o

MARIO SOFFICI; FRISIOMìROS DE LA TIERRA.

ESTUE^IO R m iZ A D O POR;Faria del Rosario Luna. Ana Lavira Liisnich,

PROFESOR; Claudio España.

Facultad de Filosofia y Letras. U.B.A,

Agosto de 1987. i m m

- PnOIDGC------pag. . PMiORim POLITICO-SCCIAI, DE LA EPOCA ------pag.

“ EL ESTJIDO DE U CBie-I/J’OGUiFIA EN IIÍGÍM BÍA------pcg. - iaJALIÜIS HffEiKO DE FRISIONSÍOS DE LA T IH íR A ------pag Sistena indiistrial del film ------— ------pag División de secuenciac y escenr.s ------psg. Escenografía- Ambientes ------p«g.

El cine copo crítica íjocial ------otg Teriática del fi3r. ------pfig. Críticac sobro In polícvJa ------pjig. - COMCLrSIOKES------'------pag,

- AI’íliDICE; Ficha técnicn de Is película — ------—------pag Mario llolficitsu c i ñ o ------P^-G- El autor: Morncio uiroga ------pr.g Los adapt-rrcreE; Ulysies Potií. de ll-ur'nt- Darío 'ixiiroga ------

Iluminador ------— ------ptg,

- -.-i Vs PROLOGO I

Prisioneros de la tierra fue filmada en 1939, en momento histórico controvertido. Tra­ taremos de comprender cuaH. era el contexto socio-político que influye en el film, des­ tacando las características y contradicciones internas del desarrollo cineinrtogrlfico j argentino en la década del treinta. Paradójicamente, en esta época que es la roas fructífera para el cine argentino en cuanto prod-ucción de pelíciílas, apertura de salas y estudios de filmación, difusión de actores, se va delinecondo el porfil político del país caracterizado por el autoritäristno de los gobiernos de facto. Las películas de este período se caracterizaban por eludir toda problemática social su | fin era entretenex , conmover y divertir al espectador.Prisioneros de la tierra es \xna eyce¡ ción, ya que propone xma crítica social concretti. Segvirainentc por este motivo creó grandei i espectativas en la época de su estreno, E¡n el campo cinematográfico fue revalorizada y proclajrada como bandera del grupo Cine Li-’ beración en la década de 1970 Este grupo, liderado por Fernando Solanas y Octavio Getino' concebía al cine como un medio de luchíi contra el inip'srialismo. Se oponían el cine siasi- , vo, industrial, desinformante, propugnando la reflexión, la denuncia. |

Hoy es m a d e las películas mas recordadas t?mto por el público general c o e o por la crí- f tica especializada. El film se actvializa por s\is aspectos formales y por su temática ya qtie trata tema ' I ::ocifil, dándonos Ir. posibilidad do analizarlo como un docuri;ento histórico, como refle­ jo de las sitmciones injustas que lia vivido nuestra gente, A partir de esto nos pode­ mos preguntar hasta que punto no se siguen dando sitiaaciones similares en les provincias ' argentinas; y en que medida el cine argentino actual abordo la problemática concreta dol ! interior de nuestro país. PAKORAMA POLITICO SOCIAL DE U EPOCA.

Hacia octubre de 1929, la crisis económica se manifestó en toda su amplitud; toda \ms fonria de vivir se venía abajo, los bancos quebraban, los mercados de valores caían; luego el ham­ bre, la desoci^iación, la mortalidad infantil, el aumento de las enfermedades endémicas, la ola de suicidios. Las grandes potencias preparaban su enfrentamiento, abriéndose m a lerga parábola que culminará con el bombardeo nuclear sobre ííiroshima y Nagasaki. La crisis del 30 significó le rupturr. de los mecanismos de la división internacional del tra­ bajo, significa el transito a uT; nuevo ciclo, con otras modalidades de relación.entre las ac­ tividades productivas y entre los países. La recesión no es solamente laia catástrofe, sino también ’jna modificación de m a serie de mecanistnos econórdcosj de la crisis salen los coinier zos de la Argentina industrial. Intern

* •• ! 1. fj> CINl 'U.10r,iu.F]^. ^UnEKTiyii ilL U EPOCA

r or 8 1 d t r ti re íiios íkin r ^ rtíc te i f s i ic e s prirciniile» del cine tire n iin o durante

ioB ti nos in^íTí IX 1040^ epocti eii que se tífit*n7ii le i n d u s t r í n , r i Pe?na to^í^rá T i -

C6. Dichti industrie se concreta en 1932 con le fundeción de /irrentine Sono

Film V de Luiiiton, nnién cuento con estudios propios desde diciemlre,

Arpfíiitinu bono Fi I u trubaje en viejjos setfí, husta Que er 1937 inaur^irp* feu

estudio er tari fue z.

l^.MtuB dos ni fidur torus se iiicíí¿n con dos filn e s i M^or t ttnte s : Trrírro (í.ui s

Moíriiu n&rlli) \ li'>g Iros Vierretiree (íquí^^o liUmiton),

Fí I93r> Hi* fiipr’tji ; Iti r.C.i*. {:\iofrlnA Fur tiO , f i i undo P ic a flo r e eso nisiio

urío. El l^r^C se fundaríu el sello S ÍDF {Sociedtid í'opresortt de D sros Elec-

frolonicosK u cuyo tiente se encontruba /*iffedo Murúa, y posteriormente,

en 1938, lu nrodur t?>ra l^mpa fil« , cor estudio» propios y la dirección

l erul de Olerrtirio Fe i raudo.

La E.F^^i* (Ls tuV; lee i ni en to íi leaderes urgent i no ) , derivada de la c nema to­

rra! i ca Julio Joiy, ir icio iírualnien te su trabajo con ildios, Buenos Aires

(de Torre Uíos) en 1938.

ios í limes eslrenudos er^ esta época fueron la mayor parte oc'uiares« toman-

i\o como tenas nrincip^les: el tanp^o, el fútbol, las ;nuieres, y las rostum--

lues de Fueros ^*tres, iSpaí ec ie ron nuníerosos directores con variados concep-

r i ones ideoioricas v estilos forüiales diferertes, nue i nf luer c i aron y

pro llovieron la r f^orosa expansión c ireiuei to^raf ic e* jll runos dr r 1 los f?ieron:

José Á, Forrrvra (rnien reaparece en 1934 en el sonoro con Calles de Fueros

Allies: iu ar.u es do nníro): 'toí?lia Barth (con el ^ran ex i lo de Fiar hue lo);

vfario Soffici füine de bandoreóii) ; Dariel Tinayre (Fajo la Sunta Federación)«

>ianue 1 l»oiiero f N o f b e s de B u e n o s i r i r e s ) : L u i s S a s l a v s k y (Cri^^ies a l a s t r e s ) ;

iirtiiro S. Ion (Vlpx^to Criollo) í Alberto de Zavalíe (Escala en la ciudad); Luis

r ésar i;nudori (ruf'rto Nuevo): forre Kíos (quien debutü con El conventillo

de la Palona); Fruir isco Mu(3fica {¿^b í es la vid»), etc.

Ui crftiíu fue hue » ^Mido sus aportes pura el creciiíúento y difusión del c i-* *■ ne , con el coin^ntario de f^elículas, de la vida de ios artistas y la compa-

ra e i 6 n c on e l r i ne exi ran je ro *

Fr los tíoos ?0, ñoco u poco, la clase iiedií» iré intejrríndose como público

de cine, y se vera reflejada ai nuchas de la» pe 1 icu las ,esi>ec i aimen te a f i ­

r e s de l a dc?cuda de 1930.

Fntre los aoos 19'’5 - 1 9¿10 , el cine se Ibaiancea ertre : lo muy no’^ular (tangos-*

isl rías de nurr ia udos o venidos a iienos -historias de rente de cenapo se- ^e (^d o s por la gran ciudad): nlfunas adaptncionGS literarias (corio Ar.elia, en por Moglie Darth)j hisbdrins toliciales iirir>regnadas de veriscio (como Fuera df? In ley, de Ro- ir.ero); ineloclrair¡as (diriíádos sobre todo al público fetnenino); algunos teir.as cair,peros con ingredientes históricos; películas sustentadas en fifjuras populares (Libertsd Ijíiirfirque, Hw:o del Carril) y ¡iiuy pocon intentos de pela'^cul.us con crítica social (poderos rnnrcer co­ mo precLvrsor al fi].m de T;3í> tiene oorrJ-sario el pueblo, dlriifjida per Martinez Payva y Edu-irdo Morera.

Cono hcT.ioE victo, el. aHo 1' 3 cr, uno do los fruc'íferos dentro de 3a ciiierril.cjrrr.f{?■ argentina. A continuación detallaremos inforriación referida al núr.ero de salas, nruducciór de largometrajes, etc. 1~ Producción de la rpojsie irta je s ^

! Año 1935 ;i»o 1938 Año 1942 1

E.K.U.U. 525 455 498 iirpent ine 13 41 51 I Prasil 4/5 4 1 Cuhe — 2 2 Méx ico 27 47 49 Frane i a 115 122 72 ? Italia 21 68 118 A lemani a 123 114 62 UII¿>S 39 40 41 j Gran Hretan» 199 116 <0 Checos lovanui 8 23 35 11

2- Uer upi tu Ittc 1 «>n de lare^ome trt> ,jes por fontineutej^

1935 1938 1942

I'uroT>e 600 700 500 AfiiP r i r a f i 1 i c a 13 9 23

3— Totttl munditìl «le lurffoiiietru.jesg

1 1935 1938 1942

Í938 1989 1443 1 A~ Producción .ie lurfrosnetraje« de América Ltìtiro^

ü'ío ^re. F!oliBia Frtieil Co loinbi’ft Chile Cube Méx i c o Ferii Uruimay VPl

1030 9 l 18 1 3 1 3 0 i 1931 4 1 17 1 0 1 1 1 1 1932 2 0 14 0 0 6 0 0 1 1933 6 1 , iO 0 0 21 1 0 2 1934 6 0 . 7 1 0 23 3 0 0 1935 14 0 6 0 0 22 2 0 0 1936 15 1 7 0 0 26 1 1 0 1937 28 0 0 l 38 3 0 1 1938 41 0 8 0 2 57 IO 3 0 1939 50 0 7 5 5 37 5 0 2 1940 49 0 13 4 4 29 3 0 1

i.- Georires Sadoul, Historie del cine mundial

3- neorjtrea Sadoul, Ob-cit*

B- Georfres Sadoul, Ob.cit*

auio Faranai?u0 : né ^loeriìs'è 5— Núijero de eaitis c inematoje:ráí icas g en 1939 î

E .E .U .U , -Canadá 19.200 Euro'ia 40.000 /linérira Latine 4.100 •ÄUsireiia-f a.Ze lundie 2.000 itsí a 3.000 ü frira loo

08^400

Sf* tm te de atìitts corrientee, co*«erc i a l e s .

t)- Nüinero de fia lus de Bueno« Jkire» j Nue ira York, en e l uño 1939*6

Buenos Ai reti

No nbre Capac i di^d

Hex 3.300 0 iera 2.500 1 dea l 900 Sui nacha 850

Broadway 1.850 Vionuds e n ta i 1.830 iàtobassador 1.400 Nor r an d ie 1>400

total 14*030

Nuevfc York

Nombre C ape«i dad

Âstor 1.140 Paraaiount 3. TOO Strand 3.000 Roxy 5.950 Cu ni to I 4.700 H. K. O, V!us î c Htì 11 6,200 Ri VO 1 i ^ 2.200 Ho i Ivwood .1,430

total 28.320

8- Georp^ea Sadoul: Ob. cit.

6- Herairdo del cinematografista 432 —aaiércole» 8-11-1939^ 177 Observanios que la producción cinematográfica americana aurienta entre los años '!'• 35-''94^ » niiontras que la producción de los países europeos disminuye como consecuencin de Is crí­ tica situación vivida durante la Segunda Guerra FAjnáial. A pesar de 1.a inajTr producción que se da en Ajncrica la producción total s.undial de largometrajes decae. Con respecto a las salas cineníitográficas, proporcionaln'ente a su poblsción. Be As, es la ciudad del liiundo q'ao tiene mas salas y localidades. En 1940~'41> cuando se inicia la crisis a causa de 1.a guerra la cantidad de solas en fun- cionarnionto trajo prcblenas, debiendose cerrar gran núnero de ellas. Deboir.os tener en cuenta ademas, que In producción nortear cric rTia ocupa en f^sn iredida los mercados latinoar.ericímos. Por ejemplo en el año 1S'3ñ, el 66% de les películes estrena­ das en nuestro país son norteíur.oricanas. Esta situación es mas a¿'uda en el caso de Brasil, Bolivia, Colombia donde los porcentajes superan al 70%.

