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e ha propuesto que en el periodo com- pos surgieron de un tiempo mítico y es una ma- prendido entre la caída de Tula y la ex- nifestación de lo sagrado, una “hierofanía”, lo que pansión de los centros hegemónicos de permite la sacralización de su lugar de llegada. la Cuenca de México (, la STriple Alianza), entre los años 1150 y 1350 d.C., Ahora bien, en este trabajo nos centrare- la región del Altiplano Central se caracterizó por mos en el grupo de los tlahuicas, quienes ocu- la llegada de grupos migrantes norteños (chichi- paron la región poniente del actual estado de mecas) que se incorporaron a las poblaciones Morelos. Principalmente, nos interesa plantear locales, con la consecuente reestructuración dos escenarios, el primero, está relacionado a la política de la región con formas de organización integración del grupo migrante a dicha región; el pluriétnicas y una constante lucha entre los nue- segundo, propone cómo en la fundación de los vos centros urbanos con el propósito de estable- nuevos centros urbanos podemos observar la cer un sometimiento político de la región para la presencia de las varias etnias que formaban el obtención de tributo. grupo tlahuica.

De tal manera, los cambios provocados por Para cumplir con estos objetivos la infor- los grupos migrantes en las culturas locales fue- mación con la que se cuenta es escasa, tanto ron irreversibles, iniciados con la fundación de producto de investigaciones arqueológicas como nuevos asentamientos y caracterizados por una la que se encuentra en las fuentes documentales constante actividad política que les permitiría a del siglo XVI, de ahí que para subsanar parcial- estos nuevos grupos formaciones de alianzas, mente esta carencia de datos para conocer los tanto para la legitimación de su derecho a gober- primeros años de los tlahuicas se proponga lle- nar, como para consolidar su posición regional. var a cabo una correlación con la historia , siguiendo el mito a grandes rasgos, en el enten- El ejemplo mejor conocido de los vaivenes dido de que ambos pueblos partieron del “lugar políticos de los grupos de este periodo es la his- de la blancura”, migraron hacia regiones ya ocu- toria de los que se puede disfrutar en los padas por otros grupos y se enfrentaron a tener escritos del fraile dominico Diego Durán o bien que “ganarse” un lugar en medio de poblaciones en la Historia de los mexicanos por sus pinturas, ya instaladas. entre otros textos. Por éstas y otras fuentes do- cumentales del siglo XVI sabemos que los mi- Por supuesto, cualquier historia comien- grantes mexicas llegaron a la cuenca de México za desde el principio, en un momento en que el guiados por su dios patrono Huitzilopochtli, su tiempo no existe, en el “lugar de la blancura”: alianza con Culhuacán para legitimar su des- cendencia, la hierofanía que da lugar a la funda- 8. El año de mil y ciento y noventa y tres ción de Tenochtitlán, su coalición con Texcoco y después del nacimiento de Nuestro Reden- Tlacopan que dio pie a la formación de la Triple tor Jesucristo, llagó a esta tierra la nación y Alianza y el surgimiento del Imperio. congregación mexicana. La cual gente había salido —como todas las demás naciones de Sin embargo, esta historia, conocida y re- que ya toda la tierra estaba poblada— de unas gistrada por los mexica en las fuentes del siglo cuevas que eran en número siete, y de una XVI, no es única, sino que forma parte de la cos- tierra donde habían habitado gente que se movisión de la mayor parte de los grupos me- llamaban Aztlan, que quiere decir “blancura”, soamericanos de ese periodo, ya que tal como o lugar de garzas, y así les llamaban a estas lo muestra el análisis de los mitos primigenios naciones “azteca”, que quiere decir “la gente realizado por López Austin, en su obra de 1989 de la blancura”(Durán 2006: 28) “Hombre Dios”, de tal manera, todos estos gru-

