Año XXXII Pamplona 6 de julio de 1926 Núm. 751

- ÓRGA 1SJ O — ADMINISTRACIÓN, ESLAVA, 3 DE LA BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA1 DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 23, 2.

beneficio obtenido mediante su intercesión podero- LA FIESTA DE S. FERMÍN sa? Popular es entre nosotros la devoción a San Fermín, y ojalá crezca ésta de día en día, no en IENEN las colectividades vida propia, co- extensión, porque no se concibe un hijo de Nava- mo la tienen los hombres, y así como rra que no ame a su Patrono, pero sí en intensidad; éstos celebran su fiesta onomástica, de y así tiene que suceder, estando como está la de- la que participan la familia y los amigos, así tienen voción en razón directa con la religiosidad de los su fiesta propia las ciudades y provincias, en las pueblos. cuales, lo mismo que en los individuos, ocupa la A la sombra protectora de San Fermín quisiéra- Religión un puesto pre- mos se pusieran todas ferente; y sí se trata de NAVARRA las empresas de esta naciones cristianas y tierra, y que de él reci- regiones católicas co- bieran inspiración to- mo la nuestra, ese sen- das las iniciativas. timiento religioso, jun- Siempre ha velado tamente con el de la San Fermín por los na- Patria, constituyen el varros. Esta esperanza alma de ese vivir co- debe alentarnos en los lectivo que se concreta, trabados y penalidades como en círculos con- de la vida, y alejar de céntricos, en el pueblo. nosotros las negruras Mañana, día 7 de ju- del pesimismo. Y en los lio, es la fiesta de nues- tiempos actuales, en trorglorioso Patrón el que la fuerza de la co- invicto mártir San Fer- rriente del mundo a mín. ¿Qué navarro no tantos arrastra y preci- ha recibido favores ex- pita, acudamos confia- traordinarios de nues- dos a nuestro Santo, PAMPLONA. —Comisión de concejales trasportando la bandera tro esclarecido Santo? de ta ciudud en la procesión de San Fermín para contrarrestar, con ¿Qué hijo de esta tie- • • . Foto. Galle su protección eficacísi- rra no ha visitado su capilla y se ha encomendado ma, los peligros para nuestras almas. Mañana, que a él en sus necesidades, buscando unas veces con- es el día de sus gracias extraordinarias y múltiples suelo a su dolor, o para darle gracias otras por el misericordias, pidamos fervorosamente a nuestro- 146 LA AVALANCHA

ínclito San Fermín que extienda y consolide en to- vigilar que "las chicas,,. ¡Como ahora éstas campan mu- chas veces por lo que antes se llamaba sus respetos, es dos sus devotos la verdadera vida católica, y que lógico que aquéllos no guarden ahora respeto alguno! el reinado de Cristo, en todos los órdenes, sea Desgraciadamente, un despiazamiento de puntos de vista hace más visible la pendiente del afeminamiento moceril efectivo en Navarra. que la del "marimachismo femenino». No es cierto, en LA REDACCIÓN. suma, que un caballero navarro pueda pensar que las obligaciones impuestas a los católicos por la respetable pastoral de los arzobispos españoles—y cuya publicación, así como los graves términos en que aparece, son un sín- toma del aumento creciente del mal,—no es cierto, deci- ACTUALIDADES mos, que esas obligaciones no nos toquen como a cual- quier otro hombre cristiano de la Patria mariana y euca- rística por excelencia. Cuando algunos hermanos nuestros sientan traía anhelo de emplear su actividad celosamente por Dios y por España, piensen que acaban de recibir un a!to y no- De estricta, conciencia bilísimo encargo en la pelea. Como padres, como espo- sos, como hijos de la Virgen del Camino y de San Fer- ECIENTEMENTE ha aparecido, co- mín, y con la mirada en el Dechado de Familias, defen- mo un freno que responde a gra- damos las nuestras del tóxico infame. No nos faltará en ve preocupación actual de los cada caso el consejo fortalecedor y enfervorizante que Prelados de la Iglesia de Espa- nos defienda de nuestra propia debilidad, si la sintiéramos ña, la carta pastoral que hoy ter- ante un mal entendido afecto familiar, contra una blandu- minamos de reproducir en LA ra que nos asegure una paz doméstica peor que la más AVALANCHA, fruto, entre otros, dañina de las guerras. de la última reunión de los vene- ¡Por Dios, por la familia española cristiana y decente, rables metropolitanos. por la España cuya tradición de honor y de dignidad es- Esa carta pastoral concreta y tá en vuestras manos, católicos navarros, adelante! sistematiza las responsabilidades , PERFECTO CABALLERO. y las obligaciones de estricta con- ciencia que tocan a los católicos de toda edad, sexo o condición, en orden a la limpieza moral de la existencia humana, intoxicada hoy por el terrible COSAS DE TIEMPOS LEJANOS de la corrupción, precursora de un paganismo (sin gran- deza seudoartística siquiera), verdugo suave, pero cier- to, de la familia y déla república. No hay que temer en nosotros la osada pedantería de VALIOSA OFRENDA A S. FERMÍN repetir aquí, con palabras desechadas para su importante pastoral por los arzobispos españoles, lo que el grave documento consigna, ya en la exposición de los tristes NTRE los ricos ornamentos y va- hechos que la han hecho necesaria, ya en la ordenación liosísimas joyas con que suele ir de los deberes que a los católicos toca cumplir en lo refe- adornada la antigua y veneranda rente a modas femeninas, lecturas, diversiones públicas, imagen del esclarecido Patrono et cetera, de que el enemigo del cielo siembra la tierra de de Navarra San Fermín, en la continuo, y ahora con furia o sutileza particulares. procesión anual que se celebra Pero hay un párrafo en la pastoral que de especial en Pamplona el día de su festivi- modo conviene relevar en LA AVALANCHA, órgano de los dad, 7 de julio, y que son ofren- propagandistas católicos navarros, de hombres cristianos das de fe y piedad, de amor y que asumen de pleno modo, en general, los deberes de gratitud de nuestros antepasados tales en el mundo. al glorioso Santo, figura una ar- "La responsabilidad mayor—dice la pastoral—pesa tística y grandiosa cadena de , sobre los padres, quienes no debieran consentir nada re- regalo de D. Nicolás Urtasun en probable en sus hijos; mas también alcanza a los maridos el año 1757. demasiado complacientes.,, Este distinguido pamplonés, Es—como no podía menos de ser—certísimo. La clave habiendo conseguido del Altísimo, por mediación de San de la autoridad en el hogar, trabazón de la ordenada vida Fermín, la curación de una grave enfermedad que le pu- familiar, según el Divino Modelo es la autoridad marital, so en trance de muerte, se mostró agradecido al Santo es la autoridad paterna. por tan señalado favor, ofrendándole una cadena de oro No es lícito a ningún hombre católico, padre o marido, para ornato de su sagrada efigie. pero aun [o es menos a un navarro devoto de San Fer- Un documento que se conserva en el Archivo munici- mín, desentenderse de esta obligación primordial, llena pal de Pamplona, escrito en el libro número 39, folio de lógica cristiana, de defender con todo aliento la vida 285, nos da noticia completa de la piadosa donación del moral—la vida misma—de la familia que libremente y en Sr. Urtasun, y cuya copia es la siguiente: virtud de santos impulsos del corazón constituyera. "En la Ciudad de Pamplona, Caveza del Reyno de No es cierto—no podía serlo—que la sumisión a la Navarra, Casa de su Ayuntamiento y Sala de Consultas moda indigna por parte de su esposa o de sus hijas {su- de ella, martes, a cinco de julio de mil setecientos cin- misión que mancha tantas veces la dignidad viril y los quenta y siete, se juntaron y congregaron en Junta extra- prestigios maritales) sea un incidente sin gravedad. Es, ordinaria, a las cinco de la tarde, como tienen de Cos- por el contrario, el portillo de que se vale el asaltante tumbre, los Sres. Marques de Fuente Gollano, D. Vicen- para introducirse en la entraña familiar y dañarla. No es te Pedro de Mutiloa y Salcedo, el Conde de Ayanz, Fer- cierto que sea indiferente tolerar o no la ingerencia en la mín de Echarri, Joseph Ruiz de Murillo, Nicolás Fermín conversación familiar—hasta ahora, a salvo de la procaci- de Arrastia, Miguel Marcos de Beltranena, Miguel de Sa- dad y aun de la mera ordinariez—de temas, de alusiones, ralegui y Joseph joachin de Lanz, Rexidores de la dicha de palabras—más o menos eufémicas—que enrojecerían Ciudad, y estando asi ¡unto Su S.a, a lo que serian las a los oyentes... si no se hubiera perdido la facilidad del seis y media de la tarde se recibió una carta de D. Nico- rubor. No es cierto que "los chicos,, tengan menos que lás de Urtasun, vecino de esta Ciudad, entregada por don LA AVALANCHA 147

