Anexo 1 Entrevista Rodrigo
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Anexo 1 Entrevista Rodrigo: Primera entrevista. Realizada 23/05/15 Duración 00:57:02 La entrevista se realiza en la casa del participante en horas de la mañana siendo las 10:45 am. Previamente se realiza el protocolo de la lectura y la firma del consentimiento informado con el participante donde se explica claramente en qué consistirá la entrevista. Terminado esto se inicia la entrevista. Entrevistadora: Rodrigo, cuéntanos quiénes eran las personas que hacían parte de tu familia, esas personas que eran significativas para ti en ese entonces, antes de la discapacidad… Rodrigo: Vale… pues yo le digo algo señorita, yo me crié con mi abuela. Mi papá y mi mamá se iban a trabajar desde las 6 am. hasta las 7, 8 pm. que llegan. Mi abuela, toda abuela es condescendiente, alcahueta, yo estudié toda mi primaria, me crié en el barrio Sucre de Cali, yo me iba a estudiar yo me volaba del colegio, salía de estudiar llegaba para la casa, nunca anduve con niños, me gustaba andar con gente adulta, nunca supe qué era elevar una cometa, jugar con carritos, nunca supe qué fue eso. Me maduré verde, me maduré viche, como se dice. Probé las drogas, mientras mi abuela estaba en la casa moliendo el maíz pa` vender arepas pa´ l otro día... 1 Entrevistadora: Usted se crió prácticamente sólo con su abuela… Rodrigo: … solo, sí porque mi mamá se iba desde las 5:30 am. ella trabajaba en Menga en ese tiempo cuando quedaba en Menga la fábrica de café Moka. Mi papá trabajaba en Palmira, con la constructora Jaramillo. Entrevistadora: La persona que estaba más pendiente de usted, que estaba brindándole más apoyo entonces era su abuela… Rodrigo:... mi abuela… mi segunda madre, “Mi mamita” yo era una persona que como le digo que yo… Sí estudié toda mi primaria, hice cierta parte de bachiller e hice cosas que no debí haber hecho, por la amistad de cierta gente. Ya no hay tiempo de arrepentirse, ya, ya pasó lo que pasó… yo maté un profesor cuando me pegó un reglazo en el Camacho, hace muchos años. Me cerraron todas las matrículas de Cali, no pude seguir estudiando, yo estuve un poco de tiempo sin estudiar, más ahora ya me voy a graduar, ya salgo bachiller, yo estudio en la noche y pues cuando mi mamita se murió yo estaba en un centro de rehabilitación, yo estuve tres años en un centro de rehabilitación, y a mí no me dijeron, yo estaba en el bajo Calima, rehabilitándome, allá estuve tres años y… cuando salí fue donde pregunté, ¿mi mamita?... y que se ¡murió su mamita! Yo… ¿Cómo? ¿Mi mamita? Pero cómo así… pero por qué no me dijeron, ¿por qué no me dijeron, por qué?…no me decían porque sabían que para mí era un problema eso, porque yo, podía volver a caer otra vez en lo que yo andaba antes, de pronto me descarrilaba, y para mí fue muy duro ¡sí!, yo lloré, parecía un muchachito yo llorando, andaba la calle por ahí llorando… preguntándome por qué no me dijeron, ¡por qué… no me dijeron!... pero me puse a pensar, y 2 mucha gente me dijo: Rodrigo, ¡usted no puede echar un paso atrás! Vea hasta donde ha llegado Rodrigo, usted puede llegar muy lejos todavía, mijo sí se puede. Entrevistadora: Usted cree que su familia, en ese entonces, en ese pasado ¿tenía una imagen de usted? Usted me puede describir ¿cómo era esa imagen? Rodrigo: Voy a ese punto, pues yo le digo una cosa… pa´ una madre no hay hijo malo, mi papá sí ha sido muy duro, pero mi papá… él ¡doblega como sea! Vea mi mamá cuando yo me estaba rehabilitando, ella tenía un aliento, una esperanza de verme como estoy hoy en día. Ella conmigo sufrió mucho, tanto ella como mi mamita, ella llegaba de trabajar a la 6:00 pm… ¿Y Rodrigo?... en su calle, ese muchacho no… yo llegaba, nombre de Dios vieja, llegaba y comía, me acostaba a dormir, o ni comía porque estaba todo drogado, ella me acariciaba la cabeza la espalda, ya cuando yo me tiré a la calle ya ella se resignó, “ya perdí mi hijo”, pero dentro de ella había una esperanza de que algún día…mi familia ya toda está en España, aquí tengo una tía, un tío que es policía, y le decían: Mija, véngase pa´ acá, déjelo que ese no cambia, ese muere como un perro por ahí, pero dentro de ella como madre todavía había esperanza de verme como estoy ahora, rehabilitado hace 20 años, y ella se siente orgullosa, y ahora más que me voy a ¡graduar! Ella se siente orgullosa, eso me acaricia que mijito mijito, yo le digo: Déjame dormir… ¡No me acaricie! [risas]. Cuando voy a salir, que mijo que pa´ dónde va tan tarde mijo... yo le digo: Camine vamos si quiere, yo