Anexo 1

Entrevista Rodrigo:

Primera entrevista.

Realizada 23/05/15

Duración 00:57:02

La entrevista se realiza en la casa del participante en horas de la mañana siendo las 10:45 am.

Previamente se realiza el protocolo de la lectura y la firma del consentimiento informado con el participante donde se explica claramente en qué consistirá la entrevista. Terminado esto se inicia la entrevista.

Entrevistadora: Rodrigo, cuéntanos quiénes eran las personas que hacían parte de tu familia, esas personas que eran significativas para ti en ese entonces, antes de la discapacidad…

Rodrigo: Vale… pues yo le digo algo señorita, yo me crié con mi abuela. Mi papá y mi mamá se iban a trabajar desde las 6 am. hasta las 7, 8 pm. que llegan. Mi abuela, toda abuela es condescendiente, alcahueta, yo estudié toda mi primaria, me crié en el barrio Sucre de Cali, yo me iba a estudiar yo me volaba del colegio, salía de estudiar llegaba para la casa, nunca anduve con niños, me gustaba andar con gente adulta, nunca supe qué era elevar una cometa, jugar con carritos, nunca supe qué fue eso. Me maduré verde, me maduré viche, como se dice. Probé las drogas, mientras mi abuela estaba en la casa moliendo el maíz pa` vender arepas pa´ l otro día...

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Entrevistadora: Usted se crió prácticamente sólo con su abuela…

Rodrigo: … solo, sí porque mi mamá se iba desde las 5:30 am. ella trabajaba en Menga en ese tiempo cuando quedaba en Menga la fábrica de café Moka. Mi papá trabajaba en Palmira, con la constructora Jaramillo.

Entrevistadora: La persona que estaba más pendiente de usted, que estaba brindándole más apoyo entonces era su abuela…

Rodrigo:... mi abuela… mi segunda madre, “Mi mamita” yo era una persona que como le digo que yo… Sí estudié toda mi primaria, hice cierta parte de bachiller e hice cosas que no debí haber hecho, por la amistad de cierta gente. Ya no hay tiempo de arrepentirse, ya, ya pasó lo que pasó… yo maté un profesor cuando me pegó un reglazo en el Camacho, hace muchos años. Me cerraron todas las matrículas de Cali, no pude seguir estudiando, yo estuve un poco de tiempo sin estudiar, más ahora ya me voy a graduar, ya salgo bachiller, yo estudio en la noche y pues cuando mi mamita se murió yo estaba en un centro de rehabilitación, yo estuve tres años en un centro de rehabilitación, y a mí no me dijeron, yo estaba en el bajo Calima, rehabilitándome, allá estuve tres años y… cuando salí fue donde pregunté, ¿mi mamita?... y que se ¡murió su mamita!

Yo… ¿Cómo? ¿Mi mamita? Pero cómo así… pero por qué no me dijeron, ¿por qué no me dijeron, por qué?…no me decían porque sabían que para mí era un problema eso, porque yo, podía volver a caer otra vez en lo que yo andaba antes, de pronto me descarrilaba, y para mí fue muy duro ¡sí!, yo lloré, parecía un muchachito yo llorando, andaba la calle por ahí llorando… preguntándome por qué no me dijeron, ¡por qué… no me dijeron!... pero me puse a pensar, y

2 mucha gente me dijo: Rodrigo, ¡usted no puede echar un paso atrás! Vea hasta donde ha llegado

Rodrigo, usted puede llegar muy lejos todavía, mijo sí se puede.

Entrevistadora: Usted cree que su familia, en ese entonces, en ese pasado ¿tenía una imagen de usted? Usted me puede describir ¿cómo era esa imagen?

Rodrigo: Voy a ese punto, pues yo le digo una cosa… pa´ una madre no hay hijo malo, mi papá sí ha sido muy duro, pero mi papá… él ¡doblega como sea! Vea mi mamá cuando yo me estaba rehabilitando, ella tenía un aliento, una esperanza de verme como estoy hoy en día. Ella conmigo sufrió mucho, tanto ella como mi mamita, ella llegaba de trabajar a la 6:00 pm… ¿Y

Rodrigo?... en su calle, ese muchacho no… yo llegaba, nombre de Dios vieja, llegaba y comía, me acostaba a dormir, o ni comía porque estaba todo drogado, ella me acariciaba la cabeza la espalda, ya cuando yo me tiré a la calle ya ella se resignó, “ya perdí mi hijo”, pero dentro de ella había una esperanza de que algún día…mi familia ya toda está en España, aquí tengo una tía, un tío que es policía, y le decían: Mija, véngase pa´ acá, déjelo que ese no cambia, ese muere como un perro por ahí, pero dentro de ella como madre todavía había esperanza de verme como estoy ahora, rehabilitado hace 20 años, y ella se siente orgullosa, y ahora más que me voy a ¡graduar!

Ella se siente orgullosa, eso me acaricia que mijito mijito, yo le digo: Déjame dormir… ¡No me acaricie! [risas]. Cuando voy a salir, que mijo que pa´ dónde va tan tarde mijo... yo le digo:

Camine vamos si quiere, yo no voy a hacer nada malo, ¡voy pa´ misa mamá! Ella desconfía que yo vaya de pronto a volver a caer, porque casos se han visto, eh… yo hoy en día pienso mucho con cabeza fría, clara, yo ya pienso el pasado es pasado, y… Hay un dicho que dice que uno tiene que pagar por todo, yo ya pasé esa experiencia, yo me maduré viche, hoy en día superé esa

3 adversidad que me pasó ya llevo 20 años rehabilitado, como le digo, y mi mamita se murió, listo… ¡pa´ mí fue muy duro! Sí, porque ella era la que me llevaba a la guardería, me recogía, la que me llevaba a la escuela a estudiar, la que me recogía o yo me le volaba, ¿mijo las tareas?...

¡Ahora las hago!

Entrevistadora: Rodrigo, ¿Usted cree que su familia le asignó un rol? es decir, usted cree que tenía como ciertas funciones, responsabilidades en su casa que cumplir.

Rodrigo: Pues yo le digo, en ese momento yo siendo el hombre de la casa, yo debería dar y no que me dieran… está bien, yo era menor de edad, pero yo no me quedé toda la vida pequeño, yo fui creciendo, porque los padres en uno siembran pa´más adelante recoger, eh… yo me pasó lo que me pasó, me descarrilé, yo ahora mi papá y mi mamá… yo sé que ellos como padres siempre esperaron lo que yo hago hoy en día, aportar, “Tenga, me quedo con esto pa´ llevar la niña a comer pan con gaseosa… llevarla por ahí a escuchar melodías, o tenga esto yo me quedo con esto” y… no es lo mismo yo en día darle a ellos, nunca los voy a recompensar, claro sí, pero ellos sí en su interior siempre esperaron de que yo siendo el único hijo hombre, fuera que bueno, ya el muchacho está grande, ya que trabaje, no quiso estudiar, que le dé el pecho a la vida…

Entrevistadora: Es decir que tú tuvieras un rol de aportar a la casa, eso era lo que se esperaba que hicieras.

Rodrigo: … Es correcto señorita, mi papá se iba a trabajar cada 8 días, él se iba a trabajar lejos por allá por los llanos.

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Entrevistadora Y cómo era la relación con tu papá.

Rodrigo: Con mi papá casi no, porque mi papá cuando estaba aquí en Cali, pues quiubo mi viejo quiubo papá, ¡no más! Volado dos tres días… ¡Quiubo cucho! ¿y usted qué? No pues ahí con la niña…

Entrevistadora Y que pensaba tu papá cuando a veces se encontraban, ¿te decía cosas?

Rodrigo: Pues mi mamá me decía que vea que su papá, tiene 70 o va pa´ 70, él ya vivió todo lo que usted está viviendo mijo, escuche consejos, pero uno en ese momento por acá le entra por acá le sale… [Hace en gesto con la mano de indicar que la información le entra por un oído y le sale por el otro] ay… déjeme quieto mamá que yo soy un hombre, ¿qué les pido? Yo soy un hombre… pero era un hombre inmaduro, con experiencia… que mi papá ha vivido mucho, sí claro pero porque mi papá haya vivido, yo tampoco puedo llegar y clic [hace señal de montársele en el cuello] él ya está viejo, yo estoy joven. Él ya… tiene 70, yo voy pa´allá, pa´esa edad, si

Dios quiere claro, pero uno en ese mundo, en ese medio… “Ah déjeme vivir mi vida”… [Hace referencia a lo que decía él, cuando estaba más joven y los padres le aconsejaban] Pero uno

¡hasta que no se estrella no reconoce que lo que le decían es por bien! ¡uno cree que todas se las sabe!... Más tarde mi papá me dice muchas veces: “Mijo… Sí ve que yo a usted le decía: No se vaya estrellar… vea que el golpe es duro! Vea… mire… Véame a mí” [hace referencia a lo que

él padre le decía], yo le respondía: Ay yo usted lo conozco, todo el día lo veo, o ahí tengo fotos de usted, que afán papá…

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Y no… como le digo, yo… gracias a Dios ahora con mis papás, pasó lo que pasó y con mis papás, yo los escucho; mi hijo es un deportista y a pesar de aquella adversidad que le pasó ese problema, esa situación, no hizo como muchos que quedan por ahí mendigando pa´l vicio, aunque eso no incumbe, gente que queda estancada por ahí metido en su cuento [aquí se refiere a la voz de la madre].

Entrevistadora: Tú podrías decir entonces que de alguna manera tu mamá y tu papá, o especialmente tu mamá, conservaban esa esperanza y te decía a ti sal de eso, o intenta cambiar…

Rodrigo: Pues señorita yo le digo algo, mi mamá tenía su esperanza como toda madre, ella me decía mijo hasta cuándo me va a dar la dicha de verlo bien… yo en mi interior ah… mami… no, no, no… Ah, ¡es mi vida! Pero yo tenía que darle esa tranquilidad tarde que temprano, y como hoy en día ella duerme toda su noche no está con esa zozobra de que dieron bala… “¡Y mi muchacho! Dónde está mi muchacho” [ hace referencia a lo que le decía la madre] ella hoy en día ya tiene una vida más tranquila, ella me decía mijo: “¿Cuándo?... me voy a morir y ¡no lo voy a ver bien!”, yo le decía: No diga eso, cucha que llegará el día mamá, llegará el día, y llegó ese día, que sí, tuve que pasar por “X” “Y” cosas, revolcarme, pasar por lo que pasé pero… ¡Y aquí estoy!…. mi papá siempre fue duro… “¡Ah eso es un hombre!... ¡Que lleve del bulto!”, mentiras… cuando yo estaba en la inspección de la policía, iba allá, “¿Dónde está mi muchacho?

No lo vayan a tocar” [hace referencia a lo que decía su padre]… ¿me entiende? Eh no pues y la familia de mi mamá yo ni los trato, no por rencor, no, de pronto por orgullo, porque ellos pensaban que yo me iba a morir como un perro así, “¡Déjelo ese no cambia!” Ellos tienen su

6 plata y sí se joden por allá y pues es por decencia, quiubo prima, quiubo tía, ¿bien? Vea aquí ya me voy a graduar ¿se acuerda hace cuatro mil meses cuando era lacra porquería? Hoy en día

Dios, hizo de mí cosas grandes, usted tiene sus hijos se acuerda su hijo el “umm…” [Hace señas refiriéndose a una persona con preferencia homosexual] es profesor de la Javeriana. Por eso es que “Esta” [refiriéndose a la lengua] debe tenerla quieta tía… y así prima, primo, por decencia,

¿por qué? Porque estoy estudiando y tengo que dar una buena imagen, y pues no tengo rencor, no, no, pues como le digo para mí es un orgullo haber salido de eso después de que decían no…

“¡Ese es un indigente!, después de dormir yo en la calle, como un perro por ahí… a mi mamá un tío policía le decía: Mija eso entrégueselo a Dios, que eso es un dolor de cabeza, ¡Y vea aquí estoy gracias a Dios! Ahora me dice vea ¿cuándo viene acá a la casa? Si… pa´ diciembre voy, le digo. No se pierda… me dice… no, no, no es que yo hoy en día ¡Tengo otros planes! Yo hago deporte, me acuesto cansado, estudio, tengo que regalarle tiempo a mi hija, o a mi mamá, yo ya no estoy pa´pararme en una esquina con diez, 20 individuos. Ese negocio es malo, yo hoy en día tengo otra vista, otra mirada hacia un futuro, yo ya… y yo llego y eso vea mi muchacho después de lo que era, usted viera como era de loco ese muchacho y vea le pasó eso y vea. Torcido pero ya hoy en día uno de la familia. Y yo “Pajudo”… gracias a Dios yo sí yo superé eso, veo amigos míos hijos de policías comiendo de la basura, en chanclas pantaloneta, una camiseta de capucha… ¡Quiubo marrano! Y yo quiubo mijo usted qué… me responde: “Vos sabes que esta es la vida” Y yo mijo no se engañe… ¡La vida es como hoy en día yo llevo! Duermo todas mis noches, me alimento bien, no trasnocho, no consumo, ¡no se engañe que eso no es vida mijo!

“Pero qué más hago” me dice, yo le respondo: Eso dice uno, Qué más hago… haga un stop en su vida, no más droga en su vida ¡no más! Póngase a trabajar o a estudiar, haga un ¡stop! No espere quedar como yo, de pronto peor…

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Entrevistadora: Rodrigo, ahora que tocas el tema de los amigos, por qué no nos cuentas

¿Cómo era ese círculo de amistades antes de presentar la discapacidad? ¿había personas significativas para ti en ese momento?

Rodrigo: Pues yo le digo una cosa niña, uno dice tener amigos, pero me doy cuenta que amigo es el que está arriba [hace referencia a Dios] y la madre, uno que mi amiguito, mi amiguita yo era uno yo tenía hasta 15 pares de zapatillas, y llegaba un amigo a la casa, “Parcero présteme esas zapatillas” [hace referencia a la voz de un amigo de él]… ¡Coja esas zapatillas!, yo robaba almacén no una caja de zapatillas, yo sacaba y sacaba zapatillas, de centros comerciales aquí en

Cali, y San Andresito, y yo… decía, si llegaba donde mi mamá que la comida ¡pa´ mi socio! Y cuando yo estuve encerrado, el que se decía mi socio… un hombre propone y la mujer dispone, estuvo con mi mujer, yo por eso a mi hija la negaba, yo salí de la cárcel y mucha gente adulta, mijo… bájese de esa nube… ¿Por qué?... esa mujer no le conviene, vea anoche la vi andando con fulano y yo no… ¡Cómo se le ocurre! ¡ellos son amigos! Mentiras… hasta que ella en una discusión me dijo el nombre de él, la cogí y tenga le rompí esto aquí [señalándose la nariz],

¡Sabes qué abríte… no te me arrimes más y no te voy a responder por esa peladita! Mentiras, yo respondí por la niña, mi familia de España me mandaba, y o vea que pañales, talcos, cosas pa´ que no se quemara… y más ahora siempre he trabajado ahí en Mercatodo de la Floresta de vigilante, trabajé en Olímpica de las Acacias de vigilante también, y yo trabajaba alguna cosa, pa´mi hija esto, la mamá de mi hija le dice: “¡Su papá nunca le dio nada!” Pero el barrio se daba cuenta, yo no necesitaba... gritar: ¡Le traje esto a mi hija!, yo la ponía a estudiar varias veces, ella

8 hizo hasta octavo, la mamá no la mandaba que porque la niña no quiso y yo le decía es que no es lo que ella quiera. ¡Ella tiene que terminar su estudio!

Entrevistadora: Todos esos sucesos que nos estás contando ¿Ocurrieron antes de la situación de discapacidad? Podrías decir entonces que no tenías amigos, personas que tú pudieras considerar amigos en los que podías confiar, que de pronto te pudiesen apoyar, ¿es lo que quieres decir?

Rodrigo: Pero niña, le digo algo tengo personas que me han dicho soy la mano derecha del encargado del Sena de Santa Fe, dígame qué quiere, gente adulta no muchachos gente de más de

40 como mi papá: Mijo… vea cambie, eso no es vida, ¿qué le ve de bueno usted a esa vida?

Gente que me quería ver bien, hoy en día me dicen: “Mijo qué quiere estudiar. Lo meto al

SENA, lo meto a donde usted quiera” [hace referencia a esos amigos de los que refiere el participante lo querían]. Yo le digo que no necesito que me meta, lo mío es el deporte yo, me quiero volver un tecnólogo en deporte o poder ayudar a más personas pero yo quiero ejercer mi profesión.

Entrevistadora: O sea que sí habían esas personas que de alguna forma te apoyaron y trataban de…

Rodrigo: Claro, que querían verme ¡bien! … si yo me voy para allá ahora me dan un vaso de café, jugo, que llegó marrano, qué hay de almuerzo, ahí siempre tienen un plato pa´ mí.

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Entrevistadora: Rodrigo, usted ¿Qué cree que le aportaron esas personas a su vida?

Rodrigo: ¿Qué me aportaron niña? Una voz de aliento, por ahí hay un dicho que dice: Sirve más la gente de la calle que la propia familia, mi familia me discriminaba… vea… véalo allá vea… mientras que afuera mucha gente me decía, cambie, eso no es vida mijo, quiérase usted mismo, ámese su vida, ame su cuerpo, ¡quiérase! No lo destruya consumiendo droga, usted no haga eso, en cambio los de mi familia, vea…

Entrevistadora: Y usted cree que esos amigos ¿Tenían una imagen especifica de usted antes de la discapacidad?

Rodrigo: Pues ellos me decían usted si es muy loco... una vez que caí al caño por andar en la moto sin frenos, por puente pescao, me le metí a un carro y llegó jum… con moto y todo, y me tiraron lazo y todo, decían que “¡Uy marrano!” También me decían que yo era muy acelerado, y yo ¡eh es mi vida! No se preocupe… pero sí había gente que se preocupaba, y como hoy en día yo no los visito porque es tanta la gente que me sirvió a mí cuando yo estaba mal, no me queda espacio... [Menciona muchos barrios donde viven esas personas], yo no puedo estar en todas partes. Esa gente en mí vieron lo que mi familia no vio, vieron una voz de aliento, un espejo, me cogen, que vea este es mi muchacho… vea… ese verraco, estuvo en el pantano y véalo ahora, y así como le digo soy pa´mucha gente un ejemplo, un espejo, sí mucha gente no sale de la droga, los meten 6 meses a un centro vuelven y salen y la caída es ¡peor! …

Entrevistadora: Rodrigo, ¿Usted en ese entonces tenía algún sobrenombre? Algún rol…

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Rodrigo: Sí claro… [Nos muestra su brazo, para que leamos un nombre tatuado, dice:

Marrano], yo llegaba en la moto y uy llegó cabeza e´marrano, quiubo socito… armábamos paseos. Claro que hubo un tiempo que me llamaron “Zarco” yo eructaba en la calle duro, y la gente: “¡Uy cochino marrano!” Ya el zarco no pega ya. Sino ¡Marrano! [Risas de ambas partes, entrevistadoras y participante].

Entrevistadora: Rodrigo, de esos amigos, usted qué cree que ellos pensaban de la discapacidad.

Rodrigo: Ellos sí me decían Rodrigo, “Ponele cuidado a la vida, te van es a salir ¡matando!

Mirá cógela suave” [hace referencia a lo que le decía uno de sus amigos]. A uno lo mataron listo se murió, pero vaya y quede por ahí como fulano. Por ahí hay un conocido, tiene 4 negocios en

Calipso, él anda en silla de ruedas, empujándose en silla de ruedas, vende rifas y es por el barrio así [simula desplazarse en sillas de ruedas], vende salpicón, tiene un negocio de comidas rápidas, tiene otro coso de mango chontaduro… sino que muy mujeriego. Vea sabe qué mamita camine y le doy 50 le doy 100… camine vamos… y así… gente que anda con uno por interés no… y entonces sí mucha gente adulta me dice que sí que fuera que a uno lo mataran, listo se desencarta la familia, pero quedar por ahí como sutano…

Entrevistadora: ¿Tenías amigos con alguna discapacidad en ese entonces?

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Rodrigo: Conocidos, había un muchacho que jugó en el Cali hace muchos años. Me había ido a buscar a la casa, y él en el vicio, allá en puente pescado, pasó un colectivo y le torció la nuca, el muchacho en ese tiempo tenía 16, 17 años, yo tenía 14, y “Entonces qué pana bien o qué”, hubo un muchacho también que quedó como yo, sino que él estuvo en Villanueva, él pagó 14 años, él se engordó de tanto comer allá, él anda así [se para a mostrarnos como camina dificultosamente el amigo del que habla], una vez me dice a mí, tremenda caricatura. Él sabe quién fui yo, fue al club, y yo le dije mijo haga deporte usted así como está puede ganar plata, termine su estudio, hágase profesional, usted puede entrar al SENA por medio de este club, haga deporte como yo y devengue un sueldo del estado, sabe ¿qué me contesto niña? “No… yo quiero una 115” y le dije:

Pa´qué. Usted cómo va a andar en una moto, con los pies así. “No… yo quiero andar en una moto… y yo tengo dos niñas…” Sí usted tiene dos niñas pero a usted no lo obligan como está mijo, que uno es responsable de pasarles, sí claro, pero la mamá que meta la mano, su papá o su familia… “Que no que yo quiero una moto”, y yo le digo: No mijo está equivocado, haga deporte que yo hago deporte y me gano 800 relajadito, usted puede ganar lo mismo o hasta más… ¡Me lo eché de enemigo! Que no que yo quiero trabajar… como nosotros tenemos convenio con el parque de la caña, la viejoteca, logística, yo trabajaba en la viejoteca a veces, y le digo: Mijo usted aquí llega, de una le van a dar trabajo, pero miran cómo es la persona , cómo es el comportamiento, qué cualidades, qué defectos tiene, ahí trabajaba un muchacho y comenzó a meter vicio en la viejoteca, y claro lo sacaron, que pena se me va de aquí, aquí tiene que venir gente que de buena imagen, no cualquier gentuza por ahí, y al muchacho le tocó perderse del barrio, tiene como 39 años, la mujer de él está como yo, anda así como yo, claro que dicen que ella se volvió prepago, eso sí no me gusta, ella es abuela, tiene una niña muy linda de 16 años, y su nietico… Y pues a veces la saludo pero sigo mi camino… y no yo, cuando voy pa´ onde mi

12 hija, la gente que como estás de bien marrano, te tuvo que… sí, me tuvo que pasar… porque hasta que uno no se estrella uno no…

Entrevistadora: Rodrigo, usted nos estaba hablando ahorita del trabajo, que usted trabajaba en una discoteca, usted pertenecía a alguna institución…

Rodrigo: Sí es verdad, pero como yo hago deporte no puedo trasnochar, es como tirar todo por la borda…

Entrevistadora: Usted por ejemplo ¿Asistía a una iglesia? A alguna fundación...

Rodrigo: Pues yo le digo algo señorita, yo tuve muchas amistades que me invitaban a la iglesia evangélica, yo soy es de la iglesia católica, y pues yo digo que Dios está en todas partes,

¿que ir a la iglesia? No, no, no…

Entrevistadora: Podrías decir qué te aportó asistir a la iglesia. ¿Te generó algo, o de alguna manera ganaste algo?

Rodrigo: Sí con ciertas personas, me conseguí el trabajo aquí en Mercatodo de la Floresta, en

Mercamio de la quinta, de Floralia… si no que mi temperamento… a mí no me gusta que me digan nada, si ni mi mamá y mi papá… ah a mí me daba rabia y yo dejaba todo tirado…

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Entrevistadora: Tú nos habías dicho que estudiaste cierto tiempo, no alcanzaste a terminar el bachillerato… en ese entonces ¿el colegio te ayudó en algo? Tú sentiste que de pronto

¿encontrabas un apoyo en el colegio?

Rodrigo: Nunca, nunca, el colegio no… yo iba por cumplir, por estudiar, sino que como yo siempre he ganado de ojos y de grande, me hice novio de una muchacha, y esa muchacha era novia del hijo del coordinador del Colegio. Y yo me iba en el descanso con ella pa´ l kiosco…

¡Pida que yo pago! Nos vemos a la salida vamos pa` alguna parte y… ¡Me pillaron con ella besándonos en los baños!, no haciendo algo malo, besándonos como un par de muchachos… que

Rodrigo pa´ la coordinación, y yo qué, ¿qué cómo? ¿yo acaso la cogí a la fuerza? ¡que ponga la mano! Y me pagaron 3 reglazos, nunca se me va a olvidar… yo tenía como 14 años…

Entrevistadora: O sea que de por sí ya te tenían en una imagen de ah… este muchacho es tremendo…

Rodrigo: Sí siempre… de piquiña. A mí me decían cualquier cosa y yo le metía la mano, una vez agarré de la camisa a un compañero, ¡lo alcé por un compás!...

Entrevistadora: Rodrigo, vamos a hablar ahorita de las mismas situaciones pero ya después de la situación de discapacidad… por ejemplo, acerca de los miembros de la familia, puedes contarnos ¿con quién vives actualmente?

Rodrigo: Con mis padres…

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Entrevistadora: Y quiénes de esas personas se han convertido después de la situación de discapacidad, en la persona más significativa para usted…

Rodrigo: ... Pues yo le digo una cosa, lo más importante, mi mamá y mi papá…

Entrevistadora: Cuéntanos cómo son esas relaciones ahora, ¿Qué ha cambiado?

Rodrigo: …Pues niña no es que haya cambiado mucho, mi papá muy tranquilo, mi mamá cuando yo le digo que voy a ir a tal parte… ¡Mijo mucho cuidado!... mami yo no soy un culicagado, yo tengo 40 años mamá, mijito vea… le digo: Ay mami por Dios, ¡voy a verme un partido! Yo no voy a hacer nada malo, trago no puedo tomar porque en Septiembre compito, y el alcohol le queda a uno 2 meses en el cuerpo, eso no es que de un día pa´ otro, que el guayabo y ya, no, no, no…y por mucho que uno sude no se desintoxica tan fácil mamá, entonces yo no voy a tomar además ni plata tengo… aunque trago le dan a uno yo en día no, yo no soy un pelaíto…

Entrevistadora: Qué te dice tu papá ahora…

Rodrigo: Mi papá sí, que mire mijo que mucho cuidado que en la calle hay mucho loco… usted sabe a qué me refiero yo… yo le digo no… yo hoy en día no… un día que tenía que ir a hacer una vuelta, madrugué, mi mamá se quedó parada en la esquina. Y yo: -Mamá vaya acuéstese, yo paso la autopista… y ella: -No mijo yo lo llevo… y yo: -¿Lo llevo…? ¡A uno lo lleva el diablo mamá!… ¡Cómo que lo llevo, vaya acuéstese a dormir, mi papá se levanta y usted

15 tiene que despacharlo! No, no, no, me voy, y sí me fui, y hasta que no pasé la autopista no se entró… Ayer no más en el gimnasio, un muchacho que la mamá está en Canadá, él estaba en el capó de un carro acostado metiendo sacol, y yo eh… esta belleza, sino que él no es agresivo… el dueño del carro no le dice nada, dice que no le pare bolas, él no sabe que pa´ sacar un hueco eso no vale dos mil, tres mil pesos… yo me quedo mirándolo, lo saludo, bien, bien...

Entrevistadora: Rodrigo, qué imagen cree que tienen de usted su familia ahora. Después de la discapacidad… ¿Qué cree que piensa su familia, ahora?

Rodrigo: Pues uno no duda, el temor, claro, a mí no me lo dicen, pero uno ve su temor de que yo de pronto “Me deslice”, ahí en el colegio Navia Varón, conocí 4 muchachas, están en décimo prepagos, me dijeron: “¿Sabe qué? Lo que quiera papito, vámonos y nos encerramos”… yo ¡uy cómo así no a mí me da miedo! No, no… “Me da 20 y una bolsita”, y yo ¿cómo? Le doy una bolsa de leche con un bocadillo si quiere, un pastel... no, no, no… Una vez andando la calle conocí una muchacha yendo para el gimnasio, la llevé a comer, fuimos a comer churrasco, y yo pensaba y ahora qué... yo le dije: Yo me voy a dormir y qué a dormir ya tan temprano. Mami yo soy deportista yo no puedo trasnochar, “¡Vámonos a encerrar!” [hace referencia a la vos de la mujer de la que viene hablando] Y yo qué… ¿Cómo? Después de que es el hombre el que insinúa. Cómo así que a encerrarnos, no, ¡no!... muchas mujeres piensan que uno las invita a comer algo y es pa´pedírselo, no, ¡yo no soy de esos!...

Entrevistadora: Rodrigo, como yo le estaba preguntando ahorita, qué imagen, cree que tiene de usted su familia, usted me mencionaba que no deja de haber cierto miedo…

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Rodrigo: ¿En qué imagen? No pues más que todo mi familia, yo tengo un tío, que está en silla de ruedas él era policía, mi familia hoy en día sienten temor de que yo me vaya a “Deslizar”, pero tienen otra imagen sea como sea…

Entrevistadora: ¿A qué se refiere con deslizarse?

Rodrigo: Deslizarme en el sentido que, un ejemplo… yo estoy en el club, uno conoce mucha gente… conocí una pelada muy linda de Villa del lago, le mandé a pedir el número para que charláramos, invitarla a comer algo, para que nos conozcamos… y empecé a hablar con ella y me dijo: A mí deme una bolsita y nos vamos ya… !Y yo uy no cómo así!...

Entrevistadora: Rodrigo, usted cree que en estos momentos, usted tiene una función o responsabilidad actual en su familia.

Rodrigo:…No tanto mi familia, en la sociedad, porque como le digo, yo estuve seis meses en coma. No dos, tres, días y si Dios me dejó vivo fue para algo. Para servir de espejo o testimonio, porque ¡dos tiros en la cabeza! Como mucha gente dice es un milagro de mil uno y de cien

¡ninguno!, yo pude superar eso gracias a Dios, por ahí tuve un desliz una vez con una niña del gimnasio, fuimos a escuchar musiquita y… que [hace el gesto con la nariz, de consumir cocaína] la niña que sí que vamos que una periquita... yo ahí mismo no… yo dejé eso hace muchos años…

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Entrevistadora: Hábleme Rodrigo, de esos amigos, de esos amigos que usted tiene actualmente, cuál es su círculo de amistades…

Rodrigo: Pues actualmente, los del deporte de la liga, sí charlamos y todo y nos comentamos cosas, y es ¡chévere! De los que tenía antes, muchos están metidos en la cárcel, muchos los han matado, uno que otro queda por ahí, pero… están mal, porque a pesar de que tienen su mujer y todo, toman chirrinchi, no, no, no…

Entrevistadora: De los amigos que tiene ahora, ¿usted qué cree qué le están aportando a su vida?

Rodrigo: ¿Qué me están aportando?... muy contaditos… “Bacano, Marrano como está de bien”, “Vea el deporte… bacano, sos un ejemplo” ahora, me abrazan…

Entrevistadora: ¿Ha cambiado algo en tu vida a partir de estar en el club?

Rodrigo: … ¡Mucho! ¡A uno el deporte le cambia la vida!… a mi muchas personas que “Ay pobrecito como quedó vea”... más ahora es diferente, “Uy llegó Rodrigo, entre siéntese…” y que chévere que estoy estudiando, ¿si ve que sí se puede? Les digo si… a mí me quieren dar que plata que pa´ que no ande pelao, yo no recibo no, no, no... yo tengo lo mío, y si me invitan que sea un vaso de agua o a charlar de pronto, no yo hoy en día… ya en muchas partes que yo llego… uf… me siento grande, bacano orgulloso…

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Entrevistadora: Rodrigo, usted ¿cómo empezó a asistir al club? Cuéntanos cómo fue…

Rodrigo: Por medio de una persona, un conocido de un amigo, él metía también vicio conmigo él está en Venezuela ahora, él hacía deporte de pesas, yo decía que yo qué iba a ir por allá ese poco de torcidos ese poco de desbaratados… que caminá que vos podés entrar al Club, te afilias, conseguís trabajo y… sí por medio de ellos trabajé en el parque de la caña y… ahora me dedico al deporte, y para mí el deporte es salud… ya después por Coldeportes, comencé a competir, y a ganar… y a ganar…

Entrevistadora: Y qué crees que te ha aportado esta institución, el club…

Rodrigo: …Mucho niña, una buena imagen, tanto si ando uniformado o no ande uniformado… allá muchos entran pero pocos continúan, sí allá llega mucho torcido llega de por allá del… Poblado, Desepaz…

Entrevistadora: Cuando Rodrigo dice mucho torcido, a qué se refiere...

Rodrigo: …Torcido uno por recocha, es en silla de ruedas, vea en estos días llegó una niña de

20 años, ¡linda!… a ella le tuvieron que cortar la pierna… ella iba que porque quería entrar al gimnasio y que quería estudiar psicología… y no acepta el problema que tiene… yo hablé con ella, le mostré las posibilidades que tendría con el club, pertenecer a equipos para representar a

Colombia… se le dijo de todo… y eso era llore y llore, y yo pero ¿por qué llora? Acepte… mire

19 aquí hay un poco de torcidos, vea, él es mocho, y él vive ¡contento! No mami acepte la realidad, lo que pasó, pasó, dele el pecho a la vida…

Entrevistadora: Ahora que tú hablas de aceptación, nos podrías contar como fue tu proceso de aceptación, cómo aceptas tú lo que te pasó.

Rodrigo: …Cómo lo acepté niña…ya le digo la palabra clave… hay un dicho que dice que uno mismo se labra su destino, ya como estaba no hay paso atrás, yo no soy cangrejo, marrano de pronto... ¿Me entiende?... ya yo quedé así no puedo echarme al dolor, no, no, no… ¡Hay que ver la vida de otra manera! Que yo como deportista, yo como le digo vea, tengo fotos, [muestra una fotografía que tiene en la sala de su casa] ¡Me gané ese trofeo jugando sapo! [Muestra un trofeo exhibido en la sala de su casa], torcido un Diciembre... con un poco de torcidos… [Se ríe]… y sí como le digo yo, ahora me preocupe por conservar una buena imagen, yo a donde llego, ¡soy deportista de Nuevo Horizonte! … uniformado, sin uniforme…

Entrevistadora: ¿Qué significa para ti tener esa nueva imagen?, que te digan: ¡Bien!

Cambiaste…

Rodrigo: ¡Uf… una alegría muy grande! Porque yo estuve en boca de mucha gente que decía vea, ¡lástima ese muchacho! Tuve un amigo inclusive él murió como un perro, él comía o no comía era vicio, vicio… y él nunca quiso cambiar, llegó hasta los 19 años me parece... se encontró una vez una bolsa de basura afuera de una tienda… y el muchacho buscaba basura, se encontró 7 millones de pesos, y todo, todo… para vicio. A él le dio una enfermedad…

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Entrevistadora: Si a Rodrigo le dijeran a partir de toda esta historia de vida que nos has contado, tú tuvieses que decir, quién eres en este momento, cómo lo narrarías…

Rodrigo: …Pues yo primeramente niña le doy gracias a Dios que estoy como estoy, porque yo pasé por las verdes y las maduras... y mucha gente me decía vea mijo vea cambie… y yo decía sí ya no más, no más yo por contentillo… pero volvía y caía en lo mismo… más ahora esa gente se cansó, esa gente no sé dónde está… ya ahora puedo entrar a cualquier parte, donde yo trabajaba, quiubo mijo cómo está… ¡Pa´ mí eso es un ego!... un orgullo, no es que yo me enaltezca, pero gracias Dios que estoy como estoy…

Entrevistadora: ¿Quién era Rodrigo antes y quién es ahora?

Rodrigo: … Quién era Rodrigo, antes… para mí señorita, era una persona inmadura… porque yo vivía a toda hora que moto, ¡uy que esta niña para llevarla al lago, al 18; andaba con una banda, que pa´ dónde vamos!… vivía en mi ignorancia, la droga, no, yo en día yo ya no…

Entrevistadora: …Y quién es hoy en día Rodrigo…

Rodrigo: …Yo diría que una persona más madura… vivía de apariencias bien vestido, todo lo fino, gastaba mal la plata, yo hoy en día no… ¡uf…! Otra persona, ya pienso las cosas con más cabeza fría; para mí la persona que consume droga es una persona ignorante… no que es

21 drogadicta, sino ignorante. No aceptan, ni ve el daño que se está haciendo, que sí en su momento es chévere, sí, pero a los tiempos…ve que estaba equivocado…

Entrevistadora: Bueno Rodrigo, pues…con las respuesta ya y toda esa historia que nos has contado, nosotras creemos que… en este momento podemos cerrar la sesión de hoy. Queremos pues, agradecerle infinitamente el hecho de habernos compartido toda esa historia personal, que a veces no es fácil hablar, además como rememorar todas esas cosas que te pasaron…es para nosotras muy importante que nos lo hayas compartido y pues nos veremos en una próxima sesión.

Rodrigo: A bueno señorita, Perdone lo malo [sonríe].

[Se termina la primera sesión uno de la entrevista.

Segunda entrevista.

Realizada 30/05/15

Duración 00:46:48

La entrevista se realizó en el Club Deportivo Nuevos Horizontes en horas de la mañana, a las

10:03 am. Cómo se había acordado previamente esta entrevista tenía como objetivo profundizar en algunos temas descubiertos al escuchar la entrevista número uno o piloto en este caso. Antes comenzar la entrevista se le explica al participante que nos gustaría hablar de algunas cosas que no se profundizaron en la primera entrevista y que son importantes para la investigación, se le

22 pregunta a la persona si está de acuerdo y una vez dice que sí, se pasa a dar inicio a la entrevista.

Nos sentamos en sillas tanto nosotras como el participante. Y damos inicio a la entrevista:

Entrevistadora: Rodrigo, como te comentamos anteriormente hay ciertos temas hablados en la entrevista pasada que nos gustaría conocer un poco más, ¿está de acuerdo en profundizar un poco más?

Rodrigo: Vale. [Se acomoda la grabadora un poco más cerca del participante y el empieza a hablar en voz fuerte, surgen risas por el tono de voz que utiliza ya que parece que lo exagera con intención].

Yo hace muchos años, yo me crié sólo, sin Dios y sin ley, con una mamita. Mi mamita se iba a trabajar a las 5:00 am. Porque marcaba tarjeta a las 6:45 am. En Menga cuando quedaba la fábrica de café allá en Menga. Mi abuela me llevaba a la escuela o jardín me recogía, yo me le volaba a juntar con gente más adulta y… cogí vicios que no debería de haber cogido. Nunca supe que es jugar con carros, muñecos ni nada de esas cosas.

Entrevistadora: La vez pasada dijiste varias veces, “Madure viche”.

Rodrigo: Es correcto su mercé.

Entrevistadora: Qué significa ese madurar viche. [Normaliza el tono de voz para continuar].

23

Rodrigo: Por ejemplo: Mire a mi hija se maduró viche, mi hija fue una mujer o es una mujer que no tiene veinte años todavía. Ella miraba las amistades de la mamá que cada ocho días para un lado, para otro, el corrinche. Está bien uno puede divertirse sí, todo no puede ser trabajo y estudio. ¿Ahora? dice que no sale de la casa está con el niño ahí, ahí. El papá del niño le lleva lo que le va a llevar. Ella no es de las mujeres que sale por ahí con su hijo, en su coche con un caminador. Ella era una mujer… que quería vivir experiencias, y… eso hay que vivirlo todo a su tiempo, ¿es un dicho no? ella se maduró viche en el sentido de que se iba con las amigas de la mamá de mi hija, con la ex mujer mía se iba pa´ viejotecas hasta la madrugada, una niña con 14-

15 años comenzó a tomar licor, ya no una cervecita sino brandi, whisky todas esas cosas, conoció ciertas personas a ella le insinuaron y a la mamá le insinuaron también, porque entre cielo y tierra no hay nada oculto a mí nunca me dijeron nada porque vivían por aparte, pero un día me di cuenta de esas cosas [silencio corto] y… una vez me dijo papá mire que esto y esto… yo le dije mamita mire que le conviene que no le conviene.

Entrevistadora: Cuando dices “Esto y esto” qué quieres decir.

Rodrigo: Ella me dijo que un señor le había dicho que le daba mucha plata pa´ tomale fotos desnudas pa´ ir a venderlas a otros países, pa´ ella posale ¿sí me entiende?.. que incluso si ella quería ella se la llevaba pa´ allá. Pero yo no estaba pintado faltaba la firma mía, y yo le dije, no, no, no, no... cuando usted trabajo y estudie y lo haga por usted misma haga lo que quiera, pero mientras tanto no mija [silencio corto] usted aquí tiene que someterse a lo que yo le diga. Porque yo aquí cada 15 estoy con la plata para darle sus cosas personales, entonces usted verá tome lo

24 bueno tome lo malo si cree que le va a ir bien arranque, experimente dese cuenta qué es la vida con 14-15 años.

Entrevistadora: Y cómo terminó un poco esa historia, qué pasó con ella…

Rodrigo: Una prima de ella sí se fue pa´ panamá, está bien en panamá y todo pero es momentáneamente por ahora, con el tiempo [silencio corto, gesto de que busca referir que las cosas no saldrán bien] va a sufrir a llevar del bulto. [Silencio Corto] y… mi hija me eché un tiempo de enemiga…que podía hacer.

Entrevistadora: Cómo fue esa relación en principio cuando ella estaba pequeña.

Rodrigo: No, bien, bien... [Silencio medio].

Entrevistadora: ¿Compartías mucho con ella?

Rodrigo: Pues no mucho, cuando la mamá me la llevaba a lo último se llenó de… pendejadas como una piñata no me volvió a llevar la niña [silencio corto] como yo estaba ahí en la cama tirado ahí como un parásito como un vegetal. “Que pena con su papá que esté así, no le da pena de su papá como está, ¿No le da pena?” Ella en su ignorancia en su niñez de pronto sí de pronto no… Pero ella sabía que ella se me arrimaba: “Papá una chuspita de leche” vaya cómpresela… nunca le decía no tengo: “No, no tengo, no joda” [lo dice simulando un tono agresivo] le pegaba

25 con un palo la tiraba por allá, yo no, “Papá tal cosa” tenga vaya… Que era muy alcahueta qué puedo hacer si es mi única hija.

Entrevistadora: Ah… y cómo era la relación con tu ex mujer.

Rodrigo: [Dice “no” con sonido onomatopéyico] con esa señora si mucho palabras… “Hola cómo estás” [sube y aligera el tono de voz y se pone de pie para narrar] yo llego al barrio un ejemplo puedo estar como este. Por ejemplo este diciembre pasado me pegué ¡una! Cuando vinieron mis primos de España ¡ja! Eso fue caja de tequila ¡no! puro whisky me amanecí allá me dice mi tío: “Acuéstese” ¿cómo tío? Acuéstese tío vea ya tengo pelos en la cara ¿acuéstese? Me iba a dar una vuelta me iba pa´ onde mi mija pa´ onde mis amistades… me decía “Mijo, piense bien…” Yo soy un hombre me fui así amanecido con una botella de tequila pa´ allá. Voy pa´onde mi hija, llegué al parque donde mi hija… ¡Mejor dicho! Amistades mías de mis tiempos todavía hijos de policías estaban que robaban carros están cogidos por el chirrinchi hoy en día y pegan su vicio también… yo llego al barrio “¡Quibo marranito!” [hace gesto de que lo saludan a lo lejos]… me pasé en cierta parte mi hija más delante de la casa de la abuela yo en ese entonces no sabía yo estoy amanecido y con trasnocho y… con ellos ahí, tengo una sed muchachos voy pa´onde mi hija que me dé una limonada o agua mojada de la nevera. Llego a la casa de ella toco la puerta… [hace el gesto de tocar la puerta] ¿Quién es? Yo mija “Papá tengo sueño” [busca imitar la voz de su hija] Ya amaneció mija, que pena a levantarse sale la mamá “Rodrigo qué son estás horas de llegar” [trata de imitar la voz de ella] mamita 7:45 am. Ya amaneció [silencio corto]. Entonces me dice la niña: “Papá, papá” [busca imitar la voz de su hija], mami un poquito de agua tengo una sed “¿Papá está tomando?” [Busca imitar la voz de su hija], no, vengo de misa

26 mija. Entonces… la mamá siempre le ha sembrado cizaña de que el papá nunca le ha dado nada, nunca le ha dado nada, su papá esto y lo otro siempre anda con mujeres [lo expresa con rapidez como imitando a la voz de ella, la ex mujer], yo sí tuve desprecio mucho tiempo, sí, para qué lo voy a negar, pero siempre estaba mi hija primero que las mujeres y… sí la mamá “Vea Rodrigo la niña como anda, no le han puesto nada” [imita la voz de la ex mujer]. Qué pena pero no se puso nada porque no quiso, me fuera caminao yo fuera dejao de comprar mis cosa pa´ darle a ella, ya es mayor de edad, el papá del niño que le dé ella no vive con él, pero el papá del niño que le dé ella fuera estudiao cuando yo le dije estudié pa´que el día de mañana no dependa de mí ni otro baboso en la calle [silencio corto]. Yo… [No se logra entender qué dice]. Yo tal de ver mi hija bien yo puedo andar en pantaloneta en zapatillas como sea después de que no huela feo

[silencio corto]. Bueno, me pasé al otro lado a donde mis amistades en ese solazo y nosotros amanecidos tomando. Y le digo a mi hija mami se me descargó el celular, póngame a cargar el celular, la mamá comienza a buscar ¡no revise lo que no es suyo! [Levanta la voz haciendo el gesto como si estuviere la persona al frente].

Le digo a mi hija: ¡Mami! ¿qué va a hacer de desayuno? Pues yo es más pues por charlar yo tomando no me da por nada de eso sino una sed en la garganta. Y le digo vea… vaya compre carne chunchullo usted verá y quédese con la devuelta. [Hace el gesto de entregar el billete] le di

50.000 pesos. Y mi hija claro, mi hija recién levantada con un billete de 50.000 pesos un 1 de enero [silencio corto, gesto de risa] no se cambiaba por nadie esa niña. Yo vengo pa´ onde no pregunte no me voy. Y me vine para el gimnasio y la mamá se lo quito fue a ella, cualquier cosa le dio pero… no la mamá siempre ha sembrado cizaña, la mamá yo no sé pero…

27

Entrevistadora: O sea que es una relación difícil que has tenido con la mamá de la niña, no se han llevado bien.

Rodrigo: Lo que usted acaba de decir señorita, difícil porque [silencio corto] a mí me corre sangre no me corre agua. Cuando yo estaba como un vegetal en una cama que supuestamente quedaba yo como un inepto un inútil tirado ahí [silencio corto] ella dice [baja el tono de voz y toma un tono despectivo tratando de imitar a como lo dijo su ex mujer] “Ya no me servís” y yo

¿cómo? Mamita yo de aquí me levanto, eso nunca se me olvida, yo me levanto de esta de aquí que yo me levante solo [hace gesto con las manos de jurarlo, silencio corto] cuando comencé a caminar que llegué al barrio, ¡ja! Ahí mismo las primas de ella las mujeres de más allá del barrio

[busca imitar voces femeninas] “Ay marranito” Quiubo preciosas qué quiere camine vamos para la panadería, hágale no se preocupe ¿cuál mujer? No eso fue una aventura, entonces ella se llenó de odio con eso y yo no más ella muchas veces que “Rodrigo” yo no, no, tu usted por acá yo por acá.

Entrevistadora: A ver si te entiendo bien, cuando tú estuviste en los momentos más críticos del accidente ¿ella de alguna manera no creía que tú te ibas a recuperar?

Rodrigo: No es que niña usted lo está diciendo, es que los médicos dijeron que de mil uno y de cien ninguno, si yo quedaba vivo yo quedaba cuerdo [silencio corto] a mí me dieron fue muerte cerebral [silencio corto] yo quedaba sirviendo pa´ tres cosas, pa´ nada, pa´ nada y pa´ nada y ella enseñada conmigo a cada 8 ochos días de rumba pa´ rumba cuando juanchito era juanchito la quinta todo eso…

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Entrevistadora: ¿Qué significó para ti ese cambio de ella?

Rodrigo: Al principio fue duro sí pa´ que voy a negarlo… yo y ella… nosotros duramos mucho tiempo de novios y…viendo que yo desde un principio desde que la vinieron a vacamuertiar a ella yo como 5, yo maté como 2 ese día, por ella yo me eché un poco de gente de enemiga, yo anda vea mire pa´allá y pa´ acá yo no tenía paz, no tenía sosiego mientras ella estaba con sus amistades pa´ allí pa´ allá. Entonces cuando me pasó lo que me pasó dentro de mí decía… pero ya lo que está hecho está hecho como hombre tenía que hacerlo como fuera mi novia, como fuera mi amiga o lo que fuera tenía que hacerla respetar, donde fuera y eh… si niña como le digo… yo al principio fue duro. Me decían magdalena ruta 2 por qué, yo lloraba solo

[silencio corto]… pero no… arriba ya no vive nadie yo todavía tengo presencia, yo me visto bien y me hecho mis menjurjes.

