La Chamarrita y el Caranguiyo

por FERNANDO 0. ASSUNQÁO Miembro de Número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay y Correspondiente de la Asociación Española de Etnología y Folklore y de la Sociedade Portuguesa de Antropología y Etnología.

INTHODUCCION HISTÓRICA

Una sensible escritora argentina, Vir- nen una sola, una misma explicación, ginia Carreño, en su libro "Estancias son legado portugués." y Estancieros", inicia el Capítulo lla- Tan lejos en el tiempo tan lejos en mado Los Portugueses, con una frase esa oscuridad de la historia, hemos de que vamos a tomar como pórtico de buscar nuestros antecedentes portu- este trabajo nuestro, aunque muy bien gueses, que tendríamos que remontar- pudiera servir como acápite o pórtico, nos en realidad a aquel famoso Tratado también, para muchos otros temas, de Tordesillas de 1494, dos años ape- aparentemente oscuros y hasta inex- nas transcurridos desde el descubri- tricables de los orígenes de la cultura miento de Guanahani, por parte de Co- rioplatense. Dice Virginia Carreño: lón y sus gentes en las tres carabelas. "Muy poca gente en el Rio de la Plata, Tratado que buscó de complementar o sospecha hasta qué punto es portuguesa. de aclarar, confundiendo, desde luego, "Lo portugués pertenece a los oscuros la famosísima Bula del Papa Borgia, principios, a la conquista, a la intro- Alejandro VI, que como todos los de ducción del ganado, al primer comercio su tiempo, creyóse, como representante de las costas atlánticas. La influencia de Dios en la Tierra, autorizado a to- artística, la contribución al carácter, mar ésta entre sus manos, y dividirla la decisiva participación en el comer- como una naranja entre los dos reyes, cio, han sido aceptados y olvidados sus vasallos, Su Majestad Fidelísima de dentro de la vida de nuestras repúbli- Portugal y la Católica de España. e &S, por eso un enorme número de Nosotros nos animamos a afirmar, nombres, de modos, de usos, cuyos orí- sin hesitación, que el Tratado de Tor- genes buscamos complicadamente, tie- desillas será el que signe o defina el

ALMANAQUE DEL BASCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 161 futuro histórico del Río de Ja Plata. geras e imperfectas informaciones, que Portugal ve con alarma que e! descu- sobre las tierras al sur del Trópico de brimiento casual de Colón y la subsi- Capricornio, expusieran los encargados guiente Bula papal de 1493, dejaban de esta expedición, como de otra que prácticamente nulos y sin efecto el al mando de Cristováo Jacques, salió Tratado de Alcacova de 1479, y natu- del Tajo en 1503. Ya en el trono portu- ralmente, y con mucha más razón, la gués Dom Joáo III, confía esta vez la Bula de 1454 del Papa Nicolás V, que empresa de descubrir y conquistar las habían dado a la Corona lusitana no tierras del sur de la América Meridio- sólo toda la costa de África, bañada nal, a Martín Alfonso de Souza, hidal- por el Océano Atlántico, sino también go de elevada nobleza y de tantas y todas ¡as tierras que fuesen descubier- provechosas acciones para el reino. tas en los límites de este Océano, in- Apenas lanzados los primeros funda- cluidas todas las islas con excepción mentos de la colonia de Sao Vicente, de Las Canarias. Por todo ello, los por- actual Santos, continuó su derrota para tugueses trataron de disminuir la im- el sur, explorando los puertos, demar- portancia de esa Bula frente a la tras- cando y erigiendo a lo largo de toda la cendencia del descubrimiento de Co- costa, en una y otra banda del Río de lón, precisamente a través de ese Tra- la Plata, padrones con las famosas tado de Tordesillas de 1494, que al tor- quinas lusitanas, que atestasen a ¡as nar tan indecisa la posición de la fa- generaciones venideras la pose que to- mosa linea del Meridiano que dividía maba de esas tierras y por ese acto su al Mundo en dos mitades, una para e! soberano. Rey de España y la otra para el de Todos estos actos de posesión, todas Portugal, al no saberse a ciencia cierta estas expediciones de descubrimiento y desde qué punto debían contarse las conquista de los portugueses, explican 350 leguas marítimas, para buscar el y justifican el que los exploradores, Meridiano, dentro de un archipiélago conquistadores y Adelantados españo- harto numeroso y formado por islas les, después de Solís y Gaboio, no in- sensiblemente distanciadas entre sí, tentaran más la pose de los territo- como el de Cabo Verde, al tomar Por- rios al este o norte de los ríos de la tugal todas estas providencias, repeti- Plata y Uruguay, y aun del Paraná, y mos, no contó, aparentemente, con que no por temor a los indios, como se ha el azar (?) habría de favorecer sus de- scstenido con bastante ingenuidad. Los signios. ¿O es que contó con ellos, y el regresantes a España de ambas men- aparente azar de Alvarez Cabral al cionadas expediciones, fueron bastante descubrir las costas del Brasil, era un castigados por orden de su Rey, para hecho ya previsto por aquella maravi- temer otra cosa. Castigados, primero, llosa escuela de navegación de Lisboa por no perseguir adecuadamente el ob- de los siglos XV y XVI? jetivo fundamental para el cual habían Para reconocer ese Brasil que apa- sido enviadas aquellas expediciones, rentemente la fortuna de Cabral habia cual era el descubrimiento del estrecho dado a la Corona- portuguesa, mandó que permitiese la comunicación con el el Rey Dom Manuel en 1501, una es- llamado Mar del Sur, Segundo porque cuadra comandada por Gonzalo Coelho, al establecerse o desembarcar en tie- y en ella al famoso cosmógrafo Amé- rras litigiosas o reclamadas por Portu- rico Vespucio. gal, arriesgaban otro nuevo conflicto No satisficieron sin embargo las es- armado para España, ya harto compli- peranzas y curiosidades reales, las li- cada Su Majestad Católica con tanta?

162 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO guerras más o menos santas, en aquel cialmente, el corte territorial transver- siglo, más allá de los Pirineos y a tra- sal que dejara de convertir al Río de vés de casi toda Europa. la Plata en la frontera natural entre Posteriormente a 1580, es decir cuan- los dominios de ambos reinos, tal como do los españoles ya han afincado y es- lo pretendiera Portuga!, y creando, de tablecido perfectamente sus derechos este modo, una especie de antemural o sobre la margen diestra del Río de la frontera artificial entre los mismos y Plata y los costados al oeste de todo el mucho más al norte, como habían sido divortium-aquarium platino, desde la siempre las pretensiones y reivindica- primera fundación de Buenos Aires por ciones de España. Mendoza, hasta su posterior abandono; Posteriormente, la Única manera vá- ccn la fundación de Asunción, y más lida que encuentran para fijar en for- tarde con el establecimiento en Santa ma más o menos definitiva esta fron- Fe, otra vez en Buenos Aires y tam- tera selvática, agreste y poblada de in- bién la fundación de San Juan de Vera dios, a veces mansos, pero muchas más de las Siete Corrientes, parecería que belicosos, y para impedir el avance del todo fuera a cambiar. paulista bandeirante, que hasta las cer- Aparentemente en este periodo se canías de Córdoba habrá de llegar en produce una tregua en esa acción con- su afán de riquezas y aventuras, será quistadora y afineadora española en la apoyar decididamente el establecimien- banda oeste y, simultáneamente una to de los pueblos de Misiones por parte paralización en e¡ avance hacia el sur de los Jesuítas en ambas márgenes del de los portugueses que venían abrién- Uruguay, entre fines del siglo XVI y dose en abanico desde la avanzada que las primeras décadas del XVII. era Sao Vicente y los entonces recien- En respuesta a las actitudes españo- tes intentos de afincamiento definitivo las, Portugal, apenas liberado, después en lo que hoy es el Estado de Santa de sesenta años de anexión a España Catalina. Pero, no es que todo cambia- (1640); apenas restañadas sus heridas ra. Simplemente que, a partir de esa de esa guerra de liberación; apenas sa- fecha, Portugal queda anexado a Es- lido del problema de recuperar parte paña por razones de política heredita- de su territorio ultramarino, en San ria, y bajo Jos reinados de Felipe II, Salvador de Bahía, de manos de los ho- Felipe III y IV, permanecerá unido a landeses; retoma otra vez, y decidida- la Corona española. Por lo tanto no po- mente, esa marcha hacia el sur. Y esta día actuar como nación independiente vez no se limita a favorecer el avance en los territorios sudamericanos y Es- en prolapsos más predadores, más de paña, por su parte, se movia tranquila- aperturas de rutas, que de pose afecti- mente dentro de los que consideraba va, de Jas bandeiras paulistas, lo hace "suyos" propios. Esto sin que, en modo en actitud conquistadora y coloniza- alguno se haya producido fusión, ni a dora directa: fundando en 1680, por in- nivel nacional, en las metrópolis, ni, termedio del Gobernador de Río de Ja- menos, a nivel de los imperios ultra- neiro Manuel Lobo, frente mismo a marinos. De todos modos este es el mo- Buenos Aires, en la tierra firme de San mento aprovechado, particularmente Gabriel, la llamada Nova Colonia do por los españoles de Asunción, para co- Santísimo Sacramento. nectarse activamente con las costas de Las sucesivas caídas que habrá de Santa Catalina a través del Guaira (lo sufrir la Nova Colonia, en poder de los que es actualmente el Estado de Pa- españoles — que no se resignan a dar raná en el Brasil) consiguiendo, par- por perdidos los territorios de allende

