Ruta 16/10/2015

09.00 h.: salida desde la Plaza de , junto al banco Santander.

10.30 h.: visita a la iglesia de Santa Mariña de Augas Santas.

12.30 h.: visita al casco histórico e iglesias de la villa de .

14.00 h.: comida en Allariz, en el Bar Tapas- Restaurante Casa Fandiño (10€ menú).

16.00 h.: visita a .

19.00 h.: visita a la iglesia de Santo Tomé de Serantes

21.30 h.: llegada a Santiago.

Provincia de : Santa Mariña de Augas Santas (Allariz), villa e iglesias de Allariz, villa e iglesias de Ribadavia, Santo Tomé de Serantes ().

1. Santa Mariña de Augas Santas. Esta iglesia y su entorno fueron declarados Monumento Nacional en el año 1931. La tradición vincula la vida y martirio de Santa Mariña con este lugar. En época romana, Mariña fue martirizada por orden del prefecto Olibrio en la ciudad de Armeá; su primera condena fue morir abrasada en un horno, si bien sobrevive a ella; finalmente, el prefecto ordena que le sea cercenada la cabeza. Fue enterrada en las cercanías de su martirio.

El templo dedicado a esta santa está datado entre finales del siglo XII y comienzos del XIII. Se realiza en un estilo uniforme, semejante al de la iglesia de Santa María de Xunqueira de Ambía, que se realizaría en fechas cercanas. Al exterior, su fachada está dividida en tres calles por medio de cuatro contrafuertes: dos de ellos bordean la calle central, y otros dos cierran los extremos. La triple arcada de portada no está justificada sino en modo decorativo, pues solamente posee un vano de acceso. Una imposta la divide asimismo en dos tramos horizontales: en el primero se abre el arco de acceso, ligeramente apuntado y cobijado en zona superior por una pequeña imposta decorada por bolas y una ornamentada arquivolta que descansa sobre ella. En su zona superior se abren tres rosetones, el central especialmente decorado y de mayores dimensiones que los situados en las calles laterales, cuya función es la iluminación de las tres naves interiores. El cuerpo central está coronado por una torre realizada en el siglo XVIII. En su exterior destaca asimismo la armoniosa cabecera de tres ábsides, y los tres rosetones que se abren en el lienzo de cierre del presbiterio. El interior está dividido en tres naves y cuatro tramos, separados por tres pares de pilares cruciformes con semicolumnas adosadas, de las cuales parten los arcos que sustentan una techumbre de madera. Los arcos formeros no alcanzan la zona superior, sino que sobre ellos se erige una falsa galería o triforio, que realmente realiza una clara función de claristorio y, visualmente, evitar la pesadez de los muros lisos del edificio. Esta arquería está formada por cuatro tramos de tres arcos, asentada sobre cuatro pares de columnas geminadas, dos en el interior y dos adosadas a la prolongación de las pilastras. Los capiteles, por su parte, están escasaente ornamentados. No obstante, existen dos capiteles que flanquean otro capitel del que parte el arco formero, y que están ricamente decorados. En el lado occidental de la nave del evangelio se halla una sencilla pila bautismal de estilo románico.

