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DELLETRAS ECUADOR

CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA BENJAMÍN CARRIÓN e JULIO 2005 .

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" EN ESTE NlJMERO

etras 188 recoge la producción artística e intelectual de autores de diferentes ciuda­ des del país. Si el lugar de origen es importante, más lo es la idea integradora .d!•"""cta de la literatura y del pensamiento, porque esta función oft:ece a propios y extraños la profunda red interior, las revelaciones de la conciencia y los modos de sentir el mundo de la colectividad ecuatoriana. El núcleo temático de este número es un conjunto de ensayos que tratan del amor y la muerte. En el teatro, en la novela, <~n la lengua, estas realidades humanas se matizan con ideas y emociones propias de los escritores ecuatorianos y de los sujetos wlectivos de las provin­ cias de Bolívar y de Esmeraldas. Los autores de los ensayos son Laura Hidalgo Alzamora, Bruno Sáenz, Orlando Pérez y Gcrardo López. Las diversas secciones de Letras del Ecuador 188 ofrecen al lector interesantes facetas de personajes de nuestro arte y de la actividad intelectual. Son los casos del bailarín y coreógrafo Wilson Pico, iniciador de la danza moderna en el Ecuador, entrevistado por Ernesto Ortiz; del afamado compositor Luis Humberto Salgado, cuya obra es analizada por Diego Grijalva y Oiga Dobrovolskaya; y de Darío Guevara, intelectual de amplia e influyente trayectoria en el país. La académica Susana Cord

Julio Pazos Barrera Director

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ENSAYO 9 El amor y la muerte en Extraña ocupación, de Paco Tobar 1 Bruno Sáenz 12 El amor y la muerte en las coplas populares ecuatorianas 1 Laura Hidalgo 19 La emoción evanescente 1 Orlando Pérez 24 Breve recuento del léxico del amor en Esmeraldas 1 Gerardo López

ENTREVISTA 35 Wilson Pico. La pasión de la danza 1 Ernesto Ortiz

PANORAMA 41 El gran ausente/ Sofía Luzuriaga 49 Las sinfonías de Luis H. Salgado 1 Diego Grijalva y Olga Dobrovolskaya 53 La enseñanza: espacio de convergencia de los territorios del saber 1 León Espinosa 57 Las Encantadas, según las descripciones de los viajeros y naturalistas del siglo XIX/ Ana Estrella 64 Escribir de mujeres 1 Álison Vásconez 72 De muy antiguos tesoros 1 Susana Cordero de Espinosa

CUENTO 80 La sangre de Kálister 1 Leonardo Valencia 85 El médico 1 Oswaldo Encalada 89 Bumerán 1 Gilda Holst

POESÍA 94 Victoria Tobar 97 Fernando Nieto 99 Violeta /"una 102 Juan José Rodríguez

CRÍTICA LITERARIA 1 07 La caída y la noche, de Vladin:liro Rivas 1 Diego Araujo 109 El hombrecito amargado y doliente 1 Alicia Ortega 113 La poética en los últimos textos líricos de Javier Ponce /Julio Pazos 117 La entundada, de Adalberto Ortiz 1 Ester Bermejo

125 RESEÑA~

134 COLABORADORES

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" desencanto), en el prólogo o como el cero del dejar de ser, de frustraciones. El modesto asis­ poema introductorio: la muerte real. Los demás per­ tente acepta su perrrumencia en "Sombras o rostros 1 a que sonajes sufren el acto negativo, el último peldaño de la escala imposibles límites el tiempo 1 "actúan" 1a muerte, se desen­ burocrática por necesidad, y su reduce nuestro anhelo 1 en esta vuelven en nombre de esa vida necesidad no es sino un acto de extraña ocupación: ¡la vida!". identificada también como una amor hacia la hija epiléptica "Y la muerte vendrá 1 vesti­ extraña ocupación. recluida en un hospicio, a la da a su manera /para servir al El amor, encarnado en los que debe mantener. Amo; aunque todos los hom­ protagonistas de las diferentes La humillación de Nicanor bres 1con espantosa ingenuidad historias, sea de modo positivo, se anticipa a su desaparición creamos 1 que nos sirve a no­ sea por su falta o disimulándose física y esta vuelve inútil su sotros por un precio ridículo ... con la máscara del odio y la sometimiento, neutralizando el ¡Extraña ocupación la de la indiferencia, rppresenta a través valor de su sacrificio y de su muerte!". de ellos el papel de cómplice de abtlegación. La caridad del La ilusión destruida por los la gran destructora. destino pone punto final a su protagonistas de estas ocupa­ El Frío corwce al Desnudo decadencia, le devuelve la dig­ ciones sin sentido evidente -los pasa por un preludio, una intro­ nidad, pero deja sin apoyo a la versos citados prefieren igno­ ducción casi estática desde el enferma. rarla-, es la del amor. punto de vista escénico. Los A la mue1te, que rondaba La muerte (servidora iluso­ funcionarios de una oficina calladamente por la oficina, no ria) pasa por las páginas de pública son las carlas cuyas le queda sino apagar la lnz todos los textos con las Jiguras combinaciones conducen a la cuando el individuo se rinde. de una empleada doméstica y última jugada de uno de los ¿A quién ha prestado sus servi­ de una enfermera, Tania tantos desaños improvisados cios? ¿Al pobre liberado? ¿Al (¡,Thanatos?), taciturna siem­ por la comedia humana: a Jefe que ya no se ha de tomar la pre, salvo en la historia conclu­ Nicanor, el viejo empleado, se molestia de despedirlo? ¿Al siva. Recurso poético a la vez le asigna la de la víctima; a Amo sin nombre del verso de que hilo unificador, imagen Artemio, la del cínico acomo­ Tobar? visible de una idea, su participa­ daticio (una versión degradada La complejidad del plan­ ción se reduce -con la impor­ del conocimiento); a LeJía, la teamiento escénico caraderiza tante excepción anotada- a secretaria, la de la compasión Las Sobras para el Gusano. El estar, a ejecutar unos cuantos impotente (una forma de cari­ autor juega con el tiempo recu­ gestos simbólicos pero deliniti­ dad y de rebeldía); al Jefe, la de perado por la memoria de una vos. Podría no encontrarse allí, la prepotencia concebida como moribunda, 1nlcnta reconstruir la compensación de antiguas el vaivén y la confusión de sus percepciones, trasladando al drama un recurso narrativo. Su ./. planteamiento no es de una / ] ...,...... _~-~

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" dificultad extrema -exige que El lirismo alcanza su cima zas, cede ahora a la crítica viru­ los actores asuman diversos -igual, un elusivo perfume de lenta de un grupo social acomo­ roles, que se trasladen del pre­ sentimentalismo- en Ese Olor a dado en la mentira; la poesía sente al pasado, de la realidad a Tristew. Un singulru: y casi pós• deja el sitio a un estilo discursi­ la ficción de Jos recuerdos, aco­ tumo triángulo amoroso anima vo, utilizado por la misma modándose a las visiones de la la lústoria de amor. El marido, muerte, que ha de hablar para anciana- pero impone la reali­ la mujer desahuciada, el médico manifestar su asombro y ofre­ zación cuidadosa de la repre­ que la ama en silencio se cer, de un modo alusivo, expli­ sentación, en beneficio de la enfrentan al mal sin salida, caciones que sus interlocutores claridad. Durante sus últimas desde diferentes posturas éticas no comprenden. Como nada horas, Neily rememora la infan­ y existenciales. El matrimmúo tiene que anebatar a los cuctpos cia, descubre -influencia de un ha escogido al doctor para que privados del alma, a la siniestra realismo psicoanalítico y litera­ se adelante a la parca y abrevie y falsa vitalidad de los disfra­ rio alguna vez de moda-, sin -con la "buena muerte"- el ces, no le quedan sino la voz y querer comprenderlo, el origen dolor de las horas tenuinales. la retirada. Los recursos teatra­ de su egofsmo y de su lracaso Ante su negativa de profesional les se acogen a la facilidad (v.g., en la incomprensión paterna y consagrado a cuidar de la vida, la participación de una detecti­ la conflictiva relación de sus la par<;ja ha de confmnar, en ve, sin otra utilidad que la de progenitores, en la inconsisten­ soledad, la elección de una revelar el adultetio masculino y cia de ~us ilusiones (un novio muerte que no ha de ser de un intento de horuiciclio). Los inexistente, como el amigo amor ni por amor, puesto que ha diálogos se vuelven vacuos, invisible de un niño). Tania es la de llegar de cualquier modo; en eluden la verdad profunda, vale enfermera que acon1paña al verdad, que ha de cumplirse a la decir el desencanto, el incurable médico y recihe por sombra a vez a pesar del amor y en con­ tedio. La frase de Blanca, la un doble prosaico, un empresa­ tubernio con el amor; que ha de amante del hombre casado, rio de pompas fúnebres. De ser un aspecto efidente de la "Eusehio, yo te adoro", repite la nuevo, su misión es puramente resignación. La sirvienta de del hijo de Las Sobras para el presenciaL Pronuncia una frase negro acata la función que se le Gusano, ahora con exasperante lapidaria: "Es demasiado tar­ ha dado, la de una alegoría o de ingenuidad. de". Apaga la luz ... Más que el un simple testigo. Extingue el La "máscara" visible de la amor, el desamor domina: ,el alumbrado sobre el diálogo muerte -la doncella de negro-, padre de Nelly, desde el ayer, final de los esposos. Y aguarda. símbolo, hebra de la costura de antes de suicidarse, afirma El eventual alegato en pro los cuatro episodios, no justifi­ haber adorado a su esposa, aun­ de la eutanasia se atenúa, abm­ ca a plenitud su presencia tea­ que la tenia por loca y lue su mado por el peso de la tragedia tral sino en la Comedia -no se actitud una de las causas de su individual y el litismo con el entendería bien, es obvio, su · fallecimiento. Nelly confiesa que el autor defiende su caso. condición sin las apariciones que 1'tal vez" amaba a su mari­ Tobar cierra la trilogía con precedentes-, cuando deja de do. Ama a su hijo, que acude un equivalente contemporáneo ser indispensable, cuando la "demasiado tarde" con la nuera del drama satírico gdego, Una human'idad de los personajes mal querida, para constatar con Comedia Inmoral, de tono deci­ se ha desvanecido para ser indiferencia: "¿Y qué hubiera didamente sarcástico. Realza la reemplazada por formas hue­ sacado con miral'la, 1 sabiendo chatura de los aconlccimicntm;, ras, por fantoches con sus que era para nú una extraña?". la más banal de las desespera­ nombres y sus manías. De El desprecio~ la dci:iCOIIfian­ ciones, con la jronía. El teJón de conformiúad con ílll vocación za, e] ofensivo -e hipócrita• Las Sobras bajaba después de profunda, la muerte (solidaria 00 desdén gobieman la comunica­ un "yo te adoro" -sincero o no­ en algún momento con el 00 ción/incomunicación de los poco convincente. La palabra amor) nada tiene que hacer en personajes. La declaración de amor se v,uelve aquí sinónimo un depósito de cadáveres. Eduardo, el hijo, a su mujer: de mentira, de hipocresía, de "Yo te adoro, Mariana", es iró• cinismo. Adoma tristemente el '~ Francisco Tobar nombra así, nica, de atroz inocencia. (Ella le conformismo de las dos parejas Exlruña o~;upm:ión, al lihro, "lan bello" y "apusionante", que leen ha preguntado: "¿Tú crees que inegulares que inter<:ambian el algunos de sus personajes, atribu­ podemos ser felices ... ? 1 secreto de sus mutuas deslealta­ yéndolo a Francis Evening (pseudó• Contigo ... ¡sí, tú, que has rene­ des. Si la visión existencial pti­ nimo ocasional del propio Tobar). gado en el último instaate!"). maba en las tres primeras pie- 11

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" El amor y la muerte en lasCo as populares Ecuatorianas

n la poesía popular latinoamericana y española, el amor es E un tema dominante. Esto se manifiesta aun en los textos tradicionales, es decir, aquellos que han resistido el paso de los años en la memo­ ria de suR cantores. Una observación deteni­ da que he realizado en las coplas populares del Ecuador, concretamente en las coplas de la provincia de Bolívar, manifiesta que el tema se ~ presenta bajo diversas actitu­ Q_ o Q_ des. Unas veces corno enun­ ciación, lo cual implica la o."' existencia de un "yon frente 8 al ser que inspira el senti­ miento expresado. En otras ocasiones, esa objetividad se transforma en un "tú", y la manifestación lírica se real iza en la excitación del influjo recíproco. Pero también aparece, y con mayor fre­ cuencia en estas coplas, Ja tercera actitud: es cuanrlo hay autoexpresión de la intensi­ 00 00 dad anímica. Según algunos autores, este último es el "lenguaje de Ia canción''. Veamos las actitudes que imperan en algunas coplas de nuestra provincl a boli va­ reuse:

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" EL AMOR Si quieres que yo te quiera, Ningún obstáculo puede haremo.'l un documento: oponerse al amor. Ante un obs­ SU TEORÍA vos .firrnarás en el agua, táculo, la pasión más bien se yo he de firmar en el viento. acrecienta: 1cantor teoriza sobre el amor, y lo compara con Contrariamente, otro cantor Amor imposible mío, E elementos perecederos hace alarde de poseer secretos por imposible te quiero, de su contexto inmediato: abundantes para que el senti­ porque el que ama un imposible miento sea perdurable: es amante verdadero. La naranja cuando nace nace hojita por hojita, Para conservar amor El enamorado expresa sus as[ principia el amor, vua cmnprar una balanza, aspiraciones: palabra por palabrita. para pesar por libritas ya que por onzas no alcanza. Cuatro, cinco corazones El amor es una planta tuyos }iteran si tuviera, que crece con el halago, Divergencia.~, como las del para el chullita que tengo, así mismo ,\'e marchita tema anterior, se ven en cuanto dispónelo como quieras. con la sombra de un mal pago. a la posible sustitución del ser amado. La opinión puede ser Si cien años te perdiera, Concibe la relación amor­ alentadora: dosdentos yo te buscara, dolor, confonne la conocida opo­ diera con el fin del mundo, sición de la litcratma hispana: Tras un monte yo vi un cerro, de la tumba te sacara. tras un cerro, un precipicio, El amor nace con penas tras un amor mul pagada, La presencia del ser con penas se hace constante, otro que me quita el juicio. amado es indispensable, di­ pues sin penas no hay amante, cen las coplas, y algunas "'e: y cuando lo hay, es apenas. O negativa: muestran esa necesidad en "' gradación ascendente: ~ A pesar de esa antinomia, Una pena quita pena, § amar es una condición humana wt dolor quita un dolot; Yo quisiera estarte viendo necesaria. Dice el poeta: un clavo saca otro clavo, treinta días cada mes, :;~ pero amor no quita amor. siete d[as por semana, Q. o Las aves para su nido cada minuto, una vez. a. buscan un árbol frondoso, En cualquier caso, el cora­ así busco para el mío, zón no cesa de amar: Otras, utilizan la compara­ a."' un corazón cariñoso. ción tópica: 8 Dicen que la ausencia borra La esencia del amor le fácilmente una pasión, Las estrellas en el cielo resulta un enigma. Se plantea eso fuera si del pecho caminan de dos en dos, la incógnita que teóricamente se ausentara el corazón. así caminan mis ojos~ no alcanza a resol ver. La expe­ negrita, por verte a vos. riencia es la única vía para alcanzar su sentido: EL GALANTEO En todo caso, consideran que el obstáculo sería vano frente al Cumulo yo era pequeFíito Las etapas del galanteo y la p<1dcr del amor: preguntaba ¿qué es amor? conquista amorosa se expresan 00 Ahora que soy grandecito: ampliamente en las coplas, y Cualquiera me privará 00 ¡Toma por preguntador! conforman la su bu nidad más la gloria de estarte viendo, Cuando se quiere, se quiere, extensa d~ntro del tema del pero de estarte queriendo, sin saber cómo ni cuándo, arnor. sólo la muette podrá. por eso yo estoy aquí El galán trata de impresio­ buscando y averiguando. nar a la dama con toda clase La declaración amorosa de argumentaciones, artificios va precedida del constante ir La inestabilidad del senti­ y requiebros. Emplea general­ y venir del interesado por los miento le causa una inseguridad mente el estilo "directo" en el alrededores de donde ella que exterioriza en la ironía: discurso. habita: 1.3

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Por estas felices calles Cualquier renunciamiento Re Si el paraíso es tu casa vive la que adoro yo, justifica para alcanzar a la mujer yo quiero ser don Adá.n. la que me robó la calma, amada: Fundemos, mi Eva, la raza dueña de mi corazón. sin que importe el qué dirán. Estando subiendo al cielo Pero en el momento de regresé, pues te quería, "ConDim· me echo y me levanto", enfrentar la situación y exte­ pe1dí Corte Celestial reza siempre mi mujer. riorizar los sentimientos, la por tenerte, vlda mía. Y yo le digo: "Mi encanto, timidez puede crear un clima tu dios yo siempre he de ser". embarazoso: Y por último, la vchctnencia de amante llega a construir imá­ También aparece la copla Desde aquí te estoy mirando genes dramáticas con visos Je con el amador errante y aven­ cara a cara, frente a .frente, patetismo: turero. Una copla donde el sin poderte pronunciar encabalgamiento exterioriza la lo que mi corazón siente. Cuando dueblen las campanas angustia del poeta: no pre,~untes quién murió. Al fin, la incontenible atrac­ Estando lejos de ti Señora, no tengo donde ción se vuelca en palabras de quién ha de se¡; sino yo. d01mir, deme posadita, tcmura -marcada por el uso del y por ser tan buena, mande diminutivo-- y de súplica con­ que 1ne acompaiie su hijita. movedora: EROTISMO PICANTE La maihua con ser la maihua Negrita de mis amores Bonito cuerpito tienes, en. cualquier peña florece. despierta si estás donnida cue1pito de la cebada, El hombre, cuando soltero, para que des un consuelo lo que te falta de cuerpo en cualquier cama amanece. a esta miserable vida. te sobm de retobada. Hay muchas coplas a pro­ Metáforas usuales en el elo­ Paralelamente a la mani­ pósito de la "cama". Esta a gio popular ("bella como una festación "pura y casta" del veces cobra vida y se con­ rosa", "plantita de mi afición", amor, el "deseo" tiene vasto vierte en "interlocutor silen­ "princesa de mis amores") sir­ espacio en esta poesfa. Un cioso" ... ven al galán para atraer la aten­ estilo picante con humor de ción de la dama. Se bace hinca­ "doble sentido" es el camino Cada que te tiendo, cama

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" El amor y el interó EL CONQUISTADOR Pero no siempre será necesa­ se pusieron a pelear, ria la fuerLa, pues, según él, las coma el amor era pobre Hay otra unidad temática que mujeres caen rendidas a sus pies: yo vi al interés triunfar. es: el amante que alardea de sus dotes de conquistador. He Todas las noches de luna O caricaturizan situaciones aquí unas coplas al respecto: salgo en el campo a pasear, concretas: y de mis guambras no hay una Para patas, un venado; que no me venga a besar. Por más que andes a decir para orejas, un conejo,· "no me quieres por desnudo", para impertinente, un viejo, Con estos antecedentes, la yo te lo vengo a advertir: para enamorado, yo. amenaza de reemplazo a la que el otro es muy rico, y mudo. novia viene sola: Paradójicamente, la jactan­ Y de pronto aparece alguna cia toma en ocasiones aires de Las mujeres son hoy día copla sentenciosa, de clara raíz modestia, y en el choque de con­ artículo abarrotado. en la poesía espaüola: trastes radica la pincelada humo­ Si me dejas, vida mía, rislica: ciento he de hallar, y al fiado. Para qué tantos teneres en vida ¡an acabada, San Pedro tuvo una ¡?uambra, Claro que no falta la copla si todo se ba de volver San Pablo se la quitó. con una reacción femenina ante polvo, sombra, viento, nada. Si los Santos hacen eso, aquel galán: qué hará un pobre como yo. Tantas idas y venidas Con frecuencia, el seductor y pasadas por aquí. asrnne una actitud retantc: Se acabarán tus zapatos. Nada sacarás de mi. Dizque te has hecho devota de San Vicente Ferrer, el día en que yo te agarre, ASPECTOS ni el Santo te ba de valer. NEGATIVOS DEL AMOR Agua limpia, cristalina, pasada por dos cedazos, CELOS ha., de ser mi fié/ amante o has de rnorir en mis brazos. No son muy numerosas las Q_"' coplas acerca de los celos, 8 pero son contundentes. Las hay de dos clases: Unas simplemente exponen la inseguridad y el sobresalto:

Me dices que bien me quieres, yo digo que as{ .1·erd. Tus caricias son conmigo y C! amor con quién será.

ro Son las doce, santo cielo, co y mi amor ¿d6nde estará( Tal vez en brazos ajenos, y de mí se olvidará.

Otras coplas, además de plantear la situación hipotética, muestran la posible reacción del amante: 15

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" !1 la vida de mi vida DESENGAÑO Ne¡;rita del ojo panlo, muerta la quisiera ver, de pelito ensonijado, en una mesa tendida La copla del desengaño expre­ yo no sé cuál es la causa y no en ajeno podet: sa la tristeza y la desilusión del a que me hayas olvidada. amante cuando el amor se des­ Para tener que morir gasta y llega al finaL Todas Qué te costaba coger quisieru no Jwber nacido, estas composiciones son de la pluma del diostedé para verte en otros brazos tono melancólico: y escribirme cuatro letras no te hubiera conocido. por rnás distante que esté. Entre el tiempo y el querer INFIDELIDAD hicieron una contrata: Finalmente, estos poemas el querer sigue queriendo presentan la solnción al con­ Cuando las coplas abordan el y el tiempo lo desbarata. flicto tlel desengaño amoroso: tema de la traición o el de la infidelidad, se refieren con El dolor se desborda sar­ No creas que por tu amor mayor énfasis a la mujer. Y es cásticamente: me he de poner a llorar. raro que ella deje oír su voz: En las boticas ya venden A mi Dios pido la muerte, remedios para olvidar. La palabra que me diste, pero no en este verano; Para el que sufra de amor negro, no te olvidarás, porque tengo un anwrcito, el remedio es olvidat; serás firme en tus palabras quiero ver el desengaño. pero mús duele el remedio traicionero no serás. que la misma enfermedad. Pero el recuerdo de la La culebra en una rama etapa feliz puede ser un con­ cuántos trabajos padece, suelo alentador que equilibre EL MATRIMONIO eL hombre que quiere a dos la tristeza de los amantes: doscientos palos merece. A pesar de que en las coplas Te quise para mi bien, galantes el casamiento se pre­ El punto de vista enfoca te amé para nú tormento, senta como meta feliz, en las otras veces a la pareja, y enlon­ pero no creas, mi vida, coplas que lo enfocan como ces se nanan sus esfuerzos por que por eso me arrepiento. tema central, éste aparece des­ disimular la situación: mitificado y caricaturizado: Aunque también se obser­ ..!!! Ahora sí que te fre¡;aste, va el caso contrario: Nos dicen que el matrimonio a. tu enamorado ha venido: es de todo hombre el destino. 8 Tú te haces la pretenciosa, El espino se arrepiente Yo digo que es el Demonio "' yo me hago el desentendido, de haber nacido en el campo. qu;en le extravía el camino. fi Así me arrepiento yo ~.. Estas coplas acerca de la de haberte querido tanto. Por encima de mi casa e infidelidad no llegan al tono de ft¡e volando una torcaza, violencia que hay en otros poe­ El desengaño amoroso se ma­ que en el silho iba diciendo: mas populares latinoan1ericanos. nifiesta en reproches de toda clase: "pendeJos los que se casan". o Aquí, el tema se limita a la quc~ja: E Frasquito de agua .florida Según el cantor, la mujer ¡¡:¡"' Una garzo pesr:adora para qué me fraganteaste; es la que atrapa al varón pm·a que ya pesca por aquí~ si no eras de ser constante, el matrimonio: co co por pescar al otro lado para qué lo principiaste. ya se ha oLvidado de mf. Las mL{jeres son los gatos, La distancia y la ausencia los hombres somos las ratas O a la sanción elegida: están consideradas en esta poe­ y el matrimonio es la trarnpa sía como causantes del desamor donde caemos de patas. Te advierto que el mes de enero y 1a ruptura, Quizá por eso, la Todas las mujere.•·; dicen con otra voy a casanne. em1a tiene importancia en las "yo nunca me he de ca.mr", Te castigo, amor primero, coplas que tratan estos temas: mas llegada la ocasión porque supiste engañarme. ¡dizque han de dejar pasar! 16

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" El tema se expresa también en Cuando el canlor menciona El d{a en que yo me muera, fonna de diálogo: a la muerte, a veces la añora flores nef?ras cogerán, como remedio a las dificulta­ compondrán mi triste tumba - Mamita, quiero casarme, des de la ~(ida. Estos son unos y a enterrar me llevarán. un novio, pronto, por Dios. ejemplos: Cuando vayas al panteón, - Paciencia, paciertcia, hijila, a mi tumba llegarás, yo padeci más que vos. Esta vida ya no es vida, y escrito al pie de la cruz, más parece un cautiverio. solo mi nombre hallarás Ella podrá an·epentirse más Envidia me dan los muertos tarde: que se van al cementerio. Pero, felizmente, alguien Feliz el sepulcro yerto canta: Cásate, casamentera, Jeliz. e,,e mármol frío, casada te quiero ver, feliz el pecho de un muerto El día que yo me muera, vos casada, yo soltero, que no siente conw el rnfo. mi cama me he de ir vendiendo, envidia me has de tene1: para que no haya Uf! ingrato A la muerte llamo a gritos que ahí mismo se esté durmiendo ... Pero ni la experiencia, por y ella no quiere venir; negativa que fuere, le impcdi· parece que hasta a la muerte Puesto que las coplas se rá reincidir: le gusta venne Sl!fi'ir: cantan en desafíos de "con­ trapunto", con dos o más can­ La viuda juró al marido O piensa en la soledad que tores que cmnpiten en memo­ que jamás se ha de casat: la muerte ocasiona,. y en algu­ ria, talento y habilidad para Ni el año se había cumplido nas escenas del sepelio: ver~ificar, no raHa el cantor que aprendió u multiplicar. que interrumpe ese tono lasti· Mañana me he de morir, mero de la muerte, y reapa· pasado me han de enterrar, rece el humor propio de estas LA MUERTE y en medio de cuatro tablas coplas orales, elegidas en estas solito me he de queda¡; páginas entre las 1,050 coplas En contraste con las inmune­ Ahora nonuís toy aquf, recogidas en la provincia de rabies coplas que hablan del mañana dónde estaré. Bolívar*, y que corren de amor y de muchos otros temas Como la 1nuerte no avisa, labio en lahio por los campus y que expresan la alegría y la no sé dónde moriré. ciudades de nuestro Ecuador. esperanza de los poetas popu· lares, las coplas que tratan el * Laura Hidalgo 1\lnmoril, Coplas del te1na de la muerte son muy Carnaval de Guaranda, 23 ed., escasas. Quito, El Conejo, 1994. (301 pp.).

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Una mirada a la visión amatoria de Humberto Salvador en En la ciudad he perdido una novela

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" n las primeras En estos dos ejemplos, para no elabora una anécdota sobre páginas de En la abundar, el lema del amor es el amor hacia Victoria. Muy ciudwl he perdi­ visto desde la poesía y la literario y muy artístico corno do una novela, narrativa, pero ninguno lo ha se propone, Salvador ensaya TT umberto Salva­ integrado como una visión una forma de narrat:iún sin dor define la condición del particular, con deHniciones o esconder una intención clara­ amor, la propuesta literaria con exploracione.s que requieran mente experimental y, para el la que va a construir un perso­ una lectura puntuaL momento, vanguardista. La naje y el espacio (Quito) En el caso de Humberto primera línea de la novela deja donde va a reflexionar sobre el Salvador, que yo conozca, claro para dónde quiere ir e tema, más que contarnos un todavía no se ha publicado un inmediatamente 'distrae' con hecho a través del cual se de­ trabajo que explique o, por lo un salto que se convierte en un sarrolle su novela. Y en cada menos, atenice en ese terreno, gancho para no soltar la lectu­ tmo de estos elementos es ori­ en el del mnor, como una ra: "Victoria, su sonrisa es al a ginal, muchos dirían que ade­ forma de conducir un relato del Estío, en su boca tibia y lantado a todas las corrientes literario. La primera lectura voluptuosa como una taza de que después de mediados del que hice de En la dudad... por thé". siglo XX ganaron fama. sugerencia de Javier Vásco­ Quienes han estudiado esta "Yo no ,amo a Victoria. Nunca nez, en 1998, cuando discutía• obra han insistido en los dos podría amarla. Victoria es mos de la pobreza de alguna planos de la narración: la refle­ maravillosa, y por lo mismo, literatura ecuatoriana, me con­ xión sobre la novela y la des­ no es digna de ser amada. movió precisamente por esa cripción de una ciudad. Me Pasaron ya, por fortuna visión del amor que exhibía el parece que entre c'os dos pla­ para siempre, los románticos autor de Trabajadores. Javier nos está atravesado, de manera amores que vuelven a la decía, en ese entonces, qu~ era muy consciente, el del amor. vida vulgar. No seré yo el una de las grandes y olvidadas Quizá porque a la edad que ingenuo que quiera resucitar­ novelas ecuatorianas "con la escribe Salvador es una de las los ahora. Es inútil amar. que te vas a quedat· asombra­ constantes en la personalidad Victoria me enseñó con la ele­ do". Para mí era absolutamen­ que se está construyendo y gancia de su sonrisa, a de.spre­ te desconocida, a pesar de también porque esa época (ini­ ciar todo aquello que tiene ti'a­ haber leído Traba)adores y cios del siglo XX) todavía es gancia de pasi<')n". Noviembre, como esas obliga­ la de las formalidades, ptiva­ De hecho, Salvador escribe ciones sociales y po1íticas con cioncs, recatos y prejuicios esta novela como una de sus las que en un momento de la que hacían más intensa la primeras obras, cuando apenas vida a uno le someten, sin necesidad de reflexionar, tiene 20 años, en 1929. Siendo mala intención, lectores que desde otras actividades, sobre así podría pensarse que la quieren sumar un comprometi­ el amor como uno de los ali­ experiencia amatoria era esca­ do social más a la causa. Pero, mento~ existenciales más sa y por tanto sus reflexiones ¿cuál era esa primera impre­ intensos de la vida de muy poco maduras. Claro, la sión sobre esa visión del hombres y mujeres. De alguna edad no es una condición clave amor? La pureza de la pasión, munera, en cada sentencia que para definir la experiencia sin caer en el idealismo de lo el narrador emite hay una críti• amatoria ni tan1pot.:o la capaci­ virginal ni puritano. No había ca a la sociedad y la ecuatoria­ dad de un autor para expresar (y esa fue mayor la sorpresa) na en particular donde las rela­ lo que muchos ni con todos Jos ecos de autores, ideas o pro­ ciOnes sentimenla1e8 no po­ años de vida encima logran puestas que pudieran ponerme dían estar ajenas al origen 00 descifrar, explorar y menos a dudar de la calidad del texto social ele sus actores. Cmno 00 mostrar artísticamente. Prue­ y las imágenes que sostenían dice María del Carmen bas de lo uno y lo otro, tene­ un discur~o narrativo propio. Fcrnández en el estudio intro­ mos a Artur Rimbaud, que Además, la 'oferta' inicial de ductorio, en la edición de antes de cumplir 20 hizo la advertir al lector que está Libresa, "Victoria aparece des­ obra que hasta ahora merece construyendo un pe1·sonaje de crita como una n1uchacha.xic11:, todo tipo de elogios y estudios; ficción para luego dejar que mbia y sofisticada de la ~lta y la de limberto Eco, que con Victoria se incruste como una sociedad quiteña; pero,_deshu­ 40 inició una carrera literaria realidad de la ficción me pro­ manizada, pa'a de ser sólo una imparable y productiva:· vocó nuevas relecturas. O sea, típica dama de-sáliJh;~jovcn y '19

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" fatua, a convertirse en la más literarias, a la exploración del Posiblemente el ser amado, acahada emoción estética''. ser más íntimo, donde caben así como la enfermedad, está Cierto y válido porque Sal­ todas las posibilidades del presente y por fuera de vador imprime su vh.:;ión ama­ egoísmo, de la ambición y, por nosotros, aunque la tengamos toria muy llterariamcnte y no qué no, del poder, nunca ajeno muy dentro. Lo vemos como cae en la polilirización que a los conflictos pasionales, que la sentimos y no necesaria­ garan~ice un comprometimien­ siempre explicarán que detrás mente como en realidad es, to de su escritura con la de un político, puede con lo que la búsqueda se sos­ necesidad de reivindicar a los existir un lío de faldas. Así, las tiene en el infinito hasta que pobres, atacar a las clases relaciones descritas en Jin la no tengamos más ce1teza que dominantes o, por lo menos, ciudad... se cruzan todos esos la . En todo eso, quedar bien con las exigencias elementos, pero Salvador no no solo que sorprende la cohe­ artística¡;; del mmnento, como los subraya -para justificar una rencia conceptual de Salvador ya otros autores de esos años posición política, como ya se para construir una novela lo hicieron en otros países ha dicho antes. Al contrario, exploratoria y reflexiva, antes (Trópico de Cáncer, de Miller, hay una evidente voluntad que narrativa. Victoria, su o HZ sonido y la furia, de estética y literaria que remarca personaje de ficción dentro de Faulkner). una condición humana, muy la misma ficción, ya no existe, La misma Fernández esencial y compleja, donde no "la encontrm-é algún día. advierte con mucha claridad hay otra forma de resolverla Acaso ese día maravilloso, que esta relación artística en la sino desde la misma lógica del será el amanecer de mi arte, no descripción literaria del perso­ amor: la seducción, el encanta­ está lejano ... ". Detengámonos naje-símbolo de esa visión del miento y el encuentro con la en esta última frase. Rl narra­ amor: HLo refinado, lo femeni­ tragedia, si fuera del caso. dor no está pensando en no y lo erótico se amalgaman, En medio del relato de un 1a posesión pura, en la domi­ así, en Victoria, esa belleza juego de cartas, el narrador nación tierna de contar a l'IU pura, lejana y evanescente que hace hincapié en las diferen­ lado con la mujer amada se identifica con el arte y a cias sociales de esa comuni­ para definir una relación y un cuyo encuentro se lanza el dad c¡uiteña, para insistir que hecho. Deja la sensación plena autor". Eso sí, Salvador no el autor quiere, a toda co::::la, de la búsqueda como un senti­ deja de sentenciar lo que la destacar su condición de mtis­ do y la encuadra en el arte, en realidad impone en las ta y que el amor, para su reali­ el amanecer de su arte. De ese relaciones sentimentales y zación y proyección, debe modo, también lo subraya, siendo uno más de los 'despla­ luchar con esas diferencias. Y podrá escribir su novela, "que zados' apunta, dentro de salda cuentas, tras valorar que será emotiva y petfecta con1o la nanación, sus comentarios los pobres solo cuentan con el royal flor de diamantes". Ni cuando dice que "el amor es ellos mismos "para luchar por siquiera se plantea la posesión un fenómeno económico", "un la vida" y que los aristócratas como fin sino como el encuen­ lujo caro". O cuando, en "son cartas decorativas del tro pm·a poder escribir la obra medio de un diálogo de Carlos guiñol de la vida", "ridículos, que tanto ha buscado a lo con el nmTador, señala que "la forman las bambalinas del largo de las 200 páginas. mujer asocia siempre la idea escenario, para que actúen los En la ciudad he buscado a del amor con la de su hombres". Enloncc1-J senten­ mi amada ... porvcnjrH, Y también indica cia: "No, acaso estoy equivo­ Victoria existe en Quito, es que "las mujeres a los hom­ cado. Veo únicamente el una quitcña bella . .Ella recorre bres sin dinero nos miran aspecto menos bello de la las calles de esta ciudad mos­ 00 00 mal, a través de tremendos vida". trando su galantería y en esas prejuicios. No quieren nuestro Es más, para cerrar la calles d narrador de Rn la ciu­ amor. Si llegáramos a besarlas novela, el personaje Victoria dad.. la descubre y la sigue en la boca, nuestro:-; besos les aparece como el sentido de buscando. El amor hacia esa parecerían amargos". la búsqueda infinita, la esencia mujer se expresa en el contex­ En todo eso, tamhién, nüs1na del amor, como to de una ciudad única. No es queda claro que la novela está Octaviu Paz retlexiona en París ni Nueva York. En esa planteada por encima de una h1 llama doble. Es que el ciudad también hay una vida crítica social para desplazarse, amor no es un momento ni un que se nutre del cine (novedo­ 20 con todas las herramientas lugar determinados. so acontecimitmlo y recién

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" expuesto en una novela ecua­ lorüma) y las tradiciones, de los personajes apestados y de lps pobres que llenan sus calles, de los salones de baile y el tranvía, de los palacetes y escasos restaurantes donde todos se reconocen y recn­ cuentran. Cuando al final de la obra la busca, no se ausenta del espacio de su desaparición o encuentro. Incluso, con eHa se ac..:ompaña para buscar a los otros personajes "dialogando conmigo a través de la ciu­ dad". Y cuando la cree perdida le pregunta a la ciudad: "Pregunto a los barrios. Pregunto a la emoción", dónde está. De múltiples formas lite­ rarias Quito ha sido pensada, descrita y narrada. Esta ciudad lejana, como bien ha dicho Javier V()sc.;onez, lo ha sido fundamentalmente para sus propios habitantes, atltes que por su posición geográfiCa y artística. Muy poco cercana e su existencia y, -para más, de su íntima para valorarla desde valor histórico-literario. En una historia personal, a una ligera encuesta, casi nadie muchos críticos se les pasó por la había leído y de oídas sa; alto la existencia de En la ciu­ bían de su existencia -sin dad he penlido una novela mayores referentes. Eso, una o como un referente universal de vez. má.s, me prohaba cuánta una obra adelantada y novedo­ mediocridad invade las refle­ ] sa que se desanolla en la capi­ xiones de quienes están obli­ 6 tal ecuatoriana y escrita por un gados a pensar desde la histo­ guayaquileño, dato clave si no ria con argumentos y hechos se olvida que el regionalismo reales. Por eso se explica esa es un acicate para determinar y tesis de Nelson Reascos de que y escribieran sobre Salvador, juzgar la intcgralidad de un tenemos una ''idea deficitaria)' pero sometidos a los cánones país. ele nuestro propio país. Claro, de la contemporaneidad ajena, Muy tarde se empezó a e:s mucho más plc11o jactarse se olvidaron de pensar en la leer a Salvador desde esta de que se ha leído todo propuesta de una novela sobre obra. La segunda vez que lo Corlázar, como 1-iímbolo de QUilo. Benjamín Carrión, en hice, ya en el 2002, cuando prestancia intelectual, cuando El nuevo relato ecuatoriano, 00 tuve una larga conversadún en Ecuador tuvimos a un Pablo en 1950, advierte ya sobre la 00 con Wilfrido Corral, supe que Palacio y Humberto Salvador valía del autor y de la novela. muy poca~ personas la cono­ en los años 30 haciendo litera­ ¿Qué pasó luego? Un silencio cían y sin embargo estaba en tura experimental y vanguar­ prolongado, salpicado por todos los índices de la literatu­ dista que no tiene que pedirle referencias en varios estudios ra ecuatoriana. Si Vásconcz ninguna autorización y Incnos históricos e índices. En los me había sugerido, para mí crédito a Cortázar, con todos ochenta se refiere al autor estaba sobreentendido que Jos méritos propios que los para reivindicar su compromi­ muchos intelectuales, escrito­ tiene. Y no es que faltaron críti• so social con 1'rahajadores y res y poetas estaban al tnnto de cos o lectores que conversaran se lo enca~illa en esa coniente 21

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" de autores comprometidos. En menestermms. Propicia al construcción narrativa sin todos esos años se ausentó de amor, ayudadora buena de los otras pretensiones que la de la discusión la existencia de enumerados", explica Carrión. exponer una forma de ver la una novela de Quito y de un Y tiene toda la razón. Si el realidad. Para el caso ecuato­ Quito que ya no se ha vuelto a ícono para mucha literatura riano, en particular, signil'ica sentir, describir ni escribir amatoria sigue siendo Paris, en una propuesta que luego no se desde los proyectos de nove­ Ecuador Quilo fue y ha sido evidencia como una influencia las históricas ni tampoco para como ese referente de la reali­ válida para desarrollar otras el rescate de personajes de una zación y espacio de amores obras. Al contrario, al no ser época quizá fundacional en plenos, maravi1losos, comple­ hien comentada o como dice muchos aspectos de la vida jos, coinplicados y definito­ Carrión, "la noticia de su exis­ ecuatoriana, donde hubo a­ rios. Hay pocas obras, pero por tencia como escritor, llegó de contecimientos como la crea­ esa idea detlcitaria tampoco la fuera", casa adentro tuvo poca ción del Banco Central, el hemos tomado cm no tnatcrial resonancia. Y en esas condicio­ Código Penal y el advenimien­ de trabajo literario a una ciu­ nes se perdió la ocasión de to de la mayor tragedia políti• dad que por· su topografía, por valorar una posibilidad de ca: el conflicto con el Perú, su tamaño y por sus redes hacer literatura desde nuestras por la incapacidad patriótica sociales se ha prestado para las propias cosechas y expooentes. de los mandatarios para cons­ grandes pasiones, donde caben ¿Cómo se entiende que la tituir un cuerpo j urídü.:u terri­ desde las bellas hasta las per­ ciudad e~ un c~c..:cnario donde torial que saldara las diferen­ versas. no hay motivos para la lucha cias linútrofes con el vecino Es justo el calificativo de social sino solo para el del sur. Benjamín Carrión Wilfrido Corral al decir que encuentro con quien se ama, dice, en la obra citada, de Palacio y Salvador son los aunque exista desde la ficción Salvador que es un "novelista 'nuevos olvidados'. Y en y se proponga una tarea impo­ de la ciudad, en la cual ha per­ Hurnberto Salvador y Pablo sible? Tal vez porque como el dido una novela, y en cuyas Palacio: política literaria y psi­ mismo Salvador insiste, el calles ha encontrado todas sus coanálisis en la Sudamérica de conjunto de elementos urba­ novelas de la primera época, los treinta, este mismo crítico nos le conectan con una serie casi toda su obra". Por un lado. califica a la novela de de necesidades sentimentales Y por olro, deslac~l Jo que e:-;! e s~!lvndor como ¡~nsayí;sticn y que solo pueden malcrializar.-;c ensayo se propuso: el amor de fragmentaria por excelencia con esa mujer urbana. Persiste, co Salvador por la ciudad lo va a y que "cumple ampliamente además, porque en el escena­ co expresar en esa novela, a tra­ con varios requisitos postmo­ rio de la cindad es donde vés de Victoria. "Ama, eso sf, dernistas que ven en la pnede cotejarse con los otros y con profundo amor a su ciudad potencialidad la esencia de la valorarse la validez de una enhiesta y bella. Las mejores modernidad". relación amorosa vista con el notas de ternura son, acaso, En ese sentido, la relación canon socia]. para ella. Para la ciudad-paisa­ literaria que establece el autor Por supuesto, para el escri­ je, para la ciudad iluminada y entre amor y ciudad adquiere tor guayaquileño no existe generosa, que sin reir, es otros senderos, por ese enton­ mejor fuente de literatura 22 bondadosa de sol para los ces, inéditos para asurnir una que cada espacio urbano:

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Salvador describe esa búsque­ da como agotadora cuando dice que "es más difícil que adivinar una carta a un com­ pañero, en la entusiasta partí• da en la que se apuesta mucho, localizar a una perso­ na en la clásica ciudad de San Francisco de Quito". Entonces, tiene la "remo­ ta idea de que Victoria vive en el barrio de El Tejar. Habrá que llegar hasta él. "Cada casa puede sugerir un Aquellas son pocilgas donde Lejano, solitario ... ". Y luego motivo. Cada una es un cofre tras de un mostrador sucio, de describirlo, perfila a sus que guarda jirones de está el usurero, ponzoñoso personajes más destacados y Humanidad". Y Ri razones le como una araña y estúpido muestra la "luz vagabunda sobran para escenificar como un cerdo". Pero no todo que ·aparecía en todas 1as en la ciudad su búsqueda, la en la ciudad es tan malo. "Mi noches", cansado de recorrer del amor y la de la literatura, el ciudad buena, romántica, con las calles empedradas del siguiente párrafo se explica fragancia colonial y calles del barrio, Victoria se le escapa y por si solo: Salir a la ciudad siglo XX". "La muy noble demanda ser como uno de en busca de argumentos, es San Francisco de Quito, a la esos muchachos que juegan como querer el amor de todas que amo como a una novia". en la plaza porque con uno de las mujeres. El argumento hay Hay nn rescate y nna valora­ ellos la encontraría más fácil, que vivirlo, comprenderlo en ción arquitectónica de las con un solo motivo: sus detalles, hacerlo propio en torres de las iglesias ("señoras "Novelada ingenuamente y su complejidad. Inútil será del barrio"), una mirada foto­ admitir entonces la perspecti­ cazarlo a la vuelta de una gráfica de los recodos por va de escribir un libro". En esquina. Hay que merecer el donde se esconden los moji­ consecuencia y en el conjun­ amor, para que se acerque a gatos y también la hipocresía to de la narración-reflexión, llamar la puerta. Yo debo tam­ de no mirar hacia dentro de Humberto Salvador ha escri­ bién hacerme digno de ser las casas o la falta de olfato to una novela que impone el dueño de un argumento. para descubrir en la ter­ sentido del amor desde una Indagación y reflexión lite­ nura de sus vecinos: "Casas visión apasionada, desmarca­ raria, Salvador no deja de qniteñas, que en su tenor cris­ da de las exigencias del medir el sentido de la búsque­ tiano esconden la alegría de momento, con un aroma puro da del amor con la creación una fiesta gitana. Casas con y no idealista de la pareja artística. Incluso llega a dudar olor de guitan-a y sabor de para p~oponer un retrato de si hace desaparecer a Victoria manzanilla". época en toda su complejidad o basándose en ella "escribir Es que la búsqueda no se e intensidad. Y, para darle una novela, donde sea el arte agota. "Pletórico de optimis­ punzadas a los detractores de la dama; donde cristalizada la mo, tengo la seguridad de la existencia de originales he11eza de una alteza andina que despojándome de mí, arro­ escritores crin11os, este autor como Victoria, cada capítulo jando el ocho, perdiendo mi se convierte para estas épo­ sea una rara caricia". vida en la ciudad , encontraré a cas como un insuperable 00 Entonces, se produce la Victoria". A ella la va a ras­ generador de ideas novedosí• 00 confrontación con el entorno. trear por las calles con la velo­ simas que solo imponen nue­ La busca en las iglesias y cidad que' le facilita el pavi­ vos retos para superarlo salones. En ese recorrido va mento y con el esfuerzo agota­ desde la autenticidad del dibujando y a la vez descu­ dor que provoca el empedrado. ejercicio literario, que no es briendo la capital con sus Y como si la época se mostrara otro que el de comprometerse iniquidades: "Quito está pla­ demasiado modema y la ciu­ con la palabra y la ficción gada de prestamistas. Hay dad tan grande como la imagi­ como sus sostenes vitales. más contadurías que ta~ernas. naríamos a México ahora, 23

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" del léxico onado con

en la proVInCia!) @ de Esmeraldas

Introducción 1 presente articulo se propone hacer un recuento y un breve análisis de algunas palabras que se usan en la provincia de Esmeraldas para referirse al amor. liemos incluido dentro del léxico del amor las palabras que describen los diversos ritos que rodean a los actos amoro­ sos. Por último, corno era de esperarse dentro de un recuento léxico sobre el amor, enconlra­ rcmos los diversos nombres qne se dan a las partes del cuerpo relacionadas con la sexualidad.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Se eligió como área de de los informante& y de los los atributos del amado llegan 1 estudio la provincia de puntos de encuesta se hizo de como un !lechaza por los ojos, Esmeraldas, pues la mayoría acuerdo con los parámetros órganos que se hallan directa­ de trabajos realizados sobre la del ALEcu.l Las encuestas de mente conectados con el cora­ lengua del Ecuador han con­ la provincia de Esmeraldas zón. templado solamente a las fueron realizadas en las pobla­ En la provincia de zonas irradiadoras de norma ciones de Esmeraldas, Quinin­ Esmerllidas los ojos también culta: Quito, Guayaquil y dé, Tonchigüe, Borbún y San se llaman vistas. término Cuenca, sobre todo. Por eso, es José de Chamanga2 usado siempre en plural, que evidente la ausencia de estu­ Por la dimensión de este se señala en el Diccionario de dios sobre el español de ésta y artículo, solamente se hará un la Real Academia E.,pañola (al lligunas otras provincias. La recuento del léxico obtenido que de aquí en adelante lo lla­ provincia de Esmeraldas tiene mediante las encuestas y se maremos DRAE) como ojo características interesantes por comentarán aquellas respues­ humano o de animal. Esta su fonnación étnica~ por la cer­ tas que tengan algún interés palabra está directamente canía con Columbia y por el especial. No se presentará la emparentada con el visu latino; relativo aislamiento que ha frecuencia de uso del léxico. como lo señala Rosales (1661: sufrido por muchos años. Cuando se crea conveniente, 382) en su Orif?en y etymolo· Este, estudio se ba.')a en las se hará un comentario diatópi• g{a de todos los vocablos de encuestas de investigación geo­ t:o, diacrónico, diafásico o lengua castellana. Este voca­ lingüís1ica que se efectúan en el diastráticu. Este estudio no blo, con el significado de ojos proyecto J\tlas Ungüístico del pretende proporcionar única­ es usual en la costa del Ecuador (ALEcu), dil"igido por mente el léxico diferenciado Ecuador y en el centro y el sur los proresnres españoles doctor de la provincia, sino el léxico de Colombia (Flúrez, 983: 8). Antonio Quilis (+) y doctora general, aunque en el momen­ Con este término ha habido un Celia Casado-Fresnillo, y coor­ to de explicar las voces recogi­ proceso metonímico por la dinado por la doctora Yolanda das se dará una mayur ampli­ contigüidad de los ojos con el Montalvo. El Atlas Lingüístico tud al léxico diferenciado. En sGlltido de la vista. del Ecuador, en el que trabaja­ algunos casos se presentará la El corazón, en cambio, mos desde hace 8 años~ es un percepción lingüística de también es llamado guacho y proyecto que lleva a cabo la prestigio (o desprestigio) que shungo. La voz guacho no Universidad Nacional de tienen algunos informantes aparece con este significado Educación a Distancia de Ma­ frente a algunas de las Icxías ni en el DRAE, ni en el drid, la Universidad Católica analizadas. Nuevo Tesoro Lexicográfico del Ecuador y la Casa de En el medioevo hubo un de la Lengua Español (al que Montalvo. Actualmente se con­ claro código de acceso al amor, llamaremos NTLLE)3, ni en tinúa en la fase de recolección mediante el cual el enamorado las bases de datos de la Real de lnf"orrnación. solo podía llegar al amor si, Academia Española: CORDI:i La geografía lingüíxtic