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 163 el lio, convencidos ahora de su valor cesidad de enfocar de otro modo mas económico, pues santafesinos, porteños concreto y extenso la colonización, del y otros provincianos ya vaquean libre- extremo sur de sus dominios, hasta en- mente allí, en buena parte guiados por tonces tan diluido en aquel ambiente la actividad de los misioneros, gana- vacio de las pampas y cuchillas verdes. deros por antonomasia y que tomaron Así es como, a partir de 1737 y durante esas tierras baldías como reserva de más de tres décadas, se inicia y desa- sus pueblos — todo esto, decimos, hace rrolla la auténtica colonización pací- ver a los portugueses la necesidad im- fica del continente sur, o provincia del periosa de defender a la Colonia, re- Rio Grande de San Pedro del Sur. Se cuperada al fin con certeza y cierta ga- fundan así, más a menos sucesiva- rantía de perdurabilidad por el Tratado mente, las poblaciones del presidio de de Utrecht de 1715, con la fundación Río Grande, de Viamáo, de Porto Ale- de otra población en las mismas costas, gre, de Triunfo, Santo Antonio da con un puerto de mayores probabilida- Fronteira, etc., y el establecimiento de des de arribo y de comercio, tal cual chacras y de estancias, en fin, de todo era, naturalmente el llamado de Mon- lo necesario a asegurarles una supervi- tevideo. vencia sedentaria y efectiva. Y su po- Esto fue impedido por la acción de- blación estable se hace, principalmente, cidida del Gobernador don Mauricio sobre la base de familias traídas de las Bruno de Zabala, que procedió a desa- Islas . lojarlos e inmediatamente, a fundar Familias azcrianas que originalmente una nueva ciudad y puerto, presidio, debieron llegar en número de 4,000 y que llevaría el nombre de San Felipe que, evidentemente, lo hicieron, en nú- de Montevideo, en la península mayor mero mucho menor, pero que, de todos de la bahía dominada por el cerro que modos, fueron el núcleo fundador fun- llevaba ese nombre. damental, del punto de vista de la po- Estos hechos sucesivos, indican, defi- blación, del extremo sur del Brasil, nitivamente, a los portugueses la ne- desde Laguna hasta el Rio Grande.

LAS ISLAS AZORES Y SUS HABITANTES

Pero antes de introducirnos dema- a América. Están a 760 millas de Lis- siado en el proceso poblador azoriano boa y 2.110 de Nueva York, entre los en Rio Grande del Sur, y algunas de 36 y 39 grados aproximadamente, de sus consecuencias o derivaciones cul- latitud norte. El archipiélago está for- turales, que es en definitiva io que más mado por las islas de Santa María, San importa a efectos del presente estudio, Miguel, Tercera, Graciosa, San Jorge, vamos a decir dos palabras sobre las Faial, Pico, Flores y Corvo. famosas islas y sus gentes y costum- Allí estuvieron ignoradas, o quizás bres, que nos permitirán comprender olvidadas en el misterio de las aguas mucho mejor, creemos, todo lo que del Atlántico ignoto, hasta que por los venga a continuación. años 142? y de 1431 al 32, fueron des- Las Azores son nueve islas portugue- cubiertas y comenzadas a poblar por sas perdidas en la inmensidad del los marineros de las naves del Infante Atlántico y marcan los últimos tractos Don Henrique el Navegante. Durante de la tierra firme europea en camino el reinado del Rey don Alfonso V, el

164 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO archipiélago conocido, estaba integrado Santa María, la isla "nueva" como la por las primeras siete islas, las que fue- llama Gaspar Frutuoso, la primera en ron pobladas entonces con gentes pro- encender la esperanza de los intrépidos venientes de Alentejo y Algarve, las nautas que se internaron en el mar de provincias más sureñas y, si se nos per- las Azores, merece entonces como la mite la expresión, más africanas, de decana, especial consideración de por- Portugal. Algarve fue la última región tugueses isleños y confinen ti nos. La de Portugal continental anexada a la existencia de tierra calcárea, que no Corona. Es decij, que, en buena medi- existe en las otras islas, hace que la da, fueron pobladas con moriscos, y las producción local de tejas y cerámicas islas centrales con muchas familias de atienda las necesidades del resto del ar- origen que dejaron fuertes chipiélago. San Miguel, por su exten- vestigios en su asimilación al elemento sión territorial, por el número de sus portugués básico. Las dos últimas islas, habitantes, por la importancia de su Flores y Corvo, sólo fueron reconoci- ciudad capital, Ponta Delgada, tiene das y colonizadas por e! año 1452. merecido el nombre de "isla madre". Trataremos ahora de dar una idea Sobresale, sin lugar a dudas, entre las sintética de lo que han sido y son las demás islas. islas. La ida Tercera, por su capital, An-

**QUIPC L *GQ DOS ACORES

SI Archipiélago de los AZOTES. Nótese la distribución de tas islas en tres grapas, que stm de dere- ra a izquierda: Santa Moría y San Miguel; luego Tercera, Graciosa, San Jorge Pico y Faial- ¡"talmente Flores y Corvo. (Tomado de A. Cortes Rodrigues "Os Agores" I

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 165 gra, que fue antigua capital del archi- ció su suelo". A sus habitantes se les piélago, pasa por aristocrática y tam- da el gr-acíoso nombre de "corvinos", bién por religiosa por ser sede de la sin que nada tenga que ver en él, su autoridad eclesiástica. Es vistosa, de dedicación a la pesca de alta mar, (ba- amplia bahía de aguas tranquilas. Las llena, atún, etc.), dedicación común a torres de su hermosa catedral atraen casi todos los isleños y que les ha dado' las miradas de quien llega a ella desde fama y renombre, cobrándosela en vi- la costa. Posee industria tabacalera y das de tantos que salieron en busca de de curtiembre y lechería, derivadas de la fortuna para nunca más volver, tra- la ganadería, una de las explotaciones gados por la inmensa y amarga fauce tradicionales en las islas. del océano. También es esta isla pro- Verde y lozana, realmente Graciosa ductora de ganados y sus mujeres rea- ha de haberse mostrado a los primeros lizan muy hermosos trabajos de teje- navegantes que la calificaron, califica- duría de lanas, mantas, cobertores, etc., tivo original que hoy ostenta como que se exportan y gozan de merecida nombre, llena de orgullo. Esta isla, fama. montañosa también como casi todas Son bellas las islas, son dulces. Tie- sus hermanas, es muy fértil y produce nen en su paisaje una mezcla de lagos cereales en abundancia lo que le ha argentinos con campiña escocesa; vol- valido el nombre de granero del archi- canes; cielo magnífico; mar de un azul piélago. sólo comparable al Mediterráneo, y flo- San Jorge es la que posee los más res que esmaltan el suave paisaje. Nada extensos campos de pastura, los mejo- es estridente. Todo es calmo, tierno, res también, produce mucho ganado y apacible. La naturaleza no tiene aristas por estos motivos la industria lechera prominentes, ni colores deslumbrantes. ha tomado allí gran desarrollo, expor- Sólo superficies tersas, pero no aburri- tando unos quesos famosos. das, med i otoños y matices, dulces, pero A Pico la distingue, sobre todo, la no tristes ni siquiera melancólicos. montaña, de extraña forma y notable Sobre el isleño y sus costumbres, es- altura, que le dio nombre, resto de un cribió, por la segunda década de este antiguo volcán y le da fama su vino. siglo, el P. Manuel Azevedo da Cunha: Faial queda frente a Pico y separada "Durante el transcurso de la coloni- de aquélla por un canal. Horta, su ca- zación y población de las tierras, las pital, vive en buena medida de su únicas diversiones que se exhibían puerto artificial, excelente y muy pro- para contentamiento del pueblo, eran tegido, donde van numerosos navios a de pura tradición, traídas del reino por repararse o re abastecerse. los primeros colonos. Constituían su Dicen que a la Isla de Flores la bau- repertorio damas moriscas, con su rey tizaron así sus descubridores por las negro al frente, desfile de caballería, muchas flores que ostentaba entonces entremeses al aire libre, loas o bandos y hay un autor que dice, en feliz >uego subordinados a motivos religiosos, los de palabras, que debería llamarse "la cuales tomaron después, versión satí- flor de las islas". Los florentinos, que rica, pues servían de comentario hu- así se llaman sus pobladores, crian ga- morístico a cualquier acontecimiento nados y, como casi todos los otros isle- irrisorio. Eran comunes, continúan y ños, se dedican a la industria lechera. continuarán indefinidamente los bailes Corvo o Cuervo, termina de oriente a y los cantos populares en versos hepta- occidente esta "hermosa hilera de per- silabos, con coplas muchas veces im- las, con que el viejo Portugal ennoble- provisadas de momento y acompañadas

166 ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO siempre con la guitarra de alambre, el do, en general, que el portugués conti- instrumento más vulgar de las islas". nental del campo; tez blanca, aunque Esta guitarra de alambre, de sonido si- no falten los morunos, muchos rubios. milar al timple o tiple español del si- Su habla tiene mucho de aquel fla- glo XVÍlI, es también una guitarra de menco original. En la "u", en la pro- órdenes dobles, de cuerdas metálicas, nunciación más seca y viril y en lo de cinco o órdenes, aunque de ta- cerrado de ía misma. Esta prosodia, maño algo mayor que aquéllos, casi creemos que justifica, perfectamente, igual al de la guitarra española actual la transformación que sufrió, en el área común. ríograndense y rioplatense, el nombre El azoríann es un tipo fuerte, pero no de "chamarrita", en "choemarrita" y demasiado rústico, mejor proporciona- "chimar rita".