Miguel de Zuasti, vecino de ella, con una Cadena de Oro, celebración de dicha Misa, con repique de campanas, co- cuyo tenor es el siguiente: mo se acostumbra en semejantes casos, previniéndole no *M. I. Sor.—Muí Sor. mío: Haviendo devido al singu- concurrirá la Ciudad, y a dicho D. Nicolás se le den tam- lar auxilio y mediación de nuestro Patrón San Fermin bién las Gracias de su piadosa galantería. curarme de una prolija grave enfermedad que me cons- BY para que conste, acordó Su Señoría hacer este auto tituyó en los últimos periodos de mi Vida, que la ceñían y lo Rubricó y en fee de ello firmo yo el Secretario.— los dictámenes de ios médicos a brevísimos instantes, de- BALENTIN PÉREZ DE URRELO... terminé mostrarme agradecido atan especial favor con el Corto don de esa Cadena de oro, que paso a manos de V. S. para que se sirba destinarla al ornato del Santo en También actualmente, siguiendo el noble ejemplo de las funciones de su dia y demás que fueren del agrado nuestros antepasados, se ha dado el caso de recibirse una de V. S. importante dádiva para el ornato de San Fermín. La dis-

NAVARRA

PAMPLONA. —El limo. Sr. Obispo de la diócesis revestido de pontifical, presidiendo la procesión de San Fermín del año 1925 Feto. Qalle

a nQuisiera dar mayores muestras de mi justa gratitud, tinguida dama barcelonesa D. María Teresa Oiz y Tron- pero espero que la grandeza de V. S. comprenderá no coso, oriunda, por línea paterna, de Navarra, fue quien poder llegar mis esfuerzos al reconocimiento con que bi- remitió al Ayuntamiento de Pamplona, en 22 de julio de vo y biviré del benévolo influjo y protección de nuestro 1925, una hermosa cruz de oro, enriquecida con esmal- Santo. Dios guarde y prospere a V. S. en su mayor es- tes, para que fuese colocada en el lugar más apropiado de plendor Con muchos años que deseo. la peana de plata en que descansa el busto del Santo .Pamplona, 5 de julio de 1757.=M. I. Sor. Bl. m. de Obispo. V. S. su mas atento y reconocido servidor.=Dort Nicolás EQUIS. de Urtasun. nM. N. y M. L. Ciudad de Pamplona, Caveza de este Reyno de Navarra.„ " Y conferido En su razón aceptarla como acepta tan expecial dadiba, acordó se pesase dicha Cadena, que es DURANTE LAS FIESTAS muí rica de oro, y ejecutádolo asi inmediatamente, Fran- cisco Montalbo, maestro Platero y Contraste, ha hecho relación pesa quince onzas quatro ochabas y media me- ¿A qué debemos mirar especialmente, honrando nos ocho granos, y contener Ciento y cinco eslabones a los santos? crecidos y cada uno quatro piezas filigranadas y sus asas que enlazan uno a otro que hacen figura redonda de vis- hacernos semejantes a ellos, imitando sus tosa extraordinaria echura. virtudes, para tener un día parte con ellos en VY asi bien Resolvió que dicha Cadena se entregue la gloria eterna. por medio de los dichos Sres. Miguel de Saralegui y Jo- ¿Quién no sabe—dice San Crisóstomo— seph Joachin de Lanz, Superintendentes de la Capilla de que los pueblos cristianos, según los desig- dicho Glorioso Patrón, a la Obrería de la Parrochial de nios divinos, celebran la memoria de los gloriosos márti- San Lorenzo, para que, anotándose dicho auto en forma res para tributarles el honor que les conviene y para po- en el Imbentario de las alajas del mismo Santo Patrón, nernos delante de nuestra vista los ejemplos de sus virtu- sirba para gala y ornato suyo en la fiesta solemne y pro- des? A la vista de estas solemnidades debemos reconocer cesión de su día y demás funciones que la Ciudad dispu- cuan grande es la gloria que poseen en el cielo aquellos siese y ordenase en conformidad de la facultad que en la cuyos aniversarios celebramos acá en la tierra con tanta citada Carta se le confiere; y que se celebre Misa canta- brillantez, y por los ejemplos de las virtudes de los már- da par el Cabildo de dicha Parrochia el sábado primero, tires del Señor debemos, con la ayuda de Dios y llenos en acimiento de gracias de tan singular expresión para de sumisión como ellos, movernos a combatir y a vencer excitar la debocion y que, por intercesión del Santo, con- a nuestros enemigos, para que después de ta victoria po- siga el Bienhechor las maiores felicidades, y que el Se- damos triunfar con ellos en los cielos, Esto es, principal- cretario le dé aviso al Cura de dicha Parrochial para la mente, lo que la Iglesia desea, recomendándonos la ve- 148 LA AVALANCHA

