26). gisterio. De todos modos, el supuesto plantea El ejercicio del poder administrativo, ejecu- no pocas dificultades para la «actuación prác- tivo o de gobierno, corresponde a los órganos tica» de la figura de la sede romana impedida. vicarios de la curia romana, en lo que se re- Dificultades que se agrandan si se tiene en fiere a «las facultades propias de cada dicaste- cuenta que, en la legislación universal, el régi- men especial está previsto para cuando la rio» (UDG 25), que tratarán sólo las cosas me- sede está «totalmente» (prorsus) impedida (cf nos graves, las menos discutidas y las cc. 335 CIC y 47 CCEO). ¿Quién deberá com- urgentes bajo la guía del correspondiente se- probar el grado –la «totalidad»– del impedi- cretario (cf art. 6, 2 PB). No podrán proveer, mento de la Sede Apostólica? en cambio, en los asuntos que requieran la in- tervención de las asambleas plenaria u ordina- 3. Gobierno de la Iglesia durante la sede ria del dicasterio, porque tanto el prefecto o el vacante presidente como los miembros de los dicaste- Durante la situación de sede vacante, el cri- rios cesan en el momento en el que la sede terio tradicional fundamental en el gobierno queda vacante (cf UDG 14). Por la misma ra- de la Iglesia se sintetiza en la prescripción sede zón, no se podrán resolver las cuestiones que vacante nihil innovetur (cc. 335 CIC y 47 requieren el uso de facultades habituales o de CCEO). Algunas consecuencias jurídicas con- potestad delegada al prefecto o presidente cretas de esa situación peculiar son estableci- del dicasterio. das por el legislador universal: el colegio car- Las funciones de coordinación e impulso denalicio modifica su potestad según el c. 359. Si hubiera un concilio ecuménico en curso del ejercicio de la potestad de gobierno de quedaría interrumpido (c. 340), al igual que el cada dicasterio corresponden al cardenal «ca- sínodo de obispos (c. 347 § 2). Todas las demás marlengo de la Santa Iglesia romana [...], que precisiones son dejadas a la ley especial (cf M. despacha los asuntos ordinarios, sometiendo MOSCONI, «Sede vacante nihil innovetur»: i limiti al colegio de los cardenales todo lo que de- all'esercizio dell'autorità nella condizione di va- biera ser referido al Sumo Pontífice» (UDG canza della sede, Quaderni di diritto ecclesiale 14). 17 [2004] 165-171). b) Las congregaciones de cardenales a) Potestad del colegio de cardenales y de la curia Para el gobierno de la sede vacante, la ley romana prevé dos organismos cardenalicios que deno- La Const. ap. Universi Dominici gregis esta- mina «congregaciones»: una congregación ge- 214 DGDC VII SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA neral, que dura hasta que comienza la elec- toda la acción de gobierno que, bajo su im- ción, en la que «deben participar todos los pulso (cf J. I. ARRIETA, Diritto dell'organizza- cardenales no impedidos legítimamente (aun- zione ecclesiastica, Milano 1997, 234), se realiza que los no electores pueden abstenerse), ape- de modo colegial en sustitución de los titula- nas son informados de la vacante de la Sede res de la potestad suprema sobre la Iglesia (cf Apostólica» (UDG 7); y la congregación parti- cc. 331 y 336), que en ese momento no existen. cular, «constituida por el cardenal camarlengo Sustitución que no implica, sin embargo, ejer- de la Santa Iglesia romana y por tres cardena- cicio de la potestad suprema, sino más bien les, uno por cada orden, extraídos por sorteo una especie de administración fiduciaria de entre los cardenales electores llegados a los derechos y de los bienes de la Iglesia. La Roma» (UDG 7). actuación del camarlengo durante la sede va- La congregación general, presidida por el cante se connota, además, por la colegialidad: decano del colegio cardenalicio (UDG 9), trata las decisiones de gobierno son tomadas por la las cuestiones más graves o controvertidas, congregación particular o por la congregación cuya resolución no pueda aplazarse. Tales general, nunca por el