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Sin embargo, como pudimos alguien, o, con las marcas de Geográficamente, este vocablo constatar en nuestras entrevis­ diatópicas de uso en Colom­ antiguo fue más usado en tas, el influjo de este vocablo bia, Costa Rica, Cuba y Gua­ España (71 ,42%) que en Amé­ ha llegado a la provincia de temala, con el sentido de go­ rica. Es, pues, un arcaísmo, Esmeraldas. zar, divertirse, holgarse. Esta que aún tiene cierto uso en la Quizá uno de los momen­ época del enamoramiento, provincia de Esmeraldas. tos culminantes del amor cuando el amor aún no se En lo referente a los besos, visual se produce cuando uno compromete del todo, es ines­ la más común de las caricias de los enamorados guiña los table, se mueve indetermina­ permitidas en esta fase del ojos. Para esta acción, recogi­ damente y busca solamente el amor, no se presentaron usos mos cinco diferentes pala­ divertimento. diferentes, pero sí en referencia bras, además de guiñar, que a labios, donde además ap¡u-e­ pertenece al léxico patrimo­ Caricias· ció la palabra bemba, voz que nial del español. La mayoría Luego de la etapa de las aparece en el DRAE con cuatro de ellas eran variantes fonéti­ súplicas y la conquista, en el acepciones, dos de las cuales se cas de guiñar: piñar, miñar y medioevo se podía acceder a refieren a los labios. Estos quiñar. No se encontró nin­ las caricias, al entendedor o informantes utilizaron el sus­ guno de estos vocablos con contacta de aquella época. tantivo fetncnino, que aparece esta significación en las fuen­ Aquí aún no era lícita la unión como típico de América y las tes consultadas. carnal, pero ya había contacto Canarias para referirse a la boca La quinta respuesta fue la físico entre los amantes. de labios abultados y gruesos. bastante común de hacer una En Esmeraldas, el hombre Este término aparece 1O veces señal. Es interesante que quizá que sale habitualmente con en el CREA (México, Cuba, la etimología de gui1!ar se una nmjcr antes de formalizar Espal1a, Panamá y República halle en el vocablo del bajo las relaciones recibe el nombre Dominicana) y 3 veces en latín cinnus, que es justamente de enamorado, novio o corte­ CORDE (Perú y España). una señal que se hace con los jante. Los dos primeros lemas Según Moreno de Alba (1995: ojos. pertenecen al español general 219) es un africanismo que se y pmceden del verbo enamo­ da en toda Hispanoamérica. Súplicas rar, el uno; y del latfn novus Alonso (Córdova, 1995:145) lo La segunda fase del amor (nuevo), el otro. La palabra recoge como un vulgarismo cortés se da cuando el hombre cortejante, por otro lado, no usado en las Antillas, Colom­ suplica a la mujer, el Fregador aparece en el DRAE. Pese a bia, Venezuela Y Ecuador, con o atloqui: la fase de cortejo. ello, esta palabra sí figura el signilicado de boca gruesa En la pregunta referente al como léxico general desde de negro. cortejo, se produjeron siete 1780, la primera edición del Para que la relación pueda respuestas en la provincia de DRAE, hasta la edición de pasar de esta etapa a la Esmeraldas: cinco de ellas 1989 del Diccionario Manual siguiente es necesario que la pertenecen al español general: e Ilustrado compuesto por la pareja formalice su relación y galantear. enamorar, cortejar, Real Academia Española. pasen a ser novios, comprome­ piropear y rondar. Aunque en ninguna tle los dic­ tidos o rnarinovios. Vemos que Las dos reslantes, andar cionarios consultados aparece c1 vocablo novio puede ser piquete1v y vacilar tienen usos con una marca diacrónica, conmutado por enamorado, restringidos. La primera no apa­ podemos verificar en el pero no funciona de igual rece en ninguna de las obras Corpus de Referencia del manera cuando se conmuta consultadas. Apenas hay la pala­ Español Actual (CREA) que enamorados por novios. Com­ 00 00 bra piquete, usada en el Ecuador su uso casi ha desaparecldo, prometidos, en cambio, es como punzada, dolor agudo, aparece una sola vez en 1995 usado en la provincia de quizá pOI'que en los juegos muo­ en Chile, en una obra de fic­ Esmeraldas corno un sustanti­ rosos hacetnos sufrir, como en el ción. Al verificar este mismo vo, mientras que en los diccio­ mito clásico de cupido, al cora­ vocablo en el Corpus Diacró• narios académicos (desde zón alanceado por el amor. tlico del Español, se encuentra 1729 hasta la actualidad) es La segunda, vacilar, apare­ en 2 1 ocasiones, sobre todo en usatlo corno adjetivo, derivado ce en el DRAE, solamente en los siglos XVIII y XIX, aun­ del participio de comprometer­ la última edición de 2001 que aparece documentado por se o con el sigui licado de algo 26 como engañar, tomar el pelo a primera vez en 1590. que está en riesgo, apuro o

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 'ituación dificultosa. Final­ léxico patrimonial del español. Algunos informantes utili­ mente, marinovios, es una En general, con esta pregunta zaron la palabra !lucho (con palabra que está registrada en hubo mucha reticencia en las variantes lluchito y el DRAE como usada en informantes de aml:>os sexos. ducho). Esta palabra muy Cuba, en Venezuela y en El En esta etapa del amor, la usada en el Ecuador, no apa­ Salvador como la persona con desnudez es algo m u y natural. rece, con ese significado, en la que se mantiene una rela­ Para referirse a ella, en la pro­ ninguna obra lexicográfica ción amorosa y sexual estable vincia de Esmeraldas se usa­ general, ni en las bases de sin casarse. Esta voz, eviden­ ron algunas expresiones. datos electrónicas de la Real temente formada por la unión Además de las patrimoniales Academia Española. En cam­ de marido y novio, fue inclui­ desnudo, en cuero y en pelo­ bio, muchos diccionarios de da únicamente en la última tas, los esmcraldeños usaron léxico regional o especializa­ edición del DRAE y su uso, viringo (en una altísima pro­ do sí la registran. J aramillo según CORDE y CREA, sola­ porción), !lucho (con las de Lubensky (1992: 118), mente se verifica en la segun­ variantes lluchito y ducho) y Rodríguez Castelo ( 1979: da mitad del siglo XX y en el pelado. 369) y Córdova coinciden en XXI en Panamá y Cuba. Como Viringo no aparece en nin­ que esta voz proviene del qui­ podemos ver, es un vocablo guna de las ediciones del chua, como se constata en el que algunos informantes de DRAE, aunque la Academia sí diccionario Caimi ñucanchic "'e Esmenlldas comparten con incluye esta palabra en cuatro shimi yuc-panca (1982: 76) "'o hablantes de la zona de ediciones de su Diccionario como equivalente de desnudo. ¿: Centroamérica y el Caribe. manual e ilustrado de la Uno de Jos informantes acotó Lengua Espaiiola, en las edi­ que este término lo "usan los Con cúbito ciones de 1927, 1950 y 1989. serranos", mientras que los La cuarta etapa del amor Sin embargo la primera obra otros j nformantes no hicieron cortesano es la llamada dritz o que recoge este término en acotación alguna. En el caso factues, donde estaba permiti­ 1917 es el Diccionario de la de la variante lluchito, el do el contacto carnal. Lengua Española, de José diminutivo fue usado como o En la provincia de Es­ Alemany y Bolufer. Esta pala­ intcnsificador. ¡¡¡ meraldas al acto íntimo que bra se vuelve a registrar en La palabra pelado también -¡¡; realizan un hombre y una 1931 en el Diccionario de se la usó con el significado de e mujer se lo conoce de algunas Aniceto de Pagés. En todas desnudo. Esta acepción no 8 o 1naneras. La mayoría de los estas obras lexicográlicas apa­ aparece explícitamente en nin­ informantes respondieron con rece como colombianismo que guno de los diccionarios con­ 1o el vocablo culear (con su significa desnudo. Córdova sultados. Podría ser un lusita­ -~ variante fónica culillr), que (1995: 894) la recoge como un nismo, pues en el portugués se '11 aparece registrado en los dic­ ecuatorianismo. En los dos lo usa de la misma manera que 8 cionarios académicos en ~::olo corpus de la Real Academia en Esmeraldas, aunque es ] cuatro. ocasiones, tres de las Española no aparece ninguna mucho más probable que esta -¡¡; "TT cuales únicamente significan recurrencia de esta voz. Sin voz sct origine en la similitud mover el culo ( 1786, 1983 y embargo, en Explored, el semántica que hay entre pela­ 1989). En la XXI edición del archivo digital del diario Hoy do y desnudo: desprovisto de DR/\E se presenta con el sen­ encontramos esta palabra en aquello que cubre algo. tido de tener relaciones sexua­ un artículo sobre la provincia En la pregunta referente a les, aunque aparece con mar­ de Loja del 2G de enero del los pechos de la mujer obtu­ cación diatópica, usado en 1994, donde se señalaba que vimos un gran número de res­ co Argentina, Chile y Colombia, viríngo era un lojanismo equi­ puestas: seno, teta~ mamaria, co y no aparece la marca de valente a desnudo. Probable­ mamera, mamila~ restaurán de Ecuador, pese a que su uso mente es. una voz de uso en los niiios, busto, calabazo, o mama, pecho ubre. está muy difundido, como lo gran parle del Ecuador, pues y 1u comprueba Rodríguez Castelo recogimos informalmente el La mayorfa pretirieron la w -¡¡; (1979: 326). Además se verifi­ dicho "nwñana domingo se voz seno (proveniente dcllatfn "TT caron las palabras y frases casa el viringoH en una infor­ sinu,,) del español general. hacer el amor, tener sexo, for­ mante de la provincia de También se utilizó la palabra nicar, acto sexual, acostarse y Cotopaxi y verificamos su uso teta, aunque en este caso nos sexualidad, pertcnccic)ltcs al en la provincia del Carchi. dieron a entender que esta 27

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" forma estaba tabuizada, que familia de las Bignonáceas, característica eufen1ística se era una forma "grosera" "que globoso, de corteza dura y habría perdido en el Ecuador. se oye en lá calle" de llamar al blanquecina. Se ha producido De todas maneras ninguno de pecho de la mujer. Del español una metáfora fundamentada en los informantes nos dio a general también se tomaron la forma del calabazo y de los entender que era una palabra las voces busto y pecho. pechos de la mujer. No pudi­ vedada en su uso común, como Las formas mamaria, mos encontrarla, con esta signi­ sí sncedió con algunas otras. mameFa y mamila, probable­ ficación, en CREA, CORDE ni Otro térnúno eufemístico mente aparecieron por el inllu­ en Explored. para referirse a la nalga fue jo de mama, que pertenece al Finalmente, algunos de los pompas. Según el DRAE es un léxico general, proveniente de informantes usaron el vocablo eufemismo que proviene de la voz infantil latina mamma. uhre, calificado de "un poco pompa para referirse al culo. Mamaria aparece en el DRAE grosero". Proviene del latín Apareció en cuatro ocasiones como adjetivo relativo a las uber y se rerlere, en los mamí• con esta significación en mamas o pechos, que en este feros, a cada una de las telas Explored. En el CREA apare­ caso se sustantivizó. Aparece de las hembras. ció 24 veces, en textos de con la marca diatécnica de En el momento de referirse España, México, Argentina y Anatomía, al igual que el sus­ a la nalga aparecieron algunos Colornhia. En el CORDE ape­ tantivo mwnila que, según el vocablos. Además de las nas apareció dos veces, las dos DRAE, no es estrictamente el voces nalga y Rlúteo, del léxi­ en el Perú. Como vemos es un pecho de la mujer sino como co general (aunque ésta última término bastante nuevo. parte principal de la teta o con la marca diatécnlca anato­ Finalmente, apareció el sin­ pecho de la hembra, excep­ rnfa), se usaron otras voces. tagma divino nalgatorio. Según tuando el pezón. Esta voz apa­ La palabra culo, del léxico se nos dijo. esta fonna es anti­ reció 23 veces en el CREA, de patTimonial, proveniente del gua "que ya está desaparecien­ las cuales 15 se produjeron en latín culus (que significa do" para referirse a las nalgas. el Ecuador. Sin embargo, nalga) fue bastante utilizada Si bien esta expresión no apare­ o como es común en este país, aunque, como sucede en toda ció en ninguna obra consultada, ~ mamila siempre se refería al América, se halla tabuizada. al consultar Explored encontra­ -¡¡¡ biberón. Quizá se llamó mami­ Un par de informantes uti­ mos dos artículos que conte­ e la al pecho de la mujer por la lizaron la voz posadera para nían la palabra nalgatorio. En 8 función que desempeña: ali­ referirse a la nalga. El DRAE el CREA también apareció en o mentar a los bebés, creando señala que esta voz es equiva­ nueve ocasiones, en México, 1o una metáfora. La forma nwme­ lente a sieso, ano con la por­ España, Nicaragua, Puerto ·~ ra, en camhio, no aparece ni ción inferior del intestino Rico y Venezuela. En el ~ en el DRAE ni en ninguna de recto. Sin embargo los infor­ CORDE apareció cinco veces, 8 las bases de datos electrónicas, mantes, por la contigüidad del cuatro en España y una en ~ ni en la bibliografía consulta­ ano con las nalgas lo utiliza­ Guatemala. da. Nos parece evidente el ron con el valor de las segun­ Hidalgo ( 1990: 227) trans­ influjo de ntama, mamaria y das. Sería, pues, una metoni­ cribe en una décima popular mamila al fonnar esta palabra mia. Sin embargo, Rodríguez esmeraldcña la palabra nalga­ nueva. Castelo (1979: 218) señala torio. que si bien no aparece Un informante utilizó la que ya que una ele las funcio­ con el calificativo divino, no~ frase restaurán de los niño~·, nes de las nalgas es la de posa­ demuestra la vitalidad de su para referirse popularmente al dera para quien se .sicnla, cslc uso: pecho de la mujer. Esta voz es vocablo sería eufemístico y 00 00 una metáfora que compara los antonomásico. " ... como ya han podido ver senos con un restaurante para También es eufemístico, a distinguidas señoras o niños, basándose en la función según el DRAE, el lema trase­ gorditas o barrifionas l que cumplen. ro, originado en tras, para refe­ mostrando los nalgatorios. J:l También se respondió con rirse a las nalgas. Sin embargo, Que la mujer del demonio -¡¡¡ "'D la palabra calabazo, que en la Rodríguez Castelo (1979: 222) Deió la maldita moda". provincia de Esmeraldas se señala que en el Ecuador en el conoce, no al fruto de la calaba­ habla más formal y culta se Esta voz también apareció za, sino al totumo o güiro, fruto evita su uso y se lo reemplaza usada en Colombia (Plórez, 28 proveniente de un árbol de la por eufemisll)OS, es decir que la 1983: 80).

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Las preguntas que obtuvieron mayor núme­ eufcnúsmo de pene. Al parecer lo que ocune en ro de respuestas fueron las dos referentes a los la provincia de Esmeraldas (y en muchos otros órganos sexuales masculino y femenino, con 15 lugares) es que por la contigüidad entre orina y y 12 variantes, respectivamente. Un número un pene la voz pipí se ha hecho equivalente de poco 1nenor de recurrencias ofrece la pregunta ambos. referente a los testículos. Algunos informantes emplearon la voz , El órgano sexual masculino, además del que en la primera acepción del DRAE es una ténnino pene (el más usado) tuvo como res­ pieza de madera u otro material, mucho más puestas picha, huevo, verga, pipí, palo, pájaro, larga que gruesa, generalmente cilíndrica y fácil cigarro, guineo, pinga, paloma, tuco, bolsas, de manejar. Otra acepción es la equivalente a bastón de oro y haceniños. pene, y es usada en Chile, Costa Rica, Coba y Muchos de los informantes dijeron que la U m guay, que presenta la marca de vulgar. Es una manera "correcta" de llamar al órgano sexual metáfora que compara a un palo con el pene, por masculino era pene y que era como "la gente le la similitud física entre ambos. dice". En el DRAE pene lleva la marca diatéc­ Pájaro fue otra de las voces equivalentes a nica de Anatomía. pene. Este vocablo aparece en el DRA E como Otra de las respuestas fue picha. Según el fom1a coloquial de llamar al pene en Guatemala DRAE es una voz malsonante para referirse al y Venezuela. Rodríguez Castelo (1979: 85) seña­ núembr9 viril. Haensche y Wcrner recogen la que en el Ecuador hay toda una familia semán­ picho en la Argentina como equivalente a pene. tica de nombre' de aves que se usan para referir­ Esta voz aparece documentada desde 1617 en el se al pene. De todos ellos pájaro sería el genéri­ diccionario bilingüe de Minsheu Vocabularium co. Rodríguez Castclo señala que el origen sería Hispunicum Latinum et Anglicum... y en el metafórico, pues hay una transferencia de signi­ Nuevo diccionario de la lengua castellana ... de ficados entre un pf\jaro encogido y utl pájaro en Salvá (1846: 841). Salvá señala que es una voz vuelo, por un lado, y el pene flácido y erecto, por familiar derivada del pija. En el CORDE apare­ otro. L9 misn1o ocurre con la voz paloma, reco­ ce documentada desde 1874 con esta acepción. gida en nuestra entrevista y también en el Otra de las repuestas con alta reCllrrencia fue Vocabulario Esmeraldeño, de Acosta Salís huevo. Acosta Solís (1944: 497) documenta el uso ( 1944: 497). Córdova la recoge como vulgarismo de huevo en esta provincia para referirse al pene y usado en Ecuador como sinónimo de pene. no a los testículos, como se lo utiliza usualmente. La palabra cigarro también fue usada para Entonces, inicialrneotc se produjo una metáfora referirse al pene. EL DRAE indica que es un entre huevo y test{culo cuyo fundamento es la rollo de hojas de tabaco, que se enciende por un similitud rísica de ambos. Consecuentemente esta extremo y se chupa o turna por el opuesto. Señala metáfora, por la contigüidad entre los testículos y que esta voz es de origen maya, procedente de el pene, llevó al uso de huevo para aludir al pene, siyar. Buesa y Enguita (1992: 87) que registran mediante una metonimia. Esta mi:;;ma explicación esta núsma acepción, no aseguran que la voz la presenta Rodtígue>. Castelo (1979: 77) para la cigarro sea de origen maya, ya que los cronistas palabra güevo. del siglo XVJ no lo llaman así. Quizás, infiere en Una de las palabras más usadas fue verga. el pie de página, se derive de cigarra por la corn­ Aparece desde Nebrija, aunque usada en gene­ par·ación con el cuerpo cilíndrico y oscuro de este ral, desde la antigüedad, como término náutico insecto. o para referirse al miembro viril de los anima­ De cualquier manera, es evidente que los les. Recién en1846 aparecerá con el significado informantes han hecho una metáfora cuyo fun­ de miembro virit aunque conJa marca diacróni• damento es la similllud l'íska que tienen el pene ca de antiguo (Salvá, 1846: 1107). En la actua­ y el cigarro. 00 lidad el DRAE Jo recoge pero no tiene una También se empleó el vocablo·guineo que, 00 marca de malsonancia. Sin embargo, para los dice el DRAE, es derivado de Guinea, el país de infonnantes, este término es vulgar. Aco$ta África y se refiere al plátano guineo, que es un Solís (1944: 497) referencia, a mediados del tipo de plátano originario de la India y muy cul­ siglo XX, el uso de verga para referirse al pene tivado en América Central y las Antillas. en la provincia de Esmeraldas. Al igual que en la anterior respuesta, se hizo El vocablo pipí, también fue usado en esta una relación metafórica entre el guineo y el provincia. El DRAE Jo recoge como voz expre­ pene por su parecido físico. siva equivalente a orina. Córdova (1995:744) Otro equivalente de pene, en la provincia recoge pipí solamente como orina pero no corno de Esmeraldas, fue pinga. El DRAE lo recoge 29

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" como coloquial eufemístico para referirse al el DRAE ni en las bases de datos consultadas. pene en América Central, Cuba, Ecuador, Perú Sin embargo, al mirar la definición de bastón en y Venezuela. Acosta Salís (1944: 497) ya lo el DRAE, vara, por Jo común con puño y conte­ recogió como típico de la provincia de ra y más o menos pulimento, obscrvaillos que el Esmeraldas para referirse al órgano genital informante hizo una metáfora fundamentada en masculino. Cónlova (J 995: 741) lo señala la apariencia física del pene. Además el infor­ como vulgarismo usado en el Ecuador con el mante lo calificó con el sintagma preposicional significado de miembro viril. Rodríguez de oro, por el valor que tiene el órgano sexual (y Castelo (1979: 96) dice que el pwceso de por extensión la sexualidad) para el informante. sexualización de la voz podría tener dos ver­ Finalmente, un informante creó el neologismo tientes, la una basada en el criterio de Charles haceniños, compuesto por el verbo hacer y el sus­ Kany, en que la palabra provendría de pingar, tantivo niño para refedrse al órgano genital mas­ que significa pender o colgar; y la otra que culino por una de las funciones que tiene éste. podría provenir de la palabra quichua ecuato­ Como se dijo anteriormente, el órgano sexual riana pinkha, que signit1ca pene. Rodríguez femenino fue el segundo grupo semántico que indica que esta voz es muy usual en el habla obtuvo mayor número de respuestas. Los esme­ ecuatoriana actual. raldeños le dieron doce diferentes nombres. La palabra tuco se empleó como equivalen­ Las palabras vagina y vulva, pertenecientes te para referirse al órgano sexual masculino. En al español general, a diferencia de la palabra el DRAE hay dos acepciones que nos interesan pene, no fueron las más usadas, aunque tuvieron para este comentario. La una es la usada en una recunencia importante. La percepción de Asturias, América Central y Puerto Rico (y los hablantes frente a estas dos palabras fue que también es usada en Esmeraldas con este senti­ algunos de los infonnantes dijeron que esta era do) en la que tuco significa muñón, parle de un la "manera culta>~ o ~'la manera correcta" de miembro cortado adherido al cuerpo. La otra, llamar al órgano sexual femenino. usada en Ecuador y Nicaragua, significa trozo !'rente a estas dos palabras, la de mayor uso de madera, pero más específicamente se llama fue chucha, que en el DRAE aparece marcada tuco a lo que queda de un árbol después de como vulgarismo usado en Colombia y Perú haberlo cortado. Córdova (1995: 876) apunta con el significado de vulva. En el CREA apare­ que tuco es el rollizo de un tronco cortado en ce usada con este significado y como interjec­ pedazos. Se podria entender que las dos acep­ ción en textos de Argentina, Chile y Perú, mien­ ciones tiene de fondo uua similitud: ambas se tras que en el CORDE aparece solo en textos del refieren a un objeto cilíndrico que se encuentra siglo XX en el Perú. Acosta Solfs (1944: 486) adherido a una superticie. De allí que también ya registra esta lexía en 1944. Córdova esta expresión sea una nmncra metafórica de (1995:377) señala que esta voz es un vulgaris­ llamar al pene. mo usado en todo el Ecuador para referirse a la Con alguna recurrencia se usó la palabra vulva. Dice que su origen quizá provenga del bnl.ms como equivalente al pene. El DRAE portugués, donde de pachacha, en Portugal, trae una acepción cercana a este uso: usado en pasó a pachuca, en el Brasil. Sin embargo, en el plural como equivalente a las cavidades del Diccionario Quichua de Cordero ( 1989: 30) escroto en las cuales se alojan los testículos. aparece como voz quichua para referirse a la Acosta Solís (1944: 487) en un estudio mono­ vulva. Haenseh y Werner (2000a: 184) indican grúfico de la Provincia de Esmeraldas hizo un que este término es wmal en el lenguaje colo­ pequeño Vocabulario Esmeraldeño, donde quial de la Argentina como intetjección y tam­ registra bolsas para referirse a lm; genitales bién como equivalente de vulva. Rodríguez masculinos en general. Sin embargo, nwchos Castelo (1979: 165) señala que esta es la mane­ 00 00 más informantes lo utilizaron para referirse a ra más usual de llamar al órgano sexual femeni­ los testículos y un grupo menor lo utilizó para no en el Ecuador. referirse al pene. Además, Acosta ex.plica que Otra forma muy usada fue chepa. No apare­ se los utiliza a manera de injmia, al igual que ció en el DRAE ni tuvo recmTencia::; en el bolsón. El uso con la significación de pene de CREA ni en el CORDE con esla significación. esta palabra se debe, probablemente, a la pro­ En Explorcd sí la encontramos en un artículo ximidad física Ue éste con el escroto, o sea una que nos refería al significado de vulva. En la metonimia. bibliografía consultada. solamente Rodríguez Una fonna curiosa fue la usada por un infor­ Castelo (1979:164) recoge esta voz y señala 30 mante: bastón de oro. No se registra este uso en que los esposos Costales Saillaniego habían

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" apuntado que chepa significa­ Chile, Perú y Urnguay como provincia de Esmeraldas, ba prostituta en el habla popu­ equivalente a coño, parte Ecuador3, encontrarnos que lar ecuatoriana. Sin embargo, externa del aparato genital hay muclúsimo léxico compar­ dice, un alto porcentaje de femenino. Sin embargo, en tido entre Esmeraldas y la zona ecualorianos la usa cmno otra acepción el DRAE señala lingüística del Caribe, que vulva, pues su significado ha que en Ecuador, Colombia y sumado a la inexistencia en sido transferido por una sinéc­ Perú se usa esta palabra como esta zona de las formas papa o doque. sinónimo de desfachatez. En el papo con el significado de Algunos informantes utili­ Atlas Lingüístico de Colom­ vulva, hace que nos inclinemos zaron las palabras pan, pan de bia, sin embargo, aparece por la hipótesis del préstamo dulce y panocha para referirse usada con el significado de lingüístico. a la vulva. Rodríguez Castelo vulva en muchas ocaslone.s en Cosita fue otra de las mane­ (1979: 176) documenta estas todo el país (Flórcz, 1983: ras como los esmeraldeños lla­ tres acepciones como diferen­ 116). Es una metáfora que man al órgano sexual femeni­ tes maneras de llamar al órga• compara la vulva con la valvas no. En el DRAE esta palabra no sexual femenino. Señala de un molusco, por la similitud no aparece con el significado que la transferencia semántica física. Rodrfguez Castelo de vulva. Esta voz es un eufe­ se verifica a través del término (1979:158) señala que su uso mismo. Haensch y Werner comer, ~quivalcntc a gozar a se extendió mucho en el (2000b: 164) recogen co.1·ita en una mujer. Señala, además, Ecuador por el fue1te influjo Cuba con el significado de que Santacruz y Kany recogen de la inmigración chilena. órgano sexual del niño o de la esta palabra como típica de Castelo indica que esta voz se niña. Rodríguez Castelo indica Bolivia. El DRAE trae una usa en Argentina, Puerto Rico, que es una variante de cosa, acepción, usada en El Sal­ México, Chile, Bolivia, Perú y usada con el mismo significado vador y Nicaragua en que pan en algunas regiones de Co­ y que Kany recoge este uso, significa órgano sexual de !u lombia. como general en América mujer. Esta voz también apa­ Una voz algo usada en la Latina. rece usada en Colombia provincia de Esmeraldas para La voz perendengue tam­ o (Flórcz, 1983: 116). En cuanto referirse al órgano sexual feme­ bién fue usada en nuestras ~ a panocha, el DRAE señala nino es papaya. En el DRAE encuestas. En el DRAE, apare­ -¡;; que es un equivalente de vulva aparece con la marca diatópico ce como proveniente del latín. e en Cuba y El Salvador; y equi­ de Cuba y Nicaragua con el pendre, colgar, y que tiene 8 o valente a vagina en Cuba. No significado de órgano sexual algunas acepciones: pendiente pudimos encontrar eHta voz en de la mujer. Esta voz es de ori­ y adorno femenino de poco 1o las bases de datos consultadas. gen caribe. De todas maneras valor, entre otras. Este término ·~ Tobar Donoso (1961: 212) es interesante que esta palabra aparece en la poesía popular ""º dice que este término, con el no sufra la interdicción que esmeraldeña. En el estudio 8 significado de 1nazorca de tiene en otrm; zonas de Décimas Esmeraldeñas, Hi­ ~ maíz es muy poco conocido ya América, pues al fruto del dalgo (1990: 187) transcribe que la mayorfa usa panoja. papayo (Carica papaya) tam­ La Tun'du: Haensch y Werner (2000b: bién se lo llama papaya. Hay, 397) indican que en Cuba se pues, una doble significación "Viendo a la Ttmda bailando usa este término para referirse delimitada por la pragmática. dándose dos mil quiebre,~· coloquialmente a la vulva. Haensch y Werner (2000b: el Diablo metió la mano Flórez (1983: 117) también 3'/2) señalan que en Cuba se y {e eo gió el perendengue. recoge este término con la usa este vocablo pam referirse Dijo la Tunda: «¡Ay, carc¡jo 00 acepción que se da en Cuba y a la vulva. fllórez (1983: 118) ¿Cudl ha sido ese atrevido? ... » 00 con la que usaron nuestros también documenta esta voz en informantes. Aparece usada en toda Colvmbia. Rodríguez En una anotación ul pie muchas ocasiones en el Atlas Castelo (1 979: 178) señala que Hidalgo dice que perendengue Lingüístico de Colombia. puede haber tm préstamo lin­ es el órgano sexual femenino en El uso de la palabra concha güfstico del área caribeña o que el habla de la región de se evidenció en nuestn1s entre­ podría haber el int1ujo de papo Esmeraldas. En el CREA, el vistas del Atlas Lingüfstico del o de papa. En nuestra publica­ CORDE y Explored no apareció Ecuador. En el DRAE aparece ción AportacirJn ul andlisis del esta palabra con el sentido que como usada en Argentina, léxico del cuerpo humano en lu le daban nuestros infonnantcs. 31

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" El último término usado de los sonidos iniciales de las también se verifica en el Perú. para referirse al órgano sexual palal>ras chucha y churumbela. Un término bastante recu­ femenino es churumbela. El último campo léxico rrente fue huevos. El DRAE Acosta Solís (1944: 486) ya estudiado en este artículo es el señala, cnlrc las acepciones, había registrado su uso para referente a los testículos. Este una que se refiere a los testícu• denominar a la vulva o a la fue el tercer grupo de mayor los: vulgarismo usado en plu­ vagina. Cevallos desconocía producción léxica (nueve lc­ ral como equivalente a los tes­ este significado, ya que para él xías). Aunque la palabra del tículos. Este vocablo es una churumbela era únicamente español general testículos fue metáfora fundamentada en la "la cañita delgada que sirve la más usada, las formas bol­ similitud física ·entre un tes­ para lomar la yerba que deci­ sas y pepas tuvieron la misma tículo y un huevo. Rodríguez IJHlS del Paraguai o 1nate". recurrencia que test{culos. El Castclo (1979: 136) señala que Matcus (1933:94) señala que DRAE trae en una de las acep­ este es la expresión más churumbela en el Ecuador sig­ ciones de bolsas el significado común en el Ecuador para nificapipa para fumar tabaco. de cavidades del escroto. referirse a los te~tículos, pese a Córdova (1995: 385) recoge Como se cmncntó anterior­ ello, en nuestras encuestas este ténnino con el significado mente, Acusla Solís ( 1944: verificamos que aunque es una de churuca, caracol o babosa. 487) registra holsa para deno­ forma muy usual, hay algunas Rodríguc>'. Caslelo (1979: 167) minar a los genitales masculi­ corno bolsas y pepas (además señala que se usa poco y sola­ nos, aunque los informantes de testículos) que tuvieron aún mente en la región del Azuay y lo utilizaron mayoritariamente mayor recwTencia que huevos. en algunas otras regiones de la para referirse específicamente Aunque en el DRAE no Sierra. Cornejo, en crn.nbio, se a los testü:ulos. Buesa y aparece una acepción e~pecffi­ pregunta si este vocablo será Enguita ( 1992: 229) señalan ca correspondiente a testícu• un ah·onegrismo, ya que lo que é-sla es una melaforización los, en la provincia de registró en la década de los que compara al escroto con Esmeraldas se utilizó la pala­ años 30 en Esmeraldas, "don­ una bolsa. Rodríguez Caslelu bra bolas, que en general se de, como en Colombia, de (1979; 127) señala que e.~ta usa para cualquier objeto esfé­ donde posiblemente bajó, vo:t. tamhién se la usa en rico de cualquier material. equivale a 'pipa para fu­ Colombia, Perú, Chile, Uru­ Cahe anotar que una de las mar' .l ... j /\cabo de leer en guay y Venezuela. acepciones aparece corno J.A. León Rey que allí está Un considerable número usada en Venezuela como cayendo en desuso. l ... JTal de informantes utilizó el voca­ intetjección vulgar para expre­ vez valga la pena señalar que blo pepas para referirse a los sar rechazo. Probablemente en Esmeraldas se da este testículos. En el DRAE no esta inle1jección tiene la signi­ mismo nomhre, figuradamen­ aparl!cc esta palabra con las ficación de testículo, que al te, al órgano sexual femeni­ significación que le dieron los igual que en el caso de huevo no." Esta voz no apareció, con infonnantcs, sino solo como J"uc anotada como vulgar. Esta este sentido, en las bases de equivalente a pepita, simiente voz es una metáforu que cmn­ datos consultadas, pero fue de algunas frutas. Los infor­ para a una bola con un testícu• muy usua1 en Colombia mantes hicieron una metafori­ lo, por su similitud física. (l'lórez, 1983: 118). zación cuyos fundamentos Una de las palabras para Julio Pazos (1991:191) son, por un lado, la forma físi• referirse a los lc~Jícnlos fue tes­ recoge este término en un verso ca de los testículos, similar a la tos. No aparece ni en el DRAE popular de la prov inda del d~: la::-; lll~pitas, y por olro, a la ni en las bases de datos clcclrú­ '1\mgurahua, con el sentido de función reproductora de nicas consultadas. Muy posi­ 00 00 vagina: ambos. Esla voz también apa­ blemente se deriva de la pala­ rece usada en Colombia con bra teste, inDuida por la letra o "La nwnja como era rica alguna rccurrcncia (Flúrez, de la última sílaba de testículo. se vestfa de gran capucha 1983: 123). Rodríguez Cas­ Rodríguez Castelo solarncnle y a lo que se agachaba lelo (1979: 142) señala que recoge la forma teste. mostraba la churumbela otro de los vehículos de la Alguna representatividad que se fuma en esta tienda". metafurización fue que como tuvo la palabra camparws muchas pepas de los frutos, los para referirse a los testículos. Pazos sugiere que se trata testículos se hallan envueltos. Esta acepción no aparece 32 de la vagina por la asociación Además indica que este uso recogida en ninguna de las

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" obras consultadas. Probable­ un vocablo que tiene alguna mente es metafórica y metoní• scme,janza fonética: candongas. mica: el informante puede haber hecho una metonimia Conclusiones para llamar campana al bada­ El recuento del léxico rela­ jo de la campana, y una metá­ cionado con el amor en la pro­ fora al comparar a éste con los vincia de Esmeraldas nos halle­ testículos pues los unos y los vado a planteamos tres conclu­ otros penden. Vale anotar que siones bá.sicas. en el DRAE aparece badajo En primer lugar hay que cmno equivalente de pene anotar que hubo una marcada usado en Nicaragua. También dii'erencia en el índice de pro­ podría haber la influencia ductividad de lexías en los cam­ fonética de compaííos. ténni­ pos léxicos referentes a la no recogido con el valor de sexualidad. En la primera parte testículo en la obra de (miradas) se registraron diez Rodríguez Castelo. respuestas diferentes para tres La voz pelotas también fue preguntas (una media de 3,33 usada ~omo equivalente de respuestas por cada pregunta). testículos, allnque no en una La segunda parte (co11ejo) solo proporción muy alta. En el correspondía a una pregunta DRAE no aparece una acep­ que obtuvo cuatro respuestas. ción que corresponda específi• La tercera parle (caricias) cons­ camente a este uso. Únicamen• taba de cuau·o preguntas y se te como signiiicado general consiguieron 9 respuestas (una hay la definición que dice que media de 2,25 respuestas por pelota es una bola de materia cada pregunta). La cuarlli parte elástica q\le k permite bot<~r, y (con cúbito) constaba de 5 pre­ que se usa en diversos juegos y guntas, y se obtuvieron 51 res­ deportes. 13uesa y Enguita puestas (media de 10,2 respues­ señala que ésta es una rnetafo­ tas por cada pregunta). Vemos, rización, que nos resulta evi­ pues, que este grupo tuvo dente. Rodríguez Castelo mayor importancia para los (1979: 141) señala que es muy entrevistados. Muchas de esas usual en el habla ecuatoriana, respuestas se dieron porque en aunque en ]a provincia de el ámbito sexual hay algunos Rsnteraldas no com;eguimos eufernlsmos y usos ciC11atnente verificar esta aseveración. humorísticos. Como también lo señala La segunda conclusión a la Rodríguez Castelo, no pudi­ que llegamos lüe <¡ue muchas mos encontrar ninguna refe­ de las palabras se formaron por rencia de su liSO en las obras procesos metafóricos, metoní• lexicológicas y lexicográficas micos y sinccdóticos. Esto es del Ecuador. muy natural, pues de esta mane­ Pinalmcntc, en una baja ra es como se producen muchas proporción hallamos el uso de de las variaciones sernánticas 00 la palabra queandolas. Este en las lenguas, en general. 00 término no fue encontrado en En tercer lugar, en cuanto a ninguna de las obras consulta~ los préstanws y al léxico dife­ clas; únicamente en el Alias rencial compartido con otras Lingüístico de Colombia hubo regiones, es notorio el predomi­ una respuesta en la costa sur nio del léxico que lleva la de Colombia que llamaba marca diatópica de Colombia. andolas a los test(culos Hay que tomar en cuenlli que (Flórez, 1983: 122). Rodrí~ muchísimos colombianos se guez Castelo también r,ecoge asentaron en la provincia de 33

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Esmeraldas en sucesivas olea- MA:rEUS, Alejandro, (1933), Riqueza RODR(GUP:/. CASTELO, Hernán, das inmigratorias. Hay, tam­ de Ja lengua castellana. Provincia­ (1979), Léxico sexual ecuatoriano y lismo ecuatorianos. Quito, Editorial latinoamericano, Quito, Instituto bién, un leve predominio del Ecuatmiana. Otavalcño de Antropología. léxico que lleva marcas de paí• MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y ROSAL, FRANCISCO DEL, (1611). ses del Caribe o de Centro CUlTURA, (19R2), Caimi ñucan­ "Origen y etymologfa de todos los América, por sobre los países clticshimiyuc-panca, Quilo. vocablos originales de la I.engua Castellana", en REAL ACADEMIA de América del Sur. MJNSHEU, John, (1617), Vocabu· ESPAÑOLA, (2001), Nuevo Tesoro larium Hispanicum Latinum et l.exicogrófico de la Lengua Espa­ Bibliografía Anglicum wpiossisimurn, cum non­ ñola, Madrid, Espasa Cal pe, Edición nullis vocwn millibus locupletatum, enDVD. 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(2001), Nuevo Tesoro Lexicográfico co Hi\.ENSCII, Günther, WERNER, de la Lengua Rspañola, Madrid, 2 Se realizaron 12 entrevistas, 6 de Reinhold, Diccionario del co (2000a), E-Spasa Calpe, Edición en DVD. las cuales fueron hechas por Español de Argentina, Madrid, Antonio Quilis, 3 por Ana Estrella GJedos. (1939) "Diccionario manual e ilustrado y 3 por Gerardo López de la lengua espru.lola. Cuarta edición (200Ub), Diccionario del Espafiol de revisada", Madrid, Espasa-Calpc, en 3 El Nuevo Tesoro Lexicográfico de Cuba, MadiÜ~ Gredns. REAL AC!IDiiM!A ESPAÑOLA, la Lengua Española es una hcna­ HIDALGO, Laura, (1990), Décimn~ (2001), Nuevo Tesoro Lexü:ogrúJicv micnta informática que contiene esmeraldeñas, Madrid, Visor. de la Lengua Española, Madrid, una edición facsimilar de los dic­ Espasa Calpe, Edición en DVD. cionarios de español. JJ\.RAMILLO DE LUBENSKY, Maria, (1992), Diccionario de Ecuatoria­ (2001) Diccionario de la Real Academia 34 nismos en la literatura, Quito, CCE. Española, Edición en CD-ROM.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" nvitado por la Compa­ daba temor la danza ... Lo que ñía Nacional de Danza recuerdo de esa época -media­ "Yo me acerqué a de Costa Rica y por el dos de los años 60- es lo que Conservatorio de Danza podía ver en la televisión en la danza porque "El Barco" del mismo blanco y negro, o en algunas país, Wilson Pico viajará dentro revistas: las imágenes de la fui a buscar de poco a enseñar lo que ha sido danza, del ballet me eran com­ la pasión de su vida: la danza. pletamente desconocidas. Yo una enamorada, .t:! Un montaje con el grupo de me acerqué a la danza porque para decirlo de o danza contemporánea costarri­ fui a buscar una enamorada, .8 cense "Stratego" y una tempo­ para decirlo de la manera más la manera más g rada de su obra Iconos del Alma simple y franca. Pc.ro la danza w en Nicaragua, junto con la en sf me daba recelo, porque simple y franca. dirección general del Frente de pensaba que no era una activi­ Danza Independiente, el Taller dad para los hombres. Pero la danza en sí de Experimentación Escénica y Cuando empecé a hacer el Proyecto Futuro Sí, son parte clases, la danza me fue atra­ me daba recelo, de sus proyectos y actividades pando a partir de la disciplina actuales. que ésta supone. Esa exigen­ porque pensaba En esta entrevista, Pico cia y disciplina que se requiere habla de sus inicios, de su en la danza fue lo primero que que 'no era una manera de encarar la danza y me gustó. Desde luego, encon­ lo que ésta implica y nos deja tré también el gusto de nlovcr­ actividad para los entrever al joven apa.sionado me en el espacio. hombres". que aún lo habita. E.O: ¿Se acercó entonces a E.O: La pregunta de rigor: la danza de manera esquiva? coreografía fueron un ejemplo ¿por qué escogió la danza? 00 W.P: Sí. Me acerqué con de lo bella que es la danza, del 00 ¿La danza lo escogió a todos los prejuicios que uno se discurso elaborado al que usted? pueda imllginar. Fue un reto puede llegar un acto escénico, o W.P: No sabría decir con pm·a mí el seguir en la danza. a través de la danza. También 1 exactitud... Isadora Dunean Aún siendo estudiante de miré a l'aul Taylor, a Mmtha LU -.; decía que empezó a bailar ballet, desde el comienzo Graham, a Alvin Nicholas, desde que estuvo en el vientre quise ser coreógraro. Tuve la pero fue el trabajo de Limón lo " de su madre. Yo no puedo pre­ suerte de ver La Pavana del que más me impactó. Al ver tender tener ese mis1no recuer­ Moro", de José Limón, en un La Pavana del Moro supe inte­ do. Para ser honesto, á mí 111e vídeo, y estas imágenes, esta riormente que eso era lo que 35

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" quería hacer. A Jos 16, 17 años Lo que me protegió cuando "Yo no me puse supe que quería ser coreógra• salí por primera vez a Latinoa­ fo, para llegar a hacer algo con mérica, a Estados Urtidos y a a competir. esa calidad. Europa fue justamente recordar las palabras de Pablo Neruda: Me quedó claro E.O: ¿Esta disciplina ha "Describe tu provincia y descri­ influido también en el resto birás el mundo". Yo viajé con desde un comienzo de SI! vida, no solo como un mensaje que hasta ahora coreógrafo sino como perso­ que había bailarines creo CJUe e:; sencillo y válido, na, como esposo, como porque dentm de esa sencillez, padre, como amigo ... ? más preparados es auténtico. No pretende más. W.P: De hecho. Pero desde Fue eso lo que me protegió para que yo, con mejores muy niño, aunque disfrutaba de no ser otro .attista que regrese los juegos y demás, existió un traicionando sus sueños. condiciones, espacio de soledad que siempre Yo no me puse a competir. lo protegí. De:;de muy tempra­ Me quedó claro desde un pero que lo que yo no, salí de mi casa, me fui para comienzo que había bailatines vivir solo. Entendí que si yo más preparados que yo, con llevaba solamente lo quería tener mi vida propia, mejores condiciones; pero que podía decir yo". tenía que separarme de la fami­ lo que yo llevaba solamente lo lia. Sin querer decir con esto que podfa decir yo. Porque esos estuviera enojado con mi papá, materiales cratl parte de trti sí mismo, a sus raíces, a sus mi mamá o mis hermanos o her­ vida, de mis entrañas, no solo propios materiale:;, se copia de manas. Desde muy joven mos­ personales sino de un sector de una n1ancra descarada, no está tré signos de independencia, y la la sociedad. bien. d

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ha ayudado en momento' esto teóricamente, no es nada bailar. Puedo estar cansado determinante' de la vida; a l'ácil llevarlo a la vida. Ahora fisicmnente, ta1 vez, pero creo veces no la escucho, y creo no salgo con la misma pasión a que la disciplina del bailarín es que por eso me he metido en bailar (y tal vez me pueda lo que te cuida y protege. Y es problemas. Esa voz, a la que lamentar por eso), salgo con esa disciplina la que me ha podría llamar intuición, es lo más tranquilidad. Y a nivel téc­ permitido mantener el cuerpo que me permitió renunciar a nico, he aprendido a manejar templado, como un instrumcn· dos puestos que me ofrecieron, esa pasión y esa energía. to listo. Quizá por eso se con­ cuando di mi primer recital Obviamente, me sigo entregan· serva esta pasión, tal vez un como solista en el año 1975, y do en cada interpretación en el poco más ordenada, no tan sal­ tuve un éxilo que no me espe­ lugar en el que me encuentre. vaje y primitiva (en la acep­ raba. La naciente Escuela de Así que, cuando en 1996, me ción más bella del ténnino). Teatro y la Escuela de Ballet presenté en la gran plataforma Creo, sln embargo, que esas de la Casa de la Cultura me de Hamburgo, a la que, de unos pasiones primitivas, esos sen­ invitaron como profesor, pero 400 grupos que intentaron par­ timientos desbordados que e'a voz de la que hablo me ticipar, nos seleccionaron solo están por encima de las nor­ advirtió que debía correr de a 15, lo hice con tranquilidad, mas, de las edades, de los ese éxito prematuro, huir de él. después de haber bailado por sexos, son los que mueven el Yo sahí:¡:¡_ que tenía n1Uchísimo Latinoamérica en los lugares mundo, a los seres humanos. que aprender y lo que tenía más increíbles. Lo hice con Son esas pasiones las que para dar a la gente estaba todo ese bag¡\ie y quizá eso fue cuestionan el pesado mundo entonces en proceso. Quizá lo que miró el público alemán y de la cotidianidad. les podía dar un sentido de los críticos, cuando me dieron E.O: ¿Para usted siempre ha pasión, pero yo entendía que la connotación de uno de los sido un placer el bailar? no tenía que mantenerme en mejores bailarines del mun­ esos puestos, que aún no esta­ do ... lo que es peligroso tam­ W.P: Cuando hago un recuen· ba listo para asumir. bién cuando uno no está prepa· to rápido de todas las veces N Al escuchar esa voz, tomé rado para recibirla. Yo sé que que he estado a punto de salir 6 la decisión de salir del país en fue un momento exitoso, pero al escenario, o a la plaza o a la o mi segunda gira internacional. al día siguiente fue como darle calle a bailar, sé que no siem­ la vuelta a la página de un pre lo ha sido (entendiendo el ~ E.O: ¿Cómo cree que toda la U:; periódico y enfrentarme con mi placer como algo gozoso), experiencia que ahora tiene cotidianidad. Luego, ese reco­ porque ha habido momentos influye o matiza esas danzas nocimiento, si yo no hubiera de peligro en los que me ha que creó siendo muy joven, y estado preparado, tal vez se tocado bailar ... entonces no sé que aún se tnantienen en su hubiera vuelto en mi contra. La si cabe la palabra placer. repertorio, como Mujer y La experiencia me ha enseñado Recuerdo, por ejemplo, a la heatu? que nmchísimas presentaciones salida de una bocamina en W.P: Especíl'icamente esas que uo se han registrado en la Oruro, Bolivia, tener el peligro dos danzas son muy sencillas. prensa o no han sido, supucsta­ de que'los militares pasen por Son de un esquema coreográfi­ lnente, de mayor importancia, cncüna de nosotros, o que a mí co casi elemental. Quizá lo que son las que a uno lo forman. me lleven preso. En varias les da parLicularidad es la in ter·· ocasiones he bailado en peli­ E.O: Debe de haber solll'evi· pretación. Ese esquema tam­ gro aquí, en Colombia, Perú, vitlo mucho

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" inmensa. Como cuando hailé parecerme algo elemental y 1il hombre de las medallas, básico, fue hecho por nosotros "Creo que las hecha y estrenada en México, con mucha seriedad y compro­ solicitada por los presos polfti­ miso, y nos permitió hallar un pasiones primitivas, cos de Argentina, cuando nuevo lenguaje para, en ese Videla estaba en el poder. El mmnento, expresar a los car­ los sentimientos éxito .de esa danza y todo ese gadores, a los mendigos. evento fue lo que se logró Diego Pérez, lúcido como era, desbordados que comunicar al pueblo mexica­ le puso el nombre perfecto: no; lo que se logró denunciar "Taller Coreográfico del están por encima acerca de lo que hacía la Junta Hambre". Militar argentina fue definiti­ Este nuevo lenguaje incor­ de las normas, vamente un gran placer, una poraha gestualidades, pasos y gran satisfacción. movimientos propios de no­ de las edades, sotros, como ecuatorianos. E.O: Al venir de una forma­ Pudimos así desarrollar una ción clásica en la danza, temática propia también, de la de los sexos, ¿cómo da el paso hacia lo realidad que nos rodeaba y en moderno /contemporáneo'? la que estábamos inmersos. son los que mueven W.P: Vuelvo a mencionar La Así nace, en los comíenzos de Pavana del Moro, porque ahí los setenta una danza-teatro el mundo, a los en cierta manera, vi el estilo ecuatoriana, que no so] amente que quería hacer. Y es bien se presenta en e:spacios cena­ seres humanos". curioso, porque mi proceso dos, sino que inaugura espa­ dentro de lo técnico y lo esti­ cios alternativos y representa fmncninos- para interpretar a lístico ha sido básicamente aspectos de nuestra cultura tal tipo de personaje, lo autodidáctico. Aunque fui (urbana) que jamás habían enfrenté desde lo más perso­ alumno de la Escuela de Ballet sido tocados anteriormente por nal, y desde ahí Jo elaboré. Y de la CCE, y mucho más tarde la danza, e incluso por el tea­ aunque me es ajcuo cultural­ tomé clases en el Ballet tro. Entonces, este paso de lo mente, en el mundo de la Nacional de México de clásico a lo contemporáneo escena me pe1tenece, porque Guillermina Bravo, con Luis fue más significativo que el en este mundo, que es una Palco, y en las escuelas de sólo hecho técnico. Pue un ficción, puedo ser cualquier Matiha Graham y de Merce paso vi vencí al y conceptual. cosa, aunque esté alejado de Cunningham, al mismo tiempo yo diría, también, de visión del mi cotidianidad. yo hacia otra cla'e solo, que mundo. KO: ¿Cómo ha abordado la era una cla::;e en la que recicla­ E.O: ¿Cómo enfrenta lacre­ creación de los personajes ba lodo lo que aprendía y aña­ ación de nn personaje que no femeninos desde su ser hom­ día mis propios hallazgos. sea parte de su entorno, de bre, desde su masculinidad, Una especie de mestizaje téc­ su memoria, que no habite sin caer en el travestismo ni nico, un laboratorio continuo. su morada cultural? la copia? Este proceso de trabqjo me pcrmilc entender lo que pasó W.l': El año l"'"ado bailé en W.l': Puede parecer curioso lo conmigo y cómo en mi cuerpo Japón un personaje ele geisha. que voy a decir, pero cuando se fue dando la ruptura y tran­ Y aunque es una cultura ~üena me loca bailar de mujer es sición de lo clásico a lo con­ a la mía, aunque hay diferen­ cuando más hombre tengo que 00 00 temporáneo. cias muy marcadas, creo que ser. Esa es la respuesta que Al salir de la CCE y for­ hay también conexiones en el hallo. La manera de rendir mar el Ballet Experimental gran cuerpo de la humanidad, homenaje y respeto al ser Moderno, en el 72, con Diego algo así como hilos que femenino, no es justamente Pércz y mi hermano fallecido, conectan, puntos referencia­ tratando de imitarlo, sino tra­ Julio Pico, empezamos un les. tat·lo con mucho cuidado, tra­ taller permanente en el que Al ser invitado por un tando de hallar la gcstualidad cuestionábamos las formas famoso maestro del Teatro de ese personaje y trasladarla a clásicas, buscábamos otro len­ Noh -quien había visto ya mí. sin abandonar mi cuerpo 38 guaje. Y aunque pueda ahora mis trabajos sobre personajes de hombre.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" E.O: ¿Cómo y cuándo Todas las artes tienen, más empieza usted a v1v1r sus que la misión, la ambición de personajes, para dar inter­ expresar la sociedad en la que pretaciones tan contunden­ viven, una danza será más tes y completas? valiosa cuando lo que lleva es el mundo de cosas al que per­ W.P: Creo que con el tiempo tenece. Y es tarea básica de la he aprendido a hacerlo. No danza y las artes el expresar lo creo que en el 7 5, cuando que somos individual y colec­ empecé a bailar estos persona­ tivamente. jes, hayan estado del todo defi­ nidos, como lo están ahora. E.O: ¿Cómo se imagina la Era más el atrevimiento y arro­ vida si no fuera bailarín? jo de hacerlos. Pero he apren­ W.P: Me gustaría hacer pan y dido en el camino. Para bailar vino. De hecho, mi padre como bailo ahora, he aprendi­ hacía vinos y uno de los do a manejar la energía. De recuerdos más hermosos que hecho es importante la disci­ tengo es cuando a los 5 ó 6 plina y el entrenamiento, pero años me ponía en el tonel a el aprender a bailar sólo es pisar la uva ... Yo, como dije, posible al estar en escena. Y no empecé a bailar en el vien­ más importante aún, cuando se tre de mi madre como lsadora tiene la oportunidad de bailar Duncan, pero sí empecé a bai­ en diferentes escenarios y con lar pisando la uva y también diferentes públicos, alejados pisando el lodo, cuando nos de los conocidos. La comuni­ tocaba hacer adobes en la casa, cación frecuente con los públi­ para levantar una media N cos también alimenta al baila­ agua ... otro momento de placer rín, al actor. increíble. 6 E.O: ¿Cree que la danza Me gustaría ser una perso­ tiene una misión? na gorda, y tomar y comer... me gustan la comida y el vino, W.P: Tal vez lo pensé en un los bailes populares, los matri­ momento de mi vida ... y a veces monios, las festividades. Si no uno puede creer que es mensa­ fuera bailarín, sería una perso­ jero de algo. Pero eso me pare­ na gorda y feliz. ce un poco pretencioso. Pre­ fiero pensar que la danza es un E.O: ¿No es feliz? modo de expresión del ser humano, como cualquiera otra W.P: Me refiero a otro tipo de de las artes. Es un espacio en el felicidad. Aunque, si no hu­ que hombres, mujeres, niños y biera sido bailarín y no me ancianos pueden expresar su hubiera permitido el sacar dolor, su pena, su alegría, su todo lo que me habita por den­ placer, sus memorias, sus anhe­ tro, no sé de qué otra manera los ... El espectro de posibilida­ hubiera podido expresarlo. des es amplio. ro ro