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Figura 1. Coìdice Boturini

La Tira de la Peregrinación muestra ese dentro de estos ocho se encuentran los huexotzin- principio en el tiempo mítico; cabe aclarar que cas, que no son mencionados por Durán en la cita los grupos de acuerdo con este documento, se ya presentada. Pero en la mayoría de las fuentes encuentran en un lugar donde el tiempo como tal se menciona a los tlahuicas. Abriendo un parén- no existe, esto es, Aztlán. Será cuando pasen por tesis, cabe mencionar el significado de Tlahuica; la caverna de Culhuacán – Chicomóztoc, y sal- Smith considera que el significado más acertado gan al mundo, cuando sean paridos por la tierra proviene de la palabra “tlahuitolli” que significa que entran al mundo con tiempo, al espacio de «arco» (Smith 1983:45) de tal manera, los tlahuica los hombres, mientras que, el espacio anterior, serían «gente del arco» es decir, cazadores (figura era el del mito (figura 1). 2). Y como tales se les representa en La Tira de la Peregrinación con un arco. Por lo que respecta a 4. Los que salieron de aquellas cuevas fueron los mexicas, éstos recibirán ese nombre después seis géneros de gentes: conviene a saber: los del milagro del árbol partido durante la peregrina- Xuchimilcas, los Chalcas, los Tepanecas, los ción y Huitzilopochtli les dará el arco, la flecha y la Culhuas y los Tlahuicas y Tlaxcaltecas. Aun- redecilla (figura 3) y a partir de ese momento de- que es de saber que no todos juntos, ni todos jarán de ser aztecas para convertirse en mexictin en un año, sino unos primero y otros después, y así sucesivamente, iban dejando aquel sitio y lugar de cuevas, haciendo la una tribu lo que veía hacer a la otra, por ser esta gente muy amiga de hacer lo que ve hacer. como la mona, o como el carnero, que en saltando uno, todos van tras él. (Ob cit: 21)

El número de grupos que salen de Culhua- cán – Chicomóztoc varía según la fuente histórica Figura 2. Coìdice Boturini que se consulte, de tal manera, en La Tira de la Peregrinación se observa en la imagen de la figura 1 que son ocho los grupos que salen de Aztlán, y

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vuestro consuelo y quietud.” (Durán 2006: 39) Sin embargo, cuando Huitzilopochtli, preo- cupado por la paz en la que vive su pueblo, decide que éstos le soliciten una hija al señor de Culhua- cán para convertirla en su diosa, para lo cual la sacrifican y visten una imagen de su dios patrono con la piel de la princesa. Evidentemente, cuan- do el señor de Culhuacán llega con los mexicas a ofrecer sacrificios de codornices a la nueva diosa y observa el estado de su hija, inmediatamente son expulsados los mexicas de su territorio.

43. —“¡Aquí, aquí, mis vasallos …los de Colhua-

Figura 3. Coìdice Boturini can! ¡Venid a socorrer una maldad tan grande como estos mexicanos han cometido…!¡Que (López Austin 1989: 93). sabed que han muerto a mi hija y la han deso- Ahora bien, las fuentes mencionan que los llado y vestido el cuero a un mancebo, y me lo mexicas realizaron una larga travesía, donde se han hecho adorar…! ¡Mueran y sean destruidos, aposentaron en varios lugares por algún tiempo, hombres tan malos y de malas costumbres y hasta que su Dios volvía a indicarles que comenza- mañas…! ¡No quede resto ni memoria de ellos: ran el camino; por ejemplo, se menciona Coatepec, demos vasallos míos, fin y cabo de ellos! (Ob. donde su Dios patrono Huitzilopochtli adquiere su cit: 42) carácter solar. Cuando por fin llegaron a la Cuenca de México, se encontraron que no estaba vacía. De No sabemos por cuantos lugares pasa- tal manera, tienen que estar pasando de un lugar a ron y se asentaron temporalmente los tlahuicas, otro sin que puedan asentarse de manera definiti- pero al igual que los mexicas, cuando llegaron a va. El caso de Culhuacán, además de ilustrativo, fue la cuenca y la encontraron ocupada: especialmente dramático: 13. Cercada ya la laguna toda a la redonda, 17. —“Padres y ayos míos, bien he visto vues- tomándola en medio estas cuatro parciali- tro trabajo y aflicción, pero consolaos, que para dades de gentes, ocupando sus playas y ri- poner el pecho y la cabeza contra vuestros beras, dividiendo términos entre si, llegaron enemigos sois venidos aquí: Lo que podéis ha- los tlahuicas. Gente por cierto muy tosca y cer es que enviéis vuestros mensajeros a Achi- de muy alto frasis en todo. Los cuales, como tometl, señor de Colhuacan y, sin más ruegos hallaron ocupado lo demás, asentaron en el ni cumplimientos, le pedid que os señale el si- lugar que agora poseen…” (ibidem 23) tio y lugar donde podais estar y descansar, y no temáis de entrar con él en con osadía, que De tal manera, los tlahuicas siguieron su yo sé lo que os digo, y ablandaré su corazón, camino hacia el sur. Pero, así como la Cuenca de para que os reciba. Y tomad el sitio que os se- México estaba ocupada, también lo estaba la re- ñalare, bueno o malo y asentad en él, hasta que gión poniente de Morelos. Los tlahuicas no migra- se cumpla el término y plazo determinado de ron a un territorio vacío, ni mucho menos llegaron conquistando el área. Si bien Teopanzolco no es mencionado en las fuentes, debido a que desco- nocemos su nombre original, este asentamiento durante el Posclásico Medio señoreo esta región. Esta ciudad se extendía, cuando menos, desde la

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igual que los otomíes. No se tiene registros que permita confirmar esta propuesta, pero lo cierto es que los materiales arqueológicos indican una es- trecha relación entre Teopanzolco y su región con los matlatzincas de la región de Toluca, probable- mente con el asentamiento de Teotenango. Por ejemplo, en la cerámica polícroma de Teopanzolco hay una emulación de los polícromos matlatzincas, pero tienen otras vasijas con decoraciones que son propias, por ejemplo, aquellas decoradas con sen- cillos motivos pintados con líneas negras sobre el fondo rojo.

De tal manera, así como los mexicas debie- ron pedir permiso para asentarse en el territorio de Culhuacán, los tlahuicas debieron obtener el con- sentimiento del señorío de Teopanzolco. El cual, al parecer, los envió al extremo suroeste de sus dominios, pero como ya se mencionó, claramen- te dentro de su rango de influencia, ocupando las lomas que actualmente corresponden al centro de Cuernavaca. Figura 4. Teopanzolco. Jaime F. Reseìndiz M

“…tomando como principal asiento y cabe- nivelación artificial sobre la cual fue construido el za de su provincia a Cuauhnáhuac. De donde templo doble (figura 4), cuya etapa más temprana salieron los señores de aquella congregación es propuesta para 1150 (Konieczna y Bravo 2018) a hacer sus moradas y asientos como los de- hasta el actual barrio de Gualupita; esta área tiene más, unos a Yauhtepec, otros a Oaxtepec, a varios manantiales y la pendiente fue adecuada Acapichtlán a Tlaquiltenango, con los demás por medio de nivelaciones artificiales que permi- pueblos, villas y estancias que llamamos Mar- tieron obtener terrazas agrícolas donde se llevó a quesado, pues es del Felicísimo Marqués del cabo agricultura de riego. Se propone que el área Valle. (Durán 2006: 23) que controlaba Teopanzolco abarcaba toda la re- gión poniente de Morelos, con base en materiales Vale la pena detenernos en esta cita de Du- arqueológicos encontrados en San Mateo Ixtlan, rán por varias razones. La primera es el nombre Tehuixtla y Mazatepec, los cuales presentan tipos de Cuauhnáhuac «junto a los árboles». Es muy cerámicos semejantes, como los que se encuen- probable que este nombre fuera consecuencia ya tran en Teopanzolco. sea de las grandes arboledas que debieron existir para ese momento, o bien, se trata de un concep- Ahora bien, ¿quiénes habitaban Teopanzol- to cosmogónico donde el grupo se ubica entre co? Hasta donde se tiene noticia, la existencia de los grandes árboles pilares del mundo y centro los templos dobles está asociado con la llegada del mismo. En la cosmovisión mesoamericana de pueblos otomíes en la Cuenca de México, como el árbol indica el centro por donde transitan las los acolhua que fundaron Tenayuca. Sin embargo, fuerzas frías del inframundo y las fuerzas ca- para el poniente de Morelos se ha planteado que lientes del cielo, su interacción crea el tiempo, es la población original anterior a la llegada de los decir, se sale del mundo mítico, atemporal, para nahuas – tlahuicas, pudieron ser de lengua mat- entrar a mundo de los hombres. Este nombre, in- latzinca (Smith 1983), de la familia otomangue al