neración de los santos e instituyendo festividades en ho- delante el clásico Echeberría con su atezada cara de gita- nor de sus hijos victoriosos. Lo que ya San Agustín decía no, y que, cuando rapaces y también cuando muchachos, al pueblo de Hipona, en la fiesta de los veinte mártires, corríamos y corríamos, entre alborozados y medrosos, esto mismo nos inculca hoy día ia Iglesia Católica. Si delante de las implacables vejigas de sáldico-máldico y honramos a los santos mártires, este honor no cede en boca-parteras, cuyas iras provocábamos, gritándoles de- utilidad de ellos, sino en provecho nuestro; mas, venerar- saforadamente desde las esquinas de las helenas: ¡oh! qui- los sin imitarlos, no significa sino adularlos de una mane- li-qui-qui! ¡ehl se-ro-na-ná! ra engañosa. Y detrás iban—-y van, desde aquí los veremos con los Las festividades se han instituido en la Iglesia de Cris- ojos del alma—los timbaleros y la histórica bandera de to para exhortar a todos sus miembros a imitar a los con- la ciudad, llevada por el regidor-síndico, y luego et cabil- fesores de Cristo. Y para que no nos excusásemos con do, vistiendo sus capitulares de frac, con la simbólica ca- nuestra fragilidad y flaqueza, los mártires nos han allana- dena de oro cruzando el pecho y la artística medalla, es- do con sus ejemplos el camino del cielo. Pedro fue lo maltada con el león de Pamplona, pendiente del ojal, y que tú eres, Pablo fue lo que tú eres, los Apóstoles y los en pos, la música, y en el último término, multitud de Profetas fueron hombres como tú. Si dices que no pue- gentes que desde el fondo del corazón rinden pleitesía des seguir, o que es carga muy pesada seguir al Señor, muda, pero elocuente, a las gentiles damas nabarras que incomparablemente perfecto, sigue, pues, a sus siervos; al propio desde los balcones presencian el desfile de la una muchedumbre de éstos va delante de ti; no queda ya bulliciosa y tiempo respetable comitiva. •. . pretexto a la pereza. Celebra, pues, los combates de los mártires, pensando eficazmente en imitar sus virtudes. A este modo, la Iglesia Católica no cesa de estimularnos, Ya el sol desciende hacia los picos de Oskia, y no tar- diciéndonos que todas las solemnidades de los santos dará la hora crepuscular: paréceme estar viendo el cua- sólo nos serán útiles sino en cuanto procuremos seguir dro. En el centro de un extenso prado, a ia derecha de sus pasos. Ella nos presenta a la vista muchedumbre de la carretera de Pamplona a Zaragoza, se levantan las ta- victoriosos soldados de Cristo, de todo estado, edad y pias de un corral: es el Sario. En su derredor pastan los condición, para que cada uno escoja entre ellos su con- toros que se han de lidiar en las corridas; junto a los to- veniente modelo; ella nos los muestra, no solo en su vida ros, lo más cerca posible, inmenso concurso de gentes... sobre la tierra, sino también en el lugar de las delicias ¿Nabarro, y no ir al Sario materialmente o con el espíri- eternas, rodeados de los resplandores de una gloria sin tu, a echárselas de bravo junto a ios bichos? ¡Imposible! fin, para que nosotros combatamos como ellos, con noble Pero ya la noche avanza: ya los focos eléctricos de intrepidez, y alcancemos el premio de la victoria en la Pamplona están encendidos: por la polvorienta carretera gloria eterna. regresa la multitud: en la gran plaza del Castillo suenan . . . „ • P. DEHARBE, 5. /. los acordes de la música y giran las ruedas de los fuegos de artificio: la temperatura es tibia: a lo largo del Paseo de Valencia, y a su izquierda, están emplazadas las airo- sas casetas de la feria; más allá, ya en la zona del Ensan- che, las barracas de los espectáculos; un poco más lejos llena el aire el acre olor del aceite quemado en las chu- NUESTRAS FIESTAS rrerías. ¡Y qué amanecer aquel! Las músicas militares tocan alegres dianas: son las cinco de la mañana, y ia multitud (Impresiones de hace 30 años) llena calles y plazas: la luz solar, en un cielo sin nubes, lo ¡Oh!... cuna! alegra todo. Es el gran día. A las seis estallará el cohete ¿Cómo he de olvidarme de ti? desde el baluarte de Rochapea, donde siete toros, en com- • . " Xenofoníe. pañía de los respetables mansos, aguardan el momento en que se les dé suelta. Desde la esquina de la Plaza ANTO glorioso de toda mi devo- Consistorial atisbamos la salida. ción, patrono especial y respeta- ¡Ya vienen! ¡Ya están ahí, subiendo como una tromba do de los que tienen a los pam- la pendiente de la cuesta del Hospital y la calle de Santo plónicas por cabeza visible en la Domingo! Apretarsen bien las cintas de las alpargatas y tierra, haz, ¡oh insigne paisano! acorrer... a correr, poniendo a prueba la resistencia de desde el empíreo en que vives los pulmones y de las piernas, porque el caso es entrar por tus virtudes, que una ráfaga en la plaza casi en la misma cuerna de los bichos. ¡Y los no más del aire que mueve el ga- bichos corren tanto! llo de San Cerni, al que desde Veinte mil personas se estrujan en el circo: el ruedo días antes de tu fiesta miran sin está lleno de lidiadores. A las seis y cinco minutos, un cesar los iruñshemes para ver si grito inmenso restalla en todos los ámbitos de la plaza. el cierzo predomina y el cielo se La masa humana que penetra por el ancho portón se des- viste de azul, venga a nos y a pliega en enorme abanico movible, y mezclados con ella cuantos paisanos tuyos y míos hacen su rauda entrada los toros. "~~ •" comen el pan nuestro de cada día en esta hospitalaria tierra, para avivar su amor a ti; tráe- Después, la procesión solemnísima; el paseo en la ca- nos, siquiera sea en espíritu, el hondo sentir estético del lle de la Estafeta, donde el cuerpo se pavonea y los ojos violín incomparable de tu hijo predilecto y hermano nues- no se sacian de contemplar bellezas; el baile popular en tro muy amado, y tráenos hasta aquí, escritos en discos la Plaza del Castillo a los acordes del chum-chum, y don- hertzianos, los cantos deleitosos del orfeón laureado en de las frescas neskachas no dan paz a los pies; la corrida cien lides del arte, y las notas y armonías de la musical animada, enloquecedora, con un sello especialísimo; los sociedad Santa Cecilia. fuegos artificiales; más baile; la música que toca sin ce- Y cuando la víspera de tu alegre y bulliciosa e inolvi- sar... Y así cinco días... cinco días de agitación, de emo- dable festividad llegue, acuérdate de los años aquellos ciones fuertes, ora estéticas, ora de espanto para el que venturosos en que acompañábamos a! cuerpo municipal no sabe lo que es lanzarse a una carrera desenfrenada desde su casa hasta tu capilla, al estampido de los cohe- delante de los toros, ora placenteras ante una buena mú- tes y las apreturas de la multitud, apiñada en la Plaza sica, ora arrobadoras oyendo cantar al Orfeón y tocar a Consistorial, en la antigua calle de Bolserías, hoy de San la Santa Cecilia. Saturnino, y en la recta vía nombrada Mayor. Y acuérda- te que entonces, como ahora, por costumbre tradicional de un pueblo que te venera, los gigantes y cabezudos . ¿No es verdad, paisanos míos, que aquí, debemos reu- abrían la marcha a compás del chum-chum, llevando por nimos a ver las renombradas fiestas con ios ojos del al- M •"•£*•-.

