Nº6 poesía contemporánea en lenguas peninsulares caravansari Caravansari 6 (papel).indb 180 19/02/16 18:06 caravansari

Foto: Teresa Rodríguez 6 27 50 60 112 32 118 5 24 29 36 55 64 124

Monedas Editorial Estigíadas Cofre de niebla De verbo Boek Visual artículos poemas entrevistas poesía visual

Abecedario Francisca Imaginario Aguirre: Pedro Peinado música del Dossier: pensamiento poesía infantil en lenguas peninsulares Conceição VV. AA. Carta inédita Lima: de la recitadora luz para Myrtia de Osuna la oscuridad de la raíz Herberto Helder: a Federico recuerdos y olvidos García Lorca Antonio Gamoneda Ángel Sody de Rivas En la muerte de un gran poeta: Jesús Lizano José Corredor-Matheos • Nuno Júdice • José Luis Peixoto José Manuel Caballero Bonald: • Luis Antonio de Villena memoria de mucho tiempo • Miriam Reyes José García Obrero • Martha Asunción Alonso • Manuel Rico HABLAR/FALAR DE POESÍA: • José Agudo una aventura ibérica • Sebastián Candado Mateo Rello • Joan de la Vega • Javier Carnicer Joan Argenté: • Ramón Romagosa Marimón una poesia entre l’individual • Bernardo Atxaga i el comunitari • Miren Agur Meabe Albert Ibañez Domenec • Hasier Larretxea • Josefa Contijoch Pratdesaba Poesía en euskera, • Xènia Dyakonova 2014-2015: breve panorama • Jordi Valls Alex Gurrutxaga Muxika • Chus Pato • Gonzalo Hermo El pulso invisible de la vida • Manuel Álvarez Torneiro [sobre Manuel Álvarez Torneiro] Teresa Seara sumario

146 180 186 128 156 184 188 II Jornadas de poesía Cinco en lenguas Las lentes Espejos Postales de Brasil peninsulares de Baskerville Theorica de papel de Nadja Cartografías reseñas otras fotografía revistas Ricardo Domeneck de poesía Anderson Braga Horta Finis Urbis Marco Lucchesi Una mesa José Manuel Everardo Norões redonda Suroeste Rojo Arriete Vilela de ángulos muy agudos teoría sobre el hecho poético

La suerte del tonto: Javier Gálvez poemas últimos de Mario Rey Juan Camblor caravansari

“Caravansari, en el Oriente Medio, es un edificio público usado como refugio de caravanas (q.v.) y de viajeros en ge- neral. Comúnmente está construido en la zona pertenecien- te a una ciudad o un pueblo, pero fuera de sus muros. Tiene una forma cuadrangular, con un muro exterior. Este muro en lo más alto tiene pequeñas ventanas y en la parte más baja simplemente algunos estrechos respiraderos […]. El patio central está a cielo descubierto y generalmente tiene en el centro un pozo con una pila al lado […].

Las estancias del piso de arriba se dedican al alojamiento de las personas; normalmente se cocina en uno o más de los rincones del patio interior. Si el caravansari es pequeño, los mercaderes y sus mercancías ocupan el espacio interior, las bestias de carga han de dejarse en el exterior…” {Enciclopedia Británica, vol. 4, 1965 {

CARAVANSARI Revista de poesía contemporánea en lenguas peninsulares. www.caravansari.com N.º 6

Edita: Associació Cultural Caravansari NIF G64135478 Depósito Legal B-16880-2006. Avd. Pallaresa, 110, 3º 3ª. 08921 Sta. Coloma de Gramenet, Barcelona [email protected]

Director: Mateo Rello Redacción: José Antonio Arcediano, José García Obrero, Colaboran: José Antonio Jiménez Navarro Redactor para la poesía euskera: Alex Gurrutxaga Muxika Redactora para la poesía gallega: Antía Marante Redactor para la poesía portuguesa: Jordi Cerdà Redactor gráfico: Edu Barbero Diseño: Diego Petrilli Maquetación: Pako Millán Ilustraciones interiores: fotos de Héctor Mediavilla Ilustración de portada: Héctor Mediavilla Ilustración de contraportada: Edu Barbero Iconos de revista y secciones: Edu Barbero Imprime: Ulzama Digital

Agradecimientos: Gracias al Ajuntament de Sta. Coloma de Gramenet y a la Associació Colomenca de Literatura (ACOLITE), porque sin ellos nunca se hubieran podido celebrar las II Jornadas de poesía en lenguas peninsulares; en esas Jornadas nos ayudaron también Gemma Gil Costa del Institut Ramon Llull y Sandra de Jesús Boto. Gracias a Ángel Sody de Rivas que, como siempre, ha traducido su generosidad en un inédito de lujo. Por lo demás, este número de CARAVANSARI no hubiera sido posible sin la ayuda de Jordi Gol. Y nuestras habituales gracias a los fantasmas por acudir puntuales a socorrer a los vivos.

Caravansari no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores. Tiene suficiente con las propias.

4 caravansari editorial

Quimérica Iberia

Es cierto: poco importa perder lo que nunca ha sido. Pero una nostalgia no exenta de coquetería, de vanidad, o una pureza que nunca tuvieron que medirse con la turbia realidad son, es cierto, paisajes mentales buenos para vivir. Cierto también que uno puede imaginarse, por ejemplo, en la muralla de un bastión bombardeado, bajo la bandera de viejos federalistas que, si nada lo remedia, murieron con su siglo, y darse por satisfecho con esa derrota por persona interpuesta, pero gloriosa.

Enfrentar con esa panoplia de deseos, hipótesis o meras fantasías los conflictos reales, ¿es legítimo o, en algún modo, operativo? La apelación, para ir concretando, a Iberia como quimera, pues nunca ha sido apenas otra cosa, ¿para qué sirve? Cada vez va a ser más difícil construir en esta Península, puesta a secar al Sol entre un mar y un océano, una casa de concordia, así que Iberia, como quimera, pero tam- bién como posibilidad, es hoy tan buena si no mejor que los discursos de trazo grueso en que se resume buena parte de la política que padecemos. (A todo esto, defendiendo unos las viejas y otros las nuevas fronteras –porque no hay patriotismo sin fronteras y enemistad–, descubrimos que esas marcas en la piel del planeta no están tan cicatrizadas como pensábamos, y las vemos sangrar literalmente en las carnes hostigadas de los espaldas mojadas de toda latitud. Señal de que no pueden ser cosa buena).

Acabe como acabe el baile identitario –que, no se olvide, requiere de dos para ejecutarse–, nosotros preferimos perseverar en la construcción de un ámbito cultural estimulante y casi sin explotar, yacimien- to rico cuya capacidad vendrá determinada por la propia ambición de quienes lo sepan protagonizar. ¿Quimérico? Nunca se sabe qué defunciones o pubertades traerá el día de mañana, así que la vieja, y siempre semiclandestina, quimera ibérica puede tener su mármol y su día, su infalible mañana, etcétera.

Esa hipótesis lo es en tanto que posibilidad de construcción. Así que volvemos a la carga con una mirada ultramarina sobre la lusofonía: “Brasil en cinco embajadas” es nuestro monográfico sobre la poesía bra- sileña actual. Nuno Júdice, Bernardo Atxaga, Luis Antonio de Villena y un suculento etcétera nos ofrecen sus inéditos. Gamoneda rememora a Herberto Helder. Entrevistamos a Paca Aguirre y Conceição Lima. Y nos acercamos a un fenómeno doblemente clandestino, pero estimulante: la poesía para niños en lenguas peninsulares. Por lo demás, el proyecto editorial de CARAVANSARI ha alcanzado una nueva dimensión con la serie de exquisitos libros de fotografía y poesía que impulsa Edu Barbero, redactor gráfico de la revista; a la vez, hemos celebrado nuestras II Jornades de poesia en llengües peninsulars.

Seguimos.

caravansari 5 Dossier: poesía infantil en lenguas peninsulares estigíadas Poesía infantil: ínsula deshabitada

Mar Benegas

La poesía es minoría, es pequeña, escurridiza, misteriosa. Tal vez por eso, casi siem- pre anda escondida o la andan escondiendo. Porque la poesía es la voz de la memo- ria, pero también es la voz de la razón, pero también la voz de la infancia, pero también la voz del inconsciente, y la voz de la belleza y la fealdad, y la justicia. Pero también es la fórmula mágica que cura el dolor de la herida en la rodilla de tu hija. Y también es un discurso que desenhebra aquello que está incomprensiblemente oscurecido. Y, no lo olvidemos, es el lenguaje con el que se construyó el Poder; la falta de ca- pacidad para interpretarla es, sin duda, lo que da juego a un terrible baile: dominio y opresión. Todos los textos amanecieron de la poesía, también los sagrados, que llegaron a través de la palabra poética: parábolas, metáforas, hipérboles... una repre- sentación simbólica de la realidad y del alma, que, siendo interpretadas de manera literal, construyen, todavía hoy, los peligrosos binomios de poder y opresión con los que danzamos el mundo.

Y es cierto que no hay panacea ni es oro todo lo que reluce. Es obvio que los avances científicos y económicos no han sido capaces de erradicar los dramas más sencillos, o que el vértigo de Internet y la cantidad ingente de información que nos resbala frente a los ojos, no nos ha convertido en seres espiritual o mentalmente superiores, ni más justos, ni mejores personas. La Humanidad, como en una perpetua condena sisífica, sigue su rueda de hambre, dolor y odio, siempre en escalada: caer y volver a comenzar. Siempre una sociedad brutalmente enferma. Frente a este panorama, ¿servirá de algo la poesía?, ¿curará las heridas? No lo creo, pero tal vez pudiera ser un bálsamo o un camino. No, ni eso: tal vez una mínima piedra, un tazón de tierra que echar al suelo, un algo diminuto con lo que intentar construir ese camino, menos hos- til, echar un poco de tierra donde apoyar los pies para seguir avanzando.

Y es que uno de los desastres más imponderables de nuestra actualidad es, sin duda, la falta de profundidad en el pensamiento, la falta de pensamiento crítico, la falta de reflexión. Por eso, lo superficial vende, vence y convence. Tal vez sea una conse- cuencia o el aderezo perfecto de la falta de lectura generalizada. Y, en medio de este

6 caravansari panorama, es prácticamente inexistente la lectura de poesía, más todavía la lectura de poesía infantil. Las cifras, como luego veremos, hablan por sí solas.

Porque, si la poesía es una ínsula remota, la infantil está, además, casi deshabita- da: ni prácticamente poetas, ni libros, ni crítica, ni pensamiento, ni reflexión. Casi en exclusiva la habitan los niños, porque ellos sí, por el placer y el goce de la infancia por los versos, no la abandonan. Desde este punto es fácil llegar a la imagen de una gran serpiente que se devora a sí misma: la poesía no acepta a la industria, pero la industria es la que manda. Los libros editados, los lectores, todo tan minoritario. Y la serpiente sigue con las fauces abiertas en esa paradoja interminable porque, si se niega la poesía a la infancia, ¿qué persona se acercará a la poesía en la edad adulta? Es muy difícil acercarse a algo de lo que fuimos expulsados hace ya tanto tiempo que ni lo recordamos. El lenguaje poético se convierte en un lugar inhóspito. ¿Cuántos poetas “de adultos” leen poesía a sus hijos de manera habitual? ¿Cuántos poetas compraron alguno de los 54 títulos, testimoniales, de poesía infantil editados en 2014 para los niños que los rodean? Y, desde ahí –¿será justicia poética?–, ¿cuántos de los 2.500 poemarios editados durante el mismo año encontraron, realmente, lectores fuera de los circuitos de los propios poetas?

La poesía sufre una dicotomía terrible. Por un lado se ha conver- tido en el barco del yo, en un acorazado del intelecto, cuando ¿Cuántos poetas debiera ser un barco hecho con el esfuerzo de todas las manos «de adultos» leen poesía a sus y llevado al mar del pensamiento, al infinito océano del lenguaje, hijos“ de manera habitual? con los brazos y el esfuerzo de todo el pueblo; pero esas ma- nos no conocen esa playa donde descansa la poesía. ¿Cómo ¿Cuántos poetas compraron echar a flotar algo que no se conoce?, ¿cómo navegar sobre ello alguno de los 54 títulos, y sentirse a salvo? Por otro lado, el ahora con su vertiginosa y testimoniales, de poesía superficial realidad es el tiempo de una poesía fraudulenta en la que se confunde sencillez con simplicidad y la luz, con todos sus infantil editados, por ejemplo, matices, quiere reducirse a carteles publicitarios; la poesía pasa en 2014 para los niños que los a ser la ocurrencia que vende bien, y que ilumina artificialmente rodean? Y, desde ahí –¿será y solamente la superficie: poesía como letrero de neón. Porque si abandonamos la poesía en la infancia, y nuestro lenguaje se justicia poética?–, ¿cuántos estanca en un barrizal, la voz nos es arrebatada. Pareciera, en esa de los 2.500 poemarios dicotomía, que solamente corresponde a unos cuantos elegidos editados durante el mismo (masculino no genérico) poder erigirse en vacas sagradas de lo poético o, por el contrario, que cualquier cosa sirva: un pensa- año encontraron, realmente, miento inmaduro, un corto recorrido en el largo camino de la pa- lectores fuera de los circuitos labra darán como resultado un lenguaje poético mainstream con de los propios poetas? complejo de Peter Pan.

Aun con todo, la poesía es un territorio de la infancia, que la hace suya desde casi ” el nacimiento hasta la pubertad y a pesar del sistema (educativo, cultural, social y económico), que termina extirpándola sin compasión y a la fuerza. Porque allá don- de hay niños la poesía está presente. Lo poético es popular y es necesario, es una herramienta fundamental para conocer y aprender el juego de la voz y los entresijos del lenguaje. Como mamíferos que somos, la fiesta de la palabra dicha, la poesía que canta el mundo, sigue sirviendo para que nuestros cachorros aprendan quiénes son y cómo se habla. Sí, lo poético tiene variadas y múltiples dimensiones: didáctica, lúdica, lingüística, mistérica... La perla del lenguaje brilla en el verso y en el juego. Lo poético es lo elástico del lenguaje que no obedece a utilitarismo alguno. Solamente se obedece a sí mismo y al gozo de nombrar lo nuevo, lo nunca nombrado. Ahí la poesía.

caravansari 7 Siendo la voz poética la que recibe a los recién llegados: ¿en qué momento aban- donamos a nuestros niños en el vasto y angosto territorio de la palabra?, ¿por qué dejamos de darles el cobijo del manto que se tejió, de voz y verso, en la memoria más atávica? En la simbología del imaginario poético perviven unos arquetipos, pe- queñas arañitas del pasado, que ofrecen al lenguaje todo su esplendor creador. Si el lenguaje narrativo, el lenguaje del contar, tan necesario también, nos ofrece símbolos que nos ayudan a comprender cómo son las cosas, a contarnos la vida y el mundo, cómo sucede todo, la poesía va en otra dirección: nos ofrece símbolos para alumbrar aquellas partes más oscuras, allí donde antes no llegó la luz, ni la palabra. Lo no nom- brado: llega al invisible bosque del alma. Pero también saca a la luz los vericuetos y rincones del lenguaje y nos enseña que nada es inamovible, que lo más rígido se puede romper, doblegar, sin demasiado esfuerzo, si sabemos cómo. Nos muestra que el lenguaje, con sus infinitas normas, en lo poético es transformador y rupturista. Y que el propio lenguaje, lleno de normas tácitas e implícitas que hemos de aprender, también sirve para destrozarlas, es más, que ese juego será casi el mejor modo de aprehenderlas.

Tal vez por ello, por necesaria, la poesía goza de una mala salud de hierro. De los poquísimos libros que se editan, algunos se reimprimen de manera constante. Y sí, hay unas pocas editoriales e instituciones (con sus premios), y poetas, y maestros, y familias, que apuestan por la poesía. La ofrecen, se forman, leen y alimentan la in- fancia con ella. Estas personas saben bien que la poesía hace brillar los ojos de los niños, los hacer reír o reflexionar o jugar con el lenguaje. Saben, todas , que de ninguna manera se le puede arrebatar la poesía a la infancia, porque es suya antes que nuestra. Por eso no tenemos más remedio que intentar devolver el gusto por la lectura y llevar la poesía como bandera. Compartir (pues no se devuelve algo que es suyo) con nuestros niños y niñas. Que nos enseñen ellos, sí, a no dejarla ir. Que no permitamos que la pierdan. Que nos enseñen a volver, a regresar esa ínsula casi desierta que fue nuestra, antaño, que es la poesía y de la que no debemos alejarnos. La poesía, sin etiquetas ni edades.

Mar Benegas

Mar Benegas (Valencia, 1975) es persona polifacética: grafóloga y perito caligráfico, realiza talleres de fomento de la lectura y de poesía y creatividad en escuelas y bibliotecas de todo el territorio espa- ñol, con niños y adultos; coordina el área de poesía infantil en Atrapavientos, donde imparte talleres; coordina también las visitas escolares de Biblioteca Provincial de Valencia desde 2010; coordina y dirige la página web El Sitio de las Palabras, donde ofrece formación online y presencial relacionada con la literatura y la poesía. Colabora con editoriales y publicaciones. Es escritora y poeta. Entre los numerosos títulos de su producción recordaremos aquí Abecedario del cuerpo imaginado, No es fácil vivir con un tigre, Niña Pluma Niña Nadie, Anáforas del derrumbe o La Cereza (colección de poesía para prelectores, tres títulos). Ha coordinado también la antología 44 poemas para leer con niños.

8 caravansari La poesia infantil en català. Un quart de segle sorprenent

Miquel Desclot

Fa més d’un quart de segle, pel maig de l’any 1989, vaig escriure, per encàrrec d’Eulàlia Valeri, un article de balanç de la poesia que s’havia escrit en català per a infants. Tot i que no es tractava pas d’un estudi exhaustiu, l’ajuda de les bibliotecàries de Rosa Sensat em va permetre fer una repassada bastant completa del poc que s’havia publicat fins llavors. El balanç de l’aportació anterior a la guerra resultava bas- tant més migrat del que era previsible: el Noucentisme, que havia promogut tantes iniciatives en el camp de la cultura i de l’educació, no havia engrescat els nostres poetes a escriure també per als més petits. Només Josep Carner, entre els autors de primera fila, es va animar a escriure poesies per als infants, a les seves velleses, quan el projecte noucentista ja era història, colgat sota les cendres de la guerra dels tres anys. Marià Manent havia preparat poc abans de l’esclat bèl·lic una adaptació d’unes quantes nursery rhymes tradicionals angleses, però el llibre ja no es va publicar fins molt més tard, l’any 1980. Així, les poques publicacions de poesia infantil d’abans del gran desastre es deuen a autors menors, generalment procedents del camp de l’educació, com ara Salvador Perarnau (i, encara abans, Antoni Bori i Fontestà), o de la predicació moralitzadora (com ara mossèn Jaume Collell, autor de Faules i símils). En aquell repàs de l’article de 1989, tanmateix, vaig incórrer en l’imperdonable oblit de no tenir en compte els reculls de cançons infantils que s’havien publicat durant els primers decennis del segle, on finalment resulta que apareixen algunes de les millors mostres de poesia infantil de l’època: reculls diversos d’Apel·les Mestres i Joan Llongueres, amb textos i músiques pròpies, o de Narcisa Freixas, amb músiques sobre versos de Francesc Sitjà i Pineda, Apel·les Mestres i altres.

Al capítol dedicat a les publicacions modernes de poesia infantil, no vaig poder res- senyar llavors més enllà de mitja dotzena de títols, a part els esmentats de Carner i Manent. Era un balanç certament desolador pel que fa a la quantitat, si bé no pas per la qualitat (tot i que val a dir que entre aquells sis llibres ja hi havia els primers intents d’autors que havien de perseverar en el gènere). Però llavors això era tan difícil d’endevinar que vaig acabar el meu article amb una frase que posa en evidència els meus escassos dots per a la profecia: “Em temo, doncs, que encara falta molt perquè la nostra poesia per a infants atenyi cap forma de normalitat. Paciència.” Quatre anys més tard, pel febrer del 1993, vaig revisar aquell article per publicar-lo a la revista Faristol, i només hi vaig saber consignar una novetat: la publicació del meu propi Bestiolari de la Clara, aparegut l’any anterior. No semblava pas que de moment les coses haguessin de canviar gaire.

Vist a una distància d’un quart de segle, doncs, sembla impossible que aquell pano- rama hagi canviat d’una manera tan ràpida i radical. Res no permetia imaginar, per exemple, que aquella octogenària Joana Raspall que hi figurava com a autora d’un sol recull d’aparença encara temptejant es pogués convertir en pocs anys en una autora de referència, amb deu títols nous a partir de Bon dia, poesia!, publicat l’any 1996, quan ella en tenia vuitanta-tres, fins a arribar al darrer, Concert de poesia, publicat el 2004, quan l’autora en complia noranta-un. Semblava un miracle: amb aquella obra de senectut de Joana Raspall, la generació de la República oferia finalment l’aportació

caravansari 9 a la poesia infantil en llengua catalana que en unes condicions normals hauria pogut fer mig segle abans. L’exemple de Joana Raspall va tenir des de molt aviat una reper- cussió incalculable. En poc temps, la poetessa ha esdevingut un autèntic clàssic, omnipresent a la majoria d’escoles de les terres de llengua catalana. Arran del seu centenari, que l’autora encara va poder celebrar, van tenir lloc innombrables actes de reconeixement, començant per una gran exposició a la seva ciutat, Sant Feliu de Llobregat, i acabant pels múltiples homenatges a les escoles i les biblioteques de tota la geografia catalana. Des de llavors, han aparegut ja diverses antologies de la seva poesia per a infants, que en faciliten el treball a les escoles. Alhora, s’ha constituït un Eixam d’Amics de Joana Rapall, per aprofundir en l’estudi i la difusió de la seva variada producció, a través de tots els canals actualment disponibles. Tot plegat, un veritable fenomen, inimaginable un quart de segle enrere. Encara s’hi troba a faltar, però, una edició de la seva poesia completa per a infants, que hauria de ser la culminació de tots els homenatges.

Però potser la repercussió més inesperada de l’esclat tardà de Raspall va ser el desvetllament de l’interès dels editors per publicar poesia per a infants, que fins ales- hores havia estat un gènere suspecte per la seva escassa comercialitat (i que avui, malauradament, ho torna a ser, després de la crisi del món editorial dels últims anys). La qual cosa va permetre que els escriptors més joves, a partir de la generació dels setanta, s’anessin incorporant també al conreu del gènere amb propostes molt va- riades, des de la segona meitat del decenni dels noranta del segle passat: autors com Josep M. Sala-Valldaura, Josep-Ramon Bach, Miquel Obiols, Empar de Lanuza, Marc Granell, Ricard Bonmatí, Josep Ballester o Carles Cano, per dir només uns quants noms significatius, hi han prestat una atenció molt notable, amb resultats ben atractius i diversos. Val a dir que aquesta florida primaveral s’ha produït sobretot al Principat i al País Valencià, tant pel que fa a l’aparició d’autors com a la predisposició dels editors. No sembla pas, curiosament, que el fenomen hagi desvetllat a les Illes un eco comparable.

La ràpida proliferació de publicacions de poesia per a infants va permetre que, a la primeria d’aquest segle, jo mateix pogués preparar una antologia de vora quatre- centes pàgines que mostrés a pares i mestres la riquesa de què començàvem a disposar, la qual finalment es va publicar l’any 2007 sota el títol Poesies amb suc, a la històrica editorial La Galera. El llibre es va poder confeccionar sobre la base d’una setantena de publicacions de poesia adreçada específicament als infants, i presen- tava una vuitantena llarga d’autors, entre poetes de llengua catalana i poetes traduïts d’altres tradicions com l’anglesa, la italiana, la russa o la francesa. També va ser La Galera la primera editorial que es va atrevir a publicar la poesia completa per a in- fants d’un autor (en aquest cas, de qui signa aquestes ratlles), un tipus de publicació molt corrent al món editorial anglosaxó, però desconegut fins fa poc entre nosaltres.

L’interès creixent dels mestres per la presència de la poesia a l’escola ha estimulat més d’un mestre amb habilitats literàries a dedicar-se al gènere amb un coneixement de primera mà del món infantil i de les seves referències, com és el cas de Lola Casas, Maria-Dolors Pellicer o Andreu Galan, per esmentar-ne alguns. I sens dubte han comportat un reforç important per al gènere. Fins i tot algun il·lustrador, com el cas de Montse Ginesta, s’ha afegit amb èxit a la nòmina de poetes per a infants.

Així mateix, el treball escolar de la poesia s’ha traduït en la presència assídua dels poetes a les aules i a les biblioteques infantils, impulsada per institucions públiques com la Institució de les Lletres Catalanes o per la iniciativa privada. Molts d’aquests

10 caravansari treballs escolars apareixen sovint a la xarxa internàutica, en pàgines de cada escola, i de manera més general arran de la creació de la revista electrònica Pissiganya, pro- moguda per Andreu Galan i Martina Escoda per donar a conèixer la producció dels infants mateixos.

Tot i la desacceleració de l’activitat editorial ocasionada per la crisi de vendes del llibre, durant els últims temps s’han anat revelant nous autors interessats pel gènere de la poesia infantil, com ara Núria Albertí, Pep Molist o Maria José Orobitg. I, encara més, s’ha anat manifestant l’interès per traduir reculls sencers de poetes de fora com Gianni Rodari o R. L. Stevenson, cosa que constitueix també tota una novetat.

Un altre senyal del canvi fonamental que s’ha produït entre nosaltres al llarg dels últims anys en aquest camp és l’atenció que hi han prestat els estudiosos: especia- listes, professors i acadèmics com Jaume Aulet, Joan-Francesc Delgado, Margarida Prats o Josep Maria Aloy han dedicat estudis remarcables a aspectes diferents de la nostra poesia per a infants, alguns dels quals ben extensos i detallats, fets públics en revistes, congressos o mitjans electrònics.

La damunt dita crisi editorial ha estat certament un cop molt fort per a l’edició de llibres de poesia infantil en suport de paper, però el fet és que el gènere ha començat a trobar noves vies de difusió, sobretot a través de l’internet, i de les xarxes socials. Hem d’esperar, doncs, que el progrés que ha experimentat entre nosaltres la poesia per a infants al llarg d’aquest últim quart de segle no s’estronqui ara, després de tan bona arrencada, i que el llegat acumulat durant aquest temps sigui un bon sementer per al futur.

Miquel Desclot. Nascut al Clot, a Barcelona, el 1952. Estudis de Filologia Catalana a la Universitat de Barcelona. Professor de la Universitat Autònoma de Barcelona entre 1975 i 1980, i entre 1982 i 1991. Lector i professor a la Universitat de Durham (Anglaterra) entre 1980 i 1982. Professor convi- dat a la Universitat Pompeu Fabra (2007). Escriptor freelance des de 1991.

L’any 1971 publica el seu primer llibre de poesia, Ira és trista passió, i també el seu primer llibre per a infants, El blanc i el negre. Des de llavors ha anat publicant amb regularitat llibres de poesia, de litera- tura per a infants, de prosa memorialista, d’assaig i de traduccions poètiques i teatrals (Shakespeare, Molière, Blake, Wordsworth, Dante, Petrarca, Michelangelo, Goldoni, Apollinaire, Cardarelli, Saba, etcètera). Ha escrit sobre música i ha proveït textos per a compositors diversos.

[La poesía infantil en catalán. Un cuarto de siglo sorprendente

Miquel Desclot

Hace más de un cuarto se siglo, hacia mayo del año 1989, escribí, por encargo de Eulàlia Valeri, un artículo de balance de la poesía que se había escrito en catalán para niños. Si bien no se trataba de un estudio exhaustivo, la ayuda de las bibliotecarias de Rosa Sensat me permitió hacer un repaso bastante completo de lo poco que se había publicado hasta entonces. El balance de la aportación anterior a la guerra resul- taba bastante más magro de lo previsible: el Noucentisme [Novecentismo], que había promovido tantas iniciativas en el campo de la cultura y de la educación, no había

caravansari 11 animado a nuestros poetas a escribir también para los más pequeños. Solo Josep Carner, entre los autores de primera fila, se animó a escribir poesías para los niños, en su vejez, cuando el proyecto novecentista ya era historia, enterrado bajo las cenizas de la guerra de los tres años. Marià Manent había preparado poco antes del estallido bélico una adaptación de unas cuantas nursery rhymes tradicionales inglesas, pero el libro ya no se publicó hasta mucho más tarde, en 1980. Así, las pocas publicaciones de poesía infantil de antes del gran desastre se deben a autores menores, general- mente procedentes del campo de la educación, como Salvador Perarnau (y, todavía antes, Antoni Bori i Fontestà), o de la predicación moralizadora (por ejemplo, el padre Jaume Collell, autor de Faules i símils [Fábulas y ejemplos]). En aquel repaso del artículo de 1989, con todo, incurrí en el imperdonable olvido de no tener en cuenta las colecciones de canciones infantiles que se habían publicado durante los primeros decenios del siglo, donde finalmente resulta que aparecen algunas de las mejores muestras de poesía infantil de la época: colecciones diversas de Apel·les Mestres y Joan Llongueres, con textos y músicas propias, o de Narcisa Freixas, con músicas sobre versos de Francesc Sitjà i Pineda, Mestres y otros.

En el capítulo dedicado a las publicaciones modernas de poesía infantil, no pude re- señar entonces más allá de media docena de títulos, además de los mencionados de Carner y Manent. Era un balance ciertamente desolador por lo que hace a la cantidad, si bien no por la calidad (aunque entre aquellos seis libros ya estaban los primeros intentos de autores que habían de perseverar en el género). Pero entonces eso era tan difícil de adivinar que acabé mi artículo con una frase que evidencia mis escasas dotes proféticas: “Me temo, pues, que aún falta mucho para que nuestra poesía para niños alcance forma alguna de normalidad. Paciencia.” Cuatro años más tarde, hacia febrero de 1993, revisé aquel artículo para publicarlo en la revista Faristol, y solo supe consignar una novedad: la publicación de mi propio Bestiolari de la Clara*, aparecido el año anterior. No parecía que de momento las cosas hubiesen cambiado gran cosa.

Visto a una distancia de un cuarto de siglo, pues, parece imposible que aquel pano- rama haya cambiado de una manera tan rápida y radical. Nada permitía imaginar, por ejemplo, que aquella octogenaria Joana Raspall, que figuraba como autora de una sola colección de apariencia aún titubeante, se pudiese convertir en pocos años en una autora de referencia, con diez títulos nuevos a partir de Bon dia, poesia!, publi- cado en 1996, cuando ella tenía ochenta y tres, hasta llegar al último, Concert de poesia, publicado en 2004, cuando la autora cumplía noventa y uno. Parecía un mi- lagro: con aquella obra de senectud de Joana Raspall, la generación de la República ofrecía finalmente la aportación a la poesía infantil en lengua catalana que en unas condiciones normales habría podido hacer medio siglo antes. El ejemplo de Joana Raspall tuvo desde muy pronto una repercusión incalculable. En poco tiempo, la poe- tisa se ha convertido en un auténtico clásico, omnipresente en la mayoría de escuelas de las tierras de lengua catalana. A partir de su centenario, que la autora aún pudo celebrar, tuvieron lugar innumerables actos de reconocimiento, empezando por una gran exposición en su ciudad, Sant Feliu de Llobregat, y acabando por múltiples homenajes en las escuelas y bibliotecas de toda la geografía catalana. Desde enton- ces, han aparecido ya diversas antologías de su poesía para niños, que facilitan el trabajo a las escuelas. A la vez, se ha constituido un Eixam d’Amics de Joana Raspall [Enjambre de Amigos de J. R.], para profundizar en el estudio y la difusión de su varia- da producción, a través de todos los canales actualmente disponibles. En conjunto, un verdadero fenómeno, inimaginable un cuarto de siglo atrás. Todavía se echa en falta, sin embargo, una edición de su poesía completa para niños, que debería ser la culminación de todos los homenajes.

12 caravansari Pero quizás la repercusión más inesperada de la eclosión tardía de Raspall fue des- pertar el interés de los editores por publicar poesía para niños, que hasta entonces había sido un género sospechoso por su escasa comercialidad (como hoy, desafor- tunadamente, vuelve a ocurrir, tras la crisis del mundo editorial de los últimos años). Ello permitió que los escritores más jóvenes, a partir de la generación de los setenta, se fuesen incorporando también al cultivo del género con propuestas muy variadas, desde la segunda mitad del decenio de los noventa del siglo pasado: autores como Josep M. Sala-Valldaura, Josep-Ramon Bach, Miquel Obiols, Empar de Lanuza, Marc Granell, Ricard Bonmatí, Josep Ballester o Carles Cano, por citar solo unos cuantos nombres significativos, han prestado al género una atención muy notable, con resulta- dos bien atractivos y diversos. Hay que decir que este florecimiento se ha producido sobre todo en el Principat y en el País Valencià, tanto por lo que hace a la aparición de autores como a la predisposición de los editores. No parece, curiosamente, que el fenómeno haya producido en las Illes un eco comparable.

La rápida proliferación de publicaciones de poesía para niños permitió que, a princi- pios de este siglo, yo mismo pudiese preparar una antología de casi cuatrocientas páginas que mostrase a padres y maestros la riqueza de que empezábamos a dispo- ner, obra que finalmente se publicó en 2007 bajo el título Poesies amb suc [Poesías con jugo], en la histórica editorial La Galera. El libro se pudo confeccionar sobre la base de una setentena de publicaciones de poesía dirigida específicamente a los niños, y presentaba una ochentena larga de autores, entre poetas de lengua catalana y poetas traducidos de otras tradiciones como la inglesa, la italiana, la rusa o la fran- cesa. También fue La Galera la primera editorial que se atrevió a publicar la poesía completa para niños de un autor (en este caso, de quien firma estas líneas), un tipo de publicación muy corriente en el mundo editorial anglosajón, pero desconocido hasta hace poco entre nosotros.

El interés creciente de los maestros por la presencia de la poesía en la escuela ha es- timulado a más de un maestro con habilidades literarias a dedicarse al género con un conocimiento de primera mano del mundo infantil y de sus referencias, como es el caso de Lola Casas, Maria-Dolors Pellicer o Andreu Galan, por citar algunos. Y sin duda han comportado un refuerzo importante para el género. Incluso algún ilustrador, como en el caso de Montse Ginesta, se ha sumado con éxito a la nómina de poetas para niños.

Así mismo, el trabajo escolar de la poesía se ha traducido en la presencia asidua de los poetas en las aulas y en las bibliotecas infantiles, impulsada por institucio- nes públicas como la Institució de les Lletres Catalanes o por la iniciativa privada. Muchos de estos trabajos escolares aparecen con frecuencia en la red internáutica, en páginas de cada escuela, y de manera más general desde la creación de la revista electrónica Pissinganya, promovida por Andreu Galan y Martina Escoda para dar a conocer la producción de los propios niños.

A pesar de la desaceleración de la actividad editorial ocasionada por la crisis de ventas del libro, durante los últimos tiempos se han ido revelando nuevos autores interesados por el género de la poesía infantil, autores como Núria Albertí, Pep Molist o Maria José Orobitg. Más aún, se ha ido manifestando el interés por traducir colec- ciones enteras de poetas de fuera como Gianni Rodari o R. L. Stevenson, cosa que constituye también toda una novedad.

Otra señal del cambio fundamental que se ha producido entre nosotros a lo largo de los últimos años en este campo es la atención que le han prestado los estudiosos: especialistas, profesores y académicos como Jaume Aulet, Joan-Francesc Delgado,

caravansari 13 Margarida Prats o Josep Maria Aloy han dedicado estudios remarcables a aspectos diferentes de nuestra poesía para niños, algunos de los cuales bien extensos y deta- llados, hechos públicos en revistas, congresos o medios electrónicos.

La crisis editorial citada más arriba ha supuesto ciertamente un golpe muy fuerte para la edición de libros de poesía infantil en soporte de papel, pero el hecho es que el género ha comenzado a encontrar nuevas vías de difusión, sobre todo a través de internet, y de las redes sociales. Debemos esperar, pues, que el progreso que ha experimentado entre nosotros la poesía para niños a lo largo de este último cuarto de siglo no se malogre ahora, después de tan buen arranque, y que el legado acumulado durante este tiempo sea un buen semillero para el futuro.

* Nos explica el autor que: “La palabra “bestiolari” (que inventé para aquella ocasión, y que después ha sido retomada por otros escritores) no tiene una traducción razonable en castellano. (...) La idea de “bestiolari” era justamente la de no hacer un bestiario al uso, sino uno doméstico, solo con ani- malillos o bichos”. N del T.

Miquel Desclot. Nacido en el Clot (Barcelona), en 1952. Estudios de Filología Catalana en la Uni- versitat de Barcelona. Profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona entre 1975 y 1980, y entre 1982 y 1991. Lector y profesor en la Universidad de Durham (Inglaterra) entre 1980 y 1982. Profesor invitado en la Universitat Pompeu Fabra (2007). Escritor freelance desde 1991.

En 1971 publica su primer libro de poesía, Ira és trista passió, y también su primer libro para niños, El blanc i el negre. Desde entonces ha ido publicando con regularidad libros de poesía, de literatura para niños, de prosa memorialística, de ensayo y de traducciones poéticas y teatrales (Shakespeare, Molière, Blake, Wordsworth, Dante, Petrarca, Michelangelo, Goldoni, Apollinaire, Cardarelli, Saba, etcètera). Ha escrito sobre música y ha provisto de textos a compositores diversos.

Traducción de Mateo Rello]

Viaje con escalas por la poesía infantil y juvenil gallega

Antía Marante Arias

Teño un barco de xoguete, en el me quero embarcar. Polos mares dos meus soños, quen me verá navegar!

[Tengo un barco de juguete,/ en él me quiero embarcar./ Por los mares de mis sueños,/ ¡quién me verá navegar!]

Manuel María, Os soños na gaiola (1968)

En 2005, Sara Moreno Valcárcel pone en marcha el proyecto Troballengües, Trobalinguas, Eletrobak, Trovalenguas, que facilita que cuatro poetas –Miquel

14 caravansari Desclot (Barcelona, 1952), Antonio García Teijeiro (Vigo, 1952), Juan Kruz Igerabide (Aduna-Guipúzcoa, 1956) y Ana María Romero Yebra (Madrid, 1945)– recorran una gran parte de la geografía peninsular y reciten algunos de sus poemas en sus lenguas originales. Esta “caravana” de nombres de la literatura infantil y juvenil (LIJ) contó tam- bién con la presencia del portugués José Jorge Letria y el iraquí Abdul Hadi Sadoun. Recordamos iniciativas como esta porque su esencia es la que motiva uno de los ob- jetivos de este nuevo número de CARAVANSARI, donde múltiples títulos de poesía infantil y juvenil en las diferentes lenguas peninsulares irán apareciendo a lo largo de sus páginas para completar un mapa, en ocasiones, poco visible pero enormemente rico. He aquí un sucinto tránsito por algunas líneas de creación de la poesía infantil y juvenil gallega más destacada.

Cualquier viaje tiene un punto de partida y este recorrido debe comenzar de la mano de Manuel María. La crítica especializada coincide en destacar el papel inaugural de su libro de poemas Os soños na gaiola [Los sueños en la jaula], publicado en 1968 y reeditado exitosamente hasta el día de hoy. Manuel María (Outeiro de Rei, Lugo, 1929-2004) inicia su trayectoria como poeta en 1950 con la publicación de Muiñeiro de brétemas [Molinero de nieblas], título que da inicio a la corriente poética de la Escola da tebra [Escuela de la tiniebla], muy influida por el existencialismo de Heidegger y las obras de Sartre o Camus. Sin embargo, la poesía de María, en res- puesta al ambiente represivo de los años 60 y 70, virará hacia un fuerte compromiso social. En estas nuevas coordenadas se inscribe el poemario infantil Os soños na gaiola- Versos pra nenos [Los sueños en la jaula-Versos para niños], título que se referirá también, en una de sus múltiples lecturas, a la ruptura de horizontes y liberta- des que supuso la dictadura.

María ofrece, a un lectorado de nueve años en adelante, un poemario estructurado en siete secciones –Galicia, O mundo, As cousas, Homes, nenos e nenas, Animais y Paxaros– que se convierte en una enciclopedia en verso del mundo rural gallego, un homenaje a cada uno de los elementos que hacen de él un escenario único. En múltiples ocasiones, a la hora de analizar esta propuesta poética, se han traído a co- lación las palabras del propio poeta que justifican su escritura como respuesta a una carencia literaria previa –“son versos que este humilde autor botou de menos cando era neno” [son versos que este humilde lector echó de menos cuando era niño]–.

Este 2016 traerá un Día das Letras Galegas (17 de mayo) dedicado al escritor lucen- se, por lo que su obra será convenientemente difundida en los centros de enseñanza gallegos y, sobre todo, se promoverá la publicación de materiales didácticos que acerquen su figura y su obra al lectorado infantil y juvenil. Con este objetivo, músicos como Uxía y Magín Blanco están trabajando en la confección del libro-disco Canta cuco (Galaxia, 2015) para el que, tal y como habían hecho en su momento y con otros objetivos cantautores como Suso Vaamonde o grupos como Fuxan os ventos o A Quenlla, serán musicados catorce poemas de Manuel María.

Formalmente, el cuidado por la rima que destila la poesía infantil de María se percibi- rá también en la obra de autores destacados como Helena Villar Janeiro (Becerreá, Lugo, 1940), Antonio García Teijeiro (Vigo, 1952) o, más recientemente, María Canosa (Cee, A Coruña, 1957) en su primer poemario infantil Ronca o mar (Edicións Fervenza), traducido al castellano en 2012 por Pigmalión.

La imprescindible mención a poetas como Villar Janeiro o García Teijeiro nos permite visibilizar además la figura del maestro-escritor, habitual en la LIJ, que no solo escribe

caravansari 15 poesía para el lectorado infantil y juvenil sino que difunde un discurso de compromiso con la enseñanza de poesía en las aulas o como medio de aprendizaje y comprensión del mundo. Recientemente, Villar Janeiro escoge la poesía como género idóneo para facilitar el aprendizaje de los nombres de las cosas por parte de los más pequeños, tal y como se aprecia en su libro de poemas As señoras cousas [Las señoras cosas] (Galaxia, 2014) y escribe además un Decálogo para ensinantes de poesía [Decálogo para enseñantes de poesía], que será publicado en el próximo número de la Revista Galega de Educación. Por su parte, García Teijeiro, cuya última aportación a la poesía infantil es la antología con CD Un gato díxolle á lúa [Un gato le dijo a la luna] (Xerais, 2013), redunda en una defensa activa del género –“a poesía axuda aos nenos a entender o que os rodea e ás veces non comprenden” [la poesía ayuda a los niños a entender lo que les rodea y a veces no comprenden]– y materializa su compromiso docente con la publicación de A poesía necesaria. Lectura e creación poética dentro da aula [La poesía necesaria. Lectura y creación poética dentro del aula] (Galaxia, 2009). Por último, destacamos también el trabajo de editoriales de reciente crea- ción como Apiario, que con títulos como Poesía Hexágono. Ollada e experiencia. Proposta e resposta nas aulas [Poesía Hexágono. Mirada y experiencia. Propuesta y respuesta en las aulas] (Apiario, 2015) ofrece una colectánea de ensayos redacta- dos por seis voces poéticas muy activas en el panorama gallego (Estíbaliz Espinosa, Yolanda Castaño, Carlos Negro, Celso Fernández Sanmartín, Antía Otero y Dores Tembrás), que vienen a facilitar nuevamente el trabajo de difusión de la poesía en los colegios e institutos.

Nos trasladamos, a continuación, a 1997, cuando el poeta Fran Alonso (Vigo, 1963) publica Cidades [Ciudades] en la colección Merlín de la editorial Xerais con ilustra- ciones de Pablo Otero Rodríguez “Peixe”. La propuesta de Alonso destaca por su naturaleza rupturista, formal y temáticamente, que facilitará el avance de la poesía infantil posterior por unas coordenadas más amplias. El poemario, publicado en cas- tellano en la colección Espasa Juvenil de Espasa Calpe, propone la observación lírica y mágica de escenarios urbanos cotidianos y sienta las bases de la futura reivindica- ción de Alonso de la poesía como medio idóneo para “explicar as razóns e emocións que non veñen no dicionario” [explicar las razones y emociones que no vienen en el diccionario], tal y como él mismo sintetizó en el texto conmemorativo del Día de la Poesía 2007 titulado Cinco motivos para ler poesía.

Otra línea de creación destacable la personifica Gloria Sánchez (Vilagarcía de Arousa, Pontevedra, 1958), poeta y maestra cuyo último poemario publicado es Rimas con letra (Xerais, 2000). Sánchez, miembro además del consejo de redacción de la Revista Gallega de Literatura infantil y juvenil Fadamorgana, apuesta por una poesía que explota el humor, la imaginación y el absurdo para garantizar la conexión con los primeros lectores. Una poesía infantil fuertemente vinculada a lo lúdico se per- cibe también en textos de Elvira Riveiro Tobío (Cerponzóns, Pontevedra,1971) como PAlAbrAs brAncAs [Palabras blancas] (Xerais, 2008) o As redes de Inés [Las redes de Inés] (Xerais, 2014) y en O meu gato é un poeta [Mi gato es un poeta] (Xerais, 2011) de Fran Alonso. Todas estas muestras apuestan por los poemas-juego, arte- factos poéticos donde aliteraciones, juegos de palabras, caligramas o collages es- timularán la imaginación de los pequeños lectores. Proponemos, además, un breve apunte relacionado con una propuesta poética construida desde una experiencia lú- dica real que supone, desde nuestro punto de vista, una curiosa y necesaria vuelta de tuerca. Se trata del poemario Balea 2 [Ballena 2] (Positivas, 2011) de Estevo Creus (Cee, A Coruña, 1971), que materializa la intención del contador de historias Celso Fernández Sanmartín de reunir en una residencia de la tercera edad a ancianos y a

16 caravansari niños de cinco años. A partir de los dibujos y experiencias surgidas en este encuentro intergeneracional Creus escribirá un libro que contiene, en sus palabras, “poemas de adultos para nenos e poemas de nenos para adultos” [poemas de adultos para niños y poemas de niños para adultos].

Propuestas a caballo entre dos públicos, como esta de Creus, nos invitan a reflexio- nar también sobre una de las cuestiones clave que surgen al repasar el panorama poético infantil gallego: la incursión de muchos de los poetas centrados en el lec- torado adulto en la poesía infantil. Así, destacamos la doble actividad del ya citado Fran Alonso, importante agente renovador de la lírica de los primeros noventa, o de diversas voces poéticas como Yolanda Castaño, Dores Tembrás o la anteriormente referida Elvira Riveiro, todas ellas agentes implicadas en la visibilización de un dis- curso en femenino desde la lírica. Tanto Yolanda Castaño (Santiago de Compostela, 1977), con la publicación de Punver (Galaxia, 2006), Cando eu saiba ler [Cuando yo sepa leer] (Galaxia, 2006) y Coller as rendas [Coger las riendas] (Xerais, 2015) como Dores Tembrás (Bergondiño-A Coruña, 1979) con O peizoque Roque [El peti- rrojo Roque] (Galaxia, 2012) completarán la oferta de lírica para aquel lectorado que empieza a familiarizarse con el objeto-libro y las palabras impresas.

El acceso a los poetas gallegos contemporáneos por parte del lectorado juvenil se garantizó, sobre todo, a partir de la publicación de Poetízate (Xerais, 2005), antología a cargo de Fran que ya cuenta con ocho reediciones. Si en 2005 dicha obra ofrecía a los jóvenes una amplia selección de creadores clásicos y contemporáneos de la poesía gallega, la octava edición de la antología que salió a la luz en 2011 aumen- tó la nómina con nuevas voces de vigente actualidad entre las que se encontraron Dores Tembrás, Berta Dávila, Rosalía Fernández Rial o David Rodríguez. Junto a esta propuesta antológica destacan otras obras poéticas que se dirigen específicamen- te al lectorado juvenil tales como Amar e outros verbos [Amar y otros verbos] de Ana María Fernández (Palma de Mallorca, 1949), obra pionera para esta franja de edad en la literatura gallega y galardonada con el Premio Lazarillo 2001, las rebeldes Makinaria (Xerais, 2009) y Penúltimas tendencias (Xerais, 2014) de Carlos Negro (Lalín-Pontevedra, 1970) o la más reciente Ovella descarreirada [Oveja descarrilada] (Xerais, 2014) de una de las voces consagradas de la LIJ gallega, Marilar Aleixandre (Madrid, 1947).

Por último, resulta interesante comprobar cómo la irrupción del formato “libros-álbum con CD” ha contribuido últimamente a la difusión de los poetas gallegos clásicos en- tre los más jóvenes con títulos como Rosalía pequeniña [Rosalía pequeñita] (Galaxia, 2013), con una selección de poemas de Rosalía de Castro cantados por Uxía. Los libro-discos Ola, ola, lá (Galaxia, 2010) y Xa me tardan estes magos [Ya me tardan estos magos] (Galaxia, 2011) del grupo musical Mamá Cabra facilitarán el contacto del público infantil, siempre a través de la música, con los poemas de Gloria Sánchez, Antonio García Teijeiro, Antón Cortizas y Gloria M. Roel.

Todo viaje llega a su fin, aunque hayamos escogido como medio de transporte el barco de juguete que nos proponía Manuel María allá por el año 68 en el poema “O meu barco” (“Mi barco”) de Os soños na gaiola: “Andiven tódolos mares!,/ Xa cansei de navegar,/ co meu barco de xoguete,/ sin salir do meu fogar!” [¡Anduve todos los mares!,/ ya me cansé de navegar,/ con mi barco de juguete,/ ¡y sin salir de mi hogar!]. Conscientes de la gran actividad poética gallega, y de lo limitado de nuestro recorri- do, recomendamos dos ventanas abiertas a las últimas propuestas: tanto la web de Gálix- Asociación Galega do Libro Infantil e Xuvenil (www.galix.org) como la revista

caravansari 17 electrónica Criaturas (www.criaturas.gal), de reciente creación, proporcionarán a los interesados e intea laresadas hojas de ruta actualizadas para futuros tránsitos en verso. Buen viaje por todos esos (uni)versos.

*Este trayecto entrecortado que aquí ofrecemos no hubiese sido posible sin la ayuda de Montserrat Pena Presas, profesora y especialista en Literatura gallega infantil y juvenil. Grazas por debuxar(me/ nos) o camiño, sempre con esperanza.

La poesía infantil española en la actualidad

Mar Benegas

En líneas generales, se edita y se lee muy poca poesía, a pesar de que hay li- bros que, como decíamos, se reimprimen con regularidad. Las editoriales grandes funcionan con un par de títulos al año en sus extensos catálogos de novedades. Algunas antologías de poetas “de adultos” o clásicos (modernos o no) y una escasa producción de recuperación del folclore o tradición oral (que yo sepa, solamente hay una colección de estas características); en líneas generales, estas editoria- les grandes coinciden con las medianas. Las pequeñas editoriales independientes marcan una diferencia, al menos en cuanto a número de títulos en proporción a la extensión de catálogo.

Por otro lado, existen en España tres premios de poesía infantil, que son los que man- tienen un mínimo de publicaciones regulares. El Internacional Ciudad de Orihuela: aunque no todos los años mantiene el mismo nivel en los textos, se puede afirmar, sin duda, que aporta la mejor colección de poesía infantil en España, cuidando todos los detalles: edición, ilustración y edición. El Luna de Aire, en Cuenca y a través del CEPLI: si bien muy comedido en las selecciones, más bien conservadoras y poco arriesgadas (formalmente hablando), es garante de textos de calidad; no cuida, y es una pena, la edición e ilustración de los libros. (Mientras escribo estas letras me llega la información de que este mismo año el premio Luna de Aire va a pasar a ser editado por una editorial con distribución nacional y en una cuidada edición de libro ilustrado: una buena nueva, sin duda, para la poesía infantil). Y, por último, El Príncipe Preguntón, en Granada, certamen que necesita una buena revisión de conceptos, fundamentaciones y calidad en la selección de los premiados, al menos por lo que hace a las obras que yo tuve en mis manos, que fueron unos cuantas. A pesar de la necesidad de que subsistan (existan, resistan y se creen otros) estos premios, en dos de los casos (tal vez uno, a partir de ahora), la escasa o nula distribución hace que no tengan un mínimo de repercusión, ni lleguen a los lectores.

En cuanto a las cifras de las que hablábamos, son las siguientes. En el año 2013, en España, se publicaron (con ISBN) 10.675 libros infantiles y 2.692 libros de poesía para adultos; de los infantiles, solamente 88 fueron libros de poesía infantil/juvenil, cifra que incluye los títulos editados en todas las lenguas oficiales. Por lo que hace a 2014, se publicaron, también según el ISBN, 10.273 libros infantiles y 2.533 de poesía; de estos tan solo 54, de nuevo incluyendo los títulos de todas las lenguas, eran de poesía infantil y juvenil*.

18 caravansari Aun con este árido panorama, contamos con voces poéticas maravillosas y compro- metidas, que se preocupan, sienten, reflexionan y piensan, para después traducir este pensamiento en sus obras; obras, por lo demás, de factura cuidada en las que se impo- ne el criterio de un profundo respeto por el interlocutor infantil. Nombres como los de Isabel Escudero, Juan Kruz Igerabide, Antonio G. Teijeiro, Raúl Vacas, Beatriz Giménez de Ory, María Jesús Jabato, Antonio Rubio o Pedro Mañas destacan en este panorama. O voces que llegan, regularmente, desde el otro lado del océano, como las de Mª José Ferrada, Mª Cristina Ramos, Teresa Andruetto o María G. Esperón. Entre otras.

* Datos extraídos de la Base de Datos de ISBN del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (http:// www.mcu.es/webISBN/buscarLibros.do) y de los informes “Panorámica de la edición española de libros 2013 – Análisis sectorial del libro” del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte” y “Pan- orámica de la edición de libros en 2014”.

NOTA de la Redacción. Para hacer más sangrantes estos datos, haremos notar que en 2014, año del que ya tenemos datos oficiales, los libros de literatura infantil y juvenil supusieron el 12,5% de la facturación total de un sector en franco retroceso de ventas.

Una mirada sobre la poesía portuguesa contemporánea para la infancia

Ana Margarida Ramos José António Gomes Sara Reis da Silva

La creación poética constituyó casi siempre un dominio de reconocida creatividad en la literatura portuguesa para la infancia y varios son los poetas relevantes que le dedicaron alguna atención, como, en el siglo XIX, João de Deus, Antero de Quental y Gomes Leal, y en el siglo XX Afonso Lopes Vieira, Fernando Pessoa, Sidónio Muralha, Eugénio de Andrade, António José Forte o Manuel Alegre.

En el inicio del siglo XXI asistimos aún a la publicación de colecciones de poesía de autores con peso ya en la segunda mitad del anterior, como Mário Castrim (1920- 2002) y António Manuel Couto Viana (1923-2010); en sus obras es visible la común presencia de la naturaleza y de los animales, a pesar de la diferencia ideológica que los separó. Matilde Rosa Araújo (1921-2010), una de las voces más singulares de la poesía portuguesa infantil, autora de una escritura que ha constituido una síntesis moderna de diversas tradiciones, también publica, ya al final de su vida, la colección Anjos de Pijama [Ángeles en pijama]. Inscrita en el grupo de autores que, en los años 60, inició su actividad, Luísa Ducla Soares (1939) continúa editando libros en los que el juego (y también, a veces, la crítica social) es una de las matrices, como en el caso de António Torrado (1939).

Encuadrables en generaciones posteriores, las de los autores que se revelarían a par- tir de los años 70, ya en tiempo de libertad, aparecen nombres como los de Manuel António Pina (1943-2012), Violeta Figueiredo (1947), Álvaro Magalhães (1951) y José

caravansari 19 Jorge Letria (1951), profundos conocedores de los “clásicos” de la literatura tout court y de los de la literatura infantil y juvenil, lo que ha dejado rastros visibles en su escritura. Pero el nuevo siglo también acoge el estreno de nuevos poetas, como João Manuel Ribeiro (1968), junto a otros que, perteneciendo a generaciones anteriores, solo en los últimos años vendrían a revelarse: Luísa Costa Gomes (1954), Raul Malaquias Marques (1947), José António Franco (1951) y Maria da Conceição Sousa Vicente (1949), cuya producción se suma a la de João Pedro Mésseder (1957), Francisco Duarte Mangas (1960) y Nuno Higino (1960). Precozmente desaparecida, Teresa Guedes (1957- 2007), también publicó obras que la confirman como una voz muy original.

Esta poesía para la infancia se caracteriza por una mirada transformadora de la reali- dad, integrando naturaleza y ciudad, familia y escuela, mediante la presencia de anima- les y en el registro decurrente de la prosopopeya, con el objeto de abordar cuestiones humanas. Se valora la amistad y la alegría, pero también el tratamiento de la pérdida y de emociones como la tristeza y la nostalgia del “paraíso perdido” de la niñez. Por otro lado, la denuncia de las contradicciones sociales ha ganado terreno. Son recu- rrentes los textos que apuestan por una dimensión nonsensical, con aproximaciones a lo absurdo y a lo insólito, que promueven el humor y la subversión. La nota de cariz metalingüístico y metapoético ha ido también ganando expresión en algunos autores. En términos enunciativos, el texto poético para niños oscila entre una voz adulta y una voz infantil o pretendidamente infantil, que permiten leer aproximaciones a cuestiones ambientales, o también a las injusticias, a la opresión, al racismo y a la guerra.

Formalmente se constata la reanudación de algunas experiencias de las vanguar- dias como el caligrama, la greguería, el glosario de cariz surrealista, la visualidad de la poesía concreta; se llega incluso a retomar el poema en prosa y a realizar ocasionales incursiones en el haiku. Pero continúan siendo evidentes las influencias populares y tradicionales –recreadas, a veces subversivamente–, en forma de can- tinelas, trabalenguas y otras “rimas infantiles”, y manifestadas también a veces en estructuras paralelísticas. Los autores recurren a la reinvención verbal, creando nue- vos signos lingüísticos y nuevas realidades que ellos designan. La vertiente sonora asume importancia, muchas veces subrayada por las repeticiones de fonemas o de combinaciones fonémicas idénticas, tales como aliteraciones, asonancias y juegos de paronimia, hacia la creación de efectos onomatopéyicos. Cabe señalar también la preocupación por el cuidado artístico de las ediciones de libros de poesía publi- cados en este siglo.

Ana Margarida Ramos es doctora en literatura y profesora auxiliar de la Universidad de Aveiro. In- tegra la red As Literaturas Infantis e Juvenis do Marco Ibérico e Iberoamericano (www.usc.es/lijmi/). Ha publicado varios libros, entre los que destacan Literatura para a Infância e Ilustração: leitura em diálogo (Tropelias & Companhia, 2010) y Tendências contemporâneas da literatura portuguesa para a infância (Tropelias & Companhia, 2012).

José António Gomes es investigador y profesor de enseñanza superior. Doctor en Literatura Por- tuguesa, es autor, entre otros trabajos, de A Poesia na Literatura para a Infância (1993), Para uma História da Literatura Portuguesa para a Infância e a Juventude (1998) y Figurações do Desejo e da Infância em Eugénio de Andrade (2010), además de artículos en publicaciones periódicas y en volúmenes monográficos. Bajo el nombre de João Pedro Mésseder, ha publicado libros de poesía, cuentos breves, aforismos y libros para la infancia y la juventud, premiados algunos de ellos.

Sara Reis da Silva es Profesora Auxiliar en la Universidad do Minho (Braga, Portugal). Es doctora en Literatura para la Infancia e investigadora del CIEC (Centro de Investigação em Estudos da Criança) y de la Red Temática Las literaturas infantiles y juveniles del marco ibérico (RED LIJMI). Es autora de varios artículos/ensayos y recensiones. La última obra que ha publicado fue Casas Muito Doces: reescritas infanto-juvenis de Hansel e Gretel (Tropelias & Cª, 2015).

20 caravansari La poesía infantil y juvenil vasca

Jose Manuel López Gaseni (UPV/EHU)

La literatura infantil y juvenil en general está presidida por un claro predominio cuanti- tativo de la narrativa. Esa literatura expresada en lengua vasca no es una excepción a dicha tendencia, y las obras de poesía infantil y juvenil son minoritarias.

En el panorama contemporáneo, concretamente en la poesía publicada durante los últimos 25 años, destaca con claridad la figura de Juan Kruz Iguerabide. A la vez, el eco de la poesía popular también está presente en la nueva poesía infantil vasca; por lo que hace a la juvenil, destacan los temas en torno al amor y a la angustia vital. Con anteriori- dad, en una mirada histórica, nos encontramos con autores como Jules Moulier “Oxobi”, autor de Haur-elhe haurrentzat [Palabras para los niños] (1944); Nemesio Etxaniz, con una sección poética en Lur berri billa [En busca de nuevas tierras], de 1967; así como Marijane Minaberri, con su obra Xoria kantari [El pájaro cantor], de 1965. Más tarde, en la década de 1980, se publicaron antologías de obras poéticas del folclore, como Haur folklorearen bilduma (1986), de Xabier Etxaniz; y recreaciones del repertorio tradicio- nal, como la colección “Maria Goikoarenak” (1985-86), de Anjel Lertxurdi.

A partir de la década de 1990 se produjo un importante salto cualitativo y cuantitativo de este modesto género. El principal impulsor de este punto de inflexión fue el citado Juan Kruz Iguerabide (1956), quien vio cómo su poemario Begi-niniaren poemak [Poemas para la pupila] (1992), así como sus aportaciones teóricas, pronto se convertirían en el principal referente de otros cultivadores del género. Iguerabide fusiona la tradición oral, el haikú, la poesía culta del sur de Europa, y la tradición anglosajona del los nursery rhymes y los limerick. Otras de sus obras destacables son Egun osorako poemak eta beste [Poemas para las horas y los minutos, 2003] (1993), Haur-korapiloak [Nudos infanti- les] (1997) o Botoi bat bezala / Como un botón (1999), Hosto gorri, hosto berde / Hoja roja, hoja verde (2002); Ilargia ezpainetan [La luna en los labios] (2006).

Karlos Linazaroso, seguidor aventajado de Iguerabide, publicó Hamabi titare [Doce dedales] (1999), utilizando el haikú para obtener imágenes de gran fuerza y belleza, que destilan humor y un surrealismo muy personal. Hay que destacar también su obra juvenil Zein beste mundukoa [O de otro mundo] (2008), en la que se sirve de una ironía tamizada de romanticismo. Joxantonio Ormazabal destaca por su poemario para jóvenes Ilunorduak eta argilaurdenak [Penumbras y destellos] (2007), en torno al tópico clásico del tempus fugit, por medio de elementos de la naturaleza; es un libro de madurez de un importante poeta de nuestro panorama, fallecido en 2010. Otro poeta destacado es Antton Kazabon, autor de numerosos poemarios, entre los que destacan Anpolai gorriak [Rojas cerezas] (2005) e Irrikaren distira [El brillo de la pasión] (2006), de lírica para jóvenes, más culto y elaborado que los anteriores. El interesante poeta Jabi Santa Cruz es autor del poemario para jóvenes Hiriko barat- zean [En el huerto de la ciudad] (2008), donde habla sobre la naturaleza presa en la ciudad en forma de jardines, así como del amor, de la muerte de nuestros mayores, y de temas sociales.

Hay otra serie de poetas que han publicado sus primeras obras en el nuevo siglo. Se trata de Jon Suárez, con Ilbetea dilindan [La luna llena suspendida] (2002), quien construye una poética original y apartada de las tendencias mayoritarias. Xabier Olaso, con Pupuan trapua [Un trapito en la pupa, 2007] (2004), Hotsateko

caravansari 21 basoa [El bosque de los sonidos] (2005) y Tximeletrak (2012); Olaso se basa en la tradición oral, con el humor como otra de las constantes de la obra. Ana Urkiza, con Nire hiriko poemak [Poemas de mi ciudad] (2006), título compuesto por poemas breves inspirados en la vida de la ciudad, siguiendo el magisterio de Iguerabide. Rubén Ruiz aporta Sekretuak belarrira [Secretos a la oreja] (2007), estructurado a partir de los meses del año, cuyo tema principal gira en torno a la preocupación por la naturaleza.

Por último, cabe mencionar dos antologías de poesía infantil. La primera de ellas, Zaldiko-maldikoan [En el tiovivo] (2003), reúne poemas inéditos de una docena de autores actuales, algunos de los cuales no tenían poesía infantil publicada. En ella encontramos formatos poéticos breves y una variada serie de recursos, desde las asonancias cercanas a la poesía popular hasta los versos libres y conceptuales, pa- sando por el humor y el surrealismo. La otra antología es la titulada Haurrentzako euskal poesiaren antologia [Antología de la poesía vasca para niños] (2004). Al igual que la anterior, reúne obra de doce poetas, pero, a diferencia de aquella, se trata de una antología de poemas ya publicados con anterioridad.

En resumen, podemos afirmar que, a pesar de ser un género minoritario, la lírica vas- ca cuenta con un grupo de importantes poetas consolidados, que sin duda refrendan la buena calidad de la poesía infantil y juvenil. Junto a ellos, hay otro grupo de voces que nos hacen ser optimistas sobre el futuro del género.

Manu López Gaseni (Bilbao, 1961). Es licenciado en Filología Vasca y doctor en Psicodidáctica. Profesor Titular de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), imparte docencia relacionada con la literatura infantil y juvenil y la didáctica de la literatura, tanto en los Grados de Educación Infantil y Educación Primaria, como en el Máster de Literatura Comparada y Teoría Literaria, y el Máster de Psicodidáctica. Es autor, entre otras, de las siguientes obras: Historia de la literatura vasca (Acento, 2002), Panorama de la literatura infantil y juvenil vasca actual (Galtzagorri, 2004), Literatura infantil y juvenil vasca contemporánea y varios ensayos sobre literatura. También es autor y traductor de literatura infantil y juvenil.

22 caravansari Ya a la venta Tiempo visible

volumen de fotos de Edu Barbero y poemas de 130 autores en todas las lenguas de la Península

Versos de Eduardo Moga, Sergio Gaspar, Carlos Vitale, Rodolfo del Hoyo, Jordi Virallonga...

Editado por Pedidos en [email protected] Herberto Helder: recuerdos y olvidos

Portada de A REVISTA DO EXPRESSO con foto de H.H.

Antonio Gamoneda

Herberto Helder, en sus días y en mi opinión, que no será una opinión solitaria aunque sí, quizá, poco acompañada, fue –es– el mayor poeta de Europa.

Dicho esto, puedo pasar a una breve narrativa comentada; no a una semblanza amplia y bien informada, que es lo que los editores de CARAVANSARI desean.

Digo que puedo pasar y añado que será relativamente liberado de suspicacias, de sospechas de maledicencia o envidia por mi parte, porque lo que contaré de Herberto Helder no va a suponer, creo, un hermoseado “dibujo de figura”. No; no será tal porque, en turno verídico, no puede serlo la anotación puntual de algunas de sus extrañezas.

Le conocí –es un decir– hace, no sé ¿doce, quince años?, y ello fue porque medió entre nosotros –también es un decir– un promotor literario lisboeta –más vocacional que profesional, me pareció– que daba por hecho un libro con autoría compartida por Herberto y por mí; un libro cuyo carácter previsto nunca llegué a saber. Pero el caso es que este nebuloso asunto fue causa de que los supuestos autores cruzásemos cartas –más bien breves tarjetas– recíproca e inútilmente interrogativas.

En días cercanos a los del promotor, pactándolo previamente, intercambiamos libros. Herberto me hizo llegar su Photomaton & Vox, muy interesante, entre narrativo y ensa- yístico, con toques poemáticos, sin la que es habitual dedicatoria. Yo, por delante de él, no recuerdo qué libro le envié, pero sí sé que fue con dedicatoria probablemente efusiva. Del promotor y su proyecto, tras una o dos cartas cargadas de prolijas vague- dades, nada más se supo.

Pasaría tiempo, no sé bien cuánto; quizá era 2005 o 2006. Yo, forzosamente, tenía que desempeñarme como jurado del Premio “Reina Sofía” de Poesía Iberoamericana. Le escribí, preguntándole: ¿Estaba conforme con que yo propusiese y defendiese su candidatura para tal premio? La contestación a vuelta de correo consistió en cuatro palabras, cuatro, sin firma: “No se te ocurra”. Obviamente, no hubo propuesta.

24 caravansari No tardando mucho, fue Herberto el que reinició la correspondencia, un poco más expresiva esta vez: hacía tiempo que buscaba “com desespero” un libro “esgotado” (no recuerdo título ni autor) que en España había publicado, años atrás, Seix Barral. Llamé a Pere Gimferrer ponderándole el caso, y éste, violando, creo, alguna normati- va, me lo envió. Muy contento, yo hice otro tanto con Herberto. Ni “gracias” ni nada. Silencio definitivo. Ya nunca volvió a escribirme. Yo tampoco a él.

Cuento estas cosillas porque me parece útil a los efectos de caracterizar al que he dicho –y sigo diciendo– mayor poeta de Europa. Personas hay que entienden que es debilidad manifestar sentimientos, de gratitud o de lo que sea. No estoy resentido ni me enfadé en su momento: sus sinrazones tendría para decir o no decir como, al parecer, solía.

Algo más he sabido de Herberto, pero por una vía indirecta que no me permite certi- ficarlo. Parece ser que, con frecuencia, tenía serias depresiones. En tal circunstancia, abandonaba el domicilio conyugal y se recluía en un apartamento de no sé donde. Había ¿amigos? que le llevaban comida. Picaban a la puerta, que, naturalmente, no abría; y le dejaban la comida en el suelo. Repito que esto lo sé en modo inseguro, que es poco más que un rumor que pudiera no serlo, y que me abstengo de acreditarlo.

Más comprobable, y no poco significativo, es que todos los libros que de Herberto tengo, el que me envió y los posteriores que adquirí, incluida una edición de 1996 con su Poesía toda, que éste es el título, están desprovistos de los que son habitua- les y hasta convenientes aditamentos: ni prólogos ni epílogos, propios o ajenos; ni texto alguno en contraportadas o solapas. Así lo exigía a las editoriales, que me lo dijo Manuel Herminio Monteiro, tan querido –ya no vive–, que fue director de Assírio & Alvim, mi editorial, también. Y hablando de Herminio, doy en recordar la ocasión en que nos reunió a Vila-Matas y a mí para hacer algo en Oporto. Habiéndole preguntado yo que por qué no invitaba también a Herberto, se sonrió irónica y bondadosamente: “Não temos tempo”, me contestó.

Hasta aquí llegan mis imprecisas, aunque concordantes y significativas, noticias so- bre Herberto, pero algo más es posible saber y decir escudriñando en su obra, de paso que digo algo sobre ésta, que los solos juicios de valor poco dicen.

João Moita, mi traductor, poeta excelente, provisto de muy penetrante visión, me in- forma de que el último, o los dos últimos, poemarios de Herberto –yo no los he leído– presentan cierta declinación en su interés. Puede ser. El hecho sería bastante normal, que la vejez no suele ser buena para la poesía, pero ahí está su obra anterior, abundante e inamovible en su superior consistencia.

No doy en su poesía con muchos datos para el diseño de una singular poética. Lo ha- brá, pero no me vienen a mano. La singularidad más evidente está en los “relámpagos” puntuales que aparecen en sus poemas. No es éste tiempo ni lugar para una crítica demostrativa. Cabría hablar, esto sí, de ocasionales recursos del pensamiento poéti- co a una indefinida trascendencia (Dios, simplemente), cuando el acontecer poético excede, por así decirlo, los espacios de la inmanencia, o aparece una necesidad de signo ontológico o sentimental, pero no me parecen señales profundas, que bien pue- den ser simples recursos “literarios”. En cualquier caso, la poesía de Herberto lo es en sí misma, en la potencia subjetiva de un lenguaje “otro”, representativo de realidades, nunca convencionales, sino estrictamente poéticas, que pueden tener o no existencia objetiva, exterior al poema. Esta materia objetiva, si se da, vale, sí, pero no es sustancial sino referencial, y cambia de naturaleza cuando el poeta la hace suya, la interioriza.

caravansari 25 Hay en Herberto una zona de creación diferenciada, más bien desatendida por la críti- ca, que me interesa anotar aquí. Hablo de las que decía él –también yo– “mudanzas” (¿traducciones, versiones libres, poemas apócrifos?) presentes y frecuentes en su obra, particularmente en el libro O bebedor nocturno: mayas, aztecas, nahuatl, árabes, zen, Japón, Indochina, malgaches, esquimales, peles-vermelhas (sioux, concretamen- te) son los orígenes. Es imposible que Helder conociese todas estas lenguas –y más, que no he agotado el repertorio– y es también casi imposible que contase con fuentes orales o escritas de todas ellas. ¿Qué es O bebedor nocturno, entonces?

Por lo que concierne a las lenguas nahuatl –azteca y tolteca, precisamente– yo tengo algún flojísimo conocimiento: hay traducciones fonéticas o literales de fray Bernardino de Sahagún, de Ángel María Garibay, de Miguel León Portilla y de alguno más, pero ni para el nahuatl ni para las otras lenguas declara Herberto ningún mediador lingüista, que, en mi opinión, hubo de tener forzosamente, a no ser... A no ser que los poemas fuesen íntegramente suyos y los orígenes un pretexto inventado. Pudiera ser, pudiera no ser.

En los poemas nahuatl que yo conozco, prevalece, en relación con la vida y la muerte, la noción de que los humanos hemos sido depositados “en la Tierra” por un dios y que habremos de retornar (no se sabe bien a dónde). Lo más próximo a esta noción que he encontrado en Herberto difiere sustancialmente a pesar de tal relativa proximidad. Son seis versos, “calderonianos”, en cierto modo, que traducidos respetuosamente dicen:

Nacemos para el sueño, nacemos para el sueño. No hemos venido a la tierra para vivir. Un poco de tiempo seremos hierba que reverdece: verdes son nuestros corazones y nuestros pétalos. El cuerpo es una flor fresca y mortal.

Si descartamos el episódico –y sustituible– “No hemos venido a la tierra...” poco tienen que ver estos versos con la poética nahuatl relativa a la vida y la muerte, que es casi su única poética. Más se advierte un lirismo existencialista sui géneris, en la enorme potencia transfiguradora de Herberto.

Pero Herberto sí manejaba, con su normal gran talento, el nombre de objetos, hechos, seres vivos (los grandes pájaros, por ejemplo), realidades naturales y sustancias que, en los aztecas y toltecas, tenían un carácter repartido entre lo ornamental, lo sacro y lo simbólico: el jade, los grandes plumajes coloridos, los cantos y danzas religiosos o gue- rreros, las corrientes de agua... No debe pensarse por tanto, en lo que a las lenguas na- huatl concierne, que las desconociese totalmente. Las utilizaba y hasta falsificaba para crear poemas propios suyos. Y no daba explicaciones porque las explicaciones eran asunto que le traía sin cuidado o, más probablemente aún, asunto que despreciaba.

Una estimación no idéntica pero sí análoga, podría hacerse a propósito de las otras lenguas exóticas que no sabía y a las que atribuía poemas. Era un “fingidor”, como decía su paisano Pessoa. Un gran fingidor, que no puede serlo menos un gran poeta.