LAS ANDANZAS DE LOS TLAHUICAS 5 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA terpretándolo de alguna manera, también puede sagrado, ellos son la verdadera gente, mientras ser producto de una hierofanía que desconoce- que todos los demás eran la no gente. Uno de mos semejante a la de los mexicas, recuérdese el los ejemplos con los que se cuenta en donde el águila y la serpiente en la isla donde se fundaría nombre de la región no corresponde a la cabece- México – Tenochtitlán. ra principal, lo tenemos en el Acolhuacan, al este de la cuenca de México, en donde el asentamien- La segunda razón es que la cita de Durán to principal fue Texcoco en el Posclásico Tardío. evidencia que los tlahuicas no eran un grupo ho- Umberger, citando al cronista Fernando de Alba mogéneo, al nombrar a los otros pueblos que “se Ixtlixóchitl, explica que el nombre proviene de un separan” para formar sus propios asentamien- lugarteniente de Xólotl, Acohuatlychan (2008: tos, con sus propios dioses patronos, sin dejar de 70). En otros casos el nombre corresponde al del considerarse éstos como parte de los tlahuica. De asentamiento principal, como es el caso de Xo- tal manera los habitantes de Yauhtepec, tuvieron chimilco. De tal manera, se tienen diversas po- a su propio Dios patrono Yauhtécatl, —deidad del sibilidades para los nombres de las regiones, no pulque— del que retoman su nombre; Oaxtepec, existe una regla. es posible que también su nombre provenga del dios patrono; Acapichtlán se refiere al paraje ubi- A partir de la ocupación de Cuauhnáhuac cado junto al agua, ¿otra hierofania?, al igual que venía una siguiente etapa que es de alianza. Otra Tlaquiltenango. Por lo que, podemos considerar vez las fuentes nos indican que los mexicas fue- al grupo tlahuica como una sociedad pluriétnica. ron guiados por “capitanes”, ninguno de ellos de Se cuenta con evidencia de otros grupos pluriét- ascendencia noble, así que los mexicas - teno- nicos, por ejemplo, los mismos xochimilcas que chcas deciden solicitar a Culhuacán, un rey o tla- además del área sur de la cuenca ocuparon la re- toani emparentado con ellos (op. cit :51); con lo gión norte de Morelos en Tepoztlán, Tlayacapan, que los gobernantes mexicas - tenochcas obtu- Totolapan y otros sitios. vieron una ascendencia Tolteca – Culhúa; mien- tras que los de mexica - tlatelolcas solicitaron un Para este caso de la identificación de va- señor a Azcapotzalco, por lo que éstos adquirie- rias etnias dentro de un grupo, los mexicas no ron un señor de ascendencia Tolteca – Acolhua; son un ejemplo adecuado, ya que si bien después de tal manera, ambos grupos fueron legítimos de que llegan a la isla al centro de la laguna se di- herederos de la herencia que representaba Tollan vidieron en dos y fundaron dos ciudades diferen- y, por ende, sus ciudades podían aspirar a ser lu- tes: México – Tenochtitlán y México – Tlatelol- gares tan sagrados como las míticas Tollan de co, ambos grupos seguían identificándose como las leyendas. mexicas y además tenían el mismo dios patrono, Huitzilopochtli. No es el caso de los tlahuicas, Ahora bien, es posible rastrear en Teopan- pues como ya vimos los grupos tuvieron dife- zolco esta necesidad de relacionarse con Tollan y rente nombre y dioses patrones diferentes, como proclamarse de herencia tolteca. Entre los mate- Yauhtécatl. riales arqueológicos recuperados en Teopanzolco, es mínima la cantidad de cerámica denominada Cabe anotar, como la última razón, es que Negro sobre anaranjado Azteca 1, la vajilla aso- la población principal se llamó Cuauhnáhuac, en- ciada con Culhuacán. Lo que interpretamos como tonces ¿qué pasó con “tlahuica”? Se propone que una relación mínima entre Teopanzolco y ese el nombre del grupo migrante fue utilizado para importante sitio de herencia tolteca del sur de la la región donde se asentaron las varias etnias Cuenca de México. Asimismo, este tipo Azteca 1 que lo integraron; el mito de Aztlán y la migración no se ha recuperado en las varias excavaciones de varios grupos, entre ellos los tlahuicas, fue es- del área central de Cuauhnáhuac. Sin embargo, se crito para establecer que provienen de un lugar tiene en Teopanzolco, pero no en Cuauhnáhuac, la

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Figura 5. Tenayuca. Jaime F. Reseìndiz M cerámica Negro sobre anaranjado Azteca II que po que ocupó esa región al sureste de la cuenca está asociada con Tenayuca, además de la se- de México fueron los acxotecas y fundaron el pue- mejanza arquitectónica entre los dos (figura 5), blo de Chalco Atenco, y conforme llegaron otros asentamiento también considerado de descen- grupos a la región tuvieron que pedir permiso a los dencia tolteca, pero acolhua, así que es probable acxotecas para quedarse, tomando el nombre de que Teopanzolco también buscó la herencia tol- chalcas, pero manteniendo el nombre de su co- teca al aliarse con Tenayuca. munidad (Hodge 2008: 50)