8 ANALISIS INTEIIKO OK ^UJS10>:í^1l0S ir. La TIEltlU ~ SIS'fa-l¿. HsDUSTRlAL FILM

Pampa Filn constituye iino de los sellos de mayor responsabilidad artística y comercial de la Argentina de esa época. Organizado en el rr.es de diciembre de ”1 36, por iniciativa del indu.strial Olegario Ferrando se produjeron serca de treinta pelícxQaj^:^ntro los años 1938 y 1946.

Su equi.)0 directivo inicial, estaba integrado por Olegario Ferrando (director propieta­ r io ), Jorge Pacheco (administrador general) y Pedro López (gerente de ventes^T A este eqmpo se sumaron excelentes argumentistas (Alfredo G. Volpe, Ehrique de Rosas, ITlyses Petit de Mvorat, Darío Quiroga, etc.) y actores (íloiriero Cárpona, Santiago Arriefca, Rober­ to Fxigazot, José Gola, Laxara Hernández, Amelia Bence, Francisco Petrone, etc) Debemos mencionar también la contratación do directores e>:tranjeros y productores entre ellos Emilio Gerineati, Con la asociación de Magdalena C. de Ferrando se constituyó la sociedad anónima que posibilitó la construcción de estudios propios. Como primera medida se adqxiirieron ocho manzanas en Martínez. Luego so contrató a Roberto Smidt, para que visitare Frencia, Lon­ dres y E.E.U.U. con ,1 objeto de adquirir maquinarlas. Hasta ese momento filnaron en los estudios Ltaráton, luego on los propios, que contaban con n\irerosas galerías de filmación, sala de proyección y grabación, modernos laborato­ rios, etc. Todas estas instí’laciones fueron inaugurándose desde agosto de 1^38. Pasupa Fiijr, prosperó debido a su organización interna. Tanto el aspecto técnico (en lo que se refiere a cámaras fiXniadoras, iluminación, etc.) comandado por Roberto Snddt, co­ mo en el área de sonido dirigida [>or Andrés S?.metan, conflii^eron junto a lañes riguro­ sos de producción. Otra innovación importante es la construcción en sus estudios de tme calle con dos aceras y sus edificios; asi se podrían filmar exteriores de ciudad dentro de las ocho manzanas propias. La empresa se caracterizó por los solidos programas anuales de producción y distrib\ación que emprendía. Por ejemplo para ol año 194-0, Olegario Ferrando, adelanta el siguiente pro ^ yecto: se trata de integrar en un ciclo dé diez películas toda la gama de posibilidades temáticas que ofrece la pantalla. Ambientes de suburbio, en ” £1 hijo del barrio", temas aristocráticos en"Encadenado” . E3. objetivo de Ferrando es Tr,ostrí;r las múltiples facetas de la reaJ.idad, captando su sentido y expresándolo en arte. De esta manera, se conjiogen «•I arto y Hoc fines corerciales. El programa de 194^ se organiza así; "El. hijo del berhio" ya está ccnc.iuída, "Encadenado", próxiEie a finalizarse el resto de las películas están inicifindose los priri ^'r-os pasos de su producción o bien ideándose los argumentos, . .V a u l v s i s foumàl IÌ.C u rnijcuu

Divi felón (le sfefuenciaa v

£l filili 80 inicia con un nro lo^oot sc r i i o • <^ue «lire: I "Usionrs^ retazo a luci nado (1* ¿t^ tierra orpenii lie *

lil re su uJoico r-nti nto « io vcvrr bneriues sin

iin V rííiB proi ui , t*n el e ^ m norie 1 niiifi.

''a Ili levanta cedí, vex lhub resotumie su cántico a

la nCiZ y al iri*bajo, No siempre fué así.

¿»iiiiulo rru/ürori las rojua encrucijadtiB de lue pietica«

Aibiertas a fiunto de mtichetea er el cort&7:ór de la selve,

hombres de rostros mt^rcados pèr el dei^tino« muchr>»

vivieron una epor^ye de gtiurre y de r-lcohol.

A cBos días turbio» y i^xtruñas noe llev^ nuemtrti tu stori

Fste prálof»“» f^s un elemento de làutooen^ure, ya que nlfinlfiarfe oue lo«

hechos sucedídoa correanoiideiì fel p^Sido y no a lOH^.

iUyj^ea Petit de Murat divide ìì los diálogos do la í'eíículd en 10 tirios,

pero ti tei: i en dore m icamente u ellos* Kuestro pro nos ito en <4*>«bío, es» el

de divi

üíucrdo 4k 1 sir ai ente criterios Li.^ secuencius estorfrn tTitrcti«fn« *ior unp

nniítid í.e-mí 11 í ?i e H |»uc ìli i * Y Ln« e«cc*naB de ctcxierdo a loa cambio» em«* bienteles*

Notación de secuencius y eftcc'nts;

Fi è nal fie i on de 1 embt rque de los ?i>eubú

“ interior He 1 bui\. Los imvhú beben y escuchan »mííiice ut^uurdi*ndo ir

piiT 11 da.

2“ Enbüroue v v ii.ie do 1<»íí ."lerFu h< stc* el yerbuftii

- rX t o I' i or , d i u * en o I ¡yue ile. ík;6r>e d i da.

- Inte rior, lutiic y íívn^ioies*

kebeiión de lodeley. Lo i.tan ol paio en la cubií^rte.

i - Exterior* bar ro* l’ri .vnr encutiniri^ de ^»n«írof y i ndo ley.

- Interior, bureo. Uabitacióti d e ivohner. Dialojoro con ilndrea. Se eñcu^*

chan uM!!lodíaB de Beethoven.

Exteiior, Ijurco. Li b«i ración de Pode ley ,

- interi >1', bureo, el doctor lÜBe eura a los enferasos. ^ " J

-Exterior, barco, el nuisico com ntn aua jiroyectos a ándra^tt^.

- Lxierior, bureo, diálogo entre Podeiey y Andrea* Se escucha una quejn

cantada orí eviaraní,

- Inte i' or* líufio, ei doctor IUíí%í hí^ a« uíia do lo muerte de mon^d*

3* Dt^ae nbu re o- Vn e 1 ye rbi^ita 1

- El doctoV Else y &u hija se abira*> una rasa.

* Interior, cesa.Frosnesa dol doc#or d e curar a loe enfermos.

Hobrer aiiruict qu e el doctor Else buce «milagro« j© que curó n loe f^nferaos,

- Interior, f «jbg de Podeiey, K1 doctor anide y cura t* Podei<‘y,

Ai otro díü, se sioiite recur>erado.

- Interior^ hoiicho^ noche* Eise no quiere curiir una uiaier enferma.

liolmer le invitii e b<=:ber uin iímáte®.

- Interior, de Andrea# Kohner es rerhüzmío eii auí^ téritativas amo-

r o B a «*

- Exterior* noche* /»ndre«? huye titruvosondo lu a^iva.

Encuentro en Ui eabatin de Kstebuii,

Pre ^^aru ti vos nurfi ei regreso de los

- Eicterior, selva, dTa, í)esp«*dida »oo m litJi en

- itvtorior, c usíi de Andrea. Comeitaiio d#'i proyecto del annco,

- Eitiers or, día, yerbataieu, Kohner anuncia i e p¿u ti dr, qoi) bq ltt;«ra ui

% úíu si^ruiente*

Paseo de iaidret^ y Estelmii por la selva.

HeiTrei^o de iou meiifeiL Priiaeros ^ dortor^

- Inter i or, oficina- Pode ley, debieiido í ri ju»tem4'nie ufia cueiitíí, es

condenado a un ano *néa de trgba jo.

- Exterior^ Wrco, Partida#

- írtei : or, bürco* íieproche ile ündrer a Ka'hrr r*

kohr^er, solo, escucha munice.

InÍ€irior, ft^Ha de «nndrt^a* f^iíirioíé aa tu l

Pode ley iaat« a latigazos a k^ohm r *Se ^Bcnchun varitieionea musicalaa^ primero se escucha de Beeth¿ven^hasta qu6 Kohner re liuero f m co- mienzf» a escuchar otra meiodftu » 7-^ Encape frei^trado i>gr le muerte de ándrea-Muerte de Po^elfT#

- Interior, h oiiche.^e comentíf li» smierte de kohuer y If? bu»c|?ieda de

Podeif^y*

- Exterior ,día ,ruinas* Pípne en el escrow el «ur#

- Interior, cbüú de ^^ndree-“ Andrea y bu padre deciden pertir tembien« De noche ,de Iirios del Dr*. i^/lse.Cn uno de

€ i loa, atac8 t de muerte e su hija*

í^irterioti,ditt,ruin6B-^ Olivera da la trísté noticie e Fodeley«.

Podeley decido quedarge a acomn^niir el corte^jo

"fúnebre do ¿ndrea, cerceno h las rsiin«>s.

, • Los capunne» ¡naiun'u Pode ley, quien ce« i.nrii¡io-

nando ia tierra roja con sus »nonos,

ií« eecucbu «n <«ro, «c■>üi¡'ííñedo por 8á*i«-u.

'í«tóP6 .V 41 nryr-.—---KT'-.-fi—

— ESCENOCRjü’IA Y AííBIS'ITES

Las acciones se desarrollan en cuatro ámbitos pricipales; la selva, el barco, el boliche, y las diferentes habitaciones," Cade tino de estos oimiple con "una función precisa. La SED^A ¡nuestra el trabajo y la explotación de loe inensues en los yerba tales, y las pre­ siones que ejerce la selva y su clima e los habitantes de la zona. Por ejemplo, en la se­ cuencia en que Andre?, hijye atravesando la selva en busca de Podeiey, o cuando éste iruere con un pufíado de tierra entre sus manos. El BARCO marca el control que ejercen los explotadores sobre los mesues, es el lugar don de los tienen al externo controlados, se les hace dejar los cuchillos al subir, se los vi­ gila con látigos, se les prohibe leer, se les castiga atandolos a los palos. Si bien la selva aprisiona a todos los hombros, explotadores y explotados, en el bsrcc doirdnan los primeros. El BOIJCHE es el ámbito du reunión de los Eiensues. Allí se interceabiam inforroación epro vechando la ausencia del. patrón (cmndo se busca a Podeiey por catar a Kohner) esto es }'sa£ ta cierrto punto ya que por órdenes del patarón se les permite beber sin límites, pera em­

brutecerlos y quitarles toda posibilidad de reacción. Además se les paga con bonos, Ib c í - tándolos a que gasten su dinero allí. En las HABITACIONES de las casas o del barco, se dan los diálogos iras íntimos entre los distintos personajes. Kolinor expresa sus sentimientos por su tierra natal al escxichar mxí- sica de Beethoven en su habitación del barco. Podeiey y Aandrea se encxientran en la casa de éste,'declarándose nutuo ar.or. En este ámbito, conocemos el interior de ios persone- r jes, svs sentiiTiientoE cías profundos. Scffici se interesa por diferenciar claramente donde se desarrolla la acción. Por ejetriplo cuando se eEibnrcan hacia los yerbatales, la partida es anunciada por primeros planos de la chirrieneo del vapor, de la nala de imquinas, etcj la llegada a los yerbctEles se a- nt;xicia con una panorámica de le selva, slopdo ésta de vma importancia fundamente! para ol filr en su conjunto. Si bien filma eqmlibradumente er. tiempo entre interiores y erte- riores, los últimos tienen gran peso ya que unos de los objetivos de Soffici es acentuar el ámbito de la selva rdsionera descripto por Horacio Quiroga, En este ultimo aspecto,”Prisioneros de la tierra'* coincide co muchas otras películas de critica social, que muestran" exteriores y zonas de trabajo rural,Por ejemp lo, "Las aguíjs bajan turbias” , "Los isleros"# "Tres hoEbres del río” , etc,

, V . . y" / t

K1 sonido fué elaborado por Anrlrés Szmetan, la música por Liicio Demare/ La sonorización dol filíi esta integrada por varias líneas interdependientes: - diálogos de personajes en primer o primeros planos. - diálogos personajes que eswac_ma»-‘lejos-o-e«'off, ' - banda musical. - sonido ar'.biente. ~ sonidos y efectos especiales. Los diáogos qixe se desarrollan en primeros planos, corresponden Eenerelrr.ente a conversa­ ciones de los personajes principflles (Andrea, Esteban, el doctor Else,$ohner, etc. ). Está^n

on boca de cada tino de ellcs caracterizndolos, definiendo su Ki'undo, s t í s anhelos, sentijr.ien tos, condiciones de vida y el choqiie con las mismas, Lojs mensues emplean -un lenímaje coin- cidente con su clase social, con conceptos propios, frases en gijaraní^¿yiros y er.tonaciones c£.ractérí£ticcs. Entanto q\ie Kohnor y el doctor Else utilizan un lenguaje más refinado. Les diálogos evidencian también diferentes niveles cvilbttrRles, por ejemplo, e] personaje del Manco m-aneja iin lenguaje más cuidado y cor. cierto vuelo poético. Es el único que lla­ ma u

La baiida musical poseo dos funciones; La de ambientar vxia escena (la queja en guaraní, le m.elodía de Beetliovon a Kohner); y la de crear una ináxima tensión - distensión, corr^ Istiva a las acciones. Cuando /sjidrea y Esteban recorren la selva se escucha une m.úsice alogi'e, conforme con sus estados de ánimo. Cuando Esteban mata a latigazos a Kbhner escuchamos que lu malsica de Beethoven agoniza surgiendo otra que marcaría uns nueva etapa para lo vida Podeley. El cortejo fúnebre de Andrea es acompañado por un coro triste.

