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Presenta Eleuterio García Hernández

Presenta Eleuterio García Hernández

COMISIÓN NACIONAL PARA EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

MAESTRÍA EN LINGÜÍSTICA INDOAMERICANA

NARRATIVA CONVERSACIONAL EN EL CHINANTECO DE TEMEXTITLÁN: UN ACERCAMIENTO A LAS NARRACIONES ORALES EN DOS GENERACIONES

PRESENTA

ELEUTERIO GARCÍA HERNÁNDEZ

TESIS

PARA OPTAR AL GRADO DE

MAESTRO EN LINGÜÍSTICA INDOAMERICANA

DIRECTORA:

DRA. M. REGINA MARTÍNEZ CASAS

México D. F. Enero de 2014

A mi madre, quien es mi verdadera maestra A mi padre (†) que, desde el cosmos donde está, es mi fuerza para hacer obras como esta A mis hermanos y a mi hermana, a quienes les debo mucho Ah, también para Miri

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Agradecimientos

Mis más profundos agradecimientos a las personas de la comunidad de Temextitlán por haberme dado todas las facilidades para grabarlas y «explotarlas». A los hombres, a las mujeres, a los niños y niñas que participaron de manera directa e indirecta y que me permitieron entender como funciona su desafiante comunidad lingüística.

Agradezco a la Dra. María Regina Martínez Casas por la dirección de esta tesis. A la Dra.

Rebeca Barriga Villanueva, al Dr. Mario Ernesto Chávez Peón y al Dr. Pedro Hernández

López por haber leído mi borrador y por sus valiosas sugerencias. También al conjunto de mis profesores y mis compañeros en la Maestría.

Mis reconocimientos a CIESAS, a CONACyT y a la CDI por hacer posible mi tránsito por esta maestría. El apoyo económico para mi manutención y para el trabajo de campo resultaron cruciales para la culminación de mi trabajo académico.

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Tabla de contenido I. Introducción ...... 6 Objetivos ...... 12 1.1 Estudios previos sobre el chinanteco y el tema de investigación ...... 13 1.2 La región de la Chinantla ...... 15 1.2.1 La comunidad de estudio ...... 17 1.3 La lengua chinanteca ...... 19 1.3.1 Orden de palabras ...... 20 1.3.2 Sistema de alineamiento ...... 21 1.3.3 Breve descripción fonológica ...... 24 1.3.4 El sistema consonántico ...... 25 1.3.5 El sistema vocálico ...... 26 1.3.5.1 Vocales nasalizadas ...... 28 1.3.5.2 Tipos de voz ...... 28 1.3.5.3 Vocales largas ...... 29 1.3.5.4 Tipos de fonación ...... 30 1.4 Notas sobre el sistema tonal ...... 31 1.4.1 Tonos de nivel ...... 32 1.4.2 Tonos ascendentes ...... 33 1.4.3 Tonos descendentes ...... 34 1.4.4 Tonos complejos ...... 34 1.5 Especificaciones sobre la transcripción ...... 38 II. Metodología ...... 41 2.1 Equipo empleado ...... 46 2.2 Situación de vida de mis colaboradores adultos ...... 48 2.3 Situación de vida de los xun ...... 50 III. Etnografía de la comunicación ...... 52 3.1 Antecedentes ...... 52 3.2 Espacios para la narrativa ...... 53 3.3 Situación lingüística de la comunidad ...... 58 3.4 Situación de la población en edad preescolar ...... 59 3.5 Situación de la población en edad primaria ...... 61 3.6 Situación de los adultos ...... 62 IV. Contextos propicios para la narración ...... 66 4.1 Tequios ...... 66 4.2 El centro de la comunidad ...... 68 4.3 Tiendas ...... 69 4.4 Fiestas en casas particulares ...... 69 4.5 Fiestas comunitarias ...... 70 4.6 Sobre qué se narra en la actualidad ...... 75 4.7 La vida de los xun ...... 77 4.8 Factores que están provocando los cambios en repertorios narrativos ...... 78 4.9 El papel de la escuela ...... 79 V. La narrativa en Temextitlán ...... 81 5.1 Base de datos de las narraciones ...... 81 5.1.1 Narración: «Juu kia’ rï’» ...... 83 5.1.2 Narración: «Juu kia’ rï’» xun ...... 84 2

5.1.3 Narración: «Juu kia’ salvajñü» ...... 86 5.1.4 Narración: «Juu kia’ salvajñü» xun ...... 90 5.1.5 Narración: «Juu kia’ salvajñü» xun ...... 91 5.1.6 Narración: «Juu kia’ salvajñü» xun ...... 92 5.1.7 Narración: «Juu kia’ Tï Ao» ...... 94 5.1.8 Narración: «Juu kia’ Tï Ao» xun ...... 98 5.1.9 Narración: «Juu kia’ Tï Ao» xun ...... 99 5.2 Definiendo la narrativa ...... 100 5.3 Delimitando la narrativa en Temextitlán ...... 101 5.4 La estructura de las narraciones ...... 103 5.5 Características de las narraciones en Tï Ao ...... 104 5.5.1 Narraciones locales ...... 105 5.5.2 Narraciones históricas y leyendas ...... 107 5.5.3 Narraciones de ficción ...... 112 5.6 Tipos de narraciones en Temextitlán ...... 113 5.6.1 Juu kia’ dzä aan ...... 115 5.6.2 Juu kia’ dzä laan ...... 117 5.6.3 Juu kia’ dzä mo’ ...... 117 5.6.4 Juu kia’ dzä xaa ...... 117 5.6.5 Juu kia’ e na ngongïn dzä ...... 118 5.6.6 Juu kia’ fidioo ...... 118 5.6.7 Juu kia’ fii tuu’ jmïï ...... 119 5.6.8 Juu kia’ jo’ nuu koo’ onuu ...... 119 5.6.9 Juu kia’ juu adzøø ...... 120 5.6.10 Juu kia’ kuu ‘lï’ koo’ dzä jï ...... 120 5.6.11 Juu kia’ nëë ...... 120 5.6.12 Juu kia’ rï’ ...... 121 5.6.13 Juu kia’ salvajñü ...... 122 5.6.14 Juu kia’ Tï Ao ...... 122 5.6.15 Juu kia’ xio’ la ka lï gua’ ...... 123 5.6.16 Cuentos con tintes occidentales (Juu kuanti) ...... 123 VI. Análisis de datos ...... 124 6.1 Datos preliminares ...... 125 6.2 Observaciones a los datos ...... 130 6.2.1 Cómo se introduce a los personajes ...... 131 6.2.2 Desarrollo ...... 135 6.2.3 El desenlace ...... 141 6.3 Habla reportada ...... 146 6.3.1 El caso de los narradores adultos ...... 148 6.3.2 El caso de los xun ...... 153 VII. Conclusiones ...... 158 Bibliografía ...... 168 Abreviaturas empleadas ...... 172 Anexos ...... 173

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Lista de Tablas

Tabla 1. Nivel de escolaridad ...... 19 Tabla 2. Cuadro de consonantes ...... 26 Tabla 3. Ejemplos de palabras con timbres vocálicos ...... 27 Tabla 4. Contraste entre vocal oral y nasal ...... 28 Tabla 5. Contrastes de tipos de voz ...... 29 Tabla 6. Vocal corta y vocal larga ...... 30 Tabla 7. Vocal cortada y rearticulada ...... 30 Tabla 8. Vocal nasal-cortada y nasal-rearticulada ...... 31 Tabla 9. Ejemplos tonales ...... 33 Tabla 10. Tonos ascendentes ...... 34 Tabla 11. Tonos descendentes ...... 34 Tabla 12 Tonos complejos ...... 34 Tabla 13. Sustantivos alienables ...... 36 Tabla 14. Sustantivos inalienables ...... 36 Tabla 15. Ejemplo de verbos en su forma simple y flexionados ...... 37 Tabla 16. Conversión de vocales a emplear ...... 39 Tabla 17. Consonantes del alfabeto práctico ...... 39 Tabla 18. Representación de vocales nasalizadas ...... 40 Tabla 19. Actividades de las mujeres ...... 43 Tabla 20. Grabaciones realizadas con adultos ...... 44 Tabla 21. Grabaciones adicionales con adultos ...... 44 Tabla 22. Grabaciones con los xun ...... 45 Tabla 23. Grabaciones adicionales con los xun ...... 45 Tabla 24. Grabaciones adicionales ...... 47 Tabla 25. Actividades realizadas durante el segundo periodo de campo ...... 47 Tabla 26. Datos de las y los colaboradores ...... 48 Tabla 27. Hablantes de español ...... 63 Tabla 28. Adultos y xun hablantes de español ...... 64 Tabla 29. Actividades de los xun ...... 77 Tabla 30. Organizacicón de las narraciones ...... 82 Tabla 31. Género de las narraciones ...... 105 Tabla 32.Otros tipos de adverbios ...... 108 Tabla 33. Tipos de adverbios ...... 109 Tabla 34. Narraciones narradas por los xun ...... 125 Tabla 35. Nuevos códigos de los xun...... 154 Tabla 36. Frecuencia de códigos nuevos usados por los xun...... 154

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Lista de fotografías

Foto 1. Panorámica de Temextitlán ...... 17 Foto 2. Tío Milia’ ...... 41 Foto 3. Tía Teree ...... 42 Foto 4. Tía Mari’ ...... 48 Foto 5. Xunses de la escoleta ...... 51 Foto 6. Escoleta donde asisten los xun ...... 65 Foto 7. Vista del centro de Temextitlán ...... 67 Foto 8. Grupo de personas en una tienda ...... 68 Foto 9. La matanza ...... 70 Foto 10. Altar en la Fiesta de Muertos ...... 71 Foto 11. Grupo de personas jugando cartas ...... 75 Foto 12. Casa con antena de televisión de paga ...... 78 Foto 13. Escuela primaria ...... 80 Foto 14. Sitio sagrado, Mo’ Jli ...... 116 Foto 15. Nacimiento del arroyo Jmïï Sata ...... 119 Foto 16. Cúpulas de la iglesia de Quiotepec ...... 122 Foto 17. La sirena ...... 126

Lista de ilustraciones

Ilustración 1. Timbres vocálicos ...... 27 Ilustración 2. Contraste entre voz modal y voz murmurada ...... 29 Ilustración 3. Ejemplos tonales en espectrograma ...... 33 Ilustración 4. Representación gráfica de una narración lineal. Modalidad 1 ...... 136 Ilustración 5. Representación gráfica de una narración en Temextitlán. Modalidad 2 ...... 136 Ilustración 6. Representación gráfica de una narración en Temextitlán. Modalidad 3 ...... 136 Ilustración 7. Representación gráfica de las narraciones de los xun (modalidad 1) ...... 137 Ilustración 8. Línea de flujo de la narrativa lineal ...... 137 Ilustración 9. Línea de flujo de la narrativa en Temextitlán ...... 137 Ilustración 10. Inicio y final de una narración lineal ...... 141 Ilustración 11. Inicio y final de una narración en Temextitlán ...... 141 Ilustración 12. El contínuum de la narrativa en Tï Ao ...... 160

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I. Introducción

Desde tiempos inmemoriales las prácticas conversacionales en las que se entretejen narraciones han tenido diversas funciones en el habla humana: «las diversas esferas de la actividad humana están todas relacionadas con el uso de la lengua» (Bajtin 1992: 248). Cuando los infantes son los destinatarios sirven para distraerlos, para inculcarles enseñanzas morales, para instruirlos en las destrezas de la vida y para dotarlos de conocimientos comunitarios. Sirven, también, en el caso de los adultos, para amenizar las reuniones, para hacer menos fatigoso el camino al trabajo, el trabajo mismo y los quehaceres domésticos. Lo que he observado en los últimos años es que la narrativa1 ha empezado a perder presencia, a perder vitalidad, al grado de que he llegado a creer que está siendo desplazada por diversas causas. Muchas personas adultas argumentan que los xun2 y los jóvenes han perdido el interés por escuchar las «palabras viejas» y muchos de los jóvenes desconocen la riqueza de los diversos tipos de la narrativa en el chinanteco. Sin embargo, lo que expondré en este trabajo es que no hay tal desplazamiento o pérdida de conocimiento ni de habilidad en esta práctica, sino un cierto tipo de repertorios, tal como los define Duranti (2000), que ha caído en desuso. Este trabajo gira en torno a cuatro tópicos. En primer lugar, está la búsqueda de elementos sobre qué, cómo y dónde se narra, y si aún se narra, para lo cual muestro, mediante datos etnográficos, lo que sucede en la comunidad chinanteca de Temextitlán, en torno al fenómeno de la narración. Otra de las líneas de investigación es la categorización de las narraciones mediante el empleo que muestran los narradores de ciertas marcas adverbiales de inicio. El tercer argumento es mostrar mediante el análisis de datos, tomados de transcripciones de narraciones de un experimento con los xun (y de mis colaboradores adultos), si los xun pueden o no narrar. Por último, analizo cómo se presenta el habla reportada, la cual da elementos para concluir que las narraciones se ubican dentro de un marco colectivo y comunitario, así como que suelen producirse dentro de conversaciones.

1 Por lo general empleo más el término narrativa para referirme a las narraciones orales. Hago esta consideración para evitar cualquier confusión. 2 Xun: niños y niñas. Dado que en el chinanteco no existe la diferencia de género, prefiero utilizar esta palabra para englobarlos. 6

En Temextitlán3 –como en muchas comunidades del mundo– las narraciones que los adultos contaban a sus hijos, en una época en que la dinámica de vida era distinta, sin «tecnología» y sin migración, poco a poco dejaron de transmitirse. Las posibles causas de estas transformaciones pueden estar ocasionadas por diversos cambios que se han dado en la comunidad, como son la llegada de la escuela, la migración hacia Estados Unidos y la llegada de los medios de comunicación (más adelante se explicará esto con más detalle), lo que ha motivado cambios, incluso, en el habla cotidiana de la gente. Esto, por citar un caso, se puede observar a menudo en el cambio de código (ver Gumperz 1982), que es frecuente, o en el simple empleo de préstamos del español. En una grabación que realicé durante la Festividad de Muertos4 algo relevante que alcancé a escuchar es cómo las personas emplean los préstamos y el cambio de código. En un diálogo entre las autoridades municipales y los guardianes de la iglesia, en el que el agente municipal y el alcalde le hacen diversas recomendaciones al sacristán5 para que en su visita a los domicilios cuiden que los solteros se conduzcan con cautela, el agente municipal cambia al español para enfatizar su argumento y mostrar de cierta manera la importancia de alguna situación que pudiera presentarse. El sacristán también emplea el cambio de código para mostrar que la petición que realizan al igual es importante y así quizá la autoridad les permita ejecutar su petición. Lo que se puede observar en el primer ejemplo del agente es que hay una elisión de los plurales en el español, situación que es común debido a que en el chinanteco no se marcan los plurales y tampoco hay palabras con terminación en s.

(1) De todo modo ngolinba ïï’a, dzë na iba juu koo’a De todo modo ngolin-ba ïï’-a, dzë na i-ba juu koo’-a De todo modo ir.3PL-INT topil-DEM porque ya colgado-INT palabra con-3P ‘De todos modos van los topiles, porque ya se les ha anunciado.’

3 El nombre de la comunidad de Temextitlán, en chinanteco, es Tï Ao. Utilizaré ambas denominaciones de manera indistinta por cuestiones de estilo. 4 La grabación se realizó durante la festividad del Día de Muertos en el 2011. Las autoridades realizan recomendaciones porque el sacristán y el fiscal de la iglesia recorren todas las casas de la comunidad, durante toda la noche, para bendecir los altares y los acompañan los jóvenes (solteros) y los niños. Por ello, las autoridades les recomiendan que se conduzcan con cuidado y que no hagan maldades ni prueben alcohol, entre otras cosas. Pero también el sacristán aprovecha el espacio para solicitarles autorización para que se dividan en dos grupos con el fin de que la actividad sea más rápida y menos fatigosa. Esta petición es denegada por la autoridad, argumentando que ellos no tienen la facultad de autorizarla. 5 Es el nombre que recibe la persona que se encarga de todas las actividades relacionadas con la iglesia católica. Tiene un auxiliar, el cual recibe el nombre de fiscal; a ambos les auxilian en esas actividades los solteros (más adelante se dará mayor información al respecto). 7

En el siguiente ejemplo, en donde el sacristán le pide a la autoridad que les autorice para que se dividan en dos grupos para hacer su recorrido más rápido, se ve otra vez la elisión de la s en grupo cuando se refiere a que la intención no es en realidad recorrer las casas en dos grupos, sino de agilizar la actividad:

(2) Lalaba sïï’, jaa’, bueno, no es que e fa e dzøø’ tu grupo… pero änma gü La-la-ba sï-ï’, ¿jaa’?, bueno, no es que e fa e DEM-RED-INT platicar-1P verdad bueno, no es que CL.IN FIG CL.IN

dzø-ø’ tu grupo… pero än-ma gü ir-1PL dos.IN grupo pero ADV-ENF bueno ‘Así hemos platicado de esta manera, ¿verdad? Bueno, no es que vamos a ir en dos grupos… pero sería muy bueno.’

El agente le responde en el ejemplo (3) agregando otras palabras del español, tratando de evadir esa solicitud, que es complicada, argumentando que sólo hay una virgen, pues sabe que no está en sus manos autorizar tal petición:

(3) O sea que, sólo hay un detalle: kamïn’ba sän ngoo… O sea que sólo hay un detalle: kamïn’-ba sän ngo… O sea que sólo hay un detalle: uno.ANIM-INT virgen ir ‘O sea que, sólo hay un detalle: sólo una virgen va…’

Otro ejemplo, como se verá con mayor profundidad en el capítulo tres, es el de un ciudadano al que le pido que me narre una anécdota y casi todo el tiempo me habla en español, de modo que incluso pareciera ser que el chinanteco es la lengua que menos domina. (4) Ciudadano: No, yo la verdad… yo no lo sé, no, no. La kia’ tu ja ñi-i. Eso lo sabrá él, pero yo no No, yo la verdad… yo no lo sé, no, no. La kia’ tu ja ñi-i. No, yo la verdad… yo no lo sé, no, no, DEM POS pollo NEG saber-1S. Eso lo sabrá él, pero yo no Eso lo sabrá él, pero yo no ‘No, yo la verdad… yo no lo sé, no, no. Así de hombre no lo sé. Eso lo sabrá él, pero yo no.’

Esta es sólo una muestra de cómo se desarrolla la interacción lingüística en Temextitlán y de cómo se puede dar el cambio de código y cómo se emplean préstamos 8 del español en el chinanteco, lo que me lleva a proponer que el uso de esta lengua y de diversas manifestaciones culturales y, sobre todo, lingüísticas poco a poco se ve con grandes transformaciones, específicamente en lo que respecta a la pérdida de algunos repertorios lingüísticos y al surgimiento de otros nuevos (Duranti 2000). Por ello es que sostengo que la narrativa, como otros recursos comunicativos, ha empezado a sufrir diversas modificaciones, hasta el grado de correr el riesgo de perderse, al menos en la forma como yo la conocí de niño (así como en la forma en que la conocieron mis colaboradores adultos). En esta investigación, por lo tanto, me propongo documentar la persistencia o desuso de la narrativa oral, mostrar con evidencias lingüísticas si ha sido desplazada o si sólo son los repertorios lingüísticos los que han desaparecido, identificar cuáles de los géneros y subgéneros de la narrativa son aún conocidos entre los xun y cómo es la estructura canónica de las narraciones tanto de adultos como de niños. También hago una breve descripción de los géneros narrativos de los que he tenido noticia en la comunidad de estudio para dar cuenta de su grado de vitalidad. Al final de este apartado presento los objetivos de manera más puntual. Me enfocaré, por otro lado, en varias de las manifestaciones del uso de la lengua oral, entre las que se encuentran las narraciones como una forma de discurso, es decir, cómo narran las personas de mayor edad y cómo se narra en la actualidad por parte de las nuevas generaciones expuestas a la escuela y a la televisión. En particular me centraré en la narrativa que surge en conversaciones entre adultos y entre adultos y xun. A esto lo llamo narrativa conversacional. Por otro lado, me interesa documentar de qué manera la narrativa ha influido e influye en la vida cotidiana de las personas. Debo anotar que los datos presentados en este trabajo son hallazgos que se basan en un estudio de caso con cuatro infantes y cuatro adultos, por lo que no podrá generalizarse para la comunidad lingüística que estudio. Es un primer acercamiento que requiere mucha más profundización, pero considero que lo presentado aquí será una guía para ir entendiendo la situación de la narrativa en Temextitlán, es decir, cómo, dónde, sobre qué y qué tanto narran los adultos y cómo, dónde, sobre qué y qué tanto narran los xun.

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En el primer capítulo abordo diversos temas relacionados con la comunidad de estudio, con la lengua en general y con los estudios realizados acerca de esta. Asimismo, hago una descripción breve del sistema fonológico, en donde presento algunos datos relacionados con el sistema tonal, con la idea de anotar algunos elementos importantes sobre este sistema complejo. En el segundo capítulo presento una etnografía de la comunicación, en donde describo los espacios que hubo, en un tiempo, para la narrativa, comparándolos con los que se dan en la actualidad. Abordo la situación lingüística de la comunidad en el sentido de mostrar los datos obtenidos en las escuelas acerca del uso de la lengua chinanteca y, por ende, cuántos hablantes existen que sean monolingües en español o chinanteco, así como cuál es su grado de bilingüismo. En el capítulo 3 describo la metodología llevada a cabo puntualizando los pormenores que se fueron presentando y la manera en que pude obtener los datos que analizo. Describo brevemente cuáles son las situaciones de vida de mis colaboradores con la idea de tener elementos claves para identificar tanto su grado de bilingüismo como su contacto con otras culturas y así ver la influencia de factores externos en sus narraciones. En el capítulo 4 empiezo por discutir los contextos que son propicios para que surjan las narraciones, o diversas manifestaciones de la lengua oral, si aún se narra o no y sobre qué se narra tanto en los tequios como en algunos espacios públicos y privados. Discuto algunos estilos que se usan en la actualidad para narrar, las actividades de los xun y los posibles factores que han propiciado que las narraciones pierdan presencia y se transformen. En este capítulo, si bien voy comentando que aún hay algunos espacios propicios para tal actividad, también digo que estos están restringidos a un género que catalogo como «chismes y anécdotas». Abordo la temática de cómo ha habido factores que han ayudado a que estos espacios casi desaparezcan y sobre todo a que se sustituyan por nuevas situaciones comunicativas. De igual modo, describo el papel que desempeña la escuela, que si bien (en el caso de la primaria) ha llevado a cabo una notable labor al recopilar algunos cuentos y leyendas (como ellos les llaman), lo ha hecho con la idea de «mejorar» el español en los xun. En el capítulo 5 presento en primer lugar la base de datos que obtuve con mis colaboradores. Incluyo las transcripciones de las narraciones tanto de los adultos como de

10 los xun para poder ir cotejándolos con los ejemplos que discuto a partir de este capítulo. En el segundo apartado de este capítulo presento un marco teórico empezando por definir qué es la narrativa oral, qué estudios ha habido al respecto, cuáles son los aportes de otras investigaciones y cómo se concibe la narrativa en la comunidad. En el apartado 3 presento una delimitación de la narrativa en Temextitlán para tener presente qué es aquello a lo que llamo narrativa oral para la comunidad. En el apartado 4 presento la estructura de las narraciones, entendiéndola desde la postura tradicional (u occidental), ya que con base en esa perspectiva es que hago la discusión más adelante, pues esos son los elementos que se han documentado como características invariables en una narración (es decir, la necesidad de tener un inicio, un nudo, y un desenlace, entre otros elementos de menor importancia). En el siguiente apartado presento la estructura de las narraciones en Temextitlán y qué elementos contienen las narraciones para poder ubicarlas de acuerdo a ciertos géneros. En el apartado 5 defino las características de las narraciones; en este apartado delimito los subgéneros narrativos que existen en la comunidad, pues son claros en su clasificación:

1. Narraciones locales con mezcla de realidad 2. Narraciones históricas 3. Narraciones de ficción

En este mismo apartado anoto algunos ejemplos de las formas canónicas de las narraciones, sustentadas en las versiones de los adultos, para argumentar que es la forma en que se pueden estructurar las narraciones. A partir de esta clasificación organizo los datos y los analizo por partes para una mejor distinción de las diferencias encontradas entre los xun y los adultos. En el último apartado presento una tipología de las narraciones que han florecido en la comunidad, algunas de las que aún pudieron citarme varias personas (unas como simples recuerdos) en mis periodos de trabajo de campo y las que desde mi reminiscencia personal continúan presentes en las interacciones cotidianas de la gente. En esta parte catalogo 16 tipos de narraciones de acuerdo a la concepción que se tiene en la comunidad. Sustento esta tipología con una breve descripción de las diferencias entre ellas.

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Por último, en el capítulo 6 abordo el análisis de los datos obtenidos de las grabaciones de los adultos y de los xunses6. En este capítulo hago un análisis minucioso sobre si los xun mantienen o no la forma canónica que encontré en la narrativa, abordando el problema desde los tres aspectos fundamentales: introducción de los personajes, desarrollo y desenlace. En un segundo apartado analizo la peculiaridad del habla reportada, que se manifiesta en todos los adultos cuando narran, al contrario de los xun, que ya no la presentaron, a excepción de Miyee. Esta forma se desarrolla con el verbo ji’ ‘decir’. En su momento se mostrarán las formas en que se presentó este fenómeno. En las conclusiones anoto mis aportes a partir de los hallazgos descritos en esta investigación, de mi percepción después de hacer un análisis de datos de una lengua que domino, de unos datos obtenidos de personas que son parte de mí y de lo que considero, o creo, que se puede hacer para el mantenimiento de diferentes elementos lingúísticos asociados a la oralidad.

A continuación presento de manera más puntual los objetivos que me propongo alcanzar en este trabajo:

Objetivos

∗ Documentar y clasificar los repertorios lingüísticos asociados a la narrativa oral de Temextitlán. ∗ Determinar si las narraciones en el chinanteco de Temextitlán están siendo desplazadas o si están cambiando. ∗ Determinar cuáles de los géneros y subgéneros de la narrativa oral son aún conocidos entre los xun y cómo es la estructura de la narrativa infantil. ∗ Identificar cuáles son los cambios y sus causas en la narrativa oral infantil tomando como marco algunos elementos de las narraciones de los adultos.

6 Empleo esta forma para pluralizar aunque en realidad no existe como tal. Recurro a este término porque hay adultos que suelen emplear la forma xunse para imprimirle un grado de afectividad. Lo que hago es retomar esta forma y hacer un juego con el español tomando la terminación -ese como plural. 12

1.1 Estudios previos sobre el chinanteco y el tema de investigación

En este apartado se describen, de manera breve, los estudios e investigaciones que se han realizado en torno a la lengua chinanteca. Se hace un recorrido histórico desde las primeras investigaciones que, con fines religiosos, se hicieron para integrar a los nativos a la concepción de los frailes hasta el último estudio fonológico, que aporta importantes elementos para empezar a entender la complejidad de esta lengua. Son pocos los estudios que puedan dar cuenta de la narrativa «indígena», sobre los registros de habla o los diversos géneros discursivos en lenguas originarias, y para el chinanteco de Temextitlán la investigación es nula. Incluso las investigaciones del chinanteco, en general, son pocas, y si nos remitimos a la variedad de la Chinantla Alta, o Chinantla de la Sierra7, los estudios son contados; los pocos que se han realizado se relacionan con la morfosintaxis y la fonología. Entre estos trabajos (la mayoría descriptivos) se pueden enumerar los siguientes: Nicolás de la Barreda (1730) escribió una doctrina cristiana en el chinanteco de Yólox, una de las primeras investigaciones en la historia de la lengua chinanteca que data del siglo XVIII. Además, incluye una lista de formas verbales que sirven como guía para la lectura de la doctrina y un vocabulario de términos de parentesco, entre otros datos de gran valor histórico. Bernard Beban (1987), desde una perspectiva antropológica, realizó un amplio estudio etnográfico sobre los chinantecos. También recopiló un registro de rezos en San Juan Quiotepec. Anderson (1989) realizó un estudio sobre la gramática del chinanteco de Comaltepec y al mismo tiempo abordó generalidades de la lengua y una parte de los tonos de la lengua. Dagmar Freisinger, Pedro Hernández y Tomás Smith Stark (1998) realizaron un estudio preliminar sobre los tonos del chinanteco de la comunidad de Las Nieves, donde se centraron en determinar cuántos tonos tiene la lengua para aportar elementos de cómo seguir analizándolos en el futuro. Un primer estudio para la planeación lingüística y la dialectología es el trabajo de Hernández (2000), en el que hace una descripción de las cualidades de las diferentes variedades del chinanteco de la sierra. Presenta también la propuesta para un alfabeto chinanteco de la sierra el cual

7 La Región Chinanteca, por su situación geográfica, se divide en Chinantla Alta, Chinantla Media y Chinantla Baja. A la Chinantla Alta suele llamársele Chinantla de la Sierra, dado que se ubica en la región –de las ocho regiones de Oaxaca– que lleva ese nombre. Es en esta microrregión donde se ubica la localidad de Temextitlán, área de este estudio. 13 socializa con los docentes de algunas comunidades. Finalmente, el estudio de Castillo (2012), que aborda a profundidad el tema del sistema tonal del chinanteco de Quiotepec, es la investigación más novedosa en la actualidad. Incluye una descripción bastante amplia sobre las generalidades de la lengua, en la que el autor da suficientes elementos de la morfosintaxis para entender mejor la complejidad del chinanteco, lo que coloca su investigación como una de las obras más completas hasta la fecha. Existen otros estudios significativos realizados en comunidades de la Chinantla

Baja y Media, como los de Skinner (1962), Anderson y Merrifield (1974) y Foris (1998, 2000), entre otros, que aportan grandes avances en el estudio de la morfosintaxis de esta lengua. Sin embargo, todos estos trabajos se han centrado en la polémica de los tonos y de la morfología. No encontré un estudio sobre géneros discursivos o sobre narrativa en particular, a excepción de algunos acercamientos como el realizado por Hernández (2002), donde se incluye un apartado sobre diversas narraciones en el chinanteco de Las Nieves y, aunque no hay un análisis morfológico, se pueden distinguir con claridad en los inicios algunos morfemas de entrada –sobre los que discuto más adelante– que hacen distinguible una narración del tipo ficción o una histórica. También hay una recopilación de narrativas chinantecas hecha por López y López (1988), quienes documentan a través de la oralidad diversas narraciones que, aunque escritas únicamente en español, reflejan el pensamiento y cosmogonía de la comunidad chinanteca. Una obra bastante interesante es la del padre Fábregas Sala (1990), que recopiló una veintena de narraciones en la Chinantla Media, en varias comunidades del distrito de Choapam, donde también se muestran algunas características del pensamiento chinanteco, aunque, como aclara el autor, sólo parte de «la necesidad de tener algo escrito en nuestro idioma», pues no hay ningún tipo de análisis. Finalmente, la obra de Weitlaner (1977) es, sin duda, un documento muy valioso para empezar a entender algunos géneros narrativos que pueden existir en la Chinantla (aunque para la Zona Media), ya que presenta una amplia clasificación de diversos relatos desde la perspectiva indígena. Estas son algunas de las investigaciones que se han realizado en esta zona. Otras más son vocabularios bastante escuetos y diccionarios que al parecer sólo buscan un primer esbozo de palabras aisladas de esta lengua, como lo son diversos estudios del Instituto Lingüístico de Verano.

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1.2 La región de la Chinantla

En este apartado y el siguiente hago una breve descripción de la región conocida como Chinantla, su ubicación y sus distinciones geográficas para delimitar la región en que se desenvuelven los dzä jmii8. Realizo una descripción de la comunidad de Temextitlán para entender los contextos políticos, religiosos y económicos en que se encuentra la población, así como algunos datos estadísticos referentes a educación, población y niveles de migración. La región chinanteca se ubica a unos 100 km al noroeste de la ciudad de Oaxaca. Colinda al norte con Veracruz, al noroeste con la región mazateca, al oeste con la cuicateca y al sur y sureste con la región zapoteca (ver Mapa 1 [número 12]). Por su situación geográfica, se divide en Chinantla Alta, Chinantla Media y Chinantla Baja (ver Mapa 2). A los habitantes de cualquiera de estas regiones se les conoce como chinantecos. Los municipios chinantecos están distribuidos entre los distritos de Cuicatlán, Tuxtepec, Choapan, Etla e Ixtlán. En la actualidad la región chinanteca abarca una parte del estado de Veracruz9. San Juan Quiotepec, San Pedro Yólox y Santiago Comaltepec son los municipios de la Zona Alta. Rosario Temextitlán, la comunidad de estudio, es una de las cuatro agencias del municipio de Yólox (ver Mapa 3).

Puebla Veracruz

Guerrero

Chiapas

Mapa 1. Ubicación de la Chinantla*

8 El término dzä jmii es la autodenominación más frecuente de las y los chinantecos de Temextitlán y la Zona Alta. 9 Por la construcción de la presa Cerro de Oro, miles de personas fueron forzadas a salir de sus espacios originarios de Oaxaca para ser reubicados en el estado de Veracruz. Infinidad de rancherías y ejidos fueron mal diseñados en las zonas que se conocen como Los Naranjos y Uxpanapa. Al respecto véase Bartolomé y Barabas 1990. *Tomado de: http://api.ning.com/files/cq9*iDXWXsMaa con algunas modificaciones. 15

Mapa 3. Las Zonas de la Chinantla*

* Tomado de Hernández (2000)

Mapa 2. Ubicación de la comunidad de estudio*

* Tomado de https://maps.google.es con algunas modificaciones.

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1.2.1 La comunidad de estudio

Temextitlán, como ya se anotó, pertenece a la agencia del municipio de Yólox. Cuenta con una población de 564 habitantes, según el censo de la agencia municipal correspondiente al año 2011. En realidad no hay rastros concretos de su pasado. Los ancianos concuerdan al afirmar que los documentos históricos se perdieron cuando la antigua iglesia de paja se incendió. Los pocos datos escritos que se conservan provienen de algunos documentos como convenios con otras comunidades y sobre la construcción de la iglesia más reciente. La tradición oral es la que ha permitido establecer que los antiguos pobladores migraron de unas rancherías –hoy desaparecidas– que se ubicaron a unos 30 kilómetros al Norte de la comunidad. Es la comunidad que menos terrenos posee entre todas las otras (15 en total). Su extensión territorial es de 265 hectáreas. No tiene bosques y se encuentra como anexo del municipio, sin gozar de los beneficios institucionales10. La producción de subsistencia consiste en maíz, frijol, calabaza, chilacayota y papa, aunque también, en menor escala, se cultiva durazno, aguacate, chayote, nueces y chícharo. Debido a que es una zona muy fría, solo hay una cosecha de maíz al año y apenas alcanza para la subsistencia, razón por la cual la gran mayoría de las personas emigra hacia el país vecino de Estados Unidos. Las familias Foto 1. Panorámica de Temextitlán sobreviven gracias a las remesas de los migrantes que se encuentran en ese país. En cada familia hay mínimo un integrante que vive o ha vivido al otro lado de la frontera norte. De un total de 175

10 Por citar un ejemplo, no recibe recursos de diversos programas de conservación de bosques, aunque sí se ve forzada a participar con mano de obra. 17 ciudadanos11, 60 permanecían en la comunidad en el año 2012, mientras que casi dos terceras partes vivían por temporadas en Estados Unidos (ver Gráfica 1). El nivel de escolaridad se muestra en la Tabla 1. Los adultos mayores de 50 años presentan analfabetismo en un 80%. Establecer un grupo de «profesionistas» es un tema bastante debatible, dado que en la comunidad se considera «ciudadano» solamente a una persona que aporta cooperaciones económicas y presta servicios a la comunidad, por lo que las personas que tienen una carrera profesional y no cooperan no se consideran miembros de la comunidad, de manera que no son tomadas en cuenta en un levantamiento de censo comunitario. Por ello, en la comunidad sólo hay tres profesionistas y se puede decir que el nivel de escolaridad es de secundaria. Existe un grado de bilingüismo estable en la comunidad, aunque los ancianos mayores de 70 años son los que se mantienen como monolingües (pero son pocos, unos diez ancianos). En la actualidad varios de los xun crecen de forma monolingüe en español y en algunos casos como bilingües en español-inglés porque varios han nacido en Estados Unidos. Más adelante se mostrarán estadísticas sobre escolaridad y grados de bilingüismo.

175 200 150 115 100 60 50 0 Ciudadanos Ciudadanos Total de en la en EU Ciudadanos comunidad

Gráfica 1. Ciudadanos migrantes y presentes en la comunidad

11 Los ciudadanos son varones mayores de 18 años y menores de 60. Éstos son los que tienen la toma de decisiones en todos los asuntos de la comunidad. La organización de la comunidad se divide de la siguiente manera: ancianos, ciudadanos, solteros y mujeres solas (de manera algo despectiva, se les llama viudas). Cada grupo tiene diversas actividades en la comunidad. 18

En la comunidad prestan servicio las siguientes instituciones: un preescolar, una primaria y una tienda de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO). Existen algunos servicios básicos como energía eléctrica, agua potable, teléfono (1 caseta y 25 particulares), un pequeño comedor, 5 pequeños establecimientos comerciales de abarrotes, dos casas donde se ofrece servicio de internet, una papelería y una pequeña tienda de ropa.

Edades Nivel de escolaridad* Porcentaje Mayores de 50 años sin escolaridad 80% De 25 a 50 años primaria 95% De 18 a 25 años secundaria 85% Menores de 18 años bachillerato 80%

Tabla 1. Nivel de escolaridad

*Fuente: censo de la agencia municipal de Temextitlán, 2012.

Cerca del 95% de las personas de la comunidad prefiere el culto a la iglesia católica, mientras que el resto se ha vuelto protestante, aunque esta tendencia religiosa no se ha propagado porque el pueblo la rechaza por temor a que sus practicantes se rehúsen a realizar ciertas actividades necesarias por «costumbre», o que las diferencias religiosas dividan el pueblo.

1.3 La lengua chinanteca

Describiré, en este apartado y hasta el 1.4.2, algunas generalidades de la lengua de estudio. Aunque sin llegar a una profundización, presentaré algunos aspectos básicos, como son el orden de palabras y el sistema de alineamiento, para entender cómo se comporta la lengua respecto a los sujetos, agentes y objetos, es decir, para mostrar un acercamiento sintético acerca de si el chinanteco de Temextitlán es una lengua con alineamiento nominativo-acusativo, ergativo-absolutivo o agentivo. El chinanteco es una lengua tonal de la familia otomangue y su antigüedad se calcula en alrededor de 3 mil 200 años (Barabas 1999: 58). El término Chinantla proviene de la lengua náhuatl y se deriva de la palabra chinamitl, que significa «seto o cerca de 19 cañas» (Molina, citado en Hernández 2002: 3). Sus variedades lingüísticas suelen identificarse como chinanteco de la Zona Alta, de la Zona Media y de la Zona Baja. Según el Censo General de Población y Vivienda 2000, el chinanteco tiene alrededor de 104,010 hablantes (en las tres zonas). Los chinantecos de la Zona Alta, según Hernández (2000), se autonombran dzä mo’, que se traduce como «gente de la montaña», aunque la mayoría de las personas concuerdan más en nombrarse como dzä jmii, que significa «gente idioma». Alicia Barabas menciona que los chinantecos de Usila y de la región de Tuxtepec se autonombran como tsa ju jmi, que significa «gente de palabra antigua» (Barabas 1999: 65). Para fines de este trabajo utilizo el gentilicio dzä jmii, que es como en Temextitlán se reconocen las personas.

1.3.1 Orden de palabras

En este apartado presentaré el orden de palabras para entender cómo se comporta esta lengua. El orden de palabras en el chinanteco de Temextilán es del tipo VSO, como se ejemplifica en (5) a. y b., lo que coincide con lo documentado por Castillo (2012) y Hernández (2000). Castillo registra los siguientes cambios: VSO, SVO, OSV, OV[S] y V[S]O en su investigación para el chinanteco de Quiotepec. Cuando se focaliza el sujeto, entonces puede ser flexible, es decir, modificarse de VSO a SVO, como se muestra en (6). Si se conoce el referente el sujeto, puede ser opcional y eliminarse, como en (7). El cambio de constituyentes es algo flexible en el chinateco de Temextitlán.

VSO (5) a. Ru’ So’ guo-a lavar Xóchitl mano-3POS ‘Xóchitl lava su mano.’

VS b. Gö’ So’ comer Xóchitl ‘Xóchitl come.’

20

SVO (6) So’ ru’-a guo-a Xóchitl lavar-3S mano-3POS ‘Xóchitl es quien lava su mano.’

OV (7) Guo-a ru’-a mano-3POS lavar-3S ‘Su mano lava.’

1.3.2 Sistema de alineamiento

El sistema de alineamiento en el chinanteco es de tres formas. Hay casos con el sistema nominativo-acusativo, que es el más común, donde «el verbo se flexiona de acuerdo al Sujeto y al Agente en las cláusulas» (Castillo 2012: 26), casos con el ergativo, donde «los verbos intransitivos concuerdan con el Sujeto en cuanto a la animacidad, mientras que los verbos transitivos concuerdan con el Objeto» (Castillo 2012: 27), y también casos con el agentivo en menor escala. En este apartado muestro algunos ejemplos de cómo se da la marcación en cada caso. Debo decir que el sistema más generalizado es el nominativo- acusativo, ya que los otros se presentan de una manera más restringida o sujeta a otros fenómenos morfosintácticos o contextuales. En el sistema nominativo-acusativo el sujeto de verbo intransitivo (S) concuerda con el agente de verbo transitivo (A) y cuando se convierte en objeto no recibe marca, es decir, ya no tiene relación con el verbo sino que la marca se vuelve independiente. Esto se muestra en (8) a. b. y c.

(8) a. Ngï-a S (Intransitivo) caminar-3S ‘Él camina.’

b. Kuö’-a jnä iñi’ A (Transitivo) dar.3S 1S pan ‘Él me dio pan.’

21

c. Kuö-ö ia iñi’ O (Transitivo) dar-1S 3S pan ‘Yo le di pan a él.’

Castillo (2012), quien retoma a Foris (2000), menciona que el chinanteco de Quiotepec presenta el sistema ergativo. Tanto Foris como otros autores que han estudiado otras variedades del chinanteco han planteado que «los verbos intransitivos concuerdan con el Sujeto en cuanto a la animacidad, mientras que los verbos transitivos concuerdan con el Objeto» Castillo (2012: 27), aunque mencionan que los tonos definen en muchos casos las marcas. Con esta definición sí hay casos de ergatividad, como se observa en los ejemplos (9) y (10). Así, el ejemplo (11) se vuelve agramatical, ya que debe concordar la flexión de animacidad o inanimacidad en el verbo.

(9) a. Ka tön’ So’ PFTV caer.ANIM Xóchitl ‘Se cayó Xóchitl.’

b. Ka to’ jii’ PFTV caer.INAN naranja ‘Se cayó la naranja.’

(10) a. Ka ‘len’ So’ i xun do PFTV empujar.ANIM Xóchitl CL.ANIM niño DEM ‘Empujó Xóchitl a ese niño.’

b. Ka ‘lä’ So’ e ‘ma do PFTV empujar.INAN Xóchitl CL.INAN palo DEM ‘Empujó Xóchitl ese tronco.’

(11) a. *Ka to’ So’ PFTV caer.INAN Xóchitl *‘Se cayó Xóchitl.’

22

b. *Ka tön’ jii’ PFTV caer.ANIM naranja *‘Se cayó la naranja.’

Con los ejemplos anteriores se demuestra que la animacidad del sujeto y del paciente determinan la forma animada o inanimada del verbo, lo que realmente da el alineamiento ergativo. Sin embargo, esto no es posible con todos los verbos, pues está restringido a algunos verbos de afectación. Como se observa en (12), la marca es la misma tanto para animados como inanimados con el verbo ‘bailar’.

