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El Colegio de México
La asimilación de la tradición romano germánica y su efecto en el modelo de familia (Ie) japonés
Tesis presentada por Fernando Villaseñor Rodríguez en conformidad con los requisitos establecidos para recibir el grado de MAESTRIA EN ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA ESPECIALIDAD JAPÓN
Centro de Estudios de Asia y África 2009
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Í DICE
I TRODUCCIÓ …………………………………………………………………….... 5
CAPÍTULO I. El contexto histórico del Código Civil Meiji………………………….10
I. La creación de bases jurídicas a la manera occidental……………………. …. 11 II. La Constitución del Imperio de Japón (1889)…………………………….. …...13 III. La propiedad privada como motor para la codificación……………………….17
CAPÍTULO II. Personajes clave en la creación del Código Civil Meiji…………..…..20
I. PRECURSORES (1860 1868)……………………………………………………22 II. PRIMEROS ACTORES – Traductores (1868 1873)……………………...... 25 III. SEGU DOS ACTORES Asesores Extranjeros (1873 1891)…………………28 IV. LEGISLADORES DEL CÓDIGO CIVIL MEIJI – La Tríada (1891 1900)….32
CAPÍTULO III. La recepción jurídica en Japón……………………………………….37
I. Recepción jurídica: Teorías y un intento de definición……………………….. 37 II. El caso japonés………………………………………………………………. ….. 42 1) La recepción a partir de los Códigos…………………………………….42 2) La multinacionalidad de fuentes y la preponderancia de la dogmática alemana………………………………………………………………. ….46 3) La recepción extra tardía de la tradición romano germánica……...... 49 4) La recepción práctica hasta el Código Civil Meiji y la posterior hegemonía de la pandectística alemana………………………….. …….52 III. A manera de corolario……………………………………………………...... 55
CAPÍTULO IV. La invención de la Ie…………………………………………………..57
I. La invención de la tradición……………………………………………………...57 II. Las distintas familias en Japón……………………………………………. ……59 III. La invención de la Ie como familia tradicional japonesa…………………. …..62 3
1) Tenno Meiji/Mutsuhito (明 治 天 皇 / 睦 仁 ): Proclama del tenno de la restauración monárquica (1867)……………………………………. …..64 2) Iwakura Tomōmi ( 岩 倉 具 視 ): Propuestas para la construcción del Estado (1870)……………………………………………………….. ……66 a) La situación de los gobernados respecto de los gobernantes…...68 b) La situación de los gobernantes respecto de los gobernados…...70 3) Motoda Eifu ( 元 田 永 孚 )/ Tenno Meiji/Mutsuhito ( 明 治 天 皇 / 睦 仁)/Tetsujiro Inoue (井上貞治郎): Los elementos para la educación de los jóvenes (1882); Edicto sobre la educación (1890); Comentario sobre el Edicto Imperial (1891)…………………………………………….. ….71 4) Hozumi Yatsuka (穂積 八束): Con el nuevo Código Civil se desmoronan la lealtad y la piedad filial (1891)………………………………………..75
CAPÍTULO V. Análisis jurídico de la Ie y sus instituciones conforme al Código Civil Meiji...……………………………………………………………………79
I. La Ie conforme al Código Civil Meiji…………………………………………... 84 II. La creación, conformación y extinción de la Ie…………………………………91 1) La Creación de la Ie……………………………………………………….91 2) La Conformación de la Ie…………………………………………... …...94 3) La terminación de la Ie…………………………………………………...97 III. El koshu (jefe de la Ie)……………………………………………………….. …..99 1) Obligaciones y derechos del koshu (koshu no gimu kenri)………...... 101 Obligaciones a) Llevar y mantener el nombre familiar o apellido (Art. 746 del CCM) ………………………………………………………………………...102 b) Mantener a los miembros de la Ie (Art. 747)…………………. …..103 c) Hacerse cargo de los instrumentos y proseguir con el culto a los antepasados (Arts. 987 990 del CCM)……………………………...103 Derechos a) Fijar el domicilio de los miembros de la Ie (Arts. 747 y 749)……..103 4
b) Consentimiento para la aceptación de hijos ilegítimos (Art. 735) …………………………………………………………………...... 106 c) Consentimiento para el matrimonio o la adopción de un miembro de la Ie (Arts. 750, 776 y 849)…………………………………….. ……108 d) Consentimiento para que un miembro de la Ie forme una bunke o restablezca el honke (Art. 743, 737 y 738)…………………….. ……109 e) Exclusión de algún miembro de la Ie (Arts. 744, 749, 750)…...... 110 2) Terminación del estatus de koshu………………………………...... 111 IV. La importancia de la sucesión para la Ie………………………………………115 1) La sucesión de la Ie y la sucesión de la propiedad……………………..116 2) El heredero necesario y la ficción del “primogénito varón”…………..118 3) La adopción y el muko yōshi…………………………………………… 120 V. De las instituciones de la Ie en la “tradición” y en la Ley……………………..123
CO CLUSIO ES………………………………………………………………………126 I. Para la Ie como construcción…………………………………………………...129 II. Para la familia en la realidad……………………………………………...... 132 III. Perspectivas sobre el futuro próximo de la tradición romano germánica en Japón………………………………………………………………………….134
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………...136
APÉ DICE: Libro IV, Capítulo II del Código Civil Meiji “sobre la Ie”……………141 SECCIÓ I. PREVISIO ES GE ERALES…………………………….……141
SECCIÓ II. DERECHOS Y OBLIGACIO ES DELJEFE DE LA IE Y LOS MIEMBROS DE LA IE………………....………………..……………143
SECCIO III. EXTI CIÓ DEL JEFE DE LA IE……………………...…..144
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I TRODUCCIÓ
En el Japón de la posguerra, los estudios dedicados a la familia en general y a la 家 (Ie) en particular han sido muy numerosos. Los enfoques y las disciplinas que han tratado este tema van desde la sociología y la antropología, hasta la administración de empresas y la psicología organizacional. Inclusive en mi campo, el jurídico, se ha escrito una extensa bibliografía en torno al jefe de familia, el registro familiar e instituciones como el matrimonio, el divorcio, la adopción y la sucesión reguladas por el Código Civil japonés de
1898 (Código Civil Meiji o CCM).
