Buenos Aires En El Centenario: Edificación De La Nación Y La Nación Edificada*
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Buenos Aires en el Centenario: edificación de la nación y la nación edificada* Patricia S. Méndez, Rodrigo Gutiérrez Viñuales La construcción de un Centenario aprender más rápido a consumir que a producir y, por supuesto, la disciplina correcta fue alienar la Los distintos acontecimientos que enmarcaron inteligencia en valores más ajenos que propios. los festejos del Centenario de la Revolución de El “progreso” tuvo entonces domicilio fijo en Mayo, encontraron en 1910 el cenit de una tran- Europa y París estuvo tan cerca de Buenos Aires vol. 19, núm. 2: 216-227 sición gestada en el país desde hacía ya unos que hacia 1910 el “Tigre” Georges Clamenceau treinta años. Fue el corolario de un proceso de sinceraba esta situación diciendo que “Buenos APUNTES conversión en una Argentina que se despojaba Aires, una gran ciudad de Europa, da por todas 216 de sus paradigmas coloniales e hispánicos, para partes la sensación de un crecimiento prematuro, crecer como activa protagonista en el conjunto pero anunciado por el adelanto prodigioso que ha mundial de países. tomado, la capital de un continente” (Ortiz et al., En esta sucesión de hechos que consolida- 1968, p. 33). ron la definición de una política local e interna- La celebración del Centenario significó pues cional, en tanto afirmación de las relaciones que un punto de inflexión ineludible en la moderna el país mantenía con Europa, Buenos Aires se transformación de la Argentina y en concreto de ubicó en el principal escenario: la ciudad había su capital, Buenos Aires. En el presente texto se alcanzado el máximo rango político como capital apunta a presentar una síntesis de dicho proceso de la nación; la conquista y el poblamiento de un en los ámbitos del urbanismo, la arquitectura y desierto –que no era tal– se habían consumado la conmemoración a través de los monumentos bajo el estandarte de la “civilización”, y a la unifi- públicos, integrando no solamente conceptos cación del sistema monetario y la nacionalización básicos para su comprensión, sino también 1 Cfr. Ley Nacional 871. Popularmente conocida de la aduana, se sumó la oleada inmigratoria que aludiendo a ejemplos concretos y de carácter como “Ley Avellaneda” superó en muchos aspectos todas las estadísti- sobresaliente que sirvieron para dar forma a esa (1876) fue el marco cas previstas. jurídico necesario nueva ciudad que se presentaba orgullosa a los para la migración En rigor, fueron las respuestas dadas a la ojos del mundo. extranjera aunque, en voluntad de una élite, constituida por los hombres realidad, convocaba al poblamiento de un país de la “generación del 80”, las que contribuyeron La renovación urbana inconclusa que se sabía extenso, a desarrollar las condiciones estructurales e ins- pero deshabitado. titucionales para el cambio de roles en el sistema El frenesí por teñir el ambiente con la modernidad social argentino vigente hasta ese entonces. Para francesa, sumado a los casi seis millones de inmi- ello, fomentar la inmigración fue el argumento ne- grantes1 europeos arribados al país en el lapso de * Las figuras que no cesario de la oligarquía gobernante pues, frente a las dos últimas décadas del siglo XIX y asentados tienen especificada la fuente, son propiedad del la tarea de poblar y transformar la estructura so- mayormente en la ciudad de Buenos Aires, impuso Archivo Fotográfico del cial, hubo que “traer la Europa a la América” (Ortiz una urgente y necesaria renovación tecnológica Centro de Documentación et al., 1968), y para ello, nada mejor que alejarse de Arquitectura que incluyó la adecuación de los sistemas de trans- Latinoamericana, CEDODAL . de las tradiciones hispánicas, educarse en Francia, porte, la apertura de nuevas calles y el tendido de 217 BUENOS AIRES EN EL CENTENARIO Figura 1: Panorámica de la ciudad de Buenos Aires. c.1909. Fuente: Faleni (1910). Figura 2: Intendencia de la Capital. Proyecto de modificaciones al trazado actual de la Ciudad de Buenos Aires. 1909. Fuente: Bouvard (1910). redes de infraestructura. Y, si bien la Municipalidad Durante esos primeros años del siglo XX , las de la Ciudad de Buenos Aires intentaba desde improntas para formalizar la estructura urbana 1904 reordenar su sistema urbano con planes porteña se olvidaban de toda raíz hispánica y las que extendían la cuadrícula indiana, en los hechos preferencias recayeron en los dictados de la Aca- poco o casi nada se había concretado. demia de Beaux Arts: la apertura de la Avenida Hacia 1910 el sector más densamente cons- de Mayo (Radovanovic, 2002, p. 22 y ss.) unió la truido en la ciudad apenas alcanzaba un quinto Casa de Gobierno con el Palacio del Congreso de su superficie total, existían muchos espacios –finalizado en 1906–; la designación de Charles abiertos hacia el oeste y otros desconectados Thays al frente de Parques y Paseos de la Ciudad vol. 19, núm. 2: 216-227 entre sí como los actuales barrios de Flores, De- de Buenos Aires (1891) tuvo como resultado la voto o Belgrano –integrados