(12) a. Ka dzeen i xun do PFTV bailar CL.ANIM niño DEM ‘Bailó ese niño.’

b. Ka dzeen e tïï do PFTV bailar CL.ANIM trompo DEM ‘Bailó ese trompo.’

En este apartado he tratado de mostrar los tres sistemas de alineamiento que existen en el chinanteco. El no-marcado es el sistema nominativo-acusativo, ya que es el más común en esta lengua; sin embargo, retomando lo planteado por Foris y Castillo, encontré que hay, de cierta manera, un sistema ergativo con un rasgo agentivo. De estos otros dos sistemas, sin embargo, hay muchas restricciones, ya que sólo operan con ciertos verbos, es decir, no son productivos y se limitan a los verbos de afectación, los cuales son pocos. Los más comunes los siguientes: tön’ ‘caer’ ben ‘rodar’ kun’ ‘atorar’ jlin’ ‘aplastar’ jaan ‘quebrarse’ kaan ‘quemarse’ kïn’ ‘caerse’ 23

Hasta ahora, estos son los únicos verbos que encontré que se ajustarían a este sistema de alineamiento ergativo. Al analizar otros verbos no es posible marcarlos en este orden. Con esto determino que la lengua chinanteca de Temextitlán presenta un sistema de alineamiento nominativo-acusativo como patrón común y en menor escala y con restricciones el sistema ergativo-agentivo. Sugiero revisar el trabajo de Castillo para tener un acercamiento más puntual (Castillo 2012: 26-31).

1.3.3 Breve descripción fonológica

En este apartado, y los dos siguientes, describo brevemente el sistema fonológico del chinanteco de Temextitlán para tener presente tanto la complejidad de esta lengua como algunos hallazgos que obtuve respecto a ella. En una primera parte describo las consonantes que se encuentran presentes en esta variedad y luego el sistema vocálico, el cual representa un sistema bastante complejo por el alto número de timbres que posee, así como por los contrastes de tipos de voz. En estos apartados justifico algunas modificaciones que realizo al alfabeto propuesto por Hernández (2000, 2002) el cual es empleado por el colectivo docente de la región. El estudio que abrió campo para iniciar con un análisis del chinanteco de la Zona Alta fue el de Hernández (2000), aunque desde años atrás ya se habían realizado algunos estudios, como los de Gardner (1990) y Robbins (1968), con algunas propuestas del alfabeto, aunque a nivel institucional o individual. La diferencia con Hernández es que lo socializó con las otras comunidades y con la gente y se basó en una previa investigación lingüística. Desde 1996 se discutió el diseño de un alfabeto y para el año 2000 había quedado definido y consensuado. Con diversos talleres se difundió la propuesta y se hicieron algunos cambios con las observaciones de los propios hablantes. A partir de ello, el alfabeto se fue difundiendo en la región de la Chinantla Alta. Por ello, en este trabajo sustento gran parte de la escritura con esa propuesta y describo las pocas modificaciones o agregados que he decidido hacer. Por ejemplo, respecto a las vocales, he incluido dos más para la variedad de Temextitlán. Seguro estoy de que dentro de poco tiempo se tendrá que revisar la propuesta del alfabeto con otros investigadores, y para entonces estaremos en condiciones de hacer una propuesta más incluyente, más «práctica» y con una discusión

24 mejor sustentada sobre las grafías y el complejo sistema tonal. A continuación presento primero el sistema consonántico y luego el sistema vocálico.

1.3.4 El sistema consonántico

El inventario fonológico del chinanteco de Temextitlán posee 23 fonemas. Hay 7 consonantes oclusivas, incluyendo la glotal, que se manifiesta como una realización consonántica (Hernández 2002), 2 africadas, 6 fricativas, 4 nasales, 2 laterales, una vibrante y una aproximante (véase Tabla 11). Hay consonantes que no son muy productivas, como son la africada postalveolar /tʃ/, la fricativa labiodental /v/ y la glotal fricativa /h/. La /tʃ/ se emplea por lo regular en préstamos del español (Hernández 2002: 71). Al respecto sólo he localizado dos o tres palabras en la Zona Alta: en mi comunidad el verbo ‘besar’: /tʃøɁ/ y en el municipio de Comaltepec el sustantivo ‘niño/a’: /tʃũɁ/. La consonante /v/ ocurre con un poco más de palabras, pero no muchas. La fricativa /h/ no es tan productiva como en Comaltepec o Las Nieves, pero existen algunas palabras que presentan una ligera aspiración al final. Hernández registra 24 fonemas, incluyendo la /ts/, a la cual ubica como un alófono de /dz/, y que sólo se emplea en el municipio de Quiotepec, dado que su propuesta abarca a todas las comunidades de la zona. De igual manera, considera la /ɾ/ como parte del inventario, pero como un alófono de /r/, por lo que esta consonante no la incluyo, ya que ocurre esporádicamente para una marca de tercera persona que al parecer sólo está presente en los adultos, y muchas veces cuando se quiere enfatizar sobre el sujeto. Castillo (2012) registra 20 consonantes para la variedad de Quiotepec, incluyendo nasales sordas y líquidas preglotalizadas. En la Tabla 2 presento las consonantes para el chinanteco de Temextitlán.

25

Bilabial Labiodental Dental Alveolar Post Alveolar Palatal Velar Glotal Oclusivas p b t d k ɡ Ɂ Africadas dz ʧ Fricativas f v s ʃ x h Nasales m n ɲ ŋ Vibrante múltiple r Fricativa lateral ɬ Lateral aproximante l Aproximante j Tabla 2. Cuadro de consonantes

1.3.5 El sistema vocálico

En este apartado presentaré algunos ejemplos del sistema vocálico de Temextitlán. Este apartado y el siguiente están sustentados en la ponencia presentada en la Universidad de Texas en el «VI Congreso de Idiomas Indígenas de Latinoamérica» (Arellanes et al. 2013). El sistema vocálico de Tï Ao es, hasta ahora, comparado con los estudios de Comaltepec, Las Nieves y Quiotepec, por el número de timbres que posee, el más complejo. Anderson (1989) registra ocho para el chinanteco de Comaltepec, aunque incluye un diptongo como vocal. Hernández (2002) registra nueve para Las Nieves y para toda la Zona Alta. Por su parte, Castillo registra siete para Quiotepec. Aun con la seguridad de que la vocal posterior redondeada /ø/ es un alófono de la vocal /y/, he decidido incorporarla por la sencilla razón de que se encuentra en distribución complementaria con la comunidad de Yólox, lo que viene a ser un patrón de identidad muy fuerte para los habitantes de ambas comunidades. Con argumentos más de identidad que lingüísticos, tomo la decisión de incluirla en mi propuesta y transcripciones. En la Ilustración 1 se presenta una carta formántica con los timbres vocálicos de acuerdo al IPA (tomado de Arellanes et al. 2013).

26

Ilustración 1. Timbres vocálicos

Fonéticamente es clara la existencia de vocales modales y nasales; respecto a las vocales laringizadas y murmuradas, hay una gran presencia pero menos que en las anteriores. También es clara la diferencia entre vocales cortas, largas, cortadas y rearticuladas. Parece haber una relación inversamente proporcional entre la posterioridad y la altura fonética de las vocales altas y medias: entre más anterior la vocal, más alta. El espacio acústico es mucho más denso en la parte anterior y mucho más difuso en la parte posterior del sistema vocálico (Arellanes et al. 2013). A continuación presentaré algunos ejemplos para que el lector tenga una idea de la cualidad de los timbres vocálicos. Primero incluyo unos ejemplos con todos los timbres contrastándolos de acuerdo a su altura. Esta diferencia se puede ver en la Tabla 3.

Vocales Palabra Glosa Palabra Glosa Palabra Glosa Palabra Glosa Altas kʰi24 ‘¡paga!’ kʰy24 ‘pierna’ kʰɨ24 ‘¡sueña!’ kʰu4 ‘cerdo’ Medias te:32 ‘Eleuterio’ tø:32 ‘tuerto’ tɘː32 ‘lo llevo’ to:32 ‘su plátano’ Bajas tæʰ2 ‘¡sume!’ taʰ2 ‘corte tɒʰ2 ‘pegajoso’ escalonado’

Tabla 3. Ejemplos de palabras con timbres vocálicos

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1.3.5.1 Vocales nasalizadas

En la Tabla 4 presento un contraste entre las vocales modales y las vocales nasales. Del total de timbres la vocal central no redondeada /ɘ/ no ocurre como nasalizada, la vocal anterior casi alta /e/ es poco productiva, pero hay algunas palabras cuya diferenciación es contrastiva.

Oral Nasal taʰ2 ‘carrizo’ tãʰ1 ‘pájaro’ i12 ‘tortilla’ ĩ1 ‘pintura’ to:21 ‘plátano’ tõ:213 ‘espina’ 2 2 tɒ: ‘tuéstalo’ tɒ̃: ‘parados’ kʰy24 ‘pierna’ kʰỹ3 ‘cuatro’ ANIM 31 31 sɨ:ʔ ‘luna’ s:̃ ʔ ‘arrugado’ 2 2 tæʰ ‘¡sume!’ tæ̃ʰ ‘Tepetotutla’ NP

32 413 tø: ‘tuerto’ tø̃: ‘derrámalo’ tuʰ2 ‘pollo’ tũ2 ‘guitarra’ jen1 ‘llevar’ jẽn2 ‘quítate’

Tabla 4. Contraste entre vocal oral y nasal

1.3.5.2 Tipos de voz

Respecto a los tipos de voz debo decir que aún no es posible determinar con exactitud esta cualidad. Los análisis preliminares mostraron una ligera diferenciación en algunas palabras entre la voz murmurada y la voz laringizada. Debido a que los datos analizados sólo están basados en mi propia voz, no se obtuvieron elementos tan claros en este análisis, de modo que haría falta verificarlo con otros hablantes para llegar a una conclusión al respecto. En la Tabla 5 incluyo algunos contrastes entre voz murmurada y laringizada.

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modal murmurada laringizada ŋi1 ‘hilo’ ŋi̤ 4 ‘fierro’ ŋḭ3 ‘sol’ ta2 ‘carrizo’ ta̤ h1 ‘corte escalonado’ ta̰ 3 ‘vagina’ he1 ‘araña’ he̤ 3 ‘sofocamiento’ hḛ2 ‘sapo’

Tabla 5. Contrastes de tipos de voz

En la Ilustración 2 presento una imagen tomada de Praat para mostrar esta diferencia. En la vocal murmurada es notoria la mayor fricción sin sonoridad que se presenta en la porción final de la vocal (Arellanes et al. 2013).

Ilustración 2. Contraste entre voz modal y voz murmurada

1.3.5.3 Vocales largas

La diferencia de duración respecto a las vocales cortas y largas es una cualidad bastante contrastiva en el chinanteco de Temextitlán; ocurre con todas las vocales y es muy importante. En la Tabla 6 presento algunos ejemplos.

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Corta Larga

tɒʰ2 ‘pegajoso’ tɒ:2 ‘tuéstalo’

24 31 kʰy ‘pierna’ kʰy: ‘corral’ i12 ‘tortilla’ i:31 ‘pesado’ tø24 ‘pedro’ tø: 3 ‘tuerto’

sɨ4 ‘¿mariposa?’ sɨ:3 ‘vara’

fɨ1 ‘vara’ fɨ:2 ‘pobre’

Tabla 6. Vocal corta y vocal larga

1.3.5.4 Tipos de fonación

En relación con los tipos de fonación existe una clara diferencia entre vocales cortadas y vocales rearticuladas, que también son bastante productivas y contrastivas. En la Tabla 7 presento algunos ejemplos ilustrativos. Habría que analizar con más precisión para distinguir mejor las vocales cortadas-nasalizadas y las rearticuladas-nasalizadas, así como las largas rearticuladas nasalizadas que ocurren, aunque no de manera tan productiva, sí con frecuencia (presento unos ejemplos en la Tabla 8). Como ya anoté, hace falta mucho análisis para tener conclusiones concretas al respecto, pero es necesario mencionar que sí hay varias palabras que tienen otro significado si no se toma en cuenta esta distinción.

Modal Cortada Rearticulada giʰ3 ‘viento’ i:ʔ3 ‘medida’ giʔi31 ‘lo sacas’ sɨ:3 ‘vara’ sɨ:ʔ31 ‘luna’ sɨ:ʔɨ241 ‘tú lo desatas’ i:123 ‘colgado’ fi:ʔ31 ‘zarzamora’ fi:ʔi241 ‘¡chíflale!’

Tabla 7. Vocal cortada y rearticulada

30

Nasal cortada Nasal rearticulada jỹʔ24 ‘cigarro’ jỹʔỹ243 ‘yo fumo’ 231 31 mɨsʔ̃ ‘campamocha’ sʔ̃ ̃ ‘mi ropa’ Tabla 8. Vocal nasal-cortada y nasal-rearticulada

Hasta aquí he mostrado algunas peculiaridades respecto al sistema vocálico. Una vez vistas las diferencias entre los tipos de voz, fonación, duración y nasalidad con las vocales, pasaré a ilustrar algo bastante escueto respecto al sistema tonal.

1.4 Notas sobre el sistema tonal

Sobre el complejo sistema tonal, en este apartado hago una breve descripción de los hallazgos preliminares que encontré. La investigación sigue en proceso aún al cierre de este trabajo para tratar de ubicar con exactitud los tonos y su comportamiento. Para este trabajo asumo la responsabilidad de comentar la naturaleza de los tonos de una manera preliminar, ya que no son para nada definitivos. El acercamiento que presento se basa en un análisis a partir de los trabajos que realicé durante mi formación y de la ponencia ya mencionada, presentada en la Universidad de Texas, en octubre de 2013 (Arellanes et al. 2013)12. En esos análisis llegamos a la conclusión de que existen cuatro tonos de nivel, seis tonos de contorno (tres ascendentes y tres descendentes), a nivel morfofonológicos en su mayoría, y varios tonos complejos, sin saber con exactitud cuántos. Los estudios de la lengua chinanteca siguen siendo contados a la fecha. El más reciente, y uno de los más completos, es el de Castillo (2012), en el que hace una profunda descripción fonológica del chinanteco de Quiotepec (de la Zona Alta), Oaxaca. Castillo determina que hay seis tonos de nivel, seis tonos de contorno (tres ascendentes y tres descendentes) y seis tonos complejos. Si bien para el tono seis hay algunas

12 Debo agradecer las asesorías extras que tuve con los académicos Mario E. Chávez Peón, Francisco Arellanes Arellanes y Rafael Ruíz Alarcón. 31 restricciones, dado que ocurre en su mayoría con verbos poseídos, esto no deja de sorprender, porque tener más de cinco niveles ya suele ser raro, como señala Yip (2002). En el estudio de Freisenger et al. (1998) realizado en Las Nieves, encuentran 37 tonos, de los cuales 5 son de nivel, 23 de contorno y 9 complejos. Aunque este estudio al parecer sólo es una descripción en el plano fonético, y no tanto en el fonológico, brinda una valiosa información, dado que presentan un corpus amplio de palabras que sirven como guía para entender cómo se manifiestan los tonos. Otros estudios realizados con el chinanteco de las Zonas Baja y Media son los de Herrera (2009), para la variante de Tepetotutla, Skynner y Skynner (2000), para Usila, Judy Lynn (1989), para Comaltepec, y Rupp (1989), sobre el chinanteco de Lealao. Respecto a Temextitlán no hay nada escrito.

1.4.1 Tonos de nivel

A continuación ejemplificaré el comportamiento de los tonos de nivel, presentando algunos pares mínimos y unos espectrogramas que ilustren mejor la tonía. La distinción de los niveles tonales la ilustro de la siguiente manera13:

4 alto 3 medio 2 semi-bajo 1 bajo

La variación de Hz entre el tono 1 y 2 es mínima, y acaso llega a los 13 Hz de diferencia. No así entre los tonos 2 y 3, que presentan más diferencia de distanciamiento. Por su lado, el tono 4 puede sobrepasar los 40 Hz de diferencia de distanciameinto con el tono 3. Por ello distingo el tono 2 como semi-bajo. Una particularidad que se observó es que la variación de los Hz fue mínima, apenas si pasa de los 10 Hz, pero esto quizá se deba a que sólo se tomaron las grabaciones de mi propia voz, ya que por el tiempo y la

13 Utilizo la tradición asiática de representar los tonos con números, ya que puede ser la convención más adecuada cuando hay más de tres tonos, tomando en cuenta lo sugerido por Yip (2002). Por ello, el número 1 representa el tono más bajo y el 4 el más alto. 32 naturaleza de este trabajo no fue posible analizar grabaciones de otro hablante. En la Tabla 9 incluyo un cuarteto análogo para dar idea de cómo se manifiestan los tonos y en la Ilustración 3 se muestra un espectrograma con los niveles acústicos (Arellanes et al. 2013).

Palabra Tono Hz Glosa sɨ 4 152 ‘¿mariposa?’ mɨ: 3 134 ‘llano gavilán’ NP fɨ: 2 122 ‘pobre’ fɨ 1 110 ‘vereda’

Tabla 9. Ejemplos tonales

fɨ fɨ: mɨ: sɨ

Ilustración 3. Ejemplos tonales en espectrograma

1.4.2 Tonos ascendentes

En este apartado presento unos ejemplos del comportamiento de los tonos de contorno. Como ya lo anoté, existen seis tonos de contorno, tres ascendentes y tres descendentes. Los tonos que tienen una tonía inicial de 95 Hz y suben hasta 117 Hz son los tonos ascendentes bajos. Los que tienen una tonía inicial de 103 Hz y suben hasta 124 Hz son

33 los ascendentes medios. Los que manifiestan una tonía inicial de 118 Hz hasta 132 Hz son los ascendentes altos. En la Tabla 10 presento un terceto para ilustrar los tonos y dos pares mínimos.

34 sɨ ‘membrana’

13 sɨ ‘leer’ sɒ: ‘horcón’ ta ‘vagina’ 12 sɨ ‘vidrio’ sɒ: ‘mi mamá’ ta ‘trabajo’ Tabla 10. Tonos ascendentes

1.4.3 Tonos descendentes

Los tonos descendentes manifiestan una tonía que va de los 139 a los 111 Hz, mientras que el descendente alto y el descendente bajo se manifiestan de los 122 a los 95 Hz. En la Tabla 11 presento un tereceto y un par mínimo para ilustrarlos.

31 sɒ: ‘plástico’ tø ‘soltar’

32 sɒ: ‘súbelo’

Tabla 11. Tonos descendentes

1.4.4 Tonos complejos

Respecto a los tonos complejos hace falta mucho por analizar, ya que por el inventario de las palabras que se grabaron no fue posible obtener más datos, pero es seguro que hay tonos de este tipo. En la Tabla 12 presento un par mínimo para ilustrar.

413 tø ‘derrámalo’

323 tø ‘yo rebano’

Tabla 12 Tonos complejos

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Hasta aquí he mostrado con algunos ejemplos cómo es la manifestación de los tonos en el chinanteco de Temextitlán. Este análisis está fundamentado en un corpus de más de 200 palabras, en donde se trató de incluir los 11 timbres vocálicos, que después fueron analizandas de manera auditiva y posteriormente en el programa Praat. Sin embargo, hubo unas razones que me hicieron detenerme en la definición más precisa de los tonos y en tomar la decisión de no marcarlos en mis transcripciones. Una de ellas es por el fenómeno que sucede con los sustantivos que, al poseerse, cambian el tono que manifiestan sin la posesión. Si bien para esta situación Castillo (2012) encontró que la mayoría de los sustantivos al ser poseídos adquieren el tono 6, que es el más alto que él registró, esto no sucede así en Temextitlán, ya que la presencia de más vocales condiciona otro fenómeno en donde no es clara esta marca. Si se considera, además, la inalienabilidad y alienabilidad, se presenta otro fenómeno (véanse las Tablas 13 y 14); otro factor es que en el chinanteco la mayoría de las palabras son compuestas, por lo que una palabra (raíz) con cierto tono al fusionarse con otra pierde el tono inicial por una elisión o por influencia del tono de la otra palabra. Un ejemplo se puede observar con la palabra /i12/ ‘tortilla’, que manifiesta un tono de nivel ascendente uno-dos y en la palabra /i34ñi’4/ ‘pan’ presenta un tono que ha sido modificado a tres-cuatro. Analizando con un poco de detenimiento lo que sucede con estos fenómenos es claro que los sustantivos en la forma alienable mantienen el tono al ser poseídos (como se muestra en la Tabla 13, página 36). Sin embargo, cuando los sustantivos son inalienables la situación cambia, ya que el sustantivo que inicialmente tenía un tipo de tono bien puede cambiar de uno de contorno a uno de nivel (ver Tabla 14, página 36). Este fenómeno, al menos, es seguro que sucede de esta manera, es decir pasar de un tono de contorno a uno de nivel o complejo. Por otro lado, cuando se presenta un verbo en la forma cercana al infinitivo (más adelante se explicará este tema morfológico) presenta cierto tono, pero cuando se flexiona no sólo cambia el tono sino que sufre una elisión total de la raíz. Este caso se ilustra en la Tabla 15 (página 37). Se presentan dos ejemplos, uno con el verbo fø’3 (dzä) ‘hablar’ y el otro con el verbo juun1 (dzä) ‘morir’.

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Forma simple (un tipo de tono) Forma poseída (se conserva el mismo tono)

dzø4ja1 dzø4ja1 kia312 ‘bofe’ bofe 1POS ‘mi bofe’ i34ñi’4 i34-ñi’4 kia312 ‘pan’ tortilla-sol 1POS ‘mi pan’ jmi3ñi3 jmi3ñi3 kia312 ‘comida’ comida 1POS ‘mi comida’ Tabla 13. Sustantivos alienables

Forma simple (un tipo de tono) Forma poseída (otro tipo de tono)

jmi2ni2 jmi2ni3-i2 ‘ojo’ ojo-1S ‘mi ojo’ mïï21 mïï3-ï2 ‘zapato’ zapato-1S ‘mi zapato’ lo1ju’2 lo1ju’3-u2 ‘cachete’ cachete-1S ‘mi cachete’ tïï32 tïï3-ï2 ‘pie’ pie-1S ‘mi pie’ 12 3 2 i i -i ‘tortilla’ tortilla-1S ‘mi tortilla’ Tabla 14. Sustantivos inalienables

Este verbo, fø’3 (dzä), considerando que tiene el tono de nivel 3, y juun1 (dzä) el de nivel más bajo, el 1, cuando se flexionan con los pronombres personales en singular, en pasado o perfectivo, adquieren otros tonos (igualmente en presente y futuro). Si consideramos además que la elisión de la raíz es casi completa, pareciera ser que no sólo hay otro tono, sino otra palabra, como se aprecia en el verbo jöö1 (dzä) ‘ver’. En este

36 sentido el tono no es sistemático en la marca de tiempo-aspecto –o al menos aún no tengo evidencias de la existencia de un patrón sistemático–, por lo que no puedo decir que exista un tono específico para el tiempo (o el aspecto). Sin embargo, como mencioné anteriormente, los datos a partir de los que realicé la presente investigación no me permiten ampliar dichos análisis. En conclusión, para saber cuál es el tono de un verbo flexionado no basta con saber su forma «infinitiva», sino que es necesario hacer un análisis más puntual. Por lo tanto, la tarea es bastante amplia al respecto y es uno de los pendientes que tenemos los lingüistas que trabajamos sobre esta variedad de chinanteco.

Forma infinitiva 1S 2S 3S Cierto tono tono más alto que la tono más bajo que tono más bajo que forma infinitiva el de la 1S el de la 2S juun1 (dzä) ka1 jun34-na3 ka1 jun34-nu’3 ka1 jun34-ni1 ‘morir’ (gente) PFTV morir-1S PFTV morir-2S PFTV morir-3S ‘morí’ ‘moriste’ ‘murió’ fø’3 (dzä) ka1 fa’3-a2 ka1 fӕ’2-ӕ1 ka1 fë’1-a1 ‘hablar’ (gente) PFTV hablar-1S PFTV hablar-2S PFTV hablar-3S ‘hablé’ ‘hablaste’ ‘habló’ jaan2 (dzä) ka1 jan2-na3 ka1 jan2-nu’3 ka1 jan2-ni1 ‘fracturarse’ (gente) PFTV fracturarse-1S PFTV fracturarse-2S PFTV fracturarse-3S ‘me fracturé’ ‘te fracturaste’ ‘se fracturó’ ni3 (dzä) ka1 mo2-o2 ka1 ñi’2-i1 ka1 nga1-a1 ‘ver’ (gente) PFTV ver-1S PFTV ver-2S PFTV ver-3S ‘vi’ ‘viste’ ‘vió’ oo2 (dzä) ka1 o3-o2 ka1 o’3-o1 ka1 o1-a1 ‘gritar’ (gente) PFTV gritar-1S PFTV gritar-2S PFTV gritar-3S ‘grité’ ‘gritaste’ ‘gritó’ Tabla 15. Ejemplo de verbos en su forma simple y flexionados

Otra situación a este respecto es que algunos tonos se asocian con ciertas propiedades laríngeas, tales como la voz laringizada, lo que hace que se de un contraste entre vocales laringizadas y modales, pues, como ya quedó claro, uno de los fenómenos bastante contrastivos en esta lengua es la presencia de esta cualidad de diferenciación en diferentes tipos de voz, sin que aún se tenga claridad al respecto. Es claro que, como muestran Hernández (2002) y Castillo (2012), hay mucho por investigar en las lenguas tonales, en particular en la lengua chinanteca, ya que determinar

37 un tono no es una tarea tan sencilla, pues implica un trabajo de análisis a profundidad para encontrar la mayoría de los fenómenos que están imbricados en cada variedad lingüística. Considero que se debe hacer un análisis del habla corriente para poder asegurar un mejor estudio de los tonos, saber qué pasa y cuáles son los cambios. Una vez que se tiene un estudio de palabras «aisladas» es necesario realizar uno en la lengua en uso, porque, en definitiva, las conclusiones de los análisis son completamente distintas. Por ello, para este trabajo y sus alcances, se deben tomar estos datos como un modesto primer acercamiento.

1.5 Especificaciones sobre la transcripción

En este apartado anoto algunas especificaciones sobre la transcripción de los textos empleados a lo largo de este trabajo. Asimismo, aporto elementos que justifican por qué no empleo las grafías del IPA y por qué utilizo las grafías del alfabeto «práctico», el cual conocen tanto los docentes de la región como los xun y la gente alfabetizada (en chinanteco) de la región. Para este trabajo retomo, en gran parte, las grafías del «alfabeto práctico» que propuso Hernández (2002) y que fue retomado por el colectivo docente de la Zona Escolar Bilingüe Número 150, ubicada en el municipio de San Pedro Yólox. En la Tabla 17 (página 39) presento nuevamente las consonantes que empleo para la transcripción ortográfica de los textos empleados en este trabajo; hago esto para simplificarme (un poco) la escritura, dado que un teclado no me permite escribir de manera rápida con las grafías del IPA, y porque considero que cuando un docente o una persona no familiarizada con el sistema del IPA lo observe pueda serle algo útil. He tomado la decisión de modificar la representación de la fricativa post alveolar /ʃ/ representándola con la equis /x/; esto por una mera cuestión económica de letras, ya que la propuesta de Hernández es con la /sh/. Con un inventario amplio de vocales y consonantes, descartar una letra resulta un poco más económico al momento de escribir. Las representaciones ortográficas modificadas (ver Tabla 17) son las siguientes: la glotal oclusiva [Ɂ] se representará con una tilde /’/, la postalveolar africada con la /ch/ y la fricativa con la /x/, la nasal velar con las letras n y g /ng/, la fricativa lateral con la j y la l /jl/ y la palatal nasal /ñ/. Se encuentran entre paréntesis las formas del IPA.

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Algunas otras cualidades que se podrán encontrar en la transcripción son el empleo ortográfico de las siguientes letras: jm, jn y jñ, lo que indica una preaspiración. Respecto a las vocales, en la Tabla 16 presento la forma en que se han socializado con las personas de la Chinantla Alta. Justifico esta decisión, otra vez, por la razón de que a las personas que no están familiarizadas con el sistema internacional les sea útil. Al igual que con las consonantes, se encuentran entre paréntesis –cuando es el caso– las formas del IPA.

Anterior Central Posterior No Red Red No Red Red No Red Red Altas i ü (y) ï (ɨ) u Medias e ë (ø) ö (ɘ) o Bajas ä (æ) a ø (ɒ)

Tabla 16. Conversión de vocales a emplear

Bilabial Labiodental Dental Alveolar Post Alveolar Palatal Velar Glotal Oclusivas p b t d k ɡ ‘ (Ɂ) Africadas dz ch (ʧ) Fricativas f v s x (ʃ) j (x) h Nasales m n ñ (ɲ) ng (ŋ) Vibrante múltiple r Fricativa lateral jl (ɬ) Lateral aproximante l Aproximante y (j) Tabla 17. Consonantes del alfabeto práctico

Las vocales nasalizadas las representaré siguiendo la propuesta original de Hernández (2002), con un subrayado, como aparecen en la Tabla 18, y no, como pudiera esperarse, de manera fonética, pues resulta complicado colocar la virgulilla fonética (˜), y más cuando se trata de escritura de «textos extensos». La vocal central no redondeada [ɘ] se descarta, ya que no ocurre como nasalizada cuando todas las demás están presentes. La 39 realización de vocal alargada [uː] la represento con dos vocales (por ejemplo, /kuu/ ‘dinero’). Otra consideración que he tomado en cuenta es la de emplear los signos de interrogación y admiración, pues hay morfemas como marcadores exclamativos e interrogativos –por ejemplo el morfema interrogativo /sï/– al inicio de ciertas cláusulas, o también se pueden expresar con una marca tonal y por una situación pragmática. Esto se podrá ver en diversos párrafos de las narraciones o, más específicamente, en los ejemplos (25), (43), (44), (49), entre otros.

Anterior Central Posterior No Red Red No Red Red No Red Red Altas i ü ï u Medias e ë o Bajas ä a ø

Tabla 18. Representación de vocales nasalizadas

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II. Metodología

En este apartado describo la metodología que seguí para la realización de esta investigación y al mismo tiempo menciono algunas de las complicaciones que un trabajo como este puede implicar. Anoto algunos datos sobre las situaciones de vida de mis colaboradores adultos, así como de los xun, los cuales considero que ayudarán a entender alguna particularidad en sus narraciones. También, por cuestiones técnicas, anoto unos cuantos datos referentes al equipo empleado. En esta investigación trabajé con adultos y con xun dado que me interesaba ver los cambios que se habían dado en esta práctica comunicativa y demostrar si en verdad la narrativa había desaparecido en la comunidad o sólo eran ciertos repertorios los que habían entrado en desuso. Como me propuse desde el inicio de mi proyecto de tesis, pude realizar sin problemas, aunque sí con algunos contratiempos, las diversas actividades planeadas. Me valí del método etnográfico planteado por Duranti, el cual consiste en observar, registrar, describir, interpretar y analizar las interacciones comunicativas. Así pues, tuve presente que «el método etnográfico es la descripción escrita de la organización social, las actividades, los recursos simbólicos y materiales y las prácticas interpretativas que caracterizan a un grupo específico de individuos» (Duranti 2000: 126). En mis investigaciones me asigné la tarea de observador participante (Duranti 2000) por el hecho de fungir como interlocutor en el momento en que el hablante narraba y por formar parte misma de la comunidad. Me planteé desde un inicio grabar a tres mujeres mayores de 60 años, pero conforme desarrollé el proyecto decidí incluir a un hombre, pues mi intención era grabar la historia de la comunidad y otros tipos de narraciones, en las que Foto 2. Tío Milia’

41 figuraran las que llamo de «ficción» y algunas donde aparecían los seres que en algún momento eran frecuentes en la comunidad, del tipo que clasifico como «locales» y por ello incluí a un hombre, pues los varones son quienes tienen un poco más de conocimiento sobre este tema, ya que sólo ellos tienen acceso al archivo de la Agencia Municipal donde se encuentran algunos documentos históricos. Esta historia la obtuve con tío14 Milia’, mientras que con las mujeres obtuve dos géneros distintos que me permitieron identificar más tipos de narraciones de la comunidad. A continuación describo la forma en que obtuve los datos. En una primera etapa realicé entrevistas con los adultos, explicándoles los motivos que me animaban a realizar este tipo de trabajo y pidiéndoles su autorización para grabarlos (esto fue durante el primer periodo de trabajo de campo, en julio de 2012). Sin embargo, debo apuntar que desde diciembre de 2011 y enero de 2012 ya había realizado algunas grabaciones, pues desde el inicio de mi formación sentí inquietud por este tema. Dichas grabaciones me sirvieron como complemento y para comparar algunos otros tipos de narraciones que no obtuve en mis «elicitaciones». En esas fechas obtuve datos que me permitieron enriquecer mi investigación. Hubo dos personas –de las que había pensado que podrían ser mis mejores colaboradores– que se negaron a ser grabadas; entonces me di a la tarea de buscar a otras. Por momentos mis actividades se complicaron ligeramente, ya que estas personas realizan un sin fin de actividades, de modo que el tiempo que requería para platicar con ellas resultaba como un asalto a sus quehaceres. La narradora que creí que podría

Foto 3. Tía Teree proporcionarme la mayor

14 Emplearé los sustantivos tío y tía para referirme a las personas que colaboraron conmigo, dado que es la forma usual que se emplea para denotar respeto y saludo cordial. En la cosmovisión chinanteca sería un equivalente, aunque muy lejano, de la palabra señor/señora. 42 cantidad de información se negó a hacerlo. Me dio la impresión de que requería un pago, pues argumentó que tenía mucho trabajo. Concluí que tenía razón, pues cuando le pregunté a qué hora tenía tiempo para entrevistarla me respondió que era complicado, porque durante todo el día estaba ocupada con muchas actividades. De manera rápida me describió sus actividades diarias: «No es una cosa lo que hay para hacer. Que hay que darle de comer a mis pollos, que hay que darle de comer a mis cuches, a mis nietos, o bien ir a ver mi milpa; no es una cosa lo que hay»15. Si a estas actividades se agregan otras de carácter comunitario, como los llamados de las catequistas, los llamados de las promotoras del programa Oportunidades, los días para recolectar basura, las pláticas de la enfermera, los asuntos de la autoridad, los asuntos de los nietos en la escuela, etcétera, el tiempo libre es muy limitado. En la Tabla 19 muestro las actividades que realizan tía Nacia y tía Teree, que son parecidas a las de todas las mujeres de la comunidad.

Horario Actividades

5:00-8:00 hrs. Levantarse. Encender el fogón, hacer tortillas y comida. 8:00-9:00 Comida de la mañana. 9:00-10:00 Comida a los guajolotes, perros y cerdos. 11:00-14:00 Visita a la milpa para desyerbar (una razón de ir a desyerbar es para destinar esa yerba a sus guajolotes). Traer leña. Actividades propias del hogar (lavar ropa, limpiar). 14:00-15:00 Preparar comida. 15:00-16:00 Comida del día. 16:00-17:00 Comida a los guajolotes, a los perros y cerdos. 17:00-18:00 Diversas actividades dentro de la comunidad: visitas familiares, comadres u otros, compra de necesidades de la casa, etc. 18:00-20:00 Ver novelas mientras se limpia o se desgranan mazorcas para su cocción, entre otras actividades que se requieren para el día siguiente. 20:00-21:00 Cena. Ver novelas. Tabla 19. Actividades de las mujeres

15 Es una traducción lo más cercana posible a la versión en chinanteco. No tengo grabación de audio. 43

Otras de las personas, un hombre, dijo que podía darme la información que requiriera pero por nada quería ser grabado. Finalmente acudí con otras personas y pude realizar mi trabajo con éxito. Después me di a la tarea de ir a sus casas a grabarlos por hasta tres ocasiones, de acuerdo a mi programación. Con cada adulto grabé dos tipos distintos de narraciones para tener más elementos para clasificarlas y para decidir cuál tomar para el trabajo con los xun, ya que sólo tomé una de cada adulto para la elicitación con los jovencitos. En la Tabla 20 aparecen las personas adultas que colaboraron conmigo de manera directa. Debo apuntar que una de las narradoras y una de mis mejores informantes ha sido mi madre, puesto que ella tiene una vasta información que puede brindarme en todo momento. Prefiero nombrarla como tía Mari’ para generalizar la forma que empleo con las otras personas. En la Tabla 21 muestro los datos de las personas que grabé de manera adicional.

Personas Narraciones Minutos Edad Nombres de las narraciones grabadas grabadas grabados Tía Teree 2 19:02 78 Juu kia’ salvajñü y Juu kia’ rï’ Tía Mari’ 2 23:56 73 Juu kia’ rï’ y Juu kia’ nøø Tío Milia’ 2 18:13 81 Juu kia’ Tï Ao y Juu kia’ jmidzä16 Total 6 61:11 Tabla 20. Grabaciones realizadas con adultos

Otras personas Minutos de grabación Tío Jonás 16:03 Tío Tee 40:00 Tía Fina 20:11 Tío Samuel 08:17 Tío Vidal 12:04 Tía Nacia 06:20 Tía Ñela 01:51 Total 104:06 Tabla 21. Grabaciones adicionales con adultos

16 En el capítulo 5.6 se encontrará información respecto a estos nombres y sus descripciones. 44

Con relación a los xun debo decir que me valí de mi trabajo comunitario realizado desde un par de años atrás para abordarlos. Aproveché la buena relación que he mantenido con la autoridad, la comunidad en general y los xun que asisten a la escoleta17 para trabajar con ellos. Le expliqué de manera breve a la autoridad mi proyecto y, como he dado unos talleres a los asistentes a la escoleta y he apoyado para establecerla, tuve las facilidades para realizar mi proyecto. Dado que mi trabajo va un poco más allá de lo personal y académico, les propuse a los xun que a la par de que me apoyaran a hacer este trabajo yo continuaría con otro taller18; de igual manera me ofrecí a realizar con ellos un par de videos. Muchos se animaron y accedieron con facilidad. Al final realizamos tres videos animados en donde participaron los niños ejes de mi proyecto, además de haber editado un video con la banda musical (en el que participaron todos los integrantes de la escoleta). Sólo hasta ese momento platiqué con sus madres. Estos videos se presentaron en la comunidad en un evento al que asistieron muchas personas a ver actuar a los xun. En la Tabla 22 anoto a los xun que colaboraron de manera directa; en la Tabla 23 aparecen otros que colaboraron un poco menos pero tuvieron participación en las animaciones de los videos que realizamos. Nombres Minutos grabados Narraciones trabajadas Roo 22:43 Juu kia’ salvajñü y Juu kia’ Tï Ao Chole 04:40 Juu kia’ salvajñü y Juu kia’ Tï Ao Miyee 18:00 Juu kia’ salvajñü Bran 09:30 Juu kia’ Rï’ Total 54:13 Tabla 22. Grabaciones con los xun

Niños que colaboraron de manera Minutos de grabación adicional Gil 01:30 Ali 16:01 Total 17:31 Tabla 23. Grabaciones adicionales con los xun

17 A la escoleta asisten los xun a clases de música. Es un proyecto iniciado en el año 2010 donde participa toda la comunidad. A la fecha siguen acudiendo para capacitarse y perfeccionarse en el arte musical. 18 Este taller fue sugerido por la autoridad municipal y el Presidente del Comité Cultural de la comunidad, dado que llevan a cabo un proyecto financiado por Culturas Populares para la capacitación musical de los niños y niñas. El taller se nombró: «Taller de lengua y cultura» y lo he impartido a los xun de la escoleta desde el año 2010. Por ese motivo los padres de familia de la comunidad me conocen y saben de mis actividades como docente e investigador de la lengua y la cultura. Esto me permitió grabar a los niños sin generar desconfianza entre ellos y sus familias. 45

La metodología seguida con los xun fue la siguiente: elegí a un grupo pequeño de voluntarios –quienes aparecen en la Tabla 22–, incluyendo a quienes me respondieron afirmativamente cuando cuestioné al grupo de la escoleta sobre su conocimiento acerca de «los cuentos» de la comunidad, procurando que participaran hombres y mujeres. Enseguida les expliqué con claridad cómo debíamos trabajar. La dinámica fue la siguiente: le presenté una de las narraciones a uno de ellos en privado (en dos ocasiones); al término se la narró a tres de sus compañeros (con esto busqué detectar los cambios en la estructura de las narraciones, tanto en el nivel morfológico y sintáctico como en el plano fonológico). Esta dinámica la utilicé para que tres de ellos re-narraran las tres narraciones de los adultos (Juu kia’ salvajñü, Juu kia’ rï’ y Juu kia’ Tï Ao) a partir de los videos que había yo realizado en mi trabajo de campo. Con todos los xun tuve que realizar una segunda grabación dado que en la primera prueba se habían sentido un poco tímidos y su esfuerzo se redujo a hacer más bien un resumen que una buena narración; ellos mismos me exigieron este segundo ejercicio de narración después de que revisamos los videos de sus primeros intentos.

2.1 Equipo empleado

Para las grabaciones de video utilicé una cámara digital Canon 60D apoyándome en un trípode convencional. Para las grabaciones de voz empleé una grabadora marca Sony. Para la transcripción de mis datos utilicé el programa Elan 4.3.3 para Apple. El total general de grabación es de 258 minutos y 53 segundos. En mis observaciones etnográficas me valí de un cuaderno de notas (además de la grabadora de voz) para poder registrar lo que observaba y algunos diálogos de los xun que, en momentos cercanos, grabé para obtener otros elementos importantes. En estas observaciones seguí a varios xun en sus casas, en los espacios comunes de la comunidad (espacios de juego, tiendas, etc.) y en sus escuelas. También realicé observaciones con los adultos, para lo cual estuve atento en diversos espacios como las tiendas, las canchas, las asambleas y los días de tequio que por fortuna se realizaron durante mi estancia. Como observé que en las pláticas «callejeras» e informales podían surgir diversas narraciones interesantes, tuve que realizar algunas

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grabaciones de manera clandestina, de las que obtuve un tiempo considerable, como se aprecia en la Tabla 24.

Grabaciones adicionales Minutos de grabación De la calle 22:02 Total 22:02 Tabla 24. Grabaciones adicionales

Para tener una idea más cercana de lo que acontece en la escuela realicé entrevistas puntuales a los docentes con una guía preparada con anticipación. Esto fue para que, con sus propias palabras, me pudieran brindar alguna información adicional. Ese acercamiento con la escuela fue positivo, ya que también me dieron espacio para observar, aunque de manera breve, la dinámica comunicativa dentro de las aulas. Por último, realicé unas entrevistas-charlas con algunos padres y madres de familia, enfocándome más en las familias de los xun que participaron de manera directa. En este caso no realicé grabaciones, como lo había pensado al inicio, porque consideré que era suficiente con un diálogo más libre y espontáneo. Varios de los videos de los adultos que retomo de manera adicional son de los que realicé en noviembre de 2011 y enero de 2012. En la Tabla 25 ilustro las actividades que realicé durante mi periodo de trabajo de campo y las fechas.

Actividades Fechas de realización I. Grabaciones con dos adultos Del 26 de noviembre 2012 al 13 de diciembre 2012 II. Observación de los xun en sus escuelas, Del 26 de noviembre 2012 al 14 de espacios de juego y sus hogares diciembre 2012 III. Entrevista a docentes, padres y madres de Del 1 de diciembre de 2012 al 11 familia de enero de 2013 IV. Grabaciones con los xun (cuatro de manera Del 13 de diciembre 2012 al 10 de directa y dos de manera indirecta) enero 2013 Tabla 25. Actividades realizadas durante el segundo periodo de campo

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En la Tabla 26 anoto los datos generales de los xun y los adultos que colaboraron de manera directa.