Al mismo tiempo, el encuentro de Oriente y Occidente así como el subsecuente proyecto de modernización Meiji, es quizás uno de los puntos más estudiados tanto por japoneses como por académicos y legos extranjeros. Dentro del ámbito del derecho, este fenómeno implicó la importación de instituciones jurídicas occidentales en lo que se conoce como la recepción de la tradición romano germánica. Los trabajos publicados sobre este tema, aunque no alcanzan el número de páginas dedicadas a la Ie, son también numerosos y extensos.
Visto lo anterior, la pregunta obligada es: ¿Por qué escribir otro texto sobre un tema tan ampliamente estudiado? Las razones son varias y se vinculan directamente tanto con los objetivos como con los temas de esta investigación.
En primer lugar, considero que en la gran mayoría de los análisis precedentes, se trata a la Ie como una institución inmutable, absoluta y carente de historicidad. Como demostraré, esto conlleva al análisis de una multiplicidad de construcciones políticas, sociales y jurídicas como si se tratara de una unidad real y concreta. Dicho en otras palabras, 6
considero necesario deconstruir a la Ie, así como a los distintos elementos, facultades y funciones que se le atribuyen.
En segundo lugar, por lo que hace al estudio netamente jurídico, si bien aparentemente se ha escrito mucho sobre la recepción de la tradición romano germánica, en realidad esto se limita a la importación y adaptación de las codificaciones francesas y alemanas, soslayando la recepción académica que debería acompañarlas. Como demostraré, la razón de esto es que en un principio se importaron dichas codificaciones sin que existiera una teoría del derecho, una metodología jurídica, ni un grupo de especialistas que las respaldara o supiera siquiera cómo interpretarlas. Esta es una particularidad japonesa que no fue debidamente estudiada a lo largo del Siglo XX y que implica una anomalía sin paralelo en el mundo: una recepción con una dogmática jurídica1 a posteriori.
En tercer lugar, como en la mayor parte del mundo, al categorizar el derecho familiar como derecho privado, se ha menospreciado su importancia como discurso de poder e instrumento fundamental para la ideología estatal. Si bien los politólogos no dudan en calificar a la Constitución del Imperio de Japón (Constitución Meiji), como un mecanismo de control y organización política fundamental (equiparándola incluso con la creación del Estado Japonés), el Código Civil Meiji suele ocupar un lugar accesorio. Como demostraré, el CCM debe ser revaluado desde su función de propagación ideológica, de organización estratégico militar y de control de la propiedad y del propio pueblo japonés; características todas fundamentales para la militarización japonesa que tendría lugar en los años siguientes y que terminaría con la derrota en la Segunda Guerra Mundial.
1 También conocida como Doctrina. Significa el conjunto de opiniones suscritas por uno o varios autores de reconocida autoridad sobre una materia de Derecho. Implica siempre la idea de un cuerpo de dogmas o “verdades” organizadas de forma consistente. Cfr. Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diccionario Jurídico Mexicano, Editorial Porrúa/Universidad Nacional Autónoma de México. 1987. p. 1193 7
En cuarto lugar, la mayoría de los estudios supuestamente críticos adolecen de uno o varios de los siguientes defectos:
a) Utilizan una metodología de derecho común (common law), para analizar un fenómeno eminentemente de derecho civil (ius civile).
b) Analizan la Ie a partir de su formulación por los ideólogos de la época como si se tratara de una realidad concreta. De esta forma, fallan al no distinguir la Ie en el papel (como se menciona en la Constitución, los Edictos Imperiales, los libros de texto oficiales e incluso el Código Civil Meiji), de la Ie en la realidad (con sus múltiples variaciones según clase social, región, época, función, etc.).
c) Hacen generalizaciones sobre el efecto que tuvo y (sigue teniendo) el Código Civil Meiji en la conformación de prácticas familiares y sucesorias.
d) Hacen crítica sobre fuentes secundarias que están afectadas (expresa o tácitamente), por las opiniones de los autores.
e) Dejan de ver a la Ie como una realidad compleja e interdisciplinaria que requiere estudiarse, por lo menos, desde la perspectiva histórica, sociológica y jurídica.
