Estudios Sobre Carlos Arniches / Juan A. Ríos Carratalá
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Edición de Juan A. Ríos Carratalá Estudios sobre Carlos Arniches Juan A. Ríos Carratalá (Editor) Estudios sobre CARLOS ARNICHES INSTITUTO DE CULTURA «JUAN GIL-ALBERT» DIPUTACIÓN DE ALICANTE Alicante 1994 COLECCION SEMINARIOS. SERIE MAYOR DIRECTORES: E. LA PARRA Y A. ALBEROLA © LOS AUTORES INSTITUTO DE CULTURA «JUAN GIL-ALBERT» I.S.B.N.: 84-7784-102-0 Depósito Legal: A.699-1994. Imprime: GRÁFICAS DÍAZ, S.L. San Vicente/Alicante Nota previa El presente volumen recopila las ponencias leídas con motivo del Seminario Internacional Carlos Arniches y su obra, celebrado en Alicante durante los días 28, 29 y 30 de abril de 1993 y organizado por la Diputación Provincial de Alicante, el Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert” y la Generalitat Valenciana. Dicho Seminario formó parte de los actos celebrados con motivo del Cincuentenario del fallecimiento del dramaturgo alicantino. Sus objetivos fundamentales fueron la actualización de los criterios críticos para analizar su obra teatral y su inserción en las corrientes dramáticas de la época, así como el estudio de facetas y etapas de su carrera creativa hasta ahora poco analizadas. El resultado ha sido, con las lógicas limitaciones, un Carlos Arniches mejor conocido en todas sus facetas y contextualizado dentro del teatro de su época, al cual aportó una obra decisiva por múltiples razones ampliamen te analizadas en las diferentes ponencias. Tras la presentación de la tesis doctoral de Ms Victoria Sotomayor sobre Carlos Arniches (U.A.M., 1992), inexcusable punto de arranque de la futura bibliografía sobre el citado autor, estas actas permitirán que el popular dramaturgo tenga el merecido espacio en el ámbito de la investigación académica. Se habrá cumplido así uno de los objetivos de los organizadores en un Cincuentenario que nos ha demos trado, una vez más, que la vigencia escénica ante el público de Carlos Arniches se puede y debe conjugar con el análisis de una obra que tan a menudo desborda los límites habituales del teatro cómico y costumbrista de la época. Quede constancia de nuestro agradecimiento a D.s Paloma Arniches por ceder materiales que han sido decisivos para la elaboración de varias ponencias, así como a los colegas que aceptaron la invitación para partici par en un Seminario que supuso el primer encuentro de los “arnichistas” y el punto de arranque de varias investigaciones ya en fase de elaboración. Asimismo, agradecemos el apoyo de las instituciones organizadoras de un Seminario que nos ha devuelto un Arniches más rico, complejo y suge- rente, pero no menos popular y teatral. Juan A. Ríos Carratalá 9 Indice Pág. Nota previa................................................................................................... 7 Vigencia escénica de Arniches: ¡Que viene mi marido!.............................. 13 Andrés Amorós Carlos Arniches o la difícil modernidad teatral (1915-1930).............. 21 Serge Salaün Arniches en la escena española contemporánea: Los caciques, BAJO LA DIRECCION de José Luis Alonso (1962-1987)............................... 35 M.a Francisca Vilches Frutos Grotescos: Valle-Inclan y Arniches........................................................ 49 Luis Iglesias Feijoo La tragedia grotesca de Carlos Arniches y el teatro grotesco CONTEMPORANEO..................................................................................................................... 61 Manfred Lentzen La (re) INVENCION DE MADRID EN EL TEATRO POR HORAS: TIPOMANIA Y LENGUAJE................................................................................................................................ 75 Nancy J. Membrez Transformaciones y variantes en el melodrama arnichesco................ 91 M.a Victoria Sotomayor La estructura de la acción dramática en Arniches. (Análisis de Es mi hombre).............................................................................................. 103 José A. Pérez Bowie 11 Pág. Tras los pasos de Arniches, una "ilustre sainetera": Pilar Millan Astray.......................................................................................................... 119 Pilar Nieva de la Paz El sainete valenciano y Arniches: costumbrismo y usos lingüísticos... 131 Josep Lluís Sirera En la prehistoria del Madrid castizo....................................................... 151 Javier Huerta La teatralidad del astracan y del sainete: a proposito de Carlos Arniches..................................................................................... 163 Ricardo de la Fuente Arniches y la parodia donjuanesca: El Trust de los Tenorios........... 177 Carlos Serrano Comicidad y critica social en el teatro de Arniches (Del Madrid castizo y La heroica villa)...................................................................... 