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¿Qué historiador no ha soñado, como Ulises, La petición que se hace a la biografía es la que podrfa alimentar las sombras con sangre de una nanativa estructurada. Cuando se trata a fin de interrogarlas?! de un personaje histórico, la petición proviene de grupos académicos: politólogos, historiado­ res, sociólogos ... que piden, exigen, demandan LA MEMORIA QUE SE DESPIERTA labranza; proviene de una turba de líderes que quiere cosechar el capital simbólico de su pre­ a lectura de una biografía es curio­ decesor; proviene de los discursos instituciona­ sa, sea esta visual o escritural. les que buscan rosiJos para los monumentos de Parecerla que todo tiene sentido, las diferentes calles, y emblemas para las fechas hasta Jos sinscntidos; que todo cívicas de unión y sentido nacional. tiene razón de ser, hasta lo que no "A la memoria está ligada una pretensión, fue. Es curioso leer uua biografía por su unidad aquella de ser fiel al pasado; a este respecto, las y su volumen: todo junto. La dispersión inicial deficiencias resultantes del olvido, [ ... ], no ~ de los datos está oculta en el proceso de pmduc­ deben ser tratadas de entrada como formas pato­ o ción previo. lógicas, como disfunciones, sino como el rever­ U) Nuestro interés investigali vo, o merodeo, no so de sombra de la región iluminada de la encuentra todas las respuestas en un solo texto. memoria, que nos enlaza con lo que ha pasado Recorridos entre manuscritos, libros impresos, antes de que hiciérmnos memoria. Si podemos entrevistas~ fotografías, videos, <.liarlos, cartas, reprochar a la memoria revelarse como poco periódicos ... Después de hilados los vínculos, fiable, es precisamente porque ella es nuestra comprendidas las lagunas, aceptados Jos silen­ única fuente para significar el carácter pasado cios -increpados los silencios-, una suerte de de aquello que declaramos recuerdo". 3 Escritos, 00 tnacrotexto se configura y la narración, la imágenes, sonidos ... activan la memoria, cons­ 00 trama, la vida se asume hilada. Nos enfrentamos truyen el recuerdo y juegan con el olvido. entonces a seres excepcionales que desde, la ¿Qué hnellas tenemos de Vclasco Iban-a? infancia labran su mue1tc y su recuerdo. F.!, en el balcón presidencial, con sus gafas, su ¡,Son ellos los quiénes labran? La cohesión voz encendida increpando a los bolcheviques, de las biografías impresiona, trátese del ejerci­ la plaza llena, el micrófono que vibra. Algunos cio de biógrafos que claman en la coyuntura, de tenemos esta imagen; otros lo verán a caballo, estrategas transhistóricos que labran cultos, o de visitando una obra por inaugurar; habrá quie­ i nvesligadores que buscan un nuevo ordena­ nes lo asocien con las primeras imágenes tele­ miento de lo dichu2 visivas o con las noticias en la radio. 41

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LAS IMÁGENES QUE ACREDITAN

Paralelamente a sn estructuración narrativa, Robert Norris nos acerca a Velasco Ibarra con hnágenes de diversos archivos visuales. Las fotografías insertas en dos secciones del primer tomo4 recuperan a su padre, madre, familia en gene~al; su estancia educativa en el Colegio San Gabriel (Quito); su cargo como rector en el Colegio Santander (Sevilla, Colombia); sus visitas a lomo de mula por lugares remotos del país; su cercanía con un indio colorado; sus via­ jes internacionales ... Es decir, existe una recuperación, mediante archivo visual, que remite al lector a las filia­ ciones de parentesco, culturales, instituciona­ les, movimientos políticos, y personajes reco­ nocidos a nivel internacional. Norris nos pre­ senta una acreditación del penmnaje político a través de un hilado visual de acontecimientos relevantes. Sin embargo, la acreditación no es solamen­ te de Velasco, sino del mismo autor. En efecto, en el segundo tomo de su tntbajo,5 una sección inserta de su correspondencia personal con el ex-gobernante, lo acredita como usufructuario de información de 'primera mano', y favorecido con un

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" "Tal vez Velasco abrió las puertas a Norris FILIACIONES CON EL RECUERDO pues confiaba en que escribiría la historia 'obje­ tiva' sobre sus cinco presidencias, sustentada en De los fragmentos recordados, recortados en el la 'verdad'. Siguiendo al historiador Leopold tiempo, nacen filiaciones, encuentros y desen­ von Ranke, tanto Ve lasco !barra como N orris, cuentros con los personajes poUticos que con­ sostienen que la historia debe ser contada 'como forman la historia nacional. ocurrió realmente' [en nota al pie: citado por "Simón Bolívar fue el más apreciado de sus Petcr Burke, "Obertura: la nueva historia, su héroes personales. Por las lecturas de su madre, pasado y su futuro", en Nuevasforrnas de hacer Velaseo admiraba la vida y los escritos del historia, editado por Meter B urke, Madrid, Libertador desde una edad temprana. Sus cuali­ Alianza Editorial, 1993, pp. 17-18]".6 dades personales fueron fuentes de inspiración "Velasco aparentemente se impresionó con para el joven. En la habitación donde estudiaba, la setiedad, con el rigor intelectual e incluso con guardaba un retrato de Bolívar en un pequeño la manera de vestir de Norris. Este llevaba tra­ marco de madera. Cada sábado, encendía una bajando muchos años sohre su vida y época, y vela ante el retrato, como muchos lo hacían ante conocía muchos detalles tanto de estas como de la imagen de un santo [en nota al pie: entrevista su obra y la historia del velasquismo. Velasco, con José María Vclasco !barra, 21 abril 19731".12 me imagino, se sentiría profundamente halaga­ "Vicente Rocafuerte, [ ... ], era el arquetipo do por l,as atenciones, preguntas y conversacio­ del 'tirano liberal' de los sueños de Velasen, nes con un joven investigador extranjero, obse­ quien profesó su admiración para este caudillo sionado por explicar su carisma, su calidad de liberal en una serie de artículos publicados en hombre fuera de lo común, descripción, por lo 1923 [ ... ]".13 demás, con la que el viejo político estaba de "La figura de Gabriel García Moreno, [ ... j, acuerdo".7 evocaba emociones mixtas en Ve lasco. [ ... ]. La imagen juega también en la relación Reconocer a un hombre como un gran po1ítico investigado-investigador. Norris presenta una no era lo mismo que hacerle un Santo, especial­ imagen (de elementos simbólicos sociales, pero mente cuando todos sus defectos eran de cono­ también de trayectoria investigativa) que hacen cimiento público" 14 que Velasco establezca relación epistolar, facili­ Con diferentes grados -léase santificacio­ te documentos, ordene al responsable del archi­ nes-, Norris nos deja distinguir las Jiliacioncs vo del Banco del Pichincha"[ ... ] atender con la con el recuerdo, presentes en Velasco !barra. No gentileza que usted ácostumbra, al distinguido podríamos olvidar que el culto a Bolívar era, y historiador norteamcrícano, L... J".s es, un elemento presente en los gobernantes de La lectura tras bastidores, aun estando los países andinos, especialmente en aquellos explícita en la obra publicada, debería conside­ que fueron parte de la Gran Colombia. Por rarse como punto necesario de análisis: haberla conformado, el derecho de herencia es "Con frecuencia es esclarecedor aproximar­ pal pahle, y su uso estratégico, también. ~ se a los problemas por detrás, darles la vuelta. Entre el culto popular y el culto racionalizado o Para comprender los procesos de la memoria a Bolívar, de poca "perspicacia se neceglta para U) social, valdría la pena investigar la organización advertir la maraña de relaciones que puede exis­ social del olvido, las reglas de exclusión, supre­ tir'~ entre ambos. Desenredar esa maraña puede sión o represión, y la pregunta de quién quiere resultar imposible, escasamente revelador, y que quiénes olviden qué, y por qué. En una sola "distraería la atención del aspecto mü~ significa­ frase, amnesia social". 9 tivo del proceso, que es justamente esa interrela­ En los aiíos sesenta y selenla, ¿cuáles eran ción c¡ue se habría ibtcntado rcsolvcr".l5 UJ los procesos de la memoria trabajada por la his­ La relación filial que rescata Norris en . 00 toriografía, y validados por Nonis?lO Verdad, Ve lasco Tbarra está en el orden de lri· creencia, de 00 objetividad, Ranke ... 11 aparecen como imáge­ la exaltación de virtudes incueslionablcs, de la nes escritas que apuntalan una respuesta, desde permanencia en el tiempo. En efecto, cuando luego parcial. De ahí, que el cnunciarse como analiza la imagen del presidente, el investigador constructor de un producto historiogrdfico, no res.cata una anécdota decidora. Su forma de se incluya dentro de la empresa del investiga­ enunciarla dice mucho también: dor. Dentro de la corriente positivista, su voz no "El ejemplo de Bolívar siempre estuvo pre­ tendría razón de ser ante la veracidad de los sente en Velasco. De ahí que comisionara al documentos que guiarían una escritura objetiva artista Víctor Midcros para que hiciera un retra­ de los acontecimientos ... to del Libertador para lucirlo en su despacho 43

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" presidencial. Tomó un interés de la vida política del país. "No es la primera vez, y no muy personal en la obra. Nada más falso; Velasco sólo será la última, qne consta que Quería una imagen que pro­ gobernó 13 años en sus 5 el origen de los problemas pro­ yectara todas las característi• administraciones f ... ]. Más pios del conocimiento históri• cas principales de Bolívar. bien el 'placismo' es el hecho co se encuentra en los docu­ Hizo que Midcros leyera político que encarna un pro­ mentos, en la crítica y en la varios libros, artículos y des­ yecto definido impuesto en el erudición. En epistemología cripciones sobre Bolívar y le Ecuador desde 1948, [ ... ]. histórica, la tradición filosófi• enviaba otros mientras trabaja­ Galo Plaza ha sido quien ha ca apunta demasiado alto; se ba el lienzo. A pesar de las conducido el carro del Estado pregunta si la explicación his­ observaciones continuas de ecuatoriano y Velasco el L<írica se basa en causas o en Velasco, Miderus no llegó a demagogo que saludaba a las leyes, pero olvida la retrodic­ complacerle. Sin quejarse, masas desde el asiento poste­ ción, habla de inducción histó• Velasco colgó el cuadro en el rior". 20 rica y omite la labor de orde­ despacho presidencial, pero al Hemos anotado la opinión nación. Ahora bien, la historia alzar la vista, exclamaría de este analista a modo de de una época dada se va confi­ 'i Bolívar no fue con derrame ejemplo, y para apuntalar que gurando por medio de scriali­ de bilis!".16 sería de sumo interés estable­ zacioncs, por una investiga­ Al comparar al gobernante cer un ejercicio comparativo ción pendular de los documen­ con Bolívar en la hase del entre las diferentes visiones tos a retrodicción, y viceversa, recuerdo, veríamos que los históricas, o afines, de la figura y los hechos mejor fundados personajes han sido asimila­ de Velasco, entre otras, la son, en realidad, conclusiones dos de maneras distintas. escrita por Segundo Ayala, que en gran parte son fruto de Bolívar llega a ser -mediante Ensayo biográfico; Francisco la retrodicción".22 cuidado oficial, tergiversación Romero Albán, Vida, pasión y historiográfica y academias muerte de Vela;·co lhurra; Juan Grupos temáticos especializadas- el "Padre de Jacobo, Barbaridades sin con­ En efecto, las agrupaciones la Patria, juez, ccnsm; guía y ciencia y El gran uusente; temáticas de Norris suponen refugio" _17 Ve lasco, si bien Rafael Arí1.aga Vega, Ve/asco una configuración serial, una goza de vigencia como perso­ [barra: el rostro del caudillo ... integración de los documentos naje histórico, no ha recibido Así se llegaría a tener una a estas series. un apuntala­ la veneración y el cuidado para noción ampliada del hombre­ miento casuístico ... Es decir, devenir "carácter de fuerza símholo,21 que sin llegar a un trahajo que organiza los política, destinada a actuar tener altar, tiene un espacio en elementos investigados. sobre 1a conciencia nacio­ la memoria nacional: ¿cómo No se trata de una narra­ nal",l8 aunque en su momento llegó ahí?, ¿cómo, hasta hoy, ción cronológica ad nauseam haya sido "un fenómeno ideo­ saluda desde el balcón? de la vida ele Velasco desde sus lógico episódico que permitió primeros pasos hasta su sepe­ resolver ciertos impases co­ lio, con arremetidas viscerales yunturales entre las distintas ¿DESDE DÓNDE de opinión o apologías del sin­ fracciones dominantes y un RECUERDA NORRIS? sentido. El investigador no eficaz instrumento de control trata de fundar un culto, entre de capas populares, urbanas y Si antes habíamos mencio­ otras raí",ones, porque la figura rurales que no podían ser nado qne verdad, objetividad, estudiada no se presta para la sometidas por los mecanif.:imos Rankc ... aparecían como imú­ esfera impoluta de la creencia, tradicionales"l9 genes que perfilaban la labor como ha quedado sugerido. 00 00 El tratamiento de Velasco histm·iográfica de Norris, ahora "Más allá de la obvia dis­ en el recuerdo, actualizado con es el momento de matizar la tinción entre modalidades biografías, estudios, documen­ afirmación. Si bien su presen­ -desde las famosas 'biografías tales ... propone acercamientos cia no es explícita, las agrupa­ no autorizadas •, más cerca del variopintos a su imagen. Para ciones temáticas que elabora gossip que de un género litera­ Moreano, su misma presencia dicen mucho de su trabajo de rio o científico, hasta aquellas como gobernante debe ser retrodicción ( esquemáticamen­ que son producto de investiga­ cuestionada: te, se puede definir como una ción-, y pese a innúmeros "Se ha insistido en que hipótesis explicativa sujeta a ejemplos de biógrafos tan ilus­ 44 Velasco lbarra cubrió 40 años varias condicionantes): tres como sus biografiados,

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" al tiempo para marcar la pauta de análisis y la proximidad con Velasen. En efecto, si revisa­ mos la organización temática de los volúmenes, observare­ mos que están organizados a partir de un tiempo crónico, "que engloba la vida humana en tanto 'sucesión de acontc­ ccrcs', tiempo de nuestra exis­ tencia, de la experiencia co­ mún, continuidad donde se disponen, como 'bloques', los acontecimientos" _24 Ligado al tiempo cránic:o está el ejercicio de retrodic­ ción que habíamos menciona­ do. Asf, los 'bloques' de vida de Vclasco son organizados mediante hipótesis explicati­ vas que ligan los eventos de forma aprehensiblc, compren­ sible, cmno una historia. Si tentáramos una visión somera de las temáticas de Norris, tendríamos el siguiente recorrido: En un primer bloque, se trata de comprender a ese Velasco aún perteneciente al espacio privado: Padres: reconido profesional del padre, filiación a la causa conservadora de . "' para algunos la biografía esta­ inventario de accidentes, mu­ Vclasco: juventud hilada por .W ría amenazada desde el origen chos de los cuales quedan anécdotas, universidad retratada j por la tensión entre la admira­ excluidos del texto por 1a expo­ por filiaciones, vida profesional ción y la objetividad, entre una sición programática en mente, dicha mediante reconocimientos o 'ªV> supuesta 'verdad' a restaurar y se puede 'adivinar'. Es decir, e implicaciones políticas, primer el hecho de que toda historia los elementos antes anotados, matrin10nio. es apenas una historia más a l~jo.s de ser una 'mncnaza' en la Una. vez esclarecidos estos contar sobre un personaje. e?.critura de 1a biografía, sen elementos, el biógrafo se lanza Sujeta al riesgo de tornarse en elementos presentes con lo;;; a perfilar al Vclasco del espa­ monumento, en ejercicio de cuales se tiene que negociar la cio público, cuando comienza erudición, cu obsesión de propia postura en el ejercicio de su· acti vldad como escritor en ¡¡:¡ El Dfa (prensa liberal de . archivo o empa1agm;o inventa­ investigación. ¿Hasta dónde ro rio de n1ínimos accidentes enamorarse de1 personaje y Quito). Desde ese momento, 00 'significativos', también pue­ cuándo desenamoran;e?, ¿cuán­ además de las anécdotas y de de transformarse en un estilete las cartas ~e leen, cuántos labe­ las menciones al individuo pri­ contra su objcto".23 rintos se recorren en lo~ archi­ vado, Norris irá consolidando Nonis tensa la cuerda hacia vos, cuánto perderse en Ja tc1náticas constantes insertas la búsqueda de un 'verdad' a ser seducción de la palabra? en los distintos 'bloques' del contada. Y en esa tensión perfi­ Los límites del investiga­ tiempo crónico. La denlOcra­ la monumentos, hace ejercicio dor con el personaje estudiado cia y la dictadura, la política y palpable de erudición, se obse­ llegan a perfilarse en el ejerci­ el polftico, las limitaciones de siona con las fuentes y norchúye cio expositivo. Norri:-; recurre los partidos y las doctrinas, 1a 45

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" moralidad y las masas, las relaciones internacio­ lo configuran: las fuentes. Velasco es una de nales, la defensa del territorio nacional, ellas, y con él sus escritos y demás vestigios. Bolívar ... Todas, temáticas conductoras, pero lo. Ahora, si nos remitimos a las páginas finales interesante es que estas no están planteadas de cada uno de los volúmenes, estaremos desde el investigador, sino desde el propio per­ entrando al mundo del proceso previo del inves­ sonaje. tigador, y al mismo tiempo al proceso selectivo Justamente, los temas anotados son los que del redactor. En efecto, cada una de las notas al Velasco afianza en su columna regular, en sus pie allí citadas, nos deja entrever por dónde discursos, entre otros. Norris identifica estas deambuló Norris cuando construía la biografía 'huellas argumentativas', y las une mediante de Velasco. una narra ti va biográfica. En este sentido se Entrevistas, archivos, c01nunicacioncs con puede anotar que: el gobernante, artículos de periódico, informes "La multiplicidad de las fom1as que integran de ministros, ... son las huellas que sigue el his­ el espacio biográfico ofrecen un rasgo común: toriador para configurar sus hipótesis explicati­ cuentan, de distintas n1aneras) una historia o vas. Estos trazos -para retomar el léxico de experiencia de vida. Se inscriben asf, más allá Ricoeur- son múl!iples; por lo tanto, las voces del género en cuestión, en una de las grandes son asimismo variadas. En la variedad está el divisiones del discurso, la narrativa, y están gusto, y también una de las realidades del pro­ sujetas por lo tanto a ciertos procedimientos ceso de investigación. Norris restringe sus fuen­ compositivos, entre ellos, y prioritariamente, lo tes a lo escritura!. Aún las entrevistas son toma­ que remiten al eje de la temporalidad. ren nota das en su versión escrita, e integradas a la redac­ al pie Arfuch señala: M. Angenot (1989) distin­ ción como eventos o como corroboraciones. gue dns grandes modalidadeR del discurso: la No obstante, ver la restricción como un narrativa y la argumentativa, distinción opera­ apego exclusivo a lo escritura} es una manera de tiva que supone obviamente infinidad de cruces, entender la operación del biógrafo Norris. mezclas y combinatorias, entre síj".2s Observar que discurso escrito y palabra dicha Como bien distingue Angenot, las modalida­ tienen en su argumentación el mismo estatuto y des narrativas y argumentativas no son exclu­ validez, es otra forma de acercarse a las opcio­ yentes entre sí. Norris ofrece un ejemplo y una nes del autor. Así, la inclusión de las fuentes complejización de la mezcla: son dos voces pre­ orales en su narrali va cuestiona) una vez más, la dominantes las que narran y argumentan. El indeleble filiación al positivismo rankiano que biografiado y el biógrafo construyen el texto. se le podría adjudicar. Por lo tanto, tenemos ya dos modalidades narra­ "Los tres momentos mencionados -el conte­ tivas, y dos argumentativas. El ejercicio que nido temático, el esti1o y la composición- están hace N onis, según pensamos, es que a partir de vinculados indisolublemente en la totalidad del ellas construye una tercera, de la que resulta el enunciado L... j. Cada enunciado separado es, texto biográfico final. De allf, que su ejercicio por supuesto, individual, pero cada esfera del ~o expositivo se acerque y se aleje del personaje uso de la lengua elabora sus tipos relativamente U) Velasco hasta llegar a un punto focal con la estables de enunciados a los denominarnos cuerda tendida hacia la 'verdad': Ranke recorre género.s discursivos".27 todo el proceso. Norris despliega su trabajo en el género dis­ cursivo de la biografía. Las fuentes que utiliza Las fuentes están en el signo de lo escritura!. Existe un ejer­ "La diversidad de testimonios históricos es casi cicio de voces múltiples. Las voces son predo­ infinita. Todo lo que el hombre dice o escribe, minantemente institncionalcs (artículos de todo lo que fabrica, todo lo que toca puede y periódico reconocido, discursos del entorno co co debe informamos acerca de él. f.. .l. Del carác­ gubernmnental, entrevistas a personajes con ter maravillosamente disparejo de nuestros cierto estatuto). o materiales nace, sin embargo, una dificultad en Empero, la inclusión de las huellas del pan­ 1 verdad lo suficientemente grave como para neto, de las cartas, del discurso de la mujer de w figurar entre las tres o cuatro grandes paradojas Velasco a las ciudadanas .. 28 dejan ver un pro­ -¡;; ""() del oficio de historiador".26 grama de recuperación de varios tipos de dis­ HabfamoR señalado en líneas anteriores qne, cnrRO, y tal vez es este nno de los puntos de en la biografía del gran ausente, Norris se hasa mayor fuerza en el trabajo de NoTI"is. Sus fuen­ en dos voces predominantes en la constntcción tes son heterogéneas, y asimismo los territorios 46 del texto. No obstante, otras voces lo integran y en donde las busca. Si nos situáramos en la

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" semántica de la arqueología, basta imaginar el problemas financieros del Estado y relaciones trabajo que implica rescatar los vestigios de una internacionales, se observan los hilos selectos determinada comunidad en cien metros cuadra­ de Norris. La del ausente biógrafo es palpable; dos. Análogamente, podemos considerar lo que sólo en algunos retazos nanativos, su presencia implica una búsqueda transdiscursiva y transte­ es voluntaria. rritorial (no sólo Quito consta como espacio de Efectivamente, en pocas. ocasiones la posi­ investigación) en este trabajo biográfico: al ción es explicita. ¿Qué quiere Norris que recor­ menos cien metros cuadrados de papeles, en demos explícitamente? Al Velasen de la esfera donde hay que evitar perderse, a partir de los pública bajo los signos del carisma y de lo cuales hay qne contar una historia, desde los nacional. Antes de narrar el primer velasquis­ cuales NotTis busca una aproximación objetiva mo, habla sobre "el surgimiento de una t1gura al personaje de Vclasco. carismática" _30 Ahf lo retrata como el hito de Ahora bien, de acuerdo con una de las ten­ una nueva época, como e] que desmantela el dencias actuales en el trabajo de fuentes y en la status quo anterior. Más tarde, al finalizar el pri­ operación historiográfica, para emplear un con­ mer tmno,31 plantea a Velasco como "la perso­ cepto de Certeau, se podría insistir en la exclu­ nificación nacional'\ y excepcionalmente se sión de actores sociales externos a la olicialidad, vale de voces anónimas qnc acreditan este crite­ a la institución, o al círculo de poder. Sobre este rio. ¿forma de ser anónimo también? punto trataremos más adelante, cuando nos remi­ Bastan estas dos 'intervenciones directas' tamos a 'velasco como eje articulador. para entender parte de los signos con los que se Por ahora, anotamos que, si bien una critica hablará de Velasco (ratificamos lo de parte, e por la exclusión de sectores marginales o subal­ insistimos en el signo). Dentro del estilo argu­ ternos en el discurso es válida, no se puede mmltal de Norris no está ser el eje de su produc­ pedir a todos los investigadores que hablen en to, en este caso una biografía. Probablemente un mismo código, centren su atención en una sería un ejercicio actual el que, en una biografía, sola problemática, identifiquen la necesidad el investigador tome el rol protagónico. Velasco real de la inclusión como su necesidad narrati­ es el protagonista; Norris, una suerte de Uliscs va, aún más si se trata de investigadores con un que quiere alimentar su sombra (su ausencia), 'tiempo psíquico•29 distinto al de la historia para hacerla escritura (presencia). social, estudios subalternos o de la cultura. Se caeria nuevamente en una crítica poco com­ prensiva, anacrónica, y paradójicamente homo­ genizadora de los discursos analíticos.

El gran ausente Hemos insinuado que Norris se quiere ausente del resultado historiográfico. No obstante, varias marcas anuncian su presencia: qué even­ tos Re recuerdan, te1natización, elección de fuentes, sistemas de acreditación ... Él también deja sus trazos. A manera de conclusión, nos ~··· gustaría mencionar dos elementos más en los ~ que el autor deviene presencia: la estructura e: ~ general y los párrafos explícitos: O') Los lcnn¡.s propuestos están englobados en LiJ una suerte de mecanismo expositivo macro. El . ro contexto cercano es infaltab\e como apertura; ro dentro del contexto, los hitos del período mar­ can el ananque de la exposición. Luego, cv~n­ tos puntuales y 'escenas dialógicas' -veáse pugna de poderes a varias voces- entre Velasco, sus opositores y sus simpatizantes acaparan las líneas. Por otra parte, cuando se analizan sus di­ versos períodos gubernamentales, 1m accionar en el campo de la educación, obras públicas, 47

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Notas historia de las ideas en Venez.uela, Caracas, Universidad Central de MARC BLOCA, Apologfa para la Venezuela, 1~73, p. 221. Retomamos historia o el oficio de historiador, sus conceptos de 'popular' y María Jiménez y Daniclle Zas­ 'racionalizado" sin adhcri~Jos a la lavsky, trad., México, Instituto división. Nacional de Antropología e His­ toria 1 Fondo de Cultura Econó• 16 ROBERT NORRlS, n1ica, 1998,-p. 167. El gran ausente, tomo II, pp. 70-71

Anótese que el clamor y la estrate­ 17 GERMÁN CARRERA DAMAS, gia no son privativos de biógrarm; m culto a Bof{var, p. 232 o hacedores de cultos. Los investi­ lR 1bíJ., p. 229. gadores pueden, desde luego, com­ partir dichas ca\egorías, y hacerlas 19 ALEJANDRO MOREA.NO, pa'!ar pnr cit?rtas, dada su aparente "El sistema político en el Ecuador impunidad objetiva. contemporáneo", en Enrique Ayala Mora, edit., Nueva historia del PAUL RICOEUR, La mémoire, Hcuador, vol. 11, Época rerubli­ l'histoire, l"oubli, Parí~. Senil, cuna V, Quito, Corporacitín Editora 2000, p. 26. Tradut:ción libre del Nacional 1 Grijalbo, 1991, p. 193. francés. 20 Ibíd., p. 193 en nota al pie. Entre las páginas 130 y 131 ~ entre 256 y 247 de la presente edición: 21 Concepto trabajado por Germán Robert Nords, El gran ausente. Cam~ra Damas, El culto a Bolívar, Biografía de Velasro !burra, iumos p. 22~. Iy JI, Quito, J,ibri Mundi 1 Enrique 22 PAUL VEYNE, Cómo se escribe la Grosse-I ,uemem, 2004. historia. Foucault revoluciona la Entre las páginas 264 y 265 de la historia, Madrid, Aliaozn Editorial, presente edición. Joaquina AguiJar, trad., 1984, p. 105. En p(\ginu.s anteriores del CARLOS DE LA TORRE, texto, se encontrará una profun­ "Estudio Introductorio", en Robert dización sobre el concepto de Non·is, El gran au.~ente. Biografía rctrodicción. de Velwco !barra, Libri Mundi 1 Enrique Urosse-Luemern, Quito, 23 LEONOR ARHICH, El espacío 2004, p. 13, biográfico, Dilemas de la subjelivi­ dad contempord1tea, Buenos Aires, 7 !bid., p. 15. Las itálicas sun nues­ Fondo de Cultura Económica de tras. Argentina, 2002, p. 106-107.

Catia manuscrita de Velasco !barra 241bíd .. p. 89, cuando la autom se refiere fecbada d 14 de noviembre de al dcg\\mJe de las nociones tempo­ 19fi6, en El gran ausente, tomo TT, rales phmteadns por Bcnvcni.ste. ~egunda sección de rcprmlm:dunes 2 fotog~·áfica~. ó lhíd., p. 87. 26 PETER BURKE, Varieties oj Cul­ MARC BLOCH, tural Histmy, Gran Bretaña, Apología pum la historia o el ofi­ Corne11 University Prcss, 1997, p. cio de hisliJriador, p. 174. 57. Traducción libre del inglés. 27 Cita de B~jlín referida en Leonor lO Varios son los procesos trabajados Arfuch, F.! espacio biográfico, p. 54. Cll un mismo marco tempol'al. 28 CarLa de Ester Silva dirigida a la~ 11 LEOPOLDVONRANKE, 'Damas ccuntmiannll' y puhlk.ada historiador asocindu con la corrien­ en El Día, en Robert Nuni:;, El te positivislcllfc, tomo 1, pp. 209-210. mencionado en la cita de Carlos de 29 Nos valemos aquí de una noción de la TOrre. Benveniste que deílnc el tiempo 12 ROBERT NORRJS, El gran psiquico como el de lo~ indivilluos, ausente, torno 1, p. 116. "variable según sus emociones y su mundo interior". Noción recogida 13 lbíd., 117. p. por Leonor Arfuch, El espacio 14 Ibíd., p. 119. biogn{fico, p. g9, 30 15 Cita y paráfrasis de lo expuesto por ROBERr NORRIS, Germlm Carrera Damas, El culto a El gran ausente lbíd .• pp. 297-298. Bolívar. Esbozo para un estudio de la 31 Ibíd,, pp. 297-298.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" O!! ~ 1 ...Do o

o CARACTERÍSTICAS GENERALES En los círculos musicales del Ecuador de la 1l DE LA OBRA SINFÓNICA época, se decía, en broma, que el maestro --;¡;"" Salgado había compuesto nueve sinfonías como (/) o 1 más importante aporte musical Beethoven. ti A continuación, una revisión general de las ...D del compositor Salgado está rela­ E cionado con su obra sinfónica. Es sinfonías de Salgado: :::[ prccismnente el !ipo sinfónico de -Sinfonía No. 1: Andina, ecuatorian~, en sol '5 pensamiento musical el que mejor menor (1945-1949). Su segunda redacción ....J caracteriza la individualidad creadora del com­ data de 1972 y tien6 la denominación de ..g ·'' positor. Sinfonía de ritmos vernaculares. A través de su sinfonismo, Salgado pone de -Sinfonía No. 2: Sintética No. 1; en re menor manifiesto y realiza sns concepciones teóricas y ( 1953). estéticas y sus innovaciones técnico-musicales. - Sinfonía No. 3: Sobre un tema rococó, A. D. •o Es allí, además, donde el compositor resuelve H. G. E., en re máyor (1954-1955). ....J problemas fundamentales: la forma y la drama­ - Sinfonía No. 4: Ecuatoriana, en re mayor 00 turgia del conjunto, la arquitectónica de la obra, (1957). . 00 el me/os y el género. - Sinfonía No. 5: Neo-romántica (1958). Salgado comienza a trabajar en sus sinfoní• - Sinfonía No. 6: Para cuerdas y timbales, en as a partir de 1945. Compone no diez sinfonías, mi menor (1968). como se indica en el catálogo de Atturo Rodas, -Sinfonía No 7: Dedicada a la memoria de sino nueve, ya que la Sinfonía de ritmos vema­ Beethoven (1969-1970). culares, constituye una nueva redacción de la - Sinfonía No. 8: Dedicada al sesquicentenario primera, la Sinfonía andina! ecuatoriana. En de la Batalla de Pichincha, en mi menor (1972). ella reduce el material musical, haciéndolo más - Sinfonía No. 9: Sintética No. 2, en re mayor cómodo para la ejecución. (1977). 49

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Notas historia de las ideas en Venezuela, Caracas, Universidad Central de 1 MARC BLOCH, Apología para la Venezuela, 1973, p. 221. Retomamos historia o el oficio de historiador, sus conceptos de 'popular' y María Jiméncz y Danielle Zas­ 'racionaUzado' sin adherirnos a la lavsky, trad., México, Instituto división. Nacional de Antropología e His­ toria 1 Pondo de Cultura 1-<.:Cunó• 16 ROBERT NORRIS, mica, 1998, p. 167. El gran auseure, tomo JI, pp. 70-71.

Anótese que el clamor y la estrate­ l 7 GERMÁN CARRERA DAMAS, gia no son privativos de biógrafos Rl culto a Holívar, p. 232. o hacedores de cultos. Los investi­ [ 8 lbíd., p. 229. gadores pueden, desde luego, com­ partir dichas <.:ategorías, y hacerlas 19 ALEJANDRO MOREANO, pasar por cic;rtas, dada su aparente "El sistema político en el Ucuador impunidad objetiva. contemporáneo", en Enrique Ayala Mora, cdit., Nueva historia del PAUL RICOEUR, La mémoire, A'cuador, vol. 11, Época republi­ f'histoire, l'oubli, París, Scuil, cana V, Quilo, Corporación Editora 2000, p. 26. Traducción libre del Nacional/ Grijalbo, 1SI91, p. 193. francés. 20 lhfd., p. 193 en nota al pie. Entre las páginas 130 y 131; entre 256 y 247 de la presente edición: 21 Concepto trabajado por Germún Rubert Nnrris, El gran ausente. Carrera Damas, El culto a Bolfvar, Biograjla de Vela.w:o lharm, tomos p. 228. y 1 I II, Quito, Libri Mundi Enrique 22 PAUI, VEYNE, Cómo .\·e e.w:rilJe la Grossc-Luemern, 2004. historia. Foucault revoluciona la Entre las páginas 264 y 265 de la historia, Madrid, Alianza Editorial, presente edición. Joaquina Aguilar, trad., 1984, p. J 05. En páginas anteriores del CAl< LOS DE LA TORRE, texto, se encontrará una profun­ "Estudio Introductorio", en Robcrt dización sobre el concepto de Norris, El gran ausente. Biof(rr{{fa rctrodíccíón. de Velasco lban·a, Libri Mundi 1 Enri-que Grossc-Lucmcrn, Quito, 23 LEONOR ARFUCH, El espacio 2004, p. 13. biogr4fico. Dilemas de la subjetivi­ dad wntemporánea, Buenos Aü·cs, 7 Ibíd., p. 15. Las itálicas son nues­ Fondo de <:ultura Económica de tras, Argentina, 2002, p. 106-107.

Carta manuscrita de Velasco !barra 241bíd., p. 89, cmmdo la autora se refiere fecha da el 14 de noviembre de al deslinde de las nociones tempo­ 1966, en El gran ausente, tomo 11, rales planteadas por Bcnvcniste. segunda sección de reproducciones fotográficas. 25 lhíd., p. 87. 2 ~ PETER BURKE, Varielies of Cul­ 6 MA[{C llLOCH, tural History, Gnm Bretaña, Apología para la historia o el ofi­ Comen University Press, 1997, p. cio de historiador, p. 174. 57.· l'raducción libJc del inglés. 27 Cita de Bajtín referida en Leonor 10 Varios son los procesos trabajados Arfuch,/!.'1 e.\j){/do bivgnificv, p. 54. en un mi.smo marco tcmpnral. 28 Carta de Estcr Silva dirigida a las ll J.EDPOJJ) VON nANKii, 'Damas ecuatorianas' y publicada historiador asociado con la corrien­ en El D(a, en Rob~rL Norris, 1:'[ te positivista historiográfica; ya gran ausente, tomo 1, pp. 209-210. m en donado en la cita de Carlos de 29 Nos valemos aquí de una noción de la Turre. Benvenistc que define el tiempo 12 ROBERT NORRIS, /il gran psíquko comn el de los individuos, ausente, tomo 1, p. 116. "variable según sus emociones y su mundo interior". Noción recogida 13 Ibíd., p. 117. por Leonor Arfuch, El espacio 14 Ibfd., p. 119. biográfico, p. 89.

15 Cita y paráfrasis de lo expuesto por 30 ROBERT NORRTS, C3ennán Carrera Damas, El culto a El gran ausente Ibíd., pp. 297-29R. llo/(var. Esbozo para u.n estudio de la 3 l Ibíd., pp. 297-29R.

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CARACTERÍSTICAS GENERALES En los círculos musicales del Ecuador de la DE LA OBRA SINFÓNICA época, se decía, en broma, yue el maestro Salgado había compuesto nueve sinfonías como 1 más importante aporte musical Beethoven. del compositor Salgado está rela­ A continuación, una revisión general de las cionado con su obra sinfónica. Es sinfonías de Salgado: precisamente el tipo sinfónico de - Sinfonía No. 1: Andina, ecuatorian~. en sol ·:¡ .,,<&!ih,",<''r/JW pensamiento musical el que mejor menor (1945-1949). Su segunda redacción .....J caracteriza la individualidad creadora del com­ data de 1972 y líen~ la denominación de "" positor. Sinfonía de ritmos vernaculares. " A través de su sinfonismo, Salgado pone de - Sinfonía No. 2: Sintética No. 1, en re menor manifiesto y realiza sus concepciones teóricas y (1953). estéticas y sus innovaciones técnico-musicales. -Sinfonía No. 3: Sobre un tema rococó, A. D. Es allí, además, donde el compositor resuelve H. G. Ji., en re máyor (1954-1955). problemas fundamentales: la forma y la drama­ - Sinfonía No. 4: Ecuatoriana, en re mayor 00 turgia del conjunto, la arquitectónica de la obra, (1957). 00 el melas y el género. - Sinfonía No. 5: Neo-romántica (1958). Salgado comienza a trabajar en sus sinfoní• - Sinfonía No. 6: Para cuerdas y timbales, en o mi menor (1968). 1l as a partir de 1945. Compone no diez sinfonías, u como se indica en el catálogo de Artmo Rodas, - Sinfonía No 7: Dedicada a la memoria de Ll.J" sino nueve, ya que la Sinfonía de ritmos verna­ Beethoven (1969-1970). -.; culares, constituye una nueva redacción de la - Sinfonía No. 8: Dedicada al sesquicentenario " primera, la Sil¡fonía andina, ecuatoriana. En de la Batalla de Pichincha, en mi menor (1972). ella reduce el material musical, haciéndolo más - Sinfonía No. 9: Sintética No. 2, en re mayor cómodo para la ejecución. (1977). 49

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Dos son los principios fundamentales de comienza a componer grandes obras sinfónicas constitución de la forma característicos del com­ a la edad de 50 años, puede decirse que él se positor. El primero está basado en la oposición manifiesta desde el plincipio como un attista dialéctica y el enfrentamiento de los temas, en los maduro. Sus obras lo muestran como un creador cuales la síntesis es la suma de la tesis y la antí• profundo, multifacético, dirigido a personi!ícar tesis. El segundo, igualmente dialéctico, esta la historia de su pueblo en los diversos aspectos basado en el crecimiento-germinación de un de su vida a través de su variada, pintoresca y tema· a partir de un núcleo fundamental. Ambos emocional iluminación en el folclor ecuatoria­ principios expresan la multiplicidad a través de la no. No sólo en la música de sus obras, sino tam­ unicidad, la pluralidad a través de la singularidad bién en sus denominaciones, están reflejadas que marca el nacimiento de toda una estructura imágenes épicas, heroicas, trágicas, pastorales, sonora a partir de un único tono-unísono. líricas (por ejemplo, en las sinfonías Ecuador o La concepción dramatúrgica del compositor La Batalla de Pichincha), etc., que tratan de es convincente. A través de la evolución y el describir un muudo nacional multifacético. desarrollo de imágenes, figuras y metáforas En la Sinfonía andina, ecuatoriana (No. 1, musicales, el compositor llega a la confirmación de ritmos vernaculares), de 1945, Salgado de lo que parece ser su postulado básico: la rea­ adopta la estructura del ciclo sinfónico de los firmación de la propia identidad y de la identi­ clásicos vieneses y la asimila en base a la músi­ -! dad nacional en su totalidad. ca autóctona ecuatoriana. 1 El mundo imaginario-metafórico de sus sin­ Ecuatoriana trasmite una realidad viven­ ..!) o fonías es vivo y variado, influido por la aproxi­ cia! a través de sus imágenes. En ella hay pai­ Cl mación a los géneros populares. Ellos definen la sajismo, descripción a través de Jos géneros y """' atmósfera espiritual de la música de Salgado, lírica. Se muestra la idiosincrasia del país, su o delineando la imagen nacional y el ser del pue­ cultura. El carácter popular está expresado a blo ecuatoriano. través de la danza. Magistralmente es utilizado el rico colorido Además, la primera sinfonía está emparenta­ de la orquesta sinfónica. La característica espe­ da con la sexta por la presencia de instrumentos cífica de las imágenes musicales está relaciona­ de percusión, particularmente Jos timbales. La da con un colorido tímbrico instmmcntal aisla­ sinfonía es interesante por el uso de su leitmotiv do o con diversos grupos orquestales. Substan­ básico extraído de la setie pentatónica, que se ciosamente se utilizan las potencialidades volverá característico de la obra de Salgado. -expresivas de los ritmos nacionales en combina­ Constituye la exaltación de los cinco sonidos, ción con la técnica contrapuntística. La dodeca­ sobre la base de los cuales se elabora toda ladra­ fonía de Salgado es específica, ya que se apoya maturgia. en las melodías pentatónicas autóctonas. Así se La segunda sinfonía de Salgado, Sintética define la originalidad del colorido sonoro de su No. 1 (1953), contradice los principios estructu­ sinfonismo. rales de la primera sinfonía en tanto presenta el La individualidad única de la experiencia .ciclo sinfónico como una ¡¡sinfonía en un movi­ creadora de Salgado en el campo del sintonis­ miento", cimentado en el dcsatTollo continuo, mo, para el Ecuador, es indiscutible. La música inintenumpido. Lo mismo sucede con la Sinfonía ecuatoriana pasaba, en los años 40, por una sintética No. 2 (1977), en donde se conservan los etapa histórica de transición de la música semi­ principios de ese "desarrollo continuo" y la idea diletante, basada en temas folclóricos e identifi­ de la "'síntesis". Ambas sinfonías, sin embargo, cada con la música romántica tonal, a la estéti­ son diferentes tanto por la temática como por la ca del modernismo y de la comprcnsi6n seria y estructura (de acuerdo con la concepción de su profunda del melas autóctono. Por esto, la obra autor, en la Sinfonía andina todos los movimien­ 00 00 de Salgado puede ser vista como un fenómeno tos deben estar separados y satisfacer los requeri­ de transición en la cultura 1nusical ecuatoriana. mientos de un esquema especílico). Solamente en la actualidad los ecuatorianos En las sinfonías Sintética No. 1 y No. 2, están listos para la percepción de su música con Salgado utiliza la concepción del romanticismo toda la complejidad de su tela polifónica tardío del Poema sinfónico en un movimiento de orquestal, su lenguaje musical y sus recursos Liszt, en conjunción con la concepción de la técnicos contemporáneos. forma sinfónica de los clásicos vieneses. Ordinariamente, al seguir la obra de los El compositor vuelca todos los movimientos artistas, se trata de establecer las etapas evoluti­ en un único impulso, tratando de mostrar su indi­ 50 vas del proceso creador. Pero ya que Salgado visibilidad, aunque sea en los límites precisos de

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" la forma, por más contradictorio que esto parez­ de la forma: estos son los valores fundamenta­ ca. Asi mismo, se crea una especie de antítesis les del sinfonismo de Salgado. de la concepción clásica. Salgado asume el papel funcional de los movi­ En las sinfonías Sintéticas, se nota una con­ mientos del ciclo sinfónico generado en el clasicis­ cepción más intelectual. Salgado plantea alli los mo. Imágenes poderosas y enérgicas se desarro­ problemas de personalidad e identidad de sus llan a tmvés de su confrontación en los primeros rafees, del origen de las culturas y de su fusión movimientos del ciclo sinfónico. Los segundos en una totalidad, fenómeno consubstancial del movimientos son liricos y se apoyan en la temáti­ mestizaje. ca nacional. Los terceros movimientos son scher­ La tercera sinfonía, Sobre un tema rococó zosos en carácter y género. Los movimientos fina­ (1954), es una estilización bucólica, sin conflic­ les son fluidos, brillantes, triunfales, escritos en tos, construida en base a danzas barrocas euro­ forma de sonata o de dcsanollo continuo. peas. Los tres primeros movimientos están Un papel especial cumple, en las sinfonías de escritos en formas 1nuy precisas, en cuanto a su Salgado, la introducción (heredada de Haydn). estructura. E1 cuarto movimiento presenta una Ordinariamente, contiene la información figura­ forma de desarrolló continuo. Utilizando la tiva-emocional. Es allí en donde se exponen los serie como fundamento del tema, Salgado busca temas. En Salgado, la introducción se asemeja a los más adecuados principios tanto de desarro­ una n1icro sinfonfa en la que se definen el carác­ llo comp de estructuración formal. ter del conflicto y los principios de su desarrollo. -!: La cuarta sinfonía, Ecuatoriana (1957), es La coda asume, por lo general, la función de 1__o una obra folclórica abstracta que plasma la idea segundo desarrollo, acentuando dramatúrgica­ o de la confrontación de culturas y religiones, mente aquel material que jugó un papel impor­ o aunque en la sinfonía están presentes, todavía, tante en el desenvolvimiento sinfónico y "' elementos paisajistas y descriptivos. actuando como leitmotiv. Hay que anotar la o La quinta sinfonía fue definida y titulada por importancia de los episodios que son resaltados el propio compositor como Neo-romántica por el compositor y que se localizan en los lími• (1958). tes de la forma: antes del desarrollo, antes de la La sexta sinfonía, Para cuerdas y tim!Jales reexposición y antes de la coda. (1968), es la sinfonía del dolor, la desespera­ A través de sus sinfonías, se descubre el pro­ ción, lo incmcdiable, lo irreparable e ineversi­ fundo conocimiento que tiene el compositor de ble. las tradiciones de la literatura musical universal o La séptima sinfonía, de 1970, es la sinfonía (sobre todo de Beethoven y Liszt), en el trata­ -g beetbovcniana de la producción del compositor. micnlo de la fonna, la orquestación, la drama­ -;¡;"' Es una obra épico-heroica, con elementos de turgia tí mbrica y la correlación entre el carácter (J) o género en el movimiento final (descripción de de las imágenes y la factura orquestal. '5 fiesta, feria). El mundo figurativo, imaginario y metalóri• ..!) E En la octava sinfonía La Batalla de co de las sinfonías de Salgado está claramente ::[ Pichincha (1971-1972), el compositor dramati­ dividido en dos esferas: za las imágenes de la lucha revolucionaria y la La primera es paisajista, contemplativa de liberación del yugo español a través de la pintu­ la naturaleza y presenia diseños descriptivos ra de cuadros de confrontación tensa y titánica (sinfonías 1 y 3, suites de género donde el san­ en un aspecto tní.gico. juanito consti1uyc el primer movimiento). En La conccpci(m monotcmática, clnadmicnto­ este grupo están presentes tanto fonnas y géne­ germinación de un tema a partir de otro y su pos­ ros europeos como géneros dancfsticos ecuato­ terior conducción al conl'licto, el extenso uso del rianos ele carácter alegre; la música es lumino­ contrapunto como la técnica más adecuada para la sa, prístina, extrovertida y de fácil percepción. ro utilización de la serie que conserve, sin etnbargo, La segunda corresponde a un mundo inte­ ro los p!incipios de la sinfonía clásica, la lucha de rior de angustia, de zozobra, de sufrimiento, los opuestos pard la consecución de una nueva de sueños irrcalizados, de cuestionamientos imagen, el desanollo continuo del tema, la unifi­ retóricos, de búsqueda de uno mismo. Coin­ cación de los principios de las escuelas vienesa y cide, en cuanto a la realización musical, con neo-vienesa, elleitnwtiv cmno ideajixe, la maes­ la monotcmática y el desarrollo continuo. tría en el desarrollo, sea este polifónico, temático, Este mundo está presente en las sinfonías 4, por motivos, tímbrico, de factura o dinámico, la 6, 8 y en las dos Sintélicas. Estas sinfonías, muy sensible captación auditiva de la orquesta de difícil percepción, utilizan el folclor de (imágenes tímbricas), el sentido arquitectónico manera colateral. 51

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Salgado se encontró solitario en su bús­ queda. Muchas de sus composiciones resulta­ ban extrañas e incomprensibles para sus con­ temporáneos. Su personalidad orgullosa, que sólo externamente mostraba aplomo, provoca­ ba una susceptibilidad peculiar ante el rechazo de su música. Sin embargo, él comprendía que su vo(ación y su deber eran componer preci­ samente aquella música como él la escuchaba, sin necesidad de explicarla.