camarlengo indivi- problemas (entre los que la ley cita explícita- dualmente. mente «los casos in articulo mortis de dispen- Como administrador principal de los bienes sas que el Sumo Pontífice suele conceder») se- y derechos de la Iglesia, el cardenal camarlengo rán confiados normalmente al cardenal o debe «reclamar a todas las administraciones arzobispo que presidía el dicasterio compe- dependientes de la Santa Sede las relaciones so- tente, «a cuyo examen el Sumo Pontífice di- bre su estado patrimonial y económico, así funto las hubiera confiado probablemente» como las informaciones sobre los asuntos ex- (UDG 25). Tratándose de cuestiones graves, la traordinarios que estén eventualmente en decisión deberá ser tomada por mayoría ex- curso, y a la Prefectura de los Asuntos Econó- presada en voto secreto (cf UDG 10). También micos de la Santa Sede el balance general del la preparación inmediata de la elección es de año anterior, así como el presupuesto para el competencia de la congregación general (cf año siguiente. Está obligado a someter esas re- UDG 13). Iniciada la elección, en cambio, las laciones y balances al colegio de cardenales» funciones de la congregación general son asu- (art. 171 § 2 PB). midas por la asamblea de los electores (cf Dada la trascendencia del oficio de camar- UDG 7). lengo para el gobierno, la administración y la La congregación particular se renueva por coordinación de las actividades durante la sede sorteo cada tres días, también después del ini- vacante, la ley prevé que el oficio mismo de ca- cio de la elección (cf UDG 7). Su función es marlengo pueda estar privado de titular más ejecutiva que la de la congregación gene- cuando se produce la vacante de la Sede Apos- ral: en ella «deben tratarse solamente las cues- tólica. En tal caso, los cardenales electores pre- tiones de menor importancia que se vayan sentes (por tanto, no la congregación general) presentando diariamente o en cada momento» deben elegir un nuevo camarlengo hasta la (UDG 8). Le corresponde coordinar el trabajo elección del Romano Pontífice y, hasta que lo de los dicasterios de la curia romana, exami- elijan, sus funciones son confiadas al decano nar las cuestiones que hayan de resolverse y del colegio de cardenales (cf UDG 15). La ley no decidir cuáles son de mayor importancia, para toma en consideración otra hipótesis, posible si aplazarlas hasta después de la elección o so- no se acepta la renuncia al cumplir los setenta meterlas a la congregación general, etc. Ade- y cinco años: que el camarlengo tenga ochenta más, la congregación particular debe «cuidar años y no pueda participar a la elección. El le- y administrar los bienes y los derechos tempo- gislador confía en que la situación no se dé por- rales de la Santa Sede» (UDG 17). que se acepte la renuncia a tiempo. c) Funciones del camarlengo Una función del camarlengo que caracteriza Entre los cardenales que no cesan en su toda su actuación durante la sede vacante es cargo por la muerte del Romano Pontífice se la que se refiere a la información. Es él quien encuentra el camarlengo de la Santa Iglesia ro- debe informar al vicario para la diócesis de mana, presidente de la Cámara Apostólica (cf Roma y al vicario para la Ciudad del Vaticano art. 171 PB). Como ya se ha visto, es él quien de la muerte del Pontífice (cf n. 17 UDG); y dirige la congregación particular y coordina también al decano del colegio de cardenales 215 SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA DGDC VII