LA AVALANCHA 149 ma, ya que no podamos hacerlo con los del cuerpo? Re- apareció para evitar, como evitó, muchos males a su ama- unámonos todos ese día para honrar desde el lejano sue- da ciudad. lo al Patrono de aquella tierra sombreada por el alto Pi- En el siglo XVI, la Diputación de Navarra escribió a rineo; y ya que no nos sea posible comer por la mañana, Felipe II manifestándole que el cuerpo de San Fermín en la pastelería de Gabino, la caliente y sabrosa coroni- estaba en Amiens; y como esta población pertenecía en- lla, ni aumentar a mediodía los platos de nuestra mesa tonces a la Corona de España, le pedía el traslado de los con el sugestivo chilindrón, ni bajar por la tarde a la restos del Santo a su patria, "porque en Pamplona se ha Magdalena a darnos un atracón de rellenos en casa de tenido y tiene grandísima devoción y se celebra su fiesta Ashiolo, ni ir a la Rochapea a merendar una fritada de con grande solemnidad,,. madrillas en Cuatro Vientos, ni prolongar la excursión En el siglo XVII, resuelto por la Diputación del Reino hasta Viilaba para sazonar esos manjares en casa de Man- que San Francisco Javier fuera Patrono único de Nava- dashain, con el fresco y aromático chacolí de Ezkaba, rra, Pamplona, aun siendo muy devota del Apóstol de honremos aquí al Santo bendito cuyo nombre nos ense- las Indias, se opuso al acuerdo de la Diputación, para de- ñaron a pronunciar nuestras madres cuando éramos ni- fender el patronato de San Fermín; y con tanto interés ños, concertemos en una sola nuestras voluntades, en tomó el asunto, que siguió pleito en el Obispado de Pam- uno solo nuestros sentimientos y nuestros corazones, en plona; y a pesar de la sentencia desfavorable dictada por una sola nuestra memoria, para hacer con todo eso un el Prelado, ia ciudad, buscando siempre la mayor gloria mensajero de amor y enviarlo allí el día 7 de julio, como de San Fermín, apeló a Roma, donde el litigio, largo y piadosa ejecutoria de que la sangre nabarra no ha dejado costoso, tuvo una gran resonancia, hasta que concluyó, de circular por nuestras venas. por mediación de personas eminentes, con un convenio De este modo, no solo daremos fe de nuestra existen- del cual resultó tan ensalzado San Fermín como San cia, sino que sabremos honrar al país en que vimos la luz. Francisco Javier, con gozo de los pamploneses y de to- dos los navarros. UN NABARRO IRUÑSHEME. Buenos Aires, 1926. En el siglo XVIII, así como en los anteriores, consta la devoción de los pamploneses a San Fermín por los numerosos regalos hechos al Santo; tan valiosos^ como los pectorales de oro con rubíes y esmeraldas, mitra y el báculo de plata, el anillo episcopal, las capas magnas y otras muchas alhajas y vestiduras riquísimas, cuajadas de piedras preciosas. Y como la acreditan igualmente las RASGOS DÉLA PATRIA fiestas brillantísimas que Pamplona celebraba, no solo re- ligiosas, sino las profanas con importantes corridas de to- ros, funciones de teatro y otros espectáculos; y también La devoción a San Fermín los festejos con que los navarros en general y los hijos y las fiestas de Pamplona de Pamplona en particular conmemoraban los sanfermi- nes fuera de Navarra, y especialmente en Madrid, donde ODOS conocen la brillantez de las se constituyeron en congregación, edificaron un suntuoso fiestas dedicadas por Pamplona, templo para el culto del Santo, que aun hoy llama la aten- ahora y siempre, al glorioso San ción general y atrae las miradas de los devotos de! glo- Fermín; pero tampoco debe igno- rioso Mártir y Obispo pamplonés. rar nadie que dicha brillantez de El siglo XIX se distingue por el aumento de la devo- las fiestas no es hija de la casua- ción a San Fermín, muy perceptible no solo en Pamplo- lidad, sino que en gran parte es na, sino dondequiera que hubo pamploneses con facilidad efecto de la importancia que tie- para exteriorizar sus fervores, sus alegrías y sus entusias- ne y ha tenido la devoción de la mos por el santo Patrono, con la cooperación de los de- capital navarra a su excelso hijo más navarros de todas las colonias de España y del ex- y Patrono. tranjero, y con la admiración y el aplauso de la cristian- La gran fiesta de Pamplona re- dad entera. Por eso las fiestas de Pamplona en el si- conoce como causa principal la glo XIX subieron a la cumbre con las grandes corridas gran devoción de Pamplona a de toros, ios conciertos de fama mundial y las músicas» San Fermín, según puede fácil- jolgorios y alegría incomparables. mente demostrarse recordando hechos históricos más o En la actualidad, la devoción al glorioso Santo pamplo- menos divulgados en las columnas de esta revista. nés continúa en la cúspide, lo mismo que en la anterior Es indudable que la devoción de Pamplona a San Fer- centuria, si es que no la supera, y los sanfermines siguen mín tiene un origen remoto, y que, lejos de decaer, fue deslumhrando al mundo con su creciente brillantez, para aumentando con el transcurso de los siglos; y día verda- demostrar que la importancia de las fiestas de Pamplona deramente grande para la ciudad, patria del Santo nava- están en cierta proporción con la devoción de los pam- rro, sería aquel en que el Obispo D. Pedro París, inter- ploneses. pretando las aspiraciones de los devotos, adquirió en JUAN P. ESTEBAN y CHAVARRIA. Amiens, el año 1186, la reliquia de San Fermín, dan- do al Prelado motivo para instituir la fiesta con doble música y cantores, donando sus rentas para sostener el esplendor de la misma. La predicación y las modas.—Dice un señor que es Que esta fiesta fue acogida por Pamplona con el ma- predicar en desierto predicar sobre modas. yor entusiasmo lo probaría, a falta de otros datos, la im- Eso lo han dicho ya muchos señores. Y tan bien como portancia extraordinaria que le conceden los documen- lo haya dicho el más pintado, lo dice Feijoo, muy Padre tos de la época; hasta el extremo de señalar con ella las y muy señor nuestro. fechas de las escrituras, como tratándose de un aconteci- Pero, hablando en puridad, nunca se predica en de- miento de grandísima consideración, e indicando de tal sierto. Siempre lo oye Dios, que es el que manda que se manera que los actos consignados coincidieron poco o predique y el que ha de pedir cuentas de si se cumplió mucho con las festividades de S. Fermín respectivas, se- o no se cumplió la misión de predicar. gún sucede, entre oirás cartas reales del siglo XIII, con Lo de si se oye o no se oye, es cuenta aparte que tam- una del año 1290 y con otra del 1293, por no citar más. bién la ha de pedir Dios a quien corresponde. Excitadísimos los ánimos con las luchas de agramonte- Harto saben todos, por la parábola del Divino Maes- ses y beamonteses, e invadida Pamplona en 1471 por el tro, que de cuatro partes del campo en que cae la semi- partido contrario, los pamploneses, ante el peligro, invo- lla de la palabra de Dios, una sola es en tierra buena. caron a su Santo: milagrosamente (o ellos con los ojos Y que no por eso ha de dejarse de volcar la semilla so- de la fe, según dice Aleson) vieron que San Fermín se bre las cuatro. 150 LA AVALANCHA

POR JESÚS Y POR NAVARRA Pastoral colectiva de los Metropolitanos españoles En la fiesta del Amor (Conclusión) EL limo. Sr. Magistral de la S. I. Catedral Para prevenir, en cuanto está de nuestra parte, tama- de León recibimos una hermosa y conso- ños desastres, hemos venido en dictar de común acuerdo las siguientes normas y disposiciones: ladora carta: " Tengo una satisfacción I. Es obligación grave de los católicos el combatir y grandísima en poderle mandar hoy, fiesta desarraigar la pornografía en el teatro, cine, cabarets, li- del Sagrado Corazón, las 2.500 pesetas, bros y novelas y en cualesquiera manifestaciones impú- en nombre del Excmo. Sr. Obispo y diócesis de dicas. En consecuencia, deberán abstenerse: 1.°, de asis- León, para que figure el escudo de esta provincia tir y autorizar con su presencia o auxiliar y mantener con su dinero empresas y espectáculos que glorifican el vicio en el hermoso Templo Expiatorio Nacional del o despiertan la lujuria, algunos de ellos tanto más perju- Sagrado Corazón de Jesús en el Tibidabo H diciales cuanto mayor colorido y relieve dan a escenas y ¿Y de Navarra? También de esa nobilísima tie- peripecias escabrosas; 2.°, de favorecer negocios en que