2. Villa y templos de Allariz. La villa de Allariz cuenta con numerosas iglesias datadas en los años del románico. De esta manera, se data la iglesia parroquial de San Esteban en el primer tercio del siglo XII, aunque sufrió grandes modificaciones durante la construcción de su torre en 1581, pues se adosó prácticamente a la fachada occidental destruyendo el paramento a la izquierda del arco de medio punto por el que se realizaba el acceso; se conservan dos columnas flanqueándolo y las arquivoltas sin ornamentación. En su fachada sur se cobijan tres sepulcros encajados en nichos que a su vez son utilizados como arcos de descarga. La iglesia de Santiago se inicia en torno al año 1119. Posee al interior una única nave que remata en un ábside semicircular, que se decora con una arquería ciega plena de figuración. Conserva algunos nichos sepulcrales. En su exterior destaca especialmente la cabecera, con un único ábside con canecillos cobijados entre arcos en el alerón del tejado y dos portadas, una occidental, cuya arquivolta se decora con rollos, apreciables especialmente en su intrados, y flanqueada por columnas pareadas, decorados por figuración animal y vegetal; el acceso meridional posee el mismo tipo de arquivolta, y dos columnas con sendos capiteles vegetales y zoomorfos. La iglesia de San Pedro es asimismo románica, realizada en torno a finales del siglo XII. Poseyó un claustro, desaparecido en la actualidad, y fue utilizada durante la Edad Media como panteón de algunos de los señores que gobernaban la villa. El interior es de una única nave, con cubierta de madera cuyos arcos están realizados en sillería de granito, que reposan directamente sobre los paramentos laterales. En el exterior, en su lado sur se ha encajado el portón ojival de la iglesia exparroquial de San Salvador de Piñeiro. Otro punto de interés de la villa de Allariz es el castillo, situado en una atalaya natural. Su origen tiene lugar en la segunda mitad del siglo XI durante el reinado de Alfonso VI, pero durante el siglo XV sufrió una gran reconstrucción, entre las que se encuentra una ampliación de sus dos plataformas, en las que se asentaban todas las construcciones interiores, ampliación esta que afectó también a la muralla que circunda la villa con una longitud de más de un 1.100 metros. Extramuros se documenta que estaba asentado el barrio judío, en el barrio denominado Socastelo.

3. La villa de Ribadavia y sus templos1. Esta villa fue realenga desde el año 1164 por un foro otorgado por el monarca Fernando II. Pero es la concesión del señorío por Enrique II a don Pedro Ruiz Sarmiento (1375) lo que supone el punto de arranque de la construcción de la primera fortaleza, probablemente invalidando una serie de mínimas edificaciones acastilladas preexistentes (Torreón de San Xes). Existía una iglesia bajo la advocación a este santo (san Xes, san Ginés), que fue derribada finalmente en 1472 cuando don Bernardino Pérez Sarmiento comienza la construcción de una nueva fortificación, hecho motivado entre otras cosas por el asesinado de su madrasta doña Teresa de Zúñiga dos años antes, a manos de los vecinos de Ribadavia, lo que hizo que el conde buscase una defensa

1 Para la descripción y análisis de la villa, castillo y templos de Ribadavia se toma como punto de partida el texto de la Tesis de Licenciatura del prof. David Chao. CHAO CASTRO, D. (1999): La Villa de Ribadavia: el medio y su arte en la Edad Media. Universidade de Santiago de Compostela. hacia el interior de su propia villa. En la fachada principal del castillo se encuentra la inscripción que corrobora dicha fecha de inicio de la construcción, aunque se halla muy deteriorada: AÑO MCCCCLXXII ESTA OBRA MANDO / AZER MADERA AYO DEL CONDE BERNALDIN. Se edificó este castillo reutilizando la antigua muralla defensiva de la villa, por lo que en su zona occidental su perfil se configura a través de un doble muro: tras el más interior se ubicarían las estancias y, en el exterior, una puerta de acceso a la calzada que se dirigía a Tui, flanqueada por dos torres de perfil curvo protegidas mediante troneras. La puerta de acceso principal, no obstante, se emplazaba en el lado norte, cercada por dos torreones de planta circular, uno de ellos semiderruido. En el interior no conserva este castillo estancias, sino únicamente las ménsulas sobre las que se sustentaban los pisos. Actualmente son visibles los restos de la necrópolis altomedieval que acompañaría a la iglesia de san Xes, y el torreón del mismo nombre, del que aún se conserva su base en el ángulo noroeste. El recinto cuenta con una alberca para el abastecimiento de agua, traída por medio de una canalización desde el vecino convento de Santo Domingo.

El convento de Santo Domingo de Ribadavia es el segundo conjunto de dominicos establecido en Galicia, siendo el primero el de Santa María de Belvís, situado en Santiago de Compostela. Su fundación se debe a la intervención de fray Pedro González Telmo, que habría predicado en estas tierras en torno a 1240. Se podría datar, por lo tanto, a mediados del siglo XIII. Quizá en sus primeros tiempos se usase como iglesia conventual un pequeño templo dedicado a Nuestra Señora de Valparaíso, primitiva dedicación que se mantendrá hasta finales del siglo XVI, cuando fue modificada por Nuestra Señora del Portal2. Es importante que fuese el obispo de Tui, don Xil Pérez Cerveira, quien colocó la primera piedra en la construcción, lo cual le daba un gran prestigio al edificio. La obra contó con la ayuda de los burgueses ribadavienses, con quienes los dominicos mantenían una relación muy cordial. Desde finales del siglo XIII y comienzos del XIV, el convento funcionó como Casa de Estudios, con 8 estudiantes de Gramática en este primer año, encomendados a un lector. Durante el s. XV existían ya tres catedráticos graduados por la Universidad e ingresados en la comunidad3. Dos cofradías estaban vinculadas a este convento: la de la Vera Cruz, situada en la capilla de Santa Elena, y la de San Pedro Mártir, a la que pertenecían los comisarios y familiares de la Inquisición de la villa.