(cf UDG 19). Al camarlengo corresponde dar diversas y el c. 412 ofrece un elenco indicativo: al colegio, en las reuniones de la congregación a) cautiverio (captivitas), relegación (relegatio), general, «las comunicaciones que crea necesa- destierro o incapacidad de la persona del legí- rias u oportunas» (UDG 11). Y, una vez ini- timo pastor. No se excluye que puedan darse ciada la elección, es el camarlengo quien debe otras situaciones no contempladas en el ca- garantizar la reserva de la reunión del cón- non, que produzcan el mismo efecto: la impo- clave (cf UDG 55) y levantar acta de las vota- sibilidad, moral o física, del obispo para ejercer ciones (cf UDG 71). Viene así a constituirse en el munus pastorale, su actividad ordinaria de una especie de custodio de la libertad y de la gobierno. Sin embargo, la sede solo se puede regularidad de la elección. Y queda caracteri- considerar canónicamente impedida cuando zado también por su labor de «contacto» con el legítimo pastor no pueda comunicarse con el exterior del cónclave, que garantiza la conti- sus fieles ni siquiera por carta (nec per litteras nuidad en la labor de gobierno. quidem): la expresión empleada por el Código da a entender que solo está realmente impe- Bibliografía dida aquella Iglesia particular que no puede, Juan Pablo II, Const. ap. Universi Dominici gre- gis, de 22.II.1996 [UDG] de ninguna manera, recibir disposición alguna M. GRAULICH, Die Vakanz des apostolischen del obispo propio. En consecuencia, no se Stuhls und die Wahl des Bischofs von Rom. Zwei puede considerar impedida una sede en la que Rechtsinstitute in der Entwicklung, Archiv für kat- el obispo, por motivos transitorios de salud, holisches Kirchenrecht 174 (2005) 75-95; I. GRI- encarcelamiento, secuestro o voluntaria segre- GIS, La Costituzione Apostolica «Universi Dominici gación (por ejemplo, por motivos políticos), Gregis», Roma 2004; J. MIÑAMBRES, Il governo de- está en condiciones, no obstante, de asegurar lla Chiesa durante la vacanza della sede romana e el gobierno de su diócesis empleando medios l'elezione del Romano Pontefice, Ius ecclesiae 8 escritos. (1996) 713-729; IDEM, Comentario a la Const. ap. «Universi Dominici Gregis», en J. I. ARRIETA-J. CA- Actualmente, la situación de impedimento NOSA-J. MIÑAMBRES, Legislazione sull'organizza- de una sede es mucho más excepcional ya que zione centrale della Chiesa, Milano 1997, 1-101; los medios tecnológicos actuales (ordenado- E. MOLANO, sub cc. 332, 335, en ComEx, II, 1996, res, teléfonos móviles, fax, radio) pueden ase- 575-577, 585-586; A. M. PUNZI NICOLÒ, La Curia gurar a un obispo, físicamente lejano, una real durante la sede vacante, en VV.AA., La Curia Ro- y casi inmediata participación –aunque sea di- mana nella Cost. ap. «», Città del Vati- ficultosa– en la vida y en el gobierno de la cano 1990, 151-162. diócesis, siempre y cuando el uso de tales me- Jesús MIÑAMBRES dios no haga dudar de la libre voluntad del obispo y quede asegurada su identidad. SEDE IMPEDIDA Una excepción a los casos previstos por el c. 412 y a otros posibles, es el caso de que el Vid. también:SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA; obispo diocesano esté impedido para ejercer SEDE VACANTE su munus pastorale propio por causa de una En la sección II del libro II de Código de pena eclesiástica. En esta situación, el c. 415 1983, dedicado al Pueblo de Dios, el capítulo prevé la siguiente disposición: corresponde al III trata de la sede impedida y de la sede va- metropolitano, o al obispo sufragáneo más an- cante. Se sitúa en el contexto de las normas ciano según el orden de promoción, el recurso que se refieren a las Iglesias particulares y a a la Santa Sede para que ésta provea. En tal las autoridades que las gobiernan, de modo caso, no se aplica, como es evidente, lo pre- especial los obispos. Este capítulo contiene la visto por el c. 413, que veremos a continua- regulación de una situación del todo peculiar ción. No cualquier pena eclesiástica impide al en la Iglesia particular: el caso de que el obispo diocesano el ejercicio del gobierno pas- obispo, titular de aquella sede, se encuentre toral; sólo cuando se trate de una censura, es impedido para gobernar su diócesis y asegu- decir, una excomunión (c. 1331 §§ 1 y 2), un rar el desarrollo normal de su actividad. entredicho (c. 1332) o una suspensión (c. La disciplina de los cc. 412-415 asegura a la 1333). También una pena expiatoria puede im- sede episcopal la continuidad de su vida y de pedir al obispo ejercer el gobierno en la dióce- su acción, en el caso de que un impedimento sis, cuando el decreto penal lo prevea expresa- afecte al pastor propio. Las causas pueden ser mente (c. 1336). En conclusión, la sede está 216 22 de febrero de 2013