Entrevistadora: Cuando tú dices “Cuando pasó lo que pasó” ¿A qué nos estamos refiriendo exactamente?

Rodrigo: A las primas de ella a las amigas de ellas amigas supuestamente amigas entre comillas [hace el gesto de las comillas con la mano].

Entrevistadora: Explícanos un poquito no entendemos…

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Rodrigo: Yo viví una fantasía no mi amiga… pero… esa amiguita cuándo usted menos se descuida… uno propone la mujer dispone sí, pero… no es por dármelas de chayanne pero en ese barrio a mí me buscaban por aquí por allá.

Entrevistadora: Qué fue entonces lo que pasó, puntualmente. Ahorita estabas hablando de la relación, ¿cierto? Con tu ex pareja y tú dijiste “Cuándo pasó lo que pasó ella”…

Rodrigo: En el sentido de que cuando me dieron bala [una de las personas del club, empieza a abrir una llave para llenar un tarro de agua aún en medio del ruido que produce esta acción se continúa con la entrevista y lo que se escribe es lo que se alcanza a captar de la narración de

Rodrigo].

Rodrigo: Ella me decía ¿cómo? Yo tan sólo pisaba [hace el gesto con el pie de pisar, ahora ya se encuentra sentado en la silla] el barrio villa nueva o el barrio paraíso ya sea en moto o a pie llegaba a la panadería, venga charlamos regálame 5 minuticos de su tiempo mami venga, entonces ella volaba las primas de ella, las mejores amigas de ellas me paraban… así fue niña yo…

Entrevistadora: O sea ella no creía que tú después del accidente ibas a poder.

Rodrigo: Es correcto, yo quiero ya no [el ruido de la llave abierta aumenta es confuso lo que se dice en ese momento] ella se sintió despreciada hay un dicho que dice vale más un desprecio que mil palabras. Y aun todavía yo llego a ese barrió ¡ja! Puede estar como esté desbaratado,

30 discapacitado, ¡yo como deportista niña! [Silencio corto] sino que yo por allá muy poco ya no, ella le duele eso, ella tenga otro amigo otro compañero, ella le duele eso porque primero fue sábado que domingo es un dicho [silencio corto] y también dicen que donde hubo fuego cenizas quedan dicen pero a mi esas cenizas [hace gesto de apagado con la boca] puf…evito ir por allá

[silencio corto] por ejemplo yo a mí me pagaron, di en mi casa y me fui para onde mi hija en un taxi como a las 11 pm. Ya mi hija es mayor de edad. Vamos a comer sándwich cubano. Sí la saque a comer sándwich cubano por allá por torres de Maracaibo no ese aplastao no, sándwich cubano, ¡cómo mamita!

Entrevistadora: Que significó en tú vida tener una hija.

Rodrigo: Madurez [silencio corto, y baja el tono de la voz] madurez porque yo vivía mi vida muy deportivamente [silencio corto], en qué sentido: Yo tenía en ese tiempo novias cuando tiempo de Alfonso López en dependencia, Guabal todos esos barrios Jardín, fortaleza, Agua

Blanca [silencio corto] ¡Yo onde llegaba niña¡ yo [silencio corto] [tira un beso, como mostrando una forma de dar un piropo]. Pa´ ónde quiere que la lleve, pa´ el 18 camine y…

Entrevistadora: Cuántos años tenías cuando nació tu hija.

Rodrigo: Recién me había volado del batallón [silencio corto, rememora] iba a cumplir 20 años.

Entrevistadora: Tu hija tiene ahora 19 nos habías dicho…

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Rodrigo: [silencio medio]. Sí como le digo yo [silencio corto] ¡eso! [Acelera el ritmo de hablar] era algo que a la mamá le duele porque yo era uno qué cuando yo salía yo llegaba al barrio y vamos pa´ tal parte a comer le traemos a su mamita. Y yo ahora muchas veces no, el qué día me dijo: “Rodrigo yo llego de trabajar y la niña no me guarda almuerzo” yo que puedo hacer

[silencio Corto], dígale guárdeme almuerzo que yo vengo de trabajar, ustedes dos viven aquí como mamá e hija yo aquí de vez en cuando vengo [silencio corto] yo no puedo ponerme de [no se logra entender qué dice], yo no puedo pegarle, aunque debería pero mmm… Yo tengo una mano muy pesada no me ponga quejas está usted entre mamá e hija.

Y sí niña sea como sea yo por allá evito ir porque sea como sea donde yo llego niña [nombra barrios de Cali], yo pude haber tenido un paso cruel y bochornoso [silencio corto], pero el día que soy un rehabilitado mucha gente, la gente me admira [imita como le dicen otras personas]

“Ay Rodrigo, venga mijo cómo está, qué hay de esa hermosa vida” Responde él: No… estudiando hasta que tenga las cejas blancas, gracias a Dios bien. “Qué bueno mijo, qué quiere comer, siéntese”. Entonces... yo más bien voy de vez en cuando, yo tengo muchas partes donde llegar barrio Tequendama, ese barrio cerca a las canchas, ese barrio… [Silencio para tratar de recordar el nombre el barrio] Colseguros, panamericano, Cambulos, ¡no!

Entrevistadora: Qué sientes cuando te das cuenta que de alguna manera hay mucha gente que te admira por haberte superado.

Rodrigo: ¿Qué siento? En mi interior alegría esa gente siempre me quiso ver bien y hoy en día que me ve bien me dicen mijo me siento orgulloso de ti como está, “Rodrigo yo lo considero a

32 usted mi familia, usted es un espejo es una persona” que está echada pa´ delante como otros por ahí siguen y siguen. No, no, no, el pasado es pasado yo tengo otra mentalidad como le digo niña yo me siento ¡uf…! Gracias a Dios claro, sí. Primeramente él, porque niña como yo estuve ¡ja!

Un día llegaba yo al barrio la hacienda, barrio por allá por la Guadalupe ¡no! Mejor dicho…

Entrevistadora: Ahora que hablas de que te alegras de que esas personas te hayan apoyado o creído en ti, me acuerdo que la entrevista pasada hablaste de que tu mamá tenía la esperanza en ti, ¿si lo recuerdas?

Rodrigo: Claro niña.

Entrevistadora: Qué representó para ti eso, qué sentías cuando te dabas cuenta que tu mamá creía en que tú podías cambiar.

Rodrigo: Niña cómo le explico, con la boca ¡jum¡ Una madre siempre quiere verlo bien a uno, nunca quiere verlo mal, cuando yo estaba en mis tiempos de mis andanzas y me chuzaban ellas sentía y yo le decía mami no llore que esto no es nada “Ay mijito…” No llore mamá que yo soy un hombre, esto no es nada mamá “Mijito me duele verlo así” [trata de interpretar como le decía su madre cuando le hablaba llorando], usted tranquila mamá, tome agüita mojada siéntese y relájese…

Entrevistadora: Cuántos años tenías en ese entonces cuando ocurrían ese tipo de situaciones.

33

Rodrigo: ¡Yo! Tenía 16-17 años.

Entrevistadora: Mmm…

Rodrigo: [Trata de interpretar como le decía su madre cuando le hablaba llorando]. Y ella:

“Mijito, mijito mucho cuidado” y yo: No… mamá no se preocupe que arriba no vive nadie, tranquila, “De pronto me lo matan”. No… mamá, ¿lo matan? Mami yo soy un hombre a mi quién, si alguna cosa no se asare que yo no... lo mantengo aquí en encima [hace el gesto de cargar un arma en la cintura]. ¡Pero mentiras! Que el día menos pensando me dan [acelera el tono de voz y da palmadas], yo me muero en mi ley, ella sufría más de lo que sufría… yo quiero algún día verlo bien y me va a ver bien mamá. Hoy en día me ve bien. Yo ahora salgo y paso sabroso y al otro día madrugo y estoy bien. Y yo pa´ volver atrás, mamá llevo 20 años y no debería mamá yo creo que usted sus últimos tiempos esté en paz, tranquila, ya es tiempo de que usted esté en paz, tranquila.

Entrevistadora: vez que hablamos de tu familia no hablamos de tu hermana, no hablamos de la relación con tu hermana tú habías dicho que era un poco distante, ¿podrías contarnos un poco más?

Rodrigo: Yo le cuento no hay problema. Sino que ella como tuvo la oportunidad de que la hermana de mi papá le dijeran: “Vengase pa´ acá, acá le doy esto” ella vivía ahí en San Cayetano a la vuelta de la iglesia de San Antonio. “Aquí vivimos, la ayudamos, le damos estudios lo que necesite” Pero cuando cumplió veinte años mi hermana tenía que hacer lo que ella dijera, no

34 podía salir tarde de la noche. Entonces mi hermana dijo: “Yo soy una mujer hecha y derecha”.

“Pero yo te formé, usted hoy en día es por lo que yo a usted le di y mi marido, le decía mi tía. Su mamá una pobretona esto y lo otro” [hace referencia a lo que decía la tía cuando le hablaba a su hermana]. Entonces mi hermana cogió cierta persona duraron un tiempo de novios y se abrió, se independizó. Mi hermana ahí con su gente, ella es hoy en día [silencio corto] ella corrió con suerte. Ella es profesora ahí en el Liceo San Antonio, ella a donde mi mamá nunca va, porque mi mamá es pobre…y ella le dice a mi mamá: “Mamá mi hermano está muy viejo, que se rebusque la plata, mándelo a pedir plata a los buses” y mi mamá le dijo: “No, él a usted no le pide un peso

él como deportista se gana su plata y yo lo apoyo hasta lo último, si a usted no le gusta mija pues

[silencio].

Entrevistadora: ¿Entonces tú con tu hermana eres distante, ustedes casi no se hablan?

Rodrigo: No si yo la veo, quiubo Juliet, [gesto de saludar cortantemente] no como hermanos

¡ay hermanita! [hace el gesto de un abrazo] No. Porque mi hermana cuando mi hija quería un pastel, mi hija tenía en ese tiempo tan sólo 12 años, “Tía me regala un pastel de cumpleaños”

[hace referencia a la voz de la niña] “Yo no tengo plata pídale a su papá” [imita a la voz de la hermana]. A un sobrino no se le dice eso, yo estaba en convalecencia yo vivía de rifas yo en ese antes no hacía deporte, a mí se me quedó eso así [baja el tono de voz] ah ya. Sí como le digo mi hermana todo el tiempo “Usted porque es tan pobretona mamá” eso nunca se le dice a una madre. Cuando vivíamos en la base por Villa Colombia una vez fue hace mucho tiempo llegó con falda larga botas una blusa una chaqueta con el pelo cogido con el marido en una moto

“Mamá vea aquí le traje esto vea, y ustedes ¿no han progresado? Siempre lo mismo mamá

35 cambien esos muebles consigan” [hace referencia a la voz de la hermana]. Decirlo es muy fácil, sí claro… y mi mamá “De a dónde mija no nos alcanza” la hermana dijo: “Mamá le digo una cosa mamá yo a esta casa no vuelvo” y no volvió [silencio].

Entrevistadora: Tu hermana mientras tú estabas en recuperación del accidente estuvo presente, ¿ella se dio cuenta?

Rodrigo: Ella se dio cuenta claro, y siempre decía: “Si vio mamá así era como él quería quedar, una carga pa´ usted, déjelo mamá que él ya qué…”.

Entrevistadora: Qué sentías cuando ella te decía esas cosas.

Rodrigo: ¡Uf…! [Baja y enlentece el tono de la voz]. Eso duele niña… eso duele… y como le digo niña gracias a Dios me he superado mucho y me voy a superar mucho más.

Entrevistadora: Ahora que hablas de “Me voy a superar más”, la otra vez no hablamos de tus planes a futuro, nos dijiste que estabas estudiando pero cuáles son tus planes.

Rodrigo: Planes seguir estudiando hasta que tenga las cejas blancas.

Entrevistadora: ¿Cómo? [Sonríe].

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Rodrigo: Seguir estudiando hasta que tenga las cejas blancas prepararme como instructor de deporte, de educación física esa es la mentalidad mía. Eh… probarle a mi hermana, no tanto a ella sino a mí mismo y a mi familia que está en España siempre decían “Ese no cambia” [silencio corto]. Hay muchas personas que necesitan una oportunidad, como muchas personas le dan una oportunidad y tiran la desaprovechan, sí claro es verdad niña casos se han visto, pero la mentalidad mía hoy en día [los segundos próximos no se entiende qué dice, así que se retoman desde lo que se puede entender]. De vigilante, en una fábrica como vigilante no fui en el tiempo que necesitaban entonces… que se puede hacer, sigo preparando yo, afán no tengo, sí necesito cosas pero pues… la meta mía es estudiar hasta que tenga las cejas blancas, sí la mentalidad mía es seguir, seguir estudiando y trabajar, como mucha gente que trabaja y estudia [silencio].

Entrevistadora: Tú les has comentado a tus papás sobre estos planes que tienes, qué te dicen ellos…

Rodrigo: “Eché pa´ delante mijo” [hace referencia a la voz del papá], pero también necesita trabajar [empieza sonar música de fondo y ruidos que hacen que se interrumpa la entrevista, mientras nos cambiamos a un lugar más silencioso, se retoma la entrevista].

Entrevistadora: Estábamos hablando de, tus planes a futuro y de lo que tu familia pensaban cuando tú les hablabas de eso que querías hacer más adelante.

Rodrigo: De los planes como le digo, estudiar, hasta que esté más grande. “Dele mijo, que nosotros le ayudamos hasta donde esté a nuestro alcance” [refiere a la voz de los padres] “Pero

37 usted tiene que trabajar mijo, porque usted necesita sus cosas personales, porque a usted le gusta tener mi colección de lociones” vestir bien, cosas de marca me dice: “Cuente con nosotros mijo”

[silencio corto]. Yo tengo una persona y me dijo el que día: “Casémonos” Y yo le dije: No, no, cómo así que casémonos no, eso no es así como así llevamos apenas tres años, y casémonos no, no, no...

Entrevistadora: O sea que en este momento tienes novia, no habíamos tocado el tema, ¿nos habías dicho que salías con alguien?

Rodrigo: Sí…

Entrevistadora: Cómo se llama ella.

Rodrigo: Se llama Rosario, Rosario tijeras le digo yo.

Entrevistadora: Llevas 3 años con ella ¿cierto?

Rodrigo: Ella ya es bachiller, sino que como ella tiene cola y no puede ejercer su profesión, ella es bacterióloga y odontóloga ella es de las tierras de falcao, de Santa Marta.

Entrevistadora: Cuando dices tiene cola ¿a qué te refieres?

Rodrigo: Tres hijos.

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Entrevistadora: Ah… ya.

Rodrigo: Ella consigue trabajo aquí y allá pero con quién deja los hijos. Incluso me contaba ayer que me llamó que el sobrino lo tienen internado yo le dije: ¿Cómo así? En diciembre le ofreció vicio a mi hija, le ofreció perica. No. No, no, cómo así. “Y mi hermana lo tiró a la calle” no, no, cómo pueden hacer eso, al contrario al muchacho hay que hablarle el diálogo no pegarle no, hablarle hacerle caer en la cuenta el error que hizo y que consecuencias tienes sí me entiende

[silencio corto]. Yo quedé de ir pa´ allá hoy [a la casa de la novia], [silencio corto]. ¿Él se quiso internar? Porque obligado nadie cambia. Eh… “Y usted Rodrigo que ha tenido un pasado yo quiero que usted lo oriente” [hace referencia a la voz de la novia” [silencio].

Entrevistadora: Tienes algunos planes con ella, ¿Con la relación?

Rodrigo: Pues de pronto le digo una cosa yo me enfrenté con el papá de los hijos [silencio corto], él creía que yo era un pelagote [silencio corto], se equivocó [silencio corto] y ella hace muchos… años lo dejó a él. Desde que la niña de ella tenía nueve años. El man trabaja por allá en los ingenios cortando caña, pero el man consume drogas, entonces ella cuando se dio cuenta de que él era lo que era. Ella lo volió. “Eso no es hombre para mí” ella lo dejó hace muchos años.

Y él me quiso intimidar pero perro que no se conoce no se toca, ella es una mujer libre, ustedes no son casados, ella ya no lo quiere por qué la va obligar [hace el gesto como si estuviese hablando con la ex pareja de la novia].

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Entrevistadora: Ahora que tú nos hablas de esta persona, en la entrevista pasada también nos hablaste por ejemplo de un joven que estaba en las calles consumiendo drogas, o sea así como esas personas tú la entrevista pasada nos hablaste de varias personas así, ¿Significan algo para ti esas personas cuando tu vez esas historias de vida?

Rodrigo: Qué pienso yo, como le digo papi está equivocado no sea ignorante está equivocado para usted es bien en el momento vea como está usted, vea como estoy yo ahora vea no me falta nada, usted puede estar mejor que yo no se equivoque no se monte esa idea de que “Yo estoy bien” que de dientes pa´ fuera “Estoy bien” pero por dentro está coco.

Entrevistadora: Cuando los ves a ellos y les hablas, recuerdas un poco cuándo tú también pasaste por eso…

Rodrigo: Claro niña… como le digo mucha gente no creía que yo podría cambiar [silencio largo].

Entrevistadora: Bueno, qué más queda pendiente por aquí. El suceso…

Entrevistadora: Ah… sí. [Conversación corta entre las entrevistadoras].

Entrevistadora: Tú nos hablaste la primera vez que nos vimos, del accidente que te pasó, pero no estábamos en el momento de la entrevista. Tú podrías contarnos nuevamente si quieres claro,

40 como fue ese momento, cómo fue el tiempo de curación, tú dijiste que alcanzaste a estar con muerte cerebral, háblanos un poco de eso.

Rodrigo: Estuve seis meses en coma… llegó el tiempo en que a mi mucha gente me decían

“No a este man es matarlo, porque este man… está muy desatado, muy desatado” y yo como le digo…

Entrevistadora: Cuántos años tenías cuando empezó a salir ese rumor de que te iban a asesinar.

Rodrigo: 16 años [silencio corto]. Yo estaba muy desatado “Usted no va a conocer la cédula mijo, piérdase que usted huele a formol” ¡ja¡ formol… yo me echo loción, formol esa loción no la conozco.

Entrevistadora: Cuánto años tenías cuando ocurrió el accidente.

Rodrigo: 20 años [silencio corto]. Recién volado del batallón [silencio corto]. El man me cogió [silencio corto] por la espalda a traición [silencio corto] y yo también me confié, pasó el tiempo yo dije eso no pasa nada… guerra avisada no mata a soldado si lo mata es por descuidado, y me confié [silencio corto]. Yo dije voy a dedicarme a mi hija, al menos la pude conocer mucha gente no… y si como le digo yo [silencio corto] pasó lo que me pasó. Y llegó el man, [silencio corto] pegó dos tiros en la cabeza convencido de que me había matado, me buscaba por el barrio y no faltó el que dijo: “Sí, míralo allá está” y a allá me llegó y… me…

41 cuando yo voltié a mirar no me dio tiempo de nada me dijo: “Tenga y tenga” me metió [silencio largo].

Entrevistadora: cuánto tiempo alcanzaste a estar en el servicio militar.

Rodrigo: Yo me volé al primer mes, ¡yo quería conocer la pinta! Muchas gente en su juventud dicen: Esa pelada me gusta le voy a hacer la pinta, voy a ver con ella que me dé, que quedé aunque sea la pinta, ojizarco así bonito gordito, todo y si me fui pa´ l batallón a esconderme porque yo estaba muy caliente, con muchos problemas acá y… [Silencio corto], pa´ nada porque cuando ella estaba en el hospital, el mismo día me volee y no dejaban entrar en el hospital tenía que estar acá fuera [silencio corto] mi hija tenía grasita aquí [señala la frente] cuando nació y mancha de sangre y los médicos la limpiaron y la sacaron ya cuando se la entregaron a la suegra mía [silencio].

Entrevistadora: Cuéntanos quiénes están en estas fotos. Quiénes están en esta primera foto [se sostiene la foto en la mano se señala los personajes de la misma].

Rodrigo: Esa es mi my mother cuando yo tenía un mes de nacido.

Entrevistadora: Mmm… aquí quién está, este eres tú [segunda foto].

Rodrigo: No, un primo mío.

42

Entrevistadora: Un primo por parte de quién de papá, mamá.

Rodrigo: De papá.

Entrevistadora: Eras muy unido con este primo.

Rodrigo: Sí éramos como primo hermanos.

Entrevistadora: Aquí, quiénes están.

Rodrigo: Un tío, un tío que luchó tanto conmigo…

Entrevistadora: Cuál es el tío, [pregunta señalando la foto].

Rodrigo: Ese, ese, cuando era policía que la quinta era la quinta, donde estaba Santa Cruz…

Entrevistadora: Cuando dices que luchó contigo, era qué, a qué te refieres.

Rodrigo: Que fuera un muchacho de bien, que ya que él era policía que fuera un ejemplo para la familia, que el apellido Rodríguez, que no fuese… a hacer lo que hizo mi papá… ¡Bueno en fin! Que yo… que mi papá fue toma trago, mujeriego y pelión fumador. Todo eso son, son etapas. Sí que no fuera a coger malos vicios… y si por acá me entraba y por acá me salía [señala los odios de izquierda a derecha].

43

Entrevistadora: Y aquí quienes están, tan bonita esa foto.

Rodrigo: ¡Ah! Vea esta prima mía, ella estuvo en el M19, hoy en día vive con un pastor, pastor alemán no sé [risas]. Este primo está en España en la base aérea, este es hijo del policía y este es un primo que maneja taxi.

Entrevistadora: Y este eres tú [señala la foto].

Rodrigo: Sí.

Entrevistadora: Cuántos años estás cumpliendo.

Rodrigo: 7 años, acá más de mil meses.

Entrevistadora: ¿Y ella es, tu hermana?

Rodrigo: Sí, Tenía 4 o 5 años.

Entrevistadora: En dónde están, en…

Rodrigo: San francisco, es al frente del… [Silencio largo].

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Entrevistadora: Bueno Rodrigo. Nosotras creemos que esto es todo por el momento. ¿Hay algo que quieran agregar? Pues nuevamente muchas gracias.

[Fin de la entrevista]

Entrevista Antonio Ferney Cantillo:

Primera entrevista.

Realizada 27/05/15

Duración 01:10:09

La entrevista se realiza en las instalaciones de la Universidad Cooperativa de Colombia, sede sur en la ciudad de Cali a las 08:25 am. Se realiza el protocolo correspondiente al consentimiento informado, posterior se pasa a realizar la entrevista.

Entrevistadora: Buenos días Antonio. Cuéntanos un poco, vamos hablar del antes de la situación de discapacidad. Cuéntanos un poco alrededor de tu familia, ¿quiénes eran los miembros de tu familia en ese entonces?

Antonio: Ok, eh mi familia en ese entonces… pues hemos sido una… somos una familia digámoslo así de campo, somos una familia numerosa… eh… Compartí casi con todos, aparte de mi mamá, pues siete tíos que. Mis abuelos son los que me criaron, eh... como le digo una familia numerosa, compartí casi con todos. En el momento del accidente pues ya eh cada uno, o la gran mayoría estaba pues como realizados por su lado, con su familia. En ese momento convivía con mis abuelos, eh mi hermana menor y un primo, pues que era como el núcleo familiar con el que convivíamos.

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Antes del accidente… pues normal no, la vida de pronto de un joven que le gustaba la rumba, bueno aún me gusta, eh. Trabajar, el estudio, como que no eran tampoco mucho las obligaciones que uno tenía o las responsabilidades no.

Entrevistadora: ¿De cuántos años estamos hablando de ese entonces?

Antonio: Mmm. Entre 18, 20 años más o menos. Hace más o menos unos 11 o 12 años.

Entrevistadora: Estabas viviendo ya ¿Dónde estabas viviendo en ese entonces?

Antonio: No, cuando tuve el accidente vivía con… con mis abuelos. Yo a los 19 años entre al ejército, a los 21 casi 22 tuve el accidente. Eh… no, antes de eso yo creo que la vida normal de cualquier persona.

Entrevistadora: Cuéntanos un poquito más sobre tu familia, respecto a ¿cómo eran esas relaciones? Digamos, ¿con quién compartías un poco más o eras un poquito más distante?

Antonio: Somos una familia casi… pues, tenemos un gran número de familia que si ha estado vinculada con el ejército, la policía, en cierta forma digámoslo así con las fuerzas armadas. Y tenemos como, o mi papá, pues mi abuelo nos ha inculcado como el… el espíritu del equipo en trabajo, el trabajo en equipo. Entonces unos, aun incluso estando ya separados, cada uno por su lado somos muy pendientes del uno del otro, tratando de… no sé, de apoyar, de ayudar en lo que se pueda, de que lo necesite no. Mi papá siempre nos decía pues que: “Si trabajábamos juntos eh, pues nos íbamos a mantener fuertes”, que de pronto cada uno por su lado, por muy perfecta que sea una persona siempre tiene uno... pues es mejor en algunas cosas y… con respecto a los demás y pues también tiene cosas, falencias no. Mientras que estando pues como unidos, casi la mayoría hombres, entonces podíamos como… como apoyarnos y fortalecer todas las debilidades, obviamente de pronto con las fortalezas de algunos de los otros miembros de la familia.

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Entrevistadora: ¿Cómo se demostraban ese apoyo entre ustedes? Lo decían o que gestos se mostraban.

Antonio: De pronto eh, una forma de… si digámoslo. Diciéndolo… eh, respecto los mayores pues son mis tíos pero realmente yo los considero como mis hermanos. Entonces, pues siempre los consejos, la experiencia de ellos ya que le ha dado la vida. Eh, para nosotros los menores contaba muchísimo. Entonces de pronto los consejos, escucharlos y como dejarse también uno guiar no. De parte de ellos también como si fueran de pronto mi papá. Y… otra forma de demostrarlo… Como te decía al comienzo somos una familia de campo, tenemos una finca entonces allá se demostraba más la unión de pronto la imagen que yo tengo de cuando vivía con ellos era… cuando vivíamos casi todos en la casa de mis papás, era 6:30 de la mañana, 7:30 de la mañana cuando yo no estaba estudiando, salíamos 5 -6 miembros de la casa a la finca a trabajar todos juntos, por la tarde el regreso era el mismo. Entonces, es una imagen que de pronto no tengo yo, sino que de pronto también tiene mucha gente del pueblo, porque pues relativamente es un pueblo pequeño no, entonces casi siempre salíamos juntos ya de pronto por la diferencia de edad unos con otros, ya en temas de pronto que unos íbamos de rumba ya cada uno coge por su lado pero en cuestiones de trabajo si, digamos que esa es la forma como nos demostramos siempre la unión y el apoyo de unos con otros.

Entrevistadora: En ese entonces, ahora que tu nombras la palabra imagen ¿Crees que tu familia tenía una imagen de ti? O te nombraban de alguna manera especial, por decir: De que mi familia me tiene en el concepto de que yo soy de tal manera.

Antonio: No digámoslo así, pues tampoco soy el… como el hablador, el de los chistes no eso le toca a otro de ellos. Pero no, yo, yo tengo, pues, eh siempre. Eh, digamos en la infancia me marco mucho los caballos, siempre me han gustado los caballos, ya digamos todo en la

47 adolescencia me pase a las motos, entonces han sido como las dos cosas que siempre… que siempre ellos hablan no.

Entrevistadora: ¿Qué dicen?

Antonio: De pronto… que todo se me hacía fácil de pronto. Para mí montarme en un potro que están amansando era… se me metía en la cabeza... De hecho tuve una o dos caídas por eso, porque los molestaba mucho hasta que me decían bueno pues, venga lo montamos usted vera y sí me caía pero pues igual como te digo era o aun es una de mis aficiones. Entonces era como el que… el que no le importa pues, el que le dicen súbase allá a en un árbol y me subía porque no, se me hacía fácil.

Entrevistadora: ¿Cómo podrías decirlo en una palabra? Como desafiante, ¿cómo?

Antonio: De pronto he sido un poquito más como el loco de la casa yo creo… pues como te digo todo se le hace fácil y no de pronto eh... en algún momento no llega a medir las consecuencias, de pronto de subirse en un árbol o de subirse a un potro que estén amansando apenas, como que si no, pues de pronto si un poquito de miedo pero como te digo de pronto como…

Entrevistadora: El osado de la familia.

Antonio: Si, de pronto, de pronto esa sería la palabra.

Entrevistadora: Tú tenías en ese entonces alguna responsabilidad digamos puntual frente a tu familia, ¿cuál crees que era tu rol en tu familia?

Antonio: Mmm, digamos que durante el tiempo que estuve en mi casa… mi principal responsabilidad siempre como que la tuve muy clara, mi papá pues siempre me la hizo ver así era el estudio, era pues la principal. Él me decía: “La única responsabilidad que usted tiene es el estudio y rendir al estudio no es… no es más”, ya después de ahí que de pronto tiempo libre

48 había que colaborar en la casa, eh pues si yo creo que es como algo muy, muy normal no... pero digamos que responsabilidades así como designadas de que lo tenés que hacer si o si, no, no tuve o no llegue a tener una, digamos que, más bien era como una colaboración como dice mi papá enseñándole a trabajar, enseñándole pues como las cosas que, como se hacen. Entonces de pronto no lo vi como una responsabilidad de pronto si un día tener que ir a la finca trabajar o hacer algo, o… si mis hermanos o mis tíos llegaban de la finca y tenía que ir a dejar los caballos aparte de que me gustaba era como mí, mi aporte digámoslo al trabajo de la casa, porque pues…

Entrevistadora: No lo veías necesariamente como una obligación.

Antonio: Si, exacto. No lo veía como que, llegaron mis tíos y ahora me tengo que ir. Porque en ocasiones no… pues si no podía o estaba haciendo alguna cosa pues no era una obligación.

Entrevistadora: En ese entonces tu familia tenía alguna imagen sobre la discapacidad o en algún momento se habló de ese tema.

Antonio: No mira, fue un tema que tocamos yo creo más que todo con mi mamá porque mi papá como te digo con una formación militar y es una persona, o yo la imagen que siempre tuve de mi papá es una persona muy fuerte, yo le digo o de carácter, le decía… es una persona muy difícil de quebrar digámoslo así mi papá no, no es de las personas que uno lo llega a ver preocupado o llorando o desesperado, es una persona muy fría como no sé, muy calculador, como no sé, poco expresivo tal vez. Entonces con mi papá casi, casi no llegamos a tocar el tema.

Eh, pero con mi mamá sí, sobre todo con mi abuelita eh. [Se ríe] Es que… bueno hay un enredo ahí porque, cuando me refiero a mi mamá es a mi abuela… mi mamá, mi mamá pues no, como que la relación es más como si fuera mi hermana, como mi hermana, como… y pues el cariño y de pronto eh… eh… el respeto porque pues es mi mamá y mis abuelos siempre me enseñaron eso no, pero que yo considere papá y mamá mis abuelos maternos… con ella si llegue a tocar,

49 con mi abuelita llegue a tocar mucho el tema, incluso yo creo que fue una de las cosas que en el momento del accidente como que me marcaron más porque… cuando yo estaba. Yo siempre le decía a mi mamá cuando yo me iba.

Entrevistadora: Entendemos a la mamá como a la abuela. ¿Y a tu mamá como la entendemos?

Antonio: Pues la verdad casi no he compartido con ella, entonces no…

Entrevistadora: ¿Y el papá es el abuelo? O ¿Es papá, papá?

Antonio: Mi papá es mi abuelo, correcto. Son mis abuelos maternos. Por eso te digo que a mi mamá la veo más como, como una hermana.

Entrevistadora: ¿Y a tu papá como lo ves?

Antonio: No lo veo. [Se ríe]. No lo veo como desde los 4 años… [Se ríe]. No, no de pronto en ese momento pues lo vi pero pues ahorita me lo puedo cruzar pero no, no tengo… no sé quién es mejor dicho. Eh… y, y con mi mamá como te decía si tocamos el tema, y de pronto en el momento del accidente fue algo como… como lo más complicado no, porque yo siempre me iba pues mi mamá preocupada pues porque me iba a eso, eh... cuando nos despedíamos era la bendición y ya pues, obviamente le cambiaba la cara a mi mamá.

Entrevistadora: ¿Cuándo? Cuando…

Antonio: Cuando me iba para el ejército.

Entrevistadora: Cuando te ibas al ejército y de permiso y…

Antonio: Y me regresaba, y de pronto la respuesta mía era un abrazo y decirle le prometo que en 4 o 5 meses voy a volver bien, de pronto fue lo que… lo que me quebró a mí con el día que yo me vi así porque yo decía, como que no pude cumplir una promesa, entonces fue como lo que digamos me así, lo que me partió a mí, pero… pero antes de eso, hablar de una discapacidad en la casa no… o sea no recuerdo que lo hayamos hecho.

50

Entrevistadora: Pasemos a las relaciones con amigos y/o con pares. Empecemos por el colegio, ¿quién era tu círculo de amistades en ese entonces?

Antonio: Eh, bueno en la relación de, de digámoslo así de lo que yo soy o era con mi familia.

En el círculo digámoslo así de mis amigos de colegio sí tenía como tendencia a ser como el chistoso del grupo, estuve relacionado con. Digamos casi la mayoría de mis amigos, mi mamá, mamá. Es profesora entonces mi círculo de amigos como que fueron los hijos de los compañeros de mi mamá del trabajo… eh, compartíamos muchos gustos, las motos, casi todos. Eh… motos, el fútbol, PlayStation. Eh, era como los gustos en común. Eh, ya después… pues tampoco

éramos un grupo tan, tan grande 5 o 6 amigos consideramos que era como, como suficiente pues con los que prácticamente crecí pase todo, todo el colegio.

Entrevistadora: ¿Qué crees tú que era lo que más te aportaba ese grupo de amigos?

Antonio: De pronto con mi grupo de amigos eh… como te decía al comienzo con mis tíos siempre hay una diferencia de edad de más o menos 15- 16 años, el menor con respecto a mí.

Entonces siempre son cosas como, como que cambian no, de pronto la forma de ver las cosas.

Mis amigos me aportaban eso, de hecho a uno de mi mejor amigo del colegio yo le decía a mí me hubiera gustado tener un hermano de la edad suya por ejemplo 2 años mayor o 2 años menor que como que siente uno que comparte las mismas cosas no, que como que no son muy diferentes.

Entrevistadora: Cuándo dices cambia la forma de ver el mundo a que te estas refiriendo.

Podrías ponernos un ejemplo. Cómo lo veían tus tíos y como lo veían tus amigos.

Antonio: Bueno, de pronto, de pronto no sé si por el hecho de no ser hijo sino nieto digamos que… considero que de pronto la educación que me dieron a mí fueron un poquito más flexible que con mis tíos como dicen los abuelos siempre suelen a ser chochos con los nietos entonces, no

51 sé si de pronto eso digamos afecta… pero, pero sí. Sí, yo me pongo hablar con ellos me hablan cosas de, totalmente diferentes a digamos a lo que yo viví o hice con mis amigos de como de la misma edad.

Entrevistadora: En ese entonces tenías algún amigo que tuviese discapacidad.

Antonio: No.

Entrevistadora: Poco se tocaba el tema.

Antonio: No… la verdad es… un pueblo realmente muy, muy sano, que así uno no. No de pronto una herida más grave sería cortado trabajando o un accidente en un vehículo, pero, pero así que uno hable de discapacidad, pues no igual como… el tiempo que estuve allá digamos no… el tema de las minas y toda esta cuestión como que no estaba tan…

Entrevistadora: Tan drenado.

Antonio: Si, exacto. Entonces nunca…

Entrevistadora: ¿Estamos hablando de la Plata Huila?

Antonio: No. Otro pueblito que es Cauca, donde me crié como a unos 20 minutos. El pueblo donde yo crecí, donde yo nací esta como, como en el límite, está muy cerca del límite entre el

Cauca y el Huila, está relativamente cerca. Entonces ese tema como que casi no lo escuchaba uno pues, ni de pronto ni ver, de pronto si veía a una persona en silla de ruedas pero ya de pronto por la armada o cuestiones de enfermedad pero no de ese tipo de discapacidad.

Entrevistadora: En tu grupo de amigos se tenían sobrenombres…

Antonio: Si, pues de pronto, de pronto apodos… eh, surgían de pronto una semana o por alguna cosa que hacían. Solo recuerdo pues a uno que si… desde que lo conozco siempre le decíamos puerco y, incluso hasta ahora le decimos puerco.

Entrevistadora: No sería el mismo que entrevistamos nosotras.

52

Antonio: Pero del resto no, pero del resto no…

Entrevistadora: ¿Por qué le decían puerco? Que hizo que…

Antonio: Porque él tenía una forma de… él se ponía las manos en la boca y lo escuchaba uno como si lo estuvieran… y hacia un ruido como si lo estuvieran… si lo estuvieran pegando, como si estuvieran matando a un, a un cerdo. Entonces desde ahí le pusimos puerco. Y se quedó así.

Del resto…

Entrevistadora: Usted no tenía algún apodo.

Antonio: No, pero o sea.

Entrevistadora: O por comentario…

Antonio: Si, exacto. Eh un apodo que. Por ejemplo cuando pasó lo de… lo de las torres gemelas en esos días yo estaba, pues yo iba mal en el colegio, entonces mis amigos me decían que yo era muy malo y me decían Osama me duró como 15 o 20 días el apodo. Entonces me decía, pero, pero el resto que yo recuerde un apodo así como, como el que… el del compañero que yo te digo que ya se quedará así hasta que se muera. No, no recuerdo.

Entrevistadora: Si tendrías que decirnos como en que concepto te tenían tus amigos en ese entonces, que creías que pensaban ellos respecto a ti.

Antonio: Mmm, el payaso de pronto, el relajado… como que… si, digamos que va por la vida tan poco, sin, sin ser irresponsable pero tampoco… pues como… como metido en algo que tenía que ser no. Pues siempre como que… incluso los profesores me decían vos podes dar más pero simplemente no querés, entonces como que me limitaba ya para eso es suficiente como cuando uno sabe que después de 3.0 todo es ganancia, entonces como que se limita uno a eso. Como que ya con 3.0 la pasé. Entonces el promedio no importa [el 3.0 hace referencia a la calificación académica de universidades de Colombia, es decir, al promedio de las calificaciones numéricas].

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Entrevistadora: ¿Y eso también se lo decían tus amigos?

Antonio: Si, de pronto mis amigos si me decían que relajado. Y, si, como te digo que de pronto… en parte.

Entrevistadora: ¿Y tú lo asumías también?

Antonio: Si, digamos que yo siempre he tenido como, como esa posición cómoda con respecto a las cosas. Cuando de pronto a veces si… siente uno de que, como el compromiso, de pronto si, si digamos que, que da un poquito más, pero del resto está como en el promedio.

Entrevistadora: Ahora vamos a pasar a otro tema en ese entonces. Nosotras tenemos la categoría relaciones con las instituciones sociales. En ese entonces pertenecías a algún grupo deportivo, iglesia… algún tipo de grupo o de…

Antonio: En el momento de…

Entrevistadora: Antes del accidente.

Antonio: Ok, eh. Estaba, no, en el colegio pues participaba en el equipo de básquet y voleibol.

Del resto no recuerdo pues estar así en otro grupo.

Entrevistadora: De pronto asistió a alguna iglesia.

Antonio: Eh a iglesias, pues todos somos. Yo creo que soy más católico más bien como de nombre, porque no soy una persona que le guste estar en misa y ese tipo de cosas no. Pero no… en ese momento o antes no, era como, como el lugar el colegio, el colegio la casa, y pues con respecto a la parte religiosa católico, no, no pertenecía a ningún otro grupo o algo así.

Entrevistadora: Cuándo decías que pertenecías al grupo de deporte en el colegio, de pronto hacían reuniones, aparte de entrenar, o pasaban otro tipo de tiempo juntos.

Antonio: No, simplemente el entrenamiento. Yo creo que compartir las cosas, como le decía es un pueblo pequeño entonces todo el mundo como que nos conocemos, nos, de pronto

54 compartíamos si en horas de la noche en el parque un rato, pero no que digamos, hiciera parte como del proceso de estar en el equipo no, no nunca tuvimos ese tipo de encuentros.

Entrevistadora: Háblanos un poquito del ingreso al ejército, ¿cómo fue?

Antonio: Eh… como le digo tengo varios miembros, de hecho antes de… y mis amigos, mi círculo de amigos de colegio casi que en su totalidad son o policías o militares. Yo fui casi uno de los últimos que, que ingreso.

Entrevistadora: Que ingresaste al ejército.

Antonio: Si, al ejército… eh, fui casi uno de los últimos que ingresó. Entonces como les digo tengo familia de que a, pues que ha tenido su vida militar. Y ya como a los 18- 19 años me, me pico pues la cosa de que me quiero ir a ver cómo es la vida por fuera de la casa y me pareció la mejor opción, aparte de que mis amigos ya estaban allá y pues escuchar sus vivencias, sus cosas, eh. Mi familia también pues con la misma vocación y tome la decisión de que, de que esa. De que esa era para, me quería ir. Inicialmente me fui a prestar servicio, eh como les digo, no sé si de pronto los abuelos, no de pronto no son muy chochos eh… entonces fui como que el consentido de ellos, cuando yo me fui al ejército.

Entrevistadora: Regalame unos minuticos, voy a interrumpirte un momentico. [Se pausa la entrevista unos segundos porque en el lugar donde se realizaba la entrevista había mucho ruido, entonces fuimos a pedir el favor que le disminuyeran un poco a ese ruido para continuar con la entrevista].

Entrevistadora: Nos estabas contando que fue tu elección [se continua de nuevo la entrevista].

Antonio: Si, eh fue mi elección entonces digamos que… en un comienzo pues yo no sabía realmente lo que pensaba mi papá, simplemente le informé y pues lo que me dijera y… en un momento ya después del accidente y eso que, que nos sentamos hablar, pues decía mi papá: “Yo

55 no pensé que se fuera aguantar pues irse de la casa a un cambio”… casi un vuelto de 180 grados porque de pronto no me fuera acostumbrar a la comida, a los cuidados de la mamá realmente.

Creo que todo el mundo extraña eso cuando no está en casa. Y de pronto pasar de eso a tener que levantarse temprano, cumplir órdenes, eh estar bueno, preparar la comida cuando tenía el turno, a lavar la ropa, a dejar de pronto de dormir en una cama y eso. Como que mi papá de pronto sentía de que no iba hacer capaz realmente de aguantarme mucho tiempo en esa situación, pero pasaron…

Entrevistadora: Perdón, tu papá creía eso. Y ¿Tú qué creías?

Antonio: No, yo creía que… o sea me fui, como te digo en un comienzo a experimentar cómo era toda la vida fuera de casa. Ya mi papá pensaba que de pronto yo en una semana iba a estar llamándolo que iba a estar aburrido, ya en la semana lo llamé… bueno yo... El primer día cuando me dijeron se queda, yo llamé a mi mamá, mi mamá si como que se le cortó la voz y yo no pero pues igual vamos a ver cómo nos va, inicialmente era prestar servicio eso se pasa rápido y, y ya vuelvo. Mi papá si pues es lo que usted quiere qué le vamos hacer. Me quedé ya 3 meses izé bandera, mi papá también pensaba que a los tres meses iba a pedir la salida y tampoco. Y, y ya mira me fue, fue gustando, fui entendiendo las cosas, como se trabaja, la gente, el ambiente y nada al año decidí que ya no iba a prestar más servicio sino que me iba a pasar a, hacer la profesional, igual la decisión digamos que nunca la consulté con los de mi casa simplemente llamaba como a informar que me voy a quedar va a pasar esto y me voy a quedar acá. Al año llamé a mi papá a decirle no papá me voy a quedar y ya, esto es lo que yo quiero, esto es lo que yo quiero para mí y ya. Mi papá pues como que no… o sea, nadie tuvo como la objeción de que por qué, solo uno de mis tíos siempre antes de yo irme me decía que no me fuera que incluso él me daba la plata para que yo me fuera a la policía, yo le decía, pero es que a mí no… nunca me

56 ha llamado la atención la policía, yo le decía no, a mí no me gusta ni el uniforme de la policía [se ríe]. Eh, yo le decía no acá estoy bien y me quede, eso fue 20 años tal vez. Dure 1 año y medio casi los 2 de soldado profesional saliendo después de que tuve el accidente. Y pues fue como, como la vivencia a lo que me llevo prácticamente fue de ir a conocer, como se dice me quedo gustando, y decidí pues quedarme.

Entrevistadora: Qué puedes decir hasta ese momento que te aporto esa institución anterior.

Antonio: La disciplina, el orden, el trabajo en equipo… son cosas que…

Entrevistadora: ¿Qué cambió en ti?

Antonio: La disciplina, el orden…

Entrevistadora: Podrías describirnos un poco como fue ese cambio.

Antonio: En mi casa como te digo de pronto estaba acostumbrado a que mi mamá era la que me tendía la cama, la que me recogía la ropa, se acostumbra uno a que va a salir, o que un fin de semana uno encuentra la ropa doblada o planchada, lo que se necesite y de pronto una diferencia que yo tuve o que yo siento que es muy marcada con el resto de mis tíos pues con mis hermanos, de pronto es… la ropa no, ellos les gusta... incluso yo recuerdo a mi mamá hasta aplanchando los jeans y yo le decía a mi mamá, en cambio yo soy lo contrario, que se lo voy a planchar yo no eso se aplancha en el camino. Y después digamos que en el ejército me volvió como más, como mas, por decirlo una forma como más sencillo, mi mamá tenía la costumbre que si llegaba a la 1:00 de la mañana se levantaba a calentarte la comida, entonces yo llegaba y… cuando yo llegué un día mi mamá se levantó le decía ¿por qué se levantó? Que a calentarle la comida, yo le decía no, si yo quiero comer caliente yo la caliento, no como que no se me quita nada no y… pues siempre mi mamá que no… y yo mamá cuando yo esté por allá trabajando en el monte. Si yo quiero caliente tengo que estar a la hora de la comida cuando llego lo caliento si puedo calentarlo, sino

57 me toca comérmelo así. Entonces son como las cosas que cambian, el orden también como te digo el orden de la habitación mía pues creo que solamente lo entendía uno, que era como la pelea constante y con mi mamá, pero después de ahí no, y es algo que se quedó conmigo incluso en el trabajo. Hay compañeros que me dicen que parezco niña me dicen pareces niña, tu puesto parece puesto de niña porque tengo todo… todo tiene un puesto y solo tengo lo necesario y es algo que me quedo con eso, la disciplina también es algo que digamos me marcó, de pronto el, el entender las cosas, y de pronto no hacer todo lo que los demás le digan a uno sin cuestionar…sino pues de pronto… hacer todo lo que le piden a uno sin cuestionar pero…pero si, o sea de entender de que de pronto en toda parte hay reglas, normas que cumplir, va a ver alguien por encima tuyo que te ordena, que te mande como entender esa parte y… de pronto se escucha fácil pero tampoco, hay personas que simplemente no les gusta recibir una orden, no hacer, de que les pidan eh… o sí, hacer lo que les pidan simplemente porque no es la forma de ser… entonces son como las cosas que se quedaron conmigo y el trabajo en equipo ¿no? De pronto de pensar de que de mi trabajo depende, en ese momento, de pronto de yo salir a prestar centinela depende de la seguridad no solo mía, sino de todo mí… mi unidad. Son cosas que se quedan con uno, entonces en la oficina por ejemplo yo digo de mi trabajo depende que todos salgamos temprano y son cosas como que trato de aplicar ahora a la vida en la que estoy, pero… pues es como lo que más se me quedó.

Entrevistadora: Cuánto tiempo alcanzaste a estar tú en el ejército.

Antonio: Tres años y medio más o menos, casi cuatro. De los 18 casi hasta los 22.

Entrevistadora: Estuviste 1 año prestando el servicio y de ahí para allá…

Antonio: Sí, 1 año y estuve como más o menos casi 2 años prestando, eh trabajando.

58

Entrevistadora: Bueno, ahora vamos a pasar a la segunda parte, que ya viene siendo como ese después.

Antonio: Ok.

Entrevistadora: Aquí es opcional, si tú deseas contarnos como fue el accidente, es bienvenido.

Sino partimos un poco a que nos narres como de ese momento de la recuperación en adelante.

Antonio: Ok.

Entrevistadora: Entonces...

Antonio: Bueno, el accidente eh pasó el 4 de mayo del 2007, estábamos en una operación en el páramo de las hermosas, la parte alta de pradera, casi saliendo al Tolima, eso es un punto pues como de… un límite entre Cauca, Huila, Valle y el Tolima. Es una zona alta, un terreno difícil, un terreno difícil para andar, es muy quebrado. El 4 de mayo… el 3 de mayo recibimos una… pues una orden de operación, una información. Había que ir a desvirtuar la información.

