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UNIVERSO SONORO

CAPITULO 04 – T2

Félix Riaño – La voz del podcast CONTROL: Entra Cabezote IN Podcast Radio UNAL

CONTROL: Entra Cabezote IN Universo Sonoro

CONTROL: Entra Cortina General 01 - 5 segundos y baja a fondo se mantiene debajo de la locución Edgar Guasca: esto es Universo Sonoro, un podcast para hablar sobre la radio y hoy nuevamente convocamos a otro de esos referentes de la radio y del podcast en . Así que hoy tenemos el agrado de charlar con, como lo conocen en el mundo de las redes sociales, @locutorco, o como lo conocen en la radio, Félix Sant- Jordi o como lo reconocemos quienes lo tenemos como referente del tema podcast, Félix Riaño. Félix, bienvenido a este Universo Sonoro de Radio UNAL.

Félix Riaño: Gracias Edgar, mil gracias. Oiga, qué lindo estar con usted aquí en Radio UNAL; a mí me gusta la UNAL.

CONTROL: Entra Cortina 5 segundos y baja a fondo se mantiene debajo de la locución Edgar Guasca: pues Félix Riaño es músico, es escritor, es una de esas voces más reconocidas de la locución en Colombia. Fue, para quienes todavía tienen dudas, por cerca de diecisiete años, la voz en off del canal de televisión Citytv en Colombia. Su voz, su buen gusto musical nos acompañó a muchas generaciones por diversas cadenas radiales como, no sé, Radiópolis, Radiónica, , Caracol, en fin. Qué tal Félix si empezamos por contarle a nuestros escuchas sobre cómo fue su llegada a la radio, precisamente la radio universitaria ¿no? A la emisora de la Universidad Javeriana.

Félix Riaño: sí señor, yo empecé en la emisora de la Universidad haciendo trabajos escolares, pues, universitarios. Recuerdo que la primera vez que creí que mi voz podría tener un futuro como…no, no, la verdad yo no lo veía como futuro, lo veía en ese momento solo como presente, me parecía divertido que me propusieron tener unos créditos de una clase a cambio de grabar un programa especial para Semana Santa con mi voz, interpretar unos libretos. Esa vez fue…yo creo que el primer trabajo semi serio frente al micrófono.

Edgar Guasca: y luego pasas a Radioactiva de Caracol ¿verdad? Y dándole impulso a uno esos espacios que fue muy escuchado por ese entonces ¿no? El top 40.

Félix Riaño: sí señor, estuve en Radioactiva, llegué allí como practicante recién salido de la universidad, o creo tal vez no había salido todavía realmente, y pues la pasé bien, empecé a aprender esas otras cosas que no me habían enseñado en la academia.

Edgar Guasca: ¿estudiaste Comunicación?

Félix Riaño: estudié Comunicación e hice un énfasis que es muy popular ahora en las facultades de Comunicación hacer énfasis, pero por aquella época no era tan común e hice el énfasis en Producción de Radio Educativa que eso también como que me marcó un poco el destino con respecto a que la radio comercial no me acababa de satisfacer del todo. 2

Edgar Guasca: ¿por qué Comunicación? Familia de comunicadores, familia de músicos ¿tal vez?

Félix Riaño: no realmente. Bueno, de músicos sí, de comunicadores no, pero yo me pongo a mirar hacia atrás y descubro que no sé por qué Comunicación. La música sí me gustaba muchísimo, de hecho, pensé en dedicarme a la música, pero ya estaba muy viejo para aprender. La música es una de esas disciplinas que, como en el deporte, la voluntad no alcanza. Uno puede empeñarse en compensar, pero hay que tener un talento de entrada y terminé en Comunicación tal vez porque en aquel momento yo veía el trabajo creativo, al comienzo pensaba que me iba a dedicar a la Publicidad, y pensaba que el trabajo creativo de la Publicidad era lo suficientemente como mixto entre las artes y la cultura pop. Eso sonaba atractivo para mí.

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Edgar Guasca: ¿qué representa para Félix Riaño haber sido el referente de dos programas radiales que de alguna manera marcaron época en la juventud bogotana? ¿No? Estoy hablando de Skabanana y de La noche de los lápices ¿Qué le trajo eso a tu vida profesional?

Félix Riaño: La noche de los lápices fue un espacio que me ayudó a entrar y asentarme y a sentirme más cómodo en la radio, porque antes había experimentado que la radio era muy vertiginosa, muy rápida, muy de afán y así, al mismo tiempo, con lo bonito que tiene la radio también tenía una carga de angustia. En La noche de los lápices empecé a entender que no había por qué angustiarse y que podía allí encontrar un hueco para expresarme a mí mismo. Recibí el programa que se llamaba La noche de los lápices, yo supongo porque al fundador le pareció bonita la película que yo vi y disfruté mucho, pero al mismo tiempo yo sentía que había algo extraño en que el programa se llamara La noche de los lápices, pero que no fuera tan coherente con la estética propuesta por la película y al mismo tiempo, después los invitados argentinos me hicieron caer en cuenta que el nombre era muy pesado, demasiado fuerte y que en Colombia podía sonar a, en aquel momento, podía a muchas personas les podía sonar como: ah, La noche de los lápices, como voy a hacer dibujos pero que históricamente para la significaba un hecho de dictadura, de represión y que tenía una connotación política y de resistencia muy fuerte. Entonces poco a poco ese programa me dio a mí la oportunidad de ir mezclando y aproximando el programa de personas en colegio haciendo tareas y oyendo la radio a personas reconociendo que hay otras estéticas y otra mirada que no es necesariamente hacia la música de moda porque es de moda, sino que la música vehicula otros mensajes. Suena pesado allí, pero a mí me parecía interesante poder establecer un puente, un puente entre arte útil, arte comprometido y arte ligero, mostrándolo a través de la música, de las músicas.

Edgar Guasca: ¿cómo se da ese paso por la radio pública después de estar en, digamos, radio comercial? ¿Cómo llegas a Radiónica y cómo es ese ambiente y todo lo que representa trabajar para un medio público?

Félix Riaño: lo bonito de llegar a Radiónica fue que me invitaron a inscribirme en una plataforma en la que hacían licitaciones por aquella época. Entonces la radio pública ponía convocatorias a manera de licitaciones y en alguna de esas había una búsqueda para hacer un programa sobre Rock hispanoamericano y yo pensé: eso esta interesante y me postulé, me inscribí primero en la plataforma, de manera que me pide postular y gané la licitación. Entonces empecé a grabar un programa para Radiónica como radio pública y después de entregar el programa grabado me invitaron también a hacer unos turnos al aire y estuve allí, me gustó muchísimo, es 3

una emisora que me parece que tiene una personalidad bellísima pero al mismo tiempo, al mismo tiempo estaba siendo muy exigente en cosas de…la analogía es como la de trabajo de escritorio para los policías de las películas, que el policía sale y vive intensamente las persecuciones, pero cuando llega a la estación de policía y tiene que hacer el trabajo de escritorio se aburre. Eso existía en el trabajo en aquel momento en Radiónica y coincidió con que iba a nacer mi primera hija y yo puse en la balanza el trabajo y ese momento único de estar con mi hija, en el momento en el que nacía y dije: voy a intentarlo y salí de la radio. Entonces no continúe en Radiónica, muchas veces me arrepiento, pero otras veces pienso como: pero es que finalmente sí lo hice, sí estuve allí un rato y mientras estuve, lo disfruté.

CONTROL: SUBE MUSICA 5 SEGUNDOS BAJA FONDO SE MANTIENE

Edgar Guasca: la primera vez que yo tuve contacto con Félix Riaño fue ¡uf! allá a comienzo del año 2000 tomando un curso de Pro Tools con J. Fernández en la facultad de Artes de la Universidad Nacional.

Félix Riaño: ese edificio tan bonito, alma bendita que lo tumbaron y la última vez que pasé por ahí porque, claro, desde la pandemia no me asomo, pero la última vez que pasé por ahí me hice la caminata por encima de lo que, no había ni ruinas ¿no? Pero yo pensaba, me visualizaba en el video de Soda Estéreo de Cuando pase el temblor y yo pensaba como: ¡uy! aquí pasó un temblor.

Edgar Guasca: digamos esa anécdota me da para preguntarte por esa faceta de productor musical. No solo digamos con la recordada Banda Sonora o Ruido Rosa, hasta la Orquesta Sinfónica de Chapinero, sino que, bueno, también lo que escuchábamos con el trabajo con agrupaciones como doctor krápula ¿Cómo ingresas a ese mundo de la producción y cómo vas en ese mundo de la producción?

Félix Riaño: pues en la producción musical realmente empecé, como se dice popularmente, con las patas, metiendo las patas. Tenía un proyecto de canciones en la Universidad, yo había hecho canciones porque sí y luego me reuní con un grupo de gente que se veía todas las semanas en una cosa que se llamaba La Tertulia y que convirtió como en un grupo social que permitía juntar a gente activista en varios campos y allí como que la comunidad de La Tertulia me dio aliento y fuerza para empezar a buscar formas de grabar canciones, las canciones que yo hacía. Conseguimos en ese entonces que nos prestaran un estudio de lo que se llamaba Colcultura, hoy parte del Ministerio de cultura, y tenían un estudio, una consola ahí de grabación y unos equipos en la casa que queda justo a espaldas del Teatro Colón. Era la casa en la que estaba ensayando la Orquesta para este momento, yo creo que era la Orquesta Sinfónica de Colombia de aquel entonces. Esa orquesta se acabó y se volvió a construir y en los tiempos en los que no estaba ensayando la orquesta, nos permitían ir allá y grabar con los equipos que realmente nadie estaba utilizando. Había que llenar una solicitud y hacer todo formal, pero nos permitieron utilizar ese estudio e ir a grabar. Yo fui y grabé las canciones, las que yo había compuesto, que les tenia muchísimo cariño y a muchas canciones que los amigos del grupo de La Tertulia fueron poniendo, fueron acercando y en ese ejercicio grabamos una canción que se llamó El rey del pañete y que la pasaron después en radio, fue medianamente conocida localmente en , fugazmente conocida y en esa canción metí la pata y toqué un botón mal y la canción quedó mal grabada. Sonaba en estéreo maravillosamente bien cuando uno la oía con audífonos, pero cuando la oía sin audífonos, parte de los instrumentos se desaparecían, tenían un problema de fase y ahí empecé a darme cuenta: no, esto no es solamente tocar botones y grabar; esto hay que aprender más y empecé a estudiar de manera no formal, empecé a leer libros y tomar cursos y participar en grabaciones y pedirle a los ingenieros que me dejaran ver y que me dejaran aprender. Me leí toda una serie de una revista francesa que se llamaba Clay 4

Records y que tenía tutoriales y ahí empecé a aprender y eso me permitió ayudarle a grupos musicales a hacer sus grabaciones, como cuando llegué a trabajar con el Doctor Krápula y ayudarles a producir uno de sus discos. Todo eso, pues ya no lo hago para la música; ahora lo hago para los podcast.

Edgar Guasca: un paso digamos bastante reconocido, exitoso si se quiere, por las voces comerciales ¿no? Todos recuerdan ese Bellsouth, alguien en quien confiar. Todos recordamos lo que hiciste, por ejemplo, para la Liga, yo creo que en ese momento estaba patrocinada por Postobón, la Liga de Fútbol Colombiano, por emisoras comerciales y darnos un giro de alguna manera, tal vez conceptual, precisamente el podcast ¿no? y te conviertes en uno de esos personajes que cuando se quiere hablar de podcast, tenemos que ir a escuchar. Si queremos aprender de podcast hay que ir a escuchar El siglo veintiuno, por ejemplo. Pero ¿cuándo empieza Félix Riaño a mirar el podcast como una posibilidad comunicativa?

Félix Riaño: yo creo que la primera vez que oí hablar de «podcast» fue cuando hice aquel programa grabado por licitación para Radiónica, que me dijeron que iba a publicarse como podcast, que iba a salir también en internet y entonces apareció para mí esa posibilidad, pero yo todavía no entendía bien de qué se trataba. Finalmente lo que hice fue un programa de radio y al final pues lo puse en internet y yo juraba: ¡ah! es un podcast. Luego empecé a entender que había otras posibilidades como medio, otro lenguaje y me puse a investigar también y al investigar me di cuenta de que no había literatura, que toda la gente que estaba hablando de podcast, lo estaba haciendo de manera empírica y que recién para ese momento, año 2015, solamente había un trabajo serio académico hecho en Brasil por, algunos eran estudiantes y otros eran profesores. Un trabajo académico de facultades de Comunicación en el Brasil para analizar el fenómeno que se estaba dando desde hacía ya bastante tiempo en Brasil y que, de resto, todo estaba enmarcado por el modelo funcionalista de los Estados Unidos; que no se había pensado hasta el momento qué era lo que significaba el podcast, sino que habían cosas como manuales de podcast para dummies en donde te enseñan a conectar micrófonos, a hacer una grabación, te enseñan unos formatos, pero no se había visto que posibilidades nuevas ofrece el podcasting y eso ya estaba pasando, eso ya era una realidad. Entonces para el año 2016 yo empecé a publicar, como un libro, todos mis apuntes de análisis y de comprensión de qué significa el podcast y de cómo se hace y de cómo se puede hacer de manera diferente a lo que ya lo conocemos.

CONTROL: Entra Cortina 5 segundos y baja a fondo se mantiene debajo de la locución

Edgar Guasca: “El siglo veintiuno es hoy” ¿Cómo nace? ¿Cómo se convierte en uno de esos referentes podcast muy interesantes en América Latina?

Félix Riaño: nace por imitación, como se aprende prácticamente todo en la vida y es que ves algo de alguien y decides imitarlo, pero imitarlo, no copiando sino inspirándote. Entonces yo había hecho radio, había trabajado en televisión siempre había tenido un jefe en radio que me decía qué sí se hace y qué no se hace y siempre había visto que la mayoría de los esfuerzos en radio son necesariamente frustrantes porque implican complacer a muchas personas, pues la radio es muy medio masivo, entonces tienes que publicar algo que va llegar a mucha gente y complacer, tratar de complacer a la mayor cantidad posible de personas y eso es tan difícil que termina siendo por algún lado siempre frustrante. Entonces, probando aplicaciones me di cuenta de que había gente que estaba haciendo programas 5

como podcast que no respondían a ninguno de esos formatos ni ninguno de esos modelos y esa gente parecía tan feliz y hacían programas que no estaban diseñados para que los oyera todo el mundo y para, puede ser sonar feo esto, pero que no estaban diseñados para quedar bien con todo el mundo, sino que tomaban partido y decían…yo empecé a oír uno que era de un señor que utilizaba solo productos de Apple y yo pensaba: qué pretencioso, Apple son productos costosos. Entonces esto es, me caía gordo al comienzo, pero empecé a descubrir que él lo contaba como usuario y explicaba por qué le gustaban los productos de Apple, pero también criticaba los productos de Apple y entonces entendí: no, este señor no está siendo pretencioso, simplemente eligió un nicho y dijo, voy a hablar de productos de Apple y nada más. Entonces yo me di cuenta que lo que yo tenía antes era un prejuicio hacia Apple y hacia la gente que hablaba de Apple pero que ese prejuicio, si yo juzgaba a alguien que hablaba de Apple también podía juzgar a alguien que hablara de fútbol y el fútbol es un nicho, solo que es muy grande, pero pues es un nicho porque hay gente a la que no le gusta el fútbol y me di cuenta de que simplemente este nicho es en todo y que cuando tú te decides por una temática o por un tipo de público, estás haciendo una elección que normalmente la radio no hace. Mi experiencia anterior, la radio, no elige un público; dice: vamos a hablar para el público, pero cuando dice el público, ahí cabe todo el mundo y como cabe todo el mundo, pues no le puedes hablar a nadie en confianza.

Edgar Guasca: porque la radio se encuentra y los podcast se buscan…

Félix Riaño: exactamente, la radio se encuentra, está ahí y tú sales a vivir y la encuentras.

Edgar Guasca: y en el mundo del podcast es vital encontrarse un huequito, encontrarse su nicho.

Félix Riaño: sí, encontrarse su nicho y eso también nos permite tener, por ejemplo, pequeñas victorias y tener las batallas muy puntuales, muy definidas y entonces cuando uno sale a hacer radio y le dicen: tienes que estar entre los diez primeros, entre las diez primeras emisoras de la ciudad y uno dice, ah, fácil porque es solo la ciudad, pero cuando volteas a mirar, Bogotá tiene, no sé ¿cuántos habitantes? ¿Ocho millones? Y la radio, las emisoras tienen tanta competencia porque además, luego empiezo a ampliar mi visión y a entender: um, yo no necesito hablarle a ocho millones de habitantes, sino con que le hable a ocho personas y esas ocho personas me escuchen, yo ya cumplí una meta y alguien diría: pero estás apuntándole muy pequeño. Sí estoy apuntando muy pequeño pero el día que consiga tener veinte personas de público, pues ya habré más que duplicado y el crecimiento va a ser mucho más satisfactorio. Entonces es la diferencia cómo quien quiere poner una cadena de restaurantes, pongamos una cadena de pizzerías y tener pizzerías en toda una ciudad, o como quien dice: yo voy a poner una pizzería, una sola y voy a vender y al principio voy a vender una pizza al día y eso va a estar bien.

Edgar Guasca: Félix, bueno, como periodista has escrito y publicado varios libros que no solamente son de podcast sino también de música, pero hablando de podcast ¿hoy es necesario repensar el podcast?

Félix Riaño: sí, creo que siempre es necesario repensar el podcast porque está cambiando constantemente y porque además creo que es un medio de desafío. Desafiar al modelo masivo que conocemos en el que cualquier persona con un teléfono y con conexión a internet, más una idea, puede hacer un podcast. Sé que hay muchas personas que dicen: pero es que necesitamos podcast profesionales, y yo digo: sí claro, pero pues a mí el podcast me parece un poquito ¿por qué no? a las pizzerías y alguien puede hacer pizzas porque le hacen bien, porque le gustan, 6

porque le satisfacen, porque son ricas y alguien puede hacerlas por negocio y por querer llegar a todo el mundo con sus pizzas.

Edgar Guasca: y es la democratización de los medios de comunicación ¿no? Puede haber de todo.

Félix Riaño: puede haber de todo y no todo el mundo está obligado a cumplir con los estándares que dicen ¡estándares de calidad! Sí, pero para mí los estándares de calidad son muy flexibles en el sentido de que la calidad algunas personas la miden por la calidad del sonido y uno podría decir: bueno, a qué tasa de beats está el muestreo de tu audio y ahí puedes definir la calidad. Pero otra persona dice: no, pero es una medición estética. Ya, pero haces la medición estética y eso no es universal, a algunas personas les parece que esto bueno así y a otras personas les parece que no y entonces vuelve a uno a discusiones “bizantinas” como cuando apareció el audio digital y muchas personas decían: no, el audio análogo es el bueno, el audio digital es malo. No pongas audios en archivos MP3, tiene mala calidad y otras personas decían: sí, pero me caben muchos, entonces son más ligeros, entonces no importa, yo no soy tan exigente con la calidad porque necesito que me sirva para tal cosa; y llega un momento en que tú dices como: si fuera por eso, estaríamos juzgando los carros, por ejemplo para decir: no, pues los carros Mercedes Benz son los buenos, todo lo que no sea Mercedes Benz no es de calidad. Y uno diría; sí, pues ¿y qué? Yo puedo querer tener una moto o yo puedo querer tener una bicicleta y también es válido. Entonces pienso que los estándares están ahí para cruzarlos.

Edgar Guasca: Félix, desde tu experiencia qué valor le brindas a la metadata, a las estadísticas ¿Para qué sirven? ¿Para qué las usas?

Félix Riaño: me parecen súper útiles, súper valiosas para saber cómo me está saliendo lo que pretendo hacer. Entonces en el mundo digital uno puede ver, por ejemplo, con los podcast: las descargas que puede ser equivalente a los followers para alguien que publique en Twitter o en Instagram y de repente Instagram dice ¿sabes qué? Vamos a quitarle el número de followers a las cuentas y uno dice ay, ¿entonces vamos a dejar de medir? ¿Y entonces cómo vamos a saber si una cuenta de Twitter o una cuenta de Instagram nos gusta o no? ¿Cómo vamos a saber si es influyente o no? Y al final termina uno diciendo: pues viendo el contenido, y si te es útil para la vida, si te inspira, si te gusta, es buena y descubrimos que no para todo el mundo es bueno lo mismo y que para un hincha de fútbol, pues las buenas cuentas y los buenos contenidos van a ser los que le hablen del futbol y de su equipo y es normal, pero para una persona que es tenista profesional tal vez diga como um, sí, yo prefiero contenido sobre tenis. Las estadísticas finalmente nos sirven para saber, por ejemplo, cuándo crecemos o cuándo nos estancamos.

Edgar Guasca: ¿y es válido para un realizador de podcast hacer un análisis de sus estadísticas que incidan directamente en su producto? Me refiero a que si las estadísticas que me escuchan dicen que me escuchan más mujeres ¿tengo que girar hacia temas más cercanos a mujeres? O si me dicen que solamente me están escuchando veinte minutos y yo estoy haciendo podcast de treinta minutos ¿Debo bajarme a los veinte? ¿Hasta dónde esa presión debe incidir directamente en el producto?

Félix Riaño: yo creo que es, al contrario. No es que uno deba, sino que uno puede. Entonces si están oyendo muchas mujeres lo que uno está grabando, uno descubriría: ah, aquí hay algo interesante para las mujeres, y en ese momento puede potenciarlo o quitarlo según sea lo que pretenda. Pero también empieza, también uno puede notar como: oh, eso lo están oyendo solo hombres ¿qué pasa? 7

¿Por qué esto no es atractivo para las mujeres? Y uno puede empezar a analizar y a buscar entender lo que está haciendo. (Espacio en Blanco)

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Edgar Guasca: dos premios Latín Podcast Awards ¿Qué hay que hacer para ganarse dos premios de este nivel?

Félix Riaño: creo que es fácil, yo creo que es inscribirse (risas) y ya.

Edgar Guasca: ¿pero ¿cómo conceptualizar proyectos ganadores?

Félix Riaño: es que yo dejé de creer en los premios. Justamente a partir de que gané dos premios de Latín Podcast Awards, pensé como ¿y esto realmente qué está midiendo? Me pasó porque, por ejemplo, yo me postulé en la categoría de Tecnología y luego en la categoría de Tecnología ganó otro podcast que no era el mío y yo gané en la categoría de Colombia y pensé como: no, no era lo que esperaba. Entonces fue un premio, lo cual agradezco, pero al mismo tiempo no era el que esperaba. Entonces me dejó pensando ¿y esto sí me sirve? ¿Esto sí me avala? ¿Quiénes son los que se han ganado los premios también? Y luego, un año siguiente descubrí que se ganó un premio, en la categoría musical, un podcast de una persona que ponía canciones y yo acaba de descubrir que no se vale poner canciones por derechos de autor y que cuando tú haces un podcast en el que pones canciones, en realidad te estás apalancando en el trabajo de otro. Entonces es como ganarse un premio de pintura con el cuadro de otro y en ese momento pensé como; umm ¿será que me vuelvo a inscribir? Tal vez no. Igual sigo poniendo que existen los premios porque pues, existen. No me he vuelto a inscribir porque empecé a dudar de que eso realmente esté midiendo algo.

Edgar Guasca: ¿qué elementos debe tener un podcast para que pueda tener, llamémoslo, impacto? ¿Qué ingredientes?

Félix Riaño: yo creo que no hay una respuesta única para eso. El ingrediente debería ser algo que, yo lo resumo, algo que le solucione un problema a alguien, algo que le ayude a alguien para cualquier cosa. Para pasar un rato, para aprender de tecnología o para aprender de zapatería o para entender un problema que uno está viviendo. Para cualquier cosa que le sea útil, pues cumple una misión y a veces la meta puede ser tan pequeña como, cumple una misión para mí que lo estoy grabando y ya. Hay ocasiones en las que un podcast se puede volver tan introspectivo que incluso se publica y la gente que lo vaya a oír afuera no lo entienda, pero para quien lo grabó fue muy útil y en ese sentido pues yo pienso: pues ya vale, ya sirve. Habrá gente que me dice: no, si no es que lo están oyendo diez mil personas, entonces para qué lo haces y yo digo: todo es relativo, todo es relativo.

Edgar Guasca: Félix, el proyecto de podcast Caracol ¿hacia dónde crees que debe ir? ¿Cuál ese horizonte hacia donde quieres llevarlo?

Félix Riaño: yo estoy buscando que logre abrir la puerta a nuevos contenidos que no habían llegado a una empresa como Caracol Radio; que se permitan allí y creo que lo he estado logrando. Tener por ejemplo programas feministas. Feministas desde una concepción lo suficientemente fuerte como para, y esto me tranquiliza porque yo había oído programas que hablaban de feminismo y todavía oigo muchos programas que existen que son conducidos por un hombre, y de repente un día yo 8

pensé como: ¿es en serio? ¿Estamos haciendo programas feministas que son hechos por un hombre? Entonces parte de mis objetivos allí eran: debería haber un podcast feminista y hemos tenido dos que son muy útiles y muy necesarios y que son hechos por mujeres en sus términos y que yo lo único que he hecho fue, lo único que he hecho ha sido activar el canal tecnológico para que se pueda transmitir ese podcast feminista; yo lo creo coherente.

Edgar Guasca: conociendo como conoces de podcast, haciendo lo que vienes haciendo desde hace tanto tiempo ¿Qué proyectos podcast crees que en Colombia merecen la pena ser potenciados y escuchados?

Félix Riaño: en este momento creo que hay muchas cosas que están pasando, mucha gente nueva haciendo podcast, por lo cual no tengo un concepto concreto como para decir. Hubo un momento en que la gente de una productora de podcast que se llama La no ficción me encantaba y sentí que estaban haciendo cosas muy buenas. Luego empecé a ver que hacían más cosas de las que yo podría considerar buenas. No significa que hagan cosas malas, significa que hacen tantas que ya no puedo escucharlas todas y ya no puedo seguirles el ritmo. Entonces no puedo recomendar todo lo que ellos hacen, pero sé que tienen un muy buen método y me gustaría tener tiempo para poder oír todo lo que ellos hacen y todo lo que hacen los demás. El contenido se vuelve tan grande, tan amplio que sé que están haciendo unas cosas maravillosas personas que todavía no son reconocidas, más que por pequeños círculos; hay estudiantes haciendo cosas. Hay, en este momento se me escapa el nombre, de un antropólogo paisa que vive en un pueblito y que hace sus podcast desde el pueblito. Y ese podcast es tan preciso, tan específico, que es pues sobre antropología y habla también de arqueología y es tan puntual y tan preciso que no creo que sea conocido en otros ámbitos. En Historia están haciendo varios podcast. Hay por ejemplo uno al que parece que le ha ido muy bien que se llama Random Access History, que lo hacen unos egresados de Historia de la Nacional, pero también hay muchos podcast que lo más bonito de esto es que pueden hacer cualquier persona en cualquier lugar. Entonces, un poquito yo creo que no deberíamos establecer un destacado para todo el mundo, sino encontrar la forma de que cada quien encuentre su propio destacado.

Edgar Guasca: ¿cuál es ese aspecto que, en tú opinión debemos, ya es hora de que superemos quienes hacemos podcast en Colombia?

Félix Riaño: creo que deberíamos superar, por ejemplo, seguir el modelo de Radio ambulante, porque me parece que es muy bueno, pero no todo tiene que ser así y que deberíamos encontrar otras narrativas. También deberíamos superar el modelo de Diana Uribe. No significa superar a Diana Uribe, sino hacer cosas que no estén inspiradas siempre en lo que hace Diana Uribe reconociendo lo que ella hace bueno, es como, no salgamos a imitarla; eso lo digo yo que reconozco que al comienzo salía a imitar gente.

Edgar Guasca: (risas) Félix, quien quiera aprender de podcast lee, sigue, escucha y aprende con Félix Riaño y por eso fuiste nuestro invitado hoy en este Universo Sonoro. Muchas gracias, Félix por habernos acompañado.

Félix Riaño: Gracias Edgar. Muchísimas gracias.

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