LA POBLACIÓN AZORIANA EN EL SUR DEL BRASIL

Regresemos ahora a los pobladores ta, agauchados, como ya están, ia azor i anos en Río Grande del Sur, des- guardia del Cerrito, de IB01, la pobla- de antes de mediados del siglo XVIII, ción fronteriza, hoy Yaguarón, lindante no sin señalar primero que, aquellos con la uruguaya Rio Branco, fue fun- primeros pobladores enviados por Por- dada con madeirenses y algunos azo- tugal a las islas antes de mediados del rianos, lo mismo Santa Victoria do Pal- XV, se reprodujeron de tal modo, qui- mar, cerca del Chuy. El elemento blan- zás ayudados por lo saludable del cli- co predominante en Río Grande (nos ma, aumentando !a población de una referimos a todo el actual Estado de manera tal que, a fines del siglo XVII ese nombre) estuvo constituido por las islas estaban superpobladas y los azorianos, mayoritariamenté, y algu- propios habitantes insistían cerca del nos madeirenses. Elementos de estas monarca portugués para que éste ali- procedencias también predominaron, viase la situación de plétora en que se junto a minhotos y trasmontanos, en- encontraban. Por eso fueron enviadas • tre los pobladores de la tercera Colonia familias azorianas en el XVII, a poblar del Sacramento, entre 1715 y 1760. la isla de Santa Catalina, y el buen re- sultado que esto dio, resolvió a las au- Queda por establecer aún, que mu- toridades a traerlos, contratando con chos azorianos, con las dificultades tre- Feliciano Velho Oldenberg, para poblar mendas de los primeros tiempos, en las Río Grande de] Sur, aquella última tierras incultas de Rio Grande, se des- frontera que a Portugal preocupaba plazaren hacia el sur y el oeste, hacia tanto como a España. Asi nacieron, po- ei territorio del Uruguay y de Entre bladas con azorianos: Mcstarda, Estre- Ríes y el extremo sur de Corrientes. cho, Ossorio, Porto Alegre, Santo Ama- Debemos agregar que exisie en el ro, Viamáo, Taquarí, Rio Pardo, Grava- Uruguay una población formada casi tai, Triunfo, Sao Joao da Cachoeira y exclusivamente por azorianos interna- se aumentó la población del Presidio dos por el Virrey Cevailos, traídos del de Rio Grande. Los pobladores a me- presidio de Río Grande, y que, hasta dida que los puestos militares se afir- hoy, conserva muchas de sus caracte- ¡lian, van irradiando en otros sentidos, rísticas que confirman sus orígenes así, en 1781 Ecrucílhada; en 1789 Pira- culturales y humanos: los Tejera (Teixe- t-ni, y ya ni la frontera misma les asus- ra), los Fajardo, los Pires, ete., son

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 167 Mapa histórico y contemporáneo, can el lugar de establecimiento de ios primeros az&rianos y eL área general de difusión de la Charaarritn y ei Carangaiyp en e\ «toral rioplalense. Río Granar úeí Sur, Uruguay y Entre Ríos. (Dibujo del aulor.) topónimos familiares que vienen de tante desde el numérico, valioso por aquellos tiempos. su calidad intrínseca, homogéneo étni- Preciosas imágenes de la población camente y provisto de bienes desde el azoriana de San Carlos, que este es el punto de vista material". nombre de la localidad fundada por "Todo ese cúmulo de circunstancias Cevallos en homenaje al monar-a es- hacían del elemento azoriano o isleño pañol, nos da su historiadora por an- una fuerza pobladora de primera agua" tonomasia, la Dra. Florencia Fajardo Y termina la Dra. Fajardo su pensa- Terán. miento: "¿Qué valor tuvo ese grupo Dice la Dra. Fajardo: "Riesgosa pero isleño en la proyección histórica de notable experiencia poli tico-sociológica, nuestra Villa? Indudablemente signifi- a la postre ella resultó, su éxito lo de- ca algo más que su grupo inicial. Cons- bemos atribuir a la calidad excepcional tituye su médula, sü esencia, el orien- del elemento humano con el cual se tador de su proceso. Pueblo de labra- hizo la experiencia, imponderable des- dores, fórmula feliz de hombre y vo- de muchos puntos de vista. Así impor- luntad. La posesión de la tierra es ma-

168 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DÍX ESTADO teria vital en su vivir, su pujanza ex- chas veces en desafío (equivalente a pansiva será desde luego incontenible. nuestras "relaciones"), llamada "cha- sus hombres no podrán ser concentra- marrita". Tan importante es que, aún dos en la parábola territorial de sus hoy, es el baile tradicional por anto- inicios desbordándose-en tesonero e in- nomasia y que, para un azoriano, cha- quebrantable propósito hacia lejanos marrita y baile son sinónimos. Y ade- pagos. La colonización de la región más todos los bailes populares azoria- queda, fuera de toda duda, en sus ma- nos, con excepción de aquellos de más nos. Hermosa, empero sacrificada mi- clara influencia peninsular, como O sión por las difíciles circunstancias de Pezinho y algún otro, todos los demás, la hora." Y así fue només. Los isleños decimos, a despecho de sus nombres se desparramaron por Rocha, por Mal- diferenciales: Caracol, Mangericáo, donado, por Minas, y, lo más notable, Charamba, etc., no son sino variantes que descendientes de ellos, fueron, con muy leves, musicales y coreográficas, canarios, a poblar la nueva Villa del de la chamarrita. Ha dicho una escri- Durazno en 1828. Corazón geográfico tora de Sao Miguel, la Dra. Ligya Ma- de la República Oriental, la mimada ria da Cámara Almeida Mattos: "Las del Presidente Gral. don Frutos Rive- de Sao Miguel no tienen la ri- ra. Veremos luego las consecuencias de queza de movimiento, la variedad y la todo este movimiento de los azorianos, necesidad de actitudes y la exhube- cuando corresponda. rancia de colorido de las de otras tie- Para finalizar esta parte digamos rras de Portugal. Ni en sus intérpretes que el desarrollo e importancia de la se revela la explosiva alegría de la ma- población azoriana de Río Grande fue yoría de los intérpretes continentales, tal y sus relaciones con las Islas eran pero exactamente por eso su registro tan estrechas y constantes, que cada interesa sobremanera, pues, por la so- isla tenía el derecho de mandar un briedad de sus movimientos y lentitud cierto número de navios suyos en las de la mayoría de sus ritmos son como armadas. Después que la población se la confirmación de lo que acerca de estabilizó y la situación económica de Sao Miguel, escribiera Antero de Quen- la región se hizo sólida, comenzaron a tal en una carta dirigida a 01 iveirá ser una regla común los repatriamien- Martins, el 26 de junio de 1874: "La tos. Isla Holandesa, ya que en gran parte ¡o es, colonizada por flamencos, el me- Y ahora sí, después de este preludio nos portugués de los rincones por don- histórico que quizás itjarezca desmesu- de se haya extendido la lengua de rado, vamos a entrar de lleno en nues- Camóes". Otro autor afirmó: ."No hay tro tema y veremos entonces que el en todo el archipiélago población más preámbulo era imprescindible para ha- fuerte y viril, menos sensible al lamen- cerlo inteligible. A lo nuestro pues. tarse del portugués, más lejana al ma- rasmo y al sopor legendario del clima EL BAILE Y CANTO DE LA azoriano, que la población micaelense". "CHAMARRITA" Nosotros entretanto recordamos que hemos dicho en nuestro reciente libro Ocurre que en las Azores, así como "Orígenes de los Bailes Tradicionales en la Isla de Madeira (Archipiélago de en el Uruguay" a propósito de los Orí- Zargo) existe una forma tradicional, de genes de los llamados bailes de cuatro la mayor importancia, de baile colec- o canciones de bailar en hileras, de pa- tivo), de pares sueltos y tomados, can- res enfrentados, con cadenas, farándu- tado en cuartetas heptasilábicas, mu-