CARTA APOSTÓLICA EN FORMA DE MOTU PROPRIO

“NORMAS NONNULLAS”

DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI

SOBRE ALGUNAS MODIFICACIONES DE LAS NORMAS RELATIVAS A LA ELECCIÓN DEL ROMANO PONTÍFICE

Con la Carta apostólica De aliqui- n. 35. «Ningún Cardenal elector bus mutationibus in normis de elec- podrá ser excluido de la elección, tione Romani Pontificis, publicada activa o pasiva, por ningún motivo o en Roma, en forma de Motu proprio, pretexto, quedando en pie lo estable- el 11 de junio de 2007, en el tercer cido en los números 40 y 75 de esta año de mi pontificado, establecí al- Constitución». gunas normas que, abrogando las n. 37. «Establezco, además, que prescritas en el número 75 de la desde el momento en que la Sede Constitución apostólica Universi Apostólica esté legítimamente vacan- Dominici gregis promulgadas el 22 te, se espere durante quince días de febrero de 1996 por mi predecesor completos a los ausentes antes de el beato Juan Pablo II, restablecieron iniciar el Cónclave, aunque dejo al la norma, sancionada por la tradi- Colegio de los Cardenales la facultad ción, según la cual para la elección de anticipar el comienzo del Cóncla- válida del Romano Pontífice se re- ve si consta la presencia de todos los quiere siempre la mayoría de dos cardenales electores, así como la de tercios de los votos de los cardenales retrasarlo algunos días si hubiera electores presentes. motivos graves. Pero pasados al Considerada la importancia de máximo veinte días desde el inicio de asegurar el mejor desarrollo de cuan- la Sede vacante, todos los Cardenales to se refiere, si bien con diversa rele- electores presentes están obligados a vancia, a la elección del Romano proceder a la elección». Pontífice, y particularmente una in- n. 43. «Desde el momento en que terpretación y actuación más cierta se ha dispuesto el comienzo del pro- de algunas disposiciones, establezco ceso de la elección hasta el anuncio y prescribo que algunas normas de la público de que se ha realizado la Constitución apostólica Universi elección del Sumo Pontífice o, de to- Dominici gregis así como lo que yo dos modos, hasta cuando así lo orde- mismo dispuse en la Carta apostólica ne el nuevo Pontífice, los locales de la citada más arriba, se sustituyan con Domus Sanctae Marthae, como las normas siguientes: también y de modo especial la Capi- lla Sixtina y las zonas destinadas a tinios realizados en la elección mis- las celebraciones litúrgicas, deben ma, están obligadas a estricto secreto estar cerrados a las personas no au- con cualquier persona ajena al Cole- torizadas, bajo la autoridad del Car- gio de los Cardenales electores; por denal Camarlengo y con la colabora- ello, antes del comienzo del proceso ción externa del Vicecamarlengo y de la elección, deberán prestar jura- del Sustituto de la Secretaría de Es- mento según las modalidades y la tado, según lo establecido en los fórmula indicada en el número si- números siguientes. guiente». Todo el territorio de la Ciudad del n. 48. «Las personas señaladas en Vaticano y también la actividad ordi- el n. 46 y en el n. 55, párrafo 2 de la naria de las Oficinas que tienen su presente Constitución, debidamente sede dentro de su ámbito deben re- advertidas sobre el significado y so- gularse, en dicho período, de modo bre el alcance del juramento que han que se asegure la reserva y el libre de prestar antes del comienzo del desarrollo de todas las actividades en proceso de la elección, deberán pro- relación con la elección del Sumo nunciar y subscribir a su debido Pontífice. De modo particular se de- tiempo, ante el Cardenal Camarlengo berá cuidar, también con la ayuda de u otro Cardenal delegado por