Pablo Y Esteban 3
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2 Emmanuel ISBN 978-85-7341-232-1 Titulo del original en portugués: PAULO E ESTEVÃO Derechos de autor cedidos gratuitamente por la FEDERAÇÃO ESPÍRITA BRASILEIRA Av. L2 Norte - Q. 603 - Conjunto F (SGAN) 70830-030 - Brasília (DF) - Brasil Traducción: Alipio González Hernández Revisión: Ana María García Asensio Antonio Boscán Leal Blanca Flor González Medina Chelita Fontaina Fernando Antonio Lora Gómez Marina Navarro Nakary Áñez Nelson Li Fo Sjoe Neritza Alvarado Chacín Víctor Hugo Torres García Vilma Piña Guzmán Portada: César França de Oliveira Diagramación: María Isabel Estéfano Rissi © 2013, Mensaje Fraternal 1ª edición – junio/2013 1ª reimpresión - diciembre/2014 3.001 al 6.000 ejemplares INSTITUTO DE DIFUSÃO ESPÍRITA Av. Otto Barreto, 1067 - Cx. Postal 110 CEP 13600-970 - Araras/SP - Brasil Fone (55-19) 3543-2400 CNPJ 44.220.101/0001-43 Inscrição Estadual 182.010.405.118 www.ideeditora.com.br Pablo y Esteban 3 CALLE 12 A, ENTRE CALLES 7 Y 8, QUINTA MENSAJE FRATERNAL. URBANIZACIÓN VISTA ALEGRE, CARACAS, 1020, VENEZUELA. TELÉFONO (58-212) 472 92 89 CELULAR (58-414) 183 16 15 wwww.mensajefraternal.org.br [email protected] 4 Emmanuel Pablo y Esteban 5 Francisco Cândido Xavier Episodios históricos del Cristianismo Primitivo Novela dictada por el Espíritu Emmanuel 6 Emmanuel Pablo y Esteban 7 Índice Breves Noticias ....................................................................... 9 Primera parte I - Corazones flagelados ............................................................. 15 II - Lágrimas y sacrificios ............................................................ 38 III - En Jerusalén ......................................................................... 54 IV - En los caminos de Jope ......................................................... 76 V - La prédica de Esteban .......................................................... 91 VI - Ante el Sanedrín ................................................................. 108 VII - Las primeras persecuciones ............................................... 125 VIII - La muerte de Esteban ........................................................ 150 IX - Abigail cristiana ................................................................... 177 X - En el camino de Damasco .................................................. 194 Segunda parte I - Rumbo al desierto ............................................................... 215 II - El tejedor ............................................................................ 242 III - Luchas y humillaciones ...................................................... 272 IV - Primeras labores apostólicas ............................................... 326 V - Luchas por el Evangelio ...................................................... 391 VI - Peregrinaciones y sacrificios ............................................... 418 VII - Las Epístolas ....................................................................... 438 VIII - El martirio en Jerusalén ..................................................... 473 IX - El prisionero del Cristo ....................................................... 518 X - El encuentro con el Maestro ............................................... 540 8 Emmanuel Pablo y Esteban 9 Breves noticias Son muchos los trabajos que circulan por el mundo sobre la gloriosa tarea del Apóstol de los Gentiles. Entonces, es justo que esperemos algunas interrogaciones. ¿Por qué un nuevo libro sobre Pablo de Tarso? ¿Será un homenaje al gran trabajador del Evangelio o acaso trae informaciones más de- talladas de su vida? En cuanto a la hipótesis inicial, somos de los primeros en reconocer que el convertido de Damasco no necesita de nuestros mezquinos homenajes; en cuanto a la segunda, res- ponderemos afirmativamente pues esa es la finalidad que nos hemos propuesto alcanzar, al transferir al papel humano, con los recursos disponibles, algunos aspectos de las tradiciones del plano espiritual acerca de los trabajos confiados al gran amigo de los gentiles. Nuestro objetivo esencial no podría ser, tan solo, reme- morar pasajes sublimes de los tiempos apostólicos, sino pre- sentar, ante todo, la figura del cooperador fiel, en su legítima condición de hombre transformado por Jesucristo y atento a su Divino Ministerio. Pero, aclaramos que no es nuestro pro- pósito realizar únicamente una biografía novelada. El mun- do está repleto de esas fichas educativas, con referencia a sus personajes más notables. Nuestro mejor y más sincero deseo es recordar las luchas acerbas y los ásperos testimonios de un 10 Emmanuel corazón extraordinario, que se levantó de las luchas humanas para seguir los pasos del Maestro, en un esfuerzo incesante. Las iglesias displicentes de la actualidad y los