LOS DERECHOS HUMANOS EN EL DEPARTAMENTO DE
SANTANDER
SANTANDER
VICEPRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
PROGRAMA PRESIDENCIAL DE DERECHOS HUMANOS
Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
VICEPRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
Director: Carlos Franco E.
Coordinador Área de Políticas y Coordinación Interinstitucional: Tomas Concha
Coordinadora Observatorio de Derechos Humanos: Ana Silvia Linder
Diseño carátula: Patricia Lora Diagramación: Patricia Lora
SANTANDER
El departamento de Santander ocupa una superficie de 30.537 Km2 que representa el 2,7% del territorio nacional. Su capital es Bucaramanga habitada por aproximadamente 536.449 habitantes. Su población es de 2’014.590 santandereanos que representan el 4,6% del total de colombianos. Sus cabeceras municipales concentran 1’418.736 pobladores y el resto del departamento 595.854. El PIB del departamento es de $11,5 billones de pesos, lo que representa una participación a nivel nacional del 6,15%[1]. En la mayor parte de Santander se produce cacao, tabaco, piña y guayaba, y en menor proporción fique, papaya y palma africana. En el terreno industrial se destaca la producción de alimentos y bebidas; sobresale la del petróleo en el primer complejo petrolero del país en Barrancabermeja.
Sus indudables riquezas naturales y su potencial económico en lo que se refiere a actividades de explotación, son la fuente del relativo alto nivel de desarrollo que posee la región y el principal factor que la constituye en una zona estratégica y atractiva para los grupos armados irregulares. Los beneficios financieros que los mismos pueden obtener en la región dada la producción agrícola y ganadera así como la explotación petrolera en Barrancabermeja especialmente, son una invitación a hacer presencia para los diferentes grupos ilegales. La lucha por el control territorial se expresa a través de su accionar armado que por su intensidad y desproporcionalidad, es la fuente de violaciones a los derechos humanos y las infracciones al DIH. Para efectos de una mejor presentación de las estadísticas en el presente informe situacional, se dividió el departamento en las tradicionales seis provincias que lo conforman: Soto, de Mares, Vélez, Guanentá, Comunera y García Rovira. Con esta regionalización se entenderán de manera más clara las dinámicas del conflicto y por ende de la violencia que padece y afecta de manera dramática a la población.
El diagnóstico precisa la ubicación de los grupos armados al margen de ley en el territorio santandereano y de las acciones que han perpetuado en el marco del conflicto armado. Así mismo, mostrará la presencia de la Fuerza Pública con la que cuenta el departamento y de su dispositivo de seguridad para mantener el orden en todas sus provincias. En una última parte se describirán los indicadores que reflejan las violaciones a los derechos humanos e infracciones al DIH cometidas en la región, tales como homicidios, masacres, desplazamiento forzado, entre otros.
[1] Fuente: DANE - Dirección Síntesis y Cuentas Nacionales - Cuentas Regionales, 2001.
PROVINCIAS DEL DEPARTAMENTO DE SANTANDER
Evolución del conflicto armado
Presencia de los grupos armados al margen de la ley en la región Guerrilla
Las FARC, el ELN y el EPL son los grupos guerrilleros que han hecho presencia en Santander desde hace décadas. El Magdalena Medio santandereano por ejemplo, fue cuna del ELN en 1964. En la década de los setenta la guerrilla de las FARC empezó a operar en la región, pero fue en los ochenta que su accionar se consolidó con el asentamiento de los frentes VI, XII, XXIII y XXIV. A pesar de la reducción de su campo de acción generada durante los últimos años por la arremetida de las autodefensas en la región, el dispositivo que poseen es aún considerable.
El frente XX de las FARC se concentra en las provincias de Soto y de Mares, abarcando los municipios de Sabana de Torres, Lebrija, Ríonegro, El Playón y Puerto Wilches. El frente XII o José Antonio Galán actúa en la provincia García Rovira en Charalá, San Gil, Mogotes, Ocamonte, Cepita, Barichara, entre otros; en la provincia Comunera en Simacota, Socorro, Hato, Santa Helena, y El Guacamayo; en la provincia de Mares en Betulia y San Vicente de Chucurí y en la provincia de Vélez en el municipio de Landázuri.
