El Terror Y Lo Gótico En Las Novelas De Mario Vargas Llosa the Abyss
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Año I // Número 1 // Primer semestre del 2018 EN LÍNEAS GENERALES El abismo que nos mira: el terror y lo gótico en las novelas de Mario Vargas Llosa The Abyss Watching us: Horror and Goth in Mario Vargas Llosa’s novels Sandro Bossio Universidad Continental RESUMEN ABSTRACT Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936) es uno de los escritores Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936) is one of the most famous más reconocidos de Latinoamérica y del mundo, y de sus ambi- writers in the world. Up to now, the subject of his novels have ciosas novelas se ha creído, hasta ahora, que solo se preocupan been considered to reflect only emotions and social issues, por las emociones humanas y los menoscabos sociales (sobre such as corruption, abuse of power, totalitarianism and the todo el poder, la corrupción, el totalitarismo y la exaltación). En exaltation of the masses. However, it is also evident that his su obra es visible también un especial interés por el erotismo, work develops a special interest for eroticism, low passions and las bajas pasiones y hasta los dramas policiales, aun cuando police dramas, even when the writer has been reluctant to this él siempre se ha mostrado reacio a este género. Sin embargo, genre. Besides, little has been said about an apparently missing no se le ha otorgado la oportuna atención a uno de los tópi- component — but present — in his novels: gothic horror. In cos del que sus novelas, en apariencia, carecen, pero que en el this sense, this essay intends to demonstrate that Mario Vargas fondo poseen: el terror gótico. En ese sentido, el propósito de Llosa has subtlety included in almost all his novels: the gothic este ensayo es demostrar que Mario Vargas Llosa, aunque de genre. We can start by conducting an analytical recount of the manera soterrada, ha incursionado en casi todas sus obras en fear and horror included in the world literature and end up el género gótico. Partimos, entonces, de lo general, haciendo confirming that Vargas Llosa’s novels include gothic elements, un recuento analítico tanto del miedo como del terror en la which means that his novels cover all the themes. He builds his literatura mundial y latinoamericana, para arribar a lo particu- conception of fear on four principles: crucifixion, impalement, lar con el análisis demostrativo de que en las obras de Vargas decapitation and the burning of humans at the stake. Thus, Llosa es perfectamente fáctico identificar tópicos y pasajes de Vargas Llosa builds his gothic and intimidating universe making abiertas características góticas, lo que cerraría las brechas de use, at times, of other elements such as superstition, mytho- su novelística para determinarla, finalmente, como una de las logy, torture. obras contemporáneas más completas temáticamente. Desta- can con nitidez cuatro columnas sobre las que el escritor edifica su concepción de miedo: la crucifixión, el empalamiento, la deca- pitación y la quema de humanos en la hoguera. A partir de estos puntos, Vargas Llosa va a construir su universo gótico y amedrenta- dor, echando mano, en ciertos momentos, de otros elementos como son las supersticiones, la mitología, las torturas, entre otros. Palabras clave: Keywords: Literatura / Novela horror / Género gótico Literature / Novel / Horror / Gothic genre Recibido: 4/5/2016 I Aprobado: 23/10/2016 Pág. 154 El abismo que nos mira: el terror y lo gótico en las novelas de Mario Vargas Llosa DOSIER El discernimiento que daban cuenta ya de monstruos y tos aterradores implantados desde la quimeras primordiales que se encar- tradición hebreo-cristiana, como son el del miedo gaban de llevarse las almas a espacios diablo (en alusión a Lucifer) y los espí- putrefactos donde debían purgar sus ritus en pena o ‘condenados’ (aquellos pecados materiales. En el incanato que no descansan en paz debido a que Una de las emociones humanas más encontramos exactamente lo mismo, el mundo terreno los llama para que antiguas, más provectas y viscerales, solo que mejor organizado, debido cumplan con alguna deuda que no la más básica, es sin lugar a dudas el a que el objetivo no era solo alejar al pudieron saldar de vivos). Llamaremos miedo. Como instinto, como sensación súbdito de las acciones socialmente a esto el “terror divino”. o como estado, el miedo es uno de los vedadas, sino, sobre todo, incitarlo a elementos constitutivos del hombre cumplir y hacerlo cumplir entre sus Está visto que el hombre se ha servido desde su génesis química y biológica. descendientes. Por ejemplo, en esta del miedo, desde épocas inmemoriales, Existen varios tipos de miedo. Uno cultura se hace presente el equivalente para sojuzgar a sus congéneres. Pero de ellos es el miedo vital, a perder la al infierno católico, un maléfico sumi- el miedo ha tenido también otra finali- vida, a disturbarnos orgánicamente, dero llamado “Ucupacha”, adonde dad social: entretener. Resulta curioso, a desaparecer del mundo. Otro es el descienden los espíritus que han y hasta contraproducente, enlazar esta miedo a lo desconocido, a lo ignorado, hecho mal a la humanidad. categoría, el entretenimiento, con un a lo incógnito, a aquello que se hunde sentimiento tan sombrío como es el en las oscuridades más profundas de Con la llegada de las culturas europeas, miedo, pero resulta verdadero. De ese nuestros precipicios personales. Y el el catolicismo empieza a actuar como modo, en las larvarias épocas de la otro, el que nos alcanza y nos arroja una entidad generadora de control narración ágrafa, los hombres iniciales a las hondonadas de lo insondable, social a través de mitos y parábolas se reunían alrededor del fuego para es el miedo atávico a los conceptos moralistas, las que casi siempre se contarse historias de espanto. En ese hierofánicos dimanados de la religión hallan enfocadas en moderar las cos- sentido, a lo largo de su existencia, el y lo sagrado. tumbres aborígenes (sobre todo las ser humano ha buscado una serie de andinas) no cristianas, principalmen- elementos hórridos para complacer La tipología del miedo se mueve te el incesto. En la confesión católica, sus sentidos. Y es que “lo descono- entre el miedo agudo (el temporal, a esta lista de imperfecciones se le cido, al igual que lo impredecible, se que desaparece cuando se acaba el conoce como los “siete pecados convirtió para nuestros antepasados estímulo), el miedo neurótico (el que capitales” y, a la sombra de ella, se primitivos en una fuente tremenda nace de nuestros propios instintos) y construye una serie de instrumentos y omnipotente de calamidades y el miedo crónico (el que nos mantiene sociales de control para moderar de favores que se dispersaban a en permanente estado de tensión). Las los comportamientos considera- la humanidad por unos motivos secuelas del miedo pueden provocar dos pecaminosos. Surgen así los tan misteriosos como enteramente incluso cambios duraderos en la con- monstruos coloniales de segundo extraterrenales, y pertenecientes a ducta del hombre. orden: la ‘runamula’ (mujer que se unas esferas de cuya existencia nada convierte en una mula de fuego en se sabía y en la que los humanos no Especialistas en el estudio del fenóme- las medianoches por cohabitar con tenían parte ninguna.” (Rodríguez, no afirman que la tracción emocional los curas), la ‘jarjaria’ (o ‘jarjacha’ en 2016). causada por este estado le sirve al Huancavelica y Ayacucho, monstruo hombre para sobrevivir, antelándose gemelar de dos cabezas nacido del ¿Pero por qué experimentamos pla- a los peligros y defendiéndose de los incesto), el ‘gentil’ (espíritu maligno cer al sentir miedo? Porque aprende- riesgos de la vida. que encarna la maldad, la envidia y mos más de las experiencias que nos el egoísmo), el ‘pishtaco’ (o degolla- engendran miedo que de las que nos En ese sentido, si bien todas la reli- dor que decapita a los comerciantes generan placer. Margee Kerr, sociólo- giones han implantado dioses y seres solitarios para quitarles la grasa). ga del parque temático Scared House, celestiales de buen orden, también han Todos estos son personajes aberran- en Pittsburgh, no lo duda: el miedo tenido la necesidad de crear sus mun- tes creados por el colonizador para se mueve en la misma zona cerebral dos paralelos, antagónicos, opuestos a apartar a la feligresía de los pecados. en que se mueve el placer y es por lo beatífico, para construir el equilibrio También está la ‘uman tacta’ (o ‘cabeza eso que, normalmente, fusionamos divino; nacen así los espectros malig- voladora’, perteneciente a las brujas, ambas sensaciones sin desprendernos nos que empiezan a rebasar las almas que abandonan los cuerpos los viernes de ninguna de ellas. Pero el miedo humanas con el temor y la aprensión por la noches) y la ‘joljolia’ (vientres solo es divertido si sabemos que no de lo sacrosanto y lo profano. En nues- humanos semovientes que desertan entraña peligro, que estamos a salvo tra realidad, los cronistas de Indias de las entrañas sibaritas). De igual y tenemos el control de la situación, recogieron oralidades prehispánicas forma, nos encontramos con elemen- liberando dopamina y adrenalina. Pág. 155 Año I // Número 1 // Primer semestre del 2018 EN LÍNEAS GENERALES Y la literatura hace eso, nos incorpora auditorio a presenciar largas jornadas romana, con más densidad, encontra- en el miedo, en esa emoción primitiva de ahorcamientos y decapitaciones. mos, en Petronio, el memorable pasaje procesada por la amígdala1 que le dice al donde los protagonistas enfrentan a neocórtex2 que la situación de peligro es En sus manifestaciones iniciales, el una jauría de licántropos (hombres falsa y que, en lugar de temer, debemos terror literario se conecta directamente lobo). Incluso la literatura infantil del complacernos porque no hay riesgo. con los mundos fantásticos del hom- siglo XVII se impregna del terror: ogros, bre primigenio, época probablemente brujas carniceras, cánidos hambrientos.