Historia De La Provincia De San Vicente De Chiapa Y Guatemala
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HISTORIA DE LA PROVINCIA DE SAN VICENTE DE CHIAPA Y GUATEMALA TOMO SEGUNDO BIBLIOTECA GUATEMALTECA DE CULTURA POPULAR "15 DE SEPTIEMBRE" Volumen 82 FRAY FRANCISCO XIMENEZ Historia do ti Provincia ik San Viente (ii1 Oiiapa y (iualeinala 2» Edición Volumen 8^ '5V IMPRESO EN GUATEMALA, CENTRO AMERICA Departamento Editorial y de Producción de Material Didáctico "José de Pineda Ibarra" Ministerio de Educación 19 6 5 IX De la entrada de don Pedro de Alvarado en Guatemala y vuelta del padre fray Domingo de Betanzos a la Nueva España Año 1529 Muy cerca de año y medio se detuvo el adelan• tado en México sin poderse desembarazar de las demandas que le ponían, hasta que dando conclu• sión a ellas, hubo de tomar su viaje para Guatemala ya entrado el año de 1530; pero a aqueste mismo tiempo le habla llegado mandato del padre fray Vi• cente de Santa María, al padre fray Domingo para que sin excusa alguna, dejando cualquiera ocupa• ción que tuviese entre manos, se fuese luego para México. La causa de esta llamada con tanta preci• sión del padre fray Domingo de Betanzos, fue la grande novedad que se intentó de que la casa de México y todo lo demás fuese y perteneciese a la provincia de Santa Cruz de la isla Española para lo cual remitieron religiosos, prior para la casa de México y vicario provincial, aunque Torquemada dice que provincial a fray Tomás de Berlanga, que después fue obispo de Panamá, y para que se to• mase Corte en esto y que la de México fuese pro• vincia aparte de la de Santa Cruz, se había dis• puesto fuese el padre fray Domingo en quien ha• llaron más relevantes prendas de virtud y letras que en otro, para aqueste negocio. Grande fue el 273 274 FRAY FRANCISCO XIMÉNEZ sentimiento de toda la ciudad luego que tuvo noticia que era llamado de la obediencia, y solicitaban con toda instancia que se quedase, que todos suplica• rían al prelado que suspendiese el mandato; pero él, verdadero religioso, como sabía que en este voto estaba fundamentada toda la máquina misteriosa de la religión, no pudo menos que condescender, sin querer obedecer a las súplicas de todos. No sentía menos el ver que había de dejar sola aquella casa o choza de su desierto en que tanto se había im• pregnado su espíritu y que se atrazaba el dilatarse los sarmientos de la religión dominica que tanto anhelaba, quisiera dejar a su compañero que se llamaba fray Francisco de Mayorga; pero lo atajó el verlo mozo y planta nueva en el jardín de Do• mingo, que trayéndolo recién profeso cuando vino lo iba criando a incrementos de su Santa doctrina. Esto y no ser sacerdote y el no atreverse a ir solo, que se tenía por sacrilegio en aquellos tiempos, le obligó a llevárselo consigo. Cerró con esto su casa y encargó las llaves al padre Juan Godínez cura de la parroquial de Santiago y a un devoto secular dejó encargado que le acabase de cerrar el cerco y de unos adobes que dejaba dispusiese unas cel- ditas o tugurios para que pudiesen habitar los re• ligiosos que pensaba enviar; luego, con lo cual, se despidió de la ciudad y tomó su camino para Méxi• co con hartas lágrimas de todos los que lo venera• ban como a verdadero padre y a la verdad lo era de todos, y prosiguió su camino a pie como había venido pidiendo limosna para poderse mantener en tan largo viaje. No es decible la pena que tuvo el adelantado, cuando encontrándole en el camino supo de su vuelta para México, por venir muy consolado que HISTORIA DE LA PROVINCIA ... 275 en el padre fray Domingo tendría todo alivio en sus penas, ni fue menos las muestras de sentimientos que dio el licenciado don Francisco Marroquín, pa• dre que fue de aquesta nobilísima ciudad. Porque confrontaban los espíritus, con brevedad se enlaza• ron y dándose los unos y los otros cuentas de sus sucesos, el padre fray Domingo instruyó al maestro Marroquín en el modo como se había de portar en las confesiones de los españoles según las nuevas ordenanzas que habían venido, saliendo tan gran maestro y seguidor de la sentencia y parecer de los frailes de Santo Domingo, cual lo mostró en el tiempo adelante, como se verá. Con aquestas breves vistas se despidieron siguien• do cada uno su derrota y llevándola el adelantado" para la ciudad de Guatemala llegó con brevedad a ella, donde fue recibido con las aclamaciones y festejos que sus hazañas merecían y con el gozo que se deja entender, porque con su llegada espe• raban que cesase el visitador Orduña en sus tira• nías, que los tenía muy lastimados a todote, así ami• gos como a enemigos; y a los 11 del mes de abril presentó sus despachos en cabildo que luego fue• ron obedecidos y haciendo el juramento necesario, luego fue