LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA

FERNANDO RIVAS REBAQUE Universidad Pontificia Comillas, Madrid

Después de haber analizado los "hijos de Mercurio" en el mundo griego y latino, ahora veremos la perspectiva cristiana sobre dicha temática, centrándonos en un autor del Bajo Imperio (siglo IV d.C.) considerado como uno de los santos Padres más influyentes en cues­ tiones de moral social, Basilio de Cesarea. Este trabajo estará dedica­ 1 do, por tanto, a la usura en la homilía XIVB de Basilio de Cesarea , 2 contemplada desde una clave socio-antropológica , y va a constar de cinco apartados: el primero dedicado a explicar el método que voy a utilizar, en el segundo llevaremos a cabo un sumario análisis retórico-

El texto griego se encuentra en BASILIO DE CESAREA) Homilia in psalmum 14 B (PG 29,264-280, denominada a partir de ahora como hom. XIVB). Hay una tra­ ducción al castellano en F. RIVAS REBAQUE, Los pobres en las homilías VI, VII, VIII y XIVB. Análisis socio~antropológico. Anexo: texto griego y traducción castella~ na, tesis doctoral defendida en la Upiversidad Pontificia Comillas, Madrid 2003, publicada por la editorial BAC en 2005, con el título Defensor pauperum. Los pobres en las homilías VI, VII, Vllf y XIVB de Basilio de Cesarea. 2 Para otras visiones, cf. S. G!ET, 1941 y 1944; R. TEJA, 1971; M. FoRLIN PATRUCCO, 1973(2); M. ÜIACCHERO, 1977 y R. P. MALONEY, 1973, especialmente las páginas 247-249.

A. PÉREZ JIMÉNEZ & G CRUZ ANDREOTI'I, eds., Hijos de Mercurio. Banqueros, presta­ mistas, usureros y transacciones comerciales en el mundo mediterráneo, Madrid­ Málaga, Ediciones Clásicas & Charla Antié¡ua, 2006, pp. 195-276.

195 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA literario de la homilía XIVB, en el tercer apartado presentaremos el contexto social en el que fue pronunciada o escrita, pues este marco social modelo económico que utilizaremos para esta homilía, la aplicación es el que aporta la cultura dentro de la cual este lenguaje recibe su capa­ concreta de dicho modelo la llevaremos a cabo en el cuarto apartado y, cidad significativa. Ignorar esta distancia nos condena a caer en un sub­ por último, veremos las conclusiones. jetivismo acrítico o en tm colonialismo cultural, ya que no se respetan los modelos de la otra cultura ni sus representaciones mentales. Si querernos 1. Metodología comprender otras culturas diferentes a la nuestra -corno la Antigüedad En este apartado vamos a ver, en primer lugar, el modelo concep­ greco-romana en nuestro caso- debernos ser conscientes de los modelos tual en el que me baso (modelo escenario: 1.1 ), los elementos precisos que empleaban para entender y describir su realidad, si no querernos incu­ 5 desde el campo socio-antropológico para describir el contexto en el rrir en anacronismos o etnocentrisrnos del tipo que sea • que se mueve la hom. XIVB de Basilio de Cesarea (sociedad agraria Esta tarea se hace absolutamente necesaria cuando el medio princi­ preindustrial avanzada y mundo mediterráneo: 1.2) y el itinerario que pal de comunicación que poseemos es el texto escrito. En este caso las vamos a seguir para el análisis de la homilía XIVB (1.3). dos formas principales de entender el mecanismo de lectura son el 1.1. Modelo escenario modelo proposicional y el modelo escenario. El primero considera que la labor consiste en el desciframiento sucesivo por parte del lector de El método que voy a emplear es el que ha sido denominado por las afirmaciones que se encuentran en el texto mediante el estableci­ algunos especialistas como "modelo escenario". Para comprender la miento de las relaciones entre . realidad los seres humanos empleamos inevitablemente una serie de modelos, mapas o lentes cognoscitivas a través de las cuales percibi­ El segundo (al que también podemos denominar también modelo mos, filtrarnos y organizamos la masa del material que percibimos por interactivo/ "considera que todo texto da por supuesto una serie de nuestros sentidos. Estos marcos de referencia nos permiten, mediante escenarios o representaciones mentales, condivididos por el autor y por un proceso de abstracción y simplificación, manejar datos complejos y los lectores, que proceden de la cultura de su tiempo. En el proceso de encajar los datos en categorias. lectura se da una interacción entre las representaciones mentales implí• Los modelos nos son aportados por la cultura a la que pertenece­ citas en el texto y las que el lector va colocando por su cuenta. El autor mos, la cual nos proporciona los patrones compartidos de comporta­ supone en su texto unos escenarios, modelos o representaciones men­ miento, valores, símbolos e instituciones que conforman y confirman tales que condivide con e! lector, y a partir de este terreno común pre- nuestra existencia socia¡3. De esta manera se puede afirmar que todo conocimiento humano está condicionado socialmente y que la reali­ 5 "El fin del método interpretativo es mirar el mundo como los percibieron los pri- dad, así corno el lenguaje con que es expresada, es una construcción meros oyentes y lectores de la literatura del pasado a examinar. De aquí la habili­ social, con sus influencias, intereses, presupuestos, teorías ... 4 dad del intérprete para valorar el mundo como los autores antiguos hicieron y ver Por tanto, para entender el sentido de cualquier afirmación debe qué cosas tenían en común con sus contemporáneos, para distinguir lo que era pro­ conocerse, no sólo la lengua en la que ésta ha sido realizada, sino el pio y para adquirir una distancia consciente del auditorio del significado original", B. J. MALINA, 1991, p. 311. Ct: T. CARNEY, 1975, pp. 1-43. 6 Toda esta reflexión procede del ámbito de la psicolingüística y tiene como una de 3 6 Cf. C. PH. KOITAK,1994 , pp. 33-43. sus referencias fundamentales las obras de A. J. SANFORD-S. C. GARROD, 1981 y 4 Cf. K. MANHEIM, 1962; P. L. EERGER-TH. LUCKMANN, 1968 y J. HABERMAS, 1982. A. J. SANFORD, 1987.

196 197 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA

7 Así pues, si queremos comprender correctamente los textos de tende llevarle a algo nuevo" . Estos escenarios están compuestos, entre Basilio, éstos deben ser leídos en su contexto social, que no es otro que otros elementos , por las estructuras sociales, las constelaciones8 de valores y las pautas de comportamiento de esa cultura concreta . el Imperio romano durante el siglo IV d. C., el cual puede ser descrito, desde el punto de vista antropológico, como una sociedad agraria Para reconstruir estos escenarios son precisos, por tanto, no sola­ avanzada inserta en tomo al Mediterráneo, lo que nos lleva al segundo mente los datos que nos puedan aportar los testimonios de la época, elemento metodológico: el Imperio romano en el siglo IV, sociedad habitualmente con un carácter muy fragmentario, sino también los agraria avanzada, inserta dentro del área cultural mediterránea. modelos elaborados a partir de la investigación sobre sociedades y cul­ 9 10 1.2. Sociedad agraria preindustrial y sociedad mediterránea turas similares Es este caso la aportación de las ciencias sociales , y más en concreto la antropología cultural o social, completa los estudios En las sociedades agrarias avanzadas 13 la economía se basa fun­ de carácter histórico11 Estos escenarios son mucho más necesarios si damentalmente en la agricultura y se da un constante flujo de bienes trabajamos con sociedades de alta contextualización, como la desde las unidades más pequeñas a las más grandes, transferencia que Antigüedad greco-romana, donde se deja al lector un amplio margen se realiza fundamentalmente por medio de impuestos, a través de los 12 para poner sus propiOS. mo de los d e representacwn" . cuales el excedente económico de los productores campesinos pasan al estamento gobernante. Los avances tecnológicos y militares permiten

7 en algunos casos la concentración de la población en imperios, con R. AGU1RRE, !994, p. !9. grandes capitales, donde se encuentra la élite dominante. 8 Para un mayor desarrollo de este modelo, cf. S. GUUARRO, 1998, pp. 32-43 y E. ESTÉVEZ LóPEZ, 2003, pp. 54-60. La división social principal es la que se da entre el estamento gober­ 9 "Lo que sobrevive, pues, no es la totalidad, ni siquiera la mayor parte o la más nante y la gran masa restante. La mayoría de conflictos son intraesta­ importante de lo que ha existido u ocurrido en el pasado. Se ha desarrollado cons­ mentales y el reemplazo de un gobierno por otro tenía poco efecto tantemente una elección, en la que, aparte fuerzas incontroladas, por delante de la sobre la vida de la población. El gobierno es la fuerza integradora de selección que el historiador practica, ha actuado la capacidad selectora de los res­ la masa campesina, los diversos pueblos conquistados y las diferencias ponsables, interesados o no, en que datos, hechos y eventos se conserven o se olvi­ entre las elites dominantes. Su fmma habitual es la monarquía heredi­ den", J. SÁNCHEZ JIMÉNEZ, 1995, p. 160. 10 taria encabezada por un rey o emperador, que se adaptaba relativa­ "Esta denominación abarca no sólo la sociología (que es primordialmente el estu­ 14 dio de los sistemas sociales modernos), sino también la antropología (que es pri­ mente bien al carácter militarista y explotador de esta sociedad • Se mordialmente el estudio de los sistemas sociales preindustriales), la economía, la comienza a dar una creciente separación entre las instituciones religio­ sociolingüística, la semiótica y otras subdisciplinas afines del campo de las cien­ sas y políticas, más seculares que en períodos anteriores, a pesar de lo cias sociales; todas las disciplinas relacionadas directamente con el estudio de los cual ambas esferas mantenían una estrecha colaboración15 textos antiguos y modernos en sus contextos sociales", J. H. ELLIOT, 1995, p. 13. 11 Cf. R. AGUIRRE, 1998, pp. !7-!9. Los estudios de antropología cultural han dado como resultado asi­ 12 «Las sociedades de alta contextualización son culturalmente homogéneas, y en mismo la descripción del Mediterráneo como un área cultural inde- ellas se presupone un conocimiento amplio y compartido del contexto social que subyace al texto (valores, mundo social, relaciones sociales, instituciones ... ). Este 13 6 C. PH. KOTTAK, !994, pp. 243-259. tipo de sociedades suele producir textos esquemáticos de trazos vigorosos y que 14 dejan mucho espacio a la imaginación del lector/oyente, el cual entiende perfecta­ Cf. G. LENSKI, 1969, pp. 201-308. 15 7 mente las referencias preferentes en el texto", R. AGUlRRe, 1998, p. 22. Cf. G. LENSKI-P. NOl.AN-J. LENSKI, 1997 .

198 199 FERNANDO RlVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA endiente donde a pesar de las diferencias regionales, aparecen una especial la antropología cultural- nos aportarán una serie de modelos P ' !6 . serie de semejanzas que no se encuentran en otras culturas . La exis- interpretativos que nos sirven como escenario para comprender, a gran­ tencia de un ecotipo propio -producción de cereales complementada des rasgos, la sociedad en la que se desarrolla la homilía XIVB de Basilio con otros cultivos, como vino y aceite, así como el mantenimiento de de Cesarea. En nuestro caso, el Imperio romano en el siglo IV, entendido unos mismos animales domésticos-, la continua interacción (a causa de como sociedad agraria avanzada dentro del área cultural mediterránea. las guerras, el comercio y la cultura), a lo que habría que sumar otros En un segundo momento, estos modelos se aplican a los documen­ múltiples factores, han dado lugar a la creación de una serie de valores e tos en cuestión, actuando como escenario dentro del cual son com­ instituciones comunes que se caracterizan, entre otros, por los siguientes prensibles los textos, ayudándonos a descubrir aquellos aspectos que rasgos: 1) primacía del parentesco dentro de las instituciones sociales; 2) no aparecen explícitamente en los documentos, restablecer de una centralidad del honor masculino en el ámbito de las relaciones (al que se manera plausible los huecos que dejan los documentos y, posterior­ contrapone la vergüenza femenina); 3) desarrollo de un tipo específico mente, interrelacionar los diferentes datos que antes de aplicar el de intercambio social, patrón-cliente; y 4) clara diferencia entre el varón ' . 18 17 mo de 1o aparec1an como mconexos . y la mujer en todos los ámbitos y espacios sociales . En tercer lugar, en este contraste entre el modelo y el texto detectamos La importancia de las relaciones de parentesco establece la centra­ aquellos elementos que se adaptan y aquellos que discrepan, proponien­ lidad del papel de , al tiempo que su difusión en distintos gra­ do nuevos modelos que se ajustan más correctamente a la realidad des­ dos de relaciones, que condicionaban en buena medida la vida cotidia­ cubierta. Estos nuevos modelos se vuelven a aplicar a otros documentos na de las personas, marcada por estas estrechas conexiones. El tipo de de cara a afinar en cada aplicación el modelo que se acople mejor a esta personalidad predominante de esta cultura es la personalidad diádica, sociedad y cultura concretas. La relaciÓn entre los datos y el modelo es es decir, esencialmente vuelta hacia la opinión de los demás, desde los de carácter dialéctico: el modelo proporciona el marco de referencia en el que se entendía a sí misma y sus valores. El varón ocupa un papel cen­ que los datos son comprensibles, y los datos ayudan a ajustar el modelo. tral, tanto en la vida familiar (paterfami/ias) como en el ordenamiento Este proceso es conoc1'd o como retroa1' Imentacion . ' !9 o a bduccwn . ' 20 . social y p()lítico,loque le da un peculiarsesgo_patri~rcal)'a?drocén­ trico, considerado como algo natural. Entre las relaciones sociales pre­ !8 dominantes destacan las de patronazgo y clientelismo, sobre todo de Cf. M. FINLEY, 1985, pp. 60-66. 19 cara a establecer las formas de relación entre los miembros del esta­ «En la experiencia concreta del investigador no se puede decir si la puesta a punto mento superior de la sociedad y el resto. de los conceptos y la clasificación se lleva a cabo antes o después de seleccionar los casos o del arco temporal que se va a analizar. Simplemente puede suceder una 1.3. Itinerario a seguir u otra cosa, y con frecuencia se produce un proceso mental de retroalimentación entre datos y teorías", L. MORLINO, 1999, p. 17. Otros autores lo nombran como Basándose en el modelo escenario, llevaremos a cabo un itinerario "bucle recursivo", cf. E. MORIN, !986, pp. 213-228. 20 que consta de tres pasos: en primer lugar, las ciencias sociales -en S. GUIJARRO, 1998, p. 37: "Consiste [en primer lugar] en proponer una hipótesis a partir de algunos datos favorables que la convierten en plausible. En un segundo 16 momento, la hipótesis obtenida a partir de estos primeros datos se contrasta con Cf. F. BRAUDEL, 1976 y F. BRAUDEL (Dir.), 1987. nuevps datos; si es capaz de explicarlos coherentemente, la hipótesis gana en plau­ 17 Cf. D. D. G!LMORE, 1982 (síntesis muy completa). También J. K. CAMPBELL, 1954; sibilidad; si no, se plantea la necesidad de modificarla, de modo que pueda expli­ J. PJTT-R!VERS, 1979 y !968; E. GELLNER y OTROS, 1985¡¡J. Pm-RlvERS-J. G. car mejor el conjunto de los datos. La operación puede continuar indefinidamen­ PERISTIANY (Eds.), !993 y J. A. ÜONZÁLEZ ALCANTUD, 1994 · te, de modo que el escenario de lectura obtenido a partir de la confrontación de los

