“2017 ‐ Año de las Energías Renovables”

(S-0496/17)

PROYECTO DE RESOLUCION

El Senado de la Nación

RESUELVE

1º: Colocar una placa reivindicatoria referida a la verdadera historia de la letra del tango “” (alusiva al solar “caminito” situado en Olta, Pcia. de La Rioja), la misma será colocada en monolito parte de frente, letra visible, del busto de Gabino Coria Peñaloza autor de la letra, que se encuentra emplazado en la calle Caminito de la Ciudad de ().

2º: La mencionada placa tendrá la siguiente leyenda:

“El Senado de la Nación en su función de ilustrar al pueblo de la república, rinde homenaje al autor de la letra del mundialmente famoso tango “Caminito” Don Gabino Coria Peñaloza, quien se inspirara en el Sendero situado en la localidad de Olta, Pcia. de La Rioja”.

-Busto donado por el Gobierno de La Rioja año 1992.Autor: Eliezer Díaz.-

3º: La Presidencia del H. Senado de la Nación, gestionará ante la Ciudad de Buenos Aires la correspondiente autorización para la colocación de la placa.

4º: Los gastos que demande el cumplimiento de la presente Resolución serán imputados a la partida presupuestaria del año en curso o en su defecto del año 2017.

Hilda C. Aguirre de Soria.

FUNDAMENTOS

Señora Presidente:

La verdadera historia del tango caminito es algo que siempre los riojanos hemos tratado de difundir dado a el renombre tanto nacional como internacional que ha ganado esa bella composición. El lugar y paisaje que inspiro al autor se encuentra en el Departamento de Olta (Provincia de La Rioja), el camino por el cual transitó Coria Peñaloza junto a su amada, allá por 1900, que luego fue confidente y testigo de su soledad y tristeza.

“2017 ‐ Año de las Energías Renovables”

Para poner en valor el sitio se construyeron paneles con las estrofas del tango, que fuera grabado inicialmente por Carlos Gardel pero que logró el éxito con una interpretación de Ignacio Corsini, y se edificó un gran arco al pie de la arcillosa loma.

El tango surgió a fines del siglo XIX de la fusión cultural entre las comunidades afro-rioplatenses, gauchescas, indígenas, hispanas, africanas e italianas, y de la enorme diversidad étnica de la gran ola inmigratoria llegada principalmente de Europa.

Muchas de las letras de sus canciones expresan las emociones y tristezas que sienten los hombres y las mujeres de pueblo, especialmente en los asuntos del amor. Tal es el caso del tango “Caminito”, que relata la historia de un amor perdido.

En el 2010, el profesor olteño de Filosofía y Psicopedagogía, Oscar Francisco Vilche, escribió el libro “Caminito y el tango”, que llegó a presentarse en el Festival Nacional del Tango, en La Falda, y en el Congreso de la Nación

Vilche, que integra el “Centro Cultural Federalista de Olta” junto a otros investigadores y escritores, detalló de “Caminito” que “en la actualidad el sendero forma parte de la calle céntrica de la ciudad, que pasa por uno de los costados de la plaza principal, cuando termina el asfalto hay un tramo de tierra que sube costeando una lomada que llamamos El Alto.

“El arco que alude a ‘Caminito’ se construyó al pie de la Loma de la Cruz, desde aquí se puede ver a la localidad en toda su extensión.

El 5 de mayo de 1975, Vilche le escribió una carta a Coria Peñaloza con la intención de concretar una entrevista. “Quería entrevistarlo para ampliar la información, al mes siguiente felizmente le contestó su hijo Federico confirmándole que su padre había estado en Olta junto a su abuela visitando familiares”, dijo al respecto.

El escritor conserva aquellas cartas como tesoros. “Federico contó que durante esa visita Coria Peñaloza, un veinteañero, conoció a una señorita con quien tuvo un romance y con la que caminaba diariamente por un sendero que tenía sus encantos, con una acequia por la que corría agua cristalina, juncos, tréboles y plantas de sombra que fueron testigos y cómplices de ese amor que se vivió a escondidas, porque en esa época era difícil entablar una relación”.

Asimismo, narró que “cuando Coria Peñaloza se fue de Olta a su novia le prometió volver, pero al regresar al pueblo no la encontró porque los familiares de la joven la habían enviado a otro lugar para impedir la “2017 ‐ Año de las Energías Renovables”

relación entre ambos, entonces el autor escribió esos versos referidos al ‘Caminito’ en el que se veían”.

Gabino Coria Peñaloza escribió el poema en 1903 mientras se encontraba en Villa Mercedes, San Luis. Veinte años después el pintor Benito Quinquela Martín le presentó al músico Juan de Dios Filiberto, con quien compuso una gran cantidad de tangos exitosos.

“En una entrevista Coria Peñaloza contó que Filiberto le pidió de forma urgente que escribiera la letra para una melodía que había compuesto, cuando el poeta fue a su pensión encontró los versos de ‘Caminito’ y a pesar de que el músico le dijo que los corrigiera él se negó; hoy el tango nos representa a los argentinos, y además tenemos el orgullo de decir que nació en Olta”.

Al mismo tiempo, el escritor señaló que la verdad que se relata en Olta completa la historia que se muestra en Buenos Aires. “En el Museo de Bellas Artes al Aire Libre, ubicado en la calle Caminito del barrio La Boca, hay una placa que dice que el tango fue inspirado en ese lugar y mucha gente no sabe que la letra surgió de Olta, está incompleta, pero creo que si seguimos trabajando en la difusión de la información esto dará sus frutos y se pondrá en valor el lugar”.

TANGO CAMINITO (1926)

Caminito que el tiempo ha borrado, que juntos un día nos viste pasar he venido por última vez, he venido a contarte mi mal.

Caminito que entonces estabas bordado de trébol y juncos en flor, una sombra ya pronto serás, una sombra lo mismo que yo.

Desde que se fue triste vivo yo, Caminito amigo yo también me voy. Desde que se fue nunca más volvió, seguiré sus pasos, Caminito adiós.

Caminito que todas las tardes feliz recorría cantando mi amor, no le digas, si vuelve a pasar, que mi llanto tu suelo regó. Caminito cubierto de cardos, la mano del tiempo tu huella borró.

“2017 ‐ Año de las Energías Renovables”

Yo a tu lado quisiera caer, y que el tiempo nos lleve a los dos.

Hilda C. Aguirre de Soria.