• ILUHIKACIÜN-CA;yaAi3

**Prisioneros de la trierra" posee vena iluminación que tiene m.ucho del expresionistno cine m.atográfico y de la iluminación teatral propuesta por Max Heinhardt. Trabaja con" escena rios osctros, en pentanbras, sobre los cuales aprovecha el paso y el movimiiénto de los a£ toros. Se crean climas de m.istorio, Pablo Tarbernero trabajó con haces de luces mecheros etc. que proyectan luces o establecen un centro iluminado. Esta formo de il.vmiinar es constante en toda la. película acentuándose en los interiores; hay monientos en >\ie existe una luz clara, paisajística, por ejemplo cuando And-'ea y Es , toban pasean de día por la selva cerca de orna cascada. Cabe destacar el contraste de luces y sombras, especialmente en los mom.entos en oue él doctor Else delira y ve arañas en el techo; la iluminación de un personaje con un hez / do oponiéndose al resto del cuadro, svonido en tina vaga niebla. De esta forme se r¿** <* i*- — .v^.iido del drama y los estados de ánimo de los personajes. Por otro Indo, ia oscur-idad disuelve las í'ormias y crea un mundo mágico. La i3.\aiiinación y el. encviadre otorgan entonces un significado especial: son agentes activos, creadores de espacios, climas, concediendo a la oscuridad y a los contrastes su coeficien te maravillcso y realista a la vez, intensificando el elemento trágico pero tratando s la re;;lidad poéticamente, peró"'siñ~dejar de ser una crítica a diche realidad,' Ya mencionamos el empico^dc algunas técnicas que crean un ambiente penxnnbroso y muchas veocE hostil, t.xles coro los contrastes entre luz y tinieblas, ,nombras (propia.*; del to o proyectadas) j la ilun.inoción desde abaje, etc.

i 3 -ACTUACION

"i^isioneros da la tierra" llevó a la pantalla a eyc^aCLentos actores. Hube dos cair.bios ftmdanentales a ultir.c momento: José Goln (qiiien se había destscodo en Fuere de Ir. ley . y en la Yuelta al nido) falleció pocos días después de iniciado el rodaje de Is pelí- CTila de peritonitis. Angel Fagañíi^ galán de la época, lo reemplazó en el papel de Esteban Podeiey. Delia uarcés, que debió animar a Chijnita, no pudo viajar a Misiones:fué reemolezf.da yor \jr.a joven de diesisiete años ganadora de un ccnctírso organizado icr £1 Ha?.

bautizada Tí:as tarde c o k c Elisa Galvé. El elenco se completó con Francisco Petrone en el papel ie Kohner; líaul Lnnge en el papel del doctor Elsf; Homfjro Cárpena (Olivera), Fíoberto Fugaz'^ot (el í'jnco), Pepito Petray (Tirafogo), Jorge V illoldo, Ulderico Camerino y Agustín Barbosa. Francisco Antonio Petrecca naco y muere en Bs.As. ( 1 - 1 9 6 ? ) . Se h.abía Iniciado como com parsa dambulando luego por ruchos escenarios; trabajó en revistes, en teatro, en cine des­

tacándose en La feucrra ivxlcíis , ¡'’ar.t)a bárbara. Tcdo un hcbre. etc. Ucali’/aría ooctorirnionte nJia notable labor cultural como director genei*al del Cariai 7* En FYirioneros de la tierra interpretó con profundidad a su papel, expresando las contra­ dicciones de un hocbre cruel y i;encible a la vez. A través del reooso y la exaltación, Petrone lo^a ex resar los estados de ánimo de Kolriner, En un reportaje realizado por la re'.'ista Plática,^Petrene afirria que el cine nacional "debe expresar al hombre con stas pro­ bi«.‘¡r.as, sus virtijííes, 3’os desacuerdos". Si Petrone encarna un nivel medio de expresión, versando entre el reposo y le exaltación,

-laiíl doLange encarna el niveljr.as alto de expresión, interpretando e 1 doctor alucinado. Langc de nacionalidad argentina, hbía llegado de Alemania luego de ser discípulo de I-!ax Reinhardt. Su actuación se destaca por la amptilosidad y grandilocuencia de sxjs gestos

(vcrr;03 aquí la influencia de IL'iX Reinliardt), Su acbu/tción se opone al trabajo l.lano y sim- plc' dn otros personajes. Interpreta en la penurbra, en la noche y 5or moirentos cae sobre e] ima brvisca iluminación. La noche (el fillt. transcurre prácticamente en la noche)disuel- ve lar' formas y da paso al horre alucinado, borracho, derrotado. El. . üclor FILse repite const-intementc "la vida es igual a la muerte” , es decir, a la noche osciru. S'-us mcvimicntos lentos, la ir.agtjn cinestètica del cuerpo, ofrecen una dinámica n;^ticular que se difcrancia*de las de los dem᧠porsonajes. La "evista Sintonía g . dedica un artículo a la actuación-de Lange en el cxial afirma que con el se conjuga la irv/crción en un perponeje y el talento drairÁtico creador. Al encar­ nar \.ai personaje d ifíc il, se mantiene dentro de le sobriedad y la iresura drsirátics, sin caer nunca en el. exceso del melodrama ni en el artificio*'. iiTig:! Pagíifia y Elisa Calvé, desarrollan una actuación coloquial, sentida. Desde sus dia- logos a su accionar intentan ser simdl de la realidad. En el punto ppr!.iaéto de este tipo- de act\.iacion está Raúl de Lange que se expresa con gestos grandil.ocuentes. Angel Magaña y Elisa Galvé querían crear vm modo de actuación propiamente cinematográfico, conocien­ do el vnlor del primer plano. i'jngel !lagatia se Inició en la compañía

------— ------— ...... — ...... Snoro de l';56, KS 1S 8 - 331, pag. 71. En lai reportaje que se le hace a Magaña lo reconoce como a un director que tenía otra

"puntería". Encarnó en Prisioneros de la tierra a un joven inquebrantable, "s ibi heroe que hace justicia ante ol trato b^írbaro de su patróní.. . ) Ese látigo eran siglos que pe- gab:in; no era una peleita do un amante desauciado” .

- 4

^ - Reportaje al Cine iVr¿;entino, Ed, Abril,, Be. As., 1978,

4 5 ^ Zi cine cono rritico social

Soffiri, r ori i nuiii dd con su estilo iniciödo en *’Yienlo norte** (1037), P b -

sando r'or **kil6mf tr> 111** (1938) y ^*H!1 iriejo doctor** (i930), realizti **Pri-

8iofií^ro8 fie liA tierru”.

*’Viriito norte-’ nostro til í?aucho noble, rústico y enatinte de lu libertad, ai

comandante ni litar llevó nuevos conceptos de civilización a las llanu­

ras recién tran^das al indio, a ia madre criolla, los mozos derechos, las

chi ni tus pícoraa y losi, aiuos todo pode roBOfe de los grandes r »lab lee i ni en tos

de campofc# lieconetru>ó los legendarios fortines y pulperías con su soldades­

ca y su paieanfcde, evocó co&tuinlres e irinluyó cune i oí* es f olklóricap'*^

Solfici deiíueslra su interés de filmar en exteriores, de mostrar lo autóc-

tono de su país nie da ante su ^ente (gauchos, indios) y su ambiente (canano,

ranchos, pul^iei fas).

Et ’»Kilómetro 111 ♦* presenta, utilizando los recursos en tr r i ormente mene io­

ta dos, problemas sociales de la época* **Pe r»e árias animo a ui jefe de es­

tación nueblf rina, a lo^ colonos de la ree * ón den oue les fíe los

fletes n ura enviar su trif^o a Ps*^s. y esquivar asi al acapiador local nue

los expbólat conTK>vido, accede í los colonos obtienen er Fs.iis, remunera­

ción Justa por su nroducto, pero el ferrocarril deja cesante al biw»n hombro**^'

En **E1 viejo doctQr” , Sof f i c i * toe ó un tema de viva actualidad: lu trans­

formación opf'ruda en el campo de ia m#* die i naapor la aparición de las gran-

des clínicas modernas. Opuso un viejo laedico de barrio, Enrique Muino, oue

ejerce su profesión como apostolado, a su hijo, ánprel Mai^raue, que anenesi re­

cibido se incorpora a ur sanatorio de lugo en el que se explote sin escrúpu­

los el paciente’*,

^ ’"n todas estas rv^lículas vemos la intención de Soffici de mostrar temes de

repercusión social. Jieniéndonos ya específicamente a **Pri si onero© de la tie­

rra’* , Di Nubi la la define coiao un drama social- folklórico, sin dar dema- * ' <» siadas explicaciones sobre que es lo queequiere decir con esta definición.

Podemos afiraiar que es un draata social en tanto* que toce elementos de le »

10^ Di Nubila, Domingo: **Historia dei eine argeni/ino*’ Tomo I pa^r* 93

11- Di Nubila, Doningoi ob.cit. , pag. 104

S Z ^ Ibidem, pas* 117 explotación social de los mertgtí, y folkióricií en tanto no& nnuestra las

tradiciones (en narte) , del litoral j el f»p«go de sus habi taiites e aii

^ ierra.

Podríanlo« ir m&» allá y decir que ^’Prisionero« de la tierra” es un fi im

rea 1 i ata

Enipndívmos nor realismo ie deci^sion no solo de mostrar, si no de enjuiciar críliranrntp In realidad socio! j Ijñ coodicion humana Ui? articulación

del indi^^idno el nedio#

En »’Prisioneros de la tierra’* no sólo se nos muestra umx realidad social ^

la eiíplotacion del hombre (loa mensií) por parte de quien ejerce el poder

(Kohvor) sino que también haj una mirada crítica que la condena.

Si ncB reTiil i nos al comieníBo de i film^ por »sedio de un prólo|ro f^acrito

se nos alertá an e lo» aconteciaiientoe qii e a ver forman parte del

naaado • -Ea ur atenuante y im modo de hai^er posible la nroyeccion del

íilra^ Se noa va a nresentar una realidad soci al pasada, dándosenos entor-

res no solo una ubicación teaaporai sino también espacial ( **Mi si one ♦•ex­

tremo norte del nafs” ). Eate prologo curaple una doble función parado jal í

por un lado ti«ne la intención de hacerno» iotüar dif^tancia con respecto a

lo« aconteciínientOB que se Tan a suceder ya que forman parte del panadol

fjero por el otro el hecho de que «ea una historia paaada, tomamos una ac­

titud critica con reapecto a elloa, ya fiue eoa dealigamon de toda reíRnon«-'

aabilidad ^sobre loasmiamos« jm que sio noa afectan directajuent^e« la rrrtiftx í-oíiul la articula Soffici (o Ulyse& Petit de Murat o Darío

Onirorb^, por ícmUo de \m individuo, un héroe? Esteban Podeiey. Por njedio

de lu í ui tif terizac ion de eí^te se hace extenaible b todois lo» demás* El es

eí ho iiiire onriaudo t: quien explotan inhunuaianíeitte , tx cuien emborrac han pa­

ra que no piense, a quien lo cuBtigixii por leer un libro (que se titula jus-

tatienie l dol»r del mengií**), quien no puede concrf^tar su amor porque es

mane.iado nor nnif-v lo explota i e8 en definitiva quien a f'esar de iodos su^

&UÍ1 i niertos va a hucei justicia*

Se presenta mdituvlrr Esteban Podeiey, la posibilidad de un desarrollo mus

nleno del individuo* iJesde comien/.o se habla por parte de Podeiey y QH ~

vera, la posibi 1 dad de ir al sur. »’Iremoii hacia el sud..*donde el hombre

no uí f»srlavo’*, ’*hío abajo, donde lois hombbes son mas bueno«**.