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 169 BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO las, etc., a cuya generación coreográ- chamar ritas del siglo XVIII. Mucho fica y presumiblemente a cuya genea- más de las de hoy. Las sabemos canta- logía pertenece la ehamarrita, que le das y bailadas. Las vimos bailar en sus sobraban a la España del siglo XVIII lugares de origen. Ya dijimos que es antecedentes moriscos y hasta flamen- un baile, que no , colectivo, ama- cos y alto-alemanes, que justificaran el torio, de parejas sueltas y/o tomadas renacer impetuoso de fistos bailes a (alternativamente), folklórico en Azo- cuaíro en rondas e hileras en ese si- res, las parejas interdependientes en- glo XVIII. Qué no decir de las Azores tre sí, su aire no demasiado vivo, su de las que ya conocemos los orígenes. paso resueltamente valseado, paseado Sea como sea, el hecho es que esta for- le dicen en la isla. Tienen dos temas ma de baile colectivo en pares, local, melódicos A-B que se repiten. El se- llamado ehamarrita, que además de to- gundo a veces tiene algún dibujo que do lo dicho se caracterizó por personi- le da mayor color a la melodía. El can- ficar la chamarrita una mujer de vida to cabalga sobre la música. No le sigue poco recomendable, forma de baile que silaba o nota. Comienzan y terminan corresponde exactamente a las apeten- juntos; nada o casi nada más, como cias del occidente europeo de esa época nuestros antiguos pericones y cielitos branles, rondas, couníry-dances, segui- por seguidillas. El canto se refiere a dillas a ocho, etc., se apoderó desde la ehamarrita en sí, coplas picarescas los albores del siglo XVIII de las pre- sobre esta mujer de vida bastante li- ferencias de los isleños, también de viana, o son cuartetas de desafío entre Madeira, y-mantuvo casi inalterable, los bailarines de sexos opuestos. Tam- esa preferencia, hasta hoy día. bién a veces picarescas. Daremos ejem- Es poco lo que sabemos de aquellas plos de ambas. AZ0R.E.5 CKO.mo.mtok

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Melodía de Chamarrita de Azores, recopilada por Julia Andrade.

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 171 Ejemplos de coplas con la chamarrita Eli personificada: Casada te te/a en viuva ames de um mes A stmkora ekamarñta para ver se tu voltavas E ama santa mulker, aos meas bracos outra vez. dá os ossoi ao mando, com4 cania eom quem quer. Nao me importa que tu estejas Chamarrita loi ao Pico Contra meu peito acenando a cávalo niim bonico, Essas toas carfanquinhas o borrico tropezón, E que me estáo recriando. Chamarrita lá ficou. Eli Eu bem sei que amas a outro Voha a minha chamarrita E que a mim semprt me negus o minka chamarritinha Se eu viver e tu víveres je nao tens a cama jeita E de ver a quem te entregas. vem cá deítar-te na jninha. Ella: A senhafa chamarrita Eu ja diz a mea. pai e urna santa mnlhert Para que de saiba bem de manhá sai de casa, Ei de casar a meu. gosto entra a naife quando quer. Nao ao gosto de muguen, A veces toma la forma de un verda- y olea a minha chamarrita dero dialogado, como por ejemplo: Para o lado da mea peilo Nao cabe um amor táo grande Ella empiesa: Num palacio tao estreíto. Beltis días, be/as noites bel os momentos tenhóis, Ejemplos de coplas de desafío entre darnos a ¡alar saúde mujeres y hombres: Eu'sloa bem, vos cómo estáis?

L.Alb».

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Otra Chamarrita de Azores, recopíiacídn de Jutío Anáraúi.

172 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO El responda: na menos picarescos y de tonadillesco Son soldado aríilheiro origen como el Cuándo, el , y al- gún otro, de extensa difusión española Vznko da bala rendido, e hispanoamericana. Ei¡ tambem'stou muilo 6em Es que ya no pueden caber dudas so- Vos tico milito agradecido. bre el papel protagonico que en la di- fusión de formas populares (a veces hi- La personificación femenina de la pertrofiadas y lógicamente aderezadas) "chamarrita", a que antes nos referi- de baile y de canto, jugó el teatro, de mos, no es un hecho aislado, ni mu- pueblo también, el de la legua, de en- cho menos, y más aún por tratarse de tremeses, jácaras y loas, en el diecisiete una mujer de vida, si no airada, por lo y el llamado "género chico", de tona- menos bastante movida. Desde los dilla y de "palillos" (castañuelas) en el tiempos de la Zarabanda y la Chacona XVIII y aun en el XIX. (fines del siglo XVI y comienzos del Que las coplas referentes a una se- XVII), se aplicaron nombres, presumi- ñora de vida agitada, en la chamarrita, blemente provenientes de damiselas son de origen teatral y probablemente vinculadas al teatro popular y la vida tonadillesco, lo prueba, como innúme- alegre, a bailes populares. Un ejemplo ros otros casos y ejemplos de canciones harto terininante,; es el de la Caramba, y bailes que hemos podido estudiar en ya en el siglo XVIII, sobrenombre que el Portugal continental, el siguiente recibiera la célebre, en Madrid y en texto poético. Versos casi idénticos a toda España, tonadillera María Anto- los portugueses que antes señalamos y nia Vallejo Fernández; la no menos cé- que pertenecen al Son de la Petenera lebre Tirana, y aun podríamos agregar (más tonadillesco español el nombre, aquellos nombres, no femeninos, pero imposible) que con forma musical de

El baile de la Chamarrita en Azores (Isla de San Miguel, Ponta Delgadn)

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 173 "chiiena", o "son" de tres partes, ca- desarrolla, básicamente, todo el baile. racterístico de la costa del Pacifico his- A veces se sueltan, cambian parejas, panoamericano, encontramos en Tixcla, dan vueltas o giros por dentro, baten Estado de Guerrero, México, que dicen: palmas, hacen cadenas, etc. Nunca cie- rran la rueda. Con la mano libre ellas Orcen que la Petenera /bis) se toman la pollera y ellos hacen cas- El ana mujer bonita (bis) tañetear los dedos. Excepto cuando Que se va a lanar de tmde (bis) van uno atrás del otro, sueltos, pues Y ruflm a la mañanita, (bis) entonces arabos van haciendo castañe- Dicen ijiie la Pelerteia (bis) tas con ambas manos. (Ver grabado.) Es ana santa mujer (bis) En algunos otros bailes de la familia que se na a lavar de tarde (bis) de la chamarrita, se enfrentan las pa- y íue!ve al amanecer, ¡bis) rejas formando dos hileras. Hombres a Estamos realizando "un estudio en un lado, mujeres al otro. Hacen avan- mayor profundidad sobre este tema, de ces, cambio de lugares, saludos y rue- la influencia del teatro popular español da grande. Por ejemplo en el Caracol. en la difusión de los bailes del pueblo, En términos generales, hasta las co- y por eso, por el momento nos limita- plas en desafio, todo nos recuerda mu- mos a consignar el hecho a la espera cho lo que sabemos de nuestros anti- de la finalización de ese trabajo, que guos pericones y cielitos. Casi nos in- nos permita presentar mayores y abun- clinábamos a pensar que el vaheado dantes pruebas de este aserto. que acompaña o sigue al lerdón seis Vamos a dar ahora algunos datos so- por ocho de sus compases, podría ser bre la forma coreográfica de la chama- de adopción más tardía al siglo XVIH, rrita actual de Azores: tal vez de entrado el XIX, con la ma- Salen tomados del brazo, una pareja siva difusión del vals y de las cuadri- atrás de la otra, la mujer a la izquier- llas. Si no fuera que este paso (paseado da del varón. Forman asi una rueda dijimos que le llaman los isleños), es cuyo movimiento es el contrario al de el famoso "paso del peregrino" men- las agu;as del reloj. Ellas van por den- cionado por Curt Sachs, y continúa aún tro, ellos por fuera. De esta forma se vigente en formas de danza tan arcai-

Ch-amorrita d-O tOrrfX-C(A-f\^or*S-^.ttJAndro.á% -Arresto -H=3- m zé

m Chamarrita do Caracol. Recopilada por Julio Andrade.

174 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO cas como la Danza Prima en Asturias, rrita, hay una enormemente popular y de origen procesional como lo fuera la no menos alusiva: antigua Morisca, etc. Chamarrita-, chama, chama Agreguemos que en la Isla de Ma- já dormí na tua cama, já tua boca btijei, deira, además de esas ya mencionadas já gosei os (cus carinhos coplas de personificación de la chama- E outras coisas que ett en sec.

