V. EL EBRO Texto: Ana Lorente Y Bartolomé Sánchez Fotos: Heinz Hebeisen
Viajes Ríos de Vino V. EL EBRO Texto: Ana Lorente y Bartolomé Sánchez Fotos: Heinz Hebeisen DesdeDesde Cantabria hasta el Mediterráneo, en Tarragona, el viaje del Ebro, que da nombre a Iberia, es variopinto, y en grangran parte de su recorrido tan vinícola que merecería Un meandro del río Ebro abraza una gran rebautizarse como río Ebrio. A su cuenca se asoman un extensión de viñedos, visto desde una colina de San Asensio (La Rioja). Al fondo, la Sierra chacolíchacolí incipiente, las tres Riojas, Navarra, Campo de de Cantabria. Borja,Borja, Cariñena, Terra Alta, Priorat y Montsant. UnUn símbolo de todo lo que la mano humana ha plantado enen sus orillas, incluso antes de ser plenamente humana. 18 VINUM JUNIO-JULIO 2003 VINUM JUNIO-JULIO 2003 19 EBRO El reflejo de Iberia El Ebro es, después del Nilo, el mayor río mediterráneo y, como tal, ha sido puerta de entrada de pueblos y culturas. Su cauce discurre a lo largo de más de 900 kilómetros entre yacimientos de fósiles antediluvianos, ruinas mozárabes o pervivencias romanas, pespunteado por bosques cerrados, dramáticos cortados de roca, pueblos amenos, villas poderosas y sedientos desiertos de Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña, además de regar dos capitales de provincia, Logroño y Zaragoza. El Ebro, vero padre de Iberia, es el referente de la memoria de ruinas olvidadas y batallas inolvidables. Sin entrar en disquisiciones puntillosas producciones de ese paisaje. En la mesa el sobre su origen o sobre la primacía del Hí- cauce lleva desde el cocido montañés de jar, repetimos de carrerilla, como la canti- aquí hasta el arroz con langostinos del del- nela colegial, que el Ebro nace en Fontible, ta, a través de truchas, cangrejos, patos y entre chopos que sombrean respetuosos, una panoplia de verduras.
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