al distrito capitalino ampliación y remozamiento del Parque “Tres de APUNTES desde 1888– y que hasta entonces sólo eran ha- Febrero” en Palermo –un espacio que luego sería 218 bitados como parajes de veraneo de las familias la sede principal de las Exposiciones del Cente- acaudaladas. nario–, además del aumento de los lugares de paseo en unas cincuenta hectáreas, la creación Figura página anterior: Portada del álbum “La República Argentina en su Primer Centenario”. Fuente: Chueco (1910). del Jardín Botánico y el diseño de un considera- de sus territorios y con ese propósito había acele- ble número de plazas distribuidas en los barrios rado el tendido de sus redes de infraestructura. centrales. A solicitud de la intendencia local, en Así, la decisión de distribuir agua potable en la 1909 se sumó la reformulación del plan urbano zona central de la ciudad, la conexión con locali- propuesto por Joseph Bouvard –a la sazón Direc- dades aledañas a través de puentes, el tendido tor de Obras Públicas de París–, quien en su Plano de redes ferroviarias que partían de Buenos Aires 2 Víctor Jaeschké, del Centenario establecía para Buenos Aires el con la intención de comunicar el país, fueron arquitecto argentino formado en Alemania, trazado de diagonales (Tartarini, 1992, p. 107) las acciones de mayor relevancia en este plano. manifestó su ferviente con distintas categorías –primarias y secunda- Para ello, el Gobierno se valió de una trilogía que oposición a este proyecto al punto de poner en rias–, las cuales, surcando la cuadrícula existente le aseguró la cristalización del plan: tecnología duda la capacidad de y sujetas a la expropiación de sus terrenos, unían industrial inglesa, arquitectura francesa y mano Bouvard. Su proclama vio la luz una vez pasado puntos focales de distinta envergadura. Además de obra inmigrante. el Centenario, en 1912, creaba quince nuevas plazas y parques y, final- Cumpliendo con este cometido, en los años con su propuesta “Las 219 mente, establecía espacios convenientes para cercanos al Centenario fueron habilitadas nuevas Avenidas” (Sociedad Central de Arquitectos, la instalación de las grandes naves destinadas a redes de cloacas, otra torre de toma de agua 1993, p. 54). RIO terminales ferroviarias. La idea acarreó innume- sobre el Río de la Plata, la Planta Potabilizadora A rables discusiones tanto en el plano político como General San Martín, depósitos gravitatorios dis- en el profesional2 y sólo llegaron al Honorable Con- tribuidores de agua potable, el puente transbor- Figura 3: sejo Deliberante en 1912, institución que aprobó dador del Riachuelo, la electrificación del tranvía, Proyecto de la Allgemeine Elektricitäts- la apertura de tan sólo 32 de las calles del “Plan” y el tendido de la primera red de subterráneos de Gesellschaft (AEG ) recién, al siguiente año, fue posible la concreción América Latina, también las estaciones termina- para el edificio de la de los primeros cien metros de la Diagonal Norte les de tres líneas férreas en el barrio de Retiro Compañía Alemana Transatlántica de CENTEN EL EN AIRES BUENOS partiendo desde la Plaza de Mayo. y una en Balvanera, además de un importante Electricidad (CATE ). Esta falta de visión de la ciudad como tota- contrato municipal con la Compañía Alemana 1910. Dock Sud. lidad fue lo que condujo a un análisis de “aspec- de Electricidad que autorizaba a esta empresa a Fuente: Compañía Alemana “producir, distribuir y vender energía eléctrica en tos estáticos y no dinámicos”, entendiendo que Transatlántica de Buenos Aires sólo “podía ser reordenada de una el territorio del Municipio” (Méndez, 2005). Electricidad (1910). vez para siempre a través de moldes geométricos, simétricos estéticos e higiénicos” (Tartarini, 1992) y, bajo estos conceptos parciales, no se hizo otra cosa que acentuar esa “convicción de que el ‘progreso’ era infinito y bastaba la sumatoria de coyunturas (obras) individuales para obtener un óptimo resultado final”, para conducir “a la desmembración de las tramas, al crecimiento especulativo de ciertas zonas y barrios y a la for- mación de ciudades paralelas o yuxtapuestas” (Gutiérrez, 1983). Entretanto, desde el plano nacional, el Esta- do mostraba un marcado interés por la unificación Viviendas… à la française! les tomaron preponderancia aquellos espacios para uso social. Mientras que para la primera La Buenos Aires de 1910 continuaba, en la prác- tipología se optó por una implantación en gran- tica, soportando contradicciones: las que les im- des superficies con perímetro libre y pronunciado ponían, por un lado, las tendencias higienistas y, retiro de la línea municipal, además de jardines por otro, el crecimiento de su población que alcan- afrancesados en derredor, la segunda se localizó zaba entonces la mayor tasa anual de la historia entre medianeras adquiriendo mayor desarrollo gracias a las oleadas inmigratorias. Obviamente, en altura de manera tal que la jerarquía funcional el panorama de soluciones en el plano habitacio- de cada planta venía dada por su ubicación en los nal estaba aún muy lejos de lo previsto, pues esta niveles superiores.