Personas Edad Escolaridad Profesión Idiomas que domina Tía Teree 78 Ninguna Labores del campo Chinanteco y poco y de la casa español Tía Mari’ 73 Ninguna Labores del campo Chinanteco y poco y de la casa español Tío Milia’ 81 Ninguna Labores del campo Chinanteco y poco español Xun Roo 10 4º primaria Estudiante Chinanteco y español Xun Chole 12 6º primaria Estudiante Chinanteco y español Xun Miyee 11 4º primaria Estudiante Chinanteco y español Xun Bran 12 6º primaria Estudiante Chinanteco y español Tabla 26. Datos de las y los colaboradores

2.2 Situación de vida de mis colaboradores adultos

En este apartado describo algunas cualidades de los tipos y modos de vida que han llevado mis colaboradores adultos, ya que ello me permitirá ubicar de cierta manera el grado de bilingüismo que tienen y algunas de las formas lingüísticas en sus narraciones. Aún cuando en la Tabla 26 anoto algunos datos generales, en esta parte los abordo

Foto 4. Tía Mari’ con más detalle. Los

48 hombres, por sus cualidades de ser más «fuertes» y dominantes, son quienes tienen una mayor movilidad y, por lo tanto, son quienes tienen más facilidades para migrar y para tener contacto con personas pertenecientes a otras comunidades. De esta manera pude confirmar que tío Milia’ fue quien más contactos tuvo con el mundo «occidental», ya que él acudía a la ciudad de Tuxtepec y a Veracruz a vender yerbas medicinales. Sin embargo, su dominio del español no es bueno, ya que según él mismo me contó, no tenía que saber tanto, en esos tiempos, para realizar sus ventas. Y una vez que regresaba a la comunidad el empleo del chinanteco se daba en la totalidad de los espacios comunicativos. Aún cuando ha desempeñado todos los cargos que le exige la comunidad, fue poco el uso del español que desarrolló en sus tiempos. Tío Milia’ vive solo en una casa de adobe que fue de su hermano, pero tiene dos hijas y dos hijos que viven en la comunidad y otros dos migrantes. Hablar de mi madre como una de mis informantes en verdad me resulta algo complicado, pero quizá por el poco contacto que ha tenido con el mundo «occidental» y por el contacto que han tenido mis hermanos con otras culturas se ha vuelto más curiosa en cuanto a la información que maneja de lo que sucede fuera de Temextitlán. Con lo anterior y porque me di cuenta de que en verdad tiene un vasto conocimiento me decidí a grabarla, pues debo confesar que sentía pena de hacerle tantas preguntas cuando gran parte de mi vida ella ha jugado el papel de ser mi «informante» al haber sido quien me socializó desde que nací. Mi madre vivió por cortas temporadas en Valle Nacional, desde muy joven, donde pudo interactuar con algunas personas que hablaban español, pero sólo fueron palabras elementales relacionadas con su salario y el trabajo. Ha viajado en varias ocasiones a la ciudad de Oaxaca y a la ciudad de México, donde ha permanecido hasta dos meses. Actualmente vive sola en su casa, pues sus hijos han migrado. Su dominio del español es de tipo incipiente; entiende todo y puede entablar diálogos básicos con cualquier persona, pero como ahora ya no sale de la comunidad su habilidad parece disminuir. Respecto a tía Teree, ella fue la que menos contacto tuvo con el exterior. En su pequeña casa vive con su hija de 40 años, una nieta de seis años y un bisnieto de cuatro. Su hija prefiere hablarle a su hija y su nieto en español, lo que hace que de cierta manera tía Teree siga teniendo contacto con dicho idioma. Su otra hija vive en la ciudad de

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Oaxaca, pero casi nunca visita la comunidad para verla. Su vida ha transcurrido más en la comunidad y, en un tiempo, en su juventud, en las rancherías de tierras cálidas de la región. Si bien ha visitado Tuxtepec, Valle Nacional y en unas dos o tres ocasiones la ciudad de Oaxaca, no ha sido más que para situaciones elementales. Es mínimo el español que ella domina de manera oral, pero afirmó que sí lo comprende.

2.3 Situación de vida de los xun

Roo es una niña de 10 años. Vive con su tía (quien es viuda) en una pequeña casa de tabicones y una cocina con paredes de tablas. También viven ahí su hermana y dos hijos de su tía. Su madre se fue a los Estados Unidos cuando ella tenía cuatro años. Su hermano se fue hace un poco más de un año. Su tía es casi monolingüe en chinanteco, pues su uso del español es mínimo, no tanto porque no lo sepa sino porque es un poco tímida. Como Roo me dijo que su tía era quien le narraba y sabía muchas historias, decidí entrevistarla también, y corroboré que sí conoce varias narraciones, pero quizá por el tiempo y por su timidez me dijo que ya no las recordaba bien. Roo no ve televisión en su casa desde hace más de un año, pero se las arregla para ir con los vecinos a ver ciertos programas que le agradan. Asegura que pronto comprarán una, porque a su tía también le gusta ver varios programas. Después de las clases ayuda a su tía con las labores de la cocina y toda la casa; luego acude a la escoleta. Ha visitado la ciudad de Oaxaca en unas tres ocasiones, pero los viajes han sido para realizar algunas compras importantes y en un solo día cada uno. Con la banda que se ha formado en la comunidad tuvo la oportunidad de conocer, hace poco, la localidad de Tlacolula de Matamoros, ubicada en los Valles de Oaxaca; de ahí conoce el Distrito de Ixtlán de Juárez, que está a dos horas de la comunidad. Chole es la segunda hija de una pareja no mayor a cuarenta años. Vive en una casa de concreto más amplia que la de Roo. Ayuda a su mamá en un pequeño negocio de ropa que puso hace un par de años. Su mamá y su papá son bilingües, pero en la casa utilizan el chinanteco, ya que el español lo emplean exclusivamente para algunas transacciones con los comerciantes que llegan a surtirles mercancía. Su hermana ha salido a la ciudad de Oaxaca a trabajar. Ella sabe jugar «maquinitas»19, pues en el corredor de su casa se

19 Máquinas de video o lo que se llaman videojuegos. 50 encuentran instalados tres juegos diferentes. También asiste a la escoleta y, además, está en las actividades de los «acólitos», niñas y niños que se encargan de asistir al sacerdote en las actividades relacionadas con la iglesia. Ha visitado un par de veces la ciudad de Oaxaca acompañando a sus padres a realizar compras para la tienda. También acudió a Tlacolula, al igual que Roo. En la casa de Chole sí hay televisión y con una antena colocada en la punta de un palo de más de diez metros tratan de obtener una mejor señal de manera gratuita. Miyee y Bran son hermanos. Bran es el hijo mayor de la familia. Tienen dos hermanas. Viven en una casa amplia, de dos pisos. Sus padres son bastante jóvenes, pues apenas pasan de los treinta años. La madre es de la pequeña localidad de La Nueva Esperanza, del Distrito de Tuxtepec, con la que siempre ha tenido lazos de parentesco Temextitlán. Sus padres se comunican en chinanteco, pero su padre suele emplear muchos préstamos del español con ellos, e incluso el cambio de código. En su casa tienen televisión de paga. Han visitado diversos lugares, como Oaxaca, Tuxtepec, Veracruz, la famosa capilla de Juquila y Santa María Ixcatlán, pues el padre tiene una camioneta, lo que les ha permitido moverse de manera más fácil. Ambos están en la escoleta y han tenido la misma experiencia de Roo y Chole en cuanto a su formación musical y los viajes que han realizado con la banda.

Foto 5. Xunses de la escoleta

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III. Etnografía de la comunicación

En este apartado hago una breve descripción de cómo es la dinámica comunicativa en la comunidad de Temextitlán, cuáles son los espacios de interacción que tienen tanto los xun como los adultos, en qué espacios conviven, cuál es la situación lingüística de la comunidad, la situación de la población en edad preescolar y primaria en relación con el uso y las funciones de la lengua chinanteca y del español, es decir el grado de bilingüismo o monolingüismo que presentan. De igual manera, describo cuál es el grado de bilingüismo que hay entre los adultos y sus ideologías lingüísticas y, sobre todo, cuáles son los espacios de la narrativa. Un estudio preliminar realizado en mi tesis de licenciatura había arrojado que la lengua chinanteca estaba siendo desplazada por el español (García 2010). Quizá por la metodología empleada, que se basó en datos de censos escolares e informes de los directores de las escuelas (de primaria y preescolar), de comentarios desconcertantes de docentes y padres de familia y de unas encuestas realizadas con los xun, fue que me hice esa idea. Ahora, con una metodología distinta, y mejor fundamentada en datos empíricos, pude llegar a conclusiones más precisas.

3.1 Antecedentes

Uno de los fenómenos que impactaron a la comunidad desde hace cuatro décadas ha sido lo que aquí llamo era moderna, por así designar a un proceso de cambio acelerado que se expresa de diferentes maneras y se ubica en diversos períodos: la llegada de la escuela en los años 80, la migración hacia los Estados Unidos –iniciada en la década de los 90– y la entrada de los medios de «comunicación» con el arribo de la televisión y la radio, también en los años 90. Hablar de una era moderna puede resultar confuso, pero la nombro así porque se relaciona con la entrada de la escuela primaria y con la migración masiva a los Estados Unidos, lo que generó una modificación en diversos hábitos de vida de la gente. Sin una intención de profundizar sobre el tema, es necesario anotar que, como lo han documentado diversos investigadores, la escuela fue el instrumento tanto para

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castellanizar como para tratar de incluir al «indio» en la cultura nacional y exterminar las lenguas y culturas originarias (Brice 1972; Hernández 2003; López 1996; Ruiz 1993). Por ello, quizá, mucha gente dejó de hablar el chinanteco y otro tanto prefiere el uso del español en diversos ámbitos, empleando el cambio de código de manera frecuente, como ya se anotó desde el inicio de este trabajo. Los maestros llegaron con un discurso de que la lengua no servía, que sus formas de vida, su alimentación, su ropa, sus cultivos, etcétera, no servían, que eran arcaicos. Por ello, la gente empezó a cambiar ciertas formas de concebir su mundo. Por lo tanto, si querían prosperar debían dejar esos hábitos. La intromisión de la televisión en los hogares fue un factor decisivo en estos cambios, pues, a esas alturas, ya las ideologías de las personas presentaban grandes conflictos identitarios. Entonces, al ver imágenes de otros modelos culturales creyeron mucho más en el discurso de los profesores. Por el contacto con otras culturas el modus vivendi de las personas empezó a cambiar. Los trabajos en el campo se desplazaron por la migración. Las reuniones al lado del fogón también fueron desplazadas, en cierta manera, por la televisión; la programación televisiva modificó hasta la hora habitual de dormir. Al entrar esta tecnología al hogar la mirada se centró en ella. Por lo tanto, la narrativa, que antes era un recurso usual en todas las familias, perdió importancia, perdió interés para los xun.

3.2 Espacios para la narrativa

Desde mi experiencia personal, recuerdo que crecí en un contexto donde predominaban los relatos como recursos para la socialización de valores morales y culturales. Había espacios específicos en que, de niño, acudía con otros xun a escuchar «cuentos», como los nombrábamos. Había lugares en los alrededores de la comunidad donde nos sentábamos a narrar. Si íbamos a traer leña, si ayudábamos en ciertas actividades del hogar, la narrativa hacía más entretenida la tarea. Algunos espacios comunitarios donde se podían escuchar diversas narraciones, donde acudían adultos, eran, por ejemplo, el molino y los lavaderos comunitarios20, los cuales desaparecieron por la era moderna, ya que ahora casi toda

20 En la comunidad existió por muchos años un molino de nixtamal comunitario a donde acudían, en su mayoría, las mujeres con sus hijas e hijos para moler su nixtamal (maíz cocido en agua con cal). Ninguna persona tenía un molino en su casa, por lo que ese lugar era un espacio de reunión que servía para contar y escuchar un sinfín de narraciones. Los lavaderos públicos eran, igualmente, un área comunitaria donde se reunían las personas para lavar su ropa.

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familia cuenta con una lavadora y un molino de nixtamal (situación favorable, por supuesto). Si bien estos espacios se extinguieron, pronto fueron sustituidos, de cierta manera, por otros que han creado nuevas dinámicas comunicativas (Hymes 1972 citado en Duranti 2000), como son las reuniones para diversos programas gubernamentales, reuniones relacionadas con la iglesia católica, entre otros. La diferencia fundamental radica en que ahora predomina más el español. Otro espacio donde también se podía escuchar infinidad de narraciones, coincidente en muchas culturas de Mesoamérica, era alrededor del fogón, pero esto ya no se da casi nunca porque, si bien el espacio sigue existiendo, la televisión distrae a las familias. Por lo tanto, los espacios específicos desaparecieron, además de que la actividad de narrar «en grupo» casi desapareció (ver más adelante la definición a este respecto), pero la habilidad en sí misma existe y lo que en realidad han cambiado son ciertos repertorios lingüísticos. Un caso ilustrativo es, por ejemplo, lo que sucede en las tiendas, donde se concentran los xun por montones a jugar «maquinitas»; si bien hay diálogos relacionados con experiencias de los juegos de las máquinas y otras cosas, no hay tiempo para la narrativa. En muchos espacios en los que los xun se reúnen, si bien hay diálogos de uno y otro tema, son más bien cortos e inmediatos y la narrativa ya no se practica. En el siguiente ejemplo ilustro los diálogos de cuatro xunses que, mientras se encuentran tocando las campanas en la Fiesta de Muertos, en una grabación de más de media hora no presentan más que diálogos entrecortados de uno y otro tema, sin que alguno de ellos llegue a hilar alguno de los temas que toca.

(13)

JC: Li si’u na La’ ¿sï ja’ ji’a ja li so dzämï yü’ campanario? Li si’-u na La’ sï ja’ ji’-a ja li ADV estar parado.ANIM-3S DEM NPR INTR verdad decir-3S NEG poder so dzämï yü’ campanario subir mujer arriba campanario ‘Desde ahí donde estás, La’, ¿es cierto que dicen [las personas adultas] que no pueden subir las mujeres al campanario?’

La’: Eo. E-o. CL.IN-DEM ‘¿Qué?’ (indiferente, mientras toca las dos campanas)

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J: Ja ñi xio’ la lï e joo fa ka soo dzämï, ¿jaa’? Ja ñi xio’ la lï e joo fa ka soo dzämï, jaa’ NEG saber dónde ADV ser CL.IN eso FIG PFTV subir mujer AFIRM ‘Quién sabe cómo sería eso, ¿no?, si llega a subir una mujer, ¿verdad?’ (con ánimos de querer profundizar sobre el tema por el tono que le pone a su pregunta)

JC: Jïï, tø’ba ñia. Jïï tø’-ba ñi-a AFIRM caer-INT fierro-DEM ‘Cierto, se cae la campana.’

J: So’ la joo sïn dzä. So’ la joo sïn dzä INTR ADV DEM platicar.P gente ‘¿Qué no así comenta la gente?’

JC: Mï’ kuu na soxü’ nagïta’ e na. Mï’ kuu na soxü’ nagïta’ e na semilla aparato reproductor PERF caer EXCL CL.IN DEM ‘Si mis testículos se han caído con éstas es posible.’

J: Soxü’ ‘na mï’ kuu ñia. Soxü’ ‘na mï’ kuu ñi-a caer pedazo semilla aparato reproductor fierro-DEM ‘Se caen los testículos de las campanas.’

JC: Jogï dzän’ tø’ba ñia. Jo-gï dzän’ tø’-ba ñi-a IND-ENF certeza caer-INT fierro-DEM ‘Entonces sí se caerían las campanas.’

JC: Jo ñi ee, ngan mogiba ya. Jo ñi ee, ngan mogi-ba ya NEG saber EXCL marearse cabeza-INT EXCL ‘¡Quién sabe, se marean!’ (refiriéndose a las mujeres)

C: ¡Iita! ¡Iita! EXCL (Expresión de sorpresa)

J: Uu, ja’a, ja ñi shio’ la lï, sa moo’ la joba ji’ dzä köön’ jaa’. Uu, ja’-a, ja ñi shio’ la lï, sa moo’ la jo-ba ji’ NEG AFIRM-INT NEG saber cómo ADV ser NEG ver.2P ADV DEM-INT decir dzä köön’ jaa’ gente grande AFIRM.INTR ‘No, de verdad nadie sabe cómo es. ¿No ven que así dicen los adultos?’

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C: ¡Iita! e na… latöön campanario… Iita e na… latöön campanario… EXCL CL.IN DEM completo campanario ‘Eso… todo el campanario…’ (Expresión de sorpresa)

(La’ suelta los mecates de los badajos; ha terminado su turno. JC toma el mecate y César se incorpora de su descanso)

J: Uu fia’, ja ñi e lï . Uu fia’, ja ñi e lï NEG juramento NEG saber CL.IN ser ‘No, lo juro, nadie sabe qué pasa.’

C: ¡Iita! EXCL (Julio juega con una parte del mecate que sujeta JC)

JC: Jo’ tita e na yü’ torre ifel na soo dzämï, ji’a. Jo’ tita e na yü’ torre ifel na soo dzämï ji’-a NEG medida CL.IN DEM arriba torre ifel DEM subir mujer decir-3S ‘Esto no es nada. Mejor en la torre Eiffel han subido las mujeres, dicen.’

JC: ¡Jai ee! Ja-i ee NEG-saber EXCL ‘¡Quién sabe!’

JC: Naa que… ‘Nada que…’

C: Naa que ni tiendaba na tau’ fo’o ‘ïo’ba’a. Naa que ni tienda-ba na-ta-u’ fo’-o ‘ïo’-ba-’a PREST que cara tienda- INT PERF-estar-2S hablar-2S tener miedo- INT -2S ‘Nada que en la tienda estás diciendo que tienes miedo.’ (refiriéndose a subir lugares altos)

JC: Naa que koroba tai gia sacristan baa ñi. Naa que koro-ba ta-i gia sacristan ba-a ñi PREST que coro-INT estar-3S lugar de sacristán golpear-INT fierro ‘Nada que el coro está tocando la campana en lugar del sacristán.’

C: Doba tan… doba tan sacristan öa: «bernii». Do-ba tan… do-ba tan sacristan ö-a: «bernii» DEM-INT estar DEM-INT estar sacristán cantar-3S ! ‘Ahí está… ahí está el sacristán cantando: «bernii».’

Si bien es cierto que mientras algunos espacios se van otros llegan (como la misma lengua, que no es estática, sino transformadora) y que los lugares que desaparecieron

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fueron sustituidos, la actividad narrativa (como la conocí de niño) parece haber caído en desuso. Esta actividad narrativa la defino como la narración conversacional (grupal) donde la atención se centra en un individuo –pero que requiere la participación del auditorio– de manera casi teatral, tal como la polifonía, como la define Voloshinov (1992). Con los programas gubernamentales se abrieron nuevos espacios de concentración grupal, donde las personas se ven obligadas a acudir por largos periodos de tiempo, ya sea en las canchas, o en las salas de junta de los edificios públicos. Ahora hay ciertas áreas donde se emplean las dos lenguas y, como se muestra a continuación, las del español tienen un poco más de presencia. Entre los espacios donde se prefiere, o se prioriza, el uso del español están los siguientes:

• Reuniones del programa Oportunidades • Reuniones con la enfermera • Reuniones del programa Procampo • Reuniones de profesores • Escuelas

Espacios en que se prefiere el chinanteco:

• Asambleas comunitarias • Tequios • Reuniones familiares • Reuniones de personas para jugar (basquetbol y cartas) • Hogares21 • Diálogos cotidianos entre la mayoría de la gente de la comunidad Ciertos eventos en que se prefiere el uso del español son los siguientes:

21 Aunque más adelante se verá que hay ciertas familias que con sus hijos hablan únicamente en español.

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• Misas y pláticas del sacerdote para bautizos y bodas • Narraciones de los partidos de basquetbol en las fiestas • Anuncios de la autoridad en la «trompeta»22 • Llegada de vendedores ambulantes a la comunidad y a las casas • Reuniones de los hombres en las tiendas • Pláticas entre jóvenes de otras comunidades

Si bien en estos espacios en que se prefiere el español también se hace uso del chinanteco, lo que falta es la narrativa conversacional del tipo «local», porque sí se mantiene el uso de narraciones personales y chismes.

3.3 Situación lingüística de la comunidad

En la actualidad, muchas personas siguen considerando que la lengua castellana es superior al chinanteco. Varios padres y madres de familia, creyendo en este falso postulado, les hablan en español a sus hijos desde muy pequeños. Se ha creído que si el xun aprende a hablar español desde pequeño, podrá ser un hombre o mujer con mejores condiciones (García 2010). Por ese motivo, muchas personas se esfuerzan en enseñarles a sus hijos e hijas el español. En casi toda la comunidad, el «prestigio» del español sigue estando presente. Así, su uso cada día es más frecuente, de modo que, por ejemplo, en varios espacios donde se reúnen las personas prefieren emplear el español, al igual que en las asambleas de la comunidad y en las reuniones que tienen que ver con los programas gubernamentales. Como ya lo documenté con anterioridad (García 2010), en las asambleas comunitarias es frecuente que las personas empleen el cambio de código (Gumperz 1982) para imprimirle énfasis a sus ideas. Este fenómeno es cada vez más frecuente, como lo muestro en (14), donde en una asamblea de organización de inicio de año23 se hacen algunos reclamos sobre por qué algunas personas no apoyaron como se debía en la fiesta patronal y un ciudadano recurre al cambio de código para mostrar su inconformidad.

22 Así se le llama a una bocina, en forma de campana, colocada en lo más alto del edificio municipal para hacer diversos anuncios de interés para la comunidad. 23 Notas de trabajo de campo de enero de 2013.

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(14) a. Bueno, jnä lïa e ‘nø ji’baa cuál es el motivo por el que no Bueno, jnä lï-a e ‘nø ji’-ba-a cuál es el motivo por el que no bueno 1S creer-1S CL.IN ADV decir-INT-3S cuál es el motivo por el que no, ‘Bueno, yo creo que deben decir cuál es el motivo por el que no participaron,’

b. participaron, porque ja li fa e ko’ jä la na. participaron, porque ja li fa e ko’ jä la na. participaron porque NEG poder FIG CL.IN aparte quedar DEM DEM ‘porque no se puede quedar así, nada más porque sí.’

Como el ciudadano aludido argumenta –en chinanteco– por qué no cumplió cierta actividad que se le encomendó, el ciudadano que pide explicaciones vuelve a insistir.

(15) Lajoba lï, pero que explique por qué no lo hizo. La-jo-ba lï, pero que explique por qué no lo hizo. DEM-ADV-INT ADV pero que explique por qué no lo hizo ‘Así es, pero que explique por qué no lo hizo.’

Estas situaciones son algo frecuentes en la comunidad, y esto se debe quizás a que los espacios oficiales van siendo cada día más numerosos, lo que obliga a las personas a ver la vida de otra manera. Además, como mencionan Hill y Hill, «en algunos contextos el español funciona como la lengua “alta” a “pública” en un sistema diglósico. El español está particularmente asociado con la religión, el gobierno, la educación y los medios de comunicación» (Hill y Hill 1999: 391).

3.4 Situación de la población en edad preescolar

Entre la población infantil que cursa su educación preescolar, en entrevista con el profesor que labora ahí, obtuve que de los 25 xun que asisten sólo cinco hablan chinanteco, o, al menos, esa es la percepción del profesor. El docente refirió que, si bien cerca de la mitad de ellos sí comprende bastante el chinanteco, casi no lo utilizan debido a que en sus casas les hablan en español. En observaciones con estos pequeños pude corroborar que, en realidad, muchos no hablan el chinanteco. Me acerqué a dos pequeñitas (como se puede

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apreciar en [16]) al salir de la escuela, para hacerles plática y, al preguntarles qué hacían24, me respondieron en español. Les respondí igual y les hice otras preguntas –en español– y después de unos pasos que caminamos les hice otra pregunta en chinanteco; en esta ocasión, ya con más confianza, me respondieron en chinanteco, pero pronto reanudaron la plática en español. (16) a. E jmo’ mi E jmo’ mi INTR hacer.2P niña.AFEC ‘¿Qué hacen, chiquillas?’

b. Meli: Ya me voy a mi casa.

c. May: Tu eres Terio, ¿verdad?, el que nos tomó fotos con mi perrito.

d. Sí, soy yo. ¿Ya se van a sus casas?

e. Meli: Sí, yo ya me voy a comer.

f. Ah, qué bueno. ¿Sï gin si’yio’o? Ah, qué bueno. ¿Sï gin si’yio’-o? Ah, qué bueno. INTR estar sentado abuela-2S ‘Ah, qué bueno. ¿Está tu abuela (sentada)?’

g. May: Jïï, ginmaa. Jïï, gin-ma-a AFIRM estar sentado-INT-3S ‘Sí, sí está (sentada).’

h. Najo, neduu’ fana li nii fï ki’i, säko ta nii. Najo, ne-duu’ fana li nii fï ki’i, sä-ko ta ni-i. AFIRM ver.1P-ENF FIG poder ir-1S camino 2POS haber-uno trabajo ir-1S ‘Está bien, veremos si puedo ir a tu casa, tengo un trabajo para ir.’

24 Una pregunta tipo saludo en chinanteco es: e jmo’ ‘qué haces’, que tiene la cualidad forzosa de abrir un diálogo.

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i. Meli: Lïgï guo’o fï kia jnägï Lïgï guo’-o fï kia jnä-gï ADV-ENF ir-2S camino 1POS 1S-ENF ‘¿Cuándo vas a mi casa?’

j. Neduu’ ya. Neduu’ ya. ver.1P ENF ‘Vamos a ver.’

k. Meli: Pero creo que mi abuelita no está…

En mis observaciones cercanas pude corroborar que el diálogo con estos xun en sus casas es en español; con sus padres hablan preferentemente en español; en la calle, con algunos adultos también hablan en español y entre pares, si bien prefieren el español, suelen intercalarlo con el chinanteco, pero hay más niños pequeños que prefieren hablar el español.

3.5 Situación de la población en edad primaria

Respecto a los xun que asisten a la primaria, que es del sistema general, existen también varios que no hablan chinanteco. De un total de 44 xun inscritos, 11 hablan sólo español. A diferencia del preescolar, donde el maestro es bilingüe, es de la comunidad y trata de combinar las dos lenguas en sus clases, en la primaria esa opción casi es nula. Si bien el profesor de tercer grado es de la región, del municipio de Quiotepec, al preguntarle si había intentado dar alguna clase en chinanteco, como estrategia para que los xun sintieran más confianza, argumentó que al intercambiar unas palabras con ellos se dio cuenta de que tres de sus alumnas no hablaban el chinanteco –y que al parecer no entendían nada, y menos con la variedad que él domina– por lo que optó por no utilizar para nada el chinanteco. El director es de la comunidad, pero él no habla chinanteco, así que es poco lo que retoma en clase (es más para que los alumnos se retroalimenten entre ellos, como me lo comentó él mismo). Los xun que tienen un mejor dominio del español les explican algo

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de la clase a quienes no lo dominan bien. En términos generales la escuela primaria no ve al chinanteco como algo indispensable en las aulas, sino como una herramienta temporal para llegar rápido al dominio del español.

3.6 Situación de los adultos

Entre los jóvenes ocurre algo similar. La diferencia es que éstos tienen otros espacios y hay más presencia del chinanteco, pero suelen intercalar muchas palabras, llegando también a emplear el cambio de código de manera frecuente (Gumperz 1982)25. Del total de los habitantes de Temextitlán (564 personas), existen en la actualidad 13 adultos y tres jóvenes que sólo hablan español, todos originarios de la comunidad que, quizá por la situación descrita en párrafos anteriores, dejaron de hablar el chinanteco. Si bien entienden el chinanteco, la lengua que emplean para comunicarse es el español, aún cuando estén dialogando con una anciana que poco comprenda esa lengua. Por otro lado, muchos hombres, cuando se reúnen a degustar algo de alcohol, prefieren emplear el español. Esto lo encontré con un ciudadano mientras hacía mi trabajo de campo. Le solicité autorización para grabarlo, ya que lo había escuchado en otra ocasión narrar un acontecimiento gracioso ocurrido a su hermano, pero casi en todo momento me respondió en español. El siguiente extracto, de una de las grabaciones adicionales, ilustra el hecho:

(17) a. Entrevistador: Ja li fa’ gia’-a e juu kia’ motosierra do NEG poder FIG colocar-2S CL.IN palabra POS motosierra DEM ‘¿No podrías contarme el caso sobre “La motosierra”?’

b. Ciudadano: No, yo la verdad, yo no lo sé, no, no, la kia’ tu ja ñi-i. Eso lo sabrá él, pero yo no No, yo la verdad, yo no lo sé, no, no, ! POS pollo NEG saber-1S. Eso lo sabrá él, pero yo no ‘No, yo la verdad, yo no lo sé, no, no, así de hombre no lo sé. Eso lo sabrá él, pero yo no.’

25 Sugiero ver mi tesis de licenciatura (García 2010b) para tener más información respecto a algunos conflictos que en algunas ocasiones se generan por esta situación de los xun hablantes de español.

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c. Entrevistador: Ah, bueno, nan… e kia’ ropero jo… Ah, bueno, REIT… CL.IN POS ropero ENF… ‘Ah, bueno, entonces… el caso de “El ropero”…’

d. Ciudadano: ¡Chingao, si él vive aparte. Yo vivo… yo, yo tengo mi casa, cabrón!

e. Entrevistador: Najo, ja gin e joo. E kia’ ropero jo, e kia’ ropero, AFIRM NEG necesario CL.IN DEM CL.IN POS ropero ADV CL.IN POS ropero

e ngongïn i gin la’ ñi’-o… CL.IN suceder CL.AN sentado por ADV-DEM ‘No, está bien, ese no. Cuéntame sobre el caso de “El ropero”, el de “El ropero”, lo que le sucedió al fulano que vive por allá arriba…’

f. Ciudadano: ¿De quién?

En la Tabla 27 ilustro las cantidades entre jóvenes y adultos para tener una idea de que aún en la actualidad ha habido jóvenes que optan por dejar de hablar el chinanteco, por causas que en lo personal desconozco. Estos jóvenes, menores de 25 años, en la mayor parte de su vida hablaban chinanteco, pero por alguna razón, al salir de la comunidad por un par de años, lo dejaron de hablar. El tema de las ideologías lingüísticas (Hill y Hill 1999) y las decisiones que conllevan no es abordado en esta investigación de manera directa, pero en las conclusiones expondré algunos argumentos que lo retoman y que, en sus inicios, guiaron mi investigación.

Adultos Jóvenes Total H M HH M 10 3 3 3 0 16

Tabla 27. Hablantes de español En la Tabla 28 desgloso el porcentaje total de adultos y xun que prefieren hablar en español tomando en cuenta el total de la población, que es, como ya se citó en párrafos anteriores, de 564 habitantes.

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Grupos Hablantes de español Preescolar 20 Primaria 11 Jóvenes 3 Adultos 13 Total 47 Tabla 28. Adultos y xun hablantes de español

Tomando en cuenta el total de la población y el total de las personas que prefieren hablar español, se puede decir que la presencia del chinanteco es de un 92% (según se muestra en la Gráfica 2).

564 600 495 500 400 300 200 44 47 100 20 25 11 16 0 Preescolar Primaria Adultos y Total jóvenes

Hablantes de español Total población

Gráfica 2. Total de hablantes de español y total de población

De los hablantes que prefieren el uso del chinanteco la mayoría domina el español y sólo un pequeño grupo de ancianos es monolingüe, como ya se anotó anteriormente. En términos generales, se puede decir que del total de la población el 8% prefiere hablar únicamente el español, y en donde hay más presencia de este fenómeno es entre la población infantil. Lo que había documentado un par de años atrás al parecer debe ser matizado; es decir que la vitalidad del chinanteco es bastante alta, pero es necesario explicar con nuevos argumentos el aparente desplazamiento que reportan casi todos los ciudadanos de Temextitlán. Una de estas tareas sería dar seguimiento a los xun en edad

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preescolar para ver si optan por hablar en chinanteco unos años después, considerando que la investigación a que me refiero abarcaba la región chinanteca de la Zona Alta, y es claro que hay ciertas comunidades en donde el porcentaje de hablantes del chinanteco es bastante reducido –como las localidades de La Soledad Tectitlán, San Francisco La Reforma y el Municipio de San Juan Quiotepec (García 2010b)–. Hasta aquí he descrito lo más elemental referente a la etnografía de la comunicación. En el siguiente capítulo abordaré el tema de los contextos propicios para las narraciones, si se presentan o no y con qué frecuencia.

Foto 6. Escoleta donde asisten los xun

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IV. Contextos propicios para la narración

En este capítulo describiré los contextos en que pueden surgir las narraciones dentro del espacio de la comunidad, si se presentan o no y con qué frecuencia. Hago un recorrido desde los discursos banales que se desarrollan en los tequios, pasando por las reuniones en el centro de la comunidad, las reuniones en las tiendas, las fiestas en las casas particulares y comunitarias hasta la vida de los xun. En este apartado también describo los factores que han coadyuvado en los cambios de la narrativa, así como el papel de la escuela. La descripción de este capítulo está sustentada de mis notas de trabajo de campo en calidad de observador participante. Son pocas las narraciones que en la comunidad aún se pueden escuchar. Las que prevalecen son las que he catalogado como chismes y anécdotas. Por otra parte, son casi nulas las que se dan de manera formal, es decir, que tengan espacios específicos para ser narradas o escuchadas; no tuve oportunidad de observar alguna que se diera de esta manera y ningún adulto dijo narrle así a sus hijos. En la siguiente lista presento los nombres de algunas narraciones que aún persisten en la memoria de muchas personas, aunque, como se ha dicho, ya poco se pueden escuchar.

1. Juu kia’ dzä xaa Palabra de dueño de peñasco

2. Juu kia’ dzä mo’ Palabra de dueño de montañas

3. Juu kia’ rï’ Palabra de rï’ 4. Juu kia’ nøø Palabra de nøø

4.1 Tequios

Mientras realizaba mi trabajo de campo participé en diversas actividades que congregan a mucha gente (en la mayoría de los casos, hombres). Una de ellas, y la de mayor importancia, fue un día de tequio para preparar los terrenos de cultivo. Los tequios son de dos tipos: uno que es exclusivo para hombres y en el otro se incluye a las mujeres. En los

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tequios de los hombres están obligados a participan los mayores de 18 años, edad en que son considerados como ciudadanos, siempre y cuando ya no estudien. Sin embargo, los jóvenes de entre 13 y 17 años pueden asistir a cubrir a sus familiares que están ausentes. En las convocatoria para las mujeres están obligadas a participar las mujeres que han enviudado o que, por alguna razón, viven separadas de sus parejas. Las mujeres que tienen pareja no participan, dado que a ellas les suple el compañero en las actividades26. También pueden participar jovencitas de entre 13 y 17 años, o quienes ya sean capaces de trabajar al ritmo de las mujeres adultas. Los tequios donde participan mujeres son la siembra, el desgrane de mazorca, la pizca, las mayordomías y otros relacionados con la escuela. Otro espacio para las mujeres que se ha vuelto cotidiano es el del día de recolecta de basura en los caminos principales de la comunidad. En esta actividad pueden participar niñas de hasta 10 años. En estos espacios, de manera similar a lo que ocurre con los hombres, las mujeres relatan los acontecimientos recientes en la comunidad, anécdotas y chismes de interés o que ellas consideran relevantes. Para esta actividad se reunieron alrededor de 60 hombres –entre adultos y jovencitos– para labrar la tierra. Como es una tarea fatigosa, las personas toman descansos breves para respirar con tranquilidad y estirar la espalda, que permanece encorvada al maniobrar con el zapapico. Para hacer menos cansada la tarea, predominan los diálogos banales, los chistes, las anécdotas o alguna información de acontecimientos relevantes – sean recientes o de antaño–. El tiempo transcurre entre la polvareda, los golpes Foto 7. Vista del centro de Temextitlán metálicos, las risas y las anécdotas. Primero empiezan a fluir los chismes para ser complementados con las

26 Las obligaciones de estas mujeres están restringidas a los tequios y cooperaciones, de modo que no tienen participación en las asambleas y cargos.

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anécdotas que refuerzan esos acontecimientos y hacen que la conversación se teja entre la mayoría de la gente.

4.2 El centro de la comunidad

Como la comunidad es pequeña, su centro es el espacio de confluencia donde se reúne la gente en mayor número para los llamados generales. Entre ellos, se cuentan los siguientes:

a) Llamados a misa y celebraciones27 b) Días de fiestas c) Llamados a las posadas d) Fiesta de Muertos e) Novenarios f) Recorridos de algún santo por las casas particulares

En los llamados a misa la gente se reúne a las afueras de la iglesia para participar de manera parcial o total en la actividad. Algunos entran un breve rato al templo y al salir se reúnen en los alrededores para intercambiar diversos comentarios. Dependiendo de la hora y si son fines de semana, pueden quedarse por varias horas para ver los juegos de basquetbol y de cartas. En las fiestas los espacios son más diversos, ya que se pueden reunir en los diversos puestos de comida o en las gradas viendo los partidos de basquetbol. Foto 8. Grupo de personas en una tienda

27 Se le llama celebración a un tipo de actividad desarrollado por personas que han sido capacitadas para suplir de manera suficiente al sacerdote. Una celebración es un tipo de paraliturgia pequeña que estas personas llevan a cabo.

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En cada actividad que involucre una convocatoria comunitaria se establecen pequeños grupos de personas que, para hacer el rato más ameno, se ponen a narrar diversos chistes, chismes o pequeñas historias anecdóticas que pueden relacionarse con lo que se platica o simplemente pueden servir para hilar las conversaciones para que otra persona tome turno en la reunión, para no sentirse excluido, y porque a quien sabe o conoce de algo se le trata como conocedor (Duranti 2000).

4.3 Tiendas

En las tiendas, donde los hombres se reúnen a beber, suelen narrar un sinfín de historias de la vida cotidiana y de los acontecimientos pasados. Estas historias tienen el fin de hacer una remembranza de sus hazañas, de las desventuras de otros y de las mofas a sus coterráneos. En esos espacios se pelean con las gestualidades y en voz alta para obtener la palabra, eso que Duranti (2000) llama traslape de turnos en el análisis conversacional. Si alguien cuenta alguna anécdota sobre alguna persona, es seguro que otro lo secunde, agregando un poco más o reiterando la acción a manera que cause gracia, como la frase simple de «así me pasó a mí» o la de «así le pasó a fulano». Si bien estos espacios son sólo para varones, aquí se ven involucrados desde los xun hasta los ancianos, dado que las tiendas están abiertas a todo público. Llegan personas de todas las edades a adquirir productos y en esos lapsos los hombres, desinhibidos por el alcohol, no tienen reparo en contar chismes o chistes a grandes voces, sin importar que sean obscenos o comprometedores para la persona aludida. De cierta forma, todos los xun tienen la función de orejas, como dice de León (2012), porque, aunque no puedan participar, se llevan una buena información que después compartirán.

4.4 Fiestas en casas particulares

Las posadas decembrinas reúnen a más de la mitad de la gente de la comunidad y se han vuelto un espacio para que chicos y grandes intercambien un sinfín de diálogos. Como éstos son realizados en casas particulares, las personas se trasladan hasta ahí para ver las novedades del día que podrán captar para comentar a la siguiente tarde.

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Hay otros espacios –más particulares– que sirven para las reuniones e intercambios en dónde pueden participar los xun, como son: 1. Las bodas, que se dividen en tres etapas: La matanza de guajolotes El espacio de la cocina La convivencia en el día de la boda 2. Las matanzas de toros (previas a las fiestas patronales) 3. Las matanzas de cerdo (aunque el número de personas que participa es menor)

Foto 9. La matanza

4.5 Fiestas comunitarias

En diversas fiestas las reuniones tienen lugar en el centro de la comunidad desde donde los adultos se trasladan gustosos a cualquier casa particular donde haya que continuar la celebración. Una de las fiestas que congrega a casi toda la gente de la población es la Fiesta de Muertos, pues hay un recorrido que realizan tanto adultos como los xun (sólo varones), durante el cual van discutiendo anécdotas del año anterior y las que tienen relevancia para la comunidad. En estos recorridos era típico que surgieran historias relacionadas con la muerte y otras relacionadas con los altares y toda la preparación de la

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festividad. Desde mis observaciones en el 2011 no pude escuchar alguna narración que, como varios años atrás, hiciera alusión al significado de este ritual. En la Fiesta de Muertos los xun y los jóvenes desempeñan un papel fundamental para la comunidad, ya que todos tienen «por obligación» que participar en dos actividades específicas. Los jóvenes que se encuentran en la Sociedad de Solteros tienen la encomienda de recorrer el pueblo de casa en casa, junto con el sacristán y el fiscal de la iglesia, salpicando agua bendita a los altares y rezando unas letanías propias para la fiesta. Los xun menores de 13 años tienen la encomienda de tocar las campanas; esta actividad inicia a partir de las cinco de la tarde del día primero de noviembre y culmina hasta las doce horas del día siguiente. Reunidos en el campanario, por grupos de cuatro y turnos de una hora como mínimo, se les ve platicando acerca de miles de cosas. Aquí es el lugar propicio para algunas historias cortas sobre la Fiesta de Muertos, sobre las creencias, sobre lo que les ha ocurrido a diversas personas por no ofrendar o por no poner la comida que es tradición colocar en el altar, entre otras cosas. Sin embargo, en mis observaciones de la fiesta del año 2011, como ya lo anoté en el capítulo anterior, no hubo una historia como tal, a excepción de alusiones a ciertas creencias, lo que incluso me incitaba a entrar en el diálogo con los xun para narrarles algo de lo que yo había escuchado antes. Más bien lo que ocurre es que el intercambio verbal se ajusta al tipo de comunicación subordinada propuesta por Goffman, en donde «los participantes hablan sin tener la palabra o sin haberla pedido» (Goffman 1981, citado en Duranti 2000: 404). En el siguiente extracto, en (18) –que es la continuación del ejemplo (13) que aparece en la página 54, en la etnografía de la comunicación, y cuya parte final se incluye en el anexo 1 para dar una idea de la extensión de la charla–, se da cuenta del tipo de diálogos que entablan los xun. Por otro lado, debo mencionar que uno de los xun, César, era Foto 10. Altar en la fiesta de Muertos

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hasta hace poco monolingüe en español, pues vivió en la ciudad de México hasta los seis años. Se ha incorporado a la comunidad desde hace unos cinco años y ha aprendido el chinanteco. En varias de sus participaciones se alcanza a observar que hace un esfuerzo por hablar en chinanteco. Quizá los mismos xun le obligan, pues ni JC ni J se dirigen a él en español, o quizá siente aprecio hacia la lengua. Este es un caso que merece mayor atención para futuras investigaciones, pues aporta importantes elementos para investigar la vitalidad del chinanteco en Temextitlán.

(18)

J: Xun Se’… sï dzaoba tïu’ Xun Se’… sï dzaoba tï-u’ Infante NPR INTR mañana recibir-2S ‘Se’… entonces mañana te toca.’

C: E tïa E tï-a CL.IN recibir-1S ‘¿Qué me toca?’

J: Ba’a Ba’-a golpear-2S ‘Tocar.’

JC: E hora tïu’ Se’ E hora tï-u’ Se’ CL.IN hora recibir-2S NPR ‘¿A qué hora de toca, Se’?’

C: Ocho y nueve tïa dzao Ocho y nueve tï-a dzao Ocho y nueve recibir-1S mañana ‘Ocho y nueve me toca mañana.’

JC: Dzän’ kajii, dzän’ yio’ misa, ka tïa Dzän’ kajii, dzän’ yio’ misa, ka tï-a certeza año pasado certeza ADV misa PFTV recibir-1S ‘Justo el año pasado, justo en la misa me tocó.’

J: Uu, so’ ja ba dzä misa Uu, so’ ja ba dzä misa NEG COP NEG golpear gente misa ‘No, pero si no lo toca la gente cuando la misa.’

C: No se golpea, güey.

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JC: Babaa Ba-ba-a golpear-INT-3P ‘Lo golpean.’

J: Ja baa Ja ba-a NEG golpear-3S No se golpea.

C: No se golpea, güey.