Teniendo en cuenta los anteriores problemas, mi propuesta de investigación pretende superarlos con una metodología socio jurídica, histórica, crítica, integral y que en la mayor medida posible se sustente en el análisis directo de las fuentes.
En este sentido, en el Capítulo I haré un breve recuento que permita situarnos en el contexto donde surgieron los proyectos codificatorios que finalmente darían lugar en 1898 al Código Civil Meiji. 8
En el Capítulo II considero necesario hacer referencia a los juristas y legisladores quienes fungieron como personajes claves para la conformación del derecho civil japonés y, concretamente, del multicitado CCM.
Ya que uno de los puntos centrales de esta investigación es la recepción como forma de asimilación de un ordenamiento y una dogmática jurídica extranjera, en el Capítulo III desarrollaré las principales teorías que sobre este fenómeno se han elaborado. Asimismo, y de manera muy importante, explicaré por qué Japón presenta un ejemplo atípico dentro de estas teorías.
En el Capítulo IV ejemplificaré diversas manifestaciones de la Ie y el proceso conforme al cual se le trató de dar un sentido unívoco por los ideólogos y juristas del
Estado Meiji. Lo anterior implica enfatizar que ha habido muy diversas maneras como se ha conceptuado la Ie en distintos momentos, regiones, clases sociales y, sobre todo, niveles de discurso (político, ideológico y jurídico).
En el Capítulo V analizaré concretamente las instituciones de derecho familiar que fueron reguladas, y explicaré la manera en que sirvieron para arraigar el concepto de la Ie dentro de la población japonesa. Concretamente, estudiaré:
a) La creación, conformación y terminación de la Ie b) El papel del koseki (registro familiar) en las relaciones familiares y la estructura de la Ie. c) El koshu (jefe de la Ie) d) La sucesión de la Ie en contraposición a la sucesión patrimonial. e) El heredero necesario de la Ie f) El muko yoshi (una particular forma de adopción de un varón para casarlo con una de las hijas de la Ie y mantener su estabilidad)
9
Por último, en mis conclusiones haré un recuento del efecto que tuvo la recepción de la tradición romano germánica para la familia japonesa como realidad y para la Ie como construcción particular. Asimismo, terminaré este trabajo con algunas perspectivas sobre el futuro próximo de la Ie, así como de la tradición romano germánica en Japón.
Contrario a las apariencias, aún queda mucho por decir sobre este tema y en el albor de este siglo han ido apareciendo algunas revisiones que demuestran la importancia de ahondar en el mismo. Como Jacques Derridá o aquellos escritores del realismo imaginario, estoy seguro que los textos más valiosos son aquellos que no le temen a la obviedad, sino que profundizan en ella para obtener un nuevo enfoque. Espero que este modesto intento pueda aportar algo para cambiar el sentido que han tenido la mayoría de los estudios realizados hasta la fecha.
Fernando Villaseñor Rodríguez
12 de agosto de 2009
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CAPÍTULO I. El contexto histórico del Código Civil Meiji
Hay que ser absolutamente modernos Arthur Rimbaud
La Renovación Meiji2 fue un fenómeno que, en más de un sentido, puso en contacto a
Japón con Occidente. Fruto de este contacto tuvieron lugar varios proyectos de modernización. En éstos, se aprendería de Europa o Estados Unidos lo necesario para estar a la altura de la escena internacional de aquellos tiempos y así poder renegociar los tan odiados “tratados desiguales”3. Una de las áreas que resultó esencial dentro de este afán modernizador fue, precisamente, el Derecho.
La idea del derecho como agente de cambio tiene singular arraigo en nuestra cultura.
Desde el decálogo hebreo, pasando por las ordenanzas de los 12 césares y llegando hasta el concepto mismo de constitución política, la noción según la cual el derecho crea, define y transforma a una sociedad es bien conocida en la historia de Occidente. No obstante,
¿podemos decir lo mismo respecto de la historia japonesa? La respuesta es: depende.
2 明治維新 (Meiji Ishin/también traducida como Restauración o Revolución Meiji). 3 Estos comenzaron con la “Convención de Shimoda” impuesta tras la llegada del Comodoro Perry primero (1853) y del Cónsul Harris después (1856). Esta Convención tenía dos aspectos importantes “por un lado, el puerto de Nagasaki quedaba abierto a los Estados Unidos; por otro, se definía el problema de la jurisdicción: si un súbdito japonés violaba la ley en sus relaciones con un súbdito estadounidense, sería castigado por jueces japoneses y de acuerdo a leyes japonesas; si un súbdito estadounidense violaba la ley en sus relaciones con un súbdito japonés, sería castigado por el cónsul general, de acuerdo a las leyes estadounidenses”. Así, la “extraterritorialidad” se convirtió en la primera afrenta de Occidente contra Japón. Y empleamos intencionalmente el amplio término “Occidente” en vez del de “Estados Unidos” ya que, constatando el éxito de la delegación estadounidense, Rusia, Francia y Gran Bretaña, se sumaron en los siguientes tres años a las potencias que exigieron la apertura comercial de Japón. Este fue el origen de los denominados “Tratados Desiguales” que llevarían a los gobernantes del periodo Meiji a buscar en el Derecho una solución a dicha desigualdad. Akamatsu, Paul, Meiji – 1868: Revolución y contrarrevolución en Japón, Siglo Veintiuno Editores, España, 1977. p. 100. 11
Si bien a partir del periodo Kamakura y hasta el shogunato Tokugawa existieron diversas ordenanzas y decretos4, el derecho tenía un papel marginal con relación al ejercicio directo del poder y su función era muy diferente a la que en Estados Unidos y Francia tendría la Constitución, o en Alemania el Código Civil. Y es que, cuando los gobernantes llegaban a regular situaciones concretas, poco les importaba la filosofía, técnica legislativa o incluso la conciencia de obligatoriedad. Aún más, durante todo este periodo y conforme al modelo chino de los Códigos T´ang, se establecieron únicamente deberes sin contemplar sus correlativos derechos5.
La Renovación Meiji marcó un giro radical respecto a esta tendencia. Los problemas internos, la amenaza exterior y la necesidad de consolidar con urgencia un
Estado poderoso y centralizado, propiciaron un replanteamiento del derecho como instrumento político de primera importancia. Así, como un milenio antes ocurriera con el paradigma sinocéntrico, ahora Japón buscaría en Occidente un nuevo sistema de regulación político social.
I. La creación de bases jurídicas a la manera occidental
Sobre la naturaleza del derecho y sus distinciones con la ley, la moral y la ética se ha escrito desde la remota iusfilosofía griega, hasta el positivismo moderno. No obstante, la noción del derecho como una herramienta que en términos weberianos permite al Estado
4 Para un recuento sucinto del Derecho Japonés hasta 1868: Cfr. Margadant, Guillermo F., Evolución del Derecho Japonés, Miguel Ángel Porrúa, México, 1984 y; Steenstrup, Carl, A History of Law in Japan until 1868, E.J. Brill, Leiden, 1996. 5 Cfr. Haley, John, Authority without Power, Oxford University Press, New York, 1991. 12
“garantizar el orden externamente por la coacción (física o psíquica)”6, es relativamente reciente y podemos ubicarla junto con la independencia norteamericana y la revolución francesa. Para ambos países occidentales, el derecho debía servir como un elemento que organizara, limitara y regulara al poder político por un lado, y normara las relaciones sociales por el otro.
Empero, es necesario tener en cuenta que Japón nunca tuvo una tradición de teoría política en el sentido americano o europeo. Consecuentemente, la Renovación Meiji no estuvo precedida, como lo estuvieron las revoluciones en la Inglaterra del Siglo XVII y
Francia del Siglo XVIII, por debates públicos que trataran la utilidad de un nuevo orden político7. De ahí también que los conceptos más elementales del lenguaje jurídico como
“derecho” y “obligación” tuvieran que ser creados ex nihilo.
En este sentido, surgió en 1871 la misión Iwakura, nombrada así debido a su líder
Iwakura Tomōmi (岩倉具視), quien junto con un grupo de jóvenes que se convertirían en los próceres del Estado Meiji, viajó por Europa y América comparando sistemas de gobierno, planteando preguntas, y pidiendo consejos para la modernización de Japón y la renegociación de los “tratados desiguales”8. Dentro de las ideas adquiridas estaban la de crear una monarquía constitucional, fortalecer la economía a través del fomento del comercio y liberalizar la propiedad; para el gobierno Meiji esto se traduciría jurídicamente en promulgar una Constitución Política y una Codificación Civil y Comercial.
6 Weber, Max, Economía y Sociedad: Esbozo de Sociología Comprensiva, Fondo de Cultura Económica, México, 16ta Edición, 2005. p. 27. 7 Beasley, W.G., The Meiji Restoration, Stanford University Press, Stanford, California, 1972. p. 54. 8 Para una narración detallada de la Misión Iwakura y su trascendencia para el derecho japonés: Cfr. Kazuhiro, Taki, The Meiji Constitution: The Japanese Experience of the West and the shaping of the Modern State, International House of Japan, 2007. 13
Paralelamente a los esfuerzos de modernización por parte del gobierno, debemos tener en cuenta el papel de la clase guerrera (samurái) tras la Renovación Meiji. Habiendo desaparecido los dominios feudales (daimyatos), los samurái no tenían amo a quien servir.
Tampoco podían ser mercenarios, ya que el Emperador tenía en cada campesino un soldado gracias al servicio militar obligatorio 9 . Por ello, al no poder poner en práctica sus conocimientos se volvieron los maestros, funcionarios públicos, empresarios y filósofos que formarían la clase media.
Muchos de estos se acercaron directamente a la filosofía occidental buscando un fundamento que les ayudara para incorporarse en la nueva jerarquía. De este modo, en 1873 un grupo samurái creó el Movimiento por la Libertad y los Derechos del Pueblo. El
Movimiento sostenía que el gobierno no podía seguir tomando decisiones sin consultar con el pueblo para lo cual tenía una exigencia muy clara: constituir una Asamblea. Fue así como, a través de los periódicos, panfletos y las aulas, establecieron un frente alternativo al status quo japonés10.
II. La Constitución del Imperio de Japón (1889)
Habiendo regresado la Misión Iwakura con un extenso reporte sobre las medidas modernizadoras que podían implementarse en Japón, varias de éstas se aprovecharon para enfrentar los problemas que comenzaban a suscitarse tras los primeros años de transición.
En primer lugar, se elaboró una serie de ordenanzas represoras que prohibieron, entre otras
9 Knauth, Lothar en: Takabatake Michitoshi (et. al.), Política y Pensamiento político en Japón 1868 1925, El Colegio de México, 1992. p. 133 y ss. 10 De hecho: “Entre 1870 y 1880, se presentaron más de cien memoriales y peticiones que solicitaban la instauración de un órgano de representación popular que participara en el ejercicio del poder del estado.” Tanaka, Michiko en: Takabatake Michitoshi (et. al.), Op. Cit. p. 92. 14
cuestiones, la distribución de proyectos constitucionales que por aquella época circulaban ampliamente entre la neonata clase media11.
No obstante estas ordenanzas, el Movimiento por la Libertad y los Derechos del
Pueblo fue adquiriendo más adeptos y la confrontación directa con el gobierno, que buscaba afianzar su recién adquirida posición, parecía ser inminente. Sin embargo, en
Marzo de 1882 se fraguó un plan alternativo. El Ministro Itō Hirobumi (伊藤 博文), fue nuevamente enviado a Europa con la misión de encontrar un modelo de Constitución que pudiera adaptarse a la realidad japonesa y sobre todo, al sistema imperial.
En realidad, las instrucciones del Emperador indicaban textualmente: “Investiga en
Alemania donde la política nacional es la más parecida a la nuestra”12. Había muchos factores por los cuales se consideró a Alemania como ejemplo a seguir. Recordemos en primer lugar que la unificación nacional se dio en Alemania mucho más tarde que en el resto de las potencias europeas; el Imperio Alemán se fundó en 1871, el mismo año en que el gobierno Meiji alcanzó el control sobre la totalidad de Japón, aboliendo los dominios feudales y sustituyéndolos con prefecturas13.
Japón también había sido reunificado recientemente bajo la figura del Emperador.
Pero, si bien la centralización del poder se había alcanzado en la práctica, aún faltaba el
11 Además de aquel proyecto del Movimiento por la Libertad y los Derechos del Pueblo hubo proyectos de otras facciones parlamentarias así como varias otras organizaciones políticas quienes tomaron acciones más directas Cfr. Von Mehren, Arthur Taylor, (Ed.), Law in Japan: The Legal Order in a Changing Society, Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, 1963. 12 Nakamura, Kichisaburo, The Formation of Modern Japan as viewed from Legal History, The Centre for East Asian Cultural Studies, Tokyo, 1962. p. 60. 13 Ver más adelante en La propiedad como motor para la Codificación. 15
instrumento que la legitimara jurídicamente. Este instrumento era el constitucional, y el modelo elegido fue la Constitución del Reino de Prusia14.
Además de las múltiples instituciones que se adaptaron de este modelo, se decidió que la Constitución japonesa debería ser una “Constitución autorizada” (es decir, hecha y promulgada por el Emperador). De esta forma “cualquier crítica contra la constitución violaría los límites impuestos por la ley para regular la libertad de expresión”15. Hoy en día, resulta obvio que el Emperador no redactó por sí mismo la constitución, pero para los súbditos japoneses del periodo Meiji esta idea fue ampliamente aceptada y tuvo el efecto deseado.
Así, una vez que el proyecto de constitución se completó en abril de 1888, la constitución se promulgó sin participación del pueblo y sin constituirse Asamblea alguna el
11 de febrero de 1889. Cabe señalar el valor estratégico y simbólico de la fecha, ya que el
11 de febrero se consideraba como el “Día de la Fundación de Japón” según la historia oficial que se desarrolló paralelamente con el 天皇性(tenno sei/ sistema imperial)16, al cual me referiré más adelante.
La promulgación de la Constitución del Imperio de Japón, logró dos importantes objetivos: legitimó jurídicamente al gobierno Imperial y favoreció la renegociación de los
“tratados desiguales”.
14 Esta Constitución de corte absolutista se promulgó en el año de 1850 y estuvo vigente (con varias enmiendas) hasta 1918, cuando Prusia se volvió una República. Entre otras disposiciones relevantes, el gobierno no era responsable ante el Landtag prusiano (Cámara baja), cuyas facultades eran reducidas y cuyos representantes eran elegidos por un sistema electoral basado en la capacidad para pagar impuestos. La Cámara Alta, por otro lado era controlada mayoritariamente por el sector conservador de Prusia. Las facultades del gobernante eran muy amplias e incluían las de revisión y vigilancia que en la práctica implicaron la subordinación de los otros poderes. Cfr. Mirkine Getsevich, Boris Sergievich, Les constitutions européenes, Presses Universitaires de France, Paris, 1950. 15 Nakamura, Kichisaburo, Op. Cit. p. 61. 16 Usaré la traducción más usual del término Tenno al español que es “Emperador” sin embargo, no corresponde exactamente al referente romano europeo. 16
Por lo que hace al primer objetivo, cabe destacar que aunque formalmente se trataba de una Constitución Política, no sólo los derechos fundamentales fueron regulados muy pobremente, sino que tampoco existía una limitación al poder Imperial. Es también de hacerse notar que este texto fundamental no se refería a los ciudadanos sino a los súbditos de Japón, y que los derechos no se reconocían sino que se otorgaban como una dádiva del
Emperador. Dicho de manera más clara y a pesar de su denominación, mi opinión es que se trata de un documento falsamente constitucional17.
Consecuente con lo anterior, y en relación al segundo objetivo, resulta sorprendente la actitud de diversos académicos europeos y americanos quienes en aquella época celebraron el estilo absolutista de este documento alegando que “Japón no tenía el debido bagaje histórico para proponer un sistema constitucional moderno”18. Esta actitud ayudó a que “en 1894, poco tiempo después de la entrada en vigor del nuevo sistema constitucional, el gobierno británico, impresionado por la modernización japonesa, accedió a eliminar sus privilegios extraterritoriales para el año de 1899, y varias otras naciones siguieron su ejemplo”19. Fue así, con un documento falsamente constitucional y que ignoraba los más básicos principios del Estado de Derecho, que Japón pudo finalmente preciarse de entrar al grupo de las naciones civilizadas.
17 Ver La creación de un falso Estado constitucional en: Villaseñor Rodríguez, Fernando, El individuo en el Derecho Japonés: Reflexiones Culturológicas para el enriquecimiento de nuestra tradición jurídica, Tesis para obtener el grado de Abogado, Escuela Libre de Derecho, México, 2006. pp. 106 117. 18 Takayanagi, Kenzo, A century of innovation: The development of Japanese Law, 1868 1961, en Von Mehren, Arthur Taylor, (Ed.), Law in Japan: The Legal Order in a Changing Society, Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, 1963. pp. 7 y 8. 19 Reischauer, Edwin O., The Japanese, The Belknap Press of Harvard University Press, Cambridge, Massachussets and London, England, 1977. p. 89. 17
III. La propiedad privada como motor para la codificación
El comercio internacional y la propiedad privada eran otro problema que el gobierno japonés debía resolver para alcanzar su modernidad al vapor y asimilar con éxito el sistema capitalista. Como lo habían reportado los miembros de la Misión Iwakura primero, y el propio Itō Hirobumi después, la manera de resolver esta situación en Occidente tenía que ver con la propiedad privada. Pero incluso antes que estos ilustres modernizadores, existieron tres medidas jurídicas vinculadas con la distribución, tenencia y propiedad de las tierras en Japón que a su vez darían paso a un primer concepto de propiedad privada.
En 1869 se dio la ordenanza imperial para “regresar las tierras y la gente al
Emperador”20. Por “tierras y gente” se entendió a los territorios y a las personas gobernadas por los daimyō. “Su regreso al Emperador se pudo lograr con pocas dificultades ya que a los daimyō les fue permitido gobernar materialmente sus territorios (incluido el derecho de retener una parte de los impuestos) nombrados ahora como gobernadores de prefectura.
Además, se les dio el título de “pares” con el que gozaron de los mismos privilegios que los nobles de la Corte”21. Aunque esta medida no cambiaba de fondo el status quo, sí implicaba una reforma trascendente: a partir de entonces el Emperador debía nombrar y ratificar a los gobernadores de las prefecturas.
