La Ulyxea ... Trad. De Griego En Lengua Castellana Por ... Gonzalo Perez
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— ” LA UL IX E A DE HO ME RO, TR A D UCI DA DE G RIE G o en lengua Castellana P0R EL SECRETARIO GONZALa P E RE 2. TO MO SE GU N D o, CON L I CE NCI A: En Madrid en la Imprenta de Francisco Xavier Garcia, año 1767. :) |-→==============) ! <!” *|-|- · |-… *· į|-- -|- |- ---- |- ·|- |- ·|- ----- ·|- |- + ----|- |- ~ ! · ·|- -|- ·|- ---- |- |- |-|- |-|- |-|-|-|- |- · |-|-|- - -|- |-----|- A R G U M E N T o DEL ONCE N o L I B RO D E L A U L Y X E A DE HO MIERO. rº Uenta como Ulyres, siguiendo lo que le man dó Circe, bajó al infierno, y oyó á Tiresias el adevino lo que le havia de suceder á él y á sus compañeros: y los cavalleros y señoras que vió en el infierno y á su madre, y á algunos de los que mu rieron sobre Troya ; y las penas que se daban en el infierno, s T). l 372 d 0 LIB RO ONCE NO - DE LA U L Y x E A DE HO ME R O. - D? que ya llegamos á do havia Quedado la galera en la marina, 4). Varamosla en la mar, y con presteza is El mastel levantamos, y estendimos Las velas, y metimos las ovejas l Que haviamos traído dentro della. Tambien nos embarcamos luego todos l. Con una gran tristeza, derramando l Lagrimas de los ojos sin medida. Luego la Diosa Circe bien hablada - Nos embió un buen viento, que le daba Por popa á la galera, tan suave, Que hinchaba las velas blandamente. Dejando pues las armas y los remos, Cada uno en su lugar muy bien sentados, Dejamonos llevar al viento fresco, Y al que el timon regia: de manera Que todo un dia entero duró el viento; Y sin calmar un punto navegamos En popa, y con las velas muy tendidas. Despues de puesto el Sol, ya que caían Bb 3 Del 378 LIBRo ONceNo. Del cielo las tinieblas, y cerradas Estaban á la luz todas las vias, Entonces aportó nuestra galera A una ribera honda del mar bravo, Adonde es la ciudad de los Cimerios, Cubierta de una niebla á la contina, De tal escuridad espesa y negra, Que nunca el Sol la vee ni sus rayos, Ni quando al estrellado cielo sube, Niquando baja ya acia la tierra; Antes una perpetua noche dura A los que en aquel pueblo triste viven. Llegando á aquella costa, en la marina Varamos la galera, y con nosotros Tomamos las ovejas que alli havia, Y fuimos poco á poco por la costa, Hasta llegará aquel lugar que Circe Nos dixo: y como en él nos vimos, luego Perimedes y Euryloco hicieron Los sacrificios que ella nos dixera. Yo con mi aguda espada hice un hoyo Quadrado,y de un buen cobdo de medida, Y echamos dentro dél aquellas cosas Que havian de gustar del sacrificio Las almas de los muertos, que alliestaban. Luego eché leche y miel, y despues vino Y agua, con harina bien mezclado. - LIBRo ONcENo. 379 Y hice un grande voto á las cabezas Muy flacas de los muertos, que en llegando A Ithaca mi tierra, mataria - Una novilla esteril escogida Dentro en mi propria casa,y juntamente Haria una hoguera , y dentro della Muchas cosas muy ricas quemaria. Mas prometíá Tiresias el Thebano Solenne sacrificio de un carnero Negró, que por su causa se matasse. Despues que huve los muertos aplacado Con votos y oraciones, degollaba Encima de aquel hoyo las ovejas, De suerte que la sangre en el caía. - No lo huve hecho, quando se allegaron Las almas de los muertos,que á gran pris Del Erebo salian, por el gusto Del sacrificio acepto que esperaban: Nymphas, mozos, y viejos fatigados De males y trabajos, y doncellas Muy blandas y muy tiernas, que traían Los animos llorosos y afligidos. Muchos que perecieron de heridas En las batallas fieras peleando, Que las sangrientas armas lo mostraban. Andaban todos cerca de aquel hoyo Al derredor con gran clamor, viniendo Bb 4 De 38o LIBRo ONcENo. De muy diversas partes: y no pude Dejar de concebir un muy gran miedo. Pero mandé á los mios que á la hora Tomassen las ovejas que yo havia Con mi muy fuerte espada degollado, Y que las desollassen, y quemadas, lHiciesen oracion á aquellos Dioses, Pluton, y á la alabada Proserpina. Y como ví que ya se me acercaban Las almas, eché mano de mi espada Aguda, y defendí que no llegassen A probar de la sangre, sin primero Oir al buen Tiresias adevino. El alma que á hablar vino primera, - Fue la de Elpenor triste, que aun no estaba En tierra sepultado, porque havia Quedadose en la casa de la Circe Sin lloro y sepultura el desdichado: Porque fuimos forzados á partirnos, Que otro mayor cuidado nos llevaba. Como le vi, de compasion movido, Comencé de llorar : y cierto le hube Muy grande piedad, y asi le dixe: Elpenor, no dirás como veniste A esta escuridad triste y penosa? Y como á pie llegaste tú primero 9ºº yo con muy buen tiempo en migalera: Asi LIBRo ONcENo. 