JC: Ka babaa ka jii Ka ba-ba-a kajii PFTV golpear-INT-1P año pasado ‘Lo toqué el año pasado.’

J: Uu, pe ja baa la na Uu, pe ja ba-a la na NEG pero NEG golpear-3S ADV hoy ‘No, pero no lo tocan ahora.’

C: No se golpea, güey.

JC: Jnää dzä ni ka’i Jnä-ä dzä ni ka’-i 1S-INT gente ASEV jugar.AN-3P ‘De mí es de quien se aprovechaban.’

JC: E ja’bï na jmoa siete sä misa jaa’ E ja’-bï na jmo-a siete sä misa ja-a’ CL.IN AFIRM-ENF PERF hacer-3P siete haber misa AFIRM-2P ‘Es cierto que ya hacen que la misa es a las siete, ¿verdad?’

J: Jïï Jïï AFIRM ‘Sí.’

JC: La koo jiiba li sä e joo La koo jii-ba li sä e joo ADV uno.IN año-INT ADV haber CL.IN eso ‘Cada año hacen eso.’

J: Ja’ Ja’ AFIRM ‘Cierto.’

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JC: Ka tïnbï baa ñi jo Ka tïn-bï ba-a ñi jo PFTV recibir-ENF golpear-1S fierro ADV ‘Me tocó tocar la campana.’

J: Jagï baa ñi misa

Ja-gï baa ñi misa NEG-ENF golpear-3P fierro misa ‘Pero no tocan las campanas de misa.’

C: La’, La’, ni la… La’ La’, La’, ni la… La’ NPR NPR siéntate DEF NPR ‘La’, La’, siéntate aquí… La’.’

JC: Ii ngüü ka ‘nan, ja ñii e lï’ ka’i jnä kajii Ii ngüü ka ‘nan, ja ñi-i e lï’ ka’i jnä kajii hora seis.IN PFTV suspender NEG saber-1S CL.IN ¿ jugar-1S 1S año pasado ‘A las seis lo suspendieron; no entiendo por qué jugaron conmigo.’

C: La’… ni… eso La’, inbïxüü saa katä La’… ni… eso La’, inbïxüü sa-a katä NPR siéntate eso NPR queres-ENF-poco-1S acostarse-1S momento ‘La’… ni… eso La’, quiero acostarme un momento.’ (C. se recuesta sobre las piernas de La’ y siguen tocando las campanas)

Si bien en estos espacios hay información relevante, desde mi perspectiva se reduce al chisme o al comentario banal. Dado que la narrativa grupal, la cual ya definí en páginas anteriores como aquella en donde la atención se centra en un individuo –pero que requiere la participación del auditorio–, está cayendo en desuso, considero que este género ha perdido vigencia entre los xun. Así, podemos ver en los ejemplos anteriores que los jóvenes cuentan pequeñas anécdotas relacionadas con la vida cotidiana y saben «chismear» muy bien, pero no encontré evidencias que mostraran su conocimiento para narrar sobre algunos de los géneros que catalogo en el capítulo V (que no sean chismes), refiriéndome a cómo años atrás se hacía de manera formal, con los elementos de la cosmogonía chinanteca o con los elementos simples de una narración (el inicio, desarrollo y desenlace). Una situación importante que me inquietaba indagar era si conocían o no la narrativa de los ancianos, la que tiene cierta información cargada de valores, enseñanzas y cosmogonía (como con las narraciones de Juu kia’ rï’, por citar un ejemplo). Este género (la «narrativa

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conversacional») casi está desplazado por los chismes y las anécdotas, y la función principal de éstos son, más que entretener, avergonzar a las personas, aunque también cumplen la función de engrandecer a las personas (por ejemplo, a un hombre no le importa que la gente se entere de sus «hazañas de infidelidad», al grado de que si lo descubren es mejor, porque así se engrandece ante los demás). Entonces, como trataré de mostrar más adelante, los repertorios narrativos se han modificado drásticamente en Temextitlán.

4.6 Sobre qué se narra en la actualidad

Cuando los hombres se reúnen en las tiendas a beber es posible escuchar las mejores anécdotas. Muchas personas se convierten en excelentes narradores en estos espacios. Suelen narrar en las tenduchas, así como en cualquier espacio de reunión donde pasen varias horas. Uno de estos espacios es a orillas de la cancha, por las tardes, donde se congregan para ver jugar a los jóvenes y adultos de los que ellos nombran «veteranos». Cerca de la cancha, o en una esquina del edificio municipal, otro grupo de personas se reúne para jugar cartas y siempre hay pequeñas Foto 11. Grupo de personas jugando cartas historias que narrar mientras caen las barajas y las horas. Pocos son los que juegan, en las partidas de cuatro personas que se van turnando si las monedas no les rinden, mientras otros más se acercan a deleitarse observando la combinación de las cartas y a escuchar las novedades del día o la semana. Una de las historias que sale con facilidad es sobre las remembranzas del basquetbol, que es el juego por excelencia en la región, pues desde hace más de 20 años se realizan torneos en las fiestas con grandes sumas de dinero en efectivo como premio a

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los equipos vencedores. En esos torneos se reúnen diversos equipos de la región chinanteca y zapoteca, quienes entablan verdaderas batallas por conseguir el premio. Por ello, se recuerdan las hazañas de uno y otro equipo, de uno y otro jugador, ya sea para compararlo con algún joven en la actualidad o porque se acerca alguna fiesta y es menester tomar previsiones sobre cómo se podrá participar. Para ello sirven estas anécdotas y, como ya se ha anotado, existen diversas narraciones sobre cualquier acontecimiento que entretenga las horas y evite que el diálogo se pierda para que la gente se interrelacione. Sin embargo, a pesar de que estas historias tienen un inicio, un nudo y un desenlace, como lo propone Propp (1970), quizá no tengan tales elementos estructurales no de una manera bien elaborada, pues no pasan de ser historias breves y triviales. Desde mi punto de vista, no tienen la cualidad de ser narraciones donde se reflejen los valores esenciales de la comunidad, como la cosmovisión, pues se restringen a esos espacios y a mera información anecdótica. No obstante, debo aclarar que estas anécdotas sirven para trasmitir alguna moraleja al o los oyentes. Hay una infinidad de pequeñas anécdotas que con frecuencia se recuerdan en la comunidad, mientras que otras van surgiendo conforme suceden las cosas; es decir que siempre hay anécdotas que contar. Por ejemplo, desde hace tiempo había escuchado, con regularidad, algunas anécdotas que han surgido no más de 15 años atrás y que aún están presentes. Estas son las siguientes:

∗ El caso del Pelón cuando fue a pedir mujer ∗ El caso del Pelón cuando se ganó el apodo de Hueso ∗ El caso de Tereso y el Pájaro Tius ∗ El caso del tepache acedo ∗ El caso de Tereso y el Tolín de cuando mataron una gallina ∗ Infinidad de historias ocurridas en Estados Unidos

Mi sorpresa más grande fue que durante mi estancia para mi trabajo de campo encontré cinco historias nuevas, las cuales escuché en un par de ocasiones. Entre ellas se encuentran las siguientes:

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∗ El caso del vendedor de roperos ∗ El caso del Ratafín ∗ El caso de Hugo y las mojarras fritas ∗ El caso de la motosierra ∗ El caso de los narcos de Yólox

4.7 La vida de los xun

Las actividades de los xun son diversas. Ayudan un poco a sus padres, cuando pueden, con las actividades del campo. Un gran número se capacita en la escoleta y otros tienen participación en la iglesia. Sin embargo, una buena parte de su tiempo lo invierten viendo televisión, en el Internet y en los videojuegos. En la comunidad existen ocho pequeñas tiendas y en seis hay videojuegos. Existen dos espacios de Internet en donde pueden ir a jugar con las computadoras, además de que en uno de estos existen dos máquinas de videojuegos.

Actividades Días y horario Número de asistentes Capacitación musical 4-8 lunes a jueves, grupo 1 44 Primaria, grupo 1 viernes por la tarde, sábado Secundaria, grupo 2 y domingo por la mañana, grupo 2 Catecismo Sábado y domingo por la 22 (6-12 años) mañana Coro de la iglesia Sábado y domingo 13 (la mayoría son jóvenes de la Sociedad de Solteros 13-18) Clases y act. extraescolares Lunes a viernes, según exigencias de los docentes Acólitos Sábado y domingo por la 15 (entre 6 y 12 años) mañana

Tabla 29. Actividades de los xun

Los jovencitos de entre 13 y 18 años pasan largos ratos en el Internet para revisar el Facebook. En los videojuegos llegan xunses de hasta 7 años. Otro periodo de tiempo lo dedican jugando entre iguales en las canchas, ya sea basquetbol, futbol o algún otro juego.

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Cuando asisten a clases de música el tiempo se les ve reducido. Las actividades de los xun y jovencitos se ilustran en la Tabla 29.

4.8 Factores que están provocando los cambios en repertorios narrativos

Una de mis hipótesis, desde que me planteé llevar a cabo este proyecto, es que las narraciones que los adultos contaban a sus hijos poco a poco dejaron de transmitirse, por lo que los xun poco a poco dejaron de interesarse por esas historias, de modo que paulatinamente fueron suplidas por imágenes que llegaron con la televisión y otros medios electrónicos. Me acerqué con los xun y jóvenes que se capacitan en la escuela de música y al preguntar quiénes tenían televisión de paga (la señal gratuita no llega a toda la comunidad, y donde hay es de muy mala calidad), a lo cual de 44 respondieron afirmativamente 36. Volví a lanzar la pregunta y fueron los mismos. De un total de 119 casas, 55 cuentan con antena de televisión de paga (del total de casas en Temextitlán hay once que no están habitadas y otras diez que son habitadas por ancianos o personas sin hijos). Este fenómeno es un factor determinante en el cambio de esta forma cultural. Hay personas que prefieren tener televisión de paga a otras necesidades básicas (la Foto 11 puede ser bastante ilustrativa en este sentido). En otro momento les pregunté –a los mismos xun– quiénes sabían algún «cuento»28. Del total, sólo diez levantaron la mano. Les pedí que me dijeran cuáles eran los cuentos que sabían, pero al acercarme a ellos cuatro dijeron que no los sabían completos. Finalmente, sólo dos niños y una niña

Foto 12. Casa con antena de televisión de paga

28 Debo anotar que con el término cuento se conoce a toda la narrativa que existe en la comunidad. Cualquier narración los xun –e incluso muchos adultos– la nombran simple y sencillamente cuento.

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fueron quienes supieron narrar una historia más o menos completa, o coherente, es decir, que tenía un principio, un desarrollo y un final. Después de que los xun realizan las actividades ya anotadas, en casa se pasan largo rato viendo la televisión. Este aparato está encendido en muchos hogares a la hora de la comida o mientras la madre está en la cocina. Los momentos para la narrativa casi han desaparecido. Varias personas concuerdan en que la televisión ha desviado el interés de los xun e incluso el de los adultos. Tía Nacia me contó que antes ella le narraba muchísimo a sus hijos pues ellos se lo pedían. Por ejemplo, cuando iba a la leña la diversión era escuchar cuentos. Pero ahora, comentó, ya los xun no se interesan29. Esta misma afirmación la sostuvo tía Ñela30, quien me dijo que sus nietas, alguna vez, cuando sus maestros les dejan determinado trabajo, han ido a pedirle que les cuente un cuento, lo que parece reducirse a una mera documentación escolar sin tener un tratamiento de análisis y discusión, pues en muchos casos los trabajos escolares se reducen a tener información «histórica» o, como en la primaria, para de cierta manera seguir «castellanizando».

4.9 El papel de la escuela

La escuela primaria es del «sistema general». Cuenta con cuatro docentes. Uno de ellos, que es originario de la comunidad y sólo habla español, aparte del grupo de quinto grado, tiene a su cargo la dirección. Mi acercamiento con la escuela fue positivo, ya que pude enterarme de que a nivel escolar llevan un Taller de Narrativa, en el que buscan que los xun mejoren su español a partir de los cuentos de la comunidad, ya que, como coincidieron todos los maestros, el problema de todos es la expresión en ese idioma. En entrevista con el director detecté que él considera que debe seguir el Programa Nacional, en donde lo que interesa es la adquisición de «la lengua oficial». De igual manera, los docentes de 3º y 4º señalaron que el enfoque del programa de español es el «comunicativo y funcional», por lo que hay que llegar a esa meta. Todo esto, por supuesto, es entendible, dado que si un maestro no cumple con lo dispuesto en el programa oficial se da por hecho

29 Entrevista personal con tía Nacia en enero de 2012. 30 Entrevista personal en enero de 2012.

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que es un «mal maestro»; al Estado poco le ha interesado el aspecto lingüístico del país si no es para un discurso «oficialista» (García 2010: 8). Los docentes afirmaron que no prohíben al alumnado hablar su «dialecto» (tienen libertad, coincidieron). Es bastante interesante el proyecto que la escuela ha emprendido, pues están tratando de rescatar algunas narraciones; el único detalle es que lo hacen con la finalidad de que los xun logren, a partir del chinanteco, aprender el español para así facilitarles la enseñanza de las otras materias. Han invitado a varias personas al taller para que asistan a narrarles a los xun, y ellos han aceptado gustosos. Por desgracia, durante mi estancia no hubo ninguna invitación, además de que no fue tan fácil entrevistar a los docentes y acercarme a los salones mientras tenían clases. Hasta aquí he ilustrado en qué contextos surgen ciertas narraciones. Lo que he mostrado en este capítulo es que en todos los espacios en que la gente se reúne solamente se presentan dos tipos de narraciones, los que catalogo en el capítulo 5.6 como «chismes» y «anécdotas». Estas son las únicas que se pueden escuchar con facilidad. En el siguiente capítulo abordaré de lleno todo lo referente a la narrativa en Temextitlán.

Foto 13. Escuela primaria

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V. La narrativa en Temextitlán

En este capítulo realizo un esbozo de cómo es la narrativa en Temextitlán, cómo es el canon de las narrativas y qué tipos de narraciones existen en la comunidad. Para ello, primero presento la base de datos que obtuve con mis colaboradores, porque a partir de estos datos es que tomo ejemplos para discutir las cualidades de los géneros de la narrativa en Tï Ao. Después de esta sección propongo una definición de lo que entiendo por narrativa, en un sentido general, porque en la actualidad existe poca literatura sobre la narrativa «indígena». Posteriormente hago una delimitación de la narrativa para entender mejor a qué llamo narrativa conversacional. Más adelante presento la estructura y las características de las narraciones, pues sobre estas cualidades es que determino los géneros de la narrativa. Como última parte de este capítulo incluyo una tipología de la narrativa en Temextitlán.

5.1 Base de datos de las narraciones

En este apartado presentaré las transcripciones de las narraciones que obtuve de parte de mis colaboradores. Primero debo hacer dos aclaraciones. La primera es que las narraciones presentadas en este apartado se presentan sin glosas. Tomar esta decisión fue muy difícil, pero la tuve que hacer dada la complejidad de esta lengua, lo que merece una gran inversión técnica que en este trabajo no es posible abordar por los tiempos que restringen una tesis de maestría. La segunda aclaración es sobre las narraciones de «Alii», «Juu kia’ ju yüü’» y a Juu kia’ Tï Ao (versión de la historia de la comunidad por parte de tío Naa), que no se incluye en este documento. Hay tres razones en haber tomado esta decisión. La primera fue una limitación de tiempo y la segunda fue porque mis principales criterios de comparación se centraron en las producciones de tres adultos con seis xunses. Otra de las razones fue porque no obtuve autorización expresa de una narradora para trabajar con sus datos; por ejemplo, el de «Juu kia’ ju yüü’», de tía Nacia, hubiera sido un ejemplo perfecto para tener los tres géneros que propongo en el capítulo 5.5. Ella fue una de las personas que se negó a seguir colaborando conmigo después de varias entrevistas. Esta,

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en este caso específico, es una razón más de carácter ético que de tiempo-esfuerzo. Por ello sólo tomo una parte mínima de esa narración para ilustrar los inicios y los marcadores de inicio, que más adelante se verán con detalle. Como ya lo anoté en la sección metodológica, cuento con un total 258 minutos de grabación en video como soporte para el corpus de esta tesis. La lógica de la base de datos es la siguiente: presento las transcripciones en el orden que describo en la Tabla 31 (ver página 105). Se presenta primero «Juu kia’ rï’» (del tipo I) narrada por tía Mari’, seguida de la version del xun Bran. En segundo lugar presento la narración «Juu kia’ salvajgü» narrada por tía Teree (también del tipo I), con tres versiones de los xunses, una de Roo, una de Miyee y otra de Chole. Por último incluyo la historia de la comunidad o «Juu kia’ Tï Ao» (del tipo II) narrada por tío Milia’, seguida de las dos versiones de los xunses, una de parte de Chole y otra por parte de Roo. Como ya lo anoté, no incluyo narración alguna del tipo III. En la Tabla 30 ilustro mejor esta organización.

N arración Tipo Narradores Versión Juu kia’ rï’ I Tía Mari’ Adulto Bran Xun

Juu kia’ salvajñü I Tía Teree Adulto Roo Xun Miyee Chole Juu kia’ Tï Ao II Tío Milia’ Adulto Chole Xun Roo

Tabla 30. Organizacicón de las narraciones

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5.1.1 Narración: «Juu kia’ rï’»

Narradora: tía Mari’ Versión: adulto Tipo I

¿Kuanti kia’ rï’? ¿Asunto de rï’? ¿Sï rï’ gö’, nan… e «too jlön’ ken’ do»? ¿Rï’ que come, este… ese «plátano jlön’ ken’?» Sï «rï’ i gö’ too jlön’ ken’ do», jo e joba’. Que si de ese «rï’ quien come plátano jlön’ ken’», ¿es ese? So’ na giabïjnä e joo. ¿Qué no ya lo conté ese? Jïna’ dzë e, e… Nan… Jan Vöö, Vöö ni sii… Pues sí, porque, pues… A ver… Una Manuela sii i dzämïo ya, koo’ juu ñi’. Manuela, Manuela se llamaba… Manuela se llama la mujer, pues, con español. Pee nan, Vööba e koo’ jmio, ya. Joba e… Ni gelin Pero, con idioma es Vöö, pues. Entonces, gan xun ma, ji’i. así… Habían llegado dos infantes, dice.

Vööo ni ka jmea nan… mïjnëë a tooba, ji’i; mïjnëë Manuela había hecho este… frijol mezclado a too, jo, ¿jo sï joo con plátano molido, dice; frijol con plátano; acaso na ke’gï ‘në e joo?, mïjnëë a too, jla jmä. Jmää lï tú lo habrás vuelto a comer, ¿eso?, frijol con gui’ba xu’. plátano, es grandemente rico. Es rico, sólo que es un poco frío. Too… fïï’ too yüü fïï’ too… peron, fïï’ too ñi’, fïï’, Plátano… aunque sea plátano rojo, aunque fa ja sä e joo. sea plátano… perón, aunque sea plátano castilla, aunque sea, si es que no hay de ese. Joba e, ni ka jmee Vön’, Vöö, nan, too, mïnëë ka Por ello es que había hecho, Vön’, Manuela, gio’a too, ka dzia, dzë too rö’bï do ya, e este, plátano, frijol que le echó plátano; lo molió puesto que es plátano verde, pues, que e gio’ dzä mïjnëë. Jo, nan, ni kagelin gan xun echa la gente en el frijol. Entonces, así, siñüü, ji’i. Jo ni ji’, nan, Vöö, ji’i, habían llegado dos niños señoritos, dice. Entonces, decía, este, Manuela, dice. «¿Ja köö’ i?, ¿ja köö’ i?» ni ji’i, «¿ja köö’ i, xun?» «¿No comen tortilla?, ¿no comen tortilla?», ni ji’i. «Kebaa’» ni ji’ xun, ji’i. Guaba xun gö’a ia. decía, «¿no comen tortilla, niños?», decía. «Comemos» decían los niños, dice. Se sentaron los niños a comer su tortilla. Jo, dzä’ba xun jmiñi kia’a. Ingïï’ jmiki’ xun, ni ji’ Entonces, se acabaron los niños su comida. Vöö, ji’i. «¿Quieren más su comida, niños?» les decía Manuela, dice. Inmaa’, ni ji’i, ji’i. Ka gio’a tu jmiñi kalagï tu. Joba «Queremos» le decían, dice. Volvió a servir nan, ni ji’i, nan, guaba… nänba xun gö’a, ji’i, la comida nuevamente. Fue entonces que, ngo a tu fï jmikia’a, ji’i. decía, este, no, se sentaron… están sentados los niños, dice, les fue servido dos veces su comida, dice.

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Jo, kalï gö’ xun, ji’i, jmea sin’i ngolinma, ji’i. Nan, Entonces, terminando de comer, los niños, kalï go’… mï ka jöö Vöö, ji’i, doba ngoi oo, ngo dice, se pararon y se fueron, dice. No, dzi’ e too do, ji’i. terminando de comer… cuando observó Manuela, dice, allá iba derramándose desparramadamente el plátano, dice. Fïya la’ në’ kuaba xun, nan, ni yen’ e, e gö’a do, Sorprendentemente por debajo del brazo de ji’i, ni tuu, ji’i. Doba na nän xun la’ yü’ ‘ma. los niños, este, brotaba lo que comen, dice; se tiraba, dice. Hasta por allá, por la copa del árbol ya están sentados los niños. Ngïï xun, ji’i. «Inrï’ kia’ Vön’ –ji’i, nan–, ketä’ too Se ríen los niños, dice. «Así lo quiere kia’a…» nan, «inrï’ kia’ Manuela –dice, este–, le comimos su plátano…» No, «merecido lo tiene Vön’, –ji’i, nan–, ke’tä’ too jlön’ ken’ kia’a», ji’i. Manuela –dice, este–, le comimos su plátano Jo, ngïï xun näi yü’ ‘ma. jlön’ ken’ kia’», dice. Entonces, riéndose estaban los niños sentados arriba del árbol. Fø’ Vöö juu ‘lï’, ji’i, «‘nä’ –ji’i–, xun –ji’i, jii’–, Habla Manuela palabras sucias, dice. nan… lïko’ ni tëbaa’ too kia, jo’ ni ja’ ni kee’», ji’i. «Ustedes –dice– niños –les dice, dice–, este… simplemente tiraban mi plátano, no era cierto que lo comían», dice. «‘Nää’, i gaba ‘nä’ba’, ji’ dzä». Doba ngo o ngo «Ustedes, ustedes son malignos, dice la dzi’ too, ji’i, jo ta’ e gö’baa do näi. Ee’ ni ‘na’ xun gente». Allá va esparcido y desparramado el rï’ bado. plátano, dice, que estaban comiendo donde estaban sentados. Pues es que eran unos despreciables niños chaneques aquellos. Jii’ joba e ñigï jnä. Solamente eso es lo que yo sé.

5.1.2 Narración: «Juu kia’ rï’» xun

Narrador: Bran Versión: xun Tipo I

Nan, kamïn’ dzä ni sii Manuela, ni… Este, una persona que se llama Manuela, que… nan, ¿xio’ la sii?, ginnia, ¿xio’ la sii?, ni gelin este, ¿cómo se llama?, está sentada, ¿cómo se gan xun li ginnia. llama?, habían llegado dos infantes donde está sentada. Jo, gan xun siñüü jo, jo nia jmea nan, mïjnøø Entonces, dos infantes hombres, entonces, kan’ too. Dzen jo, nia sï’a xun. entonces había hecho este, frijol con plátano. Terminando eso, le dijo a los niños.

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«¿Sï mï aa’?», jo, jïbï ni ji’ xun. Dzen jo, ni «¿Tienen hambre?», entonces, sí pues decían nan gö’ xun. Dzen jo, los niños. Terminando eso, empezaron a comer los niños. Terminando eso, mï ni nan gö’ xun, gö’a jmiñi kia’a, jo nan, cuando empezaron a comer los niños, a comer ¿eba’?, ni gö’a jmiñi kia’a jo, dzä’ba e jmiñi su comida, entonces, ¿cómo es?, comieron su kia’a. Dzen jo, comida, entonces, terminaron esa comida suya. Terminando eso, sï’ Manuela ia «¿sï ingï’?», jïbï ni ji’ xuno. Jo, le dice Manuela a ellos «¿quieren más?». «Sí, mï ni dzen gö’a pues», decían los niños. Entonces, cuando terminaron de comer, jo ni, doa ni ngolinnia ngo soa yü’ ‘mao. Jo, entonces, allá se fueron a subir arriba de ese ¿xio’ la sii?, jo, ¿eba’? árbol. Entonces, ¿cómo se llama?, entonces, ¿cómo es? Jo mï ni a ni Manuela jo lïnnia e ni ta’ ka’ba Entonces, cuando vio Manuela, entonces, piensa xun jmiñi, nan, doba ni nøø ni ‘vö, que lo desperdician los niños la comida. Así, allí estaba en el suelo. ¿Xio’ la sii?, jmiñio. Jo, ni ngoa. Mï gioa li nän ¿Cómo se llama?, la comida. Entonces, se fue. xun, yü’ ‘ma, ngïï xun näi, ngïa. Cuando llegó donde están sentados los niños, arriba del árbol, estaban riéndose los niños; ríen. Jo, jo, nan, jminän’ Manuela ia, jminän’ Entonces, este, los insultaba Manuela, los Manuela ia, ji’a insultaba Manuela a ellos. Dice «e gaba xuna» ji’a. ¿Xio’ la sii?, nia gö’ba xun «son malos los niños», dice. ¿Cómo se llama?, jmiñi lïko’ ni ‘yen’ la’ nø’ kuøøa; ‘na’ rï’bï do. comieron los niños la comida. Únicamente brotaba por debajo de su brazo. Es que eran unos despreciables chaneques. ni xun rï’bï do. Jii’ joo bï. Eran chaneques esos. Solamente eso.

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5.1.3 Narración: «Juu kia’ salvajñü»

Narradora: tía Teree Versión: adulto Tipo I

Nan, e la lï e ea ya, e ngïba dzä, dzä fïïn Este… así como vengo diciendo, caminaba la kefö’ba ka ngï mo’a ya gente, muchísima gente caminó allá por la montaña. giabï i dzä köön’a juu, dzë jnä jo ka moo ya. Jï, Lo narra la gente grande, porque yo ya no lo vi. dzä köön’naba i gia juu La gente grande es quien lo narra. Nan... jo ji’ni, jan dzä Gi, ji’i, dzä Giba ji’i. Este… entonces dice, un quiotepecano, dice, un quiotepecano, pues, dice. Fïna li ngï dzä ka jilen’ba dzä, dzë joba e gigï Por ahí camina la gente, toditita la gente, fï dzi tï’ na. porque ya va que está trazado el camino en esa loma. Na li ngï dzä jilen’ba. Jo nan, ee’, Ahí es donde camina toda la gente. Entonces, así, ee’ ji’i, e ni jalin, i ni jan’ba do, i kamïn’bï así dice, regresaban, que regresaba, era uno ji’gïa, kamïn’ba i dzä Gio ni jaa’i. solo, dice pues, solamente era un quiotepecano el que regresaba. Dzë e dzaliin dzä Gia, mï ngïa, ka tï fï Mii, Puesto que los quiotepecanos van, cuando dzøa, ee ‘nïa, ee kiaa. Kiaa tu’, kiaa ‘ia kia. caminan, hasta Valle Nacional; algo que venden, algo que llevan. Llevan ollas, llevan comales. Dzë e joba negocio kia’a, e joba e ï’gö’a la mï Pues ese es su negocio, de eso es lo que comen lïï, ya. Jïï. Jo y toman, desde tiempo atrás, pues. Sí. Entonces e joba e li önni, lafa dzä jnää’, kafeeba e liön eso es lo que se ayudan; es como si fuéramos jnää’ mï lïï. nosotros: con el café nosotros nos ayudábamos tiempo atrás. jo, jii’ tu’ jii’ ‘iaba e liön ia, koo’ ja e sä, e Así, sólo ollas, sólo comales se ayudaban ellos, teñiba’, jii’ e doba e liön dzä Gi. pues nada había, había pobreza; únicamente con eso se ayudaban los quiotepecanos. Jo ngïa fï Gi, fï, fï, fï Mii joa, ngïa dza ‘nïïa Entonces caminaban a Quiotepec, no, no, a jilø’ e la joo. Valle Nacional, iban a vender todas esas cosas. Jo, jan dzä Gio ni jan’, koo li sii Entonces, un quiotepecano regresaba en un paraje llamado ‘Viisänë, ‘Viisänë, ni si’ ‘nü dzä Noo i taan Kia’ Mïkïï, estaba una casa de yoleños que habitan Kia’ jo ni, ni Mïkïï. Entonces, ahí, ni ja jia e ‘Viisänë do. Jo nan, ni si’ ‘nüa, ji’i, ahí venía a cosechar, allá en ‘Viisänë. Entonces, gia’fï, ji’i estaba su casa en el camino, dice luba ni, ni si’ ‘nëa ka’ fï, li ngï dzä. Jo ni lïïn i al lado del camino, pues, estaba su casa, donde dzägio, ji’i, camina la gente. Entonces imaginaba el quiotepecano, mï ka niun’ni, ji’i, doñi xio’ niun’ma dzä e mï cuando le cayó la tarde-noche; donde sea le ngï dzä e fï Mo’ Ñiia ya, doñi xio’ niun’ba dzä. agarra a la gente la tarde-noche cuando camina

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por el cerro Zacate, pues. Por donde sea le cae la tarde-noche. Luba e dzän’ e jäba dzä ya, mï ka niun’ dzä. Jo Forzosamente se tiene que quedar la gente, ji’i, lïnni, ji’i: pues, cuando le ha caído la tarde-noche. Entonces dice, imagina, dice: «Laba ni jaa, lïi, jo nin’gï, ka nëëba, lïi, na «Aquí me quedaré, imagina. Ya no me iré. Ha ‘ïo’ba ni ni’a, fa’ ni’a ‘vöö», ïh dzia. caído la noche, imagina. Ya me da miedo regresar, si es que me regreso de noche», piensa su corazón. «Laba ni jaa, li si’ ‘në», ji’i, jo si’ ‘në dzä Noo, «Aquí me quedaré donde está la casa», dice, y e tøø’ kuïïbï ji’i, e si’ estaba la casa del yoleño que tiene mazorca, que está en ‘Viisänë, ji’i. Jo nan, joba nia jää. Jo nan ‘Viisänë. Entonces, ahí evidentemente se quedó. Entonces, ¡‘vööba joa! –‘ñia’a kamï’i, ji’i, ni jaa’i–. ¡a altas horas de la noche! –únicamente él solo ‘Vööba ji’i, nan, e, e regresaba–. A altas horas de la noche, dice, no, este, nan, mï ni guä’i, ji’i, mï ni guä’i e li si’ ‘në do, cuando regresó, dice, cuando regresó en donde koo tu’ gi ni jï, ji’i, jo, koo tu’, está la casa, había una olla en la lumbre, dice, una olla. Koo tu’ gi ni jï. Kooba jï. Dzäba lïïn ia, ji’i. Una olla estaba en la lumbre. Está prendido el Ee’, ja dzädo. Jo, nguba tøø’ e dzi tu’o. fuego. Es gente, imagina él, dice. Y no era gente. Entonces, había carne en esa olla. Jo, nan, ni ga jäba joa. Jo dzäba lïnma ya, jo ja Entonces, este, pernoctó. Son humanos, ni dzä do. Jo, ee’ nguba tøø’ e do. Jo jäbaa, ji’i imaginaba, pues. Pero no eran humanos. Entonces, misteriosamente la olla contenía carne. Y se quedó, dice. ¡‘Vööba joa! Ja gü lï ji’ Salvaje, rïïba na ni ¡A altas horas de la noche, entonces! No está guen. Rïïba sii i dzä, kia’a. bien hecho, dice el salvaje, ha llegado un rïï. Los humanos son unos rïï, para él. Ja gü lï, ji’i, rïïba na ni guen. Pasröö ni ii ni jaa No está bien hecho, dice. Ha llegado un rïï. fï mo’, ni ii kefölï ni jaa. Jo, jo nan Pasröö sonaba que venía por la montaña. Sonaba fuerte que venía. Pero, entonces, este ee yü’ba ran ia, ni ka kioa. Pe dzøø’ dzia dio arriba está él acostado, ahí se había acostado. kia’a kefölïba’; ka dzø’ dzia dzäjman. Pero se acuerda de su dios muchísimo; también se acordó del crucificado. Mïa ih Salvaje në’o, jöa kefö’. Na ni jøø dio Cuando entró el salvaje abajo, observaba kia’a, ji’i, jan dzii ni jaa juu’, nan, tïï’ Kukioo, mucho. Ya lo guiaba su dios, dice, porque un koo tïï’ si’ la’ do perro venía por la joya, por la loma de Kukioo; hay una loma al lado li jaa fï, ji’i. Jo, jo nan, jan dzii ni jaa ni ‘lö’. por donde viene el camino. Entonces, un perro Nii jøø dio kia’bïa. venía ladrando. Ya lo acompañaba su dios, pues. Jo nan, ka tasïn’ i dzio. Ee’ laba sen Salvaje, Entonces, llegó repentinamente el perro. ¿Que ji’i, kuiia ngoa ahí iba a estar el salvaje?, dice. Se fue corriendo juu’ kua, ji’i, eba ngodzi, la’ juu’ kuaba ji’i, hasta la hondonada del río, dice. Casi rodando Kuatoh, kua, kua li jaa, Kuarajmïï fø’ jnää’ ya, se fue por la hondonada del río, dice, por joba Kuatoh, el río donde viene Kuarajmïï, así decimos nosotros, pues, ahí li na ku’ søø’ mï tï kua, kua, nan, ¿e sii?, nan... donde se encuentran las aguas del río de, ¿cómo se llama?, este…

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li tän’ dzä fï Gua’o ya, jo na fee’ba jmïï mï tï donde están las personas en Gua’, pues. Ahí ya joo. Ee’, ko’a tasïn’ es grande el río, cuando se llega allí. Así, repentinamente llegó dzii lanaba, ji’a. Laba seen i ön Salvaje, ji’i, mï el perro, dice. Había alguien que corretea al na jöö Salvaje yü’ba, famï lø’ba, ji’i, e ni salvaje, dice, que ya estaba viendo por arriba, si no fuera por eso, dice, en cómo ni kuu’i i dzäo. Ee’ dziiba nia ja, nia ‘lö’. Kuiba se comería al hombre. Pues así, el perro vino i Salvajeo. repentinamente ladrando. Corrió el salvaje. Ööba i dzio, ji’i. Eh ngodzi juu’ kua, ji’i. Joba Lo correteó el perro, dice, bajándolo por la kuii Salvajeo hondonada del río, dice. Entonces así corrió el Salvaje. Jo, doba si’ jmiñi kia’ Salvajeo, jo... Ee’ jlön’ i Y entonces, ahí se quedó la comida del salvaje, dzäo, ji’i, entonces… Quedó feliz el hombre, dice, jii’ dioba dzøø’ dzia kefölïba, ji’a, jo dioba i solamente de dios se acordaba mucho, y dios jmïkoo’ kia’a. Jo mï ka jnä, ji’i, øø ka tøø ‘vöba fue quien lo ayudó. Y cuando amaneció, dice, ka ja’i, ji’i. muy temprano, cuando clareaba, se regresó, dice. Jo mï, nan… ranmaa, ji’a, ranmaa, mïa ‘yan i Y cuando, este…, está acostado, dice, está dzii acostado, cuando regresó el perro (que fue a corretear al salvaje), doba ka kioa’ oo jï. Jo, mï ka ja’i, mï ka jnä, ka ahí se acostó en la boca de la lumbre. Y cuando tøø ‘vö, jan’maa. Jo koo’ma i dzio ka ja’i. se regresó, cuando amaneció, clareando, se regresó. Se regresó, entonces, acompañado del perro. Jo, mïa ‘ia yü’ mo’, ji’i, yü’ Mo’ Ñii, ka Y cuando encumbró la montaña, dice, arriba del ngoinma i dzii do, ji’i. Monte Zacate, se perdió el perro, dice. Jo, jo ga guän’gï’a ko’a katï kia’a, ko’ No llegó acompañándolo hasta su casa; se ngoinma’. Dzi dioba do, ji’ dzä. perdió. Es perro de dios, dice la gente. Joba e dzøø’ dzia dio kefölïba, ji’i, e ka Por eso invoca mucho a dios, dice, porque lo kuönma Jesús do. Jo ka li önma koo’ i dzio dio Jesús. Y se salvó con ese perro. Jo, kuima Salvaje, jo, jo ñi Salvaje xio’ gi Entonces, corre el salvaje. Ni siquiera sabe el tu’mïmaa, kuima. salvaje dónde está su nalga; huye. Joba na, jlön’ma i dzäo, juu doba gia mï ga ge’i Por ello, este, se alegra el hombre. Ese kia’a: acontecimiento narra cuando llegó a su casa: «Lalaba ngongïa» ji’a. Joma ji’ dzä goa, ji’i: «Así me aconteció», dice. Entonces dice «ja ngï nü ‘vöö’, ¿jna’a?, dzän’ma na», ji’i. afectivamente la gente de su comunidad, dice: «no camines solo, ¿sí?, es peligroso por ahí», dice. Jo, jo ngïgï a ‘ñia’a, ji’i Entonces, ya no camina solo, dice. tixü gani sï gaani ngïa lï De a dos o tres es que caminan ellos, koo’ mo’ba do, ji’i, mï niun’ dzä, jo jarï. puesto que es la montaña densa, dice, cuando le agarra la noche a uno, entonces se pernocta. Jo… ¡Na ka ngïba jnää’ koo’ søø lajo! Na ka Entonces… ¡Ya caminamos nosotras, con mi ngïï’, na ka ngïï’ kefö’, la mï xua. mamá, así! Ya anduvimos, ya caminamos muchísimo, cuando era pequeña. La ti xun kia’ Hilda kia, nan, Rufina kia Como del tamaño del niño de mi Hilda, no, de mi Rufina, la ti xun kia’ Hilda na, na toba dzihi ka ngïï’ como está el niño de mi Hilda pues, ya me koo’ ‘lï søø. Ja i ka maa, ja i ka nennaa’ acuerdo, caminamos con mi finada madre. No vi a nadie, no vimos a nadie dzë ngïba… na ngïba dzä, mï joo, ngï dzä porque camina… ya camina la gente, en aquel

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kefö’. Jï tiempo, camina mucho la gente. Sí. Lï xio’, xio’ niun’ma dzä mo’a. Jo, nan Por donde sea, donde sea, en la montaña, le agarra la tarde-noche a la gente. Entonces, este, na ga ngïï’, na ga ngïï’, na ga jaa’ fï Mo’ Kuu hemos caminado, hemos caminado, nos hemos kia’ dzä Mï’ia quedado por el monte de la gente de Comaltepec goo’ tu mï’ï la na. Jo mï na jaa karretera mo’, únicamente nosotras dos. Apenas venía la jaa, jaa goo noo carretera en la montaña. Viene, viene por la región de los zapotecas. la, la dzi ni mo’ na jaa fï nan, tuu’ jmï Mï Dzaa Así, así como está alineada la montaña. Nos sii li kia’ dzä Mï’ia hemos quedado por, este, por el ojo de agua de Águila, como lo llama la gente de Comaltepec. jo, nan, na dzi brecha, na… jobï na ta’a brecha Entonces ya está trazada la brecha, ya… apenas mï joo, lïïba joo. están trazando la brecha en ese tiempo, hace mucho tiempo. Jï. Luba… xunmï, mïa ja brecha jo. Lïïba’ Sí. Pero… aún estaba pequeña, cuando vino la brecha, entonces. Hace tanto tiempo. Jo, ja e ka fön’naa’ ja e… ka jman’ e ka, ka jaa’ Entonces, no nos asustamos, no nos… nan simplemente que, nos quedamos en, nan, ojmï kia’ dzä Mï’iaba ka jaa’, jo ka’ fï, por el arroyo de la gente de Comaltepec. Nos lana joo’ e fï do, quedamos al lado del camino. Así viene aquel camino, jo ka’ fï lanaba ii koo too li ja dzä. Jo y al lado del camino está una cueva donde se queda la gente. Entonces, jo, kefö’ jlo’ küü, kefö’, tøø’ ma’ ‘makïï, joo li entonces, estaba bastante acogedor, había guïn dzä. muchísima zarcina, donde se duerme la gente. Jo nan, kaa mï ga jnän’maa’ joa… Entonces, hasta cuando nos amanecimos, entonces… jo’baa’ joa, jo jogïba kosii’ ka jo’oo’ Nos regresamos, pues. Hasta entonces nos encaminamos un largo trecho jo ‘yoo’ tïï’, jo jin mo’bï joa, la’ lagïba joa, ka hasta arribar a una loma, ya donde da la vuelta jin. el cerro, más por aquí, donde gira. Jlön’maa’ mï ka jnän’naa’ ja e ka ngongïa’ ga. Nos alegramos de que no nos pasó nada malo Jï. cuando nos amanecimos. Sí. Lï xio’ guïïbaa’ koo’ ‘lïï søø ya, mï ngïï’. Jï, e Por donde sea nos quedábamos a dormir con mi fï Mo’ Ñii. difunta madre cuando caminábamos. Sí, por ahí por el Cerro Zacate. Na jaa’ Too Tïï’, ji’ dzä, koo’ Kuarajmïï, jo yü’ Ya nos quedamos en Too Tïï’, dice la gente, así jmïï. Jo, Kuara Jmïï sii, jo jan’ dzä kosii’ soo como en Kuarajmïï, en donde hay un río. joa Entonces, Kuarajmïï se llama, y se viene un largo rato una subida jo ‘yan dzä Too Tïï’. Ngïn Too Tïï’ joa, ‘yan y se llega a Too Tïï’. Pasando Too Tïï’, dzä Too Mii Ñii… ni ka tän dzä e fï Mii Ñio, entonces, se encumbra Too Mii Ñii… Ya dzä Noo, ji’i, ni ka täi. habían habitado personas, ahí, en Mii Ñii; gente de Yólox, dicen, habitó. ta jïïba ji’i, jïa tï mo’… Trabajando la tierra, dice, trabaja él hasta la montaña…

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5.1.4 Narración: «Juu kia’ salvajñü» xun

Narradora: Roo Versión: xun Tipo I

Jan dzä jaa’… jami jami jami. Una persona, ¿cierto? Espera, espera. E kuento la sii «Salvaje». E’e fala jan dzäñüü’ Este cuento se llama «Salvaje». Es como si ni jan’nia fï Ko’na, jo, dzen jo, ni ka to’ nøø. fuera un hombre que regresaba de Ko’na. Entonces, terminando eso, se oscureció. Dzen jo ni ka ngaa si’ koo ‘nø, jo, dzen jo, ni, Terminando eso, vio que estaba una casa. Entonces, terminando eso, ni ka ia dzi ‘nøo. Dzen jo, na kanøøbï, jo ni ka se metió dentro de la casa. Terminando eso ya ia, es noche. Entonces se entró jo ni ka ngaa si’ koo tu’ tøø’ ngu, yüü. Jo, dzen y vio que está parada una olla que contiene jo, carne roja. Terminando eso, jo, ni ïo’bïa, sa mo’o, nëëbï lø’. Jo, dzen jo, ï entonces, tenía miedo. ¿Qué no ves que está dzia: «yü’ dzøøba ni saa», ï dzia. Kioba yü’ oscuro, pues?. Entonces, terminando eso, dzøø, piensa: «arriba en el tapanco me acostaré», piensa. Se acostó arriba del tapanco. Ni ka guïnma… ni ka guïnnia. Mï ka jnødzia la Así, se durmió. Se durmió, él. Cuando despertó ‘vöö, ni ii, ni ii: pras pras pras ni ii. Jo, dzen jo, en la noche, sonaba, sonaba: pras, pras, pras, sonaba. Entonces, terminando eso, ee’ salvajebï ni jaa. Jo, dzen jo, ni ka nan jïï’… ¡el salvaje venía! Entonces, terminando eso, ni ka i salvaje dzi ‘nø, ni ka nan jïï’ salvaje, empezó a oler… Entró el salvaje dentro de la jïï’a jïï’a casa, empezó a oler el salvaje; huele, huele. Jo, dzen jo, mï ka, jo, dzen jo, jmoo i do fa’ e ja Entonces, terminando eso, cuando, entonces, tïnnia do. Jo, dzen jo, terminando eso, hace ese esa oración que no sabe. Entonces, terminando eso, nan, komï ni ka ‘lö’ kamin’ dzi, vii ni jaa’. Ni este, de repente ladró un pequeño perro; lejos ka ‘lö’ dzi, ‘lö’ dzi, ‘lö’ dzi. Mï ni ka gio i dzii venía. Así, ladró un perro; ladra perro, ladra do, kuii salvaje, kuia perro. Cuando llegó ese perro corre el salvaje, corre, kuia’ kuia’, joñia’ xio’ gi tiu’mïa’. Jo, dzen jo, corre, corre. No sabe dónde está su nalga. nan, ni ka kio i dzio ka’ fa gii Entonces, terminando eso, este, se acostó ese perro al lado de la ceniza caliente, fa gio. Jo, dzen jo, mï ni ka jnä joo, dzen jo, ni ceniza tibia. Entonces, terminando eso, cuando ngan’ma i do… mï ni gen’ni amaneció, terminando eso, se regresó. Ese… cuando regresó nø’ yü’ mo’, Jo, dzen jo, ni ngan’ma i dzio kan abajo de la cima de la montaña, entonces, ko’a, nan, dzen jo, mï ka jöö tua, jo i dzio terminando eso, iba el perro junto a él. Este, sengï, jo terminando eso, cuando volvió a ver, ya no estaba el perro. Entonces, mï ni gen’ni fï goa, ji’a, e juu joba ni ka giaa. cuando regresó a su comunidad, dice, esa Jo, dzen jo, jo ji’ dzä palabra la contaba. Entonces, terminando eso, dice la gente ee dzii ka sin fidio ba i do. que era perro enviado por dios, ese.

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5.1.5 Narración: «Juu kia’ salvajñü» xun

Narrador: Miyee Versión: xun Tipo I

Kuento la sii «Salvaje». Este cuento se llama «Salvaje». Jan dzä Gi nia… ni dzøa, ni dzøa Mii dza‘nïa u, Un quiotepecano que… iba, que iba a Valle jilø’ u jilø’ ‘ya. Nacional a vender cazuela, todo tipo de cazuela, todo tipo de comal. Jo, mï dzen jo, Entonces, terminando eso, jo, mï dzenjo, koo fï ni jan’nia la ‘ñiaa’. Mï terminando eso, una vez regresaba solo. dzen jo, na kanøbï, jo, dzen jo la’ do ni si’ Terminando eso, ya se oscurece. Entonces, terminando eso, por allá estaba parado koo ‘nø… dzä Noo… tøø’ kuïï. Jo ni ka ï dzia, una casa de… yoleño… que tiene mazorca. ji’a, «sï jaa la», ji’a, o, Entonces pensó, dice, «¿me quedo aquí?», dice, o, oba nin’ma, ji’a. Pe na ‘ïo’ba dzen’nia, ji’a. Do o regreso, dice. Pero ya tiene miedo regresar, ni ka jää. Pe ni jan’ma, ji’a. dice. Ahí pernoctó. Pero regresó, dice. Jo, dzen jo, ni jan’ma. Mï dzen jo, nia si’ koo Entonces, terminando eso, regresó. Cuando ‘ya, ji’a, terminó eso, ve que está parado un comal. Dice e koo, ji’a, ¡u! koo u e koo, ji’a. Jo, dzen jo… e que se quema, dice, ¡no!, una cazuela que se tøø’ ngu fï dzi, ji’a. Jo, dzen jo, lïnnia e dzäba, quema, dice. Entonces, terminando eso… que ji’a. contiene carne por dentro, dice. Entonces, terminando eso, imaginaba que era humano, dice. Jo doba ni ka jää. Jo, dzen jo, nan, ni guïnma, Entonces allí pernoctó. Entonces, terminando ji’a, eso, este, dormía, dice. na ngo xu, ji’a, mï dzen jo, ni ii, ji’a, ni ii, ni ja Ya va un poco (de tiempo), dice, cuando I do, ji’a. Mï dzen jo Sal… ‘na’ ‘na’ terminó eso, sonaba, dice, sonaba; venía Aquél, dice. Cuando terminó eso, el salv… ‘na’ Salvaje ni jaa, ji’a. Mï dzen jo, ni ngo ka era ese, ese despreciable salvaje que venía, dice. gio, ji’a, Cuando terminó eso, ya va llegando, dice; ni ni salvaje ‘na’ dzäo. Jlön’ salvaje ni dö’a veía el salvaje a ese pobre humano. Se alegra el ‘na’ dzä do. salvaje que comerá a ese infeliz humano. Mï dzen jo, jan dzii ni jaa, jan dzi. Jo, mï dzen Cuando terminó eso, un perro venía, un perro. jo, dzen jo, do ni ngo dzio ngo öi’ ‘na’ Entonces, terminando eso, terminando eso, ahí salvajeo. se fue el perro a corretear al despreciable salvaje. Jo… Jan dzii tän, nan, Entonces… un perro blanco, este, ni ngoa ngo öni salvajeo. Dzen jo, ni ka kuibï fue (él) a corretear a ese salvaje. Terminando salvajeo. Dzen jo, güba lïn i dzäo, iba ni gö’a eso, corrió el salvaje. Terminando eso, «es nguo. bueno», imaginaba el humano; él comió la carne. Jo, dzen jo, dzen jo, mï kajnä, doba gen’ dzio Entonces, terminando eso, terminando eso, kioa’ ka’ jï. Ni jalinma. Mï katï ni mo’ cuando amaneció, allá regresó el perro a acostarse al lado de la lumbre. Se regresaron.

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Cuando llegaron a la cima del cerro doba ni ka ngo in dzio, dzen jo, ngo inmaa’ na’. allá se fue a perder ese perro. Terminando eso, Jo, dzen jo, se fue a perder, pues. Entonces, terminando eso, ji’a, e dzi dioba do, dzi dioba do ya. Dzen jo, dice (ella o él) es perro de dios ese; es perro de guän’ma, ngan’ma, dios ese, pues. Terminando eso, regresó, se fue, guän’ma fï kia’a. Jo, dzen jo… e juu joo ba ka regresó a su casa. Entonces, terminando eso… giarï. Jii’ jobï. esa palabra es la que narró. Únicamente aquello. La’ xio’bï ñi Ro’a. Por otro lado sabe esa Rosa.

5.1.6 Narración: «Juu kia’ salvajñü» xun

Narradora: Chole Versión: xun Tipo I

E kuento la sii «Salvaje». Jan dzä, jo jaa’i fï Este cuento se llama «Salvaje». Una persona, Ko’na, jo jaa’i, na jaa’i la’, entonces regresa de Ko’na, que regresa, ya regresa por ¡la’ yüü’gï la’ mo’! Jo, dzen jo, na to’ nëë, na tï ¡más por arriba del cerro! Entonces, terminando koo i ‘ñia. eso, ya entra la oscuridad, ya pegó como a las cinco. Jo, dzen jo, nan, ka ngaa si’ koo ‘në. Entonces, terminando eso, este, vio que está parada una casa. Jo, ka ï dzia doba ni jää, ni jää, jo, mï ni jnä joo Entonces pensó que ahí pernoctaría, dzen’ tua. pernoctaría, para que al clarear, entonces se regresa nuevamente. Jo, dzen jo, ka jäbaa. Jo, mï ka ia dzi nëo, jo si’ Entonces, terminando eso, pernoctó. Entonces, koo tu’, e ‘yia ni jï, jo tøø’ ngu. cuando entró dentro de la casa, está una olla, que bulle en el fuego, que contiene carne. Jo, dzen jo, ka fön’maa, dzi jii’ jan ja i nän. Jo, Entonces, terminando eso, se asustó, porque ni dzen jo uno (persona) solo no está. Entonces, terminando eso, ka ï dzia e ni gui yü’ dzøø, dzi fa e ka lï la ‘vöö. pensó en dormir arriba del tapanco, pues qué tal si pasa algo en la noche. Jo, ka kioba yü’ dzøø. Jo, nia guïnmïa. Entonces, se acostó arriba del tapanco. Entonces se durmió. Jo, mï ka jnø dzia la ‘vöö, jo, ni nua ni ii, ni ii Cuando despertó a altas horas de la noche, entonces, escuchaba que sonaba, sonaba, jo mï ka ngaa doba jaa salvaje. y cuando vio, allá viene el salvaje.

Ni ii ni jaa salvaje. Jo, mï ka i salvaje fï dzi Sonaba que venía el salvaje. Entonces, cuando ‘nøo, ka nan kaa’ jmä, kaa’ jmä, ‘noa’, sä e entró el salvaje hacia dentro de la casa, empezó

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‘noa’, ‘noa’, ka nan føa’, faa’ a llevar el olor, a llevar el olor, busca, hay algo que busca; busca, empezó a hablar, a hurgar yü’ dzøo, jo ja mï gio li ‘yun dzä i do. Jo, mï ka arriba, en el tapanco, y aún no llega donde está nga salvaje, ni jaa jan dzi tän, ni jaa’ ni ‘löa’. metida esa persona. Entonces, cuando vio el salvaje, venía un perro blanco, venía ladrando. Jo, mï ka nga salvaje na jaa i dzio, ka nan kui Entonces, cuando vio el salvaje que ya viene salvaje, kui salvaje, koo’ ‘vii’ ön i dzio ia’. ese perro, empezó a correr el salvaje, corre el salvaje debido a que lo corretea ese perro. Jo, ngan’ma’. Jo, dzio, doba ni ka kioa’, la’ ka’ Entonces, se regresó (el salvaje, al lugar de li koo jïo, ni ‘na’ fa e gio. donde había partido). Entonces, el perro, allá se acostó, por el lado donde está el fogón, sobre la sucia ceniza tibia. Jo, mï ka jnä, dzä i rano, ran yü’ dzøo… jo, Entonces, cuando amaneció, la persona que está dzen jo, ngan’ma. acostada, acostada arriba del tapanco… entonces, terminando eso, se regresó. Jo, jan’ma i dzio koa’. Mï guä’i jii’, jii’, nan… Entonces, se regresó el perro acompañándolo. ¿Xio’ba la sii?, jii’… Cuando arribó hasta, hasta, este… ¿Cómo se llama?, hasta… Jii’ yü’ mo’. Jo, dzen jo, jan’mï Hasta la cima del cerro. Entonces, terminando eso, se regresó i dzio ko’a. Jo, ku’mï xu la joo mï ka jöö tua jo, el perro acompañándolo. Pero, un rato después jo i dzio sen. de eso cuando volvió a ver nuevamente, entonces el perro ya no está. Jo, mï ge’i fï goa, ka giaa juu e ka lïo. Entonces, cuando regresó a su comunidad, puso la palabra de lo que aconteció allá. Jo, ji’ dzä goa, ji’a, lafa kamïn’ dzi i ka sin Entonces, dice la gente de su pueblo, dice, es dioba do. Jii’ jobï. como si fuera un perro que mandó dios. Únicamente aquello.

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5.1.7 Narración: «Juu kia’ Tï Ao»

Narrador: tío Milia’ Versión: adulto Tipo II

E xio’, ¿xio’ la lï la mïa, mïa ngofïn dzä ta’xü, ¿De cómo era cuando, cuando se multiplicaron ta’xü, ta’xü? las personas poco a poco, poco a poco? Ee’, dzë ‘nïgï fïï la, ni siku’gï la. La mï, la mï, Es que, eran tres los pueblos que se apretujaban la mï tiempo, ya… Jï. ‘Nï fïï la. ¡Ja joo ñi’i! aquí, en ese, en ese, en ese tiempo, pues. Sí. Tres pueblos aquí. ¡Quizá no lo sabes! La mï la’vii koti. Nan… Kaluu Jmïjuu, joo nia En un mero principio. Este… Por atrás de nø fïï, la’ fï na, Jmïjuu, allí se ubicó el pueblo, por ese camino, la’ fï la, la mï ngï dzä fï Rancho. por este camino, cuando caminaba la gente por el Rancho. Jo, nan… do nia na fïh kaluu Jmïjuu, ¿ja ñi’i fï Entonces, a ver… allá, atrás de Jmï Juu se joo? ¡Ja ñi’i! estableció un pueblo. ¿No sabes por allá? ¡No sabes! La mïa ngï dzä fï la, dzë ja karretera sägï la, Cuando la gente caminaba este camino, pues mï lïï. Fï la ba’. Doñi iiba dzän’, e jalin dzä no había carretera aquí tiempo atrás. Es por Nikui’, jalii Gia’ Jmï, la’ fï la ba’, fï la ba’. aquí. Sea quien sea; que regresa la gente de Oaxaca, que regresan de México, por este camino, por aquí. Jo, fïlaba’, dzë fï gobiernoba la. Jo’ fa faa’… Entonces, es por este camino, pues es camino lï’ ka öh dzä la tïïn yai. Gobiernoba i ga ö fïa. del gobierno este. No es que digamos… que lo trazó la gente por sí solo. El gobierno trazó ese camino. Dzë xaa kefölïbï xaa Kukioa, ya. Pues el peñasco de Kukio es impresionante, pues. Jo, ka to’a barrenoba. Barrenoba ga to’a, to’a Entonces metieron barreno. Barreno metieron, dinamita. metieron dinamita. Dzë a’ la naba li ga jïo barreno, ya. A’ la na. Pues así era de hondo donde bajó el barreno, pues. Así de hondo. Joba ga to’a cuete, jo… ka nii… dzifïba fin Entonces metieron cuete, entonces…explotó… xaa, dzë xaa kefö’lïba joo. ¿Ja ñi’i?, ¡ee’ joo rápido se rompió el peñasco, pues es ñi’i! impresionante ese peñasco. ¿No conoces ahí?, ¡qué vas a conocer! Jo mï… koo’ la joba e ka na fïo, ta’xü, ta’xü. Entonces cuando… así solamente se abrió ese Lajobï e li ji’i, e jia, jia… camino, poco a poco, poco a poco. Así mismo, ahí donde dicen, el peñasco… xaa «Kukioo» tïn dzä, kaluu Jmïjuu. Jo e fïï e El peñasco de «Kukioo» lo nombra la gente, ni ga nø, e do, e, e kaluu Jmïjuuo, atrás de Jmïjuu. Entonces, el pueblo que se estableció allá, allá en, atrás de Jmïjuu. jo ni ‘yüo jmii ka tï mo’. Xio’gï fïï ni nøø la’, Entonces había una trenza de montañas. Otro la’ në’ Mo’ Fi, jona. Jo sii Kia’ Jlii. pueblo estaba establecido por abajo de Mo’ Fi, pues. Ahí se llama Kia’ Jlii.

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Kia’ Doo ni sii e do, e lï, kaluu Jmïjuuo. Kia’ Doo se llama allá, en donde, atrás de Jmïjuu. Ni lïnma e sii kia’ dzä, ‘lïï dzä köön’, dzä la Ciertamente tenía un nombre específico para la mï tiempo, ya. gente, los antepasados, la gente de ese tiempo, pues. Kia’ Jlii sii, la’ nø’ Mo’ Fia. Jïï. Jo, la’ nø’o Kia’ Jlii se llama por allá, abajo de Mo’ Fi. Y ‘yü koo mii, jo nia naa fï. Jïï. La joa por abajo está metido un llano, ahí se estableció un pueblo. Sí. Y aquí nia nø fï la, «Mii Kuua». «Fïï Kuu» tïïn dzä e se estableció un pueblo por aquí, ahí en «Mii la, e li jïï yüü’ Tea. Fïï Kuu. Joba nia jïan dzä Kuu». «Pueblo de Dinero», lo nombra la gente, ta’ xü, jo ni, ni nän dzä Kua, jona. Kua sii. ahí, donde cosecha el viejo Otilio. Pueblo Dinero. Entonces empezó la gente a bajar poco a poco. Entonces habitaban en Kua, pues. Kua se llama. Jo ñi xio’ la dzän’ sii koo’ juu ñi’, luba Kua ji’ No se sabe cómo realmente se llama con dzä. español, pero la gente dice Kua. Jo, jo na, e fïï joo, luba fïï, fïï, fïï güba ya, lafa Entonces, este, ese pueblo, pues era pueblo, fïï la ba jo. pueblo bueno, pues, como si fuera aquí, igual. Jo, mï nia ‘vööni e fïï do, fïï joo, mï, mï ni Entonces, cuando salieron en ese pueblo, de jalinni e mï tï jmïï e na aquel pueblo, cuando regresaban que se hacía la fiesta ahí fïï, fïï Kuu la. Jalii mï tï jmïï. E na joa, e la, en el pueblo Dinero. Regresaban cuando Mïï na, joo ni si’ koo ‘mayüü e fee’, fee’ fee’, llegaba la fiesta. Ahí, entonces, aquí en Mïï, mï kefölï. estaba parado un árbol muy grande, grande, grande, extremadamente grueso. Jo, mï jalii, mï tï jmïï Mii Kuu a, jo, naba ni Entonces, cuando regresaban, cuando llegaba la guärï jo na, naba ï’a ka jilø’ e kioa, jilø’ ia, fiesta, ahí en Mii Kuu, entonces, ahí se sientan, jilø’… e joba e sii e la ahí cuelgan de todo lo que traen, toda su tortilla, todo… por eso se llama, aquí «‘Yio Dzä Kua», lafa ‘yio tu, ya. Doba si ïï, si «‘Yio Dzä Kua», porque es como si fuera una ïï kogia ka jilø’ e, li tøø’ sï’a, li tøø’, jilø’ ia, guajolotera, pues. Allí cuelga, cuelga todo tipo jilø’. de, de todo lo que, donde está metida su ropa, donde está su tortilla, de todo. Jo, jo dzälinni e tï jmïï, joa, Mii Kuuo. Jïï. E Entonces, van regresando porque llega la fiesta, na joa… jo nia, nia sïïi e vii sä jmïï e Mii en Mii Kuu. Sí. Y ahí, entonces, platicaron que Kuuo lejos hay agua, ahí en Mii Kuu. Jo nia saa’ni joa, jo ni guarï Koo’ Kua Kuua, e Entonces, ascendieron y se asentaron ahí en li si’, lï, li, joñi e sï dzä ‘ii’ gï dzä kïï, jo li la Koo’ Kua Kuu donde está parado, aunque no se joo. sabe si van a prender vela, ya no hay marca de eso. Dzë ngobï jnä e fø’ dzä rosario e joo, mï, mï tï Pues yo aún fui, cuando la gente hablaba el jmïï koo’ ya, tï Jmïï Ta Ön. Jïï. Tï Jmï ‘Lïï rosario ahí, cuando llega la fiesta grande, pues; koba kïï. Na, jo li eeba e joo, na finba. cuando llega Semana Santa. Sí. Llega la fiesta de muertos, está prendida vela. Ahora, ya no hay marca de eso, ya se quebró. Jo, e, e näi joo, joa. Jo nia sïïi jona… Entonces, viviendo ahí, entonces; entonces platicaron, pues… Joba nia sïï jona, ni ka jalinni jona. Jo, Entonces platicaron, que se regresaron, pues. Entonces, jo ka jme’a kan koo’ fï Kuua, jo, fï Kia’ Jlio entonces hicieron juntos con el pueblo de Kuu, koo’ Kia Doo. Jï. entonces, el pueblo de Kia’ Jlii con Kia’ Doo.

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Sí. E joba e jaa e jma’kin apellido kia’ dzä: Por eso viene que el apellido de la gente es Salina, Hernande. Jï. diferente: Salinas, Hernández. Sí. Salina, Hernande, jo… jañi xio’, xio’ la Salinas, Hernández, pues… no se sabe cómo dzin’… dzë e ni dzin’ kia’ba la koo fïï, ya, e mero, mero era… puesto que tenían un apellido sä apellido. Jï. en cada pueblo, pues, que había apellido. Sí. E joba e sä, e sä, e si dzin’… e, e dzin’ kia’ Por eso es que hay, que hay completo… el dzä e la na, apellido para la gente, lo de ahora, apellido kia’ dzä. Dzë jma’ kinma e sidzin’ apellido de la gente. Pues era diferente el kia’ dzä, ni jaba tiempo ba, ya, ni ja e dzin’ apellido de la gente; desde esa época ya venía, kia’ dzä katï xio’ lï. pues, venía que se apellida la gente. Jo ba, ni ga sïïi joa, e jalinni fï la jona. Jï. Entonces, pues, platicaron que se regresaron para acá. Sí. Jo, mï nia jme’a ø gua’, nia jme’a gua’ e la Y cuando construyeron la iglesia, construyeron jona, e la, la dzän’. esta iglesia, pues, ésta, aquí mero. E joba li si’ ‘në escuela… Dzë li si jän lïba e Por eso es que ahí, donde esta la casa escolar… na. Jo nia jme’a gua’. Pues, es un lugar intensamente bendito, ahí. Entonces construyeron la iglesia. Gua’, gua’ jlï ñii ba ya. E joba nia ja, jona… Iglesia, iglesia cubierta de paja, pues. Por ello vino, entonces… jmidzä gï… la lïba jaaba ya e dzä katolico. Jï. El sacerdote… así como es que viene, pues, que la gente es católica. Sí. Jo nia tö’a jmidzä i sii «Kura Arso». Jï. Ni Entonces, llamaron al sacerdote llamado «Cura en’ma dzä i jmidzä i la mï Arso». Sí. Aborrecía la gente a ese sacerdote cuando tï Jmï’lïï, la mï lïï. En’ma dzä. Mï fø’ dzä fa’ llega la Fiesta de Muertos, tiempo atrás. Lo la koo kia’ dzä mï ‘vöö. Jïï. Mï tï Jmï’lïï. aborrece la gente. Cuando habla la gente oraciones en cada una de las casas de la gente, durante la noche. Sí. Cuando toca la Fiesta de Muertos. Jo, i jmidzä i joa… dzë e mo’ la ya, dzë ja la Y entonces, aquel sacerdote… dado que este na röögïna la mï tiempo monte, pues, así no estaba plano en aquel tiempo. Mo’ba ni lï la, koo mo’ böö. Jï. E joba e sii na: Era montaña aquí, una montaña boluda. Sí. Por «Mo’ Ao», sii la mï ‘yio joo, ya. ello es que se llama allí «Mo’ Ao»; se llama en ese tiempo, pues. Mo’, dzë koo mo’ böö ba ni si’, jo’ fa’ la na e Montaña, puesto que una montaña boluda röö. estaba, no es que así es plano. Jo i jmidzä iba i ni ga kü’a ta, jona, e ka nø ta Entonces, fue aquel cura quien ordenó hacer el e ka fin mo’a, ka fin, ka fin, ka fin, ka lirö trabajo, de derribar el cerro. Se escarbó, se escarbó, se aplanó. Dzän’ xaa, xaaba na dzän’, e joba e, xaan Era verdaderamente peñasco, peñasco man’ba na, e verdaderamente ahí; por eso es que, peñasco puro ahí, en Mii Ao a, jofa’… dzë ja guaa’ sägï na Mii Ao. No es que… pues no hay tierra ahí. La guaa’ e ko’ na to’ba xü dzä lakan e li, li Es tierra que lo ha metido poco a poco la gente, juu’, e, xaa kuu, xaa… todo por ahí donde es cóncavo, pues es peñasco-piedra, peñasco… E joo jona, ni ga ia… jo fa e… e joba e la mï Entonces ahí, lo escarbaron ellos… no es nia nan ya… que… por ello es que cuando se inició, pues… Jo ka liröba joa, ka lirö, dzë fee’ vöö lïba e ga Entonces quedó plano, se aplanó, puesto que

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i dzä, dzë, jo fa dzä fïïn lïgï do… mucho tiempo es que escarbó la gente, pues no es que era mucha esa gente… Mï tï lï joa, ka lirö… jo ga kü’a ta e ka lï, e ni Cuando llegó eso, que se aplanó… entonces lii gua’gï joa, gua’ fe’a. ordenó que se hizo, que se hiciera la iglesia ahora, esa iglesia grande. Jo, mï tï lï joa, ka li rö, joa, Entonces, cuando llegó que terminó eso, que se aplanó, pues, jo nia nai, nia ia tïï fïï, nia ia tïï fïï; tulan entonces empezaron, escarbaron el cimiento, dzäba, ya, dzë dzä i… jo fa e… jo fa’a e escarbaron el cimiento; solamente cuarenta mïni… dzë dzä jalin personas, pues, porque era gente que… no es que… no es que ya… pues era gente que venía de mo’ naba, Kua, Kia’ Jlii, Kia Doo, iba i ka, ka esa montaña, Kua, Kia’ Jlii, Kia’ Doo, ellos gua la. Jïï. Dzë ja fïï Jmii nøgï la, la mï lïï, ya. son los que, que se establecieron aquí. Sí. Pues no estaba establecido como pueblo Padre aquí, en ese tiempo, pues. Joba ga nøø ta joa, ka i tïï fïï, ka i tïï fïï… Entonces hubo trabajo, se escarbó el cimiento, Jmïba ka jnengï e na jona, li ga i, dzë jofa tïï se escarbó el cimiento… Entonces se observó fïï e kapi’ gï na agua allí, donde se escarbó, puesto que no era poco ese cimiento joi xio’gï ka ti u, li si’ gua’ fe’a. A’ kefölïba no se sabe hasta dónde es de ancho, donde está na. Jo, jmïïba ka io, ka io jmïï, lia i tïfïï gua’. esa iglesia grande. Está hondísimo allí. Y entonces, brotó agua, agua brotó donde se escarbó el cimiento de la iglesia. Jofa e ka moo, la joo juu gia ‘lïï si’yioo Paula No es que yo lo viera, es que así lo cuenta la i ka gua Kuu øøa, dzë e ka ngabarï finada de mi abuela Paula, quien se asentó en Kuu Ao, puesto que ella lo vio, dzë e na, na ginba dzäa mïa, mïa lïgï gua’a. Jï. pues ahí ya estaba establecida, ella, cuando, ¡Lïïba joo! Jï. Oo ‘lïï’ yüü’ Gabino, ‘lïï yüü’ cuando se construyó esa iglesia. Sí. ¡Hace kiaa Gabino, mucho tiempo de eso! Sí. La esposa del anciano Gabino, mi finado abuelo Gabino, ‘lïï si’yio Paula. Dzë e ngaba mïa lï gua’a. mi finada abuela Paula, pues vio cuando se Tulo ji e ka nøø ta do, jo construyó esa iglesia. Cuarenta años que se colocó ese trabajo, y entonces tulan dzäba i jmoo ta, pe nøø ta, dzän’ e nøø, solamente cuarenta personas eran quienes sii e nøø ta ba dzän’. ¡Önmï kuïï jo! hacían el trabajo; pero trabajaban, intensamente había (trabajo), lo que se llama acomodar trabajo intenso. ¡Y se carecía de maíz, pues! Ñiba’, mïkuïï e tøø’ ñiba si ïï luua, lafa dzä ki’ Hilo, granos de maíz engarzados con hilo rosario, ya. Jo, e joba, mïi guää dö’a, lafa dö’a pendían del cuello de ellos, como si fuera gente ia, que tiene puesto un rosario, pues. Entonces, eso… cuando se sientan para comer, como si comieran su tortilla (comida). mïkuïï doba e jïï’a, koo’ nin kia’ mïkuïï doba Esos granos de maíz son los que huelen, con el e, e ii’ mï’ai. Kalï jo, kalagïtuba nai jmoa, aroma de ese maíz es que, que calman su hambre. Después de eso, nuevamente empiezan a hacer ta ii kefö’ba, ya. ¿Sï xü ii kuu ‘vöö ka tï, mïa i el trabajo intensamente pesado, pues. ¿Qué ø tïfïï gua’? acaso poco pesa la piedra que sale desde, cuando se escarbó el cimiento de la iglesia? Fee’ kefö’lïba tïï fïïa. Es exageradamente grande ese cimiento.

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¡Tulo ji, jo tulan dzäba i ga jmee’ gua’! E ¡Cuarenta años, y cuarenta personas quienes lajoba lï e, e kuanti kia’ e la. construyeron la iglesia! Así es, ese asunto de aquí. Ñii, e la, e ka li ‘lï’ e la, e ø gua’ la Mira, aquí, que se ensució aquí (indica con su dedo el lugar, frente a su casa), este lugar de la iglesia, dzë gabï jnä e fø’ dzä rosario, e la, ‘yio’ jmïï puesto que aún yo vine cuando la gente decía el Jmï’lïï, mïi ji’ dzäta e sä rosario e ø gua’, la… rosario, aquí, en la Fiesta de Muertos, cuando dice la autoridad que hay rosario, en el lugar de la iglesia, aquí…

5.1.8 Narración: «Juu kia’ Tï Ao» xun

Narrador: Chole Versión: xun Tipo II

E, la mï ka nan, jo dzen jo, tu in’ dzä ni lï, Es que, cuando empezó… entonces, terminando eso, dos tipos de gente era, ko in’ dzä näi la, la’ doo, jañii xio’ la sii un tipo de gente vive por, por allá; no sé cómo se llama jo ko in’gï dzä näi la’ la. Jo, dzen jo, entonces otro tipo de gente vive por aquí. Entonces, terminando eso, komï ni jalin ja nai fï la jo ni ka, ka sikïi. Jo, sucedió que se regresaron a asentarse hacia dzen jo, li si’ kanchao aquí y se juntaron. Entonces, terminando eso, donde está parada la cancha koo’ gua’ jo ni si’ koo mo’ fe’, jo ni ka kü’a jo con la iglesia, entonces estaba parado un ni ka jmïröa, ni jmïröa. monte grande, entonces lo cortó y entonces lo aplanó, lo aplanó. Jo, dzen jo, e do, li lï prescolar la nao Entonces, terminando aquello, donde es el preescolar actualmente, jo li ni si’ koo gua’ jo, dzen jo, gua’o ni ka koo ahí es donde está una iglesia. Entonces, ‘vii’ ni lï terminando eso, la iglesia se quemó debido a que está hecha koo’ lafa koo’ ñii, jo ni ka koo. Jo mï likïn joo, con algo más o menos como pasto; por eso jo ka sïn dzä e ni jme’a koo gua’ e xio’, koo’ entonces se quemó. Y entonces, atrás de eso, ‘vii’ ka koo. entonces platicaron la gente para reconstruir una iglesia diferente debido a que se quemó. Jo, dzen jo, ka jmee’ dzä gua’ e do, jo ka lï sï Entonces, terminando eso, construyeron las ïn dzä kuarenta años personas esa iglesia y (tardaron) cuarenta años

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e ka jme’ dzä gua’o. Jo, dzen jo, li ka koo gua’ que construyeron esa iglesia. Entonces, e koo terminando eso, donde se quemó la otra iglesia jo ka li si «Oo gua’ sïï’». Jii’ jobï e ka ö’a. y se llamó «Boca de la iglesia vieja». Únicamente eso es lo que comprendí.

5.1.9 Narración: «Juu kia’ Tï Ao» xun

Narrador: Roo Versión: xun Tipo II

E ji’ dzä sen la mï jen e, nan, li si’ Mii Ao Es que, dice la gente que existe antes que, este, donde está parada la plaza (el centro de la comunidad) e la mï si’ koo mo’ e böö. Jo, dzen jo, ni ka ku’ que estaba parado un cerro boludo. Entonces, dzä mo’o. Jo, dzen jo… terminando eso, la gente cortó el cerro. Entonces, terminando eso… …tu gua’ lï, escuela bï na nøø la na… ja ka li …dos iglesias son, escuela ya está puesto tïa ahora… no me lo aprendí… Jo, jañii e lïn dzä, tu dzä’bï’, tu dzä’. I lïn dzä la Entonces, no sé qué es lo que es la gente, dos mï näi lï’ doo mitades, dos mitades. Eran los que estaban habitando por allá jo i lïngï lï’ la. Jo, dzen jo, nan, komï ni ka y otro tanto por acá. Entonces, terminando eso, sikïnmïa… este, sucedió que se fusionaron… Ja ñigï. No sé más.

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5.2 Definiendo la narrativa

Después de haber presentado las transcripciones de las narraciones que analizo en este manuscrito, paso a la definición de lo que se entiende por narrativa. Micaela Morales, en su tesis de maestría en humanidades, del área de Teoría Literaria, señala que

El arte de narrar, de contar cuentos, historias, leyendas, anécdotas o adivinanzas ha sido una actividad presente en todas las culturas. Desde el antiguo Egipto pasando por las diversas civilizaciones de Occidente y Oriente, a las tierras del continente australiano, o a las aldeas africanas o bien a Norteamérica y aún a las culturas prehispánicas de meso y sudamérica (sic) el relato oral ha sido una costumbre constante en todos los pueblos (Morales 2002: 30).

Asimismo, Rebeca Barriga, una de las pioneras en estudios sobre narrativa infantil, anota lo siguiente:

la narración es parte intrínseca del hombre, lo circunda y, desde sus orígenes, está presente en un amplio espectro de sus actividades cotidianas y creativas. Se narra al conversar; hay narración en la pintura, en el cine, la literatura o el teatro [pero que] por su naturaleza rica y polifacética es difícil de definir (2002: 52).

Por otro lado, López Austin menciona que «la narración… es un complejo de asuntos, como lo son el chisme, una leyenda, un poema, un canto, un cuento, una declaración de amor o un reproche [y que] con ella se establece la comunicación» (1998: 321). Definir qué es narrativa, retomando estos planteamientos es, a la vez, algo sencillo, porque se puede decir que todo tipo de relatos entrarían en el género de la narrativa, pero puede volverse complicado para la narrativa de las comunidades originarias, donde la

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investigación es escasa. No obstante, como un esbozo preliminar, estos elementos servirán para dar una idea de qué y sobre qué se puede narrar en la comunidad de estudio. Para el caso de Temextitlán defino con mayor precisión a la narrativa oral como el acto de habla31 (o evento de habla) en donde intervienen dos o más personas, donde una sirve como emisor-receptor y la otra u otras como receptoras participativas, para transmitir cualquier relato importante o no, con carga moral o no, de cualquiera de los tipos que propongo en el capítulo V, siempre y cuando no sea chisme o anécdota, ya que estos géneros merecen otro tipo de atención y análisis.

5.3 Delimitando la narrativa en Temextitlán

En este apartado empiezo a identificar algunos tipos de las narraciones de la comunidad de estudio. Algo que atrajo mi atención fue que en muchos de los relatos cortos que aún sobreviven los personajes que predominan son dueños de las montañas, de los riachuelos y de los peñascos, seres nocturnos, chaneques y gente con poderes sobrenaturales, entre otros (ver clasificación en cap. 5.6). Comprendí, de inmediato, que son seres que difícilmente se alejarán del imaginario chinanteco. Si bien hace falta mucho análisis sobre los diversos géneros de las narraciones que existen en Temextitlán, es pertinente revisar dos clasificaciones de la narrativa «indígena». Por una parte, Montemayor propone los siguientes géneros:

1. Cuentos cosmogónicos 2. Cuentos de entidades invisibles 3. Cuentos de prodigios 4. Cuentos sobre la naturaleza original de animales o plantas 5. Cuentos de animales 6. Cuentos de fundación de comunidades o lugares 7. Cuentos de transformaciones o hechicería 8. Adaptaciones de temas bíblicos o cristianos 9. Adaptaciones de cuentos populares indoeuropeos (1996: 28)

31 Para una mejor definición de «acto de habla» o «evento de habla» véase Duranti (2000), cap. VII y IX.

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Por otra parte, en el prólogo del libro de Weitlaner, que es una investigación bastante valiosa porque es casi el único a la fecha que ha recogido información directa de personas hablantes de lenguas mexicanas, se plantean las siguientes categorías:

Relato: sinónimo de narración, mito, leyenda, cuento, memorata y creencia. Mito: narración que alude a aspectos tales como orígenes, cosmovisión y modelos de moralidad […]. Leyenda: narración que contiene un fondo histórico o que, partiendo de un hecho real, se va elaborando cada vez más hasta el punto en que hechos verdaderos coexisten con otros fabulosos. Cuento: narraciones con evidente ficción. Puede referirse a asuntos humanos, animales o cómicos, pero tratados con fantasía. Memoratas: experiencias personales concretadas con seres y sucesos sobrenaturales ocurridos al propio relator o a una tercera persona […]. Creencias: conjunto de ideas que mantienen los individuos con relación con determinados acontecimientos que no tienen una explicación lógica (1977: 27).

De acuerdo con mis investigaciones, las narraciones de Temextitlán tienen una complejidad que no se reduce a las descripciones contemplados por estas dos clasificaciones. Analizando estas propuestas considero que es pertinente reagrupar las narraciones existentes en Temextitlán de otra manera, que igual podría ser como una guía previa para la Zona Alta, dado que no hay una clasificación que permita identificarlas y asignarles el valor que merecen. Ahora bien, analizando un poco la definición que propone Montemayor, que plantea que los cuentos cosmogónicos suelen «transcurrir en el momento del origen y que no se desplaza a otro lugar ni tiempo; cuando llega a hacerlo es para explicar precisamente la naturaleza del origen del mundo» (1996: 31), esta idea no ayuda mucho para Temextitlán, dado que en muchas narraciones –si no es que en todas– está expresada la cosmogonía del pueblo chinanteco.

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Por otro lado, el término cuento también puede conducir a ambigüedades, porque la mayoría de las narraciones que propone sólo las analiza como cuentos, y a mi juicio no todo es cuento. Tomando algunas definiciones, vemos que, según la RAE, el cuento es un «relato, generalmente indiscreto, de un suceso. [Una] relación, de palabra o por escrito, de un suceso falso o de pura invención. [O una] narración breve de ficción». Roberto Weitlaner menciona que el cuento es una narración «con evidente ficción. Puede referirse a asuntos humanos, animales o cómicos, pero tratados con fantasía» (Weitlaner 1977: 27). Por otra parte, el argentino Enrique Anderson Imbert menciona que

El cuento vendría a ser una narración breve en prosa que, por mucho que se apoye en un suceder real, revela siempre la imaginación de un narrador individual. La acción –cuyos agentes son hombres, animales humanizados o cosas animadas– consta de una serie de acontecimientos entretejidos en una trama donde las tensiones y distensiones, graduadas para mantener en suspenso el ánimo del lector, terminan por resolverse en un desenlace estéticamente satisfactorio (Anderson 2013).

La narrativa, a mi juicio, es un campo más amplio que los simples cuentos, por lo cual prefiero nombrar estos actos de habla como narraciones32, entendiéndose aquí narración como la narrativa oral en donde se incluyen los cuentos, leyendas, historias de la comunidad, historias de vida de las personas, entre otros. Unos investigadores más llaman a este conjunto de género tradición oral, literatura oral u oralitura (Jakobson

1997, citado en Lara 2001)

5.4 La estructura de las narraciones

En este apartado anoto algunos elementos imprescindibles de una narración, ya que sobre estos puntos discutiré en capítulos posteriores. Es importante retomar lo que anota Teresa Dey para tener un acercamiento preliminar a este tema:

32 Ver nota de pie de página anterior.

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Los cuentos folclóricos tradicionales están narrados a partir de una estructura o temporalización lineal, esto significa que se narra en estricto orden cronológico… Dentro de una estructura lineal, una cosa va llevando a la otra hasta el final por medio de la presentación de la ordenación cronológicamente temporal de los hechos. Pero no todos los cuentos tienen una estructura o temporalización lineal, ¿qué pasaría si el narrador comenzara a contárnoslo desde el clímax? Entonces decimos que tienen una estructura compleja o temporalización anacrónica o ruptura del plano de la temporalidad del relato (Dey 2013).

En cualquier narración, según la tradición occidental, deben existir tres momentos cruciales para mantener una tensión o un interés: el planteamiento, el nudo y el desenlace. En el caso de la narrativa en Temextitlán no siempre es así, dado que estas secciones pueden ser intervenidas para introducir otras pequeñas historias de vida personal –tanto de quien narra como a la persona a quien se narra–. Los desenlaces pueden desencadenar otra larga historia –como se puede observar con la narración de tía Teree– que manifieste cierta relación con lo narrado.

5.5 Características de las narraciones en Tï Ao

En este apartado analizo las características de la narrativa en Temextitlán. Primero me enfoco en cómo se clasifica la narrativa, de una forma más canónica, para poder argumentar sobre los cambios y coincidencias que presentaron las narraciones experimentales de los xun, en donde me enfocaré con más detalle. Existen formas canónicas en las narraciones que permiten ubicarlas en cierto género. Por ello, al anunciar una narración, de entrada se sabe sobre qué se tratará, pues, con la clasificación que propongo (y a partir de las narraciones que obtuve con mis colaboradores), se vuelve obvio si es una narración fantástica o de ficción, por lo que se intuye rápido sobre qué se tratará y de quién será el o los personajes. Para ubicar mejor las narraciones es necesario distinguir tres cualidades, que serían tres géneros: el género de ficción, el género de la narrativa local (con elementos del imaginario chinanteco) y el género de la historia y las leyendas. En la tipología de las

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narraciones que propongo en el apartado 5.6, de este capítulo, las agrupo en tres géneros, las que tomo como la forma canónica para analizar las narraciones que trabajé con los xun. Estos géneros se presentan en la Tabla 31 con una descripción sintética de sus características.

Los géneros de las narraciones Características de las narraciones I. Narraciones locales, o propias de Hay mezcla de personajes más reales que ficticios la comunidad, con mezcla de sin marcas específicas al inicio: 0- realidad II. Narraciones históricas y Se ubican en un espacio temporal preciso, se leyendas presentan adverbios y conjunciones temporales al inicio: la mï- III. Narraciones de ficción (o Hay personajes ficticios, se indica con una marca cuentos con tintes occidentales) de figurativo: fala-/ lafa- Tabla 31. Género de las narraciones

5.5.1 Narraciones locales

Una vez propuestos los géneros de la narrativa y sus características, describo a continuación el género de las narraciones locales proporcionando ejemplos de cómo se pueden identificar, contrastándolos con las formas narradas por los xun y los adultos. En los subapartados posteriores describo los otros dos géneros con el mismo análisis. Las narraciones que identifico como propias de la comunidad son todas las que tienen un origen tradicional, es decir, las que tienen una cierta cosmovisión del mundo chinanteco o que se han desarrollado tanto en el territorio de los dzä jmii, o cercano, así como con personajes del imaginario chinanteco. Ejemplo de este tipo de narraciones son Juu kia’ salvajñü y Juu kia’ rï’, en donde se ve con claridad una mezcla de realidad con los componentes propios de la comunidad. En estas narraciones no aparece la marca de figurativo y sus elementos característicos suelen ser diversos sitios conocidos por la comunidad, así como las referencias a personajes de la comunidad o de alguna cercana. En la narración de tía Mari’ Juu kia’ rï’, en (19), se observa que el figurativo no está presente; esto nos indica que es una narración propia, e incluso puede ser real porque en muchos casos quienes producen este tipo de narraciones suelen asegurar que le han

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sucedido a alguien. Si se considera, además, que el rï’ y el salvajñü son dos seres míticos del imaginario chinanteco, se despeja toda posibilidad de duda, pues son nombres propios que sólo una persona de la comunidad puede conocer, aunque «nunca» se haya visto en colectivo o se tengan pruebas fehacientes de su existencia.

(19) Nan… jan Vöö, Vöö ni sii… Manuela sii i dzämïo ya, koo’ juu ñi’. Nan… jan Vöö, Vöö ni sii… Manuela sii i REIT uno.AN Manuela Manuela ASEV llamarse Manuela llamarse CL.AN

dzämï-o ya, koo’ juu ñi’ mujer-DEM ENF con palabra sol ‘A ver… una Manuela, Manuela se llamaba… Manuela se llama la mujer, pues, con español.’

En Juu kia’ salvajñü, en (20), de tía Teree, se puede apreciar la misma situación: no existe una marca de figurativo. Esta narración ha sido una de las historias clásicas de la comunidad, puesto que cada narrador tiene a algún personaje distinto que tuvo una experiencia distinta con el salvajñü. En el caso de tía Teree, emplea a un personaje del municipio de Quiotepec para vivificar su narración.

(20) (Nan... jo ji’ni), jan dzä Gi, ji’i, dzä Gi-ba ji’i. Nan... jo ji’-ni, jan dzä Gi, ji’-i, dzä Gi-ba ji’-i REIT CONJ decir-3S uno.AN gente Quiotepec decir.3S gente Quiotepec-INT decir.3S ‘(Este… entonces dice), un quiotepecano, dice, un quiotepecano, pues, dice.’

En el caso de los xun, la mayoría acierta en realizar estas mismas formas. Al parecer, saben diferenciar cuáles son las narraciones de ficción y cuáles son la propias, que se apegan un poco más a la realidad, a sus realidades comunitarias. Esto se puede apreciar en Bran con la narración de Juu kia’ rï’.

(21) Nan, kamïn’ dzä ni sii Manuela ni… Nan, kamïn’ dzä ni sii Manuela ni… REIT uno solo.AN gente ASEV llamarse NPR ASEV ‘Este, una persona que se llamaba Manuela, que…’

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Igualmente, Miyee inicia bien al presentar a su personaje en Juu kia’ salvajñü, en (22).

(22) Jan dzä Gi nia… ni dzøa, ni dzøa Mii dza’nïa u Jan dzä Gi nia… ni dzë-a, ni dzë -a Mii dza-’nï-a uno.AN gente Quiotepec ASEV-PFTV ASEV ir-3S ASEV ir-3S NPR ir-vender-3S

u cazuela ‘Un quiotepecano que… iba, que iba a Valle Nacional a vender cazuela.’

En el caso de Roo, quien, como se ha dicho, es una potencial narradora, confunde la narración del salvaje y la coloca como si fuera de ficción al emplear el figurativo fala jan, como se muestra en (23), en la narración de Juu kia’ salvajñü. Esto, si bien puede ser una confusión, también puede ser una nueva forma de narrar de Roo, en donde ella ya no distingue entre la delgada línea de ficción y realidad, dado que para los xun esta narración bien puede ser considerada como ficción.

(23) (E kuento la sii salvaje). E’e fala jan dzäñüü’ ni jan’nia fï Ko’na, jo, dzenjo, ni ka to’ nøø. E kuento la sii Salvaje. E’e fala jan dzäñüü’ ni jan’-ni-a CL.IN cuento DEM llamarse Salvaje EXCL FIG uno.AN hombre ASEV regresar-EV- 3S

fï Ko’na, jo, dzenjo, ni ka to’ nøø. fï Ko’na, jo, dzen- jo, ni ka to’ nøø. camino NPR entonces terminar-ADV ASEV PFTV echar oscuridad ‘(Este cuento se llama salvaje). Es que, es como si fuera un hombre que regresaba de Ko’na. Entonces, terminando eso, se oscureció.’

5.5.2 Narraciones históricas y leyendas

Las narraciones históricas son hechos reales que acaecieron en la comunidad misma o en alguna otra de la que se tiene referencia más o menos precisa. En estas narraciones pueden incluirse las anécdotas y experiencias de vida, dado que son hechos reales. Simplemente se indica en qué tiempo ocurrió (por ejemplo hace un mes, un año, etcétera).

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Si bien las leyendas, concebidas desde el punto de vista tradicional, no son tan visibles en la comunidad de Tï Ao, lo cierto es que sí existen. Sólo que, conforme pasan los años, van adquiriendo de cierta manera esta particularidad ficticia, porque se llega a no dar crédito a los hechos. La forma en que se definiría la leyenda, en este aspecto, comparada con la visión tradicional, es que aquí hay personajes que se asevera que existieron, se mencionan parajes existentes en la actualidad y se alude a hechos de los que aún se tienen vestigios. Para citar un caso menciono la leyenda del “Cura de Totomoxtla”, en donde se narra que este personaje, después de haber ido a bendecir el peñasco donde las personas de Totomoxtla iban a traer dinero (el cual, desde la perspectiva del catolicismo, era maligno), fue golpeado y corrido de la comunidad por haberles quitado su riqueza. El cura llegó a Temextitlán, donde pidió asilo, y con la buena asistencia de la gente prometió regresar a pagar el favor. Después de unos meses llegó a cumplir su promesa entregando una pequeña cantidad de dinero. Ahora bien, la forma en que se identifica un hecho real es porque suelen emplearse marcas de adverbio y conjunciones para modificar un sustantivo, un verbo u otro adverbio que sirven para señalar un pasado, ya sea poco o muy remoto (lo que no sucede con las otras narraciones). En la Tabla 33 (página siguiente) muestro las marcas que se registraron en las narraciones de mis colaboradores. Como se puede apreciar, son diferentes marcas que indican un pasado real, pero la constante es el adverbio de tiempo y espacio la, antecedido por la conjunción mï, que es seguida por un sustantivo u otro adverbio. En el caso de los xun, emplean los mismos e incluso uno más, que podría considerarse como adecuado aunque no lo haya escuchado de los adultos: la mï ka nan (aunque esto se verá un poco más adelante), que equivale a «cuando empezó». También podría considerarse otra forma de adverbio que no escuché: la mï joo, que sería: «en ese entonces». En la Tabla 32 anoto estas formas no empleadas y la de los xun.

Marcas adverbiales Traducción/significación la mï ka nan en un inicio ADV CONJ PFTV iniciar la mï joo en ese entonces ADV CONJ ADV

Tabla 32.Otros tipos de adverbios

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Marcas adverbiales Traducción/significación Narrador/a la mï lïï tiempo atrás, en el pasado Tío Naa ADV CONJ SUST.pasado la mï la’vii en un principio Tío Milia’ ADV CONJ SUST.principio la mï jen desde antes (desde delante Tío Naa ADV CONJ ADV.adelante del pasado) la mï tiempo en ese tiempo Tío Milia’ ADV CONJ ADV la mï ‘yioo’ joo en ese momento preciso Tío Milia’ ADV CONJ ? ADV

Tabla 33. Tipos de adverbios

Analizando las narraciones de los adultos se observa que cuando tío Milia’ narra la historia de la comunidad y dice en un principio, uno puede intuir que se refiere a un evento que tuvo lugar hace muchos años. Las historias reales se ubican en un espacio específico, como en (24).

(24) La mï la’vii koti. Nan… Kaluu Jmïjuu, joo nia nø fïï, la’ fï na, La mï la’vii koti, nan… kaluu Jmïjuu, ADV CONJ principio ENF REIT atras NPR

joo ni-a në fï, la’ fï na allá EV-PFTV colocado pueblo por camino DEM ‘En un mero principio. Este… Por atrás de Jmïjuu, allí se ubicó el pueblo, por ese camino.’

A esta frase le suceden otras que, como se ve en el ejemplo mismo, designan un paraje que el narrador sabe que existió o que aún existe y que puede ser conocido por el o los interlocutores. Ésta es una de las diferencias con las narraciones fantásticas y de ficción. De igual modo, tío Naa emplea la frase la mï lïï ‘tiempo atrás’ o en el ‘tiempo pasado’ (que es un pasado que en verdad existió) para hacer una ubicación exacta. A mi

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pregunta sobre el origen geográfico de los habitantes de Temextitlán, tío Naa se adelanta y me interroga, en (25), para cerciorarse de que quiero referirme al pasado.

(25) ¿La mï lïï? ADV CONJ pasado ‘¿Tiempo atrás?’

Un poco más adelante afirma, con seguridad, que los habitantes de la comunidad provenían de un pueblo extinto llamado Kua. Para ello emplea otra vez la frase la mï lïï e incluso recurre a otra, que es la mï jen:

(26) …jo, joba li ni ka gua dzä la mï lïï, la mï jen jo, jo-ba li ni ka gua dzä la mï lïï, la CONJ ahí-INT ADV ASEV PFTV habitar gente ADV CONJ pasado DEM

mï jen CONJ antes ‘…entonces, ahí es donde habitaron las personas tiempo atrás, desde antes.’

La forma en que se introduciría una leyenda sería, más o menos, como se aprecia en (27). Esta forma la construyo desde mi conocimiento de la lengua, ya que no cuento con evidencias digitales. La diferencia en este caso es que se puede emplear algún verbo de acontecimiento, como lï ‘hacer’.

(27) Juu e sä e ka lï la mï jen… Juu e sä e ka lï la mï jen palabra CL.IN haber CL.IN PFTV hacer ADV CONJ antes ‘La palabra que hay, que pasó antes…’

En el caso de los xun se presenta de la siguiente manera. En el ejemplo de Chole, en (28), quien re-narró la historia de la comunidad, introduce los hechos de manera un poco distinta, pues emplea un verbo, similar a como lo hace tío Milia’, lo que no cambia el sentido de la historia, dado que parte de un punto específico.

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(28) E, la mï ka nan, jo dzen jo, tu in’ dzä ni lï, E, la mï ka nan, jo dzen jo, tu in’ dzä ni lï CL.IN ADV CONJ PFTV empezar CONJ terminar DEM dos.IN tipo gente ASEV ser ‘Es que, cuando empezó… entonces, terminando eso, dos tipos de gente era.’

En el caso de Roo, en (29), ella emplea otro recurso parecido al habla reportada. Roo intenta acercarse a una de las formas de los adultos, porque puede creerse que intenta dar credibilidad a su narración. Sin embargo, como aún no domina los estilos narrativos, falla un poco por remitir el contenido de su versión a la gente que existe antes y no a la gente grande, quien está aún en el presente. No obstante, su argumento es correcto y entendible.

(29) E ji’ dzä sen la mï jen e, nan, li si’ Mii Ao E ji’ dzä sen la mï jen e, nan, li si’ Mii Ao CL.IN decir gente existir ADV CONJ antes CL.IN REIT ADV estar parado.IN NPR ‘Es que, dice la gente que existe antes que, este, donde está parada la plaza.’

En el siguiente ejemplo, en (30), cuando tío Naa afirma que la historia de la comunidad la cuenta la gente grande, ésta podría ser como la forma más canónica, pues él asevera que es un hecho legado de la «gente grande», de la gente que ya vivió antes. Una particularidad del chinanteco que aparece en el caso de tío Naa y contrasta con el ejemplo (29) de Roo es que debe emplearse una primera persona del plural posesivo después del sustantivo grande, lo que lo coloca como más verídico, dado que lo ha contado «nuestra gente grande».

(30) Bueno, nan, juu e gia dzä köön’ kii’ ya, i na ka jalin, juu e roo Bueno, nan, juu e gia dzä köön’ kii’ ya, bueno REIT palabra CL.IN colocar gente grande 1P.POS ENF

i na ka jalin, juu e roo CL.AN DEM PFTV venir.P palabra CL.IN puesto ‘Bueno, este, la palabra que coloca nuestra gente grande, pues, quienes ya vinieron, la palabra que está puesta.’

Hasta aquí he ejemplificado las características de las tres clasificaciones de las narraciones en Temextitlán. Con estos ejemplos he argumentado sus formas canónicas

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para entender mejor cómo funcionan. En párrafos siguientes discutiré sobre la estructura de la narración, centrándome en los siguientes elementos: cómo se introduce a los personajes, cómo es el desarrollo y cómo es el desenlace en la narración, lo que me permitirá contrastar ambas versiones: la de los adultos y la de los xun.

5.5.3 Narraciones de ficción

En estas narraciones se agrupan todas las que han sido introducidas desde una visión occidental. Podría decirse que aquí se ubicarían los típicos «cuentos occidentales», los que llegaron por la influencia escolar y por otros medios como la televisión o la radio. En las narraciones de ficción al inicio se presenta con claridad una marca de figurativo. En el caso de tía Nacia, de quien más narraciones de este tipo obtuve, observé que mantiene la marca del figurativo al introducir a los personajes. Anoto un ejemplo en Juu kia’ ju, en (31), donde se muestra esta marca.

(31) Fala jan ju, ju nan, ju tan kuaba, ji’a. Fala jan ju, ju nan, ju tan kua-ba, ji’-a. FIG uno.AN zancudo zancudo REIT zancudo pegado río-INT decir-3S ‘Es como si fuera un zancudo, zancudo que, zancudo que habita en un río, dice.’

De igual modo, en (32), con la narración Alii de tía Fina, se observa la misma entrada. En este caso, por los elementos de la narración y el mismo título, se vuelve evidente que se trata de una pareja que no es chinanteca, ya que Alii no puede pensarse más que como un nombre en alguna lengua ajena al chinanteco. El figurativo, de igual modo, se encuentra al inicio, aunque haya una inversión, ya que en varios casos con el chinanteco es posible el cambio de orden de los constituyentes33.

(32) Lafa kanän dzä teñinbï do, kanän dzä teñin, ji’a, Lafa kanän dzä teñin-bï do, kanän dzä teñin, ji’-a, FIG un par gente pobre-ENF DEM un par gente pobre decir-3S ‘Es como si fuera un par de gente pobre, un par de gente pobre, dice.’

33 Otros casos de esta flexibilidad se pueden ver en la narración de tío Milia’. Éste es un ejemplo en el que el adverbio la funciona como un clítico y el figurativo es en realidad la palabra fa, que sería un verbo de duda, y suele emplearse como exclamativo cuando se quiere producir un efecto presuntuoso ante una segunda persona.

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En el caso con los xun, esta forma se puede apreciar en (33), en la narración Juu kia’ ‘yio mï’ de Roo, por lo que al menos ella tiene clara esta forma.

(33) Lafa kamïn’ ‘yio mï’, ¿jaa’?, ni ‘yunni’ kianni’ Lafa kamïn’ ‘yio mï’, ¿jaa’?, ni ‘yun-ni’ kian-ni’ FIG uno.AFEC.ANIM hembra hormiga INTR ASEV estar metido.3A barrer-3A ‘Es como si fuera una hormiga hembra, ¿cierto?, que estaba barriendo.’

Hasta aquí he mostrado cómo se distinguen los tres géneros de la narrativa que he identificado para la comunidad, contrastando las formas de los adultos y de los xun y observando las similitudes y diferencias en ambos casos. En el siguiente apartado mostraré la tipología de las narraciones para la comunidad, que serían los subgéneros de lo ya propuesto en este apartado. Cada uno de estos subgéneros sería un tipo específico de narración.

5.6 Tipos de narraciones en Temextitlán

Una vez analizadas las propuestas de las diversas categorías de los cuentos y la narrativa indígena, en este apartado presentaré una clasificación de los subgéneros que identifiqué dentro del género de la narrativa local en la comunidad. Respecto al género de la narrativa de ficción, no incluyo ningún ejemplo, dado que son, por así decirlo, los «cuentos clásicos» que llegaron con la visión occidental, de cierta manera impuestos desde otra cultura. Sólo muestro, a manera de ejemplo, algunos de los que me citaron mis colaboradoras. Debo decir que estas narraciones las conocen pocas personas; más bien son las narraciones que en un momento florecieron y las incluyo desde mi perspectiva. Si bien, como ya se anotó, los espacios para narrar casi han desaparecido, aún permanecen algunos seres del imaginario chinanteco en la memoria de la gente de Temextitlán. Esta clasificación, sin embargo, no se circunscribe a esta comunidad, sino que puede abarcar expresiones verbales similares de toda la región de la Chinantla de la Zona Alta. En todo caso, podrían agregarse otras, pero todas las que he tomado en cuenta están presentes en la cosmovisión de los chinantecos de esta zona.

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Dentro de la cosmovisión del pueblo de Temextitlán existen diversas historias que tienen un papel importante en la vida; aun cuando el catolicismo ha apabullado, al parecer, todas estas expresiones, se cree aún que las montañas, los peñascos y los riachuelos tienen dueños, seres que los resguardan. Por eso, ante el paso de una carretera o si hay que dinamitar un peñasco, «con seguridad hay pérdidas de vida», ya que los dueños necesitan corregir la profanación. De igual manera, aún se cree en la existencia de un ser que se encarga de asustar y bromear a los xun y otro que suele aparecer en las noches y se dedica a escarmentar por lo general a «hombres mal portados». Si bien cada día es menos frecuente escuchar que a alguien se le apareció alguno de estos seres, aún se tiene idea de su existencia. Con base en lo anterior propongo una clasificación de las narraciones que en algún momento tuvieron una gran vitalidad en la población. Éstas son las que, en mi calidad de integrante de la comunidad, he conocido a lo largo de mi vida, y son también varias de las que me enlistaron las personas que entrevisté.

I. Narraciones locales, o propias de la comunidad, con mezcla de realidad

Juu kia’ dzä aan Narraciones de sitios sagrados e ídolos Juu kia’ dzä laan Narraciones de dzä laan (nahuales) Juu kia’ dzä mo’ Narraciones de dueños de montañas Juu kia’ dzä xaa Narraciones de dueños de peñascos y riscos Juu kia’ e na ngongïn dzä Narraciones sobre la vida de las comunidades (anécdotas) Juu kia’ fidioo Narraciones de santos y dioses católicos Juu kia’ fii tuu’ jmïï Narraciones de dueños de ríos y riachuelos Juu kia’ jo’ nuu koo’ onuu Narraciones de plantas y animales Juu kia’ juu adzøø Narraciones sobre chismes Juu kia’ kuu ‘lï’ koo’ dzä jï Narraciones de dinero encantado y gente lumbre Juu kia’ nëë Narraciones de nëë (seres nocturnos) Juu kia’ rï’ Narraciones de rï’ (chaneques) Juu kia’ salvajñü Narraciones de salvajñü (salvaje)

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II. Narraciones históricas y leyendas

Juu kia’ Tï Ao Narraciones de la historia del establecimiento de la comunidad Juu kia’ xio’ la ka lï gua’ Narraciones de la historia de la construcción de la iglesia Juu kia’ jmidzä dzä Mïtaa Leyenda del cura de Totomoxtla

III. Narraciones de ficción o cuentos con tintes occidentales (juu kuanti)

Juu kuanti kia’ Alii Cuento de Alii Juu kuanti kia’ ju yüü’ Cuento del zancudo viejo Juu kuanti kia’ ‘yio mï’ Cuento de señorita hormiga

Como ya se hizo la distinción de estos géneros, en el siguiente apartado describiré un poco en qué consisten los subgéneros. Debido que en el género de las narraciones locales es donde hay más información, me limitaré a describir estas narraciones, ya que en el grupo de las de ficción entrarían los típicos cuentos que llegaron con la escuela y con el contacto con la cultura hispana. En cuanto al género histórico, queda claro que los elementos son reales. Queda pendiente abordar con mayor precisión cómo es que las leyendas se conciben como hechos reales, por lo que no las separo de los hechos históricos; la única diferencia es que sí hay algunos elementos que no se pueden identificar como reales. Dado que este trabajo no es una tipología de la narrativa, me limitaré a hacer una muy breve descripción de esta clasificación con la idea de que el lector tenga un acercamiento más puntual y con fines analíticos.

5.6.1 Juu kia’ dzä aan

Las narraciones de sitios sagrados e ídolos comprenden diversas historias que se asocian al culto católico. Llamo ídolos a las deidades que en el pasado formaron parte de las deidades de las diversas culturas de Mesoamérica, porque así les llaman en la comunidad.

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En la Chinantla Alta a las diversas divinidades representadas en piedras que en la actualidad se conservan como vestigios arqueológicos se les llama dzä kuu uu’ ‘gente piedra enana’. Como el catolicismo los asoció con lo maligno, se tiene la convicción de que la familia que posee cualquier «gente piedra» es atacada por diversas enfermedades. Éstas van desde una simple decoloración de la piel hasta inflamaciones en distintas partes del cuerpo, lo que puede conducir a la muerte. El motivo para rendirle culto a una de estas figuras es porque tienen el poder de proveer abundancia en los cultivos, lo que garantiza que nada faltará en la familia –situación indispensable en la sociedad chinanteca–. Por otro lado, los sitios sagrados, como las montañas, se están asociados con esta «gente piedra» porque los ídolos suelen ubicarse en esos lugares. Las montañas, que han jugado un papel importante en la vida de diversas culturas mesoamericanas, tienen un simbolismo entre los chinantecos que los conecta con las nuevas deidades. Por ejemplo, el cerro Mo’ jli y el famoso Cerro Pelón que, como su nombre indica, está Foto 14. Sitio sagrado Mo’ jli desprovisto casi de vegetación en la cima y tiene una altura cercana a los tres mil metros sobre el nivel del mar, lo cual lo ha llevado a ser un punto de referencia y, por lo tanto, objeto de diversas narraciones. Hay otros espacios, como cascadas, riachuelos y lagos «encantados». Por ejemplo, hay un lago que poca gente puede ubicar en la cima del Cerro Zacate y que, de acuerdo con lo que la gente cuenta, tiene un guardián temible, por lo que hay que ir con mucha cautela para no sufrir algún mal o enojar al protector. Quienes acudían antes a este lugar eran los grandes curanderos y sólo para tratar casos muy difíciles.

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5.6.2 Juu kia’ dzä laan

En las narraciones de nahualismo o personas con poderes prevalece el común de que la gente se transforma en diversos animales. Hernández (2002) traduce literalmente la palabra dzä laan como «gente cuero», dado que, como él mismo señala, estas personas tienen la cualidad de convertirse en diversos animales (o incluso fenómenos meteorológicos, como truenos). Menciona que no debe confundírseles con brujos, porque en realidad algunos de ellos son buenos y vigilan el bienestar del pueblo. En Temextitlán el término dzä laan se asocian a «personas malignas», y ésa es la traducción que mejor se le puede dar, ya que por lo regular son los que hacen males. Quienes tienen poderes para hacer el bien y convertirse en arcoíris o truenos son denominados como dzä lii’ «gente vidente», «gente despierta», «gente con poderes», o quizá, como anota Montemayor, «gente con transformaciones». Algunos de ellos sólo tienen el don de la transformación y sólo suelen salir –sus nahuales– a buscar alimento en los gallineros de sus vecinos, sin hacer más maldades. Los otros son, por lo general, curanderos que sólo se dedican al arte de la sanación. No obstante, también a muchos curanderos se les asocia con los dzä laan, ya que también pueden hacer maldades.

5.6.3 Juu kia’ dzä mo’

Los dueños de las montañas se representan de diversas maneras. Hay quienes los describen como seres malignos que son capaces de robar a las personas, mientras otros los caracterizan como simples guardianes que aparecen para notificar alguna noticia o las reglas del bosque. No hay una imagen precisa de estos seres, pero muchas personas coinciden en que su cualidad es la de apropiarse de las almas de las personas, prefiriendo las de los xun, ya que su inocencia o pureza les sirve de alimento.

5.6.4 Juu kia’ dzä xaa

Los dueños de los peñascos son representados como seres con grandes poderes y, sobre todo, capaces de proveer riquezas. Hay coincidencias en toda la zona respecto a que los peñascos son sitios donde existe gran cantidad de dinero. Un número considerable de

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personas suele conocer historias de personas que han sido atraídas por esta riqueza. Quien establece pacto con estos seres debe realizar pagos anuales con vidas de otras personas o, incluso, con sus familiares. Aún suelen escucharse ciertas historias sobre aperturas de carreteras en donde la pérdida de vidas es constante, pues ante tal ofensa se debe pagar con sangre y con las almas humanas para aliviar el daño. Quienes provocan esas muertes son los dueños de los grandes peñascos.

5.6.5 Juu kia’ e na ngongïn dzä

Las anécdotas son las narraciones que le dan un ambiente de vida a las reuniones en la comunidad. Conforme pasan los años llegan a un punto en que se convierten en importantes narraciones porque se relatan hasta tener un cierto grado de ficción. Las narraciones de este grupo son muy ricas en la comunidad, ya que muchas sirven para hacer reír a la gente, aunque, como se verá más adelante, su función es más bien avergonzar o adular a los personajes principales.

5.6.6 Juu kia’ fidioo

Dentro de esta categoría entran todas las narraciones de los santos de la comunidad y las historias míticas de la vida de Jesús, todo lo relacionado con ciertos pasajes bíblicos y hasta los acontecimientos que se suscitaron con la llegada de la nueva religión a las tierras chinantecas34. La historia más representativa es el de la virgen patronal, que, junto con las narraciones sobre santos patronos de infinidad de comunidades, está cargada de hechos milagrosos. Sin embargo, cada santo tiene una historia particular y muchos otros tienen una narrativa mezclada con ficción. Cuando narra la historia de Temextitlán, Tío Milia’ cuenta una parte de la narración del Cristo rescatado del templo que fue incendiado. Esta es una narración que se relata para reforzar la fe de los creyentes; dice que «por milagro de Dios» es que se salvó el Cristo, porque todo lo demás quedó carbonizado.

34 Sugiero consultar la recopilación que Hernández (2002) realizó para ejemplificar con la narración llamada «cortarse la cara», en donde menciona que cuando el catolicismo llegó a la Chinantla el término persignarse se entendió como tø dzä nia «cortar gente cara», lo que conllevó a que se dispersaran las personas por miedo a cercenarse el rostro.

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5.6.7 Juu kia’ fii tuu’ jmïï

Los dueños de ríos y riachuelos son descritos como si fueran una especie de sirenas, entre cuyas atribuciones está la de resguardar a los ahogados y capturar a los hombres como castigo por matar a los peces de los ríos. Las sirenas pueden llegar hasta las casas a escarmentar a las personas que han abusado de los animales acuáticos. De otros guardianes no se tiene una imagen precisa, pero se sabe que existen. Esto se corrobora en las diferentes curaciones que se hacen en los ojos de agua, a donde se llevan ofrendas a cambio de la salud de algún enfermo. Cada arroyo y riachuelo tiene un guardián.

5.6.8 Juu kia’ jo’ nuu koo’ onuu

Las narraciones sobre animales involucran, en su mayoría, a pumas, jaguares y tigrillos. A estos felinos se les conoce con la palabra genérica ‘yioo’, que suele traducirse, aunque con imprecisión, como «león» o «tigre». Se considera que estos animales tienen la facultad de hipnotizar, por lo cual abundan las historias en que más de una persona ha padecido de las acechantes miradas de un puma. También son comunes las historias donde a un cazador se le entumen las manos a la hora de disparar su arma o la bala no se dispara. Por otro lado, los truenos son seres asociados a formas de animales, por lo que también entran en esta clasificación. Las narraciones sobre plantas son abundantes, pues, además de sus funciones principales de ser alimenticias y medicinales, hay una diversidad de historias relacionadas con ellas. Así pues, se cuenta que intervienen en la vida diaria de las personas. Si bien muchas de estas historias se presentan más como datos informativos, Foto 15. Nacimiento del arroyo Jmïï Sata

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bien se pueden incluir en esta categoría narrativa35.

5.6.9 Juu kia’ juu adzøø

En esta clasificación coloco las narraciones que día a día van surgiendo en la comunidad. Los chismes son las narraciones cortas y concisas sobre algún acontecimiento relevante o no para la comunidad. Pasado un tiempo, si el chisme se mantiene y resulta que los hechos son más o menos verdaderos, entonces pasa a la categoría de anécdota, donde el narrador le pondrá un ingrediente más de su propia voz. De acuerdo con la poeta Irma Pineda, el chisme es un arte y sirve para transmitir información importante y entretener (ponencia presentada en noviembre de 2011 en CIESAS D.F. en el marco de la 31 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil). Éste puede ser un género que ha estado presente en la comunidad desde hace mucho tiempo, sólo habría que darle otro tratamiento o analizar los aportes «literarios» que posee.

5.6.10 Juu kia’ kuu ‘lï’ koo’ dzä jï

Las narraciones sobre dinero encantado están relacionadas con los dueños de peñascos, pues estos sitios son los lugares llenos de riquezas. Sin embargo, les doy otra clasificación debido a que no siempre se relacionan con estos accidentes del terreno. Muchas historias suelen referirse a que a las personas se les aparecen ciertos personajes y que no necesariamente viven en los peñascos; otros son seres que salen en las noches a conseguir dinero (en algunos casos, tienen el poder de convertirse en fuego). Cuando un meteorito se ve en el cielo se dice que es un dzä jï ‘gente lumbre’ que anda transportando dinero, y si se le pide en ese instante quizá puede uno ser afortunado.

5.6.11 Juu kia’ nëë

La palabra nëë no tiene una traducción exacta al español. Las nëë pueden compararse con las matlacíhuatl de la cultura náhuatl, aunque sólo de forma superficial. Sus funciones son

35 Al respecto sugiero consultar el libro El pueblo Chinanteco de la Sierra Juárez y su coexistencia con la flora medicinal (2010), una investigación que realicé desde el 2002.

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otras: escarmentar a los hombres infieles por sus acciones y dar una enseñanza de cómo se debe actuar en la vida. Por ello, de manera regular, estas apariciones son de aspecto femenino, y se les presentan normalmente a los varones (es raro que una mujer vea a una nëë). Las nëë aparecen con frecuencia en las noches. Nëë podría traducirse con cierta debilidad como «noche», porque no hay más datos. Toman por lo general formas de los parientes más cercanos para seducir a sus víctimas. Los hombres que son engañados terminan entre zarzas, en barrancos, en ríos y en cualquier sitio peligroso.

5.6.12 Juu kia’ rï’

Rï’ es, con una forma literal, ‘rubia’, pero nadie sabe por qué se les llama así a estos seres que suelen hacer bromas a los xun y esconder cosas. Muchos xun prefieren llamarlos «duendes», y quizá se podría encontrar un parecido con ellos. En la literatura nahua se les nombra chaneques a unos seres que se acercarían a los duendes. Este nombre puede ser el más acertado para los rï’. Estas entidades suelen presentarse como iguales a los pequeños para así engañarlos. Llegan con promesas de juegos y diversidad de dulces para cautivar a sus víctimas, a las que se llevan hacia lugares inhóspitos (estrategia parecida a la de los nëë). Persuaden a sus víctimas con falsas invitaciones para comer panes, galletas, refrescos y todo tipo de golosinas. Es común que se narre que quienes fueron engañados hayan sido invitados a un festín donde el pan es excremento de caballo y el refresco orín de toro. Los otros tipos de rï’ tienen cualidades más etéreas; es decir que son volátiles como el viento y no se les puede ver nunca. Sus artes consisten en hacer bromas a las personas dentro de la casa, escondiendo cualquier objeto. Si es el caso, para que el objeto perdido aparezca se debe invocar al rï’ a los cuatro vientos, a viva voz y con fuerza, para que escuche y regrese el objeto que se llevó. A cambio, se le prometen diversas cosas, como matrimonio con los hijos o hijas, comida o amenazas.

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5.6.13 Juu kia’ salvajñü

Catalogar con precisión un género o un tipo de narrativa que se centra sobre un ser sobrehumano ha sido un poco complicado. En un principio lo quería ubicar en el género anecdótico, dado que mucha gente afirma que le sucedió a una persona de la comunidad o de otra cercana. Sin embargo, me di cuenta de que esa afirmación es un recurso para darle mayor veracidad a lo que se cuenta. Si bien todas las narraciones de este tipo giran en torno al mismo personaje, la forma narrativa cambia. Mientras tía Teree asegura que fue a un Foto 16. Cúpulas de la iglesia Quiotepec hombre del pueblo vecino de Quiotepec a quien le ocurrió el caso, otras personas suelen decir que le sucedió a una persona de la propia comunidad.

5.6.14 Juu kia’ Tï Ao

Las narraciones de los peregrinajes de los fundadores de Temextitlán se inscriben en un pasado específico y basado en hechos más reales que ficticios. Como el proceso es largo y se divide en varios periodos, esta narrativa tiene un carácter histórico. Pocos son los documentos que pueden complementar estos relatos (algunos mapas y copias poco legibles). Por eso la narrativa es lo que va trasmitiendo esos valores e historias que identifican y reivindican la vida de un pueblo.

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5.6.15 Juu kia’ xio’ la ka lï gua’

Lo mismo que sobre la historia de la comunidad ocurre con las construcciones de edificios y de las iglesias. Aunque hay una mezcla que puede acercar estas narraciones al mito, como cuando tío Milia’ y tío Jonás afirman que la gente se colgaba maíz en el cuello para paliar la hambruna y poder trabajar durante la construcción de la iglesia, por el tiempo de esos hechos, si es que acaecieron, podrían tomarse como inverosímiles. La construcción de la iglesia inició hace más o menos cuatrocientos años, con un número reducido de personas, con dimensiones que sobrepasan a las de los tres municipios en la región.

5.6.16 Cuentos con tintes occidentales (Juu kuanti)

En esta categoría entran todas las narraciones que se han conocido desde una postura tradicional o práctica como cuentos. Muchos reflejan la visión «externa», tanto en los personajes como en los acontecimientos. Así, se pueden encontrar los cuentos de «Juan tonto», «Juan ceniza», «Juan baraja», cuentos de reyes y príncipes donde la constante es el acumular bienes y dinero, cuentos semejantes a fábulas, entre otros. Como señala Montemayor, «un poderoso caudal de cuentos de tradición oral europea se ha integrado ya en el mundo de las lenguas indígenas de México. A menudo presentan leves ajustes que reflejan un nuevo medio geográfico» (Montemayor 1996: 119).

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VI. Análisis de datos

En este capítulo, una vez que se han hecho todas las descripciones referentes a la comunidad, a la lengua y la categorización de la narrativa, procederé a mostrar los datos hallados en este estudio. En este análisis, si bien no abarca la totalidad de lo que puede estar sucediendo en Temextitlán, muestro un avance significativo en cuanto a la comparación de dos generaciones, bastante distantes, para dar cuenta de cómo narra uno y otro grupo. En una primera parte presento algunos datos (que llamo preliminares) sobre lo que no esperaba encontrar respecto a la vitalidad de la narrativa. Más adelante entro de lleno respecto al análisis de los datos, donde parto de tres aspectos básicos de una narración, es decir los elementos mínimos que debe contener: cómo se introduce a los personajes, cómo es el desarrollo y cómo es el desenlace. En el último apartado analizo lo referente al habla reportada, un aspecto esencial en la narrativa comunitaria. Teniendo en cuenta la categorización que propuse en el capítulo anterior, catalogo las narraciones que analizaré en este estudio de la siguiente manera:

• Juu kia’ salvajñü como una narración propia del salvaje • Juu kia’ rï’ como una narración de rï’ o chaneques • Juu kia’ Tï Ao, como una narración de la historia del establecimiento de la comunidad

«Juu kia’ salvajñü» es narrada por tía Teree, «Juu kia’ rï’» es narrada por tía Mari’ y «Juu kia’ Tï Ao» la narra tío Milia’. Con lo anterior, en este trabajo analizo tres narraciones, a las que etiqueto de la siguiente manera:

Narración Clasificación

Juu kia’ salvajñü I

Juu kia’ rï’ I

Juu kia’ Tï Ao III

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Sin embargo, analizo dos narraciones que son del mismo tipo: Juu kia’ salvajñü y Juu kia’ Rï’, esto porque la categorización no pude realizarla hasta después de concluido mi periodo de trabajo de campo y por las razones que expuse en el capítulo cuatro. Por lo tanto, la etiqueta sólo sirve para distinguirlas una de otra. Respecto a la re-narración, es decir, la forma en que narraron los xun que colaboraron, es como se muestra en la Tabla 34 (ver transcripciones).

Tipo de narración Narradores Juu kia’ salvajñü Roo Miyee Chole Juu kia’ rï’ Bran Juu kia’ Tï Ao Chole Roo Tabla 34. Narraciones narradas por los xun

6.1 Datos preliminares

Algo que descubrí después de muchas reflexiones, y ya bastante avanzado en esta investigación, es que la narrativa en Tï Ao sigue viva en la mente de las personas mayores. En un primer momento me vi algo pesimista al creer que ya habían desaparecido por completo. Esta percepción se ha debido a varias situaciones a las cuales me he enfrentado, lo que ha llevado a que piense de esta manera. Por ejemplo, en mi experiencia como profesor me había enfocado sólo a lo que podía percibir a simple vista, a unas preguntas simplistas o a los comentarios de las personas que también ven la situación desde la misma perspectiva. No obstante, al ver con otros ojos, al profundizar en esta investigación, me di cuenta de que la narrativa sigue viva aunque de una manera sutil. Algo innegable es que los espacios en los que se narra son los que han desaparecido y las condiciones son las que ya no existen; por ello, todas las personas que entrevisté coincidieron en que ya no les narran a sus hijos o nietos y en que los xun ya no se interesan, como me indicaron tía Nacia, tía Ñela36, mi compadre Samuel37, entre otras personas.

36 Entrevista personal en diciembre de 2011. 37 Entrevista personal en enero de 2013.

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Ahora bien, ¿cómo puedo afirmar que las narraciones siguen vivas cuando en otros capítulos he argumentado que ya no se escuchan, que los xun ya no las conocen? Hubo dos situaciones que por azares de la observación me permitieron darme cuenta de esto. La siguiente experiencia ilustrará esta situación. Tía Mari’, que ha sido una de mis mejores «maestras» a lo largo de mi vida de estudiante, me dio esos elementos claves. La primera situación se presentó mientras, en una de sus visitas a la ciudad de México, caminábamos sobre la calle Génova, en la colonia Roma, en el mes de julio de 2013. Habíamos salido de la estación del metro en la glorieta de los Insurgentes y nos encaminamos por esa calle con rumbo a la Avenida Paseo de la Reforma. Al cruzar la calle de Liverpool se presentó ante nuestros ojos una pequeña fuente donde se encuentra una escultura de una sirena de bronce con dos delfines al lado, como saltando del agua. Tía Mari’ al observarlo me dijo: «para qué está la sirena y los caballos de agua». Le respondí algo más o menos acorde a la fuente. Entonces sucedió lo que me daría estos elementos. «Una sirena es la que llegó a rescatar a unos peces, a la casa de una persona de Yólox»38 dijo de repente. Yo, sin prestarle mucha atención, apenas le contesté, como restándole importancia: «Ah, ¿sí?», cuando en ese momento comprendí que me Foto 17. La sirena estaba dando la clave de mi investigación. De inmediato le imprimí mayor importancia a su comentario y le pregunté a quién le había pasado y cómo, sabiendo que la narración también había llegado a su mente para transmitírmela. «Sí, pues –dijo–, es que su esposo había atrapado dos peces el día anterior. No sé a qué persona le pasó, pero es una persona de Yólox. Es un poco extraño, en verdad, pues era un pequeño arroyo el que pasaba cerca de su casa. No se cómo es que atrapó a los peces, pero los tenía en una cubeta, ahí, debajo de la mesa de su

38 Traducción libre dado que no tengo grabaciones.

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metate. La vio así, que entró la sirena, una mujer sin pies, con boca de pez, a rescatar a los peces». Quedé más que fascinado. Tía Mari’ me contó esa bella narración sin más, gustosa, sin tener que decirle: «cuéntame un cuento». En esos momentos recordé lo que mi directora de tesis nos había dicho en clase, en cierta ocasión: “A partir de ahora ya no serán los mismos, ahora observarán con otros ojos, escucharán con otros oídos, con los de un investigador”. En ese momento me di cuenta de ello, de que debía estar más atento a todo. Otra de las escenas se presentó dos días después. Nos encontrábamos en casa, alrededor de la mesa, después del desayuno, con mi colega y amigo Martín Jacinto y otras tres personas más, platicando de cosas insustanciales cuando, de repente, tía Mari’ le preguntó a Martín: «¿Cómo es que me has dicho que te llamas? Ya se me olvidó». Martín, con mucha amabilidad le respondió. Entonces ella, con su característico tono bromista dijo: «Ah, entonces tú eres el que se llama para que el duende39 entregue las cosas perdidas». Ni yo ni nadie de los que estábamos ahí comprendimos de lo que quería decir (dado que lo decía en español). Le pregunté (en chinanteco) a qué se refería y sólo comprendí que hacía alusión al mítico rï’40 de las narraciones fantásticas. Como ella quería hacerse entender y explicárselo a Martín, se lo dijo de manera breve sin mucho éxito. Debido a una salida que teníamos que realizar no pude preguntarle más, y con las actividades que teníamos lo olvidé. Para mi suerte la escena culminante se repetiría en la ciudad de Oaxaca, mientras tomábamos una aguanieve en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), donde, acompañado de mis amigos, se repitió la escena y pude corroborar la hipótesis que había formado con la primera escena. Además de que tía Mari’ simpatizó mucho con Martín, había algo en ella que le provocaba esas imágenes del rï’ y que lo relacionaba mucho con él. La escena llegó por sí sola por una cuestión de suerte al ver algunos grabados en ese espacio y al estar bromeando con Martín, con lo que tía Mari’ rio un poco y sólo dijo: «Tú eres el mayor Martín». Entonces, mis oídos y mi instinto de investigador se activaron con rapidez y le dije, con una amabilidad que quizá antes no le había mostrado, que me narrara la «palabra» porque no comprendía bien a qué se refería. Para ese momento yo ya tenía mi cámara en mano y pude obtener una

39 Refiriéndose al chaneque, al rï’. 40 Ver Juu kia’ rï’.

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grabación, siguiendo a detalle cada uno de sus movimientos. «Así es como digo, pues, que se tiene que invocar al Mayor Martín para que el rï’ regrese lo que se ha llevado. Sabes, pues, que el rï’ esconde cosas, y si no lo encuentras es porque él lo ha escondido. Entonces lo llamas primero a él y le dices que si no te lo entrega llamarás al Mayor Martín para que lo castigue, para que lo meta a una cárcel de espinas». No daba crédito a lo que acababa de escuchar. Además de que esa parte nunca la había oído, estaba asombrado por la fineza de la narración de tía Mari’, por esa cualidad de ser una excelente narradora. Comprendí que su mundo es, en verdad, distinto al mío, que ve las cosas con imágenes de otra «época», pero sabe relacionarlas con la actualidad. No satisfecha con su narración, con la afirmación de que en verdad existe el rï’, dio otro giro diciéndome: «Pero no fue el rï’ quien escondió las cosas de Araceli –una anécdota que me había contado el día anterior, sucedida a una de sus mejores amigas al perder unas joyas–, fue en verdad la gente…» Y me siguió contando esa anécdota que ella recuerda que le pasó a su amiga. Ese día el escenario quedó claro: las narraciones siguen vivas entre la gente adulta de Temextitlán. Esa tarde recordé el caso del señor Aurelio, quien, al llegar yo a un costado de la cancha y sentarme a su lado en un tronco que sirve de banca, ya me había dado los primeros indicios de cómo es que sigue presente la narrativa, aunque sea de manera más esporádica. Como se acercaba la fiesta de La Soledad –en una pequeña comunidad cercana llamada La Soledad Tectitlán–, al momento de saludarlo me preguntó si iría a jugar con los jóvenes. Al responderle que no, se acercó otra persona cuestionándome por qué no lo haría, pues era casi mi deber jugar con los jóvenes, ya que por varios años fui integrante del equipo de la comunidad. Entonces dije un mal chiste: «Prefiero obtener una mejor caza, por lo que esperaré la fiesta del municipio –que es mucho más grande y mucha mayor la cantidad del premio en efectivo que ofrecen–, en donde sí me animaré». Entonces el señor Aurelio, entre risas, me dijo: «No te vaya a pasar como a un yoleño que por creer que era fácil comerse un mazate se le escapó». Como nos causó risa la comparación, a la vez que intriga, le dije que me la narrara. La anécdota es la siguiente (dado que no tengo evidencias de audio, la traducción es libre): «Le sucedió a un yoleño, allá en la ranchería San Isidro, que había atrapado a un mazate con ayuda de una trampa. Al pobre animal lo había amarrado con un mecapal, al

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lado de su casa. Mientras el hombre afilaba su machete, le decía con un gesto compasivo al animal: ‘¿Qué puedo hacer, pobre de ti, pues caíste en mis manos. No tengo más remedio que comerte. Pero, no te preocupes, porque en verdad te disfrutaré en mi comida. Estoy afilando muy bien mi machete para que de un solo golpe acabe contigo y no lo sientas’. Cuando terminó, se preparó para consumar su crimen. Tocó y midió el cuello del mazate. Levantó el machete lo más alto que pudo y, al momento de bajarlo con la intención de degollarlo, el animalillo giró un poco y el machete fue a caer justo en el mecapal. El mazate salió brincado por entre la yerba. El viejo lanzaba maldiciones por su estupidez. Por eso digo, no te vaya a pasar así, que por querer comer mucho te quedes con el antojo». También recordé que, en una de las reuniones en la tienda con cinco ciudadanos de la comunidad, uno de ellos, el señor Lindo, me narró el caso de un misterioso animal al que llamaron ‘yioo’ loh, un nombre algo enigmático porque el término ‘yioo’, como ya se anotó, sirve para referirse a los felinos, pero el término loh, si bien intuimos dos de los que estábamos ahí que podía ser equivalente a ‘lobo’, no fue posible establecer que en verdad lo fuera, porque no tendría sentido emplear el clasificador de felino. Otro de los ciudadanos coincidió en que conocía el relato. Dijo que su abuela se lo había contado. El relato trata de un extraño animal, de dimensiones extraordinarias, que se acerca al pueblo, de manera astuta, a robarse los pollos, guajolotes y hasta cuches. Había mucho temor y desdicha en el pueblo por la pérdida de los animales. Hubo una persona que lo cazó y como recompensa le dieron muchos regalos, hasta dinero. El desenlace es que, según coincidieron los dos ciudadanos, se trataba del nahual de una persona de la comunidad de Maninaltepec, localizada dentro del municipio de Quiotepec, y que murió a los pocos días. En su lecho de muerte, le dijo a sus hijos que una persona de Temextitlán le había causado la muerte. Estos acontecimientos me hicieron comprender que las narraciones siguen vivas, están vigentes, aunque de una manera casi invisible y sólo entre los adultos, porque no se pueden percibir a simple vista o a simple oído. Sin embargo, para que haya una narración son necesarios ciertos elementos que motiven a las y los narradores: una coincidencia, una comparación, un recuerdo, una imagen, entre otros.

