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especies de sombras y de sustancia que usó Shakespeare

Manuel Palazón Blasco

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© Texto: Manuel Palazón Blasco

© Edición: OBRAPROPIA, S.L.

C/ Puerto Rico, 40-bajo

46006 VALENCIA

Primera edición: Diciembre 2013

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Índice especies de sombras y de sustancia que usó Shakespeare especies de sustancia… 9

 Sustancia quiere decir, también, “hacienda, caudal y bienes…”… 9  Sustancia, o poderío… 12  puede significar también, la sustancia, materia, asunto, o contenido esencial de un texto… 14  En arte de carnicería, ¿qué vale la sustancia?... 15  “Por extensión vale jugo (…), o pisto…”… 16  “Se toma también por el ser, y naturaleza de las cosas, o lo principal de …”… 17

Olla podrida de sombras… 19

 Sombras naturales… 19  Sombras más o menos hogareñas… 20  Sombras asustadoras… 21  Raza de sombras… 22  “Gentlemen of the shade…”… 23  Dos sombras cómicas… 24  Averío… 25  Sombras de los celos… 27  Sombras de la sustancia de la pena… 28  Sombra y ambición… 29  A la sombra del Rey …30  Sombras, sustancia y parentesco… 31  Sombras, o hadas, o duendes… 32  La sombra de la Muerte… 33  Sombras del destierro… 35

7 Sombras vegetales… 36

 Prólogo…36  Dulces sombras, y frescas… 37  Sombras alcahuetas… 39  Sombras para la melancolía… 41  Para publicar tu caso …43  La sombra magnífica del cedro… 44  Sombras peligrosas… 45  Teatro de crueldades… 46  Lavinia, árbol de amor… 47  Emboscada… 48  Teatral biombo… 49  Escondite cómico… 50

Otras sombras venéreas… 51

Sombras de amor, y sus sustancia… 53

Sombras y sustancia del amigo… 55

Sombra e identidad… 57

 Prólogo… 57  Sombras, o nombres falsos… 58  Esgrimas que practica uno con su sombra… 59  … 61  Sombras, o reflejos… 62  Sombras (retratos) y sustancia… 63  Dobles y representaciones… 66  Sombras diputadas… 67  Los sueños, y la fantasía, fábricas de sombras… 68  Sombras, o fantasmas… 69  La sombra, nada más, de lo que era… 72  Troya ilustrada, “triste sombra”… 75

Teatro de sombras… 77

 Comedias, o sombras… 77  “If we shadows …”…78  “Like motes and shadows …”…79  “Life’s but a walking shadow …”…80

Todo es nada… 81

Bibliografía… 83

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especies de sustancia

Sustancia quiere decir, también, “hacienda, caudal y bienes…”1

***** No se admitía “tráfico” alguno, comercial, entre Siracusa y Éfeso (I, I, 15). Si alguno lo hacía, lo pagaría con la vida, y con su hacienda, a menos que se rescatase con mil marcos. Ahora el Duque de Éfeso condenaba a Egeón, mercader de Siracusa, a muerte, por haber negociado en sus ferias, ya que su “sustancia , valorada por lo alto, / no monta más de cien marcos” (I, I, 23 – 24).

(En La Comedia de las Equivocaciones )

***** Maese Ford probaría a su esposa utilizando de cebo a Falstaff. Haciéndose pasar por un tal maese Brook, le pide al gordo que sea su alcahuete. Y afirma que “la experiencia”, que ha adquirido pagando por ella “un interés infinito”, le ha “enseñado a decir esto”: “El amor, como una sombra , huye cuando persigue al amor la sustancia , / persiguiendo a aquello que huye, y huyendo de aquello que persigue” (II, II, 198 – 202). Lo dice porque la ha importunado con muchos regalos, sin sacar nada de ella.

(En Las alegres comadres de Windsor )

***** Falstaff: ¿Cuál de vosotros conoce a un Ford de esta ciudad? Pistola: Yo conozco al caballero: es de buena sustancia .

(I, III, 34 – 35)

“He is of substance good.” Quiere decir, rico.

(En Las alegres comadres de Windsor )

1 Aut.

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***** Maese Page no casaría a su hija Ana con su enamorado.

Posadero: ¿Y qué decís del joven Fenton? Brinca, baila, es mozo, escribe versos, siempre está de fiesta, huele a abriles y a mayos. Se la llevará él, se la llevará él, luce más su estrella, se la llevará él. Tomás Page: No con mi consentimiento, os lo prometo. El caballero nada tiene: iba en la compañía del Príncipe salvaje y de Poins. Y procede de regiones demasiado altas: sabe demasiado. No, no anudará sus fortunas al dedo de mi sustancia : si se la lleva, que la tenga simplemente: mis riquezas dependen de mi conformidad, y mi conformidad no va por ahí.

(Las alegres comadres de Windsor , III, II, 60 – 71)

***** Asaltaron a Valentino, “en un bosque entre Milán y Verona”, camino de su destierro, unos bandoleros.

Valentino: Sabed, entonces, que tengo pocas fortunas que perder. Un hombre soy abrumado por la adversidad: Mis riquezas son estas pobres ropas Y, si me despojáis de ellas, Os lleváis toda la suma y sustancia de lo que yo tengo.

(Los dos gentilhombres de Verona , IV, I, 11 – 15)

***** Catalina tentaba la paciencia del rey Enrique (I, II, 55) explicando “el dolor de [sus] sujetos”, el cual “procede de comisiones que exigen de cada uno / la sexta parte de su sustancia ” ( El Rey Enrique VIII , I, II, 56 - 58).

***** Surrey recitaba las acusaciones contra el Cardenal Wolsey.

-- Además, habéis enviado una sustancia innumerable (Con qué medios la hayáis conseguido, lo dejo a vuestra conciencia) Para abastecer a Roma, y para facilitar los modos De acceder a ciertas dignidades, para ruina De todo nuestro reino.

(El Rey Enrique VIII , III, II, 326 - 330)

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***** Calló Cordelia, no supo decir su amor, y su padre, el Rey Lear, la desheredó y desconoció. Ahora se la daba así a Burgundia: “Señor, ahí está ella: / si alguna cosa, dentro de esa sustancia que aparenta tan poco [“little- seeming substance ”], / o todo, con el añadido de nuestro displacer, / y nada más, puede gustar a vuestra gracia, / ella está ahí, y es vuestra” (I, I, 198 – 202).

Aparenta demasiado poco la “sustancia” del amor de Cordelia (pero es verdadero, y pesará a su hora). Aparenta poco, también, la “sustancia”, o sea, la dote de Cordelia.

(En El Rey Lear )

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Sustancia, o poderío

***** La condesa de Auvernia se jacta de tener, colgada de las paredes de los salones de su castillo, la “ sombra ” (quiere decir, el retrato, de Talbot), y, ahora que cree tenerlo en su poder, le anuncia que pronto hará lo mismo con su “sustancia ” (II, III, 36 – 38). El capitán recibió las palabras de la condesa con tres carcajadas.

--Me mueve a reírme el veros, señora, tan contenta, Pensando que podréis practicar vuestra severidad Sobre algo más que la sombra de Talbot. --¿Por qué? ¿Y no eres tú ese hombre? -- Lo soy, desde luego. --Entonces tengo también la sustancia . --No, no, yo no soy sino la sombra de mí mismo: Os engañáis, mi sustancia no está aquí, Pues lo que veis no es otra cosa que una diminuta parte, La más ínfima proporción de mi humanidad: Os digo, señora, que si todo mi cuerpo estuviera aquí, Su tamaño es tan espacioso y alto Que vuestro tejado no sería suficiente para contenerlo.

(II, III, 45 – 56)

A la condesa le parecieron sus palabras enredos de mercader: “Quiere estar aquí, y sin embargo no está aquí: / ¿Cómo acordar estos contrarios?” (II, III, 57 – 59) Talbot sopló un cuerno, y entraron sus soldados, rompiendo las puertas:

--¿Qué me decís, señora? ¿Os persuadís ahora De que Talbot no es sino la sombra de sí mismo? He aquí su sustancia : sus nervios, sus brazos, y su fuerza.

(II, III, 61 – 63)

El Talbot es sólo sombra : su sustancia (“sus nervios, sus brazos, y su fuerza”) la hacen los hombres de su mesnada.

(En La Primera Parte de El Rey Enrique VI )

12

***** Crecer “en sustancia” significa en ésta, como en la anterior, armarse:

Perdía el rey Ricardo, pero el Arzobispo de Carlisle lo animaba. Aumerle también:

-- Quiere decir, mi señor, que somos demasiado negligentes; Mientras que Bolingbroke, aprovechando nuestra seguridad, Se hace fuerte y crece en sustancia y en amigos.

(III, II, 33 – 35)

(En El Rey Ricardo II )

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puede significar también, la sustancia, materia, asunto, o contenido esencial de un texto

Van dos ejemplos, sacados ambos de La Segunda Parte de El Rey Enrique IV :

***** El Arzobispo de York ha recibido cartas de Northumberland, y resumía ahora “sus frías intenciones, su tenor, y su sustancia ” (IV, I, 9).

***** Quiso saber el Arzobispo de York el propósito de la llegada de Westmoreland.

Westmoreland: Entonces, mi señor, Dirigiré principalmente a vuestra Gracia La sustancia de mi parlamento [speech].

(IV, I, 30 – 32)

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En arte de carnicería, ¿qué vale la sustancia?

Porcia, travestida y figurando a un juez exactísimo, dio su sentencia, y avisó a Shylock. “Si tomas más / o menos de una libra justa, aunque fuera lo suficiente / para volver ligera o pesada su sustancia …” (IV, I, 322 – 324) La sustancia, dice, de la libra de carne que el generoso Mercader veneciano le había dejado en prenda, y que el judío reclamaba ahora.

(En El mercader de Venecia )

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“Por extensión vale jugo (…), o pisto…” 2

La afición al vino del Rin arruinaba la fama de Dinamarca. Del mismo modo, “el sello de un defecto”, aunque las virtudes de su dueño sean “infinitas”, gana “la censura general” (I, IV, 31 – 36).

Hamlet: …Un cuchar de mal Borra a menudo toda su noble sustancia , Hasta volverlo objeto de escándalo.

(I, IV, 36 – 38)

Aquí la sustancia es término culinario, y quiere decir el “caldo, o pisto” (Aut. ). Vale también su valor.

(En Hamlet )

2 Aut.

16 “Se toma también por el ser, y naturaleza de las cosas, o lo principal de ellas…” 3

***** “Of one substance bred…” (I, I, 11) Lo mismo que las estrellas, las naciones participan todas “de una misma naturaleza”, y tienen su principio, y se crían, “de una sustancia”:

El Rey Enrique IV celebra el final aparente de las últimas guerras civiles.

-- …aquellos ojos contrarios Que, como los meteoros de un cielo alborotado, Todos de una misma naturaleza, nacidos de una sustancia , Se han encontrado en el choque intestino Y en los furiosos combates de la carnicería civil, Ahora (…) Marcharán en una sola dirección…

(I, I, 9 – 15)

(En La Primera Parte de El Rey Enrique IV )

***** Se llegó Eneas hasta las naves enemigas, con una embajada. Héctor, príncipe de Troya, desafiaba a cualquier griego que fuese “enamorado verdadero” (I, III, 277 – 279). Ulises opinó que el “propósito” del reto tocaba “sólo a Aquiles” (I, III, 324).

Néstor: Su propósito es tan perspicuo como la sustancia Cuya masa es la suma de pequeñas cifras.

(I, III, 325 – 326)

Sustancia se entiende aquí desde la matemática, o la física.

(En Troilo y Crésida )

3 Aut.

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***** Edgar hacía, disimulado, de lazarillo de su padre, y, para salvarlo, cuando éste, ciego, buscaba la muerte en el fondo de un precipicio, lo hizo saltar desde una altura segura. Gloucester se maravilló: vivía aún. Su hijo confirmó el milagro:

Edgar: Si no hubieses sido otra cosa que telaraña, plumas, o aire, Precipitándote desde tamaña altura, Te habrías roto en pedazos, como un huevo: pero respiras, Posees sustancia pesada, no sangras, hablas, estás entero.

(IV, VI, 49 – 52)

Su “pesada sustancia” es señal de su porción material, corporal.

(En El Rey Lear )

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Olla podrida de sombras

Sombras naturales

***** Hay sombras que dibuja, paradójico, el sol.

Su aya (su celestina) tardaba. Julieta se quejaba:

-- Ay, renquea. Los heraldos de Amor deberían ser pensamientos, Y deslizarse diez veces más deprisa que los rayos del sol Cuando empujan hacia atrás a las sombras sobre las colinas bajas…

(II, V, 4 – 6)

(En Romeo y Julieta )

***** Otras avisan que se termina el día:

Caía la tarde y Adonis suplica a Venus que lo deje, pues “nubes, negras como el carbón, que ocultan con su sombra la luz del cielo, / nos conminan a separarnos, y a darnos las buenas noches” ( Venus y Adonis , 533 - 534).

***** Otras aún la traen la noche:

Oyó Puck “la alondra de la mañana”, y avisó al “rey de hadas”.

Oberón: Entonces, mi reina, en medio de un triste silencio, Salgamos detrás de la sombra de la noche…

(IV, I, 92 – 95)

“Trip we after night’s shade .”

(En El sueño de una Noche de San Juan )

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Sombras más o menos hogareñas

***** Era viciosa la sombra de Atenas. Alcibíades, capitán ateniense, amenazaba con romper las murallas de aquella “ciudad lasciva y cobarde” (V, IV, 1 – 2). “Hasta ahora yo y otros / que dormíamos a la sombra de vuestro poder / vagábamos con los brazos cruzados, y murmurábamos / nuestro descontento en vano…” (V, IV, 5 – 8).

(En Timón de Atenas )

***** Coriolano quiso que le diesen la mano su madre y su esposa. Visitaría “a los buenos patricios” antes de buscar el descanso en la sombra de su casa (Coriolano , II, I, 192 – 194).

***** La sombra sirve de asilo a las moscas en la tormenta.

Troya era aún. Néstor arengaba a los aqueos que la cercaban. “En las tormentas de la fortuna” se distingue al valiente (I, III, 45 – 47), cuando el viento “vuelve flexibles las rodillas de los anudados robles, / y las moscas se refugian en las sombras ” (I, III, 49 – 51).

(En Troilo y Crésida )

***** Descubrió Venus “la conquista del jabalí terrible” (1030), y no quiso mirar, o hizo “como el caracol, que, cuando tocan sus tiernos cuernos, / se encoge, dolorido, dentro de la cueva de su concha, / y ahí se sienta, cubierto por entero por la sombra ” (1033 – 1035).

(Venus y Adonis )

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Sombras asustadoras

***** Venus pide a Adonis que no salga a cazar el jabalí, sino alguna otra criatura miedosa, la liebre, por ejemplo, a la cual “cada sombra la fuerza a detenerse” ( Venus y Adonis , 706).

***** Tarquino quiso que “el deseo” fuese su “piloto” (279): “El amor no prospera en el corazón que tiene miedo de las sombras ” (270).

(La violación de Lucrecia )

***** Lorenzo y Jessica comparaban su noche de amores furtivos con otras más famosas, que acompañaron a Troilo y Crésida, a Dido y Eneas, a Medea y Jasón…

Jessica: En una noche así Pisaba Tisbe, llena de miedo, el rocío, Y vio la sombra del león antes que a la bestia misma, Y huyó desmayada.

(V, I, 6 – 9)

(En El mercader de Venecia )

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Raza de sombras

Marruecos, Moro desde su nombre, otro pretendiente de Porcia, comenzaba así su defensa:

-- No me aborrezcáis por el color de mi rostro, La sombreada librea [the shadowed livery] del bruñido sol, Del cual soy vecino, y pariente cercano.

(II, I, 1 – 3)

(En El mercader de Venecia )

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“Gentlemen of the shade”

Falstaff era el Gran Maestre (y Hal, el príncipe gamberro, su caballero primero) de una Orden de tunos a la que dio varios nombres:

Falstaff: Por la Virgen, dulce mozo, cuando tú seas rey, no permitas que a nosotros, escuderos [squires] de la noche, nos llamen ladrones de la belleza del día: titúlanos más bien guardianes de las selvas de Diana, gentileshombres de la sombra, servidores de la Luna…

(I, II, 26 – 30)

(En La Primera Parte de El Rey Enrique IV )

Sirven al Rey gentileshombre que pueden ser “de boca”, “de cámara”, o “de la casa”, y todos pueden mucho. Aquí, los traviesos tienen por señora a la sombra.

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Dos sombras cómicas

***** Lucrecia recuerda un tapiz que traía, historiada, la guerra de Troya. Los aqueos se apretaban para escuchar los consejos de Néstor. “Aquí apoyaba uno la mano en la cabeza de otro, / y la oreja de su vecino hacía sombra a sus narices” ( La violación de Lucrecia , 1415 – 1416).

***** El semental de Adonis, encelado, rompió la cuerda que lo ataba al árbol y corrió detrás de la yegua.

“Entonces, como un malcontento melancólico, Deja caer la cola, que, como un penacho de plumas, Presta una sombra fresca a sus hirvientes nalgas… ”

(Venus y Adonis , 313 – 315)

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Averío

***** Las virtudes de las sombras de las alas de los pájaros derivan de las calidades del bicho. La del águila favorece el orgullo, la del Rey ampara, la del halcón llena de temor, las de cuervos y buitres apuntan suertes negras, las “benditas” de los ángeles buenos, blanquísimas.

***** Tamora exigía a Saturnino, su marido, que sus “pensamientos” fueran “imperiales”, como su “nombre” (IV, IV, 81).

-- El águila sufre que las avecillas canten, Y no se le da nada su significado, Pues sabe que, con la sombra de sus alas, Puede, a placer, acallar su melodía…

(IV, IV, 83 – 86)

Es, la sombra del águila, como debe serlo la del Emperador, soberbia.

(En Tito Andrónico )

***** Arturo Plantagenet quería la corona de Inglaterra que su tío Juan (pensaba él) le había quitado, y buscaba la ayuda de Felipe, el rey de Francia.

Arturo: Dios os perdonará la muerte del Corazón de León, Puesto que dais vida a sus hijos, Acogiendo su derecho bajo la sombra de vuestras alas guerreras…

(II, I, 12 – 14)

Francia gastaba alas marciales, que daban justicia.

(En El Rey Juan )

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***** Tarquino levantó la espada (y valía su polla), “que, como un halcón cuando se cierne en los cielos, / hace que las aves se encojan, aterrorizadas, bajo la sombra de sus alas” (505 – 507).

(La violación de Lucrecia )

***** Casio consultaba agüeros, y todos le parecían malos. Las “ sombras ” de cuervos y buitres le “parecen / un palio fatal, bajo el cual / yace nuestro ejército, a punto de entregar su alma” (V, I, 85 – 89).

(En Julio César )

***** Entró la Vieja con noticias que convertían su “atrevimiento en buenas maneras”. “Ahora los ángeles buenos / sobrevuelan tu cabeza coronada, y guardan tu persona / bajo la sombra de sus alas benditas” (V, I, 158 – 161). Era que a Ana Bolena, la nueva reina, le había nacido “una chica / que promete chicos para luego” (V, I, 165 – 166). Isabel, ahí era nada.

(En El Rey Enrique VIII )

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Sombras de los celos

***** Yago hizo que Otelo se celase. Todo confirmaba el adulterio. “La Naturaleza no se vestiría de una pasión que todo lo envuelve con su sombra si le faltase instrucción” (IV, I, 39 – 41).

(En Otelo )

***** Entraba Paulina, con un bebé en brazos, la hija nueva del rey, para “purgarlo de ese humor / que lo aparta del sueño” (II, III, 38 – 39) (los celos, dice), y los criados intentaban impedírselo:

Paulina: No os acaloréis así, mi buen señor, Vengo a traerle sueño. Sois hombres como vosotros, Que se arrastran como sombras a su lado, y reciben con suspiros Cada uno de sus innecesarios jadeos, hombres como vosotros, Los que nutrís la causa de su desvelo.

(II, III, 32 – 36)

(En Cuento de invierno )

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Sombras de la sustancia de la pena

-***** Tiene la sustancia de la pena sombras que la multiplican, para cansarnos con ellas. Todo, en El Rey Ricardo II .

***** La Reina teme que “el embrión de alguna pena [sorrow], madura en el vientre de la fortuna”, viene hacia ella, y su “alma interior / con nada tiembla” (II, II, 10 – 12).

Bushy: Cada sustancia de una desgracia [a grief] tiene veinte sombras , Que parecen la desgracia [grief] misma, pero no lo son. Pues el ojo de la pena [sorrow’s eye], vidriado con cegadoras lágrimas, Divide una cosa entera en numerosos objetos, Como perspectivas…

(II, II, 14 – 18)

Así la Reina, decía Bushy, contemplando la ausencia de su señor, encuentra “formas de desgracias [grief]” que “no son nada, sino sombras ” (II, II, 20 – 23).

***** El Rey Ricardo rendía su corona a Bolingbroke, y tendría que “no ser nada” (IV, I, 201). Pidió un espejo, y lo rompió.

Rey Ricardo: Observa, silencioso rey, la moraleja de este deporte, Qué deprisa mi pena [sorrow] ha destruido mi rostro. Bolingbroke: La sombra de vuestra pena [sorrow] ha destruido La sombra de vuestro rostro. Rey Ricardo: Di eso de nuevo. ¡La sombra de mi pena [sorrow]! ¡Ja! Veamos: Es muy cierto, mi dolor [grief] lo llevo todo dentro, Y estas maneras externas de lamentos Son meramente sombras del invisible dolor [grief] Que se hincha en silencio en mi alma torturada: Ahí está la sustancia …

(IV, I, 290 - 299)

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Sombra y ambición

***** La ambición no es más que “la sombra de un sueño”, “ la sombra de una sombra ”.

***** Margarita, Reina amazona, hizo prisionero a York, que había querido ser rey.

Reina: Bravos caballeros, Clifford y Northumberland, Venid, y haced que se plante aquí, sobre esta topera, Aquél que buscaba dominar montañas con los brazos extendidos, Y, sin embargo, sólo partía la sombra con su mano.

(I, IV, 66 – 69)

(En La Tercera Parte de El Rey Enrique VI )

***** A Hamlet le parecía Dinamarca “una prisión” (II, II, 243). Rosencrantz entiende que ello se debe a su “ambición”, que la juzgaba “demasiado estrecha” (II, II, 252 – 253).

Hamlet: Oh, Dios, podría verme encerrado dentro de una cácra de nuez, y me contaría aún rey de un espacio infinito – si no fuera porque tengo sueños pesados. Guildenstern: Sueños que, desde luego, nacen de vuestra ambición, pues la sustancia misma de la ambición es meramente la sombra de un sueño . Hamlet: Un sueño no es sino una sombra . Rosencrantz: Cierto, y yo considero que la ambición posee una cualidad tan vana y ligera que no es sino la sombra de una sombra . Hamlet: Entonces son nuestros mendigos cuerpos, y nuestros monarcas y exagerados héroes las sombras de mendigos.

(II, II, 254 – 264)

(En Hamlet )

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A la sombra del Rey

***** La sombra del Rey puede ser dulce, y cubrir de dicha a sus sujetos. Pero también es verbenera de gusanos, y sirve de ocasión para que medren, en ella, los aprovechados.

***** Cambridge alababa “la sombra dulce” del “gobierno” de su señor, el rey Enrique, bajo la cual vivían felices sus sujetos (II, II, 25 – 28).

(En El rey Enrique V )

***** El príncipe Juan de Lancaster amonestaba al Arzobispo de York, “hombre de hierro” (IV, II, 8), que había mudado “la palabra en espada, y la vida en muerte” (IV, II, 10), poniéndose a la cabeza de los rebeldes.

Lancaster: …Aquel hombre que tiene asiento en el corazón de un monarca, Y madura al sol de su favor, Si abusa de la amistad del rey, ¡Ay, qué fechorías no cometerá A la sombra de tanta grandeza!

(IV, II, 11 – 15)

(En La Segunda Parte de El Rey Enrique IV )

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Sombra, sustancia y parentesco

***** El padre es “alma y sustancia ” de sus hijos:

Tito Andrónico mató a su hijo Mucio, que había facilitado (con gusto) de su hermana Lavinia, y no permitía que le diesen sepultura. Su mayor, Lucio, arrodillado ante él, suplicante, lo saludaba: “Querido padre, alma y sustancia de nosotros todos…” (I, I, 374) Aquí sustancia vale cuerpo (es su carne, y sus huesos).

(En Tito Andrónico )

***** “Pater semper incertus est.” La paternidad es, siempre, dudosa. El hijo difícilmente puede estar seguro de derivar de la sustancia de quien usa el nombre de padre , y será, por ello, su sombra nada más.

Falstaff hacía leva de hombres para su ridícula mesnada. Uno, Simón Sombra.

Falstaff: Sombra, ¿de quién eres tú hijo? Sombra: Soy hijo de mi madre, señor. Falstaff: ¡Hijo de tu madre! Es muy posible, y la sombra de tu padre . Así, el hijo de la hembra es la sombra del macho; así sucede a menudo…pero ¡ tiene mucho de la sustancia del padre !

(III, II, 126 – 131)

(En La Segunda Parte de El Rey Enrique IV )

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Sombras, o hadas, o duendes

***** Era Oberón (lo titula así Puck, su bufón y teniente, que lo conoce) “ rey de sombras ” (III, II, 347). Quiere decir, de hadas, y de duendes.

(En El sueño de una noche de San Juan )

***** Doña Rápida, que hacía la parte de Reina de Hadas, saluda a las criaturas maravillosas de su séquito:

--Hadas negras, grises, verdes y blancas, Vosotras, parranderas de la luz de la luna, y sombras de la noche …

(V, V, 38 – 39)

(En Las alegres comadres de Windsor )

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La sombra de la Muerte

***** La Muerte es la sombra última, que nos esconde para siempre, la sombra por antonomasia.

***** Venus maldecía a la Muerte, que le había quitado, pensaba, al amigo. Pero luego le pareció que vivía aún, y se disculpó, escrupulosa, titulándola “gentil sombra ” ( Venus y Adonis , 1001).

***** Condenaban a Juana, la Niña de Orleans, a la hoguera. Y ella maldecía a los ingleses:

-- …¡Que jamás el glorioso sol refleje sus rayos En el país donde os hagáis vuestra habitación, Y que la oscuridad y la sombra tenebrosa de la muerte Os envuelvan, hasta que el dolor y la desesperación Os conduzcan a romperos el cuello, o a ahorcaros!

(V, IV, 86 – 91)

(En La Primera Parte de El Rey Enrique VI )

***** El Duque de Suffolk ha ordenado la muerte de Gloucester, el tío de Enrique, y su Protector, hasta su desgracia. Y ahora parecía “pálido”, y temblaba (III, II, 26). Y consolaba, cínico, al Rey. Éste lo apartó: “¡Qué! ¿Me consuela mi señor de Suffolk?” (III, II, 38)

Rey: …No me mires, que tus ojos hieren. Sin embargo, no te vayas: ven basilisco, Y mata al inocente que te contempla con tu mirada, Pues en la sombra de la muerte hallaré la alegría, Y, en la vida, sólo una muerte doble, ahora que Gloucester está muerto.

(III, II, 50 – 54)

(En La Segunda Parte de El Rey Enrique VI )

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***** El Rey desterró a Suffolk. La Reina, su amiga secreta, alimentaba su cólera: “¿No tienes espíritu para maldecir a tus enemigos?” (III, II, 307) Suffolk la obedeció: “Que su sombra más dulce sea un bosquecillo de cipreses” (III, II, 322). Escoge, claro, el árbol fúnebre.

(En La Segunda Parte de El Rey Enrique VI )

***** Ricardo presumía.

Ricardo: …pero yo nací tan alto, Que tenemos nuestro nido en lo alto del cedro Y juega con el viento, y desprecia al sol. Margarita: Y muda el sol en sombra , ¡ay!, ¡ay! Mira a mi hijo, ahora en la sombra de la muerte…

(I, III, 263 – 267)

Al hijo de la reina Margarita lo había asesinado Ricardo.

(En El Rey Ricardo III )

***** Gracias a los “versos eternos” que lo escriben, el “verano eterno” del amigo no se acabará, “ni presumirá la muerte de que vagas en su sombra ” (Soneto XVIII, 9 – 12).

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Sombras del destierro

***** El destierro es condena terrible. La primera del mundo, la de Caín. Representa verse prisionero al Este del Edén. Fuera de la presencia de Yahvéh. Con la sombras de la noche.

***** El rey Ricardo desterraba a Tomás Mowbray, Duque de Norfolk, para siempre. Ya no usaría su “inglés nativo”, y su lengua sería como “una viola, o un arpa, descordadas” (I, III, 160 – 162). “Entonces, me aparto así de la luz de mi país, / para habitar en las solemnes sombras de una noche interminable [to dwell in solemn shades of endless night]” (I, III, 176 – 177).

(En El Rey Ricardo II )

***** Bolingbroke, que ya es Rey (Enrique IV), ha ordenado la muerte de Ricardo, el Segundo. Pero a Exton, su verdugo, no quería verlo: no tendría desde ahora su “principesco favor”. “Vé y vaga, con Caín, entre las sombras de la noche…[through the shade of night]” (V, VI, 42 – 43).

(En El Rey Ricardo II )

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Sombras vegetales

Prólogo

Todas estas sombras las dan verduras, pero son de muy distintas especies. Llevan de la égloga al horror.

36

Dulces sombras, y frescas

***** Hay sombras dulces, que refrescan, guardándote del calor del sol, y convidan a la tranquilidad, y facilitan el descanso, y velan la siesta, y alivian, y pueden reparar.

***** “Beatus ille …” Habían apartado al Rey Enrique, el Sexto, demasiado pacífico y manso, de la batalla, aunque se jugaba su corona, y la miraba desde una muela, y anhelaba la “vida feliz” del “humilde villano” (II, 5, 21 – 22):

--…¡Ah, qué vida sería ésta! ¡Qué dulce! ¡Qué deliciosa! ¿Acaso no da una sombra más dulce la mata del espino A los pastores que vigilan sus tontas ovejas Que un baldoquín ricamente bordado A los reyes que temen la traición de sus sujetos? Oh, sí, lo hace, lo hace mil veces. Y, para concluir, las sencillas natillas del pastor, La bebida fría y ligera que toman de su bota de cuero, Su apetecido sueño a la sombra fresca de un árbol, Todo lo que disfruta seguro y dulcemente, Sobrepasa con mucho las delicadezas de un príncipe, El licor, que destellea en su copa de oro, Su cuerpo, recostado en una cama curiosa, Cuando lo velan los cuidados, la desconfianza y la traición.

(II, V, 41 – 54)

(En La Tercera Parte de El Rey Enrique VI )

***** En El apasionado peregrino (VI, 1 – 2) el sol acaba de secar el rocío mañanero cuando ya “el rebaño” se llega hasta el seto “buscando su sombra ”. Va, otra vez, de pastores ideales.

37

***** Edgar acompañaba a su padre, ciego, por la terrible paramera: “Aquí, padre, acogeos a la sombra de este árbol, / que será vuestro buen anfitrión” (V, II, 1 – 2).

(En El Rey Lear )

***** Boyet había espiado para la hija del Rey de Francia y sus damas compañeras a sus enamorados.

--Bajo la sombra fresca de un sicomoro Pensaba cerrar los ojos media horita, Cuando, ¡oh!, interrumpiendo el descanso que me había propuesto, Vi que venían hacia esta sombra El rey y sus compañeros…

(V, II, 89 – 93)

(En Trabajos de amor perdidos )

38

Sombras alcahuetas

***** Hay sombras amenas, deliciosas, que favorecen el amor.

***** Tamora: Aarón, cariño, ¿por qué pareces triste, Cuando todo te sonríe? Las aves entonan sus melodías en cada rama, La serpiente toma, enroscada, el alegre sol, La fresca brisa mueve las hojas verdes, Formando una celosía de sombras en el suelo. Vamos a sentarnos, Aarón, en su dulce penumbra, Y, mientras el parlero eco se burla de los perros, Respondiendo desafinado a los destemplados cuernos, Como si oyésemos dos cacerías a la vez, Nos sentaremos tú y yo a oír sus gañidos, Y después del follón, igual, se supone, Que el príncipe errante y Dido se gozaron, Sorprendidos por una tormenta feliz, Detrás de la discreta cortina de una cueva, Podemos nosotros, enredados el uno en los brazos del otro, Después del pasatiempo, adueñarnos de un sueño dorado, Mientras los perros, las trompetas y los dulces, armoniosos pajaricos Nos valen como la canción de cuna Con que el ama de cría pone a dormir a su nene.

(II, III, 10 – 29)

Tamora, la malcasada, encuentra un sotillo blando, locus amoenus , lugar placentero que mueve al amor lento y a la tibia siesta, luego. Se acuerda del fugado Eneas, cómo, durante otra montería famosa, se escondió de la tronada estival en los adentros agridulces de Dido.

(En Tito Andrónico )

39

***** En dos poemas dibuja Shakespeare a Venus seduciendo (no puede) a Adonis. Parecen dos momentos de la misma escena.

Aquí comenzaba su cortejo. El muchacho estaba sentado a su lado, “bajo la sombra de un mirto” ( El apasionado peregrino , XI, 1 – 2).

Ha pasado un rato…

“Ahí la reina enferma de amor comenzó a sudar, Pues, donde yacían, la sombra los había abandonado…”

(Venus y Adonis , 175 - 176)

***** La “ sombra de una morera” (V, I, 147) iba a servir para la cita amorosa, furtiva, de Píramo y Tisbe, y fue el teatro de sus trágicas muertes en su “lamentabilísima comedia y muerte muy cruel ”.

(En El sueño de una Noche de San Juan )

40

Sombras para la melancolía

***** La melancolía es “tristeza grande y permanente”. Cuando domina a uno ese humor no halla “gusto ni diversión en cosa alguna”.

Puede ser filosófica, existencial. O nacer de amores más o menos difíciles. O de desgracias tremendas.

***** El buen duque, el derrocado, con los suyos, quiso empezar en el bosque de Arden “un mundo mejor…” (I, II, 274). Orlando, huido, tropezó con ellos, y fue muy bien recibido.

-- …Pero, quienesquiera que seáis vosotros, Que en este desierto inaccesible, Bajo la sombra de ramas melancólicas, Perdéis y dejáis pasar las lentas horas del tiempo…

(II, VI, 109 – 112)

(En Como gustéis )

La melancolía es uno de los temas que tratan esos hombres que se han apartado del siglo. “Melancólico” apellidan a Jacques (II, I, 26), que hace a un bufón agrio. Y él mismo confirma su inclinación hacia ese humor (II, V, 10 – 12).

***** El Rey de Navarra leía en un billetito sus amores furtivos, rimados. Y, para que la infanta conociese sus “penas”, dejó caer el papel: “Dulces hojas, cubrid, con vuestra sombra , mi locura.” “Sweet leaves, shade folly.” (IV, III, 40 – 41).

(En Trabajos de amor perdidos )

***** Rosalinda echaba de menos a Orlando: “Iré a buscar una sombra y suspiraré hasta que llegue” (IV, I, 206 – 207).

(En Como gustéis )

41

***** Iris invocó a Ceres, para que diese su bendición a Fernando y Miranda, pidiéndole que abandonase sus dominios, uno, el de la “retamera, / cuya sombra prefiere el mozo abandonado, / que echa de menos a su amiga” (IV, I, 66 - 68).

(En La Tempestad )

***** Otras sombras reciben al doliente. Malcolm había perdido mucho: “Busquemos alguna sombra desolada, y allí /vaciemos llorando nuestros tristes pechos” (IV, III, 1 – 2).

(En Macbeth )

42

Para publicar tu caso

Fue “en el mes alegre de mayo, / sentado a la placentera sombra / que hacía un bosquecillo de mirtos” ( El apasionado peregrino , XX, 1 – 4). Allí apretaba su pecho el ruiseñor contra un espino, y cantaba su historia , que era la horrorosa de Filomela, vuelta pajarito. El bosquecillo de mirtos será su triste palacio musical.

43

La sombra magnífica del cedro

York había derrotado a Warwick. Éste, herido de muerte, filosofaba sobre su caída:

-- Así se rinde al filo del hacha el cedro Cuyos brazos daban asilo a la principesca águila, Y bajo cuya sombra dormía el león rampante…

(V, II, 11 – 13)

(En La Tercera Parte de El Rey Enrique VI )

44

Sombras peligrosas

Orlando paseaba por el bosque “masticando la comida de agridulces fantasías” (IV, III, 100 – 101) cuando vio un hombre muy estropeado, dormido al pie de un roble. Una serpiente se enroscó a su cuello, y buscaba su boca, pero al notar a su espía se escondió en unos matorrales. A la sombra de esos matorrales una leona de mamas secas vigilaba agazapada al durmiente… (IV, III, 104 – 116).

(En Como gustéis )

45

Teatro de crueldades

“¡Hola! ¿Qué tormenta es ésta?” (II, I, 25) Era que reñían Demetrio y Quirón, los infantes godos hijos de Tamora, emborricados con Lavinia. El moro Aarón se metió en medio, separándolos. Y les propuso que se desahogasen en ella por turnos en el bosque:

--…La Corte es como la Casa de la Fama, El palacio tiene lenguas, ojos, orejas; Los bosques, en cambio, son despiadados, terribles, sordos, idiotas: Hablad ahí, y dadle, bravos muchachos, guardando los turnos, Servid ahí a vuestros apetitos, bajo sombras que el ojo del cielo no penetra, Y recreaos en el tesoro de Lavinia.

(II, I, 126 - 131)

Son sombras, éstas de estas selvas, que sirven para un teatro horroroso. Y verdaderamente ¿para qué las ha fabricado Naturaleza, “si no es porque los dioses hallan placer en las tragedias”? (IV, I, 59 – 60)

(En Tito Andrónico )

46

Lavinia, árbol de amor

Los príncipes godos han violado a Lavinia, y le han arrancado la lengua, para que calle su crimen, y le han cortado las manos, para que no lo escriba. Su tío Marco, cuando la ve, pide que descubra quién ha arrancado del tronco de su cuerpo “sus dos ramas, dulces adornos / en cuyas sombras giradoras [“circling shadows ”] han buscado dormir reyes” (II, IV, 18 – 19).

Marco Andrónico transforma a su sobrina en árbol. A su sombra dulce soñaban dormirse reyes. Pero ahora su cuerpo mutilado es inútil para el amor.

(En Tito Andrónico )

47

Emboscada

Malcolm ordenó a sus soldados que tomasen, cada uno, una rama, y disimulasen bajo su “ sombra ” “los números de [su] ejército” (V, IV, 5 – 7). Así se cumplía la profecía de las tres brujas. “No tengas miedo hasta que el bosque de Birnam / se llegue hasta Dunsinane” (V, V, V, 44 – 45).

(En Macbeth )

48

Teatral biombo

Imógena huiría de su padre, y de su madrastra de cuento, y buscaría a su marido, que la odiaba ahora, celoso, travestida.

Pisanio: …Buscad alguna sombra Y volveos hombre.

(III, IV, 193 – 194)

La sombra de un árbol sirve aquí de discreto vestidor.

(En Cymbelino )

49

Escondite cómico

Supo la Reina que Bolingbroke había hecho prisionero al Rey Ricardo, su marido. Nada la distraía. Pero vio que venían los jardineros, y quiso oír cómo hablaban “del Estado”: “Apartémonos a la sombra de estos árboles…” (III, IV, 24 - 27)

(En El Rey Ricardo II )

50

Otras sombras venéreas

***** No sólo las verduras (árboles, sotillos, selvas) valen para quitarnos calenturas.

***** Iría Isabella a Angelo, y lo citaría para el amor con una condición, “que el lugar pueda tener toda la sombra y el silencio” (II, I, 247 – 248). Así, disimulada en la oscuridad, y callada, acudiría “la pobre Mariana” (II, I, 255), su antigua prometida, en su lugar, le daría perra muerta. La sombra y el silencio propician el amor vergonzoso, y el engaño.

(En Medida por medida )

***** Monsieur Verolles, putero famoso, alquilará a Marina, la nueva pupila del lupanar. La Alcahueta se alegraba: “Sé que buscará nuestra sombra , para derramar sus coronas al sol” ( Pericles , IV, II, 109 – 111). La sombra es la del burdel, que facilita un gozo rápido y triste.

***** Adonis protestó. “¡Quita, no más amor!” Era que el sol le quemaba el rostro (185 – 186). Venus suspiraría, y con su “aliento celestial” refrescaría “el calor del sol poniente”. “Formaré una sombra para ti con mis cabellos, / y, si ellos también se queman, los empaparé con mis lágrimas” (189 – 192). La sombra de la cabellera estupenda de la diosa forma un quiosco que vuelve cómodo el amor.

(Venus y Adonis )

51 52

Sombras de amor, y su sustancia

***** En todos los cuentos, o historias, que ha leído, o escuchado, Lisandro, “el curso del amor verdadero nunca corría suave”, que lo torcían diferencias de sangre, o de hacienda, o de años… (I, I, 132 – 137)

Lisandro: O, si hubo simpatía en la elección, La guerra, la muerte, o la enfermedad lo sitiaron, Volviéndolo momentáneo como un sonido, Rápido como una sombra , breve como cualquier sueño…

(I, I, 141 – 144)

(En El sueño de una Noche de San Juan )

***** El Duque de Milán tenía encerrada a su hija Silvia “en una torre alta”, para que no se la robasen (III, I, 36 – 37). Se la había apalabrado a un don Thurio rico e idiota. Pero Silvia amaba a Valentino, un forastero, estudiante capigorrón de Verona, y se fugaría con él nocturna. Todo se estropeó. Valentino, descubierto con la “máquina” (III, I, 1 – 138) del rapto, billetitos y la escalera de cuerdas, fue desterrado. No toleraría aquel “tormento vivo” (III, I, 170), como no supiera imaginar a Silvia a su lado. Sólo entonces podría alimentarse “de la sombra de su perfección” (III, I, 176 – 177).

(En Los dos gentilhombres de Verona )

***** Iba a casarlos fray Lorenzo. Romeo medía su alegría. Julieta, coqueta, protestaba: “La imaginación, más rica en materia que en palabras / se jacta de su sustancia , no de sus ornamentos” (II, VI, 30 – 31).

(En Romeo y Julieta )

***** Romeo ha soñado que su “señora” lo encontraba “muerto” y lo resucitaba con sus besos (V, I, 6 – 8). El amor era “dulce” cuando sus “sombras ” “son tan ricas de alegría” (V, I, 10 – 11).

(En Romeo y Julieta )

53

***** Luis, el Delfín, se casaría con Blanca de España, y con ese matrimonio habría paz entre Francia e Inglaterra. El rey Felipe quiso, antes, que su “chico” mirase el rostro de la dama.

Luis: Sí quiero, mi señor, y encuentro en sus ojos Una maravilla, o un maravilloso milagro, La sombra de mi persona formada en sus ojos, La cual, no siendo sino la sombra de vuestro hijo, Se transforma en un sol, y hace de vuestro hijo una sombra …

(II, I, 495 – 500)

El enamorado ve, pues, en los ojos de su dama, su sombra transformada, por efecto mágico del amor, en sol.

(En El rey Juan )

***** Tuvo noticia Julieta de que Romeo había matado a su primo. El amigo le pareció ahora “un hermoso tirano, un demonio angelical, / cuervo de plumas de paloma, cordero lobuno, / la aborrecida sustancia del espectáculo [show ] más divino” (III, II, 75 – 77).

(En Romeo y Julieta )

***** La amiga lo ha despedido hasta el otro día. El enamorado es ahora una de esas “ sombras ” “que cargan con los dolores, pero no pueden llevarse el botín” ( El apasionado peregrino , XIV, 11 – 12).

54

Sombras y sustancia del amigo

***** Las horas marchitarán la belleza del amigo. O no, pues es él la quintaesencia de una flor, que no se termina:

“Pero las flores destiladas, aunque se encuentren con el invierno, No pierden sino su apariencia: su sustancia vive todavía dulce.”

(Soneto V, 13 – 14)

***** La “ sombra ” (10) de las “partes” (7) del amigo, su “belleza”, su “nacimiento”, su “riqueza” o su “ingenio” (5), dan tanta “ sustancia ” (10) al poeta, que la “abundancia” del otro lo dejan abastado (11).

(Soneto XXXVII)

***** El poeta se halla lejos del amigo, y se queja de su “torpe [dull] sustancia ”, que no puede volar hasta él:

“Si la torpe sustancia de mi carne fuera pensamiento, La injuriosa distancia no detendría mi camino…”

(Soneto XLIV, 1 - 2)

***** La primavera sólo alcanza a mostrar “la sombra ” de la “belleza” del amigo ( Soneto LIII, 10 –11).

***** Aquella primavera estuvo el poeta “ausente” del amigo (1). Cogía lirios, o rosas…

“Sin embargo, parecía invierno aún, y, estando tú lejos, Yo jugaba con éstas como si fuesen tu sombra .”

(13 – 14)

(Soneto XCVIII)

55

***** Las sombras del amigo son infinitas:

“¿Cuál es tu sustancia , de la que estás formado, Que millones de extrañas sombras te atienden? Mira que cada persona, cada una, tiene una sombra , Y tú, que sólo eres uno, puedes proyectar todas las sombras …”

(Soneto LIII, 1 - 4)

***** En tres sonetos le sale al poeta la sombra del amigo en sueños:

De noche “la visión imaginativa” del alma del poeta “presenta” la “sombra ” del amigo a sus “ojos ciegos” ( Soneto XXVII, 9 – 10). El amigo es ahí sombra, o sueño.

En los sueños del poeta la “ sombra ” del amigo ilumina las “ sombras ” de la noche (5). La “forma” de su “ sombra forma un espectáculo feliz” (6), y su “sombra , hermosa e imperfecta”, en medio del “pesado sueño permanece en [sus] ojos ciegos” (11 – 12).

(Soneto XLIII)

Sombras parecidas al amigo (“ shadows like thee”) se burlan de los ojos del poeta, en sus sueños ( Soneto LXI, 4).

56

Sombra e identidad

Prólogo

Tu sombra es menos de lo que eres, otra cosa que te repite de manera imperfecta, e inquietante.

Son sombras tuyas tu nombre, tu reflejo (en un espejo que puede ser de cristal o de agua), tu retrato, tu doble, tu diputado, que actúa en tu lugar y te representa, tu persona soñada, tu fantasma, tu máscara. ¿O es que no eres tú, nada más, una sombra?

57

Sombras, o nombres falsos

Falstaff hacía leva de hombres para su ridícula mesnada. Uno, Simón Sombra.

Llano: ¿Os parece bien, Sir John? Falstaff: Esta Sombra servirá para el verano. Apúntalo, que tenemos varias sombras para rellenar el libro de alistamiento.

(III, II, 132 – 134)

Con “sombras”, o sea, con nombres de reclutas ficticios, inventados, completaban los sargentos sus pelotones, para engordar las soldadas.

(En La Segunda Parte de El Rey Enrique IV )

58

Esgrimas que practica uno con su sombra

***** El monstruoso Ricardo, Monsieur Le Bon y Malvolio, partes ridículas de sus comedias, el beodo, el loco, el soberbio y el imbécil sostienen estúpidas conversaciones con sus sombras.

***** Ricardo, el Tercero, encuentra su mala sombra muy entretenida, que repite sus desamoldadas gracias.

Ricardo no encontraba “placer alguno en que entretener el tiempo, / como no sea observar mi sombra en el sol / y discurrir variaciones sobre mi deformidad” (I, I, 25 – 26).

Ricardo había cortejado, y ganado, a doña Ana, aunque le había matado a su marido, Eduardo, el Príncipe de Gales, y a su suegro, el rey Enrique. Ningún donjuán había podido tanto. El jorobado se sonreía: “Brilla, hermoso sol, hasta que haya comprado un espejo, / para que pueda ver mi sombra al pasar” (I, II, 264 – 265).

(En El Rey Ricardo III )

***** Porcia opina sobre uno de sus pretendientes, el estúpido caballero francés, Monsieur Le Bon. “Dios lo hizo, así que dejemos que pase por hombre” (I, II, 53). Era Capitano asustadizo: “Si canta un tordo, se pone enseguida a dar extraños saltitos: desafiará a las espadas a su propia sombra ” (I, II, 57 – 59).

(En El mercader de Venecia )

***** Armaban una burla para Malvolio, el grotesco mayordomo de la condesa Olivia. María pide a sus confabulados que se escondan. “Malvolio baja por este camino: ha estado allí, al sol, practicando posturas [behaviour] con su propia sombra esta última media hora” ( Noche de Reyes , II, V, 15 – 18).

59

***** Casio, borracho, descuidó su centinela y perdió su “reputación”, o sea, su “parte inmortal” (II, III, 258 – 260). Ahora se lamentaba: “…¿Borracho? ¿Y parlotear como una cotorra? ¿Y reñir? ¿Y fanfarronear? ¿Y jurar? ¿Y debatir disparatadamente con mi propia sombra ?” (II, III, 275 – 277)

(En Otelo )

***** Edgar fingía ser “el pobre Tomás”, un tarado, y enumeraba las desgracias que le había traído el diablo, una, “perseguir a su propia s ombra , acusándola de traición” (III, IV, 56).

(En El Rey Lear )

***** “¿Alguna vez ha habido hombre tan orgulloso como este Marcio?” (I, I, 251). No, “una naturaleza así, / con las cosquillas del éxito, desdeña la sombra / que pisa al mediodía” (I, I, 258 – 260).

(En Coriolano )

***** Los criados querían divertirse con el Bufón. “¿Cómo te va, bufón?” Apemanto, misántropo, lo defendió: “¿Dialogas con tu propia sombra ?” ( Timón de Atenas , II, II, 50 – 51)

60

Espejo de sombras

Casio lamentaba que Bruto, campeón de la libertad de Roma, no tuviera “espejos” que le devolviesen “su escondido valor”, “de modo que pudierais ver vuestra sombra ” (I, II, 55 – 58).

(En Julio César )

61

Sombras, o reflejos

***** Cuentan también como sombras el reflejo fatal de Narciso, y el maravilloso de Adonis, en las fuentes en que se miraban.

***** Venus reñía a Adonis, que no se dejaba amar, y ponía el ejemplo de Narciso, que “murió por besar su sombra en el arroyo” ( Venus y Adonis , 162).

***** El jabalí le ha matado a Adonis, y Venus lloraba sus gracias: “Cuando contemplaba su sombra en el arroyo / los peces extendían sobre ella sus agallas de oro” ( Venus y Adonis , 1099 - 1100).

62

Sombras (retratos) y sustancia

***** Sombra “significa también la apariencia, o semejanza de alguna cosa” (Aut. ). Y eso hace, ¿no?, tu retrato: copiarte, repetir tu imagen.

***** La condesa de Auvernia ha invitado a Talbot, Gran Capitán de los ingleses, a su castillo. Talbot sospecha que hay trampa: “Quiero probar la cortesía de esta dama.” Probar, sondar. Ella lo recibe grosera, utilizando el artículo que precede al monstruo: “¿Es éste el Talbot?” (II, III, 16). Será, amenaza, su prisionero:

--Mucho tiempo he sido esclava de vuestra sombra , Pues cuelga en mi galería vuestro retrato [picture] : Pero ahora la sustancia sufrirá la misma suerte.

(II, III, 36 – 38)

La sombra de el Talbot es su retrato; su sustancia , su persona.

(En La Primera Parte de El Rey Enrique VI )

***** Proteo cortejaba a Silvia, pero, ay, ella amaba a Valentino. Y Julia, que lo mira todo disimulada, a Proteo.

Proteo: Señora, ya que os mostráis tan dura de corazón, Dadme al menos vuestro retrato, por mi amor, Ese retrato que cuelga en una pared de vuestra habitación: Yo conversaré con él, y a él dirigiré mi llanto y mis suspiros, Pues, como la sustancia de vuestra perfecta persona Dedica su devoción a otro, yo no soy sino una sombra . Julia: [Aparte] Si fuera una sustancia , la engañarías, estoy segura, Y la convertirías en sombra , nada más, como has hecho conmigo. Silvia: De ninguna manera deseo ser vuestro ídolo, señor, Pero, puesto que vuestra falsedad se corresponde muy bien Con la veneración y adoración de falsas sombras , Mandad a alguien por la mañana y os lo enviaré.

(IV, II, 122 – 133)

63

Silvia cumple. A la mañana dice:

--Úrsula, trae aquí mi retrato. Vé, dale a tu amo esto, y dile, de mi parte, Que una tal Julia, a la cual sus mudables pensamientos han olvidado, Adornaría mejor su cámara que esta sombra .

(IV, IV, 124 – 127)

Proteo enviaba a Sebastián (pero era Julia, travestida, su enamorada secreta) con un recado para Silvia, que cumpliese su “promesa” y le diese “su retrato celestial” (IV, IV, 94). Cobró, pues, Julia, el retrato de Silvia, y platicó, celosa, con él.

Julia: …Ven, sombra , ven, y ocúpate de esta sombra , Pues es tu rival. ¡Oh, forma sin sentido! Tú serás celebrada, besada, amada, y adorada, Y, si su idolatría tuviera algún sentido, Mi sustancia sería estatua en tu lugar.

(IV, IV, 204 – 208)

(En Los dos gentilhombres de Verona )

***** Aragón, otro de los novios de Porcia, eligió el cofre de plata, que guardaba “el retrato de un idiota parpadeando” (II, IX, 58), “la cabeza de un bobo” (59). Leyó luego el papelito que lo acompañaba. “Algunos hay que besan sombras , / y esos tales no alcanzan sino la bendición de una sombra [a shadow ’s bliss]” (II, IX, 66 – 67).

(En El mercader de Venecia )

64

***** Abrió Basanio el cofre de plomo, y halló, dentro de él, “la contrahechura de la bella Porcia” (III, II, 115), y la alabó: “¿Qué semidiós / ha llegado tan cerca de la creación?” (III, II, 115 – 116)

Basanio: …sin embargo, mirad hasta qué punto La sustancia de mi alabanza ofende a esta sombra Teniéndola en poco, pues a tanta distancia, esta sombra , Renquea detrás de su sustancia .

(III, II, 126 – 129)

El maravilloso retrato de la dama es sólo la sombra de su sustancia perfecta.

(En El mercader de Venecia )

***** Sólo la flor del amigo es verdadera. Si osase alguien pintar su retrato, no alcanzaría otra cosa que “rosas de sombra ” (“roses of shadow ”):

“¿Por qué iba la pobre belleza a buscar indirectamente Rosas de sombra, cuando su rosa es verdadera?”

(Soneto LXVII, 7 - 8)

65

Dobles y representaciones

***** La mosca que aplasta Marco Andrónico representa al Moro Aarón, que ha roto a su sobrina. El Douglas ha matado a tres dobles inquietantes del rey Enrique antes de encontrarse con él.

***** Ya conocía Tito Andrónico todas sus desgracias menos una (que a su hija Lavinia no sólo la habían mutilado horrorosamente: también la habían violado). Zumbó una mosca, y Marco Andrónico, su hermano, la mató, porque era negra, y fea, y representaba al Moro que lo ha estropeado. “¡Oh, oh, oh!” (III, II, 68) El recuerdo de su lamentabilísima tragedia deja al héroe que la titula balbuceando. Machaca entonces el bicho. “¡Ay! ¡Pobre hombre! La pena lo ha castigado tanto / que toma las falsas sombras por la verdadera sustancia ” (III, II, 79 - 80).

La mosca representa al Moro Aarón, es la “falsa sombra ” de su “verdadera sustancia ”.

(En Tito Andrónico )

***** El Douglas ( El Douglas, tremendo con su artículo delante, como el Moroldo gigante del cuento de Tristán e Isolda), caudillo de los escoceses, despacha a los tres dominguillos que repetían a Enrique, y ahora topa con el rey en carne y hueso.

Douglas: ¡Otro rey! Crecen con las cabezas de la Hidra: Yo soy el Douglas, fatal para todos aquellos Que llevan esos colores: y tú ¿qué eres, Que contrahaces a la persona del rey? Rey Enrique: El rey en persona, que lamenta, Douglas, de corazón, Que te hayas encontrado con tantas de sus sombras , Y no con el rey mismo.

(V, IV, 25 – 31)

(En La Primera Parte de El Rey Enrique IV )

66

Sombras diputadas

***** Diputación es la “comisión que se da a algunos sujetos de un cuerpo, o comunidad, para hacer algún acto o función en su nombre” ( Aut. ). Son sombras , o diputados , o vices de otro: tienen sus “veces, o autoridad” ( Aut. ).

***** Suffolk ha sido el extraño “procurador” (I, I, 3) del rey mozo Enrique Sexto, casándose, en su nombre (pero la ha conocido, secreto), con la princesa Margarita. Y ahora “rindo mi título en la reina / a vuestras graciosísimas manos, que son la sustancia / de la gran sombra que he representado ” (I, I, 12 – 14). Su título, dice, o sea, su nombre o máscara de esposo.

(En La Segunda Parte de El Rey Enrique VI )

***** Enrique llevaría puesta la corona, y gastaría el nombre y el título de rey , pero Warwick gobernará, y Clarence será su Protector. Warwick glosa la voluntad de Enrique:

--Nos unciremos al yugo, como una doble sombra Del cuerpo de Enrique, y ocuparemos su lugar; Quiero decir, que soportaremos el peso del gobierno, Mientras él disfruta de sus honores y comodidades.

(IV, VI, 49 – 52)

(En La Tercera Parte de El Rey Enrique VI )

67

Los sueños, y la fantasía, fábricas de sombras

***** Lo sabe el príncipe de Dinamarca: “El mismo sueño no es sino una sombra.” “A dream itself is but a shadow” ( Hamlet , II, II, 260).

***** Mercucio soñó a Romeo, su amigo, con la Reina Mab. Pero los sueños “son los hijos de un cerebro ocioso, / concebidos por la vana fantasía [fantasy], / la cual tiene una sustancia tan delgada como el aire” (I, IV, 96 – 99).

(En Romeo y Julieta )

***** Tarquino se coló en la habitación de Lucrecia. La espió, dormida. Plantó su mano, “humeando de orgullo”, “sobre su pecho desnudo” (437 – 439). Ella “yace temblando como un pajarillo que acaban de matar”. “No se atreve a mirar y, sin embargo, entornando los ojos, aparecen ante ella / formas mudables, feas: / tales sombras son la forja del cerebro débil” (457 – 460).

(La violación de Lucrecia )

***** Cleopatra: ¿Piensas que ha habido, o podría haber, un hombre Como éste que he soñado yo? Dolobela: Gentil señora, no. Cleopatra: Mentís, y los dioses os oyen. Pero si lo hay, o lo hubo alguna vez, No cabe en ningún sueño: a la naturaleza le falta materia Para competir con la fantasía [fancy] en la creación de formas extrañas, y, sin embargo, imaginar Un Antonio fue la obra maestra de la naturaleza, derrotando a la fantasía [fancy] Y condenando sus sombras .

(V, II, 93 - 100)

(En Marco Antonio y Cleopatra )

68

Sombras, o fantasmas

***** Sombra “vale asimismo espectro, o fantasma, que se percibe como sombra” ( Aut. ).

***** La víspera de su asesinato Clarence soñó que el “triste barquero del cual escriben los poetas” lo cruzaba a la otra orilla. Allí le salió primero Warwick, luego “una sombra como un ángel”, con una querella particular, que lo había acuchillado cerca de Tewksbury (I, IV, 46 – 56).

(En El Rey Ricardo III )

***** Buckingham pidió a “las almas descontentas y malhumoradas” que cansasen a Ricardo (V, I, 7). Obedientes, lo asombraron los fantasmas del príncipe Eduardo, del rey Enrique, de Clarence, de Rivers, de Grey, de Vaughan, de Hastings, de los dos principitos, de doña Ana, su esposa, de Buckingham (V, III, 119 – 177). Y se espantó.

Ratcliff: No, mi buen señor, no tengáis miedo de unas sombras . Ricardo: Por el apóstol Pablo, las sombras , esta noche, Han causado más terror en el alma de Ricardo Que la sustancia de diez mil soldados…

(V, III, 216 – 219)

***** Lucio pedía a su padre, el general Tito, que entregase a sus soldados “el prisionero más orgulloso de los Godos”, para ofrecerlo en sacrificio a “las sombras ” de sus hermanos muertos, y darles sosiego (I, I, 96 – 100). Tito le dio “al más noble de los que han sobrevivido, / el hijo mayor de esta triste reina” (I, I, 102 – 103). Tamora, Reina de Godos, protestó. Tito le pidió paciencia, y perdón, pero su hijo debía sufrir aquella muerte religiosa “para apaciguar las sombras gimientes de los que se han ido” (I, I, 121 – 126).

(En Tito Andrónico )

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***** Morton dice a Northumberland la manera de la muerte de su hijo. “Mi señor, vuestro hijo, no contaba, para pelear, sino con los cadáveres, / con las sombras y representaciones [shows] de hombres” (I, I, 192 – 193).

Iguala cadáveres, sombras, y partes teatrales.

(En La Segunda Parte de El Rey Enrique IV )

***** Espantaba a Macbeth el fantasma de Banquo: “¡Quita, sombra horrible! / ¡Burla irreal, quita!” (III, IV, 106 – 107).

(En Macbeth )

***** Las tres brujas van a enseñar a Macbeth sus suertes con una procesión de ocho reyes seguida del fantasma de Banquo:

Todas: Mostrádselo a sus ojos, y entristeced su corazón: Venid como sombras y, como tales, marchaos.

(IV, I, 110 – 111)

Otra vez tienen las sombras de estos ocho reyes futuros algo de teatral.

(En Macbeth )

***** Como el Cristo, Marco Antonio pidió a los suyos que lo velasen esa noche:

-- Tal vez sea el final de vuestro deber, Quizás no me veáis más, o, si lo hacéis, Seré una sombra rota [a mangled shadow ].

(IV, II, 24 – 27)

(En Marco Antonio y Cleopatra )

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***** Los espectros de los padres y hermanos de Póstumo Leonato invocan a Júpiter, pidiendo que lo socorra. Fatigaban al dios:

Júpiter: Pobres sombras del Elíseo, marchaos, y descansad En vuestras orillas de flores que nunca se marchitan…

(V, IV, 97 – 98)

Eran “miserables espíritus de las regiones inferiores”, “fantasmas” (V, IV, 93 – 94).

(En Cymbelino )

***** Lucrecia se querella contra Tarquino, su violador, y pide que “ sombras fantasmagóricas [“ghastly shadows”] llenen de espanto sus lujuriosos ojos” (971). Lo maldice todavía, y quiere que lo acose una Furia muy particular: “Que huya el ladrón, enloquecido, de su propia sombra…” (997)

(La violación de Lucrecia )

***** Sólo una vez los “espíritus” aparecen dotados de una sustancia inquietante:

Lady Macbeth rogó a los “espíritus” que le arrancasen el sexo (I, V, 41 – 42), a los “ministros asesinos”, “dondequiera que [buscasen] la ruina de la naturaleza en [sus] ciegas [sightless] sustancias”, que acudiesen a sus “pechos de mujer” y cambiasen su leche en hiel (I, V, 48 – 51).

(En Macbeth )

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La sombra, nada más, de lo que era

***** La identidad de todos estos personajes, desgraciados así, o así, se difumina, y ya son, solamente, sombras.

***** Dejarán que gaste Carlos el nombre de Rey de Francia, pero será sujeto, aún, de Enrique VI de Inglaterra. El duque de Alençon protesta:

--¿Habrá de ser él, entonces, como la sombra de sí mismo? ¿Adornará sus sienes con una corona, Y, sin embargo, en sustancia y autoridad, Retendrá sólo el privilegio de un hombre particular [a private man]?

(V, V, 133 – 136)

Particular “se llama en las Comunidades y Repúblicas el que no tiene título o empleo, que le distinga de los demás” ( Aut ).

(En La Primera Parte de El Rey Enrique VI )

***** “Sin embargo (…) Eduardo siempre actuará como rey [will bear himself as king].”

--Entonces, en su imaginación, que Eduardo sea rey de Inglaterra. [Warwick le quita la corona] Pero Enrique llevará ahora la corona inglesa, Y será su verdadero rey, y tú su sombra nada más [thou but the shadow] .

(IV, III, 44 – 51)

Eduardo hará la parte del rey, será solamente su sombra.

(En La Tercera Parte de El Rey Enrique VI )

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***** El Duque de Buckingham vio cómo lo infamaban, acusándolo falsamente de traidor:

-- …mi vida ya tiene su medida: Yo soy la sombra del pobre Buckingham, Cuya figura se viste en este instante de nube, Pues han oscurecido mi claro sol.

(I, I, 223 – 226)

(En El Rey Enrique VIII )

***** La reina Isabel pedía a la reina Margarita que la ayudase “a maldecir / a esa araña embotellada, a ese asqueroso sapo jorobado” (IV, IV, 80 – 81). A Ricardo.

Margarita: Yo te llamé, entonces, vano floreo de mi fortuna; Te llamé entonces pobre sombra , reina pintada, La representación [presentation], nada más, de lo que yo era…

(IV, IV, 82 – 84)

Algo teatral penetra estas palabras.

(En El Rey Ricardo III )

***** Apareció con mucho teatro Helena, aunque habían tenido noticia de su muerte.

Rey: ¿No hay exorcista Que invoque con sus hechizos el oficio más verdadero de mis ojos? ¿Es real lo que veo? Helena: No, mi buen señor: No es sino la sombra de una esposa lo que veis, El nombre, y no la cosa.

(V, III, 298 – 302)

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Se declara Helena, con eso, nada más “ sombra ”, o sea, fantasma, y doble, de la esposa de Bernard, “el nombre , y no la cosa”. Éste, sin embargo, la acepta como verdadera: “Lo uno y lo otro, lo uno y lo otro. ¡Oh, perdón!” (V, III, 302).

(En Bien está lo que bien acaba )

***** El enamorado, cuando su amor no es correspondido, se vuelve sombra :

Proteo se perdía por Silvia y, como ella quería a Valentino, no era “sino una sombra ”: “I am but a shadow ” (IV, II, 127).

Julia, a su vez, entiende que Proteo, engañándola, la ha convertido “en sombra , nada más” [“but a shadow , as I am”] (IV, II, 129 – 130).

(En Los dos gentilhombres de Verona )

***** Lear: ¿Alguien aquí me conoce? ¿Cómo, si éste no es Lear? ¿Camina Lear así, habla así? ¿Dónde están sus ojos? O se debilita su noción, o sus discernimientos están aletargados… ¡Ja! ¿Duermes o estás despierto? Seguro que no es así. ¿Quién puede decirme quién soy? Bobo: La sombra de Lear.

(I, IV, 217 – 222)

Lear, antes de extraviarse en el laberinto de la locura, ha perdido mucho, mucho, y es, ya, su “sombra” nada más.

(En El Rey Lear )

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Troya ilustrada, “triste sombra”

El tapiz que repite lo de Troya es una “triste sombra ”. Porque descubre en ella la suya, en esa historia ilustrada de una ciudad arrasada Lucrecia “gasta sus ojos” ( La violación de Lucrecia , 1457).

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Teatro de sombras

Comedias, o sombras

Los menestrales de Atenas representaban La lamentabilísima comedia y muerte muy cruel de Píramo y Tisbe para festejar las bodas de sus príncipes. Teseo e Hipólita la comentaban, divertidos:

Hipólita: Ésta es la materia más tonta que he oído jamás. Teseo: Las mejores de su especie no son sino sombras , y las peores no son peores, si la imaginación las corrige.

(V, I, 207 – 209)

(En El sueño de una Noche de San Juan )

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“If we shadows …”

El Puck (genio gamberro) nos advierte, en el Epílogo de la comedia, que son ellos, los personajes que la han representado, “ sombras ” (1), y que todo aquel “tema débil y ocioso” no ha sido “sino un sueño ” (5 - 6), el de una Noche de San Juan .

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“Like motes and shadows …”

“Miradlos moverse un rato como motas de polvo y sombras ” (IV, IV, 21). “Like motes and shadows …” Lo dice Gower, de los personajes del romance que están representando.

(En Pericles )

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“Life’s but a walking shadow …”

Han enterado a Macbeth de la muerte de su esposa.

--La vida no es sino una sombra andante, un pobre cómico que pasa pavoneándose y agitándose su hora en el escenario, y al que luego no se le oye más; es un cuento contado por un idiota, lleno de sonido y de furia, que no significa nada.

(Macbeth, V, V, 24 – 28)

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Todo es nada

“Life’s but a walking shadow …” ( Macbeth , V, V, 24) “La vida no es sino una sombra andante.” Y “el hombre terrenal” (son meditaciones de náufrago) sustancia fragilísima:

Pericles: ¡Ahora cesad vuestra ira, vosotras, furiosas estrellas del cielo! Viento, lluvia, trueno, recordad que el hombre terrenal No es sino una sustancia que debe rendirse a vosotros, Y yo, como toca a mi naturaleza, os obedezco.

(II, I, 1 – 4)

(En Pericles )

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Bibliografía

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