El frente XXIII llamado Policarpa Salavarrieta actúa en la provincia de Vélez especialmente en Güepsa, Florián, Jesús María, Cimitarra, La Belleza, Landázuri, Puerto Parra, Vélez, Guavatá, Puente Nacional, Bolívar, Albania y Sucre. El frente XLVI concentra su accionar en la provincia Comunera en Contratación, Santa Helena, El Guacamayo, Simacota; en la provincia de Vélez en La Paz, La Aguada y Cimitarra y hace avances a San Vicente del Chucurí en la provincia de Mares.
El frente XXIV conocido también como Héroes de Santa Rosa, comete sus acciones en Puerto Wilches y Barrancabermeja; el frente XLV hace presencia en la provincia García Rovira particularmente en los municipios de Capitanejo, Macaravita, Carcasí, Cerrito, San Andrés y Guaca. Las Milicias Bolivarianas centralizan sus operaciones en las ciudades de Bucaramanga y Barrancabermeja. Según la Dirección de Inteligencia del Ejército para diciembre de 2002 este grupo guerrillero no reunía más de 115 hombres entre todos sus frentes, aunque la cifra podría ampliarse hasta 280 combatientes.
EL Ejército de Liberación Nacional, ELN, se hace sentir con las acciones del frente Efraín Pabón Pabón en Carcasí, Concepción, Cerrito, Málaga y Guaca. El frente urbano Manuel Gustavo Chacón tiene presencia en las provincias de Soto y de Mares, especialmente en Barrancabermeja y los municipios vecinos al norte así como el frente Resistencia Yariguies. En Bucaramanga, Piedecuesta, Floridablanca y Barrancabermeja actúa el frente urbano Diego Cristóbal Uribe Escobar. El frente Guillermo Antonio Vasquez Bernal se encuentra en Vélez, Chipata, Landázuri, Barbosa, Jesús María, Socorro, San Gil , Bolívar, Sucre, Puente Nacional y Florián. También se ubica el frente Claudia Isabel Escobar Jerez en los municipios del nororiente del departamento pertenecientes a la Provincia de Soto: Ríonegro, El Playón, Suratá, California, Matanza, Vetas y Tona. El frente Capitán Parmenio arremete en la provincia de Mares especialmente en San Vicente de Chucurí, El Carmen Betulia y Zapatoca. Según la Dirección de Inteligencia del Ejército el grupo guerrillero cuenta con aproximadamente 320 hombres.
El EPL se ha replegado en la parte nororiental del departamento, hacia la provincia de Soto. Con sólo el frente Ramón Gilberto Barbosa Zambrano conformada por 45 hombres, luego de ser sacados de Barrancabermeja por las FARC, concentran su accionar en Suratá, Matanza, El Playón y Ríonegro.
Autodefensas
El nacimiento de las autodefensas se remonta a la década de los setenta. Con una expansión lenta desde el sur del departamento, empezó su ofensiva en la región desde Cimitarra en el Magdalena Medio santandereano. Para mediados de los ochenta se habían establecido ocho grupos dispersos en el norte, sur y occidente; hasta mitad de la década del noventa se concentraron también en El Carmen y San Vicente del Chucurí.
La entrada al entorno urbano, especialmente en Bucaramanga los cinco últimos años, aconteció debido a que a su juicio un sector de la población así lo solicitó[1]. Encontraron entonces bases de apoyo para su financiamiento, al ofrecer protección contra el flagelo del secuestro y la extorsión a la población. Desde 1995 hasta hoy han golpeado reiteradamente en Puerto Wilches, Sabana de Torres y de manera particular en Barrancabermeja.