Aquí terminan mis posibilidades de decir sobre Herberto Helder.

NOTA: Sobre Antonio Gamoneda, y aunque tampoco precise de mayor presentación, véase CARA- VANSARI 5, pág. 60.

26 caravansari En la muerte de un gran poeta: Jesús Lizano

José Corredor-Matheos

Jesús Lizano, cuya muerte se produjo el pasado año, es un caso muy singular en el panorama de la literatura española. He tenido la oportunidad y la fortuna de seguir toda su trayectoria, por la admiración que siento por su obra y por la amistad que nos ha unido desde 1952, año en que nos conocimos en el ambiente universitario y los círculos en que nos reuníamos los poetas entonces jóvenes.

Los creadores de obra escasa, y más si son de una o pocas cuerdas, ofrecen muchas facilidades para entrar en ella. Un poeta de la talla y la amplitud de Lizano parece ofrecer resistencia a algunos seguidores de la poesía y no ha tenido el reconocimiento que merece. A pesar de ello goza de la adhesión y el entusiasmo de un público adicto, sobre todo joven. Y hay que celebrar que Esther Tusquets, que fue condiscípula suya en la Universidad, publicara en 2001, en su editorial Lumen, la opera Omnia de Lizano, titulada Lizania. Estoy convencido de que este volumen contiene el fruto de una de las aventuras poéticas más ricas de la segunda mitad de la poesía española del siglo XX.

La poesía de Lizano es independiente –lo es el propio poeta– y no ha encajado en las corrientes en boga de cada momento, lo que ha influido, sin duda, en la falta de reconocimiento oficial. La extensión de la obra que nos ha dejado es enorme, con un registro de temas y de tratamientos muy diverso, desde la lírica desnuda y despoja- da de todo formalismo de la primera época, que fue seguida por una etapa de gran fuerza dramática, que alternó con la práctica del soneto –en el que dio muestra de un extraordinario dominio de la técnica y una espontánea creatividad–, al personalísimo juego del humor y la sátira de su última época, que ha resultado decisivo para su éxito entre un público que no parecía propicio a la poesía. Muchos de los lectores retendrán en su memoria versos suyos de metro libre que, además de justificadas sátiras a nuestro mundo, son extraordinariamente divertidos, versos en los que, con frecuencia, descubrimos su mirada, dura a veces, pero siempre, en el fondo, tierna y comprensiva de la humana condición. Un poeta, pues, completo, en cuya obra cada

caravansari 27 posible lector podrá encontrar, entre la multitud de sus poemas, aquellos que más pueden tocar su sensibilidad.

En la introducción a una de las ediciones de su obra completa podemos leer que su “aventura poética nació en la mayor soledad, ha vivido todo su proceso en la mayor soledad”, y ha terminado, añado, en la mayor soledad. Soledad, una necesidad para todo verdadero poeta, pero que puede ser también una condenación. Sin embargo, soy testigo de que, aunque capaz de extrañas e imprevistas reacciones, ha sido un hombre sociable, amigable y que, en el fondo, estaba falto de amor, sentimiento con el que mantenía una relación inestable. Sin embargo, además de la amargura y el sufrimiento que puede percibirse en su obra, y nos confirma su vida, contempló con frecuencia el mundo y la vida misma como una fiesta. Una fiesta, unas veces alegre, muchas triste. Junto a la zona felizmente luminosa de la realidad aparece en sus ver- sos la alumbrada por la luz negra de la mezquindad y la estupidez. El poeta remueve esas luces y sombras y nos las arroja a la cara para que nos reconozcamos en ellas.

Su pensamiento y actitud ácrata contribuían a una visión calidoscópica. Los rasgos comunes a los diferentes lizanos en que dividía su personalidad –en sus últimos años insistía en la existencia, en cada uno de nosotros, de diversos yoes– son claros: la facilidad con que despliega el verso, con una naturalidad que sigue fluyendo, el ex- traordinario oficio, el carácter caudaloso, que puede atenuarse para brotar de nuevo con ímpetu. También el sentido del ritmo, que ordena el conjunto de sensaciones, intuiciones e ideas, y la mezcla del lirismo más delicado y la ironía, cuando no la acu- sación directa a la sociedad en que vivimos.

La poesía es siempre el testimonio de una aventura, y “aventura poética 1945-2000” es el subtítulo de uno de sus últimos libros. Sabemos que, más que el posible o hi- potético destino, lo que importa es el viaje mismo. Y el lector del testimonio de esta aventura quedará, sin duda, impresionado por la originalidad y riqueza del gran poeta que ha sido y es Jesús Lizano.

José Corredor-Matheos. Nació en Alcázar de San Juan en 1929 y vive en Barcelona desde 1936, ciudad en la que se licenció en Derecho. Es poeta, crítico de arte (con cerca de cuarenta publicacio- nes sobre pintura contemporánea, cerámica, diseño y artes populares) y traductor. Su obra poética, iniciada en 1953 con Ocasiones donde amarte (y títulos como Ahora mismo, Libro provisional, Carta a Li Po, Y tu poema empieza o Jardín de arena) ha evolucionado hacia la búsqueda de la esencialidad y la naturalidad, motivo por el que se acerca a la poesía oriental y la filosofía budista. Es académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y ha sido galardonado con importantes premios, como el Boscán de Poesía (1961), el Premio Nacional de Traducción (1983) por su Poesía catalana contemporánea, el Premi d’Arts Plàstiques de la Generalitat de Catalunya (1993), el Premio Nacional de Poesia (2005) por El don de la ignorancia y el Premio Ciudad de Barcelona (2006) por Un pez que va por el jardín. En 2011 publicó su poesía reunida bajo el título Desolación y vuelo. Su último libro de poemas se titula Sin ruido (2013). Está a punto de aparecer el primer volumen de sus memorias.

28 caravansari José Manuel Caballero Bonald: memoria de mucho tiempo

José García Obrero

José Manuel Caballero Bonald ha demostrado con hechos, en los últimos años, que la rebeldía, ese rasgo marcado que le ha acompañado siempre, no es patrimonio exclusivo de la juventud. Al jerezano le gusta contradecir las convenciones sociales y literarias, especialmente la que considera que con los años el poeta se hace más coloquial y sencillo porque le urge entregar al lector un mensaje. Y es que, como se encarga de decir en no pocas ocasiones: “La poesía, más que vehículo de comuni- cación, es un hecho lingüístico transmisor de conocimiento”. La de Caballero Bonald es, además, profusamente barroca, y lo es porque ama el lenguaje: sabe nombrar cada matiz de la realidad, busca apelar a lo indecible: nada escapa a una palabra que suena, muestra lo real y lo no visto; en definitiva: destaca por su dimensión literaria. El poeta es escrupulosamente fiel a su obra, y por ello acomete en 2012 Entreguerras, 3000 versos sin puntuación en los que despliega sus memorias (sí, nos cuenta su vida en verso); y, en 2015, Desaprendizajes, donde se atreve en “poemas dispuestos como si fuesen prosa”, por utilizar su propia definición, a darle la vuelta a su poética, a sus aspectos lingüísticos, formales y temáticos, como si fuese el negativo de una fotografía, para bucear en el líquido amniótico de la “sabiduría prenatal”.

Y es que la memoria es la materia prima, la veta desde donde moldea y elabora toda su obra. Entreguerras supone la mirada lírica a Tiempo de guerras perdidas y La costumbre de vivir, sus dos libros de memorias en prosa que posteriormente publicó en su solo volumen con un muy adecuado título: La novela de la memoria, que nos conduce desde su nacimiento hasta la muerte de Franco. Caballero Bonald conoce como pocos la composición de los recuerdos, su naturaleza huidiza y la condición de la persona, con mayor incidencia en el escritor, a seleccionar, reelaborar e inventarlos, a literaturizarlos, en definitiva, para construir un discurso que le permita mantenerse a salvo. Resulta revelador que, en plena juventud, a su segundo poemario lo llamase

caravansari 29 Memoria de poco tiempo, iniciando la construcción de una poética basada, entre otras cuestiones, en una investigación que ya nunca abandonará.

La novela de la memoria, y de manera muy destacable la segunda parte, es una obra de una extraordinaria calidad narrativa que nos ayuda a acercarnos a una generación brillante, como fue la del cincuenta, que tuvo que desarrollarse en la os- cura y asfixiante dictadura de Franco. Caballero Bonald no tiene pelos en la lengua a la hora de dar opiniones sobre las muchas personalidades que han pasado por su vida. Así, nos dice que para él Gil de Biedma es un poeta sobredimensionado, que le pareció “impresentable” la manera en la que Juan Goytisolo se erigió en “fustigador incólume de los males de la patria” o la cruda descripción de un Josep Pla maleducado y soez. Tampoco se corta a la hora de los halagos que dirige, entre otros, a Ángel Crespo, cuya exclusión de la antología de autores de los cincuenta tilda de injusta; o de Carlos Barral, del que lamenta que su labor editorial desvíe la atención sobre una de las mejores obras poéticas del pasado siglo; o su amistad y deuda con los colombianos Cote Lamus y Jorge Gaitán, que, entre otras cuestio- nes, le brindaron la oportunidad de vivir en Bogotá y abrir su literatura a influencias distintas a las que se estaban desarrollando en España bajo el imperio de una monocorde poesía social.

No cabe duda de que la apertura de su obra al resto de lenguas peninsulares en un momento en el que estas se encontraban arrinconadas por el poder y reducidas al ámbito doméstico fue otro elemento diferenciador. A ello contribuyó la revista Papeles de Son Armadans, que dirigió Camilo José Cela y lo tuvo a él de subdirec- tor, por tener su sede en Mallorca y por ser punto de encuentro de la intelectualidad peninsular de la época. También mallorquines y facilitadores, por tanto, de su fami- liarización con el catalán, fueron en aquel tiempo Josep Maria Llompart y, de mane- ra muy significativa, su mujer Pepa Ramis, compañera de vida hasta la actualidad. Además de esta revista, el trato con Gabriel Ferrater, Estellés o Carles Riba facilitó el contacto referido.

Con el gallego no hay duda: Caballero Bonald ha mostrado una franca admiración por Galicia, de la que ha afirmado en más de una ocasión ser una de sus patrias. De igual modo, Portugal, en cuyo suelo participó en congresos entre autores de toda la península durante los años de la dictadura, ha estado presente entre sus influencias, con especial interés a partir de la Revolución de los Claveles, ante las expectativas de que la libertad remontase por el Tajo y el Duero y se extendiese a este lado de la frontera.

Estos vínculos del poeta con el resto de lenguas peninsulares antes de la llegada de la democracia no le conducen a pensar que, tras la paulatina normalización lingüística de las mismas, se haya creado una mayor permeabilidad entre ellas, al menos eso se deduce de frases como: “las avenencias entre cultura y lengua catalana y española se extinguieron muy pronto”.

La dictadura supuso una frustración, una herida desde la que se escribía y contra la que se escribía; la obra de Caballero Bonald está marcada por el paisaje ceniciento y angosto que imponía en los círculos literarios españoles. El exilio y proscripción de muchos escritores lastraron irremediablemente la poesía de todas las lenguas peninsulares. Dionisio Ridruejo, que inicialmente se adscribió a las filas de los insu- rrectos y ocupó puestos destacados dentro del Gobierno, propuso la creación de una intelligentsia en las distintas lenguas, idea que fue radicalmente rechazada por

30 caravansari Foto: blog “Ladrones de fuego” de José Luis Merino

Franco. Ridruejo fue paulatinamente distanciándose del régimen hasta situarse en la oposición demócrata, lo que le llevó al destierro y la cárcel. De su estigma como falangista aún no se ha recuperado en determinados cenáculos literarios, pero para Caballero Bonald no hay duda de que se trató de uno de los más destacados pen- sadores del momento.

La herida que para Caballero Bonald significó la larga dictadura queda de mani- fiesto en su poesía, en sus versos rebosantes de rebeldía y denuncia. El hecho de que sus memorias pongan su punto y final con la muerte de Franco y que no se planteé retomarlas es significativo, pero no se detiene ahí y lanza su advertencia hacia la democracia actual en versos como este de Entreguerras: “ay de aquellos que absuelven a quienes seccionaron las venas de la historia”. Tampoco se limita a España y nombra a Bagdad, Damasco, Alepo, Kabul, Beirut, Dubrovnik o Sarajevo como víctimas propiciatorias de los poderosos y sus “necios contiguos” en Desa­ prendizajes.

En el discurso de la ceremonia de entrega del Premio Cervantes, galardón que obtu- vo en 2012, sintetizó todos estos elementos a través de la figura del autor alcalaíno y su Quijote: el trabajo solitario que fecunda en la vejez, el amor sin límites a la palabra, el espíritu indómito que acaba por subvertir la realidad. “Busco una palabra que aca- bará salvándome”, dice en Adivinaciones, su primer libro, y esa búsqueda infatigable que impulsa toda su obra nos sumerge en el tiempo y su sustancia, que al fin y al cabo, es lo que somos.

caravansari 31 Hablar/Falar de Poesía: una aventura ibérica

Mateo Rello

Arañazos en la espuma, pocas criaturas del mundo cultural son tan efímeras y pocas dejan tan efímera memoria como las revistas. Si bien la tecnología concurre a mitigar esa fragilidad alojando en la red, desde fecha relativamente reciente, las hemerotecas póstumas, muchas revistas siguen y seguirán bajo el manto espeso del olvido.

Dada la vocación de CARAVANSARI, era inevitable que, de todo ese acerbo de he- roicas olvidadas, recuperásemos el recuerdo de Hablar/Falar de Poesía (en adelante, HF), “Revista hispano-portuguesa de poesía”. Pero no solo por la evidente afinidad con esta ilustre antepasada nuestra, pues HF supuso también un experimento fasci- nante que merece la pena tener presente: osado, generoso y fructífero experimento de coedición de una revista a cargo de varias portuguesas y españolas. Más aún, la revis- ta nació de una iniciativa previa y digna de mayor memoria, un ¡I Encuentro Hispano- Portugués de Revistas de Creación!, celebrado a finales de 1996 en Badajoz.

Nuestras pesquisas no hubieran progresado sin la ayuda del poeta Jean-Yves Bériou y de Martine Joulia; ellos, a su vez, han redirigido nuestras preguntas a Antonio Gamoneda, Ildefonso Rodríguez, Miguel Casado y Olvido García Valdés, muy vinculados al proyec- to de HF. Sostiene Bériou que “Ildefonso participó al principio, fue a Lisboa con Miguel Suárez y Gamoneda; luego estuvo menos implicado. Según Ildefonso, Miguel Casado y Olvido continuaron hasta el final. Una observación: estaban, desde los años 70, muy ligados a Portugal. Miguel creó en Valladolid las Ediciones Portuguesas, que editaron también cassettes con grabaciones de Gamoneda o de Manuel Álvarez Ortega, un poeta casi desconocido, pero siempre citado por Antonio como uno de los más gran- des poetas españoles, ambos leyendo sus propios poemas. También editaron traduc- ciones del portugués a cargo de Miguel. Otro detalle revelador: para Gamoneda, por ejemplo, el poeta actual más importante es un portugués, Herberto Hélder”.

Volviendo a la fundación de HF, dice Miguel Casado que el impulsor del Encuentro y del proyecto de la revista fue Ángel Campos Pámpano, director de Espacio / Espaço escrito, ya fallecido. “En realidad, continúa Casado, ese “I Encuentro” fue simplemente una reunión de trabajo dirigida a la creación de la revista, y en él se aprobó la idea y se adoptaron todas las decisiones prácticas para ponerla en marcha”. En el editorial del primer número de la cabecera, que aparecería en otoño de 1997, se reseña el Encuentro

32 caravansari Dibujo de Filipe Abranches para la portada del núm. 6 de la revista.

para hacer hincapié en una de sus conclusiones: se necesitaba una publicación que “diese cuenta del actual momento de la poesía en ambos países” y que será HF. La autocalifican de periódico de poesía y, en efecto, tiene ese formato, aunque el epígra- fe de la publicación es el de revista. Llegaron a salir seis números de HF. Su consejo de Redacción lo componían siete revistas literarias españolas y seis portuguesas, de contenido especialmente atento a la poesía, “(...) ámbito, dicen, que a su vez y por sus características propias ha de multiplicar necesariamente su efecto en otros contextos de las culturas de la Península”, lo que, por desgracia, no parece haber ocurrido nunca. La nómina de esas revistas confederadas va variando a lo largo del proyecto (ver apéndice).

En cuanto a su funcionamiento editorial, en el primer número se señala que la direc- ción para esa entrega inicial corresponde a Espacio / Espaço escrito, Rosa cúbica y Tabacaria; en los siguentes cinco números, la dirección se atribuye a la propia ca- becera y figura una doble Redacción Badajoz-Lisboa. De hecho, Ildefonso Rodríguez nos traslada el testimonio de Fernando Menéndez, según el cual la dirección era colectiva y todas las cabeceras se reunían una vez al año para coordinarse; en esa coordinación, cada revista asumía el contenido de una página. Sobre el encuentro previo a cada número, dice Menéndez que “Esta convocatoria tuvo un componente público (lecturas abiertas de poemas) en las dos que siguieron a la primera, realiza- das en Lisboa y Cádiz, y después se limitaron a cubrir el trabajo de preparación de la revista. Hubo una reunión en Barcelona, una en Madrid, otra u otras dos en Lisboa, y varias más en Badajoz (u otros lugares de Extremadura: una se celebró en Trujillo)”.

Por lo que hace a la distribución, talón de Aquiles de esta clase de proyectos y más desde que las tiradas de las revistas culturales han disminuido hasta quedar la mayoría fuera de los circuitos profesionales de distribuidores, Miguel Casado escribe que “En Portugal, distribuía la revista la editorial Assirio & Alvim, que participaba en HF a través de su revista A Phala (su director, ya fallecido, Manuel Hermínio Monteiro, fue una per- sona decisiva para el proyecto). En España, se llegó a un acuerdo con una distribuidora de revistas en kioscos y puntos de venta de prensa –que la colocaba masivamente–; no se llegó a resolver bien del todo una distribución en librerías, pese a sucesivos y varia- dos intentos con diversas distribuidoras”. Antonio Sáez Delgado, director de Suroeste, cabecera dedicada a las literaturas en lenguas peninsulares [ver sección Espejos de papel en este número], insiste también en el papel fundamental de Manuel Hermínio Monteiro, sobre el que recayó la coordinación de la revista en Portugal.

HF presentaba el grave inconveniente de que cada texto se publicaba en la lengua ori- ginal, pero sin traducción a la otra: ni el castellano ni el portugués fueron lengua vehi- cular. En cuanto a los contenidos, tuvieron especial relevancia las entrevistas, que des- pués del primer número se abrían en la propia portada; quizás sea apurar demasiado el análisis, pero esta forma tan enfática y tan poco frecuente de priorizar las entrevistas no deja de ser indicio de vitalidad: la entrevista es el género que se interesa por pulsar

caravansari 33 la creatividad de los poetas en activo y, a través de ellos, las inquietudes y polémicas de la época. Hay reseñas críticas de poemarios a partir del número 2, y siempre artí- culos. Publicaron muchos inéditos, algunos de clásicos como Pessoa y Juan Ramón Jiménez, y de numerosos poetas actuales (Nuno Júdice, Antonio Gamoneda, Javier Rodríguez Marcos, Egito Gonçalvez o Ana Paula Inácio, entre muchísimos otros).

La presencia hispanoamericana llegó al proyecto de la mano de RevistAtlántica de poesía y la brasileña con Inimigo Rumor. Unión libre trajo el gallego; en alguna página gestionada por Rosa cúbica se editaron poemas en catalán de Joan brossa y Albert Ràfols-Casamada. Y hablando de Ràfols-casamada, suya fue la primera ilustración de portada, guinda de un diseño sobrio y que quedó a cargo de firmas destacadas.

Más problemático resulta hablar de la adscripción de la cabecera a una tendencia literaria u otra. No fue dogmática ni partidista, aunque las revistas que integraban el

Hablar/falar de poesía, número a número

NÚMERO 1 (Otoño, 1997) / Señala periodicidad cuatrimestral Redacción: Revistas españolas: Caleta, El crítico, El signo del gorrión, Espacio / Espaço escrito, RevistAtlántica de poesía, Rosa cúbica, Sibila Revistas portuguesas: A Mar Arte, A Phala, Bumerangue, Hífen, Limiar, Tabacaria Dirigen este número Espacio / Espaço escrito, Rosa cúbica y Tabacaria Ilustración de cubierta: Albert Ràfols-Casamada En portada editoriales, uno en castellano y otro en portugués. Entrevista interior a Antonio Gamoneda y António Ramos Rosa. No lleva reseñas

NÚMERO 2 (1999) / Señala periodicidad cuatrimestral Redacción: Revistas españolas: Caleta, El crítico, El signo del gorrión, Espacio / Espaço escrito, RevistAtlántica de poesía, Rosa cúbica, Sibila + Unión Libre [revista en gallego de Edicions do Castro, la editorial vinculada a Sargadelos], La ortiga y Poesía y Poética Revistas portuguesas: A Mar Arte, A Phala, Bumerangue, Hífen, Limiar, Tabacaria Ilustración de cubierta: Pedro Proença Las entrevistas ya aparecen en portada, y los autores entrevistados son Francisco Pino y Eugénio de Andrade

NÚMERO 3 (2000) / En adelante, periodicidad semestral Redacción: Revistas españolas: El crítico, El signo del gorrión, Espacio / Espaço escrito, RevistAtlántica de poesía, Rosa cúbica, Sibila, Unión Libre, La ortiga + Diario de poesía (Argentina) Revistas portuguesas: A Mar Arte, A Phala, Bumerangue, Hífen, Limiar, Tabacaria + Relâmpago Ilustración de cubierta: Javier Fernández de Molina Entrevistas a Carlos Edmundo de Ory y Mário Cesariny

34 caravansari proyecto tenían, en general, más inclinación a autores de corrientes simbolistas o van- guardistas. Ahora bien, en unos años en los que ya la llamada poesía de la experiencia se había hecho insoportablemente hegemónica y entraba en una fase epigonal que aún colea hoy, diversos textos publicados en HF denunciaban con lucidez y criterio esta situación, mientras la propia cabecera hacía su apuesta por una poesía necesaria.

De todas aquellas revistas, en fin, sólo sobreviven Relâmpago de las portuguesas e Ínsula entre las españolas (aunque, como señala Jordi Cerdà, podemos conside- rar a la actual Suroeste continuadora de Espacio / Espaço escrito, si bien esta fue hispano-portuguesa y aquella abarca hoy todas las lenguas peninsulares). Queda HF como un capítulo fundamental en la historia por escribir del iberismo cultural, pero también de la potencialidad de la revista como herramienta de construcción de la cultura. Nos permite igualmente, y no es lo menos interesante, sacar conclusiones sobre lo fructífera que puede llegar a ser la fraternidad.

NÚMERO 4 (2001) Redacción: Revistas españolas: El Crítico, La Ortiga, Palimpsesto, Rosa Cúbica, sibila, El Signo del Gorrión, Espacio / Espaço Escrito, Unión Libre, RevistAtlántica de poesía + Solaria Revistas portuguesas: A Phala, Bumerangue, Hifen, Limiar, Tabacaria, Relâmpago + Di Versos (bilingüe?) y Alma Azul Ilustración de cubierta: Jorge Martins Entrevistas a Ana Hatherly y Mª Vª Atencia

NÚMERO 5 (2002) Redacción: Revistas españolas: El Crítico, La Ortiga, Palimpsesto, Rosa Cúbica, Sibila, Solaria, El Signo del Gorrión, Espacio / Espaço Escrito, RevistAtlántica de poesía, Unión Libre + Poesía.com Revistas portuguesas: Alma Azul, Bumerangue, Hifen, Limiar, Tabacaria, Relâmpago + Apeadeiro Ilustración de cubierta: Vicente Rojo Entrevistas a Eugenio montejo y el editor Manuel Hermínio Monteiro

NÚMERO 6 (2002) Redacción: Revistas españolas: El Signo del Gorrión, La Ortiga, Palimpsesto, Solaria, Unión Libre, Espacio / Espaço Escrito, RevistAtlántica de Poesía, Rosa Cúbica y Sibila Revistas portuguesas: Alma Azul, Apeadeiro, Bumerangue, Limiar, Relâmpago, Tabacaria, Hifen + Inimigo Rumor (luso-brasileña) Ilustración de cubierta: Filipe Abranches Entrevistas a Vicente Núñez y Eucanaã Ferraz

caravansari 35 Joan Argenté: una poesia entre l’individual i el comunitari

Joan Argenté. Foto: Iolanda Guevara

Albert Ibañez Domenec

Joan Argenté i Artigal (Badalona, 1931-2015) va guanyar el premi Carles Riba el desembre de 1975, pocs dies després de la mort del dictador Francisco Franco, amb el llibre Seminocturn, semidiürn. A la dedicatòria a la seva muller que encapçala el volum hi especifica que el llarg poema-riu ha estat escrit entre Badalona, Ribes de Freser i Eivissa; i començat molts anys enrere. Podem deduir que una part important de l’escriptura d’aquests versos s’ha produït en períodes de vacances, doncs, i du- rant les estades a Ribes de Freser i a Eivissa, on l’any anterior havien passat el viatge de noces. Això ens permetria entendre que la producció del poeta ha estat relativa- ment limitada i breu degut a les obligacions de la seva feina d’advocat i també a la seva implicació activa en la vida social i artística del seu temps, pel seu lligam amb diverses entitats vinculades als moviments catalanistes de l’època. Tot i aquesta mi- gradesa, la seva obra poètica completa és un corpus potent, amb vida pròpia i plena vigència, que ha aguantat molt bé el pas dels anys.

El premi Carles Riba encara és avui dia, quaranta anys després, el més prestigiós de la poesia catalana. Joan Argenté l’aconsegueix el 1975 però ja s’hi havia presentat el 1962 amb l’obra Tot de peus empaiten la tortuga i el 1963 amb Moviment peristàltic o Aquest home, per a mi, és una pesant bombeta encesa. Aquest darrer títol va arribar a finalista i seria publicat el febrer de 1976 en una edició promoguda per la colla d’amics que es van aplegar a la lectura pública de Seminocturn, semidiürn feta a Badalona el dia 1 de gener de 1976. Santi Soler Amigó s’acabava de beneficiar de l’indult pro- mulgat arran de la proclamació de Joan Carles de Borbó com a rei d’Espanya el 25 de novembre de 1975; era un dels amics del poeta presents a la lectura. Devia ser un dels primers actes socials als quals acudia després del seu alliberament, i amb la seva intel·ligència i sensibilitat, l’endemà en va escriure una crònica inèdita, parcial- ment reproduïda en el catàleg de l’exposició Joan Argenté. L’home i el personatge (2010), d’on selecciono el fragment següent: “Com sempre passa, els comentaris que sentia entorn meu eren més ben intencionats que intel·ligents i, quan hi tocaven, ho feien sense ni tan sols adonar-se’n... Tot plegat demostra que l’obra de l’Argenté

36 caravansari és força més accessible del que, mig en broma, hem comentat a vegades. Algú deia que aquesta obra era molt madura, més madura que les anteriors, una culminació. Francament, em sona com si estiguessin dient: ja era hora que aprenguessis a es- criure a l’abast de tothom, en comptes de torturar-nos implacable amb els teus peris- tàltics –o com se’n diguin– moviments que ens forçaven a arrossegar-nos una i altra volta, d’anada i de retorn, per aquest reiteratiu camí que va –i ve– “des de Tàrrega a Verdú”. D’altres cercaven el mot adient d’elogi per camins igualment equivocats. Per als uns es tracta d’una obra unitària, moral, ètica, compromesa, engatjada, potser amb pretensions de donar la lliçó. D’altres hi trobaven un cert humanisme, una terà- pia, una higiene mental, una autoanàlisi, un testimoniatge, un fer net del llast que arrosseguem –que ells arrosseguen, aclarim-ho, potser una bonhomia indiscutible... I d’altres descobrien a Freud i la psicoanàlisi precisament quan menys s’ho esperaven”. Santi Soler Amigó l’encerta de mig a mig. La poesia de Joan Argenté és molt més en- tenedora del que pugui semblar a primer cop d’ull i molt més fàcil d’entendre, encara, quan l’escoltem dels propis llavis de l’autor, amb la manera de dir precisa del que sap perfectament què vol dir la frase que està llegint. Passa, però, que a vegades no volem entendre les evidències del que sentim i preferim riure o fer veure que no ho acabem d’entendre. La poesia de Joan Argenté arriba a uns paroxismes davant dels quals no- més podem riure o plorar, ja que no ens en podem desentendre. El llibre que, en certa manera, tancava el corpus poètic del poeta, desplega amb brillantor tots els recursos utilitzats anteriorment en una peça on la filosofia va de bracet del refranyer i de la cançó popular, i les estrofes més cultes es donen la mà amb els rodolins, en un tot harmònic.

Havent negat els límits i el neguit, clavell somniador de soca-rel, et penses que és l’aurora i és la nit.

Tot el cel fet infern, l’infern fet cel, humà semidespert, semiadormit, darrera un vel hi ha sempre un altre vel.

(fragment de Seminocturn, semidiürn)

S’havia donat a conèixer com a poeta abans dels vint anys amb tres poemes publicats el febrer de 1951 a la revista Ariel, datats el novembre de 1950. Són tres poemes que parlen de camins, de la por, d’estar en el món, de les noies i del nostre poeta com a bastaix d’ell mateix que camina i s’esgarrinxa. Bastaix de mi mateix, de Joan,/ jo no camino sol. Caminem. Són poemes que parlen del trànsit de l’adolescència al món dels adults, un tema que repetirà més endavant.

Però la vida dels infants depèn només dels grans, tant si són fills de família com d’hospici o d’Estat. És després, quan agafes la pròpia, que t’adones, per sempre, que et cals.

(fragment de “La ineludible subsistència” de Cicle, bicicle, tricicle)

caravansari 37 La seva pròpia presència en el poema serà una figura recurrent al llarg de tota la seva obra:

—Em dic Joan, per la part del padrí, i, per la padrina, també em dic Agustí i el capellà, com a nom del darrere, em va posar, precisament, Pere. Joan, Agustí i Pere.

(fragment del poema “De Tàrrega a Verdú”, de Cicle, bicicle, tricicle).

Joan,/ fill de Joan,/ nét de Joan,/ besnét de...

(fragment de “Quasi modo personae”, de Cicle, bicicle, tricicle), o bé:

D’un home en diuen Joan i de dos, un blanc i un negre

(del poema “Seure en comunitat, seure amb comoditat”)

Aquest darrer poema ens enllaça directament amb el ple sentit del verb “Caminem” del poema de joventut publicat a la revista Ariel. El nostre poeta, el Joan que apareix en els seus versos, és un home amb un fort sentiment comunitari desvetllat per la seva simpatia cap als més febles, siguin els negres dels Estats Units d’Amèrica durant els anys de la segregació racial, o els catalans en tant que poble amb una llengua que l’Estat voldria silenciada. Quan a mitjans dels anys seixanta adapti al català la cançó “Le plat pays”, de Jacques Brel, la convertirà en “El clar país” i en gairebé un himne dels catalans. A la poesia de Joan Argenté el jo i el nosaltres es complementen.

Però Joan Argenté és un personatge polièdric i al costat de la seva obra més lírica i arrelada en una comunitat, és fàcil trobar-hi uns versos més descarnats i despullats, tocats de misogínia, quan retrata l’atracció que sent per l’altra vida que troba als bars i cabarets de la ciutat, o en els seus baixos fons.

Les putes (diguem-ho així) són les úniques dones amb qui, sense comprometre-t’hi, pots resseguir els mils replecs femenins. A més a més, et donen conversa i una mica (quantitat no menyspreable) d’estimació.

(del poema “Mètode discursiu”, de Moviment peristàltic)

Trobaríem altres exemples semblants en els seus tres darrers llibres. Això ens permet arriscar i anar una mica més enllà afirmant que Joan Argenté coincideix amb Jean- Paul Sartre a l’hora de considerar que l’infern són els altres. Uns altres, però, que no- més són un infern quan els prenem d’un en un, sols, en la seva individualitat, ja que aquests altres tractats com a conjunt són els que l’acompanyen comunitàriament en el seu camí per la vida i el món. Amb una lectura atenta dels seus versos en troba- rem molts on es fa patent l’estima que sent pels amics i amigues presents a la seva

38 caravansari obra, i per la comunitat on ha nascut i viu: la casa, la família, la seva mica de jardí, el seu carrer, la seva ciutat, el seu país, fins arribar a les tradicions més arrelades de la seva cultura i civilització occidentals.

Joan Argenté havia volgut estudiar Filosofia i Lletres però la família s’hi va oposar ja que el volien químic, com el seu pare, per continuar el ne- goci familiar d’elaboració de productes de cosmètica femenina. Gràcies a la intercessió de Maria Aurèlia Capmany va aconseguir matricular-se a la Facultat de Dret. És molt probable que Joan Argenté portés un instint d’artista que hagués volgut sublimar a través de la poesia, el teatre i el cinema, sempre amb la paraula com a eina de creació. Per conformar-se devia pensar que, com tants altres poetes de diumenge a la tarda, l’exercici de l’advocacia li permetria assegurar-se un sou i tenir una feina que, per la pràctica de redacció de documents que comporta, encara li serviria d’estímul i d’exercici per a la seva obra de creació li- terària. La consolidació de la carrera d’advocat i el seu pas per diver- sos bufets devien apaivagar temporalment la seva carrera poètica. Potser també hi podem afegir el fet de la mort del pare i el trasbals fami- liar que devia comportar, amb el consegüent tancament del labora- tori químic. La seva germana Gertrudis, deu anys més gran que ell, treballava de mestra, com la seva mare. El seu pare ja era un home gran quan ell havia nascut. Afegim-hi que, durant la guerra, mare i fill van viure Joan Argenté. Foto: Iolanda Guevara una temporada a l’Hospitalet de Llobregat i una altra a Trentapasses (Vilalba Saserra) i entendrem que, tal com m’explicava ell mateix, Joan Argenté va estar més sotmès a la voluntat de la mare i de les tietes que a la del seu pare. Quan l’any 1941 va tornar a viure amb el pare es va trobar un home gran i malaltís, molt més semblant a un avi. El seu pare morirà quan ell només te 22 anys i enllesteix la carrera de Dret.

Adolescent, Joan Argenté queda subjugat per la força de la poesia de Federico García Lorca i de Joan Salvat-Papasseit. Maria Aurèlia Capmany és la seva professo- ra de filosofia i d’alemany a l’Institut Albèniz, de Badalona, i allà fa descobrir als seus alumnes la grandesa de la literatura i el teatre. Escriu els primers intents poètics en el castellà obligatori que utilitza a l’escola i que omple la vida oficial, però aviat desco- brirà que només en la seva llengua materna sap trobar tota l’expressivitat dels mots.

En els sis poemes que publica a les antologies poètiques universitàries dels anys 1950 i 1951-1952, ja hi apareixen el carrer, les fàbriques, el mar, l’aigua, les mans, els cabells, l’estel, la pluja i el propi poeta ja es veu com un arbre que s’enlaira, en unes imatges que trobarem reiteradament en tot el conjunt de la seva obra. Tots aquests poemes que el van donar a conèixer no van ser recollits en cap dels seus poemaris posteriors. Això ens porta a pensar que Joan Argenté no entenia els seus llibres de poesia com un recull de versos que s’acumulen al llarg dels dies per sedimentació, sinó que els entén com una obra unitària i orgànica tal com s’esdevé a Seminocturn, semidiürn, el llibre que el consagrarà.

A la necrològica de Joan Argenté que Jordi Maluquer Bonet publica el 7 d’agost de 2015 a l’edició del Barcelonès del diari El Punt Avui, hi explica l’enlluernament que va provocar el primer llibre del poeta. “La major part del jurat del Salvat Papasseit ens inclinàvem a la poesia compromesa quan ens va sorgir la rara avis d’un registre nou, purament poètic, que ens va trencar els esquemes. El temps de tants dits, que era el nom del recull, es va endur el premi”. Els membres del jurat d’aquell 1959 pretenien fer entrar la poesia social en el clos tancat de la poesia catalana de postguerra, forta- ment empeltada de jocfloralisme i de formes clàssiques. S’haurien d’esperar fins l’any

caravansari 39 següent. Tal com documenta Mireia Sopena en el volum Josep Pedreira, un editor en terra de naufragis (2011), el jurat estava format per Joan Oliver, Jordi Maluquer, Albert Manent, Isidre Molas i Josep Pedreira. Entre les obres que concorrien al premi i que haguessin pogut marcar l’arrencada del realisme social en la poesia catalana hi tro- bem: Paraules per a no dormir de Joaquim Horta; El poble de Miquel Martí i Pol i Com llances de Francesc Vallverdú. Tant en el volum de Joan Argenté com en el de Miquel Martí i Pol s’hi constata la influència de Jacques Prévert i de les noves perspectives que André Malraux, des del Ministeri de Cultura que s’acabava d’inventar a la França de De Gaulle, obrien en el món de la cultura catalana.

El temps de tants dits presentava una riquesa de matisos i una capacitat poètica tan aclaparadora que l’entrada de Joan Argenté al món de la poesia catalana va ser de cavall sicilià; arrenca des d’una posició molt elevada en una primera obra.

D’enllà de l’oblidança, sorgien les hortènsies del badiu, tres, molt lleus, apaivagades pel vespre com tres noies cansades.

(“Fuga de setembre”, d’El temps de tants dits)

Això provocaria que a la seva poesia posterior hi detectem els dubtes de l’autor a l’hora de seguir alguna de les vies obertes en el llibre inicial. Potser fins aSeminocturn, semidiürn, amb un llarg i únic –poema riu–, no es produeix el gran salt endavant que deixa el nostre poeta en la incòmoda posició del que ja no sap per quin camí podrà avançar més enllà.

Durant la dècada dels seixanta ha optat dues vegades al premi Carles Riba. Tradueix, juntament amb Joan Soler Amigó, un recull de cançons de Jacques Brel que guanya el premi la Selva del Camp de 1962. Allà hi trobarem la versió de “El clar país” inicial- ment popularitzada per Emili Vendrell. Es vincula amb l’Escola d’Art Dramàtic Adrià Gual, on es retroba amb Maria Aurèlia Capmany. Allà coneix personalment Salvador Espriu i es relaciona amb alguns dels joves escriptors que amb els anys formaran part de la generació literària dels setanta i asseguren el relleu entre els escriptors catalans d’abans i després de la guerra. El 1964, a la cúpula del teatre Coliseum, a Barcelona, li estrenen l’acció dramàtica que porta per títol “Volem vi”. Títol i única frase que es repeteix durant tota l’acció escènica. Calia substituir la paraula vi per llibertat per entendre el significat final de l’espectacle, en un exercici molt propi dels anys de la dictadura. També, a la seva ciutat, participa activament en les activitats del grup REM de pintura, al costat de Julià Garcia Flaquer, Esther Estruch, Josep Villaubí, Maria Teresa Roca, Maria Niubó i Joaquim Sarriera, que volen sacsejar i posar al dia la vida artística badalonina. Participa en la creació del grup Estrop de cançó, amb Màrius Sampere, Ramon Muns, Eulàlia Juanpere, Josep Gual, Enric Larreula i altres. També s’involucra en altres entitats, sempre amb l’afany d’afavorir la presència i la difusió de la cultura catalana. Tradueix cançons de Henri Tachan i peces de teatre de Ionesco i Guelderode. El francès era una llengua habitual en una part de la seva família materna.

La tardor de 1965 va estar a punt de casar-se amb Maria Luisa Lamela, una dona argentina vinculada als ambients artístics i intel·lectuals. S’havien conegut durant un viatge que ella havia fet per Europa. El casament de la parella s’havia de celebrar al monestir de Poblet i es va suspendre la tarda abans, quan les famílies ja s’havien desplaçat fins a la Conca de Barberà. Potser la perspectiva del paper de la dona en

40 caravansari la vida quotidiana del futur matrimoni va fer fracassar l’enllaç. Joan Argenté tenia una mare i una germana dedicades professionalment al magisteri, però que no defugien el paper tradicional de la dona a l’hora de portar el pòndol de la llar i fer les feines de la casa. Potser la seva promesa no es veia fent aquest paper de mestressa de casa i reclamava un altre protagonisme en la vida quotidiana de la parella. El festeig es devia haver fet fonamentalment de manera epistolar i a última hora hi va haver sorpresa.

L’any 1967 moriria la seva mare, i en Joan Argenté continuava vivint a la casa del carrer de Sant Isidre juntament amb la seva germana Gertrudis. Aquell any publi- ca el seu segon llibre de poemes Cicle, bicicle, tricicle en una edició dissenyada i il·lustrada per J. Pla-Narbona. Al costat dels jocs verbals que fa en els diversos poe- mes dedicats al rector de Vallfogona i l’anar i venir de Tàrrega a Verdú, el volum inclou poemes dedicats al pare o a la seva infantesa, jocs lingüístics, cançons, homenatges a altres escriptors i una profunda reflexió sobre l’ofici de poeta:

Poesia és obrar. La poesia és un fet.

(“Present, punt zero”)

Quan el 1974, als quaranta-tres anys, es casi amb Concepció Carné, mossèn Joan Carrera i Planas suprimeix les referències al creixeu i multipliqueu-vos i a l’educació dels fills, pròpies del sagrament del matrimoni, atenent la petició dels contraents. L’any 1961, a la dedicatòria del seu primer llibre li havia escrit: Per a Concepció, coneguda de lluny, fa molt de temps, i coneguda d’aprop, no en fa tant. Estic content de conèixer-la. A mitjans anys noranta rep un encàrrec molt particular de mossèn Josep Dalmau. Li demana que escrigui el text d’un espectacle de llum i so que es vol presentar regularment al Castell de Gallifa. En neix el Poema del Santuari de la Mare de Déu del Castell de Gallifa, advocada de l’Ecologia, publicat el 2001 però que no incorporarà al volum de la seva poesia com- pleta que també publicarà aquell any. També descarta els primers poemes de joventut. Obre el volum Obres poètiques. Cicle, bicicle, tricicle i altres llibres amb el seu primer recull El temps de tants dits, continua amb l’últim, Seminocturn, semidiürn, i després presenta versions actualitzades dels llibres èdits o inèdits escrits durant la dècada dels seixanta, juntament amb uns poemes finals que no correspondrien a cap llibre anterior.

Estimada Concepció, de vegades no n’hi ha prou amb paraules de la boca, t’escric, de cara a l’hivern, i faig, al paper, paraules: algú fuma tabac negre, porta cartera i paraigua, el veig brut i jove i brut, unes mosques tse-tse han fet adormir la vida, sóc entre tot, tu també, i si paro de dormir potser m’ompliré d’insomni.

(“Començament d’un inventari”)

caravansari 41 La Creu de Sant Jordi li dóna una nova empenta i suposo que el mateix estiu de 2006, de vacances a Molló, comença a escriure un llarg poema que portava al cap des de feia temps, ja que el títol el trobem a les diverses notes autobiogràfiques dels darrers anys. Til·la, líquen i malví reprèn l’estructura que havia fet servir a Seminocturn, se- midiürn i torna a ser un únic poema on intercala frases fetes i dites populars en una magnífica reflexió existencialista. A prop dels vuitanta anys, el poeta es pregunta què hi fa en aquest món, què hi fem tots plegats.

La flor està marcida i el rec, reverdit. Si tot ja es movia i el punt de partida sempre és repetit! Cosa que no era ha arribat a ser i tan fugissera que deixa de ser. Tinc tanta sang que a les cinc tinc son. Tinc tanta son que a les cinc tinc sang. He badat i vesso sang vesso son i vesso sang.

(Inèdit)

L’any 2008 tornarà a ser un any de trasbals en la seva vida. Als seus problemes de salut s’hi afegeix la mort de la seva muller. A principis de 2009 ingressarà en una residència geriàtrica fins a la seva mort l’agost de 2015.

Albert Ibañez Domenec (Badalona, 1955) és Llicenciat en Filologia Catalana per la Universitat de Barcelona (1988) i treballa com a Tècnic de la Institució de les Lletres Catalanes des de 1990. Va ser premi de narrativa Països Catalans-Solstici d’estiu el 1990 per la narració “A la Rambla” (inèdita). Ha estat col·laborador de diversos mitjans periodístics entre els quals, el diari Avui, on exercí la crítica literària (1992-1994), i El Punt (2000-2008). Vinculat al món del teatre des de l’any 1972, el 2004 va crear i dirigir l’espectacle Vel rere vel, a partir de textos de Joan Argenté. Com a membre de la companyia teatre a peu pla, des de 2012 ha compaginat la creació i direcció d’espectacles a partir de textos de Terenci Moix, Mishima i Joan Argenté, amb la interpretació. Va ser comissari de l’exposició Joan Argenté. L’home i el personatge que es va fer a l’Espai Betúlia de Badalona i autor del catàleg del mateix títol (2010).

42 caravansari [Joan Argenté: una poesía entre lo individual y lo comunitario

Albert Ibañez Domenec

Joan Argenté i Artigal (Badalona 1931-2015) ganó el premio Carles Riba en diciem- bre de 1975, pocos días después de la muerte del dictador Francisco Franco, con el libro Seminocturn, semidiürn. En la dedicatoria a su mujer que encabeza el volumen especifica que el largo poema-río se ha escrito entre Badalona, Ribes de Freser y Eivissa (Ibiza); y comenzado muchos años atrás. Podemos deducir que una parte importante de la escritura de estos versos se ha producido en vacaciones, durante sus estancias en Ribes de Freser y en Eivissa, donde el año anterior habían pasado el viaje de bodas. Esto nos permitiría entender que la producción del poeta ha sido relativamente limitada y breve debido a las obligaciones de su trabajo de abogado y también a su implicación activa en la vida social y artística de su época. A pesar de esta escasez, su obra poética completa es un corpus potente, con vida propia y plena vigencia, que ha soportado muy bien el paso de los años.

El premio Carles Riba todavía es hoy, cuarenta años después, el más prestigioso de la poesía catalana. Joan Argenté lo consigue en 1975 pero ya se había presentado en 1962 con la obra Tot de peus empaiten la tortuga [Miles de pies persiguen a la tortuga] y en 1963 con Moviment peristàltic o Aquest home, per a mi, és una pesant bombeta encesa [Movimiento peristáltico o Este hombre, para mí, es una pesada bombilla encendida]. Este último título quedó finalista y sería publicado en febrero de 1976 en una edición auspiciada por el grupo de amigos que se sumaron a la lectura pública de Seminocturn, semidiürn en Badalona el 1 de enero de 1976. Santi Soler Amigó, que se acababa de beneficiar del indulto promulgado a raíz de la proclamación de Juan Carlos de Borbón como rey de España el 25 de noviembre del 75, era uno de los amigos del poeta presen- tes en la lectura. Debía ser uno de los primeros actos sociales a los que acudía después de su liberación, y con su inteligencia y sensibilidad, al día siguiente escribió una crónica inédita, parcialmente reproducida en el catálogo de la exposición Joan Argenté. L’home i el personatge [Joan Argenté. El hombre y el personaje] (2010), de donde selecciono un fragmento: “Como siempre ocurre, los comentarios que escuchaba a mi alrededor eran más bienintencionados que inteligentes y, cuando acertaban, lo hacían sin darse cuen- ta… Ello demuestra que la obra de Argenté es mucho más accesible de lo que, medio en broma, hemos comentado a veces. Alguno decía que esta obra era muy madura, más que las anteriores, una culminación. Francamente, me suena como si estuviesen diciendo: ya era hora de que aprendieras a escribir al alcance de todos en vez de tortu- rarnos implacablemente con tus peristálticos –o como se llamen– movimientos que nos forzaban a arrastrarnos una y otra vez, de ida y vuelta, por este reiterativo camino que va –y viene– “desde Tàrrega a Verdú”. Otros buscaban la palabra adecuada de elogio por caminos igualmente equivocados. Para unos se trata de una obra unitaria, moral, ética, comprometida, quizás con pretensiones de dar la lección. Otros encontraban cierto hu- manismo, una terapia, una higiene mental, un autoanálisis, un testimonio, un despren- derse del lastre que arrastramos –que ellos arrastran, aclarémoslo–, quizás una bondad

caravansari 43 indiscutible… Y otros descubrían a Freud y el psicoanálisis precisamente cuando menos se lo esperaban”. Santi Soler Amigó da en el clavo. La poesía de Joan Argenté es mucho más comprensible de lo que pueda parecer a primera vista y mucho más fá- cil de entender, todavía, cuando la escuchamos de los propios labios del autor, con la manera de decir precisa del que conoce perfectamente el significado de la frase que está leyendo. Ocurre, sin embargo, que a veces no queremos entender las evidencias de lo que oímos y preferimos reír o simular que no acabamos de entender. La poesía de Joan Argenté llega a unos paroxismos ante los que sólo podemos reír o llorar, ya que no es posible desentendernos. El libro que, en cierta manera, cerraba el corpus poético del poeta, despliega con brillantez todos los recursos utilizados anteriormen- te en una pieza donde la filosofía va del brazo del refranero y de la canción popular, y las estrofas más cultas se dan la mano con los pareados, en un todo armónico:

Habiendo negado los límites y el ansia, clavel soñador de cuerpo entero, piensas que es la aurora y es la noche.

Todo el cielo hecho infierno, el infierno el cielo, humano semidespierto, semidormido, detrás de un velo siempre encontrarás otro velo.

(fragmento de Seminocturn, semidiürn)

Se había dado a conocer como poeta antes de los veinte años con tres poemas publica- dos en febrero de 1951 en la revista clandestina Ariel, fechados en noviembre de 1950. Son tres poemas que hablan de caminos, del miedo, de estar en el mundo, de las chicas y de nuestro poeta como portador de sí mismo que camina y se araña. Porteador de mí mismo, de Joan,/ yo no camino solo. Caminamos. Son poemas que hablan del tránsito de la adolescencia al mundo de los adultos, un tema que se repetirá más adelante.

Pero la vida de los niños depende solo de los mayores, tanto si son hijos de familia como de hospicio o del Estado. Es después, cuando tomas la propia, que adviertes, ya para siempre, que te necesitas.

(fragmento de “La ineludible subsistència”, de Cicle, bicicle, tricicle)

Su propia presencia en el poema será una figura recurrente a lo largo de toda su obra:

—Me llamo Joan, por parte del padrino, y me llamo, por la madrina, también Agustí y el capellán, como último nombre, me adjudicó, precisamente, Pere. Joan, Agustí y Pere.

(del poema “De Tàrrega a Verdú”, de Cicle, bicicle, tricicle)

44 caravansari Joan, hijo de Joan, nieto de Joan, bisnieto de…

(del poema “Quasi modo personae”, de Cicle, bicicle, triciclo), o bien:

A un hombre le llaman Joan y a dos, un blanco y un negro

(del poema “Seure en comunitat, seure amb comoditat”)

Este último poema enlaza directamente con el pleno sentido del verbo “caminamos” del poema de juventud publicado en Ariel. Nuestro poeta, el Joan que aparece en sus versos, es un hombre con un fuerte sentimiento comunitario nacido de su simpatía hacia los más débiles, sean los negros de los Estados Unidos de América durante los años de la segregación racial, o los catalanes en tanto que pueblo con una lengua que el Estado quería silenciada. Cuando a mediados de los 60 adapte la canción “Le plat pays”, de Jacques Brel, la convertirá en “El clar país” [El país luminoso] y casi en un him- no de los catalanes. En la poesía de Joan Argenté el yo y el nosotros se complementan.

Pero Joan Argenté es un personaje poliédrico y junto a su obra más lírica y arraigada en una comunidad, es fácil encontrar versos descarnados y desnudos, tocados de misoginia, cuando retrata la atracción que siente por la otra vida que encuentra en bares y cabarets de la ciudad, o en sus bajos fondos.

La putas (digámoslo así) son la únicas mujeres con quien, sin comprometerte, puedes reseguir los mil pliegues femeninos. Además, te dan conversación y un poco (cantidad nada despreciable) de cariño.

(del poema “Mètode discursiu”, de Moviment peristàltic )

Encontraríamos otros ejemplos parecidos en sus tres últimos libros. Ello nos permite arriesgar e ir un poco más allá afirmando que Joan Argenté coincide con Jean-Paul Sartre en considerar que el infierno son los otros. Unos “otros”, sin embargo, que solo son el infierno si los tomamos de uno en uno, en su individualidad, porque tratados como conjunto son los que lo acompañan en su camino por la vida y el mundo. En una lectura atenta de sus versos encontraremos muchos donde se hace patente la estima que siente por los amigos y amigas presentes en su obra, y por la comunidad donde ha nacido y vive: la casa, , su pequeño jardín, su calle, su ciudad, su país, hasta llegar a las tradiciones más arraigadas de su cultura y civilización occidentales.

Joan Argenté había querido estudiar Filosofía y Letras pero la familia se opuso, pues lo querían químico, como su padre, para continuar el negocio familiar de elaboración de productos de cosmética femenina. Gracias a la intercesión de Maria Aurèlia Capmany consiguió matricularse en la Facultad de Derecho. Es muy probable que Joan Argenté tuviese un instinto de artista que habría sublimado a través de la poesía, el teatro o el cine, siempre con la palabra como herramienta de creación. Para conformarse, debía pensar que, como tantos otros poetas de domingo por la tarde, el ejercicio de la abo- gacía le permitía asegurarse un sueldo y tener un trabajo que, por la práctica de redac- ción de documentos que comporta, incluso le serviría de estímulo y de ejercicio para

caravansari 45 su obra de creación literaria. La consolidación de la carrera de abogado y su paso por diversos bufets debieron contener temporalmente su carrera poética. Quizás también podemos añadir la muerte del padre y el trastorno familiar que debió comportar, con el consiguiente cierre del laboratorio químico. Su hermana Gertrudis, diez años mayor que él, ejercía de maestra, como su madre. Su padre ya era un hombre mayor cuando él ha- bía nacido. Si añadimos que, durante la guerra, madre e hijo vivieron una temporada en l’Hospitalet de Llobregat y otra en Trentapasses (Vilalba Saserra), entenderemos que, tal como me explicaba él mismo, Joan Argenté estuvo más sometido a la voluntad de la madre y de las tías que a la de su padre. Cuando en 1941 volvió a vivir con su padre se encontró un hombre mayor y enfermizo, mucho más parecido a un abuelo. Su padre morirá cuando él sólo tiene 22 años y acaba la carrera de Derecho.

Adolescente, Joan Argenté queda subyugado por la fuerza de la poesía de Federico García Lorca y de Joan Salvat-Papasseit. Maria Aurèlia Capmany es su profesora de filosofía y de alemán en el Instituto Albéniz, de Badalona, y allí hace descubrir a sus alumnos la grandeza de la literatura y el teatro. Escribe los primeros intentos poéticos en el castellano obligatorio que utiliza en la escuela y que domina la vida oficial, pero pronto descubrirá que solamente en su lengua materna sabe modelar toda la expre- sividad de las palabras.

En los seis poemas que publica en las antologías poéticas universitarias de los años 1950 y 1951-1952, ya aparecen la calle, las fábricas, el mar, el agua, las manos, los cabellos, la estrella, la lluvia, y el propio poeta ya se ve como un árbol que se eleva, en unas imágenes que encontraremos reiteradamente en el conjunto de su obra. Todos estos poemas que lo dieron a conocer no fueron recogidos en ninguno de sus poemarios posteriores. Esto nos lleva a pensar que Joan Argenté no entendía sus libros de poesía como una colección de versos que se acumulan a lo largo de los días por sedimentación, sino como una obra unitaria y orgánica tal como sucede en Seminocturn, semidiürn, el libro que lo consagrará.

En la necrológica de Joan Argenté que Jordi Maluquer Bonet publica el 7 de agosto de 2015 en la edición del Barcelonés del diario El Punt Avui, explica el deslumbra- miento que provocó el primer libro del poeta. “La mayor parte del jurado del Salvat- Papasseit nos inclinábamos por la poesía comprometida cuando nos surgió la rara avis de un registro nuevo, puramente poético, que nos rompió los esquemas. El temps, de tants dits, (El tiempo, de tantos dedos) que era el nombre del libro, se lle- vó el premio”. Los miembros del jurado de aquel 1959 pretendían hacer entrar la poe- sía social en el recinto cerrado de la poesía catalana de postguerra, fuertemente inje- rida de folclorismo y de formas clásicas. Tendrían que esperar hasta el año siguiente. Tal como documenta Mireia Sopena en el volumen Josep Pedreira, un editor en terra de naufragis (2011), el jurado estaba formado por Joan Oliver, Jordi Maluquer, Albert Manent, Isidre Molas y Josep Pedreira. Entre las obras que concurrían al premio y que habrían podido marcar el inicio del realismo social en la poesía catalana encontramos: Paraules per a no dormir de Joaquim Horta; El poble de Miquel Martí i Pol y Com llances (Como lanzas) de Francesc Vallverdú. Tanto en el volumen de Joan Argenté como en el de Miquel Martí i Pol, se constata la influencia de Jacques Prévert y de las nuevas perspectivas que André Malraux, desde el Ministerio de Cultura que se aca- baba de inventar en la Francia de De Gaulle, abría en el mundo de la cultura catalana.

El temps, de tants dits presentaba una riqueza de matices y una capacidad poética tan abrumadora que la entrada de Joan Argenté en el mundo de la poesía catalana fue de caballo siciliano; arranca desde una posición muy elevada en una primera obra.

46 caravansari Del olvido hacia allá, surgían las hortensias del patio, tres, muy leves, apaciguadas por la tarde como tres chicas cansadas.

(“Fuga de setembre”, de El temps, de tants dits)

Esto provocará que en su poesía posterior detectemos las dudas del autor a la hora de seguir alguna de las vías abiertas en el libro inicial. Quizás hasta Seminocturn, semidiürn, con un largo y único poema, no se produce el gran salto hacia adelante que deja a nuestro poeta en la incómoda posición del que ya no sabe por qué camino podrá avanzar más allá.

Durante la década de los sesenta ha optado dos veces al premio Carles Riba. Traduce, juntamente con Joan Soler Amigó, una serie de canciones de Jacques Brel. Allí en- contraremos la versión de “El clar país” inicialmente popularizada por Emili Vendrell. Se vincula con la Escola d’Art Dramàtic Adrià Gual, donde se reencuentra con Maria Aurèlia Capmany. Allí conoce personalmente a Salvador Espriu y se relaciona con algunos de los jóvenes escritores que con los años formarán parte de la generación literaria de los setenta y asegurarán el relevo entre los escritores catalanes de antes y después de la guerra. En 1964, en la cúpula del teatro Coliseum de Barcelona, le estrenan la acción dramática que lleva por título “Volem vi” (Queremos vino). Título y única frase que se repite durante toda la pieza. Era necesario sustituir la palabra “vino” por “libertad” para entender el significado final del espectáculo, en un ejercicio muy propio de los años de la dictadura. También, en su ciudad, participa activamente en las actividades del grupo REM de pintura, al lado de Julià García Flaquer, Esther Estruch, Josep Villaubí, Maria Teresa Roca, Maria Niubó y Joaquim Sarriera, que quie- ren sacudir y poner al día la vida artística badalonense. Participa en la creación del grup Estrop de canción, con Màrius Sampere, Ramon Muns, Eulàlia Juanpere, Josep Gual, Enric Larreula y otros. También se involucra en otras entidades, siempre con el afán de favorecer la presencia y la difusión de la cultura catalana. Traduce canciones de Henri Tachan y piezas de teatro de Ionesco y Guelderode. El francés era una len- gua habitual en una parte de su familia materna.

En el otoño de 1965 estuvo a punto de casarse con María Luisa Lamela, una mujer argentina vinculada a los ambientes artísticos e intelectuales. Se habían conocido du- rante un viaje que ella había hecho por Europa. La boda de la pareja debía celebrarse en el monasterio de Poblet y se suspendió la tarde anterior, cuando las familias ya se habían desplazado hasta la Conca de Barberà. Quizás la perspectiva del papel de la mujer en la vida cotidiana del futuro matrimonio hizo fracasar el enlace. Joan Argenté tenía una madre y una hermana dedicadas profesionalmente al magisterio, pero que no rehusaban el papel tradicional de la mujer a la hora de llevar las riendas del hogar y hacer las tareas domésticas. Quizás su prometida no se veía haciendo este papel de ama de casa y reclamaba otro protagonismo en la vida cotidiana de la pareja. El noviazgo debió llevarse fundamentalmente de forma epistolar y a última hora hubo sorpresa.

En 1967 murió su madre, y Joan Argenté continuaba viviendo en la casa familiar junto a su hermana Gertrudis. Aquel año publica su segundo libro de poemas Cicle, bici- cle, tricicle en una edición diseñada e ilustrada por J. Pla-Narbona. Junto a los juegos verbales que realiza en los diversos poemas dedicados al rector de Vallfogona y el

caravansari 47 ir y venir de Tárrega a Verdú, el volumen incluye poemas dedicados al padre o a su infancia, juegos lingüísticos, canciones, homenajes a otros escritores y una profunda reflexión sobre el oficio de poeta:

Poesía es obrar. La poesía es un hecho.

(“Present, punt zero”)

Cuando en 1974, a los cuarenta y tres años, se case con Concepció Carné, mosén Joan Carrera i Planas suprime las referencias al creced y multiplicaros y a la educa- ción de los hijos, propias del sacramento del matrimonio, atendiendo a la petición de los contrayentes. El año 1961, en la dedicatoria de su primer libro había escrito: Para Concepció, conocida de lejos, hace mucho tiempo, y conocida de cerca, no hace tanto. Estoy contento de conocerla. A mediados de los noventa recibe un en- cargo muy particular de mosén Josep Dalmau. Le pide el texto de un espectáculo de luz y sonido que se quiere presentar regularmente en el Castell de Gallifa. Nace el Poema del Santuari de la Mare de Déu del Castell de Gallifa, advocada de l’Ecologia (Poema del Santuario de la Virgen del Castillo de Gallifa, abogada de la Ecología), publicado el 2001 pero que no incorpora al volumen de su poesía completa que tam- bién publicará este año. También descarta los primeros poemas de juventud. Abre el volumen Obres poètiques. Cicle, bibicle, tricicle i altres llibres con su primer poema- rio El temps, de tants dits, continúa con el último, Seminocturn, semidiürn, y después presenta versiones actualizadas de los libros publicados o inéditos escritos durante la década de los sesenta, junto con unos poemas finales que no corresponden a ningún libro anterior.

Querida Concepció, a veces no es suficiente con las palabras de la boca, te escribo, de cara al invierno, y dibujo, en el papel, palabras: alguien fuma tabaco negro, lleva cartera y paraguas, lo veo sucio y joven y bruto, unas moscas tse-tse han aturdido la vida, estoy, como tú, entre todo, y si paro de dormir quizás me llene de insomnio.

(“Començament d’un invertari”)

La Creu de Sant Jordi le da un nuevo impulso y supongo que el mismo verano de 2006, de vacaciones en Molló, comienza a escribir un largo poema que llevaba en la cabeza desde hacía tiempo, ya que el título lo encontramos en diversas notas auto- biográficas de los últimos años.Til·la, líquen i malví [Tila, liquen y malvavisco] retoma

48 caravansari la estructura que había utilizado en Seminocturn, semidiürn y vuelve a ser un único poema donde intercala frases hechas y dichos populares en una magnífica reflexión existencialista. A sus casi ochenta años, el poeta se pregunta qué hace en este mun- do, qué hacemos todos.

La flor está mustia y la acequia, reverdece. ¡Si ya todo se mueve y el punto de partida siempre se repite! Cosa que no era ha llegado a ser y tan huidiza que deja de ser. Tengo tanta sangre que a las cinco tengo sueño. Tengo tanto sueño que a las cinco tengo sangre. Me abandono y vierto sangre vierto sueño y vierto sangre.

(Inédito)

El año 2008 volverá a ser un año de trastornos en su vida. A sus problemas de salud se añade la muerte de su mujer. A principios de 2009 ingresará en una residencia geriátrica hasta su muerte, en agosto de 2015.

Albert Ibañez Domenec (Badalona, 1955) es licenciado en Filología Catalana por la Universitat de Barcelona (1988) y trabaja como Técnico de la Institució de les Lletres Catalanes desde 1990. Fue premio de narrativa Països Catalans-Solstici d’estiu en 1990 por la narración “En la Rambla” (inédita). Ha sido colaborador de diversos medios periodísticos como el diario Avui, en el que ejerció la crítica literaria (1992-1994), y El Punt (2000-2008). Vinculado al mundo del teatro desde 1972, en 2004 creo y dirigió el espectáculo Velo tras velo, a partir de textos de Joan Argenté. Como miembro de la compañía teatre a peu pla, desde 2012 ha compaginado la creación y dirección de espectáculos a partir de textos de Terenci Moix, Mishima y Argenté con la interpretación. Fue comisario de la ex- posición Joan Argenté. L’home i el persontage que se hizo en el Espai Betúlia de Badalona y autor del catálogo del mismo título (2010).

Traducción de José Antonio Jiménez Navarro y Albert Ibañez Domenec]

caravansari 49 Poesía en euskera, 2014-2015: breve panorama

Alex Gurrutxaga Muxika

El aumento de nombres en la poesía vasca favorece desde hace años una pluralidad de estilos y voces que no pasa desapercibida al lector. Desde la poesía confesional más íntima hasta aquella impregnada de lo que fuera la poesía social, una interesante gama de estilos poéticos enriquece el panorama actual. Es cierto que, al igual que en otros sistemas literarios, se observan rasgos y tendencias comunes, pero podría aventurarse que muchos de estos son ya rasgos generales de las estéticas posmo- dernas. En cualquier caso, la variedad estilística que observamos en la actualidad, así como el eclecticismo en cuanto a las referencias culturales y literarias, pueden animar a los lectores del hoy tan periférico género.

Reseñaremos a continuación los poemarios más destacables de los últimos dos años (pueden leerse algunas reseñas de títulos de 2013 en el n°5 de CARAVANSARI).

El aval de la trayectoria

Comenzamos este breve repaso con el poemario Zure hatzaren ez galtzeko [Para no perder tu dedo] (Elkar, 2014) de Itxaro Borda (Baiona, 1959). Escritora de dilatada trayectoria, con una decena de novelas publicadas y otros tantos poemarios, es una de las voces más relevantes del panorama poético actual (algunos de sus poemas pueden leerse en CARAVANSARI n°1), si bien poco leída y estudiada, por la difi- cultad de su obra, pero también por el apretado corsé de cierto lectorado vasco. Su último poemario propone un gran travelling tanto a través del País Vasco como por espacios del resto del mundo (destacan los lugares desérticos y los marinos). La innovación y el clasicismo se combinan en la poesía de Borda con naturalidad. Por una parte, la realidad social contemporánea es un tema fundamental, y la poeta homenajea a muchos activistas y pensadores en sus versos. Destaca en especial el feminismo, haciendo hincapié en el lesbianismo y la corporalidad. Por otra parte, la poesía de Borda está formalmente impregnada de lo clásico. Así, por ejemplo, ad- quieren gran importancia las descripciones paisajísticas. De igual manera, la poeta controla de manera excepcional la versificación libre y, sobre todo, la más ajustada a reglas métricas, ya sea clásica (he ahí el soneto dedicado a Maria Mercè Marçal) o bien popular, deudora de la rica tradición oral vasca (sobre todo, bertsolaritza). Hay que mencionar, además, los poemas compuestos por varias partes (“Breaking artic

50 caravansari bounds” o “Chapultepec”) y la creación de nuevas formas estróficas. Así pues, Borda combina el eclecticismo referencial con la forma más depurada, la narratividad con las descripciones impresionistas del paisaje, en un poemario de gran calidad.

Sabemos, por cierto, que la posmodernidad ha puesto en jaque la propia valoración de la calidad de la obra, pero lo cierto es que siempre hay trabajos que escapan a ese relativismo extremo. El último poemario de Felipe Juaristi (Azkoitia, 1957), Piztutako etxea [La casa encendida, como el mítico poemario de Luis Rosales del que toma el nombre el centro madrileño] (Erein, 2014, Premio de la Crítica), es uno de ellos. Felipe Juaristi es hoy la pluma más destacable de la que ha solido llamarse, de manera bastante difusa, poesía del pensamiento.

Escribía Althusser que en filosofía no se piensa más que con metáforas; a la inversa, podría parecer lógico que el lenguaje poético-metafórico sea propenso a la filosofía (mal que le pesara a Platón). No es casualidad que el libro de ensayos sobre filoso- fía y poesía que publicara Jakin en 2011 incluyera un poema de Juaristi dedicado a Parménides; y es que en su poesía mythos y logos se unen para adquirir una dimen- sión muy profunda. En Piztutako etxea cada poema es fruto de una larga maduración reflexiva, peldaño último de un juego de cuestiones y dudas vitales sin resolver: poe- mas que tratan sobre la identidad y la libertad humana, los límites del cuerpo y del ser (“Todo lo puede el cuerpo y, al mismo tiempo, nada puede”), el exilio existencial del que hablara Zambrano (“Si la felicidad tuviera patria, de allí sería yo./ Pero quién sabe si en alguna parte existe una patria así”) o el tiempo (“Somos poca cosa a su lado, nosotros, seres limitados/ en busca de la salvación en la belleza de las ramas y las flores”). En la casa de Juaristi se encuentran Ovidio y Spinoza, Gabriel Aresti y Adorno, y reflexionan en sus versos encendidos en busca de la pequeña luz que pudiera aportar la poesía a la vida. Metáforas, imágenes y sinestesias son algunos de los recursos que pintan ligeramente el poemario (“un color roto/ cuelga en el ocaso/ como si todo lo conocido/ se desvaneciera de pronto”).

Tere Irastortza (Zaldibia, 1961) ha publicado en 2015 el poemario Mundua betetzen zenuten [Llenabais el mundo] (Pamiela, 2015). Han pasado 35 años y una decena de poemarios desde que Irastortza publicara su primer trabajo: un recorrido en cuyo punto actual el lector se encuentra con una voz potente e inconfundible. El poemario reúne piezas ligadas temáticamente a la muerte. Es una poesía seria, muchas veces hiriente, pero que no cae en la grandilocuencia trágica. El estilo de Irastortza es fragmentario, muy conciso, y se desarrolla mediante formulaciones y palabras cargadas de signifi- cado. La reverberación de algunas ideas cierra sobre sí el poemario, y las pequeñas uniones referenciales entre poemas le otorgan aún mayor unidad. En Mundua betetzen zenuten se dibuja la vida más inmediata, más común y física (comprar el pan, doblar la ropa, hacer el amor), en contraste a la verdad más profunda de la muerte y la desapari- ción absoluta. Al fin y al cabo, nos queda la conciencia de que llenaban el mundo, y que “es seguro que cuando mueren los que queremos/ comenzamos nosotros a morir aquí”. Tempus fugit, dice el tópico; ergo, añadiríamos, carpe diem. Y nos queda otro consuelo, dirá la poeta: la belleza, la belleza como alivio ante el páramo que extiende la muerte.

La belleza poética es sin duda parte de nuestro capital cultural y existencial. Así lo demuestra el último poemario de Jose Luis Otamendi (Azpeitia, 1959), Kapital pu- blikoa [Capital público] (Susa, 2014). Y decimos que la poesía es parte de un capital nuestro, porque en la poesía de Otamendi es fundamental la colectividad. Aquí el yo poético posmoderno se encuentra en constante tensión con la identidad colectiva, porque la palabra siempre lleva al poeta hacia otros. La poesía de Otamendi oscila

caravansari 51 entre el día a día del común de los mortales y la dimensión política y social que aflora en cada uno de nuestros actos. De ese choque, el tono del poeta surge a veces de manera quasi-melancólica, sobre todo al final del poemario: “dejaremos marcas de lo que hemos amado en el recuerdo de la materia”. Otras veces el tono es áspero y pun- zante: “muchas veces ofrezco más cariño/ a las transformaciones del grumoso cielo/ que a la memoria de nuestros mayores:/ y eso es capitalismo”. En cualquier caso, la voz de Otamendi es siempre inconfundible. En 1995 publicaba su cuarto poemario, Lur bat zure minari, [Un país a tu dolor]; veinte años más tarde reflexiona sobre si hemos merecido la tierra que nos prometimos. Así, la memoria histórica resulta una pieza central en Kapital publikoa: el poemario se abre con el poema “Memoria” y se cierra con la frase “estoy esperando al futuro”. Es, pues, una poesía enmarcada en un hic et nunc muy claro, y el poeta no permite que su yo más lírico huya hacia arcadias atemporales: reflexiona sobre el amor y la muerte, la felicidad y sus límites, y lo hace desde su cocina, lo hace en nuestra plaza.

Poco ruido y dulces nueces

Hay poetas que, sin llegar a tener una trayectoria esplendorosa, se apartan también de los fenómenos literarios y de lo más mediático. Quedan, así, como discretos auto- res que, no obstante, el lector de poesía difícilmente deja escapar.

Gerardo Markuleta (1963), poeta nacido en Oñati y afincado en Gasteiz, publica en 2015 Denbora bere lekura [El tiempo a su sitio] (Erein, 2015). Reconocido sobre todo por su labor como traductor, hemos de mencionar aquí su esencial antología de poetas catalanes (Josep Carner, Carles Riba, Joan Oliver, Salvador Espriu, etc.): Poeta katalan garaikideak. Antologia [Poetas contemporáneos catalanes. Antología]. Denbora bere lekura, compuesto por cincuenta poemas divididos en cuatro partes, es su quinto poemario en veinticinco años, lo que da muestra del modo en que Markuleta crea y vive la poesía. El autor aborda la mayor cuestión, el tema por antonomasia:

Gerardo Markuleta la temporalidad humana y la relación del ser humano con aquello que le rodea. “La tierra –dice– ha tomado música del ser humano, ruido de tierra el ser humano”, pero nosotros nos vamos, pasamos por lugares cuyos nombres perdurarán. Y al hablar del tiempo, no es extraño que cobren importancia la niñez y la vejez; “Izana, izatekoa” [Lo que ha sido, lo que será] es, por ejemplo, un delicioso poema dedicado a la madre cuya mente se nubla. Pero, si bien hay que destacar el tiempo o la vida como ejes fundamentales, el poeta no deja de lado los temas sociales, especialmente en el se- gundo capítulo, en poemas como “Kuartel ederra” [Bello cuartel], “Balak baleki” [Si supiera la bala] o “Esan ezetz” [Dime que no]. Este último, inspirado en el atentado del 11M, comienza con una frase desiderativa tan dura como veraz (“Dime que no han sido los nuestros”), muestra de esa tragedia tan nuestra, y concluye con otra aún más cruda: “la carne quemada entre los vagones huele simplemente a persona”. A nivel formal, Markuleta controla tanto el verso libre como la métrica rimada. Su enfoque es siempre minimalista (también recurre al haiku), y parte del detalle y de lo pequeño. Desde esa aparente sencillez se va alzando su poesía, quizás no siempre para llegar lejos, pero sin dejar nunca de ser delicada.

La de Luis Garde (Iruñea, 1961) es una de esas plumas que poco a poco, discreta- mente y alejada del torbellino de la actualidad, abre sendas dignas de recorrer. En 2014 Garde publica dos poemarios: Trenen abiadura [La velocidad de los trenes] (Pamiela) y Eremuen birkalifikatzea [Recalificación de terrenos] (Pamiela), publica-

52 caravansari do este mediante el premio Xabier Lete. En Trenen abiadura, el tren, símbolo del Modernismo por antonomasia, es el elemento que nos adentra en la reflexión sobre el tiempo y el cambio, sobre la tensión entre la velocidad que llevan nuestras vidas y la quietud de los paisajes habitables que quisiera construir el poeta. Pero al final, parece que solo en el espacio heterotópico del tren surge una cuarta dimensión temporal, en ese eterno movimiento en el que resulta imposible el retorno, un constante exilio de melancolía poética.

En la poesía de Garde destacan siempre las figuras de pensamiento, aunque resulta eficaz en las pinceladas metafóricas y el ritmo. Sucede así enEremuen birkalifikatzea, donde, utilizando las palabras del jurado, se unen equilibradamente la crítica social y la metapoética. En una “época de deslocalización”, la poesía no puede ser ya el es- caparate de una joyería, sino la mano que arroja la piedra para romper el escaparate. Garde dibuja una Pompeya destruida donde se acumulan herrumbre, escombros y restos inhabitados, mezcla de no-lugares y paisajes pintados por Hopper, donde los obuses que alumbran dantescamente innumerables ciudades se nos proyectan como si se tratara de fuegos artificiales: ese es el espacio contemporáneo de la poesía, ám- bito en el que el poeta trata de nombrar los terrenos nuevos y recalificar los antiguos. Luis Garde busca una poesía que se ajuste a los tiempos de crisis social que vivimos, una re-semantización tanto del espacio social como poético.

Lejos de la ciudad moderna, el último poemario de Jon Gerediaga (Bilbo, 1975), Argia, lurra, zuhaitza, zerua [Luz, tierra, árbol, cielo] (Pamiela, 2015), nos transporta a la naturaleza que escapa de voluntad apropiadora del ser humano. El poemario goza de un tono y un imaginario muy concretos: naturaleza, sí, pero no en el sentido romántico occidental, en cuanto que correspondencia de mundos analógicos escondidos que el poeta quisiera descifrar; naturaleza, más bien, como imagen sutil y habitable, desvestida de simbolismo, casi una mínima suma de color y forma, como apareciera en los poetas clásicos chinos y los haikus o en los cuadros pintados por Cézanne. Este es el espacio elemental que el poeta contempla con mesurada melancolía y que desea revivir mediante la palabra poética. Gerediaga re-formula la relación entre la naturaleza y el ser humano, adaptando muchos de los tópicos clásicos al sentir contemporáneo, de modo que afloran en estos versos fugaces reflexiones sobre la durabilidad (la de la naturaleza y la del humano) o el paso del tiempo. Así, no es de extrañar que encontremos aquí ecos de poetas como Xabier Lete o Bitoriano Gandiaga. Pero, sobre todo, hay que subrayar que el poema- rio alcanza su máxima fuerza en su totalidad, tomado como macrotexto: es una suma compacta, que se cierra sobre sus imágenes sin dejar que el lector se pierda más allá de los paisajes finamente creados.

Dos novedades más

Concluimos nuestro repaso mencionando las propuestas de algunos autores nobe- les o casi en el ámbito poético, pero cuyo interés resulta patente. En 2014 publica su segundo poemario Antonio Casado da Rocha (Errenteria, 1970), Islandiera ikas- ten [Aprendiendo islandés] (Utriusque vasconiae); asimismo, en 2015 Mikel Antza (Donostia, 1961), autor conocido por su obra narrativa, publica su primer poemario, Ametsak ere zain [Los sueños también en espera] (Susa). Pero, entre estos y otros títulos, destacaremos dos textos, tanto por su interés literario como por la fuerza de sus propuestas poéticas.

caravansari 53 Hemos hablado más arriba de Juaristi, en cuya obra poesía y filosofía van unidas en un entramado indivisible. Puede afirmarse lo mismo, aunque las características poéticas sean bien diversas, sobre el primer poemario de la profesora de ciencias políticas Jule Goikoetxea (Donostia, 1981), Tractatus (Susa, 2014). Los sesenta poemas que componen el libro se dividen en tres partes, tres tractatus: civicus, magnanimus e in- navigabilis. En todos ellos la poesía surge como espacio donde cabe todo lo negado, todo ; la poesía como (otro) espacio de transgresión. Ironía, crítica y de- nuncia convergen en un poemario cargado de un notable grado de experimentalismo. La poeta busca alternativas formales que huyan de lo establecido y mediante las que, sin caer en propuestas facilonas, el “significado de la forma” también pueda ser trans- gresor y resistente. Como dejan ver los citados títulos, el sujeto poético de Tractatus es colectivo, o bien, cuando es individual, se incide en el factor social y político de todo ser humano. En ese sentido, hay que destacar la centralidad de las relaciones humanas y sus jerarquías de poder, en especial en el caso de la mujer. Jule Goikoetxea Concluimos mencionando el segundo libro publicado por Eric Dicharry (Baiona, 1969), que difícilmente puede ser encasillado en un género literario habitual. Toda clase de frutos experimentales se dan en las 135 piezas que conforman la obra After Banksy (Maiatz, 2014), y cada una de ellas está ligada a una imagen. Es una obra de gran eclecticismo, tanto en las referencias como en las formas: encontramos poemas, narraciones, pastiches, copias y un largo etcétera, piezas en las queconvergen el juego y la reflexión, la crítica y el absurdo, lo culto y lo pop. Pero, por encima de todo, hemos de destacar la influencia de lo digital; es una creación que podría definirse, siguiendo la línea de análisis que han sugerido autores como Irene Zoé Alameda o Vicente Luis Mora, como una obra de la nueva pangea digital. No está de más recor- dar ahora la publicación de Harkaitz Cano Compro oro (Huacanamo, 2011; véase CARAVANSARI nº4), donde también se apreciaba una gran impronta del lenguaje digital. Y como no podía ser de otro modo, los referentes del discurso artístico de Dicharry están en autores como Duchamp y Pollock, y pensadores como Bourdieu o Lipovetsky: hablamos de la postmodernidad al límite (after Banksy), una era en la que el arte se encuentra con la reproductibilidad benjaminiana llevada al extremo más insospechado. After Banksy es una obra metadiscursiva, cuyo tema principal es el mismo arte: ¿Qué hacer con él en una era en la que “la última palabra la tiene inter- net”? ¿Cómo crear poesía cuando “el mundo se ha convertido en un link gigante”?

54 caravansari El pulso invisible de la vida

Manuel Álvarez Torneiro. Cortesía de Factoría K de libros / Kalandraka

Teresa Seara

Manuel Álvarez Torneiro (A Coruña, 1932) pertenece a la “Generación de las Fiestas Minervales”, un grupo de escritores gallegos que sufrieron en la más tierna infancia el rigor de la guerra civil y el vacío de la consecuente posguerra. Él mismo recuerda haber asistido al alzamiento militar de 1936 en Lugo, ciudad donde residió durante al- gún tiempo con unos tíos que le acogieron tras la muerte de su madre, Pilar Torneiro, quien falleció, con tan sólo veinticuatro años, por causa de la tisis. Esta circunstancia de la orfandad prematura forjará en él, ya desde niño, un carácter introvertido que le lleva a refugiarse en los libros –sobre todo en la lectura de la obra de grandes poetas como César Vallejo, Saint-John Perse, Pablo Neruda, William Shakespeare..., que serán luego presencias recurrentes en sus versos– y en la escritura gracias a la cual será reconocido en varios certámenes y juegos florales por poemas en castellano que quedarían inéditos.

En los años cincuenta, mientras las letras gallegas van, muy lentamente, recupe- rándose del silencio editorial al que se habían visto abocadas tras la guerra ci- vil, Álvarez Torneiro traba una vivificante amistad con los poetas Miguel González Garcés y Antón Avilés de Taramancos –por entonces estudiante de Náutica en la ciudad herculina–, además de con el pintor Urbano Lugrís. En esta época, gracias a su trabajo en el periódico La Voz de Galicia, empieza también a desempeñar el pa- pel de crítico literario, lo que le permite asistir a la eclosión, ya en los años ochenta, de los poetas más jóvenes, llamados a renovar la lírica gallega contemporánea. Es en los inicios de esta década y junto a ellos cuando empieza a publicar utilizando como lengua poética primera el castellano –Desnudo en barro (1983) y Cenizas en el salmo (1985), ambas obras finalistas del premio Esquío– y decantándose luego definitivamente por el gallego. Los poemarios Memoria dun silencio (1982, finalista del premio Cidade da Coruña), Fértil corpo do soño (1986, accésit del premio Esquío) y Restauración dos días (1986) serán celebrados por la crítica,

caravansari 55 que reconoce desde muy pronto la maestría poética de Álvarez Torneiro; en las dé- cadas siguientes, el autor publicará valiosas obras merecedoras, muchas de ellas, de prestigiosos galardones. De esta forma As voces consagradas (1992, accésit del premio Miguel González Garcés), As doazóns do incendio [Las donaciones del incendio] (1993), Rigorosamente humano (1995, premio Esquío), Habitante úni- co (1997), Luz de facer memoria [Luz de hacer memoria] (1999, premio Miguel González Garcés y Premio de la Crítica Española), Campo segado (2001, pre- mio Miguel González Garcés), Epicentro (2003), A lámpada perpetua [La lámpara perpetua] (2003), Setembro Stradivarius (2004) y Parábola do incrédulo (2006) engrosan un corpus que tiene su punto culminante en Os ángulos da brasa (2012), poemario que recibe, en 2013, cuatro premios: el Ánxel Casal, concedido por la Asociación de Editores al mejor libro del año; el de la Asociación de Escritores/as en Lingua Galega, el de la Crítica Española y el Nacional de Poesía, siendo esta la primera vez que se le otorga a un poeta gallego. Posteriormente ha publicado Onde nunca é mañá [Donde nunca es mañana] (2014).

Ya desde sus primeros textos, nuestro poeta se muestra fiel a dos premisas funda- mentales: por un lado, mantener la elegancia y la pureza prístina de un verso que aspira a la máxima belleza y, por el otro, despertar en el lector la emoción desnuda o el escalofrío que siempre sentimos al mirar de frente a ese misterio arcano que llamamos vida. El ser y, sobre todo, su circunstancia –en el sentido más orteguiano de este término– son temas centrales en el corpus de Álvarez Torneiro quien, a menudo, convierte en protagonistas de sus poemas a personajes cuyo nombre se desconoce porque, como afirma en Os ángulos da brasa, “é o de tantos” [“es el de tantos”]. Con todo, esta falta de invididualización patronímica no pretende anular la valía de la experiencia vital de estos seres sino que les arropa en el colectivo logrando así que cualquiera, incluso el lector, pueda experimentar su angustia ante los vaivenes de una suerte siempre caprichosa que, de forma demiúrgica, nos des- tina al drama. Sin embargo, en toda vida, por más desolada que esta sea, no faltan afortunadamente instantes de plenitud que, aun pareciéndonos muy nimios, alcan- zan en el verso de Álvarez Torneiro un valor universal. A menudo, vienen suscitados por su mundo íntimo (el recuerdo nostálgico de la madre, los afectos y la amistad) o referencial (las obras de escritores y de artistas admirados) y prevalece en es- tos momentos la contemplación serena del pulso invisible de la vida, apelando, también, al poder eternizante del verso para salvarlos de una inexorable y trágica desaparición puesto que, como aprendemos en Habitante único, “todo é efémero/ e dura ás veces só o tempo do asombro” [“todo es efímero/ y dura a veces solo el tiempo del asombro”].

En estrecho vínculo con esta veta de poesía social y con el culturalismo que definen a la obra del escritor herculino, aparecen además otros conceptos temáticos como la memoria –valioso pero ambivalente legado–, la belleza, capaz de iluminar con su ful- gor hasta lo más oscuro, y el tiempo, que nos obliga a la indagación sobre la esencia de una vida definida siempre por lo que conseguimos pero también, y sobre todo, por lo que nos resulta inalcanzable. Llámese esto último esperanza, milagro, piedad, rei- no, transparencia, sueño, amor...., dones siempre quiméricos e incluso ilusorios. Pero, como se nos revela en Campo segado, “Vivir foi poboarnos de nós mesmos, decidir o camiño, narrar unha derrota serenamente humanos” [“Vivir fue poblarnos de nosotros mismos, decidir el camino, narrar una derrota serenamente humanos”] ya que el dolor vital debe encararse apelando, aun sin mansa resignación, a la serenidad propia del sabio. Es por ello que la memoria se nos presenta siempre como una fuerza dual: por un lado, nos retrotrae a los momentos significativos de la existencia, esos que

56 caravansari reconfortan con su cálida luz –“luz de hacer memoria”, titula Álvarez Torneiro uno de sus poemarios–; pero, de forma simultánea, nos guía hacia el “territorio crótalo” (Os ángulos da brasa) donde residen las ruinas cuya visión actualiza la herida profunda de un ser que se sabe sometido, como todo lo que le rodea, al poder destructor del tiem- po y que, por lo tanto, está en continua devastación existencial. Siguiendo a Seferis cuando dice que “allí donde la toques, la memoria duele”, se le asigna al recuerdo un papel de lazarillo que conducirá al yo hacia la miseria, las carencias afectivas del huérfano, el horror y sus víctimas clamando justicia y, sobre todo, el oscurantismo de ciertas épocas, como la posguerra, que solo trajeron frío, hambre, dolor y miedo. Pero también le hace revivir una infancia donde el campo es un paraíso y la ternura palía cualquier privación material. Bajo esta óptica, la memoria se asemeja a una sed incesante y nunca satisfecha en su ansia por hacernos recordar, de ahí que se vincule a fragmentos autobiográficos que conforman el retrato de un yo sensible que no solo analiza sus recuerdos infantiles sino que imprime siempre a estas imágenes un talan- te soñador, como afirma la profesora Concepción Delgado Corral en la antología Os reinos do fulgor (1982-2002) que compendia, en 2002, buena parte de la obra del poeta herculino. Así, en Os ángulos da brasa (re)encontramos los “Reinos esfuma- dos./ Interiores de néboa. Brasas/ ao coidado dun sol de vinte anos./ Fulguracións” [“Reinos esfumados./ Interiores de niebla. Brasas/ al cuidado de un sol de veinte años./ Fulguraciones”] que, siempre tan presentes en la obra de nuestro poeta, son los verdaderos y privativos territorios de la memoria.

Pero el escritor, como dijo Edgard Allan Poe, debe lograr siempre que “la belleza sea el único estado legítimo del poema”. En sintonía con esta línea de pensamiento, Álvarez Torneiro no solo le otorga a la belleza poderes salvíficos frente a la acción destructora del tiempo: hace de ella materia de profunda reflexión y la convierte en signo musical del lenguaje. Bellos son los nombres que salvaguardan al yo (como el de la madre: Pilar, y otros que configuran la geografía afectiva: Carmen, Teresa), la naturaleza venerada de un modo casi panteísta, todas las instantáneas que nos per- miten asistir al descubrimiento del mundo por parte de un niño ávido de experiencias y, por supuesto, la ternura que subyace en el deseo de hacer “ruína sen épica” (Os ángulos da brasa), de plasmar lo real sin ahondar en la herida que provoca la visión de la decrepitud. Partiendo de la base de que en todo es posible percibir siquiera un mínimo atisbo de belleza, leemos en Setembro Stradivarius que “Todas as mortes veñen ser puras nalgún punto.// Todo sentido aspira ó desvarío” [“Todas las muertes llegan a ser puras en algún punto.// Todo sentido aspira al desvarío”], por eso el poeta no nos ofrece una estéril recreación en los despojos (la orfandad, la infancia truncada, la vejez, la próxima muerte): por el contrario, agudiza la vivencia del esplendor que reside en los cuerpos amados o, de un modo franciscano, eleva lo más pequeño a alturas de extraordinario. Por ello las flores de mimosa, la rotación de las aves sobre el campo segado, los nombres de seis letras que se devoran con gozo, la nieve prís- tina, ciertas notas septembrinas de un Stradivarius... son motivos de alegría ya que la belleza (resida esta en el arte, en el medio natural o en el ser que se desea) es el único, potente y verdadero epicentro que (con)mueve el mundo del yo por más que, a veces, su vitalismo resulte mermado por la sutil melancolía de lo ya ido o por el aciago presente que le toca enfrentar al ser humano.

El continuo recurso retrospectivo pone en evidencia, sobre todo en las últimas obras de Álvarez Torneiro, la ruina física que trae la vejez a quien es devorado por la lasi- tud de la muerte que ya se anuncia. El tiempo actúa sobre los seres como un verdugo implacable: les lleva sin pausa hacia el final pero también les muestra los rescoldos de lo que antaño fue fuego palpitante, esplendor. En los ángulos ocultos de esas bra-

caravansari 57 sas se reconforta el ser durante el otoño de su vida ya que su cada vez más exiguo calor es el eco de momentos vitales más plenos donde él se sabía, parafraseando un título de nuestro poeta, habitante único, ente irrepetible. Y aunque el peso abru- mador de la memoria desequilibra, como una carga ciclópea, a quien perdió ya hace mucho todos los paraísos, aun transitando el tramo final de un río-muerte, logra el ser salvarse en esas aguas que contienen el germen de la vida. Y así triunfa en el verso de Manuel Álvarez Torneiro la verdad más pura ya que de él, como de muy pocos, se puede afirmar que “supo siempre encontrar algo / que consagrase la gris existencia hasta el puro milagro”, como nos enseñó Jan Jacob Slauerhoff.

Teresa Seara es profesora y traductora. Ejerce de crítica literaria en revistas especializadas, tanto gallegas como foráneas. Además de coordinar números monográficos sobre poesía gallega en la revista virtual Enfocarte (2004) y en la mejicana Reverso (2008), editó las antologías Para saír do século (coed. con L. Rodríguez, 1997) y Veinte puntos de fuga (Venezuela, 2011), así como Astro interior (2007) y Antologia poetica (coed. con Manuele Massini, Italia, 2008), ambas sobre la obra de Miguel Anxo Fernán Vello, autor a quien ha dedicado su tesis doctoral.

[Ver poemas de Manuel Álvarez Torneiro en la sección Monedas de niebla de este CARAVANSARI]

58 caravansari Héctor Mediavilla Carta inédita de la recitadora

cofre Myrtia de Osuna a Federico García Lorca

Myrtia de Osuna

Ángel Sody de Rivas

Resulta curioso que a pesar de la inmensa bibliografía existente sobre la llamada Generación del 27, en contadas publicaciones, y muy de pasada, se haga referencia a y recitadora catalana María Antonia Vilaseca, más conocida a partir del año 1936 como “Myrtia de Osuna”. María Antonia había debutado en la declamación en la ciudad condal el año 1933. Desde entonces, y en una carrera vertiginosa hacia la fama, su figura se comparaba por esos años a la de las actrices y recitadoras catala- nas Margarita Xirgu o Áurea de Sardà, así como a las también famosas recitadoras Berta Singerman, Mony Hermelo, Dalia Íñiguez... Solo hay que consultar la hemerote- ca de la época para comprobar esta afirmación1.

Poco antes de la sublevación militar de 1936 y ajena al que se avecina- ba, María Antonia escribía una epístola a Federico García Lorca proponiéndole un

1  Está en prensa un trabajo sobre María Antonia Vilaseca titulado Myrtia de Osuna. El camino azul de la quimera, que verá la luz a través de la Editorial Beta en los primeros meses de 2016.

60 caravansari proyecto teatral renovador, donde él sería el director y ella la primera actriz en las diferentes representaciones. La carta inédita, facilitada al autor de estas líneas por la Fundación Federico García Lorca de Madrid, estaba fechada en Barcelona el día 14 de marzo de 1936 y la encabezaba el logotipo del Hotel Ritz. Pensamos que su contenido es lo bastante interesante como para que la reproduzcamos íntegramente:

Hotel Ritz. Plaza de las Cortes. Barcelona 14 – 3 – 36 Apreciado amigo;

Cuento ya con algunas personas para crear una Sdad. Anónima de accionistas, cuyo capital se destinará a formar una Cia. Teatral.

Quisiera una renovación a la rutina seguida hasta ahora en el teatro.

Una función diaria. Sin entreactos, o un solo y corto descanso.

Para la cuestión de cambio de decorado, escenario giratorio. En fin todo se hablaría.

Vd. es el único hoy que puede dirigir con éxito un conjunto artístico. ¿Querría aceptar la direc- ción? Me gustaría –me va muy bien el papel– de “La casa de muñecas” de Ybsen. “Martine” de J. Jacques Bernard. Yo estoy ya tramitando todo eso a fin de que en la temporada de octubre pudiera presentarse algo nuevo, selecto y digno.

Espero su contestación y desearía que todo ello le interesase para ponernos de acuerdo.

Con afecto

María Antonia

En la carta había una posdata que decía lo siguiente:

Me interesa absoluta reserva, sobre todo que no trasciendan a la prensa mis proyectos.2

Intuimos, por el contenido de la misiva, que María Antonia había hablado con ante- rioridad de este proyecto con Federico García Lorca, al que consideraba como la única persona que podía dirigir con éxito un conjunto artístico de esa envergadura. Como hemos podido leer, ella ya se atribuía los papeles principales de las obras que citaba: Casa de Muñecas, del escritor noruego Henrik Ibsen (1828-1906), conside- rada por algunos críticos como la primera obra teatral feminista (sobre el conflicto en un matrimonio, por querer defender ella su individualidad); la otra obra, Martine, del dramaturgo francés Jean-Jacques Bernard (1888-1972), es una de las mejores obras de este autor, en la que ...las emociones están implícitas en los gestos, las expresio-

2 Col. Fundación Federico García Lorca, Madrid. Según nos informaron, la carta había sido citada en un tra- bajo de investigación por el hispanista norteamericano Roger Tinnell, cuya referencia es: Correspondencia inédita mandada a Federico García Lorca desde Cataluña y guardada en la Fundación Federico García Lorca, Hispanic Research Journal (Diario Hispano de Investigación), vol. 14, n. 2, Abril 2013, pp. 107-208. No obstante, debemos aclarar que la epístola de María Antonia no aparece en la obra del mismo autor: Epistolário a Federico García Lorca desde Cataluña, la Comunidad Valenciana y Mallorca, editado por la Fundación Federico García Lorca, la Obra Social de la Caja de Granada y la Editorial Comares, en el 2001.

caravansari 61 nes faciales, los fragmentos de la oración y el silencio.3 Por su condición de judío, Bernard fue internado en 1941 en el campamento-prisión de Compiègne, de donde 50.000 judíos fueron deportados a campos de exterminio.

Desconocemos la opinión de Lorca sobre este proyecto teatral y si el poeta granadino contestó a María Antonia por carta o verbalmente cuando posteriormente coincidie- ron en Madrid. Recordemos que por esas fechas Federico trabajaba en la obra teatral La casa de Bernarda Alba,4 en la Comedia sin título o El sueño de la vida, obra que dejó inacabada, como también en Los sueños de mi prima Aurelia.5 Asimismo, según su sobrina, Laura García Lorca, el poeta tenía previsto realizar un viaje a México para asistir a la presentación de Bodas de Sangre. Este deseo de viajar al país azteca ya lo había manifestado el propio Federico en una entrevista que concedió a Luis Góngora en diciembre de 1935:

Seguramente me iré a Méjico, con Margarita Xirgu, y después volveré en cuanto pueda, pues ten- go que acabar varias obras en las que tengo una gran fe y hacer que se estrenen Los muñecos (sic) de Cachiporra, para los que ha compuesto Federico Elizalde una música que es una maravilla.6

Si a todo eso le sumamos los acontecimientos políticos de esos meses, era muy difícil que se produjera un posible entendimiento que llevara a buen fin el proyecto entre el poeta y la actriz catalana. De ella, había dicho García Lorca:

María Antonia, flor de romero, voz de coral abierto en marejada, mariposa verde-luna entre cipreses y carne de azahares. María Antonia, encrucijada de la noche y el alba.7

3 En wikipedia.org/wiki/jean-jacques_bernard. 4 Federico terminó de escribir La casa de Bernarda Alba el 19 de junio de 1936. 5  Esta obra estaba inspirada en la vida de Aurelia González García, prima de Lorca. 6 Luis Góngora, “Apostilla a una cena de artistas”, La Noche (Barcelona), 24 de diciembre de 1935. Citado en Federico García Lorca. Obras Completas III, RBA – Instituto Cervantes, Barcelona, 2006, pág. 600. 7 Federico García Lorca, citado en “Myrtia de Osuna” Nosotros, núm. 93, Buenos Aires, diciembre de 1943.

62 caravansari Héctor Mediavilla Nuno Júdice

Nació en Mexilhoeira Grande (El Algarbe, Portugal), en 1949. Es poeta, novelista y crítico literario. Tam­ bién desempeña labores docentes como profesor de Literatura Comparada en la Universidad de Lisboa y diplomáticas (agregado cultural de la em­bajada portuguesa en Francia). Dirige la Casa Fernando A ÚLTIMA VONTADE DE EURÍDICE Pessoa. Aproxima-te: falar-te-ei ao ouvido. A minha voz cai com a noite. De vez em quando, entrevejo Es autor de más de 30 poemarios, varias nove- a luz que se abre por entre as nuvens: um pálido las y ensayos, así como de cuatro obras de tea- assomo do eterno. Mas não fiques longe de mim, não me olhes como se eu fosse uma estátua, tro. Miembro de una generación, la de los 70, que nem deixes que as lágrimas apaguem a visão situó la poesía portuguesa en las corrientes de dos meus lábios que te procuram. Porque não la Europa contemporánea, añora los tiempos en me olhas? que procuras nas árvores que nos rodeiam, naquele pássaro que desafia as sombras que la literatura lusa reflejaba la evolución social da tarde? A não ser que seja uma ave de rapina, del país, y es muy crítico con las desigualdades abrindo as suas asas como se tivesse chegado de esta. Entiende el poema como “ese objeto o momento de cair sobre a minha alma. E porque te afastas, agora que o último sopro vivo que perdura en la mente del lector. El poema da vida que desejo se apodera de mim? Não tiene que dirigirse al lector como algo esencial y poderás ouvir então o que te peço: não me transformarlo, hacerle ver las cosas de otra forma”. procures para além da porta que vejo abrir-se; não queiras ver o rosto que terei, no mundo Permítasenos una cita-monstruo para definir su em que um dia nos iremos reencontrar; não poesía, que es “muy trabajada, de un clasicismo chames por mim, não digas sequer o meu depurado” (Jaime Siles) y encaminada “hacia un nome para dentro de ti, no silêncio da terra monedas de niebla obscura em que me irei perder. Ouvi-lo-ão relato misteriosamente epilírico» (Ángel Crespo). os que me rodeiam; afastar-se-ão à tua chegada, deixando-me só no clarão breve de um sonho En castellano se puede leer la antología Tú, a quien de regresso. E saberás, nesse instante, tudo llamo amor (Hiperión), Teoría general del conoci- o que vais perder, e cairá sobre ti o peso da viagem solitária para a luz, em que não miento (Trilce Ediciones) y Devastación de síla- ouvirás mais do que o eco dos teus passos bas (Ediciones de la Universidad de Salamanca). contra os muros de cinza desta morada. En 2013 recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. [La última voluntad de Eurídice Acércate: te hablaré al oído. Mi/ voz cae con la noche. Debemos la traducción de estos poemas inéditos De vez en cuando, entreveo/ la luz que se abre por a Jordi Cerdà. entre las nubes: un pálido/ asomo de lo eterno. Pero no te quedes lejos de mí,/ no me mires como si fuese una estatua,/ no dejes que las lágrimas borren la visión/ de mis labios que te buscan. ¿Por qué no/ me miras? ¿qué buscas en los árboles que nos rodean,/ en aquel pájaro que desafía las sombras/ de la tarde? A no ser que sea un ave de rapiña/ que abre sus alas como si hubiese llegado/ el momento de caer sobre mi alma. ¿Y/ por qué te apartas, ahora que el último soplo/ de la vida que deseo se apodera de mí? No/ podrás oír entonces lo que te pido: no me/ busques al otro lado de la puerta que veo abrirse;/ no quieras ver el rostro que tendré en el mundo/ en que un día nos vamos a reencontrar; no/ me llames, no digas siquiera mi/ nombre en tu interior, en el silencio de la tierra/ oscura en el que me perderé. Lo oirán/ los que me rodean; se apartarán a tu llegada,/ dejándome solo en el destello breve de un sueño/ de regreso. Y sabrás, en ese instante, todo/ lo que vas a perder, y caerá sobre ti el peso/ del viaje solitario hacia la luz, en el que no/ oirás más que el eco de tus pasos/ contra los muros de ceniza de esta casa.]

(16-4-2015)

64 caravansari PAVILHÃO DE SEGURANÇA

Nos grandes manicómios há sonhos enforcados nos desvãos de escada, com os pés suspensos de uma lembrança que passou, como nuvem, na cabeça. E o cortejo começa a descer a escada e a dar a volta ao patamar, batendo com os ombros nos pés desfeitos que o vento faz balouçar; mas eles guardam as unhas que ficaram coladas à pele, e vão para o muro do pátio raspar as pedras com elas, para abrirem um buraco, A PARTIR DE UMA IMAGEM ou para saberem se alguém, do outro lado, DE SANTA TERESA DE ÁVILA está a fazer o mesmo. E quando a noite chega, os guardas dos manicómios arrancam Esqueço a visão que os místicos deram os sonhos da corda e deixam-nos andarem da vida, e do que há para além da vida, para à solta pelas enfermarias, tirando as mantas me concentrar no instante que precede de cima dos que dormem, puxando-lhes pelas a visão. Tento reconstituir a agonia do corpo, pernas para fora da cama, e entrando por e depois o seu êxtase, que fazem parte dentro dos seus olhos até chegarem ao fundo de um processo apenas físico, para explicar da cabeça, onde dão voltas à procura de a revelação de um inexprimível que, a partir almas que não existem. E quando a manhã do momento em que as sensações o apreendem, chega, os guardas encontram os sonhos se torna objecto da inteligência que se afasta enforcados pelos seus possuidores, que do que pode ser designado como pura emoção, andam a correr por entre as camas e espreitam e é descrito no plano de duas linguagens: a por baixo dos travesseiros, à procura de um que usa as palavras, e assim permite a compreensão sonho que sobrou, e que os irá acordar, do instante em que o sagrado é absorvido na noite seguinte, para que eles o enforquem. pela carne, e essa que só é legível na expressão do rosto, nos olhos que se dirigem para o mais fundo do ser, e na orientação das mãos, em que [Pabellón de seguridad a hesitação entre o alto e o próximo as prende, En los grandes manicomios hay sueños ahorcados/ en impedindo que se descubra uma direcção precisa los huecos de la escalera, con los pies suspendidos de/ no gesto em que ficaram suspensas. Não sei se há un recuerdo que ha pasado, como nube, por la/ cabeza. mais para dizer: o místico vive para si próprio, Y la comitiva empieza a bajar por la escalera y al/ dar e prefiro deixá-lo a sós com o que só ele la vuelta al rellano, topan con los hombros/ los pies conhece, e levar comigo essa imagem que deshechos que el viento balancea; pero/ conservan las alguns interpretam como o desejo do sublime, uñas que han quedado pegadas/ a la piel, y frente al e eu me limito a descrever sob a forma prosaica muro del patio de luces van rascando/ las piedras con a que as palavras obrigam, quando nenhum deus ellas, hasta abrir un agujero/ o para saber si alguien, al as veio ditar. otro lado,/ está haciendo lo mismo. Y cuando la noche/ llega, los vigilantes de los manicomios sacan/ los sueños de la soga y los dejan que anden/ sueltos por las [A partir de una imagen de santa Teresa enfermerías, arrancando las mantas/ de encima de los de Ávila que duermen, empujándoles las/ piernas por fuera de Olvido la visión que los místicos han dado/ de la vida, la cama, y entrando por/ dentro de sus ojos hasta llegar y de lo que hay más allá de la vida, para/ concentrarme al fondo/ de la cabeza, donde dan vueltas en busca de/ en el instante que precede/ a la visión. Intento almas que no existen. Y cuando la mañana/ llega, los reconstruir la agonía del cuerpo,/ y después su éxtasis vigilantes encuentran los sueños/ ahorcados por sus que forman parte/ de un proceso solo físico, para propietarios, que/ arrancan a correr por entre las camas explicar/ la revelación de algo inexpresable que, a y fisgonean/ por debajo de las almohadas, en busca de partir/ del momento en el que las sensaciones lo un/ sueño que haya sobrado, y que los despertará,/ la aprehenden,/ se convierte en objeto de la inteligencia noche siguiente, para que ellos lo ahorquen.] que se aparta/ de lo que puede ser designado como pura emoción,/ y es descrito en el trazado de dos (3-4-2015) lenguajes: el/ que usa las palabras, y así permite la compresión/ del instante en el que lo sagrado es absorbido/ por la carne, y aquel que solo es legible en la expresión/ del rostro, en los ojos que se dirigen hacia lo más/ hondo del ser, y en la orientación de las manos, cuando/ la duda entre lo alto y lo próximo las toma,/ impidiendo que se descubra una dirección precisa/ en el gesto en que han quedado suspendidas. No sé si hay/ algo más que decir: el místico vive para sí mismo,/ y prefiero dejarlo a solas con lo que solo él/ conoce y llevarme conmigo aquella imagen que/ algunos interpretan como el deseo de lo sublime,/ y yo me limito a describir bajo la forma prosaica/ con que las palabras obligan, cuando ningún dios/ las ha dictado.]

(12-4-2015)

caravansari 65 O PILOTO DA BARRA

Tinha o ar distante e austero de quem recebe no rosto os ventos do mar, e se dizia uma palavra só ele a ouvia. No canto da mesa onde estava, olhando para as conversas e sacudindo a cabeça por nada ouvir, fazia parte de outro mundo. “Foi o rio que o pôs surdo”, disse alguém; “foram os gritos das gaivotas”, corrigiu a mulher que saiu de ao pé dele e atravessou a sala, com o olhar dos homens a persegui-la. “Faz versos”, disse-me o amigo, “e guarda-os só para ele”. A noite continuava o seu caminho. A mulher não voltou. E ele segurava o copo ainda cheio de bagaço, como quem segura o leme e não sabe quando, nem onde, irá chegar.

[El piloto de altura Tenía el aire distante y austero de quien recibe/ en la cara los vientos del mar, y si se decía una palabra/ sólo él la escuchaba. En el rincón de la mesa donde estaba/ EXERCÍCIO FORMAL contemplando las conversaciones y asintiendo/ con la cabeza para no oír nada, formaba parte de otro/ Dizer os nomes não é um simples exercício mundo. “Fue el frío el que lo hizo sordo”, decía/ de linguagem, um desvio pela onomástica, alguien; “fueron los gritos de las gaviotas”,/ corrigió um passeio nesse dicionário em que, a cada la mujer que salió de su lado y/ cruzó la sala, con la página, somos ameaçados pelo mirada de los hombres/ persiguiéndola. “Hace versos”, nevoeiro que apaga o mundo envolvente, e me dijo/ el amigo, “y se los guarda solo para él”. La só não cala o uivo do farol porque noche/ continuaba su camino. La mujer/ no regresó. ele nos obriga a ouvir os nomes que não vemos Y él sostiene el vaso todavía/ lleno de aguardiente, —e apesar disso houve barcos que se como quien sostiene el timón/ y no sabe cuándo, ni afundaram. Mas ao dizer os nomes que dónde, llegará.] deram a estas aves para as distinguir umas das outras, quando andam no céu, digo que estes nomes são uma outra forma de as vermos, nós que estamos aqui, com os pés na terra, bem longe delas, e sempre ameaçados pela névoa que nos separa do visível. Por isso, quando penso na designação de cada uma das aves que se levantam do verão para que os seus nomes ganhem a realidade do canto que as envolve, reduzo a nomeação ao que vejo: o voo, a pura elevação que as asas permitem, e que não tem outro nome a não ser o espaço em as aves voam, sem nome.

[Ejercicio formal Decir los nombres no es un simple ejercicio/ de lenguaje, un vagabundeo por la onomástica,/ un paseo por ese diccionario en donde, a cada/ página, estamos amenazados por la/ neblina que borra el mundo circundante, y/ solo no calla el aullido del farol porque/ nos obliga a oír los nombres que no vemos/ —y a pesar de eso hubo barcos que se/ hundieron. Pero al decir los nombres que/ dieron a estas aves para distinguirse unas/ de las otras, cuando están por el cielo, digo/ que estos nombres son otra forma/ de verlas, nosotros que estamos aquí, con/ los pies en el suelo, alejados de ellas, y/ siempre amenazados por la niebla que nos/ separa de lo visible. Por eso, cuando pienso/ en la designación de cada una de las/ aves que se levantan del/ verano para que sus nombres ganen/ la realidad del canto que las envuelve, disminuyo/ el nombrar lo que veo: el vuelo,/ la pura elevación que las alas permiten, y/ que no tiene otro nombre a no ser/ el espacio en que las aves vuelan, sin nombre.]

66 caravansari A MUSA NOS RAMOS DA ACÁCIA

Uma vez plantei uma acácia, sem saber que, na Arábia deserta, se dizia que quem partisse um ramo dessa árvore morreria no decurso do ano. É verdade que a acácia cresceu, e nunca lhe parti nenhum ramo. Também não sei se, na Arábia, continuam a ameaçar com a morte quem parta um ramo a uma acácia. A árvore cresce, indiferente a histórias; e a sua sombra acolhe quem a procura, no verão, para se abrigar do sol. Mas também se dizia que, debaixo das suas folhas, se pode ouvir a musa, dizendo ao ouvido do poeta o que só nasce da imaginação. No entanto, nunca ouvi essa voz, talvez porque o vento soprasse mais alto do que o seu murmúrio, ou o tropel do rebanho no regresso ao estábulo me distraísse. Sem se preocupar com isto, a acácia continua a crescer; e os seus ramos permanecem intactos, para que a musa fale de dentro deles, mesmo que os poetas já não ouçam o que ela diz. RETRATO COM MODELO

[La musa en las ramas de acacia Vejo-te assomar à varanda, regar as flores Una vez planté una acacia/ sin saber que, en la Arabia nascidas de sementes que plantaste na primavera, desierta, se decía que quien partía/ una rama de este árbol olhar distraída para o trânsito, sob as árvores moriría en el transcurso/ de un año. Es cierto que la acacia/ que perderam folhas e força, e concentro ha crecido, y nunca le he partido ninguna rama. Tampoco/ a minha atenção nos teus olhos. Passam sé si, en Arabia, continúan amenazando de muerte/ a quien por eles versos antigos, um candelabro parte una rama de una acacia. El árbol/ crece, indiferente de sextinas e as rimas paralelas de um mar a las historias; y su sombra/ acoge a quien la busca, en que escureceu com o bolor dos séculos; mas verano, para resguardarse/ del sol. Pero también se decía vejo no seu fundo a chama do amor que que, debajo/ de su ramaje, se podía oír la musa que decía incendeia a tarde. E chamo-te para dentro, al oído/ del poeta lo que sólo nace de la imaginación. enquanto as horas avançam e o dia parece Mientras/ tanto, nunca he oído esa voz, tal vez porque/ el não ter fim: para que feches os olhos e viento ha soplado más fuerte que su susurro,/ o, el tropel eu tenha a imagem do teu rosto no perfil del rebaño al regresar al establo,/ me ha distraído. Sin da estrofe, a sua alegria terna e feroz, e preocuparme por esto, la acacia/ continúa creciendo; y a inquieta e simples forma do teu corpo. sus ramas/ permanecen intactas para que la musa hable/ dentro de ellas, incluso para que los poetas/ ya no oigan lo que ella dice.] [Retrato con modelo Te veo asomarte al balcón, regando las flores/ nacidas de simientes que plantaste por primavera,/ mirando distraída el tráfico, bajo los árboles/ que han perdido hojas y fuerza, y concentro/ mi atención en tus ojos. Pasan/ por ellos versos antiguos, un candelabro/ de sextinas y las rimas paralelas de un mar/ que se ha oscurecido con el moho de los siglos; pero/ veo en su fondo la llama del amor que/ incendia la tarde. Y te llamo para adentro,/ mientras las horas avanzan y el día parece/ no tener fin: para que cierres los ojos y/ yo tenga la imagen de tu rostro en el perfil/ de la estrofa, su alegría tierna y feroz, y/ la inquieta y sencilla forma de tu cuerpo.]

caravansari 67 HÖLDERLIN (REENCONTRO)

Fazia projectos, como se acreditasse na vida, e tivesse confiança nesses que o rodeavam, como o livreiro Steinkopf, de Estugarda, com quem iria fundar uma revista. Porém, nada se realizou. Encontrei-o à hora de almoço, no quiosque, comprando flores, o olhar disperso pelas circunstâncias da época, Sabia que os deuses não se compadeceriam de si. A revolução, em que acreditara, e o amor, que nunca encontrara, mortificavam-lhe o espírito. Chamei-o para a esplanada, onde ainda se podia tomar café ao ar livre. “O campo, disse-me, o céu longínquo…” As frases arrastavam-se sem verbo, reflectindo a sua inacção. Mas escrevia; e uma velha dialéctica insistia no seu discurso, confrontando-o com a expressão, que não se adequava ao raciocínio elementar. Nesse café, de onde se via o rio, as empregadas já o conheciam: “O poeta louco, diziam, a alma oscilante do acaso.” Lembro-me, porém, da estação de Estugarda, e do relógio que se via na praça, onde soube que chegara atrasado ao encontro —o comboio a parar em todas as estações, desde a fronteira, e gente sem pátria nos bancos, olhando a paisagem com o rosto parado dos que não conhecem o seu destino. No bar, vi-os jogarem às cartas; e soube que preparavam a noite em que a luz obscurece os compartimentos, quando se ouve com mais nitidez o ruído das rodas sobre os carris. Planos, fragmentos, esboços —foi o que trouxe comigo ao entrar em Estugarda, sem saber, também eu, quem me esperava, ou que estrelas me poderiam guiar nessa noite alemã. Então, é esta a palavra: um canto de criança, a palavra repetida vezes sem conta, até chegar ao ouvido da divindade, e devolvida aos mortais, envolta na substância celeste. Alemanha! Durante a noite, a jogadora de cartas abriu-me o teu mapa, e juntos percorremos a última estrada antes da ponte.

[Hölderlin (reencuentro) Hacía proyectos, como si creyese en la vida/ y tuviera confianza en aquellos que lo rodeaban, como el librero/ Steinkopf, de Stuttgart, con quien iba a fundar una/ revista. Sin embargo, nada se cumplió. Me lo encontré/ a la hora del almuerzo, en el kiosco, comprando flores,/ la mirada dispersa por las circunstancias de la época. Sabía/ que los dioses no le compadecerían. La revolución,/ en la que creía, y el amor, que nunca encontró,/ le mortificaban el espíritu. Lo llamé desde la terraza,/ donde todavía se podía tomar café al aire libre. “El campo,/ me dijo, el cielo lejano…” Las frases se arrastraban/ sin verbo, reflejando su inacción. Aun así escribía;/ y una vieja dialéctica insistía en su discurso,/ confrontándolo con la expresión, que no se adecuaba/ al raciocinio elemental. En aquel café, desde donde se veía el río,/ las camareras ya lo conocían: “El poeta loco, decían,/ el alma oscilante del acaso.” Me acuerdo, sin embargo,/ de la estación de Stuttgart y del reloj que se veía en la plaza,/ donde supe que llegaría retrasado al encuentro —el tren/ paraba en todas las estaciones, desde la frontera, y gente/ sin patria en los bancos, mirando el paisaje con el rostro/ detenido de los que no conocen su destino. En el bar,/ los vi jugando a las cartas; y supe que preparaban la noche/ en que la luz oscurece los compartimientos, mientras/ se escucha con más nitidez el ruido de las ruedas sobre/ los carriles. Planos, fragmentos, esbozos —fue lo que traje conmigo/ al entrar en Stuttgart, sin saber, tampoco yo, quién me/ esperaba, o qué estrellas me podían guiar/ en esa noche alemana. Así pues, esta es la palabra: un canto/ de niño, la palabra siempre repetida una y otra vez, hasta/ que llega a oídos de la divinidad, y devuelta a los mortales,/ envuelta en la substancia celeste. ¡Alemania! Durante/ la noche, la jugadora de cartas me abrió tu mapa,/ y juntos recorrimos la última carretera/ antes del puente.]

68 caravansari ROSA DE OUTONO

Esta manhã que entra pela janela, com o frio que sobrou da noite e o cinzento que vai ficar para o dia, é fabricada com pedaços de tempo, restos de cor, estilhaços de memória, que vou colando na superfície branca da alma.

Por vezes, um pássaro esquecido do verão entra pela sala vazia, agita o espaço abstracto com o seu voo inquieto, acordando a música que um tecto de nuvens sufoca —e leva consigo a perfeição do instante que as suas asas inventam.

Comparo o pássaro e a manhã, sabendo que a tarde me irá cobrir com a sua túnica de sombra; e colo aos ombros a luz que essa imagem me abre, tão breve como a rosa matinal que o outono colhe no caule do amor.

[Rosa de otoño Esta mañana que entra por la ventana,/ con el frío que ha sobrado de la noche y el gris/ que quedará durante el día, está fabricada con retazos de tiempo, restos/ de color, esquirlas de memoria,/ que voy pegando en la superficie blanca/ del alma.

A veces, un pájaro olvidado/ del verano entra en la sala vacía, agita/ el espacio abstracto con su vuelo/ inquieto, despertando la música que/ un techo de nubes sofoca —y/ lleva consigo la perfección del instante/ que sus alas inventan.

Comparo el pájaro y la mañana,/ sabiendo que la tarde me cubrirá/ con su túnica/ de sombra; y pego a los hombros/ la luz que esa imagen me abre,/ tan breve como la rosa/ matinal que el otoño/ prende en el tallo/ del amor.]

NÓS

Tal como o que importa num poema é, como escreveu Horácio, usar uma palavra conhecida como se fosse nova, limpando-a do bafio do uso, também no amor o que importa é olhar o rosto que se conhece como se nunca o tivéssemos visto, descobrindo de cada vez a surpresa de um encontro em que a beleza nasce de uma súbita sombra no modo como o olhar se desvia, ou dessa luz que um entreabrir de lábios derrama pelo mundo. Posso dizer: “Amo-te”; e é como se nunca o tivesse dito antes; ou ainda: “As tuas mãos!”; e as mãos que designo transformam-se no verbo que faz avançar a vida, para além da gramática e dos significados.

[Nosotros Así como lo que importa en un poema es, como/ escribió Horacio, usar una palabra conocida/ como si fuese nueva, limpiándola del resabio del uso,/ también en el amor lo que importa es mirar el rostro/ que se conoce como si nunca lo hubiéramos/ visto, descubriendo cada vez la sorpresa de/ un encuentro en que la belleza nace de una/ súbita sombra en la manera como la mirada se desvía,/ o de aquella luz que en un entreabrir de labios/ se derrama por el mundo. Puedo decir: “Te amo”;/ y es como si nunca te lo hubiera dicho antes; o/ incluso: “¡Tus manos!”; y las manos que designo/ se transforman en el verbo que hace avanzar la vida,/ más allá de la gramática y de los significados.]

caravansari 69 José Luís Peixoto

Nació el 4 de Setiembre de 1974 en Galveias (Ponte de Sor, Portugal). Su obra narrativa y poética participa en numerosas antologías y es objeto de estudio en diversas universidades portuguesas y extranjeras. En 2001, re- cibió el Prémio Literário José Saramago con la novela Nenhum Olhar [Ninguna mirada], incluida por el Financial Times en su lista de mejores libros publicados en Inglaterra durante 2007, y en el programa Discover Great New Writers de las librerías norteamericanas Barnes & Noble. Con A Criança em Ruínas [El niño en ruinas] obtuvo el Prémio da Sociedade Portuguesa de Autores para o melhor livro de poesia. Su novela Cementerio de pianos recibió el Premio Cálamo Otra Mirada, para la mejor novela publicada en España en 2007, siendo ade- más finalista del premio Portugal Telecom (Brasil) y del International Impac Dublin Literary Award (Irlanda). En 2008, recibió el Prémio de Poesia Daniel Faria con Gaveta de Papéis [Gaveta de papeles]. En 2010, con Libro ganó el Libro d’Europa en Italia, y fue finalista del Femina en Francia. En 2012, publicó Dentro do Segredo. Uma Viagem na Coreia do Norte [Dentro del secreto. Un viaje por Corea del Norte], su primera incursión en la literatura de viajes. Sus novelas se han traducido a veinte idiomas. En castellano puede leerse Te me moriste (Editora Regional de Extremadura, 2004), Libro, Cementerio de pianos y Nadie nos mira (El Aleph, 2011, 2012 y 2013, respectivamente; hay edición anterior de Nadie nos mira en Editorial Hiru, 2001); en catalán, Te’m morires (El Gall Editor, 2206).

Traducción de Jordi Cerdà.Traducción de Jordi Cerdà.

CERTEZA

Num momento, acerta-nos a certeza de tantas manhãs desperdiçadas. De repente, este inverno é o último e os nossos braços esticados não chegam ao fim de março. A criança que transportamos debaixo de tudo, dentro de tudo, pergunta: e agora? Agora, não há mais respostas do que esta grande resposta. E não nos podemos queixar de falta de aviso, sempre soubemos que todos os objetos possuem sombra. Tivemos férias de verão e idades, tivemos terças-feiras, semanas que passaram demasiado depressa. E agora? Agora, agarramo-nos a cada minuto deste entardecer e, num momento, sabemos por fim que aquilo que importa é pouco e raro.

[Certeza En un momento, nos acierta la certeza de tantas mañanas desperdiciadas./ De repente, este invierno es el último y nuestros brazos extendidos no alcanzan/ el final de marzo. El niño que acarreamos debajo de todo, dentro de todo,/ pregunta: ¿y ahora? Ahora, no hay más respuestas que esta gran respuesta./ Y no nos podemos quejar por falta de aviso, siempre supimos/ que todos los objetos poseen sombra. Tuvimos vacaciones de verano y edades,/ tuvimos martes, semanas que pasaron demasiado deprisa. ¿Y ahora?/ Ahora, nos aferramos a cada minuto de este atardecer y, en un momento,/ sabemos por fin que aquello que importa es poco y raro.]

(Inédito)

70 caravansari Luis Antonio de Villena

Nació en Madrid, en1951. Es licenciado en Filología Románica y estudió también lenguas clásicas y orientales. Es doctor honoris causa por la Universidad de Lille. Se dedicó, nada más concluir los estudios, a la literatura y el periodismo. Desde que apareció su primer libro de poesía, Sublime Solarium (1971) ha venido publicando incansablemente poesía, narrativa, ensayo, traducciones y antologías de jóvenes poetas hasta bastante más allá de los 100 títulos, lo que lo convierte en una figura central de la literatura española del último medio siglo, tanto en lo que se refiere a su propia obra de creación (poesía principalmente, pero también narrativa: Ante el espejo, 1982; El burdel de Lord Bayron, Premio Azorín 1995; Madrid ha muerto, 1999; El mal mundo, Premio Sonrisa Vertical, 1999; etc.), como a sus ensayos críticos (sobre Cavafis, Caravaggio, Oscar Wilde, etc.), a sus traducciones (Catulo, Sandro Pena, Miguel Angel Buonarotti, Oscar Wilde, Ted Hughes, etc.) o a sus antologías de poesía, especialmente las que ha dedicado a señalar las diversas líneas y movimientos de la joven poesía española (Postnovísimos, 1976; Fin de siglo: el sesgo clásico en la penúltima poesía española, 1993; La lógica de Orfeo, 2003; La inteligencia y el hacha, 2010, etc.). Adscrito al grupo de los novísimos, su estética podría resumirse en un epicureísmo homoerótico y supone, como dice Prieto de Paula a propósito de su libro La prosa del mundo (Premio Internacional de Poesía El Viaje del Parnaso, 2007) “un monumento a la pasión y la compasión, la intensidad existencial y el lujo trágico”. Por huir del invierno (1981), Premio de la Crítica, Celebración del libertino (1998), Premio de Poesía Ciudad de Melilla y Los gatos príncipes (2005) Premio Generación del 27, son algunos de sus poemarios más importantes. Acaba de publicar la primera parte de sus memorias: El fin de los palacios de invierno. (Recuerdos de infancia y primera juventud, 1951-1973).

BORGES

Conocí a Borges ya viejo. Y quizá como otros tiendo a considerar que el anciano de sonrisa perpetua, aferrado a su oscuro bastón no debió conocer la juventud. Es este Borges al que retratamos una tarde de 1982. El Borges que (con su peculiar acento, su continuo tentar la ironía) hablaba continuamente de libros y de palabras… Recordaba un verso de Lucano, traducido por Juan de Jáuregui, y lo repitió varias veces, una mientras yo lo conducía al lavabo: “Muere el mar y es cristal su monumento” ¡Caramba qué verso! volvió a reiterar el mítico ciego, acaso para ocultar lo demasiado humano inevitable. Como algunos grandes conservadores tenía muchas proclamaciones anarquistas. Había vivido para los libros y en los libros. Pero ¿no hubo más? ¿Quién era María, quién su casi infinita madre, quién aquella Estela Canto a quien dedicó y regaló el manuscrito minucioso de “El Aleph”? Como le hubiera gustado decir, Borges era muchos y todos misteriosos, como tú, casi como cualquiera. Pidió, otra tarde, que le leyéramos un fragmento de un viejo cuento suyo, que no recordaba. Lo hicimos. Y cuando surgía la frase carismáticamente borgeana, decía: “No está mal eso. ¿Verdad? ¡Caramba! ¿A quién se lo habré copiado yo?”. Cuando alguien le preguntó qué pensaba de quienes decían cosas contra él, acentuó la peculiar sonrisa indefinida: “¿Qué voy a pensar, ché? Bueno, que tienen razón, ¿no?” Recuerdo cuando, adolescente, leí el primer poema suyo que me fascinó, “España”. Recuerdo miles de posteriores lecturas deslumbradas: “¿Es posible que yo, súbdito de Yakub Almansur/ muera como tuvieron que morir las rosas y Aristóteles?” Hizo, con daño oculto, de la ceguera un don y se esforzó en la humildad de quien sabe con sir Thomas Browne que “el olvido es insobornable.” Su presencia tranquilizaba, pues era igual a lo que imaginaste y te gustaba saberlo próximo a Quevedo o a Lugones, cuando leía con voz exacta: “Detrás de los mitos y las máscaras,/ el alma, que está sola.” También ante el espejo en que no podía verse, resignándose al retrato: “La justa y vasta y necesaria muerte” Adiós, Borges. Sin usted todos seríamos, en verdad, bastante menos…

(Inédito. Madrid, 27-IX-2013)

caravansari 71 ANDRESITO

He hallado tu foto en un libro que fue de mi madre. Una novela. Te quería mucho, porque siempre fuiste atento con ella, pero además porque eras el hijo de Guillermina, que atendió siempre a mamá… ¿De verdad eras el hijo de Guillermina? Pensábamos que aquella mujer buena, era demasiado vieja para ser tu madre. Ella pasaba de los setenta y tú llegabas apenas a los veinte. Decían que te había recogido y cuidado y que en verdad eras hijo de una mujer, en fín, da igual, alguien que perdió el camino en esta sociedad hipócrita y sucia… Pero esos calambures del destino no le importaban un ardite a Guillermina ni tampoco a mi madre, he de decirlo… Para ellas (y para mí) fuiste sólo Andrés o Andresito, un chico alto y atractivo que quiso ser militar. Yo diría que tu carácter era más lúdico, mucho más jovial, nada autoritario y que por ello, en verdad, la milicia te cuadraba poco. A veces, en broma, yo le decía a mamá que hubieras sido mejor torero. Eras feliz o parecías feliz, cuando seguías viniendo a vernos, muerta ya Guillermina, tan dulce… ¡Cuánto hubiese llorado, pobre, de haber llegado a saber que te mató eso que llaman “fuego amigo”, lejos, muy lejos, en el Asia Central. Yo pedí tu cuerpo. Yo fui (con tu capitán) el único asistente a las honras fúnebres en Toledo, donde habías nacido. Al hallar la foto, Andrés (de subteniente) he querido ir a tu tumba. Estaba descuidada y la he limpiado, como sé que se hacía antes. Como sin duda, Guillermina habría hecho. Nadie sabe ya quién fuiste, Andresito, nadie. Ni madres, ni colegas, ni novias, ni amigos. ¿Los tuviste? Pero en tu pobre y desolada tumba, vulgar para alguien tan radiante como eras, aprendí, Andrés, que nadie se queda solo nunca… Mientras pensaba en ti, sentí cómo los recuerdos brotaban de todos lados y oí tu voz, tu risa, y te vi a caballo la vieja tarde del río… O aquella otra en que te bañabas, al ocaso, y gritabas feliz entre las olas: ¡Me voy Pablo, mañana me voy a Kabul! ¿No te da envidia? Tu imagen inconsútil era idéntica en la fábrica del viento. ¿Envidia? No sé. Te envidié muchas veces. ¿Debo decirlo, y ahora mismo?

(Inédito. Madrid, 11-Mayo-2013)

72 caravansari Héctor Mediavilla Miriam Reyes

Nace en Ourense en 1974 y estudia Letras en la Universidad Central de Venezuela. En el año 2001 publica su poemario Espejo Negro (DVD ediciones) y posteriormente Bella Durmiente (Hiperión ediciones, 2004; finalista del XIX Premio de Poesía Hiperión), Desalojos (Hiperión ediciones, 2008) y Haz lo que te digo (Bartleby, 2015). Además de su labor como poeta destaca su trabajo de antóloga gracias al que han salido a la luz volúmenes como Veinticinco poetas españoles jóvenes (Hiperión, 2003) o la reciente antología de poesía gallega contem- poránea Punto de ebullición (Fondo Cultura Económica, 2015), reseñada también en este CARAVANSARI.

[PERO LO INÚTIL] [CORRIENDO ENTRE LAS VÍAS LA NIÑA]

pero lo inútil corriendo entre las vías la niña es también parte de lo necesario todavía soy yo

lo que tú y yo practicamos se dice del balasto que amortigua de abrir el cuerpo y hacerse espacio y reparte los esfuerzos

es un ir hacia atrás y hacia delante es lecho elástico y estabiliza en el tiempo recupera la geometría y protege

entre tu hombro derecho y tu hombro izquierdo no se dice que sirve para trazar se extiende una explanada los nueve mundos que separan

hay hierba en tu pecho y una pendiente la tierra del cielo por la que me tiro rodando

como un carrete de hilo antes de saber amar

[EN AQUEL MOMENTO NO PERDÍ LA INOCENCIA]

en aquel momento no perdí la inocencia sino la idea de continuidad esperar que las series de números siguieran una progresión lógica

perdí mi nombre las algas partes imprescindibles de otros cuerpos por ejemplo el lóbulo de una oreja tres pares de piernas en el sofá con sus tres cálidos cuellos y el hedor de los cerdos aparcados en la esquina

también esa esquina y todas las demás hasta perder la ciudad y más allá de la ciudad donde el camino llevaba a la montaña y olía a quemado

perdí crecer y reproducirme hablar en voz alta el punto de articulación todo el amor y la posibilidad de decir lo que pensaba

(Inéditos)

74 caravansari Martha Asunción Alonso

Nació en Madrid, en 1986. Es licenciada en Filología Francesa y titular de un máster en Historia del Arte. Como docente, ha residido en diferentes destinos de la Francia hexagonal y de ultramar.

Su poesía ha obtenido distinciones como el Premio Adonáis, el Premio de Poesía Joven RNE o el Premio Nacional de Poesía Joven “Miguel Hernández”, otorgado por el Ministerio de Cultura. Es autora de los poema- rios Wendy (Pre-Textos, 2015), Skinny Cap (Libros de la Herida, 2014), La soledad criolla (RIALP, 2013) o Detener la primavera (Hiperión, 2011), entre otros.

NOSTALGIAR

Plataneros meciendo el corazón, duendecillos de mimbre en las estufas y el abuelo que vuelve de la mina con pan de pajarines y meruéndanos rojos (rojos eran tus labios cuando pescabas nubes, de niño, por las Veigas).

Nostalgiar.

Crepitar de mazorcas en el horno. Otoño en cucuruchos de papel.

Esta niña no sabes el padrenuestro, ni la tabla del cinco, ni estar sola.

El príncipe soltero del desván invisible. Manchas chinas de aceite sobre papel de estraza.

Nostalgiar.

Quiero, abuela, hojaldres y una gripe, cachorros callejeros a los pies de mi cama: volver, lavarme el corazón con manzanilla.

Esta niña no sabe estar con nadie, salirse de los cuadros del salón, dibujar un sombrero… ni una boa.

(De Detener la primavera, 2011) ME ARRUGARON LOS MAPAS

Si alguien me ve pasar, que me lo diga. Yo no sé a dónde voy, con qué piernas salí esta mañana de mi casa, ni qué casa. De las velas sopladas crecieron muy temprano los insectos, yo vi soles en miniatura tatuados en sus alas. Tomaron el control de mis zapatos, mi sexo, los lunares que era capaz de amar cuando fui virgen. Me arrugaron los mapas. Ahora debo andar por el mundo en hueso vivo, como alma que se llevara un ángel colocado de crack. Si alguien me ve llorar, NO me lo diga.

(De La soledad criolla, 2012)

caravansari 75 ES PRECISO

Es preciso decir que demasiados hombres brillan como un puñal al sonreír.

Es preciso decir que no somos iguales las iguales.

Decir que los poetas nunca son amigos.

Que las flores de mayo no llegarán al mar en junio.

Es preciso decir que en toda religión se mata por amor. No se muere, no: se mata.

Es preciso decir la culpa de los padres. La ingratitud infame de estas hijas.

Que somos propiedad de Vodafone.

Decir que hay formas gratuitas de esperanza, mas nos vuelven bufones de la Troika; y que el sueño ilustrado, más que monstruos, produce funcionarios.

Es preciso.

Que el cáncer.

Y los jóvenes hermosos con escopetas de caza en algún sótano.

Yo hubiera preferido nacer manca de voz o de pupilas. Sólo oídos.

Que lo dijeran siempre otros.

(De Wendy, 2015)

CELEBRATIO

Que tus antepasados hubieran de cavar túneles y segar prados verticales.

Que mis antepasados exprimiesen hectáreas de limones y hayan muerto de mina.

Cada gen de la Historia: yo celebro.

Agradezco esta sangre oscura de caminos que al sol nos entrecruzan.

(Inédito)

76 caravansari Manuel Rico

Nació en Madrid, en 1952. Es poeta, narrador y crítico literario. Licenciado en Periodismo, ha colaborado en diversos diarios y revistas (El Mundo, El Sol, Cuadernos Hispanoaméricanos, Ínsula, Letra Internacional, Mercurio, Turia…). En la actualidad, ejerce la crítica de poesía en el suplemento Babelia, del diario El País. Es autor, entre otras obras, de los libros de poemas La densidad de los espejos (Premio Juan Ramón Jiménez de 1997), Donde nunca hubo ángeles (2003) y De viejas estaciones invernales (2006). Con Fugitiva ciudad, obtuvo el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández en su edición de 2012. Los días extraños (2015) es su último libro. Ha publicado varias novelas y es autor del único ensayo sobre la poesía de Manuel Vázquez Montalbán, Memoria, deseo y compasión (2001).

DORMITORIO PATERNO

El aire vuelve con olores, con briznas de una felicidad endeble: el espejo, sobre la cómoda, me entrega temblores y sustancias, devociones pequeñas, rastros.

He abierto la puerta y allí estaban la luz menos adulta, el cabecero oscuro de la vieja cama, el olor algo agreste de un pañuelo perdido, el dedal y el ovillo, los perfumes gastados en muy precarias fiestas, el crucifijo inútil.

Sí: la luz menos adulta, la del amanecer de los inviernos, la del espejo aturdido por el pulso que gobierna los años y su gris mordedura, la mesilla de noche y los retratos de rostros conocidos que se hicieron de niebla y el altar donde el padre cada noche usurpaba tus quimeras de Edipo. VENTANA

La ventana que ya no es. La muerta ventana que dejó, temblorosas, imágenes aún vivas contra el tiempo y la arena.

La ventana de las casas en que he vivido, mas ante todo la ventana de entonces, la que daba a un campo sin ciudad y vertederos, a las calles huidizas de los huidizos, al frío vertical y al calor imprevisto y a la niebla.

La ventana abierta a las fachadas y a los escaparates, al blanco y negro frágil de los sueños vacíos. La ventana tras la que crecieron tus ojos, creció el mundo y el domingo. La ventana.

(Inéditos)

caravansari 77 José Agudo

Nació en Fregenal de la Sierra (Badajoz), en 1952. Fue cofundador de la revista de arte y literatura Alisma (Barcelona, 1977). En 1980 fue premiado en el IV concurso de Poesía de Primavera de Palma de Mallorca por su poemario Fragmentos de una noche oscura. Con el título de Naufragios, publicado en 1992, recuperó algu- no de sus poemas dispersos en publicaciones de carácter antológico y colectivo, y otros inéditos. En 1993 fue premiado en el XII Certamen de Poesía Federico García Lorca por su obra Diario apócrifo de Jonás. En 1995 publicó un nuevo poemario, Conciencia de mí mismo. En 1996 obtuvo el I premio en el Certamen Nacional de Poesía Ciudad de Torrevieja por su obra Dibujando la Rosa de los Vientos. Los Premios Otoño de Poesía Villa de Chiva le concedieron en 2004 el I premio por su poemario Hombre Desnudo. En 2008 fue galardonado con el XXVIII Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez por Esta frágil cadencia. Ha sido incluido en la Antología de poetas catalanes en castellano Por Vivir Aquí, edición de Manuel Rico y prólogo de Manuel Vázquez Montalbán.

RAZONES OCULTAS EL LARGO CAMINO

Reconozco que las tardes de lluvia El camino de regreso está lejos ofrecen a menudo, y los ojos se cansan con esa intimidad de los silencios de buscar tercamente el horizonte. que se visten a solas, las fértiles sabanas de los vientos, Afuera, las calles fugitivas, el invierno no ha cerrado sus puertas los pájaros dormidos de los sueños, y una turba de nubes ese beso desnudo de las sombras se amontona en un cielo confuso. que esperan, emboscadas, tras el último tañido de la noche, Quizás solo me quedan los secretos de un bosque los restos de naufragios cuando cruzan, cansados, para llevar conmigo, los pasos del viajero que se aleja. algunos pocos sueños de playas lejanísimas El viajero conoce los insomnios donde aprendí a vivir intensamente y las horas tranquilas que amanecen y esa felicidad de ciertas noches con los ojos alegres de un domingo, como el tesoro oculto de un niño solitario. la luz que hace vida en las esquinas iluminando a ráfagas Me acercaré otra vez los nombres de otras fechas al lado que más amo de la vida como la luz de un faro y aguardaré a que vuelvan dibujando las aguas de la costa. el cuerpo desnudo de una tarde, el olor apacible de una luz Reconozco que a veces el viajero que guarde algún recuerdo de mí mismo. confunde los paisajes y es un viejo soldado Cuando por fin un día me reconozca, que espera en las trincheras, y sepa más de mí, tiritando de frío y sepa de verdad lo que me oculto, y hablando en voz baja con el miedo. prepararé de nuevo mi equipaje para el largo camino que me espera. En las tardes de lluvia, el viajero confunde con frecuencia (Inéditos) el sudor de los cuerpos y las lágrimas, la piel de los deseos y las palabras, las huellas dejadas en la nieve y el azul lejanísimo de un cielo.

Los pasos del viajero que se aleja dejan un gusto a sal en la mirada, el agua de los charcos moteando el camino igual que espejos rotos y razones ocultas que solo se comprenden en las tardes de lluvia.

78 caravansari Sebastián Candado

Nació en Sta. Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1946. Ejemplo de poeta secreto, mal que nos pese a los que conspiramos contra esta condición suya, Candado no escribe poemas, los destila a lo largo de años de meticulosa elaboración. Es miembro del veterano grupo teatral Lauta, dirigido por el también poeta Carlos Quesada. Escasos versos de Sebastián Candado han ido apareciendo en unas pocas revistas, por ejemplo, en Paralelo sur (nº 10 de mayo de 2012) y ahora en este CARAVANSARI. Mateo Rello

TORMENTA EN EL MAR

Sí, quizás el jarrón era muy azul, amarillas las flores (pétalos de acacia) y muy brumas las nubes de tormenta. La mesa, arrumbada contra el ventanal, con un tapete a cuadros —fresas y marfil— Aquel mar tan soberbio, revuelto, como un grandioso vientre hinchado de barro y de heces que se vierten en cloacas. Y más aun, ¿qué decir de aquel espejo? ¿de aquel gran desnudo de mujer abriéndose de piernas? Fue la última tarde de un verano de vacaciones que luego confundirías con una vida rota. Los tiempos del gozo, sin la rémora del miedo. Fue en aquel instante en que la lluvia rompió con furia, a goterones, diluviando contra los toldos de las tiendas, bebiendo polvo seco de las calles, encharcándolas, hinchando ramblas. Y el aire turbio de la noche, oliendo a ozono. QUINCALLA DE CUARTEL

¿Máquinas arcaicas, usadas cuando la guerra, en la batalla del Ebro, bregando a destajo? No lo sabremos nunca. Aquellos camiones del ejército, color de camuflaje, aplastados de cabina, trasportaban la sarcia que los soldados sacaban de los barracones de la Maestranza de Artillería. Los veíamos de lejos; cumplían su misión, y llegaban siempre envueltos por una tolvanera: en columnas, uno detrás de otro. Como esas orugas de la Procesionaria que veíamos arrastrándose, haciendo hileras, sobre la corteza áspera y rugosa de los pinos. Una impulsión muy lenta, tozuda y fatigosa. Muy versátil, como nuestros devaneos en escarbar la tierra de un vertedero, buscando metal de pertrechos —una hebilla dorada; la bruñida recámara de un máuser— que luego, en un alarde crematístico, lo llevábamos a vender a los traperos de la calle. Conseguíamos monedas: la efigie de un Caudillo, ya algo desgastada, por la Gracia de Dios.

(Inéditos)

caravansari 79 Joan de la Vega

Nació en Santa Coloma de Gramanet, en 1975. Dirige la editorial La Garúa Libros desde 2004. Es autor de Intihuatana (Seuba Ediciones, 2002), Ladino (Trea, 2006), que reúne sus tres primeros libros (Intihuatana (Sin lugar a luz), Ixtab (La soga en el ojo) e Ipalnemoani (Por quien vivo)); Trilces Trópicos. Poesía emergente en Nicaragua y El Salvador (La Garúa, 2006), La montaña efímera (Paralelo Sur, 2011), Una luz que viene de fuera (Paralelo Sur, 2012), 365 haikus y un jisey (Rúbrica Editorial, 2012) e Y tú, Pirene (Denes, X Premio César Simón). Algunos de sus poemas han sido incluidos en Campo abierto. Antología del poema en prosa en España 1990-2005 (DVD Ediciones, 2005), Pájaros raíces, en torno a José Ángel Valente (Abada Editores, 2010) y en revistas como Alhucema, Turia, Piedra del Molino, Vulcane, Paralelo Sur, Nayagua, Barcelona review y Letra Internacional.

AJUSTE DE CUENTAS

Si hubieras comprendido el absorvente demonio de mi infiel literatura José Luis Parra

Si hubieras comprendido que la excelencia no lleva por salvoconducto tu nombre, que los méritos conducen a ninguna parte y hubieras respetado de raíz esta voluntad íntima, indómita, de fracaso ascendente hacia cualquier otra fase lunar —fósforo que arde ante otra galaxia sin manos—, no tendría lugar este teorema tóxico y tiznado que ahora te regresa a una tarde plástica de julio desde el collar infiel de tu sombra.

Si aceptaras haber nacido para más luz que la ignorancia, tal y como tú y yo fingimos entender: dos esqueletos ladrando el fragor de la contienda, dos perros envenenados por la simpleza del morder, ¿hubieras dejado atrás la rabia, el hueso roído sin más carnes de todo aquello que maldices de mí en mí y que nunca nunca más transigiremos en público o en privado?

A fin de cuentas, literatura compromete todo y sobrecarga nadas: ese amuleto aprensivo en el retrete, el autorretrato dormido de tu corazón.

(Inédito)

80 caravansari Javier Carnicer

Otras lijas: Javier Carnicer

A Javier Carnicer (Huesca, 1956-Barcelona, 2015) y el disco póstumo Respiraciones, que aparecerá solo le interesaba perder el tiempo en las ideas y en breve. ganarlo en el amor. Nació para ser diferente. Para no aceptar ni una sola convención que no estuviese Se pasó la vida escribiendo poesía. Sin embar- fundamentada en lo universalmente razonable o en go, solamente publicó dos libros de poemas: La el cariño. No he conocido a nadie como él: radical sombra del obituario vista por su huésped (1982) en sus convicciones, coherente en sus acciones, y Estuche de lijas (2008). Antes del primer libro, amable y condescendiente con el resto. Quizás es entre el primero y el segundo, y después de este que no he conocido a nadie que, como él, haga de último, escribió un libro todos los años. Eran libros la poesía una verdadera forma de vida, sin conce- que confeccionaba artesanalmente, cuidando to- siones. Un ser absolutamente libre. Para conseguir dos los detalles, en ejemplares únicos destinados la libertad, se despojó, como Diógenes, de todo lo a una sola persona, a unos solos ojos. Nadie más innecesario, de todo lo superfluo, de la enfermedad ha leído esos libros. Hay una estantería en la que vi- de la ambición, de la vanidad y de la prepotencia, el ven todos esos ejemplares, casi cuarenta. Esa era talón de Aquiles del filósofo. su forma de entender el amor.

Vivió su primera juventud en Huesca. Estudió un Su poesía evolucionó solo en lo formal. Con el tiem- par de cursos de Empresariales (o de Ciencias po abandonó sus primeros planteamientos más ex- Económicas, no lo sé) en Zaragoza, probable- perimentales, con toques de conceptismo barroco, mente. La quiebra de la empresa familiar le llevó a para abrazar el tono sosegado del susurro, versos replanteárselo todo. Se trasladó a Barcelona con que se dejan respirar, una envoltura de calidad epi- su hermana y su padre. Allí se estableció ya para dérmica para contener su concepción del mundo. siempre. Primero estudió Magisterio (seguramen- No hay ninguna esperanza, salvo la mirada de los te para hacer compañía a un amigo) y después que hemos elegido para amar. Filosofía, una de sus pasiones. Se pasaba las no- ches y las madrugadas escuchando música, leyen- Incluimos tres lijas inéditas, de esas Otras lijas que do y escribiendo. Para él no amanecía hasta por la aún están por publicar. Con ellas esperamos que el tarde. Fundó varios grupos de música: Carnicería lector, como Javier, se preste a suavizar las aristas Carnicer, Soledad Anónima, Manicomio Romántico de la realidad. Para eso son las lijas. Para minimi- Rock existencial. En los últimos años formó tán- zar la profundidad de la herida. Para humanizar la dem con Justo Bagüeste. De esta colaboración cicatriz. surgieron tres discos: Lijas (2009), Polar (2012) Eduard Sanahuja

caravansari 81 SOPORTALES

En el vertedero de la historia se amontonan como trapos sucios los nuevos tiempos. Hay una esclavitud más encubierta, más vergonzosa si la miras. No estamos a la altura de los versos, ni estamos a la altura de los sueños. Hoy, tampoco llega nadie al horizonte, tampoco al paraíso. Ya puestos, tampoco llega nadie hasta sí mismo, tampoco a los demás. Tan solo se acercan los enamorados, sin miedo a volar por encima de una mina. Los que sobrevivimos, ni ganamos valor ni lo perdemos, nos quedamos igual mediante el contrapeso de los egos. Hay más fuerza en lo pesado y nos oprime la estatura moral: lo que hoy sostenemos, mañana soportamos. Igual que un sacrificio, nuestra carga diaria, pública y privada, incluso policial y financiera. En reposo, la dureza del poder asentado sobre la tierra como un banco de granito. En pie, imita lo peor de la naturaleza: el despliegue de las fuerzas, las caídas, la gravedad en bruto. De momento, lo que se nos viene encima: poco todavía. Mañana verás (o no verás) lo que es bueno.

CON

Cuando hay amor, el mundo nos engaña. Hasta hacernos creer en la belleza, en la justicia, incluso en la bondad. Hasta en la resurrección de las estrellas. Nos engaña con anuncios celestiales, paraísos sin serpientes y alfombras mágicas entre las nubes.… Y con afectos especiales más cercanos, a la piel y al corazón. Vivimos engañados, bien engañados: mediante la sonrisa, mediante la ternura. El cariño que recibes y el cariño que das tú: nuestro único equilibrio, nuestra única verdad. Aunque el mundo, felizmente, nos engañe.

SIN

Sin amor, el mundo no miente: nos va dejando huellas, avisos de traición. Nos va pintando heridas por la espalda, como haciendo promoción de sus diseños. Vuelven los grandes golpes, nacen las nuevas marcas. En el lamento de los corazones apenas queda corazón, como la tensa cuerda de un violín justo antes de romperse. Tristeza en primer plano y sacrificio al fondo. El daño que te hacen y el daño que haces tú, el dolor que te ofrecen y el dolor que has aceptado como un reto. En un pulso contra el mundo siempre gana el mismo, no se deja vencer ni por un niño. Comparas las traiciones, comparas las heridas, mientras desciendes la mirada hacia un suelo que ya no te sostiene. Sin amor, caes de gravedad, el mundo no miente.

82 caravansari Ramón Romagosa Marimón

Nació en Santa Margarida de Montbuí, en 1967 y Ella Fitzgerald o Dee Dee Bridgewater. El tiempo falleció en Barcelona, en 2009. Desde muy joven, que le dejaba libre su trabajo en la Administración sus dos grandes pasiones fueron la literatura y la de Justicia se lo dedicaba a su familia –sus padres, música, que le acompañaron toda su vida. Comenzó Dolors y Pere, su hermana Maria y su sobrina Ana– a escribir –sobre todo relatos cortos y poesía– du- y a sus amigos. En todos ellos dejó una huella imbo- rante su adolescencia, aunque su carácter y perso- rrable. El tiempo, la distancia, la noche o el silencio nalidad, de un gran nivel de autoexigencia, le lleva- son algunos de los universales presentes en el pu- ron, en muchas ocasiones, a destruir su obra por no ñado de poemas que dejó escritos. Su dicción pau- considerarla suficientemente buena. Ávido lector, sada, atemperada, pero cargada de dramatismo, su casa estaba repleta de libros. Sus poetas pre- se hace patente tanto en los versos como en los dilectos: Whitman, Baudelaire, Antonio Machado, espacios que los separan, densos y significativos. Gil de Biedma, Miguel Hernández, Luis Cernuda o El no-lugar, la desubicación del yo, la concepción Pablo Neruda. Estuvo, además, siempre rodeado de un universo propio, sensorial, carnal, matérico, de música, sobre todo clásica y jazz: Bach, Mozart, pero también profundamente espiritual, superando Monteverdi, Beethoven, Mahler, Vivaldi. Admirador el exceso de racionalidad humana, aparecen como entusiasta del director de orquesta Claudio Abbado, algunas de sus señas de identidad. de la mezzosoprano Cecilia Bartoli y de grandes cantantes de jazz como Nina Simone, Billie Holliday, Ana Rodríguez Taján

[DÉJAME ESTAR]

Déjame estar.

Regresaré de nuevo donde la razón naufraga. Donde el cielo es de seda, púrpura y carne.

Allí iré amontonando los años, en un transcurrir monótono.

Déjame ir.

Bajo un cielo que tiembla, donde pueda gritar, donde pueda nombrarte.

En tierra de nadie.

caravansari 83 AHORA QUE SIEMPRE ES NOCHE]

Ahora que siempre es noche, Destierro la esperanza inútil.

Silencio.

Yo soy la voz de esta tierra.

La simiente de un sueño, la herida, que nunca cierra.

Y soy el quejido del hombre. El perro que ladra. Y el tiempo vencido.

Silencio.

Yo soy la voz de esta tierra.

[YO SOY LA VOZ DE ESTA TIERRA]

Yo soy la voz de esta tierra. Y la verdad desnuda.

La sangre que riega los sueños.

No escucho en las aves otro sonido distinto al silencio.

Ni existe más horizonte que no sea el nuestro.

[AÚN NO ES EL TIEMPO]

Aún no es el tiempo.

Si despierto de esta sombra, sentiré que no hay nada.

Si despierto de esta sombra, sentiré el vértigo y el ansia de la muerte.

[TU CUERPO DESNUDO ESCRIBE EN MI CARNE]

Tu cuerpo desnudo escribe en mi carne palabras de amor en tierra de nadie.

Donde la razón naufraga el cielo es de seda con hilos de alambre.

A fuerza de amar no puedo nombrarte.

84 caravansari Héctor Mediavilla Bernardo Atxaga

Notas para un diálogo poético: Bernardo Atxaga y Xabier Lete

Bernardo Atxaga, el escritor vasco más universal, alejándose pausadamente del surrealismo extremo es conocido sobre todo por su narrativa. El híbrido y de lo artificioso o barroquizante. Así, en la obra Obabakoak (de 1988, traducido a idiomas de todo poética de Atxaga convergen el poder evocador y el mundo) y las novelas El hombre solo (1993), sugestivo de su mundo imaginario y fantástico, y El hijo del acordeonista (2003), Siete casas en los recursos rítmicos vanguardistas tanto como los Francia (2009) o Días de Nevada (2013), le han recibidos de la tradición oral. valido el reconocimiento de la crítica, reflejado tam- bién en importantes y numerosos galardones, tanto Junto con Días de Nevada, Atxaga ha publicado dentro como fuera de nuestro sistema literario. recientemente un breve libro compuesto por dos cuentos y un ensayo sobre Lawrence de Arabia, Su obra abarca géneros realistas y fantásticos, un Txoriak kolpeka (2014), y un disco-libro híbrido, complejo abanico que va desde el mundo mítico y una joya poética, que alterna poesía y narración: los elementos de realismo mágico en Obabakoak o El paraíso y los gatos (2012). Este último es una la alegoría en Memorias de una vaca (1991), hasta disertación sobre el paraíso, arcadia o tierra prome- el enfoque dialéctico sobre el conflicto vasco en tida, contrapunto del desierto, tema al que Atxaga El hombre solo. Atxaga ha abordado en sus textos retorna siempre, y que también aparecerá en el narrativos temas sociales como el de la memoria poema inédito que ofrecemos aquí: “Lete: azken histórica, la lucha armada o la identidad, aportando gorazarrea”. al género novelesco claves irónicas y autobiográfi- cas. Habría que mencionar, además, su interesante Nace el poema del deseo que tiene Bernardo obra dentro de la literatura infantil, y también ensa- Atxaga de decir algo (en el sentido más vital y trá- yos como Lekuak (2005) o Markak. Gernika 1937 gico de la palabra) ante el fallecimiento del poeta y (2007). gran amigo Xabier Lete (1944-2010). Explica que, quizás, la oración nace sobre todo ante el miedo No obstante, Atxaga comenzó su andadura en el al vacío, a la muerte, y que la poesía debe de te- ámbito de la poesía; y curiosamente, así como mu- ner algo de oración, en tanto que creación esté- chos escritores dejan la poesía o la narración breve tica que, al igual que el rezo salmódico, persigue por la novela y no vuelven a ellas, Atxaga nunca la abolición de la muerte. Decía Xabier Lete a su ha abandonado ni una ni otra. Su primer poemario, vez que las palabras no redimen nada, y menos Etiopía (1978), es uno de los puntos de inflexión la muerte; en su último poemario citaba a su tan de la poesía contemporánea en euskera (se puede amado Salvador Espriu (Espriu, también traduci- leer un artículo sobre este tema en el número 5 de do por Atxaga –“Assentiré de grat” [Asentiré con CARAVANSARI). Su planteamiento filosófico, por gusto]– y cantado en catalán por Mikel Laboa): “Ni una parte, poniendo en tela de juicio las utopías amb aquest cant de tan perfecta escola/ ni amb modernistas, y su elaboración poética, por otra, se mots apresos al més savi lèxic/ ni amb rares pau- hallan impregnados tanto por cierto lirismo como ses o subtils silencis/ no esgotaràs tots els noms por el experimentalismo y el surrealismo, y marca- de la mort” [“Ni con este canto de tan perfecta ron uno de los primeros hitos que, continuando la escuela/ ni con palabras aprendidas en el más sa- senda de Gabriel Aresti, habría de tomar la poesía bio léxico/ ni con raras pausas ni sutiles silencios/ vasca posterior. no agotarás todos los nombres de la muerte”]. No obstante, el destino del poeta ha de ser esta cons- Poemas e híbridos (Visor, 1990) reformula en tante lucha, y por ello Atxaga crea ante la muerte versión traducida al castellano su andadura poé- un excelente retrato poético de Lete: poético y ver- tica de quince años (1974-1989); modernizado el dadero, y no retórico y falso, porque como dice el experimentalismo, el lenguaje poético atxaguiano mismo Atxaga, ese ha de ser al menos el deber de tiende a hacerse más transparente y equilibrado, la poesía.

86 caravansari * * * Así pues, en Lete se hace patente una dicotomía entre su primera poesía, aquella poesía rasgada Hace ahora cinco años, a comienzos de diciembre e irónica, incluso burlona, que aullaba contra el de 2010, moría Xabier Lete, uno de los mayores régimen, y la poesía de una segunda etapa, en la poetas vascos del siglo pasado. Poeta y cantautor, que el poeta navega paisajes poéticos personales, podemos sintetizar la cualidad de la ausencia que cantando desde la vida y la luz (Zentzu antzalda- deja el poeta diciendo que, con certeza, no habrá tuen poemategia), hasta la pérdida más radical y en el País Vasco nadie que no conozca algún poe- absoluta (Egunsentiaren esku izoztuak). Es esta ma o canción de Lete. Su poesía y su canto se ha- dicotomía la que enfoca Atxaga con acierto y visión bían convertido en la palabra de una época y de un poética en su poema “Lete: último...”. Aparece, por pueblo, y son hoy parte indispensable de nuestra una parte, aquel joven poeta, con melena larga y tradición y nuestro pensamiento. potente voz, que cantaba como los lobos aúllan: este es el segundo Lete del que habla Atxaga. Por Figura ya mítica de Ez dok amairu (grupo de artistas otra parte, se habla del primer Lete, proveniente y cantantes vascos nacido a mediados de los años de un pequeño pueblo, donde los habitantes viven 60 inspirado en Els Setze Jutges, y que funcionó unidos a la naturaleza y fascinados por el olor del hasta 1972), Lete estableció relaciones creativas incienso. Atxaga explica que Lete, en sus últimos y afectivas con los cantautores catalanes Raimon años, regresa a ese origen, a ese niño de pueblo, o Lluis Llach, así como con Paco Ibáñez. Abogó con la voluntad de creer en cierto paraíso más allá siempre por el objetivo comunicativo de la poesía, del paisaje terrenal, un jardín allende los límites de y cultivó tanto poemas para ser leídos (publicados este mundo, donde pudiera encontrarse para siem- en poemarios) como poemas para ser cantados pre con los seres amados. Este es el consuelo poé- (que pueden escucharse en varios discos). tico de Lete (escribimos para consolarnos mutua- mente, dice Atxaga), cima del poder de su poesía, Lete evolucionó desde la poesía social deudora de retorno y búsqueda que Atxaga entiende (cómo no Aresti y Celaya, irónica y dura, y con claros rasgos te vamos a entender...), aunque a su vez, yendo de de experimentalismo, hacia una poesía introvertida la elegía a la demanda, matiza: pero debes enten- e intimista. Después de una grave crisis, tanto exis- der, Xabier, que nosotros hemos de vivir, y que para tencial como física (llegando a estar al borde de la ello también necesitamos tu otra faceta. muerte a finales de los años ochenta), Lete encuen- tra respuesta y consuelo en la fe cristiana; más que Para la mejor comprensión del poema, hemos de creyente, poeta materialista que al estilo unamunia- añadir que hay en él referencias, primero, al con- no quiere creer, reconoce que las filosofías estoicas texto en el que muere Lete (al sonido del acordeón, y materialistas no le ofrecen consuelo al dolor que por ejemplo, que sonaba en sus recitales y que genera la finitud humana. Influenciado notablemente también sonó en su funeral; o al recital de su últi- por Rainer María Rilke, así como por Cesare Pavese, mo libro que Lete dio en Iruña poco después de la Carles Riba o Pio Baroja, el poeta camina por sen- muerte del músico, cantante y amigo Mikel Laboa, das personales en busca de consuelo y fuerza vital. en un auditorio que, como en un ritual, escucha- Fruto de esta lucha son Zentzu antzaldatuen poe- ba en silencio la epifanía del emocionado poeta). mategia y Biziaren ikurrak, ambos de 1992. En segundo lugar, se citan también fragmentos de poemas de Lete, como el de “Otsoak eta txanogo- En 2005, fallecida Lourdes Iriondo, esposa de Lete rritxu” [Los lobos y caperucita] o “Gizon arruntaren y también cantautora de Ez dok amairu, el autor pu- koplak” [Coplas del hombre común], canciones blica el que pueda ser uno de sus mejores poema- de los años 70, así como la frase in manos tuas rios, Egunsentiaren esku izoztuak [Las ateridas ma- Domine, que Lete integra en un poema de Las ate- nos del alba] (2008, Premio de la Crítica y Premio ridas manos del alba. Por último, guiños a la vida Euskadi), donde canta la vida que se deshace en del poeta aparecen aquí y allá, como cuando se sus manos y la muerte de su amada. Este último cita Obanos, pueblo navarro donde el de Oiartzun poemario, en el que Lete ofrece un apartado de pasaba muchos días veraniegos. poemas a Bernardo Atxaga (“Obabako lurraldeari begira” [“Mirando a las tierras de Obaba”]), puede Con todo ello, queda captada en el poema la esen- leerse tanto en euskera como en castellano, publi- cia de la poética de Xabier Lete, su imagen y su cado por la editorial Pamiela (2008 y 2011) (véase personalidad. Podemos decir más aún, ya que la reseña del poemario en CARA­VANSARI Nº3). Atxaga dialoga con Lete en el poema, no solo en

caravansari 87 el sentido denotativo, sino de manera connotativa, con el poeta, la necesidad que tiene este de aquel, a un nivel formal, alusivo y poético. El poema fu- y en raras ocasiones como estas que nos ocupan, siona sutilmente las poéticas de ambos mediante también al revés: necesitamos al poeta, y lo nece- pinceladas que unen a los dos escritores: el animal sitamos en su totalidad, unas veces para que nos personificado, tan atxaguiano, ese lobo en el que, grite, para que nos consuele, otras. con humor, Atxaga recrea a su vez la ironía tan mar- La traducción del poema al castellano es obra del cada de Lete; o la reflexión sobre el paraíso (ya sea propio Atxaga. terrenal o ideal), tema central tanto en uno como en otro; y, en última instancia, la unión del pueblo Alex Gurrutxaga Muxika

LETE

Zeinek esan behar zigun guri, Lete Eta ezezkoa eman nionean: trumoia bezala ibiltzen hintzen hori, “Xabier Lete Lehenak ez dik beraz dena bizar kizkur eta ile kalpar ardotan gastatu nahi izan!” eta oihuka, Txano Gorritxori deika Eta jarraitu zian Otsoak, hasperen eginez: benetako Otsoa uh uh uh uh uh “Errebindikatu al du inork ezer? hik herorrek ematen huela… Baliatu al da inor aukeraz, zeinek esan behar zigun hari bat, demagun, euskararen ofizialtasuna urrezko hari bat zela hire muin, Obanosen edo Zangozan eskatzeko?” armiarma sareetakoa bezain mehe, Zer esan ez nekiela gelditu ninduan. eta hari horrekin, urregin batek bezala, Otsoak uh uh uh barre algara egin zian. urreginaren esku eta gai aldi berean, “Zein haiz hi, ordea?, galdetu nioan. hire heriotzarako azken 5.000 egunak Eta berak, “Ni? Xabier Lete Bigarrena!” josi behar hituela poliki-poliki harik eta dena amaitu arte. Astebete geroago han ninduan ostera, Lore artean ikusi hindugun etzanda. mendian, basoan, Otsoarekin. In manos tuas, Domine. Esan nahi baita Xabier Lete Bigarrenarekin. Hire heriotzaren inguruko mezak, Lore artean hengoen etzanda hitzaldiak, artikuluak aipatu nizkioan, leiho handiko gelatxo batean, eta hire zenbat kanta jarri zituzten irratian. eta inguruan adiskideak, Bera ere kantari hasi zuan orduan, batzuetan urduri barrezka. trumoi ahotsez, dena bizar eta ile kalpar: Gizon gazte bat, xuxurlaka, “Etxetikan lanera noa nahiko mantso, hire liburu bat irakurtzen ari zuan Realak cuatro uno galdu zuen atzo”. otoitzean bezala. “Ba, jakin ezak —moztu nioan— Neska batek, hirekin behin Realaren partiduan minutuko isilaldia Alkizako errepidean egokitu egin zutela Xabier Lete Lehenaren omenez.” eta Heriotzaz hitz egin zuenak Eta esan zian berak: “Ba, jakin izatera, hala nola baserritar batek Uh uh uh uh, irabazle jarriko nian, beste baserritar batekin Realak cuatro uno irabazi zuen atzo, eguraldiaz edo azokan ikusitakoaz; eta hor konpon neurriak eta neurri-ondoak”. neska hark, Lete, negar egiten zian hiregatik, Konturatu ninduan orduan Otsoa eta hi, eta beragatik, eta denongatik. 5.000 egun urrezko hariz jositakoa, Joan egin ninduan bat zinetela, auskalo nola. jende artetik kale bakartira: neguko arrats isilean In manus tuas, Domine, uhuriak sentitu nizkian, zure eskuetan, Jauna… uhurika ari zuan otso bat Mikel Laboa gogoan hartu uh uh uh uh mendian. eta hire azken liburuko 197. orrialdeko poeman Joan ninduan mendira, in manos tuas, Domine irakurtzean, sartu ninduan basora, hunkitu egin hintzen, Lete. Otsoa hizketan hasi zuan: Eta ulertzen haugu, “Zertan da Xabier Lete lehena?”. nola ez haugu ba ulertuko? Lore artean etzanda hengoela Gu bezalakoak, herri ttikietako umeak, esan nioan, 5.000 egunen buruan idiak beren gurdiekin kale nagusitik bake-bakean ematen huela. pasatzen ziren garaian jaioak, Eta urregina ere aipatu nian, behiei begira egoten ginenak 5.000 egun haien urreaz hiltegira zeramatzatenean argitasun bat sortu zela aretoan. soka batez lotuta kale nagusi beretik, “Eta jenderik izan al du?” eta haiek harri pinporrean utzitako pustiletan galdetu zian uh uh uh Otsoak. txorientzako zepoak jartzen genituenak, “Aretoa beteta zegoan”, erantzun nioan. guk, gu bezalakoek, herri ttikietako umeek, “Inor mozkortu al da?”, berak. bihotzean itsatsita zeramaagu Beste Leku hura,

88 caravansari harrizko murru sendoek babeste zutena, Neguaren barre…”. non nahasten ziren intsentsuaren eta ezkoaren Ulertzen haugu. Nola ez, ba? usainak, eta batzuetan baita arrosarena ere; Baina hik ere ulertu beharko duk, non ontziak urrezkoak ziren, non hizkuntza eta ez bakarrik otsailean ari naizelako, Virgiliorenaren berbera zen, in manos tuas, Domine… Otsoaren alde jartzea, Nola ez haugu ba ulertuko? eta egloga bat bezala hasi den gorazarre hau, “Zeinek esan behar zigun guri…”, Beste Leku horretan nahi izan huen demanda bat bezala bukatzea: hire 5.000 egunetako azken jostura egin, Gure artean bizi behar baduk eta zer poza izango zen hiretzat, ez hadi izan bakarrik egia bada hik herorrek Xabier Lete Lehen; Xabier Lete Lehen horrek egunak zeuzkaagu aurrean, sinisten huena, 100, 500 edo 20.000, zer poza izango zen hiretzat denak bizi beharrekoak, dena lorez inguratua egotea, eta bizitzeko uh uh uh uh eta soinujolea doi-doi jotzen, Otsoa ere behar diagu; eta urrezko hari bat airean: behar diagu Xabier Lete Bigarrena, “Izotz-ondoko eguzki, Lehenarekin bat zena, auskalo nola.

[Lete Quién nos iba a decir, Lete,/ que tú, un hombre-trueno,/ todo barba y greñas, bronco,/ que llamabas a todo llamar/ uh uh uh uh a Caperucita Roja/ como si de verdad tú mismo/ fueras uuuuuuh el Lobo;/ quién nos iba a decir/ que en el centro de tu ser/ había un hilo de oro,/ y que con él, a la vez agente y materia,/ ibas a tejer los 5.000 días/ que precedieron a tu muerte. Te vimos acostado entre flores./In manus tuas, Domine. Estabas acostado entre flores/ en la sala del tanatorio,/ y hasta allí se acercaron los amigos,/ los vecinos, alguna gente de paso,/ a mirar, a mirarte,/ en silencio o con risas nerviosas./ Un hombre joven leía, susurrando,/ como quien reza,/ un poema tuyo./ Una mujer de pelo corto,/ que te conocía y que había hablado/ contigo sobre la Muerte, una vez,/ en la carretera de Alkiza/ como habla un campesino con otro/ sobre el tiempo o sobre la feria,/ aquella mujer, Lete, lloraba por ti,/ y por ella misma, y por todos. Me abrí paso entre la gente/ y me marché a la calle solitaria:/ en la tarde invernal, silenciosa,/ oí el aullido, uuuuh, de un lobo/ en la montaña, uuuhh, uuuuuhh. Marché a la montaña,/ entré en el bosque./ El lobo se dirigió a mí:/ “¿Cómo le va a Xabier Lete Primero?”./ Le dije que, acostado entre flores,/ después de los 5.000 días,/ parecías estar en paz,/ y que la tela de oro,/ fruto de aquel tiempo,/ iluminaba el tanatorio./ “¿Ha habido gente?”,/ preguntó uuuuh, el Lobo./ “No cabía un alfiler”, dije./ “¿Se ha emborrachado alguien?”./ Negué con la cabeza: no./ “De modo que Xabier Lete Primero/ no se ha gastado un céntimo en vino”,/ dijo él con burla. Luego inquirió:/ “¿Ha reivindicado alguien algo?/ ¿Ha aprovechado alguien la ocasión/ para, pongamos, pedir la oficialidad/ de la lengua vasca en Obanos o en Sangüesa?”./ No supe qué decir./ El Lobo se rió uuuuuh uh uh uh a carcajadas./ “Pero, tú, ¿quién eres?”, le pregunté./ “¿Yo? ¡Xabier Lete Segundo!” Una semana más tarde volví a la montaña,/ a reunirme con el Lobo,/ vale decir, con Xabier Lete Segundo./ Le hablé de las misas que siguieron/ a tu muerte, de los artículos, de las canciones/ que sonaron en la radio, canciones tuyas./ Él te imitó, y se puso a cantar una de ellas:/ “Etxetikan lanera noa nahiko mantso/ Realak kuatro-uno galdu zuen atzo”***./ “Pues has de saber —le interrumpí—,/ que durante el partido del pasado domingo,/ los jugadores y el público guardaron/ por Xabier Lete un minuto de silencio.”/ Y dijo él: “Pues si lo llego a saber,/ Uuuuuuh, lo habría pintado victorioso,/ La Real ganó ayer por 4-1”./ Me di cuenta entonces de que el Lobo y tú,/ el que con hilo de oro tejió 5.000 días,/ erais, no sé cómo, uno y el mismo.” In manus tuas, Domine./ En tus manos, Señor…/ El día que recordaste a Mikel Laboa/ leyendo el poema de la página 197/ de tu último libro, in manus tuas, Domine,/ te embargó la emoción, Lete./ Y lo comprendemos,/ ¿cómo no lo vamos a comprender?/ Nosotros, niños de aldea, de montaña,/ de la época en que los bueyes con sus carros/ aún pasaban por la Calle Mayor,/ nosotros, que nos quedábamos mirando a las vacas/ cuando también ellas pasaban por la Calle Mayor/ camino del matadero,/ nosotros, que luego poníamos/ cepos en la bosta que aquellas/ dejaban sobre los adoquines,/ nosotros, y los que fueron como nosotros,/ niños de aldea, de montaña,/ llevamos metido en el corazón aquel Otro Espacio/ donde se mezclaban el olor del incienso y el de la cera,/ el lugar donde las copas eran de oro o de plata,/ donde la lengua era la de Virgilio, in manus tuas, Domine…/ ¿Cómo no lo vamos a comprender? Quisiste que el hilo de oro de los 5.000 días/ se cortara allí, en el Otro Espacio,/ y qué alegría debió ser para ti/ —de ser verdad lo que tú,/ Xabier Lete Primero, decías creer—/ verte allí, rodeado de flores,/ mientras el acordeonista tocaba dulcemente/ tu canción, “Izotz ondoko eguzki…”***/ Te comprendemos, Lete. ¿Cómo no?/ Pero comprende, por tu parte,/ que me ponga a favor del Lobo,/ y que este elogio, que fingía ser,/ al principio, una égloga,/ — “¿Quién nos iba a decir…?”—,/ termine con una admonición:/ si has de vivir entre nosotros/ no seas únicamente Xabier Lete Primero./ Tenemos días por delante,/ 100, 1.000, 5.000, quizás 20.000,/ y debemos seguir en el camino,/ contigo y con el Lobo, que sois,/ no sé cómo, uno y el mismo.

* “Voy de casa al trabajo a paso lento, la Real perdió ayer por 4-1”. ** “El sol que sigue al hielo...”: fragmento del poema de Xabier Lizardi (1896-1933) “Izotz-ondoko iguzki” [Sol sobre el hielo], muy conocido en la versión cantada de Xabier Lete.]

caravansari 89 Miren Agur Meabe

Miren Agur Meabe: un territorio para la piel, las manos y los ojos

La obra poética de Miren Agur Meabe es relativa- ese cuerpo que, como mínimo le cosificaron (…). mente breve, pero no deja de ser por ello una de Censurar el cuerpo es censurar, de paso, el alien- las más interesantes de la poesía contemporánea to, la palabra”. vasca. En su primer poemario, Oi, hondarrezko emakaitz! [Oh, mujer indómita de arena] (publicado Diez años más tarde Meabe publica Bitsa eskuetan en 1999, pero escrito antes de 1991) replanteó el (2010, Premio de la crítica), donde continúa desa- mito de Penélope desde una perspectiva actual. La rrollando el entramado que tejen lo particular y lo identidad femenina aparece así desde el comienzo social, el mundo íntimo y las relaciones personales de su obra como tema central; en Oi, hondarrezko de la cotidianeidad. “En mi opinión –dice la auto- emakaitz! la protagonista espera una semana tras ra–, la poesía es como una red que va más allá del otra hasta que, llegada la séptima, desaparece, ya poema, atrapando realidades que tienen inciden- que –también ella– guardaba “en su interior el na- cia en nosotros. (…) Por dicho motivo, reivindico el vío que la llevaría a tierra nueva”. valor del sentimiento en la manera de aprehender las cosas”. Efectivamente, la poesía de Meabe tra- En aquel primer poemario se vislumbraban las prin- za caminos mediante sentimientos y sensaciones, cipales características temático-formales que se a los que se suma el mundo onírico –y el erotismo desarrollarían en profundidad en la posterior poe- anidado en él– que se funde con la atmósfera del sía de Meabe: la lírica, el simbolismo, la sensua- poemario. lidad. Hablamos de una lírica cuyo yo poético se define en su corporeidad –femenina– más física; Hay que subrayar la inconfundible personalidad de podría decirse que los títulos de sus libros marcan su estilo, delicado y lleno de color, en el que la pre- el territorio poético de la autora y sugieren la forma sencia de rasgos marcados de oralidad se conju- en que el yo poético se relaciona con aquello que ga con un tono de corte barroquizante. A partir de le rodea: la piel en Azalaren kodea [El código de Bitsa eskuetan se hace más visible la narratividad, la piel], las manos en Bitsa eskuetan [Espuma en y la autora cultiva también la poesía en prosa, lo las manos], los ojos en Kristalezko begi bat [Un ojo que muestra su control de la cadencia poética. En de cristal]. 2013 Meabe publica una novela, Kristalezko begi bat, que, siguiendo a R. Freeman, podríamos defi- La piel aparece desde Azalaren kodea (2000, nir como novela lírica. Es una novela autoficcional Premio de la crítica) como punto limítrofe entre el en la que el hilo narrativo se teje alrededor de las mundo exterior y el mundo interior, lugar de cho- vivencias y reflexiones de la protagonista, y donde que entre el discurso social y el personal. El cuer- destaca sobre todo el ambiente que envuelve al po es el espacio discursivo donde crear nuevos lector. La novela plantea, además, diversas cues- códigos, de modo que hay en esta poética, como tiones sobre el proceso de escritura, recurriendo a dice la misma Meabe, la voluntad de otorgar una la complicidad del lector/a. nueva semántica al cuerpo. En el poema inédito que publicamos a continuación leemos: “No acep- La de Meabe es una lírica de altos vuelos, apoyada téis, palabras, que obvie mencionar mi cuerpo”. No en el lenguaje connotativo y su poder evocador, y podemos esquivar la tentación de citar aquí a H. sumerge al lector en un singular territorio median- Cixous, quien afirmaba que “es necesario que la te múltiples metáforas, imágenes y símbolos. Su mujer se escriba porque es la invención de una poesía no persigue la transcendencia, sino la in- escritura nueva, insurrecta lo que, cuando llegue tensidad y la autenticidad, que consigue gracias al el momento de su liberación, le permitirá llevar a poder sugestivo de su lenguaje poético. cabo las rupturas y las transformaciones indispen- sables en su historia (…). La Mujer regresará a Alex Gurrutxaga Muxika

90 caravansari Miren Agur Meabe (Lekeitio, 1962). Maestra y filóloga vasca, ha trabajado en la enseñanza en distintos ciclos educativos, así como en la elaboración de libros escolares en euskera. Escritora prolífica de literatura infantil y juvenil, ha recibido el Premio Euskadi de Literatura Juvenil en tres ocasiones. Es autora de los poemarios Oi, hondarrezko emakaitz! (Labayru, 1999), Azalaren kodea (Susa, 2000) y Bitsa eskuetan (Susa, 2010). También ha publicado la novela Kristalezko begi bat (Susa, 2013), recientemente traducida al catalán. Ha sido galardonada con los premios honoríficos Lauaxeta (2006) y Rosalía de Castro (2012), y parte de su obra se encuentra traducida a varios idiomas.

Publicamos a continuación cuatro poemas de Miren Agur Meabe, que componen un breve recorrido por su última producción. Los dos primeros poemas (“Salmoa” y “La Jolie Filleren automitologia”) proceden de Bitsa eskuetan; el tercero (“Natura hila”) se incluye en la novela Kristalezko begi bat; y, para terminar, un poema inédito (“Eskaera hitzei”).

Traducciones de la autora.

SALMOA

nire gorputza parentesi bat da argibideak onartzen dituena berrogeita zazpi urteko turmix bat da nire bihotza kalatxorien moduan miau egiten dut neure ezpainak haztatzean part jaurti ditut portura zapata burdinkarak ez zaitut nahi full time ez zaitut nahi full time soilik you you you

zure esku handiei begira zure aho maminari zure oriztei begira ez du ardura hitzak bai ahotsak zure bitsak zure gatzak zure esneak badakizu ez dela merkea armazoiak bazterrean uztea badakizu azala zirtziltzea dakarrela ortozik ibiltzeak lasterka nazazu lauhazka lasterka nazazu lau hankatan adurra adurraren truke eta adurrean talko-hautsa

iratzezko habia bat egizu biontzat bada toki bat basoan non basurdearen oinatza non oskilasoaren kanta non almendrak eta ardo zuria non zure hatsa eta koadrodun manta zure besoak txilarrezko bi hego gauzak esplikatzen zu nire salan zu nire altzoan zu min zaharrak sakabanatzen zu zauri berria oinaze sor berriz hornitzen

aintza eta bakea lurrean kale-kantoia jiratu eta batera txori bat pausatu baitzait sorbaldan gloria zure musu bat sorbalda biluzian egunsentian hain handi eta eder eta on baitzaitut ardagaia eta su-lama gloria zu bedeinkatua zu eskerrak zuri ahuspez agur oi neure erraldoi oi neure massai oi neure irlako moai

[Salmo mi cuerpo es un paréntesis que admite aclaraciones/ mi corazón una turmix de cuarenta y siete años/ hago miu como las gaviotas cuando me palpo los labios/ ya lancé al puerto zas zas mis zapatos de hierro/ yo no te quiero full time yo no te quiero full time/ sólo you you you/

al mirar tus manos grandes / tu boca y su pulpa al mirar tus lunares/ no importan las palabras lo que importa es tu voz/ y tu espuma y tu sal y tu leche importan/ ya sabes que no es barato aparcar los andamios en la acera/ ya sabes que la piel se deshilacha por andar mucho descalzo/ recórreme galopando recórreme a cuatro patas/ saliva a cambio de saliva y en nuestra saliva talco/

prepara un nido de helechos para dos en el bosque/ donde el jabalí su huella donde su canción el grajo/ donde las almendras y donde el vino blanco/ donde una manta de cuadros y donde tu aliento tanto/ dos alas de brezo explicando algo tus brazos/ tú en mi sala tú en mi falda tú en mi espalda/ tú esparciendo los dolores viejos/ fresca herida regalando un nuevo dolor sordo/

gloria y paz en la tierra por los siglos/ así sea siempre amén d´accord okey gloria/ nada más girar la esquina de la calle/ se posó un pájaro en mi hombro gloria/ un beso tuyo en mi hombro al alba un beso un beso/ tú tan grande tú tan bueno tú tan bello lumbre y yesca/ gloria a ti bendito seas gracias a ti por ti postrada/ oh mi gigante oh mi masai oh de mi isla eres el moai]

caravansari 91 LA JOLIE FILLEREN AUTOMITOLOGIA

Maite ditut parentesiak, masail irriberen antzeko esparru kontrolatuak, etxera apur bat berandu iristea, paisaiaren iodozko kontrasteak.

Maite ditut zehaztasun zalantzagarria, deskribapen inozoak, arrisku baimendua, narritadura eta pixagura eragiten dituzten fosforeszentziak.

Txikitan, urrezko eskumuturreko bat utzi nion neska koxkor bati, berak zabu bat uztearen truke. Etxetik bidali ninduen amak gero, iruzurtiaren bila. Neskatoak ukatu egin zuen gure ituna. Agiraka egin zidatelako gogoratzen dut tratu gaizki egindako hura.

Beste behin —marea bizien sasoian, olatuen kipur horixkak harrapatua baitzuen hondartzaren okotza, zornezko sufle baten antzera—, neska berberak eta haren lagunek biluztu egin ninduten familietan jolasteko, neu nintzela-eta denen panpina. Olatu batek ipurdia busti zidan. Ur lohi hura eta mutiko atzeratu baten begirada gomutan ditudalako gomutatzen dut nire deslaitasuna. Gomutan, halaber, hotza eta lotsa.

Badihardut, beraz, negozio eskasak zenbatzen, kuleroak neuretzat gordetzen, ur nahasiak miatzen, iragana neure alde baliatzearren ezorduan jaikitzen. Otoitz egiten dut inoiz gal ez ditzadan torlojuak doitzeko behar ditudan hatzak.

Zenbat neskato bortxatu dituzte gaur Burundin? Zenbat mutiko hil dira azken minutuan Darfurren? Afganistango haur bat mintzatu zait argazki batetik: “Une bat izan nintzen, ez besterik, mosaiko geometriko handian, tesela galkor bat, hain erlatiboa. Gero, dorreen ahoek nire itzala irentsi zuten, eta ez zen ezer gertatu. Amaren ahotsa entzun nuen nire izenaz erditzen, hormako arrakala bat bezala. Gaur egun lasaia da. Nire oinak zaborrontzi batean geratu ziren. Nire bizitza beste alanbrada bat da”.

Hona hemen berriz bestelako hotza eta bestelako lotsa. Utz ditzadan bakean babesgabeak. Ez, ni ez naiz inor zuek nik ahotan hartzeko.

Au revoir, la jolie fille, à jamais, la petite, tout est dejà bien vu au temps des adieux. Ça va bien ce soir, hau ez da ezer. Erre ditut koltxoiak eta fakturak, argazkiak, pilulak eta postalak. Ça va bien ce soir, hau ez da ezer. C´est la vie en rose, zoriaren ferra, c´est la vie en rose, anfibioon gerra

[Automitología de la jolie fille Amo los paréntesis, los espacios acotados como mejillas sonrientes, llegar algo tarde a casa, los contrastes de yodo del paisaje.

Amo la concreción incierta, las descripciones leves, el riesgo permitido, fosforescencias que producen irritación y ganas de orinar.

De pequeña presté una pulsera de oro a una niña a cambio de un columpio. Mi madre me mandó a buscar a la tramposa, que negó nuestro pacto. Recuerdo aquel trato mal hecho porque recuerdo cuánto me riñeron.

En otra ocasión —era época de mareas vivas y la crema vainilla de las olas había manchado los labios de la playa como un suflé de pus—, la misma niña y sus amigas me desnudaron para jugar a las familias pues yo era, según ellas, la muñeca de todos. Una ola me mojó el culo. Recuerdo el desamparo porque recuerdo el agua sucia y la mirada de un chico retrasado. Recuerdo también el frío y la vergüenza.

Por eso ahora hago recuento de los malos negocios, me guardo para mí las bragas, escudriño el agua turbia, me levanto a deshoras para poner al pasado de mi lado. Rezo para no perder los dedos necesarios para ajustar las tuercas.

¿A cuántas niñas han violado hoy en Burundi? ¿Cuántos murieron en Darfur este último minuto? Un niño afgano me habla desde una foto: “Sólo fui un instante en el gran mosaico geométrico, una tesela pasajera, tan relativa. Después, las bocas de las torres devoraron mi sombra, y nada ocurrió. Oí la voz de mi madre pariendo mi nombre como una grieta en la pared. Hoy es un día tranquilo. Mis pies quedaron en un contenedor. Mi vida es una alambrada más”.

Regresan el frío y la vergüenza, tan distintos. Dejo ya en paz a los desvalidos. No, yo no soy digna de llevaros en mi boca.

Au revoir, la jolie fille, à jamais, la petite, tout est dejà bien vu au temps des adieux. Ça va bien ce soir, esto no es nada. He quemado los colchones, las facturas, las pastillas, las fotos, las postales. Ça va bien ce soir, esto no es nada. C´est la vie en rose, herradura del azar, c´est la vie en rose, una guerra anfibia más.]

92 caravansari NATURA HILA

Argia ez dator iturri jakin batetik, ertz batetik, goialdetik. Argia koadroko irudietan sortzen da. Parpaila xingledun zapi batek aldare-itxura ematen dio mahaiari. Rimbaudek esan zuen: “Bada Jainko bat barreka aldareetako zapi damaskatuetan, urrezko kalizarretan, intsentsuan, hosannen kulunkan lokartzen dena...”. Kristalezko loreontzi batetik larrosak amiltzen dira ostraz beteriko azpil batera. Petaloak nahasi egiten dira maskor latz grisekin eta mami hori umelekin. Txolarre-bikote bat txortan pinporta morez gainezka den adar batean. Habia bat arrautza eta guzti, saski bat ziza eta guzti, sare bat izokin eta guzti. Itsas kurkuilu bat, tarta baten apaingarri. Angurri bat, mahatsa, mingranak, madariak, gereziak ispiluan, ispiluaren islan. Guritasuna. Leuntasuna. Zaporea. Barraskiloa narras laute baten zur arrosaxkan. Beldarra tulipa baten korola mamurtzen eta inurria ogi-birrina garraiatzen. Hatz-markak aizto baten ahoan. Tximeleta pausaturik kopa baten hegian. Kopa bat, iraulita, ardo isurika. Ardoak zapia tindatu du. Kandela itzali berri bat, kea askatuz. Zimeltasuna. Hauskortasuna. Iheskortasuna. Pinturaren argilunetan, ongizate-giroa hautematen du nire begiak. Plazeren katalogo bat dirudi. Janarekiko kezka adierazten du. Bizi-tankera bat adierazten du. Izadiaren joritasuna adierazten du. Gizakiak izadiaren gain duen boterea adierazten du. Bada, halaber, poltsiko-erloju bat, saten urdinezko xingola batekin. Tik-tak. Memento mori. Gogoan izan hilkorra zarela. Artistak giza izatasunaz duen ardura ere adierazten du. Multzoak —etxetresnen sendotasunak, izakien dotoreziak, fruituen azalak, usaimenak ia sumatzen duen lurrinen bafadak— aztoratu egiten du nire begia. Errealitatearen kopiaren perfekzio hori da txanponaren aurkia. Multzoak —tretxuaren geldiak, animalia hilek eta zomorroen afanak, usteltzear den frutak, usaimenak ia sumatzen duen lurrinen bafadak— jabaldu egiten du nire begia. Azpitestu artegagarri hori da txanponaren ifrentzua. Txin-txin. Juste milieu. Bi aurpegiko lan baten batez besteko neurritsua. Lanaren sinbolismoa moralizatzailea da. Bizitzari buruzko ikuspegi bikoitza iradokitzen du. Atsegina eta galerak. Oparotasuna eta gabeziak. Argiak eta itzalak elkarri eragiten diote. Liburu bat, zientzia. Partitura bat, artea. Igeltsuzko apaingarri bat, herren, aisia. Natura lasaia da. Baretasun hori faltsua du baina. Bodegoi nekropoli bat da. Amen. Vanitas vanitatum omnia vanitas. Banitateen banitatea, dena da banitatea. Ez garezurrik, ez burbuilarik, ez paper nahasirik egon ez arren. Bizitzaren handiera eta heriotzaren ziurtasuna gomutarazten ditu. Bada zer bat, zertarako bat, eta batez ere, nola bat. Bada prozesu bat. Prozesuak lotu ditu botanika, zoologia, arkitektura, musika, erlijioa. Amaituta al dago pintura? Kolorea, testura, harmonia, konposizioa, perspektiba. Osatuta al dago begia? Betazala, betilea, esklerotika, irisa, ninia. Zehaztu al da ideia? Alegoria, arrazoia, ametsa, emozioa, gogoeta. Balantza. Gravitas. Obra bat artelantzat hartzeko behar adinako pisua. Neure lepoko zapia haztatu dut. Txorien eta loreen marrazkiak ditu, koadroko tonu berberak. Neure zapatei begiratu diet. Hebilla zilarkara bat dute, koadroko distiradura bera. Berokian sartu ditut eskuak. Poltsikoak ditu, nolabaiteko sakonera, koadroaren atzealdeak [legez. Atzealdean baratze bat ageri da, arkupe sotila, lorategi idealizatu bat. Lenteak. Trompe l’oeil. Iruzurra begiarentzat. Zer dago pinturatik kanpo? Zer urtaro da? Girlandak malko zuridun heliotropoen antzeko. Laster Gabonak. Pauso bat luzatu, bestea gero, pauso bat luzatu, bestea gero. Letra bat jarri, beste bat gero, letra bat jarri, beste bat gero. Ibili-ibilian, hondartzara heltzen da bat: paisaiak aldatu egiten du nire begia. Itsas belarrak mordoka, itoriko triku erraldoien antzeko. “Heriotza, asko jota, fruitu eder bateko har xaloa da”, esan zuen Yourcenarrek. Argia, pintzel bat. Itzala, haren paleta. Hitza, nire begi mugikorra. Itzalak munduko irudiak imantzen ditu. Itzalak ez du uzten xehetasun guztietara iristen.

caravansari 93 [Naturaleza muerta La luz no emerge de una fuente concreta, de una esquina, de lo alto./ La luz nace de las propias figuras del cuadro./ Un mantel, con un pequeño encaje, da a la mesa apariencia de altar./ Rimbaud dijo: “Hay un Dios que se ríe en los manteles de damasco de los altares, en los grandes/ cálices de oro, en el incienso, y se duerme acunado por hosannas….”./ De un jarrón de cristal caen rosas sobre una bandeja llena de ostras./ Los pétalos se mezclan con las ásperas conchas grises y la amarilla carne húmeda./ Un caracola adorna una tarta./ Un nido con huevos, un cestillo con setas, una red con un salmón./ Una sandía, uvas, granadas, peras, cerezas en el espejo, en su reflejo./ Carnosidad. Suavidad. Sabor./ El caracol se arrastra sobre la madera rosada de un laúd./ La oruga masca la corola de un tulipán y la hormiga transporta una miga de pan./ Huellas de dedos en la hoja de un cuchillo./ La mariposa se posa en el borde una copa./ De otra copa volcada fluye el vino. El vino tiñe el mantel./ Una vela recién apagada humea./ Fragilidad. Brevedad. Fugacidad./ En los claroscuros de la pintura, mi ojo capta una atmósfera de bienestar./ El conjunto parece un catálogo de placeres./ Expresa la preocupación por la comida./ Refleja un estilo de vida./ Muestra la generosidad de la naturaleza./ Denota el control del ser humano sobre ella./ Hay también un reloj de bolsillo con una cinta de raso azul./ Tic-tac. Memento mori. Acuérdate de que eres mortal./ También representa la preocupación del artista por la condición humana./ El conjunto —la solidez de los objetos domésticos, la belleza de las criaturas, la piel de las frutas, la/ nube de aromas que se intuye— exalta mi ojo./ La perfección de esa cara de la realidad es una cara de la moneda./ El conjunto —la quietud del ajuar y de los animales muertos, el afán de los insectos, la fruta que/ empieza a pasarse, la nube de aromas que se intuye— calma mi ojo./ El alarmante subtexto emocional es la otra cara de la moneda./ Chinchín. Juste milieu. El prudente término medio de una obra de dos caras. / La obra contiene un simbolismo moralizante./ Sugiere una doble visión de la vida./ Placer y pérdidas. Abundancia y carencia./ Luz y sombra interaccionan./ Un libro, ciencia. Una partitura, arte. Una figurilla de yeso coja, ocio./ Es una naturaleza tranquila. Su serenidad es falsa./ Es un bodegón necrópolis./ Amén. Vanitas vanitatum omnia vanitas. Vanidad de vanidades, todo es vanidad./ Alude a la magnitud de la vida y recuerda la certeza de la muerte./ Hay un qué, un porqué, un paraqué y un cómo. Hay un proceso./ El proceso une botánica, zoología, arquitectura, música, religión./ ¿Está acabada la pintura? Color, textura, armonía, composición, perspectiva./ ¿Está completo el ojo? Párpado, pestaña, esclerótica, iris, pupila./ ¿Se ha concretado la idea? Alegoría, razón, sueño, emoción, reflexión./ Balanza. Gravitas. El peso suficiente para ser una obra de arte./ Me palpo el pañuelo del cuello. Tiene dibujos de pájaros y flores, los mismos tonos del cuadro./ Me miro los zapatos. Tienen una hebilla plateada, un brillo semejante al del cuadro./ Meto las manos en el abrigo. Tiene bolsillos, cierta hondura, como el fondo del cuadro./ El fondo es un sutil paisaje con columnas, un jardín idealizado./ Lentes. Trompe l’oeil. Trampantojo, trampa para el ojo./ ¿Qué hay fuera del cuadro? ¿Qué época del año es?/ Guirnaldas como heliotropos de lágrimas blancas. Se acerca la Navidad./ Dar un paso, luego otro, dar un paso, luego otro./ Poner una letra, luego otra, poner una letra, luego otra./ Caminando se llega a la playa: el paisaje cambia mi ojo./ Montones de algas granas como erizos gigantes ahogados./ “La muerte, a lo más, es el gusano inocente de una hermosa fruta”, dijo Yourcenar./ La luz, un pincel. Las sombras, su paleta. La palabra, mi ojo móvil./ La sombra imanta las figuras del mundo./ La sombra no permite acceder a todos los detalles.]

94 caravansari Hasier Larretxea

Hasier Larretxea: poesía, vida, paisaje

Aunque su nombre ya había salido a relucir en al- Su último trabajo en euskera es una novela lírica, gún premio de poesía, Hasier Larretxea (Arraioz, Larremotzetik* (Erein, 2014), en la que se retratan 1982) se da a conocer cuando en 2008 publica el mundo rural vasco y las dificultades biográfi- Azken bala / La última bala (Point de Lunettes, en cas del poeta en ese territorio: paisaje de nieblas edición bilingüe con traducciones de Ángel Erro). donde la homosexualidad, la poesía y lo urbano El título no deja lugar a dudas: claramente, esta es resultan rarezas difíciles de integrar. Es una obra su poesía más social, que enfoca con mirada des- muy fragmentaria, y muchas de las piezas que la engañada y pluma hiriente el llamado conflicto vas- componen bien podrían ser clasificadas como poe- co: “Con mi única arma,/ con la palabra”. Aparece mas en prosa. De sus líneas surgen imágenes y ante nosotros un joven cansado de la situación escenas sugerentes, mediante las que el poeta política que le rodea, con discursos y actos que reflexiona en torno a su juventud, su partida hacia se oscilan entre lo absurdo y lo macabro, porque Madrid, su familia, y las vivencias relacionadas con ha llegado el día en que “lo extraño es no perder./ el Baztan. Así, lo personal y lo social aparecen uni- No perder/ una pierna,/ un familiar,/ un amigo,/ un dos en Larremotzetik en una historia de crítica y amor”, y todo parece un triste sinsentido, porque sobre todo amor con aquel paraíso perdido e irre- digan lo que digan “no tiene sentido/ seguir toda cuperable. la vida ocultándose;/ quitarle a alguien sangrienta- mente la vida;/ transitar cárceles;/ ser condenado El giro tonal que se da desde Azken bala hasta a ciento veinte años…”. Larretxea hablaba en La Larremotzetik, pasando por Atakak, es el que va última bala de lo que todos los vascos sabemos, desde el hastío a la reconciliación. Pero, por en- independientemente de la opinión de cada cual, y cima de todo, la literatura sigue siendo no solo un lo hacía además desde dentro, y de una forma tan espacio creativo, sino un espacio donde recrearse, natural que resulta incluso dolorosa. donde hacerse sitio y recuperar la libertad; una he- rramienta (arma, al fin y al cabo) que pueda aliviar Tres años más tarde, Larretxea vive en Madrid, las heridas internas, y que, “si el tiempo no puede, lejos de su valle natal, el Baztan. Otro lugar, otra ponga a cada cual en su sitio”. vida, otra poesía. La distancia favorece en sus ver- sos un giro vital, momento en que el poeta torna la Aparte de su obra en euskera, Hasier Larretxea mirada hacia el interior. Publica entonces Atakak también ha escrito en castellano. La última bala in- (Alberdania, 2011; Barreras, La Garúa, 2013), cluía algún que otro poema escrito en este idioma, poemario en el que aflora cierto bucolismo, muy pero hemos de subrayar su último trabajo, Niebla presente en sus siguientes trabajos. La poesía fronteriza (El Gaviero, 2015), que combina textos de Larretxea se hace más minimalista, más sutil, que van desde la prosa poética hasta poemas en llegando hasta el aforismo y el micropoema. A su verso. Larretxea reelabora en este libro un material vez, la metáfora y la imagen adquieren cada vez estrechamente relacionado con Larremotzetik, con mayor importancia. A partir de Atakak el estilo de recuerdos de su infancia y sus espacios; y en un Larretxea combina dos fuerzas antagónicas: aque- juego de creación y recreación, ofrece una nueva lla que lo empuja a lo más desnudo y conciso, a lectura de ese mundo poético. la pura imagen sugestiva, y aquella que lo mueve hacia el pensamiento abstracto y las formulaciones Para concluir, no podemos dejar de mencionar los barrocas; tensión irresoluble de donde el poeta no recientes proyectos híbridos en los que el autor se solo sale indemne, sino cargado de un tono propio, ha sumergido. Por una parte, el trabajo de 2014 renovador y muy sugerente. Un póster al día (unposteraldia.com), en el que Zuri

* Larremotzetik se traduce como “ser (proveniente de un lugar) de prado de hierba baja”. Evoca, pues, dureza, algo que aguanta todo: una imagen de ese casero de la montaña vasca. A eso se refiere el título, en el que Hasier contrapone su suavidad y dulzura a ese ser de prado pequeño del Baztan, recio y duro. N del A.

caravansari 95 Negrín y Hasier Larretxea han compaginado sus contra la madera y la palabra poética: “líneas de disciplinas, el diseño gráfico y la poesía, para crear, literatura como hachazos”. tal como indica el propio título, un poster cada día. Por otra parte, a partir del libro Larremotzetik, Publicamos a continuación cinco poemas del au- Larretxea está recorriendo ciudades españolas con tor, muestra exquisita de su recorrido poético: una pequeña performance junto a su padre: mien- dos poemas extraídos de Atakak, un poema de tras Hasier recita poesía, su padre, leñador, corta Larremotzetik, otro de Niebla fronteriza, y por úl- troncos al estilo vasco. Resulta una combinación timo un poema inédito [“Ahanzturaren itzalpean”]. de sensaciones en contraste: lo tradicional y lo transgresor, lo seco y lo dulce, el sonido del hacha Alex Gurrutxaga Muxika

[JOAREAREN DOINUAK]

Joarearen doinuak eguneko orduen errestoak markatzen ditu.

Elizako ezkilek herriko goxotasuna hausten duten arte, haizea ausartzen ere ez den tokian.

[El sonido del cencerro/ marca las horas del día. Hasta que las campanas de la iglesia rompen la apacibilidad del pueblo,/ en el lugar donde ni el viento se atreve.]

(De Atakak, 2011 / Barreras, 2013)

[ISILEAN KANTATZEN...]

Isilean kantatzen den memoriara itzuliz urruntzen den soinua.

Haize bolada zakarra, hamar segunko iraunkor, oloari forma, memoria eta duintasuna eman.

Begirada mantendu. Desiratzen dena eskuratu daitekee5,4 ptla jakin.

Distantzia iristeko modua da. Bide bat zirriborra5,4 pttzea.

Soro goldatuan, oihartzuna, oroitzapenaren erreflexua izan dadin erdietsi.

[Sonido que se aleja para volver/ a la memoria tarareable.

Ráfaga tosca,/ diez segundos perennes/ para darle forma, memoria/ y dignidad a la avena.

Mantener la mirada./ Saber que se puede conseguir/ lo que se desea.

La distancia es una manera de llegar./ De trazar un camino.

Conseguir que el eco sea el reflejo/ del recuerdo en el campo arado.]

(De Atakak, 2011 / Barreras, 2013)

96 caravansari [JATORRIAREN SINESMEN...]

Trenco una branca. Animic

Jatorriaren sinesmen markak begi bazterretan zelatari izanen ditugu iraganeko errestoak sendatu eta garbitzera iristen ez bagara. Nora joaterik jakinen bagenu, nondik gatozen asmatzerik genuke. Iturburo oro argiztatuz gero, gure egin ditugun lelo, ereserki, eta melodien durundak ulertu eta aldarrikatzera iritsiko ginateke. Bizitzan emandako lehen pausoetara bueltatzerik bagenu. Haurtzaroko arriskurik gabeko oihartzunean ezinezkoa zitzaigun erortzea, zelatan genituen amaren esku leunek zuzentzen baitzuten erorketarako joera hura. Hitzek isiluneak baino eragiten ez dituztenean, azken hitzaren lehen sententzia mahai gaineratzen da. Zirrikitu (berri) bat, ireki berria den amildegiaren islaren zimurra, egurrezko mahai zaharkitu marradunean.

[Rompo una rama. Animic

Si no llegamos a curar y a limpiar los restos del pasado serán centinela en la orilla de los ojos las señales de creencias de un origen. Si supiéramos a dónde ir, podríamos adivinar desde dónde venimos. Si iluminamos todo manantial podríamos llegar a entender y a proclamar el estruendo de las consignas, de los himnos y las melodías que hicimos nuestros. Si pudiéramos retornar a los primeros pasos que dimos en la vida. En el eco sin riesgo de la infancia era imposible caer; las manos suaves de la madre que estaban al acecho corregían aquella tendencia a la caída. Cuando las palabras no generan más que silencios, se pone sobre la mesa la primera sentencia de la última palabra. Una (nueva) fisura, arruga del reflejo del precipicio recién abierto en la vieja mesa rayada de madera.]

(De Larremotzetik, 2014)

[ESCRIBIR SOBRE LA CORTEZA…]

Escribir sobre la corteza del árbol huida, añoranza, retorno sobre la explosión de colores del otoño en el valle. El reflejo del paisaje de hojas en el iris que brilla como la tierra y su raíz, gota de rocío del amanecer.

Escribir sobre los escondrijos del bosque y sus secretos patria, mirlo, cesta, sudor. Escribir tierra, cielo, camino.

Escribir miedo, sus portillos. Escribir mano, fuego, cariño, despedida.

Escribir la libertad del campo, su disposición. Escribir a través de la ventana. Escribir vencejo, pastor, ladrido, mus.

Escribir vida. Escribir sueño. Escribir ser. Escribir, después de la muerte.

Escribir, siempre, a través del paisaje.

(De Niebla fronteriza, 2015)

caravansari 97 [AHANZTURAREN ITZALPEAN]

Ahanzturaren itzalpean [En la sombra del olvido/ somos el susurro del haizearen xuxurla gara. viento.

Birikak berriz ere haizatuko ez dituen El mismo eco/ que no inflará de nuevo los pul- oihartzun bera. mones.

Nola ireki, lumak kolore eztandari hala, Cómo abrir, como las plumas a la explosión de esternoia. colores,/ el esternón.

Ez gara baso bereko hostoak. No somos hojas del mismo bosque./ El viento no Haizeak ez gaitu era berean birrinduko. nos destrozará de la misma manera.

Nola ikusi, paisaia ezteztapen berri bat denean. Cómo ver, cuando el paisaje es una nueva nega- Itxaronaldia, arnasketaren etena. ción./ La espera, la interrupción de la respiración.

Nola bizi haizerik ez badago. Cómo vivir si no hay viento./ Si las vivencias son Bizipenak erretako argazkien errautsa badira. polvo de las fotografías quemadas./ Acantilado Okertutako memoriaren labar indargea. débil de la memoria torcida.

Oihanartean, isildutako pausoaren urruntzea. En la espesura, el alejamiento del paso silencia- Iragaiterik ez diren bazterretan do./ En los márgenes intransitables/ rosarios que zintzilikatutako errosarioak. cuelgan.

Zer besarkatu heldulekurik ez badago. Qué abrazar si no hay asideros./ Se extingue el Iraungi da ahanztura azken hatsaren tunelean. olvido en el túnel del último suspiro.

Iluntasunaren erreflexuan baino ezin dugu elkar ikusi. Solo podemos vernos el uno al otro en el reflejo Itzalpetako dantza errarian, ifrentzuen maskara(d)an. de la oscuridad./ En el baile de sombras equivo- Kandelen argitasun-ahurrean. cado, en la máscara(da) del revés./ En la lumino- sidad cóncava de las velas. Perfilez baino ez dakusagu errealitateak jaurtikitako txanpon erdoildua. Solo vemos de perfil/ la moneda roñosa que nos lanza la realidad. Haragia biziraupenaren zauria da. Zintzilikatutako aurrejuzguen eskama. La carne es herida de la supervivencia./ Escama de los prejuicios que cuelgan. Ihes egindakoen memoriaren itzal-babeslea. Erakustera ausartu gabeko keinuen posta kodea. Sombra protectora de la memoria de quienes huye- Dardararen zirkuitulaburra. ron./ El código postal de los gestos que no se atre- Begirada bakoitzean aterperatutako esanahien lurmurturra. vieron a mostrar./ El cortocircuito del temblor./ El cabo de los significados cobijados en cada mirada. Nola izendatu izendaezinaren hutsunea. Nola adierazi isiltasuna isil-gordeen enbuduan Cómo nombrar el vacío de lo innombrable./ soka batek ezpainak inguratuak badizkigu, Cómo expresar el silencio en el embudo del sigi- mingaina sugearen pozoina bada. lo/ si una cuerda nos rodea los labios,/ si la lengua es veneno de la culebra. Nola kulunkatuko dugu ahanztura hitzak listu bilakatu bazaizkigu, Cómo acunaremos el olvido/ si las palabras se nos izendatzeko ahalmena ebatsi badigute. han convertido en saliva,/ si nos han robado la capacidad de nombrar. Ez gaitu entzutera prest ez direnen iseka putzu batek baino banatzen. No nos separa más que un charco de insultos/ de quienes no están preparados para escucharnos.]

(Inédito)

98 caravansari Héctor Mediavilla Josefa Contijoch Pratdesaba

Neix a Manlleu (Plana de Vic), el 20 de gener de “l’any de l’aiguat”, filla d’una família d’impressors i llibreters. Des de l’any de la seva creació (1992, per iniciativa de Montserrat Abelló i Maria-Mercè Marçal), va formar part del Comitè d’Escriptores del Centre Català del PEN Club, i forma part de l’equip fundador del col·lectiu QUARK POESIA. És autora dels poemaris De la soledad primera (Editorial Trimer, 1964), Aquello que he visto (Ediciones Alorca, 1965), Congesta (Edicions 62, 2007), Cançons de seda i de ferro (Senhal núm. 137, Llibreria 22, 2014; amb dibuixos de TO Gallardo) o Baix continu (Edicions de 1984, 2014), entre d’altres, i ha estat antologada per Montserrat Rodés a Ganiveta, Antologia poètica 1964-2011 (Lleonard Muntaner, Editor, 2012). Ha conreat també la novel·la amb títols com ara La dona liquada (Editorial Columna, 1990 [Premi de Novel.la Ciutat de Palma 1989]), Rímmel (Editorial Columna, 1994), Recetas para el amor (Ara Llibres, 2013), Més receptes per estimar (Ara llibres, 2007) o Sense alè (Edicions de 1984, 2012 [Premi Ciutat de Barcelona de literatura en llengua ca- talana 2012, Premi crítica Serra d’Or 2013, XLII Premi Creixells de l’Ateneu 2013]). És també traductora.

Traduccions de Mateo Rello.

[Nace en Manlleu (Plana de Vic), el 20 de enero de “el año del chaparrón”, hija de una familia de impresores y libre- ros. Desde el año de su creación (1992, por iniciativa de Montserrat Abelló y Maria-Mercè Marçal), formó parte del Comitè d’Escriptores del Centre Català del PEN Club, y forma parte del equipo fundador del colectivo QUARK POESIA. Es autora de los poemarios De la soledad primera (Editorial Trimer, 1964), Aquello que he visto (Ediciones Alorca, 1965), Congesta [Ventisquero] (Edicions 62, 2007), Cançons de seda i de ferro [Canciones de seda y de hierro] (Senhal núm. 137, Llibreria 22, 2014; con dibujos de TO Gallardo) o Baix continu [Bajo continuo] (Edicions de 1984, 2014), entre otros, y ha sido antologada por Montserat Rodés en Ganiveta, Antologia poètica 1964-2011 [Cuchilla...] (Lleonard Muntaner, Editor, 2012). Ha cultivado también la novela con títulos como La dona liquada [La mujer licuada] (Editorial Columna, 1990 [Premi de Novel.la Ciutat de Palma 1989]), Rímmel (Editorial Columna, 1994), Recetas para el amor (Ara Llibres, 2013), Més receptes per estimar [Más recetas para el amor] (Ara lli- bres, 2007) o Sense alè [Sin aliento] (Edicions de 1984, 2012 [Premi Ciutat de Barcelona de literatura en llengua catalana 2012, Premi crítica Serra d’Or 2013, XLII Premi Creixells de l’Ateneu 2013]). Es también traductora.

Traducciones de Mateo Rello.]

[AMB BOIRA O CEL CLAR]

Amb boira o cel clar t’he de deixar anar que peses massa

el teu record quimera blanca al cor i terregada

t’hauré de deixar anar fosca i pesada clara i lluenta

estel errívol que em tapones el cor que peses massa.

[Con niebla o cielo claro/ debo dejarte ir/ que pesas demasiado

tu recuerdo quimera/ blanca en el corazón/ y cisco

he de dejarte ir/ oscura y pesada/ clara y reluciente

estrella errante/ que el corazón me taponas/ que pesas demasiado]

100 caravansari REGAL DE REIS

No cal que em portis res ni que em vinguis a dar el terreny del rocam que encara conservem amb una mica d’escalf dels teus ulls guspirejants en té prou i prou i prou el meu cor guspirejant.

[No es necesario que me traigas nada/ ni que vengas a darme/ el terreno aquel del roquedal/ que conservamos con un poco de calor/ de tus ojos chis- peantes/ tiene bastante bastante/ mi co- razón chispeante] [S’ACABA EL TEMPS]

S’acaba el temps sense perill de res

sí que sempre ens han rondat aquells ensurts desconjuntats

amb tot i amb res hem arribat al lloc nostrat que ens esperava

de soledat privada i clara on proclamar-nos innocents de tant disbarat.

[Sin peligro de nada/ se acaba el tiempo

sí que siempre nos rondaron/ los sobresaltos esos/ descoyuntados

con todo y con nada hemos llegado/ al lugar tan nuestro que nos aguardaba

de soledad privada y clara/ en la que proclamar- nos inocentes/ de tanto disparate] [EL CEL ESTRIPA NÚVOLS]

El cel estripa núvols no sap si plorar o riure el riu brogent a ran vespre s’emporta estibes de records pilots d’endergues mentre dorms a la palla la dolcesa dels núvols.

[El cielo desmenuza nubes/ no sabe si llorar o reír el río tumultuoso/ al filo del ocaso arrastra estibas de recuerdos/ montones de trastos mientras duermes en la paja/ la dulzura de las nubes.]

(Inèdits)

caravansari 101 Xènia Dyakonova

Va néixer el 1985 a Leningrad, actual Sant Petersburg. És llicenciada en Teoria de la Literatura i Literatura Comparada per la Universitat de Barcelona. Autora de tres poemaris en llengua russa, en català ha publicat el poemari Per l’inquilí anterior (Blind Books, 2015), traduccions de relats de Txékhov (El Monjo Negre, Laertes, 2003) i Tolstoi (El Pare Sergi, Lleonard Muntaner, 2010) i una antologia poètica d’Aleksander Kuixner (És tot el que tenim, Llibres del Segle, 2013). El 2014 va rebre, a Sant Petersburg, el II premi en la modalitat de cicle poètic en el concurs Joseph Brodsky de poesia. Actualment imparteix classes a l’Escola d’Escriptura de l’Ateneu Barcelonès i col·labora com a crítica literària amb el diari Ara.

Traduccions de José Antonio Arcediano

[Xènia Dyakonova Nació en Leningrado, actual San Petersburgo, en 1985. Es licenciada en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Barcelona. Autora de tres poemarios en lengua rusa, en catalán ha publicado el libro de poemas Per l’inquilí anterior [Por el inquilino anterior] (Blind Books, 2015), traducciones de relatos de Chéjov (El monjo negre [El monje negro], Laertes, 2003) y Tolstoi (El pare Sergi [El padre Sergio], Lleonard Muntaner, 2010) así como una antología poética de Alexander Kushner (És tot el que tenim [Es todo lo que tenemos], Llibres del Segle, 2013). En 2014 recibió, en San Petersburgo, el II premio en la modalidad de ciclo poético en el concurso Joseph Brodsky de poesía. Actualmente imparte clases en la Escuela de Escritura de l’Ateneu Barcelonès y colabora como crítica literaria en el diario Ara.]

FACTURA 1

Com un esquinç, com una hemorràgia m’acosten els seus versos, com un nen solcat de varicel·la. Què puc dir per allargar-los tristament la vida? I em surt: «és suggerent», o «és subtil» de sobte, com un herpes a la boca hipòcrita, però ells no en tenen prou, i tots vomiten amor mal digerit (per què damunt de mi?), i tots em criden al soterrani del seu cor en flames, com si pogués sortir del seu infern en tot moment, i sense cap cremada.

[Factura 1 Como un desgarro, como una hemo- rragia/ me acercan sus versos, como un niño/ surcado de varicela. ¿Qué puedo/ decir para alargarles tristemen- te la vida?/ Y me sale: “es sutil”, o “es sugerente”/ de golpe, como un herpes en la boca/ hipócrita, pero a ellos no les basta,/ y todos vomitan/ amor mal digerido (¿por qué encima/ de mí?) y todos me gritan/ en el sótano de su co- razón en llamas,/ como si pudiese salir de su infierno/ en todo momento, y sin quemaduras.]

102 caravansari D’AMOR 4

He somiat que estava malalta, i al fons de l’habitació, tu també hi eres. És només en els somnis que mires així, atentament, per la finestra?

Hi havia més gent al meu voltant, però les seves cares no encaixaven amb els noms. No sé qui va dur les flors, i eren boniques, però mentien descaradament. I m’hauria mort, però tu em deies alguna cosa. És només en els somnis que parles així o potser és la teva veu vertadera? FACTURA 5

[Carta de amor 4 No m’acabo de creure que t’hagis mort del tot: com He soñado que estaba enferma, y en el fondo/ de si fos una extravagància indigna d’algú que sempre la habitación, tú también estabas./ ¿Solamente en havia estat tan fiable. Ahir vaig posar una foto teva en los sueños miras así,/ atentamente, por la ventana? un marc, i es va passar la nit sobre el meu escriptori. Avui he vist que el vidre estava entelat: ets tu qui, Había más gente a mi alrededor,/ pero sus caras no des de dins, l’has cobert amb el teu alè, o sóc jo, que encajaban/ con los nombres. No sé/ quién trajo las començo a oblidar-te? flores,/ y eran bonitas, pero mentían descaradamente. Y me habría muerto,/ pero tú me [Factura 5 decías algo./ ¿Solamente en los sueños hablas así/ No acabo de creerme que te hayas muerto del todo: o tal vez/ es tu voz verdadera?] como si fuese una extravagancia indigna de alguien que siempre había sido tan fiable. Ayer puse una foto tuya en un marco, y se pasó la noche sobre mi escri- torio. Hoy he visto que el cristal estaba empañado: ¿eres tú quien, desde dentro, lo has cubierto con tu aliento, o soy yo, que empiezo a olvidarte?]

(De Per l’inquilí anterior, 2015)

[COMPREM CABELLS I RELLOTGES]

«Comprem cabells i rellotges». A qui se li acut po- sar un anunci així? A un detectiu submarí que bus- ca el tresor d’un nàufrag? A un pintor que enganxa rínxols i busques rovellades en un tros de cartró asi- mètric que li ocupa tot el taller? En qualsevol cas, m’he copiat la frase: segur que li agrada a un oncle meu que escriu sonets a les làpides funeràries. [AVUI HE PINTAT, TINC L’ÀNIMA OLIOSA] (Inèdit) Avui he pintat, tinc l’ànima oliosa, i m’he amagat darrere un paravent [Compramos cabellos y relojes per recollir els pètals d’una rosa “Compramos cabellos y relojes”. ¿A quién se le ocu- que m’ha cremat les mans secretament. rre poner un anuncio así? ¿A un detective submarino que busca el tesoro de un náufrago? ¿A un pintor que (Inèdit) pega rizos y agujas oxidadas en un trozo de cartón asimétrico que le ocupa todo el taller? En cualquier caso, me he copiado la frase: seguro que le gusta a [Hoy he pintado, tengo el alma oleosa un tío mío que escribe sonetos en lápidas funerarias.] Hoy he pintado, tengo el alma oleosa,/ y me he es- condido tras una mampara/ a recoger pétalos de una (Inédito) rosa/ que, en secreto, las manos me quemara.]

(Inédito)

caravansari 103 Jordi Valls

Veure nota bio-bibliogràfica a la transcripció de la taula rodona en aquest mateix número.

Traducció de Mateo Rello.

JOAN MARGARIT

Joan Margarit és una flor ferida en el teatre de les transfusions capvesprals. Com Shakespeare, a la ronda de nit va xuclant: l’amor, la traïció, la venjança, l’estupidesa, la rancúnia, l’amistat i el poder. Les estructures del castell glaçat d’Elsinore trontollen quan el fantasma reclama atenció i el príncep s’autolesiona i es mortifica “Que bons fills seríem si haguéssim bons pares!”. L’error del passat li espatlla la voluntat d’aclarir-se. Tot això ve de dues guerres mal resoltes: dos talls secs de bisturí en l’herència i el futur.

Joan Margarit és una flor ferida que arrela en el trau de la camisa, la galta com l’asfalt implacable encén els mistos de la vida fugint de la congelació blava en una flameta de fòsfor blau. Confoses les ninetes amb el gota a gota més lent, més escàs, cada cop més indestriable.

[Joan Margarit Joan Margarit es una flor herida/ en el teatro de las transfusiones crepusculares./ Como Shakes- peare, en la ronda nocturna/ va chupando: el amor, la traición,/ la venganza, la estupidez, el rencor,/ la amistad y el poder. Las estructuras/ del castillo helado de Elsinore se tambalean/ cuando el fantasma reclama atención/ y el prín- cipe se autolesiona y se mortifica/ “¡Qué buenos hijos seríamos si hubiésemos/ buenos padres!”. El error del pasado/ estropea su voluntad de aclararse./ Todo esto viene de dos guerras mal resueltas:/ dos cortes secos de bisturí en la he- rencia y el futuro.

Joan Margarit es una flor herida/ que enraíza en el ojal de la camisa,/ la mejilla como el asfalto implacable/ enciende los mixtos de la vida/ hu- yendo de la congelación azul/ en una llamita de fósforo azul./ Confusas las pupilas con el gota a gota/ más lento, más escaso, cada vez más in- distinguible.]

(Inèdit)

104 caravansari Chus Pato

(Nota de la autora en la transcripción de la mesa redonda en este CARAVANSARI).

Traducción de la autora.

PARA FRANCISCO CORTEGOSO

É así que o nome é infranqueábel e da súa contemplación ou teoría florece unha escritura e outra e outra?

que a escritura é franca e nela flúe todo o que é nacido?

que se espalla sendo o seu cómaro un múltiple de nomes ou nome todos eles insensatos sen posibilidade de lectura mudos?

tal as pétalas na corola así a escritura derredor dos nomes

por iso podes desatender ao home que fala e preguntar polo nome do brión que medra en forma de estrela ou alzar a vista e dar coa diferente a folla da sobreira

mira mira

[Para Francisco Cortegoso ¿Es así/ que el nombre es infranqueable/ y de su contemplación o teoría/ florece una escritura/ y otra/ y otra?

¿que la escritura es franca/ y en ella fluye todo lo que es nacido?

¿que se disemina/ siendo su extremo/ un múltiple de nombres o nombre/ todos ellos insensatos/ sin posibilidad de lectura/ mudos?

tal los pétalos en la corola/ así la escritura alrededor de los nombres

por eso puedes desatender al hombre que habla/ y preguntar por el nombre del musgo que crece en forma de estrella/ o alzar la vista/ y encontrar la diferente/ la hoja de la encina

mira mira]

caravansari 105 Gonzalo Hermo

Nacido en 1987 en Taragoña (Rianxo), se licencia en Filología Gallega en la Universidad de Santiago de Compostela en 2010. En la actualidad trabaja en el ILGA (Instituto da Lingua Galega) y pertenece al colectivo Redes Escarlata junto a poetas como Xavier Cordal o Chus Pato. Tras la publicación de Crac (Barbantesa, 2011), primer premio del certamen Xuventude Crea, sale a la luz Celebración (Apiario, 2014) [ver sección Lentes de Baskerville en este número], título recientemente galardonado con el Premio Nacional Miguel Hernández en la modalidad de Poesía Joven. A este poemario, pertenecen los poemas incluidos a continua- ción, acompañados además por las traducciones al castellano de la poeta Miriam Reyes.

[FALÁRONNOS DO SUR...]

Faláronnos do sur como dun lugar prohibido.

Dixéronnos:

“Todo canto foi materia ou corpo hoxe é dogma.

E organízase contra nós”

Pregúntome que sensación me invadirá cando dea regresado por fin sen restos.

Se haberá cinza que recorde

carne capaz de comprender a altura deste encontro

[Nos hablaron del sur como de un lugar prohibido.// Nos dijeron:// “Todo cuanto fue materia o cuerpo hoy es dogma.// Y se organiza contra/ nosotros”// Me pregun­to qué sensación me invadirá cuando consiga regresar por fin sin restos.// Si habrá ceniza que recuerde// carne capaz de comprender/ la altura de este/ encuentro]

[ESTOU AQUÍ...]

Estou aquí. En fronte atópase o resto do mundo.

O vento do norte sutura o teu verbo a esta casa. Instala o noso medo na raíz. Ponlle nome a aquilo que cremos amar por moito tempo.

Pensa no instante en que soubemos que este muro caerá. Abre a porta, deixa pasar os cans: que coman da mesa.

Para que cheire a terra a entroido ou barricada dunha vez. Para que cheire a algo que se desfai e se compón constantemente.

Non deteñas a ollada na beleza do incendio.

Abre unha fisura.

Rompe o círculo.

Escapa

[Estoy aquí. Enfrente se encuentra el resto del mundo.// El viento del norte sutura tu verbo a esta casa./ Instala nuestro miedo en la raíz./ Le pone nombre a aquello que creímos amar por mucho tiempo.// Piensa en el instan- te en que supimos que caerá este muro./ Abre la puerta, deja pasar los perros: que coman de la mesa.// Para que huela la tierra a carnaval o a barricada de una vez./ Para que huela a algo que se deshace y se recompone cons- tantemente.// No detengas la mirada en la belleza del incendio.// Abre una fisura.// Rompe el círculo.// Escapa]

106 caravansari [FREIXO NEGRO...]

Freixo negro sen gromos, sen pulmón baixando contigo pola riada de neve que

conduce á nai.

Como se vestísemos de novo a pel primeira.

Quixera saber se darei regresado do frío cun corazón imposible de dicir que non se domestica cando o excedes.

Que non rebenta na antese cos demais porque non deixou de agromar des que temos memoria

porque non hai desta vez un agora ou un nunca nin hai animal que conspire contra a brazo que o aleita.

Desde o púlpito que amosa a túa carne sen nome quixera ver

este alento cortado polo albor

esta orixe imposible que nos apurra e se ausenta.

Esta abundancia

[Fresno negro sin yemas, sin pulmón// bajando contigo por la riada de nieve que// conduce a/ la madre.// Como si vistiésemos de nuevo la piel primera.// Quise saber/ si podría regresar del frío/ con un corazón imposible de nombrar/ que no se domestica/ cuando lo excedes// Que no revienta en la antesis con los demás/ porque no ha dejado de brotar desde que tenemos memoria// porque no hay esta vez ni un ahora ni un nunca/ ni hay animal que conspire contra el brazo que lo alimenta// Desde el púlpito que muestra tu carne sin nombre/ quise ver// este aliento cortado por el albor// este origen imposible que nos azuza y se ausenta.// Esta abundancia]

[SUENAN CASCAJOS DE LIMO…]

Suenan cascajos de limo, piedra preparada para la muerte en el lugar donde arderás.

No amaremos la ruina como amamos la culpa.

Será la vida nueva

una ley preparada para la piel que yació a tu lado en invierno.

Tenemos mala sangre para el cambio pero aquí cada cuerpo importa

cada vida es la vida de los que están junto a nosotros aguardando que el tránsito pase

llevando el corazón al límite de sí.

Para decir adiós y saludar

la carne del otro.

Su fuerte aroma a extranjería.

Su música.

caravansari 107 Manuel Álvarez Torneiro

Nació en A Coruña, en 1932. Es uno de los poetas más importantes de la literatura gallega. Autor de diecisie- te poemarios, cuyo magisterio ha sido destacado por la crítica y por los lectores, cuenta en su haber con pres- tigiosos galardones. En 2013 recibió el Premio Nacional de Poesía, siendo esta la primera vez que dicho reco- nocimiento recaía en un poeta de lengua gallega. [Ver artículo en págs. 55-58}

Traducciones de Teresa Seara.

FERVOR EN GRIS

Tiñamos que soñar, forzosamente. Non había outro reino, outro almanaque que ir desfollando, outro xiz que gastar, nin outra ocupación de dignidade, nin guerra á que alistarse.

Non había onde ir con noite enteira, nin enigma que estudiar, nin rosa de esplendor con que vencelo.

Abril cumpría anos na tristeza. Abril xa ía vello.

Tivemos que facelo abrindo os ollos ata a dor de ollar; que maldición foi todo, opacidade e labio delatado.

Non houbo máis saída que o soño armado, que ler no mar, que mata-la gramola violeta, que ler nas cicatrices transeúntes, que atende-lo argumento daquel bosque baixo a tormenta: que resistir nun soño, en lava viva.

Que nin o día de mañá había por non haber.

[Fervor en gris Teníamos que soñar, forzosamente./ No había otro reino, otro calendario/ que ir deshojando,/ otra tiza que gastar,/ ni otra ocupación de dignidad,/ ni guerra en la que alistarse.

No había adonde ir en plena noche,/ ni enigma que estudiar,/ ni rosa de esplen- dor con que vencerlo.

Abril cumplía años en la tristeza./ Abril era ya viejo.

Tuvimos que hacerlo abriendo los ojos/ hasta el dolor de mirar;/ qué maldición fue todo, opacidad y labio delatado.

No hubo más salida/ que el sueño armado,/ que leer en el mar,/ que matar la gramola violeta,/ que leer en las cicatrices transeúntes,/ que atender al argumento de aquel bosque/ bajo la tormenta:/ que resistir en un sueño, en lava viva.

Que ni el día de mañana había/ por no haber.]

(De Habitante único, 1997)

108 caravansari AS PALABRAS

Pero as palabras que non son amor, bocas de amor, tormenta, chaves para salvarlle a entrada á luz esquiva, auga para agrandar a sede, mellor botalas ó pozo do silencio e cegalo con pedras, mellor amortallalas, poñer sinal de cinsa, arquivalas no fume, na orixe do infecundo. DURMIREMOS UN DÍA Mellor que sexan nada se non son polpa, vértebra, Durmiremos un día liberados: sexo, raíz ou aura, nós, os que suplicamos, baranda que nos tenta. os que tivemos sede, Se non valen os que fomos tristeza ollando unha arañeira, para darse en acacia de saúdo, os que lemos a Rilke en trigo de convite, e aceitamos a chaga inutilmente, en vasilla de vésperas, os viaxeiros na noite coma os ríos, en material de canto, os existencialistas de novembro e borra, lirio promiscuo, os que abrimos a música e soubemos corazón. que dentro había morte; os benaventurados na desfeita segundo os inocentes. [Las palabras Pero las palabras que no son amor,/ Os que non navegamos: non foi imprescidible. bocas de amor, tormenta, llaves/ para Vivir foi necesario, contrariando a Plutarco. franquearle la entrada a la luz esqui- va,/ agua para agrandar la sed,/ mejor Os grandes asasinos que mataron o tempo echarlas al pozo del silencio/ y cegar- que volve vingativo, lo con piedras,/ mejor amortajarlas,/ os que gardamos cartas cun bico no remate poner una señal de ceniza,/ archivar- e outro na posdata, las en el humo,/ en el origen de lo in- os ennoivados sen máis avoengo, fecundo. os sempre aparecidos en combate durmiremos un día, liberados, Mejor que sean nada/ si no son pulpa, e nada soñaremos. vértebra,/ sexo, raíz o aura,/ baran- da que nos tienta./ Si no valen/ para darse en acacia de saludo,/ en trigo [Dormiremos un día de convite,/ en vasija de vísperas,/ en Dormiremos un día liberados:/ nosotros, los material de canto,/ lirio promiscuo,/ que suplicamos,/ los que tuvimos sed,/ los que corazón.] fuimos tristeza mirando una telaraña,/ los que leímos a Rilke/ y aceptamos la llaga inútilmen- (De Epicentro, 2003) te,/ los viajeros en la noche como los ríos,/ los existencialistas de noviembre y sedimento,/ los que abrimos la música y supimos/ que dentro había muerte;/ los bienaventurados en la deba- cle/ según los inocentes.

Los que no navegamos: no fue imprescindible./ Vivir fue necesario, contrariando a Plutarco.

Los grandes asesinos que mataron el tiempo/ que vuelve vengativo,/ los que guardamos car- tas con un beso en la despedida/ y otro en la postdata,/ los ennoviados sin más abolengo,/ los siempre aparecidos en combate/ dormire- mos un día, liberados,/ y nada soñaremos.]

(De Os ángulos da brasa, 2012)

caravansari 109 PASANDO IGUAL CA UN RÍO

Aquí é a morte se se mira un río ou se dobra a esquina da rúa das infancias ou se medita na duración do amor ou nas lilas de Mozart ou na ira.

Aquí os homes morren no libro do imposible, nunha hipótese azul, nun alento obrigado nunha á á deriva polos anos, nun soño con paisaxes de Constable.

E na palabra escura, como ofensa, ESPIDA COMO A AUGA como armazón de culpa. E na palabra fértil como xardín estraño: Desvestida de todo, se é posible. madrigal, liquidámbar, lapislázuli... Tan só de ti vestida, sen a túnica da sacerdotisa, E ocorre diariamente, sen motivo, sen a xoia que obriga ao eloxio instantáneo. manipulando a dinamita dunha primavera Insigne na nudez. ou vivindo no ozono ocasional dun soño, En ti mesma, sen nada. na fame contra un pan que se resiste ou batendo cun sexo levantado en armas A cremalleira aberta. e descendido en lirio apesarado. Sen sentido os botóns: que nada pechen. Descalza como a lúa que fai noite no pórtico. E sen gañar medallas, franqueándolle o paso a novos danos. Despoboada de ciencia, negándote doutora, Aquí morremos contemplando un río sabes igual que un día sen pasado: infinito de idades, puntual nos naufraxios; suor leñosa e doce, xigantes de epigrama, terra tersa, cedendo e en desacordo, paganía de cidras e outeiros. sumando calendarios, malescribindo un canto, Espida como a auga unha autobiografía, das fontes primeirizas, pasando como un río, sonora para as voces do poema. sendo río. Sabes a mundo, a trigo, a chuvia aberta, ao indulxente abril dos solitarios, [Pasando como un río abrazada na noite da posesión dos corpos: Aquí es la muerte si se mira un río/ o se dobla la esqui- esa humana piedade na de la calle de las infancias/ o se medita en la dura- que aínda afirma. ción del amor/ o en las lilas de Mozart o en la ira.

Aquí los hombres mueren en el libro de lo imposible,/ [Desnuda como el agua en una hipótesis azul, en un aliento obligado/ en un Desvestida de todo, si es posible./ Tan solo de ala a la deriva por los años,/ en un sueño con paisajes ti vestida,/ sin la túnica de la sacerdotisa,/ sin la de Constable. joya que obliga al elogio instantáneo.

Y en la palabra oscura, como ofensa,/ como armazón Insigne en la desnudez./ En ti misma, sin nada. de culpa./ Y en la palabra fértil como jardín extraño:/ madrigal, liquidámbar, lapislázuli... La cremallera abierta./ Sin sentido los botones: que nada cierren./ Descalza como la luna que Y ocurre diariamente, sin motivo,/ manipulando/ la hace noche en el pórtico. dinamita de una primavera/ o viviendo en el ozono ocasional de un sueño,/ en el hambre contra un pan Despoblada de ciencia,/ negándote doctora,/ que se resiste/ o colisionando con un sexo levantado sabes igual que un día sin pasado:/ sudor le- en armas/ y descendido en lirio apenado. ñoso y dulce,/ tierra tersa,/ paganía de cidras y colinas. Y sin ganar medallas,/ franqueándole el paso a nuevos daños. Desnuda como el agua/ de las fuentes primeri- zas,/ sonora para las voces del poema. Aquí morimos contemplando un río/ infinito de eda- des, puntual en los naufragios;/ gigantes de epigra- Sabes a mundo, a trigo, a lluvia abierta,/ al in- ma,/ cediendo y en desacuerdo,/ sumando calenda- dulgente abril de los solitarios,/ abrazada en la rios,/ malescribiendo un canto,/ una autobiografía,/ noche de la posesión de los cuerpos:/ esa hu- pasando como un río,/ siendo río.] mana piedad/ que aún afirma.]

(De Onde nunca é mañá, 2014) (De Os ángulos da brasa, 2012)

110 caravansari Héctor Mediavilla Francisca Aguirre: música del pensamiento

Francisca Aguirre tiene la capacidad de transformar el sonido metálico del teléfono en un espacio cálido. Por eso no nos extraña que, en su casa, derribe las distan- de verbo cias al instante y que haga lo mismo en sus libros con el lector.

Nos espera junto a su hija Guadalupe, que intervendrá ocasionalmente en la entre- vista, y su hermana, la pintora Susana Aguirre. Este es el corazón de Paca –como nos pide que le llamemos– y por todas partes palpita su huella: desde la sinfonía de Brahms con la que nos recibe, hasta los cuadros de su padre, el pintor Lorenzo Aguirre, que decoran las paredes. La presencia rutilante del poeta Félix Grande, marido de Paca y ya fallecido, completa este territorio gobernado por el pensa- miento y la humildad.

José García Obrero

Dice Olvido García Valdés que la materia pri- tarde”. ¿Naciste demasiado pronto por ser mu- ma de tu poesía es la tristeza y desde ahí va jer? ¿Llegaste demasiado tarde a la poesía? creciendo tu obra, ¿estás de acuerdo con esta Nací demasiado pronto por ser mujer, en todos los aspec- afirmación? tos. El hecho de nacer mujer, en un mundo como el que Yo considero que la materia prima de mi escritura es la vivimos, casi siempre significa nacer demasiado pronto memoria y la memoria, en mi caso que he nacido en 1930, porque las cosas que nos han permitido de alguna mane- es bastante triste. Así que no hay manera de separar la me- ra ejercer la conciencia de nosotras mismas (la libertad, moria de la tristeza. Sí, estoy muy de acuerdo con Olvido. el sentido de la justicia, la equiparación social, el acceso a la cultura), se nos han posibilitado con cuentagotas y tras Tu infancia fue “oscura como ”: la muchísimo esfuerzo por nuestra parte. Nacer mujer toda- Guerra Civil, el asesinato de tu padre por deci- vía significa, por tanto, haber nacido demasiado pronto. sión de Franco, que te marcará de por vida, la Tal vez dentro de cuatro o cinco siglos no signifique nada hambruna de la posguerra... ¿Supuso la litera- más que un hecho, pero hoy en día sigue siendo sinóni- tura y particularmente la poesía, la luz necesa- mo de carencias y dificultades para acceder a cosas que ria para superar estos episodios? los varones tienen muchísimo más fáciles. No, no, de ningún modo. En mi caso la literatura, y en En cuanto a lo de publicar con 42 años, estoy contenta de concreto la poesía, ha servido fundamentalmente para de- haber podido hacerlo porque sé que hay muchas mujeres jar testimonio, con la pequeña esperanza de que el cono- en este mundo que seguramente, en estos mismos mo- cimiento, la memoria histórica, imposibiliten que vuelvan mentos, están leyendo poemas en reuniones íntimas y sin a repetirse determinadas barbaries. Pero mi confianza de tener recursos para acceder a ningún tipo de publicación. que llegue a la conciencia de los que nos han machacado Yo tuve la suerte de publicar, tal vez no muy pronto, pero la vida y dejen de hacerlo, es mínima; creo poco en los el hecho de conseguirlo ya supone llegar a tiempo. milagros. Es un aviso para navegantes y para que los crea- dores de tristezas sepan que no se olvida y que, por tanto, Por nacimiento hubieses debido pertenecer a la vamos a luchar, en la medida de nuestras posibilidades, Generación del 50, sin embargo, al comenzar a para evitar que esas injusticias vuelvan a suceder. publicar en los años 70, habrías debido adscribir- te a los novísimos. ¿Te has sentido desubicada? “Señor, qué imperdonable/ haber nacido de- Desubicada no, en todo caso, me he sentido integrada en masiado pronto/ y haber llegado demasiado esa organización mundial que llamamos “mujeres”, a la

112 caravansari Paca Aguirre. Foto: José Carlos Nievas

que le cuesta tanto alcanzar casi todo. Se cuentan con los de la selección. Esto ha pasado muchas veces y es una de dedos las premios Nobel, las poetas… No sé qué ocurre las causas de que hayamos llegado un día después y en en este mundo traidor que nos ha tocado vivir, pero hay menor número. Se debe a que este es un mundo organi- una especie de recelo con respecto a la inteligencia de las zado por hombres. mujeres, al desarrollo cultural, emocional que es responsa- ble de su condición de desigualdad como seres humanos.

En “Las Sinsombrero” Concha Méndez llega a “Yo considero que la materia prima de mi afirmar que Gerardo Diego no quería a muje- escritura es la memoria y la memoria, res en sus antologías. ¿Ocurrió algo parecido en mi caso que he nacido en 1930, con las mujeres de tu generación? ¿Funciona- ban los aparatos de propaganda generacional es bastante triste” en contra de las poetas? Resulta curioso que un hombre tan sentimental, que es- cribe el verso “Las naves por el mar, tú por tu sueño”, sienta rechazo hacia una sensibilidad femenina que a él, Hace unos meses el editor Chus Visor levantó en algunos aspectos, sobre todo poéticamente, le es tan un gran revuelo mediático al afirmar que no cercana. ¿A qué responde? Básicamente, a que somos creía en la poesía femenina y que esta, en cual- todos más raros que un caballo azul. No se condice esa quier caso, no está a la altura de la masculina. prevención con las mujeres con la conducta que tuvo ¿Consideras que este tipo de actitudes han in- Gerardo. También es cierto que esto encaja dentro del fluido a lo largo de la historia en el canon de ideario emocional, sentimental y, de alguna manera, de nuestra poesía? ¿Son todavía habituales en el la elección que Gerardo Diego hizo desde su juventud mundo editorial y académico? por una poesía en la que no cabía el insulto, la protesta Esto no merece la pena ser comentado. En mi opinión, enérgica; parecía que estuviese cubierto por una especie Chus no ha tenido en cuenta hasta qué punto lo peor de tul que lo defendía de estos compromisos. que le puede pasar es que este razonamiento suyo se En definitiva, la decisión de no incluir a autoras de cali- difunda, porque está demasiado alejado del sentido co- dad en una antología, no denota nada en contra de las mún. ¿Qué hace usted con todas las mujeres poetas? ¿Es mujeres; subraya, en todo caso, las carencias del autor que Dios les ha concedido a los hombres la exclusividad

caravansari 113 del pensamiento? Algunas de esas mujeres enfrenta- que ya nadie puede negar. Cada cual es dueño de su ca- das a determinados poetas varones, cuyos nombres no beza y de su cuerpo y esto es un avance similar al mejor voy a decir porque soy muy respetuosa hasta con las que se haya podido dar en medicina: es una cura social. porquerías que se pueden llegar a publicar –y yo creo que algunas las ha publicado el camarada Visor–, son Tú fuiste autodidacta; además de eso, tuviste el Olimpo. Parece mentira que un editor como él haya que vértelas con un momento en que el acceso dicho semejante barbaridad. a los autores más brillantes de la generación anterior era misión imposible por estar buena Guadalupe Grande: No tuvo su momento afortuna- parte de ellos proscritos. ¿Te ayudaba el tien- do. Yo creo que es lo que piensa, para bien o para mal. ducho de “Nana de los libros viejos” a acceder Chus no ha estado atento, porque se mueve en otro cir- a esa literatura o devorabas cualquier cosa que cuito, a la irrupción de la poesía femenina de los últimos cayese en tus manos? veinte o treinta años en España y en el último siglo en Empecé devorando cualquier cosa. Conforme fui apren- América; a la enorme cantidad de mujeres que llevan diendo a leer y entrando en contacto con gente que tanto tiempo escribiendo con interés. ejercía la crítica, fui seleccionando mis lecturas. Soy La situación de las mujeres, como sucede con todo aquel plenamente consciente de que a ese tienducho le debo que está en el extrarradio, les obliga a crear desde lu- el haber entrado en el mundo de la literatura. En un pri- gares menos canónicos, y esto rompe los esquemas de mer momento, de la mano de Corín Tellado o Carlos de una crítica a la que le cuesta más colocar la escuadra y Santander, que tenían más que ver con la imaginación el cartabón. que con la literatura en sí. Hasta los veintitantos la cul- Las mujeres de la generación de Paca están fuera del ca- tura que fui adquiriendo era de aluvión. Después, poco non porque son náufragas solitarias. Cada una, desde su a poco, pasé a ser más selectiva. Y más tarde, tuve la soledad y su casa, ha compuesto su propia historia de la li- suerte de conocer a Félix, mi marido, y entre los dos fui- teratura. Por ejemplo, Julia Uceda o María Victoria Aten- mos organizando los asuntos literarios de otra manera. cia, con Paca, no conforman una tendencia o un círculo. A veces tomábamos en consideración lecturas que nos proponían amigos e íbamos discriminando. Todo esto Paca: Especialmente, porque las mujeres lo hemos te- nos llevó a intentar la vía de conocimiento humano. Por nido muchísimo más difícil para que nos permitieran esas fechas acudía al Café Gijón, donde tuve la opor- constituir un grupo y eso nos ha obligado a ir por libre. tunidad de establecer relación con personalidades que Lo cual, como todo en la vida, tiene sus pros y sus con- serían clave para mi poesía. Esto me llevó al Ateneo, tras: a cambio de las dificultades, algunos de los poemas donde conocí a Pepe Hierro, el cual me puso en contac- de estas mujeres son verdaderamente únicos en su gé- to con poetas de la talla de Gabriel Celaya. Además, per- nero. Es muy difícil encontrar a un valiente por ahí que tenecíamos todos “a la pata de los malos”, éramos “los mejore determinados poemas que han escrito las cuatro malditos rojos” y eso comportaba que siempre hubiese “locas” –pienso en Alfonsina Estorni, Rosa Chacel, Julia policías –de paisano, decían ellos– en nuestras reunio- Uceda o María Victoria Atencia, por ejemplo – con las nes. No te imaginas el valor que había que tener para que me siento cómplice. criticar cualquier cosa del Régimen en ese contexto. A las mujeres nos han acorralado tanto que superar las barreras ha provocado resultados asombrosos. En Los maestros cantores dedicas un poema a Luis Rosales, al que también conociste en el ¿Ha funcionado la propaganda generacional, Ateneo. ¿Cómo influyó en tu trayectoria pos- además de contra las mujeres, contra los grupos terior? que no han sido favorecidos por la oficialidad? Luis fue, tanto para Félix como para mí, decisivo en Lo novedoso suele escamar. Antes de que funcione, des- nuestras vidas, porque, entre otras cosas, era una de las pierta cierto temor. Esto se acentúa en una cultura como personas más democrática y más abierta que he cono- la nuestra, que ha empezado a estar viva de un tiempo cido. Era un granadino que tenía dentro de sí la alegría a esta parte. Hasta hace poco el mundo cultural estaba del sur y una relación de felicidad con la palabra. Era un bastante desolado, y de pronto, la olla se destapó y las enamorado hasta los tuétanos del lenguaje. mujeres y los hombres perdieron el miedo a contar sus Yo había leído El Quijote y no me había enterado de la vivencias desde puntos de vista alejados de la opinión cuarta parte, pero cuando él me lo explicó y lo releí, lo comprendí para siempre. Luis había experimentado con ese libro una pasión desesperada por la libertad, que era lo que defendía a ultranza el personaje de Cervantes. “A las mujeres nos han acorralado tanto Solía decir: “El Quijote es uno de esos locos maravillo- que superar las barreras ha provocado sos que van por el mundo y creen en la libertad, pero no resultados asombrosos” solo en la suya, están dispuestos a morir por defender la del que va su lado”. Rosales, además, ejercía una crítica muy benigna con otros autores. Incluso cuando llegaba gente con poemas que podían ser infumables, les hablaba de la música de general, lo hicieron desde prismas personales. Hoy en las palabras, del ritmo al servicio de lo que quiere decir día puede aparecer un homosexual hablando claramen- el poema y otros consejos igual de saludables. te de su amor y si hay alguien a quien le disgusta, pues Y después entré a trabajar con él en el Instituto de Cul- mira, que se largue. Y con las mujeres pasa lo mismo, tura Hispánica. Yo he vivido rodeada de esta gente, cada una con su libertad puede actuar de la manera que no solo de Luis; en el Instituto también estaba Panero considere oportuna; y a los más reticentes no les queda (aunque era una persona más difícil) o José María Ma- otra opción que admitirlo. No hay vuelta atrás. ravall, muy atento al estudio de las revueltas campesi- Hombres y mujeres heterosexuales, homosexuales, tran- nas, y se me pegaba todo lo que decían. He disfrutado sexuales... han construido una vía que antes no existía y muchísimo.

114 caravansari Paca Aguirre. Foto: José Carlos Nievas

José Hierro ha sido otra figura clave en tu for- nada que ver. Yo nunca corregí nada a Félix, sin embar- mación como poeta, sin embargo no le dedicas go, él a mí muchas veces, por esa capacidad que acabo un poema en ese mismo libro. ¿La influencia de explicar. Félix, en el concepto musical, fue para mí de su obra no fue tan destacada como su labor, un maestro inapreciable. Era muy exigente consigo mis- digamos, dinamizadora? ¿Qué ha significado mo y, a la vez, le constaba serlo conmigo, así que, cuan- para tu poesía su magisterio? do me aconsejaba, solía hacerle caso a menudo. Pepe era muy difícil para este tipo de asuntos. Si elogia- bas su trabajo él te decía que no era poeta, sino calvo Guadalupe: Yo creo que ninguno de los dos está ubi- (risas). cado a nivel literario en espacios cómodos. Ella estaba, Hace poco estuve buscando una serie de poemas que le por edad, en una generación y por fecha de publica- dediqué y que a él no le apetecía que se publicaran. Yo ción, en otra; Félix, en tierra de nadie, porque ni casaba no he publicado lo que he escrito sobre él porque era con los novísimos, ni con la Generación del 50, ni en poco partidario de las alabanzas. una poética del 60, que nadie termina de saber definir porque es un cajón de sastre. Ninguno de los dos, cada En el Ateneo conociste a tu marido, Félix Gran- uno desde su lugar, femenino o masculino, “militaba” de. Con el correr del tiempo, ambos recibisteis en alguna de las corrientes predominantes. Esto ha el Premio Nacional de Poesía. Al igual que ha dado lugar a que sus poéticas ni se interpenetren ni se sucedido con tantas parejas literarias (Zenobia repelan: no ha habido espacio de encuentro y tampoco Camprubí y Juan Ramón Jiménez; Rymond de conflicto. Carver y Tess Gallagher o Sylvia Plath y Ted Hughes, por citar algunas) ¿ha habido vasos co- Rizando el rizo y teniendo en cuenta el salto municantes decisivos entre las obras de ambos? generacional, ¿y entre vosotros, es decir, entre En mi opinión, ha habido vasos comunicantes decisivos Félix, Paca y Guadalupe Grande? en la elección temática, pero no en la realización del Guadalupe es como el vitriolo, si me cae una gota enci- poema. Félix era un músico desatado, un apasionado; le ma no queda de mí ni el recuerdo (risas). Es muy exi- sonaban las cosas por dentro, y esa ventaja la ha tenido gente y también tiene mejor oído que yo. Además, está siempre sobre mí. De alguna manera intercambiábamos acostumbrada a corregir lo que no tiene que ver con emociones y sentires, pero en la ejecución no teníamos ella. El que ejerce la cultura para los demás tiene una

caravansari 115 mayor ecuanimidad para echarse una página a los ojos artista que no es múltiple, que no alberga en su interior y no dejar que le influya quién esté detrás y centrarse esa necesidad imperiosa de saber qué le pasa al de al únicamente en el poema. lado; por pensar “Tengo que ir un día más a París”, “Ten- go que volver al mar”, “Tenemos que sacudir de una vez La importancia de la música es evidente en al Gobierno para que se ocupe más de los viejos, de los tu obra; las referencias son continuas. Títulos hospitales, de los niños…”. Un escritor que no experi- como Los maestros cantores o Nanas para dor- menta ese desasosiego permanente, esa inconformidad mir desperdicios lo evidencian. En un verso con los planteamientos de un sistema evidentemente ca- confiesas incluso que sin la música “yo habría pitalista a nivel internacional, que da muy poco a cam- sido otra cosa / y esa cosa habría sido peor”. bio de recibir mucho, ¿qué clase de escritor es? Por mí Sí, segurísimo. Para mí la música es un contacto con lo parte, sé que el día menos pensado voy a escribir otro mejor que tenemos en este mundo. Cuando miro el pai- libro llamando a las cosas por su nombre. saje pienso: “esto es una sinfonía”. Considero que todos los procesos de este planeta tienen un sentido musical, ¿Eres de la opinión de que el escritor debe un ritmo. La vida, en sí misma, cuando está en su sitio y comprometerse en todas sus facetas con la so- nos permite a los seres humanos disfrutar de ella, tiene ciedad y el tiempo que le ha tocado vivir? música; tiene un ritmo que nos convoca a celebrar que Claro. No puede ser que haya esta desidia. Existe un estamos vivos y que nos queda mucho por aprender. desentendimiento muy preocupante en lo que atañe a Todo eso para mí es siempre sinónimo de música. las próximas generaciones, que en estos momentos es- Nietzsche decía que sin la música, la vida sería un error; tán empezando a formarse y necesitan una guía moral yo, parafraseándolo, creo que la vida sería un horror, un que no signifique adormecimiento, un somnífero. Debe- desastre total. En mi curriculum, ocupa el primer pues- mos enseñar a los niños, en primer lugar, que mientras to, antes incluso que la palabra. Estoy convencida de reciben sus clases, hay muchos otros que no pueden ac- que en un primer momento los hombres se comunica- ceder a una educación y, además de eso, no comen. Es ron con el tam-tam y bailando. Sin la música el lenguaje esencial hacer partícipes de esto a los niños que están no hubiera existido. empezando a vivir, que comen todos lo días, que tienen donde salir a jugar y correr mientras medio planeta no Historia de una anatomía te valió el Premio Na- come, ni juega y, por lo tanto, no piensa ni vive. Hay cional. Anteriormente habías conseguido con que mover esa brasa desde la infancia. Está muy bien este mismo poemario el Ciudad de Valencia. Se que se aprendan determinados contenidos evaluables, trata de retratos tan personales e íntimos que pero, además, hay que proporcionarles una enseñanza tú misma los has definido como radiografías, moral y de compromiso con el mundo, ya que ellos ¿qué ha supuesto para tu vida y tu trayectoria van a contribuir a su continuidad, y, si es posible, a su este libro y este reconocimiento? transformación en beneficio de los que tienen cada vez Una gran alegría y el poder publicar un libro, que, tal y menos o casi nada. como está el mundo, es todo un triunfo, un regalo. Ade- No debemos olvidar que por estos motivos Franco mató más, yo nací en Alicante y, en líneas generales, soy va- a tantos maestros de escuela. El saber, el conocimiento, lenciana, y eso para mí tiene un cierto regusto a milagro. la capacidad de discernir lo que está bien de lo que es una estafa, eso lo pueden enseñar los maestros. Por eso, Desde que se publicara Ensayo General, tus cuidar a estos profesionales es vital para el futuro. obras completas, han transcurrido quince años. Actualmente es un libro difícil de encon- Se ha destacado de su poética ese tono cotidia- trar y, además, has escrito nuevos poemarios no, humilde, desde el que alcanza reflexiones fundamentales en tu trayectoria. ¿Te planteas de profundo calado, atrayendo al lector a un una nueva edición de tus obras completas? espacio cercano y cómodo. ¿Responde a una Intentaré en algún momento ver, puesto que, en efecto, posición ética y “de clase” esta manera cómpli- Ensayo General está prácticamente agotado y no se en- ce de entender la poesía? cuentra por ninguna parte, si añadiendo los libros que No te quepa duda. Antes que el estilo o una determina- he escrito posteriormente y ampliándolo, es posible su da utilización del lenguaje, en mi caso, debe existir una reedición. Pero quizás debería planteárselo algún editor. imperiosa necesidad de hablar. Como decía el poema Si los editores no piensan que publicar el libro que ha “José Ramón Cantaliso”: “canta liso, muy liso,/ para escrito un poeta es bueno para él y para el autor, no hay que lo entiendan bien”. La palabra es en sí misma una nada que hacer. “Aquí enterraron de balde por no ha- metáfora de la luz; la palabra ilumina; por tanto, si se llarle una peseta./ ¡No sigas! Era un poeta”, dicen unos va a utilizar para cegar, tienen que explicarse muy bien versos del XIX, y así seguimos. los motivos. Lo que mueve al poeta cuando coloca una página delante del lector es, en principio, la necesidad Es usted una poeta versátil capaz de dar giros de que el que le lea, le entienda. Cuando un lector te formales y conceptuales en cada libro: de un entiende, se une a ti. Para mí escribir es eso, una magní- fondo existencial en Itaca, a cierta concesión a fica vía de comunicación. Dependerá del poeta que esa la ironía y el humor en Nana para dormir des- comunicación sea más o menos intensa, o más o menos perdicios, pasando por unos sonetos en Ensayo lograda en función de cómo maneje el idioma. Yo quie- general, que Manuel Rico considera entre los ro que la gente tenga claro que cuando hablo del dolor, mejores en lengua castellana, o un tono fran- me refiero a una cosa muy concreta que te destroza. Por camente coloquial en Conversaciones con mi tanto, no se me ocurren determinados giros (estoy dis- animal de compañía… puesta a asumir que es una incapacidad mía), porque Para alguien que escribe es fundamental la variación, el entiendo que la palabra es una metáfora en sí misma e darse cuenta de que la vida es cambio. La vida somos intento sacarle el mayor jugo posible. No necesito inven- nosotros, es nuestro vecino, es que llueva o que no llue- tarme que lo blanco es oscurísimo, aunque me parece va, es la política, la amistad, el viaje… En definitiva, un muy respetable la gente que lo hace.

116 caravansari ¿En qué lugar deja los mecanismos inconscien- de mi trayectoria, así como la posguerra, el exilio en Fran- tes que, como todo poeta, debe tener Francisca cia, todos los episodios que han sido capitales en mi vida. Aguirre? Claro que hay mecanismos que te asaltan y te conmocio- ¿Y estás sintiendo esa necesidad actualmente o nan: alegrías, entusiasmos y frustraciones, cosas que se te estás dedicada a otros quehaceres? vienen encima y que cuesta soportar. Las grandes emocio- Estoy empezando a darle vueltas a qué escribir porque, nes han sido la materia de mi escritura y he escrito muchísi- después de la muerte de Félix, y parafraseando la cono- mo. Me he apoyado en ellas, pero intentando por todos los cida frase, ha sido el diluvio. Ahora siento que ya me medios que su traslado al texto fuese lo que en ese momen- ha llovido todo lo que me tenía que llover encima y, to estaba sintiendo, experimentando: viviendo o recordan- seguramente, pronto me sentaré al ordenador para tra- do haber vivido. En mi obra he tratado de hablar de lo que tar de escribir sobre en qué se ha convertido para mí he vivido y, al mismo tiempo, de lo que no he podido vivir. este mundo sin Félix. Con él tenía un sentido y, poco De la experiencia y de la frustración que ha significado no a poco, debo ir averiguando qué es ahora. Esto no se haber tenido la oportunidad de experimentar algunos sue- puede aprender de un día para otro, va sobre la marcha. ños. Pero, definitivamente, si hay algo que tengo claro es lo En este punto me encuentro. que quiero decir en el poema. Puedo llegar a tener dudas con lo que vivo, pero no con lo que escribo.

¿Quiénes han sido los poetas que más han influido en la concepción de tu poética, esos “Para mí escribir es eso, una magnífica “maestros cantores”, y por qué motivo han vía de comunicación. Dependerá sido determinantes? del poeta que esa comunicación Como he dicho antes, me ayudó muchísimo el pensa- miento de Luis Rosales, ya que era muy machadiano y sea más o menos intensa o más o menos yo he leído a Machado hasta caerme (y lo voy a seguir lograda en función de cómo maneje leyendo). No creo en santos de la corte celestial, ahora el idioma. Yo quiero que la gente bien, hay poetas que son para mí santos porque repre- tenga claro que cuando hablo sentan una fe de vida. Algunos han estado a siempre a mi lado en tristísimos momentos. Un día te sientes sola del dolor, me refiero a una cosa y, de pronto, te acompaña uno de sus versos o un poe- muy concreta que te destroza” ma entero y te quedas pensando: “¿Qué hago, escribo o no escribo? No escribas, pero recuerda lo que han escrito ellos”. Y recuerdas algunos versos de Cernuda, por ejemplo, que para mí es un poeta esencial. En ese “En principio yo estoy aquí porque tú necesi- momento te dices: “No puedo escribir, pero puedo re- tas hablar”, dice el chimpancé a la autora en cordar” y acude de nuevo el poema de Cernuda que te Conversaciones con mi animal de compañía, permite continuar. Eso, en determinados momentos de un libro en que adoptas un tono coloquial y so- mi soledad, me ha facilitado ver las cosas claras y caer cial que te sirve para reivindicar el ecologismo, en la cuenta de que otras, dolorosas, no son verdad. denunciar el maltrato o señalar a los podero- Es inapreciable que en una circunstancia determinada, sos. ¿sientes la necesidad de hablar de manera en la que te sientes con el agua al cuello, aparezca de más clara de lo habitual? pronto ese verso de don Antonio que te hace pensar: Así es, porque conforme me voy haciendo más mayor, “Seguramente tiene razón y a lo mejor, todo esto que me voy tomando conciencia de que se me acaba el tiempo está amargando la vida completamente no es verdad y y hay que concienciar a la gente. lo único ocurre es que estoy sola”. Esas experiencias son El chimpancé dice que yo necesito decir esas cosas las que hacen que, cuando hablo de Machado, no sepa si porque no quiero apartarme, hacerme la indiferente. A llamarlo don Antonio o san Antonio, dado su parecido todos, y en mayor medida a los que nos dedicamos a extremo con la santidad y el milagro. A mí Machado me pensar y escribir, nos compete, y no debemos eludirlo, ha salvado la vida muchísimas veces. denunciar lo que está mal y para ello nuestro mensaje En fin, el arte en general, y de manera muy especial la debe llegar lo más claro posible. Cuanto más claro y poesía y la música, han sido vitales para mí existencia. cuanto más pronto, mejor. Me invento el chimpancé, u otros animales, porque en ese momento no tengo a un Espejito, espejito es un libro autobiográfico, hijo o una hija pequeña al lado, pero si la tuviese, en casi el boceto de unas memorias. ¿Se ha plan- lugar de hablar con estos seres imaginarios, conversaría teado Francisca Aguirre esta posibilidad? con ellos acerca de lo que está mal en este mundo. Pues no me lo he planteado, pero el día menos pen- sado podría hacerlo. Todo es cuestión de empezar. En Antes has mencionado un libro ya listo para mi caso, que yo me ponga a escribir lo decide algo tan publicar entre tus proyectos más inmediatos. extraño como es que me levante un día, comience a la- ¿Puedes comentarnos algo más de este trabajo? mentarme del asco que está hecho el mundo y me arran- Se trata de un libro que ya está terminado y, además, que a teclear. Cuando me pasa eso, entro en un proceso fue el último libro que Félix me ayudó a corregir. Queda de indagación para determinar sobre qué voy a escribir por ver dónde lo publico y si le dejo el título, Fronteras, o y si lo encuentro, me pongo manos a la obra y, si no, me se lo cambio. Es un poemario de temática múltiple que voy a la calle. Es imprescindible que haya dentro de mí recoge diversas reflexiones, no tiene una constante; es una necesidad imperiosa de componer. Yo siempre que más, el libro se caracteriza por lo contrario: salta de unas he escrito lo he hecho “por imperativo categórico” y si cosas a otras. De ahí ese título que remite a las barreras no lo siento, me dedico a otra cosa. que va poniendo la vida en el día a día. De cómo está el mundo di cuenta en Espejito, espejito: las ra- Y tras esto, como he comentado antes, escribiré segura- zones que me llevaron a empezar a escribir y el desarrollo mente sobre Félix. Si es que puedo. Eso está por ver.

caravansari 117 Conceição Lima: luz para la oscuridad de la raíz

Cada quince de agosto, en la isla de São Tomé, un Carlomagno negro, coronado con un bombín, convoca a sus pares por teléfono. Así se representa el tchiloli, una muestra del teatro tradicional são-tomense. Es el único vestigio de teatro popular de temática carolingia que existe en el mundo desde que portugueses, allá por el siglo XVI, ocuparon estas remotas islas, a quilómetros de distancia de la costa de Gabón, y trajeron sus romances de materia antigua. Este sincretismo cultural, tan substancial como fascinante, convive con un pasado ignominioso. Las islas de São Tome y Príncipe fueron plataformas para enviar esclavos negros a todo el mundo y su paisaje es testimonio de la explotación inmisericorde en las plantacio- nes, las roças, de cacao y café.

En esta país nació la poeta Conceição Lima en 1961. Vivió con intensidad, como to- dos los su generación, el proceso de descolonización iniciado con la Revolución de los Claveles. También, claro está, vivió la construcción de un nuevo país. Se formó en el King’s College de Londres y tuvo, entre otros, como maestro a Helder Macedo. En Lisboa, conoció a la gran poeta portuguesa Sophia de Breyner Andresen. De Sophia pudo aprender su radical intimidad poética, su capacidad de tratar de tú a las cosas, y que la revolución es descubrimiento, mundo recomenzado.

La carrera profesional de Conceição Lima ha discurrido por el mundo del periodismo y la comunicación social. Ha publicado los siguientes poemarios: O Útero da Casa, A Dolorosa Raiz do Micondó y O País de Akendenguê en la Editorial Caminho de Lisboa. En 2015, en Brasil, ha aparecido su último volumen de poemas: Quando Florirem Salambás no Tecto do Pico. Existen dos ediciones en castellano de La dolorosa raíz del Micondó: la de Ediciones Baile del Sol (Tenerife, 2011) y la de El Perro y la Rana (Caracas, 2013). Agradecemos a la Editorial Caminho y, en espe- cial, a su director literario, Zeferinho Coelho, que nos haya facilitado el contacto de Conceição Lima para realizar esta entrevista.

Jordi Cerdà

118 caravansari Conceição Lima. Foto: blog de Miguel (St. Orberose)

También, en poesía, lo hegemónico es occiden- tas; la historia y sus crímenes. Y el poema debe penetrar, tal, de sexo masculino y burgués (e incluso aña- poco a poco, en la historia para forjar su tiempo; el tiem- diría: de mediana edad). ¿Qué significa para po de un poema en que la perplejidad frente a los críme- Conceição Lima, en poesía, ser tan evidente- nes de la historia dé lugar a una cierta luz, aunque sea mente contra-hegemónica? dolorosa, aunque sea de sufrimiento. Voy buscando decir Mi posición como poeta es el resultado de diversas cir- una voz liberada del fondo de la memoria, voy buscando cunstancias. Por ejemplo, haber despertado en poesía decir pensamiento, voy buscando iluminar la oscuridad bajo el signo de la liberación de mi país, haber vivido y de la raíz y restituir una cierta rectitud a las cosas. Para haber sido marcada por un tiempo de aspiraciones igua- que la tierra sea la Casa libre y amada: Casa levantada litarias, sentir profundamente los desconsuelos de los silencios individuales y colectivos, ser mujer con con- ciencia de serlo y tener conciencia de la periferia del sur, de donde el poema germina. “Voy buscando decir una voz liberada Leemos en uno de tus poemas: “no, no estoy del fondo de la memoria, voy buscando harta de palabras./ Es porque el tiempo pasa que las busco./ Para que asciendan, soberanas, decir pensamiento, voy buscando iluminar el reino que forjamos.” Ser de una isla, de una la oscuridad de la raíz y restituir isla de esclavos, de negreros, una tierra que pa- una cierta rectitud a las cosas” rece ser de nadie, y hablar con palabras que son fundadoras, que nos hablan de raíz, ¿es una contradicción o tal vez una lucha contra la historia? Es una afirmación de existencia en el rostro de la historia por encima de los escombros enterrados; como un pro- y en el cuerpo del poema. Ser de un país insular y criollo, yecto de digna claridad fundado en la palabra. de génesis esclavista, y buscar su raíz en el poema es in- Es verdad que ahora tanto hablo por mí como por una tentar iluminar la oscuridad de los tiempos que la historia colectividad. Son dinámicas exigidas por el mismo poe- encierra. La historia hecha de vidas derrumbadas, asesi- ma, por la conciencia de los significados que un poema nadas; la historia y sus silencios y sus versiones impues- encierra. No está programado, pasa así.

caravansari 119 Escribes en portugués, una lengua global, y no tuguesa. Los filmes y los libros del senegalés Ousmane en são-tomense o el criollo de la isla. Sin em- Sembene fueron, por ejemplo, muy importantes en el bargo, tu mundo, el de las palabras que compo- sentido de configurar mi percepción del ascenso de São nen tu poesía, está íntimamente ligado a la rea- Tomé y Príncipe al estatuto legal de nación como parte lidad de São Tomé. “Esta casa es mi lugar, no de un proceso de emergencia continental que vencían quiero otro”. La Casa de tu poesía, ¿es la misma unas resistencias seculares. Cuando hablo de los filmes para un luso-hablante de Lisboa o de Río de Ja- de Ousmane Sembene podría hablar también de los del neiro? ¿Cómo construir desde lo particular, lo mauritano Med Hondo. O ir todavía más lejos, superan- universal? ¿Cómo explicar que necesitas decir do las fronteras físicas del continente africano y llegar Yé, “isla” en criollo, y no “ilha”? a Aimé Cesaire de Martinica y su Cahier d’un retour au pays natal, esa obra fundamental del movimiento de la Negritud. Existe todo un contexto, todo un imaginario alimentado e instigado por el conocimiento aprendido de diversas realidades y por diversos creadores, cuyas “Siendo personal y íntima, la Casa obras he ido descubriendo a la largo de mi trayectoria. de mi poesía es también insular, criolla En efecto, hay en tus libros referencias explí- y africana, inscrita en el cuerpo de la nación citas a autores no solo de São Tomé y Prínci- como una arquitectura de la imaginación pe, también de angoleños, guineanos o mo- surcada por las líneas de la Historia” zambiqueños. Asimismo hay referencias a las grandes figuras de los diversos movimientos de liberación africana, tanto en el ámbito más específico colonial portugués, como puede ser el caso de Amílcar Cabral, como también refe- rencias a líderes más globales como fue Patrice Cuando digo Yé, la isla es un poco más isla, un poco Lumumba. Después de más de cuarenta años más íntima, un poco más mía. Con eso no quiero decir de esta lucha, este recuerdo convertido en poe- que no lo sea en lengua portuguesa, pero hay una adi- sía ¿qué sentido tiene? ción, un añadido emocional cuando está escrita en crio- El sentido que tiene es el del encuentro entre los perfiles llo. Hay en mi poesía una necesidad de palabras criollas, de los padres fundadores, ya enraizados en el tiempo de aquéllas en las que de pequeña oía de las mujeres más la Historia y en un tiempo del poema, en el cual, nue- ancianas de la familia nombrar las plantas, los objetos vamente, se enraícen y se celebren, transmutadas, esas de la casa, las cosas. Esas palabras criollas que nutren el vidas como ejemplo y como mito. Para que la Historia y poema y se nutren del poema. No piden permiso para el mito se entrelacen en el soplo vital del poema. aparecer: se imponen. Se imponen y se articulan armo- niosamente con las palabras portuguesas. No existen Existe también en esta presencia, la de estos hiatos, no hay fractura. mitos fundadores, una dinámica entre unas Siendo personal e íntima, la Casa de mi poesía es tam- identidades concéntricas: en el centro estaría bién insular, criolla y africana, inscrita en el cuerpo de la la de São Tomé y Príncipe, habría luego la de nación como una arquitectura de la imaginación surcada una lusofonía africana y también, por encima, por las líneas de la Historia. Por lo menos, es así como una africanidad más genérica. ¿Qué función yo la veo. Y es por ello que no puede ser lo mismo para crees que tiene la poesía en la construcción de un hablante portugués de Lisboa o de Río de Janeiro. las identidades en África y, concretamente, en tu país, São Tomé y Príncipe? Quizás es difícil que un lector de nuestra re- Opino que tiene un papel fundamental, quizás funda- vista pueda estar al corriente de lo que fue el cional. Creo que fue Agostinho Neto quien dijo –ahora movimiento de africanidad en el contexto de cito de memoria: “não é o cantar do galo que anuncia las diversas literaturas que emergieron en las o novo dia, mas sim a voz dos poetas’’ [no es el canto antiguas colonias portuguesas. Sin embargo, del gallo el que anuncia el nuevo día, sino la voz de los me gustaría que esbozaras este contexto, por- poetas]. Entendiendo que “el nuevo día” era la emer- que sin duda es muy evidente en tu poesía el gencia legal de la nación. Ello se ajusta perfectamente compromiso ético y estético con lo se ha deno- a São Tomé y Príncipe en donde, antes de desplegar la minado y se denomina africanidad. bandera y entonar el himno nacional, ya se consolidó en El sentido de africanidad a que aludes se deriva de la la literatura y, más concretamente, en la poesía una cier- conciencia de pertenencia identitaria de São Tomé y ta idea de nación, una cierta delimitación de fronteras, Príncipe a África; también desde un plano literario, sin una proclamación de la singularidad cultural. Marcelo cortar con la particularidad insular y criolla. Es una con- Veiga da Mata, Francisco José Tenreiro, Alda Espíritu ciencia muy marcada e influenciada por las lecturas y Santo, Maria Manuela Margarido o Tomás de Medei- los contactos que mantuve ya de adolescente con la poe- ros elaboraron en sus obras una delimitación del espa- ta y, al mismo tiempo, referencia del nacionalismo são- cio autóctono, reivindicando una especificidad cultural tomense y africano, Alda Espírito Santo. Este sentido de criolla, insular y africana, en oposición a la colonia, en africanidad ya se encontraba en los padres fundadores oposición a la metrópolis. Es un proceso de afirmación de la poesía de São Tomé: Marcelo da Mata, Francisco identitaria que anticipa la proclamación legal y formal José Tenreiro o, claro está, la propia, Alda Espírito San- del Estado-Nación y que marca el imaginario colectivo, to. Pero también poetas como los angoleños Agostinho la manera de pensarnos como identidad particular. En Neto, Viriato da Cruz, António Jacinto o los mozambi- Marcelo da Veiga, en Alda Espíritu Santo, en Manuela queños José Craveirinha o Noémia de Sousa son balizas Margarido y en Tomás de Medeiros se ve, y creo que de importantes en mi iniciación como poeta. No obstante, forma reiterada, el esfuerzo consciente de convertir en no solo lo fueron los poetas o creadores en lengua por- audible el soplo vital de la nación política. Yo diría que

120 caravansari fue así como las voces de los poetas se convirtieron en Dolorosa Raíz do Micondó, fue seleccionado por el PNBE las piedras angulares, en los pilares de la Plaza. [Programa Nacional de Bibliotecas Escolares de Brasil], y tuvo una tirada de más de treinta-dos mil ejemplares, Puede que sea un disparate o tal vez peor: un lo que me hizo francamente muy feliz. tic eurocéntrico insufrible, pero, ya puestos, En mi caso, el universo de lectores se extiende por las me gustaría preguntarte: ¿por acaso y más allá traducciones. He sido traducida al alemán, al español de los portugueses, hay algún poeta ibérico (en España y Venezuela) y al italiano. Es muy gratifi- que hayas leído o por el cual sientas un interés particular? Mi primer contacto con la poesía española fue a través de Sophia de Mello Breyner Andresen que me regaló una antología titulada Poesia espanhola do após-guerra [Lis- boa, 1961]. Fue entonces cuando conocí a poetas como “Sudamericanas y africanas son poéticas Goytisolo y Gabriel Celaya. Después descubrí la poe- próximas y alternativas a las occidentales, sía de Federico García Lorca, que aprecio mucho. Me con un gran potencial para su mayor fascinó la poesía de Miguel Hernández cuando tuve la divulgación y expansión” ocasión de leerla. Y me gusta particularmente la de Ra- fael Alberti: “Primavera de flores y de sangre./ Mas yo quiero mirarte, primavera,/ verde y florida solo, toda verde/ como si el mundo, si la tierra toda/ despertase un jardín, un inicial vergel/ de altas espigas llenas y frutales (…). Pero desde las sombras todavía/ asaltan a la luz los cante saber que podemos, por esta vía, alcanzar otros asesinos”. públicos y otros horizontes de lectura para conseguir, La Antología Poética de Rafael Alberti, con ilustraciones junto a estos lectores, ser representantes de la literatura suyas y que reúne poemas anteriores a Marinero en Tierra de nuestro país, de la literatura de São Tomé e Príncipe. hasta Canciones para Altair, está entre mis libros de cabe- cera, un libro que estimo. Como colofón a este entrevista, me gustaría recordar unas palabras que Helder Macedo dedicó a Conceição Destaca en tu biografía tu contacto con el mun- Lima en el prólogo de O País do Akendenguê. Su antiguo do literario sudamericano, con poetas brasile- profesor establece un diálogo iluminador entre la poesía ños, colombianos o venezolanos. Más allá de tu de la autora y la de Luis de Camões, el autor de la epo- itinerario vital, ¿crees que entre la literatura peya de los descubrimientos portugueses. Con la respon- sudamericana y la africana existen poéticas co- sabilidad política y cultural que representa este diálogo, munes, es decir no solo un (re)conocimiento, Macedo escribe: “He dicho que el país de Conceição sino también una fascinación simultánea por Lima es un viaje entre la memoria y el deseo, una isla de lo nuevo y por la raíz, la llave de una literatura la imaginación. Al leer sus poemas, me he acordado de alternativa a la occidental? la isla “angélica, pintada” que sigue la ruta de los navega- Creo que son poéticas próximas y que se presentan a su dores en Las Lusíadas como un cuerpo femenino nacido vez como alternativas a las occidentales. Son caminos entre las olas. Pero que es un cuerpo hecho de palabras diferentes de los trillados por las literaturas occidentales –una isla “pintada” con palabras y “angélica” porque es y con un gran potencial para su mayor divulgación y un proyecto de totalidad– que solo en isla se transforma, expansión. quedando fija entre las olas como si, de hecho, de una isla se tratase y no la femenina agua de donde parece En un país, São Tomé y Príncipe, sin una ins- emerger, cuando es vista por quien consigue verla en titución literaria consolidada y con un público la imaginación. Prosiguiendo con mi analogía camonia- lector exiguo ¿para quién escribe una poeta na, se podría decir también que la poesía de Conceição como tú? Lima es una ruta de un viaje iniciático del cuerpo feme- Escribo para este exiguo público são-tomense de dentro nino de una isla-nave hecha de palabras –el barro ances- de mi país y para el que está en la diáspora. Y para todos tral, las ondulaciones de las colinas, las aguas fluyentes aquellos que posean las herramientas y la disponibilidad de un río– entre el imaginado momento mágico de una de leer. En principio, la lengua restringe los lectores a los infancia fundadora y un propósito de totalidad todavía espacios donde se habla portugués. Mi segundo libro, A por encontrar en la imaginación del deseo”.

caravansari 121 Un poema de Conceição Lima

AFROINSULARIDADE [Afroinsularidad Han dejado en las islas un legado/ de híbridas palabras Deixaram nas ilhas um legado y tétricas plantaciones/ ingenios herrumbrosos proas sin de híbridas palavras e tétricas plantações aliento/ nombres sonoros aristocráticos/ y la leyenda de engenhos enferrujados proas sem alento un naufragio en las Siete Piedras/ Venidos del Norte han nomes sonoros aristocráticos aportado/ por mandato o tal vez al servicio de su rey:/ e a lenda de um naufrágio nas Sete Pedras navegantes y piratas/ negreros ladrones contrabandis- Aqui aportaram vindos do Norte tas/ pobres hombres/ también rebeldes proscritos/ y chi- por mandato ou acaso ao serviço do seu rei: quillos judíos/ tan tiernos que fenecieron/ como espigas navegadores e piratas quemadas/ En las naves trajeron/ brújulas quincallería negreiros ladrões contrabandistas simientes/ plantas experimentales amarguras atroces/ simples homens un mojón de piedra pálido como el trigo/ y otras cargas rebeldes proscritos também sin sueños ni raíces/ porque toda la isla era un puerto y e infantes judeus una carretera/ sin regreso/ todas las manos eran negras tão tenros que feneceram horquillas y azadones./ Y en las plantaciones han que- como espigas queimadas dado huellas vivas/ como cicatrices —cada cafetal respira Nas naus trouxeram ahora un/ esclavo muerto./ Y en las islas han quedado/ bússolas quinquilharias sementes incisivas arrogantes estatuas en las esquinas/ ciento y plantas experimentais amarguras atrozes pico iglesias y capillas/ para mil quilómetros cuadrados/ um padrão de pedra pálido como o trigo y el insurrecto sincretismo de las pedanías locales./ Y ha e outras cargas sem sonhos nem raízes quedado la cadencia palaciega de la ússua1/ el aroma del porque toda a ilha era um porto e uma estrada ajo y del zêtê dóchi2/ en el tempi3 y en la ubaga tela4/ en sem regresso el calulu5 lo dorado mezclado en aceite de palma/ y el todas as mãos eram negras forquilhas e enxadas. perfume del romero/ y del mlajincon6 en las huertas de E nas roças ficaram pegadas vivas los luchans7/ Y se han fundido en los relojes insulares/ como cicatrizes —cada cafeeiro respira agora um los espectros —herramientas del imperio/ en una estruc- escravo morto. tura de ambiguas claridades/ y seculares condimentos/ E nas ilhas ficaram santos patrones y fortalezas derrumbadas/ vinos baratos incisivas arrogantes estátuas nas esquinas y auroras repartidas./ A menudo pienso en sus lívidas cento e tal igrejas e capelas osamentas/ sus cabellos pútridos en la orla del mar/ para mil quilómetros quadrados Aquí, en este pedazo de África/ donde, vuelto al Sur,/ e o insurrecto sincretismo dos paços natalícios. un verbo amanece alto/ como una dolorosa bandera.] E ficou a cadência palaciana da ússua o aroma do alho e do zêtê dóchi no tempi e na ubaga tela Traducción de Jordi Cerdà e no calulu o louro misturado ao óleo de palma e o perfume do alecrim e do mlajincon nos quintais dos luchans De Útero da Casa E aos relógios insulares se fundiram os espectros —ferramentas do império numa estrutura de ambíguas claridades e seculares condimentos santos padroeiros e fortalezas derrubadas vinhos baratos e auroras partilhadas 1 Danza típica. Às vezes penso em suas lívidas ossadas 2 Aceite de oliva. seus cabelos podres na orla do mar 3 Cazuela de barro. Aqui, neste fragmento de África 4 Cazuela de barro. onde, virado para o Sul, 5 Cocido típico a base de verduras. um verbo amanhece alto 6 Albahaca. como uma dolorosa bandeira. 7 Aldeas.

122 caravansari Héctor Mediavilla Pedro Peinado: un púgil que no abandona el ring creativo boek visual Pedro Peinado es un desconocido conocido, un artista po- liédrico que encaja los golpes con imágenes, un púgil que no abandona el ring creativo y permanece alerta para re- interpretar la realidad que nos circunda. El arte necesita ser multidisciplinar en la esencia, en las entrañas del que transforma lo real o lo subjetivo en pura creación. El artista cordobés ha sabido transmutar toda su experien- cia –en el diseño gráfico y la ilustración– en un imaginario propio, explora en la poesía visual y se destapa en la ilustra- ción, alcanzando grandes cotas con la técnica del collage. Muestra de ello es el trabajo que aquí presenta: un Abecedario Imaginario que va de lo poético en el sentido estricto (véase el hombre caza corazones en la letra C) a la crítica política y social (en la P), pasando por el folklore sarcástico (de la Ñ) o la simpatía (en la J), incluso el ingenio (de la Y) al puro estilo de la mercadotecnia televisiva de los grandes eventos deportivos. Peinado se delata crítico y con sentido del humor a partes iguales, es un creador comprometido que apuesta y cola- bora con proyectos culturales de diversa índole. No es un artista solitario, le gusta exponerse al público en lo creativo y en lo humano, lo advertimos a diario a través de las redes, donde enfrenta el significado de su obra a la percepción del ojo del público. Ya saben donde encontrarlo.

Antonio de Egipto

124 caravansari caravansari 125 126 caravansari caravansari 127 Cinco de Brasil

La poesía brasileña es un ingente magma en constante ebullición, un ámbito casi in- abarcable, como el propio territorio del país. Del clasicismo a las vanguardias, desde el modernismo al neoconcretismo y las novísimas tendencias (como por ejemplo la poesía maloquerista de São Paulo), la poesía brasileña del siglo XX ha dado muestras de gran vitalidad y cuenta con obras tan impresionantes como las de Cecília Meireles, Carlos Drummond de Andrade, João Cabral de Melo Neto, Manuel Bandeira, Joaquim Cardozo, Ferreira Gullar, Lêdo Ivo, Manoel de Barros y un largo etcétera que se ex- tiende, enérgico y vigoroso, creando un riquísimo y polícromo mosaico lírico. dossier: cinco de Brasil Este número de CARAVANSARI presenta cinco poetas procedentes de diferentes espacios geográficos y tradiciones dispares que han sabido expresarse con una voz singular dentro del panorama brasileño. Algunos de ellos son también destacados na- rradores, como Everardo Norões (premio Portugal Telecom de cuentos 2014) y ensa- yistas, como Anderson Braga Horta, Arriete Vilela (miembro de la Academia Alagoana de Letras) o Marco Lucchesi (miembro de la Academia Brasileña de Letras).

La presente selección solo pretende ser una exigua mirada sobre la literatura brasi- leña actual a través de los versos de algunos de los autores más destacados de las postrimerías del siglo XX y comienzos del XXI. La brevedad del espacio obliga a dejar fuera a muchísimos poetas y a gran parte de las tendencias y ramificaciones de un tronco poético que goza de una salud y una capacidad de fructificación fascinante. Esperamos que este pequeño aperitivo les abra el apetito por disfrutar de un mundo poético apasionante e inagotable.

Jordi Gol, cood.

128 caravansari Ricardo Domeneck Es un escritor brasileño, nacido en São Paolo, Brasil, en 1977. Ha publicado seis volúmenes de poesía en su país y en lengua materna, el portugués. Una antología bilingüe de sus poemas fue traducida por Odile Kennel y editada en Alemania con el título Körper: ein Handbuch (Verlagshaus Berlin, 2013) y, en Holanda, con el título Het Verzamelde Lichaam (Uitgeverij Perdu, 2015), traducida por Bart Vonck. Su quinto libro, Cigarros na cama, fue traducido al español por Aníbal Cristobo y publicado por Kriller71 Ediciones en 2014 en España. Ricardo Domeneck vive y trabaja en Berlín, Alemania.

Traducción de Jordi Cerdà.

BILHETE DOS HOPLITAS AOS QUE LEEM [Cédula de los hoplitas a los que leen SOBRE AS PORTAS QUENTES NAS TERMAS sobre las Portas Quentes en las termas DE POÇOS DE CALDAS de Poços de Caldas

“I was neither at the hot gates “I was neither at the hot gates Nor fought in the warm rain” Nor fought in the warm rain”

T.S. Eliot T.S. Eliot

Se medos e suas flechas Mas isto será no futuro. Si los miedos y sus flechas/ tienen que oscurecer el hão-de escurecer o céu, Outro inimigo nos ocupa. cielo,/ ante cisianos, de greba,/ de nosotros no suena ante cissianos, de grevas, A cada povo seu Efialtes. rumor, eco. de nós não soa cicio, eco. Ao de hoje, a sua prata. La falanges no rompen,/ carpos y metacarpos rígi- As falanges não quebram, Nos corpos, agora, óleo. dos/ en la lanza. Somos hoplitas,/ sin madre, solo carpos e metacarpos rijos Mais tarde, há Cartago, yelmo y tierra. na lança. Somos hoplitas, Roma, Paris, Washington. sem mãe, só elmo e terra. Fizemos nosso pacto. El hoplon contra Jerjes./ A nuestro lado Leónidas,/ y a su lado, Dieneces./ ¿Daimon? Lacedemón. O hóplon contra Xerxes. Somos meros esqueletos A nosso lado Leônidas, nas Termópilas. Vocês A los de Atenas el templo,/ a Temístocles, tirrenos./ e a seu lado, Dieneces. aí estão, gordos, lendo, Dice el oráculo en Delfos,/ salvoconducto: madera. Daimon? Lacedemônio. as luas de mel em termas. Pero nosotros aquí sabemos:/ los de Esparta y Te- Aos de Atenas o templo, A nós, as Portas Quentes, bas,/ con los escudos, tenemos/ que salvar sus fiestas, a Temístocles, trirremes. mas a vitória em Plateia. Diz o oráculo em Delfos, Vocês? Leite morno, Lete misterios, su Eleusis,/ para que más tarde Atenas/ salvo-conduto: madeira. diário, Poços de Caldas. hunda el Peloponeso/ declarándonos la guerra, y devastada por enfermedades/ dentro de sus mu- Mas nós aqui sabemos: Espartanos, nesta esfera, ros,/ culpe de su monserga,/ a Sócrates, por su caída. os de Esparta e Tebas, nem terão sua capital. com os escudos, hemos Atenas deverá dinheiro Pero esto será en el futuro./ Otro enemigo nos ocu- de salvar suas festas, a quem ora são bárbaros pa./ A cada pueblo su Efialtes./ Al de hoy, su plata. mistérios, sua Elêusis, vivendo nas florestas En los cuerpos, ahora, aceite./ Más tarde, habrá para mais tarde Atenas ao norte. Que importa? Cartago,/ Roma, París, Washington./ Hemos hecho afundar o Peloponeso Nós escolhemos morte nuestro pacto. declarando-nos guerra, a ser escravos, servos. Somos meros esqueletos/ en las Termópilas. Voso- e devastada por doenças Às vezes resta apenas, tros/ ahí estáis, gordos, leyendo,/ las lunas de miel dentro de seus muros, como àqueles gregos, en las termas. culpar o seu tagarela, pentear seus cabelos, Sócrates, por sua queda. e esperar pelos persas. A nosotros, las Portas Quentes,/ pero la victoria en Plateia./ ¿Vosotros? Leche tibia, Lete/ diario, Poços de Caldas.

Espartanos, en esta esfera,/ ni tendréis vuestra capi- tal./ Atenas deberá dinero/ a los que ahora son bár- baros

que viven en los bosques/ al norte. ¿Qué importa?/ Nosotros escogeremos muerte/ antes de ser esclavos, siervos.

A veces nos queda tan solo/ como a aquellos grie- gos/ peinar sus cabellos,/ y esperar a los persas.]

caravansari 129 TEXTO EM QUE O POETA ESCANDALIZA-SE COM AS IMPLICAÇõES DE QUE AS ESTÁTUAS GREGAS ERAM NA VERDADE A CORES ENQUANTO PENSA EM SUA VIDA AMOROSA

Durante as férias, o relógio Eu perco a meada foi ignorado, mas não do fio. Confundo Gogol pausou. Não é necessário e Gorky, gargalo proteger as estátuas e gogó, sei que Nezahualcóyotl da chuva e basta talvez não entenderia a sina para negar que a alegria de Nabucodonozor ou Napoléon sobrevive a meio inverno e se de repente um leão saber que a cura pudesse falar nossa língua, a todas as tuas alergias nós mesmo assim correríamos e urticárias será o inferno. de sua abordagem. Na mesma Berlim Pessoalmente, em que alguns foram escritos sigo imputando a culpa de tudo mas não na mesma Berlim, ao fato de na infância os Selected Poems de Tsvetáieva terem me ensinado fazem de suas enxaquecas que Frankenstein aspirinas às minhas. era a criatura, não E imaginamos que a casa o criador. que se reduziu a cinzas Se eu o invocasse numa língua-fetiche queima ainda e o chamasse de Baba ou Abba, na memória, membrana em suaíle ou aramaico, então iídiche, com membrana ainda se tocam e o sentisse crescer feito baobá e nossas glândulas em uníssono a desarvorar desaforo, oba-oba, índice, todavia celebram um sim dito pois sei mortas todas as línguas em conjunto, que aquela cama até que o lambam, estará sempre desfeita lama sabachthani, à espera de mãos úmidas de leite sou lesma de sábado, tanning e colos cobertos com as migalhas ao sol que também o cobre do pão partido naquele último e cobreia, sou aquele cofre café-da-manhã juntos. cujo segredo é tão-somente Se o mesmo o número do meu telefone. sol brilha, o calendário Esta é uma guerra em que, ao fim, é para esta lembrança o lado perdedor é o que exige a tradução de um original reparações e o direito ao motim a que não se tem mais acesso e apenas não se chora o leite e o citamos de memória. que se derrama pelos cantos A trama desta história dos lábios se parte desce imbricou-se por atalhos pelo canal do esôfago ou contornos demais. e a poça no chão encontra-se ainda ao alcance da boca.

[Texto en que el poeta se escandaliza con las implicaciones de que las estatuas griegas eran en realidad de colores mientras piensa en su vida amorosa Durante las vacaciones, el reloj/ ha sido ignorado, pero/ no se ha detenido. No es necesario/ proteger las estatuas/ de la lluvia ni es suficiente/ negar que la alegría/ sobrevive en mitad del invierno/ saber que el remedio/ de todas tus alergias/ y urticarias será el infierno./ En el mismo Berlín/ en que fueron escritos/ pero no en el mismo Berlín,/ los Selected Poems de Tsvetaieva/ se convierten sus jaquecas/ en aspirinas para mí./ E imaginamos que la casa/ que se re- dujo a cenizas/ arde aún/ en la memoria, membrana/ con membrana aún se tocan/ y nuestras glándulas al unísono/ todavía celebran un sí dicho/ en conjunto, que aquella cama/ estará siempre deshecha/ a la espera de manos húme- das de leche/ y regazos cubiertos con las migas/ del pan partido en aquel último/ café matinal juntos./ Si el mismo/ sol brilla, el calendario/ está para este recordatorio/ la traducción de un original/ al que no tenemos más acceso/ y lo citamos de memoria./ La trama de esta historia/ nos ha metido por atajos/ o contornos excesivos./ Pierdo el hilo/ de la madeja. Confundo Gógol/ y Gorki, gollete/ y gogó, sé que Nezahualcóyolt/ quizás no entendería el sino/ de Nabucodonosor o Napoleón/ y si de repente un león/ pudiera hablar nuestra lengua,/ incluso correríamos/ a su asalto./ Personalmente,/ sigo imputando la culpa de todo/ al hecho de que en mi infancia/ me hubieran enseñado/ que Frankestein/ era la criatura, no el creador./ Si lo invocase en una lengua fetiche/ y lo llamara Baba o Abba,/ en suajili o arameo, por tanto yiddish,/ y lo sintiera crecer hecho baobab/ a desarbolar desfachatez, olé-olé, índice,/ pues sé que están muertas todas las lenguas/ hasta que lo lamen,/ lama sabachthani,/ soy haragán de sábado, tanning/ al sol que también lo cubre/ y cobrea, soy aquel cofre/ cuyo secreto es tan solo/ el número de mi teléfono./ Esta es una guerra en que, al fin,/ el bando perdedor es el que exige/ reparaciones y derecho a motín/ y no solo no se llora la leche/ que se derrama por la comisura/ de los labios se parte baja/ por el canal del esófago/ y el charco/ en el suelo se encuentra/ todavía al alcance de la boca.]

130 caravansari CARTA AO PAI

Agora que o senhor de todos os patriarcas mais assemelha pedaço ainda pergunto-me de carne com dois olhos se me receberia dirigidos ao teto escuro com a mansidão no leito em que provável que aceita na testa só não há-de morrer só o beijo desta sua filhoa porque nem a própria que nada mais é [Carta al padre saliva poderá engolir que a sua imagem por si na companhia e semelhança invertidas Ahora que usted/ se parece más a un peda- somente desta sonda tal espelho zo/ de carne con dos ojos/ dirigidos al techo que o alimenta que refletisse opostos oscuro/ en el lecho en que probablemente/ me pergunto se ainda de gênero e religião solo no ha de morir solo/ porque ni la pro- em validade a proibição ou o desenho pia/ saliva va a poder engullir/ por si solo si da mãe em confessar animado na infância no en compañía/ de esta sonda/ que lo ali- ao senhor os hábitos de uma Sala de Justiça menta/ me pregunto si todavía/ es válida la amorosos das mucosas onde numa tela prohibición/ de la madre de confesarle/ a que são minhas podia-se observar usted los hábitos/ amorosos de las mucosas/ e se deveras me amaria um mundo ao avesso que son mías/ y si de veras me amaría/ me- tanto menos soubesse e se o Pai e o pai nos si supiera/ cuanta fricción tuvieron/ que quanta fricção já tiveram odeiam deveras no les cabía/ biológica o religiosa-/ mente y que não lhes cabia o gerado nas normas si también/ pediría para este su mariquita/ la biológica ou religiosa da Biologia e Religião muerte que ha deseado/ a tantos de mi jaez/ -mente e se também mais tarde porém geridos cuando aparecían en la pantalla/ de la Globo pediria para sua filhoa na transgressão das leis de la Record/ de la Manchete del SBT/ que a morte que desejou que o Pai e o pai siempre han constituido/ su cordón umbili- a tantos de minha laia impõem-nos na ciência cal/ con la tradición/ y si realmente los haría/ quando surgiam na tela de sermos todos falhos sobrellevar/ una gran destrucción/ por la vio- da Globo da Record nessa Terra onde procriar lencia/ con que berreaba/ sus improperios/ tí- da Manchete do SBT é tão frequente picos de macho/ nacido en el interior/ de este que sempre constituíram que gere prazer país de machos/ interiores y desgarrados/ en seu cordão umbilical nenhum e olho sus orgullos fallidos/ de creer que el padre/ es com a tradição o senhor quien atiborra/ neveras y no deja/ que falte e se deveras faria com essas pupilas en la mesa/ el alimento que nutre/ las mismas sobrevir a eles que talvez jamais mucosas/ por donde corre/ su sangre/ pero grande destruição reflitam o Pai no su Dios/ y ahora en este lecho desgarrado/ pela violência mas ora veem o pai el cerebro en venas/ como ríos insistentes/ en com que urrava eu correr/ por fuera de los márgenes/ si usted/ seus xingamentos mesmo pedaço supiera el timo/ con el que manché/ la mesa/ típicos de macho de carne de todos los patriarcas/ todavía me pregunto/ nascido no interior com dois olhos si me recibiría/ con la docilidad/ que acepta desse país de machos peço perdão en la frente/ el beso de esta su mariquita/ que interiores e quebrados em silêncio no es nada más/ que su imagen/ y semejan- em seus orgulhos falhos pois sequer posso za invertidas/ en un espejo tal/ que reflejase de crer que o pai dizer que não opuestos/ de género y religión/ o el dibujo/ é o que abarrota mais há tempo animado de la infancia/ de una Audiencia de geladeiras e não deixa e mesmo assim Justicia/ donde en una pantalla/ se pudiera que falte à mesa e porém observar/ un mundo al revés/ y si el Padre o alimento que nutre e no entanto y el padre/ odiaran de veras/ lo generado en as mesmas mucosas e contudo las normas/ de la Biología y Religión/ más em que corre pelo medo adversativo tarde sin embargo administrados/ en la trans- o seu sangue de talvez abalar gresión de las leyes/ que el Padre y el padre/ mas não seu Deus uma sistema rudimentar nos imponen en la ciencia/ de ser todos fraca- e ora neste leito partido de alicerces sados/ en esta Tierra donde procrear/ es tan o cérebro em veias sob a casa frecuente/ que no produzca ningún placer/ como riachos insistentes sob o quarto y le miro/ a usted/ con esas pupilas/ que tal em correr sob esta cama vez jamás/ reflejen el Padre/ pero ahora ven fora das margens de hospital el padre/ yo/ también pedazo/ de carne/ con se o senhor emprestada dos ojos/ pido perdón/ en silencio/ pues ni soubesse o dolo escolho siquiera puedo/ decir que no/ hay más tiem- com que manchei uma vez mais po/ e incluso así/ y sin embargo/ y mientras a mesa o silêncio tanto/ y con todo/ por el miedo adversativo/ de tal vez traquetear/ un sistema rudimenta- rio/ de fundamentos/ debajo de la casa/ de- bajo de la habitación/ debajo de esta cama/ de hospital prestada/ Globo de la Record/ de la Manchete del SBT/ Globo de la Record/ de la Manchete del SBT/ prefiero/ una vez más/ el silencio]

caravansari 131 Anderson Braga Horta Nació en Carangola, Minas Gerais, en 1934. Es poeta, narrador y crítico literario. De entre su obra destaca el libro de cuentos en colaboración O Horizonte e as setas (1967) y los poemarios Altiplano e outros poemas (1971), Marvário (1976), Incomunicação (1977), Exercícios de homem (1978), Cronoscópio (1983), O cor- deiro e a nuvem (1984), O pássaro no aquário (1990), Dos sonetos na corda de sol (1999), Pulso (2000), Quarteto arcaico (2000), Fragmentos da paixão (2000) y las recopilaciones Antologia pessoal (2001) y 50 poemas escolhidos pelo autor (2003). También ha publicado los ensayos A aventura espiritual de Álvares de Azevedo: estudo e antologia (2002), Sob o signo da poesia: literatura em Brasília (2003), Traduzir poesia (2004) y Testemunho & participação: ensaio e crítica literária (2005).

Traducción de Pol Bolibar.

VISÕES DO PICO DO ITACOLOMI

Dorme Ouro Preto. A noite chegou. Ainda há pouco o dia em burburinho era um grito, era um canto. Já o sono se instalou e vai tomando conta das coisas. Cala o coro de igrejas, a fala

animada dos rábulas, lundus de escravos, assomos de garimpeiros e mercadores. Os sussurros e ais das senhorinhas em flor tornam-se em anseios que flutuam na sombra.

Já carruagem nenhuma arranca ástreas faíscas da fria pedra nas ruas íngremes. Já nem o embuçado de áureas conspirações desliza na treva. Os mendigos e os aleijados sonham.

Funda noite. Já apenas duas sombras se movem. Vela o poeta: no lábio um silêncio, no peito um confuso rumor de anjos que se atropelam. Um músico bêbedo volta para casa.

No braço o sonoro instrumento, abandonado. Na cabeça, que bruxuleia e se entorpece, uma vaga canção de lampiões que se apagam.

Na alma uma convulsão de estrelas se levanta.

[Visiones de la cima del Itacolomi Duerme Oro Negro. La noche llegó. Todavía hace poco/ el día bullicioso era un grito, era un canto./ Ya se ha instalado el sueño y va percibiendo/ las cosas. Enmudece el coro de las iglesias, el habla

animada de los charlatanes, danzas de esclavos,/ asomos de comerciantes y buscadores de oro./ Los murmullos y ays de las señoritas en flor/ se convier- ten en anhelos que fluctúan en la sombra.

Ya ningún carruaje desprende chispas astrales/ de la piedra fría de las calles escarpadas. Ni siquiera/ el enmascarado con áureas conspiraciones se desli- za/ en la tiniebla. Los mendigos y los lisiados sueñan.

Profunda noche. Ya apenas dos sombras se mueven./ Vela el poeta: un silen- cio en el labio, en el pecho/ un rumor confuso de ángeles que se atropellan./ Un músico borracho vuelve a casa.

En el brazo el sonoro instrumento, abandonado./ En la cabeza, que titila y se entorpece,/ una vaga canción de faroles que se apagan.

En el alma una convulsión de estrellas se levanta.]

132 caravansari A MOÇA DE SÃO JOÃO DEL REI

Em São João del Rei, junto ao jardim da gare, irrompe, súbito, a moça linda em seu vestido branco, simples no porte de princesa. Era a beleza eterna que se plasmava ali em pura argila diante de nossos olhos. Oh! não haver para ela um Rafael, um Miguel Ângelo ou uma simples câmara fotográfica. FIO Nunca saberá que a vi. Que um desconhecido a admirou. Diz-se que um fio, apenas um fio, Beleza assim era para encantar o país, um tênue, frágil fio, o mundo, a galáxia. separa a vida e a morte. Mas ela subia imponente De um lado luz, agitação, e humilde alegrias e dores, a calçada do jardim da estação, e dores, e dores, sonhando talvez o sonho modesto e fome e desamparo; e glorioso do outro lado o escuro, o frio, de ser mãe, de comandar suavemente uma família. o nada que engoliria a luz e o calor Não conhecerá a imortalidade da tela mas também todo o pus e toda a dor. ou da pedra. E ficamos pensando Mas ficará indelével se esse fio não poderia ser como a flor da água, no sonho do poeta que separa a leveza dos ares e restará para sempre dos pesadelos abissais. gravada Em cima o transparente das águas nas raias do Universo. ou o látego —visível— da tempestade; embaixo o ocluso, o mistério. [La chica de São João del Rei Mas o aberto superior En São João del Rei,/ junto al jardín de la estación,/ e o oculto subjacente irrumpe,/ súbitamente,/ la hermosa/ chica/ en su são faces de um único rosto vestido blanco,/ sencilla/ en el porte de princesa./ e interagem Era la belleza eterna/ que allí se plasmaba/ en pura e se complementam arcilla/ delante de nuestros ojos./ ¡Oh! no habrá e se abraçam para ella/ un Rafael, un Miguel Ángel/ o una sim- e se imbricam ple cámara fotográfica./ Nunca sabrá que yo la vi./ de modo que o que está submerso hoje Que un desconocido la ha admirado./ Una belleza pode amanhã subir à brisa e ao sol. así estaba hecha para maravillar el país,/ el mundo, E é esse pensamento la galaxia./ Pero ella subía imponente/ y humilde o fio por onde corre a canção da esperança. la calle del jardín de la estación,/ soñando quizá el sueño modesto/ y glorioso/ de ser madre, de co- mandar apaciblemente una familia./ No conocerá [Hilo la inmortalidad del lienzo/ o de la piedra./ Pero Se dice que un hilo, apenas un hilo,/ un tenue, permanecerá indeleble/ en el sueño del poeta/ y frágil hilo,/ separa la vida y la muerte./ A un restará para siempre/ grabada/ en los confines del lado luz, agitación,/ alegrías y dolores,/ y dolo- Universo.] res, y dolores,/ y hambre y desamparo;/ al otro lado la oscuridad, el frío,/ la nada que engulliría la luz y el calor/ pero también todo el pus y todo el dolor./ Y permanecemos pensando/ si este hilo no podría ser como la flor del agua,/ que separa la levedad de los aires/ de las pesadillas abismales./ Arriba la transparencia de las aguas/ o el látigo —visible— de la tempestad;/ abajo la oclusión,/ el misterio./ Pero la abertura supe- rior/ y el oculto subyacente/ son caras de un úni- co rostro/ e interaccionan/ y se complementan/ y se abrazan/ y se imbrican/ de tal modo que lo que hoy está sumergido/ puede mañana ascen- der a la brisa y al sol./ Y es este pensamiento/ el hilo por donde corre la canción de la esperanza.]

caravansari 133 [SENHOR]

Senhor a noite se abre DO AMOR e eu leio o teu poema Meus olhos nas estrelas Tantas coisas passam soletram teu amor por minha mente mortal. Coisas sujas, [Señor/ la noche coisas anódinas se abre/ y yo leo e coisas tu poema/ Mis ojos que suponho elevadas. en las estrellas/ deletrean tu amor] A ira, por exemplo, é um sentimento sujo. (Nem há cólera santa, quando não se é santo.) O ódio é ainda mais pesado e grosseiro.

Das anódinas nada direi.

O amor sexual pinta-se a meus olhos como o quadro mais lindo de que é capaz o homem.

Homem e mulher integrando-se (reintegrando-se) no amplexo infinito perdem-se da carne e ganham a estrela: deuses no momento crucial.

A aliança dos corpos resume o cósmico; APARIÇÃO a das almas acena ao divino. Quieto no escuro fico, a alma lavada Não, das anódinas não direi; no exercício puro das turvas não vale a pena. de banhar-se em nada.

Não é contra um muro [Del amor a vista cansada. Tantas cosas pasan/ por mi mente mortal./ Cosas sucias,/ É como de Arcturo cosas anodinas/ y cosas/ que supongo elevadas. na ascendente escada.

La ira, por ejemplo,/ es un sentimiento sucio./ (No hay No silêncio, vaga cólera santa,/ cuando no se es santo.)/ El odio es todavía nuvem de poesia, más pesado y grosero. meu sentir divaga.

De las anodinas nada diré. Súbito, da treva, uma rosa fria El amor sexual/ se presenta a mis ojos/ como el cuadro nos meus olhos neva. más bello/ del que es capaz el hombre.

El hombre y la mujer/ integrándose/ (reintegrándose)/ en [Aparición el abrazo infinito/ se pierden en la carne y ganan la estre- Quieto en lo oscuro/ estoy, el alma la- lla:/ dioses/ en el momento crucial. vada/ en el ejercicio puro/ de bañarse en la nada. La alianza de los cuerpos/ resume el cosmos;/ la de las almas/ alude a lo divino. No topa contra un muro/ mi vista can- sada./ Se parece a Arcturo/ en su as- No, de las anodinas no hablaré;/ de las turbias no vale la censión escalonada. pena.] En el silencio, vaga/ nube de poesía,/ mi sentir divaga.

De repente, de la tiniebla,/ una rosa fría/ en mis ojos nieva.]

134 caravansari Héctor Mediavilla Marco Lucchesi Nació en Río de Janeiro, en 1963. Es poeta, ensayista, traductor y profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Ocupa la silla 15 de la Academia Brasileña de Letras. Ha publicado Faces da utopia, A paixão do infinito, Bizâncio (1999), Os olhos do deserto, Saudades do paraíso, O sorriso do caos, Teatro alquímico (2000), Poemas reunidos (2002), Sphera (2004), Meridiano celeste & bestiário (2006), A memória de Ulisses (2007), y en italiano, los libros Poesie (1999), Lucca dentro, Hyades y La gioia del dolor. Ha sido traducido al alemán, al rumano, al castellano y al persa. Ha traducido a Umberto Eco, Hölderlin, Juan de la Cruz y Rilke.

Traducción de Jordi Cerdà.

SEBASTIAN INN

No quarto ruidoso do Sebastian Inn: manchas amarelas/ verde musgo:

dois tragos de soda e cigarros.

Súbita dor de cabeça. Febre vermelha.

Procuro

no espelho do hotel/

a fonte em que se apuram meus enganos.

[Sebastian Inn En la habitación ruidosa del Sebastian Inn: manchas amarillas / verde mus- go:/ dos tragos de soda y cigarrillos./ Súbito dolor de cabeza. Fiebre roja.

Busco/ en el espejo del hotel/ la fuente donde se apuran mis engaños.]

DELI

Vermelho fim de ocaso

o sol pôs-se a brilhar sobre a cidade antiga

Havia apenas flores mortas

nas ruas inquietas de teu coração

Tão rija a noite, como a pedra,

e tanta a sua beleza, sem almas e

demônios, que dissolvam o escuro dédalo

por onde os olhos choram

[Deli Rojo final de ocaso/ el sol se pone brillando sobre la ciudad antigua/ Ha- bía tan solo flores muertas/ en las calles inquietas de tu corazón/ Tan dura la noche, como la piedra,/ y tanta su belleza, sin almas y/ demonios, que disuelvan el oscuro dédalo/ por donde los ojos lloran]

136 caravansari VIDA

Amanhecidas tentações

prelúdios de treva e adesão ao corpo. Moldá-lo

na luz de sua antiga juventude

amada pelos deuses

[Vida Amanecidas tentaciones/ preludios de tregua y adhesión al cuerpo. Moldearlo/ en la luz de tu antigua juventud/ amada por los dioses]

IMPRESSÃO

O corpo de Laura

banhado de nuvens, corais,

bosque de sedução para os olhos meninos, que não sabem

onde melhor possam empregar a vista.

E todavia era uma parte de amar: um sonho, uma impressão evanescente.

[Impresión El cuerpo de Laura/ bañado de nubes, corales,/ bosque de seducción para unos ojos pequeños, que no saben/ dónde mejor pueden emplear la vista.

Y todavía era una parte de amar:/ un sueño, una impresión evanescente.]

caravansari 137 HOTEL ADIS ABEBA

Um animal feroz e arredio: um fiat vermelho, de altivos faróis,

tração nas quatro rodas, a cuspir centelhas. Devora

as palmas da glória

olhos de lince/ dentes frementes.

Pérfida flor, que se despenha

incisiva, em queda impressiva.

Chego ao Adis Abeba:

bordel de putas inquietas, que bebem, sôfregas, taças de fel.

A história é uma esfinge a erguer atrás do sol

as velhas pálpebras.

Sou um cliente sombrio / outonal.

Quanto te devo, pérfida Clio?

[Hotel Adis Abeba Un animal feroz y arisco: un fiat rojo, de altaneros faros,/ tracción a las cuatro ruedas, escupiendo centellas. Devora/ los aplausos de gloria/ ojos de lince / dientes vibrantes./ Pérfida flor, que se despeña/ incisiva, en caída impresionante./ Llego al Adis Abeba:/ burdel de putas inquietas, que beben, ansiosas, copas de hiel./ La historia es una esfinge que levanta detrás del sol/ los viejos párpados./ Soy un cliente sombrío / otoñal./ ¿Cuánto te debo, pérfida Clio?]

DISSOLUTO

Ruge a fera impura no fosso dos milênios,

muge ríspida e escura na trompa dos séculos.

Um copo de licor Preste João — com seu rumor de áspide rubra

Dissoluto licor / dissolvente:

a poesia é o mar vermelho do real

afoga-se a quem busca a promissão

[Disoluto Ruge la fiera impura en el foso de los milenios,/ berrea desabrida y oscura en la trompa de los siglos./ Una copa de licor Preste João —con su siseo de áspid rubra/ Disoluto licor / disolvente:/ la poesía es el mar rojo de lo real/ se ahoga a quien busca la promisión]

138 caravansari Everardo Norões Nació en Crato, Ceará, en 1944. Es economista, poeta y crítico literario. Hombre de mundo, ha vivido en Francia, Argelia y Mozambique. Escribe artículos y crónicas para diferentes diarios y también es autor teatral, con obras en coautoría como Auto das portas do céu y Nascimento da bandeira, junto a Ronaldo Correia de Brito. Su poesía transmite la emoción agreste del nordeste brasileño, aunque también puede ser musical y, siempre, socialmente comprometida. Se dio a conocer con Poemas argelinos (1981); más tarde ha publicado Poemas (2000), Nas entrelinhas do mundo (2002), A rua do Padre Inglês (2006), Retábulo de Jerônimo Bosch (2008) y Poeiras na réstia (2010). Con El fabricante de historias ganó el premio Cidade de Manaos en 2011 y con su libro de relatos Entre moscas el prestigioso Portugal Telecom en 2014.

Traducción de Pol Bolibar.

MIRAGENS

Olho mar, penso deserto. o que se veste entre TAPIOCA temor e surpresa. Juntos, a mão negra o próximo e o longínquo, estende galáxias:. distância e imobilidade. gesto do monjolo, Penso como do derramar da água Lawrence das Arábias sobre si mesma. via a guerra: Batiza o efêmero, camelos-navios e ludibria o sal. a navegarem ao sol O rosto espelhando-se no areal: no negrume da caçarola onde não há rastros, segue o rodopiar da goma. só promessas. Depois E não o olhar serpenteia havendo promessas, o espaço miragens. e no crepitar da brasa polvilha o céu [Espejismos da tapioca. Veo mar,/ pienso desierto./ lo que se viste/ entre/ temor y sorpresa./ Juntos,/ lo cer- [Tapioca cano y lo lejano,/ distancia e la mano negra/ extiende galaxias:/ el gesto del inmovilidad./ Pienso como/ molino de yuca,*/ del agua derramándose/ so- Lawrence de Arabia/ veía bre sí misma./ Bautiza lo efímero,/ y burla la la guerra:/ camellos-navíos/ sal./ El rostro reflejándose/ en la oscuridad del navegando bajo el sol/ del mortero/ sigue el trillar de la yuca./ Después/ la arenal:/ donde no hay hue- mirada serpentea/ el espacio/ y/ en el crepitar llas,/ solo promesas./ Y no/ de la brasa/ polvorea el cielo/ de la tapioca. habiendo promesas,/ espe- jismos.] * Monjolo , ese “engenho para pilar milho”, me ha traído bastantes problemas (si es que tenemos que traducirla de alguna manera): parece que se trata de un “molino” (en la acepción de “artefacto con que, por un procedimiento determinado, se quebranta, machaca, lamina o estruja algo”) que machaca la yuca o mandioca, obteniendo la tapioca, “fécula blanca y granulada que se extrae de la raíz de la mandioca”. Entre muchas opciones (“majador”, “mortero”, máquina de mortero, “mortero monjolo”, “molino de yuca”, “molino de mandioca”) he optado por “molino de yuca” (ya que el diccionario afirma que la yuca tiene una “raíz gruesa, de la que se saca harina ali- mentícia”). Pero la verdad es que cuanto más investigo más confundido estoy. N. del T.]

caravansari 139 BATE-ESTACAS

Da casa ninguém saiu: restaram conversas, melindres, o amor detrás da cômoda, o quadro arrependido das imagens. O fícus continua a morder a calçada, pedras a transtornarem nossos regressos. A porta muda, as janelas cegas e o sujo na soleira torturando as boas vindas. Da casa ninguém saiu. De quem o pratinho com manchas amarelas, os três livros amassados no canto da sala? E o sapato, sozinho, de bruços, sem desconfiar de nada?

[Máquina perforadora Nadie salió de casa:/ quedaron conversaciones,/ recelos,/ el amor detrás de la cómoda,/ el cua- dro/ arrepentido de las imágenes./ El ficus conti- núa/ mordiendo la calle,/ piedras trastornando/ nuestros regresos./ La puerta muda,/ las ventanas ciegas/ y la suciedad en el umbral/ torturando la bienvenida./ Nadie salió de casa./ ¿De quién es NHEENGATU el plato/ con manchas amarillas,/ los tres libros amasados/ en un rincón de la sala?/ ¿Y el zapato, se o Nheengatu solo,/ boca abajo,/ sin desconfiar de nada?] não o houvessem burilado os jesuítas chamaríamos piracema o ato do amor então convocaríamos peixes para deslizarem sobre o ventre múltiplo das águas e uma luminosidade de escamas atravessaria o lado perverso da noite

[Nheengatu Si los jesuitas/ no hubiesen burilado/ la lengua Nheengatu*/ llamaríamos pira- cema**/ al acto de amor/ y entonces/ convocaríamos peces que se deslizan/ sobre el vientre múltiple de las aguas/ y una luminosidad/ de escamas/ atravesa- ría/ el lado perverso/ de la noche.

*  Lengua de la familia “tupi”, utilizada extensa- mente en la costa de Brasil antes del contacto con Europa. Actualmente cuenta con unos ocho mil hablantes en algunas regiones del Amazonas. N del T. ** “Denominación de la temporada en que llegan grandes bancos de peces amazónicos”. 2. Rumor que hacen los peces al remontar el río para ir a desovar.]

140 caravansari NO HAMAM

no banho turco, deitado sobre a laje, aguardo o massagista destorcer-me os ossos, como faziam seus avós aos guerreiros escapados das batalhas. quanto a mim, não tenho sangue seco nas unhas, nem pés esfolados nas pedras. deitado sobre a laje apenas olho o céu que atravessa a cla- raboia, cercado de toalhas estendidas como bandeiras de um filme de Kurosawa.

no banho turco sou súdito de saladino, vendo desfilar na sala dos espelhos cinco séculos de sinan o arquiteto, na pátria de memed o falcão, das fêmeas circassianas, do harém do paxá.

no banho turco, deitado sobre a laje quente, divago sobre quem aqui descansou, quando nazim hikmet aguardava o pão pelas grades da cela, mendigando o sol de cada dia, a escrever num poema que metade de seu coração estava ali, a outra na china, acompanhando o exército vermelho.

no banho turco, deitado sobre o mármore, sem ter ido à batalha, nem passado pelos caminhos de xenofonte, penso como aqui é um longe tão perto, e escuto o homenzinho do outro lado da rua gritando: Olha a macaxeira!

[En el hamam En el baño turco,/ tumbado en la losa,/ observo el masajista destorciéndome los huesos,/ como hacían sus abuelos/ a los guerreros/ que sobrevivían a las batallas./ En cuanto a mí,/ no tengo sangre seca en las uñas,/ ni los pies desollados por las piedras./ tumbado en la losa/ solamente miro el cielo que atraviesa la claraboya,/ rodeado de toallas tendidas/ como banderas/ de una/ película de Kurosawa. en el baño turco/ soy súbdito de saladino,/ viendo desfilar en la sala de los espejos/ cinco siglos/ del arquitecto sinan,/ en la patria de memed el halcón,/ de las féminas circasianas,/ del harén del bajá. en el baño turco,/ tumbado en la losa caliente,/ divago sobre quien descansó aquí,/ cuando nazim hikmet/ aguarda- ba el pan entre las rejas de su celda,/ mendigando el sol de cada día,/ escribiendo en un poema/ que la mitad de su corazón/ estaba allí,/ la otra en la china,/ acompañando al ejército rojo. en el baño turco,/ tumbado en el mármol,/ sin haber ido a la batalla,/ ni haber pasado por los caminos/ de jeno- fonte,/ pienso que este lugar está/ lejos y tan cerca,/ y escucho/ al mozo al otro lado de la calle/ gritando:/ ¡Vea la mandioca!]

caravansari 141 Arriete Vilela Nació en Marechal Deodoro, Alagoas, en 1949. Es profesora de literatura en la Universidad Federal de Alagoas, donde coordina el Núcleo de Estudios de Literatura Popular y el proyecto de investigación La Mujer en la Literatura Popular alagoana. Ocupa la silla 6 de la Academia Alagonana de Letras. Entre su producción literaria destacan títulos como Para além do avesso da corda (1989), Fantasia e avesso (1986), Farpa (1988), A rede do anjo (1992), Dos destroços, o resgate (1994), O ócio dos anjos ignorados (1995), Vadios afetos (1999) y Lãs ao vento (2005).

POEMA 1

Insólito, o teu abraço: encardido por outros corpos, cujo cheiro ainda está na memória das tuas narinas.

Cruel, o teu abraço: espetaram-me a alma os pequenos estilhaços que trazias nele, como uma sutil maneira de manter-me a distância, relegada apenas às entrelinhas.

[Poema 1 Insólito,/ tu abrazo:/ ensuciado por otros cuerpos,/ cuyo olor todavía está en la memoria/ de tus narinas.

Cruel,/ tu abrazo:/ me atravesaron el alma las pequeñas astillas/ que traías en él,/ como una sutil manera de man- tenerme/ a distancia,/ relegada apenas a las entrelíneas. POEMA 4 Trad. Pol Bolibar] Abraças-me sem a intensidade da paixão, mas com a carência impotente das noites de candeeiros minimamente acesos.

É um abraço sem gosto, sem gozo, sem inteireza.

Um abraço, como o teu olhar: polido, esquivo, quase incômodo,

e sem a verdade que existe entre as farpas e o afeto.

[Poema 4 Me abrazas/ sin la intensidad de la pasión,/ pero con la carencia impotente/ de las noches de lámparas/ escasamente encendidas.

Es un abrazo/ sin gusto, sin goce, sin entereza.

Un abrazo,/ como tu mirada:/ pulida, esquiva, casi incómoda,/ y sin la verdad que existe/ en- tre las púas y el afecto.

Trad. Jordi Cerdà]

142 caravansari POEMA 7 [Poema 7 Sorpréndeme, oh Palabra,/ y arrebátame de Surpreende-me, ó Palavra, este aprisionamiento;/ hazme posar otra vez e arrebata-me desse aprisionamento; en la infancia,/ en el rastro de las estrellas caídas/ con las lluvias de verano/ en la vasta faz-me pousar outra vez na infância, laguna; no rastro das estrelas caídas com as chuvas de verão alienta mi siguiente paso/ sobre el filo de plata na vasta lagoa; de los abismos/ cotidianos. encoraja-me o passo seguinte Encántame otra vez, oh Palabra,/ aunque tus sobre o fio de prata dos abismos laberintos me agoten,/ aunque tu esquivez me cotidianos. aturda,/ aunque tu esplendor me postre.

Encanta-me outra vez, ó Palavra, Sorpréndeme, oh Palabra,/ y entrelázate otra mesmo que teus labirintos me exaurem, vez en mí,/ enredada en líricas ternuras. mesmo que tuas esquivanças me atordoem, mesmo que teu esplendor me prostre. Trad. Pol Bolibar]

Surpreende-me, ó Palavra, e trança-te outra vez em mim, enovelada em líricas ternuras.

POEMA 8 [Poema 8 Mi abrazo/ —así silencioso, tierno, sosegado—/ es O meu abraço copo de algodón flotando por encima del artero/ y —assim silencioso, terno, sossegado— fascinante abismo de tus ojos. é floco de algodão a flanar sobre o ardiloso e fascinante abismo dos teus olhos. Tu abrazo/ es polen al viento,/ en el silencio complaciente de la noche,/ mientras correteas, O teu abraço cómplice que eres de los gitanos. é pólen ao vento, no silêncio complacente da noite, Mi abrazo/ teje ramas de ilusión a la sombra de la enquanto andarilhas, cúmplice que és dos ciganos. Palabra:/ la ausencia de tu cuerpo real/ es flecha en el pecho vulnerable del poema. O meu abraço tece ramas de ilusão à sombra da Palavra: Tu abrazo/ es nido vacío, luz de luna naufragada,/ a ausência do teu corpo real texto sin poesía, devaneo sin deleite. é flecha no peito vulnerável do poema. Trad. Jordi Cerdà] O teu abraço é ninho vazio, luar naufragado, texto sem poesia, devaneio sem regozijo.

POEMA 10 [Poema 10 Quizá sea posible, ahora,/ hablar en abrazo/ Talvez seja possível, agora, —tu abrazo—,/ sin que se instale el desalien- falar em abraço to/ en mi pecho tantas veces ansioso,/ tantas —o teu abraço—, veces carente de ti. sem o desconforto a instalar-se no meu peito tantas vezes ansioso, Tu abrazo,/ legado ahora al canto de la pági- tantas vezes carente de ti. na,/ ya no hace descarrilar las palabras/ de mi texto,/ ni me hiere de manera inocente/ O teu abraço, y sin perdón. deixado agora ao canto da página, já não descarrilha as palavras Quizá sea posible, ahora,/ entender ese de- do meu texto, seo inútil/ de tu abrazo: nem me fere de modo inocente es el propio delirio de tu ausencia. e sem perdão. Trad. Pol Bolibar] Talvez seja possível, agora, entender esse desejo inútil (De Abraços, inédito) do teu abraço:

é o próprio delírio da tua ausência.

caravansari 143 POEMA 12

Movo a Palavra dentro de mim, e meu coração se aquece: possibilidades do amor cortês, antigo amor.

Dou novas funções à Palavra e, dentro de mim, a linguagem se refaz: descarto as vacuidades, desconsidero as irrisórias conquistas.

Submeto-me às ânsias da Palavra, mas, dentro de mim, essa deusa provocadora me fragiliza nos limites: sou veleiro sem porto.

Ao mover a Palavra, querendo-a icônica, cristalina, faço-me silêncio em êxtase renovado: metáfora nevrálgica.

[Poema 12 Muevo la Palabra/ dentro de mí,/ y mi co- razón se caldea:/ posibilidades del amor cor- tés,/ antiguo amor.

Doy nuevas funciones a la Palabra/ y, dentro de mí,/ la lengua se repara:/ descarto las va- cuidades,/ desdeño las irrisorias conquistas.

Me someto a las ansias de la Palabra,/ pero, POEMA 14 dentro de mí,/ esa diosa provocadora/ me debilita en los límites:/ soy velero sin puerto. Enrodilham-se os meus versos e são oblíquos, toscos, indiscretos: Al mover la Palabra,/ queriéndola icónica, vigilantes no casulo cristalina,/ me hago silencio en éxtasis/ reno- e insanos nas bordas. vado:/ metáfora neurálgica. Reiteram em mim as estranhezas Trad. Jordi Cerdà] diárias da vida, as realidades inventadas como sobrevivência, os artifícios (De Teço-me, 2015) para os sonhos redentores. Enrodilham-se os meus versos que, enigmáticos para uns, reveladores para outros, são a herança da memória mais antiga, quando a minha alma saltava os rios e deitava-se contigo sob os cajueiros em flor.

[Poema 14 Se enredan mis versos/ y son oblicuos, toscos, indiscre- tos:/ vigilantes en el meollo/ e insanos en los bordes.

Me reiteran las extrañezas/ diarias de la vida, las realidades inventadas/ para sobrevivir, los artificios/ para sueños redentores.

Se enredan mis versos/ que, enigmáticos para unos, reveladores para otros,/ son de la memo- ria más antigua,/ cuando mi alma saltaba los ríos/ y se tendía conmigo bajo los marañones/ en flor.

Trad. Jordi Cerdà]

144 caravansari Héctor Mediavilla II Jornades de Poesia en Llengües Peninsulars Sta. Coloma de Gramenet, 2015

Una mesa redonda de ángulos muy agudos

Transcribimos a continuación los contenidos de la mesa redonda que, en el marco de las II Jornades de poesia de CARAVANSARI, reunió el pasado 21 de marzo de 2015 a los poetas Jordi Valls, Chus Pato, Jordi Virallonga, Harkaitz Cano y Pedro Mexia, moderada por el director de la revista, Mateo Rello.

Mateo Rello. Decía hace décadas Josep Maria dio a conocer otros autores. Todo eso, claro, se ha ido Castellet que “hay poco puente, poca curiosi- sumando a mi manera de entender la poesía. dad mutua, entre Catalunya y España”. Hoy, En cuanto a los valencianos, yo veo un paralelismo entre creo yo, podemos ampliar el balance, inclu- el País Valencià, Ses Illes y Sta. Coloma por el aluvión yendo la falta de curiosidad de todas las len- y la convivencia de lenguas. Son más receptivos, como guas peninsulares entre sí, falta de curiosidad Paco Brines; gente que comparte espacios y se encuentra en los ámbitos político, creativo y académico. en ellos. Aquí, en Sta. Coloma, somos pocos, coincidimos No deja de llamar poderosamente la atención en algunos sitios, nos vamos influyendo mutuamente.Úl - que, en medio de tanto y tan encendido deba- tima oda a Barcelona, libro que escribí con Lluís Calvo, no te sobre la identidad, nadie apele a las lenguas hubiera sido posible sin Goytisolo y Gil de Biedma, auto- peninsulares en su conjunto, así que debemos res referenciales que han hecho más aportación sobre la pensar que no son de nadie. ciudad de Barcelona que autores en catalán. Yo me sien- Estoy aquí rodeado de poetas que, además, son to más cercano a Gil que, por ejemplo, a Josep Carner. casi todos traductores. Desde vuestra experien- València para mí es Vicent Andrés Estellés. De él sale cia, y ojalá me contradigáis, ¿se puede hacer el flujo seminal que hace circular la poesía valenciana. un balance más positivo? Empezaré por los dos Otro tema es, desde luego, el de la intoxicación política Jordi, porque ejemplifican la actitud contraria; y la filología fraudulenta. Se intenta diferenciar lenguas poesía en lenguas peninsulares Valls, tú, por los esfuerzos que has hecho en para, una vez hecho eso, enfrentarlas. Pero la cultura acercar dos mundos, el de los autores en cas- pesa más. Los intelectuales rigurosos están por las tesis tellano y en catalán que, a veces, parecen vivir de Pompeu Fabra; en ciertos sectores, molestó su obra mutuamente de espaldas. ¿Es más fácil o natu- y se intentó que el catalán no fuera considerado una ral ese ejercicio desde una ciudad aluvial como lengua. Cuando los franquistas entran en Badalona, lo Sta. Coloma? primero que hacen es ir a casa de Pompeu y quemar sus A la vez, ¿cómo percibes la relación de valen- libros y papeles en la calle. En fin, ciertos prejuicios per- cianos y mallorquines con los autores catala- manecen, lo mismo que los intentos de negación de las nes? realidades lingüísticas: este invento reciente del Lapao Jordi Valls. Veréis, igual que esta es una mesa redonda en Aragón es un buen ejemplo. rectangular, lo primero que llama la atención en estos temas es que la Península constituye un gran cuadrado Mateo Rello. El otro Jordi, Virallonga, nos sir- en el que la gente no se encuentra. Yo he tenido la suerte ve de referencia por su excelente antología bi- de convivir y, en parte, formarme con poetas de lengua lingüe Sol de sal (2003), que reúne a 20 poetas castellana, gente que me ha sido muy cercana, como Se- catalanes del último cuarto del siglo XX, una bastián Candado, que me lleva a Gil de Biedma, o, en antología que, además, editó la, por desgracia, su primera etapa, Rodolfo del Hoyo, que también me extinta editorial DVD (a DVD debemos esa an-

146 caravansari tología de poesía catalana y también otros títu- una desconexión, con las excepciones de la amistad y los dedicados a la euskera y brasileña). de los grupos, poetas que sí se leen, intercambian libros, Jordi Virallonga. Soy más pesimista que Valls. Hace ideas. Lo pueden hacer García Montero y Carlos Marzal ya 150 años que se viene hablando de “el problema cata- con Pere Rovira, lo hace Eduard Sanahuja conmigo y yo lán”. La relación entre la cultura en catalán y la cultura en con él; fuera de esos círculos, poca cosa. Y creo que la castellano es problemática, pese a los distintos intentos de acercamiento; el libro de Jordi Amat, por ejemplo [Las vo- ces del diálogo. Poesía y política en el medio siglo]. Son intentos que nunca se han concretado, a veces por las causas más “La Península constituye un gran cuadrado zafias o miserables. Podríamos remontarnos a los encuen- en el que la gente no se encuentra. Yo he tros de Soria o Compostela, que organizaron los autode- tenido la suerte de convivir y, en parte, nominados “falangistas comprensivos”, gente como Dio- formarme con poetas de lengua castellana. nisio Ridruejo. Intentaron acercar las culturas, las poesías catalana y castellana o, al menos, darle un lugar a la cata- Todo eso, claro, se ha ido sumando a mi lana. El jefe de la sección catalana fue el inmenso Carles manera de entender la poesía” Riba. Riba inició ese contacto, que capitaneaba Ridruejo, y por ello lo bombardearon tanto el sector duro de Falan- Jordi Valls ge como el del ultranacionalismo catalán; algunos de los redactores de Ariel, y de otros sectores, dijeron de él que era un submarino españolista que pretendía boicotear el catalán. Hubo, por un lado y por el otro, la clara inten- situación no se va a arreglar en los próximos años, pese ción de separar por motivos políticos. a los intentos denodados. Y eso que la poesía en cata- Aun así se consigue que alguno de los catalanes, vete- lán está muy bien traducida. Ahí están las traducciones ranos y jóvenes, como Gabriel Ferrater, entre en Ínsula, de José Agustín Goytisolo, [Joaquín] Marco, [José] Co- revista que hacía las veces de buque insignia de cierta rredor-Matheos, las de [Pepe] Batlló, al que, por cierto, disidencia, por lo que fue cerrada alguna vez durante el nadie parece recordar hoy. Quiero decir que un lector franquismo. Allí ya se publicaron reseñas dedicadas a en castellano puede leer poesía catalana sin problemas; poetas catalanes y en 1959 se dedicó un primer número otra cosa es que se piense “Para qué voy a leer la poesía a la poesía catalana. Este número fue posible porque ha- de un país de 7 millones de habitantes si puedo leer la blaron con Vicente Aleixandre y él les dijo que adelante, norteamericana, que es de la que habla la prensa, y así aunque luego reconoció que nunca había leído poesía de paso tengo tema”. en catalán y no conocía los nombres que le proponían. Lo político y lo sociolingüístico tienen mucho que ver Esta relación difícil también tiene una lectura sociopolíti- con esta problemática. Hace poco estuve en una cáte- ca. Por ejemplo, si pensamos que algunos de los miembros dra en Salamanca. Durante la cena, salió la pregunta de de la generación del 27 solo leyeron poesía en castellano; siempre: “Oye, tú ¿eres catalán, verdad?” (al de Mála- bastantes de ellos no sabían hablar francés ni leían en in- ga nunca le preguntan si es de Málaga). Y se inicia un glés. Claro que tenían un talento descomunal, y con eso tema. Luego sale el Barça. Ya viene. Y sí, al final, se suplían su desconocimiento de las cuestiones de la poesía llega a la lengua (supongo que a los vascos les pasará europea del momento, pero también es indicativo de una algo parecido). Pues bien, llegados a este punto y ya con mentalidad: si piensas que perteneces a la mejor poesía del unos whisquies de por medio, un miembro de la RAE mundo, con un Siglo de Oro espléndido, ¿para qué vas a me acabó soltando que “es que los catalanes habláis en leer otras? Al fin y al cabo, tienes a Góngora, Quevedo... catalán porque sois unos arrogantes”. Claro, teniendo el Hay gente que vota al PP, y hasta a los socialistas, y cree castellano. Del otro lado, hay gente que se niega a leer aún que España es un imperio y ser español una bendi- en español. Menos mal que hay una clase media cultu- ción de Dios; no conocen aquel poema de José Hierro, ral, la de los que leemos a unos y otros. el de Manuel del Río [“Réquiem”]: el poeta entra en un tanatorio y el muerto español está solo; antes, cuando un español moría, temblaba el mundo, pero ya este muerto no dará nombre a un río o a una ciudad, no tiene ni quien le vele. Esa mentalidad imperial perdura. Por su “Hace ya 150 años que se viene hablando parte, Catalunya en el siglo XV era dueña de Levante, Nápoles, Sicilia, Cerdeña. Entonces se escribe aquí la de “el problema catalán”. La relación entre mejor literatura europea: Ausias March, Jordi de Sant la cultura en catalán y la cultura en castellano Jordi, los trovadores que han pasado del occitano al ca- es problemática, pese a los distintos intentos talán. ¿Recuerdan cuál es el único libro que el Quijote de acercamiento. Son intentos que nunca salva de la quema? Es Tirante el Blanco de Joanot Marto- rell. Es el momento en que Catalunya lidera política y se han concretado, a veces por las causas literariamente Europa, como en el siglo anterior lo hizo más zafias o miserables” Italia y en el siguiente España. Esto a veces genera la misma mentalidad de pertenecer a la mejor tradición y Jordi Virallonga poder ignorar las otras, aunque en el caso catalán no hay progresión, incomprensiblemente se deja de escribir. Yo me llevo bien con mis compañeros de una y otra len- gua. Ahora bien, cuando empiezo a hacer antologías, a Pregunta [a Pedro Mexia]. En Portugal ¿hay pedir permisos y hacer gestiones, llego a algunas conclu- curiosidad por lo que están escribiendo brasi- siones. También porque llevo 25 años al frente del Aula leños y africanos? ¿Y por la obra de los espa- de Poesia de Barcelona y he visto mucha clase de públi- ñoles? co en muchos actos, y tengo claro que a los actos de los Pedro Mexia. Allí también tenemos un cierto complejo poetas en castellano los poetas en catalán no vienen; al colonial. Hay, primero, una mitificación de Brasil. Ya des- revés, también sucede, pero no tanto. Esto es síntoma de de la Carta de Pêro Vaz de Caminha, descubridor de Brasil

caravansari 147 en 1500, el país es descrito como un paraíso. Esa visión Couceiro, Lupe Gómez o María do Cebreiro, unas poe- deslumbrada, un poco fascinada se mantiene, pero no vi- tas extraordinarias. ceversa. Hay algunos escritores brasileños, no poetas, que Y creo que es un fenómeno peninsular. En Euskadi, en fueron muy importantes en Portugal, autores como Jorge Catalunya, creo que también en Portugal, otras en len- Amado o João Guimarães Rosa. En poesía, básicamen- gua castellana: hay tantas buenas poetas como en Gali- te, los nombres que conoce el portugués que lee son los cia. Ese es, precisamente, uno de los pocos signos reales de Carlos Drummond de Andrade, Vinícius de Moraes de normalidad de la democracia. y Cecilia Mairelos; luego, claro, la gente conoce a los cantantes o compositores como Chico Duarque o Cae- Mateo Rello. Debo puntualizar que yo no me tano Veloso. A eso se reduce la poesía brasileña para un refería al volumen de autoras, sino a que pare- lector medio. ce haber casi un subgénero de poesía feminista. En Portugal ha habido bastante edición de poetas brasi- Chus Pato. El feminismo llegó tarde al Estado español leños. Ferrero Bularque, por ejemplo, ganó el Camões y y a Galicia. Es ahora, en este mismo momento, y no creo está editado íntegramente en Portugal. Por lo demás, la que podáis verlo aún, que hay un grupo de mujeres muy verdad es que en general no hay mucho interés. feministas que escriben desde ese punto de vista. Las que En cuanto a los africanos de lengua portuguesa, si hay he mencionado antes son feministas porque cualquier per- deslumbramiento con los brasileños, con ellos hay cierto sona bien nacida y con dos dedos de frente lo es; pero el sentimiento de culpabilidad o de paternalismo. Casi todos ideario de las autoras de los años 90 no lo es: ahí están sus han editado en Portugal, pero nunca se les ha hecho mu- textos para demostrarlo. Hoy sí, aunque son más narrado- cho caso. Parece que editándolos se paga una deuda moral ras que poetas, como María Reimóndez del grupo de la por el colonialismo, pero ya está. En realidad, el único un Seda sega. El de Galicia es un pueblo inmigrante; no tiene poco conocido es el mozambiqueño José Craveirinha, ya una lengua imperial, sino todo lo contrario. Así que, por fallecido, que también fue premiado con el Camões. ejemplo, tenemos gente en las universidades inglesas, bas- La poesía española ha sido, probablemente, la más tra- tantes de ellas profesoras, y esa postura feminista viene de ducida en Portugal en las últimas décadas, sobre todo Gales y Gran Bretaña. Ya las conoceréis, son asombrosas. por el trabajo de un solo hombre, José Vento. Vento ha Bueno, creo que no fui demasiado mala. traducido a poetas del Siglo de Oro, de la generación del 27 y a autores como Brines o Gil de Biedma. Cuando Mateo Rello. Harkaitz, siento hacerle a un vas- uno encuentra en Portugal un libro de poesía española, co esta pregunta, pero creo que ahora vale la es muy probable que sea un libro traducido por Ven- pena. La trama de Twist, tu última novela, está to. También están las traducciones de Joaquim Manuel centrada en el asesinato de Lasa y Zabala a ma- Magalhães, más joven, al que se deben dos volúmenes nos de miembros del GAL. A día de hoy, ¿sigue dedicados a la poesía de la segunda mitad del siglo XX. siendo conflictivo abordar estas temáticas o no- Entre los autores de mi generación, se ha importado y tas un ambiente de cierta normalidad? Pensaba está presente la polémica, un poco extraña, en torno a la en factores no solo políticos, sino más bien so- poesía de la experiencia. A los poetas más veteranos, esa ciológicos, como el programa de humor Vaya estética les resulta ajena o no la aprecian. semanita, que ya ha tratado el tema del terro- rismo desde ese punto de vista. Mateo Rello [a C,us Pato]. En Galicia, parece Harkaitz Cano. Está cambiando notablemente la per- tener una fuerza específica la poesía de géne- cepción del tema vasco. De hecho, ya no se habla del ro, la poesía escrita por mujeres y con esa con- tema vasco, y ese desplazamiento del foco informativo ciencia... ¿Es realmente así? ¿Sucede en otros es un alivio de por sí. lugares? La percepción de Twist en Euskadi y fuera fue totalmente Chus Pato. No sé si ser mala o encantadora. Voy a ser diferente. En Euskadi funcionó bien por razones extra- mala; no es nada personal. Tú ¿te imaginas preguntarle literarias, había un plus catártico, un “ya era hora”. La a cualquiera de mis compañeros de mesa si la poesía gente se puso a favor del libro antes de habérselo leído, masculina en sus respectivas comunidades es estupenda se estaba esperando una obra así. En el Estado español, y está muy bien? sin embargo, yo soy un perfecto desconocido. Aunque Sigo siendo mala. Desde que murió Franco, la sociedad la novela salga fuera, cuando llego a presentar a Madrid, cambió bastante con respecto a las mujeres. Siempre por mucho que sea con Seix Barral, una editorial potente, puede haber una involución, claro; de hecho, soy una la recepción de los periodistas no es de plus catártico sino flor en este jardín, única chica entre chicos. Mi genera- de handicap disuasorio: “quién te crees que eres y a dónde ción salió de casa. Nuestras hijas, con trabajo o sin él, te crees que vas”. En esa actitud subyacía la historia del también van a estar en la calle. Así que es normal que “vamos a olvidar” y “no estuvo bien, pero no quiero mi- haya mujeres cineastas, pintoras, escritoras. rar ahí” o eso era al menos lo que me llegaba en el subtex- Sobre Galicia. Seré más mala aún. Se piensa en el resto to de las entrevistas. Pero claro, una de las funciones de la de España que tenemos una lengua melodiosa, que so- literatura es la de mirar y hacer mirar a donde no quiere mos muy femeninos, tímidos, etc. Según ese estereotipo, mirar nadie. Me sentía obligado a poner ahí el foco. Galicia es la parte femenina de España. Y esto lo pien- Además, con el euskera pasan cosas casi esotéricas. Recuer- san España y gran parte del nacionalismo gallego, así do hace bastantes años leer en Granada en euskera. Se me que se ve normal que las chicas hagan melodías. Pues acerca una mujer después de la lectura y me dice: “Pues bien, estamos hartas de este estereotipo. mira, es la primera vez que oigo hablar en este idioma, Ya una generación posterior a la mía, hoy con 39 o 40 fíjate, pensaba que era más violento”. Inmediatamente, la años y cuyas autoras empiezan a publicar a los 17 y fue- señora se da cuenta de que ha metido la pata. Atribuimos ron el asombro absoluto de propios y ajenos. Autoras al idioma adjetivos que nada tiene que ver con él. Era una muy buenas, que visten bien, tienen una buena puesta señora encantadora, simpática. Quiso rectificar y fue peor. en escena, son guapas, saben recitar y tienen en cuenta “No, si lo que yo quería decir es que pensaba que se pare- para quien recitan; son varias, pero no tantas como para cía más al alemán” y, claro, ya nos situamos en un espectro poder vender esa generación como una marca. Hablo semántico de vascos-nazis algo duro de roer. Además, es de Yolanda Castaño, Olga Novo, Enma Pedreira, Enma que una señora de Granada sabe cómo suena el gallego, el

148 caravansari Tríptico de las II Jornades de Poesia en Llengües Peninsulars

caravansari 149 catalán, pero no sería capaz de distinguir entre un croata y deben tener muchas salas. El editor hace tele-márketing, un vasco en cuanto al idioma se refiere. calcula ventas, inventa lanzamientos; calcula estructu- Volviendo a Twist, la recepción crítica del libro fue lite- ras, como decía ayer [Joan] Margarit. También es un ofi- raria. Me temía una recepción sesgada o politizada. Mi cio que se está especializando cada vez más, hay cursos, conclusión es que algo está cambiando para mejor en- másters, posgrados. ¿Esto nos lleva a perder la figura del tre escritores, crítica y también lectores, que están más viejo editor, al estilo de Barral? No lo tengo claro, por- abiertos a estas temáticas y a la recepción de las llama- que hay muchas pequeñas colecciones, pequeñas edito- das literaturas periféricas. riales, gente que edita la poesía que le gusta: ahí está Dentro del País Vasco las comunidades lingüísticas son Joan [de la Vega, editor de La Garúa] como ejemplo. órbitas separadas, que no se cruzan. Van en paralelo. Joan, serás un viejo editor cultural. Esto está cambiando muy poco a poco. Hablamos de un Las librerías caen; curiosamente, las que quedan son más mundo muy pequeño; somos más o menos un millón grandes, también como los multicines. Y como ellos diver- de vasco-parlantes, incluyendo gente que es capaz de sificando la oferta: algunas tienen cafetería; otras parecen entender el idioma, pero no de hablarlo estrictamente. bodegas; venden frivolités, regalos; acogen presentaciones. Vivimos muy cerca los unos de los otros, pero no hay Mira los quioscos, antes solo vendían periódicos y revistas, comunicación fluida entre las comunidades literarias en y hoy no les cabe el género, tienen hasta bicicletas. castellano y en euskera. El desconocimiento del idioma El libro también subirá. Como estamos tan idiotizados por una parte es un problema previo, junto a cierto pa- y tan adocenados, el libro es uno de esos productos de ternalismo que no deja de tener su lógica: hay una can- consumo que se regala mucho. Y hacen falta objetos de ción de Mártires del compás que dice que “las matemá- regalo, para el Día del padre, de la madre o para san ticas no aman, pero tampoco fallan”, lo que trasladado a Valentín. El Día de Sant Jordi se vende la mitad de toda este tema implica que “son pocos, luego no puede haber la edición que se hace al año en Catalunya; en un solo tantos que sean tan buenos, así que para qué voy a leer- día. Hay que tener libros para ese día y le gente, ¿qué va les?”. Pero, teniendo en cuenta lo pocos que somos, el a comprar? ¿Poesía? La poesía necesita un lector activo; nivel literario es más que digno, diría yo. cierta novela es para un lector pasivo, para quien quiere En este terreno hay también un corrimiento de signifi- entretenimiento (y bien que hacen, ojo). Ya decía [Juan] cados en cuanto a los conceptos de respeto, tolerancia e Marsé que había que recuperar la novela de entreteni- indiferencia. Cuando alguien te dice, como en cualquier miento, aunque él pensaba en la novela rusa del XIX. ámbito, “Yo te respeto”, échate a temblar, porque lo que Un ejemplo: La catedral del mar. Es uno de los libros quiere decir es que, como mucho, te tolera. Y cuando peor escritos que he leído en mi vida. Mis hijos y yo alguien te dice que te tolera, en el fondo te dice que le nos revolcábamos por el suelo al leerlo en voz alta. El eres indiferente. Y si alguien es lo suficientemente ho- lector adivinará lo que va a pasar y piensa “Qué listo nesto para decirte que le eres indiferente, seguramente soy”; lo enseñan en los talleres literarios. Bueno, el libro es porque directamente te desprecia. salió para Sant Jordi y se vendieron doscientos y pico mil ejemplares de un autor que, en ese momento, era Mateo Rello. Una cuestión importante sobre la un desconocido. Se hace un gran lanzamiento y quedas salud en general de la vida literaria y cultural. bien si regalas esa novela, que está de moda y es nueva, Desde una visión poliédrica y diferentes refe- así que el destinatario no la tendrá. Una de las cosas que rencias geográficas, os quiero preguntar si veis más me divierte es pasear por el Corte Inglés en un día en peligro alguno de los tres elementos sin los de estos de regalos; una de las frases que más se oye es que, después de la creación, no puede haber “Pero, ¿qué le voy a regalar, si tiene de todo”, cosa que vida literaria, y desde los que llegan señales habla muy mal del género humano del Primer Mundo; alarmantes: –el oficio de editor –aunque no lo tenemos cuatro teles, 12 ordenadores y, si te divorcias, seáis, trabajáis con ellos para editar vuestras el doble, así que estupendo para la industria. Por eso la obras–, –la continuidad de las buenas libre- derecha está a favor del divorcio. rías (en Noruega, en Francia, en Alemania se las apoya, aquí no), –y del propio libro como Harkaitz Cano. Pertenecer a una literatura pequeña elemento cultural antes que como producto plantea ventajas y desventajas. En euskera, un best seller comercial, en papel o en formato digital. no vende mucho más que un libro de poesía. Nadie Jordi Valls. Por mi parte, lo vivo con cierta perpleji- venderá 200.000 ejemplares jamás. El sistema literario, dad. Yo he trabajado en librería, concretamente en la deliberadamente o no, preserva la calidad de las obras. extinta Catalònia. Hoy es una hamburguesería. Es muy Puedes escribir lo que te dé la gana porque venderá más triste pasar por allí; 80 años de historia que acaban en o menos lo mismo, aunque una novela siempre vende nada. El mundo del libro está en una crisis muy evidente, más que los poemas, claro. Los editores están muy aten- pero también ves que hay nuevas formas de editar. La tos a la calidad literaria, así que es casi imposible que un tecnología avanza y hay gente joven que está haciendo buen libro de poemas no se publique; en inglés, portu- aportaciones brillantes en este ámbito, con mucha menos gués, castellano cuesta mucho publicar un poemario. El ambición económica, pero editando con gran cuidado. ecosistema literario se ha preservado bastante bien en Mi perplejidad viene como autor. A la vez que se produ- ese sentido porque las leyes de mercado no se han podi- ce esta crisis, me tienen más en cuenta los editores y me do implantar de forma tan salvaje. Un sistema pequeño, va mejor en la recepción de la obra, tengo más presencia y además bien articulado, tiene cobertura de prensa, el que hace unos años. Hay un corrimiento de tierras, pero lector sabe qué libro acaba de salir, y es difícil que un si las cosas se hacen seriamente y bien, estás ahí. libro de su ámbito de interés le pase desapercibido. En cuanto a las librerías en Euskadi, ha habido un relevo Jordi Virallonga. El oficio de editor no está en peli- generacional. Gente joven, a veces de la propia familia gro. Otra cosa es cómo se editará. Lo que pasa es que el de libreros, que sigue con nuevas ideas e incluso diversi- editor hoy tiene que desempeñar muchas otras funcio- ficando el negocio. En Pamplona, por ejemplo, hay una nes, tal y como sucede en otros oficios: en el mundo uni- librería genial, Katakrak –ya el nombre es una decla- versitario, por ejemplo, en el que los profesores hacen ración de principios– especializada en ensayo, poesía, ya trabajo administrativo. O como los multicines, que libro traducido; es también café, se puede cenar, hacen

150 caravansari presentaciones. Además, es una cooperativa. Funciona no me compensa del absoluto desprecio que tienen para muy bien. con la poesía. Salvo la figura de mi editor en Galaxia, Quiero comentar también una iniciativa interesante en Carlos Lema, que cada vez tiene menos peso, quizás por el terreno del libro electrónico, de la editorial Susa, que no estar dispuesto a editar rebajando presupuestos. da cuenta asimismo de las ventajas de una literatura de tamaño reducido. Se trata de un intento de implantación del libro electrónico muy barato. Cuando digo muy ba- rato digo 3,63 euros una novedad (suele ser más caro “Hay que tener en cuenta que los vascos en otras lenguas). Encarecer el libro electrónico es una hemos llegado tarde a todas partes, coartada para que quien podría comprarlo, lo piratee. Si a la imprenta, a la revolución industrial, se ofrecen novedades a ese precio, la gente compra. Se ha demostrado que compra más de lo que se esperaba. a la literatura experimental... La distribución de la venta es esta: 2 euros para el autor, Pero a la tecnología de internet hemos 1 para el editor y 0,63 de IVA. llegado a tiempo real, con todos los demás. Publican sin DRM, no tienen sistema anticopia. Es más, Es la primera vez. También por primera vez, el pago se efectúa después de la descarga. Puedes elegir no pagar. La gente elige pagar. Es cierto que se trata de de 10 años a esta parte han aparecido una empresa pequeña, que el precio es razonable y hay tres generaciones de escritores activas un componente militante, es una cuestión casi moral: simultáneamente. Es natural que haya “si tengo para un vino o un gintónic... y yo ya sé que el cierto optimismo” escritor vasco no se va a enriquecer”. Este tenor experi- mental es muy interesante. Harkaitz Cano

Mateo Rello [a Harkatiz Cano]: Kirmen Uribe, en la primera edición de esta mesa redonda, describía un panorama optimista de la literatu- Mateo Rello. Ediciós do Castro, la editorial de ra en euskera hoy, aunque no descartaba una Sargadelos, ¿todavía funciona? crisis inminente, al menos en el mundo del li- bro. Tú, que además eres un creador polifacéti- Chus Pato. Eso se acabó, se hundió con el proyecto al co (has trabajado para tele, cómic, radio, pren- morir [Isaac] Díaz Pardo. Pasó a los herederos y ya no es sa y colaborado con músicos) y puedes acceder un proyecto cultural. a más puntos de vista ¿compartes el optimismo Jordi Virallonga. Pero también está Espiral Maior; de Uribe? ¿Y su prevención? ¿cuántos libros ha editado? Harkaitz Cano. Hay que tener en cuenta que los vas- cos hemos llegado tarde a todas partes, a la imprenta, a la Chus Pato. Cientos. Es un depósito de espantos, y digo revolución industrial, a la literatura experimental... Pero a “espantos” en referencia al título de Manolo Outeiriño. la tecnología de internet hemos llegado a tiempo real, con No comparto la línea de Fernán Bello [editor de EM]. todos los demás. Es la primera vez. También por primera vez, de 10 años a esta parte han aparecido tres generacio- Pedro Mexia. Soy un poco pesimista por lo que hace nes de escritores profesionales o semiprofesionales activas al libro y catastrofista con respecto a las librerías, que son simultáneamente, lo que para nosotros ha sido tremenda- dos dimensiones diferentes, en Portugal. El panorama mente difícil (no olvidemos que el euskera estuvo prohibi- editorial ha cambiado mucho. Las pequeñas editoras y do hasta el 75). Reiteremos que la comunidad es pequeña, las independientes fueron absorbidas por grandes gru- bien articulada y muy activa en internet, en Twitter, en pos, grupos que dejaron de apostar por las colecciones Facebook. Es natural que haya cierto optimismo. de poesía. Había varias editoriales importantes que te- Mis razones para el pesimismo son más globales que lo- nían colecciones de poesía y que las han ido cerrando. Si cales. La literatura pierde peso, la lectura pierde peso hoy hay renovación en la poesía portuguesa es gracias a específico en nuestro día a día a favor del cachivache de pequeñas y pequenisiñas editoriales; si no fuera por ellas, entretenimiento. La gente que antes leía libros ahora se no se editaría a poetas de menos de 50 años, aunque la dedica a otra cosa. edición es más marginal, independiente y reducida. El mayor problema es que los libros no llegan a las li- Mateo Rello. En Euskadi, ¿se te conoce más en brerías. Hay edición, pero es difícil encontrar los libros, tu faceta de creador literario, por tu trabajo en con suerte se pueden rastrear on line, o en librerías espe- radio o televisión, o como guionista de cómic? cializadas en poesía. En lisboa no queda una buena li- Harkaitz Cano. Paradójicamente, por la literatura, brería y las que quedan, no tienen poesía. En las grandes que es la más ruinosa económicamente. Lo que me da cadenas, lo que tienen está en las estanterías cercanas al de comer no es lo que me da prestigio. suelo, hay que postrarse para ver los libros. Cuando ves a alguien tirado en el suelo en una librería, es que está Chus Pato. En Galicia, con respecto a la poesía, hay mirando libros de poesía. dos grandes editoras, Xerais y Galaxia. Ambas consi- deran la poesía un género de prestigio, publican pero Mateo Rello [a Pedro Mexia]. En cuanto a ni- luego no le prestan la mas mínima atención. Los libros vel creativo, ¿qué tal anda la salud de la poesía están bien distribuidos, eso sí. Yo vengo de un país muy portuguesa? pavero, muy curioso. No tenemos mercado pero las edi- Pedro Mexia. La poesía en Portugal tiene la particu- toras publican libros para el mercado. Publican obras de laridad de ser, creo, el único arte que en los siglos XX calidad, pero también best sellers, que no lee nadie. y XXI no ha padecido momentos de ausencia. No hay Lo más destacable en poesía es que ahora hay sellos pe- ninguna generación desde el modernismo que no tenga queños, que editan libros muy cuidados. Yo he publica- buenos poetas, lo que no se puede decir de la música, ni do en Xerais o Galaxia, pero si vuelvo a publicar otro desde luego del teatro, ni más o menos del cine. Es sin libro no quiero hacerlo con ellos. La buena distribución duda el arte más fuerte de la creación portuguesa. En

caravansari 151 términos de calidad y renovación, hay 10 o 12 poetas Os pregunto si, sinceramente, creéis que suce- de mi generación, alguno de los cuales ya ha sido publi- de igual en Galicia y Euskadi y, a los catalanes, cado en CARAVANSARI, tan buenos como los de su si compartís esta visión o creéis que pertenece edad en cualquier otro país. De hecho, la existencia de al pasado y se ha convertido en una queja re- buenos poetas es mi único motivo de optimismo. currente. Jordi Valls. Yo desde luego puedo empatizar con los poe- tas en castellano, entre otras cosas, porque en Sta. Coloma convivo con ellos desde hace años. Cuando era pequeño “La poesía en Portugal tiene la particularidad mi impresión era que el catalán desaparecía. Salía a la ca- de ser, creo, el único arte que en los lle y todo el mundo hablaba castellano. Fue ese uno de los siglos XX y XXI no ha padecido momentos factores que me animó a escribir en catalán. Después des- de ausencia. No hay ninguna generación cubrí en el colegio que otra gente hablaba también catalán y fue una sorpresa, lo mismo que me ocurriría más tarde desde el modernismo que no tenga buenos en Barcelona. En fin, la Transición fue muy lenta. poetas, lo que no se puede decir Yo he convivido muy bien con la literatura en castella- de la música, ni desde luego del teatro, no. Y empatizo también porque compartimos, en dis- ni más o menos del cine” tintos ámbitos, una situación anómala; en mi caso, una situación política que hace que la lengua catalana no sea Pedro Mexia reconocida en Europa. Así, sintiéndome un escritor dis- minuido en catalán, siento, como decía, empatía por los escritores que aquí escriben en castellano. ¿Cómo podemos solventar estas anomalías? No tengo Mateo Rello [a Chus Pato]. Leí con sorpresa los una respuesta. Son importantes, eso sí, las aportaciones resultados de la última estadística oficial de la de gente como Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, propia Xunta: casi un 23% de los menores de 14 de Mateo [Rello]; Mateo, hay un fragmento de Orilla años no sabe hablar gallego. Con estas cifras, sur que me sirvió para ilustrar Violència gratuïta, el libro casi parecen secundarios, incluso utópicos, que ganó los Jocs Florals de Barcelona en 2006. Mi im- planteamientos sobre la salud o el futuro de presión es que, a nivel de base, no hay problemas de una literatura. comunicación; en el político, sí. Chus Pato. Son dos cuestiones distintas. Una cosa es la literatura y otra los hablantes de una lengua. Incluso en Mateo Rello. Es un tema complejo. Es normal una lengua muerta se puede escribir literatura. Nosotros y necesario que las administraciones catalanas llevamos siglo y medio emigrando, más de un millón y tengan un celo especial y prioritario en con- medio de gallegos vive fuera de Galicia. La lengua pierde servar el catalán para que no llegue a desapa- la reproducción generacional normal; la gente que emi- recer, que es una eventualidad que no pueden gra no transmite la lengua o la conserva a lo sumo como dejar de contemplar las lenguas con comuni- lengua familiar. Somos, además, un país que vota siste- dades de hablantes más o menos reducidas. máticamente a un partido que no solo no promociona el Pero luego está nuestra presencia y nuestro pa- gallego, del que es enemigo, sino que está absolutamente pel. Hay casos que no son solo anómalos, sino interesado en que Galicia no tenga ni montaña ni mares: incluso sangrantes. Así veo yo, por ejemplo, las si pudieran aplanar las montañas y quitar el mar, para que ausencias de [Juan] Marsé y [Eduardo] Mendo- se pareciera a Castilla, estarían muy contentos. za en la feria de Frankfurt, que directamente Desde esas coordenadas, con una juventud que siempre juegan en contra de la literatura de Catalunya. se va y no puede transmitir la lengua, yo vivo nuestra Jordi Virallonga. Yo los casos de Mendoza y Marsé realidad de forma muy dolorosa. Veo a mis ex-alumnos, los veo normales: que lo paguen sus editoriales. A ferias con carreras brillantes, que ya no pueden ni tener hijos como las de Frankfurt tendríamos que enviar a escrito- por falta de recursos, yéndose con suerte a trabajar a res de calidad que no tienen el amparo de recursos im- Irán, Arabia o Iraq de ingenieros. Pero no soy catastro- portantes. A mí el [Institut Ramon] Llull me ha costeado fista. Cualquier día de estos hay un vuelco y empezamos algunas citas, como las relacionadas con la promoción a votar a otra gente con otra política lingüística. Muchos de Sol de sal. Ahora bien, yo, que no soy sospechoso de esperamos ese momento. Y entonces seremos impara- nada ni en un campo ni en otro, está claro que no soy bles, ríete tú de los imperios de los que habéis hablado. “de los suyos”. Por poner un ejemplo del otro lado, re- cordaré que la primera y hasta ahora última vez que le Mateo Rello. El conflicto es positivo. Hay con- dieron el Premio Nacional de Poesía a un escritor en flicto porque hay vida, y puede ser fructífero. castellano nacido en Catalunya fue en el caso de Pere Celebremos, pues, el conflicto tanto como el Gimferrer por Arde el mar, en 1966, cuando todavía era encuentro. Ahora bien, todo conflicto necesita el Premio José Antonio Primo de rivera, que él aceptó y de una buena gestión para resolverse, y no en- Vinyoli no. Hace casi 60 años. Y nunca lo recibieron au- quistarse o degenerar. Hablaré de las zonas gri- tores como Gil de Biedma, Goytisolo o Costafreda. No ses. Por ejemplo, la de los autores que, en Cata- puede ser que haya tanto olvido. Algo está ocurriendo. lunya, Euskadi y Galicia, escribimos en caste- La poesía en catalán tiene promoción, y yo lo noto y lo llano. Y ahora hablo en primera persona para agradezco: voy a Pereira, en Colombia, o a México y ya plantear ese relativo abandono al que vivimos no tengo que ir explicando que existe Catalunya y que sometidos: a veces acogidos con recelo fuera aquí se habla castellano y catalán. Voy con normalidad. de Catalunya (solo hay que repasar las antolo- La poesía española también se promociona, pero no gías de poesía española de las últimas décadas); cuenta con nosotros. No contamos, con excepción de los y, en Catalunya, ignorados frecuentemente o novelistas de éxito, que no tienen estos problemas. Basta aceptados con un cierto malestar por parte de con revisar, por ejemplo, las antologías de poesía espa- instituciones y del entorno cultural más refrac- ñola y ver cuántos poetas catalanes en castellano hay. En tario a la realidad bilingüe de Catalunya. la Historia y crítica de [Francisco] Rico puede haber 200

152 caravansari poetas; casi el 60% son andaluces y castellanos, luego Juan Carlos Peña. En relación a las diferentes lenguas, asturianos, valencianos; gallego, solo Valente; vasco, ni lo que hay es dejación por parte del Estado con respecto uno; y catalanes, creo que uno o dos. Yo no lo vivo con a la protección y respeto hacia esas lenguas, que es un malestar, pero desde luego es una realidad que está ahí. mandato constitucional. Ese abandono empuja a las lla- madas culturas periféricas a asumir actitudes defensivas. Pato. La situación en Galicia es muy diferente. Hay muy pocos poetas que escriban en castellano, y están fuera. En Mateo Rello. Precisamente en la primera edición de el recital de ayer [por el festival que abre las Jornades de esta mesa, el poeta y helenista Carles Miralles decía que Sta. Coloma], por ejemplo, me acompañó Míriam Reyes, la actitud del Estado es la de “competencia cedida, res- leyendo sus traducciones de mis poemas; Míriam se crió ponsabilidad extinguida”; se podría añadir responsabi- en Caracas y luego vino aquí. Los gallegos tenemos esos lidad e interés. periplos. La poesía en Galicia se escribe mayoritariamen- te en gallego. Recuerdo pocas excepciones; pienso ahora Diego Arroyo. Habláis de conflictos difíciles de ges- en Ángel Cerviño, que me gusta muchísimo. Así que no tionar. Pero yo quería preguntar a los que escribís poesía tenemos ese problema; ojalá lo tuviéramos, porque sería y prosa, y lo hacéis además en comunidades lingüisti- síntoma de ser una sociedad grande, rica. Nosotros lo ve- cas dobles, si en vuestros dobles territorios también veis mos como un conflicto de ricos. diferencia o conflicto entre poetas y narradores, entre ambos mundos. Harkaitz Cano. En Euskadi hay excelentes poetas y aforistas que escriben en castellano: Karmelo Iribarren, Harkaitz Cano. La tradición literaria que mi genera- Itziar Mínguez, Ramón Eder, Eli Tolaretxipi... A veces por ción ha heredado de la anterior es más europeísta que prejuicios absurdos o desconocimiento de una comunidad la de otros lugares. La generación de [Bernardo] Atxaga con respecto a la otra, han faltado vasos comunicantes flui- (la de los nacidos en los años 50) introdujo una forma dos. Ahora sí los hay, es una situación que se va normali- de ver la literatura en euskera, la crearon. Es la lengua zando. Pero claro, cuando uno escribe en un idioma elige más antigua de Europa, se suele decir, pero yo prefiero formar parte de un sistema literario. Los poetas que he ci- verla como la que tiene la literatura más joven. Atxaga, tado publican en editoriales radicadas en Sevilla, Madrid, [Joseba] Sarrionandía, Koldo Izagirre, Arantxa Urreta- Valencia; apenas sí hay editoriales que publiquen poesía bizkaia... Esos escritores crearon un estándar literario, en castellano en Euskadi, pero es que también si escribes nosotros ya hemos recibido el trabajo más o menos he- en castellano prefieres salir en Visor, Hiperión, Pretextos, cho. Y ellos se basaron mucho en el mundo anglosajón que no en una editorial local pequeña. y centro-europeo. Paradójicamente, no miraban tanto Y está el caso de los que tenemos un pie en un sistema al castellano y a autores españoles, pese a la cercanía. literario y en el otro. Yo me suelo auto-traducir, escribo en Nuestros referentes literarios, por tradición, están más euskera y lo traduzco en una especie de harakiri o disec- en Bruno Schulz, en George Trakl, en Poe o T. S. Eliot. ción en vivo de una rana, una rana que soy yo mismo. Ves Ello no impide que bebamos también de Gil de Biedma lo que hiciste mal, lo que ya no te gusta. Con el harakiri o de Machado, por supuesto. Pero eso quizás se sigue se aprende mucho. Pero ocurre algo curioso si te tradu- notando en la escritura, en la elección de una estilística cen del euskera al castellano, porque la editorial trata de concreta en detrimento de otra. Habría que matizar esto ocultar que es una obra traducida, cosa que no entiendo, muchísimo, es una generalización, pero ahí está. incluso se obvia en el pie de imprenta; me ha ocurrido ya dos veces ver que se han omitido los datos de la edición José Antonio Jiménez [a Chus Pato]. Tengo la per- euskera (editorial, año de edición y título original) y me cepción, dentro de lo poco que conozco la poesía gallega, dicen que es una errata casual, un despiste. de que en ella hay una asunción de las vanguardias más espectacular que en castellano, con menos clones y con Chus pato. Ocurre también en Galicia. Le pasó a [Ma- muchísima fuerza. Que es una poesía muy moderna, muy nuel] Rivas. Pasaba por autor en castellano, ni siquiera interesante. ¿Estás de acuerdo y, de ser así, a qué se debe? se ponía que determinada obra era una traducción pro- cedente de un original gallego. Chus Pato. Estoy de acuerdo, pero con matices. Tam- bién hay muchos clones y mucha poesía mala en la poe- sía gallega. No es por presumir, pero, en proporción, tenemos un gran volumen de poesía. Si en algo somos una potencia, es en esto. Bueno, puntualizo: más que  Intervenciones del público

Sebastián Candado. Es difícil sustraerse a intervenir. Quiero dar las gracias a CARAVANSARI y a los poetas “No es por presumir, pero, en proporción, por lo que nos habéis ofrecido. Han salido temas muy tenemos [en Galicia] un gran volumen interesantes; daría para una semana. En cuanto a esa de poesía. Si en algo somos una potencia, confrontación de lenguas que algunos buscan, yo pienso que la poesía es la propia conciencia más la realidad so- es en esto” cial y cultural; entre esos elementos, le doy más impor- tancia a la conciencia. Lo demás es una confrontación Chus Pato interesada por parte de sectores de una parte y otra, y es una confrontación odiosa. Quería puntualizar que yo no creo que haya mayor dife- rencia entre poesía femenina o masculina, pero sí que po- poesía mala es que para que haya grandes poetas tiene dría detectarse hasta cierto punto una diferente sensibili- que haber muchos poetas. De esa multitud salen unos dad. En última instancia, hay universales que unen a toda pocos grandes, que nos dejan con la boca abierta para la poesía. Hay que defender la poesía, cultivar los puentes siempre. Hay de todo, así que en ese sentido la nuestra y las cosas en común, y evitar debates envenenados. es una poesía normal, como la de cualquier otro país.

caravansari 153 Como en el caso del euskera, hemos estado muy atentos mirando al Atlántico; otro catalán-valenciano-balear al a otras literaturas, además, claro, de haber leído mucha Mediterráneo. Y Castilla haciendo de nexo entre las dos poesía en castellano, porque el canon se construye aten- culturas (se dejó el País Vasco, pero podemos incluirlo diendo. No sé si ese puede ser el origen de la fuerza que ahora). En esa mutua influencia veo un potencial tre- tú percibes. Ha sido necesario contrarrestar la presencia mendo, una potencia cultural enorme. A veces nos em- tan fuerte de la poesía en castellano; la generación de peñamos en una visión demasiado local de las cosas, y [Xosé Méndez] Ferrín, de [Uxío] Novoneyra, la que nace eso nos empequeñece. durante la guerra, abrió esas puertas y ya mi generación se encontró el trabajo hecho. Eso da una poesía diferente José Antonio Arcediano. Al hilo de lo que decía de la de las escuelas castellana y andaluza, más proclives Jordi [Valls], yo no sé si soy demasiado ingenuo o no he a leerse a sí mismas. La gente de las nuevas generacio- entendido nada de lo referido a la Transición, o las dos nes –qué mal suena eso– sí está abierta a Sudamérica, a cosas. Mi idea era que si algo debíamos reclamar a la la que antes no se atendía, y hay un montón de poetas literatura española es que fuese un punto de encuentro y editores que vienen al Estado español con todo ese de las demás. Como mínimo, si no era tan factible tra- patrimonio. La poesía de mi generación en castellano a ducir del gallego al catalán o del catalán al euskera, al veces es demasiado clásica; la nuestra, no tanto. Si nos menos que se tradujera de estas lenguas y del portugués oyes recitar, puede llamar la atención nuestro parecido al castellano. La portuguesa es, como siempre, la más con la escuela americana, no solo del Sur. Cuando leo olvidada por parte de la cultura española; si se hubie- en América, me peguntan si soy española (por cierto, yo ra podido cortar con un serrucho a Portugal, a algunos respondo que soy gallega y ahí empieza el Cristo), y es les hubiera parecido magnífico. ¿Por qué no intentamos que, como me dijeron una vez, “tú pareces de la escuela utilizar la literatura española como punto de encuentro? de Nueva York”. De ese otro lado viene nuestra fuerza. Jordi Virallonga. El tema daría para mucho. Hubo Jordi Valls. Estamos hablando del Estado español, un tiempo, un tiempo lejano, en que esto no era así. cuando tendríamos que hablar de la Península Ibérica. ¿Cuando? En la época de la oralidad. Entonces la Yo creo sinceramente que si Catalunya fuera un estado cançó, la cantiga y la canción tradicional española se la situación sería diferente, y el debate adquiriría otros prestan temas, símbolos, géneros. Esto ya no es así. matices. Aquí hay cierta tendencia a mirar a la lengua; ¿Podría volver a serlo? No se puede ser muy optimis- la poesía en catalán tiende hacia una visión demasiado ta al respecto, porque, ¿quién lee a los portugueses? Y lingüística y atiende menos a los contenidos. Es nuestra los portugueses, ¿leen a vascos o castellanos? ¿Cuán- enfermedad, para plantearlo en el terreno de las minus- tas antologías de poesía catalana se venden en España? valías de los idiomas, que todos las tienen. Porque ese no es un libro de regalo, y esas cifras sí nos dirían cuántos lectores hay, aunque ya sabemos que de- Chus Pato. Eso del criterio filológico en Galicia nos lo ben ser poquísimos. hemos tenido que saltar, lo hemos pasado por alto para En fin, vivimos tiempos de individualización, de disgre- no estar cantando aún al carro de vacas. Ahí también gación, tanto en lo cultural como en lo político. Nosotros nos dieron. sí nos leemos, pero somos poetas y no servimos de refe- rencia. Otra cosa sería si habláramos de los novelistas, Jordi Valls. Pessoa decía que entendía la cultura ibé- que pueden tener públicos amplios. Los novelistas son rica desde una doble base: un pilar galaico-portugués Tarzán, los poetas Chita.

PontePoética

Muy ufanos, habíamos presentado la primera edición más nocturno). El festival, que va ya por la 5ª edición, de nuestras Jornades de poesia en llengües peninsu- lo organiza el Ateneo de Pontevedra, que cuenta con- lars como las primeras y únicas de estas característi- migo para la dirección (selección de autores, contacto cas celebradas nunca en España y Portugal. No era con ellos, comunicación del proyecto, conducción de así. Pese a numerosos rastreos en busca de eventos algunos de los actos...). Una librería de la ciudad pone similares al nuestro, no dimos con la pista del Pon- a la venta ejemplares de los libros de los y las autoras tePoética, y hoy queremos corregir aquella omisión invitados. Las sesiones se graban en vídeo y editamos con esta noticia sobre él. un DVD de cada edición del festival. Es, en fin, uno de los pocos festivales, por no decir uno de los dos, La poeta Yolanda Castaño, directora de PontePoética, que se celebran en Galicia”. nos dice que “Es un festival anual de poesía que reúne en Pontevedra a poetas de las cinco lenguas peninsu- Son ya numerosos los autores que han participado lares, a los que con frecuencia se une algún otro y un en PontePoética, entre otros Ada Salas, Elena Medel, par de poetas europeos. Auspiciado por el Ayunta- Benjamín Prado, María Eloy-García, Roger Wolffe o miento de la ciudad y celebrado en distintos espacios, Raquel Lanseros; en catalán, Eduard Escoffet, David con especial protagonismo del Teatro Principal, don- Castillo, Josep Pedrals y Àngels Gregori; Kirmen Uri- de siempre tiene lugar un recital final con tod@s l@s be, Leire Bilbao, Miren Agur Meabe e Iñigo Astiz en poetas de la edición, suele celebrarse en abril e inclu- euskera; por Portugal, Ana Luísa Amaral, Nuno Júdi- ye lecturas poéticas, un par de talleres o master-clases, ce, Rosa Alice Branco. Hay que añadir a estos otros alguna mesa redonda/conversación y también alguna autores de varias nacionalidades (Italia, Eslovenia) y, performance poética (en algún pub y ya en un horario por descontado, un buen número de gallegos.

154 caravansari Héctor Mediavilla Salvando las distancias José Antonio Jiménez Navarro Diputación Provincial de Soria, 2016. XXXI Premio Gerardo Diego

Eduardo Moga

Salvando las distancias, de José Antonio Jiménez Navarro omite los signos de puntuación; otros se presentan como (Cuenca, 1960), ganador del XXXI Premio Gerardo Die- artefactos metaliterarios a la vez que estampas minucio- go, es un largo lamento por lo perdido. Toda poesía lo es, sas; alguno, en fin, es una mera explosión nominal, como en realidad: toda poesía salva la distancia con lo que ya “La pobreza”, construido solo con los nombres de los si- no está, con los paisajes abandonados, con los seres tios conocidos en la juventud. muertos; y con quien se ha sido: uno no muere menos que aquellos a los que ama. El poeta evoca su pasado –la La plasticidad de los mundos recordados, y renacidos infancia, la familia– en un mundo campesino. Los luga- por el poder alumbrador de la palabra, se aúna con la res se expanden en los poemas como anémonas; la me- presencia ominosa de la muerte, responsable de nues- lancolía se descompone en filamentos o pedúnculos que tras fascinaciones pretéritas y nuestros pavores presen- acarician y ahogan. Pero esta opresión no ensombrece. tes. La memoria, , convive con la guadaña, Antes bien, Salvando las distancias procura un caudal de y el tiempo se desovilla sin remedio. La cohabitación del luz que, a menudo, cuaja en metáforas de llamas y encen- poeta con ambas amenazas atraviesa espacios singulares dimiento. Jiménez Navarro conjuga estos dos polos del en las tres últimas secciones del libro. “Postales” dibuja sentimiento: la rememoración estricta de una realidad ya escenas sucintas, que suscitan prietas evocaciones. La extinta, con inflexiones de poesía social, y la construc- contemplación de los lugares conduce aquí a la medita- ción de una realidad verbal, integrada por imágenes vívi- ción de los sentidos que Zanasis Jatsópulos decía era la das, fervorosas, que la transforma y, al hacerlo, la resuci- poesía. “Los aromas carnales” reúne varias composicio- ta. Muchas de estas imágenes tienen un aire gamonedia- nes metapoéticas y otras extensas que recuerdan lo no: “Hubo acróbatas en tu corazón. Traían/ la dulzura de agreste y lo erótico. “Conversaciones” dialoga con otros las praderas/ y en los atrios de la felicidad/ ensayaban artistas y, singularmente, con el pintor Jesús García y el danzas emparentadas con la migración de las aves./ Eran poeta Jordi Virallonga, cuyo libro Hace triste suscita otra esbeltos en el viento azul de febrero/ y frágiles bajo la larga pieza, fracturada, en la que se ensamblan lo figura- sandalias del alba…”. No extraña esta impregnación: la tivo y lo burlesco. “Tal vez la poesía”, escribe José Anto- poesía de Jiménez Navarro, como la del autor de Lápidas, nio Jiménez, “sea conversación con los amigos cosas/ se inspira en el mundo rural y refleja una ética de la po- que se quedaron sin decir” o, como escribió Diego Jesús breza. Pero el cultivo –o la asechanza– de la realidad no Jiménez, “regresar de una guerra perdida”. Salvando las la lleva al erial del realismo: Salvando las distancias, acu- distancias es un inmejorable diálogo del poeta consigo ciado por un fuerte lirismo, explora los ritmos y las for- mismo y con el lector, y un no menos esperanzador re- mas: en algunos poemas, jubilosos y apesadumbrados, greso de las brumas angustiosas de la batalla de ser. las lentes de baskerville

A pulso Antonio Méndez Rubio Ed. sol y sombra. Poesía, Santander, 2015

Vicente Gutiérrez Escudero

En 1954 el surrealista Gherasim Luca realizó un experi- dedicados a amistades fallecidas, en los que se intuyen, mento que podría calificarse como extraliterario: envió como en los trozos de un espejo fragmentado, momen- cartas a una dirección encontrada al azar. Los textos se tos vividos y extractos de conversaciones. No son diálo- publicaron en 2003 bajo el título Levée d’écrou. En ellos gos, aunque en ocasiones hable el otro: “Así, a través de Luca se enfrenta al silencio de su destinatario: ironiza y ti, no es posible ninguna separación. Así de claro, dices”. reflexiona acerca de esa ausencia. En un sentido similar apuntaba Giorgio Agamben al afirmar, en un ensayo pu- El poeta sostiene a pulso la evidencia de la pérdida, la blicado en New Observations, que “el destinatario del poe- ausencia materializada como realidad, oscilando entre ma no es una persona real sino una exigencia” para ase- lo que desaparece y la . De hecho, desco- verar, más adelante: “no hay un lector de poesía”. En- nocemos la identidad de muchos de los “destinatarios”; tonces, ¿para quién se escribe? tan sólo se indican cuatro de los nombres: Félix Grande, Dulce María González, Pedro Montealegre y Joaquín En esa senda indagatoria podríamos ubicar A pulso, la Herrera Flores. Pero el poemario va mucho más lejos: es nueva publicación de Antonio Méndez Rubio, editada todo un desafío a los esquemas clásicos de comunica- en Sol y Sombra. Lo constituyen doce poemas en prosa ción, en el que los límites entre emisor y receptor se di-

156 caravansari fuminan. Estas rupturas y desbarajustes de los códigos Olvido García en el prólogo a Por más señas, en algo lingüísticos habituales tienen un efecto sorpresivo y libe- esencial para el autor: “la relación de la poesía (…) con rador en quien los lee, hasta el punto de hacerle dudar lo real”. Y es que, debajo de toda identidad siempre es- sobre quién está hablando tras el poema. tán los demás. El yo nos permite ser otros; ser todas esas posibilidades que bucean en uno. Dice Méndez Rubio: Además, Méndez Rubio nos muestra cómo, en un mun- “No escribo, te leo los labios”. Se activa así una grata do tan individualista, la poesía puede, al vincularse a los subjetividad colectiva, configurando un extraño magma otros, acceder a los resquicios más profundos del entra- en el que están presentes el poeta y los que le rodean, a mado social. Habría que volver a incidir, como hiciera pesar de su ausencia.

Las hojas rojas Julio Monteverde Ed. sol y sombra. Poesía, Santander, 2015

Ángel Zapata

Ligada en principio a la tradición de la poesía visionaria, Lejos de todo ello, la palabra –en la concepción y el lo que la escritura de Las hojas rojas da a ver se mantiene desarrollo de Las hojas rojas– atestigua un vaciamiento y –sin embargo– a prudente distancia de las liturgias de lo una desnudez esenciales, vaciamiento y desnudez que oracular y la solemnidad de lo profético. Profundamente sin embargo evaden la pendiente del silencio, y que se emotiva, no se desliza hacia lo sentimental. Atravesada experimentan, al contrario, como condición para con- de punta a punta por las corrientes de lo pasional, no vocar el mundo. También por eso el mundo convocado cede en ningún momento a la tentación del lirismo. en la operación poética no es al final el plexo de signifi- Todo ello hace que uno de los principales logros de esta caciones coaguladas, inertes, de las que se desprende obra de Julio Monteverde sea –precisamente– la seguri- como un efecto de estructura la consistencia del yo. dad y la justeza con las que acota su territorio. Monteverde sabe que “yo es otro”, y de ahí que el terri- torio de experiencia que explora el texto sea un univer- No hay sin embargo, o por eso mismo, un núcleo, un so vivo, tumultuoso, matricial, un mundo en estado na- centro desde el que irradien la pregnancia y la intensa ciente, que comparece en el espacio del poema como un fascinación de estos poemas. Como quería Zaratustra, el caleidoscopio profusamente móvil en el que cada confi- centro está en todas partes. La poesía no es aquí la propie- guración se ofrece como una posibilidad de sentido, o dad de un sujeto que la origina y la funda, sino el efecto, –lo que es lo mismo– como una tarea para la libertad. más bien, de un descentramiento del lugar de la enuncia- ción. Estamos, pues, ante un sujeto poético que habla no Con Las hojas rojas, pues, el corazón mismo de la dimen- desde las certezas, siempre convencionales, de lo biográ- sión poética nos es restituido en todo su riesgo y su po- fico, ni tampoco (¡horror!) desde los resabios de un inti- tencia de perturbación. No es una poesía para ser leída, mismo más o menos psicologizante, y ante un sujeto que sino experimentada. No aspira a la comunicación, sino rechaza –por la misma razón– los procedimientos y los al contacto. Su belleza convulsa, en fin, no solicita la comodines retóricos en que se apuntala la identidad den- admiración externa de un espectador, sino la cercanía y tro de la poesía de escuela, de cualquier escuela. el temblor de una sensibilidad apasionada.

Los ritos de los sentidos. Poesía árabe VV. AA. Antología y traducción a cargo de Jaouad Elouafi, Bahi Takkouche, Manuela Palacios y Arturo Casas Caligrafías de Hachemi Mokrane CantArabia, Madrid, 2015

Chus Pato

Finalizó 2015 con la publicación de la antología bilingüe mientos muy diversos ilustra la propuesta del antropólo- de poesía árabe Los ritos de los sentidos a cargo de un equi- go Arjun Appadurai, quien, ante la imposibilidad de po de antólogos y traductores de diversa procedencia – comprender al Otro en su totalidad, sugiere a cambio Marruecos, Argelia, Galicia–, y con la colaboración de que procuremos espacios de encuentro con lo poco o lo un ilustrador calígrafo argelino. La traducción así enten- mucho que podamos compartir. La poesía es, pues, uno dida, no como una lectura individual y puramente per- de estos posibles espacios de encuentro y la traducción sonal, sino como un diálogo entre culturas y posiciona- la mejor herramienta que lo facilita.

caravansari 157 “Los ritos de los sentidos es una selección de poesía árabe ra que los poetas del presente dialoguen con sus ante- sobre el cuerpo y la cultura que lo arropa, lo engalana, cesores. lo circunscribe o lo oculta”, afirman los antólogos en su Introducción (p. 7) y, ciertamente, los poemas se- Es de destacar la notable representación de mujeres poe- leccionados configuran cuerpos que aman, sufren y tas que reescriben mitos y, en palabras de los antólogos, transitan por el mundo en continua errancia. El título “hablan de perseverancia en el amor, sin autoengaño, de la antología alude a las prácticas culturales que dan atentas como están a la realidad que el cuerpo delata” forma a nuestra percepción del mundo, incluso aque- (p. 7). Los ritos de los sentidos combina la musicalidad de los lla que es más biológica y sensorial: olores, colores, versos con los ritmos caligráficos de las ilustraciones, pues texturas, sonidos y sabores. Al abarcar desde la poesía cada poema está ilustrado con la caligrafía, moderna y sufí, que escoge el corazón como espacio privilegiado experimental, de una de sus palabras o frases esenciales. para la comunicación con Dios, hasta la poesía actual, que denuncia las bocas amordazadas, se funde con la Acerquémonos al silbido de la serpiente que huele a pre- naturaleza, expresa el gozo del cuerpo o lo transfor- guntas; entre las muchas que estos poemas plantean elijo ma en tropo de escritura, esta antología entronca la poe- la siguiente “¿cómo ha de emanar embriaguez en las pa- sía actual en la clásica y dispone los poemas de mane- labras/ al cruzar la página?” (p. 52).

Incluso la muerte tarda Jordi Virallonga Visor, Madrid, 2015. Premio de Poesía Hermanos Argensola 2015

J. A. Arcediano

De Jordi Virallonga (Barcelona, 1953) dice Juan Gel- Y del “yo”, la depuración se desplaza al mundo. Si for- man en el prólogo a este volumen: “sus poemas son malmente el autor filtra el lenguaje y elimina de él los como puñetazos con los ojos abiertos”. Puñetazos, sí, falsos brillos, la mala bisutería y los adornos grotescos, el de sabiduría, de ciencia poética, de experiencia en el corpus ideológico y cognoscitivo en el contenido de los verso. Y en la vida. La experiencia del que –y cito de poemas está sometido al mismo tipo de criba. Virallon- nuevo a Gelman, del mismo texto– “sabe que la lengua ga tamiza las vías de paso de “lo real” para que solo del paraíso ya no está disponible”. Y si ese registro ya pueda mantenerse en el discurso aquello que ofrece un no está a nuestra disposición, ¿cómo demonios perge- valor de verdad indudable, desde un punto de vista lógi- ñar el verso? Pues “empobreciendo” (y cito de nuevo al co, pero también desde un punto de vista emocional y, gran maestro, prometo que por última vez) la lengua, lo que es más complicado, desde una perspectiva moral. ejercicio que “requiere un trabajo de excavación y se- Así, el ejercicio poético asume su más genuina utilidad y lección finísimo y profundo”. Y eso es, exactamente, lo deviene instrumento de medición, precisa herramienta que hace Virallonga en este Incluso la muerte tarda. científica en la diferenciación del bien y del mal, desde criterios individuales, sin pretensión moralizante, pero Las cartas siempre sobre la mesa, desde el primer verso. con vocación de universalizarse, al estilo del imperativo No hay farol. No hay truco. Todo es claro y directo, lla- categórico kantiano. no y culpidor, hiriente y real. Ese “empobrecimiento” al que alude Gelman no es sino un descomunal ejercicio En ese escenario, los versos son como altavoces que de depuración, de sepsis, de medición, de cálculo firme amplifican el sonido de la voz. Y esa voz, la voz potente y llano respecto al valor de verdad de palabras y propo- y ronca del fajador que no se rinde, nos trae –como su- siciones que, de no haber pasado ese sutilísimo filtro al cedía en alguno de sus libros precedentes– la dignifica- que las somete el poeta, nos recordarían a las quejas que ción del papel de la mujer (“una mujer maltratada es sobre el mundo y los individuos habremos escuchado mejor/ que un hombre cobarde”); la importancia y la todos unas cien mil veces en la barra de un bar, en la añoranza de la figura materna; la apología de los desfa- cola del súper o en la parada del bus. En eso –nada me- vorecidos y su derecho a no olvidar e incluso a ajustar nos– consiste la ciencia de Virallonga, en obtener her- cuentas; la carga contra el “proletariado aburguesado” mosos diamantes poéticos a partir de ese manantial tan (en el excelente poema “Profesionales de la pobreza”); en bruto que es la realidad. el zarpazo a la repulsiva moral de sumisión del indivi- duo trepador que tanto abunda en nuestra sociedad (en Esa “depuración”, esa “sepsis”, empieza por el “yo”, des- el magnífico “Analogía entre hombres y perros”); la de- mitificado ya desde el primer poema, expuesto y tratado nuncia del ocultamiento premeditado mediante el eufe- sin miramientos ni autocomplacencias: “...queremos ser mismo, la hipocresía y el abuso de lo políticamente co- nosotros pero ansiamos/ ser quien viene de visita”. Y rrecto (“Loa a los sinceros”); la evidencia de que la nor- ante la visión del ciclo vital desde la perspectiva del re- ma, aunque sea manifiestamente absurda y arbitraria, gresado, no oculta la insatisfacción como fenómeno co- se superpone siempre a la libertad individual (“Normas mún en los individuos, que, en su frustración, “justifican de la organización”). Y el ajuste de cuentas final, consi- la rabia o el pudor de no haber sido/ el príncipe al que go mismo (“Si levantas la memoria sólo hay playas”) y temen los mercaderes de Ítaca”. con la parte de la sociedad que ha abusado de sus privi-

158 caravansari legios incluso a costa del dolor ajeno (“Antes de que escenificado magistralmente en el poema “Un manojo vuelva la riqueza”). de fiebre”, donde también se ofrece al lector el devasta- dor resultado de la carencia de ese amor, y el poco sen- Erigiéndose entre todo este inventario de escombros y tido que sin él tiene la vida: vertidos tóxicos producto del ser humano, la única vía de “salvación” para el individuo, la pócima mágica, o no Hoy darías Ítaca por un perro y un amigo, tan mágica, del doctor/chamán Virallonga para este pero sólo tienes estas ganas de morirte, mundo enfermo: el amor por los otros y de los otros, porque no te queda nada al mirar atrás.

Que concierne Julieta Valero Vaso Roto, Madrid, 2015

José de María Romero Barea

En el poema “Previo al sol” lo cotidiano deviene alegoría: palabras, imágenes y citas. El inventario mental de Valero “La ministra de Trabajo llora al anunciar las nuevas medi- es, en esencia, cómico; su imaginación, surrealista, con tí- das; en otro costado de la fontana barroca, el rostro del pre- pica suspensión de incredulidad y aparente incoherencia. sidente se pone extrajudicial y legendario”. Dar la vuelta a los clichés es otro juego favorito de la autora de la colección El estilo del poema que da título a la colección es fiera- Que concierne. La pesadilla de la lengua, para Julieta Valero mente moderno. “Que concierne” articula con admira- (Madrid, 1971), como para Flaubert, es la “idea recibida”, la ble claridad los dilemas de cualquier arte de vanguardia: palabra que va de boca en boca, que se da por sentada. la necesidad de alejarse de la tradición y arriesgarse a ser difícil e impopular, a quedarse “sin paradoja, sin analo- En los poemas de Valero, “la transexual periferia del len- gía, sin lectores”. Valero se esfuerza por lograr nuevas guaje” socava persistentemente la restauración del sentido a formas de ver a fin de contrarrestar el discurso homoge- fin de implicar a la sensibilidad. La poeta hace malabares neizado, consumista, que ofrecen “políticos mostren- con las posibilidades de la lírica. Su ingenio se ocupa lo cos”, sin dejar de considerar que estas nuevas formas de mismo de temas inauditos que agotados, y encuentra nueva ver podrían convertirse a su vez en ortodoxia. vida en ellos. En “Celos”, la sintaxis sinuosa logra penetrar en el dominio epigramático e irónico de una Emily Dickin- La autora de Altar de los días parados (2003), Los Heridos Gra- son: “La conciencia, planta carnívora que equivoca el moti- ves (2005) y Autoría (2010), ahonda en un discurso posmo- vo y confunde tres ces: caderas, calderas, contenidos”. derno que no desdeña la tradición. Valero podría decir (junto al poeta nicaragüense Rubén Darío) que es una poe- Filología, películas, argot, arqueología, juegos de palabras, ta muy siglo XVIII, muy arcaica y muy moderna, atrevida poesía universal, bibliografía, anuncios de televisión, nada y cosmopolita. Las embestidas trágicas de sus composicio- escapa a una poesía que se desliza a través de una amplia nes, bien físicas o emocionales, son de una fuerza geológi- variedad de voces y estilos, que discurre entre sensaciones, ca, que no renuncia al vocabulario de la ironía: “¿adónde? comentarios y eventos; a veces, la interrupción de la ex- siempre junto y con tilde no hay adóndes sí hay de nuevo pectativa es tal que un lector escéptico podría pensar que reglando me voy// a pasar al menos la unidad del saluda- estos poemas no son sino una aglomeración aleatoria de ble perineo por el idioma” (“Perineo y embargo”).

Punto de ebullición. Antología de la poesía contemporánea en gallego VV. AA. Miriam Reyes (ed.) Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2015

Marta Font Espriu

La poesía goza hoy de una presencia múltiple, difusa, tos poderosos de creación y crecimiento, lo que configu- casi caótica. Se multiplica su creación oral con un nuevo ra un panorama difícil de controlar y someter a una or- prestigio de espectáculo alternativo; se continúa su tradi- denación. De este modo, las antologías, de grupo o de ción en problemática comunicación con las recientes época, que podrían parecer a primera vista un instru- formas de creación y los roles actuales de poeta. Y la red mento anticuado, además de imposición jerarquizante, de redes, universal espejo y maremágnum, origina circui- se convierten paradójicamente en herramienta casi im-

caravansari 159 prescindible, sobre todo cuando, como es el caso, se tra- menina como centro de significación, la búsqueda de ta de reunir las voces más recientes de la poesía escrita una textualidad líquida, transformable; y la apertura en gallego. Una propuesta que nos llega de la lengua- hacia la movilidad, hacia la performance y la videopoe- otra de Miriam Reyes (edición bilingüe), y nos presenta sía como tercer foco. Sea como fuere, es un deleite ver no solamente las últimas tendencias poéticas sino, tam- un reciente ayer ordenado e iluminado por la búsque- bién, motores genuinos de la revolución de las palabras da de los diferentes espacios que dialogan con la poesía y de la movilización de la materia poética. de hoy.

Con Punto de ebullición Miriam Reyes, conociendo y re- Uno de los privilegios de esta obra es que cada una de velando al lector/a los límites sui generis, ha conseguido las trayectorias poéticas seleccionadas respira por sí mis- una imagen actual del mapa poético gallego y, tam- ma, evitando así la sensación de un menú degustación, bién, una concisa y atenta mirada (prólogo) que nos rápido y sin sentido. Reyes consigue que obras tan com- adentra en los diferentes “focos de calor” de la poesía plejas como la de Chus Pato, Antón Lopo, Ana Romaní gallega a partir de los años 70: ahí donde la palabra ya o Yolanda Castaño palpiten desde sus centros y seamos busca su desnudo. Las coordenadas marcadas por Re- testigos fugaces de los desgarros, de los ecos vacíos, de yes se mueven en tres grandes placas de inducción: la los deseos amurallados, de las identidades quebradas o poesía como constructora de los nuevos discursos cul- encontradas… Una selección de quince poetas nacidos a turales y sociales a partir de publicaciones colectivas; partir de los años 50, donde claramente las poetas son el la importantísima revolución del imaginario poético eje de transformación y actualización de la poesía en las escrito por mujeres: la sexualidad y la subjetividad fe- letras gallegas.

La ciudad Diego Jesús Jiménez Prólogo de Tomás Néstor Martínez. Apuntes críticos de Juan M. Molina Damiani Bartleby Editores, Madrid, 2015

José Antonio Jiménez Navarro

Bartleby Editores acaba de reeditar La ciudad, el poe- terpelar y fijar al lector en los asuntos esenciales de la mario con el que Diego Jesús Jiménez (1942-2009) ga- existencia, clima onírico (“irracionalismo realista” ha di- naba el Premio Adonais en 1964. De la fijación del tex- cho Molina Damiani), barroquismo, modernidad van- to se ha encargado Juan M. Molina Damiani: un traba- guardista y, en general, un virtuosismo lingüístico ex- jo necesario en cuanto que Diego Jesús, escrupulosa- traordinario. Lo cierto es que DJJ, como demostró Ma- mente perfeccionista con su obra, fue introduciendo a nuel Rico en Diego Jesús Jiménez. La capacidad visionaria y lo largo de los años numerosas variantes en las sucesi- meditativa del lenguaje (1996), anticipaba en este libro mu- vas impresiones en revistas y antologías de buena parte chos de los recursos que utilizaría dos años más tarde de los poemas. El volumen se completa con un minu- Pere Gimferrer en Arde el mar (1966), el texto que conse- cioso prólogo de Tomás Néstor Martínez y un epílogo guiría quedarse con el membrete de libro fundacional, del propio Molina Damiani que incluye la lista comple- en muy buena parte (sin restarle méritos a Gimferrer) ta de publicaciones que han reproducido piezas perte- gracias a la operación promocional que supuso la apari- necientes a La ciudad y la procedencia de cada uno de ción de Nueve novísimos poetas españoles (1970) de J. M. los poemas fijados. Estas aportaciones son sumamente Castellet. interesantes porque nos revelan, entre otros datos de interés, el impacto inicial del libro, cuándo empieza a El largo poema que supone La ciudad, leído 50 años des- diluirse su presencia y también cuáles han sido los poe- pués, sigue siendo un texto cautivador y sorprendente, mas más reiteradamente publicados, es decir, los más también por su profundidad existencial, pero sobre emblemáticos. todo, por su potencia lingüística, por una sinfonía verbal que nos arrastra, como un organismo en crecimiento in- La consecución del Adonais con La ciudad supuso un cesante, a través de sutiles asociaciones semánticas y espaldarazo decisivo para que un jovencísimo Diego Je- musicales. Un libro, en fin, que supone un acto supremo sús Jiménez (que pocos años después iba a conseguir su de confianza en el lenguaje y de fe en la palabra poética. primer Nacional de Literatura con Coro de Ánimas, 1968) Y a esa confianza y a esa fe vincula Diego Jesús Jiménez entrase, para algunos lectores y críticos atentos, en la la posibilidad única de armonizar la estadía del hombre órbita de poetas a los que hay que seguirles la pista en el mundo: “En las gavillas dejo la voz/ como el que marcha como al pan necesario. Lo que distinguía a este libro de un día para segar y sabe/ que el olvido es el coro de la tierra”; la producción poética de la época era un sorprendente “Así te tuve: única y amarga/ como el buen peregrino, el necesa- manejo de recursos innovadores: encabalgamientos rio caminante/ de la tierra vencida; como el que sabe/ que su constantes, rupturas rítmicas, brillante imaginería, alien- amor es único, que es único su mal/ y eleva su pregunta, y va así to entrecortado –como la respiración de un pájaro atra- caminando/ bajo la alta palabra, bajo el mundo tranquilo/ de pado, diría DJJ muchos años después–, riqueza léxica, su estrella, hombre/ con su dolor, bestia nacida/ llegando ya al dialéctica de contrarios, uso de interrogaciones para in- vacío”.

160 caravansari Rastres de l’escapista Joan Carles González Pujalte Premi València de Poesia, Bromera, 2015

J. A. Arcediano

Joan Carles González Pujalte (Mataró, 1963) és un dels en tant que sempre li falten coses per fer, i que sempre autors més actius del panorama poètic català. Ha publi- manté un deute (moral) amb els altres i amb el món. I, cat al voltant d’una vintena de llibres i, tot i així, no se en aquest sentit, mantenim una lluita contra el temps (o sent parlar gaire d’ell. Els únics per a qui no ha passat el temps contra nosaltres) i alhora contra nosaltres ma- mai desapercebut són els jurats dels premis que s’ha em- teixos, la nostra pròpia peresa existencial i la nostra in- portat amb els seus llibres, la majoria d’ells notables, i capacitat per viure. Els homes i les dones “per tot arreu fins i tot uns quants d’excel·lents. I parlant d’excel·lència, deixem rastres”. I la nostra vida es desenvolupa en parèn- un botó de mostra: Rastres de l’escapista (Bromera, 2015, tesis que, aparentment, no tenen cap importància, per- Premi Alfons El Magnànim de Poesia), llibre de ritme què són espais de trànsit i no d’estada (Entre l’ungla i la trepidant i dicció àgil, que ens presenta un autor molt carn./ Entre l’aixeta i la pica./ (...)/ Entre la goma i el gas hàbil en les contínues enumeracions que fa a manera butà./ Entre l’agulla i la tela cosida. Però desembocarem en d’inventari, amb un accent que, de vegades, es desplaça alguna mena de certesa: ...no trigarem gaire/ a comprendre del real al surreal, i a la inversa, però que, en definitiva, que el temps és imparable/ i que és imparable el desglaç de la ens dibuixa un retrat de l’individu a través de la revisió nit. Enmig de tot això, el poeta sembla intentar el rescat de les seves (macro i micro)geografies. Allò gran i allò d’alguna mena d’espai utòpic on hi hagi alguna possibi- petit, convertit en llenç on es representa la vida humana litat de cercar la felicitat o quelcom que se li assembli en els seus detalls, freqüentment amb referències cultu- (No volem creure en els trens nocturns/ que passen per rails de ralistes (Shakespeare, Rembrandt, Modigliani, Rodin i vidre cap/ als camps d’extermini de la conformitat”); però, de d’altres). A poc a poc, l’autor va perfilant la definició de seguida, es decanta cap al no-res: ...aquest gran teatre del l’individu com a ésser residual, mera reminiscència, món/ on tot és sàtira de la desgràcia/ de ser el que som i del que producte de les seves empremtes, dels seus “rastres”. no volem ser. Un ésser humà que és, principalment, individu que desitja. Aquesta visió posa de manifest tot allò ocult de I així, Pujalte continua l’inventari, que es podria esten- l’home i de la dóna, mitjançant imatges de potent i sug- dre fins a l’eternitat, però que ens porta fins al poema gerent simbolisme: On la poma s’ha podrit des dels angles vint-i-sis, on ens fa aturar amb un interrogant que, per cap endins; Aquesta roba estesa com un exèrcit/ de banderes més vegades que ens l’hem fet, no abastem a donar-hi derrotades; Hi ha llençols amb olor d’esquelet; i d’altres per resposta: Quina és traient pell i més pell al final / la nostra l’estil. màscara? I potser no ens responem per no haver de re- conèixer –com sí que ho fa el poeta– que som finalment Seguint els rastres de l’escapista comencem a concebre l’estampa/ que no arribem a entendre, el rostre/ absurd i boterut l’home i la dona contemporanis com a éssers carents de que no reconeixem/ rere tants tels d’ànsia. El nostre destí –diu personalitat, mancats d’espiritualitat, i a redefinir-los González Pujalte– està en mans del rellotge (“esfera ca- pels seus atributs externs, atesa la impossibilitat de fer- rronya”); però, en un petit miracle obrat per la poesia ho per la seva essencialitat. Aquesta carència, però, pot podem, d’alguna manera, redimir-nos, perpetrant un salvar-se –aquesta és la meva sensació, llegint aquests acte procreador del dia que mor/ en nosaltres i que neix en no- Rastres– mitjançant l’amor i el sexe nascut d’aquest amor. saltres mateixos,/ aquesta gran metàfora de tot que ja van sa- Però això no salva l’ésser humà del seu caràcter deutor, ber/ deixar a les parets els artistes egipcis/ fa tants segles.

[Rastres de l’escapista Joan Carles González Pujalte Premi València de Poesia, Bromera, 2015

J. A. Arcediano

Joan Carles González Pujalte (Mataró, 1963) es uno de en definitiva, nos dibuja un retrato del individuo a través los autores más activos del panorama poético catalán. de la revisión de sus (macro y micro)geografías. Lo gran- Ha publicado alrededor de una veintena de libros y, sin de y lo pequeño, convertido en lienzo donde se repre- embargo, apenas se oye hablar de él. Los únicos para los senta la vida humana en sus detalles, frecuentemente que no ha pasado nunca desapercibido son los jurados con referencias culturalistas (Shakespeare, Rembrandt, de los premios que se ha llevado con sus libros, la mayo- Modigliani, Rodin y otros). Poco a poco, el autor va per- ría de ellos notables y, aún más, unos cuantos excelen- filando la definición del individuo como ser residual, tes. Y hablando de excelencia, un botón de muestra: mera reminiscencia, producto de sus huellas, de sus Rastres de l’escapista [Rastros del escapista] (Bromera, “rastros”. Un ser humano que es, principalmente, indivi- 2015, Premio Alfons El Magnànim de Poesía), libro de duo que desea. Esta visión pone de manifiesto todo lo ritmo trepidante y dicción ágil, que nos presenta un au- oculto del hombre y de la mujer, mediante imágenes de tor muy hábil en las continuas enumeraciones que hace potente y sugerente simbolismo: On la poma s’ha podrit a modo de inventario, con un acento que, a veces, se des dels angles cap endins [donde la manzana se ha podrido desplaza de lo real a lo surreal, y a la inversa, pero que, desde los ángulos hacia adentro]; Aquesta roba estesa com

caravansari 161 un exèrcit/ de banderes derrotades [Esta ropa tendida como car la felicidad o algo que se le parezca (No volem creure un ejército/ de banderas derrotadas]; Hi ha llençols amb en els trens nocturns/ que passen per rails de vidre cap/ als olor d’esquelet [hay sábanas con olor a esqueleto]; y otras camps d’extermini de la conformitat [No queremos creer por el estilo. en los trenes nocturnos / que pasan por raíles de cristal hacia / los campos de exterminio de la conformidad]), Siguiendo los rastros del escapista empezamos a conce- pero, enseguida, se decanta hacia la nada: ...aquest gran bir al hombre y la mujer contemporáneos como seres teatre del món/ on tot és sàtira de la desgràcia/ de ser el que carentes de personalidad, faltos de espiritualidad, y los som i del que no volem ser [...este gran teatro del mundo / empezamos a redefinir por sus atributos externos, dada donde todo es sátira de la desgracia / de ser lo que so- la imposibilidad de hacerlo por su esencialidad. Esta mos y de lo que no queremos ser]. carencia, no obstante, puede salvarse –esta es mi sensa- ción, leyendo estos Rastros– mediante el amor y el sexo Y, así, Pujalte continúa el inventario, que se podría ex- nacido de ese amor. Pero esto no salva al ser humano tender hasta la eternidad, pero que nos lleva hasta el de su carácter deudor, en tanto que siempre le faltan poema veintiséis, donde nos hace detener con un inte- cosas por hacer, y que siempre mantiene una deuda rrogante al que, por más veces que nos lo hemos formu- (moral) con los otros y con el mundo. Y, en ese sentido, lado, no alcanzamos a dar respuesta: ¿Quina és traient mantenemos una lucha contra el tiempo (o el tiempo pell i més pell al final/ la nostra màscara? [¿Cuál es quitan- contra nosotros) y al mismo tiempo contra nosotros do piel y más piel al final / nuestra máscara?] Y tal vez mismos, nuestra propia pereza existencial y nuestra in- no nos respondamos para no tener que reconocer, capacidad para vivir. Los hombres y mujeres per tot como sí hace el poeta, que somos finalment l’estampa/ que arreu deixem rastres [por todas partes dejamos rastros]. Y no arribem a entendre, el rostre/ absurd i boterut que no reco- nuestra vida se desarrolla en paréntesis que, aparente- neixem/ rere tants tels d’ànsia [finalmente la estampa/ que mente, no tienen ninguna importancia, porque son es- no alcanzamos a entender, el rostro/ absurdo y abulta- pacios de tránsito y no de estancia (Entre l’ungla i la do que no reconocemos/ tras tantos velos de ansia]. carn./ Entre l’aixeta i la pica./ (...)/ Entre la goma i el gas Nuestro destino –dice González Pujalte– está en manos butà./ Entre l’agulla i la tela cosida [Entre la uña y la car- del reloj (“esfera carronya” [esfera carroña]); pero, en un ne. / Entre el grifo y la pica. / (...) / Entre la goma y el pequeño milagro obrado por la poesía podemos, de al- gas butano. / Entre la aguja y la tela cosida]. Pero des- guna manera, redimirnos, perpetrando un acte procreador embocaremos en alguna especie de certeza: ...no triga- del dia que mor/ en nosaltres i que neix en nosaltres mateixos,/ rem gaire/ a comprendre que el temps és imparable/ i que és aquesta gran metàfora de tot que ja van saber/ deixar a les imparable el desglaç de la nit [...no tardaremos mucho/ en parets els artistes egipcis/ fa tants segles [un acto procreador comprender que el tiempo es imparable/ y que es im- del día que muere / en nosotros y que nace en nosotros parable el deshielo de la noche]. En medio de todo mismos, / esta gran metáfora de todo que ya supieron / esto, el poeta parece intentar el rescate de algún tipo de dejar en las paredes los artistas egipcios / hace tantos espacio utópico donde haya alguna posibilidad de bus- siglos.]

Un mínimo de racionalidad, un máximo de esperanza José de María Romero Barea Ediciones Alfar, Sevilla, 2015

Alejandro Pérez Guillén

La vida es un pequeño paréntesis en el que se encierran ese desordenado espejo de palabras ante el que uno se las palabras con el desmesurado afán de engañar al desnuda y recompone cada una de sus piezas. tiempo. A veces uno se encuentra dentro sin más esca- patoria que la memoria. En otras ocasiones los hechos La vida es un diálogo del autor con su pasado, es una son contemplados desde la distancia. La vida es el ejer- cita del hombre con su alter ego, es una estética hacia la cicio estéril de deshojar una margarita, un carpe diem entrega en la que el amor nos rescata del abismo, nos vegetal que, a modo de poema, se derrama en cada pé- ofrece su mano para que no caigamos al vacío. Es un talo. La poesía es un modo de conciliarse consigo mis- silencio de contradicciones que lanza sus redes hacia el mo, de convocar a los fantasmas en el papel, de recupe- diálogo. “El sol me atravesó por vez/ primera (hasta en- rar el instante en el instante en que se acaba. tonces/ el sol/ se había paseado/ por mi piel)”.

José de María Romero Barea retoma el pulso de la infan- Un mínimo de racionalidad, un máximo de esperanza cia, navega por las arterias de las horas con ese reloj de nos ayuda a sobrevivir en el desfiladero de la duda, nos arena que cae sobre los hombros, con ese equipaje a enseña a caminar con los dedos llenos de miedo, con las cuestas que nos acompaña en cada viaje, en esa travesía manos cargadas de ausencias. Un mínimo de racionali- propia a la que llegamos para conocernos a fondo. Uno dad, un máximo de esperanza es una llamada a la puer- lee para ampliar el mundo que tiene ante los ojos y es- ta del destino. Y alguien que deja entreabierta la sonrisa, cribe para buscarse en el trasfondo de los versos, como la cubre de adjetivos y de abrazos.

162 caravansari El arrebato de las cosas Jean-Yves Bériou Paralelo sur ediciones, Barcelona, 2015

Nathalie Karagiannis

La poesía de Jean-Yves Bériou es sin duda una poesía Porque si es verdad que se trata de una poesía arrebata- instalada en el presente. Es evidente para el lector de da, incluso torrencial en la transformación ilimitada de El arrebato de las cosas que, salvo en contadas excepcio- las cosas, de la materia que maneja, no deja de ser cierto nes, los verbos están en presente. Esas “cosas” del títu- que sus hitos están bien definidos. En El arrebato de las lo existen realmente, acontecen, y son observadas y cosas nos encontramos en un universo reconocible en transliteradas al instante, y en ese mismo instante está tanto que universo, aunque el libro esté construido en el eterno “ahora” de las páginas del libro. Pero es tam- cuatro partes estilísticamente diferentes. Los animales – bién una poesía del presente porque se trata de una lobos, perros, zorros– giran a nuestro alrededor; los pá- poesía alquimista por excelencia: es hacedora de pre- jaros (muchísimos pájaros) vuelan sobre nuestras cabe- sente, es decir, hace de las cosas una presencia; no solo zas, se dejan observar o bien se han perdido (“y tú, fiero las describe, las transcribe o las representa, no solo las faisán extraviado/ en mi poema”); los paisajes tienen transforma en palabras sino que directamente las mo- amplios horizontes, sus colores son el negro y a menudo dela, las crea. Como nos recuerda Pierre Peuchmaurd el rojo; y los objetos: cráneos, camas, órganos del cuer- –uno de los más importantes poetas contemporáneos po, que en esta poesía del presente se hallan aislados, en lengua francesa y amigo de Bériou– en la bella in- son repentinamente el centro de interés –estamos en el troducción al volumen, “la transformación de la mate- centro del presente y poco sucede a lo lejos– para dar ria es la materia [de la poesía]”. Esto se traduce en que, paso inmediatamente a la imagen siguiente; sí, sin duda aquí, las cosas –de las que en otro contexto podríamos se trata de un universo completo. También forman parte decir que son inanimadas o abstractas, o por lo menos de él los traductores, poetas y amigos que han llevado a que comunicarse con ellas es difícil, si no imposible– a cabo un trabajo extraordinario (Antonio Gamoneda o menudo dicen y hacen: viven (“irse es un pato salvaje/ Miguel Casado, entre otros). Y está claro que ese univer- volver es un cazador”, “un hueso habla con un hueso”, so no se nos acerca con suavidad, con nostalgia, dubita- “una casa que sangra”). Y, puesto que todo vive, esta tivo o interrogante. Es un universo que se afianza con poesía no es indulgente con nosotros, como tampoco firmeza y es indudablemente masculino. En él radica la lo es con su autor, a quien sentimos luchar cuerpo a fuerza. Sin embargo, o tal vez por ello, una de las prin- cuerpo no solo con la lengua, sino también con las imá- cipales fuerzas de ese universo es el amor, sobre todo genes que lo sumergen, las marcas que han dejado las por su poder transformador: “Se puede decir el corro y cosas en ese cuerpo y las cosas en sí mismas, que se el zorro / pero en los brazos negros del amor / se dice el atropellan, incluso sumidas en un desorden y una con- corro del zorro”. tradicción que en ocasiones se traen al presente y se domestican. (Traducción del francés de Cinta Moreso Galiana)

Médanos [Objeto poético] Javier Gálvez ardemar ediciones, Madrid, 2015

Jesús García Rodríguez

En la estela de la más fértil y sagaz tradición de Du- de sal, una plaquette bellamente editada rodeada por una champ –por su capacidad de con-jugar erotismo, sentido malla violeta que, cual liga femenina, ha de ser (como del humor y juego de lenguaje con un resultado final indica hoja adjunta) deslizada hacia abajo –dejando siempre desconcertante– se nos presenta este artefacto abierto el “muslo” y el sexo del poema– o “cortada con poético de Javier Gálvez, poeta-fotógrafo o fotógrafo-poe- unas tijeritas de manicura”. ta, un artefacto pleno de sentidos y de connotaciones y denotaciones sin duda suculentas. El lector/perceptor El erotismo y el amor han sido de siempre el eje de ro- (pues aquí la poesía no se limita al texto, sino que, en tación en torno al que se mueve la obra escrita –y en rabiosa coherencia con la idea de poesía por otros medios parte también fotográfica– del siempre enigmático, que ha popularizado el Grupo Surrealista de Madrid, al siempre clandestino Gálvez. Precedido por una termi- que pertenece el autor, se extiende a toda una experien- nante cita de Paul Celan, ese gran surrealista en lengua cia sensorial y táctil) se topa con una caja de color car- alemana (“Partidario del absolutismo erótico”, toda una mesí, a modo de estuche de joyero, titulada “Dialéctica declaración de principios), el poemario despliega una del amor”; dentro de ella le sorprende, sobre un lecho sinuosa (ver título) liturgia de Eros, un “camino de lo

caravansari 163 confesable” –como titula la primera parte– que incluye Se trata en suma de un objeto exquisito, no por el alto pre- muchas “inconfesabilidades” y mucho amor, insurrecto, cio de los materiales que usa –eso sería caer en el juego rimbaudiano (véase mención a “mi amada Hortensia”). del mercado, justo lo opuesto a la exquisitez– sino por su El librito se centra en los grandes goces de la carne y del elegancia de concepto y de composición y por su escasez cerebro: la “lentitud del caracol”, la pereza (“adiós al de reproducción, solo treinta ejemplares de pura artesanía, tiempo regulado del trabajo”), a la materialidad de las lo que multiplica su valor y su potencial. El cuidado de manos, los sexos, los charcos y las humedades y los “tre- los materiales es también exquisito: por ejemplo, la deli- ce puentes del amor”, pues el amor no es solo dinamita- cadeza del papel de las guardas, de color rosa –rosa vagi- ción de la vida cotidiana, sino también puente entre in- nal, nos atreveríamos a calificarlo– contrasta sensual- terioridades. “No importa el camino seguido hacia el mente con el color amarillo de las páginas del interior. amor”, nos dice el texto, y, atravesando longitudinal- Para los curiosos, el librillo concluye con otro muy du- mente el librito entero, una frase reveladora: “Solo el champiano autorretrato fotográfico donde, una vez más, pecado nos salva de ir al cielo”. el erotismo y el humor se alían juguetonamente.

Nuclear Ricard Mirabete Editorial Terrícola, Granollers, 2015

Víctor Mañosa

A les meves mans Nuclear (Terrícola, 2015), un breu poe- cés al seu si esdevé un camí espiritual. En el cas de Mi- mari sense cap concessió, un treball depurat com si cada rabete, cal insistir en que aquest camí no implica una poema tingués voluntat de ser essència, nucli. Aquest és desconnexió amb el fet humà, o una fugida. De fet, a el darrer recull de Ricard Mirabete (Barcelona, 1971) i és vegades el poeta és a la penombra, encara que al punt també un bon exemple dels trets que distingeixen la seva just de “l’inici de l’esperança”, mentre una llum (no poètica: la cura i el rigor formal, sí, però primerament la “l’única llum dels cims més alts”) il·lumina canyissars, mirada ètica i una imbricació que fa del paisatge alguna una ermita o els cossos retallats dels maniquins, les ru- cosa més que el mer continent del poema. nes del segle XXI. I és aquí on ens adonem que la mira- da és també, quan hi ha pensament, ètica –l’altre tret A Nuclear, el poeta és la petjada, i el poema el paisatge distintiu de la poesia de Mirabete–: “Corrompre’s és allò que es desplega en ell: “transito melangiós pels camps que no afirmem (...)/ Com la música robada als dies que sembrats/ que no admeten cap error. Són camps madurs no vindran”. A vegades, també el poeta és un mèdium, (...) arribo a l’esglesia de Talló./ Llengua bífida, pedra en una voluntat narrativa que és radical poesia, per exem- ordre/ i l’estructura òssia del salm”. Aquí, la mirada de ple a “Ruralia” o a “La casa abandonada”, poemes que Mirabete s’ha desplaçat cap un entorn més rural i antic, m’han evocat el punyent “Hospital”, de les seves ciutats partint dels entorns urbans que definien els poemes de ocasionals. Les ciutats ocasionals (Tèmenos, 2009) i els camins infil- trats d’urbs com els de la Vic difusa que apareix a Radar Un darrer apunt: detalls com la disposició del text, el (Tèmenos, 2012). tacte de les cobertes i el color de la tinta, o saber que els criteris de producció del llibre mantenen una actitud de Si la natura és essencialment un contrast entre l’amplitud “respecte a totes les espècies terrícoles”, posen de mani- d’allò que ens sobrepassa i la introspecció que ens des- fest que Nuclear ha estat editat amb amor. Un plaer afegit vetlla, “la rodonesa del que em dibuixa l’ànim”, tot ac- pel lector.

[Nuclear Ricard Mirabete Editorial Terrícola, Granollers, 2015

Víctor Mañosa

En mis manos Nuclear (Terrícola, 2015), un breve poe- En Nuclear, el poeta es la huella, y el poema el paisaje mario sin ninguna concesión, un trabajo depurado como que se despliega en él: “transito melancólico por los si cada poema tuviese voluntad de ser esencia, núcleo. campos sembrados/ que no admiten ningún error. Este es el último libro de Ricard Mirabete (Barcelona, Son campos maduros (...) llego a la iglesia de Talló./ 1971) y constituye un buen ejemplo de los rasgos que Lengua bífida, piedra en orden/ y la estructura ósea caracterizan su poética: el trabajo y el rigor formal, sí, del salmo”. Aquí, la mirada de Mirabete se ha despla- pero primeramente la mirada ética y una imbricación zado hacia un entorno más rural y antiguo, partiendo que hace del paisaje alguna cosa más que el mero conti- de los entornos urbanos que definían los poemas de nente del poema. Les ciutats ocasionals [Las ciudades ocasionales] (Té-

164 caravansari menos, 2009) y los caminos infiltrados de urbe como mos cuenta de que la mirada es también, cuando hay los de la Vic difusa que aparece en Radar (Témenos, pensamiento, ética –el otro rasgo distintivo de la poe- 2012). sía de Mirabete–: “Corromperse es lo que no afirma- mos (...)/ Como la música robada a los días que no Si la naturaleza es esencialmente un contraste entre la vendrán”. A veces, también el poeta es un médium, amplitud de lo que nos sobrepasa y la introspección una voluntad narrativa que es radical poesía, por que nos desvela, “la redondez de lo que me dibuja el ejemplo en “Ruralia” o en “La casa abandonada”, poe- ánimo”, todo acceso a su seno se convierte en un cami- mas que me han evocado el punzante “Hospital”, de no espiritual. En el caso de Mirabete, hay que insistir sus ciutats ocasionals. en que este camino no implica una desconexión con el hecho humano, o una fuga. De hecho, en ocasiones el Un último apunte: detalles como la disposición del tex- poeta está en la penumbra, aunque en el lindar del to, el tacto de las cubiertas y el color de la tinta, o saber “inicio de la esperanza”, mientras una luz (no “la única que los criterios de producción del libro mantienen una luz de las cumbres más altas”) ilumina cañaverales, actitud de “respeto a todas las especies terrícolas”, po- una ermita o los cuerpos recortados de los maniquíes, nen de manifiesto queNuclear ha sido editado con amor. los escombros del siglo XXI. Y es aquí donde nos da- Un placer añadido para el lector.]

Fred als ulls Antònia Vicens Cafè Central/Eumo, Barcelona, 2015

Jaume C. Pons Alorda

Conocida como la Gran Dama de las Letras Catalanas, 2015). Estos títulos, como decíamos, la han devuelto a la la mallorquina Antònia Vicens (Santanyí, 1941) ha dedi- primera fila del panorama y nos demuestran que la ca- cado más de cuarenta años a la creación de novelas ca- racterización absolutamente poética de sus voces narra- paces de cazar la mirada esquizoide de unos seres atra- doras era una antesala de esta poesía viva, extrema, es- pados por el peso de la blasfemia, de la locura y de lo piritual, salvaje. sacrosanto. Los poemas del libro son intensos, dinámicos flashes. Heredera de Carson McCullers, de Virgina Woolf o de Con unos cuantos únicos versos, la voz poética consigue William Faulkner, así como de la “Escuela de la Carne” llevarnos hacia momentos verdaderamente álgidos, de del sur de la isla, sus ambiciosas tramas consiguen atra- puro sentir, al igual que consiguen los maestros japone- par gracias a las fantásticas protuberancias emocionales ses con sus haikus: morir-te encara no tens massa/ deutes de unos seres extremos; precisamente, y gracias a sus amb les flors [morirte aún no tienes demasiadas/ deudas obsesiones desquiciadas, nos llegan con toda su intimi- con las flores], por ejemplo. Ya lo dice Gabriel de la San- dad de arrebato: vida aterrorizada por la abundancia de tíssima Trinitat Sampol en el buen epílogo que nos rega- más vida. Las criaturas de Vicens aparecen, así, talmen- la: Aquest vers trencat ens sobta, se’ns fica al cos, ens corprèn, te ángeles extraviados, como descendientes de un ins- perquè hi trobam un trencament que sorgeix de dins, que no és tante de pavor y de resplandor. una simple opció formal i, per tant, externa [Este verso roto nos sorprende, se nos mete en el cuerpo, nos cautiva, Gracias a toda esta ambición para nada subterránea, los porque encontramos en él una ruptura que surge de retratos que confecciona Vicens no solo nos muestran, dentro, que no es una simple opción formal y, por tanto, con sumo cuidado antropológico, la fragilidad sublime externa]. Lo que nos da Vicens son instantes exactos, de todo lo que acontece. Son también acuarelas rabio- dolorosos, necesarios. sas de un territorio que ha vendido su desgraciada alma al turismo como única moneda de triste Judas aconteci- Fred als ulls no es, en fin, una novela que se queda a do. El resultado es una vasta e impredecible cosmogo- medias con cuatro versos de prosa recortada. Fred als nía de sexo, perdición y paraíso convertido en maléfica ulls es, al menos hasta ahora, la más grande cumbre li- quimera. teraria de una autora que nos proporciona poemas re- cónditos, poemas donde el goce del verso llega a pro- Ahora que entre sus garras Vicens ya podía conseguir porciones mastodónticas a partir de piezas de orfebre- cualquier cosa que llegara a proponerse, va y nos sor- ría delicada. Precisamente por todos estos motivos de prende con la publicación de tres libros de poemas ex- felicidad, el libro es radical hasta decir basta, nos ilumi- quisitos que han desatado furor, sobre todo entre los na con revelaciones espectrales y con versos memora- más jóvenes, y que la elevan como una auténtica Senior bles, en la línea imaginada por una Emily Dickinson al de la Poesía. Los títulos de su obra poética, hasta este borde de lo irreal y de lo visceral. Porque Vicens no momento, son Lovely (Moll, 2009), Sota el paraigua el crit solo es la Gran Dama de las Letras Catalanas, como se [Bajo el paraguas el grito] (Lleonard Muntaner, 2013) y ve, sino, seguramente, una Auténtica Reina de la Poesía Fred als ulls [Frío en los ojos] (Cafè Central/Eumo, Actual.

caravansari 165 Los días extraños Manuel Rico Valparaíso Ediciones, Granada, 2015

Marta López Vilar

“En las tardes y sus grietas, con tu historia/ de adversa aquél que escribe vivía y ahora reconstruye. En este li- devoción, de mundos compartidos, sientes/ que es pre- bro hay viajes, paseos, amor, personas queridas que de ciso volverse y respirar”. Así comienza el nuevo poema- nuevo se convocan en la amistad y los afectos, en las rio de Manuel Rico, un libro que marca los pasos de un huellas de aquello que poco a poco desaparece, en cada regreso a un pasado que se ha convertido en lugar, en grieta de una casa, en cada huella. Y emociona, porque respiración. Los días son ese extraño lugar del tiempo al puede verse cómo este libro cuidará de las estancias del que se regresa como quien se acerca a una fotografía o a pasado, las mantendrá confortables, pero a veces con un una casa. El golpe de melancolía siempre nos hace mirar dolor a medias y con mucho aprendizaje de vida. Por- detenidamente los muebles, los rincones, la cercanía ti- que volver también nos convierte en felicidad: nos ayu- bia de los ruidos que están sin ser oídos. Esa sensación da a dar el último abrazo, a echar el último vistazo a la de tenue melancolía, de reconocimiento y de encuentro casa, a la calle, al lugar que es todo el tiempo. Nos per- inunda las páginas de este hermoso libro hecho de luci- mite hacer lo que la vida no nos deja: saber que, aunque dez y verdad. Porque la afirmación de una historia, de todo será último, sí podremos recordarlo para cuando un haber sido es la mejor y más clara manera de saber lleguen esos días extraños de la memoria. que aún seguimos siendo. Y esto late en el libro. Por ello, acérquense y disfruten de la hermosura de los Los días extraños es un libro que habla sobre la restaura- lugares abandonados y habitados, disfruten del recono- ción, sobre la curación del tiempo, sobre la recupera- cimiento de la vida que hay en este libro, en este bello ción de rostros, de cuerpos, de sí mismo. El poeta recu- libro que, confieso, a veces me impedía respirar. Así se pera la ciudad de su infancia y adolescencia, nos presen- articula muchas veces la poesía: nos permite haber vivi- ta aquella España gris del silencio y el miedo en el que do ese libro sin ser nuestro. Nos permite ser regreso.

Palabras de barricada. Una recopilación de anarcoversos VV. AA. Fernando Barbero Carrasco, coordinador Queimada Ediciones, Madrid, 2015

Ferran Aisa

La presente antología de textos y poetas libertarios, Pa- collar rojo y negro lleno de furia, con la idea de la Revo- labras de barricada, es una iniciativa del escritor Fernan- lución y la Historia sobrevolando sus paisajes.” do Barbero Carrasco, que se fraguó en el verano de 2013 durante los Encuentros Poéticos de Voces del Ex- La antología se inicia con los versos de Antonio Orihuela, tremo, en la localidad onubense de Moguer, el pueblo uno de los más importantes poetas críticos actuales de de Juan Ramón Jiménez y su Platero. El coordinador nuestro país: “El lobo come ovejas./ El pastor come ove- afirma que este poemario no hubiera visto la luz sin el jas./ ¿Se puede aprender algo, ovejas?”. Del poemario apoyo entusiasta del poeta Antonio Orihuela y del au- forma parte importante Jesús Lizano (recientemente falle- tor de estas líneas. Por tanto, siendo parte del mismo cido), al cual se le hizo un homenaje este verano en Mo- no voy a hacer una reseña crítica, sino más bien infor- guer, y los poetas asistentes al mismo subieron a los caba- mativa. El libro que ha editado Queimada consta de llitos y mostraron su simpatía por las personas curvas y 238 páginas y recoge versos de 48 poetas de casi todo vieron en todas partes mamíferos: “Marqueses, ejecuti- el territorio español; algunos de ellos son publicados vos, socios,/ italianos, ingleses, catalanes./ ¿Catalanes?/ en lengua catalana, con su correspondiente traducción Yo veo mamíferos”. En el recopilatorio aparecen también (Xavier Díez y Ferran Aisa), e incluso encontramos los versos de poetas como, entre otros, David Castillo, poemas en lengua eslovena (Bozo Pogacar) y una pe- Ana Pérez Cañamares, Gerard Jacas, Mateo Rello, Alber- queña muestra de poesía visual (Clemente Padin y Da- to García-Teresa, Enrique Falcón, Andreu Aisa Vázquez, vid Pielfort). Pep Castells, Ángel Pestime, Marta Navarro o Eladio Orta, autor del bello poema “La casa roja y negra”: “La Fernando Barbero Carrasco, en la presentación de la an- casa roja y negra era un enjambre de utópicos/ una man- tología, dice: “Hemos buscado, y encontrado, textos cha vespertina en medio del retamar/ encendían fogatas poéticos libertarios en el sentido amplio de la palabra; al respaldo del montón de leña/ y se pasaban la noche hemos solicitado a sus autoras y autores su consenti- cantando canciones aromáticas/ acompañadas por el rit- miento para publicarlos y han sido engarzados en este mo de guitarras y violines/ timbales y cajones.”

166 caravansari Las formas de la nada Moisés Galindo Isla de Siltolá, Sevilla, 2015

Juan Carlos Peña

De la permanencia de las cosas y de la rebeldía e irre- esta falten los símiles y las analogías, que es entre las que ductibilidad frente a ese devenir que nos convierte en el autor se mueve y por donde nos lleva. “invisibles”. De esto es de lo que habla Moisés Galindo en su poemario Las Formas de la Nada. El título, a lo pri- Desde el punto de vista formal, el libro se presenta en mero que nos remite es a un texto aparentemente rela- forma de breves poemas, fragmentarios, con la introduc- cionado con la filosofía, y el lector podría entrever suge- ción de algunos textos en forma de prosa poética, una rencias cercanas a algún tipo de propuesta científica, a especie de paréntesis que en ningún caso representa una alguna forma de pensamiento oriental, o a las creencias ruptura en el discurso. Unos fragmentos que “desde la cristianas. No obstante, como dice María Zambrano en visibilidad y la invisibilidad, forman parte de un todo”. su libro Filosofía y Poesía, “el poeta, a diferencia del filó- Poemas cuya densidad nos abre el paso a las sugerencias sofo, no busca, ya lo tiene”. Tiene el mundo ante sus y a una persistencia en el mensaje que se enfatiza por el ojos con toda su sencillez y toda su complejidad. Y lo uso de la paradoja y la antítesis: “presente en su invisibi- que ha de hacer es mirar. Y es lo que hace Moisés Galin- lidad”, “ yendo sin ir”, “estando sin estar”, “todo lo que do, posar una mirada sobre esas formas del no ser/sien- fue, es y será”, “opaca transparencia”. De vez en cuan- do. Una mirada asombrada que convierte lo exterior, do, lo narrativo (“miras las flores del porche, la hilera/ objetivo, en algo interior, subjetivo, y lo expone desde de hormigas entre los tiestos, la colonia/ de aviones vo- su individualidad, desde un aferrarse a “la belleza intrín- lando hacia sus nidos”) deja la puerta abierta a un espa- seca del instante”. cio acogedor en el que no se necesitan las preguntas, ni las respuestas, tan solo dejarse mecer por las palabras. Desde estas premisas el poeta nos va haciendo entrar en todos sus espacios, unas veces haciendo uso de un len- El poeta concluye el poemario con un texto que se ase- guaje y de unos enunciados que trascienden el significa- meja a la secuencia final de una película en la que el do más inmediato y otras utilizando la expresión más personaje observa lo que le circunda, reflexiona y se va directa, a veces, bronca: “hace un viento del carajo”, alejando, convirtiéndose, también él, en “una forma de “ese perro sarnoso”, “ese pájaro de Keats”, sin que en la nada, cambiante; donde continuar a salvo”.

Dietario Benito del Pliego Ediciones Amargord, Madrid, 2015

José de María Romero Barea

Benito del Pliego (Madrid, 1970) no es una, sino va- Al contrario, el poeta se permite detener en seco al lec- rias personas: el escritor protesta, el poeta lírico al tor justo cuando está a punto de ser arrollado. La prime- que conciernen la pasión, el lugar y el destino, el hom- ra estrofa de “1/24/09”es corta, la segunda más larga y bre cuya conciencia se centra en el hombre, la mujer conversacional: “De mal en peor, de mal en mal, de do- y sus monstruos. Sensible a las ironías del éxtasis, lencia en dolencia hasta la maledicción final”. Termina, consciente de que pueden surgir en los lugares más sin embargo, con un imprevisto cambio de tono (“Y des- insospechados, de las estaciones de autobuses a los pués no hay fusión, hay fosa y confusión”), lo que nos supermercados, de que pueden asaltar a vagabundos recuerda que Del Pliego, en su registro más grave, aún como a funcionarios, Del Pliego, como William Blake, puede mostrar su lado lúdico. es capaz de contemplar el universo en un grano de arena. Su talento para el boceto emerge en la serie “Orientación del sentido”, que transmite el sabor del lugar con tanto Ni siquiera Walt Whitman hubiera soñado con el iguali- detalle como una novela realista. Se privilegian las visio- tarismo de la extinción que denuncia el libro de poemas nes terrestres a las celestiales. Las referencias a personas Dietario, donde abundan los discursos nominales, las lis- y lugares (arboledas del Esla, National Gallery, Washing- tas y las letanías, y se prescinde del tiempo sintáctico y ton D.C., Jasper Johns, Joan Brossa) evocan la persisten- sus formalidades. Ahora o nunca, sus poemas se ocupan cia de la identidad en una era de destrucción masiva. Al de lo inmediato, lo que no quiere decir que sean compo- típico estilo Beat, el poeta exalta a sus amigos y los eleva siciones torrenciales, ni su autor un mero canalizador a la categoría de semidioses. Bajo la lluvia radiactiva del pasivo de energías psicóticas. olvido, sus rostros brillan como máscaras griegas.

caravansari 167 En Dietario, la guerra no es una antagonista teórica. La El poeta de Índice (2005), Fábula (2007), Muesca (2010) y aniquilación nuclear es una posibilidad (“Fukushima, Dietario es un escritor mundano, en el mejor sentido, cherè no-vil, villa qué-herida”), la muerte está “asegura- que sabe que el camino hacia el cielo empieza en la tie- da a cada instante”. La sección “Última hora” denuncia rra y no es precisamente un atajo. Su espontaneidad ora- “la hora en la que pagan justos x pecadores”, en la que cular es rara hoy, cuando los poetas se dividen en a fa- “morir o matar por un vaso de agua”, en la que “Atenas vor y en contra, como codificadores de software, y fun- arde y no es la llama olímpica”. Su cómica implacabili- cionan sin problemas, como nodos en la red. Del Pliego dad agit-prop combina solidaridad y estética. Consciente es un fallo del sistema, pero el caos que provoca dispara de que la rebelión se convierte pronto en algo obsoleto, las alarmas. Su poesía, que aspira al gran Uno mediante la poesía de Del Pliego no busca liberar al mundo sino sutiles modulaciones, se hace oír, por encima del ruido al propio Del Pliego. de la maquinaria.

Debe decirse dos veces Rikardo Arregi Salto de página, Madrid, 2014

Alex Gurrutxaga Muxika

Después de 14 años de casi absoluto silencio, Rikardo a la tumba de Luis Cernuda, en el que el gasteiztarra Arregi Diaz de Heredia (Gasteiz, 1958) publica en homenajea al poeta enterrado en México. 2012 el poemario Bitan esan beharra (Alberdania, Pre- mio de la Crítica), que ahora edita en castellano Salto Tradición y renovación se encuentran en la poesía de de página bajo el título Debe decirse dos veces. En 1998 Rikardo Arregi de manera excepcional, y la mirada que Arregi publicó Kartografia, que, siendo su segundo el poeta arroja sobre la historia literaria es a la vez respe- poemario, lo consagraba como uno de los poetas más tuosa e irónica: poemas como “Fervor de Buenos Aires” destacados de la poesía contemporánea vasca. En Bi- (en castellano, en el original), “Txolarreak” [Gorriones] o tan esan beharra / Debe decirse dos veces ofrece poemas “Autobusetik” [Desde el autobús] dan buena muestra de relacionados con tres grandes temas, quizás los mayo- ello. Y si en la temática y en la referencialidad se observa res, divididos en tres partes. La primera parte recoge una toma de posición respecto a la tradición occidental y aquellas piezas que tratan sobre la vida y el arte, o, especialmente la vasca, lo mismo debe decirse sobre la mejor dicho, sobre el arte de vivir. Rikardo Arregi en- forma poética. Predomina la poesía de corte clásico, ten- foca su vida personal, pero lo hace con esa sutil auto- diendo al heptasílabo, endecasílabo, etc.; no obstante, el ironía que aleja la figura del poeta de todo hálito ro- poeta se decanta por el ritmo antes que por la rima, de mántico. En la segunda parte encontramos los Poemas modo que la poesía fluye sin trabas en todo momento. A de amor, más o menos, cuarenta y siete poemas en los ello han de añadirse la narratividad y la ausencia de flo- que el poeta traza diversos caminos en busca de un rituras retóricas, así como el equilibrio entre la reflexión lenguaje válido para hablar del amor, un lenguaje que y el juego, el humor y la seriedad. Bitan esan beharra / se aleje del romanticismo y pueda plasmar el afecto y Debe decirse dos veces es el fruto maduro de una poética el erotismo (en un sentido amplio) de las relaciones elaborada, que en un constante juego de reelaboración y humanas. La última parte del libro, Réquiem, se teje, creación (pues ha de decirse no solo dos veces, sino eter- como no podía ser de otra forma, alrededor de la namente), trata de encontrar formas poéticas para obser- muerte, elemento antagónico absoluto de la vida y el var y decir la realidad, para arrojar luz sobre lo más co- arte. Hay que destacar el poema que Arregi le dedica mún y lo más difícil: la vida, el amor, la muerte.

Corónicas de Ingalaterra. Un año en Londres (con algunas estancias en España) Eduardo Moga La Isla de Siltolá, Sevilla, 2015

Juan Vico

Uno de los mayores condicionantes a la hora de enfren- resulte su vida, pero también, y esto es fundamental, su tar la escritura de un diario es, evidentemente, la obliga- capacidad para convertir lo nimio en interesante. Esa ba- ción de dar cuenta de lo que está pasando en la cotidia- talla la tiene ganada Eduardo Moga desde el principio: neidad de su autor. Ahí entra en juego lo atractiva que su capacidad de observación, análisis y, sobre todo, ex-

168 caravansari posición, consigue que nos interesemos activamente por quizás no cruel. Y que por suerte la literatura nos ofrece vivencias que, salvo excepciones, podrían ser las de cual- sobrados recursos para decir las cosas de una forma con- quier otro ciudadano de un país de la Europa occidental. tundente sin necesidad de dejar de ser elegantes.

El libro de Moga tiene su origen en un blog homónimo, Por ejemplo el humor, una herramienta que Moga ma- todavía activo, donde el poeta se dedica a contarnos su neja de forma magistral, y probablemente el rasgo de día a día en Londres, ciudad en la que vive desde sep- estilo más pronunciado que nos ofrece en su faceta de tiembre de 2013. Es, pues, un diario que se aprovecha de prosista. Recomiendo, en este sentido, la lectura de su la inmediatez que le permite el medio cibernético. La anterior libro de crónicas, La pasión de escribil, publicado consecuencia más obvia de esta elección es que no media en esta misma colección hace dos años, y donde, a pro- apenas tiempo entre la redacción de cada capítulo y su pósito de tres viajes a Hispanoamérica, da rienda suelta ofrecimiento al público, cuando lo más habitual es que un a toda su causticidad. El humor literario de Moga tiene escritor deje pasar años entre la confección de un diario y como principal resorte la ironía, que a su vez se sustenta su publicación. Se consigue así una sensación de “vigen- en una endiablada capacidad para examinar críticamen- cia contextual” de la que carecen la mayoría de textos te lo que su mirada consigna. autobiográficos que podemos encontrar en las librerías. Esa estrategia guarda igualmente relación con la cuidado- Otro de los puntos que me parecen cruciales en la pro- sa construcción de la voz narrativa. Cabría entrar aquí en puesta de Eduardo Moga es la forma tan directa que tie- una cuestión tan apasionante como la relación entre los ne de expresar sus opiniones y sus puntos de vista, sin géneros autobiográficos y la literatura de ficción, pero no recurrir a circunloquios justificadores. En la página 201 tenemos espacio para ello. Baste decir que, en mi opi- recoge un comentario de otro poeta, Agustín Calvo Ga- nión, el narrador es Eduardo Moga y no lo es, al mismo lán, en el que a este asegura sorprenderle la crudeza de tiempo. Habla más o menos como él, vive su vida, le ocu- algunas entradas del blog. El autor reflexiona sobre ello rren las mismas cosas; pero experimenta también a lo y llega a la conclusión de que no hay que confundir cru- largo del libro una evolución similar a la de cualquier pro- deza con claridad, y que la claridad es indispensable para tagonista de una obra narrativa. Es sin duda un personaje llevar a cabo su labor tal y como la concibe. Yo diría, más heredero del flâneur de Baudelaire y de Walter Benjamin, aún, que en un diario sí que conviene ser crudo, aunque y uno los grandes hallazgos de estas jugosas crónicas.