200 201 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA X!VB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA Sin embargo, y debido al tipo de texto con que nos encomramos complementaria de redundancia e innovación entre estos aspectos, en considero preciso un breve análisis retórico-literario previo de la homi­ la que la forma condiciona en gran medida el cómo se dice, pero la per­ lía XIVB de cara a evitar malas interpretaciones y para ayudar a una sona decide fundamentalmente lo que va a decir. Quedarse sólo en un mejor comprensión del escrito. aspecto, sin tener en cuenta los otros, supone una grave carencia para una correcta comprensión de los propios textos. 2. Análisis retórico-literario de la homilía El desarrollo de este análisis retórico-literario lo llevaremos a cabo Cada cultura y época determinadas tienen unos moldes expresivos en tres apartados: uno primero dedicado al estudio del género literario que permiten una serie de registros comunicativos e impiden otros. El del escrito (2.1 ), otro segundo donde .veremos la fecha de composición estudio de estas formas literarias no es, pues, una mera erudición o y el contexto vital de esta homilía (2.2) y un último, donde veremos el embellecimiento del análisis de un texto o documento, sino que forma análisis retórico-literario concreto de la misma (2.3). parte esencial del mismo en un doble sentido: en su aspecto preventi­ 21 vo y en su dimensión prospectiva. 2.1. Género literario: homilía 22 En primer lugar, es una tarea preventiva porque nos permite con­ Este escrito ha sido considerado unánimemente como homilía , es textualizar de la manera más concreta y fidedigna posible el contenido decir: un discurso pronunciados por un ministro del culto cristiano de las palabras, pues muchos de sus significados están enmarcados por (diácono, presbítero u obispo) dentro de un contexto litúrgico y comu­ los recursos empleados. Olvidar este formato es, en el fondo, no tener nitario, basado en la Palabra de Dios proclamada con anterioridad y con la finalidad de comentar la Escritura, explicar la fe y exhortar a presente lo que se quiere decir, cuando no traicionar la intención del 23 autor. Esto es mucho más necesario en una cultura como la de la una vida acorde con los misterios divinos . Una serie de indicios en los propios textos vienen a confirmar claramente la adscripción a este Antigüedad greco-romana, marcada en gran medida por una serie de 24 registros, sobre todo de carácter oratorio, que limitan las posibilidades género literario , aunque en este caso hay una estrechísima relación expresivas del autor, al mismo tiempo que le obligan a unos conven­ con la diatriba de origen cínico-estoico. cionalismos a veces difícil de comprender para nuestra cultura actual. 21 En segundo lugar, y desde una clave más prospectiva, el análisis Fundamental para este apartado es la obra de A. OLIVAR, 1991. Cf. J. ÜROZ RETA, retórico nos marca ciertas líneas de interpretación del texto. Tanto el 1963; D. RUIZ, 1956; R. ÜRÉOOIRE, DPAC; w. K!NZ!O, 1997; M. SACHOT, RAC; M. NALD!Nl, 1995; A. QUACQUARELLI, I998. género utilizado como las estructuras argumentativas o los recursos 22 literarios están condicionados por tres factores: las convenciones de la Cf. A. PUECI1, 1928, pp. 235-3 I 7; B. ALTANER, 1962, pp. 274s; J. QUASTEN, 1978, pp. 238-243; M. GEERARD (Ed.), 1974, pp. 140-178 y M. GEERARO-J. MORET (Eds.), época, la cultura a la que el texto pertenece y la utilización que cada I998, pp. 98-!30; J. GRJBOMONT, 1983, pp. 21-51 y P. J. FEDWICK, 198!. persona hace de los dos elementos anteriores, dándose una dialéctica 23 Como nos recuerda bellamente Tertuliano en Apol. XXXIX,3-4. 24 Así, al inicio de la homilía XIVB leemos: "Ayer, después de haberos hablado [8wAE" modelos abstractos con los datos disponibles sea cada vez más adecuado. A dife­ yó;tEvot] sobre el Sahno [

202 203 FERNANDO RlVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA X!VB DE BASlLIO DE CESAREA LECTURA SoCIO-ANTROPOLÓGICA a) La hornilla en el cristianismo primitivo El sitio ordinario desde el que el predicador, sobre todo si era obis­ po, dirigía la palabra al auditorio era la exedra, es decir, el ábside eleva­ El cristianismo que, desde sus inicios, había utilizado los medios de do Y semicircular de la iglesia, en cuyo fondo se encontraba la cátedra comunicación de las culturas judía y pagana, es capaz de generar, a lo episcopal, flanqueada por los asientos de los presbíteros (subselliai9 La largo de los siglos II y III, una cultura propia, todavía con fuertes concha del ábside daba cierta resonancia a la voz del predicador el cual influencias exteriores, uno de cuyos principales exponentes va a ser la sentado en la cátedra, se hallaba muy separado del pueblo, de U:odo qu~ hornilla, pronunciada en un contexto peculiar (liturgia) y dentro de un su voz llegaba atenuada a los más alejados. Esta localización unida a la espacio exclusivo (iglesia). El origen de la mayoría de los sermones presencia de un público numeroso, situó al predicador por en~ima de los era oral (aunque después fueran copiados por taquígrafos y en algunos demás, obligándole a dirigirse a ellos con voz fherte, lo que contribuyó al casos corregidos por el autor) y su finalidad no era ni académica, ni desarrollo de una elocuencia cristiana que fue perdiendo gradualmente la polltica, ni judicial, sino que es un discurso pronunciado dentro de un simplicidad y familiaridad de la homilía primitiva. contexto litúrgico, que es el que marca sus posibilidades. La elevación del lugar desde el que se dirigía al público le confiere La predicación cristiana formaba parte, en la Antigüedad, de la cele­ una mayor visibilidad de conjunto y autoridad, así como temor y res­ bración. Era un comentario o eco a las lecturas bíblicas (a las cuales los peto pm parte del ~uditorio, que ocupaba la parte central de la iglesia, oradores hacen continuas referencias) y a los responsorios sálmicos que desprovistos de asientos o bancos (de los que solían disfrutar sólo los venían después25 . El sujeto habitual de la predicación era el obispo de la presbíteros) y de pie30 A pesar del respeto con que se consideraba al comunidad, aunque las cualidades de orador y el talento de ciertas perso­ orador, a veces tenemos llamadas de atención, paciencia, tranquilidad nas eran motivos suficientes para conceder a ministros acreditados la Y silenciO dmg1das por parte del predicador a los oyentes31 o gestos facultad de predicar de un modo regular, sobre todo cuanto éstos tenían 32 6 del auditorio de enfado, aburrimiento o fatiga , así como int~rpelacio- mayores cualidades para la oratoria que sus propios obispoi

Por lo general ningún predicador se atrevía a improvisar sin tener, al qu~ los estenógrafos habían hecho; 2) que los textos de los estenógrafos fueran menos, una cierta preparación. Incluso dentro del sermón podemos distin­ revisados Y aprobados por el autor, sin duda lo más frecuente; 3) que el autor cote­ guir algunas improvisaciones intercaladas en un texto previamente prepa­ j~r~ su propia redacción con la de lo~ e~tenógrafos y llegara a una redacción defi­ mttva. c~n vistas a su publicación; 4) que el autor publicara la redacción previa rado27 Hay que diferenciar asimismo entre el momento de la predicación 28 prescmd1endo de la predicación real; 5) que el orador redactase de nuevo el ser­ y el texto publicado por el orador sobre las notas de los estenógrafos món después de su predicación, recordando con mayor o menor exactitud lo dicho· Y 6) que el autor ,reelaborase sus apuntes o el texto de los estenógrafos, dando un~ 25 fonna nueva (mas o menos) a las palabras de la predicación, con el fin de trans­ Cf. VI11,3,7-8 y XIVB,l,6-15, al igual que las numerosas referencias en torno al formarlas en un escrito destinado a la lectura, cf. A. OLIVAR, 1991, p. 941. verbo dxoúw. 29 26 En la parte orien~al ~ este lugar se le solía designar como f)f1f..La, es decir, una tri- Así tenemos los casos de Gregorio Nacianzeno, Basilio de Cesarea y Juan buna al final del abs1de sobre la que se situaba la cátedra (KafM8pa). También apa­ Crisóstomo, entre otros, cf. A. OLIVAR, 1991, pp. 535-536. rece con el nombre de 6póvos-. Cf: Gregorio de Nacianzo, Or. XLIII,52. 27 30 Indicios de preparación son las vertebración compleja y orgánica entre las dife­ Salvo los que gozaban de un estatus especial, como el emperador o los altos cargos. rentes partes del sermón, las estructuras gramaticales excesivamente rebuscadas, 31 Por ejemplo, B~silio de Cesarea tenía una voz débil ( cf. Gregorio de Nacianzo, Or. la reproducción de largos pasajes de la Escritura o de otros textos, las series coor­ XXXVI: ~LKpa PG 36,265), de aquí su petición de silencio en el final de la dinadas de sermones formando un conjunto, etc. Homilía sobre el Salmo 1 (PG 29,228AB). 28 32 Desde su preparación hasta su redacción definitiva, si es que ésta se daba, pode- Cf. Basilio de Cesarea, Hom. XXI (PG 31 ,556C); Homilía contra Sabellianos, et mos contar con varias posibilidades: 1) que el sermón permanezca en la redacción Arium. el Anomoeos (PG 31,605C y 608C-609A).

204 205 FERNANDO R.IVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA 33 nes, aplausos, murmullos y manifestaciones de dolor o alegría • El habría que descubrir en torno al s. II en autores como Luciano y Dión público que escucha las homilías suele tener un carácter heterogéneo, de Prnsa, y que alcanza su apogeo en el siglo IV con Libanio, Temistio tanto social como culturalmente, aunque los discursos que poseemos y el propio Basilio. Este movimiento se caracteriza, entre otras cosas, 34 están dirigidos a un público mayoritariamente urbano . Los predica­ por la influencia de los elementos retóricos, así como la mezcla de la dores antiguos hablan propiamente para los varones, a los que se diri­ exuberancia asiánica y la disciplina ática, al igual que la amplia utili­ gen de manera directa, mientras que a las mujeres lo hacen de manera zación de figuras retóricas como la antítesis, el paralelismo, los juegos 35 39 indirecta o en ocasiones excepcionales • de palabras y la écfrasis El domingo era el día habitual de la homilía (por su unión con la Así, algunos de los contenidos de esta homilía y ciertas caracterís• eucaristía), y muchos fieles dejaban su trabajo para ir a la iglesia36 La ticas retóricas que aparecen en ella muestran un notable influjo de la 40 cuaresma era asimismo un tiempo muy propicio para la predicación, al "diatriba" (owTpLprí) de origen cínico-estoico. Dentro de la literatu­ igual que la semana de la octava de pascua, las grandes solemnidades ra griega la diatriba aparece como una vulgarización del diálogo filo­ litúrgicas y las fiestas locales. La hora habitual era por la mañana, aun­ sófico, aunque pronto influyó en otros campos como la fábula o el tra­ que muchas homilías se pronunciaban por la tarde, e incluso durante la tado moral. Entre sus presupuestos se encuentra la uniforrnización que, 37 noche • A pesar de la numerosa presencia, en ocasiones no faltan, sin a partir del s. I a.C., se lleva a cabo -sobre todo en el campo ético­ emb argo, queps. por 1a poca asistencia . . a 1os actos sagrad os 38 . entre las diferentes escuelas filosóficas, especialmente las corrientes b) Relaciones de la homilía XIVB de Basilio con la diatriba estoicas y cínicas, y su extensión a la predicación popular. Algunos de los autores que utilizan más ampliamente este género son Dión 41 Basilio de Cesarea escribe, de hecho, en el siglo IV, un siglo influi­ Crisóstomo, Epicteto, Luciano y Plutarco ; y en el s. IV, Temistio, Li­ 42 do en gran medida, sobre todo en la parte oriental del Imperio, por una banio y Juliano, así como numerosos escritores cristianos . Dentro de corriente literaria denominada "Segunda Sofistica", cuyos inicios sus características más peculiares hay que diferenciar entre aquellos

33 Cf. Basilio de Cesarea, Hom. ín hexaem., VIII,2; Hom. in ebriosos, 8 (PO 31 ,462); 39 Cf. A. LESKY, 1976, pp. 861-877; J. M. CAMPBELL, 1922; L. V. JACKS, 1922; A. C. Hom. de invidia, 5 (PG 31,3848). Asimismo A. V. NAZZARO, 1983. WAY, 1927; Y COURTONNE, pp. 164-177; J. CAZEAUX, 1980; J. ÜROZ RETA, 1963, 34 Al comienzo de la tercera homilía sobre el Hexameron Basilio observa que hay pp, 38-40; G. L. KUSTAS, 1991, pp. 221-279. muchos artesanos, dedicados a tareas manuales que con el trabajo del día apenas 40 Cf. A. 0LTRAMARE, 1926; W. CAPELLE-H. L MARROU, RAC; H. L MARROU, 1976; ganan lo suficiente para su sustento, por lo que intentará ser breve. Asimismo, en H. DJRKING, 1911; M. SPANNEUT, 1957, pp. 258-266 y A. CJOFFI, 1978. la homilía VIII de Basilio de Cesarea expresa su enfado por la presencia tan nume­ 41 rosa de niños (cf. Vlll,3,10-15). En el que se han reconocido unos veinticinco tratados con fuertes influencias de la 35 diatriba, entre ellos se encuentra uno, fundamental para comprender la hom. Cf. A. OLIVAR, 1991, pp. 786-814. XIVB, De cupiditate divitiarum. 36 Hay testimonios de homilías entre semana, dirigidas naturalmente a un público 42 "La 8wTpt~~. como forma, era empleada en la predicación cristiana antigua, no en más restringido, cf. S. lANERAS, 1980. el sentido violento que parece tener la palabra para los oídos modernos, sino en un 37 Cf. A. OLIVAR, 1991, pp. 646 y 663. tono más familiar, espontáneo, desenvuelto, propio de la diatriba antigua. Es usada 38 Cf. Juan Crisóstomo, Homilía en honor de san Filogonio, (PG 48,753); Homilía por los antiguos predicadores no como género literario específico, sino como contra los que no vienen a las reuniones sagradas (PG 51,171-186, especialmen­ fonna retórica ocasional. .. En Agustín [y no sólo en él, como veremos con poste­ te 178, c. 4) y la Homilía contra los que habiendo abandonado la iglesia se fue­ rioridad] reviste las fonnas propias de la ironía, de la ridiculización, llamada por ron al circo y al teatro (PG 56,263-270). los apologistas griegos 8tacrupllÓS' y ElpwvEfa", A. OLIVAR, 1991, p. 495.

206 207 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA X!VB DE BASILIO DE CESAREA. LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA aspectos que afectan más a los medios literarios y los ~ue hacen refe­ naturaleza y la ley (ooL,;-vÓf!OS" ), la apariencia y la realidad (Oó~a, 3 rencia a los contenidos. Comenzamos por los primeros . iloKElv frente a EL VOL), la palabra y la obra (Aóy(¡l-i'py(¡l ), la agrupa­ ción de virtudes y vicios, y la mezcla de lo serio y el placer. De aquí 1) Por lo que respecta a los medios literarios la diatriba suele utili- el toque humorístico, cómico o satírico que a veces aparece en sus zar de manera repetitiva algunos de los recursos habituales en la escritos, especialmente con respecto a las costumbres viciosas. retórica, dando la sensación de un estilo barroco y abigarrado, en el que cada idea es expresada de manera muy viva, lo que se consigue Asimismo en la diatriba encontramos, entre otros muchos temas, fundamentalmente mediante: los siguientes en relación sobre todo con la riqueza: 1) el vicio es una enfermedad; 2) los enfermos desconocen en su interior que Elementos dialogísticos: un adversario ficticio al que se dirige la 44 están enfermos; 3) la es un mal y está unida a las molestias palabra o interrumpe la explicación en discurso directo • Sus obje­ y las preocupaciones; 4) todo medio le parece válido al codicioso ciones son habitualmente tan tímidas que parecen no tener otro sen­ para la satisfacción de su afán, que considera como una necesidad; tido que realzar las réplicas del orador. Para ello se suelen emplear 5) la riqueza fruto de la avaricia no basta para su posesión; 6) el interrogaciones retóricas o imperativos. ansia es insaciable; 7) la satisfacción con lo que hay es lo reco­ Simplicidad y brevedad en las expresiones, que se obtienen mendable; 9) el lujo es censurable en todos los casos y pone en mediante oraciones breves y palabras en asíndeton, disolución de las cuestión públicamente a las mujeres, 1O) la avaricia trata de justifi­ oraciones condicionales y elipsis. Esta sencillez se intercala a veces car sus posesiones con pretextos como el querer dejar herencia a con la abundancia, que se consigue por medio de polisíndeta, conge­ sus hijos o herederos, siendo además un vanidoso esfuerzo; 11) el ries y políptota, antítesis, paralelismo de las frases, intetjecciones avaricioso es pobre porque no posee lo que tiene y no se conforma (exclamaciones), comparaciones y analogías, metáforas e imágenes. con nada; 12) la comparación de la avaricia con la locura; 13) a las Expresiones populares: en la forma de los diminutivos, en los sig­ emociones se les opone la razón (A.óyos- o p1'jv); 14) las cuestiones nificados, las expresiones médicas y las expresiones groseras, ordi­ relativas a la propiedad no permiten la felicidad (salvación) por las narias u obsc.enas. Utilización de proverbios, sentencias, exempla, fatigas y aflicciones que producen; y 15) todo lo relacionado con la paradojas, oxímora y personificaciones. La conclusión integra una herencia impide la felicidad (interior) con molestias y penas. antítesis en conexión con un cambio en imperativo. 2.2. Fecha de composición y contexto vital en que fue escrita la ho­ 2) Entre sus contenidos destacan el elevado número de parénesis y milía X/VE exhortaciones, mezcladas con sentencias, donde los argumentos La homilía XIVB se encuentra dentro de los comentarios sobre la signen una lógica poco precisa. Los elementos que están más en Escritura que llevo a cabo Basilio: las Homilías sobre los Salmos, en 45 relación con nuestro tema son los siguientes: la oposición entre la el caso de la homilía XIVB • El número tan reducido de salmos comentados por Basilio (doce de los ciento cincuenta que hay en el Salterio), además de ciertas referencias cronológicas, muestran que las 43 Aparte de la bibliografia citada en la nota 39 de este trabajo, en este apartado he tenido presente las aportaciones de U. BEUCKMANN, 1988, pp. 7-32. 44 45 En este diálogo el adversario es designado por el pronombre interrogativo TLS El mejor estudio general sobre estas obras, hasta el presente, es el de J. BERNARD! ("quién") o por el sujeto implícito en el verbo r¡crl ("dice"), expresando la opi­ 1968. He utilizado asimismo Y. COURTONNE, 1935 y una traducción italiana, 2 nión vulgar que condenará el orador. Basilio di Cesarea, Omelie sui Salmi, Paoline, Alba, 1978 .