El puerto petrolero, eje de la industria petrolera del país es un caso especial. La agudización de la violencia en este municipio desde luego siempre conflictivo y politizado, fue la característica a partir de 1998, año en el que se perpetuó una masacre de alrededor de 27 personas - desaparecidas días antes - y cuyos responsables son indiscutiblemente las autodefensas. Con el ánimo de disputar el territorio a la guerrilla, han asesinado a los presuntos colaboradores de la misma y a todos aquellos relacionados con la izquierda,
[1] En Ruiz & Pinzón, Laberintos de Paz, Manifestaciones de la violencia en Bucaramanga, FUNPROCEP, 2001.
ensañándose particularmente en los líderes sindicales, sociales, populares y dirigentes políticos en municipios como Cimitarra, Puerto Parra, Sabana de Torres, San Vicente, El Carmen y del mencionado Barrancabermeja.
Las autodefensas son muchas y variadas, algunas relacionadas históricamente con el narcotráfico, pero sus propósitos no son más que limitar las operaciones de la guerrilla, confrontarse con ella para apoderarse de sus fuentes de financiamiento y ocupar aquellas zonas que constituyen corredores para su abastecimiento y acorralarla en las zonas altas como sucedió con el ELN.
Se encuentran entonces el frente Urbano Fidel Castaño Gil en Bucaramanga y Barrancabermeja; el bloque Comuneros Cacique Guanentá en los municipios que agrupa la provincia que lleva este último nombre y en la Comunera, especialmente en Charalá, Coromoro, Ocamonte, San Gil, Güepsa, Encino, Socorro y Suaita. El frente de las autodefensas unidas de Santander y sur del Cesar – AUSAC- se concentra al noriente y en Barrancabermeja. En la provincia de Vélez actúa el frente Lanceros de Vélez y Boyacá y en la de García Rovira se manifiestan el frente Patriotas y el GRAU. Las AUCMM se repliegan en Cimitarra, Simacota y Bucaramanga. El frente de Los Macetos acciona en San Vicente y El Carmen. El frente Gonzalo de Jesús Pérez actúa en Landázuri. En Lebrija se encuentran las autodefensas de Lebrija y en Cimitarra, Puerto Parra y Santa Helena del Opón actúa el frente de Botalon.
Según la Dirección de Inteligencia del Ejército a diciembre de 2000, aproximadamente 1.000 hombres en total de las autodefensas ilegales actúan en Santander.
Acciones armadas
Acciones de los grupos armados irregulares
La intensidad del conflicto armado en el departamento se mide en este diagnóstico con base en varios indicadores que constituyen aquellos eventos de iniciativa de los grupos armados ilegales, contra la población civil, los bienes particulares y la Fuerza Pública. Las variables incluidas son actos terroristas y asalto a población civil, actos considerados como infracciones al DIH. Los ataques a instalaciones militares y de Policía, las emboscadas y hostigamientos se categorizan como acciones del conflicto armado.
Fuente: Boletines de orden público diarios del DAS, a octubre de 2003. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH Vicepresidencia de la República.
Fuente: Boletines de orden público diarios del DAS, a octubre de 2003. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH Vicepresidencia de la República.
Actos de terrorismo
Las acciones terroristas son las que se presentan con mayor intensidad en Santander, síntoma del debilitamiento de la guerrilla o de su cambio o repliegue táctico. Si bien la disminución es notable pues desde la perpetuación de 106 actos de esta clase en 1998 la cifra no se ha repetido, si aporta la mayor participación porcentual al índice de intensidad del conflicto. Entre el 2000 y el 2001 estos eventos se redujeron a la mitad y lo han seguido haciendo año a año en aproximadamente 10 actos terroristas menos. Hasta octubre de 2003 se han cometido 11 acciones que imparten terror en la población.
Se les atribuye la autoría de estas acciones a desconocidos en primer lugar y a la guerrilla del ELN en una proporción no muy distante. De 297 actos terroristas llevados a cabo desde 1998 hasta octubre de 2003, el ELN es responsable de 111 es decir del 37%; los actos cometidos por desconocidos en el mismo periodo son 117, correspondiente al 39% del total. Se consideran actos terroristas la activación de artefactos explosivos, la incineración de autobuses, los ataques a torres de energía e infraestructura en general.
El municipio que más ataques de este tipo ha sufrido es sin lugar a dudas Barrancabermeja con la concentración de más del 51%, que corresponde a 153 actos. La sigue Bucaramanga con 59 actos.
Hostigamientos
Los ataques repentinos y sin mayores consecuencias contra patrullas del Ejército y la Policía, son los hechos que siguen a los actos de terrorismo - según la cantidad que se han cometido desde 1998-. En total 85 ataques rápidos han sufrido policías y soldados los últimos seis años. Una vez más es en Barrancabermeja en donde más actos de esta clase se presentan entre 1998 y octubre de 2003: 62 hostigamientos que corresponden al 73% del total departamental.
Emboscadas
Estos ataques sorpresivos y de mayor duración e intensidad contra el Ejército y la Policía que en la mayoría de las veces deja víctimas militares y civiles, ocupa el tercer lugar dentro de los indicadores de actos cometidos por actores irregulares. Un total de 20 emboscadas han tenido lugar en Santander en estos últimos seis años, concentrándose el mayor número en Barrancabermeja y sus alrededores, seguida por Bucaramanga, Puerto Wilches y Zapatoca. Cabe anotar que cada año tanto este indicador como los demás tienen una tendencia a la baja como puede observarse en la gráfica a continuación, lo que parece señalar que las guerrillas han perdido capacidad militar.
Ataques a población
En 1998 fueron las FARC, quienes atacaron las poblaciones de Bolívar y Albania en la provincia de Vélez y en la provincia de Soto en el municipio de California. En 1999 asaltaron San Joaquín y desde ese año no se han producido más incursiones de este tipo. La ausencia de nuevos ataques indica que la Fuerza Pública cuenta con la capacidad suficiente para neutralizarlas.
Fuente: Boletines de orden público diarios del DAS, a octubre de 2003. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH Vicepresidencia de la República.
Ataque a instalaciones de la Fuerza Pública
Se ha llevado a cabo en Santander alrededor de un ataque al año desde 1998. Hasta octubre de 2003 no se reportan eventualidades de esta clase. San Andrés y Concepción en la provincia de García Rovira, Barrancabermeja en la provincia de Mares, y California y Suratá - en dos ocasiones- en la provincia de Soto, fueron los municipios que tuvieron ataques, para un total de seis eventos presentados en el período analizado.
El gráfico anterior reitera la disminución de las acciones que los grupos armados ilegales cometen en Santander. Después de aportar al total nacional un 14.6% en 1998, la cifra porcentual ha llegado a un 1.4% en el 2003. En términos generales de seis años hacia acá, Santander ha concentrado sólo el 3.39% de las acciones de los grupos irregulares, lo que demuestra su indudable repliegue.
Presencia de la Fuerza Pública
La estructura de la Fuerza Pública existente en el departamento esta compuesta por la II División, V División (de la cual se le relacionan sus efectivos en la tabla a continuación), y V Brigada del Ejército. Según el Ministerio de Defensa tomando como base datos de la Dirección de Inteligencia del Ejército un total de 35.731 efectivos custodian el territorio santandereano.
También garantiza la seguridad de la ciudadanía el Departamento de Policía de Santander, conformado por un total de 4.616 policías. Muestra de ello es que a partir de la llegada de las unidades de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional a las cabeceras municipales, en la actualidad ningún alcalde se encuentra despachando fuera de su municipio. Sin embargo, Albania por la destrucción total de las instalaciones de la Policía por parte de las FARC el 10 de octubre de 1998 no cuenta con servicio de Policía, así como el municipio de Jordán.
Entonces, un total de 40.347 miembros de las Fuerza Pública velan por el orden público del departamento. Las operaciones efectuadas por la Fuerza Pública que demuestran precisamente el cumplimiento de ese deber, se relacionan en la gráfica a continuación.
Fuente: Boletines de orden público diarios del DAS, a octubre de 2003. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH Vicepresidencia de la República.
Como se puede apreciar la mayoría de los combates contra los grupos insurgentes se concentran en la Provincia de Soto pues desde 1998 hasta octubre de 2003 han tenido lugar 125 contactos armados correspondientes al 42% del total de los efectuados en el departamento. El pico del 2002 se relaciona con los 37 combates mantenidos en la provincia, en mayor cantidad, en los municipios de Suratá, El Playón y Ríonegro contra el ELN y el EPL y en Sabana de Torres contra las autodefensas, las FARC y el ELN.
La provincia de Vélez aglutina el 20% de los contactos armados por iniciativa de las Fuerzas Militares en estos últimos 6 años. Se destaca el aumento gradual año a año de los combates en esta zona sobretodo en los municipios de Landázuri y Cimitarra contra las FARC y las autodefensas, y en el Peñón y Sucre contra las FARC y el ELN. La provincia de Mares aportó en el año 2000 el 37% de participación en el total de 66 acciones de las Fuerzas Militares contra los grupos irregulares desarrollados durante ese año, e inició un comportamiento descendente. Los enfrentamientos fueron 18 en ese año en Barrancabermeja y sus alrededores.
Al comparar los contactos armados llevados a cabo en Santander se nota que la curva no dibuja el mismo comportamiento del conjunto nacional. Es de destacar que entre 2002 y 2003 bajó en el departamento mientras que siguió subiendo en el país. Los picos del 2000 y 2002 en Santander se relacionan directamente con los acontecimientos relatados en los párrafos anteriores, dados los altas contribuciones de las provincias de Mares y de Soto en esos años. Cabe resaltar la disminución de los contactos armados que se empieza a experimentar en el año en curso en cada una de las provincias y por ende en todo el departamento.
Fuente: Boletines de orden público diarios del DAS, a octubre de 2003. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH, Vicepresidencia de la República.
Violaciones a los DDHH e infracciones al DIH
Homicidios
Al hacer análisis de las estadísticas se encuentra que entre 1990 y 2003 las provincias de Guanentá, Soto y Comunera, mantuvieron tasas de homicidios por debajo de la nacional registrada en cada uno de esos años. La provincia de García Rovira superó el promedio nacional sólo en los años 1993, 1997 y 1998, debido a las contribuciones que hicieron los municipios de Málaga, Capitanejo y Macaravita. La provincia de Vélez superó la tasa de homicidios de todo el país en 1993 y en el 2001 dados los homicidios perpetuados en Vélez, Cimitarra, Landázuri y Puente Nacional, municipios en los cuales durante los últimos trece años fueron asesinadas 192, 227, 186 y 199 personas respectivamente.
Fuente: Policía Nacional Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH Vicepresidencia de la República.
Fuente: Ministerio de la Protección Social Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH Vicepresidencia de la República.
La provincia de Mares dentro de la cual se incluyen varios de los municipios que conforman el Magdalena Medio santandereano, como se puede apreciar en la gráfica anterior, presenta un incremento drástico a partir de 1998, relacionado sin lugar a dudas con la incursión de las autodefensas en la zona y sobretodo con su arremetida en la ciudad de Barrancabermeja, en donde disputaron el control de los barrios periféricos en los que la guerrilla tenía influencia, con prácticas violentas. El pico más alto se evidencia en el 2000, año en el cual fueron asesinadas 403 personas en el puerto petrolero, lo que dispara la tasa de homicidio de la provincia de Mares a 158,2 por cada cien mil habitantes.
Sin embargo la tasa total departamental se ha mantenido durante el período considerado por debajo de la tasa nacional. Una vez más se resaltan dos años en particular y de manera
- evidente en la gráfica anterior:
- 1) En 1993 se declara guerra frontal luego del
estancamiento de las negociaciones de paz con los grupos guerrilleros durante el Gobierno Gaviria. A pesar de los esfuerzos por lograr que las guerrillas de las FARC y el ELN dejaran la armas, las diferencias entre los distintos grupos que conforman la coordinadora guerrillera Simón Bolívar y su reticencia a aprobar el modelo a seguir para culminar en la desmovilización, fracasó. A partir de esto, Santander -después de Antioquia- experimentó una escalada armada considerable como para relacionarla con este comportamiento; 2) 2001 año en el que en sólo Barrancabermeja se asesinó 368 personas y en Bucaramanga 195, cifras que consolidaron una tasa departamental de homicidios del orden de 59.3 por cada cien mil habitantes. Los aumentos en esta grave violación a los derechos humanos son consecuencia de la entrada en escena con mayor protagonismo de los grupos de autodefensa.