Desvirtuar es ir a verificar que la información es, es o no es verdadera. Entonces recibimos esa orden, el 3 de mayo por la noche pues, esa misma noche nos reunimos decidimos pues que

íbamos hacer, eh… como íbamos hacer. Eh, a la madrugada del 4 de mayo tipo 6:00, 4:00 y media, 5:00 de la mañana empezamos pues el recorrido. Pues relativamente estábamos muy cerca lo que, eh. Haber un kilómetro, lo que paso es que te dicen un kilómetro pero es en línea recta entonces tenés que bajar volver a subir y te quita tiempo, y a parte del frio, lloviendo, es un páramo prácticamente, entonces era un poquito complicado… empezamos a caminar y 10:00 de la mañana… pues… encontramos, una… una vivienda, por decirnos una forma en que estaba llena de explosivos, eh incluso encontramos una mina tirada en el camino, pero pues como que uno se acostumbra a eso y se le vuelve algo más del paisaje no, y… optamos pues por pasar por un lado y continuar hacia el objetivo, de pronto fue una mala decisión no solo del comandante de

59 la unidad, sino pues, también de nosotros, al decidir apoyarlo de que íbamos a continuar… caminamos, eh… como hasta las 2:00 de la tarde 2:00 y media más o menos buscando, no encontramos nada, eh. Como les digo, siempre he sido una persona de que expresa o dice las cosas sin, de pronto que suenen a que no quiere hacer las cosas, a que me dio pereza. Como a las

2:00 y media de la tarde ya me sentí muy… muy lejos, me sentí muy lejos del apoyo. Porque una, la unidad de nosotros estaba conformado, éramos más o menos 35 hombres pero ese día como realmente, eh. O sea la información era, eran unos 12, 15 tal vez, eh integrantes de las

FARC al parecer, decidimos que si íbamos 25 éramos suficientes no, también teníamos la autoestima muy alta [se ríe]. Sí, decíamos que si íbamos 25 éramos suficientes para 15, éramos más que suficientes. Entonces incluso dejamos, optamos por dejar un arma pues de acompañamiento que en un combate es, no es fundamental, pero pues lo puede apoyar a uno.

Decidimos dejarla y como les digo, decíamos que 25 éramos suficiente para 12 o 15. Caminamos hasta las 12:00 y media, yo recuerdo que paramos hacer un descanso y le informe a, andábamos con un teniente y un sargento, el sargento era, digamos mi comandante directo. Entonces, éramos de mucha confianza le digo: Mesías dígale a su papá que ya estamos muy lejos, que busquemos hasta las 3:00, 3:00 y media y nos devolvemos, porque pensaba dentro de mí de pronto están esperando que nos coja un poquito más la noche y en caso de un combate nos tocaba quedarnos allá combatiendo y ya no podíamos regresarnos mejor dicho era quedarnos hasta el otro día.

Entonces yo le decía, Mesías dígale a su papá que media hora, una hora más, que alcanzamos a devolvernos parte del camino con la luz del día porque, porque si, la palabra fue, si nos prendemos acá abajo nos toca amanecer, entonces dice verifico también pues, “no vamos a caminar hasta las 3:00 de la tarde si no encontramos nada nos regresamos”. [Silencio corto]. Yo creo que yo alcancé a caminar unos 3 minutos más y pisé la mina [tono de voz bajo], pisé la

60 mina, fue entrando casi en una emboscada que ya nos tenían, o sea o era como la mina o de pronto nos hubieran matado a muchos de nosotros, y… yo como te digo, yo creo que camine de aquí a la portería [estábamos ubicados en el momento de la entrevista, en la parte de atrás de las canchas de baloncesto de la universidad Cooperativa de Colombia- Cali, sede Sur]. Cuando yo sentí ya el estallido que es una cosa que uno mismo ni se la espera, ni sabe que es. La verdad yo cuando me vi fue como que reaccione y ya entendí pues la gravedad de las cosas, porque… incluso yo creo que la adrenalina los instintos de supervivencia de uno, yo creo que te conté la vez pasada, yo casi me pongo de pie, yo sentí que algo me apretó el estómago y me levanto y cuando yo caí ya pues, yo escuche que estaban disparando. Empezó , yo caí y yo escuche los disparos, entonces la reacción mía fue, buscar el arma donde me había quedado, yo me acuerdo que yo me estire la cogí, yo me vi la mano pues que la tenía llena de sangre pero hasta ahí, yo dije es una bobada, cuando me fui a levantar fue que ya, yo me apoye con el pie derecho, cuando ya me vi el pie izquierdo pues ya no lo tenía y ya fue cuando les decía al comienzo, fue dos segundos ver tu vida corriendo, jugando fútbol, en moto, en toda parte, yo me veía como en un televisor, a mí me paso así, te juro que yo me vi como si tuviera una pantalla en frente mío.

Entrevistadora: Es como si tú vieras un recorrido…

Antonio: Exacto como creciendo, correcto. Y ya cuando me vi así entonces, bueno ya me pasó eso lo que te digo como el ver casi uno la vida como en 2 segundos y ya me entró pues de que yo hacía a los 8 días era el día de la madre, yo tenía pensado llegar pues como de sorpresa porque yo salía en vacaciones en esos días, a mi mamá y aparte de lo que yo les decía no, es una promesa que yo le hacía a mi mamá siempre y era lo que yo repetía, yo le decía a mi sargento yo cómo le voy a llegar a mi mamá así, yo le prometí que yo iba a volver bien y era como… como

61 el dolor pues de vea me quedó grande volver a mi casa bien, eh. Después del accidente pues incluso, mi relación con mi comandante de la unidad, con el teniente no era muy buena, recuerdo mucho que me fue a tapar los ojos y me decía que me relajara que no me había pasado nada, yo le quité la mano. Yo le dije que no, que no me tape, que yo ya sé lo que me pasó, o sea no me diga mentiras tampoco y bueno ya el entendió como que no lo quería tener ahí al lado, después de eso pasó algo también que de pronto a mí me marcó muchísimo y es que el perro antiexplosivos que teníamos venía como a, como a buscarme como a hacerse al lado mío y yo no lo quería ver, o sea, no le quería pegar ni nada pero yo no lo quería ver.

Entrevistadora: ¿Un poco paradójico no?

Antonio: Sí, yo lo veía, y yo le decía Tommy váyase que yo no lo quiero ver, váyase de aquí, que yo no sé qué. Hasta que un compañero lo quitó y se lo llevó, fue como la… ese pedacito también lo recuerdo mucho y o sea a mí me pues, como de entender uno bueno también lo que es para uno, no mira pasaron 10, 11 compañeros tal vez por encima de la mina, el perro, pero pues me tocaba a mí. Eh, el combate bueno ya pasó eso, el enfermero llegó, pues ya los primeros auxilios, pues el combate y unos compañeros evacuándome otros compañeros combatiendo, así como hasta las… que le digo yo 7:00, 8:00 y media de la noche, pues que llegó el helicóptero a evacuarme porque era imposible evacuarme en la zona donde pisé la mina por el combate, era una parte donde era una zona, era un hueco, el helicóptero no podía aterrizar, tampoco nos podían dar apoyo porque estábamos muy… Digamos teníamos la guerrilla muy cerca, entonces las palabras del piloto cuando uno pedía apoyo eran que él no iba a disparar porque él no sabía realmente quién era quién, estábamos casi que revueltos. Entonces él decía si fueran 150 metros mínimo yo los puedo ayudar, pero estábamos muy cerca, estábamos muy juntos y entonces el helicóptero se devolvió ya pues mis compañeros. Un momento que ya llevaba casi 8, 10

62 compañeros ocupados conmigo. Imaginate, íbamos 25 ya yo herido casi 10 conmigo éramos casi, estábamos divididos casi en la mitad, entonces hubo un momento que tuvieron que dejarme a mí solo en un punto con un compañero cuidándome, y los otros devolverse a apoyar a los que estaban combatiendo porque ya los estaban copando, estaban casi que encima, cuando ya pasó eso…

Entrevistadora: ¿Seguían siendo los mismos 15 o aumentaron?

Antonio: No, aumentaron. Es que pues sí, de pronto la información mal dada y, no sé, lo que yo le digo que de pronto nosotros nos confiamos de que nosotros éramos capaces y nos fuimos así de a poquitos. Pero, pero no realmente era un bloque casi de 150 un poco más de guerrilleros entonces, en un momento dado lo copan a uno. Yo recuerdo que cuando yo pisé la mina estaba ahí, el combate estaba tan pesado que yo… uno siempre dice que no deja nadie atrás no, ni muerto ni herido, uno no lo deja atrás, pero en ese momento como yo escuchaba la situación, yo herido, poquitos, yo decía no, si es otro compañero en ese momento y a mí me toca yo me hubiera ido pues porque es la vida de uno también no, ya me imaginé ya pues ahí, me quitaron el armamento todo y, yo me imaginé ya ahí solo, porque qué más podía hacer, ya no ni podía correr ni esconderme ni nada, pero no, mis compañeros, como te digo siempre uno es como una promesa que le hace a los demás de una forma inconsciente no se deja a nadie y mis compañeros me sacaron y… Qué más recuerdo de ese día, bueno pues aparte de eso, ya como a las 8:30, 9:00 de la noche que llegó, 8:30 más o menos que llegó el helicóptero me evacuaron aquí a la Valle de

Lili, eh. Todo el tiempo estuve consciente no, yo recuerdo que incluso cuando iba en la camilla yo ya pensaba pues, de que como era estar con una prótesis o cómo iba hacer la vida de uno de ahí en adelante… cuando llegué a la Valle de Lili estaba pues mi tía con la que estoy viviendo ahora y las palabras para ella sólo eran pues como de disculpas, yo recuerdo pidiéndoles

63 disculpas a ella y lo que yo les decía por no poder volver bien, yo le decía a mi mamá, a mi abuela, a mi tía le decía: Perdónenme porque me quedó grande volver bien y mi tía pues me decía que no, que lo importante es estar vivo y ya que estaba con ellos… ya al momento de, pues como de la cirugía y bueno, las radiografías y todo eso que le sacan a uno, yo perdí el pie izquierdo, el otro pie lo tenía herido y la mano. El pie derecho realmente no, yo no sabía qué tan grave era la situación, yo solo sabía que me faltaban algunos dedos y que tenía una herida por debajo del pie que no me la podía ver, entonces me hicieron radiografía, bueno todo eso y yo le pregunté al médico y a mi tía pues que me dijera la verdad, yo le decía tía yo necesito que usted me diga qué me van hacer pero la verdad, entonces yo le contaba lo que tenía. Yo le decía:

Tengo la mano herida, me falta el pie izquierdo, me faltan dos o tres dedos del pie derecho y tengo una herida por debajo del pie porque yo la siento, entonces como que le daba risa y me decía: “Sí, así estas pero no son dos ni tres, es un dedo del pie derecho”, entonces, porque yo le decía: Yo no me quiero despertar mañana con que no... tuvimos que amputarle el otro pie también, le decía: No dígame la verdad y ya, que cuando me vaya a acostar ahora, ya mañana me levanto sabiendo qué es lo que me van hacer, entonces el médico me decía: No mira vas a, te vamos amputar pues más arriba me tenían que amputar el pie izquierdo, me iban a pues, a como a reconstruir el dedo gordo del pie derecho, unos puntos en la cortada que tenía en el talón y la curación de la mano y ya, me dijo: Eso es lo que te vamos hacer y ya. Recuerdo hasta que me pusieron pues la mascarilla de oxígeno y ya, hasta el otro día que me levanté, ya la recuperación.

Eso fue el sábado eh, a mi mamá le conté hasta el domingo, mi mamá estaba aquí en Cali y pues sabía toda la familia pero menos ella, porque pues en ese momento mi mamá tenía unos 72 años yo creo, entonces me daba, se me hacía complicado que me le fuera a dar algo al enterarse de la noticia, eh decidí pues que lo mejor era como contarle ya hasta el domingo, que me viera un

64 poquito más como descansado y yo estuviera ya más relajado. El día domingo llevaron pues a mi mamá, mi tía la llevó diciéndole pues que, que me iban a visitar que yo sólo estaba hospitalizado que me habían herido pero pues hasta ahí. Hasta ahí nada más.

Entrevistadora: No le dio detalles.

Antonio: Cuando llegó mi mamá, pues entró a la habitación, eh se sentó y nos pusimos hablar, e incluso eh… me conocía un general de acá de la brigada y hasta la psicóloga de acá de la brigada fue pues, para hablar con mi mamá y eso. Entonces yo le dije que no que me dejaran solo con ella y nos pusimos hablar, nos pusimos hablar a preguntar por mi papá, por mis, por los de la casa, por todos. Y… ella me preguntaba por mis compañeros, por mi compañero pues el lanza mío mi mamá lo quería muchísimo y me preguntaba, y Cuevas cómo está qué le pasó a él, y yo no ma´, Cuevas está bien, un poquito afectado por el golpe de la explosión pero no, él estaba bien que no quería venir que él se quedaba, eh… Y ya, estuvimos hablando hasta que le dije las palabras fueron: No, mamá yo pisé fue una mina, la cogí así y le digo no, mamá yo pisé fue una mina y me amputaron el pie izquierdo, tengo la mano herida y tengo unas heridas en el otro, en el pie derecho pero pues nada, pues yo me siento bien y estoy aquí con ustedes y no me creía, porque pues como que me veía muy… fresco digámoslo así, pero pues la frescura era como para no mostrarle cara de angustia, de pronto que se me complicara mi mamá y no me creía hasta que me tocó pues sacarme la sábana y mostrarle y decirle mamá mira esto fue lo que me pasó y pues… se quedó como callada un rato, las lágrimas y ya pues, se salió de la habitación y ya pues estaban mis tías y pues hablar con la psicóloga y pues no ma´ ya qué le vamos hacer, ya esto no tiene remedio [ baja la voz], por más que uno se eche a la pena como dicen, y a llorar ya no, esto ya no tiene vuelta de hoja, igual es, igual siempre estuve como consciente no, y es algo que me quedo también, en el lugar que una este, en el trabajo que uno esté haciendo de alguna u otra

65 forma uno corre, corre peligro, y no es estar predispuesto a que me pase sino que estar consciente de que te puede pasar. Ya me pasó eso el viernes, yo creo que el martes estaba haciendo fisioterapia y… pues a mí ritmo a cómo podía, deje… mi mamá, eso también me dio duro, los dos lunes y martes mi mamá me bañaba, entonces era todo, desde ponerme los bóxer, de jabonarme, de todo y era, era incómodo sentirse uno. Yo decía el jueves yo estaba bien, hace 3, 4 días yo me estaba bañando solo, o sea estaba haciendo mis cosas por mí mismo y hoy mi mamá está aquí y yo todo vendado y todo. Me dejé bañar el lunes, y el lunes y martes, ya el miércoles en un momentico me metí al baño mi mamá y no la dejé entrar y me demoré como una hora bañándome, medio bañándome hasta que lo pude hacer, me caí ese día pero yo. Y mi mamá pues me decía por qué yo no mamá, yo ya voy, yo voy a estar así, yo ya me quiero acostumbrar hacer mis cosas así. Ya el jueves también me metí solo y ya le fui cogiendo el ritmo y qué te digo, a los

6 días le dije a la enfermera que le dijera a mi mamá que se fuera del hospital porque no… sí le dije: Leyla necesito que le digas a mi mamá que ya no la podes dejar quedar más acá porque yo ya estoy bien dígale, y entonces eh Leyla le dijo a mi mamá: “Ya no se puede quedar más tiempo acá, él ya está bien, si él necesita algo para eso estamos nosotros y pues él también ya tiene que acostumbrarse a ir haciendo sus cosas por sí solo”, entonces fue la excusa para… Normalmente dejan a una persona casi 20 días acompañando a una persona, pero mi mamá estuvo por ahí 7, máximo 10 días yo creo, porque no, me sentía como raro ya con la presencia de mi mamá ahí como la niñera. Y, después de ahí no, yo creo que todo es, es proceso y todo hace parte de como uno asuma las cosas, como uno, sí, las ganas que le ponga y como lo traten a uno, yo creo que eso es importante, por ejemplo de pronto en otro hospital uno tiene o usted duerme hasta que quiera, o se queda acostado todo el día. En cambio en el hospital militar te tratan como uno más, a las 6:00 de la mañana hay que estar de pie, bañándose, hay que ir a formar, hay que ir a

66 desayunar, todo sigue normal, para todo hay, hay un tiempo, no es que vaya a desayunar a las

10:00 no. A las 7:00 de la mañana hay que formar, hay que ir a desayunar. Entonces esas cosas como que, le demuestran a uno como que pues tampoco fue tan grave la cosa no y, y lo van empujando a uno por ejemplo la cama había que tenderla y entonces hacíamos que la separábamos entre dos y en la sillas de ruedas cada uno a un lado y tendíamos la mía, vamos a tender la tuya y todas esas cosas, te va pasando el tiempo, te van sacando las cosas eh las, las terapias también son importantes como te digo y todo es actitud… Yo recuerdo hasta haber peleado con un compañero porque hacía un mes yo lo había ayudado a sacar a él pues con la misma situación, un poquito más grave pero él… Yo llegue al mes y estaba pues como acabado, como que no comía ni nada, por las noches lloraba y, y un día… Como compartimos habitación en el batallón yo le dije: Pues como a media noche que le pasaba y me pregunto ¿Qué? ¿en serio no sabes qué pasa? y yo si marica o sea ¿por qué lloras? ¿te duele algo o qué te pasa? No y fue la respuesta fue como: ¿No estás viendo cómo estamos? Y yo pues sí marica, pero que le vamos hacer, ultimadamente fue lo que escogimos para hacer y sabíamos. Lo que te digo sabíamos que era uno de los riegos que fue, por lo menos volvimos vivos digámoslo así. Y terminamos peleando y a lo último le dije, le dije: Si llorar un año te garantiza que vas a volver estar bien y vas hacer el mismo de antes, me avisas y yo también me pongo a llorar con vos, pero si, si no es así entonces dejame dormir por lo menos y ya, no hablamos por ahí una semana y ya empezó también él a salir y yo le decía: Marica ya esto no tiene de vuelta de hoja, ya quedamos así…

Nada marica es pensar que vamos hacer y cómo vamos a salir de aquí, ahorita preocúpese por recuperarse y porque nos den una prótesis y a ver cómo es que vamos a quedar, pero ya llorar no soluciona nada. Fueron como las, las cosas digamos así que marcaron. Ya al mes y medio, dos meses yo estaba fuera del hospital en muletas en mi casa, todos los días en fisioterapia y eso fue

67 en junio, julio que salí, eh, volví a mi batallón a Popayán. Eh, un comandante me iba a mandar para mi casa, me dijo: “Pues usted que va hacer acá”, pues si quiere me voy para mi casa por mí no hay problema, yo me voy para mi casa, pero entonces hubo un relevo de comandante de batallón esos días, y a los 3 días el que llegó me dijo: “No, es que a usted le están pagando porque trabaje, usted no se puede ir todavía”, entonces me mandó a la oficina de comunicaciones y allá estuve trabajando 3, 4 meses eh, pues recibiendo reportes, radiogramas. Hacer algo, a sentirme útil todavía, mi coronel… Mi coronel Cantilla me decía: “Usted todavía es útil, usted pues ya no lo puedo mandar, ni pedir que se vaya pa´l monte con un equipo, pero aquí también hay cosas que hacer”. Entonces esas cosas como que lo van a uno también motivando y lo van sacando, como te digo yo… Y entonces, me asignaron a un soldado que era el que me tenía que traer el desayuno para no ir en muletas hasta el rancho, le decía usted es el encargado de todos los días traerle la comida a él, el desayuno, el almuerzo y la cena. Trabajaba hasta el viernes por la noche y me dejaban salir hasta el lunes por la mañana. Salía a formar, la formación tenía el mismo soldado me llevaba una silla y todos formaban y yo me sentaba al lado pues para, se llama la iniciación de servicios: El himno nacional, el orden del día, bueno todo el protocolo.

Entonces esas cosas le sirven a uno y no sabe que uno tan poco esta como tan muerto como parece. Ya cuando salí como en septiembre, en noviembre salí. El 23 de Diciembre me dieron la prótesis y el 31 me subí en una moto, el 31 un amigo fue al pueblo en una moto y no le paré y le dije flaco montémonos y como si me fueras a enseñar, montate atrás y yo quiero ver pues si puedo y no sí, efectivamente pude [se ríe]. Y ya mira después de eso hice mucha, mucha terapia para… para volver a recoger pues como el ritmo de marcha, aprender a caminar bien, acostumbrarme a la prótesis hasta que ya me sacaron de la fisioterapia del batallón porque ya me dijo que le diera el cupo a otro y estuve 6 meses en mi casa haciendo nada prácticamente de

68 rumba, y ya a los 6 meses decidí pues que me iba a poner a estudiar y entre a estudiar acá

[Universidad Cooperativa de Colombia- sede sur, en la Ciudad de Cali] pues eso es como la historia hasta que… Hasta que entre a estudiar. Mmm, pues los amigos, acá si tengo apodo, casi todo el mundo me conoce como el Cabo primero.

Entrevistadora: Se te quedó.

Antonio: Sí, acá sí [se ríe] [cuando dice “acá sí” se refiere a la Universidad donde estudio.] sí, de hecho sí, yo creo que si pregunta por mi nombre es muy poquita la gente que me conoce.

Entonces pues los amigos de acá ya otro ambiente diferente, se va acostumbrando uno. Hasta séptimo, octavo que ya decidí, no ya es hora y me puse a buscar trabajo, y me salió trabajo de una manera muy fácil, entonces. Y ya, llevo 2 años y medio en el banco y terminé de estudiar, pues como les digo no me he graduado por falta de tiempo [se ríe] y ya pues hoy estamos aquí.

Entrevistadora: Qué pasó un poquito con tu familia, cambió algo en las relaciones familiares a partir de eso, o sientes que…

Antonio: De pronto yo no he dejado que las cosas cambien no, no me gusta que. Y es algo que yo creo que tenemos casi todos o una gran mayoría de los militares que estamos en situación de discapacidad y es que no, no nos gusta pues que la gente nos vea como el pobrecito, como que pesar, entonces, como que eso lo empuja a uno a demostrarle a la gente que uno está bien, que uno está bien y no pasa nada. Entonces, tampoco como en mi casa permití que pasara esa situación, yo hago mis cosas y, por ejemplo para ir a trabajar si hablo con mi tía, toda la noche me pregunta si tengo ropa aplanchada y yo… no, mañana veo que me voy a poner y yo la aplancho no hay problema. Sí, son cosas que, o de pronto si me toca hacer el desayuno o el almuerzo yo no, no le veo la complicación a eso y, cuando estoy en la casa con mi mamá pues hay veces sale la comida en la cama y yo no, ahorita me levanto y voy a comer al comedor.

69

Entrevistadora: Lo que pasa es que te consienten.

Antonio: Sí, exacto.

Entrevistadora: Pero yo creo que eso ha sido de siempre, ¿No?

Antonio: Entonces no he dejado pues como que esa situación se apodere de los de mi casa y voy al pueblo y normal, trato de… Pues me voy a la finca con ellos, trato de caminar.

Entrevistadora: ¿Qué imagen crees que tiene tu familia ahora de ti?

Antonio: Mis hermanas, yo creo que mis hermanas tienen una imagen de mi pues como de mucha fortaleza, de una persona que le pone muchas ganas a las cosas y…

Entrevistadora: ¿En algún momento te lo expresaron? Te lo dijeron.

Antonio: Sí, sí, mi hermana… mis hermanas me expresan mucho eso no, de pronto en cierta forma, sea hasta el ejemplo a seguir de mis sobrinos no en todas no, pero sí me lo expresan de pronto de que, de que esa fortaleza es el ejemplo para mis sobrinos, pues de trabajar, de luchar por lo que uno quiere no y en últimas, sea cual sea el riesgo hacer lo que a uno le gusta no hay, no hay nada mejor que estar haciendo lo que a uno le gusta sea o no sea peligroso es lo que a uno le gusta, puede que esté haciendo algo que no implique ni siquiera ningún esfuerzo pero no es lo tuyo, no es lo tuyo y te vas a sentir pero que una persona que está exponiendo su vida todo el tiempo. Entonces es como, como la forma de expresarme las cosas no.

Entrevistadora: ¿Qué crees que cambió en ti? Puedes hacer como un antes y un después.

Antonio: En mí, qué cambiaría en mí. No yo creo que, me he esforzado un poquito por tratar de que no, de que no cambien las cosas. Como les digo siempre he expresado físicamente pues, y los problemas físicos lo único que no puedo hacer es correr pero el resto… De hecho era una de mis preocupaciones cuando estaba sin la prótesis era ni si quiera caminar. Yo decía, si yo puedo bailar y puedo andar en moto el resto a si me toque en muletas. Sí, era mi preocupación y

70 siempre lo expresaba a las niñas de fisioterapia. Yo les decía: Después de que yo me pueda montar en una moto y pueda irme a bailar, si, así me toque en muletas el resto de la vida yo no le veo problema y… He tratado de pues, no yo creo que ya no cambia en mi nada más, yo creo que… De pronto si cambia uno como el, la forma de uno ver la vida, la responsabilidad.

Entrevistadora: En qué cambia, podrías describirnos un poco.

Antonio: Cambia por ejemplo. Hay algo y siempre lo he expresado con mis compañeros, y con mi jefe de oficina y es que… La palabra que yo utilizo es que tengo la mano muy alta yo le digo, por ejemplo yo me comparo un error que yo cometa en la oficina yo le digo al jefe, yo cometo un error aquí lo pago con plata, con mi puesto y se acabó, me voy para mi casa normal, pero yo le digo: Yo no me permito un error porque yo le digo yo tengo otra formación a las personas que están aquí y vengo de otra parte. El mismo error que yo cometa aquí, lo cometo por allá y me puede significar hasta la vida por decirlo así, entonces no me permito. Soy muy autocritico, yo creo que, que eso cambio conmigo, yo por ejemplo me descuadro y yo, yo tan poco te pongas así. Tampoco soy de los que no me hable nadie que estoy descuadrado no, no soy tan así. Pero entonces si se me nota en la cara de que, de que no es una rabia o un malgenio con los demás sino conmigo, por no hacer las cosas bien, por no estar pendiente, por no estar concentrado, eh. Y trato todos los días de mejorar eso.

Entrevistadora: Comprendes la importancia de no perder un detalle.

Antonio: Exacto. Y critico demasiado el trabajo en equipo. Sí, lo critico todo el tiempo, mis compañeros me dicen: “Con un jefe como usted todos tendríamos medio pie afuera”, entonces yo les digo [se ríe] que así debe sentirse todo el mundo para que trabaje bien. Les digo: Todo el mundo debe de sentirse con un pie afuera para que trabaje bien. Si todo el mundo está confiado, pasan las cosas que pasan. Y, y lo que les decía del accidente también nos confiamos de que 25

71 eran suficientes y que eran 12, 15 y resultaron siendo más y resultamos siendo muy poquitos.

Entonces eso también como que aprende uno a manejarlo no, la confianza y… Y de pronto también de uno ser consciente de que es lo que uno puede hacer y que no puede, es como lo que le queda a uno de esas vivencias.

Entrevistadora: Y ahora qué piensas sobre la discapacidad, algún concepto sobre la discapacidad o no ha cambiado, se mantiene.

Antonio: No mira, lo que pasa. Lo que pasa Deisy es que de pronto eh… Yo siento que mi discapacidad no es tan discapacidad si me entiende. De pronto.

Entrevistadora: Es como una denominación...

Antonio: Sí, exacto. De pronto yo siento que mi discapacidad no es tan cruel como parece.

Como yo le digo, lo único que me parecería que hubiera un detector de metales ahí en la puerta y todos los días me tuviera que quitar la prótesis para entrar [se refiere a la puerta de la universidad

Cooperativa de Colombia- sede sur, en la ciudad de Cali]. Pero del resto, del resto no, no siento que la discapacidad sea…

Entrevistadora: Algo limitante.

Antonio: Sí, o sea no para mi tipo de discapacidad. Eh, no sé si de pronto por como he tomado las cosas pero… No sé pues, tampoco me ando quejando de la vida por qué si, por qué a mí, no ya las cosas pasaron, como les digo siempre fui consiente sabía lo que me gustaba y de lo que me enfrentaba, que podía pasar, paso y nada hay que darle la cara. De pronto si y lo hablo como a nivel de ejército también y es algo que a uno le sirve, de verse… De ver a los demás compañeros de pronto sin los dos pies, sin los dos brazos, o sin ojos. A mí un brazo es fundamental, para mí un brazo o la vista es fundamental y yo le digo a mis compañeros si a mí me toca un brazo o la otra pierna, yo le pongo la otra pierna, porque no, un brazo es esencial. Eh, a mi jefe le dije

72 también, le digo de pronto como que no me tenga lástima como que nada de eso, yo le digo no jefe acá yo utilizo, acá todos utilizamos las manos y la cabeza nada más y yo estoy bien de esas dos partes entonces no, ya si me va a poner a correr, pues si me tiene que dar ventaja porque ya, las cosas cambian no. Pero el resto me siento igual como a las comparaciones de los demás, es que de pronto hay discapacidades que ya manejar una prótesis por encima de la rodilla, o las dos por encima de la rodilla es más complicado, entonces pienso yo que esas personas si hablarían mal de una discapacidad, de pronto para desplazarse eh, o cuando quedan en sillas de ruedas, ya eso me parece pues como que sí realmente es una discapacidad que uno diga me marcó, me cambió la vida.

Entrevistadora: Tiene que ver mucho, pero también tiene que ver mucho como del concepto social que se tiene no, la imagen que se tiene. Eso también es un poco como la postura que nosotras tratamos de criticar un poco, porque lamentablemente estamos muy enseñados que si le falta un brazo pobrecito, pero es porque nos han dicho y estamos en una sociedad, que si vos no sos el más rápido o el más fuerte entonces eh, o no estás bien y cosas así. Entonces es lo que nosotras tratamos también de como de tener una perspectiva también distinta, bueno no es que sea el fin de una vida productiva, simplemente hay que aprender de hacerlo de otra manera.

Antonio: Hay que cambiarlo y de hacer otra cosa, correcto. Sí, es eso, mira de pronto uno, o sí lo que hablamos del tema de la sociedad y eso uno, o yo siento que la gente está acostumbrada como eh, ya todo nos lo tiene que dar y bueno, hay cosas que si están mal, pero pues tampoco.

Hay gente que puede hacer las cosas, por ejemplo no comparto el tema de los jóvenes que van a robar o la gente que se sube por ejemplo a, al mío… Al transporte sin pagar me parece que no es la forma no, yo digo no, cuanta gente, o sea una persona de esas con todas sus condiciones físicas y, una persona completa digámoslo así, en una cosa de esas es como no sé, falta de

73 decisión o como que se acostumbró a las cosas tan fácil que… Y todo eso es, es malo no. En estos días me veía también una imagen que de pronto puede que tenga una parte que sea verdad y es con el tema de los subsidios del gobierno que si algo como que eso vuelve a la gente perezosa, la vuelve dependiente, el día que no haya para darles entonces se arma un problema grandísimo, y más bien darle la oportunidad a la gente de trabajar y que se ganen las cosas no.

Entrevistadora: Sí. Bueno Antonio gracias por tu tiempo [se finaliza la primera parte de la entrevista].

Segunda entrevista.

Realizada 11/06/15

Duración 00:42:18

La entrevista se realiza en las instalaciones de la Universidad Cooperativa de Colombia sede sur Cali. A las 10:00 am.

Entrevistadora: Siendo hoy 11 de junio, 10:00 de la mañana iniciamos la segunda sesión con

Antonio Cantillo que nos va a contar aquellos temas que nos faltó de alguna manera profundizar.

Antonio dentro de lo que nosotras alcanzamos a escuchar en la entrevista notamos que habían temas, como te dije anteriormente, habían temas que faltaban un poco profundizar, nos faltó por ejemplo escuchar acerca de la relación de pareja. Si tuviste una relación de pareja antes de ese accidente, cómo te relacionabas tú digamos en ese ámbito, tenías pareja o alguna persona que te gustaba o como fue toda esa cuestión, vamos hablar de antes del suceso que desencadenó la discapacidad.

74

Antonio: Ok, eh no, antes de yo estar en el ejército realmente tuve dos relaciones, dos, dos novias. Mmm una más o menos como en octavo, noveno ya creo del colegio y otra en 11 y como el primer año que estuve en el ejército yo creo, eh mi primera relación.

Entrevistadora: Ella hacía parte del ejército o estaba cerca de la casa de tus abuelos.

Antonio: No, no eh, sí era una niña también de mi pueblo pero no, o sea no, relacionarme con mujeres digamos del ejército y eso no porque… En cierta forma son como los superiores y eso entonces eh no sé, igual como que o de pronto no me llamó la atención no sé, pero no nunca no yo creo que ni siquiera nunca pensé, o no mentiras de pronto uno si ve a una mujer pues uniformada y hay unas, muchas yo creo que se ven muy lindas, pero pues como que era hasta ahí no, no, no pasaba el tema de que de pronto de que me gusta o que la voy a invitar a salir o cuando vuelva al batallón si de pronto están no sé le voy a hablar no, no o sea no pasó de ahí. Eh, sí pues fue una de las ventajas que tuve antes de, antes de ingresar al ejército.

Entrevistadora: Cuando estabas en el ejército dejaste a alguien ahí como esperándote o…

Antonio: Pues o sea el primer año que yo llevaba en el ejército pues estaba ya con mi novia, llevábamos casi 2 años yo creo. Y… y no mira eh, en unas vacaciones eh casi para esta fecha, recuerdo que fue para un san pedro eh para una vacaciones, no pues fui con mi familia, mis amigos, todo normal y… Y no, unos días antes de, de venirme pues decidí que, que lo mejor era como hablar y dejar las cosas así porque, pues no sé yo estaba de pronto muy encarretado en mi cuento y en cierta forma sentía que no era muy justo, mmm como que bueno esperame a ver si de pronto vuelvo o cosas así. Entonces no, digamos que la decisión fue mía, de que no, o sea cada uno haga su vida y, y sea feliz pues a su forma no. Yo estaba y me sentía muy feliz, muy contento como te digo, de pronto era mi cuento, y de pronto sentía que no tenía necesidad de. O quería estar muy enfocado de mi trabajo de lo que estaba haciendo y. Y no estar pensando de que

75 estará haciendo mi novia, o que, que están de rumba, sí porque puedo ser la persona más relajada del mundo pues confiar muchísimo pero, pero de pronto, de pronto eso… Sí, aparte de eso no falta el compañero no, que te habla que no sé qué, te dice algo y como que eso termina, termina como que a ponerlo a pensar a uno y no entonces pensé que entonces.

Entrevistadora: ¿Que te decían tus compañeros?

Antonio: No, mira. Por ejemplo nosotros molestábamos mucho, pues realmente la relación con la policía no es muy buena no. Entonces por ejemplo mi compañero, nos acostábamos a dormir y me decía eh, ve en tu casa o en tu pueblo hay fiesta y no sé qué, sí, y hay policías y yo le decía sí, pero no hay policías pero yo era para seguirle la corriente sí. Ah no Cantillo relajate que igual hay un policía te la está cuidando y no sé qué. Entonces es como el decir que mientras nosotros estamos trabajando la policía nos está cuidando a la novia a la esposa lo que sea. Y, y lo que yo te digo o sea, son temas que a la final terminan de pronto como poniéndolo a pensar a uno, será. Ya después a uno como que todo se le vuelve sospechoso. Entonces ya llega como el punto, lo que te digo yo en mi afán, en mi cuento pues como que pensé que era mejor, que era mejor dejar las cosas así y concentrarme en una sola cosa a la vez, y no estar pensando en qué está haciendo, que no está haciendo, porque pues no. Para estar tranquilo y lo que te decía no, no me parecía de pronto justo como ese tiempo esperando.

Entrevistadora: Y ella en ese momento qué te dijo. O sea qué pasó con ella, te dijo ok listo dejamos así.

Antonio: No mira eh, pues sí duramos unos días hablando pero, pero pues no. Como que ya era de hablando de cómo está o estás bien, o que estás haciendo. Porque no sé, yo siempre lo he dicho no, yo considero que, de hecho yo creo que, de, de mis amigas pues de toda la vida, yo creo que con la que más confianza tengo son dos de ellas que son amigas y las dos fueron, o sea

76 yo salía con ellas, en diferentes tiempos cuando estábamos en el colegio, entonces yo digo por ejemplo me parece una bobada de pronto terminar como de enemigos con una persona que prácticamente te conoce toda la vida, entonces pues no sé, yo siempre he tratado como de, de que esa parte pues de que se terminó una relación sea lo más normal pues sí seamos amigos, si la otra persona no quiere pues ya es diferente, pero de mi parte que yo diga, no me volvas hablar o no quiero volverte hablar, pues como que no, no me parece una bobada.

Entrevistadora: Antonio eso quiere decir que en el momento en el que tuviste el accidente tú no tenías una pareja en ese momento.

Antonio: No. Estaba soltero.

Entrevistadora: Ahora pasemos entonces hablar, listo tu estuviste pues con el cuento de rehabilitación física, como empezando a ver la vida de otra manera, bueno vamos como a reacomodar ciertas cosas de mi vida, cierto. Qué pasó luego. En qué momento tu dijiste voy a conocer a alguien, que paso ahí.

Antonio: Mmm no mira eh, después del accidente bueno las terapias. Yo realicé unas terapias aquí en Cali, realicé otras en Popayán y… Y no mira, o sea no, no sé cómo decirte de que, que uno sienta de que bueno estoy preparado para volver a buscar a una persona no.

Entrevistadora: Estabas en otro cuento.

Antonio: No, yo estaba en fisioterapia como 1 mes acá yo creo, 2 meses. En Popayán también pero en Popayán las, las terapias no las hacíamos dentro del batallón digámoslo así porque pues, en esos días el hospital era muy pequeño ya, entonces había como una [no se entiende la palabra que dice 8:39] como una, como se dice como un hospital algo así, un centro de rehabilitación física. Entonces iba pues, me llevaban todos los días allá y allá la hacía y en una de esas salí un par de veces con una niña de fisioterapia de las que estaba allá, pues sin querer digo yo, sí.

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Simplemente era la niña pues que me atendía todos los días, mmm. 2 casi 3 horas todos los días y hablando y. Terminamos saliendo un par de veces. Y no mira, después las cosas ya se fueron dando eh, digamos que no, no tuve pues como una, una relación estable unos meses, hasta que conocí, a, a mi ex.

Entrevistadora: ¿Cómo se llama?

Antonio: Angélica.

Entrevistadora: Conociste a Angélica ¿Cuándo?

Antonio: A Angélica la conocí 2009 más o menos 2010 para esa fecha. Yo ya estaba en la universidad eh, nos conocimos por un amigo en común. Ella es de Bogotá.

Entrevistadora: Y de dónde la conociste, aquí en Cali.

Antonio: No en Bogotá eh. Nosotros... Es que el amigo en común que tenemos, él en esos días, él trabajaba en aviación ejército eh, yo estaba en el hospital militar en Bogotá y nos conocimos allá, o sea fue como… Él me fue a visitar, después él me llamó estoy en tal parte yo fui y digamos que la familia de él lo fueron a visitar. Bueno él es primo, mi amigo es primo de

Angélica. Entonces digamos que nos conocimos y nada, ahí empezaron las cosas eh. Yo vine a, pues yo me vine para acá de nuevo a seguir estudiando y pues ya hablamos. Hasta que ya un día pues decidimos de que íbamos a empezar una relación.

Entrevistadora: ¿Allá en Bogotá?

Antonio: No acá [en la ciudad de Cali]. Ella estaba allá y yo estaba acá pero entonces era.

Bueno tuvimos la relación pues novios toda la cosa, y hace… hace casi 2 años se vino a vivir acá, pues ya nos organizamos y se vino a vivir conmigo.

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Entrevistadora: Contame Antonio como fue esa vaina, esa cuestión de mira yo soy una persona, hice parte del ejército tuve un accidente y me pasó esto, cómo fue ese proceso, cómo fue ella el darse cuenta.

Antonio: Mmm no mira, yo tengo algo y es que de pronto. O sea digo las cosas desde el comienzo, si me entiende, si de pronto, si de pronto alguien o yo estoy interesado en alguien y antes que de pronto yo invitarla a salir o alguna cosa, eh hablando como sea. Pues como que trato de… o cuando me preguntan por ejemplo qué haces o trabajas o estudias no sé qué, bueno entonces ya es toda la carreta de que pues terminé de estudiar, estoy trabajando eh, si me preguntan por ejemplo siempre has estado o antes dónde has trabajado, o preguntas que de pronto llevan al tema eh, lo cuento normal, como que bueno si, Antonio perteneció al ejército yo no sé qué, ahorita me pasa esto. Mmm me retiré y todo, pisé una mina, bueno todo el cuento normal y ya, pues si pasan las cosas bien, y si no pues como que normal no ha pasado nada no, pero de pronto no llega, o sea no soy de los que bueno, digamos que me quedo callado de pronto cuando salgo con alguien y entonces como que y este man que, no mira o sea pues no sé, me parece que es algo interesante que debe saber la otra persona de uno, algo importante, entonces pues simplemente lo cuento y ya.

Entrevistadora: Ella qué te dijo o cómo lo asumió ella.

Antonio: No mira que, con Angélica de pronto, no sé, se dieron las cosas, pues hablando, yo creo que ni siquiera pues la parte del accidente y eso como que fluyó simplemente, pues como que nos sentíamos bien, de pronto hablando, compartiendo las cosas y ya, simplemente se dieron las cosas no, casi es 2 años hasta que nos, pues ya decidimos que nos íbamos a, a organizar, pues yo ya tenía mi casa y como te digo, duramos casi 2 años, 2 años largo llevábamos viviendo o llevábamos viviendo juntos, hasta pues que las cosas ya… pues no sé, de pronto pues la

79 convivencia tampoco es tan fácil, hay muchos temas que influyen y no, pues decidimos de que pues era mejor dejar las cosas así. Pues igual y estamos jóvenes, ella tiene 27 años, pues no tenemos hijos, no tenemos ni perro pues para, pa´ partir. Entonces… no, decidimos de que era mejor dejar las cosas así, como les decía ahora pues ella no es de acá, y entonces me parecía muy chimba decir bueno es mi casa, entonces no, simplemente ella está en mi casa mientras decidimos que hacer con las cosas, si vamos a partir o bueno lo que haya que hacer, eh… ella está en mi casa, entonces pues yo tome la decisión de que, pues era más fácil. Saque mis cositas y pues decidí que era mejor así, si porque me parecía muy, no sé muy poco caballeroso de mi parte decirle no [se ríe]. No decidí que era yo quien era que tenía que irse de la casa y pues así lo hice. Desde febrero vivo con mi tía.

Entrevistadora: Hace poco.

Antonio: Sí, no hace mucho no. Y no ahorita pensando ya pues en, en no se buscarme otra parte donde pueda estar solo, donde pueda llevar mi play de nuevo.

Entrevistadora: Antonio ahora que hablas de bueno voy a pensar como a mirar cómo voy hacer para irme a vivir solo. Contame también cuáles son tus planes, vos tenías planes, que planes tenías tu antes de que te ocurriera el accidente y ahora que planes hay o si de alguna manera, bueno son los mismos o si le acomodas, pero que ha pasado con eso.

Antonio: Ok. No, yo creo que definitivamente los planes sí. De las cosas que si algo se afectó después del accidente fueron los planes, porque. O sea yo no me veía de pronto trabajando o en una oficina, de hecho. Soy una persona que no, no comparto ni siquiera estar en un ambiente como en [no se le entiende la palabra que dice 16:34] un batallón porque no, no sé. Empezando de que hay mucha gente, muchos superiores hablando de la vida militar que y pues obviamente a todos hay que cumplirles no. Entonces uno te manda para un lado, uno quiere que le haga otro,

80 todos quieren que le cumplan y al mismo tiempo entonces no. Es muy, es, pienso yo que es muy estresante. Estar uno escuchando a todo el mundo y a todo hay que correrle, en cambio uno está en una zona de [no se le entiende la palabra que dice 17:09] y, y el trabajo que es, de pronto si tenés que caminar la noche completa, eh… El día que te toque cocinar, un turno de centinela de día, otro por la noche, que otra actividad se puede hacer, eh… Un registro alguna zona.

Entrevistadora: Algo como más movido no.

Antonio: Sí, donde uno. Donde si, donde uno haga las cosas como con gusto no porque, porque le tocó o porque de estar pensando de que bueno, tal persona me dijo que le haga esto a las 10:00, pero la otra también me dijo o sea no sé a quién de los dos hacerle es como, como ese tema no. En cambio uno allá, lo que yo te digo de pronto ya uno está como tan mecanizado en el trabajo que uno sabe bueno ayer presté mi turno de centinela de 1:00 de la mañana a 2:00 y media, entonces mañana me toca de 2:30 a 5:00 por ejemplo.

Entrevistadora: Es decir Antonio que hacía parte de tus planes antes del accidente continuar con todo el ambiente militar.

Antonio: Eh, no antes del accidente mí, mis planes era pensionarme a los 38 años yo creo no eh. No mira, siempre estuve allá y pensando, de hecho por los días del accidente yo ya estaba pues como comentando con mi sargento que era mi superior inmediato.

Entrevistadora: Días antes.

Antonio: Sí, por hay unos 10 días comentando con él pues de que, de que yo estaba pensando pasarme de ser soldado profesional a hacer la carrera de suboficial y pues obviamente quedarme, quedarme ya en el ejército pues de pronto sí con un rango un poquito más alto, eh porque como te digo mis planes en mi cabeza no había otra cosa que ser, ser militar no, no me veía pues en

81 otra cosa como te digo. Yo creo que si algo cambio en mi vida después del accidente fue eso.

Después del accidente pues ya vino la recuperación, el ponerme a pensar.

Entrevistadora: La recuperación dijiste.

Antonio: Si, o sea, las terapias, todo, las heridas y… Y pues sentarme a pensar bueno, voy a vivir de mi pensión, me voy a quedar en mi casa, comiendo, engordando, envejeciendo o qué vas hacer, eh también me ayudó pues mucho apoyo de mis tías, mi tía con la que vivo ahora también y. Me tomé 6 meses, yo me retiré del ejército más o menos en septiembre, noviembre del 2007, me tomé ese primer semestre del 2008 pues con la calle, a callejear a rumbear, bueno a todo, y.

Y… Ahí pues a buscar bueno qué voy a estudiar, eh mi tía me decía póngase a estudiar no sé qué, aun así yo creo que de pronto era, era tanto como mí reglamento con el ejército que yo salía y yo pensaba, o sea yo decía no, estudiar no me veo, no me veo estudiando. Que de hecho yo hasta alcance hacer vueltas para ingresar a una, a una academia de seguridad, yo quería ser escolta porque era como lo más cercano o lo más parecido a estar en el ejército, pero pues entonces me decía: “Sí, podes hacer el curso, podes prepararte y todo pero de pronto por la discapacidad de que tenés es un trabajo que te va a exigir tu parte física y, de pronto lo podas hacer, pero puede que no”. Entonces como que yo también eso me fue haciendo como consciente de que bueno tampoco me puedo pues pretender ahorita si, o sea a caminarme Cali de lado a lado todos los días porque pues no me va a dar la parte física. Entonces empecé hacer como más consciente como bueno tienen razón, tampoco me puedo pues pedirle peras al olmo como dicen no, entonces eso me empezó a cambiar, empecé a buscar pues qué quería estudiar y no sé, estuve en la mente hasta enfermería pero realmente no, no sé.

Entrevistadora: Sentiste que no era tu vocación.

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Antonio: Si, sentí que no era lo mío. Hasta que encontré ingeniería industrial y, y… me puse pues como a investigar qué era la ingeniería industrial. Y… y empecé pues como a buscar eh que

Ingeniería industrial que así, que no sé qué bueno, cómo se hacía y ya empecé bueno y tomé la decisión, es ingeniería y vamos a ver qué, qué pasa con la ingeniería. Después pues ya buscar dónde voy a estudiar, obviamente también el tema económico influyó mucho y nada. O sea, hasta en un momento estudiaba y llegaba a pensar en un momento del rendimiento de mi estudio pues tampoco tengo las necesidades de trabajar y mis compañeros me decían, y vos te vas a graduar y qué vas hacer. No sé, pues si hay trabajo alguna cosa se hace pero o sea todo sin afanes, sin estar esperando nada, pues lo que te comento, no me corre afán de pronto de graduarme y. Y sí, o sea cuando se den las cosas está bien no. Y… y qué te digo yo creo que, eso fue como, como los cambios no. De pronto como que ahorita verme en una oficina y, y en una reunión que, que hicimos pues como con los jefes de acá de la zona de Cali del banco y te preguntaban no, de pronto tus aspiraciones para, para no sé qué. O cómo te ves en tanto tiempo en el banco entonces. Entonces siempre me ha gustado pues como la parte de ingeniería industrial, la parte de recursos humanos, entonces cuando dije eso, la jefe me dice que yo iba a volver eso como un, como un cantón militar, me dice ah le vas a ir a poner orden, yo pues tampoco no, pues tampoco que me formen y eso pero pues hay cosas no, hay cosas que de pronto si uno hace. Entonces les da risa porque a veces uno discute con los compañeros por la forma de trabajar y eso, pues porque bueno de pronto ellos sienten de que de pronto está bien y además si yo he estado equivocado y cuando le digo que, que están mal. Entonces por ejemplo, ellos me sueltan un comentario como “Con vos de jefe todos tendríamos un pie afuera”.