NAVARRA

PAMPLONA.—El Excmo. Ayuntamiento al entrar en ta Casa Consistorial después de haber asistido a las vísperas de la festividad de San Fermín del año 1925 ...... Foto. Galle rra recibimos un preciosísimo don en la fiesta del se trafica a costa de la virtud, ni comprar obras, folletos, postales, estampas y grabados ofensivos a la moral católi- Amor. No es el Escudo aún; pero es la seguridad ca; 3.°, de suscribirse, y más aún, de sostener con su apo- del Escudo. Es el alma apóstol que trabajará por yo económico o de otra clase las revistas y periódicos él; es la mano querida que, con amplio gesto, se que tienden a corromper y estragar las buenas costum- tenderá ante todos los amantes del Sagrado Cora- bres; 4.°, de consentir, autorizar o aprobar la colocación zón, no para pedir limosna, sino para ofrecer la de esculturas y monumentos, y menos en público, con desnudeces que son mengua de pueblos cristianos. Si por gloria de poder contribuir a esta obra "tan de el contrario, impiden la propagación de esa podredumbre, Dios,,. La señorita María de los Angeles Erviti y por medio de ligas como las que funcionan en Madrid, aceptó "por Jesús y por Navarra,, el nombramien- Barcelona y Valencia, o con representaciones y protestas to de celadora, ofreciendo la primera semilla de valerosas, empleando ios resortes que la ley pone en sus cien pesetas. Por no ofender su modestia y por ser manos, y por último, formando ambiente para que los poderes públicos cuenten con la asistencia social necesa- sobradamente conocidas, callamos las altas dotes ria, merecerán las bendiciones del cielo y de la Iglesia y que para el cargo atesora, limitándonos a dar fer- el aplauso de las personas honradas. vientes gracias a Dios; y en voz muy alta decimos: II. Reclamamos la observancia de los preceptos cris- "No es el Escudo aún; pero es ía seguridad del tianos en la gimnasia y deportes, en las reuniones, diver- Escudo.,, siones y baños públicos; a este fin juzgamos oportunas ' '•'"•" • ' ' MARÍA VICTORIA. las. advertencias siguientes: 1.a La indumentaria exageradamente corta y la mez- La señorita María de los Angeles Erviti recibe cla y convivencia de sexos en los deportes crean un es- las ofertas en su casa, San Antón, 69, pral. píritu relajado y aun hostil a la sana moral, y manifiestan LA AVALANCHA 151 no pocas veces una confabulación para alejar de la Igle- ce; 3.°, a la solicitud de los predicadores, los cuales de- sia a aquellos que tales diversiones practican, con la tác- ben instar, recomendar y apremiar en sermones, catecis- tica calculada de simultanear excursiones y deportes a la mos, retiros y ejercicios espirituales, representando la in- hora de !a santa Misa y del Catecismo los domingos y gente disolución que se nos avecina si las mujeres se obs- días festivo1:, resultando de hecho un laicismo práctico. tinan en su voluntaria ceguera, y recordando las tremen- 2.a Las reuniones y bailes de cierta c'ase se prestan das palabras de Su Santidad contra las modas, pronun- a excesos de los que ni siquiera queremos hacer men- ciadas en el discurso dirigido a los predicadores de la úl- ción; a los católicos incumbe desterrar de sus casas y tima Cuaresma; 4.°, a las cruzadas o agrupaciones feme- -círculos sociales todo desorden licencioso, esquivar en lo ninas de Acción Católica, si emprenden una campaña si- posible el trato con señoras que hacen gala de inmodes- multánea en toda España, uniforme y eficaz; 5.°, a las tia o llevan una vida escandalosa, y no permitir que, por Asociaciones piadosas, cuyas socias han de ir a la cabeza, un abandono incomprensible, puedan verse solos sus hi- siendo las primeras en adoptar alguna cláusula o artículo jos con jóvenes de diferente sexo. del Reglamento que excluya a las recalcitrantes; 6.°, a las 3.a Con su ejemplo y con sus gestiones ante las auto- Directoras seglares de establecimientos de enseñanza, y a ridades procurarán que en los baños públicos se obser- las maestras de escuela, ya que tienen en su mano el la- ve la debida separación de sexos. brar y pulir la conciencia colectiva. A unos y a otros, Sa- III. En cuanto a las mujeres, una vez más se les re- cerdotes y Religiosos, Presidentas de Cofradías o Aso- cuerda que el santo lemor de Dios y la piedad cristiana ciaciones y Maestras, excitamos en el Señor a desplegar no se compaginan con las modas indianas de aquellos su celo, mirando más a los intereses de Cristo que a que deben ser templos vivos del Espíritu Santo. Tengan los respetos humanos, únicos obstáculos, y bien pueriles, entendido qus el vestido decente es su mejor realce. El que se han interpuesto en el camino. Santo Padre dio recientemente las normas invariables de V. La responsabilidad mayor pesa sobre los padres, la moral católica: en ellas se determina bien claramente quienes no debieran consentir nada reprochable en sus qué es lo que está en pugna conla modestia cristiana. No hijos; mas también alcanza a ios maridos demasiado com- puede tolerarse que mujeres y niños que se precian de placientes, a las modistas que imponen sus gustos a las sumisos y heles al Vicario de Cristo desoigan y poster- señoras distinguidas, cuyos actos copian las clases humil- guen sus ordenaciones. Los Prelados somos los primeros des, sin que por esto se libren de una enorme responsa- en acatarlas y urgir su exacto cumplimiento. Al efecto, los bilidad por sus efectos las que visten con descoco. Las Párrocos y Rectores de iglesias, inclusas las de Regu- condescendencias y la frivolidad producen esos , estragos lares y Religiosos, anunciarán en las puerUs de los tem- que todos lamentan y nadie corrige.