falsos de- seos de los creyentes en los diversos sectores del Cristianismo, justifican nuestras intenciones. Por todas partes, existen tendencias a la ociosidad del espíritu y manifestaciones del menor esfuerzo. Muchos discí- pulos disputan las prerrogativas del Estado, mientras otros, distanciados voluntariamente del trabajo justo, suplican la protección sobrenatural del Cielo. Templos y devotos se entre- gan, gustosamente, a situaciones acomodaticias, prefiriendo el predominio y los regalos de orden material. Observando ese panorama sentimental, es útil recordar la figura inolvidable del generoso Apóstol. Muchos han comentado la vida de Pablo; pero, cuando no le atribuyeron ciertos títulos de favor, gratuitos del Cielo, lo han presentado como un fanático de corazón reseco. Para unos, él fue un santo por predestinación, a quien Jesús se apa- reció, en una operación mecánica de la gracia; para otros, fue un espíritu arbitrario, absorbente y austero, inclinado a combatir a los compañeros, con vanidad casi cruel. No nos detendremos en esa posición extremista. Queremos recordar que Pablo recibió la dádiva santa, de la visión gloriosa del Maestro, a las puertas de Damasco, pero no podemos olvidar la declaración de Jesús relativa al sufri- miento que le aguardaba, por amor a su nombre. Es cierto que el inolvidable tejedor traía su Ministerio Divino; pero, ¿quién estará en el mundo sin un ministerio de Dios? Mucha gente dirá que desconoce su propia tarea, que es inconsciente al respecto, pero nosotros podemos responder que, aparte de la ignorancia, hay desatención y muchos prejuicios Pablo y Esteban 11 perniciosos. Los más exigentes, advertirán que Pablo recibió un llamado directo; pero, en verdad, todos los hombres poco rudos tienen su convocatoria personal al servicio del Cristo. Las for- mas pueden variar, pero la esencia del llamamiento es siempre la misma. La invitación al ministerio llega, a veces, de manera sutil, inesperadamente; pero, la mayoría, resiste a la generosa invitación del Señor. Ahora, Jesús no es un maestro de violen- cias y si la figura de Pablo se engrandece mucho ante nuestros ojos, es que él oyó, se negó a sí mismo, se arrepintió, tomó su cruz y siguió al Cristo hasta el fin de sus tareas materiales, a pesar de las persecuciones, enfermedades, apodos, burlas, desilusiones, deserciones, pedradas, azotes y encarcelamien- tos. Pablo de Tarso fue un hombre intrépido y sincero, cami- nando entre las sombras del mundo, al encuentro del Maestro que se hizo oír en las encrucijadas de su vida. Fue mucho más que un predestinado, fue un realizador que trabajó diaria- mente, fomentando la luz. El Maestro lo llama, desde su esfera de claridades in- mortales. Pablo tantea en las sombras de las experiencias hu- manas y responde: –Señor, ¿qué quieres que yo haga? Entre él y Jesús había un abismo, que el Apóstol supo atravesar en decenios de luchas redentoras y constantes. Nuestro objetivo es demostrar con claridad cuánto nos compete trabajar, para ir al encuentro de Jesús. Otra finalidad de este humilde esfuerzo es reconocer que el Apóstol no podría llegar a esa posibilidad, en una acción aislada en el mundo. Sin Esteban, no tendríamos a Pablo de Tarso. El gran mártir del Cristianismo naciente alcanzó una influencia mu- cho mayor en la experiencia paulina, de lo que podríamos imaginar, tan solo compulsando los textos conocidos en los estudios terrestres. La vida de ambos está entrelazada con misteriosa belleza. La contribución de Esteban y de otros per- 12 Emmanuel sonajes de esta historia real, viene a confirmar la necesidad y la universalidad de la ley de cooperación. Y, para verificar la amplitud de ese concepto, recordemos que Jesús, cuya mi- sericordia y poder lo abarcaban todo, procuró la compañía de doce auxiliares, con la finalidad de emprender la renovación del mundo. Además, sin cooperación, no podría existir amor; y el amor es la fuerza de Dios que equilibra el Universo. Desde ya, veo a los críticos consultando textos y combi- nando versículos para ir demarcando los errores de nuestro sencillo emprendimiento. A los bien intencionados les agrade- cemos sinceramente, por conocer nuestra expresión de criatu- ra falible, declarando que este modesto libro fue escrito por un Espíritu para los que vivan en espíritu; y ante el pedantismo dogmático, o literario, de todos los tiempos, recurrimos al pro- pio Evangelio para repetir que, si la letra mata, el espíritu vivifica. Así, al ofrecer este humilde trabajo a nuestros hermanos de la Tierra, formulamos votos para que el ejemplo del Gran Convertido se haga más claro en nuestros corazones, para que cada discípulo pueda entender cuánto le compete trabajar y sufrir, por amor a Jesucristo. Emmanuel Pedro Leopoldo, Minas Gerais, Brasil, 8 de julio de 1941. Pablo y Esteban 13 Primera parte 14