Hay ura act’ tud crítica en lo« pe rsona je seiex-ilotadog. En la pri nera esce­

na, III moisii le €onm\itx a otro quí' tieae al padre postrado, que desea nue-

f!ars<^ a cuidarlo, pero ’’borracho jne J)ic ie ron fir^Har y el viejo se^ va a oue-

dar solito’\ Ir nediaiamente vemoK cóao a otro nsersú que ro ruiere firmar,

lo convencen o ht.cerlr> eetumio éste lioorecho, dórdolc un toco de S 100.—

Tsa d EsibiuJo ye en tulieitb, Olivtru coineniii con Podeley que no le pust*.n f»ue

lean, 'v>wr.ufí rí uro ve y sfahe, no se deja rn»> er. El irtibeja como peón li­

bre ]x>rque "los turcos bolicheros cobri*n diez pesos por una comisa nuft vale

d o s ’’ .

Vero, por otro ladn, podemon b íiiim r también que »'Pri si om* roe de U tierra*’

tiene ele me pío 8 ratureiisifas* Se por e eï\ïuBÎ& en el destino, los p^-rson«-

jes están pre-de te r sii niidoB, yu sea por supe rsric i ore s o ñor el medio ratu­

rai.

Olivera le f’ire l Pode lej nue tí p^ti cuidfido con Kohrer: ’»anoche soné con

Mttlos___sifTí ifica irtiición” ! más tídelánta afirua ’’¿.roche soné que subfn

escaleras. •. buen^ seiial,.*** Ir las ruines.,de San I^racio, cuando e^tá Po--

de ley nrcoarardo la rHiïtidîâ, Olivera le da un payé para que le m ide de

ios r>e liaros. 3 se le cae, e'sto ^ipiitice ma 1 se ría 1.

Cor respecto al destino r-ue tufren los habitantes de s«e ítiedio natural,

también uvmrecen aiuchos ejOLiiplos ilustrativos: 1ií queje cantada en ruer»--

ni dice ” la vida triste pata el ríiensü •. * vi ve olvidado y en la traidorc

©eIva, • .trabajar es su destino i*ra •••lirdc coiro imii estrtîîJc

puede poner un íx>co de lux en una noche osciire*”

El doctor Ei«e se siente”* • .coaio si la llavia lae amorta jerii «««hace 25 ñño&

que estoy envuelto en sudario húmedo« presionado por é^teí tierra*”

üiDaloisrendo eí doctor Else con iwohíier sobre 1» peste dei yerbatal »esteultiw op

opinas “si pudiéramos cegar los pantanos .Jlh esta tierrales invencible Else,

hay que dominarla a machetazos • pero por un rato* •• despula ea ella la que

nos derrata***

Nuevaoienter.e l dirtor Else **E1 ^aanco suena con que nos vamos a enriquecer todos

nara irnos», • sue^ a .,* sue ña**#E1 paraíso los atrae,ya no se irán de aquí pars siempre”* . # En resüiïien las personas llegan a esas tierras tienen por destino morir en sllas^ es imposible escaparæ de ellas»3e va r^r m com díaíi f Eise^el padre de li^ohner)

pero la tfeerra inantada los apriaiona^no los deja salir^es el personaje pri**

íBordial en este sentido de la histeria» . ^

Hemofl enalizedo y ejemplificado las ceracterfáticas del reeÜKtao j del nature

lismo reflejftdds r»or Prisionero» de le Tierra «Sin duda la eonsideraiMits reelis- ta rwrquee ere eraos que le película imíestra le verdad d® le realidad social .

Y se trata de un confS ció socio-econónsico del norte argentino.Jamás cae en wwv. el iítelodraíaa ya que la bf^toria roepsantiea es empleado como un isedio artístico pera mantener al públiro interesado penaanente^nt® y per® mostrar qué situa­ ciones deí^n enfrentar dos ena»norados en ese aifibito» 0 49 El rotnenee entre 4 ndre« j Esteban formats parte de la realidad cotidiana de los

.íi0i:;aú«El no poder concretar la relación se »una a la dolorose historia de un

menali exnlotado* w iodos estos eleinentos nat^iralistaa y realista» Tan a aer retomados por cineastas

ínejicanos en la decada del 40 por Emilio Fernaiideii y Gabriel Fi^^eroa y en la

dictada del 50 nrriioberto Gavaldón*El indio Fernand#* debuta coao director en

1041 con^’la I sfa de la Pasi0n7% donde combine elefis^^ntos del melodrama carcelario

con nn natriot i s>no a ultranza# Le seguirán otras íFlor Silvestre^ draBia revolu­

ción ario - 1 9in; *Pero las que tendrán tina relación con el film tratado son

sus Jiselodrumas indip;eni stas JMaría Cande laria( I943)y Mac Íovia( 19491.

Para 1© realización de La Perla contó F

John Steinbeck.Se trataba de mostrar que la a<^^»icióii^cofsio producto de la civili--

nación ,era la causante de todaa la«» desgracian (ancobtramoi aquí’ conección con

El viejo doctor, de Soffici;#La Perla nos permite continuar con nuestra línea de

unión temática que «e da entre argentina y ^ x i c o incluyendo ahora a EE.UU con

John i?*ord.Soffk i negaba haber tenido a l ^ n tipo de diferencia y de sentirse in-*

fluenciado por directores extranjero®.

Se lo considera a Soffici como el precursor de la crítica social en la cine-

mato|!^rafía de nuestro #afa*No hubo entorno suyo una escuela fora#ída nero sí

otros desarrollos aislados.En nuestro país, sitai lares intenciones tuvieron íTres

Hombres del o , 1943(M*Soffici j |Lo» Islero®, 1951fJL*lfet:ílsre ) aptsaiN ttjrb i ©« , 1952(ii. de iCarril ) ^ entre otraa*

Te.natica del i i i n,

i l ñVfrnmer.to eeia hecho en base a tres cuentos de iìar$,cio guiro|raí **Un peón*M

^gine bofetade** y **Loii desti iadorea de naranja**^ ademas aparecen elementos de

otros nieiitoe del autor: »’Los desterrados**, **Los mertMÚ^* y **Tacuara Mansión*^**

$ Knuiierare nos ahora rúales ^on i e leiiieriioíi tomadoiB por Ulyse© Petit de Murat

y Darío puirofa p^ra elaborar el arfmnaento.*"

^^Loe desti ladorea de naran ja * (en»*Los desterrados** > t De este cuento se toaian

vario« personajes y si tnac ione g í el doctor El«e, isu hija, el Vlarco y el ne-

pro brasilero, aquí llamado Malaquíaa lUividarte* ^

1;l dorior Fl«e, a»^arere en el cuento al ip-ual oue en la nelfcuia, viatiend^è

hoabarhas, zaneti lias sin u^dia y una boina blanca, y ofreriendo a todoa su

bastón nara que intentaran romperlo. Era escandinavo (en la nelicula sabe^aoa

nue es entran iero, pero esto no se eapr^cif ica |, y llejro cosao un gebio doctori

ínejro, sus bríos se udjaeiriiisn *y au áéTTui^e ye no se detiene, deaenbocando en

wn delirio tremane y «umiéndoae en la bebida* En la película i&e lo toiia en nle- na crisis, míprircís n«e en el cuento se re le evo lució n de éste, contiindo§<&

que hubía lle^rt^do huele 1800 para fundar hofi^pitales. Er el film, esto es

lili recuerda miy lejono^ estando al servicio de üoliner, que e« el nue dirire

los yerbatales.

Lu hi ia FJ se píi f*l cuento se Huma **Chir ita** y eg *noestre de la escuela

dp Sunto Pino, nienirt^s que en la pelicnl^ e» llumada i^ndrea o Chinite, y

He nenr i oua que se la vida cosieudo (este elemento es tone*do del

rué ni o dr f le r rn *% do? de uparecf* une mi jer oue se rana la tí da co­

siendo la rom dp Vos üen^ü), Ei el cuento, adeiÓB, se c i f*e nue la ioven no

rre In ib (!e Tl^e y dire que h tibí a sido iialiratf^da y aban don a de. Er. le ne-

11 c u 1 e p s t o r o se r \ i de nc i a -

íin el rum io. Else es nmy bebedor, (al is^ual el film), pero qne no be­

be delunte de su liijf* l^sto no sucede en el inii«ín de Mura t-Ou i roj^e) ^

ti Manco posee el ni saio caructcr en el cuento j en el film, repitiendo cons­

tantemente : “ ’Oue lie falta p*^ra ser felÍ7/>, lo tenfo todo**, -áparece también

leyendo un iil»ro nue ae llanca "La ene ic lo^^e di a’% que habla de su tuayor cul*-

tura; viste una caniseta de aiarinero* feli^ y ontijnista*

l’]l nersona Je d#^ I ierro brasilero, aparece en iiuchos otros cuertos de ^ni ro—

P^a, eviderciando nué la frontera entre los dos naíses no era clare.

Ahora bien* en el cuen to el Manco loiP^ra cuaplir sts proyecto e instala nna

fabrica de deístilarión alcoholice d

í> i f 1 i-n. Lo nue a-’^arece en anbois, es que Eise se bebe contiruatnente ies

nrueba« n»io dr hí an enviarse a lis.its.

f i vUinfo, ante esta situación rj^ pi te tanto en el cuento coiiio en la |ielícuií»í

V. líVro se lo hehe todo!” '* ¡No de laeja una fcol© auestra!” • En el film, el doc­

tor Else en aus noiM^ntos mas agudos j alucinado, dice ver ratas blancas y ara­

bías: en el cuento ve ademas otras ali^ auas,¿ ciempiés, víbora«, etc* En ami­

bos, de íHiierte a su. hi ja en una de efetas rlrisis (en el cuento con un ienos

en el film, con su bastón), y la joven re'|*^ite casi textualmente s

•‘¡Oue hiciste, p^pá!

¡Pobre pupa, no es nada!”

Mientras que en el film, le joven planteaba qu e al día siieruiente iban a

tir, a huir, en el cuento dice i ¡Manan a me levanto y concluyo todo.*#!** /*

El ultiHio elen #*nto téimado del cuento, se refiere a la necrativ© del Dr* Else

a curar u la esoosa de un oiensil, üriientras está en el boliche, borracho* di­

ciendo: •* ¡Yo ro entiende! nada da esto!**# Un peón (cii El rf^frieso de iinaconde y otros cuentoíi)« De este cuento ae to-

üa princi pal TH>nte el mesonaje de Olivera, aurqtie aquí aparece como nn m ó n brasilero, itieiitiua que en el film es ur meiíBÚm Pero poseen carac teri stiraji diferentes: en el ruer.to en mwj alegre j le Eusta trabajar ^ara su patrón

nás de la roenta, niei tras que en la |>elícula esta cansado de los'abusos j decide huir al sur. En aoibos, se im?ncionfí qne ha cavado un túnel cerca de

las ruinas, trotando de encortrar un tesoro enterrado por jesufies*

^n este cuento se ve nuv bien cuáles eran las condiciones de le selva, bu clina, sus veranos culur ^soe, siia lluvia®.

