La Asombrosa Alarmante Y Terrible Apostasia.Indd
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La asombrosa, alarmante y apostasíaterrible J. Vernon McGee La asombrosa, alarmante y apostasíaterrible J. Vernon McGee ©2019 THRU THE BIBLE RADIO NETWORK Impreso en los Estados Unidos Al menos que se indique lo contrario, el texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960TM es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia. Este folleto está basado en la enseñanza del Dr. J. Vernon McGee (1904-1988), autor del estudio bíblico A Través de la Biblia. Radio Trans Mundial PO Box 8700 Cary, NC 27512-8700 Tel: 1.800.880.5339 www.atravesdelabiblia.org [email protected] Radio Trans Mundial es el ministerio en español de Trans World Radio A Través de la Biblia La asombrosa, alarmante y terrible apostasía Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santifi cados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo: Misericordia y paz y amor os sean multiplicados. Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. (Judas 1-4) Estamos viendo en nuestro día una terrible, asombrosa y alarmante apostasía de la iglesia. Siempre ha habido una cuestión entre los estudiantes de profecía hasta qué grado entrará la iglesia organizada en la apostasía antes de que ocurra el rapto. Es decir, ¿en qué punto en particular de la apostasía será sacada del mundo la verdadera iglesia Ecompuesta de aquellos que creen en el Señor Jesucristo? Algunos de nosotros no creíamos que veríamos a las iglesias organizadas hundirse hasta este punto en una partida de la fe antes de que la iglesia verdadera—es decir, el cuerpo de creyentes que de verdad confían en Cristo como su Salvador, reconociendo que son pecadores y que su única esperanza está en Él—fuera sacada del mundo. Cuando el Dr. William Culbertson estuvo aquí en Los Ángeles hablando en la Conferencia Profética, él nos dijo a algunos aparte: “¡Las cosas que 1 La asombrosa, alarmante y terrible apostasía estoy viendo yo pensaba que no tomarían lugar hasta la tribulación!” Y estoy seguro de que este es el punto de vista de muchos estudiantes de profecía hoy. En este sentido, por lo tanto, es una apostasía asombrosa que ha venido sobre nosotros. De repente la iglesia ha dejado la fe, y muchos de nosotros pensábamos que para el tiempo cuando esto sucediera, la iglesia verdadera se habría ido. En vista de algunas de las actividades de la iglesia contemporánea, es una apostasía alarmante. A causa de las condiciones actuales en la iglesia (y en este mensaje meramente tocaré el borde de ellas), es una apostasía terrible. Por esta razón creo que podemos decir con certeza que estamos ahora mismo en una terrible apostasía alarmante y asombrosa en la iglesia. Ahora cuando yo digo apostasía, lo digo en el sentido bíblico, una partida de la fe. La palabra en el griego original es aphistemi. Histemi quiere decir “pararse” y apo significa “fuera de”. Permítame ilustrarlo así: Es mi costumbre pararme en el púlpito para predicar, pero si yo me parara allá al lado del piano, eso sería aphistemi, parado fuera del púlpito. Y hoy hay un aphistemi en la iglesia, lo cual significa que los hombres que en un tiempo profesaban creer las grandes verdades básicas de la fe cristiana ahora han negado esas cosas. Se han apartado de ellas. Por esa razón sería bien ver por segunda vez lo que declara la Escritura en cuanto a la apostasía en relación con el rapto de los creyentes verdaderos. A la luz de dónde estamos en el tiempo actual necesitamos ver lo que dice de verdad la Palabra de Dios referente a esto. Surge la cuestión: ¿Entrarán estas iglesias organizadas en apostasía total? ¿Habrá un eclipse total de la fe? El Señor Jesús hizo una declaración en Lucas 18:8 que ha sido difícil de aceptar para muchos, y yo debo confesar que era muy difícil para mí aceptarla años atrás. Él preguntó: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Es decir, ¿hallará el cuerpo de la verdad que dejó aquí dos mil años atrás? ¿Hallará la fe sobre la tierra? La pregunta se expresa de tal forma en el griego (no podemos hacer esto en español) que la respuesta tiene que ser negativa. Así que, la respuesta es “no”, Él no hallará la 2 A Través de la Biblia fe sobre la tierra cuando Él regrese. Y, por lo tanto, sacamos de esto que habrá una apostasía total de la iglesia organizada. Tenemos esto confirmado, creo, en las siete iglesias de Asia Menor (véase Apocalipsis 2 y 3). Ud. encuentra que la iglesia en Éfeso representa a la iglesia apostólica, la iglesia en su mejor momento. Y es verdad que después de la era apostólica la iglesia creció numéricamente, y se esparció sobre la tierra. Pero la iglesia nunca ha sido tan fuerte espiritualmente como era entonces. Hoy es como esa pequeña semilla de mostaza que se unió con un fertilizante—oh creció y creció. Esa pequeña semilla de mostaza debería haber sido una planta, pero llegó a ser un árbol. Y eso es exactamente lo que le sucedió a la iglesia, la cual ha buscado números y edificios y programas y esas cosas que se ven desde afuera. Pero creo que se puede decir de la iglesia hoy lo que dijo Jesús de los fariseos: “… por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia” (véase Mateo 23:27). Ese es un cuadro terrible, espantoso que Él dio de la religión en Su día, y Él dijo que esas condiciones prevalecerían al final de la edad. La iglesia de Laodicea es la séptima y última de las iglesias mencionadas en Apocalipsis. Representa ese último periodo, la última lucha de muerte de la iglesia. La cuestión se hace de nuevo: ¿Por qué no se menciona el rapto al fin del periodo laodicense? Y debo confesar que los post tribulacionistas y los amilenialistas me han acosado con esa pregunta. Ha sido difícil contestarles. ¿Qué queremos decir exactamente al insistir en un rapto al fin del periodo laodicense? El hecho del asunto es que, no tiene lugar, aparentemente, al fin del periodo laodicense. Juan fue arrebatado al cielo al principio del capítulo 4, y el capítulo 3 terminó el periodo laodicense. Siempre pensamos en Juan como el representante de la iglesia. Pero cuando él es arrebatado al cielo, él encuentra a veinticuatro ancianos, quienes de hecho representan a la iglesia, y ¡ella ya está allí! Así que, en algún tiempo durante el periodo laodicense, la iglesia verdadera deja la tierra, y la iglesia organizada sigue directamente a la Gran Tribulación como una organización que supuestamente representa a Dios—sin embargo, niega a Cristo. Nos estamos moviendo muy cerca de eso hoy, a propósito. El Señor Jesucristo le da a la iglesia de Laodicea un aviso, y Él da una palabra de galanteo. Él dice en Apocalipsis 3:17: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad…” 3 La asombrosa, alarmante y terrible apostasía En otras palabras, Ud. dice que es rico – que tiene muchos edificios, un programa tremendo, pero ‘no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo’” (Apocalipsis 3:17). ¿Sabía Ud. que la iglesia en este país—y eso incluye la católica romana y todas las demás—en cuanto a los edificios y riqueza física, es la organización más rica en América? La iglesia hoy, si se reunieran todos sus bienes, podría comprar la Compañía Standard Oil y todo lo que le pertenece a los Rockefellers también. Es adinerada, pero sin poder en esta hora en la cual vivimos. En los días primitivos de la iglesia, el papa contaba su dinero cuando entró uno de los santos verdaderos de aquel tiempo. Cuando él vio que se había entrometido, se volvió para salir, pero el papa le dijo: “La iglesia ya no puede decir: ‘No tengo plata ni oro’”. Y este santo dijo al salir: “Eso es verdad, señor, pero la iglesia tampoco puede decir al hombre impotente: ‘Levántate y anda’”. Ud. y yo estamos en la presencia de un mundo loco, y la iglesia en esta hora parece no tener un mensaje espiritual para el mundo loco en el cual vivimos. Por tanto encontramos que al fin del periodo laodicense, Cristo está absolutamente fuera de la iglesia organizada. Cuando Él dice en Apocalipsis 3:20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo”, es una invitación que viene desde afuera, una invitación personal, el mismo tipo de invitación que Él dio cuando fue rechazado por Su propio pueblo como Rey. Fue justamente después que Él pronunció Su juicio sobre Corazín y Betsaida y Capernaum que Él dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Y aquí en Apocalipsis Él da una invitación personal: “He aquí, yo estoy a la puerta, y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).