NAVARRA 1

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I X

PAMPLONA.— Entrada a la ciudad por la Plaza Circular del nuevo Ensanche Foto. Aquilino García Deán píos y en el pulpito las instrucciones concretas de su Pre- "Por la dignidad del nombre cristiano,, como dice Su lado sobre ese punto, y a las señoras que falten las avi- Santidad Pío XI, es indispensable acabar con tales daños sarán caritativamente, y si reincidieren no se les adminis- que corrompen e infectan los pueblos, "porque nosotros trará la sagrada Comunión, guardando en ello la mayor llevamos todos las huellas de la sangre del Redentor, tes- escrupulosidad y prudencia. timonio espléndido de los destinos eternos que nos espe- IV. En gran parte fiamos el resultado: 1.°, al esmero ran,,. (Discurso del Santo Padre a los Delegados de la perseverante de los confesores, que deben proceder con Unión Internacional de Asociaciones católicas femeninas, aquel saludable rigor, no exento de discreción, que de- 28 octubre 1925.) Hora es ya de poner término al espec- manda la gravedad del mal; 2.°, al empeño tenaz délas táculo bochornoso Bde tantas mujeres de toda edad y Superioras Religiosas de Colegios, no admitiendo a las condición que, en sus locas ansiedades de agradar, no re- niñas cuyos padres o encargados rehusen vestirlas como paran en lo gravemente que con su desatentada manera prescribe reiterada y terminantemente el Papa, quien in- de vestir dan en su rostro, no sólo a los hombres honra- siste en la modestia cristiana a toda costa, a todo tran- dos, sino al mismo Dios. Ya no se limitan a exhibirse 152 LA AVALANCHA públicamente con adornos que en tiempos pasados hubie- ran avergonzado a muchas por atentar a la modestia, sino BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA que se atreven a llevar esos incentivos de las pasiones más torpes a los lagares santos, lucirlos en las solem- nidades religiosas y presentarse en la misma Mesa eu~ Relación de los folletos y hojas repartidos por la Biblio- carística, donde se recibe al divino Autor de la castidad». teca Católico-Prop3gandista, durante el primer semes- (Benedicto XV, Encía Sacra propediem, 6 enero 1921). tre de 1926. De todos esperamos colaboración para extirpar la pla- ga libidinosa, pero principalmente de las mujeres espa- OPÚSCULOS ñolas y católicas. No seremos nosotros los únicos vindi- Manojitos de flores recogidas en los Ejercicios espirituales. 400 cadores y heraldos de su recato; lo serán ellas, trabajan- Catecismo de la entronización del Sagrado Corazón y con- do sin descanso por sus derechos y por conservar su más precioso timbre. Nuestro augusto Monarca ha dado re- sagración de las familias 100 cientemente un alto ejemplo que mereció calurosos elo- 500 gios del Sumo Pontífice; a imitación suya, los subditos HOJAS han de empezar por regenerarse en el orden moral, y el "La Lectura Popular, de Orihuela 12.000 sexo pío, por imponerse unas reglas de compostura y cir- cunspección que tan bien cuadran en las que tienen a la ¡Yo lo he matado! 1.000 Virgen Santísima por Reina y Patrona. No puede ser 1.000 Madrid, 30 de abril de 1926. Pequeño héroe, gran conquista 1.000 i* ENRIQUE, Cardenal Reig, Arzobispo de Toledo.— Retírale a ejercicios 2.000 •j- FRANCISCO, Cardenal Vidal, Arzobispo de Tarragona. ¡Dios te ve! 2.000 — •(* EUSTAQUIO, Cardenal Ilundáin, Arzobispo de Se- Los grandes pecados 2.000 villa.— f VICENTE, Cardenal Casanova, Arzobispo de Granada. — f REMIGIO, Arzobispo de Valladolid. — La deshonestidad 2.000 •f PRUDENCIO, Arzobispo de Valencia.— f RIGOBERTO, La confesión 2.000 Arzobispo de Zaragoza.— + JULIÁN, Arzobispo de San- Santos recuerdos 2.000 tiago. El dinero. Para lo que no sirve 1.000 La rama de laurel 1.000 El doctor Pafrullo 1.000 El golpe de gracia 1.000 Un sucedido 1.000 Radioactividad 1.000 U N SU K* I O Pecador y pecador, nada más 1.000 El eterno constructor 1.000 Parte, suspiro de amor, El suspiro dolorido Los de arriba y los de abajo 1.000 Hacia el Norte el vuelo eleva, Que mi pecho ausente lanza. Pasa el Ebro sin dolor, Que esos cantos que derraman 36.000 Y cual vate trovador, Por sus calles armonías, Ejemplares de LA AVALANCHA 12.000 Son las voces con que llaman Mis ecos a Iruña lleva. Pamplona, 30 de junio de 1926. Vuela, suspiro, que es tarde Mis recuerdos de otros días, El Bibliotecario, Son los ecos que me inflaman. Y la noche presto expira; Feliciano Goñi e ízura. A Iruña, que en fiestas arde, Y ora sean variaciones En regocijos delira De la jota esplendorosa, Y de dichas hace alarde. O eúskaras canciones, A la bella hija de Aitor, Siempre son los dulces sones Con azul boina tocada, De mi infancia venturosa. NUESTROS GRABADOS Pide albergue sin temor; Que si escucha, entre el concierto Di que traes de Granada De sus fiestas, un suspiro, Comisión de concejales trasportando la ban- Grato mensaje de amor; No pregunte quién se ha muerto; dera de la ciudad en la procesión de San Fer- Que eres ferviente almuecín Es un ¡ay!, es un respiro, mín.—El día de la festividad del insigne Patrono de Na- varra San Fermín se celebra en nuestra capital una so- De la Alhambra encantadora, Es un ¡hurra! que yo vierto. lemnísima función religiosa en honor del Santo, con pro- Y del dalzur a la hora, Parte, pues, suspiro mío, cesión pública que recorre las principales calles de la Dirás: ¡Viva San Fermín! Pasa el Ebro sin dolor; población y a la que asiste el Ayuntamiento en corpora- Y Allah guarde a la Señora. Que las aguas de ese río ción con maceros y timbales. Lleva el azulado cielo Son las perlas del rocío Una comisión de tres señores concejales se encarga de conducir la bandera de la ciudad en esta procesión. Re- De la hermosa Andalucía, De la bella hija de Aitor. presenta nuestra fotografía la del año 1925, y en ella apa- De su perfume el anhelo, Si oyes retiñir la diana recen D. Fermín Istúriz y Albístur llevando la bandera, y La esmeralda de su suelo De mi Iruña por ios cerros, las borlas, D. Mariano Vidal y D. Ignacio Sanz. Y el amor del alma mía. Y la gente corre ufana De Granada lleva flores A ia plaza, a los encierros. Que jamás se ponen mustias Que es la fiesta más galana, El limo. Sr. Obispo de ¡a diócesis presidien- do la procesión de San Fermín.—En la fiesta reli- Porque esmalta sus colores Tú, con todo el corazón, giosa con que anualmente honra nuestra ciudad a su pre- La Virgen de las Angustias Clama, clama, almuecín; claro hijo y su primer Obispo y Mártir, suele oficiar de Con sus inmensos dolores. Canta de Iruña al Patrón, pontifical el Prelado de Pamplona, quien preside tam- Di a Iruña que estoy herido Suspira a pleno pulmón, bién la procesión que se hace con la imagen del Santo. De su más fuerte añoranza, Grita: ¡¡¡Viva San Fermín!!! Nuestra fotografía, obtenida el 7 de julio de 1925, re- presenta al limo. Sr. Obispo acompañado por los diáco- Y es de amor blando gemido P. ESTEBAN AZCONA, nos de honor canónigos D. Joaquín Blanc y D. Bienve- Agustino Recoleto Granada, julio, 1926. nido Bernal, y los diáconos de oficio canónigos D. Alejo- LA AVALANCHA 153

Eleta y D. Florencio Laguardía; y como presbítero de honor asistente, el Deán de la Catedral D. Manuel Salo- MESA REVUELTA mé Escobes. Aparece también en esta fotografía el limo. Sr. Dr. don Enrique Serantes, Obispo de Camaguey (Cuba), quien, Muchas gracias.—La nobilísima señora doña Adelai- encontrándose accidentalmente en Pamplona, se dignó da Ribed, viuda del insigne navarro D.Juan Iturralde y honrar con su asistencia la procesión de San Fermín. Suit, de aquel varón esclarecido, de corazón abierto a todos los sentimientos generosos, como dijo muy bien el autor de "El Oasis: viaje al país de los Fueros,,, nos ha El Exorno. Ayuntamiento de Pamplona al favorecido con un donativo de cien pesetas para LA entrar en la Casa Consistorial, de regreso de AVALANCHA. las vísperas de San Fermín.—En la capilla de San Mucho agradecemos a tan distinguida señora el interés Fermín de la iglesia de San Lorenzo, levantada sobre el que demuestra por nuestra revista de propaganda católi- solar de la casa donde el santo Obispo tuvo su cuna, se ca y navarra. Que Dios se lo. premie, como así le pedi- cantan solemnes vísperas en la tarde del 6 de julio, y a mos en nuestras oraciones, y que su hermoso ejemplo ese piadoso acto asiste el Ayuntamiento en corporación. sepan imitarlo muchos paisanos nuestros convencidos Representa nuestra fotografía el momento en que el del deber imperioso de ayudar con sus limosnas a las ne- Municipio pamplonés entraba el año último en la Casa cesidades de la buena prensa. Consistorial después de haber asistido a las vísperas de San Fermín. El Congreso eucarístico de Chicago.—De la gran- diosidad y esplendor que ha revestido este Congreso, ce- Entrada a Pamplona por la Plaza Circular lebrado últimamente en aquella importante ciudad de los del nuevo Ensanche.—La calle que da entrada a Estados Unidos de América, conocen nuestros lectores nuestra capital por la parte donde antes estaba la puerta detalles hermosísimos y consoladores por la prensa dia- de San Nicolás se le llama actualmente "Avenida de San ria. Nosotros vamos a recoger en estas líneas una nota Ignacio». simpatiquísima de la magnífica procesión española en El nuevo Ensanche de Pamplona data de la ley de 7 Chicago. de enero 1915, y más principalmente, como consecuen- Los pueblos de lengua española celebraron una gran- cia de aquélla, de la real orden de! 26 de mayo de 1920, diosa manifestación de piedad. Presididas por el Carde- que aprobó los planos y alineación para las nuevas cons- nal Reig y treinta Obispos, además de los cónsules y dig- trucciones; habiéndose colocado solemnemente la prime- natarios de las repúblicas hijas de España y gran número ra piedra de la primera construcción el 29 de noviembre de sacerdotes, larguísimas y compactas filas, llevando al del mismo año 1920, festividad de San Saturnino, Patro- frente la banda mejicana de El Paso, que había ido ex- no de la ciudad. presamente, las banderas de las Congregaciones y la Po- licía de Chicago, desfilaron por la Avenida de Michigan hacia la Catedral. Enorme gentío presenció y aplaudió el M. I. Sr. Dr. D. Manuel Iruriia y Almándoz.— desfile. La circulación tuvo que ser suspendida, alcanzan- Aparece en nuestro grabado, en primer término, el Exce- do la paralización a miles de "autosn y autobuses. lentísimo Sr. Arzobispo de Valencia Dr. D. Prudencio Durante la procesión se cantó el himno del Congreso Meló, oficiando de pontifical en las fiestas-que aquella Eucarístico español, y al llegar al templo la banda, tocó ciudad celebró en mayo último en honor de la Beata Ma- la Marcha Real española, que produjo gran entusiasmo ría Micaela del Santísimo Sacramento, y junto a él, ac- en la muchedumbre. tuando de diácono de honor en el pontifical, aparece tam- Con la Catedral llena, el Obispo de Pasto rezó una es- bién nuestro distinguido paisano el M. I. Sr. Dr. D. Ma- tación, y después se cantó la salve, que los altavoces lle- nuel Irurita y Almándoz. varon al exterior. El gentío que allí esperaba se arrodilló Este ilustrado y virtuoso sacerdote es navarro, natural en calles y en plazas, rezando primero y aplaudiendo de Larráinzar, pueblo perteneciente al valle de Ulzama, después. y desde el año 1910, en que la obtuvo por oposición, Recuerdo gratísimo quedará para mucho tiempo en desempeña una canongía en la Metropolitana de Valencia. los Estados Unidos de esta sublime manifestación de fe. Recientemente le ha propuesto el Gobierno, a la Santa Sede, para Obispo de Lérida. El decreto de su nombra- miento se publicó en la "Gaceta de Madrid0 del 11 de Valdés y Zumalacárregui. (La batalla de las Arnés- mayo último, y está concebido en los siguientes términos: coas).— Entre los interesantes trabajos que publica en su "MINISTERIO DE GRACIA Y JUSTICIA.—S. M. el Rey número del 10 de junio último la importante revista ma- (q. D. g.), por Decreto de esta fecha, se ha dignado nom- drileña "Razón y FeB, hemos visto que comienza, con el brar para la Iglesia y Obispado de Lérida, vacante por título que encabezamos estas líneas, un curioso episodio traslado de D.José Miralles, a DON MANUEL IRURITA Y histórico de la primera guerra carlista, de nuestro insig- ALMÁNDOZ, Canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana ne colaborador el ilustre jesuíta R. P. Alberto Risco. de Valencia. Por referirse a una acción guerrera ocurrida en Na- varra lo leerán con interés nuestros lectores. nY constando la aceptación de este nombramiento, se están practicando las informaciones y diligencias necesa- Con autorización del P. Risco procuraremos reprodu- rias para la presentación a la Santa Sede. cirlo en LA AVALANCHA. «Madrid, 10 de mayo de 1926.,, Las fiestas con que Pamplona honra anualmente a San Del Congreso catequístico de Granada.—Entre los Fermín se inauguran y terminan con actos religiosos en notables trabajos presentados en este Congreso, celebra- la capilla del Santo, a los cuales asiste el Ayuntamiento do recientemente en Granada, fue muy elogiada la Me- en cuerpo de comunidad, o sean vísperas, función y oc- moria leída por el ilustre agustino el P. Teodoro Rodrí- tava, en los días 6, 7 y 14 respectivamente. guez, sobre "El maestro y el catequista». La función del 14 consiste en misa solemne con ser- Considera el docto religioso la gran influencia del món, y su origen se remonta al 5 de julio de 1689, en maestro católico, diciendo que el niño será lo que sea el que así lo acordó el Municipio pamplonés. maestro. Y sostiene con firmeza que hay que librar al El nuevo Obispo de Lérida ha sido designado este Magisterio español de la acción de la Institución Libre de año para hacer el panegírico de San Fermín en la solem- Enseñanza, pues, de lo contrario, España seguirá el ejem- ne función de la Octava con que terminan las fiestas que plo de Francia. La formación de maestros—añade—debe nuestra ciudad dedica a su santo Patrono. ser obra predilecta de los católicos. 154 LA AVALANCHA

