COLEGIO DE ESCRIBANOS DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

REVISTA NOTARIAL 1970 Nros 19 y 20

DOCTRINAS y ESTUDIOS

FORMALIDADES FORENSES EN LA EPOCA COLONIAL por el R. P. PEDRO GRENON, S. J.

Este trabajo fue presentado al 2º Congreso de Historia y Geografía Hispanoamericano de Sevilla, en 1921. Nos place reeditarlo medio siglo después, por gentileza de su autor.

Objeto e interés de estas páginas históricas serán reconocidos por la historia, por el derecho y por el patriotismo, pues a título de amena Literatura histórica trato de reunir en ellas las notas de formalidad jurídica, particularmente en los actos llamados la toma de posesión, realizados en nuestro pasado.

No presento el ceremonial legislativo, sino la misma descripción y ejecutorial de los hechos localizados en la diversidad de tiempos y regiones; porque así estas ceremonias en su aplicación concreta y descritas en su propio terreno y variado estilo tienen mayor interés ilustrativo.

Para no desustanciar los datos históricos refundiéndolos en una redacción personal, prefiero como lo he hecho otras veces, hacer hablar a los mismos documentos, aducidos textualmente, a fin de que con su propia indumentaria nos reconstruyan las escenas de sus actas de solemnidad autoritativa.

Este trabajo fue presentado en el Congreso de Sevilla en la forma y con la apreciación que se dirá al final. Pero ahora va aumentado con varios nuevos documentos. También va mejorado en los ordenes de los capítulos presentados por agrupación de asuntos v.g., reúno primeramente los datos de tradición del dominio de cosas, en segundo lugar la de las personas y en última sección la colación de cargos y otros honores.

En el Congreso se indicó que hubieran deseado que yo pusiese íntegro el documento que extracto; hubiera yo ahorrado esta indicación con haber vertido que el intento de mi antología era exponer únicamente la parte variable y diferencial de las ceremonias de la tradición y que al trasladar todo el

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REVISTA NOTARIAL 1970 Nros 19 y 20 documento hubiera tenido que triplicar la extensión de mi trabajo y hacerlo de lectura cargosa e inútil.

Por la misma razón y por no tratarse de la reproducción literal de los documentos, sino de la noticia textual que nos suministran, los doy con la puntuación y ortografía corrientes.

Las oficiosidades que en esta antología van presentadas parecen algo llamativas en su realización, pero eran necesarias. En aquella época no había diarios, como en nuestros días, para consignar y dar publicidad a estos actos de interés común, por lo tanto era indispensable que cada uno de estos actos de compra, venta, traspaso, nombramiento, fueran lo más solemne posible y bien claro y en presencia de varias personas para seguridad del comercio humano y para no perjudicar intereses desconocidos de un tercero.

De ,la variedad de los actos que en este álbum desfilan se puede decir, lo que leo en un razonamiento presentado en Córdoba, en una sesión capitular de la época colonial, al hablarse de un reclamo y cambio de alhajas. De suerte que la mutua entrega junto con el consentimiento de los dos produce una acción civil que radicando el derecho de uno en uno y otro, cierra las partes en una posesión firme que no puede alterar contradicción alguna (Arch. Mun.; lib. 39, Acta del 31 de Enero de 1794).

La ritualidad de estos actos de tradición tiene su razón de ser en nuestro suelo en el derecho español que nos regía y su procedencia es del derecho romano, en el párrafo de su legislación denominada "Traditio" que significa entrega.

En ambos derechos la entrega o traslación del dominio podía ser real o fingida. La entrega real era de mano breve, esto es, pasada de mano a mano, o de larga mano cuando el traspaso de la cosa se hacía al tacto o la vista de ella. La entrega fingida así se llama por la ficción o por fingir el derecho: esta ficción del derecho traslaticio podía ser no simbólica como cuando se en- tregaba la escritura o el dinero de una compra; era simbólica si el acto de entrega se terminaba o formalizaba ,con algún símbolo de la cosa que se trans- fería, por ejemplo entre los romanos la traslación del dominio sobre un almacén

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REVISTA NOTARIAL 1970 Nros 19 y 20 de trigos que se vendía se consumaba con entregar la llave del depósito o pieza o silo en que estado", dicho trigo al comprador.

Estas formalidades que en todo tiempo y nación se estipularon, a pesar o además de su materialidad mecánica, están llenas de sentimiento y signi- ficación y son el reflejo o el visible ropaje del acto interno porque cubren la desnudez de una voluntad formal que hace sensible y exterioriza el acto de transferencia de un honor, de un derecho, de un privilegio, de una autoridad. Dice con bastante precisión el historiador montevideano, Carlos Ferrés, que estos formalismos son "constitutivos de la tradición y expresión del ánimo y autoridad del dueño".

Para añadir una comparación diré que estas formalidades tienen la misma filosofía y razón de ser que el saludo y otras demostraciones nuestras de urbanidad y sociabilidad.

ACTUACIONES

1. - Ceremonia de toma de conquista

La descripción de ese acto la veo en la relación de la entrada de con- quista al Chaco, por la parte de los Vilellas y Callagares en 1673, frente a Esteco, que dice así al tratarse de la expedición de don Ángel Peredo:

"Entrando con el ejército y atravesando el Río Dorado y el que llaman el del Valle, y habiendo recorrido 80 leguas, a las diez de la mañana, sin contradicción, paseando por dicho campo, arrancó la espada, tiró tajos y reveses; cortó hierbas, hizo otros actos de posesión. Y mandó a los presentes fueran testigos de ello; Y a mí el presente escribano se lo dé por fe". (A. de T. Córdoba, Esc. 1ª Expediente, 1. 139, c.2).

En este como en propio lugar corresponde insertar un documento de publicación canónica y formalizada de posesión y su deslinde.

"En la Sierra de Guayamba y sitio de Nuestra Señora de la Concepción, jurisdicción de la ciudad de San Fernando, ValIe de Catamarca, en 13 días del mes de Febrero de 1684 años.

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Yo Capitán Diego de Agüero, vecino y Alcalde Ordinario de dicha ciudad y su jurisdicción por S.M.Q.D.G. hice publicación y publiqué la Real Cédula antecedente y el auto de Sr. Gobernador y el deslinde de la jurisdicción, hecha en virtud de Real Cédula y orden de dicho Sr. Gobernador, a son de caja y voz de pregonero en concurso de gente que para el efecto mandé juntar, todos habitadores de esta dicha Sierra.

Y habiéndola publicado tomé y aprehendí la posesión real Corporal, jure dominii vel quasi en nombre de dicha ciudad sin contradicción alguna.

Y en señal de posesión y haberla aprehendido, les mandé a los circonstantes; y me obedecieron. Publiqué otros autos de justicia e hice otros actos de posesión.

Y dicho pregón se dió por voz de Juan, mulato libre, del servicio de los Padres de la Compañía de Jesús, que hizo de pregonero.

De ello doy fe por defecto y falta de Escribano Público; y lo firmé con testigos en este papel común a falta del sellado. Diego Agüero.

Testigo: Ant. González del Pino. Testigo: D. José de Vera y Aragón. (Lafone y Quevedo; Londres y Catamarca).

2. - Ceremonia de la Fundación de Ciudad

En el fragmento que transcribo para ejemplo de esta solemnidad oficial trátase de San Juan de la Frontera, fundado por el capitán Juan Jofré a 13 de junio de 1652.

"Y el dicho Sr. General habiendo visto y andando por el dicho Valle halló un sitio donde le pareció estaría bien poblar y fundar asiento la dicha Ciudad.

E por virtud de los poderes que de S. M. y del dicho Sr. Gobernador tiene tomó en sus manos un árbol; el cual dijo que alzaba y alzó por Rollo y Árbol de Justicia para que en él se ejecute la justicia real, para ahora y para siempre jamás.

Y dando a entender a todos los caballeros, soldados y pobladores que presentes estaban, que si había alguno que fuere de otro rey que la quisiese defender el dicho asiento, dijere no lo poder hacer nifundar.

Todos los cuales dijeron que no

Y todos juraron y prometieron de sustentar y defender todo lo arriba dicho".

Tengo recopilada otra solemnidad más largamente descrita, y es la de la

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REVISTA NOTARIAL 1970 Nros 19 y 20 fundación de la Rioja, a 20 de marzo de 1591:

"En presencia de mi el Escribano, Su Señoría el Gobernador pareció en la Plaza que ha de ser de esta ciudad a caballo como todos los oficiales del Campo

En forma de guerra Enarbolado el Estandarte Real

Y su Señoría del dicho Gobernador se apeó de su caballo con todo los oficiales.

Y tomó de la mano del Alférez general el dicho Estandarte Real y lo campeó, diciendo en voz alta: España, España y estas Provincias por el Rey Felipe, nro. señor.

En nombre de Dios y del cual y de su bendita y gloriosa Madre y de los Santos a quienes arriba he tomado por Intercesores.

Y en nombre de la Majestad del Rey Don Felipe, Nro, Sr. -en cuyo poder lo hago y fundo- fundo y pueblo en este dicho Va 11 el la Ciudad de Todos los Santos de la Rioja.

Y en señal de su fundación y población con mis propias manos hinco este palo y árbol de justicia civil y criminal con mero mixto imperio en donde ser ejecutado la real justicia de hoy en adelante.- En nombre de Sma Trinidad P. H. Y Esp. S., tres personas y un solo Dios y de su gloriosa Virgen Madre Santa María Señora nuestra a quien suplico por su misericordia sea servido guiar aqueste pueblo y su santa Fe extendida". (A. de T., E. 2, E, 1.4).

3. - Toma de posesión de Ciudad

Véase un fragmento, extractado de la relación protocolar y puesto en nuestra ortografía y puntuación:

"En 19 de Julio de 1598 llegó a esta ciudad de la Asunción su Señoría el Señor Gobernador Hernandarias de Saavedra (y junto con él Rmo. Sr. D. Fr. Hernando de Trejo, Obispo de Tucumán). Y a la entrada de esta ciudad fue puesta una puerta con su cerradura y llave; donde estaba la Justicia y Regimiento de ella. Y, como llegaron, acompañados con la mayor parte de los vecinos y moradores de esta ciudad. En cumplimiento de lo que Su Majestad mandó, Su Señoría (Hernandarias)

Hizo la solemnidad del juramento, que es uso y costumbre, bien y cumpli-

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damente. Por el (juramento) prometió guardar y cumplir todas las provisiones reales y privilegios que Su Majestad y sus antecesores tenían hechas y concedidas a esta ciudad y gobernación. Y, así hecho el juramento, el Al. Don Pedro Sánchez Valderrama le fue a dar la llave (al nueva gobernador Hernandarias) de las dichas puertas (de la entrada a la ciudad). Y Su Señoría mandó que las abrieran. Y así fueron abiertas Y entraron en esta ciudad (el Gob. Hernandarias acompañado de su hermanastro el Obispo Trejo), acompañados con los vecinos y moradores de ella, a caballo. Y fueron hasta la Iglesia y Casa del Sr. San Blas, Patrón de esta ciudad. Y a la puerta de ellas (de la Casa Parroquial e Iglesia) estaba un altar: donde hicieron oración y fueron recibidos del Rdo. P. Provisor General de este Obispado... “(Trejo, por Liqueno, t. 1º).

4. - Acto de traslación de ciudad.

"Como a las 8 de la mañana poco más o menos se arrancó en esta Plaza el árbol de Justicia y se metió en una carreta.

Y asimismo la Caja del Archivo de los papeles de esta ciudad y su Cabildo, cerrado con tres llaves: que una la tengo, la segunda el dicho Alcalde Ordinario de primer voto y la tercera el dicho Alférez Real. Y, cerrada como estaba (la Caja) con las dichas tres llaves liada con un lazo de cuero fresco, se sacó de la casa del Ayuntamiento y cargó en la dicha carreta.

Con más el cepo que son las prisiones que tiene la cárcel donde se hacían los Cabildos.

Y todo junto en la dicha carreta se enviaron y llevaron al paraje llamado La Toma, señalado para la traslación de esta ciudad 12 leguas de distancia.

El Teniente y Capitanes y vecinos salieron dos leguas al encuentro al real estandarte todos juntos. El Sargento Mayor metió el dicho real estandarte en mis manos en este dicho sitio. Y con él se entró a hacer oración en la Capilla donde se celebra misa a los asistentes en este dicho sitio. Y se tomó posada en las casas que tenía fabricadas el Capitán; donde se bajó la caja del Archivo y el cepo.

Y luego continente, con e; dicho acompañamiento, se plantó el árbol de justicia y se levantó y se tomó posesión real y corporal en nombre de S. M. y acabada la función firmaron conmigo". (De una Cédula Real). A lo mismo tiene referencia esta "Acta de la refundación de la ciudad de Londres, en Pomán:

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"En la ciudad de San Juan Bautista de la Ribera en 15 días del mes de Setiembre de 1633 yo Don Jerónimo Luis de Cabrera, Cabo y Gobernador de la gente de guerra de esta Provincia certifico y doy fe que habiendo fecho auto elección de la posesión que tomé en nombre de S. M. de la reedificación de esta dicha ciudad, habiendo hecho muchos actos de posesión no hubo persona alguna que lo contradijese y de cómo lo hacía de día claro y en plaza pública y concurso de todo el campo real le pedí por testimonio al Cabildo, Justicia y Regimiento de esta dicha ciudad y que le fuesen testigos los circunstantes ...

Y nos el Cabildo, Justicia y Regimiento de esta ciudad de San Juan Bautista de la Ribera damos fe y certificamos a S. M. y S. R. Consejo y demás tribunales cómo el Sr Gobernador Don Jerónimo Luis de Cabrera en nombre de S. M. hizo la reedificación, fundación y población de esta ciudad en este sitio de Pomán, en virtud de la Comisión del Sr. Gobernador Don Felipe de Albornoz que consta de él.

Y en la conformidad hizo la dicha reedificación y población enarbolando el Árbol de Justicia con mucha solemnidad de caja, pífano y arcabucería de todas las compañías y batiendo el Estandarte Real, los (Estandartes) de pelea en su defensa con escuadrón de Infantes. Y yendo luego para tomar posesión de la (Iglesia) mayor parroquial de esta ciudad, donde se dijo una misa cantada que dijo el Licenciado Gaspar de Medina y Castro cura propietario, de esta dicha ciudad, de los españoles de ella, que así mismo se halló a la certificación de este testimonio y lo firm6".

Y damos fe que se hizo sin contradicción de persona alguna y lo firmamos. (Londres y Catamarca, por Lafone y Quevedo).

5. - Toma de posesión de una Estancia

En la Estancia de la Caldera entre Salta y Jujuy verificóse la siguiente solemnidad:

"En 30 de Setiembre de 1591, yo Francisco Ortiz en virtud de la Comisión del Sr. Dn. Fernando de Toledo, Teniente de Gob., a mi dada que dé posesión actual, real, corporal del caso al P. Fonte Superior de dicha compañía o a quien en su nombre la pidiere.

Así tomé por la mano al H. Juan de Villegas, de las misma Compañía de Jesús, el cual la pidió en nombre de dicho P. Juan Fonte Superior de dicha Compañía de Jesús.

E le paseé por la dicha Estancia e chacras.

E ansí en nombre de S. M. le doy e meto en la dicha posesión de la dicha

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Estancia conforme a la merced que el dicho D. Fernando de Toledo se hizo y a la posesión que tomó para que de ella como cosa propia de la dicha Compañía de Jesús.

Y ansí la tomó.

Y en señal della fue arrancando yerbas, y dejó allí su ganado

Y levantó una cruz al principio de la aguada y manantial que está en la dicha Caldera.

Y echó la gente fuera.

Y me pidió le diese por te y testimonio de cómo tomaba y aprehendía fa dicha posesión, el Sol alto, quieta y pacíficamente sin contradicción de persona alguna.

De lo cual yo, Francisco Ortíz, doy fé". (Rev. del Arch. gl. de B.A., t. 3.80) Para la entrega de una banda de 2 leguas alrededor de la estancia de Altagracia para la Compañía de Jesús en 1653, salieron el H. Benito Corvalho y testigos nombrados al efecto a recorrer las partituras de terreno según las escrituraciones y documento en mano y recorrieron todo el largo lindero de varias leguas. En una de dichas partituras donde mediaba un río se dice que el Hermano "se paseó por dichas tierras y paso el Río Grande y arrancó pajas de la otra banda y tiró piedras y pidió a los presentes le fueran testigos y a mí Francisco de Aguirre) testimonio de todo lo referido ".... (A. T. de Córd., Escr. 2F., 1 6, t. 2º).

"En el puesto de Laissa y por otro nombre Nono en 14 días del mes de Mayo de 1667 años. Yo Francisco de Benavídez en virtud de la comisión del General Gabriel Sarmiento de Vega, Teniente General y Justicia Mayor por S. M. di la posesión que en ella se manda al P. Diego de Aspeitia de la Compañía de Jesús, procurador del colegio de la Compañía de Jesús, de Córdoba amparando al dicho Colegio en la posesión que antes tenía de dicho sitio y de sus tierras como sucesor en el derecho de Juan Nieto, en la consecución y cumplimiento del P. Diego de Aspeitia, en nombre de dicho Colegio, se paseó en dicho sitio e hizo varios mojones de piedras en tres cerros que están redondos en el camino de Tilacuen que ahora se Ilama Río de los Sauces". (Papeles en mi poder).

6. - Para la concesión de tierras

En el siguiente fragmento de Córdoba y 1650 tenemos una de las múl- tiples variantes del acto con que simbolizaba la entrega de posesión:

"El Gob. Don Jerónimo Luis de Cabrera dió a Pedro Cortés un pedazo de tierra para que haga su estanque, huerta, en una laguna, este río abaxo de S. Juan, 4 leguas de esta ciudad poco más o menos que tengo, de 400 pies de parte sobre la laguna, e corre de largo 1000 pasos por el Río abajo.

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Me apeé de la cabalgadura en que iba, y llamé al indio Luis Calapsitón. Y, en nombre de S. M., le pedí posesión al pie del árbol de algarrobo desmontada la cabeza, y al pié de él dió con asadón 4 asadonadas en el suelo.

Y lo cogí por la mano y lo metí al pié del árbol, que es el lindero de las tierras del cuarto de legua que corre de allí para abajo.

Con que quedaron las partes satisfechas". (A. de T. Córd., Escr. la., Exp. 1.94).

7 - Señal de toma de una chacra

Este dato es de Córdoba, de 1597, y nos presenta otra nueva variante:

"Estando sobre un pedazo de tierra que los naturales llaman Chucumé... en señal de posesión cortó unas ramas de sauce con su espada desnuda.

Y mandó a unos indios echaran surcos con una yunta de bueyes.

Los cuales lo echaron e hicieron". (A T., Escrib. 2º., 1.7, c 8, Córd,).

En la transferencia por poder y de merced de tierras algo más completo es el ceremonial que aquí añado. Está tomado del año 1601, al señalarse unas sobras de tierras, 10 leguas de Córdoba, en el arroyo de Tocomé, camino de Ghile, junto a una sepultura antigua.

"E por mi visto el dicho poder e pedimento, tomé por la mano al dicho Pedro Sánches en el dicho nombre del dicho Capitán Lope Bazques Pestaña; y le metí en la posesión de las dichas tierras contenidas en la dicha merced de dicho Sr. Gobernador (Don Pedro de Mercado Peña losa) y mandamiento de atrás

El cual dicho Pedro Sánches dijo la tomaba e tomó en el dicho nombre. y en señal de ello sacó su espada de la vaina e cortó yerbas de las que por allí estaban.

Y tomó puñados de tierra en la mano, y los echó de una parte a otra, y de otra (parte) a otra.

Y echó, a todos los que allí se hallaron, fuera del dicho sitio.

La qual dicha posesión yo el dicho Pedro de Acosta, juez nombrado para lo susodicho, le dí; y él le tomó en el dicho nombre (de Lope Vázquez Pestaña, ausente) quieta y pacíficamente sin contradicción de persona alguna, así de españoles como de indios.

Y el dicho Pedro Sánches en el dicho nombre me lo pidió; y yo se lo dí, según que pasó, siendo testigos... “(A. de L, Córd., Escr. 1ª Exp.1 . 184 e.4).

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En el siguiente documento en extracto, se pueden saborear otras curio- sidades de los llamados actos de posesión:

"Yo el Capitán José Mercado de Peñaloza, residente en este paraje de los Llanos, jurisdicción de la Rioja, en 11 de Marzo de 1742.

Y en virtud de la comisión que ha deliberado el General Don Luis José Díaz, Lugarteniente, Justicia Mayor y Proc. de Guerra.

Vine al paraje y sitio llamado Carrisalillo, alzando bara real de Justicia; y cogí de la mano a Juan Barrionuevo y lo metí en posesión de las dichas tierras y aguada. Se paseó por ellas y aprehendió posesión real y actual, corpora" jure dominii vel quasi.

La cual (posesión) le dí en presencia de los testigos que se hallaron presentes.

Y en señal de posesión arrancó yerbas y desgarró un árbol de algarrobo y tiró piedras, bebió agua y dijo a los circunstantes: Váyanse, señores, de mis tierras y aguadas.

Con que quedó aposesionado de ellas; y en los cuales le amparo en nombre de su Majestad, como juez comisionario y para dicho efecto cumplo según y como se ha mandado.

Y no hubo persona que lo contradijese.

Y fué la dicha posesión de día claro a las tres de la tarde poco más o menos·

Y siendo esto verdad lo firmé con tres testigos presentes, que lo fueron el Sargento Mayor Ramón de Vega y Enrique Reynoso y Lorenzo Reynoso A. de T., E. 2, 1.52, e. 13).

Para mayor abundamiento de este punto transcribo esta otra variante documental.

María de Soria, había donado a Paula de Figueroa una estancia com- pleta. Su padre, Luciano de Figueroa, fue constituido administrador de la do- nación.

El capitán Diego Fernández, Alcalde, dió comisión a Juan de Figueroa para que ante el alcalde de hermandad Ruí de Sosa tomara posesión en nom- bre del padre y de la hija, a 8 de Mayo de 1635.

La estancia era la de Las Peñas en Córdoba. La consignación del acto de

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REVISTA NOTARIAL 1970 Nros 19 y 20 la toma de posesión, dice:

"Por mi vista 13 dicha comisión y poder, estando de pie en las casas de morada de la dicha Estancia, tomé por la mano al dicho Juan de Figueroa y en nombre de la dicha Doña Paula y el dicho su padre le pasé por la sala de aposento y salió fuera cerró las puertas y echó los que en ella estaban; y al mismo le paseé por las tierras de la dicha Estancia; y entró en el molino; y salió fuera; llegó junto a un árbol de sauce de las dichas tierras, cortó ramas y yerbas; tiró piedras e hizo otros muchos actos de posesión.

La cual (posesión) se la dí de la dicha estancia, tierras molino y Estancia jure dominii vel quasi como por mi derecho, sin perjuicio de terceros que mejor derecho tenga; y le amparé en la dicha posesión; y mando que ella su parte no sea despojada sin primero ser oída y por fuero y derecho vencido; se pena de 500 pesos de buen oro, para la cámara de S· M.

Y de cómo fue sin contradicción de persona ninguna sino quieta y pacíficamente me lo pidió por testimonio doy fe y verdadero testimonio".

(A. de T., E. 1, E. 1, 86, f. 40).

8. - Toma de posesión para Iglesia

En la fundación de Jujuy se redactó la siguiente acta de solemnidad para la inauguración de su templo, habida en 15 de Abril de 1593:

"Este dicho día, mes y año en los solares señalados para la Iglesia mayor de esta dicha ciudad se hizo un moderado edificio- donde se celebró in continenti el culto divino, -y todo el pueblo oyó misa en señal de posesión de la dicha Iglesia y sitio de ella-.

Y quedó para en adelante en ella se señalase entretanto que se edificaba más populosa.

Y este fué el primer edificio que se hizo en esta dicha ciudad, y el dicho capitán lo pidió por testimonio". (Act. Cap-. de Jujuy, por R. Rojas).

Dentro del formulismo general de esta misma ceremonia cabía la diferencia que aquí se consignó.

EL 13 de junio de 1652 se realizó el siguiente acto ceremonial en la fundación de San Juan:

"Y el dicho Señor General, este dicho día que dicho rollo y picota alzó tomó en

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sus manos una cruz y la puso en el sitio en que la fundación de la dicha Iglesia que de este dicha ciudad ha de ser.

Y la puso (dicha cruz) con sus manos en el dicho sitio".

Como se advierte, este acto equivale al de la colocación de la primera piedra en nuestros días.

Algo más completa descripción tenemos en la relación de la Iglesia Mayor de Córdoba en 1573.

"El Gobernador tomó una cruz de madera en sus manos y la puso en un sitio y lugar de dos solares de la Plaza principal de la dicha ciudad. Los cuales (solares) dijo que señalaba y señaló para Iglesia Mayor en nombre de S. M. y nombraba y nombró a la dicha Iglesia Mayor de la advocación de Nra. Sra. de la Peña de Francia para que se llame por siempre jamás de este nombre;; y en cada un año se celebre la dicha fiesta de Nra. Sra. de la Concepción; y de obligación ese día se corran toros en la Plaza de dicha ciudad.

Y se de colación al Vicario y a los demás sacerdotes y Cabildo de propios de la ciudad.

Y tomó parla mano al muy Reverendo P. Francisco Pérez, Cura y Vicario de la dicha ciudad; y les dié posesóin de los dichos dos solares en nombre de la dicha iglesia, y mandó a mí al presente escribano", etc,. (Arch. Mun., 1.37, f. 285).

9. - Entrega de sepultura y asiento en Iglesia

Podían los fieles, mediante una ayuda al templo, adquirir un sitio reservado para asistir a las funciones y para enterratorrio propio.

De Córdoba y del año 1619 y perteneciente a un sitio de la Iglesia de S. Francisco es la siguiente adquisición:

"El Guardián dijo que está presto para dar la dicha posesión al dicho General Don Pedro Luis de Cabrera.

Y para este efecto le tomó por la mano y le metió en el hueco del-arco de la dicha capilla suso mencionada por esta y lo demás della tapado con adobes por no estar edificada.

Y le dijo dentro.

Donde el dicho General Don Jerónimo Luis de Cabrera se paseó y hizo otros

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actos de posesión.

Y luego el dicho Padre Guardián le sacó de allí.

Y se midieron 10 pies de suelo desde la pared de la Iglesia y arco que hace la dicha Capilla para afuera hacia el cuerpo de la Iglesia en todo el hueco que hace dicho arco. Lo cual señaló por asiento y también para sepultar fuera de la dicha Capilla para la dicha Doña María de Garay y el General Don Jerónimo Luis de Cabrera, su hijo. Y le paseó por el dicho asiento y le dio la posesión, de él y de la dicha Capilla, actual, corporal, jure dominii vel quasi y como ha lugar de derecho, por sí y en nombre de toda la Comunidad de dicho Convento, para que lo hayan y posean como cosa suya con las condiciones referidas y expresadas". (A. de r., E 1, P., 1 34, f 553).

En otro caso, así se nos refiere una ceremonia análoga en la Iglesia deja Merced.

"En cuya conformidad el dicho P. Fray Francisco de Ribas se levantó y tomó de la mano al dicho Francisco Díaz y le puso de pie sobre el dicho asiento (sitio) y sepultura; el cual se hincó de rodillas e hizo oración al Santísimo.

Lo cual hizo el señal de que le daba posesión del dicho asiento y sepultura". (A. de T.; E. 1, P., 1 56).

10. Ceremonial para Fundador

En mucho se tuvo la ceremonia de honor y honra que se estilaba con los fundadores de Hospitales, Colegios y Universidades. Un ejemplar tenemos en la siguiente:

"En la misa solemne que se canta el día de la Fundación del Colegio (o Casa) acabado el evangelio se lleva la vela de gratitud al Fundador si está presente.

El Diácono la enciende en uno de los ciriales que para esto le presenta el acólito, y encendida la da al Superior de la Casa, que de manteo la recibe de pie; y luego marcha acompañándole otros doce sacerdotes al sitio en que asiste el Fundador; al cual, puesto en pie para recibirla le dirige el Superior el razonamiento siguiente:

"Este reconocimiento hace a V. la Compañía de Jesús, y este Colegio (o Casa) y yo en su nombre por la merced que V. hizo a la Compañía en fundar este Colegio (o Casa), en el cual vivirá esta memoria para siempre jamás. Amén y, besando la vela, se la entrega. Escuchada la respuesta ·que diere el Fundador, se retira el Superior y sus acompañantes, y la Misa continua" (Cartas edif., S. J.,

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Aragón, t. 59).

"Este título de fundador, entre otros, se confirió al V. Dean Don Francisco de Salcedo por su fundación en Tucumán y al benemérito Pbro. Duarte Quirós en Córdoba al entregar la fundación del Colegio de Monserrat.

El Obispo Trejo, en su escritura de donación para la proyectada Uni- versidad de Córdoba, dice:

"cumplido, con los dos mil pesos de renta, como espero, se me han de decir las misas y sufragios temporales y perpetuos que la Compañía da a sus fundadores conforme a su Instituto y Constituciones; y, viviendo yo, la candela que suele dar a los fundadores; estando yo ausente y después de mis días, se dará al General Don Pedro Luis de Cabrera por los suyos y después de ellos a Don Miguel de Cabrera, su hijo. etc".

11. - Acto de Entrega de administración

En 1635 pasó ei Hospital de Santa Eulalia, en Córdoba, a ser administrador por los Religiosos de S. Juan de Dios. Para lo cual intervino el siguiente ceremonial:

"El Capitán Diego Fernández Salguero Ale. Ord. de esta Ciudad en virtud del Cabildo, Justicia y Regimiento de esta ciudad, juntamente con el p. Fray Alonso Benavídez Cadena rel. del Orden de S. Juan de Dios y Alonso Nieto de Herrera, Proc. gl. de esta ciudad fueron a las casas y Hospital, que está en esta Ciudad, nombrado Santa Eulalia. Y estando a la entrada donde está la puerta que se entra a la cerca de dicho solar, el dicho P. Fr. Alonso Benavídez Cadena requirió al Sr. Alcalde le dé la posesión corporal, según del dicho Cabildo y justicia y Regimiento de esta ciudad está ordenando al dicho Sr. Alcalde. En virtud del dicho Cabildo y lo acordado por él, tomó por la mano Del dicho P. Fray Alonso Benavídez Cadena. Y le metió en dicho solar. Y en señal de posesión le paseó por él. Y por la dicha mano le metió en la Iglesia. Y donde está la Enfermería del dicho Hospital y cerró y abrió la puerta. Y salió fuera. Y tocó la campana· Y llamó a una negra llamada Catalina, que es del dicho Hospital, y le mandó se

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fuera a la cocina. Y el dicho Alcalde le dió la posesión del dicho solar y Hospital y negra y en nombre de los demás bienes, juras y rentas del dicho Hospital y de cómo la dicha posesión la tomó quieta y pacíficamente, sin contradicción de persona alguna lo pidió por testimonio. Y el dicho Sr. Alcalde se lo mandó dar... " (Córd., Arch. Mun., 1.8º).

12.- Formulismo de entrega de una casa

En Córdoba, en 1690, el Pbro. Pedro de Ledesma vendía a Juan Angulo una propiedad "que linda por la parte norte con la Parroquia de Sr. Sn. Roque". El acta de traspaso dice:

"Le dí posesión de las dichas casas y cuadra cogiéndole de la mano y paseando por dicha cuadra.

Y entrándose por las puertas de dicha casa.

Y en señal de posesión le hice abrir y cerrar la puerta". (A. de r., Escr. 1ª., 1.159, e. 7) …

Poco se diferencia el ritual de entrega de una pieza o cuarto. Con todo a continuación trasladaré un caso de Buenos Aires en el que se ve fa finalidad de la exteriorización del acto interno de la entrega y toma de posesión.

La niña Catalina, del Conservatorio de las llamadas Beatas, dejó en tes- tamento a una joven adoptiva y huérfana, María Urda, una pieza de habitación; pero con el preciso plazo de que sólo se apoderara de dicho cuarto después de la muerte de una sobrina de la dicha Catalina, llamada María Cuenca, del estado también de Beata.

Al fallecer fa donante, el nuevo esposo de la adoptiva, al casarse, quiso tomar la dicha pieza a María Cuenca para venderla a Pascual Villaverde.

Mas al hacerla entrega de venta, el año 1716, en presencia del escribano y otras personas, entre ellas estaba la dicha María Cuenca.

El vendedor "tomó por la mano a Pascual de Villaverde, marido y conjunta persona de Da. María de Urda.

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Y le dió posesión real, actual, corporal vel quasi de el cuarto referido. Quien (Villaverde) fe aprendió (tomó posesión) en de día claro, como a las 5 de la tarde; quien hizo acta de posesión, la cual (posesión) contradijo a dicha doña María Cuenca.

Y fueron presentes por testigos los capitanes de Pandoy y Bina (?) Don Cristóbal de Binedun (?)".

Doña María, después de interceptar el proceso del acto, formuló en esta manera su reclamo.:

Doña María de Cuenca Enríquez de Estrada, beata, en la mejor vía y terma que haya lugar en derecho y al mío convenga, ante Ud. parezco y digo: que contradigo una, dos y tres veces y cuantas el derecho me permite la posesión que Vm. dió del cuarto, en que vivo, a Pascual de Villaverde; por cuanto me lo dejó por los días de mi vida, juntamente con un terreno, mi tía Doña Catalina Enriquez, difunta, como consta en la cláusula de un testamento que otorgó". (Bs. As. Arch. de Trib., 1. 3, 1718).

En este y en otros casos similares que he registrado, se ve la razón de la publicidad de la entrega, esto es, para dar lugar a reclamos justos y no con- sumar una usurpación maliciosa o al menos ignorada.

Como detalle distintivo entre lo sustancial y accidental de estas ritualidades es oportuno conocer el siguiente que pertenece al año 1809, a 2 de noviembre, en un alegato jurídico en Córdoba.

Don José Bejarano, actuando sobre la herencia de Beatriz Benítez y abogando por un desalojo, dice:

"ni la enfermedad de mi mujer podía impedir la ejecución de un acto judicial como el de posesión; ni el no haberle notariado el despacho con que iba autorizado el Alguacil para conferirla pudo viciar el acto, respecto a que solo se buscaba. Y las acciones del Alguacil se dirigían a la casa que era la cosa en que se había de dar la posesión y no las personas que la ocupaban. Tampoco puede viciarse la posesión dada porque se actuase en la tienda de López y se firmase en atril parte; pues quedaba tan firme extendida su actuación sobre las piedras de la calle, como si hubiera sido en el más lucido bufete y magnífico aparato.

Sa le ha pasado a López reparar que el Alguacil Mayor, haciendo mesa un escaño, escribió la diligencia con una rodilla hincada ya se ve que éste era mayor reverencia que la que exige López; aunque si él hubiera visto que la pluma con que se escribió era de pavo seguramente que una tan criminal In- decencia como ésta le proporcionaba otra pregunta para su interrogatorio" (E. 4,

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E. 1. 40, e. 16).

13. - Acto de posesión de un solar

En la siguiente cita se advierte una curiosa variante. Trátase de transferir, por venta, el dominio de un solarcito en la ciudad de Córdoba en "extra muro" y junto a la Ermita de S. Roque.

Pertenece dicho instrumento al año 1737 y dice así:

"Y en su cumplimiento su Merced lo cogió por la mano y lo entro dentro de dicho solar y le dió la posesión real, actual, corporal y jure dominii vel quasi de 45 baras y media de largo y otras tantas de ancho de dicho solar que le corresponde.

Y en señal de posesión le entrego tierra piedra yerba - el cual lo recibió en la faldilla de la chupa que traía puesta.

Y por dicho solar se paseó e hizo otros actos de posesión" ... (A. de T., Córd.; Escr. 1ª Prot. 1. 133).

14. - Ceremonia oficial del Remate

El remate se verificaba generalmente en la forma que aquí va descrita.

Pero frecuentemente se repetía este bando y su consignación en documento oficial unos 30 días seguidos. He aquí una relación:

"En la ciudad de Córdoba, en 10 de junio de 1800

El Sr. Teniente Asesor, Gob. Intendente Interino de esta Provincia D. Nicolás Pérez del Viso-

Estando en las casas de su morada, en la Plaza Mayor de esta ciudad. para efecto de practicas la almoneda prevenida en las diligencias antecedentes y convocándose antes al público a son de caja desde las nueve de la mañana

Y estando dispuesto una mesa con recado de escribir-

Y empezó, por voz de Juan de la Cruz Ferreyra, esclavo que hace oficio de pregonero, a decir en alta voz y claras palabras:

"Se remata el ramo del alumbrado de esta ciudad, a cuyo beneficio están destinados dos reales por mes de cada tienda de mercader y artesano con las

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pulperías, y medio real por cada carreta grande de las que entran para el abasto en esta Plaza.

Al cual tiene hecha postura Don Tadeo Arze, obligándose a comprar 113 faroles en el preciso término de seis meses; haciendo de puros cristales los de la banda y lado del Sur cen los del Oriente; y 103 del Poniente y Norte con el vidrio delantero.

Y los costados de la lata picada;

Siendo de su cuenta cobrar por cinco años aquel producto.

Quien quisiese mejorar esta postura, comparezca; en que se ha de rematar en el mejor postor en este día, a las once horas de él".

Cuyo pregón repitió muchas veces con el toque de la caja. No pareció ninguna persona que lo mejorase.

Y siendo llegada la hora, mandó su Señoría apercibir a remate y el pregonero lo hizo diciendo:

"que buena pro le haga a Don Tadeo Arze el dicho ramo del alumbrado por el tiempo de 5 años y en los términos que queda explicado". Licendiado Don Nicolás Pérez del Viso.

Antonio Francisco Malbrán". (Arch. de Gob, Córdoba, e. 15)

Había 116 faroles en la ciudad y el alumbrado era con unas velas de sebo en el farol

Para la venta de la Estancia de Altagracia el 11 de Mayo de 1798.

Estando en las casas del finado Rodríguez, a las 10 de la mañana para continuar las almonedas que debe actuarse este día, dicho Sr. Presidente mandó poner una mesa y recado de escribir y convocar la gente a son de caja y que se pregonase a postura del día de ayer. Mandaron dichos señores poner sobre la mesa una candela, apercibiendo a remate, que debía quedar celebrado en el mejor postor luego que expirase (la candela). Y así se ejecutó" (A de T., E. 2 E. 1.97 e 4).

Pujaron Benito Fragueira y Juan del Signo.

Mandaron se pregonase nuevamente. Y no habiendo quien mejorase, y habiendo expirado a las 12 del día la candela, quedó verificado el remate en el mejor postor que se guardaría el día siguiente de mañana. Lo que se les hizo sabr". (A. de T., Córd. Sec. Exp.).

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2ª PARTE - PERSONAS Y CARGOS

15. - Toma de posesión de una Encomienda

De Córdoba y de 1693, es la siguiente constancia:

Primeramente, el que había de ser encomendero en presencia del Sargento Mayor y Alcalde emitió el juramento. Prometió ser leal y fiel vasallo a S. M. y de acudir a su real servicio y seguir sus reales estandartes y banderas hasta perder la vida en su real servicio como caballero hijos-dalgos, pena de caer en caso menos valor.

Y, a la conclusión dijo: "Sí - juro amén".

Y luego in continenti trajo un indio de la dicha su encomienda, que dijo llamarse Andrés y ser de tasa su m. r.

"El dicho Alcalde lo tomó de la mano; estando en la calle real a tregó al dicho Don Sebastián Carranza, en el cual en nombre de todos los demás indios, le dió la posesión mal, corporal, jure dominii vel quasi en nombre de S. M.

Y el susodicho la tomó de día claro y con Sol sin contradicción de persona alguna.

Y en señal de posesión mandó al dicho indio le quitase la capa que traía puesta al hombro y volviese la poner. Y le envió a su casa.

Y a todo obedeció dicho indio.

Y pidió a mí el presente escribano le diera por fe y testimonio de cómo aprehendió y tomó la dicha posesión del dicho indio sin contradicción de persona alguna.

E yo el presente escribano doy fe y verdadero testimonio de haber pasado como se refiere". (Arch. de Gob. Córd., L. 2, p. 182).

En otro documento hay otros detalles de circunstancia; v. g., en 1660 en la Rioja, al recibir por podatario Doña Leonor de Ibarra Velasco se "mandó al dicho indio que atase la mula y fuese a servir a su encomendera".

Y en presencia de mucha gente.

16. - Entrega de un muchacho

Este dato es de Córdoba y de 1675.

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Miles de expedientes hay en nuestros archivos para conchavos adquisición, traspaso, y permuta de gente de servicio; véase un caso:

"El dicho Alcalde lo tomó de la mano; estando en la calle real a las puertas de la casa de la morada de mí, escribano.

Y se lo entregó al Capitán Francisco Moyano diciéndole que en su nombre y en el de S. M. q. D. g. le daba e dió en el dicho muchacho posesión con los demás mencionados en el dicho título real, corporal, actual jure dominni vel quasi.

Y la tomó de día claro y con Sol, como a las 4 de la tarde.

Y en señal de posesión le mandó al dicho muchacho mudar unas piedras de una parte a otra.

Y pidió que yo el escribano le diese testimonio". (A de T., Córdoba, Escrib. 2ª., Exp. 1.4).

17. - Acto des cesión de una negra

En un expediente del año 1614 y referente a Córdoba se lee:

"Juan de Oquendo estando al presente en ésta, de partida para la Villa Imperial.

Otorgó a Andrés Navarro, zirujano, presente, asimismo de partida, una negra bozal IIemada María, recién venida de Angola.

Se la vendo porque ha estado y está al presente enferma; de la cual enfermedad le cura Andrés Navarro, como zirujano.

Desde luego me desisto y aparto y abro mano de la tenencia, posesión y señorío que tengo a la dicha esclava.

Y todo lo cedo, renuevo y traspaso en el dicho Andrés Navarro". (A. de T., Córdoba, Escr. 1ª., Prot., 1.27).

18. - Solemnidad de emancipación

Véase un ejemplo en Córdoba, del año 1603:

"Ante el Teniente de Gob. y Justicia mayor de esta ciudad y en presencia de mí el escribano, público e de y uso escrito, pareció presente el Capitán López Vazquez Pestaña, vecino morador de esta dicha ciudad y dijo que Pedro Vázquez Pestaoña su hijo, que era de edad de más de veinte años y menor de veinte y cinco 'ha estado y está debajo de su poderío paternal.

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Y porque le ha sido y es muy obediente y, demás de ello, es capaz y suficiente para ser libre y emancipado.

Ha tenido voluntad de lo emancipar

Y para ello lo ha comunicado al dicho Pedro Vázquez, su hijo.

El cual no tan solamente lo ha consentido, pero se lo ha rogado y pedido con grande instancia.

Por lo tanto en la mejor forma que haya lugar de derecho otorgaba e otorgó que se emancipara y emancipó al dicho Pedro Vázquez, su hijo

Y le apartaba y apartó de su poderío paternal.

Y, en señal de ello, le tomó por la mano y lo dejó y lo apartó de sí y le dió por libre.

Y quitó desde luego para siempre del poderío que sobre él y sus bienes tiene.

Y asimismo dió poder y facultad para que pueda estar y parecer en JUICIO Y hacer contratos y casicontratos y todo aquello que persona libre de poderío paternal puede.

Y le soltó y remitió la mitad del usufructo de los bienes adventicios de dicho su hijo en todo aquello que según derecho, y le hizo deste servicio por galardón desta emancipación le podía tomar y recibir". (A. de T., Córdoba, Escr, 1ª Prot., 1.16, f. 220).

De más amplia ilustración será ver otro caso con su cambio de circuns- tancia, cual es el siguiente:

"En la ciudad de Córdoba en 19 dia del mes de diciembre de 1684 ante mí el Cap. Gregorio Díez Gómez, vecino y Alcalde Ordinario de esta dicha ciudad por S. M. q. D. g. Y de los testigos de yuso a falta de escribano público ni real, pareció presente el Cap. D. Félix Luis de Cabrera vecino de esta ciudad y dijo que por cuanto tiene por su hija legítimo y de Doña María de Arguello a D. Luis de Cabrera y Zuñiga, de más de 26 años, el cual es hábil y suficiente y tiene capacidad para poder administrar, seguir y gobernar su persona y era su voluntad emanciparle y sacarle de su poder.

Y por esto y por otras muchas causas que a ello le mueven, poniendo en efecto lo susodicho, tomó por la mano al dicho su hijo y dijo que lo emancipaba y había por emancipado y lo sacaba (lo sacó de su poderío paternal; y le otorgaba y le otorgó bastante y entero poder para que por sí propio y sin su licencia y mandado ni consentimiento del dicho su padre pueda parecer y estar en juicio y hacer cualesquiera otra escrituras y contrataciones y sequir y defender

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cualesquier pleito así demandado como defendiendo y hacer todas las otras cosas que el dicho D. Félix Luis de Cabrera así como hombre emancipado que no está en poder de su padre y se apartó y quitó de todo y cualquier derecho que por leyes de estos reinos están en favor de los padres para retener en sí la mitad de los bienes adventicios de los hijos y de los otros más bienes ...

Dió y daba por juro de heredad para siempre jamás un pedazo de tierras que tiene en su Estancia...

Y dijo se desapoderaba y desapoderó de las dichas tierras, esclavos Y yeguas, posesión propiedad y señorío que había y tenía.

Y en señal de posesión le entregó esta escritura y se obligó al saneamiento...

Y el dicho D. Luis de Cabrera y Zuñiga dijo que aceptaba y aceptó la dicha emancipación y donación que el dicho su padre le hada e hizo; y le agradeció la merced que en ello le hace.

Por cuya razón, puesto de rodillas a los pies del dicho su padre con el respeto y obediencia que le ha tenido y le tiene, le besó la mano.

Y visto por mí, el dicho Alcalde Ordinario, lo susodicho aprobaba y aprobé y hube por buena y legítimamente fecha la dicha emancipación y había y hube por emancipado al dicho.

Y en todo interpongo mi autoridad y decreto judicial para que valga y haga fe y crédito en juicio y fuera de él.

En cuyo testimonio, etc.". (A. de T.; E. 1, P., 1. 79, f. 34).

19. - Ritualidad de emancipación de una joven

El caso aquí aducido es del año 1652 y de una joven que, queriendo ser religiosa, pedía antes la emancipación para poder hacer legalmente la renuncia de sus bienes.

"Ante el Alférez real Juan de Liendo y en presencia de mí, el escribano público y testigo de yuso.

En este locutorio del convento de Santa Teresa

pareció presente Francisca Javier-

por estar constituída y puesta debajo de poderío paternal del dicho su padre y madre, no obstante que al presente es de edad de 16 años cumplidos, no lo podía hacer sin ser emancipada y fuera del poderío paternal (de sus padres).

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Por lo cual, pide por merced a los dichos Ambrosio Pereyra y Catalina Nuñez, sus padres, que presentes están, le emancipen y saquen de su poderío paternal y le hagan sui juris.

Y los dichos Andrés Pereyra y Catalina, su mujer, sus padres dijeron que pues lo pedía, estaban prestos de la emancipar, como por la presente la emanciparon y sacaron de su poderío.

Y la dejaron de su mano y le dieron poder, licencia y autoridad como mejor pueden para que por sí sola pueda hacer y otorgar dicha renunciación que les pide y otro cualquier contrato o donación.

Y la dicha Francisca Javier dijo que consentía y consintió en la dicha emancipación por ser; como era, de su pedimento.

Y agradecía a os dichos sus padres la merced que por ella le hacían con haberla emancipado.

Y en agradecimiento de elo, la dicha Francisca Javier hincó la rodilla en el suelo y besó las manos de su padre". (A. de T., Córdoba, Escr. 1º, Prot., 1.60).

Bastante análoga a estos dos protocolos era la emancipación o libertad u horro que daban a los esclavas y esclavas al libertarlos en casos particulares por sus fieles o largos servidos.

20 - Homenaje dotar

En las cartas dotales redactadas al contraer matrimonio, en la época colonial, se lee con frecuencia este homenaje tributado a las jóvenes que apor- tan a este Sacramento el honor de su integridad, v.g.:

"con más 500 $ de arras propter nupcias que donó a mi esposa (Ana Pacheco) por su calidad, virginidad y limpieza". (Prot 1.98, 1705).

"Con más 400 $ que a la dicha Da. Josefa Moyano, mi mujer que ha de ser, atendiendo a su honor y virginidad'. (l. 103, Prot., 1711).

En otros documentos dícese: por su virtud, honra y virginidad.

Sabina de Soria después de recibir todo un tesoro de alhajas, vajilla, ha- cienda y bienes, recibía 2.000 $

"en honra de su limpieza y linaje y ser doncella". (A. de T., Córd.; l. 14, Prot.)

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En el dote de Andrea Vikhes se lee esta expresión que varias veces he visto:

"Atendiendo a sus muchas prendas, virginidad y nobleza de la susodicha le doy en arras propter nupcias 500 $". (Prot. 109).

Para la ceremonia de entrega de dote puede consignarse como ejemplar el párrafo siguiente:

"Y yo el presente escribano doy fe que en mi presencia y de los testigos de yuso pasaron a poder y mano del dicho Don Antonio Suárez los 2.000 pesos en reales y demás géneros contenidos". (E. 1, E., 1. 158)

21. - Admisión al Hábito

A 3 de julio de 1674, en la ejecutoria del testamento de Gabriel González, se decía:

"Quería ser Hermano de la dicha sagrada religión y que así lo había pedido, porque su intento fue siempre ser religioso de la dicha sagrada religión, para, sí sanase, quedar en dicho Colegio como tal.

Desde luego manda ser enterrado en la bóveda que en la dicha Iglesia (de la Compañía de Jesús de Córdoba) de dicho Colegio se entierran los religiosos hermanos de él, con la sotana de tal.

Y así mismo manda corra con el cumplimiento de dicho testamento el dicho Rev. P. Rector que al presente y en adelante fuer como quien toca.

Con lo cual fue recibido por tal religioso hermano de la dicha Compañía.

Y en señal de tal, dicho Rev. P. Rector cogió una ropa y se la puso sobre su cuerpo, diciendo lo recibía por tal religioso Hermano, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y dicho Hermano Gabriel González del Portillo la tomó (la sotana) con sus manos, besó y puso sobre sus ojos y dijo: bendito sea Dios que he conseguido lo que tanto he deseado; quiera su Divina Majestad sea para honra y gloria suya.

Y para que conste di el presente en la ciudad de Córdoba en 25 del mes de Junio de 1674.

En fe de lo cual lo signo y firmo de pedimento del dho. m. R. P. Rector.

En testimonio de verdad, Tomás de Salas, Escr. de M.". (A. de T.

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Escr. 2ª, 1. 3, Córdoba).

22. - Acto de una aclamación

Designase con el nombre apropiado de aclamación a la solemnidad con que se recibía públicamente al advenimiento y coronación del nuevo Rey, y equivalía a un homenaje de reconocimiento y respeto a la suprema autoridad civil. Una relación acabada del caso es la que sigue:

"Llegado el día veinte entre las cuatro y las cinco de la tarde poco más o menos juntos y congregados los señores del Cabildo, Justicia y Regimiento desta dudad en las casas de su Ayuntamiento que están en la Plaza pública con les vecinos y moradores della que ejecutaron en bando citado.

Dejando la Plaza pública coronada con siete compañías de Infantes.

Montaron a caballo y fueron a casa del dho. Sr. Gobernador (Don Juan Zamudio, Caballero del Orden de Santiago, Gobernador y Capitán General); quien se hallaba ya a caballo para salir; como se ejecutó y todos se fueron a casa del señor Maestro de Campo Don Enrique de Zeballos Neto y Estrada, Caballero del Orden de Santiago, Alférez Real, Propietario y Teniente General, Justicia Mayor y Capitán a guerra de esta Prov. del Tucumán.

Y entrado que fué al patio de la dha. casa, el dho. Sr. Gobernador, Señores del Cabildo y algunos vecinos, desmontaron de los caballos en que iban; y, entrando en la sala, se halló enarbolado el Real Estandarte ton toda decencia, autoridad y veneración en el aseo de la dicha casa. Y cogiéndole dicho Señor Alférez Real se sacó fuera. Y para montar a caballo le entregó y recibió (el Estandarte) el Capitán Francisco de Molina Navarrete Regidor propietario y AIcalde Ordinario, y, puesto en él (caballo del alférez), le entregó a dicho Sr. Alférez Real.

Y habiendo salido acompañado con todo lucimiento llevando el lado derecho del Señor Gobernador, fueron a las casas de Cabildo y Plaza pública; donde se hallaba fecho un tablado muy suntuoso, cubierto de alfombras y tapetes ricos, con dos escaleras.

Al cual subió dicho Señor Gobernador, Señor Alférez Real, los Capitanes Francisco de Molina Navarrete¡ Antonio de Peralta, Regidores propietarios y Alcaldes Ordinarios¡ Capitán Don Manuel de Zevallos Neto y Estrada, Alguacil Mayor, e yo el presente escribano.

Y todos parados y la Plaza pública coronada con las dichas compañías y otras más de la Guardia del Señor Gobernador, vecinos y moradores estantes y habitantes y algunos Religiosos del Religiosísimo Convento del Seráfico San Francisco y Real de Redentores de Nra. Sra. de Mercedes y Colegiales del

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Colegio de Nra. Sra. de Monserrat que está a cargo de los Religiosos de la Compañía de Jesús. Puestos dos ayudantes en las esquinas de dicho Tablado, ambos por tres veces dijeron:

Oid¡ oid¡ oid. Sabed¡ sabed.

Y así executado dicho Señor Teniente General y Alférez Real dijo en altas vaces: iCastilla, Castilla, Castilla;

Córdoba, Córdoba, Córdoba.

Por el Rey Católico Phelipe Quinto deste nombre, nro. señor que Dios guarde muchos años!

Y batiendo el Real Estandarte por otras tres veces, respondió el pueblo: ¡Viva el Rey nuestro señor!

Y el dicho Alférez me lo pidió por testimonio: e yo se lo doy de haber pasado como va referido la dicha aclamación el dicho día veinte.

Y acabada y abajádose del dicho Tablado, juntos todos montaron a caballo; can el dicho Real Estandarte se prosiguió el Paseo por las calles públicas.

Y cogiendo la (calle) que va entre la Iglesia Catedral, que se halla edificando y el Convento de Monjas de Santa Teresa (hoy 27 de abril) se dió la vuelta a la que va al Convento e Iglesia de Santa Catalina de Sena (calle Trejo), que hoy se halla señalada por Catedral; y, pasando por la puerta de ella, no se halló ni se vió ningún Señor Prebendado ni Clérigo ninguno que recibiese dicho Real Estandarte.

Y pasando adelante y habiendo caminado una cuadra (hoy calle Dean Funes) pasó el dicho Real Estandarte (por la calle ancha) por la puerta de la Iglesia del Convento de Predicadores; cuya santa Comunidad estaba en su Cimenterio (que estaba al lado de la Iglesia) en fila, asistido del Reverendo Padre 'Predicador General Fray Juan de Luxán.

Y prosiguiendo dicho Paseo (calle Ancha y Caseros) a las tres cuadras, pasando por el Colegio de Religiosos de la Compañía de Jesús, se halló en la calle pública, puestos en fila los Religiosos de la dicha Sagrada Religión, asistidos del muy Reverendo Padre Provincial Ignacio de Frías, su Rector de dicho Colegio de Nra. Sra. de Monserrat, atacando frentes dicha Santa Comunidad todos los Colegiales de dicho Colegio de Nra. Sra. de Monserrate.

Y bajando por dicha calle (hoy Caseros y Entre Ríos) a las dos cuadras; y pasaron por frente del Convento e Iglesia del Seráfico San Francisco, se halló estar a la portería del en su Cimenterio della (de la Iglesia) los dichos Religiosos, asistidos del Rvdo. Padre Fray José de Vellilla, Guardián de dicho convento.

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Y siguiendo la dicha cuadra (Entre Ríos) y dando vuelta a ella (Ituzaingo) a las cuatro (cuadras) que se anduvieron, pasando (por la actual calle 25 de Mayo) por frente del Convento de Nra. Sra. de las Mercedes, se hallaron estar sus Religiosos frente de la puerta de su Iglesia los dichos Religiosos, asistidos del Rvdo. Padre Maestro Fray Juan Pérez. Presidente del.

Con repique de campanas que ejecutaron en la misma forma así la dicha Santa Iglesia Catedral como todos los demás Conventos de Religiosos y Religiosas.

Desmontaron de sus caballos los dichos Señores Alférez Real, Señor Gobernador y Cabildo.

Subieron él las casas del (Cabildo).

Donde, en una de sus ventanas y balcón estaba puesto un dosel de damasco; y en él las armas reales (-el escudo) de su Majestad que Dios guarde; y sobre ellos un cielo, todo de damasco colorado. Y sobre un sitial que halló puesto, cubierta con una colcha de terciopelo colorado y un cojín, se puso el Real Estandarte dejándole enarbolado y con una compañía, donde fue asistida los tres días de toros que se celebraron por la Aclamación de nro. Rey y Señor.

Y, acabadas, se abajo dicho Real Estandarte, asistido del Sr. Gobernador y Señores del Cabildo con todo el resto de los vecinos y la Compañía que se hallaba de Guardia, y se llevó a casa del dicho Sr. Alférez Real, donde quedó. Y se concluyó esta función.

Y para que conste en cumplimiento de lo mandado por los señores Cabildo, Justicia y Regimiento dí el presente.

En la ciudad de Córdoba a 26 días del mes de febrero de 1702, Tomás de Salas, escrib. púb. y de cab.". (A. M., l. 17, p. 223).

23. - Recibo de Real Cédula

Al abrirse Reales Cédulas y Provisiones, generalmente se hacía el aca- tamiento que aquí se refiere, dejando constancia por escrito:

"Puesto de pie y estocado (-descubierto) la besó y puso sobre su cabeza obedeciéndola en el acatamiento debido como a Carta de Nuestro Rey y Señor natural, a quien la Divina Majestad prospere en aumento de mayores reinos y señoríos como la cristiandad ha menester y en cuanto a su cumplimiento dijo se guarde, cumpla y ejecute ... ".

24. - Recibimiento de Gobernador

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En el Cabildo de 3 de junio de 1670 se halla la siguiente relación:

"Y visto por este Cabildo haber dicho Maestre de Campo D. Andrés Jiménez de Lorca cumplido con el tenor de dicho título entero de media anata, fianzas y obligación, mandaron sea llamado.

Y habiendo parecido el dicho Teniente Gob. Pedro Nicolás de Brizuela se recibió juramento a Dios y a una Cruz, en forma de derecho, de que usará bien fielmente el dicho oficio y cargo del Teniente gl. Justicia Mayor y Capitán a Guerra desta Provincia a todo su leal saber y entender; guardará las Cédulas Provisiones y Reales Ordenanzas; mirará por los pobres, huérfanos y viudas, no les llevará derechos, ni a las Ordenes mendicantes; y en todo hará todo aquello a que es obligado, por razón de dicho oficio.

Ya la conclusión dijo: Sí, juro y amén.

Y dicho Sr. Teniente gl. Pedro Nicolás de Brizuela en nombre de su Maj. le entregó una vara alta de la Real Justicia y un bastón e insignia militar.

El cual los recibió. De que doy fe.

Con lo cual quedó recibido por este Cabildo por tal Teniente y Justicia Mayor Capitán a Guerra desta Provincia.

Y mandaron se ponga en este libro tanto de dicho título. Y lo firmaron" (A. M.; l. 11, f. 470).

Para mayor ilustración de este acto y su solemnidad, que equivale a la entrega del bastón de mando de nuestros días o toma de posesión de gobierno o juramento de Gobernadores, presentaré otra descripción en la forma que se redactó en Cabildo de 3 de Mayo 1681, en Córdoba. Dice así:

"Estando a las puertas del Colegio de la Compañía de Jesús el Maestro de Campo Antonio Vera Muxica, Gob. y Cap gl. y estando todos los susodichos juntos y congregados, y un altar puesto con el adorno y ostentación que se debe,-

Entró en esta dicha Ciudad el Sr. Don Fernando de Mendoza Mate de Luna con el acompañamiento y solemnidad acostumbrados.

Y en conformidad ...

En cuya conformidad dicho Sr. Gob. Antonio de Vera Muxica y dicho Cabildo recibieron del dicho Sr. Dn. Fernando de Mendoza Mate de Luna el juramento acostumbrado en la forma siguiente:

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Puesta la mano derecha sobre un Misal abierto que está en el altar, juró a Dios y a una señal de cruz y a las palabras del Credo y a los Santos cuatro Evangelios de usar bien a todo su saber y entender los dichos sus oficios y cargos, de obedecer, guardar y cumplir conforme a derecho todas las Cédulas y Provisiones reales de S. M. y Rs. Ordenanzas.

Y puesto de rodillas y metidas ambas manos juntas en las del dicho Sr Gobernador Antonio de Vera hizo pleito homenaje de fidelidad, según fuero de Castilla a S. M.; y de gobernar esta dicha Provincia en su real nombre como debe a buen caballero y fiel vasallo del Rey n. s. q. D. g. muchos años.

Todo lo cual fecho por ante mí el presente escribano, dicho Sr. Gobernador Antonio Vera Muxica, en nombre de S. M. q. Dios g. le dió y entrego el bastón de Gobernador y Capitán General desta dicha provincia de su propia mano; y con ella el gobierno y Capitanía General.

Y dicho Sr. Gobernador Don Fernando de Mendoza Mate de Luna recibió dicho bastón en su mano, y con él los dichos oficios y cargos de Gobierno y Capitán General de esta dicha provincia de Tucumán.

Y quedó en posesión del dicho gobierno". (A. M., Iib 13, f. 45).

25. Ceremonial de la entrega del Estandarte real

El alférez era el Abanderado o encargado de la bandera, símbolo de la autoridad; su designación se hacía en esta forma:

El Estandarte en una palangana (-bandeja) trayéndose a son de cajas y clarines y acompañamiento de todos los vecinos de la dicha ciudad y toda la decencia correspondiente.

Y dicha Justicia Mayor en nombre de este dicho Cabildo recibió el dicho real Estandarte, puesto en pie con la veneración y respeto debidos.

Y dio las gracias por la lealtad y fidelidad con que lo ha tenido y guardado (el alférez cesante).

Y por el consiguiente se le alzó el juramento y pleito homenaje que tenía hecho, del que se le libra.

Y se pasó a entregar como se entregó al dicho Dn. Francisco Cisneros, persona destinada para ello.

Quien se puso de pie y destocado (descubierto) se dió por recibido y entregado e hizo el juramento y pleito-homenaje de tenerlo guardado en su poder como leal y buen vasallo.

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Y juró a Dios N. S. y a una señal de Cruz y a todos los Santos Evangelios de cumplirlo así y tenerlo (al real estandarte) en la casa de su morada hasta que por este dicho Cabildo u otro Juez que legítimamente pueda le mande entregar". (Libros cap. de Santiago).

Trato más largamente este asunto en otra publicación sobre las fiestas populares de San Jerónimo en Córdoba; con todo, para tener más a mano Una exposición de este acto anual, extractaré el siguiente relato perteneciente di Cabildo de Córdoba de 14 d Setiembre de 1752:

El Regidor decano propuso a este Cabildo de cómo es uso y costumbre desde la fundación de esta Ciudad el entregar el Real Estandarte al diputado para sacarlo la víspera y día del Glorioso Patrón por no haberlo propietario, nueve días antes.

Y oído, determinaron que se trajese del depósito en que se halla con la decencia acostumbrada, a son de caja de guerra y so el juramento de fidelidad y pleito homenaje en concurso de mucha parte del vecindario y residentes.

Luego in continenti pasaron a traer otro Real Estandarte y a son de caja de guerra, puesto en una palangana y cubierto con una colcha de seda. Y puesta sobre una mesa, en medio desta Sala Capitular, el referido Regidor decano, puesto en pie y el mencionado de rodillas, juntas las manos dentro de las de dicho Regidor decano hizo pleito homenaje y juró de tener dicho Real Estandarte con toda guarda y debida custodia y defender todos los fueros y guardar y hacer guardar con toda lealtad y fidelidad según y como lo han acostumbrado los otros sus antecesores, sin que por su parte haiga omisión alguna y de entregar le cuando convenga; en cuya custodia lo mantendrá hasta el año venidero.

Con lo cual quedó recibido dicho Dn. Juan Xigena, fiel Ejecutor como diputado el día 5 del corriente. Y a su cumplimiento se obligó con su persona y bienes habidos y por haber en forma y conforme a derecho". (A. AA., 1.29, f. 182).

Gustará ver esta ritualidad, algo modificada, en una pieza de la primitiva Corrientes, ciudad de Vera, del 24 de enero de 1630.

Tomando el Capitán Nic. de Villanueva, Lugarteniente, el real estandarte en la mano juró por Dios N. S. de tener en buena guardia y custodia el real estandarte.

Y teniendo las rodillas hincadas en el suelo y puesta mano al pie de un Santo Cristo que para el efecto se trajo; y luego, que aquí está, juró por los 4 santos Evangelios que allí están, donde más largamente se contienen y plegadas sus manos entre las mías hizo pleito-homenaje de fidelidad a su Majestad de tener el dicho real estandarte en buena guardia y custodia y de con ella tener y mantener la santa Fe católica".

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26. - Colación de Curato

Tenemos en lo que a continuación se transcribe la ceremonia de entregar el cuidado de una Parroquia al Sacerdote designado por oficio real:

"En el Pueblo y Doctrina de los Santos Mártires del Japón (Paraguay) en 16 días del mes de Junio de 1750. Yo el P. Ventura Suárez de la Compañía de Jesús, por orden del R. P. Bernardo Nusdorffer de la misma Compañía, Superior actual de las Doctrinas, por comisión especial, que tiene para ello del muy lllo. y Venerable Cabildo Eclesiástico en Sede vacante de Bs. Aires y licencia para delegar la, como me la delegó. Recibí juramento y profesión de la fe, como se acostumbra al P. José Iberaquer, presentado del Vice Patrón para el curato de dicho Pueblo, como más largamente consta de los papeles arriba puestos. Y le dí la canónica institución y posesión, de la Iglesia de dicho Curato, corporal, actual y real jure dominii vel quasi- poniéndole un bonete en la cabeza y paseándole por la Iglesia. Y en señal de dicha posesión abrió (el P. Iberaquer) una de las puertas,- abrió y cerró el Sargento tocó una de las campanas, y registró el misal- en vista y presencia del Corregidor Cabildo y otro testigo el P. Domingo Ferrer de la Compañía de Jesús. Y para que conste lo certifico y firmo en dicho Pueblo de los Stos. Mártires de Japón en dicho día, mes y año. Buenaventura Suárez. Josepf Iberaquer". (B. A., Arch. gl. de la Nac., L. Compañía).

27. - Ceremonial de Sargento

Para conocer el acto oficial de nombramiento de sargento traslado aquí un dato del año 1665, a 25 de Setiembre:

"Y habiéndose tocado caja de guerra, en concurso de mucha gente, en la plaza pública, y en presencia de todo el Cabildo, Justicia y Regimiento- el dicho capitán a guerra cogió un bastón e insignia de Sargento Mayor, y se lo entregó el nombre del dicho Sr. Gobernador. Y mandó a todos los presentes le acatasen como a tal Sargento Mayor desta

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Plaza de Armas y le guardasen todas las honras que por razón del dicho oficio debe haber y gozar. Y el dicho Capitán Pedro de Castañeda, en el dicho real nombre, aceptó el dicho oficio". (Arch. Mun. Córdoba: t. II, f. 65.).

28. - Recepción de alcaldes

Del libro 16 del Archivo Municipal tomo un ejemplo de lo que llamaban "Entriega de baras". Corresponde este pasaje a la aprobación de las Elec- ciones de Concejiles, de 19 de enero de 1696.

"El Teniente General poniendo en ejecución el Auto de retro, les recibió juramento a los Capitanes Juan López de Fuenteseca Rexidor y Capitán Francisco Luxán de Medina, personas electas por alcaldes Ordinarios. Y lo hicieron (el juramento) a Dios Nro. Señor y a una señal de Cruz, en forma de derecho; so cargo del cual (juramento) prometieron de usar fiel y legalmente el cargo de tales alcaldes Ordinarios a todo su leal saber y entender, guardando Reales Cédulas, provisiones y Ordenanzas, y haciendo justicia con igualdad a las partes, y en particular a pobres, viudas, huérfanos- y no se llevar derechos a Hospitales y Monasterios ni a personas que no se deban llevar. Ya la conclusión, dijeron cada uno por sí: Así lo juramos, y amén. Y, esto fecho, su Merced del dicho Señor Teniente General, en presencia de todo el Cabildo, hizo entregamiento de las baras de su Majestad de Alcande Ordinario de esta ciudad este presente año 1696 de la manera que es fecha la Elección- para que con virtud de ella (de la vara) como insignia de tal (alcaIde, sean Vms. conocidos, acatados y respetados y usar de dichos Oficios con las gracias, privilegios y jurisdicción que les compete según derecho. Y así se hizo el dicho entregamiento en presencia de todo el Cabildo y Señores del de que yo el Escribano doy fe". (f. 153).

Véase la designación del Alcalde de Aquas o de Riego en el Acta del Ca- bildo de 22 de Marzo de 1752.

"Entró a esta Sala Capitular Ignacio Ortiz, Alcalde de las Aguas electo para este presente año, para su recepción.

El dicho Sr. Regidor decano Dn. Marcos de Ascasubi, le recibió juramento que lo hizo y celebró según forma de derecho. Bajo del cual prometió de usar bien fiel legalmente en el uso y ejercicio de tal Alcalde de Aguas.

y a una conclusión dijo: Sí, juro y Amén.

Y dicho Regidor Decano, en nombre de su Maj. le entregó la vara de su mano a

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la del citado Ignacio Ortíz. Con lo cual quedó recibido de tal Alcalde de Aguas". (A. M., 1. 29, f. 215).

29. - Formalidades de una ejecución

"En este paraje y estancia del Capitán Lucas Pinto (en Córdoba), ya difunto.

En 21 días del mes de Abril de 1695. Llegué a dicho paraje, por fin y muerte del dicho difunto.

Por cuya muerte se hizo comisión, por el Sor. Teniente General,

Justicia Mayor y Capitán de Guerra Juan de Perochena al Capitán Juan de Correa. La cual no se ejecutó por no haber querido hacer entriega de las llaves Juan Pinto y Dª. Beatriz de Cazero.

Por cuya causa volvió a librar comisión el dicho Señor Teniente General y Capitán D. Manuel de Zeballos y Estrada.

Y por hallarme de alguacil mayor propietario con embarazos tocantes a su oficio y en servicio del rey n. s. remitió y trasladó la dicha comisión a mí, el Capitán D. José de Olmos y Aguilera, Alcalde de la Santa Hermandad desta jurisdicción de Córdoba por S. M. q. D. g.

Y habiendo llegado a dicho paraje en dicho día hice el primer Requerimiento al dicho Juan Pinto entregase las llaves. Y en dicho Requerimiento hizo entriega de solas dos llaves y al segundo Requerimiento dijo dicho Juan Pinto su madre había llevado las dichas llaves de Escribanía y Cajas. Al tercer Requerimiento dijo lo mesmo.

Por cuya causa ordeno y mando en virtud de dicha comisión, para proseguir dicho su inventario, se deserrajen las dichas Cajas y Escribanías atendiendo a dar cumplimiento al Auto del dicho Sr. Teniente General y petición del muy Reberendo P. Procurador General Ignacio de Arteaga.

Y cogiendo en mis manos las dos llaves se las dí en su mano al Alférez Correa de Campos Albacea de dicho difunto.

El cual en mi presencia y de dos testigos abrió el aposento donde estaban encerradas dichas cajas.

Y habiendo apercibido dichos bienes y llaves que consta puse por principio de Inventario". (A. de T., Córd.; Escr. 1º, 1. 10, e. 16.).

30. - Acto de Juramento

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Perteneciente a Córdoba y al año 1586 es el siguiente fragmento de tan- tos que se registran de este género:

"Yo Doña Ana Lozano renuncio el beneficio del Beliano nueva e vieja Constitución y leyes de Toro. de cuyo efecto fuí avisada y apercibida por el presente juramento. Y juro -Por Dios N. S. e por Santa María su Madre e por las palabras de los Santos Cuatro Evangelios e por la señal de la Cruz- en que puse mi mano derecha -que entiendo bien el efecto de lo que aquí otorgo". (A. de T., Córdoba; Escr. 1ª, Prot., 1. 3).

Otra descripción dice, en el año 1714:

"Pareció el Dr. Dn. Gabriel Bernal, de quien su merced tomó juramento; y lo hizo por Dios N. S., S. Pedro y S. Pablo, poniendo las manos sobre su corona (de sacerdote, en la coronilla de la cabeza) en que prometió decir la verdad lo que se le fuera preguntado y al Hn dijo: sr, juro, y amén. y habiéndole mostrado el instrumento de poder otorgado por D~ Francisca de Paz y Figueroa... y mostrándole la firma que al pie del está donde dice Don Gabriel Bernal, dijo que la firma es suya y la que acostumbra". (Prot. l. 105).

Otras veces, y lo más frecuente, era que los sacerdotes para jurar pusieran la mano en el pecho y juraran in verbo sacerdotis.

Para lo relativo al juramento de los militares bastará el siguiente extracto textual:

"El Sr. Encargado del Ministerio de la Guerra con fecha de 14 de agosto último me dice lo siguiente: Excmo. Sor. - El Sr. Encargado del Despacho de Marina me dice en Auto de 14 de Junio último que ha comunicado al Director general de la Armada la Real Orden siguiente: Siendo propia y peculiar de los militares la prerrogativa de jurar poniendo la diestra sobre la cruz de su espada o bajo la palabra e honor en las declaraciones que dan en los Juzgados militares y politicos- quiere el Rey que no se vulgarice esta distinción tan debida al servicio que hacen en la ilustre carrera de las armas. Y por tanto conformándose S. M. con el dictamen del Supremo Concejo de Guerra, se ha servido mandar que esta fórmula de jurar en juicio se observe y guarde únicamente para con los militares vivos o retirados, sin perjuicio de lo que está prevenido acerca de los Oficiales Generales Y que los individuos del Ministerio político y Hacienda de Guerra del Ejército, como los de Marina presten el juramento en la forma común que los demás

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hacen cuando no hayan de declarar por certificación, en las cosas puramente de su ministerio y cargo. Quedando anulado, en consecuencia, de esta soberana determinación, lo dispuesto en 2 de Junio de 1789 para los individuos del cuerpo político de la Armada. Lo que traslado a V.E. para su inteligencia y cumplimiento en la parte que le corresponde- Lo que comunico a V. S. para su inteligencia y observancia en el distrito de su Cuerpo. Buenos Aires, 22 de Febrero de 1806. El Marqués de Sobremonte Sor Gob. Intendente interino de Córdoba". (Arch de Gob. 28).

31. - Colación de grados universitarios

Entresacaré de las Constituciones de la Universidad de Lima (sobre las que fueron calcadas las de la Universidad de Córdoba) el ceremonial de grados académicos:

"Ítem acabado el vejámen, irán los Bedeles al asiento del Padrino y lo acompañarán a la mesa del Graduando.

Y el Padrino le tomará a su lado y lo pondrá delante del Rector en pie, para que pida el grado. El cual lo pedirá con una lección latinZ! y breve.

Y el Maestro-escuela le responderá con otra Oración breve en loor suyo.

Y acabada, se hincará de rodillas el Graduado ante el Rector. Y el Rector le tomará el juramento conforme a lo que se contiene al fin de estas Constituciones, puesta la mano en un libro Misal.

Y acabado de hacer se pondrá de rodillas ante el dicho Maestro-escuela, el que le dará los Grados en esta forma:

Por la autoridad pontificia y por la autoridad real que en esta parte desempeño te concedo, meritísimo Licenciado, el Grado de Doctor en la Facultad sagrada de Teología (si es canonista, se dirá: en Dierecho pontificio) por la imposición de este birrete; y te concedo todos los privilegios, inmunidades y exenciones que se permiten y disfrutan los que han logrado semejante Grado en la Universidad de Salamanca. En nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Y luego se hinque de rodillas ante el Padrino. El cual le dará las Insignias Doctorales en esta forma:

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Darále el ósculo en el carrillo, diciendo: Recibe el beso de paz el" señal de fraternidad y amistad.

Luego le pondrá el anillo en el dedo diciendo: Recibe el dorado anillo en señal de tu desposorio con la sabiduría que Ié has de estimar, como a querida esposa.

Y luego le dará el libro diciendo: Recibe el libro de la sabiduría para que puedas facultativamente enseñar a otros.

Y luego le ciñe la espada dorada diciendo: Recibe la dorada espada como señal de la milicia, ya que los Doctores no menos han de pelear contra el vicio y el error de las almas, que los soldados contra los enemigos. Y si fuese el grado en Medicina dirá: ya que los Doctores médicos no militan menos derribando a las enfermedades que los soldados cuando rinden a las fuerzas contrarias.

Y luego le calzará las espuelas doradas diciendo: Recibe las doradas espuelas, puesto que como los generosos jinetes se lanzan a debelar a los enemigos así los Doctores se ·afrontan a depeler a la caterva de la ignorancia.

(Y al dar de cada Insignia ha de tocarse la música. Y si el Doctoramiento fuere en Teología no se han de dar las insignias de espada y espuelas).

Y acabado de dar el Grado, llevará el Padrino al nuevo Doctor a abrazar al Rector y luego a los Doctores (parla mano derecha, y luego a los de la izquierda del Rector). Y vueltos cabe el Rector abrazará el Padrino. Y se sentará el Padrino a la mano izquierda del Rector y el nuevo Doctor a la derecha. Y repartirse han los guantes. Y se acabará el Acto". (f. 67, Publicación de 1735; O. de la U.).

Estos grados tenían valor oficial y se tenía en cuenta para los cargos civiles.

32. Ceremonia de cumplimiento

Como una noticia del ceremonial de cumplimiento es de interés el que se sigue, relatado con ocasión del onomástico de la Virreyna.

En 18 de Mayo de 1805 el Virrey dirigía al Cabildo de Buenos Aires la siguiente nota:

"AI recivir el oficio de S.S.S. fecha de ayer creí prudentemente hablar en su contesto la satisfacción que parecía consiguiente de la reconvención que el día de S. Juan Nepomuceno, cuyo nombre tiene mi esposa hice a los alcaldes Ordinarios, que vinieron con el Alguacil Mayor a cumplimentarla, extrañando que no hubiese concurrido los demás individuos del Cabildo, aunque como

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particulares, a una tan debida demostración, según la costumbre observada como lo ejecutaron V. SS. en día de San Rafael, y siempre lo han practicado los principales tribunales, y cuerpos de esta Capital.

Pero lejos de encontrar en todo el relato del citado oficio expresión dirigida a disculpar una falta que aún cuando únicamente fuese de urbanidad se hace muy reparable en V.S.S.

Advierto que todo él está reducido a una infundada queja concebida en términos ajenos del acatamiento que se debe a mi persona y dignidad midiendo a las palabras de mi insinuación que subrayan otras a su árbitro y que con poco miramiento se avanzan a calificar aquella reconvección hecha por un Virrey y Presidente de un ultraje y vejamen", Pero los capitulares redactaron para el Sr. Virrey, en acuerdo del Cabildo de 17 de Mayo, la siguiente respuesta:

Los Señores hicieron esta exposición.

En el ceremonial formado por la Real Audiencia no hay ninguna instrucción acerca de cumplimentar alas Excelentísimos Señores Virreyes en sus días, ni mucho menos a las Excelentísimas señoras, sus esposas.

Sin embargo, los individuos del Ayuntamiento por un efecto puramente de respetuosidad y obsequio en los días de los Señores Virreyes han acostumbrado juntarse, vestidos de negro, en la Sala capitular y dirigirse a la hora de las once y media a doce del día sin mazas ni otra insignia alguna a cumplimentar a S.S. EE (-Sus Excelencias los Virreyes).

Y en los días de sus esposas no se ha observado regla fija; unos años han ido solo dos Alcaldes, bien de negro o de color según les ha acomodado; y en otros del mismo modo acompañados del Síndico Procurador General y de algún Regidor que haya querido hacer su cumplido.

De modo que el cuerpo (del Cabildo) ha descansado hasta el día sobre la base de un principio puramente obsequioso, nacido de afecto de sus individuos para la superioridad". (Arch. gen. de la Nac. R. A., Cab., 1. 19).

Pertenece a este capítulo de los cumplidos el siguiente párrafo de un comunicado oficial que a 20 de Enero de 1808 Don Victorino Rodríguez en Córdoba pasaba a las autoridades:

"En expediente seguido en esta Real Audiencia por parte del Cabildo de Montevideo sobre oponerse aquel Gobierno a que en las Fundones de Tabla y Besamanos entrase dicho Cabildo con Varas (bastón e insignia de los miembros del Ayuntamiento), obligándoles a que las dejasen en mi Antesala-

Se ha provehido en 19 del corriente el Auto que se sigue: -Vistos, se declara que

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en las Funciones de Tabla y Besamanos en que los Cabildos se presentan a cumplimentar al Gobernador, deben practicarlo sin dejar la vara o insignia de la jurisdicción los capitulares que acostumbran lIevarla, según se observa en esta Capital -

Cuya resolución para su puntual cumplimiento se circulen a los Gobernadores del Distrito a fin de uniformar esta práctica.

Y hágase a SM. las especificaciones de los motivos que retardaran este asunto, el informe ordenado en Real Cédula de 19 de junio de 1804". (Arch. de Gob., Córdoba, 1. 28).

Ampliaré este asunto con otro dato no menos variado e interesante en formalidad militar o informalidad.

En una larga denuncia contra el Coronel de Milicias, en la Rioja, Don Domingo Ortíz Ocampo el año 1811 se halla este capítulo de exposición:

"Bajo la dirección del Comandante de Armas no hay individuo que no sea militar, ni militar que no goce del fuero.

Todos saben que aquellos son más milicias urbanas y que por lo mismo no les corresponde; sin embargo, no ha quedado sino hombres septuagenarios que se hallan sujetos a la jurisdicción ordinaria.

Ha sido forzoso hacer entender que aquellas gentes gozan de fuero, y no hay otra autoridad que la militar para entender en sus causas, y con este motivo ejercer sobre el pueblo el mayor despotismo, prisiones, en la real cárcel, de Oficiales de toda graduación, amenazas de toda especie, degradación por el más leve motivo".

Sobre este hecho anótase la siguiente falta de formalidad:

"En orden a lo tercero, bien entiende este Cabildo que cuando las tropas militares están en actual servicio, tomadas sus filiaciones, sueldos pagados y en guarnición de Plaza, aunque sean urbanos, gozan de fuero. Pero no cuando están alistadas como éstos arbitrariamente sin ninguna de estas ritualidades con que están sirviendo como están de hecho todos los vecinos de esta ciudad y jurisdicción". (A. de T., E. 4. 1. 43 e. 22).

Disposiciones y episodios de etiquetas protocolares abundan en los ar- chivos de ésta y se prestan para un libro de gustosa lectura.

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