CONCLUSIÓN

Para el ambiente musical ecuatoriano de aquel tiempo, Salgado representa un fenómeno de talento y amor al trabajo. Ninguno de los com­ j positores ecuatorianos ha dejado una tan rica y 1 variada herencia creadora. La incansable bús­ 2 queda de nuevas ideas, el inagotable trabajo ...Do profesional, el afán por el perfeccionamiento de o su estilo musical, Lodo esto caracterizó a _s[>"' Salgado como compositor. o El sistematizó, en su obra, las formas, géne­ ros y con-elaciones fundamentales del me/os autóctono con Jos 12 tonos de la tradición musi­ cal europea, descubriendo la cercanía de sus profundos principios. Salgado, además, está estrechamente relacionado con todos Jos fenó• menos culturales, social es y políticos caracterís• ticos de los años 30 a Jos 60. En cada una de sus obras, Salgado abre nue­ vos mundos y horizonles artísticos. Especial valor tienen la personalidad y la obra de Salgado por el hecho de que, ya en los tempranos períodos de conformación de la Escuela Nacional de Composición, logro asi­ milar y plasmar, en su obra, algunas tenden­ j cias propulsoras del pensamiento musical del -o siglo XX. La artísticamente convincente sínte• " sis de los 12 tonos y la tradición autóctona, en sus obras, ahre una nueva perspectiva en e1 ultcdor dcsarro11o de la 1ntlsica ecuatoriana. La originalidad y autenticidad otorgadas a es la síntesis por el hecho de apoyarse en el fo\clo re nacional, introduce, en el contexto musical 00 00 del siglo XX, un estrato musical específico y da a conocer a la tradición nacional ecuatoria­ o na más allá de sus fronteras. El camino trazado por Salgado será conti­ 1u u.J nuado por las siguientes generaciones de com­ -¡¡¡ -o positores ecualorianos, ya por la orientación nacionalista conjugada con la visión moderna y universal, ya por la apertura hacia las innova­ ciones ffi(ÍS atrevidas. 52

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" l~spacio de convergencia de tt~rritorios del saber

csulta casi inconcebible recono­ cer cuánto representan cien años en días y horas y los cambios suscitados en nuestro pafs y en g"' , el mundo en este período ¿De ·¡¡_ qué manera sobrevivir a este vertiginoso caudal w de acontecimientos? Una respuesta tentativa e: 'Ü podría ser: mediante la voz y el saber. La voz --'"' representada en la escritura y la sabiduría refle­ jada en la lectura e interpretación de la realidad, con sus distintos matices e infinitas posibilida­ des, y el compartir las experiencias con el otro, principio y fin de toda alteridad. Existen perso­ nas que han armonizado esta operación en la práctica de la escritura y la enseñanza. Uno de esos personajes es Darío Guevara, quien vivió, con una dedicación sin precedentes, detlicado a la investigación y divulgación del conocimien­ to en el transcurso de su vida. Darío Guevara nació el 8 de abril de 1905, bajo el influjo de Aries, en la ciudad deAmbato, la misrrut ciudad de Juan Montalvo, que por coincidencia vio la luz el13 de abril, es decir en el mismo mes del autor analizado, fecha que se consagró a la celebración del Día del Maestro en nuestro país; también lugar de nacimiento de Juan León Mera, autor qpe fue estudiado, minu­ ciosamente, por Guevara en una biografía lla­ mada Juan León Mera o el hombre de las cimas, con el pseudónimo de Pepito Tenazas, y que ohtuvo el Primer Premio del Concurso Nacional ausplchlJ~o por el Ministerio de Educación en 1942. Estas descripciones sirven para ubicar algunas de las aristas que constituí• ro ro an la preocupación investigativa deÍ autor. Entre la cantidad de escritos desarrolla­ dos por Guevara tenemos: Monograjia del cantón Rumiñahui; el ya mencionado .luan León Mera o el hombre de las cimas; Puerta del Dorado: Quijote y maestro, biografía de .luan Montalvo; Juan Benigno Vela; Esquema

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" didáctico del folklore ecuato­ riano; Presencia del Ecuador en sus cantares; Tradiciones etiológicas del Ecuador; Psico­ patolof?{a y pedagogia del cuento inj{mtil; Breve qjeada sobre el desarrollo cient(fico; Las inmi~raciones europeas constituyen un peligro para los pueblos de América; La litera­ tura infantil y la fábula didácti­ ca; Rimas escoZare.~·; Mono­ f?r~fía del cantón Pelileo; Presencia del Ecuador en sus Cantares; La sahiduda de Sancho en la novela ecuatoria- ~ na; Un mundo mágico-mítico ·:5_ en la Mitad del Mundo, U3 Folklore Ecuatoriano, éstas al margen de las obras inéditas. Como se desprende de sus títulos, los ámbitos por los que se interesó Guevara fueron múl­ tiples: la literatura, la crítica literaria, la pedagogía, el folclo­ re y temas relacionados con e] este año. En este texto el prin­ capitales de Juan Montalvo; sicoanálisis~ anticipándose así a cipal personaje es Sancho Don Quijote en la Gloria, su tiempo a través de una pro­ Panza, expresión de lo popu­ escrita por Carlos Bolívar puesta escriturada donde hay lar!, aquél que encarna la cor­ Sevilla, y, finalmente, Don indicios de multidisciplinarie­ dura y sirve como punto esen­ Balón de Baba, de Alfredo dad cuando aún el saber tenía cial para auxiliar al hidalgo Pareja Diezcanseco. Al finali­ un marco plenamente definido personaje buscador de utopías zar La sabiduría de Sancho, se para cada campo. en el reconocimiento de su hace un recuento de los refra­ Producto de su bagaje cre­ entorno. nes, adagios, sentencias que ativo, la Academia Interna­ Al margen de la inclusión con:;;tan en ]as cuatro obras cional -Sociedad de Litera­ de Sancho como representa­ contrastadas. tos-, con sedes en Roma, ción de lo popular, un hecho Uno de Jos hechos más París, Londres, Nueva York, destacable en la propuesta de destacables en la obra de La Habana, Atenas y Vancou­ Guev ara es el intento de bus­ Guevara es la incorporación ver le otorga el título de doctor car la intertextualidad, catego­ de una acepción de pueblo, honoris causa, adicional a su ría aún lejana, no definida, en hecho que no se contemplaba formación de profesor de nuestro entorno en aquel año aún en el imaginario nacional. segunda cnscfianza ele Cas­ (1965); sin embargo, ya se la en la poesía popular. En esta tellano y Literatura, obtenido percihe. Al aproximarnos a su vertiente tenemos La presen­ en el Instituto Superior Juan practkidad expone el conoci­ cia del E'cuador en sus canta­ Montalvo. Es difícil exponer miento que encierran los res, texto en el que se aproxi­ la vastedad de la obra de refranes, y las claves para ma a la apropiación de la len­ Guevara en estas líneas; por entender la vida en su sentido gua de Castilla por parte de Jos tanto, se han elegido algunos más profundo. Tres son las habitantes de esta región y su textos que dan cuenta de sus creaciones literarias ecuatoria­ actitud camaleónica respecto a principales inquietudes. El pri­ nas en las cuales se reivindica los usos de la lengua entre la mero: La sabiduría de Sancho la capacidad poética del refra­ dominación y la emancipa­ en la novela ecuatoriana, se nero popular, evocada en la ción, lo mismo en la Colonia refiere, en cierta forma, al figura de Sancho en los que en la República, con una Quijote, cuyo cuarto centena­ Capítulos que se le olvidaron construcción particular del 54 rio de publicación se celebra a Cervantes, una de las ohras sentido de región.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" A propósito de las relacio­ expresiones propias: albazo, la intervención divina. La nes de poder, Santiago Páez en composición musical; guagua, magia, tan antigua como el su análisis sobre la poesía como niño; longo, con el sig­ hombre, intenta someter a la popular en el período 1925- nificado de joven; pite, igual a voluntad de los mmtales los 196()2, sostiene: "Al contrario poco; pupo, ombligo, entre espíritus, genios o demoniog, que Mera, Darío Guevara afir­ numerosas expresiones de uso invocarlos y conjurarlos, pro­ ma que, por curioso que parez­ frecuente hasta hoy. Aquí ducir fenómenos sobrenatura­ ca, el pueblo está siempre a podemos incluir al hecho lite­ les, conseguir la revolución de favor de los grupos políticos y rario, si ubicamos en este lo venidero, poseer autoridad sociales que impugnan el ámbito a la poesía popular, sobre los sentidos y potencias poder tradicional; así señala asociado con el folclm4 como de los demás, etc., aprove­ como un ejemplo que, en Jos estructura próxima a la antro­ chando estos poderes para últimos años del siglo pasado pología. La importancia del obtener efectos extraordina­ y los primeros de este, A \faro autor radica en plantear la rios, transfonnaciones, cura­ y toda la Revolución Liberal necesidad de re11exionar ciones instantáneas ... "5 fueron alabados y estimulados sobre las manifestaciones de la En el uso del concepto se en sus creaciones poéticas". denominada ''cultura popular)!, alude a la naturaleza y a la pre­ Cabe señalar que allí se evi­ que había sido sometida al sencia de !u divino. En el pri­ dencia \illa relación del pueblo desdén de la "cultura oficial". mer caso las prácticas rituales con el poder de doble vía3, de Para realizar un bocelo de son fonnas cultarales que se un pueblo más activo a través la cultma popular en la obra de oponen al sentido atribuido a la de manifestaciones y creacio­ Guevara, se debe considerar la naturaleza. Se puede percibir nes, con lo cual se establecen consonancia entre lo mágico y en la obra la tentativa de un vías particulares de interrela­ lo simbólico en Un mundo vínculo positivista entre magia ción y a su vez de interpela­ mágico mítico en la Mitad-del y ciencia, su aplicación y el ción, que posiblemente son Mundo, en la que se retiere a intento de una explicación formas de sobrevivencia y de la relación de ciertas prácticas racional de formas de expre­ participación en formas nue­ rituales semejantes entre la sión simbólicas. En el análisis vas de poder. Es decir que tradición católica y la indíge• de lo referente a la magia, del Mera y Guevara tendrían na, al sentido simbólico de los mismo modo que los surrealis­ razón, aunque en el segundo se indígenas de la Sierra frente a tas, se asocia lo onírico con su manifiesta la noción de lo los del Oriente y a la costum­ incidencia sobre la vida. El popular con un esquema que bre de rendir culto a los muer­ autor cita a Sigmund Freud cuestiona lo instituido y busca tos, sea desde lo sagrado (espí• para cohesionar magia y en su expresión liberarse espa­ ritu católico) o de lo profano sueño: cial, temporal y políticamente (cosmovisión indígena). En la "La circunstancia de ser el de una sociedad pasiva. obra se cita el concepto de deseo el estímulo del sueño, y Otro texto en la misma magia de los autores Collin de su realización el contenido del línea del anterior es el llamado Placy y López Gómcz, que mismo, coustintye uno de los Lenguaje vernáculo en la poe­ manifiestan: "Magia equivale caracteres fundamentales del sía popular ecuatoriana, que a sabiduría, pero para el vulgo, fenómeno onírico. Otro carác­ fue el discurso de investidura es el arte de producir en la ter no menos constante consis­ de Gucvara en la Real naturaleza cosas que no están te en que el sueño no expresa Academia de la Lengua. En en el poder de los hombres, simplemente un pensamiento este trabajo se pretende evi­ con la ayuda de los demonios, optativo, sino que muestra el denciar el mestizaje a partir de empleando ciertas ceremonias deseo realizándose en forma de 00 los distintos vocablos prove­ para ello". Es notorio que se un suceso psíquico alucinato­ 00 nientes del quichua. Para el asocia el espírita mágico con riu".6 efecto, establece un glosario lo dcmon(aco, con lo prohibi­ La brujería se la menciona alfabético de las expresiones do. Otro concepto usado por dentro de las prácticas prohibi­ cotidianas, por ejemplo las Guevara es el de Larraya: das entre los españoles, sin onomatopeyas: achucha y, arra­ "Ha sido constante aspira­ en1bargo se la practica; mien­ rray, atatay, carl\jO, para expre­ ción humana lograr, mediante tras que se consideran los sar frío, calor, asco indigna­ ciertos procedimientos, resul­ rituales ancestrales entre los ción respectivamente. Tam­ tados inaccesibles a los proce­ indígenas como brujería, pro­ bién constan otro tipo de dimientos naturales y ajenos a duelo de la asimilación del 55

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" espíritu introducido por los formación de una conciencia ROWE, WILLIAM Y VIVIAN españoles, justificándola, pues nacional. SHELLING, Memoria y moderni­ manifiesta que está "hasta en En conclusión el presente dad, Cultura popular en América Latina. México, Grijalbo, 1993. los países más civilizados de la trabajo intentó señalar a los vieja y excelsa Europa". lectores los ámbitos académi­ La alusión a lo divino se cos en los que incursionó el NOTAS encuentra en su escritc Diccio­ autor, la prolijidad expuesta en nario ·del Folklore Mágico­ sus textos, la abundancia de I "A estas alturas, cabe mencionar Mitico del Ecuador, donde se escritos sobre literatura, fol­ otra manera de abordar el problema asocia la interpretación de la clor, antropología y pedagogía. de ubicar lo popular en relación con la cultura de masas. Se trata de una lengua con los acontecimientos Los argumentos expuestos jus­ noción del mercado para bienes bíblicos; unos y otros propios tifican la incorporación como simbólicos, para definir qué les de la cosmovisión indígena; uno de los pilares del pensa­ sucede a los productos culturales en por ejemplo, el hecho de ashni­ miento desde las aulas, afian­ una sociedad de consumidores. Lo lar las características del agua­ zado en múltiples escenarios popular se define entonces por el acceso desigual de las clases subal­ cate a las del fruto prohibido. acadén1icos nacionales e inter­ ternas <\ dicho mercado. Esta mane­ Este tipo de paralelismos abun­ nacionales. Por eso, al celebrar ra de definir lo popular, desarrolla­ dan en el texto. el centenario del nacimiento de da por Ncstor García Canc1ini, La literatura infantil fue Darío Guevara, proponemos la combina el enfangue de Gramsci otra de las !acetas en las que lectura de su obra, y que a tra­ con el de Pierre Bourilieu". Ver Willi<~m Rowe y Vi vian Schelling, incursionó Dario Guevara, con vés de la magia, el mito y el en Memoria y modernidad, Cultura libros que conjugaban la fic­ encanto renazca un proceso popular en América Latina, Mé­ ción y la enseñanza; entre las catártico entre los lectores. xü:o, Grijulbo, !993. obras que exponen estas carac­ 2 Santiago Páez, La poesía popular terísticas tenemos: La fábula y en el período !925-1960, QuiLo. la leyenda en la escuela; La BIBLIOGRAFÍA S.f. literatura infantil y la fábula BARRIGA LÓPEZ, FRANKI.IN, 3 Desde el punto de vista de Michel didáctica; Rayuela; Sol de mi Diccionario de la Literatura Poucault la visión del poder como huerto; Poesía infantil por y Enwtorhma, Quito, Casa de lu sim'mimo de represión es rcduceio­ para el niño; Posada de Cultura, 1980. nisla, tal como In señala el aulnr pues: "Lo que hace que el poder se gorriones} entre otros. La FOUCAULT, MICHHL, Un diálogo sostenga, que sea aceptado, es sen­ publicación de e.stos libi'os evi­ sobne el poder, Madrid, Ali

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" . X a isla párece lo que uno x se imaginaría que son las mo partes cultivadas de las ·¡;; regiones infernales", con­ '' cluyó en su Diario Chmles Darwin, después de pisar en 1835, por vez primera, una de las islas del archipiélago de las Galápagos. Sin duda la descorazonadora vis]<Ín de las negras rocas volcánicas y el andar lento de unos animales que parecían salidos de tiempos antediluvianos hizo que Darwin dcfi­ nie ra así su primer contacto con las Encantadas. Ese infiernillo de rocas oscuras y extraños animales formado por 14 islas principales y numerosos islotes, a 972 kilómetros de las cos­ tas ecuatorianas, ha sido un centro importante de estudio para los naturalistas, un norte privi­ legiado para los viajeros y un centro de opera­ ciones para los piratas que han dejado IXas de sí una estela de leyendas. Los peculiares animales y plantas que pue­ blan las islas no podían ¡1asar desapercibidos, y han sido descritos en diarios de v

en los ambientes europeos. 00 La lectura de las descripciones 'nos IXasmite 00 también las preocupaciones, los problemas, la vida de los exploradores que recon'Ían el mundo con avidez para recoger más muesiXas para las colecciones de Europa, más señales de un mundo mágico y misterioso allende los confi­ nes del Viejo Continente.

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Los viajeros y la conquista los muscos de ciencias natura­ Beagle, no tiene una mejor del conocimiento les europeos. El afán del opinión: "Atracamos en un Antes de introducirnos de coleccionismo era primordial montón de negros y descora­ lleno en el pm·aíso de las islas para empezar las investigacio­ Zonadores montículos de lava Galápagos conviene que en­ nes de los lugares más recón• que formaban una costa digna tendamos la mentalidad de ditos del planeta. del Pandemonio". unos viajeros que dejaban su Por otra parte, no podemos David Porter, el capitán de famíliit y su mundo en pos del dejar . de lado la importancia la fragata estadounidense conocimiento y la aventura. que tuvieron los barcos de Essex, recorrió el ·.Pacífico En el siglo XVIII, la gue1Ta en la exploración de entre los años 1813 y 1815. En Ilustración francesa y española nuevos derroteros. La enemis­ su memoria de los viajes y cumplen un papel primordial tad entre Francia e Inglaterra, aventura~ dice: "Estas islas en la organización y puesta en por un lado, y España y estos son evidentemente de origen marcha de las expediciones dos países, por otro, trajo volcánico; cada montaña y científicas al Nuevo Mundo. El como consecuencia la prolifc­ monte es el cráter de un volcán gobiemo y los científicos coin­ ració n de persecuciones de extinto; sus miles de pequeñas cidían en la necesidad de ver bm·cos en mar abi e1to, guerras hendiduras le dan la más ate­ racionalmente el universo que en pleno océano y actividades rradora, desolada e inhospita­ les rodeaba y de buscar el sen­ de los piratas. Muchos barcos ble apariencia que se pueda tido utílitalio de la natw·aJeza de g.iJCrm, ant.es de zarpar, uno imaginar". para d bien de 1a humanidad. invitaban a un naturalista a ir Hl pintor francés Ernest Además, durante este siglo)_ en con ellos. Los naturalistas so­ Chmton, pasajero del barco La Gran Bretaña, la geografía y los lían ser, al mismo tie1npo, rosa segunda, describe las islas libros de viaje tenían gran médicos a bordo y curiosos como "una aglomeración de popularidad y se organizaban exploradores de la naturaleza. volcanes apagados cuya forma numerosas travesías hacia Áfri­ inculta sobrecoge de tristeza". ca, Asia y América con el fin de Los paisa.ies de las Es frecuente encontrar en las publicar- nuevos relatos. Esta Encantadas: una visión descripciones adjetivos de senti­ tendencia se mantuvo hasta descspcranzadora do moral que se hacían siempre bien entrado el siglo XIX. La mayor parle de las islas como una comparación con el A partir de este siglo, los re­ se encuentra casi en la línea mundo europeo. Las islas volucionan os postulados cientí• ecuatorial y por ello se pensa­ Galápagos tienen formas incul­ ficos del botánico alemán ba que sus paisajes debían tas, salvajes en contraposición Matthias Schkiden, quien en estar poblados de palmeras, con los paisajes europeos que 1838 propuso que la célula aves de colores chillones, y demuestran el desarrollo y la constituía la unidad estructural vegetación exuberante. Char­ civilización. Aún debemos decir cmnún de lo~ seres vivos; el les Darwi n, después de des­ algo más de Chm1on, pues, para desarrollo de las bases de la cender en septiembre de 1835 su desgracia y la del resto de citología e histología de Theo­ del Beagle, el barco con el que pasajeros, incluido el capitán, la dor Schwann, en 1X39, y la recorrió el mundo, queda estancia en las islas tuvo que teoría de la evolución por sobrecogido al constatar que prolongarse a la fuerza. Cnando medio de la selección natural nada de esto era cierto: descendieron, el astuto piloto se de Cbarks Darwin, en 1859, "Arhnstm; raquíticos, tos1ados quedó a bordo con un compin­ sentaron las bases para que por el sol y que apenas pueden che y, juntos, huyeron con el hubiera uu acercamiento más vivir~ cubren en loda su cxtcn barco y todas lns pertenencia:-; científico a los hechos de la siún una corriente de lava de los infelices pasajeros. Casi CXl CXl naturaleza, que realmente em­ basáltica negra, de rugosísima dos meses después los náufra­ pezó a ponerse en práctica en el superficie y hendida en varias gos fueron rescatados por un siglo XX. En el XIX, aún impe­ partes por inmensas grietas. barco que pasaba. raba, cmno veremos, 1a vi~ión Calentada en exceso por los El ramoso escritor Hcnnan romántica de lo exótico, el inte­ rayos de un sol ardiente, la Melville, que visitó las islas en rés por lo salvaje e indómito. superficie del tcncno, callosa 1837, las deia11a de esta gráfi­ Este interés se reflejaba en a fueua de estar seca, hace ca 1brma: wlbmc vcinLidnco la afición de formar grandes pesado y asfixiante el aire tnontoncs de cenizas vertidas colecciones de plantas y ani­ cmno si saliese de un hornd'. aquí y allí en la parte exterior 58 males para añadirlas a las de Roberl FilzRoy, el capitán del de una ciudad; imagínese

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" algunos de ellos ampliados en de una tortuga de tierra no dos por ellas". La defensa de montañas y, en la parte libre, el basta, como se hace con las de las pobres tortugas marinas y mar; y usted tendrá una idea mar, volverla patas arriba, por­ terrestres no debfa ser muy efi­ X veraz del aspecto general de que casi sic1npre logra volver­ caz ya que, como lo relata x las Islas ,Encantadas~'. se a su posición nornml". Darwin, "antiguamente se lle­ o -¡¡, Nuestro ya nombrado vaban algunas lanchas de una ·¡¡; De tortugas y recetas David Portcr relata que "los sola vez hasta setecientas tor­ i Qué pena tener que refe­ barcos balleneros en viajes de tugas, y los tripulantes de una rimos a las grandes galápagos pesca alrededor de estas islas, fragata se llevaron a la costa y al menú de los viajeros al generalmente se lkvan entre en un sólo día doscientas". mismo tiempo! Pero debemos doscientos y trescientas tortu­ Concluymnos esta sección hacerlo porque están íntima• gas y las guardan vivas en el dedicada a los más representa­ mente relacionados. En los barco. Por extraño que parez­ tivos habitantes de las islas relatos de viaje, con frecuencia ca, se ha sabido que pueden con la descripción de Ivlelville: encontramos consejos culina­ vivir hasta por un año sin "Este calificativo de Encan­ rios para volver aún más deli­ comida ni agua y que cuando tadas tampoco parecería fuera ciosa la came de las pacíficas se las mata después de ese de lugar en otro sentido, si tortugas. Darwin, a quien no le tiempo, su sabor y gordura hau atendemos al singular reptil gustaba el sabor de la carne de mejorado consistentcmcnte", que habita estas soledades, y tmtuga, dice que "el pecho (de Hay que decir que las lor­ cuya presencia da al archipié­ las tortugas), asado al estilo de tugw; marinas también eran lago su otro nombre español: los gauchos, es decir, sin qui­ del agrado culinario de los via­ Galápagos. La mayorfa de los tarle la piel (carne con cuero) jeros. El vizconde inglés Rene marinos abriga una vieja es excelente; con las tortugas de Kerret, a bordo de la fraga­ superstición tan grotesca como jóvenes se hace muy buena ta Forte, que llegó al archipié­ espantosa. Creen seriamente sopa". El creador de la teoría lago a mediados del siglo XIX, que todos los oficiales malva­ 1'0·'' de la evolución también escri­ apunta en su Diario de Viaies: dos, y en especial los comodo­ ~ be: "Grandes cantidades se "Pasamos cerca de lfls islas ros y capitanes, se transforman consumen de carne de estos Galápago~ de las tortugas; al morir (y, en algunos casos, w~ animales, ya fresca, ya salada; esas if;]as se hallan cubiertas antes de ello) en tortugas; y las partes grasas proporcionan de enormes tortugas marinas mlkan en adelante sobre estas _¡"' un aceite en cxtrc1no lfmpido. que van a depositar los huevos ardientes arideces cmno úni­ ro Cuando se coge una tortuga se en las arenas; esos huevos se cm; señores solitarios de las ro empieza, por 1o común, comen y son muy sabrosos; en escorias. haciéndole una abertura en la cuanto a las tortugas se prepa­ Sin duda, una concepción piel cerca de la cola para ver si ra con ellas muy buenas sopas, tan extraña y tétrica fue inspi­ la gordura llena todo el espacio pero no pudimos capturarlas rada en sus orígenes por este hueco de deh'\io de la concha. en este viaje. Algunas son ver­ paisaje, pero, particularmente, Si no está bastante gorda se la daderamente gigantes; se quizá, por las tortugas; pues deja ir, y dicen que no le peJju­ defienden eou sus trompas y aparte de sus rasgos puramen­ dica nada en adelante la referi­ cortarían los dedos si se tuvic~ te físicos, hay extrañamente da operación. Para apoderarse ra la mala suerte de ser cogi- algo de autoeondcnación en la 59

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" apariencia de estas criaturas. el sol estaba ya bien arriba, y Las iguanas: unos Una perdurable tristeza, uu cuando salí de mi cabaña, todo desagradables lagartos castigo sin esperanza, no se el lugar vibraba de vida con Si las tortugas eran apre­ han expresado en ninguna otra pájaros de toda clase: palomas, ciadas por su utilidad como forma animal de manera tan canarios, sinsontes, halcones, comestible, las iguanas, en suplicante; mientras que, por etc. Todos estaban tan poco cambio, no tenían, en opinión otra parte, la idea de su asom­ acostumbrados al hombre que de los viajeros, ningún uso brosa longevidad acentúa esta muchos se detuvieron por un conocido. Aquellos que se impresión". instante en mi hombro y cabe­ atrevieron a comerlas, conclu­ za, pma descansar". yeron que su came era dnra y Un paraíso en el que las aves John Shilliheer, a bordo del desagradable. Las inocentes no huyen barco inglés Briton, que llegó iguanas marinas, oscuras En el archipiélago, las a las islas a mediados del XIX, como las rocas volcánicas, fre­ aves tienen un lugar histórico dice que las aves de Galápagos cuentemente dieron origen a privilegiado. El estudio de las "son tan exageradamente dóci• poco halagadoras descripcio­ diferencias de los pequeños les, que muchas son cogidas nes. Darwin no se limita ni un pinzones fue una de las claves sin el más mínimo esfuerzo de poco al describirlas como "un que llevó a Charles Darwin a escapar, y cuando una piedra o animal horrible, de color formular su teoría de la evolu­ un palo se les lanzaba, era mny negro, sucio; parece estúpido y ción. Estas diferencias fueron raro que escaparan, y perma­ sus movimientos son muy len­ estudiadas y analizadas, años necían hasta ser heridas o tos", y añade: "Sus miembros después de pisar las islas. matadas". y sus poderosas garras están Darwin, duranle su estancia, Da pena tener que trans­ perfectamente dispuestos para estaba sorprendido al consta­ cribir las palabras de Amasa arrastrarse por las masa:-~ de l tar dos aspectos de las aves Del ano en su Narrativa de los lava rugosa y llena de fisuras del archipiélago: el opaco Viajes en los hemüferio;· del que forman estas costas. A color de su plumaje y su Norte y del Sur. Delano visitó cada paso se encuentra un extraordinaria falta de miedo las islas en noviembre de grupo de seis o siete de estos hacia el ser humano. Así lo 1801 y nos explica el método horribles reptiles tendidos al deja escrito en su relación del para cazar las aves galapague­ sol en las rocas negras a pocos viaje: "Fuera de un reyezuelo ñas. "Íbamos al interior de la pies por encima del agua", que tiene una hermosa pechu­ vegetación llevando con nos­ Lord Byron, comandante del ga color escarlata, ninguno de otros unas ramas largas; cuan­ barco inglés Blande, dice de estos pájaros tiene colores do las veíamos entre Jos las iguanas: "Tienen una cara brillantes, como hubiera podi­ arbustos, las dejábamos cami­ odiosa y un color negro sucio, do creerse hallándose en el nar en nuestras ramas hasta se sientan en Jos piedras de Ecuador. Esto parece probar que estaban al alcance de lava negra como unas criaturas que las mismas causas cuya nuestras manos. Con un de la oscuridad". El capitán acción ha hecho disminuir el movimiento suave poníamos del Beagle, FitzRoy, también tamaño de algunas de las nuestra rama cerca de su cue­ las considera odiosas: "Pocos especies inmigrantes, han llo, y mientras la miraban, las animales son más feos que obrado también haciendo más tomábamos de repente y les estas iguanas, tienen forma de pequeñas y de colores más rompíamos el cuello". lagarto, un color sucio y negro, oscuros la mayor parte de las Mucho más subjetivo es una gran boca con una papada especies peculiares del archi­ "'Nillimn M. Da vi~ alnanar su colgando debajo ( ... ), y largas piélago de las Galápagos". experiencia con las aves en ganas y cola". 00 00 Darwin observó 25 especies 1as Encantadas en 183 5: Sobre las iguanas terres­ de aves terrestres y subrayó "Unos pelícanos con aire filo­ tres, Darwin tmnpoco tiene que la mayoría eran endémi­ sófico, tal vez inventando una opinión muy hnena: "Lo cas de estas islas. nuevas teorías en el arte de la mismo que sus primos de la John Coulter, que investigó pesca, coronaban las partes especie n1arina, son animales en solitario la isla San altas de las rocas, y grandes muy feos; la parte baja del Cristóbal por nnos días, relata cantidades de piqueros y otras vientre es amarillo-anaranjada su despertar después de la pri­ aves volaban gritando sobre y el dorso rojo-parduzco; el mera noche: "No me desperté nuestras cabezas". ángulo facial, extremadamente 60 hasta el dla siguiente, cuando pequeño, les da aspecto de

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" gran estupidez. Quizá son algo su Viaje alrededor del Mundo en que, en San Cristóbal, más pequeñas que la especie en la fragata La Venus, todos los pájaros iban en marina, a pesar de que he durante los años 1836-1839, dirección este. "Esto le dice encontrado algunas que pesa­ hace una larga descripción de en seguida a uno, que si sigue ban de 10 a 15 libras. Sus la flora de Galápagos y a los pájaros u observa hacia tnovimientos son lento:-; y describe solo de paso los ani­ donde van, tendrá la seguridad parecen hallarse casi siempre males. Petit-Thouars apunta de encontrar eso tan importan­ sumidas en un semi-estupor. que hay entre 12 y 15 va­ te que es el agua fresca". Cuando no están asustadas riedades de árboles nativos y Cuando Darwin observó marchan lentamente anastran­ tres especies de cactus, uno de unos caminos perfectamente do la cola y el vientre por el ellos "con un tronco extrava­ marcados hacia los manantia­ suelo. Con frecuencia se detie­ gantemente ancho". Este les de San Cristóbal, se quedó nen y parece que se duermen, explorador también explica intrigado: "Me preguntaba con durante uno o dos minutos, que la vegetación de las islas extrañeza qué animal seria el con los ojos cerrados y las parece empezar en las partes que tan metódicamente seguía patas traseras extendidas sobre más altas "donde hay una los senderos trazados en la el ardiente suelo". humedad constante debido al dirección tnás curta". Pronto efecto de condensación del obtuvo la respuesta: "Las islas Una flora digna de latitudes aire". La vegetación luego se algo grandes de este grupo son árticas extiende hacia abajo y de esto las únicas que tienen manan­ "Todas las plantas tienen se puede concluir "que las tiales, situados siempre en la un aspecto miserable, y no he islas más fértiles son necesa­ parte central, y a gran altura. encontrado ni una flor", dice riamente las más antiguas". Las tortugas que habitan las -~ Darwin de la flora de las regiones bajas se ven obliga­ Encantadas: "Traté de recoger Las claves para encontrar das a hacer largos viajes cuan­ l todas las plantas que pude, agua do tienen sed. A fuerza de pero obtuve muy pocas, y son El hambre, pero sobre todo pasar por los mismos sitios todas hierbas tan pequeñas y la sed, eran dos de los más han trazado verdaderos cami­ de aspecto tan enfermizo, que grandes problemas de las lar­ nos que irradian en todas más bien parecen de la flora gas travesías marítimas. Los direcciones desde los manan­ ártica que de la ecuatorial". viajeros, a menudo, tenían tiales hasta la costa; siguiendo El interés del famoso natu­ épocas en las que el agua esta­ estos senderos fue corno des­ ralista inglés por la fauna era ba totalmente restringida. Por cubrieron los españoles los evidente y le puso mayor aten­ ello, el avistar tiena firme era manantiales". ción que a las plantas, aunque un alivio ya que se preveía eso sf, se encargó de recoger que se podría encontrar agua Una visión romántica de las varias muestras para llevarlas fresca para calmar la sed. Las islas remotas consigo a Inglatena y luego Galápagos, a primera vista, La particular historia poder describirlas. Años des­ dejaban sobrecogidos a los natural de las islas y sus par­ pués en su Viaje a bordo de sedientos marineros ¿Cómo ticulares flora y fauna tenían Beagle, Darwin admite que encontrar agua entre las grie­ la capacidad de despertar en "bajo el punto de vista botáni­ tas de las rocas negras? Una los viajeros la sensación de co, presenta este archipiélago exploración más minucioKa de estar frente a un espectáculo tanto interés como bajo el zoo­ las islas grandes, como primitivo, de transportarlos al lógico ( ... ). Conóccnsc lwsla Tsabcla, .Plorcuna o San inicio de los tiempos cuando ahora 185 especies de plantas Cristóbal, les permitía ver el mundo era inhabitable y 00 con flores y 40 especies criptó• que, al adentrarse, la vegeta­ salvaje. Como antes había• 00 gamas, en total 225 especies; ción se vol vía más tupida y las mos dicho, en los expedicio­ yo he tenido la fortuna de des­ posibilidades de encontrar una narios había un fuerte senti­ o cribir 193. De las 225, hay lOO fuente natural se multiplica­ miento romántico movido 1u que són nuevas\ limitadas pro­ ban. Los viajeros también sobre los ejes de la dicotomía L.U bablemente a este archipiéla­ observaban a los animales entre el goce estético y el -¡;; go". puesto que, si podían vivir en orgullo civilizador, en con­ " Los gustos de Darwin con­ las islas, necesariamente debía traste con la admiración por trastan con los del francés haber agua. El médico John la naturaleza en su estado Abe! du Petit-Thouars, .que en Coulter, por ejemplo, se fijó menos modificado. 61

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" William Davis, que visitó Esta visión de lo nunca sobre la musgosa cima de una las islas a bordo de un ballene­ antes tocado o visto, excitaba profunda garganta boscosa, ro a mediados de 1800, se con­ la mente de los viajeros. La rodeado de troncos de pinos fie::-:a admirado: "Mientras atra~ vida del Viejo Mundo, con sus caldos, y recuerdo como en un vesábamos estas i:-:;la:;; supuesta­ ciudades y aglmncración de sueño mis otros vagahundeos, mente de creación reciente, yo gente, se contraponía a la vida distantes, en el corazón calci­ estaba continuamente imprew natural y pseudosalvaje que nado de las islas mágicas, sionad~ con el pensamiento de uno podía llevar en las parles rememoro los súbitos destellos que estábamos leyendo el pri­ más apartadas del planeta. de los lúgubres caparazones y mer capitulo de la Creación, Davis dice, por ejemplo: los largos cuellos lánguidos donde la tierra fértil aún no se "Cuando la 1nañana se abrió que sobresalían de los raídos había fmmado y tampoco había ante nosotros, nos refrescó y matonales y entreveo las rocas sido introducido ningún orden trasportó con el salvaje mundo vítreas del interior surcadas supetior al de los reptiles ( ... ). de nuestros alrededores. por profundas señales, labra­ La más audaz imaginación de Discutimos las posibilidades das por los lentos am"lres de Occidente que trae a la mente de vivir en el corazón de la las tortugas durante milenios la imagen del Niágma cayendo isla, y casi nos convencimos en busca de las charcas con un en el Vesubio, una terrible esce­ de que una vida aRÍ sería poco de agua, difícilmente na sin duda, es un juego de preferible a mucho de los qne puedo resistir la sensación de niños comparado con las esce­ habíamos visto en los barrios que alguna vez he dormido nas que dieron nacimiento a bajos de las grandes ciu­ sobre un suelo de maléfico estas islasn. dades". encantamiento". Las impresiones del La novela de Daniel Defoc comandante del Blande, Lord La vida de Robinson Crusoe Byron, son similares: "El lugar hizo aún más atrac!i va la vida Bibliografía es como una nueva creación: cmno un sulilario náufrago. BARLOW, NORA (ED.), Charles los pájaros y bestias no se apar­ Coulter, a quien le gustaba lo Darwin's Diary of the Voyagc of H. tan del camino, los pelícanos y exótico pero no la idea de que­ M. S. "Bengle" Seplember 7th - leones marinos nos miran dmse para siempre varado en Octobcr 20th, 1835 en Juhn Worarn. directamente a la cara como si un punto perdido del océano, http: //www.galapagos.to.// no tuviéramos derecho de no dejaba de sorprenderse al BYRON, LORD GEORGE ANSON, inmiscuirnos en su soledad; lm; constatar que en casi todas las Voyage of 11. M. S. Blande to the pequeñas aves son tan mansas islas desoladas del Pacífico Sandwich Islands in tlw Years 1824- que se detienen en nuestros vivía algún excéntrico Robin­ 1825. en Jolm Woram. hup: //www.galapagos.to.// pies, alrededor de este ambien­ son. La isla Floreana tenía su te hay volcanes ardiendo. En náufrago particular: un hom­ COUCI'I-m., JOHN, Adventures in tlw conjunto, es una imagen tan bre llamado Pat que se autodc­ Pac(fic; with Ohservmions on The Natural Productions, Mwmers and salvaje y desolada como solo la nominaba el "Rey de la Isla". Customs of the Native.1· of the hnaginación pueda crear''. Cuando se fue, le sucedió otro Vnrious Islands,· together with En FiU solitario paseo por de nombre Johnson. Remarks mz Missionaries, British "' las islas, Coulter se cues­ Cerremos este breve and Othe.r Residents, etc., etc. Dublin: Williarn Cuny, Jun. and Co. tiona: "La pregunta puede ser recue-nto de lat> impre~ioncs e11 Jolm \Vonun. hecha, ¿no me sentí solo? Y que los viajeros

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" of !lis Majesty's Ships Advenlure PORTER, DAVID, Jounwl (la Cruise and Beagle. Lom.lres: Hemy made lo the Pacijic Ocean, by Colburn, 1 R45 en John Woram. Coptain David Porter, in the United http: //www.galapagos.to.// States Frigate ESSEX~ in the years 1812, 1813, and 1814. Contuining Joumal of Researches into the Descriptions of the Cape de Verd Natural History and Geology of the Islands, Cwst.

DELANO, AMASA, A Narrative of PUIG-SAMPER, MIGUEL ÁNGEL, \kJyaxes and Travels, in the Crónica de una r;xpedidón románti­ Northem and Southem Hemi~;·­ ca al Nuevo Mundo. Madrid: pheres: ComprL<~ing 'l'hree Voyages Consejo Superior de Investigaciones Roulld tlw W(,rfd; Together with a Cient(ficas, 1988. VoyaRe of Survey and Discovery, in SillLLIBEER, JOHN, A Narrative of the l'dcijic Ocean and Oriental the Briton :., Vnyaxe to Pitcairn 's lslands. Boston: E. G. Housc.(1817) Island; including an Jnteresting en John Woram, http: //www.gnla­ Sketch of the Present State of the pagos.to.// IJrazils and of Spr::mish South FITZROY ROBERT (ED.), Narrative America. 2nd cdition. London: Law l~( the Surveying Voyages of his and Whittakcr. (1R1 7) en John Majesty's Ships Adventare rmd Woram, http: //www.galapagos.to.// Beagle, between the Years 1826 and TOSCAl'\10, lllJMBERTO (COMP.). 1836. descrihing their Hxamination lil Er:uador visto por los extranjeros of the Smtthern Shol'es of South (Viajeros de los sigloo~ XVIII y XIX), America, and the Beagle's Circum­ Quito, Biblioteca Ecuatc1riana míni• navigation of the Globe. Capítulo ma, 1960. XXI. Londres: Henry Co!bwn, 193Y en Jolm Worarn. WORAM, JOHN, Las Encantadas: http: //www.galapagos.to.// Human and Cartographic Histmy nf the Galapagos lslands HALL, HASIL, Extracts from a http: //www.galapagoR.to.// Juumal, written on tite Cowts of Chile, Peru, and Mexir:o, in the years 1820, 1821, 1822. Edinburgh: Archibald Constable & Co. (1826) en Jolm Woram, http: //www.gala­ pagos.ltJ.//

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Reflexiones literatura y Escritoras a secaS:; escriben de mujeres;

feministas que hacen o o guaJes particulares, E ·~ res, búsquedas de ] do, demostración

cía; corruptoras géneros. ¿Seres o

soporte en la .-~,,,J;,¡,,]·,.•' misma, un examen que se desde ninguna parle". Tal· vez tarea de analizar el texto a p;utir•, de una disciplina ideológiCa conceptual sea esa vocaci?h. ,, Tal vez la autora o el autor esté¡¡:,,; recreando ¡.;u ser cu una expe­ riencia estética que a1 ser enu:~:;-' co co gada en forma de palabra s\!,. supone sujeta al escrutinio o público, o a nuevas experiencias estéticas. No obstante la littlrat:unt•

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" imbuida de relaciones huma­ del cucstionamienlu esencial mirse tales. La provocación a nas. En este sentido, cuando sobre el cuerpo: lo personal es reflexionar sobre "lo propio, lo son cada vez más imprecisas e político. En esta década, la cri­ de una" dejada por Virginia irrelevantes las tipologizacio­ tica feminista expone el carác­ Wool 1' resulta en la búsqueda nes de la cultura a pm1ir de ter misógino de la literatura y de esa ''una misma" en la categorías sociales tradiciona­ la crítica literaria a partir de expresión y la representación, les y cuando la "feminización" una di.stinción espacial diacró• asi como la indagación de las de la cultma hace multiplicar nica, la del poder y además se condiciones de posibilidad de los números de lectoras, escri­ acuña una extensa literatura esta expresión, en el caso de toras y edl toras así como de reivindicativa. social, en espe­ las mujeres, desde un lado movimientos de mujeres, cabe cial a partir de la sociología. "menor", subalterno. Al res­ el intento de interpretación de Esto conduce al punto pecto, Elaine Showalter habla una Jiteratma, la escrita por focal de lo que se llama el de la evolución de la literatura mujeres, desde una determina­ "feminismo de la segunda ola" de las mujeres desde lo feme­ da visión ideológica: el femi­ (Millctt, K, 1970) representa­ nino hasta lo genérico, siendo nismo. do por el rompimáento con el esto lo diferenciado, lo "otro" Este artículo pretende reali­ padre2 donde la crítica se fun­ de la literatura con tradición y zar una mirada sintética a los damenta en el vocabulario lenguajes masculinos, para dar ejes temáticos más fuctics en sexista y estereotípico, la a

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Pero las oposiciones bina­ de occidente olvidaba por 1987). La conexión del cuerpo rias tanto en la literatura como ejemplo que las negras y Jos con el lenguaje (el lenguaje en el feminismo son superadas negros se expresaron crítica• sexuado) implica no solamente cuando se encuentran imagi­ mente de otras formas, en las jugar con las palabras sino narios sexuales sistemáticos historias, en los proverbios, en recordar el cuerpo; así, verbali­ en la escritura de los hombres, lo& acertijos, en !á música y la zar un sustantivo enfatiza la de violación en impotencia así tradición espiritual (Smith, importancia de la acción, con­ como de dominación. El mas­ 1977), en las filiaciones y víncu• fronta la pasiv[dad; el uso de culino y el femenino son enton­ lo& humanos que tienen otras prefijos y guiones otorga tam­ ces construcciones culturales dimensiones y significados. bién significados distintos a las ficticias. La literatura es tam­ palabras; esto hace que se bién un espacio político estmc­ "listaba bailando, mis pies y mi exprese un lenguaje gesticular y turado por ideologías sexuales cuerpo estaban haciendo lo cmporal en las palabms escritas~ y sociales frente a las cuales las cotrecto. Y entonces me dejé lle­ una forma de expresión femcni­ escritoras se manifiestan de var, dejé que fa orquesta me na (de hombres y mujeres), que distinta forma. La literatura empujara, me lanzara hacia había sido vista desde el punto feminista o que invoca al femi­ delante, tirase de mi ( .. .). La de vista de muchos textos tnas­ nismo es aquella que a partir de música era mi amiga, mi amante, culinos cmno "excesiva" (Jar­ la autobiografía, la narrativa, la mifámilia" iline, 1988), Juera de la "acade­ poética, abre paso a críticas y mia", suavizada. Maya Angelou, teorías postestructuralistas y La escritura experimental, la Encontraos en mi nombre, 2000 postmodernistas que hacen movilidad de las fronteras entre renacer al sujeto mujer (Ci­ La construcción del concepto de los dis~ ntos usos del vocabula­ xous, Clement, 1987). género que es una fase poste­ rio que ha estado insufla do de Así, desde el feminismo rioT, imbricada en los noventa, poder, pueden alterar y confron­ deconstruccionista se destaca im_plica la inclusión, en un solo tar la literatura tradicional, el lenguaje textual femenino sentido crítico, la raza, la sexua­ incluso con la [ncorporación de que puede estar presente en lidad, el activismo. Implica nuevas terminologías, fonnas hombres y mL\jcres; este len­ muar las diferencias de género de contar (la biom[tografía, por guaje presenta ausencias, rup­ y sexo en tcxlDs de hombres y ejemplo da cuenta de historias turas y vinculaciones, metáfo­ mujeres. Traer los lenguajes de vida 4ue hacen referencia a ras alusivas a sexualidad y mmginales o menores al plano creencias y construcciones diferencias libídicas y genita­ de la discusión "mayor", incor­ mentales tanto cmno a viven­ les. Hclene Cixous y Luce pomr el homosexualismo y la cias reales) y tipografías. La lrigaray habbn de sexualida­ masculinidad como enfoques de ruptura adquiere matices de des reprimidas que crean for­ análisis, las relaciones sexuales forma así como de fondo. La mas de pensar que permane­ y !as de poder. De hecho, las expresión más que textual, "lex­ cen mudas en un sislema rcpresentacione"' de la homose­ tural", presenta ritmos, sonidos, patriarcal. Kristeva más ade­ xn<~lidad no pueden ser entendi­ palabras defonnadas, diarios y lante definirá este lenguaje das fuera de su relación con las representaciones personales de como una semiótica que se mujeres y el sistema de géneros; hechos sociales (Humm, 1998). rem.onta a etapas prc-edíplcas. pm ejemplo las rcpresentacio­ La multiplicidad de la iden­ Estas reflexiones rompen con nc:-:: de la homofuhia o misogi­ tidad es retomada por autoras y lHs oposiciones binarias pero nin. Durante Jos noventa Ja críti• críticas en el contexto de la también, a decir de muchas ca literaria feminista sigue al tram:nacionalidad y la migra­ críticas, ignoran y difuminan fcrninl¡;;mo dcconstruccionista ción en el mundo global. Lo 00 00 las vinculaciones sociales del dejando a un lado el supuesto de nútico-histórico, propio de sujeto mujer, olvidando por hetewsexualidad y el de igual­ cada espacio nacional o subna­ ejemplo elementos como la dad entre hombres y mujeres, cional se transfonna inlluencia­ raza u otras formas de adscrip­ collslmyendo un discurso desde do por el desvanecimiento de ción sexual como el lesbianis­ la semiótica y el cuerpo. Así se las fronteras; se incorporan las mo. De hecho, la escritura lés­ descubren imágenes, metáforas, historias de vida como elemen­ bica era en principio reivindi­ alusiones, como parte del lcn­ tos de transculturación, de cada como tal, distinta, más gu aje temenino cuya visibiliza­ transformación, de viaje, de que dentro del feminismo lite­ ciña rompe con la dicotonúa paso, renaciendo ( Anzaldúa, 66 rario. Es decir, c1 feminismo naturaleza/cultura (Cixous, 1990).