LA "CHIMARRITA" RIOGRAHDENSE Si afirmamos antes que muy poco es rrita cuya versión musical da Meyer es lo que sabemos de aquella chamarrita la misma que dan Paixáo y Barbosa, . de Azores en el siglo .XVIII, debemos por lo cual ésta resulta evidentemente confesar, a fuer de sinceros, que no tradicional. mucho más es lo que, en buena ciencia Dicen Paixáo Cortes y Barbosa Lessa, y conciencia, sabemos y se sabe en ge- en su Manual de Daneas gauchas: neral, de la "ehimarrita" en Río Grande "Cuando los colonos azorianos en la se- del Sur. Es que los estudios sobre bai- gunda mitad del siglo XVIII, trajeron les populares, en esta región del Brasil, a Río Grande del Sur la chamarrita, están reducidos, casi, sólo a. lo que han esta danza era por entonces popular en hecho en la materia Paixáo Cortes y el Archipiélago de los Azores y en la Barbosa Lessa, entusiastas tr adiciona- Isla de Madeira. Desde su llegada a listas, diletantes (casi todos lo somos Río Grande del Sur, la chamarrita se en buena medida en Antropología Cul- fue amoldando a las distintas genera- tural), apasionados del tema pero so- ciones coreográficas y llegó, aún, a bre cuyo estricto rigor científico pue- adoptar, a principios de nuestro siglo, den caber dudas, basándonos mismo, la forma de danza (sfc) de pares enla- en las sinceras manifestaciones del pro- zados, como una mezcla de vals y cho- pio Paixáo Cortes, que nos ha afirmado tis (sic). De Río Grande del Sur y que no fue hacer ciencia pura su pro- IH1MARR1TA pósito. Con todo, casi únicamente a su tarea debemos remitirnos, pues hasta las exhumaciones tanto coreográficas como musicales que hemos visto y oído en el propio Río Grande, a cargo de nativistas de muy diverso ni- vel artístico; se basaban fundamental- mente, en los trabajos de los referidos autores. No obstante haoremos de agre- gar luego, unas notas al respecto reali- zadas por Augusto Meyer, en su "Guia do Folklore Gaucho", Siendo Meyer un investigador harto prudente y de pro- bada seriedad en sus afirmaciones, aun- que a veces su información resulte fragmentaria o tomada de una fuente errónea. De todas maneras es otro tra- bajo meritorio y que mucho nos ayudó a los efectos. Aclaramos que la chama- VI 1* LEV"! ChimcETTifa. reeopíiatídít de J. C. Paixáo Cor- tas y L. C," Barbosa Lessa, tomada He su obra. ALMANAQÜg &EL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 175 Santa Catalina, la danza (sic), pasó a Chimarrita diz que lem Paraná, al Estado de Sao Paulo, asi t'm cticaíinho alazdo como a las Provincias argentinas de E mentira da chimarrita Corrientes y Entre Ríos, donde aún Anda dp íreio na niño. hoy, son populares las variantes cha- marrita y "chámame" (sic). La corrup- Chimarrita, chimarrita< tela "Chimarrita", íue la denominación • ckimarrUa raeu amor, más usual de esa danza (sic) entre los por causa da chimarritaf camperos de Río Grande del Sur". padece que causa dar. "Coreografía. — En su forma tradi- De todas estas coplas se desprende, cional, la chimarrita es danza de pares en su mayoría, que se ha conservado en hileras opuestas, las hileras se cru- la personificación femenina de la chi- zan, se apartan en direcciones contra- marrita y algunas apuntan hacia aque- rias y vuelven a encontrarse, recordan- lla casquivana. do las evoluciones de ciertas danzas típicamente portuguesas (sic)." Por tratarse de un baile popular his- tórico, es decir, no vigente, las dificul- Augusto Meyer, dice, simplemente, tades y las conjeturas se hacen mayo- canto y danza del . Luego se res y más difícil de recomponer lo que pierde en una serie de largas disquisi- en realidad pudo ser. Entretanto, lo ciones sobre si se dijo siempre ehama- que -parece evidente, es que la coreo- rrita o chimarrita y el posible origen grafía óe la ehimarrita, en Río Grande de este nombre, disquisiciones filoló- del Sur, varió, en buena medida, por gicas a las que es tan aficionado. motivaciones de espacio-tiempo y nue- Con respecto a las copla¿ tradiciona- vas apetencias culturales propias dei les, de distintas fuentes hemos podido siglo XIX, y particularmente por in- obtener las siguientes, como bien tra- fluencia de los bailes enlazados, vals, dicionales: polca, mazurca, chotis. A nuestro jui- A moda da ckimerrita cio, la segunda de las nombradas, la Veio de cima da Serró, oolca, y no una polca cualquiera, sino Pulando de galho en galka, particularmente la alemana, influyó de- Foi parar em ou.ua ierra. cididamente en este cambio, así como en el cambio de su tiempo musical, en Chimarrita miúher velha, el cual influyen, además, las formas Quem te troicxe lá da Rio? populares características de los medios Foi um vtlho marinkciro folk afroamericanos, con sus síncopas Na proa de seu navio. y ligaduras, y su aire quebrallón. Chimarrita morrea ontem Ontem mesmo se enterran, LA "SIMARRITA" EN EL Quem fular da chimarrita URUGUAY Levt o lint que da letou, Veamos ahora el panorama en el Ckimarrita, chimar rila, Uruguay, Chimarrita do antro ladot Tanto el extinto Lauro Ayestarán, por causa da chimarrita como quien escribe han podido con- pajsei arrotos a nado. cluir de sus numerosas encuestas de Chimarrita e chimarrita, campo en elinterior uruguayo, que en Chimarrita do sendo diversas localidades y con mayor fre- Vai casar a sao filha. cuencia en los departamentos fronteri- Dea de dote nni patacáo. zos, con el Brasil: Cerro Largo, Treinta

176 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO y Tres, Rivera, y en Tacuarembó y Du- idéntica a la más popular en Entre razno, muchos guitarreros y cordeo- Ríos): nistas viejos, recuerdan una forma mu- sical muy ¡parecida a la polca , Simarrita, Simarrita, já, já! amilongada, con dos temas que se re- Simarrita de mi amor, piten: A-B, en compás de 2/4, exis- Causa de. la Simarrita, já, já! tiendo, a veces, en el B un dibujo o Ha sido mi perdición. variante característica, que le brinda mayor color e interés. Que se cantaba Mariquita dame un beso, já, já! en cuartetas o coplas octosilábicas. Mu- Que tu madre me mandó, chas veces estas coplas son en el carac- mi madre manda en lo de ella, já, já! terístico lenguaje de base portuguesa o En lo mío mando yo. interpolaciones fonéticas e idiomáticas Marica estaba enjerma, já, já'. españolas que define buena parte del y la madre la fue a ver, país cultural noroeste del Uruguay, lla- Como la encontró tan mal, já, já! mada chimarrita, o "simarrita" en la La dio contra la pared. pvoscdia de nuestros paisanos. He aquí dos coplas de éstas, recogi- La primera copla la encontramos das por Lauro Ayestarán. tomadas a casi igual en Entre Ríos, según vere- Lucas Buschiazzo de 85 años en el año mos más adelante. La segunda y la ter- 1948: cera son antiguas coplas hispánicas, que se reiteran en toda el área améri- De aqui a aquete cerro co-hispana. Incluso la segunda parece bis aplicada, aplicable o perteneciente al Me dizen qae fien perto baile "La Mariquita" (asi la conocemos Dígante o compadre Joane cuando menos). Mea compadre Filiberta. Esta "Simarrita" según nos dijeron A mi me chaman, de jeio, la informante y su hermano Rufino bis Escobal, era del repertorio de un gui- de nariz arreganhada, tarrista del lugar, ya fallecido, de mu- que seria se voce vese cha notoriedad, llamado Antonio Bus- a nariz de minha cunhada. tamante, quien, por su parte había aprendido lo más de e3e repertorio de O esta otra recogida por el autor en un tío suyo, famoso guitarrista y can- 1965, en Tacuarembó: tor del siglo pasado, llamado Teodoro Manuel Bustamante, de quien posee- Ckimarrita mulher jeta, mos hermosa fotografía. mulher de má condisáo ela cuando sai a sala Posteriormente, en octubre de 1969, bate co a hunda no chao. con motivo de pronunciar una confe- rencia sobre el tema en Villaguay (En- Recientemente, en febrero de 1969, tre Ríos), durante el 3er. Encuentro realizamos un viaje a Aiguá, allí la Entreriano de Folklore, cuyo Jurado Sra. Felipa Antonia Escobal de Gómez .tresictimos, un amable asistente com- de 69 años, nos cantó, sin acompaña- patriota, el joven Julián Cachaenot nos miento las tres siguientes coplas de informó de la siguiente copla que can- "Simarrite" (no estaría completa según taban Severino Pires y Ramón Ríos, sus propias manifestaciones y es evi- en Paso del Parque (Queguay Chico) dente que le falta una cc.ola), con la entre Salto y Paysandú, hace unos línea melódica que incluimos (casi años; •

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 177 En encontré una chimarrita LA CHAMARRITA EN ENTHE RÍOS l,á rao seria de Biigé, Veamos ahora lo que pasa en Entre Montaba un zorrillo guacho. Ríos y Corrientes: Campeaba un boy yaguané. El maestro Carlos Vega, recogió va- rias chamarritas en Entre RÍOS, que se Todos los informantes coinciden en encuentran en el Archivo del Instituto que se bailaba enlazado y como polca. de Musicología de Buenos Aires, que Claro que esto "como polca", resulta hoy dirige el distinguido antropólogo algo vago, para quien sepa cómo baila- Prof. Bruno Jacovella. ban los paisanos viejos. Era un trote- Son bien características, ritmo 2/4, cito lerdón en que el hombre reculaba tema A-B, canto en coplas octosilábi- siempre, casi sin levantar los pies del cas, en una la cuarteta es ininteligible suelo, en línea recta, t>rácticamente de ( y en la otra dice: un lado a otro de la sala de baile, los ojos fijos en nada. Bien lo dijo un cro- La chamarrita me dijo nista de época, "un trotedto como de que la llevara p'al bajo zorrillo que va para su cueva". (Ayes- le dije a la chamarrita tarán.) que te lleve quien le trajo. Un observador sagaz, a principios de La copla en si es bien tradicional, lo este siglo, el Dr. Roberto Bouton, mé- que importa es que mantiene la perso- dico en campaña en la zona fronteriza nificación femenina de la chamarrita y del departamento de Treinta y Tres, su carácter de mujer poco recomenda- consignó en sus apuntes: "Chimarrita o cimarrita. Era una polca y se bailaba como tal, pero ligero. Cuando era lo que llamaban con sobrecincha, casi al terminar la pieza uno gritaba. ¡Una sobrecincha!, entonces una pareja cual- quiera, por lo general ía más descui- dada por la conversación, la cortaban v quedaba en medio de una rueda que ¿e formaba con todas las parejas que estaban bailando, agarrados de las ma- nos", "Paraba la música a la voz de alto y el mozo tenía que decir un verso, una relación a la compañera. Una vez dicho 3J—1- TljB i-^3Z "f^m e¡ verso seguía la música, la pareja en- cerrada bailaba, mientras que los que hacían la rueda caminaban alrededor, sin soltarse de las manos y al compás de la música. Unos segundos después se mandaba otro alto, entonces la moza contestaba o decía su relación, para enseguida salir de la rueda, se- guir la danza y hacer entrar otra pa- La ChamtTTita, motivo popular Ge Entre Ríos, recopilación del maestro Elias Saralegvi. reja al centro y asi hasta terminar to- Prácticamente esta misma fue ln que «os das las parejas." cantara, can olios versos, la Sra. Felipa Esco- bal de Gámes, en Aiguá, Dejjío. de Lavaüeja.