éste, en los Prelados Clérigos de Cámara, que presencia de dos Protonotarios nadie se acerque a los Cardenales apostólicos de Número Participantes, electores durante el traslado desde la el juramento según la fórmula si- Domus Sanctae Marthae al Palacio guiente: Apostólico Vaticano». Yo N. N. prometo y juro observar n. 46, párrafo 1. «Para satisfacer el secreto absoluto con quien no las necesidades personales y de oficio forme parte del Colegio de los Car- relacionadas con el desarrollo de la denales electores, y esto perpetua- elección, deberán estar disponibles y, mente, a menos que reciba especia- por tanto, alojados convenientemen- les facultades dadas expresamente te dentro de los límites a los que se por el nuevo Pontífice elegido o por refiere el n. 43 de la presente Consti- sus Sucesores, acerca de todo lo que tución, el Secretario del Colegio Car- atañe directa o indirectamente a las denalicio, que actúa de Secretario de votaciones y a los escrutinios para la asamblea electiva; el Maestro de la elección del Sumo Pontífice. las Celebraciones Litúrgicas Pontifi- Prometo igualmente y juro que cias con ocho Ceremonieros y dos me abstendré de hacer uso de cual- religiosos adscritos a la Sacristía quier instrumento de grabación, Pontificia; un eclesiástico elegido por audición o visión de cuanto, durante el Cardenal Decano, o por el Carde- el período de la elección, se desarro- nal que haga sus veces, para que lo lla dentro del ámbito de la Ciudad asista en su cargo». del Vaticano, y particularmente de n. 47. «Todas las personas seña- lo que directa o indirectamente de ladas en el n. 46 y en el n. 55, párrafo algún modo tiene que ver con las 2 de la presente Constitución apostó- operaciones relacionadas con la lica, que por cualquier motivo o en elección misma. cualquier momento fueran informa- Declaro emitir este juramento das por quien sea sobre algo directa o consciente de que una infracción del indirectamente relativo a los actos mismo comportaría para mí la pena propios de la elección y, de modo particular, de lo referente a los escru- de excomunión latae sententiae re- esté previamente dispuesto, incluso servada a la Sede Apostólica. con la ayuda desde el exterior del Vicecamarlengo y del Sustituto de la Así Dios me ayude y estos Santos Secretaría de Estado, de modo que se Evangelios que toco con mi mano». preserve la normal elección y el n. 49. «Celebradas las exequias carácter reservado de la misma». del difunto Pontífice, según los ritos n. 55, párrafo 3. «Si se cometiese prescritos, y preparado lo necesario y descubriese una infracción a esta para el desarrollo regular de la elec- norma, sepan los autores que estarán ción, el día establecido para el inicio sujetos a la pena de excomunión la- del Cónclave, según lo previsto en el tae sententiae reservada a la Sede n. 37 de la presente Constitución, Apostólica». todos los Cardenales se reunirán en la Basílica de San Pedro en el Vatica- n. 62. «Abolidos los modos de no, o donde la oportunidad y las ne- elección llamados per acclamatio- cesidades de tiempo y de lugar acon- nem seu inspirationem y per com- sejen, para participar en una solem- promissum, la forma de elección del ne celebración eucarística con la Mi- Romano Pontífice será de ahora en sa votiva Pro eligendo Papa. Esto adelante únicamente per scrutinium. deberá realizarse a ser posible en una Establezco, por lo tanto, que para hora adecuada de la mañana, de mo- la elección válida del Romano Pontí- do que en la tarde pueda tener lugar fice se requieren al menos los dos lo prescrito en los números siguien- tercios de los votos, calculados sobre tes de la presente Constitución». la totalidad de los electores presentes n. 50. «Desde la Capilla Paulina y votantes». del Palacio Apostólico, donde se n. 64. «El procedimiento del es- habrán reunido en una hora conve- crutinio se desarrolla en tres fases, la niente de la tarde, los Cardenales primera de las cuales, que se puede electores, en hábito coral, irán