admitido por gobernador de aqueste reino. Trajo don Pedro en su compañía muchos caballeros y de ilustre sangre para ilustrar su tierra, que suya se podía llamar, pues la había ganado con su san• gre, y para irlos acomodando en la que la tierra ofreciese; y entre los que vinieron uno de los más ilustres fue Luis Duvois caballero de altísimo na• cimiento, flamenco, y como tal le servía al señor emperador Carlos V que sobre no se que travesura de mozo, temiendo la indignación del César, se ausentó y se vino con don Pedro aqueste año. Mu- 276 FRAY FRANCISCO XIMÉNEZ cho sintió su ausencia y solicitando por su persona sabiendo que se hallaba en esta América, despachó sus cartas al virrey de la Nueva España y a otros gobernadores, para que fuese atendido como a cria• do suyo y se le diese cierta renta como todo consta de sus probanzas que paran en poder de sus des• cendientes de quien hay ilustre propagación en esta ciudad de Guatemala y San Salvador donde asistió a sus conquistas este mismo año de 30, con que se ve claro que va muy ajeno de verdad don Francisco de Fuentes cuando pone a aqueste caballero gober• nando la caballería en las batallas que finge en la rebelión del rey Sinacán el año de 1526. Trajo también en su compañía don Pedro de Alvarado al Santo varón y a todas luces grande el licenciado don Francisco Marroquín, en que parece que la providencia del altísimo guió sus acciones para que en este singular varón recompensase a Guatemala y a todas sus provincias, cuantas quie• bras le podía haber causado; y a quien queriendo ensalzar le nombró a 3 de junio de aqueste año, por cura de la iglesia parroquial; pero aunque me• recedor de este y mayores puestos, como se verá, obró aqui el adelantado desatentadamente y contra derecho, pues no era de su jurisdicción hacer y nombrar curas; y así como buen letrado que era aqueste santo varón ocurrió a quien tocaba esto, que era el obispo de México, para que lo subsanase ; nombrándolo juntamente su provisor juez y vicario eclesiástico de esto de Guatemala, los cuales títulos .| presentó en cabildo a 2 de setiembre del año de j 1533. .! De lo dicho se colige la gana de calumniar que ! tenía nuestro padre Vásquez a nuestro Remesal, cuando lo nota de poco inteligente en el uso del HISTORIA DE LA PROVINCIA ... 277 real patronato, pues debió advertir su paternidad, que entonces no se usaba, como ahora se usa, sino que los señores obispos nombraban sin intervención de'patrón alguno, como lo pudo ver en el nombra• miento que hizo el padre fray Domingo de Betan• zos para San Salvador con la autoridad que tenía episcopal y lo mismo pudo entender en la erección de aquesta iglesia de Guatemala que hizo el mismo señor Marroquín en México a 20 de octubre de 1537 en el párrafo que empieza Sed quia animarum Cura, en donde retiene en sí la autoridad de nom• brar curas de las parroquias; y también debía ad• vertir que si el real patronato se practicara enton• ces, como ahora, había de ser presentando al prelado eclesiástico tres sujetos y nombrando de ellos el patrón, lo cual no hubo aquí; con que podía haber excusado esta calumnia para no haber caído en esta nota tan grande de ignorancia. Halló el adelantado la tierra en grandísima tur• bación, porque además de los bandos que se habían levantado de unos contra otros por los que vino el juez de residencia Francisco Orduña, este con sus desafueros los había tanto enconado que cada día iba la guerra civil en mayores crecimientos, y para poner algún corte en aquestas diferencias, quitó los alcaldes que eran hechura de Francisco de Or• duña y puso otros al parecer independientes, si es que se podían hallar entre tanta turbulencia, y pu• blicó bando pena de la vida que no se hablase pa• labra en las cosas pasadas, con lo cual parece se puso algún sosiego a tan terrible tormenta, con lo cual empezó otra mayor contra los pobres indios con la armada que trató de fabricar para ir en busca de las islas de la Especiería como había jjro- 278 FRAY FRANCISCO XIMÉNEZ metido a Su Majestad; y así luego que llegó em• pezó a descubrir astilleros, sacar maderas, fabricar jarcias, acarrear fierro, sacar brea, conducir piezas de artillería, pero todo esto a costa de los pobres indios sacándolos de sus patriáis y llevándolos a partes muy remotas. Bien se deja entender que trabajo sería para aquestos miserables, desnudos, en tierras extrañas, sin tener quien les hiciera una tortilla, hambrientos, sobrados de mucho trabajo, los mandones crueles que no los dejaban descansar, que parece que es plaga la de esta tierra, sea es• pañol o mestizo, y mientras más ruin y de más baja suerte más tirano, que en teniendo un poquito de mando o una varita, no son decibles las tiranías que usan con estas miserables gentes.