178 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO ble (pero muy recomendada). Vega encadenados, polca cambiada y zapa- siempre nos afirmó no haber recogido teada; a la i: No. otra información sino que la chamarri- Delfín Arturo Ribeiro, 50 años, de ta se bailaba enlazada, como la polca. Felipe Joffre, a la 2, vals, mazurca, Por su parte el Prof. Joaquín López chotis, pericón y , a la 4: Sí. Flores, que vivió muchos años en el li- Antonio Alberach, de 48 años, de Al- toral, incluso en el Salto, en el Uru- vear, a la segunda pregunta, vals y guay, y en obrajes en Corrientes, nos tango; a la 4: Sí. envió en mayo de 1966 comunicación Vicente Aromí, de 94 años de Mbu- de conclusiones de una encuesta reali- rucuyá, a la segunda pregunta mazur- zada por él en la Provincia de Corrien- ca, polca, chotis, valseado, pericón con tes. relaciones y vals; a la 4: No. Los resultados tal como nos los pa- Anastasio Gamboa, de 73 años de sara el Prof. López Flores son los si- Colonia Carlos Pelegrini, a la número guientes: 2, polca, a la 4: No. - "Pregunta N' 2: ¿Qué era lo que más Dionisio Romero de 66 años de Santa bailaba en su juventud? Ana, a la número 2: pericón, chotis, Pregunta N? 4: ¿Oyó tocar en acor- mazurca; a la número 4: Sí. deón, arpa o guitarra, u otro instru- Sra. Marta K. Segovia de González, mento la chamarra o la chamarrita? de 54 años, de Cazadores Correntinos, Contestaron: Ignacio Franco, de 62 a la número 2: polca vals, lanceros, pe- años de edad de Puisoye: A la pre- ricón chotis, mazurca y skating; a la gunta 2, chotis, vals, pericón, vals cielo 4: Sí. y Santa Fe. A la N? 4: Si. Santiago Vallejos Cabral, de 70 años, Ursulo Dolores Ramírez de 83 años de Generaj Paz; a la 2: Federal, Cielito, de San Lorenzo a la 2: mazurca, cho- Santa Fe, Golondrina, polca valses li- tis, polca, vals. A la 4: No. geros pericón; a la 4: No responde. Ángel Villalba de 73 años de Go- Agrega el Prof. López Flores: "Ob- bernador Virasodo, a la N? 2, polca, sérvese que según se desprende de es- vals, mazurca, chotis, chotis inglés. A tos breves datos, en la zona urbana, no la 4: Sí. tenían cabida en los bailes la polca co- Paulino Ramírez de 82 años de Ce- rrentina o paraguaya y la chamarrita. bollas a la 2, chotis y mazurca. A la Según otros puntos de la encuesta y 4: No. aclaraciones posteriores y por separado, José E. Martírena de 79 años de Mo- solamente en la zona rural se danza- coretá, a la 2: vals, mazurca, polca y ban estas dos últimas, pero siempre, chotis, con cambiadas; a la 4: Sí. entiéndase, por parejas enlazadas". Bonifacio Pontel, 40 años de San Car- Nuestro distinguido amigo gran tra- los a la 2: vals, , polca y chotis dicionalista y sabedor de cosas de la y a la 4: Sí. cultura argentina, de antes, don Justo Mario M. Fernández, de 57 años, de P. Sáenz (h), en su reciente libro: Manuel M. Mantilla, a. la 2, polca y "Pampas, montes, cuchillas y esteros", vals, a la 4: No. que recoge muchos de sus excelentes Felipe Heraclio Galarza de 65 años trabajos periodísticos- de años anterio- de Lomas de Vallejo, a la 2: polca, pe- res, bajo el título de Bailes Criollos, ricón, mazurca y vals; a la 4: Sí. dice: La Cnu Epifanio Galarza, de 46 "Infortunadamente nunca pude ver años de Perugorria, a la 2: pericón con bailar la chimarrita o chamarrita, la relaciones, chotis cambiado, valseados famosa danza (sie) de la zona entre-

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 179 mana limítrofe con Corrientes. Tam- De esta Chamarrita damos la parti- poco me fue dado escuchar su música, tura, pues en 1965 la grabamos en casa hasta bastantes años después, digamos de don Justo, a la Sra. Lyda Marenco, 1946, en que la oí en esta capital en hija del Dr. Marenco y en ésa oportu- casa de' mi inolvidable amigo el Dr. nidad nos señalaba don Justo .que una Ergasto Marenco, nativo de Concordia, de sus coplas tradicionales que él re- quien tocaba la guitarra admirable- cordaba, dicha por el Dr. Marenco era: mente. Su ritmo, si no estoy equivo- cado es el de la mazurca (sití, y refería Chomarrita, ckamarrita, el Dr. Marenco que la vio bailar en su Ckamarrita de mi amor, adolescencia, que por algunos pasos y Qu,e Iras una chamarrita saludos, tenia similitud con el Cuándo". Se me fue mi corazón. ENTRE-RIOS ,1-

Chamarrita dfi Entre Ríos, que tocada el Dr, Eráosle Mareiíco, recopilación del autor.

CONCLUSIONES De todo lo dicho hasta aquí podemos principios la misma cosa. Y esto lo de- extraer tres ciases de conclusiones a muestra no sólo la similitud de los los efectos de este estudio y que nos nombres, desde que la pronunciación interesan: azoriana justificaría el pasaje a "chi- A) CONCLUSIÓN CONJETURAL marrita" en Río Grande y la prosodia HISTÓRICA: La chamarrita azoriana, portuguesa el pasaje a "simarrita" en la chimarrita riograndense, la simarrita el Uruguay. Lo que resulta notable es uruguaya y la chamarrita entrerriana, que, en Entre Ríos, mantenga su nom- tienen un origen común; son en sus bre original y esto merecería a nuestro

180 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO entender un estudio para ver una po- La chamarrita me dijo sible llegada casi directa de un grupo que la llevara p'al bajo, importante de azorianos, de algunos de le dije a ¡a chamarrita, los acortes pobladores del siglo XVIII que te lleve quina le trajo. a la zona norte de la Provincia de (Entre Ríos! Entre Ríos. Habría que hacer también un estudio Chamarrita, chamarrita, sobre el "Caramba", para analizar su chamarrita de mi amor posible vinculación con el "Charamba" que iras de una chamarrita azoriano, aunque sabemos de un baile se me fue nú corazón, español del siglo XIX (o fines del (Enlte Ríos) XVIII?) llamado también del Caramba, donde más probablemente habría que Y podríamos seguir con los ejemplos. buscar el tal origen. (Estuvo de moda Z?) Podemos establecer una compa- la Tirana del Caramba, en los teatrillos ración musical, bien fundada, a despe- de cuplés). Demostraría este origen cho de las lógicas variantes locales pro- único de todas estas chimarritas o cha- venientes de: marritas, además, el área de distribu- a) Diferencias rítmicas de carácter ción de los azorianos que hemos visto local tradicional y detenidamente, al principio de este es- b) de que las formas melódicas son tudio y su cultura en toda la cuenca débiles y sumamente lábiles, a través piálense, según los vimos en ese mo- del tiempo, en la memoria cultural del mento. pueblo. (Véanse los ejemplos intercala- B) CONCLUSIÓN CONJETURAL dos en el texto.) ETNOCULTURAL: La conclusión ésta tf>) Los lugares del Uruguay donde se basa lógica y naturalmente en la Lauro Ayestarán, el Dr. Ildefonso Pe- histórica, pero agregaremos en ella que, reda Valdés (autor de un interesante " 1?) Las características del baile an- mapa folklórico) y el autor, han regis- tiguamente, siglo XIX, tanto en Rio trado la chamarrita (y aun el caran- Grande como en Entre Ríos, parecen guiyo o caranguejo} son; recordar en las figuras, cambios de lu- a) Las zonas fronterizas rayanas gares, reverencias, cadenas, a las de la con el estado brasileño de Río Grande chamar-rita actual de las Azores. del Sur, antiguos territorios por donde 2^) Similitud o igualdad de las co- circularon los azorianos originales y plas o cuando menos simiíar valor, a aún circulan sus últimos descendientes, saber, personificación de la chamarrita con sus bagajes culturales. en una mujer de vida ligera: b) La zona de Maldonado, Rocha y Lavalleja, cuyo epicentro geográfico es A stnhora chamarrita San Carlos, población que, como ya se- E uma santa mulher ñalamos extensamente tiene un origen da os ossos aa marido fundamentalmente azoriano. come carne com qiítm quer. c) Durazno, que, como vimos, des- lAlOrea) de su etapa fundacional recibió apor- tes carolinos. Ckamarriia, chamarriut, d) Finalmente una chamarrita (si- chama/rita mea amor, marrita), que encontramos en Merce- por causa da chamqp-itOi des, Departamento de Soriano, y que padece que causa dor. señala un caso ejemplar, por el estudio (Rio Grande) histórico-biográfico que nos permitió