no voy a hacer nada malo, ¡voy pa´ misa mamá! Ella desconfía que yo vaya de pronto a volver a caer, porque casos se han visto, eh… yo hoy en día pienso mucho con cabeza fría, clara, yo ya pienso el pasado es pasado, y… Hay un dicho que dice que uno tiene que pagar por todo, yo ya pasé esa experiencia, yo me maduré viche, hoy en día superé esa 3 adversidad que me pasó ya llevo 20 años rehabilitado, como le digo, y mi mamita se murió, listo… ¡pa´ mí fue muy duro! Sí, porque ella era la que me llevaba a la guardería, me recogía, la que me llevaba a la escuela a estudiar, la que me recogía o yo me le volaba, ¿mijo las tareas?... ¡Ahora las hago! Entrevistadora: Rodrigo, ¿Usted cree que su familia le asignó un rol? es decir, usted cree que tenía como ciertas funciones, responsabilidades en su casa que cumplir. Rodrigo: Pues yo le digo, en ese momento yo siendo el hombre de la casa, yo debería dar y no que me dieran… está bien, yo era menor de edad, pero yo no me quedé toda la vida pequeño, yo fui creciendo, porque los padres en uno siembran pa´más adelante recoger, eh… yo me pasó lo que me pasó, me descarrilé, yo ahora mi papá y mi mamá… yo sé que ellos como padres siempre esperaron lo que yo hago hoy en día, aportar, “Tenga, me quedo con esto pa´ llevar la niña a comer pan con gaseosa… llevarla por ahí a escuchar melodías, o tenga esto yo me quedo con esto” y… no es lo mismo yo en día darle a ellos, nunca los voy a recompensar, claro sí, pero ellos sí en su interior siempre esperaron de que yo siendo el único hijo hombre, fuera que bueno, ya el muchacho está grande, ya que trabaje, no quiso estudiar, que le dé el pecho a la vida… Entrevistadora: Es decir que tú tuvieras un rol de aportar a la casa, eso era lo que se esperaba que hicieras. Rodrigo: … Es correcto señorita, mi papá se iba a trabajar cada 8 días, él se iba a trabajar lejos por allá por los llanos. 4 Entrevistadora Y cómo era la relación con tu papá. Rodrigo: Con mi papá casi no, porque mi papá cuando estaba aquí en Cali, pues quiubo mi viejo quiubo papá, ¡no más! Volado dos tres días… ¡Quiubo cucho! ¿y usted qué? No pues ahí con la niña… Entrevistadora Y que pensaba tu papá cuando a veces se encontraban, ¿te decía cosas? Rodrigo: Pues mi mamá me decía que vea que su papá, tiene 70 o va pa´ 70, él ya vivió todo lo que usted está viviendo mijo, escuche consejos, pero uno en ese momento por acá le entra por acá le sale… [Hace en gesto con la mano de indicar que la información le entra por un oído y le sale por el otro] ay… déjeme quieto mamá que yo soy un hombre, ¿qué les pido? Yo soy un hombre… pero era un hombre inmaduro, con experiencia… que mi papá ha vivido mucho, sí claro pero porque mi papá haya vivido, yo tampoco puedo llegar y clic [hace señal de montársele en el cuello] él ya está viejo, yo estoy joven. Él ya… tiene 70, yo voy pa´allá, pa´esa edad, si Dios quiere claro, pero uno en ese mundo, en ese medio… “Ah déjeme vivir mi vida”… [Hace referencia a lo que decía él, cuando estaba más joven y los padres le aconsejaban] Pero uno ¡hasta que no se estrella no reconoce que lo que le decían es por bien! ¡uno cree que todas se las sabe!... Más tarde mi papá me dice muchas veces: “Mijo… Sí ve que yo a usted le decía: No se vaya estrellar… vea que el golpe es duro! Vea… mire… Véame a mí” [hace referencia a lo que él padre le decía], yo le respondía: Ay yo usted lo conozco, todo el día lo veo, o ahí tengo fotos de usted, que afán papá… 5 Y no… como le digo, yo… gracias a Dios ahora con mis papás, pasó lo que pasó y con mis papás, yo los escucho; mi hijo es un deportista y a pesar de aquella adversidad que le pasó ese problema, esa situación, no hizo como muchos que quedan por ahí mendigando pa´l vicio, aunque eso no incumbe, gente que queda estancada por ahí metido en su cuento [aquí se refiere a la voz de la madre]. Entrevistadora: Tú podrías decir entonces que de alguna manera tu mamá y tu papá, o especialmente tu mamá, conservaban esa esperanza y te decía a ti sal de eso, o intenta cambiar… Rodrigo: Pues señorita yo le digo algo, mi mamá tenía su esperanza como toda madre, ella me decía mijo hasta cuándo me va a dar la dicha de verlo bien… yo en mi interior ah… mami… no, no, no… Ah, ¡es mi vida! Pero yo tenía que darle esa tranquilidad tarde que temprano, y como hoy en día ella duerme toda su noche no está con esa zozobra de que dieron bala… “¡Y mi muchacho! Dónde está mi muchacho” [ hace referencia a lo que le decía la madre] ella hoy en día ya tiene una vida más tranquila, ella me decía mijo: “¿Cuándo?..