Abrir Volumen I Universidad Complutense De Madrid
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ABRIR VOLUMEN I UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE GEOGRAFIA E HISTORIA DIPTO. HISTORIA DEL ARTE CONTEMIPORA.NEO ORÍGEN’ES DE LAS VANGUARDIAS ARTÍSTICAS EN MADRID (19094922) ¡¡IIIINIMIIEiDUIUUIII!! * ~3O9a414 UNiVERSIDAD COMPLUTENSE Director Jairne Briboega Siena Doctorandas batel Garaa Santa Volomen II M 8~20 1998 22467 II 369 VI. EL PRIMER “ISMO” ESPANOL: EL PLANISMO DE CELSO LAGAR VI. 1. CELSO LAGAR, DE ESCULTOR A PINTOR VANGUARDISTA Celso Lagar nació el cuatro de febrero de 1891 en la calle de Santiago, número 23, en la ciudad medieval de Miróbriga, actualmente conocida como Ciudad Rodrigo. Su padre, don Gumersindo Lagar Iglesias - casado con Braulia Arroyo Ribón - ebanista de profesión, como algunos otros de los miembros de la familia Lagar (1), practicaba el antiguo arte de trabajar la madera. La ebanistería de Gumersindo se ubicaba en la misma calle que vio nacer a Celso Lagar. Se trataba de un lugar pequeño y modesto donde se realizaban ‘toda clase de muebles> así como también, objetos de Iglesia tales como retablos púlpí tos, confesionarios, andas, templetes, credencias, comulgatoriosy todo lo concerniente a este ramo dentro de arte» tal y como lo especificaban los anuncios (2). Sus principales encargos - se remontan a 1897 - ffieron dos retablos; uno para el altar mayor de la parroquia del arrabal del Puente, y otro, para la iglesia de San Andrés (3). Celso Lagar, el primogénito de la familia, tuvo tres hermanos, Manuel (4), Angel e Isabel. Pasó su infancia en el seno familiar, especialmente al lado de su padre, quien le enseñaría el oficio de carpintero. Estas ffieron sus primeras experiencias, al calor de las múltiples tallas en madera que su padre realizaba, que le sirvieron para adentrarse en el mundo de lo que más tarde descubrirá como la escultura. Sus estudios primarios comenzaron en 1898, en el colegio de Santa Teresa, donde manifestó ya un especial interés hacia el dibujo. Las lecciones de su primer profesor en esta materia, Ignacio Alberto Guitián Torrens, le introdujeron en el campo de la pintura: allí aprendió a utilizar 370 los colores, a realizar los primeros bocetos, los primeros desnudos... (51>. En 1910 u comienzan en serio los estudios del joven artista quien por aquellas fechas se traslada en varias ocasiones a Madrid, sin perder contacto con el seno familiar. El 24 de septiembre de 1910 (6), el semanario independiente Avante recoge una de estas salidas con destino a e la capital para conimuar las enseñanzas que sobre escultura impartia el famoso Miguel Blay, quien se habia formado en Paris gracias a una beca que le había concedido la Diputación provincial de Gerona. En 1906 volvía de Roma para instalarse en Madrid y abrir su propio taller, al que asistiría Celso Lagar. e’ 4’ mt u. mt Celso Lagar, en sus primeros tiempos de pintor mt (El Noticiero Universal, Barcelona, 11-7-1962) e La estancia de Lagar en Madrid se reduce, sin embargo, a escasos meses. Durante este tiempo, se dedicó por completo al estudio, por un lado, de la escultura clásica, refinada y severa que impartia Miguel Blay, y por otro, del entorno acadeniicista — de la Escuela de Bellas Artes de San Femando (7). Durante sus visitas al Casón conoció e al pintor Padró, quien pertenecía a la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. e a 37’ Éste, observando sus dotes como artista, Ñe quien, probablemente, le convenció para trasladarse a Barcelona. Su permanencia en tierras catalanas Ite más corta que en las madrileñas. Sin embargo, gracias a ambas, consideradas como los centros artísticos más importantes de la Península, consiguieron convencer a la Diputación de Salamanca para que le concediera una beca de 365 pesetas anuales en Paris. Contrariamente a las fechas que se han estado barajando, Celso se traslada a Paris en 1911, para estudiar escultura en la Academia de Bellas Artes, y no en 1912, 1914 ó 1916 como recogen algunos historiadores (8). Este acontecimiento tan inusitado fUe el centro de algunos comentarios, tal es el caso de su amigo Mejo Hernández, seguidor de los pasos del joven artista: “Ha comenzado sus estudios de Escultura, en la Academia de Bellas Artes de París, el joven mirobrigense Celso Lagar Con este motivo, damos aquí por reproducidas todas las consideraciones que hicimos en uno de los números pasados> aunque suponemos fundadamente, que ahora como entonces, caerán en saco roto” (9). Coincidiendo con la estancia de Lagar en Paris, la familia se traslada a Orense, a la pequeña localidad de Barco de Valdeorras. Sin embargo, y al contrario de lo que se venia asegurando hasta ahora (10), don Gumersindo no dejó Miróbriga como consecuencia de las penurias económicas que le proporcionaba el oficio de carpintero, sino todo lo contrario, su afán de prosperidad le llevó junto a su socio, Femando Igesias, a montar un negocio, La eléctrica industrial valdeorresa (11) y, seis meses más tarde, poder viajar a Paris para ver a su hijo. Así lo publicó el semanario independiente de la localidad encargado de publicar las noticias sociales más interesantes (12). 