Une boíetadfi {vv TU salvaje). De eate ctmnto ge toma el pericón ti je y el non- hre de kohner (en el cuento se 11 asna Körner), dueSo del obraje (en el film

Be truta de un yerbutal)? y el de Podeiey (a quien en el cuento se lo nom­ bra solo como uiensá o indiecito)^ quien se reirela de la» injusticia» y de la soberbia del patrón quien lo abofetearía y ataría al palo mayor, mien­ tras el dice í illfrúr día,*.*’ Pusarían io^ t¿nos, el niensií reirrese entonces ntaia veng^arjse : con un rel>enque , lo íroim»aria y llevaría haata la picads^rnm- bo al río. Podeiey (en el cuento, y en el filfi?), repiteí "‘Canina.. •ca'nine. .* **

’tirante tarro tiempo , caninaron, resoniauio el rebenque eobre la espalda de

Körner^ hasta que el nensu cortó las amarras de la 'Jangade, y la canoa míe contenía al natrón se alejó para aie*iipre»

«.os desterradi^a (en Ijob d«éí terrados} • Ápnrece nenciorado el Dr. El^e y el episodio df' f>ue debiilo a su delirio confundió, en una épocr anterior* a su hija con una ruta. Se toma el personaje de Juan Brown, »nene ionundose (al i~

£»^ual quf en la película), que htrliffe ido de visita a las ruinas quedándose lúe ir o nor ¡iiáfi de 25 aníos* Aparece el personaje de Tirafogo, que en el cuen­ to es un ne^rro l?raísilero aparentemente * jo

Los ínenBU (en rúenlos de amor^ de locura v de nmerte)* De aquS se toma el

íersoraie de iodo ley, con al^u?iaa diferencian* ya que aparece como neón de / obraje, labrador do nadera^ borracho y ain deudas | en comnañfa de Cayetai^o

•laidana (su equiTaI#^nte sería Olivera en el fii>«), quien debe onedarae un tino y nedio ’^ara ñapar su deuda (^sto le sucedería a Esteban en la nelículfs),

:Se dan las c ai ac te r fstic as oeneruieü de loa neneii, b u explotación* el ne|[ro con bonos, el que htician en bebidas o en peritine« pt*re unieres, ele.

Se plantea tambieil el deaeo de huir de ese itig^ar j i& injui«tiria del petron

hacia Podeley, ooien planee* el desquite, pero no lo iofcrre*

Ohservfìiiios las roiidiciones del ambiente, el calor, la liuvis corstunte, que

nroTocfífi fiebre en los? ríen sii*

Tacuarfì Munsión (en bos desterrados)* Se ioam el pf-rsontije del \'arco, con

sus nisíi^s rifUí i rfstices, ocupándose de Ici destilación de las hoit' de na~

runjn. Se ;není iona tevnbien w ^JiiCin Orown, ouien iurto 6 Stípiiap^o Uivet {ro

4*narere en rl í i luí quienefe se beben htssta el filcohol carliuraHo fegto lo

harfa rl Dr. Viso en ’’Prisionerofe de 1» tierra^.

T odos estos cié i rto8 iiter^ìrios fueron encrarrado r , e íí truc tn rados por los

I onistes * loí^tandose una obre c ineíiiato|í?r£í i< e donde lo literario se con­

juga con ia í lu iii »ai i o» ^ 1» ftc time ion, la escenograf í ft , el aonido, etc*

L« 8 i nopí» í a de 1 film conjure dos situaciones fundamentales, entre labiadas

entie si: la explotación inhuinuna de loe nensu en los yerbatales misioneros

y la venganza «?e Podeley, que mata al patroni j el romarice entre Andre© y

bi^teban Pode ley, qiiee no se concretará debido a la nauerte de amboi»».

Todo está planteado a partir de dos as|>ertofiS el social (planteo y desarrollo

de las carar tí ri stícais de verjas clases sociale«, la esclavitud del hombre

por el hombre, la nresencia de un patron alemán que explota a los menau, le

insat i í?f acci ón de los trabajadores, la idea de huir al siur, etc.) y el fol­

klórico (el medio que ini luye en lo® personajes arobi¿»dolos ? la presencia

de la rultura iesuitica, la mierte indígena -presente en laa ruira»-^ oue se

reencuentra con los m?rsonii.jes, fa imposibiiidad de huir de esai^. tierras,

etc«)*Frente e éhtos^ el hombre (tanto el jm^tibú cono el extranjero) ae igua­

lan ante el apr i 8 i onts^mi ento de la selTa, de »n clinaa; nadie lo^ra huir ni

represar a su putrite, ix^ro ae desi^ualán en el campo del trabajo concreto i h í^l patrón sera un eiitrunjero j quien lo ayude taMiien lo que

loü eicplotados m ran trabajadoras del lu|tar*El homhrm en a»e paraje debe lu--

char por su re ivindicación humana y naturaltpero «obre todo,Prisioneros de

la tierra, es una a^uda crítica Mocia^i a la sociedad de 1930 y de épocas

onte ri ore a y posteriores, donde on hombre es explotado por otro, ném aun.

ñor un extranjero.

Se plantean entonces una serie de conflictos en todos ios pericona leas !(■ - la esclavitud de los íiMínsá, condenados ai trabajo ei^tenuanie, al »nal

nap^o en vales, a ia imposibilidad de desarrollarse coico indi'¥idu#jg t no se les per ni te leer ni rebeitirBe, solo áehen trabíi jar j gastar au dine­

ro en bí^bida o on mijeres. Inc iuso se lo^ aísla de su f ami l i» y son lle­

vados ai 3erbutal.

- la verf!:i^fizfi iuetu de uno de ellos, Esteban Podelej, quien no se resi

al mal trato y ai trabajo bestial y proyecta Huir al 8iir, a tierriss de

trcibajo, naz, jiisticia*

- el delirio dr* j Dr* quien habiernid iieg^ado a la ?ons cov sn^nos y

es |>eranzaít, se v#^ 8Uíiiido eu la bebidt: y Ja depresión, sin des^er ya ejer­

cer sil profesión*

- la nreísencia avasalluiite de uü explotador aleínán, para el cual los nen-

solo valen por dinero, j oue es incapaz de amar a une ¡mi ier, norque

no ame al ho nbre en crenerai»

- e l deseo d*^ I 'liinco de abrir su destiladora de naranjas, luchando contra

todo tino de erbitrariedad«

- el amor trunco de i^ndrea, que muere sin poder estar ce rea de Podeiey j

Bin huir al 8ur.

La oelicula pone en evidencia cuáles son la» clase« sociales allf en nu^n® s la ari stoc rt*c i a , explotadora de productos a¿rro necuari os ( re pre lada por i;ohnerí hace tkmic i ón a la alianza que hacia 1930 se da entre la arí íitocraci» arpentwe y el ratita l extranjero, aleiian^ ir^le»), oue fundamente «u nosi- f í ón lesnfftoft la producción y a las de nías clases sor i a Ies; las ciases me* días (representada ñor el Dr, Sise, uti li «ado por Ivohner, quien valora el trabajo i ntf Iff tual del doctor ímbre el tianuGl)? 3^ 1 »^Uf^l^lo není^ú, Yiue no

*^upde ser considerado oVrero, ya que no están unidos frente a quienes los oprimen, 8Íno que iias bien son marginados en su propia tieria, va que se Iob aísle, se loís p ¿ibr^iitece (se los estioiula para beber y para no leer libros), se loe apobia. I I j* social entre estas claisea, estalla cuando Podeiey % ' t nata a Kohner, n^ro este no lo^ra huir, ye qu e decide quedarle jm to a An­ drea, que ha muerto: fiero queda la esperance de que Olivera y otro« nensu logren escapar hacia el sur tan nombrado y que creemos se refiere a

V sufí cercanías, (fusta ¡iw^nción será constante tambiífti en *^Laa a^uag bajan^ ' / tMrbi as •*) •

Le exores ion rrude de la realidad, es ti abajada poetic anuente, pero esto en nada disuiru^’^^e su valor. El hecho de que no se pueda huir de esa tierra ro­

ía que aor;8iono.y aí^obia, loa asfíecto« íolklóricoa iiK>nc i orado®, fenn e Le iner-

2 V

21 tos que a aci ipuman eé»pecto critico de es© sociedad o el hecho de nue nn sü debti hacerse ju 8ticÍ€i por feus propits iifcnos, sin resterle verecidetl.

Finalmente, dr*c.no8 dt'sti.car algtinos tíspectos valiosos de ios ^rsonaj^'g: Po­ de ley, valienií „ i tr orrupt i b le, Itichti por su libertad v por ol lirnor d^‘ If !u- ifi de un extri rt^f^o v unci jlndreifr lucharé por el t*mor que siente^ por

Esteban y ^ul^ar u 8u oLdie del uhi$i*no. KCÍhner, implaceble^ seré «ensible

"Vire esíUífUii

Lo f erto es rn todos ^'‘iios se observa < iert

íutulisuo, ol que pu el propio Horecio Oiiirop'«.

ir ^ #■ C r 11 i r a fe de 1 li 1 í c a 11

En peiierai, las críticas pubiicudue deapues del estreno coni^idercp 1« prlí- ruin cono nnj Vriftíe y dostitcein algunos B^pectos de elle.

Cn el ti ío 1930, tiinto el Semanario Populer; nuioR; como le He vista El Ilorttr^ el diurio Crítica C ues de tifiosto) y Lt* Frenney plcirntetin lo siruionte :

’’Frente a la s^'nlva, en cuyas entrt< ^as verdecí se deserrollft el

drama, se híin trt

rudeza y dui/vir«, fiindidoB en ure ni s"na expresión: le de la en-

íTustia frente a Ií* trai»^edia que se presieiite

»’Trátase de un verdadero honenaje e ia ohra rica en eleiiienios foi —

klóricos d<‘ uno de los luas sobre áía i i eirte« cuentistas de nuestro

/líierica *.

**í)os elenenlos son esenciale« en esta" pe» licul a : primeramente el hii-

rmno y lucro el auibi en tu 1 * . . Soílici ha huido de eaa pelifrrosa ten­

dencia a initar í o b «nodeloís yanquis, oue jama« encajan suficien-

temente en nuestro aabientei* ^

'•Diaioír^ breve, cefiido, que da paso siempre a I 0 imagen, en verdade­

ro concento c i neau» toixráf ico 2 tccion apretada, continua, sin detalles

supertluos, sin vacilaciones* Tono recio^ ^ ritmo vibrante, habilidad

narrativa y «obre todo ca 1 i dad ve rdadera calidad, hacen de este cin­

ta Tiotivo de orf^ulio oaru nuestra induisti i a A f e

Sin duda, una de las críticas m¿B iujportunte fiié la efectuada por Jorg^

uuis borres, en IV !>*evista Sur. Borp^ee dei^taca dos a«perto8* pri.ncro, la

imnortanc i a de La fielfcuifi renpcícto al ci;m argentino («e trata de una for-^

í*R deferente de hacer cine q ue se opone y sut^iera a las w lícuias anlaudi-

des hasta ese iiominto pro ta^ohi zudfiS por Luis Sandrini , Pe ^e ^rias. Catite),

V ai ciie norteamericano y europeo (nov conia arguoiento« ni repite la cuiraí-

le n a de uiicbos fi lais extranjeros)* Sefriiniio, internan«ente la película rio / solo so destaca nor sus as»>ectos for^iales s i no*ta ubi en nor í?ua corflictos,

destacando las escenas er. que Podeiey nata justamente a Ko^hner: cuando Iob

1 3 -Se nanar i o Po lar :Gui ón** 1939, iies de aposto*

-í te vista íl ?lo^ur —J§39 , -- -

-Di ario Crítica -i939,nes de agosto* % i-É» -Diario Ltí Frcnse -Í9fl9. S6 ‘'PRISIONEROS DE LA TIERRA”

Dos porsonajas vmen sus esfuarzos inátilea para que "Prlaioneros de la tierra” sea intolerable, invlalbl©. ünoi al tanbaleanta y aonucsontal doctor Elae, precursor ifjnorado del ultraíano ("La tierra colorada aprisiona a los hombres.,.’* "Hace veinticinco años qu© estoy anvuolto @n un sudario háaodo.. . quo pasea de una punta a otra del film 3u vasta cara de león o d© r©y de bara ja y logra aor no menoa abrumador que el temido Ejnil Janminss. “ Otroí cierto ’'amateur” d© enciclopedia, qu» agita con aleare te­ nacidad au braso mutilado y repite ciclicamentei "Soy un hozabre felia. ¿Qué ae falta para aer feliz?" o "¿IJo sabe usted que amar es conprender?" A posar de ©aos "converaationáta", oo muy buono y aán auy bueno 93te fila, S3 superior Jmenijuada slorial a cuantos ha engendrado (y aplaudido) nuootra resiíjnada república. 3a también superior a la :iayoría de los que ’iltiaaraente nos ha enviado California y ?arÍ3, lí^íjo incraibla y ciertot no hay una escena córaica en ol decurso de oeto film ejemplar. Ignorar a Sandrini, eludir victo­ riosamente a Pepe Arias, disuadir a Catita, son tres formas de la felicidad quo nuestros directores no habían acometido hasta ahora. Claro está que esos aáritoa negativos no son los dnicoa, Hay un visoroao argumento, no contaiainado de cursilería vir/jinal norteamericana (en la primera escena sal© d© un burdel el Tjrotar^ ioista) ai do osa otra neocursilería que en todo fila francis mués tra una pareja da amantes momentáneos y epigramáticos. Hay un per sonaja, el rial vado Xohner (con au inviolada soledad central, su ~ disco de lioothoven y su rosisnaciÓn a ser cruel y a ser aborreci­ do) que ciortanent» «a iaáe verdadero que el héroe. Yo Ixe sido ¿cuál de mis amibos lo ignora? cliente insaciable y fervoroso de :ülton Silla, de Xohler y de Bancroft; ao recuMéo, on tanta san- sainaria película, ana escena más fuerte qu© la penúltiiaa d© "Pr¿ aioneroa de la tierra*', en que ua hombro ©s arreado a latigasios hasta un río final. 3sa hombre es valsroso, ese hombre ea sober-* bio, ose hombre es más alto que al otro... Sa escenas rmálogas de otro film, ol ejercicio d» la brutalidad queda a cargo de los per sona jos brutales | en *'Prisioneroe da la tierra'* está a cargo del*“ héroe y es casi intolerable de eficaa. (Si no m© engaño, esa atr¿ bución magnlficia es obra d® niiaes Betit da Muratj los dos actores la ejecutan muy bien). Otro memorable momento ea aquel en qu© uno de loa **capanGa3" , des­ de ol caballo, mata al ’'meoaá" de un solo balazo lacónico y ni si- quiora vuelvo la cabfiasa para verlo caorj otra, la fu¿:a apasionada de la mujer por la tamblorosa noche dal moni«. Las toto^&fÍJiBp admirables*

JQHGE LUIS BOROES ' (Revista "Sur", s«ti»mbre d© 1939)

2 f rfc »atares .»uitun h Voñ lojx y le de fíiisr Galre por la selvg.j^^

í'iilki, on ^ i i t o íif^ri títr i o q\w híice en el di arro Ei ^undo^ dice:

sin urui i^rem peirniia. Le ^"hftcia felta este e no ni

riñe nucioiiei nuc nelícuifr fs i, prende en bu te^nfí y en su reí*-

libación, !p un vig;or y una ttmplitud de horizonte que le diera

ie sertn idtíd absoluta de \mü suncrac ion»,

?íf‘s^>^rto e les critircs ooste r i ore s, rilúremoB ia hcclip por vToro-e Mir‘^el

Touse lo . rn el di ario fltirfn: if Por lo flfjijrn.sión i ji ste , r 1 ura nio áíociul, If df‘rsidetd

a t nó s ! í í ti f i ii visuiilided v ei rit

bre todo eU o el sello di jaitint i vo respecto de otrtis c i ne*ne toj^re-

fias, "Pri si orieros de la tierra” sigue siendo admirada, nn^i da

al nri n^r plano en sucesivas valoraciones y revalorizacione»*

Sus valore« intrfiigecos siguen murcundo una pauta**. i

La fielicula fue re valor i ?.ada en distintas ocasiones I así lo indican sus nu-

oiero«as proyec c i one «¡j anuüciadaB en diarios y revistas: La Cupí ta I , üosario,

24 de n.»vie*id>re de 1982? Convi ccion, 16 de a^ofito de 1979* P rio ra Plana,

23 de setieníre de 1P82; revista Somos ^ 23 de setiembre de 1983.-

14- Revista Sur, aetieiibre de 1039, i 8 ^ Diario El Mundo, a<í;osto de 19TÌ9.

- Diario ( iarrn, 16 de ú^osto de 1979,

28 CONCLUSIONES Creemos que el éxito al momento «iel estreno de Prisioneros de la tierra y su vigencie ac- t\ial se deben a las siguientes causas: Con respecto al LENGUAJE CllíEI-lATOQ'lAFICO, todos los elementos son explotados por hfeirio Soffici eficazmente, en correlación con la temática planteada. Hemos visto por ejen;plo, cómo los contrastes de luces o la fotofjrafía de la selva son eq-uivalentes a les sitxKicio- nes dra:?áticas qiie viven los personajes Forma y contenido están en un dinámico contrapun­ to estructurando coherentemente el film. TSÍ'1ATICA13'¡TE la -;>elíc-ulEabre im mievo campo de posibilidedes tanto para la industriR ci­ nematográfica del momento como p.'jra ol espectador, FUaborc una situación social concreta

(la exp3-otación de los mensxies en los yerbatales misioneros) ajene u Ins pel..ículrs que so liacían en la época. El héroe se destf-oa por sti coherencia ante lo vids:luchíi contra la explotación ilimitada de Kohner quien aprovechándose de su poder, exige cada ve?, mtís a los mensues. Se destaca también por mostrar el interior del país, poco conocido por el público de 193®, ya que las películas contemporáneas se desarrollaban generalmente en el ámbito de Is ciu­ dad de Bs.Ás. o en sus alrededores. Esta elección implica además mostrar el folklore, las creencias y las costumbres de los mensues.

El E5PBCTADCR, se sintió :nuy atraído por la pelíc-ula no sólo por los aspectos de crítica social ya mencionados, síjio también or la presencia de ciertos matices melodramáticos: el héroe positivo que es Efsteban lucha permanentemente ante los obstáculos impueEtcs por el villano (Kohnor)y el destino, Apí.-irece también el tema del amior imposible: la imposibi­ lidad de concreciób del amor de su pareja entre Andrea y Esteban. El espectador estaba atraído ador.ás por la presencia de una joven actriz nacidB del ano- niiiií.to y convertida en estrella. Las revistas de la época creaban un mito en torno a le vida de los actores, con los cuales el púl;lico se sentía plenamente identificado y en es­ te caso, esperanzado ante la posibil.idad que se repitiera en ellos la situer^ión de Eliss Calvé. La Ii;.port¿oncia actioal de la película radica en considerarla historicar>ente como, una de las primeras que adapta los cxientos de unimportante autoe ^e la litercturc autóctcnai plíintec. y desarrolla una uroblerótica süci-.l concretrj por estar fllinedí’ fiier'- de la pro­ vincia de Ds.As. ; por er'pletr para \«n mismo fin y ccn igual relevancia los aspectos for­ males y temáticos. i¿l f üir; critica la situnción do ex lotacion de los obreros del interior del -.mis; obser- * » vunos larif estreclia relacio‘'n entrela terática y la situfición político-sccial del momento cr~ oucj fue fiJjíiada. La polínica conservadora se caracterizaba por Incentivar el ingreso do capitales ejrtranjoros para la explotación de maestra tierras. Ir vigencia se de seguramente, por su temática; nos identificamos no con el mensú sijao con lo quü trasciende de el: su capacidad do ludia, de rebelarse y d© pedir lo que lo co­ rresponde como hombre. EL héroe se rebela contra Kohner pero una vez irruerto "este, reco­ noce que no ha alcanzado la libertad sino que ese era el comienzo pora modificar todo el conte^cto social en el que estaban inmersos. - w

■ > .

LA v í g o r ó s a . g r e a .c !OR oe'üíiKÍl DE NUESTRAS LETRAS, CÜADBO PARA'WW ^ V . r-.-: iA 'P A N i it’

rmsioNERos m la T iE iü a

nEALIZACIONt

ARfiUVffiNTO: Horacio Quiroge

aDAPTaCIONt Darfo Quirogra - Ulyses Petit de Murat en buse a trea coentoe

de Horacio Quiroga* '*ün pe6n” , "Une bofetada", "Los destila­

dores de narunjus"

uSISTEXTE DK DliüXClON: Eduardo Boneo

DIALOGOS s Ulyses Petit de Murat

fotografía ; Pablo Tabernero

C-aMARit : Huiiiberto Peruzzi

\iUSICA t Lucio Demare m ESCENOGRAFIA i Ralph Pappier

WNTA^TE t JoB^ Ae Nico y Gerardo iünaldi

SONIDO « Andeos Siine tan

\UQUILLAJE ! Ijn 18 Lan^

INTERPRETES : Francisco Petrone: kohner

Anrel Magañai Esteban Podeiey

Homero Cárpena J Olivera

Elisa Galve: Andrea Else» "Chini ta"

Roberto Fugatoti el Manco

Raúl de Lung’e : Doctor Else

Penilo Petrayi Tirafopoa

Jorge Villoldot capanne

Felix Tortore Ili

Ulderico Ctmiorino

A«'ustin Barbosa: cantor

PRODUCCION-. ESTUDIO; Pampa Film

DISTRTPÜCTONt Pamna Filai S .a . (Bs .As .)

L

EXTERIORES: Oberá, San Ignacio y Posadas (provincia de Misiones)

HQDA^JE 8 marzo — junio 1939

FECHA ESTRENO: 17 de tposto de 1939

Sa La de ESTRENO : Cine Real

DURACION: 85 *

CALIFICACION t Aptaapara todo público Obtuvo el 2* premio al mejor film, otorirado por la Municipalidad de

Bueno» Aire« a le prctduccion 10391 también fueron premiados su direc­ tor, iBruionistas, actor (Mafruñe), uctria (Galiré), iluninador^ ftiüaieo y

8onidista* lieBultá la película méa votuda (junto con La raea del t.n^rel, de Leopoldo

Torre Nilsson), en la encuesta realizada por el \ioBeo del Cine en 1977, para seleccionar las películas más BÍgjnificatives del jieríodo 1933-1959,

«epún los rrfticos especializados* ANALISIS INITí:HNO TOL FILM i ~MAlilO SQFFlGl - SU CINE

Mario Emilio Soff ici necio en Fioronciii, el 10 de aayo de 1860, esltufien— do baste, el p;rado tillí» 1909 vi nona 1 fí /Tiren tiñe üh focjilif . y dofc; í nos »lias tarde abandono sus estudios»

Coaienzó u hacer diferentes traiíajos: cadete de uv, aTiedor, ayudante de un taller fío t.uioin6 vi Ies, aprendí* de i*ipre?ta, cm »leudo de roTicacio, elec- tii c i sta. . . CBt US uct! VI di.des le ^*»0 r ra ti e ron conocei a la ralle y a 8U pon­ te.

A los 15 aaos ejipozó u roudar ios ci reos y t fascinurBe con lt> íaránduii?.

A los 16 aíios iní':iesó en aip;mí08 circo8 fcieini profe si onale e que he ort’^oni ¿a- ron en los suburbios mendocinos e hizo sus priinercts actufciones como *’tony” , pre sti difri tador e ilusionista# ii. los 17 anos reinició sus estudios en es— cuelas por correspi^ndenc i a y colegios nocturnos, a lo ver que co »í^rz6 e actuui en cuadore teatrales de tficionados y u f aaii 1 i ari yarse ron ios cla­ sicos, leyendo Ir ^.ntolorír do OV>ras Fanioi^ir^B (Slicko s pe are , Pe r^^sor ,Str i ndherji

A los 21 ci^otí f ri^cesaroii dos tertativas de i rcorporarí=e al teatro pro­ fesional en Ps.As* iíizo su debut en le coiipaníff» de Víaría Esther Fnsrhiazxo y Juan víant^^iante . oue diripía Félix illanco, se derlaio una hueliprp de acto­ res y re^rresó a W ndoza, donde se empi eó como chorer de cauior.es*

Tuvo otra oportunidad. Nicolás Cañeras ( »^»adre de Nicolás, Enrinue j Luis), actor de una coir^aaía de paso por Mendoza, eníermo y Soffici In^ llanedo

|H.re reemplazarlo, fue u Bfe.As. con la cornpanif. Sa Iva t* 0 lona, pero esta vez frnfermó el y tuvo que regiesar a Mendoza*

Durante 1922 y 1923 trabajó como insf>ector técnico de la Muí ici palidad de

Godoy Cruz y estudio e lee trot^ícnic a en ii l ni vere i dt,d Foj^ular* i.u 1924 hizo otro intento en lis.í;s. Trabajo primero jui to a Hertnnio Jo- cucci dirij?ido por Arturo Mario, lueno en 1 v companíi^ Arfprela Testda 3^ en

1026 Ileffó a una Posición de import incia como 1er. acior de carácter en el conjurto de Silvia Parodi*

A los 27 aíios, luej^o de llegar c priir.or actor en la compañía Saldías- Ita-

.aírez, y de ser elo^ipdo por su inte rotetac ion en ”Muneca” »de Armando Dis­ cepolo, realizó ^su jM imer ensi> o c ii e nato^s ai ico 5 empleando una camara de

16 ttiin. Filmó unes tomas en las que araierieron José Gola, Fririnue Santos

Disce’^oio y Francisco Maitinez Allende» Sen^iín Ferrevra fue alfro así como un juego, surcido de une discusión* Alguien sostenía que eIr cine no acep- tabe el muquillaje j Soffici pudo probt-r lo contrerio* •

En 1929 viajo a Espade como primer tctor de la compaaía de Enrique de

Kosa&* Er Barco lone conocio a José A* Fei referí a, encuentro decisivo pera

el futuro.