Las conclusiones presentadas por este distinguido con- Campanario (cabeceando pausadamente).—Te digo que gresista Fueron las siguientes: morirás mañana. Primera, conseguir la libertad de enseñanza, según la Perdigón (como quien oye llover y rascándose con efe Constitución; segunda, desaparición o transformación de izquierdo).—¡Bah! los organismo docentes en que interviene la Institución Campanario.—Te llevarán con engaños a un obscuro Libre de Enseñanza. chiquero, donde unos recios portalones te impedirán salir. Todos los buenos españoles verán con aplauso se lle- Perdigón (bufando).—¡Los haré añicosl ven a la práctica estas conclusiones, de capitalísima im- Campanario.—Pasarás allí encerrado unas horas muy portancia en nuestra patria. largas y muy negras, y cuando de nuevo salgas al lugar en que estamos, unos hombres ligeros como el aire y vestidos con trajes que brillan como las estrellas de la Jura por su hija, y ésta se muere.—Leemos en "El noche, se burlarán de ti, y herirán tu piel y harán correr Debate»: "Toledo, 28: Comunican de La Guardia que tu sangre generosa. habiéndose perpetrado un robo de mieses en una tierra —Perdigón (lleno de ira).—¡Mataré a esos hombres! propiedad de Evaristo Martín, el cabo comandante del Campanario.—No podrás; mira: ¿ves esa gradería, pa- puesto de la Guardia civil sospechó que el autor fuese ra nosotros inaccesible? Pues estará llena de espectado- un individuo, y procedió a su detención. res que gritarán como enloquecidos, animando a tus El detenido, al ser interrogado, negó su participación en verdugos.