208 209 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA . LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA Homilías sobre los Salmos pertenecen a épocas diferentes; habiendo jarlos de esta práctica, y en menor medida a los prestamistas, para sido reunidas bien por el propio Basilio para su publicación (sobre las pedirles que no exijan intereses, a~rovechándose de la necesidad, invi­ 1 homilías pronunciadas con anteriorida

210 211 FERNANDO RJVAS R.EBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA La pertenencia de este escrito al género deliberativo está marcada B) Segunda excusa: se acusa al prestamista de engaño y dolo. asimismo por la clarísima influencia de la diatriba de origen cínico• B') Segunda réplica: entrando en esta dinámica el deudor per­ estoico, en parte por el modelo que ha seguido (Plutarco )57 y en parte derá no sólo los bienes que posee sino además la libertad: porque el terna se prestaba mejor a este tratamiento, pues este formato - Entimema. le permite a Basilio reflexionar de manera más cercana y crítica sobre - Comparación con los perros. un problema social tan agudo sin herir la sensibilidad de nadie en con­ C) Tercera excusa: no hay otra manera de conseguir el dinero. creto. Hay asimismo una sabia combinación de argumentos de carác­ C') Tercera réplica: si la necesidad es tan grande, para qué pos­ tergarla por más tiempo (locus a tempore). Es mejor afrontar ter legal (Escritura) y racional, formando un tejido bastante hornogé- ' l . . 58 las privaciones del presente (locus a modo) y vivir la mendi­ neo. su estructura sena a stgmente : cidad, mejor valorada que las dependencias que genera el Exordio: el discurso versará sobre el v. 5 del Salmo 14, que faltó préstamo (locus ad honestum): por comentar el día anterior. - Locus a modo; a tempore; afacultate. Narratio - Sección exhortativa. l. Primera sección: - Locus ad honestum. * Citas bíblicas sobre la usura. - Elogio de la pobreza y crítica de la riqueza. * Comportamiento del prestamista. D) Cuarta excusa: la visión de los bienes del rico mantiene en * Situación del que recibe el préstamo (primera parte). engaño del deudor, que se pone en su lugar y hace cuentas 2. Digressio. con una riqueza que no es suya. 3. Segunda sección: situación del deudor (segunda parte). D') Cuarta réplica: Argurnentatio - Descripción del deudor. l. Sección bíblica: Prov 19,5 y 5,15. - Fecundidad de los intereses: comparación con las liebres, 2. Altercatio: etimología de deuda-parto (TÓKos), exempla de la naturaleza A) Primera excusa: vergüenza si vende los bienes que posee (víboras, semillas y seres vivos). (locus ad honestum). E) Quinta excusa: el deudor necesita el préstamo para poder A') Primerá réplica: VIVIr. - Pasarás mayor vergüenza cuando te embarguen todo (locus E') Quinta réplica: hay otros medios para vivir, corno el trabajo: ad honestum). - Dialogismo. - Cita bíblica (Prov 23,27). - Exempla naturales (hormiga y abeja). -Aforismo. - Los préstamos se piden, en realidad, para lujos ümecesarios. - Entimema. F) Sexta excusa: el préstamo no sólo es para lujos, sino además - Consejos al deudor. para los lujos más propios de la mujer. - Definición. F') Sexta réplica: - Entimema. 57 "De vitando aere alieno paraissait si peut étre un brouillon aux lecteurs du IVe si e­ - Primera comparación. ele que Saint Basile en a repris, sans le díre et, parfois, en les démarquant de fort - Segunda comparación. pres, de nombreux dévetoppements dans son Homélie contre les usuriers", . - Fórmula de transición. PLUTARQUE, Oeuvres morales, 9. G) Séptima excusa: el préstamo puede convertirse en una opor­ 58 Un análisis retórico-literario completo de esta homilía se encuentra en F. RIVAS tunidad de enriquecimiento. REBAQUE, 2003, pp. 157-177.

212 213 FERNANDO RlVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA G') Séptima réplica: lo más probable es que se transforme en 3 .l. Transacciones económicas en la Antigüedad cosas peores que el endeudamiento: El conjunto de transacciones económicas registradas etnográficamen­ - Ahorcamiento del deudor. · - Venta pública de los hijos. te se puede dividir en dos tipos. En primer lugar están los movimientos 3. Parte exhortativa dirigida a los ricos (prestamistas): "viceversa" entre dos partes, más conocido como "reciprocidad". En * Introducción. segundo lugar, los movimientos centralizados: recolección por parte de *Primera cita bíblica: Le 6,34-35. los miembros del grupo, a menudo bajo un solo mando, y redistribución * Segunda cita escriturística: Prov 19,17. dentro de ese grupo. La reciprocidad juega sobre todo un gran papel en lo *Siguientes citas bíblicas: Is 5,20; Jue 14,14 y Mt 7,16s. que concierne a la familia y el parentesco, mientras que la redistribución * Dos comparaciones: afecta principalmente a todos aquellos que dependen de nn mismo jefe, - Los prestamistas son parecidos a los espíritus de las epilep­ teniendo un carácter más territorial. A ellos habría que añadir una tercera stas. forma, el mercado, que no adquiere su hegemonía hasta época relativa­ - Son diferentes también de los labradores. mente reciente, habiendo funcionado con anterioridad incrustado entre Epílogo las otras formas de transacción económica@ Estas formas no representan 1) Primera sección: el dinero no sirve para conseguir la gracias "etapas" dentro del desarrollo económico, pues las formas subordinadas sino para aumentar la injusticia. pueden presentarse al mismo tiempo que la dominante: las sociedades tri­ 2) lo conveniente para el que lo posee es Segunda sección: bales practican la reciprocidad y la redistribución, mientras que las socie­ entregarlo gratis, como inversión de cara al futuro. dades agrarias avanzadas son fundamentalmente redistributivas, aunque 3) Doxologíafinal. dejan algún campo a otros tipos de intercambio. 9 3. Modelo socio-antropológico de economía 5 Los sistemas económicos están integrados en las relaciones socia­ Como vimos en el epígrafe primero, el método que vamos a seguir se les, y la producción y distribución de bienes y servicios responde a basa en la creación de un modelo que sirva de escenario para entender 60 correctamente las afirmaciones realizadas en un contexto determinado. "Todos los sistemas económicos que conocemos hasta el final del feudalismo estaban Este modelo lo vamos a construir sobre cuatro elementos que nos permi­ organizados siguiendo el principio de reciprocidad, la redistribución, la administra­ ten comprender más adecuadamente la hom. XIVB: en primer lugar, una ción doméstica o una combinación de los tres. Estos principios se institucionalizan descripción de las relaciones económicas existentes en la Antigüedad clá­ gracias a la ayuda de una organización social que utiliza los modelos de la simetría, la centralidad y la autarquía, entre otros. En este marco la producción y la distribución sica, con posterioridad algunos factores básicos de antropología econó• ordenada de bienes estaba asegurada gracias a la existencia de toda clase de móviles mica y por último dos conceptos fundamentales de economía en la socie­ individuales, disciplinados por los principios generales de compmtamiento. Y, entre dad preindustrial: la economía de bienes limitados y la economía moral. estas motivaciones, el beneficio no ocupa el primer puesto. La costumbre, el derecho, la magia y la religión impulsaban de consuno al individuo a confonnarse a reglas de conducta que, en definitiva, le pennitían funcionar en el sistema económico. A este 59 10 respecto, el periodo greco-romano, pese al enonne desarrollo de su comercio, no ha Desde el punto de vista más antropológico o sociológico 1 cf. M. WEBER1 1993 , pp. 273-288; M. MAUSS, 1950, pp. 145-248 (capítulo titulado "Essai sur le don"); representado una ruptur:a. Se caracterizó por la gran escala a que eran distribuidos los 2 2 M. GODEUER, 1976, 1978 , 1989 y 1998; M. SAHLINS, 1983 ; U. MARTÍNEZ­ granos por la administración romana en el seno de una economía fundada, sin embar­ VE!GA, 1989 y E. W. STEGEMANN-W. STEGEMANN, 2001, pp. 29-79. Para la econo­ go, en la administración doméstica ... Es a partir del siglo XVI (cuando] los mercados mía en Grecia, cf. M. I. F!NLEY, 1984 y M. AuSTrN-P. V!DAL-NAQUET, 1986. fueron a la vez numerosos e importantes y se convirtieron en una de las primeras pre­ ocupaciones del Estado", K. POLANYI, 1997, pp. llOs.

214 215 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA- LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA otros móviles que los puramente económicos. Se actúa, por tanto, no La entrega y devolución deben realizarse dentro del plazo establecido sólo para mantener un interés individual de poseer bienes materiales, o en un tiempo breve. Los intereses económicos y sociales están más sino sobre todo para garantizar la posición social, sin conceder valor a separados que en la reciprocidad generalizada y el aspecto material de los bienes materiales más que en la medida en que sirven a este fin. La la transacción es tan importante como el social, por lo que debe haber mayoría de los intercambios económicos estaban gobernados por las cierto ajustamiento y compensación. Esta relación se rompe cuando relaciones sociales, con frecuencia son expresión de estas relaciones y una de las partes se retracta de este quid pro quo. siempre están constreñidos por la condición de parentesco y comuni­ 3) Reciprocidad negativa dad de las partes, así como la segmentación social. Dado que el mer­ cado forma parte integrante de nuestra mentalidad, analizaremos las La reciprocidad negativa es un intento de obtener algo gratuita­ dos primeras relaciones económicas: la reciprocidad y la distribución. mente. La transacción está enfocada hacia la mayor ganancia posible. Aparece en formas como las trampas, el engaño, el robo y otras varie­ a) Reciprocidad dades de apropiación. Cada una de las partes representa intereses no La reciprocidad se puede definir como un continuum de intercam­ sólo diferentes, sino opuestos, tratando de sacar el máximo beneficio a bios económicos que va desde un extremo -reciprocidad generaliza­ expensas de la otra. da-, que supone la asistencia prestada gratuitamente, hasta el otro, la b) Redistribución apropiación por el engaño o la fuerza -reciprocidad negativa-, con un punto medio entre ambos -reciprocidad equilibrada--. La redistribución consiste en un movimiento inicial de apropiación hacia un centro y luego hacia el exterior, lo que exige la existencia de un 1) Reciprocidad generalizada centro de almacenamiento y su distribución posterior. Así se mantiene la La reciprocidad generalizada aparece en formas como la hospitalidad, comunidad en el sentido material. Actóa como ritual de sumisión y sub­ la ayuda mutua o la generosidad, entre parientes o entre jefes. En ella el ordinación a la autoridad central, sustentando la estructura social. Estos lado social de la relación supera al material y, en cierto modo, lo encubre, patrones de interacción tienden a desarrollar un bajo nivel de confianza como si no contara: no es que no exista la obligación de corresponder, en la sociedad y una definición pasiva de la identidad y la confianza, ya sino que la esperallia de reciprocidad J:lo queda definída ni eJ:l el tiempo que ninguna categoría de participahtes goza de-legitimación colectiva ni la cantidad. La obligación de reciprocidad es difusa: cuando sea nece­ estable, pues siempre hay alguien situado más alto. De aquí la competen­ saria al dador y/o posible al receptor. La finalidad no es equilibrar la cia entre los miembros de cada categoría por el acceso a los recursos y donación, pues hay personas (ancianos, pobres) de las que no se espera posiciones que permitan el control de dichos recursos, produciéndose una en principio esta reciprocidad, sin que ello sea inconveniente para conti­ estrecha conexión entre poder, estatus y riqueza. Este mecanismo sólo nuar donando. El don no se concibe más que bajo la forma de relación puede mantenerse por la fi.Jerza o la ideología. Los conflictos armados interpersonal: es homenaje cuando se lleva a cabo de lo bajo hacia lo alto, han sido la forma básica de redistribución en las sociedades agrarias limosna si se da de lo alto hacia lo bajo o generosidad si se produce de avanzadas, acompañados en la mayoría de los casos por la modalidad de igual a igual, según la cualidad del donante y del que lo recibe. los impuestos. En esta forma económica los gobernantes necesitan segui­ 61 dores locales, que reciben bienes a cambio de lealtad . 2) Reciprocidad equilibrada 6! En la reciprocidad equilibrada lo recibido equivale, más o menos, a En el caso del Imperio romano, una parte de los impuestos de las provincias eran lo dado. A este tipo pertenecen, por ejemplo, las transacciones matri­ enviados a la capital, centro del poder, mientras la otra se la apropiaban las élites moniales, los pactos de fraternidad y de sangre y los acuerdos de paz. locales para el consumo de ostentación, construcciones y otras necesidades.

216 217 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA 3.2. Algunos factores básicos de antropología económica e) Fortuna o riqueza En cualquier intercambio económico pueden influir simultánea­ La fortuna o riqueza es otro de Jos elementos antropológicos que más mente diferentes factores antropológicos sobre el flujo de los objetos influyen en los intercambios económicos, pues la generalización a una materiales, entre ellos destacan, por su importancia, cinco: el parentes­ reciprocidad generalizada se profundiza en aquellos momentos en que la co, la jerarquía, la fortuna o riqueza, las necesidades y si se trata de diferencia económica alcanza niveles de exceso y defecto en el aprovisio­ bienes perecederos o no. namiento de las necesidades habituales, especialmente en los productos de primera necesidad. El nivel de reciprocidad generalizada llega habitual­ a) Parentesco mente a su punto culminante con ocasión de ganancias inesperadas debi­ Con respecto al parentesco los intercambios pueden pasar gradual­ das a la suerte, pues en este momento todos pueden sacar provecho de la mente de un extremo a otro, aunque no pueden hacerlo al azar, pues la situación. Al rrrismo tiempo la desgracia y la pobreza son algunos de los inclinación a practicar una u otra forma de economía está en función sobre factores que más contribuyen a la compasión en el interior del grupo, al todo de la cercanía social. El parentesco cercano se inclina hacia la reci­ igual que la ayuda prestada en esta situación adquiere una especial densi­ procidad generalizada, la reciprocidad equilibrada predomina en los sec­ dad humana, generando estrechos vínculos de solidaridad interna. tores intermedios y pasa al extremo negativo en relación proporcional a la lejanía de parentesco. Por eso, mientras los parientes próximos tienden a d) Necesidades compartír, no es necesario dar a los no parientes o a los sectores periféri­ Otro elemento a tener en cuenta es el grado de necesidad. Durante cos. Las distinciones materiales entre cercanos o extraños pueden no incli­ períodos poco abundantes en alimentos la incidencia del intercambio nar adecuadamente al rico a ser caritativo. Sí los intereses han sido opues­ generalizado suele elevarse por encima del acostumbrado, en particu­ tos desde el principio, en ese momento pesará más el comercio desespera­ lar en los sectores sociales más apremiados, pues la superación depen­ do. La inclinación hacia los que no tienen es más marcada en el interior de de ahora de la aceleración de la solidaridad social y la cooperación las comunidades locales que en las relaciones de los pueblos entre sí. económica. La estructura jerárquica se ve movilizada y comprometida b) Jerarquía en la administración de los bienes comunes y a poner en circulación los recursos alimenticios. Sin embargo, la reacción ante la escasez depen­ La conexión entre reciprocidad y jerarquía se expresa en el primer de de muchas cosas: la estructura social, la duración e intensidad de la caso por la fórmula "ser noble es ser generoso", y, en segundo lugar, carestía ... Hay un nivel, sin embargo, en el que la cooperación se ve por "ser generoso es ser noble". La estructura jerárquica prevaleciente abrumada y el desastre y la pillería se convierten en el orden del día, influye sobre las relaciones económicas en el primer caso, en el segun­ do la reciprocidad influye sobre las relaciones jerárquicas. El desequi­ el nivel de ayuda se contrae progresivamente hasta quedar limitado al librio económico es la clave de despliegue de la reciprocidad generali­ nivel familiar, y a veces incluso estos vínculos se disuelven y desva­ zada, mecanismo de arranque de la jerarquía y el liderazgo. Un don necen. Además, en la misma medida en que el círculo de caridad se ve que todavía no se ha retribuido engendra una solidaridad, por lo menos comprimido, se expande progresivamente la reciprocidad negativa: las hasta que la obligación de reciprocidad se cumpla. Al caer bajo la som­ personas que solían ayudarse unas a otras en épocas normales y Jos pri­ bra del agradecimiento, el receptor se ve obligado en sus relaciones meros estadios del desastre, se muestran indiferentes a las súplicas de hacia el dador. La estima por el hombre generoso hace de los benefi­ los demás, cuando no aumentan mutuamente su ruina mediante las ciados seguidores, convirtiéndose en el centro para las transacciones artimañas, el regateo y el robo. A veces también, cuando se llega a épo­ entre el grupo y otros semejantes de la sociedad. cas de extrema necesidad, pequeños grupos locales, intensamente soli-