Entrevistadora: Y vos que pensás de eso.

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Antonio: Yo les digo a ellos que así debería sentirse todo el mundo para que trabaje [ se ríe].

Ellos me dicen con vos de jefe todos tendríamos un pie afuera del banco y yo les digo es que así es que debe sentirse todo el mundo para que rinda, entonces les da risa. Pero no, yo creo que de pronto ser pues son formas de ver diferente la vida.

Entrevistadora: Te ves, te ves a un futuro o aún en el banco ejerciendo ingeniería industrial, ya que ya casi te vas a graduar.

Antonio: Si, de pronto sí. Sino que de pronto y fue un tema de discusión en una reunión con un jefe porque yo, o sea yo siento que soy como más de hacer, de untarme, no de venir a sentarme y decirme hay que hacer eso, o sea ya después todo está hecho ya no hay nada que hacer simplemente hágalo no. Y es algo digámoslo como, como que me contradice pues. Porque siento que yo digo bueno, el banco o sea yo no me puedo quejar del banco por el trabajo y eso y aparte de que uno gana muy bien pero, pero no o sea es como, como esa parte versus lo que realmente me gustaría hacer.

Entrevistadora: Y que te gustaría hacer.

Antonio: No sé, me gustaría de pronto trabajar más con la gente eh… Enseñarle a la gente o, o que me digan hay que solucionar esto y. Arrégleselas como pueda, soy más de ese tipo de cosas.

Que de pronto llegar a la oficina y bueno ya sabes que es lo que tenés que hacer y cómo vivir ahí como en un cuadrito y a ratos como que aburre eso, pero no de pronto si me veo en el banco en unos años trabajando habrá que esperar.

Entrevistadora: Antonio contanos esa relación con las personas del trabajo, tu ahorita nos comentabas bueno yo pensaba que cuando yo ingresé a trabajar la gente sabia pues de mi situación y todo el cuento pero pues yo asumí, asumí que ellos sabían. Contanos como es esa

84 relación, que tanto tú te como que te relaciona con ellos, te la llevas bien, cómo te reciben, cómo fue el ingresar al banco.

Antonio: Eh, no ingresar al banco pues o sea yo fui. Fue algo que ni siquiera, es algo muy chistoso yo ni si quiera estaba buscando trabajo, simplemente un día ah pues los días que

Angélica se vino para acá para Cali ella también estaba buscando trabajo, entonces el parche después de la universidad pues era ir a la casa y cada uno en su computadora buscando a dónde enviar hojas de vida no sé qué. Y los días así casi un mes yo creo, enviar hojas de vida ella hasta que un día dije bueno… O sea la cosa mía era yo qué pongo en una hoja de vida sí me entiendes, prácticamente era un bachiller no había hecho nada, no había trabajado en ninguna otra parte mi

única experiencia era, era trabajar en el ejército y yo decía.

Entrevistadora: Y tenías tu carrera iniciada.

Antonio: Claro, yo estaba como en séptimo semestre y yo decía… Pues, mi hoja de vida era un chiste. Yo decía yo que pongo en una hoja de vida porque yo la comparaba con la hoja de vida de Angélica pues ella trabajaba en muchas partes, tenía recomendaciones bueno cantidad de cosas. Mi hoja de vida eran dos hojas tal vez a doble espacio y, y entonces me daba risa, pero entonces un día le dije a ella que me creara una hoja de vida y bueno, me la creo y yo la veía y le decía en serio, a mí me daba risa ver mi hoja de vida pues porque decía que bobada. Si yo decía como yo voy a contratar a una persona con una hoja de vida de esas no me veía trabajando. Yo decía a de pronto trabajar me queda grande, bueno. Mmm empezamos a enviar hojas de vida a un banco hasta que llego y la envió a Bancolombia me puse y la inscribí y no sé qué y la envié, apliqué para un cargo en Yumbo y había un cargo pues como disponible para trabajar en una sucursal de yumbo y… Y ya me dijo que la hoja de vida no sé qué, que estaba en proceso… Y ya no, como a los 15 días fue que me llamaron que presentara una entrevista y yo bueno. Pues o sea

85 imaginate o sea yo ni siquiera tenía ropa para de pronto bueno me voy a comprarme un pantalón, una camisa para ir a una entrevista. Yo a la entrevista fui en jean y camisa porque, pues era mi ropa yo no, yo decía yo no me voy a comprar una camisa, un pantalón aparte que no me gustaba.

Aparte que no me gustaba entonces yo decía no y me fui. Digámoslo así lo más decente posible de jean pues, unos zapaticos y camisa. Y… Y que te digo pues obviamente si llegue muy puntual y toda la cosa ya después la entrevista como tres personas más ahí preguntándome, inscribiéndome, viéndome pero pues… Normal, terminamos.

Entrevistadora: Y ahí te preguntaron…

Antonio: Sí, exacto en mi hoja de vida decía las capacidades y toda la cosa. Entonces pues como a preguntarme por temas ya se metió terminamos hablando yo creo que hasta de Álvaro

Uribe y de los falsos positivos y yo qué pensaba de todo eso, y como que la entrevista se fue por ese lado no, eh y ya lo mismo contándole que me pasó, como me pasó eh. Que de pronto que me había dejado el, pues como para mi vida el pertenecer al ejército, que mi estudio, que porque la carrera bueno cosas así. Y ya, o sea para mí fue un poco si como la presión de que hace toda esta gente aquí, bueno aparte de que era mi primera entrevista normal, me fui. Terminé la entrevista salí. Creo que llegué a mi casa y me llamaron, que me iban a enviar unas pruebas o algo así al correo para que las realizara al siguiente día, las realicé después que la visita domiciliaria bueno toda la cosa, y me dijeron pues que no había aplicado para, que no había quedado seleccionado para el cargo que yo había buscado en Yumbo. Ah porque esa era otra no, entonces me decía pero estas estudiando, la universidad queda en el sur tú vas a trabajar en norte y más o menos estas saliendo 5:00, 5:30 de allá, ya entras a estudiar a las 6:30, una hora y alcanzas, tus tiempos te dan y yo si mis tiempos me dan, yo ando en moto, ¿Usted anda en moto? sí yo ando en moto

¿Y cómo hace? Yo. Y en serio y yo sí, si me van a poner allá yo voy a trabajar pues normal no,

86 entonces yo decía igual ya son 2, 3 semestres los que me faltan pues como que me siento capaz.

Bueno cuando ya me dijeron que no entonces eso ni siquiera fue ah… Si no ah bueno, no pasó nada o sea como le digo ni siquiera estaba buscando trabajo y que te digo. Y un día… Bueno pasó eso y hasta las uf… Tres semanas, yo estaba por comfandi del prado con Angélica que tenía una conocía allá y le iba a dejar una hoja de vida, y entonces yo tenía metido en la cabeza, de que bueno yo para que voy a entregar mi hojita de vida y llevamos las dos y cuando estábamos hablando con la persona cuando me sonó el teléfono y me contesto pues y contestó. Entonces me hablo como la auxiliar de recursos humanos algo así, pues diciéndome: Antonio Ferney Cantillo, yo sí con él, lo que pasa es que quedaste seleccionado para el cargo de cajero no sé qué, no pero es que yo no, o sea yo no me postulé para ese cargo a mí ya me llamaron que no. Sí usted se postuló para otro cargo entonces lo dejaron para acá en Cali, en que en el cargo de cajero, no pero es que [habla dudando] bueno sí. Ya yo conocía al pelado que me estaba llamando y yo, bueno Fabián y entonces, me dice no mira necesito que me traigas todos los papeles ya para irlos organizando pues no sé qué, organizándole el contrato y… Y mira, te lo juro que yo no pensé que fuera a trabajar. Ah yo fui a dejarle los papeles a Fabián y Fabián me dijo tenés cuenta en

Bancolombia y yo le dije no, tenés que crear uno pues porque igual es para lo de la nómina y todo eso eh, me mando ahí mismo a la principal al lado a sacar la cuenta de ahorro y llegaba a la casa y le decía a Angélica será en serio [se ríe] será que en serio voy a trabajar en el banco y me decía “sí, o sea no le van a poner a perder el tiempo a que habrás tu cuenta de nómina para después decirte que no”. Y yo seguía con mi cosa, yo decía no pero esto me parece muy fácil y, llegue hasta el día que firme contrato como el 11, un día antes de mis cumpleaños creo que firme contrato de, de enero lo firme y me dice, entonces me dice Fabián bienvenido al banco, en 3 días empezás tu capacitación. Y yo quede como [se ríe] bueno ya estamos a dentro vamos a ver qué

87 pasa y no ya después la capacitación, pues la inducción todo y nada a ponerse pilas uno eh a trabajar, duré como unos 3 meses yo creo en un poco de oficinas dando apoyo, aprendiendo.

Hasta que ya me dejaron de planta en Unicentro, ya llevo 2 años en Unicentro, llevo 2 años y si no mira, es con lo que les decía antes las cosas son para uno y ya no los estoy esforzando.

Entrevistadora: Antonio cuéntanos acerca de, de los amigos… Nosotros la vez pasada sí hablamos de los amigos antes de tu niñez de todo esto pero en ese momento que nos puedas contar, que significó para ti o que aportó para ti haber tenido amigos, qué significa para ti la amistad, qué es para ti tener amigos.

Antonio: Ok. No yo creo que la amistad es, es una palabra muy grande realmente. Que de pronto a veces uno alardea y habla mucho de sentir pues como ese cariño, es una forma de querer a alguien y… Y si de pronto uno cuando dice tengo una cantidad grandísima de amigos pero realmente si uno se pone a ver y realmente tiene muy pocos amigos no, no a todo el mundo apoya de la misma forma, que es una forma de, de pronto de demostrarle a, a un amigo pues de que realmente o sea pues de que un sentimiento entre sea un hombre de la mujer lo que sea, amigo o amiga que, que de pronto no va a sentir el cariño de todo el mundo y… La amistad para mí es eso no, de pronto brindarle apoyo a una persona y… Sentirse también, como sentir las cosas que le pasan a esa persona y que de pronto si uno le puede dar la mano lo pueda hacer no, es más como un sentimiento de apoyo de estar ahí como el acompañamiento digámoslo así, para mí eso, eso es la amistad.

Entrevistadora: Antonio y cuando a usted le sucedió ese accidente usted tuvo gente, que no hace parte de su familia pero que usted consideraba significativa, amigos que en ese momento dijeron Antonio todo bien que paso.

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Antonio: No, si mira, hay un par de... Hay un amigo que en esos días creo que estaba empezando, no estaba estudiando ya Jerry, Jerry y Lina somos amigos de infancia y a veces, ellos viven en Popayán o vivían y ellos iban, pues tenían familia en el pueblo donde yo crecí pues cuando ellos llegaban, pues yo como que me hacía a un lado de mis otros amigos porque ah bueno ya. Ya llegó Lina y Jerry y era el parche de nosotros tres, peleaba con mis amigos de allá porque decían ah... llegan ellos y como que te olvidas de nosotros yo decía pues esas bobadas, yo estoy con ustedes todo el año y ellos llegan sólo en vacaciones y, y yo. Y, y me voy a quedar entonces con ustedes. Eh, cuando llegó Lina y Jerry al hospital a verme y, o sea realmente para mí fue, significó muchísimo verlos, Lina llorando Jerry pues mí, mi super amigo eh también llorando me decía: “No $%&/? como le fue a pasar a usted esto” y yo me quedaba como o sea jamás esperé una reacción de esa de ellos de esa forma eh bueno, digamos que de pronto fueron pues como mis amigos ellos dos como los que más me demostraron cosas en ese momento aparte de, de mi compañero de, de mi compañero Cuevas mi compañero pues mi lanza con el que yo compartí casi todo el tiempo en el ejército. Digamos que Lina y Jerry fueron las personas pues de que o sea, venís a visitarme un sábado estaba a las 7:00 de la mañana en el hospital, yo estaba desayunando. Cuevas es una persona mira, muy pendiente llamándome incluso hasta los papás vinieron a visitarme eh me llamaban, eh él me llamaba y me decía curso ya pasaron las cosas marica no se preocupe ya acá estamos todos eh estamos pendientes de usted cualquier cosa. O sea, ellos salían a vacaciones y antes de ir a la casa de él, él pasaba a ver como estaba, entonces son cosas como que uno dice bueno realmente si se ha creado alguna amistad, realmente hay como te digo un sentimiento de apoyo, eh hacia a uno en la forma que sea. Como también de pronto hubieron personas que, de pronto uno esperaba por lo menos una llamada pero o sea si, digamos que eso como que no o sea no, no le di tanta mente como dice uno pues normal, pero

89 hubieron personas incluso ni si quiera amigos míos, amigos pues ya personas mayores, amigos de mis abuelos, si de la familia que me llamaban y hola [no se entiende la palabra que dice

40:17] ¿Con quién? Y yo, bueno con tal persona ah como esta que no sé qué bueno todo el cuento. Entonces es como, como o sea esas cosas fueron, fueron, fueron bonitas no y lo que te digo te marcan muchísimo. Mi amistad con Jerry es… no es incondicional mira, con, con Jerry la amistad es algo muy incondicional igual que Lina estamos siempre, casi no nos vemos.

Entrevistadora: Aún conservan la amistad.

Antonio: Casi no nos vemos, casi no nos hablamos pues por horarios, de pronto Lina también ya tiene su vida y pues de pronto es como. Pues pienso yo que es como incomodo no, y así uno no quiera terminan cambiando las cosas no, pues igual ya uno no puede hablar o ya no se puede molestar digamos como se molestaba antes como cuando yo estaba solo y ya ahorita es diferente ya ahorita ella con el esposo y no uno termina madurando también, ya como que no se presta uno tampoco para lo mismo y… y ya pero creo que mis amigos como mi papá siempre dice: “No los amigos se conocen en una cárcel y en un hospital”, entonces de pronto esas partes ni si quieran sirven para uno decir bueno este tipo de personas a estos no, sino que simplemente se da cuenta pues como realmente quien es tu amigo por decirlo así, quien realmente si está pendiente o le importa pues de, de cómo te sintas.

Entrevistadora: Antonio es por ahora lo que queríamos que nos compartiera un poco más, te queremos agradecer nuevamente tu participación, colaboración además de tu disposición para participar en esto [se finaliza la segunda parte de la entrevista].

Entrevista Daniel:

Primera entrevista.

Realizada 03 /06/15

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Duración 00:41:30

La entrevista se realizó en horas de la mañana, a las 11:00 am. En el club deportivo en la sala de llegada. En este espacio hay mucha fluidez de personas entrando y saliendo lo que se verá evidenciado en la transcripción y algunas interrupciones o vacíos en algunas partes de la narración.

Entrevistadora: Procedemos a realizar la entrevista. Buen día Daniel, podrías contarnos un poco ¿Quién es Daniel?

Daniel: Bueno… soy una persona de 31 años, actualmente deportista, eh… [Entra unas personas con una moto y saluda por medio del sonido del pito, la entrevista se pausa un momento la entrevista para retomarla cuando haya más silencio].

Entrevistadora: Continuamos…

Daniel: Bueno íbamos en que deportista, 31 años eh… de niño fui siempre criado con mi abuela, que pues lógicamente no es mi mamá… pero, pero en todo sentido sí lo es. Siempre he vivido con ella, he sido muy apegado a mi familia mmm... Hace 8 años tuve un accidente,

[entran dos personas saludan al participante]. Al principio pensé que no iba a poder superar pero… pues poco a poco [silencio corto], uno se adapta a la circunstancia y asume el rol de una nueva vida tratando pues de llevarlo de la mejor manera pues porque ya no hay más opción que continuar con la vida normal, dentro de las posibilidades.

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Entrevistadora: Cuéntanos, nos hablaste de tu abuela como una persona significativa en tu vida, habían otros familiares en ese momento, ¿En tu niñez o adolescencia?

Daniel: ¡Ah! Sí, no me alargue porque… sí, en mi niñez mi papá actualmente ya falleció, falleció joven de 38 años aunque pues yo no viví siempre con él, pero es representativo eh… por parte de él tengo tres hermanos y una hermana que, que es entre papá y mamá completos. Y por parte de mi mamá, pues yo con ella si nunca he tenido relación, tengo otros cuatro hermanos, o sea cuatro por una, tres con él y una entre los dos.

Entrevistadora: Cuéntanos cómo son esas relaciones.

Daniel: ¿Con los hermanos?

Entrevistadora: Ajá.

Daniel: Soy bastante apegado a mi hermano que tiene 25 años, llevo una relación afectiva bastante pegada con él, con las otras dos hermanas que tienen 23 y 21 también, pero no es tanto, ellos son los hijos de mi papá. Con la hermana que es de papá y mamá no es una relación mala pero no es que hablemos mucho, y con otra hermana por parte de mamá hablo de vez en cuando, con la otra cada año por ahí, y con los otros nada.

Entrevistadora: Cada año es ¿Como cuando se da el feliz año?

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Daniel: Sí, un saludito ahí… eh, además de eso mi madrina también representativa para mi muy representativa para mi junto con las dos hijas de ella. Ella siempre desde niño también fui muy apegado, a ella y pues las hijas de ella no son lógicamente mis hermanas, pero son como si lo fueran en este momento no, no, no es que hablemos todos los días, pero pues sí el afecto es muy grande, pues las ocupaciones no nos permiten hacerlo y cuando pasó el accidente las personas que más me dieron la mano fue mi madrina las dos hijas de ella y pues mi abuela, mi mamá.

Entrevistadora: En esas relaciones con tus familiares a usted le tenían asignado alguna especie de rol, o alguna especie de apodo.

Daniel: ¿Apodo?

Entrevistadora: Sí.

Daniel: No, apodo no. No… el rol siempre era como con los menores, como, como se murió mi papá, no cumplir la función de él sino pues ser como un guía, como una forma así como de respeto de ellos hacía a mí pues más yo tampoco nunca asumí esa posición de ser así pues que la disciplina y eso sino que más bien era como un amigo y todo, pero pues sí ellos siempre me han mostrado como un poquito de respeto. Porque igual yo también viví cierto… tiempo con ellos, en cambio pues con los de mi mamá nunca. Con la hermana que es de los dos la conocí como a los 10 años.

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Entrevistadora: Qué es lo que tú consideras que te hace particular en todo ese núcleo familiar que tienes.

Daniel: De pronto que, más centrado diría yo mmm… [Sonido onomatopéyico] eh, mmm…

[Sonido onomatopéyico]. Sí más centrado siempre como escuchar las versiones, no dejarme llevar como tan apresuradamente.

Entrevistadora: Cuando tú dices a escuchar las versiones, a qué te refieres.

Daniel: No pues es que ellos siempre me dicen que no me… pues lo que ellos me dicen a mí.

Pues yo siempre les digo que ante cualquier situación no se dejen llevar por una sola versión sino que escuchen todas las…

Entrevistadora: ¿Cómo todas las posibilidades?

Daniel: Sí. Que vean pues las alternativas.

Entrevistadora: Y ellos por lo general tratan de quedarse con una sola visión.

Daniel: Sí, muy acelerados.

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Entrevistadora: Bueno, antes de iniciar la entrevista no te comentamos de dos momentos que tratamos de llevar en la entrevista, un antes y un después… digamos que ahorita estamos indagando ese antes, obviamente no quiere decir que no puedas narrar hechos futuros. Me decías, que las personas que más te apoyaron fueron tu madrina y tu mamá…

Daniel: ¡Ah! Y omití también otra persona, un amigo. Pues sí un amigo que en este momento no está en el país también, pues amigo de toda la vida… muy pendiente. ¿Qué me ibas a decir?

Entrevistadora: De tu familia, tú dijiste que tu abuela fue una persona que te apoyó mucho, qué te hacía sentir que esa persona te estaba apoyando, no sólo en el momento del accidente sino a lo largo de toda tu vida.

Daniel: No… pues que siempre ha estado ahí, para cualquier cosa, para cualquier situación, con la mejor disposición.

Entrevistadora: ¿Qué significa estar ahí?

Daniel: Eh… estás ahí es que… para cualquier situación, yo la comentaba con ella, ella también está muy atenta a todo, muy preocupada pues por lo que me sucedió antes y después, pues yo digo que unas de las cosas, que ella ya es de edad ¿no? Una de las cosas que no me dejó a mí en el… porque eso es… esa situación que uno vive cuando le sucede el accidente eso es complicada y yo sentía que si cerraba los ojos… ¡Paila! Entonces era una de las cosas que a mí no me dejaba y me motivaba era de pronto no dejarla a ella pues porque mi papá no estaba y que

95 yo era el que veía por ella, estaba pendiente y pues si yo no estaba ella se iba a quedar sola… si hay más familiares y todo pero pues cada uno tiene su responsabilidades y… estaba era a cargo de mí, y además de todo, además de a cargo también me daba cosa que le fuera a pasar algo porque ella sufre de la presión, pero entonces en ese entonces también. Siempre uno se mueve por motivaciones, o esa es mi percepción, y en ese momento lo que me aferró a la vida fue ella, no dejarla sola, yo sentía que si cerraba los ojos… en realidad sí fue bastante grave en el momento yo sentía que si los cerraba ya no era más.

Entrevistadora: Si los cerrabas estamos hablando en sentido figurado o de forma literal.

Daniel: No... sí, de cerrarlos y quedarme ahí.

Entrevistadora: ¿Podrías contarnos si quieres alrededor de ese momento?

Daniel: ¿Ah, del accidente?

Entrevistadora: Sí.

Daniel: Es que yo me accidenté en moto, entonces yo me salí por encima de la moto y me estrellé con un poste, en la cabeza, entonces la onda del golpe [silencio corto], todo lo que se choca hace la onda hacia atrás, yo me choqué y eso hizo la onda por mi cuerpo, por la columna y se partió en cuatro y aparte de eso me partió la clavícula y con el hematoma en la cabeza podía tener complicaciones o secuela secundaria a eso, entonces a raíz del golpe tan bravo entonces

96 hubo complicaciones [silencio corto], y entonces en el momento uno es consciente o yo fui consiente, de que si no me quedaba despierto… yo lo sentía… [Se hace una pequeña pausa, pero se continúa grabando, para pedir un poco de silencio a las personas que están hablando en voz alta en el salón, posterior se retoma la entrevista].

Entrevistadora: Que pena…

Daniel: …van saliendo alteraciones a raíz…

Entrevistadora: Cuántos años tenías.

Daniel: 23 años, entonces ya en la clínica yo pensaba eso, también lo pensaba [silencio].

Entrevistadora: Tú nos decías que uno siempre se mueve por motivaciones, aparte de no dejar sola a tu abuela qué otra motivación te ayudó a vos a no cerrar los ojos en ese momento.

Daniel: No, en ese momento, esa y otra… pues la de superarme a mí mismo, porque eso fue un reto más uno ya quedarse ahí… y ver que… eso es muy complicado porque te vuelves dependiente totalmente en esa situación, en ese momento es una dependencia total, en todo sentido, no podía hacer nada por mí mismo desde el… sí, todo, todo abarca todo. Del totazo perdía la fuerza hasta en los brazos… gracias a Dios fue minimizando no, pero fue muy complicado…

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Entrevistadora: Más o menos ¿cuánto duró el periodo de recuperación?

Daniel: En la clínica estuve en una un mes en la otra otro mes, dos meses y yo creo que unos

6 meses pa´ uno ya como empezar a hacer las cosas por uno mismo. Aunque no como uno está ahora, pero sí… tener como esa satisfacción alegría de que pude comer solo, me pude bañar solo eh… me pude voltear. Pues yo creo que a los 6 meses no bien yo mismo pero pues, ya no tenía que llamar a alguien para que me moviera la almohada o para que me alcanzara el control.

Entrevistadora: Tú recuerdas qué pensabas o sentías en esos momentos.

Daniel: Yo pues yo recuerdo que cerraba los ojos y decía: Cómo será la vida dentro de 6 años u 8 años.

Entrevistadora: Y cómo te la imaginabas.

Daniel: Yo me imaginaba así cómo estaba en ese momento y era frustrante ¿no? pero entonces esa motivación de no quedarse en eso y… de todas maneras pues los médicos ellos se curan en salud, la idea era que no, ¡pailas! Eran muy negativos entonces…

Entrevistadora: Pues ellos casi nunca prometen algo de lo que no puedan estar seguros…

Daniel: Y no pues están en todo su derecho, entonces yo no me enojé nunca por eso porque igualmente eso es muy difícil saber qué va a pasar, igual todo depende de lo que uno haga.

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Entonces yo empecé también a investigar, a leer mucho… a leer experiencias de vida de otras personas que les había pasado casi las mismas calamidades…

Entrevistadora: A qué personas leíste o qué historias leíste.

Daniel: No… hay una página lesiónmedular.org. Entonces esos son puras personas con discapacidad y ya yo me metí ahí, y mucha gente cuenta su historia y cómo ha salido adelante; aunque las lesiones todas no son iguales, siempre hay algo diferente en una de otra en cuanto a la recuperación y también en cuanto a las secuelas que deja pero pues, también alicientes y motivaciones. También hubo un muchacho allá donde yo estaba haciendo terapia en la escuela nacional, que se recuperó mucho. Entonces uno se motiva uno siempre se dice que si otros pudieron uno por qué no, y si no hay más opciones… es que, vos tenés las dos opciones o quedar ahí… que también ha habido muchos conocidos que de pronto en mejores o peores circunstancias pero no han querido hacer nada… y pues ustedes saben que la quietud… pues eh también desencadena, escaras, retracciones, enfermedades, obesidad, colesterol, paros cardíacos por gordura las escaras también producen infecciones de muerte, las contracturas les cambian la postura. O eso son dos opciones o quedarse ahí o tratar de hacer algo.

Entrevistadora: Cuéntanos qué pasó en tu casa, como el proceso de asimilar…

Daniel: Pues yo en ese momento vivía un poquito retirado por Tercer Milenio, Pizamos, no sé si conocen, entonces las terapias eran acá en Tequendama en ese entonces no había masivo entonces todo era taxi 20.000 mil de ida de venida en ese momento ya yo no viví más allá sino

99 que me fui a vivir a donde mi madrina que vive en Belisario muy cerca de Tequendama y… mi mamá fue conmigo y pues allá nos acogieron de una forma muy bonita, entonces allá fue como año y medio, y… más que todo en ese entorno…

Entrevistadora: Cómo crees que tu mamá asumió lo que pasó.

Daniel: No… pues a ella le dio muy duro, pues a mí, yo realmente toda la frustración que tenía no la, no la dejaba salir… la interiorizaba para que ella no se diera cuenta, de pronto cuando salía o en otro lado sí o en momentos de soledad, pero así que ella lo viera no, porque sus problemas de presión son complicados y para que ella también estuviera motivada, no los exteriorizaba mucho.

Entrevistadora: Ella te decía algo…

Daniel: Sí motivación “Hágale que con Dios” me motivaba “Mijo hágale vaya a sus terapias, vaya salga…” [Hace referencia a la voz de su madre] muchas cosas, yo no salía solo, y me empecé a motivar cuando salí al estadio solo cuando me iba solo en el taxi… entonces también fueron esas cosas, mi amigo me acompañaba siempre ha todo pero también llegué un momento que dije tengo que empezar a hacer las cosas solo y una de mis primeras salidas fue ir al estadio solo… me iba en taxi hasta la novena y de ahí me iba rodando aunque era muy difícil rodar de aquí a la cuadra era durísimo pero ahí uno se fue soltando… Y ella siempre no me decía que no, que no me quedara en la casa, sino que “Hágale, hágale” [hace referencia a la voz de la madre].

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Entrevistadora: Ahora que nombras la palabra amigos cuéntanos sobre ellos, cómo era tu círculo de amigos…

Daniel: Eh… si, si ha cambiado [silencio corto]. En esa época era como un círculo de diversión, de trago de muchas cosas así un poco más como, ¿qué?… que hoy en día no me…

Entrevistadora: ¿Habían amistades significativas en ese entonces?

Daniel: Pues la que te digo, mi amigo, tengo otras significativas pero no tantas muchas… en ese momento se alejaron un poco, otras si siguieron y otras continuaron tal cual eh… el que te digo y por ahí unos dos o tres más, pero pues el que más pendiente fue él [silencio].

Entrevistadora: Y actualmente cómo es tu círculo de amistades.

Daniel: No pues [silencio corto]. También amplio, [silencio corto] más que todo con las de ahora más son a partir del accidente, unas cuantas de esas anteriores pero no de tanta frecuencia, personas conocidas pues de las que… con las que comparto, o sí hay amigos en este momento, o amigos no amistades que buscan compartir con uno pero no para lo que uno está en este momento viviendo sino otras situaciones…

Entrevistadora: A qué te refieres.

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Daniel: No pues mucha rumba, muchas cosas así pues que ahora uno como deportista eso…no te digo que uno no lo haga, pero pues no cada ocho días, no vivir en eso pues…

Entrevistadora: Qué puedes decir qué te han aportado y te aportan esos amigos que has tenido a lo largo de la vida.

Daniel: Eh… no pues, como todo cada persona le aporta ciertas cosas a uno, valores.

Entrevistadora: Qué valores por ejemplo.

Daniel: Eh… por ejemplo eh [silencio corto]. El amigo que te digo, siempre me ayudó mucho, pues era como ese cariño de hermano, eh… de preocupación, de responsabilidad, porque pues también él y otros teniendo trabajos a veces se iban a quedar conmigo y esas cosas eh…

[Silencio corto], también amigos en mi misma situación, perseverancia, que uno los ve a veces más comprometidos que uno y sacan, valor, fuerza, para hacer las cosas también es una motivación muy grande para hacer las cosas, las mujeres porque yo considero que las mujeres qué están en esta situación padecen más que nosotros y cuando uno las ve con esa voluntad y con espíritu…

Entrevistadora: Por qué haces el comentario de que padecen un poco más que ustedes.

Daniel: Si pues porque como ellas ustedes bien sabrán o no sé si lo saben en esta situación las secuelas van desde pérdida de la sensibilidad hasta dificultad en las partes de manejo de

102 esfínteres y es más fácil para uno… uno es más fácil la evacuación entonces para las mujeres en ese sentido y ustedes comprenderán que para lo que la persona común es algo cotidiano y lo hace por inercia y sin pensarlo a veces, para uno ciertas circunstancias se vuelven complicadas

[silencio corto], una sola entrada al baño cuando uno está iniciando, es un problema, mientras que para cualquiera, lo hace, lo hizo entró y ni lo tuvo en cuenta ni supo cuántas veces entró en el día cuando finaliza pues, en cambio para esas infecciones urinarias y todo eso las mujeres… y como también siempre la mujer es más delicada, cuando uno las ve con esa fortaleza es motivante a veces el espíritu que le colocan.

Entrevistadora: Cuándo tú dices, es decir que es como reaprender eso que tú dices que se hace por lo general por inercia qué puedes decir, qué significa para ti todo ese proceso de aprender nuevamente a hacer las cosas de forma distinta.

Daniel: No, eso es un reto diario porque uno siempre se ve con alguna cosa ¡ah! Uno va bien chévere y vea por lo menos hoy se pincha y no había dónde, yo ya más bien me río… ahorita lo solucionamos. Sí… ya uno tiene que tener mucha paciencia, tenía que hacer algo hoy a las 6 de la mañana y no pude por eso pero pues ya qué, mañana lo hago, ya uno no puede por lo menos estar con afanes ya hoy en día todo el mundo ¡hacele! ¡hacele! [hace referencia a otras personas].

No, ya no nosotros no podemos, y por lo menos yo cuando hago las cosas con afán empiezo a sudar así solo quieto y las espasticidades me aumentan, uno tiene es que estar sereno, tranquilo… eso no quiere decir sin responsabilidad sino que tiene que manejar los tiempos…

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Entrevistadora: Ahora que tocas la palabra responsabilidad, qué responsabilidades tiene

Daniel, las que eran antes y cuáles son ahora.

Daniel: Pues en ese entonces la responsabilidad mía era, la casa pues todo lo relacionado con la sustentación, mmm… eh… igualmente hoy también tengo esa responsabilidad, tanto de la casa donde estoy como de donde vivía porque allá está una tía que, que tiene un problema como un poquito complicado no, ella tiene como 50 años y no sale casi, siempre toca darle el apoyo necesario la responsabilidad con mi mamá que esté bien no sólo en los económico sino en todo sentido de diversión, de diálogo que contención, responsabilidad con la persona con la que estoy compartiendo… porque apenas empezamos este año entonces a veces es difícil pero pues uno cuando tiene el cariño y el amor también de compromiso en ese sentido, responsabilidad con lo que asumí en el deporte porque no es decir sí, sino de hacerlo realidad y para hacerlo realidad eso significa muchos sacrificios.

Entrevistadora: Hay una cosa de la que nos gustaría que nos hablaras. Háblanos un poco de tu relación de pareja.

Daniel: Eh… la conocí qué, como en el ¿2010? No, 2011 por allá en un centro de rehabilitación de terapia integral alternativa, [silencio corto], después ella empezó a entrenar con nosotros y pues fuimos muy buenos amigos después de un tiempo empezamos a salir, tuvimos una relación como de un año después paramos y ella siempre estuvo ahí pendiente, como dándome mucho cariño y yo pues estaba como en otro cuento… y… pero pues así y todo

104 terminando como lo habíamos hecho seguíamos siendo amigos, y… ahora en diciembre decidimos darnos otra oportunidad.

Entrevistadora: Qué significa ella en tu vida.

Daniel: No, pues, una persona muy especial porque siempre me ha demostrado el cariño

[silencio corto] muy único [silencio corto] también me despierta esos sentimientos a mí…

Entrevistadora: Qué lo hace único a ese cariño de ella.

Daniel: ¿De ella? Pues, único pues en el sentido… pues tú sabes que uno siempre ha tenido varias relaciones entonces es diferente en muchas cosas, en el trato que me da, en la preocupación que muestra, en los detalles que tiene en la relación de ella con mi familia en los momentos… no, en todo. Tiene muchas cosas que me ¿cómo se dice? Me cautivan.

Entrevistadora: Hay proyectos a futuro con la relación, qué proyectos.

Daniel: Sí claro, una viviendo propia, un bebé, pues por ahora los principales son esos eh… y apoyarnos en lo del deporte mucho, sí pues con lo de la vivienda ya empezamos, con un ahorro y con lo del deporte estamos esperando a ver un campeonato a ver si se dan las cosas si Dios nos regala esa bendición.

Entrevistadora: Cómo llega el deporte a tu vida, cómo tomas esa decisión.

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Daniel: El deporte a mi vida llega… yo estaba haciendo la rehabilitación de fisioterapia neurorehabilitación en la escuela nacional del deporte, normal llegaron unas estudiantes no sé cómo de último grado semestre que venían a hacer su proyecto de grado inclusión al deporte de personas con trauma raquimedular, nos mostraron varios deportes, un grupo de amigos más y yo empezamos, en atletismo y nos gustó. Al principio yo no lo vi como algo de lo que se pueda vivir hoy en día, lo vi más bien como una cosa lúdica que ayudara en mi rehabilitación, personas para compartir en mi mismas condiciones o sino en las mismas, parecidas o algo por aprender entonces yo iba hacíamos lúdicas se entrenaba pero no con la intensidad de hoy en día entonces, la primera vez que competí me fue muy mal en cuanto a resultados quedé de último, entonces a raíz de ahí ya se me despertó como lo otro que uno siempre el reto ¡uy! Cómo así tocaba pellizcarme. Entonces empecé a entrenar más ir escalando posiciones en ese sentido a medida que uno va escalando posiciones se va motivando más y ya yo no fue sólo lo de la competencia sino que uno se enamora, de lo que está haciendo, se convierte en un estilo de vida, claro, lo que te decía ahora uno ya cambia costumbres, eh… hace ciertos sacrificios eh… más dedicación pasa de entrenar dos horas a entrenar seis, pasa de no hacer pesas a empezar a hacerlas, sacrificios.

Entrevistadora: Cuando hablas de sacrificios también se refiere a lo que nos decías anteriormente de que ya no se puede estar rumbeando cada ocho días…

Daniel: De eso… de que no puedes trasnochar mucho, que tienes que madrugar más de que… no, y la mentalidad le cambia a uno, ya uno piensa está por ahí y está pensando en esto en esa situación.

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Entrevistadora: Cuánto tiempo llevas entrenando.

Daniel: Creo que llevo cinco, no tengo la fecha exacta, creo que son 5 años o un poquito más pero en forma diría que tres y medio. Porque al principio fue más lúdico… Sí entonces empezó a raíz de lo que les digo y de ahí en adelante desde que quedé de último eso me motivó más gracias a Dios en la categoría que estoy tengo una medalla ahora en jabalina.

Entrevistadora: En qué categoría estás participando.

Daniel: En el cuarto.

Entrevistadora: ¿Eso se maneja por pesos?

Daniel: No, por altura de lesión.

Entrevistadora: Has tenido la oportunidad de participar en varios torneos.

Daniel: Pues a nivel nacional pues estuve en los juegos nacionales de Cúcuta y en varios interligas yo creo que en total fue unos 8, fui a los Parasuramericanos en Chile, en los de Cúcuta quedé de segundo, medalla de plata, pero en el siguiente, que hubo a nivel nacional ya tuve el primer lugar. Para ese de Cúcuta ¡uf…! Había entrenado tanto pero como te digo no se me dieron las cosas… pero en el siguiente ya pude y hace un año me fue bien y fuimos a Chile.

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Entrevistadora: Esta pregunta puede ser quizás muy obvia pero… qué significa para un deportista cuando puede lograr algo de lo que sueña. Qué significa para ti esos logros.

Daniel: No uno en ese momento que gana es una satisfacción completa, eso así es un deber cumplido el mérito a tanto esfuerzo, la motivación a seguir, pero todas las veces no caza el tigre uno tiene que estar consciente de eso. Mira yo fui al Parasuramericano y pues ahora no pude hacer la marca para ir a Toronto entonces pues no pude participar y pues no, fue duro también no poder cumplir ese otro logro pero pues es un nivel más alto uno tiene que ir escalón por escalón si en este momento no se dio pues… yo sé que uno entrena duro pero también uno investiga y se da cuenta que puede dar más también, me dio duro pero también, me dio mucha alegría poder ir a Chile poder participar, poder quedar campeón nacional y este no es el último campeonato uno tiene que seguir trabajando.

Entrevistadora: En este momento a qué liga perteneces.

Daniel: Se llama… Indervalle, nosotros representamos al valle.

Entrevistadora: Cuenta cuáles son los planes con el deporte, cuáles son las metas.

Daniel: Sí, la motivación principal este año era lo de Toronto no se pudo lograr, ahora sigue lo segundo en importancia que son los juegos nacionales en diciembre pero a más corto tiempo están los departamentales que son en noviembre, pero esos son como un chequeo lo importante

108 para mí en lo que se viene, es mejorar la marca, porque ya llevo dos años y no he podido pasar de la marca que tengo, claro obviamente primero hay que ganar pero aparte de eso hay que mejorar la marca.

Entrevistadora: Hablando de estos planes a futuro, antes del accidente qué planes habían.

Daniel: En ese momento… yo estaba trabajando, mi pensado era estudiar… pero siempre lo postergaba, entonces… en ese momento no se dio, estaba trabajando y después del accidente sí entré a estudiar…

Entrevistadora: ¿Técnico en sistemas?

Daniel: Sí, pues sí lo estuve realizando pero pues después me metí en el deporte y lo abandoné un poquito, pero pues sí antes del accidente siempre postergué eso y también le queda a uno de enseñanza eso… no postergar tanto las cosas porque a veces no hay un mañana, hacer las cosas no pensarlas tanto…

Entrevistadora: Esas situaciones inesperadas de la vida…

Daniel: Sí, no dejes para mañana lo que puede hacer hoy, eso sí es muy cierto porque pues yo sí me acordaba que a veces lo invitaban a uno a jugar fútbol y uno no… Ya uno no poder hacerlo... lo pensaba mucho cuando apenas me pasó ya ahora no lo pienso casi, sino que en la

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época de post el accidente sí pensaba mucho en muchas veces que dije que no a varias cosas que ya después de lo que sucedió no las podía hacer.

Entrevistadora: Hablando como de ese antes y ese después, si tuvieses que describir quién era

Daniel antes del accidente cómo lo harías.

Daniel: Eh… pero en qué sentido.

Entrevistadora: La pregunta va enfocada a esas características de la forma de ser… un poco parecido a la pregunta que te hice al inicio de ¿quién es Daniel?

Daniel: Antes… muy relajado, pues yo creo que lo único que sí ha cambiado bastante es que antes era muy relajado, pues relajado en cuanto a que me daba lo mismo 8… sí era muy relajado.

Entrevistadora: ¿Lo mismo 8 que 80? ¿Eso quisiste decir?

Daniel: Sí esa expresión. Pero en cuanto a sentimientos y eso, sigo muy similar…

Entrevistadora: Daniel una pregunta, usted tenía algún concepto sobre la discapacidad.

Daniel: No, no sabía que era tan grave, tan complejo… todo este mundo. No tenía idea… y no me acuerdo pues haberle prestado importancia a alguien en especial en esta situación no, ya

110 después uno aprende poco a poco por lo mismo, hasta que no le pasa es que… no cae en cuenta de estas situaciones.

Entrevistadora: Bueno, yo creo que podemos dejar hasta aquí por hoy, para que puedas irte.

Muchas gracias Daniel.

[La entrevista se termina, porque el participante debe irse, estaba siendo esperado por uno de sus compañeros para salir].

Segunda entrevista.

Realizada 16/06/15

Duración: 00:31:43

La entrevista tiene como objetivo profundizar en algunos aspectos significativos encontrados en la entrevista inicial. Se realizó a las 12:16 pm.

Entrevistadora: Buenos días, Daniel podemos pedirte el favor de que nos hables un poquito más duro, o de que te coloques la grabadora más cerca.

Daniel: Ah, Bueno [el participante toma en su mano la grabadora de voz y la acerca a su boca]. ¿Cuál hundo?

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Entrevistadora: No, ya está lista para grabar. Bueno Daniel como habíamos hablado anteriormente y por teléfono, la idea es profundizar en algunas cosas que hablamos la entrevista pasada, eh… queríamos preguntarte sobre, tu nos dijiste que pertenecías a Indervalle, de alguna manera Indervalle es como una institución, qué ha significado para ti en tu vida pertenecer a esta institución.

Daniel: Eh… en ese sentido, yo lo veo más, como la representación del departamento, de la tierra mía. Entonces como el honor mío de en una competencia representar al Valle, más que

Indervalle no eso no, porque eso es más que todo es como administrativo, lo de allá se preocupa más que todo por lo administrativo, eh, y nosotros pues, eh, en un momento dado lo que hacemos es representar la región, entonces lo que da significado es tener el orgullo de representar la región, en los deportes sí.

Entrevistadora: Y dentro digamos no tanto en esa parte administrativa como tú dices, sino todo lo que implica estar allí por ejemplo: El grupo con que tú entrenas, que sería como, como un grupo también de amigos…

Daniel: ¡Ah! No, sí, nosotros tenemos un grupo muy amplio, con unos tenemos una amistad más cercana, con otros no tanta, pero pues todos somos compañeros, todos nos llevamos bien, y… pues lo que nos ha caracterizado es que todos buscamos el bien si uno no gana apoyamos el otro y… así o sea, las envidias en el equipo si existen yo no las he reconocido y eso es lo que nos destaca, que somos un grupo muy unido eh… siempre prima pues la amistad, el apoyo a los

112 demás eh… algunas falencias se las hacen notar a uno y lo apoyan para que las supere, más que todo…

Entrevistadora: En esa cuestión de apoyar, cuál podrías decir que es cómo el principal aporte o aportes en términos de todo eso, de las relaciones que ustedes sostienen allí…

Daniel: ¿En cuánto a lo que he ganado?

Entrevistadora: O en términos de aportes personales, por ejemplo el apoyo sería un aporte pero qué otras cosas tú podrías decir que te han aportado al pertenecer a este grupo.

Daniel: Digamos que… me ha aportado… más independencia, me ha aportado seguridad, me ha aportado eh… mmm… [Silencio corto], me ha aportado en que he conseguido unas amistades valiosas, me ha aportado [silencio corto] en qué he conocido muchos lugares, sí he podido viajar, otras culturas pues porque también fui a otro país [silencio corto] me ha aportado lo que te decía ahora, pues uno… lo máximo que había que había hecho era con un equipo en el salón en un colegio, pero no con la región, representarla. Eh… esas nuevas experiencias eh… es esa sensación que se siente al momento de la competencia que es única, la sensación… en mi caso, la que mejor he sentido es, es se escucha el himno nacional y lo nombran a uno, eso es… inexplicable. Me ha aportado, Eh… [Silencio corto], espejos de superación, porque incluso… lo que te decía el otro día, hay personas con más compromiso motor que uno y siempre ahí, no desfallecen constantes, eh, fuertes, eh, perseverantes, pacientes, eh entonces son muchas cosas, pues no sé si me quedo corto, pero entre otras cosas esas que te nombro.

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Entrevistadora: Cuando tú puedes decir que tienes como un lugar en todo ese equipo que tienes, hay cosas que los particulariza ¿no?, como que cada uno se caracteriza por algo, qué podrías decir que es lo que te caracteriza a ti dentro de ese grupo.

Daniel: Eh [silencio corto, piensa]. De pronto, lo motivacional, eh…

Entrevistadora: En qué sentido.

Daniel: Pues… que a veces “Que no, que muy cansados…” [Hace referencia a lo que dicen los otros, sus compañeros de equipo]. Entonces no ¡hagamole, hagamole! Que esto es así, si esto fuera fácil pues todos lo harían, cosas así. Eh… de pronto a veces se necesita algo y nadie toma la vocería, no pues hagamole, toca tanto, de, de, de a tanto nos toca, vamos a hacerlo, cosas así.

Entrevistadora: ¿Es una especie de liderazgo? O no lo tomas así…

Daniel: Mmm de pronto semiliderazgo, no lo tomo tanto pues líder, también incluiría otras cosas, pero algunos aspectos sí, no totalmente [silencio].

Entrevistadora: Antes del accidente, ¿Tú pertenecías algún tipo grupo o institución? Ibas no se… a la iglesia por ejemplo…

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Daniel: No, no un grupo así definido no, pues el grupo antes del accidente, no, un grupo definido como tal no. [Silencio de ambas partes, las entrevistadoras se toman el tiempo para abordar el siguiente tema].

Entrevistadora: Eh… hay algo que cuando conversábamos o escuchábamos la entrevista, habían muchos momentos donde tu decías por ejemplo: Algo como, hablar un poco de esa superación, tu decías por ejemplo “Que uno tenía dos opciones o quedarse ahí o salir adelante”

¿tú podrías decir de alguna manera que, que, eres una persona con una capacidad de superación fuerte, comparado, a cómo eras antes del accidente? O siempre has tenido esa idea de ante las adversidades buscar las formas.

Daniel: Pues yo pienso que [silencio corto, piensa] en ese sentido, eh, con lo del accidente, esa característica, se incrementó, porque pues… eh, muchas personas pueden decir: “No pues sí yo te entiendo” [hace referencia a otras voces] pero pues eso no le pasa sino al que lo vive, entonces por eso mismo, en, en el momento en que te pasan esas situaciones, yo te decía uno tiene esas opciones, aunque yo no sé si las que yo he tomado son las, más, eh… eh las más adecuadas ¿no? Pero pues han sido las que a mi parecer me han llevado a no quedarme eh, como, como, no en otros espejos de, de pronto de... [Da la impresión de que se acuerda de algo y lo retoma rápidamente para narrarlo] Porque que es que muchas veces uno por no tener la iniciativa, y… entonces dejarse llevar por [silencio corto] por la situación en sí pues… si tú te pones a pensar mucho en ella, lógicamente… [Silencio corto] se, se entristece mmm puede causar mal genio, puede… causar eh [silencio corto], ganas de… no sé, no le darían ganas a uno

115 muchas veces de no hacer nada, pero pues lo que uno procura es no darle tanta mente a eso eh… seguir adelante en cuanto a lo que uno escogió.

Entrevistadora: Esto que acabas de decir, nos pone a pensar un poco si de alguna manera lo que la sociedad piensa frente a la discapacidad influye también en ese concepto que cada uno haga de sí.

Daniel: Para ciertas personas sí influye bastante, te lo digo porque [silencio corto] a mi particularmente pues, eso no me afecta mucho, pero hay mucha gente que con el sólo hecho de que llegue a un sitio y todo el mundo lo voltee a mirar porque está en silla o porque tiene una discapacidad, eh… se sienten, mmm [sonido] mal. No les gusta, prefieren no volverlo a hacer, prefieren quedarse en la casa. Hoy en día que esto es tan común, porque tu donde vas, ves alguien con muletas o alguien en silla de ruedas o ves alguien amputado, o vez a alguien con alguna discapacidad motora pues… [Silencio corto] más grave, entonces y… en hay veces que la gente convencional, no sé como que excluyen en ese sentido, entonces me ha pasado que mucha gente me dice eh… “No… voy a un centro comercial y eso todo el mundo lo voltea a mirar a uno y uno también tras de que está bien aburrido de eso” [hace referencia a otras voces, personas que le han dicho ese tipo de cosas]. Así, entonces la sociedad algunas veces sí tiene que ver, pues esa es una, una de las cosas, otra puede ser… eh, lo que les decía la otra vez, las barreras arquitectónicas, sí, por lo menos de ahí aquí [señala la vía que habíamos recorrido antes, para llegar al sitio de la entrevista], se supone que eso es nuevo ¿no? ¿Si vieron un poco de adoquines que estaban ya en mal estado? Y eso que esta es la parte que usted podría decir, que es más accesible para nosotros, lo que es la quinta, la quince, el centro, pero mire que esto es

116 relativamente nuevo, y, todavía se puede transitar uno solo lo puede hacer, ¿pero si tu ve vas para la Roosevelt? Es complicado, si te vas a la autopista, es complicado, [silencio corto] Eh… sí, en cierto lugares el bus no es accesible para allá, o hay unos que son accesibles pero todos no tienen la plataforma necesaria, o sea que tiene esa desventaja de que todo el mundo se va en el que pasa, pero a ti te toca esperar no sé cuánto a que pase el que tiene la plataforma, o a veces pasan de una y pasan seguido y ¡uy! Que chévere, pero hay un día en que no… sí… eh de pronto en algún porcentaje la sociedad influye, se me pueden escapar otros por qué influye pero uno de esos son los que te mencioné ahorita.

Entrevistadora: Retomando un poco lo que tú decías, nos parece interesante esa expresión de

“Espejos de superación”.

Daniel: ¡Ah! Sí, claro…

Entrevistadora: Tú nos contabas de que en algún momento tú empezabas a leer historias, historias de vida.

Daniel: Lo primero que yo hice ya estando en rehabilitación [pasa un joven vendiendo helados, “Buenas tardes llevo helados… y se aleja poco a poco]. Uno, cuando estás ahí, sin hacer nada entonces empiezas a investigar… qué puedo hacer.

Entrevistadora: Qué te motivó a ese investigar porque digamos que…

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Daniel: ¡Ah no! Pues primeramente, antes de eso algo que empecé fue qué es la lesión medular, qué la caracteriza eh… qué secuelas deja y las secuelas que yo tenía las sé, entonces uno en medio se encuentra, ya se situaciones de gente, entonces yo por ahí me acuerdo que encontré una página y me metí a esa página entonces ahí, gente lesionada se pregunta y más de uno le contesta, otros cuentan su historia, hay muchos temas, hay foros, foros, entonces en esos foros uno se mete, tonces que las infecciones urinarias, que las escaras, que… los esfínteres, que los hijos, de todo eso qué eh… La familia, qué como le pasó [silencio corto] inclusive tengo gente con la que establecí relación ahí, de amistad pues [silencio].

Entrevistadora: De alguna manera, qué cambió en ti a raíz de escuchar esas historias de otros.

Daniel: ¡Ah no! Inicialmente yo dije no… uno se para, uno se recupera totalmente pero poco uno va viendo, no pues la idea es no quedarse quieto, y estar preparado por si en algún momento se encuentra la… forma de… superar esto. Porque pues yo me llevaba, no tiene solución aún

¿no? Porque es difícil porque son es muy pequeñas pues las uniones…

Entrevistadora: Creo que están investigando…

Daniel: Sí siempre han investigado, pero pues no es rentable pero bueno, entonces, lo que nos llevábamos era qué si uno se descuida, de pronto llega y ya no te va a servir las inferiores pues porque ya están atrofiados… o tenés osteoporosis oh… estás fracturado, o te salieron lesiones, lo ideal es estar lo mejor posible que se pueda, si en algún momento sucede, y pues regresando a lo

118 que me decías del aporte ¿fue? Eh… se me fue lo que te iba a decir, pero ahorita me acuerdo otra vez [silencio corto] eh… [Silencio corto]. Repíteme la pregunta.

Entrevistadora: Era sobre qué te aportaba a ti ver esas historias de vida.

Daniel: ¡Ah, sí, sí! No… claro, son motivación porque lo, la parte… ahí lo que uno se ilusiona por un lado, porque uno cree que le va a pasar igual, pero por otro lado se aterriza porque aprende a distinguir de que todas las lesiones medulares no son iguales, o sea, ¡nunca! Vas a encontrar una igual, siempre hay algo diferente.

Entrevistadora: Cómo pasa en muchos otros diagnósticos…

Daniel: Nosotros lo llevábamos más a otra tipo de lesiones físicas, como si tú te partes un brazo, el brazo se te regenera, pues ahí te queda el, el, el… ¿Cómo se dice? El callito, pero se te regenera, en cambio la lesión medular por ser esa parte pues tan delicada [ silencio corto] no se regenera igual, y aparte de eso lo que te afecta a ti al otro también lo puede afectar pero aparte de lo que te afecta a ti él tiene otra secuela más y así, entonces por un lado lo aterriza a uno, por otro lado lo ilusiona, por otra lado le aporta en algunas situaciones [ silencio corto], porque… algunos ejercicios, algunos estiramientos, ejercicios kegel ¿Sabes cuáles son?

Entrevistadora: Sí.

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Daniel: Eh… más que… yo aprendí los ejercicio de kegel ah, lo de cuidarme, eh, a lo de las descargas de peso ¡no! Muchas cosas que en conjunto con la fisioterapia pues [silencio corto].

Y… también, aunque no se los comenté el otro día, también lo de la… eh… Programación neurolingüística, que me lo decía mucho la hija de mi madrina que es como mi hermana, también, eso me ayudó mucho en todo lo que he ganado hasta hoy.

Entrevistadora: En la programación neurolingüística ¿qué te ayudo?

Daniel: En cuanto a que [silencio corto], o sea en cuanto a pensar las cosas así no las sientas

[silencio corto], así no sucedan en el momento. Y pues yo se los he trasmitido a muchos personas

[silencio corto], porque en esta situación vos, pensá las cosas porque como estás desconectado no ves que suceda pero… lo vas pensando y vas otra vez creando esa conexión, así sea mínima pero la vas creando. En mi caso no pues… no tanto, recuperé un poquito la sensibilidad, varias cositas así que uno [silencio].

Entrevistadora: Ahorita que tocas el tema o que hablas de la hija de tu madrina. Hay por ahí unas relaciones de amistad que ese día en la entrevista las tocamos muy poco, hablaste de algunos amigos que eran cercanos, hablaste de una persona en especial que era cercana, otras no tanto, pero nosotras lo que queríamos era es conocer en términos de qué significan para ti esas amistades.

Daniel: ¿Cuáles?

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Entrevistadora: Por ejemplo hablemos de ese mejor amigo que siempre ha estado contigo.

Daniel: Ah… no… él es muy importante, muy valioso, siempre hoy en día no tenemos una relación tan cercana porque está en otro país. Pero pues siempre estamos pendientes cumpleaños, fechas especiales, de vez en cuando conversamos un rato, nos llamamos, es valiosa la amistad porque desde eh muy niños hemos sido amigos y estudiamos en la misma escuela, en el mismo colegio, tuvimos [pausa] novias igual, la misma persona [se ríe].

Entrevistadora: Risas, ¿Sí?

Daniel: Al mismo tiempo no, no, no pero sin querer queriendo sino que son casualidades [se ríe], en un tiempo después pasa.

Entrevistadora: Eh, ya en otras amistades que tu nombrabas, que decías que algunas habían cambiado otras que no, podrías decirnos.

Daniel: Claro que también cambio uno ¿no?

Entrevistadora: Sí claro.

Daniel: Me pasó… que otras personas cambiaron porque yo también cambié, entonces “Ve que el sábado tenemos tal cosa” [hace referencia a lo que le dicen sus amigos]. Y yo no, pero es que tengo que entrenar. Ya a los otros 8 días, “Ve una primera comunión, unos quince años”

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[hace referencia a lo que le dicen sus amigos] ve no, es que tengo un campeonato. A los 20 días,

“Ve el cumpleaños de mi mamá, ve que tales, que está buenísimo” [hace referencia a lo que le dicen sus amigos] no es que viajo. Entonces, ya no le vuelven a decir a uno nada. O sea que muchas veces también es que están ellos pero uno también cambia, entonces, ya pues el entorno que… uno… no quiere decir que uno no lo haga, pero uno muchas veces no, no, cuadran las fechas, porque yo lo hago a veces, pero pues… lástima que no sé, no, no, se asemejen los tiempos [silencios corto].

Entrevistadora: Eso era también lo que tú nos comentabas antes cambiar el estilo de vida…

Daniel: Sí, muchas veces, ¡claro! Y otra sí realmente se apartan y uno no las vuelve a ver.

Cambian pues [silencio corto] que uno no sabe si fue por la situación o porque el entorno de ellos está en constante cambio dentro de eso debe haber alguna persona que se alejó por eso, pero pues yo pienso que ha habido más de las que se han acercado, que alejado.

Entrevistadora: En términos, de, ¿alguna vez habías tenido la oportunidad de hablar de ti así?, de contar tu historia.

Daniel: En fisioterapia [silencio corto, recuerda], creo que les colaboré con algunos trabajos no tan a fondo, pero si les hablé un poquito yo había dicho que no tengo problema con eso porque realmente eh [silencio corto], eh también de alguna forma es un bienestar para uno.

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Entrevistadora: Eso te iba a decir, allá iba nuestra pregunta un poco, eh, contar tu historia de vida, independientemente que sea con nosotras porque también te la estás como contando a ti mismo nuevamente; cuando uno habla de uno mismo estás también...

Daniel: Sí, yo siempre lo he hecho así porque me han hablado como ustedes, que no va a hacer algo así… pues porque cuando ya es con mucha gente a uno le da como… aunque a la profesora que me ayudó mucho en mi rehabilitación, le colaboré en clases contarla pues por ahí a

20 personas más o menos lo que ella me preguntaba, pero pues porque ella ha sido muy especial en ese sentido… es qué, como les decía una cosa es uno contarla y otra es vivirla, entonces llegar… por no poder alzar ni un jabón, cosas así, y, ya después poder hacerlo y… y que una persona que participó en eso te pida una colaboración es algo qué, que, no… o sea, no está, no se le puede ocurrir a uno decir que no…

Entrevistadora: Es un poco como retribuir a esa persona que estuvo ahí y me ayudó a lograr algo…

Daniel: Sí, ahí aplica que: De granito en granito algo se logra y lo que les decía a ustedes ese día, para ti es tan fácil de pronto alzar el pie, entonces, que alguien a uno le, le, le dedique ese tiempo de que vamos a hacer este trabajo, que tin. Que tal, que todas esas cosas [silencio]. [Pasan volando un grupo de palomas mientras se las miras pasar, se hace una pequeña pausa].

Entrevistadora: Risas…

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Daniel: Yo no sabía que aquí también habían palomas, [se ríe]. San francisco [silencio corto], en San Francisco sí [San francisco es una iglesia de Cali, está en pleno centro de la cuidad, considerado patrimonio cultural y turístico de la cuidad. Se caracteriza por tener una gran afluencia de palomas en su plazoleta principal].

Entrevistadora: Lo que queríamos preguntar ahora si ¿Ha significado para ti contar nuevamente tu historia, has de alguna de manera descubierto algo?

Daniel: No, más que todo… la otra vez, eh… que me hicieron preguntas que yo no me había hecho a mí mismo [silencio corto] pero no, nada más… como no, yo estaba así y ustedes me hacen una pregunta y yo [expresa con su cuerpo alguien pensando]. De pronto dice uno, que se libera un poco, no es que esté así pues recogido pero pues…

Entrevistadora: ¿Aporta un poco narrarse, contarse a uno mismo? [Silencio].

Daniel: Yo lo veo… como pa´ uno, eh, [silencio corto], tener claro conceptos que uno mismo no, no se interroga a veces.

Entrevistadora: ¿Es como aclarar un poco quién es uno?

Daniel: Eso, en… en palabras más específicas.

Entrevistadora: Es que eso es lo que tratamos de encontrar en la teoría de la tesis.

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Daniel: Sí, sí, eso más o menos va encaminao por ese lado, sí porque muchas veces pasan los días y así y uno no, y entonces llegan ustedes… y esas preguntas, y uno [silencio corto, cara de sorpresa], ve… no me las había hecho, pues por ese lado sí [silencio].

Entrevistadora: A modo general y ya para cerrar, había una frase que tu dijiste: Que cada persona le aporta cosas a uno, podrías hacer un resumen de cuáles han sido esas personas y cuales sus aportes [silencio].

Daniel: Eh… [Silencio].

Entrevistadora: Para decir quién eres ahora, cómo esas personas te aportaron…

Daniel: Vamos a ver cómo me sale… pues mi mamá me aporta en el sentido de que fue una motivación, que, me permitió salir de esa dificultad que tuve, porque como les dije ese día pensando en ella creo que no me pasó algo peor. Eh [silencio corto]. Mi madrina, porque me brindó en el sentido de que apoyó abriéndome las puertas de su casa, entonces eso me dio la facilidad de, de, ingresar a una rehabilitación oportuna [silencio corto], las hijas de ella, en el sentido de la motivación tener que irse a trabajar temprano, levantarse a hacerme terapia a mí a las 5 am. Entonces que una persona se tome y tenga ese amor y ese cariño de hacerlo, o sea, no tienes momento para tú echarte al dolor, porque de muy temprano, de las 5 de la mañana movilización de piernas, y movilización, “Piénsalo no lo sientes hazlo, tranquilo” [hace referencia a lo que le decían las hijas de su madrina], un día una, un día la otra [silencio corto]

125 eh… Mi amigo que les decía, también esa motivación, salir del trabajo irse a quedar conmigo a la clínica, entonces como les digo, no hay momento en que uno diga: ¡Ah! Is… [Sostiene el sonido de la S en la expresión “Iss”] ¡Me quiero morir! No, porque tengo motivación ahí, personas que le brinda ahí cariño a uno, de estar ahí, entonces sería muy distinto tú no tener a nadie, pues ¡Qué hago! Entonces tener esa gente ahí, que gracias a Dios me brindó bendiciones entonces… eh… en ese sentido, de ahí para allá, es que si me pongo a numerar, ¡son muchas!, eh la profesora, un terapeuta que tuve primero antes de ingresar a la escuela, también motivacional, me temblaban las manos “hágale, hágale, hágale” [hace referencia a lo que le decía el fisioterapeuta]. Lo chuzaba a uno, me madreaba me decía cosas que me hacían dar más coraje de poder hacerlo, lo que les decía ahora en la institución allá en la escuela la profesora, muchos de los estudiantes, que uno a veces no podía hacer algo y lo empujaban a hacerlo, el entrenador del deporte que aunque él es muy relajado y todo, decirme algunas palabras que en su momento fueron valiosas porque como yo les dije la primera vez que competí quedé de último entonces, no, no, era como no tiene noción pa´ el deporte, no está capacitado, está muy lejos de lo ideal, entonces él “Tienes que entrenar más que los demás” [refiere lo que el profesor le decía], lo que yo les dije ahora que a veces también se lo trasmito a los demás, eh… “Si fuera fácil todo el mundo lo haría” [refiere lo que el profesor le decía]. Entonces son esas cosas eh, y pues, de ahí para adelante muchas otras, esto si sigo les digo muchas más pero pues, no lo alarguemos tanto.

[El participante mira el computador, y le pregunta a la compañera, “Uno cómo hace pa´ grabar en el computador” Ella le responde: Ya le digo como hacerlo.].

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Entrevistadora: Bueno, entonces Daniel muchas gracias por su tiempo y su disposición podemos dar por terminada esta sesión de entrevista.

Daniel: [Sonríe], bueno…

[Se finaliza la segunda sesión de la entrevista]

Entrevista Alan:

Primera entrevista.

Realizada el 22/ 06/15.

Duración: 00:47:23

Esta entrevista se realiza en el lugar de trabajo del participante [un salón de video juegos]. En horas de la tarde, 3: 30 pm. Se realiza el protocolo correspondiente al consentimiento informado y una vez abordado este paso se procede.

Entrevistadora: Bueno Alan la idea es que nos cuentes quién es Alan…

Alan: ¿Quién es Alan?... tengo 38 años, tengo un hijo, vivo con una muchacha de 37, trabajo en una inmobiliaria, trabajo en una multinacional de insumos de panadería, soy americano

[refiriéndose a su equipo de fútbol favorito] … ¿Qué más quieren que les cuente?... Ah me falta un pie, ¿Eso es lo más importante para ustedes?… [El participante se muestra un poco nervioso].

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Entrevistadora: ¡No…! No necesariamente… Alan, vamos a hablar de ese antes, nosotras en este momento partimos de un suceso que desencadenó la discapacidad, cuéntanos antes, cómo estaba conformada tu familia...

Alan: Ah… Es que mi familia casi siempre ha sido la misma, mi familia ha sido, mi papá mi mamá, nadie más, y ahora sí es mi papá, mi mamá, el niño, más mi esposa.

Entrevistadora: Cuéntanos con más detalle, ¿Cómo eran esas relaciones con tus padres antes del suceso que desencadenó la discapacidad? ¿Cómo te relacionabas tú con ellos?

Alan: Bien, super, hay buen diálogo, yo estaba en la universidad…

Entrevistadora: ¿Con quién te la llevabas mejor?

Alan: Con ambos, super, son mis amigos, como no tengo hermanos no tienen más a quién.

Y… ¿Cómo me la llevaba después? ¡Igual!, no ha cambiado nada.

Entrevistadora: Bueno, vamos por partes… ¿Qué hacía que tú dijeras que ellos son tus amigos, que los consideraras como amigos, más que tus padres?

Alan: Porque la relación ha sido de amistad, ha sido de amigos, siempre hemos tenido comunicación, ellos me cuentan sus cosas, yo les cuento mis cosas, no era como de padre a hijo,

128 porque sí, me reprendían, pero era más como de amistad. En ese tiempo estaba en la universidad, antes de, estaba en la universidad.

Entrevistadora: ¿Qué estabas estudiando?

Alan: Terapia respiratoria, en la Santiago.

Entrevistadora: ¿Hay otras personas de pronto cercanas a tu familia o personas que tú consideres que son como tu familia?

Alan: Pues sí, pero lo que pasa es que ellos viven lejos, pues en vacaciones iba por allá, pero en vacaciones.

Entrevistadora: ¿Quiénes viven allá?

Alan: La abuela, los tíos.

Entrevistadora: ¿En qué parte viven?

Alan: En Tuluá.

Entrevistadora: Cuéntanos Alan, ¿Tú anteriormente tenías una pareja, con la que de pronto convivías?

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Alan: No, no convivía con nadie. Tenía una novia.

Entrevistadora: ¿Y cómo era esa relación con esa novia?

Alan: Pues… No, no era estable, en realidad no tenía casi a nadie porque yo estaba en la universidad.

Entrevistadora: Alan, hablando ahora de bueno, yo era hijo único, ¿Usted cree que tenía como cierto rol dentro de su familia? Pues uno cumple como ciertas funciones… Por ejemplo: “La nena es la loca de la familia”…

Alan: Eso mismo que acabó de decir, para qué lo voy a describir… [Se ríe].

Entrevistadora: Descríbelo, para eso estamos aquí…

Alan: Yo era el loco de la familia, el recochero.

Entrevistadora: ¿Aventurero o qué?

Alan: Sí, aventurero.

Entrevistadora: ¿Qué cosas hacías que te llamaban así?

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Alan: Mantenía en todo lado, no, no sé cómo explicarlo, pues sí, sin necesidad de prestar servicio me fui a prestar servicio, desde pequeñito me fui por allá a vivir lejos.

Entrevistadora: ¿A dónde te fuiste a vivir?

Alan: A Medellín, después a Santa Marta.

Entrevistadora: ¿Cuántos años tenías, pequeñito es cuántos años?

Alan: Por ahí unos 14. Por allá me fui a estudiar, después volví, después me matricularon en la universidad.

Entrevistadora: ¿Y en ese entonces cómo hiciste con tus papás? ¿Ellos te dieron permiso o nunca se enteraron?

Alan: No pues eso fue como especie de intercambio, pues no era un intercambio pero yo me quería ir.

Entrevistadora: Ya, y cuéntanos ¿Qué tipo de responsabilidades crees que tenías dentro de tu familia?

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Alan: En ese momento lo único que me pedían era como lo de la universidad, estaba sardino o sea que no tenía muchas responsabilidades, era más que todo pues que respondiera en la universidad y pues lo normal, de vez en cuando ayudar con los quehaceres de la casa.

Entrevistadora: ¿Trabajabas en ese entonces?

Alan: En ese momento no. Antes sí, pero en ese momento no estaba trabajando.

Entrevistadora: Y cuando trabajabas, ¿Aportabas a la casa o era más bien para tus gastos?

Alan: Sí, aportaba algo a la casa, y el resto era para mis gastos.

Entrevistadora: Cuéntanos Alan, cuando nosotras hablamos sobre un antes, no es el día anterior, el mes pasado sino bueno, esos sucesos que tú nos quieras relatar de lo que hacía parte de tu antes, puede ser tu adolescencia, o cuando eras niño.

Alan: Por eso le digo a los 14 años me fui de la casa, presté servicio y eso fue mucho antes, sí siempre, era una vida sencilla y con una buena familia, las vacaciones eran en Tuluá en una finca, iba cada año, y acá con los amigos, tampoco era que tuviera muchos amigos, no es como los niñitos de hoy en día. Mis papás eran estrictos, a las 10 de la noche me entraba, y no me gustaba el alboroto que vamos a rumbear, que vamos a hacer esto no… Me gustaba como ir a jugar a fútbol, no como los muchachos de ahora que se la pasan en la calle. A las 10 de la noche

132 a mí no me llamaban yo me entraba. Tuve un hermanito pero no hermano sino un niño que mi mamá ayudó a criar, durante un tiempo, vivíamos chévere, después vino la mamá y se lo llevó.

Entrevistadora: ¿Cuánto tiempo alcanzaron a compartir con ese niño?

Alan: Bastante, más de quince años yo creo.

Entrevistadora: ¿Consideras a ese niño como un hermano?

Alan: Sí… claro, un hermanito, sino que a veces pues la gente es como desagradecida. Yo veo que a veces a mi mamá y mi papá les hace falta.

Entrevistadora: Ahora que nos hablabas de bueno yo no participaba pues mucho con mis amigos porque a las 10:00 pm yo me entraba…

Alan: No, yo sí participaba con ellos sino que mis amigos todos eran así, a las 10:00 pm se entraban.

Entrevistadora: En ese momento, ¿Cómo era el círculo de amistades tuyo, eran del barrio? Me decías que jugaban fútbol, ¿Qué otras cosas hacían?

Alan: Sí, era reducido, eran del barrio, nos gustaba ir a baño, río. Eh… fútbol, ir al estadio.

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Entrevistadora: ¿Cuántos conformaban ese grupo con el que siempre estabas?

Alan: Por ahí unas 8 personas 10. Ya los otros se reunían pero ya eran como más para jugar fútbol u otras actividades, pero los mismos son los que te dije 8. Dependiendo del momento o la actividad.

Entrevistadora: Y en la universidad en ese entonces, ¿Tenías amigos?

Alan: En la universidad apenas llevaba una semana.

Entrevistadora: Ah ya. Cuéntanos Alan, ¿Tú crees que esas personas pues en ese momento eran significativas para ti?

Alan: Sí, claro.

Entrevistadora: ¿Qué los hacía significativos?

Alan: Pues los momentos, los amigos de toda la vida, de la infancia, con lo que siempre que se compartió.

Entrevistadora: ¿Qué crees que te aportaron ellos?

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Alan: Todavía me siguen dejando, siguen siendo mis amigos, somos los mismos, viven por acá.

Entrevistadora: Cuando dices me siguen dejando… ¿Es qué?

Alan: Enseñanzas, uno a veces los regaña o ellos lo regañan a uno. Le dicen a uno: ¡No por ahí no es! Sobre todo yo a ellos: - ¡Bueno muchachos, ojo!…

Entrevistadora: Ahora que me dices eso, ¿Qué imagen crees que tenían tus amigos de ti, antes del suceso de discapacidad? ¿Qué rol cumplías dentro de tus amigos, que muchas veces es diferente al de la familia?

Alan: Igual, era el chévere, ellos eran mayores, la mayoría, y no los dejaban salir si no iba yo,

-Ve que vamos a ir a cualquier parte, ¿Va a ir Alan? … Ah tenga pues yo le doy la plata. Un amigo tenía como 14 y yo 10, y la mamá dijo que si no iba yo, él no podía ir, que porque él no conocía de rutas de buses, en cambio yo ya sabía cómo irme al estadio en bus, yo me iba a los 10 u 8 para Tuluá solo. O hasta con menos de 8 ya me iba solo para Tuluá. Mi iba en tren, en bus en lo que sea. En cambio ellos sí eran más como de su casa, si yo considero que yo era de mi casa,

¡Ellos aún más! Uno les decía vamos a la cancha y miraban: ¡No…qué vamos a ir por allá, eso lleno de viciosos, ladrones!... pues porque esto por acá es peligroso, por acá es difícil de criar un muchacho…

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Entrevistadora: Cuando dices que si Alan no iba, a tus amigos no los dejaban ir, ¿Era como si fueras la autoridad entre comillas?

Alan: No, por ejemplo ellos también miraban, pues yo era uno de los menores, la autoridad podría ser Vladimir, pero entonces yo era el que sí sabía cómo coger el bus, las rutas, por eso preguntaban que si va a ir Alan entonces sí, porque si no se pierden.

Entrevistadora: Mmm… Entonces tú eras el que mejor se ubicaba para movilizarse.

Alan: Sí, yo no sé si a ustedes a los 10 años las dejaban salir por ahí… “Voy a ir a la 14”, por los menos a los niños de por acá yo los veo y no… En cambio mi hijo sí, mi hijo vive en Yumbo con la mamá y él va y viene solo. Desde niño también lo he acostumbrado a ser independiente.

Vea que yo vivo atrás y él viene y se queda acá. Yo tengo un primito que se queda un fin de semana y a él le da miedo dormir ahí, a mi hijo no le da miedo nunca. Duerme ahí solo. Creo que eso ayuda bastante. Ah y también me daban la plata porque sabían que yo sí la sabía administrar.

Es que hoy en día los muchachos son muy… Yo no sé… ¿Cómo dirían ustedes? Claro que los tiempos cambian…

Entrevistadora: Bueno Alan, ahora estábamos hablando de que ¿Qué hacías tú antes del suceso? que si trabajabas, nos contabas que estabas estudiando, que ya llevabas una semana en la universidad, que algún momento prestó servicio… ¿Cómo te fue con eso?

Alan: Pues los dos primeros meses muy difíciles de resto, un paseo.

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Entrevistadora: ¿En dónde prestaste servicio? ¿Acá?

Alan: En Barranquilla, éramos 5 en colegio entonces nos presentamos creo en Fray Damián.

Entonces ahí por balotas, éramos 5 hombres no más que nos graduábamos, entonces el señor ese dijo -No, no, ustedes no pueden, ustedes tienen que ir al batallón y allá en el batallón les damos la opción. Entonces allá fuimos y nos dieron las 5 opciones: Se salvan, se van para Barranquilla, para Medellín, Putumayo, Policía Nacional. Entonces nosotros dijimos: Salvémonos, otro dijo ah… vámonos pa`l mar, entonces yo les dije - ¡Uy Allá es bonito! [Se ríe], luego preguntaron como por orden de apellido: -¿Bravo?... y hay mismo dijo: ¡Barranquilla!, ya quedábamos como tres y no más nos mirábamos, ¿Ya qué?… ¡Vámonos!, es que fue como un pacto, los cinco nos fuimos. Llegué donde mi mamá, ella llevó los papeles que porque soy único hijo, de todas maneras yo fui y me presenté cuando éste, me dijeron: -Usted hágase aparte, y yo, -No, es que yo hice un pacto con ellos, ¿Cómo me voy a quedar? Entonces me dijeron: -Pues si se quiere ir yo lo cambio con uno que no quiera ir. Bueno ya las primeras semanas fueron horribles ya de ahí en adelante, por los menos para mí fue bueno, para otros fue horrible todo el tiempo.

Entrevistadora: Fue bueno ¿Por qué? ¿Qué te dejó estar allá en el ejército? ¿Qué aprendiste?

Alan: Una de las principales enseñanzas en su momento fue como lo de aprender a comer un poquito más y no ser tan resabiado con la comida. Lo de valorar a los padres todos dicen valorar, pues yo siempre he sido super con ellos, pero no, para mí lo de la comida fue lo más importante.

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Entrevistadora: En cuanto a disciplina o a orden ¿Te ayudó en algo?

Alan: Ah… yo digo que si usted va allá y usted no está bien criado con valores de su casa, allá lo que aprende son vicios, indisciplina, si cogen un muchacho y se lo llevan preso por cualquier error que haya cometido, lo primero que le enseñan allá es a conseguir vicio…

Entrevistadora: Pero no es lo mismo la cárcel que el ejército, ¿No cree?

Alan: ¡Te lo juro que sí! Pues ha cambiado un poco pero mi papá dice que en el tiempo de él era mucho peor, pero ha cambiado un poquito. Sí porque, ¡Uy en el tiempo mío fue horrible! Sí porque a vos te tratan mal cosa que no hacían en tu casa. Y van demasiadas personas de diferente estrato social, van viciosos, van no viciosos, llevan personas hasta con buena situación económica, y esas personas son las que pagan las cosas que se necesitan, por ejemplo dicen:

¿Quién quiere irse de permiso esta semana y compra un rollo de alambre de púas? Y eso cuesta hoy en día $400.000, y un tipo de esos dice: - ¡Yo! Y por dos días de permiso paga $400.000, por eso llevan a esas personas y ¡No las dejan salvar! Yo les pregunto: -Y su papá ¿No hizo nada para salvarlo? No… mi papá le ofreció a todo mundo y que si yo no vengo aquí, yo tengo un convenio con la universidad no sé de dónde y si no, no puedo ir a estudiar porque no tengo la libreta militar y no me dejan matricular.

Entrevistadora: De alguna manera tú puedes decir ¿Qué significó para ti el ejército?

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Alan: Un año perdido de mi vida, aprendí cosas, pero perdí un año de mi vida, conocí amigos, y pues lo importante fue lo de la comida, pero perdí un año de mi vida, tenía que haberle dicho a mi mamá que me metiera en una universidad rápido, mire que ya en ese tiempo tenía hasta un cupo para estudiar algo mejor y llegué y ya no había ese cupo me tocó estudiar algo que no quería.

Entrevistadora: ¿Tú puedes decir que le aportaste algo a la institución, o las personas que estaban ahí?

Alan: No, las personas que estuvimos ahí todas éramos como bachilleres y ¿Qué aporte se le podía hacer? Muchas vainas hicimos pero en realidad no, en realidad las personas que van allá pierden un año de su vida. Porque dicen ¡vaya a ver si se vuelve hombrecito! ¡Vaya a ver si coge disciplina! ¡Eso es mentira! ¿Que lo levanten a uno temprano? ¡Toda la vida me he levantado temprano! Si me toca trabajar temprano, yo me levanto sin alarma. La pongo es por si de pronto.

No y yo vi los que llegaban con disciplina se volvían más indisciplinados. Y bueno entonces sirve sólo para lo de la comida porque no sé, uno está acostumbrado a que “De esa sopa horrible no como” ¡no como ensalada! ¡Eso es feo, no voy a comer!, entonces mi papá decía, háganle al niño lo que él quiera comer, ya hasta los 12, 13 años ya le consentían a uno todos los gustos, ya no habían necesidad de decir, ellos ya sabían, yo iba a tu casa con un hambre horrible y me decían ¿Va a comer? ¡Mi Dios le pague! Sólo de pensar… ¿Qué será que me van a dar? Ya me habían resabiado acá en la casa, en cambio cuando llegué allá, fue horrible, mis papás me habían dado plata, y a los días eso se me acabó, y no sólo era yo eran todos que botaban la comida… cuando llegamos eran unas tinas así [señalando un gran tamaño], de esas tinas de aceite

139 metálicas, y los primeros días eran al tope, todas la personas la botaban, es que de verdad no era agradable ¿Usted se imagina cocinar para 1500 personas? Nada queda bueno. Pero eso era los primeros días ya a la segunda semana, la coca esa iba disminuyendo.

Entrevistadora: Alan, ¿Otro tipo de institución?, ¿Usted pertenecía a algún grupo deportivo, por ejemplo el estadio?, nos comentabas que te ibas hasta solo en bus con tus amigos del barrio.

Cuéntanos cómo fue empezar a asistir al estadio, cuéntanos un poco de esa institución.

Alan: Pues desde muy niño mi papá me llevaba, un vecino, yo siempre he ido al estadio, no fui barrista, que diga yo me voy a matar con este no… todos me conocen, más no soy de esos.

Entrevistadora: ¿Qué significaba para ti apoyar al equipo favorito?

Alan: Ah, ¡Eso sí es diferente! Una parte de mi vida, apoyar al equipo es una parte de mi vida.

Entrevistadora: ¿Qué lo hace tan significativo?

Alan: El amor por algo, como el amor de un familiar, como el amor del papá, de la mamá, así se vuelve el amor por el equipo. Pero no a la barra, yo no, ¡Que voy a matar a este porque es caleño!, ni hincha del nacional, eso me va y me viene. Voy grito y me desahogo, me encanta ir al estadio porque es que es el único sitio donde puedo ir, y alegrarme o volverme triste y en media hora, 45 minutos ya salir, ya todo cambió y desahogarme y botar toda la rabia que puedo tener acumulada de una semana, y botarla ahí y salir ya sin rabia.

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Entrevistadora: Bueno Alan, ahora vamos a empezar a hablar obviamente si tú deseas, ¿Qué fue lo que pasó?… La situación que desencadenó la discapacidad.

Alan: Lo que pasó es que yo iba en una moto, iba por una calle y un señor en un camión volteó, me atropelló y con el boomper me arrancó el pie, directamente, la verdad no les puedo contar porque no sé nada, no me acuerdo. Eso fue hace 18, 20 años.

Entrevistadora: A raíz de eso cuéntanos Alan, ¿Cómo empezó a surgir las relaciones con tu familia? ¿Qué cambió en tu familia?

Alan: La verdad es que no cambió mucho porque el post de mi trauma, no fue como el de los demás, el post de mi trauma duró 8 días en la clínica en estado de coma y 5 días en la casa, porque a los 5 días me fui a estudiar, y todo continuó igual, y entonces en mi casa yo no tuve los cuidados así como los demás que se quedan como en la casa, y “Que venga papito”, y que me tengan lástima porque me cortaron el pie y que me voy a pegar un tiro, me voy a volver loco, me voy a ir por allí me voy a ir por allá, nada normal, creo que a los 8 días de estar en mi casa, aprender a andar como en muletas, a soportar un poco el dolor. En la universidad hablaron porque yo estudiaba en un cuarto piso, llevaba una semana no más estudiando, me cambiaron al primer piso, y ya ir a estudiar normal, vinieron unos compañeros de la universidad que se dieron cuenta porque pues como ahí rotan en el seguro social, entonces los médicos que dan las rotaciones pues ya me habían visto, entonces fueron y contaron, entonces ellas vinieron a la casa.

141

Entrevistadora: Pero ¿De alguna manera tú sientes que de pronto tu papá o tu mamá tuvieron alguna reacción? ¿Cómo lo tomaron?

Alan: La verdad es que, bueno mi mamá era demasiado fresca, ella también vio mi reacción, porque espere y verá les cuento, este es el pedazo bueno, mi reacción cuando yo desperté del coma, a mí me tenían amarrado, con espadrapos del pie y de las dos manos, y bueno… ¿Qué pasó? Ayer me accidenté algo así, veo una mano, veo la otra, cuando miro abajo estaba el moñón vendado, y yo ¡Uy me cortaron el pie!... eso fue ayer pero no nada pa´delante que ¡pa´trás asustan! Entonces llamé a la enfermera y le dije nena ven, ¿Usted no me puede quitar esto? Y

¿Mi mamá dónde está? - Su mamá está afuera pero no puede venir sino hasta las 2:00 pm. y yo le dije: -¿Qué horas son? – son las 10:00 am. Yo le dije quíteme esto. Me dijo: Estamos en un séptimo piso, la UCI queda en el séptimo piso del Seguro Social. Yo le dije: - No, ¡Yo no me voy a tirar del balcón! Contento de estar vivo. Ya llegó el médico, - ¿Usted qué quiere comer?

Yo le dije pollo asado, vaya díganle a la mamá que le traigan un pollo asado, -¿Usted quiere ver a su mamá? Pero le toca esperar hasta las 2:00 pm. Resulta que a una persona que le amputan el pie, tiene que quedarse más o menos 25 días en el seguro social porque la herida siempre se le puede infectar, le puede dar un mundo de cosas, yo escuché eso y ¡Uy no... usted está loco! No… yo le dije al doctor, -Vea señor si usted no me deja ir yo me le aviento por ese balcón, yo le decía a mi mamá: ¡Ay sígame la corriente y verá que ese señor nos despacha pa´ la casa! Entonces como a mí también se me reventó un pulmón, entonces tenía sello de tórax, entonces eso era como lo más importante, entonces él me dijo venga revisémosle el sello de tórax y ya, yo bueno pues, me hicieron una radiografía, me dijo listo sí, ándate bajo tu responsabilidad. – Sí, yo firmo, pues ya era mayor de edad. Y cuando llegamos a la casa pues, mi mamá tenía como la idea, me

142 iban a colocar ahí como una cama aparte, iban a hacer como un baño que yo no sé qué, y bueno pues sí, vinieron mis tíos, mi abuelo y todo eso, entonces les dije, no, gracias a todos por venir, le dije a mi abuelo –Abuelo ¿Usted se quiere quedar unos días acá acompañándome? Me dijo -Ah sí mijo si usted me lo pide. Ya le dije a mi mamá vaya averigüe de una vez lo de la universidad, de una mi papá -¡Así es que es, eso aquí no ha pasado es nada! Y yo dije, -No, ¡Acá no ha pasado nada!, y eso en menos de lo que piensan ya me van a colocar un pie, y ya. Yo la verdad no había visto nada de eso pero yo me lo suponía y me decía –No, esto aquí no ha pasado nada, yo no me voy a echar a la pena y no me voy a echar al dolor, ni ¡Que hijuemadres! Entonces de una, yo como a los 8, 15 días ya estaba en la universidad, después si hay un pedazo que es el trauma se llama “La sensación del miembro fantasma” y eso sí lo afecta a uno algo psicológicamente y lo pone a pelear de pronto con la gente pero entonces ahí es importante lo que yo te dije que mi grupo social de amigos pues reducido, era Mauricio, Anderson, Jefferson,

Vladimir. Y ellos venían - Hola, hola, ¿Cómo has estado? – Bien, bien, entonces ellos también me ayudaron como a superar rápido el trauma ese que da, pues, de la sensación del miembro fantasma, porque esa sensación es de que uno tiene el pie, y un dolor horrible, entonces cuando menos pensó usted se está rascando, entonces a raíz de eso yo me caí, pues yo mandé el pie y se me abrió un poco la herida, ya tenía como tres meses de operado. Yo en el ejército había hecho algo de enfermería entonces sabía bastante enfermería, me llevaron allá al seguro y me tocó con una vieja de décimo semestre de medicina, y esa vieja era, ¡No sabía nada! Me iba a suturar y yo le dije – ¡Usted está loca!, me hacía así [dando pequeños toques en la herida] con un pañito. Yo le decía -No nena tú me tienes que hacer un lavado así y asá. Y eso dura unos días después de… y ese pedazo es duro, el conflicto ese, y ahí en ese pedazo pues estaba afectado psicológicamente, pero entonces eso me lo guardaba, yo soy bueno pa´ guardarme mis cosas,

143 sino que cuando exploto, exploto feo, entonces por eso me gusta ir al estadio, pero mi mamá muy tranquila, ella siguió la vida normal, mi papá siguió la vida normal, ahí mi mamá como que habló con ellos también y les dijo muchachos, aquí la vida sigue normal, y si van a ir la cancha vienen por él se lo llevan que yo he visto que en muletas es capaz de ir y que si van a ir a bailar, se lo llevan a bailar que ustedes saben cómo es él. Yo andaba en shores por ahí como si nada, a mí nunca me afectó eso, pero pues entonces ese pedazo también sirvió mucho que ellos eran geniales pues, entonces pues como que mi mamá los aleccionó bien, entonces ya vinieron bien, porque si ellos hubiesen llegado, “Ay”, y no me hubiesen invitado a esos sitios entonces sí me hubiera afectado psicológicamente, pero, en los días esos de la sensación del miembro fantasma, fue horrible, fueron como unos 10, 15 días, entonces ya después soñaba hasta con ir a matar al tipo ese borracho, yo decía: ¡Dónde está! [Silencio corto] Cuando me encontré un cieguito, resulta que el cieguito me lo encontré en el seguro social, mi mamá estaba haciendo la cola para reclamar medicina, y un señor cualquiera iba subiendo las escaleras para reclamar las pastas y

¡Se cayó! A la gente le dio pena y yo sí me reí [se ríe], y el tipo se subió, se me sentó al lado y me dijo: - ¡Uy lo noto como triste! – Yo le dije -¿Es que no ve o qué?, [refiriéndose a la falta de uno de sus miembros inferiores] – No, yo estoy ciego, - ¿Duro o qué? Me responde: -Pues algo, yo era psicólogo, y una bacteria me entró quedé ciego, y entonces pues nada igual que usted, pero pues yo hice una balanza, a este lado coloqué mis ojos, al otro lado coloqué mis pies, mis manos, mi familia, mi inteligencia, y entonces ¿Qué pesa más? – Yo le dije: -No pues todo eso, no, pues entonces ¡Yo también voy a hacer lo mismo! Y vine, hice una balanza y dije: ¡No, ese pedacito de pie no pesa nada! Y seguí en la universidad, y terminé la carrera sino que es que eso no sirve, eso es muy malo, pagan muy poquito. Es que la verdad vos hoy en día te gradúas y vea

144 un contador le ofrecen un trabajo de $800.000. En lo que yo estudié les ofrecen $600.000,

$800.000 haciendo turnos, otros que estudiaron un poquito más, les pagan un millón algo.

Entrevistadora: Bueno, si te entendemos dices que como lo aceptó tu familia y como lo aceptaste tú, hizo que las relaciones no cambiaran mayor cosa, el vínculo siguió, las atenciones seguían igual, o ¿De pronto eran un poco más? ¿Tú qué dices?

Alan: No, igual, lo que pasa en sí, es que yo creo que fueron iguales porque es que siempre las atenciones eran para mí, es que no tenía hermanos, nada, el niño Dios entonces era uno solo, entonces era más fácil, los regalos, mi papá ganaba más o menos bien entonces, siempre fui el consentido.

Entrevistadora: Entonces tratemos de mirar, ¿Hubo algo que haya cambiado en esas relaciones de familia?

Alan: No, lo único que cambió en mi vida fue el que ya no podía ir a la cancha a jugar fútbol, era lo único que me deprimía, de resto bailo igual, nado igual, es que en mi vida lo único que cambió fue lo del fútbol, de resto las mujeres fueron igual, todo, si me va a preguntar por las mujeres no cambió para nada.

Entrevistadora: Tú nos comentabas, que ahora tienes una esposa y un hijo. ¿Hace cuánto la conociste?

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Alan: Llevo 5 años con ella, y la conozco hace por ahí 25 años. Somos amigos hace 25 años, y la relación con ella pues genial, una buena mujer de su casa, no le gusta lo que le gusta pues a las muchachas de hoy en día, entonces genial, no pone problemas por nada, me deja ir al estadio, porque a muchos de mis amigos no los dejan ir al estadio ya, yo vivo mi vida igual voy al estadio cuando quiero, voy a bailar con amigas cuando quiero, tenemos una relación abierta, no quiere decir de que puede estar con el que quiera, pero si a ella la invitan va, y si a mí me invitan yo me voy también. Y si podemos compartir los dos con las mismas personas pues también.

Entrevistadora: ¿Tu hijo es hijo de ella?

Alan: No, Mi hijo en realidad no vive conmigo, él vive en Yumbo, con la mamá. Y yo con la mamá de mi hijo pues no he vivido nunca.

Entrevistadora: O sea, ¿Te relacionas con ella únicamente por el niño?

Alan: Sí, solamente por el niño. Mi relación con ella es solamente por el niño y ya no más.

Entrevistadora: Y ¿cómo es la relación con tu pequeño?

Alan: Bien, super, él viene cada 8, 15 días, para acá. Ahora vive en Mulaló por Yumbo, entonces ya queda un poco difícil, pero nos vemos.

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Entrevistadora: ¿Tú actualmente perteneces a alguna institución, alguna iglesia, algo en especial?

Alan: No, pues yo pertenecía al club, por un amigo que me dijo que había algo sobre un gimnasio pues que pagaba $2000 de mensualidad entonces la diferencia con un gimnasio de estos, entonces pues en realidad, yo no lo hice para mí, uno de mis amigos de infancia él es sordo pero él lee los labios, entonces él también es discapacitado, entonces yo hablé con él para que fuera y que dijera que quería ir pues al club, y entonces dijo, que sí que yo porque no iba y él venía y me contaba algo todos los días, que pereza ir por allá, eso a mí no me gusta, y menos ir por allá donde ese poco de gente discapacitada, yo por allá no voy a ir, ¿Yo acaso soy discapacitado? Porque además yo no soy discapacitado, yo no sé por qué les dicen discapacitados. Entonces una vez él me estaba contando que había algo sobre las piscinas olímpicas, entonces ahí sí, en realidad al club yo nunca he ido, ¿Ustedes ya entraron? ¡Yo no! Y a mí me dieron un carnet y yo nunca he entrado al club, ¡Yo no lo conozco! O sea, yo participé fue en lo de las piscinas, y ellos hacían eventos se relacionaban y todo eso pero pues lo que pasa es que la mayoría de ellos como que no trabajan, ellos trabajan es como que por medio del parque de la caña, baterías MAC. Y allá en la empresa como que les dan permiso para todo ese poco de cosas. Me dieron todos los uniformes de la liga del Valle porque pues yo sí nado bien, pero lo que pasa, dan como que $600.000.

Entrevistadora: Cuéntanos Alan, ¿En qué concepto crees tú que te tienen tus amigos en este momento? ¿Qué rol tienes, tienes algún sobrenombre?

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Alan: No sé, en el estadio me dicen “El mocho”, pero en realidad es que amigos es algo muy

íntimo.

Entrevistadora: Ahora que tú decías – Yo no sé por qué les dicen discapacitados, yo no soy discapacitado, ¿tus amigos, en algún momento hablaron de ese término “discapacidad”, o lo usaron de alguna manera?

Alan: No, pero sí me ha pasado en algunas partes así, que ¡Ay! haga la fila del discapacitado, o he leído en el banco que haga la fila del discapacitado.

Entrevistadora: Y qué pasa con eso, tú dices yo no soy discapacitado…

Alan: Yo tengo una limitación física.

Entrevistadora: Entonces ¿No haces la fila que te recomiendan?

Alan: Claro, yo hago la fila, yo no pago entrada al estadio, en ningún lado, si me cortaron el pie ¿ya qué? Ya no puedo pelear contra eso [se ríe]. Voy a un concierto y voy gratis ¡Y me hago en la primera fila! Ya no puedo pelear contra eso. Y hay como muchos más beneficios uno puede ir allá y pelear por más cosas, lo que yo te decía el carro lo puedo poner a mi nombre porque ya puede andar todos los días no tiene pico y placa.

Entrevistadora: ¿Tú qué piensas un poco como de esas cuestiones de esos beneficios?

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Alan: Que en realidad en Colombia los beneficios son mínimos o no hay beneficios. En realidad no hay beneficios. Las personas aquí discapacitadas, es que yo digo que discapacitados o no la mayoría aquí son muy perezosas no les gusta es trabajar, que es diferente, por acá yo tengo un poco de amigos, y no les falta un pie, una mano ni un dedo, y usted les pregunta y es que no hay trabajo…

Entrevistadora: Cuando tú nos estabas hablando del momento del accidente, tú decías – Hay que seguir pa´ lante, mirar pa´ tras asusta, siempre has tenido esa visión ante la vida o sientes que el suceso de alguna manera fomentó esa capacidad de decir, ¡Voy a salir adelante! ¿Siempre has sido así?