372 Por su condición de capitalidad artistica, Paris era el lugar en donde aspiraban e triunfar algunos jóvenes artistas, como lo habían conseguido muchos otros, convertidos e entonces en los verdaderos mitos de las vanguardias: Picasso, Braque, Miró, Carrá, BaIla, Boccioni, etc. Este camino era largo, generalmente dificil y solitario para aquéllos que, alejados de su patria, no tenían más remedio que arreglárselas solos en una ciudad u incomparable a las pequeñas villas de las que procedían, como Mirobriga; además, con el inconveniente de un idioma que apenas conocían. En su caso, sin embargo, Celso Lagar o consiguió sobrellevar esos momentos gracias a la ayuda municipal y a recibir algunas u visitas - como la de su padre, arriba mencionada - sin perder, como cree Narciso Alba (13) el contacto familiar. U El primer año de residencia en la capital parisina, Lagar se dedicó por completo a a sus estudios de escultura y a corresponder a quienes le habían concedido la beca, en un principio, a través de fotografias con sus primeras obras (14) y, más tarde, en octubre de 1912, con el envio de una de sus mejores obras escultóricas y la única que se conserva e hasta la fecha, la Rosa de Thé has, actualmente en el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo e (15). Por desgracia, la beca tan sólo duró dos años, para ser más exactos, 18 meses. El 30 de noviembre de 1912, el Avante hacía público el presupuesto municipal donde se e firmaba el final de la ayuda económica. Alejo Hernández, joven estudiante y primer abanderado del arte moderno de Lagar, parece estar tras el artículo anónimo que apunta — con total claridad los perjuicios que dicha decisión tendría en la formación del e prometedor artista: ‘tVlás tarde, aparece unjoven que se abre camino, que puede dar días de gloria al pueblo, que e acaba de mostrar su agradecimiento alAyuntamiento y su cariño a susconciudadanos, donando una e e 373 obra> fruto de su ingenio: pero ¡nosotros para qué queremos escultores! ¡estos artistas, moldeadores de barro,’ ¡con los olleros que tanto abundan aquí, tenemos bastante.’. Y el pobre Celso Lagar> el joven escultor que en Paris llama la atención de los grandes maestros, se queda sin pensión. Y no se crea que ésta es de miles de pesetas> sino de 365 pesetas anuales, cubierto el déficit y salvado el erario municipal” (16). Su breve estancia en la capital francesa había logrado algo más, convertirle, a los ojos de sus paisanos, en el prototipo de joven artista internacional que, consagrado a su arte, había sido capaz de integrarse en el universo bohemio y cosmopolita de Paris. Su figura inspiraría algunos poemas de pretendida modernidad (17). Aparte de estas alusiones un tanto idealizadas, se elevaron panegíricos de su figura en términos más cercanos a la realidad. Nos estamos refiriendo a aquellos textos que recogieron los testimonios del escultor y critico de arte francés José Bernard el ilustre José Bernard, gala y ornato del Salón de Otoño de este año> orgullo de los franceses, sus compatriotas> ha dispensado a Celso Lagar el gran honor de fijarse en sus obras> haciendo de ellas un juicio, más que halagueño, de verdadera alabanza. Entre los jóvenes, don Celso Lagar se distinguepor sus tendencias hacia una síntesis simplificada y la armonía de sus movimientos que da una impresión de conjunto bien definida>. Este juicio del eximio escultor francés, para las obras de/joven artista mirobrigense, es un verdadero presagio parael porvenir de nuestro paisano... ‘> (18). Pero no hasta el punto de exponer en Salón de Otoño de 1912, como apunta Narciso Alba (19). Sí, por el contrario, meses más tarde y con las mismas obras, realizaría su primera exposición individual - de escultura y dibujos - que se celebró en la Ashnur Galerie del Boulevard Raspail. La noticia saltó, muy pronto, a la prensa madrileña. El diario El País - y no el ABC, como señala Narciso Alba (20) -, publicó un extenso articulo, en el que se demostraba su maestría en el arte tradicional apartándose de las tendencias vanguardistas. No obstante, y significativamente, se apreciaba ya una 374 manera muy particular de simplificar la forma, característica que, por otra parte, seria e vital para la génesis del planismo (21). e u mt e e a e a,. u Celso Lagar en su estudio en Paris u (El Día, Madrid, 17-3-1917) u Tres meses más tarde, en junio de 1913, el joven artista sería de nuevo objeto de alabanza por parte de J. Bernard, esta vez con motivo de la apertura de la Exposición a para Jóvenes Artistas, celebrada en el Salón de Paris: e ‘Muestro expositor Celso Lagar, escultor español, autor de varias obras expuestas en este salón, es un artista que para orgullo de su Patria, patria de luz y sol> donde los temperamentos son a nerviosos y los artistas son grandes, tiene mejores interpretaciones de su carrera artística, a pesar de e ser todas las demás suyas, de una grande intención y de un exquisito gusto.