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 181 No espere a! siniestro para pensar en el seguro. Su automóvil representa un capital importante. No la exponga. Asegúrelo contra todo riesgo en el

BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO <

"CaTangtiiyo", ivieíodfa tradicional en toda el área titoral riaplalense (incluido Río Grande del Sur), recopilación del autor a la Sra. Elisa de León, de Pires y otros uarios ín/ormatites, con la cola&oración de ¡o pianista Gladys Pmz de León. realizar y que analizaremos enseguida. toda la vida" que la tocaban sus tíos, En 1965, tuvimos oportunidad de etcétera. grabarle a don Roque P. Gil, caballero 3) Con la ayuda del joven profesor de la ciudad de Mercedes, en el litoral de Historia, Manuel Santos Pires, que uruguayo al sur del Río Negro, de 71 ejerce la docencia en el Liceo Depar- años de edad por entonces, una chima- tamental, y que fue quien por razones irita, que interpretaba en acordeón de de parentesco me-llevara hasta la ci- una hilera. tada señora, pude establecer por último Una cuidadosa investigación poste- (investigaciones en los libros y archi- rior, nos permitió establecer: vos parroquiales por él realizadas), que 1) Que don Roque aprendió esa sí-" en el año 1836, se estableció en Perico fnarrita con miembros de una familia Flaco un joven llamado Serafin Pires, Pires, escrito así en la forma portu- brasileño, de Rio Grande. Venía, cier- guesa, provenientes de una pequeña Jo- tamente, escapado de los problemas de Calidad cercana a Mercedes, llamada la Revolución Farroupilha, nacido po- Perico Flaco (hoy Saeachiapas). siblemente Oor 1818 al 20, y que, más 2) En ese lugar, propiamente en las tarde, ya propietario del casco del Cercanías de la llamada Azotea de los campo que pasó a llamarse por eso í*ires, pude reportear, algunos meses Azotea de los Pires (apellido éste muy Sespués, a una señora Pires, de más de común en Azores, muy portugués). Este Ochenta años, quien afirmó que esa si- Pires casó en 1859, el 15 d'e enero por "era de la familia1' (sic) "de ser más precisos. Falleció en el mismo

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 183 Don Serafim Pires, Tiograndcn.se de nacinaenio y fundador de lo; familia en Sortario (lugar Uamti- áo Perico Flaco y hoy Sacachispas) y presunto mlroductor allí

1B4 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUfiOS DEL ESTADO Jugar el 30 de junio de 1890. Su hijo pueblo de las islas. Nos confirmó en mayor pasó a ser propietario del cam- esta tesitura el hecho de que la distin- po o el casco de él, de nombre Máximo guida folklorista micaelense doña Ma- Anastasio, nacido en 1860 y fallecido ria Luisa A. Ataide da Costa Gomes, en 1915. Parece ser que de éste apren- nos informó que entre los apuntes de dió don Roque Gil a tocar la famosa su difunto padre, destacado etnógrafo, simar rita. figuraban unas antiguas coplas "do Ca- Y ahora lo más resaltable. Nadie, ab- ranguejo" con el siguiente texto: solutamente nadie más, fuera del nú- cleo familiar de los Pires, al que está Caranguejo nao é peixo vinculado don Roque P. Gil, conoce o Caranguejo peixo é, toca, en la región la mentada pieza. Caranguejo cheira a peixo Como se ve, se trata, auténticamente, No vazar da morí. de un patrimonio cultural familiar. El Registradas, además, cómo baile y desgaste y la reorganización musical, "cantiga de roda" (canción de ronda). que evidentemente ha sufrido, corre Antes de seguir adelante, cabe hacer entonces de exclusiva cuenta de ese aquí otra anotación al margen de ca- núcieo familiar y de las imperfectas rácter genérico como aquélla que hici- sucesivas trasmisiones orales, pero no mos con referencia a la influencia del ha sido tampoco tan extremo, como . teatro ,popular respecto de la difusión para que, escuchada la ¡pieza en Azo- de los bailes. Los niños, resultan, en res, de la grabación tomada por noso- último término, los depositarios de in- tros, dijeran, sin advertencia previa: númeras formas de la cultura popular: — ¡Isso é nosso! mitos y leyendas transformados en Es decir, fue reconocida como forma acertijos, cuentos y aun en juegos ar- t musical emparentada con las azorianas. guméntales; bailes antiguos y cantos, que perimen en una vejez redentora, EL CARANGUEJO O CARANGUIYO como juegos, canciones y rondas infan- De mucho menor difusión y más li- tiles, etc. Esto es bien sabido, por an- mitado, por tanto, en su importancia tropólogos y folkloristas, Pero los estu- local, adoptando la forma de un indi- dios que venimos haciendo sobre anti- viduo cristalizado desde el punto de guas formas de baile, nos han llevado vista musical (caso similar al de los a concluir, por el momento que, en bailes la Firmeza, la Hueva y la Media- apariencia, formas muy arcaicas, ya Caña), lo que evidentemente lo dife- transferidas al repertorio infantil, en rencia de la Chamarrita que es un gé- comunidades o grupos pequeños, muy nero, y bien rico en número de indivi- primarios cultura Im ente y aislados, duos, tenemos, en sus mismas zonas de pueden ser retomados o alternados en dispersión isleña (Zargo y Azores) y ambas condiciones (la de ronda infan- sudamericana: Río Grande del Sur; til o la de baile popular), en una espe- Uruguay; Entre Ríos, al llamado Ca- cie de proceso de revivencia a su con- ranguejo o Caranguiyo. dición de canciones o textos de esos Durante nuestra corta íoero fructífe- bailes {aunque no necesariamente se ra estancia en las Islas, no pudimos retomen éstos, desde el punto de vista obtener referencia directa a baile o estrictamente coreográfico, en las for- canto alguno, vigente, con este nombre. mas originales, ya obsoletas frente a las Lo que ya empezó a darnos una pauta apetencias generacionales). En muchos de que podría tratarse de una forma casos (y esto es lo más (recuente) la muy arcaica y ya casi olvidada por e! costumbre de tener en las cortes (aun

ALMANAQUE DEL BAKCO DE SEGUROS DEL ESTADO * 185 en las virreinales americanas) bufones, comunidad y entre la generación origi- negros, tontos, enanos y niños para di- naria (no así entre los hijos america- versión de las gentes uoalaciegas, cos- nos) formas de canto y baile isleños y tumbre tomada con espíritu de sátira aun portugueses continentales, muchos por ese mismo teatro popuiar de entre- de los cuales ya han sido casi olvida- meses a que antes nos refiriéramos, dos en las propias Islas. teatro que bebe a la vez en ambas La Sra. D. R. Ferreira de unos 75 fuentes, la pura y cristalina del pueblo, años de edad, natural de la Isla Tercera la sofística y alambicada de los salones, en Azores, e inmigrada a los Estados todo contribuye a redesíribuir en el Unidos hace unos 52 años, ya que es mismo pueblo, y aun a difundir en bisabuela allí, y el Sr. Manuel M. Enos nuevas y más extensas áreas, formas (debe ser Enes el apellido portugués antiguas ya casi borradas o bowadas de original) de unos 67 años, granjero, na- su memoria cultural. tural también de la misma Isla, infor- Explicar más extensa y pormenori- maron a Mrs. Purcell de una "cantiga zad a mente todo este difícil problema, y de roda" (canción de ronda) o moda de fundamentar más concretamente esta baile, es decir que aparentemente, en que reputamos nueva hipótesis, excede su juventud, era forma de bailar y los límites del presente ensayo, aparte también ronda infantil, llamada "A que, oportunamente y en trabajo ex- meia volta" (U.C.L.A., archivo de gra- clusivamente dedicado a ello, daremos baciones magnetofónicas, N? t 68-28,2), esos fundamentos y explicaciones, con cuyo texto poético es el siguiente: toda la documentación de que dispon-' gamos para su probanza. Caranguejo é so peíxe De todos modos esto parece haber Carangvejo peize i. ocurrido con el "caranguejo", que per- Como nao nasetu peixinhe vive o pervivió hasta hace muy pocos Nao andaoa na moré. años, como baile de ronda y como can- ción de ronda infantil, en las Islas (ar- Palmas, palmas, palmas chipiélagos de Azores y Zargo) y en pé, pf, pé, extensas zonas del Brasil sur y aun en lugares limítrofes de la cuenca pla- liamos dar a meia volta tense. HÍ> enckfíiite da moré. En nuestro reciente viaje a los Esta- dos Unidos, tuvimos oportunidad de Vamos, a aoite, reportear personalmente a un grupo de que a vida melkourou portugueses isleños que constituyen s'ele entrar no mar fe) una bastante numerosa colonia, princi- lili ele q'eu nao tou. palmente de pescadores, en San Diego, Palmas, palmas, palmas •.. etc. California, y aprovechar, a la vez, ¡os trabajos y reportajes realizados allí por Durante nuestra estadía, en noviem- la joven colega Mrs. Joanne B. Purcell bre de Í968, la Sra. Dolores Pequeño, de la Universidad de California en Los en San Diego, California, natural de Angeles (U.C.L.A.), ayudada en ellos y Madeira y de 48 años de edad, con la asesorada por su esposo, distinguido misma música nos cantó el "Caran- musicólogo. Estos portugueses en su guejo" o "A meia volta", "Cantiga de mayoría han llegado a California o sa- roda" (ronda infantil) que cantaba y lido de sus Islas hace 40 ó más años jugaba de niña en su Isla, con el si- atrás, pero conservan en el seno de su guiente texto:

186 * ALMANAQUE PEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO Carangaejo nao é peixe Y ésta nos da pauta, mejor aún que Caraagueje peixe i ninguna otra consideración que poda- Caranguejo só e peixe mos hacer sobre la antigüedad de estas Quando anda na marí. romias de baile en el occidente euro- Roda, roda, roda — bis peo y principalmente en la'Península pé, pé, fié Ibérica. En efecto, según nos resaltara palmas, palmas, palmas, el mencionado musicólogo norteameri- r.nrangaejo peixe é. cano Purcell, se traduce de sus carac- terísticas una antigüedad tal que nos Coincidencia total, como se puede hace pensar, cuando menos, en la Alta comprobar. Edad Media o poco menos. La analiza En ambos casos, la forma musical es así: la que transcribimos. 1) Línea vocai (

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS BEt ESTADO 187 intervalo de una sexta (implícitamente "Brincadeira de roda, com cantiga e esto señala sistema hexacordo). coreografía propia. Cantam versos 2) Acompañamiento instrumental (quadras) variados, tendo ou nao rela- monódico. Igual al vocal excepto por cáo com o assunto, mas o estribilho ca- las inflexiones rítmicas (la púa o plec- racteriza a ronda: tro en notas repetidas). 3) Implícito el zumbido al fin de Carangaejo nao i peixe las frases, ejecutado instrumentalmen- Carangaeja peixe é... te tocando octavas (d-d-). Caranguejo so e peixe, 4) Compás binario. !Ve endiente da moré! Repetimos, todo esto parece referirse Palma, palma! (hatem as máosj a una forma probablemente medieval, pé, pé, pé de canción de bailar. Caranguejo só é peixe Vamos ahora a lo más interesante No enchente da maré. para nosotros. En Rio Grande del Sur y casi con igual acompañamiento musi- Finalmente agregamos que los musi- cal (según io ilustra la transcripción cólogos Carlos Vega y Lauro Ayesta- siguiente) se ha registrado una forma rán, recogieron la misma forma musi- de baile colectivo de pares en ronda, cal (como acó ir oañ amiento de un anti- llamada "Caranguejo", con las siguien- guo baile popular, según los informan- tes cuartetas o coplas, tradicionales en tes), en la provincia argentina de En- los medios rurales (J. C. Peixáo Cortes tre Ríos y en la República Oriental del y Barbosa Lessa, "Manual de Dancas Uruguay (Departamento de Lavalleja, Gauchas"): José Pedro Várela, a Modesto Roque, área ésta de influencia periférica de Caranga?jo nao é peixe los azoríanos carolinos y su cultura), Carangaejo peixe é. respectivamente. Se nao josse o caranguejo. Nuestro lustrabotas, el joven José Nao se danqava etn Bagé. Pires de 30 años de edad, resultó ser un interesante informante en la mate- Caranguejo nao é peixe ria, pues, natural de Meló, nos decía Caranguejo peixe é, que una tía suya de nombre Josefa Eu ya vi um raranguejo Pires, natural del mismo lugar y de 70 Sentado e lavando os pés. años o más en 1960, citando falleció allí, Caranguejo nao i peixe solía cantar "sobre todo cuando había Carangtitjo peixt é, visitas", y "con la misma ", se- Caranguejo pernú fina gún nos dijo José al oír la grabación fitáo agüenla balancé. de nuestro archivo, la siguiente copla:

Caranguejo nao H peixe Curanguejo nao é peixe Carangaejo peixe i, CaranguKJo peixe é, Eu ja vi um caianguejo, Sanca he visto um carangue'fo namorando urna tntdhé. ,. IÍO.\ peitos duMti muJhp •,,

Por su parte el folklorista brasileño, Como se puede fácilmente compro- Cámara Cascudo, en su ya clásico "Di- bar, simple variante de una de las co- cionario do Folclore Brasileiro, estam- plas riograndenses y en el lenguaje hi- pa la siguiente definición y texto poé- bridado de español y portugués de tico: nuestra frontera spca con P) Brasil.

188 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO En el año 1962, D* Elisa de León de Los amores si han perdido Píriz (antiguamerite era Pires), de Ca- los salieron a buscar racoles, 2? Sección Judicial de San veinticinco granaderos Carlos, Dpto. de Maldonado, nos infor- un cabo y un ojirial. mó que entre 1900 y 1910, era clásico en los bailes del pago cantar y bailar Y existen muchas variantes semejan- el "Caranguiyo", con la misma forma tes en casi todos los países de América musical conocida en^toda la cuenca y hispana, generalmente aplicadas a jue- que ya hemos dado, y estas coplas o gos infantiles de ronda (que es io que cuartetas: resulta más notable en este caso de sincretismo cultural). Como por ejem- Caranguiyo, caranguiyo, plo esta de "La Cucaracha" (lo más in- Caranguiyo, caranga, teresante, todavía, es la aplicación zoo- El que baile Caranguiyo lógica, como en el caso del caranguiyo- Que lo baile como yo, cangrejo) recogida por don Vicente T, Mendoza el notable folklorista mexi- Canmguiyo m> me toquet, cano en su "Lírica Infantil de México" Caranguiyo lócame. (El Colegio de México, I* Ed., 1951, Con la punta de los dedos México D. F., pág. 68, N? 81): Y el ¿apatita ¿el pié. Ya murió la cucaracha Ya la llevan a enterrar C.tiranguiyo se ha perdido Entre cuatro zopilotes !•> salieron a buscar Y un ratón de sacristán. veinticinco granaderos y un cabo y un oficial, Y su variante "La Tusa" (ítem. N? 82, pág. 69): Caranguiyo se murió lo llevaron n enterrar Ya la tusa se mttrió le pusieron poca tierra Ya la llevan a enterrar y volvió a resucitar. Entre rustro lagar ti ¡05 V un gato de sacristán, Lo más notable de esta versión resul- ta, naturalmente, la interpolación de Evidentemente emparentadas ambas, coplas, antiguas y tradicionales coplas no sólo con la señalada tercera copla españolas, en esta vieja canción de del "Caranguiyo", sino también con la ronda de origen portugués. cuarta, que dice: Esta información fue confirmada en la misma región por Froilán Nieves, Caranguiyo se muriá Sofía Dutra, personas ambas mayores lo llevaron a enterrar, etr. de sesenta años, y la señorita Blanca Ferraro que se lo oía a su madre ya Reiteramos que lo notable de esta fallecida. Y también por el Juez de versión, que creemos única con su Paz de Pan de Azúcar (localidad cet- canto en español, caso extraordinario cana de la región), Antonio López, de de sicretismo cultural e idiomático, es 65 años, en el 1966. que al "traducir" el canto del viejo Destacamos entre esas coplas la que baile (¿o juego?, ¿o ambas cosas?) de dice "caranguiyo se ha perdido", pues origen azoriano, se le aplicaron cuar- idéntica la encontramos en el baile rio- tetas españolas de origen Indico tam- platense "Los Amores": bién y normalmente usuales en juegos

ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO 189 infantiles, conservándose en todo lo MEYER, Augusto; "Guia do Folclore demás, particularmente la música (caso Gaucho", Graíica Ed. Aurora, Rio áe también notable de cristalización, co- Janeiro, 1951. mo ya hicimos notar, de un arcaico PAIXÁO CORTES, J. C. y Barbosa modelo o tipo) las formas originales. Lessa; "Manual de Dantas Gauchas", 2* Ed., Irmáos Vítale S.A.C.I., Brasil, BIBLIOGRAFÍA 1961, SAENZ, Justo P.

LOS GASTOS INDIRECTOS QUE PROVOCAN LOS ACCIDENTES DEL TRABAJO

f SON MAS DEL TRIPLE DE LA PRl'MA QUE USTED PAGA EN EL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO.

190 * ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO