Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, . Asdrúbal "Cheo" Hurtado ( y bandola) Luis Julio Toro (flauta) David Peña (contrabajo) Juan Ernesto Laya (maracas)

Gurrufio Chamber Ensemble es el nombre con el que en 1984, Cristóbal Soto, Luis Julio Toro y A drúbal "Cheo" Hurtado 1 bautizaron un naciente proyecto musical al que pronto se integró Jesús González en el contrabajo, y quien permaneció poco tiempo en el grupo.

Breve fue también el lapso que tardó en consolidarse entre las cada vez más amplias audiencias la denominación que hoy se ha convertido en sello de cal idad e innovación: Ensamble Gurrufio, agrupación que abre paso a un nuevo estilo instrumental venezolano el cual permite tener con10 elemento fundamental lo espontáneo lo inesperado, ese que da cabida a la improvisación y al virtuosismo de cada uno de sus integrantes, aquel que propone ejecuciones únicas e irrepetibles.

En 1989 se vinculó a este virtuoso trío el contrabaj ista David Peña, quien se incorporó plenamente en 1991, año que marcó un momento fundamental para el grupo al iniciar su proyección inter­ nacional con tres exitosas giras que lo llevaron a diversas ciudades de Japón, Brasil y Estados Unidos.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Presencia emblemática en la agrupación, además de cohesión y suerte, el ingreso de David Peña aportó la armonía y el conocimiento de las más arraigadas tradiciones populares urbanas y el manejo de las expresiones musicales de origen afrovenezolano.

Posteriores presentaciones en Colombia, , Antillas Holandesas México, Alemania, España, Francia y Reino Unido, entre otros países, han convertido al Ensamble Gunufio en una referencia mundial de altísimo nivel de la música tradicional venezolana, a cuya riqueza ha aportado elementos contemporáneos que han hecho de la agrupación una versátil propuesta popular-académica.

La edición en de sus discos compactos Maroa (1993), El Cruzao (1994) y El Trabadedos (1996), ha permitido constatar la receptividad tanto del público como de la prensa hacia su propuesta musical.

En 1998 editó Cosas del ayer, con un repertorio de música tradi­ cionallatinoamericana. En diciembre de ese mismo año grabó En 2 vivo y a comienzos de 1999 se unió a la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho para realizar otra grabación, con arreglos para ensamble y orquesta de cuerdas de Paul Dessene y Vinicio Ludovic, logrando una nueva y sorprendente sonoridad.

Participó también en la grabación del disco Tocando tierra Gunio de 1999) para el sello Latín World,junto a músicos de la talla de Bella Fleco, Edwin Colón Zayas y Abraham Laboriel.

Merecedor del premio' Monseñor Pellin" 1998 mención especial por su aporte a la difusión de los valores culturales de nuestras regiones y por su gran profesionalismo, también recibió el Premio Nacional del Artista 1999 por el espectáculo "Ensamble Gurrufio 15 años", que se presentó en la Sala Ríos Reyna del Teresa Carreño en junio de ese año, marcando un hito para los eventos de este tipo en Venezuela.

En agosto de 2001 sorprendió a los melómanos con un disco de antología, Serenata con Gurrufio, impecable trabajo grabado

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. junto a Serenata Guayanesa. La presentación del CD realizada en el Centro de Arte La Estancia desbordó la capacidad de los solariegos espacios de la Hacienda La Floresta, donde se dieron cita cerca de 15 mil espectadores.

En 2002 el Ensamble Gurrufio conmovió nuevamente al mundo cultural cuando, enjunio de ese año debutó en el Teresa Carreño con la Camerata Criolla, proyecto musical que reúne a algunos de los mejores músicos de formación académica del país, para explorar y explotar, en formato sinfónico, los elementos universales de nuestros géneros musicales.

También lanza Gurrufio: sesiones con Moisés Torrealba, trabajo donde la bandola de este virtuoso nacido en Barinas en 1978, conmueve hasta las entrañas con su enorme y sorprendente genio artístico, que convierte esta producción discográfica en referencia esencial para seguir disfrutando las renovadas voces de la nueva música venezolana 3 Además de Cheo Hurtado en el cuatro y la bandola, David Peña en el contrabajo y Luis Julio Toro en la flauta, se vincularon al grupo dos brillantes músicos: Juan Ernesto Laya en las maracas, quien se unió al grupo en 1998 cuando Cristóbal Soto decidió radicarse defmitivamente en Francia, y Jaime Martínez, en el oboe, quien se incorporó en el 2000 convirtiéndose el Ensamble Gurrufio en quinteto.

En 2003, con la salida de Martínez del grupo, la flexible estructura del Ensamble Gurrufio retomó el formato adquirido en 1998 y con­ tinúo cautivando al público a nivel nacional e internacional, como aconteció en sus presentaciones en el Barbican Center de Londres; prueba de ello fué también el resonante éxito obtenido con su par­ ticipación como invitado especial en la Mostra SESC: Latindade, celebrada en agosto de 2003 en Sao Paulo (Brasil), y en las tres funciones de El reto: la leyenda de Florentino y el diablo, obra especialmente encargada por la agrupación al compositor Paul Desenne, estrenada en la sala José Félix Ribas del Teresa Carreño y en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Este cuarteto sorprendió a las más distintas audiencias con el lanza­ miento de nuevas producciones discográficas y con la realización de una programación especial diseñada con ocasión de haber arri­ bado, a finales de 2005, a veintiún años en los que un proyecto de amigos se fue transformando en plural y colectivo cimiento del patrimúniº sonoro de Venezuela.

Asdrúbal "Cheo" Hurtado, cuatro y bandola Nació en Ciudad Bolívar en 1960 y desde allí comenzó a descubrir la vida a través de los sonidos del instrumento nacional. En 1973 ganó el Festival Nacional de Cuatro y desde entonces se ha desta­ cado como solista en grabaciones y conciertos.

Luis Julio Toro, flauta Su amplia trayectoria y gran experiencia lo han llevado por los mejores escenarios del mundo. Ha sido merecedor de los premios Eve Kish, The Best Flautist ofthe Yeary Oliver Dawson Flute Prize, 4 del Royal College ofMusic de Londres, donde cursó sus estudios. Luis Julio Toro es considerado uno de los mejores flautistas latino a­ mencanos.

David Peña, contrabajo Cursó estudios de contrabajo en la Escuela José Nolasco Colón y completó su formación con estudios de guitarra y mandolina. Además de er integrante del Ensamble Gurrufio desde hace ocho años, David Peña ha acompañado a importantes vocalistas, así como a pre tigiosos grupos corales nacionales.

Juan Ernesto Laya, maracas Nació en Valencia en 1972. Ha acompañado a músicos como el maestro Juan de Je'sús Laya Meléndez los Cinco Venezolanos, Napoleón Sanabria y Tomás de los Reyes del Grupo de Cuerdas Venezuela. Se ha unido a destacados cantantes de Colombia y Venezuela y participó en las giras de Atardecer Llanero en los años 1996, 1997, 1998. En el Festival Internacional de Música Llanera

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. realizado en Villavicencio (Colombia) obtuvo el primer lugar como el mejor maraquero representando a Venezuela. Forma parte de Gurrufio desde 1997.

Comentarios acerca de los discos de Gurrufío:

Maroa

El repertorio escogido, obras de ayer y de hoy - incluye algunas propias-, está totalmente dirigido por el sentido musical de cada integrante. Las piezas que interpreta Gurrufío son un resumen espontáneo de su investigación y experiencia en la música venezo­ lana. El álbum Maroa fue grabado en junio de 1991, antes de su gira mundial por los Estados Unidos y el Japón.

El trabadedos 5 "Esto no es sólo un disco ... Este es el manuscrito sonoro de cuatro músicos que apuestan por el rigor. Cuatro devotos que quieren refundar nuestra música, acercarla a nuestros oídos como si ella ocurriera por primera vez [ ... ]". Esta es la opinión del reconocido escritor venezolano Leonardo Padrón con respecto a El trabadedos, que ha sido reeditado para ser lanzado con nuevo rostro y sonido.

Cosas del ayer

Este disco es el resultado del acople de dos diferentes CD grabados en 1991 y 1992, bajo solicitud y patrocinio de la refinería Isla de Curazao, con peticiones de un repertorio muy específico: música latinoamericana perteneciente a toda una época y una generación, la de nuestros padres de quienes aprendimos a hacer música; han sido ellos quienes finalmente nos han pedido la reedición de este trabajo.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. El cruzao

La creatividad sin límites de la música tradicional venezolana se desarrolla en medio de ambientes familiares, solariegos, improvisa­ dos, donde en forma espontánea confluyen el amor por la música y la libertad para ejecutarla. Gurrufio es guasón, como la letra del merengue, y elegante como la danza y el vals.

Con orquesta

En este repertorio se busca lo que buscaban los ancestros genuinos de la orquestación criolla: no un refmamiento, no una dignificación sino una multiplicación de la energía por el entusiasmo que impulsa esa inmensa nave de la orquesta cuando le ronca por dentro un "gurrufio" .

6 En vivo

Gurrufío es la capacidad de cada uno de sus integrantes para improvisar una coherente solución musical, que sólo es posible para quien, habiendo nacido con alma de músico y aptitudes para la buena ejecución instrumental, ha dedicado su vida a la superación de esas condiciones, con la perseverancia del terco y la consagración del místico.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. PROGRAMA

Ay Campa 'e HENRY MARTÍNEZ (Merengue)

Destello de amor ARMANDO MOLERO (Bambuco playero)

El cruzao RICARDO SANDOVAL (Joropo con estribillo) (1975)

Creo que te qu iero LUIS LAGUNA (Vals) (1926-1984)

Morenita PEDRO OROPEZA VOLCÁN (Merengue)

Mañanita caraqueña EVENCIO CASTELLANOS (Vals) 7 El marimbolero CRISTÓBAL SOTO (Merengue) (1954)

Palomita blanca POPULAR LATINOAMERICANA (Canción)

Apure en un viaje GENARO PRIETO (Joropo)

Jaropo de Salón (D. D) (Joropo oriental)

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. El tercio CRISTOBAL SOTO (Joropo)

Mi camaguán INDIO FIGUEREDO (Pasaje)

La Ceci CRISTOBAL SOTO (Merengue)

Ojos color de los pozos INDIO FIGUEREDO (Pasaje) TEXTO: GUILLERMO JIMENEZ LEAL

El Esperancero ALFREDO NARANJO/ANTONIO LAURO (Vals)

Rolandito ALFREDO NARANJO (Joropo)

Mi contradanza RAFAEL RINCÓN GONZÁLEZ ( contradanza) 8

CONCIERTO No. 27

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Notas al programa

Manuel Bernal Martínez

E agradable recordar cómo empezó a ser conocido Gurrufio por estos lares a comienzo de la década de 1990, en una cinta de casete que se regrabó innumerables veces y que fue circulando de lnano en mano y de oído en oído entre músicos y aficionados que, asom­ brados, nos dejamos seducir por esa incomparable unión de tantos elementos lnusicales de altísima calidad. Y es que Gurrufio nos puso de presente en sonido algo que en ese momento no era muy claro para el público, e incluso para muchos músicos colombianos: la posibilidad real de conjugar la tradición musical local-regional­ popular con la tradición acadénlica, sin conflictos aparentes, con una postura estilística clara que toma de muchos mundos para así crear el suyo propio, múltiple y diverso.

Son todos los integrantes del grupo virtuosos de su instrumento con ese sentido de virtuosismo que va más allá de la cantidad de 9 "pepas" o acordes por segundo ---en lo que son magníficos- y que pasa por el sentido de la oportunidad, del conocimiento real de las características de cada género que tocan, del trabajo cuidadoso y paciente en el montaje, del sin igual ensamble que les da 22 años de estar tocando, consolidando y difundiendo una música y una mane­ ra de hacerla. Es por eso que las "descargas" de armonía y efectos tímbricos de Cheo en el cuatro no suenan recargadas ni falsas, no están diseñadas solo para lucirse (algo que le resultaría fácil a quien es llatnado "manos de colibrí") sino que son consustanciales a todo el discurso musical; es por eso que del abanico de posibilidades de variación e improvisación que tiene Luis Julio en la cabeza, siempre sabe escoger sabiamente aquella con la que interpreta el sentido musical propio el del grupo y el del momento con el público an­ helante. También se debe a eso que David pareciera estar casi siempre COll10 en segundo plano, poniéndole piso a todo el andamiaje musical del grupo y realizando uno que otro solo, cuando cualquier conocedor que se fije en su interpretación con el contrabajo queda admirado ~ y ni hablar de Juan Ernesto con sus maracas, tan llenas

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. de sorpresas y tan oportunamente manejadas desde eljoropo más recio hasta los pasajes más lentos y expresivos.

y hay otras cosas maravillosas en Gurrufio: su capacidad de sinte­ tizar elementos musicales provenientes de muy diversas fuentes, en una propuesta al alcance auditivo de un público muy amplio; su persistencia en mantener el grupo y el estilo vivos, cambiantes pero los mismos; su compromiso personal y artístico; su lúdica y su don de gentes. En fin, tenemos en escena a excelentes músicos ya excelentes personas.

El repertorio del grupo incluye desde piezas tradicionales de los más reconocidos compositores venezolanos hasta obras de músicos más recientes, todas enmarcadas dentro de algún género popular de la música venezolana, aun cuando puede "colarse" una que otra pieza latinoamericana o del país que estén visitando. Es así como escucharemos a verdaderos clásicos como Luis Laguna, Pedro Oropeza Volcán, Genaro Prieto, Ignacio "Indio" Figueredo, Evencio 10 Castellanos, Alfredo Naranjo y Antonio Lauro, entre otros, alter­ nando con Henry Martínez, Ricardo Sandoval y Cristóbal Soto, también entre otros.

Se destaca su repertorio de merengues venezolanos, género que puede rastrearse hasta las primeras partituras de danzas-merengue de mediados del siglo XIX, pasando por el merengue rucaneao que se bailaba "a locha" o "a medio" en los mabiles de Caracas en los años 20, por la música cañonera de fiestas y celebraciones populares y familiares, hasta llegar a las expresiones experimentales urbanas de hoy día. Hay que aclarar que existen muchas variedades de merengue, y que en su escritura e interpretación se distinguen claramente dos estructuras: la de compás en 2/4 con primer tiempo atresillado y la de 5/8, que le imprimen un sello particular de rítmicas atravesadas y síncopas permanentes.

El jaropo, música nacional por excelencia, también tiene variantes regionales que se expresan en diferentes tipos de formas y de agru­ paciones: desde el golpe llanero que manifiesta su recia alegría en

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. bandola o arpa cuatro y maracas hasta el oriental en donde se presenta incluso un tipo de acordeón llamado popularmente "cuereta" -además de la tambora- pasando por eljoropo central en el que se prescinde del cuatro para apreciar el punteo de las cuerdas metálicas del arpa tuyera mientras el maraquero sigue la melodía del cantor.

El vals venezolano es homólogo de nuestro pasillo al tener una historia muy parecida, que además comparte con muchos otros géneros populares originados en la música de salón (como la contradanza): se trata de la versión criolla, de la adaptación ética y estética que se hace localmente del vals europeo. La popularidad del género se consolidó gracias a publicaciones tempranas y a que toma múltiples facetas que van desde el valse de salón para piano hasta el género popular bailable tocado en conjuntos de cuerdas principalmente a los que pueden sumarse otros instrumentos, en variedades tanto rápidas como lentas. N o sucede lo mismo con el bambuco que en el hermano país se refiere a lo que acá conoce- mos como danza: un género más bien lento derivado de las 11 cadenciosas canciones caribeñas del tipo de la habanera y que se dispersó por toda América Latina para dar lugar a géneros como el tango argentino y el brasileño.

Hoy podremos repetir esa experiencia musical tan refrescante que une la buena música con la lúdica y con la magia; hoy podemos decir, con la misma emoción de hace diez años cuando los escuchamos por primera vez en vivo: ¿Si sabe? ¡Viene Gurrufio!

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Gurrufio en la BLAA

Una vez nos dijeron que hay un jueguito que se arma aSÍ: se toma una tapa de gaseosa o de cerveza, se le quita el corcho o el plástico que le sirve de empaquetadura con el pico de la botella y se aplana abriéndole las pestañas. Luego contra el pavimento se afila el borde de la tapita, se le hace un agujero en la mitad y por éste se pasa un hilo que haga un ocho cuando se estire engarzado en ambas manos. El estirar el hilo debe hacer que la tapa gire. Ese movimiento produce un zumbido que es controlable en la medida en que se adquiera destreza en el juego.

Pero el juego no consiste en eso. Otro que haya hecho lo mismo con la tapita debe colocarse en frente, ponerla a girar y a zumbar, y entre los dos vencerá el que logre cortar la cuerda del otro. Todo va acompañado de risas de zumbidos, de estirar y aflojar la cuerda, de saber cuándo hacer esto último para que el otro no corte la de uno de poder distinguir el zumbido que indica el movimiento rápido y 12 peligroso de la tapita del contendiente.

También nos dijeron que en Venezuela ese juego se llama Gurrufio y que de allí salió el nombre del grupo que el pasado domingo 23 de junio se presentó en la sala Luis Angel Arango.

Desde la salida al escenario, largamente esperada 'por Gunufio y largamente esperada por el público colombiano desde hace año se establece una comunicación cálida, alegre, entusiasta, que no decae en las piezas lentas, en las más sentimentales. Cada uno de los músicos es un virtuoso de su instrumento, pero también cuando cambian de instrumento. Empero, lo que asombra no es que sean tan ilimitadamente buenos músicos porque el público vino al concierto sabiéndolo; es que hay un acople, una comprensión un cabal ensamblaje entre ellos que se siente en cada instante. La comunicación es fácil, hay un gozo evidente en su oficio, y todos los que están en la sala lo perciben. Lo que tocan es música tradicional venezolana. Música popular, sí claro, de la que nació del pueblo no de la que se quiere hacer que escuche la masa.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Entre el público es posible identificar a los músicos: por allí hay sentados dos pianistas, maestros de las academias de Bogotá, recitalistas, etc; ese de cabello blanco es un bajista llanero; por ahí está un arpista llanero que se disputa con aquel otro el lugar de honor entre los arpistas colombianos' se ven maraqueros de muchos grupos y, claro, por lo menos dos de los cuatristas más virtuosos que tiene Colombia' y siguen los que tocan guitarra, los que grabaron el disco con tiple, requinto guitarra, la que canta a capella, y el francés que puede enseñamos música colombiana. Y están los que no son músicos, la mayoría, los que habían escuchado una vez un disco de Gurrufío y quedaron fascinados los que oyeron a sus amigos decir que el concierto prometía. y las promesas se cumplieron. Todas. Y las que no se hicieron, también. Qué impresionante lección de buena música, proveniente de buenos músicos, de muy buenos músicos. Qué delicado evento musical a cargo de personas que han encontrado, reconocido e identificado sus raíces en la música tradicional. No hay fusiones ni confusiones, pero no es música folclórica. Es una música nacional, 13 sin la detestable actitud nacionalista y panfletaria con la que a veces nos la tenelTIOS que tragar por acá. Suenan los aires de los territo- rios compartidos, y allí donde no, suena simplemente la buena música. Es verdad que hay identificación allí donde hay identidad. También es cierto que donde no hay identidad hay un despliegue de arte que pasa por encima de ese accidente.

Música urbana tradicional, dicen algunos que es la etiqueta que mejor le viene a la que toca Gurrufio. Eso significa que la hacen músicos de ciudad cuyo oficio no son las labores del campo sino la dedica­ ción a la música, enseñados, aprendidos y entrenados en acade­ mias musicales urbanas. Pero para ser tradicional se necesita el contacto con lo que le da origen. Los de Gurrufio son intérpretes y creadores, y para serlo se recrean en el contacto con la fuente popular de su música. La música llanera hay que buscarla en el llano, y los Choros en Guayana y la extensa frontera con el Brasil, y la andina también hay que entenderla en relación con ciertos pa­ rentescos con Colon1bia. Yeso lo hace Gurrufío, para hacer una

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. música auténtica, raigal y urbana. Con un fuerte sabor nacional hay que insistir, pero no nacionalista.

No se trató solamente de un concierto memorable y feliz, sino también de una lección de dignidad que ojalá aproveche a muchos.

Una lección final: es posible que en Venezuela haya en general una animadversión amorfa o muy concreta hacia los colombianos, mayor de la que en Colombia hay hacia los venezolanos. Puede ser que aquí tengamos menos necesidad política de animar esos entuertos. No obstante, hubo varias personas que se negaron a acercarse al concierto porque los músicos eran venezolanos. La lección es que aquí, como allá, el que tiene la culpa de los malos entendidos es el censor, el que prohibe, el que castiga, el que no tiene nada que decir. Y también que aquí como allá los creadores, los que sí tienen para decir, y saben hacerlo reconocen la existen­ cia de las fronteras pero no se las inventan donde no las hay.

14 (publicado en El Correo de Exopotamia No. 42, junio de 1996).

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. AGOSTO

Martes 8 - 7:30 p.m. Mozarf 250 FLORll..EGIUM (Inglaterra) Ashley Solomon, flauta y director Rodolfo Richter (violín) Jennüer Morsches (violonchelo), lan Pritchard (cIavecín) Katia Escalera, soprano solista Programa: "¿Amigos o enemigos?": W. A. Mozart: Sonatas da chiesa KV 245 Y KV 274,' Divertimento No. 2 KV 439; Duos KV 4 7; Aires de Lajlauta mágica; A. Salieri: Oda Deh, si piacevoli (en memoria de Marianne Auerbrugger)' Soneto Il Genio degli Stati veneti; Aires de Divertimenti vocali; tres fugas instrumentales. 15 Tarüa B: $ 21.900 particulares' $ 5.500 estudiantes; $ 10.500 afiliados y tercera edad.

Viemesll-lO:OOa.m. Conciertos didácticos SEPTÓFONO, agrupación vocal instrurnental- Colombia Rubén Darío Gómez, piano, arreglos y dirección Fernando Remolina Chaparro (tiple), Sergio Andrés Téllez (bajo), Rafael Eduardo VilIamizar (flauta traversa), Bernardo Enrique Mesa (barítono), José Alexander Ortiz y José Luis Rodríguez (tenores) Programa: M. Rangel: Mi tierra Santandereana; C. Rojas: E/leñador; José A. Morales: Viejo tip/ecito, Paree/ita b/anca' Gustavo A. Renjüo: Canción de/ vagabundo; R. D. Gómez: Otra si/badila; C. Vives: La cartera. Concierto didáctico para grupos escolares previa inscripción al tel. 3432106

Como parte de la actividad cultural promovida por el Banco de la República en otras ciudades colombianas el Ensamble Gurrufio se presentará en el Auditorio Fundadores de la Universidad EAFIT el martes 8 de agosto a partir de las 7.30 p.m.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. rOllle Nota

jJ Los conciertos se iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de prensa yen el programa de mano. Llegar a tiempo le permitirá disfrutarlos en su totalidad.

jJ Si usted llega tarde le solicitamos esperar en el foyer hasta que termine la primera obra. Mientras tanto, el monitor de televisión le permitirá seguir lo que sucede en el escenario.

jJ Las puertas de la Sala estarán abiertas quince minutos antes de la inicia­ ción de cada concierto. El intermedio tiene una duración de veinte minutos

jJ El timbre se utiliza de la siguiente'manera: - Un timbre: llamado de atención. - Dos timbres: invitación para entrar a la sala y acomodarse en su silla. - Tres timbres: salida del artista al escenario e iniciación del concierto.

jJ No está permitidv fumar en la Sala, como tampoco el ingreso y consumo de 16 alimentos o bebidas.

jJ Mientras permanezca en la Sala por favor mantenga apagado su buscapersonas, alarma de reloj y celular.

jJ No está permitida la toma de fotografías ni las grabaciones en audio y video.

" En el transcurso de los conciertos no estarán disponibles los baños tJ J ubicados en el interior de la sala. Estos podrán ser utilizados antes, en el intermedio y luego de la finalización de los conciertos. Los baños aledaños al área de Informática permanecerán abiertos.

jJ Los acomodadores colaborarán en la localización de su silla y lo orientarán en los espacios de la Sala. El plano ubicado en la entrada también puede ayudarlo a visualizar su lugar.

1> El servicio de cafetería y bar se prestará antes del comienzo y en el interme­ dio de los conciertos.

" Si necesita taxi al finalizar los conciertos, por favor acérquese a la portería tJ J del parqueadero de la Biblioteca (ascensores) y marque la extensión 8575.

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