2 El culto a la Virgen del Portal se introduce tras el milagro ocurrido en Belvís. De este milagro se nos cuenta que la estatua de la Virgen se encontraba ubicada bajo un portal, sin capilla, y que las monjas la intentaron trasladar a la iglesia pero que, a la mañana siguiente, la imagen volvió aparecer en el lugar en el que se encontraba originalmente, el portal, con lo cual se decide construir una capilla en ese lugar para no tener que trasladarla

3 Tomás de Lemos fue uno de los grandes personajes que salieron de esta Escuela. Estaba siendo usada como Escuela de Teología Moral para hidalgos; algunos incluso se convertían en frailes. Declarado Monumento Nacional en el año 1931, del convento apenas resta nada en la actualidad, debido a las reformas que sufrió en el siglo XVI pero sobre todo a los derrumbamientos ocurridos en el siglo XIX y a la desamortización de Mendizábal en el mismo siglo. Se conserva exclusivamente una puerta, posible acceso primitivo a la sala capitular desde el claustro, que se divide en tres arcos trilobulados con un óculo cuadrifolio abierto sobre la enjuta. Ambos arcos se decoran con una hilada de puntas de diamantes. En el lado septentrional se halla una torre en la que se perfilan las armas de los Sarmiento, y la flor de lis de la orden dominica. Al interior es un edificio de planta basilical, dividido en tres naves longitudinales y un brazo transversal que no sobresale. En su cabecera se abren tres ábsides, el central con un retablo de Castro Canseco, desmontado en épocas contemporáneas con la intención de hacer visibles las ventanas góticas que se alzaban detrás de él. Sobre dichas ventanas se alza una bóveda de cascarón de nervaduras; en uno de los sillares de dicha bóveda aparece un epígrafe que hace referencia a la importancia que tuvieron los burgueses para la obra. El cuerpo longitudinal es un espacio diáfano, muy abierto, puesto que la nave central es de gran apertura, tanto a lo ancho como a lo alto. Los doseles que se dirigen hacia la zona central tenían la funcionalidad de albergar esculturas, en este caso un conjunto de la Anunciación, formado por la Virgen y el arcángel. En la zona occidental se situaría un coro y un órgano en su parte superior, desaparecidos tras la desamortización de 1835. Llaman especialmente la atención las numerosas marcas de cantero situadas en estos paramentos.

Existen en el interior de la nave varios enterramientos y laudas sepulcrales4. En el tercer tramo de la nave lateral, realizado en granito, se encuentra el sepulcro de un caballero del linaje de los Maldonado, asociado tradicionalmente al escudero Broos López. Está situado dentro de un arcosolio de doble arquivolta, decorado con puntas de diamante y motivos figurados en el exterior. En los salmeres aparecen la Anunciación y la Coronación. La Virgen responde al saludo del ángel levantando una mano y con la otra toca su vientre, indicándonos su estado. Un ángel en vuelo se dispone a coronarla. Esta iconografía aparece también en Santo Domingo de Santiago, aunque el de Ribadavia es uno de los más antiguos conservado. Aparecen también ángeles músicos de pie, uno tocando el laúd y otro la gaita, algo frecuente en la escultura gótica gallega (aparece también en la portada principal de San Francisco de Ourense). En la clave, la cabeza del Salvador. La yacija se eleva por dos leones y se decora con dos blasones con flor de lis (es posible que existieran más blasones, entre 3 y 5, aunque cabe la posibilidad de que fueran repicados por los frailes por incumplimiento de la dotación económica por parte de la familia). La figura yacente viste túnica holgada y se encuentra recostada sobre la tapa del sarcófago. En los pies lleva escarpines apuntados con espuelas, y los apoya en un perro, símbolo de la fidelidad. Reposa la cabeza sobre dos almohadones; su rostro posee los ojos cerrados y facciones muy cuidadas, perfectamente visibles en lo bien labrada que esta la barba. Con las manos