189 Mariano de Paco La etapa argentina de Carlos Arniches................................................... 199 Nel Diago El Padre Pitillo y la Guerra Civil............................................................ 215 Juan A. Ríos Arniches, un autor multiadaptado por las cinematografías de Hispanoamérica....................................................................................... 229 Juan de Mata Moncho Obras citadas.............................................................................................. 253 12 Vigencia escénica de Arniches: ¡Que viene mi marido! Andrés Amoros Universidad Complutense Carlos Arniches es uno de los ejes alrededor del cual ha girado, y gira, buena parte de nuestro teatro español contemporáneo. Arniches, con sus defectos y sus virtudes, es clave, punto de arranque, modelo y ejemplo. Traspasa muchas veces la frontera de la gracia e irrumpe en las zonas superiores del humor [ALONSO, 1991:249j. El que opina así no es un erudito, un profesor o un crítico sino un hom bre de teatro; de los que yo he conocido, el que más sabía de la realidad escénica en España, en los últimos años: José Luis Alonso. Sin embargo, Arniches todavía no ha alcanzado la plenitud de reconoci miento que merece. No basta con que el público siga fiel a sus obras, siem pre que se representen con un mínimo de dignidad. No son suficientes testi monios intelectuales de la calidad de los de Clarín, Ramón Pérez de Ayala, José Bergamín, Pedro Salinas, Gregorio Marañón, Lain Entralgo, Francisco Nieva... Una barrera de tópicos repetidos se opone a su justa estimación. Se suele intentar degradar el teatro de Arniches por cinco motivos: A) Por sainetesco (prejuicio contra los llamados géneros menores). B) Por humorístico. C) Por su presunto conservadurismo ideológico y estético. D) Por costumbrista. E) Por popular, de éxito. Estos cinco argumentos son tan viejos, tan manidos, que no hace falta siquiera rebatirlos. Ellos solos se derrumban si contemplamos la realidad sin anteojeras. Para apreciar con justicia el teatro de Amichos disponemos hoy de algu- 13 nas bases sólidas: la biográfica (V. Ramos), el estudio del lenguaje (M. Seco) y de la crítica (J. A. Ríos). No cabe ya ignorar o plantear inadecuada mente estas tres perspectivas. A partir de ellas, se impone -me parece- una nueva visión: A) La de los lectores, con un presupuesto absolutamente inexcusable: la multiplicación de ediciones anotadas. (Este mismo curso, mis alumnos de la Universidad Complutense se han encontrado con graves dificultades para leer a Arniches). B) La de los estudiosos, que tantas veces se limitan a debates repetidos sobre el compromiso o no de este teatro, en vez de analizarlo en toda su riqueza y variedad. C) Sobre todo, la de los hombres de la escena, con montajes que ilumi nen las posibles formas de sentir su teatro. Mi posición es muy clara y muy simple: la teatralidad es el gran mérito de Arniches, lo que garantiza su vigencia actual, más allá de los estudios académicos. Gracias a ella, el teatro de Arniches sigue estando vivo, no se reduce a historia literaria o recuerdo nostálgico. Esa teatralidad nacía, ante todo, de la forma de trabajar de don Carlos. A Luis Uriarte le aclaró: “Una vez concebido el argumento, lo escribo en forma narrativa, como si me lo contase a mí mismo, y después lo voy dialo gando” [URIARTE, 1918:44]. Este trabajo culminaba en los ensayos: “Los ensayos me cansan, porque pongo en ellos toda el alma, y hasta hago los papeles, cuando es preciso. Por eso, mis obras resultarán malas o regula res, pero siempre bien ensayadas”. Es éste, sin duda, el punto básico para separar al hombre de teatro del escritor que adopta la forma dialogada. Nos lo confirma Diego San José: “No fueron pocas las obras que, en el mismo ensayo general, se llevó para rehacer, casi por completq, el último acto, con gran desesperación de los empresarios...” [SAN JOSÉ, 1952:143]. Para los montajes de Arniches, no basta con remitirse a ese fácil como dín del presunto costumbrismo. El propio autor fue el primero en negarlo: En contra de lo que mucha gente supone, la vida no es teatral: ni sus hechos ni sus personajes ni sus frases son teatro. Su teatralidad la llevan en potencia, en bruto, precisando que el autor amolde unos hechos con otros, que combine frases y dichos, que pula, recorte y vitalice el diálogo. En esta labor, el autor teatral recoge del pueblo unos materiales que luego le devuelve, aumentados con su observación y trabajo. Por eso existe esa reciprocidad mutua entre el pueblo y el sainetero, cuando éste ha tenido el acierto de retocar la fisonomía del modelo sin que el interesado lo advier ta. [Apud. RAMOS, 1966:150]. 14 Desde su perspectiva estrictamente escénica, así lo han confirmado hombres de teatro como Francisco Nieva [1967],