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" La cultura, que va infor­ un telar de maripo:\:as, el lento precolombina, la conquista y rriando las creacionel:i humanas gestar de frutas en las corolas de el mestizaje. De esta forma, el o, mejor dicho, que se alimen­ los azahares.. ". anti-colonia1ismo se expresa ta de ellas, trastoca las expre­ en la recuperación de historias Gioconda Belli, siones literarias y artísticas en y mitos, nombres y símbolos La mujer habitada, 1992 general, es más que una for­ que tienen raíz femenina. malización y una representa­ En Latinoamérica el movi- Del otro lado de la con­ ción, el "producto del ser" miento feminista abre la posi­ quista y de la historia de (Ogundipe, 1984). En esto bilidad de escribir "diferente", pohrezc:t, en Latinoamérica radican las diferencias en crea­ rompiendo convenciones y está la sobrevivencia, a cuya ción y expresión de hombres y paradigmas en la escritura y el lucha se adscribe una literatu­ mujeres, que parten de distin­ lenguaje, en un amplio espec­ ra "comprometida", más pro­ tos dominios sobre significan­ tro entre la denuncia y la esen­ pia de las regiones que sufren tes sociales y axiológicos, his­ cia. Para Martíncz A., (2004), de dominios dictatoriales y tóricmncntc 1nasculinos, en la mirada de las mujeres en el violentos. Estos dos elemen­ especial en ciertas regiones del discurso textual tiene su tos, el mítico y el político, se mundo. La escritura de las explosión entre Jo, setenta y expresan a Ira vés de un géne­ mujeres africanas e indígenas ochenta, sin que haya estado ro muy propio en la región, el demuestra un proceso de des­ ausente antes. La rclcctura testimonio que, sobre la base tetritorializaci6n que subvierte que se hace de la liieratura de la oralidad, registra la his­ el discurso crítico feminista de desde el feminismo tiene simi- toria y la ficción (en relatos occidente, lo rematerializa, Jo lares características que la que como Me llamo Rigoberta recorporiza a través del realce se hace en otros lugares, a par­ Menchú o !\sí me nació la de Jos sonidos, los cantos, la tir de la identidad y la sexuali­ conciencia). Esta historia-fic­ poesía, la danza. Al escribir de dad, el sistema androcénlrico. ción que hace parte del realis­ sus vidas a partir de la identifi­ mo mágico en lenguaje litera­ cación de sí mismas y de su (, rio más universal es~! signifi­ posición frente a la vida y a la . L , , cante de la condtcwn latmo- creación, estas mujeres - \ americana que expresa en rompen preceptos de la sus líneas textuales su teoría literaria. Este lenguaje propio, el enfoque y el análisis marginal, de los y las crítico ayudan también marginadas, en escri­ a entender cambios toras como Elena culturales en la historia Poniatowska y Vic­ y hacen que se vuelva a toria Ocampo. La la materialidad de la heterogeneidad que dominación y la violen­ no olvida la historia es cia, aterrizar en el mundo una característica de los que viaja de forma paralela contenidos literarios de y que sigue siendo inaccesible las mujeres latinoamcrica- para muchas y muchos (An­ nas. gclou, M., 2002). En nuestros países, sin embar­ "Kirilf se estaba bañando en Latinoamérica y la go, se consagra un punto uli' río: alguien/e dUo que venía el transfiguración desde donde se escribe en enemigo, pero él no le creyó y no ro todos los géneros, y lo hacen se salió del agua. /.legaron y lo ro "Una parte de mi cue1pu está hombres y mujeres: se escribe mataron allí mismo, dentro del sumida en la tierm dándome una desde el ,"lcrccr n1undo", se río. Dpña Magdalena, que ya no firme sensación de equilibrio que devela el colonialismo y la tiene dientes y se pone anteojos nunca sentí cuando andaba apo- dominación, se denuncian los para leer. lo llora todos los días yada en la supeJj'i"cie, cuando sólo procesos de la historia. En el allá en un rincón de su casa. Pero lerda pies. Es de noche entonces y caso del feminismo esto ·"igni- el Kirilf se quedó denttv del agua las luciérnagas revolotean alrede- fica reconocer y destacar la enfriando su cuerpo y apretando, dor de ptíjnros dormidos. La vida especificidad cultural en la entre los tejidos de su carne pom- bulle enmf cumuunestarp'reiiada; heterogeneidad, la hisloria sa, las balas que lo mataron". 67

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Nellie Campobello, nación, la mártir, la apasiona­ guajes y estilos específicos por en Elena Poniatovska, Siete da, la revolucionaria, la artista, ser socialmente poco acepta­ Cabritas, 2000 la camarada en oposición dis­ dos. En este sentido, escribir cmsiva a la mujer que presen­ de mujeres, a decir de la auto­ La separación de la acade­ taR lo~ escritos literarios mas­ ra, implica ubicarse en un sis­ mia y los mundos cambiantes culinos, pero también en opo­ tema ideológico que destaca en un espacio de hibridación sición al sistema de domina­ en el sujeto mujer su posibili­ constante provocan también un ción material y simbólica del dad de ser y estar en el mundo, mcstiz'\ic genérico, de esque­ que su nación es objeto. más allá de la alteridad o de lo mas literarios entre crónicas, Incluso más allá del esquema marginal poco "transferible" pequeñas historias, novelas y literario tradicional, desde la hacia lo humano universal. Es cuentos donde no caben tipolo­ vivencia que es co1no las un riesgo, dice, agrupar, más gizaciones precisas. El mito y mujeres se han expresado en la aún cuando las mujeres han el mestizaje literario son tam­ historia, se textualiza la resis­ sido agrupadas desde la histo­ bién para toda Latinoamérica y tencia de movhnientos cmno ria, pero destaca la necesidad las mujeres en particular una el zapatista y las FARC. de visibilizar y sentir, desde estrategia de subversión de la espacios abiertos de discusión historia ollcíal, un modo de Las ecuatorianas y la recien­ y educación expresiones legí• aprendizaje, de construcción te multiplicación literaria timamente políticas de las identitaria a través de heroínas, mujeres. santas y brujas, vírgenes aborí• "... ¿Y .si un día amanecieran las genes que resultan oposiciones calles todas con candado { "Debajo de este sol de miel de o transformaciones de la vir­ ¿Y si los árboles no cesaran abeja 1 usted me ha dicho cosas gen cristiana. El cuetpo es tex­ de crecer? especiales; 1 me ha diclw por . tualizado a través de metáforas ;, Y si mi corazón se mudara al ejemplo 1 que me soñó volando en o táctiles, deseos, fantasías ¡¡¡ pecho de un canario?". el verano 1 igual que una libélula. 'e donde la represión ha sido más Y yo quiero contarle 1 que tuve tan­ fuerte. La relación con la tierra Sara Vanégas, 1980 j tas ganas de perderme, 1 de aban­ es fundamental, más propia Una de las escritoras que más donar la escoba de la cocina, 1 la que en otras regiones. Esto, se ha aproximado al mundo ropa en medio alambre 1 y el guiso más allá de exacerbar la mira­ literario de las mujeres en de tomates. da de la explotación masculina, general y las ecuatorianas en Y usted presiente 1 que a veces mis también permite que la expre­ particular es Cecilia Ansaldo. ideas se desbordan 1 y avanzo por sión recoja una simbologiza­ Para ella, el género (literario) mi sangre a contenerlas 1 de ptvn­ ción del cuerpo, de la fertili­ femenino comienza a consoli­ to se atraviesan tantas cosas 1 o se dad, del parto: "este cuerpo darse desde los ochenta, pero derrama el ponche /y cuando que es mío y no es mi cuerpo" la crítica y valoración literaria encuentro el lápiz/ en vez de las (Guerra, L., 2003). ecuatmiana ha puesto énfasis ideas brotan cuervos, !retomo el En el cono sur la novela de en los escritores en un contex­ pensamiento 1 y en vez de las pala­ la censura a cargo de escritoras to histórico particulmmente bras salen grillos. como Isabel Allende y Alicia difícil para las luchas de las Y usted no duda 1 que a veces mi Steinberg parle de un modela­ mujeres ecuatorianas que han cerebro es una flauta 1 que al no je simbólico donde la historia estado -de las que m~l~ en poder tocarla se revienta. política y la resistencia-terror Latinoamérica- tradicional­ Por eso esta mañana 1 yo quiero se expresan en individualida­ mente al margen de la vida retener mi fimtas(a 1 brindúndule des insanas, suicidas, soñado­ pública y la política en el sen­ esta página de azúcar. 00 ras, desequilibradas. Más al tido de interacción y dilucida­ Pero se daña el timbre 1 y se atravie­ 00 nmte, en Centroamérica, esto ción, incluso lingüística. Más w un huésped 1 y desde la ventana se transfonna en lenguaje de lo allá de pensar en si existen ras­ de mi cráneo/ usted se arroja al sensorial expresado en el gos específicos en la literatura suelo y se hace flizas ". gusto, en la cocina como cen­ de mujeres, Ansaldo considera tro del amor y de nuevo, la Violeta Luna, Usted, 1975 que la discusión se centra en resistencia. México ha recons­ los contenidos patriarcales o Ansaldo (2001) dice, respecto truido e iconizado 1nujcrcs que misóginos de las obras litera­ ul cuento ecuatoriuno, que si simbolizan distintas facetas de rias femeninas, que implican hien existe poco registro e la historia e identidad de la 68 inclusive renegar de estos len- investigación sobre mujeres

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" escritoras en Ecuador se apre­ abuela miedo en los ojm; abuela recen muchos de los elemen­ cia en la obra anterior a los gritos en la madrugada abuela tos

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Más aún cuando Be concep­ así como la publicación y el lleno en las expresioneB cul­ tualiza la literatura "femeni­ debate político. Por esto, la turales como creadoras y na". A decir de Laura Freixas escritura de las mujeres ha espectadoras, feminizando la (2002) se alude a una raíz sido considerada "íntima", cultura, participando en ella axiológica negativa relacio­ "sensiblera". cursi (lo que (ironizo, ;,será porque tienen nada con desvalorizac-ión y aplica también a las lectoras más "tiempo libre"?), infor­ discriminación. Decir ''litera­ mujeres, "lectoras de hest­ mándola. Las mujeres en­ tura fem~nina" ha implicado sellers") y cuando las muje­ cuentran en el mundo real reconocer que se está en la res se aproximan a escribir menos satisfacciones y por marginalidad, que alguien sin objetivos escriben "como esto, dice Freixas, ficclonan, externo (los hombres) la ha hombres" e incluso han debi­ imaginan, se estudian para considerado diferente, espe­ do adoptar lenguajes corpora­ entenderse y entender su con­ cífica, poco universal. Las les y materiales masculinos dición. 1nujeres en la literatura se (travestidas, "del tercer se­ La literatura y las expre­ "dejan conocer" por un sujeto xo"). Más aún, los hombres siones de arte (como dominio o un enfoque masculino que que escriben sobre mujeres público en tanto intersubjeti­ es universal. De hecho, la por lo general las posicionan va), históricamente han pro­ literatura escrita por hombres en su relación con hombres ducido representaciones de no es considerada "masculi­ aun cuando sean sus persona­ diferencias de género que na", representa al colectivo jes centrales (ver, por ejem­ contribuyen a la percepción de escritoreB, no de hombres. plo Mujeres a orillas del río, social de valencias distintas Entonces, adjuntar "femeni­ que cuenta la historia de la de hombres y mujeres. Frente na" como calificativo de la Alemania posthitleriana des­ a esto la producción y la críti• literatura implica que lo de los ojos de las compañeras ca literaria desde y de las .o importante o relevante de las de militares alemanes). mujeres presentan algunos ~ ·¡: mujeres escritoras es "ser Cuando las mujeres asu­ retos. El primero de ellos es mujercB", refiriéndose ade­ men la escritura se asumen profundizar en la descoloni­ ..2'ª máB a todas por igual. No también como personajes cla­ zación de la literatura y la crí• obstante, para la misma auto­ ves, sujetos históricos que se tica literaria, la revisión pro­ ra, la evidente carga ideológi• relacionan entre sí y también funda de los troncos teóricos ca del concepto o de quienes con ho1nhres. Pero alÍn con tradicionales, la reconstruc­ lo acuñaron no excluye la este supuesto, y partiendo de ción del mundo literario a tra­ existencia clara de caracterís• las reflexiones anteriores, vés de las mujeres y los hom­ ticas particulares de la escri­ solamente se pueden intuir bres en un determinado espa­ tura de las mujeres, distinta ciertas características que han cio y tiempo aBumiendo e en aprendizajes, raíces, cir­ ido configurando el entrama­ incorporando unas determi­ cunstancias de creación. De do complejo del mestizaje nadas relaciones de poder en hecho, para Freixas (2002), literario en la literatura de las la práctica de la biopolítica, un género clásico histórica• mujeres, en particular latino­ la geopolítica y la historia. El mente ejercido por las muje­ americanas y ecuatorianas: la segundo es la profundización res, la novela -desprestigiada intertextnalidad, la diversi­ del aprendizaje intra y trans­ por su condición anecdótica, dad de códigos, la oralidad cultural en los lectores y las popular~ vivencia!, 1-::ln nor­ del discurso, la incorporación lectoras, a parLir de su propia mas ni modelos- es "rescata­ de relatos de diversa índole y interpretación de la diferen­ do" hacia la academia y la origen, de diverso estilo e cia y las relaciones de género. escritura de hombres con intencionalidad, sobrepasan­ m tercero es apropiarnos de 00 00 intenciones ''literarias'', que do lw_·gamente los troncos nuestros lenguajes y semióti• no estaban presentes en las académicos tradidonaleR, los cas ~orporales, asumirnof.; mujeres. Escribir de las muje­ oficiales. Es este ritmo litera­ como sujetos creadores con res era considerado una tera­ rio "'as.incopado" (Martinez, diversas idenlidades que pue­ pia, una forma (marginal y no A., 2004) el significante del den transmutar entre hombres bien vista) de ganarse la vida n1estizajc que se revela, ini­ y mujeres pero no por eso o una función didáctica. La ciado y a desde Sor Juana Tnés dejar de ser reconocidas y estética como consumo satis­ de la Cruz y continuado infi­ ampliadas en la cultura. El factorio era tarea de los hom­ nitamente hasta el presente cuarto es explorar la transgc­ 70 hre:o:; creadores y escritores, cuando las mujeres entran de ncridad, la utilización de

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" recursos di versos provenien­ DE BEAUVOIR, SIMONE, (1949), MARTÍNEZ, ADELAIDA (2003), "El segundo sexo", Edhasa, "Feminismo y literatura en Latino­ tes del arte, del rilo, de la his­ Barcelona - américa", revista electrónica, Perú toria y de la cotidianidad; FREIXAS, LAURA (2002), MEDINA, RAQUEL Y ZECCIII, dotar de dinamismo y movi­ ''Literatura femenina", F.ntrevista BÁRBARA (2002), miento a la interacción creati­ con Isabel Sru1tamaría, M éxicn "Sexualidad y escritura (1950- 2000), Anthropos, Barcelona va, buscándonos a nosotras GARDlNUR, JUDITH, ( 1982), nüsmas en la creación y An interchange otl Jemi..nüt criti­ MILLET, KATE ( 1970), recreación que son, en última cism, Feminst Studics, 8 "Sexual politics", Douhleday, N. York instancia, habitus polfticos. GRUPO MUJER Y SOCIEDAD, (2000), Mujeres que escribieron en MONTERO, ROSA, (1995), el .'>iMio XX en "En Dtms -palabras", "Historia-s de mujeres", Alfaguara, Bibliografía junio 2000, Bogot<1 España ANGELOU, MAYA, (2000), GUERRA, J .UCÍA, (2003), Alborada, OGUNDIPU, LESLIE, ( 1984 ), "Encontraos en mi nombre", Feme­ en "J ,os Noveles; ellas:", mayo­ African women, culture and ano­ nino Lume11, 1-\mcelona junio, 2003, Pení ther devefopment, Journal of Afri­ can Marxism, No, 5. ANSALDO, CECT! JA, (2001), HOLTZ, GILDA, (1995), "Cuentan las mujeres, antología de lA voz en r~ff, en "Turba de signos", PONTATOWSKA, ULENA, 2000, narradoras ecuatorianas", Seix Ba­ Abrapalabra, QuiLo "Las :-;iete cabritas", , nal, Quito México HUMM, MAGGTF, (1998), ANZALDÚA, GLORIA, (19YO), Fcminist Literary Theory, en SMITH, BARBARA, (1987), "La Frontera; the new mestita", Jackson, S., "Contemporary femi­ "Towards a hlack feminist criti­ Spinstefs/ 'Aunt Lote Book Com­ nist theorics". Edimburg lJniversity cism", Out and Out lmoks, N.Ymk pany. San Francisco pl'CSS, UK SHOWALTER, ELA!NH (1992), BELLI, GIOCONDA, (1992), LE DAEUFF, MICHELE, (1993), "Sexual anarchy, gender and cullu­ "La Mujer Habitada", Letrns de "El estudio y la rueca", Feminis­ re in thc fin de sit=cle", Virago, HolsiltQ, Salamandra, Barcelona mos, Cátedra, Valencia. Londres CTXOUS, llliLENE, (1987), MALDONADO, LUCRECIA, WOOLF, VIRGINIA, (1999), "The newly born woman", (1994), "No es el amor quien "Una habitación propia", Seix Ba­ Manchester Univcrsity Press, muere", Abrapalabra, Quito rral, segunda cdici6n, España Manchester

Notas

Investigadora asociada al Programa de Género Facultad Latinoamericana Je Ciencias Sociales FLACSO Seüe Ecuador 2 Sin que esto excluya "sallar de las faldas del padre a las del esposo", como di da Maria Moreno. 3 La histeria que Kristcva aiíos más tarde ctiticará como coiTclalo a la literawra de hombres.

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Hay poca claridad sobre cuál fuese la inglés si necesitaba trabajar acompañada de un lengua primera y pura que se habló libro para conocer el significado de las pala­ en España. La que agora tenemos está bras? De este modo, la agudeza idiomática y mezclada de muchas, y el dar origen psicológica del ejecutivo decidió la suerte de la a todos sus vocablos será imposible. ingenua secretaria que, obviamente, no fue Yo haré lo que pudiere, siguiendo la contratada. orden que se ha tenido en la., demás No cahe duda de que alguien con mayor lenguas, y por conformarme con los sentido común y mejor dominio cultural e idio­ que han hecho diccionarios copiosos mático, habría lamentado la pérdida de una llamándolos Tesoros, me atrevo a secretaria difícil de encontrar en los tiempos usar este término por título de mi obra. que corren: que hubiese pedido diccionarios solo corroboraba la seguridad y vigor de sus Sebastián de Covarrubias conocimientos idiomáticos. Sin necesidad de Tesoro de la Lengua Castellana acudir a Sócrates para reconocer la limitación o Española (1611) de toda forma de saber, ella había descubierto que cuanto más conocía la lengua, más necesi­ dad tenía de apoyarse en la autoridad lexicoló• TESOROS Y DICCIONARIOS gica de un libro que dilatara su léxico, que enriqueciera sus nociones y aclarara sus dudas. ifícil tratar un lema que apenas No hay mejor prueba de sabiduría que el reco­ se roza, mirándolo de soslayo, nocimiento de los propios límites y el anhelo, entre quienes no tienen como siempre insatisfecho, de superarlos. 2 especialidad la lingüística y aun ., Ella había pedido un tesoro difícil de ""2 entre aquellos cuyos estudios encontrar en ámhitos mentales poco propicios o del lenguaje les han llevado a encontrarse en esa a inquietudes que traspasan las melas inmedia­ u e extraña, amplia y singular vereda de la lcxico· tas. Un Tesoro, sí. Porque Tesoro o Tesauro es, "':¡¡ ::> grafía. Y sin embargo quienes hablamos y escri­ entre otros, y no sin razón, el nombre que, pre­ V) bimos hemos de vivir sometidos al dictado de cisamente según el diccionario, es el "dado por los diccionarios. Valga el momento para la sus autores a ciertos diccionarios, catálogos o siguiente anécdota que dice mucho del ser y del antologías" ... ¿Quizás porque se trata de libros no ser de algunos empresarios ecuatorianos. eu los que se halla un conjunto de 'ohjetos pre­ Como resultado del anuncio que resallaba en ciosos, escondidos, que suelen descubrirse por la prensa, a la búsqueda de una secretaria eticaz azar'? Si no es aleatorio el conjunto de voces que dominase el español y el inglés, una que un autor recogió en un Tesoro -también muchacha cabal, buena conocedora de las dos llamado, como en latín clásico, Tesauro- sí lo lenguas, dio una prueba escrita ainpliamente es, siempre, el hecho de descubrirlo: más allá satisfactoria para quienes querían contratarla. de cada término en él incluido, su origen, su Al terminar, fue presentada al gerente -ejecuti­ significado se nos revelan en feliz azar. vo, decimos ahora, como si solo fuera posible ejecutar algo vigoroso y profundo en el seno de lo crematístico-. Él la entrevistó, afanoso por LEXICOGRAFIA Y LEXICOLOGIA saber el alcance de sus conocimientos y de su posibilidad de colaboración. Las respuestas de Una de las más simples definiciones de lexi­ la entusiasta joven eran daras, sencillas, con­ cografía, 'disciplina cuyo objeto es la elabora­ tundentes. ción de diccionarios', a fuerza de sencillez Satisfecho el ejecutivo con las posihilida­ enuncia asuntos de gran complejidad, tanto 00 des de la muchacha, le preguntó, antes de con­ por el conocimiento y la responsabilidad que 00 fesarle que estaba decidido a contratarla, qué tal elaboración exige, cuanto por la enorme necesitaría en su despacho. Al pedirle ella, el diversidad de diccionarios, cada día más espe­ diccionario de la Academia y, a la vez, un dic­ cializados, más exigentes y excluyentes que cionario bilingüe español-inglés, inglés-espa· pueden elaborarse en las distintas lenguas. ñol, la decepción del 'ejecutivo' no tuvo lími• Considerada la lexicografía como técnica, nos tes: ¿cómo podría ser buena secretaria quien da los principios básicos de la composición de necesitara de un diccionario de su propia len· diccionarios; como parte de la lingüística, se gua para escribir con seguridad y corrección? ocupa de los principios teóricos en que se basa ¿Cómo podría confiarse en su dominio del dicha composición. 73

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Lexicología es aquel capí• típicas de su pueblo: "Un lexi­ muy negativamente criticado tulo de la lingüística general CÓRnJ.fo es un inofensivo gana­ por Juan de Valdés en su que es ludia el vocabulario pán que se ocupa en descubrir Diálogo de la Lengua, hacia considerado en su historia, su el origen de las palabras y en 1535. significado, su funcionamien­ precisar su significado" ... La voluntad de Covarru­ to~ las relaciones que se esta­ El caso es que la enorme blas -así escribe su nombre en blecen entre las distintas uni­ complejidad de un diccionario la edición primera de su dades léxicas, etc. siempre ilusamente 'comple­ Tesoro- fue la de inveRtigar la Asf, confonne la lexicolo­ to', asf con1o la especializa­ etimología de las palabras, gía dilata sus límites, la lexico­ ción que exige actualmente su corroborando en lo posible sus gra!Ia exige nuevas elaboracio­ elaboración, ha multiplicado el presunciones o descubrimicn­ nes, diccionarios distintos, núme1·o de estos inofensivos tm; con citas de autores clásicos cada uno escrito de:-;de diver­ fianapanes que hoy trabajan latinos y griegos y tumbién con sos puntos de vista: desde el en conjunto y a base de tantos citas de autores reconocidos en antiguo Diccionario de cuantos lexicones quepan en su propio tiempo; no importa Autoridades y todas y cada su biblioteca -o en 1a aparente cuán descabelladas fueran una de las veintidós ediciones inJinitud de la Red- cada uno algunaR de suR etimologfas: fue del Diccionario de la Real de los cuales exhibe una preci­ el primer español que llevó a Academia de la Lengua, hasta sión y singularidad impensa­ cabo, solo, el trabajo, descomu­ el más sencillo y elemental bles hace solo algunos años. nal para entonces, de reunir diccionario para estudiantes de más de siete mil palabras, locu­ primaria -esos que, de puro ciones, frases hechas, refranes pequeños, eran conocidos co­ EN LA HISTORIA y dichos populares y de regis­ mo diccionarios Liliput- pa­ DE NUESTROS trar en él, muy al estilo del sando por diccionarios bilin­ DICCIONARIOS Renacimiento, cuanto su "'e gües, diccionarios etimológi• mnplia formación humanística "'::J lf) cos, diccionarios ideológicos, El Tesoro de la Lengua le inspira respecto a las pala­ de dudas, históricos, de sinóni• Castellana o Española, com­ bras que, en orden alfabético, mos y antónimos, etc. etc. puesto por el Licenciado don va anotando... Costumbres, En este artículo no cabe un Seba~·titin de Covarrubias recuerdos, acontecimientos se i tratamiento pormenorizado de Orozco, Capellán de su deslizan entre palabra y pala­ 8 las exigencias fácticas que Majestad, mae.vtrescuela y bra, sietnpre a tenor de su inte­ ] supone la elaboración de dic­ Canónigo de la Santa Iglesia rés lexicológico. cionarios. Procurarernos, en de Cuenca y Consultor del En cuanto al Diccionario cambio, hacer una reseña de Santo Oficio de la Inquisicion de Autoridades, editado en seis los primeros logros de la lexi­ (sic), es el primer diccionario volúmenes entre los años 1726 cografía española; una historia monolingüe del español. Se y 1739, fue resultado del pro­ del resultado de preocupacio­ adelantó en más de un siglo al pósito que llevó a la fundación nes de academias y estudiosos Diccionario de Autoridades, de la Real Academia de la y de su concreción en variados primer diccionario 'oficial' de Lengua en 1714: "Hacer un y distintos lexicones. Y nos la Real Academia Española... diccionario copioso y exacto, referiremos, por ohvias razo­ Redactado entre 1606 y 161 O, en que se viese la grandeza y

nes, a 1 a preocupación lexico­ vio la luz en 1611, entre la poder de la lengua". Este gráfica de estudiosos ecuato­ publicación de la primera y Diccionario fue elaborado b[~jo rianos y sus resultados distan­ segunda parle del Quijote, y el modelo de dos diccionarios tes y actuales. ciento diecinueve años des~ monolingües que desde hada 00 00 pués de la edición de la prime­ un siglo, el uno, y un cuarto de ra Gramática de la Lengua siglo el otro, ya existían en GANAPANES Castellana, escrita en 1492 Europa: el diccionario que para por Fray Antonio de Nebrija el italiano publicó la Academia Samuel Johnson, padre de la en cun1plimiento de una orden de la Crusca, en 1612, y el de lexicografía inglesa y autor de de la reina doña Isabel de la Académie Francaise, de uno de los primeros, si no el Castilla. Es digno de señalarse 1694. primer diccionario inglés, afir­ también que el mismo fray Realizado de acuerdo con maba, allá por los años de Antonio había compuesto un un amplio plan, previamente 74 1750, con la 1lema e ironía Diccionario latino español, estudiado, el contenido de

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" cada artículo corresponde al dudas (de título aún provisio­ completo de la lengua españo­ mismo tipo de estructura inler­ nal), primer diccionario traba­ la, fuente de descubrimiento na. Cada lema -es decir, cada jado en común entre todas las de nuestra historia léxica? palabra que encabeza un ar­ Academias, mediante una Tampoco, por supuesto del tículo- contiene citas de 'auto­ comisión interacadémica de Diccionario de dudas y difi­ ridades', textos que incluyen redacción, constituida desde el cultades de la lengua españo­ dicha palabra, tomados de las año 2000 por siete académicos la, de Manuel Seco, ni de su obras de autores cuyo empleo representantes de las veintiuna monumental Diccionario del del español era reputado de Academias, más el represen­ e.igni ricadu. la inesperada muerte de su her­ o"' cuyas succl:iivas ediciones pro­ Tampoco puede olvidarse el mano mayor es un golpe que 00 ceden la mayor parle de dic­ mejor Diccionario de uso del no superará. Muere en 1911, 00 cionarios modernos y contem­ español, escrito durante largos dejando gran acervo, aunque poráneos publicados en nues­ años de entrega y de trabajo desordenado y de dificil inter­ tra lengua. por doña María Moliner. ¿Y pretación, de su enorme traba­ Entre los proyectos lexico­ cómo prescindir de títulos jo lexicográfico, que conclui­ gráficos más interesantes que como el Diccionario critico rá casi ochenta años más tarde, la Real Academia se ha plan­ etimológico castellano e his- debidamente actualizado, pero teado en la actualidad, se encuentra la redacción del Diccionario panhispáni,co de cionario de ""•"fi'v"v'.,

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" sin ser general, estudiase lo Ya en 1862, don Pedro Insistimos en manifestar más exhaustivamente posible Fernún Cevallos, que será el que nuestro designio no ha cada una de sus entradas, res­ primer director de la sido otro que el de inventariar tringiendo éstas a aquellas Academia Ecuatoriana funda­ sin demora lo poco que nos va palabras que ofreciesen alguna da en 1874, publica el Breve quedando del idioma copioso particularidad desde el punto catálogo de errores en orden y varonil hablado ampliamen­ de vista de su comportamiento a la lengua, con la voluntad de te en otro tiempo, y mediana­ sintáctico", gracias al afán del corregir y limpiar el habla mente en el día de hoy, por la Instituto Caro y Cuervo, de ecuatoriana, "de voces extra~ distinguida raza que produjo a Bogotá. ñas, impuras o desustanciadas Huayna-Cdpag, a Atahuallpa, Seguirán multiplicándose y de su verdadero significado a Quisquis, a Collahuaso y terminándose en lapsos muy que se han introducido en cooperó con su sangre a dar­ breves en relación con el traba­ nuestra patria", según el aca­ nn.v E,pejos y Mejfas. Cáu­ jo que significan, diccionarios démico don Julio Tobar sanos verdadero pesar el ver de primer orden, gracias, sobre Donoso. cómo decae progresivamente todo, a los enmmes avances En 1874 se funda la ese idioma, constreñido, en técnicos que facilitan estas Academia Ecuatoriana de la cierto n-todo, por la obstruc­ tareas, aunque no haya lugar Lengua, ámbito que favorece ción con que le circunda el aquí para referirnos de modo estudios lexicográficos y de castellano, y hemos querido pormenorizado al aporte insus­ corrección lingüística. E\ cita­ recoger a lo menos lo que de él tituible de la Red para la ela­ do académico Tobar se refiere se está usando al presente a boración de diccionarios: su al e'tudio titulado Voces fin siquiera de que la filología g memoria, la velocidad de bús­ Provinciales del Ecuador, de tenga este dato más para sus """2 o queda que posibilita, su posibi­ don Pablo Herrera, como ta1n~ sabias disquisiciones sobre las u lidad inmediata de respuesta a bién a las Breves observacio­ lenguas de América. ""' infinitas preguntas léxicas, su nes sobre ciertas palabras El citado autor termina así :J"' t/) capacidad de conservación y usadas en el lenguaje militar, su introducción al Diccionario organización, amén de la del general Francisco Javier quichua: corrección automática ortográ­ Salazar. Igualmente, cita al Estamos plenamente con­ fica e incluso sintáctica facili­ doctor Carlos R. Tobar, a vencidos de que nuestra obra tan, de modo hasta hace muy quien se debe Consultas al servirá para el gran número pocos años impensable, el tra­ Diccionario de la Lengua, de indígenas que en todas las bajo lexicográfico. "digno gemelo de la obra del provincias de la Sierra ecuato­ admirado bogotano Cuervo, riana tienden a subir un esca­ por el noble sentido de la ins­ lón siquiera en la Jerarquía LA LEXICOLOGÍA piración, la elegancia del len­ social, con la progresiva Y LA LEXICOGRAFÍA guaje y la lógica de las ampli­ adquisición de los rudimentos EN EL ECUADOR ficaciones correspondientes a literario.~; que servirá también cada voz". para facilitarles un acopio No existe un estudio pormeno­ Entre los trabajos propia­ oportuno de voces a los dignos rizado ni sistemático del traba­ mente lexicográficos, es decir, sacerdote,\' que evangelizan, es jo lexicográfico y lexicológico respecto de la elaboración de decir, civilizan, a es·os ecuato­ ecuatoriano. Tarea realizada, diccionarios, vocabularios, rimws sin ventura, y que en normalmente, por autodidac­ glosarios, nomenclaluras y algo contribuirá, finalmente, a tos, tiene, ya desde la Colonia catálogo:::., existen algunos hi­ facilitar el trato mcial con los y de modo especial en el siglo tos que, aunque no correspon­ numerosos indígenas habitan­ CXl CXl XX, lúcidos y afanosos repre­ dan todos a la elaboración de tes de la preciosa región sentantes que, además de su diccionario,s monolingües, ex­ oriental del Napa, que hablan trabajo idiomático han d¡,jado presan la justísima preocupa­ también el quichua, acaso más en el Ecuador, siempre en ción por procurar la comunica­ puro y correcto que !m de las medio de circunstancias acia­ ción entre los ecuatorianos comarcas andinas ... gas de la patria, la impronta hispano y quichuahablantcs. Entre otros notables trabajos de existencias de trabajo y don T,uis Cordero Crespo, ex realizados al respecto, se en­ entrega de lo mejor de sí mis­ Presidente del Ecuador, publi­ cuentra El quechua y el cañari, mos a los valores humanos có hacia 1892 su Diccionario de Octavio Cordero Palacios, 76 más auténticos. quichua; estudio de investigación

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" lexicológica de enorme signi­ Catedral de Quito, don afionizante, expresivo, flexible ficado en el primer curuto del Alejandro Mateus: y dulcísimo quechua, más siglo XX, cuando las discipli­ El contenido de la obra, afortunado que el anterior ... nas lingüísticas apenas tenían corre[iida y notablemente Durante todo el siglo XX se cabida entre nosotros. enriquecida, son muchas pala­ ha visto en el Ecuador la eclo­ Según don Carlos Joaquín bras que no conocemos, o que sión de trab,Yos lexicográficos

Córdova, (ó es de reconocer usamos en un sentido extraño y gramaticales de variado que a nuestros lexicógrafos del que tienen: frases y expre­ orden. En 1938 aparece Fuera debemos la existencia de un siones, con ejemplos escogi­ del diccionario, de Justino rico inventario de ecuatoria­ dos de las obras de Cervantes, Cornejo, que publica en 1942 nismo.\', además del corres­ santa Teresa, Fray Luis de Comentarios a uArcaísmos pondiente análisis y comenta­ León, san Juan de la Cruz y españoles u.~ados en América". rio sobre nuestro léxico". otros escritores, que son muy Su Diccionario del hampa El mismo lexicógrafo, útiles de saber, entre las que guayaquileña aparece en 1957 autor del mayor diccionario de no pocas hemos adulterado; y Apostillas a un diccionario, ecuatorianismos compilado multitud de palabr.as sinóni• en 1960; El quichua en el cas­ hasta hoy, titulado. El habla mas, homónimas y homófonas, tellano del Ecuador, en 1967, del Ecuador, (1995) manifies­ sobre nwdo útiles para escri­ así como Bagatelas lexicográ­ ta: "En~re nuestros lexicógra• lores y oradores; palabras y ficas, en 1976. fos son infaltables los nombres expresiones ecuatorianas en En 1953 recibe el Premio de Carlos R. Tobar, Luis incontable número; unas de de Investigación del Colegio Cordero, Honorato Vázquez, propia cosecha, y otras, adul­ Mayor "Nuestra Señora de g teraciones de la lengua, que Guadalupe", de Madrid, el A(fonso Cordero Palacios, "'E o Gustavo Lemas, Justino de Espaha nos trqieron: de extraordinario estudio, aún no u Cornejo. Allí eslán los nom­ entre estas, poquís~mas reco­ superado, El español en el bres respetables de Juan miendo, no pocas repruebo, y Ecuador, de Humberto Tos­ Corominas, Augusto Malaret, sobre las demás, como es cano Mateus, sabio ecuatoria­ Martín Alonso, Charles E. razón, nada expreso en pro ni no cuya temprana desapari­ Kany, para citar solo estas en contra. ción nunca será suficiente­ cuatro autoridades en lexico­ En 1956 muere el ilustre mente sentida. Aunque no se grqfía espahola e hispanoa­ cucncano don Alfonso trate de un diccionario, lo cita­ mericana con sus monumenta­ Cordero Palacios, hermano del mos aquí por su importancia les ohras en las cuales están polígrafo don Oclavio. En decisiva para el conocimiento presentes, en las re.~pectivas 1957, la Casa de la Cultura del español ecuatoriano y por­ bibliografías, los nombres de Ecuatoriana Núcleo del Azuay que contiene, en un óltima los lexicógrafos ecuatorianos publica la primera edición de parte, vi garoso material lexi­ a los cuales me he referido su Léxico de vulgarismos cográfico. Los trabajos de aqu(". azuayos, en cuyo prólogo, el di vulgacüín y corrección idio­ Don Honorato Vázquez no autor había anotado: mática del mismo maestro vio completa en vida la publi­ Los azuayos, a medida que Toscano, publicados en el diario cación de su obra Reparos nos pulimos, vamoS' olvidando El Comercio, fueron, igual­ ~mbre nuestro lenguaje usualJ absolutamente, sin siquiera mente, un hito como contribu­ que apareció solamente en confiar a un pobre catálogo ción al mayor dominio lexico­ 1934, por desgracia no libre de impreso, muchas dicciones, lógico de los lectores ecuato­ errores. La Casa de la Cultura modos de expresión, ele., que rianos. A ellos siguieron los Ecuatoriana hizo otra edición, pudieron servir, si no para notables y versátiles aportes 00 rclativmnente reciente, en incremento y lustre de la len­ cotidianos de los ·académicos 00 1991, minuciosamente corre­ gua española, a lo menos padre Miguel Sánchez Astu­ gida y revisada por el estudio­ para perpetua memoria de que dillo, don Hernán Rodríguez so cnencano Oswaldo Enca­ vivieron en la.~ regiones del Castelo, don Gustavo Alfredo lada V ázqucz. Azuay dos apreciabilísimos J ácomc, don Luis Mosco so Por esos müanos años vio idiomas: el ya muerto Cañari, Vega, y los de doña Piedad la luz la segunda edición de armónico, lleno y vigoroso, si Larrca Bmja, así como las Riqueza de la lengua castella­ hemos de regimos por las columnas tituladas 'Lenguaje na y provincialismos ecuato­ pocas voces, toponimicas las para todos' y 'Un espacio para rianos, del Chantre de la más, que de él nos quedan, y el la palabra', que aparecieron 77

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" durante un lapRo de veinte Aunque este trabajo haya En resumen, si no faltan años, primero en el diario Hoy intentado una visión de lo más aportes significativos al cono­ y luego en diario El Universo, significatí vo de la lexicografía cimiento y la divulgación del respectivamente, de Susana ecuatoriana, sin agotarla, sin español ecuatoriano, las Cordero. duda, dada la disper"ión en visiones dlspcnms piden a gri­ En 197 5 se publicó en tiempo y espacio de numero­ tos sistcmaticidad y continua­ Cuenca . un Diccionario de sos trabajos, no podemos dejar ción de tantos empeños par­ arcaísmos, del estudioso y aca­ de citar los empeños gramati­ ciales. La Pontificia Univer­ démico Luis Moscoso Vega. El cales de honda valía, de aca· sidad Católica del Ecuador, año de 1979 nos ofrece un démicos de justo renombre comprometida con don An­ notable aporte lexicográfico: la por su variado aporte al estu­ tonio Quilis para la elabora­ publicación del Léxico sexual dio del habla y de la cultura ción de un atlas lingüístico ecuatoriano y latinoamerica­ del Ecuador: -padre Miguel ecuatoriano, nos debe aún ese no, de Hernán Rodríguez Sánchez Astudillo, S.J.,Gusta· trabajo. E" de desear que de Castelo, reali,.ada en Quito, por vo Alfredo Júcome, Hernán nuestras universidades surjan ediciones Libú Mundi. En Rodríguez Castelo. empeños lexicográficos y dia­ 1984, aparece Castellano y Desde hace algunos meses lectológicos que, uniendo tan­ lexicografía médica ecuatoria­ recorre la geografía ecuatoria­ tos significativos saberes y na, de Piedad Larrea Borja, la na el libro Diccionario del uso aportes, contribuyan de modo primera académica ecuatoria­ correcto del español en el decisivo al conocimiento de na. En 1990, Oswaldo Enca­ Ecuador, de la autora de este nuestro español, única e lada Vázquez publica Modis­ artículo. Espera aún la aquies­ de paz con que mos cuencanos, vasta compiJ a­ cencia del público. realidad. ~'" o ción de locuciones y giros u empleados en el español co­ mún, especialmente en el habla azuaya. En 1991 se publica Un millar de anglicismos, de Carlos Joaquín Córdova, cuyo diccionario de ecuatorianüs• mos titulado El habla del Ecuador ( 1995) hemos citado ya. También en 1991 aparece un trabajo único hasta ahora en el Ecuadm; Atlas lingüísti• co y etuográfico de Twz­ gurahua, dirigido por Pedro Reino. En 1992, se publica el Diccionario de ecuatoriani.•· mos en la literatura, de Maria Jaramillo de Lubensky. Pedro Cárdova Á1varez hace un eru­ dito y significativo aporte sohre el español ecuatorümo con su obra El habla del Azua)\ aparecida en 1995. En 00 00 1997, Tamara Estupiñán pu­ blica el Diccionario básico del comercio colonial quite­ ño. El año 2002 la Univer­ sidad del Azuay publica en Cuenca el amplío e importan­ te trabajo de Oswaldo En­ calada: Diccionario de la to­ ponimia ecuatoriana. 78

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" La de a M. A.

reímos contar to­ qué hacer. Esperarlo fuera del do sobre Daca!, y sanatorio, ir al bar más cercano fallamos. No se y retomar los vacíos de ínter• acaban las histo­ medio con su lento desovillar rias de un hom­ de tramas. Pero la trama se ebre cuando está muerto) menos abrió por sí misma con el libro si se relataron con fragmentos de pésames que los padres de •• y pausas, menos aún si todavía Vlad dispusieron sobre el fume vive y persiste en volver. attio del velatorio. Daca! se Dimos casi por muerto a Dacal acercó, meti6 su mano bajo la en el giro de su historia con solapa del saco impecablemen­ Gcrda. Abandonado su antiguo te planchado, tanteó como si oficio en el que nosotros per­ escarbara y ahí estaba, volvía el sistíamos -anónimos redacto­ habitual, el sencillo, pesado res- decía demasiado con su K{tlister que conocíamos desde propio ejemplo. Fue así como la época en que trabajábamos le perdimos el rastro: la pelícu• con él. Presionó la estilográfica la de su matrimonio fue una sobre la página en blanco y en lenta toma con disolvencia a ese momento parecía que blanco, sin ceremonia de empezaba a escribir la trama de transición. Vlad en una línea y media que -Na da tennina -nos corre­ hojearíamos apenas se marcha­ lo suficiente como para no olvi­ giría, nos induciría poco des­ ra. Firmó. No se marchaba. darlo. Ya saben que pierdo bolis pués-. Nada, ni siquiera la Sostuvo el Kálister como si al primer descuido, y ustedes inquietud. No hay final ni quisiera corregir, o satisfecho, bien que lo aprovechan. principio, a menos que impon­ no lo supimos. No había nada Así regresaba, otra vez gamos principio y final. que corregir. Memorizamos lo completo y en una sola imagen Sentencioso, seguro de sí escrito: "Pocos pájaros canta­ -inmóvil cirujano con su bis­ mismo, se equivocaba. Sí ban, Vlad, pero tú decidiste turí antes de la incisión en había final. No precisamente escuchar. Canta ahora''. Luego carne- nuestro viejo amigo, el suyo, sino el de uno de no­ venía el nombre de letras abier­ maestro y memoria, Daca!. sotros. Vestido de negro, mo­ tas que se estrellaba en la fina No preguntamos por Ger­ teado de canas en las sienes, al pared de la última letra de su da. Fue él quien preguntó por el verlo en el velatorio de Vlad firma. Debíamos rondar por final de Vlad. Por primera vez no supimos quién le avisó. una tontería como el Kálistcr fuimos nosotros los que tuvi­ Nadie lo había hecho. Allí para acercarnos a lo que había mos 4ue desenredar la historia

CX) estaba, sin drama, sin ironía, escrito. Años atrás, en los de como protagonistas. Fuimos CX) de pie y solo, dejándose tocar su dominio en la agencia de dando pistas por tumos y cada en el brazo como si fuera él publicidad, cuando le pregun­ una nevaba a la novia innom­ quien recibiera el pésame. En túbamos por qué habla elegido brable, a los huesos de Vlad. cada toque nos sonreía curvan­ esa marca de cstilogr{tfíca, Daca! frunció la boca, bebió un do su boca de labios gruesos, volteaba su mano para ver sorbo de su cerveza y supimos sin revelar los dientes pero con bien el Kálister y respondía que era necesario cambiar de alegría de vernos. Sabíamos con calmada coquetería: Pesa tema. No quiso.

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" -¡,Quién era la novia? de nuestros hígados. Sólo que Kálister. Y lo veíamos así. -preguntó-. ¡,Por qué no me érmnos nosotros quienes lo También podfamos verlo en la dijeron nada? envidiábamos por su resisten­ tienda de estilográficas, con­ Se lo terminamos diciendo: cia al whisky. Nuuca lo vimos fundido con la gente que habla­ ella no quiso ir. Convenía que tambalear, ni perder la preci­ ba con la dependienta, pregun­ no fuera. De haber estado allí sión de sus historias sin prove­ tando por un Kálister de tinta se la habríamos señalado, y al cho, como insistía en llamar­ azuL En la pregunta había no señalarla la habría recordado. las. Es más, se volvía m~s con­ sólo una indagación sino una Vlad había cometido el error ciso, más lúcido, tan elíptico especie de nJCgo o expectativa, de mencionarla con cntusias­ que sus recuentos nos tomaban de inquietud si le decía que Ino en las últimas reuniones días para descitrarlos. No fue estaban agotados. De regreso, con Daca!. Hablemos cinco necesario descifrar el nuevo con su bisturí en el bolsillo, años después, repetía él frente giro de su historia. Se iba oh·a pedía que nosotros siguiéramos a cualquier entusiamo nuestro vez, a otra ciudad, y reconoci­ en paralelo la historia de Vlad. con la novia de turno, en tran­ mos el eco de donde venía. Ya Obedecí mos. Se trataba de ce a definitiva. no le perderíamos el rastro, Daca!. -No le hagan caso -repli­ nunca más. Fue entonces cuan­ caba Gerda, de paso por el do pactó el intercambio de car­ Segunda carta salón. tas. Por fin tendtiamos escrita Vladimiro, Vlad, es el único -Pues llevas tres años la voz de sus relatos. U no a de nosotros que se permite la -apuntaba él, sonriendo-. uno, en capítulos con destinata­ vanidad de un nombre y un Hablemos después de dos más. rio diferente, nos l'ue enviando apelativo. Vlad era una fórmu• Ella, luego de darle un gol­ los partes de su historia, el tin la económica y entrañable pecito en el hombro, se mar­ de la misma. Y su nuevo inicio, para el anacrónico Vladimiro, chaba pisando firme con sus como conespondía. y una posibilidad de desenro­ zapatos de tacón. Meneaba la llar· el apelativo hasta el nom­ cabeza enfatizando lo infantil Primera Carta bre si la oca:sión era grave. que era Daca!. Semanas des­ Relató el momento en que se Una vez se lo escuchamos pués hablábamos de otras detuvo ti'ente a los papeles del decir a su novia cuando quisi­ mujeres y de otros trances. Él tránlltc de su divorcio, en su mos retenerlo en una de nues­ tenía razón: cinco añoR era un nueva casa. Su historia con tras reuniones. Bastó recorrer tiempo prudente como para no Gerda estaba por terminar. La el nombre completo para saber hipotecar Jos portentos que se llanmmo~ historia porque bastó lo que ella calaba. Vlad quiso no~:~ ofrecían. Salvo para que nos enterásemos que se resistirse al trance de volver Dacal. A medida que pasaban había separado para darnos definitiva a su novia, y ante la los años y esquivaba el lustro cuenta que continuaba la espi­ resistencia, fue ella la que de prueba, nos fuimos alejan­ ral de sus rcconidos. Con las mostró resislencia, alejándose. do. Pesaha yue nosotros cmne­ pinceladas de sufi tlescripcio­ Pasaba de él, y Vlad, llamado tiéramos el mismo error una y ncs, veíamos su nueva casa al desorden, la seguía. otra vez, mientras él sobrevi­ sohre el acantilado, su estudio -Co'ncreten :-exigiría vía lejos del error. de trabajo, los papeles intactos Daca!-. ¿Cómo ocurrió él Fue entonces cuando c\ebi­ sobre e1 escritorio, la ventana accidente? mos preguntar por

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Tercera carta "No me preocupaba que esa vena de furia que se tnar­ Poco nos habíamos fijado en fuera abstemia -continuaba caba en medio de su deliciosa ella. Poco había en qué fijarse, Daca]-. Era algo más difuso, !rente. Luego, creí verla relaja­ acoplada corno una resonancia menos verificable, que le preo­ da, abrazando a nuestro hijo. a Dacal. "Era la esposa perfec­ cupaba a ella: sus padres se Los músculos de mi antebrazo, ta -escribió-. Me ordenó la habían divorciado. Y no era todavía comprimidos por el vida con ona gracia de jardín sólo aquel divorcio su preocu­ apretón, latían al mismo tiem­ inglés.' Diluyó el mal boceto pación, sino también los que po que nuestro hijo". que yo había logrado hasta ese tuvieron cada uno de sus "En esos dos esfuerzos momento. No porque dibujara padres por partida doble. Me Gerda todavía luchaba contra uno nuevo, sino porque lo inquietaba su aparente indife­ sus fantasmas de esposa per­ enmarcó. Era la esposa perfec­ rencia respecto a ellos. Yo era fecta, de divorcio latente. ta, lo he dicho, pero la mujer de la dcriva,.ella de los fantas­ Había que darle la calma para inadecuada. Durante algunos mas. Era comprensible que que no se dieran las mismas años, por los con-ectores del nos encontráramos para ser drClmstancias. Cuando yo creí hogar que construimos, yo una deriva de especu·os. Ella haber cumplido con las condi­ podía visitar ese boceto torpe creyó atarlos. Entró al matri­ ciones para que aquello no se pero iluminado, y saber que monio de la misma manera en repitiera, era a mí a quien tne estaba fechado, que se com­ la que entró a la iglesia en la entraba la duda. ¿Podría real­ prendía en .su momento. De una que nos casamos: apretándo­ mente ganarle a ese fantasma? u otra manera, ella había con­ me tan fuerte las manos como Me molesta cuando hablas as{, vertido mi pasado en un lugar si la estuvieran sacrificando, decfa Gerda. con un tono lan que se podía visitar sin riesgo, presa de un ritual pagano. Se suave que parecía ser yo el Aunque no había hecho nada agarrÓ tan fuerte que lUe detu­ agredido, y ella quien se justi­ para mi futuro -y remataba VO. Si ya era extraño que los ficara calmándmne,. Ducal- ... por suerte". novios entraran juntos a la Entonces Daca! evitaba ¿A cuántos viajes había lle­ iglesia, más extraño resultó mencionarle la prueba de los vado a su mujer? ¿A cuántos que nos detuviéramos. No dije cinco años. Fuimos nosotros lugares fueron, arrastrándola en nada!> no la miré. Dejé que quienes retomamos la cifra sus viajes impulsivos sabiendo sigui-era apretando mi mano para la historia de Vlad. que todo terminaba en ella basta que algo crujió entre mis misma? Demasiados viajes y dedos. Sacrificaba otra presa. Sexta carta sin embargo quedaron ciudades ¿Cómo firmar ahora?, tnc pre­ No había llegado a cinco años por ver, y las que recorrieron se gunté delante de los papeles. cuando su novia empezó a ale­ esfumaron en esa nlta nómada ¿Cómo firmar ahora con esa jarse y Vlad a recorrer esa dis­ de Daca! bajo la luna, como si misma mano? El Kálister tancia. Cómo hubiéramos que­ nunca hubieran existido, sólo seguía echando luz sobre otro rido tener una anécdota sor­ las no visitadas. "Nunca fuimos momento fantasma''. prendente respecto a él. Nos a La Habana, ni a México, ni a hubiera dado dignidad frente a La Paz. Nunca fuimos en bote Cuarta carta Daca!. Pero no la teníamos. La por Candc1n Town ni visitamos -¿Mt1mento fantasJna? -pre­ rondamos. lncluso habíamos Dclfos o Lugano. Nunca cami­ guntamos a vuelta de correo. conseguido algún Kálister, namos honachos y al amanecer para ver si adquiríamos su por las calles de Cusco, Quinta carta ritmo al trascribirla. Compro­ Barcelona o París, entre otras -Scttcillo rcspomliú-. Son bamos que esa estilográfica no cosas porque Gcrda no bebía. dos momentos idénticos con tenía nada de especial. Ni 00 00 Apenas logré que venciera su un sentido completamente escribía mejor, quizá un poco resistencia al vino. Me daba lo diferente. más firme porque era más mismo. Despertó otros aromas. "Gerda volvió a apretarme pesada que una Montblanc. ¡,A Todos igual de vaporosos". fuerte la tnano cuando nació qué alemán o suizo se le ocu­ Sobm las cartas, la estilo­ nuestro hijo. Esta vez no cru­ rría hacer una estilográfica con gráfica iluminaba en retrospec­ jieron mis dedos sino sus cade­ el peso de un cuchillo? No tiva, como una linterna de ras, sus vértebras, su cuello. Se había más motivos en la afi­ juguete, Ja 1ncmmia de nues!To cogió de mi antebrazo, no de ción de Daca! por esa marca amigo. Qué juguete útil para mi mano, por suerte. Me estre­ que aquel vicio contagioso: la 82 según qué juego de tinieblas. mecí de verla estremecida, con fascinación por los nombres

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" propios. Así que para liberar­ Entonces repuntaba Daca], vez más escuché a mi Kálister, nos, para atrapar a nuestro cerrando su experiencia perso­ como si su tinta azul se licuara maestro, decidimos no darle el nal. en una sangre que podía subra­ nombre de la novia de Vlad y, -¡,O acaso creen todavía, yar cierto' momentos, los que de común acuerdo, lo inventa­ aunque seguro que sí, en esa me hablaban". mos: Vladia nos abriria el res­ mujer desconocida que apare­ Cualquier detalle hablaba peto de Daca!. Bastaba cam­ cerá en alg(m momento, que para Dacal, le guiñaba los biar el orden de las silabas traerá alguna revelación a ojos: la mesa de un café, el para revelar el carácter que le nuestra vida? ¡,Existe? Sólo vagón de un tren, un cartel, atribuíamos a ella. importa la expcctati va. Mi una sola columna entre las -Ridículo -respondió-. Si vida entre los veinticinco y los demás columnas. Lo que ter­ no quieren nmnbrarla, no e~ cuarenta estuvo marcada por minaban diciéndole era siem­ necesario forzarlo. separaciones de esa mujer que pre lo mismo, que las etapas Aún así, insistimos. Vladia apareció algunas veces, mu­ de su vida eran provisionales y no se merecía un nombre pro­ chas, pero que jamás pronun" daban giros extraños. Sólo pio. Había manejado muy bien ció ningún mensaje, y la com­ nosotros sabímnos que esas su retirada frente a nuestro pañera final con la que se com­ etapas en él eran la curva de un amigo. Discutían siempre, o parte todo y que, por lo circulo que no se cierra sino ella lo hacia discutir por cual­ mismo, no puede ser misterio­ que continúa, ascendiendo o quier 1notivo. En una de esas sa. Ese es el único misterio. Y descendiendo, en espiral. discusiones en el jeep de Vlad, esta quizá sea la revelación En realidad, no había nada ella se abalanzó sobre el que esperábamos: que se trata que escuchar del Kálister. Lo volante haciéndolo girar para de una larga preparación para más importante había pasado. estrellarse. VI ad la detuvo en un instante muy corto, el de la Lo que ahora sonaha no estaba seco contra su asiento. Ella última mujer. De manera que en los papeles, ni en el escrito­ aparentó calmarse mientras él sí, trajeron un mensaje: la rio, ni en el viento que tardaba retomaba el control del jeep. ausencia de mensaje. en llegar. Daca! subrayó esos Fue entonces cuando la "Como sea -continuaba momentos, tan próximos, tan innombráble abrió la puerta de Daca!- sé <¡ ue generalizo. renovadores, y pensó en una su lado del jeep y amenazó Miren que el fantasma que salida perversa. ¿Y si no firma­ lanzarse. Vlad quiso detenerla trajo Gcrda en dote se había ba los papeles del divorcio? ¿Y de nuevo. Se estiró hacia la escondido en los rincones de sí entrampaba al rantasma de agarradera de la puerta, fre­ nuestra rutina, dome~ticado, Genia en un tedioso laberinto, nándola a ella. No pudo darle inofensivo. Y un día, ya no reteniéndolo en un limbo de trá­ alcance aunque sí la frenó. hnporta cuándo ni cómo, salió mites? Ya no lo dudaba: el mal Pero ya no pudo volver al sin el escándalo de lo que ocu­ sonríe detrás del menor de los volante. Amortiguó el cuerpo rrió con Vlad. El momento impedimentos, y conquistas de ella mientras Vlad, en el fantasma, ~in emhargo, era el mayúsculas cuando los multipli­ choque, quedó tocado desde la mismo. Poderoso y reforzado, ca sin motivo. Prisioneros en un cabeza a la cintura frente al el miedo de Gerda se discipli­ procesa que los pondría en un quiehrahuesos en que se con­ nó en silencio y diRcreci6n. punto de encuentro imposible, virtió el panel del jeep. Allí lo tenía, finalmente encar­ sería a fin de cuentas un punto nado. Aunque la cxprcHión es de encuentro. Pero ten fa sentido, Séptima carta inexacta y demasiado cristia­ pensó, y no tenía ningún futuro. -No debió ~cguirla -respondió na. El [aulasma del que sospe­ Debía l"irmar los papeles. Un Daca!-. Hay que resistirlas, ché su regreso, estaba perfec­ pequeño dolor lo punzó en las 00 sufiir si es que quieren pathos o tamente empapelado en e~os. manos y en el brazo de los que 00 algo de las telenovelas en las que documentos del divorcio que se hahía aganado Ger

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Octava carta por pensar qué ágiles eran Jos pies. Cuando Era nuestro turno con la trama de Vlad. Porque recién la estaba conociendo, ella llevaba puestos su historia no terminó en el accidente. Se alargó unos zapatos deportivos que parecían imitar piel durante semanas en el hospital. A ratos Vlad de serpiente. Él se lo comentó y ella sin añadir volvía, miraba a su alrededor en la sala de cui­ nada apoyó una mano en la pared, levantó la dados intensivos. Nos miraba si coincidíamos rodilla y le ofreció el pie "como las mujeres de con sus pocos momentos de conciencia, de luci­ piedra con miemhrus flotantes -apuntaba dez muda, de grandes ojos abiertos, como si Daca!- en los relieves eróticos del Indostán, preguntara qué hacía, qué podía hacer. Y un día para que yo tocara el suave cuero de su zapato". que los abrió estaba su Vladia en la puerta, sin Más que rozarla, él la agarró del empeine. Era la entrar, y Vlad los volvió a cenar, despacio, primera vez que la tocaba y recién la había sabiendo que él la había seguido, que ella era conocido. más fuerte que las advertencias de Dacal para No nos dijo su nombre, venganza suave no seguirlas. Vlad no los volvió a abrir. Y la frente a nuestra venganza con la innombrable. innombrable se marchó. -Y así la dejaré -escribía Daca! en su última carta de nuestro intercambio-. Esta vez la deja­ Ultima carta, por el motnenlo ré sin nombre, querubines alertas. Pero no iba a ''Ustedes todavía creen -escribía Daca1- que dejar sin Jlrma Jos papeles que me exigía Genia. ellas salen limpias de uua relación con un hom­ No tenía sentido detener más el tiempo y forzar bre. Ellas lo aparentan mejor, pero nunca olvi­ el círculo que debía ser espiral. dan. Es cuando nos dejan que creamos que han Daca! había cumplido con sus pmebas. El salido limpias, y nuestro orgullo lastrado nos resultado era que otra mujer era la que subía por impone el narcisismo de creernos sucios. En las escaleras con pasos suaves. Seguro que lleva­ realidad son ellas las que nos dan la oportunidad ba zapatillas deportivas, y no los zapatos de Lacón de limpiarnos. Somos nosotros los que elegimos de Gerda. Cada escalón era la otra prueba que él obedecerlas o perder la oportunidad". superaba con gracia, no como Vlad, que forzó lo Dacal sí que la aprovechó. que no dehía f.icr forzado. T,os pasos sonaban Sen1 adu frente a su e~critorio, sin firmar los cada vez más cerca. Cuando se abriera la puerta papeles, sh1 vienlo que Jos revolvicr.:1, sn y la mujer de pies ligc.ru.s lo viera allí, fir111ando Kálister ya no emitfa ninguna vo7., ningún con el Kálister, Daca! sentiría que se deshacía del 00 00 mido. El ruido real venia del crujido de la cerra­ fantasma que necesitaba Gerda, de um vez por dura de su casa, dellenlo abrir y el lento cenar todas, para cumplir el ritual de sus fantasmas. de la puerta de la casa a duudc se babia mudado Dejó a tiempo el Kálister sobre los papeles. para intentar uua nueva vida. Era ella -ya con­ Entraba el viento. vertida en otra mujer-la que entraba con varias bolsas de compra del mercado y cenaba con un golpecito del pie. m ruido se multiplicó en dos series de pasos que se altcmaban subiendü por la escalera, sin prisa. como si se dirigiera a un 84 enfrentamiento a muerte. Pero a Daca! le dio

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 1 espacio entre el policía y la pared Y n1e confiscó. se iba reduciendo de prisa. Unos Habían atrapado al tío por curandero en un instantes más y me atraparía; pero pequeño pueblo, y lo habían traído con ciertas cuando todo parecía ineVitable, viré consideraciones por ser conocido de muchos. en ]a dirección contraria y tomé el En cuanto lo supe, y "in pedir autorización de espacio grande que había quedado en el corredor, nadie, volé hasta la cárcel para visitarlo. y sin perder la velocidad que llevaba, alcancé la Apenas me vio, tne entregó el cajón, que esta­ puerta. En el mismo instante en que ya casi ha del lado de afuera de las rejas, y me reco­ abandonaba el local alcancé a oír el grito del tío: mendó que lo guardara bien. -No probarás nada. Al tercer día el tío estaba de pie en la puerta Ya en la calle continué corriendo hacia abajo. de la casa. Dio dos golpes y luego lanzó un Al llegar a la esquina me escondí y espié un grito. Era su voz incon l'undihle: momento para ver si me seguía; pero la calle -Yo también resucité al tercer día. estaba vacía. Entonces en calma continué cami­ Mamá, saliendo de la cocina, le dijo: nando como si nada hubiera pasado. El cajón del -Cállate, hereje. Eres el mal ejemplo para lio no era pesado, aunque las cosas del interior lodos. hacían mucho ruido. Era como si un montón de Yo me fui detrás de él para ver lo que tenía vi

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" -¿De qué cajón? -¿Y las estampas, tío? -Del que está teniendo ahí, tío. Las estampas y el cuaderno son para el con­ -No es cajón. sejo espiritual, porque mucha gente es tan boba -¿Entonces qué es? que no sabe a qué santo debe dirigirse para pedir -Consultorio. un favor. Porque no se puede pedir algo a cual­ -¿Qué hay dentro del consultorio, tío? quiera. La iglesia y el Papa santo enseñan que si -¿De qué consultorio? uno va a pedir una cura para los ojos a santo -No se· haga así, tío. Tomás, este se hace el desentendido, como si -Ahí dentro hay una cabra con dos cabrit{)s, el fuera sordo. O lo que es peor, se enoja, y te pedo de una burra vieja, un policía sin su pito, una manda otro mal, de castigo. cuchara de palo, una papa con gusano, el grazni, Lo primero que hago es invocar a mi protec­ do de un ganso, media adivinanza, Ja Jetan ía de tor: san Casimiro, patrón de la vista gorda, para una beata, un cura sin cabeza, un borracho donni­ . que ninguno se dé cuenta de lo que estoy do en la acera, las campanas de la iglesia, una haciendo. Ese es mi gallo, el único que me lavandera en el río, las tetitas de una pulga virgen. ayuda y protege. -No, tío. Yo le voy a decir lo que en realidad Para la suerte aconsejo hacer un novenario hay ahí dentro: tres cabritos más un cabro te, la con siete leches: leche de vaca, el primer día; de soga con la que estaba amurrada la burra, el ladrón cabra, el segundo; de yegua, el tercero; de burra, que robó el pito del policía, el árbol de donde se el cuarto; de perra, el quinto; de mujer, el sexto; sacó la madera para hacer la cucharada de palo, y el último, leche de tigre, tomar no litro hasta la planta de donde se sacó la papa, el huevo de c1nbonacharse. donde salió el ganso, la otra mitad de la adivinan­ Abrió el cuaderno viejo y comenzó a leer: za, las oraciones de un obispo, una monja con dos Para ser afortunado en el amor, para recon­ cabezas, el trago que behió el borracho, el campa­ quistar al ser amado: Válido para hombres y nero que toca las campanas, el río donde lava la mujeres:¿Ay, san Patricio, ayüdame en este lavandera, la cama donde vive la pulga virgen. Y fornicio. además sobra espacio para las orejas de un. can­ -¿Qué es fornicio, tío? grejo, una botella con el santo remedio, una -Fornicio es hacer la cosa. cucharada del dulce Jesús núo, las plumas del ave -¿Qué cosa, tío? María, las pestañas de un pescado, una máquina -La cosa cosa. para rascarse la baniga, el ombligo de una huimi­ -Ah, la cosita. ga, el esqueleto de un piojo, la dentadura de una -Esa misma. mosca, las alas de un ciempiés, el calzón remen­ Santa Ester, no me prives de este placer. dado de una chinche y dos quintales de candela. Santa Sinforosa, ayúdame a conseguir una -Me ganaste. Sois más mentiroso que yo. moza. Santa Enriq ueta, líhrame de la mujer -Pero ¿qué hay ahí, tío? coqueta. Sierva de Dios, Narcisa de Jesús -La medicina. Martillo Morán, consígueme algún galán. San -¿La medicina) tío? Vicente Perrer, que no me ponga cachos mi -Claro, pues. No ves que sé cun1r. mujer. Abrió el cajón y ante mis ojos apareció una -Según lo que quiera el cliente, cojo una cautidad de lrascos no muy grandes, todos de estampa y escribo detrás la oración que corrcs­ vidrio y con sustancias de colores. Había estam­ poncte y les vendo. pas y un cuaderno mu y viejo y gastado. ··¿Hay otras, tío? -¿Usted es el profesor Pérchex, tío? -Claro. -Así mismo es la cosa. 11ara recuperar la salud y mantenerse como -¿Y por qué Pérchex, tío? un toro, y ,si no puede ser como un toro, por lo 00 00 Porque no me he casado. menos cmno un buey: san Emctcrio, no me Fue sacando uno por uno Jos frascos y colo­ empujes al cementerio. Santa Carmela, alíviame cándolos en hilera en la tierra. Me dijo que todos de esta muela. Santa Andrea, cúramc de la dia­ contenían bicarbonato mezclado con anilinas de rrea. Santa Silveria, haz que no sea cosa seria. colores. Esa era la medicina. Iba por ahí un hom­ San Felipe, eúrarne de esta gripe. Santa brecito quejándose de dolor de baniga, le daba Anacleta, que no me dé más la pataleta. Santa una cucharada del polvo para que tomara de Marianita de Jesús, paisana, cúrame de la almo­ poquito a poquito, para que le durara cuatro días. nana -Cualquier dolor de barriga dura menos. Por Para que los milicos no te lleven al cuartel, y es 86 eso creen que se han curado. infalible: arcáogcl san Miguel, líhrame del cuattel.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Para tener fortuna en los exá­ menes, y aunque no hayas estudiado puedas obtener bue­ nas calificaciones (no deben enterarse los profesores): san José, corrígeme 1:iÍ yo no sé. Para no perder el pelo y quedarse calvo como cabeza de culebra: santa Elena, que no se caiga esta melena. Para librarse prontamente y con enonne eficacia de un enemigo (se incluyen esposas y sue­ gras): san Nemesio, líbrame de este adefesio. Puede aplicarse antes del matrimonio y con eso uno se sal va. A rrú me ha resul­ tado siempre. Santo obispo de Noruega, h~z que se muera mi suegra. Para no ser embestido por un toro, ni pisado por un burro. Es la mano de Dios con los toreros: San Teodoro, que no me embista este toro. San Bernardino, que no me pise este pollino. Para protegerse del enemi­ go malo: santa Marieta, proté­ geme de Pateta. Para las mujeres burladas: san Nicanor, no me dejes sin honor. Para toda ocasión y lugar: santa Emerencia, ayúdame en esta emergencia. San Gilberto, que no me traten como a un boquiabierto. San Alfonso, líbramc de este zonzo. San Arturo, sácame de este apuro. San Pascual, líbrame de todo mal. San Ambrosio, líbrame de este socio. Snn Alejo, Jíbrmnc de este pendejo. Santa Rosa de Lima, quítaml!. c.stc peso de encima. Santa cruz de Cara­ vaca, haz que no sea un caído de la hamaca. Santas once mil vírgenes sin tacha ni duda, hagan que esta muchacha no sea tozuda. San Judas Tadeo, librame de este ajetreo. Santa Catalina, que ponga mucho mi gallina. San Francisco de Asís, que crezca bastante el maíz. San Vicente, haz que no me

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" desprecie la gente. Santa Te­ -También están la perecitis poi­ de mula cansada, es perecitis resa de Calcuta, que no me car­ tronera, que es la ociosidad. La po/tronera. Si viene arisco y gue el diablo hijo de p .... San pena molaris, que es dolor de sobresaltado, como marcha de Roberto, ayúdame para que no muela, y perdonarás no más que caballo de paso, es cabecitis tenga que rogarle a san te hable en otras lenguas. Es que humeada. Si viene de medio Mamerto. los que sabemos de medicina lado, como paso de burro ladi­ Para evitar la peste de los tenemos que hablar así. no, entonces es mieditis ridicu­ sobrinos: ·san Scverino, líhra• Tmnbién la mieditis triangula­ lina. Si viene casi sin dejarse me de este sobrino. ris, que es el miedo a los cachos. sentir, como paso de perro sabi­ Y el tío se quedó miráudo­ Para este miedo, es milagrosa la do, es hiosiflcación frontal. Si mc a los ojos un ralo, hasta que oración de san Vicente Ferrer. viene temblando como paso de los dos rompimos en una enor­ La biosificacüin frontal, que es yegua amenazada por los me carcajada; pero no pude cuando ya el mal se ha presenta­ perros, es evacuación santiamé­ reírme mucho porque en segui­ do y ha dejado de ser miedo, nica. Y si viene como está el da me tapó la boca. para ser pánico y vergüenza. La tuyo en este momento, como -Mi hemaana no sabe que evacuación santiam.énica, que paso de gato en el tejado, es que estás aquí. es la diarrea; para este mal es mi hermana te está buscando Y seguimos riéndonos por maravillosa la oración a santa para darte una eueriza si no largo rato todavía, pero tapán­ Andrea. La cabecitis humeada, regresas de inmediato. donos la boca y con carcajadas que es la soberbia. Eché a correr a la casa. Las chiquitas, como risa de ratones. -¿Y cómo conoce usted los últimas palabras del tío me lle­ -¿Y cuáles son las principales males, tío? garon con claridad. enfermedades que ha visto, tío? -Por el pulso. Es muy fácil. -Dirás que no has estado -¡Puh! Todas, sobrino. La Tomas el brazo del pichón y le conmigo, que ni me conoces, peor de todas es la mieditis buscas la vena. Si el pulso es que me he muerto. ridiculina. sobresaltado como tropezón de Y lanzó una enorme carca­ -¿Qué es eso tío? burro y la sangre viene en gol­ jada que me acompañó hasta -Miedo por nada o por pes, es mieditis trü.mgularis. Si que me dcluve en la puerta de co.sas tontas. el pulso viene tenue como paso la casa.

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ntre mi madre que carro. Le seguí contando, que me pregunta siem­ tuvimos que contratar hom­ pre: "¿Qué hay de bres, sierra, camión, que estu­ nuevo?", mi hija vimos todo el día atrapados que me exige que con el carro en el garaje, de lo le conteste: "¿Cuál es el proble­ carísimo, del abuso, de la ma?", mi esposo, que exclama: pelea para que me dejen trozos "¿En qué país estamos?", y de árbol para hacer mesitas Esteban, que me pidió que lo para el jardín, que las tazas de Inetiera en algún cuento, trans­ café se van a caer porque fue­ curre más o menos mi vida y el ron incapaces -una cosa tan tiempo de este cuento. simple-, de hacer un buen Pollt'e Esteban, que no corte, que ya me estaha pare­ sabe en qué historia se ha ciendo a mi marido en sus críti• metido ni cómo va a terminar. cas sobre la ineficiencia, la Él es amigo de mi hija y no lo inoperancia y la ineptitud de la conozco mucho, mejor dicho, gente, pero que no importaba, casi nada. Sé que desde la ori­ porque esta vez era cierto. Mi lla le enseñó más o mcno.s a mamá me interrumpió para surfear por~ue tenía un proble­ decinne que los eucaliptos son ma en los oídos u una fuerte astillosos, no sé si para explicar alergia. Sé que esa temporada lo del grito o porque su madera de vacaciones se quedó un no sirve para mesitas Ue jardín, poco afónico, pero jugaron y enseguida me volvió a pre­ mucho cuarenta y sé que mi guntar "¿qué hay de nuevo?" y hija estuvo medio entusiasma­ yo le contesté derrotada "Ahí, da por él, por profesor, por la mami, nada, Jo de siempre". orilla, y por las caídas y lim­ encontrado en el supermerca­ La percepción que mi hija pias. Ahora son buenos ami­ do y que no la veía hacía años. tiene de la vida, más o menos gos, inclusive, mi hija le hizo "¿Gladys, qué?", me preguntó. sin ningún problema, la rastreo el play con su amiga Lucía (no "Peñahcrrera", le contesté, cuando ella jugando rompía sé como se diga ahora, en todo "No la conozco", dijo y tam­ sin querer algún adorno y yo caso, supe que no rue un long poco, por suerte, a nadie de su decía "no hay problema, no play), así que, creo que cuando apellido. Entonces, hice tiem­ fue nada". Recogía los peda­ de vez en cuando se reúnen o po y le recordé del escándalo zos y los botaba en la basura. hablan por teléfono, conversan que fue Gladys en mis tiempos Creo que debí poner cara tris­ de la vida en general porque de colegiala, de su maternidad te, por lo menos, por algún mi hija tiene otros entusias­ y soltería, pero nada, todo ratito, porque se quebraba un mos. olvidado. Nos quedamos un recuerdo, algo que me gustaba Esto de transcurrir más o rato en silencio y cuando ¡por o que me' traía suerte. Sí, no n1enos es, en verdad, una fin! preguntó nuevamente dehí leer al Dr. Spock, pero vaina, pero eso no lo sahen "¿qué hay de nuevo?", le dije bueno, tampoco es que lo . e todavía ni Iván, ni mi hija, ni "Mami, cuando lo.s árboles se seguí al pie de la letra, porque ""w el otro entusiasmo. Por ejem­ caen, gritan". nalgaditas sí le di. § plo, nu comprcndcrfan la Y le conté del gran e.~truen­ No sé si el haber venido de CD increO>le vez que se cayó el do que no se sabía de dónde una generación en donde me co árbol de eucalipto, sembrado provenía, una especie de chi­ he prohibido prohibir y me he co por los antiguos dueños de esta llido espantoso, espantoso por abstenido de abstenerme, casa, y yo aguardé feliz y sen­ indetermi nadp, por desconoci­ tenga que ver con el problema tada y con gran paciencia al do, luego otra vez el estruendo que mi hija no ve. Nunca los pie del teléfono, la llamada de que ya estaba ubicado en el ha visto. Qué problema puede ml 111atná. Tampoco compren­ frente de la casa, del quejido, haber en ir a las discotecas, si derían que no se lo conté de del mirar, coner, encontrar e] todo el mundo lo hace, o entre una, sino que ante la pregunta árbol caído y atravesado en el regresar a las tres y no a las "¡,qué hay de nuevo'!", le hablé garaje, destruida parte del dos de la mañana, o 1nancjar el de Gladys que me la hahía muro, a un milímetro del cmTo de noche cuando ya lo 89

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" hace de día, o irse un fin de "¿Zimbabue?", "Estados Uni­ aJgo. Lo cierto es que yo quie­ semana a Montañita para dos", "¿Holanda?", pero no, ro que termine -y pronto-, el aprender bien a surfcar, que es las violaciones a mujeres son motivo de este cuento, pero no un gran deporte. en los buses interprovinciaJes, acaba. Creo que grité un poco la organización mafiosa de "Sin depredar, me acojo a cuando mi hija me habló sobre robo sistemático es de gente un desarrollo sustentable", su otro entusiasmo. Jovencito y muy ejecutiva y respetable, podría haber sido también, un ya con tanta historia atrás, y ella, muy banquera y estatal que, el buen final. más jovencita todavía, aunque otro día, hasta saludaron de Ninguna objeción sirvió diga que ya no es una niña, con carro a can·o; las muertes por con mi hija, y mi mamá, des­ su historia familiar a cuestas, descuido, alguien que no cum­ pués de contarle la novedad como todos, y su tuturo. plió, que no cuidó, como las del enamoramiento de su nieta Así que, entre mi madre malas prácticas médicas y de y de que el apellido me parece que me cree una fuente de tránsito que ·ocurrieron en que es igual al de un escritor novedad, y mi hija, una de pro­ Quito y en Manta, y la mutila­ argentino que no recuerdo, que blemas, que en apariencia o en ción de los árboles es aquí, en ella no conoce porque es definitiva, no existen, yo escri­ esta ciudad, que se la foresta, nuevo, que no, que no es bo ficciones novedosamente en cambio, con carteles gigan­ Ingenieros, ¡ciclos!, ni Cor­ problemáticas de mi vida y del tescos y hon-ibles. En algún tázar y ella, lanzó irritada su cuento, por supuesto. momento voy a tener que pregunta de siempre, aunque En este tnomento, Esteban, decirle que estamos en el borgeana en esta ocasión; camino a su trabajo, se suspen­ Ecuador, porque ya se me posiblemente, me quiso decir de en la canción que le gusta y están acabando los países del que me dejara de aJaracas, o que han puesto en la radio, mundo. ¡Uy, cuando se entere! que. perder un poco el equili­ deja de pensar en cómo hacer Mientras tanto le digo, cuando brio es común en casos como dinero y deja de quejarse de habla de los guayaquileños en estos. las mujeres. Me gustaría que tercera persona, que se incluya, Pero lo que estoy sospe­ cumplir deseos sea tan fácil por lo menos en eso de hablar chando recién ahora, es que como éste que le estoy reali­ en tercera persona, en la indig­ todavía no establezco con cla­ zando a Esteban. Quizás, tal nación y la queja. ridad el caso o el cuento. como Esteban todavía no ima­ Este cuento ya pudo haber Como lo dejé a Esteban gina, nosotros tampoco imagi­ terminado. Sé que resultará un suspendido en una canción, le namos los deseos que otros mal cuento, probabkmentc dije a mi hija que lo llamara y nos están cumpliendo. hasta Esteban me reclame por le preguntara qué canción le Mahuad, por ejemplo, con él, porque al continuarlo me ha gustaba y contestó que semejante discurso inaugural, parecidD que lo único que Bumerdn, de José Luis Rodrí• ojalá que cumpla. Me impre­ escribo son, según yo, muy guez. Según el diccionario, o sionó lo de las armonías y la buenos comienzos y finales, bumerán quiere decir, además I oración de los Alcohólicos principalmente finales, como de arma australiana, acto de Anónimos: dame la fuerza por ejemplo éste que se me hostilidad que perjudica a su para cambiar lo que puedo, y ocun-ió hace poco: "Si esto es autor. Es increíble la expre­ resignación para lo que no un problema generacional, lo sión "quiere decir,, es como si puedo, o algo así. que no sería en absoluto, una finalmente no se dijera lo que Cuando mi esposo exclama novedad histórica, me toca se quiere, un silencio, como si "¡¿En qué pais estamos?J", decir que no tengo ningún en el querer decir, saJiem otra "¿Brasil?", le pregunto, porque cntusiasn1o, excepto por esta cosa. 00 00 es un lugar al que me gustaría vida que es la de siempre". N o entiendo por qué a o ir, que me hablen eu pm1ugués De haber sido este el final Esteban le gusta esa canción, ll porque me excita, y que me escogido le hubiera dado al no entiendo. Primero, no se a canten una samba, pero no, cuento un toque de elegancia llama Bumcrán sino Pavo real, w parece que el atraco fue a la emocional, la perspectiva del y segundo, la palabra no es -.; -o vuelta de la esquina, a plena tan mentado estado de "la luci­ bumerán sino numerar. Voy a luz del día. Otras veces, en dez sin ilusiones" mezclado tener que escribirle a un amigo afirmación o en pregunta, digo con "el amor por la vida" que venezolano, que me encanta que en Malasia, "segurísimo aspiraría cualquier finaJ de que haya nacido en el delta del 90 que estmnos en Malasia" o análisis, final de cuento o de Orinoco, para preguntarle si

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" numerar quiere decir algo más se quiere casar y que ofrece que todavía no recuerdo su por allá. "Viva la numera­ "cuatro casas por capital: nombre. Caminito recorrido, ción", dice la letra, ¿cómo tnanicomio, cárcel y hospi­ mi hija borra el problema, mi puede alguien vivar la nume­ tal". El matrimonio es la mami, la novedad, y mi mari­ ración? Yo también nací en cuarta, claro, pero no la nom­ do el país entero. Sombra que un delta, el delta del Guayas, bra, y luego dice que si no ya eres. Se borran los entu­ pero no suena igual. cumple lo ofrecido, se pueden siasmos también. A decir ver­ Pero la canción tiene gran divorciar, "para eso existen dad, a mí nunca me han gusta­ ritmo para bailar. Esto es fun­ las leyes, que suelen todo do los tangos, sólo los de damental, disfrutar del ritmo arreglar". Según este ofreci­ comer, los de La Universal, y sin necesarimncntc saber la miento, un matrimonio nor­ las delicias, ¿hay alguien aquí letra, aunque algo terrible tam­ mal y exitoso, implicaría que se acuerde de las delicias, bién, se parece al dicho ese, de aportar locura, encierro y de cómo originalmente sa­ que uno no sabe para quién enfermedad, y al uo cumplir bían? i Cielos!, creo que estoy trabaja o quien lo trabaja a con eso, habría causal de más vieja que madre, y eso uno. divorcio. ¿Será por eso que el que he engordado muy bien. ¿Es la letra que anda muda estribillo dice: "¿Quién ha Por último, a nivel de con­ y el ritmo suelto por allí?, ¿o visto un Inatrhnonio, sin cor­ sejo dirigido "a todo negro es al rev~s? Al ritmo se lo dial amoneslación?" presente", se celebra la mez­ ataja en el movimiento de una La canción sigue uu poco cla: "que combine los colores, cadera, en una interpretación contradictoria, un poco sin que la raza es natural, que un de brazos y hombros, en el sentido. Viene una adverten­ negro con una negra, es como gesto de una boca, o en los cia a un joven sobre su vecina noche sin luna, y un blanco dedos de Iván que tambori­ la menor, "que es más pura con una blanca, es como leche lean el volante de su carro, que un convento" y le dice con espmna", y que "todo repitiendo el estribillo -casi "no me la venga a tantear, no negro pelo recio, con rubia se lo únicó que escucha de la es radio en demostración, ni ha de casar, para que vengan letra-,que dice "qué chévere, instrumento de tocar". Indig­ los hijos, con plumas de pavo qué chévere", porque en la na un poco la intervención en real". ¿Qué puedo decir? No noche se va a ver con María la vida de su vecina. Por lo hay objeción. Aunque la afir­ Rosa en Café Club, donde tal gcncrat nadie quiere ser esta­ mación "toda raza es natural", vez hasta pueda llegar a bailar ción de radio para nadie, ni es chocan le, que sea necesario un hulero con ella, "qué ehé­ simple objeto, ni suma en una todavía decirlo ante los que vere, qué chévere", siguen cama, pero ¿y si ella quiere piensan que hay razas artifi­ tamborileando los dedos de tantear a ver si le gusta? ¿Por ciales o antinaturales. Esteban, ahora con palmas y qué se arroga el derecho de Debo aclarar que amones­ movimiento de hombros. intervenir?, ¿ porque es hom­ tación, además de reproche o Y la señora que va camino bre, porque es mayor? "Pavo repritnenda, viene de "correr o a las compras

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Salvando las distancias, se parece a la posi­ respeto, cruzo los dedos y, finalmente, puedo ción de Juan Rulz, escritor renacentista, al que estar equivocada. quería acogerme en esta turbulencia, quien en El úniw que no está equivocado en esta his­ todo su libro del buen y del loco amor, jamás toria es Esteban. Tenía razón en pretender un menciona, numhra o alude, al cuerdo amnr o a con María Rmm pun¡ue, por el tnomcn­ los malos amores. Lacan también dice que todo to, ella está bastante inclinada por éL Ella ha esto es bic:n irracional. tenido sus crisis, ha dudado, por ejemplo, de su Pero en ambos casos, la voz se dirige a una capacidad de establecer buenas relaciones con audiencia masculina. Cuando leí al Arcipreste los chicos, porque no han sido muy exitosos hace ya fu, confeccioné un responso por eso de sus enamoramientos anteriores, sie1npre ha creer que el mundo estaba cambiando. "'Y la habido como malos entendidos; no está segura lluvia caerá, luego vendrá el sereno", ¿se acuer­ de que Turismo sea la CaJTera que ella desea de dan? Nada, el sereno no llegó, nunca llega, así · por vida, las clases son aburridas, no todas, que hay que insistir. pero a veces pm·ecen totalmente inútiles y dcs­ conecladas, sus amigas de colegio están en otro SEMIRESPONSO A JUAN RUIZ patín, y las nuevas de la universidad, las siente dispersas y iliscontinuas como ella, siente a Si un día a un hombre 4uisieses conocer ralos, que nada la llena, ni las discotecas, ni el Y quién sabe de él hacerte querer, proyecto de Recuperación del Salado, ni la uni­ Averíguale primero si sabe coser, versidad, ni los chicos, ni las amigas, porque en Que hombre que hilvana, también sabe arder. Guayaquil, como que no hay nada que hacer, pero es deliciosa la mirada de Esteban que la Si el pecho descubre al tercer botón, integra. Ella también integra a Esteban mien­ Te intenumpe cinco veces en conversación, tras Jo abraza bailando "A mor narcótico", que Y encima sólo habla de droga y de ron. no es bolero, pero que lo están pausando como Es seguro que en la cama, se olvide del son. tal, lo que lo torna serio y rico, y qué decir, del Si una noche a un hombre quisieses probar, piquito que se ha dado cuando Esteban la fue a RecmTet' ~u cuerpo, su boca besar, dejar a su casa, después del interminable tiem­ A una tortuga recuerda y su morosidad, po de cuatro paradas en las casas de las amigas No dilatar el tiempo, es una imbecilidad. de ella. Pero es esta historia la que se está haciendo La lectura de una piel, pasos previos necesita, interminable. El final guardado, derinitiva­ El juego, las palabras, el proceso facilita, mente escogido, ya no lo quiero poner. "Con Al hombre hay que tratar, como agua gratuita, todo, creo que en los últimos tiempos estoy un Caricias sedientas, manos expeditas. poco de-cafda'', no representa ni sorpresa para Así, mis lectores, entended el romance, ustedes, ni gran problema para mf, al1nenos, en Que ya estamos hartas de tan poco alcance, este momento que escribo que no lo quiero o De que siempre detrás de cada percance, poner. I No hay palahra ni obra, que nos lance en el tmnce. Lo que ha pasado en los últimos tiempos, además o en verdad, es que Esteban se pasa Del trance se ha hablado ya en muchos idio­ escuchando y tratando de desci lrar la letra de mas, ~¡Amor narcótico'', ya ni siquiera le interesa las .e Unos lo olvidan y no hay peor maroma, ''U vicisiLudcs de este cuento donde él sabe que (;; Otros lo sitüan en una sola loma, está metido. El Entusiasmo me mandó a rega­ § Los chinos ya Io hnn dícho, eso es una bfoma. en lar un sonajero de chamán, todavía no sé si para

Si queréis hacer caso de estoR consejos, decirme que estoy chocha1 para alejar 1os malos 00 00 Muy seguras en cama y en la vida os dejo, espíritus cada vez que lo suene, o porque cree Que aquellas que actúan por sólo retlejo, -como casi todo joven-, que los problemas se Un día en la tarde, quedarán perplejos. solucionan mágicamente. Todo un manifiesto posmodcrno. Aquí, en casa, sigo entre pregun­ Creo que me he lucido. ¿Lucideces o estupi­ tas, aunque algo han vmiado: "¡¡,Hasta dónde deces de Peace and Love? Lucideces. Aunque vamos a llegar?!" (¡Séptimo puesto en corrup­ las lucideces no evitan la angustia, antes bien, la ción!) Ese fue mi marido y yo. "El problema, aumentan. No actúo con ("uerzas, no cuido bien, ¿cuál es? Esa es mi hija. Y mi madre, realmen­ no prohíbo lo suficiente, no organizo un viaje, te una revelación, me diee ahora: "¿Y?, de la 92 escribo, nm·ciseo, alaraquco, me resigno, confío, vida, ¿qué talT'.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Un jardín

Amaneció con ganas de hacer algo diferente un algo con mayúsculas. Porque muchos de sus contemporáneos y sus contemporáneas ya eran algo revisó almanaques y apuntes genealó[!,icos. Descubrió como antepasados un arupo un geranio una rosa encontró tulipanes, jazmines, nardos, malas hierbas caminos de guijarros y fuentes enjoyadas de conchas y de espejos, bebió de un surtidor casual del agua. Se dio cuenta de que no había vivido en vano y no quiso ser sino lo que era mientras las voces y los pasos de los caminantes, recorrían 1a tierra de su cuerpo.

Cuentos

Íbamos juntos aparentemente y se cae un peine El espejo del bolsillo el peine se hace espinas. En verdad te digo Íbamos juntos que no te conozco aparentemente viraste la mirada eres ajeno. y sueltas un guijanv recogido Cuando te metiste en el e,¡Jejo la piedrecilla se hace muro. a componer la imagen 00 00 Íbamos juntos me fallaste aparentemente · ahora cuando salgas y una lágrima se escurre al suelo no sé si reconozca la lágrima se agranda salada el nuevo personaje. se hace mar. Íbamos juntos aparentemente pero espinas) muros, mares 94 torcieron el destino.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Ojito para ver

Ese animal herido no acaba de morir y se resiste a continuar la vida.

No acaba de morir ojito abierto aún le quedan muchas cosas por ver.

La herida sana y una sonrisa de colmillos brilla mejor que comercial de la Tv.

Y cayeron los sellos otra vez la palabra atrevida dijo NO yo no soy Catarina no debo solamente entretener.

Y 1 a palabra dijo: Yo necesité SER.

Mayo 1957

Iniciada adolescencia retadora detrás del mohín de su labio inferior se agazapa la ternura debajo del dolor. Trece frágiles años forrados de riguroso lato en el costado blanco y negro de lafotof{rafía. Sin leve asomo de sonrisa la tristeza pálida en sus ojos ... La sacaron del juego, co sin reclamo, sin opciones. co Un claro fondo de resentimiento pero más evidente y fuerte es la nostalgia vestida de sorpresa ante lo que se da en llamar irremediable. Desde entonces sabe que nunca, nunca más dejará que le hagan daño. 95

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Jueves sin fecha

Habría que intentar seguirle mordisqueando a la espera; Una margarita se suicida ./entamen/e mientras se autodeshoja sus me quieres no me quieres y una piedra de agua junto a ella se enjuga una lágrima. Extraño, superfluo innecesario, pero sucede.

Amanecer púrpura

Los amaneceres Dudas son de todos los colores. Dt'trás de los girones de la angustia La aurora es un crisol deshechas las cortinas una caja de resonancia debe haber algo más. que suma las vísperas de los sonidos diurnos. Los ojos de la nada se desperezan La aurora estaba por fuerza la razón se impone. súbitamente pálida. Caen anquilosadas estructuras y el amanecer llega laf(añas de prejuicios. púrpura El espacio intenso, dolorido, fuerte. es 1ni tiempo.

1'-'l NO es la re;puesta a la virtualidad prefabricada. ca El NO a la fachada. ca Fortalecidos los cimientos siempre de vuelta a 1a simiente me abrazan multitudinarias amorosas las raíces profundas y diversas de mis múltiples cruces y cruzadas. 96

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Nuevos silencios atalayado el mar rezumba tumbos agrieta espirales respira la va leve liba lobo lupanar sin sombra sea su pues su muy suculenta sabrosa voluntad in ex res fuenteovejuno cuestiono el ya mismo miro el desborde el precipicio horizontal donde se precipitan los buenos comedidos propósitos de no enmienda de este poco caballeroso pala­ dín de versos la noche cubre ya con su negro festón y entre otras cosas ahora que los billetes los boletos escasean y debo justificar las ministraciones me duermo lisonjero y casi feliz duermo tranquilo la conciencia en paz y ora sí dulcinea en cabestrillo piélagos urdimbres rezos frases ensalmos predicciones el año del gallo horoscopizo orífice cubro ritmos para escandir vociferan tes desmesuras sin propina lo sé mi perdición es mi purgatorio mi cielo mi castigo mi tortura mi hundición hundido hundamente hondas honduras hondas ondinas ondas restaño heridas invisibles esparadrapos en el alma confetis a ras ele apéndices amigdalitis crónica quién cronicará mis ayes mis quebrantos mis paredones simulacranclo fusilamientos ah ah ah una recua en lontananza maúlla rebuznos saurios con trinos sincopados punción ele nervios arteriosclerosis del alma hierve la fe decimal hierba moderna un herbario yerbero agrimensa mendaces mensidades do re mi mensos inmensos a la diestra a la mano a la buena de dios multiplica los pecados del pecado bendice nuestras culpas adoremos oremos remos la quilla vengativa el pescador en el muelle ofrece la paz pascual con los rechon­ chos ojos del pe.: fiduciario abro la revista el periódico el libro el archivo la carpeta el modem la imaginación loca casera se abre de piernas en los intersticios de esta lucha campal en campaña en procura de una finca rehabililaloria debo rehabilitanne rehabitanne moroso en comandita de textos por presumir y resumir resumos ele zumos subido de humos dictamen dictamino dicto mino contextualizo aliso 1\jo no doy no limpio no doy esplendor diégcsis diegética discurso nemotécnico neumático reumático canturreo ommmmms cuento a cuenta gotas salmodia salmos ommmmnomatopcyo

00 Dije mal 00 lunes 21 de febrero muere Guillermo Cabrera Infante otro escritor se suicida Londres londinesamente londisqueño londis'cano londisquense londiscuense londisqueño londorinquen pulgarcito Gotié dedica sus primeras emasculativas masturbosidades de púber con beca y bendición papel papal Dije mal ¿hace unos años don Guillermo Cabrera Infante murió para la literatura caribe y latinoamericana por su fijación colonizada de escribir en inglés? 97

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Los caminos del sur desembocan irremediablemente en el norte

una cueca larga a lo Nicanor Parra un estrambótico soneto con estrambote entre cesuras sin censura me estoy quedando sin quedar estándome las lardes con esta putrición del alma mía vas a ver cuando vengas a ver lo que quieres ver sin poder ver de tanto ver me pueblo ya hasta la hemia y el ratón meticuloso sangrante bajo los escombros de una tembloriná horoscopal en pleno canto de gallo encachinecido encachinado cncachilotepu­ do cncachipon·edo encachipotrópodo me pueblo de cantares a la nona hora de mis impa­ res conjunciones epigramáticas vuelan las palomas de la paz hacia la guerra de los geno­ ciclas con vesania bendita de acuerdo bróder del soul para surfear sobre lodazales en Alastadown leve rap racconto aletargamiento de bolero con la cintura bis a bis yo sé que tú comprendes la pena que hay en mí ahhjj para soñar hemos soñado para morir hemos rnorido para esa cantaleta nos ponernos viejos con tantos meandros en la memoria casca­ beleo para zurear epitalamios no disueltos en tempestades burbujeantes si lo prefieres tú aunque lo quiera yo pinche kamasntra boleril de mis desvelos

si el mundo es una mierda para qué es le contrabando de insigniticantes escombros significantes para qué la usura de prestarme al mi 1 por ciento nictalófilos desbordes cantineros para qué mis apuestas a los resquicios de un versar esquizoidc filo de hamaca para qué madame madam señora señorita superlativa omnipresencia contumaz para qué la vida despotricio a coro aria metropolitana mediterranización insomne para qué tanto sonambulismo liliputiense lupanar lupus cervecero do pingüé múcura e epa con el señó por favorcito avance patrás que aún hay sitio para qué las noviecitas que m·m1an si uno las toca y si no también cosa rica cosita para qué mi sangre mi pana mi canela mi dulce tormento mi deslinde conyugal mi momposina ven para quererte para qué este cruce de cables este cortocircuito esta intromisión en los cigüeñales del raciocinio afectivo sentimental semental de adioses a las diosas para qué la muerte camará aznquita suena tu bongó azuquita azuquita La verdad sea dicha o sea más en escafandras gachupinescas mordiendo horizontal el escarpe de una culpa sin sombra ni cadáver conocido albricias en los atrios de una ermita tres cruces ni una más en el monte del olvido mi niñez retoza con ego anónimo al yo que nunca fui yo saludo al pie de la letra benedictus bendecid a la mujer que te inició en los agridulces placeres de la came bendita sea la bendita mujer que te asiló en el sagrario de su coño bautismal y te hizo gozá a punta de quiebres y requiebros santa cumbiamba cumbé cumbé entonces sí hago mío el afortunado aforismo de Juan Manuel Roca el estado ideal del hombre es la monogamia un solo harem dcsconüguró medias verdades medias tintas qué asco de mcdiocreidolátricos confusos azorados poetitos aplaudidores 00 00 convenencieros aduladores del poder no pueden sobreponerse al padrinazgo de sus u·istes lameculientos pocmitas de ellos serán los premios las reseñas risueñas los laureles sin escardm·la fatna pues La verdad sea dicha cada quien haga de su ego un cucurucho y se lo guarde donde dios se lo permita Dígomeyo ¿ahora qué hago con esta descomunal vergüenza ele seguir escribiendo?

y uno y dos y tres y cuatro y vuelta a empezar y dos y uno y dos y tres y cuau·o 98

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Marzo gris Duende libre (A propósito de IRAQ Y EE.UU.)

Sin ser Caperucita El humo d~ las bombas ni el lobo de mentira está manchando el cielo, que acaba con el sueño de los niños, mientras tanto sin ser Alí Baba la luna continúa sonriendo ni Blanca Nieves, y vaciando su champán en los tejados. la piel del corazón Los peces se preguntan es solo un duende bueno por qué la espuma llora que canta con la luna de febrero en todas los rincones de la tierra. y baila con la lluvia. Las aves averiguan La piel del corazón es frágil, por qué las hojas mueren se endulza con tan poco, quemadas por su propia florescencia. se quema con la luz de una mirada, Y la pregunta pasa se crispa con la duda, de madrugada en madrugada, solloza con el néctar de la música de oleaje en oleaje, y ríe bajo el viento. rodando como piedra, La piel del corazón no piensa, saltando como bala entre la arena. por eso es duende libre que pasa conjugando Y al otro lado, tan solo el verbo amar en cada tiempo. en ese contineme del incienso Es loco y tonto duende e:"' y de las noches mágicas, que suele desafiar los vendavales, ..3 cordones de soldados van y vienen la necia eternidad bebiéndose el veneno de su miedo, y hasta el vacío. tí"' se pierden en las sombras como gatos La piel del corazón ~ que lamen y relamen su mentira. se rompe de obstinada y ardorosa, Y al no poder vencerse se gasta en reencuentros y no tener re.\jJuesta a las preguntas y en lánguidas historias. se ahorcan con la lluvia. Por esta loca piel Valientes niños verdes a veces nos volvemos tan minú8culos, 00 00 que apenas son carnada y siempre, siempre, y hué1janas boinas de poliéster, por este corazón sin sueiios ni conciencia, perdemos la cabeza. boinas solamente que han sido inútilmente profanadas. Y mientras sobre el mundo se baten elefantes y camellos, la luna continúa sonriendo y vaciando su champán en los tejados. 99

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Dicen ... La plaza

"Dicen que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razón" Prosaica y diariamente, cuando mi bus da vuelta por esa misma plaza, Son tantas las canciones que han pasado lo miro y lo remiro. por nuestras tardes locas Usted está ahí, que se ha fonnado un puente de erguido y varonil,, entre ambos, altivo como un sauce verde oliva, y un mar de ansiosa música gentil entre los vientos matinales. en donde estamos juntos, Tal vez esté esperándome, azules y desnudos tal vez solo le importen mis pupilas behiéndonos la sal y el oleaje, detrás de la ventana. la espuma y el deseo. Lo miro largamente Y encima de esta ausencia hasta perderme toda en su estatura, yo juego con tu sombra, en su esbeltez de ensueño, tú juegas con mi aire. y diariamente Los dos nos enlazamos en el tiempo lo veo tan segw'o, y cadenciosamente tan dueño de su hombría hacemos el amor como los pájaros: en medio de la gente que transita volando y ascendiendo, cargando ideas simples venciendo los e.1pacios y los ritmos, y vidas de papel y pacotilla. multiplicando el cielo. Me pierdo en su chaleco, Hombre mío: en cada pliegue oculto de sus botas, en medio de los dos hay agua y viento, y todo usted millones de caminos escondidos, para mis ojos tristes un centenar de barcos que se incendian es un guerrero inmenso, debajo de mil soles diferentes. un bello desafío al mundo entero. Sin embargo, Respiro su donaire el puente musical que construimos y pienso que su porte y reciedumbre nos pone frente a frente, resultan soles únicos. para poder amarnos sin tocarnos, Usted me gusta tanto y en esta unión de espíritu, aunque lo cubra el bronce, de esencias infalible.\; la piedra o el cemento se vuelve más liviana la ternura, y esté en el pedestal de aquella plaza. e"' _3 y no necesitamos desvestirnos, porque el amor, amor, perdone que lo ame tontamente ~ o como el poeta dice: Mi General Artigas. > "No es cosa de ponerse y de quitarse, sino de hallar adentro la poesía". Por eso, tú y yo, en nuestras tardes locas e infinitas estamos y estaremos siempre juntos. 00 00

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Cena para dos

Si estuvieras conmigo III oyendo los violines de Viva/di sería diferente. Si estuvieras conmigo Mas solo hay despedidas compartiendo esta sed tan prolongada, que caen como piedras entre ambos. sabrías que en el agua hay melodía Y se ha formado un muro, y en la música sólo agua. una total trinchera Las dos son incoloras, en este batallar contra el olvido. las dos lavan la piel y la memoria. Y mientras crece el muro Si vinieras ahora y damos golpes ciegos podríamos bañarnos en su ritmo para poder tocarnos cada noche, para sentimos limpios. ya solo nos mantiene Veríamos detrás de esa limpieza la candela perdida de las piedras multiplicarse el don de las manzanas. y la cuerd~ tenaz de los violines. entonces moriríamos igual que dos burbujas en su sidra. 11

Si estuvieras conmigo habría otro menú para la tarde.• IV estrellas sazonadas con gotas de llovizna dominguera. Si estuvieras conmigo Habría entre los dos sintiendo este calor de la mañana, un viejo diccionario de refranes sabrías que vivir es tan sencillo, y una común tertulia. tan bueno como el canto de los pájaros Si vinieras ahora y el eco de los pozos. sería diferente. Sabrías que la vida es solamente Podríamos dejar que cada cosa bebemos los paisajes suceda como quiera. hasta volvernos verdes, O simplemente azules o amarillos. podríamos meternos en la luna Si vinieras ahora y quedarnos ahí, cristalizados. podrías darte cuenta que la vida "'e es solo la locura ..3 de ver caer la lluvia sobre ambos. tl o 5

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Fragmentos de Videncia

1 (tarde)

Mi ojo abierto mira el cielo en blanco. Mi mano busca tanto infinito del espacio: estrellas segadas por dedos anteriores. Cierro los ojos y todo es el ébano. La llama c-anta. Abro el pensamiento hacia nada: son palabras que piensan en distancia. Mi voz es la ceniza de los nervios que fluyen al interior de la pupila. Las alas se ven blancas cuando cruzan por el aire los nenúfares secos y el almendro sumersos en el .1ilencio que se mira bajo el manto que cubre toda luz que pasa sobre el ojo que dice.

11 (atardecer)

Mis ojos de piedra corroen el silencio de los mantos que cubren la existencia. La vida no es nada sino el tiempo, el flujo al mirarse en las orquídeas que se alzan verticales hacia el tacto. La vista de las máquinas y pájaros detiene el flujo de la luz que ya no existe. La noche ya cubre a todos los objetos: mis ojos escuchan el aroma del cedro.

lli (or:aso)

Este ojo no mira: deópeja los pájaros, inunda con silicio las ramas de los árboles. Su sombra es el misterio que se abre en el cuerpo de la luz, a la ventana que guarda un universo en la mirada. La retina se posa entre las manos que cruzan por pliegues de lo oscuro. Los pájaros reales (y ahora enloquecidos), vuelan por bordes y filos de la nada.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Videncia de la Arboleda Aniversario de la Roca

El hacha se posa ante los ojos: En el cianuro escrito en el silencio material de sombra y de palabra como aire de los días prohibidos .fraguado en el metal de mi silencio. las manos olvidadas oxidan la herramienta.

La noche viene sobre el bosque: El presente es la piedra que piensa. las hojas de los sauces en el centro del iris como nada pasando entre los dedos. La nada transcurre en este tiempo donde los pájaros se pausan en el cielo Vienen olas y hojas de pantallas amargas: y son hermosos los trenes qup no pasan. Una piedra que amamos como si fuese luz conservada en las alas de aquella mariposa, La chatarra molida entre valvas de acero entre los musgos negms. es el centro del tallo, la médula feraz siguiendo el pulso Yo soy el leñador. de una eternidad que nadie sabe.

Todo es la escarcha en los enebros.

Antorcha al Oído

Bajo el día que arde en la ceniza fría oigo la voz mineral de las orquídeas. La piedra fluye por su tallo desnudo.

El pájaro se pausa sin nadie ante su rostro: presenciu blanca del júbilo del mundo en un grano de cielo. Orquídea La belleza que ciega albada tras albada en la orquídea sentida otra vez silenciosa. Los pétalos que saben a óxido silente, tocan mi mano vegetal, mis deJos agotados.

Mi palabra es un cuchillo blando, Osamentas como el azul terciopelo, contra el viento: se mece entre las e.1padañas de los páramos. Traza el páiaro su muerte entre mis manos Corto los pétalos que vienen en la tinta y restalla, borboteo de laúdww, sobre las cimas y las páginas: en las venas del árbol. 00 son el bosque fluido de mi vida. 00 Sus huesos, de hierro retorcido; No queda en la mano sino tiempo. abajo del almendro, ascienden lentos Los despojos: semillas verbales y de hierro. por cánulas de llanto que paforan mi pecho.

Sí crece la orquídea mineral, entre las flores, Soy ahora ese pájaro. los árboles y las columnas derribadas, También muere mi cuerpo entre los laúdanos para que sepa la presencia y hay orquídeas de sal en la lengua del que se eleva. canto. 103

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Metáfora del crecimiento

En las espinas del moral, la palabra crece: materia de silicio fluyendo entre la savia. No entra luz por las hojas del huerto: esperanzas crecen de los ácaros blancos por el reverso de la savia. Allí el poeta sueña su roca de lenguaje. En su canción alzada entre las moras, .flotan hoy los metales del tiempo. Con días largos, las hojas de los árboles tocan albas de tantos cielos desconocidos.

Profecía de nieve

Corre el niño en la escarcha. Sus pies tocan las herrumbres del tiempo: el veloz movimiento del monte. Hay ébano en sus pasos. Carnina desde el sótano oscuro de la tierra. El silicio del .frío se abrasa en su ¡;ar¡;anta: la espadañas rosa, las bayas de la noche. El niño eleva la mirada. Bajo las nubes ¡;rises y las hojas de polvo, un pájaro se atreve por el aire: exhibe, apresado en su pico, (una mano se alza) un grumo de verdor ya inalcanzable. Transforrner TranstriJme>: El ébano de voces mancha el rostro del niño escondido entre los laúdanos: su juguete es lo único que existe. Afuera cae nieve entre las zarzas. Su mano colmada de una luz sigilosa,

()() traída de un lugar que ya no existe, ()() trueca el muñeco en un ave que lleva los racimos del tiempo.

La materia que pasa no conoce el silencio: el pájaro avanza sobre el hielo, sobre las charcas que reflejan los astros. Hay cristales helados sobre el bosque de sombra y un céfiro remece el plumaje del ave 104 que herida se posa en manos del poeta.

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" No creas en el Tiempo

De la lengua del almendro reseco, nacen los rascacielos. Sus voces son los rastros de una voz aprendida en murales de silencio. Yo escribo sin árboles mi letra es el azor de vuelo mineral: su garra sus:pensa en la cornisa alta. Bajo este cielo blanco sin acanto o ramaje, sólo siento venir avenidas de sombra, aviones que pasan donde pasaban páiaros. El azor vuelll ahora hacia un árbol ausente. Los rascacielos son de abejas y relámpagos.

Las Máquinas

Una orquídea florece sobre cosas ungidas con el nombre de nadie (bajo el musgo, autos viejos podridos con la savia del sauce).

Junto a un vagón dañado en la estepa de nieve, oigo un .fondo de rieles olvidados: escondida, l.a estación de la ausencia.

Un grumo de su sombra adviene en mi centro.

Ya nunca volveré a ver bosques de estío. Hay invierno de luz en los tiempos raquíticos. El hogar de esa ruina hoy es mi nacimiento.

Presente

Entre el mu.~!?O crecido de las ramas, siento vivir el río de esas manos. Sobre la roc.as que rodean el "agua, los árboles se acuestan entre mármoles rotos 00 como esperundo un regreso imposible. 00 Me parece mirar por la ventana al muchacho que fui recogiendo las bayas, los bulbos srJmergidos en el cielo. Mi carne magullada entre tantas derrotas es la vuelta .a la sed de una estatua caída junto a las hojas moribundas del otoño. 105

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Laeaí nouvelle de Vladimiro Rivas

a caída y la noche Artbur Rimbaud, que se lec en la historia individual solo es un relato que, uno de los tres epígrafes con remite a un nivel del significa­ por su sostenida los que se abre el libro-; los do. Porque el texto se carga de intensidad, acerca imprecisos límites entre la connotaciones más amplias y al lector más a la vigilia y el sueño; el rechazo y valores simbólico-poéticos. Lexperiencia del cuento que a 1a el amor al padre o, la otra cara Asf, en el amanecer, cuando el de una n<>vela: la obra de de la medalla, el rechazo y el narrador contempla la luna y Vladimiro Rivas puede leerse amor al hijo. Venus y después la ciudad, de un solo tirón, sin pausas. Y Una llamada telefónica, sobre la cual se extiende "a lo aunque el efecto de intensidad desde Quito, interrumpe, en largo del horizonte una ser­ no provenga, como acontece a ciudad de México, el sueño del piente de nubes que forma un veces en otras obras, de un protagonista, que recibe por halo sobre la Tierra", se pre­ súbito estremecimiento, equi­ parte de un amigo el encargo gunta: ¿qué la sostiene? Y parable a una descarga eléctri­ de encontrar a sn cuñado. Solo reflexiona: "Detrás de la pre­ ca o la iluminación de un rayo, se conoce que dejó, hace siete gunta subyacía la necesidad de el resultado de la lectura es años, la casa paterna; que fra­ concebir el mundo como algo parecido: el texto acumula casó en el intento de pasar a apoyado en algo y no como lo energía, pausada pero impla­ los Estados Unidos y se quedó que en realidad es, un simple cablemente; no hace caer en México; pero no se tienen globo sostenido en lo oscuro sobre el lector el haz deslum­ más noticias de él, ni siquiera del universo por una precisa brante del rayo súbito, sino cuando su padre agoniza. La confluencia de fuerzas y leyes más bien una luz lateral, pero búsqueda enfrenta al protago­ físicas que le impiden caer". 1 continua, que posibilita la nista a una variante o posibili­ El juicio es la constatación de apertura progresiva ilumina­ dad de su historia, la de las una orfandad metafísica, radi­ dora del texto para revelar al relaciones con su padre y la cal. En este mundo vacío, la lector un mundo, una particu­ caída del hijo, y lo enfrenta acción humana parece, en la lar visión de la realidad, un también al descubrimiento de novela, guiada por el azar. La complejo microcosmos. su identidad. El hallazgo se sustancia 'del hombre es el Detrás de las sugerencias anticipa en el "soñé que era tiempo. de sentido que se expresan ya yo", la frase que aletea desde Todas estas son percepciones en los dos términos del título, los abismos de la noche en la clmividentes que llegan del pro­ la caída y la noche, y que son conciencia del protagonista. tagonista al lector durante los motivos omnipresentes en Pero su viaje interior, que ter­ insomnios del primero o desde todo el relato, encuentro otros mina con la revelación o el su experiencia vital o la de su 00 motivos como pilares de ese descubrimiento de sí mismo, alter ego. Una suerte 'de fátum 00 mundo: una búsqueda que ter­ tiene un costo devastador: la se cierne sobre los destinos mina con la identificación del soledad, el fracaso del amor, la humanos. Y esta es la raíz de la buscador y el ser buscado y, 111uerte, el remordimiento, la orfandad mayor, la precariedad como correlato, el tópico del caída del hijo y la caída moral humana en manos de fuerzas doble -"el yo soy otro", de del protagonista. Sin embargo que escapan el dominio de los

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" individuos y corren por los del discurso con el tiempo de vida que repite o es una ríos de la sangre o los capri­ la realidad, Jos ~egmentos variante de otra-, o el tópico chos del azar. Ante el dolor reflexivos constituyen una de la intromisión del sueño en del tierno hijo que cayó de sus especie de pausa, de suspen­ la realidad -en una pesadilla, 1nanos y sufrió una lesión, el sión del reloj de la acción que evoca Ru experiencia ado­ narrador confiesa: "Las pala­ nanativa, la cual es casi siem­ lescente, el protagonista cae al bras 'h~jo mío' resonaban en pre, sobre el papel, una defor­ intentar un salto mortal para mi mente cOmo nunca habían mación del tiempo de la reali­ pasar un caballete y en otra cae resonado antes. Entendí, por dad. En esta obra, el espesor en una zarza y, al despertar, en pritnera vez, creo, ese sufri­ rerlexivo y la dimensión siin­ tma y otra,tiene sendas heridas miento del que nadie habla, el bóliea, remiten al lector al en la cabeza o las manos del Padre Eterno por el Hijo, tiempo moroso, lento, propio ensangrentadas-, ¡;e ubican en entregado por Él mismo, a tor­ de la novela. el contexto convencionalmen­ turas atroces, allá en Judea. Cuando intento reconstruir te realista de la crónica infor­ Fue el momento en que lo la cosmovisión de La caída y mativa, con las refeJencias al Eterno conoció la 1nuertc. la noche, me conmueve esa acontecer en eltntmdo o en el Reflexioné entonces en el sugerencia dostoievskiana a la Ecuador, explicables por el papel del azar en el destino del necesidad de reconciliación, el oficio de periodista del yo hombre. Todo lo que el hom­ llamado de perdón profundo narrador. bre hace, pensé, es azar, pero entre los seres humanos. Los Además, en La cuida y la está contenido en un cú·ctüo insinúa el protagonista al man­ noche, la complejidad se sos­ inextricable que sin cmb.argo tener la esperanza de recobrar tiene, sobre todo, por la sólida lo determina y que es el desti­ el amor de su mujer; los reite­ creación de personajes) con la no. El destino rige también a ra el padre en la carta en la hondura, la verdad literaria y los dioses".2 cual pide el retorno del hijo humana,del protagonista y su Además de esta concep­ pródigo: "Solo el perdón, un doble, o los rasgos de humor ción lrágica, el vado del perdón universal, sin condicio­ popular y la repulsión y el des­ padre, el rencor y la nostalgia, nes, puede hacer de este precio del detective. Sanabria tienc.n otras referencias socia­ mundo un lugar habitab!e"3 que, cuando cobra por su tra­ les que nos remiten a la bús­ A medio camino entre el bajo 2 500 dólares, induce al queda de identidad y las caren­ cuento largo y la novela corta, cliente a calificar la tarifa cias de sustento paterno en la la nouvelle de Vladimiro Rivas "SSP: Según el Sapo la cosmovisión colectiva, sea está escrita con un lenguaje Pedrada"4 como una obsesión mexicana diáfano, exacto, que nos remi­ La calda y la noche perma­ ~en esas tierras echó raícel:i te, sin embargo, a una realidad nece en la memoria del lector Rivas de hace más de 30 aüos• sinuosa, oscura, plurfvoca. Las por su intensidad como relato, o una expresión de la ambigua líneas claras de desarrollo del por las líneas diáfanas de la identidad patria para el blan­ relato, sin malabaristnos hlsLmia, por la fuerza y verosi­ co-mestizo en el Ecuador, sea estructurales, fragmentaciones militud de los personajes, por como una expresión de un de tiempo y espacios, ni multi­ la fusión de realismo y fanta­ urquetlpo mitico univer.s.aJ. plicidad de voces narrativas, sía, por la capacidad de crear Si el efecto de intensidad, cuadran bien con la condición un mundo en el que identifica­ como observé antes, acerca al introspectiva de ]a narración, mos la vida y obsesiones de lector de "La caída y la volcada hacia su propia reali­ los personajes y de su tiempo y noche" a la experiencia del dad, que se sostiene eH la voz de nuestra propia vida y nues­ cuento, el espesor reflexivo y dominante, aunque no única, tro tiempo. 00 00 la dimensión simbólica lo del yo protagonista. aproximan al lempo lento La complejidad en el rela­ NOTAS característico de la novela y a to, me parece que proviene de 1 Vladimiro Rivas Itunaldl!, La caída formas canónicas más propias otros procedimientos: por y la noche, primera edición, Mé­ de ella: en este caso, para ejemplo, el _juego de incorpo­ xico, VenlehnJago y Universidad Autónoma de Puebla. Pág. 12 recordar la conocida imagen rar a los motivos característi• de Julio Cortázar, la victoria cos de la literatura fantástica 2 Ídem. Pág. 41 sobre el JectoJ" se produce no datos de la realidad más próxi• 3 Ídem. Pág. 55 por knock out, sino por puntos. ma. Así elementos fantásticos, 108 En las relaciones del tiempo como el tópico del doble -una 4 Ídem. Pág. 25

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" =?

e =S ¡ : amargado

Una lectura de JJ Chulia Romero y J1ol'cs, de Jorge Icaza1 "' "La memoria, cuando se momento en que los dos uni­ aire de nostalgia que desenca­ f agudiza, se convierte en una versos culturales tradicional­ dena la escritura misma. o fuente de dolor" mente enfrentados -el indígena Cie1tamente, Tcaza propuso Los s;muladores, y el blanco- se encuentran en el una nueva noción de la literatu­ V. S. Naipaul interior de la subjetividad de ra y el lenguaje. Un lenguaje cada uno. que se propone representativo próximo año La literatura icaciana se del habla "real" (recuperación conmemoramos inserta en el contexto de la lla­ de la oralidad -iucluso de la el centenario de mada "Generación del30", lite­ oralidad quichua-y del len­ Jorge !caza, na­ ratura que buscó rescatar para la guaje coloquiaUpopular) y fiel cido en Quito en nación un espacio cultural pos­ con respecto a la realidad que 1906. Así, el mejor homenaje tergado y olvidado: hacer justi­ evoca y recrea en la ficción. que podemos rendir a un escri­ cia cultural, inventar un lengua­ Primó en Icaza una representa­ tor es el ejercicio de una lectura je literario capa!', de traducir los ción del indio dolorido, cxplu­ renovada en el dcscuhri miento matices del mundo habitado por !ado y marginado "~-produc!o de nuevos sentidos y preguntas. indios, cholos, mestizos; repre­ quizá de lm; dcscncuentros que [caza ha sido leído fundamen­ sentar aquello que tradicional­ se dieúm entre el indigenismo talmente como indigenis!a; sin mente se había considerado artístico-litenuio y el indigenis- 00 embargo, es necesario eRtudiar­ ajeno a la literatura. De allí 1110 político expresado en movi­ 00 lu también como un escritor cierta cpicidad que vertebra la lizaciones indígenas que discu­ cuyas grandes preocupaciones dimensión hun;tana de sus per­ rrfan paralelan1cntc. En la giraron en turno a la problemá­ sonajes, un halo dcmonizador narrativa icaciana sobresa­ tica del mestim, del "cholcrío". que envuelve el relato de la len también cuerpos femeni­ La tragedia de sus personajes civilización moden1a, el afán nos cuyos vientres han sido estalla precisamente en el verista de la narración y ese mil veces atropellados por

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" capataces, mayordomos y protagonista de la novela trata vecindario, habitante, lenguaje patronos -"Diablo blanco de de ocultar, silenciar y olvidar. y urbe. Se trata de una afirma­ rabo tieso, ricurishca". Cuerpos El motivo del dis!Taz y la ción de la identidad por lo que indígenas de mujeres que en el práctica de la simulación son se finge ser. La lógica tnimética atropello in•criben y recuerdan elementos recUlTcntcs en la evidencia que detrás de la la marca de violación presente configuración de los personajes supe1ficie no hay nada, no hay en el origen del "mestizaje" de !caza: detrás del disfraz, sus un original que apunte hacia entre dos razas incquitativa­ personajes ocultan el origen una identidad esencial y autén­ mente enfrentadas. No quiero, étnico y la procedencia social. tica. La identidad se encuentra sin embargo, detenerme en la De allí que reconozcamos en la en permanente formación, y representación de estos cuerpos indumentaria y exagerada ges­ transformación, al interior de sufrientes, me interesa más bien lualidad del chulla, en su reper­ un colectivo social, entre alian­ indagar en la concepción icacia­ torio galante y distinción en el zas y negociaciones. En el caso na del dolor a parlir de una andar, todo un despliegue de del chulla, a pesar del desplie­ relectura de la novela El Chulla teatralidad orientada a satisfa­ gue social de trucos y disfraces, Romero y Flores, publicada ini­ cer su "enfermizo deseo de ser pervive sin embargo una cialmente en 1958. alguien", su viejo anhelo de memoria social que le rectterda ¿Cuál es la naturaleza del caballero adinerado y podero­ su marca de origen. esa marca dolor que padece el chulla Luis so: "Modeló su disfraz usando que lo hacía resbalar "por la Alfonso Romero y Flores? El botainas -prenda extraída de pendiente de la vergüenza que protagonista de la novela vive los inviernos londinenses por le producía saber que alguien atravesado, a la vez que perse­ algún chagra turista- para estaba en de su peca­ guido, por el irreconciliable diá­ cubrir remiendos y suciedad de do original, de su sangre" (31). logo interior de sus sombras medias y zapatos, sombrero de Freud sostiene en su clásico ancestrales2: las voces del padre doctor virado y teñido varias texto El malestar en la cultura blanco y de la madre india en veces, y un terno de casimir que "desde tres lados amenaza contrapunto doloroso. Se trata oscuro a la última moda eum­ el sufrimiento; desde el cuerpo "' del paradójico diálogo "que le pea para alejarse de la cotona propio, que, destinado a la _[ hundía en la desesperación y en del indio y del poncho -mila­ ruina y la disolución, no puede o la soledad del proscrito de dos gro de remiendos, plancha y prescindir del dolor y la angus­ razas inconformes, de un hogar cepillo-" (83). tia como señales de alarma; ilegal, de un pueblo que venera La simulación, como prác­ desde el mundo exterior, que lo que odia y esconde lo que tica de sobrevivencia, caracteri­ puede abatir sus furias sobre ama" (37). El chulla es fruto de za el comportamiento de quie­ nosotros con fuerzas hiperpo­ un amor ilegal, hijo de Miguel nes habitan países poscolonia­ tcntes, despiadadas, destructo­ Romero y Flores -"Un caba­ les: es una práctica de traduc­ ras; por fin, desde los vínculos llero de la aventura, de la con­ ción cultural que remite a usos con otros seres humanos. Al quista, de la encomienda, de la sociales de reciclajes, présta­ padecer. que viene de esta fuen­ nobleza, del orgullo, de la cruz, mos, hurtos. imitaciones y te lo sentimos tal vez más dolo­ de la espada ..."- y de una india remiendos en un juego de roso que a cualquier otro; nos de servicio doméstico, Mama simulaciones que se propone inclinamos a verlo como un Domitila. El padre, conocido confundir los límites entre suplemento en cierto modo personaje de la ciudad, copias y originales. La estrate­ supcr11uo, aunque acaso no sea Majestad y Pobreza, parece res­ gia mimética3 produce conflic­ menos fatal que el padecer de ponder a la imagen de un arque­ tivos' "efectos de identidad": otro origen" (76-77). Preci­ tipo social de raíz colonial: artificios fomtales que repre­ samente, la fuente de donde ()() ()() "Parece que en la Colonia a un sentan, a la vez que exhiben, proviene el penar de nuestro noble español venido a menos una carencia que se disimula chulla se enraíza en una red i5 le llamaban de la misma mane­ para hacerse puro espectáculo, social que hace de la urbe una

1u ra. Un hombrecito que, a pesar pmo dolor camutlado. Es este ciudad que se repliega sobre sí LJ..J de su ropa en harapos y su estó• tráfico de códigos, objetos, misma, que margina a sujetos -.; mago vacío, usaba reverencias símbolos y lenguajes prove­ cuyas señas de identidad resul­ "'' de caballero de capa y espada, nientes de diferentes matrices tan sospechosas desde una liturgia de palacio, pañuelo de culturales lo que configura una perspectiva social y cultural batista" (35). Es la sombra y el suerte de estética chola: una que privilegia lo blanco letrado 110 rastro de estas voces las que el estética que se . hace casa, occidental. Ya lo dijo Freud,

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" "gran parte de la culpa por y alarido de ferrocarril, de bis­ postizos y remiendos" (61). nuestra miseria la tiene lo que biseo de beatas y carajas de Son las máscaras, y cáscaras, se llama nuestra cultura... latifundistas, de chaquiñancs "para cubrir a medias el vado (85). lodosos y veredas con cemento, angustioso de las gentes que no Al inicio de la novela, cuan­ de callejuelas antiguas -don­ se hallan en sí'' (62). Allí se do sorprendemos al chulla en de las piedras, las rejas, las exhiben los atuendos necesa­ sus andares de incorruptible espadañas coloniales han dete­ rios para transformar a una fiscalizador, éste se enfrenta al nido el tiempo en plena aldea­ chullita en ptincesa y a un cha­ "coro burlón y omnipotente de y plazas y avenidas de amplitud lla en lord inglés. Es un juego lo 'mejorcito' de la ciudad": el y asfalto ciudadanos" (51-52). de equívocos y disfraces, entre coro de voces sociales que Se trata de una "ciudad chola", la realidad y la farsa, que obli­ porta el saber y la memoria ofi­ hecha de una argamasa en la ga a la gente a pensar en el per­ cial de la urbe: que convergen lo antiguo y lo sonaje que uno quiere ser. Al En lo vivo de la came, de moderno, lo indio y lo blanco, final de la fiesta, Romero y los nervios, de los huesos le lo extranjero y lo propio; sin !'lores y su amante Rosario quemaba el ascua de las mira­ embargo, esa misma mezcla Santacruz, aún en sus roles de das burlonas de la honorable y pdncesa y lord inglés, encon­ distinguida concurrencia. Se trarán cobijo al interior de una encogió como un alacrán ro­ sórdida casa percibida en la deado de candelas. Pero no te­ imaginación gozosa come cá."­ nía veneno para inyectarse, pa­ tillo: "Entrelazados y fundidos ra morir. [... ] Luis Alfonso se los amantes, fuera de su sole­ sintió desgarrado, exhibiendo dad -angustia de impotencia sin pudor sus sombras tutela­ femenina en ella, simulación de res, fétidas. deformes. Sobre mbor ancestral y desequilibrio todo la de Mama Domilila. íntimo en él- olvidaron sus iNooo! No podía con ella. L... j disfraces, ,sus mentiras, para ser No le dejaron, como de cos­ lo que en realidad eran: un .g"' tumbre, ocultar Jo rencoroso, lo genera procesos de enmascara­ homhre y una mujer que se turbio, lo sentimental, lo fata­ miento que la quieren ocultar, entregaban mutuamente" (73). o lista, lo quieto, lo humilde de su sin suprimir la tensión de sus Los andares y travesías madre -india de servicio do­ elementos en convivencia. De picarescas del chulla lo llevan méstico-, bajo el disfraz de lo ahí el motivo de la máscara de por canllnos que lo someten a altivo, lo aventurero, lo inteli­ la vida chola que atraviesa la diferentes experiencias de dolor gente, lo pomposo, lo fanático, nanativa icaciana y, por otro y angustia: el embarazo de lo cruel de su padre -señor de lado, la tragedia que el enfren­ Rosario, la red de chm1tajes e la desgracia-. L... ] ¿Por qué tamiento de esos dos universos intrigas políticas que lo envuel­ caraja me abrieron el pecho desencadena en la vida de la ve y, más aún, la persecución de para mirarme adentro? ¿Por qué muchedumbre de indios, chu­ la policía, principalmente; a se me amm1iguó la lengua? (36). llas, cholos y mestizos. causa de su aparente conspira­ Es el dolor del pecho abier­ El juego de simulaciones y ción contra el orden y la ley eu to que obliga al chulla a mirar­ enmascaramientos alcanza, en su reclamo de jm;ticia como se hacia adentro~ lo que hace la novela, un punto culminante incorruptible fiscalizador. Esta del personaje un sujeto sufrien­ durante el episodio que narra el persecución eRtá montada, ade­ te: portador de una identidad baile de las Embajadas: el chu­ más, a ntfz de una pequeña esta­ inconclusa, hecha de fragmen­ lla asistirá al baile y, para ello, fa reali:wda a unos comercian­ 00 tos no ensamblados. El estigma se ve en la necesidad de alqui­ tes en el afán por conseguir 00 de la mezcla parece permear lar en unn tienda de disfraces dinero para asistir al parto de su tamhlén la configuración aquél que le prpporcionc una mujer. Romero y !'lores núsma de la ciudad: "Mezcla imagen apropiada. En la tienda emprende la huída en el esfuer­ chola ----cmno sus habitantes­ se oculta una "galería de tipos zo por escapar a la ley: es en de cúpulas y lejas, de humo de nacionales" que habla de "la medio de esta cm-rera, que lo fábrica y viento de páramo, de urgencia cotidiana de un gamo­ lleva y aleja de su vecindario, olor a huasipungo y misa de nalismo cholo que creyéndose que experimentará un proceso alba, de arquitectura de choza y desnudo de belleza y blasones de reconversión profunda. campanario, de grito de arriem busca a toda costa cubrirse con Llevado por el deseo de ayudm 111

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" a su mujer en el parto, el chulla muc11o víctima de una hctno­ defender a su hijo, interpretar a ha llegado a su casa que se rragia postparto. La muerte de su gente" (238).----imunciaría, encuentra vigilada: paredes de la amada, el nacimiento del como apuesta y utopía, el naci­ doble fondo, falsas puertas, hijo, la nueva alianza social con miento de una nueva civiliza­ oscuros corredores, objetos ple­ el vecindario son cxpc1i.encias ción sustentada en la reconcilia-­ gables, bastidores móviles y la de intensidad emocional, que ción de sus sombras ancestrales: complicidad vecinal de tnmios provocan un giro profundo en el abuelo conquistador blanco y invisibles qúe lo visten y des­ la constitución anímica del pro­ la abuela india. Se u·ataría de un visten, ayudan al fugitivo en su tagonista: s.us sombras ances­ sujeto mestizo liberado en el rula: "¿Por qué no? Está en trales :-;e encuentran en doloro­ dolor, capaz de armonizar un nuestro juego. Hay algo que nos so acuerdo: diálogo históricamente desen­ une, algo más fuerte que nos­ Y cuando se despejó total­ contrado, en un acto de amorosa otros. Le digo por experiencia. mente su conciencia percibió LUla fusión civilizatoria. Hasta allí la Yo también ... Pemlejadas donde dulce complicidad, un dolmoso novela de Jcaza y, aunque los uno se mete ... Sé que todos los acuerdo [... ] entre sus fantasmas avatares de la historia hablan de vecinos eRtarán listos en su ancestrales. Su tragedia íntima la inviabilidad del proyecto favor" (183). [... ] era en verdad cosa primitiva mestizo, intuimos Ja continui­ Esta experiencia vecinal - e ingenua ante el riesgo que aca­ dad de ese proceso idenlitatio hecha de complicidades y soco­ baba de pasm, tmle las urgencias hecho de simulaciones y rros- posibilita al protagonis­ dolorosa' c!e Rosar·io,

bufanda de chagra, con ... Se ro del hijo; todo ello hahla de 1 Todas las citas remiten a la edición sentía otro. Por vez primera era transformaciones y devcni.res: de la Casa de la Cultura el que en realidad debía ser: un "Y en vez del individuo caballe­ Ecuatoriana. Quito, 1958. mozo del vecindario pobre con ro, 'patrón -grande, su mercé', 2 En una entrevista realizada por ganas de unirse a las gentes que que ellas [las sombras] deseaban Enrique Ojeda, Icaza sostiene que le ayudaron --- extraño desper­ totjar, y que yo anhelaha con en la novela his¡Hmoamericnna no tar de una fuerza individual y locura infantil, me quedó un es posible hacer monólogo interior, colectiva a la vez" (192-93). humbrccito :unargado y doliente, , es rccuM duelos. Así, mientras el chulla igual en el recuerdo a sus fan­ rrcnte en h1 obra de V. S. NaipauL 112 huye de la policía, Rosario ha tasmas ancestrales y a Rosario,

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Sobre la poética on cierta frecuen­ cia se encuentra, en el cof\iunto de la creación poética de un autor, un poema titulado Arte poética o sencillamente l 1oética. Ese poema contiene las definiciones que el poeta expone sobre la índole de la poesía como género tanto como vía de conocimiento. Ese cmnentario, descriptivo o etílico, introduce lm texto dentro de otro. El texto que se inserta ofrece reflexiones sobre el len­ guaje literario y se expresa mediante el uso de términos con­ vencionales co1no poesía, poe­ ma, verso, lengw~je, palabra, rllna, canto, etc. En otros casos las definicio­ nes no aparecen en un solo poema. Se enuncian y repiten en varios puc1nas o en el transcurso del poemario. Cuando esto ocu­ rre, la interpolación del texto de la poéLica, y,uxtaposición en oca­ siones, corimnica dos actitudes del yo poético: la una se dirige al •o u referente tlliC :-le construye en el ~o poema, y la otra, expone Jas o_ caract~;rísticas del género lfrlco. _j'" La primera se articula con múl­ tiples evocaciones de las expe­ 00 riencias representadas~· es decir, 00 con las imágenes cargadas de o emociones, y la segunda, alude a 1u la práctica del m1c literario. LLJ La poética es "toda teoría --¡;; -o interna de la literatura" 1, teoría que recoge las categorías que

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" permiten comprender a la vez la que lo diferencia de la univoci­ unidad y la variedad de todas dad de los textos testimoniales, las obras litermia,, Esas catego­ históricos, jurídicos, etc. Pero rías necesariamente cstlÍn pre­ el detenimient<> en el lenguaje sentes en las obras de un autor revela ya la adopción de una determinado, y de hecho, de su poética, actitud mencionada en reconocimiento se desprende el el título del poemario. El ante­ tipo de poética adoptado. Por cedente se encuentra en la poe­ esta última razón, suele también sía lírica vanguardista, puesto usarse el término poética con que varios de .sus autores propu­ sentido individual. Mas, el exa­ sieron nuevas cxperiencia1-1 líri• tnen de 1as categorías ya :sea en cas, a partir del distanciamiento su nivel más abstracto, ya sea de las fonnas conveJJcionales y en la realización de un autor, es de la tensificación del sistema el objeto de la poética. ptimario de la lengua. En Los códices de Lorenzo Los antecedentes Trinidad hay un fenómeno Javier !'once (Quito, similar. Puede decirse que esta 1948), publicó sucesivamente experiencia lírka privilegia la sus poernarios Texto en ruinas composición, desde la perspec­ ( J 999)2 y Afuera es la noche tiva de la diversidad de voces (2000)3 Quince años atrás poéticas que intervienen. Meta­ publicó!\ espaldas de otros /en­ fóricamente, el texto se compa­ guaje.r', J:<:scritos /ejos,5 y Los ra con el c&llcc, c.ste último, códices de !LJrenzo Trinidad.6 texto oscuro .;irvicntc, esto es co11 una lengua alwJionc.'> al Jcngua.ic~ es dcdr, Q_ balbucicnte. Tal vez Poncc, con a su constitución rítmica, mor­ ....'3 esa imitación morfosintúctica y fológica y sintáctica. La totali­ rftmica bm:cú inten~itlcar el dad de Jos textos contienen co co tncnsaje. Se trajo al prescnlc la reminiscencias de pe1·sona y dolorosa realidad del indio opri­ hechos del pasado, mientras o mido en las haciendas y la del que el texto alusivo al lenguaje, servidor mestizado, inslrumen­ sus continuas inserciones, pre­ 1LJ.J Lo del opresor. No es un poema senta la preocupación clave del -¡;; '"'() de tiempo lineal. Al contrario, siglo XX, que se relaciona con las evocaciones se abren en las limitaciones del lenguaje. El varias direcciones, apertura que resultado es altamente ambi­ provoca la ambigüedad propia guo, aunque sorprendente. 114 del texto artístico, caractelistica

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Textos que se apartan de las la doble articulación de la len­ huesos, lenguaje dulce, encon­ convenciones literarias del gua, así pues, desde lo más abs­ trarse en el lenguaje, las palabras metro, la estrofa, la rima, pero tracto, lenguaje, hasta lo con­ se desmoronan, las palabras se que buscan capturar los fugaces creto, se repiten las unidades desangran, palabras de niebla, encuentros de la conciencia con palabra, sílaba, consonante, palabras con desnudez de sole­ la realidad. En la lírica ectlato­ vocal y sonido. En la vettie11te dad, las sílabas se desmoronan, riana, los antecedentes son el semántica se repiten los voca­ poema que nos nombra, las pala­ poema Boletín y elegía de la,, blos nombre y nombrar: nom­ bras son cenizas, manojo de ver­ mitas, de César Dávila An­ brar personas, objetos y accio­ bos, risco de sonidos, el canto un drade, y Los cuadenws de la nes e identificarse con un no m­ dolor, etc. El sentido metonfmico tierra, de Jorge Enrique bre fue inquietud teórica de la es abundante puesto que todos Adoum. En el primer caso, son onomasiología; además aparece los campos léxicos aluden a la explicitas dos voces, la del pro­ la palabra jerga, la misma que creación !iterada mediante rela­ tagonista que se expresa con designa un lenguaje especial. ción de contigüidad. Escritura formas del castellano coloquial La morfosintaxis se alude con puede tomm;;e como actividad hablado por los indios, y la del los términos sintaxis y verbo_ poética, lenguaje es el soporte de poeta, a quien se mencionaba El segundo campo lexical la poesla; voz, rurnor, susurro indirectamente en los versos proviene de lo que en el cuadro atañen a la enunciación poética: escritos entre paréntesis: Así de la comunicación humana se por letms se toma creación poéti­ avisa al mundo, Amigo de mi denomina canal. En este campo ca. Mas, si se toma la poesía angustia./ 1\.s[, avisa. Di. Da los Lénninus evocados son voz, como especie, los vocablos diciendo. Dios te pague. 8 En el rumor, susurro, vozarrón y poema, canción, crónica, cte., segundo caso, la voz poética hablar. serian slnécdoques, dado que asume la mentalidad del otro. El tercer campo reúne los apm·cccn como partes de un todo. El texto de Adoum recrea un términos escribir y escritun1, Pero ¿cuáles son los signifi­ lenguaje adecuado al pensa­ apuntar, grafías, tilde y escriba­ cados? Si hubiese que inferir miento del hombre andino, en no, este último con el significa­ habrfa que responder a la pre­ un tiempo anterior a la con­ do de persona gue escribe docu­ gunta ¿cuál es la actitud del quista española. mentos. poeta frente al mte literario? La El cuarto campo se migina en escritura es una tonncnta desata­ Texto en ruinas el ámbito instnunental, de este se da porque es una práctica di!Icil La totalidad del texto se mencionan página y papel. y sorprendente. Sus exigencias fragmenta en partes, Juego en El último campo lexical son intolerables. El lenguaje lite­ poemas y cantos numerados, concspondc a la terminologfa rario arrastra desconocidas den­ debido a la:'> imposiciones temá­ literaria y los términos S()ll sidades. Las palabras son difusas ticas. Sin embargo, las interpo­ poema, canción, canto, relato, y las sílabas se desmoronan. La laciones que contienen la poéti­ diálogo y crónica. sintaxis se descalabra entre soni­ ca aparecen en el conjunto, de Pma configurar una primera dos y silencios. Los nombres y el modo libre, es decir, en cual­ síntesis conviene acudir a los nombre se deshacen y olvidan. quier sitio del flujo unidireccio­ conceptos de la semántica. Un Sin embargo, la poe..">Ía es un nal y progresivo de las líneas primer momento conduce a la lugar de encuentros y aún puede poéticas. verificación de simples adjetiva­ ofrecer gratos mensajes. Hasla Al trasegar en el mnplin ciones. J ,uego se constatan los se habla del poema que 11o.o;,· complejo de la obra se encuen­ cambios de signiJicado de la nombra, línea que admite un tnm llasla cinco campo~-> lcxica­ metáfora y la mctonim ia. rcc(mooit11iunü• de la idwiLid[td; les. Dado que no exlste ninguna Algunos ejemplos tomados al en otras palabras, la poesía es co exposición explicativa de la azar de Jo primero son estos: una fugaz evidencia del ser. co poética, explicación teórica que escribo fatigado, sílabas frágiles, no admite la lírica, la pesca lenguaje propio" rumor sordo, Afuera es la noche lcxical es un primer paso para etc. En fonna general metafórica Como en Texto en ruinas, los verilicar los significados desde se cncucntTm1 estos ejemplos: la cmnpos lexicales son cinco: la fuera, es decir, desde el ámbito e¡;;critura e¡;; tempeFilad, la cscriLu­ doble articulación, la onomasio­ de la crítica. El primer campo ra se desata, escritura cruel, logía, los que se retieren al acto lexical se genera desde el voca­ bagszo de la escritura, ausencia de hablar, los del sopmte mate­ blo lenguaje. Incluye este escrita, escritura lejana, fOndo rial, los que registran los signos campo los términos técnicos de fiio del lenguaje, lenguaje sin gráticos y los del campo literario. 115

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Pero en estos fragmentos poética desconfía del lenguaje y por sus scntitnienlos, deambu1a textuales se habla de la crecien­ de su eficacia como ordenador entre la multitud homogenizada. te sombra del lenguaje/ que se de significarlos. La voz poética El segundo efecto es el eva­ tiende sobre la memoria. I ,a voz emprende una tarea incierta, con sivo sentido de los textos. La poética duda tle la existencia de un medio incie1to, en un texto imagen de la palabra de niebla, las palabras, aunque contraria­ global cargado de tristes suge­ es el enunciado que más se mente afuma que dejan huellas. rencias y cv ocaciones. aproxima a la representación del También dice que lo escrito conllicto. Por un Indo la palabra jitgu apenas esctito; las voces Aproximación a la poética es la única posibilidad de acceso ducnnen; los versos caen con De hecho se desprende de a la identidad, pero, por otro, al todas sus palabras; se hablli con los aspectos examinados que el ser de niebla se dice que es si1encios y se ama en la cruel­ poeta relaciona dos teorías poé­ fugaz presencia, es una palabra dad de los silencios. La voz poé­ ticas. La prjmera revela que la de bon-osa índole. tica encuentra lenguajes que obra poética es autónoma por­ Los textos de Javier Punce silencian/ todos los signos. Los que es un lenguaje que se sus­ evidencian la poética menciona­ nombres son inconsistentes: El tenta a sí mlsmo9; su consisten­ da. Se diría que en el ámbito de nombre/ de los dispersos nom­ cia determina su belleza y dura­ su creación acechan silencio y bres/ que ya no son/ que nunca ción. La obra poética tiene su sombra, términos que poética­ fueron. ra rnemoria diluvial de organización propia; sus com­ mente tTansformados se con­ las palabras puede significar el ponentes ol:>cdcccn a una propia vietten en voz y luz. caos, o por lo menos, el torbelli­ sintaxis. Así como el primer len­ no de la ambigüedad. La voz guaje que le sirve de soporte NOTAS poética dice curo con salmuera tiene su sistema de prescripcio­ ' DUCl!UJ; 0., TODOROV, T., las palabras, como si la sal nes y proscripciones, de igual Dicciorlario rmddo¡Jédico de las pudiera combatir el deterioro de modo, la obra poética, segundo ciencias dellenf?LI(!je, Huenos las palabras. Desterrada y pros­ lcngu[\jclU, tiene su sistema de Aires, siglo veintiuno Argentina crita son adjetivos que acmnpa­ comportam ientoR. Bastaría editores, sa ., 1974, p. 98. ñan a la palabra. El lcngm\ie se decir que ese sistema, por ser 2 PONCE, JAVIER, Texto erz ruinas, convierte en tiempo, cuando el poco socializado, tiende al her­ México, Universidad Autónoma poeta dice que el día en el ins­ metismo. Esta concepción de la Metmpolitana,1999. tante último de su escritura, obra poética dio lugar a los aná­ 3 PONCE, JAVIER, Afuem e o; la /apuntaba el número de sus lisis estructurales y textnales, noche, Quito, Seix Banal Poesía, 2000. muertos. muy en boga en la segunda En Texto en ruinas, se dice: mitad del siglo XX. 4 PONCE, JAVIER, A espaldas de no sé quien va a morir y empren­ La desc<>ntianza en el siste­ otros lenguajes, Quito, El Conejo, 1982. do una escritura/ donde me ace­ ma manifestada en el decurso de 5 PONCE, JAVIRR, Hscriro lejos, chan todas las lecturas que me los pocmm_-ios, introduce otra Quito, 1984. sobrevivieron. En esta última poética. Las sombrías evalua­ 6 PONCE, JAVIDR, Los cód;ces de línea Ja voz poética reconoce ciones del sistema, apenas inte­ {,orenzo Tríllídad, Quito, El que en su escritura, arte literario rnnnpidas por dos o tre.s enun­ -ºe Conejo, 1 9R4. o poesía, se funden lecturas de ciados positivos, obedecen a la,s "' 1 PUNCE, JAVTRR, El insom11io de u ·.;::¡"' textos que le precedieron; no variaciones sentimentales del Nazario Miele.1, Quito, 1990; Hs '"'o oh:-;t::mtn, el verbo acechar se autor. Se tr~tta entonces de una tan diffcil moril; fJuito,l ~95: o. connota con vagas inquietudes. poética de !.a expresión. Resígnafe a perde1; Quito, l ~98. "'1 'lhl vez porque Ctlla práctica tcx La poética que sustenta la R JINDRJID!i DA VILJI, CfiSJIR, tu al con/luyen otros textos, algu­ obra de Javier Ponce alterna Obra.1· Completas. Poesía, Quito, 00 PUCR, Sede Cuenca, Banco 00 nos cargados con dolorosas objetividad y expresión. Sí la Central del Ecuador, 1984, p., 289. sugerencias o, cuando menos, objetividad deja de lado las cir­ o con indesciii-ables mensajes. cunstancias reales del tránsito 9 DUCROT, op. cil., p., 100. l En Afuera es la noche, se vital del autor, en cambio, la 10 LOTMAN, YURI M., Fstrur·tum w leen estas líneas: t:reciente poética de la expresión insiste del texto artístico, 2" ed., M.adrid, -;;; Ediciones Tstmo,l982, p., 20. sombra del lenguaje/ que se en la exposición de sentimien­ " tiende sobre la memoria. El tos. Esta tensión produce dos término s·ombra puede inter­ efectos: el primero confirma la pretarse como estallido y ter­ angustia del hombre contempo­ 116 minal desconcierto. La voz ráneo que solitario, remordido

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ttiz en la primera edición del Lns pcTsnnajes principales lexlo y consciente de que aquel personaje mítico de su tierra A la Tunda causante de la desaparición se natal, Esmeraldas, podía no ser hace alusión permanentemente en el relato. conocido por muchos de su:-; leC-­ Nun1ancia, la jovencita que en un 1no1nento tores incluyó una nota para describirlo. dado desparece de su pueblo y qne lan sólo al final del relato regresa al hogar. En sn caso es 1\mda.- Especie de fantasma proteico, creado indispensable analizar las oposiciones que pre­ por los negros que se aparece a los niños y se senta antes y después de su pérdida. los lleva. Monstruo similar al quimlnmgo de los El primo de Numancia y narrador en el o ·¡;¡ bantúesl cuento la describe: E (¡; Inmediatamente se sabe qne el cuento está ce inspirado en la mitología negro-esmeraldeña Numancia luc{a un lindo y rwv color a mel­ cuya tradición se' erfraíza en la de diferentes cocha y estaba ya bastante creddita, pero como pueblos del África negra. no era muy de.~píerta, y carecía del don de El narrador, a través del relato, describe y observación, se dejú engai'íar por la tunda: no define a este personaje maligno que como el de.~·cubrió a tiempo su deforme pata coja de Duende y el Ri vi el son seres vívidas principal· molinillo a la luz del crepúsculo, ni reconoció mente dentro de la sociedad campesina de esa que esa mujer no podría ser su madre desapa­ provincia. A ellos se han atribuido durante recirla también misteriosamente años atrás. 4 siglos mucho de lo inexplicable, misterioso y A su regreso ha experimentado un cambio: nefasto que sucede en las comunidades negras "No era la nzisrna ". de la región: desaparición de personas, Inucr­ tes, enfermedades físicas y mentales. Cada uno Venía descalza y mal vestida, con su largo pelo de estos personajes tiene unos poderes y lmr~s de miel chorreado y húmedo. Había crecido y en funciones específicas y, en ocasiones, su propja su rostro resplandecía Oc una nueva y descono­ historia o leyenda. La Tunda está asociada al cida belleza para mf.5 amor ilícito, al engaííu, a la desaparición y El primo de Numancüt ~s el tcrc~r personaje importante, es el narrador testigo6, y también enloquecimiento de las personas a las que scdu­ 00 cc.2 Para traer a sus víctimas adquiere la forma narrador protagonista pue.stu que en algunos 00 de un ser qucrido3, en el caso que cstudiatnos, momentos aparece en el relato como parte de él, o el de 1a mmh·e desaparecida de Numancia. específicamente cuando buscan a Nnmancia7 y La 'lbnda se ha llevado a Ntm1ancia y los parien· en el diálogo final con su prima cuando le pre­ 1w tes st~cn en su búsqueda. Para encontrarla piden gunta detalles sobre LaTunda.B Sin emhargo no 03 infonnación a los vecinos, a la flora y a la fauna dd es un narrador omni.sciente puesto que no lo -o lugar, sin éxito. Nrunancia llegará meses después. sabe todo acerca del personaje principal.

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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Demuestra no conocer lo suce­ convivir, pero no es raro escu­ Método actaucial dido, no nos habla de los sen­ char todavía episodios de sus Actante es el papel que un timientos de Numancia, ni de hazañas que involucran a per­ actor o actores representarán en dónde estuvo ella durante su sonas de la comunidad o per­ la narración. Greimasll limita­ ausencia. sonajes cercanos. ba, en 1966, a seis el número de Finalmente, el Tío del na­ También entran en el plano actantcs cuyas acciones son rrador y padre de Numancia, de lo real maravilloso los diálo­ dccisi vas, aunque en muchos quien reprc'scnta al grupo gos con el río y con los anima­ casos el número es menor. social de los adultos cuya acti­ les, y aun el del niño con las Estos papeles pueden ser encar­ tud a lo largo del relato, nos plantas del entorno en el que los nados por seres vivientes, prin­ permite descubrir los valores y mayores no creen: "Muchacho cipios, valores de una sociedad, principios de dicho grupo loco- me dijeron, las plantas no entes abstractos, reactivos quí• humano, él es quien sanciona hablan".9 micos, etcl2 la actitud y el proceder de El otro nivel es el de la rea­ Luego de muchas investiga­ Numancia. Es evidente el lidad a la que el autor nos avoca ciones se ha llegado a la conclu­ cambio que manifiesta entre el al desmitificar, con gran sigilo y sión de que toda acción del ser momento en que advierte la prudencia, la historia por él cre­ humano puede reducirse a la desaparición de Numancia y ada a imagen de las múltiples búsqueda de algo, a la obten­ la contradicción en la que este que pueden oírse en las veladas ción de ese algo, frecuentemen­ personaje parece incurrir del campo csmeraldeño y qne te en detrimento de alguien o cuando ella regresa. no son, para quiene.o:; las cuen­ de algo qne lo perderá cmmdo tan. historias imaginadas sino el otro lo consiga. El relato en el tiempo relatos de acontecimientos rea­ Al que busca se le llamará El nanador sitúa el relato les algunas veces vividos por Sujeto y lo ambicionado será el en un pasado lejano, su infan­ ellos, otras relatadas por los Objeto. Un tercer actante es el cia. tenía 11 años y Numancia, ancestros. Remitente aquel que hace-hacer o su prima, 14. El narrador adul­ o, debido a quien o a que, el ·;;¡ to se escuda en la inocencia Tiempos gramaticales Sujeto realizará la acción y bus­ E ¡;¡ del niño que era cuando suce­ El texto e'tá escrito en pre­ cará el Objeto. El beneficiario Cil ¡;¡ dieron los hechos. Ello le per­ térito puesto que corresponde al de la acción del Sujeto es el Jí mite tomar cierta distancia y pasado en que se sitúa el relato, Destinatario, gue a veces puede transmitir los acontecimientos sin embargo, el aulm usa el pre­ ser el mismo personaje <¡ue cmno los vivió, sin develar lo sente cuando habla de La Tunda, hace de Sujeto. sucedido. Gracias a este recur­ la describe o cuenta 'us costum­ Así, un mismo actor (perso­ so proporciona al lector la ilu­ bres con lo cual logra mayor naje que juega el papel del sión del descubrimiento de la vi videz y la sentimos como un actante) puede interpretar los realidad y crea un efecto de personaje real y actual. Este papeles de más de llll actante y, ironía por medio de la cual presente que da mayor expresi­ vicevers.a, un actante puede destruye el milo. vidad al relato y permite que el estar representado por diferen­ personaje perviva. "La Tunda tes personajes. Niveles del relato huye ... , prefiere... , puede ... , Según el esquema estableci­ Encontramos, por lo tanto, obliga ... , tiene ... ". La Tunda do por Greimas 13 y que utiliza­ dos niveles en el relato, el sigue existiendo en el mundo remos en este caso por parecer­ mítico y el de la realidad, el mítico, es un personqjc penna­ nos muy ilustrativo y fácilmen­ primero que nos sumerge en el nente y actual. te aprchcnsihlc) pueden existir realismo mágico, parle esen­ en ]a narració11 dos actantes co co cial de lo cotidiano y del entor­ Metodología utilizada para más: Ayudante y Oponente que no en que se desenvuelve la un análisis profundo de La son a4uellos eletnentos que población rural de la región de Enfundada ayudan al Sujeto en su acción o Esmeraldas. La Tunda, el Hemos escogido algunos bien se oponen a él dificultán­ Riviel y el Duende son seres elementos de 1a semiótictt dola. cuya existencia osclla entre la narrativa 1O para adentrarnos en El esquc1na de actuación realidad y el mito. Adaptados el cuento de Ortiz. Para facili­ de los actantes es el siguiente: a las circunstancias de la vida tar la comprensión definiremos actual, estos mitos van desapa­ algunos términos que utilizare­ Remitentel4-'>0hjr?to- >Destinatario 118 reciendo, poco a poco, del diario mos a continuación,. Ayudan/e___:¡ Sujetof--- Oponente

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Que puede resumirse así: El hecho de no saber la lo interesante, esta inocencia al Destinatario le falta un naturaleza real de la Tunda es es la que le proporciona la Objeto de valor. El Remitente la causa de que el grupo no competencia especial. Según establece un contrato con el pueda realizar ninguna acción el texto, existe una re]ación Sujeto para que este lo consiga contra ella, y esta situación la privilegiada entre el "Yo" y y lo entregue al Destinatario. convierte en todopoderosa ya Numancia; efectivarnentc en []] Sujeto con o sin Ayudante que no se la puede controlar: la búsqueda de la jovencita, el y/o Oponente, cumple la "Pero la Tunda es casi más niño siempre está más cerca de acción establecida por el con­ lista que los hombres y los ella, más próximo a encontrar­ trato y obtiene el Objeto de perros, casi nunca se deja la, mejor encaminado. Mien­ valor deseado. pillar". 16 tras los adultos preguntan a los Esta particularidad que es animales el paradero de Nu­ Calilicacíón de los Actantes caractcristica de La Tunda mancia y reciben contestacio­ Todo Sujeto que actúa en mítica permite, en el cuento nes negativas, el nlño interro­ una narración lo hace de que analizamos, sin1bolizar un ga a las plantas y obtiene una acuerdo con su calificación. Es acontecimiento humano que contestación positiva y la indi­ llccir, el Sujeto debe tener la quebranta los principios tal cación del camino a seguir competencia necesaria para como los ha establecido el para encontrarla. Al día si­ realizar su papel en el relato. grupo social representado. La guiente, cuando se reinicia la Esta calificación se obtjene falta cometida por Numaneia búsqueda, aunque los adultos mediante los valores modales ha sido en realidad huir del uo le han hecho caso, siguen del querer-hacer, el saber­ control moral y social del casualmente el camino por él hacer, el poder-hacer y el grupo al que pertenece. El sugerido. deber-hacer. Si el deber-hacer rapto del que ha sido objeto En la segunda secuencia del no siempre está explicitado e-n por La Tunda representa la cuento, cuando Numancia regre­ el relato, los otros tres, es decir transgresión de una prohibi­ sa, es el niño el primero en oírla: el querer, d saber y el poder ción. "Nadie la sintió sino yo".l9 -hacer-, están casi siempre Podemos preguntarnos por presente-s, de lo ~ontrario el Numancia qué la inocencia infantil hace Sujeto fracasará en su acción. Las caracterfsticas con que que el personaje sea más com­ Veamos pues qué sucede se la describe la predisponen, petente, más positivo. Tam­ en el cuento que estudiamos. desde un principio, para el bién es el niño el que deüende Ya hemos dicho que los papel que juega en la verdade­ a Nun1ancia frenle a los adul­ Sujetos son fundamentalmente ra trama de la anécdota. tos y se indigna de la "insensi­ cuatro, La Tunda, Numancia, Numaneia es bella pero no bilidad de los granclcs".20 el "Yo-narrador" y el grupo demasiado lista, adenhís lo Si el niño tiene una supe­ socjal representado esencial­ suficientemente joven para no rioridad con respecto a los mente por el padre de haber podido todavía adquirir adultos es sin duda gracias a su Numancia. el saber y comprender y asi­ inocencia\ porque ignora los milar los valores morales de su temas tabU;' las prohibiciones La Tunda g,rupo: "Pero como no era des­ .sociales que exislen en su El Suieto principal alrede­ pierta, y carecfa del don ele grupo. Cuando Numancia re­ dor de quien se origina la his nbscrvación"l7, ''era una bella gresa, el ni fío uu comprende lo toria es f .a Tunda, quien apsre­ niña, pero a veces se me anto­ que sucede, ni lo que ha pasa­ ce desde c1 principio Gargada jaba muy semejante a una do, obsei·va y describe pero es de un sinnúmero de pecados y pavita"; "sabido es que los incapaz de juzgar. 00 vicios, representante del Mal, pavos son andariegos y des­ 00 respomable de los infortunios memoriados y hay que arrear­ El Tío (o grupo ~ocia!) que pueden desestabilizar la los y guiarlos siempre para que La búsqueda de Numancia o rclicidad del grupo y que vuelvan al hogar"18 se caractetiza por la preocupa­ 1 representa, por otra parte, algo ción del grupo para llegar opor­ w -.; que no puede ser aprehendido El "Yo" narrador tunamente y evitar así la tras­

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Cuando el padre encuentra, cerca de la lagu­ En el caso del Tío, padre de Numancia, na, el pedazo de. vestido color lila de establecer el esquema nos pide más retlexión Numancia21 y conohora la afirmación de la puesto que, corno hemos visto, cuando culebra Sayama quien dice haber visto a Numancia, luego de la intensa y difícil búsque­ Numancia "bañándose desnuda en una laguna da1 aparece inespcradamenle, el padre la recha­ como la diosa Ocbún22 que es loca por el agua za, por lo tanto su motivación para la búsqueda y el amor... vigilada siempre por la misteriosa no era tan sólo e1 amor hacia la hija desapare­ tunda"23, se confirma el quebrantamiento de la cida sino evitar la trasgresión de las normas. El norma social. El padre llora y abandona la bús­ adulto está fuertemente anclado en so medio y queda. La jovencita está perdida para el grupo posee valores y principios claros y hien esta­ al que pertenece. blecidos que, en su concepción del mundo, El conflicto entre Naturaleza y Cultura (1 ey están por encima de los sentimientos indivi­ natural de los sentidos y ley cultural del grupo duales. social) es el nudo del cuento. La Tunda es la Por lo tanto, lo que determina la actitud del encarnación de , del tabú, y éste padre -Remitente- son, ante lodo, su honor y debe provocar miedo para que nadie se atreva a las reglas morales de la sociedad en que se transgredir el principio moral. halla inserto y no sus propios sentimientos o Cuando en la segunda secuencia del relato, los de su familia. En este caso el Destinatario Numancia regresa, su padre, representante de la de la actuación del Sujeto es el grupo social "norma del grupo", la repudiará -"i Vuélvete cuyas reglas hay que preservar. con tu puerca tunda!"24_ por haber quebranta­ do la ley establecida y aceptada por el gru-po Honor ----7 Nwnancia ----7 Grupo social sociaL r El niño y la mujer -madre de éste- parecen 1'{of-- La Fauna oponerse a esta actitud, menos integrados pro­ bablemente a la sociedad y a sus leyes o, debi­ La Ilora ayuda a la búsqueda pero no al Tío, do a una mayor sensibilidad que les permite dar yuien según el texto, no cree en ella, ni escucha o ·¡;; más importm1cia a la dimensión afectiva que a sus consejos, 'úlo la casualidad hace que los E <;:¡ la dimcnslón social. mayores sigan el camino señalado por ésta: "y co sin proponérselo, loB mayores retomaron el Esquema de actuación de los actautcs en La mismo camino que me habían indicado mis entundada amigas las plantas ... "25, y es entonces cuando En este Ctlcnto podemos establecer cln':> encuentran un indicio de la presencia de Sujetos, el narrador -el niño de 11 años- (S l) y Numancia: "Después de bucear en aquel1as el Tío, hombre fuertemente enraizado en s.us aguas y rebuscar por las orillas, encontramos principios (S2), pudiendo, pm·a cada uno de los un trozo del vestido lila de Numancia ... "26 S~ietos (S! y S2), establecerse el conespCln­ diente esquema de actantes. Programas narrativos (PN) En el caso del "Yo-narrador", éste busca a Otros de los elementos que utilizaremos, de Numancia motivado por los sentimientos de esta metodologfa, será el establecimiento de cariño y amistad hacia su compañera de juegos, los programas narrativos. de los que nos hace partícipes en los primeros En toda narración, los actantcs, que asumen púrrafos del cucnlo. El Destínatario de fa bús·· Ia dinámica del relato, rcafiy,rm 1111 recorrido queda es, en primer lugar, él mismo y luego el narrativo. Este equivale a la suma de las dife­ '0 _j grupo familiar. Recibe la ayuda de la nora, las rentes ~ituacionc.s asumidas por ellos en dicho plantas a las que pide la pista y, como a los recorrido y permite definir el "ser" de Jos ro actantcs. 00 demás que buscan con él, la ayuda les es nega­ da por la fauna, puesto que los animales, a De acuerdo con la teoría de análisis que excepción de la culebra Sayama, declaran insis­ estamm; utilizando, se dice que hay ''narrativi­ tentemente no haberla visto. dad" cuando el texto describe un estado inicial caracteriFado por la posc~üón (o carencia), por Sentimientos ------') Numancia · ~> Yu-1wrradm pa.tte del Suieto, del Objeto de valor deseado, y Í (lafamilia) debido a un acontecimiento o, a una serie de cllos, la situación cambia y concluye en un Flora----; Yo-narrador Fau:na estado contrario al inicial (posesión o carencia, '120 respectivamente). El encadenamiento de estos

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" (S2 n O) inaprensible para convertirse en La Tunda de Numancia. El posesivo "tu" -tu puerca Encontrar a Nunuutcht (O) es el programa tunda- la transforma:· Un realidad se rcspon­ -''" narrativo del niño y éste se realiza puesto que no sahiliza a la niña de un acto voluntario contra ro busca slno a la jovencita, quien aparece, al tlnal la moral y se la castiga expulsándola de su ro del relato, casa, de su familia y del grupo sociaL El ctiento nos lleva hacia una interpreta­ (Si u O) (Si n O) ción específica que consiste, justamente, en Por el contrario, el programa narrativo del encontrar ahsurda la reacción del Tío, es decir, Tío, quien quiere, además de encontrar a su programa narrativo no tiene sentido. Numancia, repararsuhonor-(0:::: Numancia + De Jo antedicho se podría deducir que el el honor)- debe, por lo mismo, encontrarla antes autor~ quien, .'lin duda, se opone a la inlransi­ de que la falta sea cometida, y ese programa no genci a social, sentimiento que nos transmi1 e a se cumple, El bailar a Numancia no le basta través del relato. 121

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" La pérdida definitiva de social prima sobre la ley afec­ trata de proteger la integridad Numancia, condenada porque tiva y el amor representa un de unos principios por él insli· ha faltado a las leyes del grupo valor inferior al honor. tu idos. social, y, por lo tanto, se ha Lo que el grupo social pre­ La semiología narrativa excluido del mismo, u·ata de tendía desde el principio era, nos ha permitido encontrar el atribuin;e, en el texto, no a la en realidad, recuperar w sentido profundo del texto lite· falla cometida sino a la actitud honor, el valor afectivo era rario. Un examen superficial, del Tío, como nos dice el secundario. Y el relato nos lo nos hubiera permitido llegar, nanador: dice con med[as palabras. sin duda, a la conclusión de "Y anasada en lágrimas, "Por núcdo a las fieras que que el cuento tenía una finali· hajó de la casa camino del río, se dejaban interrogar a no ser dad ejernplificadora: hacer donde rielaba la luz de la luna, que alguno de nosotros se entender a Jo.s jóvenes que si y se perdió definitivamente en ofrendara con1o un sacrificio a no cumplen con las normas del la noche de junld' _32 sus dioses; pero nuestro amor grupo serán castigados. Fina­ Existe una especie de para· por N umancia no llegaba hasta lidad educativa que es u·atli· lelhmo entre las dos pérdidas allá".33 cional en los cuentos popula­ de Numancia; Ja causada por Sin embargo, el Yo, el res y muy especialmente en el La Tunda, que no es definitiva narrador niño, inocente, sigue cuento africano, en el que los puesto que Numancia regresa. bt"cando al Ol,ieto 1 Numan· principios morales son a veces Pérdida, dcbitla a la trasgre­ cia y no ve en ella el Obieto 1 intangibles; sin embargo se sión de la proh[bición momen­ honor pticsto que ignora las ohserva el castigo del malo, la tánea resultado de la inocen­ leyes del mundo de Jos adul· recompensa del héroe el triun­ cia y corta inteligencia de la tos. Probablemente por eso su fo del derecho y la razón. jovencita y la provocada por el búsqueda parece estar guiada Gracias al método de análi­ grupo y sus leyes, definitiva a por una cmnpctcncia superior sis utilizado hemos pod[do causa de la intransigencia del a la de los adultos. Sólo la encontrar la intención del gmpo sociaL s11ya es au tén1ica~ porque va en autor, que no es ya el hombre La reacción final del Tío busca de un objeto humano y en acuerdo con su medio, desmitifica a La Tunda y la no moraL como lo acostumbra a ser el hace aparecer en su verdadera Yendo un poco más lc.jos narrador tradicional, sino un función: materialización de lo en nuestro intento por desci­ espíritu crítico que no siempre prohibido, que parece ser el frar el sentido de este cuento, acepta la., reglas establecidas

N sentido de este personaje en el podríalnos inteq)rctar la ima­ por la sociedad en que vi ve y cuento. El Tío castiga la tras­ gen del peón tuerto34 que cuyos sentimientos se descu­ 6 gresión porque la falta ha sido regresa de la selva totalmente bren implícitos en su creación. cometida. ciego: "El pobre tuerto Pcdru Ellcclor puede preguntarse dejó su único ojo perdido en cuál de los dos, La Tunda o el un hrusqucro para siempre", Tío, es considerado más nega­ como reveladora de la inten­ tivo en el relato, puesto que la ción del autor de condenar la primera desaparición de Nu­ preeminencia de los valores manch), provocada por La morales (normas del gmpo), Tunda, no es definitiva, en sobre los valore~ afectivos y tanto que la segunda, por la humanos. condena del Tfo, sí lo es. En conclusión, se aprecia El cuento trata de desmiti­ que está presente en el texto la 00 00 ficar la tradición popular. La reutiHzación de un elemento Tunda re:mlta ser una inven­ cultural establecido: La Tunda, o ción humana que transcribe pero aquí con una finalidad l metafóricamente la ley social literaria específica. El autor w e ideológica y representa, en parece querer demostrar que lo w -o este caso, todo lo que el grupo que La Tunda representa exis­ social considera perverso. El te el"ectivamen1e, pero no padre rechaza a su hija porque como acción de un ~er mítico la falta cometida recae sobre sino como tabú, creado por el 122 Lodo el grupo social. La ley mundo de los adultos, que

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" NOTAS

1 Adalberto Ortiz, La Entundada y cuentos variados, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1971, p. 12. 2 Para tener mayor información sobre La 'llmda, ver: Mireya Ramírez de Morejón, Folklore de fa 7.onaNorte de Esmeraldas, Esmeraldas, Banco Central del Ecuador, Colección Pambil N.R, 19R4, pp.237-238. 3 Ibü/. p.S 4 lbld. 5 lbfd. p.IO 6 Fran~oiflc van Rossum Guyon, Punto de vi\·ta o perspecliva narrativa, .Eco, Bogotá, 1974, pp. 1-30 7 Ortiz, 1971, pp. 6-10 8 Ibíd. p. 11

<) lbíd. p. 8 10 Ver bibliografía general.