en llamar pre-escrutinio, comprende: 1) solemne procesión, invocando con el la preparación y distribución de las canto del Veni Creator la asistencia papeletas por parte de los Ceremo- del Espíritu Santo, a la Capilla Sixti- nieros —llamados al Aula junto con na del Palacio Apostólico, lugar y el Secretario del Colegio de los Car- sede del desarrollo de la elección. denales y con el Maestro de las Cele- Participan en la procesión el Viceca- braciones Litúrgicas Pontificias— marlengo, el General de la quienes entregan por lo menos dos o Cámara Apostólica y dos miembros tres a cada Cardenal elector; 2) la de cada uno de los Colegios de Pro- extracción por sorteo, entre todos los tonotarios Apostólicos de Número Cardenales electores, de tres Escru- Participantes, de los Prelados Audi- tadores, de tres encargados de reco- tores de la Rota Romana y de los Pre- ger los votos de los enfermos, llama- lados Clérigos de Cámara». dos por brevedad Infirmarii, y de n. 51, párrafo 2. «Por tanto, el Co- tres Revisores; este sorteo es realiza- legio Cardenalicio, que actúa bajo la do públicamente por el último Car- autoridad y la responsabilidad del denal Diácono, el cual extrae segui- Camarlengo ayudado por la Congre- damente los nueve nombres de quie- gación particular de la que se habla nes deberán desarrollar tales funcio- en el n. 7 de la presente Constitución, nes; 3) si en la extracción de los Es- cuidará de que, dentro de dicha Capi- crutadores, de los Infirmarii y de los lla y de los locales adyacentes, todo Revisores, salieran los nombres de Cardenales electores que, por enfer- ¿Aceptas tu elección canónica para medad u otro motivo, están impedi- Sumo Pontífice? Y, una vez recibido dos de llevar a cabo estas funciones, el consentimiento, le pregunta: en su lugar se extraerán los nombres ¿Cómo quieres ser llamado? Enton- de otros no impedidos. Los tres pri- ces el Maestro de las Celebraciones meros extraídos actuarán de Escru- Litúrgicas Pontificias, actuando co- tadores, los tres segundos de Infir- mo notario y teniendo como testigos marii y los otros tres de Revisores». a dos Ceremonieros, levanta acta de la aceptación del nuevo Pontífice y n. 70, párrafo 2. «Los Escrutado- del nombre que ha tomado». res hacen la suma de todos los votos que cada uno ha obtenido, y si nin- Esto decido y establezco, no obs- guno ha alcanzado al menos los dos tante cualquier disposición contraria. tercios de los votos en aquella vota- Este documento entrará en vigor ción, el Papa no ha sido elegido; en inmediatamente después de su pu- cambio, si resulta que alguno ha ob- blicación en L'Osservatore Romano. tenido al menos los dos tercios, se tiene por canónicamente válida la Dado en Roma, junto a San Pe- elección del Romano Pontífice». dro, el 22 de febrero del año 2013, octavo de mi pontificado. n. 75. «Si las votaciones a las que se refieren los números 72, 73 y 74 de la mencionada Constitución no tu- BENEDICTUS PP. XVI vieran resultado positivo, dedíquese un día a la oración, a la reflexión y al diálogo; en las sucesivas votaciones, observado el orden establecido en el número 74 de dicha Constitución, tendrán voz pasiva solamente los dos nombres que en el precedente escru- tinio hayan obtenido el mayor núme- ro de votos, sin apartarse de la nor- ma de que también en estas votacio- nes se requiere para la validez de la elección la mayoría cualificada de al menos dos tercios de los sufragios de los Cardenales presentes y votantes. En estas votaciones los dos nombres que tienen voz pasiva carecen de voz activa». n. 87. «Realizada la elección canónicamente, el último de los Car- denales Diáconos llama al aula de la elección al Secretario del Colegio de los Cardenales, al Maestro de las Ce- lebraciones Litúrgicas Pontificias y a dos Ceremonieros; después, el Car- denal Decano, o el primero de los Cardenales por orden y antigüedad, en nombre de todo el Colegio de los electores, pide el consentimiento del elegido con las siguientes palabras: