Sther De Caceres
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, •STHER DE CACERES ONCIERTO DE AMOR y OTROS POEMAS ll l)l'f'OKIAL LOSADA, S. A. fDITOlll,l I\ UH N O S A IR E S ES THER DE CACERES Poe/aJ de &;zanay Ameuca • Pub/ icad os: SARA DE IBANEZ: CANTO HORA CIEGA RAFAEL ALBERTI: POESiA (1938-1942) CONCIERTO DE AMOR ENTRE EL CLAVEL Y LA ESPADA (1939- 1940) PLEAMAR (1942-1944) A LA PINTURA (1945- 1948) y ARTURO CAPDEVILA: CANCIONES DE LA T ARDE JOSE PEDRONI: EL PAN NUESTRO FRANCISCO LUIS BERNARDEZ: POEMAS ELEMENTALES POEMAS DE CARNE Y HUESO EL RUISENOR OT ROS POEMAS EL BUQUE LAS ESTRELLAS EL ANGEL DE LA GUARDA PROLOGO D E JULIO HERRERA Y REISSIG: POES!AS COMPLETAS CONRADO NALE ROXLO: EL GRILLO. CLARO DESVELO PEDRO SALINAS: POESiA JUNTA GABRIELA MISTRAL OLIVERIO GIRONDO: PERSUACI6N DE LOS DIAS EMILIO FRUGONI: LA ELEGiA UNANIME ANTONIO PEREZ VALIENTE DE MOCTEZUMA: SOL EN LA NIEBLA HORACIO REGA MOLINA: RAiZ Y COPA (Antologia) JUVENAL ORTIZ SARALEGUI: LAS DOS NINAS Y OTROS POEMAS FERMIN ESTRELLA GUTIERREZ: NOCTURNO GONZALEZ CARBALHO: SOLO EN EL TIEMPO CANCIONES DE LA PRIMERA NOCHE LUIS CANE: LIBRO EN ESPERA OLGA OROZCO: DESDE LEJOS EUGENIO JULIO IGLESIAS: SOLEDAD VICENTE BARBIERI: NOMERO IMPAR JORGE LUIS BORGES: POEMAS (1922-1943) RICARDO E. MOLINARI: MUNDOS DE LA MADRUGADA ALFREDO R. BUFANO: COLIN AS DEL AL TO VIENTO DELMIRA AGUSTIN!: POESlAS COMPLET AS PABLO NERUDA: RESIDENCIA EN LA TIERRA TERCERA RESIDENCIA JUAN RAM6N JIMENEZ: ANTOLOGIA POETICA PEDRO PRADO: N, MAS QUE UNA ROSA GABRIELA MISTRAL: TALA Uru 861 .6 CAC con ANA MARIA CHOUHY AGUIRRE: LOS DIAS PERDIDOS ALBERTO URETA: ANTOLOG!A POETICA Concierto de amor y otros poem ANTONIO APARICIO: FABULA DEL PEZ Y LA ESTRELLA A. CRUCHAGA SANTAMARIA: ANTOLOGIA POETICA LUIS CERNUDA: COMO QUIEN ESPERA EL ALBA SOMBRA DEL PARAISO VICENTE ALEIXANDRE: llllllll /ll// l/lll l/l/llll/lll// ll/l/ll/ll /llll ll/l/1/lll /1//IIII JULIO J. CASAL: CUADERNO DE OTONO * fHCE /053013* CESAR VALLEJO: POESIAS COMPLETAS FRYDA SCHULTZ DE MANTOVANI: CANTO CIEGO EDUARDO GONZALEZ LANUZA: ODA A LA ALEGRIA [i J. MORENO VILLA: LA MOSICA QUE LLEVABA EDUARDO A. JONQUIERES: CRECIMIENTO DEL DIA EMILIO SOSA-L6PEZ: SENTIMIENTO DE LA CRIATURA MARGARITA ABELLA CAPRILE: LO MIRE CON LAGRIMAS JUANA DE IBARBOUROU: PERDIDA ., ~~. (._- 0, 't j "\ Adquiridos los derechos CONCIERTO DE AMOR exclusivos Queda hecho el dep6sito que DE previene la ley num. 11. 723 . ESTHER DE CACERES Copyright by Editorial Losada, S. A. Buenos Aires, 1951. IMPRESO EN LA ARGENTINA PRINTED IN ARGENTINA I URUGUAY/DAD En el triangulo uruguayo "parecido a Corazon" segun el decir popular, la llama creadora esta saltando siempre, pero ademas, se mantiene dura, porque no es llamarada de pajas ni quemazon fepentista. La alimen ta un aire particular, una corriente que llamariamos "la brisa" del alma, si la linda palabra no hubiera caido a la palangana de la cursileria. Un mistico diria que es el aire delgado del Espiritu Santo, y el nombre de la Tercera Persona me ha servido muchas veces y me si gue sirviendo, cuando repaso el pais querido. Dicho sea en el mejor sentido de la palabra, la raza uruguaya es mujer: ha ganado sin pelear un reino que nadie puede arrebatarle; su politica ardiente no llega nunca a desmelenada; su pedagogia social y escolar se llama Vaz Ferreira, que es casi decir un ateniense; su religion esta libre de tostaderos masculinos espanoles, o sea de torquemadismo. Quien no adopte alli para vi vir las virtudes cristianas, se queda con las de Aristo teles, y la amistad aristotelica casi-casi vale la amistad joanista 1 • El Uruguay lo tiene todo excepto el territorio sufi- -, 1 De San Juan Evangelista. 9 ciente. Tal vez por esto mjsmo se ha puesto, coma Chile, d,·~1-4. 11 10 o mezquindad; ella vive lado a lado con los a crecer hacia adentro, donde no hay pilotes de fronteras. ~11.vos, y es tan buena como cualquier varon para el Las mujeres que escribimos en toda esa America vol,·o del trigo uruguayo en los aires extranjeros, el Espanola nos sentimos duenas de cierta carta de ciu .i11 1Pr icano en especial. dadania uruguaya, tacita y ~fectiva a la vez. Compa No sobra decir que el Uruguay fue el pais mas triotas mias son, entre las grandes vivas, Juana la con dif1111dido hace veinte anos y que es hoy uno de los tinental; compatriotas, Sara Ibanez y Sara Bollo. En 111(,s silenciados. Fuera de la declaracion magnifica de cuanto a Esther de Caceres, yo tengo con ella mas que si mismo que dio en el libro de Zurn Felde, paradigma la conciudadania, tengo la consanguineidad, cierto pri 1•n cl genera de los "Panoramas literarios", los demas mo-hermanazgo. Tal parentesco que me parecio siem ll'slimonios uruguayos se quedan alli adentro por falta pre la mas linda de las ataduras humanas, salvo la de de expan sion editorial o de simple negligencia. madre e hijo, es el idilio de unas almas que no habien Y el pequeno pais magistral debe ahora ponerse do alcanzado la hermandad fisica, toman la revancha n un trabajo de mision y hasta de caballeria ... ' el mas creando la otra. que otro cualquiera de los nuestros. Porque ·antes que El Uruguay, visto por una muchedumbre de ojos los otros, el Uruguay apunto a los arquetipos platoni extranjeros, se llama la patria de la amistad, como tal, cos de la Cultura, a la hora misma en que Batlle plei exenta hasta de la mas leve peca de xenofobia. Decir leaba una democracia ensamblada con realidades eco amistad aqui es decir entendimiento cabal, confianza nomicas. La America criolla vuelve a necesitar, y con rapida y larga memoria, es decir fidelidad. urgencia, un cuerpo de misioneros que predique la me Esther se sabe el Arco Iris o mejor el opalo de su dalla oriental en sus dos caras de Cultura y de Justi patria desde sus colores primarios hasta sus imponde cia. No precisa darse mucho afan para escoger sus equi rables mas esquivos: a unos da la admiracion rotunda, pos de pregoneros. Los tiene para dar y prestar. a otros el aprecio fuerte, a cualquiera el entendimiento, La faena de fronteras adentro esta hecha y col y a todos una justicia tierna sin la sequedad de las ba mada; pero ese pueblo nacio con un destino de milicia lanzas frias. espiritual, de devastador y civilizador. Es curioso que Cuando nos llegue firmado y sellado de EE. UU. tal encargo suela caer sobre un pequeno bulto geogra como la ropa y la maquinaria, el apareamiento de hom fico: Atenas, Alejandria, un tercio de la Palestina, las bres y mujeres en todas las reparticiones civiles, enton republiquitas italianas, los nucleos provenzales y cata ces la veremos a ella como a sus colegas salir por el lanes del Mediterraneo, los Paises Bajos, Uruguay. To mundo a divulgar, no ya el resabido Uruguay politico, dos ellos se parecen a los pequenos pajaros tropicales sino el de la cultura, que cuenta tanto o mas que el que en la llama del color toman su desquite sobre los otro. Para esta tarea, ella ha llegado al "punto de sa grandullones del aire. turacion" que dicen los operadore.s. Nada primordial ni segundon de la cultura patria se le queda afuera por 10 11 1\, AMIGA UNIVERSAL l1o~q11 <' capaz de abastecer. Asi, pues, la amistad rica cl, In Esther uruguaya, su preciosa querendoneria y Aunque por aiios yo no sepa de mi Esther de Ca 11 l(·altad sin arrugas ni quiebros, tienen de este ha- ceres ni ella de mi, alguna fuerza mia, alguna vena nu 111 •1, loda una hacienda que llega al horizonte. tricia del ser, me viene desde ella. Yo se que, callada o La amistad magistral de la poetisa, su don de asis- epistolar, proxima o distante, estoy dentro de su oraci6n 1, •1 1<ia a lo divino, su temperatura sostenida como un cuando Hegan mis duelos; y se que las tres frases esen f1 11•1"lc aliento, su juanismo, forman un solo bloque con ciales que yo logro entre cien articulejos, llegaron hacia In poesia que da, porque ambas salieron de esos mis- ella y fueron alli recogidas. Por su parte, Esther esta 111 os materiales de veracidad y fervor. 1 cierta de que yo arrebate de su libro A o Z tales y cuales versos entraiiables, con una manotada de jubi UN/DAD Y DESPOJO losa apropiaci6n. Esther de Caceres es una de las obras maestras Aquello de escribir con la sangre mas el alma, de la amistad aristotelica y juanista que dije. Y aqui 110 cs condici6n humana sino lujo de pocos. No es nada yo hablo con boca prestada, y no de vivo: la de Parra rnmun la unidad del ser, con sus huesos embonados y del Riego, que tuvo en Esther al buen samaritano tras la suave trabaz6n de los miembros espirituales y cor tocado en mujer. Y escribo por la mano de cuantos vi porales. Y tal vez solo cuando esto pasa, el Creador nos vieron en el Uruguay y fueron alli pastoreados y alum- reconozca por frutos brotados de su rama y no desca brados por la linterna corredora y sin aceites mercan labrados en el percance universal de la caida . La Esther oriental se qued6 indemne y lleva hasta tiles de la poetisa vicentina 1 . El perfecto amigo esta hecho de sensibilidad, de hoy la gracia superlativa de la union entre alma, vida presencia constante o de gustos y de busquedas comu y poesia. En ella la medica juega en agilidad de co nes, y de un reguero de imponderables que sobra enu yunturas con la cantadora desvariante; la profesora de merar.