4 Para el análisis de los sepulcros, vid. también MANSO , C. (1993): Arte gótico en Galicia: los dominicos (2 volúmenes). A Coruña. cruzadas sujeta una larga espada de pomo circular. El relieve muestra la avanzada edad del personaje. Se podría datar a mediados del siglo XIV y es posible una reutilización de Broos López –si es él quien se encuentra dentro-, puesto que murió en el siglo XVI.

En el segundo tramo de la nave del Evangelio se ubica otro enterramiento atribuido a Lorenzo Ares de Loureiro. Tallado en granito, en él se observan algunos retoques y mutilaciones. El arcosolio es apuntado y de doble arquivolta, decorada con puntas de diamante y motivos figurados. Aparecen ángeles ceroferarios (los que portan la vela que simboliza la “Luz de Cristo”) y también ángeles turiferarios (que son los portadores de incienso). Aparece también un escudero vestido con arnés. En cuanto a la yacija, se decora con dos blasones, y es probable que ocurriese como en el otro sepulcro, que fuese repicado el del centro (aunque también puede que nunca existiera). El yacente, por su parte, está orientado hacia el oeste, con lo cual es probable que la yacija (o la tapa) fuesen trasladados de su lugar original, ya que también lo podemos observar en su estrechez con respecto a la luz del arcosolio. Este lugar original estaría emplazado en el lienzo mural de la fachada, adosado a él. Su cabeza reposa sobre almohadones ornados con rosetas. Tiene las manos cruzadas y protegidas por guanteletes; entre ellas sujeta una espada. Su cabeza está cubierta con un bacinete sin visera, protegiendo el cuello con un almófar de malla. Luce sayo corto y una falda de malla en la cadera; del primero pende el puñal de misericordia. En los pies lleva escarpines apuntados con espuelas, que reposan sobre el lomo de un perro, cuya cabeza ha sido mutilada. El rostro del caballero lleva los ojos cerrados y es lo menos logrado del conjunto. Lo más vistoso es su arnés. Pertenece al siglo XIV. Otro sepulcro se ubica cerca de la antigua puerta de salida al claustro. Se ha identificado tradicionalmente con el de fray Pedro das Mariñas, fundador (o cofundador) del monasterio. Presenta un báculo pastoral grabado en la losa, lo que lleva a ciertos autores a pensar que este discípulo de fray Pedro González Telmo fuese el primer prior del recién fundado monasterio, aunque no hay nada probado documentalmente. En el ábside izquierdo aparecen los enterramientos de Doña Sancha Bella Mosquera y de Pedro Vázquez de Puga, ambos pertenecientes al siglo XVI. Otras lápidas aparecen en el pavimento de la iglesia, en la zona oeste, donde no fue sustituido por cemento Portland. Entre ellas se destacan las siguientes: - Lauda de un prior: porta un báculo en tau. Ubicada en la nave lateral, en el cuarto tramo. - Lauda de Estefanía Domínguez: en el pavimento de la nave central, en su cuarto tramo. Está decorada con una cruz flordelisada y un epitafio. - Lauda de Rodrigo de Anllo y de García Alonso de Amodeleiro: situado en el último tramo de la nave central. Datado en la segunda mitad del siglo XIV.

En la parte exterior destaca la portada occidental, dividida en tres calles a partir de contrafuertes prismáticos. El cuerpo inferior de la portada occidental estuvo tapiada hasta el 1903, motivo por el cual actualmente se encuentra en bastante buen estado de conservación. Está conformada por una doble arquivolta apuntada, decorada con formas vegetales, tales como hojas de col. Aparecen dos decoraciones de cabezas humanas en los salmeres, masculina la de la izquierda y femenina la de la derecha. Ya para rematar, decir que en el exterior del ábside, en su parte superior, encontramos el escudo condal junto con la figura de Boabdil el Chico, que había sido el último rey de Granada, por medio del cual se puede datar dicho emblema en el siglo XV. Esta colocación de las armas hace referencia a la ayuda prestada por los Sarmiento a los Reyes Católicos, mediante la cual les fue conferido el grado de Conde en el 1476.

Se cree que la iglesia de Santiago habría sido la más antigua de todas las de la villa. El primitivo núcleo poblacional estaría situado en el origen en el lado izquierdo del río , pero con la llegada de don García, hijo del rey Fernando I, los habitantes se trasladaron al lado derecho, y este habría sido el momento en el que se edificó el citado templo (1065-1071). No obstante, el edificio que se conserva en la actualidad está datado entre finales del siglo XII y principios del XIII. Se trata de un templo realizado en un estilo tardorrománico de transición al gótico. Al interior posee una nave única, cubierta por techumbre de madera que se asienta sobre los arcos ojivales. La capilla mayor se cubre por medio de una bóveda de nervios, mientras el tramo recto del presbiterio lo hace con crucería. En el interior existen arcos sepulcrales abiertos en las paredes, los cuales hoy en día no podemos saber nada sobre aquéllos personajes a los que pudiesen pertenecer. La cabecera fue destruida en un asedio, con lo cual, tras la reforma se puede apreciar que quedó ladeada. Sustentando el arco de ingreso aparecen una serie de capiteles con figuración, como el de la derecha (sur), en el que un alma es sustentada por dos ángeles (muchos autores creen que se puede tratar de una representación de la Expulsión de Adán del Paraíso tras cometer el Pecado Original). Además, la iglesia poseía un coro en el lado occidental, desaparecido en la actualidad, un cementerio y casa rectoral propia. En cuanto a la imaginería que alberga es necesario destacar la imagen del Santiago Sedente, que porta báculo y venera, datada en el siglo XIV (1340), que habría sido creada por el taller del maestro Mateo. Estuvo policromada, si bien apenas se conserva, pues en el siglo XIX el párroco decidió que presidiese el rosetón exterior, por lo que ésta fue dañada por las inclemencias del tiempo durante años. El retablo que preside el altar mayor es neoclásico. En el exterior destaca el rosetón con 24 huecos, ligado posiblemente a la idea de los Veinticuatro Ancianos del Apocalipsis. La fachada es un arco de medio punto flanqueado por seis columnas que poseen capiteles con figuración. Carece dicha puerta de un tímpano decorado, pero si se adorna con una abertura trebolada que ayuda a la iluminación interior. La torre posee una base medieval, mientras que sus cuerpos superiores y decrecientes serían barrocos.

La iglesia de San Juan perteneció como indica su nombre a la orden de San Juan de Jerusalén. El primer documento que la menciona data de 1213. Su estilo es un románico tardío, semejante al que se encuentra en la iglesia de Santiago. Posee una nave única, cubierta por un techo de madera y con ventanas de medio punto (cuatro), iguales a las que se encuentran en la fachada. Posee también un único ábside y el presbiterio se cubre con bóvedas de medio cañón. En el interior se halla un retablo neoclásico en el centro del ábside (en el que aparecen San Juan Bautista, la Virgen de Lourdes y el Sagrado Corazón) y dos barrocos, uno a cada lado de la nave. En el del lado norte (izquierda) aparecen las figuras de San Roque, San Miguel y San Benito, junto a un peto de ánimas, todo ello datado en el siglo XVIII. En cuanto a su fachada, es similar a la del templo de Santiago, con una puerta flaqueada por columnas, que rematan también en capiteles decorados con hojas, figuras o monstruos. En este caso, en lugar de colocarse un rosetón como suele ser habitual en los templos románicos, se coloca una ventana de medio punto que, al igual que en el interior, se encuentra flanqueada por dos columnas. El tímpano no posee relieve alguno. En el exterior destacan asimismo los canecillos colocados bajo el alerón del tejado. Se trata de formas geométricas de bastante volumen, entre las que se identifican animales como cerdos, asnos, perros o leones, y alguna figura humana invertida, acompañando a figuras mitológicas. La torre, adosada al último tramo del lado norte, sería una construcción un poco posterior a la iglesia, datado en las décadas centrales del siglo XIII.

4. Iglesia de Santo Tomé de Serantes. Estaría datada entre los siglos XII y XIII, en torno al 1200. Se trata de un templo de una única nave, con techumbre a dos aguas y un único ábside semicircular, precedido de un tramo recto de presbiterio cubierto con bóveda de cañón apuntada. El arco de acceso se compone de moldura y una cabeza humana en su clave. Descansa sobre columnas entregas con capiteles historiados. En el interior destaca asimismo un baldaquino pétreo de estilo gótico. En su exterior, los muros presentan contrafuertes. Sostienen la cornisa unos arcos, semejantes a los vistos en Allariz, muy habituales en toda la arquitectura medieval de toda la provincia. Descansan sobre canecillos de muy diversos tipos, ya sean zoomorfos o antropomorfos. El acceso por el lado occidental se compone de dos niveles en altura. El arco de entrada es apuntado y sus arquivoltas están profusamente decoradas, apoyadas sobre capiteles de decoración sobre todo vegetal. En una moldura exterior del tímpano se destaca un epígrafe con la fecha de fundación, 1170. Destaca en el nivel superior un rosetón y, sobre todo ello, una cruz antefija muy deteriorada en la actualidad.

Natalia Conde Cid.

Osório Eanes Cornoces, Serantes, Ribadávia ...

Carolina Michaëlis referindo-se a Osório Eanes (1175-1217), trovador que dá nome à nossa próxima viage, falava da “ilustração e do bom gosto que distingue os seus versos de amor”. As oito cantigas de amor conservadas evidenciam que nos encontramos perante umha das figuras poéticas mais salientáveis da primeira fase do trovadorismo galego-português1. Sirva como exemplo a bem conhecida cantiga (de “change”) Cuidei eu en meu coraçon:

Cuidei eu de meu coraçon que me non podesse forçar, pois me sacara de prison e d’ ir comego i tornar. E forçou-m’ ora nov’ amor, e forçou-me nova senhor; e cuido ca me quer matar.

E pois me assi desemparar ûa senhor foi, des enton, e cuid’ eu ben per ren que non podesse mais outra cobrar; mais forçaron-m’ os olhos meus, e o bon parecer dos seus, e o seu preç’ e un cantar

que lh’ oí u a vi estar en cabelos dizend’ un son. Mal dia non morri enton, ante que tal coita levar qual levo, que nunca vi maior qual levo, ond’ estou a pavor de morte, ou de lho mostrar.

Quanto às relaçons familiares, devemos notar, em primeiro lugar, que foi primo segundo do trovador Joám Vélaz (objeto da excursom anterior), já que ambos fôrom bisnetos de Pedro Froiaz de Trava2. No caso de Osório Eanes, esse vínculo estabelece-se através da mai Urraca Fernandes, filha do conde Fernando Peres de Trava e de Sancha Gonçalves (Ansures)3. O pai do poeta foi Joám Airas da Nóvoa (1152-1180)4, a quem Fernando II confiou a formaçom do futuro Afonso IX. No ámbito curial daquel monarca, Joám Airas, além de delegado régio, ocupou os postos de alferes e tenente de Castela, Nóvoa, Castrelo de , S. Paio de Toronho, Castelo de Orzelhom e Alva de Búval. Seguindo a trajetória do pai, Osório Eanes formou parte das cortes de D. Fernando e Afonso IX. Em concreto, sabemos que foi tenente das terras de Ribadávia, Castela e Búval, isto é, a faixa geográfica correspondente à marge setentrional do rio Minho na sua passage pola atual

1 Vários estudiosos consideram que se trata do mais occitánico dos nossos trovadores. 2 Os Travas constituem, de feito, a rede social que serviu de suporte às primeiras experiências poéticas. 3 Note-se, portanto, que foi abandonada a hipótese que o fazia, sem fundamento, membro da família dos Marinhos. 4 O pai de Joám Airas foi Airas Calvo, orige da linhage dos Lima ou Límia. Dessa geraçom procedem, por um lado, os Nóvoas e por outro os Batisselas, a partir de Fernando Airas Batissela, irmao de Joám Airas casado Teresa Bermudes, filha de Bermudo Peres de Trava e de Urraca Henriques de

província de Ourense5. Por outro lado, el aparece relacionado com Santiago de Compostela, em cuja Praça do Campo – atual Cervantes – possuía metade dumha casa que legará ao cabido da Sé compostelana. Precisamente, essa instituiçom religiosa mantivo fortes vínculos com os Trava, nomeadamente com a mai do poeta, que com ela chegou a compartilhar diversos interesses económicos. Entre outros negócios, é interessante lembrar o que existia sobre a vinha da Quinza (Ventosela, c. Ribadávia), cedida por Urraca Fernandes ao corpo capitular compostelano. Osório Eanes mantivo umha estreita relaçom (patrimonial e política) com as terras do Minho ourensano, como conseqüência da sua integraçom nos Nóvoas, linhage que tira a denominaçom de Santo Estevo de Nóvoa (conc. Ribadávia); terra que também dá nome a umha entidade administrativa no antigo distrito de Toronho em que se integrava Ribadávia. Ora bem, é na área vinculada a essa estirpe (e nas terras limítrofes) que se concentra umha boa parte dos poetas de cronologia mais recuada, vários relacionados por laços familiares e/ou sociais a Osório Eanes6. Isto leva a pensar que esse grupo familiar exerceu um papel ativo na expansom do trovadorismo entre a aristocracia galega (e portuguesa) durante as últimas décadas do séc. XII e o primeiro terço do séc. XIII7. Entre os irmaos de Osório Eanes, Gonçalo Eanes foi aquel que atingiu maior releváncia social. Para além dumha importante carreira política, como alferes régio e tenente, chegou a ser comendador-mor da orde de Calatrava e mestre (1218-1232) dessa mesma Orde, seguindo assi o exemplo do tio Fernando Oares, cavaleiro templário e um dos promotores da Orde de Santiago. O nosso interesse por este cavaleiro centra-se no feito de dous dos mais antigos trovadores aparecerem relacionados com el: o português Fernando Rodrigues de Calheiros e Rui Gomes o Freire, também membro da Orde de Calatrava. O anterior associado à circunstáncia de esses poetas aparecerem em posiçons contíguas na tradiçom manuscrita leva a pensar que os Nóvoa-Trava nom só favorecêrom a moda poética e questom mas que também promovêrom a elaboraçom da primeira recolha da nossa lírica medieval. Os Nóvoas também fôrom conhecidos como “de Bóveda” ou “de Amoeiro” atendendo à instituiçom religiosa a que aparecem mais diretamente vinculados: o mosteiro de Bóveda no concelho de Amoeiro, do qual conservamos parte da igreja románica. Urraca Fernandes, mai de Osório Eanes, foi ainda a instituidora do mosteiro de S. Martinho Cornoces, nesse mesmo termo municipal, de acordo com a singular inscriçom gravada nos muros da igreja: “Urace Fernandi qui eam funditus edificauit”. Também aparecem associados, por via dos antepassados e desde a sua fundaçom, ao mosteiro de Osseira. Além dos já citados, a zona conta com um rico património arquitetónico medieval (e nom só), com destaque para os restos do templo pré-románico de Francelos, os mosteiros de Melom e S. Clódio do Ribeiro e numerosas igrejas románicas (ou partes delas) em Arrabaldo, Astureses, Beiro, Cameixa, Castrelo de Minho, Gomariz, Gustei, Lamas, Lebosende, Lobás, Mandrás, , Mesego, Moldes, Ourantes, Pazos de Arenteiro, Ribadávia (S. Joám, Santiago, Oliveira), Razamonde, Serantes, Trasalva etc.

José António Souto Cabo

5 Trata-se do espaço ocupado, grosso modo, polos atuais concelhos da Peroxa, Coles, Vila Marim, Amoeiro, Ourense, Cea, Pinhor, Maside, Carvalhinho, Punxim, Cenlhe, S. Amaro, , Beade, Ribadávia, Melom e Carvalheda de Ávia. 6 Referimo-nos a Airas Moniz de Asma, Airas Oares, Diego Moniz, Fernando Pais de Tamalhancos, Fernando Rodrigues de Calheiros, Joám Soares Somesso, Pedro Pais Bazaco ou Rui Gomes o Freire. 7 Lembremos a provável identificaçom do Muimenta citado numha cantiga de Joám Soares Somesso com a freguesia desse nome no atual concelho de Carvalheda de Ávia.