En cuanto a los los tlahuicas de Cuauhná- Por otro lado, Cuauhnáhuac continuó huac es muy probable que llevaran a cabo la pri- uniéndose a otros grupos en sus batallas para mera alianza con el mismo Teopanzolco, lo que obtener algún beneficio, por ejemplo, se menciona les daría legitimidad en la región y podrían pro- que este señorío se encontraba entre los aliados clamar una ascendencia tolteca – acolhua. de Culhuacán que expulsaron a los mexicas de . Y también estableció alianzas ma- Los tlahuicas siguieron fundando ¿ocu- trimoniales, por ejemplo, la señora Miahuaxíhuitl pando? más pueblos, Jiutepec, Miacatlán, Ixtlán, hija del de Cuauhnáhuac, Ozomatzinte- Xochitepec, Alpuyeca, Atlacholaya, entre otros, cuctli, se casó con Huitzilihuitl, segundo tlatoani extendiendo sus relaciones mediante alianzas e mexica – tenochca, y su hijo fue Moctezuma I. intercambio. No sabemos si estos grupos también Aunque fue una alianza afortunada, no los salvó formaban parte de los tlahuicas que migraron des- de la conquista mexica. de Aztlán, o bien se trata de grupos que llegaron posteriormente. Aquí es interesante mencionar la información que se tiene de Chalco. El primer gru-

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Es alrededor de 1350 que se habla de la con- se caracteriza por su policromía: sobre un fondo quista llevada a cabo por Cuauhnáhuac de la región blanco fueron pintadas líneas negras en grupos tlahuica, el poniente de Morelos, sin embargo, de tres tanto en sentido horizontal como vertical. es posible que se trate de la consolidación de Con estos grupos de líneas la vasija fue dividida las alianzas establecidas anteriormente, pero básicamente en cuatro paneles de decoración y ahora esos pueblos tenían que pagar tributo. en cada uno de ellos encontramos signos como Pero ¿dónde estaba Teopanzolco que permitió remolinos, xonecuilli, volutas entrelazadas, gre- está conquista? Probablemente, ya había sido cas escalonadas, flores y otros (figuras 6 y 7). derrotado por Cuauhnáhuac y sus aliados, tal y como lo hicieron los mexicas – tenochcas con Los motivos decorativos del polícromo Azcapotzalco. Smith propone que el centro ce- tlahuica utilizaron un código de representación remonial de Teopanzolco es abandonado para del Posclásico Tardío: sin embargo, se observa 1400 (2010: 140), es decir, un poco antes de la cómo la cerámica tlahuica a través de sus técni- formación de la Triple Alianza en 1428. cas y materiales utilizados, su sistema sintácti- co, presenta una gran homogeneidad, lo que nos A partir de las conquistas realizadas por habla en una esfera regional como una unidad. Azcapotzalco, donde los mexicas participaron Sin embargo, cada señorío que integró el dominio como sujetos, y posteriormente, con su anexión de Cuauhnáhuac utilizó este código de manera al imperio de la Triple Alianza, Cuahnáhuac y sus diferente, creando cada uno de ellos variaciones señoríos conquistados se vieron sujetos y de- en el texto original, los cuales hacían referencia pendientes de los vaivenes de la política de la clara a una identidad particular, frente al resto cuenca de México, con lo cual perdieron mucha de los grupos tlahuicas. De tal manera, para el de su independencia, pero Cuauhnáhuac siguió Posclásico Tardío, periodo que no corresponde siendo sumamente importante en la región del al actual artículo, se puede seguir observando poniente de Morelos. Para este momento, en el en el registro arqueológico la permanencia de la registro arqueológico desaparece la vajilla carac- cultura tlahuica y, a su vez, cómo cada población terística de Teopanzolco y nos encontramos con mantenía una identidad propia. Pero esa es otra las vasijas decoradas tlahuicas. Esta cerámica historia…

Figura 6. Plato Tlahuica. Mercedes García-Besné Calderón

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Figura 7. Plato Tlahuica. Mercedes García-Besné Calderón. Referencias

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LAS ANDANZAS DE LOS TLAHUICAS 9 Editora de este número: Giselle Canto Aguilar

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