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Cierto es que las personas tienen razón cuando afirman que los xun ya no se interesan por «los cuentos», pero efectivamente, son «cuentos», son del tipo III (que ya mostré), de los que llegaron con la escuela y con una visión «occidentalizada». Lo que comprobé con estas narraciones de Tía Mari’ es que algunos seres de la cosmogonía del mundo chinanteco siguen vigentes: se sigue creyendo en varios de los seres del imaginario chinanteco, en los rï’, en los nøø y en los dzä mo’. Esto lo compruebo con Alis, una niña de siete años, que cursa segundo de primaria, quien me narra de manera breve un caso del rï’ y lo relaciona con la experiencia de su hermana mayor –de unos 25 años–, quien vio a ese ser. Alis está segura de que existen esos seres, pues afirma que su hermana vio a uno de ellos y ella ha escuchado de otros casos. Estas narraciones y la afirmación de estos seres sirven, además de para inculcar los valores morales en la comunidad, para que los xun respeten ciertos espacios dentro y fuera de la comunidad, para que tengan precauciones al caminar por los lugares alejados de la población y lleven a cabo todo lo relacionado con una vida más armónica.

6.2 Observaciones a los datos

En el siguiente apartado y subapartados trataré de ilustrar cómo se introduce a los personajes en las narraciones en Temextitlán. Se debe tener en cuenta que, si bien hay una línea muy delgada que diferencia la presentación de la narración y la presentación de los personajes, estos son casos diferentes. Por ello varios de los ejemplos son casi los mismos que los del capítulo V. En esta parte el análisis girará en torno a los siguientes tópicos: cómo se introduce a los personajes, cómo es el desarrollo y cómo es el desenlace. Debo aclarar que todas las narraciones tomadas para este análisis (es decir, aquellas cuyas transcripciones he presentado son narraciones elicitadas, así que fluyeron de manera natural. Por ello también es que los xun logran narrar bien al experimentar con ellos, pues también los elicito, y son pocas la diferencias que presentan. Como he dicho, existen algunos tipos de narraciones en las mentes de varios adultos, pero ya no se pueden escuchar, sin una elicitación mediante. Más aún, incluso elicitando puede ser que ya no surjan bien, como lo comprobé con mi compadre Samuel, quien narra muy bien extractos del cuento de «Juan ceniza», pero ya no logra conectar bien.

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6.2.1 Cómo se introduce a los personajes

Empiezo de nueva cuenta con tía Nacia, con una grabación realizada en enero de 2011 como un esbozo de lo que sería mi tesis. En el ejemplo de Juu kia’ ju, en (34), se aprecia el inicio con un figurativo, dado que es una narración catalogada como de ficción. Con el figurativo ella presenta a su personaje, un zancudo que, pronto se entiende recrea a la vez que asevera que existió, un personaje similar a cualquiera de los que se conocen en la actualidad. Además, al ubicar al personaje con ese figurativo, a la vez que recrea que es como si fuera un zancudo cualquiera, también da a entender como si se tratara de una persona. Porque, si bien es como si fuera un zancudo, también puede ser como si fuera un zancudo humano. Esto es relevante porque tía Nacia menciona que en realidad no era un zancudo, cualquiera sino un zancudo que vivía en un río (al margen de un río).

(34) a. Fala jan ju, ju nan, ju tan kuaba, ji’a. Fala jan ju, ju nan, ju tan kua-ba, ji’-a. FIG DET.AN zancudo zancudo REIT zancudo pegado río-INT decir-3S

b. Kamïn’ ju ni tan kua, ji’a. Kamïn’ ju ni tan kua, ji’-a. DET.AN zancudo ASEV pegado río decir-3SG ‘Es como si fuera un zancudo, zancudo que, zancudo que habita en un río, dice. Un zancudo habitaba un río, dice.’

En (34) a. se introduce y ubica con pocas palabras al personaje (el zancudo). En esta parte vemos un enfático –ba, que sirve para realzar la figura del personaje, para enfatizar que es él sobre quien recaerá todo el peso de la narración. En (34) b. debe hacer una reiteración acerca del personaje para que no haya duda de quién es el actor principal y para hacer énfasis en la narración. Sin embargo, como en el ejemplo anterior ya enfatizó sobre él con un -ba, en este ejemplo reitera a la vez que lo asevera con el marcador ni. Otro ejemplo ilustrativo es en la narración Alii de tía Fina, en (35), en donde se puede observar algo similar. Fina emplea el mismo recurso de la reiteración al anunciar dos veces a los personajes. En (35) a. introduce a sus personajes como una pareja pobre empleando un enfático -bï, y en (35) b. reitera respecto a la pareja sin ninguna marca

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importante más que el recurso del habla reportada para deslindarse41 de la narración. En (35) b. tía Fina aporta un elemento importante sobre los personajes, que son pobres, para ubicarlos bien. En (35) c. los ubica en un espacio específico.

(35) a. Lafa kanään dzä teñinbï do. Lafa kanän dzä teñin-bï do. FIG un par gente pobre-ENF DEM ‘Es como si fuera un par de gente pobre,’

b. kanän dzä teñin, ji’a, kanän dzä teñin, ji’-a, un par gente pobre decir-3S ‘un par de gente pobre, dice.’

c. ni näi koo dzi too xaaba, ji’a. ni nä-i koo dzi too xaa-ba, ji’-a. ASEV estar sentado-3P uno.IN dentro hoyo peñasco-INT decir-3S

Ahora bien, analizando las narraciones que trabajé con mis colaboradores encuentro las siguientes situaciones. Empiezo con Juu kia’ rï’, narrado por tía Mari’. En (36) a. se observa que ella emplea como recurso una marca de reiterativo, el nan, para hacer un acto preparatorio para introducir a su personaje con el jan. Después emplea un enfático para realzar su narración con el ya, en (36) b.

(36) a. Nan… jan Vöö, Vöö ni sii… Manuela sii i dzämïo ya, koo’ juu ñi’. Nan… jan Vöö, Vöö ni sii… Manuela sii i REIT uno.AN Manuela Manuela EV llamarse Manuela llamarse CL.AN

b. dzämï-o ya, koo’ juu ñi’ mujer-DEM ENF con palabra sol ‘A ver… una Manuela, Manuela se llamaba… Manuela se llama la mujer, pues, con español.’

41 Más adelante discutiré sobre el habla reportada y por qué la llamo una forma deslindativa.

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En el caso de los xun, se observa que mantienen esta forma con algunas diferencias mínimas. En la versión de Bran, en (37), se introduce bien al personaje, pero se emplean otros recursos. Utiliza una forma afectiva para enunciar que es una persona, con el afectivo kamïn’ en lugar del jan. Lo que es claro es que ya no emplea el nombre de Manuela en chinanteco, cosa evidente por el desuso que se le ha dado a los nombres en la lengua materna, pues desde hace más de una década se han preferido incluso nombres extranjeros a los de la tradición hispana42.

(37) Nan, kamïn’ dzä ni sii Manuela ni… Nan, kamïn’ dzä ni sii Manuela ni… REIT uno.AN.AFEC gente ASEV llamarse NPR ASEV ‘Este, una persona que se llamaba Manuela.’

Veamos ahora el caso de la narración Juu kia’ salvajñü de tía Teree. En (38) a. después del reiterativo introduce pronto el habla reportada (sobre la que se hablará en el siguiente capítulo) para luego mencionar a su personaje empleando el numeral animado jan, que define que es «una persona». La reiteración, que luego realiza, se vuelve necesaria porque equivaldría a algo más o menos como: déjame ver o vamos a ver, al introducir el personaje. Se aprecia, además, un enfático -ba al reiterar que en verdad es un quiotepecano; así queda claro, sin lugar a dudas, que se trata de un personaje de la comunidad de Quiotepec.

(38) a. Nan... jo ji’ni, jan dzä Gi, ji’i, dzä Giba ji’i. Nan... jo ji’-ni, jan dzä Gi, ji’-i, dzä Gi-ba ji’-i REIT CONJ decir-3S uno.AN gente Quiotepec decir.3S gente Quiotepec-INT decir.3S ‘Este… entonces dice, un quiotepecano, dice, un quiotepecano, pues, dice.’

b. Ee’ ji’i […] i ni jan’ba do, i kamïn’bï ji’gïa […] Ee’ ji’-i … i ni jan’-ba do, i kamïn’-bï ji’-gï-a… EXC dice.3S CL.AN ASEV regresar.3S-INT DEM CL.AN uno.AN-INT decir-ENF- 3S ‘Así dice… regresaba. Era uno solo, dice, pues…’

42 Ver mi tesis de licenciatura (García 2010b).

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En la versión de los xun las cosas no están nada distantes. Miyee también inicia bien al presentar a su personaje en (39), donde emplea apropiadamente el jan. Hay un ligero cambio al ubicar al personaje, dado que él se refiere a que el quiotepecano hacía viajes constantes a Valle Nacional y no lo ubica con más precisión, como lo narra tía Teree y como se aprecia en (38) b., donde que dice que regresaba. Miyee se refiere a que el personaje continuamente iba a ese lugar.

(39) Jan dzä Gi nia… ni dzøa, ni dzøa Mii dza‘nïa u Jan dzä Gi ni-a… ni dzø-a, ni dzø -a Mii dza ‘nï-a DET.AN gente Quiotepec ASEV-PFTV ASEV ir-3S ASEV ir-3S NPR ir vender-3S

u cazuela ‘Un quiotepecano que… iba, que iba a Valle Nacional a vender cazuela.’

En cuanto a la historia de la comunidad, se observa lo siguiente. Como ya se anotó en párrafos anteriores, las historias reales se ubican en un espacio específico. En la versión de tío Milia’ en (40) es clara la ubicación espacial cuando él hace referencia a un principio. En este ejemplo se evidencia el cambio de orden del reiterativo nan, algo constante en el chinanteco (como ya se ha señalado), ya que, en lugar de aparecer al principio (como podría esperarse), tío Milia’ lo emplea un poco más adelante, una vez que afirma que lo que va a narrar sucedió en un principio.

(40) La mï la’vii koti. Nan… Kaluu Jmïjuu, joo nia nø fïï, la’ fï na, La mï la’vii koti. Nan… kaluu Jmïjuu, ADV CONJ principio ENF REIT atras NPR

joo ni-a në fï, la’ fï na allá EV-PFTV colocado pueblo por camino DEM ‘En un mero principio, este… por atrás de Jmïjuu, allí se ubicó el pueblo, por ese camino.’

El caso de los xun se presenta de la siguiente manera. Con Chole, en la misma versión, se observa que ella introduce los hechos de forma un poco distinta, pues emplea un verbo que, si bien es distinto al que utiliza tío Milia’, no cambia el sentido de la

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historia, dado que parte de un punto específico. Sin embargo, pronto introduce el nuevo elemento (que más adelante se discutirá) que todos los xun emplearon: jo dzenjo.

(41) E, la mï ka nan, jo dzen jo, tu in’ dzä ni lï, E, la mï ka-nan, jo dzen-jo, tu in’ dzä ni lï CL.IN DEM CONJ PFTV-empezar CONJ terminado-DEM dos.IN tipo gente ASEV ser ‘Es que, cuando empezó… entonces, terminando eso, dos tipos de gente era.’

En el caso de Roo, en (42), lo que ella hace es emplear el recurso del habla reportada, intentando dar mayor credibilidad a su narración. Sin embargo, como no domina este estilo narrativo, falla un poco por no ubicar en el pasado su narración. No obstante, su argumento es correcto, y es entendible su intención al ubicar espacios reales como la plaza de la comunidad.

(42) E ji’ dzä sen la mï jen e, nan, li si’ Mii Ao E ji’ dzä sen la mï jen e, nan, li si’ Mii Ao CL.IN decir gente existir ADV CONJ antes CL.IN REIT ADV estar parado.IN NPR ‘Es que, dice la gente que existe antes que, este, donde está parada la plaza.’

Hasta aquí el análisis de la forma de los elementos encontrados respecto a cómo se introduce a los personajes. Como se pudo observar, los xun no varían sus estilos narrativos, en esta parte, más que en cosas mínimas. Más adelante se discutirán otras situaciones que contrastarán un poco más con la forma adulta.

6.2.2 Desarrollo

En este apartado discutiré las particularidades del desarrollo de la narración. En las tres personas adultas encontré un mismo patrón que al parecer es una cualidad de la narrativa en Temextitlán. Las siguientes ilustraciones pueden ejemplificar cómo transcurre una narración en dos visiones: la tradicional (u occidental) y la chinanteca. Nuevamente aclaro que estas gráficas, así como las líneas de flujo, sólo se han podido realizar gracias a las narraciones elicitadas. Éstas son las formas que en un pasado eran frecuentes.

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Ilustración 4. Representación gráfica de una narración lineal. Modalidad 1

Ilustración 5. Representación gráfica de una narración en Temextitlán. Modalidad 2

Ilustración 6. Representación gráfica de una narración en Temextitlán . Modalidad 3

Retomando los tres géneros de las narraciones, que ya expuse, encontré que las narraciones de ficción son las más lineales (Ilustración 4), por la sencilla razón de que son de origen ajeno a la cultura chinanteca, por lo que podría catalogarlas como «occidentales». Las otras dos categorías (las narraciones locales y las historias y leyendas) se representan con las ilustraciones 5 y 6 y tienen un desarrollo no lineal, el cual contrasta con la tradición occidental. Las narradoras incluyen al oyente para situarlo dentro de la narración, para verificar que sí está atento y para que tenga más referencias al respecto. Las personas que realizaron las narraciones muestras incluyeron escenas de la vida real para ejemplificar sus palabras y las relacionan con las vivencias no tanto con un sentido moral, sino para hacer remembranzas de ciertos lugares, de situaciones vividas, de ciertas actividades que en algún momento se realizaban y que, como ellos bien lo saben, ya no se practican; todo esto tiene la finalidad de que el oyente reflexione sobre la actualidad, lo cual le imprime al relato mucha más veracidad. Respecto a los xun, observé que ellos narran empleando la modalidad 1 (ilustración 4) debido a que tienen formas menos elaboradas, porque los espacios para la narrativa ya

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no existen o quizá porque debido a su edad sólo cuentan con elementos narrativos para presentar situaciones lineales. Si consideramos la edad además de la habilidad para narrar, quizá más adelante las cosas serán mejores. Esta forma de los xun podría ejemplificarse con la Ilustración 7.

Ilustración 7. Representación gráfica de las narraciones de los xun (modalidad 1)

Por otro lado, para los adultos es imprescindible hacer copartícipe al oyente, ejemplificándole la narración con acontecimientos de la vida real para que haya mayor énfasis. Quizá esta parte es diferente a la narrativa tradicional, en que sólo hay una línea de flujo de información, mientras que en la narrativa chinanteca hay dos. Esto se ilustra con las figuras 8 y 9.

Narradora Receptor

Ilustración 8. Línea de flujo de la narrativa lineal

Narradora Receptor

Ilustración 9. Línea de flujo de la narrativa en Temextitlán

Analizaré, a continuación, en este apartado, las narraciones de los adultos, dado que con ellos se pueden ilustrar mejor estas formas. Con los xun fue poco lo observado en este sentido. Esto podría entenderse por la razón de que los adultos tienen formas más elaboradas, con más información, mientras que los xun presentan formas más sencillas. Analizo primero la narración de Juu kia’ rï’, luego Juu kia’ salvajñü y al último juu kia’ Tï Ao.

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Observemos el ejemplo (43), en la narración de tía Mari’, donde en b. entra en contacto directo conmigo.

(43) a. Vööo ni ka jmea nan… mïjnëë a tooba ji’i; Vöö-o ni ka jme-a nan… mïjnëë a too-ba ji’-i; Manuela-DEM EV FTV hacer-3S REIT frijol contener plátano-INT decir.3S ‘Manuela había hecho este… frijol mezclado con plátano molido, dice;’

b. mïjnëë a too, jo, ¿jo sï joo na ke’gï ‘në mïjnëë a too, jo, jo sï joo na ke’-gï ‘nø frijol contener plátano CONJ NEG INTR DEM DEM comer-ENF 2S ‘frijol con plátano; ¿acaso tú lo habrás vuelto a comer,’

c. e joo?, mïjnëë a too, jla jmä. Jmä lï gui’ba xu’. e joo, mïjnëë a too, jla jmä, jmä lï gui’-ba xu. CL.IN DEM frijol contener plátano grandemente sabroso sabroso ser frío-INT poco ‘eso?, frijol con plátano, es grandemente rico. Es rico sólo que es un poco frío.’

Tía Mari’ siente a la vez que una obligación de incluirme, quizá para atraer más mi atención, un deseo de ubicarme en ese espacio, en un espacio que en realidad ya no es frecuente en la actualidad porque los tiempos en que se comía ese tipo de comida eran otros, cuando se acudía a una ranchería casi olvidada por las personas de la comunidad. Además de esta explicación me da otro elemento importante, en (43) c., un verdadero conocimiento: la propiedad «fría» de este tipo de comida, por lo que hay que tener cuidado al consumirla, equilibrarla con otras comidas o bebidas con propiedades «calientes» para que el estómago sienta la estabilidad necesaria para estar bien. Por ello atrae mi atención y me obliga a entrar en contacto con ella y responderle, como se aprecia en el ejemplo (44), situación que además aprovecho para preguntarle los tipos de plátanos que se emplean y el modo de preparación43.

(44) ¿Egï koo’ too e jmoo dzä? E-gï koo’ too e jmoo dzä

43 Para una mejor contextualización ver la transcripción completa de la narración.

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INTR-ENF con plátano CL.IN hacer gente ¿Y con qué plátano lo hace la gente?

Ante esta pregunta me ilustra las variedades de plátanos que se pueden emplear, que ella empleó en algún tiempo, en (45).

(45) Too… fïï’ too yüü fïï’ too… peron, fïï’ too ñi’, fïï’ […] Too… fïï’ too yüü fïï’ too… peron, fïï’ too ñi’, fïï’… plátano aunque sea plátano rojo aunque sea plátano perón aunque sea plátano sol aunque sea ‘Plátano… aunque sea plátano rojo, aunque sea plátano… perón, aunque sea plátano castilla, aunque sea […].’

Y una línea más adelante, en (46), después de estas subidas y bajadas, regresa a la narración esencial.

(46) Joba e, ni ka jmee […] Vöö, nan, too, mïnëë ka gio’a too […] Jo-ba e, ni ka jmee […] Vöö, nan, too, mïnëë ka gio’-a eso-DEM CL.IN EV PFTV hacer Manuela REIT plátano frijol PFTV verter-3S too, plátano ‘Por ello es que había hecho […] Manuela, este, plátano, frijol que le echó plátano […].’

En el caso de tía Teree, en Juu kia’ salvaje, ella hace una aclaración respecto a las personas de Quiotepec, que se dedican (y se han dedicado) a comerciar utensilios de barro. Esto quizá podría interpretarse como un mero recurso literario, pero no lo es, porque engloba a la gente de esa localidad respecto a sus actividades. Esto lo vemos en (47).

(47) Dzë e dzaliin dzä Gia, mï ngïa, ka tï fï Mii, dzøa, ee ‘nïa, ee kiaa. Dzë e dzaliin dzä Gi-a, mï ngï-a, ka tï fï pues CL.IN ir.3P gente Quiotepec-DEM ADV caminar-3P PFTV tocar.IN camino

Mii, dzø-a, ee ‘nï-a, ee kia-a. NPR ir-3S INTR vender-3S INTR llevar-3S ‘Puesto que los quiotepecanos van, cuando caminan, hasta Valle Nacional; algo que venden, algo que llevan.’

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Un poco más adelante no sólo me incluye a mí, sino a toda la población de Tï Ao, al comparar las actividades realizadas por las personas de Quiotepec con las que nosotros hacíamos, tiempo atrás. En este caso emplea una marca de figurativo para ubicarme e integrarme en (48).

(48) e joba e liönni, lafa dzä jnää’, kafeeba e li ön jnää’ mï lïï. e jo-ba e liön-ni, lafa dzä jnää’, kafee-ba e liön CL.IN eso.INT CL.IN socorrer-3S FIG gente 1P café-INT CL.IN socorrer

jnää’ mï lïï. 1P ADV tiempo atrás ‘Eso es lo que se ayudan; es como si fuéramos nosotros, con el café nosotros nos ayudábamos tiempo atrás.’

En la narración de Juu kia’ Tï Ao, con tío Milia’ en (49), él es más lacónico con su inclusión, pero al preguntarme si conozco el paraje que menciona recrea un efecto en mi mente haciendo que se traslade a otro tiempo, a espacios poco conocidos.

(49) Jo nan… do nia na fïh kaluu Jmïjuu, ¿ja ñi’i fï joo? ¡Ja ñi’i! Jo nan… do ni-a na fï kaluu Jmïjuu, ¿ja ñi’i fï CONJ REIT DEM ASEV-PFTV establecer pueblo atrás NPR NEG saber-2S camino

joo? ¡Ja ñi’-i! ADV NEG saber-2S ‘Entonces, a ver… allá, atrás de Jmï Juu se estableció un pueblo, ¿no sabes por allá? ¡No sabes!’

Más adelante, en (50), vuelve sobre la misma interrogación y él mismo, al responder con una negación, con un tono compasivo me dice que es evidente que yo no conozco el lugar, porque sabe que soy mucho más joven que él, sabe que ya no me tocó andar por esos caminos.

(50)

Joba ga to’a cuete, jo… ka nii… dzifïba fin xaa, dzë xaa kefö’lïba joo. ¿Ja ñi’i? ¡ee’ joo ñi’i! Jo-ba ga to’-a cuete, jo … ka nii… dzifï-ba fin xaa, ADV-INT PFTV meter-3P cuete CONJ PFTV explotar luego-INT romper peñasco

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dzë xaa kefö’lï-ba joo. ¿Ja ñi’i? ¡ee’ joo ñi’-i! pues peñasco ?-INT DEM NEG.INTR saber.2P EXCL DEM saber-2P ‘Entonces metieron cuete, entonces… explotó… Rápido se rompió el peñasco, pues es impresionante ese peñasco. ¿No conoces ahí?, ¡qué vas a conocer!’

Estas son las formas en que la narrativa en Tï Ao puede desarrollarse, con la inclusión del receptor para que tenga mayor interacción; casi debe haber una coparticipación.

6.2.3 El desenlace

El nudo de la narración suele ser similar al de cualquier otra; es decir que tiene la cualidad de que el conflicto se resuelve casi al final de la narración, previamente al desenlace. Suelen imprimírsele algunas expresiones admirativas acompañadas de gestos para indicar que se vive con tensión la situación. El desenlace es el acto culminante de la narración. Las personas suelen terminar en algunos casos la narración, aunque en otros se acompañan de experiencias, dejándola abierta. De nueva cuenta las observaciones con mis colaboradores me permiten afirmar que en las narraciones en Tï Ao no hay un desenlace tajante, pues éstas se acompañan de otras historias, se ven enlazadas con otras narraciones, ya sea experiencias propias o de otras personas. Con las siguientes formas ilustro cómo podría verse un desenlace en una narración en Temextitlán, y una de corte tradicional.

Inicio Final

Ilustración 10. Inicio y final de una narración lineal

Inicio Final

Ilustración 11. Inicio y final de una narración en Temextitlán

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Las narraciones tradicionales tienen un punto de partida y un punto de llegada. Al parecer esto no cambia mucho en todas; es decir que la narración llega a su desenlace con un punto claro, donde hay un corte clarísimo de culminación. En cambio, las narraciones chinantecas, si bien llegan a un punto final, éste no es claro o culminante, porque en todos los casos los narradores lo relacionan con sus experiencias personales o lo enlazan con otras narraciones para que de cierta manera adquiera mayor veracidad. Muchas veces no hay un final claro. No es como con los cuentos occidentales, a los que puede imprimírseles un fin o un colorín colorado. En muchos casos las narraciones se acompañan de otras narraciones, ya sea experiencias propias de los narradores o ejemplos de otras personas. Este caso lo podemos ver en el siguiente párrafo de la parte «final» de la narración Juu kia’ salvajñü de tía Teree en (51).

(51) a. «Lalaba ngongïa» ji’a. Jo ma ji’ dzä goa, ji’-i: «La-la-ba ngongï-a» ji’-a, jo-ma ji’ dzä go-a, ji’-i, INT-aquí-INT acontecer-1S decir.3S entonces-INT decir gente pueblo-3POS decir-3S

b. «ja ngï ‘në ‘vöö’, ¿jna’a?, dzän’ma na», ji’i. «ja ngï ‘në ‘vöö’, jna’-a, dzän’-ma na», ji’-i. NEG caminar 2S solo.2S AFEC-2S peligro-INT ahí decir-3S ‘«Así me aconteció», dice. Entonces dice afectivamente la gente de su comunidad, dice: «no camines solo, ¿sí? es peligroso por ahí», dice.’

c. Jo, jo ngïgïa ‘ñia’a, ji’i Jo jo ngï-gï-a ‘ñia’-a ji’-i entonces NEG caminar-INT-3S solo-3S decir 3S ‘Entonces, ya no camina solo, dice.’

d. tixü gani sï gaani ngïa lï ti-xü ga-ni sï gaa-ni ngï-a lï completo-poco dos.AN-3P INTR tres.AN-3P caminar-3P ser ‘De a dos o tres es que caminan ellos,’ e. koo’ mo’ba do, ji’i, mï niun’ dzä, jo jarï. koo’ mo’-ba do, ji’-i, mï niun’ dzä, jo ja-rï ? montaña-INT DEM decir.3S ADV caerle la tarde gente entonces esperar-3S ‘puesto que es la montaña densa, dice, cuando le agarra la noche a uno, entonces se pernocta.’

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f. Jo… ¡Na ka ngïba jnää’ koo’ søø lajo! Jo… Na ka ngï-ba jnää’ koo’ sø-ø lajo. entonces PREP PRFV caminar-ENF 1P con mamá-1S así

g. Na ka ngïï’, na ka ngïï’ kefö’, la mï xua. Na ka ngïï’ na ka ngïï’ kefö’ la mï xu-a PREP PRFV caminar.1P PREP PRFV caminar.1P mucho cuando ADV infante-1S ‘Entonces… ¡Ya caminamos nosotras con mi mamá, así! Ya anduvimos, ya caminamos muchísimo, cuando era pequeña.’

Analizando este párrafo el punto culminante podría ser lo que se aprecia en (51) b., donde además podría considerarse incluida la moraleja, pues caminar solo por la densa montaña puede resultar peligroso, lo cual es el acto preparatorio para el final. En varios ejemplos de la narrativa chinanteca los desenlaces suelen tener una moraleja que, si bien no es tan explícita como en las fábulas europeas, sí tiene esa carga de enseñanza, de aprendizaje. Sin embargo, ella sigue, con un poco más de información de (51) c. a (51) e., pues cree necesario dar mayor realce a su narración. Finalmente, en (51) f., observamos cómo empieza a incluir una narración de su experiencia personal (que en realidad es extensa, pues, como se puede apreciar en la transcripción de su narración, aparte de relatar sus experiencias, incluye además elementos históricos muy interesantes), quizá para reforzar lo que acaba de contar, para ejemplificarlo con su experiencia o para aportar pruebas de que es real. En los desenlaces de los xun se observan situaciones más lacónicas. Los xun suelen terminar de manera abrupta o con menos elementos. En el caso de Chole, en (52), se puede observar esta situación y cómo tiende a parecerse más al final de un cuento tradicional. Se observa el uso de un demostrativo que indica que el referente se encuentra algo lejos de ella. (52) Jo, ji’ dzä goa, ji’a, lafa kamïn’ dzi i ka sin dioba do. Jii’ jobï. Jo, ji’ dzä goa, ji’a, lafa kamïn’ dzi i ka sin Entonces decir gente pueblo-1POS decir-3S FIG uno.AN perro CL.AN PFTV enviar

dio-ba do. Jii’ jo -bï. dios-INT DEM únicamente DEM-INT ‘Entonces, dice la gente de su pueblo, dice, es como si fuera un perro que mandó dios. Únicamente aquello.’

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En el caso de Roo, en (53) se observa algo mucho más concreto, pues ella termina la narración tal como es. En este caso no le asigna ningún otro elemento que haga pensar que ha terminado más que por el propio contexto de su narración.

(53) ee dzii ka sin fidio ba i do. ee dzii ka sin fidio ba i do. CL.IN perro PFTV enviar dios int CL.AN DEM ‘Que era perro enviado por dios ése.’

El caso de Miyee es parecido al ejemplo de Chole, pues emplea el mismo demostrativo y exactamente las mismas dos palabras finales en (54).

(54) Jo dzenjo… e juu joo ba ka giarï. Jii’ jobï. Jo dzen-jo… e juu joo ba ka gia-rï. Jii’ jo-bï. CONJ terminado-DEM CL.IN palabra DEM INT PFTV colocar-3S únicamenteDEM- INT ‘Entonces, terminando eso… esa palabra es la que narró. Únicamente aquello.’

Veamos ahora el párrafo de Juu kia’ Tï Ao narrado por tío Milia’ (en [55]), en donde luego que termina la narración –en esta parte es clarísimo el final– él se cree obligado a continuar con otra narración, la historia respecto a una antigua iglesia, para dar una información más amplia o hilar la que ha terminado.

(55) a. ¡Tulo ji, jo tulan dzäba i ga jmee’ gua’! ¡Tulo ji, jo tulan dzäba i ga jmee’ gua’! cuarenta año CONJ cuarenta.AN gente-INT CL.AN PFTV construir iglesia ‘¡Cuarenta años, y cuarenta personas quienes construyeron la iglesia!’

b. E lajoba lï e, e kuanti kia’ e la. E la-jo-ba lï e, e kuanti kia’ e la. CL.IN DEM-ADV-INT ser CL.IN CL.IN asunto POS CL.IN DEM ‘Así es, ese asunto de aquí.’

(56) Ñii, e la, e ka li ‘lï’ e la, e ø gua’ la Ñii, e la, e ka li ‘lï’ e la, e ø gua’ la mirar.2S CL.IN DEM CL.IN PFTV ? sucio CL.IN DEM CL.IN lugar iglesia DEM,

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‘Mira, aquí, que se ensució aquí (indica con su dedo el lugar, frente a su casa), este lugar de la iglesia,’

(57) dzë gabï jnä e fø’ dzä rosario, e la, ‘yio’ jmïï Jmï’lïï, mïi ji’ dzäta e sä rosario e ø gua’, la… dzë ga-bï jnä e fø’ dzä rosario, e la, ‘yio’ jmïï Jmï’lïï, pues venir-INT 1S CL.IN hablar gente rosario CL.IN DEM cuando fiesta NPR

mï-i ji’ dzäta e sä rosario e ø gua’, la… ADV-ASEV decir autoridad CL.IN haber rosario CL.IN lugar iglesia DEM ‘puesto que aún yo vine cuando la gente decía el rosario, aquí, en la Fiesta de Muertos, cuando dice la autoridad que hay rosario, en el lugar de la iglesia, aquí…’

En (55) b. se puede ver con claridad el final de su narración, el cual está logrado con maestría narrativa. En (56) y (57), después de unos segundos de terminar lo anterior, inicia con otra historia, de la antigua iglesia, que está casi frente a su casa. Él se muestra en la narración, puesto que ésta es parte de su experiencia, de lo que vio, de lo que vivió. En el ejemplo de los xun, en (58) con Chole, vemos algo similar a su ejemplo anterior. En este caso ella deja claro que es todo, todo lo que comprendió de la narración que escuchó y que vio (en la experimentación).

(58) jo ka li si «Oo gua’ sïï’». Jii’ jobï e ka ö’a. jo ka li si «Oo gua’ sïï’». Jii’ jo-bï e CONJ PFTV ADV llamarse boca iglesia viejo unicamente CONJ-ENF CL.IN

ka ö’-a. PFTV comprender-1S ‘y se llamó «Boca de la iglesia vieja». Únicamente eso es lo que comprendí.’

Otros ejemplos los pude encontrar en narraciones distintas a las de la experimentación, como la de totii, de Miyee, la cual es igual a su ejemplo en (59) e igual al de Chole.

(59) Ni jun Totii. Jii’ jobï. Ni jun Totii. Jii’ jo-bï ASEV morir NPR únicamente CONJ-INT ‘Había muerto Totii. Únicamente aquello.’

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En otro caso de Roo, en (60) utiliza un demostrativo que indica que el referente está más cerca de ella como narradora y del oyente, algo diferente al caso de Miyee y Chole.

(60) Jii’ nabï. Jii’ na-bï. únicamente DEM-INT ‘Únicamente eso.’

Hasta aquí he mostrado los elementos que los xun y los adultos mantienen en sus narraciones. Como se pudo apreciar, las diferencias son mínimas, ya que casi todos los xun mantienen la misma forma que los adultos, con excepciones en que llegan a confundir entre una narración de ficción y una local. Otro elemento es que en el desarrollo los xun no incluyen al oyente, lo que sí es generalizado en los adultos, además de que sus narraciones son lineales. Otra situación es que en el cierre de las narraciones los adultos las enlazan con otras narraciones, ya sea de experiencias personales o de otro tipo para tratar de ejemplificar mejor lo que han narrado, lo que no sucede con los xun, quienes terminan casi de manera abrupta. Los xun se mostraron más lacónicos, y con algunos elementos limitados, lo cual se debió a que, como ya lo anoté, las narraciones fueron experimentales, por lo que no tengo evidencias sobre si mostrarían estos elementos con la narrativa espontánea, dado que, según lo he mostrado, no existe.

6.3 Habla reportada

En este apartado abordaré someramente las generalidades de las narraciones en Tï Ao. Una de las particularidades de la narrativa es que el habla reportada con el verbo ji’ (dzä) ‘decir’ le da un matiz muy interesante, ya que cuando una persona inicia una narración deja en claro que lo que narrará no lo dice ella, que es un habla de otra persona. El habla reportada ha sido abordada por diversos investigadores (Bakhtin 1981; Bauman 1986; Labov 1972; Voloshinov 1992, entre otros).

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Bakhtin (1981) señala que «En todos los ámbitos de la vida y la actividad ideológica, nuestro discurso está lleno de palabras de otras personas» (Bakhtin 1981: 337). Bauman (1986) menciona que «el habla reportada, especialmente el habla citada, implica problemas especiales del manejo de comunicación, porque el narrador es en realidad el que platica en nombre de otras personas, además de él mismo» (Bauman 1986: 66). Con estos argumentos podemos entender un poco mejor el habla reportada, que es más o menos una tercera voz tomada como préstamo por otra persona. Por eso, en la narrativa de Temextitlán pareciera que las personas narran de una forma deslindativa, es decir, al tomar prestada «la palabra» se desmarcan de su persona y dan por hecho que la narración es así, que así fue, no porque lo digan ellas, sino porque eso es lo que ha dicho la gente. No se asume la autoría de esa narración, no se colocan como las personas que saben, sino como transmisoras de un legado. Al emplear el habla reportada se trae al narrador ausente, se emplea la voz de una tercera persona ausente, se vuelve la narración «polifónica», según Bakhtin. Quizá el uso de este recurso es para darle un matiz más verídico a lo que se narra y también para desmarcarse y no darse una autoría, pues no es ese el fin de una cultura que se rige con una visión comunitaria. Es para afirmar que es una narración colectiva, porque así lo dice la gente desde hace tiempo y así puede seguir transmitiéndose, como una historia colectiva. El verbo y las formas que se obtuvieron en las narraciones de los adultos, como indicadores del habla reportada, son las siguientes:

1. Ji’ (dzä) ‘Dice (gente)’ 2. Ji’-i ‘Dice-él/ella’ 100 emisiones 3. Ji’-a ‘Dice-él/ella’ 4 emisiones 4. Ji’-ni ‘Dice-él/ella’ 2 emisiones 5. Ji’-gïa ‘Dice-él/ella (con énfasis)’ 2 emisiones

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En (61) presento la forma que podría acercarse a la forma infinitiva del español. Esta forma debe ir acompañada del sustantivo dzä ‘gente’ para que sea entendible, dado que pocas veces suele emplearse un verbo por sí solo, aunque Hernández (2002), para la variedad de Las Nieves, indica que la forma que se acerca más es cuando se le antepone la palabra ta ‘trabajo’, por ejemplo, ta gö’ ‘trabajo comer’, es decir, ‘el trabajo de comer’.

(61) Ji’ dzä Decir gente ‘Dice gente (decir).’

En (62) vemos la forma más canónica del habla reportada, en donde el narrador o narradora se desmarca de su posición para citar a una tercera persona. Podría entenderse como cuando se hace referencia a una persona desconocida de quien no se tiene noticia; por lo tanto, la marca de la tercera persona es más imaginaria y el sujeto no es necesario, se puede omitir.

(62) Ji’-i Decir-3S ‘(Él/ella) dice.’ (¿sujeto desconocido?)

6.3.1 El caso de los narradores adultos

Una vez vistas las formas verbales que se emplean en el habla reportada, presento a continuación ejemplos con los datos de mis colaboradores adultos. La realización como aparece en (62) –página anterior– fue la forma que más emplearon los adultos. En la narración de Juu kia’ rï’ aparece cerca de 30 veces y en Juu kia’ salvajñü, por la dimensión del relato, está presente en casi 70 ocasiones. Sin embargo, cuando hay una referencia a la persona dentro del relato, también se puede emplear cuando se tiene que citar a la persona o darle voz. Por ejemplo, en la narración de Juu kia’ rï’ aparece en varias ocasiones esta forma, pero aquí es claro que quien dice es Manuela, que se vuelve la persona que habla dentro de la narración.

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Entonces, tía Mari’ le da voz, la cita hablando como ella. En el ejemplo (63) podemos ubicar la diferencia de la persona conocida y desconocida.

(63) «¿Ja köö’ i?, ¿ja köö’ i?» ni ji’i, «¿ja köö’ i xun?» ni ji’i. «Kebaa’» ni ji’ xun, ji’i. «¿Ja köö’ i?, ¿ja köö’ i?» ni ji’-i, «¿ja köö’ i NEG comer.2P tortilla NEG comer.2P tortilla ASEV decir-3S NEG comer.2P tortilla

xun?» ni ji’-i. «Ke-ba-a’» ni ji’ xun, ji’-i. infante ASEV decir-3S comer-INT-1P ASEV decir infante decir-3S

‘«¿No comen tortilla?, ¿no comen tortilla?», decía, «¿no comen tortilla, niños?», decía. «Comemos» decían los niños, dice.’

Este párrafo lo podemos ver por partes para tener una claridad de cómo se dan los casos. En el siguiente extracto tía Mari’ le da voz a Manuela, quien pregunta si los niños quieren comer. La narradora afirma que la pregunta la dijo el actor secundario, que es Manuela, por lo que aparece el verbo decir en esta parte.

(64) «¿Ja köö’ i?, ¿ja köö’ i?» ni ji’i «¿ja köö’ i?, ¿ja köö’ i?» ni ji’-i NEG comer.2P tortilla NEG comer.2P tortilla ASEV decir-3S ‘«¿No comen tortilla?, ¿no comen tortilla?», decía (Manuela).’

La narradora vuelve a darle voz a Manuela con otra pregunta en la que incluye a los xun, y es clara la presencia del verbo decir en el que el sujeto es conocido (ejemplo [65]). Esta distinción es clara por la marca del aseverativo ni que le antecede, la cual, como podemos ver, desaparece en el tercer ejemplo, en (66), donde ya es claro que el decir en esta parte corresponde al habla reportada. (65) «¿ja köö’ i xun?» ni ji’i «¿ja köö’ i xun?» ni ji’-i NEG comer.2P tortilla infante ASEV decir-3S «¿No comen tortilla, niños?», decía (Manuela).’

(66) «Kebaa’» ni ji’ xun, ji’i. «Ke-ba-a’» ni ji’ xun, ji’-i. comer-INT-1P ASEV decir infante decir-3S «Comemos», decían los niños, dice (sujeto imaginario).’

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En (67), que fue una de las formas esporádicas en las narraciones, con cuatro casos, es donde al parecer, y desde mi intuición de hablante, se tiene referencia al sujeto que se reporta y está implícito el sujeto. No obsante, en los ejemplos no es tan clara la distinción debido a que de las cuatro formas en que se emplea sólo en una existe evidencia, aunque, como se verá más adelante, la versión de Miyee nos da pistas más claras sobre esta afirmación, ya que él ubica a tía Teree como la narradora a la que dota de habla.

(67) Ji’-a Decir-3S ‘Él/ella dice.’ (¿sujeto conocido?)

El caso anterior se puede ver en el ejemplo (68) de tía Teree, donde la narradora emplea esta forma. Aquí lo que me queda claro en mi calidad de hablante es que le da más «animacidad» al habla reportada, a la persona imaginaria de quien habla, aunque en realidad no sea conocida.

(68) Jo mï, nan… ranmaa, ji’a, ranmaa, mïa ‘yan i dzii Jo mï, nan… ran-maa, ji’-a, ran-ma-a, mï-a ADV CONJ REIT acostado.AN-INT decir-3S acostado.AN-INT-3S CONJ-PFTV

‘yan i dzii encumbrar.AN CL.AN perro ‘Y cuando, este… está acostado, dice, está acostado, cuando regresó el perro (que fue a corretear al Salvaje).’

Otra de las formas, que se produjo una sola vez, es la que aparece en (69). Al parecer esta forma es simplemente un homónimo de la anterior, con un cierto grado de énfasis.

(69) Ji’-ni Decir-3S ‘Él/ella (lo) dice.’

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Esta forma aparece también en la narración de tía Teree cuando apenas empieza la introducción de la narración. Al parecer la forma la emplea porque antes me ha narrado varios hechos históricos de la comunidad y también una narración «propia» donde el personaje era de Quiotepec. Viendo esta forma, como se muestra en (70), puedo intuir que la emplea porque para ella es claro que yo ya sé que hay un personaje de cierta comunidad y uno imaginario que ya debo «conocer».

(70) Nan... jo ji’ni, jan dzä Gi, ji’i, Nan... jo ji’-ni, jan dzä Gi, ji’-i, REIT entonces decir-3S uno.AN gente Quiotepec decir.3S ‘Este… entonces dice, un quiotepecano, dice.’