Alan: Sí, siempre, Pa´ lante es pa´ llá, cuando fui en el ejército tenía los dos pies y las dos primeras semanas estaban horrible. Nunca en la vida me había maltratado nadie ni me habían tocado un pelo nadie, y allá me pegaron con un bejuco y eran personas completamente desconocidas y los primeros días yo me quería volar y me dije “Pa´delante es pa´ llá”. Mi abuelo es peor, y él ya sabía si se volaba lo metían a la cárcel o algo así. Entonces dije: No, uno aquí no se puede volar, los amigos me decían ¡Uy no, en qué momento nos metimos en esta vaca loca!

Ya quedémonos.

[Silencios de ambas partes]

Entrevistadora: Bueno Alan, creemos que podemos terminar la sesión de entrevista del día de hoy, te queremos agradecer por tu tiempo.

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Alan: Bueno…

[Finaliza la primera sesión]

Segunda entrevista.

25/06/15

Duración: 00:40:26

La entrevista se realiza nuevamente en la casa del participante, en el salón de video juegos. En horas de la tarde, 3:15 pm. Se hace la anotación que en los primero minutos de las entrevista el participante se muestra un poco ansioso, sin embargo minutos más adelante baja esa reacción y se expresa de forma más tranquila.

Entrevistadora: Alan, la idea de hoy cuál es, pues como ya te comentamos escuchamos la entrevista anterior, y hay algunas cositas que queremos entender un poco mejor, como a qué te refieres con eso, entonces hay como unas preguntas que van un poco a indagar sobre esas cosas, la idea es que tú nos permitas conocer un poco más sobre eso. Alan queremos que nos hables un poco más acerca de los miembros de tu familia, porque la vez pasada nos decías yo vivo con mi mamá mi papá y ya.

Alan: Ya… no más.

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Entrevistadora: Listo. Cuando uno vive con alguien uno tiene cierta convivencia, ciertas relaciones y pues en este momento, sería ideal que nos contaras un poco más cómo eran esas relaciones, por ejemplo, ¿Cómo era tu papá?

Alan: No, yo le respondí bien…

Entrevistadora: La idea es que estamos acá para que complementemos esas preguntas.

Alan: Yo le dije era una relación de amigos, le contaba mis cosas, él me contaba sus cosas, igual con mi mamá, teníamos buena relación. No tanto así como de padre a hijo sino como de amigos, además creo que les había dicho, yo era de pocos amigos casi no salía entonces…

Entrevistadora: ¿Y qué cosas hacías tú con tus papás que los considerabas como amigos? porque es que a veces uno no ve a los papás como amigos sino como los papás, como figuras de autoridad. Qué era lo diferente que tú podías decir, mi papá es como mi amigo, que de otras personas que dicen yo a mi papá lo veo es como una figura de autoridad, y pare de contar.

Alan: Sí, yo entiendo, no pues él sí tenía la figura de autoridad, la figura paterna. Eran como unos amigos porque había buena relación, los fines de semana nos íbamos de paseo, íbamos al estadio juntos, íbamos a la cancha juntos, íbamos a jugar basquetbol ya sea con mi mamá o con mi papá, jugábamos todos mis amigos ahí con mi mamá Yeimi, Bobby, lo que sea, siempre teníamos esa relación más como de amigos, que de mamá papá, lo mismo mis amigos venían y ellos eran amigos de mis papás, mi papá un poco más serio que mi mamá.

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Entrevistadora: ¿Estás bien, estás cómodo, todo bien?

Alan: Sí, con dolor de cabeza pero bien, dale.

Entrevistadora: Listo, Alan, tú nos contabas que en algunos momentos tú llegaste a viajar solo a Tuluá, ¿Qué te decían tus papás? ¿Usted cuando iba a viajar lo mandaban? ¿O decías yo me quiero ir?

Alan: Sí claro, cuando salía a vacaciones a veces un fin de semana, como el que viene largo, un Viernes salía de estudiar, me daban la plata, y me iba solo para Tuluá.

Entrevistadora: ¿Y qué te decían ellos?

Alan: Nada, me daban permiso, ya. Voy para Tuluá, me voy para donde la abuela, “ah listo váyase” y listo.

Entrevistadora: ¿Y qué te decían ellos, regresa tal día?…

Alan: ¿Pues era algo lógico no? Si me voy a ir este fin de semana puente, debía regresar el

Domingo en la noche, era algo lógico no había necesidad de decirlo, bueno se porta bien, se cuida, le hace caso a la abuela, lleva esto lleva lo otro.

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Entrevistadora: ¿Tu abuela vivía sola?

Alan: No, vivía con el abuelo, los tíos.

Entrevistadora: ¿Son abuelos por parte de mamá?

Alan: Sí, de mamá, los de por parte de papá se murieron cuando yo estaba muy niño.

Entrevistadora: ¿Y cómo era la relación con los abuelos maternos?

Alan: Bien, super.

Entrevistadora: ¿Cómo era ese “bien, super”? descríbelo.

Alan: La abuela era como la mamá, el abuelo era como un papá, con todos.

Entrevistadora: ¿Y qué hacía que tú los vieras como papás?

Alan: La forma, la forma de atenderlo a uno, los regalos, la comida, todo, lo atendían super bien a uno como el papá y la mamá.

Entrevistadora: ¿Y tú tenías primos allá?

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Alan: Sí, claro, por eso dije, ¿No dije ahoritica?

Entrevistadora: ¿Y tú qué hacías con tus primos?

Alan: De niños jugábamos juegos de niños, qué sé yo.

Entrevistadora: ¿Eran cercanos ustedes como primos?

Alan: Sí cercanos, primos hermanos.

Entrevistadora: ¿Y ellos venían acá a veces?

Alan: Casi no, yo era el que más viajaba, ellos eran primos más como de finca entonces, no.

Era una finca como decir todo este barrio, pero entonces a dos cuadras pasa el bus. Entonces que… ¿Qué jugábamos? Jugábamos cosas de finca, había un potrero grandote entonces jugábamos pelota…

Entrevistadora: Alan, en la pasada entrevista mencionaste a alguien que decías era como tu hermano. Tú también llegaste a ir con él a Tuluá? ¿Y cómo lo recibían?

Alan: Sí claro, lo recibían como un hermano, como un primo, como un nieto, así lo saludaban, pedía la bendición igual que uno.

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Entrevistadora: ¿Y a los cuántos años llegó él a vivir con ustedes?

Alan: Él llegó con la mamá bebé, la mamá lo dejó por ahí como de dos años, volvió por él como de unos 7 años, se lo llevó dos años volvió y ya después cuando cumplió como 17 le pidió a mi mamá y se fue por allá a Ecuador a estudiar, ya después viene pero muy de vez en cuando, tiene más relación conmigo que con mi mamá.

Entrevistadora: Tú decías la vez pasada, que “A veces la gente es como mal agradecida” ¿Te referías a la señora o a tu hermano?

Alan: No, a él y a la otra niña, eran tres, la otra niña también pudo haber sido la hija de mi mamá porque ella también la crió así desde pequeñita, pero ella sí era más grande no era tan niña como él. Ella tenía por ahí unos 7, ella ahora vive en Italia, ni llama ya.

Entrevistadora: ¿Y a ti te hacen falta?

Alan: No para nada. Es mejor ser solo.

Entrevistadora: Es decir que entonces ¿También te criaste con otra niña, eran los tres de alguna manera?

Alan: Pues a veces sí a veces no, es que vea le digo la señora era algo como ida de la cabeza entonces cuando menos pensaba, aquí aparecía con maleta y todo, entonces mi mamá les daba

155 posada, pensaban que se iba a quedar un mes y mentiras que se quedaban meses, años, y cuando menos pensaba venía por ellos.

Entrevistadora: Y cuando tú decías que de alguna manera eras hijo único, y que todas las atenciones eran para ti; cuando estaban estos otros niños ¿Qué cambiaba?

Alan: No, seguía siendo igual, compartíamos pero seguía siendo igual, todo era para mí, o sea sí les daban a ellos, es que mi papá gracias a Dios tenía un buen empleo, entonces podía darle a los dos, o a veces a los tres, o a veces a los cuatro o a los cinco.

Entrevistadora: ¿Venían los niños o tus amigos?

Alan: Ja, cualquiera, esto aquí parecía un inquilinato. Arrendaban una pieza entonces también una señora, entonces resultó que era como muy pobre entonces tenía una niña y el almuerzo que le dejaban era muy malito, entonces mi mamá dijo que no le volvieran a dejar almuerzo entonces también le daba almuerzo a ella y así sucesivamente. Y también vivió una señora que todos le decíamos tía, pero por más que compartíamos con ellos, no… la relación entre mi papá, mi mamá y yo, era diferente que con los demás a pesar de que también les compraban su estrén, si estaban en niño Dios les daban su niño Dios. Pues no te digo que le pagaron el estudio, lo mandaron a estudiar, un curso en el Ecuador, a la hermana de él también, pero pues ella se fue a vivir a Italia, por ahí a veces la veo en internet, le digo a mi mamá que le mandó saludes pero pues en realidad, no sé, escribe cosas que ¡Sí… mi mamá, mi mamá!... refiriéndose a la otra mamá sabiendo que la otra mamá ni la trataba bien.

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Entrevistadora: En cuanto a los amigos, nosotras te preguntábamos, bueno, qué tipo de enseñanzas te dejan tus amigos, tú nos decías, - “Pues me dejaron enseñanzas”; queremos que nos cuentes de eso con más detalle. Danos ejemplos.

Alan: Lo que yo les dije, mis amigos siempre han sido los mismos, y yo no he cambiado, yo no fui así como los demás que tuvieron amigos de infancia, amigos de colegio, de universidad y eso, porque para mí todos, por ahí me los encuentro a veces y nos reunimos pero para mí todos son conocidos, mis amigos son contados, a uno de ellos lo considero mi hermano. Y pues ¿Qué enseñanzas? La unión, muchas cosas, el que más enseñanzas me ha dejado es el que les digo que es sordito, o sea él es que siempre yo digo, no, uno tiene que ser para adelante y no puede fijarse en que si me pasa esto lo otro, él cuando yo me accidenté él ya era sordito, y ese es el que yo les digo que siempre se ha fijado como ¡Ay que yo soy sordo! ¡Ay qué pena esto lo otro!

Entrevistadora: Nos contabas también que ellos fueron como un apoyo, después del accidente, que de alguna manera tu mamá les decía… bueno…

Alan: Ah sí cuando se fueron ustedes yo le pregunté a mi mamá, - Mamá ve, es que yo les dije a ellas es que nada cambió y los muchachos siguieron siendo iguales, ¿Cierto? Ella me dijo,

- Sí es que acá nada cambió. O sea el amor y los cuidados siguieron siendo iguales, no es que

¡Ay venga pobrecito! no, salí de la clínica y a la semana me fui a estudiar. Sólo tuve como un trauma de los días de la sensación del miembro fantasma, sí tuve un trauma ahí esa semana o 10 días, 15 días pero de resto no, fue normal. De pronto cuál era el apoyo, mi papá me decía venga

157 lo llevo a la universidad, ¡No es que ni eso! ya como a los quince días ¡Ya no más venga lo llevo! Ya váyase y véngase en bus, [se ríe] ¡A usted no le pasó nada! Era lo que yo les decía, es que a mí no me pasó nada, era que me pusieran el pie rápido y ya, no pasó nada, y ellos también decían, sí no pasó nada.

Entrevistadora: O sea que cuando tú dices que tus papás te mandaban solo a Tuluá es también enseñándote como independencia, ¿No? Y cuando ocurre también el accidente ellos siguen manteniendo esa idea.

Alan: Es lo que yo les digo con el hijo mío, también lo hemos enseñado a que sea independiente y a que tenga su responsabilidad. Va pa´ Tuluá va es para Tuluá, y yo me iba era para Tuluá, no me iba para otro lado, me daban el pasaje de ida, el pasaje de vuelta y lo de gastar. Y sabía que lo del pasaje de venida, lo escondía y me gastaba lo de gastar y ya. Y así era con mi hijo, y así es, mi hijo tiene 14 años, y solo se va y se viene. Mucho más niño vivía en El

Saladito, y lo único que hacía yo era llevarlo hasta la chiva por allá por la 10, y él se iba. De pronto con el niño mi papá sí se volvió un poco más como sobreprotector, de pronto ya la edad, y cosas por el estilo. Una vez lo llevó lo subió en la Chiva y no, ¡No se devolvió, se fue detrás de la chiva todo el camino! [Se ríe]…

Entrevistadora: Ahora que nombras lo del miembro fantasma, cuéntanos un poco cómo ocurrió eso, cómo empiezas a darte de cuenta de eso. Tú decías que generó como ciertas dificultades…

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Alan: Sí rabia, como ganas de… pues o sea, yo me vine de allá y pues los primeros días me dio un cierto dolor, entonces pues mientras me limpiaban, y como bueno mi cicatrización fue buena, rapidito, pero tiempo después llega la sensación del miembro fantasma y es volver como a sentir el miembro, entonces eso fue horrible, porque es un dolor, es una sensación yo no sé es como si lo tuvieras o te rasca el talón, porque no te acuerdas que te hace falta el pie, entonces son los días en los que vas en muletas y manda el pie, se cae al piso, es en esos días mientras se acostumbra el cuerpo como al miembro fantasma entonces da rabia, dan dolores, no poder dormir, se rasca y después de eso por ahí unas dos veces al año tiene uno la sensación del miembro fantasma también, por ahí unos dos días y ¡Es horrible esos dos días! Parece que tuviera síndrome de Turán, ese que hace así [ tiembla él, mostrando como es el síndrome de

Tourette] sí, porque le pasa un corrientazo, si le falta el brazo, le falta la mano, entonces pasan corrientazos como eso que dicen que cuando tiene platino y si hace frio, algo así… pero esa sensación del miembro fantasma dos veces al año me pasa, yo le pregunté al señor que le falta la mano por aquí, y él me dice que dos veces al año también le pasa; es horrible esos días. Es horrible, cuando menos piensan la gente me dice: -Ve ¿Por qué te estás rascando? ¿Qué te pasa en la cara? Y en la cara es porque uno hace así, [mostrando la cara torcida] pero son unos corrientazos, en el moñón o la parte que tiene afectada la persona, la parte que le falta. Así sea un dedo, también siente la sensación del miembro fantasma. Es como el cuerpo que seguro se está acomodando de pronto el crecimiento…

Entrevistadora: Pues lo que yo tengo entendido es que el cerebro sigue mandando señales, para esa parte del cuerpo porque el cerebro no se “Acostumbra” a que esa parte no esté, entonces lo que hace común y corriente es mandar la señal como si estuviera.

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Alan: Yo no sé, como era sardino, yo crecí 2 cm más, eso también fue duro porque entonces el moñón me creció dos cm más y entonces lo tengo así como en una punta, entonces supuestamente me tendría que volver a operar, ¡No… yo que voy a ir por allá a maltratarme! si uno se demora un poco de tiempo, andando en muletas y para colocarse la prótesis. Bueno a mí al comienzo no me gustaba la prótesis, no les conté eso, yo mi prótesis sólo me la ponía el viernes y el sábado, no más.

Entrevistadora: ¿Qué hacía que sólo te la pusieras el viernes y el sábado?

Alan: Ah… era el día de ir a bailar [se ríe], de resto entre semana no me gustaba.

Entrevistadora: ¿Y por qué no te gustaba, qué sentías o qué pensabas de eso?

Alan: No, lo que pasa es que en el cuerpo incomoda, lo pela, y a mí también me creció un poquito el moñón, entonces es eso también, me pela un poquito, abajo. No, pero también es mientras se va acostumbrando uno, ya después ya me acostumbré y ya no me la quiero es quitar, o sea yo me la quito sólo en la casa, llego a la casa y de una me la quito, pero para salir a la calle, no salgo sin la prótesis.

Entrevistadora: En esos momentos cuando tenías esa sensación incómoda del miembro fantasma, ¿Tú alcanzaste a sentir como más apoyo de tu familia, como más escucha o palabras de apoyo?…

160

Alan: O sea, sí, pues los primeros días hubo como un cuidado especial, pues la gente también venía, venía con frutas, y cosas por el estilo, y venga una pasta y la otra, pero acá trataron de que no, no pasó nada, sigamos adelante, eso no. Mi mamá fue y le preguntó a Carlos, eso es un dolor que se le va a quitar en unos días, dele estas pastas y ya. De pronto mi mamá sabía bueno, si lo consiento mucho, entonces de pronto ahí se va a quedar consentido [se ríe], entonces no, no pasa nada.

Entrevistadora: Cuéntanos con detalle, la anécdota esta del psicólogo…

Alan: Venga yo les cuento otra anécdota mejor; vea un día cualquiera yo estaba aquí en la puerta de mi casa, y llegó una señora amiga de muchos años atrás, mi mamá no estaba, mi mamá estaba en Tuluá, y me dijo – ¡Ay es que yo necesito hablar con usted! Entonces ella se metió y con mi papá, mi papá me miraba, y yo decía – Eh a quién preñé a quién y me miraba así como extraño y no me decía nada. Entonces la señora me miraba y me miraba y no me decía nada, entonces yo ya me cansé y le dije, -Oiga señora, ¿Qué es lo que le pasa? Y la señora, -No, cómo se le ocurre antes le vengo a pedir un favor, -Y yo, ¿Cuál es el favor? – ¿Usted se acuerda de

Mauricio? Y yo – Muy poco, Lo que pasa es que a él le dio una bacteria en la rodilla y entonces

él se tiene que dejar cortar el pie, y si no se deja cortar el pie, tiene más o menos, dos días y sino en una semana se muere. Es una bacteria que sólo da hasta los 20 años en los hombres, entonces

él la tiene en la rodilla, a él le tienen que amputar el pie, porque eso es un cáncer y se va regando por todo el cuerpo. Entonces ya el médico le dijo, sino se la corta en dos días ya no se la puedo cortar y ya lo dejo morir. Entonces él decía -No pues yo me muero mejor, a mí qué me van a

161 cortar el pie, entonces yo le dije a ella –Entonces ¿Usted qué pretende, que yo vaya allá y le diga a él que sí se deje cortar el pie?, me decía ella –Sí. Y yo, ¡No! Entonces yo llamé a mi mamá y le dije vea mamá me pasa esto y esto, entonces mi mamá me dijo pues vaya, yo le dije – Sí, y apenas él acceda cortarse el pie y de pronto quede bien mal, y ese cáncer se le riegue ¿Después me eche la culpa a mí? No, ¿Qué hago? ¡Bueno pues! Voy a ir… Entonces fui y le dije, Cuando yo llegué todos llorando, ya todos reunidos porque pues tenía como los días contados, y a pesar de que él llevaba mucho tiempo así la familia se acordó de mí, siga, entonces cuando yo llegué, -

Hola Mauro – Hola Alan. No sé qué, y me dice, - ¿Cómo es? Y yo no hermano, la vida continua, y si lo que te preocupan son las mujeres eso no importa, ahí había una enfermera muy bonita y le decía: ¡Sí papacito, yo soy su novia, si usted quiere! Bueno, yo me quité el pantalón le mostré la prótesis, me dijo: ¿Sí? ¿Eso es así de fácil?, ¡Se te nota muy poco la prótesis!, - Sí y además las de ahora son cada vez más avanzadas, ¡Y usted tiene a su papá a su mamá! Y me dijo – ¿Qué hago? – No, ¡De una vez!, llame pues ese señor que venga y me corten pues el pie de una vez.

Yo salí y de verdad como a las dos horas ya le habían hecho el procedimiento. Ya la siguiente semana fue horrible, porque imagínate, le comenzaron a hacer quimioterapias, tenía la sensación del miembro fantasma, y ¿Que si lo iba a visitar? No ¡Yo no quería! Porque los dolores, ¡No, eso es impresionante! Ya como a los 5 meses vino, yo veía que alguien venía en muletas y yo le decía a mi mamá -¿Ve quién ese que viene? Y ella ¿Ese no es Mauricio? Y cuando venía me abrazó y me dijo ¡Gracias Alan! ¡Esto no es nada! Ya casi me gradúo. Y le digo ¿Sí? ¿Y las mujeres? Me dice, ah ¡Yo soy novio de la enfermera! Y me dice no y por ahí tengo otra, y ah…

¿Sí ve? Le digo -Usted es que es bobo, - Sí, no pasa nada.

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Y bueno yo les había contado a ustedes la anécdota del cieguito, yo pongo los ojos en la balanza, y en este lado pone los pies, la inteligencia, la esposa, los hijos… y era psicólogo, le encantaba leer, y aún lee porque yo me lo encuentro a veces, y él dice que él puso su balanza y no, él lee en el computador lee esos audiolibros, entonces me dice que no, para usted ¿Qué pesa más? Y yo me puse a hacer la balanza y pesa mucho más la familia, y pues la verdad yo a veces me tapo los ojos, y digo – Ciego, ¡Uy juepucha, tiene uno que estar muy salado! [Se ríe].

Entrevistadora: Eso era lo que nos causaba gracia, que tú te reías, y ¿Quién le dice a quién “Es que no ve o qué”?

Alan: Ah… yo me río, entonces él llega y se me arrima y me dice, pues esos eran los días en los que tenía la sensación del miembro fantasma, ¡Y estaba verraco! Entonces yo me reí, entonces llega y me dice, - Mmm… muy aburrido ¿O qué? Y yo – Es que ¿No ve o qué? [Se ríe]

O sea no ve que me falta el pie, no ve recién…

Entrevistadora: Ah ese “muy aburrido” ¿fue como en ironía?

Alan: No, él siente que yo estoy aburrido, él no me lo dijo en ironía sino como preguntándome. Y yo le dije – ¿Es que no ves o qué? – No, no veo, por eso me caí, y yo oh…

[En este momento, el participante nos solicita detener un momento la entrevista mientras él atiende una llamada de carácter laboral, la cual no tarda mucho para enseguida continuar con la entrevista].

163

Entrevistadora: Alan, hablemos ahora de las instituciones, ¿tú habías pertenecido a la barra del América?

Alan: No, yo no soy perteneciente a la barra. Que siempre he sido hincha del américa, ¡Sí!

Entrevistadora: ¿Tienes un sitio específico del estadio en el que te ubiques siempre?

Alan: Ellos saben a dónde me encuentran a mí, pero digamos dentro del estadio nadie sabe, porque dentro del estadio en algún tiempo me hice en sur primer piso, otro tiempo me hice en sur segundo piso, hace dos años me hice en oriental primer piso, últimamente sólo nos hacemos en occidental, algunos se suben al tercer piso, yo no, yo me quedo en primer piso, ellos saben a dónde me encuentran antes de entrar al estadio, después de salir, también saben dónde me encuentran, en el intermedio, pues yo me puedo hacer con “X” persona, y si tú me dices –

¿Vamos?, yo te digo vamos, y vamos a otro lado, vamos acá, yo no me tengo que hacer en sur, para sentirme bien, yo me puedo hacer en occidental, en oriental.

Entrevistadora: Nos podrías contar un poco, qué quiere decir eso de “Ser hincha del América, es como parte de mi vida”, tú decías que es como el amor a una familia.

Alan: Sí, como el amor del papá, como el amor de la mamá, como el amor de los hijos, pero en realidad no es como muchas personas porque el amor mío es hacia el América no hacia la barra, ¡Ni me voy a matar por las banderas!, ni por los colores, ni nada de esas cosas el amor mío es América y ya. El amor mío es en el estadio cuando salgo del estadio se acabó el amor, al

164 equipo como tal, voy grito y lo apasiono, y lloro y me alegro. ¡Siempre lloro de alegría, nunca lloro de tristeza! Si pierden entonces me vengo para mi casa y ya, en cambio sí he llorado de alegría. Cuando ha quedado subcampeón, yo veo que todos lloran y no, yo salgo y ¡Bueno chao nos vemos! En cambio cuando ha ganado ahí sí lloro y todos me ven llorar. Una vez estaba yo llorando, y yo - ¿Qué estarán pensando los demás?, y cuando los miraba ¡todos estaban llorando también! [Se ríe]… He llorado es de felicidad no de tristeza, es que en mi vida casi siempre lloro es de felicidad no de tristeza. No me gusta ir a entierros, y si voy a un entierro tiene que ser de alguien que yo no conozca. A los muertos no les tengo miedo pero no me gusta ver un muerto que conozca, y si ya me obligan a ir a un velorio, miro todos los muertos menos el que me toca ver [se ríe], y tampoco me gusta ver los enfermos, o sea que no cumplo con los mandatos de

Dios de que ver a los enfermos y esas cosas, no. Mi abuelito se murió y mi abuelito era un gran amigo mío, éramos muy cercanos pero yo tengo un buen recuerdo yo no lo vi muerto entonces yo no sé si se murió de verdad o no, no fui ni al entierro ni al velorio entonces no sé si se murió de verdad, no lo tengo claro si se murió, a veces voy y como que lo busco.

Entrevistadora: Cuando ibas al estadio antes ¿Ibas todas las veces que el equipo jugaba?

Alan: ¡Siempre!

Entrevistadora: ¿Siempre? Cuando pasó la situación, ¿Tuviste un tiempo en el que dejaste de ir?

165

Alan: Aún, yo a la semana siguiente fui a estudiar, mi vida continuó tal cual como era, por ahí tengo fotos, en muletas iba.

Entrevistadora: ¿Tú que piensas de las personas que sí su situación de discapacidad motora les trastorna la vida?

Alan: Lo que pasa es que digamos, uh, cuando tuve los problemas de la situación del miembro fantasma, entonces a veces hubo un día con mucha rabia, y le grité a mi mamá – ¡Bueno ese tal

Dios suyo no existe!, ¿Por qué no a Alvarito? ¿Por qué a mí? Entonces ella me mira y me dice

¡Pues usted sabe!, - Sí yo sé pero ¡Ag…!- Bueno supongamos, yo pensaba, pues no es por decir nada, pero si le pasaba a Alvarito pues entonces estaría llevado del hijuemadre porque pues no sé, psicológicamente no hubiera sido capaz de lidiarlo, no tenía el apoyo, no tenía muchísimas cosas, entonces y aún lo sigo pensando así, pues si yo con un solo pie y él con dos y él no tiene trabajo y yo tengo tres. Y le pregunto y me dice –¡No es que no hay trabajo!.

Entrevistadora: ¿Quieres decir que tiene mucho que ver la capacidad de afrontamiento que tiene una persona y también el apoyo familiar?

Alan: Ah no, yo he visto personas con buen apoyo, yo he visto personas no sólo en eso, cuando personas que caen en el alcohol, y tienen apoyo familiar todo el que tú quieras, y no sirve de nada!, todo está es en la persona, si la persona no quiere… pues entonces ¡De malas, se jodió!

Y así por ejemplo Mauricio, Mauricio, es la persona que más apoyo ha tenido, pero él es una

166 persona como afectada por haber quedado sordo a los 9 años, a él le afectó mucho, y yo lo noto, pues a veces no, a veces sí.

Entrevistadora: Entonces si te entendemos, ¿Quieres decir que la manera de aceptar una dificultad de este tipo tiene mucho que ver con la decisión de la persona, o como es la persona como tal?

Alan: El antes de la persona, la forma de vivir de la persona, el cómo vivía la persona, qué ha vivido la persona, en términos de edad, porque para un niño es más fácil de afrontar, para una persona de 20 es más fácil de afrontar, para una persona de 30… ¡Entre mucho más pasa más se dificulta! Yo conozco niños de 7 años y corren como unos loquitos, y a veces se la quitan [la prótesis], y corren y me muestran y yo les pregunto y ¡nada no pasa nada!, nacieron así, otras personas sí por el azúcar les cortan el piecito. Niños pequeñitos yo les pregunto que qué sienten, que si le duele, que si le hace falta el pie, y - No a mí no. En cambio le preguntas a una persona un poco mayor y entonces esas personas sí siempre se reprimen, necesitan un psicólogo, y a una persona de 40 le tienen que llevar como tres personas que sean amputadas para que vean que la vida es bonita, que la vida continua, que la vida no se acabó ahí. Entonces todo eso influye, influye la vida que ha llevado.

Entrevistadora: ¿Influyen las creencias que la persona ha acumulado a lo largo de su vida?

Alan: Puede ser. ¿Algo como las creencias religiosas?

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Entrevistadora: No, no tanto creencias religiosas sino como pensar en que si me falta algo, entonces no voy a poder hacer las cosas, en que me van a discriminar, ese tipo de creencias.

Alan: Puede ser también, también en el estrato en el que te muevas, también eso influye muchísimo porque supongamos si quieres saber quién discrimina más, las personas de por aquí, del trébol, estrato 3, 2. Entonces casi siempre me he movido más en un estrato alto y las personas de estrato alto ni se fijan, ni les interesa.

Entrevistadora: ¿Te parece?

Alan: ¡Completamente! Una mujer de estrato alto, ¿vamos a bailar?, no le interesa si le falta el pie, no? Si la invitas a bailar, sale a bailar, en cambio una persona de estrato bajo, te pregunta ¿Sí sos capaz de bailar?...

Entrevistadora: ¿A ti te pasó?

Alan: No, yo lo he visto, no, a mí no me ha pasado, no y yo sé más o menos yo digo ¡Ah esta boba! Por eso a mí no me gusta salir con esas muchachitas. [Se ríe], yo salgo con mujeres que tienen un nivel económico, universidad, a mí no me gusta salir con muchachitas de por aquí porque ¡ya sé cómo son!, se fijan en todo, entonces eso también influye muchísimo. Entonces un muchacho que los amigos y todo son de por acá entonces también comienza como a sufrir un poco más, como a mirar. Por lo menos yo voy a un sitio y si hay un niño pobre, pobre, ese es el

168 que me comienza como a mirar como aterrado, qué le pasó como a querer tocarlo a uno, en cambio un niño de otra posición económica eso no le interesa.

Entrevistadora: ¿En su momento te sentiste discriminado?

Alan: No niña, no a además porque también sé con quién me relaciono, y ¡lo que les contaba!

Una vez me fui con una muchacha y me dijo – ¿A vos te falta un pie? Y yo le dije – ¡Sí!, [se ríe]

–Entonces qué... ¿me visto? –No tranquilo, no pasa nada- ¡Ella era una vieja de modo! Hubiese sido con alguien de por acá no hubiese salido nunca, estoy seguro [se ríe].

Entrevistadora: Alan, ¿Antes tenías algún concepto frente a la discapacidad?

Alan: Es que lo que pasa, no sé, a mí también me pudo haber dado duro eso, pero no sé porque no había visto mochos de los pies, hoy en día se ven como más, pero en ese tiempo yo no había visto una persona amputada de un pie ni con una prótesis yo a la única persona que había visto, pues o sea a Mauricio que era mi amigo, y a Carlos un señor de aquí que le faltaba el bracito.

Entrevistadora: ¿Y tú qué pensabas de eso?

Alan: … O sea no, lo que pasa es que solamente había visto a Carlitos, y había visto así por lo menos hoy en día veo cantidades de personas que les falta el pie, inválidos, muchas personas. La verdad nunca recuerdo qué opinión tenía, nada normal porque pues, yo veía por ejemplo a Carlos

169 y él vivía con un hijo, como de tres años, y manejaba carro, en bicicleta llevaba el hijo al colegio, mi mamá me contaba que planchaba con una mano, hacía de comer con una mano y la vida era normal, es normal.

Entrevistadora: Si a Alan no le hubiera ocurrido este accidente, ¿Cómo crees que serías, qué crees que hubiese sido de tu vida?

Alan: ¿Qué cambiaría de mi vida? … No, es que de lo que hace que me cortaron el pie, lo

único que no me gusta, es cuando a veces veo que van a jugar fútbol y así, ¡Es lo único! de resto yo estoy seguro que mi vida sería exactamente igual. Yo tenía mis metas casi fijas, cuando tenga tantos años voy a tener mi carro, voy a tener un apartamento, voy a tener esto, voy a tener lo otro, y todo lo he cumplido o sea que no, para nada. Yo quería estudiar otra cosa, pero bueno, entonces terminé estudiando eso y al final mi vida es igual, ¡Yo tenía claro como se dice!

Entrevistadora: ¿Qué te hubiera gustado estudiar Alan que no nos contaste?

Alan: ¿Qué me hubiera gustado estudiar?... no sé, es que eso tampoco lo tenía claro, y nunca lo he tenido claro, no, porque estaba yo en una indecisión, será esto será lo otro, y yo decía pero bueno todo esto, ¡Ah terminemos esta bobada! ¡Ya qué más da! … Y al final no trabajo en eso sino en lo que les había dicho, de ventas y todo eso hoy en día eso deja más plata que cualquier otro trabajo. Yo le pregunto a mis compañeros y no ¡Que está durísima la vaina! En cambio en ventas yo siempre veo, “Se necesita vendedor de tal cosa”, Yo voy hablo un ratico y dicen ¡Ah sí

éste es el indicado! [Se ríe] “A que verraco pa` hablar”... [Se ríe].

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Entrevistadora: Bueno, yo creo que podemos ir terminando…

Alan: ¿Tiene alguna otra pregunta?

Entrevistadora: No, esto es todo… complementamos lo que necesitábamos. Muchas gracias…

Alan: Bueno…

[Se finaliza la segunda sesión de entrevista].

Entrevista Omar Ruíz:

Primera entrevista.

Realizada 24/06/15

Duración: 01:03:53

La sesión de entrevista número 1 se realiza en el Club Nuevos Horizontes a las 11:00 am.

Entrevistadora: Buenos días Omar, como mi compañera le explicó la primera vez que nos vimos el día de hoy vamos a proceder a realizar la entrevista, esta entrevista está como en dos momentos, conocer un antes, conocer el suceso que desencadena la discapacidad y conocer después. Entonces vamos a situarnos en ese antes… cuéntenos eh… empecemos con una pregunta muy general ¿Quién es Omar?

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Omar: [Silencio corto] uff [se ríe] Omar Ruíz pues… es una persona, activa en este momento a pesar de la discapacidad [Silencio corto] soy muy… o sea… de un ambiente muy bueno, siempre quiero seguir hacía adelante, y… pensar en un futuro [silencio corto] un futuro bueno, que pueda… uno sí Dios permite la vida y la salud llegar a la vejez, normal hasta que Dios le preste las fuerzas a uno.

Entrevistadora: Bien… Háblanos sobre tu familia, quiénes son el núcleo familiar…

Omar: En estos momentos, mi madre. Desde que empecé la discapacidad siempre ha sido

Dios y mi madre, Dios y mi madre. Poco apoyo de las hermanas, hermanos, siempre pues eh…

Salido adelante pues porque Dios me ha dado las fuerzas.

Entrevistadora: Digamos que sin contar con esas personas que nos nombras, ¿Quiénes eran los miembros de tu familia antes de la situación de discapacidad?

Omar: Pues antes mi núcleo familiar era… eh… Bien conmigo mis familiares y todos, pues porque yo era un muchacho que era delincuente, era muy malo en las calles, entonces… cogía buen dinero y todo, entonces la familia estaba alrededor de uno, ¿no? Ya después de que me abalearon, tres impactos de bala proyectil de 38 largo, entonces ya [silencio corto] en un segundo en un minuto me dio un giro a la inversa rápido pues… Ya las amistades, la familia, las hermanas, los hermanos, todo el mundo voltea la espalda.

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Entrevistadora: Cuando tú dices toda la familia estaba allí, qué personas eran, eran primos…

Omar: Sí, hermanas más que todo mis hermanas… y mis hermanos.

Entrevistadora: ¿Tu papá?

Omar: No, mi papá falleció por ahí hace 36 años

Entrevistadora: Podrías describirnos más cómo eran esas relaciones antes, cuando ellos de alguna manera estaban un poco más cerca de ti, cómo crees que se trataban entre ustedes en ese entonces.

Omar: O sea… Cuando uno está bien digamos físicamente del cuerpo humano, la familia está bien con uno, ¿sí? Entonces cuando ya uno queda en una discapacidad, como puede ser parapléjico, cuadripléjico ¿sí? Entonces… hay personas que voltean con uno, o sea ya… uno les estorba, ya no hay el mismo afecto, el mismo cariño, ya, sabe que uno ve todo eso, entonces yo… siempre que veía entre más desprecio, yo más me sobre levantaba, más pa´ arriba, o sea entre más humillación, discriminación, entonces yo ahí mismo decía, no pues… yo soy un ser humano todavía…

Entrevistadora: En qué casos se sentía Omar discriminado.

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Omar: Por el hecho de haber quedado en una silla de ruedas porque a mí cuando yo estaba en el hospital a mí los médicos me dijeron que yo quedaba parapléjico de por vida en una silla de ruedas. Entonces yo les dije: No pero es que yo soy hombre de fe, y tengo un Dios por delante, ustedes son colaboradores de él, y…Yo tengo mucha fe yo sé que en dos años y medio me paro más que con esos garrotes y unas muletas, entonces ellos dijeron: “Uff usted tiene mucha fe hermano, péguesele a Dios y a sus terapias hermano porque nosotros ya lo vemos a usted… aquí en el dictamen médico queda parapléjico para toda la vida” [hace referencia a la voz de los médicos que tomaron su caso] Yo les digo listo, ustedes piensan una cosa, yo pienso a la inversa, que vuelvo y me paro. Y entonces así pasó, estuve 6 meses en silla de ruedas, a los 6 meses haciendo terapia me paré para un caminador, a los 9 meses del caminador pasé a las muletas, al año ya cogí unos bastones, entonces me salieron las ayudas ortopédicas que son las férulas y el aparato bilateral para pie caído derecho entonces ya… cuando me puse estos aparatos ya dije no pues voy a lograr a ver si puedo dejar estos dos también con el poder de Dios, solté uno y ando con este [muestra el bastón a las entrevistadoras] y pedaleo en esa cicla de tres ruedas [la cicla se encontraba en el otro salón del club, una cicla de tres ruedas.] Entonces… todo me pasó así en un año. Entonces dije: No, yo puedo… En el transcurso de que pasó eso, me paré ya empecé a buscar cursos pa´ el SENA, a hacer mandados actual todavía los hago, pues… no gano mucho pero pues me sirve mucho mensual 250-300 mil pesos haciendo mandado por ahí y… De la liga del valle que recibo un apoyo ahora de 300 mil peso mensual, porque yo pues…

Fui campeón en lanzamiento de bala, o sea en mi conciencia soy campeón todavía porque pues… al negro Taison el que es acuerpao, a él lo bajaron pa´ el grupo mío pero yo soy campeón en el grupo mío. Entonces cuando lo bajaron a él, pues como el man lleva más tiempo en este tiro, lleva 9 años, yo apenas voy entrando al año y medio entonces el hombre me ganó la bala en ese

174 sentido entonces… Ahí vamos yo voy detrás de él y él a no dejarse alcanzar, pero bueno… siempre, positivo en Dios [silencio corto] y… Esperando superar siempre lo que me propongo… entonces… vamos pa´ delante porque pa ´atrás ni pa´ coger impulso.

Entrevistadora: 3 años y medio, o sea que en qué año más o menos sucedió el accidente.

Omar: A mí me pasó esto más o menos 2 de marzo del 2011, yo creo que ahora el otro año cumplo los 14, ya… Y sí entonces resulta que yo cuando llevaba 5 años de recuperación vine aquí porque me dijeron que habían unas competencias que esto y pues yo dije: ¡Pero allá pagan o qué! Me dijeron: “No, yo no sé” [hace referencia a la voz de otro] No porque si yo gano campeón no… me van a salir con un trofeo y una medalla, no, uno necesita es dinero para sobrevivir, entonces yo vine averiguar, no que aquí no pagan, qué esto, que lo otro. ¡Ah no!

Entonces no me sirve porque también vea [se toca con la palma de la mano en el estómago] ¡La casa necesita pagar, gas teléfono, servicios, mi madre comer y yo también, entonces hablamos!

Entonces me fui a trabajar lo mío, hice un curso de sandalias planas en el SENA, salí con certificado de allá, practiqué eso, lo hice como 2 años, y bueno… Ya después cuando me avisaron que sí, que sí estaban pagando entonces volví,- “Que vea que sí ¿Usted es drogadicto?”

- No, Hace un años dejé de tomar, de fumar, de meter perico, pecas marihuana una cosa otra, porque quiero ser una persona útil a la sociedad. Entonces, [aplaude una vez] “Usted es el que necesitamos” pero entonces la pregunta del millón es: “¿Te gusta el deporte? ¡Sí señor! “¿Y vos que hacías antes de la lesión? Jugaba fútbol, “Ah… no a vos te gusta, vamos a probarte”

Entonces allá el profesor Efraín de la liga del valle me instruyó, entonces dijo: “No, tenés talento, Si podés, vos verás si seguís, aquí te demorás por ahí un año, dos años para competir

175 medallería” ¡Eso lo cree usted! Pero yo creo otra cosa, Ya, porque usted no es mi mente ni yo soy la suya, y la mía va para adelante, la suya yo no sé si está trocada… Entonces le dio risa, y me dijo: “Hágale, pero mucho cuidado, nada de drogas, nada de trago, nada de sustancias psicoactivas, porque si ganas nos multan a nosotros, nos echan, multan la liga, y vos también te vas, entonces…” A bueno señor ¡listo! Constancia y disciplina y pa´ delante [silencio corto] y aquí voy…

Entrevistadora: Antes tenía la misma filosofía: “Constancia, disciplina y para delante”

Omar: ¿Antes de la lesión?

Entrevistadora: Sí.

Omar: Tenía constancia… Más no disciplina en lo que hacía. Porque andaba mal enrolado con las malas amistades y todo pues… nunca obré a lo que me decían los demás, sino que yo obraba a mi manera, ¿sí? Y así me sucedió y me dio un giro muy duro… pero… [Silencio corto] A lo primero de la lesión yo intenté matarme, intenté matarme porque es muy duro, [silencio corto el participante se siente conmovido y empieza a llorar lentamente] Pero… [Silencio corto] duro, duro [silencio].

Entrevistadora: ¿Y… quién estuvo ahí, el apoyo para sacarte para delante, Dios, la fe o alguna persona que te diga…?

[Silencio]

176

Omar: Estuvo… Dios y mi madre [silencio corto, el participante continúa llorando] O sea uno no, [silencio corto] o sea uno, no… piensa sino cuando está en silla ruedas pues… Como era uno de alegre, jugaba fútbol, corría, saltaba, gritaba de allá pa´ acá después de eso quedar uno sentado… [Silencio corto] Es muy bravo [tono de voz bajo] [silencio corto] Es muy duro porque… o sea lo que más me dolió a mí fue… la discriminación que me hicieron mis hermanas

[silencio corto] Pero [silencio corto] El tiempo va pasando y es el mejor amigo y Dios está por delante de todo [silencio corto] y mis hermanas ahora [silencio corto] No sé… Si es que Dios les está moviendo el corazón, para que vean lo que hicieron antes y [silencio corto, el paciente está un poco menos conmovido, seca sus lágrimas con una toalla pequeña] o sea estoy viendo como poco a poco están volviendo otra vez a… [Silencio corto].

Entrevistadora; ¿Acercase?

Omar: Acercarse, pues yo les digo… yo ya no soy el mismo de antes, que tomaba me drogaba y mantenía en la vagancia y todo eso no, yo ya… Tengo mis hijos de 16 y 18 años… O sea ellos me ven a mí yo voy pa´ adelante, que estoy en lo que estoy, que trabajo y todo entonces, les estoy dando un ejemplo para que ellos no caigan en lo que yo caí… Y están bien y pues… después de Dios, la segunda persona que yo quiero más es mi madre, aún vivimos en la casa ella y yo y… gracias a Dios la casa es propia y todo [silencio corto] visito mucho a mis hijos, después de ella pues, entre mis dos hijos más la niña ¿no? Pues que hay que tenerle el cuidado es a ella, y a el varón, tiene 18 años, él ya sabe lo bueno, lo malo y el hombre no peligra más que la mujer, entonces mantengo muy pendiente de ella, aconsejándola la escuela y todo porque antes

177 se me salió de la escuela entonces, se fue con un noviecito que se consiguió entonces la mamá me dijo que; “Mira ve que tu hija…” Como yo no vivo con ellos, porque cuando me abalearon entonces [silencio corto] la mamá se me abrió, me dejó tirao en el Hospital, entonces… todo eso me dio muy duro a mí [silencio corto] pero… yo le dije: Bueno siga su camino, déjeme sólo que yo quiero seguir mi recuperación, que yo sentado no me voy a quedar…

Entrevistadora: Antes cómo era esa relación con ella.

Omar: ¡Bien! Para que… Eso una relación muy bonita, hasta que yo quedé en sillas de ruedas, como a ella los médicos le dijeron que yo quedaba parapléjico ya de por vida, entonces ella cogió y [hace un sonido con la boca, como un silbido] y curva, entonces la que siempre ha seguido conmigo es mi madre y… yo no le dije nada, yo intenté de superarlo pues porque… inclusive hace como unos cinco meses atrás fui a visitar a los niños al centro, como ellos trabajan allá, se me arrimó un man que es amigo de ella, yo estaba ahí conversando con ella como conversar aquí con ustedes [nos señala] y se me arrimó [hace referencia al amigo del que habla] “ Ve,

Plancho” a mí me dicen así de chapa ¿No? “¿Vos no serás capaz de volver con Diana?” Le dije:

¡Jamás! Yo la trato porque es una amiga y es la madre de mis hijos, pero que yo vuelva con una mujer que me pagó mal, ¿Sabiendo lo bueno que yo era con ella, y sus hijos y la hijastra? ¡Ve!

[Hace gesto de se acuerda de algo y corrige diciendo…] Ve, y su mamá, su hermano y la hijastra, yo jamás vuelvo con ella no tengo por qué meter mi cabeza otra vez por allá, prefiero morir sólo que mal acompañado. Y entonces ella se quedó mirando… “No Omar no vuelve, yo sé quién es

él” Y yo le dije: Claro… Es mejor evitar. Y así, yo siempre voy los visito les dejo dinero, la hija:

“Apá que necesito unas cosas…” A bueno mija, espere que yo coja plata le doy para sus cositas,

178 démosle tiempo al tiempo y el hijo no, no lo trato así como a la hija porque el hombre ya tiene sus 18 años encima, el hombre ya está pensando sus cosas… y el hombre me lleva mal a mí porque la mamá y la agüela de pronto me lo han puesto a contra mía.

Entrevistadora: No es muy cercano contigo, ¿Quieres decir?

Omar: No, para nada. Entonces yo también no le digo nada… Imagínese que yo llego a visitarlos y la niña: “Apá nombre de Dios” y me da el abrazo, Dios la bendiga mija, la quiero mucho. Y él ahí mismo me dice háblalo… ¿Qué es eso para un padre? [rostro de sorprendido]

Nada… entonces, así como es “Hablalo” Entonces yo tampoco le hablo, ni le digo ni le doy nada.

Entrevistadora: Y antes ¿También era la relación así entre ustedes?

Omar: Lo que pasa es que cuando él estaba niño, cuando yo quedé así él tenía 5 años, ¿sí?

Entonces ahora ya tiene 18, entonces yo alcancé a andar con él en la cicla cuando él tenía 3 añitos yo lo sacaba en la cicla para el barrio… Pa´allá más que todo ellos se abren es por la estadía con la abuela con la mamá, se van olvidando de uno… pero poco a poco sino que… yo no sé qué pasaría qué le dirían la abuela y la mamá de mí, entonces… hay… cizaña ¿no?

Entrevistadora: En qué momento empieza a cambiar la relación con tu hijo, cuando llega la adolescencia de él…

179

Omar: Sí, cuando él tiene ya sus 10 años, el hombre ya empieza a mirar para otro lado de la mamá y la abuela…

Entrevistadora: ¿Y con la niña siempre ha sido una buena relación?

Omar: Sí, mejor con la niña sí.

Entrevistadora: ¿Y antes convivía con la señora y los niños?

Omar: Cuando yo estaba bien sí, yo vivía con ellas arriba, es que… yo a base de mis malas andanzas yo cogí mucha plata y yo les hice casa allá arriba, ella vivían arriba en Siloé en 6 tarugos allá ese, en esa tejas negras… y bueno eso entraba agua cuando llovía por todo lado, entonces yo les dije vamos a hacer la casa aquí, que este terreno es de ustedes, luchemos a ver qué pasa pues y bueno se les hizo casa allá. Ella vivía con el hermano y la mamá, y una niña de 5 meses, cuando yo conocí a la mamá de los hijos, cuando ya me relacioné con ella pues a los 7 meses me fui a vivir con ella, entonces yo luche por hacerle algo y todo pues… Allá tienen tu casa y viven bien, allá en su casa no aguantan pues porque también están trabajando, luchan

[silencio corto] Entonces ya… ahí quedó todo eso allá. Cuando a los años mataron al hermano

[silencio corto] ya quedaron ellas solitas con los niños, y todo así simplemente siguió hacia delante… [Silencio corto] Entonces ya... hace poquito, como unos dos años atrás yo empecé pues a ir a visitar a los hijos y… a charlar con ella, pero nada de nada sino, charlar si tiene hambre y me piden y yo tengo plata yo les doy pa´ que coman y así… Sigo siendo una persona normal, gracias a Dios

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Entrevistadora: Dijiste, hace cuántos años empiezas a visitar a los niños

Omar: Hace… O sea yo siempre iba y los veía, siempre. Pero así de dos años de seguido que voy más seguido…

Entrevistadora: Estás como acercándote un poco más…

Omar: Eso, sí por ahí cada 8 días, cada 15 días, como hago mandados pa´ el centro por allá por Tequendama así entonces yo me tiró allá a visitarlos, cada 8 días.