218 219 FERNANDO R!VAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA­ LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA darios entre sí, ofrecen una constante actitud de hostilidad frente a los 3.3. Economía de bienes /imitados63 demás, reflejando en su egoísmo la resquebrajada condición social. La inmensa mayoría de la población de la Antigüedad estaba suje­ e) Bienes perecederos ta al dominio supremo y remoto de los estamentos dominantes, con El que los bienes sean perecederos o no es fundamental, pues las reser­ muy poco control sobre las condiciones de las que dependía sus vidas. vas alimenticias no pueden manipularse como las demás cosas, ya que Percibían su existencia limitada por los recursos naturales y sociales, socialmente no son iguales a los otros bienes. El alimento es dador de vida que veían como escasos, en cantidades fijas. Amplias áreas del cono­ y habitualmente simboliza a la tierra y al hogar, cuando no a la madre. En cimiento estaban modeladas de tal manera que su ambiente total (uni­ comparación con otros productos, la comida es lo que más fácil se da o verso social, económico y natural) era aquel en que todas las cosas necesariamente se comparte. Afmnación ritual de las relaciones sociales, deseables de la vida existen en cantidad finita, y su oferta siempre es estos bienes se utilizan instrumentalmente como un mecanismo de arran­ pequeña para ellos. Esta imagen se desarrolla sobre todo cuando se que, mantenimiento o destrucción de la sociabilidad. Son asimismo algo enfatiza la organización en las familias nucleadas, y no tanto cuando sobre lo que los parientes tienen derechos y deberes: nunca se comparte son los grupos de filiación corporativos los que controlan la economía. con un extraño o enemigo. Ofrecida de manera generalizada la comida sig­ Asimismo, en la medida en que el acceso a la riqueza, el poder y la nifica buenas relaciones, no ofrecida en una ocasión propicia, o no acep­ influencia es mayor, decae esta visión. tada, es expresión de malas relaciones. Hay una tendencia a hacer asimi­ El incremento o la posesión de riquezas por parte de algún miem­ lar los alimentos a la reciprocidad generalizada, pues casi lo úrúco socia­ bro es aceptable en este caso si procede del exterior (trabajo, favores ble que se puede hacer con ellos es darlos: tienen demasiado valor social de patronos, azar... ). Si viene del interior, puesto que el total de bienes como para tener valor de cambio, por lo que la conexión comida-dinero se de la comunidad permanece intacto, supone haber privado a otro de los considera inmoral. Sin embargo, en los puntos socialmente periféricos esta bienes limitados. Por eso existen mecanismos sociales que obligan al inmoralidad se disuelve, pasando a ser algo normal e incluso lícita. La vul­ que se enriquece a redistribuir sus bienes -mediante la financiación de nerabilidad respecto de la escasez de alimentos se contrarresta con la ins­ fiestas, ceremonias religiosas, etc.- y mantener de esta manera la titución de un comportamiento solidario dentro de la comunidad local o homogeneidad de la comunidad. confiriendo a la comida un alto valor moral62 Como no hay medios para aumentar la cantidad total disponible de recursos, se intenta mantener el estatus heredado utilizando estrategias 62 Un claro ejemplo lo tenemos en las "comidas en común" que aparecen en distintos testimonios del mundo antiguo: crucrcrlTLa, cf. Aristóteles, Poi. II,4.6 (en defensivas hacia las personas con las que no querían verse implicados, Lacedemonia y Cartago),

220 22! FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA. LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA donde se vivía no podía hacer frente a la situación, la forma habitual de marginación social y hasta la violencia física actuaban como apoyo. De interacción social era el patronazgo, por lo que la clave del éxito consis­ aquí la costumbre de ocultar la fortuna y seguir viviendo como antes. tía en saber escoger la persona con la que establecer estas relaciones. Se tenderá, pues, al ideal del justo medio, puesto que tanto la caren­ 3.4. Economía morafA cia (pobres) como la excesiva abundancia (ricos) no hacen sino produ­ cir fracturas en el ámbito personal -avaricia, búsqueda desaforada de Dado que la mayoría de la población tiene como preocupación funda­ bienes y egoísmo en el caso de los ricos, angustia, desesperación y des­ mental la mera subsistencia, se establecen una serie de mecanismos de ánimo en los pobres- como en el social: ruptura de la armonía social, defensa frente a todo lo que ponía en cuestión este nivel mínimo de super­ agresiones entre los distintos grupos, rebeliones internas ... vivencia como son la resistencia frente a las fuerzas que no respetaban estos mínimos vitales, el aumento de la solidaridad mediante la participa­ Las personas honorables sentían que tenían derecho a cumplir sus ción comunitaria y la creación de una serie de valores para potenciar lo funciones heredadas y para ello necesitaban la subsistencia económica local, ante todo frente a la presión de los ricos forasteros y sus valores. y social, que se convertía de este modo en principio moral activo. Los campesinos y la gente de la ciudad que no pertenecía a la elite domi­ Estos mecanismos niveladores estarán vinculados a lo que se consi­ nante creían tener un derecho moral a la subsistencia y a la interacción deran áreas básicas de la sociedad (casa, alimento y vestido), de tal recíproca con los estamentos más afortunados de la sociedad, desde el manera que el uso de estos bienes entran dentro de nna regulación de rico propietario local hasta los dioses. carácter moral con una fuerte presión social que ha dado lugar a lo que se conoce como economía moral, que tiene como núcleo básico el dere­ Mientras los gobernantes permitiesen la subsistencia de estos estra­ cho de todo miembro de la comunidad a una renta mínima para poder tos más bajos, poco importaban los impuestos, tributos y sacrificios 65 cubrir tanto sus necesidades fisiológicas como sus implicaciones socia­ que exigiesen . El dinero y los bienes se veían en un contexto de inter­ les. Descender por debajo de esta renta supone no sólo la pobreza, sino acción y responsabilidad social. Lo importante no era si se tenía o no la pérdida de prestigio en la comunidad y una situación de permanente dinero, sino las maneras de adquirirlo y, sobre todo, de gastarlo: si se dependencia. Los alimentos comunitarios y banquetes se convierten en ganaba a costa de otro era injusto, si se guardaba por avaricia o se gas­ elementos altamente significativos e importantes, y el uso "moral" de la taba para la satisfacción excesiva de los propios deseos era malo; si se riqueza en el criterio de discernimiento social. Si alguien no lo hace se ganaba con inteligencia o duro esfuerzo y se gastaba en cumplimiento declara forastero y pnede ser marginado por la propia comunidad. de las obligaciones sociales era bueno66 Los individuos que intentan acnmular capital carecen de honra (avaros) 65 y los que escapan a esta consideración (elites urbanas, gobernadores ... ) "La avaricia de los hombres es insaciable., La ambición es ilimitada por naturale- podían engrosar sus bienes mediante el comercio, impuestos, préstamos, za, y la mayoría de los hombres viven para satisfacerla. El principio de la refonna etc., aunque siempre dentro de esta visión negativa (usura). Si no se acep­ no consistirá más que en igualar las haciendas, en procurar que los ciudadanos naturalmente superiores no quieran poseer más, y que los estamentos bajos no pue­ taban estas ideas, la opinión pública -chismes, envidias, ostracismo-, la dan; es decir, que sean inferiores, pero con justicia", Aristóteles, Fol. II,?. 66 "Los bienes patrimoniales deben haber sido adquiridos honestamente, no con 64 La exigencia de unos derechos sociales básicos que se pueden calificar como medios indecorosos y execrables; han de ser útiles al mayor número posible de "derecho a la subsistencia" está tan extendida que constituye prácticamente la gentes, siempre que éstas merezcan utilizarlos. El aumento de estos bienes debe moralidad social fundamental del orden social precapitalista, cf. l C. Sean, 1976 conseguirse mediante una ordenada actividad, con diligencia y economía. No y 1985. p. 49 y H. MOXNES, 1988. deben emplearse en caprichos y suntuosidades, sino en benéficas liberalidades.

222 223 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XlVB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA Para esta economía moral se necesita una renta mínima que inclu­ 4.1. Tipos de transacciones ía: necesidades fisiológicas, reservas para continuar cultivando y una De los tres tipos de relaciones económicas, las predominantes en la serie de recursos de cara a las implicaciones sociales. Elementos sig­ hom. XIVB son las de reciprocidad, mientras que sólo hay algunas bre­ nificativos de esta economía son la casa, el vestido y la comida. ves referencias al comercio y la redistribución está ausente por completo. Del total de la población, menos del 10% vivía en domi o casas aco­ a) Reciprocidad modadas -con patio interior, jardín y viviendas alrededor de ellos-, un gran porcentaje habitaba en las insulae urbanas (viviendas en varios Dentro de la reciprocidad la homilía XIVB se centra en la usura, con­ pisos, con materiales pobres) o chozas rurales, y un 20 o 30% era dema­ siderada por el orador como un tipo de reciprocidad negativa especial­ 67 siado pobre para tener un lugar fijo y seguro donde poder dormir . mente dañina por las gravísimas consecuencias que producen tanto en el prestamista como en el que recibe el préstamo. En cambio, sólo hay algu­ El vestido, dotado de un sentido social, no sólo servía como integrador nas breves referencias a la reciprocidad generalizada y equilibrada. social, sino que era uno de los indicadores más claros de estatus, con su código correspondiente. En el Imperio romano la mayoría de la gente iba 1) Reciprocidad generalizada vestida con trajes simples -manto, túnica y sandalias- mientras la elite uti­ Basilio pide este tipo de reciprocidad a los miembros del estamen­ lizaba ropas caras. El desnudo era signo de despojamiento/vergüenza y la to superior, únicos de los que socialmente se podía esperar este com­ protesta social se expresaba veces también por medio del vestido68 portamiento (unido al elemento antropológico de jerarquía). Así, en la La dieta mínima no estaba asegurada y la presencia de hambres parte exhortativa de la hom. XIVB, basado en gran medida en Le 6,23, cada cierto tiempo era algo habitual. Los graneros llenos eran no sólo encontramos el siguiente fragmento: "¿Y cuál es el consejo del garantía de bienestar para otros años, sino también un medio eficaz de Soberano? Prestad [8avEL(ETE] a los que no esperéis recibir", asegurar la posición eminente y hacer a los demás dependientes69 XIVB,5,4-6. Y en el epilogo encontramos otro texto parecido: 'No vuelvas la espalda al que quiere pedirte prestado' (Mt 5,42), 4. Referencias a la usura en la homilía XIVB y no des tu dinero con intereses, para que ... salgas al encuentro del Después de haber establecido en el epígrafe anterior el modelo eco­ Señor con la bondadosaesperanza;redbtendo allí ·Jos intereses de la nómico que vamos a seguir, en este epígrafe veremos algunas de las buenas obras, por Jesucristo nuestro Señor, XIVB,5,49-54. referencias sobre la usura que aparecen en la hom. XIVB, analizadas Una peculiaridad de ambos textos es la estrechísima unión entre el desde el modelo económico. cuerpo social (préstamo con interés) y el cuerpo teológico (consejo divino), así como el tener como trasfondo teológico el concepto de 70 Con la observancia de todos estos preceptos se puede vivir brillantemente, al pro­ "limosna redentora" , que podríamos resumir en la frase: "Dinero a pio tiempo que ser sencillo y leal con los demás", Cicerón, De off I,26. 67 70 Cf. l. THÉBERT, 1991; T. ÜEORGES, 1953; l. ERRANDONEA, 1954 (a) Y P. A. A partir del libro de Tobías, especialmente, surge dentro del judaísmo esta corrien- FERNÁNDEZ VEGA, 1999. te teológica que pone en estrecha relación las limosnas dadas a los pobres y la vida 68 Cf. Amiano Marcelino, Hist., XIV,6,9. También H. l. MARROU, 1980, pp. 137-22, del judío piadoso. Clemente de Alejandría llega a proponer en el siglo II al rico capítulo titulado "La revolución del vestido", e l. ERRANDONEA, 1954 (b). que, a cambio de una riqueza material, puede conseguir la salvación espiritual: "Lo 69 Cf. Prov 11,26 y Le 12,16-21. También Amiano Marcelino, Hist., XVIII,3,6-13. mismo que el mundo está compuesto de seres contrarios, por ejemplo, de calor y de frío, de seco y de húmedo, así también de quienes dan [8L8ÓVTi.W] y de los que

224 225 FERNANDO R!VAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XlVB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA cambio de perdón de los pecados/vida eterna". responde ante ti por el pago de otros no aceptas su garantía, y no 2) Reciprocidad equilibrada colocas por encima a Dios, que pagará con creces por los pobres ['ITTWXWV]? Da el dinero que tienes gratuitamente [ElKij], no gra­ Asimismo, dentro de la sección exhortativa de la homilía se vándolo [~apúvwv] con intereses, y a ambos os irá bien, pues tú encuentra un curioso texto, extraña mezcla de reciprocidad generaliza­ tendrás la seguridad de estar bien guardado, y el otro, que lo ha da y equilibrada, dirigido a los ricos de la ciudad: recibido, por haber sacado provecho [KÉpoos] de su uso [XPlÍ­ o-Ews]. Y si buscas réditos, conténtate con los del Señor: Él mismo Cuando vayas a dar [napÉXELv] al pobre [1TTWX0], a causa pagará los intereses por los pobres [1TEV1¡Twv], XIVB,5,7-23. del Señor, el don [owpov] y el préstamo [OávEw¡.ta] son lo mismo: don por no esperar [ávEAmcn(av] la devolución Una comparación entre la reciprocidad generalizada con respecto al [áno)..T¡

226 227 LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA . FERNANDO RlVAS REBAQUE LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA char este centro de interés para ampliarlo en su perspectiva mediante res de la Escritura se condena este pecado [á[J.a.pT[a.). Así la siguiente argumentación: si quieres el mayor beneficio, invierte en Ezequiel coloca entre los males mayores recibir usura [TÓKov) e intereses [1TAEova<:r[J.Óv) (cf. Ez 22,12), y la Ley lo prohíbe de los pobres, de esta manera asegurarás la mayor y más sólida ganancia. manera clara: 'No prestarás con usura [ÉKTOKLEls) a tu herma­ Se da, por tanto, una sutil equiparación entre la dinámica del don [86:\­ no' y a tu prójimo (Dt 23,21); y de nuevo dice: 'Fraude [86Aos] pov], propia de Dios, y la del préstamo [oávELCT[J.a], ejercida por los sobre fraude, y usura [TÓKos) sobre usura' (Jer 9,5). Y, con res­ ricos adinerados de la ciudad, cuando va dirigida a los pobres. pecto a la ciudad que prospera [eú6evou[J.ÉV1']S) entre la multitud El siguiente fragmento pertenece a la quinta réplica del orador de la de males, ¿qué dice el salmo?: 'No faltó en sus plazas la usura argumentatio de la hom. XIVB y dice así: [TÓKOS] y el fraude [oóAos)' (Sal 54,12). Y ahora el profeta hato­ 75 mado esto mismo como distintivo de la perfección humana, di­ Tienes manos, tienes un oficio [TÉXvnv) ; trabaja a sueldo ciendo: 'No dio [EOWKEv) su dinero con intereses [Érrt TÓK()l]' 76 77 [fJ.LCT6a.pvoíl] ; ponte a servir [8wKÓVEL ] ; hay muchos recursos (Sal14,5). Ya que verdaderamente es el culrnen [úrrep~oA~v] de y muchas formas de ganarse la vida, XIVB,4,5-7. la inhumanidad [aTiav6pwTI[as) tener que pedir [(l'JTElv) presta­ El orador plantea, como alternativa al préstamo con interés, el traba­ do [oávEW[J.a) por estar necesitado [Evoews] de lo necesario jo, bien por cuenta propia (en los dos primeros casos), bien por cuenta [ava.yKa[wv) para el sostenimiento de la vida y que el otro no se conforme con el capital, sino que maquine [Émvoelv) conseguir sus ajena (en los dos últimos), todo antes que entrar en la dinámica de la recursos [1Tpooó8ous) y abundancia [Eúrrop[as] a costa de las deuda. La persona a la que le ofrece esta solución es la que anteriormen­ 78 desgracias [avtJ-

75 Cf. XIVB,4,13: TÉxvas. 79 76 ' Cf. elemento antropológico que veremos en el apartado d) del epigrafe 3.2. Unica vez que aparece esta palabra en la obra basiliana auténtica, junto conEp. 18, 80 donde expone una enumeración de trabajos. Expresada por medio de Ev8EW<;, ci.vayKa(wv y au¡.t

229 228 FERNANDO R!VAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA. LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA tamo sin interés, muy cercano a la reciprocidad generalizada, que res­ En este texto se muestran los primeros efectos del préstamo a interés: pondería no sólo a la plenitud humana sino al designio divino, según por un lado la situación de dependencia y vergüenza en las que queda el 85 el orador único préstamo que podemos considerar como legítimo. deudor (que veremos en primer lugar), y por otro la actitud engañosa y aprovechada del prestamista86 (que veremos a continuación). El vocabu­ La descripción en forma de écfrasis que viene a continuación del lario nos indica que nos encontramos ante uno de los elementos antropo­ comportamiento del prestamista y del deudor no hace sino expresar de 87 lógicos que más invitan a la reciprocidad generalizada, la necesidad , manera dinámica y concreta lo que se había dicho anteriormente por 83 que queda reforzada por una serie de expresiones de carácter proverbial. medio de argumentos normativos • Así, en en la primera sección y la La llamada a socorrer las carencias del necesitado (vv. 60-61) es un men­ digressio de la narratio el orador escribe: saje dirigido a los ricos88 y forma parte de los presupuestos de la recipro­ 89 Engatusando [KaTaox'lfianCó>tEVOS] con parecidas cosas, cidad generalizada y la economía moral • acariciando y embaucando con semejantes palabras al infortu­ nado [a8:\LOv], después de sujetarlo con las escrituras [rrpooKa­ * Situación de vergüenza y dependencia en las que queda el deudor Tao~oas ], quitando [rrpooacf>EAÓfiEVOS'] además a la oprobiosa La vergüenza (aloxúv'l) se presenta en esta cultura como el rever­ 90 [KaTarrovoúol]] pobreza [rrEv(q] todavía la libertad del hombre, so del honor, el valor más apreciado , y representa la sensibilidad ante se marcha. Así pues, obligado a rendir cuenta [ KaTaoT~oas] por la propia reputación y la opinión de los demás. Su dinámica va de fuera unos intereses cuyo pago no puede realizar, se ha atado [KaTE- a dentro y en este mundo se encuentran los límites sociales que en nin- 8É~aTo] de manera voluntaria a una esclavitud de por vida. Dime: '¿Buscas [Em\:wEls] dinero e ingresos de quien no tiene 85 medios [arrópou]?'. Si pudiera hacerte más rico, ¿qué buscaría Resaltada en los versículos iniciales por numerosas palabras compuestas con [EC~TEL] a tu puerta [8úpas]? Viniendo a por un aliado se encon­ KaTa- (KaTacrxr¡IJ.aTL(Ó¡.tEvos-, v, 51, TTpocrKaTa6-rícras-, v. 52-53, KaTarrovoúor¡, tró con un enemigo, persiguiendo [rrEpLCTJTWv] una medicina se v. 53, KaTaopás] de los infortuna­ cado en el mismo lugar donde se encuentran habitualmente los "indigentes" dos [a8:\(wv] una ocasión de ganancias, así también tú estás (TITWXO() en las hom. VI y VIII de Basilio de Cearea, ')unto a la puerta" (vv. 58- deseando [EmCTJTEls] la necesidad [Ev8Elas] y la indigencia 59), e incluso con el mismo comportamiento que éstos: E(i¡TEt (v. 58). 87 [rrop(as] de las personas para que te den dinero como resultado, Así palabras como TTTWXElav (v. 61), EvOELaV (v. 62), EvOELas (v. 67) y á:rroplas XIVB,l,Sl-62.65-69. (v. 68), o la definición de los propios sujetos perjudicados por esta acción, descri­ tos como 118!-cov (v. 52), drrópov (v. 57) y d8Aéwv (v. 65), al tiempo que por la apa­ rición de OUIJ.

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1 FERNANDO RlVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA X!VB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA gún caso deben transgredirse. Su fuerza social es tan grande que se llama continuamente a la puerta [BupoKpouaTEL]. Te avergüenza pone como como elemento clave del discurso y excusa razonable por [KaTawxúvEL] delante de tu mujer, te insulta [KaBu~pí(EL] ante parte del que va pedir el préstamo. Así lo vemos en el texto que da ini­ tus amigos, te ahoga [ayxEL] en las plazas (mal encuentro para cio a la altercatio de la homilía, como primera excusa que se le ofrece una fiesta), te hace la vida insoportable [á~[wTov], XIVB,2,47- al orador, donde se dice: 55. 'Pero me da vergüenza [alcrxúvO[lUL], dice, que todo esto El fragmento está dividido en dos secciones, en una primera se resal­ salga a pública subasta [8TJ[10

232 233 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XlVB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA Los temores del deudor se somatizan en la agitación del corazón y [npoET[~r¡oav]la muerte gor la soga [ayxóvr¡s]98 a vivir en la 9 el sudor frío que le empapa al huir ante cualquier ruido que le recuer­ ignominia [€novELOLOTWS] , XJVB,4,4l-44. de al prestamista, así como las mentiras que se verá obligado a fingir 5 Estamos sin duda ante un párrafo de alto contenido moral donde para huir de é¡9 • En ambos casos el deudor no queda bien parado, des­ 96 entran en colisión dos maneras de entender la vida: por un lado la bús­ cribiendo su comportamiento con tintes claramente deshonrosos • queda del beneficio económico, con el riesgo de caer en las deudas e, En el capítulo cuarto de esta homilía, dentro de la quinta excusa del indirectamente, la pérdida de la libertad. Por otro la aceptación de la pre­ deudor y réplica de Basilio, vemos otro nuevo argumento centrado en cariedad de las condiciones existentes, pero con la seguridad de mantener la vergüenza: la libertad ( cf XIVB,4,46-49). Basilio presenta al oyente las indudables 'Entonces, dice, ¿cómo voy a alimentarme?'. Tienes manos, ventajas del segundo modelo de vivir la economía, en estrecha conexión tienes un oficio; trabaja a sueldo, ponte a servir; hay muchos con la economía moraL El orador emplea el argumento de la vergüenza recursos y muchas formas de ganarse la vida ... Pídele [npooa[­ para elegir la segunda opción, y marca con tintes negativos los riesgos TEL] 97 a los que tienen [KEKTT]~Évwv]. ¿Acaso es vergonzoso provenientes a la primera. La importancia de la vergüenza es tal que llega [aloxpóv] pedir [alTElv]? Más vergonzoso [aloxpóTEpov] es, incluso a ser preferible para algunos el suicidio a vivir en esta situación, sin duda, no pagar [cinooTEpElv] el préstamo, XIVB,4,5-9. lo cual nos muestra también la importancia de la vergüenza en su escala El orador ofrece al comienzo una serie de posibilidades de desho­ de valores, considerada como un elemento esencial. nor -graduadas posiblemente de menos a más- para no caer en el prés­ Junto a la vergüenza, hay otros fragmentos de la homilía donde des­ tamo con interés: primero el trabajo artesanal, luego el trabajo por cubrimos las consecuencias negativas de dependencia que tiene el cuenta ajena y, finalmente, el servicio. Incluso presenta como última préstamo con interés para los deudores, así en la segunda sección de la alternativa pedir a los ricos adinerados, consciente de que es algo ver­ narratio encontramos el siguiente texto: gonzoso (aloxpóv ), pero también consciente de que más deshonroso Como el dinero se escurre y el tiempo, al pasar, trae consigo (aloxpóTEpov) todavía es no poder pagar el préstamo. En ambos casos los intereses, las noches no le traen descanso, ni el día brilla, ni el criterio de discernimiento es la vergüenza, considerada como argu­ el sol agrada, sino que le amarga [ouoxEpa[vEL ]la vida, aborre­ mento fundamental, ante el que no cabe réplica alguna. 100 ce [~wEl]los días que llevan al plazo [npo8w~[av] , teme El último texto donde se presenta la vergüenza está en relación con [

234 235 FERNANDO RlVAS REBAQUE LA USURA EN LA HO!viiLÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA ambos' (Prov 29,13); el uno, como un perro, se lanza sobre su Lo peculiar de este fragmento es, por un lado, la aparición del tema presa; el otro, como caza segura, trata de esquivar el encuentro, de las "múltiples preocupaciones [rroAuJJ.ÉPLJJ.vos]" 106 que van anexas 103 ya que el estar necesitado suprime su libertad [rrappr¡o[av] . a la posesión del dinero, uno de los temas clásicos de la diatriba cíni• Cada uno hace cuentas con los dedos: uno se alegra porque cre­ co-estoica, al tiempo que descubrimos los tres elementos básicos de la cen los intereses, otro gime [oTEvá(ovTos] porque se amplían economía moral (casa, vestidos y comida)107, pero desde el punto de las desgracias [ouwpopwv], XIVB,2,5-19 vista de los ricos propietarios, miembros del estamento superior. Con un inicio basado en la experiencia del tempus fogit, Basilio En el párrafo que forma parte de la tercera réplica del orador Basilio entra ahora en el interior del deudor mediante una descripción de corte descubre las entrañas del engaño que se produce con el préstamo a psicológica, mostrándonos su situación de desasosiego e inquietud, interés, contemplado aquí desde la perspectiva del deudor: elemento típico de la diatriba, porque llega el momento de saldar las 108 Considera ahora de dónde vas a sacar [árrOTLOELs] : ¿de lo que deudas y no tiene con c¡ué hacerlo. El paso inexorable del tiempo, recibes? Sin embargo, esto no basta para la necesidad [xpdav] y el 109 remarcado con una serie de recursos literarios bastante convincen­ pago [EKTLOLv] Y si piensas también en los intereses: ¿de tes104, se convierte para el deudor en un motivo de nueva condena. Una dónde vas a multiplicar tanto el dinero que por un lado remedie cita bíblica es utilizada de nuevo como referencia normativa, en este tu necesidad [xpdav] y, por otro, complete el capital y los inte­ caso complementada con una imagen cinegética cargada con una fuer­ reses que salgan de aquí? Porque de lo que recibes no devolve­ te resonancia de vergüenza. Todo para mostrar cómo el sistema de rás [árrooúÍOELS'] el préstamo ... Igual que ellos [los peces] se tra­ préstamo, al final, sólo beneficia al prestamista, mientras que el deu­ gan el anzuelo con la comida, así también nosotrQs, por el dine- ro, quedamos atravesados por los intereses, XIVB,3,5-12.14-15. dor105 sale perdiendo claramente en este tipo de reciprocidad negativa. Basilio hace comprender al deudor la situación en que se encuentra Esta misma situación encontramos, con grandes parecidos, en un párra­ simplemente descomponiendo los diferentes los elementos que intervie­ fo situado en la tercera réplica del orador al que va a pedir el préstamo: nen en el proceso del préstamo por interés y descubriendo que si no tiene Pues bien, el que debe es pobre y con muchas preocupacio­ suficientes recursos en el presente para hacerse cargo ahora de la necesi­ nes (rroi.uJJ.Epwvos']: sin dormir por la noclie, sin dorrriir por el dad, con mayor motivo si se le añaden los intereses generados por la día, pensativo en todo momento; ahora echando cuentas sobre su deuda mientras tanto no La comparación, también de corte cinegético, no propia herencia, ahora sobre las lujosas casas, sobre los campos de

los ricos, los vestidos de los que se encuentra, la vajilla de los que 106 En clara contraposición con la Ó.!lEPqlVlq de XIVB,3,23. le invitan a comer. Si esto fhera mío, dice, lo venderia por tanto y 107 tanto, y me libraria de los intereses, XIVB,3,26-32 Cf. epígrafe 4.4. 108 Cf. XIVB,1,9: órroTtvvúvTES; 3,20: áTioTloEts; 5,12: d.rroTLvvÚvTos y 5,20: ci:rro­ TlOEL.Todas las referencias son de la hom. XIVB y forman parte del lenguaje !03 ' monetario. Cf. XIVB,4,2: Tiapp~aw;;. 109 104 Cf. XIVB,1,55.72; 2,32; 5,15 y 16: EKTtcnv. Término técnico asimismo del mundo Antítesis: noche~día, dormir-estar despierto; sucesión: días-meses; sinonimia: Oucr­ comerciaL Con la misma raíz encontramos XIVB,5, 17: úrrEpEKncrn')v (referido a XEpalvEL-fltOEL; juego de palabras con TÓKWV, que significa parto e intereses ... Dios, de aquí el imEp- inicial). 105 El deudor es descrito con dos palabras peculiares del ámbito de la pobreza: aTE­ 110 Unido a esta idea se encuentra XIVB,4,28-31: "Así también este vive en la fanta­ vá(OVTO$' y OU¡..t

236 237 FERNANDO RlVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA puede ser más expresiva y visual. La reciprocidad negativa por parte del El usmero aprovecha la relación de amistad, confrrmada por la anti­ prestamista es doble: en primer lugar porque se aprovecha de la necesi­ güedad (pues se comenzó con el padre), para engañar al incauto deudor, dad del prójimo (xpE(av, repetido incluso en dos ocasiones), cuando haciéndole creer que va a ser incluido en su círculo de amigos cuando en morahnente debería ayudarle, y en segundo lugar porque no se con­ realidad lo que sucede es que pierde su libertad, entrando en una relación tenta con recibir el préstamo (EKTLcnv), sino que lo grava con los inte­ de dependencia, como resalta con posterioridad Basilio m. Tanto para el 111 reses, consiguiendo un beneficio antinatural y, por lo tanto, inmoral . prestamista como para el que va a pedir el crédito la amistad no es sólo un afecto o sentimiento, sino que lleva aparejada consigo una serie de res­ Descripción negativa de la figura del prestamista * ponsabilidades sociales con respecto al amigo y a sus allegados. De aquí Para confirmar la imagen negativa del préstamísta el orador coloca la importancia de tener amigos influyentes o estar relacionado amistosa­ en la primera sección de la narratio, al usurero, que utiliza el reclamo mente con el mayor número posible de personas, y mucho más sí se es 112 4 de la amistad para atraer la confianza del que va a endeudarse • pobre" . La hipocresía del texto se basa en que algo tan sagrado como la Sin embargo, cuando el que busca [ó (llTWv] un préstamo le amistad es utilizada como estrategia de engaño por parte del prestamista recuerda los intereses y nombra la hipoteca, entonces, bajando (remarcada por la bajada del entrecejo y la sonrisa), pretendiendo hacer el entrecejo, sonríe y se acuerda de algún modo de la amistad creer al posible deudor que su amistad está por encima de la de otros que paterna [TioTp(¡Íos- LA.(os-), y lo llama familiar [auv~611] y le han prestado dinero con anterioridad, cuando lo que pretende realmen­ amigo [(A.ov, y dice: 'Veamos si tenemos por ahí dinero guar­ te es pillarlo en una trampa sin salida. De esta manera se prostituye la dado. Tengo el depósito de un amigo [(A.ou civopós-] que nos lo relación amistosa, altruista y generosa for naturaleza, al insertarla en una 11 prestó para un negocio, pero puso sobre él unos intereses eleva­ sórdida red de intereses económicos . dos. Vamos a disminuirlo considerablemente y te Jo daremos con un interés más bajo', XIVB,J,43-50. Más adelante, en la pnmera réplica del orador, encontramos el siguiente texto: pagando los anticipos de los segundos préstamos y adquiriendo el crédito necesa­ No admitas al usurero, que te cercará como una ciudad rio para recibir por la continuidad del mal". También: "El préstamo no consigue, [lTOALOpKolívTa]; no soportes que venga a buscarte y seguirte el pues, la liberación [drra\Aay~v] completa, sino una pequeña demora [dvapoA~v] del apuro [a~~xavias ]", XJVB,2,59-61. lll ll3 Cf. XIVB,3,41-66. Cf. XJVB,l,53-54 y 2,46-47. 112 114 Parecida actitud encontramos en XIVB,2,41-42: "Si el prestamista es amigo "Al hacer esta elección [del beneficio], en ninguna cosa pondré menos la atención [tAOS], no perjudiques su amistad [

238 239 FERNANDO R!VAS R.EBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA. LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA rastro como una pieza de caza. El prestar con interés es el princi­ Este fragmento, de una gran belleza literaria, sobre todo en su ini­ 116 pio de la mentira [ptKTá] de oír: cobradores [c\rrmn¡- ']124 1 1 ' . d 1 . conocimiento y perjmio, como el oyente ha podido descubrir ya en TaL mensua es que, como os espmtus que pro ucen a epi- XIVB, l. Le siguen una serie de disculpas por parte del deudor: el azar, la lepsia, se abalanzan sobre los pobres [rrTwxols] según las fases de no voluntariedad y hasta el fraude monetario, que no hacen sino encubrir la luna. El don es malo para el uno y para el otro, para el que entrega y ~ara el que recibe: el uno recibe en el dinero el castigo su responsabilidad y se van a convertir en una constante a partir de ahora 1 5 [(r¡¡J.(av] , el otro en su propia alma [

240 241 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA grande la necesidad, mayor será el tipo de interés. La actuación violenta 126 pios hijos. El texto destaca los deberes de los padres con respecto a los , 130 de los cobradores, habitual en los testimonios de la época es compa­ hijos, sobre todo en conexión con : tienen la obligación rada por el orador con la epilepsia, considerada por la medicina de aquel 127 de dejarles, no sólo la libertad, sino también la "nobleza de origen [Ei!­ periodo en estrecha relación con las fases lunares • Lo interesante de yÉvELav]". En los préstamos por interés la deuda pasa de padres a hijos, este caso es que la reciprocidad negativa afecta a los dos miembros de la convirtiéndose en un baldón familiar que perdura incluso en los descen­ transacción: al pobre, en su maltrecha economía, pero también al presta­ dientes (Éyyóvous ). Al comparar la deuda con la maldición ( 6.páv ), mista, en su ahna, por lo que sus consecuencias son más graves. Los pres­ adquiere así un cierto carácter sacra!. El honor familiar se presenta tamistas estarían integrados en parte por los ricos (comerciantes) de la como un valor superior incluso a los bienes de fortuna, de tal manera ciudad -algunos de los cuales ejercerian el préstamo a interés como un que importa más que la situación de penuria económica (rrEv(av ). medio de aumentar sus beneficios- y en parte por personas que vivirían fundamentalmente de este negocio. De aquí las diferencias en los intere­ ses a los que se hacía el préstamo, más elevadas sin duda en estos últi- 4.2. Factores antropológicos mos, descntos . con tmtes . muy negat' tvos, casi. de usurero 128 . En el apartado anterior ya han aparecido los dos factores antropo­ b) Comercio lógicos más estrechamente relacionados con el mundo de la usura: el Después de haber analizado la reciprocidad, y dado que en la hom. parentesco y la necesidad, los relativos a la jerarquía social, la fortnna XIVB la redistribución está ausente, pasamos al comercio. El texto y los bienes perecederos no se encuentran de una manera tan evidente más representativo de esta relación económica está situado en la sépti­ en esta homilía 13!. Comenzaremos este apartado por el parentesco y ma y última réplica del orador, lo cual nos indica la importancia de esta terminaremos con las necesidades. argumentación. El orador utiliza este argumento para contraponerlo al a) Parentesco 129 posible enriquecimiento del que habla el que va a pedir un préstamo : La utilización de esta estructura antropológica para animar a la reci­ Yo he visto el penoso [ÉAEEtvóv] espectáculo [9Éaf1a] de procidad generalizada va a ser una de las características de la homilía hijos libres llevados [EAKOfJ.Évous] al mercado [rrpaT~ptov] por XIVB, lo que podemos descubrir a través de los conceptos relativos a las deudas [XPEGiv] de los padres. ¿No tienes dinero para dejar a la cercanía (como prójimo y naturaleza común), a los que se va a unir tus hijos? No les quites incluso su nobleza de origen, la prioridad de lo "propio" sobre lo "ajeno". XIVB,4,44-47. 1) Conceptos relativos al parentesco: prójimo y naturaleza común El contacto con el comercio, en este caso por culpa de las deudas, supone para algunos la ruina, que les obliga incluso a vender a sus pro- El término prójimo (rrl.rp(ov) es insertado por el orador como un 132 elemento antropológico de parentesco en XIVB,l,21-22 , para así 126 Cf. Gregorio de Nisa, Contra los usureros, en GNO IX,l (ed. de E. ÚEBHARDT, 130 Bril!, Leiden, 1967 y Juan Crisóstomo, De fato el providentia (PG 50,766). De aquí los ténninos: rrpocra

242 243 FERNANDO RJVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA X!VB DE BASILIO DE CESAREA . LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA hacerlo merecedor de los beneficios que conlleva esta situación. TpLOLS], verse luego privado de todos los bienes a la vez. Pues si tienes algo con lo qne pagar, ¿por qué no remedias la necesidad La naturaleza (común) es utilizada por Basilio como un argumento presente con estos medios? Y si no tienes para pagar, curas un de carácter racional para describir la igualdad radical entre los dife­ mal con otro mal, XIVB,2,19-22.27-33. rentes seres humanos, convirtiéndose de este modo en una de las fuen­ tes principales de solidaridad. Esto es lo que vemos en XIVB,l ,35-36: Sobre la metáfora de las fuentes -tomada de la Escritura (de nuevo en su corriente sapiencial)- y la imprevisibilídad de la donación pro­ [El amante del dinero] no se compadece [ÉAEEl] del que actúa cedente del ámbito de lo "ajeno" Basilio exhorta al deudor a vivir de en contra de su dignidad [nap' a~(av], ni piensa [:\oy((ETOL] en sus propios bienes, no haciendo planes ni empleando los bienes ajenos, la naturaleza [

Tp(as], pues 'angosto es en verdad el pozo ajeno [0.:\AóTpLOv]' 133 (Prov 23,27). Mejor es paliar poco a poco la necesidad con la Cf. XIVB,2,2: origen de los adornos; 4,39: los bienes ajenos son causa de perdi­ inteligencia; que, exaltado con la abundancia por lo ajeno [aAA.o- ción por la falsa seguridad que producen.

244 245 FERNANDO RJVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA X!VB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA ofreciéndolo como un argumento autoritativo, consiste en aconsejar hacer Por último, dentro del mismo contexto, tenemos XIVB,3,41-66, planes sobre lo sólido y seguro (lo propio), dejando de lado lo ajeno, que donde se muestra la falsa naturaleza del préstamo con interés compa­ no va a suponer otra cosa sino añadir más dificultades que las que se pre­ rándola con otros procesos naturales: 134 tende hacer frente . La fuente y la puerta son espacios privilegiados de ¿Por qué te unes a una fiera tan fecunda? Se dice que las lie­ esta división, pues no tener fuente propia coloca a la persona en una situa­ bres, paren, crían y se quedan preñadas todo al mismo tiempo; ción de gran dependencia, mientras que acudir a puertas ajenas es en rea­ también el dinero, para los prestamistas, se presta, produce y se lidad un sinónimo de necesidad extrema, cuando no mendicidad. multiplica todo al mismo tiempo, pues nada más recibido en las El sigUiente texto forma parte de la serie de argumentos incluidos manos, te piden las rentas del mes actual. Y este préstamo, a su vez, engendra otro mal, y aquél otro mal..., y así hasta el infinito. en la tercera réplica de la altercatio de la hom. XIVB, donde se inten­ Por eso esta clase de avaricia [nAEOVE¿[as] recibe este nombre, ta convencer al que quiere pedir un préstamo de que no lo haga: pues de denomina 'parto' [TÓKos], según creo, por su fecundidad El estar en necesidad [nÉvwem] no lleva consigo ninguna en generar males. Porque, ¿de qué otro sitio viene este nombre? A vergüenza [alaxúvr¡v]. Entonces, ¿por qué les añadimos des­ no ser que se le llame 'parto' por las angustias [wo[vas] y dolores honras [óvdor¡] por las deudas? Ninguna herida se cura con otra [Aúnas] que engendra al introducirse en las ahnas de los que piden herida, ni el mal se sana con otro mal, ni la pobreza [nEv[av] se préstamos, pues como la angustia para la que va a dar a luz, así el alivia con la usura. ¿Eres rico? No pidas prestado. ¿Eres pobre plazo se presenta de repente para el deudor, XIVB,3,40-51. [nÉvr¡s]? No pidas prestado. Porque si vives en la abundancia [dmopE'is] no necesitas pedir prestado, y si no tienes nada, no Diferentes exempla sirven para mostrar el carácter contra naturam vas a devolver el préstamo. No entregues tu propia vida a una del préstamo con interés: supera en capacidad de engendrar males y resolución tardía, para que no tengas por felices los días ante­ dolores a los partos humanos, en malicia a las crías de las víboras y en riores al préstamo, XIVB,3,15-20. fertilidad a los procesos de reproducción de las plantas y los seres 137 El préstamo es visto desde el código de honor, siendo considerado vivos . No encaja con ninguno de los modelos vigentes de economía 135 como una vergüenza , argumento lo suficientemente sólido como de bienes limitados, pues no respeta los ciclos de reposición normales, para convencer a cualquiera. Además, el préstamo no soluciona real­ sino que tiene un crecimiento exponencial, peligrosísimo para el siste­ mente nada, sino que retrasa lo que tiene que llegar inevitablemente. ma. Recalcar este carácter anómalo viene a ser otro componente más Este tipo de reciprocidad negativa se convierte para todos en una lacra del intento de desprestigiar este tipo de intercambio económico por social que no cambia la situación, sino que la agrava, añadiendo un parte del orador, pues además de socialmente dañino es napa

246 247 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA X!VB DE BASILIO DE CESAREA. LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA b) Necesidad te en un camino sin salida, cuyo trágico final se describirá en la homi­ lía ( cf XIVB,4,44-47). Este apartado lo dividiremos en los tres conceptos genéricos con una mayor relación con el ámbito de la necesidad: las raíces *XPEW, 2)* 'EvoE- *€v8E- y *ávoyK-, las necesidades más conncretas serán analizadas 140 La raíz *€v8E- es empleada por Basilio seis veces en la XIVB , con posterioridad en los apartados dedicados a los bienes perecederos sobre todo en el capítulo primero. Con esta raíz el orador denota una y la economía moral. necesidad, fundamentalmente de tipo económico. Dada la perspectiva 1) XpE(o balística de la sociedad, no compartir en situación de necesidad es una El término xpda aparece en cinco ocasiones dentro de la hom. de las más graves acusaciones que se le puede hacer a alguien, y XIVB138 Expresa una necesidad con carácter general e indefinido. Así lo mucho más si, en vez de compadecerse de la necesidad del prójimo, se vemos en la primera réplica de Basilio al que va a pedir un préstamo, donde aprovecha de ella para sacar un mayor beneficio. se dice: "Mejor es paliar [rrapafJ.u8T¡CJoCJ8m] poco a poco [fJ.LKpóv] la Esta idea se expresa en la primera sección de la narratio: necesidad [xpdov] con la inteligencia [€mvo(ms]", XIVB,2,28-29. La XIVB,l,26-31, texto que hemos puesto con anterioridad. Cuando a la clave del texto está tanto en el "poco a poco", lo que expresa un gran sen­ necesidad (€v8E6\s) se le suma lo preciso (ávayKa(wv) no cabe otro tido realista, como en la utilización de la "inteligencia" para combatir la recurso, por mucho que duela o se sienta, que pedir a los amigos o necesidad, lo que lo conecta con algunos de los /oci habituales de la dia­ conocidos. El prestamista no sólo no tiene presente este dolor, sino que triba139. Asimismo aparece uno de los comportamientos más específica• abusa de la situación de necesidad obligada buscando su propia abun­ mente humanos en este caso como es el empleo de la €mvo(a. dancia y olvidando la llamada antropológica a compartir con el que Dentro de la misma homilía, en la tercera réplica, Basilio expresa está en apuros; por lo tanto, no sólo olvida este deber moral sino que incluso se enriquece a costa de los intereses del préstamo, sin impor­ de manera clara lo que supone de hecho el préstamo, al decir: tarle las desgracias que con ello produce. Considera ahora de dónde vas a §acar: ¿de lo que recibes? Sin embargo, esto no basta para la necesidad [XPELOV] y el pago . Y lo mismo podemos decir de un fragmento visto anteriormente, [EKTWLV]. Y si piensas también en los intereses [TÓKous]: ¿de XIVB, 1,60-62, que continúa con una imagen muy visual y fácilmente dónde vas a multiplicar tanto el dinero que por un lado remedie tu comprensible que tiene su continuación en la siguiente cita: necesidad [XPE(av] y, por otro, complete el capital [KE

138 140 Cf. XIVB,l,74; 2,29; 3,6.9 y 5,4. Cf. XIVB 1,29.63.69; 2,32.63 y 4,17. 139 141 Cf. apartado b) del epígrafe 2.1. Cf. XIVB,2,49: Ém(~TEl; 1,57 y 5,21: Ém(wEls.

248 249 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA. LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA prestamistas están buscando la necesidad y la carestía de los demás El verbo ópwJJ.EV sitúa esta realidad, no en el ámbito de la opinión, para poder multiplicar sus bienes. Los paralelos retóricos con el frag­ sino en el de la prueba testimonial y, por tanto, fácilmente comproba­ 14 mento anterior vienen a realzar este contraste. ble por todos: los que piden el préstamo no lo hacen forzados por las Dentro de esta misma dinámica aparece otro texto situado casi al necesidades (Ev8EE'ls), sino por los "gastos licenciosos" y "lujos sin final de la primera réplica del orador en la hom. XIVB, donde leemos: provecho", como indica el orador más adelante. Si fuera para solucio­ nar el elemento antropológico de la necesidad estaría justificado, cosa Pues si tienes algo con lo que pagar, ¿por qué no remedias la necesidad [i'voEWV] presente con estos medios? Y si no tienes que no pasa cuando entramos en el campo del lujo y el exceso, conde­ [O.rropEls] para pagar, curas un mal con otro mal, XIVB,2,30-33. nado radicalmente por la economía moral. La necesidad (i'voELa) entra dentro de las expectativas sociales del 4.3. Economía de bienes limitados pobre, aquello con lo que debe acostumbrarse a convivir. Intentar salir Dado que, según la econorrúa de bienes limitados, no se puede aumen­ de ella por otras vías que no sean el aguantar y soportar con perseve­ tar la cantidad disponible de recursos, se intenta mantener el estatus here­ rancia la necesidad de la manera más serena posible -dentro de lo que dado. Uno de los medios empleados para ello es el establecimiento de sería la personalidad heroica del pobre- es entrar en un camino que, estrategias defensivas hacia las personas con las que no quieren verse aunque aparentemente le ofrece mejores salidas, a la postre se conver­ tirá en más dañino. Este planteamiento, pero con una argumentación de relacionados, si quieren evitar ser juzgados negativamente. Estas críticas corte filosófico, tono proverbial y una gran fuerza persuasiva, tiene su se encuentran en ocasiones conectadas a la econorrúa de bienes limitadas continuidad en la tercera réplica de la misma homilía: y explican, en buena medida, tanto su dureza como su generalización. Es así como podemos comprender mncho mejor algunas de las afirmaciones Suframos [rr6.8w¡J.EV] hoy las molestias de la necesidad [EV­ que se hacen en la hom. XIVB con respecto al prestamista, descrito con oElas] y no las dejemos para mañana", XIVB,2,61-62. 144 los siguientes rasgos negativos: "Inhumano" (XIVB,l,27) , causante 3) *'AvayK- "de los sufrimientos del pobre" (XIVB, 1,30), "amante del dinero" Basilio utiliza la raíz *O.váyK- en dos ocasiones en la hom. (XIVB,l,33), inflexible e inexorable (XIVB,l,34ss), engañoso (cf 143 145 XIVB . Indica una necesidad tanto real como imaginada. A pesar de XIVB,l,43-51) y molesto (cfXIVB,2,33-35 y 50-55) esta dualidad tiene un matiz de intensidad que no aparece en los otros Sin embargo las estrategias defensivas no bastan a veces para man­ conceptos, lo que la hace especialmente apta para su utilización en tener la situación, por lo que es preciso establecer alianzas selectivas contextos de pobreza, hasta el punto de que podemos decir que es una con ciertas personas que asegurasen la existencia en momentos de difi­ de las palabras claves para describir este mundo. Así, en el inicio de la sexta réplica del orador en la hom. XIVB podemos leer: cultad. Entre estas alianzas destaca el patronazgo, que podemos des­ cubrir, en primer lugar, por la utilización de la palabra "clientes" en Ciertamente vemos [ópw¡J.EV] que los que vienen a los prés­ XIVB,2,5, fonnando parte de una enumeración de los grupos sociales tamos no están necesitados [EVoEE'ls] de lo necesario [O.vay­ que rodean al pobre con pretensiones de parecerse a los ricos: "clien- Kalwv], XIVB,4,16-17.

142 144 Al noAUTrAacná(EtS' del primer fragmento se opone el noAunAaO'laa¡J.óv del Cf. XJVB, l ,42; 5,2. segundo. Lo mismo podemos decir de (r¡TWv y Ém(r¡TE1s-. 145 Cf. XJVB,4,3ss. 143 Cf. XJVB,l,28 y 4,16.

250 251 FERNANDO RJVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMJLiA X!VB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA tes" (KÓAOKES), "comensales" (auf11TÓTat) 146 y parásitos (Kr¡.uTÜÉpa, palabra (y la fortuna) de estos ricos poderosos respondía por sus clien­ los criados [otKÉTat] engalanados con el traje más brillante tes, asegurando su cobro-, o incluso entregaban dinero a sus clientes [

146 Formado fundamentalmente por el grupo de amigos (q,O.. ot), aunque no podemos El pobre (1TÉVYJS) de la horn. XIVB pide, según el orador, présta­ excluir la presencia de algunos clientes, como podemos deducir por el fragmento mos, no para cubrir sus necesidades básicas (casa, comida y vestido, de XIVB,3,30: "La vajilla de los que le invitan a comer [TWv ÉcrnWvTwvJ", donde algo a lo que tendría derecho según la economía moral), sino para imi­ el contexto nOs indica que se refiere a personas de estamento elevado. tar el estilo de vida de los estamentos superiores (en lo que seria una 147 "Ciertamente vemos que los que vienen a los préstamos no están necesitados de economía del despilfarro). Por eso precisamente, por meterse en gas­ lo necesario (pues estos no tienen fiadores [ToUs mcrTEÚOVTas J)" XIVB,4,16-17. tos que superan sus necesidades y posibílídades, el deudor entra, de 148 "¿Acaso si uno de los ricos (rrAouatwv] de la ciudad responde ante ti por el pago manera innecesaria, en un camino sin salida. No estarnos en el campo [T~v EKTWLV] de otros no aceptas su garantía [T~V €yyú11v]T', XIVB,5,15~17. de lo necesario (ÉvoEEls, dvayKa(wv), a lo que todo el mundo tiene 149 "Al malo le echaré el beneficio con desdén; al bueno se lo devolveré puntualmente; a derecho, sino de lo lujoso, propio del consumo ostentatorio de los esta- éste porque se lo debo, a aquél por no debérselo", Séneca, Sobre los beneficios, VII,l7.

252 253 LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA FERNANDO RIVAS REBAQUE LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA tran todos los elementos necesarios del préstamo con interés: la figura del ' , * ' ' !50 mentos superiores, como reflejan las palab ras 1\0flrrpos, 'ffOI\VTEI\- , prestamista, la del deudor, el préstamo, los interés (variables), el contrato m8pÓTEpov, 8arrávms y olKÉTm. Incluso entre los ricos estos tres documental y la hipoteca, lo que nos muestra la existencia en el s. Iv, al campos son considerados como básicos, pero desde otra perspectiva, menos en Cesarea de Capadocia, de una economía crediticia perfecta­ ya que son medios de lucimiento, mostrando así su estatus más eleva­ mente desarrollada. Pero además de esto hay cuatro aspectos en los que do: se trata de comida, pero abundante y exquisita; vestidos, pero lujo­ profundizaré en las conclusiones: el influjo de Plutarco en Basilio de sos· casa, pero con criados, comensales y clientes. El problema en este Cesarea (5.1), el análisis soda-antropológico (5.2), las conexiones entre cas~ es que todo este lujo se consigue ahora con un dinero "ajeno", del el cuerpo flsico, el social y el teológico (5.3) y, por último el papel de la que no puede disponer libremente, por lo que, pronto se le pedirá cuen­ usura y el prestamista en la homilía XIVB (5.4). tas de ello, sin poder hacer frente a los gastos más los intereses. 5.1. Influjo de Plutarco sobre Basilio b) Uso moral de los bienes El influjo de la obra de Plutarco, De vitando aere alieno, sobre la El dinero y los bienes son valorados en la economía moral desde el hom. XIVB de Basilio de Cesarea es más que evidente, no sólo en sus punto de vista de la interacción y responsabilidad s~dal. Lo importan­ aspectos formales, sino incluso en las temáticas utilizadas156 Basilio te no es tener o no dinero, sino las maneras de adqmnrlo y, sobre todo, toma a Plutarco como un modelo a imitar, pero según las reglas pro­ de gastarlo: si se gasta para la satisfacción exclusiva de los propios pias de la verdadera traditio, es decir, continuando algunos elementos 157 deseos y para lo superfluo, o se guarda por avaricia es malo. En cam­ e innovando otros : bio, si se gana con inteligencia o duro trabajo y se gasta en cumpli­ miento de las obligaciones sodales es bueno. 1) Entre los elementos que continúa Basilio con respecto a Plutarco . . !51 destacan, en el plano general, la común dependencia del género diatri­ Por eso el prestamista es descrito en la hom. XIVB como avanc10so 152 ba, lo que explica en buena medida los numerosos parecidos literarios, d 1 inh 'd d" " . y el préstamo con interés~ com~ el "cu 1m en e a uman1 a . . •,/irn- la condena del lujo, el elogio de la frugalidad (m!TápKELa) como esti­ cipio de la mentira, ocasmn de mgral!tud, desconfianza y pe!Juno , Y 154 lo de vida más apropiado para el ser humano, los problemas que trae "fiera" ya que no sólo está de por medio la avaricia , sino el aprovecha­ 155 el préstamo con interés, sobre todo cuando la deuda es para el consu­ miento de la necesidad del otro De esta manera la usura queda descali­ mo (jenus consumptionis), el comportamiento antinatural (rrapa ú­ ficada no sólo "moralmente", sino también "económicamente". mv) del dinero en estos casos, el papel negativo de la mujer en con­ tacto con el mundo de la economía, la vergüenza y deshoma para el 5. Conclusiones deudor por las dependencias que genera el préstamo, que llega en caso Tras el análisis de la hom. XIVB descubrimos que en ella se encuen- extremo a la esclavitud, la diferencia entre los bienes propios (*olK-), de los que dispone con total libertad, y los ajenos (*á'A'AoTp-), con los 15 que debe tener mucho cuidado, pues no son suyos y puede perderlos °Cf. XIVB,3,29. en cualquier ocasión, las comparaciones tomadas del ámbito médico 151 Cf. XIVB,3,63. (cólera e hidropesía) y militar, la utilización del código de vergüenza 152 XIVB,l,27-28. para evitar este comportamiento. 153 XIVB,2,35-36. 154 Cf. XIVB,3,48A9: el préstamo con interés es descrito como "una clase de avari~ 156 M. G!ACCHERO, 1966. cia". También XIVB,3,63. 157 Cf. F. RESAQUE, 155 RlVAS 2003. Cf. XIVB,l,27-31.

255 254 FERNANDO R!VAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA . LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA 2) Hay, sin embargo, elementos que Basilio innova con respecto a 5.2. Análisis socio-antropológico Plutarco, principalmente por los diferentes contextos sociales en los Del análisis socio-antropológico, sumario, llevado a cabo en la que viven ambos autores. horn. XIVB de Basilio de Cesarea, y siguiendo el orden de los epígra• * Plutarco escribe entre el fin del s. I y el comienzo del II d. C., época fes anteriores -a las que hemos añadido un apartado dedicado a las en la que Grecia está plenamente inserta en el sistema imperial roma­ conexión entre el cuerpo físico, el social y el teológico- sacarnos las no -en un clima de prosperidad, seguridad y paz-, mientras la homi­ siguientes conclusiones. lía XJVB de Basilio pertenece a la segunda mitad del s. IV, un período 1) Sobre las transacciones económicas de creciente aumento de los impuestos imperiales y una población cada vez más dividida entre un estamento dominante, de carácter oli­ Dentro de las transacciones económicas en la homilía la predominan­ gárquico, y una masa de población depauperada. Por eso, mientras te es la de reciprocidad, dado que el orador pretende un planteamiento Plutarco condena severamente a los prestamistas, pero su critica más interpersonal y es esta la relación económica fimdamental en esta área. El severa se dirige contra los incautos deudores (habitualmente de un alto comercio tiene una presencia bastante escasa, y la redistribución (relación nivel de vida), pues la condena del sistema crediticio sería poco efec­ habitual económica entre las ciudades y el Imperio) está ausente por com­ tiva en un periodo como el suyo, la crítica del préstamo con interés en pleto158 en la homilía. Además, y dentro de la reciprocidad, el orador se Basilio es completa, al declararlo absolutamente ilícito, independien­ centra sobre todo en la reciprocidad negativa, y más en concreto, en un temente de las condiciones sociales del deudor, aunque si éste es una tipo especial de ésta, la usura o préstamo con interés. Como contrapeso persona pobre, privada de los medios básicos de subsistencia, la usura suyo actúa unas breves exhortaciones a la reciprocidad generalizada y un se agrava aún más con la inhumanidad. En esta nueva situación, tipo especial de reciprocidad equilibrada, en relación con Dios. donde el comercio se ve reducido progresivamente y las carestías se a) Reciprocidad generalizada producen con relativa frecuencia, la actividad económica tiende a cir­ cunscribirse en los límites de la autosuficiencia y el préstamo con inte­ La propuesta de reciprocidad generalizada va dirigida fimdamen­ rés se reduce, en la práctica, al préstamo para el consumo. talmente a los ricos (c. 5), aquellas personas de las que socialmente podía esperarse tal conducta, y la estrategia del orador consistirá en * Plutarco aconseja en los casos de necesidad vender algunos de sus este caso en establecer, en la medida de lo posible, vínculos de relación bienes domésticos y, en el peor de los casos, trabajar, mientras Basilio interpersonal con el receptor, recalcando los elementos antropológicos añade a tales recomendaciones otra, más en consonancia con su espí• de parentesco y cercanía social, por una parte, o de fortuna y jerarquía, ritu cristiano y evangélico: que el rico adinerado done parte de sus por otra, pues es dentro de estos ámbitos donde mejor actúa la reci­ riquezas o preste sin interés a los necesitados. Es decir, que el pobre, procidad generalizada. Asimismo, en algunos casos se ofrece a cambio si no puede trabajar, pida limosna a los ricos, sus hermanos. una cierta recompensa, bien en el plano social (reconocimiento, fama), * Mientras en Plutarco la narración está corroborada por los compor­ bien en el escatológico (vida eterna), por lo que en cierto sentido esta- tamientos ejemplares tornados de la civilización clásica, la oratoria de Basilio trae las citas escriturísticas (habitualmente tornadas de !58 En numerosas cartas, por el contrario, se centra en la economía de redistribución, los libros sapienciales) como argumento de autoridad, al igual que sobre todo las referentes a los impuestos, lo que indica que Basilio era consciente la importancia del elemento escatológico en esta conducta relacio­ de esta dimensión económica. De esta manera aplica la redistribución fundamen­ nada con los bienes materiales. talmente al ámbito político amplio o imperial, cf. S. GJET, 1941, pp. 373-389; B. TREUCKER, 1961, pp. 64-97; M. FORUN PATRUCCO, 1973 y J. BERNARDI, I992.

256 257 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA · LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA ría conectada con la reciprocidad equilibrada. Otros elementos que ca de una manera particular el engaño a que se ve sometido el pobre por posibilitan esta propuesta de Basilio son la proximidad con el everge­ el prestamista, la situación de preocupación y agobio en que vive el deu­ tismo -práctica social con la que está estrechamente asociada, como fun­ dor, así corno la falta de salidas a los males que se generan por la usura, ción propia de los ricos adinerados- y las continuas referencias bíblicas, loci tornados en su mayor parte de la diatriba clásica. que sirven como fundamentación argmnental de carácter autoritativo. e) Comercio b) Reciprocidad equilibrada Las referencias al comercio, aparte de ser muy escasas, tienen un La reciprocidad equilibrada está muy unida en la homilía al ámbito carácter negativo porque el orador considera que habitualmente entra comercial o financiero, así como con la vida eterna, dando como resul­ dentro de la reciprocidad negativa, se opone a la reciprocidad genera­ tado lo que hemos denominado corno "limosna redentora", es decir, lizada y desvía al ser humano de su vida auténtica y perfecta. compartir los bienes terrenos con los necesitados a cambio de vida 2) Sobre los elementos antropológicos eterna. Dirigida a los ricos, en estos casos Dios es el factor clave que equilibra la balanza de intercambios, pues el pobre no tiene con qué De entre los distintos elementos antropológicos en relación con la devolver o recompensar al donante, y la novedad consiste en que se economía dento de la horn. XIVB, el orador hace especial hincapié en llega incluso a convertir en beneficioso para el donante. el parentesco y la necesidad, mientras que la fortuna y la jerarquía social están muy poco representadas, muestra sin duda de los diferen­ e) Reciprocidad negativa tes auditorios a los que va dirigido el mensaje: el oyente fundamental La reciprocidad negativa está planteada por el orador corno una de la homilía sería, por tanto, el que orador denomina "pobre" (rrÉll'lS' ), especie de reverso de la reciprocidad generalizada (considerada corno de aquí la presencia del parentesco y la necesidad; mientras que el c. ideal), viendo ambas reciprocidades corno absolutamente contrarias e 5, estaría dedicado preferentemente a los ricos de la ciudad, por eso la incompatibles. La reciprocidad negativa es la que se da en mayor importancia de la jerarquía social y la fortuna. medida en el presente, mientras que la generalizada es la que le gusta­ a) Parentesco ría al orador que se diera en el futuro (pertenece, por tanto, al campo de la exhortación). Esta reciprocidad negativa es vista corno un factor El parentesco, uno de los factores antropológicos a los que conce­ básico de desequilibrio social e indica la destmcción o ausencia de de una mayor importancia el orador -además de uno de los que pro­ todas las estmcturas antropológicas hurnanizadoras con respecto a la ducirán un mayor mal en caso de olvido o transgresión, por su condi­ economía: parentesco, necesidad, jerarquía y fortuna. ción de elemento básico y natural de convivencia- y va a ser emplea­ do como un elemento fundamental que incide en la reciprocidad gene­ El préstamo con lnterés es presentado por el orador corno una forma ralizada, mientras que la reciprocidad negativa es la que socialmente particularmente perversa de reciprocidad negativa, tanto por la dinámica se espera cuando no hay ninguna conciencia de la relación de paren­ que genera corno por las consecuencias que produce. A pesar de que el tesco. Llevada esta afirmación al extremo, se puede afirmar que una protagonismo en este tipo de reciprocidad parece llevarlo aparentemente reciprocidad negativa acaba por desgastar hasta tal punto las relacio­ el pobre, a través del desarrollo de la homilía descubrirnos que en reali­ nes de parentesco que las hace imposibles e impracticables en la prác­ dad se limita a ser un sujeto pasivo de la acción de otras personas -pres­ tica, a pesar de que ideológicamente puedan ser afirmadas. Conceptos tamista, su propia mujer, el rico adinerado-, que deciden por él, y cuyo corno naturaleza (común), prójimo, hermano y "lo propio" van a ser resultado último es su ruina, tanto personal corno familiar. Basilio recal- utilizados por Basilio corno justificación ideológica para resaltar la

258 259 FERNANDO RIVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA . LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA obligatoriedad de la reciprocidad generalizada, precisamente por haber Entre las estrategias defensivas más utilizadas por Basilio destacan la establecido una estrecha relación de parentesco (aunque sea ideal) crítica de ciertas personas, prestamistas, a las que considera insolidarías entre el donante y el que recibe la donación, al tiempo que muestran y causantes de todos los males presentes, situándolas frente a la colecti­ cómo la reciprocidad negativa tiene aquí -en la carencia del más míni• vidad y opuestas a sus intereses. Es aquí donde el orador actúa una mo sentimiento de parentesco y, por lo tanto, la mentalidad de distan­ mayor dureza y generalización, llegando en ocasiones hasta la denuncia cia social- una de sus bases principales. y el insulto, expresión sin duda de la indignación moral del propio ora­ dor y el refrendo social con que contaba. De esta manera Basilio trans­ b) Necesidad forma al usurero en chivo expiatorio del malestar social. La búsqueda de La necesidad es otro de los elementos antropológicos que más alianzas selectivas está conectada en gran medida con el patronazgo y influyen en la homilía XIVB. Esta necesidad se expresa, entre otros evergetismo, que aparecen de forma sutil en la homilía. recursos, mediante una serie de palabras dentro de las cuales destacan 4) Sobre la economía moral xpEla, *E:voE- y *d.vayK-, que encontramos en multitud de ocasiones dentro de los textos relativos a la pobreza. Es otra de las bases ideológicas fundamentales que iluminan la eco­ nomía basilíana. En ella la posesión de alimento, casa y vestido se con­ e) Fortuna y jerarquía social vierten en la clave y el criterio de discernimiento moral de la econo­ La fortuna y la jerarquía social se expresa en la homilía fundamental­ mía, considerando como injusto todo lo que se acerque al lujo o con­ mente en las exhortaciones a la reciprocidad generalizada dirigidas al sumo ostentatorio (pues esto supondría, desde la economía de bienes estamento dominante y va a ser el factor antropológico que se encuentra limitados, que se habría quitado a otros de lo necesario) y establecien­ más cercano al patronazgo y al evergetismo, siendo empleado como un do una serie de medidas contra este gasto y a favor de un sistema lo mecanismo fundamental para recordar a los poderosos sus obligaciones más cercano posible a la austeridad y la autarquía, vistas como las vir­ sociales. Para el orador causa la sorpresa e indignación el hecho de que la tudes económicas por excelencia. fortuna no sea, como sería lo esperable en el ámbito antropológico, un * No se va a cuestionar, por tanto, la desigualdad económica, sino el acicate para la reciprocidad generalizada, sino que dé lugar precisamente uso que se hace de las riquezas. En este sentido el problema no va a la actitud contraría: la avaricia (rrAEovE6a). a estar fundamentahnente en la procedencia o propiedad de los 3) Sobre la economía de bienes limitados bienes, sino en el empleo que se haga de ellos. Así, mientras el con­ El concepto de economía de bienes limitados actúa, junto con el de sumo para la satisfacción de los propios deseos, la avaricia o el economía moral, como soporte ideológico fundamental para la com­ préstamo con interés adquieren una calificación extremadamente prensión de las relaciones económicas en la hom. XIVB. Muy unido a negativa, su gasto en las obligaciones sociales como la reciprocidad un concepto holista de sociedad, le sirve al orador para cuestionar críti• generalizada es vista en cambio de manera muy positiva y loable. camente las situaciones de injusticia. Así se transforma en un factor de Mostrar cualquier deseo de apropiación indebida supone para el equilibrio social que marca los niveles de desigualdad permisibles, sin orador una devaluación de la propia capacidad moral del ser huma­ cuestionar básicamente el sistema. Esta limitación de los bienes dispo­ no por la dependencia de algo claramente inferior (elementos mate­ nibles obliga, por un lado, a la creación de estrategias defensivas frente riales), la falta de control que denota, las excesivas preocupaciones a aquellos gmpos o personas considerados como insolidaríos y, por otro, que produce y la minusvaloración del otro que deja traslucir. Para a alianzas selectivas con aquéllos que podían asegurar su existencia. demostrar todo lo anterior Basilio se sirve de argumentos tomados

260 261 FERNANDO RJVAS REBAQUE LA USURA EN LA HOMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA. LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓGICA tanto del mundo filosófico (sobre todo diatriba cínico-estoica y plato­ acuden al préstamo con interés para imitar la economía de las élites. nismo) como bíblico. Esto supone, de hecho, centrar el análisis eco­ 5) Conexión entre el cuerpo físico, el cuerpo social y el cuerpo teo­ nómico fundamentalmente en las cuestiones personales, olvidando en lógico gran medida las dimensiones estructurales que la economía genera. En este trabajo parto de la íntima relación entre los tres ámbitos que * Esta manera de entender la economía diferencia entre aquello que se componen la realidad: el cuerpo fisico (lo relacionado con la naturaleza y considera superfluo y lo necesario. El hecho de que no exista ningu­ el propio organismo), el cuerpo social (es decir, el mundo de las relacio­ na instancia que defina el límite entre ambos mundos daba lugar a las nes sociales)160 y el cuerpo teológico (todo lo que está en conexión con la 161 interpretaciones más plurales y diversas. En este sentido lo que Basilio Trascendencia) • Cualquier cambio en uno de estos elementos repercu­ entiende por "necesario" tendría una fuerte influencia del mundo te necesariamente en los otros, aunque el cuerpo social tiene una cierta monacal, mientras que lo "necesario" de los miembros del estamento prioridad, no excluyente, ya que actúa como intermediario obligado entre superior estaria marcado por sus posibilidades económicas, imitando 159 en gran medida los modelos nobiliarios y cortesanos 160 "El cuerpo social es un cuerpo específico, que lleva en sí los dinamismos y la • Desde este concepto de economía podemos hablar por tanto de una estructura propia de la especie; tiene un carácter somático singular por el cual doble economía: por un lado la economía de la elite dominante, cobra actualidad como un todo y en esta actualidad hace presentes impersonal~ considerada por el orador como contraria a la economía moral, del mente a sus componentes; circunscribe lo que puede ser y hacer la sociedad no que vive en grandes mansiones, posee grandes propiedades territo­ sólo de un modo negativo, sino positivo; posibilita una estricta alteridad y es como la corporalización de la alteridad; es, sin embargo, estrictamente unitario, porque riales, está rodeado de un numeroso séquito de criados y trabajado­ en cuanto cuerpo es unidad corpórea, una unidad que es formalmente estructural res a su servicio y preocupado exclusivamente por un consumo y, consiguientemente, diversificada en subsistemas cualitativamente distintos; ostentatorio. Y por otro lado la economía de los estamentos inferio­ finalmente es procesualmente dinámico. El cuerpo social es así e¡ concepto preci­ res, mayoritarios socialmente, más cercanos a lo que seria una legí• so de la sociedad humana, que tiene sus raíces en la especie y su carácter formal tima economía moral, cuya preocupación fundamental era la super­ en la habitud de alteridad personal", l. ELLACURÍA, 1990, pp. 202-203. Recoge y amplía a X. ZUBIRI, 1989, pp. 261-266. vivencia cotidiana, viviendo en el límite de la precariedad y la 161 pobreza, cuyas posesiones se reducían a una casa sencilla, unos Esta idea, que ya está presente en obra de X. ZUBIRI, 1959, parte inicialmente de las teorías de la antropóloga M. DOUOLAS, 1966 y 1970. Según esta autora se da una pobres vestidos, escasos enseres y útiles necesarios para vivir auste­ estrechísima correlación entre los conceptos y praxis relativos al cuerpo fisico y los ramente, a los que cualquier necesidad podía llevar a la ruina. relacionados con el cuerpo social. Posteriormente otros autores incluyen el cuerpo Dentro de este estamento inferior, pero situados en los estratos más teológico (o cosmológico), cf. H. MOXNES, 1988. También F. Urbina, refiriéndose a elevados, se encontraría una serie de personas y grupos, minorita­ la historia de la Iglesia, dice: "Ya desde el Bajo Imperio romano, luego en la confi­ rios, obsesionados por imitar la economía de las elites pero cuya rea­ guración de los primeros reinos germánicos en Occidente, que se prolonga en el sis­ tema feudal, la excesiva identificación de la Iglesia con el grupo de los poderosos, que lidad se acercaba más a la del estamento inferior, lo que va a dar tuvo sus orígenes en una quizá ineludible necesidad histórica. Esta conexión se plas­ como resultado que este sea uno de los grupos sociales con mayores mó en la estructuración e ideología de una sociedad profundamente desigual y verti­ contradicciones económicas por su situación liminal entre estos dos cal-dominante, legitimada y sacralizada por la Iglesia mediante la homología entre el mundos, tal como es descrita en la hom. XIVB, sobre todo cuando cosmos social, el cosmos natural y el cosmos sacra!. ('Cosmos' es un término griego contrapuesto a 'caos': es una ordenación total y completa en la concepción social del mundo, de la vida, sus valores, sus formas políticas, sus legitimaciones simbóli• !59 Cf. A. PERSIC, 1986. cas ... )", en F. URBINA, 1993, pp. 204-205 (la cursiva es mía).

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162 bienes comunes por un proceso de apropiación indebida de ellos los dos restantes, asegurando tanto su visibilidad como su continuidad • (l8w =privatización). En este sentido se mantiene la máxima evan­ ~--·-~----·--·--~~····--· ---~----] 1 gélica de que ser amigos del dinero es una de las maneras de ser ÁMBITOS DE LA REALIDAD 1 esclavos de Mamón y enemigos de los demás M Por ello para entender a fondo la economía de Basilio es preciso establecer, en la ! CUERÍO FÍSICO Lo relativo a la naturaleza y el organismo humano medida de lo posible, estas conexiones entre la antropología, la ,.--~-- --- Relaciones sociales, gobierno, sociología y la teología. ~- _CUER10 SO~IAL medios de comunicación ... * Por último, tanto Dios como la limosna redentora y la escatología Todo lo que está en conexión ' juegan un papel esencial en las relaciones económicas dentro de la CUERPO TEOLOGICO L ______L______con lo divino ··-J hom. XIVB de Basilio de Cesarea. Por eso también esta apartado de las conclusiones vamos a estruc­ Dios aparece íntimamente vinculado con la economía moral en turarlo en función de esta triple división, intentando descubrir la cone­ cuanto se le presenta como garantía y valedor último y definiti­ xión entre las implicaciones personales, sociales y teológicas de la eco­ vo del cumplimiento de esta economía moral, considerada como nomía en la homilía XIVB: la manera lógica, humana y cristiana de vivir la economía. Este rol lo va a desempeñar la divinidad especialmente a través de la * La "avaricia" (nA.EovE~[a) 163 , dentro del cuerpo físico, está estre­ retribución escatológica, donde tendrá una gran importancia el chamente unida para Basilio a la "inhumanidad" (¡ucrav8pom[a) en relativo al uso de los bienes materiales. De aquí las continuas el cuerpo social y la condena escatológica en el cuerpo teológico, llamadas de atención al mandamiento de compartir, las exhorta­ en cuanto que representa, en cada cuerpo, una ruptura: quiebra per­ ciones de Basilio a los ricos con vistas a la reciprocidad genera­ sonal (por ser una pasión), fractura social (por quebrar la armonía lizada, considerada ésta -dentro del contexto cristiano- como social) y quebrantamiento teológico (por hacer lo que está expresa­ limosna redentora, al igual que sus reiteradas alusiones al juicio mente condenado en la Escritura). Esta debilidad humana (nA.EovE­ final, donde saldrá a la luz, de manera incontrovertible el com­ ~[a) va a servir como sólida plataforma para ampliar su dominio portamiento con el pobre y necesitado, bien en clave p¿sitiva (= sobre el resto de actividades humanas. Desde aquí es comprensible vida eterna) o negativa (= condena definitiva), como queda la asociación que Basilio realiza entre el avaricioso (nA.EovÉKTr¡s) y patente en los preceptos divinos o mandamientos de la Escritura. el expoliador (émoaTEpY]T~s), ya que supone una sustracción de los - La limosna (= reciprocidad generalizada) tiene una clara fun­ ción terapéutica: en primer lugar, porque lleva a cabo un papel 162 l. Es lo que Ellacuría llama "circunscriptividad" del cuerpo social: "Por circtms­ medicinal en el plano individual, dado que evita la pasión de la criptividad entendemos aquí el que todo lo humano debe darse en tm cuerpo social, atmque no se reduzca a ser cuerpo social, y que este cuerpo social determina en TIAEOVf'~[a, haciendo visible en el sujeto la auténtica aúTápKEW, alguna forma todo lo humano, aun lo aparentemente más subjetivo e interpersonaL es decir, el desapego y la no dependencia de un elemento infe­ Esta circunscriptividad es aparentemente negativa, pero no lo es más de lo que rior a él, como es el dinero (= materia). En segúndo lugar, la pueda ser el cuerpo humano en cada uno de los hombres. Es un límite, pero es un limosna tiene un papel curativo dentro del cuerpo social en límite positivo, que posibilita la realización de las realidades sustantivas, aunque también sea un limite que las condiciona", l. ELLACURÍA, 1990, p. 198. 164 163 Cf. capítulo 9 del libro de H. MoxNES, 1988. Cf. XIVB,3,47,

264 265 FERNANDO R!VAS REBAQUE LA USURA EN LA HoMILÍA XIVB DE BASILIO DE CESAREA LECTURA SOCIO-ANTROPOLÓG!CA cuanto que venda las heridas y desgarros que la reciprocidad Pero es sobre todo en los elementos de corte socio-antropológico negativa ha producido con anterioridad, generando a cambio donde va a fundamentar especialmente su crítica, al situarlo, como es comunidad y solidaridad. En tercer y último lugar, la limosna se natural, dentro de la reciprocidad negativa, lo que supone un daño, no transforma, dentro del cuerpo teológico, en limosna redentora en sólo para el recibe el préstamo, sino incluso para el prestamista, y ello cuanto que da como beneficio para el donante la vida eterna y porque rompe Jos factores de parentesco, necesidad, fortuna y jerar­ para el receptor lo salva de su situación de necesidad. Así se quía social. completa el círculo evergético que ya aparece en otros textos Sin embargo es en la economía de bienes limitados y la economía patrísticos: el rico da al pobre Jos bienes materiales y el pobre, moral donde Basilio encontrará sus principales bazas para cuestionar de que no tiene otra cosa que su oración, se la ofrece a Dios, que 165 manera radical el préstamo con interés, que supone una ruptura con el salva al rico • De esta manera la limosna adquiere una centra­ sistema holista social al tiempo que Jo acerca a las conductas más seve­ lidad que no tenía en el mundo pagano. ramente cuestionadas por este tipo de economía: la pasión por el dinero, Los textos de la homilía XIVB donde se habla de la reciproci­ el engaño, el aprovechamiento de la necesidad del prójimo, etc. dad están muy en conexión con el más allá (escatología), y Por si fuera poco, Basilio completa este cuestionamiento de la usura habitualmente consiste en la oferta realizada por el orador de por la estrecha conexión que lleva a cabo entre el cuerpo fisico (donde dinero a cambio de vida eterna(= limosna redentora). Esta pro­ el préstamo con interés estaría unido a la avaricia), el cuerpo social puesta va dirigida, como la reciprocidad generalizada, a los esta­ (usura= inhumanidad y expolio) y el cuerpo teológico (para el que esta mentos más adinerados de la población, y se muestra asimismo práctica supone la condena eterna). Frente a ellos coloca Basilio, como como un mecanismo nivelador esencial en el ámbito económi• clave de bóveda de la "nueva economía cristiana" el papel evergético co, sobre todo cuando fallan otras mediaciones sociales. De esta y escatológico de Dios (que condenará a los insolidarios y salvará a los manera descubrimos la importancia del contexto escatológico generosos), la limosna como expresión fundamental de la reciprocidad como elemento motivacional de primer orden con respecto a la generalizada (terapia asimismo de la avaricia) y la vida eterna, fruto de exhortación a Jos comportamientos solidarios con los más nece­ la solidaridad con el prójimo necesitado en este mundo. sitados al tiempo que la imagen de Dios se configura, en cone­ xión con el mundo bíblico, como "fiador del pobre", imagen que BIBLIOGRAFÍA no deja de ser una nueva faceta de la beneficencia divina. Fuentes primarias 1.4 Usura en la homilía XIVB La usura es descalificada por Basilio de manera global, y para ello ARlSTÓTELES, - Politica, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1970. se va a servir, en primer Jugar, de Jos elementos tradicionales tomados BASILIO DE CESAREA, de la diatriba greco-helenística (ser una conducta antinatural, producir Epistulae (citado como Ep.), en SAJNT BASJLE, Lettres 1-111, Belles Lettres, la vergüenza, suponer una dependencia, etc.), a Jos que va a añadir París, 1957-1966. otros tomados del ámbito bíblico (ruptura de la fraternidad, engaño, Homilia in psalmum 14 B (PG 29,264-280). apasionamiento por el dinero ... ). Hom. XXI (PG 3!,556C). Homilía contra Sabellianos, et Arium, et Anomoeos (PG 31 ,600-617). Hom. in hexaemeron, en SAINT BASILE, Homélies sur l'Héxaéméron, Cerf, 165 Cf. HERMAS, Pastoc Sim. !1,3-7. París, 1968 (SC 26bis).

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