Almacén. Dietario de lugares Editorial Polibea, Madrid, 2014

Tapia con mirlo Prensas de la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 2014 José Ángel Cilleruelo

Manuel Rico

Conocí, hace ya muchos años (fue, quizá, a finales de los Barral y Gil de Biedma). Hoy la atención de los lectores noventa) a José Ángel Cilleruelo. Fue en Barcelona, con de poesía en castellano (y de los críticos, y de los profe- motivo de una invitación a leer poemas en la biblioteca sores) pasa por otros referentes territoriales. Sobre ello pública Mercè Rodoreda. De su obra había leído El don escribí hace algunos años (prólogo a Por vivir aquí. Anto- impuro (1989) y buena parte de Maleza (1995), título que logía de poetas catalanes en castellano, 2003) y no me ex- en 2010 acogería su poesía reunida. Creo que no había tiendo. publicado aún Salobre (1999). Siempre me pareció un poeta rotundo, con las ideas muy claras y con una op- Los dos últimos libros de Cilleruelo, Almacén. Dietario de ción estética en la que la mirada realista se veía siempre lugares y Tapia con mirlo me llegaron casi a la par (des- agrandada (cabría decir ahondada) por un tamiz miste- pués supe de la publicación, en el filo del verano, de los rioso, como si en cada poema hubiera decidido abrir poemas en prosa de Becqueriana, libro que trataré en una pequeña rendija a una incertidumbre mágica, inde- otra ocasión). Aunque el primero es una gavilla de pro- finible. Su poesía, no ajena a los males del mundo pero sas que oscila entre la miscelánea y el diario y el segun- abordados desde el tamiz de lo personal e íntimo, ha do un poemario con todas las de la ley, entre ambas crecido en esa constelación (discúlpeseme el término or- entregas hay vasos comunicantes y, como no podía ser teguiano) de poetas en castellano que maduraron en las de otro modo, obsesiones coincidentes. Almacén, que dos últimas décadas del siglo XX. Poetas réplica del es- forma parte del conjunto de obras en las que el autor plendor novísimo, poetas de la emoción, poetas de la barcelonés levanta acta del “oficio de vivir” (desde Ba- realidad y sus misterios, poetas de la crítica y de la vida. rrio alto hasta las prosas blogueras de El visir de Abisi- A su vez, José Ángel Cilleruelo es amigo de lo difícil: nia) es una azarosa combinación de meditaciones, re- catalán (barcelonés) que escribe en castellano. Una flexión metafísica y reflexión literaria, prosa descripti- apuesta que tiene sus servidumbres en el mundo poético va, destellos poéticos y aciertos aforísticos junto a cons- peninsular, sobre todo a la hora de fijar el canon a través trucciones verbales que rompen la lógica de la realidad de las antologías: pasó el tiempo de la Escuela de Barce- y nos acercan a la greguería. Una aparente diversidad lona y de la cierta función dirigente que esa ciudad tuvo de formas de abordar “el lugar” a las que da coherencia en la orientación de la poesía en castellano (tiempos de un doble hilo conductor: el temblor del tiempo, su la-

caravansari 169 bor invisible modelando (o deformando) rincones, ob- de lograr: en ella alienta la precisión , el sustrato emocio- jetos, ciudades, sensaciones, olores, y el amor: a la ama- nal y la inteligencia para ver más allá de lo visible, para da, a los otros, a quienes dan vida a los lugares, a los descubrir lo que está a punto de dejar de existir y en lo propios objetos y a su singularidad en el tiempo. Tal y que solo el poeta repara: el momento posterior a la fies- como subraya Juan José Martín Ramos en el prólogo, ta, cuando los músicos, cansados, recogen el instrumen- Cilleruelo lo expresa de manera gráfica: “El amor es el tal y otros retiran la basura que acumuló la noche; el fi- lugar”. Su obsesión por el lenguaje y por descubrir en él nal de una cena y las huellas que perviven; Varsovia imprevistas fronteras y capacidades, lleva a Cilleruelo concentrada en un hueco en el tranvía (“que mira/ a (lo decíamos antes) en no pocas ocasiones a jugar con lo través de la ventanilla”); el invierno que se expresa en la contemplado, recordado o vivido. Son muchos los mo- imagen en la que “Una mujer de oscuro riega y barre/ su mentos de Almacén en los que la greguería cobra una puerta. Un hombre aranca el motorcillo/ del pozo”; an- fuerza que nos sorprende. Como ejemplo reproduzco denes vencidos por la vegetación y el tiempo; recuerdos íntegramaente el texto titulado “tranvía”: “Subo y destilados en unas pocas imágenes que hablan de lo sen- arranca con sobresalto de pasajeros. Un aprendiz de cillo y no por ello prescindible: colillas apagadas, una violinista que araña las vías. Un verso de once sílabas maleta, una cisterna que gotea, el patio “de un bloque con los acentos mal puestos. Se va renegando hacia el protegido”. Una sencillez que encuentra su mayor grado pasado con mi sueño dentro”. Completan el catálogo de depuración en los cuatro haikus estacionales de de enfoques de esa “realidad del instante” las reflexio- “Vida en Haijin”. La vida, en fin, convertida en lenguaje nes de paso sobre cierta experiencia de la cultura: Ka- y en revelación. fka, João Bento, un poco conocido Fernando Sanmartín a propósito de su Notas sobre Zaragoza del capitán Marlow, En el fondo, estamos ante una poesía de “los bordes”, en García Marquez y su lugar Macondo, Collioure y la la que se canta lo que se ve, se recuerda o se imagina sombra de Machado, el Dublín de Joyce.... sin dejar de sobre ese espacio híbrido entre la irrelevancia y el olvi- lado lo imprevisto y sorprendente, con sutiles rasgos de do en el que, aunque a veces no nos demos cuenta, se poética. Así lo descubrimos en su recorrido por los En- destila la proteína de nuestra existencia, la esencia de las cantes: “En una esquina del revoltijo me llama una pa- emociones. Una esencia que en Cilleruelo fermenta, so- labra desde un libro menudo, blanco: Voces. De Antonio bre todo, en la más radical intimidad, pero que a veces Porchia. 1965. No salgo indemne del puesto”. nace de una mirada crítica, compasiva, hacia los otros, tal y como con sutileza se advierte en poemas como El reino de los detalles, de los momentos inadvertidos, “Dones del sábado”, “Expediente de regulación” o de los bordes. Acaso la poesía tenga hoy la función de “Canción del progreso”. Almacén y Tapia con mirlo son, alumbrar esas zonas de la realidad que pasan inadverti- en cualquier caso, dos libros complementarios que das al común de los mortales o que son consideradas muestran a un poeta con mundo propio y reconocible. irrelevantes, desechables. Los poemas de Cilleruelo son Lo que no es poco en los tiempos que corren. breves, de una intensidad buscada y sostenida del pri- mer al último verso. Poemas en los que, sin embargo, el (Texto cedido por Manuel Rico, procedente de su Blog artificio inevitable se disuelve en una naturalidad difícil La estantería.)

Mapamundi [Poemas del siglo XX] Selección y traducción de Martín López-Vega La isla de Siltolá, Sevilla, 2014

Toni Quero

Como lectores a menudo nos preguntamos cuál es el poetas de treinta y cinco nacionalidades. Entre los auto- taller literario del poeta: qué lecturas y autores frecuen- res que se citan en sus páginas encontramos siete pre- ta, qué temáticas le son más próximas o a cuál de sus mios Nobel: Elitis, Seferis, Montale, Milosz, Heaney, contemporáneos lee. Martín López-Vega, poeta, traduc- Brodsky y Walcott; otros que no desmerecerían en la tor, crítico y editor, responde a estas preguntas y contra- lista, como Auden o Mandelstam; clásicos contemporá- programa en las librerías su último poemario, La eterna neos de la talla de Ivo o Simic, y una larga nómina de cualquiercosa (Pre-textos), con Mapamundi (La isla de Sil- autores desconocidos, muchos inéditos en castellano, tolá), una antología personal compuesta por poemas tra- que constituyen el verdadero tesoro de la antología. Es ducidos por él mismo (algunos ya habían aparecido en a través de las distintas voces donde uno puede inferir su bitácora Rima interna de “El Cultural” [El Mundo]) y no solo los nombres sino también el tipo de lírica que que, como aclara en el prólogo, es «la única forma, tal López-Vega prefiere. Hay en sus lecturas una tendencia vez, de aprender los secretos del taller y aprender cómo al intimismo, la cotidianidad y la nostalgia, como en los funciona, en cada mínimo detalle, un poema». poemas del serbio Vasko Popa o del rumano Marin So- rescu, teñidos en este caso de una fina ironía; un gusto El título es, en verdad, pertinente, pues el libro se orga- por la Grecia y Roma clásicas, patente en los versos del niza como una cartografía lírica formada por ochenta chipriota Michalis Pierìs; y, a pesar de no estar presen-

170 caravansari te, uno advierte también entre líneas la alargada som- desconocido”) o el macedonio Nikola Madzirov (“El bra de Cavafis. En menor medida encontramos poesía silencio no existe./ Es un invento de los monjes/ para social, como el excelente “Quienes pasan entre las pala- escuchar cada día a los caballos/ y cómo caen las plu- bras pasajeras” del palestino Mahmud Darwix y algún mas de las alas”). En el debe se echa en falta un apara- poema soberbio que trasciende todo lo anterior y que to crítico sobre la procedencia de los textos, el original justifica por sí mismo este volumen, el mejor ejemplo y la lengua de la que han sido traducidos, pero esta es de lo cual es “La verdad sobre Homero” del brasileño una cuestión menor, dado que el propósito del libro Lêdo Ivo. no es filológico sino ser una brújula para que lectores y poetas, acostumbrados a transitar siempre por las Sin embargo, como apuntábamos al principio, el acierto mismas voces, amplíen su campo de búsqueda. El mé- de López-Vega es el de rescatar autores imprescindibles, rito del antólogo es, por tanto, doble: mantener, a pe- pero inéditos o descatalogados en castellano; buena sar de la enorme polifonía del libro, el equilibrio entre muestra de ello son, respectivamente, el lituano Tomas todos ellos y la voluntad de rescatar y “privilegiar Venclova y el checo Miroslav Holub. Y, sobre todo, po- aquellos autores menos evidentes”. La coda la firma el ner el foco en un buen puñado de autores jóvenes, ape- poeta sueco Kjell Espmark, traducido con toda la in- nas apuntados en la antología, a los que querríamos se- tencionalidad por López-Vega al asturiano: “cuando guir leyendo, como la eslovaca Jana Putrle Srdi´c (“al muerre una llingua/ tamién los muertos muerren otra perro empeñado en llevarse tus zapatillas/ hacia lo vuelta”.

Poesía Guido Gozzano Traducción, introducción y selección de José Muñoz Rivas Editorial Renacimiento, Sevilla, 2014 en coedición con el Servicio de publicaciones de la Universidad de Extremadura

Jordi Virallonga

En el mundo del italianismo actual, José Muñoz Rivas es otra de la cultura plenamente europea. Ambas se com- un referente indiscutible, como lo es también su queren- plementan y forjan un extraño, jugoso y rico conjunto cia por desentrañar e interpretar las mejores voces de los artístico que hace posible la estética gozzaniana, llena intelectuales y los poetas de Turín (ciudad en cuya uni- de objetos y personajes de “bueno y pésimo gusto”, en versidad trabajó una década), porque en este caso, sin unos textos líricos e irónicos. De esta manera José Mu- unos no existirían los otros. ñoz Rivas nos describe la evolución del poeta turinés, consiguiendo informar al lector de algunos asuntos de- En el año 2002, José Muñoz publicó La poesía de Cesare cisivos para entender la formación del lenguaje poético Pavese. (Atravesando la mirada en el espejo), volumen en el de Gozzano, como por ejemplo la ironía o la narrativi- que ya avisaba de la enorme importancia de la obra de dad en el texto poético, que consolidan su anticlasicis- Gozzano en la poesía italiana del siglo XX y de la ne- mo y antirromanticismo –justamente en la época pos- cesidad de estudiarla, traducirla y darla a conocer en tromántica por excelencia en Italia–, y también consi- España. Fiel a esta argumentación, en 2014 aparecie- gue delimitar el mundo de cultura que esta poesía arras- ron dos libros prologados, anotados y traducidos por tra consigo. Muñoz, Los coloquios y esta antología de la obra de Go- zzano, que cuenta con un estudio introductorio de 100 Este riguroso trabajo crítico informa y enriquece al lec- páginas. tor que desconoce el periodo de entre siglos de la poesia italiana, y permite al investigador partir no solo de esta Lo primero que hay que destacar de la antología es la introduccción, sino también de los estudios específicos meticulosa información que el autor ofrece en el pró- sobre la obra de Gozzano, que el autor cita continua- logo así como la selección bibliográfica, tanto sobre la mente, demostrando un conocimiento profundo de esta poesía de Gozzano como de su relación con la literatu- poética y su poesía a lo largo del tiempo. Desde, por ra italiana y europea contemporánea. Asímismo se ejemplo, sus primeros críticos como Renato Serra, Wal- agradece mucho la cronología de la vida y obra del ter Binni, pasando por Eugenio Montale (al que Gozza- poeta italiano, tanto como el acierto en la selección de no influyó de un modo decisivo) en los años cincuenta, poemas, traducidos con absoluta coherencia con el hasta llegar a los más actuales, Guglielminetti, Sanguine- texto ensayístico introductorio, como indicaré más ti o Pier Paolo Pasolini. De este modo, además de intro- adelante. ducirse en la obra de Gozzano, se consigue trazar una cronología de la evolución de la poesía a lo largo de este En su planteamiento crítico, el autor va aclarando los periodo básico en las literaturas europeas. Esta inclusión conceptos fundamentales para entender no solo la poé- de Gozzano en su periodo histórico permite, además, tica desde la que escribe Gozzano, sino también contex- que José Muñoz Rivas desmantele algunos lugares co- tualizándola en el mundo cultural de donde surgió: por munes de la obra del poeta turinés que la crítica literaria una parte de una cultura provincianísima, la subalpina, italiana daba por sentados, como por ejemplo su perte- la turinesa, a la que pertenecía por nacimiento; y por nencia a la corriente “crepuscular”, consignando al poe-

caravansari 171 ta italiano en la zona impresionista y decadente de la li- ción al castellano de José Muñoz Rivas me parece cohe- teratura europea. rentemente ajustada a su propósito, priorizando la con- servación de la riqueza léxica a los obstáculos de la mé- Por lo que se refiere a la selección de poemas, baste decir trica férrea y convencional del autor italiano, de sus cul- que no falta en esta antología ninguno de los referencia- tismos y también de la “disonancia” de la vanguardia les en la obra de Gozzano (“La amiga de la abuela Espe- “conservadora” que profesara Gozzano. ranza”, “Cocotte”, “La señorita Felícita”...). La obra nos permite observar el mundo poético “obsoleto”, conscien- Quisiera finalmente aludir a la actualidad de este mundo temente fabricado como “arcaico”, y por tanto escrito poético, tan desconocido entre nosotros, que usa la ironía con un lenguaje anticuado, pero no por cursi, desfasado como un planteamiento sustancial del espacio de la poesía o sentimental, sino porque era justamente el lenguaje que (del humanismo) en un mundo que no hace otra cosa que requería la poética de Gozzano cuando buscaba la obso- negarla constantemente, y a plantear por tanto una defen- lescencia como sustancia de la ironía. Por ello la traduc- sa de la poesía desde sí misma, desde su propia historia.

Os inocentes María do Cebreiro Editorial Galaxia, Vigo, 2014

Natàlia Oriol

Un libro que se abre ante el lector, como un cuerpo ante que vertebra el libro: por una parte, la necesaria acepta- el reclamo de otra carne, es una llamada a la acción. ción de un todo que nos forma –somos bondad, pero María do Cebreiro escribe desde y sobre la creación también maldad; belleza y fealdad. Somos siempre un constante, (re)descubriendo el mundo y actuando, con dualismo: victoria y derrota que se retroalimentan, con- las manos y con el corazón, contra un tiempo que se es- tradicen y nos hacen crecer: avanzamos en la constante conde y se detiene en su propia condición. Os inocentes se caída que nos impulsa a levantarnos. Y, por otra parte, construye desde el límite, desde la frontera donde vive está la alteridad como capacidad para amar rompiendo aquello que no quiere ser aceptado, aquello que busca las entrañas de la tierra, la experiencia de ser y explicar- penetrar en el momento actual, accionar el movimiento se a través del otro y morir con este cuando lo negamos. e impedir que nada se estanque, rompiendo con el pasa- do y reformulando el presente. Como el amor, las palabras no son buscadas, ni defini- das, sino que se encuentran, se hacen presentes en los El poemario se abre con un fragmento del Diario (1904) pequeños detalles, en todo lo que no ha sido enseñado. de Henri-Pierre Roché, en el que este afirma que nada Evitar las definiciones, las etiquetas que juzgan y encarce- muere. Esta idea es el punto de partida, el enunciado lan, es una de las búsquedas de la autora, que demostran- previo al cuerpo que se abre para ser descubierto: un do su capacidad para unir poesía y pensamiento, se inte- cuerpo poético que apuesta por la metamorfosis, por la rroga delante del lenguaje, del texto y de la escritura y, al transformación incesante del amor, del lenguaje y de la mismo tiempo, interpela al lector y al mundo. El poema- poesía, creando de nuevo el mundo. María do Cebreiro rio se cierra con una cita de Heidegger, en la cual el filó- cuestiona todo aquello establecido y plantea la escritura sofo afirma la inutilidad de la poesía. Como respuesta, o y el poema como una prolongación del cuerpo y del como principio de un diálogo que busca la reflexión con- alma. Cuestiona el estado de la primera persona del plu- tinua, los últimos versos de la obra: la voluntad de no ral que creemos conocer, y formula una doble dualidad permitir un mundo dormido, haciéndolo temblar.

La eterna cualquiercosa Martín López-Vega Ed. Pre-Textos, Valencia, 2014

José García Obrero

“Es hermosa la niebla en la mañana de Aluche”. Así mientos que poco a poco van emergiendo ante el poe- arranca “Canción del rinoceronte”, poema que abre el ta. Imágenes que, al mismo tiempo, invitan, como de- libro de Martín López-Vega y en el que se celebra la cía San Juan de la Cruz, a “adentrarnos un poco más en vida a través de todos los objetos, emociones y pensa- la espesura”, en busca del amado, del conocimiento, de

172 caravansari la existencia; en definitiva, de La eterna cualquier cosa, te y soslaya otros tantos nombres sin citarlos expresa- verso de Anne Carson que ha servido para dar título a mente. este poemario, el último hasta la fecha del escritor astu- riano. Estas evidencias de erudición, lejos de suponer un ejer- cicio de exhibicionismo, responden al trabajo de orfebre Además de poeta, Martín López-Vega (Poo de Llanes, con el que irá engarzando una propuesta poética de alta Asturias, 1975), es traductor de portugués, inglés e italia- intensidad y calidad lírica, un resultado que solo se logra no, profesor en Iowa y autor del blog de crítica literaria a fuerza de no ceder en sus exigencias en la práctica to- Rima interna de El Cultural. Facetas que irán dejando su talidad de los poemas. Para ello deposita a lo largo del huella a lo largo de este trabajo: unas veces de manera libro determinados elementos y claves cotidianas que más sutil o velada, y otras, manifiestas, para saldar sus facilitan su comprensión. “Morderemos la corteza y al deudas con algunos autores, como Lêdo Ivo, Félix Ro- llegar a la miga / por fin entenderemos”. meo o Xuan Bello. Y es que en el libro se reflejan los fragmentos de una experiencia vital alimentada por la Pero, sin duda, uno de los ejes centrales del poemario lo importante actividad intelectual de López-Vega. Fuentes conforma el tiempo y el movimiento de la existencia en con las que establecerá la comunicación necesaria para él: “Y tal vez/ aprender a vivir sea aprender la quietud construir el material de La eterna cualquiercosa. El ejem- en lo que/ se mueve, o el movimiento en lo estable”, plo más evidente lo encontramos en “Puerta entorna- afirma. Porque el poeta puede asomarse a los - interro da”. Encabezado por una cita de Seamus Heaney, el gantes de la propia vida con sus “gafas-poemas”, o dicho texto continúa con una mención al poema mitológico de otro modo: “distinguirse del rebaño” para alcanzar sumerio “Gilgamesh”, y avanza enumerando a Josip “el árbol de la vida, la fuente de la juventud,/ la eterna Brodsky, Czeslaw Milosz, Auden, Eliot, Horacio o Dan- cualquiercosa”.

Descendencia Dulce María González Vaso Roto, Madrid, 2014

José de María Romero Barea

El destino de la poeta mexicana Dulce María González En la poesía de la mexicana, el peligro convive con la (Monterrey, México, 1958-Ibídem, 2014) y su temática dulzura. González se ocupa de todo lo que ofrece una se entrelazan. Ambos son terribles. Su poesía es trági- vida: la escritura, la maternidad, el hogar (“la estufa hu- ca, brutal, como la rotura violenta de un puño; lo mis- meante, cargada de ollas y sartenes”). No le son ajenas la mo podría decirse del sentimiento que transpira. Su depresión, la incapacidad, la frustración. En vida, publi- último poemario, Descendencia (Vaso Roto, Poesía, có Gestus (crítica de teatro; 1991), Ojos de Santa (poesía; 2014) sugiere marcos para la destrucción: “En el sabor 1996), Los suaves ángulos (novela; 2009) y Lo perdido (poe- apenas amargo de la soya permanece su carne;/ la tía sía; 2014). La visitó en los últimos meses de su vida, muerta/ salivando en la boca, confundida en el rosado como para estigmatizar la espera, una creatividad aluci- salmón”. nante.

Su autora fue una mujer excepcional, cuyos derechos y Un desplazamiento básico y fundamental permea los deberes se asentaban sobre la superficie inestable de la poemas de Descendencia. No es la sensación de peligro la ruptura. Y sin embargo, al leer sus poemas escuchamos primera que nos asalta, sino el hondo patetismo de sus la voz de alguien que ha aceptado el don poético como versos, “la verdad,/ estrella de luz ilimitada”. Más allá una cruz, no como un regalo: “En la sala de quimiote- de los ritmos y sonidos hipnóticos, del flujo de brillantes rapia se apareció la Virgen;/ los enfermos la vieron le- imágenes inolvidables, de su intensidad, ¿qué nos dice vitar/ entre las botellas de suero que colgaban de los su poesía? ¿Basta la admiración para comprenderla? “Se ganchos”. encienden las luces de la casa / porque afuera el mundo es oscuro”. El prólogo de Clara Janés y el epílogo de Luis Aguilar abundan en una biografía marcada por la tragedia. La La tragedia es crucial para el cultivo del espíritu. La poesía de Dulce María es capaz de todo el drama y, al visión trágica de Dulce María González supone la mismo tiempo, se aleja de la mujer que escribe: “Una de asunción de que el orden poético no sólo está amena- esas plumas flota sobre su cabeza y enseguida/ cae en zado sino que se constituye gracias a las fuerzas del ella como copo de nieve,/ desde acá puedo verlo con desorden. La narración de las diversas realidades me- claridad”. Los contornos naturales de los poemas de jora al ser poetizada. Si un poema pretende priorizar Descendencia son impares, sus capacidades desafiantes, los eventos y justificar el mundo, la recuperación de lo nos remiten a “la libertad del canto primero, ancestral,/ trágico de Descendencia funciona no solo como símbolo brillantes formas originales del Universo/ que el lengua- de pluralidad, sino como un antídoto admirable, opor- je oculta”. tuno y necesario.

caravansari 173 Obra poètica completa Eduald Puig Curbet Edicions, Girona, 2014

Joan Todó Cortiella

Quan el lector habitual de poesia llegeix, al principi del versos poemes dispersos o inèdits que clouen l’edició. pròleg d’aquesta Obra poètica completa, que Eudald Puig és un dels grans desconeguts de la poesia catalana recent, L’obra de Puig guanya força amb aquesta visió de con- possiblement sent recel: ha llegit això mateix massa ve- junt: podem comprovar com Paradís perdut, un llibre de gades. Perquè la poesia catalana recent és plena d’aquests prosa lírica basat en els records de la infància a Manlleu, grans desconeguts, com a mínim si mirem tot de pròlegs: dóna claus per a la lectura de l’obra en vers (una funció la queixa és recurrent, pràcticament un tòpic. Només que que també hauria fet el dietari de 1989, on Puig aclareix aquesta vegada s’aproxima força a la veritat: amb set lli- que el “pagès orat” d’uns quants dels seus poemes era el bres publicats al llarg de trenta anys, Puig va romandre seu pare), fins a descobrir que tots aquests poemes són com una mena de petit secret per a iniciats. una immensa reconstrucció lírica d’uns pocs motius vis- cuts, l’elaboració literària d’una tensió sagnant entre la Que ara, poc després de la seva mort, hagi aparegut nostàlgia del passat en contacte amb la natura i un pre- aquest llibre, que recull gairebé la totalitat de la seva sent urbà per al qual Puig adopta formes agressivament obra (excepte el dietari El traç d’un any, publicat el 1989), expressionistes. es pot considerar una obra d’amor, tal com indica la “Justificació de l’edició” a càrrec del germà de l’autor, Per desgràcia, les bones intencions que han motivat Llorenç Puig. Això ha permès recuperar llibres tan re- aquesta edició no van acompanyades d’una cura edito- còndits com Cel de nit, el seu debut de 1979, Paradís per- rial gaire estricta: sovintegen els errors de picatge, les dut (1985), La vinya cremada (1986) o Parc de gessamins incongruències (la “Justificació de l’edició” situa a (1987), vora els textos més recents de Poemes a Clara l’apèndix uns pròlegs de Feliu Formosa, Llorenç Solde- (1998) i La vida entredita (2006), a banda del petit recull vila i David Castillo que després acompanyen cada lli- de haikus Terres i espais (2003), ocult fins ara en un llibre bre) i, pitjor que res, falta tot un poema, l’últim de La col·lectiu. I encara cal afegir-hi un recull inèdit, Evoca- vinya cremada. Si un és capaç de superar aquests esculls, cions, que per si sol justifica l’aventura; a banda dels di- però, la descoberta paga la pena.

[Obra poètica completa Eduald Puig Curbet Edicions, Girona, 2014

Joan Todó Cortiella

Cuando el lector habitual de poesía lee, al principio del cions, que por si solo justifica la aventura; además de los prologo de esta Obra poètica completa, que Eudald Puig es diversos poemas dispersos o inéditos que cierran la un de los grandes desconocidos de la poesía catalana edición. reciente, posiblemente siente recelo: ha leído eso mismo demasiadas veces. Porque la poesía catalana reciente La obra de Puig gana peso con esta visión de conjunto: está llena de estos grandes desconocidos, como míni- podemos comprobar cómo Paradís perdut, un libro de mo si revisamos un montón de prólogos: la queja es re- prosa lírica basado en los recuerdos de la infancia en currente, prácticamente un tópico. Solo que esta vez se Manlleu, da claves para la lectura de la obra en verso aproxima mucho a la verdad: con siete libros publicados (una función que también cumpliría el dietario de 1989, a lo largo de treinta años, Puig permaneció como una en el que Puig aclara que el “pagès orat” [campesino especie de pequeño secreto para iniciados. loco] de algunos de sus poemas era su padre), hasta des- cubrir que todos estos poemas son una inmensa recons- Que ahora, poco después de su muerte, haya aparecido trucción lírica de unos pocos motivos vividos, la elabo- este libro, que recoge la casi totalidad de su obra (ex- ración literaria de una tensión sangrante entre la nostal- cepto el dietario El traç d’un any [El trazo de un año], gia del pasado en contacto con la naturaleza y un pre- 1989), se puede considerar una obra de amor, tal como sente urbano para el cual Puig adopta formas agresiva- indica la “Justificación de la edición” a cargo del her- mente expresionistas. mano del autor, Llorenç Puig. Eso ha permitido recu- perar libros tan recónditos com Cel de nit [Cielo de no- Por desgracia, las buenas intenciones que han motivado che], su debut de 1979, Paradís perdut [Paraíso perdido] esta edición no van acompañadas de un cuidado edito- (1985), La vinya cremada [La viña quemada] (1986) o rial muy estricto: abundan los errores de picaje, las in- Parc de gessamins [Parque de jazmines] (1987), junto a congruencias (la “Justificación de la edición” sitúa en el textos más recientes, como Poemes a Clara (1998) y La apéndice unos prólogos de Feliu Formosa, Llorenç Sol- vida entredita [La vida entredicha] (2006), aparte de la devila y David Castillo que después acompañan cada pequeña colección de haikus Terres i espais [Tierras y libro) y, peor aún, falta todo un poema, el último de La espacios] (2003), oculta hasta ahora en un libro colecti- vinya cremada. Si uno es capaz de superar estos escollos, vo. Y aún hay que añadir un poemario inédito, Evoca- el descubrimiento vale la pena.]

174 caravansari Celebración Gonzalo Hermo Apiario, A Corunha, 2014

Gonzalo Vázquez

Alguien entra –como si de un lector se tratase– en ese la escritura: “Non tememos a morte. Levámola dentro. laberinto acristalado, caleidoscópico, gélido y lo lla- Celebrámolo”. man por su nombre, de alguna parte, como de la vida. “Algo parecido á lucidez/ que acompaña a quen regre- Un cuerpo que sabe de sí, en sus opuestos complementa- sa co ollo gastado/ ao punto onde partiu por primeira rios, que lo definen –como desde hace mucho– en la lite- vez”. Un ser consciente y pensante que se interroga a sí ratura y en la realidad: el amor y la muerte. Un cuerpo que mismo o un cuerpo que cambia en un camino que se finito es capaz de cuestionarse el límite de sí, entre lo pro- sabe con final, este es el proceso: movimiento, eco, re- bable y lo posible. En este sentido, la referencia constante flexión. al frío funciona perfectamente en el libro, como un umbral que recuerda de qué lado está la vida y que, con tonalidad Celebración, el segundo poemario de Gonzalo Hermo gamonediana, cubre la mayor parte de los poemas. (Taragoña, 1987), fue premiado con el Premio da Crítica de Galicia 2014 y con el Premio Nacional de Poesía Jo- De especial importancia es, también, la imagen del río, ven Miguel Hernández 2015. Para quien conozca la tra- que medula constantemente los textos, y que recuerda yectoria del autor, es imposible leer este libro sin tener en muchos de los casos al río de Heráclito (casi borgia- en cuenta el que le precede, su primer libro Crac (Bar- no): “o corpo que se baña esta volta noutro río”, en otros bantesa, 2011), con el que marca distancias formales y al manriqueño: “na marcha que nos leva co río ao mar” de contenido, y al que, sin negar, ha conseguido superar y en otros a un cruce perpendicular del Estigia: “quen y sobrevivir. atravesa o río coñece o seu caudal”.

Guiado por el título y sumergido en la lectura, quien se Formalmente, Celebración supone un todo menos compac- adentre en estas páginas descubrirá que toda su poética to, macizo y estructurado que el anterior, experimentan- no es otra que la de una profunda celebración de la vida, do un lenguaje diferente al elegido para inaugurar su es- imaginada como un consciente tránsito, un trayecto, un critura. Los poemas de este libro, de puntuación y sintaxis devenir que se dibuja con final y que niega de forma casi irregulares, no forman una estructura formal rígida que geométrica toda transcendencia a lo endeble, lo orgáni- permite a quien lee –palpitando– perderse y encontrarse co, lo fugaz y pasajero del cuerpo y sus derivados, como con uno mismo o, digamos, con sus múltiples fantasmas.

Hojas de hierba Walt Whitman Edición bilingüe de Eduardo Moga Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2014

Juan Luis Calbarro

Walt Whitman ha pasado a la historia de la literatura ca deja de tener plena conciencia de su individualidad. como el poeta de América y como el gran renovador La misión profética da sentido, pues, a la voz poética, de la lírica anglosajona; su voz es la de un profeta, la de quizá, porque la propia vida del humanísimo indivi- un visionario. En su deseo de cantar al héroe colecti- duo Whitman, en el fondo, también importa en su vo de la democracia que nace, frente a la vieja épica poesía. aristocrática del héroe individual, Hojas de hierba se constituye de hecho en un vasto caleidoscopio de la El poeta Eduardo Moga incorpora a esta edición bilin- Norteamérica del siglo XIX. Y, sin embargo, ese uni- güe una detallada introducción que repasa razonada- verso circular y comprensivo se articula sobre el eje mente la vida del autor de Hojas de hierba, el significado del permanente diálogo en busca del equilibrio entre de esta obra dentro de la literatura anglosajona, su re- el yo y los otros. La búsqueda de Whitman es religio- cepción crítica en la época de su aparición y la profun- sa, pero de una religión alejada de la tradición y la da influencia que ejerció luego en las literaturas hispá- mediación ritual: la religión de la libertad, como nicas, de Martí a Cardenal pasando por Rubén, Bor- apuntaron entre otros Cesare Pavese y José Martí. Es ges, Huidobro, Lorca o Neruda entre otros. También se la libertad de un alma que quiere comulgar con el demora en explicar el lugar de su traducción con res- alma de la realidad mediante su observación y libre pecto a la serie de las que hasta el momento existían, goce, donde nada es sucio porque todo es sagrado; un desde la primera de Armando Vasseur (1912), influyen- alma que tiende al panteísmo y que, sin embargo, nun- te durante décadas pero bastante deficiente, hasta la de

caravansari 175 Borges (1969), laboriosísima y de gran calidad profe- caciones semánticas, y con una puntuación a veces en- sional y literaria, pero quizá excesivamente lacónica, loquecida. De entre todas las ediciones que se publica- pasando entre otras por la muy polémica de León Feli- ron en vida del autor, Moga opta por la de 1892, la pe (1941). El barcelonés sortea con éxito las dificulta- llamada edición del lecho de muerte, por tratarse de la au- des propias de la versión al español de un universo to- torizada por el propio Whitman muy poco antes de tal expresado en un inglés a veces local y a veces técni- morir, un deseo que era razonable respetar. No creo co, otras arcaico y muchas neológico, con un ritmo que me equivoque si afirmo –y que Borges nos perdo- oratorio pero enumerativo o repetitivo que no siempre ne– que estamos ante la nueva traducción de referencia se aviene bien con la prosodia del español y sus impli- de Hojas de hierba.

I Déu en algun lloc Sònia Moll Gamboa Jardins de Samarcanda, Vic, 2014

J. A. Arcediano

En un text bellíssim i esclaridor, Octavio Paz ens diu: No seves conseqüències, la sensació d’abandonament, el hay puertas, hay espejos. Inútil cerrar los ojos o volver entre los sentiment de pèrdua, en termes tant tràgics com els de la hombres: esta lucidez ya no me abandona. Paz ens fa repen- mort, perquè la malaltia implica absència mental i emo- sar les nostres actituds. Sovint voldríem sortir, trobar al- cional, però revestida de presència física. La segona part gun espai menys angoixant, menys dolorós, més ama- s’enfoca vers l’amor de parella, la seva empremta ines- ble. I potser hi ha una altra via: endinsar-nos, capbussar- borrable, els buits que crea. La pèrdua, des d’una altra nos, anar fins al nucli mateix de la nostra suposada rea- perspectiva sentimental, i el jo que es veu empès a un litat i viure-la amb tota la intensitat, conèixer-la, experi- exercici de reposicionament, d’adaptació i d’assimilació. mentar-la sense cap distracció, sense cap engany, sense És a dir, novament en situació de crisi. La tercera part atenuants, en tota la seva plenitud dramàtica. No és, representa un progrés en l’estat d’ànim que, amb tot, no però, gens fàcil. I no sempre estem preparats per a arriba a convertir-se plenament en serenitat, perquè la aquesta tasca. crisi es trasllada a un altre estadi: passa d’existencial a espiritual, i fins i tot abasta un plànol ideològico-religiós, L’absència de portes, la manca manifesta i dramàtica explicitat en el dubte sobre la figura de Déu. Aquest de sortida, podria ser un tret definitori deI Déu en algun dubte aïlla encara més el jo en la seva solitud. lloc, on Sònia Moll (Barcelona, 1974) afronta, mit- jançant una poètica de l’amor i dels afectes, el tema de Tot plegat, un relat poètic d’una potència enorme i d’un la pèrdua. És un llibre dur, nascut de l’entranya. Una realisme aclaparador. És absolutament brillant l’ús de la entranya ferida, que condueix la mà a l’exercici paradoxa –inspirada en els versos de Tadeusz Rózewicz d’inventariar i pair la tragèdia. I la tragèdia consisteix, que introdueixen el llibre– que fer-se gran és, finalment, principalment, en la pèrdua de la identitat, per associa- fer-se petit, així com la potència metafísica del concepte ció de la identitat amb la memòria. Així d’important “desnéixer”, que ve a significar un retorn al punt de la considerem la capacitat humana de re-conèixer el món màxima identificació amb la mare: l’estada al seu inte- que ens envolta i, davant aquest món, el jo que el situa rior, la gestació, el pre-part. La solitud en el moment de i l’ordena. Però, sense memòria, no som res? Em resis- desnéixer és, però, tan gran, tan brutal, potser, com la teixo a identificar, plenament, l’ésser humà amb el del moment de morir. pensament, tot i que és cert que, com a individus, com a “egos”, sense memòria ens sentim (i els altres ens És notable el grau de compromís de la poeta (filòloga de veuen) literalment perduts. professió) amb la llengua, mitjançant allò que els estu- diosos han anomenat “l’actualització literària”, és a dir, El llibre està estructurat en tres parts: I. El cel del labe- a través d’un exhaustiu coneixement de la tradició i un rint, II. Guants de llana sense dits i III. I Déu en algun respecte madur i entenedor envers les formes clàssiques lloc. Aquests tres apartats venen precedits d’una petita i l’esperit de perfecció formal que volen transmetre, així introducció que consta de quatre poemes curts, dos en com de la seva essencialitat lligada a les pautes rítmiques forma de haiku (o, més ben dit, de senryu) i dos més de i musicals que ofereixen, unides als usos lingüístics, sin- sis i quatre versos, respectivament. Després de la tercera tàctics i semàntics més contemporanis. Des del seu pri- part, un petit epíleg, que porta per títol Així, amb un mer llibre, Non si male nunc, Sònia Moll ens ofereix una interrogant de tres versos, tanca el poemari. Aquesta di- poesia vestida de diumenge, elegant, però sòbria, senzi- visió ens permet diferenciar els matisos de la temàtica lla, sense cap sumptuositat, sense penjolls ni granadures. principal. Ni exageració, ni sobreactuació. A I Déu en algun lloc, aquesta sobrietat s’accentua i es torna més dramàtica, fet Els poemes introductoris i els de la primera part ens que treballa en favor dels versos. Un llibre excel·lent, i mostren el jo immers en plena crisi, l’afrontament de la una de les veus més interessants del panorama poètic malaltia materna, l’alzheimer, i l’abast emocional de les actual.

176 caravansari [I Déu en algun lloc Sònia Moll Gamboa Jardins de Samarcanda, Vic, 2014

J. A. Arcediano

En un texto bellísimo y esclarecedor, Octavio Paz nos cance emocional de sus consecuencias, la sensación de dice: No hay puertas, hay espejos. Inútil cerrar los ojos o volver abandono, el sentimiento de pérdida, en términos tan trá- entre los hombres: esta lucidez ya no me abandona. Paz nos gicos como los de la muerte, porque la enfermedad impli- hace repensar nuestras actitudes. A menudo querríamos ca ausencia mental y emocional, pero revestida de pre- salir, encontrar algún espacio menos angustioso, menos sencia física. La segunda parte se enfoca hacia el amor de doloroso, más amable. Y tal vez hay otra vía: adentrar- pareja, su huella imborrable, los vacíos que crea. La pér- nos, zambullirnos, ir hasta el núcleo mismo de nuestra dida, desde otra perspectiva sentimental, y el yo que se ve supuesta realidad y vivirla con toda la intensidad, cono- empujado a un ejercicio de resituamiento, de adaptación cerla, experimentarla sin ninguna distracción, sin nin- y de asimilación. Es decir, nuevamente en situación de gún engaño, sin paños calientes, en toda su plenitud crisis. La tercera parte presenta un progreso en el estado dramática. Pero no es fácil, y no siempre estamos prepa- de ánimo que, aun así, no llega a convertirse plenamente rados para esta tarea. en serenidad, porque la crisis se traslada a otro estadio: pasa de existencial a espiritual, e incluso alcanza un plano La ausencia de puertas, la falta manifiesta y dramática de ideológico-religioso, explicitado en la duda sobre la figura salida, podría ser un rasgo definitorio de I Déu en algun de Dios. Esta duda aísla aún más al yo en su soledad. lloc [Y Dios en algún lugar], donde Sònia Moll (Barcelo- na, 1974) afronta, mediante una poética del amor y de los En conjunto, un relato poético de una potencia enorme afectos, el tema de la pérdida. Es un libro duro, nacido y de un realismo abrumador. Es absolutamente brillante de la entraña. Una entraña herida, que conduce la mano el uso de la paradoja –inspirada en los versos de Tadeusz al ejercicio de inventariar y digerir la tragedia. Y la trage- Rózewicz que introducen el libro– de que hacerse ma- dia consiste, principalmente, en la pérdida de la identi- yor es, finalmente, hacerse pequeño, así como la poten- dad, por asociación de la identidad con la memoria. Así cia metafísica del concepto “desnéixer” [desnacer], que de importante consideramos la capacidad humana de re- vendría a significar un retorno al punto de la máxima conocer el mundo que nos rodea y, ante ese mundo, el identificación con la madre: la estancia en su interior, la yo que lo sitúa y ordena. Pero, ¿sin memoria no somos gestación, el pre-parto. La soledad en el momento de nada? Me resisto a identificar, plenamente, el ser huma- desnacer es, no obstante, tan grande, tan brutal, tal vez, no con la razón y el pensamiento, aunque es cierto que, como la del momento de morir. como individuos, como “egos”, sin memoria nos senti- mos (y los otros nos ven) literalmente perdidos. Es notable el grado de compromiso de la poeta (filóloga de profesión) con la lengua, mediante lo que los estudio- El libro está estructurado en tres partes: I. El cel del labe- sos han denominado “la actualización literaria”, es de- rint” [El cielo del laberinto], II. Guants de llana sense dits cir, a través de un exhaustivo conocimiento de la tradi- [Guantes de lana sin dedos] y III. I Déu en algun lloc [Y ción y un respeto maduro y entendedor hacia las formas Dios en algún lugar]. Estos tres apartados vienen prece- clásicas y el espíritu de perfección formal que quieren didos de una pequeña introducción que consta de cuatro transmitir, además de su esencialidad ligada a las pautas poemas cortos, dos de ellos en forma de haiku (o, mejor rítmicas y musicales que ofrecen, unidas a los usos lin- dicho, de senryu) y dos más de seis y cuatro versos, res- güísticos, sintácticos y semánticos más contemporáneos. pectivamente. Después de la tercera parte, un pequeño Desde su primer libro, Non si male nunc, Sònia Moll nos epílogo, que lleva por título Així [Así], con un interro- ofrece una poesía vestida de domingo, elegante, pero gante de tres versos, cierra el poemario. Esta división nos sobria, sencilla, sin ninguna suntuosidad, sin colgantes permite diferenciar los matices de la temática principal. ni abalorios. Ni exageración, ni sobreactuación. En I Déu en algun lloc, esta sobriedad se acentúa y se vuelve Los poemas introductorios y los de la primera parte nos más dramática, hecho que trabaja en favor de los versos. muestran al yo inmerso en plena crisis, la del afronta- Un libro excelente, y una de las voces más interesantes miento de la enfermedad materna, el alzhéimer, y el al- del panorama poético actual.]

Paradisua eta katuak / El paraíso y los gatos Bernardo Atxaga y Jabier Muguruza Círculo de Bellas Artes, Madrid, 2013

Alex Gurrutxaga Muxika

He aquí un disco-libro de Bernardo Atxaga (Asteasu, disua eta katuak / El paraíso y los gatos (Círculo de Bellas 1951) y Jabier Muguruza (Irún, 1960), en el que Atxaga Artes, 2013), un texto híbrido en el que se unen la narra- firma el texto y Muguruza la música. Hablamos dePara - ción, el ensayo y la poesía. Además, en la versión caste-

caravansari 177 llana, el libro incluye el poema “Writen in the USA”, un esa que existe solo fuera del paraíso). Atxaga vuelve así largo poema sobre la arcadia moderna, América, y las sobre el tema del paraíso en un texto de gran originali- ilusiones humanas, así como un breve ensayo sobre “El dad, creando un universo infinito en el que el lector se lugar de la utopía”, leído en el Foro Claudio Rodríguez sumerge poco a poco. Formalmente, la narración goza en 2010. de gran carga poética, y equilibra la profundidad de la reflexión con el humor, un humor sutil que pone el con- Paradisua eta katuak / El paraíso y los gatos es en suma una trapunto acertado a temas como la muerte o el alzhéi- disertación sobre el paraíso, enfocado desde muchos án- mer. Debemos destacar, no obstante, los poemas antoló- gulos, tanto realistas como fantásticos. Los gatos, por su gicos “Pietà” o “Atera zen Adan paradisutik” [La vida parte, aparecen aquí y allá, y son los personajes con los según Adán], sobre la expulsión de Adán y Eva del pa- que el autor dialoga sobre el paraíso y la vida (la única, raíso y su posterior vida.

178 caravansari Héctor Mediavilla La suerte del tonto: poemas últimos

theorica de Mario Rey

Juan Camblor

Es poco probable, creo, que estas breves notas que presento a los lectores de CARAVANSARI sean apropiadas para semejante sección: quien establece (o reflexio- na sobre aspectos de) una teoría, fija un canon, condenando a las tinieblas exteriores, negando el pan y la sal a toda producción que contradiga o mínimamente se aleje de sus preceptos. Porque, precisamente, escribiré sobre los últimos poemas de un autor que, con ellos y no sin propia perplejidad, negaba hasta cierto punto su racional modus operandi de toda la vida, haciéndolo además de forma, más que intuitiva, casi aleatoria. Poca teoría y bastante azar es lo que hay, pues, en los últimos poemas de mi compatriota Mario Rey. Sin embargo, la naturaleza contradictoria de esta experien- cia no puede tratarse sino como teoría de la creación poética. Mi vieja amistad con el poeta, recientemente fallecido, nuestras conversaciones e intercambios de tantos años me permitieron asistir a (y hasta intervenir en) la génesis de sus libros, escasos e inéditos, aunque las prensas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México preparan su Poesía Reunida, y por ello estoy en situación de adelantar a los lectores españoles la noticia y comentario de un poeta que pronto dejará de ser secreto.

Fue Mario Rey (México DF, 1968-2015) un autor peculiar: su producción se origina- ba desde un tema o inquietud general (la memoria, la precariedad, la revolución, la ciudad (para él, encarnada en México DF y Barcelona, en la que vivió casi la mitad de su vida) o la muerte de la madre), que se iba subdividiendo en otros, o interrelacionán- dose algunos en lógica promiscuidad. De ahí iban saliendo ideas que, a su vez, darían lugar a los poemas. Durante meses, en algunos casos durante años, Rey acumulaba notas, versos y lecturas que, en períodos de tensión y concentración, o en momentos de madurez, se convertían en esos poemas, que luego corregía meticulosamente durante aún largo tiempo. Así se forjaron títulos como Piranesi en América, Hijos del tacho o Angelitos negros.

Pero, y no sin cierto placer vital, cada vez más en los últimos años, Rey afrontaba el momento de la escritura con mayor conciencia de salto al vacío, con vértigo, con desasosiego. Cierta nueva inseguridad le llevaba a multiplicar las consultas y las peticiones de opinión sobre sus textos. Nunca sabremos cómo, en circunstancias

180 caravansari normales, hubiera determinado la creación de Rey esta incertidumbre, que no llegó a ser progresiva porque la enfermedad del autor se manifestó para cambiarlo todo. O quizás, sencillamente, esa progresividad alcanzó su nueva y definitiva fase en la práctica de la casi impostura desde la que escribió sus últimos versos.

Rey planeaba un libro, que ha quedado inconcluso, sobre el mito del progreso o sobre la fragilidad del proceso civilizatorio. No debía tratarse de un cuestionamiento posmoderno del Progreso-Providencia, o al menos no solo. ¿Quería Rey señalar una crisis (cultural, moral, social) concreta de su tiempo? Ni siquiera. Como Benjamin, empezaba a trabajar con materiales de derribo, de derribo no solo por marginales o circunstanciales: también por dialécticos y por amontonados. Criticaba con saña, por ejemplo, las conclusiones de la genómica y su determinismo moral, que le parecía una forma actualizada y filonazi de la frenología. Hacía restallar el látigo si le hablaban del transhumanismo: ¿acaso no bastaban las lecciones del siglo XX para corregir las ingenuidades filosóficas del XVIII y del XIX?, ¿no habían oído hablar del capitalismo quienes, como David Pearce, aún proclamaban que la tecnología modificaría socie- dad y cuerpo hacia un paraíso terrenal? Por último, me señalaba este fragmento del ensayo que Pietro Citati ha dedicado a Leopardi: “Pese a tantos siglos, experiencias, viajes y aventuras, los hombres no comprenden lo otro; y la multiplicidad del universo, que Copérnico y Bruno habían comprendido hacía siglos, sigue siendo absolutamen- te desconocida” (Leopardi).

Pero no solo la moral y la política serían la materia de esos versos. Una de las caras de la pertinaz ignorancia humana es no la de la incultura, sino la que continúa el viaje desde los confines del conocimiento hacia el misterio, territorio ignoto en el que Rey siempre se sintió cómodo y que propició, contra las respuestas oscurantistas a ese ámbito de incertidumbre, alguno de sus mejores poemas.

Hubo quizás algo desesperado, una intuición del acelerado desenlace de su enferme- dad en el juego final al que se entregó Rey: los poemas que llegó a terminar para ese poemario inconcluso, aparentemente unitarios y coherentes, eran en realidad el fruto de reunir cosas dispersas. No fue, eso seguro, la urgencia de rematar unos textos que serían póstumos la que le empujó a recurrir a tal expediente, porque Rey no firmaba

caravansari 181 un poema del que no se sintiera razonablemente satisfecho, ni han sido estos versos una variante de la creación irracionalista o automatista, que le repelía por vacua. Más bien iba aceptando así la vida, que ya lo abandonaba. Sea como sea, el mexicano mantenía un núcleo temático en la órbita del cual caían algunos de esos jirones que llamo cosas, atrapados en el sistema atómico o planetario del poema.

Sin duda hay una lejana afinidad en esos temas y fragmentos (la personalidad del autor), que, junto a la vaguedad del planteamiento inicial, facilitaban el perpetramien- to (el verbo es suyo) de esta técnica (y suya la cursiva irónica). Sirva, en fin, como muestra el botón de “No me leas el horóscopo”, pieza de la que el poeta se sentía particularmente satisfecho:

Al fin y al cabo solo el cieno conoce la historia de todos los granos de arroz y su peste es generación y alimento. Hace como el cantero de metal que dobla el día por su meridiano y nadie lo ve, nadie lo sabe, pero sin él el castillo de naipes de las horas llovería sobre tu cabeza, pálido amigo que replicas mis rasgos desde el espejo, como los de este y aquel en distintos espejos bajo la misma constelación inestable.

Te digo que prefiero el sueño de esta noche —por la orilla de la playa desfilaban las bestias del circo, rinocerontes, elefantes, junto a los grandes peces que parecían posar en cristal detenido y yo tenía miedo, pero quería nadar entre sus cuerpos—, y que cultivo pequeños desconciertos, la leve desazón de contemplar un mapamundi desde el Pacífico, quitar la piel del rostro y de los dedos, que sale como la del melocotón maduro, para poner la máscara y los guantes, la máscara de cuero curtido que cruje al ajustarla sobre la propia, poque no hay prójimos sino intuiciones; quizás dejarme ver en las calles de un cuento de Pere Calders, todo ligeramente desplazado, con un desplazamiento de apenas un grado, pero reconocible siempre el paisaje cotidiano, que reverbera en la definitiva perturbación.

Gran aficionado a la tauromaquia e íntimamente convencido de la validez literaria de esas piezas, Rey decía, de nuevo irónicamente, que practicaba una suerte (“En la lidia taurina, cada uno de los lances ejecutados por el diestro”, Diccionario de la RAE): la proverbial suerte del tonto. Ya juzgará el lector por sí mismo y dictará sentencia sobre estas intuiciones. El caso es que estos últimos poemas apenas alcanzaron para un último libro, que muy apropiadamente debía titularse Terra incognita.

Juan Camblor (México DF, 1968) es algo poeta y, dice él, modesto gacetillero. En España, ha es- crito artículos para Solidaridad Obrera y CARAVANSARI.

182 caravansari Héctor Mediavilla Suroeste

Revista de literaturas ibéricas espejos de papel

Antonio Sáez Delgado nínsula ibérica y de su civilización. Portugal y España son dos opuestos y no dos riva- La revista Suroeste nació en 2011 en plena les. Los opuestos son complementarios frontera hispano-portuguesa, en Badajoz, y iguales de un todo. Este todo está repre- cuenta en la actualidad con cinco números sentado geográficamente por la península editados. El texto fundacional de la misma, a ibérica y en espíritu por la civilización ibéri- modo de editorial, afirma: Suroeste“ es una ca.” Haciendo suyo este texto, Suroeste co- revista anual con vocación de diálogo entre menzaba una tradición propia, como revista las diferentes literaturas ibéricas. Publica y proyecto cultural, proponiendo algo así textos inéditos de autores que escriben en como un tablero de juego ibérico para las diversas lenguas peninsulares, así como nuestras literaturas, tomando la periferia un escaparate de libros en el que los críti- desde la que se publica (Extremadura) cos de la publicación recomiendan algunas como un eje posible para el diálogo. de sus lecturas favoritas del año anterior. La península ibérica es un mosaico de culturas, Suroeste cuenta con un equipo de trabajo un babel de lenguas de una extraordinaria estable constituido por escritores y profe- riqueza. Por eso Suroeste ofrece preferen- sores españoles y portugueses: director, temente los textos en su lengua original y sin Antonio Sáez Delgado; consejo de redac- traducción, pidiendo al lector que haga el ción, Antonio Franco Domínguez, Luis pequeño esfuerzo de leer en las lenguas Manuel Gaspar, Gabriel Magalhaes y Javier que comparten el espacio ibérico como un Rodríguez Marcos; consejo asesor, Eloísa signo inequívoco de acercamiento al otro y Álvarez, Fernando Pinto do Amaral, Juan su cultura. Así, a través de esa labor de Manuel Bonet, Perfecto Cuadrado, María aproximación, podremos conocer mejor y Jesús Fernández García, António Cândido entender la diversidad cultural del territorio Franco, Miguel Ángel Lama, Martín López- que habitamos, un puzzle en el que cada Vega, João de Melo, Eduardo Pitta y Álvaro una de sus piezas, grande o pequeña, cum- Valverde. Con diseño de Luis Costillo, la re- ple un papel esencial e insustituible.” vista publica en cada número, además de sus secciones clásicas de poesía, narrativa, Suroeste juega con el nombre y con el refe- ensayo, entrevista y escaparate de libros, rente directo de otra revista, la Sudoeste varias colaboraciones plásticas de artistas que publicó en 1935 el pintor y escritor de los dos Estados, cuidando la entrega de portugués José de Almada Negreiros, en la dos separatas de contenido artístico. que reflexionó sobre la realidad ibérica en materia cultural. De hecho, el primer núme- Con ello, Suroeste pretende inscribirse en ro de Suroeste reproduce en su contrapor- la tradición de las revistas culturales o lite- tada una cita de la revista de Almada que rarias de cariz iberista presentes en el siglo asegura que “La dualidad Portugal y España XX peninsular, como Renacimiento Latino, es al final de la vitalidad de la pe- la lisboeta Contemporânea o la madrileña

184 caravansari La Gaceta Literaria, por solo citar algunos lectores en Lisboa, Évora, Badajoz, Madrid ejemplos históricos. Salvando las distan- y Barcelona, exponiendo su proyecto e in- cias de nuestro tiempo, Suroeste intenta vitando a los diferentes agentes y media- preservar y mantener la tradición de este dores culturales interesados a participar en tipo de publicaciones, donde se ofrecían el mismo. En última instancia, podríamos noticias del rumbo de las diferentes litera- decir que el objetivo último de la revista es turas peninsulares y donde aparecían tex- crear alrededor una red de contactos y tos de sus principales autores. Y, al mismo complicidades entre autores y lectores que tiempo, asume una filiación directa con una valoren el privilegio de vivir en un espacio revista más reciente, Espacio/Espaço geográfico de la riqueza y variedad cultural Escrito, publicación en dos lenguas (espa- que ostenta la Península Ibérica. ñol y portugués) que se convierte en el re- ferente más directo de nuestra revista en Para favorecer esos contactos, y para ha- Extremadura. cer más visible su proyecto, Suroeste está trabajando en la creación de una platafor- La revista es editada en la actualidad por la ma digital que ofrezca contenidos parale- Junta de Extremadura y por la Fundación los a los de la revista en papel, con la fina- Godofredo Ortega Muñoz, y se distribuye lidad de globalizar su proyecto. Al mismo por librerías especializadas de España y tiempo, pretende en un futuro próximo po- Portugal. Tal vez una de sus principales ca- der realizar de manera periódica encuen- racterísticas, adelantada ya en el texto fun- tros de autores ibéricos a uno y otro lado dacional, sea la aparición de todas sus co- de la frontera luso-española, aprovechando laboraciones en cualquiera de las diferen- el eje Alentejo-Extremadura, tradicional- tes lenguas de la Península (los cinco nú- mente alejado de los centros de decisión, meros de la revista contemplan textos en también en materia cultural. portugués, castellano, gallego, catalán, vasco y asturiano) sin ofrecer, salvo en el En suma, Suroeste es el fruto de una tradi- caso del vasco, traducción de las mismas. ción histórica (la del conocimiento y el en- A pesar de que en el staff de la publicación tendimiento entre los pueblos peninsula- aparece un conjunto importante de traduc- res) y de una tradición reciente (el interés tores, el espíritu de la publicación busca un de Extremadura por Portugal y el acerca- lector activo y cómplice, que realice el es- miento a su cultura), gestionada y alimenta- fuerzo de leer en otra lengua ibérica como da gracias a la generosidad de todos sus motor inequívoco de su voluntad de aproxi- colaboradores (más de 150 en los cinco mación cultural. números publicados hasta el momento) y de sus lectores. Más allá de vaivenes ideo- Con periodicidad anual y con unas 220 pá- lógicos o de modas pasajeras, la cultura ginas por número, Suroeste ha celebrado permanece. Esa es la raíz que da fuerza a ya encuentros de presentación con sus nuestro proyecto.

caravansari 185 postales de nadja

Javier Gálvez

Javier Gálvez se autorretrata “Nacido el año de la conjunción astral de Jane Birkin y Sege Gainsborough. Se vincula al surrealismo desde el año 1992, tomando parte en las actividades del grupo surrealista de Madrid. Una temporada en el invierno, en Praga, para cambiar de siglo. Ha publicado, fuera de comercio, un pequeño libro de fotografías, y variadas plaquetas de poesía y fotografía en editoriales de pura invención. Callejero y ensimis- mado. Debilidad por Bataille y Fourier. Recolector de piedras, ramas y otros derelictos naturales. Su experiencia del amour fou le ha conducido a cierta indiferencia y desencanto. Nunca pondrá parte de su salario a plazo fijo”.

186 caravansari Es autor de numerosas obras, desde el primer poemario El neumático automático (Sin pie editorial, Madrid, 1995) y un primer libro de fotografía, Indicios del bosque (Ediciones la torre magnética, Madrid, 1997) a los títulos más recientes de su producción en ambos géneros: La ciudad alucinada (En colaboración con Eugenio Castro) (Ediciones la bella cristalera, Madrid, 2011; o poemarios como Sur real ismo¡, Himeneo sucumbido, Brûler une fenêtre (todos en Ardemar ediciones, Madrid, 2014) e Himeneo sucumbido (Ar- demar, 2015).

caravansari 187 Finis Urbis

José Manuel Rojo

I

No hay salida: como el futuro, esta ciudad nos clausura porque es infinita. Y eterna. Y siempre igual a sí misma. Suspendida y congelada en su propia victoria. La ciudad es la verdadera no-muerta de nuestro tiempo: volad tristes vampiros de alas solemnes, escon- cartografías deos bajo tierra y tragad tierra, zombies desvalidos. Las pesadillas ni empiezan ni termi- nan, ni con la espada ni con el beso, ni de día ni de noche: fluyen como fluye el recuerdo de la lluvia, como la apatía azul que se desangra en las líneas de metro circulares que ciñen y estrangulan a las ciudades de este mundo. Un mundo donde todo es círculo, cir- cunvalación, anillo, ronda, esos cauces y escenarios de la movilidad motorizada. ¿No era redondo este planeta? ¿Y no son redondas las monedas? Ahora entendemos por qué.

Porque no hay salida. ¿Habéis intentado alguna vez, cuando nadie os ve, cuando no hay testigos inoportunos, cuando las cámaras de vigilancia parpadean un instante abru- madas por registrar tanta miseria y proyectar tanto miedo, cuando no hay peligro de que se nos encierre por loco o por mendigo, habéis intentado salir de la ciudad? Digo salir andando, sin las prótesis y los salvoconductos del automóvil o del tren, andando, hacia el campo abierto donde la ciudad se disipaba antaño en una lenta metamorfosis similar al acto de amor hasta trasformarse en campiña, estepa, pradera, bosque, tierra labrada, vida salvaje y vida rural. No lo intentéis: quien intenta este viaje a ninguna parte es que ha abandonado toda esperanza, o vuelve sin ella. Porque no se puede. No, en las grandes ciudades. Nunca, en las megalópolis. Jamás, en las conurbaciones que ensamblan los pedazos rotos de las antiguas ciudades obreras y los viejos pueblos campesinos, cosiéndolos con el alambre de púas de la autopista para que cuelguen de la capital moribunda como miembros grotescos de una marioneta vencida.

No, no se puede. Preparad un viaje a pie, desde el centro de la metrópolis, para llegar a un lugar no urbano. Julio Monteverde ya ha advertido el desenlace fatal de una aven- tura que es falsa hasta en su autenticidad: “lamentablemente esta expedición estaría llamada a convertirse en una travesía larga y sin brillo, y el aburrimiento mortal que sin duda experimentaría cualquier explorador medianamente inquieto y deseoso de aventuras la haría pronto peligrar. Más tarde o temprano deberíamos enfrentarnos a la imposibilidad, el aburrimiento o la falta de tiempo material”1. Y aunque se perseverara por un exceso de fe, o de desesperación, y se llegara a un lugar fuera de los límites físicos y administrativos de la ciudad, ¿habríamos entrado en otra realidad, otra expe- riencia, otra vida, distintas de la de la urbe capitalista y capitalizada? Obviamente no.

Y esa desmesura de la ciudad fuera de sí, esa ubicuidad obscena del fenómeno urba- no, es su muerte en vida: un estado de letargia sin fin ni principio ni puerta de salida.

1  Julio Monteverde, “La ciudad extramuros”, Crisis de la exterioridad. Crítica del encierro industrial y elogio de las afueras, p. 131, Enclave de Libros y Grupo Surrealista de Madrid, Madrid, 2012.

188 caravansari II

Hay un barrio imantado en Madrid donde mi brújula interior enloquece, fundiéndose todo sentido de orientación: el interior del triángulo formado por el Paseo de Santa María de la Cabeza, la calle Méndez Álvaro y la M-30. Allí se pierden las referencias, y allí se siente el fin de la ciudad, quizás porque históricamente lo fue, cuando a princi- pios del siglo XX albergaba el irrisorio Manchester madrileño del que todavía quedan algunas reliquias de fábricas y talleres y casas obreras, arruinadas unas, okupadas otras, y hasta alguna travestida y traicionada en centro cultural a mayor gloria del es- pectáculo. Es por ello por lo que decidí perder mis pasos por sus calles venerables para comprobar hasta dónde podían llevarme, si fuera de Madrid o hasta el umbral de su límite. El relato siguiente es una trascripción de las notas tomadas en el curso de las dos jornadas en busca de la exterioridad que la ciudad necesita para ser verdadera.

Diciembre de 2007. Decido tomar el metro hasta la estación de Delicias para des- embarcar como de improviso en la zona a explorar, buscando así, en la medida de lo posible, un cierto grado de extrañamiento muy conveniente a mis propósitos. Al salir del metro me topo en la acera de enfrente con el Colegio de Nuestra Señora de las Delicias, construido en ladrillo y de estilo entre historicista y modernista, que evoca una mansión señorial o un colegio para la clase dominante de principios del siglo XX, construido en lo que entonces serían las afueras de Madrid. Bajando por el Paseo de Delicias, tuerzo a la izquierda por la primera calle que encuentro, Tomás Breton, donde hay una colonia de casas bajas que comparten el mismo modelo constructivo: dos pisos con un cuerpo central más alto, cuatro ventanas a los lados y un frontón circular con volutas. Es sin duda una colonia pensada para los trabajadores de esta antigua zona fabril, y parecida a otras colonias que se levantaron en otros márgenes análogos, como el barrio de Ventas. Siguiendo por Tomás Breton, entro en el callejón de Alonso Martos, con más casas bajas y una corrala, que termina en un descampado vallado con un muro de fábrica a un lado. El callejón está en proceso de reconstrucción, con casas restauradas que segura y tristemente están destinadas a los yuppies, pero esto no obsta para que el callejón parezca un pueblo diminuto y milagroso, sin ruido de coches y sí de pájaros, y completamente desierto. Al salir por fin de Alonso Martos observo que detrás de los números 46 y 42 de Tomás Breton se puede contemplar un descampado y varias fábricas, o mejor una estructura fabril de distintas épocas. Sigo paseando por Tomás Breton hasta llegar a la esquina con la calle Turalmina, y me siento completamen- te desconcertado: ante mi vista se extienden grandes descampados con unas pocas urbanizaciones de último grito y especulación en carne viva. Dejo la tierra baldía a mi izquierda, y sigo por Tomás Breton que gira a la derecha bajando por una pendiente pronunciada. Llego así al nº 58, donde se levanta una escuela infantil decorada con unas frases pintadas en la fachada: “ningún adulto se acuerda de aquel lugar porque allí no existe la memoria. Nadie sabe cómo llegar, sólo los que se pierden. Y entonces, cuando crees que ya no hay camino y te asomas al despiste, una música invisible te

caravansari 189 atrae hacia su puerta. ¿Dónde están las llaves?”. Las llaves… ¿de la ciudad?, y yo, ¿me he perdido? El viento azota mi cara como si estuviera en campo abierto, y en efecto, los escasos edificios y las anchas y desnudas calles no ofrecen la dudosa protección artifi- cial que hace pensar a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no existe. Y sí, me he perdido. Decido pues volver sobre mis pasos y regreso al principio de Tomás Breton, bajando ahora por la primera calle que sale a su derecha, Batalla del Mar Salado. Me encuentro así con la calle de Watteau, estrecha, sucia y llena de pintadas, casi más un respiradero o una salida de garaje que una calle, sórdida Citerea a la que nadie querría viajar, pero muy apropiado para la ruina sombría de una zona de fábricas y solares a la que el C.S.O. La Traba no logra reanimar por completo. En fin, la calle Batalla del Mar Salado me lleva hasta la Plaza Beata Mª Ana de Jesús (sic), y esta a la Plaza de Legazpi. Las dos comparten un mismo aire provinciano, entre modesto y pretencioso, entre or- gulloso e indefenso, y más bien lo segundo que lo primero. Un aire de fin de ciudad inevitable, reforzado aún más en el caso de Legazpi por su torre-depósito de agua, ge- mela de la que se levanta en aquella plaza que fue también, hasta hace muy poco, otro punto límite de Madrid: la Plaza de Castilla. Entre las dos torres, moles modestísimas y destartaladas pero desde luego mucho más útiles y sugestivas que los gigantes de pies de barro que la economía levanta a mayor gloria de su inmunda soberbia, se tensa la columna vertebral de la ciudad, río abrasador de acero, cristal y ruido.

Ahora bien, ¡ya no queda ninguna duda de que me he perdido! Es ya tarde, y doy por concluido el paseo. El fin de la ciudad me es esquivo, y sin embargo las señales y el olor de su umbral han estado rondando a cada instante.

Enero de 2008. Desde el Paseo de las Delicias tomo la calle Áncora, pasando ante algunas chatarrerías, antaño inconfundible síntoma del arrabal. En el nº 28 me encuen- tro con un triple arco por el que se entra al curioso y secreto Pasaje de Áncora, cuya forma de falsa L está rematada por un pequeño callejón por su lado vertical. Ese lado está formado por un edificio antiguo de ladrillo con una especie de torre adosada en el centro, quizás para cobijar una escalera como en las viejas mansiones de Perigueux. Junto al edificio hay un pequeño jardín, y el muro está decorado con una escena que rememora la vida vecinal del viejo Madrid proletario, casas bajas, ropa tendida, la fuente de la plaza. Y en efecto, el lado que forma el callejón está cerrado por una verja que da al estrecho patio de una casa blanca y encalada. Segura de su tiempo y ajena al nuestro, una enredadera asciende por los ladrillos desconchados. El resto del Pasaje Áncora, que desemboca en la calle Vara del Rey, lo integran más casas bajas suburbiales, de un solo piso, junto con edificios “sociales” del franquismo y alguna incorporación de la ar- quitectura especulativa actual. Pero aparte del silencio estruendoso que hace inverosímil que este lugar esté en el centro de Madrid, lo que me fascina es la luz blanca que me ha recibido y que ha jugado conmigo, saltando y persiguiéndome, cuando he entrado en el Pasaje. La luz viene del edificio de la torre adosada, pienso que se trata de un niño que bromea con un espejo, pero no, es el reflejo de un disco compacto que cuelga de una de sus ventanas, seguramente para ahuyentar a las palomas. ¿Se trata del rayo verde, del arco iris que indica el camino para salir de la ciudad, o el punto donde esta termina? Salgo del pasaje y desciendo por Vara del Rey hacia la antigua fábrica de El Águila, sorprendiéndome una vez más el aspecto de abandono y desnudez de la zona, que se manifiesta también en algo tan anormal, para la mera lógica de la dominación, como la falta casi absoluta de comercios, fuera de algunos bares y panaderías y un local de en- sayo frecuentado por grupos punk: por no haber, ¡no hay ni una sola agencia bancaria! Finalmente llego a la vieja fábrica, y doy la vuelta por la calle Ramírez de Prado para subir por General Lacy. Miro hacia atrás, y vuelvo a experimentar ese finis urbis que se mezcla ahora con cierto sabor de beguinaje y de ciudad muerta. Al llegar al final de la calle me

190 caravansari topo con un gran edificio de cristal comprobando, sin extrañarme ya demasiado porque en efecto en este barrio estoy perdido, que se trata nada menos que…de la parte nueva de la Estación de Atocha que sirve de cubil al pajarraco de mal agüero. A los pies de la Terminal del AVE se extiende la calle Méndez Álvaro en una perspectiva infinita hacia ninguna parte, porque no se ve el final. Doy por terminado el paseo dirigiendo la mirada hacia el muro del Museo del Ferrocarril, y pienso en el Muro de los Federados del cemen- terio parisino del Père-Lachaise, asociación de ideas que desecho inmediatamente por tópica y también siniestra (¿se fusilaría allí durante la guerra civil, o peor aún, después de ella?). Tomo pues el camino de vuelta por la calle de Murcia, y la primera calle que la corta perpendicularmente es la de Rafael de Riego (se ve que una tardía venganza ab- solutista le ha despojado del título de general), que termina también en la calle Ramírez de Prado. El general Riego… ¿acaso no fue fusilado tras la derrota del Trienio Liberal?

No, me informo en el momento de escribir este texto, Riego no fue fusilado sino ahor- cado en la Plaza de la Cebada. Sin embargo, al General Lacy sí que lo fusilaron, en el castillo de Bellver de Palma de Mallorca, en 1817, tras el fracaso del pronunciamiento liberal que protagonizó contra Fernando VII.

III

Cuando la ciudad parece condenada a desaparecer en las arenas movedizas de la me- galópolis, entonces se encienden los fuegos fatuos y se estremece el ruido de cadenas. Entonces el genio del lugar se manifiesta en lo sensible y da la voz de alarma, exigiendo derechos que son también los nuestros. Es la voz del egrégoro de Madrid, que resurge a través del mar del tiempo rojo y negro, esquivando los pecios de todas las derrotas para que nuestros oídos la escuchen, para que nuestras gargantas la griten. Si ciertos puntos de Madrid están impregnados de la vocación de confín, es porque ese confín es necesa- rio, es porque la propia ciudad reclama un límite que la distinga del afuera y la fortalezca en su propia esencia, haciendo posible que su vida no sea asistida, ni devore todo lo que la rodea. Sin duda las ciudades crecen, y es absurdo pensar que lo que un día fue cerca y fin quede así para la eternidad: las murallas se derriban, se construyen las rondas y los bu- levares, y después será necesario levantar nuevos barrios para los hermanos que vienen de lejos. Nada hay que oponer si se trata de un crecimiento orgánico que se desenvuelve al ritmo natural de las necesidades de la ciudad y del hombre, y no al toque del silbato arti- ficial de la economía. Porque la economía odia la ciudad, como odia al mundo, por eso no nos queda más remedio que ponerla fin, o sucumbir con ella. Por eso la ciudadha de te- ner un final, unos límites reconocibles, una capacidad de carga asumible por la naturaleza y la región que la circunda, para que vuelva a ser posible la autonomía de sus habitantes, la belleza de sus calles, el hechizo de sus pasos perdidos, y hasta su salud mental. Es evidente que la sola idea de desmontar todo el tejido adiposo que ha crecido a partir de la ciudad y dentro de ella supera nuestras fuerzas, nuestra capacidad de acción, y puede que hasta de imaginación. Es más fácil desde luego dar por irreversible todo el mal que se ha hecho, y ser cómplices indiferentes o fatalistas del mismo. Pero es en este punto donde la experiencia del fin de la ciudad irrumpe con sus razones irrazonables para sabo- tear el sentido común del realismo que se conforma. Aquellos que la reconozcan tendrán que decidir si prefieren perderse con ella, y encontrar el camino de vuelta a la ciudad que pudo haber sido y no fue, o permanecer a las órdenes del orden hasta la implosión final.

José Manuel Rojo forma parte del Grupo Surrealista de Madrid desde 1987, colaborando en la revista Salamandra y el periódico . Ha emprendido investigaciones experimentales de la psi- cogeografía negra, el materialismo poético y el mal uso de la electricidad, mientras contribuye como puede a que el miedo cambie (verdaderamente) de bando y a la caída del Régimen (de este y de los que le sucedan en un nuevo siglo de falsificadores).

caravansari 191 Héctor Mediavilla Caravansari 6 (papel).indb 180 19/02/16 18:06 Nº6 poesía contemporánea en lenguas peninsulares caravansari