Er¿ 1929-'^0 recibió er Buenos áirea importtmits éxitos teatrales, viejo b

Chile y coleboií>o con Enrique de iloses en los primero« erssvoe de lu? diri­

gida hechos en el escenerio del Teatro San Martín*

En 1931, siendo actor de Luis ^rata, fi íino cono actor en uiír relícule de

Ferreyra ’’Munequitas porte Sus”» Lue^u) continuo con el teatro por no presen­

társele nuevas o’^or tuni dade s en el cine»

En 1933 el cine cmi'exó a predominar sobre ei teatro en sus ertividudes^

jlctuo como protafionistp de ’’El linyera” , de Lt^rreta, despues actuó y diri-

p^ió une escena de ^Calles de Buenos jAirrs^í más tarde dirifió e interpx'eto

’’Noche federal” ? cor^siderando que er^ muía, no la estrenó*

Inicio formalmente bu cat rera de directoi c ine»nato^ri'af ico con 1 almp del

bandoneon” . Er 1^37 obtiene su nrinv^ir p*ren éxito con ’♦Vif^nto norte” . Se

dedico al cine hasta &us últimos días? tu^ o xms* producción c i na toírrpf i c e

de 50 pe 11 c u l a s «

Fallece en buenos /iires el 10 de meyo de 1977 ^ a Ifi e<íad de 76 anos*

Fn le mayoría de reporta jes y dec lai tic ioneiS’ heche s por \!{^rio Soffici, este

afirma que su fine se basa en U. sensibiiided* ”E1 erte es intuición .

ronfies<> con sinreridfd que nunca me nroi^oni?o lograr alsio dele r hí na-“’o.

ruando ui hecho cualquier^ hiere ni sensi> i 1 i díid, despierta en lu deseos

I de coiiunicarlo” é2

”Pero yo pensé sieaipre exuctameivie lo mi smo y siempro cfue pude traté de

hacer un cine argentino, ur cine que etítuvieiu ai tilcance de mi vi stir y

de mi sens il i L i dad. Eso es todo, porque nocde otro modo híí concebido ro al

c i ne ” *3

1 Ferrevra, Carlos: '*Mario Soffici” en Revi&^ta Lyrr del ano 1902*

2 “-' Tomás 5Lloy Martínez, ”La Nación” , 20 do dicieuibre de 1959.

3 — Mariano Calistro y otrosí ”Ueporta¿e al cine ar^y? ntino” . Esift see quizá une de lue rabones por ia cuci su cine nos j nos

emociona aún hoy? à bì cono existo unn idea cium, un sertiìniento claro,

se refleje también un mensaje claro que soüdarÍ7.a al espectodor con el

director.

Esta claridad expresada en el momento de filmar fué expresada también a

actores y al equifK» técnico* ángel Mej^anp afirme que Soffici trabejphu

”con inurho valor. Err un director avea^ado. Había hecho películas muy im­

portantes. Entonces él nos condiicíe seírún tuvi erramos expori ppc i a teatral:

alp^unas cosas las en^eyábaoios antes también; y luo^ro muy minucioso, muy

firaie, mu^^ seguro”. ^

”(...en &u prest igio, eu b u cupacidad de trabajo, en i^u rerorocido talen­

to, en su sentido de la discipline, en 1a respetuosa afabi lidiad conque dis­

tingue y oriente e ios que lo acompañan junio a la cámaro» Sin preferen­

cias ca.Hichosas ni distinp;oB de jerarquías* F^ajo bub órdenes están todos

en el mis no nivel de cordialidad y de obcdiencia**>3 '

Como director Soffici entiende que es alguien que cuenta algo, ur narra^

dor. No busta sólo el guión. Ei cotsioc di ree tor influye en el pruión y sus

técnicas. El cine es un arte de equipo, de comunidrd, todos son resi^onsf*-

bles de lo que hacen, afirma Soffici^ |>ero con un director que armoni 7f» el estilo total de la película*

si mi Sito considera que no ha recibido inf íuenc ias de otros di ree tores. Re­ chaza las influencias y las procura evitar^ no olvidando rii íorntcion

artística comenzó en el circo y en el teatrí>«i?

Nosotros podemos toíner corno dato importante y determinante el hecho de ha-* berse criado en una ciudad, el haber buscado conocimientos por sí mismo, el haber estado desde muy ]>equeno en contacto con la ícente de su pueblo,

formando parte de é l, pasando privaciones y sacrificios para se^^ui r ade­

lante. Hechos que van a ir íorjundo una conci ene it. sensible que va a truiar

Marian o Culistro y otros» Ob.cit«.

5 Joaquín Gómez Das; ”Mario Soffici y su manera de ser** IIT Festival

Cinematoprrafieo Internacional de del Pletf». tt 8U obre cinc'nutwpráfice.

"Yo pasé hambre mientras no tuve compromisos; cuundo loa tuve, debí cuai- niir ron una rantided de coses y luche: sepnf luchando hasto último mo-

TKnto y tenffo el orgullo de decir que nunca me entrepue del todo", g-

FiImograf f o

1924: Muñeca (dirección, adaptación y actor); film inédito.

1931: Muñequitas porteñas (dir.Joeé Agustín Ferreyrp), Actor

1933: El linye

1934: Calles de Buenos A ir e s (dir.J.ü.Ferreyrp), uctor y dirección de dos actos.

Noche federal (dirección y arguraentA); film inédito.

1935: El alma del bandoneón (dirección y adaptación)

Le barra .ncadocino (dirección y arp^uimento)

1936: Puerto Nuevo (codirección con LuisX'esar Aroadori)

1937 : Cadetes de Son Martín

Viento Norte (dirección y coadaptecion)

1938: Con les alas rotes (d i r .Orestes Cavip-lie), supervisión

Kilómetro 111

1939 s El vie^jo doctor

Prisioneros de le tierrp

1940: Heroes sin fam®

Cita en la frontera

1941: Yo quiero morir contigo

1942: El camino de las Humas

Vacaciones en el otro mundo

1943: Tres hombre« del río.

1944: Cuando le pr imavere se equivoca

1945: Desnertar a le vido Le caVaipata del circo (dirección y coergumento) Besos perdidos Le pródiga (película terminada por Leo Fleider, y estrenada en 1984)

1946: Ce los

1947 : El pecado de Julia Le gata

1948: La secta del trébol Tierra del Fuego (dirección y actor)

é - Agustín Mehieu: Un cine con cultura y calle "La opinión cultural" 21 de enero de 1973 1950t La barca sin pescador

1951s El extraHo raso del hombre y ia^^bestie (direccióií y actor) La indeseable El oeridiente (dir* Lean Kiimoveky), fíiipervision Pasó en mi barrio

1953: Ellos nos hicieron así

1954s (dirección y actor) Mujeres casadas H u m o ^ri s (dirnccioîï, coudufteción ^ producción j actor)

1955: El hombre rue debíe m\t nvuerte El cnrendero (dirección^ cofUí^imento, nrodnrción y actor)

1956: Oro bajo (dirección, couduptación, producción y uctor)

1958 : Hosaure u lo diez (dirección, coadi.pt c’c i ón, producción y actor. Isla brava (dirección, cour^umeeto y producción)

I960: Los acusados (di r .i^ntonio Cuni il-hi jo) , producción y actor

1961: Esta tierra es mía (dirJÏU|ro del Carril), uctor.

1962: Propiedad (dirección, coaduptacion, producción y actor)

1968: Maternidad sin hombres (dir.Curios Uinuldi)» uctor.

1970: Un elefante color de ilusión (dir.Deríis Beccurlia), actor

1976 : Los nuchaelms de untes no usaban ursenico (dir.Jose'^ Mariinez Suárez), actor

Note: Sentir sus propias palabres, Soffici intervino en le ele^boración

de los fíuionee uíe todas sus |::>e lícu Íes#

l^rante «.u dilatada currere obtuvo diverses distinciones; en 19^i0^ Ir»

Municipa lidad de la Ciudad de Buenos iiires, lo premió como el mejor di­ rector

Por su actuación en El extrano caso riel hombre y ia bestia fue con si de reí­ do el mejor urtor de 1951, tunto por le iWademie de «4rte;s v Cif nrias Cine-

Tiatop^raficas como ->or ia disociación do Cronistas*

En 1969 obtuvo el Gran Premio del Fondu Nacional de las 4rtes. Entre

1974 y 1975, se desemfíeaó como director del Instituto Nucionul de Cine-*

¡□atoírraf ía«, ^ EL AUTOR: HORACIO p D im Q Á

En febrero de IÜ37, ííorucio OauoíTU resoliíá notier f n a vida en el viejo Hospital Clínicas de Fuenes iUres, Iikí^^o de bnsrar neriianonte-

líente la crf^arión y la aventure desde ios días juveniles. Onirora había nacido en el Salto Oriental en 1878, jmriendo a Iob 59 años* /* ^>0 anos de su aiuerte, cabe recordar días de pionero, de febril dosrubridor de un puÍ8 h(rr^sie y carp^ado de proiiegaa, oue tienen oue ver si ?iu Itánee- nente, con ia hislorife y lu memoria de ie Argentina. ]

Ouirojja viaja nor primera vez u Misiones en 1003, romo fotócrrafo* El via­ je a esa suerte de paraíso jesuítico oríera en el escritor una verdadrre revulsión en la nue tienen parte no ^sresa las mitoloirías y los es^ejíg-

nos de fertilidad y p^randeze. Descubre ia selva, el sentimiento »leruliar del naisaje troniral y despierta en el esa fibra lionera e indomable oue

lo lanzará uás tarde, a proyectar nerorios y emnresrs de t oloni 7tir ion e--^ ternamente rondadas por la es pe lunera y ei fiocaso. Un ejemplo es el via­ je Que emprende ti Chaco pnr^ cultivar algodón*

Podeaios decir oue su obro refleja nuoho© nonentos de su vidp: en ie mayo­ ría de sus cuentos se evidencian las n ecesidtdes de abastecimiento, af?re- sividad e inic ic i|ti ve de tode la etapa pionera? y Icis carac t e r i st i r es ri-

íTurosas de la selva y su ciimf», f^unque Ouiroíra sublima y sobredi nr ns i onp hasta extremos increíbles estos rasaros. En su destiearo misionero* trabe- jare en una doble líneas será un riíj^uroso profesional de las letrtís (au­ tor de los conocidos: Cuentos de a*.ior, locur^^ y de muerte, ilnarondp. Los desterrailos) . La otre serie ia nue lo exhibe como nionero y diseñador de nroyectos vinculados con le potenci 8 iidad del territoriof conociendo el trabajo duro y agotador, y sus condiciones. Proyectará la fundar ión de la Yerbatera Yabebirí, evie fracasa por iu c o nno t^^nc i a brasilere y parep-ue- ya ! la c i tri cu l lura, la destilación d e aceites esencii.les, le destila­ ción de le rías, la fabricación de dulces a base de maní t miel, Ip cree- ción de un avmrato para mutar horuii^i.s, ifi taxidermia, etc#

ül^unos de los proyectos son mencionados en sub cuentos, al i^ual que sus fracasos. Sus personajes, al i^rual que el misino, siempre se í?rcontraban en el deslinde entre el frtcaíio y la alucinución, la soledad y ia muerte.

Jorpe Rivera: ”f)ui roerá, la eT|x?rÍpncia como litereturf‘\ diario Ple-

rín. Sección Culture v Naeióii, Bs*x4s. febrer o, jueves de la creación y la víaionti,

Lg selva es un elemento muy impoi tunte en la vida del t^utor y en »sus obras?

Prisioneros fíe ip tieire lo destucn, nero evidenciando que es en elle don-

se den las ne ores condiciones de vido^ unierdo el cligne aiir obi ante y le explotación del hombre. i)e elle mu chos quieren escapar: el doctor Else,

Kohner, Podeley, Andrea. Tul vez sea el doctor Else quien uianifieste més abiertamente el eírobio que siente en esc tierra:

**ri eterno te.na*..'.íe sietito como si le lluvíp me amortfi ¡arn. . ^

Hacen 2^ anos que estoy envuelto en sudario hunedo*. »Presionado

por este tiei ra’^

. *e l narufso imi.ntado#. • los a troe . . .ya no se i rcn de ítquí parit

siempre” .