La última forma, que también apareció en sólo dos ocasiones, lleva una marca de énfasis -gï que equivale a la forma con el ji’-a, o quizá una marca admirativa, y aparece en (71).

(71) Ji’-gï-a Decir-ENF-3S ‘¡Él/ella dice!’

Este verbo apareció también en la narración de tía Teree. Por lo tanto, es claro que tía Teree emplea estas formas porque da por hecho que yo ya conozco a sus personajes, al personaje de esta nueva narración y al personaje imaginario de quien toma la voz. Por ello parece que puede emplear estas formas. De lo contrario no sería aceptable, y por ello tía Mari’ no lo emplea, y mucho menos tío Milia’, quien no mete personajes imaginarios, o narra desde un conocimiento que él considera verídico. En el ejemplo (72) se puede ver su uso.

(72) ee’, ji’i, e ni jalin, i ni jan’ba do, i kamïn’bï ji’gïa, kamïn’ba i dzä Gio ni jaa’i. ee’ ji’-i, e ni jalin, i ni jan’-ba do, EXC dice.3S CL.IN ASEV regresar.3P CL.AN ASEV regresar.3S-INT DEM

i kamïn’-bï ji’-gï-a, kamïn’-ba i dzä Gi-o CL.AN uno.AN-INT decir-ENF-3S uno.AN-INT CL.AN gente Quiotepec-DEM

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ni jaa’-i. EV regresar-3S ‘Así, dice, regresaban, que regresaba, era uno solo, dice pues, solamente era un quiotepecano el que regresaba.’

A continuación hago el análisis de los ejemplos en las narraciones trabajadas con la forma ji’i. Discutiré primero las narraciones de mis tres colaboradores adultos. En seguida entraré con el análisis de los datos de los xun. En Juu kia’ rï’ vemos que, por la aclaración que tía Ri’ se cree obligada a hacer respecto al nombre en chinanteco para que el interlocutor entienda mejor, introduce un poco más tarde el habla reportada; esto se aprecia en (73) b., en donde se ve claramente que vuelve a retomar el hilo de la narración. En esta narración, de tres minutos y veinte segundos de duración, ella empleó 32 veces la forma ji’i.

(73) a. Nan… jan Vöö, Vöö ni sii… Manuela sii i dzämïo ya, koo’ juu ñi’. Nan… jan Vöö, Vöö ni sii… Manuela sii i REIT uno.AN Manuela Manuela EV llamarse Manuela llamarse CL.AN dzämï-o ya, koo’ juu ñi’ mujer-DEM ENF con palabra sol ‘A ver… una Manuela, Manuela se llamaba… Manuela se llama la mujer, pues, con español.’

b. Pee nan, Vöö ba e koo’ jmio, ya. Joba e… Ni gelin gan xun ma, ji’i. Pee nan, Vöö ba e koo’ jmi-o ya. Jo-ba e… pero REIT NPR INT CL.IN con idioma-DEM ENF CONJ-DEM CL.IN Ni gelin gan xun ma, ji’-i. ASEV llegar dos.AN infante INT decir-3S ‘Pero, con idioma es Vöö, pues. Entonces, así… Habían llegado dos infantes, dice.’

En el caso de Tía Teree observamos que es pronto la aparición del habla reportada debido a que ella continúa, después de que me ha narrado una versión de Juu kia’ rï’, con los sucesos acontecidos a una persona de Quiotepec. Por ello, con esos elementos empieza a imprimirle énfasis al habla reportada en (74) a. para luego acentuar aún más este énfasis en (74) b. En su narración de siete minutos emplea esta forma en 40 ocasiones.

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(74) a. Nan... jo ji’ni, jan dzä Gi, ji’i, dzä Giba ji’i. Nan... jo ji’-ni, jan dzä Gi, ji’-i, dzä Gi-ba ji’-i REIT CONJ decir-3S uno.AN gente Quiotepec decir.3S gente Quiotepec-ENF decir.3S ‘Este… entonces, dice, un quiotepecano, dice, un quiotepecano, pues, dice.’

b. ee’, ji’i […] i ni jan’ba do, i kamïn’bï ji’gïa… ee’, ji’-i … i ni jan’-ba do, i kamïn’-bï ji’-gï-a… EXC dice.3S CL.AN IRR regresar.3S-INT DEM CL.AN uno.AN-INT decir-ENF- 3S ‘así, dice […] regresaba, era uno solo, dice pues…’

Con tío Milia’ la situación cambia por el tipo de la narración, que es histórica. Muy avanzada la narración, cuando cree que es necesario dar mayor veracidad a todo lo que ha estado narrando, mete una forma que podría compararse con el habla reportada, aunque no lo es, haciendo uso de los conocimientos de los antepasados, lo cual se aprecia en (75), en donde lo he remarcado en negritas.

(75) a. Kia’ Doo ni sii e do, e lï, kaluu Jmïjuuo. Kia’ Doo ni sii e do, e lï, kaluu Jmïjuu-o. NPR ASEV nombrar CL.IN DEM CL.IN ADV atrás NPR-DEM ‘Kia’ Doo se llama allá, en donde, atrás de Jmïjuu.’

b. Ni lïnma e sii kia’ dzä, ‘lïï dzä köön’, dzä la mï tiempo ya. Ni lïn-ma e sii kia’ dzä, ‘lïï dzä köön’, dzä la mï ASEV ?-INT CL.IN nombrar POS gente muerto gente grande gente PREP ADV tiempo ya tiempo ENF ‘Ciertamente tenía un nombre específico para la gente, los antepasados, la gente de ese tiempo, pues.’

6.3.2 El caso de los xun

En las versiones de los xun fue evidente que ellos no emplearan el habla reportada, a excepción de Miyee, que empleó la forma ji’a, en donde se tiene referencia al sujeto que

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se reporta. Los otros (aunque también Miyee) en vez de utilizar el ji’i emplean unos nuevos códigos, como se aprecia en la Tabla 35.

Xio’ la sii ‘cómo se llama’ Jo dzen jo ‘entonces, terminado eso’ Dzen jo ‘terminado eso’ Jo, mï dzen jo ‘entonces, cuando terminó eso’ Mï dzen jo ‘cuando terminó eso’ Tabla 35. Nuevos códigos de los xun.

También, en la Tabla 36 (página siguiente), muestro la frecuencia con que cada uno de los xun empleó estos códigos en sus narraciones y cuántos de estos emplearon. Estos recursos, como puede apreciarse en las narraciones, son nuevos estilos que emplean todos, por lo que, al parecer, ya es una forma propia, aunque cada quien puede darle cierto modo. Si bien es claro que la mayoría ya no hace uso del habla reportada, quizá porque las narraciones fueron formas elicitadas y no versiones que ellos ya sabían (esta hipótesis tendría que verificarse en lo posterior), el caso de Miyee muestra que aún persiste ese conocimiento colectivo.

xio’ la sii jo dzen jo dzen jo jo, mï dzen jo mï dzen jo Total Bran 5 4 9 Chole 7 7 Miyee 8 6 3 6 23 Roo 13 4 17 Total 5 28 14 3 6 56 Tabla 36. Frecuencia de códigos nuevos usados por los xun.

A continuación ilustraré algunos ejemplos con cada uno de los xunses. Veamos el caso de Roo, en (76) a. b. y c., en su versión de Juu kia’ salvaje, que emplea dos formas distintas por dos ocasiones cada una. (76) a. Ee’ fala jan dzä ñüü’ ni jan’nia fï Ko’na, jo dzen jo E’e fala jan dzäñüü’ ni jan’-ni-a fï Ko’na, jo, dzen jo, EXCL FIG uno.AN hombre ASEV regresar-EV-3S camino NPR ADV terminar ADV ‘Es como si fuera un hombre que regresaba de Ko’na. Entonces, terminando eso,’

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b. ni ka to’ nøø. Dzen jo, ni ka nga-a si’ koo ni ka to’ nøø. Dzen jo, ni ka nga-a si’ koo ASEV PFTV echar oscuridad terminar ADV ASEV PFTV ver-3S parado uno.IN ‘se oscureció. Terminando eso, vio que estaba una’

c. ‘nø, jo, dzen jo, ni… ‘nø, jo, dzen jo, ni… casa ADV terminar ADV ASEV ‘casa. Entonces, terminando eso…’

Al ver el ejemplo de Miyee, en (77), se observa que él emplea tres formas distintas debido a que él fue quien más formas presentó (como puede corroborarse en la Tabla 36).

(77) jo, mï dzen jo, koo fï ni jan’nia la ‘ñiaa’. Mï dzen jo, na kanøbï, jo, dzen jo la’ do ni si’ jo mï dzen jo, koo fï ni jan’-nia la ‘ñiaa’, CONJ CONJ terminado ADV uno.IN camino ASEV regresar-3S ? solo-3S

mï dzen jo na kanø-bï, jo dzen jo la’ do ni si’ CONJ terminado ADV ya oscuro-INT CONJ terminado DEM por DEM ASEV parado ‘Terminando eso, una vez regresaba solo. Terminando eso, ya se oscurece. Entonces, terminando eso, por allá estaba parado.’

Sin embargo, como ya lo había anotado antes, al parecer Miyee tiene alguna noción del habla reportada. Su versión de «Juu kia’ salvajñü» nos da algunos elementos para concluir que el habla reportada que él emplea proviene de lo que ha escuchado de tía Teree como narradora inmediata. Por eso es a ella a quien dota de habla. Mi hipótesis de que esta forma (el verbo decir ji’a) remite a un referente conocido se aclara con los ejemplos de Miyee, quien la emplea en 17 ocasiones, y quizá no es que tenga la habilidad del habla reportada, sino sólo sabe que está dando una información de algo que acaba de escuchar de alguien. En (78) a. b. y c. muestro cómo la emplea.

(78) a. e koo, ji’a, ¡u! koo u e koo, ji’a. e koo, ji’-a, ¡u! koo u e koo, ji’-a. CL.IN quemándose decir-3S NEG uno.IN cazuela CL.IN quemándose decir-3S ‘que se quema, dice, ¡no!, una cazuela que se quema, dice.’

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b. Jo, dzen jo… e tøø’ ngu fï dzi, ji’a. Jo, dzen jo… e tøø’ ngu fï dzi, ji’-a. CONJ termiando DEM CL.IN contener carne ADV dentro decir-3S ‘Entonces, terminando eso… que contiene carne por dentro, dice.’

c. Jo, dzen jo, lïnnia e dzäba, ji’a. Jo, dzen jo, lïnni-a e dzä-ba, ji’-a. CONJ terminado DEM imaginaba-3S CL.IN gente-INT decir-3S ‘Entonces, terminando eso, imaginaba que era humano, dice.’

En el ejemplo de Chole, en (79), observamos que ella también emplea una de las formas, con Juu kia’ Tï Ao. Chole fue la que empleó estos códigos con menor frecuencia.

(79) E, la mï kanan, jo dzen jo, tu in’ dzä ni lï E, la mï ka-nan, jo dzen jo, tu in’ dzä ni lï CL.IN DEM CONJ PFTV-empezar CONJ terminado DEM dos.IN tipo gente ASEV ser ‘Es que, cuando empezó… entonces, terminando eso, dos tipos de gente era.’

En el caso de Bran, quien presentó un recurso distinto a los demás, pareciera ser que es como una muletilla de recordatorio, pero, puesto que se presenta en cinco ocasiones, lo asumo como un recurso propio de él. Esto lo vemos en el ejemplo (80).

(80) nan, ¿xio’ la sii?, ginnia, ¿xio’ la sii?, ni gelin gan xun nan, ¿shio’ la sii?, gin-nia, ¿shio’ la sii?, ni gelin gan xun REIT como DEM llamarse estar sentado-3S como DEM llamarse ASEV llegar dos infante ‘Este, ¿cómo se llama?, está sentada, ¿cómo se llama?, habían llegado dos infantes.’

Líneas más adelante presenta otra forma, como se aprecia en (81). (81) «¿Sï mï aa’?», jo, jïbï ni ji’ xun. Dzen jo, ni nan gö’ xun. Dzen jo, «¿sï mï aa’?» jo, jï-bï ni ji’ xun, dzen jo INTR tener hambre-2P CONJ sí-INT ASEV decir infante terminado DEM

ni nan gö’ xun. Dzen jo, ASEV REIT comer infante terminado DEM ‘«¿Tienen hambre?» Entonces, «sí, pues» decían los niños. Terminando eso, empezaron a comer los niños. Terminando eso,’

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Coincidentemente, Bran fue otro de los xun que emplearon el verbo ‘decir’, aunque sólo en dos ocasiones, como se puede apreciar en (82) a. y b. Como ya lo argumenté con el caso de Miyee, parece ser que la referencia inmediata de la persona a quien dotan de voz, de habla, es la persona a quien han visto y escuchado narrarles esa historia. Aunque no contamos con verdaderos datos de que Bran tenga bien establecida esta forma, al parecer es consciente de que puede emplear una segunda voz para dar una información de carácter explicativo.

(82) a. jo, nan, jminän’ Manuela ia, jminän’ Manuela ia, ji’a jo, nan, jminän’ Manuela ia, jminän’ Manuela ia, ji’-a CONJ REIT insultar NPR 3P insultar NPR 3P decir-3S ‘Entonces, este, los insulta Manuela, los insulta Manuela a ellos, dice.’

b. «e gaba xuna» ji’a, xio’ la sii, nia gö’ba xun jmiñi «e gaba xun-a» ji’a, xio’ la sii, ni-a gö’-ba xun CL.IN mal infante-DEM decir.3S dónde llamarse ASEV-PFTV comer-INT infante jmiñi comida ‘«son malos los niños» dice. ¿Cómo se llama? comieron los niños la comida.’

Como se ha podido observar, hay nuevas formas que los xun emplean y que no utilizan los adultos. Los xun, al parecer, no tienen la necesidad de emplear el habla reportada y la sustituyen con otros recursos. Las pocas ocasiones en que la emplean quizá se deba más a que buscan dar una información que han escuchado. Esta hipótesis, sin embargo, no puede ser concluyente, ya que los datos no son suficientes, pues, como he argumentado, los espacios para la narrativa han desaparecido y, por lo tanto, las dinámicas de interacción entre adultos y xunses han cambiado, lo que conlleva a que los xun, por sí solos, evolucionen en sus estilos narrativos. Además, los espacios que se podrían destinar para la narrativa son casi nulos en el caso de los pequeños. Sobre esto queda pendiente seguir indagando más adelante.

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VII. Conclusiones

Debo reconocer que creer que la narrativa en Tï Ao había desaparecido por completo me generó algunos conflictos. Por mucho tiempo sólo pensé en lo que se podía percibir a simple vista, o quizá debo decir a simple oído. Uno de los grandes logros de esta investigación es que me ha permitido darme cuenta de que la narrativa aún está presente y sigue viva, aunque sólo en los adultos y de forma muy sutil. Es claro que ya no permanece como en mi imaginario la concebí, y de ahí proviene uno de los errores que se arriesga a cometer un investigador cuando es parte de lo que investiga, no puede separarse un poco y se sitúa únicamente –o más– como sujeto de lo investigado. En términos concretos, esta investigación me permitió realizar un primer acercamiento a diversos aspectos gramaticales del chinanteco de Temextitlán, en particular a la documentación de los principales rasgos de su compleja fonología. Así mismo, me permitió realizar una etnografía de la comunicación que sirvió de marco para el análisis de la dinámica de uso del chinanteco en dicha comunidad, que sustentó algunos de mis hallazgos sobre los ámbitos de uso de las narraciones en contextos conversacionales. Un poco esperanzado, aunque a la vez que triste, puedo decir que existe una memoria, especialmente entre los adultos, sobre las narraciones locales, pero cada día se van perdiendo de manera más evidente los ámbitos de su práctica. En los procesos de desplazamiento lingüístico existen etapas que no han sido ampliamente documentadas, en las que no se pierde la lengua en su conjunto, sino solo se pierden –o caen en desuso– repertorios particulares. Lo que encontré –entre los adultos– como una forma canónica de narrar, donde incluyen diversos recursos para distinguir los tres tipos de géneros narrativos a los que me referí anteriormente, son solamente los que ellos conocen, son las formas que permanece en la memoria de ellos, y sólo salieron esas formas al elicitarlos, de modo que es difícil que surjan en contextos naturales. Pues bien, en este sentido puedo concluir de dos maneras respecto al desplazamiento o no de la narrativa en Tï Ao. Por una parte, afirmo que se han desplazado las narraciones, y sobre todo ciertos repertorios lingüísticos. Si bien he mostrado que los xun pudieron narrar, es porque llevé a cabo un experimento con ellos y, por lo tanto, su habilidad no se puede ver si no se elicita, sus narraciones en ellos no se pueden escuchar

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si no se experimenta. La segunda afirmación es que la narrativa permanece vigente en la memoria de algunos adultos. Al igual que con los xun, para que salgan hay que elicitarlos, hay que tener paciencia para que los adultos recuerden. Esta es la forma en que puedo decir que la narrativa aún sigue viva, pero quizá por poco tiempo. Desde un inicio yo llegué a Temextitlán con la premisa de que la narrativa había desaparecido por completo, así como muchos elementos de la lengua, y sólo debía mostrar cómo se había dado el proceso, que en un momento llamé «desplazamiento». Quería mostrar y demostrar que los xun ya no conocían casi nada de la narrativa. Aunque mi asesora de tesis, la doctora Regina, y mi lectora, la doctora Rebeca, me decían que era impensable que no supieran narrar los xun, yo mantuve mi postura. Pero mi visión cambió un poco con las revelaciones de tía Mari’. Debido a que en mi trabajo de campo no se presentó más que un caso (la anécdota del señor Aurelio), y lo había tomado más como un chiste anecdótico que como un ejemplo de cómo se puede manifestar la narrativa, no le puse mayor atención al no hallarle una coordinación con la vitalidad de la narrativa. Mi trabajo de campo no me dio los elementos para concluir que la narrativa seguía viva, me la dio tía Mari’ casi un año después. En mi trabajo de campo me dediqué a observar, a hacer entrevistas y cuestionar por qué la gente coincidía, desde muchos años atrás, en que la narrativa ya no se utiliza dentro de las conversaciones entre los habitantes de Temextilán. Y, sí, ya no se practica, ya no como los adultos la practicaron, pues se han desplazado los escenarios en donde los hablantes de chinanteco interactuaban para el desarrollo de la narrativa y sus hijos ya no saben contar esas narraciones que ellos escucharon, pues los repertorios lingüísticos son otros y por ello coinciden en sus percepciones sobre su falta de vigencia. De ahí modifique mi concepción y empecé a revisar mis notas de campo, todas las demás grabaciones que había realizado tiempo atrás y las que grabé a escondidas. Empecé a hacer memoria de cómo me desenvolví durante mi trabajo de campo, de las personas con las que platiqué, de todos los detalles que pude escuchar. Entonces recordé con nitidez el momento en que el ciudadano Aurelio me relataba la anécdota del yoleño y recordé de la impresionante historia que narró el ciudadano Lindo sobre el ‘yioo’ loh. Estos acontecimientos me permitieron cambiar mi concepción inicial. Por ello puedo concluir ahora que la narrativa aún sigue viva solamente entre los adultos, aunque con mucho menos intensidad que antes (varios

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adultos ya no recuerdad nada); sigue viva, pero no para todas las personas y no como antes, pues los espacios han sido modificados y los medios han contribuido a los cambios. No se narra igual. No se sientan los abuelos alrededor del fogón a narrarles a sus nietos. Tampoco los xun acuden a la leña o a otros trabajos para que les narren los adultos, pues tienen actividades que los mantienen ocupados buena parte del día. No obstante, la narrativa sigue viva, aunque, claro, padece de varios males a los que habría que prestarles atención. La manera en que sobrevive es camuflándose, deslizándose de manera sutil donde poca gente la ve, llegando a la mente de las personas con una imagen, con un motivo que inspire, en un breve instante. Esta es la forma en que aparece. Sale cuando puede, como un fantasma, ante un hecho que sirve como impulso, referencia o comparación. Entonces se manifiesta, cobra vida y adquiere los colores y las imágenes que en un tiempo tuvo, como me lo mostraron tía Mari’, el señor Aurelio y Lindo, sólo que, siguiendo esta analogía del fantasma, no todos pueden verla y escucharla. Está vedada, o limitada, para los xun, quienes ya no tienen interés en ella. Con estas conclusiones puedo agregar que la narrativa se mantiene en un contínuum que abarca de lo menos elaborado a lo más elaborado y/o de lo menos visible a lo más visible (esto lo muestro en la Ilustración 12).

- elaborada + elaborada +visible - visible xun jóvenes adultos ancianos

Ilustración 12. El contínuum de la narrativa en Tï Ao

Todas las personas adultas que entrevisté coincidieron en que ya no se narra, no les narran a sus hijos y/o nietos, por lo cual ha sido complicado distinguir entre la «vitalidad» o no. Si tía Mari’ no me hubiera dado la señal, si no hubiera sacado las imágenes guardadas en su mente en el momento más preciso, quizá hubiera concluido tajantemente que ya las narraciones están desplazadas. Por ello debo reconocer que tía Mari’ fue quien me dio la clave para entender cómo se manifiesta la narrativa, porque, si bien no ha desaparecido por completo, además de que ha cambiado, y bastante, ya no es visible para

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mucha gente. Ha cambiado la manera en que se manifiesta, aunque no precisamente su forma, pues, como lo muestran los datos, son pocos los elementos que los xun han modificado. Y es obvio que estos elementos son por el mismo dinamismo de la lengua, por su misma transformación. Este tema de la transformación muchas personas lo tienen claro, pues hay una palabra, ahora común entre los xun, que pronuncian de manera diferente, y los adultos simplemente suelen decir: los xun ya no hablan bien, desdeñando el hecho. A lo que me refiero es a una palabra empleada todo el tiempo en las tiendas cuando preguntan por el precio de algún artículo. El siguiente ejemplo, en (83), es la forma en que la producen los adultos:

(83) Xio’ ti kin Cuánto.IN cantidad valor ‘¿Cuánto vale?’

La forma que ahora los xun emplean es como se aprecia en (84), sin distinguir que emplean un plural, y este ejemplo es uno de los más visibles en que una lengua empieza a transformarse. Los adultos lo saben al escuchar a los xun, pero parece que no pueden hacer mucho.

(84) Jo’ ti kin Cuántos.IN cantidad valor ‘¿Cuántos vale?’

Otra de las controversias que me generaban conflicto es la situación lingüística de la comunidad, donde el prestigio del español aún está presente. Esto hace que algunos aspectos de la cultura y de la lengua chinanteca vayan siendo modificadas. Como ya lo apunté, en la comunidad hay varios espacios comunicativos donde se prefiere el uso del español, personas que optan por hablar únicamente en español, personas que emplean el cambio de código de manera constante, padres y madres de familia que sólo les hablan en español a sus hijos, entre otros fenómenos comunicativos. Esto puede hacer que uno crea que las cosas han cambiado muchísimo. Habría que esperar un par de años más para

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verificar si los xun que cursan su educación preescolar retoman o no el chinanteco y, de no hacerlo, entonces podríamos afirmar tajantemente que la situación lingüística de la comunidad está en otra etapa de cambios. No obstante, eso sólo se verá en unos cinco o diez años. Cuando anoto que los espacios narrativos ya no existen me refiero a los contextos que conocí en algún momento, desde mi infancia y de lo escuchado por otras personas, y que ya no pude observar durante mi estancia de trabajo de campo y desde que me di a la tarea de llevar a cabo este proyecto. Apunto que ya no existen espacios porque la mayoría de los adultos fueron quienes me argumentaron que los xun han perdido interés en ellos o simplemente porque «los tiempos fueron cambiando», como mencionó tío Otilio44. Sobre ello, queda claro que lo que ha cambiado son los repertorios que menciona Duranti (2000). Estos cambios se deben, como lo señalé antes, a la fuerza de atracción que ejerce la televisión, los otros medios electrónicos actuales como las máquinas de videojuegos, el Internet, la computadora misma y las películas que se venden a precios que los xun pueden alcanzar con pocos pesos. Estos son los factores que han hecho que la lengua y ciertos repertorios lingüísticos vayan perdiendo terreno. Al observar los datos de los xun se puede mostrar que ellos tienen habilidad para narrar. Afirmo esto debido a que les mostré unos videos con un proyector, similando una proyección de cine, lo que cobró relevancia para ellos. Con ello pude ver con claridad que emplean nuevas estrategias, con sus nuevas formas, pero la habilidad de narrar la tuvieron porque les mostré en dos o tres ocasiones la narración. No narran como los adultos, sino de una forma lineal, mucho menos elaborada y sin emplear el habla reportada. Mostraron un repertorio para narrar cosas más restringidas, como ya lo ilustré arriba. Están perdiendo un repertorio asociado a un registro, que es el de los adultos, pero la habilidad, mediante elicitación, está en ellos. Las experiencias de socialización les ha limitado esa habilidad, ese repertorio. Lo que les haría falta es desarrollar el repertorio que les permitiera narrar mejor, porque mi experimento muestra que con un poco de exposición a este repertorio, lo desarrollarían muy bien. En este sentido, el papel de la escuela y la comunidad van a ser cruciales.

44 Entrevista personal en diciembre de 2012.

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Si la escuela primaria (con el posible complemento del preescolar) sigue con su tarea de recopilar la narrativa de la comunidad, la amplía para que los xun narren libremente en chinanteco y los motivan para que no olviden el repertorio, seguro que se constituirá un gran aporte para el mantenimiento de la narrativa. Un caso análogo se puede observar a nivel regional con los trabajos que han emprendido los docentes de la Zona Escolar Número 150, quienes han hecho una labor considerable de difusión cultural. Desde unos ocho años atrás (como por el año 2007), empezaron a realizar diversas actividades culturales y de «reivindicación lingüística», como llamaron a un proyecto planteado a nivel de Jefatura de Zonas, el cual ha impactado en una porción de la sociedad. En consecuencia, hay un grupo de personas que se ha apropiado del discurso de la revaloración de la lengua y cultura. Por ejemplo, un músico del municipio de Yólox grabó un disco en la lengua chinanteca, retomando dichos, anécdotas y personajes comunes, entre otras historias; el disco ha circulado por todas las comunidades. Otro caso es el de un ciudadano del municipio de Quiotepec que, cuando le da por hacer bromas, empieza a lanzar chistes y adivinanzas en chinanteco donde intervienen personajes de la historia de México. Por ejemplo, reta a las personas a «adivinar» cómo se podría decir Francisco I. Madero, lo que obliga a quienes ya no recordaban el nombre en chinanteco (el de Francisco) a hacer un esfuerzo. El chiste, que pocos pueden acertar, radica en que el apellido lo piensen y lo digan como «madera», como si fuera un pedazo de madero. Estas y otras situaciones se deben, sin duda, al trabajo de la Zona Escolar. Por ello, es necesaria una labor de sensibilización para que mucha más gente se incluya y se genere un mayor impacto al respecto. Mientras realizaba mi trabajo de campo se presentaron dos actividades en las que me vi involucrado. Fui invitado, junto con el Dr. Pedro Hernández, a dar una plática al colectivo docente durante un taller que tenían sobre «el alfabeto chinanteco» en diciembre de 2012. Otra actividad se presentó por iniciativa de un profesor de la Secundaria Técnica Núm. 184 del municipio de Comaltepec. El maestro argumentó que había tenido algunas dificultades en los textos de los alumnos y por ello empezó a mirar hacia el chinanteco. Nos convocaron otra vez para dar una plática con los alumnos y juntos tratamos de abordar los temas de la lengua y cultura chinanteca.

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Con relación a los adultos, con ellos encontré que la narrativa en Temextitlán es, retomando lo propuesto por Voloshinov, fundamentalmente polifónica, y por eso me refiero a la narrativa como narrativa conversacional. Con los adultos encuentro un género narrativo en el que involucran al oyente-espectador, meten otras historias para que se sitúe dentro de la narración, para verificar que sí está atento y para que tenga más referencias al respecto. Ésta es una cualidad de la narrativa en esta comunidad. Para los adultos, además, es imprescindible hacer copartícipe al espectador, ejemplificándole la narración con acontecimientos de la vida real para que haya mayor énfasis, para que haya una moraleja, una enseñanza real. Esta parte es donde existe diferencia con la narrativa tradicional, en donde sólo hay una línea de flujo de información, mientras que en la narrativa chinanteca hay dos, como lo mostré con las ilustraciones 8 y 9. Pero esto, sin embargo, ya no se da; sólo se puede verificar elicitando a los adultos, porque, como ya lo anoté, todas las narraciones que obtuve fueron por medio de la elicitación y no hubo una que fluyera de manera natural. Aun las que mencioné de tía Mari’ y del ciudadano Aurelio, que fueron las que me dieron pautas para afirmar que aún existen las narraciones, fueron narraciones espontáneas y no era posible distinguir las marcas de inicio, pues se narraron más como anécdotas. Por ello, se puede observar bien el caso del habla reportada, donde los adultos toman prestada «la palabra» de una colectividad dando por hecho que la narración es así, que así ha sido no porque lo digan ellos, sino porque así es y ha sido desde hace mucho tiempo, como lo ha dicho la gente, la gente de la comunidad, de esa colectividad. No toman la autoría de esa narración, no se colocan como las personas que saben, sino como transmisores de un legado, de ese legado colectivo, y para eso sirve el habla reportada. Entre los xun ya no se observa este recurso, y las formas esporádicas quizá se deben a que ubican a la narradora como una fuente de información, y por eso ellos dan la información de lo que dice la narradora. Pero este argumento sólo es una hipótesis débil que tendría que verificar después. Un hallazgo al que vale la pena poner atención es el hecho de que aún existen tres potenciales narradores adultos. Uno es el ciudadano Tino, de 58 años, y el otro es el ciudadano Lindo, de 40 años. El primero sabe diversas historias, pero no le gusta tanto narrar con seriedad: su peculiaridad es narrar los acontecimientos chuscos y cargados de

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humor cuando hay mucha gente. Lindo es un excelente narrador, pero únicamente cunado se reúne con sus amigos a degustar algo de alcohol es cuando le salen mejor los relatos. Cuando les pedí que me permitieran grabarlos para registrar esas historias no accedieron. Otro excelente narrador a quien pude grabar de manera espontánea fue a mi compadre Samuel, quien tiene mucho carisma para narrar y, acompañado de algunas gestualidades con sus manos y una mirada pícara, narra por pedacitos el «cuento» de Juan Ceniza; él precisamente afirma que ya no logra recordar todo, más que partes, porque hace mucho tiempo que no lo cuenta debido a que «a los xun [a sus hijos] ya no les interesa, todos se pasan viendo películas y la televisión». Entre los infantes encontré que solamente Roo –por las condiciones que se le han presentado en su vida– ha podido desarrollar la habilidad narrativa, al grado de que tiene un alto potencial de convertirse en una excelente narradora. Ella, como ya anoté en el capítulo 2, vive con su tía y tiene un poco más de «privaciones» en su vida cotidiana por no contar con una televisión. Ésta es una hipótesis de por qué Rosita aprendió varios cuentos, además de que su tía creció con una familia numerosa, en una época en que las narraciones tenían un gran auge, cuando se reconocía a la persona que sabía narrar bien. Rosita siente mucha pasión al narrar, pero no hay muchos espacios para que ella desarrolle esa habilidad a excepción del salón de clases, donde se ha vuelto importante. Al parecer, ha sido a raíz de ello que ha presionado a su tía a que le narre más historias, según me lo confirmó su misma tía. Rosita tiene un sinfín de historias. Mencionó once narraciones al momento de preguntarle cuáles se sabía. Sin embargo, no todas las sabe completas, lo cual pude corroborar al entrevistar a su tía, quien me narró algunos de los relatos que ya me había narrado Rosita. Los relatos que mencionó son más del género de ficción, pero sabe aún de la existencia de los dzä laan y del rï’. Las narraciones que conoce son las siguientes:

1. Juu kia’ simï kuä uu’ Palabra de señorita chango 2. Juu kia’ bu’ tuu kuu Palabra de burro caga dinero 3. Juu kia’ simï jumoo Palabra de señorita tortuga 4. Juu kia’ mï’ mï’ Palabra de una pequeña hormiga 5. Juu kia’ dzä ja ja’ lïn jmï ‘lïï Palabra de persona que no creía en Fiesta de Muertos

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6. Juu kia’ Juan baraja Palabra de Juan baraja 7. Juu kia’ dzä Mï ‘Ya Palabra de los comaltecos 8. Juu kia’ dzälaan Palabra de dzälaan 9. Juu kia’ tudzaa dzen la ‘vöö Palabra de guajolote que baila en la noche 10. Juu kia’ rï’ Palabra de rï’

Sin embargo, esta habilidad de Roo es muy probable que sólo quede en ella, puesto que casi nadie tiene interés en escucharla, ya que la prioridad es ver imágenes y no construirlas mentalmente. Cuando le pregunté a Roo si narraba esas historias con sus compañeras me respondió que sólo en la escuela –cuando el maestro se lo ha pedido– y que fuera de ese espacio no tiene oportunidad. Por ello puedo afirmar que cuando los adultos narran algo quienes tienen más oportunidad de escucharlos no son los xun, sino los jóvenes (mayores de 18 años), aunque en las tiendas, como he documentado, los pequeños también pueden escuchar partes de ciertos chismes y anécdotas. A pesar de lo anterior, creo que hay aspectos culturales que hacen que ciertas historias se mantengan. Varios xunses conocen, aunque mínimamente y por pedacitos, diversas narraciones, diversos personajes y diversos parajes «encantados». Al parecer seguirán existiendo por algún tiempo más varios de los tipos de narraciones que catalogué en el capítulo V, sobre todo las del rï’ y las de dueños de montañas y peñascos; esto se debe a que la gente de la comunidad cree, aunque con menos certeza que antes, en los seres imaginarios que son propios de la cultura. Pienso, con bastante seguridad –basado en una hipótesis como integrante de la comunidad–, que se cree en fuerzas misteriosas que la ciencia está lejos aún de descubrir. Creo que estos seres y los relatos que hablan de ellos, aunque breves, servirán para mantener una identidad, para inculcar valores, quizá para mantener un control hacia los xun, si se quiere ver de otra forma, y porque, en definitiva, existen misterios que no son fácilmente desentrañables. Con los xun, por ejemplo, es seguro que hay ocasiones en que se les menciona la existencia de los rï’ para que se reserven de acudir a lugares peligrosos y para que caminen con precaución por las orillas de la comunidad, ya que estos seres suelen andar cerca de las últimas casas de las orillas del pueblo. Para esto sirve, o conviene, mantener vivos estos seres.

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Para poder corroborar si en los hogares o en las interacciones entre adultos y xun surgen de manera espontánea las narraciones, es pertinente hacer, en lo posterior, una observación en el ámbito doméstico, el cual sólo pude abarcar mínimamente en el presente trabajo. Sería necesario estar en los horarios de la comida, acompañarlos en los trabajos del campo y, sobre todo, en las noches, para confirmar esta hipótesis y dar cuenta de si surgen las narraciones en los hogares. Valdría la pena hacer una observación más puntual en todos los espacios que he mencionado para verificar cómo se dan las conversaciones cotidianas. Sería pertinente verificar qué tanto la escuela ayuda a que la narrativa se retome, aunque sea para trasladarla al español. En definitiva, se tendría que entrar a los hogares por más tiempo y ver todas las actividades de interacción entre: papá- hijos, mamá-hijos, abuelo-nietos, abuela-nietos. La tarea para, quizá, reavivar un poco esta narrativa será realizar mucho trabajo con la gente adulta, con los xun, con los docentes y con las autoridades. Como ya lo anoté, la escuela es un gran potencial que puede incidir en el mantenimiento o no de estos géneros narrativos. Considero que hacer materiales como libros, videos y audios, así como realizar talleres de teatro y escritura, entre otras actividades, contribuirá en una parte para una mayor re-valoración de la narrativa. Es necesario retomar lo que la misma era moderna nos ofrece para aprovecharla a favor de la difusión lingüística y de la recuperación de los repertorios del pasado o, en su caso, el fortalecimiento de los nuevos. No es una tarea fácil ni de una persona, sino de toda la comunidad. Quizá el mal que se imponga sea la falta de recursos, porque eso es lo que en muchas ocasiones se requiere, pero considero que con voluntad se podrán hacer varias cosas. La pregunta es quién o quiénes podrán hacerlo.

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Bibliografía

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Abreviaturas empleadas

1P primera persona plural 2P segunda persona plural 3P tercera persona plural 1S primer persona singular 2S segunda persona singular 3S tercera persona singular ? sin clasificación ! sin traducción A animal ADV adverbio AFEC afectivo AFIRM afirmativo AN animado A.IN artículo indefinido ASEV aseverativo CL clasificador CONJ conjunción DEM demostrativo DET determinante ENF enfático EV evidencial EXCL exclamativo FIG figurativo IN inanimado INT intensificador INTR interrogativo IRR irrealis NEG negativo NPR nombre propio P plural PERF perfecto PFTV perfectivo POS posesivo PREST préstamo REIT reiterativo

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Anexos

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Anexo 1 Niños campaneros

1. JC: Li siu’ na La’ sï ja’ ji’a ja li so dzämï yü’ campanario ‘Desde ahí donde estás, La’, ¿es cierto que dicen [las personas adultas] que no pueden subir las mujeres al campanario?’

2. La’: Eo ‘¿Qué?’ (indiferente, mientras toca las dos campanas)

3. J: Ja ñi xio’ la lï e joo fa’ ka soo dzämï, jaa’ ‘Quién sabe cómo sería eso, ¿no?, si llega a subir una mujer.’ (con ánimos de querer profundizar sobre el tema por el tono que le pone a su comentario- pregunta)

4. JC: Jïï tø’ba ñia ‘Cierto, se cae la campana.’

5. J: So’ la joo sïn dzä ‘¿Qué no así comenta la gente?’

6. JC: Mï’ kuu na soxü’ nagïta’ e na ‘Si mis testículos se han caído con éstas es posible.’

7. J: Soxü’ ‘na mï’ kuu ñia ‘Se caen los testículos de las campanas.’ (con tono afirmativo)

8. JC: Jogï dzen’ tø’ba ñia… ‘Entonces sí se caerían las campanas…’

9. JC: Jo ñi ee, ngan mogiba ya ‘Quién sabe; se marean.’ (refiriéndose a las mujeres)

10. C: Iita! (Expresión de sorpresa)

11. J: Uu, ja’a jañi xio’ la lï, sa moo’ lajoba ji’ dzä köön’ jaa’ ‘No. De verdad nadie sabe cómo es. ¿No ven que así dicen los adultos?’

12. C: Iita e na… latöön campanario… (Expresión de sorpresa) ‘Eso… todo el campanario…’

(La’ suelta los mecates de los badajos; ha terminado su turno. JC toma el mecate y César se incorpora de su descanso)

13. J: Uu fia’, ja ñi e lï ‘No, lo juro; nadie sabe qué pasa.’

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14. C: Iita (Expresión de sorpresa. Julio juega con una parte del mecate que sujeta JC)

15. JC: Jo’ tita e na, yü’ torre ifel na soo dzämï ji’a ‘Esto no es nada. Mejor en la torre Eiffel han subido las mujeres, dicen.’

16. JC: Jai ee ‘Quién sabe…’

17. JC: Naa que… ‘Nada de que…’

18. C: Naa que ni tiendaba na tau’ fo’o ‘ïo’ba’a ‘Nada que en la tienda vas a estar diciendo que tienes miedo’ (refiriéndose a subir lugares altos)

19. JC: Naa que koroba tai gia sacristan baa ñi ‘Nada que el coro (alusión a las niñas) se pone a tocar las campanas en lugar del sacristán (…).’

20. C: Doba tan… doba’ tan sacristan öa: «bernii» ‘Ahí está… ahí estaba el sacristán cantando: «bernii».’

21. J: Xun Se’… sï dzaoba tïu’ ‘Se’… entonces mañana te toca.’

22. C: E tïa ‘¿Qué me toca?’

23. J: Ba’a ‘Tocar.’

24. JC: E hora tiu’ Se’ ‘¿A qué hora de toca, Se’?’

25. C: Ocho y nueve tïa dzao ‘Ocho y nueve me toca mañana.’

26. JC: Dzӕn’ kajii, dzän’ yio’ misa, ka tïa ‘Justo en la misa me tocó el año pasado.’

27. J: Uu, so’ ja ba dzӕ misa ‘No, pero si no se tocó en la misa.’

28. C: No se golpea, güey.

29. JC: Baha ‘Se golpea.’

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30. J: Ja baha ‘No se golpea.’

31. C: No se golpea, güey.

32. JC: Ka babaa kajii ‘Lo toqué el año pasado.’

33. J: Uu, pe ja baha la na ‘No, pero no lo tocan ahora.’

34. C: No se golpea, güey.

35. JC: Jnää dzä ni ka’i ‘Se aprovecharon de mí.’

36. JC: E ja’bï na jmoa siete sä misa jaa’ ‘Es cierto que ya hacen que la misa sea a las siete, ¿verdad?’

37. J: Jïï ‘Cierto.’

38. JC: Jii’ la koo jiiba li sä e joo ‘Cada año hacen eso.’

39. J: Ja’ ‘Cierto.’

40. JC: ka tïnbï baha ñi jo ‘Me tocó tocar las campanas.’

41. J: Jagï baha ñi misa ‘Pero no tocan las campanas de misa.’

42. C: La’, La’, ni la… La’ ‘La’, La’, siéntate aquí… La’.’

43. JC: Ii ngüü ka ‘nan, ja ñii e lï’ ka’i jnä kajii ‘A las seis lo suspendieron; no entiendo por qué jugaron conmigo.’

44. C: La’… ni… eso La’, inbïshüü saa katä ‘La’… ni… eso, La’. Quiero acostarme un poco.’ (se recuesta sobre las piernas de La’)

45. JC: Jo’ na ngoo i dzӕ tïïn jmi ih ‘Cuántos ya van para quien sabe contar.’

46. C: Aaah.

47. JC: «…Porque estoy solito…» 176

(con voz aguda, imitando al cantante)

48. C: «…Ya que esta aquí a mi lado amigos debes tener…» өa ‘«…Ya que esta aquí a mi lado amigos debes tener…» canta.’ (risas)

49. J: So’ e joba ni ‘yun Manuel öa la do… la ga ‘Es esa la que estaba cantando Manuel hace rato… cuando me vine.’

50. C: «…ya que está aquí a mi lado…» (…). (suavemente)

51. JC: Campanas tras campana… Na ngo e kia’ navidad ‘Campanas tras campana… Ya va lo de Navidad.’ (se ríe)

52. C: Campana navideña… (risas)

(Julio juega con el mecate del badajo de la campana mediana)

53. C: Noche de paz.

54. JC: Jo’ ngoo La’ ‘¿Cuántas van La’.’

55. J: Kü ‘ñia na ka tï ‘Cuatro, cinco ya van.’ (La’ afirma moviendo la cabeza)

56. C: Primero nos dieron notas y después…

57. J: Primero nos dio la canción.

58. JC: Ja’ mï kaji’a laha flauta’… ‘Cierto, cuando dijo que compráramos flauta…’

59. J: Jïna’ jo mï na kia xuun flauta, jogÏ ni ea, u mïna nan kuöa sua’ joba ka ji’a elaba nota elaba nota ‘¡Cierto! Y cuando ya los niños llevaran la flauta entonces enseñaría. No, cuando empezó a dar las canciones entonces dijo: esta es la nota, esta es la nota.’

60. J: Jïï ‘¡Cierto!’

61. C: Ya te sin… ya te sabes todas las canciones pero no te sabes las notas.

62. JC: Tufa’ba sigï dzä ‘Por algo se le llama maestro.’

63. J: Certificadoba oa ‘Tiene su certificado.’ 177

64. J: Jo’ ‘nø ki’i ‘¿Cuántos te faltan?’

65. JC: Koo. ‘Uno.’

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