Como consecuencia de lo anterior, se decretó en 1871 una segunda ordenanza “para la abolición de los daimyatos y su sustitución por prefecturas”22. Así, tanto nominal como materialmente, los daimyō se volvieron gobernadores de las prefecturas y sus antiguos vasallos se mantuvieron bajo la administración de cada prefectura. “En este caso también
20 Ishī, Ryosuke William J. Chambliss, Japanese Legislation in the Meiji Era, Tokyo: Pan Pacific Press, 1958. p. 714. 21 Nakamura, Kichisaburo, Op Cit. p. 37. 22 Ishī, Ryosuke, Op. Cit. p. 717 18
hubo poca resistencia, ya que casi todos los daimyatos se encontraban en bancarrota y la vida de sus vasallos estaba casi siempre en apuros”23.
Para el concepto de propiedad privada, la más importante fue la tercera en esta serie de ordenanzas. Promulgada en 1871, se conoció como la ordenanza que declaraba “la liberalización de las tierras de cultivo”24. Como nos indica Simon Beasley, “La prohibición de la compra y venta de tierras había durado desde 1643, y este levantamiento de la prohibición fue un evento muy significativo, ya que destruía el fundamento del sistema feudal”25. El propósito oculto de esta reforma era “transferir la facultad impositiva al
Emperador de modo que se pudiera asegurar el presupuesto del Estado. Ya que este poder había sido ejercido por los daimyō sobre sus territorios, la reforma en realidad era la medida financiera por la cual se hacían viables las dos ordenanzas anteriores”26.
A las anteriores ordenanzas podemos agregar las aportaciones de dos importantes teóricos de la Renovación Meiji: Kido Takayoshi (木戸孝允), y su “Memorial para mejorar la política interna y reducir el impuesto predial” y Ōkubo Toshimichi (大久保 利通), con su
“Memorial sobre la reducción del impuesto de la tierra”. Si bien en apariencia parecían ser peticiones para reducir la carga impositiva y fomentar el desarrollo económico del pueblo japonés, como lo comenta Lothar Knauth: “…interesaba, más que el potencial económico, la capacidad de acción política de la población agrícola, que constituía el sector numéricamente más importante del país”27.
23 Kaibara,Yukio, Historia de Japón, Fondo de Cultura Económica, México, 2000. p. 238. 24 Ishī, Ryosuke, Op. Cit. p. 722. 25 Beasley, W.G., Op.Cit., p.56. (Aunque de facto esta prohibición se había debilitado mucho para la última parte de la era Tokugawa). 26 Ídem. 27 Knauth, Lothar, Op. Cit. p. 61 65 19
De lo antes expuesto se desprende cómo el concepto de propiedad privada en
Japón, en contraste con los modelos absolutos europeos, quedaría limitado desde su creación por los intereses fiscales y militares del Gobierno Meiji. En un primer momento, estos intereses significaron una amplia apertura al capitalismo internacional y sus esquemas de productividad, inversión y desarrollo. En un segundo momento, durante la Era Showa, se desarrollaría, sin embargo, un concepto muy diferente de propiedad privada relacionado directamente con la industrialización militarista.
En esta investigación únicamente abordaré el primer momento de la propiedad privada japonesa. Esto, ya que promovió el interés por importar un instrumento jurídico para alcanzar un capitalismo a la medida en el Estado Meiji. Como explicaré en el siguiente capítulo, dicho instrumento fue la codificación, que tuvo como principales exponentes en la
Francia de 1804 al Code apoléon y en Alemania, casi un siglo más tarde, al Bürgerliches
Gesetzbuch, mejor conocido por sus siglas como BGB.
20
CAPÍTULO II. Personajes clave en la creación del Código Civil Meiji28
Es sorprendente que la mayor parte de la terminología japonesa haya sido inventada, o al menos sugerida por él. Era como un arquitecto quien comienza por hacer sus propios ladrillos. oda Yoshiyuki (sobre la importancia de Mitsukuri Rinsho)
Antes de entrar al análisis directo de los proyectos y al propio Código Civil de 1889, considero esencial hacer un recuento de los individuos que fungieron como precursores, traductores, asesores y legisladores del mismo. Para este efecto haré uso de la metodología histórica que consiste en narrar un acontecimiento a partir de sus personajes clave. Esta metodología, usual en la historia general si bien no tanto en la historia del derecho, me permitirá caracterizar a los personajes decisivos para el desarrollo de instituciones jurídicas del derecho de familia y, sobre todo, para la forma en que se interpretarían las mismas.