Entrevistadora: Ahora que nos contabas de cuando empezaste a vincularte al club, porque de alguna manera era una forma de la cual podías tener algún sustento económico, antes del accidente pertenecías a alguna institución de algún tipo, un grupo, o ibas a la iglesia…

Omar: No, yo trabajaba… trabajaba, trabajaba la construcción oficial de construcción, y… jugaba fútbol, estaba en equipos de fútbol por allá por el barrio la aurora…

Entrevistadora: ¿Equipos consolidados?

Omar: Pues no consolidados, pero sí del barrio…

Entrevistadora: ¿Pero se organizaban para hacer torneos en el barrio y cosas así?

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Omar: Sí, Porque pues uno de todas maneras le pone tiempo al fútbol y algo… pero también hay que buscar el trabajo para sobrevivir [silencio corto] o sea no salí, yo cuando estaba joven no salí al profesionalismo por la vagancia, pero yo era buen deportista, buen futbolista [silencio corto] por meterme a las malas andanzas y los tragos y los vicios todos… perdí esa oportunidad

[silencio corto] pero bueno… aquí vamos como les digo…

Entrevistadora: Qué te aportaba el Fútbol.

Omar: O sea yo… A mí me gustaba el fútbol pero como era buen jugador, buen puntero derecho, colero. A mí me pagaban por jugar en los equipos 10 mil pesos, y si ganábamos me daban 20 o 30 mil pesos, o sea que sí yo hacía dos goles y ganábamos me daban 40 mil pesos, me pagaban… pero entonces… yo no le mataba mucho tiempo de no, antes de empezar a trabajar la rusa, antes sí mantenía botándole tiempo al fútbol, mucho, mucho deporte, mucho ejercicio, mucho estado físico todo eso, pero ya después de que empecé a trabajar ya muy poco dejé el deporte, y me metí poco a poco a las amistades malas de la calle…

Entrevistadora: Podrías hablarnos de esos amigos antes de la discapacidad y después de la discapacidad, qué pasó con esas amistades.

Omar: No pues esas amistades también se cruzan por ahí, ellos son amistades de plata de trago de vicio…

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Entrevistadora: Las de antes.

Omar: Las de antes, son malas amistades, eh… A varios los vi por ahí o los he visto en sus carros en sus motos bien… pero ni el saludo se lo dan a uno

Entrevistadora: En ese antes, había un amigo al que tu pudieras decir, este sí es mi amigo realmente más allá de las andanzas, un amigo con el que tú digas que podías contar.

Omar: ¿De los malos o los buenos?

Entrevistadora: De los buenos amigos.

Omar: ¡Ah! Sí, yo tengo por ahí dos amiguitos para qué, son... esos muchachos cuando me ven me saludan, o sea muchachos no, ya tienen la edad que yo tengo y pa´ qué nos llevamos bien, charlamos bien, eso pa´ que son personas que mientras yo estuve en discapacidad fueron a visitarme, ¿sí? A saludame a preguntarme cómo estaba… y ahí. Y ya de los muchachos de las andanzas malas mataron a dos amiguitos que eran buenos conmigo en todas las acciones, y me queda nada más un solo amiguito que cada rato nos llamamos nos vemos y pa´ que, nos la llevamos bien…

Entrevistadora: ¿De alguna manera estuvieron apoyándote?

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Omar: Sí apoyándome… en… en… siempre sí, que saliera adelante que no me quitara la vida…

Entrevistadora: ¿Motivación?

Omar: Eso, me motivaban, pues algunas vez se aparecían con cualquier cosita en la mano y me la aportaban entonces para mí de todas maneras son buenas amistades los que dieron y los que no dieron.

Entrevista: Cuando empiezas a incursionar en esto del deporte empezaron a hacerse amistades importantes, ¿Qué pasó después?

Omar: ¿Después o ahora?

Entrevistadora: Pues ahora, podríamos decir…

Omar: Pues ahora… ahora… las amistades que tengo mis compañeros de discapacidad, para que, son unas personas muy importantes en el camino que voy, desde que los distinguí hace tres años y medio que estoy en este deporte.

Entrevistadora: ¿Qué los hace importantes para ti?

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Omar: mm… [Está pensando] porque son personas que me dan más valor [silencio corto] del que yo tenía, porque ellos están en sillas de ruedas, eh… hay mucha incomodidad para ellos hacer una cosa otra, entonces yo… pienso… y digo los miro y los admiro, sí, porque ellos me dan un valor muy fuerte a mí para yo ser también ayudarlos, colaborales en alguna cosa, otra, porque yo soy con ellos así… Ellos hay veces “Plancho haceme el favor y me pasas alguna cosa” y yo ahí mismo a veces dejo de hacer mis ejercicios, mis deportes en la liga para colaborales a ellos también, para que ellos también se sientan bien, ¿ya? Entonces me llevo una gran y buena amistad con ellos [silencio].

Entrevistadora: ¿Qué significa para ti ahorita ser deportista?

Omar: Pues… Yo siento… en mí mismo una, una gran alegría, de que sigo adelante, de que de la noche a la mañana no se logran los triunfos de que hay que estar constante, ser disciplinao, esforzarse cada día más para llegar a un sueño, que… con el poder de Dios se puede cumplir

¿Sí? Algún día no muy lejano de tanto uno estar dándole, dándole, siempre hay que tener esperanzas de algo grande y nuevo.

Entrevistadora: ¿Tú decías que prácticas lanzamiento de Disco y…?

Omar: Lanzamiento de bala y disco, o sea de bala, disco y jabalina, pero de los dos me gusta más el disco, porque la jabalina casi no le pongo mucho… pero entonces ya cuando logre las dos, bala disco, la jabalina me queda más suave… porque menos peso y hay que sacar toda la fuerza, velocidad y técnica…

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Entrevistadora: Una pregunta… ¿Por qué el sobrenombre de Plancho?

Omar: Cuando estuve niño, yo me volé desde los 7 años de la casa, como quien dice vulgarmente a gaminear las calles de Cali, entonces me enrolé con muchos pelaitos que… de mi edad que… gamineabamos por ahí, una vez estando nosotros todos enmariguanados nos dio la risueña y dijimos vamos a ponernos la chapa, entonces como seis habíamos entonces: “No que vos que das así, vos quedas así…” entonces llegaron a mí y cómo así “No a este más pongámosle la porcelana” “No… como le van a poner así, No a ese man no le póngamos porcelana, más bien saben qué, coloquémosle el plancho, este man le luce la chapa del plancho porque es hasta bien parecido este man” entonces ahí mismo dijeron: “No pues quedó como el plancho” desde los 7 años me dicen así… Plancho Omar, y ahí quedan todos ellos chapeados, que el pato…

Entrevistador: ¿Y te sentiste a gusto con esa chapa que le dieron?

Omar: Pues sí uno se siente bien… Preferible que lo llamen a uno por el nombre, pero pues qué se le va a hacer… hasta acá en la liga también me dicen el “Plancho”.

Entrevistadora: Ahora que hablas de ese grupo de amigos, en ese entonces o digamos en esas las amistades malas, ¿tenías un rol, tú eras por ejemplo el que mejor haga algo o cosas así?

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Omar: Sí o sea me tenían como en un concepto de jefe, de… que es el que más sabe, hacer armar negocio, ¿sí? Pero entonces yo les decía: No yo no soy jefe, ustedes cada uno tiene su pensamiento, yo tengo en mío. Pero de todas maneras cuando yo les decía vamos pa´ tal lado, ellos pegaban pa´ onde yo les decía [silencio].

Entrevistadora: ¿Qué crees que hacía que ellos te consideran el jefe?

Omar: Pues que vieron en mí una capacidad como de… de seriedad ante todo, todo lo que se hacía era muy serio, para yo, actuar, entonces, porque siempre he sido muy serio muy respetuoso, todo lo que se sea así sea estando así no me gusta, que otro… O sea… quiera encimarme o que sea más que yo o que se sienta más que yo, ¡No! Siempre me gusta de que sepan que todos somos iguales, ¿Sí?

Entrevistadora: ¿Algo así como ser justo?

Omar: Exactamente… Claro…

Entrevistadora: Y ahora en el grupo de la liga, ¿Tú tienes un rol o conservas un poco ese liderazgo o esa fuerza?

Omar: No, Ellos me dicen a mí que yo soy una abeja, porque yo les he contado pues… eh… cosas de lo que yo he vivido desde mi niñez, entonces ellos me dicen que yo he sufrido mucho…porque el que más ha sufrido soy yo de todos ellos… Ellos pueden tener su lesión o les

187 pasó, pero si yo me pongo a comentarles, todo lo que fui desde los 7 años para acá, ellos se quedan mirándome y me dicen: “¡Eh! Vos estás vivo es de… de buenas, Omar” Y yo les digo: Sí es verdad… Porque yo estuve muchas veces al peligro de la muerte, pero aquí estoy, igual siempre les digo a ellos que yo soy igual a ellos, porque pues en cuestión de negocios yo si soy bueno pa´ vender, o pa ´a hacer dinero así revendiendo… Mejor dicho lo que salga, como quien dice machete para vender en el mercado, pero no droga, ni armas, ni nada de eso… por lo menos hay personas que tienen sus celulares con factura y todo, entonces por una necesidad y u otra ellos quieren venderlo, entonces pues… No parce, cuánto vale, “Ah, que 150 mil…” No, ya está utilizado, te vamos a dar 80, 90 mil. Entonces después uno lo vende el 120, 130 mil entonces le está ganando uno algo… ¡Eso sí! Nada de cosas robadas me gustan, ni vicio, armas, nada… ya para mí, ese capítulo, ya murió, ¿sí? porque así como deje yo de joder con eso de consumir también hay que dejar…

Entrevistadora: En qué momento decides tú dejar de consumir y todo ese tipo de cosas…

Omar: Mire yo llevo… voy pa´ 13 años y medios en la discapacidad.

Entrevistadora: ¿Fue a partir de ahí o se relaciona con eso?

Omar: No, no, Yo llego a la discapacidad y sigo tomando y sigo en lo mismo, o sea no robando porque así pues… a quién voy a robar si antes me roban a mí, en discapacidad. Pero sí sigo tomando, [silencio corto] rebuscándome haciéndome mis rifas, mis sandalias, todo eso y sigo tomando y consumiendo drogas… pero cuando ya ingresé a liga del valle, o sea antes de

188 ingresar yo hacía por ahí 5 o 6 meses, como dije ahora, había dejado de consumir, porque pues ya me había…

Entrevistadora: ¿Qué te hizo decir, ya lo voy a dejar?

Omar: Tomar un cambio, o sea… más que todo por no hacer sufrir a mi madre [silencio corto] y… dejé de consumir, O sea yo no le dije a ella: Mamá yo le prometo, esto y esto… nada. Yo me dije a mi mismo, señor Jesucristo pues… Yo soy un ser un humano de carne y hueso, he tenido mis sufrimientos mis malos pensamientos, mis malas amistades mis malas andanzas, pero creo que … hay esperanzas y si es así yo creo que… tu existes, yo quiero cambiar, quiero ser otra persona, yo sé que de la noche a la mañana no voy a dejar todo, pero voy a impulsarme para que tú estés conmigo donde quiera que yo vaya, y así… fui dejando de tomar… de consumir… entonces mi mamá me vio… una vez me dijo: “¿Vos no has vuelto a hacer esto?” Y yo: No…

“Cómo así, yo te he visto a vos que vos no has vuelto por allá, ni metes nada de vicio ni nada, ni estás enrolao con esos manes que te vienen a buscar y tal” Sí amá, tranquila relájese que Dios proveerá… Y seguí, seguí, ya cuando llegué a la liga del valle ya me dijeron estos manes que esto y lo otro, yo dije ¡Ah bueno listo! Vamos pa´delante papá y ahí…

Entrevistadora: Qué crees que sintió tú mamá cuando empezó a ver esos cambios positivos.

Omar: [Silencio corto] Pues un alivio espiritual… [Silencio corto] y tranquilidad, ver mis cambios, mis cosas, eh… mis hermanas también [silencio corto] ya le decían a ella que: “Amá, pero Omar por qué está tan cambiado, ese man ya no es el mismo de antes…” Entonces mi

189 mamá les decía: “Allá él” Entonces unas le decían: “No… pero espere verás que él vuelve a lo mismo, él se calma un rato y vuelve otra vez a lo mismo, como lo hace más de un joven ahora… que… Calman y vuelven así…” De todas maneras todo tiene su tiempo…

Entrevistadora: Sí… es un proceso…

Omar: Algún día, si es la voluntad de Dios lo toca a uno y uno deja de hacer cosas anormales

[silencio corto] como se puede decir y… el que no quiere cambiar pues… El pecado es la muerte, dice la palabra de Dios que el pecado es la muerte, Dios está con el que quiere cambiar, con el que quiere salir adelante, con el que no, no, como es el que da la vida, el que la quita, entonces él es el dueño de uno y de ustedes también [refiriéndose a las entrevistadoras]

Entonces… Yo hablo mucho de Dios y esas cosas… porque yo en estas cosas… Yo este momento yo soy cristiano [silencio corto] Y soy…De la iglesia pentecostal unida de Colombia, cristiana evangélica… entonces he aprendido mucho de la biblia, sé de la biblia y … sé corregir muchas cosas, entonces todo eso me ha ayudado.

Entrevistadora: De alguna forma a raíz de la discapacidad ¿tú te acercas más a Dios?

Omar: Sí…

Entrevistadora: ¿Siempre fue así?

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Omar: Siempre fui creyente… nunca he sido amante a los escapularios, medallas, vírgenes, almanaques, afiches cosas de yeso nunca. Pero sí siempre oro al señor día, tarde y noche ¿Ya?

Porque Dios es espíritu, y los que creen Dios está aquí. Tenemos que alabarlo siempre, él es el primero en todo.

Entrevistadora: Ahora que nos contabas un poco que tú sientes que tus hermanas ahorita se están acercando un poco, qué crees que están pasando en ellas para que eso ocurra…

Omar: O sea yo veo en ellas que quizá… ellas en estos momentos… como le dijera… viene hacía mí [silencio corto, el paciente se siente conmovido y empieza a llorar] pero porque me ven el cambio, me ven de que ya soy otra persona… de que… eh… al estar al lado de mi madre, lucho por ella, entonces… Ellas dicen… [Silencio corto] que yo he sido buen hermano [silencio corto].

Entrevistadora: ¿Eso lo decían antes también?

Omar: No, Ahora. [Silencio corto] ella saben que yo les he aconsejado mucho, muchas cosas y ahora pues… yo las perdono porque… [Silencio corto] uno no puede odiar [su voz se entrecorta al hablar, continúa llorando].

[Silencio…]

Entrevistadora: Es una carga odiar…

[Silencio largo… En ese instante el paciente continúa llora y guarda silencio]

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Entrevistadora: Omar, si desea podemos parar la entrevista…si se siente muy conmovido… o

¿desea continuar?

[Silencio corto]

Omar: Lo que pasa es que… [Silencio corto] o sea yo…He sido muy fuerte, [silencio corto] porque a pesar de lo que me pasó a mí, me abalean… [Silencio corto] La mamá de los hijos se va con los hijos, me deja tirao… Mis hermanas me voltean la espalda [silencio corto] entonces todo eso me…Cuando yo recuerdo y hablo… [Silencio corto y su voz está entrecortada en todo este fragmento llora].

Entrevistadora: Te duele, te produce dolor…

[Silencio, el participante está llorando y secando sus lágrimas con un pañuelo].

Omar: Por eso yo hay veces…Trato de no tener estas charlas… [Silencio corto] igual me traen malos recuerdos pero… no pienso nada malo hacía esas personas… [Silencio].

Entrevistadora: Del alguna manera cuando… uno se acerca a esas cosas que duelen tanto… eh… también hace y continúa ese proceso de aceptar y de perdonar también…

Omar: Sí…

Entrevistadora: A veces nos tragamos esas cosas…

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Omar: [Un poco más calmado, ya no llora] Igual uno se desahoga… y… siempre lo que hace que yo, desde el 2013 que fui bautizado en la iglesia cristiana aprendí a perdonar, porque yo no perdonaba… O sea yo el que me hacía algo yo… también lo… ¿Sí? Así me tocara buscarlo donde estuviera entonces… [Silencio corto] ahora ya… [Silencio corto, vuelve a llorar…].

Entrevistadora: Y el perdón también es un proceso que lo hace el tiempo… no es algo que ocurre, como decir yo voy a perdonar y ya mañana, están sanadas esas heridas o situaciones que duelen… es el tiempo…Como tú lo decías, el tiempo ayuda a sanar.

Omar: Sí tiene su proceso… Dios enseña que… que… tenemos que perdonar para ser perdonados, o sea no es que vos perdones pero que no olvides, no, eso no es… vos tenés que perdonar de raíz…

Entrevistadora: De corazón…

Omar: Sí, sino perdonas de raíz no creas que estás perdonando… estás mal ante los ojos de

Dios, tenés que perdonar de raíz de corazón… Si ese alguien vino y te habló, demostrale que estás perdonándole… Que seguís siendo una persona que vas cambiando con el debido tiempo

¿Ya?

Entrevistadora: ¿Omar que planes tienes ahora y a futuro?

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Omar: Ahora… con el poder de Dios como les decía… entrenar constante, ser disciplinado y buscar con este deporte de pronto triunfar algún día… poder coger algún centavo para su propia casa si es que la tiene y vivir hasta que Dios se la preste, pero… o sea, no sufrir en la vejez, sino tratar de estar estable… tampoco pido millones de millones, no, porque pues… la plata no es todo en la vida, lo más lindo de la vida es creer en Dios y tener equilibrio. Y estar en paz con todos los seres humanos… Eso es lo que a mí me agrada.

Entrevistadora: De pronto ¿Has pensado en la posibilidad de tener una pareja?

Omar: No, mira que te digo la verdad… [Silencio corto] mm… Soy muy duro de creer en el amor, porque con lo que me ha pasado… muy bravo, o sea… en mi mente y mi corazón pienso…uno tener una persona, ayudale en las buenas y en las malas, ¿Sí? Pero con este círculo que hay ahora en las calles, es muy duro… uno salir a trabajar, te matás por darle de pronto todo un traje completo a la que tenés a tu lado, comida lo que ella te pida, hasta donde esté a tu alcance, y uno salir a trabajar y después llegar… que vea que vieron a fulana con fulano…imagínese… entonces es mejor estar así… con mi madre, en estos momentos yo no tengo ni novia ni nada, estoy en lo mío, mi deporte, primero Dios, segundo mi madre, tercero el deporte, cuarto mi hija, y así me la paso gracias a Dios…Pero de que buscar de pronto una pareja estable no… Yo… siempre lo he dicho, gracias al señor, he sido de malas en el amor [silencio corto] y en el dinero… pero en cuestión de vida y salud la he tenido toda… lo más preferible que

Dios nos ha dado, después de vos tengás vida y tengás buena salud, vos sos una personas tranquila, estás activo, estás en lo tuyo… pero mira tantas personas por ahí enfermas y con plata… ¿Qué pueden hacer? [silencio corto] Yo nada más…El otro día… ahí enseguida de la

194 casa vive un muchacho que él es trabajador de construcción, el man a toda hora por ahí tomando en seguida, tomando ese… guarapeño… ese tapa roja, ¡bueno! Esos tragos que hay… baratos pa los…

Entrevistadora: ¿El chirrinchi que llaman?

Omar: ¡Eso! Los chirrincheros, entonces años atrás yo los veía muy bien y todo eso… Y yo decía eh este man en vez de estar en otro cuento, tomando… No sabe las consecuencias que eso trae… y vea hace como 3 meses este man está ahí con una ulcera gástrica… que…lo tiene seco… y no quiere hacerse operar, lo está matando… ya está cari seco así como cuando tiene un cáncer intestinal o algo…Entonces yo… Pues a mí como el trago casi no me ha gustado…De pronto unas dos o tres cervecitas… porque eso tampoco me gusta así que a toda hora… de pronto cuando me reúno con la familia así, echamos cervezas así en una… [Hace la indicación con la mano de un recipiente grande] Y uno se toma un poquito… pero mira que ya no…

Entrevistadora: Cuando dices me reúno con la familia es qué…

Omar: En Desepaz

Entrevistadora: Quiénes están en Desepaz.

195

Omar: Unos primos, unas primas, entonces me voy con mi mamá pa´ allá, allá se toma uno dos o tres cervezas no más… porque pues, tampoco puedo alicorar el… ¿Sí? Hay personas que dicen que tomar, estando en una iglesia, que tomar es un pecao.

Entrevistadora: Ajá…

Omar: Pero no es así, lo que Dios no perdona, y dice que es pecao es que vos te embriagues perdás tu consciencia, pero vos podes tomarte uno, dos, tres, hasta donde te sintas bien y listo, hasta ahí fue, pero no embriagarte muchas personas… ¿Sí? Por lo menos yo, yo voy a la iglesia y le frenteo al pastor o la hermana o el que sea, que me toma mis dos o tres cervezas ahí y ya, “Uy que eso es pecao” Si eso es pecao condese usted misma porque yo no me estoy condenando…

Me dio sed y me las voy a tomar y ya…

Entrevistadora: Hay dos cositas de las que nos podrías hablar... Qué tan cercanos son estos familiares, estos primos de los que hablas.

Omar: ¡Ah no… esos primos son unas bellezas!

Entrevistadora: ¿Por qué, siempre estuvieron contigo antes y después?

Omar: Sí ellos siempre iban a la casa a saludame, a damen moral todo…antes mi mamá cada rato va, yo llevo como pa´ dos años que no voy a verlos, entonces mi mamá va “Y que muchas saludes, dígale a planchito que cuando pueda que venga…que él sabe que ha sido el primo más

196 bien y que tales” Entonces… yo les digo no, porque como a ellos les gusta tomar cada festividades que hay, día de padre, de madre, y cosas así entonces ellos lo quieren embomchar en su cuento de su trago y no… Yo estoy en lo que estoy, con el poder de Dios cuando termine de estar en este deporte pues… seguiré en lo mismo pues porque no quiero volver al fango.

Entrevistadora: Ya es prueba superada…

Omar: Sí

Entrevistadora: Eh… Qué tan importante ha sido en tu vida la iglesia, las personas que conforman la iglesia…

Omar: O sea…Yo soy de la iglesia, soy cristiano, soy bautizado desde el 2013 [silencio corto] pero [silencio corto] o sea la iglesia hay de todo, como hay cizaña, hay bueno, hay malo de todo… Yo no soy copartidario en la iglesia, o sea lo que a mí más me duele es que por lo menos… en la iglesia digan, la ofrenda en voluntaria, listo, es voluntaria. Yo no sé porque la iglesia, hablo de esta, porque es la que conozco; hacen la recolecta de la ofrenda y dicen por el micrófono que hay unas neveras, un televisor o que una cama nueva, que los diez que echen la mejor ofrenda le rifan eso, ¿Sí o no? Entonces yo me pongo a ver y digo bueno; porque una vez le dije así al pastor, lo cogí y le dije: Bueno pero es que ustedes están pidiendo una ofrenda voluntaria esto no es obligación, entonces por qué por ese micrófono que decir que entre los 10 que echen esa ofrenda más grande le rifan esto, ahora usted porque no dice, que entre los diez

197 que no dieron ofrenda los más pobres les vamos a rifar esto ¿Usted por qué no lo hace? ¡Cómo la ve ahí!

Entrevistadora: Y el qué te contestó.

Omar: “No, no, no, otro día hablamos” [refiere lo que le contesta el pastor].

Entrevistadora: mm…

Omar: Entonces ahí va, la segunda intensión, va por la monetariamente, entonces el man me dijo: “Por qué no ha vuelto” – Porque usted sabe… usted sabe mi hermanito… ¿Se acuerda lo que yo le dije? Me dijo: “Vos sos un bellaco” – ah… bueno, son cosas, que uno ve en la iglesia.

Yo sé que cuando uno va a la iglesia una va con los ojos a órale y con el corazón abierto a órale a

Dios. Pero uno también las malas. Yo a la iglesia donde fui bautizado no voy, pero voy a otras que son de las mismas, pentecostal unida de Colombia. Y pues uno va viendo, va viendo, que a ellos se les va pegando lo mismo, que acá en la iglesia mayor… porque la iglesia más grande ahora en estos momentos está en la Antonio Nariño y todo eso se les va pegando en las otras iglesias… entonces… por eso he optao por estar más en mi casa, orarle sólo, de día, tarde y noche y así está mejor uno con Dios… Porque esta salvación es individual, esto no es en montón.

Entrevistadora: A pesar de esto que no cuentas… en los tiempos en los que estabas más cercanos a estas iglesias… ¿Llegaste a sentir que aportaban algo las relaciones con las personas de la iglesia?

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Omar: O sea… [Silencio corto] No, o sea a mí en la iglesia nunca me aportaron nada.

Entrevista: ¿De ninguna manera, ni en términos de apoyo o cosas así?

Omar: No, Yo siempre he sido una persona que… que, que he echado es pa´ lante en rifas, sandalias lo que fuera pues… mi activación era pa´delante, o sea… una vez le pedí prestado [ silencio corto] a un pastor, me acuerdo tanto… que le pedí prestado 100 mil pesos para poder comprarme esta cicla, cuando recién… resulta que el man me dice: “Sí te las vamos a prestar pero tenés que devolverla” Yo le dije: No, yo se la devuelvo, pero yo decía en mi mente, yo se la devuelvo cuando tenga, no cuando usted me diga… Bueno, entonces me prestaron esa plata, yo con una rifa hice otra y me compré la cicla, entonces… yo iba a la iglesia y yo no llevaba plata.

Cuando una vez me dijo un diácono: “Bueno usted qué, va pagar la plata o no, o es que se la va a robar” entonces me quedé mirándolo… vea sabe qué, yo no me le voy a robar nada hermano, tranquilo que en cualquier momento yo le doy esa plasta ¿Oyó?, ¡Yo no soy ladrón, de pronto acá dentro si habrán más ladrones que yo! porque yo las cosas de Dios, yo las respeto. Antes de que me pasara esto, yo si era un ladrón, yo si era una porquería… pero yo ahorita, las cosas de

Dios las respeto, -lo que pasa es que ahora no tengo oportunidad de coger dinero, pero apenas empiece a coger yo te pago, si puedo te pago de una, sino te pago en cuotas- “Eso espero” [parte del diálogo que tuvo con el diácono]. Al año le pagué esos 100 mil pesos.

Entrevistadora: ¿O sea que ni siquiera en términos de amistades que te colaboren, que ayuden con motivaciones o algo?

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Omar: ¿De ahora?

Entrevistadora: Sí, de la iglesia…

Omar: No, pues yo tengo amigas de ya de edad de la iglesia, yo me trato con ellas las visito, nos ponemos a charlar de la biblía, compramos cualquier pan, cualquier cosa… para uno alimentase en el ratico agradable con Dios. Para qué, son muy chéveres las hermanas…

Entrevistadora: Omar, ¿usted siempre ha tenido como ese espíritu de superación?, porque lo nombras mucho, cuando reciente te preguntamos quién es Omar nos dijiste que una persona activa que ha estado siempre buscando. ¿Siempre ha sido así?

Omar: Sí.

Entrevistadora: ¿O de pronto el momento de discapacidad te generó mayor impulso de salir adelante?

Omar: Pues o sea… primero cuando me abalearon, que yo estaba en silla de ruedas, yo intenté, pues como le digo matame ¿No? [Silencio corto] igual no… pasó a peores. Pero ya después cuando ya llevaba un año, ya estoy caminando en muletas vamos es pa´delante…

[Silencio]

200

Entrevistadora: … O sea que siempre ha sido así.

[Silencio, se miran las entrevistadoras, corroboran que se haya realizado todas las preguntas necesarias en la primera sesión y al confirmarlo, se hace el cierre de la entrevista].

Entrevistadora: Bueno Omar muchas gracias por todo esto que nos has compartido, consideramos que aquí podemos ir terminando, si de pronto quieres decirnos algo más, compartirnos algo…

Omar: No… pues… lo que tengo para decirles sólo es que si este diálogo que ustedes tienen aquí, pronto se lo van a compartir a otra persona… que nunca se den por vencidos, que siempre que vean cualquier discapacidad en algo, en ellos o ellas, se superen, tenemos vida, tenemos esperanza, que podemos seguir adelante y hay un Dios, que está con todos los seres humanos.

Entrevistadora: Si… Muchísimas gracias Omar por compartirnos esta historia, queríamos compartirle también que para nosotras, ha sido esto también un proceso de aprendizaje muy bonito. La oportunidad que hemos tenido por ejemplo tú nos viste que estábamos hablando con

Daniel, estábamos hablando con Rodrigo, poder conocer esas historias le amplía a uno también la perspectiva y cuando hay personas que tienen esa fuerza interna tan grande, es de admirar.

Una verraquera de la que uno puede aprender. Esto ha sido un proceso no sólo académico sino también de aprendizaje personal.

Omar: Sí… Es que por lo menos las personas que están bien de sus manos, de sus pies todo, de pronto hay veces se fijan mucho en lo material, hay personas como lo menos mi mamá, mi

201 mamá en la casa se dañaba algo: “¡Que sí, que yo no sé qué, esto y lo otro!” Palabras soeces van, palabras soeces bien, yo – Mamá, qué pasó, las cosas materiales van y vienen, eso vuelve y se compra, si hay con que, y si no, la vida sigue, si, démosle gracias a Dios que al menos tenemos vida y salud y podemos seguir adelante” Y para qué mi mamá ha cambiado desde que estoy en todas esas cosas, yo le he enseño a ella, que uno debe de respetar, perdonar, admirar, reír… ¿Sí?

Así estés afligido y con hambre no demostrés, no demostrés en tu casa que estás así, antes dale gracias a Dios, y Dios proveerá. Yo hay veces, volteando y llego a la casa y dice mi mamá: “¿Ya almorzaste?” -Sí señora- Y no me he comido ni un banano. –“Ve que hice una cosita más rica” – ah amá, usted quiere que el pruebe su menú- entonces sí… Entonces muchas personas se lamentan por eso… no… levántese, que la vida sigue [silencio corto] de todas maneras, mucho gusto haber hablado con ustedes, gracias por hacerme llorar [sonríe] y que sigan adelante…

Entrevistadoras: Muchas gracias… y que pena por lo de… de verdad muchas gracias…

[Sonríen].

Fin de la entrevista.

El siguiente fragmento, se grabó terminada la entrevista, pues la conversación aun luego de finalizar surgió una pregunta que consideramos importante para la investigación y se muestra a continuación:

Entrevistadora: Qué sientes cuando tú puedes tener la oportunidad de contar tu historia, la has contado antes nos decías…

202

Omar: Sí, ¿La historia mía personal de mi vida?

Entrevistadora: Sí, qué sientes cuando puedes tener la oportunidad de contarla, de volver a contarla…

Omar: O sea siento que me desahogo, y que puedo estar dando… un consejo a las personas que escuchen lo que yo he sufrido, lo que yo he guerriado y ahora lo que soy, ¿sí? Hay personas que no entienden… Quizás, no aprenden, de que, hay personas que hay perdido desde la juventud, porque no han cogido pues… criterio de lo que les enseñan ¿Ya? Yo por lo menos yo… a mí me daban muchos consejos cuando estaba en mi juventud creciendo, pero no los aceptaba… hasta que uno no le pasan las cosas no aprende…

Entrevistadora: Y… bueno tú dices, es como un ejemplo de vida y para que las personas aprendan un poco a escuchar esos consejos, pero a ti te queda algo cuando tu vuelves y cuentas esa historia, aparte de desahogarte, ¿Es como si pudieras conocerte un poco más?

Omar: O sea… me queda de que soy culpable de mí mismo y de mis hechos, de mis actos, o sea que sembré donde no debía sembrar, sembré en tierra mala, si hubiera sembrado mi mente y mi corazón en tierra buena, hubiera sido un futbolista profesional… así como ahora pienso, ser un campeón olímpico mundial algún día.

Entrevistadora: [Sonríe] Allá te veremos, seguramente. Muchísimas gracias…

203

Omar: [Sonríe] Bueno…

Fin del fragmento.

Segunda entrevista.

Realizada 01/07/15

Duración: 00:29:36.

La entrevista se realizó en el Club Nuevos Horizontes en horas de la mañana, 11:00 am.

Entrevistadora: Bueno, Buenos días Omar, el día de hoy la idea es que en la sesión de entrevista, lo que vamos a hacer es preguntar sobre algunas cosas que no preguntamos la entrevista anterior, o cosas que de pronto tú hayas dicho que nosotras no comprendemos bien, entonces queremos profundizar.

Empecemos… ¿Para Omar qué significa la discapacidad?

[Silencio].

Omar: ¿Qué significa la discapacidad para mí?

Entrevistadora: O qué piensas de la discapacidad…

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Omar: Pues… que es… un… afecto para el cuerpo humano, para uno poderse desplazar como debe desplazarse.

Entrevistadora: Alguna vez antes de adquirir la lesión tú tenías alguna idea o pensabas algo, o hablabas de pronto sobre eso, qué pensabas cuando veías unas persona con discapacidad…

Omar: Pues me daba mucha nostalgia y… Me preguntaba yo mismo que era muy duro, y pensaba yo en mi mismo que el día que me sucediera a mí una cosas de esas [silencio corto] me quitaba más bien la vida [silencio corto].

Entrevistadora: Algo de eso habíamos hablado en la entrevista pasada…

Omar: mm…

Entrevistadora: ¿Estuvo muy presente ese pensamiento?…

Omar: Sí, Estuve a punto de cometerlo pero no logré, no se pudo concretar… [Baja el tono de voz y la mirada] Gracias a Dios…

Entrevistadora: Eh… de alguna manera que te impulsó a no, no hacerlo, qué te detuvo

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Omar: Pues... miré desde un ángulo muy difícil y dije no… para qué me voy a quitar la vida si puedo [pausa] lograr muchas cosas de aquí para adelante la vida está, hay esperanza y hay que echar para adelante… [Silencio].

Entrevistadora: Es un poco de lo que hablábamos la entrevista pasada ¿No?... [Silencio de ambas partes] Tú familia qué crees que piensa de la discapacidad.

Omar: Mi mamá me comentó varias veces a mí que, que… que ella lloraba mucho cuando yo me iba, en la silla… a las terapias, que ella lloraba mucho, de verme así… que… ella le pedía a

Dios de verme así que me ayudara pa´ parame si quiera en unas muletas…como ella sabía que yo era muy, muy avispao, muy atléticamente en el deporte, y todo pues, alegre…

Entrevistadora: ¿Qué pensaban tus hermanas, sabes de pronto algo que ellas piensan o te hayan dicho?

Omar: En una ocasión una de ellas… eh... me deseó la muerte, que era mejor que me fuera muerto, entonces yo pensando así le dije: No pues… si vos estás pensando que era mejor que haya muerto, ahora más con más fuerza voy a sobrevivir, voy a salir hacia delante, a ver cómo te queda a vos el ojo. Y aquí sigo…

Entrevistadoras: Cuántas hermanas tienes, hemos hablamos de ellas, pero no…

Omar: 5

206

Entrevistadoras: ¿5 hermanas? En qué orden estás, eres el mayor, el menor…

Omar: De los hombres soy el mayor…de las mujeres mis hermanas las que son mellizas son las mayores, o sea que yo voy de segundo.

Entrevistadora: ¿Tienes hermanos dices?

Omar: Dos hermanos, pero ya hay uno que está muerto, lo mataron y el otro… hay uno que, que, está en las calles perdido en las drogas y el vicio…

Entrevistadora: O sean que en total son 8, y ¿él tiene más o menos tu edad?

Omar: Sí él tiene 44 años yo tengo 45 [silencio corto].

Entrevistadora: ¿Siempre viviste con ellos?

Omar: Lo que pasa es que yo desde muy niño me salí de la casa, a gaminear entonces…pasé más tiempo en correccionales y cárceles que…que en mi propia casa, lo que hace que llevo de la lesión, es lo que hace que llevo estable ahí en la casa…

[Silencio ambas partes]

207

Entrevistadora: Cuando… tú nos hablabas la otra vez, del suceso pero no nos diste mayores detalles no dijiste que fueron tres impactos de bala, pero no nos contaste cómo fue, podrías narrarnos cómo fue lo que pasó.

Omar: No pues estando yo preso, eh… un enemigo que me causé allá, entonces… ya en la calle, cuando salimos, me cogió pues como dice el dicho “ A la fija” volteado y me abaleó… me dio tres balazos y… él pensó que me había matado y pues… un policía, yo no sé de dónde salió le hizo dos tiros, y él se fue, yo quedé ahí tirado… pues… los dos tiros que el policía hizo, se los pegó a un muchacho jovencito en la cabeza, y el murió, por defenderme a mí, entonces ya… de ahí me llevaron para el hospital como a la hora y media de estar ahí tirao…

Entrevistadora: ¡En serio!

Omar: Sí. Y allá al hospital llegué y se demoraron como media hora cuarenta minutos pa´ bajar el cirujano de urgencias de arriba. Entonces ya… el médico creyó que yo estaba muerto, yo ahí le abrí los ojos y le dije: doctor hágame el favor y me opera que yo estoy bien… yo sé que me operan y quedo vivo…” ¡Verdad hermano! Yo creí que estaba muerto, vámonos pa´ cirugía”

[hace referencia a la voz del doctor] al otro día ya amanecí sin mover los pies, con sondas por un lado por el otro [señala con las manos partes de su estómago] la barriga abierta… bueno…

Entrevistadora: ¿Los tiros fueron por la espalda?

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Omar: No, fue acá por el frente, entonces me cogieron hígado, abdomen, intestino, nervios y médula [Silencio corto] pero gracias a Dios tengo…

Entrevistadora: En ese periodo de rehabilitación, de pronto ¿hubo algún médico, o algún enfermero, o un profesional que fuese como un apoyo importante para ayudarte a superar?

Omar: No… el valor mío fue, Dios y mi madre. Más que todo valoré seguir adelante fue por mi madre…

Entrevistadora: Tú nos comentabas que esa había sido una de las razones también por las que decidiste cambiar la vida que llevabas.

Omar: Sí, o sea mi madre y lograr ver en un futuro mis hijos ya grandes, de 18 años para arriba, gracias a Dios ya el varón cumplió los 18, la niña va en 16… Bendito Dios se me están dando las cosas como las pensé.

Entrevistadora: Omar, a raíz de toda esta historia que nos has comentado qué puedes decir que cambió en tu vida.

Omar: Mi forma de ser… mi forma de actuar…

Entrevistadora: En qué sentido, en qué cambió.

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Omar: O sea porque yo era delincuente común… entonces… debido a la lesión me alejé de todo eso… pues uno así, si no pudo estando bien, mucho menos estando inválido, más rápido lo matan a uno… o lo dejan más mal herido de lo que está.

[Silencio de ambas partes].

Entrevistadora: Si pudieras de alguna manera decir… qué es lo que más has aprendido en todo este tiempo, en todo este proceso de cambio que has tenido qué sería.

Omar: Valorar la vida… [Silencio corto] Valorar la vida y la forma de vivir…Valorar más que todo a las personas que me han demostrado aprecio cariño, en el momento en que más lo necesitaba… [Silencio corto].

Las entrevistadoras se toman un minuto para revisar qué más puede faltar por indagar.

Entrevistadora: Bueno Omar, yo creo que podemos ir terminando…

[Se dirige a la segunda entrevistadora y le pregunta: ¿A ti te falta preguntar algo de lo que veníamos hablando?- No, ahí está-].

Entrevistadora: Listo… eso fue todo, [sonríe] realmente la entrevista pasada fluyó muy bien y tú nos fuiste contando muchas cosas valiosas… De pronto quieres preguntar algo, o contarnos algo más…

Omar: ¿Ustedes vienen de universidad o de dónde están ustedes?

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Entrevistadora: ¿En qué universidad?, En la universidad cooperativa de Colombia, has oído hablar de ella...

Omar: Dónde queda eso.

Entrevistadora: tiene dos sedes, una por el norte, en la flora y la otra sede en el sur, en el antiguo colegio Villegas, atrás del psiquiátrico.

Omar: Y ustedes para qué están estudiando…

Entrevistadora: Estamos estudiando psicología, para ser psicólogas.

Omar: Ah… para psicología…

Entrevistadora: Ajá.

Omar: En cuanto a eso, eso sí es bueno porque… cuando uno… recién está pues… en recuperación, a uno lo llevan donde un psicólogo, entonces el psicólogo le dice a uno: “Vea… usted quedó en estas condiciones, pero la vida sigue…Ya cuando uno queda así, ya los amigos, papás, mamás, hermanos de pronto lo pueden valorar, de pronto lo pueden discriminar, así…"

Entrevistadora: Sí… es como una especie de preparación.

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Omar: Sí, entonces a mí me cogió también el psicólogo y yo le dije: No… yo voy para delante, yo sé que lo puedo lograr, que no puedo lograr algún día ser el mismo, pero puedo lograr sí que yo tenga una vida como ser humano, sí, valorame, seguir adelante, poder hacer lo que yo más pueda, sí, que yo no puedo hacer ahora sería… brincar y andar sólo sin ese bastón, pero de resto ya todo, gracias a Dios todo lo hago.

Entrevistadora: Tú decías que empezaste en silla, luego pasaste a caminador, luego a dos muletas, de ahí pasaste a dos bastones y ahora vas en uno ¿Hay posibilidades de quedar…?

Omar: Pues tengo mucha fe, que algún día me pare de la cama… caminando sin bastón y sin aparatos. Qué bueno sería, O sea yo digo que, por lo menos a nosotros los que estamos bien y nos pasan estas cosas, nosotros cambiamos ¿No? La forma de ser y todo… ya nos volvemos más nobles, o sea lo primero, es muy duro y se vuelve uno pues… como especie de manipulador a los hermanos, madres, hijos, familiares de todo… pero uno como el tiempo va cambiando.

Entrevistadora: Manipulador en qué sentido…

Omar: o sea que uno quiere… que le hagan… Por lo menos ¡Vea que un vaso de agua!

Háceme el favor y me traes ese vaso de agua –Espérate…-¡No traémelo que tengo sed! ¿Sí? Por ese mismo estilo todas las cosas que usted necesita… [Señala y hace el gesto de gritar para que le traigan el vaso de agua] entonces yo me puse a pensar ahora ratos… cómo serán personas que les pasa lo mismo que a uno le pasa, y se vuelve a recuperar y quedan bien… y pues uno es tan desdichado en la vida que vuelve a lo mismo y se vuelve hasta más patan, más grosero, y ya

212 quiere menospreciar a todo el mundo que porqué lo abaliaron y volvió y se paró y bueno… me pongo yo a pensar eso… porque ha pasado eso…

Entrevistadora: Si pueden ser dos opciones de lo que alguien puede pasar…

Omar: Sí… yo he visto que por lo menos Dios tiene un propósito con todos los seres humanos

¿sí? Si Dios sabe que este lo va a parar para volverlo a lo mismo, ahí lo deja, ahí te estás, sí, él no va a parar a un asesino, para ir a matar unas 100 personas, eso sí es una mentira… ahí lo deja y sí está picado muy a loco ahí lo achaca más… que se porte más serio… si… eso es lo que pienso yo en mi mente.

[Silencio ambas partes].

Entrevistadora: Ahora… recuerdo algo que dijiste la entrevista anterior al terminar sobre que habías sembrado en tierra mala… usabas esa imagen por decirlo así…

Omar: O sea sobre la mamá de mis hijos.

Entrevistadora: Ah… ya.

Omar: Que yo sembré en tierra mala, o sea me enamoré en algo que no debía enamorarme.

Entrevistadora: Nosotras pensamos que lo referías un poco a tu vida en general, a las cuestiones de lo que decías de andar en esas andanzas…

213

Omar: No… y también, también claro… porque si fuera cambiando mi mente para el estudio, juicioso y estar en lo que estaba… una vida cotidiana buena, pero cambié por otro lado, me fui por un mal camino y tuve mi recompensa… la cual labra su propio destino. Entonces hay gente que no comprende esos detalles… igual más que todo… yo cuando estaba niño, a los 9 años mi papá se murió y queda uno desprotegido pues porque la mano derecha puede ser el padre y la mano izquierda la madre. Pero ya cuando muere el padre o la madre uno de los dos, pasa a ser las dos manos, si… entonces… si mi padre hubiera estado vivo yo creo que yo hubiera sido el futbolista que quería, el hombre que yo quería ser [silencio corto].

Entrevistadora:… El deporte nunca lo dejaste… siempre estuvo y está en tu vida, y ahora digamos en otras circunstancias pero igual eres deportista.

Omar: A mí siempre me ha gustado mi deporte, mantener atléticamente bien…estado físico en salud, porque después de que uno tenga vida, la vida está pero si uno no práctica un deporte la vida es salud… el deporte es salud. Ayer nada más mire a una amistad, el man está en silla de ruedas, pero no ese man está en los meros huesitos haga de cuenta como esos niños del África, y lo vi en el carro, como él está discapacitado con sonda en el miembro, entonces me arrimé yo al carro porque él fue a reclamar unos insumos, le dije: Qué, qué más… el hombre mantiene perdido en su vicio, en su trago… yo me quedo mirándolo y digo en la mente, Dios todo poderoso cámbiale la mente a este hombre, porque este sí está es grave… uno bien llevado y dándole a la vida más, entonces uno no hace nada sí o no…

214

Entrevistadora: Claro… y todo lo que implica estar en una situación así…

Omar: Sí los compañeros míos que están en sillas de ruedas cada rato escaran, les da infección en la orina, por la quietud… vos sabes que estar de aquí para abajo, o sea recibe uno salud de aquí pa´ arriba [señala con sus manos desde sus piernas hasta su parte alta del tronco] por lo menos gracias a Dios yo pedaleo, yo camino… me mantiene estable me mantiene bien.

Entrevistadora: De igual ellos también están viviendo su proceso, a su forma.

Omar: Sí y lo que trato es de ayudarlos, apoyarlos…

Entrevistadora: La entrevista pasada creo que hablamos de que significaba para ti hacer parte del club, ser parte de un grupo…

Omar: Pues yo uno, yo siento en mí mismo que soy uno más para este grupo de personas, con las cuales quizás cuando llegué no daban un peso por mí la primera vez cuando vine aquí a entrenar… y ellos ahora me ven y me comparan con el negro taison, el que es más acuerpao,

“vean el taison blanco” Entonces yo escucho… y otorgo y voy sacando conclusiones de mí mismo, vea… me están comparando con una persona que aquí también empezó de la nada y lo ven fuerte a uno pues… bueno. Una alegría más para uno y seguir adelante…

Entrevistadora: Que la gente empiece a ver los progresos que uno vaya teniendo, impulsa y motiva.

215

Omar: sí señor…

Entrevistadora: Bueno, Yo creo que podemos ir terminando, muchas gracias Omar nuevamente, por este espacio…

Omar: De todas maneras por aquí a la orden… [Fin de la entrevista].

Entrevista Henry:

Primera entrevista.

Realizada 23/06/15

Duración 00:36:45

La entrevista se realizó en las instituciones del Club Nuevos Horizontes, a las 10:56 am. Se realiza el protocolo del consentimiento informado y una vez abordado este paso se procede a realizar la entrevista.

Entrevistadora: Hoy 23 de junio empezamos eh la entrevista con Henry, un participante de nuestra investigación. Bueno Henry cuéntanos ¿Quién es Henry?

Henry: Pues, es una persona humilde, muy trabajadora, deportista. Que… se ha propuesto a salir adelante pese a la discapacidad que ha tenido. Jum… porque una cosa es estar uno bien y otra cosa es llegar a un momento de una situación de estas. Es un giro que le da la vida a uno y tiene que saberlo asimilar, tampoco se va aquedar uno ahí que porque ya se le acabó la manera de caminar, ahí llegó la vida no. Hay muchas cosas, que… hay barreras que hay que derrumbar, barreras que hay que pasar, muchas situaciones que nos encontramos y muchos se quedan ahí

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¿no? Tengo que vencer ese obstáculo y salir y demostrarle a otras personas con la misma discapacidad que sí se puede salir adelante con lo que sea, con un deporte, pero está la manera de no quedarse ahí, vencer, vencer y vencer y vencer y no darse uno por vencido, es lo que en mi mente tengo.

Entrevistadora: Que bueno. Henry hablemos un poco de ese antes, como te dije anteriormente vamos a trabajar acá la entrevista con un antes y un después de lo que desencadenó la situación de discapacidad. Cuéntanos antes ¿Quiénes conformaban tu núcleo familiar?