NAVARROS DISTINGUIDOS

M. I. Sr. Dr. D. Manuel Irurita y Almándoz (X), Obispo electo de Lérida, que ha sido designado para predicar en Pamplona el sermón de la Octava de San Fermín Foto. L. Huid Miranda el delito que se le imputaba, jurando su inocencia "por Perdigón (cada vez más furioso).—¡Calla! la vida de mi hija, lo que más quiero en el mundon, de- Campanario.—Y una lúgubre música, que sonará para' cía. Pocos instantes después fue un vecino al cuartel de ti como un mugido de dolor, anunciará tu muerte. la Guardia civil para decir al detenido que su hija acaba- Perdigón.—¡Calla, te digo, buey de tos demonios! (Cam- ba de morir. panario baja la cabeza, avergonzado. Esto de llamarle Terminó confesándose autor del robo.- buey constituye grave ofensa hasta para los mismos bue- yes, por aquello de que la verdad es siempre amarga.) ¡Morir! ¿Acaso no hay más que morir? ¡Como si yo no supiera matar para defender mi vida! Campanario (mirándole con lástima).—¡Juventud! ¡Ju- ventud!... Perdigón.—¿Quién podrá vencerme? Campanario.—Los que se aprovechan para ese fin de Capricíio tragicómico irrepresentable la misma bravura que te ciega. No lo dudes, Perdigón; morirás mañana, como murieron tantos otros, como hu- CUADRO 1 biera muerto yo si aquella deliciosa estratagema no me hubiera salvado la vida. (Redondel de una plaza de loros. En el centro, y echa- dos sobre la limpia arena, varios cabestros que rumian y Perdigón.—¿Tú? A ver. ¿Qué hiciste? ¿Quieres con- unos toros que duermen. Algo separados del grupo, Cam- tármelo? panario, buey de luengos años y no pocas libras, conver- Campanario.—Escucha: yo he tenido tu edad y tus sa amistosamente con Perdigón, toro negro, de finas agu- bríos y tu fuerza. El nombre de Campanario hacía tem- jas y hermosa lámina. Entre barreras, unos vaqueros fu- blar a toros y a hombres, y los erales me miraban como man y hablan. Es de noche, una noche de verano, estre- a un ídolo. Una tarde me separaron de la piara, y entre llada y diáfana. La acción, en cualquier parte. Época varios hermanos que llevaban cencerros como el que actual.) ahora es baldón de mi cuello, me transportaron al lugar LA AVALANCHA 155 de la muerte. (Suspirando dolorosamente.) ¡Ay de mí! Yo na el clarín, abren la puerta del chiquero, y Perdigón, el no sabía entonces lo que estos cencerros significaban. toro negro de las ñnas agujas, pisa la arena. Aplauso al Perdigón (compadeciéndole y sin ánimo de ofenderle). ganadero, que ocupa una barrera. Un peón, desde lejos, —¡Pobre bestia! levanta su capote, y el toro acude a él impetuosamente, Campanario.—Un viejo cabestro que me debía favores haciéndole saltar ai callejón más que de prisa. Perdigón, me informó de cuanto había de sucederme; me contó lo enfurecido por la repentina desaparición del que estimó que yo acabo de contarte, y yo, que no quería morir, como víctima, arremete contra la barrera, y los rojos ta- adopté una resolución. blones saltan hechos astillas. El público aplaude de nue- Perdigón.—¡Matar! vo Uno de los matadores abre su capa, pretendiendo Campanario.—Verás. Cuando abrieron las puertas de lancear a la fiera; pero ésta le arrolla y le derriba. Varios mi encierro y un torrente de luz trocó en día la noche toreros acuden al quite, y tienen que tomar el olivo, sem- interminable de aquel chiquero lóbrego, salí al redondel brando el suelo de capotes. Cunde el pánico entre la gen- paso a paso, y me detuve en su centro. Los hombres de te de a pie. Un piquero da frente a Perdigón; acude éste, traje de oro me llamaron, ofreciéndome sus cuerpos; pe- y picador y caballo ruedan por la arena. Un hilo de san- ro yo, dominando mis ímpetus, permanecí como clavado gre tiñe el nervudo morrillo de Perdigón, y ciego por la en la arena. Uno de ellos, no te exagero, tanto se acercó ira, no espera ya que los caballos se le aproximen; los a mf, que hubiera podido engancharle con solo adelan- busca, los destroza a cornadas, los pisotea, los muerde.. tar la cabeza; pero me acordé de los consejos del cabes- Los aplausos se truecan en ovación estruendosa; mien- tro amigo, y le volví el rabo. tras, Perdigón bufa, sintiendo que la sangra brota ya a Perdigón (para su pellejo).—¡ sinvergüenza! raudales de su cuello. Sobre la arena hay siete pencos Campanario. —Entonces los cobardes de la gradería muertos; pero los espectadores, sedientos de vidas, quie- comenzaron a gritar como locos. Un pobre caballo, en- ren más aún, y gritan: "¡¡Caballos!!,.. ¡¡Caballos!!...„ Y más fermo de la vista, a juzgar por la venda que cubría sus caballos salen y más caballos mueren. Entonces, la masa, ojos, adelantóse varias veces a mi encuentro; pero yo huí la multitud, la de las grandes locuras y las grandes justi- siempre de él. cias, electrizada, delirante, loca, pide a la presidencia, co- mo un solo hombre, la vida de Perdigón. El presidente Perdigón.—Pues sí que hacías un papelito. accede a este deseo de la multitud, y Perdigón es perdo- Campanario.—A cada huida mía, arreciaban los gritos nado; se agita un pañuelo; el siniestro clarín, precursor y los denuestos y los silbidos; pero de repente cesó todo de muerte en otras ocasiones, vibra ahora en los aires aquel griterío como por ensalmo, y en su lugar, ¡qué sus- como una risotada de alegría, y Perdigón, el toro noble, to pasé!, oí que la corneta aciaga, precursora de muerte, el toro valiente, el buen toro, con los ojos llenos de lá- atronaba los aires. Me ju7gué perdido; creí que, a pesar grimas y el cuerpo cubierto de sangre, hace mutis por el de mis esfuerzos, iba a sucumbir, víctima de la perfidia callejón que da acceso a la corraieta, en medio de la ova- de los bípedos, y mugiendo de rabia, loco de miedo, hice ción más entusiasta que oyeron los nacidos.) un supremo esfuerzo y ¡paf! salté la barrera. Perdigón (sin poderse contener y con marcada ironía). —¡Muy bonito! CUADRO III Campanario.—Pues a ese salto debí la vida; cuando, (La corraieta es un patio grande y terrizo; hay en él merced a no sé qué diabólicas artes, me encontré de nue- un pozo de alto brocal, una pila de escaso fondo y varios vo en la plaza, vi en ella al viejo cabestro que me acon- burladeros de madera. Campanario y dos bueyes más sejó, y mientras los cobardes de la gradería me apostro- contemplan a Perdigón, sintiendo correr por sus lomos faban rudamente, me decía él, casi con lágrimas en los el frío de las grandes emociones y por sus frentes el ca- ojos: "¡Campanario, amigo mío, alégrate! ¡Has salvado lor de las grandes vergüenzas. Perdigón, con la cara en- ta vidd!...n Y en efecto, aquí me tienes; salvé la vida. sangrentada y el morrillo lleno de grandes coágulos, re- Perdigón.—Pero, ¿a qué precio? (Campanario se son- sopla fatigosamente. En los burladeros, el dueño de la roja.) Volviste a tus campos, pero volviste para roturar ganadería se recrea en el toro con verdadero orgullo, y sus tierras, para arrastrar el arado infamante. ¡Pobre el conocedor, un viejo vaquero de sombrero ancho, mar- Campanario! ¡Cuántas veces se habrán mofado de ti sellés con coderas y zahones obscuros, pálido aún de la aquellos erales que te idolatraban, viéndote como un pa- emoción sufrida, seca de sus ojos unas lágrimas.) ria dar vueltas y vueltas a la noria! El ganadero.—Agua a ese toro, Frasquito; lavarlo bien, Campanario (dolorido).—¡Perdigón! refrescarle los remos; que se me salve, por lo que tú Perdigón.—Y cuántas veces habrá crujido a tus ancas más quieras en el mundo. la carreta cargada de gavillas... El conocedor.—Se salvará, nostr'amo. Campanario (sollozando).—No sigas; por mi dios Apis El ganadero (entusiasmado).—¿Has visto, Frasquito? te lo pido. ¿Has visto? Perdigón (levantándose bufando).—¡Cobarde! Bien Frasquito.—¡El mejor toro de España! (Perdigón agita cuelga en tu cuello el cencerro de la indignidad; eres un nerviosamente la cabeza.) miserable. El ganadero.—En cuanto sane, al cortijo; quiero que Campanario.—Sí, un miserable; pero mi conducta tie- sea el padre de mi ganadería. (A Perdigón se le hace la ne justificación: ¡es tan hermosa la vida! boca agua, y hasta sufre un ligero vahído de satisfacción. Perdigón (alejándose con arrogancia).—-Calla, cabes- Campanario, al tragar salivita amarga, nueve la cabeza, tro, ¿qué entiendes tú de vida ni de hermosuras? y su cencerro de cobre lanza una nota triste.) Campanario.—Perdigón, si no haces lo que yo hice, Perdigón (advirtiendo la presencia de Campanario).— morirás mañana. ¡Campanario! Mírame: ¡vivo! Perdigón.—¡Pues moriré! Campanario (por decir algo).—Te han herido. Campanario.—Piensa que... Perdigón.—Sí, pero no importa; sanaré y volveré a Perdigón.—¡Calla, buey; te desprecio! (Se aleja or- mis campos y seré feliz, porque he ganado con mi valor gulloso,) y con mi sangre la felicidad que me espera. Yo viviré la Campanario (tras un corto rumiar y filosofando como verdadera vida; para mí tendrá hierbas el campo y linfa un verdadero astado).—¡Sí, buey... buey... pero vivo! el arroyo, para mí habrá noche y día y luna y sol. CUADRO II Campanario (avergonzado, confundido y llorando co- (La misma decoración, a toda luz. Es la hora de la co- mo un becerro).—¿Qué hiciste para conseguir tanto? rrida. Han desfilado las cuadrillas, a los acordes de una Perdigón (con arrogancia).—¡Estúpido! Lo que no hi- música alegre y entre los aplausos del público que llena ciste tú: cumplir con mi deber. la plaza. En el cielo, de un intenso azul, brilla un sol que TELÓN achicharra y enardece. A una señal de la presidencia sue- P. M. S.

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