Lo anterior, ya que una de mis principales hipótesis es que la forma en que se asimiló el derecho en Japón tiene mucho más que ver con los juristas (quienes se encargaron de importarlo y adaptarlo), que con sus destinatarios (el pueblo japonés). Es por ello, que resulta fundamental tratar de entender su pensamiento y desentrañar así el
“espíritu del legislador” que ayudó a propagar las construcciones en torno a la Ie.
28 Si bien la periodización y narración es un esfuerzo propio, para profundizar en la bibliografía básica utilizada en este capítulo: Cfr. (1) Epp, Robert, The Challenge from Tradition: Attempts to Compile a Civil Code in Japan, 1866 78, Monumenta ipponica, Vol. 22, No. 1/2. (1967), pp. 15 48. (2) Minear, Richard H., Nishi Amane and the Reception of Western Law in Japan, Monumenta Nipponica, Vol. 28, No. 2. (Summer, 1973), pp. 151 175. (3) Ono, Shusei, Comparative Law and the Civil Code of Japan, Hitotsubashi Journal of law and politics, No. 24, (1996 2), pp. 27 45. (4) Röhl, Wilhelm, History of Law in Japan since 1868, Leiden: Brill, 2005. (5) Steenstrup, Carl, German Reception of Roman Law and Japanese Reception of German Law, INTERCULTURAL COMMUNICATION STUDIES I:1:1991, Ludwig Maximilians University Munich, Bavaria, Germany. (6) Takayanagi, Kenzo, Occidental Legal Ideas in Japan: Their Reception and Influence, Journal of Pacific Affairs, Vol. 3, No. 8. (Aug., 1930), pp. 740 753. 21
A fin de no detenerme en antecedentes demasiado remotos, empezaré el recuento en el Periodo Tokugawa; una época en la cual no existía un Japón centralizado a la manera de las monarquías o repúblicas europeas de aquellos tiempos, sino más bien, un conjunto de dominios gobernados por su respectivo daimyō liderados, casi todos, por el shōgun.
Pues bien, las presiones del exterior que comenzaron con la llegada de las Naves
Negras del Comodoro Perry en 1853, habían despertado un fuerte interés por conocer al
“enemigo” desde adentro. Pero unos años más tarde, para el Gobierno de la Renovación, conocer el poderío europeo que había mermado a China, antiguo paradigma civilizatorio para los japoneses, y a los EEUU, quienes los obligaron a replantear su relación con
Occidente, había dejado de ser un asunto de curiosidad para convertirse en una necesidad.
Como expusimos en el capítulo anterior, esta necesidad se cubrió por una parte con la Misión Iwakura y la Constitución Meiji, sin embargo, el ámbito del derecho privado, fundamental para el fomento del comercio y el capitalismo, aún quedaba pendiente. En este orden de ideas, dos importantes académicos japoneses serían enviados a la Universidad de
Leiden en Holanda29. Los dos jóvenes quienes serían los precursores de la Codificación
Civil en Japón, Tsuda Masamichi (津田真道) y ishi Amane (西周) tendrían, como la mayoría de los políticos del surgente Estado Meiji, un estatus samurái. Ambos jóvenes también coincidirían en volverse fundadores de escuelas de estudios occidentales y académicos estudiosos de la cultura europea en general, y de su tradición jurídica en particular.
29 Este destino tiene su explicación en el hecho de que, hasta una década antes, Holanda era formalmente el único contacto de Japón con Occidente. Cfr. Goodman, Grant R., Japan and the Dutch 1600 1853, Curzon Press Richmond, Surrey, Great Britain, 2000.
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I. PRECURSORES (1860 1868)
Tsuda Masamichi, nació el 7 de marzo de 1829 en Mimasaka, dentro de lo que después se volvería la Prefectura de Okayama. Descendiente de samurái, se dedicó desde muy temprana edad a ser profesor en la escuela oficial de estudios occidentales. En 1862, junto con su colega Nishi, fue enviado a la Universidad de Leiden para investigar sobre el derecho público europeo. Es en este momento cuando, al mismo tiempo, Tsuda conoció el derecho privado como “aquel relacionado con los derechos y obligaciones entre los ciudadanos y respecto de éstos con el Estado”. Como expliqué en el capítulo anterior, este concepto no tenía paralelo en el Japón de la Era Tokugawa, por lo cual Tsuda quedó inmediatamente fascinado con esta forma de regular relaciones interindividuales tan distinta del confucianismo y los edictos shōgunales.
Dentro del derecho civil, la existencia del codex o código, el cual además de regular a los ciudadanos tenía una estructura ordenada, concisa y aglutinante logró que Tsuda pasara de la fascinación a la acción. Así, en 1866, poco antes de acabar sus estudios en la
Facultad de Derecho, intentó una traducción parcial del Código Civil Holandés (Burgerlijk
Wetboek) de 1838. Fue precisamente Tsuda con esta traducción, quien por primera vez acuñaría el término con el cual se conocería en adelante al código civil japonés: 民法
(minpō) es decir, derecho de los ciudadanos30.