/» su vez, podría ¡nos emptirentar el i nterrfi de Soffici por lo¿ü cu^vins de

Ouiroíra. y el a^nbito selvático deF-?^í ro i lado noi' este, con un^ olra de

Eustasio Uiverfí ”La voraprine’*. Soffici coùiente hi.Ser leído este cuerto y sentir el Alabado de la selvp., investi or un viejo terrateniente: Casani;re ; i.licie lucha con todos fos iuedios

ñor escapur de ese honbre, *>yudi>da por eu joven enc noi ado, Jkrturñ. Triins- curre en el nn smo embieirte que Frisioneros de le tierrp, p^^ro los hombres son vaqueros, iiní>tes.

Tenbien se observe el nui trato de Los Pi.tiones y La existfncia de t.iru- nas rebe 1 iones :

- wii r o ne o:ua ta a i o s s i nve rírüe n z e , y pre í i e ro

quedar solo, líi que quiere sus jornales, vén<:^í;se

c on.ni^o**

Filos nroüunciaron esta fït'se:

-“‘’Nosotros feriÎir»Ir íibeitfÍ’^

Kl senti miento de opresión que di. la í>elv«, es ex->resado, en Lu vorágine , de la si gruiente foi s

-*U-'h selve, espose del silencio, ni dre de i f<

soleíícd y de les neblina! ¿(}ue hado îiiaiijrrrio Kie

dejo prifeiorero cíj tu cJrcel veidH?

El ambiente agrobiante, If» ensoriecion, fie'^re, las lluvias. Ir uiiierte,

It crueldad,s*on eleaientos comunes tanto en Quirore como en i]* Rívertu J.l£ii8Íasio River© habie lUicido on Reive, Colomliti? recorrif^ndo con vuix coiiiision (le lignites, se internó en it.s solves amrzónices. y allí esrri-^ bio Le voréffine, que es public4*d£i en 1924 y es considerada como le no­ vele de la selve, por 1© prundiosided del efecenerio natuial en nrio ticon-

tere •

LOS adaptadores ’AjLYSLS PLTIT ¡£ MUi^AT» a>iílO QUIUQCU

Como henos visto ’»Prisioneros de ía tierra” tiene su bese orjírumente 1 en cuentos de Horario Quiroge. La adupteción fué realizada nor Ulyses Petit de Murat y Darío Qniroge (hijo de Horacio Quiro^e)* La idee suri^e cuando

éstos estuvieron internados en Córdobe cu el Sanatorio de Ascochi ncre*

José Gola se interesó por el argumento, llemedo en une priínera versión

”Los desterrados” , y se lo vendió e Pampe Film. Mario Soffici pidió q\ie se hicieran al^una¿ nodif icaciones* Ulyses Petit de Vfuret (Darío 0«i ro-

no intervino on esta oportunidad^ sejnín Petit de Murat^ ♦ le dio le forme final al ruióo, dándole Soffic i el noaibre definitivo? ”Prisioneros de la tierra”.

Ulyses Petit de Murat (28-1-1007/20-8-1983) se ecercó al csútie a través del desaparecido diario ”Crítice” , de Natalio Botane, donde tuvo a su car^o le rolunne ”Sombras y sonidos” . i%ntes se había dedicado exr lusive-

•nente a las letras* taoibiéa fué crítico de jazz y estudioso del arte en irenerel. Desde suupriiner^i labor en ”Prisioneros de la tierr#” ^ escribió

en varios p aíses unas setente y cinco pc»lícules (1942, ”La #merrp gau­

cha” (Detoare) adaptada con Manzi 5 1950* ”/;rrabalera” (Tvrlio Demirheli)

adaptador con De¿«icheli; J9B8, ”Martín Fierro” (Leopoldo Torre Niiseon)

edaptador con Torre Nilsfeon y otrosí 1973, ”Aíe puste ese chite” (Enrique

Carreras) edantedor, etc.)

Cuenta Petit de Murat que la noche del estreno de ”Prisioreros de le tie­

rra” se sentía realoiente muy mal. ÍCi estabaamuy comnrometido por su labor

co»no crítico ejerride en ei diario ”Crítire” : ”Mi condición es poor de lo

iinafrineble , nu^sto que, cono míriodista. he sostenido desde mi rolunne

”Sombras y sonidos” , que publica di ariamente Crítica, con insolencia,

sin li'Hites, todo lo que m parecía que el cine ar^oitino debía ser ” g

- Petit de Murat, Ulyses: ”Este cine aríreriino” pafr. 17 Luepo, el triunfo de su primer fíiiion y las r»elícuids que le sip^uieron^

le van a dar ^nas secfuridíui. Vítis tarde afirna que su trabtíjo de puioris-

te es faril si tim e en cuenta las re^rlás, si sus díáIop*os evitan ios

tres noli^ros nrintipules (ser recordatorios, ant ici natorios y connota*-'

ti vos).

Murat recordaría siempre con carirío su trabajo realizado al lado de So-

ífici (1939, **Prisioiieros de la tierra” (Soffici), adaptador con Darío

Ouiroíra* 1042, ”ri camino de las llamas*^ (Soffici), adaptador con Manzi •

1048, ”T erra del Fuefro” (Soffici) adi*ptador5 1051.”ÍM extrajo caso del

honbre y la bestia” , adaptador), prircipulmtmte en primer trabajo, en

Cfl cual Soffici tuvo mucho que ver, §ra que aportó ideas, suprimió ele«ien-

tos* e te. s”( . * • inmodestia, la vocación de io8 críticos ar-

írentinos toda vez que le declararon la mejor fie líenle hecha entre noso­

tros a ’’Frisioneros de la tierra*’#

Ilaminec ión—Camaras

La foto^rrafía es de Pablo Tabernero? el c a ‘iaróprraf o es líuiiberto Pe ruzzi#

Pab lo T abe me r o , Nac i ó en Berlín, ^lenreania, en 1910. i^istudió fotografía en su país, aplicándola lue^o en Espuíía, hasta 1935. Er la i*r¡eentine desde

1937? fue iluminudor de cerca do 50 películas. Ejerció también la docen­ cia, la jeTutura tecnica de los laboratorios ^;lex desde 1956 , y hacip 1966 viajaría u E.E.Ü*U. como fotógrafo*

Trabajó como ikiiinador en destacadas íxilícuias: ”Mur^rarita, /*rnundo y su

padre” (Francisco Mugica, 1939), ”Vo quiero morir contipo” (Soffici, 1941),

”Stella” (Benito Perojo^ 1943), ”i<»a Quintrele” (Hup:o del Carril, 1951), ”Lo

que le pasó a Reynoso” (Leopoldo Torre Híos, 193i5) , etc. *“ B sceaátfBafO - amb;en res Lu esreno^rufitt iiie cUsentide por Ualnh Pcier^ pintor y nu. 1 i7,4jdor

que nució en Shunp:ai (China), en 1914, aera además escenóírrtifo* En ei

ario 193G ll«!gó u iti #lrp;enti, inicftándose en 193T coaio escf^róirraro en

nelícules de la taliß de »’Prisioueros do le tierra” « ”rhinpolo” y ”i:i

ruru íTuurho” . Luep^o de su rer orri d

Sun \!lí>uel, actuando ademas do enrurrado do efortos esr>ecialP3, usía-“

tente de direrción, director y proiiuctor asociado* OhtuTo di tí t i iici ones

ele la ürademia de é%ries y Cieiuias C i neiiato^rraf ir as de la ilr^entin»,

nor su esreno^raf í e de ”£n ei viejo Buenos /4Íres” y ”Su nojor ulaamo” *

Debutarfa roña roalizidor en ”Pobro mi madre querida” , junto a Ilonoro

Manzi ; luepo c’iripirá "Ei úituno payador” , ”i:^scoeia de run^eones” , ”Ca-

ballito criollo” , ”i*e morocha” , etc*

Pero ío destaradlos ante todo como'‘Cscenór^rafo. Kn 1939, amhienterr y vie-

corara ”Frente u le vida” (de i'nriqve do Uosq^b) 3 ”Her.iieno8” f de Knrinue

de ilosas) , ”Y los sueños pasen” (Carioue de Uohos, hijo), ”iltorrt.nte ”

(E. de llosas, hijo), "Prisioneros de la tierro” (Mario So fíiri\ ”Níiti- r va” (E, de liosas), i Pn la exposición ”Visión de lo escenor rafia en el cine ar^renti no”-^

se lo destace junto a otros escenó/Yrafos s i odolfo Franco (fundador de

la Escuela de Pr^lliss itrtes), Juan Manuel Coreado* U cardo Corrroril^Kaui

Soldi, Gori Munox, Geraen Ge 1 ni . Jorre Ferri^ri, etc.

”Prtsioneros de ia tierra” conji fa , de acuerdo a le anilvi er ter i ón nue

roftli2;a Ual’^h Paopíer, los exterioies v lob inter i ores, t r^. !>u jt* f\os rn

estudio con dororados urti f i c i iee^ f>ero eavpieando ya Í6 profundidad,

dentro de una yxí rs p<í'c t i va arqui tec tói-íi ra . Se trata de decorados re^iis-

tas nue, bajo la influencia de los tímbi tos naturales, se envuelven de

un alo noetico, lírico, Er este í.sfx^cto tendrán tí rnhien jírrfin i rinortíjn-

cia la i luBÍ nación y i a lÁctuación«

Uelph Pannier se destacarle en la creación de trucos (se levarte una

p^alerír nara ellos en los Fstudios San limiel) y en otras ternirí^s, co­

no le ninture completiva que fue emoidada ’"'or ojpnmlo en ”Rosr de /me-

rica” , d i r i fTi da en 1946 y>or 1 be í‘to de Zu va l (e •

Tal ve'/ une frtise de Gernen Gí ipi resumv que es la escenoírrfc f f a nara

Panoíer s _____ ”No es lo princi pul en une pe i irula* el e s c e r a r i o e s un

actor ií¿B dentro del ambrente. No nue el decorhdo

sobresule^e de la ixílícula? si soliresale el

decorado, hay aleo que falla« Sentirlo, no verlo,'

sentirlo nne estií” Ref»iizade del 5 de octubre al 4 de (Urienlre de 198^, ríp ei Ivluseo

del Cine de la ciudad de Buen os ¿Vires^-- Lista de políruias procíxirictas por ia emprf'sa

La fvKTr ( Luis ‘áSBsáavsky ^ 19*^7 )

~ NttfO \m ftnor (Luis Sasluvsky, 1038)

~ Frente u la vifUi (Enrinue tie lio sus, 1039)

- fíemtinoe {Enrir|ue de Hoses, lO ’O)

- Y los sueños ngispn (Enr nue fie iCo8es,(h), 19,'^9)

iitorrentQ g tr^ venfrinzi; de la tierrr (E, de Rostis íh)^ 19^9)

~ Prisioneros de ít\ iierrr (MfU'io Soffici^ 19'í9)

- Nt*ti ve (F. de Uost s, 1939)

- El hi jo del bfirrip (buctíS íV^oiure , 10/*0.)

- Ene adentido ( E, de Hosbs(h), 1940 )

Corazon de turro (L. 1>3iuure, i 940)

- La raroe d<^ los vu 1 ied tes (iidelquí liillítr, i'^40)

* Chlnp-olo ( L. D e nare, 19 tO)

Lti nuii^to ralumaia (ii, Milltir, 1941)

- E l mozo TiiÍTiero 13 (Leopoldo forre ilios^ 19^1)

- Volver a vi vir (A^ Millar, 19^1)

- E1 curp guaucho ( L . IX'!mt i*e , 1 Oí 1 )

“ nujpro mori r rontig-o (M, So í (' i r i , 1 1)

- Ste1 Ip (PePi t o ^V ro jo , 1913)

- Oro n le np.no {/*• Millrr, 19 in)

- Delirio {4^rturo (furcií. í?uhr, 1944)

- Siete uHijeres (iU IVrojo, 1914)

- La inioortíinr i ^

Lu cí stp Susat n (B . Pe rojo, 194 4 )

Se thie el uVi ,s >io (T’i erre C he U4 1 , 1945)

- Pesnertfr i; Tidp (\U So i F i c i , 1915)

- Vi i 1 p r i r e de 1__T .s ni ri tu w nto ([> * 1 e ro i o , 1 9 15)

““ 1 ^ i .1 r sin 1 ^ n i e fe o (P. r 1 í i. ' í u 1 , 19 10 )

- CUi l uc L ^ Vf 1 o i o , i 9 16 )

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