Henry: ¿Quiénes? O sea como en el sentido de la mujer o...

Entrevistadora: Personas significativas, esas personas. Tú esposa, tu mamá, tu papá, tus abuelos.

Henry: Parte de mi familia mi mamá y mi papá, tuve un apoyo. Apoyo de siempre salir adelante. Pero ya de la mujer así, ya lo ven a uno con una situación y ya lo ven a uno y lo hacen a un lado y ya buscan su rumbo no, que es el de ellas, ya uno pues vera que tiene que asimilar todo eso, salir adelante.

Entrevistadora: Cuéntame un poco más cómo eran esas relaciones con tus papás por ejemplo, antes de la situación de discapacidad con quién eras más unido…

Henry: Pues hasta el momento… era igual también todo, de una situación así que uno ve más como la, más el apoyo, más unido, más unión sí me entiende, como más apoyo, pero pues igual sigue uno con el apoyo de la familia.

Entrevistadora: Es decir que tú sientes que de alguna manera, las relaciones mejoraron a través de la situación de discapacidad.

Henry: Sí, mejoraron.

Entrevistadora: Sientes tú que se acercaron un poco más a ti, por ejemplo tus papás.

217

Henry: Sí como más, como te digo, como más unión si me entiendes.

Entrevistadora: Ok. Y cuéntame, lo que mencionabas ahorita, tú tenías esposa en ese entonces, vivías con ella y cómo era esa relación.

Henry: Bien, era bien. Mientras estaba era bien.

Entrevistadora: Se entendían bien, se querían mucho.

Henry: Todo pasaba bien, todo era bien, todo bien. De un momento a otro cuando quedo así

[señala sus piernas refiriéndose a la discapacidad motora] como que no cuadró la vuelta, entonces mostró muchas cosas como, como te dijera yo. Como no hablarle a uno directamente las cosas, sino que siempre buscando la manera de mentir de otras cosas. Hasta que se dan las cosas y bueno, cada cual coja por su lado porque así no se puede. No hay ese apoyo de la mujer de uno, entonces no lo hay, tiene que buscar ella el apoyo para ella, como dicen ya le dan camino libre.

Entrevistadora: Tú tenías hijos, tú tienes hijos.

Henry: Sí, tengo dos hijas.

Entrevistadora: Dos niñas, y como era la relación con tus hijas, en ese entonces.

Henry: Pues… con la última es bien, hasta ahora es bien.

Entrevistadora: La menorcita…

Henry: Sí. La otra sí ella no me conoció así no, estuve bien. Ella tiene ya 17 años y ella no me conoció así [señala sus piernas refiriéndose a la discapacidad motora], ella me conoce ya, yo, yo la peque... En cambio la otra empezó a, desde el año estuvo conmigo entonces fue la que más estuvo conmigo, la que más estaba ahí.

Entrevistadora: Eh, cuéntame Henry tú crees que tu familia tenía un concepto de ti, una imagen de ti.

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Henry: Sí… como toda familia, ¿si me entiende? Tienen un quien es bien y quien es buen…

O sea en el sentido de responsable y todo eso no…

Entrevistadora: Te decían que eras responsable…

Henry: Sí. Yo siempre he tenido ese carácter de ser así. Sino que la situación como te digo cuando uno está en una situación así es un giro muy… muy drástico ya uno tiene que empezar acoplarse a este tipo de vida.

Entrevistadora: ¿Ese rol de alguna manera crees que cambió?

Henry: Sí… o sea.

Entrevistadora: Antes te decían, por ejemplo te tenían en el concepto de uy Henry es super trabajador, es responsable.

Henry: Bueno, todavía, todavía. Aun así como estoy [señala sus piernas refiriéndose a la discapacidad motora] yo todavía trabajo, todavía me defiendo.

Entrevistadora: ¿Qué cambió de esa imagen, qué crees tú que cambió?

Henry: ¿Que, qué creo que cambió?

Entrevistadora: Sí.

Henry: Pues en la forma de hacer las cosas no. Porque uno pues cuando está bien, tiene una capacidad de hacer las cosas bien. Ya en este momento, uno las hace, pero entonces ya más… como más pausado… como más pasivo, no es como más [en el minuto 1:39 no se le entiende la palabra que dice] sino como más pasivo, más suave.

Entrevistadora: Cuéntame Henry, tu tenías amigos, con que contar, digamos antes de esa situación.

Henry: Si, eran amigos.

Entrevistadora: ¿Quiénes eran ellos? Cuéntanos.

219

Henry: Pues, compañeros de trabajo no. Uno que otro si, amigos.

Entrevistadora: Muy cercanos a ti.

Henry: Compartía muchas cosas. Sí, así como una, una amistad muy chévere.

Entrevistadora: ¿Qué hacían digamos en el tiempo libre?

Henry: Pues, en el tiempo libre íbamos a jugar billar, fútbol, eh, íbamos mucho. Muchas cosas se hacen así. Ahora pues ya la amistad cambia de esas personas.

Entrevistadora: ¿Qué cambió?

Henry: Pues que ya las personas que uno conocía era, es muy diferente ya uno salir con una persona decir vamos a jugar fútbol, ahora ya en esta situación no, ya son otras cosas diferentes no. Entonces esa amistad cambia. Ya otro tipo de, de amigos quizás en la misma situación, quizás con otra…

Entrevistadora: De acá del Club.

Henry: Exactamente. Ya, ya es diferente la vuelta ya.

Entrevistadora: Y cuéntanos, tú crees que dentro de ese grupo de amigos, tenías una imagen que ellos pudieran describir de ti.

Henry: ¿De ahora o lo del pasado?

Entrevistadora: De antes.

Henry: Sí hay, yo tengo amigos, por lo menos yo tengo por acá cerca tengo uno donde yo voy y hablo con él y, chévere, bien, y él tiene un buen concepto y. La amistad no se ha perdido, él sigue siendo el mismo eh, que me conoció y que yo conocí.

Entrevistadora: Por ejemplo, uno dentro de un grupo de amigos puede llegar a ser la más tímida, eh o por el contrario la más entradora. Digamos, qué rol crees tú Henry que cumplirías dentro del grupo de tus amigos, ah ese Henry es un chiste, o ese Henry es el malgeniado…

220

Henry: Pues de pronto un poquito más tímido. Porque yo no soy de las personas que, si soy sobresaliente, no. Pues me gusten las cosas sí, pero suave. En ese caso si era un poquito tímido.

Entrevistadora: Y ahora.

Henry: Ahora pues… yo pienso que, creo igual pues porque sigo siendo el mismo, sino que con una diferencia no, pero pues la tímida sigue siendo la misma, para mí no ha cambiado.

Entrevistadora: Ya. Ahora cuéntanos un poco de esa participación en instituciones.

Anteriormente tú nos decías, pues yo trabajaba, ¿qué hacías?

Henry: Yo siempre he tra… He pintado, he sido pintor, carros, motos, lo que sea. Ahora ya en esta situación ya no pinto carros, ya son motos, muebles, lo que resulte, así, cosas así. Eso es lo que yo hago. Ahora estoy en una mueblería bien, en donde siempre he estado trabajando, y sigo trabajando.

Entrevistadora: Tú, participabas en algún grupo deportivo, te gustaba practicar algún deporte.

Henry: Siempre, o sea. ¿Anterior?

Entrevistadora: Sí, antes. Antes de.

Henry: Sí… al fútbol, al fútbol era el que más me gustaba y al ciclismo que era lo que a mí me, me movió el piso. Ahora ya pues como cambian las cosas ya uno busca un deporte que se adapte a uno o adaptarse uno al deporte, esa es la diferencia no. Entonces ahora estoy en natación no, que es el deporte que más le ayuda a uno.

Entrevistadora: Y cuéntanos Henry tú qué crees que te aportaba a ti, para tu vida el ciclismo, el fútbol.

Henry: Pues me aportaba a mí. Digamos, no en dinero, no en cosas así, sino en salud, si me entiende. Que el deporte usted sabe que uno lo hace es por salud, entonces me gustaba mucho por salud, usted sabe que por la salud uno requiere de un deporte para estar activo no. Entonces,

221 por eso me gustaba el ciclismo y el fútbol. Fútbol es un deporte donde tú vas a correr y permaneces y vas a quemar mucho… mucha grasa, muchas cosas, entonces el cuerpo va a estar, activo, va a estar…

Entrevistadora: Regio.

Henry: Regio, sí, esa es la realidad.

Entrevistadora: Ah que bien Henry, ahora a partir de lo que nos ha contado, vamos a llegar a ese punto, si tú lo deseas narrar, ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué desencadenó la situación de discapacidad?

Henry: Eh, eh… ¿Por qué quedé así? Es, estamos en un país donde hay mucha violencia y te matan por un par de zapatos, por quitarte cualquier cosa, te... si no la tienes te, te chuzan, entonces eso es lo que pasa. No, yo iba en mi cicla normal y por quitarme la cicla, me tiraron un tiro ahí, y de ahí paila, y de ahí para allá es donde vengo presentando el problema, y… ese fue el giro no.

Entrevistadora: Cuéntanos Henry si quieres cómo fue ese proceso, por ejemplo de la recuperación...

Henry: Al principio fue muy difícil, al principio da difícil porque vos te encontrás en un momento donde empezás a similar las cosas, pero no las captas en el momento, sino que eso va llevando su tiempo, su, su momento no. Entonces cuando quedas en un momento así, se te cambia la vida de que vos ya no podes caminar, eh, entonces eso te va a llenar de muchas, muchas influencias, muchas cosas, donde te va a dar malgenio, querés acabar con tu vida, querés deshacerte, pero pues poco a poco va, hay una escala donde usted empieza y va subiendo, va subiendo y va viendo el cambio. Entonces ya usted se adapta y sale adelante, no es que, me quede ahí porque no puedo caminar y ahí se acabó, quedé así no puedo bailar. La vida sigue y la

222 vida hay que llevarla, sólo dios nos la quita. Eso es lo que… hay que tener presente, entonces pa´ delante. Nosotros vamos a llegar hasta donde lleguemos.

Entrevistadora: Cuando tú dices es como una escala y uno va subiendo y llega, podrías describirnos más a qué se refiere esa escala.

Henry: Por qué es una escala, es decir, quedaste en una situación donde quedas pasmado no, no sabes qué hacer, entonces vienen consejos, vienen ayudas, donde te van a dar una terapia, por medio de la terapia vas teniendo reconocimiento, vas avanzando. Entonces yo le llamo escala, quedaste en un punto y diste un paso, diste el segundo, el tercero y ya avanzaste, entonces yo le llamo escala no.

Entrevistadora: O sea, estuviste en un proceso de recuperación, de fisioterapia cómo fue esta rehabilitación.

Henry: Sí, sí porque yo quedé así no [señala sus piernas refiriéndose a la discapacidad motora], entonces en el momento yo no sabía qué hacer entonces llegó una señora me prestó un carnet, el cual uno tenía un servicio de médicos sin fronteras, entonces yo estuve allí, allí lo rehabilitan a uno, le van enseñando cómo debe hacer las cosas, cómo debe manejar la situación.

Todo eso, entonces uno aprende, medio el consejo, va viendo las cosas, las personas que no se cuidan, como quedan, como se deterioran. Entonces uno ve eso y no, yo no quiero llegar a eso, quiero salir adelante, son cosas que uno va escalando no, y va saliendo adelante, entonces llega el deporte, llega, entonces usted se apega más a eso como pa’ delante, no pa´ atrás…

Entrevistadora: Cómo elegiste tú el deporte.

Henry: Porque yo fui invitado, entonces.

Entrevistadora: ¿Por quién?

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Henry: Por un primo, entonces yo llegué y me dijeron métase… Nadé. Entonces me vieron pues la forma como de…

Entrevistadora: Tienes talento...

Henry: Sí, y bueno, empezamos y ya, empezó todo y fi… hágale.

Entrevistadora: Le empezó a gustar.

Henry: Sí… y pa´ delante ya medallas, de todo.

Entrevistadora: Henry cuéntanos un poco esas cosas, que...

Henry: Logros.

Entrevistadora: Esos logros, esas cosas tan chéveres que empezaste a...

Henry: Pues eso se dan con el trabajo no, es un trabajo, es un proceso y se va dándole y le va gustando y usted ya sabe que, un trabajo se hace respecto diga usted, unas marcas, entonces usted tiene que vencer esa marca, venciendo esas marcas entonces usted tiene un rival. Y todo eso lo va tomando a uno como aprecio al trabajo y ese es el fruto del trabajo.

Entrevistadora: Y esa siempre ha sido como tu filosofía

Henry: Sí. Siempre estar por encima del mejor, hay que trabajar duro.

Entrevistadora: Hasta antes de la situación, ¿siempre pensabas bueno, vamos a montar cicla, me voy a proponer esto?

Henry: Eh, hacer y a ir. Y es que uno mismo se pone las metas, yo quiero ganarle a fulano de tal y eso es lo que uno hace, trabajar pa´ eso. Es como cuando uno hay un torneo, un campeonato de fútbol, todo los equipos se preparan iguales, pero hay equipos que se preparan que quieren ser el mejor. Entonces hay que... para ser eso, uno tiene que ser el mejor. Vencer muchos obstáculos como se dice, ahora para poder llegar a ser el primero no, para poder estar en el podio, ser el mejor.

224

Entrevistadora: ¿Y qué te dejó todos estos logros?, ¿qué te hace sentir?

Henry: No pues cuando uno tiene, como todo deportista. Cuando uno tiene un logro toda la felicidad de un deportista, tener el logro de representar el Valle a Colombia, eso es como, como deportista le agradece al deporte no. Eso es el logro, entonces uno como deportista no se sube al podio entonces no está representando nada.

Entrevistadora: Se pone la cuota bien alta.

Henry: Exactamente.

Entrevistadora: Cuánto tiempo llevas entrenando en términos de años.

Henry: Pues desde que yo quedé así, empecé a entrenar a los seis meses, de haber quedado así empecé a entrenar y de ahí vamos entrenando ya 12 años, aquí voy para los 13 años.

Entrevistadora: Cuándo llega el primer momento de superar esa marca personal, cuándo empiezas a incursionar en los deportes…

Henry: Hubo un clasificatorio en Bucaramanga, un campeonato en Bucaramanga y ese día pues yo no podía participar porque no estaba preparado, pero sin embargo me llevaron pa´ que conociera y yo le dije no, yo quiero nadar y ese día me traje dos medallas de plata y dos de bronce.

Entrevistadora: No digas, ¿así sin prepararte? Tú no ibas a la competencia como tal.

Henry: No iba a la competencia, entonces ahí ya. Me vieron el talento de este man sirve.

Entrevistadora: Cuéntanos Henry tú ahora me decías mira que yo sentí mucho más apoyo de mi familia a raíz de esa situación, cómo fue ese apoyo, qué te decían ellos.

Henry: Pues una situación en el momento, no, no puede trabajar, entonces ya ellos decían vamos a colaborarle en esto, esto, esto, no se preocupe por esto. Entonces ya uno va, pero

225 siempre uno tiene que salir adelante como te digo, no atenerse, nunca he sido yo una persona atenida, siempre me ha gustado yo mismo.

Entrevistadora: Los miembros de tu familia en términos de cercanía, o de personas que estuvieron más pendientes o menos pendientes, ¿cambió a raíz de la situación de discapacidad?

Henry: Sí… claro porque ya no es lo mismo uno valerse por uno mismo, como le digo hágase allá ya no puedo, no, yo hago lo posible ya me defiendo, cuando me toca pedir el favor sí ya...

Entrevistadora: De pronto hubo la cercanía de un familiar que antes yo casi nunca lo veía, no lo conocía y a raíz pues de la situación empiezas a tener más contacto con esa persona, es decir, personas que hayan estado allí, o personas que se hayan retirado, porque eso también pasa, la familia cambia.

Henry: No, siempre yo he estado con los de la casa, con la familia de la casa.

Entrevistadora: Tu núcleo más cercano.

Henry: Sí, los de la casa. Las hermanas, papá y mamá, y así familiares más cercanos, sí me entiende, igual.

Entrevistadora: Henry, cuéntanos qué tipo de roles o responsabilidades crees que cambiaron a raíz de la situación de discapacidad, por ejemplo: Tú nos decías siempre me decían a mí que era responsable, trabajador...

Henry: Yo eso nunca lo he dejado, yo siempre he sido igual… para mí lo único diferente ha sido la situación. Pero yo siempre sigo siendo el mismo, no hay que yo, que yo me tenga que atener no. No me gusta, de pronto yo mismo hacer mis cosas, rebuscarme y hacer lo que sea, pero que se vea lo que yo hago.

Entrevistadora: Con tus amigos, qué tipo de cosas cambiaron.

226

Henry: Pues cambiaron así, como te decía, lo que es el ciclismo, lo que es el fútbol, o sea que siempre hacíamos esas reuniones para conformar un equipo para… competir con otros equipos, ya eso cambió, todo eso cambió, ya eso no es lo mismo, ya las amistades que uno tiene ya son así normal, en silla en cualquier situación han de tener, si me entiende, entonces ya uno tiene más contacto con esas personas que con los anteriores.

Entrevistadora: Digamos que lo que los unía en términos de compartir o de actividad en común, como cambia, cambia también las amistades, ¿quieres referirte a eso?

Henry: Pues sí. Cambian en el sentido de cómo te repito, anteriormente uno, pues en un grupo, porque uno hace un grupo de amigos, vamos a formar un equipo, vamos a formar, vamos hacer un torneo, ya eso cambia, la amistad sigue siendo igual pero en ese sentido cambia.

Entrevistadora: Como la participación en actividades...

Henry: Exactamente, cambia. Pero la amistad sigue igual.

Entrevistadora: O sea, el vínculos de amigos se mantiene aunque ya no compartamos las mismas actividades.

Henry: Exactamente.

Entrevistadora: Luego de la situación de discapacidad, empiezas a participar en el club, empiezas a darte cuenta de los beneficios y hacer parte de esta institución. Cuéntanos esa participación cómo ha sido.

Henry: Pues cuando llegué al club, pues siempre tiene que uno estar como persona discapacitada o cualquier actividad, debe estar inscrito a un club no, entonces uno se inscribe al club y aquí ya empiezan a meterlo a uno, qué deportes hay, qué integraciones hay que hacer, cómo hay que manejarlo, todas esas cosas, entonces ya uno se une al club, ya uno empieza a entrenar, sea aquí o en las piscinas o sea con la liga, donde le toque a uno, entonces ya si es

227 campeonato por la liga, por la liga, si es campeonato por el club, por el club son cosas que van moviendo.

Entrevistadora: Qué cosas para ti a nivel personal, están como vinculadas al club.

Henry: Al club, es, es un requisito no, es un requisito que tiene que tener uno como deportista, cualquier deportista, como te digo debe afiliarse a un club para poder participar en cualquier, campeonato que haya. Si no está afiliado a un club no participa, porque no tiene el aval del club.

Entrevistadora: Es como el representante legal de deportista más o menos.

Henry: Exactamente. Es como una base que todo deportista…

Entrevistadora: Eso digamos en términos administrativos, y si lo pensamos en términos de las personas que están aquí, lo que comparten, lo que tú has aprendido...

Henry: Pues aquí hacen cómo te dijera yo, especie de como de integraciones, como, como especies de reuniones así. Sí me entiende, entonces ya muchos deportistas, los unen y hacen aquí eventos, entonces como uno anteriormente irse a una, a una fiesta, algo por decirlo. Entonces aquí entre los mismos deportistas con la misma discapacidad, se forma una recocha de esto por aquí, de esto por acá, es un ambiente que se crea nuevo.

Entrevistadora: Sientes que a ti te aporta eso a nivel personal.

Henry: ¿El club?

Entrevistadora: O, más bien esas relaciones del club para ser más exactas.

Henry: Pues, en el momento, el club sí aporta eso, como para relacionar el deportista estando como sea, sea el deportista de la categoría que sea o el deporte que sea. Es como una unión, como una integración de uno conocer al otro compañero, etc. etc. De conocer todos los compañeros del club, eso es.

228

Entrevistadora: De casualidad Henry ha tenido alguna vez, alguna relación por ejemplo con alguna institución como la iglesia, creencias o algo así.

Henry: Sí…

Entrevistadora: De pertenecer o de ir a iglesias.

Henry: De pertenecer no, de asistir, de ir, de, sí.

Entrevistadora: De ir a misas.

Henry: Sí.

Entrevistadora: Y a cuáles misas, ¿Católico?

Henry: Pues yo he ido a una iglesia que queda, o sea eso es cristiana es que es, que queda ahí por los bomberos, ahí por Puerto Rellena, esa iglesia, ahí en esa iglesia yo, me gusta ir a esa iglesia que es cristiana, como… como es que es, si cristiana.

Entrevistadora: Y qué crees que te aporta.

Henry: Pues… la verdad uno, o sea, sería mentiroso decirle que me aporta, uno tiene que tenerse… la fe que uno tenga no y pa´ uno decir que le aporta a uno tiene que estar es al… lo que es sentir, lo que siente de pronto la verdad de ir a una reunión de la misa, pues si sale normal, como no voy a decir que yo fui a una iglesia una vez y ya voy a sentir el cambio no… sería un mentiroso. Pero si, siente uno como un descanso, como una satisfacción, como si me entiende, como una alegría de ir a la iglesia, normal.

Entrevistadora: Henry para posibilitar más información para comprender ese tipo de transformaciones que hubo en tu vida, nos podrías decir: ¿cambiaron los planes, tú tenías unos planes específicos antes de la situación de discapacidad?

Henry: Sí, como, como toda persona no, quiere… o sea, hay un proyecto, tú quieres avanzar, tú quieres estudiar, quieres terminar tu estudio.

229

Entrevistadora: Tú querías estudiar.

Henry: Pues… prácticamente no digamos que estudiar, sino que siempre uno quería como… bueno yo quiero llegar a tal parte, voy a proponerme hacer esto. Así sea un trabajo, voy a conseguir esto, esto, esto. Ponerme hacer lo que yo quiero entonces eso fue.

Entrevistadora: Qué te habías propuesto en ese entonces, que imaginabas qué querías conseguir en ese entonces.

Henry: Pues en ese entonces, usted sabe que cuando tiene una obligación, el compromiso de uno es tener un hogar, tener su propio todo, medios, entonces se consigue lo suyo no. Entonces, su casa, todo, normal, entonces claro hay cambios porque ya en esta situación es más difícil. No es igual conseguir un trabajo y… claro que uno trabaja también pero ya no es lo misma… o sea, me refiero a, en el sentido de la movilidad.

Entrevistadora: De la funcionalidad no, porque las capacidades digamos…

Henry: Es igual, si no que ya se le dificulta a uno ya es decir, yo voy a llevar esa silla allá

[señala una silla que se encuentra en el cuarto del club donde guardan las herramientas deportivas], pero entonces tengo que llevarla en silla, no como alzarla y llevarla, sí me entiende, ese es un... O sea, te quita tener más, si yo me paro y la llevo allá no me demoro 1 minuto, pero en la silla de ruedas me voy a demorar ya el minuto, a eso es como entonces se le va la energía a uno.

Entrevistadora: Y ahora qué planes tienes.

Henry: Pues, planes hay muchos no. Planes… hacer lo mejor, representar al país, lo mejor que se pueda.

Entrevistadora: Participar aun en natación.

230

Henry: No, yo tengo clasificación pa´ Toronto, entonces estamos esperando es hacer un buen papel entonces.

Entrevistadora: Te vas para Toronto.

Henry: Sí, tenemos…

Entrevistadora: ¿Cuándo?

Henry: Me parece que el 2.

Entrevistadora: De este mes de julio.

Henry: Sí.

Entrevistadora: Cuando hablabas por teléfono, creo que tenía entendido que te ibas a desvincular de este club.

Henry: Sí yo, a eso vine acá.

Entrevistadora: Ah… y te vas a vincular a otro.

Henry: Aun no sé, no sé, eso uno tiene que ser, debe estar afiliado a un club no, para poder participar, entonces hay que mirar a ver qué opciones tienen en un club y que opciones le brinda el otro club.

Entrevistadora: Ok, y ahorita te vas con alguien en especial.

Henry: Sí, con toda la delegación, del valle todo eso, es que no solamente soy yo, sino atletismo, pesas, todo el club, los deportes, los, los que han clasificado son los que van, hay de

Bogotá de Medellín, de Bucaramanga, entonces nos reúnen a todos en un solo, en un solo grupo.

Entrevistadora: Henry usted tenía un concepto sobre la discapacidad antes, o no mencionaba nada de ese tema.

Henry: Pues… hablando así en palabras yo estando bien no, y yo pensaba no en ese momento no, no se me pasaba por mi mente, es como uno no sabe, ni tiene, eso no quisiera saberlo.

231

Entrevistadora: Qué pensabas tú de una persona en silla de ruedas.

Henry: Yo veía a una persona discapacitada yo, no, no me imaginaba ni me preguntaba que eso le fuera a pasar a uno, sí me entiende, pero la vida es muy justa e injusta no sé. Entonces ahí es donde uno ve las cosas, muchas veces uno tiene problemas y se los comenta a los demás. Y muchas veces pasa de que la persona ya va a tener el problema por cualquier situación, digámoslo así, se va a dar cuenta cuál es la situación que viven las personas en este caso.

Entrevistadora: Si te entendemos bien, lo que tratas de decir es que una persona va a entender la situación del otro sólo cuando se ponga en los zapatos realmente de la otra persona.

Henry: Exactamente, sí porque pues o sea, yo puedo decirle muchas cosas a ustedes pero no, no sienten lo que uno vive con esto, de que ya uno estando aquí mira cuáles son los, los inconvenientes, cuáles son los problemas y cuáles son las cosas que uno no.

Entrevistadora: ¿Puedes describirnos? Si quieres...

Henry: Como… pues, hay veces muchos… lo ven a uno y no son solidarios no, o sea no se fijan que de pronto, esa persona más adelante puede llegar uno no sabe, a tener la misma situación que tiene uno, entonces uno no debe ser así de ser como te dijera.

Entrevistadora: ¿Discriminar?

Henry: No, no, no. Ser… ser cómo se llama esa palabra, no, o sea como ser, ser servicial, sí me entiendes, servirle a la persona sea como sea, sea bien o sea mal, tener un buen... Sí me entiende, uno no sabe hoy y mañana qué situación se encuentre.

Entrevistadora: Y antes eras servicial con las personas.

Henry: Sí, siempre he sido así.

Entrevistadora: Ahora que hablas de las personas, qué piensas de la sociedad o qué crees que piensa la sociedad respecto a la discapacidad

232

Henry: La sociedad muchas veces no, no son, o sea, cómo te dijera yo ese pedacito. La sociedad no mira eso, eso no lo mira, o sea, en el momento si hay que hacer una rampla ahí, no le paran bolas, si me entiendes, no se fijan en que usted necesita la rampla, usted camina, pasa y no, no la necesita, pero no están fijándose en la persona con la situación.

Entrevistadora: Algo que nosotras pensábamos en algún momento es también que estamos tan acostumbrados entre comillas a que todos podemos hacerlo de la misma manera, que entonces no nos damos cuenta que hay personas que lo hacen de forma distinta. Lamentablemente tenemos una sociedad que esta como normalizada y entonces todo el mundo puede subir una escalón, entonces hagamos todo en escalones, pero no hemos pensado que somos completamente distintos.

Henry: Hay que hacer es, la sociedad, hay que hacer es, todo por igual.

Entrevistadora: Claro, brindarles las posibilidades a todos.

Henry: Que las mismas personas discapacitadas tengan que hacer esto para que ellas tengan acceso que puedan utilizar digamos el andén un ejemplo, entonces debe de ser todo igual no, no es que aquí hay un andén y el otro está más alto, entonces tiene o uno en silla para bajar un escalón de esos tiene trinca. Entonces eso es lo que la sociedad no, no ha podido cómo te dijera como entender eso.

Entrevistadora: Tú consideras de que de pronto se esté tratando de hacer esos cambio o tú crees que no, que realmente.

Henry: Pues eso.

Entrevistadora: Por lo menos en Cali, yo no sé cómo sea en.

Henry: En Cali es como dicen hay medio pedazos que hacen como pa´, pa´ disimular que sí se están haciendo, pero eso debería hacerlo en todo, en toda parte, en todo.

233

Entrevistadora: En otras ciudades de Colombia que tú hayas tenido la oportunidad de conocer es distinto.

Henry: Claro, se ve mucho la diferencia, hay acceso a muchas partes en cambio aquí no, aquí solamente donde están haciendo los, los buses esos azules, el pedacito que ven ahí eso, es lo que usted único ve, el resto de la ciudad usted la ve así.

Entrevistadora: Es muy interesante conocer que de pronto en otra ciudad de Colombia donde tiene un pensamiento más incluyente.

Henry: Hay otras partes donde hay, que los buses tienen el servicio donde llevan, llevan las sillas tienen las ramplitas lo parquean ahí y tan arranca, aquí no, aquí si el bus va a recogerlo si no tiene la rampla o lleva la rampla pero te queda difícil subir no hay el acceso, entonces esa es la parte que uno da como bien adaptada.

Entrevistadora: Henry, ¿tú habías tenido la oportunidad de compartir tu historia así?.

Henry: Ahí de la universidad vinieron sí uno muchachos fueron a las piscinas allá nos hicieron unas preguntas, las mismas características y por el estilo, así, no más.

Entrevistadora: Y cómo te sentiste esta primera vez.

Henry: La verdad yo no, que te digo, o sea son preguntas que a uno le hacen la verdad yo no le pongo como mucho, mucho sentido.

Entrevistadora: ¿En términos de que no te incomoda?

Henry: Exactamente, para mí igual si me entrevistan bien, yo doy mi concepto y si mi concepto les sirve pues bienvenidas, y si pues en alguna otra cosa uno puede ayudarlas pues en lo que pueda, no si se puede, lo que quieran hablar de uno bien o mal.

[Silencio de ambas partes]

234

Entrevistadora: Bueno Henry agradecerte infinitamente por tu tiempo, tu espacio por permitirnos compartir esa historia, para nosotras es muy valioso porque con cada persona con la que hemos tenido la oportunidad de hablar, hemos aprendido algo para la vida, no es sólo un registro académico que estamos haciendo, sino que uno también comprende y amplía la perspectiva, uno empieza a mirar distinto, empieza a pensar distinto, y yo creo que eso es importante.

Henry: Eso es como en parte aportar a la situación.

Entrevistadora: Sí. Entonces agradecidísimas, eh... de pronto mirar la posibilidad de una segunda sesión, para profundizar algunas cositas que a nosotras se nos hayan pasado, si tú estás de acuerdo claro.

Henry: Sí, hay que esperar a ver, si… si hay otra oportunidad pues no hay problema

[Se finaliza la primera parte de la entrevista].

Segunda entrevista.

Realizada 26/06/15

Duración 00:25:11

La entrevista se realiza en las instalaciones de las piscinas José Galindo, a las 07:00 am.

Entrevistadora: Bueno. Buenos días Henry como te había comentado mi compañera la idea es hoy ampliar sobre ciertas cosas que nosotras escuchamos la entrevista pasada y no nos quedaron así muy claras, y es importante para nosotras para poder entender a qué te referías. Vamos a empezar con el tema de los amigos, tú en la entrevista pasada decías que por ejemplo tus amigos

235 te tenían en un buen concepto, nos podrías decir a que se refiere eso, qué quiere decir "me tienen en un buen concepto".

Henry: Buen concepto, es ser una persona… seria, es una persona responsable, es una persona sí… respetuosa no. Entonces para mí buen concepto, que me tienen en buen concepto.

Entrevistadora: Y ellos te lo expresan, te lo dicen o cómo tú te das cuenta...

Henry: Sí, ellos me lo decían. Que siempre han sido muy formales, con decirle las cosas a uno como son.

Entrevistadora: Tu nos hablaste, nos describiste, pero más o menos cuántos eran esos amigos que consideras más cercanos a ti, los que siempre estuvieron contigo antes o después

Henry: Pues de, de, de toda esa camada como dice el dicho. Fueron muchos pero en este momento así, así, dos, que son los de más confianza, los de más allegados sí me entiende.

Entrevistadora: Son desde... ¿desde la niñez esos amigos?

Henry: Pues no tanto de la niñez, pero sí es mucho más tiempo de antes de tener esta lesión.

Entrevistadora: Ah… y la relación con ellos se mantuvo.

Henry: Sí, igual.

Entrevistadora: Tú nos hablaste de que algunas relaciones cambiaron, en cuanto amistades. A que te referías con eso, tu decías que como ya no se podía compartir lo mismo, que las relaciones cambiaron un poco. ¿Sentiste de pronto que algunas relaciones se distanciaron y eso tiene relación la lesión?

Henry: Pues como te dijera yo, en el momento… había, se hacían cosas, que se hacían en el grupo no, entonces ya por la discapacidad no se va a compartir lo mismo, entonces ya se hace uno como a un lado y ver que ellos hacen su deporte o lo que vayan hacer ya no estando uno involucrado ahí.

236

Entrevistadora: Pero digamos, algo que nos decías la otra vez era que el vínculo se mantenía

¿no?, de alguna manera como amistad.

Henry: Como amistad, como amistad. O sea la amistad no se pierde, lo que se, se, se está mirando es que ya no se comparte como el juego, como el mismo deporte, ¿sí me hago entender?

Entrevistadora: Ah… ya.

Henry: Exactamente, pero la amistad sigue, la amistad sigue.

Entrevistadora: Cuando nos contabas o te preguntábamos por si pertenecías a instituciones, en algún momento tú nos hablaste de: El grupo de fútbol y el grupo de ciclismo, eso llego a consolidarse como de manera formal o era más bien...

Henry: Sí.

Entrevistadora: Sí, si lograron, cómo fue eso.

Henry: Pues eso fue, cómo te dijera yo, como empezar cualquier deporte sí me entiendes, entonces te miran el, el… el cómo se llama eso.

Entrevistadora: ¿El rendimiento?

Henry: No, no, no. El proyecto. O sea este tipo o esta persona tiene futuro sí me hago entender. Entonces empiezan a apoyarlo, yo estuve a punto de que me apoyaran al ciclismo pero a la hora del tetero eso no se dio.

Entrevistadora: Ah… ya. Y en lo del ciclismo era un grupo, conformaban un grupo o en el fútbol también conformar un grupo.

Henry: Sí en el fútbol como, como todo deporte, que uno convida el amigo, el otro, el otro, entonces forma su, su, su equipo como dice el dicho.

Entrevistadora: Qué significaba para ti estar en ese equipo, qué representaba para ti en tu vida el fútbol y el deporte también.

237

Henry: El deporte pues… como te lo comentaba el otro día, es como…pues lo que uno hace en deporte pues… es como… por medio de la salud no, o sea como… como te dijera yo, como te explico ese pedacito ahí. El que no haga deporte no, no hace saludo es como… como te explico hombre. El deporte es salud hablándolo así formalmente y hoy en día usted tiene que practicar un deporte para estar… para estar como… cómodo, conforme. Entonces hay que hacer cualquier actividad.

Entrevistadora: ¿Siempre tuviste esa mentalidad de estar haciendo algún deporte?

Henry: Del deporte.

Entrevistadora: Del deporte, desde joven.

Henry: Sí, desde niño, el fútbol y el ciclismo. Entonces como te conté el otro día hay cosas que uno no las puede hacer así, y hay otras que sí. Como por ejemplo: Vóleibol sentado, baloncesto, tenis de mesa, todo eso ya lo puede practicar uno así en silla de ruedas, sí me entiendes. Son deportes que se van dando para las personas de discapacidad hay muchos deportes, el fútbol en silla de ruedas también.

Entrevistadora: La otra vez nos hablaste de que, en la situación de discapacidad había muchas barreras, pero no nos describiste con detalle a qué se refería esas barreras, ¿lo recuerdas? fue como al principio de la entrevista.

Henry: Sobre qué.

Entrevistadora: Que con la discapacidad hay muchas barreras, pero no sabemos si te refieres a barreras físicas o a barreras de otro tipo.

Henry: Pues hay, hay barreras donde son físicas y hay barreras donde son… como, cómo te dijera yo… que son barreras que la persona se pone que dice que no es capaz de hacer tal cosa sí me entiendes.

238

Entrevistadora: Ah… son como barreras mentales...

Henry: Exactamente, entonces hay personas que no, se quedan ahí estancadas como hay otras que no, luchan por salir adelante. Entonces para mí eso es vencer o pasar la barrera, no yo no tengo porque quedar aquí, seguir luchando, seguir luchando, vencer.

Entrevistadora: ¿Henry siempre ha tenido esa convicción, ante la vida?

Henry: Sí. Siempre, siempre uno no tiene que quedarse atrás. Porque ya se quedó así no, luche y hágale la vida nos la quita solo el señor, el dirá que día y ya… se acabó, seguir, seguir luchando por lo que uno quiere, por lo que uno anhela.

Entrevistadora: Entre esas barreras que tú dices mentales, también se llegaron a generar barreras con tu familia, ¿alguna dificultad a raíz de los cambios que requería la situación de discapacidad?

Henry: Pues, sí hay cosas que se, se, se… como se dice, se complican no pues...

Entrevistadora: ¿Nos podrías comentar alguna o darnos un ejemplo?

Henry: Por lo menos a veces uno da un cambio donde a uno cualquier cosita le incomoda, le da como malgenio, sí me entiende, entonces todo eso lo va alterando a uno entonces ya… pero son cosas que se manejan no. Entonces uno las va, las va asimilando las va.

Entrevistadora: Tú sientes que, que a raíz de la situación de discapacidad cambió de pronto algo totalmente en tu casa, en tu familia o consideras que esos cambios fueron más bien por el momento, como esos momentos difíciles.

Henry: Sí, sí, si hay un cambio fuerte porque no es lo mismo no, entonces…

Entrevistadora: Qué no es lo mismo.

Henry: Pues, sabe uno que tiene su hogar y toda esa vuelta y de un momento a otro le dan la espalda a uno, es, es difícil, no, empezar a luchar otra vez.

239

Entrevistadora: ¿Ahí haces referencia a tu ex pareja básicamente?

Henry: Sí, sí. Sí porque en ese momento me dio la espalda no, entonces. Pero sin embargo ahí mire que yo no me quede ahí que porque no, seguí, entonces son cosas que. Por ejemplo esa es una barrera que yo no me quede ahí y seguí luchando, vendrán tiempos mejores.

Entrevistadora: Si te estamos entendiendo bien, ¿tú dices que tu pareja cambió contigo específicamente por todo lo que implicaba la situación de discapacidad? ¿Crees que es... como decir una causa y efecto, o sea es directo?

Henry: Yo creo que sí porque, si a uno lo quisieran estarían con uno no, pero la demora fue tan… verlo así y hay mismo, darle la espalda, o sea saliste uno, se fue. No le importó como quedó, ni qué tiene, ni nada. Entonces ahí es donde yo le digo que eso es drástico pues el cambio que da ahí [su tono de voz es bajo en este momento].

[Silencio de ambas partes]

Entrevistadora: Estamos tratando de hacer memoria porque había algo más que queríamos preguntarte...

Henry: Sobre de qué.

Entrevistadora: Si a Henry le preguntaran un poco quién era Henry antes de la situación de la discapacidad y quién es Henry ahora, cómo lo podrías describir.

Henry: Pues yo pienso que… [Silencio corto]

Entrevistadora: Quién eras antes por decirlo así.

Henry: Hay dos cosas no, anterior era diferente ahora. ¿Sí me hago entender?

Entrevistadora: ¿Qué lo hacía distinto?

Henry: Pues... me hacía distinto en la forma que yo era antes, que yo era muy servicial muy esto, o sea era muy amiguero, ¿sí me hago entender?

240

Entrevistadora: ¿Muy sociable, muy jovial?

Henry: Exactamente. Entonces ahora muchas veces por la situación ya las personas lo ven a uno, entonces ya no es lo mismo, ya como que le ven como o sea, no todas no, que como una discriminación sí me entiendes.

Entrevistadora: Si...

Henry: Entonces como que uno no, no, no, no compacta bien con las personas que, lo miran a uno así no, no, entonces.

Entrevistadora: O sea que has cambiado un poco, que ya no eres, tan…

Henry: Exactamente.

Entrevistadora: ¿Tan sociable con las personas?

Henry: Exactamente. Ya uno se maneja ya uno, lo que uno ya haga es por cuenta de uno, no es depender de nadie porque es muy verraco.

Entrevistadora: Y en otros aspectos, que tú sientas que hayas cambiado o que tú puedas decir yo antes era de tal manera en tal momento y ahora siento que he aprendido esto, que...

Henry: Pues sí a veces… las cosas de la vida uno, como dice el dicho los golpes ¿no?, son los que le van enseñando a uno las cosas, entonces uno aprende de unas cosas, por el momento yo anterior era como te dijera yo, muy… muy amplio, muy abierto sí, no me importaba yo lo que tuviera gastarlo, o sea no me fijaba en el mañana y hoy, hoy en día pues ya uno mira esas cosas, no pues hoy no estoy trabajando y no tengo plata, peso que coja tengo que tratar de sostenérmelo ahí porque la situación está muy verraca. Entonces son cosas que uno va aprendiendo ¿sí? Uno dice no pues yo me tiro esto cómo hago para conseguir si no estoy trabajando entonces hay que saber manejar bien esa.

241

Entrevistadora: Esa madurez también tiene que ver un poco con el momento de tu vida en la que estás, es distinto cuando uno es más...

Henry: Claro, porque a uno le gustaba el baile, la rumba todas esas vainas y ahora ya es difícil entonces es un cambio, que uno ya tiene que saberlo aceptar.

Entrevistadora: Ahora que conversas de que antes no pensabas mucho a futuro, ¿antes de la situación de discapacidad pensabas algo de cómo iba hacer tu vida, de qué querías hacer?

Henry: Pues uno no piensa eso ¿no?, uno piensa sino el día a día, uno dice hoy voy hacer tal cosa, si le sale bien sino pues, uno vive el día a día, uno nunca se va a imaginar que va a estar en una situación difícil.

Entrevistadora: En la que tiene que empezar a pensar más.

Henry: Exactamente. Entonces es un shock que le da a uno tin… Ya uno queda así, entonces se le borra como el casete todo y empezar como a construir una nueva, es como cuando uno recién empieza a, a dar el primer paso si me entiende cuando uno está niño es la misma cosa, empezar de cero.

Entrevistadora: Empezar de cero.

Henry: Pues todo esto uno tiene que saberlo manejar muchas personas no maneja esto así, se deprimen, se depresionan, se tiran a...

Entrevistadora: Crees que, qué crees tú qué pasa con esas personas. Que les cuesta o que, como tú dices o que no pueden manejar.

Henry: Pues son personas que… la mayor parte de esas personas son de las personas que son muy, muy… como muy alegres que les gusta mucho el… como te dijera yo.

Entrevistadora: La rumba, la fiesta.

242

Henry: La rumba, la fiesta, entonces se ven en una situación así y ya ellos si no es en rumba, o sea ya perdieron todo, sí me entiende entonces hasta ahí llegan, no piensan ya de que así pueden llegar a tener muchos logros, pueden salir adelante igual, uno tiene que salir, igual, una vida igual.

Entrevistadora: Entonces es hacerlo en forma distinta como lo hace todo el mundo, como más o menos.

Henry: Exactamente, lo que tiene que hacer uno es empezar hacer una nueva etapa, como te decía yo, empezar de cero y pa´ delante.

Entrevistadora: O sea que de alguna forma para ti la situación de discapacidad fue una nueva etapa.

Henry: Sí y para todo el que quede así que lastimosa, tiene una nueva etapa, igual eso es empezar de cero.

Entrevistadora: Listo, bueno Henry muchísimas gracias por tu tiempo, queríamos también como comentarte cómo te sentiste, si de pronto fue un poco incómodo como tantas preguntas hablar de uno mismo a veces no es tan sencillo y de pronto nosotras somos como muy y que quiere decir esto y que quiere decir lo otro y es en función de poder entender de lo que quieres decir.

Henry: No… normal, es parte de su trabajo, parte de todo lo que uno tiene que estar atento a las cosas, colaborar y ser, ser serviciar, entonces todo eso es. Hace parte de una, de un entorno no.

Entrevistadora: Nada, nuevamente muchísimas gracias para nosotras es muy valioso esto porque cada cosa que escuchamos también aprendemos como para, a nivel personal, no es

únicamente algo académico y esto es como muy bonito también.

243

Henry: A ustedes. Si hoy estamos bien y como dice el dicho hoy estamos aquí, mañana no sabemos, entonces.

Entrevistadora: Exactamente. Son todas esas historias de vida también uno no sabe en qué momento van a ser también como una, un espejo de motivación y eso, tienes toda la razón.

Henry: Eso ayuda mucho. Estamos en un país donde no sabemos hoy y mañana que podamos, o en que podamos estar o en que podemos quedar.

[Se termina la segunda entrevista con la grabadora de voz del portátil. Después de unos 10 minutos de haber apagado las grabadoras de voz y haber finalizado la entrevista, el participante narra otras partes de su historia de vida y de nuevo prendemos la grabadora de voz para tener este momento grabado y es la siguiente parte que a continuación viene en la entrevista aclarando que es el mismo día].

Henry: Que me cortaban un hueso y yo le dije no déjeme así.

Entrevistadora: O sea que si le cortaban hueso la lesión era peor.

Henry: Claro… los pies se me secaban y no déjeme así.

Entrevistadora: Ah… ok.

Henry: Me tenían que rajar la médula, perdía la sensibilidad que he ganado sí me entiendes.

Toda la sensibilidad que he ganado, la perdía con esa operación y no déjeme así hago más. Que yo quedar ya, ya, directamente se me secan los pies y ya uh… quedan como esa varilla [señala una varilla que tiene en sus manos] y no…

Entrevistadora: Y qué le diagnosticaron allá.

Henry: No, la mía es T8.

Entrevistadora: La lesión T8.

244

Henry: La lesión se refiere a la vértebra, entonces yo anteriormente quedé adormecido desde aquí [señala desde la cintura hacia sus pies], aquí pa´ bajo ahora ya voy por aquí [señala de la cadera hacia los pies].

Entrevistadora: Cuando apenas fue el accidente.

Henry: Sí, yo quedé de aquí [vuelve a señalar la cintura hacia sus pies] hasta las fuerzas las manos las he perdido, a mí me tenían que voltear cada dos horas.

Entrevistadora: O sea que la sensibilidad cuando la empezó a recuperar, cuando dices que te volteaban, ya después pudiste.

Henry: Yo empecé a… sí cuando yo empecé como a meterme, como dice el chip, al chip de que yo tengo que con la misma mente, o sea como te digo, con la misma mentalidad tengo que aprender a mover todo, a circular, a circular, a circular. Entonces ya uno sentía como que usted se concentra en algo y siente que sí, entonces dele, dele, entonces todo eso va ayudando. Todo… y los masajes que yo me hago en los pies y toda esa vuelta, todo.

Entrevistadora: Tú decías que ayer estabas en terapia, todo el tiempo estás en constante terapia.

Henry: No. Yo estoy en terapia porque tengo, presento una… cómo se llama esto… o sea tengo un manguito rotativo es que es.

Entrevistadora: Eso qué es, como un… un ligamento.

Henry: Exacto, exacto, como un ligamento pero pequeño, entonces eso me incomoda mucho, tengo que ir allá para que me quiten eso, eso es de tanta... Es que a mí me da más cuando nosotros nadamos, hay veces nosotros nadamos digamos 600 mil, entonces en un estilo sí me entiende. Entonces la presión que uno tiene que hacer es mucha, yo no muevo los pies, todo es con brazos, hale brazo, hale brazo, hay más desgaste.

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Entrevistadora: Claro, ¿tu capacidad es respiratoria?

Henry: Normal. Llego y me atravieso 5 metros bajo en agua o la piscina de ancha me la atravieso así. A mí me tuvieron que rajar. No... el pulmón quedó... como eran de esas balas que botan esquirlas, entonces fue tra, tra, tra, tra… fue como un colador. No yo dure, yo dure mucho tiempo así sufriendo de eso. Hasta que me dejaron una vez que me operaron, me dejaron un pedazo de gasa, me estaba matando a mí, me estaba matando.

[Silencio de ambas partes... seguido el participante espontáneamente empieza a relatar lo siguiente]

Henry: Yo la tuve a ella desde el añito y cogí conmigo pan, pan, pan y déle, déle, para donde yo volteaba la traía conmigo y ahora último ya, ya como yo la tenía apretadita de las riendas y no se las aflojaba, entonces a ella como que no le gustó y bueno, ya empezó para donde su mamá, y la mamá le alcahueteaba todo entonces ya… se me sale de las manos. Mientras esté con uno, uno debe ser rígido pero si ya se va con la mamá, ya la mamá es la responsable. Entonces yo dije, no, no voy a meter la cabeza.

Entrevistadora: Bueno Henry, nuevamente muchas gracias por su tiempo.

[Se finaliza la entrevista].

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