38 x Así le dixe yo : y él muy lloroso - Me respondió, diciendo desta guisa. Ulyxes valeroso y muy prudente, Mi hado me dañó , y el mucho vino: Que estando yo durmiendo allá en la casa De Circe, no miré como ponia Los pies; y asi caí de una escalera Muy alta acia tras, y di despaldas Por el terrado abajo, de tal suerte, y Que me rompí del golpe por la nuca La cerviz miserable, y en un punto Mialma decendió á este rey no escuro, Mas yo te ruego agora por aquellos . Que quedan por venir, y están en vida, Y no por los que aqui ya son venidos; - Por tu muger muy cara, y por tu padre, A quien debes el ser y la crianza, Y tambien por Telemaco tu hijo, Al qual dejaste solo en tu alta casa; Que yo se que en saliendo deste infierno, Para volverte a Ithaca tu tierra, Tornará tu galera á la isla Eea: Entonces te suplico , Rey, que quieras Tener de mi memoria , y no consientas Que quede alli olvidado, sin que sea Llorado, y entregado á sepultura: Porque no sea yo solo causa de ira A 382 LIBRo ONcENo. A los etermos Dioses que aquiviven. Asi que mandarás que sea quemado Mi cuerpo con mis armas, quales fueren, Y que mi sepultura sea cabada Sunto á la mar, en la arenosa costa, Para que quede alli memoria como Murió en su juventud este infelice. Y demás desto todo yo te ruego Que mandes que se ponga encima della El remo con que vivo yo remaba Con mis fuertes y dulces compañeros. Quando él huvo acabado, respondíle: Se cierto , desdichado, que cumplido Será quanto me pides de buen grado. Asi estuve con él hablando un rato; Y él me respondia con tristeza, Del un cabo del hoyo donde estaba: Yo nunca me aparté de la otra parte Con la espada sacada , defendiendo Que nadie de los muertos se allegasse. Vino luego alli el alma de mi madre Anticlia , hija de Autolico el divino, La qual dejé yo viva yendo á Troya. En viendola llegar, enternecido Comencé de llorar, y tuve della Muy grande piedad mas no por eso Pejé que se allegasse á tomar gusto D e - a T-— LIBRo ONcENo. 38 De aquella sangre pura : que primero Quise verá Tiresias qué diria. No pasó mucho rato, quando vino El alma de Tiresias el Thebano, Que en la mano traía un scepuro de oro: El qual, como me huvo conocido, Llamóme, y me habló de aquesta suerte, Di como aqui has venido, desdichado, Dejando aquella luz del Sol tan clara, A ver muertos, y gente tan escura, Y una region tan llena de tristeza? Apartate á la hora dese hoyo, Y embayna sin tardar esa tu espada, Para que pueda yo beber la sangre, Y declarar verdad de lo que quieres. Diciendo aquesto, yo me alejé un poco Del hoyo, y embayné la aguda espada. Y como el adevino verdadero Gustó la sangre negra, comenzóme A declarar mi hado, ansi diciendo: Ulyxes muy ilustre, tu querrias Volverá tu gran casa y dulce tierra: Pues hagote saber que un Dios procura De lo estorvar, porque jamás lo veas: Que nunca se le olvida al gran Neptuno La ira que te tiene concebida, Porque á su caro hijo le cegaste: Pe 384 LIBRo ONcENo. ºro aunque pases tu y tus compañeros as males y trabajos y fortuna, Al fin llegar teneis , situ con ellos Quisieredes refrena vuestro apetito: Porque despues que fueres ya salido º aqui, y con tu galera navegando Llegares á la isla de Trinacria, Huyendo del mar bravo, y de sus olas, Alli haveis de hallar vacas y ovejas Pel Sol,que con sus rayos vee y descubre Las obras de la tierra, y las entiende, Hallarlas heis paciendo; y si trabajas Que queden ºuy seguras y sin daño, Yo te ºººguro cierto, que á tu tierra, Aunque paseis mas males y trabajos, Al fin ºllegaréis á salvamento. Mas siles haceis mal, yo te adevino Que morirán ººy mal tus compañeros, Porque se ºnegarán con tu galera: ºººque te escapes tu, con mal, y tarde, Allegarás allá sin tus amigos, olo, y en nave agena; y en tu casa ernás á ver mil daños, que te han hecho En ella hombres sºbervios é importunos, Que comen tu hacienda, y solicitan ºººººta muger, con ofrecerle Muchos dones y dote muy crecido. Aun LIBRo ONcENo. 385 Aunque como allá llegues, la venganza Has de tomar de su violencia grande.