J 1 Algirdas-J. Greimas, Semdntica Estructural, Madrid, Grcdos, 1966, pp.2óJ-29fi 12 Anne lléwmlt, Narratologie, sémiotique générale. Les eJ~jeux de la sémiotique, Paris, PUF, 1SJ~3, 11, p.42. lJ Grcimas, 1966, p.276. 14 El Remitente (l>eslinaJnu ii_.uncés) se ha traducido también por Dcstinador o Fuente !5 Jbíd. P. 5 UJ {h(d. p. 9 17 lbíd. p. S 18Jbfd. p. 6 19 Jbíd. p. 10 20 lbíd. p.ll 21 Mireya Ramírez, 19!:14, p. 238, al referirse u La Tunda, dice: "la ropa hecha jirones por dístíntos lugares son hucll as seguras que conducen hacia el adolescente ... ". 22 üchún. Divinidad de urigeu yuruha, antiguo pueblo de la actual Nigeria. Es la diosa de las aguas dulces, de la belleza, de la maternidad y la coquetería. Es uno de los orislw.1· de la snnlcría cubana y de la rn¡¡cwnha brasileiia. n ürtiz, I!J7l,p.

24 !bid. p.l J 25 lhíd. p. 9 Zó Jbíd. p.9 27 !bid. p. 5-6 Zt! Jbíd. p. 10 29Jbíd. p. 10 10 Jbíd. p. 11 11 Ibíd. p. 11 32 Ibíd. p.l2 (el subrayado es nuestro) :n Jbíd. p. 8 (el subrayado es nne.<:tro)

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" pmte de un corpus actual esta­ claves de cada momento histó• EL PATRIMONIO blecido por el autor". rico, a partir de la primera LÍRICO DE CUENCA Sin embargo, 1ello Espinu­ generación romántica~ la de za aunque no nos presente una 1834: a Luis Cordero, Rernigio Marco Tello Espinoza recopilación exhaustiva (ade­ Crespo Toral, Alfonso Moreno f'OIESIA más, ¿para qué?) de todo lo que Mora, César Dávila Andradc, Universidad de Cuenca y Casa Cuenca ha dado en el tcncno del Efraín Jara Idrovo, hasta llegar de la Cultura, 2005 verso, nos deja satisfechos con a nuestros días y a la genera­ su logro. ción de 1954, bautizada por Es de esos estudiosos de las Nadie que consulte este Tello corno de los Rebeldes y letras, que ni gustan de la pompa manual de referencia, indis­ renovadores, y a Rubén Astu­ ni aman figurar o lucirse a tuda pensable para e\ conocimiento dillo y Astudillo, la figma más costa, .sino que hacen de su vida de la poesía cuencana en con­ representativa de la segunda un callado taller de búsqueda de texto social e histórico, se sen­ fase de este grupo, y último los sentidos, la estética y el valor tirá defraudado. gran nombre indiscutible de social de las obntB literarias. Ese No es fácil refrenar el entu­ nuestra lírica. meditar de homhre reconcentra­ siasmo ante una obra bien El enfoque es generacio­ do en sí mismo, sobre laliteratu· escrita, que va espigucando nal, pero no mecánico. El ra y la lengua, por supuesto se nuestra producción en verso, a autor no intenta insertar a un extiende a la vida, ·la sociedad, lo Jm·go de cuatro siglos, desde autor en una generación, a la la cultura, el arte, la historia, el las más remotas manifestacio­ fuerza, sino que razona sobre n1undo. nes Ue intención poética, desli­ su cosn1ovisión, lenguaje, y Su estupenda tesis doctoral zadas en serios y :secos docu­ ternas, acoplando el esquema publicada por la Universidad de mentos notariales, hasta algu­ nacido de Ortega y Gasset y Cuenca y la Casa de la Cultura, nas de las producciones jóve• José Juan Arrom, y modifica­ es un ejemplo claro de lo que nes más recientes de nuestro do entre nosotros por Hernán antes asevero. Durante varios acervo lírico, al tiempo que Rodrfguez Castclo y Juan años, Tello ha reunido el exten­ pone al lector en contacto con Valdauo, a la necesidad de una so patrimonio poético de los di versos hechos y fenóme• periodización~ de un orden a Cuenca, lo ha ordenado, selec­ nos sociales de cada tietnpo. seguir, de una lógica a desple­ cionado, evaluado, y, finalmen­ En lo que se refiere al pe­ gar, fi:ente a la multiplicidad y te construido a base de él, una ríodo más temprano, hallamos, riqueza del fenómeno literario. obra de vastas dimensiones, que sohre todo, curiosidades, pe­ Su visión es la del historia­ habrá de convertirse en obliga­ queñas estrofas como esta, dor de la literatura, discreta­ do manual de consulta sobre un l'echada en 1623: "Todo lo mente crítico; .sin embargo, su tema del que todo el mundo puede la plata/ todo lo vence el agudeza para enfocar los dis­ habla, pero del que se conoce amor/ todo lo acaha la muerte/ tintos nombres y su produc­ realmente poco. no hay más que servir a Dios'', ción, no deja lugar a dudas en Por supuesto, la tesis origi­ que según Tello, algo contiene cuanto a la sagacidad y exi­ nal, y el importante libro que ha de los tClnas exlslenciales y gencia de sUs juicios. generado, no intentan ni remo­ espiri1 uales del barroco, y que Asf, por ejemplo, la falta tamente reunir todo el patrimo­ debió ser parle de la tradición de sincronía de nuestra pro­ nio poético de una ciudad, en la oral, pues, como lo anola el ducción lirica, tan alejada del que, como dice Will Duran! de autor, fue recogida con varian­ mundanal ruido, por el aisla­ alguna vi11a del H.enacimicnto, tes por Juan León Mera en el miento" geográfico y cultural hasta las vacas han mugido en siglo XIX. en que vivió Cuenca por verso, pero sí establecen unos 00 Lo medular del libro se cen­ mucho tiempo; lírica anacr6ni­ 00 límile~. unas concordancias tra en el estudio de la obra de ca en relación con la generada intemas del fenómeno estudia­ los poetas epópimos de cada en otros sitios, es analizada de o do, demarcados claramente por grupo generacional y período; modo muy perspicaz, para 1u Te11o, cuando afinna categóri• para lo cuat, el esctitor organi­ concluir de este modo: LL.J cmnente: "Dei vasto corpus w za un desfile de primeras ligu­ -o potencial de la lírica cuencana, ras, poetas importantes y com­ "A nadie extrañard, entonces, disperso en publicaciones de parsas, en el desm1·ollo literario que recluida en s{ misma, con variada índole: libros, folletos, de la ciudad, destacando así, projl.isión de galas vencidas revistas, periódicos, este trahajo sucesivamente, como nombres por la moda -aun cuando se 125

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" adense con caracteres propios, el que ha establecido los mode­ fugaz, con la página retlexiva, buena parte de la creación poé­ los de acercamiento, las pautas apta para desarrollar el tema tica sohrevíva largo tiempo dís• críticas, el definitivo, el pre­ más allá de la revelación del tanciada del proceso lírico cursor, está dado. instante. nacional e hispanoamericano". La diferencia de tono entre Jorge Dávila Vázquez ambos títulos viene dada por Todo el estudio ofrece j ui­ dos oposiciones: la de la inti­ cios de pareéida brillautez y midad frente a la exterioridad, capacidad perceptiva de Jos LA LLAVE MAESTM la de la voz que surge de la valores literarios fundamenta­ intuición del artista ante aque­ les. Generalmente, Tello separa Francisco Araujo lla que toma conciencia de sí con exigente criterio el ttigo de POESÍA misma. Los asuntos tocados la paja, y eso es una gran orien­ El Conejo. 2005 por Notas para Elías se apro­ taóón para muchos lectores ximan especiahncnte a la que, a veces, andan como pcnli­ experiencia personal, a un dos en la selva lúica cuencana. misterio no siempre definible; Pero estas palabras no son lransfonnan la cotidianeidad más que un comentario cargado en visión lírica. Los tenu\s en de admiración por un hombre La Llave Maestra siguen, íntegro y un grun conocedor de objetivándolo, convirtiendo el la literatura de la patria; no voy dolor en ironía, el camino tra­ a cometer el craso error de zad u por las últimas hojas de quienes hacen en las reseñas las Notas, adquieren --con locla una contraleetura de los logradas- excepciones- un en­ libros o un rc.s:umen de dimen­ foque social que recuerda la siones colosales. No voy a época en la que Araujo "contarles" Ji! patrimonio lfri­ comenzó su lenta elaboración, co de Cuenca, porque ustedes entre los 60 y los 70 de la lo van a disfrutar de verdad pasada centuria. cuando lo lean, y estoy segmo Poeta hasta ayer de un solo De allí el carácter transi­ de que sus criterios sobre libm libro (ese entrañable Notas cional de este libro, de allí los tan sesudo y agradable, se van a para Hlías publicado en ocasionales prosaísmos, obli­ convertir en su mejor recmncn­ 1962), Francisco Arauja da a gados por la necesidad de dación. la imprenta el segundo, Ü1 decir, aquí y allá, las cosas sin Al concluir esta aproxima­ Uave Maestra, en el 2004. adorno~. No obstante esta ción, solo quiero señalar que, Reinaugura su obra de poeta a forma de autocxigencla, pese entre muchas posibilidades de comienzos del nuevo siglo, a la búsqueda de la expresión lectura, hallamos que la obra con un testimonio que conti­ directa, .l.a Llave comparte es una llave que abrirá la puer­ núa, complementa y mmiifica con su hermano mayor la ta a numerosos estudios mono­ la línea de su palabra inicial. sobria riqueza Lle las imágenes gráficos, que vendrán en un Nos ofrece páginas de transi­ y el hallazgo -el resultado de futuro cercano, y, contcxtua1i­ ción, trabajadas desde hace su esfuerzo es, con frecuencia, zándolus adecuadamente, pon­ nnos cuarenta años y, con bas­ afortunado- del adjetivo a la drán en su sitio justo a los tante probabilidad, limadas vez evocador y preciso. autores recogidos por '!ello - csporúdicmncnte a lo lmgo de Con seguridad, l•'rancisco "más de cien poetas y versifi­ los años. Si Notas consta de Araujo no ha quebrado su 00 00 cadores cucncanos de tnérito tres parles, la última de hs pluma. Podemos exigirle que desigual", en su expresión-, cuales es un largo poema sub­ rompa, por lercera ocasión, el con algunos de los cuales pare­ divido en düs, Fa Llave pone, silencio, y nos permita hojear ce obrar, a veces, con un exce­ a continuacíón de una serie de el volumen de su madurez, so de generosidad (caso de textos breves, uno más am­ abrir el panel que le falta al Crespo Toral, concretamente). plío, integrado por nueve can­ rctahlo de su evolución lírica Y, con seguridad se abrirán, a tos. En uno y otro poemario y humana. unos cuantos más, sobre todo a aparece con claridad la inten­ los jovencísimos. Pero lo fun­ ción de cmnbinar la composi­ Bruno 5'áenz 126 damental es que el primer paso, ción suelta, la idea concisa y

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" "No tuve oportunidad de incorporándolo a sí mismo. ENCUENTROS ser su mnigaj ni siquiera una Habrá que cueslionar si e~;ta conocida. Fui amiga de sus defensa no se apropia de lo Fabiola Solís de King libros, con los cuales entablé encontrado, anulando en un TESTIMONiO acaloradas discusiones. Fui romanticismo vano la entrega Abya Ayala, 2005 amiga de algunos de sus ami­ del libro: gos, en cuyas palabras trataba "Y ahora, querido Profesor de sondear el personaje. Co­ e inolvidable amigo, quiero nocí a sus seres íntimos y traté dedicarle este acróstico: de sentir al hombre palpitante, lleno de vida aún después del Humberto Vacas Gómez inmenso final". lP· 13] Un ser humano excepcional La intimidad u·aza el cami­ Mente lúcida, corazón abierto a fas no por el yue transcurre la voz: Bondades y lo hermoso de la vida, sin la oportunidad de presentar Entrega total a sus principios, para nosotros al ausente como Revive y vivirá siempre en sus obra.'l un existente, el libro responde /yen desde el momento del encuen­ Toda su exuherante historia vital, tro. Lo esencial será reconocer Orgullo del país, honra de todos". la estrnctura fundamental del [p. 42] encuentro: en la ausencia\ el sentido de la pregunta se Parece que al albur de la curva. La relación se vuelve emoción, la escritura se ha Aquí se nos presentan, en indirecta, hacia los seres ínti• retraído en la voluntad de la f"orrna de libro, diez encuen­ mos, a través de los cuales se escritora. En algunos fragmen­ tros, con: Benjamín Canión; busca. Encontrar al hombre tos, sucede yue el encuentro oc Manuela Sáenz; el profesor palpitante durante la lectura es desvanece por la interrupción Tlumherto Vacas Gónwz; la tentativa del libro. de un estilo. En otros, es la Alicia Y ánez Cossío; Gustavo "No es un análisis literario tipografía o los errores de pun­ Alfredo Jácomc; Luis Miguel que puede hacer el conocedor tuación o sintaxis los que inte­ Campos; el hiperrealismo de la técnica y del oficio. Lo rrumpen. Formalmente, el existencial de Mauricio Salga­ mío es, insü;to, un viaje, que libro sólo podrá darse cuando do Vejarano; Sara Sánchcz~ el como todo viaje nos deja el la empresa evite estos errores. ltchimbía y una niña llamada deslumbramiento de lo nuevo E liana; Carlos de la Torre Flor; y que por algún curioso nleca­ Juan Guijarro y Quinara, príncipe de los nismo se nos introyecla y así Sarahumas. se nos hace propio y nos llega En el prólogo del libro, a pertenecer." rp. 89] EL ALDABÓN DEL Susana Cordero recoge una Si el libro -lo mío- no es un frase en que Fabiola Solís de centro que configura la memo­ SUEÑO · King habla de sí: " ... una psi­ ria, entonces es el encuentro cóloga que eflcrihe, de vez en quien describe el libro en un Yvonne Zúñiga cuando, un relato.,. r.:ncuen­ olvido im;csantc de aquello CUENTO tros expone el desplazmnicn­ encontrado, que se presenta a sí Eskeletra, 2005 to del pensar, desde la viven­ como Jo nuevo para su escritu­ cia íntima de la psicóloga ra. El lugar es postulado como La literatura concilia el hacia el espacio de la escritu­ 00 la aprehensión de algún cLU·ioso imperio del mundo· con la 00 ra; desde quien habla hacia mecanismo -esto es, indetermi­ soheranfa del escritor cuan­ quien cscuch.a. Movimiento nado y no sólq raro, sino tam­ do éste asume el escribir que parece abrir el tiempo del bién deseoso de saber-,. ajeno a como un riesgo: puede diálogo en la esperanza de la la técnica y el oficio. Este curio­ suceder como no. Luego, e1 respuesta. Pero no hay sino so mecanismo es mencionado libro no merma la fatalidad desesperanza en la escritura, aquí por el movimiento de del mundo, pues el escritor cuando la pregunta parte introycctC~r. aparta su voluntad de la desde el libro, ¿hacia quién En la introyección, el yo se realidad en1pírica, incsen­ dirige su silencio'! defiende de algo exterior cial, para entregarse a la 127

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" sueño es la imagen de un fenó• accidental sobre las calles con­ meno acústico resonante: aun gestionadas de esta tan menta­ durante la respuesta, continúa da san franciscana ciudad" evolucionando. En rigor, no hasta el "mundo de seres hay mundo, sino ensueño. humanos que buscaron su pro­ Por este principio, el libro pia aniquilación", que arrasa­ puede ser descrito como un ron la tierra "envenenándoJa espectáculo de imágenes pro­ con substancias hasta dejarla yectadas por 1a ciega voluntad convertida e11 un erial". Esto de la escritora: una mujer que ocurre en el año 3557, "cuan­ observa a otra, "algo paranoi­ do la humanrdad ha compren­ ca", a través de la ventana; dido qne el mundo circula en una prostítuta que husca su el universo y sahe que la únrca "alma gc1nela"; otra mujer forma de supervivencia de la que "dele,ta los trabajos a naturaleza es aquella donde el contemplación de la ideali­ presión con buenos salarios" ser humano lleva una vida dad trascendental, esenciaL y escapa, asidua, a la bibliote­ trashumante". N o es otro el gesto de ca; un hombre "incrustado en Un personaje de esta pecu­ Yvonne al escribir: "Una üna• el muro con1o una verruga'"; liar escatología pregunta: gen de cuento ruso. más bien un niño que "t01naba mate y "¿Todos tenemos el mons­ de cuento latinoamericano, galletitas mientras dibujaba"; truo adentro entonces?" una imagen t(ln repetida no un ladrón "lanza, estruehante Y otro le responde: obstante tan real...". El apare­ y escapero"', que es vergonzo­ "En la medida en que cer y su interpretación consti­ samente descubierto en fra­ durante nuestro proceso de tuyen la sustancia literaria, que gante por el gringo que esti­ desarrollo creemos una identi­ adolece de la misma carencia mó víctirna. La única certeza dad distorsionada y nuestra que la escritura en Gógol: el del aldabón del sueño es la falta de conciencia nos impida argumento. Inexorablemente, presencia de un Yo femenino reconocerla", nada sucede. que, en su contemplación, Ahora bien, Gógol encon­ traza las figuras del reflejo, Juan Tinacero tró su imagen de cuento ruso del otro y del mundo. En el con la facticidad del homhre, ámbilo de lo privado, las figu­ que se tradujo en la insopo¡ta­ ras se hunden en la languidez hle necesidad de analizar cada del sueño que las provoca: la SÉ MIS OJOS rasgo para atribuirlo a una otra mujer "era su propio M• del Carmen Garcés fisonomfa adecuada -que no renejo"~ la prostituta encuen­ CUENTO pudo soporlar, pues su percep­ tra un "raión de campo", un Sur, 2005 ción fenomenal deshordó en la "rufián"; la mujer levanta Jos locma. Por olta parte, la ima­ ojos del libro y descubre a su Garcés pertenece a ese grupo gen más bien de cuento latino­ doble, "Ella yo"; el niño "era de escritoras ecuatorianas que, americano de Yvonne preserva un árbol que se alargaba al c1 desbordar con la nrgucin de firmamento"; el hombre, "un la jmaginación, el aldab(m del profeta"; el gringo invita sueño. unas copas al desgraciado, El texto central del libro es pero ,súJo él se emborracha ... el que le da título, m aldabón en agradcchniento, el "contu­ ro ro del sueño: en él .. se expone el maz delincuente" le roba la tema del sueño; luego, aparece billetera. la respuesta no real, slno como En el ámbilo de lo público, imitación libre de lo real. el escenario del cspccláculo, las Como en la fuga, responde la figuras del mundo van desde la segunda voz retomando el hilo violenta " ... neurosls ciudadana del tema principal. En el impe­ difícil de controlar y que al tí"' rio del mundo, a la languidez menor motivo csla1la en insul­ -' del sueño responde el ímpetu tos, agresión física o suicidio 128 del mundo; el aldabón del encubierto en un atropello

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" a finales de la década de los sigue siendo femenina, la su interés por la naturaleza del ochenta, incursiona en la lite­ dünensión social política está ser y la existencia. ratura buscando que se escu­ presente en casi todos sus Al tejer la ficción alrede­ che la voz de la mujer y, cuentos. dor de un hecho real, el len­ mediante el relato, nos dan a En los cuentos podemos guaje se hace más fTesco, más conocer su propia cosnlovi­ percibir cómo María del directo, entre más profunda­ sión y su manera específica de Carmen torna conciencia de sí mente en nuestra mente, y ahí testimoniar su realidad_ misma y su lugar en ese con­ se queda. Y eso es precismncn­ Mírame a Tos ojos, su pri­ texto social de América Latina te lo que busca María del mer libro de cuentos, lijaba una y cómo se traduce esa expe­ Carmen con sus cuentos, mirada hacia cltnundo interior riencia en una forma 1iteraria. conectarnos con aquello que de la mujer; su soledad, su Como en su primer libro, la reside más allá del texto, más forma de amor, su propia visión escritora se siente cón1oda allá de la palabra. de la vida y de la muette. narrando desde la primera per­ Como en muchos casos de sona, crea universos narrativos Lucía Lemas escritores y escritoras ecuato­ que corresponden a sus pro­ rianos, este libro tuvo mejor pios valores. aceptación fuera del país. Se Aporta a la memoria colec­ DEJEN PASAR AL publicó en Alemania y tiva mediante una postura sin Francia, en donde se agotó la inhibiciones, denuncia situa­ VIENTO edición de una de las más ciones de abuso de poder en el importantes editoriales de ese cuento Sentencia y de la tortu­ Luis AguiJar país. Sin embargo, no pode­ ra, lamentah lemente tan cono­ CUENTO mu-s desconocer que en el cida en nuestros países, en El Eskete\ra, 2004 Ecuador también ha tenido último Quijote. Deja la interio­ tres ediciones, lo cual significa rización para asumir los pro­ un éxito. blemas del mundo actual, la Desde Mframe a los ojos, incomunicación~ la Inarginali­ Mm'Ía del Carmen nos había dad, como una forma de tm1u­ tenido esperando por una ra. En un continente teñido por nueva propues1a estética y la represión y la violencia, se ahora nos presenta su segundo ciñe mejor a la realidad, sin lihro, Sé mis ojos. dejar de lado la magia, los sue­ Valió la pena la espera, ños, la esperarw.a. porque nos encontramos con Desecha el falso pudor y una escritura más madura, más los eufemismos trasnochados firme en sus planteamientos y que se endilgaban hasta hace con un manejo del lenguaje unos aüos a la literatura de que denota el trabajo y la dedi­ mujer, y habla de la homose­ cación a la literatura. xualidad corno una realidad, Ha superado ese estadio de en Uno es lo que se siente, de la mujer escritora de la que la violación en El manto ¡nlr­ Luis AguiJar Monsalve (Cuen­ habla Showaltcr, en donde los pum y del derecho de la mujer ca, 1943) ha escrito Dejen relatos se centraban en el con­ a escoger su propio destino en pa.wr al viento, su cuarto libro flicto con "el olro". Ahora, Sin luxar en el mundo. de cctcntos. De,pués de Hl María del Carmen inumpe con Si bien en este nuevo libro umbral del silencio, La otra

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Francisco en esta ciudad. Pero convento hace tiempo o de la explora los abismos y cuevas los títulos no hacen al escritor, monja que cosía el vestido de su propia alma". pues no hay universidad en el para una n1ujer que será novla mundo que enseñe a escribir ni en los próximos días: la man­ Modesto Ponce títulos que lo acrediten. A cha de sangre en la tela de seda escribir se aprende escribiendo comprime el tiempo y desata y Luis AguiJar Monsalve es las invenciones. En el cuento escritor por 'derecho propio, sobre el hombre-niño y el porque ha escrito y lo ha hecho niño-hombre, ambos están bien. juntos -porque son el mis­ Gabriela Fernández Dejen pasar al viento es m<>-, en la playa solitaria. O CUENTO Planeta-PUCE, 2004 una colección de dieciséi~ la soledad extrema en MiJ?ajas cuentos, de los cuales dos ya de. esperanza, en espera de la Premio Aurelio Espinosa Pólit 2004 aparecieron en Creo que se ha muerte que entra ¡;uavemente dicho que vuelvo. La obra lleva con figura de mujer, mientras un epígrafe de Mario Vargas el personaje escucha como Llosa que encierra, no sula­ repetidamente timbra el teléfo­ mente la esencia de la literatu­ no, sin que pueda levantar el ra, sino que nos anticipa cómo auricular, y se reproducen en el autor expresa, a más que su mente los diálogos previos "rebeldía'' y "cucstionamlento a encuentros pasados. En de la verdad", una franca mptu­ Aristas huidizas de un contem­ ra de tiempos en función del plar oblicuo, el personaje, en tiempo emocional o psicológi• una habitación solitaria, se co. Los relatos adquieren una mira en las facetas de un espe­ mayor dimensión porque son jo triple. Pick-up en Cuenca concebidos desde la soledad y nos habla del amor pasajero y desde los dominios de sus com­ de la perennidad del arte. En pañems inseparables: el olvido El gateo ,[el desengaño, para y la mnerte. Son escritos desde el director teatral que estrena Un buen relato debe ser como adentro hacia fuera. Soledad una pieza las mujeres que mira un iceberg: lo que se ve es del escritor, además, que busca desde la acera en un segundo siempre menos que lo que esa otra soledad, la del lector, piso no son nada más que per­ queda oculto bajo el agua, y otorga intensidad, misterio, que recrea Jo leído y se busca sonajes y lodo se reduce a un entre las líneas ajenas. El tema escenario. En Nick, donde des­ fuerza y significación a lo que flota en la superficie. de la soledad -v una de sus filan autores, títulos literarios furmas, la incm~unicaclón~ y títulos de filmes, están nue­ Consideraciones previas es acentuado por el cosmopoli­ vamente la soledad y el amor tismo de sus relatos que, salvo imposibles. En Trasluz en el La profusa producción de dos, pueden estar situados en sótano las rupturas del tiempo narrativa corta en la literatura cualquier parte. Se da una indi­ vuelven con un rc1ato absor­ ecuatoriana, me permite afir­ ferencia ante espacios y lugares bente, semejante a los vértigos mar que el relato breve es uno de los géneros más populares y (jUC convierte a Jos pcrsonqjcs :-;ugcridos en la portada del en seres sin anclajes. En el lihro. difundidos. Quizá porque cuen­ ta no sólo con una gran canli­ fondo, asf son los cucnlo.s de Eso es lu que Luis AguiJar AguiJar Monsalve ... ha logrado, gran admirador, dad de csclilores que apuestan 00 por el oficio, sino también por 00 En Al otro de la voz, el como no podía ser de otra paso del pasado al presente es manera, de Borgcs, que dijo la gran calidad de su producto la clave: "Cuando ella me dijo que el tiempo es "la despeda­ estético, al que se enlaza nn que sí se ha volcado hacia un zada copia de la eternidad", y nutrido público lector. pasado entetTado no revelado, por supuesto, de Cortázar. En Vale recordar que es a par­ rep1:oducido en fragmentos". otro de sus libros Luis AguiJar tir de la década de los años Pétalos en el pórtico, un cuen­ usa como epígrafe un texto de setenta cuando se inicia una to de antología, puede ser con­ Sábalo que dice que "el gran verdadera eclosión de notables tado desde el punto de vista de tema de la literatura es ( ... ) la narradores que son los inicia­ dores de una joven propuesta 130 la novia de hoy que dejó el aventura del hombre que

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" estética que recibe el nombre gutmtlom, ~dtHI lnmhién el pilar realidad se cntmtojt'lll'OIIItl r-11 de Nuevo Cuento Ecuatoria­ que rohw:~('d11 In rica produc­ La habitación de ollado;''" t•l no. 2 Se desprende, entonces, ción fenwninn l"eunlorhma de que. además, se plantea el len que es un género en pleno de­ las última.s d(·l·ndnH, guaje como una barrera en la sarrollo, Jo que confirma el comunicación debido a la pér­ crítico Pablo Martíncz3, cuan­ La noche de Eva dida ele la capacidad de inte­ do dice que apenas es en el Once relato.s de tlivcuw ndacionarse que sufren los siglo XXI cuando el cuento extensión, que toman en eon1d ¡wn;onn,ics. En Media luna, proyecta su consagración. A deración distintas esferas de la 1"'"'" para vivir llama la aten­ estas consideraciones es nece­ realidad y dialogan baj tiniana-­ ciflll por 111Hia1. descripción de sario agregar que un numeroso mente con sus protagonistas, In l\sp:1111w:n e inconcebible grupo de escritoras ha irrumpi­ componen la obra. En el pro­ misel'iu ~·11 In qtu•. se desarrolla do en los últimos tiempos con yecto narrativo de Gabriela, la cxisll\tH'ill tk los margina­ una propuesta nan·ativa diver­ llama la atención la calidad les. Las oposkionos lllellloria sa, pues plantea un orden sim­ intrínseca del diseño de cada y amnesia y lu intell:->!1 hlíNquc~ bólico desde donde se elabora uno de los cuentos: bien defi­ da de identidad y el exlrulin-­ una representación del cuerpo nidos y calculados. La narrati­ micnto se artkulun en ell'Hl~ll · y los imaginarios [... ], así va propone una evocación de lo que lleva el notuhre

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" a mano; el Palacio Real o en la que se imprimen durante ella, Plaza Tivolí, sutilmente aludi­ haceu de este texto uno de los RETRATOS DE dos, imprimen un aire co::>mo­ mejor conseguidos dentro de CECILIA GALURANI polita a los relatos. la propuesta de Gabricla. Otro de los logros de sus La original propuesta Ximena Montalvo cuentos es la articulación de lo narrativa de Gabricla Feruán­ CUENTO femenino como percepción y dez es 1nucstra de su talento Báez Oquendo editores, 2004 expresión de la feminidad que literario. Esperamos que sus se emana desde adentro. Es próximos proyectos nos depa­ decir, la incorporación de la ren las mismas satisfacciones Ximena Montalvo identidad femenina sin recurrir que no, dejó La noche de Eva, a modelos creados~ sino como pues éste es, por así llamarlo, 1nanifestación, como la bús­ su rito de iniciación~·· queda de otro punto de partida desde el cual expresar sus Bibliografía experiencias. Ciertamente, FERNÁNDEZ GABRIEI.A. hay en algunos de los relatos La noche de Eva. Quito, Planeta, una palpable apropiación del 2004. cuerpo, de las funciones de lo R!VAS, YLADIMJRO femenino visto y juzgado Cuento Ecua.turiano desde la perspectiva femenina; Contemporáneo, prólogo, Ecuador, Paradiso Editores, 2002. "Tumbada boca arriba en MARTÍNEZ. PABLO A. la cama. Una compresa calien­ Posmodernidad y cultura popular: te en el vientre. Inmóvil. Si se una encrw:ijo.du del cuemo ecuato­ moviera, sentiría como si le riano para ei siglu XXI, en Revista Esta colección de cuentos de quisieran arrancar las piernas. Kipus No 12. Quito, Universidad Ximena Montalvo consta de Andina y Co.rporación Editom Afuera es de noche, afuera Nacional, 2ü-01. cinco relatos, que pueden hace ruido, afuera hay vida. ORTEGA,AJ.ICIA. abm·carse en dos temas centra­ Pero ella apenas oye los autos; El cuento, selección y presentación les. Los tres primeros: Retrato sólo siente su pubis: inflama­ cnAntologÜi Esencial Ecuador de Cecilia Gallerani, Reunión do, hipersensiblc, adolorido. siglo XX, Quito, Eskeletra, 2004. de familia e Inventario de VALLEJO, RAÚL Piedras Negras, Un calambre, un eco sordo, Cuento ecurr.toriano de finales de tienen cmno muy adentro, que se expande y siglo XX. A1'-tología Critica, Quito, eje central la pintura. El pin­ se transmite como una onda Antarcs, 1999. tor italiano Leonardo da Vinci grave hasta la parte baja de la y la vida en la Italia del espalda. [ ... ] Quisiera definir Notas Renacimiento son el tema de el dolor. Se concentra en él 1 GABRJELA FERNÁNlÍEZ, Retrato de Cecilia Gallerani,· para saber dónde nace y domi­ La noche de Eva, Quito, Planeta, A través de la narración en ter­ narlo. No puede. No está en 2004 cera persona, nos encontramos ninguna parle y está en todas". 2 VLADJMIRO RIYAS. con algunos personajes de la (Mirando al cielo, 54) Prólo~o en Cuento Ecuatoriano Corte de Milán y la vida alre­ Contemporáneo, Fwad

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" plcnmnente; inclusive se amor, en clave de pasión, en entrecruzan hechos reales de NO HAY NAVES PARA clave de reencuentro consigo la historia de Italia. LESBOS misn1o y de reconocimiento Bajo el mismo lema de del mundo; dispuestos, y cabe pintura, pero quinientos años Cristóbal Zapata decir en este punto: con la más tarde, reaparece el retrato POIESiA fianza del oficio del poeta, dis­ de Cecilia Gallerani, en pose­ Eskeletra, 2005 puestos -decimos- en una sión de un pintor que llega a suerte de rula de marino y Piedra,, Negras, un pequeño navegante del ser humano. pueblo a orillas del mar, donde Estos 19 textos-maracas de una mujer cuenta, en primera un itinerario-, resultan en una persona, su vida con él, luego üna construcción de descrip­ de que han pasado algunos ciones y de imágenes, que -en años desde su partida. boca del mismo Zapata- supo­ El segundo tema central nen su "relación con el reino del libro trata sobre una niña de lo visual" (p.74) y resuelve cuyos padres se divorcian y así el oficio poético. Nos ella debe afrontar su situación ponemo¡; de cara a actos visua­ y la división de su afecto les que entrañan, unas veces el entre los dos. desarraigo, la nostalgia, el La manera de relatar esta adiós la contemplación y el historia es interesante pues, con amor como elementos propios un lenguaje correspondiente a que tienen densidad de una una pequeña, que escribe tra­ poética rica y fresca. bajos de redacción para su Ésta, la última obra de El título resuelve, de modo escuela, descubrimos un Cristóbal Zapata, nos trae 19 preferencial, en homenaje a mundo interior complicado y textos líricos que continúan esta grande -Gia-, un resqui­ lleno de cnestionamientos y una trayectoria valorable e cio que pennite dar una sínte• dudas. En El señor de los importante eu las letras ecua­ sis al texto en referencia y a la gatos, esa núsma niña, de once torianas de hoy. suma del poemario, en voz de años, enfrenta una relación de Encontrmnos una poesía la propia diva y dispuesto por amistad/amor con un hombre fresca, de gran prol\jidad que Zapata, nos atreveríamos a mayor que la subyuga le acom­ refleja nn profundo trabajo afirmar también, en estas pala­ paña también en sus descubri­ léxica! y expresivo. De tono bras, el talante de estos 19 tcx­ mientos literarios. íntimo, deja entrever una tos que componen No hay En toda la obra se descubre visión de profunda humanidad naves para Lesbu.: "Vida y la preocupación de la autora sob;e, temas como el amor, el muerte, energía y paz. Si me por temas como el amor, la desencuentro, la nostalgia y la detengo ahora aun valdrá la soledad, las difíciles relaciones contemplación de la vida, del pena. Aun los terribles errores familiares, la separación de uua amor y de la naturaleza. A esto que cometí y que desharía si pareja. Las lecturas y e~tudios añadimos la percepción de una pudiera, la agonía que ha mar­ de la escritora atraviesan todos sencillez de canto y de viven­ cado mi alma, valieron la pena los relatos y se descubre su pre­ cia que raya, nos atrevemos a por hahcnnc permitido ca mi­ paración enlilemlum, historia y decir, en una conternplación de nar por donde caminé, que era antropología. plaslicidad mística. d ínüeruo y Ja tierra, e! cielo y Lamentablemente, el libro Y más: hay en sus temas la tierra: de vuelta, adentro, ce está lleno de errores, tanto de reminiscencias a realidades debajo, lejos y en medio, a tra­ ce ortografía como de sintaxis, lo propias de un mundo que, tal vés, adentro y eucima". (p. 34) que hace que disminuya el dis­ cual lo vivimos, desata polari­ En efecto, Zapata recorre frute de la lectura. Sería reco­ dades para aprehenderlo. En estas tensiones vitales con mendable que los editores se los textos, somos testigos de rigor y prolijo estilo. preocupen más por la revisión los conflictos humanos que, de estilo que desluce mucho supuesta la condición humana Santiago Andrude el trabajo. -variopinta y contradictoria--, subsumen lo esencial de la J,ucfa,Lemos naturaleza humana en clave de 133

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Bruno Sáenz de la libertad (Libresa, 2002). Maestría en Estudios de la (Quito, 1944) Ha sido coautor en varios Cullura en curso (UASB, sede Poeta, crítico y dramaturgo. libros de periodismo y ensayo. Quito), Ha publicado artículos Ha colaborado en publicacio­ Actualmente se desempeña eu las revistas El Búho, Arca y nes especializadas como como editor de diario Hoy. _Soho, y ha escrito reseñas edi­ Letras del t:cuador, Palabra toriales para- -las- reVistas Di­ Suelta, Cultura, y la Revista Gerardo López: ners, Gestión y Criterios. Es del Consejo Nacional de (Quito, 1976) investigadora histórica y asis­ Cultura. Ha publicado b'l Magíster en Filología Hispá­ tente en proyectos editoriales. aprendiz- y Id jwlabra (Mé­ nica por el_ Instituto de la xico, 1980); La palabra se Lengua Española del Consejo Ol!'fa Dobrovolskaya mira en el espejo (Quito.); De Superior de Investigaciones la boca que, abriéndose, Científicas, Madrid (España). Musícóloga, compositora, manda al silencio que se Licenciado en Comunicación y cantante ruga egresada del ponga a un lado (Guayaquil, Literatura por la PUCE. Desde Conservatorio Estatal. Rims­ 1999); Crónica de los incas 1 999 es investigador del ky-Korsakov de San Pctcrs­ sin incario (Quito, 1977), ade­ Proyecto Atlas Lingüístico del burgo. Ha ejercido la cátedra más de numerosos trabajos de Ecuador. En 2002 trabajó como musjcal en sus diversas espe­ crítica literaria. Language Scholar, en Rc<:>d cialidades, en varias institucio­ Collagc, Oregon (EE.UU.). Es nes musicales tanto rusas Laura Hidalgo profesor de pregrado y postgra­ cmno ecuatorianas. Alzamora do en la Facultad de Comu­ (Riobamba) nicación, Lingiüstica y Litera­ Diego Grijalva Ensayista, crítica literaria y lma de la PUCE. caledrática universitaria. Ac­ Próximamente aparecer.ín pu­ Doctor en Música por el tualmente es coordinadora del blicacione& suyas en el campo Conservatorio de Saint Peters­ Área de Español y profesora de la dialectología y la geogra­ burgo. Profesor de la Univer­ de Literatura en la Univer­ fía lingüística, en Ecuador y sidad San Francisco de Quito. sidad San Prancisco de Quilo. España. En la actualidad cursa Algunos de sus ensayos se han su doctorado en Filología en la León Espinosa publicado en revistas ecuato­ Universidad Nacional de F>eyes. Maestría Ecuador y Cultura; Iberoa­ en literatura en la Universidad mericana y Folklore America­ Ernesto Ortiz Andina Simún Bolívar. Pro­ no, de México. Ha publicado fesor de Lenguaje e Historia cmmyo: Décimas esmeralde­ Bailarín y coreógrafo del Universal en la Facultad de ñas (Quito, 1983); Coplas del Frente de Danza Indepen­ Comunicación de la PUCE. carnaval de Guaranda (Quito, diente. Periodista y crítico de 1984); Las tres ratas. E> ludio danza, en medios de la ciudad. Ana Estrella Santos introductorio (Quito, 1994); Sus ohras han sido reconoci­ (Quito, 1974) Un lenguaje desnudo: estudios das en festivales nacionales e Licenciada en Comunicad6n de la novela Entre Mw:l y una internacionales. En este último y Li leratura por la Pontificia mtúeJ; desnuda de Jorge aílo~ recibe una invilaciún para Universidad Católica del Enrique Adoum (Quilo, 1995); presentar sus trabajos e impar­ Ecuador. Desde 1999 es Murian¡:u/a y otros apa1"eci­ tir talleres de corcogralút en investigadora del Proyecto dos (Quilo, 2000). las universidades de Vassar, en Atlas Lingüístico del Ecua­ 00 00 Nueva York y Harvanl, en dor. En 2001 trabajó como Orlando Pérez Ma""achussets, y se le otorgó Language Scholar en Rced (Quito, 1963) el Premio Nacional de las Collagc, Oregón (EE.UU.). Es periodista. Ha laborado en Artes, Quitsa To. Actualmente es becaria y varios medios de prensa nacio­ cursa su doctorado en Lin­ nales y extranjeros. lla realiza­ Sofía Luzuriaga güística en la Universidad do estudios superiores de lite­ (Quito, 1979) Nacional de Educación a ratura. Ha publicado los libros Licenciada en Ciencias Distancia, en Madrid. Ha pu­ Cuba: los años duros (Plaza & Históricas (PUCE, sede blicado El U8o del verbo en el 134 J anés, 1997) y La celebración Quilo). Estudios de postgrado: habla de Quito (Abya-Yala,

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 2001) y diversos artículos de literatura en la Universidad 1997). Consta en la antología: El lingüística e historia de la Autónoma de Barcelona y la café literario (Ambato, 1991). ciencia. Escuela de Letras. Fernando Nieto Álison Vásconez Oswaldo Encalada (Guayaquil, 1947) Vásquez. Poeta y narrador. Desde hace Profesora e investigadora de (Cañar, 1955) varios años reside en México. la Facultad Latinoamericana Doctor en Filología por la Ha publicado poesía: Tanteos de Ciencias Sociales (FLAC­ Universidad de Cuenca. de ciego al medio dfa (1971); SO). Estudiante del doctora­ Profe,or de la Uni\lersidad del A la muerte a la muerte do de Economía de la misma Azuay. Sus publicaciones (Guayaquil, 1973); De buenas institución. Especialista en abarcan las áreas de la investi­ a. primeras (1976); Prólogo estudios de género, trabajo y gacwn lingüistica y la para la introducción de una economía. Ha publicado en­ creación literaria. Entre sus imposible eleg{a a un gatoglo­ sayos e investigaciones rela­ últimas obras están: Diccio­ bo por mús señas (1977); cionadas con la situación de nario para melancólicos; Sonws asunto de muchísimas las mujeres en Ecuador: Crisdlida (relatos); Diccio­ personas (1985); Los des(en) Mujeres y TLC; Mujeres y nario de toponimia ecuatoria­ tierras del caminante -Premio precariz;ación laboral; Mu­ na; Bestiario razonado & his­ Nacional de Poesfa "Jorge jeres) c'árcel y sobrevivencia; toria natural; Diccionario de Carrera Andrade", (Quito, Jl.quidad, elección colectiva y la artesanía ecuatoriana; 1989); y cuento: Si q uicren los econom[a. Palabra derramada (breve vuelvo a escribir (Guayaquil, antología personal); Jl.ljurupi J 971). Consta en las antologí• Susana Cordero de encantado (cuentos para ni­ as: Lfrica ecuatoriana contem­ Espinosa ños); y La fiesta popular en el poránea (Bogotá, 1979); La (CueOC

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Derecho y Literatura en la Documentos discretos, (Quito, Pontificia Universidad Cató- 2003). lica del Ecuador. Colum-nista de diario Hoy y subdirector Ester Bermejo de Editorial de ese diario. Ha Crespo publicado numerosos trabajos (Barcelona) en ensayo, historia de la litera­ Egresada del Ciclo Doctoral tura y crítica Íítcraria. de Literatura de la PUCE. Profesora de cultura francesa Alicia Ortega en la Pacultad de Comunica- (Guayaquil, 1964) ción de la misma Universidad. M. A. en Literatura Latinoa- mericana, UASB. Estudios doctorales en literatura, Uni­ versidad de Pittsburgh. Actual­ mente es profesora en el Á re a de Letras de la Universidad Andina Simón Bolívar. Sus intere¡;;es académicos apuntan a la reflexión en tomo a las narrativas de la ciudad, migra­ ción y violencia en la literatu­ ra latinoamericana. Antolo­ gadora del tomo cmrespon­ diente al cuento ecuatoriano en la Antología Esencial Ecuador Siglo XX.

Julio Pazos (Raños de Agua Santa, 1944) Poeta, crítico de arte y catedráti­ co universitario. Ex decano de la Facultad de Comunicación, Lin­ güística y Literatura ele la PUCE. Ha publicado Ocupa­ ciones del buscador (Quito, 1971); Prendas lan queridas las ¡wlabras entregadas al vuelo (Quito, 1974); Entre las som­ bras las iluminaciones (Quilo, 1977); La ciudad de las visiones, Premio Nacional de Literatura 'Aurelio E.'pinosa Pólit' (Quilo, 1%0); Levantamiento del paí,, con textos libres, Premio Casa de las Améticas (La Habana, 00 00 1982); Oficios (Quito, 1984); Contimda entre la vida y la o ntuerte o personajes volando en 1 un lienzo (Cuenca, 1985); w Mujeres, Premio Nacional de w -a Poesía 'Jorge Cmrera Andrade' (Quito, 1988); Constancias (Quilo, 1993); Holograma (Quito, 1997); Días de pesares 136 y delirios (Quito, 2001) y

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" cellf:~JJ/\MirJ CARRIÓNe

Este número de Letras del Ecuador se tc1minó de imprimir en la Editorial Pedro .Jorge Vera de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión en el mes de julio de 2005

Presidente de la CCE: Marco Antonio Rodrfguez Director de Publicaciones: Mat-ee lo Cevallos Rosales

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